Primero Creer para Crear

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Primero: Creer.

Luego: Crear
En la pelcula Episodio V: El imperio contraataca, hay una escena donde Yoda, un
maestro Jedi de ms de 800 aos de edad est adiestrando a Luke en mantener
la concentracin y mover objetos con la mente, una pequea roca levita ingrvida
por la concentracin de Luke. Entonces, su la nave, el nico transporte que existe
en ese planeta, el nico medio para salir de ese pantano en medio del universo,
comienza a hundirse en un lago fangoso.
En ese momento, Luke pierde toda concentracin y contempla desolado las
burbujas que emergen en el sitio donde hace un momento estaba su nico
elemento de escape. Luke se acerca a la orilla del lago y dice:
- Ya nunca podremos sacarla.
- Tanta certeza tienes? Le responde Yoda con otra pregunta Nunca se puede,
es lo que siempre dices, lo que te digo no escuchas.
- Maestro, mover rocas es una cosa, esto es totalmente diferente.
- NO! Yoda levanta la voz y golpea el bastn contra el piso - Diferente no!, tan
solo en tu mente lo es. Debes desaprender lo que has aprendido.
Luke mira con cara de pocos amigos a Yoda, pero un instante despus pone cara
de resignacin:
- Est bien, lo intentar.
- NO! Yoda rasga con voz firme la espesa atmsfera del pantano, para luego
(una vez captada la atencin del aprendiz) bajar la voz y proseguir solemne No
intentos: Hazlo no lo hagas, no hay intentos.
Luke lo vuelve a mirar como gallina que mira sal, luego se voltea, toma una
respiracin, extiende su mano derecha, cierra los ojos y se concentra. Las
burbujas vuelven a salir del pantano y poco a poco se empieza a asomar el ala de
la nave, Yoda abre ms los ojos, la mano de Luke tiembla por el esfuerzo, la nave
que est queriendo sacar del pantano es miles de veces ms grande y pesada
que la roca que hace poco hizo levitar casi sin esfuerzo.
Pero pronto el brazo de Luke comienza a bajar, y la nave tambin, hundindose de
nuevo, Yoda mira al piso, cierra los ojos y baja sus puntiagudas orejas. Luke,
abatido, se sienta al lado de Yoda:
- Es grande, no puedo.
- No importa el tamao. le dice el maestro Mrame por mi pequea estatura

me juzgas?, pues hacerlo no deberas, porque mi aliada es La Fuerza, y una


poderosa aliada es. De la vida es la creadora, crecerla hace, su energa nos rodea
a todos y nos une.
- Luminosos seres somos, contina diciendo Yoda, mientras se acerca a Luke y
pellizca su hombro no esta cruda materia. Debes sentir La Fuerza a tu
alrededor; aqu, entre tu y yo. El rbol, la roca, en todas partes. Si. Y tambin entre
la tierra y la nave.
Luke, mira a Yoda, sabiendo que no tiene argumentos para rebatir eso, pero sin
estar ni un poquito convencido de lo que dice su diminuto maestro. Se pone de pi
y le dice:
- T quieres lo imposible mientras se retira unos metros, donde se echa de
nuevo al piso.
Yoda respira, medio grue, cierra los ojos, extiende su verde brazo, terminado en
una tosca mano con solo tres dedos con pezuas y con la cabeza agachada se
concentra. La nave comienza a levitar, saliendo a la superficie llena de ramas y
fango por todos lados. Hay un androide de forma cilndrica que ante la escena
comienza a emitir una cantidad de bips guturales y a tambalearse frente a lo que
su mecnico cerebro le dice que es imposible. Luke, ante la agitacin se levanta y
se aproxima a la orilla del lago.
Entonces observa cmo Yoda, ahora con la cabeza levantada pero los ojos an
cerrados y su brazo extendido ha hecho salir completamente la nave del fango y
sta levita como si eso fuera una papita, apacible, en direccin donde estn ellos.
Chorreando agua y llena de ramas, races y sabr dios qu ms, pasa a un lado
de Yoda y se posa suavemente en frente de Luke, quien la mira incrdulo, al punto
que se acerca y toca la nariz de esa cosa (porque est tan asombrado que la mira
como una cosa y no como una nave de unos 15 metros de largo).
Yoda, ya con los ojos abiertos, ve al Padawan tocando la nave y rodendola,
buscando el truco de la vaina. Luke, que no puede an conseguir explicarse lo que
est pasando se acerca a su maestro y le dice:
- Yo no no puedo creerlo
Yoda, lleno de misericordia y con voz clida le dice:
- Por eso es que fallas.

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