Tratamiento Del Quiste de Bartholin

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E 41-858

Tratamiento quirrgico
de las lesiones de la glndula
de Bartholin y lesiones benignas
de la vagina
A. Agostini, M. Provansal
Las lesiones de la glndula de Bartholin requieren a menudo tratamiento quirrgico, por
lo que es necesario conocer los distintos procedimientos. El tratamiento quirrgico puede
realizarse en un contexto urgente cuando se trata de una forma aguda infecciosa o bien
en fro, si se trata de una lesin crnica. El tratamiento quirrgico de las lesiones qusticas
de la vagina no es complicado. Sin embargo, deben resolverse adecuadamente algunas
situaciones engaosas con el fin de evitar ciertas complicaciones o un tratamiento
incompleto.
2010 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras Clave: Glndula de Bartholin; Bartolinitis; Quiste vaginal; Ciruga; Marsupializacin

Plan
Introduccin
Tratamiento quirrgico de las lesiones benignas
de la glndula de Bartholin
Resea anatmica y consecuencias prcticas
Resea fisiolgica y consecuencias prcticas
Resea clnica y consecuencias prcticas
Diferentes tcnicas quirrgicas relativas a la glndula
de Bartholin

1
1
1
2
2
2

Tratamiento quirrgico de las lesiones qusticas


de la vagina
Quistes mucinosos
Quistes de los conductos de Gartner
Quistes endometrisicos
Divertculo uretral
Tcnica quirrgica de los quistes vaginales

6
6
6
6
6
6

Conclusin

Introduccin
Las lesiones de la glndula de Bartholin requieren a
menudo tratamiento quirrgico. Para realizarlo correctamente es necesario conocer la localizacin de esta
glndula y sus relaciones anatmicas [1-3]. Las lesiones
de la glndula de Bartholin constituyen un motivo
frecuente de consulta [4-6].
Al contrario, las lesiones vaginales qusticas son a
menudo asintomticas, por lo que ms raramente
requieren tratamiento quirrgico. Sin embargo, deben
conocerse algunas reglas con el fin de evitar un tratamiento inadecuado.
Las lesiones benignas no qusticas de la vagina no se
tratan en este texto por distintas razones. El tratamiento
quirrgico de algunas lesiones se desarrolla en otros
artculos de la EMC (endometriosis, lesiones papilomatosas). Otras lesiones tienen principalmente inters
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diagnstico (plipo, fibroma). Su escasa frecuencia y sus


distintas presentaciones clnicas no permiten proponer
un planteamiento especfico de tcnicas quirrgicas.

Tratamiento quirrgico
de las lesiones benignas
de la glndula de Bartholin
Resea anatmica y consecuencias
prcticas [1, 2]
Resea anatmica
Las glndulas de Bartholin, tambin denominadas
glndulas vestibulares mayores [3], son pares y simtricas. Son alargadas y planas, en forma de almendra, su
eje mayor mide 10-15 mm y se sitan profundamente
en el tercio posterior del vestbulo, a uno y otro lado del
anillo himeneal. Las relaciones anatmicas son las
siguientes (Fig. 1):
cara interna situada exactamente por detrs del anillo
himeneal, en contacto con la pared vaginal por
medio del msculo constrictor;
cara externa y un polo superior en contacto directo
con el bulbo de la vagina;
borde profundo que corresponde a la aponeurosis
perineal media;
borde anterior o superficial separado de la piel perineal por todo el grosor del cuerpo celular del labio
mayor y el msculo bulbocavernoso;
polo inferior que permanece en principio a distancia
del conducto anal.
La vascularizacin est garantizada por la arteria
bulbar y la arteria perineal superficial, ramas de la
arteria pudenda interna, que abordan la glndula por su
cara externa y su borde superficial. La circulacin
venosa de retorno forma una rica red plexiforme en la
cara externa de la glndula.

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Figura 3. Incisin en una bartolinitis derecha.

Resea fisiolgica y consecuencias


prcticas
Figura 1. Perin anterior: visin inferior. 1. Cuerpos cavernosos; 2. bulbo vestibular; 3. glndula de Bartholin; 4. fascia inferior
del diafragma urogenital; 5. esfnter externo de la uretra; 6. fascia
superior del diafragma urogenital; 7. msculo transverso superficial; 8. msculo transverso profundo; 9. centro tendinoso
del perin. Segn [3].

La lubricacin necesaria para la calidad de las relaciones vaginales est principalmente garantizada por
trasudacin vaginal. Las secreciones de las glndulas de
Bartholin son accesorias. La ausencia de las glndulas de
Bartholin no causa sequedad vaginal o dificultades
sexuales [4, 5]. La eleccin teraputica y la informacin a
la paciente deben tener en cuenta estos datos respecto
a la ausencia de consecuencias sobre la lubricacin en la
exresis de la glndula de Bartholin.

Resea clnica y consecuencias


prcticas [1, 2, 5]

Figura 2. Vas de acceso de la glndula de Bartholin. 1. Externa


o cutnea; 2. translabial; 3. interlabial; 4. ninfohimeneal.
Segn [4].

Por ltimo, el conducto excretor, de 2 cm de longitud, surge de la cara interna y se proyecta en el surco
ninfohimeneal, en la unin de sus tercios posterior y
medio.

Consecuencia prcticas
Se han descrito varias vas de acceso quirrgicas
(Fig. 2). La va de acceso preferente de la glndula de
Bartholin es la va interna con incisin en el surco
ninfohimeneal, que permite el acceso directo, inmediato
y esttico de la glndula (Fig. 3), mientras que la
incisin sobre la cara cutnea del labio mayor o incluso
en el surco interlabial slo ofrece un acceso indirecto a
travs del tejido celuloadiposo del perin, que se expone
as a la infeccin. Estas vas de acceso deben valorarse
en caso de abscesos muy voluminosos o de fascitis que
compliquen una bartolinitis.
Las relaciones anatmicas hacen que la diseccin de
la glndula sea especialmente difcil y de riesgo en la
cara externa y el polo superior ya que, a ese nivel, existe
contacto directo con el bulbo vestibular y con una rica
red vascular, lo que explica las dificultades respecto a la
hemostasia y la relativa frecuencia de complicaciones
hemorrgicas.

Las lesiones de la glndula de Bartholin se dividen


clsicamente en dos enfermedades distintas.
La primera es la infeccin de la glndula de Bartholin
por va ascendente. Se habla de bartolinitis, que es a
menudo aguda. Puede ser recidivante o adoptar una
forma crnica despus del episodio agudo, con una
coleccin residual de menor volumen. El tratamiento
quirrgico es necesario en las formas agudas, ya que la
evolucin espontnea puede ser desfavorable, con
fistulizacin u otras complicaciones. Es frecuente que,
tras una bartolinitis aguda, persista una formacin
qustica cicatrizal.
La otra enfermedad es el quiste del conducto excretor
de la glndula de Bartholin, que provoca una tumefaccin de la glndula ms o menos molesta. Este quiste
puede infectarse. Las lesiones benignas de la glndula de
Bartholin en las que es posible un tratamiento quirrgico son el absceso de la glndula de Bartholin o
bartolinitis y el quiste de la glndula de Bartholin.
Los cuadros clnicos posibles pueden ser, en la prctica, abscesos de la glndula de Bartholin, que corresponden a una bartolinitis o una sobreinfeccin del
quiste excretor de la glndula o a colecciones poco
dolorosas y menos voluminosas, que corresponden a los
quistes del conducto excretor o a las formas crnicas de
bartolinitis.

Diferentes tcnicas quirrgicas


relativas a la glndula de Bartholin
Incisin-drenaje
Tcnica
Es necesario practicar una incisin en el surco ninfohimeneal de 1-2 cm a nivel del tercio inferior, con el fin
de evacuar el contenido de la glndula. Antes de efectuar esta incisin, es necesario inmovilizar bien y poner
en tensin la glndula patolgica con la mano no
dominante (Fig. 4), con el fin de conducir correctamente la direccin, la profundidad y el trayecto de la
incisin (Fig. 3).
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Figura 4. Exposicin antes de la incisin en una bartolinitis


derecha.

Figura 5. Evacuacin en una bartolinitis derecha.

Figura 7.

Colocacin de una lmina de Delbet.

Figura 8. Exposicin para una marsupializacin en una bartolinitis derecha.

precoz en caso de cierre prematuro de la incisin


quirrgica. La complicacin ms grave es la fascitis, que
provoca la alteracin del estado general y el agravamiento de los signos locales. Esta complicacin requiere
tratamiento quirrgico con drenaje de toda la regin
implicada.

Marsupializacin
Tcnica
Figura 6. Lavado-enjuague en una bartolinitis derecha.

La coleccin se evacua mediante presin externa y


por la exploracin interna con una pinza de Kocher o
digital, que es menos traumtica (Fig. 5). Esta exploracin permite evacuar la coleccin y aplastar posibles
celdillas.
A continuacin es importante limpiar la cavidad
residual con una solucin antisptica mediante una
jeringuilla de gran calibre. Esta operacin debe repetirse
varias veces (Fig. 6).
Se coloca una lmina de Delbet al menos durante
24 horas, para evitar una nueva coleccin precoz
(Fig. 7).
Indicaciones
Esta tcnica est indicada en las bartolinitis agudas o
en caso de sobreinfeccin de un quiste conocido del
conducto excretor. Permite el tratamiento rpido de una
formacin abscedada.
Ventajas e inconvenientes
Las ventajas de esta tcnica son la rapidez de la
intervencin, que es sencilla pero debe hacerse correctamente. El riesgo hemorrgico es muy bajo.
Su inconveniente principal es que slo trata el absceso y no permite evitar las recidivas.
Complicaciones
Las complicaciones estn ms relacionadas con el
absceso que con la intervencin. Se trata de una recidiva
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La primera etapa es la ms delicada. Se trata de


efectuar una incisin bastante amplia, de al menos 2 cm
justo por delante del surco ninfohimeneal en su tercio
inferior, con el fin de evacuar el contenido de la glndula. Se aconseja efectuar la incisin exactamente por
delante del surco para que la sutura se practique sobre
bordes planos y excluya los repliegues himeneales
(Fig. 8). Al igual que la incisin-drenaje, es muy importante desplazar la glndula patolgica con el fin de
inmovilizarla y llevarla lo ms cerca posible del plano
vaginal. Esta maniobra es a veces delicada cuando se
trata de efectuar un marsupializacin en una coleccin
poco abundante y mvil.
Tras evacuar la coleccin y limpiar, como en la
incisin-drenaje, se localiza la pared vaginal y se
aproxima a la pared glandular a nivel profundo. El
objetivo de la marsupializacin es solidarizar estas dos
capas y crear un orificio amplio (Fig. 9).
Para solidarizar las dos paredes, se realiza una sutura
continua o con puntos separados en los bordes de la
incisin. La utilizacin de puntos separados evita la
retraccin de los bordes, que puede producirse realizando una sutura continua (Fig. 10A, B). Se utiliza hilo
reabsorbible 2/0. Al finalizar la sutura, se comprueba
que el nuevo orificio as creado sea ampliamente
permeable.
Existen principalmente dos variantes, cuyo objetivo es
evitar la estenosis del orificio creado.
La primera consiste en practicar una incisin en la
vagina (Fig. 11) y, a continuacin, practicar una suave
diseccin entre el quiste an preservado y la pared

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Figura 9. Marsupializacin con sutura continua.


Figura 12.

Estrategia de traccin de la glndula.

Ventajas e inconvenientes
Se trata de una tcnica sencilla y eficaz. El riesgo de
lesin de vecindad es bajo, dado que se practica una
nica incisin y no se realiza diseccin. Si una parte del
epitelio glandular es an funcional, la funcin de la
glndula queda preservada. El principal inconveniente
consiste en el riesgo de recidiva por estenosis del orificio
creado. Este riesgo es difcilmente evaluable, pero se
sita entre el 2-25% [5, 6].
Complicaciones
No existen complicaciones especficas de la
marsupializacin.

Exresis de la glndula
Tcnica

Figura 10.

Figura 11.

Marsupializacin con puntos separados (A, B).

Incisin con individualizacin de los dos planos.

vaginal. De este modo, despus de la evacuacin del


quiste, se puede unir la pared vaginal con una eversin
de la pared qustica sobre la vertiente externa, lo que
evitara el riesgo de estenosis [1].
La segunda es la fenestracin (window procedure), que
consiste en realizar una exresis amplia de la cpula que
incluya las dos capas tisulares (vagina y glndula)
despus de efectuar la marsupializacin [7].
Indicaciones
Esta tcnica se utiliza en los quistes del conducto
excretor o en las formas crnicas de bartolinitis. Clsicamente, se desaconseja en las formas agudas, aunque
tambin sera eficaz en estos casos [6].

Se trata de efectuar la exresis completa de la glndula y el conducto excretor. En la prctica, es necesario


realizar la exresis de una formacin qustica que ha
sustituido la glndula de Bartholin. Puede tratarse de un
quiste del conducto excretor que ha hinchado ms o
menos la glndula de Bartholin en la periferia o de una
glndula de Bartholin qustica que corresponde a una
bartolinitis crnica o a una cicatriz de bartolinitis
recidivante.
Se practica una incisin en el surco ninfohimeneal [1],
bastante amplia, con el fin de poder efectuar la diseccin entre la formacin qustica y la pared vaginal.
Se evita romper el quiste para facilitar la diseccin. En
caso de rotura accidental, se puede utilizar la estrategia
propuesta por Eglin [8], que consiste en reconstruir el
volumen del quiste mediante la introduccin de una
sonda de Foley, lo cual permite una exposicin ms fcil
(Fig. 12). Sin embargo, si la formacin qustica es
importante, es preferible su rotura voluntaria.
La diseccin se efecta de manera prudente, principalmente en la cara externa, donde se sitan los vasos
nutricios y el bulbo vestibular [9]. A ese nivel, la hemostasia debe ser cuidadosa, ya que el riesgo hemorrgico
est principalmente asociado a estos dos elementos,
cuya coagulacin o sutura despus de la exresis de la
glndula resulta difcil debido a la retraccin de los
vasos y al carcter esponjoso del bulbo.
Es necesario practicar la exresis de la formacin
qustica y de la glndula de Bartholin restante con el fin
de evitar recidivas.
Se comprueba la hemostasia de la cavidad de exresis,
la cual no se cierra, con el fin de evitar un hematoma.
En caso de hemorragia se aconseja el capitonaje de la
cavidad. Se trata de obliterar completamente la cavidad
mediante puntos separados.
Indicaciones
La indicacin indiscutible es la exresis para control
histolgico cuando se sospecha una neoplasia de la
glndula de Bartholin. Por esta razn, algunos autores la
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indican en las mujeres menopusicas, en quienes se


aconseja un control histolgico [10]. Si no es ste el caso,
esta intervencin tiene las mismas indicaciones que la
marsupializacin. Sin embargo, debido a las complicaciones, nos parece que esta tcnica debe reservarse a los
fracasos de la marsupializacin.
Ventajas e inconvenientes
La principal ventaja reside en la exresis de la glndula. El principal inconveniente, aparte de las complicaciones, es la dificultad quirrgica relativa de la
marsupializacin, que implica un tiempo de intervencin ms largo y una mayor capacidad tcnica.

Complicaciones
No existen complicaciones especficas de la
fistulizacin.

Escleroterapia
Se trata de efectuar una puncin evacuante seguida
de inyeccin de alcohol en la cavidad residual. La
solucin alcohlica inyectada es una solucin al 70% [16,
17] . El volumen inyectado corresponde al volumen
retirado [16, 17]. Este tratamiento puede realizarse con
anestesia local [5]. Los resultados parecen satisfactorios. A
partir de un seguimiento de dos aos en 12 pacientes,
Kalifi et al encontraron una recidiva (8%) [17].

Complicaciones

Vaporizacin con lser CO2

En cambio, existen dos inconvenientes importantes:


la hemostasia de la cavidad y la recidiva. La hemostasia
es difcil de conseguir por varias razones. La primera
consiste en que las estructuras responsables de la
hemorragia pueden ser el bulbo vestibular, que es friable
y difcil de suturar o coagular, o los vasos nutricios, que
se retraen y cuyo acceso es difcil. La segunda razn es
que resulta difcil realizar un taponamiento en esta
regin.
En caso de hemorragia, el diagnstico es rpido. El
tratamiento es quirrgico mediante hemostasia selectiva
o mediante taponamiento. A veces, principalmente en
caso de capitonaje, la hemorragia no se exterioriza y
puede producir un hematoma que provoca la diseccin
de la vulva por detrs hasta el ano o por delante hasta
a la pared abdominal. En ese caso, el tratamiento
quirrgico es a menudo ineficaz. Un taponamiento es a
veces eficaz. No se han comunicado experiencias de
embolizacin, que en teora podran ser interesantes
para este caso. Por estas razones, la exresis de la
glndula de Bartholin es la ms importante de las
pequeas intervenciones quirrgicas ginecolgicas [1].
La recidiva es posible si la exresis de la glndula es
incompleta.

Tcnica

Fistulizacin
Tcnica
Se trata de crear un trayecto fistuloso permanente
epitelializado entre la glndula y la pared vaginal gracias
a un cuerpo extrao.
Se efecta una incisin reducida a nivel del surco
ninfohimeneal. Se evacua la cavidad asociada mediante
un lavado-enjuague con solucin antisptica. Se introduce un catter de Word que se infla con 3 ml de agua.
A falta de catter de Word, puede utilizarse una sonda
de Foley n. 10 cuyo extremo se corta. El catter se deja
colocado entre cuatro y seis semanas con controles
clnicos semanales [1, 11]. Si es necesario, se administra
un tratamiento analgsico.
Indicaciones
Esta tcnica puede utilizarse en bartolinitis agudas [11]
o quistes [12]. El porcentaje de recidiva precoz es muy
bajo, entre el 0 y el 15% [11-14].
Ventajas e inconvenientes
Se trata de una intervencin sencilla, rpida y poco
invasiva, que puede realizarse con anestesia local [11, 14,
15]. Por lo general, el catter se tolera bien [1, 11]. Los
inconvenientes son la cada del catter y la duracin del
tratamiento. La cada del catter es secundaria a una
incisin demasiado grande o al desinflado del globo. En
este caso, puede efectuarse una segunda colocacin. La
duracin del tratamiento es de varias semanas y requiere
controles clnicos regulares. Esta tcnica se utiliza sobre
todo en los Estados Unidos [5].
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La primera etapa de la intervencin es la misma que


en la marsupializacin. Se expone la superficie de la
cavidad aplastada con el fin de destruirla con lser CO2.
Al finalizar la intervencin no se efectan procedimientos suplementarios.
Indicaciones
Esta tcnica est poco evaluada y atae a los quistes
de la glndula de Bartholin. Los autores piensan que
esta tcnica presenta dos ventajas respecto a la marsupializacin: la posibilidad de realizarla con anestesia
local y la disminucin del riesgo de recidiva [18].
Ventajas e inconvenientes
Esta intervencin puede realizarse con anestesia
local [18-20]. El porcentaje de recidivas parece muy bajo
en caso de quiste, inferior al 5% en la serie principal,
que incluye 200 pacientes con un seguimiento corto [18].
Este porcentaje de recidivas sera mayor en caso de
bartolinitis aguda [20].
Complicaciones
Parecen muy escasas. A partir de una serie de
200 pacientes [18], se han sealado tres hemorragias
intraoperatorias que se trataron rpidamente, sin necesidad de anestesia general. Las dems series, con muestras ms pequeas, no comunican complicaciones
particulares [18-21].

Aplicacin de nitrato de plata


Tcnica
La primera etapa consiste en evacuar la formacin
qustica mediante una incisin de 1-2 cm. Puede efectuarse un lavado-enjuague. Se deposita en la cavidad
una pieza cilndrica de nitrato de plata de 0,5 cm de
alto y de dimetro. La incisin se sutura para evitar la
prdida de esta pieza [22-25].
Indicaciones
Esta tcnica se ha evaluado tanto en las bartolinitis
agudas como en los quistes.
Ventajas e inconvenientes
Esta tcnica parece bastante sencilla y rpida. Puede
realizarse con anestesia local. Su eficacia resulta difcilmente evaluable debido a las diferencias encontradas,
que van del 4 al 20% de recidivas [22-25]. En un estudio
aleatorizado que compar la marsupializacin y el
nitrato de plata en un total de 159 pacientes, la cicatrizacin fue ms rpida con el nitrato de plata y el
porcentaje de recidivas, equivalente con ambos
mtodos [26].
Complicaciones
La principal complicacin especfica es una sensacin
de quemazn, que puede corresponder a una quemadura qumica en la exploracin fsica.

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Tratamiento quirrgico
de las lesiones qusticas
de la vagina

de una exresis completa, hay que sospechar una


enfermedad de la glndula de Bartholin y llevar a cabo
su tratamiento si se procede a una segunda intervencin
quirrgica.
La presencia de una formacin qustica anterior debe
hacer pensar, hasta que se pruebe contrario, en un
divertculo uretral.

Las dificultades de tratamiento de las lesiones qusticas de la vagina radican principalmente en el diagnstico y la indicacin.
Las principales formaciones qusticas vaginales pueden corresponder a cuatro entidades diferentes: quistes
mucinosos, quistes de los conductos de Gartner (quistes
wolfianos), quistes endometrisicos y divertculos
uretrales.

Tcnica quirrgica de los quistes


vaginales
Es preferible realizar la exresis del quiste, puesto que
est tapizado por un epitelio secretor cuya puncin
simple o incisin-drenaje seran ineficaces. Por otra
parte, la diseccin a menudo es sencilla y no existe
riesgo hemorrgico como en la exresis de la glndula
de Bartholin. La exresis se efecta evitando romper el
quiste, si es posible. Si ste es voluminoso, se practica
una evacuacin inicial, seguida de la quistectoma.

Quistes mucinosos
El origen de los quistes mucinosos es discutido. Se
trata de quistes que se localizan preferentemente en
situacin anterolateral e incluyen un epitelio glandular
mucosecretor. El tamao de estos quistes est comprendido entre 1 y 7 cm [27]. A menudo son paucisintomticos [27]. Estos quistes seran de origen mulleriano [28] y
se emparentaran con los quistes que incluyen epitelios
diferentes pero de un mismo origen (epitelio glandular
endocervical, endometrial o tubrico) [29, 30] . Estos
quistes seran secundarios al recubrimiento de un
epitelio mulleriano por el epitelio estratificado en la
embriognesis [27]. Sin embargo, algunos de estos quistes
probablemente correspondan a localizaciones atpicas de
quistes de las glndulas de Bartholin [31], lo que explicara la recidiva cuando el tratamiento se localiza
nicamente sobre la formacin qustica.

Quistes de los conductos de Gartner


Su localizacin es anterolateral y constituyen restos
de los canales de Wolf [27]. Debido a su origen embriolgico, pueden asociarse a una desembocadura ectpica
de la uretra, a hipoplasias o a agenesia renal [32-35].
Pueden ser voluminosos y hacer pensar en un divertculo de la uretra [36].

Quistes endometrisicos
Existen quistes endometrisicos que pueden localizarse a lo largo de la pared vaginal, de color azulado,
que contienen un lquido caracterstico con aspecto de
chocolate. Estas lesiones pueden ser aisladas o asociarse
a otras lesiones de endometriosis. Al contrario que el
ndulo del tabique rectovaginal, se trata a menudo de
lesiones exclusivamente qusticas de la pared vaginal,
sin invasin profunda [37-39].

Divertculo uretral
Se trata ms bien de un diagnstico diferencial,
puesto que se trata de una lesin uretral. El diagnstico
se basa en la anamnesis, que busca las 3 D: dispareunia, disuria y derrame posmiccional, aunque, en
realidad, esta trada raramente est presente y los signos
son a menudo inespecficos. El diagnstico es a menudo
errneo, lo que provoca un tratamiento inadecuado [40].
La exploracin fsica encuentra una formacin qustica
anterior cuya expresin puede provocar derrame uretral.
Slo en las formas molestas el tratamiento es quirrgico,
y debe tener en cuenta la existencia de una incontinencia urinaria a menudo asociada [41, 42].
En presencia de una formacin qustica anterolateral
de la vagina, es necesario saber si existen antecedentes
que hagan pensar en una enfermedad de la glndula de
Bartholin o antecedentes de malformaciones urolgicas.
Se solicitan pruebas de imagen con el fin de precisar las
relaciones entre la formacin qustica y el rbol urinario. En caso de recidiva de un quiste mucinoso a pesar

Conclusin
Debe darse preferencia al tratamiento conservador de
la glndula de Bartholin independientemente de la
lesin tratada. La tcnica de marsupializacin es la ms
extendida y debe conocerse bien. Las dems tcnicas
requieren un mayor tiempo de evolucin antes de
considerarse como tcnicas reconocidas. La indicacin
quirrgica de las lesiones qusticas de la vagina es
infrecuente. Estas lesiones plantean principalmente un
problema diagnstico que es necesario solucionar antes
de considerar una intervencin quirrgica.
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Bibliografa
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A. Agostini (aubert.agostini@ap-hm.fr).
M. Provansal.
Service de gyncologie obsttrique, Hpital La Conception, 147, boulevard Baille, 13005 Marseille, France.
Cualquier referencia a este artculo debe incluir la mencin del artculo original: Agostini A., Provansal M. Traitement chirurgical des lsions
de la glande de Bartholin et lsions bnignes du vagin. EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Techniques chirurgicales - Gyncologie, 41-858,
2010.

Disponible en www.em-consulte.com/es
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