El Salto Al Centro Prácticas de Interiorización
El Salto Al Centro Prácticas de Interiorización
El Salto Al Centro Prácticas de Interiorización
prometedor y al alcance de la mano... Aunque ciertamente hay que tener la mano gil y
adiestrada, casi de prestidigitador.
Lo que ahora publico ha sido como mi secreto, aunque a voces, durante mis aos de
trabajo por esos mundos de Dios. Y digo secreto me lo he guardado celosamente y no lo he
querido publicar en ningn momento. Y digo a voces porque lo daba todo cuando me
encontraba frente a uno de los muchos grupos de personas con los que he trabajado.
Una de las razones de mi reserva era el hecho irremediablemente repito de que muchos
tienen tendencia a trivializarlo todo en seguida; a reducir el trabajo nicamente a
tcnicas, en niveles elementales, casi regresivos; y otra el de no dejar que cayera en
manos de personas curiosas, meramente curiosas y utilitaristas, que de todo he
encontrado, ms empeadas en escuchar y saber para poder conducir sus propios grupos
personales, que en vivir personalmente la experiencia cotidiana y continuada de la propia
transformacin, con toda la belleza del dolor que supone el crecimiento y el
desmoronamiento de lo viejo.
Hoy, es mi parecer arraigado, existen muchas mesitas provisionales, al estilo hippy,
donde se vende de todo, sin especial consistencia ni calidad. Y de estos tenderetes han
salido los que
llamo vendedores de tcnicas, que tanta satisfaccin dan a quienes no estn
verdaderamente interesadas en un proceso interior necesario y comprometido.
Y me he dedicado, calladamente, como quien hace alquimia en secreto a limpiar las
palabras. Procuro evitar la palabra tcnica, que me parece permanente a la sociedad de
consumo y no al trabajo de artesana, de uno en uno, no en serie, que intento hacer. Y en
este trabajo de elaborar un lenguaje depurado, la palabra ms brillante es laFe. Una fe
descarnada y llana en Dios. Ella es como la partida de bautismo para poder entrar en este
camino y hacer que todo vaya siendo un milagro permanente, y que lo aparentemente
trivial, sea extraordinario.
Otra palabra es actitud. Es imposible mover desde afuera a una persona sin el
compromiso interior volcado en el proceso mismo del trabajo por darle salida a su fe. Una
actitud de entrega sencilla y persistente, aunque sin emocionalismo, pero lcida, como
quien est asistiendo contemplativamente a un nacimiento prolongado del da.
Pero estoy convencido de que aqu, como en todo, slo los sencillos son la buena
tierra.
__ afectividad
__ pensamiento
Todas estas estructuras tiene un gran poder y ejercen un predominio sobre la conciencia.
Es preciso, pues, no destruirlas, porque son esencialmente buenas, pero s quitarles el
protagonismo que corresponde a la conciencia. Y para ello hay que
__ debilitar su influencia
__ metodolgicamente dejarlas, hasta que la conciencia pueda recuperar su
protagonismo.
__ y recuperarlas nuevamente, aunque subordinadas, sometidas a la fuerza de una
conciencia fortalecida.
Todas esas estructuras son, lo que llamo, la carne, donde la conciencia se encarna.
Al ir debilitando toda la estructura y predominio de la carne, la persona se da cuenta de
que puede seguir viviendo, de que no se diluye la realidad fundamental de ser persona.
La influencia de conceptos mal digeridos orientales ha producido miedo en muchas
personas, deseosas, por otra parte, de un ahondamiento interior. El miedo a dejar de ser,
el miedo a desaparecer les hace retroceder. Y no han advertido que es exactamente el
mismo lenguaje de nuestros msticos, pero que bien entendido, es una autntica maravilla.
La conciencia liberada, la conciencia no condicionada, sin la presin de las capas, de la
carme, de los mbitos donde se expresa, sigue incluso con mayor fuerza, con mayor poder
de penetracin y autoconciencia. Y ese es el hecho bsico personal.
Desde esa libertad bsica surge una relacin nueva y mucho ms verdadera con la
carne, considerada como un maravilloso vehculo de expresin y de presencia, pero
subordinado, sometido a la conciencia.
Este es el gran cambio que produce la interiorizacin. La conciencia recupera
protagonismo y presencia. No se diluye nada esencial. No hay ninguna forma de
destruccin de la persona. Exactamente es lo contrario.
La verdadera dificultad es el profundo condicionamiento que ahora padecemos, el estar
totalmente determinados por la superficie. Y por eso cualquier intento de desprendernos,
aunque momentneamente de ella, es una autntica amenaza a nuestra seguridad,
construida sobre la base de lo superficial. Tenemos miedo a altamar. Nuestros msticos
anatematizan ese miedo, ya sea debido a falsa humildad, a sentirse satisfechos con el
charquito, sin mayores exigencias espirituales o a una vulgar sensacin de inseguridad, de
miedo.
Desde esta perspectiva, creo que una buena definicin de lo que constituye la esencia de
las prcticas podra ser la siguiente:
Proceso de liberacin de la conciencia.
Pero la conciencia se libera en la impresionante energa del vaco. Es la nica
definicin que puede dar de las prcticas. Verlas de otra forma es destruirlas. Y de hecho se
desvirtan continuamente.
Armona y receptividad
Toda prctica comienza por un proceso de armonizacin. Antes de ir ms all de la
mente hay que armonizar la mente u reducirla a un silencio inicial.
La actual desarmona con la que funcionan las capas de nuestra mente, determinan un
permanente estado de ruido que no deja or el silencio que est emboscado detrs de todo,
en el que tambin est nuestro Padre escondido (Mateo, 6,6.)
Cuando se pone el orante en la presencia de Dios constata inmediatamente el gran
sntoma del ruido y de la desarmona interna: inquietud, nerviosismo, conflictividad,
pensamientos, imgenes...
Cuando la armona se va produciendo, la conciencia va quedando ms tranquila y en la
tranquilidad todos los contenido de la conciencia se van apaciguando y callando. Entonces
ocurre algo importante: la conciencia se abre, se hace receptiva.
oracin, ahonda la conciencia, la modela, la transforma en Dios, sin hacer ella nada, slo
recibiendo.
Esta receptividad, en gran medida, se puede aprender; depende de nosotros, si sabemos
cmo hacerlo.
Los procedimientos
La influencia del mundo oriental nos ha puesto en comunicacin con un largusimo
elenco de procedimientos de trabajo.
Hay quien considera una ayuda el facilitar a las personas todo ese elenco,
indiscriminado generalmente, de tcnicas, productos de rpido consumo, sin una
integracin global en un proceso interior.
Despus de diez aos de trabajo, he llegado a la conclusin de que a las personas con
verdadera aptitud para la interiorizacin, no favorece en nada tal bazar de tcnicas ni
procedimientos. Y me alegr cuando alguien ms autorizado corroboraba mi idea.
Si se sigue demasiadas tcnicas, se retarda el progreso. Es interesante saber que la
conciencia universal, meta de todos los esfuerzos, se consigue restringiendo y no
ampliando. Disminuid, pues, con el tiempo tanto las prcticas como las tcnicas.
Concentraos y no dispersis vuestras fuerza. (2)
Aparte de eso, muchos procedimientos no conducen a ninguna parte. Otros pueden ser
contraproducentes. Otros requieren adaptacin.
Dentro de los procedimientos fcilmente adaptables y eficaces hay varios ya clsicos
que ofrecen toda la seguridad de servir para producir ciertos niveles de seguridad y de
libertad interior.
Estos procedimientos son
__ La respiracin
__ La relajacin
__ El ritmo
__ La alerta percepcin.
Y son los que voy a exponer en lo que sigue. Creo hacer de esta forma un servicio a
quienes estn interesados en participar de esta manera de realizar el trabajo interior, al
menos en este perodo en el que gran parte depende de nuestra responsabilidad e inteligente
actuacin.
Sentido y estructura de las prcticas
No podemos olvidar que no pretendemos deslumbrar a nadie con prcticas exticas ni
espectaculares, sino contribuir al proceso interior y a la libertad de la conciencia personal.
Es imprescindible realizar este estudio, aunque somero, de cada prctica para dar
serenidad, descubrir su fondo cientfico y razonable que tiene y hacerla creble al hombre
occidental.
Aunque mencion anteriormente la palabra tcnica, lo hice entre comillas. Procuro
evitar esa palabra de tantos resabios negativos para muchas personas y ms cuenco se
aplican a la vida sobrenatural y a la relacin con Dios.
La sustituyo por procedimiento. Palabra menos materializada. Posiblemente
signifique lo mismo pero no en mi intencin.
La tcnica es algo externo, material, impersonal y, en ciertos casos, algo dotado de una
cualidad mgica. El procedimiento tiene un sentido ms global, parte de la comprensin de
la estructura interna de la persona, como un desarrollo de sus posibilidades interiores; tiene
una dinmica propia y un sentido objetivo en relacin con el desarrollo del hombre.
Ningn procedimiento, bien entendido, debe oprimir ni limitar. Las meras tcnicas
impersonales pueden oprimir.
Lmites de las prcticas
No me gusta trabajar sobre la base de emociones, de entusiasmos, siempre pasajeros,
sino sobre la lucidez, el ver claro y la serenidad.
Es relativamente fcil el entusiasmarse con un procedimiento y magnificarlo, como si
fuera un procedimiento absoluto.
2
COMO DISPONERSE PARA LA PRACTICA
Situar el tema.
Lugar.
Asiento.
Postura.
1. Postura estable.
2. Sentarse recto.
3. Cada en vertical.
4. El vientre.
5. Manos y pies.
6. Los ojos.
7. Actitud general bsica.
La persona toca perfectamente el suelo con las dos plantas de los pies y las rodillas no
estn ms altas o bajas que el resto de la pierna.
Tal postura ni crea tensiones debajo de los msculos, ni carga el peso sobre los ltimos
huesos de la columna vertebral, ni dificulta la respiracin abdominal o diafragmtica, con
presiones de ningn tipo, provenientes de la forma de estar sentado.
El respaldo de la silla mejor que sea liso y recto. Y el fondo del asiento suficiente. Hay
algunos muy cortos de modo que la persona est medio sentada y medio salida de la silla
por delante.
Una medida promedio muy buena es la de cuarenta y dos o cuarenta y tres centmetros
desde el borde anterior de la silla hasta el fondo, y la misma longitud de altura, desde el
suelo hasta el borde de la silla. Prcticamente un cuadrado de esas dimensiones.
Tambin en esto llego uno a prescindir y lograr hacer meditacin en condiciones
precarias, lo que, por otra parte, no justifica el que no se tomen medidas convenientes.
Hoy se estilan otros procedimientos para sentarse, tales como un banquillo muy bajito
que se coloca por encima de las pantorrillas, una vez que uno se ha arrodillado. Y una vez
colocado se sienta en l. La persona queda medio sentada, medio arrodillada en una actitud
muy cmoda. Me ahorro la descripcin de tal banquito por ser muy conocido y porque no
es necesarios en absoluto el utilizarlo.
A los que utilizan directamente el suelo para sentarse en la postura de loto oriental o
medio loto o simplemente con las piernas cruzadas por delante, les dir que, si no estn
muy habituados, las piernas no suficientemente relajadas hacen de muelle y tienden a
disparar el busto hacia atrs por lo que necesitarn apoyarse en la pared para no irse hacia
atrs.
Este empuje hacia atrs se puede eliminar fcilmente si uno se sienta sobre un cojn de
unos diez centmetros de altura o un taburete de la misma altura, pero con las piernas fuera
del cojn y cruzadas por delante.
En este caso las rodillas estn por debajo del resto de la pierna. El empuje que ests
podran hacer hacia atrs del busto queda amortiguado y compensado por el empuje hacia
delante que produce el cojn a levantar el tronco nicamente, bajando las rodillas. La pierna
queda en suave declive. Tal postura es muy cmoda. No se necesita apoyar la espalda, o
que indudablemente es otro punto favorable a la meditacin.
Postura
Voy a seguir unos puntos concretos que condicionan una postura correcta, de forma que
de manera global permitan unas buenas condiciones de estabilidad y ausencia de molestias
y orgnicas y, consiguientemente, mentales.
1. Postura estable:
Al referirme a la meditacin en un momento determinado y en un lugar determinado
tengo que considerar tambin la postura para la misma.
En la meditacin oriental la importancia concedida a la postura prepara el cuerpo
para su papel csmico. Se adquiere un nuevo sentido del propio cuerpo y de su
relacin con el universo. (4)
(4) William Johnston, la msica callada, Madrid, Edic. Paulinas.
Una primera caracterstica que determina la postura correcta para orar y meditar es la
estabilidad. Es preciso construir casi con artesana y cuidado dicha estabilidad, que
favorecer la estabilidad de toda la persona.
Existen dos posturas, clsicas ambas, que reflejan un modo estable y equilibrado de
estar en la presencia de Dios.
__ La postura del loto oriental, o semiloto, o simplemente sentado en el suelo con las
piernas cruzadas por delante.
Grficamente todas esas posturas responden con mayor o menor rigor a la figura
triangular:
Como estabilidad del tringulo es una postura muy estable, plenamente asentada en el
suelo, apuntando hacia el vrtice cerebral, la cabeza, donde confluye toda la fisiologa y el
pensamiento.
__ otro postura es la llamada egipcia, que frecuentemente vemos en las estatuas
sedentes de personajes egipcios. La podramos expresar por el rectngulo
Con base en la tierra, pero levantado hacia arriba en un empuje espiritual, consciente,
abierto..
Ambas posturas deben suponer una armona interna de la persona y una armona con el
entorno. Y en este contexto se va a situar todo otro detalle de la postura global para meditar.
2. Sentarse recto:
Una vez elegida la silla, sobre todo para el occidental, hay que sentarse recto.
Dentro del mundo oriental, a pesar de las varias escuelas, en ocasiones muy
divergentes, todos sin embargo afirman que la postura correcta para meditar es la postura
recta: la cabeza, cuello y tronco en lnea recta.
Una forma prctica de sentarse recto es la siguiente:
1. Sintate (la persona lo hace como quiera).
2. Inclnate hacia delante un poco.
3. Estando as inclinado chate hacia atrs que toques el respaldo de la silla.
4. Ahora ponte recto, levntate.
La persona quedar recta automticamente. Pero hay que tener cuidado en no separar la
parte lumbar del respaldo, cosa que muchas personas hacen para sentarse ms cmodas.
Entre la parte lumbar y el respaldo de la silla no ha de haber hueco.
La silla recta es la menor tensin y la de mayor gravitacin hacia la tierra, sin tensiones.
En la postura recta hay que evitar la rigidez. Para ello hay que dejarse caer en vertical
una vez colocado en lnea recta. Que todo se desplome en vertical.
3. Cada en vertical
Hay personas a las que, en ocasiones, les cuesta entender y realizar lo significa dejarse
caer en vertical. Se mantienen tiesas y rgidas.
Pueden ayudar las siguientes advertencias:
1. manteniendo la postura recta, inspira y espira tranquilamente, pero al echar el aire, en
el momento mismo de la
espiracin, observa cmo desciende el vientre y los hombros, sin perder la postura
recta.
2. Cuando se produzca ese movimiento de descenso, abandnate a l y de deja que
descienda todo tu cuerpo. Pero sumrgete en el movimiento de descenso, siguiendo la
lnea de gravitacin vertical.
Este descenso fisiolgico tiene ya repercusiones mentales importantes de paz, de
serenidad, de bienestar.
Existe un defecto frecuente que hay que evitar. Los hombros han de estar cados en
vertical. Cuando los hombros estn crispados y levantados, se est gastando intilmente
energa. Adems, el pecho y la espalda estn tensos. La persona se est apoyando en la
fuerza de la espalda y del pecho, lo que dificulta grandemente la serenidad mental y la
entrega a la meditacin.
Todo tiene que descender hacia un punto de gravitacin fisiolgica, descrito por el Zen,
y que llama Hara (literalmente vientre) Se encuentra a la altura del bajo vientre,
internamente.
Todo el movimiento de descenso tiende a reposar en este centro fisiolgico de
gravitacin, dejando de apoyarse en el pecho y espalda.
Drckheim da una advertencia para poder encontrar experimentalmente este centro de
gravitacin:
... para encontrar y ejercitar el centro de gravedad justo... el alumno se mantiene de
pie, firme y bien recto; las piernas in poco separadas; los brazos colgando con flexibilidad a
lo largo del cuerpo; la mirada hacia el infinito, en la posicin que su condicin humana le
confiere: de pie y libre, portador de luz. (5)
(5) K: G: Drckheim, Mediter, Pars, Le Courrier du livre, 1978, p. 96.
Cuando se produce crispacin a la altura del pecho y espalda y los hombros estn
levantados, hay un mal centro de gravitacin. Y hay que evitarlo.
4. El vientre
Lugar importantsimo tanto desde el punto de vista fisiolgico por encontrarse ah, en la
zona abdominal, el famoso plexo solar o cerebro abdominal, como por ser una profunda
repercusin emocional. Relajar las paredes abdominales tiene mucha importancia porque
influye tanto en la respiracin correcta como en la mayor serenidad mental.
A nivel de vientre, las dificultades puede ser de dos clases, El vientre puede ser
demasiado poco tnico. Este caso se presenta siempre en relacin con un
desequilibrio de la pelvis y una combadura lumbar exagerada. En este caso la masa
orgnica, en lugar de apoyarse en la pelvis, descarga su peso en la pared abdominal
y la ensancha; los msculos anormalmente cargados con el peso de las vsceras no
tiene libertad para jugar libremente su papel en la respiracin. Constituye as un
problema respiratorio como consecuencia directa de un desequilibrio vertical. (6)
Pero tiene mayor inters otra deformacin del vientre debida a factores psquicos:
Por el contrario del vientre puede estar demasiado tenso. Entonces est duro y
contrado. Incapaz de relajarse, opone una resistencia de piedra al descenso del
diafragma...los casos de este tipo son muy numerosos. Estn generalmente asociados a una
angustia profunda e inconsciente, como quien tiene miedo de recibir un golpe en el
estmago y bloquea instintivamente el vientre para protegerse. El vientre bloqueado es de
hecho la expresin fsica de una actitud de defensa. (7)
(6) Jacques Dropsy, Vivre dans son corps., Pars, Epi, 5a. Edic., 1977 p. 80.
(7) Ibd., p. 80.
Ser afectados por los objetos exteriores a travs del sentido de la vista.
Los ojos siguen al pensar. Tienen una importantsima vinculacin con el pensamiento.
No se puede pensar sin que los ojos sigan el movimiento del pensamiento, acomodando su
musculatura al movimiento al movimiento mismo de imgenes y pensamientos, incluso
estando los ojos cerrados.
Podemos trabajar un aspecto importante de la meditacin desde los ojos.
__ al cerrarlos, se produce una desconexin de todos los estmulos visuales externos,
ahondando un poco ms el proceso de silenciamiento.
__ al relajarlos, se disminuye el movimiento en parte o en todo de los mismos, lo que
afecta al movimiento mismo del pensar. Este tiende a lentificarse o a paralizarse.
Lo importante bsicamente es tener lo que se llama ojos blandos. Los ojos blandos no
se fijan en nada en concreto. Estn sueltos en un clima de atencin difusa, no focalizada en
nada en particular. Por eso en el Zen pueden estar con los ojos medio abiertos, pero a
condicin de que estn blandos, no fijos en nada, sino en una especie de vaco difuso.
Muchas veces sin planificacin especial la persona est mirando sin mirar. Tiene los ojos
abiertos y no se ve nada porque su atencin est en otra parte. Si no es exactamente lo
mismo, tiene un cierto parecido.
En nuestro trabajo aconsejamos tener los ojos cerrados. Uno se libra de muchos
estmulos. Favorece el recogimiento, y son beneficiosos desde otros puntos de vista. Al
cerrar los ojos se limitan los elementos exteroceptivos o que vienen de fuera y surgen los
propioceptivos, que surgen de la misma persona, y que son un tnico benfico para la
mente y el cerebro. (Cfr. M. Guirao, p. 241).
Algunas personas al cerrar los ojos, sienten nerviosismo, ganas de moverse, de toser, de
rascarse, etc... Responden estas situaciones a resistencias o pequeas inercias habituales
que se advierten como ms urgentes en esos momentos.
Es importante no hacerles caso y fcilmente desaparecen. Si en algn momento fueran
fuertes podr ser bueno marcharse y volver en otra ocasin a la actividad meditativa.
7.Actitud general bsica
Compuesta toda la postura previa a la meditacin, la actitud que hay que mantener es
una actitud de abandono a la situacin, comparable a la de una barca sin velas, sin remos,
dejada a merced de la corriente que mansamente la sube y la baja sin resistir, dejndose
conducir blandamente por el movimiento general de todo lo que puede ir ocurriendo.
En este momento ya a punto para comenzar las prcticas.
3
LA RESPIRACIN
Una de las afirmaciones que me llamaron la atencin fue la siguiente, referida al valor
interiorizador de la respiracin:
Es hora de difundir amplia y simplemente la ciencia de la pneumatologa prctica.
(9)
Y afirma todava:
Parece innegable que ha existido una ciencia inicitica basada en el valor y en la
prctica de la respiracin y que fue conocida y empleada para diferentes fines y con
distintos puntos de vista, por todas las iglesias, comunidades e instituciones de todos
los tiempos.
Algunas ordenes monsticas han bebido en esta fuente y han utilizado este poder de
desarrollo de las facultades humanas; hubieran progresado ms, lo que no ocurri.
Con sus miembros y adeptos si hubieran usado de ella segn la Ley, y no hubieran
cado en el ritualismo y el formulismo estril. (10)
La meditacin en la respiracin ha sido, de hecho, una de las tcnicas ms antiguas.
Lo cierto es que existe una relacin sorprendente y valiosa entre la respiracin y la
mente:
La respiracin controla la mente. Tal como funciona la respiracin, as funciona la
mente. (11)
Esta afirmacin es el sustrato permanente de todo el enfoque fundamental de la
respiracin en todas las culturas, principalmente las ms representativas en este punto: Yoga
y Zen.
Y sobre ella va a ser posible fundamentar todo lo que a continuacin expongo.
(9)
31.
(10)
(11)
Objetivos de la respiracin
La respiracin, considerada como una cultura, permite lograr diversos objetivos. Los
ms relacionados con el trabajo interiorizador, en relacin con la meditacin y oracin, son,
sin embargo, los que ms interesan en este momento.
1. Dominio de la corporalidad
Objetivo fundamental. La respiracin es la base sobre la que funciona todo el cuerpo. Y
es al mismo tiempo la que tiene relacin directa con toda la estructura hipotalmica. Y el
hipotlamo es la cumbre de la corporalidad.
Este objetivo va a posibilitar todos los dems. Pode establecer una aproximacin
inteligente y consciente, por supuesto, a nuestra corporalidad nos va a facilitar el dilogo
corporal, tan sugestivo y necesario y de tan profunda relacin con todo.
2. Descansar
Objetivo ciertamente importante. Uno de los agobios de nuestra actual sociedad es el
cansancio habitual de las personas; cansancio psquico ciertamente pero relacionado con el
cansancio fsico.
La respiracin puede ayudar a restaurar el reposo fsico
... condicin esencial de nuestro equilibrio psquico y moral. (12)
El descanso fsico, por su condicin de relacin con la materia, contribuye a una mejor
encarnacin de la conciencia; eso que la persona sencilla traduce por sentirse mejor;
sentirse bien.
(12) Ren Lacroix, Savoir respirer pour mieux vivre, Pars, Edit. Dangles, 4a. edic., 1975,
p. 88.
Siquiera esta absorcin es pensamiento sino una sensacin global en la que todos los
pensamientos se pierden en un estado de profunda centracin.
Un tal estado favorece la penetracin de la conciencia, la aparicin de la intuicin y un
mayor acercamiento a la propia fuente interior.
En realidad toda la mente es posible de controlar a travs de la respiracin:
Controla la mente por medio de la abstraccin de los sentidos y la regulacin del
aliento. (14)
En el mismo hecho de frenar el pensamiento, se frena igualmente la memoria
inseparablemente ligada al pensamiento. Y de esta manera se va cuando una situacin
gozosa de presente
__ en el que no hay recuerdo: pensamientos del pasado.
__ ni tampoco previsin: pensamientos sobre el futuro.
5. Crear un mbito de soledad y de libertad
En el presente siempre hay soledad, pero tambin libertad. Este es el primer intento por
encontrarnos con un hombre sin atributos, sin calificativos, sin posesiones, sin previsiones,
ambientado en una conciencia bsica de ser, de existir, de estar en relacin con la
fuente.
De momento este estado fundamental va a chocar con el utilitarismo al que estamos
acostumbrados. Y es normal el preguntar: Esto para qu sirve?
(14) Sivananda, Tesoro espiritual, Buenos Aires, Kier, 23 edic., 1972, p. 70.
En realidad lo que no sirve es esa pregunta. Estamos en otra dimensin, funcionando sin
categoras, sin preguntas ni respuestas.
No pretendo que esto pueda entenderse ni valorarse inmediatamente; es cuestin de
mentalizacin y de educacin. A nivel terico, muchos advierten la necesidad de ser
como un valor prevalente sobre el del hacer, pero los grandes condicionamientos
habituales destruyen el encanto del posible estar en s mismo, gozando del hecho clave y
primordial de existir, experimentando la razn centro de todo.
En ese hecho fundamental uno est solo, pero tambin libre. Se pueden manipular las
diversas formas de existir, pero no la misma existencia.
La respiracin, sobre todo con el rigor con la que la entiende el Zen, crea un estado
pleno de presencia en la que todo est contenido y realizado desde el principio.
6. Aprender la actitud contemplativa
Con la tranquilizacin de la mente y la actitud de presente se crea una cierta actitud
contemplativa.
De hecho en el Zen budista este es el camino hacia la visin profunda, hacia la
iluminacin o Satori.
En esta situacin se va apagando poco a poco todo sentido utilitarista.
La respiracin produce un desenfoque dela superficie. Disminuye la actividad beta
(ondas elctricas de la actividad de superficie o de conciencia exteriorizada)
El mundo oriental ha desarrollado toda una autntica teora e higiene prctica para
controlar el pensamiento conducirlo positivamente que todas las enfermedades son de
origen mental, producidas por pensamientos negativos. Incluso dentro de nuestra cultura
occidental son ya muchos los que afirman lo mismo. Rof Carballo, por ejemplo:
Somos muchos los que pensamos que toda enfermedad, desde unas anginas al
cncer, es psicosomtica. (15)
Que actualmente no tengamos explicaciones cientficas suficientes de que esto sea as,
no invalida la hiptesis, ciertamente fascinante.
Lo importante es tratar de encontrar una forma de dominar la indiscutible relacin que
existe entre mente y cuerpo, y crear un camino de mutua influencia positiva.
El oriental afirma que la accin mutua de pensamiento y cuerpo se realiza a travs de
una frontera doble, uno de cuyos extremos es cabalmente la respiracin.
Pero normalmente nosotros llamamos respiracin al acto de meter y sacar aire, lo que
determina la estructura del acto respiratorio.
La inspiracin es un momento activo. El aire no entra por s solo. Hay que meterlo.
La respiracin en cambio es pasiva. Se debe producir sola. Bsta relajar los msculos de
la inspiracin y normalmente el aire sale solo.
Por eso el lenguaje ms correcto no es meter y sacar aire, sino meter y dejar que
salga. En este momento el efecto de la pasividad aumenta, y el de tranquilizacin.
Adems la inspiracin es tonificante. Crea una tensin saludable en la musculatura;
aumente en ella el tono muscular. En
Efectos de la respiracin
Al irse regularizando la respiracin, se va deshaciendo la relacin entre arritmia y
fatiga. Todo lo arrtmico es conflictivo, fatiga, dispersa la mente y le quita fuerza de
penetracin y de estabilidad.
He aqu una razn por la cual interesa dar ala respiracin un ritmo muy regular.
Sobrevendr un profundo descanso, la relajacin muscular mejorar durante el
ejercicio y la ola de pensamientos se calmar. (19)
La respiracin, cuando es lenta y profunda, clama la agitacin, y por fuerte que sea, en
poco tiempo esta puede ser reducida o completamente eliminada.
Pero, junto con la tranquilizacin mental, se va abriendo camino hacia la profundidad y
hacua la visin profunda (vipassana del oriental).
Adems del logro progresivo de los objetivos anteriormente sealados, este ejercicio
Proporciona una excelente oportunidad para observarse a s mismo y or... su ruido
interior.
Da tambin una buena oportunidad para explorar tu subconsciente y descubrir qu
fuerzas te estn controlando en realidad, y, al mismo tiempo, ayuda a relajarte y
vaciarte (20)
Evolucin de la respiracin
Es de indudable valor el conocer la evolucin que ir siguiendo la respiracin al irse
profundizando. La lnea de profundizacin
(19) Francis Lefebure, Respiracin rtmica y concentracin mental, buenos Aires, Kier, 4.
Edic., 1971, p. 25
(20) Lowell G. Miller, Metacalistthenics, New York, Pocket Books, 1976, p. 151.
Por una parte el esquema global, 1., con el que actualmente funciono, y que responde a
la manera peculiar de estar el cuerpo, la afectividad, el pensar, y la manera de respiracin
habitual.
(21) Kriyananda, Lezioni di yoga, p. 211.
Por otra, el esquema que tiende a introducirse, 2, debido al ejercicio. En esta situacin
se produce un choque
__ entre dos respiraciones: la que tengo y la que tiende a introducirse, lo que se traduce
por una sensacin de Asfixia. Sintomatologa ms fisiolgica.
__ entre dos maneras de sentirme, contradictorias, afectivas, lo que se refleja en una
situacin de ansiedad.
Esta situacin plantea una hiptesis muy interesante: la correspondencia entre asfixia y
ansiedad, que siempre van juntas.
El componente esencial de las neurosis es la ansiedad. Ha habido quien las ha definido
como situaciones permanente de falta de oxigenacin. Al neurtico le falta aire.
Incluso se estn intentando terapias que fortalezcan el aporte de oxigeno a los
neurticos. Se les llama terapias por inhibicin recproca y tienen una gran influencia
oriental.
El maestro T. Deshimaru afirma.
Generalmente respiramos con precaucin. El aire no tiene tiempo de llegar a los
bronquios. Apenas va ms all de la trquea. El gas carbnico se estanca en el fondo
de los pulmones, de donde viene el nerviosismo, la ansiedad y muchas otras
enfermedades. (22)
Es importante advertir la relacin fundamental que existe entre la falta de aire,
acumulacin de anhdrido carbnico y ansiedad, y tambin la contraria: la relacin entre el
nivel ptimo de oxigeno y gas carbnico en la sangre con la serenidad, la paz y el estado de
armona. El hombre es una realidad global tanto para mal como para bien.
(22) T. Deshimaru, Zen et cerveau, p. 29.
4
RESPIRACIN Y ORACIN
Respiracin y oracin.
La lucidez.
Leyes de meditacin.
La prctica. Dos formas de hacerla.
1. La oracin de corazn.
2. El Hong-So.
Evolucin de la frase-respiracin.
Respiracin y oracin
Es posible y muy til un espacio de encuentro con Dios desde esa realidad
frecuentemente olvidada de la respiracin como frontera entre lo fisiolgico y lo psquico,
en un amplio ambiente de fe cristiana, de don amoroso de Dios.
En el encuentro amoroso con Dios est necesariamente implicada toda la estructura de
la persona. Ms todava, en l es donde la persona encuentra su reposo final, la armona
ltima que la estabiliza en la paz del encuentro.
La prctica trata de crear las condiciones para la oracin, abriendo un espacio silencioso
donde slo la palabra mnima indispensable y la respiracin constituyen el vehculo de
nuestra expresin plenamente referida a Dios.
En este
se encarna
respira. Al
favorece el
simbiosis.
La lucidez
Es una mayor claridad interior. Un estado ms alerta, ms fuerte, con una mayor
presencia humana y una mayor capacidad de relacin y de encuentro. Cuando ocurre
en un momento de regularidad, de calma, siempre es positivo, siempre es amoroso.
La lucidez es como un ngulo abierto. Hay mayor apertura y menor abertura. Estas
oscilaciones definen los niveles de conciencia, de lucidez y de presencia.
La ley que gobierna esa situacin tan embarazosa es justamente la ley que puede dirigir
nuestra meditacin y nuestro crecimiento.
Puede parecer desproporcionada tal afirmacin. Las leyes de la meditacin son leyes de
la conciencia humana y que voy a exponer.
Es, ms bien, una nica ley que voy a desglosar en dos partes para desentraar mejor su
contenido y dignificado:
1.
Evidentemente cuando acapara no hay opcin porque no hay dos cosas a las que se
preste atencin sino nicamente a una. En este caso no puede ir ms que hacia esa nica
cosa.
La conciencia, en este momento, es una conciencia altamente focalizada y crispada,
en una nica direccin.
2.
La segunda parte de la misma ley indica cuando algo o alguien acaparad toda la
atencin disponible en un momento determinado, la persona se dirige a aquello
con toda su energa.
Esta energa es corporal, efectiva, mental o de pensamiento.
Cuando un coche se estrella contra el rbol porque la persona ha quedado acaparada por
el rbol
__ Toda la energa corporal queda atrada en aquella direccin y es la misma persona la
que conduce el coche sin quererlo, pero aferradamente, hacia el rbol.
__ toda la energa afectiva queda condicionada por el rbol. Cuando hablaba de la
afectividad en otro volumen, deca que la afectividad es la forma de sentir la propia
presencia en el mundo. En este caso el mundo ha quedado reducido a un rbol. Y todo
el modo interior de sentirse es en relacin nica y exclusivamente con el rbol que est
delante.
Queremos que Dios atraiga a Si toda nuestra lucidez y con ella toda nuestra energa,
todas nuestras fuerzas
Si una idea ocupa exclusivamente la mente, toma una forma afectiva, fsica
o mental. Si, pues, llenis totalmente vuestra mente del pensamiento de Dios
y slo de Dios, llegaris rpidamente al estado de perfecto xtasis. (27)
Evidentemente que el xtasis no es lo que mejor manifiesta nuestro amor sino el
compromiso y la entrega incondicional por amor de Dios, y, desde el punto de vista
cristiano, la idea anterior, plenamente oriental, puede dejar desdibujados elementos
fundamentales de una vida cristiana. No he querido citarla tanto por eso cuanto por la
vinculacin entre atencin y modificacin de la direccin de la vida, que el o que considero
en estos momentos.
La prctica: dos formas de hacerla
Hay dos formas de hacer la oracin con respiracin. Tienen una base de amplia
experiencia en la historia espiritual:
1. La oracin de corazn u Oracin de Jess, dentro del mundo cristiano.
2. El Hong-So, dentro del mundo oriental.
1. La oracin de corazn.
Un breve esbozo histrico servir para situarla mejor.
En diferentes lugares del Nuevo Testamento se invita a la oracin incesante:
__ orar sin parar (1 Tesalonicenses, 5,16)
27 sivananda, La practique de la meditation, pars, albin Michel 1970, p. 164. Est
trsducida al espaol bajo el ttulo Concentracin y meditacin.
Y de nuevo reptela al dejar salir el aire. Deja que salga con el aire que espiras,
formando un todo; creando una nica actitud de abandono, de entrega, de recepticvidad.
Puede hacerse con frase o sin frase. Si se quiere tomar una frase, sta debe afirmar lo
que es Dios. Por ejemplo: Eres amor...
y decirla al inspirar.
Y al espirar, afirmar lo que yo soy en El: Soy amor.
Pero con frase o sin frase, en ambos casos tiene que haber una clara conciencia de
apertura a Dios al inspirar y descenso al propio centro interior al espirar.
Al inspirar afirmamos su SER. Al espirar afirmamos su gracia, su don, su benevolencia
en nosotros.
Hay que mantener la actitud o la repeticin con confianza, con alegra. Sobre todo daos
cuenta de que el acontecimiento, el hecho fundamental que estamos afirmando est
ocurriendo ahora mismo, fresco, nuevo, nunca igualmente repetido. Afirmamos as la etena
novedad de Dios y la permanente juventud de nuestro centro interior, de nuestra realidad
profunda.
Evolucin de la frase-respiracin
La frase sigue la trayectoria dela evolucin de la respiracin. Y sta evoluciona de la
forma como indicaba en la prctica interior.
Cuando predomina la respiracin, cuando la persona respira, todo ocurre como
representa el grfico siguiente.
Esta ya no es una frase articulada con palabras muy concretas. Es una palabra que se
confunde con la misma conciencia. Es una palabra que sale de todo el ser u conecta con
todo lo que es y fundamentalmente con el que ES.
Todo parece estar ntimamente unido. Como cuando el rbol, la montaa y el ro forman
un paisaje nico. Todo es perfecto y est en calma.
5
RELAJACIN:
PUERTA DE LA INTERIORIDAD
Situar el tema.
La esencia de la relajacin.
Objetivos de la relajacin.
1. Descansar.
2. Tranquilizar.
3. Ampliar los lmites dela propia conciencia.
4. Abrir caminos para la evangelizacin de la mente
y del cerebro subconsciente
Por qu el cuerpo?
Lo que el cuerpo representa
Vivencia de la corporalidad.
El esquema corporal.
El por qu de la relajacin.
La prctica.
La actitud bsica.
Ejercicios prcticos.
1. relajacin progresiva.
2. Relajacin a travs de la respiracin.
2.1 relax global con actitud de abandono.
2.2 Relax global con sensacin de peso.
3. relajacin mental a travs de la imagen.
4. el aislamiento.
Anotaciones generales a la prctica de la relajacin.
Apndices (texto ntegro de unas prcticas de la relajacin).
Situar el tema
Muchos no captan la enorme importancia de la relajacin dentro del proceso interior.
La relajacin es hoy, en muchos sectores, una autntica trivialidad o una panacea
universal indiscriminada.
Precisamente por esta posibilidad que tiene de responder a situaciones bsicas de la
persona es fcilmente asequible al instrusismo. Cualquiera, venga del campo que venga, se
considera capacitado para dirigir un ejercicio de relajacin o para introducirlo dentro de su
trabajo profesional sin suficiente asimilacin en ocasiones ni sistematizacin.
Por otra parte suelen reducir la relajacin a una tcnica. Y todava la empobrecen ms
cuando la reducen algunos al mbito de lo muscular: relajar es, segn stos, una distensin
muscular fundamentalmente.
Peo para poder entender el relax hemos de englobarlo en un contexto ms amplio y
realista: la mente humana. Y la mente entendida como conciencia encarnada.
A partir de ahora el relax ser el procedimiento utilizado para aquietar la carne, todo
ese campo donde la conciencia se manifiesta y se hace presente.
Con esto no quiero decir que la relajacin sea nicamente un procedimiento, sino
antes que nada es un estado de armona.
Es imposible un proceso de relajacin sin las consiguientes transformaciones dela
mente y del cuerpo. Lo que le da una mayor hondura y categora humana, antropolgica.
Fundamentalmente esta transformacin es paz, armona, integracin.
Cualquier tipo de modificacin de la estructura mental que signifique armona y paz,
favorece el estado meditativo y la transformacin. No hay posibilidad de meditan ni de
trascender si no se produce un cambio en la persona entera. La relajacin, bien entendida,
contribuye a este cambio.
La esencia de la relajacin
El punto neurlgico de la relajacin, el resorte interior que la pone en marcha es
fundamentalmente una actitud, no una tcnica; la actitud de dejar, soltar, contrario,
naturalmente, al aferramiento habitual con el que vivimos, pendientes de todo aquello con
lo que construimos nuestra propia imagen y, en definitiva, nuestro yo falso o ego.
Cuando dejamos ir todo lo que supone la superficie, entonces aparece la profundidad.
Y a la superficie pertenece
__ el ambiente
__ el cuerpo
__ la afectividad
__ el pensamiento
Existen tantas clases de relax como sectores condicionan la propia conciencia. De esta
manera podemos hablar de
__ Relax ambiental
__ Relax corporal
__ Relax afectivo
__ Relax del pensamiento
Al soltar en cada uno de estos sectores, se producen tres efectos fundamentales
1. Descanso en relacin con cada sector
2. Liberacin de la conciencia
3. Disponibilidad
Y tenemos planteada la esencia misma de la situacin global de relajacin
Una actitud de <<no aferramiento>>, frente a cualquier situacin o contenido que
provenga del ambiente, del cuerpo, de la afectividad o del pensamiento, la que crea un
estado de descanso y un espacio interior de libertad y de disponibilidad.
La relajacin tiene dos sentidos
a) La podemos entender como los procedimientos que utilizamos para llegar a ese
estado de descanso y libertad, que es a lo que reduce normalmente mucha gente el
relax. Slo como una tcnica de descanso que, en ambientes espiritualistas, se
utiliza tambin para hacer oracin.
Evidentemente tal concepcin es un empobrecimiento y una trivializacin de tantas.
En este momento la relajacin es algo ms que una mera tcnica trivializada y facilona.
Es parte de un proceso de liberacin de la conciencia y de recuperacin del mundo.
La relajacin sirve de ayuda a descubrir la continuidad entre nosotros y todo lo dems.
No nos confundimos con nada, pero no vivimos aislados de nada. Nuestra autntica barrera,
nuestras autnticas fronteras y limitaciones las determina la conciencia, dependiendo de su
grado de libertad y expansin.
4. Abrir caminos para la evangelizacin
de la mente y cerebro subconsciente
al relajar los niveles cerebrales llamados superiores (donde se hace posible el
pensamiento, la voluntad, el razonamiento, etc...) se abren niveles llamados inferiores
(niveles vegetativos, emocionales, instintivos...) no porque sean de menor importancia sino
porque representan un nivel anterior en el tiempo de desarrollo y un nivel o piso inferior
dentro de la estructura del cerebro.
Estos niveles cerebrales suponen niveles distintos de la mente, niveles distintos de
encarnacin de la conciencia.
Occidente ha cultivado acadmicamente el pensamiento, la decisin, la voluntad, etc...
y ha despreciado en gran medida los aspectos clidos de la existencia.
Al relajarse, disminuye la influencia de los niveles superiores y se abre el camino hacia
los niveles primitivos de nuestro cerebro, de nuestra mente. Y junto con ello, la posibilidad
de influenciarlos y conducirlos inteligentemente.
A esos niveles inferiores se les llama mente automtica, cerebro automtico porque
funcionan independientemente de nuestro control y de nuestra advertencia. Lo que no es
ninguna ventaja hasta cierto punto porque tienen un gran poder de determinacin y
de orientacin de nuestra conducta son saberlo nosotros o sin poder evitar. Poder
evangelizar, influenciar y conducir controladamente esos sectores es una paso de gigante a
la hora de organizar nuestra conducta, nuestras respuestas y, en definitiva, nuestra vida.
De esta manera nuevas estructuras profundas de nuestro cuerpo, de nuestro cerebro, se
abren ala influencia de la conciencia y se nos agranda la posibilidad de estar presente ms
enteros en todo lo que hacemos.
Por qu el cuerpo?
Frecuentsimamente, a a pesar del panorama luminoso y exacto que la relajacin abre
ante nosotros, reducimos la relajacin al mbito de lo corporal. por qu?
Muchos nicamente captan los aspectos fisiolgicos del problema; porque sus objetivos
estn limitados al campo de la propia corporalidad en una vertiente muy restringida, la
muscular.
En definitiva, la posible deformacin introducida, se debe en parte al intrusismo. Y
sobre todo por qu reducimos el relax a lo corporal cuando existe la relajacin ambiental,
corporal, afectiva y de pensamiento?
No obstante conviene advertir que no existen cuatro relaciones, sino que la relajacin es
una situacin global de armona y orden que puede abordarse desde distintos ngulos,
como el ambiente, el cuerpo, la afectividad o el pensamiento. Esto es cierto. Pero el cuerpo
es el lugar donde confluye y se expresa lo fsico, lo psquico y lo espiritual.
Esto hace de l lugar privilegiado que hace posibles las tensiones de todos los sectores y
la serenidad de todos los mbitos de la persona. Y al mismo tiempo los visualiza, los
traduce en alguna forma de presencia.
Vivencia de la corporalidad
El cuerpo como lugar de encuentro, de presencia, de encarnacin no es nicamente el
cuerpo en su estructura fsica. Es fundamentalmente la forma en que estoy vivindolo.
Nos relacionamos con todo a travs de la forma como estamos viviendo la propia
corporalidad.
El esquema corporal
De enorme importancia en el campo de la psicologa, lo es igualmente en el campo de
lo mental en toda su amplitud y, naturalmente, en el de la interioridad. El esquema corporal
es una
...sntesis global perceptiva de tan extraordinario valor que permitir el
reconocimiento de nuestro cuerpo y de su posicin en el espacio (somatognosia y
estereognosia). (30)
Y como detalla P. Chauchard:
... una verdadera presencia del individuo ante s mismo, una especie de
representacin del cuerpo, no por un conocimiento gnsico (conceptual), ... sino por
un
(30) Miguel Guirao, anatoma de la Conciencia, Barcelona, Edit. Andes Internacional,
1976, p. 74.
vivencindolos positivamente
...reforzando por dentro el esquema corporal, llenndolo de informacin positiva
del cuerpo que se oponga a su deformacin por un ambiente exigente y
deteriorante. (33)
En esta lnea son sumamente tiles las tcnicas de adentramiento orientales. Ellas nos
permiten bucear en niveles ms profundos y sutiles de la propia corporalidad, que nos
entregan al mismo tiempo sus secretos. Lo que tiene a restaurar la conciencia encarnada, la
conciencia cotidiana, la que nos personaliza o nos despersonaliza.
2. Ir ms all de la misma corporalidad en situaciones lmite marcadas por el xtasis,
lo que, por otra parte, no es normal a nuestra condicin humana. Lo importante es
vivir la indecible belleza de Dios desde niveles de divulgacin, donde todo resulta
tan normal, tan amistoso, tan sencillo.
La practica
La practica del relax intenta llevar la conciencia desde los niveles beta a los niveles
alfa.
(33) Ibd.., p. 79.
Ejercicios prcticos
Ofrezco algunos ejercicios para que cada cual vea la mejor manera de relajarse.
Los ejercicios siguientes son representativos de lneas de relajacin y silenciamiento
corporal clsicos.
Los he preparado con la idea de cubrir el campo de sposibilidades, aunque de manera
sencilla y perfectamente asequible.
Varios de estos ejercicios tienen relacin con las cintas grabadas por m y anteriormente
publicadas. A ellas me remito, de manera principal al primer nivel, titulado Aprendizaje de
la serenidad.
Ejercicio 1. Relajacin progresiva.
Puesto en la postura de meditacin, explicada en el comienzo, escuche la cinta grabada
nmero 1B 2 A.
El nmero hace referencia al que cada cinta tiene en la solapa y la letra ala cara de la
cinta.
El nmero 1B es un ejercicio de relajacin progresiva, que va de un miembro a otro, en
este caso de arriba abajo. Es un ejercicio complejo difcilmente repetible sin cinta. Es para
experimentar una relajacin relativamente profunda e introducirse en este mundo del
silencio corporal.
La cinta 2 A es igualmente un ejercicio de relax progresivo.
La cinta 2 A es una manera ms sencilla de relax. Procede de abajo.-arriba. Se puede
aprender fcilmente y repetirse sin depender siempre de la grabacin, qu es lo deable.
Puede emplearse cada una de estas grabaciones siempre que se quiera descansar,
tranquilizarse, meditar, etc...
Uno debe, no obstante, preocuparse si no ve que vaya ocurriendo todo lo que la cinta va
diciendo. Lo importante es mantener la actitud bsica que debe recordar en todo momento
quien quiera relajarse.
Ejercicio 2. Relajacin a travs de la respiracin.
Hay dos modalidades importantes de relajacin a travs de la respiracin:
2.1. __ la relajacin global con la actitud de abandono.
2.2. __ la relajacin global mediante la sensacin de peso.
Toda la relajacin global se diferencia de la progresiva en que no va recorriendo el
cuerpo sino manteniendo una mirada difusa global sobre el mismo y todo l se relaja
simultneamente.
Algunos podran pensar que entonces este es el mtodo mejor. Lo que ocurre es que
fcilmente quedan partes sin relajar debido a
la falta de entrenamiento y contacto directo con dada parte del propio cuerpo. Por eso para
comenzar es mejor la progresiva y despus de algn tiempo or a la global, o simultanear
ambas desde el principio.
2.1 Relax global con actitud de abandono
__ colcate en la postura de meditacin.
__ advierte de forma global, general todo tu cuerpo, sin detalle especial, de forma
difusa, y sintelo. Capta la sensacin difusa tambin y global que te llega de todo tu
cuerpo.
Ahora inspira lenta y profundamente.
Con el tiempo te sern suficientes dos o tres respiraciones para sentirte relajado, en
alfa, en un estado de tranquilidad, de relax.
Puede ayudarte el sentirte como un globo hinchado que eres t mismo y que va
perdiendo lentamente el aire, quedndose flojo, sin aire, relajado.
2.2 relax global con sensacin de peso
__ Colcate en la postura de meditacin.
__ Inspira lenta y profundamente,
__ Al inspirar, siente que te vas haciendo ms pesado. El momento esencial es
precisamente al espirar, al dejar salir el aire.
Djate a ti mismo hundirte ms y ms profundamente en un estado ms relajado,
sintindote ms y ms pesado en cada espiracin.
Imagnate a ti mismo hundindote a travs del suelo si ests echado, acostado, o
hundindote en la silla si ests sentado.
Imagina que cada salida del aire va aumentando la sensacin de peso.
Siente la atraccin de la gravedad, ms y ms, a medida que te vas haciendo ms y ms
pesado.
Todo tu cuerpo y tu mente va descendiendo hacia ese punto central a donde la gravedad
te arrastra, sin imaginarte t nada concreto, manteniendo una atencin difusa.
Repito que el momento esencial para el ejercicio es exactamente el de la salida de aire
debes tener la precaucin de colocar sobre el mismo una manta que te preserve del fro;
puedes sentarte en un sof, evitando que tu cabeza al relajarse caiga a un lado, lo que
probablemente producira tensin en el cuello.
Si, adems de descansar, quieres meditar desde tu reposo, desde tu descanso corporal y
mental, entonces la postura que debes tomar es la siguiente:
__ elige una silla ni alta ni baja, de respaldo recto o levemente inclinado.
__ sintate y mantn tu cabeza, tu cuello y tu tronco en lnea recta, aunque evitando la
rigidez.
__ deja caer las manos sobre tus piernas, con las palmas hacia abajo o hacia arriba,
como prefieras; o puedes colocar una palma sobre la otra y ambas dejarlas en el regazo.
La arquitectura estable de tu cuerpo favorecer tu estabilidad interior. El reposo fsico
es la condicin previa al reposo de la mente y del alma.
Ahora cierra los ojos para iniciarte en esta manera de sensibilizacin al mundo de las
profundidades de tu propia mente y de tu propio cuerpo.
Djate caer en vertical, sobre ti mismo; deja que toda tu lnea vertical se desplome sobre
s misma.
(pausa breve)
Djate conducir mansamente por lo que vas a or. Sigue con la mayor atencin posible
la grabacin; pero con una atencin relajada, pasiva, sin intervenir; deja que lo que oyes te
vaya invadiendo mientras t mantienes un estado mental combinado de lucidez y no
resistencia.
No pienses en lo que oigas, sino djate conducir, llevar, al mismo tiempo que diriges tu
mirada interna a aquellas partes de tu organismo a donde la palabra que oyes te vaya
conduciendo. Tu actitud es la de un espectador pasivo, casi contemplativo de este
acontecimiento luminoso de tu cuerpo descansado y abierto.
No debes preocuparte, por lo dems, si no ocurre cuanto se te diga. La tensin y la
preocupacin activa por lograrlo lo alejaran ms.
(pausa breve)
al terminar la inspiracin, sintete lleno de aire, lleno de vida. Enseguida vete soltando
el aire lentamente, despacio, como en cmara lenta, al mismo tiempo que descienden tus
hombros y tu pecho y tu vientre. Todo tu cuerpo, en vertical, se va desplomando hasta
reposar en un punto central interior, a la altura del bajo vientre. Observa ese punto y al
espirar deja que tu conciencia y todo tu tronco vayan descendiendo y posndose
suavemente en ese punto. En el budismo zen llaman a ese punto el hara, la persona se
proyecta y se hace presente en la vida con una vitalidad ms autntica. Desde l la persona
se vuelve humilde y fuerte, pacfica y combativa al mismo tiempo, fiel a la tierra y capaz de
intuir la profundidad oculta en lo trivial y en lo cotidiano.
Presta una atencin general, global a tu cuerpo. No te fijes en ninguna parte en concreto
del mismo. Tu mirada ha de ser atenta, aunque difusa, mirando sin mirar, escuchando
sin escuchar, haciendo sin hacer.
Por todo tu cuerpo comienza a insinuarse una pesadez agradable tenue, difusa que va a
ir aumentando, hacindose ms consistente y creciendo hasta invadirte por entero. Presta
atencin.
especialmente tu mirada interna de tus pantorrillas y notars cmo se sueltan por dentro.
Las plantas de tu pies, bien sentadas sobre el suelo, se relajan y pesan, producindose la
sensacin de hundimiento, como si se hundieran en el suelo.
En este momento ests descansando de una manera a la que no ests acostumbrado. Tu
cuerpo y tu mente han entrado en niveles ms profundos de reposo, de descanso y de
armona. Tu cerebro y tu cuerpo son como un lago en calma iluminado por la luz del
amanecer.
Sintete en paz, como un lugar silencioso de la naturaleza donde no ha llegado el
desorden, el ruido, el conflicto, la tensin. La paz de tu cuerpo y de tu mente es una
reserva a disposicin de todos. De ella saldr una fuerza nueva, una nueva presencia y
una manera ms positiva de ver el mundo.
Siente la calma y la paz de tu cuerpo y de tu mente llenos de luz y reposa unos
momentos en ellas, en la paz de tu mente y en la calma de tu cuerpo.
(pausa de dos minutos)
Suavemente vas a salir de la situacin de pasividad en la que te encuentras. Vas a contar
hasta tres y al ir contando vas a ir retomando el mundo de lo cotidiano. Al terminar estars
completamente lcido, abierto a la maravilla de cuanto te rodea, dispuesto a entregarte
totalmente a todo y a todos:
__ uno:
__ dos:
date cuenta de que ests presente a ti mismo, sin ningn tipo de evasin,
advirtiendo cuanto surge de todo tu ser, mirndolo con serenidad y dominio,
mientras te preparas para seguir dueo de ti mismo al terminar este ejercicio.
__ tres:
Abre los ojos y deja que tu paz se comunique a todos; n es slo para ti.
Texto de la grabacin
Imgenes para el reposo mental
Sintate en una silla donde te encuentres cmodo. Procura mantenerte recto, aunque sin
rigidez.
Cierra los ojos. Frente a ti a la altura de tus ojos construye mentalmente una pantalla de
cine. Es blanca, grande, incluso panormica, si lo deseas.
Todo est a punto para la proyeccin de la imagen mental que dar reposo, relax a tu
cerebro y a tu mente.
En torno a ti todo se ha oscurecido. Solamente la pantalla est iluminada en ese
momento previo en el que se espera la inmediata aparicin de la imagen.
Llenando toda la pantalla aparece la imagen de un lago. El agua ms prxima a ti es
verde, un verde botella limpio y luminoso. Si escuchas, oirs el chapoteo del agua.
En medio del lago, algo alejada, quieta y solitaria puedes ver una barca.
Mete tu mano en el agua y djala caer lentamente. En la ltima gota que cuelgue de tus
dedos vers esa embrujada posibilidad que el agua tiene de ser todos los colores, como el
lago que refleja tu cara, tu mano abierta y todo el costado amarillo, rojo y blanco de la
barca. Todo parece una acuarela al natural, recin terminada, pero sin firma porque slo la
posee y la vuelve a crear aquel que se adentra en ella, en su paz y en su silencioso y
profundo misterio.
Ests al borde de la despreocupacin, incluso de una aparente indiferencia ante todo,
aunque eres perfectamente consciente de la diferencia enorme que hay entre la indiferencia
y la paz mental que te domina en este momento. La diferencia aleja todo, mientras que lo
que ahora te inunda es una fuerte conciencia de unidad, de compromiso perpetuo con el
lago, con la montaa, con la barca y con esa cara que el agua refleja y que no puede existir
sin tu presencia.
Una ligera brisa recorre como un rumor toda la superficie del lago. Deja que tu mirada,
sin objetivo preciso, se pierda por esa indecible superficie, sin barreras, sin limitaciones. El
movimiento apenas insinuado del lago es el movimiento justo para romper la quietud de lo
inerte y despertar la conciencia de que el lago vive, de que tu barca mecida, vive, y de que
vives t. Casi no sabras decir dnde comienza la paz del paisaje y dnde comienza la tuya.
Moja tu frente y al secrtela, la brisa, te la dejar fresca y libre de tensiones y de
preocupaciones.
Has creado el marco propio para una meditacin natural, sin esfuerzos, sin
procedimientos. Tienes una comprensin directa de cuanto te rodea. Observa tambin todo
el cansancio que llevas por dentro y aun por fuera cuando vives en la ciudad. Piensa en esos
lugares habituales donde transcurre tu vida. Contmplalos in intencin de evitarlos y
llvales tu paz.
El sol va secando los remos en el fondo de la barca; el mismo sol que te quema la cara y
te obliga a cerrar los ojos. Todo coopera al entro contigo mismo.
Cuanto ocurre en este tiempo ms parece un rito de iniciacin al misterio indecible que
lo invade todo, que un simple y despreocupado paso por el lago.
Sobre la barca, sobreviviendo sobre la superficie de un lago silencioso, permaneces
varias horas, con una conciencia muy simple, pero muy original, de que existes... Y entre
tanto el sol decae y se oculta. Ya slo te deja la luz imprescindible para poder volver a la
orilla.
Con una gran calma en tu mente, intensamente despierto tu cerebro, colocas los remos y
empujas, sin ruido, la barca hacia la orilla.
Vuelves para reconciliarte con lo cotidiano, con lo trivial. Desde tu nueva perspectiva
mental sabes que todo tiene superficie y fondo, como el lago, como tu mente, como tu paz.
Sin apenas darte cuenta, abres los ojos al notar que tu barca no avanza. Se ha quedado
atrapada entre la arena y el agua, como una barca cualquiera en la orilla. An permaneces
sentado, sin saltar; silencioso meditativo.
Contempla de nuevo la pantalla delante de ti. En ella contemplas un lago, ya casi
confundido con la luz difusa del atardecer. En la orilla hay una barca ms. No distingues
bien cul de ellas ha servido para iniciarte en la paz mental.
De repente la pantalla se apaga. T ests solo y te encuentras bien. Abre los ojos y
contempla el escenario donde ha de seguir siendo posible tu paz y donde has de encontrarte
con hombres que te necesitan en paz.
6
RELAJACIN Y ORACIN
Situar el tema.
La actitud meditativa.
Significado de la actitud meditativa.
La prctica.
Para favorecer la entrega.
Oscilaciones normales.
Advertencias.
1. El sueo.
2. Las distracciones
Sensacin de perder el tiempo
Situar el tema
1. Lo que el relax incorpora a la oracin es
2. Un mayor grado de libertad y de apertura
3. Una mente menos condicionada
4. Una conciencia ms amplia
5. Un cuerpo abierto, incluso fisiolgicamente, a la presencia de Dios
6. Una valiosa contribucin a la creacin de la actitud meditativa.
La oracin entendida como un estado de comunin amorosa, es el punto culminante,
donde la fe cristiana se realiza. Y es tan radical este momento que subordina todas las
energas de la persona.
Para hacer posible, supuesta la fe y el don de Dios, la oracin profunda, es necesario
condicionar la mente de acuerdo a tan singular situacin.
Esta experiencia es slo posible, normalmente, cuando se ha creado una particular
condicin en nuestros nervios, en todo el sistema nervioso, tanto central como autnomo; el
sistema nervioso entra en reposo, pero controladamente
La actitud meditativa
Para meditar necesitamos una conciencia abierta, una conciencia pasiva. Nuestro
problema ms grande, desde el punto de vista fundamental de la interiorizacin, es una
conciencia activa, vuelta hacia fuera, hacia la comprensin y manipulacin del mundo
exterior.
Una tal conciencia es incapaz de profundizar
Acostumbrada a actuar, no puede afrontar correctamente y en plenitud la realidad de
Dios como un don de su amor, que no puede ser producido sino nicamente recibido.
Normalmente nuestra mente, nuestra conciencia y nuestro cerebro no estn preparados
suficientemente para recibir, al menos en la medida en que pueden estarlo, si trabajamos
convenientemente.
Crear receptividad, crear la posibilidad prxima de recibir el don de Dios es crear la
actitud meditativa, que es fundamentalmente una situacin de apertura a Dios.
Para entender la dinmica de la actitud meditativa es preciso recurrir al cuadro sinptico
sobre la estructura de la mente.
La lnea flecha gruesa representa la muralla que divide dos mundos fundamentales e
importantes ambos: el de la conciencia exteriorizada, que es donde habitualmente estamos
y nos movemos, y el de la conciencia interiorizada, que es a donde queremos descender.
Necesitamos abrir ese muro divisorio, abrir la puerta, que existe ya en l, que nos
permita pasar de lo exterior a lo interior; de la actividad a la pasiva receptividad.
Esta puerta se abre en varios momentos, que es importante comprender.
Cuando estamos dormidos.
Pero entonces descendemos hasta niveles de inconciencia, que imposibilitan el trabajo
consciente y controlado
Es necesario el contacto con algo que infunde vida y que no pertenece al tiempo.
El ltimo significado de la actitud meditativa es favorecer ese contacto, aunque no
crearlo. Porque en ltima instancia la gracia y el don, nunca merecido, est detrs
esperando nuestro gesto benevolente pero nunca exigente.
El contacto con Algo vivo y vivificante es la relacin personal con Cristo ms all de
los convencionalismos, de las ideologas o de cualquier tipo de interpretacin.
Aun no ha surgido ningn tipo de educacin frecuente que capacite para armonizarnos
con Dios, all donde el silencio es la norma donde nadie paresca.
En los caminos de iniciacin, en el sentido tradicional de la palabra, el primer paso
consista en desarrollar el rgano receptivo de lo divino.
Es lo que ahora estamos haciendo al crear la actitud meditativa, permanecer vigilantes
con la puerta abierta, en un clima envolvente de fe y amor.
Una vez abiertos, permanecer as en su presencia, desde la Fe y el Amor.
Se establece una relacin no slo desde la mente consciente sino tambin desde la
misteriosa profundidad de nuestra mente subconsciente.
Al principio la relacin de sintona se produce a travs de un vehculo de encuentro, que
es la frase, y, cuando sta desaparece, la sola presencia de Dios va modificando y
evangelizando secreta y profundamente nuestra mente, nuestro cerebro y nuestra
conciencia. Nada escapa de Su calor.
__ Y a travs de la emocin. Todo aquello que nos emociona, abre camino hacia el
centro interior, donde late la emocin. Pero este camino, aunque fundamental en la
espiritualidad oriental, llamado camino de la devocin o Bhakti Yoga, no nos ofrece
garantas en cualquier momento.
Existen en la vida espiritual la sequedad, en que no se puede recurrir a la emocin,
porque nada dice nada. En estos casos es nicamente la fe la que puede mantenernos en
pie. O simplemente la actitud emocional puede ser negativa.
No obstante ah queda la emocin como un camino perfectamente vlido hacia la
conciencia profunda, a condicin de que la emocin misma vaya apacigundose
espiritualizndose hasta lmites sutiles, abiertos al silencio y a la plena calma. As
evoluciona la oracin afectiva.
La prctica
Ests en el punto fundamental de todo el trabajo que propongo. Todo ha sido conducido
pacientemente a este momento en el que todo tiene sentido.
1. Primeramente debes ponerte en una postura cmoda, y sentarte en un lugar
tranquilo.
2. Mediante la relajacin, realizada en un clima de fe y de amor, crea la actitud
meditativa.
No pienses que va a ser profunda desde el principio. Todo ir consiguindose poco a
poco, con el tiempo.
Contntate hoy con lo conseguido en este momento, sin impaciencia y sin
compararte con nadie, ni siquiera contigo mismo. Aqu no hay ms o menos, sino
trabajar cada da, sometido a las normales oscilaciones que no niegan el hecho de
que se vaya profundizando continuamente, a pesar, incluso, de las apariencias. Es
muy importante la persistencia.
En este clima de presencia, reptele tu frase. Ella es como un vehculo sensible que da
forma a tu relacin con Dios. Reptela con las caractersticas ya anteriormente descritas:
__ lentamente
__ atentamente
__ sinceramente
__ sin querer ver ni sentir nada; en FE
__ entregadamente
al principio, frecuentemente, la posibilidad de mantener la conciencia del
acontecimiento se debita y la frase se refuerza.
Cualquier verbalizacin ha de ocurrir, no obstante, desde el acontecimiento que es lo
esencial; toda verbalizacin ha de ser una forma de vivir, de expresar el acontecimiento
fudamental.
Detrs de la palabra siempre est el acontecimiento. Y cuando la palabra deja de ser til,
se debilita, se lentifica, el acontecimiento se hace ms presente en el espacio abierto que se
crea. Al revs, cuando el acontecimiento se hace ms opaco, la palabra adquiere mayor
relieve, mayor fuerza.
En la situacin creada por el encuentro entre Dios y la persona, la vida entera est
contenida. Cada momento supone un desafo y ms ese tan especial y absoluto con lo es el
del a oracin.
Encontrarse adecuadamente con ese desafo, en la forma en que puede darse en esta
vida una persona, supone una crisis vital. Hay un proverbio zen que dice: Lo infinito est
contenido en lo finito de cada momento.
No queremos darnos cuenta que estos momento son crisis y cerrarnos los ojos para
escapar de ellos. De esta manera nos hacemos ms ciegos.
La manera adecuada de responder al desafo esencia es el estar plenamente despiertos
ante l, sin ulteriores expectativas, conscientes de que en l todo est hecho y contenido.
Entonces la persona orante adquiere plena estabilidad en la oracin. El hecho de estar
responde a una plena armona interior y casi total satisfaccin, aunque por la fe velada,
que obligaba a cantar a Juan de la Cruz: Rompe la tela de este dulce encuentro. No debe
olvidarse que la oracin es hoy un acontecimiento cristiano.
La fuerza que nos invade, la fuerza que se derrama en nosotros es el Espritu de Jess
resucitado; el mismo que lo resucit a El, nos est resucitando a nosotros; nos est haciendo
participar del poder de Jess resucitado (Filip., 3,10).
Permanecer abiertos al acontecimiento esencial, es permanecer abiertos y entregados a
Cristo Jess, en quien tenemos nuestra existencia y nuestra consistencia.
Por eso la oracin es esencialmente un acto de afirmacin personal, de personalizacin
cristiana.
A partir de aqu todo tiene, debe tener, sentido. Sin este momento, nada tiene sentido.
Todo queda desvirtuado o no suficientemente cumplido.
Es aconsejable, al entrar en este mbito luminoso, repetirse mentalmente: En este
momento no tengo ningn deseo; me encuentro en estado total de reposo y de calma. No
deseo nada porque ya lo tengo todo.
Es como un recordatorio sencillo e ingenuo, en cierta manera, que puede devolvernos el
sentido esencial: de que todo est
Oscilaciones normales
El intento de utilizar una palabra o frase corta como vehculo de encuentro con Dios no
siempre tiene xito, aunque normalmente sea un recurso valioso.
Hay oscilaciones normales que dependen de muchas causas e imponderables en virtud
de las cuales lo que normalmente va bien, que es repetir la frase, algunas veces no sirve:
__ A veces, una especial agitacin o deseo de expresin empujan a la persona a
hablar, o a cualquier otra forma de expresin. Hgalo si sale sinceramente y es lo
que entonces necesita. Pero que la necesidad venga de dentro.
Muchas veces una buena expresin facilita de nuevo la reduccin de los contenidos
mentales y emocionales y permite la vuelta a la frase sencilla o incluso al silencio
completo.
__ A veces el silencio, la necesidad de callar, la desaparicin de la frase, llevan a la
persona que ora a otro nivel, aunque pueda duran poco inicialmente, como en realidad
ocurre. Ms tarde se va agrandando el espacio silencioso y las oscilaciones pueden ser
menos frecuentes.
De manera que es importante noluhcar, no resistir, aceptar inocentemente las
oscilaciones normales que van
__ de la conversacin o expresin completa a
__ la frase o
__ al silencio.
Se van alternando dependiendo de das, de momentos, de situaciones particulares,
incluso, de purificaciones que Dios enva.
No piense que, si en un momento necesita hablar con Dios, despus de haber tenido
das de silencio, est retrocediendo. Incluso puede volver no solamente a hablar sino a
hablar vocalmente.
En los momentos en que no hay forma ni de centrarse en una frase ni el silencio llega,
puede ser bueno el desahogo con Dios al nivel natural de lo que entonces se siente. Es
importante no falsear ante Dios nuestros verdaderos sentimientos. Y para favorecer el
silencio y la aparicin de los espacios abiertos puede ser buena ayuda rezar una oracin
compuesta, o rezan un salmo lentamente, detenindose cuando se sienta el impulso a ello,
dejando que l como ya expliqu anteriormente. Tened paciencia que todo se ir afinando,
los espacio agrandando y todo detenindose para posibilitar el ms profundo encuentro
amoroso en la contemplacin. Lo esencial esla fidelidad y la humildad.
Advertencias
Es preciso hacer alguna referencia prctica a situaciones enojosas en la oracin tales
como
__ el sueo que invade
__ las distracciones
__ la sensacin de estar perdiendo el tiempo.
1. El sueo
No existe una receta eficaz porque las causas del sueo pueden ser muy variadas. En
ocasiones, la nica solucin ser dormir.
Puede probarse la siguiente estratagema que ayuda a espabilarse porque aporta mayor
oxigenacin cerebral.
__ ponerse de rodillas
__ inclinarse hasta tocar con la cabeza el suelo
__ permanecer as cinco, diez o veinte segundos
Este ejercicio sirve para
__revitalizar las clulas cerebrales
__ aumentar el nivel de lucidez y amortiguar la somnolencia.
No es conveniente para quines tengan presin alta.
2.Las distracciones
Es ste un gran tema en el camino de la oracin y de la meditacin. Normalmente, al
menos en occidente, se ha aconsejado rechazar las distracciones, con lo cual suele
aumentarse la distraccin hasta hacerse total.
Toda forma de resistencia implica atencin al obstculo. La consigna fundamental en
este caso est reflejada en la ancdota oriental siguiente:
__ Maestro, Qu he de hacer para que los truenos no me aterren? Y el maestro le
responde:
__ Hijo, dejarte aterrar.
La actitud de no resistencia es tpicamente oriental, llegando, incluso, a fundamentar
gran parte de su cultura.
Yo no s si por evanglica o por cultural, tambin encontramos en los Evangelios
cristianos esta actitud, cuando Jess dice:
__
(42) Autor annimo del s. XIV, La nube del no saber, Edic. Paulinas, cap. 32.
(43) Ibd.., cap. 32.
7
RITMO Y ORACIN
Situar el tema.
El ritmo.
Caractersticas del ritmo.
Ritmo, pensamiento y corporalidad.
Ritmo respiratorio, pensamiento y corporalidad.
Expresiones del ritmo.
Ritmo puro y meditacin.
1. Aprendizaje del ritmo puro.
2. Ritmo y oracin.
Ritmo y respiracin.
3. Respiracin rtmica.
4. Respiracin rtmica y oracin.
Respiracin rtmica con retencin y oracin.
Situar el tema
El abanico de prcticas bsicas se abre en lo que llamo las tres R
__ Respiracin
__ Relajacin
__ Ritmo
A pesar de la diversidad que supone como procedimientos distintos, todas, no obstante,
confluyen en un punto nico como objetivo clave: el silencio, el espacio abierto.
En este espacio abierto y silencioso todas se funden en una situacin nica,
indiferenciada.
He tratado anteriormente la respiracin y la relajacin y su aplicacin a ala oracin.
Queda la prctica con el ritmo y su aplicacin a la oracin.
El ritmo
A pesar de la gran importancia que en la prctica se le concede al ritmo, es, no obstante,
un tema poco profundizado cientficamente. Y menos todava desde el punto de vista
psquico, en relacin con la mente y la conciencia.
Cuerpo y pensamiento pueden vibrar con uniformidad y unidad cuando el ritmo crea el
enlace justo entre ambos, lo que es de gran aplicacin tanto en el mbito de la psicologa
como en el de la espiritualidad y educacin, en general.
La repeticin rtmica (de un pensamiento) otorga al pensamiento un poder
organizador y dominador sobre los otros pensamientos y sobre las reacciones del suerpo.
(45)
(45) f. Lefebure, Respiracin rtmica..., pp. 70-71.
y ejerce una marcada influencia sobre el propio cuerpo, que va quedando condicionado
por esa presencia fuerte y exclusiva de un pensamiento reiterado pacficamente,
persistentemente, acompasadamente.
Queda esto ms claro sabiendo la influencia comprobada que el ritmo ejerce sobre el
cerebro.
Tiende a organizarlo y hacerlo funcionar armnicamente en dos dimensiones: de arribaabajo, poniendo en elacin directa el mundo del pensamiento y el mundo del cuerpo y de la
emocin
Aprendizaje del ritmo puro: puede servir la siguiente instruccin, que incluso
puedes grabarla y orla en posicin de meditacin.
Colcate en una postura que te resulte cmoda y que puedas mantener algn tiempo
sin necesidad de moverte.
Cierra los ojos y escucha atentamente. Vas a or un sonido rtmico, repetido a intervalos
regulares (puede ser el sonido de un metrnomo o un sonido regular: una gota de agua, el
tictac del reloj o el ruido que puedes producir al golpear rtmicamente con la mano sobre la
mesa)
Todo lo que tienes que hacer es entregarte al ritmo y repetirlo mentalmente, al mismo
tiempo. Escucha. (Pausa durante un minuto): En este tiempo solamente se oye el sonido
rtmico suave y regular, mientras lo repites mentalmente. Ahora el sonido rtmico externo
va a terminar. T debes seguir repitiendo mentalmente ese ritmo. Contina repitiendo
mentalmente el ritmo aprendido. Termina el sonido rtmico externo. Tu sigue el ritmo
internamente (Pausa 2 o 3 minutos).
Para terminar, deja de repetir el ritmo. Descansa unos momentos antes de irte. Observa
silenciosamente la sensacin de tranquilidad que te invade. Sintela en silencio. (Pausa
unos momentos los necesarios para que la persona se vaya adaptando a la salida del
ejercicio).
Ahora mueve tus brazos y tus piernas con cierta energa; respira profundamente; aprieta
y afloja varias veces tus ojos antes de abrirlos. Despus, normalmente, ya podrs levantarte
y marcharte si lo deas.
Este ejercicio tiene en s un alto valor sedante y tranquilizador. Lo puedes hacer
habitualmente sin necesidad de ningn aparato externo ni ritmo exterior. Puedes proceder
de la siguiente forma:
__ Da me fuer za Se or o tambin
__ Dame Fuerza Seor
Lo importante es que cada grupo coincida con cada golpe interior del ritmo mental. Y
una vez metido en el ritmo, mantenerlo todo el tiempo que desees pero en una actitud de
oracin, lo que supone una conciencia de la presencia de Dios; Conciencia de que uno se
est entregando en el mismo repetir rtmicamente la frase; en un clima de fe y de
sinceridad.
Y deja lo dems en manos de Dios. La oracin es esencialmente gratuita y no la pueden
producir nuestros impulsos, nuestra impaciencia, nuestra actividad.
Como criterio final dir que el ritmo lo marca la persona; ella debe elegir el que le
resulte ms cmodo. Los ritmos no son iguales para todos, ni siquiera el mismo en todo
momento para la misma persona. Lo importante es que el ritmo sea espontneo en todo
momento, ya se haga de forma ms lente o ms rpida.
Ritmo y respiracin
Aqu tambin voy a distinguir dos momentos para el aprendizaje prctico: el de la
respiracin rtmica y el de la aplicacin de la misma a la oracin.
1.respiracin rtmica: los ritmos a los que la respiracin puede ser sometida son
variadsimos, pero su enumeracin y prctica pertenecen a un curso expreso sobre
respiracin.
Al aplicarlos a la oracin muchos de ellos no resultan no tiles, por lo que he tomado
nicamente los que considero ms sencillos, al mismo tiempo que muy eficaces.
Los anterior ejercicios prcticos, respiratorios, de laguna manera ya son rtmicos porque
tiene regularidad.
Ahora vamos a profundizar ms ese ritmo, tanto en la inspiracin como en la
espiracin.
Puedes proceder de la siguiente forma:
Sintate cmodamente. Cierra los ojos y, despus de unos momentos, espira e
inmediatamente comienza a inspirar, a meter el aire en los pulmones mientras cuentas al
ritmo que te resulte cmodo 1, 2, 3, 4... siempre sin forzar nada.
Cuando llegues a un punto en que ya puede resultarse incmodo el seguir inspirando,
deja que salga el aire, espira, contando mentalmente y al mismo ritmo 1, 2, 3, 4...
igualmente hasta donde te resulte cmodo.
Muchas personas al comienzo no pueden contar ms all de 3. Un ritmo promedio suelo
ser para muchos hasta 4. algunos pueden ms. Cada Kuala de seguir el criterio siguiente:
tomar el ritmo ms largo que resulte cmodo.
Procura que el tiempo de inspiracin y de espiracin sea el mismo. Por ejemplo:
Puedes realizar esta prctica todo el tiempo que desees en varios momentos durante el
da. Es muy beneficiosa tanto fsica como psquicamente.
2.
Una vez que has elegido el ritmo respiratorio que te resulte cmodo, elige una palabra o
frase que, como en el caso del ritmo slo, debe acoplarse con cada nmero 1, 2, 3, ...
Por ejemplo, si el ritmo cmodo es 4, entonces se elige una frase que tenga cuatro
slabas o pueda descomponerse en cuatro grupos: Dios me a- ma; Da me fuer
za o una como la siguiente Padre dame tu Espritu Santo.
Todas ellas responden al ritmo cuatro.
Tal vez alguien piense que esto es muy mecnico. El ritmo tiene un valor cientfico. Lo
mecnico proviene de la apreciacin o de la mera apariencia, o incluso de los primeros
momentos en que se est aprendiendo. Pero
1. Independientemente de que sea o no mecnico, todo lo que suponga introducir el
ritmo es valioso por su grado de organizacin, de sedacin, de armonizacin tanto de la
mente en general como del cerebro en particular.
3.
__ inspiracin
__ retencin con los pulmones llenos
__ espiracin
__ retencin con los pulmones vacos
La duracin de cada tiempo es la del ritmo que a cada cual le resulte cmodo, pero con
la particularidad de que todos han de ser igual. De aqu la idea de cuadrado porque esos
cuatro tiempos los podemos poner en forma de cuadrado
De la misma manera que anteriormente, puedes elegir una palabra o frase y acoplarla a
esos cuatro tiempos. Repitindola con el mismo ritmo. Y as indefinidamente. Siempre
naturalmente en un clima de oracin, de conciencia de presencia de Dios y de entrega a El.
Por lo que respecta al ejercicio respiratorio es completo porque incluye todos los
elementos posibles en la respiracin. Y ninguno de ellos es igual. Todos tienen distintas
caractersticas, que no es el caso mencionar en este momento,. Fsica y psquicamente
marcan momentos distintos, pero siempre tiles y beneficiosos.
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8
APRENDIZAJE DE LA ACTITUD PASIVA
Situar el tema.
Conciencia activa y conciencia pasiva
Dinmica de la conciencia activa
Dinmica de la conciencia pasiva.
Conciencia pasiva y dominio de la palabra interior.
Superficie y fondo.
Los nombres.
La prctica.
La observacin silenciosa del mundo exterior.
Un ejercicio excepcional.
La observacin silenciosa del mundo interior.
Observacin silenciosa de la propia mente (ejercicio 1).
Observacin silenciosa de la propia mente (ejercicio 2).
Anotaciones para el trabajo.
Efectos de la conciencia pasiva.
1. Produce un estado de libertad.
2. El carcter se transforma.
3. Desarrolla la intuicin.
4. Surge la actitud meditativa.
Algunas objeciones y dificultades.
Referencia al casette prctico (grabacin).
__ Desapegado: no manipulado por los acontecimientos ni por las cosas, ni por las
personas.
__ Descondicionado de las condiciones internas que nos imponen nuestras propias
construcciones mentales y emocionales, con la brutal carga de deterioro que comportan.
__ libre, con esa libertad de quien puede conducir la relacin con las cosas; de quien
puede entrar en comunin, de quien puede amar y servir desinteresadamente, de quien
puede, incluso, dar su vida y esperar seguro que se la van a devolver transformada.
__ contemplativamente, como quien ha liberado tambin su conciencia y su mirada, y,
consiguientemente, la ha hecho ms limpia, menos deformante, ms interiorizada y
penetrante, y hacerse capaz de ser conducido ms adentro, hasta la experiencia directa
de Dios, o de la Realidad.
El gran deseo del hombre es realizarse. Aunque muchos no entienden limpiamente lo
que comporta la realizacin. Y cuando la realizacin, por mal entendida, no ocurre, da lugar
al sufrimiento, a ese especial deterioro mental que despus se proyecta en estados de
enfermedad fsica; en una convivencia insustancial y conflictiva; en una imposibilidad de
comprender la interioridad.
Devolviendo a la palabra su sencillez primera, realizarse es entrar en relacin con la
Realidad.
A primera vista parecera que esta afirmacin nos pone frente a una filosofa abstracta,
difcil e impracticable. Pero exactamente lo contrario es lo cierto.
Creo que la realidad no es distinta del rbol, del agua, del dolor, de la muerte, del
trabajo y de todo lo que pertenece a la vida cotidiana. Realidad es todo lo que ocurre al
hombre. Y sin embargo no identifico la realidad con lo que nicamente captan los
Sentidos. La realidad, que es puro dinamismo, no agota su contenido en lo que se ve, en su
apariencia.
Para captarla ms profundamente es necesario hacerse capaz de ir ms all dela
apariencia, crear transparencia; encontrar caminos para la comunin con ella.
Como paso previo hay que advertir que la realidad
No produce nuestros apegos ni nuestros apegos ni nuestros sufrimientos.
No nos esclaviza.
No es algo oculto sino una fuerza que se auto-revela continuamente, mientras
nuestros ojos estn ciegos.
Realizarnos es entrar en comunin con lo que es. Y es, independientemente de
nuestra sabidura o ignorancia, de nuestra conciencia o de nuestra inconsciencia.
Lo que agrava nuestra situacin es el engao de creer que todo viene de fuera, incluso
lo que nosotros mismos hemos elaborado y aadido.
Para aclarar esta afirmacin, que considero importante, acudo a un dato diario y en
ocasiones agobiante: el ruido. Si estoy queriendo trabajar y existe un ruido persistente,
continuo en el ambiente , posiblemente dir enojado:
__ Que ruido tan molesto!
Pero lo que normalmente ocurre, sigue siguiendo el grfico anterior, es que
Ese punto intermedio ha sido la gran meta de los msticos: un espacio donde la
conciencia se transforma; donde se supera la ignorancia; donde se entra en una indecible
experiencia de comunin y de dominio del sufrimiento.
Incluso hoy la ciencia misma investiga sobre el significado y la realidad de esta
situacin. Y desde ese punto se estn proyectando
__ modelos nuevos de salud.
__ procedimientos ms humanos, aunque de momento sospechosos y no legales, de
curacin fsica.
__ modificaciones dela conducta a travs del control de la mente y del cerebro, desde el
silencio, desde la dinmica pasividad de ese punto intermedio.
Creo que estamos caminando, aunque todava lentamente, a un impresionante centro de
energa por una va que nos era totalmente desconocida a los occidentales, aunque muy
conocida en otras culturas.
Cuando nosotros queremos aplicar toda la potencia de ese momento a la transformacin
espiritual de la mente, tenemos que acudir irremediablemente a crear la situacin ms
propia para el cambio. Ella permite deshacer nuestros apegos y crear un estado de
desapego. Y esto es el todo, como machaconamente nos repiten los hombres realizados.
Hemos tenido que pasar por formas de control y de disciplina para regular nuetra
conducta y nuestras reacciones; anlisis e introspecciones para intentar revelarnos nuestro
inconsciente; maneras de trabajo que han podido de algn modo disminuir la lucidez y
fomentar un cierto estado de ensoacin o de hipnosis; la adhesin a una creencia que
muchsimas veces no las hemos sentido como liberadoras sino como condicionamientos
impuestos; la lucha por seguir un ideal. Todos estos procedimientos, como tales, son
inadecuados para revelar la verdad interior. La base fundamental sobre la que han
operado ha sido la disciplina, el control y la represin. Reprimir no es suprimir ni mucho
menos hacer posible la indecible revelacin de ese trasmundo que tiende a manifestarse en
cuanto existan las condiciones que las hagan posible.
Y, adems, en este nivel de la conciencia activa, o la conciencia de superficie, se dan
... todas las acumulaciones de la raza, los mviles ocultos, las ambiciones
colectivas y personales, los prejuicios que son el resultado de la percepcin,
contacto y deseo. Esta conciencia total, la oculta a la vez que la perceptible, est
centrada en torno a la ideadle yo, del s mismo. (49)
Todo este movimiento interno cuaja en alguna forma de lenguaje, de verbalizacin,
ya sea interna o externa.
Toda la conciencia externa est montada sobre el hecho de la palabra. Necesita decirse
las cosas para poder existir.. Y en cuanto cesa la verbalizacin, termina irremediablemente
esa conciencia y se inicia un proceso de interiorizacin hacia niveles ms profundos.
podemos ver qu entendemos por conciencia en el nivel superficial de la mente. Es
obvio que ella es el proceso del pensar, el pensamiento. (50)
(49) Krishnamurti, Urge..., p. 156.
(50) Ibid., p. 156
Esta afirmacin, reforzada por la propia experiencia del gran mstico contemporneo, y
al mismo tiempo gran pensador, tiene un valor revolucionario, porque si eso es cierto, el
proceso hacia la conciencia interiorizada no va a ser un proceso de expansin y de silencio,
como en realidad nos confirman los msticos de todas las pocas.
La palabra no tiene un valor meramente lingstico sino que, al mismo tiempo, tiene
repercusiones en toda la persona. Ella es como un epicentro que conmociona toda la
estructura de la persona, su conciencia, su conducta y, en definitiva, su presencia.
La palabra va unida inevitablemente a
__ deseos o rechazos
__ reacciones psquicas
__ reacciones corporales
__ Algn tipo de conducta o de actividad en muchas ocasiones.
Lo que configura, pues, la conciencia de superficie, la conciencia activa, es
__ el pensar
__ el desear
__ el hacer, el reaccionar
Expresin de la conciencia activa puede ser el grfico siguiente:
forma de ser, que no surge de la represin sino de haber encontrado por primera vez un
universo perfecto y armnico, que todos llevamos dentro
Cuando desaparezcan esos condicionamientos, la conciencia pasiva, enteramente
abierta y sin ninguna violencia, se aproximar a la realidad, y sta se revelar tambin sin
ninguna violencia.
Esa conciencia es puro dinamismo, es revolucionadora de la mirada, de los valores
y, consiguientemente, de la vida.
Detrs de la aparente barahnda de la mente, se halla en cada cual un silencio
profundo, plcido y autoconsciente. (52)
Normalmente construimos nuestra personalidad y nuestro carcter con los elementos de
ese mundo intermedio. Por eso nuestra personalidad, la que consideramos como tal, no deja
de ser un autntico condicionamiento. Puede ser bueno cuando es un instrumento al
servicio de la verdadera realidad que soy: Una conciencia silenciosa y libre, pero es malo
cuando se vive identificndose plenamente con l, sin otro horizonte.
Es necesario ir destruyendo la concepcin tan elemental que tenemos de la vida interior.
Es del todo imprescindible caer en la cuanta de que slo funcionamos con una personalidad
aparente y sumamente conflictiva. Toda nuestra conflictividad surge de nuestro
condicionamiento fundamental. Y la imposibilidad prctica de disolver nuestro problema es
la misma que la imposibilidad de descondicionarnos.
Adems hemos de establecer una diferencia entre la accin que se realiza a base de
esfuerzo muscular, de voluntad, siempre con una implicacin nerviosa y tensin, de la
accin que surge sin ningn esfuerzo de voluntad, sin ningn propsito ni tensin por
lograrlo. La conciencia pasiva es pura accin:
(52) Ramadevi, Sendero de la paz beatifica, Buenos Aires, 1972, p. 84.
Esta reorganizacin es
__ cerebral. Y tiene un nombre: silencio de todo el cerebro, al que se refiere
Krishnamurti reiteradamente.
__ emocional. Todo comienza a ocurrir en un clima de paz, de serenidad.
__mental. El pensamiento, a partir de este momento comenzar a funcionar con ms
originalidad, coherencia, objetividad.
__ espiritual. La persona comienza a crear las condiciones para una apertura o,
utilizando trminos clsicos, transcendencia o expansin de la conciencia. La
conciencia pasiva ya es una conciencia expandida.
La expresin grfica que corresponde a la conciencia pasiva puede ser la siguiente:
Ahora mismo es posible que al leer esto surja una dificultad: esto es pasividad, o
esto es indiferencia. Naturalmente en el momento en que dice esto est haciendo ya una
eleccin: esto no es bueno. Y viene inevitable la reaccin que condiciona a toda la
persona, incluso neurolgicamente.
Pero lo mismo nos pasa cuando vemos cualquier cosa, y as nunca la vemos en realidad.
Cuando omos afirmaciones como la siguiente:
Permanece apartado en la calma del ser interno. (60)
entrar a funcionar automticamente nuestros condicionamientos adquiridos; fcilmente uno
tiene tendencia a calificar tal situacin como completamente opuesta a la dinmica de la
vida moderna. Pero lo que realmente hay que aclarar es
__ que la vida moderna no abarca todas la posibilidades del hombre
__ que ese estado interior es energa total y como tal crea nuevas condiciones para la
vida y una manera muy distinta de entender la dinmica de la misma.
Superficie y fondo
Lo inteligente es aprender a compaginar la energa del fondo con la actividad de la
superficie; la conciencia que seala la profundidad y la que indica la superficie. Y esto no
nicamente en momentos especiales, sino de una manera permanente.
S activo en silencio; s silencioso en actividad... imposible... sin adquirir
un apartamiento interno. (61)
(60) Ramadevi, Sendero..., p. 77.
(61) Ibid., p. 97.
Esta formulacin est ya muy cerca alas formulaciones que la misma ciencia hace al
investigar la meditacin y la fenomenologa de la interiorizacin.
Hay una palabra clave en todos los procesos religiosos de liberacin de la conciencia, y
seala el objetivo esencial de todo trabajo de interiorizacin: desapego.
No es una actitud pasiva, al estilo de lo inerte, de lo indiferente,. El desapego es otra
forma, por cierto muy tradicional, de referirse a un estado no condicionado. No es un
estado negativo sino que representa el gozo de una conciencia libre, penetrante y respetuosa
con la realidad.
Cuando se vive desde su conciencia, ocurre todo lo que tiene que ocurrir, incluso el
sufrimiento y el dolor inevitable, pero no condiciona la conciencia; sta diempre es
duea de la situacin en todo momento.
No es nicamente vlida esta libertad interior cuando se quiere meditar sino en todo
momento de la vida diaria, en la que hay que mantener la mente en un estado de sereno
desapego, incluso cuando uno est fsicamente activo.
Los nombres
Desde distintos campos y autores se han aplicado distintas denominaciones a esta
realidad de la conciencia interiorizada:
1. Meditacin vipassana: o meditacin de la visin intuitiva. Meditar es
simplemente ver todo en toda su lucidez, sin ningn condicionamiento.
En este momento el punto central del acto meditativo es la libertad interior.
La libertad conlleva una experiencia de soledad, perfectamente lgica al
encontrarnos sin los condicionamientos
Y sin embargo, ms pienso que se trata de una actitud que de una tcnica. La alerta
pasividad es una actitud que desvela a toda la persona, sumergindola en el acontecimiento
cotidiano, aunque de una manera no habitual. Es otro mundo. Y, dada la cultura en la que
nos movemos los occidentes, todo esto representa un mundo dificultoso. Siempre, no
obstante, tengo inters en destacar que nunca lo ha sido para nuestros msticos, por muy
occidentales que fueran.
Es imprescindible el hacer planteamientos prcticos, que puedan permitir un trabajo
inteligente.
Toda la parte expositiva que precede era necesaria para fundamentar la exposicin
prctica de ahora.
Vamos a intentar esa especia de salto mortal hacia la conciencia pasiva.
Lo considero salto mortal porque en el hecho mismo de observar en silencio se
desvanece el yo falso de la persona, el ego que la condiciona.
Como proceso de transformacin, como camino hacia el desapego, ncleo esencial de
toda ascesis de meditacin, de oracin, de contemplacin, considero este procedimiento que
presento como de los ms eficaces y revolucionarios.
S, como afirma todos los msticos, en el desapego est el todo, el procedimiento para
llegar a la conciencia pasiva que presente es un procedimiento clave, aunque aparentemente
insignificante.
Es importante puntualizar algunos aspectos de la prctica:
1. No debe confundirse la mente en silencio, que es una mente abierta y
profundamente implicada con el mundo, con
2. Una mente en blanco, que es una mente neutra y ausente, ms cercana al sueo que
al compromiso y a la presencia comprometida.
3. Cuando me refiero a la mente, la entiendo en el mismo sentido en que lo hace
Krishnamurti:
Cuando usamos la palabra mente, queremos decir su totalidad, incluyendo el
organismo, el corazn. (62)
La mente es una estructura que implica toda la naturaleza psicoso-mtica de la persona.
La prctica
Hemos de aprender a mirar desde el silencio y dejar que el silencio y la atencin hagan
su propia revolucin y realicen sus propios caminos.
Actualmente estamos muy condicionados por una estructura mental que identificamos
con nuestra personalidad. La mente no es un error; la estructura mental no es un error, pero
s lo es el identificarnos con ella. Y este es el sentido de la prctica: salimos de nuestra
propia estructura sin que eso suponga una disolucin dela verdadera personalidad.
Desde esa estructura mental, una compleja red psicosomtica, tejida por nuestros
propios pensamientos, palabras, deseos, rechazos, reacciones, actividad, contemplamos el
mundo y proyectamos sobre l nuestros condicionamientos:
(62) Krishnamurti, Ms all de la violencia, Barcelona, Edhasa, 1979, p. 50.
De esta manera nos situamos ante el mundo con violencia; con la violencia de quien
distorsiona la realidad pacfica de las cosas como son
Para ello hay que aprender a situarse ante el mundo desde el silencio de toda la
estructura psicosomtica de la mente, desde el silencio del cerebro entero:
Pero esto requiere liberar la mirada, y nuestra propia conciencia, de los acontecimientos
de la propia mente. Lo cual no se puede hacer si uno no sale fuera de esa estructura,
aunque sea por breves momentos, situndose en un espacio, no precisamente anterior a la
persona, sino el espacio que personaliza, que construye la autntica personalidad.
Inicialmente puede ser ms sencillo comenzar por la observacin silenciosa del mundo
externo.
Un punto negro
Un ruido
Un objeto
Un suceso
Ojos blandos:
Son ojos que no tiene el substrato del pensamiento. Se mira sin pensar. No son
pues, ojos analticos, pero tampoco sintticos, porque ambas son funciones de la
mente que piensa. Son simplemente ojos receptivos a los que llega la realidad en
forma de vivencia global, unitaria, sin fragmentaciones.
Van disolviendo la forma, los contornos definidos de las cosas, pero acercan ms
a la realidad que se oculta detrs de las formas y que llega en forma de energa y
de vivencia.
la que hay paz, debemos ser pacficos. Para terminar con la violencia, cada uno tiene
que liberarse voluntariamente de las causas de la violencia. Cada uno dedicarse
diligentemente a la tarea de su propia transformacin. Nuestras mentes y corazones
deben ser sencillos y estar creadoramente vacos y vigilantes. Slo entonces nace el
amor. (66)
En nuestra tradicin intelectualizada, hemos dado el valor, indudablemente, al
anlisis y al examen d lo que hay que hacer. De ese anlisis surge una conclusin,
una decisin y un propsito. Despus la voluntad se encargar de llevarlo a cabo.
Una manera mucho ms realista y eficaz es: observar en silencio el suceso en el
momento mismo en el que ocurre en nosotros.
Sin leer libros o escuchar a profesores o santos, uno puede observar su propia
mente. Despus de todo, ese el comienzo del conocimiento de s mismo, no de
acuerdo con algn psiclogo o analista, sino por la observacin de uno mismo. (67)
Lo que hay que acentuar es el sentido de esta mirada, aparentemente absurda.
Existe una manera de mirar dentro de nosotros mismos, sin miedo, sin peligro; es
el mirar sin condenacin ni justificacin, simplemente el mirar, sin interpretar, sin
juzgar, sin evaluar. (68)
Hay que observar toda la estructura de la propia mente:
__ las propias sensaciones
(66) Krishnamurti, Una nueva manera de vivir, Mxico, Orin, 1973, pp. 39-39.
(67) Krishnamurti, Ms all de la violencia, p. 109.
(68) Krishnamurti, El vuelo del guila, Buenos Aires, Piados, 1974, p. 20.
que surge de la propia estructura oculta de la mente. Le falta a nuestra mente consciente
energa porque est disipada por medio de las palabras, conversaciones, emociones. Puede
comenzar de una forma extremadamente sencilla: mire una flor. Pues hasta eso resulta
difcil porque uno tiene a irse, a irse y saltar de una cosa a otra.
Si uno puede mirar una flor partiendo del silencio y, por lo tanto, sin
pensamiento ni todo lo dems, entonces podr mirarse a s mismo y mirar todos los
problemas que existen dentro de uno. (73)
Cuando uno cesa de pensar su colaboracin los pensamientos se debilitarn e irn
desminuyendo lenta y gradualmente. La fuerza que tienen es la identificacin que nosotros
hacemos con ellos.
Observacin de la propia mente: (Ejercicio 2)
Otro ejercicio que considero muy valioso para hacer el aprendizaje de la actitud pasiva
es a travs de la respiracin, similar al ejercicio del vaivn respiratorio.
Cuando respiramos se produce un permanente vaivn del aire que entra y que sale.
1. Sentado cmodamente, respira con espontaneidad y concentra tu atencin, de forma
relajada, sobre el vaivn respiratorio. No sobre el cuerpo que respira sino sobre el
movimiento global que se produce y que dura y dura... y dura...
2. No reacciones, no interpretes nada de cuanto cruce tu conciencia mientras sigues el
movimiento perpetuo del vaivn. En el mbito de tu atencin puede penetrar todo,
pero se le
(73) Krishnamurti, Dilogos con Krishnamurti, Barcelona, Edhasa, 1968, p. 124.
deja pasar y se vuelve a prestar toda la atencin, relajada, sin crispacin,, al vaivn
respiratorio.
Con el tiempo se ir produciendo ms calma general en la mente y todos los beneficios
de una mejor integracin interior y exterior.
Todos estos procesos de observacin, son , al mismo tiempo, una eficaz teraputica
dentro de los actualmente llamados mtodos o terapia de desensibilizacin.
La terapia de desensibilizacin entra dentro de las terapias de conducta. As vemos
como actualmente se le intenta dar valor cientfico a lo que ha sido tradicionalmente un
valor terpico y asctico en las grandes tradiciones espirituales orientales. Pero al mismo
tiempo la observacin silenciosa, como terapia de la conducta, tiene ms amplitud y riqueza
que las actuales. Las engloba y las trasciende.
Anotaciones para el trabajo
Evidentemente este trabajo va a encontrar dificultades ya desde el principio porque
comienza a producirse un afloramiento del subconsciente. Consiguientemente surgen las
resistencias, las enormes inercias que nos atosigan y paralizan el progreso.
__ Como somos prcticamente inconscientes de nosotros mismos, resulta difcil
empezar a ver claramente todos los condicionamientos, el proceso de nuestro
pensamiento, de nuestros sentimientos y de nuestra conducta.
__ Han de saberse apreciar los pequeos logros, esos diminutos momentos de silencio,
que por pequeos que sean dejan intuir como un nuevo nacimiento. Aunque al principio
la observacin silenciosa no alcance a ms de unos segundos o un minuto, eso es
suficiente.
__ Es necesario perseverar por encima de todo, aunque parezca que nada ocurre, que
nada llega.
Por fin se establece un cierto silencio. Al principio aparece como por
fugaces claros que se afirman y que ciertos das se extienden con una notable
duracin. (74)
__ Algunos pueden pensar que la observacin va a cansarnos y a fatigarnos. Es
atinada la observacin de Krishnamurti:
El observar no nos cansa, no nos agota si al hacerlo no corregimos lo que
observamos. (75)
El subrayado es mo. Y quiero recalcar lo que significa no corregir lo que
observamos. Equivale a no reaccionar, no interpretar, no querer que las cosas
sean distintas a como en realidad son en el momento en que estn ocurriendo.
__ Hay que trabajar con dedicacin, con la ilusin de quien tiene delante un
impresionante poder de transformacin, porque
La observacin es de una importancia sorprendente.(76)
__ En este trabajo no se puede ser perezoso ni desatento. Y sin embargo uno se va a
sorprender ms de una vez con que est distrado y que le resulta imposible mantener
una atencin consciente, voluntaria y permanente.
En estos casos lo que hay que hacer es prestar atencin, observar en silencio la propia
desatencin, la propia distraccin. Esta es la que en realidad est engendrando
permanentemente nuestros problemas. La desatencin origina nuestros conflictos, no la
atencin. Y as cuando uno no puede estar atento, entonces debe estar atento a la
inatencin.
(74) Patrick Lebail, La decouverte interieure, p. 104.
(75) Krisnhamurti, Ms all de la violencia, p. 130.
(76) Ibd.., p. 50.
__ Todo este trabajo requiere una enorme dosis de paciencia; pero vale la pena. Bien
vale la pena venderlo todo por lograr ese espacio interior al que el silencio nos abrir,
superadas las contradicciones, los conflictos, las divisiones, las diversas luchas.
Nada desea l transformar; l se da cuenta simplemente de que estas cosas
estn ocurriendo, lo cual requiere enorme paciencia. (77)
La observacin permanente, incesante, llevar a la comprensin de la mente en todos
sus niveles. Cuando esto ocurra el observador estar esencialmente sereno.
Para la mente superficial todo podr parecer una muerte, la reduccin a la nada. Es un
vaco paradjico; en realidad es plenitud. Puede parecer un estado de ensueo, cuando en
realidad la persona est ms desvelada.
Y al avanzar
... se descubre la verdadera realidad de nuestro ser que est detrs del pensamiento,
forma y substancia, la cual no puede ser observada ni siquiera definida y que se
expresa en una cualidad esencial: la alegra. (78)
Desde este punto comienza la revolucin del silencio, la revolucin del vaco, la
revolucin dela alegra, la revolucin, en definitiva, de la sabidura. Y la vida cambia.
Efectos de la conciencia pasiva
Existe un centro profundo que, en cuanto se recupera, modifica, como en una
transfiguracin, toda la estructura psicosomtica y social de la persona.
(77) Krishnamurti, Urge..., p. 161.
(78) Kriyananda, Lezioni di yoga, p. 98.
Es impresionante la puntiualidad y precisin con la que observa algo que puede parecer
asombroso o necio, que entre los dos extremos se encuentra, por su sencillez al mismo
tiempo: El pensamiento y la accin de superficie, se entienden, deben surgir del silencio,
de la conciencia quieta. De esta forma no la condicionan.
No se desprecia en absoluto nunca ni el pensamiento ni la accin de superficie. Lo
nico que siempre se considera como malo es el vivir condicionado por ellos; el hacer de
ellos nuestra nica forma de autocomprensin del mundo; el construir con ellos nuestro
propio ego, dejando aparte nuestra verdadera realidad, que siempre es vaca y pura
actividad. As lo dice:
... la mente llega naturalmente a un punto en que no hay movimiento de
ninguna clase, porque ya no est experimentndose como movimiento ni como nomovimiento. Est en silencio porque tiene enorme energa, porque es enormemente activa,
no haciendo algo, no persiguiendo algo, no tratando de transformar. Carece de todo
movimiento, est en completa calma; y por consiguiente, como es activa, est llena de
energa sin mocin, sin movimiento. Qu ocurre entonces? En esta calma, que est llena
de energa, en una mente que est inmvil por completo, hay una explosin; y esta
explosin es movimiento en una diferente dimensin de tiempo. (88)
A partir de este momento atemporal surgen efectos
__ no planificados
__ no establecidos previamente
__ no logrados a base de una disciplina represiva ni como resultado directo de un
esfuerzo de la voluntad.
(88) Krishnamurti, Dilogos..., p. 105.
Los efectos que corresponden a esa, digamos, estructura, que es el centro son:
a) En cuanto que es abierto todo se manifiesta; no es que penetre en todo
porque esto hasta cierto punto supondra una cierta resistencia, que ya no
existe, sino que est compenetrado con todo. Y as
__ todo se manifiesta, se le revela. Fenmenos de revelacin.
__ todo lo comprende. Fenmenos de comprensin.
b) En cuanto que es pura energa todo queda afectado, condicionado y
subordinado a su energa. Y se producen fenmenos de armonizacin,
cambios de carcter, influencia sobre los elementos del mundo ambiente, etc.
Ms detalladamente, los efectos de la conciencia pasiva, al menos algunos de ellos, de
los ms relevantes, son:
No va a ser nuestro esfuerzo por ser libres lo que nos va a liberar, sino que nos va a
liberar La verdad (Cfr. Juan 8,32).
Cuando la mente est serena, tranquila, sin buscar respuestas, ni solucin alguna,
sin resistir ni esquivar, slo entonces puede haber regeneracin, porque entonces la
mente es capaz de percibir lo que es verdadero; y es la verdad la que libera, no
vuestro esfuerzo por ser libres. (89)
Por todo ello el proceso de liberacin no va a ser un estado neutro ni amorfo sino una
relacin directa y descondicionada con la verdad, con lo que es, que se revela en el silencio
de una conciencia no dirigida por los mil acontecimientos y estmulos ambientales o por los
que surgen de la propia estructura mental subconsciente.
El slo hecho de darnos cuenta constantemente de las formas de nuestros
pensamientos, sentimientos y acciones, sin censurarlas ni justificarlos conduce a un espacio
de libertad interior, en el cual el silencio es la misma esencia de ese espacio: el silencio del
ser. Y slo entonces
La mente est afinada con el profundo silencio del ser, permanecer absolutamente
impermeable a las tormentas y tensiones del mundo externo. (90)
La conciencia llega a vivir acontecimientos del mundo exterior y los que surgen en la
propia estructura de su cerebro, de su cuerpo o de su pensamiento o afectividad, como
meros acontecimientos, como simples circunstancias con las que no se confunde en
absoluto.
Del esquema en el que uno se confunda con todo lo que le aconteca, creando una
situacin indiscriminada
(89) Krishnamurti, Vivir de instante en instante, Puerto Rico, krishnamurti, 1953, pp.
148-149.
(90) Ramadevi, Sendero..., p. 85.
Donde el acontecimiento, sea cual fuere, es vivido como algo perifrico, marginal. Ya
no construye el yo de la persona; y est ya no se identifica con las circunstancias de su vida;
deja de estar sometida al vaivn; la estabilidad es la seal luminosa de que todo es distinto,
luminosamente distinto.
3. El carcter se transforma
El carcter es una actitud generalizada, que crea un autntico estilo de vida. En el
fondo no deja de ser un verdadero condicionamiento no programado deliberadamente por la
persona despierta, sino una situacin que las circunstancias vitales y experiencias han
creado y que permanecen como una huella.
Naturalmente que esto contradice la visin normal que la persona occidental tiene de la
vida, considerada como un esfuerzo permanente por conseguir unos resultados.
Si deseamos y luchamos en la direccin de nuestro deseo, desarrollando un esfuerzo y
si no obtenemos unos resultados, no creemos cambiar. An no hemos descubierto la enorme
capacidad revolucionada del silencio, de la conciencia aparentemente inactiva.
Pero hay que poner atencin; hay que entregar la mente y el corazn, con todo lo que
implican, y nuestra energa fsica al acto de atender, de mirar en silencio. Y desde ah darse
cuenta del hbito en particular o del estilo habitual de vivenciar. Se ver uno sorprendido
por la agradable situacin que surge en la que el habito, la costumbre, ha perdido su apoyo
y desaparece instantneamente.
Cuando la mente est en silencio... veris surgir un estado que traer una
revolucin en nuestra perspectiva, en nuestra actitud... Para que esta revolucin
ocurra, la mente debe estar serena, debe ser, literalmente, como la nada, estar
despojada, vaca. (93)
Como Robert Linssen el pensamiento de Krishnamurti, expuesto en estas lneas:
Cuando esta atencin (awareness) no es ms que una simple pero permanente
presencia lcida, sin evaluacin, tal como aconseja Krishnamurti, ella subordina
automticamente, sin esfuerzo, la actividad psquica. (94)
El hecho de que la atencin subordine los acontecimientos es ya un acontecimiento
de primera magnitud y supone un giro de
(93) Ibd.., p. 122.
(94) Dr. Brosse, Journal de Bord, citado por Robert Linssen, La meditation veritable,
Pars, le Courrier du livre, 1973, p. 177.
Evidentemente que unos segundo antes de iniciarse la conciencia pasiva uno desea un
cambio, y un cambio desde la raz pero cuando ocurre la conciencia pasiva, cuando uno
mira en silencio, sin desear ya est ocurriendo lo que deseaba; ya no es una realidad
futura. No tiene objeto el estar deseando lo que ya est ocurriendo.
Otra cosa es que la persona no advierta el cambio. Mientras desee no hay cambio;
cuando mire en silencio, cuando la alerta percepcin o la conciencia pasiva ocurra, lo que
se deseaba ya est contenido en ese silencio activo y revolucionario.
Occidente deber descubrir las enormes posibilidades curativas y educativas dela
conciencia pasiva. El da que lo haga habr iniciado una nueva era: la era psquica, la era
del despertar interno y la expansin de las posibilidades interiores del cerebro, de la mente
y, en definitiva, de la persona humana.
Referencia al casette prctico
Entre las grabaciones que he realizado hay una que tiene por titulo: Aprendiendo a
mirar desde el silencio cuya primera cara dice as: Cara A: Mirando el mundo exterior
desde el silencio. Cara B: La observacin silenciosa de la propia mente.
Esta grabacin representa la forma prctica de iniciarse en el aprendizaje de este nuevo
camino de pasividad eficaz y dinmica. A l remito a cuntos quieran iniciarse.
Puede orse antes de la lectura atenta de este trabajo y volverla a or despus pero en
actitud de prctica, no como quien oye una conferencia.
9
DOMINIO Y CONTRO
DELA MENTE PROFUNDA
Tu problema es tu mente.
Imagen y experiencia.
Autosugestin y condicionamiento permanente.
Descenso a la profundidad.
Qu entendemos por profundidad.
Estructura general dela mente y del cerebro.
Significacin del sistema lmbico.
Significacin del hipotlamo y relacin con el sistema autnomo.
Relacin dinmica de los niveless cerebrales y mentales.
Qu significa descender a la profundidad.
Niveles de electricidad cerebral y profundidad.
El hecho.
Significacin.
Comprensin dinmica del nivel alfa.
Condiciones para el descenso a la profundidad.
La respiracin y el descenso a la profundidad.
La relajacin y los niveles alfa.
La relajacin directa.
La relajacin indirecta.
La relajacin y el estado de vigilancia.
Cmo construir un programa para el subconsciente
Qu es un programa.
Cmo se construye un programa.
Cmo condicionar la mente profunda.
Mediante la palabra
Mediante la imagen visual.
Preparacin de la pantalla mental.
Utilizacin de la pantalla mental.
Aplicaciones de la visualizacin.
Imagen y meditacin.
Imagen y carcter.
Imagen mental y curacin.
Imagen y carcter.
Imagen metal y curacin.
Procedimientos.
Cinta casette (grabacin).
Tu problema es tu mente
Despus de varios aos de ensear a meditar, he comprobado la dificultad que algunas
personas tienen. Visto de cera el problema, todo consiste en condicionamientos negativos
cerebrales y formas inadecuadas de conducta, que han llegado a constituir un carcter
negativo. Esta situacin dificulta seriamente el proceso de la meditacin y es un factor
fundamental de frustracin.
A esas personas les es imposible llevar su cerebro a unos niveles positivos y a un
mbito de silencio en el que la meditacin pueda ocurrir.
Existen muchos cerebros programados para funcionar interminablemente y de una
manera negativa. As resulta imposible todo intento de meditar, de llegar a esa
comprensin profunda y vivencial que la meditacin da. Cuando la situacin, en el
panorama interno de la persona es negativo, conflictivo.
... su desequilibrio o su insensibilidad, su malos hbitos corporales o la condicin
ingobernable de sus emociones influirn en lo que aprende y lo deformarn. (101)
A travs de nuestra vida todos hemos tenido que soportar situaciones en las que algo
nos ha faltado. Situaciones as han producido en nosotros una conciencia de carencia,
lagunas en nuestro psiquismo. La vivencia de esta carencia, experiencia negativa, ha
(101) Paul Brunton, La crisis espiritual del hombre, Buenos Aires, Kier, 1968, p. 247.
Con esta cita anterior he intentado sealar una forma inadecuada de trabajo y al mismo
tiempo hacer caer en la cuenta que el carcter, los condicionamientos negativos, igual que
los positivos, son hbitos, sujetos, naturalmente por eso mismo a la dinmica de la
formacin y cesacin de hbitos.
La construccin del carcter equivale a la construccin de hbitos, y el cambio de
carcter es el cambio de hbitos. (104)
Nuestra vida est hecha en gran parte, por no decir en su totalidad por tipos de accin y
de reaccin ante las exigencias y estmulos ambientales. La convivencia, la diaria
experiencia del vivir van poniendo ante nuestra conciencia todas esas motivaciones, fuerzas
profundas. Y nos condicionan de tal manera que marcan un conflicto permanente entre lo
que queremos realizar y lo que realmente nos vemos compelidos a hacer.
El carcter es una actitud generalizada, pero que al mismo tiempo implica una perfecta
programacin cerebral, el establecimiento de un patrn interno de conducta a niveles ms
profundos que aquellos de la mente consciente:
El hbito es casi enteramente cuestin de la mente subconsciente. (105)
Nos estamos as acercando a la comprensin ms inteligente de los motivos de nuestra
conducta, que al mismo tiempo nos permitir, establecer una manera ms justa y
satisfactoria de trabajo interior.
Si no logramos actuar a esos niveles subconscientes no lograremos ninguna
modificacin de conducta real ni permanente.
Hemos de aprender a recondicionar nuestra propia profundidad; hemos de aprender
a modificar esos patrones mentales de conducta y a sustituirlos por otros ms
inteligentemente establecidos y elegidos.
(104) Ramacharaka, Lecciones de Yoga, Buenos Aires, Kier, 7. Edic., 1973, p. 158.
(105) Ibd.., p. 158.
imagen
realidad
tal funciona, pro las imgenes hipnocibernticas logran mejores resultados. (116)
Es indudable y trgico al mismo tiempo el hecho de que el hombre moderno est siendo
bombardeado continuamente y despiadadamente por un cmulo de imgenes ante las que se
encuentra indefenso. La imagen cumple su propia ley, influyendo la mente profunda de la
persona, pero sta desconoce los caminos de autodefensa, la forma de poder controlar su
huella interior y la conducta que determina.
Es imprescindible no solamente sealar que nos encontramos en la cultura dela imagen,
sino tambin conocer la fuerza de su influencia configuradora; el papel que tiene en
nuestras determinaciones y, por tanto, en el margen de libertad y de decisin.
Debe emprenderse un proceso de educacin por la imagen; ensear a meditar a partir de
la imagen:
Para el hombre modero la meditacin sobre la imagen es particularmente urgente
por cuanto est completamente circundado, sumergido, envuelto y dominado por la
imagen. Frecuentemente est de tal manera impregnado por el mundo de las
imgenes que slo mediante la imagen puede ser abordado e influenciado en su
interior. (117)
La imagen puede ser:
__ visual (sensorial en definitiva)
__ verbal; pero no la palabra en su contenido lgico, sino en cuanto tiene una
repercusin neurolgica. No es tanto la palabra que se piensa, cuanto la palabra que se
siente, que resuena y logra estremecer las profundidades de la mente que imagina.
(116) Robert B. Stone, Hipnociberntica, Mxico, Diana, 2 edic., 1977, p. 29.
(117) Johannes Lotz, Guida alla meditatione, Milano, Edic. Paoline, 1968, p. 134.
Traducida al espaol por Edit. Guadalupe, Buenos Aires, 1966.
Descenso a la profundidad
Para comprender, desde el punto de vista mental y cerebral qu significa descenso a la
profundidad, es preciso exponer algunas nociones fundamentales previas.
Queremos encontrar las mejores condiciones para elaborar nuestro mundo interior con
eficacia y garanta. Queremos saber cules son las condiciones mejores para que la
imagen resulte viva y pueda activar los niveles profundos de nuestra mente y de nuestro
cerebro.
Todo esto nos planea unos interrogantes a los que voy a intentar responder, siquiera
someramente:
1.
2.
3.
4.
5.
La ltima pregunta la dejar para el siguiente apartado del trabajo; ahora voy a tratar de
exponer los otros interrogantes y a intentar una respuesta.
1. Qu entendemos por profundidad?
1.1 Estructura general de la mente y del cerebro
Cuando la conciencia se encarna lo hace en los distintos niveles cerebrales, dando as
origen a los distintos niveles mentales, expresados en el grfico siguiente:
Esta afirmacin proviene desde el campo espiritualista, pero la misma existe desde el
campo de la salud y la enfermedad, tal como afirma la siguiente cita:
cul es la relacin psquica existente entre el factor psicolgico y el mecnico dela
funcin orgnica? Porque sin tal relacin habra de excluir cualquier influencia del
poder psquico de la imaginacin sobre el organismo fsico. Parece una paradoja
aseverar que es precisamente la suspensin dela voluntad... lo que hace posible
dicha relacin. Porque acaso no es la voluntad misma el factor psicolgico? (130)
Desde el punto de vista neurofisiolgico se llega a la misma afirmacin: y se afirma que
el cerebro de la vida instintiva y afectiva acta y
Su desencadenamiento se beneficia de todo cuanto disminuye la conciencia. Es
subconsciente donde nacen las manifestaciones anlogas del yoga, de los estados
msticos... cuyo conocimiento permitir el dominio de s mismo. (131)
Podemos, pues, referirnos a la quietud mental como la condicin esencial para que la
sub-mente acte con todo su vigor.
La mente consciente tiene que estar aquietada antes de que el subconsciente pueda
ser impresionado por ella, y (la) conciencia no puede tranquilizarse hasta que no tome
conocimiento de su inquieta naturaleza ambiciosa y deje de lado sus propsitos mundanos.
Una vez logrado esto, y cuando ya no se lance ms tras las cosas y actividades que
oscurecen la presencia de la verdad, habr de tranquilizarse, y en la tranquilidad podr ver
la luz (132)
(130) Andrea Saetti, La curacin por la miente, p. 99.
(131) P: Chauchard, Alma o cerebro, qu es el hombre?, Madrid, Ed. Iberoamericanas,
1975, p. 103.
(132) Roy Masters, Cmo influye la mente..., p. 56.
Evidentemente que, con esta ltima afirmacin, ms que definir el nivel de conciencia
apto para la modificacin de nuestros patrones mentales, estamos indicando el valor de
transcendencia de la tranquilidad, en cuanto que nos introduce en niveles crecientes de
comprensin y de revelacin interior, al mismo tiempo que se indica el procedimiento
general, esencial, del desapego, la libertad frente a nuestros estado interiores. Pero esto es
precisamente lo que buscamos: liberarnos interiormente, condicionarnos positivamente para
hacer posible la disposicin y el salto a ese otro mundo de la superconsciencia, de la
transcendencia , de la libertad total.
Llevando de nuevo la cuestin al control menta, al control de nuestra mente profunda,
me hago las siguientes preguntas:
__Qu significado tiene la tranquilidad, la calma, desde la vertiente cerebral y desde la
conciencia?
__Qu significado tiene crear condiciones adecuadas para el cambio de carcter y de
pautas mentales?
Cules son las leyes que nos permiten crear diversos estados o condiciones internas de
mente y de conciencia?
Hasta qu nivel podemos descender, manteniendo nuestro estado de lucidez por
consiguiente, de control y de responsabilidad?
Con esta ltima pregunta introduzco ya la siguiente cuestin de lo que considero el
problema del descenso a la profundidad de nuestro cerebro y de su control.
2. Qu significa descender a la profundidad?
Brevemente: descender a la profundidad, desde lo que ahora nos interesa, va a significar:
En poco tiempo aparecen los ritmos alfa, seal de descenso a niveles ms profundos.
Naturalmente que, por falta de medios educativos de tipo tcnico, no va a ser posible
comprobar la aparicin de las ondas alfa, pero un estado de calma, una atencin no
crispada, aunque menos concreta, ms difusa, puede ser la seal.
En ese momento se ha establecido la relacin con la mente automtica, con el cerebro
interno y por consiguiente, con toda nuestra fisiologa.
La relajacin y los nivele alfa
En el nivel de reposo, la atencin permanece, la musculatura disminuye su tensin,
creando as unas condiciones ptimas para la comprensin y penetracin, momento que
aprovecha el oriental para crear un estado meditativo.
Todo disminuye en beneficio de esta posibilidad:
Cuando una persona se relaja desde el doble punto de vista, corporal y mental,
solamente ciertas funciones se encuentran disminuidas o detenidas. Desde el punto
de vista mental hay una suspensin ms o menos marcada de ciertas funciones
activas __razn y voluntad__. Por el contrario la imaginacin se encuentra en
libertad completa. (142)
1.
Puede utilizarse una de mis cintas casettes. Por ejemplo, del primer nivel la nmero 1 cara
B (Experiencia del cuerpo en armona); la cinta nmero 2, cara A (Ejercicio bsico de
relajacin y de silencio corporal; cara B (Imgenes para el reposo mental).
2.
En ese momento la mente est ms unificada y abierta. Los niveles de nuestra mente
automtica estn armonizados y abiertos no slo a la sabidura corporal, sino a una forma
nueva de comprensin que llamamos intuicin. El hombre se encuentra abocado al
cosmos desde su cerebro csmico, que opera desde los niveles alfa-theta. Estos niveles
no son de sueo sino de vigilia. Es importante el comprender que ya no podemos seguir
hablando de un nico estado de vigilancia sino por lo menos de dos.
Los msticos han hablado de noche oscura, de ruptura con el mundo, y con
el cuerpo. De eso a pensar que se trata de prdida de conciencia en lo falso e imaginario, es
fcil. Pero es no comprender nada la mstica.
Los msticos y las tcnicas orientales corporales de calma que conducen a ella son
estados y mtodos de vigilancia. Pero parece que hay dos vigilancias: una ordinaria que
nicamente ve el aspecto cambiante y superficial de las cosas y de Leo seres; otra
vigilancia ms profunda que de ninguna manera es una huda a las fantasas irreales de una
mala imaginacin, sino que descubre el aspecto secreto y misterioso del mundo, de s
mismo y de los otros (143)
(143) P. Chauchard, Zen et cerveau, pp. 131-132.
__ sentirme sano
__ sentirme fuerte frente a alguien en una determinada situacin.
__ verme y vivirme de una manera ms positiva.
__ relacionarme ms armoniosamente.
__ etc. etc.
Podra, incluso ser conveniente y aconsejable redactar unos prrafos, de forma
descriptiva, sobre la nueva situacin, la situacin deseada. Despus ir concretando y
traduciendo como a imgenes cinematogrficas los datos de forma que puedan ser
escuchados y vistos.
ltimamente se graban en cinta, pausadamente, con voz serena y tranquila. Y llegado el
momento de enviar el mensaje, se puede escuchar la grabacin, traduciendo al mismo
tiempo en imgenes todo lo posible la nueva situacin.
Cmo condicionar la mente profunda?
Abierto el subconsciente; instalada la persona en niveles de reposo
... nos encontramos inmersos en un estado en el que la atencin, con un
pequesimo esfuerzo, llega al exclusivismo, que en el estado normal no logramos
ms que despus de un intenso esfuerzo. (146)
Ese exclusivismo representa un alejamiento de lo que habitualmente llamamos la
realidad, y un estado modificado de conciencia, no solamente distinta de la anterior en
cantidad sino en calidad.
(146) charles Baudouin, Sugestin..., p. 130.
En el que vamos a dejar caer nuestra programacin, esa idea o imagen dinmica que
va a producir el cambio, al condicionar la mente profunda y las estructuras cerebrales
automticas.
Se crea a s lo que Berheim llam monoideismo-dinmico, y que significa que
cualquier idea o imagen que entra en ese espacio abierto tiende a realizarse
automticamente.
El monoideismo-dinmico no es un proceso de reflexin ya que los niveles de
reflexin y de decisin, propios de la conciencia exterior, estn abolidos o cuando menos
disminuidos en gran medida.
El programa que se introduce es
1. Mediante la palabra:
Lo que en realidad programa nuestro cerebro es la imagen. Tiene una cierta
omnipotencia si sabemos conjugarla con las leyes que hacen receptivo el cerebro y la
subconciencia.
Las palabras son igualmente imgenes
... aunque de un tipo particular, imgenes verbales, es decir, modificaciones
de polarizacin inducidas en las zonas del lenguaje por mensajes sensoriales
procedentes de los msculos fonadores, de las vibraciones del trax, los
mensajes del odo. (147)
Evidentemente los pensamientos, las palabras no son imgenes sensoriales, pero son
imgenes y esto es lo verdaderamente importante. Los pensamientos, con el poder de la
imaginacin
... se convierten en cargas de energa psquica que, en sentido fsico
equivalen a corrientes electromagnticas y que por ello operan incluso ms
all de los lmites espacial y temporal. (148)
Lo importante ahora es examinar el contenido de nuestra programacin y la manera de
realizarla. El subconsciente es un aliado que no pone ms condiciones que las que surgen
de su propia estructura, de su propia naturaleza. Respetndolo obedece automticamente y
con prontitud. Desde luego hay ciertas reglas que deben tenerse en cuenta, sin las cuales el
riesgo es completo. Una de estas condiciones para la programacin mediante la imagen
verbal es la forma de hablar al subconsciente.
De ser plenamente positiva y no revestir el tono de una orden impuesta por
la voluntad, sino la de
(147) P. chauchard, La Psicologa moderna de la A a la Z, Bilbao, Mensajero, 1967, p.
77.
(148) Andrea Saetti, La curacin por la mente, p. 81.
__ Afrmalo no como un deseo, como algo que quieres lograr, sino como algo que
ests logrando ya. Esto no contradice en absoluto la verdad de que un segundo antes
te encontrabas mal. No ests diciendo una mentira porque en cuanto piensas as ya se
est modificando una mentira porque en cuanto piensas as ya se est modificando la
estructura negativa de El cerebro automtico ya se ha puesto en funcionamiento, ya est
creando las condiciones de la nueva situacin, ms favorable y conscientemente elegida
por ti.
No se deja de ser significativo a este respecto la frase de san Marcos en el Evangelio:
Cualquier cosa que pidis en vustra oracin creed que os Indica una peticin llena de
seguridad, de confianza. Y a nivel, incluso evanglico, a quien confa se le da la
respuesta inmediata.
Es importante el permanecer abierto al acontecimiento, a lo que est ocurriendo,
observndolo, creyndolo, no como uno que espera que algo ocurra sino como quien
certifica con su actitud que est ocurriendo, y que ese acontecimiento inunda la mente y
la biologa de la persona.
Ramacharaka hace la siguiente puntualizacin, respecto de la frase-vehculo de
condicionamiento:
Qu el significado de cada palabra permanezca claramente ante vosotros
para que al repetirla sintis su significado. (152)
al repetir una afirmacin lo que estamos tratando de conseguir es que se establezca un
centro mental y que en torno a l se construya el ideal u objetivo deseado.
(152) Ramacharaka, Lecciones..., p. 163.
meditar con profundo pensamiento sobre pinturas y ejemplos de varios actos de bondad
y valenta; verlos desde todos los ngulos para despojarlos y valenta; verlos desde todos
los ngulos para despojarlos de toda impureza, falsedad o motivos secundarios para llegar
as tan cerca como sea posible, al significado de la esencia emocional de estas cosas.
Porque son esencialmente realidades de carcter, no clases particulares de accin o ciertos
eventos especficos. (153)
Lo que significa que, mediante la imagen visual, podemos lograr
__ un objetivo fsico: la modificacin de nuestro cerebro y de sus clulas, molculas y
tomos.
__ un objetivo mental: modificar el sentido, la significacin que atribuimos a los
hechos, a los acontecimientos, a la vida entera.
Evidentemente que esta posibilidad es enormemente decisiva e importante para nuestra
mente, la paz y la salud van a depender de la posibilidad de acceder a las fuentes de donde
surgen limpias y originales.
Pero es una especie de dogma que la funcin bsica de todas las otras funciones de la
persona es biolgica. Y consiguientemente, el dominio de nuestra biologa,
concretamente de la estructura de nuestro cerebro automtico, va a darnos ala clave para
entrar en nosotros mismos.
En la tradicin oriental esto se ve de una manera muy prxima y natural, como
formando parte de su cultura. Swami Vishnudevananda, refirindose a ese personaje, y
amtico, qu es el yogui, dice:
(153) Ernest Wood, Yoga, prctico, Mxico, Orin, 1956, p. 122.
De todos los modos cada cual puede ejercitarse sencillamente y de forma casi
espontnea en visualizar.
1. Cierra los ojos, estando cmodamente sentado. Es mejor.
2. Imagina delante de ti una pantalla de televisin o de cine.
__ Imagnala blanca (pausa); despus verde (pausa). Tienes que conseguirlo. Y t
mismo puedes ir cambiando de color sin que quede rastro del anterior.
__ Visualiza claramente objetos sencillos en la pantalla: una naranja gigante; una pera;
un papel. Visualiza una raya negra que atraviesa la pantalla en forma diagonal; de esquina a
esquina; de arriba abajo; que se mueve. No debes ver ms que la lnea, o lo que en cada
caso te propongas...
__ Despus puedes pasar a objetos ms complejos: una cocina, visualzala lentamente,
despacio. Vas recorriendo todo lo que en ella est y que t ves claramente.
Visualiza un jardn, una calle, etc...
Una habitacin en penumbra. Despus al abrir la ventana visualiza lo que ocurre. Todo
ms claro.
En fin. Estos son ejemplos sencillos de lo que t puedes hacer Y es importante el que lo
hagas. La fuerza con la que visualices, ser la fuerza con la que podrs posteriormente
condicionar tu mente subconsciente, automtica, profunda.
No debe haber ningn momento tensin ni debe ser un trabajo que te canse.
Para ejercitarte ms en la visualizacin, puedes hacer lo siguiente:
1. Visualiza un objeto sencillo
_ un circulo
_ un cuadrado
_ un libro
_ una naranja, etc...
Lo que importa en todo momento es la estabilidad y la claridad de las siguientes
imgenes.
Posteriormente lo que importa adems de eso es aadir elementos de otros sentidos. As
esos mismo objetos los puedes visualizar
2. __ un circulo en color: blanco, amarillo, rojo, etc...
3. Ahora visualzalos
__ en movimiento
__ visualiza todas las situaciones en las que participa el crculo o lo que sea.
En el caso del crculo: las ondas de un lago, un anillo; una ventana redonda, etc...
4. Despus de asociados a una idea. Siguiendo con el caso del crculo: eternidad;
lo perfecto, lo cerrado. Pero siempre SIN DEJAR DE VER EL CIRCULO, en
una forma u otra. Siempre tiene que haber un elemento visual asociado a la idea.
Repito que lo que importa en cada momento es
__ la claridad de la imagen
__ y la estabilidad de la imagen.
Si vienen distracciones vuelve pacientemente a la visualizacin original.
Vase actuando, sintiendo, sintiendo como usted quiere ser. No se diga: Voy a
proceder as maana. Dgase solamente: Ahora, durante treinta minutos me voy a
imaginar procediendo de esta forma. (159)
Emilio Guzmn, discpulo de Jos Silva, difusor del Control Mental silva, dice:
la programacin que logra mayores resultados efectivos consiste en poner a la
imaginacin a formar visualizaciones de los resultados que se desea obtener, como
hechos logrados. (160)
Con cierto sentido realista, Jess Stearn, un estudioso de los fenmenos de control
mental dice:
Enfocad la pantalla de la mente y haced una pelcula con vosotros mismos como
estrellas principales, haciendo las tareas que os habis impuesto.
Veos realizndolas una a una. Veos confiados y llenos de coraje; decididos y
entusiastas, felices y sanos, seguros y bondadosos (161)
Grficamente la situacin general podra ser as:
Aplicaciones de la visualizacin
Mltiples son las aplicaciones que se pueden hacer de todo el proceso de visualizacin.
Y todas valiosas.
Puede emplearse el poder dela imagen
1. Para meditar
2. Para modelar el carcter
3. Para curar o curarse
Imagen y meditacin
Hay un tema que me apasiona al que posteriormente quiero dedicarle algn tiempo. Lo
llamo lectura psicociberntica del evangelio. O ms sencillamente una lectura del
evangelio hecha desde niveles alfa, niveles receptivos.
Tenemos la gran posibilidad de evangelizar nuestra mente profunda, nuestra mente
automtica, la que condiciona nuestra conducta y nuestras motivaciones.
Hemos de evangelizar el subconsciente de manera directa, conociendo las leyes que nos
permiten el acceso a l.
Siempre se habla de concienciar o concienciar a la gente. Pero no se habla de
subconsciencia o subconcientizar a las personas.
Todo el evangelio puede ser reducido a lo que es un testimonio vivo de Jess y de su
paso.
Todo puede ser visualizado. Y al hacerlo, estamos acercndonos a la clsica aplicacin
de sentidos de la que habla Ignacio de Loyola en sus Ejercicios Espirituales.
4. No fuerces nada. Lo nico que tienes que hacer es visualizar; dejar que te llegue
todo el acontecimiento traducido en imgenes reales, prximas, detalladas, claras y
estables.
Puede servirte para visualizar de imgenes, fotografas, dibujos, pinturas o escenas de la
vida diaria que tengan una semejanza, con la escena evanglica. Pueden servir tmbin las
proyecciones, las diapositivas, pero siempre vistas desde el reposo de os nobles alfa, sin
reaccionar ante ellas, sino ms bien dejando que ellas mismas impregnen la mente
subconsciente, la mente automtica. Con el tiempo, sin apenas darnos cuenta, se irn
traduciendo en conducta. Y lo que est perfectamente programado, al aparecer, podr dar la
impresin de algo casual, espontneo.
3. Imagen y carcter
Muchos hemos odo hablar sobre el carcter, bueno o malo. Pero lo importante es cmo
construir libre y voluntariamente nuestro propio carcter, siendo duelos de nuestro propio
destino.
El carcter es todo un estilo de vida, porque la impregna. Pero el carcter es
fundamentalmente una actitud generalizada, y por eso mismo est estructurado sobre la
misma base que cualquier actitud.
Toda actitud siempre es el resultado de una participacin global y unitaria del cuerpo,
de la afectividad y del pensamiento y en relacin con la vida, con el mundo de las personas,
de los acontecimiento, del mundo en general.
Para hacer prctico todo este trabajo necesitamos conocer las leyes que lo determinar,
que lo construyen y que lo modifican.
Dije anteriormente que el carcter corresponde a un sector afectivo y poco
intelectualizado del psiquismo y de la conciencia. Y esto es punto de partida importante
para trabajar.
e inters, se plasman en forma de pensamiento que la mente maneja como las manos
un objeto material. (164)
La mente subconsciente es automtica. Y obra rpidamente en cuanto se cumplen las
leyes que la hacen funcionar. Pero, a pesar de todo, necesita tiempo para ordenar los
materiales y organizarlos en la forma programada y en relacin con un objetivo deseado. Es
preciso trabajar con constancia y con precisin. Todo ocurrir a su tiempo.
La forma de proceder es la misma que la expuesta en lo dicho anteriormente. Hay que
saber lo que se quiere; hay que saber crear un buen programa de trabajo, hay que saber
dedicarle tiempo al hacer funcionar ese programa en momentos de reposo, de nivel alfa,
visualizando la situacin.
El carcter no es algo esttico, fijo, irremediablemente fijo, sin posibilidad de cambio.
Esto es lo que ordinariamente ocurre, pero ms que todo por falta de deseo de cambio y por
no saber cmo hacerlo.
Es preciso conducir nuestro propio destino y no dejar que los dems lo organicen para
sus intereses y propsitos. No podemos renunciar a nuestro propio autogobierno inteligente
y humilde.
4. Imagen mental y curacin
Todas las enfermedades son psicosomticas. Esta es la afirmacin que cada vez va
tomando ms fuerza, aunque algunos tengan sus reservas todava.
De hecho no es una constatacin cientfica, pero existen bases fuertes para creerla
probable.
(164) Ramacharaka, Lecciones..., p. 143.
3.
Puede ocurrir, de hecho ya ha ocurrido, que personas que funcionan en gran medida a
base de gustos y disgustos, de lo que les agrada o no, la han dejado de lado por no
entenderla, principalmente, pero tambin porque les pareca menos jugosa que otras. Y sin
embargo es de las de mayor eficacia.
Es importante dominarla, tan importante como ser dueos dela propia mente
automtica, de la propia mente profunda.
Con todo lo expuesto tienen una visin global de las prcticas que disponen y
aproximan a lo que considero la intencin definitiva de todo este trabajo: la meditacin.
Ella es como ese rellano mando dentro del bosque, donde todo parece estar hecho para
sentir en silencio y calma la proximidad de la naturaleza.
Los programas educativos no contemplan todava la meditacin como una actividad
esencial. Algunos, sensiblemente ms conscientes, comienzan a preocuparse por esa
fascinante espeleologa al fondo de la mente humana; y la meditacin cumple las
condiciones esenciales para tan singular inmersin.
Soy consciente de que no est dicho todo lo que hoy se puede decir sobre la meditacin,
en las pginas que preceden. Para mayores ampliaciones. Son seis. Y en ellos, de forma
monogrfica, con mayor amplitud, se tratan temas tales como el silencio, la meditacin, la
oracin y la contemplacin.
Era necesaria una sealizacin ms concreta de los caminos prcticos. La prctica
siempre devuelve la teora a la realidad cotidiana e intenta responder a toda esa casutica o
fenomenologa de quien quiere meditar y pregunta por la manera prctica de hacerlo.