El Salto Al Centro Prácticas de Interiorización

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 283

Es ste un volumen festivo donde parece que todo aterriza y se hace tangible,

prometedor y al alcance de la mano... Aunque ciertamente hay que tener la mano gil y
adiestrada, casi de prestidigitador.
Lo que ahora publico ha sido como mi secreto, aunque a voces, durante mis aos de
trabajo por esos mundos de Dios. Y digo secreto me lo he guardado celosamente y no lo he
querido publicar en ningn momento. Y digo a voces porque lo daba todo cuando me
encontraba frente a uno de los muchos grupos de personas con los que he trabajado.
Una de las razones de mi reserva era el hecho irremediablemente repito de que muchos
tienen tendencia a trivializarlo todo en seguida; a reducir el trabajo nicamente a
tcnicas, en niveles elementales, casi regresivos; y otra el de no dejar que cayera en
manos de personas curiosas, meramente curiosas y utilitaristas, que de todo he
encontrado, ms empeadas en escuchar y saber para poder conducir sus propios grupos
personales, que en vivir personalmente la experiencia cotidiana y continuada de la propia
transformacin, con toda la belleza del dolor que supone el crecimiento y el
desmoronamiento de lo viejo.
Hoy, es mi parecer arraigado, existen muchas mesitas provisionales, al estilo hippy,
donde se vende de todo, sin especial consistencia ni calidad. Y de estos tenderetes han
salido los que
llamo vendedores de tcnicas, que tanta satisfaccin dan a quienes no estn
verdaderamente interesadas en un proceso interior necesario y comprometido.
Y me he dedicado, calladamente, como quien hace alquimia en secreto a limpiar las
palabras. Procuro evitar la palabra tcnica, que me parece permanente a la sociedad de
consumo y no al trabajo de artesana, de uno en uno, no en serie, que intento hacer. Y en
este trabajo de elaborar un lenguaje depurado, la palabra ms brillante es laFe. Una fe
descarnada y llana en Dios. Ella es como la partida de bautismo para poder entrar en este
camino y hacer que todo vaya siendo un milagro permanente, y que lo aparentemente
trivial, sea extraordinario.
Otra palabra es actitud. Es imposible mover desde afuera a una persona sin el
compromiso interior volcado en el proceso mismo del trabajo por darle salida a su fe. Una
actitud de entrega sencilla y persistente, aunque sin emocionalismo, pero lcida, como
quien est asistiendo contemplativamente a un nacimiento prolongado del da.

Otra palabra es procedimiento. El procedimiento es algo ms que una simple


tcnica, como un proyecto de ebanistera es algo ms que el martillo que va a participar en
esa actividad creadora.
En ocasiones, incluso, el procedimiento se difumina hasta parecer una actitud, una
disposicin de la mente, ms que un instrumento o una herramienta de trabajo.
Una tentacin, aunque de las menores, es el leer este volumen prescindiendo del
contexto doctrinal del que surge. Hay personas que tienen prisa y van a lo prctico.
Ese volumen no puede entenderse independientemente de lo que se expone en
Cerebro, Personalizacin y Meditacin o en mis volmenes anteriores El Camino de la
Libertad (seis volmenes).
De todos los modos soy perfectamente consciente de que nicamente puedo hacer una
recomendacin porque una vez se suelta la mano y la mariposa se vuela, ya resulta
imposible controlar sus movimientos.
Hay otra conexin imprescindible, y son las cintas grabadas, de prcticas
exclusivamente, que he publicado.
Muchas personas podran iniciarse con ellas y con la base doctrinal que se les ofrece.
Pero aconsejo seguir gradualmente las cintas, no guindose, como muchos han hecho ya,
nicamente por la que ms les gusta. Todas tienen sentido, una tras otra, como el
caminar... paso a paso...
Las prcticas responden a un pensamiento estructurado globalmente que tiende a
abrir a la persona a niveles crecientes de lucidez y conciencia.
Respetamos la gratuidad de don de Dios; somos cuidadosos con la propia profundidad,
frgil y ligera para huir y quedarse cuando se la trata con poco respeto. Las prcticas no
son talismanes. Sirven a una actitud profunda de entrega y bsqueda persona e
intransferible.
Bsicamente hablo de las tres R (Respiracin-Relajacin y Ritmo) como prcticas
clave y comprobadas. Pero hay que acercarse a ellas con humildad y sin forzarlas. Esta es
la enseanza que frecuentemente no se da, sino que, al contrario, se las presenta como
todo poderosas, y adems, sin relacin profunda con la sinceridad y con la entrega
personal a Dios y a la investigacin de la propia realidad profunda.
A estas prcticas aado otra que considero como prctica total, y que llama
aprendizaje de la pasividad. Le he dedicado una amplitud inusual porque es
sorprendentemente importante el entenderla y el llevarla adelante.
En realidad la pasividad, consciente, productiva, enrgica, es el objetivo de todas
las prcticas. Es lo que intentan igualmente las tres R. Pero entendiendo que puede,
independientemente de ir por esos tres caminos clsicos, trabajarse directamente.

Cuando lo he credo oportuno, he repetido algunas ideas o citas anteriormente


expuestas, o incluso, algn grfico, para evitar referencias lejanas, para sealar que
aquello ahora se est cumpliendo en la prctica. Y en estos casos he procurado ser
breve y repetir lo indispensable.
Y termino tratando de justificar por qu despus de unos cuantos aos de irme
reservando el material de trabajo prctico, lo entrego ahora de para en par.
Sencillamente porque me he dado cuenta de que algn da tendr que hacerlo, lo cual
suena a vanidad,;pero tambin porque me he dado cuenta de que muchas personas a las
que nunca he visto, estn muy presentes en mi vida y muy ligadas a este trabajo y lo
reclaman tambin para s. No puedo esperar a verlas fsicamente para darles esa ayuda. Y
la conviccin profunda de que los peligros que quera evitar no los evito dndolo todo
en un clima de trabajo con quien tengo delante.
Entonces se me ocurri jugar sembrador, que es lo que he hecho estos aos y caiga
donde caiga. Y lo quiero decir con una imagen ms infantil y sencilla: he querido soplar la
frgil flor del cardo, el tembloroso vilano, y que, como pequeos paracadas, vuelen y
vuelen y vayan a donde tengan que ir, que es imposible seguir los caminos de una semilla:
tan imposible como seguir los caminos de Dios... Y despus de soplar, simplemente
contemplar el espectculo en silencio, como quien ha hecho lo posible.
Por eso deca que este volumen es en cierta manera festivo y en cierta manera
aejo, porque lo he dejado reposar varios aos en mi interior bodega.
Y termino presentando dos prcticas fundamentales que tienen como objetivo directo
el desapego, la libertad interior y el condicionamiento del subconsciente.
La gran importancia que tienen, me ha hecho darles una extensin no dada a ninguna
de las prcticas anteriores.
Las llamo Aprendizaje de la actitud pasiva, que no se debe confundir con el no
hacer nada; y Dominio y control de la mente profunda.
Hace algn tiempo, con anterioridad a esto, publiqu varias cintas o grabaciones.
Entre ellas el segundo nivel, cintas 3 y 4, eran como un aparato nuevo que se compra, pero
sin las instrucciones para su manejo. Ahora, con estos dos ltimos captulos, pretendo dar
las instrucciones detalladas para su utilizacin lo que puede parecer complicado, cuando
se hace familiar, es tan sencillo como todo lo cotidiano. Lo importante es hacer bien el
rodaje, que la calidad inicial del aprendizaje sea alta; y, despus, suficiente fuerza y
aspiracin interior para seguir adelante, cueste lo que cueste y ocurra lo que ocurra.
Lo que puede parecer cuestin de tiempo, y en parte lo es, es sobre todo cuestin de
calidad de corazn.
El trabajo es lo suficientemente razonable y est lo suficientemente razonado como
para convencer a aquellos que tiene niveles siquiera mnimos de libertad interior frente a
sus propios estados emocionales o a sus seguridades diarias.

Pero estoy convencido de que aqu, como en todo, slo los sencillos son la buena
tierra.

SENTIDO DE LAS PRACTICAS

Objetivo bsico de las prcticas.


Legitimidad de un esfuerzo inteligente.
Liberar la conciencia.
Armona y receptividad.
Los procedimientos.
Sentido y estructura de las prcticas.
Lmites de las prcticas.

Objetivo bsico de las prcticas


Las prcticas pretenden realizar lo que el silencio trata de conseguir. El objetivo
fundamental de toda prctica de interiorizacin es silenciarnos, lo que esencialmente
conlleva
1. Diluir poco a poco el ego, el yo falso y su enorme poder conflictivo y
desinteriorizador.
Con esto estara todo hecho. Cuneado el yo falso desaparece todo lo que hay que
hacer est hecho. Lo dems ocurre. Y es
2. Conecta con la profundidad de todo.
3. En un estado permanente de comunin, destruidas las barreras que nos separaban
y nos producan la ilusin de ser distintos y de estar separados. En el fondo todos
estamos unidos en la misma expresin del amor de Dios que nos hace existir.
4. Hacemos receptivos y transparentes a la Fuerza de Dios y dciles instrumentos
de la manifestacin de su amor a travs de nosotros, sin resistencias, sin conflictos
internos.
Estos objetivos no son alternativas diferentes; y configuran toda una tarea irrenunciable,
de la que el hombre tiene que irse haciendo consciente.
Por otra parte, cuando se han creado las mejores condiciones para la apertura a todo y
particularmente a la buena Voluntad de Dios sobre nosotros, todo ocurre por s mismo.
Legitimidad de un esfuerza inteligente
Es legtimo el esfuerzo que surge de la compresin inteligente de la mente humana. Y
es generalmente esclarecedor el partir de la idea misma de mente como conciencia
encarnada.
En todo desarrollo espiritual hay un perodo que llamamos activo u que es porque
depende en gran parte de la iniciativa inteligente de la persona.
Si esta se sabe comprender que en su estructura mental existen enormes posibilidades
de desarrollo, de disponibilidad, de entrega, paralelos al proceso mismo de interiorizacin,
ser ms posible la realizacin de una mente cristiana y de lo que la prepara: la armona
interior.
No basta decir, aparte de que es falso, que Dios lo har todo. Es necesario que
ejercitemos nuestra libertad personal y la conciencia que hace posible el advenimiento del
Amor, de la Sabidura y la Gracia.

Pero es preciso juntar


... la fe con la ciencia y la sabidura para contribuir a su recproca
compenetracin... (1)
(1) Juan Pablo II, Redempor hominis, parte 4, n. 19.
El hombre es, no solamente una realidad de libertad, sino tambin un acontecimiento
cientfico. No es una existencia caprichosa sino dirigida por leyes que modelan su cuerpo,
su corazn y su pensamiento.
Dominar estas leyes es ser dueos de la propia libertad, de forma que sea posible
ejercerla inteligentemente y no nicamente por un esfuerzo de la voluntad que se impone
por encima de todo, en orden a posibilitar la apertura y disponibilidad a Dios.
Liberar la conciencia
No podemos desligar la comprensin delas prcticas dela exposicin terica expuesta
anteriormente.
La esencia misma de las prcticas consiste en un proceso de liberacin dela conciencia,
de manera que sta pueda darse cuenta directamente de la realidad esencial que somos
cada uno y abrirse a la posibilidad de Dios que nos vive.
La incapacidad actual de la propia conciencia para sintonizar con esa realidad
fundamental depende de la situacin de la conciencia atrapada y cerrada:
__ atrapada por sus propios condicionamientos; por sus propios contenidos,
pensamientos, imgenes...
__ limitada a una realidad de superficie, definida, estrecha
En estas condiciones el objetivo inmediato del trabajo prctico va a consistir
__ en liberar la conciencia; descondicionarla
__ en abrirla; rescatarla de la cerrazn a la que la somete fundamentalmente el ego y
la actividad egocntrica.
De la definicin que tenemos de mente, como conciencia encarnada, va a salir el
enfoque bsico prctico para liberar la conciencia.
Liberar la conciencia significa liberarla de todos los mbitos en los que se encarna:
__ ambiente
__ cuerpo

__ afectividad
__ pensamiento
Todas estas estructuras tiene un gran poder y ejercen un predominio sobre la conciencia.
Es preciso, pues, no destruirlas, porque son esencialmente buenas, pero s quitarles el
protagonismo que corresponde a la conciencia. Y para ello hay que
__ debilitar su influencia
__ metodolgicamente dejarlas, hasta que la conciencia pueda recuperar su
protagonismo.
__ y recuperarlas nuevamente, aunque subordinadas, sometidas a la fuerza de una
conciencia fortalecida.
Todas esas estructuras son, lo que llamo, la carne, donde la conciencia se encarna.
Al ir debilitando toda la estructura y predominio de la carne, la persona se da cuenta de
que puede seguir viviendo, de que no se diluye la realidad fundamental de ser persona.
La influencia de conceptos mal digeridos orientales ha producido miedo en muchas
personas, deseosas, por otra parte, de un ahondamiento interior. El miedo a dejar de ser,
el miedo a desaparecer les hace retroceder. Y no han advertido que es exactamente el
mismo lenguaje de nuestros msticos, pero que bien entendido, es una autntica maravilla.
La conciencia liberada, la conciencia no condicionada, sin la presin de las capas, de la
carme, de los mbitos donde se expresa, sigue incluso con mayor fuerza, con mayor poder
de penetracin y autoconciencia. Y ese es el hecho bsico personal.
Desde esa libertad bsica surge una relacin nueva y mucho ms verdadera con la
carne, considerada como un maravilloso vehculo de expresin y de presencia, pero
subordinado, sometido a la conciencia.
Este es el gran cambio que produce la interiorizacin. La conciencia recupera
protagonismo y presencia. No se diluye nada esencial. No hay ninguna forma de
destruccin de la persona. Exactamente es lo contrario.
La verdadera dificultad es el profundo condicionamiento que ahora padecemos, el estar
totalmente determinados por la superficie. Y por eso cualquier intento de desprendernos,
aunque momentneamente de ella, es una autntica amenaza a nuestra seguridad,
construida sobre la base de lo superficial. Tenemos miedo a altamar. Nuestros msticos
anatematizan ese miedo, ya sea debido a falsa humildad, a sentirse satisfechos con el
charquito, sin mayores exigencias espirituales o a una vulgar sensacin de inseguridad, de
miedo.

Desde esta perspectiva, creo que una buena definicin de lo que constituye la esencia de
las prcticas podra ser la siguiente:
Proceso de liberacin de la conciencia.
Pero la conciencia se libera en la impresionante energa del vaco. Es la nica
definicin que puede dar de las prcticas. Verlas de otra forma es destruirlas. Y de hecho se
desvirtan continuamente.
Armona y receptividad
Toda prctica comienza por un proceso de armonizacin. Antes de ir ms all de la
mente hay que armonizar la mente u reducirla a un silencio inicial.
La actual desarmona con la que funcionan las capas de nuestra mente, determinan un
permanente estado de ruido que no deja or el silencio que est emboscado detrs de todo,
en el que tambin est nuestro Padre escondido (Mateo, 6,6.)
Cuando se pone el orante en la presencia de Dios constata inmediatamente el gran
sntoma del ruido y de la desarmona interna: inquietud, nerviosismo, conflictividad,
pensamientos, imgenes...
Cuando la armona se va produciendo, la conciencia va quedando ms tranquila y en la
tranquilidad todos los contenido de la conciencia se van apaciguando y callando. Entonces
ocurre algo importante: la conciencia se abre, se hace receptiva.

En este punto intermedio, marcado por la receptividad, la conciencia est liberada.


Cuando digo que las prcticas tienen como objetivo la liberacin de la conciencia,
quiero tambin decir que tiene como objetivo conducir la conciencia a ese pinto intermedio:
lejos de la actividad, de la accin de la conciencia de superficie, del conflicto que supone,
del esfuerzo y tensin que la caracteriza; y tambin lejos del sueo, de la inercia, de la
inactividad.
Ese estado intermedio es el mbito donde no se hace nada, donde todo se recibe y
donde, por tanto, se puede conectar con lo que es. Es un estado de revelacin interior.
A partir de ah ya no son posibles las prcticas. Todo termina en ese punto luminoso. Y
la conciencia queda a merced de esa revelacin interior que, cuando ocurre en clima de

oracin, ahonda la conciencia, la modela, la transforma en Dios, sin hacer ella nada, slo
recibiendo.
Esta receptividad, en gran medida, se puede aprender; depende de nosotros, si sabemos
cmo hacerlo.
Los procedimientos
La influencia del mundo oriental nos ha puesto en comunicacin con un largusimo
elenco de procedimientos de trabajo.
Hay quien considera una ayuda el facilitar a las personas todo ese elenco,
indiscriminado generalmente, de tcnicas, productos de rpido consumo, sin una
integracin global en un proceso interior.
Despus de diez aos de trabajo, he llegado a la conclusin de que a las personas con
verdadera aptitud para la interiorizacin, no favorece en nada tal bazar de tcnicas ni
procedimientos. Y me alegr cuando alguien ms autorizado corroboraba mi idea.
Si se sigue demasiadas tcnicas, se retarda el progreso. Es interesante saber que la
conciencia universal, meta de todos los esfuerzos, se consigue restringiendo y no
ampliando. Disminuid, pues, con el tiempo tanto las prcticas como las tcnicas.
Concentraos y no dispersis vuestras fuerza. (2)
Aparte de eso, muchos procedimientos no conducen a ninguna parte. Otros pueden ser
contraproducentes. Otros requieren adaptacin.
Dentro de los procedimientos fcilmente adaptables y eficaces hay varios ya clsicos
que ofrecen toda la seguridad de servir para producir ciertos niveles de seguridad y de
libertad interior.
Estos procedimientos son
__ La respiracin
__ La relajacin
__ El ritmo
__ La alerta percepcin.
Y son los que voy a exponer en lo que sigue. Creo hacer de esta forma un servicio a
quienes estn interesados en participar de esta manera de realizar el trabajo interior, al
menos en este perodo en el que gran parte depende de nuestra responsabilidad e inteligente
actuacin.
Sentido y estructura de las prcticas
No podemos olvidar que no pretendemos deslumbrar a nadie con prcticas exticas ni
espectaculares, sino contribuir al proceso interior y a la libertad de la conciencia personal.

(2) Kriyananda, Lezioni di yoga pratico, Roma, Ediz. Mediterranee,


En este sentido el valor y criterio para volar cualquier prctica depende de varios
factores.
1. De la comprensin del objetivo que se quiere lograr con cada una de esas prcticas.
2. De la comprensin de la dinmica o fuerza interior de cada prctica para
conducirnos a ese objetivo.
3. De la relacin global de cada prctica con el proceso interior, en el que adquiere
todo su pleno sentido.
De acuerdo a estos criterios, la exposicin de cada una de las prcticas que vamos a
utilizar va a seguir los siguientes puntos:
1.
2.
3.
4.

Situarla dentro del contexto global de la interiorizacin.


Determinar el objetivo u objetivos que en cada caso se pretenden conseguir.
Anlisis interno de las prcticas; comprensin dinmica de la misma.
Descripcin de la prctica y realizacin.

Es imprescindible realizar este estudio, aunque somero, de cada prctica para dar
serenidad, descubrir su fondo cientfico y razonable que tiene y hacerla creble al hombre
occidental.
Aunque mencion anteriormente la palabra tcnica, lo hice entre comillas. Procuro
evitar esa palabra de tantos resabios negativos para muchas personas y ms cuenco se
aplican a la vida sobrenatural y a la relacin con Dios.
La sustituyo por procedimiento. Palabra menos materializada. Posiblemente
signifique lo mismo pero no en mi intencin.
La tcnica es algo externo, material, impersonal y, en ciertos casos, algo dotado de una
cualidad mgica. El procedimiento tiene un sentido ms global, parte de la comprensin de
la estructura interna de la persona, como un desarrollo de sus posibilidades interiores; tiene
una dinmica propia y un sentido objetivo en relacin con el desarrollo del hombre.
Ningn procedimiento, bien entendido, debe oprimir ni limitar. Las meras tcnicas
impersonales pueden oprimir.
Lmites de las prcticas
No me gusta trabajar sobre la base de emociones, de entusiasmos, siempre pasajeros,
sino sobre la lucidez, el ver claro y la serenidad.
Es relativamente fcil el entusiasmarse con un procedimiento y magnificarlo, como si
fuera un procedimiento absoluto.

En la vida interior lo absoluto es el Amor. Lo dems es todo relativo.


Las prcticas tienen sus limitaciones, ms all de las cuales no sirven e incluso pueden
ser perjudiciales.
__ Primeramente no pueden sustituir a una verdadera aspiracin espiritual. Si
previamente la persona no desea con todo deseo realizarse, unirse amorosamente con
Dios, ninguna prctica o procedimiento puede conducirle lejos.
__ Slo producirn, si acaso, algunas modificaciones limitadas y de superficie, que
podran, incluso, crear ilusiones sobre el verdadero desarrollo personal.
__ Los procedimientos, aunque sirven para disponernos,slo cubren parte del camino
de disponernos; es decir que no sirven para disponernos del todo.
Cuando existen la aspiracin, el amor, la entrega, los procedimientos sirven
extraordinariamente para profundizar la entrega y disponernos ala oracin y a la revelacin
interior, la que, por otra parte, siempre ser un don de Dios.
De hecho el autntico procedimiento muchas veces pierde materialidad y gana
espiritualidad. En ocasiones puede resultar difcil el distinguirlo de una actitud.
Hay procedimientos que son casi ms una actitud de la persona que un andamiaje
concreto que se le ofrece para subir a profundizar.

2
COMO DISPONERSE PARA LA PRACTICA

Situar el tema.

Lugar.

Asiento.

Postura.
1. Postura estable.
2. Sentarse recto.
3. Cada en vertical.
4. El vientre.
5. Manos y pies.
6. Los ojos.
7. Actitud general bsica.

Todo lo que a continuacin voy a decir tiene sentido en un determinado contexto.


Si una persona me dijera: Tantas cosas hacen falta para orar, o para meditar? La
oracin es una sencilla. Todo esto son complicaciones.
Indudablemente a esta persona le dira que no hacen falta tantas cosas para orar ni para
meditar. Y la cuestin estara zanjada.
Pero eso significa que la oracin sea sencilla. Santa Teresa nos dice:
... estas cosas de oracin todas son dificultosas, y si no se halla maestro, muy malas
de entender. (3)
Adems otras personas, con ms sentido, puede hacer otra pregunta: cules son las
mejores condiciones para orar?
Esta cuestin significa lo que vamos a decir porque indudablemente existen condiciones
mejores y peores para orar. Para esta persona tendra plenamente sentido lo que sigue, y que
permite una
(3) Santa Teresa de Jess, Vida, 13,12.

manera ms inteligente de ejercer nuestra responsabilidad en disponernos para orar y


meditar.
Recuerdo el caso de una persona que se doblaba, estando sentada, hasta tocar las
rodillas con la cabeza. Y en esta postura haca su oracin. Evidentemente que nadie podra
decir que no se puede orar en tal situacin y tener profunda oracin. Pero lo que es
indudable que esa postura no e la que mejor favorece la tan delicada situacin de oracin
silenciosa.
Lugar
Con el tiempo quien medita se habita a cualquier lugar, por ruidoso e inconveniente
que sea, pero al principio conviene elegir un lugar tranquilo, si est en nosotros. El orante
busca la soledad, la calma externa para poder encontrase menos condicionadamente con
Dios y consigo mismo.
Adems, en esta lnea de trabajo se da una mayor sensibilidad a todos los estmulos
visuales y sonoros que llegan del ambiente, por eso conviene disminuirlos al mximo.
No obstante muchas personas no encuentran un lugar adecuado y menos en esta
sociedad actual tan ruidosa. Las casa propias, nicos lugares donde mucha gente puede
orar, son asediadas por ruidos de la calle y de los vecinos, por los cuatro lados.
En estas condiciones es preciso desarrollar cuanto antes la capacidad para prescindir,
para no reaccionar a los ruidos y de esta manera conseguir un suficiente clima ambiental de
oracin.
Asiento
Una vez en tu lugar de oracin que, a ser posible, es mejor que sea el mismo para crear
una habitacin saludable, sintate cmodamente.

No es la comodidad de quien busca una satisfaccin corporal sino la comodidad


fisiolgica que permita mantener la misma postura sin cansancio ni necesidad de cambiarla
por mucho tiempo, al menos una hora.
Esta comodidad fisiolgica est hecha de dos elementos:
__ la silla.
__ la postura.
Ahora voy a dar unas indicaciones acerca de la silla. En el siguiente apartado lo har de
la postura. Ambas son muy importantes.
Evidentemente hay muchas formas de sentarse, aceptables para meditar. El oriental lo
har siempre en el suelo, normalmente. Muchos occidentales, la inmensa mayora elegirn
una silla o un banco para meditar.
Si se elige una silla, sta no ha de ser ni alta ni baja. Debe ser tal que permita a la
persona mantener una figura rectangular, en forma de cuatro, como indica la figura
siguiente:

La persona toca perfectamente el suelo con las dos plantas de los pies y las rodillas no
estn ms altas o bajas que el resto de la pierna.

Tal postura ni crea tensiones debajo de los msculos, ni carga el peso sobre los ltimos
huesos de la columna vertebral, ni dificulta la respiracin abdominal o diafragmtica, con
presiones de ningn tipo, provenientes de la forma de estar sentado.
El respaldo de la silla mejor que sea liso y recto. Y el fondo del asiento suficiente. Hay
algunos muy cortos de modo que la persona est medio sentada y medio salida de la silla
por delante.
Una medida promedio muy buena es la de cuarenta y dos o cuarenta y tres centmetros
desde el borde anterior de la silla hasta el fondo, y la misma longitud de altura, desde el
suelo hasta el borde de la silla. Prcticamente un cuadrado de esas dimensiones.
Tambin en esto llego uno a prescindir y lograr hacer meditacin en condiciones
precarias, lo que, por otra parte, no justifica el que no se tomen medidas convenientes.
Hoy se estilan otros procedimientos para sentarse, tales como un banquillo muy bajito
que se coloca por encima de las pantorrillas, una vez que uno se ha arrodillado. Y una vez
colocado se sienta en l. La persona queda medio sentada, medio arrodillada en una actitud
muy cmoda. Me ahorro la descripcin de tal banquito por ser muy conocido y porque no
es necesarios en absoluto el utilizarlo.
A los que utilizan directamente el suelo para sentarse en la postura de loto oriental o
medio loto o simplemente con las piernas cruzadas por delante, les dir que, si no estn
muy habituados, las piernas no suficientemente relajadas hacen de muelle y tienden a
disparar el busto hacia atrs por lo que necesitarn apoyarse en la pared para no irse hacia
atrs.
Este empuje hacia atrs se puede eliminar fcilmente si uno se sienta sobre un cojn de
unos diez centmetros de altura o un taburete de la misma altura, pero con las piernas fuera
del cojn y cruzadas por delante.

En este caso las rodillas estn por debajo del resto de la pierna. El empuje que ests
podran hacer hacia atrs del busto queda amortiguado y compensado por el empuje hacia
delante que produce el cojn a levantar el tronco nicamente, bajando las rodillas. La pierna
queda en suave declive. Tal postura es muy cmoda. No se necesita apoyar la espalda, o
que indudablemente es otro punto favorable a la meditacin.
Postura
Voy a seguir unos puntos concretos que condicionan una postura correcta, de forma que
de manera global permitan unas buenas condiciones de estabilidad y ausencia de molestias
y orgnicas y, consiguientemente, mentales.
1. Postura estable:
Al referirme a la meditacin en un momento determinado y en un lugar determinado
tengo que considerar tambin la postura para la misma.
En la meditacin oriental la importancia concedida a la postura prepara el cuerpo
para su papel csmico. Se adquiere un nuevo sentido del propio cuerpo y de su
relacin con el universo. (4)
(4) William Johnston, la msica callada, Madrid, Edic. Paulinas.

Una primera caracterstica que determina la postura correcta para orar y meditar es la
estabilidad. Es preciso construir casi con artesana y cuidado dicha estabilidad, que
favorecer la estabilidad de toda la persona.
Existen dos posturas, clsicas ambas, que reflejan un modo estable y equilibrado de
estar en la presencia de Dios.
__ La postura del loto oriental, o semiloto, o simplemente sentado en el suelo con las
piernas cruzadas por delante.
Grficamente todas esas posturas responden con mayor o menor rigor a la figura
triangular:

Como estabilidad del tringulo es una postura muy estable, plenamente asentada en el
suelo, apuntando hacia el vrtice cerebral, la cabeza, donde confluye toda la fisiologa y el
pensamiento.
__ otro postura es la llamada egipcia, que frecuentemente vemos en las estatuas
sedentes de personajes egipcios. La podramos expresar por el rectngulo

Con base en la tierra, pero levantado hacia arriba en un empuje espiritual, consciente,
abierto..
Ambas posturas deben suponer una armona interna de la persona y una armona con el
entorno. Y en este contexto se va a situar todo otro detalle de la postura global para meditar.
2. Sentarse recto:
Una vez elegida la silla, sobre todo para el occidental, hay que sentarse recto.
Dentro del mundo oriental, a pesar de las varias escuelas, en ocasiones muy
divergentes, todos sin embargo afirman que la postura correcta para meditar es la postura
recta: la cabeza, cuello y tronco en lnea recta.
Una forma prctica de sentarse recto es la siguiente:
1. Sintate (la persona lo hace como quiera).
2. Inclnate hacia delante un poco.
3. Estando as inclinado chate hacia atrs que toques el respaldo de la silla.
4. Ahora ponte recto, levntate.

La persona quedar recta automticamente. Pero hay que tener cuidado en no separar la
parte lumbar del respaldo, cosa que muchas personas hacen para sentarse ms cmodas.
Entre la parte lumbar y el respaldo de la silla no ha de haber hueco.

La silla recta es la menor tensin y la de mayor gravitacin hacia la tierra, sin tensiones.
En la postura recta hay que evitar la rigidez. Para ello hay que dejarse caer en vertical
una vez colocado en lnea recta. Que todo se desplome en vertical.
3. Cada en vertical
Hay personas a las que, en ocasiones, les cuesta entender y realizar lo significa dejarse
caer en vertical. Se mantienen tiesas y rgidas.
Pueden ayudar las siguientes advertencias:
1. manteniendo la postura recta, inspira y espira tranquilamente, pero al echar el aire, en
el momento mismo de la

espiracin, observa cmo desciende el vientre y los hombros, sin perder la postura
recta.
2. Cuando se produzca ese movimiento de descenso, abandnate a l y de deja que
descienda todo tu cuerpo. Pero sumrgete en el movimiento de descenso, siguiendo la
lnea de gravitacin vertical.
Este descenso fisiolgico tiene ya repercusiones mentales importantes de paz, de
serenidad, de bienestar.
Existe un defecto frecuente que hay que evitar. Los hombros han de estar cados en
vertical. Cuando los hombros estn crispados y levantados, se est gastando intilmente
energa. Adems, el pecho y la espalda estn tensos. La persona se est apoyando en la
fuerza de la espalda y del pecho, lo que dificulta grandemente la serenidad mental y la
entrega a la meditacin.
Todo tiene que descender hacia un punto de gravitacin fisiolgica, descrito por el Zen,
y que llama Hara (literalmente vientre) Se encuentra a la altura del bajo vientre,
internamente.
Todo el movimiento de descenso tiende a reposar en este centro fisiolgico de
gravitacin, dejando de apoyarse en el pecho y espalda.
Drckheim da una advertencia para poder encontrar experimentalmente este centro de
gravitacin:
... para encontrar y ejercitar el centro de gravedad justo... el alumno se mantiene de
pie, firme y bien recto; las piernas in poco separadas; los brazos colgando con flexibilidad a
lo largo del cuerpo; la mirada hacia el infinito, en la posicin que su condicin humana le
confiere: de pie y libre, portador de luz. (5)
(5) K: G: Drckheim, Mediter, Pars, Le Courrier du livre, 1978, p. 96.

Cuando se produce crispacin a la altura del pecho y espalda y los hombros estn
levantados, hay un mal centro de gravitacin. Y hay que evitarlo.
4. El vientre
Lugar importantsimo tanto desde el punto de vista fisiolgico por encontrarse ah, en la
zona abdominal, el famoso plexo solar o cerebro abdominal, como por ser una profunda
repercusin emocional. Relajar las paredes abdominales tiene mucha importancia porque
influye tanto en la respiracin correcta como en la mayor serenidad mental.
A nivel de vientre, las dificultades puede ser de dos clases, El vientre puede ser
demasiado poco tnico. Este caso se presenta siempre en relacin con un
desequilibrio de la pelvis y una combadura lumbar exagerada. En este caso la masa
orgnica, en lugar de apoyarse en la pelvis, descarga su peso en la pared abdominal
y la ensancha; los msculos anormalmente cargados con el peso de las vsceras no
tiene libertad para jugar libremente su papel en la respiracin. Constituye as un
problema respiratorio como consecuencia directa de un desequilibrio vertical. (6)
Pero tiene mayor inters otra deformacin del vientre debida a factores psquicos:
Por el contrario del vientre puede estar demasiado tenso. Entonces est duro y
contrado. Incapaz de relajarse, opone una resistencia de piedra al descenso del
diafragma...los casos de este tipo son muy numerosos. Estn generalmente asociados a una
angustia profunda e inconsciente, como quien tiene miedo de recibir un golpe en el
estmago y bloquea instintivamente el vientre para protegerse. El vientre bloqueado es de
hecho la expresin fsica de una actitud de defensa. (7)
(6) Jacques Dropsy, Vivre dans son corps., Pars, Epi, 5a. Edic., 1977 p. 80.
(7) Ibd., p. 80.

Por otra parte es imposible conseguir el centro de gravitacin fisiolgica mientras el


vientre se distienda y recupere libremente su volumen.
La solucin es que el vientre
1. Est recto, lo que depende primeramente de la postura recta. Una pequea
inclinacin hacia delante puede presionar la parte diafragmtica y condicionar la
respiracin.
2. Est libre de presiones externas, normalmente la ropa. En el momento de la
meditacin especialmente hay que evitar que los vestidos opriman la zona
abdominal. Han de estar sueltos, flojos.
3. Que descienda el diafragma y la boca del estmago. El diafragma suele estar
entorpecido. Suele estar elevado y no realiza con flexibilidad el movimiento propio
de subir y bajar en forma de paraguas
Es lo que ms dificulta la respiracin sedante y apaciguadora abdominal o
diafragmtica.
Adems el diafragma levantado produce un estado ansiedad y un particular estado
fisiolgico que algunos notan como si tuviera un pero duro en el estmago.
Al bajar la boca del estmago, el diafragma queda liberado y se relaja, afectando a la
respiracin beneficiosamente.
Existe una forma prctica y sencilla de hacer descender la boca del estmago y liberar
el diafragma:

1. Fija la mirada suavemente en el bajo vientre, aproximadamente dos dedos por


debajo del ombligo
2. Manteniendo esa mirada suave, relaja el trax.
Normalmente va acompaado de una suave sensacin de bienestar en toda la regin
abdominal.
5. Manos y pies
Las manos han de estar dejadas sobre las piernas, ya sea con las palmas hacia abajo o
hacia arriba. Tambin pueden ser colocadas ambas manos con las palmas hacia arriba y una
sobre la otra y ambas dejadas sobre el regazo.
Los pies han de estar dejados y bien plantados sobre el suelo, ni muy abiertos ni muy
cerrados
... y es admirable costumbre para muchas cosas. (8)
Dice Santa Teresa. En el Zen, no obstante, prefieren mantenerlos semiabiertos y as
hacen su meditacin.
El significado de los ojos es
(8) Santa Teresa, Camino de Perfeccin, 28,6.

Ser afectados por los objetos exteriores a travs del sentido de la vista.
Los ojos siguen al pensar. Tienen una importantsima vinculacin con el pensamiento.
No se puede pensar sin que los ojos sigan el movimiento del pensamiento, acomodando su
musculatura al movimiento al movimiento mismo de imgenes y pensamientos, incluso
estando los ojos cerrados.
Podemos trabajar un aspecto importante de la meditacin desde los ojos.
__ al cerrarlos, se produce una desconexin de todos los estmulos visuales externos,
ahondando un poco ms el proceso de silenciamiento.
__ al relajarlos, se disminuye el movimiento en parte o en todo de los mismos, lo que
afecta al movimiento mismo del pensar. Este tiende a lentificarse o a paralizarse.
Lo importante bsicamente es tener lo que se llama ojos blandos. Los ojos blandos no
se fijan en nada en concreto. Estn sueltos en un clima de atencin difusa, no focalizada en
nada en particular. Por eso en el Zen pueden estar con los ojos medio abiertos, pero a
condicin de que estn blandos, no fijos en nada, sino en una especie de vaco difuso.
Muchas veces sin planificacin especial la persona est mirando sin mirar. Tiene los ojos
abiertos y no se ve nada porque su atencin est en otra parte. Si no es exactamente lo
mismo, tiene un cierto parecido.
En nuestro trabajo aconsejamos tener los ojos cerrados. Uno se libra de muchos
estmulos. Favorece el recogimiento, y son beneficiosos desde otros puntos de vista. Al
cerrar los ojos se limitan los elementos exteroceptivos o que vienen de fuera y surgen los
propioceptivos, que surgen de la misma persona, y que son un tnico benfico para la
mente y el cerebro. (Cfr. M. Guirao, p. 241).

Algunas personas al cerrar los ojos, sienten nerviosismo, ganas de moverse, de toser, de
rascarse, etc... Responden estas situaciones a resistencias o pequeas inercias habituales
que se advierten como ms urgentes en esos momentos.
Es importante no hacerles caso y fcilmente desaparecen. Si en algn momento fueran
fuertes podr ser bueno marcharse y volver en otra ocasin a la actividad meditativa.
7.Actitud general bsica
Compuesta toda la postura previa a la meditacin, la actitud que hay que mantener es
una actitud de abandono a la situacin, comparable a la de una barca sin velas, sin remos,
dejada a merced de la corriente que mansamente la sube y la baja sin resistir, dejndose
conducir blandamente por el movimiento general de todo lo que puede ir ocurriendo.
En este momento ya a punto para comenzar las prcticas.

3
LA RESPIRACIN

Situacin del tema.


Objetivos de la respiracin.
1. Dominio de la corporalidad
2. Descansar.
3. Tranquilizarse
4. Frenar los pensamientos vagabundos.
5. Crear un mbito de soledad y libertad.
6. Aprender la actitud contemplativa.
Estructura de la persona y respiracin.
Longitud del aire.
La prctica.
Efectos de la respiracin.
Evolucin de la respiracin.
Cmo terminar una sesin de prctica.

Situacin del tema


Vamos ahora a iniciarnos en la prctica del silencio. Y lo vamos a hacer a travs de unos
procedimientos considerados como la puerta de la vida interior: la relajacin y la
respiracin.
En el presente tema voy a expresar la prctica de la respiracin y su conexin con el
silencio. En un tema siguiente, la aplicacin que la respiracin tiene a la oracin.
La respiracin no es nicamente meter y sacar aire; tiene adems profundidades y alta
implicaciones tanto mentales como biolgicas.
Los siguientes grficos son formas de meter y de sacar aire.

y sin embargo corresponden a situaciones completamente distintas, tanto desde el punto


de vista corporal, como emocional y mental en general.
La respiracin admite multitud de tratamientos:
__ puede ser larga, pausada.

__ puede ser corta, rpida


__ puede acentuarse la espiracin
__ puede haber pausa con los pulmones llenos o, lo que es lo mismo, pausa al terminar
la inspiracin.
__ puede haber pausa al terminar la espiracin.
__ Podemos someter todos los momentos, tanto la inspiracin como la espiracin y las
pausas a ritmos distintos, a una mayo o menor amplitud, etc., etc...
Desde el mbito de lo espiritual, la respiracin ha jugado siempre una aportacin
importante en la mayora de las grandes religiones, contribuyendo al ahondamiento del
proceso interior. Y cuando el aire no ha tenido especial significacin como prctica, lo ha
tenido como smbolo, incluso en la religin catlica. Aire (pneuma, en griego) es la
palabra con la que se designa al Espritu Santo.
El aspecto que ms nos incumbe ahora es su vinculacin con un proceso interior y
concretamente meditativo. En l la respiracin ha tenido una extraordinaria importancia
especialmente en oriente, llamada Pranayama o control de la energa csmica prrana,
como en el Zen budista. En ste la respiracin es el espacio en el que el meditante, quien
practica meditacin (Za-zen), se va introduciendo en la profundidad de los espacios
interiores, hasta llegar al satori.
He podido encontrar un libro antiguo, medio perdido en una librera del extranjero que
considero de valor documental.

Una de las afirmaciones que me llamaron la atencin fue la siguiente, referida al valor
interiorizador de la respiracin:
Es hora de difundir amplia y simplemente la ciencia de la pneumatologa prctica.
(9)
Y afirma todava:
Parece innegable que ha existido una ciencia inicitica basada en el valor y en la
prctica de la respiracin y que fue conocida y empleada para diferentes fines y con
distintos puntos de vista, por todas las iglesias, comunidades e instituciones de todos
los tiempos.
Algunas ordenes monsticas han bebido en esta fuente y han utilizado este poder de
desarrollo de las facultades humanas; hubieran progresado ms, lo que no ocurri.
Con sus miembros y adeptos si hubieran usado de ella segn la Ley, y no hubieran
cado en el ritualismo y el formulismo estril. (10)
La meditacin en la respiracin ha sido, de hecho, una de las tcnicas ms antiguas.
Lo cierto es que existe una relacin sorprendente y valiosa entre la respiracin y la
mente:
La respiracin controla la mente. Tal como funciona la respiracin, as funciona la
mente. (11)
Esta afirmacin es el sustrato permanente de todo el enfoque fundamental de la
respiracin en todas las culturas, principalmente las ms representativas en este punto: Yoga
y Zen.
Y sobre ella va a ser posible fundamentar todo lo que a continuacin expongo.
(9)
31.
(10)
(11)

Germaine etCarlos Bung, la science du respir, Pars, Edic. Mazdeennes, 1937, p.


Ibd.., p. 30.
Eve Diskin, Meditacin y filosofa yoga, Mxico, Diana, 2. Edic., 1974, p. 89.

Objetivos de la respiracin
La respiracin, considerada como una cultura, permite lograr diversos objetivos. Los
ms relacionados con el trabajo interiorizador, en relacin con la meditacin y oracin, son,
sin embargo, los que ms interesan en este momento.
1. Dominio de la corporalidad
Objetivo fundamental. La respiracin es la base sobre la que funciona todo el cuerpo. Y
es al mismo tiempo la que tiene relacin directa con toda la estructura hipotalmica. Y el
hipotlamo es la cumbre de la corporalidad.
Este objetivo va a posibilitar todos los dems. Pode establecer una aproximacin
inteligente y consciente, por supuesto, a nuestra corporalidad nos va a facilitar el dilogo
corporal, tan sugestivo y necesario y de tan profunda relacin con todo.
2. Descansar
Objetivo ciertamente importante. Uno de los agobios de nuestra actual sociedad es el
cansancio habitual de las personas; cansancio psquico ciertamente pero relacionado con el
cansancio fsico.
La respiracin puede ayudar a restaurar el reposo fsico
... condicin esencial de nuestro equilibrio psquico y moral. (12)
El descanso fsico, por su condicin de relacin con la materia, contribuye a una mejor
encarnacin de la conciencia; eso que la persona sencilla traduce por sentirse mejor;
sentirse bien.
(12) Ren Lacroix, Savoir respirer pour mieux vivre, Pars, Edit. Dangles, 4a. edic., 1975,
p. 88.

Incluso, independientemente de cualquier visin espiritual que se tenga, la respiracin


consciente restaura la fisiologa, lo que representa un valor deseable.
Creo que hoy una de las obras de misericordia que pueden practicarse es la de ayudar a
las personas a sentirse fisiolgicamente mejor, por lo menos tan esencial como el
vestirlos o darles de comer.
3. tranquilizarse
La tranquilidad es la vertiente ms espiritual del descanso fisiolgico. Tiene un valor
espiritual marcado en cuanto que es un estado de armona directamente relacionada con la
espiritualidad.
No puede confundirse con la comodidad. Esta siempre est ligada y producida por el
egocentrismo y es fin en s misma. La tranquilidad en cambio surge de la armona interior y
exterior. Todo est en orden, todo funciona bien y sin conflictividad.
Orientada como un valor de armonizacin e incluso de cierto silencio, forma parte de lo
que san Juan de la Cruz aprecia, porque capacita para el encuentro amoroso con Dios:
...advierta que no hace poco en pacificar el alma y ponerla en sosiego y paz... (13)
4. Frenar los pensamientos vagabundos
Todos los que estudian el poder de la respiracin acentan el poder para controlar el
pensamiento.
Pero aparte de eso la respiracin tiene fuerza para abstraer y producir un estado de
absorcin que disminuye y elimina cualquier otro pensamiento que no sea el de la misma
respiracin. Y ni
(13) San Juan de la Cruz, Subida al Monte Carmelo, II, 15,5.

Siquiera esta absorcin es pensamiento sino una sensacin global en la que todos los
pensamientos se pierden en un estado de profunda centracin.
Un tal estado favorece la penetracin de la conciencia, la aparicin de la intuicin y un
mayor acercamiento a la propia fuente interior.
En realidad toda la mente es posible de controlar a travs de la respiracin:
Controla la mente por medio de la abstraccin de los sentidos y la regulacin del
aliento. (14)
En el mismo hecho de frenar el pensamiento, se frena igualmente la memoria
inseparablemente ligada al pensamiento. Y de esta manera se va cuando una situacin
gozosa de presente
__ en el que no hay recuerdo: pensamientos del pasado.
__ ni tampoco previsin: pensamientos sobre el futuro.
5. Crear un mbito de soledad y de libertad
En el presente siempre hay soledad, pero tambin libertad. Este es el primer intento por
encontrarnos con un hombre sin atributos, sin calificativos, sin posesiones, sin previsiones,
ambientado en una conciencia bsica de ser, de existir, de estar en relacin con la
fuente.
De momento este estado fundamental va a chocar con el utilitarismo al que estamos
acostumbrados. Y es normal el preguntar: Esto para qu sirve?
(14) Sivananda, Tesoro espiritual, Buenos Aires, Kier, 23 edic., 1972, p. 70.

En realidad lo que no sirve es esa pregunta. Estamos en otra dimensin, funcionando sin
categoras, sin preguntas ni respuestas.
No pretendo que esto pueda entenderse ni valorarse inmediatamente; es cuestin de
mentalizacin y de educacin. A nivel terico, muchos advierten la necesidad de ser
como un valor prevalente sobre el del hacer, pero los grandes condicionamientos
habituales destruyen el encanto del posible estar en s mismo, gozando del hecho clave y
primordial de existir, experimentando la razn centro de todo.
En ese hecho fundamental uno est solo, pero tambin libre. Se pueden manipular las
diversas formas de existir, pero no la misma existencia.
La respiracin, sobre todo con el rigor con la que la entiende el Zen, crea un estado
pleno de presencia en la que todo est contenido y realizado desde el principio.
6. Aprender la actitud contemplativa
Con la tranquilizacin de la mente y la actitud de presente se crea una cierta actitud
contemplativa.
De hecho en el Zen budista este es el camino hacia la visin profunda, hacia la
iluminacin o Satori.
En esta situacin se va apagando poco a poco todo sentido utilitarista.
La respiracin produce un desenfoque dela superficie. Disminuye la actividad beta
(ondas elctricas de la actividad de superficie o de conciencia exteriorizada)

y aparecen las ondas signo dela conciencia interiorizada.


Pero al producirse este desenfoque de las cosas de fuera, ms se despierta la vista a las
cosas de dentro, de una forma directa y vivencial.
No son estos objetivos los nicos que pueden conseguirse, aunque son de los ms
representativos de cara al trabajo en este momento.
Estructura de la persona y respiracin
Es importante ver el puesto que la respiracin ocupa dentro de la construccin global de
la persona y la relacin que mantiene con toda la dinmica interna de la misma.
Tradicionalmente venimos afirmando algo que la misma experiencia nos impone: La
mente influencia al cuerpo y el cuerpo influencia a la mente.
Hoy es incluso ms conocido el hecho de la enfermedad psicosomtica, resultado de un
funcionamiento negativo de nuestro pensar.
La mente acta a travs del pensamiento e imagen. Por eso al hablar de la influencia
cuerpo-mente, mente-cuerpo, podemos decir: cuerpo-pensamiento, pensamiento-cuerpo,
grficamente significado por lo siguiente:

Es extraordinariamente importante dicha influencia mutua, aunque en definitiva la ms


fundamental es la influencia del pensamiento sobre el cuerpo.

El mundo oriental ha desarrollado toda una autntica teora e higiene prctica para
controlar el pensamiento conducirlo positivamente que todas las enfermedades son de
origen mental, producidas por pensamientos negativos. Incluso dentro de nuestra cultura
occidental son ya muchos los que afirman lo mismo. Rof Carballo, por ejemplo:
Somos muchos los que pensamos que toda enfermedad, desde unas anginas al
cncer, es psicosomtica. (15)
Que actualmente no tengamos explicaciones cientficas suficientes de que esto sea as,
no invalida la hiptesis, ciertamente fascinante.
Lo importante es tratar de encontrar una forma de dominar la indiscutible relacin que
existe entre mente y cuerpo, y crear un camino de mutua influencia positiva.
El oriental afirma que la accin mutua de pensamiento y cuerpo se realiza a travs de
una frontera doble, uno de cuyos extremos es cabalmente la respiracin.

El pensamiento influencia el cuerpo, afectado previamente a la respiracin en todo su


mbito de influencia.
(15) J.Rof Carballo, Diario YA, 13 junio 1976, pp. 3 y 7.

La influencia en ambas direcciones.


Por lo que atae a nuestro caso es importante caer en la cuenta de que
__ la respiracin es una frontera; un punto de confluencia.
__ Es la base de toda la fisiologa. El cuerpo se construye y reconstruye en la
respiracin. Esta es la funcin fisiolgica, la respiracin es la ms controlable.
Consciente y voluntariamente podemos conducirla y hacer de ella diferentes
tratamientos, de acuerdo a nuestros propsitos.
Consiguientemente tenemos en nuestras manos una clave tanto fisiolgica como
psquica.
La funcin es la frontera donde confluye pensamiento y cuerpo. Es una clave, al mismo
tiempo
__ fisiolgica y
__ mental.
Taisen Deshimaru afirma:
La respiracin bien conducida e el lazo entre la postura corporal y la conciencia.
(16)
Y por su parte Vishnudevananda, un buen maestro de hoy, dice.
Los cientficos coinciden con el Yoga en sealar que no hay, probablemente,
ninguna otra funcin corporal tan
(16) T. Deshimaru, Zen er cerveau, Pars, Le Courrier du livre, 1976, p. 72.

Estrechamente conectada con la mente y el sistema nervioso como la respiracin.


(17)
En realidad la respiracin est ligada al hipotlamo, cspide de la corporalidad, que
gobierna todo lo vegetativo a travs de un sistema glandular y neurolgico importantsimo;
y al mismo tiempo relacionado con la vida instintiva.
Al poner, pues, en relacin la respiracin, el pensamiento y el cuerpo, establece una
relacin fundamental entre nuestra vida de relacin y nuestra vida vegetativa,
inseparablemente vinculadas, como por otra parte la experiencia demuestra ampliamente.
Dicho esto, y conociendo las relaciones entre hipotlamo y vida afectiva, en sus
componentes fisiolgicos imprescindibles, no tiene nada de extrao la afirmacin de que la
otra parte de la frontera es la afectividad.

El pensamiento influencia al cuerpo a travs de una situacin previamente creada en la


afectividad. La afectividad est gobernada desde el hipotlamo igualmente.
En el fondo, afectividad-respiracin forman una unidad inseparable. Con ello
tenemos nuevamente una clave de influencia
(17) Sivananda, revista de Yoga, 18 (1979) 6. Lo dice Vishnudevananda.

__ para gobernar nuestra afectividad


__ para hacer tratamiento eficaces de la misma
__ para contribuir a la solucin delos problemas afectivos
Respiracin y afectividad son dos caras de la misma medalla, tanto para bien como para
mal.
Este esquema global grfico es un regalo del mundo oriental. Occidente conoca cada
uno de los extremos, pero la integracin entre ellos, con la fuerza y dinamismo con que los
ha integrado el oriental, nos era desconocida casi por completo.
Este es el esquema sobre el que fundamento toda, o casi todas, las prcticas en un
intento de influencias calculadas y de integracin global de todos los elementos.
Puede ser la base de una nueva comprensin de la prctica educativa, adems de la
insustituible utilidad que ofrece en el campo del proceso interior.
Estructura del acto respiratorio
La respiracin esencialmente consiste en el intercambio de oxigeno y anhdrido
carbnico.
El verdadero objetivo de la respiracin es la eliminacin del exceso de anhdrido
carbnico (CO2) dela sangre. Nuestras clulas piden constante aporte de oxigeno que le
procuramos respirando. Donde exista un agotamiento nervioso o una simple tensin fsica,
se verifica un aumento de anhdrido carbnico en la sangre y la consiguiente necesidad de
expelerlo lo ms rpidamente posible. (18)
(18) Kriyananda, Lezioni di yoga, p. 212.

Pero normalmente nosotros llamamos respiracin al acto de meter y sacar aire, lo que
determina la estructura del acto respiratorio.

Es importante conocer las caractersticas de ambos momentos de la respiracin.

La inspiracin es un momento activo. El aire no entra por s solo. Hay que meterlo.
La respiracin en cambio es pasiva. Se debe producir sola. Bsta relajar los msculos de
la inspiracin y normalmente el aire sale solo.
Por eso el lenguaje ms correcto no es meter y sacar aire, sino meter y dejar que
salga. En este momento el efecto de la pasividad aumenta, y el de tranquilizacin.
Adems la inspiracin es tonificante. Crea una tensin saludable en la musculatura;
aumente en ella el tono muscular. En

cambio la espiracin disminuye el tono muscular, produciendo relajacin, disminucin de


tensiones tanto ms si se deja salir el aire y no se realiza esfuerzo por sacarlo.
Cuando se introducen pausas respiratorias, la significacin global es la misma. Cada
una de las pausas entra en el momento que le precede:

Atendiendo a la significacin psquica y hablando en general se puede decir que


acentuar la inspiracin o la espiracin responde de alguna manera a dos tipos de cultura y a
dos formas de valoracin de la conciencia:

La afectividad, sostenida por el introducir el oxgeno, es parte de la conciencia


exteriorizada, vuelta hacia fuera. La inspiracin tiene un efecto especial energetizante ya
que favorece el metabolismo elctrico o la recuperacin de iones negativos, esenciales para
la vida.
La fatiga, el nerviosismo, suponen una considerable prdida de iones y, por eso mismo,
de energa asociada a esa base fundamental bioelctrica.
La inspiracin recarga el organismo de la energa elctrica necesaria.
Considerando el conjunto de la respiracin y sus caractersticas globales se puede
afirmar que el movimiento general de inspiracin-espiracin ayuda intensamente a que
podamos sentirnos vivos y llenos de energa, pero al mismo tiempo, centrados en nosotros
mismos, lo que acenta ms concretamente el momento de la espiracin.
Longitud de aire
Cuando espiramos lanzamos el aire a una cierta distancia. La distancia se mide desde el
orificio nasal hasta aquel punto por debajo de la nariz en el que deja de sentirse el aire.
A esta distancia la llamo longitud de aire, y que, por curioso que pueda parecer, est
en relacin directa con el estado anmico, global, emocional de la persona.
Es, pues, un buen medio de meditacin de la armona fisiolgica y psquica.
Cuando la mente est agitada, la longitud de aire espirado es mayor; cuando la mente
est ms calmada, la longitud de aire es menor; hasta llegar a ser imperceptibles en los
momentos de meditacin profunda.

Podemos controlar la longitud de aire. Podemos disminuir la longitud del mismo y de


esta manera podemos producir un estado de calma, de serenidad, de relajacin, de apertura.
Es lo que hace el Zen. El abandono consciente al acto respiratorio va permitiendo al que
medita acortar progresivamente el chorro de aire y profundizar el estado de la mente y
conciencia.
La prctica
Si nos hemos de disponer para ir ms all de la mente, ms all de los pensamientos,
primero hemos de conseguir que su ritmo se ms lento.
Sabemos que podemos disminuir su ritmo de aparicin a travs de un inteligente
ejercicio de respiracin. La respiracin, frontera entre lo psquico y lo fisiolgico, es un
poderoso regulador de los ritmos, tanto biolgicos como psquicos.
Es normal que al cambiar los ritmos biolgicos y psquicos cambie la relacin con el
mundo, con las cosas, con los acontecimientos y, lgicamente, la forma de situarnos en el
mundo.
La prctica que sigue no es ninguna novedad. Es un ejercicio secularmente practicado
sin aire festivo, con la calidad sencilla de lo normal, de lo ordinario, pero una gran
profundidad de significado y de una notoria influencia sobre la mente.
La actitud bsica inicial, supuesta la postura ya indicada, es la siguiente:
Simplemente s consciente de la respiracin. Obsrvate respirar. No trates de
cambiar nada. Observa tu propia respiracin como un espectador pasivo que
contempla silencioso ese hecho bsico, sin verbalizarlo, sin ninguna intencin por
controlarlo.

Y cuando la atencin tienda a irse, vuelve tranquilamente a centrarse en lo mismo.


La actitud correcta es la de quien se escucha respirar; la de quien se siente respirar
como si nicamente viviera para eso.
La respiracin es el mayor obstculo que debemos evitar para llegar a la meditacin
profunda. Ella refleja la condicin global de la persona el estado de su mente. controlar la
respiracin es controlar la sintomatologa global fundamental de nuestro estado interior
biolgico y psquico.
Aunque no debemos tener intencin por controlar la respiracin en el momento de la
prctica, indudablemente el control se produce y la respiracin se ir haciendo armoniosa,
lenta, tranquila.
Es necesario concentrarse
__ O en el chorro de aire que entra y sale
__ O en el vaivn general que se produce.
1. Si prefieres concentrarte en el aire que entra y sale, hazlo gradualmente. Sintelo
en la parte ms alta, cada vez ms alta de la nariz, en lo que llamamos el arranque de la
nariz, un poco por debajo de entrecejo. Se llega a apreciar su paso e influjo en el arranque
dela nariz, en el entrecejo, donde el orienta sita el llamado tercer ojo y en la
nomenclatura esotrica centro crstico. De todos los modos no es necesario sentir nada.
Es simplemente un punto de concentracin.
2. O puedes concentrarte en el vaivn global respiratorio, sin atencin especfica a
nada, ni al pecho, ni al diafragma. Slo es esa situacin global, sin detalle, que envuelve a
la persona al respirar, al ahondarse a la respiracin.

La concentracin en el vaivn es valiosa como el mejor de los cuarenta mtodos del


Canon Pali (normas de Buda). Es considerada como una tcnica total.
Se puede proceder as:
1. Sintete respirar sin concentrarte en nada en particular.
2. Advierte el movimiento global sin particularizar nada.
3. Abandnate a ese movimiento, como quien se mece en l
4. Manteniendo la lucidez, la conciencia despierta.
Una modalidad que puede ayudar a los principiantes, utilizada en una de las escuelas de
Zen, acompaa la inspiracin y la espiracin con una frase que, inicialmente, puede
favorecer la inmersin y la permanencia en el ejercicio. Consiste en
__ inspirar diciendo mentalmente: Inspiro largamente, diciendo lo ms lentamente
posible la frase.
__ y al espirar: Espiro largamente, diciendo lo ms lentamente posible la frase.
En la lnea de interiorizacin, el Zen y todas las escuelas ponen en nfasis en la
espiracin. En ella es cuando se producen los fenmenos mentales mas relacionados con la
profundizacin mental y con la penetracin meditativa.
Un vicio que debe evitarse cuidadosamente es que al espirar algunas personas tienen
tensos los msculos del cuello, garganta y pecho, al mismo tiempo que aprietan el vientre
como queriendo de esta forma controlar fsicamente la salida de aire.
Relaja bien el cuello, el pecho y el abdomen.

Efectos de la respiracin
Al irse regularizando la respiracin, se va deshaciendo la relacin entre arritmia y
fatiga. Todo lo arrtmico es conflictivo, fatiga, dispersa la mente y le quita fuerza de
penetracin y de estabilidad.
He aqu una razn por la cual interesa dar ala respiracin un ritmo muy regular.
Sobrevendr un profundo descanso, la relajacin muscular mejorar durante el
ejercicio y la ola de pensamientos se calmar. (19)
La respiracin, cuando es lenta y profunda, clama la agitacin, y por fuerte que sea, en
poco tiempo esta puede ser reducida o completamente eliminada.
Pero, junto con la tranquilizacin mental, se va abriendo camino hacia la profundidad y
hacua la visin profunda (vipassana del oriental).
Adems del logro progresivo de los objetivos anteriormente sealados, este ejercicio
Proporciona una excelente oportunidad para observarse a s mismo y or... su ruido
interior.
Da tambin una buena oportunidad para explorar tu subconsciente y descubrir qu
fuerzas te estn controlando en realidad, y, al mismo tiempo, ayuda a relajarte y
vaciarte (20)
Evolucin de la respiracin
Es de indudable valor el conocer la evolucin que ir siguiendo la respiracin al irse
profundizando. La lnea de profundizacin
(19) Francis Lefebure, Respiracin rtmica y concentracin mental, buenos Aires, Kier, 4.
Edic., 1971, p. 25
(20) Lowell G. Miller, Metacalistthenics, New York, Pocket Books, 1976, p. 151.

Posibilita un estado meditativo progresivamente ms libre y difano.


La palabra clave que define la lnea de evolucin es lentitud.
Haciendo converger la atencin sobre la respiracin, sentiris que la respiracin se
lentifica naturalmente y que se pasa a un estado meditativo interiorizado. Esto es
debido a la ntima relacin entre mente y respiracin. (21)
Inicialmente la respiracin es entrecortada o, de alguna forma, irregular.
O aparece el caracterstico momento de adaptacin inicial con la tambin caracterstica
sensacin de asfixia, generalmente advertida por tener necesidad de hacer inspiraciones
profundas ocasionales, como si faltase aire.
El fenmeno puede tener una explicacin relativamente simple debido al choque entre
dos esquemas distintos.

Por una parte el esquema global, 1., con el que actualmente funciono, y que responde a
la manera peculiar de estar el cuerpo, la afectividad, el pensar, y la manera de respiracin
habitual.
(21) Kriyananda, Lezioni di yoga, p. 211.

Por otra, el esquema que tiende a introducirse, 2, debido al ejercicio. En esta situacin
se produce un choque
__ entre dos respiraciones: la que tengo y la que tiende a introducirse, lo que se traduce
por una sensacin de Asfixia. Sintomatologa ms fisiolgica.
__ entre dos maneras de sentirme, contradictorias, afectivas, lo que se refleja en una
situacin de ansiedad.
Esta situacin plantea una hiptesis muy interesante: la correspondencia entre asfixia y
ansiedad, que siempre van juntas.
El componente esencial de las neurosis es la ansiedad. Ha habido quien las ha definido
como situaciones permanente de falta de oxigenacin. Al neurtico le falta aire.
Incluso se estn intentando terapias que fortalezcan el aporte de oxigeno a los
neurticos. Se les llama terapias por inhibicin recproca y tienen una gran influencia
oriental.
El maestro T. Deshimaru afirma.
Generalmente respiramos con precaucin. El aire no tiene tiempo de llegar a los
bronquios. Apenas va ms all de la trquea. El gas carbnico se estanca en el fondo
de los pulmones, de donde viene el nerviosismo, la ansiedad y muchas otras
enfermedades. (22)
Es importante advertir la relacin fundamental que existe entre la falta de aire,
acumulacin de anhdrido carbnico y ansiedad, y tambin la contraria: la relacin entre el
nivel ptimo de oxigeno y gas carbnico en la sangre con la serenidad, la paz y el estado de
armona. El hombre es una realidad global tanto para mal como para bien.
(22) T. Deshimaru, Zen et cerveau, p. 29.

Pasados los primeros momentos de posible agitacin, la respiracin se regulariza.


Cuando... observis el vaivn de la respiracin, sta se regulariza por s misma y
las inhalaciones y exhalaciones se hacen iguales y profundas. (23)
Y si respiramos ms lentamente, ms profundamente, nuestra agitacin mental tiende a
disminuir de intensidad. Pero poco a poco tiende a establecerse un cierto automatismo que
facilita el proseguir en el ejercicio sin una intervencin directa o imposicin de la voluntad.
Las respiraciones ms lentas tiende a lentificar igualmente todo el rodaje de la mente y de
su funcionamiento.
Al irse lentificando ms y ms, se produce una amplificacin progresiva de la pausa
entre una respiracin y otra

Es decir, se aumenta el tiempo de la pausa que sigue a la espiracin. Cuando esto


ocurra, no tengis prisa.
Concentraos y gozad particularmente de la pausa entre una respiracin y otra. (24)
Por otra parte, al comienzo la persona tiene la conciencia de que ella respira.
(23) Dhiravamsa, la voie du non attachement, France, 1979, p. 17.
(24) Ibid., p. 241.

El crculo seala a la persona que respira, que dirige el vaivn de inspiracin y


espiracin. Pero ms tarde, al irse lentificando la mecnica mental, al aumentar el tiempo
de pausa entre una respiracin y otra el esquema se va invirtiendo

y la persona va perdiendo la conciencia de que respira y aparece la de que est


siendo respirada, como dejada en ese acontecimiento envolvente que es la respiracin y
que funciona como dotada de personalidad propia.
La persona se siente como sumergida en el aire mismo y en el espacio. En estos
momentos se percibe la justeza de la afirmacin
En la meditacin oriental... la atencin dada a la respiracin es particularmente
importante, porque en tradicin oriental, la respiracin no se limita al aire que llena los
pulmones, suministrando energa al cuerpo. Es ms bien la respiracin del universo. Por la
respiracin, yo entro en armona con un cosmos en vibracin. 825)
(25) W. Johnston, La msica callada

Y todo esto ocurre con ms rapidez y profundidad cuanto ms atencin se preste a la


respiracin.
a) El proceso sigue hasta que la mente y la respiracin logran un reposo completo.
Entran en la rbita del silencio, en el silencio luminoso de lo misterioso, de lo que ocurre
sin saber en qu consiste, aunque sintiendo su presencia y su influencia.
En este momento, dotada de la gracia del xtasis, la pausa despus de una espiracin
larga es igualmente larga. Parece que quiere detenerse y detenerlo todo.

Pero en esa aparente carencia de movimiento hay un movimiento superior: el


movimiento de la pausa nos abre al dinmico y revolucionario espacio abierto, al abismo,
que es camino directo hacia el Ser interior y profundo; camino que conduce a la
contemplacin.
Esta prctica conduce a resultados muy superiores, como a la detencin de toda
actividad mental, donde uno se halla libre de cualquier agente perturbador y sumergido en
un indecible estado de serenidad.
b) Ms tarde puede ocurrir un estado de vaco, que como un torbellino crea un estado
totalmente impregnado de conciencia serena, que parece no tener lmites. En ella se pierde
la conciencia de estar respirando, la conciencia de tener un cuerpo y aun la conciencia de
tener un espritu, todo resuelto en un simple y dinmico estado de conciencia integrado, sin
fragmentacin.

Este estado es una regeneracin de la conciencia, o mejor, una recuperacin de la


conciencia.
c) Y perseverando, imperturbablemente atentos, se entra en un estado de serenidad que
se prolonga hasta sumergirnos en lo Desconocido, en lo que no puede ser conocido, en
aquello que no puede captarse ms que pasando al no saber de Juan de la Cruz (26).
Antes de entrar, sentiris venir sobre vosotros una formidable corriente de energa.
Despus , de repente, el espritu estalla y se penetra con una profundidad donde los
contenidos mentales, tanto consciente como inconscientes, se purifican, al contacto con la
Sabidura de Dios y de la propia profundidad.
Cuando esto ocurra, no se debe intentar interpretar tal estado porque huye
inexorablemente en cuanto se le intenta encasillar o enredar.
Cmo termina una sesin de prctica
Lo que sigue es vlido tanto para la prctica de la respiracin como para las otras que
siguen. Cualquiera de ellas hay que terminarla siguiendo las instrucciones que indico.
Lo que no se puede hacer es salir inmediatamente, lo que sera molesto para el
organismo.
Al irse profundizando la prctica, y en esto hay ms y menos, va disminuyendo el
metabolismo: se vive con menos oxgeno, todo tiende a lentificarse. Salir requiere un
tiempo mnimo para adaptarse al movimiento, a otro ritmo metablico. Si este tiempo no se
respeta, supuesto que la persona ha entrado en un apreciable nivel
(26) Cfr. San Juan de la Cruz, Subida..., II, 4,4.

de serenidad y aquietamiento, se pueden producir molestias que, aunque ciertamente no son


graves, deben evitarse.
Estas molestias pueden ser: dolor de cabeza, sacudidas nerviosas, nuseas o, incluso, en
casos ms fuertes, vmitos y an cadas, debido a una prdida ocasional del equilibrio. De
todo he visto.
La salida puede hacerse de la siguiente forma:
1. Respira lentamente y con profundidad por lo menos tres veces
a) Se respira lenta y profundamente
b) Al llegar al final de la inspiracin, se retiene el aire tres o cuatro segundos.
En este momento es til el darse cuenta de dnde se encuentra la persona, de
los ruidos ambientales, etc...
c) Se respira lentamente.
2. Mueve las manos y los pies con cierta fuerza.
3. Antes de abrir los ojos, apritalos y afljalos varias veces para evitar que puedan
escocer.
4. Mueve el cuello. Posiblemente lo notars como agarrotado y sentirs alivio al
moverlo. Si ocasionalmente adviertes que no puedes moverlo porque parece que
est como petrificado, el remido es bien sencillo: inclnate hacia adelante,
doblndote por la cintura. Notars como puedes mover el cuello con entera
facilidad.
Si al terminar la sesin notas una cierta sensacin de ensimismamiento, algunos lo
llaman atontamiento, advierte que no hay nada de eso. La persona est siempre en estos
casos lcida y tranquila. Es el apaciguamiento profundo que perdura de alguna forma

y una no suficiente salida que ir producindose poco a poco quedndose en lo que


realmente es: una agradable conciencia de paz, de quietud. Pero si se nota mareo autntico,
con cierto desequilibrio o sntomas de los que cit antes, es seal de una salida precipitada,
que se debe corregir y los sntomas desaparecen. Habrn personas que necesitarn ms
tiempo de salida. Cada cual deber verlo por s mismo. Ms tiempo de salida significa
mayor nmero de respiraciones finales; ms tiempo de desentumecimiento muscular.
Las respiraciones de salida no necesitan ir acompaadas de concentracin alguna.

4
RESPIRACIN Y ORACIN
Respiracin y oracin.
La lucidez.
Leyes de meditacin.
La prctica. Dos formas de hacerla.
1. La oracin de corazn.
2. El Hong-So.
Evolucin de la frase-respiracin.

Respiracin y oracin
Es posible y muy til un espacio de encuentro con Dios desde esa realidad
frecuentemente olvidada de la respiracin como frontera entre lo fisiolgico y lo psquico,
en un amplio ambiente de fe cristiana, de don amoroso de Dios.
En el encuentro amoroso con Dios est necesariamente implicada toda la estructura de
la persona. Ms todava, en l es donde la persona encuentra su reposo final, la armona
ltima que la estabiliza en la paz del encuentro.
La prctica trata de crear las condiciones para la oracin, abriendo un espacio silencioso
donde slo la palabra mnima indispensable y la respiracin constituyen el vehculo de
nuestra expresin plenamente referida a Dios.
En este
se encarna
respira. Al
favorece el
simbiosis.

momento aspiracin a Dios, anhelo, tendencia, orientacin, se corporaliza y


en una aspiracin que lleva todo el empuje y fuerza de la fisiologa que
mismo tiempo que fundamenta todo el metabolismo biolgico, simboliza y
metabolismo espiritual, donde Dios y la persona se compenetran en una bella

Todo es sumamente simple. Cuando hablamos, utilizamos palabras y expresamos as


nuestros pensamientos y nuestros sentimientos.
Lo mismo que cuando hablamos con Dios y le decimos lo que pensamos o sentimos.

Vamos pues, a seguir hablndole a Dios, aunque vinculando la palabra con la


respiracin.
Al ira profundizando tal situacin, una doble profundizacin ir ocurriendo:
__ la del amor, que es la que da sentido pleno a la oracin
__ y la de la respiracin, que nos ir introduciendo en ese punto secreto y sutil donde la
conciencia y el cuerpo se encuentran, se fusionan y surge la mente. En este caso la mente
cristiana.
Si lo que vamos a hacer va a ser oracin, no lo ser ciertamente por la respiracin sino
por la fe, el amor y la entrega sincera.
La oracin la supongo como un don de Dios: El amor de Dios derramado en
nuestros corazones y que clama: Padre.
Con la respiracin lo que aadimos es una mejor base humana, abierta al don de Dios.
La respiracin crea una mejor manera de estar.
La situacin global surge de dos elementos
Oracin
_____________________
Respiracin
Lo que la respiracin aporta al acontecimiento humano de la oracin es
__ una regularidad (un ritmo)
__ calma, tranquilidad
__ mejor oxigenacin (O2.) cerebral.

Y cuando, en un ambiente de calma, de regularidad y de mejor oxigenacin cerebral se


presta atencin a algo, hay mejor lucidez.
Grficamente la situacin de conjunto es la siguiente:

La lucidez
Es una mayor claridad interior. Un estado ms alerta, ms fuerte, con una mayor
presencia humana y una mayor capacidad de relacin y de encuentro. Cuando ocurre
en un momento de regularidad, de calma, siempre es positivo, siempre es amoroso.
La lucidez es como un ngulo abierto. Hay mayor apertura y menor abertura. Estas
oscilaciones definen los niveles de conciencia, de lucidez y de presencia.

Lo que seala la madurez de una persona es el nivel de conciencia desde el que


funciona. Las personas con bajos niveles de conciencia son personas determinadas por la
subconsciencia, personas, pues, inmaduras, sin capacidad para el autogobierno. El
subconsciente las dirige, ms o menos, de acuerdo a las leyes del mismo que, entre otras,
son el capricho, el gusto, la inmediata satisfaccin, sin recursos interiores para saber
posponer un logro, la consecucin de un objetivo.
Una persona sin lucidez distorsiona todo el encanto que puede surgir en la oracin
como un encuentro, casi un oasis, donde la persona se fortalece para el otro encuentro de
cada da con los hombres.
Desgraciadamente nuestros bajos elementales niveles de lucidez, suficiente par parecer
coherentes en lo que decimos, para no tropezar con la gente y para salir por una puerta
abierta, no son suficientes para ese calificado encuentro con Dios. En el fondo como
sonmbulos. Y estamos permanentemente proyectando nuestro ensueo sobre todo.
Leyes de la meditacin
Bajo formas aparentemente insignificantes, sin capacidad para asombrarnos ni para
atraer nuestra atencin, pueden existir leyes precisas y muy importantes.
Cuando Newton se pregunt por qu las cosas caen en lugar de subir, estaba intentando
arrancarle un secreto a lo trivial. Y lo consigui descubriendo la impresionante ley de la
gravedad.
Os habis preguntado por qu se os hace un nudo la garganta y tanto ms fuertemente
cuanto ms esfuerzo pongis en que no ocurra?

La ley que gobierna esa situacin tan embarazosa es justamente la ley que puede dirigir
nuestra meditacin y nuestro crecimiento.
Puede parecer desproporcionada tal afirmacin. Las leyes de la meditacin son leyes de
la conciencia humana y que voy a exponer.
Es, ms bien, una nica ley que voy a desglosar en dos partes para desentraar mejor su
contenido y dignificado:
1.

Cuando algo o alguien acapara la conciencia, la lucidez que en un momento


determinado tiene una persona, sta no puede dejar de ir hacia aquello.
Cuando un conductor, frecuentemente inexperto, no ve delante de s ms que un
rbol, ste acapara totalmente su atencin y atrae al conductor inevitablemente.

Evidentemente cuando acapara no hay opcin porque no hay dos cosas a las que se
preste atencin sino nicamente a una. En este caso no puede ir ms que hacia esa nica
cosa.
La conciencia, en este momento, es una conciencia altamente focalizada y crispada,
en una nica direccin.
2.

La segunda parte de la misma ley indica cuando algo o alguien acaparad toda la
atencin disponible en un momento determinado, la persona se dirige a aquello
con toda su energa.
Esta energa es corporal, efectiva, mental o de pensamiento.

Cuando un coche se estrella contra el rbol porque la persona ha quedado acaparada por
el rbol
__ Toda la energa corporal queda atrada en aquella direccin y es la misma persona la
que conduce el coche sin quererlo, pero aferradamente, hacia el rbol.
__ toda la energa afectiva queda condicionada por el rbol. Cuando hablaba de la
afectividad en otro volumen, deca que la afectividad es la forma de sentir la propia
presencia en el mundo. En este caso el mundo ha quedado reducido a un rbol. Y todo
el modo interior de sentirse es en relacin nica y exclusivamente con el rbol que est
delante.

Ha ocurrido un impresionante estrechamiento de la conciencia encarnada que reduce los


niveles en los que se encarna: cuerpo, afectividad y pensamiento. Porque tambin el
pensamiento, lo poco que queda en esos momentos en los que la persona se dirige
inevitablemente hacia el rbol, est determinado por ste aunque no se ms que una
exclamacin: l rbol, el rbol...
Lo importante es en este momento darse cuenta de que todo lo que organiza nuestra
energa en una direccin que sigue la direccin de la conciencia, crea una actitud, pasajera o
no, porque organiza en esa direccin el cuerpo, la afectividad y el pensamiento, que son
justamente las bases que condicionan la actitud.
Y toda actitud es una vivencia. Por eso todo lo que acapara en una direccin crea las
condiciones justas para la vivencia.
Cuando descubrimos esta ley de la vida la descubrimos como una ley fundamental de la
meditacin. La conciencia, la lucidez no son un estado neutro sino abierto a una
presencia, abierto a Dios.

Queremos que Dios atraiga a Si toda nuestra lucidez y con ella toda nuestra energa,
todas nuestras fuerzas

de manera que su presencia condicione nuestro cuerpo, nuestra actividad y nuestro


pensamiento.
En el caso del rbol, la situacin era traumtica y violenta, negativa, por tanto; pero
existe una manera positiva de vivir la misma situacin, de quedar orientado, atrado por la
presencia amorosa de Dios.
Normalmente prestamos atencin a aquello que nos llama la atencin, pero somos
prcticamente incapaces de prestar atencin a algo que no nos la llama hasta que la cosa
desapercibida, marginada antes, llegue a preponderar a organizar todos los contenidos de
nuestra conciencia.
Podemos prestar diariamente atencin a Dios, una y otra vez y su presencia amorosa ir
condicionando toda nuestra conciencia, nuestra claridad interior, poca o mucha, y creando
las condiciones propias para tal atraccin en nuestros niveles corporales, afectivos y
mentales o de pensamiento, y con ellos despertndonos a niveles mayores de lucidez.
1. El primer paso es crecer en lucidez. Abrir el ngulo ms y ms.
2. El segundo, orientarla a Dios.
La vida es energa y aquello que moviliza y canaliza nuestra energa, determina el
sentido de nuestra vida.

Si una idea ocupa exclusivamente la mente, toma una forma afectiva, fsica
o mental. Si, pues, llenis totalmente vuestra mente del pensamiento de Dios
y slo de Dios, llegaris rpidamente al estado de perfecto xtasis. (27)
Evidentemente que el xtasis no es lo que mejor manifiesta nuestro amor sino el
compromiso y la entrega incondicional por amor de Dios, y, desde el punto de vista
cristiano, la idea anterior, plenamente oriental, puede dejar desdibujados elementos
fundamentales de una vida cristiana. No he querido citarla tanto por eso cuanto por la
vinculacin entre atencin y modificacin de la direccin de la vida, que el o que considero
en estos momentos.
La prctica: dos formas de hacerla
Hay dos formas de hacer la oracin con respiracin. Tienen una base de amplia
experiencia en la historia espiritual:
1. La oracin de corazn u Oracin de Jess, dentro del mundo cristiano.
2. El Hong-So, dentro del mundo oriental.
1. La oracin de corazn.
Un breve esbozo histrico servir para situarla mejor.
En diferentes lugares del Nuevo Testamento se invita a la oracin incesante:
__ orar sin parar (1 Tesalonicenses, 5,16)
27 sivananda, La practique de la meditation, pars, albin Michel 1970, p. 164. Est
trsducida al espaol bajo el ttulo Concentracin y meditacin.

__ Orar con el Espritu en todo momento (Efesios, 6,18)


__ Orar en todo lugar levantando las manos puras (1 Tim, 2,8).
Esta fue la urgencia especial que se sinti en el Oriente cristiano y, al intentar cumplirla,
se encontraron con unas dificultades prcticas: la de cmo compaginar el estar orando
siempre con la del trabajo cotidiano y el quehacer de la vida diaria.
Ante esta situacin
__ unos (los mesalianos) se dedicaban completamente a la oracin, descuidando el
trabajo.
__ otros, agrupados en comunidad, dividan la tarea: unos se dedicaban al trabajo y
otros a la oracin.
__ posteriormente vino una frmula nueva (orgenes): unir la oracin al trabajo;
posteriormente la frmula se har clsica bajo la forma Ora y trabaja comn a todos
los monjes de la Regla de San Benito.
Esta ltima posibilidad supona la actitud de corazn, capaz de vivificar la obra y de
mantenerse en ella durante todo el da.
Pero como les resultaba difcil mantener esta actitud del corazn en medio de la vida
comn, sintieron la necesidad de huir, callar y descansar para poder permanecer
continuamente y sin descanso la memoria de Dios.
Evagrio pntico, el telogo del desierto (S. IV) descubri la pureza a la que el monje
debe llegar:
La mente que en la oracin se eleva a Dios debe ser pura de todo lo que sea
Dios. El primer grado consiste en renunciar a los objetivos externos. El
segundo

en la resistencia de todo pensamiento malo. El tercero es ms sublime. Llega


un momento en que, tambin los pensamientos buenos y santos comienzan a
ser un obstculo, para la unin con Dios a causa de su multiplicidad. Es
preciso, pues, liberarse de ellos de forma que el intelecto llegue a estar
desnudo (gymnos), inmaterial (alos), sin forma (amorfos), pura luz en la
que se ve la luz divina. (28)
Pero esto suscit seria dudas. No poda entenderse sin peligro lo que significaba eso de
tener la mente vaca de cualquier pensamiento, polmica que muchos todava hoy
sostienen.
Y en la necesidad de poner en ese vaco algo que pueda la mente ir rumiando: la Palabra
de Dios, la Sagrada Escritura.
La palabra de Dios se convierte en el gran lugar de la oracin. Casiano advierte que,
aunque la Sagrada Escritura elimina muchas distracciones, tambin crea otras porque es
mltiple. Recorriendo el Salterio, la mente va saltando de una cosa a otra y se pierde.
Cabalmente para evitar las distracciones se inventaron las jaculatorias (palabras o frases
aisladas indefinidamente repetidas), Y entre las muchas jaculatorias una llego a tomar
mayor fuerza, la llamada oracin de Jess, u oracin a Jess:
Seor Jess, Hijo de Dios, ten piedad de m.
Entre los Rusos se aadi la palabra pecador: Seor Jess, Hijo de Dios, ten piedad
de m pecador.
Esta plegaria conoce una gran difusin en el siglo XIV que es cuando aparecen
elementos corporales, fisiolgicos, aadidos a la plegaria, tales como la respiracin,
etc.
(28) I. Hausherr, noms du Christ et voies doraison, OCA, 157, Roma 1960, p. 145ss.

La exposicin del mtodo fsico de esta oracin se debe a un monje de Calabria,


llamado Nicforo:
Sintate en una habitacin tranquila, en cualquier ngulo apartado y haz lo
que yo te digo: cierra la puerta, levanta el espritu por encima de todo objeto
vano y temporal. Despus apoya la barba sobre el pecho, vuelve la mirada
del ojo corporal con toda tu mente en medio del vientre o sea sobre el
ombligo: mantn la respiracin del aire que pasa por la nariz, de forma que
t no espires fcilmente y busca mentalmente dentro de tus vsceras, para
encontrar all el lugar del corazn, donde residen las facultades del alma. Al
principio encontrars tinieblas y espesuras impenetrables. Pero, si perseveras
y haces este ejercicio noche y da, entonces encontrars, oh milagro! Una
felicidad sin fin... Cualquier pensamiento que se presente, antes de que se
desarrolle y tome forma, ser puesto en fuga por la innovacin del nombre
de Jess que lo echa fuera y lo destruye...
De esta manera ha ido evolucionando la oracin desde la Biblia hasta cuajar en la
llamada Oracin de Jess u Oracin de Corazn, unida a la respiracin y con ella a una
especial condicin fisiolgica y mental.
Hay quien afirma que en esta oracin cristiana han influido corrientes del Oriente
hind, marcadamente en lo relativo a los aspectos metodolgicos (fsicos y psquicos) de la
misma. Incluso se ha hablado de un Yoga cristiano, anterior a nosotros, dentro, no obstante,
del pensamiento de la iglesia oriental ortodoxa. Hay quien piensa que todo este entramado
no es ms que un intento coyuntural y oportunista por encontrar validacin al Yoga desde
presupuestos ms netamente cristianos.
La manera prctica de orar desde la respiracin presupone un relativo dominio de la
respiracin lenta y profunda. Se debe haber adquirido un cierto ritmo lento y profundo en
la respiracin. Naturalmente que cuando se consigue o se instala ese ritmo ms

lento y profundo, se ha tenido que producir tambin una respiracin ms automtica,


menos conducida por la voluntad.
A partir de ese momento y cuando quieras orar
1. Sintate en una postura cmoda, la apropiada para la meditacin, como indiqu
anteriormente.
2. Despus de pasados unos momentos toma conciencia de la presencia de Dios; de
Dios como una energa envolvente y que invade todo tu ser. Permanece un
momento en esta conciencia de presencia.
Esto es como el encendido, la conexin, la creacin de la relacin justa para que
ocurra la oracin.
3. Inspira lentamente, y, al mismo tiempo que inspiras, di mentalmente la palabra.
Puede ser hasta simple palabra de una sola slaba,.
Dila mentalmente, mientras inspiras. No olvides que no la pronuncias al aire, sino
que la dices a El y te la dices a ti mismo.
Si la palabra es de una sola slaba, como por ejemplo, la palabra Dios, entonces no
es suficiente para llenar todo el espacio de la inspiracin. En este caso alrgala
mentalmente.

Cuando la frase es suficiente como para llenar todo el espacio de la inspiracin, no


es necesario alargar nada sino que simplemente se dice, acompaando el trayecto de
la entrada del aire

Y de nuevo reptela al dejar salir el aire. Deja que salga con el aire que espiras,
formando un todo; creando una nica actitud de abandono, de entrega, de recepticvidad.

4. Abandnate a este ejercicio, repetido una y otra vez, durante un tiempo


determinado.
Procura mantener, sin aferramiento ni crispacin, la conciencia de presencia de
Dios. Y s consciente de que a partir de este momento, de este pinto, no puedes
hacer nada. has llegado a una frontera donde termina tu esfuerzo y comienza lo
gratuito.
Los profundos y persistentes condicionamientos de nuestra mala formacin en la
oracin van a conmocionar frecuentemente este espacio abierto de oracin.
probablemente experimentars una molesta conciencia de lmite, de falta de
horizonte,. Y junto a todo eso una enojosa sensacin de ineficacia y de prdida
de tiempo.
Permanece en la frontera y en el lmite. Y deja que en tu paciente y humilde espera
todo el nerviosismo y la urgencia de respuesta concretas se deshagan como las olas
en la orilla. T limtate a permanecer abierto, desde el profundo

horizonte al que te abre la fe, conducido por el aparentemente insignificante


acontecimiento de tu respiracin y tu palabra.
Y no tengas ninguna prisa por inspirar ni por espirar. Que todo ocurra sin
apresuramientos. Con el tiempo se ir haciendo ms largo el espacio entre la espiracin y la
nueva inspiracin, como despus indico.
El ejercicio admite una variante que tiene su inters. La palabra o la frase puede decirse
slo al inspirar, dejando en silencio la espiracin:

O puede dejarse en silencio la inspiracin y decir mentalmente la palabra o frase slo al


dejar salir el aire:

A la pausa silenciosa la llamo resonancia.


En ocasiones, y de manera espontnea, algunas personas se sientan inclinadas a hacer
esa pausa silenciosa.
Ella representa o una reaccin a la fatiga de la continua repeticin o una especie de
descansillo de escalera. En l la palabra es

profundizada, indescriptiblemente ahondada, sin apenas apercibirse de ello la persona. Esta


suele entenderlo como una forma de reposo ms que como una forma de adentramiento.
2. El Hong-So
El Hong-So es una prctica elemental, casi natural, de oracin. Implica una relacin
con Dios, acompaada del movimiento natural y continuo de la respiracin, tanto en su
vertiente fisiolgica como en el significado psquico o disposicin elemental que produce.
Hong-So parece significarYo soy El. Afirma la relacin inevitable y profunda que
tenemos con Dios.
Al inspirar se pronuncia mentalmente Hong. Es una entraable afirmacin de El, de
su realidad profunda y bsica.
Al espirar se dice mentalmente tambin So, con lo que se afirma la no distincin, o
mejor, la pertenencia de toda nuestra realidad a ese mbito de lo divino. No s afirmamos en
la misma afirmacin de Dios; nos abrimos a nosotros mismos al abrirnos a Dios..
No afirmamos un pantesmo, en este caso nuestro, sino simplemente la imposibilidad de
expolicarnos a nosotros mismos al margen de la afirmacin de la Realidad de Dios.
La respiracin va a traducir en su doble movimiento esta afirmacin de dios y nuestra
inclusin en El.
La prctica del Hong-So, aplicada a nuestra mentalidad cristiana, trata de conectar
amorosamente con esa gran Realidad que es Dios; intenta levantar nuestra conciencia hasta
sintonizar con Ella.
Salidos de manos de Dios, somos lo mismo que El es. Naturalmente que la escala a la
que estamos hechos infinitamente diminuta y pequea, pero suficiente para hacernos
estallar de alegra y de felicidad. Reproducirnos a escala menor lo que El es.

El Hong-So intenta abrirnos al estallido original de nuestra esencia y permitirnos


experimentar que somos amor porque El es amor y energa, simplemente porque El es
energa, etc.
El mayor privilegio del hombre es el de poder sentir ese aire de familia, de que somos
sus hijos; y el de poderle llamar Padre.
La conciencia de nuestra pertenencia a El, en la prctica, se refleja en la respiracin.
Esta aporta el balanceo
__ de subida y de bajada
__ de afirmacin y reposo
__ de apertura y abandono
Prescindiendo de la expresin literal del Hong-So, se puede intentar acomodarlo y
tratar de expresar, ms que una palabra, la actitud profunda subyacente.
Al inspirar, tomo conciencia de queme estoy abriendo a Dios en quien encuentro la plenitud
de Amor, Fuerza, Bondad, Energa...
Al espirar, tomo conciencia de que desciendo a mi propio centro interior, donde soy como
Dios; donde El realiza su propia imagen de amor, bondad, fuerza, energa, etc...

Puede hacerse con frase o sin frase. Si se quiere tomar una frase, sta debe afirmar lo
que es Dios. Por ejemplo: Eres amor...
y decirla al inspirar.
Y al espirar, afirmar lo que yo soy en El: Soy amor.
Pero con frase o sin frase, en ambos casos tiene que haber una clara conciencia de
apertura a Dios al inspirar y descenso al propio centro interior al espirar.
Al inspirar afirmamos su SER. Al espirar afirmamos su gracia, su don, su benevolencia
en nosotros.
Hay que mantener la actitud o la repeticin con confianza, con alegra. Sobre todo daos
cuenta de que el acontecimiento, el hecho fundamental que estamos afirmando est
ocurriendo ahora mismo, fresco, nuevo, nunca igualmente repetido. Afirmamos as la etena
novedad de Dios y la permanente juventud de nuestro centro interior, de nuestra realidad
profunda.
Evolucin de la frase-respiracin
La frase sigue la trayectoria dela evolucin de la respiracin. Y sta evoluciona de la
forma como indicaba en la prctica interior.
Cuando predomina la respiracin, cuando la persona respira, todo ocurre como
representa el grfico siguiente.

En este momento el que ora conduce la respiracin y conduce tambin la frase.


Respiracin y frase estn contenidos dentro de los lmites de la conciencia, que advierte
lo que est ocurriendo. Pero a medida que se va profundizando, la respiracin se va
agrandando, se va ampliando la conciencia hasta hacerse tan amplia como el aire que no
ambienta, tan amplia como el aire total, tan amplia como el universo.
Se va experimentando que la respiracin que era conducida anteriormente, pequea y
personal, ahora gana protagonismo; se hace como universal y con ellala frase.

Esta ya no es una frase articulada con palabras muy concretas. Es una palabra que se
confunde con la misma conciencia. Es una palabra que sale de todo el ser u conecta con
todo lo que es y fundamentalmente con el que ES.

La palabra y la respiracin unidos pierden la limitada estructura inicial y se abre. La


pequea conciencia de cada da, la conciencia de estar respirando o de estar diciendo algo,
se ve desbordada por algo en donde no puede mantenerse ms que perdiendo limitacin,
hacindose ms amplia.
Esta conciencia es difusa, global. Y al ir avanzando, es una conciencia vaca, sin
lmites, sin contenidos, sin expresin, por tanto. ES una pura conciencia abierta a Dios,
donde ni se baja ni se sube. Y la conciencia se aquieta en una permanente actitud esttica.
La respiracin ocurre independientemente de nuestra atencin a ella; la frase se ha
quedado paralizada, como expresin de la mente que habla, hasta ser una vivencia global.
Cuando esto ocurra, dejad que el tiempo pase. No intentis entender lo que est
ocurriendo; permaneced sin palabra y sin atencin a la respiracin; absortos en una
respiracin que la fe descubre y en una Palabra que la fe nos revela: El Espritu Santo y la
Palabra de Dios. Vamos pasando de nuestra pequea respiracin a la gran respiracin
(Pneuma, Espritu Santo), y de nuestra pequea Palabra a la gran Palabra (Logos, Cristo J.).
La manera concreta de evolucionar es:
__ la respiracin se va haciendo gradualmente, con el tiempo, ms lenta, ms lenta...
__ la frase se va lentificando tambin, unida a la respiracin.
__ los espacios entre una respiracin y otra van aumentando. Las pausas despus de la
espiracin, al agrandarse, van descubriendo los espacios abiertos donde todo es
perfecto y est realizado.
__ Y en estas pausas, abiertas al misterio, la persona se abandona y reposa sin tiempo,
sin programacin, sin prisa y sin anlisis.

Todo parece estar ntimamente unido. Como cuando el rbol, la montaa y el ro forman
un paisaje nico. Todo es perfecto y est en calma.

5
RELAJACIN:
PUERTA DE LA INTERIORIDAD

Situar el tema.
La esencia de la relajacin.
Objetivos de la relajacin.
1. Descansar.
2. Tranquilizar.
3. Ampliar los lmites dela propia conciencia.
4. Abrir caminos para la evangelizacin de la mente
y del cerebro subconsciente
Por qu el cuerpo?
Lo que el cuerpo representa
Vivencia de la corporalidad.
El esquema corporal.
El por qu de la relajacin.
La prctica.
La actitud bsica.
Ejercicios prcticos.
1. relajacin progresiva.
2. Relajacin a travs de la respiracin.
2.1 relax global con actitud de abandono.
2.2 Relax global con sensacin de peso.
3. relajacin mental a travs de la imagen.
4. el aislamiento.
Anotaciones generales a la prctica de la relajacin.
Apndices (texto ntegro de unas prcticas de la relajacin).

Situar el tema
Muchos no captan la enorme importancia de la relajacin dentro del proceso interior.
La relajacin es hoy, en muchos sectores, una autntica trivialidad o una panacea
universal indiscriminada.
Precisamente por esta posibilidad que tiene de responder a situaciones bsicas de la
persona es fcilmente asequible al instrusismo. Cualquiera, venga del campo que venga, se
considera capacitado para dirigir un ejercicio de relajacin o para introducirlo dentro de su
trabajo profesional sin suficiente asimilacin en ocasiones ni sistematizacin.
Por otra parte suelen reducir la relajacin a una tcnica. Y todava la empobrecen ms
cuando la reducen algunos al mbito de lo muscular: relajar es, segn stos, una distensin
muscular fundamentalmente.
Peo para poder entender el relax hemos de englobarlo en un contexto ms amplio y
realista: la mente humana. Y la mente entendida como conciencia encarnada.
A partir de ahora el relax ser el procedimiento utilizado para aquietar la carne, todo
ese campo donde la conciencia se manifiesta y se hace presente.

Con esto no quiero decir que la relajacin sea nicamente un procedimiento, sino
antes que nada es un estado de armona.
Es imposible un proceso de relajacin sin las consiguientes transformaciones dela
mente y del cuerpo. Lo que le da una mayor hondura y categora humana, antropolgica.
Fundamentalmente esta transformacin es paz, armona, integracin.
Cualquier tipo de modificacin de la estructura mental que signifique armona y paz,
favorece el estado meditativo y la transformacin. No hay posibilidad de meditan ni de
trascender si no se produce un cambio en la persona entera. La relajacin, bien entendida,
contribuye a este cambio.
La esencia de la relajacin
El punto neurlgico de la relajacin, el resorte interior que la pone en marcha es
fundamentalmente una actitud, no una tcnica; la actitud de dejar, soltar, contrario,
naturalmente, al aferramiento habitual con el que vivimos, pendientes de todo aquello con
lo que construimos nuestra propia imagen y, en definitiva, nuestro yo falso o ego.
Cuando dejamos ir todo lo que supone la superficie, entonces aparece la profundidad.
Y a la superficie pertenece
__ el ambiente
__ el cuerpo
__ la afectividad
__ el pensamiento

Existen tantas clases de relax como sectores condicionan la propia conciencia. De esta
manera podemos hablar de
__ Relax ambiental
__ Relax corporal
__ Relax afectivo
__ Relax del pensamiento
Al soltar en cada uno de estos sectores, se producen tres efectos fundamentales
1. Descanso en relacin con cada sector
2. Liberacin de la conciencia
3. Disponibilidad
Y tenemos planteada la esencia misma de la situacin global de relajacin
Una actitud de <<no aferramiento>>, frente a cualquier situacin o contenido que
provenga del ambiente, del cuerpo, de la afectividad o del pensamiento, la que crea un
estado de descanso y un espacio interior de libertad y de disponibilidad.
La relajacin tiene dos sentidos
a) La podemos entender como los procedimientos que utilizamos para llegar a ese
estado de descanso y libertad, que es a lo que reduce normalmente mucha gente el
relax. Slo como una tcnica de descanso que, en ambientes espiritualistas, se
utiliza tambin para hacer oracin.
Evidentemente tal concepcin es un empobrecimiento y una trivializacin de tantas.

b) Podemos entender el relax como un estado de armona, hecha de reposo y de


libertad.
Tal relajacin entendida como una tcnica tiene sus limitaciones. Y dentro del
proceso meditativo tiene un punto en el que deja de ser til y desaparece. Quien la quiere
forzar ms all de sus propios lmites, la destruye.
Pero si la entendemos como un estado de armona, de descanso y libertad es casi
limitada. Y en el campo de lo espiritual, aplicada a la oracin y meditacin, acompaada
hasta los ms altos estados de profundizacin y de interiorizacin.
La relajacin esencialmente es un estado de armona y espacio de libertad. Capacita
para la comprensin profunda y recuperacin de la propia identidad.
Objetivos de la relajacin
Los siguientes objetivos no son alternativas distintas. Se consiguen todos si se
permanece en la prctica.
Dentro de lo que considero una antropologa de la vida interior, voy a presentar aquellos
objetivos globales que ms caracterizan el trabajo que estoy presentando.
1. Descansar
El hombre actual es frecuentsimamente un hombre fatigado, cansado; sometido a mil
esfuerzos, tanto fsicos como mentales y emocionales.
Necesita descansar para poder reconstruir valores fundamentales de su vida, pero el
descanso huye o adopta formas equivocadas, constituyendo formas nuevas de cansancio.

Descansar es dar reposo a toda la estructura de la mente, aunque sea en niveles


superficiales.
Es una gran obra de misericordia ayudar a descansar, a encontrar reposo y a saber acar
el reposo de los recursos de esa fuente indita que es la propia conciencia, la propia
realidad interna.
Y es, al mismo tiempo, el objetivo ms elemental y el primero en el camino del
descanso inteligente, a partir del cual es posible otear horizontes de nuevas
profundizaciones y de nuevas vas de acceso a la realidad ms autntica del hombre.
2. Tranquilizar
La intranquilidad es parte del cansancio del hombre. Es frecuentemente la causa de su
cansancio fsico. Pero ella en s representa un matz distinto del mero cansancio fsico o
mental.
Mientras el cansancio proviene generalmente de un esfuerzo realizado, la intranquilidad
proviene con frecuencia de un problema no resuelto.
Hay muchas personas intranquilas. Muchas de ellas han hecho de la intranquilidad un
estado crnico que organiza negativamente su vida.
Tranquilizar es resolver el problema humano; y al resolverlo, devolverle a la mente
una calidad nueva y serena.
No obstante la interiorizacin no intenta directamente resolver los problemas que
surgen independientemente de la mente misma, sino lo que surgen de la falta de intuicin,
de profundidad y de libertad.
En este caso tranquilizar y tranquilidad no son realidades que tengan que venir de fuera
de la persona sino de la comprensin del mismo problema.

Tranquilizar es posibilitar la creacin de un espacio de libertad frente a todo lo que nos


pueda ocurrir. Es imposible dominar todas las fuetes de las que puede provenir un estmulo
negativo, pero s es ms fcil y ms personalizante el afrontar los acontecimientos con una
mente no conflictiva, en paz consigo misma. Cuando la mente es serena, armoniosa, no
conflictiva tiene un impresionante un poder para transmutar todo lo negativo en positivo y
para disolver los problemas con la sencillez con que se sopla el vilano y se diluye en el aire.
Otro aspecto importante es la reduccin de tensiones en cuento que suponen una
resistencia. La resistencia siempre es dificultad para la compenetracin, para el encuentro,
para la comunin.
La resistencia no es nicamente un acto de la voluntad. Es fundamentalmente una
situacin total de la persona. Por eso, al disminuir la resistencia, es toda la persona la que
entra en un estado no conflictivo.
Lo ms significativo dela no-resistencia es el hecho de que facilita el paso de la
Fuerza espiritual a travs de toda la estructura silenciosa de la mente como un relmpago en
la noche, con toda la vieja belleza de los fenmenos de la naturaleza, y en este caso tambin
de la gracia, tan antigua como el hombre.
La ansiedad es incompatible con la relajacin y con la no-resistencia. Al lograr niveles
crecientes de relax, se logran simultneamente niveles de serenidad, de tranquilidad y de
comunin, en la que no hay conflicto, resistencia ni distancia.
En la no-resistencia hay tambin elementos importantes que facilitan la armona
biolgica, una mejor comunicacin entre s de los ritmos fisiolgicos y una mejor
coordinacin y facilitacin de la salud.
La tensin (que siempre surge en el conflicto y en la resistencia) bloquea el flujo
natural de la energa y

paraliza la armona fsica y mental. Todas las enfermedades tiene su origen, ms o


menos directamente, en el debilitamiento del flujo de la energa en el cuerpo. (29)
2. ampliar los lmites de la propia conciencia
Nuestro cuerpo supone un lmite. Es el primero que formamos en nuestro encuentro
con el mundo. Todo lo dems permanece fuera del mismo. De esta manera nace el concepto
dentro-fuera como un tremendo dilema que la conciencia ordinaria no puede descifrar.
Nuestro cuerpo ha llegado, en gran medida, a ser una barrera para el encuentro; una
frontera donde termina lo que soy y comienza lo que o soy yo, lo queme rodea, lo que
est fuera.
Cuando el cuerpo rebaja su influencia y se diluye, liberando de alguna manera la
conciencia, se va borrando el lmite. La conciencia se expande y dentro-fuera se adivinan
y se presienten ms como conceptos que como realidades. La conciencia rompe sus lmites
y se hace ms amplia, hasta recuperar una presencia mucho ms rica y extensa. La mera
biologa no es el nico sector donde se encarna. El mundo entero es la carne, donde
toma cuerpo. Todo se convierte en un magnfico lugar de manifestacin. El mundo
entero, el cosmos, es el cuerpo de la conciencia humana.
Es este un fenmeno y una realidad que hay que meditar cuidadosamente porque es
parte de la grandeza del mundo, al ser reflejo de la conciencia libre, y parte de la grandeza
de la conciencia, que puede subordinarlo todo y hacer de todo vehculo de su profunda
expansin amorosa.
(29) Kriyananda, Lezioni di yoga, p. 36.

En este momento la relajacin es algo ms que una mera tcnica trivializada y facilona.
Es parte de un proceso de liberacin de la conciencia y de recuperacin del mundo.
La relajacin sirve de ayuda a descubrir la continuidad entre nosotros y todo lo dems.
No nos confundimos con nada, pero no vivimos aislados de nada. Nuestra autntica barrera,
nuestras autnticas fronteras y limitaciones las determina la conciencia, dependiendo de su
grado de libertad y expansin.
4. Abrir caminos para la evangelizacin
de la mente y cerebro subconsciente
al relajar los niveles cerebrales llamados superiores (donde se hace posible el
pensamiento, la voluntad, el razonamiento, etc...) se abren niveles llamados inferiores
(niveles vegetativos, emocionales, instintivos...) no porque sean de menor importancia sino
porque representan un nivel anterior en el tiempo de desarrollo y un nivel o piso inferior
dentro de la estructura del cerebro.
Estos niveles cerebrales suponen niveles distintos de la mente, niveles distintos de
encarnacin de la conciencia.
Occidente ha cultivado acadmicamente el pensamiento, la decisin, la voluntad, etc...
y ha despreciado en gran medida los aspectos clidos de la existencia.
Al relajarse, disminuye la influencia de los niveles superiores y se abre el camino hacia
los niveles primitivos de nuestro cerebro, de nuestra mente. Y junto con ello, la posibilidad
de influenciarlos y conducirlos inteligentemente.
A esos niveles inferiores se les llama mente automtica, cerebro automtico porque
funcionan independientemente de nuestro control y de nuestra advertencia. Lo que no es
ninguna ventaja hasta cierto punto porque tienen un gran poder de determinacin y

de orientacin de nuestra conducta son saberlo nosotros o sin poder evitar. Poder
evangelizar, influenciar y conducir controladamente esos sectores es una paso de gigante a
la hora de organizar nuestra conducta, nuestras respuestas y, en definitiva, nuestra vida.
De esta manera nuevas estructuras profundas de nuestro cuerpo, de nuestro cerebro, se
abren ala influencia de la conciencia y se nos agranda la posibilidad de estar presente ms
enteros en todo lo que hacemos.
Por qu el cuerpo?
Frecuentsimamente, a a pesar del panorama luminoso y exacto que la relajacin abre
ante nosotros, reducimos la relajacin al mbito de lo corporal. por qu?
Muchos nicamente captan los aspectos fisiolgicos del problema; porque sus objetivos
estn limitados al campo de la propia corporalidad en una vertiente muy restringida, la
muscular.
En definitiva, la posible deformacin introducida, se debe en parte al intrusismo. Y
sobre todo por qu reducimos el relax a lo corporal cuando existe la relajacin ambiental,
corporal, afectiva y de pensamiento?
No obstante conviene advertir que no existen cuatro relaciones, sino que la relajacin es
una situacin global de armona y orden que puede abordarse desde distintos ngulos,
como el ambiente, el cuerpo, la afectividad o el pensamiento. Esto es cierto. Pero el cuerpo
es el lugar donde confluye y se expresa lo fsico, lo psquico y lo espiritual.
Esto hace de l lugar privilegiado que hace posibles las tensiones de todos los sectores y
la serenidad de todos los mbitos de la persona. Y al mismo tiempo los visualiza, los
traduce en alguna forma de presencia.

Es importante profundizar esta realidad de nuestro cuerpo.


Lo que el cuerpo representa
Occidente ha menospreciado habitualmente lo corporal como fuente de construccin de
la personalidad y de expansin de la conciencia, aunque lo ve como fuente de placer y
tambin de sufrimiento.
Vincularlo al proceso interior ha estado fuera de lugar. No se ha conocido ni respetado
su sabidura, y naturalmente, el cuerpo se ha vuelto contra nosotros.
En este momento nuestro cuerpo es una coraza y una caja cerrada: Mientras no
intentemos una nueva comprensin del mismo, ser imposible servirnos plenamente de l.
El cuerpo es un lugar preferente donde la encarnacin de la conciencia se realiza y
donde la mente nace viva, fuerte y duea del mundo.
El cuerpo es un lugar de encuentro, donde la conciencia se encuentra con el mundo.

Es un lugar de diafanidad, donde todo se hace claro, asequible, al alcance de nuestra


condicin humana.

Es, incluso, el lugar donde


__ me encuentro conmigo mismo, como en un primer momento, necesario antes de
encontrarme cara a cara. El permite una habituacin progresiva a la impresionante
realidad interior que soy, sin verme deslumbrado, como quien entra poco a poco,
gradualmente.
__ y tambin en mi propio cuerpo me encuentro con Dios, siquiera en los primeros
momentos de la oracin y en los ltimos, donde el cuerpo transfigurado permite la
visin profunda sin que su opacidad nos la oculte.
Se puede describir toda una teologa de la corporalidad desde la idea del cuerpo como
__ lugar preferente donde la conciencia se encarna
__ lugar donde la conciencia se encuentra con todo.
__ lugar donde el mundo se encuentra con nosotros.
Cuando el cuerpo est deteriorado, necesariamente estar deteriorada la posibilidad de
encuentro consigo, de autoconocimiento; estar deteriorada la convivencia y tambin la
oracin.
Posiblemente se puede poner la siguiente objecin: una persona puede estar enferma,
mutilada, tullida, etc. y ser una bellsima persona pacfica, convivente y santa,
naturalmente. Esto es cierto, eso es consoladoramente cierto. Por eso es preciso determinar
qu se entiende por cuerpo deteriorado.

Vivencia de la corporalidad
El cuerpo como lugar de encuentro, de presencia, de encarnacin no es nicamente el
cuerpo en su estructura fsica. Es fundamentalmente la forma en que estoy vivindolo.
Nos relacionamos con todo a travs de la forma como estamos viviendo la propia
corporalidad.

Es mucho ms responsable esta manera de entender nuestro cuerpo y al mismo tiempo


ms satisfactoria porque nos permite modificarlo.
La forma positiva de sentirlo es un estado de armona, de no conflictividad y que est
a nuestro alcance.
Recuerdo un ejemplo que viv directamente y que sirve para comprender mejor lo que
estoy diciendo.
Aplicando en una ocasin un test de personalidad a travs de la expresin grfica de la
figura humana, una persona pint el siguiente dibujo

Un grfico rudimentario, elemental al mximo, y al mismo tiempo mutilado porque le


falta la cabeza. nicamente tiene brazo, tronco y piernas.
Evidentemente que la persona que lo pint tena cabeza y, sin embargo, la base
cientfica del test permite interpretarlo como reflejo de una persona que se viva sin
cabeza, sino lo que la cabeza significa dentro del profundo simbolismo de los elementos
de relacin, del que la cabeza es el principal: se viva aislada, en un grado alarmante.
Recuerdo el caso, el de una persona, visiblemente perturbada en relacin, que me lleg
a decir: a m me estorba el cuerpo.

El esquema corporal
De enorme importancia en el campo de la psicologa, lo es igualmente en el campo de
lo mental en toda su amplitud y, naturalmente, en el de la interioridad. El esquema corporal
es una
...sntesis global perceptiva de tan extraordinario valor que permitir el
reconocimiento de nuestro cuerpo y de su posicin en el espacio (somatognosia y
estereognosia). (30)
Y como detalla P. Chauchard:
... una verdadera presencia del individuo ante s mismo, una especie de
representacin del cuerpo, no por un conocimiento gnsico (conceptual), ... sino por
un
(30) Miguel Guirao, anatoma de la Conciencia, Barcelona, Edit. Andes Internacional,
1976, p. 74.

sentimiento de existencia cargado de un estado afectivo. (31)


El esquema corporal est en constante construccin y destruccin. No es algo esttico.
Y nosotros podemos intervenir directamente en la construccin positiva del mismo.
En esta lnea, y dada la enorme importancia que tiene para la construccin de la propia
mente y de su equilibrio. Muchos se dedican a realizar una imagen positiva ante s mismo.
Uno de los procedimientos ms conocidos actualmente es el de Gerda Alexander que, en
sntesis, consiste en modelar en arcilla la propia corporalidad. Los defectos en la
construccin de la misma se reflejan en la arcilla, y no pueden evitarse hasta tanto que se
cree una vivencia positiva del propio cuerpo. Automticamente se refleja en la expresin de
la arcilla modelada.
La eutona, palabra de dicha autora, es el conjunto de ejercicios que tratan de recuperar
la vivencia positiva de la propia corporalidad.
Esta recuperacin se traduce en un progresivo nuevo estilo de vida y de pensamiento.
No olvidemos que el cuerpo construye la mente.
El por qu de la relajacin
La manera de vivir la corporalidad es paralela a la manera de vivir la existencia. Por
una parte se vive el propio esquema y desde l se vive la realidad que nos rodea.
(31) P. Chauchard, El cerebro humano, Buenos Aires, Piados, 1958, p.1958, p. 67.

Es una idea hermosa y responsable el hecho de que la mayor o menor habilidad de


nuestro cuerpo hace posible nuestra mayor o menor felicidad.
Pero la forma de vivir nuestro cuerpo, el esquema corporal
... est sometido ala imposicin exterior de un mundo de prisas y de exigencias, de
tensin, en suma, mientras que se encuentra poco apoyado desde nuestro interior
porque los mensajes del cuerpo no pueden ser atendidos sino tarde, cuando la
alteracin o la enfermedad hace su aparicin. As el esquema se deforma. (32)
El esquema corporal, la vivencia clida de nuestra corporalidad, est alterada.. la
relacin dentro-fuera es negativa. Uno se encuentra mal consigo mismo y mantiene una
relacin negativa con el ambiente.
El relax es el primer intento por recuperar nuestro cuerpo, abierto a la belleza de la
libertad, de la comprensin meditativa, de la oracin. un cuerpo que pueda ser modelado
__ por ideas positivas
__ por imgenes positivas
__ por la silenciosa presencia de Dios, que lo atraviesa y lo condiciona con la Fuerza de
su Espritu.
En estado de relajacin, al alcanzar niveles ms profundos de armona interior, las
clulas ms recnditas de nuestro cuerpo pueden ir quedando influenciadas por una
conciencia positiva y por la bienhechora presencia de Dios. La espiritualidad es una
realidad de cuerpo y alma.
Ms concretamente el relax pretende:
(32) M: Guirao, Anatoma de la conciencia, p. 61.

1. profundizar niveles crecientes de la propia corporalidad

vivencindolos positivamente
...reforzando por dentro el esquema corporal, llenndolo de informacin positiva
del cuerpo que se oponga a su deformacin por un ambiente exigente y
deteriorante. (33)
En esta lnea son sumamente tiles las tcnicas de adentramiento orientales. Ellas nos
permiten bucear en niveles ms profundos y sutiles de la propia corporalidad, que nos
entregan al mismo tiempo sus secretos. Lo que tiene a restaurar la conciencia encarnada, la
conciencia cotidiana, la que nos personaliza o nos despersonaliza.
2. Ir ms all de la misma corporalidad en situaciones lmite marcadas por el xtasis,
lo que, por otra parte, no es normal a nuestra condicin humana. Lo importante es
vivir la indecible belleza de Dios desde niveles de divulgacin, donde todo resulta
tan normal, tan amistoso, tan sencillo.
La practica
La practica del relax intenta llevar la conciencia desde los niveles beta a los niveles
alfa.
(33) Ibd.., p. 79.

Para entender esto es preciso consultar el cuadro sinptico sobre la estructura de la


mente.
Grficamente el camino que intenta recorrer el proceso de relax es el que sigue:

Los procedimientos empleados para esto son innumerables y de distintas procedencias.


Voy a enumerar algunos:
__ La respiracin como forma de relax (La utiliza principalmente el Zen, aunque no
slo l y no slo para eso)
__ Mtodo de MT, o Meditacin Transcendental, fundamentalmente rtmico.
__ Control Mental, a base de un conteo descendente.
__ Relajacin sofrolgica.
__ Jacobson, mtodo fisiolgico antiguo, ya no tan utilizado.
__ Mtodo de Schultz, ms psicolgico que el anterior y ms ampliamente utilizado.
Por la forma de proceder, la relajacin puede ser
__ Progresiva: va pasando de una parte a otra sucesivamente.
__ Dinmica: cuando el relax sigue a un movimiento.

__ Esttica: cuando se hace partiendo del reposo.


__ Selectiva: cuando es de todo el cuerpo y se logra no sucesivamente sino
simultneamente: es global y simultnea.
Por razn de los mbitos de relax directamente afectados por un procedimiento
determinado, tenemos
__ Relax corporal, cuando es el cuerpo el directamente condicionado.
__ Relax mental, cuando es el pensamiento o la imagen lo que se condiciona y stos
condicionan el estado de armona.
En definitiva, conociendo el enlace inevitable entre
los procedimientos utilizados unas veces tienen objetivo directamente el cuerpo y otros el
pensamiento o la imagen.
Existen otros modos prcticos y variantes interminables ms o menos bellas, pero sin
que supongan una dinmica sustancialmente distinta. Lo esencial a todo proceso de
relajacin es lo que se llama actitud bsica.
La actitud bsica
Mucho se ha hablado sobre cules son las condiciones bsicas para que la relajacin
pueda ocurrir. Unos piensan que es necesario un lugar determinado, unas palabras
determinadas, un tono de sugerencia que invite a ir realizando una aproximacin controlada
hacia el sueo sin dormirse, etc...

Personalmente pienso que ha dado en el blanco oriente cuando ha puesto de relieve la


importancia de una actitud pasiva.
Captando este mundo oriental y aportando su propia experiencia de investigador, H.
Benson seala varios elementos que permiten la respuesta de ralajacin:
__ Un recurso mental: el sonido, o la frase, o simplemente la palabra que se utiliza para
sugerir el estado de relajacin o cierto nivel de monotona y habituacin.
__ La actitud pasiva: un estado en el que uno no se aferra a nada; no intenta modificar
nada por la fuerza; ni siquiera est pendiente de unos resultados.
__ Disminucin del tono muscular, despreocupndose de todo y adoptando una postura
cmoda.
__ ambiente tranquilo.
Pero estas condiciones parece que la esencia es la actitud pasiva.
La actitud pasiva tiene unos componentes fundamentales como son
1.
2.
3.

Escuchar al cuerpo, escuchar sin interferir con nuestro parloteo interior. El


cuerpo tiene su propio lenguaje y se hace perceptible cuando callamos y
prestamos atencin.
Escuchar cada msculo.
Y dejar que ocurra. La relajacin no se produce sino que ocurre cuando no se
interviene, cuando cesa el esfuerzo por conseguirlo.

Y cuando ests tenso, siente la tensin en silencio y se ir diluyendo como algo


inconsciente, impermanente.
Aunque posteriormente voy a dedicar un amplio apartado al aprendizaje de la
pasividad, las instrucciones elementales para conseguir una buena prctica de relajacin
son, como en trmite de urgencia, las siguientes:
1.
2.
3.
4.

Sintate comodamente en un lugar tranquilo.


Localiza aquella parte de tu organismo que quieres que se afloje.
No pienses en ella, mrala, obsrvala en silencio sin reaccin interna.
Sentirs como se afloja.

Ejercicios prcticos
Ofrezco algunos ejercicios para que cada cual vea la mejor manera de relajarse.
Los ejercicios siguientes son representativos de lneas de relajacin y silenciamiento
corporal clsicos.
Los he preparado con la idea de cubrir el campo de sposibilidades, aunque de manera
sencilla y perfectamente asequible.
Varios de estos ejercicios tienen relacin con las cintas grabadas por m y anteriormente
publicadas. A ellas me remito, de manera principal al primer nivel, titulado Aprendizaje de
la serenidad.
Ejercicio 1. Relajacin progresiva.
Puesto en la postura de meditacin, explicada en el comienzo, escuche la cinta grabada
nmero 1B 2 A.

El nmero hace referencia al que cada cinta tiene en la solapa y la letra ala cara de la
cinta.
El nmero 1B es un ejercicio de relajacin progresiva, que va de un miembro a otro, en
este caso de arriba abajo. Es un ejercicio complejo difcilmente repetible sin cinta. Es para
experimentar una relajacin relativamente profunda e introducirse en este mundo del
silencio corporal.
La cinta 2 A es igualmente un ejercicio de relax progresivo.
La cinta 2 A es una manera ms sencilla de relax. Procede de abajo.-arriba. Se puede
aprender fcilmente y repetirse sin depender siempre de la grabacin, qu es lo deable.
Puede emplearse cada una de estas grabaciones siempre que se quiera descansar,
tranquilizarse, meditar, etc...
Uno debe, no obstante, preocuparse si no ve que vaya ocurriendo todo lo que la cinta va
diciendo. Lo importante es mantener la actitud bsica que debe recordar en todo momento
quien quiera relajarse.
Ejercicio 2. Relajacin a travs de la respiracin.
Hay dos modalidades importantes de relajacin a travs de la respiracin:
2.1. __ la relajacin global con la actitud de abandono.
2.2. __ la relajacin global mediante la sensacin de peso.
Toda la relajacin global se diferencia de la progresiva en que no va recorriendo el
cuerpo sino manteniendo una mirada difusa global sobre el mismo y todo l se relaja
simultneamente.
Algunos podran pensar que entonces este es el mtodo mejor. Lo que ocurre es que
fcilmente quedan partes sin relajar debido a

la falta de entrenamiento y contacto directo con dada parte del propio cuerpo. Por eso para
comenzar es mejor la progresiva y despus de algn tiempo or a la global, o simultanear
ambas desde el principio.
2.1 Relax global con actitud de abandono
__ colcate en la postura de meditacin.
__ advierte de forma global, general todo tu cuerpo, sin detalle especial, de forma
difusa, y sintelo. Capta la sensacin difusa tambin y global que te llega de todo tu
cuerpo.
Ahora inspira lenta y profundamente.

Al llegar al final de la inspiracin, sintete lleno de aire. Despus de unos momentos de


dedicados a sentir esta sensacin, deja salir el aire lentamente, despacio. Al ir espirando,
abandnate completamente y deja que todo se vaya relajando. Deja caer los hombros, el
pecho, el vientre, toda tu corporalidad se va abandonando como cuando ests muy cansado
y te dejas caer sobre la cama, o sentado sobre una silla todo flojo como un mueco de trapo
sin vigor interior. Pero todo a la vez. Por eso es necesario que mantengas una sensacin
global de todo tu cuerpo y de toda tu mente, abandonada tambin al ejercicio.

Con el tiempo te sern suficientes dos o tres respiraciones para sentirte relajado, en
alfa, en un estado de tranquilidad, de relax.
Puede ayudarte el sentirte como un globo hinchado que eres t mismo y que va
perdiendo lentamente el aire, quedndose flojo, sin aire, relajado.
2.2 relax global con sensacin de peso
__ Colcate en la postura de meditacin.
__ Inspira lenta y profundamente,
__ Al inspirar, siente que te vas haciendo ms pesado. El momento esencial es
precisamente al espirar, al dejar salir el aire.
Djate a ti mismo hundirte ms y ms profundamente en un estado ms relajado,
sintindote ms y ms pesado en cada espiracin.
Imagnate a ti mismo hundindote a travs del suelo si ests echado, acostado, o
hundindote en la silla si ests sentado.
Imagina que cada salida del aire va aumentando la sensacin de peso.
Siente la atraccin de la gravedad, ms y ms, a medida que te vas haciendo ms y ms
pesado.
Todo tu cuerpo y tu mente va descendiendo hacia ese punto central a donde la gravedad
te arrastra, sin imaginarte t nada concreto, manteniendo una atencin difusa.
Repito que el momento esencial para el ejercicio es exactamente el de la salida de aire

Este espacio ha sido aprovechado tradicionalmente por el oriental como el ms indicado


para producir estados nuevos de conciencia, de apertura, junto con la pasusa que le
sigue, antes de iniciar nuevamente la inspiracin.
Con una cuantas veces que se repita, se aprende fcilmente la mecnica del mismo.
Incluso, si se prefiere, se puede grabar en una cinta lo que yo acabo de decir y
escucharlo en actitud meditativa. Hay personas que inicialmente, encuentran mayor
facilidad si alguien les dirige desde fuera. No es lo ideal, pero hay que contar con esta
eventualidad, al menos al comienzo.
Ambos ejercicios de relajacin global son muy buenos y sencillos. Los recomiendo
vivamente, aunque despus de un perodo de relajacin progresiva o simultanendolos
con sta.
Si se quiere mezclar la relajacin global y la progresiva para reforzarse mutuamente, la
manera de hacerlo es la siguiente:
__ se realiza la relajacin global, repitiendo el ciclo respiratorio varias veces.
__ despus manteniendo la relajacin que se haya logrado, se hace el recorrido,
miembro tras miembro, relajando aquellas partes que tal vez no se hayan relajado con el
relax global.
3. Ejercicio 3. Relajacin mental a travs de la imagen
__ Colcate en postura de meditacin.
__ Visualiza una escena donde te encuentres solo; en un lugar apacible, bello, sereno.
Sumrgete en el ambiente.
Puedes hacerlo:
__ visualizando mentalmente una escena.

__ viendo una fotografa del paisaje, ambiente, etc...


__ oyendo en una grabacin. En este caso recomiendo de mis grabaciones la cinta 2B:
Imgenes para el reposo mental.
Poco a poco irs adquiriendo la capacidad para evocar tales imgenes sin ningn tipo de
instrumento, lo que disminuye la dependencia y facilita el poderse situar en niveles de
profundidad alfa siempre que se desee.
4. Ejercicio 4.: el aislamineto
Es ste un ejercicio recomendable para dar descanso al cerebro en momentos
especiales.
La palabra imagen ponen en funcionamiento la mente. Sin palabra y sin imagen, la
mente deja de ser. El cerebro, entonces, descansa.
Requiere un poco de entrenamiento y sobre todo hay que evitar en todo momento el
esfuerzo, la tensin.
__Sintate cmodamente, tranquilamente.
__ Advierte que ests hablando interiormente e imaginando cosas.
__ No imagines nada. Ni siquiera te has de imaginar la mente en blanco como una
pantalla oscura. No imagines nada.
__ No digas nada. Ni siquiera te has de decir: No tengo que decir nada. Y todo sin
esfuerzo. Suavemente desplaza de tu mente todo pensamiento e imagen.
Despus de unos momentos notars que todo tu cuerpo y tu mente estn ms
descansados y con ellos tu cerebro.

Anotaciones generales a la prctica de relajacin


a) Loshombros: hay personas que estn levantando los hombros, mantenindolos
levantados haciendo un esfuerzo innecesario. Djalos caer.
b) Otros encuentran dificultad en relajar los ojos. Puede ayudarte a relajarlos lo
siguiente:
__ cirralos suavemente
__ apritalos fuertemente, con energa.
__ vuelve a aflojarlos suavemente
__ brelos para darte cuenta de dnde ests y
__ vuelve a cerrarlos suavemente.
Posiblemente este ejercicio te ayudar.
c) El busto: apoyarse en el busto para mantenerse erguido es cargar la tensin en
pecho y espalda, lo que no favorece ni el descanso ni la actitud meditativa.
Pero no se puede relajar el busto sino se encuentra otro punto de apoyo. Me
refiero al centro de gravitacin fisiolgico situado a la altura del bajo vientre. A
encontrar este punto, adems de lo dicho anteriormente, al hablar de la postura,
puede ayudarte el sencillo ejercicio siguiente:
__ Inspira lentamente; aprovecha el momento de la espiracin, de la salida de aire, para
relajar los hombros.
__ observa cmo al espirar, los hombros descienden.
__ vete descendiendo por el tronco y al final de la espiracin descansa en la regin
abdominal, en ese punto central interior.

d) Laringe y lengua; la relajacin de los rganos del habla, especialmente la laringe


y la lengua, contribuye a reducir y aun a eliminar los pensamientos de carcter
verbal.
Los aparatos del habla, junto con los ojos, contribuyen de una manera muy
notoria a la quietud del pensamiento.
Amaestrarlos y saberlos reducir, aporta beneficios notorios al proceso del
silencio mental y al de la meditacin.
Texto de la grabacin
Relax progresivo
La grabacin que vas a or a continuacin va a ayudar a entrar en niveles crecientes de
reposo, de tranquilidad y de armona contigo mismo y con el mundo.
Desde tu reposo podrs realizar una proyeccin mental hasta donde ahora no puedes ni
sospechar. La influencia y la posibilidad de presencia de tu mente rayan en el asombro,
aunque ahora slo puedes constatar una agobiante limitacin.
Para que pueda ser posible todo esto se requiere lo que llamamos adiestramiento
mental y que normalmente comienza por la comprensin y dominio de las leyes de nuestra
propia corporalidad. Nuestro cuerpo encierra unas posibilidades que, comprendidas y
utilizadas, nos abrirn las puertas a una sabidura corporal y psquica.
La siguiente grabacin has de escucharla en un lugar donde nada ni nadie te distraiga o
donde los estmulos ambientales sean menor o familiares. Este trabajo ha de realizarse en
las mejores condiciones posibles, aunque no sean las ideales.
Si este ejercicio lo quieres emplear solamente para descansar, para liberar tensiones
acumuladas, puedes adoptar varias posiciones: echado sobre una cama dura o sobre el
suelo. En este caso

debes tener la precaucin de colocar sobre el mismo una manta que te preserve del fro;
puedes sentarte en un sof, evitando que tu cabeza al relajarse caiga a un lado, lo que
probablemente producira tensin en el cuello.
Si, adems de descansar, quieres meditar desde tu reposo, desde tu descanso corporal y
mental, entonces la postura que debes tomar es la siguiente:
__ elige una silla ni alta ni baja, de respaldo recto o levemente inclinado.
__ sintate y mantn tu cabeza, tu cuello y tu tronco en lnea recta, aunque evitando la
rigidez.
__ deja caer las manos sobre tus piernas, con las palmas hacia abajo o hacia arriba,
como prefieras; o puedes colocar una palma sobre la otra y ambas dejarlas en el regazo.
La arquitectura estable de tu cuerpo favorecer tu estabilidad interior. El reposo fsico
es la condicin previa al reposo de la mente y del alma.
Ahora cierra los ojos para iniciarte en esta manera de sensibilizacin al mundo de las
profundidades de tu propia mente y de tu propio cuerpo.
Djate caer en vertical, sobre ti mismo; deja que toda tu lnea vertical se desplome sobre
s misma.
(pausa breve)
Djate conducir mansamente por lo que vas a or. Sigue con la mayor atencin posible
la grabacin; pero con una atencin relajada, pasiva, sin intervenir; deja que lo que oyes te
vaya invadiendo mientras t mantienes un estado mental combinado de lucidez y no
resistencia.

No pienses en lo que oigas, sino djate conducir, llevar, al mismo tiempo que diriges tu
mirada interna a aquellas partes de tu organismo a donde la palabra que oyes te vaya
conduciendo. Tu actitud es la de un espectador pasivo, casi contemplativo de este
acontecimiento luminoso de tu cuerpo descansado y abierto.
No debes preocuparte, por lo dems, si no ocurre cuanto se te diga. La tensin y la
preocupacin activa por lograrlo lo alejaran ms.
(pausa breve)
al terminar la inspiracin, sintete lleno de aire, lleno de vida. Enseguida vete soltando
el aire lentamente, despacio, como en cmara lenta, al mismo tiempo que descienden tus
hombros y tu pecho y tu vientre. Todo tu cuerpo, en vertical, se va desplomando hasta
reposar en un punto central interior, a la altura del bajo vientre. Observa ese punto y al
espirar deja que tu conciencia y todo tu tronco vayan descendiendo y posndose
suavemente en ese punto. En el budismo zen llaman a ese punto el hara, la persona se
proyecta y se hace presente en la vida con una vitalidad ms autntica. Desde l la persona
se vuelve humilde y fuerte, pacfica y combativa al mismo tiempo, fiel a la tierra y capaz de
intuir la profundidad oculta en lo trivial y en lo cotidiano.
Presta una atencin general, global a tu cuerpo. No te fijes en ninguna parte en concreto
del mismo. Tu mirada ha de ser atenta, aunque difusa, mirando sin mirar, escuchando
sin escuchar, haciendo sin hacer.
Por todo tu cuerpo comienza a insinuarse una pesadez agradable tenue, difusa que va a
ir aumentando, hacindose ms consistente y creciendo hasta invadirte por entero. Presta
atencin.

Observa tu cerebro interiormente. Concntrate en un punto central del mismo. Ten la


precaucin de no apretar tus ojos al mirar. Al concentrarte en ese punto interior de tu
cerebro, siente cmo tu cerebro se afloja internamente, que toda tu cabeza se ahueca, sin
que por eso disminuya tu lucidez. Toda tu cabeza se est relajando internamente. Desde
dentro de tu cerebro la relajacin sale e invade tu frente y tus ojos, dejndolos flojos,
relajados, pesados. Notas en tus ojos una pesadez cercana al sueo, pero t ests despierto,
consciente y pasivo.
Los nervios y msculos de tu frente se relajan, se aflojan. Tu frente est pesada. La
pesadez de la frente se comunica a los ojos. Tus prpados se va sintiendo pesados, ms
pesados, muy pesados.
Tus ojos se van aflojando, pediendo su tensin habitual, relajndose. Vete entrando en
ellos, soltndolos; aflojndolos hasta conectar con la quietud y relajacin interna de tu
cerebro.
Toda tu cabeza est relajada, agradablemente pesada, descansada. La mandbula inferior
de tu cara est cada. Recrrela despacio, desde la barbilla hasta el punto en que se articula
con la mandbula superior, a la altura de la oreja; recrrela y djala que vaya cayendo, por
su propio peso.
Toda tu cara est en reposo, serena. Tus labios cerrados, aunque sin fuerza.
Pasa a tu cuello. Al aflojar la mandbula inferior, la garganta se relaja, se ahueca
internamente y descansa. Obsrvalo. La relajacin dela garganta contribuye a la relajacin
del cuello. Este suele estar endurecido en su parte posterior, dificultando la irrigacin
cerebral. Observa cmo tu cuello se ablanda internamente. T mantienes la fuerza mnima
para que cabeza no caiga a los lados.
Tu relajacin desciende ahora a los hombros, profundamente cados. Una suave pesadez
se apodera de ellos.

Y baja a tu brazo derecho. La pesadez de los hombros invade lentamente tu brazo


derecho; lo recorre y penetra hasta los dedos de tu mano derecha. Todo tu brazo derecho
est pesado, muy pesado. Y lo mismo ocurre a tu brazo izquierdo, al que va invadiendo
lentamente la pesadez de los hombros. Desciende por todo el brazo y llega a los dedeos de
tu mano izquierda. Tus dos brazos estn profundamente pesados, relajados, descansados,
flojos.
Tu espalda, frecuentemente crispada, va a participar de este estado de relajacin general
que va a apoderndose de ti. Todos los nervios que salen y entran de tu espina dorsal se van
relajando, ; igualmente los msculos de tu espalda se aflojan. Obsrvalo en silencio, sin
intervenir; llegars a notar una agradable sensacin de aflojamiento, de distensin, de
descanso.
Todo tu pecho se relaja, descansa, deja escapar la crispacin; tu corazn se tranquiliza,
tus pulmones funcionan lentamente, mientras todo el descanso y reposo de tu tronco, de tu
pecho y espalda, desciende a tu vientre, a tu abdomen, a tu estmago. Obsrvalos sueltos,
funcionando con inocencia, con un movimiento en el que no hay ni asomo de crispacin.
En este momento tu respiracin se hace ms tranquila, ms libre, ms sedante y
apaciguadora.
Ests entrando en niveles creciente de paz, de bienestar, de relajacin. Capta la
sensacin de bienestar, de paz, de serenidad que te invaden. Las tensiones van perdiendo su
fuerza. Ya no te pueden. T las vas dominando con tu mirada silenciosa, alerta, pasiva.
Ests descansando profundamente.
Presta atencin a tus piernas y las notars cada vez ms pesadas y relajadas. Tu pierna
derecha se va quedando pesada, intensamente pesada, floja, suelta. Lo mismo tu pierna
izquierda; se va relajando, aflojando, soltando, hacindose pesada, muy pesada. Centra

especialmente tu mirada interna de tus pantorrillas y notars cmo se sueltan por dentro.
Las plantas de tu pies, bien sentadas sobre el suelo, se relajan y pesan, producindose la
sensacin de hundimiento, como si se hundieran en el suelo.
En este momento ests descansando de una manera a la que no ests acostumbrado. Tu
cuerpo y tu mente han entrado en niveles ms profundos de reposo, de descanso y de
armona. Tu cerebro y tu cuerpo son como un lago en calma iluminado por la luz del
amanecer.
Sintete en paz, como un lugar silencioso de la naturaleza donde no ha llegado el
desorden, el ruido, el conflicto, la tensin. La paz de tu cuerpo y de tu mente es una
reserva a disposicin de todos. De ella saldr una fuerza nueva, una nueva presencia y
una manera ms positiva de ver el mundo.
Siente la calma y la paz de tu cuerpo y de tu mente llenos de luz y reposa unos
momentos en ellas, en la paz de tu mente y en la calma de tu cuerpo.
(pausa de dos minutos)
Suavemente vas a salir de la situacin de pasividad en la que te encuentras. Vas a contar
hasta tres y al ir contando vas a ir retomando el mundo de lo cotidiano. Al terminar estars
completamente lcido, abierto a la maravilla de cuanto te rodea, dispuesto a entregarte
totalmente a todo y a todos:
__ uno:

date cuenta de que ests presente en el universo entero y que tu armona y


paz interiores son parte de la armona y de la paz de este universo, hacia el
que re proyectas, rompiendo tu propia introversin y encerramiento.

__ dos:

date cuenta de que ests presente a ti mismo, sin ningn tipo de evasin,
advirtiendo cuanto surge de todo tu ser, mirndolo con serenidad y dominio,
mientras te preparas para seguir dueo de ti mismo al terminar este ejercicio.

__ tres:

date cuenta de este pequeo entorno ambiental en el que ahora mismo te


encuentras; toma de l de todo cuanto te llega, de todas las sensaciones, de
todo cuanto contiene.

Abre los ojos y deja que tu paz se comunique a todos; n es slo para ti.
Texto de la grabacin
Imgenes para el reposo mental
Sintate en una silla donde te encuentres cmodo. Procura mantenerte recto, aunque sin
rigidez.
Cierra los ojos. Frente a ti a la altura de tus ojos construye mentalmente una pantalla de
cine. Es blanca, grande, incluso panormica, si lo deseas.
Todo est a punto para la proyeccin de la imagen mental que dar reposo, relax a tu
cerebro y a tu mente.
En torno a ti todo se ha oscurecido. Solamente la pantalla est iluminada en ese
momento previo en el que se espera la inmediata aparicin de la imagen.
Llenando toda la pantalla aparece la imagen de un lago. El agua ms prxima a ti es
verde, un verde botella limpio y luminoso. Si escuchas, oirs el chapoteo del agua.
En medio del lago, algo alejada, quieta y solitaria puedes ver una barca.

T entras lentamente en la pantalla. Te encuentras dentro del ambiente. La barca se


aproxima, se agranda, hasta llenar toda la pantalla y de repente t te encuentras dentro de
ella, sentado en una vieja tabla, sin objetivo, sin propsito definido, sin prisa, y a merced
del lago. La barca cabecea. Al costado le corre una franja roja y otra blanca sobre el fondo
amarillo del mismo. No tiene nombre ni lo necesita. Nadie la llama, simplemente la utilizan
como t ahora. En el fondo de la barca, como abandonados, hay dos remos. T no vas a
ninguna parte.
La orilla, aunque se divisa, est lejos. Todo perdido ha perdido la importancia del
detalle y se revela con un profundo sentido de unidad. El resultado final lo construye, como
un amplio decorado de fondo, el arbolado oscuro de la orilla, tres barcas difusas dormidas
en la playa, entre la arena y el agua, y el tranquilizador impacto del verdor relevante y
difuso de una montaa.
Junto a ti , todo es domstico, tranquilo, manso. El agua golpea con cierta inocencia,
suavemente, el costado de la barca.
Observa el agua, mrala bien: su color, el vaivn que es parte de su mismo profundo y
que da a tu barca parte del encanto y del reposo que tiene, de la paz con la que ocurre todo.
En este momento t eres parte del paisaje. Tu mente reposa y se calma soando entre el
cielo y la tierra, mientras, dejado en una pequea barca, simplemente sobrevives en paz, sin
preocupaciones de ningn tipo.
Interiormente ests construyendo otro paisaje. Ests condicionando tu mente profunda
para que, al volver a tu quehacer diario, ella recree este remando de silencio mental, este
espacio sin agobio, donde todo encaja, donde sirve para renovacin de tu mente.
Tu pensamiento es enteramente positivo. Sabes perdonar, disculpar, comprender y hacer
concesiones sin limitar tu generosidad.

Mete tu mano en el agua y djala caer lentamente. En la ltima gota que cuelgue de tus
dedos vers esa embrujada posibilidad que el agua tiene de ser todos los colores, como el
lago que refleja tu cara, tu mano abierta y todo el costado amarillo, rojo y blanco de la
barca. Todo parece una acuarela al natural, recin terminada, pero sin firma porque slo la
posee y la vuelve a crear aquel que se adentra en ella, en su paz y en su silencioso y
profundo misterio.
Ests al borde de la despreocupacin, incluso de una aparente indiferencia ante todo,
aunque eres perfectamente consciente de la diferencia enorme que hay entre la indiferencia
y la paz mental que te domina en este momento. La diferencia aleja todo, mientras que lo
que ahora te inunda es una fuerte conciencia de unidad, de compromiso perpetuo con el
lago, con la montaa, con la barca y con esa cara que el agua refleja y que no puede existir
sin tu presencia.
Una ligera brisa recorre como un rumor toda la superficie del lago. Deja que tu mirada,
sin objetivo preciso, se pierda por esa indecible superficie, sin barreras, sin limitaciones. El
movimiento apenas insinuado del lago es el movimiento justo para romper la quietud de lo
inerte y despertar la conciencia de que el lago vive, de que tu barca mecida, vive, y de que
vives t. Casi no sabras decir dnde comienza la paz del paisaje y dnde comienza la tuya.
Moja tu frente y al secrtela, la brisa, te la dejar fresca y libre de tensiones y de
preocupaciones.
Has creado el marco propio para una meditacin natural, sin esfuerzos, sin
procedimientos. Tienes una comprensin directa de cuanto te rodea. Observa tambin todo
el cansancio que llevas por dentro y aun por fuera cuando vives en la ciudad. Piensa en esos
lugares habituales donde transcurre tu vida. Contmplalos in intencin de evitarlos y
llvales tu paz.
El sol va secando los remos en el fondo de la barca; el mismo sol que te quema la cara y
te obliga a cerrar los ojos. Todo coopera al entro contigo mismo.

Cuanto ocurre en este tiempo ms parece un rito de iniciacin al misterio indecible que
lo invade todo, que un simple y despreocupado paso por el lago.
Sobre la barca, sobreviviendo sobre la superficie de un lago silencioso, permaneces
varias horas, con una conciencia muy simple, pero muy original, de que existes... Y entre
tanto el sol decae y se oculta. Ya slo te deja la luz imprescindible para poder volver a la
orilla.
Con una gran calma en tu mente, intensamente despierto tu cerebro, colocas los remos y
empujas, sin ruido, la barca hacia la orilla.
Vuelves para reconciliarte con lo cotidiano, con lo trivial. Desde tu nueva perspectiva
mental sabes que todo tiene superficie y fondo, como el lago, como tu mente, como tu paz.
Sin apenas darte cuenta, abres los ojos al notar que tu barca no avanza. Se ha quedado
atrapada entre la arena y el agua, como una barca cualquiera en la orilla. An permaneces
sentado, sin saltar; silencioso meditativo.
Contempla de nuevo la pantalla delante de ti. En ella contemplas un lago, ya casi
confundido con la luz difusa del atardecer. En la orilla hay una barca ms. No distingues
bien cul de ellas ha servido para iniciarte en la paz mental.
De repente la pantalla se apaga. T ests solo y te encuentras bien. Abre los ojos y
contempla el escenario donde ha de seguir siendo posible tu paz y donde has de encontrarte
con hombres que te necesitan en paz.

6
RELAJACIN Y ORACIN

Situar el tema.
La actitud meditativa.
Significado de la actitud meditativa.
La prctica.
Para favorecer la entrega.
Oscilaciones normales.
Advertencias.
1. El sueo.
2. Las distracciones
Sensacin de perder el tiempo

Situar el tema
1. Lo que el relax incorpora a la oracin es
2. Un mayor grado de libertad y de apertura
3. Una mente menos condicionada
4. Una conciencia ms amplia
5. Un cuerpo abierto, incluso fisiolgicamente, a la presencia de Dios
6. Una valiosa contribucin a la creacin de la actitud meditativa.
La oracin entendida como un estado de comunin amorosa, es el punto culminante,
donde la fe cristiana se realiza. Y es tan radical este momento que subordina todas las
energas de la persona.
Para hacer posible, supuesta la fe y el don de Dios, la oracin profunda, es necesario
condicionar la mente de acuerdo a tan singular situacin.
Esta experiencia es slo posible, normalmente, cuando se ha creado una particular
condicin en nuestros nervios, en todo el sistema nervioso, tanto central como autnomo; el
sistema nervioso entra en reposo, pero controladamente

Est activo pero no tiene actividad, porque no tiene la experiencia de objeto


alguno. Esta no es la condicin habitual del cerebro, durante los estados de vigilia,
de ensueo y de sueo. (34)
Este estado corresponde al espacio abierto; al espacio que ocurre entre dos
pensamientos
o al espacio que ocurre entre una respiracin y otra; a la pausa que sigue a la espiracin
que progresivamente se va agrandando.
En el espacio abierto, todo est preparado para el encuentro ms profundo.
A lo que nos condiciona positivamente para situarnos en ese espacio, o para que el
espacio abierto ocurra, lo llamo actitud meditativa.
(34) Maharishi Mahesh Yoghi, la scienza dellessere e larte di vivere, Roma, Astrolabio,
1970, p. 240

La actitud meditativa
Para meditar necesitamos una conciencia abierta, una conciencia pasiva. Nuestro
problema ms grande, desde el punto de vista fundamental de la interiorizacin, es una
conciencia activa, vuelta hacia fuera, hacia la comprensin y manipulacin del mundo
exterior.
Una tal conciencia es incapaz de profundizar
Acostumbrada a actuar, no puede afrontar correctamente y en plenitud la realidad de
Dios como un don de su amor, que no puede ser producido sino nicamente recibido.
Normalmente nuestra mente, nuestra conciencia y nuestro cerebro no estn preparados
suficientemente para recibir, al menos en la medida en que pueden estarlo, si trabajamos
convenientemente.
Crear receptividad, crear la posibilidad prxima de recibir el don de Dios es crear la
actitud meditativa, que es fundamentalmente una situacin de apertura a Dios.
Para entender la dinmica de la actitud meditativa es preciso recurrir al cuadro sinptico
sobre la estructura de la mente.

La lnea flecha gruesa representa la muralla que divide dos mundos fundamentales e
importantes ambos: el de la conciencia exteriorizada, que es donde habitualmente estamos
y nos movemos, y el de la conciencia interiorizada, que es a donde queremos descender.
Necesitamos abrir ese muro divisorio, abrir la puerta, que existe ya en l, que nos
permita pasar de lo exterior a lo interior; de la actividad a la pasiva receptividad.
Esta puerta se abre en varios momentos, que es importante comprender.
Cuando estamos dormidos.
Pero entonces descendemos hasta niveles de inconciencia, que imposibilitan el trabajo
consciente y controlado

La conciencia ha desaparecido y no podemos estar presentes ni responder


adecuadamente a una situacin que requiere una gran lucidez.
2. Lcidos y sin actividad
Interesa un esquema en el que la persona

__ est lcida y receptiva


__ que la puerta hacia la interioridad est abierta.

Desde ese nivel ocurre la meditacin silenciosa u oracin intuitiva.


Descender a l es crear la actitud meditativa: estar conscientes y abiertos.
Significado de la actitud meditativa
Voy a intentar describir la belleza interna que hay en la actitud meditativa.
Encierra en s la belleza del silencio y la fuerza de lo original, de lo incontaminado, que,
aunque la defina como actitud pasiva, lo es solamente respecto de la forma de actuar de la
conciencia exteriorizada, pero no porque no tenga dinamismo, fuerza y eficacia.
Desde el punto de vista del cuadro sinptico de la estructura mental, la actitud
meditativa significa descender a ese amplio espacio

donde todo comienza a ser distinto: el cuerpo, la conciencia, los contenidos de la


conciencia, junto a un estado de mayor armona.
Desde el punto de vista cerebral, la actitud-meditativa supone un descenso a centros
ms internos y antiguos del cerebro: desde el llamado cerebro nuevo ltimamente
desarrollado en la evolucin de la especie, al llamado cerebro primitivo.
Imaginemos que el cerebro es una circunferencia. La circunferencia exterior simboliza
el cerebro nuevo o neocortex.

La circunferencia interior media simboliza el cerebro primitivo; y el crculo negro, que


pertenece a estas estructuras internas, es el hipotlamo.
Dentro de este grfico crea la actitud meditativa es, fundamentalmente, pasar del
cerebro nuevo, que piensa, discurre, razona, etc, al cerebro clido, ms elemental, pero ms
capaz de comunin, de intuicin, de sintona abierta.
Normalmente oramos o hacemos meditacin desde el nivel cerebral del pensamiento,
nivel beta, de conciencia exteriorizada. Ahora queremos orar y meditar desde niveles ms
interiorizados, menos externos, menos racionales, ms intuitivos: niveles alfa.
El descenso de niveles de interiorizacin deja al cerebro nuevo que descanse, dejar a la
corteza cerebral en reposo. El Zen ha puesto de manifiesto esto de una forma clara y
valiosa:

Para el Za-zen (meditacin zen) es posible cultivar el cerebro intelectual que se


hace ms claro, o de llevarlo a un estado de reposo, y fortalecer el cerebro primitivo,
interior. De esta forma ZA-zen es el ms elevado mtodo para fundar el
comportamiento del ser humano. (35)
aqu se marca una diferencia ms con el mundo occidental porque
En general los europeos han desarrollado en exceso el cerebro intelectual, de
manera que el cerebro profundo ha involucionado...
En el Za-zen se dice siempre: Tenis que volver a antes de la conciencia
prehistrica, y desde all comenzar de nuevo. (36)
La actitud meditativa es el
... resultado de la detencin de la actividad mental, la disminucin de la imaginera
visual y el adormecimiento de la atencin. (37)
En realidad no es exacto que la atencin se adormezca sino que se hace difusa, global,
como corresponde al nivel alfa. Deja de ser concreta, focalizada, tensa, de alguna manera.
Al descolgarse la conciencia de la corteza cerebral, sigue vigilante aunque estimulada
por la seales que laten en el circuito lmbico-hipotalmico, que corresponde a los dos
crculos internos en el grfico anterior.
En este estado se disminuye la llegada de los estmulos provenientes de fuera a travs
de los sentidos, e igualmente los que provienen de la musculatura propia; disminuye la
alerta cortical, al no verse excitada por estmulos de fuera.
(35) T. Deshimaru, Zen et cerveau, p. 71.
(36) Ibd., p. 71.
(37) Nona Coxhead, Los pobres de la mente, Barcelona, Martnez Roca, 1980, p. 80

Si se continua en este camino, profundizndolo ms y ms


por este camino... se llega a la hiperconsciencia, a la iluminacin...
No hay huella de mente; el cuerpo adormecido ha reducido su sensoperceptividad a
niveles increbles, posiblemente por una anulacin reticular; el yo se abre a altas
percepciones y se cierra las bajas. (38)
En la actitud meditativa el organismo tambin se dispone para la inmersin y para la
comunin, a su manera. Toda la fisiologa se abre a la nueva conciencia que surge, y lo hace
__ disminuyendo el metabolismo general
__ lentificando las ondas cerebrales
__ lentificando el ritmo respiratorio y profundizando ms la respiracin.
__ disminuyendo la tensin muscular y nerviosa.
Al crear la conciencia receptiva o pasiva, el ego y su influencia disminuyen; la
persona comienza a vivirlo todo desde un centro ms amplio y clido. La totalidad de
nuestro cuerpo, y todo el mbito de la carne, donde la conciencia se encarna y se expresa,
se abren a Dios.
Este nuevo centro, inicialmente, corresponde al cerebro interior, ms universal, ms
global. Tambin se le llama cerebro csmico, donde su mismo nombre indica su funcin
bella como un mar sin horizonte, donde la mirada no queda atrapada por lo inmediato,
donde,, sin confundirse con nada, se unifica con todo.
La actitud meditativa es un llamamiento a la sabidura de la conciencia profunda, del
cerebro csmico ilimitado para el progreso
(38) M. Guiarao, anatoma de la conciencia, p. 246.

personal hacia la sabidura suprema, de una manera inconsciente, automtica, natural.


Cuando se desciende a niveles ms profundos cerebrales, se desciende a niveles que
regulan y armonizan toda la corporalidad como una realidad global, y al disminuir el
pensamiento, propio de la corteza cerebral., surge otro modo de pensamiento que brota de
todo el cuerpo, de todo el ser. Todo el cuerpo y la conciencia profunda son una palabra
que se dice en el silencio de los niveles profundos, de los niveles alfa.
Y tiene un perfecto significado en la oracin, ya que algo no verbalizado ni descrito sale
de la persona y se abre a alguien, estando ya la casa sosegada.
La conciencia profunda de tal situacin, aunque progresivamente ms profunda, es
capaz de sintona con la vida profunda y con la realidad profunda de todo.
Es, por otra parte, una inevitable fuente de transformacin, porque nos pone en
contacto con lo original, con la fuente, con lo permanente:
Puede que yo sea muy bondadoso, afectuoso, considerado, pero aquella chispa,
aquella llama, nunca ha sido tocada todava.
As pues, hasta que yo entre en contacto con aquello, hasta que tenga la vivencia de
aquello, toda reforma superficial, la capacidad externa de adaptacin, muy poco
sentido tienen; porque la mera adaptacin externa no brinda esa fe, esa esperanza,
esa conviccin, esa certeza, ese tremendo sentimiento de algo eternamente nuevo. Y
yo siento que, si podemos tener un contacto extraordinario ... hemos perdido la
fuente, el manantial, de aquello que es innominable. (39)
(39) Krishnamurti, Urge transformarnos radicalmente, Puerto Rico,
Krishnamurti, 1962, p. 105.

Es necesario el contacto con algo que infunde vida y que no pertenece al tiempo.
El ltimo significado de la actitud meditativa es favorecer ese contacto, aunque no
crearlo. Porque en ltima instancia la gracia y el don, nunca merecido, est detrs
esperando nuestro gesto benevolente pero nunca exigente.
El contacto con Algo vivo y vivificante es la relacin personal con Cristo ms all de
los convencionalismos, de las ideologas o de cualquier tipo de interpretacin.
Aun no ha surgido ningn tipo de educacin frecuente que capacite para armonizarnos
con Dios, all donde el silencio es la norma donde nadie paresca.
En los caminos de iniciacin, en el sentido tradicional de la palabra, el primer paso
consista en desarrollar el rgano receptivo de lo divino.
Es lo que ahora estamos haciendo al crear la actitud meditativa, permanecer vigilantes
con la puerta abierta, en un clima envolvente de fe y amor.
Una vez abiertos, permanecer as en su presencia, desde la Fe y el Amor.
Se establece una relacin no slo desde la mente consciente sino tambin desde la
misteriosa profundidad de nuestra mente subconsciente.
Al principio la relacin de sintona se produce a travs de un vehculo de encuentro, que
es la frase, y, cuando sta desaparece, la sola presencia de Dios va modificando y
evangelizando secreta y profundamente nuestra mente, nuestro cerebro y nuestra
conciencia. Nada escapa de Su calor.

Nuestro cerebro nuevo y nuestro cerebro primitivo van siendo silenciosamente


invadidos e influenciados por esa presencia de Dios a la que el Amor nos abre de una forma
nueva.
La capacidad de sintona total no proviene de los contenidos de la mente, ideas,
imgenes o sentimientos; proviene del silencio.
En la actitud meditativa, toso ese mundo subterrneo, aparentemente distante e intil,
est abierto
y va siendo condicionado por la frase que repito y por la Presencia ante la que me
encuentro.
En este ciclo completo, la actitud meditativa tiene sentido junto con la FE y el AMOR.
Caminos hacia la actitud meditativa
Varios son los modos que podemos utilizar para legar a crear un estado de conciencia
interiorizada o de actitud meditativa. Son todos aqullos que abren la puerta hacia la
profundidad, pero al mismo tiempo permiten mantener niveles necesarios de conciencia.
Los caminos clsicos, al alcance de todos, son
__ por la respiracin profunda, que he desvito anteriormente.
__ mediante la relajacin profunda, que ahora estamos utilizando.

__ Y a travs de la emocin. Todo aquello que nos emociona, abre camino hacia el
centro interior, donde late la emocin. Pero este camino, aunque fundamental en la
espiritualidad oriental, llamado camino de la devocin o Bhakti Yoga, no nos ofrece
garantas en cualquier momento.
Existen en la vida espiritual la sequedad, en que no se puede recurrir a la emocin,
porque nada dice nada. En estos casos es nicamente la fe la que puede mantenernos en
pie. O simplemente la actitud emocional puede ser negativa.
No obstante ah queda la emocin como un camino perfectamente vlido hacia la
conciencia profunda, a condicin de que la emocin misma vaya apacigundose
espiritualizndose hasta lmites sutiles, abiertos al silencio y a la plena calma. As
evoluciona la oracin afectiva.
La prctica
Ests en el punto fundamental de todo el trabajo que propongo. Todo ha sido conducido
pacientemente a este momento en el que todo tiene sentido.
1. Primeramente debes ponerte en una postura cmoda, y sentarte en un lugar
tranquilo.
2. Mediante la relajacin, realizada en un clima de fe y de amor, crea la actitud
meditativa.
No pienses que va a ser profunda desde el principio. Todo ir consiguindose poco a
poco, con el tiempo.
Contntate hoy con lo conseguido en este momento, sin impaciencia y sin
compararte con nadie, ni siquiera contigo mismo. Aqu no hay ms o menos, sino
trabajar cada da, sometido a las normales oscilaciones que no niegan el hecho de
que se vaya profundizando continuamente, a pesar, incluso, de las apariencias. Es
muy importante la persistencia.

3. Toma conciencia del acontecimiento bsico.


La misma esencia de la oracin consiste en permanecer abierto al acontecimiento
fundamental, esencial del estar naciendo continuamente de Dios, naciendo de su amor,
en un punto en el que no existe ni el tiempo ni el espacio.
Estamos en comunin ntima con el inagotable ocano de Amor, de Alegra, de Poder,
de Bondad. Y cada uno de nosotros estamos fluyendo de l como amor, fuerza, energa,
poder, bondad, etc... Estamos naciendo de El (Juan como un hecho que est ocurriendo
aqu y ahora. Y aunque en tu interior no sientas nada, crelo, ten verdadera fe.
Y acepta la situacin como un fin en s misma, que tiene pleno sentido por s misma,
sin referencia a nada ms.
Si quieres responder, pues, enteramente a tal situacin, no debes tener ulteriores
objetivos y debes permanecer sin expectativas. Todo est ocurriendo. Siente, desde tu
fe, este acontecimiento esencial, con todo su enorme poder de trasformacin. Porque
ciando excluimos toda expectativa no es porque o sea legtimo cualquier otro objetivo
derivado de la oracin sino para no distraer la conciencia y para que el egocentrismo no
utilice el encuentro amoroso con Dios para otros fines.
4. Permanece conectado con el acontecimiento todo el tiempo que puedas, dejndote
invadir por esa Presencia amorosa que te engendra y te hace Hijo de Dios.
Vvela, sintela como una corriente que te dinamiza, que te llena de energa en este
mismo momento.
Puede servirte la imagen del sol que entra por la ventana, invadiendo toda la habitacin,
llenndola de luz. Dios te entra estando tu abierto de par en par.
Sintelo en silencio. No es preciso que imagines nada, aunque al principio pueda ser
inevitable.

En este clima de presencia, reptele tu frase. Ella es como un vehculo sensible que da
forma a tu relacin con Dios. Reptela con las caractersticas ya anteriormente descritas:
__ lentamente
__ atentamente
__ sinceramente
__ sin querer ver ni sentir nada; en FE
__ entregadamente
al principio, frecuentemente, la posibilidad de mantener la conciencia del
acontecimiento se debita y la frase se refuerza.
Cualquier verbalizacin ha de ocurrir, no obstante, desde el acontecimiento que es lo
esencial; toda verbalizacin ha de ser una forma de vivir, de expresar el acontecimiento
fudamental.
Detrs de la palabra siempre est el acontecimiento. Y cuando la palabra deja de ser til,
se debilita, se lentifica, el acontecimiento se hace ms presente en el espacio abierto que se
crea. Al revs, cuando el acontecimiento se hace ms opaco, la palabra adquiere mayor
relieve, mayor fuerza.
En la situacin creada por el encuentro entre Dios y la persona, la vida entera est
contenida. Cada momento supone un desafo y ms ese tan especial y absoluto con lo es el
del a oracin.
Encontrarse adecuadamente con ese desafo, en la forma en que puede darse en esta
vida una persona, supone una crisis vital. Hay un proverbio zen que dice: Lo infinito est
contenido en lo finito de cada momento.

No queremos darnos cuenta que estos momento son crisis y cerrarnos los ojos para
escapar de ellos. De esta manera nos hacemos ms ciegos.
La manera adecuada de responder al desafo esencia es el estar plenamente despiertos
ante l, sin ulteriores expectativas, conscientes de que en l todo est hecho y contenido.
Entonces la persona orante adquiere plena estabilidad en la oracin. El hecho de estar
responde a una plena armona interior y casi total satisfaccin, aunque por la fe velada,
que obligaba a cantar a Juan de la Cruz: Rompe la tela de este dulce encuentro. No debe
olvidarse que la oracin es hoy un acontecimiento cristiano.
La fuerza que nos invade, la fuerza que se derrama en nosotros es el Espritu de Jess
resucitado; el mismo que lo resucit a El, nos est resucitando a nosotros; nos est haciendo
participar del poder de Jess resucitado (Filip., 3,10).
Permanecer abiertos al acontecimiento esencial, es permanecer abiertos y entregados a
Cristo Jess, en quien tenemos nuestra existencia y nuestra consistencia.
Por eso la oracin es esencialmente un acto de afirmacin personal, de personalizacin
cristiana.
A partir de aqu todo tiene, debe tener, sentido. Sin este momento, nada tiene sentido.
Todo queda desvirtuado o no suficientemente cumplido.
Es aconsejable, al entrar en este mbito luminoso, repetirse mentalmente: En este
momento no tengo ningn deseo; me encuentro en estado total de reposo y de calma. No
deseo nada porque ya lo tengo todo.
Es como un recordatorio sencillo e ingenuo, en cierta manera, que puede devolvernos el
sentido esencial: de que todo est

contenido y realizado en el encuentro amoroso con Dios en Cristo Jess, esencia de la


oracin.
Para favorecer la entrega
Una de las caractersticas de la repeticin de la frase es entregadamente. Pero la
entrega tiene posibilidad de darse independientemente de cualquier repeticin. La actitud de
entrega, esencial a la oracin, tiene personalidad por s misma y podemos fomentarla en s
misma.
Ha pasado desapercibida entre nosotros una interesante corriente espiritual que se apoya
bsicamente sobre la entrega. Es el Subud, de origen asitico. En Java naci. El fundador
fue Pak Subuth, aunque el nombre de subud no viene del nombre del autor sino de las
palabras javanesas Susila-Budhi-Dharma.
Susila significa la ndole de un verdadero ser humano que se ajusta a la voluntad de
Dios.
Budhi significa el poder ms alto que existe dentro del hombre.
Drama significa la existencia de un sentir interno que se somete a la Voluntad de Dios,
con paciencia, sinceridad y confianda aceptacin.
Algunos han empleado el Subud como una tcnica de limpieza subconsciente, dejando
aparte aspectos tan fundamentales como son los espirituales, los de relacin con Dios.
Es completamente complejo el Subud e imposible de explicar aqu, aunque voy a
intentar aprovechar algo de cara a la entrega ms amplia y plena en la oracin. los
principios que lo fundamentan son los que siguen:
La entrega es total cuando no hay resistencias; y las resistencias siempre provienen de
la mente.

Vaciando la mente, la entrega es automtica, y, con ella, la irrupcin de la Fuerza de


Dios que nos toma y nos transforma.
En la relacin con Dios no hay que interponer ni la mente ni el corazn. Es exactamente
la misma idea de nuestros msticos, aunque dicho de otra manera.
La intencin de ambos es permanecer en la presencia de Dios creativamente vacos.
__ no prestando atencin focalizada, tensa a nada.
__ no verbalizando, no hablando.
__ no deseando nada que no sea una difusa voluntad de permanencer abiertos en su
presencia.
Con una conciencia
__ sin formas
__ sin palabras
__ sin deseos
Creo que Juan de la Cruz ha reflejado este estado de conciencia creativamente vaca de
forma extraordinaria en un prrafo que suelo citar como la idea perfecta para permanecer en
la presencia de Dios:
... dejar el alma libre y desembarazada y descansada de todas las noticias y
pensamientos, no teniendo cuidado de all de qu pasarn ni meditarn,
contentndose slo con una advertencia amorosa y sosegada en dios, y estar sin
cuidado, sin eficacia y sin gana de gustarlo o sentirlo. Porque todas estas
pretensiones inquietan y distraen al alma... (40)
(40) San Juan de la Cruz, Noche Oscura, I, 10,4.

Debemos estar inmateriales en presencia del inmaterial.


El Sabud aconseja ponerse ante Dios sin resistencias, dejando aparte la mente y el
corazn (pensamientos, sentimientos, etc...)
Para mayor libertad, aconseja hacerlo estando de pie.
Permanezca en pie, con los ojos cerrados y el cuerpo totalmente relajado. No
piense en nada en particular. Sienta nicamente su propio ser; No se mueva a menos
de la imaginacin o la voluntad); si algn movimiento surge de su propio cuerpo, no
lo resista y siga sin ansiedad cuanto salga desde dentro de usted mismo.
Internamente debe estar abandonado y confiado a la grandeza de Dios
Todopoderoso, entregado a l con aceptacin confiada y sincera sumisin.
La principal condicin es estar vaco. Vaco de imgenes, vaco de pensamientos.
(41)
La postura tiene que estar lo ms liberada posible. Estar libre es como no tener poder
alguno en la presencia de Dios; dispuesto, por lo tanto, a ser tomado por El, permitiendo
que su voluntad haga lo que desee en nosotros.
Cuando la frase se va, sta es la actitud que permanece: como una entrega profunda,
silenciosa y global, sin palabras, sin imgenes. Esto es estar creadoramente vacos.
El sentir del propio ser significa una mirada libre, difusa, sin concretar nada, a la
propia realidad en la que esperamos que se manifieste la Fuerza y la voluntad de Dios. Y
esto es lo que tomamos del Subud.
(41) Bapak. Gua y consejos, p. 23. Es el fundador del SUBUD, procedimiento de autorealizacin que fomenta la entrega a Dios. Es al mismo tiempo el mejor procedimiento de
descarga del subconsciente que conozco.

Oscilaciones normales
El intento de utilizar una palabra o frase corta como vehculo de encuentro con Dios no
siempre tiene xito, aunque normalmente sea un recurso valioso.
Hay oscilaciones normales que dependen de muchas causas e imponderables en virtud
de las cuales lo que normalmente va bien, que es repetir la frase, algunas veces no sirve:
__ A veces, una especial agitacin o deseo de expresin empujan a la persona a
hablar, o a cualquier otra forma de expresin. Hgalo si sale sinceramente y es lo
que entonces necesita. Pero que la necesidad venga de dentro.
Muchas veces una buena expresin facilita de nuevo la reduccin de los contenidos
mentales y emocionales y permite la vuelta a la frase sencilla o incluso al silencio
completo.
__ A veces el silencio, la necesidad de callar, la desaparicin de la frase, llevan a la
persona que ora a otro nivel, aunque pueda duran poco inicialmente, como en realidad
ocurre. Ms tarde se va agrandando el espacio silencioso y las oscilaciones pueden ser
menos frecuentes.
De manera que es importante noluhcar, no resistir, aceptar inocentemente las
oscilaciones normales que van
__ de la conversacin o expresin completa a
__ la frase o
__ al silencio.
Se van alternando dependiendo de das, de momentos, de situaciones particulares,
incluso, de purificaciones que Dios enva.

No piense que, si en un momento necesita hablar con Dios, despus de haber tenido
das de silencio, est retrocediendo. Incluso puede volver no solamente a hablar sino a
hablar vocalmente.
En los momentos en que no hay forma ni de centrarse en una frase ni el silencio llega,
puede ser bueno el desahogo con Dios al nivel natural de lo que entonces se siente. Es
importante no falsear ante Dios nuestros verdaderos sentimientos. Y para favorecer el
silencio y la aparicin de los espacios abiertos puede ser buena ayuda rezar una oracin
compuesta, o rezan un salmo lentamente, detenindose cuando se sienta el impulso a ello,
dejando que l como ya expliqu anteriormente. Tened paciencia que todo se ir afinando,
los espacio agrandando y todo detenindose para posibilitar el ms profundo encuentro
amoroso en la contemplacin. Lo esencial esla fidelidad y la humildad.
Advertencias
Es preciso hacer alguna referencia prctica a situaciones enojosas en la oracin tales
como
__ el sueo que invade
__ las distracciones
__ la sensacin de estar perdiendo el tiempo.
1. El sueo
No existe una receta eficaz porque las causas del sueo pueden ser muy variadas. En
ocasiones, la nica solucin ser dormir.
Puede probarse la siguiente estratagema que ayuda a espabilarse porque aporta mayor
oxigenacin cerebral.

__ ponerse de rodillas
__ inclinarse hasta tocar con la cabeza el suelo
__ permanecer as cinco, diez o veinte segundos
Este ejercicio sirve para
__revitalizar las clulas cerebrales
__ aumentar el nivel de lucidez y amortiguar la somnolencia.
No es conveniente para quines tengan presin alta.
2.Las distracciones
Es ste un gran tema en el camino de la oracin y de la meditacin. Normalmente, al
menos en occidente, se ha aconsejado rechazar las distracciones, con lo cual suele
aumentarse la distraccin hasta hacerse total.
Toda forma de resistencia implica atencin al obstculo. La consigna fundamental en
este caso est reflejada en la ancdota oriental siguiente:
__ Maestro, Qu he de hacer para que los truenos no me aterren? Y el maestro le
responde:
__ Hijo, dejarte aterrar.
La actitud de no resistencia es tpicamente oriental, llegando, incluso, a fundamentar
gran parte de su cultura.
Yo no s si por evanglica o por cultural, tambin encontramos en los Evangelios
cristianos esta actitud, cuando Jess dice:
__

No hagis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla


derecha, vulvele tambin la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la
tnica, djale tambin la capa; a quien te fuerza a caminar una milla, acompalo
dos... (Mateo, 5,39-41).
En todo caso hoy la no resistencia es un valor evanglico.
No hay que luchar directamente con las distracciones resistindolas.
Cuando se deben a ruidos que viene de fura, pueden adoptarse varios procedimientos:
__ sentirse ambientado por ellas; sentir que forman una atmsfera en la que uno se
encuentra y que son parte de la Fuerza que nos llena por doquier. Adems detrs del
ruido siempre est el gran silencio sostenindolo, hacindolo posible.
O pensar que el ruido es una forma de presencia de Dios, porque el ruido tiene una
existencia, una realidad.
__ cuando por ejemplo se oye un ruido molesto, se puede adoptar otra actitud: la de
mirarlo en silencio, lo que vale para todo tipo de distracciones.
De la realidad ruido molesto veremos que slo queda ruido cuando miramos sin
reaccin, sin parloteo, sin verbalizacin; el molesto estaba dentro de nosotros, era
nuestra propia reaccin. Y, por eso, cuando no reaccionamos, slo queda el ruido,
dominado por la mente silenciosa. Y ese ruido ya no es molesto ni distrae. Se puede
dejar fcilmente de lado cuando uno quiera.
El autor mstico ingls, escritor annimo de la Nube del No saber, da dos formas de
combatir las distracciones:

Cuando te sientas molesto por pensamientos impertinentes, trata de no enterarte de


su presencia... Mira ms all de ellos __por encima de sus hombros, como si
dijramos__ como si estuvieras contemplando algo distinto, como as es en verdad.
(42)
Existe otra estrategia que deberas intentar tambin. Cuando te sientas totalmente
exhausto de luchar contra tus pensamientos, dite a ti mismo: Es intil luchar ms
con ellos, y despus rndete a sus pies como cobarde o cautivo. Pues, al hacer esto,
te encomiendas a Dios en medio de tus enemigos y admites la radical impotencia de
tu naturaleza ... Es, en realidad, una humildad experiencial. Cuando Dios te ve
apoyado slo en esta verdad, no puede menos que apresurarse a ayudarte
desquitndose de sus enemigos. (43)
Puede en ocasiones existir una especial inquietud mental de la que parece imposible
deshacerse. Si la resistimos, se exaspera ms an.
En estas circunstancias puede ser una solucin, o al menos un alivio notable, el realizar
los siguientes ejercicios respiratorios. Ambos sirven para combatir la inquietud mental,
conociendo la ntima relacin entre respiracin y estado mental.
1.

Durante unos minutos, tres, cuatro o cinco, respira lenta y profundamente de


forma rtmica

(42) Autor annimo del s. XIV, La nube del no saber, Edic. Paulinas, cap. 32.
(43) Ibd.., cap. 32.

contando tres mientras se inspira y tres al echar el aire. A algunas personas


les puede ir mejor contar cuatro o cinco.
2.

Durante unos minutos, realiza la siguiente respiracin rtmica

Se inspira contando lentamente hasta cuatro, siempre mentalmente.


Se aguanta el aire en los pulmones durante otros cuatro momentos y se espira
contando de 6 a 8.
Ambos ejercicios tiene valor y contribuyen claramente a una mayor serenidad mental.
Al menos la necesaria para poder proseguir la meditacin y oracin de forma normal y
regular.
3.

Sensacin de perder el tiempo

Esta sensacin es tpica de la oracin en distintos momentos y por diferentes causas.


En este momento, la sensacin de estar perdiendo el tiempo es debida al hecho de estar
continuamente yendo y viniendo, distrayndose y prestando apenas atencin a lo que se
est haciendo.
Es importante, para este momento, lo siguiente. Supongamos que el grfico que a
continuacin se expone, significa las oscilaciones normales de la mente y atencin.

Cuando comenzamos a meditar, tratamos de estar atentos.


Una de las caractersticas exigidas es atentamente. Pero apenas prestamos atencin
durante una fraccin de segundo, la mente se marcha. Hay que volver pacientemente, sin
nerviosismo, una y mil veces. No se est perdiendo el tiempo si se hace esto, porque el
trabajo es acumulativo.
Trabajo acumulativo significa que los pequeos puntos de atencin se van uniendo y
condicionando el subconsciente abierto, pero a condicin de que no cierre por el
nerviosismo o prdida de silencio interior. Es como la humilde gota de agua, llega a hacer
un agujero. Este no es el resultado de la ltima gota cada sino de todas, a travs del tiempo.
La impaciencia puede echar a perder todo el hermoso trabajo que, sin apenas darse cuenta
la persona, se est realizando.
La situacin de oracin tiene el encanto de lo que cree sin sobresaltos, en el silencio
ms profundo, como la naturaleza. Y este crecimiento sin sobresaltos permite irse
adaptando, tambin sin

Sobresaltos, como la cosa ms natural a esa presencia sobrenatural de Dios, que va


mansamente invadiendo la estructura de la mente entera, y las profundidades del alma.
Dentro se est realizando la gran revolucin, que a su tiempo se manifestar.

7
RITMO Y ORACIN

Situar el tema.
El ritmo.
Caractersticas del ritmo.
Ritmo, pensamiento y corporalidad.
Ritmo respiratorio, pensamiento y corporalidad.
Expresiones del ritmo.
Ritmo puro y meditacin.
1. Aprendizaje del ritmo puro.
2. Ritmo y oracin.
Ritmo y respiracin.
3. Respiracin rtmica.
4. Respiracin rtmica y oracin.
Respiracin rtmica con retencin y oracin.

Situar el tema
El abanico de prcticas bsicas se abre en lo que llamo las tres R
__ Respiracin
__ Relajacin
__ Ritmo
A pesar de la diversidad que supone como procedimientos distintos, todas, no obstante,
confluyen en un punto nico como objetivo clave: el silencio, el espacio abierto.
En este espacio abierto y silencioso todas se funden en una situacin nica,
indiferenciada.
He tratado anteriormente la respiracin y la relajacin y su aplicacin a ala oracin.
Queda la prctica con el ritmo y su aplicacin a la oracin.
El ritmo
A pesar de la gran importancia que en la prctica se le concede al ritmo, es, no obstante,
un tema poco profundizado cientficamente. Y menos todava desde el punto de vista
psquico, en relacin con la mente y la conciencia.

Y sin embargo desde la antigedad, de una manera emprica, se ha utilizado el ritmo


para producir cambios importantes en la conciencia, ya sea para relacionarse con la
divinidad, ya sea para excitarse para la guerra, u otras aplicaciones.
La palabra ritmo no ha tenido siempre el mismo significado, pero ha llegado a
prevalecer actualmente la idea de que el ritmo es algo que se repite peridicamente a
intervalos fijos. Como lo defini Platn: orden en el movimiento.
En realidad si observamos, hasta donde podemos hacerlo, veremos que todo est
sometido al ritmo; o tal vez que todo es ritmo. La naturaleza funciona rtmicamente,
conducido por
__ ritmos fisiolgicos o biolgicos (respiracin, ritmo del corazn, ritmos electrnicos,
particularmente los ritmos cerebrales...)
__ ritmos psquicos, tan ligados a los biolgicos.
La vida conlleva en nuestro orden de creacin, y de una forma natural, el ritmo. Y en
este mismo orden de cosas podemos decir que la vida es ritmo.
Incluso la conciencia en cuanto est encarnada, constituyendo la mente humana, es
vibracin, es ritmo. El pensamiento se define igualmente como una forma de energa que
no puede darse independientemente del cerebro, de sus ritmos; independientemente del
tiempo, porque el pensamiento pertenece al tiempo.
La enorme relacin entre conciencia humana, pensamiento, cerebro y tiempo ha sido
utilizada en las grandes corrientes religiosas para producir niveles crecientes de conciencia
y calidades mayores de intuicin y de conocimiento.
La naturaleza de la realidad de superficies es rtmica

Pero la profundidad de la realidad es siempre silenciosa, y en el silencio no hay ritmo,


ni tiempo. Por eso a media que el ritmo se vaya haciendo ms amplio, va creando su propia
destruccin y dando paso al silencio.
Vemos grficamente lo que acabo de afirmar. Supongo que cada punto corresponde a
golpes rtmicos
Puedo espaciarlos as:
O todava ms de la siguiente forma
Al ir lentificndose el ritmo, todo se va simplificando, el silencio se va afirmando y
manifestando.
El ritmo conduce hacia el fondo de la realidad.
Por eso el ritmo es vlido para intentar caminos de aproximacin a niveles profundos de
silencio, a niveles crecientes de relacin directa con la realidad profunda. Vlido, tambin,
para disponernos al encuentro con Dios de una manera no superficial, ms prxima al
encuentro con Dios de una manera no superficial, ms prxima al silencio, ms cercana a la
contemplacin.

La arritmia, por el contrario, es una caracterstica de lo que se va muriendo, de lo que


pierde profundidad. La arritmia puede afectar a todos los niveles de la persona
__ a los niveles biolgicos, produciendo la enfermedad.
__ a niveles psquicos, produciendo la ansiedad.
Es importante, pues, partir de la idea de que el hombre es puro ritmo. Yo soy ritmo.
Es lo que le permite hacer a P. Carrington la hermosa afirmacin de que
Cuando cesamos de percibirnos a nosotros mismos en la activa interaccin con el
mundo, nos hacemos capaces de vernos en el espejo de nuestra existencia rtmica.
(44)
Caractersticas del ritmo
Dentro de la actual situacin de la investigacin muchas son ya las caractersticas que
se atribuyen a la realidad rtmica. Quieo destacar dos. Una de carcter global, que afecta a
toda la estructura viviente:
todo ritmo tiene un poder vitalizador y organizador
Y justamente lo contrario: La arritmia est ligada a procesos de desorganizacin y
desvitalizacin. Lo cual es inmensamente importante saber para valorar el ritmo
justamente.
El otro principio o caracterstica es la del valor relajante, sedante que tiene el ritmo:
(44) Patricia Carrington, Meditazione e liberta, roma, mondadori, 1974, p. 321.

El ritmo tiende a disminuir la tensin, ya sea fsica o psquica.


Se puede utilizar, pues, como procedimiento para el relax, en ocasiones como ventaja
sobre otros procedimientos.
Ritmo, pensamiento y corporalidad
El ritmo crea las mejores como condiciones para que se influencien mutuamente el
pensamiento y el cuerpo, de una forma controlada y serena.
El cuerpo y el pensamiento tienden a funcionar al mismo tiempo, sincrnica y
armnicamente, cuando el ritmo los organiza.

Cuerpo y pensamiento pueden vibrar con uniformidad y unidad cuando el ritmo crea el
enlace justo entre ambos, lo que es de gran aplicacin tanto en el mbito de la psicologa
como en el de la espiritualidad y educacin, en general.
La repeticin rtmica (de un pensamiento) otorga al pensamiento un poder
organizador y dominador sobre los otros pensamientos y sobre las reacciones del suerpo.
(45)
(45) f. Lefebure, Respiracin rtmica..., pp. 70-71.

El pensamiento rtmico tiende a subordinarlo todo de forma organizada.

y ejerce una marcada influencia sobre el propio cuerpo, que va quedando condicionado
por esa presencia fuerte y exclusiva de un pensamiento reiterado pacficamente,
persistentemente, acompasadamente.
Queda esto ms claro sabiendo la influencia comprobada que el ritmo ejerce sobre el
cerebro.
Tiende a organizarlo y hacerlo funcionar armnicamente en dos dimensiones: de arribaabajo, poniendo en elacin directa el mundo del pensamiento y el mundo del cuerpo y de la
emocin

Y horizontalmente: derecha-izquierda, poniendo en relacin y armona el mundo de lo


lgico y el de lo intuitivo; el mundo de la razn y el de la contemplacin: caractersticas de
los hemisferios cerebrales.

Ritmo respiratorio, pensamiento y corporalidad


Anteriormente dije que la respiracin es la frontera natural

entre pensamiento y corporalidad. Pero es mucho ms fuerte y positiva si a la


respiracin le aadimos el ritmo.
En la respiracin rtmicamente conducida tenemos una gran posibilidad de
armonizacin mente-cuerpo.
No podemos pasar por alto algo tan esencia como es el servicio que presta la
respiracin rtmica a lo que considero la esencia de un proceso interior-espiritual: la
encarnacin, la presencia creciente, en lugar de la evasin y de la ausencia, que caracteriza
al egocentrsmo y a la falsa espiritualidad o a la falta de espiritualidad.
Y esto porque tiende a reforzar la relacin armoniosa del pensamiento y el cuerpo, de la
conciencia y la carne; y, al mismo tiempo, facilitar esa otra encarnacin y presencia de
Dios en el hombre.

La arritmia, por el contrario, produce conflicto y tensin entre pensamiento y cuerpo;


entre conciencia y carne, entendiendo sta como el mbito normal en el que la conciencia
se encarna, se manifiesta, se vive.
Cuando nuestra relacin con Dios se ve a la luz de todo lo que somos, todo queda
iluminado con una nueva dimensin. Y es, cabalmente, lo que le falta a la espiritualidad
tradicional, aunque adopte formas superficialmente nuevas, que carecen de base humana
suficiente y, por consiguiente, de posibilidades reales de eficacia.
Expresin del ritmo
En el contexto del presente trabajo, el ritmo aplicado a la modificacin de la conciencia
y a la meditacin-oracin, tiene dos expresiones fundamentales:
__ la del ritmo puro
__ la del ritmo asociado a la respiracin
Cada uno de estos aspectos tiene su peculiaridad en el campo de la meditacin.
El ritmo puro lo utiliza preferentemente la llamada Meditacin Trascendental. Y el
ritmo asociado a la respiracin, de alguna manera, podemos atribuirlo al Za-zen o
meditacin del budismo Zen.
Ritmo puro y meditacin
Para captar bien el mecanismo y realizar correctamente el aprendizaje, voy a distinguir
dos partes claramente diferenciadas del ejercicio:

__ Aprendizaje del ritmo puro


__ Aplicacin a la meditacin
1.

Aprendizaje del ritmo puro: puede servir la siguiente instruccin, que incluso
puedes grabarla y orla en posicin de meditacin.

Colcate en una postura que te resulte cmoda y que puedas mantener algn tiempo
sin necesidad de moverte.
Cierra los ojos y escucha atentamente. Vas a or un sonido rtmico, repetido a intervalos
regulares (puede ser el sonido de un metrnomo o un sonido regular: una gota de agua, el
tictac del reloj o el ruido que puedes producir al golpear rtmicamente con la mano sobre la
mesa)
Todo lo que tienes que hacer es entregarte al ritmo y repetirlo mentalmente, al mismo
tiempo. Escucha. (Pausa durante un minuto): En este tiempo solamente se oye el sonido
rtmico suave y regular, mientras lo repites mentalmente. Ahora el sonido rtmico externo
va a terminar. T debes seguir repitiendo mentalmente ese ritmo. Contina repitiendo
mentalmente el ritmo aprendido. Termina el sonido rtmico externo. Tu sigue el ritmo
internamente (Pausa 2 o 3 minutos).
Para terminar, deja de repetir el ritmo. Descansa unos momentos antes de irte. Observa
silenciosamente la sensacin de tranquilidad que te invade. Sintela en silencio. (Pausa
unos momentos los necesarios para que la persona se vaya adaptando a la salida del
ejercicio).
Ahora mueve tus brazos y tus piernas con cierta energa; respira profundamente; aprieta
y afloja varias veces tus ojos antes de abrirlos. Despus, normalmente, ya podrs levantarte
y marcharte si lo deas.
Este ejercicio tiene en s un alto valor sedante y tranquilizador. Lo puedes hacer
habitualmente sin necesidad de ningn aparato externo ni ritmo exterior. Puedes proceder
de la siguiente forma:

1. Sintate como anteriormente, en una postura cmoda, y cierra los ojos.


2. Despus de unos momentos, repite mentalmente y al ritmo que te resulte cmodo,
una palabra monoslaba, sin significacin o sin significacin especial, como por
ejemplo on, on, on, etc... Los efectos son los mismos que antes y la manera
de terminar el ejercicio la misma. Prubalo y lo comprobars.
3. Ritmo y oracin: el momento en que el ritmo se aplica a la oracin y meditacin es
cuando el ritmo se ha metido dentro, es decir, cuando es interior, mentalmente
repetido, sin ayuda externa. Lo llamo ritmo internalizado.
Procede as:
a) elige una palabra o frase que t quieras. Puede ser
__ Dios.
__ Hgase tu voluntad.
__ Dios es amor.
__ Etc. etc.
b) Habrs observado que el ritmo produce un cierto golpeteo interno. Esos
golpes son lo que marcan el ritmo
Acomoda la palabra o frase elegida al ritmo mental. Si es una simple palabra, como por
ejemplo Dios, debes repetirla de manera que coincida con cada golpe: Dios-DiosDios... Si es una frase, la puedes distribuir ya por slabas o por grupos de slabas y aun de
palabras, pero siempre coincidiendo cada slaba o grupo con un golpe. Por ejemplo: la frase
Dame fuera, Seor la puedes dividir as:

__ Da me fuer za Se or o tambin
__ Dame Fuerza Seor
Lo importante es que cada grupo coincida con cada golpe interior del ritmo mental. Y
una vez metido en el ritmo, mantenerlo todo el tiempo que desees pero en una actitud de
oracin, lo que supone una conciencia de la presencia de Dios; Conciencia de que uno se
est entregando en el mismo repetir rtmicamente la frase; en un clima de fe y de
sinceridad.
Y deja lo dems en manos de Dios. La oracin es esencialmente gratuita y no la pueden
producir nuestros impulsos, nuestra impaciencia, nuestra actividad.
Como criterio final dir que el ritmo lo marca la persona; ella debe elegir el que le
resulte ms cmodo. Los ritmos no son iguales para todos, ni siquiera el mismo en todo
momento para la misma persona. Lo importante es que el ritmo sea espontneo en todo
momento, ya se haga de forma ms lente o ms rpida.
Ritmo y respiracin
Aqu tambin voy a distinguir dos momentos para el aprendizaje prctico: el de la
respiracin rtmica y el de la aplicacin de la misma a la oracin.
1.respiracin rtmica: los ritmos a los que la respiracin puede ser sometida son
variadsimos, pero su enumeracin y prctica pertenecen a un curso expreso sobre
respiracin.
Al aplicarlos a la oracin muchos de ellos no resultan no tiles, por lo que he tomado
nicamente los que considero ms sencillos, al mismo tiempo que muy eficaces.

Los anterior ejercicios prcticos, respiratorios, de laguna manera ya son rtmicos porque
tiene regularidad.
Ahora vamos a profundizar ms ese ritmo, tanto en la inspiracin como en la
espiracin.
Puedes proceder de la siguiente forma:
Sintate cmodamente. Cierra los ojos y, despus de unos momentos, espira e
inmediatamente comienza a inspirar, a meter el aire en los pulmones mientras cuentas al
ritmo que te resulte cmodo 1, 2, 3, 4... siempre sin forzar nada.
Cuando llegues a un punto en que ya puede resultarse incmodo el seguir inspirando,
deja que salga el aire, espira, contando mentalmente y al mismo ritmo 1, 2, 3, 4...
igualmente hasta donde te resulte cmodo.
Muchas personas al comienzo no pueden contar ms all de 3. Un ritmo promedio suelo
ser para muchos hasta 4. algunos pueden ms. Cada Kuala de seguir el criterio siguiente:
tomar el ritmo ms largo que resulte cmodo.
Procura que el tiempo de inspiracin y de espiracin sea el mismo. Por ejemplo:

Puedes realizar esta prctica todo el tiempo que desees en varios momentos durante el
da. Es muy beneficiosa tanto fsica como psquicamente.
2.

Respiracin rtmica y oracin: en el caso de que quieras aplicar el ritmo


respiratorio a la oracin, la manera de proceder es muy sencilla.

Una vez que has elegido el ritmo respiratorio que te resulte cmodo, elige una palabra o
frase que, como en el caso del ritmo slo, debe acoplarse con cada nmero 1, 2, 3, ...
Por ejemplo, si el ritmo cmodo es 4, entonces se elige una frase que tenga cuatro
slabas o pueda descomponerse en cuatro grupos: Dios me a- ma; Da me fuer
za o una como la siguiente Padre dame tu Espritu Santo.
Todas ellas responden al ritmo cuatro.

La diferencia con el ejercicio primero y segundo de respiracin y de respiracin con


oracin es que aqu introducimos el ritmo tanto al inspirar como al espirar y all el ritmo
nicamente exista en el conjunto, regular y tranquilo, con el que la respiracin se produca.
Aqu hay una mayor intencin rtmica y los efectos del ritmo se acentan.

Tal vez alguien piense que esto es muy mecnico. El ritmo tiene un valor cientfico. Lo
mecnico proviene de la apreciacin o de la mera apariencia, o incluso de los primeros
momentos en que se est aprendiendo. Pero
1. Independientemente de que sea o no mecnico, todo lo que suponga introducir el
ritmo es valioso por su grado de organizacin, de sedacin, de armonizacin tanto de la
mente en general como del cerebro en particular.
3.

adems, al poco tiempo de llevar el ritmo, uno se adapta fcilmente a l y el


ritmo lleva a la persona. Se consigue en relativo porco tiempo mayor contracin
y profundidad que por otros procedimientos convencionales. Condiciona muy
fuertemente a la persona para una mayor receptividad y presencia, con influjo
claro en la oracin.

respiracin rtmica con retencin y oracin


Dentro de la aplicacin dela respiracin rtmica a la oracin existe un ejercicio de cierta
categora, clsico como ejercicio de respiracin.
Se llama pranayama cuadrado, que bsicamente consiste en introducir en los
momentos ya conocidos de inspiracin y espiracin dos pausas: una despus de inspirar y
otra despus de espirar. De esta forma el grfico es el siguiente:

__ inspiracin
__ retencin con los pulmones llenos
__ espiracin
__ retencin con los pulmones vacos
La duracin de cada tiempo es la del ritmo que a cada cual le resulte cmodo, pero con
la particularidad de que todos han de ser igual. De aqu la idea de cuadrado porque esos
cuatro tiempos los podemos poner en forma de cuadrado

De la misma manera que anteriormente, puedes elegir una palabra o frase y acoplarla a
esos cuatro tiempos. Repitindola con el mismo ritmo. Y as indefinidamente. Siempre
naturalmente en un clima de oracin, de conciencia de presencia de Dios y de entrega a El.
Por lo que respecta al ejercicio respiratorio es completo porque incluye todos los
elementos posibles en la respiracin. Y ninguno de ellos es igual. Todos tienen distintas
caractersticas, que no es el caso mencionar en este momento,. Fsica y psquicamente
marcan momentos distintos, pero siempre tiles y beneficiosos.

Seal1

8
APRENDIZAJE DE LA ACTITUD PASIVA

Situar el tema.
Conciencia activa y conciencia pasiva
Dinmica de la conciencia activa
Dinmica de la conciencia pasiva.
Conciencia pasiva y dominio de la palabra interior.
Superficie y fondo.
Los nombres.
La prctica.
La observacin silenciosa del mundo exterior.
Un ejercicio excepcional.
La observacin silenciosa del mundo interior.
Observacin silenciosa de la propia mente (ejercicio 1).
Observacin silenciosa de la propia mente (ejercicio 2).
Anotaciones para el trabajo.
Efectos de la conciencia pasiva.
1. Produce un estado de libertad.
2. El carcter se transforma.
3. Desarrolla la intuicin.
4. Surge la actitud meditativa.
Algunas objeciones y dificultades.
Referencia al casette prctico (grabacin).

Situar el tema y objetivo clave


Las dificultades que encontramos en nuestro diario vivir, e incluso las dificultades
aunque encontramos en la meditacin y la enorme inestabilidad interior, son simplemente
sntomas del problema clave que nos agobia desde la hondura ms oscura y, hasta ahora,
meno accesible, de nuestra estructura mental.
Sencillamente nuestra conciencia, y con ella nuestro cerebro, todo nuestro cuerpo,
nuestra mente, estn agobiados o dificultados para un progreso verdadero que suponga la
destruccin de los condicionamientos actuales.
Nos condicionan:
__ el clima, la comida, el vestido.
__la saluda, la enfermedad, el dolor.
__ el trabajo y su caracterstica depersonalizadora.
__ las opiniones de los dems sobre nosotros.
__ nuestros propios miedos y frustraciones.
__ la ignorancia y la falta de sabidura.
_ la conduccin de la vida toda al margen de lo ms perzonalizante: la contemplacin.
Como contrapartida me pregunto si es posible vivir

__ Desapegado: no manipulado por los acontecimientos ni por las cosas, ni por las
personas.
__ Descondicionado de las condiciones internas que nos imponen nuestras propias
construcciones mentales y emocionales, con la brutal carga de deterioro que comportan.
__ libre, con esa libertad de quien puede conducir la relacin con las cosas; de quien
puede entrar en comunin, de quien puede amar y servir desinteresadamente, de quien
puede, incluso, dar su vida y esperar seguro que se la van a devolver transformada.
__ contemplativamente, como quien ha liberado tambin su conciencia y su mirada, y,
consiguientemente, la ha hecho ms limpia, menos deformante, ms interiorizada y
penetrante, y hacerse capaz de ser conducido ms adentro, hasta la experiencia directa
de Dios, o de la Realidad.
El gran deseo del hombre es realizarse. Aunque muchos no entienden limpiamente lo
que comporta la realizacin. Y cuando la realizacin, por mal entendida, no ocurre, da lugar
al sufrimiento, a ese especial deterioro mental que despus se proyecta en estados de
enfermedad fsica; en una convivencia insustancial y conflictiva; en una imposibilidad de
comprender la interioridad.
Devolviendo a la palabra su sencillez primera, realizarse es entrar en relacin con la
Realidad.
A primera vista parecera que esta afirmacin nos pone frente a una filosofa abstracta,
difcil e impracticable. Pero exactamente lo contrario es lo cierto.
Creo que la realidad no es distinta del rbol, del agua, del dolor, de la muerte, del
trabajo y de todo lo que pertenece a la vida cotidiana. Realidad es todo lo que ocurre al
hombre. Y sin embargo no identifico la realidad con lo que nicamente captan los
Sentidos. La realidad, que es puro dinamismo, no agota su contenido en lo que se ve, en su
apariencia.
Para captarla ms profundamente es necesario hacerse capaz de ir ms all dela
apariencia, crear transparencia; encontrar caminos para la comunin con ella.
Como paso previo hay que advertir que la realidad
No produce nuestros apegos ni nuestros apegos ni nuestros sufrimientos.
No nos esclaviza.
No es algo oculto sino una fuerza que se auto-revela continuamente, mientras
nuestros ojos estn ciegos.
Realizarnos es entrar en comunin con lo que es. Y es, independientemente de
nuestra sabidura o ignorancia, de nuestra conciencia o de nuestra inconsciencia.

Violentamos continuamente la realidad y obstaculizamos su manifestacin.


Incesantemente, como un inevitable e invariable tic nervioso, le aadimos nuestras propias
elaboraciones. De esta manera creamos algo a lo que llamamos la realidad, cuando o
pasa de ser una proyeccin de nuestras actitudes, interpretaciones, reacciones, que ocultan
lo que verdaderamente es.
La verdadera realidad queda oculta por el alud de nuestras propias proyecciones
mentales, de nuestros ruidos.
Nuestra triste condicin es muy limitada. O estamos dormidos o estamos enmascarando
lo real.

Lo que agrava nuestra situacin es el engao de creer que todo viene de fuera, incluso
lo que nosotros mismos hemos elaborado y aadido.
Para aclarar esta afirmacin, que considero importante, acudo a un dato diario y en
ocasiones agobiante: el ruido. Si estoy queriendo trabajar y existe un ruido persistente,
continuo en el ambiente , posiblemente dir enojado:
__ Que ruido tan molesto!
Pero lo que normalmente ocurre, sigue siguiendo el grfico anterior, es que

lo molesto es simplemente resultado de una indisciplina interior, de un malestar


intenso que se proyecta y colorea el acontecimiento. Lo molesto en realidad est dentro
de la persona. De fuera viene el ruido, que es solamente eso: ruido.
La comprensin de este esquema tan aparentemente inofensivo y hasta perogrullesco,
va a permitirnos comprender el proceso fundamental de nuestra falta de libertad: el apego
y el procedimiento de libertad y de desapego.
Lo que dificulta y aun impide entran en comunin con la realidad, y por tanto
realizarnos, es nuestra actitud mental y emocional. Hasta nuestro cuerpo se hace opaco y se
cierra, iniciando un proceso de deterioro e incluso de enfermedad.
Qu es lo que nos atormenta cuando estamos en una situacin penosa? Nuestras
opiniones. Porque, aun en el

caso en que el cuerpo se encuentre incmodo, podemos reconocer este hecho


impersonalmente, es decir, sin interpretarlo y, as, escapar de toda degradacin
espiritual. Aadir ideas personales a los hechos supone nicamente llamar al
sufrimiento. No es raro ver cmo las cosas empeoran a causa de nuestra actitud
inadecuada hacia ellas. (46)
Es un principio clave el que no nos va a liberar nuestro esfuerzo por ser libres, sino la
Verdad nos va a liberar. Por eso el camino de la liberacin y de la realizacin no es el del
esfuerzo, tal como tradicionalmente se entiende, sino el de la apertura, el de la
comunin-comunicacin, no el del resultado, sino el de la apariencia.
Por eso necesitamos emprender una valiente decisin de
Dejar que la Verdad, el Acontecimiento, hasta el ms sencillo de cada da, se
revele, se manifieste, sin traumatizarnos, sin condicionarnos.
Requiere disminuir la influencia de nuestra propia presin mental y emocional sobre el
acontecimiento libre, sencillo, que est ah delante de nuestro ojos y es, solamente, lo que
es. Y eso le basta y le es suficiente. Somos nosotros los que quisiramos que fuera otra
cosa o que no fuera y as lo forzamos, lo violentamos.

Grficamente se puede representar as

La lnea punteada significa la progresiva disminucin de la influencia de nuestras


actitudes sobre el acontecimiento, sobre lo que es.

(46) Dhiravamsa, La voie du non attachement, p. 130

Al disminuir a aqulla , ste va quedando libre, y en su libertad transforma la


conciencia de la persona, transforma la relacin. El ruido ya no es molesto, simplemente
es ruido. Y como no condiciona, cuando uno quiera prescindir de l, prescinde ms
fcilmente.
Frente a esta manera de entender las cosas, existe una manera vieja, tradicional, que
funciona como un autntico prejuicio y que dificulta la libertad interior.
En nuestra cultura existen dos polos entre los que oscila la vida del hombre

Hacer es actividad, es vida, es dinamismo. No hacer es sinnimo de pasividad, de


inaccin, de prdida de tiempo. Por eso siempre nos esforzamos por estar haciendo algo
cuando queremos ser positivos.
Este esquema no permite la liberacin interior de la persona ni la contemplacin ni el
descondicionamiento de s mismo y de los acontecimientos siempre sometidos a la
violencia de nuestras interpretaciones, de nuestras ideas o emociones.
Cuando las grandes tradiciones, que han buscado la profundidad de una forma
sistemtica y persistente, han querido llegar a la Realidad, se han dado cuenta de que era
demasiado afirmar un tercer modo de estar la persona, que, participando de lo positivo que
puede tener tanto el hacer como la pasividad, no se confundiera con ninguno de ellos.
Ese trmino medio es la alerta pasividad, el dejar hacer.

Ese punto intermedio ha sido la gran meta de los msticos: un espacio donde la
conciencia se transforma; donde se supera la ignorancia; donde se entra en una indecible
experiencia de comunin y de dominio del sufrimiento.
Incluso hoy la ciencia misma investiga sobre el significado y la realidad de esta
situacin. Y desde ese punto se estn proyectando
__ modelos nuevos de salud.
__ procedimientos ms humanos, aunque de momento sospechosos y no legales, de
curacin fsica.
__ modificaciones dela conducta a travs del control de la mente y del cerebro, desde el
silencio, desde la dinmica pasividad de ese punto intermedio.
Creo que estamos caminando, aunque todava lentamente, a un impresionante centro de
energa por una va que nos era totalmente desconocida a los occidentales, aunque muy
conocida en otras culturas.
Cuando nosotros queremos aplicar toda la potencia de ese momento a la transformacin
espiritual de la mente, tenemos que acudir irremediablemente a crear la situacin ms
propia para el cambio. Ella permite deshacer nuestros apegos y crear un estado de
desapego. Y esto es el todo, como machaconamente nos repiten los hombres realizados.

Desapego es sinnimo de liberacin, de actitud contemplativa, de


personalizacin, aunque tradicionalmente, y por falta de profundidad., estas realidades
hayan sido consideradas como distintas y hayan estado de hecho muy distantes en nuestra
cultura y en nuestra educacin.
A lo que ahora me refiero no es al anlisis de lo que significala alerta pasividad, el
dejar hacer, sino a una metodologa apropiada para encontrar ese punto.
Para eso hace falta salir de la actividad habitual de este mundo en el que estamos
esforzndonos por mantener un protagonismo fatigante, querindolo hacer todo,
proyectando, planificando, construyendo, pero hacerlo sin caer en el otro polo, el del sueo.
En este contexto, los objetivos de la prctica son:
__ indicar un procedimiento, una metodologa o actitud de trabajo interior.
__ lograr vivir desapegado.
__ adquirir libertad frente al acontecimiento, lo que implica: comprensin y dominio
del mismo.
__ crear unas condiciones internas que faciliten el hecho contemplativo.
Krishnamurti se plantea esta pregunta metodolgica:
Nuestro problema es, pues, ste: Cmo producir un camino sin esfuerzo?
Estamos acostumbrados al esfuerzo... Hemos sido educados en el hbito del
esfuerzo...
Y ser posible librar la mente de ese hbito, esto es, de no
hacer esfuerzo alguno sino simplemente hallarse

en un estado en que la mente vea el hecho y no acte sobre el hecho para


transformarlo? (47)
Evidentemente que la pregunta responde a una gran preocupacin de muchas personas
condicionadas por su propio peso interior, ya sea caracterolgico, educacional, ambiental,
cultural, etc...
Si hemos de hacer un nuevo planteamiento del cambio interior, si queremos dar una
respuesta a la necesidad de libertad interior y de desapego, si queremos entender con ms
base y coherencia el proceso interior, necesitamos aprender el nuevo estilo que supone la
conciencia pasiva.
Conciencia activa y conciencia pasiva
Aunque he aludido de pasada anteriormente a este tema, ahora voy a intentar repasar, y
al mismo tiempo tratar de comprender ms de cerca, el contenido y el sentido de lo que he
llamado: hacer y dejar de hacer, o lo que llamo: conciencia activa y conciencia
pasiva.
Representan ambos dos niveles de la propia mente. La conciencia activa es el nivel de
superficie, en relacin directa con el mundo de los sentidos. Representa una conciencia
exteriorizada, vuelta hacia afuera.
La conciencia pasiva es un nivel de profundidad en relacin directa con un mundo
que hoy se esta intentando recuperar y dirigir. Este mundo est conducido por leyes, no de
pensamiento ni de accin, sino de intuicin, de vivencia, de experiencia.
Dinmica de la conciencia activa
Representa el nivel superficial de la mente. lo que no conlleva ningn sentido
despectivo, sino que indica nicamente el mundo exterior, de superficie, con el que se
relaciona.
(47) Krishnamurti, Urge..., p. 160.

No obstante, cuando, producimos este nivel de funcionamiento, o es el nico que


funciona, entonces irremediablemente el nivel de superficie es, al mismo tiempo,
superficial, por falta de hondura y comprensin.
La conciencia activa puede ser un problema. De hecho lo est siendo cuando se la
quiere establecer como instrumento apto para interiorizarse o para profundizar.
Y es que los instrumentos exclusivos que la conciencia exteriorizada o conciencia
activa emplea son.
__ el pensamiento y la palabra
__ el deseo
__ la actividad.
En este sentido hay que entender la siguiente afirmacin:
Nuestro problema ms grande es una conciencia activa. La conciencia activa es un
mar barrido por el viento. Somos incapaces de ver ms all de su agitada
superficie... Una mente de este tipo est en rebelin contra el propsito que se ha
dispuesto que ella descubra. Esta siempre proyectando y buscando sus propios
objetivos. Una conciencia que sea activa permanecer ciega a la verdad, y se ver
por tanto forzada a tomar decisiones insensatas, contando solamente con un limitado
conocimiento externo en el que pueda confiar. (48)
Estoy insistiendo en que hay otra forma de transformacin muy distinta a la tradicional,
que hemos empleado reiteradamente. Es importante ver con claridad que el modo que
hemos intentado emplear para transformarnos es en parte falso.
(48) Roy Maters, Cmo influye la mente sobre su bienestar, Buenos Aires, Centro,
1973, p. 59.

Hemos tenido que pasar por formas de control y de disciplina para regular nuetra
conducta y nuestras reacciones; anlisis e introspecciones para intentar revelarnos nuestro
inconsciente; maneras de trabajo que han podido de algn modo disminuir la lucidez y
fomentar un cierto estado de ensoacin o de hipnosis; la adhesin a una creencia que
muchsimas veces no las hemos sentido como liberadoras sino como condicionamientos
impuestos; la lucha por seguir un ideal. Todos estos procedimientos, como tales, son
inadecuados para revelar la verdad interior. La base fundamental sobre la que han
operado ha sido la disciplina, el control y la represin. Reprimir no es suprimir ni mucho
menos hacer posible la indecible revelacin de ese trasmundo que tiende a manifestarse en
cuanto existan las condiciones que las hagan posible.
Y, adems, en este nivel de la conciencia activa, o la conciencia de superficie, se dan
... todas las acumulaciones de la raza, los mviles ocultos, las ambiciones
colectivas y personales, los prejuicios que son el resultado de la percepcin,
contacto y deseo. Esta conciencia total, la oculta a la vez que la perceptible, est
centrada en torno a la ideadle yo, del s mismo. (49)
Todo este movimiento interno cuaja en alguna forma de lenguaje, de verbalizacin,
ya sea interna o externa.
Toda la conciencia externa est montada sobre el hecho de la palabra. Necesita decirse
las cosas para poder existir.. Y en cuanto cesa la verbalizacin, termina irremediablemente
esa conciencia y se inicia un proceso de interiorizacin hacia niveles ms profundos.
podemos ver qu entendemos por conciencia en el nivel superficial de la mente. Es
obvio que ella es el proceso del pensar, el pensamiento. (50)
(49) Krishnamurti, Urge..., p. 156.
(50) Ibid., p. 156

Esta afirmacin, reforzada por la propia experiencia del gran mstico contemporneo, y
al mismo tiempo gran pensador, tiene un valor revolucionario, porque si eso es cierto, el
proceso hacia la conciencia interiorizada no va a ser un proceso de expansin y de silencio,
como en realidad nos confirman los msticos de todas las pocas.
La palabra no tiene un valor meramente lingstico sino que, al mismo tiempo, tiene
repercusiones en toda la persona. Ella es como un epicentro que conmociona toda la
estructura de la persona, su conciencia, su conducta y, en definitiva, su presencia.
La palabra va unida inevitablemente a
__ deseos o rechazos
__ reacciones psquicas
__ reacciones corporales
__ Algn tipo de conducta o de actividad en muchas ocasiones.
Lo que configura, pues, la conciencia de superficie, la conciencia activa, es
__ el pensar
__ el desear
__ el hacer, el reaccionar
Expresin de la conciencia activa puede ser el grfico siguiente:

1. La letra B corresponde al nivel beta, ya conocido, relacionado con niveles


elctricos del cerebro que oscilan desde 14 a 21 ciclos por segundo, e incluso
ms.
En este nivel de trabajo no puede ser profundo, aunque creamos lo contrario, Y
Occidente lo cree.
La interiorizacin en ese nivel no deja desgraciadamente de ser una
exteriorizacin camuflada.
2. En este nivel, la agitacin general es normal. La represento por el grfico del
mar con oleaje.
Dinmica de la conciencia pasiva
Detrs de la actividad bullicio de la mente superficial, de la conciencia activa, se
encuentra una conciencia quieta, que es libre, pura y dinmica desde su quietud y a la que
tambin, por eso mismo, se la llama: activa pasividad.
Uno tiene que irse familiarizando con estas expresiones que responden a una nueva
realidad con la que hay que contar en adelante, si queremos ser ms afectivos y eficaces en
nuestra transformacin tanto psquica como espiritual.
Esta conciencia que asiste silenciosa, pero eficaz, a todos los acontecimientos que se
desarrollan unos pasos ms delante de ella, en la conciencia activa, es un sorprendente
testigo silencioso.

En el grfico siguiente se sealan tres momentos:

El primero corresponde a la conciencia interiorizada, a la conciencia pasiva, a un


profundo centro de energa que acta desde su quietud. Los otros dos corresponden a la
conciencia exteriorizada y al mundo sobre el que ella acta.
El mundo intermedio es la construccin desde la que vivimos y desde la que
sostenemos nuestro ego y egocentrismo. Y vivimos siempre proyectando ese mundo
interno sobre el mundo externo. El mundo exterior no es el que en realidad nos dificulta el
proceso interior sino todo ese impresionante mundo, sutil y fuerte de la propia construccin
interna (pensamientos, deseos, reacciones).
La dinmica de la conciencia pasiva trata de desplazarse desde lo exterior a lo interior y
situarse como un espectador pasivo. Pero para eso hay que disolver el centro intermedio,
que es quien siempre organiza las respuestas de acuerdo a la experiencia acumulada. Ese es
e problema
Estoy observando el problema de disolver radical y profundamente ese centro que
es el ego. (51)
Detrs de ese ego, tan fuertemente organizado, est la respuesta y la disolucin de los
conflictos; el cambio radical; la nueva
(51) Krishnamurti, urge..., p. 188

forma de ser, que no surge de la represin sino de haber encontrado por primera vez un
universo perfecto y armnico, que todos llevamos dentro
Cuando desaparezcan esos condicionamientos, la conciencia pasiva, enteramente
abierta y sin ninguna violencia, se aproximar a la realidad, y sta se revelar tambin sin
ninguna violencia.
Esa conciencia es puro dinamismo, es revolucionadora de la mirada, de los valores
y, consiguientemente, de la vida.
Detrs de la aparente barahnda de la mente, se halla en cada cual un silencio
profundo, plcido y autoconsciente. (52)
Normalmente construimos nuestra personalidad y nuestro carcter con los elementos de
ese mundo intermedio. Por eso nuestra personalidad, la que consideramos como tal, no deja
de ser un autntico condicionamiento. Puede ser bueno cuando es un instrumento al
servicio de la verdadera realidad que soy: Una conciencia silenciosa y libre, pero es malo
cuando se vive identificndose plenamente con l, sin otro horizonte.
Es necesario ir destruyendo la concepcin tan elemental que tenemos de la vida interior.
Es del todo imprescindible caer en la cuanta de que slo funcionamos con una personalidad
aparente y sumamente conflictiva. Toda nuestra conflictividad surge de nuestro
condicionamiento fundamental. Y la imposibilidad prctica de disolver nuestro problema es
la misma que la imposibilidad de descondicionarnos.
Adems hemos de establecer una diferencia entre la accin que se realiza a base de
esfuerzo muscular, de voluntad, siempre con una implicacin nerviosa y tensin, de la
accin que surge sin ningn esfuerzo de voluntad, sin ningn propsito ni tensin por
lograrlo. La conciencia pasiva es pura accin:
(52) Ramadevi, Sendero de la paz beatifica, Buenos Aires, 1972, p. 84.

siempre est en accin una tremenda fuerza detrs de tu personalidad aparente.


(53)
Y de esa fuerza que somos nos priva el apego a nuestra vida de superficie.
En el fondo nos falta un enfoque coherente y amplio del trabajo interior e ideas claras
de qu es interiorizarse, liberarse, vivir en paz, aunque en el fondo todos lo buscan.
Primero hemos de descubrir nuestro condicionamiento, sutil e imperceptible, que
confundimos con nosotros mismos y lo defendemos como nuestra propia realidad.
Un ejemplo aclara ms esta penosa situacin en la que tan familiarmente nos
encontramos inmersos.
Dos personas estn viendo llover a travs de la ventana, aparentemente silenciosas y
atentas, captando el sencillo acontecimiento de la lluvia que cae, y, sin embargo, ninguna de
las dos est viendo la lluvia.
Una de las personas es un excursionista que pensaba salir al campo ese mismo da y
que ya no podr hacerlo.
La otra es un agricultor que padeca una notable sequa en el campo.
Indudablemente
__ el excursionista se siente contrariado
__ el agricultor se siente contento.
En realidad ninguno de los dos est viendo llover porque cada uno lo est
condicionando por su estado interior. La mirada interna
(53) Ibid., p. 83

esta condicionada. Entre la persona y el acontecimiento se interpone un mundo: el del


excursionista y el del agricultor. Y se extraara enormemente si les dijramos que no estn
viendo la lluvia, lo que ella es, independientemente del propio condicionamiento interno.

Solamente vern la lluvia cuando liberen su mirada del condicionamiento que la


distorsiona, al servicio del ego. Y cuando eso ocurra, habr ocurrido una autntica
revolucin; una contemplacin en libertad.
Para que surja la conciencia pasiva hay que mirar la realidad, ya interior, ya exterior, sin
la interferencia de los propios condicionamientos.
Patricia Carrington, desde sus presupuestos cientficos, establece las condiciones para
que la conciencia pasiva pueda manifestarse:
Desautomatizacin de las estructuras cerebrales, es decir, de los esqumas
aprendidos normalmente y que nos permiten la organizacin de los estmulos que
nos llegan (54)
Las estructuras cerebrales son todos los esquemas y patrones mentales que se
interponen en nuestra relacin con la realidad. La conciencia superficial siempre funciona
con estos patrones y lo que simplemente hace es comparar lo nuevo , lo siempre nuevo, con
lo viejo.
(54) Patricia Carrington, La meditazione e libeta, p. 336.

Cuando la conciencia est condicionada por un esquema anteriormente construido, a


travs de la experiencia de los conocimientos, y guardado por la memoria, entonces no ve
la flor que observa en el jardn o en la maceta.
Pero cuando desaparece ese esquema intermedio, la diferencia es completamente
distinta:
__ en el primer caso, la mirada est condicionada, es muerta. Solamente se trata de un
proceso de clasificacin, de museo.
__ en el segundo es un delicioso acto de contemplacin, y una afirmacin de la libertad,
tanto de la realidad como de la propia estructura de la persona

Cabalmente la dinmica, la fuerza de la conciencia pasiva es la de liberar y


reorganizar, en armona, todo lo que es.

Esta reorganizacin es
__ cerebral. Y tiene un nombre: silencio de todo el cerebro, al que se refiere
Krishnamurti reiteradamente.
__ emocional. Todo comienza a ocurrir en un clima de paz, de serenidad.
__mental. El pensamiento, a partir de este momento comenzar a funcionar con ms
originalidad, coherencia, objetividad.
__ espiritual. La persona comienza a crear las condiciones para una apertura o,
utilizando trminos clsicos, transcendencia o expansin de la conciencia. La
conciencia pasiva ya es una conciencia expandida.
La expresin grfica que corresponde a la conciencia pasiva puede ser la siguiente:

En la actitud del Testigo silencioso... estn involucradas una no resistencia pasiva y


una vigilancia activa. (55)
1.

La letra Alfa hace referencia a aspectos elctricos del cerebro. La diferencia de


estos niveles corresponde a un camino

(55) Ramadevi, Sendero..., p. 172

comprendido entre 7 y 14 ciclos por segundo. Es un nivel de reposo y de serenidad lo


que est sealado en el grfico del mar en calma.
2. La agitacin mental y emocional ha desaparecido, lo mimo que la corporal. Todo es
ms original, ms primitivo, en el buen sentido de la palabra. El hombre en estos
momentos se aproxima a un estado de sencillez, de no complicacin. Naturalmente
los condicionamientos actuales van a luchar denodadamente contra esta nueva forma de
conciencia para no dejar que ocurra ni sea permanente.
En realidad no estoy abogando por la destruccin de la conciencia de superficie, que no
es mala cuando no se desliga del resto de la personalidad. Deberan funcionar ambas,
aunque de una manera organizada.
Todos los seres mentalmente desarrollados, al menos los que sobrepasan el trmino
medio, deben, en ciertos momentos de su existencia, de una manera o de otra, y con
ciertas afinidades, separar las dos partes de su mente: la parte activa, que es una
fbrica de pensamiento, y la parte reservada, maestra. Testigo y Voluntad a la vez,
que observa, juzga, desecha, elimina o acepta los pensamientos, ordenando las
correcciones y los cambios necesarios; esta parte es el Amor verdadero de la casa
mental y realmente capaz de independencia. (56)
Pero hay que aclarar, para no contradecir lo anteriormente expuesto, que esta conciencia
no piensa, elimina o corrige, juzga o desecha de la misma forma que la conciencia
superficial, sino nicamente mirando, proyectando su enorme potencial contemplativo,
que reorganiza todo y hace que las cosas sean lo que tiene que ser, lo que son en
realidad.
(56) Satprem, El yoga integral de Aurobindo, Mxico, El Caballito, 1970, p. 62.

Conciencia pasiva y dominio de la palabra interior


Si, como indica Krishnamurti, la mente activa es la mente que piensa y el mismo
pensamiento, la mente pasiva, la conciencia pasiva, surge al dejar de pensar.
Tal afirmacin concuerda del todo con las tradiciones espirituales ms definidas e
influyentes. Y no consideran que el estado que surge tras la cesacin del pensamiento sea
un estado neutro ni una situacin negativa, sino una puerta a un nuevo modo de ser y de
actuar de la conciencia.
Dominar la palabra interior va a ser la clave para poder disponer a voluntad de todo el
poder mental que nos es natural.
Dejar de pensar en este momento significa nicamente: dejar de nombrar.
Creemos que comprendemos algo cuando le damos un nombre; cuando
podemos ponerle un rtulo a algo creemos haber captado la plena significacin de ello. De
suerte que para nosotros, las palabras, los smbolos, las ideas son muy importantes. Y
nuestra conciencia, est compuesta de eso: de palabras, de smbolos, de ideas que
representan nuestros recuerdos. (57)
Considero una afirmacin sorprendente importante la de que la conciencia est
compuesta de palabras. Lo que significa que disuelta la palabra, se disuelve la conciencia
de superficie, la conciencia exteriorizada, la conciencia activa.
Y an hace otra afirmacin no menos sorprendente:
es la palabra la que crea la barrera es el nombre el que crea la barrera.
(58)
(57) Krishnamurti, Urge..., p. 57.
(58) bid., p. 57.

De hecho cuando vemos algo, inmediatamente comenzamos a verbalizar, a hablar, por


dentro o por fuera, pero a hablar.
La palabra no es una realidad desnuda e independiente. Ella crea su propia constelacin:
engendra el deseo, produce una reaccin. Por eso cuando digo dominio de la palabra
interior me estoy refiriendo a todo el cuadro que ella configura:

Estos son los instrumentos de la conciencia exteriorizada, de la desinteriorizacin, de la


conciencia de superficie.
La profunda implicacin entre palabra y deseo le hace decir a Sivananda:
La mente (se entiende la superficial) deja de funcionar cuando deja de desear. (59)
Si pues, la conciencia interiorizada es la conciencia que revoluciona, es por ser una
conciencia que
__ mira sin nombrar
__ mira sin opcin, sin desear, sin elegir.
Y es evidente, cuando no hay anlisis, ni parloteo interior, ni opcin, porque no se desea
ni se elige, entonces tampoco hay reaccin.
(59) Sivananda, Tesoro espiritual, p. 72.

Ahora mismo es posible que al leer esto surja una dificultad: esto es pasividad, o
esto es indiferencia. Naturalmente en el momento en que dice esto est haciendo ya una
eleccin: esto no es bueno. Y viene inevitable la reaccin que condiciona a toda la
persona, incluso neurolgicamente.
Pero lo mismo nos pasa cuando vemos cualquier cosa, y as nunca la vemos en realidad.
Cuando omos afirmaciones como la siguiente:
Permanece apartado en la calma del ser interno. (60)
entrar a funcionar automticamente nuestros condicionamientos adquiridos; fcilmente uno
tiene tendencia a calificar tal situacin como completamente opuesta a la dinmica de la
vida moderna. Pero lo que realmente hay que aclarar es
__ que la vida moderna no abarca todas la posibilidades del hombre
__ que ese estado interior es energa total y como tal crea nuevas condiciones para la
vida y una manera muy distinta de entender la dinmica de la misma.
Superficie y fondo
Lo inteligente es aprender a compaginar la energa del fondo con la actividad de la
superficie; la conciencia que seala la profundidad y la que indica la superficie. Y esto no
nicamente en momentos especiales, sino de una manera permanente.
S activo en silencio; s silencioso en actividad... imposible... sin adquirir
un apartamiento interno. (61)
(60) Ramadevi, Sendero..., p. 77.
(61) Ibid., p. 97.

Esta formulacin est ya muy cerca alas formulaciones que la misma ciencia hace al
investigar la meditacin y la fenomenologa de la interiorizacin.
Hay una palabra clave en todos los procesos religiosos de liberacin de la conciencia, y
seala el objetivo esencial de todo trabajo de interiorizacin: desapego.
No es una actitud pasiva, al estilo de lo inerte, de lo indiferente,. El desapego es otra
forma, por cierto muy tradicional, de referirse a un estado no condicionado. No es un
estado negativo sino que representa el gozo de una conciencia libre, penetrante y respetuosa
con la realidad.
Cuando se vive desde su conciencia, ocurre todo lo que tiene que ocurrir, incluso el
sufrimiento y el dolor inevitable, pero no condiciona la conciencia; sta diempre es
duea de la situacin en todo momento.
No es nicamente vlida esta libertad interior cuando se quiere meditar sino en todo
momento de la vida diaria, en la que hay que mantener la mente en un estado de sereno
desapego, incluso cuando uno est fsicamente activo.
Los nombres
Desde distintos campos y autores se han aplicado distintas denominaciones a esta
realidad de la conciencia interiorizada:
1. Meditacin vipassana: o meditacin de la visin intuitiva. Meditar es
simplemente ver todo en toda su lucidez, sin ningn condicionamiento.
En este momento el punto central del acto meditativo es la libertad interior.
La libertad conlleva una experiencia de soledad, perfectamente lgica al
encontrarnos sin los condicionamientos

Habituales, al alejarnos de la superficie y sobre todo de la manera superficial de


estar en ella.
2. Alerta percepcin, denominacin fundamentalmente expresada por
Krishnamurti. De ella, y de lo que implica, hace todo su modo de enfocar el
trabajo interior y el proceso del cambio. A este autor y pensador actual me
refiero en muchas ocasiones.
3. Advertencia sencilla: frase de san Juan de la Cruz al referirse a la disposicin
para poder sostener el hecho contemplativo. En ocasiones completa la frase,
aadiendo: Advertencia sencilla y amorosa.
Coincide con la alerta percepcin de krishnamurti, puesto que ste afirma que en
toda mirada sencilla ayuna atencin total y sta siempre implica amor. Una
mente totalmente proyectada hacia la realidad, y descondicionada, siempre entra
en comunin, lo que no es concebible sin un grado de amor.
4. Mirada pasiva e impersonal. Pasiva porque ocurre sin lo que ordinariamente
consideramos como actividad. E impersonal porque se realiza sin los
condicionamientos que habitualmente identificamos como entidad, a la que
llamamos ego, un yo falso, sobre el cual basamos de ordinario nuestra idea
de personalidad.
5. Activa pasividad. O pasiva-actividad. Bajo la apariencia de no haber nada,
de estar pasivo, se descubre un estado, muy distante dela autntica pasividad, de
una grandsima actividad y dinamismo. Pero para que este estado sea aceptado
sin prejuicio y como un espacio para la experiencia cotidiana, tiene el hombre
que descubrir que no slo se activo a travs de la conciencia exterior, mediante
el msculo y la voluntad, sino sobre todo a travs de la mente silenciosa que se
abre a la accin a travs de canales y espacios an no explorados y sin relacin
directa con el tiempo ni el espacio.

Ni el espacio. La mente entra en una dimensin atemoral e inespacial donde sera un


error pensar que todo ha de ocurrir como habitualmente. Ms bien podramos decir que
ocurre como no lo pensamos, porque sencillamente se revela y se mantiene al cesar el
pensamiento.
6. Observacin silenciosa. Denominacin sencilla, tal vez, a primera vista ms
comprensible para quien no est iniciada. Pero de la misma hondura que las
denominaciones anteriores, sobre todo cuando se comienza a entender el sentido
y el alcance de la realidad del silencio. Este cruza todo el horizonte de la
mente humana y la transforma, al devolverle la conciencia experimental de su
propia profundidad humana.
7. No resistencia pasiva y conciencia activa. No resistencia pasiva en cuanto que
uno se abre al acontecimiento sencillo o complejo; no crea el conflicto
cotidiano de quien no acepta las cosas como son ni les opone el modelo de
cmo quisiera que fueran, de cmo uno las desea, creando un conflicto que
puede, incluso, llegar a ser parte de la estructura que condiciona a la persona de
manera habitual. Es ver las cosas como son, a pesar de todo el temblor que ello
provoque. Abrirse a esa realidad, la nica real.
Pero al mismo tiempo permanecer atento, perfectamente en vela, sin dejar que
el sueo, el olvido, la distraccin, apaguen o ignoren el conflicto.
La mente atenta, en vela sobre los acontecimientos, surge de la tranquilidad de
una mente no resistente en realidad para una mente as, que vela en silencio,
sin dar nombre, sin opcin, sin reaccin, el conflicto no existe. Simplemente las
cosas son como son.
A pesar de que algunas cosas de las expuestas ya estaban indicadas al hablar del
silencio, en un volumen anterior, no obstante eran necesarias mayores precisiones de cara a
la prctica de ahora. Y era necesario hacer puntualizaciones y aplicaciones dada la enorme
importancia que considero que tiene este ejercicio.

Y sin embargo, ms pienso que se trata de una actitud que de una tcnica. La alerta
pasividad es una actitud que desvela a toda la persona, sumergindola en el acontecimiento
cotidiano, aunque de una manera no habitual. Es otro mundo. Y, dada la cultura en la que
nos movemos los occidentes, todo esto representa un mundo dificultoso. Siempre, no
obstante, tengo inters en destacar que nunca lo ha sido para nuestros msticos, por muy
occidentales que fueran.
Es imprescindible el hacer planteamientos prcticos, que puedan permitir un trabajo
inteligente.
Toda la parte expositiva que precede era necesaria para fundamentar la exposicin
prctica de ahora.
Vamos a intentar esa especia de salto mortal hacia la conciencia pasiva.
Lo considero salto mortal porque en el hecho mismo de observar en silencio se
desvanece el yo falso de la persona, el ego que la condiciona.
Como proceso de transformacin, como camino hacia el desapego, ncleo esencial de
toda ascesis de meditacin, de oracin, de contemplacin, considero este procedimiento que
presento como de los ms eficaces y revolucionarios.
S, como afirma todos los msticos, en el desapego est el todo, el procedimiento para
llegar a la conciencia pasiva que presente es un procedimiento clave, aunque aparentemente
insignificante.
Es importante puntualizar algunos aspectos de la prctica:
1. No debe confundirse la mente en silencio, que es una mente abierta y
profundamente implicada con el mundo, con

2. Una mente en blanco, que es una mente neutra y ausente, ms cercana al sueo que
al compromiso y a la presencia comprometida.
3. Cuando me refiero a la mente, la entiendo en el mismo sentido en que lo hace
Krishnamurti:
Cuando usamos la palabra mente, queremos decir su totalidad, incluyendo el
organismo, el corazn. (62)
La mente es una estructura que implica toda la naturaleza psicoso-mtica de la persona.
La prctica
Hemos de aprender a mirar desde el silencio y dejar que el silencio y la atencin hagan
su propia revolucin y realicen sus propios caminos.
Actualmente estamos muy condicionados por una estructura mental que identificamos
con nuestra personalidad. La mente no es un error; la estructura mental no es un error, pero
s lo es el identificarnos con ella. Y este es el sentido de la prctica: salimos de nuestra
propia estructura sin que eso suponga una disolucin dela verdadera personalidad.
Desde esa estructura mental, una compleja red psicosomtica, tejida por nuestros
propios pensamientos, palabras, deseos, rechazos, reacciones, actividad, contemplamos el
mundo y proyectamos sobre l nuestros condicionamientos:
(62) Krishnamurti, Ms all de la violencia, Barcelona, Edhasa, 1979, p. 50.

De esta manera nos situamos ante el mundo con violencia; con la violencia de quien
distorsiona la realidad pacfica de las cosas como son
Para ello hay que aprender a situarse ante el mundo desde el silencio de toda la
estructura psicosomtica de la mente, desde el silencio del cerebro entero:

Pero esto requiere liberar la mirada, y nuestra propia conciencia, de los acontecimientos
de la propia mente. Lo cual no se puede hacer si uno no sale fuera de esa estructura,
aunque sea por breves momentos, situndose en un espacio, no precisamente anterior a la
persona, sino el espacio que personaliza, que construye la autntica personalidad.

Es un espacio contemplativo, donde la conciencia se encuentra sumamente activa,


dentro del descanso que supone el verse sin el agobio de unas estructuras que dificultaban
su expansin y su dinamismo.
De esta manera surgen dos tipos de prcticas, con sus correspondientes ejercicios:
1. Observacin silenciosa de la propia mente.
2. Observacin silenciosa del mundo exterior.
No es necesario hacerlos en este mismo orden. Pueden superponerse ambos tipos de
ejercicios, si bien lgicamente para poder mirar el mundo desde el silencio libre de la
contemplacin.
La observacin en cada caso ha de ser siempre sin las estructuras, reflejadas en el
siguiente grfico. Conciencia pasiva significa estar y mirar.

Inicialmente puede ser ms sencillo comenzar por la observacin silenciosa del mundo
externo.

La observacin silenciosa del mundo exterior


Tenemos que purificar nuestros sentidos, que son los que nos relacionan directamente
con el mundo que llamamos exterior. Purificar la sensacin significa dejar que llegue con
toda su pureza, sin confundirla con nuestro ruido. Y se puede comenzar de una manera
elemental:
Usted tiene que aprender por s mismo lo que significa darse cuenta o estar alerta;
darse cuenta del saln donde estn reunidos; darse cuenta de la proposicin del
saln, de los colores que contiene; sin decir es feo o bonito, simplemente observa.
(63)
Y esto en todo momento. Al caminar por la calle, advertir lo que ocurre, los objetos,
personas, situaciones.
Cualquier objeto sirve. Puede ser un sonido. Y ambos pueden ser sencillos como

Un punto negro

Un ruido

Un objeto

Una panormica, ambiente o paisaje

Una sinfona (dejndose invadir por ella)

Un suceso

Lo importante es mantenerse pasivo y atento.


Inicialmente hay dificultad. Uno fcilmente se sorprende hablando consigo mismo,
interpretando, valorando, eligiendo o desechando,
(63) Ibid., p. 51.

Etc. Es difcil de hablar, abandonar la conciencia de superficie y facilitar el proceso hacia la


conciencia de profundidad.
Tampoco hay que formar la atencin a mantenerla fija en una direccin nica; es decir,
no hace falta concentrarse, sino nicamente mirar pasivamente lo que sea, sin ni siquiera
intentar introducir la violencia de atar la atencin. Djela ir, pero sgala siempre
silenciosamente, atentamente, pasivamente, descondicionadamente.
Un ejercicio excepcional
Tomando como punto de partida lo que G. Leonard llama ojos blandos (64), presento
un ejercicio que considero de mucha eficacia para lograr lo que llamo
__ la actitud abierta y
__ la conciencia quieta.
La misma explicacin revelar la naturaleza de lo que quiero significar por actitud
abierta y conciencia quieta.
Se hace de pie, mejor que sentado, y con los ojos abiertos.
1. Se debe estar relajado. Es especialmente importante que estn relajados los hombros
y la regin plvica. La respiracin debera ser espontnea, es decir, que debera
ocurrir como un acontecimiento, sin hacerla nosotros.
Deja caer los hombros a los lados y observa cmo los sientes muy pesados y
relajados.
Respira tranquilamente y, al cabo de unos momentos, abre
(George Leonard, el pulso silencioso, Madrid, Edaf. 1979, pp. 181-184.

Los ojos deja que todo te entre pasivamente.


Normalmente cuando miramos tenemos los ojos rgidos, orientados hacia fuera,
hacia la captacin del mundo. La diferencia entre ambos estados de los ojos es clara,
e importante el comprenderla.
Ojos duros:
Son ojos muy ligados con el pensamiento, que es analtico, y es, por consiguiente una
mirada tambin analtica, que rompe la unidad para vela por fragmentos, por aspectos, por
miradas sucesivas.

separa la figura del fondo, distinguindola con claridad

subrayan y repasan los lmites de los objetos

Salen hacia el mundo y suponen una especie de enfrentamiento.

Ojos blandos:

Son ojos que no tiene el substrato del pensamiento. Se mira sin pensar. No son
pues, ojos analticos, pero tampoco sintticos, porque ambas son funciones de la
mente que piensa. Son simplemente ojos receptivos a los que llega la realidad en
forma de vivencia global, unitaria, sin fragmentaciones.

Ms que objetos perciben campos de energa, campos de movimiento.

Van disolviendo la forma, los contornos definidos de las cosas, pero acercan ms
a la realidad que se oculta detrs de las formas y que llega en forma de energa y
de vivencia.

La distincin figura-fondo desparece.


3.-No es necesario el mirar fijamente sin parpadear. Lo que hay que hacer es no
pensar, no hablar por dentro, no desear nada, no reaccionar.
4.-Puedes permanecer as varios minutos. No es perjudicial en absoluto sino muy
beneficioso, incluso para el cerebro. No se trata de desenfocar la mirada. Los ojos
estn abiertos pero no precisamente desenfocados.

Y a mantener la conciencia quieta:


Sin desear, sin buscar, sin perseguir en modo alguno. Slo cuando hay
quietud en la totalidad de la conciencia, puede surgir eso que no tiene
principio ni fin (65)
al cabo de cierto tiempo notar una cierta quietud y descanso. Y es que, en realidad este
estado modificado que comienza producirse comporta un cambio en el modelo o pauta de
las ondas elctricas del cerebro.
Si en ese momento se cierran los ojos, se tendr una cierta experiencia de lo que es la
conciencia quieta, de alguna manera modificada, auque sea tenuemente todava.
Es posible que note
__ sensacin de bienestar
__ un estado de cosa difusa e indefinida.
__ aparentemente sin contenidos. Parece que no hay nada all
(65) Krishnamurti, diario, Barcelona, Edhasa, 1978, p. 57

Pero es grandemente beneficioso para la salud y para la mente, y dispone a la


contemplacin.
Todo esto no ha sido valorado en nuestra cultura y en la educacin. Hay que pensar en
ello, crear las condiciones para que ocurra siempre que queramos y para tener la
experiencia de la fuerza escondida en esta aparente vaciedad.
La observacin silenciosa del mundo interior
Krishnanumurti ha sido extraordinariamente agudo y genial en su exposicin y en la
fuerza con que ha reiterado el valor y dinmica de la propia observacin. Ha hecho incluso
de ella el arma nica para la propia transfiguracin interior.
La reiteracin de algunas citas, en este apartado, tienen como objetivo el presentar los
distintos matices que aportan o volver sobre la sencilla belleza con que estn expuestos. De
todos los modos es imprescindible el insistir en el sentido justo de la actitud que hay que
tener para realizar el trabajo de observacin silenciosa.
Frecuentemente plantearemos el cambio interior como camino para la transcendencia,
para ir ms all de todos los modos habituales de vida y encontrarnos directamente con la
Realidad. Y es ciertamente el objetivo. Y despus retornar al mundo de cada da con una
nueva calidad de vida, lo que significa con una nueva calidad mental. Pero para ir tan lejos
hemos de empezar desde muy cerca. Nuestra mente es la que condiciona esa marcha hacia
la interioridad y nuestra mente es la que condiciona la presencia, en lo cotidiano, de la
Realidad.
Nuestra tarea inmediata y prxima es empezar desde cerca porque
Las fuentes de la paz no estn fuera de nosotros, y el corazn del hombre est bajo
su propia custodia. Para

la que hay paz, debemos ser pacficos. Para terminar con la violencia, cada uno tiene
que liberarse voluntariamente de las causas de la violencia. Cada uno dedicarse
diligentemente a la tarea de su propia transformacin. Nuestras mentes y corazones
deben ser sencillos y estar creadoramente vacos y vigilantes. Slo entonces nace el
amor. (66)
En nuestra tradicin intelectualizada, hemos dado el valor, indudablemente, al
anlisis y al examen d lo que hay que hacer. De ese anlisis surge una conclusin,
una decisin y un propsito. Despus la voluntad se encargar de llevarlo a cabo.
Una manera mucho ms realista y eficaz es: observar en silencio el suceso en el
momento mismo en el que ocurre en nosotros.
Sin leer libros o escuchar a profesores o santos, uno puede observar su propia
mente. Despus de todo, ese el comienzo del conocimiento de s mismo, no de
acuerdo con algn psiclogo o analista, sino por la observacin de uno mismo. (67)
Lo que hay que acentuar es el sentido de esta mirada, aparentemente absurda.
Existe una manera de mirar dentro de nosotros mismos, sin miedo, sin peligro; es
el mirar sin condenacin ni justificacin, simplemente el mirar, sin interpretar, sin
juzgar, sin evaluar. (68)
Hay que observar toda la estructura de la propia mente:
__ las propias sensaciones
(66) Krishnamurti, Una nueva manera de vivir, Mxico, Orin, 1973, pp. 39-39.
(67) Krishnamurti, Ms all de la violencia, p. 109.
(68) Krishnamurti, El vuelo del guila, Buenos Aires, Piados, 1974, p. 20.

__ las propias emociones


__ los propios pensamientos
Ellos configuran toda la estructura psicosomtica de la mente. Por ah comienza el
estudio del yo, con la cuidadosa observacin de nuestros pensamientos, sentimientos,
actitudes.
Es posible que escuche... lo que est ocurriendo en usted mismo __ sin prejuicio,
sin frmula alguna, sin distorsin__ tal como podr escuchar esa campana (sonido
de campana), sin ninguna asociacin, escuchando sencillamente el puro sonido de
ella? (69)
Puede darla impresin de que con esta actitud estamos intentando volver la mente a un
estadio infantil. Lo que en realidad se pretende es devolver su originalidad, deshaciendo
una mal entendida educacin.
... daos cuenta de vuestras reacciones, y no las condenis; porque cualquier forma
de juicio, cualquier forma de justificacin... o deja fluir del todo (el sentimiento, la
idea) para que podis seguirlo. El condenar simplemente impide la comprensin. De
un modo anlogo, si yo quiero comprender el proceso de mi pensamiento, es obvio
que no tiene que haber condenacin, sino observacin. Pero toda nuestra educacin,
social, moral y religiosa, consiste en condenar, en resistir y ello impide una vivencia
directa, una directa comprensin del problema. (70)
Observacin de la propia mente (Ejercicio 1)
Dedica directamente de 10 a 15 minutos a observar tu propia mente. todos los
condicionamientos que surgen de tu propio cuerpo, de la efectividad, de tu pensar.
(69) Krishnamurti, Ms all de la violencia, p. 169
(70) Krishnamurti, Urge..., pp. 63-64

No debe haber equvocos desde el principio:


__ no se trata de aceptarse como uno es.
__ lo nico que hay que hacer es observarse en silencio.
Diris, pero qu tengo que hacer? En qu he de pensar?
En nada, simplemente permanece silencioso observando tu propio campo interior y todo
lo que surge en l, venga de donde viniere.
En este momento comenzar a surgir
__ sensaciones corporales localizadas
__ sensaciones de conjunto: tales como la somnolencia, el deseo de actividad, o bien
aquellas tensiones que conocen bien las personas nerviosas.
__ matices afectivos, con su especial tinte de irritacin, gozo, depresin, etc. Tal vez
una cierta ansiedad generalizada.
__ preocupaciones especficas por el trabajo, la familia, la mistad, proyectos personales;
huellas dejadas por un impacto cualquiera.
__ todo el cmulo impresionante de pensamientos que van desfilando por delante de
nuestra conciencia. Todo el parloteo interior. Todo el dilogo que sostenemos con
nosotros mismos. En realidad es un monlogo fatigoso pero incesante.
Puede parecer de momento que uno se entra frente a una tarea desmesurada de ser
cumplida.

La toma de conciencia de este tumulto determina un perodo de asombro y de


descorazonamiento para quien comienza...
Si comprende que todo esto no es ms que el hormigueo superficial de un
organismo indisciplinado, que la educacin no ha hecho ms inteligente, ya ha dado
un paso hacia su objetivo.
La prctica consiste entonces en permanecer pacientemente como espectador de
todo este movimiento y de todas las cortinas de colores indescifrables, sin intervenir
en ellos. (71)
Hay que permanecer en esta actitud de alerta recepcin, sin desfallecer y reiterar el
ejercicio sin condenar, sin justificar. Y puede proseguirse durante todo el da esta actitud de
auto-observacin, hasta que empecis a comprendeos.
No hay que obstaculizar nunca el que surjan las modificaciones de la mente. Djalas
que surjan libremente. Lo importante es no apegarse a ellas. Mantenerse en la actitud de
testigo silencioso que observa su propia mente desde un punto exterior, sin
implicaciones.
En el sistema Sakshi Bhav, un sistema de trabajo interior del hinduismo, se observa la
vida como si se estuviera presenciando una pelcula desde su silla. Creo que con lo
anteriormente expuesto no existe la posibilidad de que esta actitud se entienda como
alejamiento, descompromiso o insensibilidad. Es libertad frente a la tirana y deformacin
que quiere introducir nuestras propias condiciones , nuestras propias oscilaciones mentales
con las que uno no puede, no debe confundirse. Y as, es preciso volver continuamente a
esta eficaz y pacfica actitud del testigo silencioso que contempla, con desapego, cuanto
ocurre.
Disocindose la persona continuamente de todos esos contenidos mentales, con los
cuales configura su ego, su yo falso, ste
(71) Ptrick lebail, La decouverte interieure, Pars, Le Courrier du livre, 1969, p. 103.

tiende a desvanecerse, lo cual produce a la verdadera sencillez, al desembrollo interior.


Ese desembrollo indica una grandiosa y nueva calidad mental. Y, de forma inevitable, se
proyecta para afectar al mundo en el que se vive.
Quiero traer una cita concreta en la que Krishnamurti plantea el tema del miedo y de
su disolucin. Reiteradamente expone este mismo tema, junto con la envidia, los celos, el
odio, sentimientos que destruyen la paz de la mente y engendran los conflictos que todos
padecemos. De ah provienen, incluso, nuestras enfermedades, muchas de ellas de origen
psicosomtico, indicio del deterioro mental que padecemos.
Frente al problema del miedo:
No acepte nada. no acepte miedo, pero obsrvelo. Usted nunca ha observado el
miedo, lo ha hecho? Nunca ha dicho usted: Bien miedo, djame mirarlo. Ms
bien ha dicho: tengo miedo, djame poner la radio o se ha ido a la iglesia, o ha
tomado un libro, o ha recurrido a una creencia, o sea, ha optado por cualquier
movimiento evasivo. Como nunca ha observado el miedo nunca ha entrado en
comunicacin directa con l; nunca ha mirado el miedo sin nombrarlo, sin escapar,
sin tratar de sobreponerse a l.
Sencillamente est con l, sin movimiento alguno para escapar de l, y si hace esto,
ver que ocurre una cosa muy extraa. (72)
Esta situacin de permanente alerta fortalece extraordinariamente la mente consciente y
se vuelve ms importante que la inconsciente. No tenemos que acudir a psicoanlisis
prolijos y enojosos. Cuando la mente consciente se fortalece el inconsciente se revela,
entrega su contenido y se somete a la mente lcida y alerta.
Actualmente nuestra conciencia est profundamente debilitada, y es natural que uno se
sienta mareado ante el impresionante oleaje
(72) Kishnamurti, Ms all de la violencia, pp. 67-68.

que surge de la propia estructura oculta de la mente. Le falta a nuestra mente consciente
energa porque est disipada por medio de las palabras, conversaciones, emociones. Puede
comenzar de una forma extremadamente sencilla: mire una flor. Pues hasta eso resulta
difcil porque uno tiene a irse, a irse y saltar de una cosa a otra.
Si uno puede mirar una flor partiendo del silencio y, por lo tanto, sin
pensamiento ni todo lo dems, entonces podr mirarse a s mismo y mirar todos los
problemas que existen dentro de uno. (73)
Cuando uno cesa de pensar su colaboracin los pensamientos se debilitarn e irn
desminuyendo lenta y gradualmente. La fuerza que tienen es la identificacin que nosotros
hacemos con ellos.
Observacin de la propia mente: (Ejercicio 2)
Otro ejercicio que considero muy valioso para hacer el aprendizaje de la actitud pasiva
es a travs de la respiracin, similar al ejercicio del vaivn respiratorio.
Cuando respiramos se produce un permanente vaivn del aire que entra y que sale.
1. Sentado cmodamente, respira con espontaneidad y concentra tu atencin, de forma
relajada, sobre el vaivn respiratorio. No sobre el cuerpo que respira sino sobre el
movimiento global que se produce y que dura y dura... y dura...
2. No reacciones, no interpretes nada de cuanto cruce tu conciencia mientras sigues el
movimiento perpetuo del vaivn. En el mbito de tu atencin puede penetrar todo,
pero se le
(73) Krishnamurti, Dilogos con Krishnamurti, Barcelona, Edhasa, 1968, p. 124.

deja pasar y se vuelve a prestar toda la atencin, relajada, sin crispacin,, al vaivn
respiratorio.
Con el tiempo se ir produciendo ms calma general en la mente y todos los beneficios
de una mejor integracin interior y exterior.
Todos estos procesos de observacin, son , al mismo tiempo, una eficaz teraputica
dentro de los actualmente llamados mtodos o terapia de desensibilizacin.
La terapia de desensibilizacin entra dentro de las terapias de conducta. As vemos
como actualmente se le intenta dar valor cientfico a lo que ha sido tradicionalmente un
valor terpico y asctico en las grandes tradiciones espirituales orientales. Pero al mismo
tiempo la observacin silenciosa, como terapia de la conducta, tiene ms amplitud y riqueza
que las actuales. Las engloba y las trasciende.
Anotaciones para el trabajo
Evidentemente este trabajo va a encontrar dificultades ya desde el principio porque
comienza a producirse un afloramiento del subconsciente. Consiguientemente surgen las
resistencias, las enormes inercias que nos atosigan y paralizan el progreso.
__ Como somos prcticamente inconscientes de nosotros mismos, resulta difcil
empezar a ver claramente todos los condicionamientos, el proceso de nuestro
pensamiento, de nuestros sentimientos y de nuestra conducta.
__ Han de saberse apreciar los pequeos logros, esos diminutos momentos de silencio,
que por pequeos que sean dejan intuir como un nuevo nacimiento. Aunque al principio
la observacin silenciosa no alcance a ms de unos segundos o un minuto, eso es
suficiente.

__ Es necesario perseverar por encima de todo, aunque parezca que nada ocurre, que
nada llega.
Por fin se establece un cierto silencio. Al principio aparece como por
fugaces claros que se afirman y que ciertos das se extienden con una notable
duracin. (74)
__ Algunos pueden pensar que la observacin va a cansarnos y a fatigarnos. Es
atinada la observacin de Krishnamurti:
El observar no nos cansa, no nos agota si al hacerlo no corregimos lo que
observamos. (75)
El subrayado es mo. Y quiero recalcar lo que significa no corregir lo que
observamos. Equivale a no reaccionar, no interpretar, no querer que las cosas
sean distintas a como en realidad son en el momento en que estn ocurriendo.
__ Hay que trabajar con dedicacin, con la ilusin de quien tiene delante un
impresionante poder de transformacin, porque
La observacin es de una importancia sorprendente.(76)
__ En este trabajo no se puede ser perezoso ni desatento. Y sin embargo uno se va a
sorprender ms de una vez con que est distrado y que le resulta imposible mantener
una atencin consciente, voluntaria y permanente.
En estos casos lo que hay que hacer es prestar atencin, observar en silencio la propia
desatencin, la propia distraccin. Esta es la que en realidad est engendrando
permanentemente nuestros problemas. La desatencin origina nuestros conflictos, no la
atencin. Y as cuando uno no puede estar atento, entonces debe estar atento a la
inatencin.
(74) Patrick Lebail, La decouverte interieure, p. 104.
(75) Krisnhamurti, Ms all de la violencia, p. 130.
(76) Ibd.., p. 50.

__ Todo este trabajo requiere una enorme dosis de paciencia; pero vale la pena. Bien
vale la pena venderlo todo por lograr ese espacio interior al que el silencio nos abrir,
superadas las contradicciones, los conflictos, las divisiones, las diversas luchas.
Nada desea l transformar; l se da cuenta simplemente de que estas cosas
estn ocurriendo, lo cual requiere enorme paciencia. (77)
La observacin permanente, incesante, llevar a la comprensin de la mente en todos
sus niveles. Cuando esto ocurra el observador estar esencialmente sereno.
Para la mente superficial todo podr parecer una muerte, la reduccin a la nada. Es un
vaco paradjico; en realidad es plenitud. Puede parecer un estado de ensueo, cuando en
realidad la persona est ms desvelada.
Y al avanzar
... se descubre la verdadera realidad de nuestro ser que est detrs del pensamiento,
forma y substancia, la cual no puede ser observada ni siquiera definida y que se
expresa en una cualidad esencial: la alegra. (78)
Desde este punto comienza la revolucin del silencio, la revolucin del vaco, la
revolucin dela alegra, la revolucin, en definitiva, de la sabidura. Y la vida cambia.
Efectos de la conciencia pasiva
Existe un centro profundo que, en cuanto se recupera, modifica, como en una
transfiguracin, toda la estructura psicosomtica y social de la persona.
(77) Krishnamurti, Urge..., p. 161.
(78) Kriyananda, Lezioni di yoga, p. 98.

... entonces descubrimos que la mente, el cerebro, se quedan extraordinariamente


quietos. Y esta quietud... puede ocurrir y ocurre si estamos atentos, si somos
capaces de observar todo el tiempo, observando nuestros gestos, nuestras palabras,
nuestros sentimientos, los movimientos de nuestros rostros y todo lo dems. El
corregir todo ello trae contradiccin, pero si observamos lo que ocurre, ese mismo
acto realiza el cambio por s mismo. (79)
Recalca Krishnamurti:
.. una silenciosa es la energa total sin desperdicio alguno. (80)
Y para que no quede duda del origen de esta energa este gran pensador dela vida diaria
puntualiza:
El ver si la interferencia del pensamiento, sin la interferencia de mi
condicionamiento, sin prejuicio, el ver mismo, es energa total. (81)
Es una cita de una gran potencia sinttica, que naturalmente ha de quedar clara por el
conjunto explicativo anterior. Y es una inapreciable meta de trabajo interior, que nos
permitir orientar con ms eficacia y menos dispersin la transformacin de nuestra
conciencia y de toda la estructura psicosomtica.
La accin que surge del ver en silencio es interior. Y
La accin interior no nace ms que en la pasividad. (82)
podemos formular:
Mirar en silencio = Accin interior
(79) Krishnamurti, Ms all de la violencia, p. 130.
(80) Krishnamurti, El vuelo del guila, p. 159.
(81) Krishnamurti, Dilogos con Krishnamurti, p. 46.
(82) Dhiravamsa, La voie du non attechement, p. 80.

Existe una doble accin:


__ la accin exterior, la actividad, hoy tan valorada pero que tiene un gran componente
de activismo, de agitacin y egocentrismo.
__ la accin interior, que surge original y potente del silencio mismo de la mente; no
condicionada por el tiempo ni el espacio; ni visible a la conciencia exteriorizada y
sometida a los estrechos lmites del tiempo y del espacio.
La existencia y la comprensin de la conciencia pasiva y de su significado, con toda la
fenomenologa que la acompaa, est referida en la ms lejana tradicin oriental.
Concretamente en el taosmo chino (83) se dice, aludiendo a la accin desde la no
accin, o lo qiue es lo mismo, a la accin desde el silencio:
Persevera en los estudios y da a da aumentarn tus condicionamientos.
Persevera en el Tao y da a da los perders.
Por la constante prdida
Se llega a no obrar
No- obrando todo se cumple.
Cuando alguien se ve obligado a hacer algo
El mundo est ya fuera de su alcance. (84)
Incluso a creado una expresin, frecuentemente citada tal cual aparece en el lenguaje
inicial: Wu-Wei (accin desde la no accin).
(83) Fundado por Huang Ti (2698-2597 a.c.) y revitalizado por Lao Ts (nacido en el
604 a.C.) quien nos dej un bellsimo librito, el Tao Teh King, considerado como el libro
ms importante de la escuela Taosta. Tao significa camino, y corresponde al Dama
budista. Seala el camino que hay que recorrer para llegar a la plena realizacin.
(84) Lao Ts, Tao Teh King. 48.

En la Biblia Judeo cristiana y en el libro de la Sabidura encontramos una perfecta


ecuacin con la Sabidura cuando de ella se dice:
Permaneciendo en s misma todo lo renueva. (85)
Nos encontramos, pues, ante una estructura nada caprichosa de la mente y de la
conciencia humana, empricamente vivida a travs de tantos siglos de trabajo interior, al
mismo tiempo que de educacin en todo ese contexto de la persona.
Recuperar toda esa sabidura perdida o dispersa va a ser parte de nuestra vuelta a los
orgenes, de nuestra bsqueda de las fuentes de una profunda cultura espiritual.
Pueden darse planteamientos distintos en el proceso educativo, si sabemos introducir a
la persona en la sutil y potente dinmica del silencio.
Quiero acabar esta introduccin a los efectos de la conciencia pasiva con varias citas,
juntas, precisas, como de costumbre, de Krishnamurti:
La totalidad de la conciencia debe vaciarse (86) de todo conocimiento, de sus
actividades, de su virtud; no vaciarse a s misma con un propsito, para ganar, para
realizar, para llegar a ase. Ella debe permanecer vaca aunque est funcionando en el
cotidiano mundo del pensamiento y de la accin. Es desde este vaco desde donde
debe surgir el pensamiento y la accin... (87)
(85) Libro de la Sabidura, Sagrada Biblia, 7,27.
(86) Conciencia vaca es prcticamente sinnimo del Wu chino, al que he hecho
referencia anteriormente. La conciencia vaca es una conciencia sin contenidos.que la
condicionen o la limiten, pero jams una conciencia dormida o neutra.
(87) Krishnamurti, Diario, p. 98.

Es impresionante la puntiualidad y precisin con la que observa algo que puede parecer
asombroso o necio, que entre los dos extremos se encuentra, por su sencillez al mismo
tiempo: El pensamiento y la accin de superficie, se entienden, deben surgir del silencio,
de la conciencia quieta. De esta forma no la condicionan.
No se desprecia en absoluto nunca ni el pensamiento ni la accin de superficie. Lo
nico que siempre se considera como malo es el vivir condicionado por ellos; el hacer de
ellos nuestra nica forma de autocomprensin del mundo; el construir con ellos nuestro
propio ego, dejando aparte nuestra verdadera realidad, que siempre es vaca y pura
actividad. As lo dice:
... la mente llega naturalmente a un punto en que no hay movimiento de
ninguna clase, porque ya no est experimentndose como movimiento ni como nomovimiento. Est en silencio porque tiene enorme energa, porque es enormemente activa,
no haciendo algo, no persiguiendo algo, no tratando de transformar. Carece de todo
movimiento, est en completa calma; y por consiguiente, como es activa, est llena de
energa sin mocin, sin movimiento. Qu ocurre entonces? En esta calma, que est llena
de energa, en una mente que est inmvil por completo, hay una explosin; y esta
explosin es movimiento en una diferente dimensin de tiempo. (88)
A partir de este momento atemporal surgen efectos
__ no planificados
__ no establecidos previamente
__ no logrados a base de una disciplina represiva ni como resultado directo de un
esfuerzo de la voluntad.
(88) Krishnamurti, Dilogos..., p. 105.

Surgen directamente y naturalmente


__ del silencio
__ del orden interior
__ son el reflejo necesario e inevitable de la misma realidad y de su esencial bondad.
Dado que el centro silencioso es

Los efectos que corresponden a esa, digamos, estructura, que es el centro son:
a) En cuanto que es abierto todo se manifiesta; no es que penetre en todo
porque esto hasta cierto punto supondra una cierta resistencia, que ya no
existe, sino que est compenetrado con todo. Y as
__ todo se manifiesta, se le revela. Fenmenos de revelacin.
__ todo lo comprende. Fenmenos de comprensin.
b) En cuanto que es pura energa todo queda afectado, condicionado y
subordinado a su energa. Y se producen fenmenos de armonizacin,
cambios de carcter, influencia sobre los elementos del mundo ambiente, etc.
Ms detalladamente, los efectos de la conciencia pasiva, al menos algunos de ellos, de
los ms relevantes, son:

1. produce un estado de libertad


La trgica actual carencia de libertad, la crea la misma persona. El estado condicionado
de su mente encadena interiormente toda la capacidad de visin, de comprensin y de
reaccin.
No nos condicionan los estmulos exteriores, ni las condiciones externas en las que uno
vive, sino nuestros propios pensamientos u las reacciones interpretaciones que damos a los
acontecimientos. Y sobre todo el creer que nosotros somos un producto de los
acontecimientos de manera inevitable.
De esta forma cualquiera que pueda conducir, organiza, los acontecimientos, va a ser
dueo de las mentes.
La libertad real es una libertad de la mente; es la libertad no de pensar lo que uno
quiera sino la libertad frente al acontecimiento, la libertad de la conciencia.
La liberacin va a ser el resultado, no de un esfuerzo, de una resistencia a la esclavitud,
sino de una nueva actitud mental.
Cuando la conciencia pasiva modifica la mente, cuando la conciencia pasiva realiza su
virtud de llevarnos ms all de las modificaciones de la mente, la solucin llega en forma
de un descondicionamiento, de una disolucin de todos los problemas.
Desde el silencio, la mente no modificada se abre a La Verdad y sta es la que
realmente produce la liberacin real de la conciencia frente a los condicionamientos,
frente a los mil estmulos que constantemente nos incitan y llaman nuestra atencin; y sobre
todo frente a los estmulos que nos condicionan sin nosotros advertirlo, a nivles
subconscientes, subliminares.
La conciencia pasiva crea las condiciones nicas para que la libertad de la propia
conciencia ocurra. Pero hay que advertir que

No va a ser nuestro esfuerzo por ser libres lo que nos va a liberar, sino que nos va a
liberar La verdad (Cfr. Juan 8,32).
Cuando la mente est serena, tranquila, sin buscar respuestas, ni solucin alguna,
sin resistir ni esquivar, slo entonces puede haber regeneracin, porque entonces la
mente es capaz de percibir lo que es verdadero; y es la verdad la que libera, no
vuestro esfuerzo por ser libres. (89)
Por todo ello el proceso de liberacin no va a ser un estado neutro ni amorfo sino una
relacin directa y descondicionada con la verdad, con lo que es, que se revela en el silencio
de una conciencia no dirigida por los mil acontecimientos y estmulos ambientales o por los
que surgen de la propia estructura mental subconsciente.
El slo hecho de darnos cuenta constantemente de las formas de nuestros
pensamientos, sentimientos y acciones, sin censurarlas ni justificarlos conduce a un espacio
de libertad interior, en el cual el silencio es la misma esencia de ese espacio: el silencio del
ser. Y slo entonces
La mente est afinada con el profundo silencio del ser, permanecer absolutamente
impermeable a las tormentas y tensiones del mundo externo. (90)
La conciencia llega a vivir acontecimientos del mundo exterior y los que surgen en la
propia estructura de su cerebro, de su cuerpo o de su pensamiento o afectividad, como
meros acontecimientos, como simples circunstancias con las que no se confunde en
absoluto.
Del esquema en el que uno se confunda con todo lo que le aconteca, creando una
situacin indiscriminada
(89) Krishnamurti, Vivir de instante en instante, Puerto Rico, krishnamurti, 1953, pp.
148-149.
(90) Ramadevi, Sendero..., p. 85.

Donde el acontecimiento, sea cual fuere, es vivido como algo perifrico, marginal. Ya
no construye el yo de la persona; y est ya no se identifica con las circunstancias de su vida;
deja de estar sometida al vaivn; la estabilidad es la seal luminosa de que todo es distinto,
luminosamente distinto.
3. El carcter se transforma
El carcter es una actitud generalizada, que crea un autntico estilo de vida. En el
fondo no deja de ser un verdadero condicionamiento no programado deliberadamente por la
persona despierta, sino una situacin que las circunstancias vitales y experiencias han
creado y que permanecen como una huella.

El carcter es una manera de vivenciarse y de vivenciarlo todo; sobre todo nuestra


relacin con nosotros y con el ambiente.
Es importantsimo comprender que estamos conducidos por unas experiencias previas
que, en forma de programas, modifican nuestro cerebro y, desde l, toda nuestra biologa,
nuestra emocin y nuestro estilo de pensar.
La clave para la modificacin controlada, libre y voluntaria de nuestro carcter es crear
una vivencia fuerte que revolucione nuestros esquemas y pautas internas de
comportamiento y de reaccin y cree un estilo nuevo y deseado de vivenciarnos y de
vivenciar nuestra relacin con el mundo.
La conciencia pasiva crea esa condicin ideal para la vivencia controlada y para
vivenciar positivamente nuestra presencia en el mundo.
Comunicar verbalmente cmo producir un cambio radical es ; pero el vivenciar
de un modo efectivo el nuevo elemento, esa cualidad transformadora, es
enteramente diferente. (91)
La presencia silenciosa a toda la estructura interior nuestra, se manifiesta en el silencio,
la trasforma. La mirada silenciosa tiene energa suficiente para destruir las pautas negativas
y construir, por la accin de su propia energa, otras positivas, llenas de vida y de
dinamismo.
Si podemos mirarnos a nosotros mismos sin ningn deseo de cambiar, existe
entonces una posibilidad de cambio radical. (92)
El hecho mismo de observar, tiene energa suficiente para producir el cambio por s
mismo.
(91) Krishnamurti, Urge..., p. 159.
(92) Ibd., p. 160.

Naturalmente que esto contradice la visin normal que la persona occidental tiene de la
vida, considerada como un esfuerzo permanente por conseguir unos resultados.
Si deseamos y luchamos en la direccin de nuestro deseo, desarrollando un esfuerzo y
si no obtenemos unos resultados, no creemos cambiar. An no hemos descubierto la enorme
capacidad revolucionada del silencio, de la conciencia aparentemente inactiva.
Pero hay que poner atencin; hay que entregar la mente y el corazn, con todo lo que
implican, y nuestra energa fsica al acto de atender, de mirar en silencio. Y desde ah darse
cuenta del hbito en particular o del estilo habitual de vivenciar. Se ver uno sorprendido
por la agradable situacin que surge en la que el habito, la costumbre, ha perdido su apoyo
y desaparece instantneamente.
Cuando la mente est en silencio... veris surgir un estado que traer una
revolucin en nuestra perspectiva, en nuestra actitud... Para que esta revolucin
ocurra, la mente debe estar serena, debe ser, literalmente, como la nada, estar
despojada, vaca. (93)
Como Robert Linssen el pensamiento de Krishnamurti, expuesto en estas lneas:
Cuando esta atencin (awareness) no es ms que una simple pero permanente
presencia lcida, sin evaluacin, tal como aconseja Krishnamurti, ella subordina
automticamente, sin esfuerzo, la actividad psquica. (94)
El hecho de que la atencin subordine los acontecimientos es ya un acontecimiento
de primera magnitud y supone un giro de
(93) Ibd.., p. 122.
(94) Dr. Brosse, Journal de Bord, citado por Robert Linssen, La meditation veritable,
Pars, le Courrier du livre, 1973, p. 177.

ciento ochenta grados en la forma actual de funcionar nuestra atencin y nuestra


conciencia, normalmente dirigida por los acontecimientos exteriores que llaman nuestra
atencin irremediablemente.
Si la atencin consigue subordinar la actividad psquica, y si podemos dirigir la
atencin voluntariamente, significa que hemos encontrado la clave para dominar nuestra
propia vida interior, para determinar libremente nuestra postura ante todo lo que ocurra, y
por consiguiente, para modificar nuestra respuesta y nuestro carcter.
Evidentemente, un sistema educativo basado en el predominio del silencio y de la
conciencia pasiva, representara la mejor manera de caracterologa prctica y de tratamiento
de nuestros problemas.
Por otra parte, si la mirada atenta y pasiva nos devulve la autonoma de la conciencia y
de nuestra atencin, estamos realizando un autntico proceso de personalizacin.
Personalizar, con todo lo que conlleva de maravilloso y de armnico, no es ms que
desarrollar niveles fuertes de atencin, consciente y voluntaria.
3. Desarrolla la intuicin
Cuando la conciencia se ha liberado de los instrumentos con los que habitualmente se
manifiesta y se hace presente, como son: el pensamiento, el cuerpo y la emocin, entonces
la conciencia es mucho ms pura y directa.
Frente al conocimiento realizado a travs de unos mecanismos se produce el
conocimiento directo, sorprendentemente ms objetivo y menos deformado. De l dir
Ch. Humphreys:
El conocimiento intuitivo, en la cima del espectro mental, por as decirlo, es
su propia autoridad, y aunque el

pensamiento pueda seguirla, lo har as a costa de la experiencia original.


(95)
Y es que realmente la intuicin es una autntica experiencia, con la fuerza de cambio
que toda vivencia tiene. El pensamiento por el contrario, es una forma de interpretar la
realidad, pero no de vivirla.
La intuicin es la gua del alma, que naturalmente aparece en el hombre durante
esos instantes en que su mente est calmada (96)
Cuando ocurre la intuicin, que nace del silencio, de la conciencia quieta y pasiva, se
comienza a ensayar lo que se llama conocimiento extrasensorial:
... por la intuicin la conciencia directamente los objetos... por lo tanto esta
percepcin es directa e inmediata (97)
Podemos ejercitarnos en liberar la intuicin; lo podemos lograr mediante la liberacin y
el control de los pensamientos. La alerta percepcin, la conciencia pasiva, la simple
advertencia de todo, lo que por otra parte da lugar a un proceso meditativo de primera
categora, muy superior al que se realiza por la reflexin y el discurso.
4. Surge la actitud meditativa
La meditacin puede entenderse a la manera del occidente: como un proceso reflexivo,
como un hablarse interiormente de algo,
(95) Chrismas Humpheys, el Sen visto por Occidente, Buenos Aires, Ddalo, 1972, p.
118.
(96) Paramahansa Yogananda, Autobiografa de un yogui, Buenos Aires, Siglo Veinte,
1976, p. 133
(97) Rammurti Mishra, Fundamentos de Yoga, Buenos Aires, Ddalo, 1973, p. 218.

Abriendo ante s en aspectos distintos y asociados, pero a travs del pensamiento.


La meditacin intuitiva, por compenetracin con la realidad misma, es un misterio de
comunin que hay que aprender a valorar y a realizar.
En este caso, la actitud meditativa es la actitud par la compenetracin que nace en el
silencio lcido.
Cuando todo est apaciguado, cuando cesa la interminable cadena de pensamientos y
relaciones internas que mantenemos, como un agobiante monlogo, entonces, y slo
entonces, el cerebro recobra un cierto y sutil equilibrio biolgico, lo que favorece la salud y
sobre todo, en nuestro caso, el nacimiento a una dimensin nueva: la meditacin.
Frente a la actitud activa del occidente, cuando medita, est la actitud pasiva del
oriente. Los mismos msticos cristianos coinciden en la apreciacin del valor y necesidad
de esta situacin para que ocurra una realidad mucho ms profunda y eficaz. Juan de la
Cruz, cuando quiere abrir a la persona al acontecimiento superior de su encuentro con Dios,
recomienda la actitud pasiva:
Solamente tener advertencia... con amar a Dios, sin querer ver ni sentir nada, en lo
cual pasivamente se le comunica Dios (98)
Pero de todos los modos, meditacin no es sinnimo de actitud abiertamente religiosa.
...cuando usamos la palabra meditacin no queremos decir algo que se
practica. ... Meditacin significa percepcin alerta; darse cuenta de lo que uno est
haciendo, de lo que est pensando, de lo que est sintiendo, darse cuenta sin eleccin
alguna, observar, aprender.
(98) San Juan de la Cruz, Subida al Monte Carmelo, III, 4.2.

Meditar significa estar alerta al condicionamiento de uno mismo, como est


condicionado por la sociedad en que vive, en que ha sido criado, y por la
propaganda religiosa, estar alerta sin eleccin alguna, sin distorsin, sin desear que
ello fuese diferente. De esa percepcin alerta surge la atencin, la capacidad para
estar completamente atento. Entonces hay libertar para ver las cosas como realmente
son, sin distorsin. La mente se torna clara, sensible y la confusin se disipa; esa
meditacin genera una calidad de mente que es completamente silenciosa. (99)
Cuando el silencio va invadiendo la conciencia y sta llega a estar silenciosa, entonces
se vuelve muy clara, muy inteligente y descubre su proximidad con todo; y lo descubre
vivencialmente, con la vivencia sorprendente del silencio.
Esta es la mente meditativa:
... una mente que es capaz de observar silenciosamente. (100)
Cuando esta nueva calidad mental es permanente la vida entera es una meditacin, una
compenetracin y comprensin vivencial, y sin distorsin, de todo: de un acontecimiento,
de un rbol, de una simple brizna de hierba; y si ese silencio de calidad se orienta a ese
grandioso acontecimiento que llamamos Dios, la calidad de esa mente meditativa se revela
como una cualidad religiosa; surge entonces claramente la mente religiosa, nacida de la
meditacin, nacida de la vivencia silenciosa, de la profundidad sin palabras.
En el silencio de una mente que observa, la meditacin que surge espontnea,
recondiciona nuestra visin de todo; remodela nuestras relaciones, crea un nuevo tipo de
comportamiento y unos puntos de referencia tambin nuevos. Se altera naturalmente la
escala de valoracin.
(99) Krishnamurti, Ms all de la violencia, p. 165.
(100) Ibd.., p. 42.

Entonces se advierte que la aparente pasividad, concebida por algunos como un no


hacer nada, es un acontecimiento lleno de fuerza y de eficacia.
Algunas objeciones y dificultades
1. Quien est condicionado por la cultura occidental suelo tener dificultades reales a la
hora de entender y aceptar la actitud pasiva. La considera poco dinmica, poco eficaz,
con una nota desagradable de pasividad, de inaccin, que no puede naturalmente aceptar,
sobre todo frente al reto de la vida moderna.
Esto naturalmente es debido a la corta visin de lo que significa accin, al
desconocimiento de una accin interior frente a la accin exterior realizada en niveles
ms superficiales de la persona.
De todo esto he hablado ya anteriormente.
Hay una dificultad especial que podramos expresar con un ejemplo: Si le digo a una
persona que mire las flores o una flor en particular sin hablar, va a tener la sensacin de
que no est viendo nada, de que se produce un aparente vaco sin contenido y sin sentido.
Desgraciadamente hemos identificado el ver con el pensar en algo. No hemos
descubierto la forma nueva y directa del ver que surge del silencio. Naturalmente que al
principio el contraste que puede ofrecer el cambio y la insuficiente calidad mental con la
que se mira, crea esta dificultad.
Creer normalmente que si mientras miro la flor me voy hablando por dentro: qu
hermoso, qu colores, mira los ptalos, y el tallo, qu bien estara sobre mi mesa, etc...!
entonces la estamos viendo ms, cuando en realidad estamos realizando una actividad
egocntrica ya que deformamos la realidad misma de la flor al

Observar su impresin en nosotros, su utilidad, etc... El silencio no deforma nada, deja


todo intacto, como recin creado, como recin hecho; todo est para ser estrenado
permanentemente.
Por eso cuando creemos estar viendo las cosas, lo que sea, en realidad lo estamos
interpretando.
Las cosas
1.Solamente se ven de verdad desde el silencio.
2. Cuando se ven de verdad se entra en comunin con ellas
2. Otra objecin proviene de que en todo este trabajo se menosprecia el pensar y el
pensamiento.
No despreciamos absolutamente nada.
Ciertamente es un valor inapreciable el poder pensar. Pero no es la nica ni la manera
ms profunda de conocimiento, ni la relacin con el mundo.
Por otra parte, cuando la alerta percepcin, la mirada pasiva, sobrepasa el pensamiento
no destruimos el pensamiento sino el condicionamiento que ha llegado a imponer a nuestra
conciencia. En realidad actualmente el pensar subordina la conciencia, cuando tiene que ser
al revs; que el pensamiento sea un instrumento de la conciencia, de la lucidez.
Cuando esto ocurra, el pensar ocupar un puesto real, el que le corresponde.
3. Tal vez la objecin ms sutil pueda ser la siguiente: cmo voy a dejar de desear?
Incluso cuando no quiero desear, en el fondo es para lograr antes lo que me dicen se logra
cuando se mira en silencio. Entonces cmo va a ser posible no desear en realidad? Lo que
ocurre es que uno quiere ignorar que desea.

Evidentemente que unos segundo antes de iniciarse la conciencia pasiva uno desea un
cambio, y un cambio desde la raz pero cuando ocurre la conciencia pasiva, cuando uno
mira en silencio, sin desear ya est ocurriendo lo que deseaba; ya no es una realidad
futura. No tiene objeto el estar deseando lo que ya est ocurriendo.
Otra cosa es que la persona no advierta el cambio. Mientras desee no hay cambio;
cuando mire en silencio, cuando la alerta percepcin o la conciencia pasiva ocurra, lo que
se deseaba ya est contenido en ese silencio activo y revolucionario.
Occidente deber descubrir las enormes posibilidades curativas y educativas dela
conciencia pasiva. El da que lo haga habr iniciado una nueva era: la era psquica, la era
del despertar interno y la expansin de las posibilidades interiores del cerebro, de la mente
y, en definitiva, de la persona humana.
Referencia al casette prctico
Entre las grabaciones que he realizado hay una que tiene por titulo: Aprendiendo a
mirar desde el silencio cuya primera cara dice as: Cara A: Mirando el mundo exterior
desde el silencio. Cara B: La observacin silenciosa de la propia mente.
Esta grabacin representa la forma prctica de iniciarse en el aprendizaje de este nuevo
camino de pasividad eficaz y dinmica. A l remito a cuntos quieran iniciarse.
Puede orse antes de la lectura atenta de este trabajo y volverla a or despus pero en
actitud de prctica, no como quien oye una conferencia.

Es importante comprender bien el sentido de todo el trabajo que propongo, aunque


entiendo que la comprensin interior vendr simple y llanamente de la experiencia
personal.
Y sobre todo practique continuamente, practique durante el da entero:
1. En momentos especiales dedicados a observar en silencio algo
2. Ratos expresos para observar la propia mente: Observar en silencio los contenidos
mentales, sin intervenir, a pensar de la angustia que en ocasiones puede producir
3. Al ir por la calle observar tambin en silencio. Y de esta forma ir aprendiendo a
determinar nuestra propia conducta; ir aprendiendo a domesticar el lenguaje
interno.

9
DOMINIO Y CONTRO
DELA MENTE PROFUNDA
Tu problema es tu mente.
Imagen y experiencia.
Autosugestin y condicionamiento permanente.
Descenso a la profundidad.
Qu entendemos por profundidad.
Estructura general dela mente y del cerebro.
Significacin del sistema lmbico.
Significacin del hipotlamo y relacin con el sistema autnomo.
Relacin dinmica de los niveless cerebrales y mentales.
Qu significa descender a la profundidad.
Niveles de electricidad cerebral y profundidad.
El hecho.
Significacin.
Comprensin dinmica del nivel alfa.
Condiciones para el descenso a la profundidad.
La respiracin y el descenso a la profundidad.
La relajacin y los niveles alfa.
La relajacin directa.
La relajacin indirecta.
La relajacin y el estado de vigilancia.
Cmo construir un programa para el subconsciente
Qu es un programa.
Cmo se construye un programa.
Cmo condicionar la mente profunda.
Mediante la palabra
Mediante la imagen visual.
Preparacin de la pantalla mental.
Utilizacin de la pantalla mental.
Aplicaciones de la visualizacin.
Imagen y meditacin.
Imagen y carcter.
Imagen mental y curacin.
Imagen y carcter.
Imagen metal y curacin.
Procedimientos.
Cinta casette (grabacin).

Tu problema es tu mente
Despus de varios aos de ensear a meditar, he comprobado la dificultad que algunas
personas tienen. Visto de cera el problema, todo consiste en condicionamientos negativos
cerebrales y formas inadecuadas de conducta, que han llegado a constituir un carcter
negativo. Esta situacin dificulta seriamente el proceso de la meditacin y es un factor
fundamental de frustracin.
A esas personas les es imposible llevar su cerebro a unos niveles positivos y a un
mbito de silencio en el que la meditacin pueda ocurrir.
Existen muchos cerebros programados para funcionar interminablemente y de una
manera negativa. As resulta imposible todo intento de meditar, de llegar a esa
comprensin profunda y vivencial que la meditacin da. Cuando la situacin, en el
panorama interno de la persona es negativo, conflictivo.
... su desequilibrio o su insensibilidad, su malos hbitos corporales o la condicin
ingobernable de sus emociones influirn en lo que aprende y lo deformarn. (101)
A travs de nuestra vida todos hemos tenido que soportar situaciones en las que algo
nos ha faltado. Situaciones as han producido en nosotros una conciencia de carencia,
lagunas en nuestro psiquismo. La vivencia de esta carencia, experiencia negativa, ha
(101) Paul Brunton, La crisis espiritual del hombre, Buenos Aires, Kier, 1968, p. 247.

Dejando unos rasgos negativos, ya habitualmente incorporados a nuestra manera de


pensar, de sentir y de reaccionar: han llegado a formar carcter.
Comprobamos su existencia a travs de
__ tensiones
__ insatisfacciones
__ violencias
__ falta de realismo
__ celos
__ envidias
Cuando abordamos el problema de un cambio de esta situacin, equivalente a un
cambio de carcter, surge una conciencia de importancia que aborta en nosotros cualquier
intento de modificacin interior; y si emprendemos alguna reforma nos sentimos muy
pronto decepcionados. As hemos llegado a creer que modificar el carcter es imposible,
al menos en la prctica, No obstante tericamente siempre se ha afirmado que era posible
un cambio.
Cuando la persona se enfrenta a un reto frente al misterio, frente a un modelo de vida
ms all del mundo que tenemos a la altura de los ojos, entonces el problema se agudiza
__ en cuanto que se ve ms descarnadamente la lejana existente entre el objeto y la
propia condicin
__ en cuanto que una persona que intente atravesar la barrera de la conciencia ordinaria
para nenetrar en mbitos superiores, probablemente saldr perjudicada ms de lo que
estaba.

Un proceso de meditacin requiere una mejor recomposicin de las bases humanas y


una slida construccin del carcter:
La persona impaciente e infantil, que en su actitud emocional sigue siendo
adolescente, debe desarrollarse para llegar a la madurez, al equilibrio y a la
autodisciplina del adulto antes que pueda proseguir provechosamente los ejercicios
msticos.
Los neurticos cuyas emociones estn a un nivel infantil, que se entregan al pnico
y a las rabietas, que a la menor provocacin se vuelven histricos, dejen comprender
que su tarea inmediata no es el desarrollo de poderes msticos sino el desarrollo de
las virtudes morales... Es ms importante que construyan su carcter en lugar de
meditar buscando sensaciones psquicas. (102)
Resulta una actitud poco inteligente el decir; no se puede cambiar..., no voy a
cambiar, cada uno es como es... Ciertamente que nadie tiene nada que hacer a menos
que inteligentemente decida ser de otra manera.
No se puede cambiar ciertamente a fuerza de nervios y con esfuerzos sobrehumanos
que nicamente refuerzan los procesos represivos:
Estamos acostumbrados por un lado a la idea de que la nica manera de liberarnos
de un hbito es mediante la resistencia y el desarrollo de un hbito opuesto y, por
otro lado a la idea de que slo podemos hacerlo gradualmente a travs de un perodo
de tiempo. Pero si examinamos el asunto vemos que cualquier forma de resistencia
engendra ms conflicto, y tambin que el tiempo, el tomar muchos das, semanas y
aos no termina realmente con el hbito. (103)
(102) Ibd.., p. 251.
(103) Krishnamurti, El vuelo del guila, p. 91.

Con esta cita anterior he intentado sealar una forma inadecuada de trabajo y al mismo
tiempo hacer caer en la cuenta que el carcter, los condicionamientos negativos, igual que
los positivos, son hbitos, sujetos, naturalmente por eso mismo a la dinmica de la
formacin y cesacin de hbitos.
La construccin del carcter equivale a la construccin de hbitos, y el cambio de
carcter es el cambio de hbitos. (104)
Nuestra vida est hecha en gran parte, por no decir en su totalidad por tipos de accin y
de reaccin ante las exigencias y estmulos ambientales. La convivencia, la diaria
experiencia del vivir van poniendo ante nuestra conciencia todas esas motivaciones, fuerzas
profundas. Y nos condicionan de tal manera que marcan un conflicto permanente entre lo
que queremos realizar y lo que realmente nos vemos compelidos a hacer.
El carcter es una actitud generalizada, pero que al mismo tiempo implica una perfecta
programacin cerebral, el establecimiento de un patrn interno de conducta a niveles ms
profundos que aquellos de la mente consciente:
El hbito es casi enteramente cuestin de la mente subconsciente. (105)
Nos estamos as acercando a la comprensin ms inteligente de los motivos de nuestra
conducta, que al mismo tiempo nos permitir, establecer una manera ms justa y
satisfactoria de trabajo interior.
Si no logramos actuar a esos niveles subconscientes no lograremos ninguna
modificacin de conducta real ni permanente.
Hemos de aprender a recondicionar nuestra propia profundidad; hemos de aprender
a modificar esos patrones mentales de conducta y a sustituirlos por otros ms
inteligentemente establecidos y elegidos.
(104) Ramacharaka, Lecciones de Yoga, Buenos Aires, Kier, 7. Edic., 1973, p. 158.
(105) Ibd.., p. 158.

A este trabajo le llamamos:


Programacin consciente de nuestra mente no consciente, o mente automtica.
Es un proceso de auto-condicionamiento o de educacin de la mente subconsciente.
El oriental se rebela contra la idea de quienes pretenden haber descubierto el
subconsciente y utilizando su influencia y comprendiendo sus leyes. Desde tiempos
inmemoriales.
La prctica yoghi de la construccin del carcter se basa en el conocimiento de la
mente subconsciente. (106)
A esta manera de comprensin y de trabajo sobre la modificacin de los hbitos
internos y de la conducta, se le dan varios nombres:
__ Auto-sugestin
__ Auto-condicionamiento
__ hipnociberntica
__ Psicociberntica
__ Control mental
que representa
(106) Ibd.., p. 151.

Un proceso de dinmica mental en vistas a modificar la existencia tanto fsica


como moralmente. (107)
Una autntica ciencia exacta de la conciencia, en esos niveles subconscientes,
accesibles al trabajo del hombre.
Soy consciente de que la palabra auto-sugestin a muchas personas les puede
condicionar negativamente. En el fondo es por la comprensin peyorativa y superficial que
de ella se ha tenido, cuando en realidad representa una ley de evolucin interior fabulosa,
de alcance insospechado. Gracias a la sugestin el mundo nos ha influenciado, y cuando
uno acepta la sugestin y se la repite entonces ocurre la auto-sugestin y el
condicionamiento de nuestra conducta, de forma ocasional o permanente.
La sugestin es una ley permanente en funciones:
1. Las cosas ciertamente son como son, pero
2. Nosotros nunca reaccionamos a las cosas como son, sino
__ como las vemos
__ como las sentimos
__ como las imaginamos
Por eso mismo es tan importante el educar nuestra mirada, ya que de hecho para cada
uno de nosotros las cosas no son como son, sino como cada uno las ve o las siente. El
mundo es nuestra propia proyeccin mental. Y para recuperar la objetividad, debemos
recuperar la nica condicin que nos la devuelve; el silencio. Pero la subjetividad, la
calidad de la mente con la que accedemos al mundo es fundamental e imprescindible y hay
que cuidarla y construirla positivamente.
(107) Van Lisebeth, YOGA, 103 (septiembre 1972), 9.

La meditacin no est directamente orientada al cambio caracterolgico, sino a la


comprensin de la realidad profunda. Cuando uno permanece atrapado a nivel de
carcter, est condicionado a nivel superficial normalmente. Cuando se dan esas
condiciones mnimas previas, la meditacin realiza el cambio total.
Mucha gente conoce sus defectos, y sin embargo no pueden cambiarlos. La vida se
convierte entonces en una pesadilla de lucha, pero en cuento penetre en esa cuarta
dimensin, ya no tendr que luchar ms. (111)
La mente profunda o mente automtica, como entendemos en este caso, es la que nos
abre un panorama nuevo, distinto del que habitualmente nos presenta la mente de
superficie, que es la que prcticamente conocemos en nuestro modo actual de trabajo
interior.
Normalmente trabajamos a nivel de efectos y poco o nada a nivel de causas.
En el grfico siguiente

Cuando estamos inquietos o agresivos o miedosos, al intentar modificar nuestros


estados mentales no descendemos all donde se genera. Simplemente los reprimimos.
Ahora proponemos, como ms eficaz e inteligente, el descenso a niveles ms profundos
y modificar los patrones mentales, la programacin cerebral subconsciente que origina esos
estados negativos.
(111) Roy Masters, Cmo influye la mente, p. 21.

En este cambio no es un represin; es una autntica supresin. Es un cambio de


verdad y, por consiguiente, duradero.
Todo lo que hay que hacer es aprender las leyes del descenso a esos niveles mentales
ms internos y las leyes para condicionarlos con ms sabidura y eficacia.
Imagen y experiencia
En realidad lo que condiciona nuestra conducta es la experiencia, entendida como
vivencia consciente.
Cuando la vivencia afecta a nuestros niveles profundos, entonces automticamente
estables unas pautas interiores que prolongarn e intensificarn esa vivencia.
Lo realmente importante y decisivo es saber que, en definitiva, la vivencia est
producida por la presencia de una imagen determinada. La imagen es la causante directa
de la experiencia, de la vivencia, de la programacin cerebral y de la conducta resultante de
la misma.
Nos encontramos ante una gran posibilidad de la mente humana: la posibilidad de
imaginar y de experimentar con imgenes. La imagen es fuerza, aunque naturalmente la
imagen existiendo en ciertas condiciones de eficacia.
Si podemos dominar la imagen y las condiciones en las que la misma resulta eficaz,
entonces estaremos en condiciones de programar y de renovar nuestra mente y los estados
positivos que la refuercen.
Incluso podemos decir que
La base del funcionamiento cerebral es la imagen... Todas nuestra sensaciones,
todos nuestros gestos, todos

nuestros pensamientos... verbalizados, nuestra conciencia, son imgenes cerebrales,


es decir, estructuraciones cerebrales electroqumicas. 8112)
Paul chauchard, observador atento del cerebro humano, ratifica su punto de
vistainterior:
Por qu la imaginacin es fuente de perturbaciones nerviosas que son autnticas
enfermedades? Porque la imaginacin al se imagen cerebral tiene la existencia activa de un
proceso fsico-qumico cerebral que turba el funcionamiento cerebral y mediante los
centros de la base todo el equilibrio visceral. (113)
Evidentemente que el proceso puede ser a la inversa. Una imagen positiva puede
afectar de la misma forma todo el organismo, regularizando el funcionamiento armonioso
de la base de nuestro cerebro, responsable directo de las motivaciones de la conducta
instintiva, emocional, vegetativa.
Estamos en los umbrales de una nueva y ms definitiva comprensin de las bases de la
conducta humana; bases perfectamente controlables.
Cuando indicaba que la conducta est determinada por patrones mentales a nivel de
mente subconsciente o mente automtica, quedaba por aadir que esos niveles ms
profundos son los que directamente condiciona la imagen. Es la imagen la que condiciona
el subconsciente, la que condiciona la experiencia, la vivencia y la conducta.
Es de primordial importancia la afirmacin de que
siempre es la imagen la que condiciona el subconsciente
(112) Paul Chauchard, Zen el cerveau, p. 125. Obra en colaboracin con T. Deshimaru.
(113) Ibd.., p. 124.

La realidad, la cosa en s nunca penetra, sino su imagen.


Subconsciente

imagen

realidad

Lo importante es, pues, la imagen, aunque en un determinado momento no sea


producida directamente por la presencia simultnea de la realidad. Lo importante es que la
imagen exista en un momento determinada: ya sea coincidiendo con la presencia de lo real
o ya sea simplemente por evocacin.
El espritu no hace diferencias entre la experiencia vivida y lo que solamente es
muy intensamente imaginado. (114)
El subconsciente no conoce la diferencia entre lo real e imaginario. Es muy literal y
acepta cuanto se le dice mediante la imagen.
El subconsciente no piensa con palabras y, por lo tanto, para eliminar los smbolos
negativos y promover los positivos usamos imgenes. (115)
La imagen tiene poder por s misma, por el hecho de ser una palabra dicha al
subconsciente, pero si al mismo tiempo creamos una condiciones mayores de
penetracin, de receptividad, la imagen resulta mucho ms eficaz. Las imgenes en esas
condiciones de mayor penetracin pueden llamarse: imgenes hipnocibernticas.
La programacin de la mente automtica no se lleva a cabo con computadoras a
base de cintas perforadas. Se realiza con imgenes mentales. Cualquier imagen
mental
(114) G.H. Goodefroy, Dinmica mental, Bilbao, Mensajero, 1978, p. 95.
(115) Jess Stern, El poder del pensamiento alfa, Madrid, Edaf, 1979, p. 50.

tal funciona, pro las imgenes hipnocibernticas logran mejores resultados. (116)
Es indudable y trgico al mismo tiempo el hecho de que el hombre moderno est siendo
bombardeado continuamente y despiadadamente por un cmulo de imgenes ante las que se
encuentra indefenso. La imagen cumple su propia ley, influyendo la mente profunda de la
persona, pero sta desconoce los caminos de autodefensa, la forma de poder controlar su
huella interior y la conducta que determina.
Es imprescindible no solamente sealar que nos encontramos en la cultura dela imagen,
sino tambin conocer la fuerza de su influencia configuradora; el papel que tiene en
nuestras determinaciones y, por tanto, en el margen de libertad y de decisin.
Debe emprenderse un proceso de educacin por la imagen; ensear a meditar a partir de
la imagen:
Para el hombre modero la meditacin sobre la imagen es particularmente urgente
por cuanto est completamente circundado, sumergido, envuelto y dominado por la
imagen. Frecuentemente est de tal manera impregnado por el mundo de las
imgenes que slo mediante la imagen puede ser abordado e influenciado en su
interior. (117)
La imagen puede ser:
__ visual (sensorial en definitiva)
__ verbal; pero no la palabra en su contenido lgico, sino en cuanto tiene una
repercusin neurolgica. No es tanto la palabra que se piensa, cuanto la palabra que se
siente, que resuena y logra estremecer las profundidades de la mente que imagina.
(116) Robert B. Stone, Hipnociberntica, Mxico, Diana, 2 edic., 1977, p. 29.
(117) Johannes Lotz, Guida alla meditatione, Milano, Edic. Paoline, 1968, p. 134.
Traducida al espaol por Edit. Guadalupe, Buenos Aires, 1966.

Aunque siendo verdad que el subconsciente no piensa con palabra, no obstante


podemos afirmar que
El pensamiento se realiza a base de imgenes sensoriales y motrices. (118)
Esto hace que tambin los pensamientos puedan, de hecho, servir para condicionar el
subconsciente por los contenidos sensoriales o motrices que comportan. Este pensamiento
da pie para trabajar tambin desde niveles verbales, ya que
Las ideas son imgenes cerebrales y especialmente las palabras. (119)
Autosugestin y condicionamiento permanente
Estamos continuamente sometidos a la presin y a la manipulacin que sobre nosotros
ejercen los dems con sus sugestiones. Continuamente estn evocando en nosotros
imgenes que llegan a condicionar nuestra propia mente ejerciendo una persuasin
indiscriminada y no controlada. Los pensamientos, las sugestiones de los dems influencian
nuestra imaginacin y van reforzando o creando patrones mentales, que en el momento
apropiado van a determinar una conducta no deseada.
Los dems, sus mentes y la confluencia de muchas mentes, ejercen un poder sobre
nosotros ampliando o limitando nuestras posibilidades reales de crecimiento, de felicidad o
de frustracin.
(118) P. Chauchard, Zen et cerveau, p. 95.
(119) Ibd., p. 94.

Lo que con frecuencia condiciona, y de forma decisiva, es la imagen de nosotros


mismos. Esa fundamental manera de vivirnos, de sentirnos, de imaginarnos y,
lgicamente, de proyectarnos.
Cualesquiera que sean los datos justos o errneos que proporcionemos a nuestro
servomecanismo no personal, reaccionar en funcin de dichos datos y sobre todo
del objetivo que persigue. El objetivo personal es nuestra imagen de s, ya sea un
concepto intelectual hecho de palabras o una imagen mental. Estas palabras, estas
creencias o esta imagen mental, las creamos gracias a nuestra imaginacin... (121)
La persona est condicionndose continuamente, ya sea con sugestiones venidas de
otros, ya sea por su propia persuasin. El caso es que lo que ocurre es una autntica
programacin cerebral, no hecha con fichas perforadas sino con imgenes mentales.
Estas facultades de programacin las empleamos sin darnos cuenta, a veces en
detrimento propio. Cuando nos sentimos preocupados, cuando tenemos miedo de
algo, cuando rumiamos una escena de fracaso o un pensamiento negativo,
utilizamos nuestra imaginacin para elaborar programas que influenciarn nuestro
futuro comportamiento. (122)
Y es tan fuerte e inexorable esta programacin que, cuando se contraponen la
programacin hecha por la voluntad y la realizada por la imagen, normalmente prevalece la
programacin de esta ltima. La imagen tiene un poder motivador y prevalente sobre la
voluntad.
(120) Servomecanismo, es sinnimo de la mente automtica, subconsciente. Se le llama
as para compararla con los procesos automticos de las mquinas que funcionan con
programacin previa.
(121) G:H: Goodefroy, Dinmica mental, p. 96.
(122) Ibd.., p. 96.

Descenso a la profundidad
Para comprender, desde el punto de vista mental y cerebral qu significa descenso a la
profundidad, es preciso exponer algunas nociones fundamentales previas.
Queremos encontrar las mejores condiciones para elaborar nuestro mundo interior con
eficacia y garanta. Queremos saber cules son las condiciones mejores para que la
imagen resulte viva y pueda activar los niveles profundos de nuestra mente y de nuestro
cerebro.
Todo esto nos planea unos interrogantes a los que voy a intentar responder, siquiera
someramente:
1.
2.
3.
4.
5.

Qu entendemos por profundidad?


Qu significa descender a la profundidad?
Cules son las condiciones para el descenso a la profundidad?
Qu procedimientos podemos utilizar para descender a la profundidad?
cmo se condiciona la profundidad?

La ltima pregunta la dejar para el siguiente apartado del trabajo; ahora voy a tratar de
exponer los otros interrogantes y a intentar una respuesta.
1. Qu entendemos por profundidad?
1.1 Estructura general de la mente y del cerebro
Cuando la conciencia se encarna lo hace en los distintos niveles cerebrales, dando as
origen a los distintos niveles mentales, expresados en el grfico siguiente:

1.2 Significacin del sistema lmbico.


Cito Un resumen que considero valioso
El sistema lmbico constituye un mecanismo coordinador e integrador de procesos
cerebrales de gran importancia en el reglaje automtico dela actividad psquica.
Su estudio hace posible la descripcin de dinmicos mecanismos anatmicos para
funciones tan elevadas como la anticipacin y la alerta, el aprendizaje y la fijacin de la
memoria, y muy especialmente la afectividad. En este ltimo sentido acta regulando la
emotividad del hipotlamo.
Fundamentalmente, el sistema lmbico es un perfecto integrador en el sentido de
procurar equilibrio y plasticidad a las funciones mentales. (124)
Es, en principio, la corteza primitiva, menos rica en neuronas y menos estructuradas, la
que existe en los vertebrados inferiores y archive los mensajes dela alfacin.
(123) a la circunvolucin lmbica se la llama tambin rinencfalo, cerebro visceral,
cerebro interno, cerebro emocional, cerebro primitivo y cerebro csmico.
Abarca la circunvolucin del cuerpo calloso (1); la circunvolucin del hipotlamo (2);
el hipocampo (3); el ncleo amigdalino (4); los ncleos septales (5); el fornix o trgono
(6) Todas zonas en negro.
(124) M. Guiaro,anatoma..., p. 163

Dada la importancia de este sentido primitivo para la conducta, los comportamientos


alimentarios y sexuales, esta corteza primitiva __llamada rinencfalo a causa de la funcin
olfativa__ est estrechamente vinculada con el hipotlamo y se convierte as en el centro
regulador superior de la actividad instintiva y afectiva. Cuando en los vertebrados
superiores y en particular el hombre, disminuye la importancia relativa dela olfasin, el
rinencfalo, lejos de reducirse se desarrolla en razn de su papel en la regulacin de los
instintos y dela afectividad. Pero a causa del desarrollo considerable del resto de la corteza
(neocortex), mucho ms voluminosa, el rinencfalo es poco visible; est oculto por la faz
interna de los hemisferios, prximos a os ncleos grises centrales y comprende diversas
formaciones dispuestas en crculo de la regin frontal a la regin temporal. Mientras que
algunas son visibles exteriormente, otras han pasado al interior como el hipocampo o asta
de Amn, el ncleo de la amgdala.
La parte ms visible, la circunvolucin lmbica, est formada por una unin de una
circunvolucin subfrontal, el cingulum y una circunvolucin temporal, la circunvolucin
del hipocampo. Esta ltima pertenece, por otra parte, no a la corteza primitiva, sino a la
corteza reciente (neocortex).
En efecto la importancia de las funciones rinenceflicas es tal que afectan diversas regiones
neocorticales circunvecinas. As ocurre con una parte de la faz interna o inferior (orbitaria)
de la regin frontal, con una parte de la zona temporal (interna e inferior) y con el lbulo de
la nsula, oculto en el interior de la cisura de Silvio.
Estas zonas dela corteza que el fisilogo descuidaba antes, son, por el contrario, ms y ms
estudiadas desde hace algunos aos como rgano de coordinacin, de desencadenamiento o
de modificaciones de los comportamientos instintivos y afectivos.
Ramificadas sobre el hipotlamo, ellas poseen sus funciones con mayores posibilidades en
razn del mayor nmero de neuronas; son ricas en neuronas de gobierno de la actividad
visceral y son esenciales para toda la parte afectiva y poco

Intelectualizada del psiquismo y de la conciencia, especialmente las reacciones de


carcter y su expresin. (125)
1.3 Significado del hipotlamo y relacin con el sistema autnomo.
__ Es el ms alto nivel de integracin entre el sistema endocrino y el sistema
neurovegetativo, contribuyendo de una manera importante a lograr la unidad funcional
orgnica.
__ En el encuentran las fuentes de la vida endocrina y neurovegetativa.
__ Desde l se influye el comportamiento.
__ Regula el equilibrio entre actividad vegetativa y hormonal homeosttica.
__ Lleva as el mando de los comportamientos instintivos y automticos, lo mismo que de
las reacciones afectivas.
__ Las dos secciones del sistema autnomo (simptica y parasimptica) estn sometidas a
la influencia del hipotlamo; segn Hess, la regulacin parasimptica en la parte anterior
del hipotlamo y la regulacin simptica en la parte posterior.
El siguiente cuadro de conjunto muestra los diferentes efectos que produce la
intervencin del sistema autnomo simptico o parasimptico sobre distintos rganos del
cuerpo.
(125) P. Chauchard, el cerebro humano, pp. 26-27.

1.4 relacin dinmica entre los niveles cerebrales y mentales.


Relacin entre la capa cerebral llamada corteza y la zona interna o zona subcortical;
entre la mente consciente y la mente subconsciente, profundamente ligadas a las anteriores
estructuras cerebrales.
La posibilidad de poner en relacin ambos niveles, o mejor, de poder dirigir
inteligentemente la relacin continua que entre ambos se produce, va a contribuir a nuestro
bienestar mental, emocional y biolgico.
Cuando intentamos, como en el caso presente, un cambio de nuestra conciencia y de
nuestra conducta, queremos producir un cambio radical, un cambio que no sea nicamente
producido en la superficie, sino en la profundidad.
.. hemos entendido... el problema del cambio en el nivel de la conciencia activa tan
slo. Vemos que un cambio __ un cambio psicolgico__ es necesario, y nos
ponemos a encontrar modos y medios de lograr ese cambio. Tal empeo sigue
estando en el nivel de la conciencia activa, en el nivel superficial de la mente... Y a
veces sentimos que si slo pudisemos llegar al inconsciente, disolver o traer a la
superficie todos sus mviles, empeos e impulsos ocultos, entonces, quiz, un
cambio vital se producira. (126)
Por eso nos interesa sobremanera entender la reaccin dinmica entre esos niveles de
nuestra mente y comprender las leyes dinmicas que rigen su integracin para poder
dominarlos a voluntad.
Krishnamurti, por mente activa o superficial, entiende la que acta a travs del cerebro
ms desarrollado o corteza cerebral. Centro de decisin, de programacin, pero incompleto
si no sabe pasar esa programacin al cerebro automtico, que es el cerebro interno, yla
mente subconsciente, automtica.
(126) Krishnamurti, Urge..., p. 155.

El subconsciente, cerebro electrnico del organismo. (127)


La mente subconsciente y su plataforma de lanzamiento, el cerebro interno, tiene un
impresionante poder a nuestro alcance si sabemos comprenderlos y utilizarlos. Ello nos va a
permitir no solamente querer, sino saber querer, que es un querer inteligente y armnico.
En ese mbito, y slo en se, querer es poder, pero no cuando la mente profunda queda
marginada y no integrada en un proceso total de transformacin dela persona.
De ah ha de surgir la respuesta ms amplia y fuerte, resultando de la transformacin
interior. Esa repuesta va a tener diversas expresiones: a nivel meramente mental, a nivel
afectivo y a nivel biolgico, afectando, por tanto, incluso, a la propia salud fsica, a la
prevencin de la enfermedad y ala curacin mental.
Podemos descubrir las actividades conscientes e inconscientes ms profundas, si a
la mente inconsciente le dais la oportunidad, porque es mucho ms rpida en la
respuesta que la mente consciente. Mientras vuestra mente consciente est
tranquilamente pensando, escuchando y observando, la mente inconsciente est
mucho ms activa, mucho ms alerta y mucho ms receptiva; ella, por tanto, puede
tener una respuesta. (128)
Exactamente eso es lo que queremos descubrir cmo se le puede dar una oportunidad a
la mente subconsciente? Esto resolvera nuestros problemas cuando radican en niveles
profundos, en niveles subconscientes.
Desde varios sectores hoy existe una constatacin que puedo resumir en la afirmacin
siguiente:
Calma la conciencia, el subconsciente toma el relevo. (129)
(127) Andrea SEIT, La curacin por la mente, Edic. Roca, 1978, p. 99.
(128) Krishnamurti, La libertad primera y ltima, p. 67.
(129) T. Deshimaru, Zen et cerveau, p. 54.

Esta afirmacin proviene desde el campo espiritualista, pero la misma existe desde el
campo de la salud y la enfermedad, tal como afirma la siguiente cita:
cul es la relacin psquica existente entre el factor psicolgico y el mecnico dela
funcin orgnica? Porque sin tal relacin habra de excluir cualquier influencia del
poder psquico de la imaginacin sobre el organismo fsico. Parece una paradoja
aseverar que es precisamente la suspensin dela voluntad... lo que hace posible
dicha relacin. Porque acaso no es la voluntad misma el factor psicolgico? (130)
Desde el punto de vista neurofisiolgico se llega a la misma afirmacin: y se afirma que
el cerebro de la vida instintiva y afectiva acta y
Su desencadenamiento se beneficia de todo cuanto disminuye la conciencia. Es
subconsciente donde nacen las manifestaciones anlogas del yoga, de los estados
msticos... cuyo conocimiento permitir el dominio de s mismo. (131)
Podemos, pues, referirnos a la quietud mental como la condicin esencial para que la
sub-mente acte con todo su vigor.
La mente consciente tiene que estar aquietada antes de que el subconsciente pueda
ser impresionado por ella, y (la) conciencia no puede tranquilizarse hasta que no tome
conocimiento de su inquieta naturaleza ambiciosa y deje de lado sus propsitos mundanos.
Una vez logrado esto, y cuando ya no se lance ms tras las cosas y actividades que
oscurecen la presencia de la verdad, habr de tranquilizarse, y en la tranquilidad podr ver
la luz (132)
(130) Andrea Saetti, La curacin por la miente, p. 99.
(131) P: Chauchard, Alma o cerebro, qu es el hombre?, Madrid, Ed. Iberoamericanas,
1975, p. 103.
(132) Roy Masters, Cmo influye la mente..., p. 56.

Evidentemente que, con esta ltima afirmacin, ms que definir el nivel de conciencia
apto para la modificacin de nuestros patrones mentales, estamos indicando el valor de
transcendencia de la tranquilidad, en cuanto que nos introduce en niveles crecientes de
comprensin y de revelacin interior, al mismo tiempo que se indica el procedimiento
general, esencial, del desapego, la libertad frente a nuestros estado interiores. Pero esto es
precisamente lo que buscamos: liberarnos interiormente, condicionarnos positivamente para
hacer posible la disposicin y el salto a ese otro mundo de la superconsciencia, de la
transcendencia , de la libertad total.
Llevando de nuevo la cuestin al control menta, al control de nuestra mente profunda,
me hago las siguientes preguntas:
__Qu significado tiene la tranquilidad, la calma, desde la vertiente cerebral y desde la
conciencia?
__Qu significado tiene crear condiciones adecuadas para el cambio de carcter y de
pautas mentales?
Cules son las leyes que nos permiten crear diversos estados o condiciones internas de
mente y de conciencia?
Hasta qu nivel podemos descender, manteniendo nuestro estado de lucidez por
consiguiente, de control y de responsabilidad?
Con esta ltima pregunta introduzco ya la siguiente cuestin de lo que considero el
problema del descenso a la profundidad de nuestro cerebro y de su control.
2. Qu significa descender a la profundidad?
Brevemente: descender a la profundidad, desde lo que ahora nos interesa, va a significar:

__ Descender a niveles cerebrales neurovegetativos y afectivos. Ellos representan


La parte afectiva y poco intelectualizada de la conciencia... (133)
__ descender a un nivel de conciencia poco conceptualizado que llamamos
subconsciencia.
__ y desde el punto de vista psicociberntico, descender a la profundidad va significar
descender al cerebro automtico, al cerebro electrnico como se le llama tambin.
Niveles de electricidad cerebral y profundidad
Hoy es un hecho muy divulgado el de que el cerebro tiene una estructura elctrica,
relacionada con todos los estratos cerebrales y con el funcionamiento de la mente.
Representa un amplsimo campo de investigacin, a nivel incluso universitario, aunque
en realidad actualmente slo est en mantillas.
El hecho: el cerebro humano funciona con un potencial elctrico de unos 25 W,
aproximadamente. La frecuencia con la que oscila la corriente elctrica va desde 05 ciclos
hasta 21 y ms.
Las diferentes frecuencias o ciclos por segundo (c/s), tiene un nombre, que corresponde
a las diferentes ondas cerebrales actualmente conocidas:
__ Beta, entre 14 o ms ciclos por segundo.
(133= P. Chauachard, el cerebro humano, p. 27.

__ Alfa, entre 7 y 14 ciclos por segundo.


__ Theta, entre 4 y 7 ciclo por segundo.
Delta, entre 05 y 4 ciclos por segundo.
Significacin: no son exactamente conocidas las funciones de todas esas ondas ni de
qu son sntomas con toda claridad, aunque tenemos ya elementos valioso para
afirmaciones tiles y para un mejor e inteligente uso de nuestro cerebro.
La hoja sinptica siguiente pone de manifiesto todo el andamiaje coordinado de los
siguientes elementos:
__ cerebro
__ electricidad
__ ondas cerebrales y nombre
__ estado de conciencia al que corresponden
__ significado en al vida de la persona y posibilidades para una mejor comprensin de
los sustratos antropolgicos de la vida espiritual, del proceso interiorizador.
En esencia la comprensin dinmica del cuadro sinptico. Es esencial el saber ir
pasando a voluntad de un nivel a otro, hacindonos dueos de nuestra propia estructura
mental y dominando los distintos estados de nuestra conciencia. Cuando esto sea una
realidad, en ese mismo momento ser posible la programacin de nuestro cerebro para
funcionar armnica y positivamente.
El nivel fundamental es el nivel Alfa.
Alfa es un estado de concentracin relajada. (134)
(134) Jess Stern, El poder del pensamiento alfa, p. 30.

Oriente siempre atento a lo humano y a las posibilidades de desarrollo interior, ha


comprendido perfectamente la naturaleza y las leyes de la mente profunda o subconsciente.
Los yoghis creen que la parte principal de la obra se efecta subconscientemente,
entre los intervalos de inactividad consciente. (135)
La aportacin de ese mundo lejano y exotrico, tradicionalmente ajeno a las inquietudes
del occidental, puede ahora llevarnos a la comprensin menor de nuestras posibilidades de
creacin de las condiciones para disipar nuestros estado de ansiedad, de agitacin y
desequilibrio, consecuencias lgicas de una conciencia totalmente exteriorizada e inquieta.
Hemos querido resolver todo por nuestro propios recursos, a eso llamamos conciencia
activa (=conciencia exteriorizada) y no nos hemos dado cuenta de que hay cosas que
ocurren por s mismas cuando se crean las condiciones para su manifestacin.
Esa conciencia externa ha sido inoperante para modificar la estructura de un carcter
que se puede decir que nos ha sido impuesto por las mismas condiciones de vida. El
occidental ha advertido que la voluntad, frecuentemente crispada, no es la solucin. No
basta querer. Hay que querer inteligentemente.
Usted carece del poder para transformar su vida sencillamente porque ignora la
forma para llegar a su mente subconsciente. (136)
Llega el subconsciente significa llegar a niveles alfa. As de sencilla es la
transformacin de esta nueva ciencia exacta del comportamiento humano. El nivel alfa es
el nivel de la interioridad. Pero tambin hay que aadir que la interioridad no se agota en
este nivel sino que nicamente comienza.
(135) Ramacharaka, Lecciones..., p. 159.
(136) R. B. Stone, Hipnociberntica, p. 51.

Comprensin dinmica del nivel alfa:


El nivel alfa es esencialmente un estado de conciencia sereno y lcido.
Corresponde a la descripcin que los orientales hacen de la mente cuando se encuentra
abierta a la meditacin, capaz de comprender, de penetrar. Es una quietud interna y
externa.
En el nivel alfa se produce una detencin de todo
__ anlisis
__ pensamiento
__ deseo y esfuerzo
Calmados los niveles de la conciencia exteriorizada, siempre vuelta hacia fuera,
(=niveles Beta), surge un potencial de energa de otro mundo ms profundo y ms
determinante de la conducta.
A esto es a lo que se llama desconexin, trmino acuado por schultz.
Al descender al plano Alfa, se produce una desconexin parcial del neo-cortex
(la parte s nueva del cerebro), en beneficio del renincfalo y de las capas arcaicas, ms
antiguas del mismo cerebro. Esto produce una extremada sensibilidad a la sugestin. Las
zonas subconscientes de nuestra personalidad psico-fsica puede as ser influenciadas y
controladas.
Conviene advertir que el rinencfalo es el cerebro primitivo el que posiblemente rega
al hombre cuando era ms natural, ms

Cercano a las leyes profundas y sabias de la naturaleza. El rinencfalo es un cerebro que


no falta. El cerebro, aparentemente ms evolucionado del hombre actual, puede
engaarnos, mentirnos; es menos, o nada instintivo. Es ms til al hombre de ha adquirido
una forma superior de sabidura, pero es ms perjudicial para el hombre espiritualmente no
desarrollado.
Tambin se produce una cierta desconexin en los mecanismos de la atencin:
El bienestar psicofsico... no sera mantenible si nuestra sustancia reticular (137)
mantuviera su excitante actividad de siempre, estimulando imperativamente nuestra
atencin, pero el aislamiento del exterior (prpados cerrados) y el rapto de atencin que
supone nuestra concentracin, hacen que las reas corticales no perciban esa llamada
reticular excitante.
De otra parte, tambin el efecto de la relajacin somtica es muy importante porque
privamos a nuestra formacin reticular de los estmulos propioceptivos (138) que son
especialmente excitantes. Consecuentemente, la sustancia reticular baja su tono...
descendiendo... el tono muscular que hace que los msculos se relajen ms... (139)
(137) La formacin reticular es una sustancia nerviosa que se extiende desde el bulbo hasta
el cerebro medio; ella se encarga de mantenernos despiertos o de inducir el sueo cuando el
organismo lo necesita. Sus neuronas son muy fatigables. Mantiene el secreto de las
estrechas relaciones que enlazan la vida de relacin y la vida vegetativa. (M. Guiaro,
anatoma..., p. 196).
... una especio de relevo o parada que almacena los mensajes sensoriales es una especie de
reserva activadora del cerebro, extendida desde el bulbo al mesencfalo, verdadero centro
de la vigilia y del sueo, mecanismo regulador y armonizador del funcionamiento de la
corteza (P. Chauchard, El cerebro humano, pp. 20-21).
(138) Estmulos propioceptivos son lo que provienen de la misma persona, para
distinguirlos de los que provienen del ambiente, de fuera de la persona.
(189) M. Guiaro, Anatoma..., pp. 243-244.

Condiciones para el descenso ala profundidad


Ya estn bsicamente indicadas al hablar de la conexin entre los niveles mentales y los
niveles cerebrales. Pero es conveniente insistir haciendo hincapi en que el silencio de la
mente superficial, el silencio de la corteza cerebral es imprescindible para que comience a
actuar la zona subcortical y la mente automtica.
Pero al mismo tiempo ha de mantenerse un nivel de advertencia de atencin, ya que
de lo contrario la situacin que se creara sera la del sueo. Esta no sirve en absoluto para
trabajar ni para condicionarnos, al menos desde los conocimientos que actualmente
tenemos.
Lo que caracteriza el nivel profundo es la aparicin y predomino de ondas cerebrales
alfa. Los procedimientos para descender a la profundidad sern aquellos que creen
condiciones de reposo y de tranquilidad.
Ms concretamente las condiciones en las cuales es posible el descenso y en las que el
descenso mismo consisten son:
__ la presencia de la conciencia pasiva. Representa una advertencia sin intervenir, sin
hacer nada; la de quien simplemente mira, como un espectador silencioso, sin evaluar,
sin justificar, sin intentar modificar nada, al menos por los procedimientos habituales de la
voluntad que trata de imponerse.
__ la relajacin de los controles, de toda censura, de todo intento de reprimir. Dejarse ir,
aunque no existe ningn peligro de prdida de autocontrol ya que la conciencia se mantiene
lcida y sosegada.
Procedimientos para descender a la profundidad
Son procedimientos para descender a niveles de la zona subcortical del cerebro; a
niveles subconscientes; a niveles alfa.

Los procedimientos para abandonar los niveles de tensin, propios de la conciencia


exteriorizada, propios de los nobles Beta o niveles de actividad, de esfuerzo voluntario,
etc., son muchos, pero hay algunos ms relevantes y probados por toda una tradicin
sumamente antigua, propia de la espiritualidad oriental, y actualmente puesta a prueba y
clarificada por la ciencia actual.
De una forma no completa, pero fundamentalmente y con garanta, el siguiente cuadro
sinptico muestra cules son estos procedimientos.

La respiracin y el descenso ala profundidad


Los autnticos maestros en el dominio de la respiracin y, a travs de ella, de la mente
de la biologa, son los maestros de Zen.
El Zen, somete a la persona a una regularidad respiratoria, a un vaivn de enorme valor
de aquietamiento, y de un poder maravilloso para poner en comunicacin con la mente
profunda subconsciente.
Representa una va sencilla de acceso y, adems, sin ningn tipo de peligro.
Un maestro actual, tan cualificado como Taisen Deshimaru llega a hacer la siguiente
afirmacin:

Za-zen es el mejor mtodo de entrenamiento espiritual, y es un mtodo altamente


cientfico en el dominio de la fisiologa porque durante el Za-zen (= meditacin
centrada en la respiracin, en su vaivn), las ondas alfa apararecen rpidamente.
(140)
esto indica su alta capacidad para llevar la conciencia a niveles menos
ceonceptualizados, a niveles ms profundos de reposo y de una advertencia ms sosegada y
abierta. Presenta, al mismo tiempo, las mejores condiciones para el cambio en profundidad
y para la modificacin de los patrones mentales que dirigen nuestra vida, nuestra conducta
y nuestra presencia en el mundo.
El Za-zen con gran rapidez reduce la actividad del cerebro notico o cerebro de la
reflexin, de la decisin, del pensar y querer, y deja a plena actuacin el cerebro profundo y
antiguo.
El cerebro intelectual est en reposo sin dormir. El cerebro primitivo est activo
(141)
La forma prctica de realizarlo es colocarse en una postura cmoda, aunque recto, sin
rigidez, djalo. Y observarse respirar, siguiendo el vaivn respiratorio, observando cmo
es todo el ser que respira, no slo los pulmones. Y dejarse llevar por el vaivn
respiratorio.
En resumen:
__ sentarse cmodamente, recto, sin rigidez, y abandonarse.
__ observarse respirar: sentir cmo respira toda la persona.
__ dejndose llevar por el vaivn general.
(140) T. Deshimaru, zen et cerveau, p. 26.
(141) Ibd., p. 62.

En poco tiempo aparecen los ritmos alfa, seal de descenso a niveles ms profundos.
Naturalmente que, por falta de medios educativos de tipo tcnico, no va a ser posible
comprobar la aparicin de las ondas alfa, pero un estado de calma, una atencin no
crispada, aunque menos concreta, ms difusa, puede ser la seal.
En ese momento se ha establecido la relacin con la mente automtica, con el cerebro
interno y por consiguiente, con toda nuestra fisiologa.
La relajacin y los nivele alfa
En el nivel de reposo, la atencin permanece, la musculatura disminuye su tensin,
creando as unas condiciones ptimas para la comprensin y penetracin, momento que
aprovecha el oriental para crear un estado meditativo.
Todo disminuye en beneficio de esta posibilidad:
Cuando una persona se relaja desde el doble punto de vista, corporal y mental,
solamente ciertas funciones se encuentran disminuidas o detenidas. Desde el punto
de vista mental hay una suspensin ms o menos marcada de ciertas funciones
activas __razn y voluntad__. Por el contrario la imaginacin se encuentra en
libertad completa. (142)
1.

la relajacin directa: es normalmente progresiva y va pasando de una parte del


cuerpo a otra hasta conseguir relajar completamente a todo el organismo.

Existen muchos procedimientos que no voy a detallar ni siquiera a enumerar porque


desborda el propsito de esta exposicin.
(142) Charles Baudouin, sugestin y autosugestin, Alcoy, Espaa, Marfil, 1967, p. 129.

Puede utilizarse una de mis cintas casettes. Por ejemplo, del primer nivel la nmero 1 cara
B (Experiencia del cuerpo en armona); la cinta nmero 2, cara A (Ejercicio bsico de
relajacin y de silencio corporal; cara B (Imgenes para el reposo mental).
2.

La relajacin indirecta: tiene su importancia aunque no se haya echado mano de


ella con la frecuencia debida.
El fundamento de la relajacin indirecta es el siguiente. Cuando la persona se relaja
entre niveles de reposo, en los que el organismo se recupera, se reorganiza, se armoniza.
Pero todas estas funciones son propias del sistema autonmico parasimptico. A l se
le atribuyen otras muchas funciones biolgicas, de las que una importantsima es
mayor salivacin: saliva fluida, abundante y hmeda.
Por un proceso de biofeedback, si cuando funciona el para-simptico se produce una
mayor salivacin, de una mayor fluidez y humedad, se puede producir a la inversa:
producir una mayor salivacin de estas caractersticas y el para-simptico
automticamente entra en funciones con todas las otras caractersticas que le son
propias, con la distensin que conlleva, con la relajacin que le acompaa.
Se puede hacer el siguiente ejercicio e incluso grabarlo en una cinta y escucharlo, una
vez colocado en una postura cmoda:
1. Deja caer la mandbula inferido. Que caiga por su propio peso.
2. Respira profundamente, mientras te dejas caer todo entero al espirar
3. Observa cmo tu boca se llena de saliva, de una saliva abundante, fluida clara y
t te vas sintiendo tranquilo relajado; en paz, e irradio paz.

4. Repite entonces: me siento tranquilo, tranquilo del todo.


Y con esto normalmente ser suficiente. Es algo que puede resultar aparentemente
ingenuo, pero que tiene una profunda raz fisiolgica y consiguientemente psquica
porque afecta ala quietud de la mente y del pensamiento. Introduce en niveles alfa
que podran comprobarse mediante aparatos adecuados.
3.

La relajacin y el estado de vigilia: Cuando la persona logra establecerse en


niveles profundos, tiene en su poder la clave de su fisiologa y consiguientemente
de su psicologa.

En ese momento la mente est ms unificada y abierta. Los niveles de nuestra mente
automtica estn armonizados y abiertos no slo a la sabidura corporal, sino a una forma
nueva de comprensin que llamamos intuicin. El hombre se encuentra abocado al
cosmos desde su cerebro csmico, que opera desde los niveles alfa-theta. Estos niveles
no son de sueo sino de vigilia. Es importante el comprender que ya no podemos seguir
hablando de un nico estado de vigilancia sino por lo menos de dos.
Los msticos han hablado de noche oscura, de ruptura con el mundo, y con
el cuerpo. De eso a pensar que se trata de prdida de conciencia en lo falso e imaginario, es
fcil. Pero es no comprender nada la mstica.
Los msticos y las tcnicas orientales corporales de calma que conducen a ella son
estados y mtodos de vigilancia. Pero parece que hay dos vigilancias: una ordinaria que
nicamente ve el aspecto cambiante y superficial de las cosas y de Leo seres; otra
vigilancia ms profunda que de ninguna manera es una huda a las fantasas irreales de una
mala imaginacin, sino que descubre el aspecto secreto y misterioso del mundo, de s
mismo y de los otros (143)
(143) P. Chauchard, Zen et cerveau, pp. 131-132.

En este momento el cuerpo, toda nuestra fisiologa, y no solamente la mente, est


abierta.
Ahora es cuando
Tanto el cuerpo como la mente consciente responden casi inmediatamente la patrn
establecido en el estado alfa-theta. (144)
La mente automtica est a punto para cualquier tipo de programacin que se le quiera
enviar. En este momento es enteramente receptiva y obediente. Y aquello que la condicione
condicionar tambin su organismo, ya que a travs del hipotlamo entramos en relacin
con la sabidura corporal.
A partir de este momento tenemos una grandsima responsabilidad porque
El aprender la utilizacin de la dimensin Alfa controlada y conscientemente, es
como volver a nacer. Es como empezar otra vez desde el principio estableciendo
punto de referencia, tal como lo hicimos cuando nacimos y fuimos aprendiendo a
establecer puntos de referencia en la dimensin Beta. (145)
grficamente el estado creado por la aparicin de los ritmos de reposo, podra
expresarse as:

(144) Jess Stern, el poder del pensamiento alfa, p. 29.


(145) Emilio Guzmn, Control mental, Mxico, Editores mexicanos unidos, 1976, p.
211.

La puerta est rabieta y, consiguientemente, est abierta la posibilidad de trabajar en un


recondicionamiento ms profundo, a nivel de causas, de la conducta de la persona, y no
nicamente a niveles superficiales, de efectos o de sntomas.
Como construir un programa
Para el subconsciente
Tres cosas hay que tener claras a partir de este momento. Y las tres nos van permitir
llegar con precisin a los niveles de profundidad deseados y modificar las estructuras de
esos niveles, de manera que la conducta quede tambin modificada positivamente.
qu es un programa:
Es el mensaje que envo al subconsciente para que lo traduzca en un nuevo modelo de
conducta.
Puede ser
__ un pensamiento o conjunto de pensamientos.
__ una imagen o conjunto de imgenes.
3. Cmo se construye un programa:
Lo que hay que tener muy claro es lo que se quiere conseguir. Por ejemplo: ser libre;
ser tolerante, etc...
Los objetivos pueden ser muy variados:
__ meditar
__ modificar el carcter

__ curase por el poder de la propia mente subconsciente.


Pero hay que tener muy claro lo que se quiere en cada momento.
Normalmente la determinacin de un objetivo es algo impuesto generalmente por la
misma necesidad del individuo. El sabe lo que necesita. Pero en ocasiones se requerir un
cierto examen previo sobre
__ qu es lo que pretendo conseguir
__ qu es lo que pretendo modificar o cambiar
Las personas que no han desarrollado una observacin serena de s mismas, tiene ideas
bastante equivocadas, bastante superficiales sobre lo que son sus puntos fuertes o sus
puntos dbiles. Es preciso el saber jerarquizar, ordenar los valores y dejar claro qu es lo
ms importante y qu es lo menos importante; cul es la causa y cules son meros efectos
de algo especial. De esta manera podremos ir a aquello fundamental que condiciona todo lo
dems.
Una buena forma de poder determinar el objetivo, lo que realmente necesito, es
observar o preguntarse
__ a que clase de personas admiro ms
__ si tuviera que elegir a una, a cul elegira
__ qu es lo ms valioso que veo en ella
__ Y por qu?
Normalmente estas tendencia descubren necesidades ocultas que tenemos nosotros;
descubren nuestras carencias con mucha frecuencia.

Puede procederse de modo negativo, viendo


__ qu tipo de personas me resulta ms repelente
_ Y por qu?
Pero, repito que, normalmente no hacen falta estos modos indirectos de proceder porque
constatamos nuestras necesidades y sabemos qu ideal estamos persiguiendo o qu estamos
tratando de evitar o corregir en nuestro modo de ser.
Una vez determinado el objetivo hay que comprenderlo plenamente. Lo que significa,
lo que conlleva, o que supone.
De una manera positiva puedo enumerar todo aquello que determina el ideal, una vez
realizado por m. Puede servir el siguiente cuadro para detallar los rasgos fundamentales,
concretos, propios del ideal realizado.
Qu conseguir cuando tenga conseguido el objetivo?
__ Cmo hablar? (puedo verlo ya realizado en personas que conozco)
__ Cmo actuar? (puedes verlo en personas que conoces y verlas en momento
distintos y en lugares distintos)
__Cmo reaccionar? etc. etc...
Lo importante es tener claro lo que se quiere y tener claro que es lo que supone eso que
se quiere.
Lo importante en este momento es recoger todos los datos que necesitamos para
recomponer el mensaje total que queremos enviar a la mente subconsciente.
Debemos recoger todo aquello que forma parte del objetivo que deseamos:

__ sentirme sano
__ sentirme fuerte frente a alguien en una determinada situacin.
__ verme y vivirme de una manera ms positiva.
__ relacionarme ms armoniosamente.
__ etc. etc.
Podra, incluso ser conveniente y aconsejable redactar unos prrafos, de forma
descriptiva, sobre la nueva situacin, la situacin deseada. Despus ir concretando y
traduciendo como a imgenes cinematogrficas los datos de forma que puedan ser
escuchados y vistos.
ltimamente se graban en cinta, pausadamente, con voz serena y tranquila. Y llegado el
momento de enviar el mensaje, se puede escuchar la grabacin, traduciendo al mismo
tiempo en imgenes todo lo posible la nueva situacin.
Cmo condicionar la mente profunda?
Abierto el subconsciente; instalada la persona en niveles de reposo
... nos encontramos inmersos en un estado en el que la atencin, con un
pequesimo esfuerzo, llega al exclusivismo, que en el estado normal no logramos
ms que despus de un intenso esfuerzo. (146)
Ese exclusivismo representa un alejamiento de lo que habitualmente llamamos la
realidad, y un estado modificado de conciencia, no solamente distinta de la anterior en
cantidad sino en calidad.
(146) charles Baudouin, Sugestin..., p. 130.

Es otra conciencia, ms amplia, aunque ms difusa sin comparacin.


Se produce una especie de espacio vaco, lcido, consciente

En el que vamos a dejar caer nuestra programacin, esa idea o imagen dinmica que
va a producir el cambio, al condicionar la mente profunda y las estructuras cerebrales
automticas.
Se crea a s lo que Berheim llam monoideismo-dinmico, y que significa que
cualquier idea o imagen que entra en ese espacio abierto tiende a realizarse
automticamente.
El monoideismo-dinmico no es un proceso de reflexin ya que los niveles de
reflexin y de decisin, propios de la conciencia exterior, estn abolidos o cuando menos
disminuidos en gran medida.
El programa que se introduce es

La imagen de la palabra son mediaciones, canales a travs de los que se manifiesta la


fuerza interior de nuestra mente, nuestro poder mental.

1. Mediante la palabra:
Lo que en realidad programa nuestro cerebro es la imagen. Tiene una cierta
omnipotencia si sabemos conjugarla con las leyes que hacen receptivo el cerebro y la
subconciencia.
Las palabras son igualmente imgenes
... aunque de un tipo particular, imgenes verbales, es decir, modificaciones
de polarizacin inducidas en las zonas del lenguaje por mensajes sensoriales
procedentes de los msculos fonadores, de las vibraciones del trax, los
mensajes del odo. (147)
Evidentemente los pensamientos, las palabras no son imgenes sensoriales, pero son
imgenes y esto es lo verdaderamente importante. Los pensamientos, con el poder de la
imaginacin
... se convierten en cargas de energa psquica que, en sentido fsico
equivalen a corrientes electromagnticas y que por ello operan incluso ms
all de los lmites espacial y temporal. (148)
Lo importante ahora es examinar el contenido de nuestra programacin y la manera de
realizarla. El subconsciente es un aliado que no pone ms condiciones que las que surgen
de su propia estructura, de su propia naturaleza. Respetndolo obedece automticamente y
con prontitud. Desde luego hay ciertas reglas que deben tenerse en cuenta, sin las cuales el
riesgo es completo. Una de estas condiciones para la programacin mediante la imagen
verbal es la forma de hablar al subconsciente.
De ser plenamente positiva y no revestir el tono de una orden impuesta por
la voluntad, sino la de
(147) P. chauchard, La Psicologa moderna de la A a la Z, Bilbao, Mensajero, 1967, p.
77.
(148) Andrea Saetti, La curacin por la mente, p. 81.

una afirmacin relajada, llena de confianza y seguridad. (149)


Cuando se analizan los canales a travs de los cuales se realiza la fuerza que cura, la
fuerza que cambia, la confianza en nuestro propio poder interior es esencial. Sin esa
seguridad de que podemos nosotros hacerlo, obedeciendo las leyes de nuestra realidad
interior, tanto cerebral como mental, los resultados no se producen Hay que
eliminar todo aquello que obstaculice y retarde el trabajo instintivo de la
autodefensa. Y estos obstculos son el temor y la subsiguiente
desconfianza... desconfianza en los poderes de autodefensa natural. (150)
Para que esto pueda ser posible ha de producirse una situacin global de armona en
toda la estructura de nuestro cerebro y de nuestra mente, lo que requiere que
... el otro sector de donde parten las rdenes: el consciente, a su vez est
convencido de que el asunto es viable. Debido a esto no resultara tan
efectivo, cuando se desea combatir un dolor de cabeza, pues sabemos en
todos los niveles que esto es falso; pero diciendo: este dolor se quita, se est
quitando, se ha quitado, el resultado s es efectivo. (151)
La forma prctica de proceder, una vez supuesta la quietud de los niveles alfa, es la
siguiente:
__ Formula el bien que desea obtener, no el mal que deseas evitar.
__ Repite, ya sea internamente o vocalmente, la frase afirmando un hecho que est
ocurriendo ahora en el mismo instante en que lo piensas.
(149) Emilio Guzmn, control mental, p. 28.
(150) Andrea Saetti, La curacin por la mente, pp. 92-93.
(151) Emilio Guzmn, Control mental, p. 29.

__ Afrmalo no como un deseo, como algo que quieres lograr, sino como algo que
ests logrando ya. Esto no contradice en absoluto la verdad de que un segundo antes
te encontrabas mal. No ests diciendo una mentira porque en cuanto piensas as ya se
est modificando una mentira porque en cuanto piensas as ya se est modificando la
estructura negativa de El cerebro automtico ya se ha puesto en funcionamiento, ya est
creando las condiciones de la nueva situacin, ms favorable y conscientemente elegida
por ti.
No se deja de ser significativo a este respecto la frase de san Marcos en el Evangelio:
Cualquier cosa que pidis en vustra oracin creed que os Indica una peticin llena de
seguridad, de confianza. Y a nivel, incluso evanglico, a quien confa se le da la
respuesta inmediata.
Es importante el permanecer abierto al acontecimiento, a lo que est ocurriendo,
observndolo, creyndolo, no como uno que espera que algo ocurra sino como quien
certifica con su actitud que est ocurriendo, y que ese acontecimiento inunda la mente y
la biologa de la persona.
Ramacharaka hace la siguiente puntualizacin, respecto de la frase-vehculo de
condicionamiento:
Qu el significado de cada palabra permanezca claramente ante vosotros
para que al repetirla sintis su significado. (152)
al repetir una afirmacin lo que estamos tratando de conseguir es que se establezca un
centro mental y que en torno a l se construya el ideal u objetivo deseado.
(152) Ramacharaka, Lecciones..., p. 163.

Las palabras tienen un poder formidable correctamente utilizadas, a condicin de que


quien las utilice tenga claro su significado y reproduzca mentalmente la cualidad que
expresan, en lugar de repetirlas mecnicamente.
Es necesario recordar que al enviar al subconsciente un pensamiento, ste tiene que ser
lo ms real y tangible posible. Cuanto ms tangible mejor podr manejarse. Hay que
considerarlo como cosa real y no como algo etreo, vaporoso, sutil. Los pensamientos, en
la mentalidad tradicional oriental, son cosas, son herramientas de trabajo, que pueden verse,
tocarse, olerse, etc...
Mantened frecuentemente el pensamiento. Dejad que vuestra mente se detenga en l y
lo vaya amasando, dndole forma, llenndolo de contenido, ayudndose de la imaginacin.
El programa se va completando, se va enriqueciendo y cuando llegue el momento de
proyectarlo en la subconciencia, tendr fuerza suficiente para producir automticamente su
contenido y traducirlo en la conducta justa y adecuada. En resumen, pues,
El mensaje enviado al subconsciente puede ser
1. Una frase sencilla, repetidamente en las mejores condiciones de receptividad
2. Una grabacin previa de ideas y sentimientos en relacin con el objetivo. Un
conjunto de palabras que expresen la idea central, el motivo fundamental.
3. Mediante la imagen visual:
La imagen visual tiene un extraordinario poder de modificacin interior y
consiguientemente de influencia sobre la conducta.
Aquellos que quieran adquirid una virtud canturrearn una y otra vez hasta el
cansancio: Bondad, bondad, bondad... pero la manea apropiada de tratar estos
asuntos es

meditar con profundo pensamiento sobre pinturas y ejemplos de varios actos de bondad
y valenta; verlos desde todos los ngulos para despojarlos y valenta; verlos desde todos
los ngulos para despojarlos de toda impureza, falsedad o motivos secundarios para llegar
as tan cerca como sea posible, al significado de la esencia emocional de estas cosas.
Porque son esencialmente realidades de carcter, no clases particulares de accin o ciertos
eventos especficos. (153)
Lo que significa que, mediante la imagen visual, podemos lograr
__ un objetivo fsico: la modificacin de nuestro cerebro y de sus clulas, molculas y
tomos.
__ un objetivo mental: modificar el sentido, la significacin que atribuimos a los
hechos, a los acontecimientos, a la vida entera.
Evidentemente que esta posibilidad es enormemente decisiva e importante para nuestra
mente, la paz y la salud van a depender de la posibilidad de acceder a las fuentes de donde
surgen limpias y originales.
Pero es una especie de dogma que la funcin bsica de todas las otras funciones de la
persona es biolgica. Y consiguientemente, el dominio de nuestra biologa,
concretamente de la estructura de nuestro cerebro automtico, va a darnos ala clave para
entrar en nosotros mismos.
En la tradicin oriental esto se ve de una manera muy prxima y natural, como
formando parte de su cultura. Swami Vishnudevananda, refirindose a ese personaje, y
amtico, qu es el yogui, dice:
(153) Ernest Wood, Yoga, prctico, Mxico, Orin, 1956, p. 122.

... puede dar rdenes directamente a su subconsciente mediante la sugestin y


visualizando mentalmente todas las funciones internas. (154)
Ms recientemente y desde la propia experiencia largamente comentada Jess Stearn
afirma:
La mente subconsciente es el factor controlador. En esta esfera mental se visualiza
y se crea lo que se quiere y todas las clulas de su cuerpo responden a este esfuerzo
sin palabras. (155)
Al cuerpo hay que hablarle en su propia lengua materna. La lengua materna del
subconsciente corporal y afectivo es la imagen; es la vista, el odo, el tacto, ... pro la vista
principalmente.
La visualizacin es el acto de ver, pero tambin es un programa de trabajo que se puede
aprender.
Hay personas que tiene dificultades iniciales para visualizar, para representarse algo
con imgenes vistas mentalmente.
Y en este caso, el poder hacerlo es esencial. De manera que, si es necesario, pueden
hacerse pequeos, aunque eficaces, ejercicios de visualizacin.
La visualizacin es hoy considerada en muchos manuales de distinta ndole: en textos
de meditacin, con elementos aprovechables, aunque algo enojosos en conjunto, en el libro
La ciencia de la meditacin. (156)
(154) Vishnudevananda, Sivananda, revista de yoga 18 81979) 9.
(155) Jess Stern. El poder del pensamiento alfa, p. 137.
(156) H. Saraydarian, La Ciencia de la Meditacin, Buenos Aires, Kier, 1979, pp. 134147.

De todos los modos cada cual puede ejercitarse sencillamente y de forma casi
espontnea en visualizar.
1. Cierra los ojos, estando cmodamente sentado. Es mejor.
2. Imagina delante de ti una pantalla de televisin o de cine.
__ Imagnala blanca (pausa); despus verde (pausa). Tienes que conseguirlo. Y t
mismo puedes ir cambiando de color sin que quede rastro del anterior.
__ Visualiza claramente objetos sencillos en la pantalla: una naranja gigante; una pera;
un papel. Visualiza una raya negra que atraviesa la pantalla en forma diagonal; de esquina a
esquina; de arriba abajo; que se mueve. No debes ver ms que la lnea, o lo que en cada
caso te propongas...
__ Despus puedes pasar a objetos ms complejos: una cocina, visualzala lentamente,
despacio. Vas recorriendo todo lo que en ella est y que t ves claramente.
Visualiza un jardn, una calle, etc...
Una habitacin en penumbra. Despus al abrir la ventana visualiza lo que ocurre. Todo
ms claro.
En fin. Estos son ejemplos sencillos de lo que t puedes hacer Y es importante el que lo
hagas. La fuerza con la que visualices, ser la fuerza con la que podrs posteriormente
condicionar tu mente subconsciente, automtica, profunda.
No debe haber ningn momento tensin ni debe ser un trabajo que te canse.
Para ejercitarte ms en la visualizacin, puedes hacer lo siguiente:
1. Visualiza un objeto sencillo
_ un circulo

_ un cuadrado
_ un libro
_ una naranja, etc...
Lo que importa en todo momento es la estabilidad y la claridad de las siguientes
imgenes.
Posteriormente lo que importa adems de eso es aadir elementos de otros sentidos. As
esos mismo objetos los puedes visualizar
2. __ un circulo en color: blanco, amarillo, rojo, etc...
3. Ahora visualzalos
__ en movimiento
__ visualiza todas las situaciones en las que participa el crculo o lo que sea.
En el caso del crculo: las ondas de un lago, un anillo; una ventana redonda, etc...
4. Despus de asociados a una idea. Siguiendo con el caso del crculo: eternidad;
lo perfecto, lo cerrado. Pero siempre SIN DEJAR DE VER EL CIRCULO, en
una forma u otra. Siempre tiene que haber un elemento visual asociado a la idea.
Repito que lo que importa en cada momento es
__ la claridad de la imagen
__ y la estabilidad de la imagen.
Si vienen distracciones vuelve pacientemente a la visualizacin original.

A travs de las imgenes mentales podemos crear un estado de conciencia en el que


no pensamos en algo, ni analizamos nuestras experiencias, sino que las si no que las
experimentamos directamente en el momento actual. (157)
Los ejercicios de visualizacin pueden hacerse como ejercicios suplementarios antes o
despus de la meditacin cotidiana.
Al principio los ejercicios de visualizacin no deben durar ms de quince minutos.
Todo proceso de visualizacin pone en movimiento energas interiores. Una vez que las
energas comienzan a canalizarse, conducidas por la imagen visualizada y hacia esa
imagen, automticamente afectarn a la conciencia y la forzarn a la actividad.
Preparacin de la pantalla mental
Aunque no es imprescindible par la creacin de imgenes visuales, puede resultar de
gran utilidad el crear una pantalla mental donde proyectar, como cinematogrficamente, las
imgenes deseadas.
Puede proceder de la manera siguiente:
1. Estando tranquilamente sentado, con los ojos cerrados y relajado todo tu cuerpo y tu
mente.
2. Visualiza delante de ti, y a la altura de tus ojos, una pantalla del tamao que t
quieras, y del color que t quieras.
3. Debes tener control sobre ella. Debes poder encenderla y apagarla a voluntad;
iluminarla y oscurecerla a voluntad. Visualzala apagada como un televisor. Ahora
encindela.
(157) Adekaide Bry, Visualization, directing movies of your mind, USA, Barnes anda
Noble Books, 1979, p. 6.

Dale ms luz. Disminuye la luminosidad. Cambia de color, pero no veas todava


ninguna imagen en concreto. Ests probando tu pantalla y tu control sobre ella.
4. Procura mantenerla delante de ti el mayor tiempo posible; ella es tu campo de
operaciones y de proyeccin.
Utilizacin dela pantalla mental
La persona est a punto. Ha logrado el descenso a sus niveles profundos. Tiene delante
de s la pantalla mental en la que va a proyectar su programa- imagen. Este momento
nos permite nada menos que planificar serenamente nuestro futuro adelantado
imaginativamente circunstancias que llegan a planearse con vivencia de presencia
y a resolverse reflexivamente impregnadas de esas circunstancias de bienhechor
reposo. (158)
Creada la pantalla mental en la que vamos a proyectar la nueva imagen de nosotros
mismos, enciende la pantalla con un simple movimiento de tu ndice.
Visualzate
__ relajadamente
__ con un sentido de seguridad y de xito.
Empiece por representarse a usted mismo en su pantalla mental. Imagine cada
detalle. Lo importante es ver esta imagen tan viva y precisa como sea posible.
vase actuando de manera apropiada, consiguiendo las metas que emprende.
La forma en que actu usted ayer no tiene importancia alguna. Tampoco es
necesario tratar de creer que proceder maana de forma ideal. Su sistema nervioso
se ocupar de ello a su tiempo si sigue este ejercicio.
(158) M. Guiaro, anatoma, p. 243.

Vase actuando, sintiendo, sintiendo como usted quiere ser. No se diga: Voy a
proceder as maana. Dgase solamente: Ahora, durante treinta minutos me voy a
imaginar procediendo de esta forma. (159)
Emilio Guzmn, discpulo de Jos Silva, difusor del Control Mental silva, dice:
la programacin que logra mayores resultados efectivos consiste en poner a la
imaginacin a formar visualizaciones de los resultados que se desea obtener, como
hechos logrados. (160)
Con cierto sentido realista, Jess Stearn, un estudioso de los fenmenos de control
mental dice:
Enfocad la pantalla de la mente y haced una pelcula con vosotros mismos como
estrellas principales, haciendo las tareas que os habis impuesto.
Veos realizndolas una a una. Veos confiados y llenos de coraje; decididos y
entusiastas, felices y sanos, seguros y bondadosos (161)
Grficamente la situacin general podra ser as:

(159) Christina H. Goodefroy, La dinmica mental, p. 208.


(160) Emilio Guzmn, Control mental, p. 29.
(161) Jess Stern, El poder del pensamiento alfa.

Es esencial comprender que


__ no se trata de un esfuerzo de voluntad. No se esfuerce por cambiar. El cambio llega
por sus propios pasos.
__Concentre todo su esfuerzo en visualizar lo ms ntidamente y detalladamente posible
la imagen del cambio.
Haga entrar en juego todos sus sentidos. Ellos contribuirn al mayor realismo dela
imagen y, por consiguiente, al cambio ms rpido y eficaz.
Charles Baudouin cita a este propsito una afirmacin del famoso Cou, pionero de la
auto-sugestin:
Pero sobre todo __esta es una recomendacin esencial__ la voluntad no debe
intervenir en la prctica de la auto-sugestin.(162)
El realismo es la imagen hay que llevarlo hasta los ltimos detalles. El que eso
contribuya al mayor relieve de la imagen permite igualmente un mayor impacto sobre la
mente profunda, a la que la imagen, que es si lenguaje. Le dice ms.
La imagen de s debe presentarse imaginando los detalles, los colores, los olores,
las sensaciones y las emociones con una tal nitidez que esta nueva imagen,
progresivamente, venga a sustituir a la antigua. (163)
No existe aqu en realidad ningn tipo de esfuerzo de voluntad, sino un simple juego de
imaginacin.
Cuando se utiliza la imaginacin para modificar la imagen de s mismo, es preciso
acompaarla de sentimientos y emociones.
(162) Charles Baudouin, sugestin, p. 128.
(163) Christin H. Goodefroy, La dinmica mental, p. 99.

Aplicaciones de la visualizacin
Mltiples son las aplicaciones que se pueden hacer de todo el proceso de visualizacin.
Y todas valiosas.
Puede emplearse el poder dela imagen
1. Para meditar
2. Para modelar el carcter
3. Para curar o curarse
Imagen y meditacin
Hay un tema que me apasiona al que posteriormente quiero dedicarle algn tiempo. Lo
llamo lectura psicociberntica del evangelio. O ms sencillamente una lectura del
evangelio hecha desde niveles alfa, niveles receptivos.
Tenemos la gran posibilidad de evangelizar nuestra mente profunda, nuestra mente
automtica, la que condiciona nuestra conducta y nuestras motivaciones.
Hemos de evangelizar el subconsciente de manera directa, conociendo las leyes que nos
permiten el acceso a l.
Siempre se habla de concienciar o concienciar a la gente. Pero no se habla de
subconsciencia o subconcientizar a las personas.
Todo el evangelio puede ser reducido a lo que es un testimonio vivo de Jess y de su
paso.
Todo puede ser visualizado. Y al hacerlo, estamos acercndonos a la clsica aplicacin
de sentidos de la que habla Ignacio de Loyola en sus Ejercicios Espirituales.

La diferencia, sin embargo, es enorme, ya que en este caso la aplicacin de sentidos la


hacemos desde distintos niveles mentales.
Al proceder ahora desde niveles alfa, los procesos de aplicacin de sentidos,
fundamentalmente proceso de visualizacin, son inmensamente ms fuertes y poderosos.
Por otra parte en la escena visualizadora desde niveles de reposo, de conciencia
interiorizada, captamos el mensaje, propio del evangelio, expresado sensiblemente en la
personan de Jess. El evangelio no es una ideologa; el evangelio es un estilo de vida.
Cuando hablo de lectura psicociberntica del evangelio quiero decir: hacernos
receptivos, desde niveles de reposo, y dejar que el acontecimiento externo del evangelio, en
el que participa Jess, evangelice nuestro cerebro profundo y le haga vivir el otro
acontecimiento, el invisible, el misterioso, el de Dios.
Evidentemente que en la lectura psicociberntica del Evangelio hay algo esencial que
condiciona la postura mental, y que es la fe. Sin fe no es posible ningn tipo de lectura
profunda del Evangelio. Y la fe es en la persona de Jess.
Trata de situarte en posicin de meditacin. Ponte en nivel alfa.
1. lee o hazte un pasaje del evangelio o grbalo.
2. Capta el mensaje que transmite.
3. Visualiza todo, con detalle: personas, movimientos, palabras, el tono de la voz
todo como si estuvieras hacindolo en realidad. Hasta que la mente cree las mismas
condiciones para la experiencia, debidas a la fuerza de la imagen y, en este caso, a la
fuerza oculta del don de Dios que acta irresistible y se comunica a quien quiere
recibirlo.

4. No fuerces nada. Lo nico que tienes que hacer es visualizar; dejar que te llegue
todo el acontecimiento traducido en imgenes reales, prximas, detalladas, claras y
estables.
Puede servirte para visualizar de imgenes, fotografas, dibujos, pinturas o escenas de la
vida diaria que tengan una semejanza, con la escena evanglica. Pueden servir tmbin las
proyecciones, las diapositivas, pero siempre vistas desde el reposo de os nobles alfa, sin
reaccionar ante ellas, sino ms bien dejando que ellas mismas impregnen la mente
subconsciente, la mente automtica. Con el tiempo, sin apenas darnos cuenta, se irn
traduciendo en conducta. Y lo que est perfectamente programado, al aparecer, podr dar la
impresin de algo casual, espontneo.
3. Imagen y carcter
Muchos hemos odo hablar sobre el carcter, bueno o malo. Pero lo importante es cmo
construir libre y voluntariamente nuestro propio carcter, siendo duelos de nuestro propio
destino.
El carcter es todo un estilo de vida, porque la impregna. Pero el carcter es
fundamentalmente una actitud generalizada, y por eso mismo est estructurado sobre la
misma base que cualquier actitud.
Toda actitud siempre es el resultado de una participacin global y unitaria del cuerpo,
de la afectividad y del pensamiento y en relacin con la vida, con el mundo de las personas,
de los acontecimiento, del mundo en general.
Para hacer prctico todo este trabajo necesitamos conocer las leyes que lo determinar,
que lo construyen y que lo modifican.
Dije anteriormente que el carcter corresponde a un sector afectivo y poco
intelectualizado del psiquismo y de la conciencia. Y esto es punto de partida importante
para trabajar.

El proceso de construccin del carcter es tan sencillo que muchas personas, la


mayora, no advierte su importancia, ni conocen la forma de proceder, a pesar de la gran
necesidad que sienten de un cambio.
Lo que ms he experimentado es que la dificultad que muchas personas tienen para una
profundizacin en su meditacin y en su vida de oracin, proviene de la dificultad de evitar
los obstculos de su mismo carcter. De hecho para muchos son dificultades insalvables. Y
as nunca tienen el reposo necesario para meditar, ni tienen conciencia de poder sobrepasar
niveles elementales de desarrollo espiritual o mental.
La mente es plstica. No es rgida. Pero es preciso conocer su funcionamiento y sus
secretos para poderla conducir inteligentemente.
La prctica de la construccin del carcter se basa en el conocimiento de la mente
automtica, de la mente subconsciente, del cerebro primitivo y del hipotlamo.
Si conseguimos hacernos dueos de esas estructuras, podemos prometernos un dominio
sobre nuestra conducta y sobre nuestra corporalidad.
La imagen es el lenguaje con el que habla ese cerebro y es tambin la que lo programa,
lo modifica y lo dirige siempre.
Podemos decir que el carcter de una persona depende de la calidad de imgenes que
penetran hasta ese sector.
Los orientales han recalcado siempre la importancia de los pensamientos e imgenes
que cultivamos internamente. Concretamente.
Los instructores hindos ponen el ejemplo de la conversin de la leche batida en
nata, y dice que si los pensamientos que sirven de materia se elaboraran con
atencin

e inters, se plasman en forma de pensamiento que la mente maneja como las manos
un objeto material. (164)
La mente subconsciente es automtica. Y obra rpidamente en cuanto se cumplen las
leyes que la hacen funcionar. Pero, a pesar de todo, necesita tiempo para ordenar los
materiales y organizarlos en la forma programada y en relacin con un objetivo deseado. Es
preciso trabajar con constancia y con precisin. Todo ocurrir a su tiempo.
La forma de proceder es la misma que la expuesta en lo dicho anteriormente. Hay que
saber lo que se quiere; hay que saber crear un buen programa de trabajo, hay que saber
dedicarle tiempo al hacer funcionar ese programa en momentos de reposo, de nivel alfa,
visualizando la situacin.
El carcter no es algo esttico, fijo, irremediablemente fijo, sin posibilidad de cambio.
Esto es lo que ordinariamente ocurre, pero ms que todo por falta de deseo de cambio y por
no saber cmo hacerlo.
Es preciso conducir nuestro propio destino y no dejar que los dems lo organicen para
sus intereses y propsitos. No podemos renunciar a nuestro propio autogobierno inteligente
y humilde.
4. Imagen mental y curacin
Todas las enfermedades son psicosomticas. Esta es la afirmacin que cada vez va
tomando ms fuerza, aunque algunos tengan sus reservas todava.
De hecho no es una constatacin cientfica, pero existen bases fuertes para creerla
probable.
(164) Ramacharaka, Lecciones..., p. 143.

El oriental lo afirma sin excepciones, en dos sentidos:


En cuanto que la enfermedad es el resultado de una manera equivocada de vivir, debido
a nuestras actitudes internas. Y por tanto como consecuencia directa de nuestros estados
negativos.
Otra en cuanto que la superficialidad de nuestra mente y el poco o nulo dominio de las
bases de nuestra corporalidad debilitan nuestros recursos mentales para poder contrarrestar
y destruir cualquier enfermedad, an contraiga independientemente de nuestros
pensamientos o actitudes interiores.
De nuevo el gran recurso es nuestra mente automtica, nuestra mente
subconsciente.
La mente automtica sabe todo acerca de nuestro organismo, hasta la ltima clula y
tomo del mismo.
La clave de la salud est, pues, en dominar esa mente automtica que lo sabe todo y que
tiene sobre todo nuestro organismo por representar el centro ms alto de organizacin
corporal.
As
Se hace un llamamiento a la sabidura de la conciencia profunda, el cerebro
csmico ilimitado. Y ste no solamente en tanto que curacin para los enfermos,
sino tambin para el progreso personal hacia la Sabidura suprema... (165)
La curacin, tambin la enfermedad, es producto de la mente intuitiva o cerebro
profundo. Pero es importantsimo recordar que la mente profunda, el cerebro automtico, es
independiente de la voluntad.
(165) T. Deshimaru, Zen et cerveau, p. 73.

Si quiere intervenir activamente el pensamiento mediante un esfuerzo o presencia de la


voluntad, la mente instintiva, el cerebro automtico, se paraliza.
Para que la curacin pueda ocurrir, la mente consciente, el pensamiento y la voluntad
no deben intervenir; deben estar en suspenso.
Cualquier sugestin que queremos enviar a la mente automtica llegar ms
eficazmente si conseguimos producir un estado pasivo de mxima distensin psquica.
En estas condiciones puede restablecerse la armona orgnica, que es
__ ritmo
__ vibracin
__ automatismo, independiente de la voluntad.
Los complejos psicolgicos, las ansias, los temores, los prejuicios, los pensamientos
negativos alteran estos ritmos orgnico y crean condiciones favorables para la enfermedad.
Lo que va a hacer posible la relacin con ese centro organizador de nuestra
corporalidad, de su armona y de la saluda va a ser el mismo que el de la meditacin: la
desconexin o la liberacin de los sectores que corresponden a la conciencia exteriorizada:
__ El pensamiento, entendido como el pensar, el razonar, el discurrir.
__ la voluntad. Esta puede decidir trabajar en curarse, pero no puede producir la
curacin. Escapa a su accin especfica. La voluntad puede planificar el trabajo, pero quien
lo va a realizar es la mente automtica. Y para que sta acepte el mensaje y lo corporalice

positivamente, hace falta traducrselo


__ a sensaciones
__ o emociones
No se debe pensar que estoy curada, sino sentir, ver gozar de la curacin que esta
ocurriendo.
Una vez ms el Zen nos confirma su valor curativo porque la prctica del Za-Zen nos
pone en relacin con esa profundidad que gobierna nuestra biologa entera.
El tono muscular y el hbito que se adquiere durante el Za-Zen, influencian a todo
el cerebro. No producen solamente la calma cerebral, sino que tambin dan los
medios para controlar el calor del cuerpo, el metabolismo, la energa sexual, las
funciones del estmago, las funciones de los sentidos, el sueo y todo, porque
durante el Za-Zen podemos controlar el hipotlamo. (166)
Procedimientos
La forma de proceder es semejante a la utilizada para meditar o para reorganizar nuestro
carcter.
Con todo, voy a especificar dos procedimientos que pueden emplearse con gran
provecho.
a) Utilizando la relajacin
1.

Reljate profundamente. Puedes estar echado en esta ocasin. En la relajacin se


producen cantidades necesarias de ondas alfa u ondas de reposo, de la
conciencia

(166) Ibd.., p. 42.

desligada de los pensamientos y del control directo de la voluntad.


Se disminuye notablemente la presencia de las ondas beta, que dificultan o impiden la
relajacin profunda.
2.

Visualiza el cuerpo en un perfecto estado de salud. Vlo, sintelo, gzalo.


Visualiza tu propia imagen gozosa, radiante, de forma global, pero muy concreta.

3.

Visualiza ahora aquella parte de tu organismo enferma, pero visualzala llena de


luz; una luz dinmica, curativa. Visualzala y sintela en la parte enferma.
Visualzala y siente cmo est destruyendo la enfermedad, cmo est curando.
No lo pienses visualzalo , sintelo, sin analizar nada, sin ahogar la fuerza
profunda con un esfuerzo de voluntad. Deja que todo vaya ocurriendo.
Por si puede servirte, puedes visualizar la luz de varias formas
__ como un estallido potente de luz muy viva
__ como un rayo que quema fulgurante lo enfermo destruye los agentes
patolgicos.
__ como un torbellino en espiral, potente, lleno de energa que sisuleve todo lo
barre.
O de otra cualquier forma que cada cual pueda pensar, incluso en colores, si lo
cree conveniente.
b) Utilizando la respiracin
1. Sintate o chate, en una postura que te resulte cmoda y suelta, sin
ninguna tensin. Y cierra los ojos.
2. El ejercicio que sigue no es un mero juego, aunque potente, de
imaginacin o de visualizacin. Tiene que ver con la recarga elctrica

que ocurre cuando respiramos, concretamente en el momento de la


inspiracin. Pero primeramente y mentalmente localiza a la altura de tu
vientre un importantsimo centro nervioso, el plexo solar, tambin llamado
cerebro abdominal. El es un potente depsito energtico.
3. el objetivo es dirigir esa energa a la parte de tu cuerpo que desees para
revitalizarla o curarla.
4. Coloca las yemas de los dedos de tus dos manos sobre tu abdomen, a la
altura del plexo solar, y espira profundamente.
5. Inspira muy despacio, profundamente. Mientras va entrando el aire en
los pulmones, visualzalo como una corriente de fuerza, en forma de luz
blanca, muy intensa. Entra por las fosas nasales desciende hasta la regin
del plexo solar, donde irradia y pasa a tus manos, a las puntas de tus
dedos. Visualiza todo el proceso con claridad, sintelo.
6. Al terminar la inspiracin, mantn el aire en los pulmones y en esta
actitud lleva tus manos, las puntas de tus dedos, a tu cerebro, por
ejemplo.
Visualiza la fuerza en forma de luz blanca, muy intensa que sale de las
puntas de tus dedos e inunda todo tu cerebro, toda tu cabeza.
Si la visualizacin es fuerte, posiblemente sentirs un suave hormigueo y
calor dentro de la cabeza.
7. Despus se espira, se deja salir el aire, mientras se vuelven las manos al
plexo solar para repetir el proceso de recarga y de proyeccin de la
fuerza.
8. Es muy importante visualizar la luz blanca. Si tarda en conseguirse,
sigue sin desanimarte; y revitalzala si se desvanece.

9. Despus de unos 10 minutos puedes terminar el ejercicio, dejando


transcurrir unos momentos sin hacer nada especial y prestando atencin
a lo que te llega del ambiente.
De todos modos, los aspectos que ms nos interesan dentro del trabajo son los de la
meditacin y el carcter, por las repercusiones directas que tienen sobre el crecimiento
interior. Pero muchas veces las mismas causas que deforman nuestro carcter son las que
nos hacen enfermar. Y en este caso es aplicable igualmente todo el proceso de la
visualizacin.
Puede dedicarse en dos momentos del da, unos diez minutos antes de visualizar. Y
perseverar constantemente en l, hasta que se noten los resultados esperados.
Cinta casette
Inicialmente puede servirte la grabacin del segundo nivel. Corresponde a la cinta
nmero 3, Control mental y liberacin interior. La cara A es para el Dominio y control
de la mente profunda; la B es un Ejercicio fcil de programacin positiva de la mente
automtica.
Todo este trabajo ltimo es la fundamentacin terica de la cinta a la que me refiero.
Ahora podran quienes lo deseen llegar a una mayor comprensin de la intencin que
encierra y de los objetivos que se pueden conseguir con ella.
Es una grabacin clave dentro del trabajo de desarrollo interior, de profundizacin y de
liberacin, pero requiere comprensin y adiestramiento.
He observado que muchas personas se limitan a escuchar las grabaciones como si
fueran conferencias o charlas para ser escuchadas, olvidando que son esencialmente
prcticas que se entienden al realizarlas. Quien nicamente las oiga, no las entiende,
aunque sepa dar razn de todo lo que ha odo.

Puede ocurrir, de hecho ya ha ocurrido, que personas que funcionan en gran medida a
base de gustos y disgustos, de lo que les agrada o no, la han dejado de lado por no
entenderla, principalmente, pero tambin porque les pareca menos jugosa que otras. Y sin
embargo es de las de mayor eficacia.
Es importante dominarla, tan importante como ser dueos dela propia mente
automtica, de la propia mente profunda.
Con todo lo expuesto tienen una visin global de las prcticas que disponen y
aproximan a lo que considero la intencin definitiva de todo este trabajo: la meditacin.
Ella es como ese rellano mando dentro del bosque, donde todo parece estar hecho para
sentir en silencio y calma la proximidad de la naturaleza.
Los programas educativos no contemplan todava la meditacin como una actividad
esencial. Algunos, sensiblemente ms conscientes, comienzan a preocuparse por esa
fascinante espeleologa al fondo de la mente humana; y la meditacin cumple las
condiciones esenciales para tan singular inmersin.
Soy consciente de que no est dicho todo lo que hoy se puede decir sobre la meditacin,
en las pginas que preceden. Para mayores ampliaciones. Son seis. Y en ellos, de forma
monogrfica, con mayor amplitud, se tratan temas tales como el silencio, la meditacin, la
oracin y la contemplacin.
Era necesaria una sealizacin ms concreta de los caminos prcticos. La prctica
siempre devuelve la teora a la realidad cotidiana e intenta responder a toda esa casutica o
fenomenologa de quien quiere meditar y pregunta por la manera prctica de hacerlo.

El ltimo paso es entrar en clima de hondura, de receptividad, de meditacin.


Voy a significar este nuevo momento un salto ms all del espejo. Yo os invito a todos a
que atravesis el espejo, atravesis la forma habitual con la que nos miramos y miramos
todo y experimentemos la esencial realidad de lo que existe desnudo y sin forma.
Al principio se podr tener una amplia gama de sanciones, incluso la de estar en un
mundo de fantasa o intentando agarrar un fantasma elementalmente invisible, huidizo y
misterioso.
Despus todo ir ponindose en su sitio, creando un orden nuevo, reflejo de la propia
armona.

También podría gustarte