Edward Schillebeeckx Soy Un Teologo Feliz
Edward Schillebeeckx Soy Un Teologo Feliz
Edward Schillebeeckx Soy Un Teologo Feliz
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Otros ttulos
de la coleccin EDELWEISS
-
EDWARD SCHILLEBEECKX
SEGUNDA EDICION
S o c ie d a d d e E d u c a c i n A te n a s
INTRODUCCIN
SINCEROS PARA CON EL MUNDO.
LA TEOLOGIA DE FRONTERA
DE EDWARD SCHILLEBEECKX
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PREFACIO
Desde enero de 1958, el dominico belga Edward Schillebeekx, discutido telogo de la escuela de Nimega, vive
en el Albertinum o convento de San Alberto Magno. Es
un grandioso edificio construido al final de los aos vein
te, abierto oficialmente el 8 de septiembre de 1932. En
otro tiempo vivan en l unos ciento veinte hermanos do
minicos, ahora son solamente unos treinta. Desde 1942 al
1945 fue ocupado por el ejrcito alemn y los frailes mar
charon al exilio.
Al final de la guerra, el Albertinum se llen de herma
nos y estudiantes. Pero en los sesenta, en plena crisis de
religiosos, una parte del edificio fue alquilada a la Univer
sidad catlica de Nimega.
All he ido para encontrarme con el gran telogo Schi
llebeeckx.
Haba ido ya no s cuntas veces para discutir con l de
teologa y para escuchar lo que pensaba sobre importantes
problemas de actualidad. Siempre me impresionaron el
enorme edificio, el silencio del convento, la oracin de los
frailes y tambin aquellos rostros de gente arrojada al mar
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I
LA AVENTURA DE UN TELOGO
DE KORTENBERG A NIMEGA
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Y
as comenz mi reflexin sobre la historia de la sal
vacin, concepto desconocido para los tomistas. Era, in
dudablemente, una renovacin de largo alcance en Holan
da. Los estudiantes, aquellos que haban asistido a las cla
ses del padre Kreling, encontraron, al principio, cierta di
ficultad, pero los ms jvenes se entusiasmaron. Mi teolo
ga no poda considerarse escolstica1 o neo-escolstica.
Hubo una ruptura entre los neo-escolsticos y mi presen
cia en la Universidad. Encontr un fuerte apoyo en aque
llos que, ya desde haca tiempo, impulsaban en Holanda
los estudios de psicologa y sociologa: las ciencias huma
nas, en una palabra. Para m fue un reto. Comprend la im
portancia de las ciencias humanas, porque la ciencia hist
rica como tal, que yo segua, no es de suyo una ciencia
humana. Los Pases Bajos, en aquella fase de mi investi
gacin, me estaban aportando mucho. Empez, entonces,
la influencia recproca entre mi teologa y los estudios de
las ciencias humanas; una influencia que aport una nueva
dimensin a mi investigacin teolgica.
Los dominicos tenan la revista De Bazuin (La Trom
ba), muy abierta, en contraste con las opciones de la or
den. Hubo conflictos, tensiones, pero no ruptura; de he
cho, con el paso del tiempo, las ideas de De Bazuin llega
ron a ser patrimonio de la mayor parte de los catlicos ho
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Propiamente, la filosofa cristiana del medievo. El escolstico, en los
primeros siglos del medievo, era el maestro de artes liberales y, despus, el
docente de filosofa o teologa, que tena sus lecciones primero en la escuela
del claustro o de la catedral, despus en la universidad. El escolstico, no
findose de las solas fuerzas de la razn, apelaba a la Sagrada Escritura y a la
tradicin. En el s. XIX, los papas propugnaron un retorno a la escolstica
(neo-escolstica) para recuperar, en el marco de la problemtica moderna y
contempornea, las tradiciones del pensamiento teolgico y filosfico del me
dievo.
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P R IM E R A S E S C A R A M U Z A S
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EL CENTRALISMO ROMANO
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LOS PROCESOS
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Holands, nacido en 1909; cardenal en 1969, arzobispo de Utrecht des
de 1975 a 1983, presidente emrito del Consejo Pontificio para la promocin
de la unidad de los cristianos. Camarlengo del Colegio cardenalicio. Es una de
las figuras eminentes de la Iglesia catlica.
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Es la oracin de la eucarista con la cual, especialmente en las liturgias
orientales, se invoca al Espritu Santo sobre las ofrendas del sacrificio para
que sean cuerpo y sangre de Cristo y, as, principio de salvacin para aquellos
que participan en la eucarista.
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LA INVESTIGACIN TEOLGICA
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II
TEMAS DE INVESTIGACIN
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LA CREACIN
La criatura-Jess es una creacin concentrada, condensada, en la que toda la participacin con Dios se realiza de
una manera nica, no realizada en los dems hombres.
Se puede concebir al hombre sin relacin con Dios. Es
lo que hacen los ateos. Pero no se puede concebir a Jess
de Nazaret en cuanto hombre sin relacin con Dios. Esta
es la explicacin de las tres personas de la Trinidad.
LA TRINIDAD
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Yla oracin?
La oracin tiene un aspecto mstico, es decir, es la ex
periencia de la presencia gratuita de Dios; es reconocer la
presencia de Dios. Esto ya es oracin. Pero la oracin tiene
un aspecto de peticin, como se ve en el Padre Nuestro.
Se pide a Dios la venida del reino; se ruega que se haga
su voluntad; se pide el perdn de las culpas y el pan coti
diano. Son peticiones. La oracin, en las religiones mono
testas, tiene un carcter de peticin. Se pide algo para uno
mismo cuando se ruega la venida del reino, que es la feli
cidad del hombre, pero en el abandono en la presencia ab
soluta de Dios. En la oracin estn presentes siempre es
tos dos aspectos: la alabanza a Dios, con la aceptacin de
su presencia absoluta, y la peticin de algo para uno mis
mo y para los dems.
Usted ha concentrado mucho su reflexin sobre el
hombre, sobre su relacin consigo mismo, con Dios, con
la creacin. Por qu tanto inters por el hombre?
El hombre es la imagen de Dios. All donde est el hom
bre, all donde acta y construye la historia de una forma
humana, Dios realiza la salvacin. El hombre es un ser li
bre; puede escribir una historia de pecado o una historia
de salvacin. En la construccin de una historia que levan
ta a la humanidad, en este compromiso humano, Dios nos
da la salvacin a travs de la mediacin del hombre. Es
Dios quien hace de la historia una historia de salvacin
con la mediacin del hombre.
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LA ESCATOLOGA
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Y el purgatorio?
La nocin de purgatorio es una nocin catlica que
considero esencial para la escatologa. Aun cuando el
hombre haya elegido el bien y tenga una vida eterna en el
cielo, no es un santo como Jesucristo. Tiene imperfeccio
nes, culpas. Aun cuando el hombre muera en estado de
gracia, como se suele decir, sigue siendo un pecador. En el
primer encuentro con Dios en el cielo, el Dios de la santi
dad, el primer acto de amor de Dios es una especie de ca
tarsis, de purificacin. El primer acto de caridad de Dios
es la purificacin de todas nuestras imperfecciones. En un
instante.
El purgatorio, por tanto, no es un lugar, como tampoco
lo son el cielo y el infierno, sino un estado, que no se puede
representar. El primer acto de amor de Dios en el cielo es
un acto de iluminacin. Dios proyecta su luz sobre el hom
bre, lo ilumina y lo purifica. Es una especie de radicacin
en Dios. Es el primer momento de la visin beatfica. To
dos los hombres, pues, pasan a travs del purgatorio antes
de entrar en la visin beatfica de Dios.
No hay, por tanto, fuego purificador de las penas. El
mismo santo Toms se preguntaba cmo un alma separada
del cuerpo puede ser purificada por el fuego. No se trata
del fuego del castigo, sino del fuego de la purificacin. El
fuego es solamente una imagen.
Hay telogos que sostienen que la vida eterna es la vi
da terrena de los hombres que creen, que estn en comu
nin con Dios. Para estos telogos la muerte fsica es el fi
nal del hombre. No habra una vida despus de la muerte.
Se entra en el seno de Dios sin una existencia personal.
Para ellos, la vida acaba y no hay ninguna relacin entre
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cado original; creo que hay un pecado del mundo, que las
estructuras del mundo estn hechas por hombres pecado
res y que se llega al mundo con el pecado. Pero el pecado
es anterior al hombre. El hombre viene a un mundo donde
hay pecado. Por una parte, entra en una historia de salva
cin, pero, por otra, entra en una historia de pecado. Es un
pecado que transciende la voluntad personal del hombre.
La situacin misma est afectada por el pecado del hom
bre. Toda nuestra historia se desarrolla desde el pecado
al pecado, como dice el concilio de Trento. Esta es la his
toria del hombre.
El hombre ha pecado en Adn, pero Adn en los rela
tos del Gnesis no es una persona histrica: es la humani
dad entera. El pecado es preexistente a nuestra voluntad.
Esto es lo que fue definido por el concilio de Trento. Las
imgenes oscurecen la nocin de pecado original. La Con
gregacin para la doctrina de la fe es muy abierta respecto
a las teoras del pecado original. Es el nico dogma del
que se acepta su desmitificacin. Yo creo en el pecado ori
ginal, aunque otros telogos sostienen que se trata de un
puro mito. Para m, el pecado del mundo, como lo llama
san Juan, es una realidad. Es necesario tambin tener el
coraje de desmitificar la protologa para recuperar el n
cleo de la narracin, que es que el pecado del mundo es
una realidad muy fuerte que supera nuestra voluntad y la
inclina al mal.
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LA TICA
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RELIGIN Y TICA
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Vo l u n t a r io
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LA CONFESIN DE UN TELOGO
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NO TENGIS MIEDO!
(El salmo oracin)
Jer 23, 23
Verdaderamente
t eres un Dios escondido.
Is 45,15
Lam 3, 33
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Das respuesta
a los que no te preguntan;
vas al encuentro
de los que no te buscan;
dices aqu estoy
a quien no te invoca.
Is 65,1
Y yo te busco en el vaco?
Is 4 5 ,19b
Is 4 5 ,19c
Is, 41,17
Sal 62,1
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Lam 3, 57
Is 43, 19
Creo, Seor,
pero aydame a tener ms fe.
Mc 9, 24
(Guido Gezelle)
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Querido Edward,
Con gran placer he ledo tu gentil y honesta carta del
catorce de este mes y no quiero tardar en hacerte, quiz,
un servicio. Ante todo quisiera expresarte mi ms cordial
enhorabuena, porque el Seor te ha concedido la gracia
del noble deseo de dedicarte enteramente a l y al cuidado
de las almas. Mis oraciones quieren serlo contigo y por ti,
para que puedas continuar y ver claramente qu orden ele
gir para realizar este tu ideal. Tengo la impresin, por tu
carta, de que t ya has ledo algo sobre la orden de santo
Domingo: sabes que es una orden de monjes-sacerdotes y
monjes-apstoles que tienen como palabra de orden contemplata aliis tradere y como lema veritas. Con gusto
te dara una idea global de la orden y una respuesta ex
haustiva a todas tus preguntas. Pero sera demasiado arries
gado. Personalmente me siento tan feliz en el hbito blan
co de santo Domingo que no quiero ser embarazoso para
alguien que quiz tenga la misma vocacin. Prefiero ad
mitir que en pocas lneas slo puedo indicarte algunos da
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EL AMOR MUTUO
COMO MANDAMIENTO DE VIDA.
AQUEL MOMENTO (Jn 14, 20)
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OBRAS DE E. SCHILLEBEECKX
EN CASTELLANO
INDICE
Introduccin
SINCEROS PARA CON EL MUNDO.
LA TEOLOGA DE FRONTERA
DE EDWARD SCHILLEBEECKX............................
PREFACIO ..................................................................
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/. - LA AVENTURA DE UN TELOGO.....................
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3. LOS PROCESOS
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Cara a la modernidad.........................................
Mis libros ..........................................................
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5. LA CREACIN.................................................
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La Trinidad..........................................................
Hombre-Cristo-Dios .........................................
La gratuidad de Dios .........................................
El Dios escondido y silencioso ........................
El atesmo ..........................................................
Jess, don gratuito .............................................
Santidad y oracin .............................................
Mara: la gran hermana de los cristianos .......
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6. LA ESCATOLOGA .........................................
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NO TENGIS MIEDO!
(EL SALMO ORACIN) ..................................... 127
VENGA A VERME A GANTE... .................... 131
EN RECUERDO DE MARIE DOMESTIQUE
(MARCEL) CHENU O.P.
(7 ENERO 1895 - 11 FEBRERO 1990)................ 135
EL AMOR MUTUO COMO MANDAMIENTO
DE VIDA. AQUEL MOMENTO (Jn 14, 20)... 141
ABBA, PADRE! TODO TE ES POSIBLE
(Mc 14, 3 6 ) .............................................................. 151
OBRAS DE E. SCHILLEBEECKX
EN CASTELLANO .............................................
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