Troilo Cressida

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G.

Chaucer
/// Troilo y Crssida (Troilus and Crisseyde)
LIBRO I
1. Contar la doble pena de Troilo,
quien fuera el hijo del rey Pramo de Troya,
en el amor, cmo se sucedieron sus aventuras,
de sufrimiento a bonanza, y luego a desventura,
es mi propsito, antes de alejarme.
Tesfone1 , aydame a componer
este triste poema, que llora a medida que escribo.
2. A ti te invoco, diosa del tormento,
Furia cruel, sumida siempre en el dolor;
aydame a que sea el triste instrumento
que ayude a los amantes, como yo pueda, a lamentarse.
Pues bien sea, el consentimiento para decir
de una triste criatura que tuvo un terrible temor
y de una triste historia, un triste amor.
3. Puesto que yo, que sirvo a los servidores del dios del Amor,
no me atrevo a amar, por mi falta de posibilidad,
ruego se me otorgue buen xito, aunque deba morir,
ya que en esta oscuridad estoy tan lejos de su ayuda;
pero, de todos modos, si esto trajera felicidad
a algn amante, y lo asistiera en su causa,
que de l sea mi gratitud y mo su sufrimiento.
4. Pero vosotros, amantes, baados en felicidad,
si hubiera en vosotros una gota de compasin,
acordos de pasados pesares
que habis sentido y de la adversidad
de otras gentes, y pensad cmo habis
sentido que Amor os disgustaros;
o de lo contrario lo habris ganado con demasiada facilidad.
5. Y rezad por aqullos que estn en el caso de
Troilo, tal cmo oiris despus,
que el amor les lleve solaz al cielo,

y para m tambin rezad que de algn modo pueda mostrar


la pena y dolor que soportan los seres del Amor,
a travs de la desventurada aventura de Troilo.
6. Y pedid tambin por aqullos que han perdido las esperanzas
en amor y que nunca se recuperarn,
y tambin por aqullos que han sido calumniados
por lenguas malignas, ya se trate de l o ella;
as, pedid a dios que, en su bondad,
les conceda salir pronto de este mundo
a aqullos que perdieron las esperanzas de la gracia del Amor.
7. Y pedid tambin por aqullos que estn bien,
para que dios les otorgue perseverancia
y les enve fuerza para complacer a sus damas,
para que haya el culto y el gozo del Amor.
Pues de este modo espero ennoblecer mi alma,
rogando por aqullos que son siervos del Amor,
escribiendo sobre sus penas y viviendo en caridad.
8. Y para compadecerme de ellos,
como si fuera su querido hermano.
Prestad atencin ahora con buena intencin ,
ya que ahora ir directamente a mi tema,
en el que podris oir la doble pena
de Troilo, enamorado de Crsida,
y cmo ella lo abandon antes de morir.
9. Es bien sabido cmo los Griegos fuertemente
armados y con cien barcos fueron
hacia Troya y largamente la ciudad
asediaron, quedando all casi diez aos,
y de diversas maneras se ha escuchado
sobre el rapto de Helena
hecho por Paris, que atrajo toda su desgracia.
10. Pues sucedi que en la ciudad haba
residiendo un seor de gran autoridad,
un gran sacerdote llamado Calchas,
tan experto en ciencia que saba

que Troya sera destruda,


como respuesta de su dios que se llamaba
Seor Febo o Apolo Dlfico.
11.Pues cuando Calchas supo por sus clculos
y tambin por respuestas de Apolo
que los griegos traeran a esa gente
que destruira a Troya,
se dispuso rpidamente salir de la ciudad,
pues bien saba l, as, que Troya
sera destruda, s, quieranlo o no.
12. Por lo cual, para partir silenciosamnte,
hizo arreglos este sabio previsor
y hacia el enemigo griego muy en secreto
se encamin seguidamente; y ellos en forma corts,
lo adoraron y sirvieron,
con la certeza de que l posea la habilidad para librarlos
de cualquier peligro que fuera de temer.
13. El rumor se elev, cuando se supo primero,
por toda la ciudad y se habl en todas partes,
de que Calchas haba hudo como traidor y se haba aliado
con los de Grecia e instaron a vengarse
de l pues rompi falsamente su lealtad,
y decan que l y su familia
merecan ser quemados, piel y huesos.
14. Y haba Calchas dejado, en esta desventura,
ignorante de su accin falsa y vil,
a su hija, quien estaba en gran desgracia,
pues por su vida tema realmente,
ya que no saba qu decisin tomar.
Pues ella era viuda y desprovista
de toda amistad con quien se atreviera a quejarse.
15. Criseida era el nombre de esta dama, por cierto;
a mi juicio, en toda la ciudad de Troya,
ninguna era tan bella pues sobrepasaba a toda criatura,
tan angelical era su belleza nativa

que se asemejaba a un ser inmortal,


tal como una criatura celestial perfecta
que fuera enviada para burlarse de la naturaleza.
16. Esta dama que todo el da escuchaba desde temprano
la vergenza de su padre, su falsedad y traicin,
a punto de enloquecer por la pena y el miedo,
con largo hbito de viuda de color marrn,
de rodillas cay ante Hctor;
con voz lastimera y llorando tiernamente,
le pidi clemencia, disculpndose a s misma.
17. Hctor era de naturaleza compasiva
y vio que ella tena un triste aspecto
y que era tan hermosa;
de su bondad le dio prontamente seguridades
y dijo: "Deja que la traicin de tu padre
avance con desdicha y t misma, con alegra,
vive con nosotros, mientras lo desees, en Troya.
18. Y tendrs todo el honor que los hombres te deben,
como antes cuando tu padre viva aqu,
y tu cuerpo los hombres respetarn,
por lo que yo he podido oir."
Ella le agradeci con gran respeto y humildad
y hubiera continuado si l lo hubiese permitido,
y se despidi y volvi a casa y all se qued.
19. Y en su casa llev una vida de tal rango
como convena a su honor,
y mientras estuvo viviendo en esa ciudad
mantuvo su prestigio y tanto de jvenes como de viejos
fue muy querida y los hombres hablaban bien de ella.
Pero si tuvo algn hijo o no
no he sabido nada y por lo tanto lo dejo pasar.
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23. Y sucedi que, al llegar el tiempo
de abril, cuando el prado se viste
de un verde nuevo, primicias de la rebosante primavera,

y las flores blancas y rojas dulcemente perfumadas


se mostraban en variadas formas, segn le,
el pueblo de Troya, en antigua observancia,
celebr las fiestas Palladianas.2
24. Hacia el templo, en sus mejores atuendos,
en general, fue mucha gente
a atender el servicio a Pallas.
Especialmente, tantos vigorosos caballeros,
tantas damas lozanas y brillantes doncellas,
todas muy bien ataviadas, tanto las ms encumbradas como las ms
modestas,
s, todas ellas, a causa de la estacin y de la fiesta.
25. Entre esta gente estaba Criseida,
con los negros hbitos de viuda; pero, sin embargo,
tan cierto como que nuestra primera letra es la A,
primera en belleza se ergua ella, sin par.
Su apariencia divina atrajo todas las alabanzas.
Nunca se haba visto nada tan digno de admiracin,
ni bajo tan negra nube, estrella tan brillante.
*****************
27. Troilo, quien era el lder
de los jvenes caballeros, los llevaba de un lado a otro
en ese vasto templo y por todos los costados,
observando a todas las damas de la ciudad,
ora aqu, ora all, pues ninguna devocin
tena por ninguna que le quitara el sueo,
sino que iba a halagar y a criticar a quien quisiera.
28. Y en su paseo rpidamente se puso a acechar
si algn caballero o escudero de su grupo
comenzaba a suspirar o dejaba que sus ojos se nutrieran
de alguna mujer que pudiera espiar.
Entonces [Troilo] sonrea, lo consideraba locura
y le deca as: "Quiera dios que duerma tranquila,
por amor a ti, cuando t te ds vuelta.
29. Por dios, que he odo hablar de vuestras existencias,

de vosotros los amantes y de sus ritos groseros,


y cunto trabajo que da a la gente ganar
el amor, y para conservarlo, cuntas dudas.
Y cuando se pierde la presa, tristeza y penurias.
Oh, verdaderos locos, bien ciegos estis.
No hay nadie que pueda competir con ellos."
30. Y con esas palabras elev las cejas,
cual si dijera: "Acaso no he hablado sabiamente?"
A lo que el dios del amor comenz a verse triste
por despecho, y tir para vengarse.
Rpidamente blandi su arco, que no estaba roto,
pues de inmediato le dio en pleno
y todava puede cazar a un pavo tan orgulloso [como Troilo].
31. Oh, mundo ciego, oh, ciega intencin!
Cuntas veces sucede el efecto contrario
a las malignas arrogancias.
Pues cazado es el orgulloso y cazado el campechano.
Troilo ha subido la escalera y poco imagina que debe descender.
Pues todo el tiempo suceden cosas que los tontos no esperan.
[o: todo el tiempo fallan cosas que los tontos esperan. ]
32. As como el orgulloso Bayardo comienza a trotar
fuera del camino para comerse el grano,
hasta que recibe un latigazo del largo ltigo
y piensa entonces, "Aunque juguetee como antes,
el primero en las artesas, bien gordo y recin tusado,
sin embargo soy slo un caballo y la ley del caballo
debo soportar y tirar con mis semejantes."
33. As igualmente sucedi con este fiero y orgulloso caballero,
aunque fuera el hijo de un prestigioso rey
y tanto poder haba tenido
sobre su voluntad, para dominar a su corazn.
Sin embargo, con una mirada su corazn se prendi fuego,
y l, que ahora estaba orgulloso en la cima,
sera de pronto completamente subyugado por el amor.
34. Tomad, pues, ejemplo de este hombre,

vosotros, sabias, orgullosas y dignas gentes todas:


despreciar a Amor, puede muy prontamente
enajenar la libertad de vuestros corazones;
siempre fue as y siempre lo ser,
ya que el Amor es aqul que todo lo puede unir
y ya que el hombre no puede destruir la ley de la naturaleza.
35. Que esto es as ha sido probado y lo sigue siendo aun
pues esta verdad yo s, con todo detalle,
los hombres no piensan que gente con ms entendimiento
que ellos pueden estar totalmente enamorados;
y que la gente ms fuerte ha sido as derrotada,
los de ms noble y alto rango.
Esto ha sido, y es, y los hombres lo vern todava.
36. Y ciertamente est bien que as sea,
pues los ms sabios han sido complacidos as
y aqullos que ms desventurados han sido,
con el amor fueron totalmente consolados y aliviados.
Y muchas veces el cruel corazn fue as aquietado
y gente digna hecha aun ms digna de renombre
e impulsados a temer ms el vicio y la vergenza.
37. Y ya que no puede ser con bien resistido,
y es en s algo tan virtuoso,
no os rehusis a quedar ligados al Amor,
ya que de todos modos, si le place, podr ataros.
La verga que se dobla y pliega es mejor
que la que se rompe; por lo tanto os aconsejo
que sigis a aqul que tan bien puede guiaros.
Cantus Troili
58. "Si el amor no existe, o dios, por qu siento de esta
manera?
Y si el amor existe qu cosa y cul es?
Si el amor es bueno, de dnde proviene mi dolor?
Si es malo, me parece portentoso
cmo cada tormento y adversidad
que de l me llega, puede parecerme placentero.

Pues ms sed tengo cuanto ms de l bebo.


59. Y si es que con mi propia lujuria ardo
de dnde viene mi llanto y mi lamento?
Si el dao me sienta bien por qu me lamento entonces?
No s por qu me desmayo.
O viva muerte, o dulce y delicioso dolor,
cmo puedes tanto en m
a no ser que sea yo quien lo consiente?
60. Y si yo consiento, sin razn
me quejo, lo s; as llevado de un lado a otro,
sin timn dentro de un bote me encuentro,
en medio del mar, entre dos vientos
que cada vez ms soplan en forma opuesta.
Ay de m! Qu es esta maravillosa enfermedad?
Muero de calor por fro y muero de fro por calor.
61. Y dijo l al dios del amor
con voz lastimera: "Oh seor, ahora tuyo es
mi espirtu, el cual deba ser tuyo necesariamente.
Te agradezco, seor, el haberme trado a esto;
pero si de diosa o de mujer se trate -ciertamente
no lo s- aqulla a quien me haces servir,
como su hombre vivir y he de morir.
62. T eres poderoso a sus ojos,
como en un lugar digno de tu virtud.
Por lo tanto, seor, si mi servicio o yo
somos de tu agrado, s benigno conmigo,
pues aqu mismo renuncio a mi rango real
por estar en su servidumbre y con grande y humilde afecto,
convertirme en su hombre, caro a mi dama."
63. En l no se dign respetar sangre real
el fuego del amor, dios con l me bendiga,
ni tenerle ninguna consideracin, a pesar de
toda su virtud o sus excelentes proezas.
Mas lo retuvo como su esclavo abajo en la desdicha,
y lo marc a fuego de nuevas y variadas maneras,

de modo que sesenta veces por da mudara su color.


64. Tanto, da a da, su propio preocupacin,
en su deseo, se aceleraba y aumentaba,
que cualquier otra carga desestimaba.
Frecuentemente, para atenuar su fuego,
anhelaba ver su hermosa imagen,
para ser aliviado por ella,
pero cuanto ms se aproximaba, ms arda.
65. Pues, por cierto, cuanto ms cerca del fuego, mayor el calor;
esto, creo, lo sabis todos vosotros.
Pero, lejos o cerca -me atrevo a decir estode noche o de da, en la cordura o la locura,
su corazn dentro del pecho
estaba siempre con ella, quien era ms hermosa
que Helena o Polixena.
66. Cada da no pasaba una hora
sin que l se dijera mil veces:
"Gentil Amor, a quien sirvo y por quien sufro,
lo mejor que puedo, dios quiera Criseida,
que no me hagas sufrir por esto.
Corazn mo, mi salud y mi color
y mi vida estn perdidos, si t me haces sufrir."
67. Cualquier otro temor haba hudo,
tanto del asedio como de la salvacin.
Ningn otro deseo creca en l
fuera de los argumentos dirigidos a este objetivo,
que ella tuviera compasin de l
y lo aceptara como su hombre mientras l durara.
En esto le iba la vida y la cura de la muerte.
68. La afilada y destructiva lluvia de la prueba de armas
que Hctor y los otros soportaban,
no lo [con]movi ni una sola vez por s misma.
Y sin embargo, all donde los hombres iban,
era l uno de los mejores y quien ms tiempo soportaba
donde estaba el peligro e hizo tanto trabajo

con las armas que era maravilla slo pensarlo.


69. Pero no por odio a los griegos
ni por el rescate de la ciudad,
realizaba estas proezas en armas,
pero slo, prestadme atencin, con este objetivo:
gustarle ms a ella por su renombre.
Da a da se empe tanto en la lucha
que todos los griegos lo teman como a la muerte.
**********************
[Troilo languidece ms y ms por amor y su amigo Pndaro, to de Criseida, trata de
averiguar la causa. Troilo dice que no se trata de la difcil situacin de Troya sino una
pena ms profunda que no le p uede contar. ]
84. Ante tanta pena y sufrimiento, Pndaro
a menudo le deca: "Ay qu ser esto?
Vamos amigo, deca, si alguna vez hubo amor o verdad
entre nosotros dos
no cometas nunca la crueldad
de ocultar de tu amigo tanto cuidado.
No te das cuenta que soy yo, Pndaro?
85. Compartir contigo toda tu pena.
Si esto no te sirviera de consuelo,
es el derecho del amigo (no hace falta decirlo)
compartir la pena, as como las alegres diversiones.
Con buenas y malas nuevas, te he amado y amar
toda la vida, para bien o para mal.
No ocultes de m tu pena, sino dla pronto."
*********************
90. "Troilo, ahora escchame," dijo Pndaro.
"Aunque yo sea un tonto,, sucede muy a menudo
que uno que por causa de los excesos vive muy mal,
con buenos consejos pueda preservar a su amigo de ello.
Muchas veces he visto aun ciego transitar
por all donde cayera uno que poda ver.
Un tonto puede tambin a menudo guiar a un sabio.
91. Una piedra de afilar no es un instrumento para trinchar,
pero puede dar filo a esa herramienta.

T sabes que yo he extraviado el camino.


Abstnte de ello, pues eso debe ser una leccin para ti.
As, muchas veces los sabios se han cuidado gracias a los tontos.
Si t haces eso, tu razn estar bien alertada.
De lo contrario, todo ser malogrado.
92.Pues cmo podr ser conocida la dulzura
por aqul que nunca prob la amargura?
Ningn hombre podr ser ntimamente feliz, creo,
si nunca ha estado en pena o dificultades.
Tambin lo blanco por lo negro, por la vergenza el honor,
cada cosa por la otra, ms que por una semejante,
tal como todos pueden verlo, as los sabios lo creen.
LIBRO III [Pndaro, decidido a unir a los jvenes, se dedica a ganar la confianza de la temerosa
Criseida, asegurndole de la honestidad de las intenciones de Troilo. Despus de un
primer encuentro de Troilo y Criseida en casa de un a migo y cuando Pndaro cree que ha
llegado el momento, invita a su sobrina a comer en su casa, donde ha escondido
previamente a Troilo. Se desencadena una tormenta y Criseida deber pasar all la noche.
Tras largas conversaciones, Cris eida consiente a los apremios de Pndaro y las promesas
de Troilo y los amantes se unen, jurndose amor eterno.]
178. E igual que aqul que ve tomar forma a la muerte
y debe morir, por lo que l sabe,
y de pronto es rescatado de peligro
y de la muerte es llevado a salvo,
por todo este mundo, en alegra semejante
estaba Troilo y tena a su dulce dama.
Ojal nunca nos encontremos con peores sucesos!
179. Sus brazos pequeos, su espalda recta y suave,
sus largos flancos, carnosos, lisos y blancos
comenz Troilo a acariciar y muchas veces invoc la fortuna
sobre su garganta de nieve, sus pechos redondos y leves.
As, en este cielo comenz a deleitarse
y la bes en total unas mil veces,
pues saba qu deba hacer para alcanzar el Goce.
***********************
186. Por cierto, bella y femenina esposa,
me atrevo a decir que fidelidad y constancia

encontrars en m mientras viva,


ni que tampoco desobedecer tus mandatos.
Y si lo hago, estando [t] presente o ausente,
por amor de dios, mtame con la accin,
si eso requiere tu femineidad.
188. De sus deleites o Goces por lo menos
es imposible que mi entendimiento hable.
Pero juzgad, vosotros que habis estado en el convite,
con cuanta alegria gozaron del juego.
No s ms, pero as estos dos
esa noche, entre el temor y la seguridad,
experimentaron el don preciado del amor.
******************
190. Pero cierto es, aunque no puedo contar todo,
como lo hace mi autor, de su excelencia [del amor],
que lo he dicho, y lo dir si dios quiere,
poniendo toda completa su expresin.
Y si yo, por reverencia hacia el amor,
me he comido alguna palabra con buena intencin,
arregladlas vosotros como os plazca.
191. Pues mi palabra, aqu y en todas partes,
las digo sujetas a vuestra correccin,
vosotros, que tenis el sentiminto del arte de amar,
y lo someto todo a vuestra discrecin,
de aumentar o disminuir
mi lenguaje y esto os lo pido.
Pero ahora vayamos al propsito de mi narracin.
[Despus de su primera noche de amor, los amantes ven llegar la maana y la necesidad
de separarse. Chaucer incluye aqu una forma potica denominada aube o aubade, de
origen provenzal y especfica de dicha situaci&oa cute;n.]
203. Pero cuando el gallo, astrlogo comn,
comenz a latir en su pecho y luego a cantar,
y Lucifer, el mensajero del da,
comenz a levantarse y lanzar sus rayos;
y surgi hacia el este, para quien pudiera verlo,
Fortuna Maior, entonces pronto Criseida,

con el corazn lastimado, a Troilo dijo as:


204. "Vida de mi corazn, mi tristeza y mi placer,
cunta es mi pena por haber nacido
y que el da deba separarnos.
Pues es tiempo de levantarse e irse,
o si no, estoy perdida para siempre.
Oh noche, ay de m! Por qu no te ciernes sobre nosotros,
tanto tiempo como cuando Alcmena yaci junto a Jpiter?
205. Oh negra noche, como la gente lee en los libros,
que has sido formada por dios para ocultar este mundo
en ciertos momentos con tu pacto de oscuridad,
bajo el cual los hombres pueden quedar en reposo
bien se quejan los mejores y la gente te reprocha
que como de da con trabajo quieres que nos esforcemos,
mientras t huyes y no nos otorgas ningn descanso.
206. Desgraciadamente, haces tu oficio demasiado a la ligera,
t, noche disipada, por lo cual [ruego] a dios, hacedor de
especies,
por tu prisa y tu ingrato vicio,
te ate tan fuerte a nuestro hemisferio
que nunca ms bajo el suelo puedas deslizarte.
Pues ahora tanto te elevas lejos de Troya,
que yo rpidamente he debido renunciar a mi placer.
207. Troilo, que con esas palabras sinti
como si a l tambin, por lastimosa pena,
se le derritiesen las lgrimas de sangre de su corazn
ya que nunca hasta entonces tal pesadumbre
haba experimentado, de tanta alegra,
fue inmediatamemnte hacia Criseida, su querida dama,
para estrecharla en sus brazos y decirle as:
208. Oh da cruel, acusador del placer
que la noche y el amor has robado y rpidamente desviado,
maldita sea tu llegada a Troya,
pues cada rendija deja pasar uno de tus brillantes rayos.
Da envidioso, por qu te complace tanto espiar?

Qu se te ha perdido, qu buscas en este lugar?


Por esto, que dios apague tu luz, por gracia suya.
209. Ay de m! En qu te han faltado estos amantes,
despechado da? Tuyo sea el sufrimiento del infierno!
Pues a muchos amantes has matado y matars;
tu hbito de volcarte por todas partes no les deja dnde vivir.
A qu traes aqu tu luz para venderla?
V y vndela donde se graban los sellos pequeos.
Nosotros no te queremos, no necesiitamos el refugio diurno."
210. Y tambin al sol Titn * pasa a retar,
diciendo: "Oh, tonto, bien pueden despreciarte los hombres,
pues tienes a Aurora toda la noche a tu lado,
y permites que tan temprano ella se levante de tu lado,
para incomodar amantes de esta manera.
Qu, guarda tu cama y tambin a tu Maana!
Te ordeno, dios, si no, ambos se arrepentirn.
211. De inmediato, muy dolido suspir y dijo as:
"Mi noble dama y de mi felicidad o desdicha,
la fuente y costumbre, oh mi bienamada Criseida,
me levantar, acaso, y me ir?
Ahora siento yo que mi corazn debe [partirse] en dos.
Pues como podra salvar mi vida por una hora,
ya que contigo es toda la vida que tengo?
212. Lo que har, por cierto, no lo s,
ni cundo, ay de m. Ver en cunto tiempo
en esta situacin podr volver contigo.
Y por mi vida, dios lo quiera, cmo se har eso,
ya que el deseo en este instante me muerde tanto
que ya estoy muriendo; pero regresar.
Cmo podra, ay, estar largo tiempo lejos de ti?
213. Pero sin embargo, mi resplandeciente dama,
si fuera que yo supiera, adems,
que yo, tu humilde servidor y caballero,
estuviera en tu corazn tan firmemente
como t en el mo, lo cual verdaderamente

lo preferira ms que [todo] este mundo duplicado,


entonces yo soportara mejor toda mi pena.
214. A esto respondi Criseida de inmediato
y con un suspiro dijo: "O querido corazn,
el juego, yo lo s, tan adelante ha ido ahora,
que primero caera Febo de su esfera,
y todas las guilas temerosas estaran de las palomas,
y todas las rocas se saldran de su lugar,
antes de que Troilo se saliese del corazn de Criseida.
215. Ests tan hondamente grabado dentro de mi corazn,
que aunque quisiera sacarte de mi pensamiento,
como ciertamente quiera dios salvar mi alma,
aunque muriera en la tortura, no podra.
Y, por el amor de dios que nos ha creado,
no dejes que en tu cerebro otra fantasa
se deslice, que me causara la muerte.
216. Y si t quieres tenerme tan firme en la mente
como yo te tengo a ti, es lo que te pedira
y si pudiera verdaderamente encontrar eso
dios no podra aumentar mi alegra ni un punto.
Pero, corazn mo, sin ms palabras,
sme fiel, o si no, sera impiadoso,
pues yo soy tuya, por dios y por mi verdad.
217. Estte contento por ti y vive en la seguridad
de que nunca antes dije esto, ni lo dir ms a otro,
y si para ti fuera una gran felicidad
volver nuevamente, muy pronto despus de irte,
igualmente deseosa estoy yo que as fuera,
tan ciertamente como que dios dar reposo a mi corazn."
Y ella lo tom en sus brazos y lo bes muchas veces.
218. Contra su voluntad y porque deba ser as,
Troilo se levant y se visti prestamente,
y en sus brazos tom libremente a su dama
unas cien veces, apresurndose a partir,
y con tales palabras que hacan sangrar su corazn

dijo: adis, mi dulce y querido corazn,


que dios nos permita volver a encontrarnos pronto y bien."
219. A lo cual, por la tristeza, ella no contest palabra
ya que tan penosamente comenz la separacin su desdicha.
Y Troilo se dirigi a su palacio
tan abatido como ella, para decir verdad,
pues tan duramente lo torturaba el dolor del agudo deseo
de retornar all donde senta placer,
que no saldra nunca de su recuerdo.
LIBRO IV.
137. Y en resumen, para decir toda la verdad,
haba cado de tal manera en la desesperacin ese da
que se dispuso a morir.
Pues correcta fue siempre su argumentacin:
dijo que seguramente estaba perdido.\
"Pues todo lo que viene viene por necesidad
y as estar perdido es mi destino.
138. Pues ciertamente esto lo s bien," dijo,
que la previsin de la divina providencia
me ha dicho siempre de abstenerme de Criseida,
ya que dios lo ve todo, sin lugar a duda,
y l dispone, mediante sus leyes,
que los mritos verdaderamente sean
los que vengan por predestinacin.
139. Pero sin embargo ay de m! A quin amar?
Pues ha habido muchos grandes clrigos,
que prueban el destino mediante argumentacin;
y otros hombres dicen que necesariamente no hay ninguno,
sino que la libre eleccin es otorgada a cada uno.
Oh, tan hbiles son los antiguos clrigos
que no s cul de las opiniones sustentar.
140. Pues algunos hombres dicen: si dios estableci todo
de antemano,
y dios no puede equivocarse, por dios,
lo que debe suceder, aunque los hombres juren [otra cosa]

lo que la providencia ha dicho antes, ser.


Por lo cual digo que si desde la eternidad
l ha sabido de antemano nuestro pensamiento as como
nuestra accin,
no tenemos libre eleccin, como dicen estos clrigos.
141. Pues otro pensamiento u otra accin
no podran nunca ser, sino las que la providencia,
que no puede engaarse nunca,
ha sentido antes, sin ignorancia.
Pues si pudiera haber una variante
que se apartara de la providencia de dios,
no habra ninguna presciencia de lo por venir;
142. y sera ms bien una opinin
incierta y no una presciencia segura
y ciertamente eso sera un aberracin,
que dios no tuviera un conocimiento perfectamente claro,
ms que nosotros los hombres, que tenemos dudosas
suposiciones.
Pero un tal error, el que dios adivinara,
sera falso y malo, una burda grosera.
143. Tambin sta es una opinin de algunos
que han recibido tonsura;
dicen exactamente eso, que las cosas no vienen
porque la presciencia ha visto antes
que vendrn; sino que dicen que puesto
que vendrn, por lo tanto la providencia
lo sabe antes sin ignorancia.
144. Y de esta manera esta necesidad
se vuelve nuevamente contraria por su parte.
Pues necesariamente no corresponde
que las mismas cosas sucedidas con certeza
hayan sido previstas; pero necesariamente, como dicen,
corresponde que las cosas que suceden
con certeza han sido previstas todas.
145. Me he propuesto, ya que me ocupaba de esto,

inquirir qu cosa es causa de qu cosa;


si la presciencia de dios es
la certera causa de la necesidad
de las cosas por venir, por dios;
o si la necesidad de la cosa que viene
es causa cierta de la providencia.
146. Pero ahora me esforzar en mostrar
cmo est el orden de cosas; pero bien s yo
que corresponde que el suceder
de las cosas sabidas de antemano ciertamente
sea necesario; aunque no parezca
que la presciencia vuelva necesario el suceder
de las cosas por venir, todo sucede, bueno o malo.
147. Pues si un hombre se sienta all sobre un asiento
luego por necesidad corresponde
que, por cierto, tu opinin sea verdadera,
la cual imagina o conecta que est sentado
y ms an ahora ya para siempre.
Oh, as tambin es lo contrario,
de esta manera (ahora escuchen que no me detendr):
148. Digo que si tu opinin
es verdadera, de que est sentado, entonces digo esto
de que debe estar sentado por necesidad;
y as la necesidad est en ambos.
Pues en l est la necesidad de sentarse, yo creo,
y en ti la necesidad de verdad; y as por cierto,
debe haber necesidad en los dos.
149. Pero t puedes decir que el hombre no est sentado all,
que lo verdadero es tu opinin sobre estar sentado;
pero ms bien como el hombre est sentado desde antes,
por lo tanto tu opinin es verdadera, creo yo.
Y digo, aunque la causa de verdad de esto
viene de su estar sentado, sin embargo la necesidad
es intercambiable tanto en l como en ti.
150. As, de esta misma manera, fuera de dudas,

puedo bien hacer, como me parece,


mi razonamiento sobre la providencia de dios
y de las cosas que van a pasar;
por lo cual los hombres vern muy bien
que las mismas cosas que suceden en la tierra
todas vienen por necesidad.
151. Pues a pesar de esto, la cosa que vendr, creo,
ser que ciertamente est prevista,
no de que viene porque est prevista:
pero sin embargo, corresponde necesariamente,
que lo que venga sea previsto, verdaderamente;
o si no, que las cosas que estn previstas,
que por necesidad sucedan.
152. Y esto es suficiente, bien lo s, por cierto,
para destruir nuestra libre eleccin.
Pero sera aberracin decir
que el suceder de las cosas temporales
es causa de la presciencia del dios eterno.
En verdad, sa es una falsa afirmacin,
que las cosas por venir causen su presciencia.
153. Lo que puedo suponer, si tuviera tal intencin,
es que dios provee lo que est por venir
pues est por venir y si no, no?
As puedo suponer que todas y cada una de las cosas
que sucedieron alguna vez y sucedern
han sido causa de la misma soberana providencia,
que sabe todo de antemano sin ignorancia.
154. Y sobre todo esto todava digo ms,
que igual que cuando yo s que hay algo,
por cierto, ese algo debe necesariamente ser as;
y tambin, cuando s que algo suceder,
deber suceder; y as el suceder
de cosas que han sido sabidas antes de suceder,
no pueden ser evitadas de ningn modo."
NOTAS.

1. Tesfone. Una de las Furias, invocada como "diosa del tormento".


2. El Palladium o imagen sagrada de Pallas, de cuya posesin dependa la
seguridad de Troya. Fue robada por Diomedes y Ulises.
*. Titn. Frecuentemente usado como sinnimo del sol (Ovidio. Met. i, 10). Chaucer lo
confunde con Tithonus, esposo de Aurora.
Traduccin: LAURA CERRATO
Skeat, W. (ed.). THE WORK OF GEOFFREY CHAUCER. Oxford: Clarendon Press,
1950

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