Lectio Divina Lucas CArlos Mester
Lectio Divina Lucas CArlos Mester
Lectio Divina Lucas CArlos Mester
3) Reflexin
El Evangelio de hoy trae el mismo asunto sobre el cual hemos reflexionado ya en enero en el
evangelio de Marcos (Mc 2,13-17). Slo que esta vez est sacado del Evangelio de Lucas y es bien
abreviado, concentrando la atencin en la cena principal que es el llamado y la conversin de Lev y
la conversin que esto supone para nosotros que estamos entrando en la cuaresma.
Jess llama a un pecador para ser discpulo. Jess llama a Lev, un publicano, e este,
inmediatamente, lo deja todo, sigue a Jess y empieza a hacer parte del grupo de los discpulos.
Enseguida Lucas dice que Lev prepar un gran banquete en su casa. En Marcos, pareca que el
banquete era en la casa de Jess. Lo que importa es la insistencia en la comunin de mesa de Jess
con los pecadores, lo cual estaba prohibido.
Jess vino no para los justos, sino para los pecadores. El gesto de Jess provoc la rabia de las
autoridades religiosas. Estaba prohibido comer con publicanos y pecadores, pues sentarse a la mesa
con alguien era lo mismo que tratarle como hermano. Con su gesto Jess estaba acogiendo a los
excluidos como hermanos de la misma familia de Dios. En vez de hablar directamente con Jess,
los escribas de los fariseos hablan con los discpulos: Qu! El come con los pecadores y
publicanos? Jess responde: No necesitan mdico los que estn, sino los que estn mal. No he
venido a llamar a justos, sino a pecadores. Es la conciencia de su misin que ayuda a encontrar la
respuesta y a indicar el rumbo para el anuncio de la Buena Nueva de Dios. El vino para reunir a la
gente dispersa, para reintegrar a los que han sido excluidos, para revelar que Dios no es un juez
severo que condena y expulsa, sino un Pare/Madre que acoge y abraza.
4) Para la reflexin personal
Jess acoge e incluye a las personas. Cul es mi actitud?
El gesto de Jess revela la experiencia que tiene de Dios como Padre. Cul es la imagen de Dios
que se irradia para los dems a travs de mi comportamiento?
En el Antiguo Testamento, varias veces, Dios mismo se presenta como siendo el novio de la gente
(Is 49,15; 54,5.8; 62,4-5; Os 2,16-25). En el Nuevo Testamento, Jess es visto como el novio de su
pueblo, de su gente (Ef 5,25). El Apocalipsis presenta el convite para la celebracin de las nupcias
del Cordero con su esposa, la Jerusaln celestial (Ap 19,7-8; 21,2.9).
Lucas 5,36-39: Vino nuevo en pellejos nuevos! Estas palabras sueltas sobre el remiendo nuevo en
pao viejo y sobre el vino nuevo en pellejos viejos deben entenderse como una luz que arroja su
claridad sobre los diversos conflictos, relatados por Lucas, antes y despus de la discusin entorno
al ayuno. Aclaran la actitud de Jess con relacin a todos los conflictos con las autoridades
religiosas. Colocados en trminos de hoy seran conflictos como stos: bodas de personas
divorciadas, amistad con prostitutas y homosexuales, comulgar sin estar casado/a por la iglesia,
faltar a la misa los domingos, no hacer ayuno el viernes santo, etc.
No se pone remiendo nuevo a un vestido viejo, porque a la hora de lavarlo, el remiendo nuevo se
encoge y el vestido se desgarra an ms. Nadie pone vino nuevo en pellejo viejo, porque el vino
nuevo por la fermentacin hace estallar el pellejo viejo. Vino nuevo en pellejo nuevo! La religin
defendida por las autoridades religiosas era como ropa vieja, como pellejo viejo. O lo uno, o lo otro.
No se debe combinar lo nuevo que Jess trae con costumbres antiguas. O lo uno, o lo otro! El vino
nuevo que Jess trae hace estallar el pellejo viejo. Hay que saber separar las cosas. Muy
probablemente Lucas trae estas palabras de Jess para orientar a las comunidades de los aos 80.
Haba un grupo de judeo-cristianos que queran reducir la novedad de Jess al tamao del judasmo
de antes. Jess no est en contra de lo que es viejo. Lo que l no quiere es que lo viejo se
imponga y as empiece a manifestarse. Sera lo mismo que reducir, en la Iglesia catlica, el mensaje
del Concilio Vaticano II a lo que se viva en la Iglesia antes del concilio, como hoy mucha gente
parece estar queriendo hacer.
4) Para la reflexin personal
Cules son los conflictos entorno a las prcticas religiosas que, hoy, traen sufrimiento a las
personas y son motivo de mucha discusin y polmica? Cul es la imagen de Dios que est por
detrs de todas estas ideas preconcebidas, normas y prohibiciones?
Cmo entender hoy la frase de Jess: No colocar remiendo del pao nuevo en vestido viejo?
Qu mensaje sacas de todo esto para tu vida y para tu comunidad?
completa. No slo invoca la historia de David, sino que suscita tambin la legislacin que permite
que los sacerdotes trabajen el sbado y cita la frase del profeta Oseas: Misericordia quiero y no
sacrificio. Cita un texto histrico, un texto legislativo y un texto proftico (cf. Mt 12,1-18). En
aquel tiempo, no haba Biblias impresas como tenemos hoy en da. En cada comunidad slo haba
una nica Biblia, escrita a mano, que quedaba en la sinagoga. Si Jess conoca tan bien la Biblia, es
seal de que l, durante los 30 aos de su vida en Nazaret, tiene que haber participado intensamente
en la vida de la comunidad, donde todos los sbados se lean las Escrituras. Nos falta mucho a
nosotros para que tengamos esa misma familiaridad con la Biblia y la misma participacin en la
comunidad.
Lucas 6,5: La conclusin para todos nosotros. Y Jess termina con esta frase: El Hijo del Hombre
es seor del sbado! Jess, como hijo de Hombre que vive en la intimidad con Dios, descubre el
sentido de la Biblia, no de fuera a dentro, sino de dentro a fuera, esto es, descubre el sentido a partir
de la raz, a partir de su intimidad con el autor de la Biblia que es Dios mismo. Por esto, se dice
seor del sbado. En el evangelio de Marcos, Jess relativiza la ley del sbado diciendo: El
hombre est hecho por el sbado, y no el sbado por el hombre (Mc 2,27).
4) Para la reflexin personal
Cmo pasas el domingo, nuestro sbado? Vas a misa por obligacin, para evitar el pecado o para
estar con Dios?
Jess conoca la Biblia casi de memoria. Y yo? Qu representa la Biblia para m?
Bienaventurados los que ahora lloris porque reiris!" Una parte de las frases est al presente y otra
al futuro. Aquello que ahora vivimos y sufrimos no es lo definitivo. Lo definitivo es el Reino que
estamos construyendo hoy con la fuerza del Espritu de Jess. Construir el Reino trae sufrimiento y
persecucin, pero una cosa es cierta: el Reino va a llegar y seris saciados y reiris!.
Lucas 6,23: Bienaventurados seris cuando los hombres os odien....! La bienaventuranza se
refiere al futuro: "Bienaventurados seris cuando los hombres os odien, os expulsen, proscriban
vuestro nombre como malo por causa del Hijo del Hombre. Alegraos ese da porque grande ser
vuestra recompensa, porque as fueron tratados los profetas!" Con estas palabras de Jess, Lucas
anima a las comunidades de su tiempo, que estaban siendo perseguidas. El sufrimiento no es
estertor de muerte, sino dolor de parto. Fuente de esperanza! La persecucin era una seal de que
el futuro anunciado por Jess estaba llegando para ellas. Iban por el justo camino
Lucas 6,24-25: Ay de vosotros los ricos! Ay de vosotros los que estis hartos y os res! Despus
de las cuatro bienaventuranzas a favor de los pobres y excluidos, siguen cuatro amenazas o
maldiciones contra los ricos y los que se lo pasan bien y son elogiados por todos. Las cuatro
amenazas tienen la misma forma literaria que las cuatro bienaventuranzas. La 1 est al presente. La
2 y la 3 tienen una gran parte al presente y la otra al futuro. Y la 4 se refiere enteramente al futuro.
Estas amenazas slo se encuentran en el evangelio de Lucas y no en el de Mateo. Lucas es ms
radical en la denuncia de la injusticia.
Delante de Jess, en aquella planicie no haba ricos. Slo haba gente pobre, venida de todos los
lados (Lc 6,17-19). Asimismo, Jess dice: "Ay de vosotros los ricos!" Y es que Lucas, al transmitir
estas palabras de Jess, estaba pensando ms en las comunidades de su tiempo. En ellas haba ricos
y pobres, y haba discriminacin de los pobres por parte de los ricos, la misma que marcaba la
estructura del Imperio Romano (cf. Sant. 5,1-6; Ap 3,17-19). Jess hace una crtica dura y directa a
los ricos: Vosotros los ricos, ya tenis consolacin! Vosotros ya estis hartos, pero pasaris
hambre! Vosotros os estis riendo, pero quedaris afligidos y lloraris! Seal de que para Jess, la
pobreza no es una fatalidad, ni es fruto de prejuicios, sino que es fruto de enriquecimiento injusto de
los otros.
Lucas 6,26: Ay de vosotros cuando todos hablen bien de vosotros, porque as vuestros padres
trataron a los falsos profetas! Esta cuarta amenaza se refiere a los hijos de los que en el pasado
elogiaban a los falsos profetas. Es que algunas autoridades de los judos usaban su prestigio y su
autoridad, para criticar a Jess.
4) Para la reflexin personal
Miramos la vida de las personas con la misma mirada de Jess? Dentro de tu corazn, qu
piensas de verdad: una persona pobre y hambrienta puede ser realmente feliz? Las telenovelas y la
propaganda del comercio, qu ideal de nos presentan?
Diciendo Felices los pobres, Jess estaba queriendo decir que los pobres han de seguir en la
pobreza?
favorecer a los ricos que roban. Pero ni siquiera Jess las observ al pie de la letra. Cuando el
soldado le hiri en la mejilla, no ofreci la otra, sino que reaccion con firmeza: Si habl mal,
prubalo! Y si no por qu me golpeas? (Jn 18,22-23). Entonces, cmo entender estas palabras?
Los versculos siguientes nos ayudan a entender lo que Jess quiere ensearnos.
Lucas 6,31-36: La Regla de Oro! Imitar a Dios. Dos frases de Jess ayudan a entender lo que l
quiere ensear. La primera frase es la as llamada Regla de Oro: " Y tratad a los hombres como
queris que ellos os traten! (Lc 6,31). La segunda frase es: "Sed compasivo como vuestro Padre
celestial es compasivo!" (Lc 6,36). Estas dos frases muestran que Jess no quiere invertir
sencillamente la situacin, pues nada cambiara. Quiere cambiar el sistema. Lo Nuevo que el quiere
construir nace de la nueva experiencia de Dios como Padre lleno de ternura que acoge a todos! Las
palabras de amenaza contra los ricos no pueden ser ocasin para que los pobres se venguen. Jess
manda tener una actitud contraria: Amar a vuestros enemigos!" El amor no puede depender de lo
que recibimos del otro. El verdadero amor tiene que querer tambin el bien del otro,
independientemente de que l o ella hagan por m. El amor tiene que ser creativo, pues as es el
amor de Dios para nosotros: "Sed compasivos como el Padre celestial es compasivo!". Mateo dice
lo mismo con otras palabras: Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto (Mt 5,48).
Nunca nadie podr llegar a decir: Hoy he sido perfecto como el Padre celestial es perfecto. He sido
compasivo como el Padre celestial es compasivo. Estaremos siempre por debajo del listn que
Jess puso ante nosotros.
En el evangelio de Lucas, la Regla de Oro dice: "Y todo lo que ustedes desearan de los dems,
hganlo con ellos y aade: Pues en esto consisten la Ley y los Profetas" (Mt 7,12). Prcticamente
todas las religiones del mundo tienen la misma Regla de oro con formulaciones diversas. Seal de
que aqu se expresa una intuicin o un deseo universal que nace del fondo del corazn humano.
Lucas 6,37-38: Porque con la medida con que midis se os medir. No juzguis y no seris
juzgados, no condenis y no seris condenados; perdonad y seris perdonados. Dad y se os dar;
una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrn en el halda de vuestros vestidos. Porque
con la medida con que midis se os medir. Son cuatro consejos: dos de forma negativa: no juzgar,
no condenar; y dos de forma positiva: perdonar y dar con medida abundante. Cuando dice y se os
dar, Jess alude al tratamiento que Dios quiere tener con nosotros. Pero cuando nuestra manera de
tratar a los otros es mezquina, Dios no puede usar la medida abundante y rebosante que a El le
gustara usar.
Celebrar la visita de Dios. El Sermn de la Planicie o Sermn del Monte, desde su comienzo, lleva
a los oyentes a optar, a una opcin a favor de los pobres. En el Antiguo Testamento, varias veces,
Dios coloc a la gente ante la misma opcin de bendicin o de maldicin. La gente tena la libertad
de escoger. "Te puse delante la vida o la muerte, la bendicin o la maldicin. Escoge, por tanto, la
vida, para que vivas t y tu descendencia" (Dt 30,19). No es Dios quien condena, sino que la gente
misma segn la opcin que har entre la vida y la muerte, entre el bien y el mal. Estos momentos de
opcin son los momentos de la visita de Dios a su gente (Gn 21,1; 50,24-25; Ex 3,16; 32,34; Jer
29,10; Sal 59,6; Sal 65,10; Sal 80,15, Sal 106,4). Lucas es el nico evangelista que emplea esta
imagen de la visita de Dios (Lc 1,68. 78; 7,16; 19,44; He 15,16). Para Lucas Jess es la visita de
Dios que coloca a la gente ante la posibilidad de escoger la bendicin o la maldicin:
Bienaventurados vosotros los pobres!" y "Ay de vosotros, los ricos!" Pero la gente no reconoce la
visita de Dios (Lc 19,44).
4) Para la reflexin personal
Ser que miramos la vida y a las personas con la misma mirada de Jess?
Qu quiere decir hoy ser misericordioso como el Padre celestial es misericordioso"?
3) Reflexin
Los tres breves versculos del Evangelio de hoy (Lc 6,36-38) constituyen la parte final de un breve
discurso de Jess (Lc 6,20-38). En la primera parte de este discurso, l se dirige a los discpulos (Lc
6,20) y a los ricos (Lc 6,24) proclamando para los discpulos cuatro bienaventuranzas (Lc 6,20-23),
y para los ricos cuatro maldiciones (Lc 6,20-26). En la segunda parte, se dirige a todos los que lo
escuchan (Lc 6,27), a saber, aquella multitud inmensa de pobres y enfermos, venida de todos los
lados (Lc 6,17-19). Las palabras que dice a esta multitud y a todos nosotros son exigentes y
difciles: amar a los enemigos (Lc 6,27), no maldecir (Lc 6,28), ofrecer la otra mejilla a los que te
golpean la cara y no reclamar cuando alguien toma lo que es nuestro (Lc 6,29). Cmo entender
estos consejos tan exigentes? La explicacin nos la dan tres versculos del evangelio de hoy, de
donde sacamos el centro de la Buena Nueva que Jess vino a traernos.
Lucas 6,36: Ser misericordioso como vuestro Padre es misericordia. Las bienaventuranzas para los
discpulos (Lc 6,20-23) y las maldiciones contra los ricos (Lc 6,24-26) no pueden ser interpretadas
como una ocasin para que los pobres se venguen de los ricos. Jess manda tener la actitud
contraria. Y dice:"Amad a vuestros enemigos!" (Lc 6,27). La mudanza o la conversin que Jess
quiere realizar en nosotros no consisten en algo superficial solamente para invertir el sistema, pues
as nada cambiara. El quiere cambiar el sistema. La Novedad que Jess quiere construir viene de la
nueva experiencia que tiene de Dios como Padre/Madre lleno de ternura que acoge a todos, buenos
y malos, que hace brillar el sol sobre malos y buenos y hace llover sobre justos e injustos (Mt 5,45).
El amor verdadero no depende de lo que yo recibo del otro. El amor debe querer el bien del otro
independientemente do lo que l o ella hacen por m. Pues as es el amor de Dios por nosotros. El es
misericordioso no solamente para con los buenos, sino para con todos, hasta con los ingratos y con
los malos (Lc 6,35). Los discpulos y las discpulas de Jess deben irradiar este amor
misericordioso.
Lucas 6,37-38: No juzgad y no seris juzgados. Estas palabras finales repiten de forma ms clara
lo que l haba dicho anteriormente: As, pues, tratad a los dems como queris que ellos os traten
(Lc 6,31; cf. Mt 7,12). Si no deseas ser juzgado, no juzgues! Si no deseas ser condenado, no
condenes! Si quieres ser perdonado, perdona! No te quedes esperando hasta que el otro tome la
iniciativa, tmala t la iniciativa y comienza ya! Y vers que todo esto ocurre.
4) Para la reflexin personal
La Cuaresma es tiempo de conversin. Cul es la conversin que el evangelio de hoy me pide?
Has procurado ser misericordioso como el Padre del cielo es misericordioso?
clase, ensea diversas asignaturas, pero no convive. El maestro convive. Su materia es el mismo, su
testimonio de vida, su manera de vivir aquello que ensea. La convivencia con el maestro tiene tres
aspectos: (1) El maestro es el modelo o el ejemplo que hay que imitar (cf. Jn 13,13-15). (2) El
discpulo no slo contempla e imita, sino que adems se compromete con el destino del maestro,
con sus tentaciones (Lc 22,28), persecucin (Mt 10,24-25), y muerte (Jn 11,16). (3) No slo imita el
modelo, no slo asume el compromiso, sino que llega a identificarse: "Vivo, pero no soy yo, es
Cristo quien vive en m" (Gl 2,20). Este tercer aspecto es la dimensin mstica del seguimiento de
Jess, fruto de la accin del Espritu.
Lucas 6,41-42: La brizna en el ojo del hermano. Cmo es que miras la brizna que hay en el ojo
de tu hermano y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo? Cmo puedes decir a tu hermano:
`Hermano, deja que saque la brizna que hay en tu ojo', si no ves la viga que hay en el tuyo?
Hipcrita, saca primero la viga de tu ojo y entonces podrs ver para sacar la brizna que hay en el ojo
de tu hermano."
En el Sermn de la Montaa, Mateo trata el mismo asunto y explica un poco mejor la parbola de la
brizna en el ojo. Jess pide una actitud creativa que nos haga capaces de ir al encuentro del otro sin
juzgarlo, sin ideas preconcebidas y sin racionalizaciones, acogiendo al otro como hermano (Mt 7,15). Esta total apertura hacia el otro como hermano nacer en nosotros slo si sabremos
relacionarnos con Dios en total confianza, como hijos con su padre (Mt 7,7-11).
4) Para la reflexin personal
Brizna o viga en el ojo. Cmo me relaciono con los dems en casa y en familia, en el trabajo con
los colegas, en la comunidad con los hermanos y hermanas?
Maestro y discpulo. Cmo soy discpulo/a de Jess?
Dios, roca de nuestra vida. En el libro de los Salmos, con frecuencia encontramos la expresin:
Dios es mi roca y mi fortaleza... Dios mo, roca ma, mi refugio, mi escudo, la fuerza que me
salva... (Sal 18,3). El es la defensa y la fuerza de quien cree en l y de aquel que busca la justicia
(Sal 18,21.24). Las personas que confan en este Dios, se vuelven a su vez roca para los dems. As,
el profeta Isaas invita a quienes estaban en el cautiverio: Escchenme ustedes, que anhelan la
justicia y que buscan a Yahv. Miren la piedra de que fueron tallados y el corte en la roca de donde
fueron sacados. Miren a Abrahn, su padre y a Sara que les dio a luz (Is 51,1-2). El profeta pide
para al pueblo que no olvide el pasado y recuerde como Abrahn y Sara por la fe en Dios se
volvieron roca, comienzo del pueblo de Dios. Mirando hacia esta roca, la gente deba sacar valor
para luchar y salir del cautiverio. Del mismo modo, Mateo exhorta a las comunidades para que no
olviden nunca esa misma roca (Mt 7,24-25) y as puedan ellas mismas ser roca para fortalecer a sus
hermanos en la fe. Este es tambin el sentido del nombre que Jess da a Pedro: T eres Pedro y
sobre este piedra edificar mi Iglesia (Mt 16,18). Esta es la vocacin de las primeras comunidades,
llamadas a unirse a Jess, la piedra viva, para volverse tambin ellas piedras vivas gracias a la
escucha prctica de la Palabra (Pd 2,4-10; 2,5; Ef 2,19-22).
4) Para la reflexin personal
Cul es la calidad de mi corazn?
Mi casa, est construida sobre una roca?
generalizar al hablar de los hombres de esta generacin (Lc 7,31), probablemente, Jess tiene en
mente la opinin de las autoridades religiosas que no crean en Jess (Mc 11,29-33).
Lucas 7,35: La conclusin obvia a la que Jess llega. Y Jess termina sacando la conclusin: Y la
sabidura se ha acreditado por todos sus hijos. La falta de seriedad y de coherencia aparece
claramente en la opinin que emiten sobre Jess y Juan. La mala voluntad es tan evidente que no
necesitaba de prueba. Esto hacer recordar la respuesta de Job a sus amigos que pretendan ser
sabios: Quin podra obligaros a guardar silencio? Esto sera el nico acto sabio de vosotros!
(Job 13,5).
4) Para la reflexin personal
Cuando emito una opinin sobre los otros, soy como los fariseos y los escribas que opinaban
sobre Juan y Jess? Ellos apenas expresaban sus ideas preconcebidas y nada informaban sobre las
personas que eran juzgados por ellos.
Conoces a grupos en la Iglesia de hoy que mereceran la parbola de Jess?
de Jess para los fariseos de todos los tiempos es: "A quien poco se le perdona, poco amor
muestra!" Un fariseo piensa que no tiene pecado, porque observa en todo la ley. La seguridad
personal que yo, fariseo, creo en m por la observancia de las leyes de Dios y de la Iglesia, muchas
veces me impide experimentar la gratuidad del amor de Dios. Lo que importa no es la observancia
de la ley en s, sino el amor con que observo la ley. Y usando los smbolos del amor de la mujer,
Jess da respuesta al fariseo que se consideraba en paz con Dios:" Entr en tu casa y no me diste
agua para los pies. Ella, en cambio, ha mojado mis pies con lgrimas y los ha secado con sus
cabellos. No me diste el beso. Ella, desde que entr, no ha dejado de besarme los pies. No ungiste
mi cabeza con aceite. Ella ha ungido mis pies con perfume! Simn a pesar de todo lo que me
ofreciste, t tienes poco amor!"
Lucas 7,48-50: Palabra de Jess para la mujer. Jess declara la mujer perdonada y aade: "Tu fe te
ha salvado. Vete en paz!" Aqu aflora la novedad de la actitud de Jess. El no condena, sino acoge.
Y fue la fe lo que ayud a la mujer a recomponerse y a encontrarse consigo misma y con Dios. En
la relacin con Jess, una fuerza nueva despert dentro de ella y la hizo renacer.
4) Para la relacin personal
Dnde y cundo las mujeres son despreciada por los fariseos de hoy?
La mujer, ciertamente, no hubiera hecho lo que hizo, si no hubiese tenido la certeza absoluta de ser
acogida por Jess. Los marginados y los pecadores tienen hoy la misma certeza respecto de
nosotros?
(Lc 8,3), Marta y Maria (Lc 10,38), Mara, madre de Santiago (Lc 24,10) y Ana, la profetisa (Lc
2,36), de ochenta y cuatro de edad. El nmero de ochenta y cuatro es doce veces siete. La edad
perfecta! La tradicin eclesistica posterior no valor este dado del discipulado de las mujeres con
el mismo peso con que valor el seguimiento de Jess por parte de los hombres. Es una lstima!
El Evangelio de Lucas fue considerado siempre el evangelio de las mujeres. De hecho, Lucas es lo
que trae el mayor nmero de episodios en que se destaca la relacin de Jess con las mujeres. Y la
novedad no est slo en la presencia de las mujeres alrededor de Jess, pero tambin y sobre todo
en la actitud de de Jess con relacin de Jess con las mujeres. Jess las toca y se deja tocar por las
mujeres, sin miedo a contaminarse (Lc 7,39; 8,44-45.54). A diferencia de los maestros de la poca,
Jess acepta a las mujeres como seguidoras y discpulas (Lc 8,2-3; 10,39). La fuerza libertadora de
Dios, actuante en Jess, hace que la mujer se levante y asuma su dignidad (Lc 13,13). Jess es
sensible al sufrimiento de la viuda y se solidariza con su dolor (Lc 7,13). El trabajo de la mujer
preparando alimento est considerado por Jess como seal del Reino (Lc 13,20-21). La viuda
persistente que lucha por sus derechos es colocada como modelo de oracin (Lc 18,1-8), y la viuda
pobre que comparte sus pocos bienes con los dems como modelo de entrega y de don (Lc 21,1-4).
En una poca en que el testimonio de las mujeres no era considerado como vlido, Jess acoge a las
mujeres como testigos de su muerte (Lc 23,49), sepultura (Lc 23,55-56) y resurreccin (Lc 24,111.22-24)
4) Para la reflexin personal
En su comunidad, en su pas, en su Iglesia, cmo se le valora a la mujer?
Compare la actitud de nuestra Iglesia con la actitud de Jess.
fcil vivir de la agricultura. El terreno era muy pedregoso. Haba mucho matorral. Poca lluvia,
mucho sol. Adems de esto, muchas veces, la gente acortaba el camino y, pasando en medio del
campo, pisoteaba las plantas (Mc 2,23). Sin embargo, a pesar de todo esto, cada ao, el agricultor
sembraba y plantaba, confiando en la fuerza de la simiente, en la generosidad de la naturaleza.
Lucas 8,8b: Quin tiene odo para or, que oiga! Al final, Jess termina diciendo: Quien tiene
odo para or, que oiga! El camino para llegar a comprender la parbola es la bsqueda: Tratad de
entender! La parbola no entrega el significado de inmediato, pero lleva a la persona a que piense.
Le lleva a descubrir el mensaje desde la experiencia que la persona misma tiene de la simiente.
Despierta la creatividad y la participacin. No es una doctrina que ya viene pronta para ser enseada
y decorada. La Parbola no da agua en botella, sino que entrega la fuente.
Lucas 8,9-10: Jess explica la parbola a los discpulos. En casa, a solas con Jess, los discpulos
quieren saber el significado de la parbola. Jess respondi por medio de una frase difcil y
misteriosa. Dice a los discpulos: "A vosotros se os ha dado el conocer los misterios del Reino de
Dios; a los dems slo en parbolas, para que viendo, no vean y, oyendo, no entiendan. Esta frase
hace que la gente se pregunte: Al final, la parbola sirve para qu? Para aclarar o para esconder?
Jess usaba las parbolas, para que la gente continuara en la ignorancia y no llegara a convertirse?
Ciertamente que no! Pues en otro lugar se dice que Jess usaba parbolas segn la capacidad de
los oyentes (Mc 4,33). La parbola revela y esconde al mismo tiempo! Revela para los de
dentro, que acepan a Jess como Mesas Servidor. Esconde para los que insisten en ver en l al
Mesas como Rey grandioso. Estos entienden las imgenes de la parbola, pero no llegan a
comprender su significado.
Lucas 8,11-15: La explicacin de la parbola, parte por parte. Una por una, Jess explica las partes
de la parbola, desde la simiente y el terreno hasta la cosecha. Algunos estudiosos piensan que esta
explicacin fue aadida despus. No sera de Jess, sino de alguna comunidad. Es bien posible!
No importa pues dentro del germen de la parbola est la flor de la explicacin. Germen y flor,
ambos tienen el mismo origen que es Jess. Por esto, nosotros tambin podemos continuar la
reflexin y descubrir otras cosas bonitas dentro de la parbola. Una vez alguien pregunt en una
comunidad: Jess dijo que tenamos que ser sal. Para qu sirve la sal? Las personas fueron
dando su opinin a partir de la experiencia que cada cual tena de la sal. Discutan y, al final,
encontraron ms de diez finalidades diferentes para la sal. Y aplicaron todo esto a la vida de la
comunidad y descubrieron que ser sal es difcil y exigente. La parbola funcion! Lo mismo vale
para la simiente. Todo el mundo tiene alguna experiencia de la simiente.
4) Para la reflexin personal
La simiente cae en cuatro lugares diferentes: camino, piedra, espinos y tierra buena. Qu
significa cada uno de estos cuatro terrenos? Qu tipo de tierra soy yo? A veces la gente es piedra,
otra vez espinos. Otras veces es camino o tierra buena. En nuestra comunidad, qu somos
normalmente?
Cules son los frutos que la Palabra de Dios est produciendo en nuestra vida y en nuestra
comunidad?
5) Oracin final
Seor, explicando tus proezas a los hombres,
el esplendor y la gloria de tu reinado.
Tu reinado es un reinado por los siglos,
tu gobierno, de edad en edad. (Sal 145,12-13)
respetarla siempre. En segundo lugar, en vez de discutir alrededor de textos, nosotros todos,
catlicos y protestantes, deberamos unirnos bien para luchar en defensa de la vida, creada por Dios,
vida tan desfigurada por la pobreza, por la injusticia, por la falta de fe. Deberamos recordar alguna
que otra frase de Jess: He venido para que todos tengan vida, y la tengan en abundancia(Jn
10,10). Que todos sean uno, para que el mundo crea que T, Padre, me has enviado(Jn 17,21).
No se lo impidis! Quien no est en contra est a favor nuestro(Mc 10,39.40).
4) Para la reflexin personal
La familia ayuda o dificulta tu participacin en la comunidad cristiana?
Cmo asumes tu compromiso en la comunidad cristiana sin perjudicar ni la familia ni la
comunidad?
tambin la severidad de la crtica contra los que no aceptan el mensaje: sacudirse el polvo de los
pies, como pretexto contra ellos (Lc 10,10-12), pues no rechazan algo nuevo, sino que su propio
pasado.
c) Tienen que curar a los enfermos y expulsar los demonios (Lc 9,1; 10,9; Mt 10,8). Esto es, deben
ejercer la funcin de defensor (gol) y acoger para dentro del clan, dentro de la comunidad, a los
excluidos. Con esta actitud critican la situacin de desintegracin de la vida comunitaria del clan y
apuntan hacia salidas concretas. La expulsin de demonios es seal de que el Reino de Dios ha
llegado (Lc 11,20).
d) Tienen que comer lo que el pueblo les da (Lc 10,8). No pueden vivir separados con su propia
comida, sino que han de aceptar la comunin de mesa. Esto significa que, en contacto con la gente,
no deben tener miedo a perder la pureza como era enseada en la poca. Con esta actitud critican
las leyes de la pureza en vigor y muestran, por medio de la nueva prctica, que poseen otro acceso a
la pureza, esto es, a la intimidad con Dios.
Estos eran los cuatro puntos bsicos de la vida comunitaria que deban marcar la actitud de los
misioneros o de las misioneras que anunciaban la Buena Nueva de Dios en nombre de Jess:
hospitalidad, compartir, comunin de mesa, y acogida a los excluidos (defensor, gol). Si estas
cuatro exigencias se cumplen, entonces pueden y deben gritar a los cuatro vientos: El Reino ha
llegado! (cf. Lc 10,1-12; 9,1-6; Mc 6,7-13; Mt 10,6-16). Pues el Reino de Dios que Jess nos ha
revelado no es una doctrina, ni un catecismo, ni una ley. El Reino de Dios acontece y se hace
presente cuando las personas, motivadas por su fe en Jess, deciden convivir en comunidad para as
testimoniar y revelar a todos que Dios es Padre y Madre y que, por consiguiente, nosotros, los seres
humanos, somos hermanos y hermanas unos de otros. Jess quera que la comunidad local fuera de
nueva una expresin de la Alianza, del Reino, del amor de Dios como Padre, que nos hace a todos
hermanos y hermanas.
4) Para la reflexin personal
La participacin en la comunidad te ha ayudado a acoger y a confiar ms en las personas, sobre
todo en los ms sencillos y en los pobres?
Cul es el punto de la misin de los apstoles que tiene ms importancia para nosotros hoy? Por
qu?
Lucas 9,9: Herodes quiere ver a Jess. Entonces Herodes dijo: "A Juan, le decapit yo.Quin es,
pues, ste de quien oigo tales cosas? Y buscaba verle. Herodes, hombre supersticioso y sin
escrpulos, reconoce ser el asesino de Juan el Bautista. Ahora quiere ver a Jess. Lucas sugiere as
que hay amenazas que empiezan a despuntar en el horizonte. Herodes no tuvo miedo de matar a
Juan Bautista. No lo tendr tampoco a la hora de matar a Jess. Cuando le dijeron que Herodes
trataba de hacerle preso, mand a decirle: Id a decir a ese zorro: Yo expulso demonios y llevo a
cabo curaciones hoy y maana, y al tercer da soy consumado. (Lc 13,32). Herodes no tiene poder
sobre Jess. Cuando en la hora de la pasin, Pilatos manda Jess donde Herodes para que investigue
sobre l, Jess no le da ninguna respuesta (Lc 23,9). Herodes no mereca respuesta.
De padre en hijo. Hay veces en que se confunden los tres Herodes que vivieron en aquella poca,
pues los tres aparecen en el Nuevo Testamento con el mismo nombre: a) Herodes, llamado el
Grande, gobern sobre Palestina del 37 al 4 antes de Cristo. Aparece en el nacimiento de Jess (Mt
2,1). Mat a los nios de Beln (Mt 2,16). b) Herodes, llamado Antipas, gobern sobre Galilea del 4
al 39 despus de Cristo. Aparece en la muerte de Jess (Lc 23,7). Mat a Juan Bautista (Mc 6,1429). c) Herodes, llamado Agripa, gobern sobre toda Palestina del 41 al 44 despus de Cristo.
Aparece en los Hechos de los Apstoles (Hec 12,1.20). Mat al apstol Santiago (He 12,2).
Cuando Jess tena ms o menos cuatro aos, muri el rey Herodes. Aquel que mat a los nios de
Beln (Mt 2,16). Su territorio fue dividido entre los hijos. Arqualo, uno de sus dos hijos, recibi el
gobierno sobre la Judea. Era menos inteligente que el padre, pero ms violento. Solamente en su
toma de posesin fueron masacradas casi 3000 personas, en la plaza del Templo! El evangelio de
Mateo informa que Mara y Jos, cuando supieron que este Arqualo haba asumido el gobierno de
Judea, tuvieron miedo de volver por all y fueron a morar en Nazaret, en Galilea (Mt 2,22),
gobernada por otro hijo de Herodes, llamado Herodes Antipas (Lc 3,1). Este Antipas qued en el
poder por ms de 40 aos. Durante los treinta y tres aos que Jess vivi nunca huno cambios en el
gobierno de Galilea.
Herodes el Grande, el padre de Herodes Antipas, haba construido la ciudad de Cesara Martima,
inaugurada en el ao 15 antes de Cristo. Era el nuevo puerto de desage de los productos de la
regin. Deba competir con el gran puerto de Tiro en el Norte, y as ayudar para el fomento del
comercio en Samaria y en Galilea. Por esto, desde los tiempos de Herodes el Grande, la produccin
agrcola en Galilea empezaba a orientarse no ms a partir de las necesidades de las familias, como
era antes, sino desde las exigencias de mercado. Este proceso de cambio en la economa continu
durante todo el gobierno de Herodes Antipas, ms de cuarenta aos, y encontr en l a un
organizador eficiente. Todos estos gobernantes estaban bajo dueo. Quien mandaba e Palestina,
desde el 63 antes de Cristo, era Roma, el Imperio.
4) Para la reflexin personal
Tengo que preguntarme siempre: quin es Jess para m?
Herodes quiere ver a Jess. Era curiosidad morbosa y supersticiosa. Otros quieren ver a Jess,
porque quieren encontrar un sentido a la vida. Y qu motivacin tengo que me empuja a ver y a
encontrar a Jess?
Lucas 9,18: La pregunta de Jess despus de la oracin. Estando una vez orando a solas, en
compaa de los discpulos, les pregunt: Quin dice la gente que soy yo? . En el evangelio de
Lucas, en varias oportunidades importantes y decisivas Jess aparece rezando: en el bautismo,
cuando asume su misin (Lc 3,21); en los 40 das en el desierto, cuando vence las tentaciones del
diablo con la luz de la Palabra de Dios (Lc 4,1-13); por la noche, antes de escoger a los doce
apstoles (Lc 6,12); en la transfiguracin, cuando con Moiss y Elas conversa sobre la pasin en
Jerusaln (Lc 9,29); en el huerto, cuando se enfrenta a la agona (Lc 22,39-46); en la cruz, cuando
pide perdn por el soldado (Lc 23,34) y entrega el espritu a Dios (Lc 23,46).
Lucas 9,19: La opinin de la gente sobre Jess. Ellos respondieron: "Unos, que Juan el Bautista;
otros, que Elas; otros, que un profeta de los antiguos ha resucitado." Al igual que Herodes, muchos
pensaban que Juan Bautista hubiera resucitado en Jess. Era creencia comn que el profeta Elas
tena que volver (Mt 17,10-13; Mc 9,11-12; Mt 3,23-24; Ec 48,10). Y todos alimentaban la
esperanza de la venida del profeta prometido por Moiss (Dt 18,15). Respuestas insuficientes.
Lucas 9,20: La pregunta de Jess a los discpulos. Despus de or las opiniones de los dems,
Jess pregunta: Y vosotros quin decs que soy yo?. Pedro respondi: El Mesas de Dios!
Pedro reconoce que Jess es aquel que la gente est esperando y que viene a realizar las promesas.
Lucas omite la reaccin de Pedro tentando de disuadir a Jess a que siguiera por el camino de la
cruz y omite tambin la dura crtica de Jess a Pedro (Mc 8,32-33; Mt 16,22-23).
Lucas 9,21: La prohibicin de revelar que Jess es el Mesas de Dios. Pero les mand
enrgicamente que no dijeran esto a nadie. Les est prohibido el que revelen a la gente que Jess
es el Mesas de Dios. Por qu Jess lo prohibi? Es que en aquel tiempo, como ya vimos, todos
esperaban la venida del Mesas, pero cada uno a su manera: unos como rey, otros como sacerdote,
otros como doctor, guerrero, juez, o profeta! Nadie pareca estar esperando al mesas siervo,
anunciado por Isaas (Is 42,1-9). Quien insiste en mantener la idea de Pedro, esto es, del Mesas
glorioso sin la cruz, no va a entender nada y nunca llegar a tomar la actitud del verdadero
discpulo. Continuar ciego, como Pedro, cambiando a la gente por un rbol (cf. Mc 8,24). Pues sin
la cruz es imposible entender quin es Jess y qu significa seguir a Jess. Por esto, Jess insiste de
nuevo en la Cruz y hace el segundo anuncio de su pasin, muerte y resurreccin.
Lucas 9,22: El segundo anuncio de la pasin. Y Jess aadi: "El Hijo del hombre debe sufrir
mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar
al tercer da. La comprensin plena del seguimiento de Jess no se obtiene por la instruccin
terica, sino por el compromiso prctico, caminando con l por el camino del servicio, desde
Galilea hasta Jerusaln. El camino del seguimiento es el camino de la entrega, del abandono, del
servicio, de la disponibilidad, de la aceptacin del conflicto, sabiendo que habr resurreccin. La
cruz no es un accidente de camino, sino que forma parte del camino. Pues en un mundo organizado
desde el egosmo, el amor y el servicio slo pueden existir crucificados! Quien hace de su vida un
servicio a los dems, incomoda a los que viven agarrados a los privilegios, y sufre.
4) Para la reflexin personal
Creemos todos en Jess. Pero algunos entienden a Jess de una manera y otros de otra. Hoy cul
es el Jess ms comn en la manera de pensar de la gente?
La propaganda cmo interfiere en mi modo de ver a Jess? Qu hago para no dejarme embaucar
por la propaganda? Qu nos impide hoy reconocer y asumir el proyecto de Jess?
3) Reflexin
El evangelio de hoy nos habla del segundo anuncio de la Pasin, Muerte y Resurreccin de Jess.
Los discpulos no entendieron la palabra sobre la cruz, porque no son capaces de entender ni di
aceptar a un Mesas que se hace siervo de los hermanos. Ellos siguen soando con un mesas
glorioso.
Lucas 9,43b-44: El contraste. Estando todos maravillados por todas las cosas que haca, dijo a sus
discpulos: Poned en vuestros odos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos
de los hombres. El contraste es muy grande. Por un lado la gente vibra y admira todo aquello que
Jess deca y haca. Jess parece corresponder a todo aquello que la gente suea, crea y espera. Por
otro lado, la afirmacin de Jess que ser preso y que ser entregado en manos de los hombres. Es
decir, la opinin de las autoridades sobre Jess es totalmente contraria a la opinin de la gente.
Lucas 9,45: El anuncio de la Cruz. Pero ellos no entendan lo que les deca; les estaba velado su
sentido de modo que no lo comprendan y teman preguntarle acerca de este asunto. Y tenan
miedo a hacer preguntas sobre el asunto. Los discpulos lo escuchaban, pero no entendan las
palabras sobre la cruz. Pero con todo, no piden aclaraciones. Tienen miedo en dejar aflorar su
ignorancia!
El ttulo de Hijo del Hombre. Este nombre aparece con gran frecuencia en los evangelios: 12
veces en Juan, 13 veces en Marcos, 28 veces en Lucas, 30 veces en Mateo. En todo, 83 veces en los
cuatro evangelios. A Jess le gustaba mucho usar este nombre, ms que todos los dems. Este ttulo
viene del AT. En el libro de Ezequiel, indica la condicin bien humana del profeta (Ez 3,1.4.10.17;
4,1 etc.). En el libro de Daniel, el mismo ttulo aparece en una visin apocalptica (Dan 7,1-28), en
la que Daniel describe los imperios de los Babiloneses, de los Medos, de los Persas y de los
Griegos. En la visin del profeta, estos cuatro imperios tienen la apariencia de animales
monstruosos (cf. Dan 7,3-8). Son imperios animalescos, brutales, deshumanos, que persiguen,
deshumanizan y matan (Dan 7,21.25). En la visin del profeta, despus de los reinos anti-humanos,
aparece el Reino de Dios que tiene apariencia no de animal, sino que de figura humana, Hijo de
hombre. Es decir, se trata de un reino con apariencia de gente, reino humano, que promueve la vida.
Humaniza. (Dan 7,13-14). En la profeca de Daniel la figura del Hijo del Hombre representa, no a
un individuo, sino, como el mismo dice, al pueblo de los Santos del Altsimo (Dan 7,27; Cf. Dan
7,18). Es el pueblo que no se deja deshumanizar ni engaar o manipular por la ideologa dominante
de los imperios animalescos. La misin del Hijo del Hombre, esto es, del pueblo de Dios, consiste
en realizar el Reino de Dios como un reino humano. Reino que no persigue la vida, sino que la
promueve! Humaniza a las personas.
Al presentarse a los discpulos como a Hijo del Hombre, Jess asume como suya esta misin que es
la misin de todo el Pueblo de Dios. Y es como si les dijera a ellos y a todos nosotros: Vengan
conmigo! Esta misin no es slo ma, sino que es de todos nosotros. Vamos juntos a realizar la
misin que Dios nos ha entregado, a realizar el Reino humano y humanizador que l so! Y fue lo
que l hizo y vivi durante toda la vida, sobre todo, en los ltimos treinta aos. Deca el Papa Len
Magno: Jess fue tan humano, pero tan humano, como slo Dios puede ser humano. Cuando ms
humano, tanto ms divino. Cuando ms hijo del hombre tanto ms hijo de Dios! Todo aquello
que deshumaniza a las personas aleja de Dios. Fue lo que Jess conden, colocando el bien de la
persona humana como prioridad encima de las leyes, encima del sbado (Mc 2,27). En la hora de
ser condenado por el tribunal religioso del sinedrio, Jess asumi este ttulo. Al preguntarle si era el
hijo de Dios (Mc 14,61), responde que es el hijo del Hombre: Yo soy. Y veris al Hijo del
Hombre sentado a la derecha del Todo-Poderoso (Mc 14,62). Por causa de esta afirmacin fue
declarado reo de muerte por las autoridades. El mismo saba de esto, pues haba dicho: El Hijo del
Hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate de muchos (Mc
10,45).
4) Para la reflexin personal
Cmo combinas en tu vida el sufrimiento y la fe en Dios?
En tiempo de Jess haba contrastes: la gente pensaba y esperaba de una forma, mientras que las
autoridades religiosas pensaban y esperaban de otra forma. Hoy existe ese mismo contraste.
Cada da el Seor te invita a anunciar el Evangelio a tus ntimos (la casa) y a los hombres (la
ciudad). Adoptas un estilo pobre, esencial, al testimoniar tu identidad cristiana?
Eres consciente de que el xito de tu testimonio no depende de tus capacidades personales, sino
slo del Seor que enva y de tu disponibilidad?
sin darle ayuda. Puede que el sacerdote y el levita tengan una justificacin: "No es mi prjimo!" o:
"El es impuro y si lo toco, yo tambin quedo impuro!" Y hoy: "Si ayudo, pierdo la misa del
domingo, y peco mortalmente!"
c) Lucas 10,33-35: Pasa un samaritano. Enseguida, llega un samaritano que estaba de viaje. Ve, es
movido a compasin, se acerca, cuida las llagas, le monta sobre su cabalgadura, le lleva a la
hospedera, da al dueo de la hospedera dos denarios, el sueldo de dos das, diciendo: "Cuida de l
y si gastas algo ms te lo pagar cuando vuelva." Es la accin concreta y eficaz. Es la accin
progresiva: llevar, ver, moverse a compasin, acercarse y salir para la accin. La parbola dice "un
samaritano que estaba de viaje". Jess tambin iba de viaje hacia Jerusaln. Jess es el buen
samaritano. Las comunidades deben ser el buen samaritano.
Lucas 10,36-37: Quin de estos tres te parece que fue prjimo del que cay en manos de los
salteadores? l dijo: El que practic la misericordia con l. Djole Jess: Vete y haz t lo
mismo. Al comienzo el doctor haba preguntado: Quin es mi prjimo? Por detrs de la
pregunta estaba la preocupacin consigo mismo. El quera saber: "A quin Dios me manda amar,
para que yo pueda tener paz en mi conciencia y decir: Hizo todo lo que Dios me pide: "Quin de
estos tres te parece que fue prjimo del que cay en manos de los salteadores?" La condicin del
prjimo no depende de la raza, del parentesco, de la simpata, de la cercana o de la religin. La
humanidad no est dividida en prjimo y no prjimo. Para que tu sepas quin es tu prjimo, esto
depende de que tu llegues, veas, te muevas a compasin y te acerques. Si tu te aproxima, te acercas,
el otro ser tu prjimo! Depende de ti y no del otro! Jess invierte todo y quita la seguridad que la
observancia de la ley podra dar al doctor.
Los Samaritanos. La palabra samaritano viene de Samara, capital del reino de Israel en el Norte.
Despus de la muerte de Salomn, en el 931 antes de Cristo, las diez tribus del Norte se separaron
del reino de Jud en el Sur y formaron un reino independiente (1 Re 12,1-33). El Reino del Norte
sobrevivi durante unos 200 aos. En el 722, su territorio fue invadido por Asiria. Gran parte de su
poblacin fue deportada (2 Re 17,5-6) y gente de otros pueblos fue trada hacia Samaria (2 Rs
17,24). Hubo mezcla de raza y de religin (2 Re 17,25-33). De esta mezcla nacieron los
samaritanos. Los judos del Sur despreciaban a los samaritanos considerndolos infieles y
adoradores de falsos dioses (2 Re 17,34-41). Haba muchas ideas preconcebidas contra los
samaritanos. Eran mal vistos. De ellos se deca que tenan una doctrina equivocada y que no
formaban parte del pueblo de Dios. Algunos llegaban hasta el punto de decir que ser samaritano era
cosa del diablo (Jn 8,48). Muy probablemente, la causa de este odio no era slo la raza y la religin.
Era tambin un problema poltico y econmico, enlazado con la posesin de la tierra. Esta rivalidad
perdur hasta el tiempo de Jess. Sin embargo Jess los pone como modelo para los dems.
4) Para la reflexin personal
El samaritano de la parbola no perteneca al pueblo judo, pero haca lo que Jess peda. Hoy
acontece lo mismo? Conoces a gente que no va a la Iglesia pero que vive lo que el evangelio pide?
Quin es hoy el sacerdote, el levita y el samaritano?
El doctor pregunta: Quin es mi prjimo? Jess pregunta: Quin fue prjimo del hombre
asaltado? Son dos perspectivas diferentes: el doctor pregunta desde s. Jess pregunta desde las
necesidades del otro. Mi perspectiva cul es?
3) Reflexin
El contexto. El viaje de Jess emprendido en 9,51, est sembrado de encuentros singulares, entre
ellos el de un doctor de la ley (10,25-37), que precede al encuentro con Marta y Mara (vv. 38-42).
Ante todo, pues, el doctor de la Ley hace una pregunta a Jess, lo cual propicia al lector ocasin
para descubrir cmo se consigue la vida eterna, que es la intimidad con el Padre. A ella se llega
participando en la misin de Jess, el primer enviado que nos muestra la misericordia de Dios en su
plenitud (v.37). En Jess, el Padre se ha acercado a los hombres mostrando de manera tangible su
paternidad. La expresin que Jess dirige al doctor de la Ley y al lector, al final del encuentro, es
crucial: Vete y haz t lo mismo (v.37). Hacerse prximo, acercarse a los otros como ha hecho
Jess, nos hace instrumentos para mostrar de manera viva el amor misericordioso del Padre. Esta es
la llave secreta para entrar en la vida eterna.
La escucha de la Palabra. Despus de este encuentro con un experto de la Ley mientras iba de
camino, Jess entra en un poblado y es acogido por sus viejos amigos Marta y Mara. Jess no es
slo el primer enviado del Padre, sino tambin el que, por ser l la Palabra nica del Padre, rene a
los hombres, en nuestro caso los miembros de la familia de Betania. Si es verdad que hay muchos
servicios que llevar a cabo, como la acogida y atencin a las necesidades de los dems, es an ms
cierto que lo que es insustituible es la escucha de la Palabra. Aqu, el relato de Lucas es al mismo
tiempo un hecho real y algo ideal. Empieza con la acogida por parte de Marta (v.38), y despus
presenta a Mara en la actitud propia del discpulo, sentada a los pies de Jess y atenta a escuchar su
Palabra. Esta actitud de Mara resulta extraordinaria, porque en el judasmo del tiempo de Jess no
estaba permitido a una mujer asistir a la escuela de un maestro. Hasta aqu vemos un cuadro
armonioso: la acogida de Marta y la escucha de Mara. Pero la acogida de Marta se convertir en
breve en un sper activismo: la mujer est tensa, dividida por las mltiples ocupaciones; est tan
ocupada que no consigue abastecer las mltiples ocupaciones domsticas. La gran cantidad de
actividades, comprensible por tratarse de un husped singular, sin embargo resulta
desproporcionada, hasta el punto de impedirle vivir lo esencial justo en el momento en que Jess se
presenta en su casa. Su preocupacin es legtima, pero pronto se convierte en ansia, un estado de
nimo no conveniente para acoger a un amigo.
Relacionar el servicio y la escucha. Su servicio de acogida es muy positivo, pero resulta
perjudicado por el estado ansioso con que lo realiza. El evangelista deja ver al lector que no hay
contradiccin entre la diacona de la mesa y la de la Palabra, pero pretende presentar el servicio en
relacin con la escucha. Marta, al no haber relacionado la actitud espiritual del servicio con la de la
escucha, se siente abandonada por su hermana y en vez de dialogar con Mara se queja al Maestro.
Atrapada en su soledad, se enfada con Jess que parece permanecer indiferente ante su problema
(No te importa?) y con la hermana (que me ha dejado sola en el trabajo). En su respuesta,
Jess no la reprocha ni la crtica, pero busca ayudar a Marta a recuperar lo que es esencial en aquel
momento: escuchar al maestro. La invita a escoger la parte nica y prioritaria que Mara ha
escogido espontneamente. El episodio nos alerta sobre un peligro siempre frecuente en la vida del
cristiano: los afanes, el ansia y el activismo pueden apartar de la comunin con Cristo y con la
comunidad. El peligro aparece de manera muy sutil, porque con frecuencia las preocupaciones
materiales que se realizan con ansia las consideramos una forma de servicio. Lo que preocupa a
Lucas es que en nuestras comunidades no se descuide la prioridad que hay que dar a la Palabra de
Dios y a su escucha. Es necesario que, antes de servir a los otros, los familiares y la comunidad
eclesial sean servidos por Cristo con su Palabra de gracia. Cuando estamos inmersos en las tareas
cuotidianas, como Marta, olvidamos que el Seor quiere cuidar de nosotros. Por el contrario, es
necesario poner en manos de Jess y de Dios todas nuestras preocupaciones.
4) Para la reflexin personal
Sabes relacionar el servicio con la escucha de la Palabra de Jess? Te dejas llevar ms bien por
la ansiedad ante tus mltiples ocupaciones?
Has entendido que antes de servir debes aceptar ser servido por Cristo? Eres consciente de que
tu servicio slo ser divino si antes acoges a Cristo y a su palabra?
los grandes almacenes. La nica manera de obtenerlo es mediante la oracin. Nueve das de oracin
obtuvieron el don abundante del Espritu en da de Pentecosts (He 1,14; 2,1-4).
4) Para la reflexin personal
Cmo reaccionas ante la provocacin de la parbola? Una persona que vive en un piso pequeo
en un gran ciudad, cmo respondera? Abrira la puerta?
Cuando rezas, rezas con la conviccin de que vas a recibir algo?
los demonios: Estos son los signos que acompaarn a los que crean: en mi nombre expulsarn
demonios, hablarn en lenguas nuevas. (Mc 16,17). La expulsin de los demonios era lo que ms
llamaba la atencin de la gente (Mc 1,27). Alcanzaba el centro de la Buena Nueva del Reino. Por
medio de esto, Jess devolva las personas a ellas mismas. Devolva el juicio, la conciencia (Mc
5,15). Sobre todo el evangelio de Marcos, del comienzo al final, con palabras casi iguales, repite sin
parar el mismo mensaje. Y Jess expulsaba los demonios! (Mc 1,26.34.39; 3,11-12.22.30; 5,120; 6,7.13; 7,25-29; 9,25-27.38; 16,17). Parece un refrn que vuelve una y otra vez. Hoy, en vez de
usar siempre las mismas palabras, usaramos palabras distintas para transmitir el mismo mensaje y
diramos: El poder del mal, Satans, que da miedo a la gente, Jess lo venci, lo domin, lo
agarr, lo destron, lo derrot, lo expuls, lo elimin, lo extermin y lo mat! Lo que el evangelio
nos quiere decir es esto: A los cristianos est prohibido tener miedo de Satans! Por su
resurreccin y su accin libertadora, Jess aleja de nosotros el miedo de Satans, crea libertad en
nuestro corazn, nos da firmeza en la accin y pone esperanza en el horizonte! Debemos caminar
con Jess, por su camino, con el sabor de la victoria sobre el poder del mal.
4) Para la reflexin personal
Expulsar el poder del mal. Cul es hoy el poder del mal que masifica a la gente y le roba la
conciencia crtica?
Puedes decir que ests totalmente libre y liberado/a? En caso de respuesta negativa , alguna parte
de ti est en poder de otras fuerzas. Qu haces para que este poder no te domine?
lo imaginaban. Queran que Jess se sometiera a los criterios de ellos. No haba en ellos apertura
para una posible conversin. Pero Jess no se someti a sus pedidos. El evangelio de Marcos dice
que Jess, ante el pedido de los fariseos, solt un profundo respiro (Mc 8,12), probablemente de
disgusto y de tristeza ante tanta ceguera. Porque de nada sirve poner un bonito cuadro ante alguien
que no quiere abrir los ojos. La nica seal es la seal de Jons. Porque as como Jons fue signo
para los ninivitas, as lo ser el Hijo del hombre para esta generacin. Como ser esta seal del
Hijo del Hombre? El evangelio de Mateo responde: Porque de la misma manera que Jons estuvo
en el vientre del cetceo tres das y tres noches, as tambin el Hijo del hombre estar en el seno de
la tierra tres das y tres noches. (Mt 12,40). La nica seal ser la resurreccin de Jess. Esta es la
seal que, en el futuro se dar a los escribas y a los fariseos. Jess, condenado por ellos a una
muerte de cruz, ser resucitado por Dios y seguir resucitando de muchas maneras en aquellos que
creen en l. La seal que convierte no son los milagros, sino el testimonio de vida!
Lucas 11,31: Salomn y la reina del Medioda. La alusin a la conversin de la gente de Ninive
asocia y hace recordar la conversin de la Reina del Medioda: La reina del Medioda se levantar
en el Juicio con los hombres de esta generacin y los condenar; porque ella vino de los confines de
la tierra a or la sabidura de Salomn, y aqu hay algo ms que Salomn. Esta evocacin casi
ocasional del episodio de la Reina del Medioda que reconoci la sabidura de Salomn, muestra
cmo se usaba la Biblia en aquel tiempo. Era por asociacin. La interpretacin principal era sta:
La Biblia se explica por la Biblia. Hasta hoy, sta es una de las normas ms importantes para la
interpretacin de la Biblia, sobre todo para la Lectura Orante de la Palabra de Dios.
Lucas 11,32: Aqu hay algo ms que Jons. Despus de la digresin sobre Salomn y la Reina del
Medioda, Jess vuelve a hablar de la seal de Jons: Los ninivitas se levantarn en el Juicio con
esta generacin y la condenarn; porque ellos se convirtieron por la predicacin de Jons, y aqu
hay algo ms que Jons. Jess es mayor que Jons, mayor que Salomn. Para los cristianos, es la
clave principal para la Escritura (2Cor 3,14-18).
4) Para la reflexin personal
Jess critica a los escribas y a los fariseos que llegaban a negar la evidencia, volvindose incapaz
de reconocer la llamada de Dios en los acontecimientos. Y nosotros, los cristianos de hoy, y yo:
merecemos esta misma crtica de Jess?
Nnive se convirti ante la predicacin de Jons. Los escribas y los fariseos no se convirtieron.
Hoy, lo que acontece provoca mutaciones y conversiones en la gente del mundo entero: amenaza
ecolgica, la urbanizacin que deshumaniza, el consumismo que masifica y aliena, las injusticias, la
violencia, etc. Muchos cristianos vivimos ajenos a estos clamores de Dios que vienen de la realidad.
diferentes, el fariseo y Jess tenan algo en comn: la seriedad de vida. La forma de vivir de los
fariseos era as: cada da dedicaban ocho horas al estudio y a la meditacin de la ley de Dios, otras
ochos horas al trabajo para poder dar de comer a la familia, y dedicaban otras ocho horas al
descanso. Este testimonio serio de su vida les daba un gran sentido de liderazgo popular. Quiz era
por esto que, a pesar de ser totalmente diferentes, los dos, Jess y los fariseos, se entendan y se
criticaban mutuamente, sin perder la posibilidad de dilogo.
Lucas 11,39-41: La respuesta de Jess. Bien! Vosotros, los fariseos, purificis por fuera la copa y
el plato, mientras por dentro estis llenos de rapia y maldad!. Insensatos! El que hizo el exterior,
no hizo tambin el interior? Dad ms bien en limosna lo que tenis y entonces todo ser puro para
vosotros. Los fariseos observaban la ley al pie de la letra. Miraban slo la letra y, por esto, eran
incapaces de percibir el espritu de la ley, el objetivo que la observancia de la ley quera alcanzar en
la vida de las personas. Por ejemplo, en la ley est escrito: Ama a tu prjimo como a ti mismo (Lv
19,18). Y ellos comentaban: Debemos amar al prjimo, pero slo al prjimo, a los otros no! Y de
all naca la discusin sobre la cuestin: Quin es mi prjimo? (Lc 10,29) El apstol Pablo
escribe en la segunda carta a los Corintios: La ley escrita da muerte, mientras que el Espritu da
vida (2Cor 3,6). En el Sermn de la Montaa, Jess crtica a los que observan la letra de la ley,
pero que no acata el espritu de la Ley (Mt 5,20). Para ser fiel a lo que Dios pide de nosotros no
basta observar slo la letra de la ley. Esto sera lo mismo que limpiar el vaso o el plato por fuera y
dejar el interior lleno de suciedad: robo y maldad. No basta no matar, no robar, no cometer
adulterio, no jurar. Slo observa plenamente la ley de Dios aquel que, ms all de la letra, va hasta
la raz y arranca desde dentro de s los deseos de robo y de maldad que pueden llevar al asesinato,
al robo, al adulterio. La plenitud de la ley se realiza en la prctica del amor (cf. Mt 5,21-48).
4) Para la reflexin personal
Nuestra Iglesia, merece hoy esta acusacin de Jess contra los escribas y los fariseos? Y yo, la
merezco?
Respetar la seriedad de vida de los dems que piensan de forma diferente de nosotros puede
facilitar el dilogo tan necesario y tan difcil hoy en da. Cmo practico el dilogo en familia, en el
trabajo y en la comunidad?
La observacin final de Jess deca: No pensis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he
venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Os lo aseguro: mientras duren el cielo y la tierra, no dejar
de estar vigente ni una i ni una tilde de la ley sin que todo se cumpla. Por tanto, el que traspase uno
de estos mandamientos ms pequeos y as lo ensee a los hombres, ser el ms pequeo en el
Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los ensee, se ser grande en el Reino de los
Cielos. Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no
entraris en el Reino de los Cielos. Jess llama la atencin de los discpulos sobre el
comportamiento hipcrita de algunos fariseos. A ellos les gustaba circular por las plazas con largas
tnicas, recibir el saludo de la gente, ocupar los primeros lugares en las sinagogas y lugares de
honor en los banquetes (cf. Mt 6,5; 23,5-7). Marcos aade que a ellos les gustaba entrar en las
casas de las viudas y hacer largas preces en cambio de dinero! Personas as recibirn un juicio muy
severo (Mc 12,38-40). Hoy en nuestra Iglesia ocurre lo mismo.
Lucas 11,44: Ay de vosotros, sepulcros que no se ven. Ay de vosotros, escribas y fariseos
hipcritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen hermosos, pero por
dentro estn llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! As tambin vosotros, por fuera
aparecis justos ante los hombres, pero por dentro estis llenos de hipocresa y de iniquidad (Mt
23,27-28). La imagen de los sepulcros blanqueados habla por s sola y no necesita comentarios.
Por medio de ella, Jess condena a los que tienen una apariencia ficticia de persona correcta, pero
cuyo interior es la negacin total de aquello que quieren hacer por fuera. Lucas, habla de sepulcros
escondidos: Ay de vosotros, pues sois como los sepulcros que no se ven, sobre los que andan los
hombres sin saberlo". Quien pisa o toca un sepulcro se vuelve impuro, lo mismo cuando el sepulcro
est escondido bajo tierra. La imagen es muy fuerte: por fuera, el fariseo de siempre parece justo y
bueno, pero ese aspecto es un engao, pues en su interior existe un sepulcro escondido que, si la
gente no sabe darse cuenta, difunde un veneno que mata, comunica una mentalidad que aleja de
Dios, sugiere una comprensin errada de la Buena Noticia del Reino. Una ideologa que hace del
Dios vivo, un dolo muerto!
Lucas 11,45-46: Crtica del doctor de la ley y la respuesta de Jess. Uno de los legistas le
respondi: Maestro, diciendo estas cosas tambin nos injurias a nosotros! En la respuesta Jess
no se vuelve atrs, sino que deja bien claro que la misma crtica vale tambin para los escribas: "Ay
tambin de vosotros, los legistas, que imponis a los hombres cargas intolerables, y vosotros no las
tocis ni con uno de vuestros dedos!. En el Sermn de la Montaa, Jess expresa la misma crtica
que sirve de comentario: En la ctedra de Moiss se han sentado los escribas y los fariseos. Haced,
pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitis su conducta, porque dicen y no hacen. Atan
cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas
(Mt 23,2-4).
4) Para la reflexin personal
La hipocresa mantiene una apariencia engaadora. hasta dnde acta en m la hipocresa? Hasta
dnde acta en nuestra Iglesia?
Jess criticaba a los escribas que insistan en la observancia disciplinar de las cosas minutas de la
ley como el diezmo de la menta, de la ruda y de toda hortaliza, y olvidan insistir en el objetivo de la
ley que es la prctica de la justicia y del amor. Esta crtica vale tambin para m?
padres mataron! Por tanto, sois testigos y estis de acuerdo con las obras de vuestros padres; porque
ellos los mataron y vosotros erigs monumentos. Mateo dice que se trata de escribas y de fariseos
(Mt 23,19). La lgica de Jess es clara. Si los padres mataron a los profetas y los hijos construyen
los tmulos, es porque los hijos aprueban los crmenes cometidos por los padres. Adems de esto,
todo el mundo sabe que el profeta muerto, no incomoda. De este modo, los hijos se vuelven testigos
y cmplices del mismo crimen (cf. Mt 23,29-32).
Lucas 11,49-51: Pedir cuenta de la sangre derramada desde la creacin del mundo. Por eso dijo la
Sabidura de Dios: Les enviar profetas y apstoles; a algunos los matarn y perseguirn, para que
se pidan a esta generacin cuentas de la sangre de todos los profetas derramada desde la creacin
del mundo, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacaras, el que pereci entre el altar y el
Santuario. S, os aseguro que se pedirn cuentas a esta generacin. Comparado con el evangelio de
Mateo, Lucas acostumbra ofrecer una versin abreviada del texto de Mateo. Pero aqu aumenta la
observacin: derramado desde la creacin del mundo, desde la sangre de Abel. Hizo lo mismo
con la genealoga de Jess. Mateo, que escriba para los judos convertidos, empieza con Abrahn
(Mt 1,1.2.17), mientras que Lucas va hasta Adn (Lc 3,38). Lucas universaliza e incluye a los
paganos, pues escribe su evangelio para los paganos convertidos. La informacin sobre el asesinato
de Zacaras en el Templo la da el libro de las Crnicas: Entonces el espritu de Dios revisti a
Zacaras, hijo del sacerdote Joyad, que, presentndose delante del pueblo, les dijo: As dice Dios:
Por qu traspasis los mandamientos de Yahv? No tendris xito, porque habis abandonado a
Yahv, l os abandonar a vosotros. Mas ellos conspiraron contra l y, por mandato del rey lo
apedrearon en el atrio de la casa de Yahv. (2Cr 24,20-21). Jess conoca la historia de su pueblo
hasta en las minucias. Sabe que va a ser el siguiente en la lista de Abel, hasta Zacaras. Hasta hoy la
lista sigue abierta. Mucha gente ha muerto por causa de la justicia y de la verdad.
Lucas 11,52: Ay de vosotros, los legistas, que os habis llevado la llave de la ciencia! No
entrasteis vosotros, y a los que estn entrando se lo habis impedido.. Cierran el Reino? Y cmo
lo hacen? Piensan tener el monopolio de la ciencia respecto de Dios y de la ley de Dios e imponen
su manera de ver a los dems, sin dejar margen a otra idea, a una idea diferente. Presentan a Dios
como a un juez severo y en nombre de Dios imponen leyes y normas que no tienen nada que ver
con los mandamientos de Dios, falsifican la imagen del Reino y matan en los dems el deseo de
servir a Dios y al Reino. Una comunidad que se organiza alrededor de este falso dios no entra en el
Reino, ni tampoco es expresin del Reino, e impide que sus miembros entren en el Reino Es
importante notar la diferencia entre Mateo y Lucas. Mateo habla de entrada en el Reino de los cielos
y redacta en la forma verbal del presente: "Ay de vosotros, escribas y fariseos hipcritas, que
cerris a los hombres el Reino de los Cielos! Vosotros ciertamente no entris; y a los que estn
entrando no les dejis entrar (Mt 23,13). La expresin entrar en el Reino de los Cielos puede
significar entrar en el cielo despus de la muerte, pero es ms probable que se trate de entrada en la
comunidad alrededor de Jess y en las comunidades de los primeros cristianos. Lucas habla de llave
de la ciencia y la frase est redactada con el verbo en pasado. Lucas simplemente constata que la
pretensin de los escribas de poseer la llave de la ciencia respecto de Dios y de la ley de Dios les
impide reconocer a Jess como Mesas e impide al pueblo judo el hecho de reconocer a Jess como
Mesas: Os habis llevado la llave de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que estn entrando
se lo habis impedido.
Lucas 11,53-54: Reaccin en contra de Jess. La reaccin de las autoridades religiosas contra
Jess fue inmediata. Y cuando sali de all, comenzaron los escribas y fariseos a acosarle
implacablemente y hacerle hablar de muchas cosas, buscando, con insidias, cazar alguna palabra de
su boca. Al considerarse los nicos y verdaderos intrpretes de la ley de Dios, tratan de provocar a
Jess alrededor de la interpretacin de la Biblia para poder cazar con insidias algunas palabras de su
boca. As contina y crece la oposicin contra Jess y crece el deseo de eliminarlo (Lc 6,11; 11,5354; 19,48; 20,19-20; 22,2).
4) Para la reflexin personal
Muchas personas que queran entrar fueron impedidos o dejaron de creer por causa de las
mismo tiempo, el que me niegue, el que tenga miedo de confesar y reconocer pblicamente a
Jess, l mismo se condena. Se invita al lector a reflexionar sobre la importancia crucial de Jess en
la historia de la salvacin: es necesario decidirse, o con Jess o contra l y contra su Palabra de
gracia; de esta decisin, reconocer o negar a Jess, depende nuestra salvacin. Lucas evidencia que
la comunin que en el tiempo presente ofrece Jess a sus discpulos ser confirmada y llegar a la
perfeccin en el momento de su venida en la gloria (vendr en su gloria, en la de su Padre y en la
de los santos ngeles: 9,26). Es evidente la referencia a la comunidad cristiana: aunque se est
expuesto a la hostilidad del mundo, es indispensable que el testimonio valiente de Jess y de la
comunin con l no disminuya, es decir, no hay que avergonzarse de ser y de manifestarse
cristianos.
La blasfemia contra el Espritu Santo. Blasfemar es entendido aqu por Lucas como hablar de
manera ofensiva o en contra. Este verbo se aplic a Jess cuando, en 5,21, perdon los pecados. La
cuestin que plantea nuestro pasaje puede presentar alguna dificultad para el lector: Es menos
grave la blasfemia contra el Hijo del hombre que la que va contra el Espritu Santo? El lenguaje de
Jess puede resultar un poco fuerte para el lector del evangelio de Lucas: a lo largo del evangelio ha
visto a Jess mostrando la actitud de Dios que va en bsqueda del pecador, que es exigente pero
sabe esperar el momento de la vuelta a l y la madurez del pecador. En Marcos y en Mateo, la
blasfemia contra el Espritu Santo es la falta de reconocimiento del poder de Dios en los exorcismos
de Jess. Pero en Lucas ms bien significa el rechazo consciente y libre del Espritu proftico que
acta en las obras y enseanzas de Jess, es decir, el rechazo del encuentro con el obrar
misericordioso y salvfico del Padre. La falta de reconocimiento del origen divino de la misin de
Jess, la ofensa directa a la persona de Jess, pueden ser perdonadas, pero el que niega el obrar del
Espritu Santo en la misin de Jess no ser perdonado. No se trata de la oposicin entre la persona
de Jess y el Espritu Santo, o de un contraste o smbolo de dos perodos diversos de la historia, el
de Jess y el de la comunidad post-pascual, sino que, en definitiva, el evangelista trata de demostrar
que negar la persona de Cristo equivale a blasfemar contra el Espritu Santo.
4) Para la reflexin personal
Eres consciente de que ser cristiano reclama afrontar dificultades, insidias y peligros, hasta el
punto de arriesgar la propia vida para dar testimonio de la amistad personal con Jess?
Te avergenzas de ser cristiano? Prefieres el juicio de los hombres, su aprobacin, o el hecho de
no perder tu amistad con Cristo?
La vspera de la huida hacia Egipto, en la hora de celebrar la pascua, los israelitas deban ceirse,
esto es, estar preparados para poder partir inmediatamente (Ex 12,11). Cuando alguien iba a
trabajar, a luchar o a ejecutar una tarea se cea (Ct 3,8). En la carta a los Efesios, Pablo describe la
armadura de Dios y dice que los riones deben estar ceidos con el cngulo de la verdad (Ef 6,14).
Las lmparas deban de estar encendidas, pues la vigilancia es tarea tanto para el da como para la
noche. Sin luz no se anda en la oscuridad de la noche.
Lucas 12,36: La parbola. Para explicar lo que significa estar ceido, Jess cuenta una pequea
parbola. Y sed como hombres que esperan a que su seor vuelva de la boda, para que, en cuanto
llegue y llame, al instante le abran. La tarea de aguardar la llegada del dueo exige una vigilancia
constante y permanente, sobre todo cuando es de noche, pues el dueo no tiene una hora
determinada para volver. Puede hacerlo en cualquier momento. El empleado ha de estar atento,
vigilante siempre!
Lucas 12,37: Promesa de felicidad. Dichosos los siervos a quienes el seor, al venir, encuentre
despiertos: yo os aseguro que se ceir, los har ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les
servir. Aqu, en esta promesa de felicidad, los papeles se invierten. El dueo se vuelve empleado
y empieza a servir al empleado que se vuelve dueo. Evoca a Jess en la ltima cena que, an
siendo seor y maestro, se hizo siervo y empleado de todos (Jn 13,4-17). La felicidad prometida
tiene que ver con el futuro, con la felicidad en el fin de los tiempos, y es lo opuesto de aquello que
Jess prometi en otra parbola que deca: Quin de vosotros que tiene un siervo arando o
pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: `Pasa al momento y ponte a la mesa?' No le dir
ms bien: `Preprame algo para cenar, y cete para servirme y luego que yo haya comido y bebido
comers y bebers t?' Acaso tiene que dar las gracias al siervo porque hizo lo que le mandaron?
De igual modo vosotros, cuando hayis hecho todo lo que os mandaron, decid: No somos ms que
unos pobres siervos; slo hemos hecho lo que tenamos que hacer. (Lc 17,7-10).
Lucas 12,38: Repite la promesa de felicidad. Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si
los encuentra as, dichosos ellos! Repite la promesa de felicidad que exige vigilancia total. El
dueo puede volver en medio de la noche, a las tres de madrugada, o en cualquier otro momento. El
empleado tiene que estar preparado, ceido para poder entrar en accin.
4) Para la reflexin personal
Somos empleados de Dios. Debemos estar ceidos, preparados, atentos y vigilantes, veinte y
cuatro horas al da. Lo consigues? Cmo?
La promesa de felicidad futura es al revs del presente. Qu nos revela esto de cara a la bondad
de Dios para con nosotros, para conmigo?
mundo. Por las calles de las ciudades, a veces se ve escrito sobre los muros: Jess volver! Hubo
gente que, angustiada por la proximidad del fin del mundo, lleg a cometer suicidio. Pero el tiempo
pasa y el fin no llega! Muchas veces la afirmacin Jess volver! es usada para meter miedo en
las personas y obligarlas a atender una determinada iglesia. De tanto esperar y especular alrededor
de la venida de Jess, mucha gente deja de percibir su presencia en medio de nosotros, en las cosas
ms comunes de la vida, en los hechos de la vida diaria. Pues lo que importa no es saber la hora del
fin del mundo, sino tener una mirada capaz de percibir la venida de Jess ya presente en medio de
nosotros en la persona del pobre (cf Mt 25,40) y en tantos otros modos y acontecimientos de la vida
de cada da.
Lucas 12,41: La pregunta de Pedro. Seor, dices esta parbola para nosotros o para todos?" No
se ve bien el porqu de esta pregunta de Pedro. El evoca otro episodio, en el cual Jess responde a
una pregunta similar, diciendo: A vosotros os he dado conocer el misterio del Reino de Dios, pero
a los otros todo les es dado a conocer en parbolas (Mt 13,10-11; Lc 8,9-10).
Lucas 12,42-48: La parbola del dueo y del administrador. En la respuesta de Pedro Jess
formula otra pregunta en forma de parbola: Quin es, pues, el administrador fiel y prudente a
quien el seor pondr al frente de su servidumbre para darles a su tiempo su racin conveniente?
Inmediatamente despus, Jess mismo en la parbola da la respuesta: el buen administrador es
aquel que cumple su misin de siervo, que nunca usa los bienes recibidos para su propio provecho,
y que est siempre vigilante y atento. Es posible que sea una respuesta indirecta a la pregunta de
Pedro, como si dijera: Pedro, la parbola es realmente para ti! A ti te incumbe saber administrar
bien la misin que Dios te da como coordinador de las comunidades. En este sentido, la respuesta
vale tambin para cada uno de nosotros. Y all toma mucho sentido la advertencia final: a quien se
le dio mucho, se le reclamar mucho; y a quien se confi mucho, se le pedir ms..
La llegada del Hijo del Hombre y el fin del mundo. La misma problemtica haba en las
comunidades cristianas de los primeros siglos. Mucha gente de las comunidades decan que el fin
del mundo estaba cerca y que Jess volvera despus. Algunas comunidades de Tesalnica en
Grecia, apoyando la predicacin de Pablo, decan: Jess volver! (1 Tes 4,13-18; 2 Tes 2,2). Por
esto, haba personas que haban dejado de trabajar, porque pensaban que la venida fuera cosa de
pocos das o semanas. Trabajar para qu, si Jess iba a volver? (cf 2Ts 3,11). Pablo responde que
no era tan simple como se lo imaginaban. Y a los que no trabajaban deca. Quien no trabaja, no
tiene derecho a comer! Otros se quedaban mirando al cielo, aguardando el retorno de Jess sobre
las nubes (cf He 1,11). Otros se quejaban de la demora (2Pd 3,4-9). En general, los cristianos vivan
en la expectativa de la venida inminente de Jess. Jess vena a realizar el Juicio Final para terminar
con la historia injusta de este mundo de aqu abajo e inaugurar la nueva fase de la historia, la fase
definitiva del Nuevo Cielo y de la Nueva Tierra. Pensaban que esto acontecera dentro de una o de
dos generaciones. Mucha gente seguira con vida cuando Jess iba a aparecer glorioso en el cielo
(1Ts 4,16-17; Mc 9,1). Otros, cansados de esperar, decan: No volver nunca! (2 Pd 3,4). Hasta
hoy, la venida final de Jess no ha ocurrido. Cmo entender esta tardanza? Supone que ya no
percibimos que Jess volvi, que est en medio de nosotros: Y he aqu que yo estoy con vosotros
todos los das hasta el fin del mundo." (Mt 28,20). El ya est con nosotros, a nuestro lado, en la
lucha por la justicia, por la paz y por la vida. La plenitud no ha llegado todava, pero una muestra o
garanta del Reino ya est en medio de nosotros. Por esto, aguardamos con firme esperanza la plena
liberacin de la humanidad y de la naturaleza (Rm 8,22-25). Y en cuanto esperamos y luchamos,
decimos con certeza: El ya est en medio de nosotros! (Mt 25,40).
4) Para la reflexin personal
La respuesta de Jess a Pedro sirve tambin para nosotros, para m. Soy un buen administrador/a
de la misin que recib?
Cmo hago para estar vigilante siempre?
a sus adversarios, pero la multitud se llena de alegra por las maravillas que Jess est realizando:
toda la gente se alegraba con las maravillas que haca. En la Palestina del tiempo de Jess, la
mujer viva encorvada, sometida al marido, a los padres y a los jefes religiosos de su pueblo. Esta
situacin de sumisin estaba justificada por la religin. Pero Jess no quiere que ella siga
encorvada. Desatar y liberar a las personas no tiene un da marcado. Es todos los das, y hasta el
da de sbado!
4) Para la reflexin personal
La situacin de la mujer ha cambiado mucho o es la misma que en el tiempo de Jess? Cul es
la situacin de la mujer hoy en la sociedad y en la Iglesia? Hay alguna relacin entre religin y
opresin de la mujer?
La multitud se alegra con la accin de Jess. Cul es la liberacin que est aconteciendo hoy y
que est llevando a la multitud a alegrarse y a dar gracias a Dios?
Al relacionarte con los dems, est tu yo siempre y a toda costa en el centro de la atencin,
incluso cuando haces algo a favor de los hermanos? Ests dispuesto a dar lo que t eres?
realizacin de este ideal de la mesa comn. Por medio de la parbola, Lucas muestra que la prctica
de la comunin de la mesa vena de Jess mismo.
Despus de la destruccin de Jerusaln, en el ao 70, los fariseos asumieron el liderazgo en las
sinagogas, exigiendo el cumplimiento rgido de las normas que lo identificaban como pueblo judo.
Los judos que se convertan al cristianismo eran considerados como una amenaza, pues derribaban
los muros que separaban Israel de los dems pueblos. Los fariseos trataban de obligarlos a
abandonar la fe en Jess. Todo esto produca una lenta y paulatina separacin entre judos y
cristianos y era fuente de mucho sufrimiento, sobre todo para los judos convertidos (Rom 9,1-5).
En la parbola, Lucas deja bien claro que estos judos convertidos no son infieles a su pueblo. Es lo
contrario! Son los invitados que aceptaron ir al banquete. Son los verdaderos continuadores de
Israel. Infieles fueron quienes no aceptaron la invitacin y no quisieron reconocer en Jess al
Mesas (Lc 22,66; Hec 13,27).
4) Para la reflexin personal
Cules son las personas que generalmente son invitadas y cules no son invitadas a nuestras
fiestas?
Cules son los motivos que limitan hoy la participacin de las personas en la sociedad y en la
Iglesia? Y cules son los motivos que algunos alegan para excluirse de la comunidad? Son
motivos justos?
puede ser discpulo mo.. Para entender bien el alcance de esta segunda exigencia debemos mirar
el contexto en que Lucas coloca esta palabra de Jess. Jess est yendo hacia Jerusaln donde ser
crucificado y morir. Seguir a Jess y llevar la cruz detrs de l significa ir con l hasta Jerusaln
donde para ser crucificado como l. Esto evoca la actitud de las mujeres que haban seguido a
Jess y le haban servido desde cuando estaba en Galilea. Muchas otras estaban all, pues haba
subido con Jess a Jerusaln (Mc 15,41). Evoca tambin la frase de Pablo en la carta a los Glatas:
Cuanto a m, jams me gloriar a no ser en la cruz de nuestro Seor Jesucristo, por quien el mundo
est crucificado para m y yo para el mundo (Gl 6,14)
Lucas 14,28-32: Dos parbolas. Las dos tienen el mismo objetivo: llevar a las personas a pensar
bien antes de tomar una decisin. En la primera parbola dice: Porque quin de vosotros, que
quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos y ver si tiene para acabarla? No
sea que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo terminar, todos los que lo vean se pongan a
burlarse de l, diciendo: ste comenz a edificar y no pudo terminar! Esta parbola no necesita
explicacin, habla por s sola: que cada uno reflexione bien sobre su manera de seguir a Jess y se
pregunte si calcul bien las condiciones antes de tomar la decisin de ser discpulo de Jess.
La segunda parbola: O qu rey, antes de salir contra otro rey, no se sienta a deliberar si con diez
mil puede salir al paso del que viene contra l con veinte mil? Y si no, cuando el otro est todava
lejos, enva una embajada para pedir condiciones de paz. Esta parbola tiene el mismo objetivo
que la anterior. Algunos se preguntan: Cmo es que Jess se puso a usar un ejemplo de guerra?
La pregunta es pertinente para nosotros que conocemos las guerras de hoy. Slo la segunda guerra
mundial (1939 a 1945) caus 54 millones de muertos. En aquel tiempo, las guerras eran como la
competitividad comercial entre las empresas de hoy que luchan para obtener ms beneficios.
Lucas 14,33: Conclusin para el discipulado. La conclusin es una sola: seguir a Jess es una cosa
seria. Hoy, para mucha gente, ser cristiano no es una opcin personal, ni una decisin de vida, sino
un simple fenmeno cultural. No se les pasa por la cabeza tomar una opcin. Quien nace brasileo,
es brasileo. Mucha gente es cristiana porque naci as y muere as, sin haber tenido nunca la idea
de optar y de asumir lo que ya es por nacimiento.
4) Para la reflexin personal
Ser cristiano es cosa seria. Tengo que calcular bien mi manera de seguir a Jess. Cmo acontece
esto en mi vida?
Odiar a los padres; Comunidad o familia. Cmo combinas las dos cosas? Consigues
armonizarlas?
de que no se sienten condenados, sino acogidos por l. La crtica de los fariseos y de los escribas era
sta: "Este hombre acoge a los pecadores y come con l!". En el envo de los setenta y dos
discpulos (Lc 10,1-9), Jess haba mandado acoger a los excluidos, a los enfermos y a los posedos
(Mt 10,8; Lc 10,9) y a practicar la comunin alrededor de la mesa (Lc 10,8).
Lucas 15,4: Parbola de la oveja perdida. La parbola de la oveja perdida empieza con una
pregunta: "Quin de vosotros que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y
nueve en el desierto y va a buscar la que se perdi, hasta que la encuentra? Antes de que l mismo
diera una respuesta, Jess tiene que haber mirado a los oyentes para ver cmo respondan. La
pregunta es formulada de tal manera que la respuesta no puede que ser positiva: S, l va en
bsqueda de la oveja perdida! Y t cmo responderas? Dejaras las 99 ovejas en el campo para
ir detrs de la nica oveja que se perdi? Quin hara esto? Probablemente la mayora habr
respondido: Jess, entre nosotros, ninguno hara una cosa tan absurda. Dice el proverbio: Mejor
un pjaro en mano, que ciento volando!
Lucas 15,5-7: Jess interpreta la parbola de la oveja perdida. Ahora en la parbola el dueo de las
ovejas hace lo que nadie hara: deja todo y va detrs de la oveja perdida. Slo Dios mismo puede
tener esta actitud. Jess quiere que el fariseo y el escriba que existe en nosotros, en m, tome
conciencia. Los fariseos y los escribas abandonaban a los pecadores y los excluan. Nunca iran tras
la oveja perdida. Dejaran que se perdiera en el desierto. Prefieren a las 99 que no se perdieron. Pero
Jess se pone en lugar de la oveja que se perdi, y que en aquel contexto de la religin oficial caera
en la desesperacin, sin esperanza de ser acogida. Jess hace saber a ellos y a nosotros: Si por
casualidad te sientes perdido, pecador, recuerda que, para Dios, t vales ms que las 99 otras ovejas.
Dios te sigue. Y en caso de que t te conviertes, tiene que saber que habr ms alegra en el cielo
por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no tengan necesidad de
conversin."
Lucas 15,8-10: Parbola de la moneda perdida. La segunda parbola: "O, qu mujer que tiene
diez dracmas, si pierde una, no enciende una lmpara y barre la casa y busca cuidadosamente hasta
que la encuentra? Y cuando la encuentra, convoca a las amigas y vecinas y les dice: `Alegraos
conmigo, porque he hallado la dracma que haba perdido.' Pues os digo que, del mismo modo, hay
alegra entre los ngeles de Dios por un solo pecador que se convierta. Dios se alegra con nosotros.
Los ngeles tambin se alegran con nosotros. La parbola era para comunicar la esperanza a quien
estaba amenazado de desesperacin por la religin oficial. Este mensaje evoca lo que Dios nos dice
en el libro del profeta Isaas: Te tengo grabado en la palma de mi mano (Is 49,16). Tu eres
precioso a mis ojos, yo te amo (Is 43,4)
4) Para la reflexin personal
T iras detrs de la oveja perdida?
Piensas que la Iglesia de hoy es fiel a esta parbola de Jess?
Lucas 16,9: Usar bien el dinero injusto "Yo os digo: Haceos amigos con el dinero injusto, para
que, cuando llegue a faltar, os reciban en las eternas moradas. Otros traducen riqueza inicua.
Para Lucas, el dinero no es algo neutral, es injusto, es inicuo. En el Antiguo Testamento, la palabra
ms antigua para indicar al pobre (ani) significa empobrecido. Viene del verbo ana, oprimir, rebajar.
Esta afirmacin, evoca la parbola del administrador deshonesto, cuya riqueza era inicua, injusta.
Aqu se hace patente el contexto de las comunidades del tiempo de Lucas, esto es, de los aos 80
despus de Cristo. Inicialmente, las comunidades cristianas surgieron entre los pobres (cf. 1Cor
1,26; Gl 2,10). Poco tiempo despus fueron entrando personas ms ricas. La entrada de los ricos
trajo consigo problemas que estn evidenciados en los consejos dados en la carta de Santiago (Sant
2,1-6;5,1-6), en la carta de Pablo a los Corintios (1Cor 11,20-21) y en evangelio de Lucas (Lc 6,24).
Estos problemas se fueron agravando al final del siglo primero, como atesta el Apocalipsis en su
carta a la comunidad de (Ap 3,17-18). Las frases de Jess que Lucas conserva son una ayuda para
aclarar y resolver este problema.
Lucas 16,10-12: Ser fiel en lo pequeo y en lo grande. El que es fiel en lo insignificante, lo es
tambin en lo importante; y el que es injusto en lo insignificante, tambin lo es en lo importante. Si,
pues, no fuisteis fieles en el dinero injusto, quin os confiar lo verdadero? Y si no fuisteis fieles
con lo ajeno, quin os dar lo vuestro? Esta frase aclara la parbola del administrador deshonesto.
El no fue fiel. Por esto fue sacado de la administracin. Esta palabra de Jess trae tambin una
sugerencia de cmo realizar el consejo de hacerse amigos con dinero injusto. Hoy ocurre algo
similar. Hay personas que dicen palabras muy lindas sobre la liberacin, pero que en casa oprimen a
la mujer y a los hijos. Son infieles en las cosas pequeas. La liberacin en lo macro empieza en lo
micro, en el pequeo mundo de la familia, de la relacin diaria entre las personas.
Lucas 16,13: No podis servir a Dios y al dinero. Jess es muy claro en su afirmacin: . Ningn
criado puede servir a dos seores, porque aborrecer a uno y amar al otro; o bien se dedicar a uno
y desdear al otro. No podis servir a Dios y al dinero. Cada uno, cada una tendr que optar.
Tendr que preguntarse: A quin, qu pongo en el primer lugar en mi vida: a Dios o al dinero?
En lugar de la palabra dinero cada cual puede colocar otra palabra: coche, empleo, prestigio, bienes,
casa, imagen, De esta opcin depender la comprensin de los consejos que siguen sobre la
Providencia Divina (Mt 6,25-34). No se trata de una opcin hecha slo con la cabeza, sino de una
opcin bien concreta de la vida que abarca tambin actitudes.
Lucas 16,14-15: Crtica a los fariseos que aman el dinero. Estaban oyendo todas estas cosas los
fariseos, que son amigos del dinero, y se burlaban de l. Y les dijo: Vosotros sois los que os las
dais de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que es
estimable para los hombres, es abominable ante Dios.. En otra ocasin Jess menciona el amor de
algunos fariseos al dinero: mientras devoran las casas de las viudas y simulan largas
oraciones (Mt 23,14: Lc 20,47; Mc 12,40). Ellos se dejaban llevar por la sabidura del mundo,
de quien Pablo dice: Y si no, mirad, hermanos vuestra vocacin; pues no hay entre vosotros
muchos sabios segn la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles. Antes eligi Dios la
necedad del mundo para confundir a los sabios y eligi Dios la flaqueza del mundo para confundir a
los fuertes. Y lo plebeyo del mundo, el desecho, lo que no es nada, lo eligi Dios para anular lo que
es (1Cor 1,26-28). A algunos fariseos les gustaba el dinero, como hoy a algunos sacerdotes les
gusta el dinero. Vale para ellos la advertencia de Jess y de Pablo.
4) Para la reflexin personal
T y el dinero? Por qu optas?
Fiel en lo pequeo? Cmo hablas del evangelio y cmo vives el evangelio?
3) Reflexin
En el Evangelio de hoy, Lucas cuenta como Jess cura a diez leprosos, pero uno slo le agradece.
Y era un samaritano! La gratitud es otro tema muy propio de Lucas: vivir con gratitud y alabar a
Dios por todo aquello que recibimos de l. Por esto, Lucas habla muchas veces de que la gente
quedaba admirada y alababa a Dios por las cosas que Jess haca (Lc 2,28.38; 5,25.26; 7,16; 13,13;
17,15.18; 18,43; 19,37; etc.). El evangelio de Lucas contiene varios cnticos e himnos que expresan
esta experiencia de gratitud y de reconocimiento (Lc 1,46-55; 1,68-79; 2,29-32).
Lucas 17,11: Jess, camino hacia Jerusaln. Lucas recuerda que Jess estaba de camino hacia
Jerusaln, pasando por Samara para ir a Galilea. Desde el comienzo del viaje (Lc 9,52) hasta ahora
(Lc 17,11), Jess va por Samara. Slo ahora est saliendo de Samara, pasando por la Galilea para
poder llegar a Jerusaln. Esto significa que las importantes enseanzas, dadas en estos captulos de
9 a 17, fueron dadas todas en un territorio que no ero judo. El or esto tiene que haber sido motivo
de mucha alegra para las comunidades, venidas del paganismo. Jess, el peregrino, sigue su viaje
hasta Jerusaln. Sigue eliminando las desigualdades que los hombres han creado. Sigua el largo y
doloroso camino de la periferia hacia la capital, de una religin cerrada en s misma, a una religin
abierta que sabe acoger a los otros como hermanos y hermanas, hijos e hijas del mismo Padre. Esta
apertura se ver en la acogida dada a los diez leprosos.
Lucas 17,12-13: El grito de los leprosos. Diez leprosos se acercan a Jess, se paran a distancia y
gritan: "Jess, maestro, ten piedad de nosotros!" El leproso era una persona excluida. Era
marginado y despreciado, sin el derecho a vivir con su familia. Segn la ley de la pureza, los
leprosos deban de ir con ropa rota y el cabello suelto gritando: Impuro! Impuro! (Lv 13,45-46).
Para los leprosos, la busca de un tratamiento significaba lo mismo que buscar la pureza para poder
ser reintegrados en la comunidad. No podan acercarse a los otros (Lv 13,45-46). Si un leproso
tocaba a alguien le causaba impureza y creaba un impedimento para la que la persona pudiera
dirigirse a Dios. A travs de este grito, ellos expresaban la fe en que Jess poda curarlos y
devolverles la pureza. Obtener la pureza significaba sentirse, de nuevo, acogido por Dios y poderse
dirigir a El para recibir la bendicin prometida a Abrahn.
Lucas 17,14: La respuesta de Jess y la sanacin. Jess responde:"Vete a mostrar a los
sacerdotes!" (cf. Mc 1,44). Era el sacerdote que deba verificar la curacin y dar el atestado de
pureza (Lv 14,1-32). La respuesta de Jess exiga mucha fe de parte de los leprosos. Deben ir donde
el sacerdote como si ya estuvieran curados, cuando, en realidad, su cuerpo segua cubierto de lepra.
Pero ellos creen en la palabra de Jess y van donde el sacerdote. Y ocurre que mientras van de
camino, se manifiesta la curacin. Quedan purificados. Esta curacin evoca la historia de la
purificacin de Naamn de Siria (2Re 5,9-10). El profeta Eliseo mand al hombre que se lavara en
el Jordn. Naamn tena que creer en la palabra del profeta. Jess ordena a los diez leprosos que se
presenten a los sacerdotes. Ellos tenan que creer en la palabra de Jess.
Lucas 17,15-16: Reaccin del samaritano. Uno de ellos, vindose curado, se volvi glorificando
a Dios en alta voz, y, postrndose rostro en tierra a los pies de Jess, le daba gracias; y ste era un
samaritano. Por qu los otros no volvieron? Por qu slo el samaritano? En la opinin de los
judos de Jerusaln, el samaritano no observaba la ley como era debido. Entre los judos haba la
tendencia a observar la ley para poder merecer o conquistar la justicia. Por la observancia, ellos iban
acumulando crditos ante Dios. La gratitud y la gratuidad no forman parte del vocabulario de las
personas que viven as su relacin con Dios. Tal vez sea por esto que no agradecieron el beneficio
recibido. En la parbola del evangelio de ayer, Jess haba formulado la pregunta sobre la gratitud:
Acaso tiene que dar las gracias al siervo porque hizo lo que le mandaron? (Lc 17,9) Y la
respuesta era: No! El samaritano representa a las personas que tienen la conciencia clara de que
nosotros, los seres humanos, no tenemos mrito, ni crdito ante Dios. Todo es gracia, empezando
por el don de la vida.
Lucas 17,17-19: La observacin final de Jess. Jess se extraa: No quedaron limpios los diez?
Los otros nueve, dnde estn? No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este
extranjero? Para Jess, agradecer a los dems por el beneficio recibido es una manera de dar a
Dios la alabanza que le es debida. En este punto, los samaritanos deban lecciones a los judos. Hoy
son los pobres los que desempean el papel del samaritano y nos ayudan a redescubrir esta
dimensin de la gratuidad de la vida. Todo lo que recibimos tiene que ser visto como un don de
Dios que viene hasta nosotros a travs del hermano, de la hermana.
La acogida dada a los samaritanos en el evangelio de Lucas. Para Lucas, el lugar que Jess daba a
los samaritanos es el mismo que el que las comunidades tenan que reservar a los paganos. Jess
presenta al samaritano como un modelo de gratitud (Lc 17,17-19) y de amor al prjimo (Lc 10,3033). Esto deba ser muy chocante, pues para los judos, samaritano o pagano, era la misma cosa. No
podan tener acceso a los atrios interiores del Templo de Jerusaln, ni participar del culto. Eran
considerados portadores de impureza, impuros desde la cuna. Para Lucas, pero, la Buena Nueva de
Jess se dirige, en primer lugar, a las personas y a los grupos considerados indignos de recibirla. La
salvacin de Dios que llega hasta nosotros en Jess es puro don. No depende de los mritos de
nadie.
4) Para la reflexin personal
Y t, sueles agradecer a las personas? Agradeces por mera costumbre o por conviccin? Y en la
oracin: agradeces u olvidas?
Vivir en la gratitud es una seal de la presencia del Reino en medio de nosotros. Cmo transmitir
para los dems la importancia de vivir en la gratitud y en la gratuidad?
de lo que va a suceder al final de los tiempos, es una alusin a la destruccin de Jerusaln de parte
de los romanos en el ao 70 dC (cf Mc 13,14).
Lucas 17,30-32: As ser en los das del Hijo del Hombre. As suceder el Da en que el Hijo del
hombre se manifieste.. Difcil para nosotros imaginar el sufrimiento y el trauma que la destruccin
de Jerusaln caus en las comunidades, tanto de los judos como de los cristianos. Para ayudarlas a
entender y a enfrentar el sufrimiento, Jess usa comparaciones sacadas de la vida: Aquel Da, el
que est en el terrado y tenga sus enseres en casa, no baje a recogerlos; y, de igual modo, el que est
en el campo, no se vuelva atrs. La destruccin vendr con tal rapidez que no merece la pena bajar
a la casa para buscar algo dentro (Mc 13,15-16). Acordaos de la mujer de Lot (cf. Gn 19,26),
esto es, no miris atrs, no perdis tiempo, tomad la decisin e id adelante: es cuestin de vida o de
muerte.
Lucas 17,33: Perder la vida para ganar la vida. Quien intente guardar su vida, la perder; y quien
la pierda, la conservar. Slo se siente realizada la persona que es capaz de darse enteramente a los
dems. Pierde la vida la que la conserva slo para s. Este consejo de Jess es la confirmacin de la
ms profunda experiencia humana: la fuente de la vida est en la entrega de la vida. Dando, se
recibe. En verdad os digo: el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo. Pero si muere, da
mucho fruto (Jn 12,24). Lo importante es la motivacin que aade el evangelio de Marcos: Por m
y por el Evangelio (Mc 8,35). Al decir que nadie es capaz de conservar su vida con su propio
esfuerzo, Jess evoca el salmo donde se dice que nadie es capaz de pagar el precio del rescate de la
vida: Nadie puede rescatar al hombre de la muerte, nadie puede dar a Dios su rescate; pues muy
caro es el precio de rescate de la vida, y ha de renunciar por siempre continuar viviendo
indefinidamente sin ver la fosa. (Sal 49,8-10).
Lucas 17,34-36: Vigilancia. Yo os lo digo: aquella noche estarn dos en un mismo lecho: al uno
tomarn y al otro le dejarn; habr dos mujeres moliendo juntas: a una la tomarn y a la otra la
dejarn. Evoca la parbola de las diez vrgenes. Cinco eran prudentes y cinco necias (Mt 25,1-11).
Lo que importa es estar preparado/a. Las palabras: Una la tomarn y otra la dejarn evocan las
palabras de Pablo a los Tesalonicenses (1Tes 4,13-17), cuando dice que en la venida del Hijo
seremos arrebatados al cielo junto con Jess. Estas palabras dejados atrs proporcionan el ttulo
de una terrible y peligrosa novela de extrema derecha fundamentalista de Estados Unidos: Left
behind! Esta novela no tiene nada que ver con el sentido real de las palabras de Jess.
Lucas 17,37: Dnde y cundo? Los discpulos preguntaron: "Seor, dnde ocurrir esto?" Jess
respondi: "Donde est el cuerpo, all tambin se reunirn los buitres". Respuesta enigmtica.
Algunos piensan que Jess evoca la profeca de Ezequiel, retomada en el Apocalipsis, en la cual el
profeta se refiere a la batalla victoriosa final contra los poderes del mal. Las aves de rapia o los
buitres sern invitadas a comer la carne de los cadveres (Ez 39,4.17-20; Ap 19,17-18). Otros
piensan que se trata del valle de Josafat, donde tendr lugar el juicio final segn la profeca de Joel
(Joel 4,2.12). Otros piensan que se trata simplemente de un proverbio popular que significaba ms o
menos lo mismo que dice nuestro proverbio: Cuando el ro suena, agua lleva!
4) Para la reflexin personal
Soy del tiempo de No y de Lot?
Novela de extrema derecha. Cmo me sito ante esta manipulacin poltica de la fe en Jess?
El evangelio de hoy nos relata otro asunto muy importante para Lucas, a saber: la oracin. Es la
segunda vez que Lucas nos trae palabras de Jess para ensear a rezar. (Lc 11,1-13). Nos ha
enseado el Padre Nuestro y, por medio de comparaciones y de parbolas, nos ensea que debemos
rezar con insistencia, sin desfallecer. Ahora, esta segunda vez, recurre de nuevo a una parbola
sacada de la vida para ensear la insistencia en la oracin (Lc 18,1-8). Es la parbola de la viuda
que incomoda al juez sin moral. La manera de presentar la parbola es muy didctica. Primero,
Lucas da una breve introduccin que sirve de llave de lectura. Luego cuenta la parbola. Al final,
Jess mismo la aplica.
Lucas 18,1: La introduccin. Lucas introduce la parbola con la siguiente frase: " Les propuso una
parbola para inculcarles que era preciso orar siempre sin desfallecer". La recomendacin a orar
Sin desfallecer aparece muchas veces en el Nuevo Testamento (1 Tes 5,17; Rom 12,12; Ef 6,18;
etc.). Este es un rasgo caracterstico de la espiritualidad de las primeras comunidades cristianas.
Lucas 18,2-5: La parbola. Luego Jess presenta dos personajes de la vida real: un juez sin
consideracin para Dios y sin consideracin para las personas, y una viuda que lucha por sus
derechos ante el juez. El simple hecho que Jess presenta estos dos personajes revela la conciencia
crtica que tena de la sociedad de su tiempo. La parbola presenta a la gente pobre luchando en el
tribunal por sus derechos. El juez decide atender a la viuda y hacerle justicia. El motivo es ste:
dejar libre de la obstinacin de la viuda y sta deje de importunarle. Motivo bien interesado. Pero
la viuda obtuvo lo que quera! Es ste el hecho de la vida diaria del que Jess se sirve para ensear
cmo rezar.
Lucas 18,6-8: La aplicacin. Jess aplica la parbola: " Od lo que dice el juez injusto; pues, no
har Dios justicia a sus elegidos, que estn clamando a l da y noche? Les har esperar? Os digo
que les har justicia pronto. Si no fuera Jess, nosotros no tendramos el valor de comparar a Dios
con un Juez inmoral. Al final Jess expresa una duda: " Pero, cuando el Hijo del hombre venga,
encontrar la fe sobre la tierra? Es decir, vamos a tener el valor de esperar, de tener paciencia,
aunque Dios se demora en atendernos?
Jess orante. Los primeros cristianos tenan una imagen Jess orante, en contacto con el Padre. De
hecho, la respiracin de la vida de Jess era hacer la voluntad del Padre (Jn 5,19). Jess rezaba
mucho e insista para que la gente y sus discpulos rezaran tambin. Pues es en la confrontacin con
Dios donde aparece la verdad y la persona se encuentra consigo misma en toda su realidad y
humildad. Lucas es el evangelista que ms nos informa sobre la vida de oracin de Jess. Nos
presenta a Jess en constante oracin. He aqu algunos de los momentos en los que Jess aparece
rezando. T puedes completar la lista:
- A los doce aos de edad va al Templo, a la Casa del Padre (Lc 2,46-50).
- Reza cuando es bautizado y asume la misin (Lc 3,21).
- Cuando inicia la misin, pasa cuarenta das en el desierto (Lc 4,1-2).
- En la hora de la tentacin, se enfrenta al diablo con textos de la Escritura (Lc 4,3-12).
- Jess tiene costumbre de participar en las celebraciones en las sinagogas, los sbados (Lc 4,16)
- Busca la soledad del desierto para rezar ( Lc 5,16; 9,18).
- La vspera de elegir a los doce Apstoles, pasa la noche en oracin (Lc 6,12).
- Reza antes de comer (Lc 9,16; 24,30).
- Cuando explica la realidad y habla de su pasin, reza (Lc 9,18).
- En la hora de la crisis sube al Monte para rezar y es transfigurado cuando reza (Lc 9,28).
- Ante la revelacin del Evangelio a los pequeos, dice: Padre, yo te alabo! (Lc 10,21)
- Rezando, despierta en los apstoles la voluntad de rezar (Lc 11,1).
- Reza por Pedro para que no desfallezca en la fe (Lc 22,32).
- Celebra la Cena Pascual con sus discpulos (Lc 22,7-14).
- En el Jardn de los Olivares, reza, sudando sangre (Lc 22,41-42).
- En la angustia de la agona, pide a los amigos que recen con l (Lc 22,40.46).
- En la hora de ser clavado en la cruz, pide perdn por los ladrones (Lc 23,34).
- En la hora de la muerte, dice "En tus manos entrego mi espritu!" (Lc 23,46; Sal 31,6)
- Jess muere soltando el grito del pobre (Lc 23,46).
Esta larga lista indica lo siguiente. Para Jess, la oracin estaba ntimamente unida a la vida, a los
hechos concretos, a las decisiones que deba tomar. Para poder ser fiel al proyecto del Padre, trataba
de quedarse a solas con l. De escucharlo. En los momentos difciles y decisivos de su vida, Jess
rezaba los Salmos. Al igual que todo judo piadoso, los conoca de memoria. La recita de los
Salmos no mat en l la creatividad. Por el contrario, Jess llega a componer l mismo un Salmo
que nos transmite. Es el Padre Nuestro. Su vida era una permanente oracin. No busco mi
voluntad, sino la voluntad de Aquel que me envi." (Jn 5,19.30) A l se aplica lo que dice el Salmo:
"No hago ms que orar!" (Sal 109,4)
4) Para la reflexin personal
Hay gente que dice que no sabe rezar, pero conversa con Dios todo el da. Conoces a personas
as? Cuenta cmo son. Hay muchas maneras que la gente usa para expresar su devocin y oracin.
Cules son?
Qu nos ensean estas dos parbolas sobre la oracin? Qu nos ensean sobre la manera de ver
la vida y las personas?
recobr la vista y le segua glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al verlo, alab a Dios. El ciego
haba invocado a Jess con ideas no totalmente correctas, pues el ttulo de Hijo de David no era
muy exacto. Pero l tiene ms fe en Jess que en sus ideas sobre Jess. Dio en el blanco. No
expresa exigencias como Pedro (Mc 8,32-33). Sabe entregar su vida aceptando a Jess sin imponer
condiciones. La curacin es el fruto de su fe en Jess. Curado, sigue a Jess y sube con l a
Jerusaln. De este modo, se vuelve discpulo, modelo para todos nosotros que queremos seguir a
Jess por el camino hacia Jerusaln: creer ms en Jess que en nuestras ideas sobre Jess. En esta
decisin de caminar con Jess est la fuente de valor y la semilla de la victoria sobre la cruz. Pues la
cruz no es una fatalidad, ni una exigencia de Dios. Es la consecuencia del compromiso de Jess, en
obediencia al Padre, de servir a los hermanos y no aceptar privilegios.
La fe es una fuerza que transforma a las personas. La Buena Nueva del Reino estaba escondida
entre la gente, escondida como el fuego bajo las cenizas de las observancias sin vida. Jess sopla
sobre las cenizas y el fuego se enciende, el Reino aparece y la gente se alegra. La condicin es
siempre la misma: creer en Jess. La curacin del ciego aclara un aspecto muy importante de
nuestra fe. A pesar de invocar a Jess con ideas no del todo correctas, el ciego tuvo fe y fue curado.
Se convirti, lo dej todo y sigui a Jess por el camino del Calvario. La comprensin total del
seguimiento de Jess no se obtiene por la instruccin terica, sino por el compromiso prctico,
caminando con l por el camino del servicio, desde Galilea hasta Jerusaln. Aquel que insiste en
mantener la idea de Pedro, esto es, del Mesas glorioso sin la cruz, no va a entender nada de Jess y
no llegar nunca a tomar la actitud del verdadero discpulo. Aquel que sabe creer en Jess y se
entrega (Lc 9,23-24), que acepta ser el ltimo (Lc 22,26), beber el cliz y cargar con su cruz (Mt
20,22; Mc 10,38), ste, al igual que el ciego, an teniendo las ideas no enteramente justas, seguir
a Jess por el camino (Lc 18,43). En esta certeza de caminar con Jess est la fuente de la audacia
y la semilla de la victoria sobre la cruz.
4) Para la reflexin personal
Cmo veo y siento el grito de los pobres: migrantes, negros, enfermos de SIDA, mendigos,
refugiados, tantos?
Cmo es mi fe: me fijo ms en las ideas sobre Jess o en Jess?
pblico sobre la circulacin de la mercanca. Zaqueo era el jefe de los publicanos de la ciudad.
Sujeto rico y muy ligado al sistema de dominacin de los romanos. Los judos ms religiosos
argumentaban as: El rey de nuestro pueblo es Dios. Por esto, la dominacin romana sobre
nosotros es contra Dios. Quien colabora con los romanos peca contra Dios! As, los soldados que
servan en el ejrcito romano y los cobradores de impuestos, como Zaqueo, eran excluidos y
considerados como pecadores e impuros.
Lucas 19,3-4: La actitud de Zaqueo. Zaqueo quiere ver a Jess. Siendo pequeo, corre hacia
delante, sube a un rbol, y espera para ver a Jess que pasa. Tiene enormes ganas de ver a Jess!
Anteriormente, en la parbola del pobre Lzaro y del hombre rico, sin nombre, (Lc 16,19-31), Jess
mostraba lo difcil que es para que un rico se convierta y abra la puerta de separacin para acoger al
pobre Lzaro. Aqu aparece el caso de un rico que no encierra en si riqueza. Zaqueo quiere algo
ms. Cuando un adulto, persona de peso en la ciudad, sube a un rbol es porque no est de acuerdo
con la opinin de los dems. Algo ms importante lo mueve por dentro. Est queriendo abrir la
puerta al pobre Lzaro.
Lucas 19,5-7: La actitud de Jess, reaccin del pueblo y de Zaqueo. Al llegar cerca y viendo a
Zaqueo sobre un rbol, Jess no pregunta ni exige nada. Apenas responde al deseo del hombre y
dice: "Zaqueo, baja pronto! Porque conviene que hoy me quede yo en tu casa." Zaqueo baja y
recibe a Jess en su casa, con mucha alegra. Todos murmuraban: "Ha ido a hospedarse en casa de
un hombre pecador!" Lucas dice que todos murmuraban! Esto significa que Jess estaba
quedndose solo en su actitud de acoger a los excluidos, sobre todo a los colaboradores del sistema.
Pero a Jess no le importan las crticas. Va a casa de Zaqueo y lo defiende contra las crticas. En vez
de pecador, le llama hijo de Abrahn (Lc 19,9).
Lucas 19,8: Decisin de Zaqueo. "Dar, Seor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo
defraud a alguien, le devolver cuatro veces ms. Esta es la conversin en Zaqueo por la acogida
de parte de Jess. Devolver cuatro veces lo que la ley mandaba en algunos casos (Ex 21,37; 22,3).
Dar la mitad de los bienes a los pobres era una novedad que produca el contacto con Jess. Era el
compartir que tena lugar de hecho.
Lucas 19,9-10: Palabra final de Jess. "Hoy ha llegado la salvacin a esta casa, porque tambin
ste es hijo de Abrahn" La interpretacin de la Ley por a Tradicin antigua exclua a los publicanos
de la raza de Abrahn. Jess dice que vino a buscar y a salvar a lo que estaba perdido. El Reino es
para todos. Nadie poda ser excluido. La opcin de Jess es clara, su llamada tambin: no es posible
ser amigo de Jess y seguir apoyando el sistema que margina y excluye a tanta gente. Al denunciar
las divisiones injustas, Jess abre el espacio para una nueva convivencia, regida por los nuevos
valores de verdad, justicia y amor.
Hijo de Abrahn: "Hoy ha llegado la salvacin a esta casa, porque tambin ste es hijo de
Abrahn!" A travs de la descendencia de Abrahn, todas las naciones de la tierra sern bendecida
(Gn 12,3; 22,18). Para las comunidades de Lucas, formadas por los cristianos de origen judaica
como de origen pagana, la afirmacin de Jess llamando a Zaqueo hijo de Abrahn era muy
importante. En ella encontraban la confirmacin de que, en Jess, Dios estaba cumpliendo las
promesas hechas a Abrahn, dirigidas a todas las naciones, tanto a los judos como a los gentiles.
Estos son tambin hijos de Abrahn y herederos de las promesas. Jess acoge a los que no eran
acogidos. Ofrece un sitio a los que no lo tienen. Recibe como hermano y hermana a las personas
que la religin y el gobierno excluan y etiquetaban como:
- inmorales: prostitutas y pecadores (Mt 21,31-32; Mc 2,15; Lc 7,37-50; Jo 8,2-11),
- herejes: paganos y samaritanos (Lc 7,2-10; 17,16; Mc 7,24-30; Jn 4,7-42),
- impuras: leprosos e posedos (Mt 8,2-4; Lc 17,12-14; Mc 1,25-26),
- marginados: mujeres, nios y enfermos (Mc 1,32; Mt 8,16;19,13-15; Lc 8,2-3),
- luchadores: publicanos y soldados (Lc 18,9-14;19,1-10);
- pobres: la gente de la tierra y los pobres sin poder (Mt 5,3; Lc 6,20; Mt 11,25-26).
4) Para la reflexin personal
Nuestra comunidad, cmo acoge a las personas despreciadas y marginadas? Somos capaces de
percibir los problemas de las personas y de prestarles atencin, como lo hizo Jess?
Cmo percibimos que la salvacin entra hoy en nuestra casa y en nuestra comunidad? La ternura
acogedora de Jess produce un cambio total en la vida de Zaqueo. La ternura acogedora de nuestra
comunidad est provocando algn cambio en el barrio? Cul?
aflora una idea equivocada de Dios que es criticada por Jess. El empleado ve a Dios como a un
dueo severo. Ante un Dios as, el ser humano siente miedo y se esconde detrs de la observancia
exacta y mezquina de la ley. Piensa que, al actuar as, no ser castigado por la severidad del
legislador. En realidad, una persona as no cree en Dios, sino que cree solamente en si misma, en su
propia observancia de la ley. Ella se cierra en s misma, se aleja de Dios y no consigue ocuparse y
preocuparse de los otros. Se vuelve incapaz de crecer como persona libre. Esta imagen falsa de Dios
asla al ser humano, mata la comunidad, acaba con la alegra y empobrece la vida. El rey responde:
'`Por tu propia boca te juzgo, siervo malo; sabas que yo soy un hombre severo, que tomo lo que no
puse y cosecho lo que no sembr; pues, por qu no colocaste mi dinero en el banco? Y as, al
volver yo, lo habra cobrado con los intereses. El empleado no fue coherente con la imagen que
tena de Dios. Si imaginaba a un Dios tan severo, hubiera tenido que colocar, por lo menos, el
dinero en el banco. As que es condenado no por Dios, sino por la idea errada que tena de Dios y
que le vuelve temeroso e inmaduro. Una de las cosas que ms influye en la vida de la gente es la
idea que nos hacemos de Dios. Entre los judos de la lnea de los fariseos, algunos imaginaban a
Dios como a un Juez severo que los trataba de acuerdo con el mrito conquistado por las
observancias. Esto produca miedo e impeda a las personas el poder crecer. Sobretodo, impeda que
las personas pudiesen abrir un espacio dentro de s para acoger la nueva experiencia de Dios que
Jess comunicaba.
Lucas 19,24-27: Conclusin para todos. Y dijo a los presentes: `Quitadle la mina y ddsela al que
tiene las diez minas.' Dijronle: `Seor, tiene ya diez minas.' -`Os digo que a todo el que tiene, se le
dar; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitar. El seor manda quitarle las cien monedas
y darlas a aquel que ya tena mil, porque a todo el que tiene, se le dar, pero al que no tiene, aun lo
que tiene se le quitar. En esta frase final est la clave que aclara la parbola. En el simbolismo de
la parbola, las monedas de plata del rey son los bienes del Reino de Dios, esto es, todo aquello que
hace crecer a las persona y revela la presencia de Dios: amor, servicio, compartir. Aquel que se
cierra en si mismo con miedo a perder lo poco que tiene, ste va a perder lo poco que ya tiene. La
persona, pues, que no piensa en s, sino que se entrega a los otros, sta va a crecer y a recibir a su
vez, de forma inesperada, todo lo que entreg y mucho ms: cien veces ms, con persecuciones
(Mc 10,30). Pierde la vida quien quiere salvarla, gana su vida quien tiene el valor de perderla (Lc
9,24; 17,33; Mt 10,39;16,25;Mc 8,35). El tercer empleado tiene miedo y no hace nada. No quiere
perder nada y, por esto, no gana nada. Pierde hasta lo poco que tiene. El Reino es riesgo. Aquel que
no quiere correr riesgos, pierde el Reino!
Lucas 19,28: Volviendo a la triple llave inicial. Al final, Lucas concluye el asunto con esta
informacin: Y dicho esto marchaba por delante, subiendo a Jerusaln. Esta informacin final
evoca la triple llave dada al comienzo: acogida a los excluidos, proximidad de la pasin, muerte y
resurreccin de Jess en Jerusaln y la idea de la inminente llegada del Reino. A los que pensaban
que el Reino de Dios estaba por llegar, la parbola manda mudar la mirada. El Reino de Dios llega,
s, pero a travs de la muerte y de la resurreccin de Jess que acontece en breve en Jerusaln. Y el
motivo de la muerte fue su acogida, la acogida que Jess daba a los excluidos como Zaqueo y a
tantos otros. Molestaba a los grandes y ellos lo eliminaron condenndolo a muerte y a una muerte
de cruz.
4) Para la reflexin personal
En nuestra comunidad, tratamos de conocer y valorar los dones de cada persona? A veces los
dones de unos generan envidia y competitividad en otros. Cmo reaccionamos?
Nuestra comunidad es un espacio donde las personas pueden explayar sus dones?
3) Reflexin
El contexto. Tras describir la subida de Jess a Jerusaln (17,11-19,28), Lucas lo presenta ahora
realizando su accin en el contexto del templo. Despus de la entrada del enviado del Seor a
Jerusaln pasando por la puerta de oriente (19,45), el templo es el primer lugar en que Jess lleva a
cabo su accin: las controversias que se narran tienen lugar en este sitio y a l hacen referencia. La
subida de Jess al templo no es slo una accin personal sino que afecta tambin a la multitud de
los discpulos (v.37) en su relacin con Dios (vv.31-34). Lucas narra ante todo un primer episodio
en el que presenta los preparativos de la entrada de Jess en el templo (vv.29-36) y su realizacin
(vv.37-40); sigue despus una escena en la que se presenta a Jess llorando sobre la ciudad (vv.4144), mientras que en la siguiente encontramos la narracin de nuestro pasaje de hoy: su presencia en
el templo y la expulsin de los vendedores (vv.45-48).
El gesto de Jess. No tiene un valor poltico, sino una significacin proftica. Parecer al lector
que la meta del gran viaje de Jess a Jerusaln es su ingreso en el templo. Es evidente la referencia
a la profeca de Malaquas y su cumplimiento con la entrada de Jess en el templo: Y enseguida
vendr a su Templo el Seor a quien vosotros buscis (3.1). Jess une al gesto de expulsar del
templo a los vendedores dos referencia a la Escritura: Ante todo Is 56, 7: Mi casa ser casa de
oracin. El templo es el lugar en el que Jess se dirige al Padre. La actividad comercial y
especulativa ha convertido el templo en una cueva de ladrones y lo ha desprovisto de su nica y
exclusiva misin: el encuentro con la presencia de Dios. La segunda referencia a la Escritura est
tomada de Jr 7,11: En cueva de bandoleros se ha convertido a vuestros ojos esta Casa que se
llama por mi Nombre?. La imagen de cueva de ladrones le sirve a Jess para condenar el trfico
material en sentido amplio y no slo los trficos deshonestos que de manera velada e ilegal se
cometan en el templo. Jess exige un cambio de rumbo: purificar el templo de todas aquellas
negatividades humanas y conducirlo a su funcin originaria: rendir verdadero servicio a Dios.
Expulsando a estos impostores del comercio se cumple la profeca de Zacaras: Y no habr ms
comerciante en la Casa de Yahv Sebaot aquel da (14,21). Al pronunciarse as Jess sobre el
templo, no se refiere a una restauracin de la pureza del culto, como era la intencin de los zelotas.
La intencin de Jess va ms all de la pureza del culto, es ms radical, es intransigente: el templo
no es una obra realizada por el esfuerzo humano; la presencia de Dios no est ligada a su aspecto
material; el autentico servicio a Dios lo realiza Jess en su enseanza. Con motivo de esta
predicacin los sumos sacerdotes, los escribas y los notables del pueblo buscaban matarlo (v.47).
En los lmites temporales del espacio del templo, Jess lleva a cabo una enseanza altamente
significativa, es ms, es justamente en este lugar tan fundamental para los judos donde su
enseanza alcanza el vrtice, y ser desde aqu desde donde partir la palabra de los apstoles (Hch
5,12.20.25.42). La difusin de la Palabra de gracia de la que Jess es el nico portador se abre como
un arco que tiene su inicio cuando con doce aos discute entre los Doctores de la ley en el templo;
contina con su enseanza mientras atraviesa Galilea y durante el camino hacia Jerusaln; y se
completa con la entrada en el templo donde toma posesin de la casa de Dios. En este lugar se
echan los fundamentos para la futura misin de la Iglesia: la difusin de la palabra de Dios. Los
principales del pueblo no pretenden suprimir a Jess por haber destruido los negocios econmicos
del templo, sino que sus motivos alcanzan a toda su anterior actividad docente y se hacen patentes
ante el discurso contra el templo. Jess reivindica algo que desencadena la reaccin de los sumos
sacerdotes y de los escribas. En contraste con esta actitud hostil aparece la actitud del pueblo que
le oa pendiente de sus labios. Jess es visto como el mesas que, con su Palabra de gracia, rene
en torno a l al pueblo de Dios.
4) Pare el examen personal
Tu oracin al Seor consiste en una relacin sencilla de padre a hijo como fuerza para
comunicarte con Dios, o ms bien est recubierta de costumbres y prcticas con la pretensin de
conseguir su benevolencia?
Al escuchar la palabra de Jess, te sientes cogido por su enseanza como la multitud que estaba
pendiente de sus labios? Es decir, prestas la debida atencin a la escucha del Evangelio para unirte
a Cristo?
Dios (Eclo 35,2; cf. Eclo 17,17; 29,12; 40,24). Dar limosna era una manera de reconocer que todos
los bienes y dones pertenecen a Dios y que nosotros no somos que administradores de esos dones.
Pero la tendencia a la acumulacin sigue muy fuerte. Cada vez renace de nuevo en el corazn
humano. La conversin es necesaria siempre. Por eso Jess dijo al joven rico: Va, vende todo lo
que tienes y dalo a los pobres (Mc 10,21). La misma exigencia se repite en los otros evangelios:
Vended vuestros bienes y dadlos en limosna: haceos bolsas que no se gastan, un tesoro inagotable
en los cielos, adonde ni el ladrn llega ni la polilla roe (Lc 12,33-34; Mt 6,9-20). La prctica del
compartir y de la solidaridad es una de las caractersticas que el Espritu de Jess quiere realizar en
las comunidades. El resultado de la efusin del Espritu en el da de Pentecosts fue ste: No haba
entre ellos indigentes, pues cuantos eran dueos de haciendas o casas las vendan y llevaban el
precio de lo vendido y lo depositaban a los pies de los apstoles (Hechos 4,34-35; 2,44-45). Estas
limosnas colocadas a los pies de los apstoles no se acumulaban, sino que y a cada uno se le
reparta segn su necesidad (Hechos 4,35b; 2,45). La entrada de los ricos en las comunidades
cristianas posibilit, por un lado, una expansin del cristianismo, al ofrecer mejores condiciones
para los viajes misioneros. Pero por otro lado la tendencia a la acumulacin bloqueaba el
movimiento de la solidaridad y del compartir. Santiago ayudaba a las personas a que tomaran
conciencia del camino equivocado: Y vosotros los ricos, llorad a gritos por las desventuras que os
van a sobrevenir. Vuestra riqueza est podrida; vuestros vestidos, consumidos por la polilla; vuestro
oro y vuestra plata, comidos de orn. (Sant 5,1-3). Para aprender el camino del Reino, todos
debemos volvernos alumnos de aquella pobre viuda, que comparti con los dems hasta lo
necesario para vivir (Lc 21,4).
4) Para la reflexin personal
Cules son las dificultades y las alegras que has encontrado en tu vida para practicar la
solidaridad y compartir con los otros?
Cmo es que los dos centavos de la viuda pueden valer ms que las muchas monedas de los
ricos? Cul es el mensaje de este texto para nosotros hoy?
preguntan: "Maestro, cundo suceder esto? Y cul ser la seal de que todas estas cosas estn
para ocurrir?" Ellos quieren ms informacin. El Discurso Apocalptico que sigue es la respuesta de
Jess a esta pregunta de los discpulos sobre el cundo y el cmo de la destruccin del Templo. El
evangelio de Marcos informa lo siguiente sobre el contexto en que Jess pronunci este discurso.
Dice que Jess haba salido de la ciudad y estaba sentado en el Monte de los Olivares (Mc 13,2-4).
All, desde lo alto del Monte, tena una vista majestuosa del Templo. Marcos nos dice que eran slo
cuatro los discpulos que fueron a escuchar el ltimo discurso. Al comienzo de su predicacin, tres
aos antes, all en Galilea, las multitudes iban detrs de Jess para escuchar sus palabras. Ahora, en
el ltimo discurso, hay apenas cuatro oyentes: Pedro, Santiago, Juan y Andrea (Mc 13,3).
Eficiencia y buen resultado no siempre se miden por la cantidad!
Lucas 21,8: Objetivo del discurso: "Mirad, no os dejis engaar!" Los discpulos haban
preguntado: "Maestro, cundo suceder eso? Y cul ser la seal de que todas estas cosas estn
para ocurrir? Jess empieza su respuesta con una advertencia: "Mirad, no os dejis engaar.
Porque vendrn muchos usurpando mi nombre y diciendo: `Yo soy' y `el tiempo est cerca'. No les
sigis. En poca de mudanzas y de confusin siempre aparecen personas que quieren sacar
provecho de la situacin engaando a los dems. Esto acontece hoy y estaba ocurriendo en los aos
80, poca en que Lucas escribe su evangelio. Ante los desastres y guerras de aquellos aos, ante la
destruccin de Jerusaln del ao 70 y ante la destruccin de la persecucin de los cristianos por el
imperio romano, muchos pensaban que el fin de los tiempos estuviera llegando. Y hasta haba gente
que deca: Dios ya no controla los hechos. Estamos perdidos! Por esto, la preocupacin
principal de los discursos apocalpticos es siempre la misma: ayudar a las comunidades a discernir
mejor los signos de los tiempos para no dejarse engaar por las conversaciones de la gente sobre el
fin del mundo: "Mirad, no os dejis engaar!". Luego viene el discurso que ofrece seales para
ayudarlos en el discernimiento y, as, aumentar en ellos la esperanza.
Lucas 21,9-11: Seales para ayudar a leer los hechos. Despus de esta breve introduccin,
empieza el discurso propiamente dicho: Cuando oigis hablar de guerras y revoluciones, no os
aterris; porque es necesario que sucedan primero estas cosas, pero el fin no es inmediato.
Entonces les dijo: Se levantar nacin contra nacin y reino contra reino. Habr grandes
terremotos, peste y hambre en diversos lugares, habr cosas espantosas y grandes seales del cielo.
Para entender bien estas palabras, es bueno recordar lo siguiente. Jess viva y hablaba en el ao 33.
Los lectores de Lucas vivan y escuchaban en el ao 85. Ahora, en los aos cincuenta, entre el ao
33 y el ao 85, la mayora de las cosas mencionadas por Jess haban acontecido ya y todos las
conocan. Por ejemplo, en varias partes del mundo haba guerras, aparecan falsos mesas, surgan
enfermedades y pestes y, en Asia Menor, los terremotos eran frecuentes. En un estilo bien
apocalptico, el discurso enumera todos estos acontecimientos, uno despus de otro, como seales o
como etapas del proyecto de Dios en la andadura de la historia del Pueblo de Dios, desde la poca
de Jess hasta el fin de los tiempos:
1a seal: los falsos mesas (Lc 21,8);
2a seal: guerras y revoluciones (Lc 21,9);
3a seal: nacin contra otra nacin, un reino contra otro reino, (Lc 21,10);
4a seal: terremotos en varios lugares (Lc 21,11);
5a seal: hambre, peste y seales en el cielo (Lc 21,11);
Hasta aqu el evangelio de hoy. El evangelio de maana trae una seal ms: la persecucin de las
comunidades cristianas (Lc 21,12). El evangelio de pasado maana trae dos seales ms: la
destruccin de Jerusaln y el inicio de la desintegracin de la creacin. As, por medio de estas
seales del Discurso Apocalptico, las comunidades de los aos ochenta, poca en la que Lucas
escribe su evangelio, podan calcular a qu altura se encontraba la ejecucin del plan de Dios, y
descubrir que la historia no se haba escapado de la mano de Dios. Todo era conforme con lo que
Jess haba previsto y anunciado en el Discurso Apocalptico.
4) Para la reflexin personal
Qu sentimiento te habitaba durante la lectura de este evangelio de hoy? Sentimiento de miedo
o de paz?
Piensas que el fin del mundo est cerca? Qu responder a los que dicen que el fin del mundo
est cerca? Qu es lo que hoy anima a la gente a resistir y tener esperanza?
Ahora estamos en la sexta y en la sptima etapa. Cuntas etapas o seales faltan hasta que llegue el
fin? Falta mucho? La respuesta viene ahora en la 8 seal: "Habr seales en el sol, en la luna y
en las estrellas; y en la tierra, angustia de la gente, trastornada por el estruendo del mar y de las olas.
Los hombres se quedarn sin aliento por el terror y la ansiedad ante las cosas que se abatirn sobre
el mundo, porque las fuerzas de los cielos se tambalearn. La 8 seal es diferente de las otras
seales. Las seales en el cielo y en la tierra son una muestra de lo que est llegando, al mismo
tiempo, el fin del viejo mundo, de la antigua creacin y el comienzo de la llegada del cielo nueva y
de la tierra nueva. Cuando la cscara del huevo empieza a rasgarse es seal de que lo nuevo est
apareciendo. Es la llegada del Mundo Nuevo que est provocando la desintegracin del mundo
antiguo. Conclusin: falta muy poco! El Reino de Dios est llegando.
Lucas 21,27-28: La llegada del Reino de Dios y la aparicin del Hijo del Hombre. Y entonces
vern venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. Cuando empiecen a suceder
estas cosas, cobrad nimo y levantad la cabeza, porque se acerca vuestra liberacin. En este
anuncio, Jess describe la llegada del Reino con imgenes sacadas de la profeca de Daniel (Dan
7,1-14). Daniel dice que, despus de las desgracias causadas por los reinos de este mundo, vendr el
Reino de Dios. Los reinos de este mundo, todos ellos, tienen figura de animal: len, oso, pantera y
bestias salvajes (Dn 7,3-7). Son reinos animales, deshumanizan la vida, como acontece con el reino
neoliberal hasta hoy! El Reino de Dios, pues, aparece como un aspecto del Hijo del Hombre, esto
es, con un aspecto humano de gente (Dn 7,13). Es un reino humano. Construir este reino que
humaniza, es tarea de la gente de las comunidades. Es la nueva historia que debemos realizar y que
debe reunir a la gente de los cuatro lados del mundo. El ttulo Hijo del Hombre es el nombre que a
Jess le gustaba usar. Solamente en los cuatro evangelios, este nombre aparece ms de 80 (ochenta)
veces. Todo dolor que soportamos desde ahora, toda la lucha a favor de la vida, toda la persecucin
por causa de la justicia, todo el dolor de parto, es semilla del Reino que va a llegar en la 8 seal.
4) Para la reflexin personal
Persecucin de las comunidades. Destruccin de Jerusaln. Desesperacin. Ante los
acontecimientos que hoy hacen sufrir a la gente me desespero? Cul es la fuente de mi esperanza?
Hijo de Hombre es el ttulo que Jess gustaba usar. El quera humanizar la vida. Cuanto ms
humano, ms divino, deca el Papa Len Magno. En mi relacin con los dems, soy humano?
del mensaje. Es reflexionando juntos en comunidad que la luz aparece. Y la luz es sta:
experimentar en todo lo que acontece una llamada a no encerrarse en el momento presente, sino
mantener el horizonte abierto y percibir en todo una flecha que apunta ms all, hacia el futuro.
Pero la hora exacta de la llegada del Reino nadie la sabe. En el evangelio de Marcos, Jess llega a
decir: "Cuanto a ese da o a esa hora, nadie la conoce, ni los ngeles del cielo, ni el Hijo, sino slo
el Padre." (Mc 13,32).
Lucas 21,32-33: Yo os aseguro que no pasar esta generacin hasta que todo esto suceda. El cielo
y la tierra pasarn, pero mis palabras no pasarn. Esta palabra de Jess evoca la profeca de Isaas
que deca: "Toda carne es hierba y toda su gloria como flor del campo. Scase la hierba, marchtase
la flor cuando pase sobre ella el soplo de Yahv. Scase la hierba, marchtase la flor, pero la palabra
de nuestro Dios permanece para siempre (Is 40,7-8). La palabra de Jess es la fuente de nuestra
esperanza. Lo que dice acaecer!
La venida del Mesas y el fin del mundo. Hoy mucha gente vive preocupada con el fin del mundo.
Algunos se basan en una lectura errada y fundamentalista del Apocalipsis de Juan, y llegan a
calcular la fecha exacta del fin del mundo. En el pasado, a partir de los mil aos mencionados en
el Apocalipsis (Ap 20,7), la gente sola repetir: El ao 1000 pas, pero el 2000 no pasar! Por
esto, en la medida en que se iba acercando el ao 2000, muchos quedaban preocupados. Hubo hasta
gente que, angustiada con la llegada del fin del mundo, lleg a suicidarse. Pero en ao 2000 pas y
nada aconteci. El fin del mundo no lleg! La misma problemtica estaba viva en las comunidades
cristianas de los primeros siglos. Ellas vivan en la expectativa de la venida inminente de Jess.
Jess vendra a realizar el Juicio Final para terminar con la historia injusta del mundo ac abajo e
inaugura una nueva fase de la historia, la fase definitiva del Nuevo Cielo y de la Nueva Tierra.
Pensaban que esto ocurrira dentro de una o dos generaciones. Mucha gente estara con vida todava
cuando Jess iba a aparecer glorioso en el cielo (1Ts 4,16-17; Mc 9,1). Y haba hasta personas que
haban dejado de trabajar, porque pensaban que la venida fuera cosa de pocos das o de semanas
(2Tes 2,1-3; 3,11). As pensaban. Pero hasta ahora, la venida de Jess todava no ha ocurrido!
Cmo entender esta demora? En las calles de la ciudad, la gente ve pintadas en las paredes las
palabras Jess volver! Viene o no viene? Y cmo ser su venida? Muchas veces la afirmacin
Jess volver es usada para dar miedo a las personas y obligarlas a ir a una determinada iglesia.
En el Nuevo Testamento, el retorno de Jess es siempre motivo de alegra y de paz. Para los
explotados y oprimidos, la venida de Jess es una Buena Noticia. Cundo vendr? Entre los judos,
las opiniones eran muy variadas. Los saduceos y los herodianos decan: Los tiempos mesinicos
llegaron ya! Pensaban que su bienestar durante el gobierno de Herodes fuera expresin del Reino
de Dios. Por esto, no queran cambio y estaban en contra de la predicacin de Jess que convocaba
a la gente para cambiar y convertirse. Los fariseos decan: La llegada del Reino va a depender de
nuestro esfuerzo en la observancia de la ley! Los esenios decan: El Reino prometido llegar slo
cuando hayamos purificado el pas de todas las impurezas. Entre los cristianos haba la misma
variedad de opiniones. Algunos de la comunidad de Tesalnica en Grecia, apoyndose en la
predicacin de Pablo, decan: Jess volver! (1 Tes 4,13-18; 2 Tes 2,2). Pablo responde que no
era tan simple como se lo imaginaban. Y a los que haban dejado de trabajar deca: Quien no
quiere trabajar, que no coma! (2Tes 3,10). Probablemente se trataba de gente que a la hora del
almuerzo iba a mendigar comida a casa del vecino. Los cristianos opinaban que Jess volvera
despus que el evangelio fuera anunciado al mundo entero (Hechos 1,6-11). Y pensaban que cuanto
mayor fuera el esfuerzo de evangelizar, ms rpidamente vendra el fin del mundo. Otros, cansados
de esperar, decan: No volver! (2 Pd 3,4). Otros basndose en las palabras de Jess, decan con
acierto: Ya est en medio de nosotros! (Mt 25,40).
Hoy pasa lo mismo. Hay gente que dice: Como van las cosas, est bien tanto en la Iglesia como en
la sociedad. No quieren cambios. Otros esperan el retorno inmediato de Jess. Otros piensan que
Jess volver por medio de nuestro trabajo y anuncio. Para nosotros, Jess est en medio de
nosotros (Mt 28,20). El ya est de nuestro lado en la lucha por la justicia, por la paz, por la vida.
Pero la plenitud no ha llegado todava. Por esto, esperamos con firme esperanza la liberacin total
de la humanidad y de la naturaleza (Rom 8,22-25).