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Papeles el tiempo de los derechos

EL DERECHO HUMANO AL AGUA Y AL SANEAMIENTO DESDE LA


PERSPECTIVA DEL DESARROLLO SOSTENIBLE
Serrano Tur, Lidia
Doctora, Investigadora del Institut de Drets Humans de Catalunya
(lidiaserranotur@gmail.com)

Palabras Clave: derecho humano al agua y al saneamiento, desarrollo sostenible, aguas


dulces, rgimen internacional de las aguas dulces, integracin, gestin integrada

Nmero: 8
ISSN: 1989-8797

Ao: 2014

Comit Evaluador de los Working Papers El Tiempo de los Derechos


Mara Jos An (Universidad de Valencia)
Mara del Carmen Barranco (Universidad Carlos III)
Mara Jos Bernuz (Universidad de Zaragoza)
Manuel Calvo Garca (Universidad de Zaragoza)
Rafael de Ass (Universidad Carlos III)
Eusebio Fernndez (Universidad Carlos III)
Andrs Garca Inda (Universidad de Zaragoza)
Cristina Garca Pascual (Universidad de Valencia)
Isabel Garrido (Universidad de Alcal)
Mara Jos Gonzlez Ordovs (Universidad de Zaragoza)
Jess Ignacio Martnez Garca (Universidad of Cantabria)
Antonio E Prez Luo (Universidad de Sevilla)
Miguel Revenga (Universidad de Cdiz)
Maria Eugenia Rodrguez Palop (Universidad Carlos III)
Eduardo Ruiz Vieytez (Universidad de Deusto)
Jaume Saura (Instituto de Derechos Humanos de Catalua)

EL DERECHO HUMANO AL AGUA Y AL SANEAMIENTO DESDE LA


PERSPECTIVA DEL DESARROLLO SOSTENIBLE
Serrano Tur, Lidia
Doctora, Investigadora del Institut de Drets Humans de Catalunya
(lidiaserranotur@gmail.com)

I. INTRODUCCIN
Esta comunicacin tiene como objetivo la integracin del marco del desarrollo
sostenible en el anlisis del rgimen internacional de las aguas dulces, centrndose en la
implementacin del derecho humano al agua y al saneamiento.
Previamente, cabe destacar como la regulacin de dicho rgimen ha seguido una doble
perspectiva. Desde un enfoque objetivo, se ha caracterizado al agua como un recurso
natural compartido y desde un enfoque subjetivo, se ha considerado el agua como un
derecho humano. Sin embargo, las limitaciones que presentan dichas perspectivas nos
llevan a plantear la necesidad de introducir en el anlisis y la regulacin de la materia,
una perspectiva ms amplia e integradora, la del desarrollo sostenible.
Este nuevo enfoque lleva a analizar los diferentes regmenes internacionales de las
aguas dulces, el relativo a las aguas dulces compartidas ms amplio que el derecho
internacional de los cursos de agua internacionales- y el relativo al rgimen del derecho
humano al agua y al saneamiento y a evaluar cul ha sido la evolucin de la
codificacin de las normas y los principios sobre la materia y a determinar la forma en
que los mismos han sido o pueden ser- aplicados- en el marco ms amplio del
desarrollo sostenible.
La introduccin de esta nueva perspectiva se encuentra en lnea, adems, con el objetivo
de conseguir integrar los diferentes regmenes aplicables a las aguas dulces. En este
sentido es interesante evaluar los principios tradicionales en la regulacin de la materia,
como el principio de uso equitativo y razonable de las aguas dulces o el principio de

Este trabajo tiene su origen en una comunicacin presentada en el Congreso Internacional "El tiempo de
los derechos. Los derechos humanos en el siglo XXI", organizado en el marco del proyecto El tiempo de
los derechos. Consolider-Ingenio 2010 y celebrado en la Universidad de Cdiz del 5 al 7 de junio de
2014.

cooperacin en la gestin de las aguas dulces dentro de un marco ms amplio como el


del desarrollo sostenible y a evaluar nuevos principios emergentes como el principio de
prioridad de usos para la garanta del derecho humano al agua y al saneamiento o el
principio de proteccin de los derechos humanos como lmite al derecho soberano de
los Estados sobre los recursos naturales que radican en su territorio.
Adems, es importante analizar las tcnicas y los mecanismos del Derecho internacional
que pueden favorecer a una mayor proteccin y garanta del derecho humano al agua y
al saneamiento a todos los niveles, como los grupos de trabajo para la gestin integrada
de las aguas dulces, los Acuerdos de cuenca y las Comisiones fluviales, entre otros. Y
como forma de cierre, la defensa de una gestin sostenible e integrada de las aguas
dulces desde una perspectiva amplia y ecosistmica del desarrollo sostenible conduce a
valorar cmo el derecho interno puede servir como instrumento para gestionar de forma
integrada las aguas dulces, analizando la forma en que las obligaciones internacionales
de los Estados en materia de agua y saneamiento son ejecutadas a nivel nacional,
especialmente con miras a la implementacin del derecho humano al agua y al
saneamiento y a determinar los mecanismos, institucionales o no, que existen a nivel
nacional para supervisar la ejecucin de las mismas, como ahora, las Comisiones de
Derechos Humanos, los Observatorios nacionales e incluso las Iniciativas y
referndums populares sobre la materia.
El anlisis del rgimen internacional de las aguas dulces es un tema amplio, por ello, a
continuacin se hace una breve introduccin a la regulacin del rgimen internacional
de las aguas dulces desde la doble perspectiva previamente sealada para, en un
segundo apartado, centrar el anlisis en el derecho humano al agua y al saneamiento y
valorar las aportaciones de la perspectiva del desarrollo sostenible para la garanta e
implementacin del derecho humano al agua y al saneamiento. De hecho, la emergencia
del derecho humano al agua y al saneamiento y los valores y funciones que se
desprenden del mismo lleva a plantear la posibilidad que nos encontremos frente a una
nueva tendencia que tiende a priorizar la garanta del derecho humano al agua y al
saneamiento. Es decir, se han introducido nuevos valores y funciones1 en la regulacin
de las aguas dulces, que lleva a priorizar los usos personales y domsticos (el agua1

En lnea con esta concepcin, una Nueva Cultura del Agua, reconoce la necesidad de un cambio cultural
que asuma una visin holstica y reconozca de forma conjunta valores ticos, medioambientales, sociales,
econmicos, polticos, emocionales y culturales, sobre un enfoque de derechos humanos, en la gestin de
las aguas dulces. FUNDACIN NUEVA CULTURA DEL AGUA (ed.). Declaracin Europea por una
Nueva
Cultura
del
Agua,
Zaragoza,
2005.
Disponible
en:
http://www.unizar.es/fnca/euwater/docu/declaracioneuropea.pdf (ltima consulta mayo 2014).

vida)2 incluso los usos comunitarios (el agua-ciudadana)3 por encima de los usos
econmicos e industriales (el agua-economa)4 con el objetivo de garantizar el acceso al
agua y al saneamiento a nivel mundial.
2. LA REGULACIN DE LAS AGUAS DULCES EN EL MBITO
INTERNACIONAL
Cabe sealar que la regulacin de las aguas dulces a nivel internacional, no ha sido
objeto de una reglamentacin detallada e unitaria, pero el Derecho Internacional Pblico
ha sabido afrontar este reto, codificando los principios generales y las normas
consuetudinarias de la materia en diversos Convenios y diferentes normas de soft law.
An as, la configuracin del marco general del rgimen internacional de las aguas
dulces, se ha llevado a cabo de forma fragmentaria, pues las aguas superficiales y las
aguas subterrneas han sido reguladas en momentos histricos diferentes, sin incluir una
verdadera perspectiva ecosistmica atendiendo a las realidades fsicas, biolgicas,
sociales y qumicas que rodean la gestin sostenible de las aguas dulces considerando
que se trata de un sistema de un curso de agua unitario al cual debe aplicarse de forma
conjunta e integrada dicha normativa.
Las aguas superficiales, a las que histricamente el DIP ha prestado mayor atencin son
los ros internacionales, y en concreto, el primer uso en ser regulado ha sido el de la
navegacin, el cual ha disfrutado de preponderancia respecto al resto de los usos de las
aguas dulces, hasta inicios del S.XX5. De hecho, la creciente utilizacin y
aprovechamiento de las aguas internacionales no martimas con fines distintos de la

El agua para la vida es aqulla que tiene funciones bsicas de supervivencia (acceso a cuotas bsicas de
aguas de calidad- en el que se incluiran todas las cuestiones de saneamiento), tanto de los seres humanos
(de forma individual y colectiva), como de los dems seres vivos en la naturaleza (garantizando la
sustentabilidad de los ecosistemas), que debe ser reconocida como prioritaria y garantizada efectivamente
desde la perspectiva de los derechos humanos, y priorizada de forma que garantice la sustentabilidad de
los ecosistemas y la garanta de todos y todas a cuotas bsicas de aguas de calidad, como un derecho
humano. FUNDACIN NUEVA CULTURA DEL AGUA (ed.). Declaracin Europea por una Nueva
Cultura del Agua, cit., pp.30-31.
3
El agua- ciudadana, agua para actividades de inters general, con funciones de salud y cohesin social
(tanto en el medio urbano como rural 3), debe situarse en un segundo nivel de prioridad, bajo una gestin
responsable y socialmente eficaz en conexin con los derechos sociales de ciudadana y con el inters
general de la sociedad. FUNDACIN NUEVA CULTURA DEL AGUA (ed.). Declaracin Europea por
una Nueva Cultura del Agua, cit., pp. 32-36.
4
El agua para el crecimiento econmico, en funciones econmicas legtimas, ligadas a actividades
productivas e intereses privados, debe reconocerse en un tercer nivel de prioridad en conexin con el
derecho individual de cada cual a mejorar su nivel de vida, y debe ser gestionada eficazmente bajo
principios de racionalidad econmica. FUNDACIN NUEVA CULTURA DEL AGUA (ed.).
Declaracin Europea por una Nueva Cultura del Agua, cit., pp. 37-38
5
A partir de entonces, las aguas dulces pasaran a regularse especialmente por el Convenio sobre el
rgimen de vas navegables de inters internacional de 1921 y el Convenio relativo a la gestin de las
fuerzas hidrulicas relativas a ms de un Estado de 1923.

navegacin, aconsejaran abordar el estudio del rgimen internacional de los ros, desde
la perspectiva ms amplia de los cursos de aguas internacionales y sus distintos usos y
aprovechamientos6.
En este sentido, en 1966, la ILA aprob las Normas de Helsinki, donde se regulan los
usos diferentes a la navegacin de las aguas superficiales de una cuenca de drenaje 7.
Estas Normas son importantes por sentar el marco general de los usos diferentes a la
navegacin de los cursos de agua internacional, codificar el derecho consuetudinario e
introducir los principios generales sobre la materia, posteriormente incluidos en el
derecho internacional convencional. Cabe destacar, que serian estas Normas, las que
proporcionaran la definicin ms amplia de de un sistema de agua internacional, la
cuenca de drenaje internacional, las cuales incluyen, adems, una mencin expresa a las
aguas subterrneas. Igualmente consideran como elementos integrantes de la cuenca de
drenaje a otros elementos, ms all de los recursos hdricos, como la flora y la fauna8.
Adems, en dichas Normas se codifican los dos principios generales bsicos sobre la
materia, como son el principio de utilizacin equitativa de las aguas dulces y la
obligacin de no causar daos al resto de Estados ribereos, posteriormente incluidos en
el Convenio sobre el derecho aplicable a los usos de los cursos de agua internacional
diferentes a la navegacin, aprobado por la Asamblea General, el 21 de Mayo de 1997 9.
ste Convenio, pese no haber entrado en vigor, se considera como el marco general o
acuerdo marco respecto al cual la normativa posterior se ha desarrollado, en tanto
codifica determinadas normas consuetudinarias sobre la materia. An as, ninguna de
estas normativas introduce una perspectiva subjetiva o de derechos humanos en su
codificacin.
Por su parte, desde una perspectiva de desarrollo sostenible, un avance para la
regulacin de la materia lo constituiran, por una parte, en el mbito del soft law, las

V. ABELLN, Captulo XXIII. Los espacios de inters internacional: los cursos de agua
internacionales, en M. DIEZ DE VELASCO, Instituciones de Derecho Internacional Pblico, 18
edicin coordinada por Concepcin Escobar Hernndez, ed. Tecnos, Madrid, 2013, pp. 579 y ss.
7
Normas de Helsinki sobre los usos de las aguas de los ros internacionales, aprobadas por el
International Law Institute en su 52 Conferencia celebrada en Helsinki en agosto de1966, ILA, Londres:
1967.
8
Definida en su art. 2 como el rea geogrfica que se extiende por el territorio de dos o ms Estados,
determinada por la lnea divisoria de un sistema hidrogrfico, incluyendo las aguas superficiales y
subterrneas, que fluyen a una salida comn.
9
Resolucin 51/229. Convenio sobre el derecho de los usos de los cursos de agua internacional para
fines distintos de la navegacin, doc. A/RES/51/229, aprobado por la Asamblea General de las Naciones
Unidas, 21 de mayo de 1997

Normas de Berln, aprobadas en 2004 por la ILA10, y en el mbito convencional


general, el Convenio de Helsinki sobre la proteccin y el uso de los cursos de agua
transfronterizos y lagos internacionales de 199211 y su Protocolo sobre agua y salud de
1999, aprobados en el seno de la Comisin Econmica para Europa de Naciones
Unidas. Estas ltimas, son incluidas en el marco regulador general, dado que a pesar de
que en un principio fueron concebidas para aplicarse en esta rea, la importancia de este
Convenio, sobre todo por lo que respecta a su contenido normativo, el enfoque
medioambiental introducido y los rganos de gestin que lo acompaan, adems del
xito de implementacin del mismo, condujo a las Partes a modificar su redactado e
introducir la posibilidad de que pases de otras regiones pudiesen adherirse al mismo,
enmienda que ha entrado en vigor a partir del 2013, lo que influir en la adopcin de la
futura normativa, regional y mundial, as como a su armonizacin12.
Estas ltimas normativas, refuerzan la idea de que el derecho internacional sobre las
aguas dulces est evolucionando, a la par que va incluyendo la preocupacin por la
proteccin del medioambiente y de los derechos humanos, y la necesidad de regular y
gestionar el agua desde las comunidades. Adems, como principios generales se
incluyen nuevos principios como el principio de precaucin, el principio de quin
contamina paga y el principio de gestin integral de los recursos hdricos.
Si bien, esta tendencia no sera la seguida por las normativas relativas a las aguas
subterrneas. De hecho, la primera normativa aprobada sobre las aguas dulces
subterrneas transfronterizas es la Resolucin sobre aguas confinadas transfronterizas
de 1994 y consideraba que no formaban parte de las aguas de un curso de agua

10

Aprobadas en la 71 Conferencia del ILA celebrada en BerlnInforme del Comit de Recursos


Hdricos, International Law Institute, del 16 al 21 de agosto de 2004. Disponible en: http://www.ilahq.org/en/committees/index.cfm/cid/32 (ltima consulta mayo 2014)
11
UNECE, El Convenio de la CEPE de 1992 sobre la proteccin y utilizacin y utilizacin de los cursos
de agua transfronterizos y de los lagos internacionales, adoptado en Helsinki, el 17 de marzo de 1992,
pero
que
entrara
en
vigor
el
6
de
octubre
de
1996.
Disponible
en:
http://www.unece.org/fileadmin/DAM/env/water/pdf/watercon.pdf (ltima consulta mayo 2014).
12

Cuestin respecto a la cual se ha pronunciado la UE como parte del Convenio, aceptando la entrada en
vigor de dicha enmienda y la adhesin de pases de fuera de la regin CEPE/ONU. En la que adems se
reconoce que una vez entre en vigor la enmienda, el Convenio revestir una importancia especial para los
pases limtrofes de la regin, como Afganistn, China, la Repblica Islmica de Irn y algunos Estados
de Asia Central. Algunos de esos Estados han manifestado su inters en adherirse al Convenio. Su
participacin en l permitir promover la cooperacin en materia de gestin de los recursos hdricos
transfronterizos, en particular teniendo en cuenta las presiones crecientes del cambio climtico y la
desertificacin, as como la importancia del acceso al agua en aras de la estabilidad y la seguridad.
Propuesta de DECISIN DEL CONSEJO relativa a la aceptacin de la enmienda a los artculos 25 y 26
del Convenio sobre la proteccin y utilizacin de los cursos de agua transfronterizos y de los lagos
internacionales /* COM/2013/0239 final - 2013/0127 (NLE) */.

internacional. Este hecho comport las crticas a la CDI por no incluir de forma ntegra
y clara a las aguas subterrneas en su articulado, y se recomend por parte de la
doctrina y de la academia especializada- su futura regulacin.
As, en el 54 perodo de sesiones, celebrado en 2002, la CDI decidira incluir en su
programa de trabajo el tema de Recursos naturales Compartidos y se design como
Relator Especial al Sr. Chusei Yamada, quien tendra la funcin de elaborar estudios e
informes sobre las aguas subterrneas confinadas transfronterizas.
En concreto fueron cinco informes, y el ltimo, presentado en 2008, contendra el
proyecto de artculos del derecho aplicable a los acuferos transfronterizos, aprobado
en segunda lectura por la CDI. Cabe recordar, respecto a su naturaleza, que no se trata
de un Convenio sino de directrices que pueden ser o no seguidas por los Estados a la
hora de regular las aguas transfronterizas compartidas, y que los Estados pueden
incorporar en sus acuerdos sobre la materia. Este hecho ha sido fuertemente criticado
por la doctrina, en especial por la ILA13. An as, el proyecto, prev la posibilidad, e
insta a los Estados a dar un tercer paso, y aprobar este corpus normativo como de un
Convenio, cuestin sobre De hecho, este proyecto de artculos deba cubrir las lagunas
del Convenio de 1997 en relacin a las aguas subterrneas. Sin embargo, plantea un
retroceso de la normativa en tanto el principio que gua las regulaciones es el principio
de soberana estatal sobre los propios recursos naturales delimitando su gestin a un
criterio estrictamente territorial.
Llegados hasta este punto, se destaca que el reto final es determinar un sistema legal y
administrativo que permita proteger y gestionar, desde una visin holstica, los recursos
hdricos compartidos, atendiendo no slo a las realidades fsicas sino tambin a las
qumicas, biolgicas, econmicas y sociales puesto que el enfoque tradicional seguido
en la regulacin de las aguas dulces compartidas, especialmente centrado en parmetros
tcnico-infraestructurales, se ha mostrado limitado para la gestin de las aguas dulces, y
no incluye en su articulado la dimensin social y medioambiental.
Ello ha provocado que, actualmente, la comunidad internacional afronte problemas de
calidad de las aguas dulces y que millones de personas no tengan garantizado el acceso
al agua y al saneamiento, situacin provocada especialmente por un modelo insostenible
de gestin de las aguas dulces. Por otro lado, podra parecer que la solucin a dicha
situacin vendra dada por el reconocimiento expreso del derecho humano al agua y al
13

Proyecto de artculos sobre el derecho aplicable a los acuferos transfronterizos, publicado en Yearbook
of the International Law Comission, 2008, vol. II, Part Two, pp. 32-33.

saneamiento. Sin embargo, ha quedado probado que la emergencia de este derecho y su


reconocimiento expreso no es condicin suficiente para proteger y garantizar la plena
efectividad del mismo. De hecho, para la ejecucin de las obligaciones internacionales
en materia de aguas y saneamiento no es suficiente con un enfoque medioambiental, de
proteccin de la salud o un enfoque de derechos humanos, sino que es necesario integrar
todos estos enfoques bajo el marco del desarrollo sostenible.

3. LA EMERGENCIA DEL DERECHO HUMANO AL AGUA Y EL


SANEAMIENTO
En este apartado nos centramos en el estudio del agua y del saneamiento desde un
enfoque de derechos humanos y analizamos la emergencia del derecho humano al agua
y al saneamiento desde la perspectiva del desarrollo sostenible.
Previamente a la introduccin del enfoque basado en derechos humanos en la regulacin
de la materia, en un primer momento, las cuestiones relacionadas al agua y al
saneamiento se vinculan a cuestiones de salud14, de proteccin del medio ambiente15 y
de desarrollo16.
En este sentido, la introduccin de un enfoque de derechos humanos en la regulacin de
la materia, adems de permitir centrar el anlisis sobre el agua con cuestiones
relacionadas con los derechos humanos, supondr establecer la base para futuras normas
en el mbito del desarrollo sostenible- que supere el enfoque mercantilista de
proteccin del medio ambiente y de las personas. El enfoque de derechos ha sido una
herramienta utilizada bsicamente en el mbito de la cooperacin al desarrollo lo que
14

El Protocolo sobre agua y salud aprobado por la CEPE en 1999, tiene como objetivo principal la
proteccin de la salud y el bienestar humano mediante una mejor gestin del agua, incluida la proteccin
de los ecosistemas acuticos, y a travs de la prevencin, el control y la reduccin de enfermedades
relacionadas con el agua. Adems, es el primer instrumento jurdico sobre la materia adoptado
expresamente para obtener un abastecimiento adecuado de agua potable y saneamiento adecuado para
todos, y proteger de modo eficaz los recursos hdricos que se utilizan como fuente de agua potable.
Tambin en la Conferencia de Mar de Plata sobre Agua de 1977, donde se reconoce que la gestin de las
aguas dulces, es vital para proteger el medio, mejorar la salud y aliviar la pobreza. Informe de la
Conferencia de Naciones Unidas, Mar de Plata, 14-15 de Marzo de 1977. (United Nations publication,
Sales No. E.77.II.A.12), Primera parte, Captulo 1, Resolucin 2.
15
Conferencia de Estocolmo en 1972, en cuya declaracin se introduce la preocupacin de la comunidad
internacional por la degradacin de la calidad de los recursos naturales, en relacin a la preservacin del
medio humano. Declaracin de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente
Humano, Estocolmo, Suecia, 5-16 de junio de 1972.
16
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio, reconocen en su Objetivo Sptimo la necesidad de reducir a la
mitad, para el 2015, el nmero de personas que no tienen acceso al agua potable y a fuentes de agua
mejoradas. Resolucin 55/2. Declaracin del Milenio. doc. A/RES/55/2*, 13 de septiembre de 2000.
Toda la informacin sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio: http://www.un.org/millenniumgoals/
(ltima consulta mayo 2014).

se ha denominado enfoque basado en derechos humanos (EBDH)- aunque es aplicable a


todas las actuaciones relacionadas con la garanta, promocin y proteccin de los
derechos humanos17.
La importancia de este enfoque en la regulacin de la materia radica en el hecho de que
si se identifica al agua como una necesidad, en lugar de seguir un enfoque de derechos,
se iguala al agua a un bien econmico y a una mercanca, y en ltima instancia se
justifica cualquier intervencin asistencialista para garantizar el derecho en cuestin,
el cual adems puede ponerse en venta18. As, en el rgimen internacional de los cursos
de agua internacional, la prctica es la de referirse a la satisfaccin de las necesidades
vitales o humanas bsicas, siguiendo un modelo de regulacin mercantilista, centrado en
la idea del agua como un input econmico.

Ahora bien, el enfoque de derechos humanos se basa precisamente en la idea del agua y
el saneamiento como derecho humano de titularidad individual, junto a su dimensin
colectiva, aquella relacionada tambin con su naturaleza de derecho humano emergente,
cuyo objeto de proteccin son intereses y bienes comunes. Hablar de derechos humanos
y no de necesidades, nos ayuda a ampliar el enfoque del derecho al agua, incluyendo:
una perspectiva temporal, convirtiendo nuestro objetivo no en la satisfaccin de las
necesidades vitales bsicas sino el de garantizar el cumplimiento de un derecho humano
de las generaciones presentes y futuras; una perspectiva social, en tanto que nos obliga a
tener en cuenta la especial proteccin de los grupos vulnerables; una perspectiva
espacial, en tanto que nos obliga a incluir el agua necesaria para preservar el medio en
el que se encuentra, y una perspectiva ms amplia de titularidad, nos referiremos a la
17

De hecho, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos insta a
los Estados miembros a incluir el enfoque de derechos en el mbito del desarrollo como marco conceptual
para el proceso de desarrollo humano. Aunque no existe una receta universal para el enfoque basado en
los derechos humanos, los organismos de Naciones Unidas han acordado un conjunto de atributos
fundamentales: cuando se formulen las polticas y los programas de desarrollo, el objetivo principal
deber ser la realizacin de los derechos humanos. Un EBDH identifica a los titulares de derechos y
aquello a lo que tienen derecho, y a los correspondientes titulares de deberes y las obligaciones que le
incumben, y procura fortalecer la capacidad de los titulares de derechos para reivindicar stos y de los
titulares de deberes para cumplir sus obligaciones. Los principios y las normas contenidos en los tratados
internacionales de derechos humanos deben orientar toda la labor de cooperacin y programacin del
desarrollo en todos los sectores y en todas las fases del proceso de programacin o de implementacin.
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Preguntas frecuentes
sobre el enfoque de derechos humanos en la cooperacin para el desarrollo. Naciones Unidas, Nueva
York y Ginebra, 2006. pp. 15-16.
18
M. BARLOW y T. BLARKE, Oro Azul. Las multinacionales y el robo organizado de agua en el
mundo, ed. Paids Controversias, Barcelona, 2004, p. 15.

titularidad individual y a la dimensin colectiva de este derecho.


Adems, un enfoque de derechos humanos nos permitir hacer frente a los procesos de
privatizacin de los servicios de agua y saneamiento, y analizar su impacto en el
disfrute de los derechos humanos. Igualmente nos permitir establecer como deber de
los Estados, la obligacin de realizar una evaluacin de impacto en los derechos
humanos de las medidas, planes y/o actividades proyectadas o planeadas en un sistema
de un curso de agua internacional. Es de destacar que el Derecho internacional de los
Derechos Humanos no ha analizado los impactos de los procesos de privatizacin de los
servicios que garantizan un derecho humano, o mejor dicho, en principio no se
posiciona o guarda una posicin neutral en materia de privatizaciones. En este sentido el
rgimen internacional de los derechos humanos nos puede servir para dar algunas
respuestas a estos procesos, principalmente desde un EDH y abogar por que la poltica
de garanta de los derechos humanos sea verdaderamente una poltica de derechos
humanos, que garantice, al menos, su contenido esencial19.
Es ms, la introduccin del EDH en todos los mbitos normativos que versen sobre las
aguas dulces es una tarea imprescindible, y por ello, deber abordar las consecuencias
significativas que afecten al derecho relativo a los cursos de agua internacionales que
puedan derivarse de la legislacin en materia de derechos humanos, tema a menudo
mencionado como fuente de reticencias en las negociaciones internacionales para el
reconocimiento del derecho humano al agua. La cantidad de agua necesaria para
asegurar el suministro de agua potable para consumo y uso domstico y para
saneamiento es minscula comparada con la utilizada para actividades productivas20. Es
por tanto difcil que sea el disfrute de este derecho humano la clave de los tan temidos
conflictos internos o internacionales- que se pueden provocar en lo referente al reparto
y uso del agua, ms frecuentemente suscitados por el impacto econmico y

19

L. SERRANO, Aguas dulces y derecho internacional: el agua como bien comn y como derecho
humano desde la perspectiva del desarrollo sostenible, tesis doctoral, Barcelona, 2014, pp. 190-191 (en
prensa).
20
Este es un reto al que nos enfrentamos a nivel conceptual en la regulacin de la materia puesto que, la
ampliacin de la definicin del DHAS, incluye no solo los usos personales y domsticos que abarcan el
agua potable para la supervivencia o la hidratacin; el agua para la higiene personal; el agua para
servicios sanitarios, incluida la colada; y, el agua para cubrir las necesidades bsicas del hogar, como
preparar la comida o hacer la colada, lo que vendra a equipararse con el agua para la vida, sino que
adems abarca cuestiones ms complejas relacionadas con actividades productivas a baja escala y
cuestiones medioambientales, lo que provoca que la relacin conceptual y jurdica sea ms amplia.

medioambiental de las posibles intervenciones en el sector del agua y el saneamiento21.

En realidad, no existe ningn tratado internacional de derechos humanos con carcter


universal que reconozca de forma expresa el derecho humano al agua y al saneamiento
(DHAS), aunque s se hace en cambio respecto a determinados como las mujeres, los
nios, las personas con discapacidad y los prisioneros de guerra y se ha subordinado a la
proteccin de otros derechos cmo el derecho a la salud, el derecho a una vida digna o
el derecho a una alimentacin adecuada.
An as, a nivel internacional, el DHAS ha sido reconocido en regulaciones que tienen
su origen en actores diferentes a los Estados, como son la sociedad civil, como la
Declaracin de Derechos Humanos Emergentes la cual contiene nuevos derechos que
la sociedad civil internacional viene reclamando en este s.XXI como nuevos derechos
no contenidos en las normativas de derechos humanos de carcter universal y
vinculantes- aprobadas hasta el momento y a los que actualmente debe darse una
respuesta global22. Se trata de aspiraciones de derechos que no han sido explcitamente
recogidos en textos jurdicos vinculantes, al menos con carcter general, pero que
constituyen una respuesta coherente y jurdicamente viable a los retos y necesidades de
las sociedades contemporneas, a partir de la vigencia de los derechos fundamentales y
del Derecho internacional vigente.23. En lo que concierne al agua y al saneamiento se
vincula al derecho a la existencia en condiciones de igualdad y reconoce que el
derecho a la seguridad vital, que supone el derecho de todo ser humano y toda
comunidad, para su supervivencia, al agua potable y al saneamiento. Adems, toda
persona tiene derecho a un suministro elctrico continuo y suficiente y al acceso
21

M. F. IZE-CHARRN, Eplogo. Los retos pendientes para el desarrollo del derecho humano al agua,
en M. MANCISIDOR (dir.), El derecho humano al agua. Situacin actual y retos de futuro, ed. Icaria,
Barcelona, 2008, pp. 212-213.
22
INSTITUT DE DRETS HUMANS DE CATALUNYA, Naturaleza y alcance de los derechos
emergentes: La carta de derechos humanos emergentes y el derecho a la renta bsica, Barcelona, 2007;
J. SAURA, Nocin, fundamento y viabilidad de los derechos humanos emergentes: una aproximacin
desde el Derecho internacional, Derecho internacional y comunitario ante los retos de nuestro tiempo.
Homenaje a la profesora Victoria Abelln Honrubia, Marcial Pons, Barcelona-Madrid, 2009, pp. 679698; D. BONDIA, Derechos Humanos Emergentes: Los Derechos Humanos Fundamentales del
Ciudadano Cosmopolita. El inicio del proceso de interaccin de los derechos humanos en VVAA.,
Historia de los Derechos Fundamentales, siglo XX, ed. Dykinson, S. L., Madrid, 2012. (en prensa)
23
Los derechos humanos emergentes se pueden definir como las reivindicaciones legtimas, en virtud de
necesidades o preocupaciones sociales actuales, dirigidas a la formulacin de nuevos o renovados
derechos humanos individuales y colectivos en el plano nacional o internacional, J. SAURA, Nocin,
fundamento y viabilidad de los derechos humanos emergentes: una aproximacin desde el derecho
internacional, cit., p. 680.

10

gratuito a agua potable para satisfacer sus necesidades vitales bsicas.24.


Igualmente, se vislumbra una tmida tendencia a reconocer el agua y el saneamiento
desde un enfoque de derechos humanos por la comunidad internacional a partir de la
aprobacin de la Observacin General n15 por parte del Comit de Derechos
Econmicos, Sociales y Culturales25, seguida de los informes de la Alta Comisionada26
y del Relator Especial de 200527 y con la posterior creacin del mandato de la Experta
Independiente en 200828. An as, el punto de inflexin en su reconocimiento explcito
lo constituye la aprobacin de la resolucin de la Asamblea General de 2010 en la que
se reconoce el derecho humano al agua y al saneamiento29, posteriormente seguida por
diversas Resoluciones del Consejo de Derechos Humanos30.
Desde 2010, la mayor parte del trabajo sobre agua y saneamiento se ha llevado a cabo
en el marco del Consejo de Derechos Humanos siguiendo el compromiso de algunos
Estados en la promocin del DHAS a nivel internacional y en apoyo a los trabajos de la
Relatora especial sobre la materia31. An as, por lo que se refiera al contenido de las
Resoluciones posteriores, las mismas han tenido ms bien un carcter declarativo. Sin
embargo, poco han contribuido al avance de la materia; en especial, respecto la
definicin del contenido esencial del derecho humano al agua y al saneamiento, sus
elementos que definen la progresividad de dicho derecho y han seguido excluyendo de
las negociaciones y del mbito de regulacin las cuestiones relacionadas con el rgimen
internacional de los cursos de agua internacionales y de las aguas transfronterizas,
24

Adoptada en el marco del Frum Mundial de las Culturas Monterrey 2007. Vid. texto en
http://www.idhc.org/cat/documents/Biblio/DUDHE.pd.f. Sobre el proceso que conduce a la adopcin de
este texto, vid. http://www.idhc.org/esp/124_dhe.asp.
25
CDESC: Observacin general n 15. El derecho al agua (artculos 11 y 12 del Pacto Internacional de
Derechos Econmicos, Sociales y Culturales), doc. E/C.12/2002/11, de 20 de enero de 2003, pr. 6.
26
Estudio de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Louis Arbour, doc.
A/HRC/6/3, 16 de agosto de 2007.
27
Informe del Relator especial, El Hadji Guiss, Realizacin del derecho al agua y al saneamiento, doc.
E/CN.4/Sub.2/2005/25, de 11 de julio de 2005.
28
Resolucin de la Asamblea General. Los derechos humanos y el acceso al agua y al saneamiento, doc.
A/HRC/7/L.16, 20 de marzo de 2008, posteriormente reconocida por la Resolucin 7/22, del Consejo de
Derechos Humanos, de 28 de marzo de 2008.
29
Resolucin de la Asamblea General. El derecho humano al agua y el saneamiento, doc.
A/64/L.63/Rev.1*, 28 de julio de 2010.
30
Resolucin 15/9. Los derechos humanos y el acceso al agua potable y al saneamiento, doc.
A/HRC/RES/15/9, 6 de octubre de 2010; Resolucin 18/1. El derecho humano al agua y al saneamiento,
doc. A/HRC/18/L.1, Consejo de Derechos Humanos, 23 de septiembre de 2011; Resolucin 21/2. El
derecho humano al agua potable y el saneamiento, doc. A/HRC/21/L.1, 20 de septiembre de 2012.
31
En 2011, tras la aprobacin en 2010 de la Resolucin de la Asamblea General y del Consejo de
derechos Humanos, al renovar su mandato cambi tambin la referencia al mismo y pas de Experta
Independiente sobre las obligaciones de los derechos humanos relativos al acceso al agua potable y al
saneamiento a Relatora especial sobre el derecho humano al agua y al saneamiento. Resolucin 16/2. El
derecho humano al agua potable y al saneamiento, doc. A/HRC/RES/16/2, 8 de abril de 2011.

11

cuestin esencial desde la perspectiva del desarrollo sostenible.


Y pesar de los avances en el reconocimiento del derecho humano al agua y al
saneamiento, la situacin actual en el mundo no es halagea, pues se calcula que en la
actualidad hay 748 millones de perdonas-principalmente pobres y marginados- que
siguen sin tener acceso a fuentes mejoradas de agua potable y 25 billones de personas
que no tienen acceso a fuentes mejoradas de saneamiento. Adems, si las actuales
tendencias continan, en 2015 habr 547 millones de personas sin acceso a fuentes
mejoradas de agua potable y 24 billones de personas sin fuentes mejoradas de
saneamiento32. En este sentido, la inclusin del enfoque de derechos humanos no es
suficiente para garantizar per se el DHAS ya que la garanta de ste derecho se ve
afectada por los usos que se realizan de las aguas dulces del sistema de un curso de agua
internacional y de la proteccin medioambiental de los mismos. Por lo que ser esencial
un enfoque integrado en las cuestiones que afecten a la gestin de las aguas dulces,
como as ponen de manifiesto determinados informes sobre el desarrollo. De hecho, se
reconoce que a lo largo de la historia, el progreso humano ha dependido del acceso a un
agua limpia y de la capacidad de las sociedades para aprovechar el potencial del agua
como recurso productivo. En el contexto del desarrollo, algunas veces se abusa de la
palabra crisis, y reconoce que no estamos frente a una crisis relacionada con la escasez
del agua sino con la calidad del bien, a lo que subyace una crisis de valores sobre el
agua y su gestin. Los orgenes del problema varan de un pas a otro, pero se destacan
diversos factores comunes. En primer lugar, son pocos los pases que abordan la
cuestin del agua y el saneamiento como una prioridad poltica, tal como lo evidencian
las limitadas asignaciones presupuestarias. En segundo lugar, algunas de las personas
ms pobres del planeta estn pagando algunos de los precios ms altos del mundo por el
agua. Esta situacin refleja la limitada cobertura de las redes de abastecimiento en los
barrios pobres y asentamientos informales en los que vive la poblacin pobre, y la
profunda deficiencia en abordar dicha problemtica desde un enfoque de derechos
humanos. En tercer lugar, la comunidad internacional no ha logrado que la cuestin del
agua y el saneamiento sea una prioridad de las asociaciones para el desarrollo que han
ido formndose en torno a los ODM. Lo que subyace a cada uno de estos problemas es
el hecho de que las personas ms afectadas por la crisis del agua y el saneamiento (la

32

OMS/UNICEF. Programa conjunto de Monitoreo sobre abastecimiento de agua potable y el


saneamiento: Progresos en materia de saneamiento y agua. Informe de actualizacin 2014, p.8.

12

poblacin pobre en general y las mujeres pobres en particular) carecen con frecuencia
de la voz poltica necesaria para hacer valer sus reivindicaciones sobre el agua33.

5.

LAS

APORTACIONES

DEL

DESARROLLO

SOSTENIBLE

LA

PROTECCIN DEL DERECHO HUMANO AL AGUA Y AL SANEAMIENTO


Por ello, para hacer frente a esta situacin, se considera que la perspectiva del desarrollo
sostenible nos ofrece un enfoque integrado e integral desde la que abordar la gestin de
los recursos naturales disponible para los operadores jurdicos en los procesos de
creacin y aplicacin de las polticas econmicas, sociales y medioambientales y de las
normas jurdicas internacionales que puede contribuir a reorientar e integrar las ya
existentes o a crear otras nuevas que tengan todas ellas como objetivo el desarrollo y la
gestin- sostenible de las aguas dulces para la garanta del derecho humano al agua y al
saneamiento. De hecho, el marco del desarrollo sostenible puede ayudar a que en los
diferentes procesos, y en las diferentes esferas, en las que se elaboran las polticas
pblicas y las normas jurdicas internacionales se consideren, en unos casos se tengan
en cuenta, en otros supuestos, o se integren, en el mejor de ellos, los aspectos
econmicos, sociales y medioambientales vinculados al desarrollo sostenible. Y es que,
a pesar de los problemas conceptuales existentes alrededor de dicha nocin el desarrollo
sostenible no es, en absoluto, un intento artificial de agrupar juntas cuestiones que
seran mejor comprendidas de forma separada, sino que es el desarrollo sostenible en s
mismo el que proporciona el marco intelectual y pragmtico ms coherente a travs del
cual tales cuestiones deben ser analizadas34.
Una de las caractersticas especficas del desarrollo sostenible es su enfoque integrador
de los diferentes mbitos materiales vinculados con tal objetivo. La ILA lo ha
reconocido como un enfoque integral e integrado de los procesos econmicos, sociales
y polticos que tiene como objetivo el uso sostenible de los recursos naturales de la
Tierra y la proteccin del medio en el que la naturaleza y la vida humana as como el
desarrollo social y econmico dependen y el cual busca la realizacin del derecho de
todas las personas a un estndar de vida adecuada, sobre la base de una participacin
activa, libre y significativa en el desarrollo y en la distribucin justa de los beneficios

33

Informe sobre el Desarrollo Humano, 2006. Ms all de la escasez: Poder, pobreza y la crisis mundial
del agua, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 2006, pp. 5-6.
34
. J. RODRIGO. El concepto de desarrollo sostenible en el Derecho Internacional, Anuario de la
Asociacin para las Naciones Unidas, Barcelona, Agenda ONU n8/2006-2007, p. 197.

13

derivados de la misma, con una debida atencin, teniendo debidamente en cuenta las
necesidades e intereses de las futuras generaciones35.
En lnea con la defensa del agua y el saneamiento como derecho humano y con la
inclusin de la perspectiva del desarrollo sostenible, se caracteriza el agua como bien
comn, esencialmente por tres razones. La primera, para hacer frente a las posiciones
que defienden la idea del agua como un bien econmico o mercanca, susceptible de ser
parcelado, privatizado y para plantear una alternativa a dichos procesos cuyos efectos
antisociales y antiecolgicos afectan a la garanta del derecho humano al agua y al
saneamiento36. La segunda, precisamente para reforzar la necesidad de seguir trabajando
en el reconocimiento expreso del derecho humano al agua y al saneamiento, y para ello,
tener en cuenta la dimensin colectiva o comn de ste derecho humano emergente,
directamente relacionada con la proteccin medioambiental de las aguas dulces, el cual
debe ayudar a definir mejor los contornos normativos del contenido esencial del derecho
humano al agua y al saneamiento. En tercer lugar, para reconocer que la gestin
sostenible de las aguas dulces requiere una verdadera perspectiva ecosistmica, la
consideracin de las aguas dulces como una comunidad de intereses y una comunidad
legal, que vaya ms all de la aplicacin de la tradicional soberana permanente sobre
los recursos naturales, propiciada por su tradicional caracterizacin como recurso
natural compartido. En este sentido, cabe aclarar que la conceptualizacin como bien
comn no equivale a defender que el agua como tal no pertenece a nadie sino que lo que
se reivindica es la colectividad del bien, lo que a su vez refuerza cada cultura y
garantiza su supervivencia37. Por ello, es imposible pensar en las poblaciones y/o
comunidades y su relacin con el agua sin tener en cuenta sus relaciones, valores e
identidades sociales, una comprensin social compartida de quin y qu derechos tiene

35

Declaracin de Nueva Delhi sobre los principios del Derecho internacional relativo al desarrollo
sostenible, Anexo a la Resolucin 3/2002. Desarrollo Sostenible, International Law Association, 6 Abril
2002, pr.14.
36

La Declaracin de Dubln sobre el agua y el desarrollo sostenible en su cuarto principio considera que

el agua tiene un valor econmico en todos sus diversos usos en competencia a los que se destina y
debera reconocrsele como un bien econmico. Conferencia Internacional sobre el Agua y el Medio
Ambiente de 1992, Declaracin de Dubln sobre el agua y el desarrollo sostenible, 30 de enero de 1992.
37

L. SERRANO. Aguas dulces y derecho internacional: el agua como bien comn y como derecho
humano desde la perspectiva del desarrollo sostenible, tesis doctoral, Barcelona, 2014, pp. 190-191 (en
prensa).

14

cada uno y las condiciones de acceso y uso del agua que cada uno puede disfrutar38.
En realidad no es esta una cuestin nueva, la consideracin conjunta del agua como un
bien comn y del agua y el saneamiento como un derecho humano, constituye una de
las principales reivindicaciones sociales frente a la privatizacin de los servicios de
abastecimiento y saneamiento, toda vez que hacen referencia a la titularidad de los
recursos y los servicios -que deben ser pblicos-, y a las caractersticas de la gestin,
que debe ser acorde con lo asumido en los documentos definitorios del derecho
mencionados anteriormente. Y que prevean, a su vez, una perspectiva medioambiental
que integre la gestin del servicio, del recurso y la garanta de este derecho segn una
perspectiva de derechos humanos y bajo parmetros medioambientales. Y es que slo la
titularidad colectiva del agua y el carcter pblico de los servicios de abastecimiento y
saneamiento pueden asegurar el acceso universal a este recurso vital y a estos servicios
esenciales, y que garantice una gestin integral del mismo que resulte socialmente
equitativa, ecolgicamente sostenible, polticamente democrtica y culturalmente
aceptable39.
Se trata de aspiraciones que fueron planteadas de cara a las negociaciones sobre la
Conferencia sobre Desarrollo Sostenible de Ro de Janeiro de 2012, tambin conocida
como Conferencia Ro+20, y en miras a la futura agenda de desarrollo post-2015. Sin
embargo, del anlisis del Documento final, se desprende una voluntad de los Estados de
mercantilizar la proteccin del medio ambiente, con el resurgimiento de las posiciones
que dan preponderancia a las visiones economicistas del desarrollo recursos
financieros destinados a mecanismos financieros innovadores para proteger el medio
ambiente y social junto con el nfasis en la participacin de los operadores privados
para conseguir dicho objetivo-, por encima del resto de las dimensiones del desarrollo y
quiebran con la idea de que los pilares del desarrollo sostenible se refuerzan
mutuamente y deben ser integrados por igual40.
Por lo que se refiere al agua y al saneamiento, cabe destacar que es la primera vez que
se reconoce de forma expresa el derecho humano al agua y al saneamiento en una
38

S. HELFRICH, Commons: mbitos o bien comn, procomn o Lo nuestro. Las complejidades de la


traduccin de un concepto, en VV.AA. Genes, Bytes y Emisiones: Bienes Comunes y Ciudadana,
Alemania, ed. Bll, Compilacin de Silke Helfrich, 2008, p. 40-42.
39
L. SERRANO, A. GARCA; G. MARN, El bien comn, el derecho humano al agua y las polticas de
privatizacin, en ECOLOGISTAS EN ACCIN y INGENIERAS SIN FRONTERAS, El agua como la
vida, no es una mercanca. Propuestas de implementacin del derecho humano al agua y al saneamiento, y
las luchas contra la privatizacin, Madrid/Barcelona, marzo 2012, p.8.
40
Resolucin 66/288. El Futuro que queremos, doc. A/RES/66/288, Asamblea General, 11 de septiembre
de 2012, pr. 46, 253 y ss. y 268.

15

Declaracin sobre desarrollo sostenible. En esta se reconoce que el agua se encuentra en


el centro del desarrollo sostenible y est ntimamente relacionada con un nmero
importante de retos mundiales. Por ello, los Estados reiteran la importancia de
incorporar el agua en el desarrollo sostenible y subrayan la importancia crtica del agua
y el saneamiento en las tres dimensiones del desarrollo sostenible. Se renuevan los
compromisos anteriores y recuerda a los Estados parte su obligacin de realizacin
progresiva del acceso al agua potable y accesible y el saneamiento bsico para todos,
como necesario para erradicar la pobreza y proteger la salud humana, as como
promover significativamente la implementacin de la gestin integrada de los recursos
hdricos en todos los niveles que sean apropiados. Se incluye aqu una fuerte limitacin
a la preservacin de los ecosistemas y las aguas dulces, en tanto los Estados se obligan a
gestionar de forma integrada y sostenible los recursos hdricos compartidos atendiendo
a la soberana nacional. An as, reconocen la necesidad de adoptar medidas para
reducir significativamente la contaminacin del agua y mejorar la calidad, a travs del
tratamiento de las aguas residuales y la reduccin de las prdidas hdricas.41.
En este sentido, la propia Relatora especial sobre el derecho humano al agua y al
saneamiento ha felicitado a los gobiernos por haber incluido una mencin expresa sobre
el DHAS en la Declaracin Final de Rio+20 y ha manifestado la esperanza de que estos
avances continen estando en el primer plano de cualquier negociacin internacional
relacionada con el desarrollo humano42. En este sentido, pide a los Estados adopten un
mapa sobre la implementacin del DHAS a nivel nacional, sobre la base de los
principios contenidos en el Documento final de Rio+20, el central, la integracin de las
diferentes dimensiones del desarrollo sostenible, con el objetivo final de conseguir la
plena realizacin del DHAS y lograr el Futuro que queremos a travs de un desarrollo
sostenible y unos objetivos de desarrollo sostenible post-2015 adecuados, que
garanticen la equidad y no discriminacin as como el resto de obligaciones de derechos
humanos43.

41

Resolucin 66/288. El Futuro que queremos, doc. A/RES/66/288, Asamblea General, 11 de septiembre
de 2012.prs. 119-124.
42
Dilogo interactivo con la Relatora especial sobre el derecho humano al agua y al saneamiento, 21
perodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, Ginebra, 12 de septiembre del 2012 (9- 12 a.m).
43

C. DE ALBUQUERQUE, Rio+20: Now is time to work together to implement the


human right to water and sanitation, Ginebra, 28 de junio de 2012. Para ms
informacin se puede consultar: http://www.ohchr.org/srwaterandsanitation (ltima
consulta mayo 2014)
16

Cabe destacar que en las negociaciones internacionales sobre la agenda de desarrollo


post-2015 y en los futuros Objetivos de Desarrollo Sostenible que se estn llevando a
cabo en la actualidad se ha incluido un objetivo especfico sobre agua, saneamiento e
higiene. De hecho, la tercera sesin del Grupo de Trabajo Abierto celebrada en mayo de
2013 estuvo dedicada al agua y al saneamiento, sequa e inundaciones, y en sus
conclusiones finales se remarca que el agua y el saneamiento estn en el centro del
desarrollo sostenible y que es esencial para el cumplimiento de diversos ODS. Hubo un
interesante debate sobre los pros y contras de un ODS centrado nicamente en el
saneamiento, dado que en relacin a los anteriores ODM se ha visto como el objetivo
relacionado con el saneamiento est lejos de cumplirse. Y a pesar de que las
negociaciones an siguen en marcha, se seal que lo ms importante respecto al
saneamiento se da en el mbito de la poltica, y por ello, los planes nacionales deben
darle prioridad desde la esfera pblica.
En esta misma lnea, si analizamos el Informe del Grupo de Alto Nivel de Personas
Eminentes sobre la agenda post-2015 Desarrollo, creado en julio de 2012, vemos que a
nivel internacional stos han recomendado reconocer como Objetivo 6: lograr el acceso
universal a abastecimiento de agua y gestin de residuos. Sin embargo, vemos como el
enfoque sobre el que ha sido configurado es parcial, puesto que solo hace referencia al
abastecimiento de agua, por tanto, se circunscribe a los servicios de agua, esencialmente
urbanos, y elimina la referencia al saneamiento para centrarse en la gestin de los
residuos, en contravencin de una verdadera perspectiva de desarrollo sostenible. De
hecho, al analizar las metas concretas, se ha limitado, paradjicamente, la universalidad
de la garanta del derecho al agua a determinados espacios, se ha aludido a
determinados usos de las aguas dulces en relacin a la gestin integrada de las mismas,
pero se ha evitado establecer una priorizacin, y lo que es ms preocupante, no se ha
incluido un enfoque de derechos humanos en su configuracin44.

44

Reconoce que el acceso al agua es un derecho humano bsico y por ello establece como metas: a)
proporcionar un acceso universal a agua potable nicamente- en hogares, escuelas, centros de salud y
campamentos de refugiados. En cuanto a la gestin de residuos, b) erradicar la defecacin al aire libre y
garantizar el acceso universal a la gestin de residuos slo- en las escuelas y en el trabajo, e incrementar
x% el acceso a gestin de residuos. Por lo que se refiere a la gestin integrada de las aguas dulces, sta
deber garantizar que haya suficiente agua para satisfacer las demandas en conflicto y c) hacer que la
extraccin de agua se ajuste al suministro, e incrementar el rendimiento del agua en la agricultura en x%,
en la industria y% y en las reas urbanas en z%, pero no establece ningn tipo de prioridad de los usos ni
su vinculacin con la garanta del DHAS. Finalmente, se deber d) reciclar o tratar todas las aguas
residuales municipales e industriales antes de su vertido, por lo que se limita al tratamiento de las aguas
de los ncleos urbanos y no del saneamiento en general. La configuracin de dicho Objetivo carece de
una interrelacin de las diferentes dimensiones del desarrollo sostenible. Una Nueva Alianza Mundial:

17

En este sentido, los Objetivos de Desarrollo Sostenible post-2015 tienen el reto de


incluir y basarse en esta visin ms amplia del desarrollo sostenible, y reconocer que la
capacidad de los recursos naturales y de los distintos elementos que integran la biosfera
para satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras tiene lmites y
que se trata de cuestiones que afectan a la garanta de los derechos humanos. Cabe
recordar que los derechos humanos pasan a ser una expresin de democracia, y
aparecen no slo como posibles elementos integrantes de un pretendido catlogo de
derechos humanos, o de simples declaraciones o planes de accin, sino que aparecen
tambin como un espacio desde el que denunciar las deficiencias del sistema polticoeconmico nacional y, sobre todo, internacional, incapaz hasta el momento de dar
respuesta a las pretensiones sociales de la humanidad y medioambientales del
planeta45.
Este prisma es el que debe regir las negociaciones de la agenda de desarrollo post-2015
y las metas de agua y saneamiento propuestas por el Programa Conjunto de Monitoreo
sobre agua y saneamiento para el 2030: eliminar la defecacin al aire libre; conseguir
acceso universal al agua potable, saneamiento e higiene en los hogares, las escuelas y
los centros de salud, reducir a la mitad la proporcin de la poblacin sin acceso en los
hogares de la gestin segura del agua potable y de los servicios de saneamiento y,
progresivamente reducir las desigualdades en el acceso46. De hecho, este Programa
haba sido criticado en la forma de medir el logro de los objetivos, puesto que el mismo
no inclua indicadores de derechos humanos. En este sentido, la Relatora Especial sobre
el derecho al agua y al saneamiento, ha iniciado un trabajo conjunto con dicho
Programa para conseguir que la agenda de desarrollo post-2015 incluya en materia de
aguas dulces, el enfoque de derechos humanos47.

erradicar la pobreza y transformar las economas a travs del desarrollo sostenible. Informe del Grupo
de Alto Nivel de Personas Eminentes sobre la Agenda de Desarrollo Post-2015, Naciones Unidas, 30 de
mayo de 2013, p. 49.
45
J. SAURA, Nocin, fundamento y viabilidad de los derechos humanos emergentes: una aproximacin
desde el Derecho internacional, en VV. AA., Derecho internacional y comunitario ante los retos de
nuestro tiempo. Homenaje a la profesora Victoria Abelln Honrubia, ed. Marcial Pons, 2009, BarcelonaMadrid p. 679.
46
OMS/UNICEF. Programa Conjunto de Monitoreo sobre abastecimiento de agua potable y el
saneamiento: Progresos en materia de saneamiento y agua. Informe de actualizacin 2014. cit, p. 40.
47
Uno de las materias en las que actualmente se encuentra centrada la Relatora es en la agenda de
desarrollo
post-2015
y
los
ODM.
Se
puede
consultar
su
pgina
web:
http://www.ohchr.org/EN/Issues/WaterAndSanitation/SRWater/Pages/Post2015.aspx.
Cuestin
que
adems se aborda en el ltimo informe publicado: OMS/UNICEF. Programa Conjunto de Monitoreo
sobre abastecimiento de agua potable y el saneamiento: Progresos en materia de saneamiento y agua.
Informe de actualizacin 2013, pp. 10-12.

18

Esta base desde la que analizar y regular las cuestiones relacionadas con el desarrollo
nos permitir evitar ODS minimalistas, y basar su configuracin en principios de
derechos humanos como los de universalidad, pero tambin, de interdependencia, de
igualdad, de participacin, de transparencia, de informacin, de rendicin de cuentas, de
respeto del contenido esencial de los derechos humanos, de principio de no regresin en
materia de derechos humanos y proteccin medioambiental junto con el principio de
destinar el mayor nmero de recursos disponibles para su garanta y fomentar la
cooperacin a todos los niveles institucionales y personales, adems de recordar a los
Estados sus obligaciones en materia de derechos humanos. Estos principios debern ser
seguidos tambin en la implementacin y seguimiento de dichos objetivos. Para ser
sostenible, legtimo y transformador, el nuevo marco del desarrollo deber permitir un
medioambiente en el que los ciudadanos y ciudadanas activas y empoderas puedan
controlar las actuaciones de sus gobiernos y de la comunidad internacional en relacin
al cumplimiento de los acuerdos adoptados internacionalmente.
Por ello, el mayor desafo al que nos enfrentamos en la actualidad es que el
reconocimiento del DHAS contribuya eficazmente a su implementacin en la prctica,
para ello debemos superar algunos retos pendientes, uno de tcnico, la necesidad de
explorar la posible interaccin entre el derecho internacional de los cursos de agua
internacionales y el derecho internacional de los derechos humanos, as como su
interaccin con la normativa de proteccin del medio ambiente integrar para ello el
marco del desarrollo sostenible48. De hecho, este mismo mayo se ha reunido el grupo
abierto de trabajo sobre los ODS para debatir sobre los mismos. En relacin al sexto
objetivo sobre el agua y el saneamiento, en el que se exige en el apartado a) para el
2030, proporcionar acceso al agua potable y segura, saneamiento e higiene,
especialmente para mujeres y nias, se ha pedido por organizaciones del movimiento
internacional por una justicia del agua cambiar su articulado por el siguiente asegurar
el derecho humano al agua y al saneamiento proporcionando el acceso universal a agua
potable suficiente y segura, aceptable para todos los usuarios, incluyendo los hogares,
escuelas, salud, lugares de trabajo y campos de refugiados, eliminando progresivamente
en el acceso incluyendo las desigualdades basadas en el gnero, edad y discapacidad.
En el apartado c) el grupo de abierto propone para 203, mejorar la eficiencia del uso
del agua, por x% en todos los sectores, con especial atencin a la agricultura ser
48

M.F. IZE-CHARRN, Eplogo. Los retos pendientes para el desarrollo del derecho humano al agua
en M. MANCISIDOR (dir.), cit., pp.212-213.

19

remplazado por mejorar la proteccin de las cuencas a travs de una jerarquizacin de


los usos que prioriza las necesidades vitales humanas, la produccin de alimentos a
baja escala, las necesidades de los ecosistemas y el uso cultural antes que los usos para
la agricultura industrial, la energa y la industria en concordancia con el principio de
precaucin49.
6. CONCLUSIONES
Una de las conclusiones generales es que frente, la emergencia del derecho humano al
agua y al saneamiento, la regulacin separada de las aguas dulces superficiales y
subterrneas y la fragmentacin del rgimen internacional de las aguas dulces, es
necesario apostar y aprobar a nivel internacional, un Convenio multilateral que
constituya el marco general en materia de aguas dulces, sobre el que posteriormente se
puedan desarrollar los acuerdos especficos sobre la materia, los cuales ser esencial que
tenga como marco de referencia, el del desarrollo sostenible. Igualmente, es necesario
que la normativa sobre la materia aborde las consecuencias que la gestin de las aguas
dulces tiene de forma directa en la vida de las personas, en la garanta de sus derechos
humanos y en la proteccin del medio natural.
En este sentido, el marco de desarrollo sostenible exige una definicin amplia de las
aguas dulces; desde un plano objetivo, como bien comn y desde un plano subjetivo,
como derecho humano, y requiere incluir en su regulacin, la perspectiva
medioambiental que afecta a ambas, lo que exige analizar su interrelacin y refuerzo
mutuo cuestin a la que contribuye el marco del desarrollo sostenible.
El proceso gradual de codificacin de las normas sobre las aguas dulces se ha centrado,
esencialmente, en los esfuerzos de cooperacin entre los Estados en materia de gestin
de las aguas dulces, carente de un enfoque ecosistmico y holstico, pues sin ir ms
lejos, no regulan de forma conjunta las aguas subterrneas y superficiales, y tampoco
incluyen referencia expresa al derecho humano al agua y al saneamiento. En definitiva,
no existe ninguna normativa internacional que regule de forma directa el derecho
humano al agua y al saneamiento ni que interacte con la normativa de proteccin
medioambiental. Ello ha provocado una fragmentacin de las normativas, de las
49

Submission to the Open Working Group on SDGs regarding Water and Sanitation, This
statement has been endorsed by: The Womens Major Group, the NGO working Group, the
Indigenous Peoples Working Group, the Mining Working Group, the Council of Canadians
Blue Planet Project, Food and Water Watch, the National Alliance of Peoples Movements,
Public Services International, the Institute for Agriculture and Trade Policy, Ingenieria Sin
Fronteras Catalunya and the Transnational Institute. Nueva York., 7 de mayo de 2014.

20

competencias, de su ejecucin y de la propia gestin de las aguas dulces, lo que no


favorece la gestin sostenible e integrada de las aguas dulces. Frente a esta situacin es
imprescindible incorporar una visin ecosistmica de las aguas dulces y apostar por una
gestin integrada.
De cara a las futuras negociaciones internacionales sobre la agenda de desarrollo post2015 y los objetivos de agua y saneamiento para 2013, cabe destacar la simple inclusin
del desarrollo sostenible como objetivo o perspectiva a seguir en la gestin de las aguas
dulces no garantiza ipso facto una gestin integrada de las mismas ni la garanta del
DHAS. En este sentido, la aprobacin de la normativa nacional, regional e internacional
sobre las aguas dulces que siga una perspectiva integral y ecosistmica, deber cubrir
las relaciones que se dan en la naturaleza entre las aguas dulces, el aire y el mar, la flora
y la fauna, y atender a las realidades sociales y culturales. Para ello los operadores
jurdicos debern trabajar conjuntamente con los especialistas de otras disciplinas
cientficas y sociales, sin olvidar que el fin ltimo debe ser integrar las diferentes
dimensiones que afectan a la garanta del derecho humano al agua y al saneamiento.
Para esta tarea ser indispensable reconocer que el marco del desarrollo sostenible
aporta las bases sobre las que debe implementarse el derecho humano al agua y al
saneamiento, a pesar de que ni la normativa internacional, ni las declaraciones que lo
reconocen expresamente, especifican como deben modificarse las polticas, o acuerdos,
para adaptar el derecho humano al agua y al saneamiento a nivel nacional.
De hecho esta cuestin se ve dificultada, entre otros factores porque, no existe una
amplia jurisprudencia que haya podido recoger el derecho consuetudinario y ayudar en
el proceso codificador, el derecho consuetudinario tampoco ha sido incluido en la
normativa marco universal, regional y/o nacional de forma armonizada y los casos de
justiciabilidad del mismo son escasos.
Adems, los rganos judiciales en pocos casos han reconocido el derecho humano al
agua y al saneamiento como derecho humano emergente ni han incorporado una visin
ms amplia en la interpretacin de los casos, por remisin a principios de proteccin
medioambiental, tarea a la que se debe aspirar desde un enfoque integrado y
ecosistmico sobre la materia.
Por otra parte, para evitar que la efectividad del derecho humano al agua y al
saneamiento y la gestin sostenible de las aguas dulces quede supeditada al derecho
nacional y a la voluntad de los Estados, en cualquiera de los niveles en los que se acte,
es necesario dotar a las aguas dulces de un rgimen internacional global y unitario en el
21

que se integren los diferentes regmenes de las aguas dulces con el objetivo de conseguir
una gestin integrada y sostenible de las aguas dulces para la garanta del derecho
humano al agua y al saneamiento. Y adems, es necesario que los Estados incluyan en
las negociaciones relativas al derecho al agua y al saneamiento, las cuestiones
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