Mimesis en Renacimiento PDF
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Espaa durante el siglo xvi es la de Miguel Snchez de Lima, E Arte Potica en Romance Castellano (1580); si se
escribieron poticas anteriores a sta, se han perdido.9 En
su obra, aunque no rechaza del todo el concepto de la imitacin retrica, Snchez de Lima sostiene una idea ya muy
popular en ese entonces: el concepto de que cuando se escribe poesa, es ms importante el talento natural del poeta
que el estudio de los antiguos clsicos.10
En el mismo ao en que escribi Snchez de Lima su trabajo, Francisco de Medina, uno de los humanistas ms respetados de Espaa, le contradice. Medina redact un prlogo a las Obras de Garci Lasso dla Vega con anotaciones
de Fernando de Herrera (1580). En el breve prembulo
trata de explicar por qu a los escritores espaoles de la poca les falta la debida erudicin y, a la vez, demuestra compartir el mismo concepto retrico de la imitacin que expresaba el Brcense porque Medina reconoce que parte del propsito del autor Fernando de Herrera en sus Anotaciones,
constituye un esfuerzo para iluminar las obras de Garciiaso
de modo que se pueda imitar al toledano con seguridad.11
Sin embargo, es Fernando de Herrera, el estudioso renacentista, quien demuestra desarrollar ms el concepto de la
imitacin retrica. En su obra citada anteriormente, desarrolla el concepto de sus antecesores y el de los mejores escritores grecorromanos. Afirma que cuando el concepto retrico de la imitacin se aplica a la poesa, debe hacerse con
cuidado; antes de hacerlo, es necesario haber contemplado
los mejores modelos de la antigedad clsica y aade que
tambin hay que tener en cuenta los ejemplos de los italianos. El poeta, segn Herrera, est obligado a recrear, pues
no conviene que se haga una pura repeticin de los modelos
escogidos; es decir, el estudio de los autores clsicos sirve
slo como punto de partida para encontrar nuevos modos
y formas de hermosura. 12
Adems de defender el mejor concepto de la imitacin
retrica, Herrera se adelanta y da muestras de tener cierto
entendimiento del concepto aristotlico de la mimesis.
Siendo crtico y, a la vez, poeta, le interesan las ideas concretas con las cuales puede juzgar la obra creadora. Manifiesta, por ejemplo, que est familiarizado con un aspecto
importantsimo de la teora: la idea de que el crtico debe
concentrar su nimo en la obra y no en los elementos que
el artista imita. Siguiendo las palabras de Aristteles, declara que"es ms importante juzgar el valor esttico de la
imitacin que inexactitudes en la representacin de la realidad, las cuales resultan menos graves. La afirmacin tiene
consecuencias trascendentales para la obra artstica, pero
especialmente para una poca como la dej Renacimiento espaol cuando no faltaban moralistas que menospreciaran
la obra de ficcin sobre la base de la tica, criterio que no tiene nada que ver con el arte. 13 Advertimos, por ejemplo, que
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Dize Aristteles que solos los que fingen son propiamente Poetas. Y no quiso dezir que los Poetas auian de mentir, sino que auian de descriuir, y pintar tan al viuo las
cosas, que diessen como vida a lo que estaua muerto, y
fingiessen ya la fama, ya la embidia, y la repblica, ya
otras cosas que no son viuientes.. , 1 6
La tesis de Aristteles sobre la imitacin la vemos ms
desarrollada en Philosophia Antigua Potica (1596) de
Alonso Lpez Pinciano, en la que distingue entre la imitacin retrica y la imitacin aristotlica.17 Concibe la imitacin como la base de la obra literaria. Sigue el pensamiento
de Aristteles al afirmar: "no la prosa y el metro differencian a la historia de la Potica, sino porque sta imita y
aqulla n o . . ," 1 8 Concuerda con Aristteles en que los
metros no son necesarios para la poesa, pero poniendo
hincapi en Horacio advierte que s contribuyen mucho al
poema: " . . .porque la Potica, desseando deleytar, busca
el deleyte no slo en la cosa, mas en la palabra, y no slo
en sta, mas en el nmero de las slabas cierto y determinado, al qual dizen metro." 1 9
Ya en 1596 el Pinciano ha asimilado los aspectos ms importantes de la teora imitativa aristotlica; sin embargo
se percibe el efecto de la tradicin terica que le preceda
en Espaa sobre todo cuando trata de enlazar el concepto
de la verosimilitud con el de la imitacin aristotlica: "A
m parece que la verisimilitud es lo ms intrnseco de la
imitacin, y, aunque Aristteles no dezide esta questin,
se deue tener que lo verismil es lo ms importante." 20
Esta conviccin le dirige a la exageracin como lo vemos
en la siguiente cita:
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3
Joel E. Spingarn, Literary Criticism in the Renaissance (1899;
2a. ed., 1908; N e w York: Harcourt, 1963), p. 11.
2
Harold Ogden White, Plagiarism and Imitation during the English
Renaissance, a Stuiy in CriticalDistnctons
(Cambridge, Mass.: Harvard Univ. Press, 1935), pp. 3-19.
3
Marcelino Menndez Pelayo, Historia de las ideas estticas en
Espaa, 4a. ed. (1883; Madrid: C . S . I . C , 1974), I, p. 731.
* Menndez Peiayo, Historia...,
I, pp. 631-2.
5
Juan de Valds, Dilogo de la lengua, ed. Jos F. Montesinos (1547;
ed. moderna, Madrid: Espasa-Calpe, 1964), pp. 175-8.
6
Antonio Gallego Morell, ed., Garcilaso de la Vega y sus comentaristas, obras completas del poeta acompaadas de los textos ntegros
de los comentarios del Brcense, Fernando de Herrera, Tamayo de
Vargas y Azara (Madrid: Gredos, 1972), pp. 265-303. Para un tratamiento del concepto de ]a imitacin del Brcense, vase Antonio Vilanova,
Las fuentes y los temas del Polifemo de Gngora (Madrid: C . S . I . C ,
1957), RF, Anejo 6 6 , 1 , pp. 15-7.
7
Jos Mara Asensio, ed., Fernando de Herrera. Controversia sobre
sus Anotaciones las obras de Garcilaso de la Vega. Poesas inditas
(Sevilla, 1870), p. vii.
8
Garcilaso de la Vega, Works, a Critical Text with a Bibliography,
ed. Hayward Keniston (New York: Hispanic Society of America, 1925;
reimpreso Kraus Corp., 1967), p. 340.
9
Karl Kohut, Las- teoras literarias en Espaa y Portugal durante
los siglos XVy XVI (Madrid: C . S . I . C , 1973), p. 16.
10
Miguel Snchez de Lima, El arte potica en Romance Castellano,
ed. Rafael de Balbm Lucas (3580; ed. moderna, Madrid: C . S . I . C , 1944),
p p . 37-8.
11
Fernando de Herrera, Obras de Gara Lasso dla Vega con anotaciones de ... (1580; ed. facsmil, Madrid: C . S . I . C , 1973), p. 10. Citaremos este libro con el nombre de Herrera en las notas de este trabajo.
y las representa como pueden o deben ser." Las palabras o deben ser
pudieran sugerir una actitud moral pero no nos parece que Herrera las
invoque con este sentido, sino que las interpreta sobre la base de la verosimilitud. El sevillano no quiere que se use una descripcin asociada
con las damas para referirse a u n varn. Vase Gallego Morell, p . 4 4 3 ;
Herrera, p. 329 (equivocadamente numerada 923). Tambin se puede
consultar mi libro La crtica literaria de Fernando de Herrera (Madrid:
Gredos, 1976), pp. 86-7. Spingarn afirma que se puede encontrar en
el pensamiento aristotlico fundamento para declarar que Aristteles
insista en u n fin moral en la literatura (Lf. Criticism, p . 12). Aunque
no se citan los trozos a que se refiere Spingarn, se pueden consultar los
siguientes en la Potica: 1454a28-29, 1461b20-21 y 1461b23. Vase en
'ApioTOTfeKoui; itep tloiYiTiKfiq
Aristotelis Ars Potica Potica de
Aristteles, ed. trilinge por Valentn Garda Yebra (Madrid: Gredos,
1974}, pp. 176 y 234. Sin embargo, hay que tener en cuenta, relacionado
con lo que declara Spingarn, que Aristteles parece condenar abusos, es
decir, cuando el autor de una obra presenta la maldad sin necesidad ni
justificacin artstica.
ls
van Daz Rengifo, Arte potica espaola con fertilissima sylua
de consonantes comunes, propios, esdruxulos, y reflexos, y vn diuino
estimulo del amor de Dios, primera ed. (Salamanca, 1592), fols. 3-5.
Citamos la primera edicin de 1592 por razones que nos advierte Menndez Pelayo, I, p . 693.
X6
Rengifo, fol. 3 . Para una consideracin del aspecto de la verosimilitud y la imitacin, vase Alberto Porqueras, "El problema de la verdad
potica en la Edad de O r o , " en Temas y formas de la literatura espaola
(Madrid: Gredos, 1972), pp. 94-113. sta monografa se public por
primera vez en la coleccin "Crece o m u e r e " del Ateneo de Madrid, 1961.
17
Alonso Lpez Pinciano, Pb.ilosopb.ia Antigua Potica, ed. Alfredo
Carballo Picazo (1596; ed. moderna, Madrid: C . S . I . C , 1973), I, p . 197.
Se puede consultar a Sanford Shepard, El Pinciano y las teoras literarias
del Siglo de Oro (Madrid: Gredos, 1970), pp. 46-57.
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12
Gallego Morell, p. 419, Herrera, p. 295; vase tambin Gallego
Morell, p . 3 1 1 , Herrera, pp. 71-2.
" Gallego Morell, p. 5 8 8 ; Herrera, pp. 682-3.
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Veamos el caso cuando Herrera comenta la Elega , el sevillano
censura a Garcilaso por usar unos versos "lascivos" que segn l no
corresponden al tono de la elega y a la dignidad del Duque de Alba a quien
los versos se refieren. Para respaldar su parecer cita como autoridad entre
otros eruditos a Escalgero y, parafraseando a Aristteles, afirma: "porque la poesa trata las cosas que son y las que no son, como s fuesen;
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