Tesis Sobre Adoum (PUCE)

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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATLICA DEL ECUADOR

FACULTAD DE COMUNICACIN, LINGSTICA Y


LITERATURA

TESIS PREVIA A LA OBTENCIN DEL


TTULO DE:
MAGSTER EN LITERATURA
HISPANOAMERICANA Y ECUATORIANA

EL SENTIDO DE LA TERRITORIALIDAD EN ECUADOR


AMARGO DE JORGE ENRIQUE ADOUM

MARINA ZENAIDA CASTRO SOLRZANO

DIRECTOR: Dr. Vicente Robalino Caicedo

QUITO, 2016

RESUMEN
Ecuador Amargo fue la primera obra publicada en 1949 por el fallecido escritor ambateo
Jorge Enrique Adoum. Rene sentimientos que l guardaba desde su estancia en Chile, por
un Ecuador golpeado, humillado y sometido, hasta completar su proceso de transformacin
social, poltica, econmica y cultural. La obra se tom como objeto de estudio para analizar
el sentido de la territorialidad expresado mediante el yo lrico, a travs del lenguaje en sus
niveles pragmtico, semntico y morfolgico, como herramienta que transmite un mensaje
y plantea un dilogo, entre el sentir del poeta, y la poesa en s.
Como apoyo terico se revisaron estudios sobre el tema territorialidad, para delimitar un
concepto que permiti analizar el sentido territorial en la obra del poeta; por otro lado, se
realiz una pequea contextualizacin a travs del recorrido por la literatura ecuatoriana del
siglo XIX y XX para reafirmar que la literatura, a travs del discurso, es el espacio
privilegiado para la expresin de un territorio nacional; y, finalmente, se analizaron trabajos
de grado sobre la obra potica de Adoum, que sirvieron de fundamento y reafirmacin del
tema planteado.

El desarrollo de la investigacin se marc tres objetivos fundamentales: determinar el


lenguaje del espacio territorial en Ecuador Amargo, identificar cmo se construye en la obra
el tema del territorio y analizar los niveles del lenguaje que se hallan implcitos en la obra y
que inciden en la construccin del tema central.

Como hiptesis se plante el hecho de que Adoum, en su obra, reflexiona y monologa un


lamento e indignacin por su pueblo, que, con dolor y amargura, sobresali y dio el grito de
independencia y libertad, gracias a ello se declar como nacin y territorio delimitado; a esto
se suma un llamado al sentimiento de identidad por lo que es suyo, su territorialidad. Para
ello presta su voz, a travs del yo lrico, para comunicar la voz del conquistador y del indio
sometido; el poeta que mira desde fuera, que reflexiona y narra la historia de la conquista.
De este recuerdo histrico, al que nos transporta Adoum, se pudo aprender que de una tierra
olvidada surgi una repblica, un pas, el Ecuador.

Palabras clave: Adoum, lenguaje, literatura ecuatoriana, nacin, territorialidad, yo lrico.


ii

ABSTRACT
Ecuador Amargo was the first work published in 1949 by the dead writer Jorge Enrique
Adoum. It brings feelings that he kept from his stay in Chile, by a beaten, humiliated and
subjected Ecuador, to complete its process of social, political, economic and cultural
transformation. The work was taken as an object of study to analyze the meaning of
territoriality expressed through the lyrical, through its tiered pragmatic, semantic and
morphological language, as a tool that sends a message and raises a dialogue, between the
feelings of the poet, and poetry itself.

As theoretical support "territoriality", studies on the subject were reviewed to delimit a


concept allowing to analyze the territorial direction in the work of the poet; on the other
hand, was a small contextualization through the Ecuadorian literature of 19th and 20th
century to reaffirm that literature, through the speech, is the privileged space for the
expression of a national territory; and, finally, graduation work were analyzed on the poetic
work of Adoum, which served as a basis and reaffirmation of the proposed theme.

The development of research has set three key objectives: to determine the language of the
territorial space in Ecuador Amargo, identify how to build on the work, the subject of the
territory and analyze levels of the language that are implicit in the work and which have an
impact on the construction of the central theme.

Hypothesis raised the fact that Adoum, reflects and monologue a grief and indignation for
his people, which, with pain and bitterness, excelled and gave the shout of independence and
freedom, was hypothesized as a result declared as nation and territory delimited; Added to
this is an appeal to the sense of his identity, and his territoriality. For this purpose he lends
his voice, through the lyrical, to communicate the voice of the Conqueror and the subjected
Indian; the poet looks from the outside, which reflects and tells the story of the conquest.
From this historic memory, which Adoum transports us, we could learn that from a forgotten
land, arose a Republic, a country, Ecuador.

Key words: Adoum, language, Ecuadorian literature, nation, territoriality, lyrical.

iii

A Marujita ( ), mi madre.
Por ser lo que fue, por formar lo que soy, y
por bendecirme cada da en lo que ser.
Tarde o temprano, mamita,
nos volveremos a ver.

iv

Inmensa gratitud por su paciencia y sabios consejos,


a los Doctores:

Vicente Robalino Caicedo


Csar Carrin Carrin
David Guzmn Jtiva

TABLA DE CONTENIDOS

Pg.
Portada...

Resumen

ii

Abstract.

iii

Dedicatoria

iv

Agradecimiento.

Tabla de contenidos...

vii

Introduccin......

Jorge Enrique Adoum: un solo nombre para muchos hombres...............................

Captulo I

LITERATURA Y TERRITORIALIDAD

1.1.Relacin entre la territorialidad como idea de nacin y

Captulo II

literatura..

14

1.1.1. La nacin dominante y la nacin dominada..

15

1.2. Territorialidad desde el punto de vista poltico-espacial

18

1.3. La territorialidad en la literatura latinoamericana.

19

1.4. La territorialidad en la literatura ecuatoriana.

22

EL SENTIDO DE LA TERRITORIALIDAD EN ECUADOR


AMARGO SEGN SUS MOMENTOS
2.1. Primer momento: El territorio como identidad.....

36

2.2. Segundo momento: El territorio ntimo....

46

2.3. Tercer momento: El retorno..

53

vi

Captulo III

EL MANEJO DE LOS NIVELES DE LA LENGUA EN


ECUADOR AMARGO

3.1. Conceptos bsicos..

55

3.2. El nivel pragmtico de la lengua

56

3.2.1. Los deticos de persona: El yo.

57

3.2.2. Los deticos espacio-temporales..

60

3.2.3. Los actos del habla..

61

3.3. El nivel semntico de la lengua..

63

3.3.1. El lxico del poema.

63

3.3.2. Los tropos del poema..

65

3.4. El nivel morfolgico de la lengua..

67

3.4.1. El uso de sustantivos..

67

3.4.2. El uso de adjetivos.

68

3.4.3. El uso del verbo.

69

Conclusiones....

70

Bibliografa...

72

vii

INTRODUCCIN
Ecuador es declarado como Repblica en 1830, se ha emancipado de la madre patria y de la
Gran Colombia, es as que una de las caractersticas que se acenta en los habitantes de este
suelo es la idea de pertenecer a un territorio determinado, porque es aqu donde nacen
manifestaciones comunes, que unen lazos, para crear lo que se denomina identidad. A partir
del tema territorio, ms all del simple lmite de denominacin de espacio geogrfico, se
forja la imagen del espacio nacional para poseerlo, protegerlo, organizarlo y, como actores,
construir la vida y a posteriori formar una cultura.

La historia ecuatoriana acuna una explotacin a los nativos, la dolorosa conquista y un final
de la Colonia, con los hroes de la independencia. Las caractersticas que determinan que
pertenecemos a un mismo territorio sealan nuestra territorialidad; el modo de interaccin
humana en el espacio donde se manifiestan prcticas, cdigos, valores, aspiraciones, normas,
religin, rituales, creencias, pero sobre todo el arte y las letras de un pueblo. Existen distintas
maneras de expresin, muy propias, pero al ser Ecuador un pas tan diverso, resulta difcil
apreciar esa gran diversidad; sin embargo, no se puede negar el hecho de que son estas y
otras seales las que se traducen a letras y escritos con reflexin pasional de pertenecer a
una patria.

En la construccin de la territorialidad aparece la figura del poeta ambateo, Jorge Enrique


Adoum (1926-2009), quien, a travs de su poesa (de la primera poca denominada
nerudiana), nos acerca a un nuevo concepto de pas, desde su perspectiva, mirando a un
Ecuador en proceso constructivo, a travs de dolorosos cambios histricos. Esas ideas
quedan recolectadas en su primer libro Ecuador amargo.1 Jorge Carrera Andrade catalog a
esta obra como una valorizacin esttica de nuestra leyenda y de nuestros smbolos
nacionales, en vista de que es el resultado del profundo inters por los aspectos histricos y
hereditarios del pas; por ello enfoca variedad de motivos, desde lo ancestral a lo
contemporneo, de lo social a lo personal. La obra no identifica una lnea temtica nica,
sino que son las circunstancias contextuales en las que se desarrolla al autor las que lo
conducen a su inters particular en la historia, centrando su atencin en las distintas
1

El presente estudio trabaj con Ecuador amargo en su edicin 2008, obra que se halla en antologa bajo el
nombre de Poesa hasta hoy 1949-2008 de editorial Archipilago.

dimensiones a las que se exponen los ecuatorianos dentro de su territorio, desde sus orgenes,
hasta nuestros das. De ah que la obra se desarrolle en mltiples fases y temas que incluyen
referencias precolombinas y coloniales, modernas y contemporneas, que irn construyendo
el sentido de la territorialidad.

Ecuador amargo no desarrolla el papel ficcional de la historia, ms bien el objetivo de


Adoum fue una evocacin al dolor y a la victoria, como factores que permitieron reafirmar
la identidad ecuatoriana. En su ensayo Ecuador seas particulares, Adoum seala:

No es por azar que nacemos en un sitio y no en otro, sino para dar testimonio. Y mi primer
libro por algo se habr llamado Ecuador Amargo fue mi partida de nacimiento a una
literatura que desde entonces sigue recreando nuestro pasado, descubriendo races para saber
nuestro destino, queriendo adivinarlo, leyendo en ellas como en las lneas de la mano del
dolido territorio.2

Ecuador Amargo es un referente de la realidad social contada en tono lrico, un canto


doloroso a una raza vencida, humillada, azotada, que habita en los pramos andinos,
arrastrando un sinnmero de vivencias y vejmenes que producen el azote a la conciencia,
un raza que continuar viva marcando su territorialidad, dejando sus huellas como parte de
la historia nacional.

Adoum, desde su exilio en Chile, abre la puerta a descubrir su territorio, como resultado de
duros procesos histricos que se modifican, para posteriormente definir una cultura. La vida
moral, espiritual e intelectual del ecuatoriano se forma a travs del ambiente en el que se
forma. El sentimiento de pertenecer a un territorio le brinda identidad, y mientras ms
identificado se sienta, mayor es la tendencia a adoptar patrones, de lo que se denomina
territorialidad.

Ya para entonces (1949) Adoum sufra el dolor de la patria, una de indgenas discriminados
por la sociedad blanca heredada de la Colonia; de terratenientes inclementes que vendan sus
haciendas con vacas, sembrados e indios incluidos; de negacin de una identidad mestiza
que se traduce en vergenza de ser lo que somos. Es un Ecuador Amargo, una patria
2

Jorge Enrique Adoum. Ecuador Seas Particulares. Quito, Eskeletra, 2002, p. 30.

desgarrada por sus desgarraduras. El amor profundo por su pas y el anhelo de suscitar en
los dems la reafirmacin de nuestra identidad. La necesidad de ser una suerte de portavoz
de los anhelos y los reclamos de sus coterrneos frente a una realidad de injusticia, de despojo
impuesto ( la corona del shyri desplumada, rota / su esmeralda frontal, los duros pies /
de los caranquis buscando su estada, / yendo de dios en dios hasta el del lmite / poblado
por las barbas, los rosarios / y el trigo del convento), [] de gobiernos que nos odian, y
sobre todo / esta pobreza guardiana, / portera, tutelar), pero tambin de utopas posibles, de
esperanzas hasta hoy no perdidas (Vengo para cuidar lo que me queda: el ojo / solitario, el
nico brazo defendido, / la rodilla que espera tu cansancio. Vengo todava / con un trozo de
fusil, con una espina / victoriosa).3

El tema del territorio ha sido la preocupacin de varios pensadores y escritores en diferentes


tiempos, contextos y pocas, como lo testimonian conocidas obras. Como antecedente
investigativo, he considerado conveniente revisar textos que por un lado desarrollen el tema
en mencin y, por otro, se considere el tema en la obra de Jorge Enrique. As, el propio
Adoum, en su libro Ecuador seas particulares, a manera de catlogo, presenta una historia
ecuatoriana de hroes, conflictos, personajes polticos, costumbres, errores y aciertos de
quienes se denominan ecuatorianos. El autor se pregunta sobre el verdadero concepto de
identidad ecuatoriana, qu seas particulares existen? El saber de dnde venimos, quines
somos o no somos, y comprender qu es lo que nos define, es el tema central del texto.
Por otro lado, Miguel Donoso, en Ecuador identidad o esquizofrenia,4 relata el tema de la
identidad como un autoreconocimiento, como el espejo que refleja lo que somos en verdad.
Expone un recuento y un anlisis de hechos, mitos, situaciones y hasta ancdotas que van de
lo cotidiano y popular a las grandes problemticas de la vida poltica y econmica de nuestro
pas. Alude a la esquizofrenia para diagnosticar la fragmentacin que impide poder
configurar, aqu y ahora, una nocin de identidad ecuatoriana.

As mismo, Ana Serrano, en su estudio investigativo titulado Jorge Enrique Adoum,


cuestionador del arte y del orden: Anlisis e interpretacin de los temas de la segunda

Entrevista personal realizada en mayo de 2014, a Alejandra Adoum, hija del fallecido poeta, ensayista y
narrador, Jorgenrique.
4
Miguel Donoso. Ecuador: identidad o esquizofrenia. Quito, Eskeletra, 1998.

produccin potica del autor,5 realiza un anlisis temtico de la obra denominada de la


segunda produccin del escritor Jorge Enrique Adoum. La autora escoge tres temas
fundamentales: la soledad del ciudadano, la imposibilidad del amor, el dolor y la rebelda de
la patria. Para este efecto trabaja con las obras: Currculum mortis (1968) y El amor
desenterrado y otros poemas (1993). La tesis explora las proyecciones semnticas de los
textos.
Juan Valdano, en su ensayo titulado Identidad y formas de lo ecuatoriano,6 cuenta los
detalles de una cultura bajo el poder en la Audiencia de Quito, el barroco y el mundo
colonial, el despertar de la conciencia criolla a travs de la literatura de los desterrados; de
otros procesos literarios, de la nacin y las regiones o fragmentos de las literaturas regionales
y de las preguntas ms acuciantes sobre la nacin, su pasado y su presente. Para Valdano, el
pueblo de Ecuador, ms que vivir una crisis de identidad, experimenta una crisis de valores
que nos hace olvidar quines somos. Lo importante es estar atentos a este problema
existencial, poltico y cultural que se viene a resolver en tanto se va madurando en la
conciencia de la propia identidad, la cual se consigue al superar la ignorancia histrica y
las cegueras cognitivas.
Es pertinente mencionar tambin dos artculos publicados en la revista conos de Ciencias
Sociales7 publicada por la FLACSO, donde Felipe Burbano, en relacin al tema de la
ecuatorianidad, a partir del ensayo de Adoum Ecuador: seas particulares, hace una crtica
a la obra y al tema de la bsqueda estril de una identidad en pocas del postmodernismo;
pero, al mismo tiempo, seala que en ms de uno de los ensayos escritos, todo ecuatoriano
llega a sentirse completamente identificado, causando una serie de emociones como
vergenza, tristeza, risa, llanto o pena. As mismo, en revista conos, otro artculo
denominado Jorge Enrique Adoum: la ecuatorianidad existe en un pas heterogneo8, se
entrevista al poeta, en referencia a su obra Ecuador seas particulares; a travs de esta,

Ana Serrano. Jorge Enrique Adoum, cuestionador del arte y del orden: Anlisis e interpretacin de los temas
de la segunda produccin potica del autor. (Tesis de Grado Doctoral). Pontificia Universidad Catlica del
Ecuador, Quito, 1998.
6
Juan Valdano. Identidad y formas de lo ecuatoriano. Quito, Eskeletra, 2006.
7
Felipe Burbano. Ecuador seas particulares. Revista conos de Ciencias Sociales, N4. Quito, FLACSO,
1998, p. 209.
8
Jorge Enrique Adoum. La ecuatorianidad existe en un pas heterogneo. Revista conos de Ciencias
Sociales, N7. Quito, FLACSO, 1999, pp. 118-121.

Adoum responde abierta y francamente a todos los interrogantes que generaron polmica
entre los lectores de su libro.
Esta investigacin enfoca el estudio del sentido de la territorialidad9 y cmo se construye en
la obra a partir de los distintos cambios que ha experimentado el Ecuador, desde el momento
de su formacin no aludiendo a fundacin sino a la cronologa de un pueblo, que se inicia
en la poca precolombina, y que llega hasta nuestros das. La trayectoria histrica, que
presenta Adoum del Ecuador, es la de un pas que se inicia en un desierto y, a partir de ah,
se crea un espacio de vida que se desarrolla paralelo a un cmulo de adversidades y cambios.

La metodologa es cualitativa a partir de la interpretacin del texto. Se aplica la tcnica de


la observacin, a partir del interrogante: cmo es tratado el tema del territorio por Jorge
Enrique Adoum y qu sentido tiene la territorialidad en su obra Ecuador amargo? Por otro
lado, se trabaja con el fichaje potico (clasificacin por poemas, de cada uno se extraen los
versos o palabras que indiquen alusin a la temtica de la territorialidad) para descubrir que
cada poema contiene subtemas que, en conjunto, llevan al tema central y a completar los
elementos concretos sobre los que se apoya el significado global de la obra potica. El
anlisis parte de la lectura emotiva y con ello se indaga: qu dicen los poemas?, qu
quieren comunicar?, cmo comunica el poeta su mensaje?, qu relacin existe entre lo que
dice el poema y la propia experiencia?

Por ello, cabe recalcar que el inters del estudio es descubrir el sentir adoumniano en su
etapa primera de poeta, en su primer poemario publicado, su sentir sobre el territorio
ecuatoriano, porque una historia dolorosa deja presentes y futuras lecciones de valor,
perseverancia y lucha por alcanzar, consciente y justamente, los ms altos ideales.

Territorialidad es un concepto que se desarrolla en 1996, a partir de la visin de Robert Ardrey (1908-1980),
exitoso escritor estadounidense, guionista, autor de varias obras de teatro, como de cine, y ensayista que
desarroll los campos de la antropologa, etologa, paleontologa y las ciencias de la conducta. Para Ardrey, la
territorialidad forma parte de la teora etolgica, que indica que una conducta innata del animal es mantener
territorios fijos y espacios individuales, estableciendo lmites y excluyendo o admitiendo a quien ellos
quisieran. El hombre en su condicin animal participa de este tipo de conducta y es parte de su instinto el
poseer, defender y organizar polticamente una rea geogrfica delimitada; as como satisfacer sus necesidades
bsicas, tales como seguridad (que permite superar la ansiedad), estmulo (que vence el tedio) y, sobre todo,
identidad (que anula el anonimato). En resumen, el patriotismo o el nacionalismo se interpretan como la
expresin humana del instinto territorial.

JORGE ENRIQUE ADOUM:


UN SOLO NOMBRE PARA MUCHOS HOMBRES
Escribir sobre el escritor ambateo, multipremiado y querido por todos, es hacerlo sobre
varios hombres a la vez, contenidos estos en un solo nombre: Jorge Enrique Adoum. El
poeta, el narrador, el ensayista, el dramaturgo, el diplomtico, el traductor, el editor. Fue
uno, muchos, y todos a la vez. Su obra, reconocida por propios y extraos como una de las
ms importantes de las letras hispanas, es de una profundidad y una consistencia dignas del
grande de las letras y el pensamiento que fue. Porque Jorgenrique 10 no haca literatura de
saln, para entretener, lo suyo era reflexin, en verso y en prosa, en novela o en ensayo; es
uno de los intelectuales que ms ha pensado en el ser ecuatoriano, tema al que se dedic
desde su primera obra, Ecuador amargo, y que recorre como una marca de agua en toda su
produccin.

Poeta antes que cualquier otra cosa, eso s, pues la poesa era su pasin mayor, aunque
incursion con maestra en otros gneros literarios. En cuanto a narrativa, hizo dos novelas
Entre Marx y una mujer desnuda (1976) y Ciudad sin ngel (1995), de gran calado ambas,
la ltima fue finalista del premio Rmulo Gallegos de Venezuela; en la primera hizo un
experimento impresionante que mezcl estructuras hbridas y pardicas 11. Narrador de gran
dominio y enorme potencia, experimentador nato que en Entre Marx y una mujer desnuda,
que an hoy, casi cuarenta aos despus de su publicacin, sigue siendo actual.

Como ensayista era de una profundidad y de una honestidad a toda prueba. Sin embargo, no
estaba en el nimo de Adoum la intencin de herir susceptibilidades, no era un creador de la
controversia estril que se salda con cuatro insultos de una parte y otra, todo en pblico para
que se sepa; no, Jorgenrique era un hombre de consensos ms que de disensos, de amigos,
no de enemigos. Pensador agudo y, a veces visceral, como en Ecuador seas particulares,
aqu parece un delito decir que los ecuatorianos tenemos defectos, y los cultivamos terribles,
solemos llamarlos tradiciones, para justificarlos.

10

Jorgenrique fue una especie de seudnimo que el propio Adoum tom para identificarse. No es ms que un
apcope de su nombre real.
11
Galo Gonzlez. Juego de parodias en Entre Marx y una mujer desnuda de Jorge Enrique Adoum. Revista
Andina de Letras Kipus N20, Quito, UASB-E, 2006, p. 129.

Tambin despleg Adoum una cierta actividad diplomtica que lo llev a residir en sitios
distantes como Hong Kong, donde hizo traducciones, porque tambin era traductor. El
escritor, definitivamente, para definirlo en un solo sustantivo, consigui hacer de su larga
vida un aporte positivo para todos los que, de alguna manera, frontal o tangencial, estuvieron
cerca de l o de su obra (o de ambos). En un pas con un acceso restringido a los libros y una
produccin de intelectuales exigua, este hijo de inmigrantes lejanos, nacido en una poblacin
pequea y en un pas tambin pequeo, conquist todos los laureles que el quehacer literario
puede dar.

La historia de Jorgenrique se inicia a partir del inmigrante libans Jorge Elas Francisco
Adoum, su padre, prolfico escritor de quien no se tiene un currculum preciso, pese a sus
numerosas composiciones.12 Una persona hermtica en lo que concierne a su vida, lleg al
Ecuador en 1924 e impresion con sus vastos conocimientos de medicina natural,
magnetismo y ocultismo para realizar curaciones, las mismas que pese a su precaria
condicin econmica, no tenan costo, ms que la voluntad econmica de quienes fueran sus
pacientes. Por cuestiones de salud y climticas se radic en la ciudad de Ambato, 13 donde
contrajo matrimonio con la libanesa Juana Auad Barciona. Con ella procrean cinco hijos,
entre ellos Jorgenrique.

Dicen que los escritores, ms que ningn otro colectivo, son hijos de su tiempo. Y se dice
tambin que el tiempo va a distinta velocidad en cada espacio. Si eso es as, el tiempo de
Adoum es un tiempo lento, apaciguado por el tercermundismo que siempre le doli. Esa
velocidad ralentizada de estas culturas donde casi nada cambia, reinos de la tradicin que
ven el progreso y el cuestionamiento como peligros. El escritor naci en Ambato el 29 de
junio de 1926, estudi en el colegio Juan Len Mera La Salle y se destac desde su edad
temprana en habilidades lectoescritoras. En 1935, su familia se traslada a Quito en busca de
nuevos horizontes tanto para la profesin de su padre como para el mbito cultural. No fue
admitido en ningn colegio, pero pas como oyente durante tres aos en el San Gabriel,

12

Diccionario Biogrfico del Ecuador. Disponible en www.diccionariobiograficoecuador.com


A inicios del siglo XX la ciudad de Ambato no era un lugar para que Jorge Elas pudiera desplegar sus vastos
conocimientos de medicina natural, ni tampoco para sus dotes artsticas. Ambato estaba catalogada como la
ciudad en poca de reconstruccin debido a que los movimientos telricos constantes haban transformado a
su gente en temeraria y emotiva, pero a la par en luchadora para empezar de las cenizas.
13

desde all sus destrezas por las letras desarrollan frutos. En el Diccionario Biogrfico
Ecuador, se redacta un pasaje que revela su dote de innato escritor:

Posteriormente ingresa al colegio Meja, donde obtiene su bachillerato, para luego ser parte
de los estudios en Filosofa, Economa y Derecho en la Universidad Central del Ecuador. La
vida de Adoum recorre entre la severa disciplina impuesta por su padre y sus gustos por el
comunismo. Quiso formar parte del Partido Comunista, pero fue rechazado por su corta
edad. Sin embargo, otros seran los caminos que le esperaban al joven escritor. En 1945 (a
sus 18 aos) decide viajar a Chile junto a un amigo. Su equipaje se dividi entre una maleta
de vestuario y otra llena de libros, tal vez, para Adoum, las letras ecuatorianas eran sus
mejores compaeras de viaje, pero olvid que en el lugar al que viajaba lo que abundaba
eran poetas; as lo sostiene el propio poeta, cuando afirma:

Positivamente. Primero, uno sala del pas con la creencia de que aqu estaban los ms
grandes escritores, la ms grande literatura. De ah que lo importante es humildecerse al
compararse y tratar de ser objetivo. El conocimiento de otras culturas es indispensable para
un escritor que as logra imaginar a qu puede aspirar al ser universal, siendo siempre local,
y toda comparacin es enriquecedora porque aparecen las cosas que no se vean. 14

En Chile, no fue recibido con alfombra roja, tuvo que hacer de mesero en restaurantes para
sobrevivir, la vida se le torna compleja, as como para todo emigrante ecuatoriano. Se dice
que Adoum en su habitacin no tena sino botellas, generalmente vacas, y libros que llev
de Ecuador, pero que nunca pudo mostrarlos a sus amigos chilenos, pues en el pas no
habamos tenido prcticamente surrealistas, y aquellos estaban superando ya el surrealismo.
Adoum aprendi mucho, no solo de la lectura sino del contacto personal con Juvencio Valle,
que lleg a ser su gran amigo, y con ngel Cruchaga Santamara.

En 1947 es perseguido por la polica chilena. En una entrevista personal, Adoum nos cuenta:

S, yo sal de casa molesto, no fue un viaje de placer. Cuando anunci que me haban dado
una beca para Chile no me preguntaron quin, para qu, por cunto tiempo, nada, ni una
14

Jorge Enrique Adoum [como se cit en Jos Guzmn. La poesa de Jorge Enrique Adoum en el contexto
social, poltico e histrico ecuatoriano (Tesis de Grado Doctoral). Salamanca, Universidad de Salamanca,
2010, p. 409].

palabra. Entonces me fui, s, por una necesidad de independencia. Yo tena 18 aos y conoc
a algunos escritores, otros me llevaron a la Alianza de Escritores de Chile y as me fui
quedando cuatro aos, hasta que me echaron. Estuve escondido del 15 de octubre al 30 de
diciembre de 1947. Hice que Neruda, entonces senador de la Repblica, averiguara qu tena
la polica chilena contra m. As supe que mi embajador haba pedido que nos echaran del
pas a algunos ecuatorianos. En cualquier parte del mundo si uno tiene problemas con la
polica local, va a su embajada; all, era el embajador quien peda al Ministerio del Interior
que nos expulsara. Era una venganza cobarde: se trata de Carlos Guevara Moreno quien
fragu y llev a cabo el golpe de Estado cuando fue Ministro de Gobierno de Velasco Ibarra.
Los universitarios de la FEUE estuvimos contra la dictadura, pero su artfice tena all otra
relacin de fuerza: l era embajador y nosotros estudiantes. En cuanto a si ese viaje fue
decisivo, es indudable. El pueblo chileno es muy generoso y sabe ser solidario. Adems,
politizado, racionalmente politizado. Conoc a todos los escritores que me interesaban en ese
momento, desde cierta distancia, primero por la edad: un mocoso de menos de veinte aos
frente a poetas adultos, clebres, premiados. Y me fue muy til su amistad, su compaa, su
conversacin.15

A la salida de una conferencia de Pablo Neruda: Viaje al norte de Chile (haba publicado
ya Viaje al corazn de Quevedo y otros viajes), Adoum se acerca a abrazarlo, y es cuando
Neruda le pregunta si quera hacerle de secretario y, claro, al da siguiente ya era su secretario
y gracias a ello vivi durante dos aos en el universo del gran poeta chileno. Eran casi 24
horas al da a su lado, en su casa, con sus cosas recogidas por el mundo entero, con sus libros,
y con su poesa; deba pasar a mquina sus poemas, hacer copias para revistas a las que deba
colaboraciones o entrevistas, corregir pruebas de libros. Esa labor le fue muy til, pero
tambin le hizo dao: le cost mucho sacudirse de encima su influencia. Lo de nerudiano
pareca ser el segundo apellido de Jorgenrique. Hacer de secretario privado, del bardo ms
laureado de Amrica Latina, le dio acceso a un cmulo de experiencias que enriquecieron su
ya importante bagaje.

Mi primer libro, Ecuador Amargo, es ntegramente nerudiano. Pablo me escribi una carta
en dos prrafos: el primero, que l deca Positivo, particularmente generoso; luego, en el
que subtitulaba Negativo, deca: Tienes que liberarte de un nerudismo que no te hace
falta. Eso yo lo saba. Mi error fue haber seguido escribiendo mientras viva 24 horas al da

15

Ibdem, pp. 395-396.

en el universo Neruda. En aquella poca todos tenamos influencia de Neruda. Pero en


Ecuador se usaba nerudiano como si fuera el apellido de mi madre Jorge Enrique Adoum
Nerudiano porque aqu tener influencia de alguien, a cualquier edad, es como un baldn,
censurable, sin darse cuenta de que cada generacin comienza como heredera de la anterior;
sin esa continuidad no habra una historia de la cultura ni de la literatura. Entonces trat de
liberarme del nerudismo que no me haca falta, y me cost mucho, hasta el punto de buscar
antdotos de Neruda: si su poesa es como un traje con bordados, encajes, brocados, fui a
buscar una menos elegante, menos recargada de metforas o imgenes, o sea ms cercana a
la desnudez, al hueso.16

En su juventud perteneci al grupo Madrugada y con algunos jvenes escritores del pas
(Csar Dvila Andrade y Efran Jara Idrovo) realizaban los primeros acercamientos crticos
a la literatura universal; sus primeros relatos los realiza con el seudnimo de Ricardo Ariel,
posiblemente adelantando la admiracin que tena hacia Pablo Neruda. Particip
activamente en las revueltas que los estudiantes realizaron en contra del presidente Arroyo
del Ro, por la prdida significativa de cerca de 250 kilmetros cuadrados en la guerra contra
el Per, tras la firma del Protocolo de Ro de Janeiro. Cabe recalcar que este hecho, marc
las mentes de las futuras generaciones, generando una antipata histrica para con el pueblo
peruano.

Adoum se identific muy joven con la dolida Latinoamrica y sus textos expresan esa
preocupacin por temas polticos y sociales. Sus races libanesas, no fueron obstculo para
que el hombre se comprometa con la identidad del pas, para sentirse ntegramente
ecuatoriano. Influyen en la obra del escritor, el grupo de Guayaquil, conformado por Jos de
la Cuadra, Enrique Gil Gilbert, Joaqun Gallegos Lara, Demetrio Aguilera Malta y Alfredo
Pareja Diezcanseco. Estos escritores ecuatorianos se fundaron en la dcada de 1930 y se
identificaron por expresar una literatura de corte realista social.

De manera definitiva su estancia en Chile result determinante, ya que pudo codearse con la
lite de las letras latinoamericanas, con quienes, entre libros y tertulias, determinaran temas
comunes de pobreza y dolor de nuestro pueblos. Algunos amigos escritores le dan de comer.

16

Ibdem, p. 396.

10

Falta un ao para que publique su primer libro, pero ya es considerado un escritor por el
gremio.

A su regreso a Ecuador, asume la direccin de la Editorial de la Casa de la Cultura


Ecuatoriana, tiempo en el que publica las Obras completas de Jos de la Cuadra (1958),
algunas obras de Pablo Palacio y la traduccin de Francisco Alexander de Hojas de hierba
de Walt Whitman (1956), lo que denota su sentido de valoracin por lo local y universal,
adems de varios folletos de inters cultural. Ejerci varios cargos en esta institucin, en la
que tambin se lo public muchas veces. Entre las muchas actividades que realiz para
ganarse la vida, Adoum fue profesor de la Universidad Central de Quito, secretario del
Instituto del Teatro y director nacional de Cultura.

Un acto que definitivamente marcar la memoria de Adoum, ocurre cuatro aos antes de su
nacimiento, pero que igualmente sella su orientacin poltico partidista y lo colocar en las
filas de la izquierda ecuatoriana: la masacre de los obreros en Guayaquil el 15 de noviembre
de 1922, y que fue una muestra de intolerancia y estupidez. La protesta de miles de obreros
convocados por el alza del pan fue acallada a sangre y fuego por las tropas del rgimen que
orden disparar a los protestantes, originndose una masacre nunca antes vivida en el pas y
que sera fuente de denuncia en algunas obras posteriores. Este acontecimiento marc con
sangre muchas de las pginas de la literatura nacional y a la cual Joaqun Gallegos Lara
dedic su obra Las cruces sobre el agua.

La obra de Adoum es producto del pensamiento general que imper en la primera dcada
del siglo XX. Grandes acontecimientos motivaron la orientacin de su pensamiento, en
primer lugar, estaba latente en la mente de todos los escritores la Revolucin Rusa de 1917.
An llegaban a los odos del mundo los ecos de las luchas proletarias y la formacin de un
sistema que por fin iba a acabar con la desigualdad social. Resulta lgico que su
pensamiento, influido por escritores comprometidos con la Unin de Repblicas Socialistas
Soviticas, hiciera eco en su sensibilidad humana. El germen de esta revolucin condujo a
la mayora de escritores del pas hacia una militancia activa en el movimiento socialista que
constitua una novedad y la respuesta a la opresin del estado conservador que mayormente
dominaba el continente. Los ecuatorianos ya habamos experimentado la barbarie del

11

asesinato de los idelogos liberales en la plaza de El Ejido y este acto tambin determinara
el pensamiento adoumniano.

Por otro lado, la Primera Guerra Mundial (1914 a 1918) dar como fruto una visin
paradjica del mundo. Los intelectuales de todos los rincones se cuestionan sobre la postura
que deben asumir en contra de la masacre de miles de soldados y pueblos, en contra de
proyectos blicos que determinaran la conquista del poder por parte de los vencedores. Es
de esta manera que los intelectuales del mundo vuelcan sus ojos a la temtica local, quiz
para no ver y sentir la plvora de la confrontacin mundial en su memoria.

Freud nos traer los primeros estudios del psicoanlisis, lo que replanteara la forma en que
percibimos nuestro ser. Las primeras noticias de los estados de conciencia y el saber que
respondemos desde una parte inconsciente casi a todos nuestros actos llevaron a muchos
escritores a experimentar con vanguardias, que daran forma por igual al aparecimiento de
una poesa libre y de rompimiento definitivo con la camisa de fuerza que imponan los
cnones establecidos. Es el aparecimiento de lo que sera tambin el realismo social en la
literatura ecuatoriana.

La Segunda Guerra Mundial tambin cambi el panorama del pensamiento de Adoum.


Recurdese que el mundo se peleaba por la hegemona del poder y ya haba dos bloques
tensos que se disputaban la supremaca ideolgica del manejo mundial, uno liderado por
Estados Unidos y el otro por la Unin Sovitica. Naturalmente que Adoum toma parte de la
segunda ideologa, por estar ms pegada a sus valores y creencias. Esta guerra conmocion
al mundo y cambi el mapa de la humanidad para siempre. Termin cruelmente con el
lanzamiento de la bomba atmica sobre Hiroshima, lo que ha constituido un acto repudiable
hasta nuestros das y que en los escritores desarroll una bandera de lucha antimperialista.

Otros sucesos sociopolticos internacionales sobresalientes que dieron forma a lo ideolgico


en su pensar fueron: 1929, la gran depresin de la economa estadounidense; 1930, Gandhi
inicia la campaa de desobediencia civil contra las autoridades inglesas; 1931, conformacin
del Gobierno Comunista Chino por Mao Tse-Tung; 1936, levantamiento de Francisco
Franco y comienzo de la Guerra Civil en Espaa; 1939, llega el fin de la Guerra Civil
Espaola con el triunfo del franquismo. En lo local, cabe sealar la guerra con el Per que
12

desmembrara el territorio nacional y que terminara con la firma del Protocolo de Ro de


Janeiro.

Estos hechos y su paso por Chile fueron moldeando el pensamiento de Adoum. La visin
del mundo del poeta estuvo marcada por actos de injusticia y explotacin social; desde
entonces toda su vida se dedicar a escribir sobre estos y otros temas que tanto le
apasionaron. Esta primera etapa de la vida de Jorge Enrique Adoum fue cimentando lo que
sera su inauguracin como escritor con el aparecimiento de Ecuador amargo, obra que
resalta el valor de la tierra como signo de permanencia e identidad. La obra marca el inicio
de nuevos horizontes poticos para el pas, y es el firme inicio de la carrera prolfica que
tendra Adoum, como poeta no solo local, sino de carcter universal.

Entre sus principales poemarios se encuentran Ecuador amargo (1949), Notas del hijo
prdigo (1951, 1959), Los cuadernos de la tierra [i. Los orgenes; ii. El enemigo y la maana
(Premio Nacional de Poesa, 1952), iii. Dios trajo la sombra (Premio Casa de las Amricas,
La Habana, 1960), iv. El dorado y Las ocupaciones nocturnas (1961)], Yo me fui con tu
nombre por la tierra (1964), Informe personal sobre la situacin (Madrid, 1973), No son
todos los que estn (antologa personal, Barcelona, 1979), El amor desenterrado y otros
poemas (1993), Ni estn todos los que son (antologa personal, 1999), Claudicacin
intermitente (antologa personal, Mxico, 2008).

Es, asimismo, autor de las antologas Poesa viva del Ecuador - Siglo XX, Quito, 1990, y
Posie quatorienne du XX sicle, traduccin de Nicole Rouan, Ginebra, 1993. Tambin est
su Antologa potica, Visor, Madrid, 2000. Ha publicado teatro, y las novelas Entre Marx y
una mujer desnuda, Premio Xavier Villaurrutia, Mxico, 1976, y Ciudad sin ngel, finalista
del Premio Rmulo Gallegos, 1997. Entre sus libros de ensayo destacan Guayasamn: el
hombre, la obra, la crtica, en castellano y en alemn, Nuremberg, 1998; Ecuador: seas
particulares, Quito, 1999, y su libro de testimonios De cerca y de memoria, Quito, 2003
(segunda edicin).

El poeta fallece el 3 de julio del ao 2009, tres das despus de cumplir 83 aos. Deja, sin
duda alguna, un legado literario extenso, que servir de alimento ideolgico y artstico, para
generaciones presentes y futuras.
13

CAPTULO I
LITERATURA Y TERRITORIALIDAD

1.1. RELACIN ENTRE LA TERRITORIALIDAD COMO IDEA DE NACIN Y


LITERATURA

La territorialidad y la literatura son, en suma: la primera, la realidad que percibe el intelectual


en su medio social (su concepto de nacin), y la segunda, la forma de expresar esta realidad
con un fin determinado, a veces consciente y otras veces no tanto. El instinto del escritor es
defender, promover y ensalzar su territorio como parte integrante de su propia identidad. De
esta manera, el intelectual plasma en su obra todo aquel bagaje de costumbres, usos,
modismos, vivencias, ambiente, esttica y, en fin, todo su mundo, con el secreto anhelo
de imponer como cierta su visin y provocar una reaccin en el lector. Esta forma de expresar
la realidad no deja de estar cargada de fines polticos, econmicos, sociales y religiosos de
una clase social que de manera espontnea usa la literatura como una herramienta ms de
promocin de un determinado proyecto ideolgico en la interminable lucha de clases. Como
dice Sofa Paredes:
[] el discurso literario es visto como el espacio privilegiado donde se producira una opcin
clara por lo local y lo nacional frente a las amenazas de viejos y nuevos imperialismos. Se
deposita entonces en manos de los intelectuales especficamente de los escritores la
recreacin en la obra literaria de la vida y el habla populares como un aporte para la nacin.
Todos estos conflictos en el tratamiento de lo popular y lo literario se articulan a partir de los
siguientes ejes de anlisis: el pueblo como productor de cultura; el pueblo como objeto de
opresin y sujeto de resistencia; el pueblo como espacio de tradicin e identidad; las
tensiones entre lo propio y lo ajeno.17

Los escritores, entonces, se convierten en los representantes de la cultura popular, los


defensores de su identidad, los admiradores de su territorio. Les une un mismo fin: tomar la
realidad y devolverla transformada en palabras; sin embargo, como lo deja entender Pablo
A. Martnez en uno de sus escritos, cada intelectual lo hace a su propio estilo. Aunque dos

17

Sofa Paredes. Travesa de lo popular en la crtica literaria ecuatoriana. Quito, Corporacin Editora
Nacional, 2000, p.21.

14

autores finalmente pretendan transmitir un mismo mensaje social, siempre habr


divergencias en su forma de expresarlo:

Se podra argumentar que los textos de Adoum y Pazos Barrera funcionan y se mueven en
registros poticos ms divergentes que convergentes. Sin embargo, una (re)lectura cuidadosa
revela una afinidad sorprendente que tiene su denominador comn en una excepcional
intensidad lrica y en una original bsqueda artstica del propio lenguaje potico y, mediante
ste, de la identidad nacional y continental, a partir de la potenciacin expresiva ms exigente
y elaborada de temas y lenguajes. Ambos poetas realizan esta empresa por medios
lingsticos, estilsticos y metafricos diferentes que, no obstante, se aproximan poltica e
ideolgicamente en un similar y solidario mensaje orientado hacia el cambio social.

18

1.1.1 La nacin dominante y la nacin dominada

En un mismo territorio se puede decir que siempre coexisten dos naciones, la dominante y
la dominada, cada una con su propia visin de la realidad. La nacin dominante, la oficial,
la que maneja las reglas del juego, es la que promueve la cultura nacional mientras que la
otra, la no oficial, la que resulta casi subversiva, es la cultura popular. Por esta razn, en
algn momento podramos encontrar dos territorialidades diferentes, dos sentidos de nacin
diferentes en la obra literaria de autores de una misma poca y territorio pero que pertenezcan
a estratos ideolgico-sociales distintos, pues tendr cada uno su visin desde la trinchera en
que se aloje.

Por lo general, la literatura se ha apegado ms a la cultura popular, a la corriente liberal que


a la conservadora, a la clase oprimida que a la sociopolticamente poderosa; por ello, la
territorialidad latinoamericana se ha vinculado mucho ms con una visin oscura, pobre y
pesimista de la realidad, que con una visin de xito, prosperidad y positivismo. Esto tiene
mucho que ver con la percepcin de los intelectuales como Adoum, que queran, a travs de
su obra, denunciar, recalcar o tan solo mostrar una dura realidad que viven algunos grupos
de la sociedad cuando por alguna razn no son parte de lo que se considera polticamente

Pablo A. Martnez, Paratextualidad y palimpsesto: presenciausencia de lo indgena en la poesa viva de


Jorge Enrique Adoum y Julio Pazos Barrera, Kipus Revista Andina de Letras, N7. Quito, UASB-E, 1997, p
47.
18

15

correcto, de lo que la sociedad, llmese cultura nacional, espera o ha establecido como norma
de vida general.

La literatura es la ms genuina forma de expresin social y territorial. A travs de ella


podemos conocer lo ms ntimo del devenir de los pueblos, de su realidad, caractersticas,
luchas, esto lo podemos ver en el siguiente texto tomado de la publicacin Nacin, cultura
nacional y literatura en el Ecuador:
El arte, y de modo particular la literatura expresan ese modo especfico de configuracin de
la sociedad, ms estrictamente de la sociedad civil, porque es la materia prima que debe
ser transformada en obra literaria, a travs del trabajo esttico consiste principalmente en una
percepcin de la formas concretas de existencia de los hombres en una sociedad. La visin
del escritor sobre su realidad, no es individual, sino social, y est marcada por una ideologa,
sea o no, consciente.19

Para hablar del territorio, no puede dejarse a un lado la palabra nacin; ese concepto que, en
palabras de Carrasco, se refiere, por un lado, a un fenmeno material resultante de un
determinado proceso histrico; y, por otro, a un proyecto ideolgico que se presenta como
un smbolo de congregacin manipulado por una clase. La sociedad y la cultura se
conforman no a travs de hechos como alimentarse o vestirse, sino a travs de las formas y
el valor que ellas asumen en cada sociedad concreta. El arte y, de modo particular, la
literatura expresan ese modo especfico de configuracin de la sociedad; es as que la visin
el escritor sobre su realidad no es individual, sino social. La materia prima de la literatura es
la sociedad misma y un modo de conformacin del pensamiento social.

La relacin entre literatura y sociedad es dialctica: la literatura toma de la realidad sus


elementos para transformarlos en obra literaria mediante el trabajo esttico, pero al mismo
tiempo, ella contribuye a crear un sistema de valores que da homogeneidad y coherencia al
pensamiento social, en la medida en que da a la sociedad una conciencia de s.20

Por otro lado, en un estudio sobre cultura popular, Marcelo Naranjo sostiene que:

19

Adrin Carrasco, Pablo Estrella, Mara Augusta Veintimilla, Cecilia Surez. Nacin, cultura nacional y
literatura en el Ecuador. Cuenca, Universidad de Cuenca, Instituto de Investigaciones Sociales, 1998.
20
dem.

16

Al definirse las clases sociales, la expresin cultural se torna diferenciada en ellas, es uno el
modo de vida de la clase dominante y otro el de las clases subalternas. [] Cada grupo social
es en su reproduccin cotidiana, en su prctica comn, portador de una cultura propia; esta
cultura se manifiesta en lo que tal grupo cree, vive y crea, en las formas materiales, polticas,
religiosas, ideolgicas, etc. 21

El concepto de nacin, de territorialidad, y, en suma, todos los conceptos provenientes


de la percepcin humana tienen que ver con su ubicacin espacial, ideolgica y emotiva,
y, desde este punto de vista, cada persona, cada autor mira su punto de vista como la
realidad, cuando es su realidad.

Cuando el hombre adquiere la conciencia de su espacio, adquiere tambin el sentido


patritico de la tierra, de la madre, que aunque lejos de ella se fuera, habitar un l un
espacio vivo que la recuerde. No habr movimiento migratorio ni exilio que haga olvidar
al hombre su origen. El tema de la nacin est enraizado en quienes han dejado un legado
de manifestaciones literarias orales o escritas, la mayor parte dedicadas por naturaleza a
su suelo natal. El indgena canta a su suelo por ser quien lo alimenta y forma parte de su
supervivencia, a l le rinde honores a travs de la msica, la danza y los versos, estos
ltimos adquieren significados muy peculiares que demuestran as espiritualidad y
sensibilidad. Entonces, no todo lo que es literatura ecuatoriana aparece con la llegada de
los espaoles, sin duda hubo una literatura anterior, pueblos que a travs de los aos se
desarrollaron econmica, social y culturalmente, tambin desarrollaron una lrica en
torno al territorio que, aunque carente de escritura, dej su aporte valioso en la tradicin
oral.

El concepto de nacin, de territorialidad, y, en suma, todos los conceptos provenientes


de la percepcin humana tienen que ver con su ubicacin espacial, ideolgica y emotiva,
y, desde este punto de vista, cada persona, cada autor mira su punto de vista como la
realidad, cuando es su realidad.

21

Marcelo Naranjo y otros. La cultura popular en el Ecuador. Cuenca, Centro Interamericano de Artesanas y
Artes Populares CIDAP, 1998, p. 5

17

Cuando el hombre adquiere la conciencia de su espacio, adquiere tambin el sentido


patritico de la tierra, de la madre, que aunque lejos de ella se fuera, habitar un l un
espacio vivo que la recuerde. No habr movimiento migratorio ni exilio que haga olvidar
al hombre su origen. El tema de la nacin est enraizado en quienes han dejado un legado
de manifestaciones literarias orales o escritas, la mayor parte dedicadas por naturaleza a
su suelo natal. El indgena canta a su suelo por ser quien lo alimenta y forma parte de su
supervivencia, a l le rinde honores a travs de la msica, la danza y los versos, estos
ltimos adquieren significados muy peculiares que demuestran as espiritualidad y
sensibilidad. Entonces, no todo lo que es literatura ecuatoriana aparece con la llegada de
los espaoles, sin duda hubo una literatura anterior, pueblos que a travs de los aos se
desarrollaron econmica, social y culturalmente, tambin desarrollaron una lrica en
torno al territorio que, aunque carente de escritura, dej su aporte valioso en la tradicin
oral.

1.2. TERRITORIALIDAD DESDE EL PUNTO DE VISTA POLTICO - ESPACIAL

Para ampliar el concepto de territorialidad en la literatura, queremos empezar por


entender qu es la territorialidad, en su sentido ms estricto. Cairo Carou, en su artculo
titulado Territorialidad fronteras del Estado-nacin: las condiciones de la poltica en un
mundo fragmentado, afirma:

La territorialidad constituye uno de los principios centrales de la teora etolgica, que


constituye el paradigma del tratamiento naturalista de la misma. Se parte de la consideracin
de que la territorialidad es una parte innata de la conducta animal: todos los animales
tenderan a mantener territorios fijos y espacios individuales, estableciendo lmites y
excluyendo o admitiendo en los territorios as fijados a quien ellos quisieran. Se tratara
entonces de una conducta puramente instintiva, y el hombre, en tanto que animal, participara
de esa conducta.22

Cairo Carou sostiene que lo territorial es puramente instintivo, y que el hombre, por ser
animal racional, participa tambin de esa conducta. Es lgico pensar que por ello el ser

Heriberto Cairo Carou. Territorialidad y fronteras del estado-nacin: Las condiciones de la poltica en un
mundo fragmentado. Revista Poltica y Sociedad, N 36, Madrid, 2001, p.30
22

18

humano defiende su espacio, se organiza, manifiesta el sentido de posesin y sea cual


fuere el sentimiento amargo o grato que se viva en determinado lugar, seguir siendo un
determinante para decir aqu pertenezco, soy de aqu, esta es mi patria. Entonces, la
territorialidad se explica como el espacio que es ocupado por un grupo social en un
momento dado, gracias a un momento histrico, y que se relaciona, adems, con los
procesos histricos acaecidos, dentro de un contexto econmico, social y cultural. Este
concepto se hace relevante y es tomado en cuenta para todos los aspectos que tengan que
ver con la planificacin y el reconocimiento del derecho de los pueblos.
Para Edward Soja23, la territorialidad ofrece no solo un sentimiento de pertenencia a una
porcin de tierra, sobre la que se tienen derechos por vivir o haber nacido en ella; sino
ms que eso, implica un modo de ser en el interior de esa entidad. Con la territorialidad
se planifica el desarrollo de un pas, persiguiendo el objetivo de adecuar las actividades
econmicas en los espacios geogrficos ms favorables, buscando siempre equilibrar la
mejor calidad de vida del pueblo, con el desarrollo de la identidad cultural de los
diferentes grupos sociales y la optimizacin del uso de los recursos naturales. Por su
parte, Robert Ardrey afirma:

La continuidad de la evolucin humana desde el mundo de los animales al mundo del hombre
asegura que el grupo humano se comportar segn las leyes universales del principio
territorial. Lo que llamamos patriotismo que, en otras palabras, es una fuerza calculable que
se libera en una situacin predecible animar al hombre de una forma no diferente de otras
especies territoriales.24

1.3. LA TERRITORIALIDAD EN LA LITERATURA LATINOAMERICANA

La literatura latinoamericana escrita en lengua espaola comienza su historia en el siglo XVI,


en poca de la conquista, siendo nicamente un reflejo de lo que se haca en Espaa, pero
ms adelante con los movimientos independentistas del siglo XIX entr en un segundo
periodo de originalidad en donde aparecen los temas patriticos y empieza a engendrarse el
sentido de nacin. Este perodo alcanza su plena madurez en la dcada de 1910, la cual
23

Edward Soja. La organizacin poltica del espacio. Washington, Asociacin de Gegrafos Americanos,
1971.
24
Robert Ardrey. El imperativo territorial. Nueva York, Dell, 1966.

19

estuvo marcada por la Revolucin mexicana. Es en esta dcada cuando la literatura


hispanoamericana empieza un creciente auge, las creaciones literarias rompen viejos
esquemas y los escritores latinoamericanos empiezan a explorar temticas sociales
motivados por la bsqueda de una identidad propia en su creacin lrica as como en la vida
misma.

En el mbito de la poesa comienza una fase de experimentacin y riqueza creativa que puso
en un sitial privilegiado a Latinoamrica frente a la conservadora literatura espaola que
antes haba marcado la literatura hispanoamericana.

En Amrica Latina nace una corriente literaria que procura abandonar toda influencia
extranjera, para centrarse en la bsqueda de lo latinoamericano. A los escritores que
siguieron este camino se les llama realistas, por su deseo de mostrarse fieles a la realidad de
sus respectivos pases. En esta etapa se acenta el deseo de definir una identidad nacional,
que comenz en el siglo XIX y revivi en el siglo XX. Las obras literarias de la poca
centraban su atencin en la descripcin de los ambientes, los paisajes y sus habitantes. La
caracterizacin psicolgica cobr mucha importancia, a travs de la definicin de figuras
representativas de un determinado grupo social.

Se establecen varios subgrupos dentro del movimiento realista:

a) Ciclo de la revolucin mexicana, que se desarroll en Mxico paralelamente con la


revolucin contra la dictadura de Porfirio Daz entre 1910 y 1940. Dos de sus
principales exponentes fueron Jos Lpez Portillo y Federico Gamboa.
b) Telurismo, en la cual los autores centraban su atencin en la recreacin de paisajes,
como la selva o los llanos, mostrando como el entorno marcaba la forma de ser de las
personas. Se destacan en este movimiento Pablo Neruda y Gabriela Mistral.
c) El indigenismo, cuya temtica giraba alrededor de los problemas indgenas americanos
y fue especialmente importante en Per y Ecuador. Ciro Alegra es uno de los
principales representantes.

20

Hasta 1940 la literatura que se hace en Latinoamrica es eminentemente realista y trata temas
como el conflicto entre el hombre y la naturaleza, problemas sociales de pobreza y
marginalidad, problemas polticos de dictaduras y colonizacin de la economa, temas que
no eran comerciales; sin embargo, a partir de 1940 empieza un boom comercial y editorial
literario, el cual tiene su clmax en 1960, cuando se ven nacer varias obras renovadoras y de
alta calidad. Entre los autores participantes, en dicho boom, no existi una unidad de tema o
estilo, aunque como rasgos comunes a todos ellos se pueden sealar el deseo de desarrollar
una prosa renovadora y el inters por buscar la esencia de la identidad latinoamericana, pero
sin ningn encasillamiento regionalista, costumbrista o nacional.

Las obras de la poca se caracterizan por la construccin de mundos totalmente imaginarios


que, no obstante, identifican y a la vez universalizan las realidades propias de cada pas, se
integran en un mismo plano real, fantstico, mtico y simblico, en un nuevo esquema
independiente, conocido como realismo mgico. A los escritores que pertenecen al boom los
unieron temas como la oposicin a la representacin documental de la realidad, la utilizacin
de estructuras narrativas complejas, el nfasis en el empleo de un lenguaje original, el
tratamiento descomplicado de temas relacionados con la religin y la sexualidad, entre otros.

Posteriormente al boom se comienza a desarrollar una literatura urbana en la cual se


abandona al realismo mgico y se comienzan a crear las narraciones testimoniales, los relatos
de tipo existencial y los que incorporan elementos de la cultura de masas y el habla coloquial.
Los escritores buscan una temtica ms replegada hacia el interior, resaltando la
cotidianidad, el habla coloquial, los problemas del individuo como ser humano y no solo
como miembro de una colectividad. El gnero preferido por los narradores no es la novela
sino el cuento. La influencia de los medios de comunicacin y la cultura de las masas son
los aspectos fundamentales para la formacin literaria de los autores; sin embargo, cada uno
tiene conciencia de una identidad propia que los rene en procesos histricos similares. Entre
los principales autores, anteriores a la poca del boom, tenemos:
Mariano Azuela, escritor mexicano que se ocup de plasmar en sus obras la experiencia de
la revolucin mexicana; Martn Luis Guzmn, segundo escritor en importancia dentro del
ciclo de la revolucin mexicana; Gregorio Lpez y Fuentes, autor mexicano quien en sus
obras presenta estudios etnogrficos, sociolgicos y polticos sobre la realidad de los indios
21

mexicanos, mostrando la explotacin y la marginalidad de que son objeto; Jos Eustasio


Rivera, autor colombiano, una de las figuras ms significativas de la novela del periodo
realista, de la lucha entre el hombre y su entorno, en este caso la selva, su obra representativa,
La Vorgine; Rmulo Gallegos, el autor ms destacado de Amrica Latina, su novela, Doa
Brbara, estructurada en torno a la pugna entre la civilizacin y la barbarie; Ricardo
Guiraldes, autor de Don Segundo Sombra, uno de los escritores realistas ms importantes en
sus obras exalta e idealiza la figura del gaucho; y Jorge Icaza, escritor ecuatoriano ms
destacado e influyente de la tendencia indigenista, que observ la problemtica del indio
desde una perspectiva marcada por el realismo, su novela Huasipungo trata del indio que
vivi en una situacin de explotacin.

1.4. LA TERRITORIALIDAD EN LA LITERATURA ECUATORIANA

El Ecuador apenas estaba empezando a consolidarse como Repblica (1830). La


emancipacin de la madre patria deja un hondo vaco y un sentimiento de orfandad. La
literatura, entonces, registra esa nostalgia, los escritores vuelcan sus ojos hacia el
romanticismo francs y el costumbrismo espaol, corrientes literarias que aparecen en
Ecuador, no como moda, sino como cosmovisin, como una manera de entender el mundo;
existe un alma romntica y otra realista; el romntico entiende el mundo desde sus pasiones.

El romanticismo llega al Ecuador en un momento especial de su historia. Este movimiento


aparece impregnado de sentimientos de libertad y de rebelda, los mismos sentimientos que
haban impulsado las gestas libertarias y lograron la independencia. Surge como movimiento
que resalta las emociones y las pasiones (amor, sufrimiento, odio). Se exalta el sentir
patritico y el sentir inspirado en la naturaleza (el paisaje alcanza gran inters), cobran
relieve las ideas de libertad e igualdad. La naturaleza es muy importante dentro del
movimiento romntico en dos aspectos. En primer lugar, la descripcin del paisaje, de lo
autctono de cada regin (ya sean los exticos desiertos, los lejanos mares, los misteriosos
bosques o los lagos) es uno de los ejes de la composicin de los autores, tanto poetas como
novelistas. Y, en segundo lugar, la naturaleza se compenetra con el personaje,
acompandolo en sus estados anmicos. La naturaleza se hace presente en medio de las

22

tristezas humanas mediante lluvias, nubes, das sombros; o alegras, a travs de paisajes
pintorescos, das soleados, mares en completa paz, entre otros.

La literatura ecuatoriana naturalmente revela sucesos nacionales, el territorio, el paisaje


ecuatoriano. El escritor quiere hacer notorio cmo es la vida del ecuatoriano en su tierra. La
construccin de los lmites es una de las tareas a las que se aboca la literatura, el proyecto de
construccin nacional se torna fundamental, nace un romanticismo, la descripcin del
paisaje, se inaugura una manera de sentir emotivamente al pas. Fernando Balseca seala:
En los grandes textos literarios del paso del siglo XIX al XX hay un denominador comn:
las narraciones pretenden acompaar al discurso estatal en la construccin de la nacin. Bien
es sabido que el uso de la lengua presupone una serie de procesos que tienen que ver con la
constitucin de la realidad. Normalmente se ha pensado que la literatura es un procedimiento
en el cual un escritor trata de plasmar con abundante imaginacin lo que ha sucedido en la
vida real.25

Los problemas del Ecuador como nacin constituyen una constante reflexin intelectual, as
en el campo de la literatura, los escritores pasaron ajenos a esta temtica, y la utilizaron como
un arma de lucha social, necesaria para sobrevivir. Para la sociedad ecuatoriana del siglo
XIX era momento de inventar o crear su pasado histrico, iniciar la tarea de organizar
hechos, hazaas, smbolos y mitos, cuyo tema fundamental fuese nuestro terruo.

As, se juntan los conceptos nacin-historia, las situaciones de conquista que enfrent el pas,
el dominio a la tierra, los terratenientes, condujeron a una literatura que recurra al tema
buclico, la gloga, el conceptismo, abstrados de la realidad. Aparece as la figura de Jos
Joaqun de Olmedo (1780-1847) como el forjador de una nacin que es prolongacin de la
colonia, apenas vestida de ropajes nuevos. Su canto potico es para los hroes, y para
sembrar conciencia social. En palabras de Carrasco: Nacin, historia, lucha, configuran un
proyecto social, un desafo, exigen una respuesta, nunca una cuestin pacfica. Es un
problema que no nace en la novela, en la literatura, ms se refleja en ella26 Se reafirma
el sentido de la territorialidad, de la nacin, a travs de los intelectuales de la poca, leer
25

Fernando Balseca. En busca de nuevas regiones: la nacin y la narrativa ecuatoriana. Antologa crtica
ecuatoriana hacia un nuevo siglo. Quito, FLACSO, 2001.
26
Op. Cit., p. 167.

23

literatura ecuatoriana es leer, a travs de la expresin esttica, la historia del pas o de la


regin, sus hazaas, sus derrotas, lo amargo de un momento de conquista, su dolor y su
anhelo como pueblo; mantiene una estrecha relacin con la sociedad que la produce, por
ello, puede ser considerada como documento histrico-sociolgico, o como documento
histrico poltico.27

La relacin del hombre con el medio es el tema fundamental en los escritos del siglo XIX e
inicios del XX, desde Luis A. Martnez (1869-1909) con A la costa, como un proyecto
poltico revolucionario de la clase media. Joaqun Gallegos Lara (1909-1947) con Las cruces
sobre el agua, que intent plantear un proyecto revolucionario del proletariado y el proceso
de formacin de la clase obrera de Guayaquil. El tocar el tema del territorio ecuatoriano en
la literatura fue una concepcin, que a la par de verlo como un hecho esttico, se lo vio como
un hecho didctico, constructor del sentir y el espritu de la nacin. La literatura tena una
funcin modlica del espritu de la nacin. Mera sealaba que en la literatura aparece entera
el alma de la sociedad. Por ello es que la obra puede ser leda como un trabajo fundacional,
construido desde un discurso literario en el que la preocupacin fundamental gira en torno
al descubrimiento y a la configuracin del espritu de un territorio que estaba siendo
construido, por lo que el sentimiento esttico y tico que lo anima resulta evidente. Mera
escribi la letra del Himno Nacional del Ecuador en 1865. En toda Latinoamrica los himnos
nacionales, parte de la potica romntica del siglo XIX, son textos cuyo estudio es necesario
para la construccin acadmica de las tradiciones literarias de cada pas por sus
connotaciones polticas, histricas y culturales.

Son las pasiones romnticas libertarias las que llevan a Miguel Riofro a escribir La
emancipada, el amor sublime lleva a Mera a escribir Cumand, uno de los intentos clsicos
de la literatura que se atribuye funciones en la creacin y ampliacin de espacios nacionales
en relacin con los temas de la identidad cultural americana, el valor del quichua como
lengua potica y la trascendencia del tema del mestizaje. En A la Costa, Luis A. Martnez
(1869-1909) habla de la pretendida repblica, en una evidente crtica al proyecto garciano
de promover en los hechos las desigualdades sociales. La intencin del narrador es tan
trgica que abre la novela con el episodio del terremoto de Ibarra de 1868, insinuando una

27

Ibdem, pp. 169-170.

24

inspiracin sobrenatural que precipitara el cambio de rgimen poltico; esto es interesante


si pensamos que esta novela muestra un claro alegato contra la pacatera y la moralidad
instaurada en Quito por la iglesia.28

Otro ejemplo de ello es Jorge Icaza (1906-1978), quien traslada al lector con todo el realismo
posible hasta el mundo del indgena; con crudeza, observa, testifica y revela sus condiciones
de vida, de trabajo, abuso, violencia y hambre. Contrastando este tema del mundo indgena,
se desarrolla tambin la idea del territorio desde el mundo urbano y la ciudad; entonces,
aparecen: Alfredo Pareja Dez Canseco (1908-1993) como el principal novelista del mundo
de la vida en la ciudad; Demetrio Aguilera Malta (1909-1981), quien cuenta en su obra la
lucha obrera y la horrible situacin de los trabajadores explotados por sus patrones; Alicia
Ynez Cosso (1929 - .), quien destaca en sus obras el tema de crueles dictadores de los
siglos XIX y XX su novela S que vienen a matarme destaca el perodo de Gabriel Garca
Moreno; Don Goyo, de Demetrio Aguilera Malta (1912-1981), aparecida en 1933, su
atencin, por va de la letra, se va hacia la regin del golfo de Guayaquil, hacia el territorio
del cholo; Los Sangurimas, de Jos de la Cuadra (1903-1941), publicada en 1934, abre el
espacio a ese territorio que va del monte al ro del litoral para incorporar la vida del
montubio; del mismo ao es Huasipungo, de Jorge Icaza (1906-1978), que reinserta en el
mapa nacional la situacin de explotacin a los indios y las comunidades andinas; Juyungo,
de Adalberto Ortiz (1914-2003), que sale a la luz en 1943, trata de la zona montaosa del
norte esmeraldeo incorporando las tradiciones y cosmovisiones de las comunidades
afroecuatorianas. La mundo literario ha creado regiones, pues ha establecido una idea de
paisaje no solo para cada porcin territorial, sino que ha insistido en la necesidad de que esa
informacin sea compartida por la comunidad comunicativa en la cual establece su registro
de veracidad.29

A finales del siglo XIX e inicios del XX surgen los primeros poetas, a quienes les invadi
una ambigua rebelda, de forma tal que en sus escritos los temas de hasto a la vida y
bsqueda por un espacio de soledad se alejaban del sentido del territorio, ya sea por la
influencia de los simbolistas franceses (lo cual dio como resultado una lrica de encanto
musical, llena de una apasionada esperanza por partir hacia mundos desconocidos) o por una
28
29

Ibdem, p. 154.
Ibdem, p. 155.

25

falta de nacionalismo que recay en relatos de historias de personajes femeninos blancos y


de toque europeo, que no tenan nada que ver con nuestra realidad: las etnias indgenas, el
mestizaje notorio, la historia de un Ecuador golpeado por la conquista y la llegada de nuevas
ideologas. Temas como la melancola, el dolor, la muerte y la esperanza fueron notorios.

Lo ms parecido a tener una poesa nuestra est en los trabajos de la generacin decapitada,
llamada as por su desatino de suicidarse. Se dira que los orgenes de la lrica en el pas hay
que buscarla entonces entre Ernesto Noboa y Caamao (1889- 1927), Arturo Borja (18921912), Humberto Fierro (1890- 1929) y Medardo ngel Silva (1898-1910). Esta poesa con
influencia francesa, llena de musicalidad, llena de ideas de partir hacia mundos nuevos,
ignotos, un afn excesivo de querer salir de una realidad llena de indgenas y pobreza
extrema, marcan la ruta de nuevos poetas y son la simiente que acuna a nuevas generaciones.

Posteriormente, surge un grupo de escritores con apego a la nacionalidad. Este viraje, sin
duda motivado por el sistema liberal marcado por el gobierno de Eloy Alfaro, propone temas
ms nuestros. Por primera vez se toca el tema del indio, la historia patria, la lucha social, la
ignorancia e inequidad del proletario. A esta segunda generacin de escritores pertenecen:
Jorge Carrera Andrade (1903-1978), Alfredo Gangotena (1904-1944), Gonzalo Escudero
(1903-1971) y Miguel Augusto Egas (1895-1978), conocido artsticamente como Hugo
Mayo, quien introduce la vanguardia en la literatura nacional, compartiendo en su creacin
elementos surrealistas, creacionistas y ultrastas.

La dcada del treinta es la que definitivamente entrega el despertar de una literatura que
establece el sentido de patria, nos trae un realismo abierto, con temas ms humanos y un
hondo sentido nacional. Son estos diez aos los que marcan definitivamente el destino de las
letras nacionales con autores prolficos que hacen del realismo su caballo de batalla y nos
acercan a un sentido de pertenencia patrio.

Con la llegada de la vanguardia, nace un realismo que deja de lado los temas de los parasos
artificiales y renace un sentimiento de territorialidad. Aparece as la figura de Pablo Palacio
(1906- 1947), un adelantado al realismo que introduce en su trabajo toda la gama de los
excluidos: locos, homosexuales, marginales, marcando un estilo caracterizado por la
distorsin de la realidad y que aparecer bastante tarde en la literatura ecuatoriana. No
26

debemos dejar pasar por alto a otro insigne escritor: Benjamn Carrin (1898-1979), que
buscaba un sentido de patria, luego de la desmembracin del territorio por parte de Per en
1941. El hombre ensalzaba a los ecuatorianos a ser una potencia cultural, para de esa manera
quitarnos el mal sabor de boca con el que vena cargada nuestra historia. Humberto Robles
sostiene:

La literatura ecuatoriana de los aos veinte y treinta del presente siglo ha sido, por lo general,
encasillada sin reparos, y no siempre con las mejores intenciones, dentro de una lnea de
protesta social. Ni en manuales ni en historias de la literatura se tiene suficientemente en
cuenta la presencia, recepcin y controversias que la nocin de vanguardia ocasion en el
pas.30

Lo destacable es que la presencia de estos escritores signific, por primera vez, la


introduccin de elementos propiamente nacionales en la poesa, lo que abre un nuevo camino
literario, nico hasta el momento, que se complementa tambin con el relato ecuatoriano.
As mismo se destaca que 1930 es una fecha clave para las letras ecuatorianas, pues con la
publicacin de Los que se van31 se anuncia el esfuerzo constante por crear una literatura
propiamente nacional y popular.

La poesa modernista fue duramente criticada, ya que se vea alejada de una realidad de su
propio terruo. Adoum afirmaba que Jams miraron la tierra en que vivieron. Todos hablan
de cisne pero jams de nuestros lagartos, nuestros propios animales, inclusive los animales
humanos. Agustn Cueva pone tambin en tela de juicio el tema de la Generacin de los
decapitados pues su temtica no posea consistencia nacional, ms un disimulo de amor
materno en el deseo de huir a otros mundos para llegar al pas de la muerte.32

El cantarle al pas es tema recurrente en la literatura ecuatoriana, mucho antes de que Adoum
publicara su primera obra, as lo expresa Donoso Pareja:

30

Humberto Robles. La nocin de vanguardia en el Ecuador (Recepcin - trayectoria - documentos: (19181934), Guayaquil, Editorial Casa de la Cultura, 1989, p. 649.
31
Los que se van, obra de corte realista y social escrita en 1930 por Demetrio Aguilera Malta (1909-1981),
Joaqun Gallegos Lara (1911-1947) y Enrique Gil Gilbert (1912-1973), escritores denominados Grupo de
Guayaquil. La obra recopila 34 relatos breves que muestran la vida del campesino costeo del Ecuador y su
relacin con su entorno.
32
Alfredo Pareja (citado por Agustn Cueva en: La literatura ecuatoriana Centro Editor de Amrica Latina,
1968, p.41).

27

[] hemos hablado ya del paso metonmico al metafrico en la narrativa moderna y de cmo


los poetas, en Amrica Latina, en general, fueron quienes ms contribuyeron a la liberacin
del lenguaje entre nuestros escritores, y de qu manera, en el Ecuador, Jorge Carrera
Andrade, Gonzalo Escudero y Alfredo Gangotena [] Hay en ellos similitudes y diferencias.
Entre las primeras, una bsica: su poesa se enraza profundamente en el Ecuador. En Carrera
por ejemplo, Quito est siempre, y los ros del pas, su fauna y su flora, su color, el pramo
y el trpico, pero especialmente el hombre [] Igual en Escudero, aunque con otra voz,
telrica y altisonante: Tierra, dame tu pleamar / de piedra para mi eternidad En
Gangotena, el pas es una nostalgia.33

Ese sentimiento de identidad territorial es lo que muestra Adoum en el ensayo Ecuador seas
particulares, donde presenta posturas firmes para demostrar que existe un territorio, que
hace falta abrir los ojos y entender que los ecuatorianos tienen mucho en comn y que lo
nico que se necesita es aceptarlo:
La identidad es la raz ms honda o vigorosa que los pueblos y el individuo han echado en la
historia: los elementos que la conforman etnia, lengua, religin tica, conciencia de
nacin pueden permanecer mucho tiempo enterrados bajo una dominacin e incluso bajo
los vestigios de otra identidad, y de reaparecer un da, de forma espontnea y orgullosa [].34

Las circunstancias histricas, sociales, polticas y econmicas que han estado presentes
durante los aos en que crece Adoum despiertan en su conciencia el sentido de compromiso
con su territorio. De estos sucesos se desprenden otros temas de reflexin como el de la
identidad, puesto que influye en el comportamiento de los ciudadanos, en sus creencias y
valores nacionales; de all que la investigacin se centra en su primera obra, la que responde
a temas como la bsqueda de las propias races y la explotacin social. Adoum seala a
Ecuador amargo como la apertura al tema de la identidad ecuatoriana desde el punto de vista
territorial y a Ecuador seas particulares como la conclusin de una temtica que
permanentemente le apasion, como una reflexin de todos los hechos que nos llevaron a
ser lo que realmente somos.

33
34

Miguel Donoso Pareja. Los grandes de la dcada del 30, Quito, El Conejo., pp. 94-95.
Jorge Enrique Adoum. Ecuador Seas Particulares, Quito, Eskeletra, 2002, p. 25.

28

Este breve listado de escritores, como parte del contexto literario del primer poemario de
Adoum, Ecuador amargo, es el primer paso en dar valor a la identidad nacional. La obra de
Adoum nos permite reconocernos como patria, salir del viejo marco romntico a una realidad
rica en formas y lenguaje, hacia un pas que se declara constitucionalmente pluricultural y
multitnico, con una gran simiente mestiza que no deja de estar latente en toda la poesa del
autor. No hay avatar, inquietud, proyecto nacional, que la literatura no haya registrado:
identidad, Estado, mestizaje, migraciones, ruralidad, urbanizacin, poltica, desastres
naturales, descubrimientos, ocultamientos tambin, cuntas cosas ms: todas estn narradas
en ella que es el relato y, ms an, el correlato de nuestra historia.35

35

Abdn Ubidia. Un siglo de relato ecuatoriano. Descargado de


http://www.ubidia.editorialelconejo.com/un_siglo_del_relato_ecuatoriano.pdf

29

CAPTULO II
EL SENTIDO DE LA TERRITORIALIDAD EN
ECUADOR AMARGO, SEGN SUS MOMENTOS
Pocas obras ecuatorianas exhiben un sentido de territorialidad tan claro y contundente como
Ecuador amargo, obra que absorbe y transforma el espacio, el territorio, la naturaleza, en un
personaje ms con quien comparte protagonismo: el yo lrico. Hasta las cosas ms simples
del entorno llegan a convertirse en eventuales protagonistas de cada poema. Los ros, la
tierra, los granos, la aridez, la lluvia, entre otros elementos de la naturaleza, se vuelven
emociones a travs de la metfora. Una constante en su obra es la patria dolida, amarga, pero
a la que siempre se quiere regresar, porque es el cosmos en donde el poeta habita, aun estando
lejos de ella.

Sobre esto habla Fernando Balseca:

El poema que abre Ecuador amargo, de 1949, es un canto al cosmos en cuanto naturaleza
que potencia la habitabilidad de la dimensin humana. Lamento y madrigal sobre Palmira
se instaura, como hito de inauguracin de una obra, en un territorio desierto que, a la vez, es
fundante; es un acto en el que desde la nada se prepara el espacio para la vida, lo que puede
interpretarse como la intencin de abarcar el enigma csmico sobre la base de un piso
terrenal. La reflexin potica no se elabora en el vaco, sino que, en cuanto perteneciente al
ser humano, se encuentra adherida a la tierra. Adoum no separa artificialmente el cosmos de
la patria; antes bien, la patria es el microcosmos donde los seres sufren el ejercicio diario de
la vida.36

El simbolismo, la preocupacin ante las ideas de ser y de espacio, as como los sentimientos
de hasto, desasoseigo y melancola a lo largo de Ecuador amargo, nos permiten ver con
claridad la enorme influencia de Pablo Neruda en la obra de Adoum, mucho ms en esta
etapa de su produccin literaria que en la posterior. De esto habla Andrea Michelena en su
estudio investigativo Transiciones reflexivas del lenguaje en la potica de Jorge Enrique
Adoum:
Fernando Balseca, Homenaje a Jorge Enrique Adoum, Revista Kipus, 7, Quito, Corporacin Editora
Nacional-Universidad Andina Simn Bolvar,1997.
36

30

Es importante, en este sentido, aludir a dos elementos que estn presentes y marcan esta etapa
nerudista del poeta. Si hablamos de la influencia esttica que Neruda tuvo en el primer
momento de la poesa de Adoum, en breves rasgos, cabe aludir las vertientes que alimentaron
la poesa de este autor. Por un lado, estar presente la herencia de movimientos literarios
fuertes como el Simbolismo (con representantes como Mallarm, Baudelaire, Verlaine) y la
preocupacin, hasta cierto punto angustiosa, en lo que respecta al ser y al espacio, reflejada
en los textos de esta poca. Selena Millares, en el texto introductorio de Antologa general
de Pablo Neruda de la Real Academia Espaola, hace referencia a los sentimientos de hasto,
desasosiego y melancola que reflejaban, de manera recurrente, ciertas imgenes poticas en
cuanto a la ciudad como espacio en el que debe sobrevivir el ser. Adoum, por su parte,
acoger tambin este rasgo y aludir, con la misma sensacin de angustia, a estos espacios
que invaden y agotan la existencia. 37

En Ecuador amargo se percibe a cada paso el inters del poeta por el espacio, el tiempo y
las sensaciones. La obra tiene un mensaje, para este caso, aquella opacidad del testimonio y
la reflexin del poeta sobre su propio pas. En palabras de Rivas la vida es algo que se apura
como una chicha amarga 38su mensaje es elegaco, Adoum encarna la historia y siente el
dolor del pas conquistado, un dolor e inconformidad con modelos polticos y las formas de
poder. El territorio se vuelve el espacio para levantar una voz de protesta.
El tema territorialidad empieza desde los inicios de la vida Adoum, ya que pese a sus races
libanesas, asumi una nacionalidad ecuatoriana, casi indgena, enraizndose a los problemas
que aquejaban al pas.

Soy hijo de inmigrantes por ambos lados, pero jams sent formar parte de su cultura.
Digamos, retomando la vieja oposicin entre los lazos de la sangre y los lazos de la tierra,
que jams sent los primeros. Desde la infancia asum una nacionalidad ecuatoriana, casi
indgena y, en la edad adulta, latinoamericana. Creo que en mi enraizamiento ecuatoriano
influy asimismo una estrecha amistad que se fue estableciendo con los artesanos del barrio:

37

Andrea Michelena. Transiciones reflexivas de lenguaje en la potica de Jorge Enrique Adoum (Tesis de
Grado de Maestra). Quito, Universidad Andina Simn Bolvar, 2015.
38
Vladimiro Rivas. El tiempo y las palabras. Estudio Introductorio. Quito, Libresa, 1992. p.21.

31

carpinteros, talabarteros, mecnicos, herreros, y con los compaeros de escuela, una escuelita
pobre. Con ellos, sin darme cuenta, fui conociendo la realidad, es decir la injusticia. 39

En su trabajo de grado, Jos Guzmn nos recuerda que hay temas de fundamental
importancia para Adoum y que se los puede apreciar en sus primeros escritos: Los temas
que desde el principio le preocuparon al autor se constatan en las pginas que, un ao antes
de la publicacin de Ecuador amargo, escribi en la introduccin a la obra de Joaqun
Gallegos Lara, Biografa del pueblo indio,40 aqu recordaba a los ecuatorianos y aseveraba
que nuestro destino es la libertad, que nadie debe intentar quitrnosla, porque defenderemos
esa soberana. Pero, sobre todo, esa necesidad del poeta por ver al pas libre de modelos
extranjeros, tanto polticos como econmicos.

Es a partir de este contexto que se puede entrar en la obra para interpretar el porqu del
sentido de la territorialidad, el porqu Adoum, a travs del yo lrico, enuncia los espacios y
los tiempos de una patria que, aunque golpeada y lastimada, espera justicia. As, el yo
lrico, el sujeto del poema, se vuelve en realidad un nosotros, una comunidad, la
comunidad indgena, ancestral.

En la obra literaria y en el arte, no hay autor de carne y hueso, lo que hay es una imagen del
autor y otra del lector como elementos comunicativos; es decir, existe un conjunto de signos
que los representa. La imagen del autor y del lector est en el texto. Siempre hay una
audiencia consciente o inconsciente a quien va dirigido el texto, existe una intencin
comunicativa. La intencin comunicativa en la poesa es la afectividad, los sentimientos
humanos, un estado anmico, lo transmitido como si fuese real.

En Ecuador amargo, el poeta logra recoger la angustia existencial propia y vincularla con el
malestar colectivo. El autor se hace eco del sentir popular, lo mezcla con el suyo, lo
transforma y lo regresa en forma de poema. Fernando Balseca, al respecto, expresa:

La obra potica de Adoum, desde Ecuador amargo hasta El amor desenterrado, muestra un
proceso en el que el poeta ha declarado que la palabra literaria vale para generar un

39
40

Op. Cit., p. 410.


Ibdem, p. 99.

32

reconocimiento de lo que somos como comunidad; su poesa acarrea consigo una altsima
carga utpica, porque habla en futuro de la imagen futura de los seres humanos. Esta es una
leccin principal en un tiempo en que algunos poetas ecuatorianos ahora descubren que la
poesa no sirve para nada y desechan el valor de las utopas. 41

Ecuador amargo es una estructura que comunica concretamente la expresin de una


experiencia humana y sentimientos, de quien toma su pluma y la mueve al ritmo de sus
latidos, para provocar que las palabras sean expresiones del contenido anmico, de los
estados del alma, de los estados de la conciencia humana y de su entorno. Al respecto,
Bousoo afirmaba sobre la poesa que aunque la persona concreta del poeta no se
compromete en trminos de realidad con lo que literalmente dice su poema, el hombre
genrico, que en el poeta hay, se compromete con la vida42; es decir que dentro del poema,
aunque quien hable no sea directamente el poeta, existe una imagen de l, una imagen
humana, que intenta comunicar una realidad.

Mara Augusta Veintimilla menciona que Adoum toma una realidad exterior, la configura y
la expresa a travs de su lenguaje. Por eso, no se puede hablar de que el poeta exprese la
realidad a travs de su obra, pero s se puede hablar de que exprese su versin lrica de la
realidad:

El texto potico es encrucijada, punto de confluencia, de tensiones y confrontaciones que no


estn dentro ni fuera del poema, sino que lo constituyen en su singularidad. Es un modo de
configurar el mundo y no una manera de hablar sobre una configuracin ya dada de
antemano. Un desciframiento del mundo que empieza a existir con la escritura potica. 43

Andrea Michelena expresa que el yo lrico es el protagonista de Ecuador amargo, y el


espacio es un ser ms con quien este se comunica, deja de ser un lugar, y se convierte en un
personaje al cual, muchas veces, se cuestiona. El yo lrico evoca los padecimientos de la
patria, a quien la ensalza, la sufre, le reclama y la reivindica, muchas veces como a una mujer

Fernando Balseca, Homenaje a Jorge Enrique Adoum, p. 89.


Carlos Bousoo. Teora de la expresin potica. Madrid, Gredos, 1976, p. 32.
43
Mara Augusta Vintimilla. La crtica de poesa en el Ecuador. Kipus Revista Andina de Letras, 71,
(02/2012) Quito, 2012, p. 32.
41
42

33

dolida, vejada, mancillada, pero a la cual se quiere regresar, se aora, se extraa casi como
un mal necesario al que se ama por costumbre, no por aspiracin:

Despus de leer Ecuador amargo es posible, como lector, percibir una suerte de intencin
deductiva, en el sentido de ir de lo general a lo particular, por parte del yo lrico en cuanto a
los espacios y tiempos mencionados [] Sin embargo, estos espacios son nombrados con un
tono que evoca lejana y nostalgia, tal vez porque es la voz de un desterrado la que enuncia.44

En cuanto al lenguaje de la obra, se cuestiona a s mismo a cada momento y, a la vez, se


utiliza para cuestionarlo todo. El lenguaje se destruye y renace con nuevos elementos al
antojo del poeta, vinculndose permanentemente con el yo lrico y la naturaleza. Con
respecto al tiempo, el yo lrico poetiza lo implacable, pero lo acepta como necesario para
generar cambio, movimiento en el devenir de la historia. La lectura de la obra, en ocasiones,
angustia; otras, se vuelve dura, compleja y transmite gran carga emocional, crudeza por el
eventual exceso del uso de metforas e imgenes.

Es muy interesante la forma en la que Adoum logra vincular su obra con el aspecto social,
cultural e histrico y, a la vez, no deja que se pierda el carcter ntimo. La obra no deja de
ser una visin personal, pero, adems, cuando el lector se da cuenta, est inmerso en una
visin popular del pas, en la poca en que la obra fue escrita. Ecuador amargo no abandona
las experiencias ntimas del yo lrico, sino que las relaciona con la realidad exterior, con la
historia, la cultura.

El lenguaje utilizado por Adoum es limpio y adornado, sin un orden riguroso en el mbito
retrico ni mtrico, pero otorga gran importancia a la construccin de los versos, a la vez
que utiliza variedad de figuras literarias propias de la retrica tradicional, especialmente la
prosopopeya, la metfora, la hiprbole y el epteto. Fonolgicamente, la obra presenta
irregularidad, existen versos heptaslabos, endecaslabos, eneaslabos y decaslabos. Es
notorio que para generar ritmo en el poema, Adoum se vale del uso constante del
encabalgamiento, algo propio de los versos nerudianos, y eso lo corrobora Vladimiro Rivas

44

Op. Cit, p. 14.

34

en su estudio introductorio al libro El tiempo y las palabras: La poesa de Adoum es acaso


la ms ilustre descendiente de la de Neruda.45

Adoum es muy verstil al realizar exitosas adaptaciones sobre algunas formas lricas
tradicionales, como lo hizo en su poema Lamento y madrigal sobre Palmira, en el que
toma como referencia la forma lrica del madrigal, y algunos otros elementos mtricos como
los versos heptaslabos y endecaslabos, pero modificando el resto de elementos como la
rima, la extensin y la temtica. Vale la pena mencionar, de manera destacada, el uso
adecuado que hace el poeta de los signos de puntuacin, la elegancia y organizacin de las
estrofas, as como la correcta sintaxis interna de los versos, caractersticas que hacen de la
obra una pieza literaria de referencia, no solo en el plano esttico, sino tcnico.

Ecuador amargo presenta claramente una lnea que se ramifica en tres momentos: uno, que
desarrolla el dolor y la nostalgia de un poeta que reclama por su patria violada; dos, la voz
ntima del mismo poeta, que recuerda su vida y que es producto de su tiempo y espacio
privado; y tres, el retorno al territorio.

De este modo la obra deconstruida queda as:

Primer momento, lo conforman los cinco primeros poemas, en ellos se desarrolla el tema
del Ecuador amargo y la dolida conquista, y lo denominar el territorio como identidad.

Segundo momento, lo conforman los poemas del seis al diez, estos hablan de los
sentimientos privados de un Adoum amargo, en su estancia en Chile, y lo denominar
el territorio ntimo.

Tercer momento, lo conforma el poema 11, con este se cierra el libro, lo denominar el
retorno.

Vladimiro Rivas Iturralde. Estudio Introductorio. En Jorge Enrique Adoum. El tiempo y las palabras.
Quito, Libresa, 1992, p. 17.
45

35

2.1. PRIMER MOMENTO: El territorio como identidad

La identidad es un proceso cultural en constante movimiento, no es fijo y siempre se


modifica por factores sociales, econmicos o polticos. Un grupo se identifica a travs de
rituales de pertenencia que expresan un vnculo con el espacio y el tiempo. El territorio no
es solo una dimensin fsica, sino un rea de intercambio donde las visiones de mundo de
una sociedad se realizan. Por lo mismo, la identidad y el territorio constituyen un trabajo
permanente por dar sentido a los valores y sentimientos de todos quienes conforman una
comunidad.46 A partir de este concepto, nos sumergiremos en la descripcin de los elementos
de los que se vale la voz del poeta y que determinan la construccin de la identidad nacional.
Lamento y madrigal sobre Palmira, Regreso cuando llova, El pan nuestro, Litoral
y Baraja de la patria, son los cinco primeros poemas de la obra Ecuador amargo. Si el
instinto del escritor es defender, promover y ensalzar su territorio como parte integrante de
su propia identidad, la voz del poeta manifiesta el sentimiento de pertenencia a un suelo
histrico y cultural, y se siente identificado con los eventos ms importantes que han
sucedido en el territorio.

Como Neruda, Adoum busc en sus primero poemas un mundo externo que reflejara su
propia desolacin. No le cost mucho encontrarlo: su propio pas, primero: ah est, como
smbolo, la regin desrtica de Palmira, que sirve de pretexto para uno de sus primeros y
mejore y sin duda mejores poemas.47

En los primeros cinco poemas, el yo lrico cuenta con dolor la dura conquista y desarrolla
con nostalgia la imagen de la madre patria, para ello se vale del lenguaje como recurso de
expresin de su sentir, y crea, mediante l, un discurso potico.
Al iniciar los versos de Lamento y Madrigal sobre Palmira se califica a patria como sola
y desrtica, y esa descripcin responde no solo a lo geogrfico del terruo, sino tambin a la
posicin ideolgica del autor, es decir una especie de denuncia de la injusticia social, de la
colonizacin y de la explotacin indgena, del pas desolado, mancillado por sus
46

Juan Gmez Millas. Identidad y territorio. Santiago, Universidad de Chile, 2010, p. 1.

47

Vladimiro Rivas, Op. Cit., p. 21.


36

gobernantes, con inequidades terribles entre sus pobladores, con indgenas analfabetos
poblando la serrana, con dictaduras que se sucedan intermitente y amargamente.

El polvo, el tiempo, spera


y difcil soledad, desolado
mantel seco: aqu no hubo
nunca el casero, la planta,
los dedos de la lluvia:
tierra rota
hasta la harina, paisaje ciego
que el viento cambia de lugar48

La voz del poeta canta a su tierra, pero no a manera de los romnticos, esta vez el paisaje y
la realidad latinoamericana tienen un significado de explotacin, saqueos, colonizacin; por
ello, el poeta, consciente de su historia, utiliza al verso como denuncia de siglos de
resistencia indgena. Sobre esto habla Brbara Clark en su estudio Modernos poetas
hispanoamericanos. Ella sostiene:

El trato telrico por el que se encuentran conectados sus poemas es solo una evocacin a la
tierra, sino que tambin significa la denuncia de siglos de explotacin y resistencia de
vctimas, tanto conocidas como desconocidas.49

La historia que nos cuenta la voz del poeta es la de un territorio que parte de la nada, de un
erial deshabitado y con un clima inclemente. A partir de ah, se crea un espacio que desarrolla
vida entre un cmulo de adversidades y cambios. Y aunque no sea justamente este el cuadro
paisajstico del Ecuador solitario, abandonado, la intensin directa del poeta es contar una
realidad, que aunque ajena a la patria ecuatoriana, se mira con nostalgia desde lejos
(recordemos que la mayor parte de la obra fue escrita por el poeta en su estancia en Chile).
Esto se corrobora con lo expresado en el estudio de Michelena, cuando dice:

48

Jorge Enrique Adoum. Poesa hasta hoy 1949-2008. Quito, Archipilago, 2008, p. 31. Todas las citas
corresponden a esta edicin.
49
Brbara Clark. En Modern Spanish American poets, Detroit: Gale. 2003, pp. 3-9.

37

En la primera parte del poemario, que da el ttulo a la obra, la voz potica pinta un panorama
amplio del lugar en el que habita, la tierra, la lluvia, el horizonte, los maizales y ros se
plantean como escenarios principales. Sin embargo, estos espacios son nombrados con un
tono que evoca lejana y nostalgia, tal vez porque es la voz de un desterrado la que enuncia. 50

Desde este paisaje que no pareciese ser el nuestro, que es la excepcin a nuestra tierra
desde los ojos del poeta viajero, hay un mensaje que intenta decirnos que algo anda mal en
este Ecuador. En palabras de Ricardo Lamelas: Uno no puede dejar de preguntarse cmo
surge una voz potica como la de Jorge Enrique Adoum, en medio del pramo de su Palmira
originaria51

Ese panorama amplio donde habita el poeta se pinta como tierra rida y estril, un madrigal
intenso, presto a ser cantado: Palmira, pequeo desierto que est ubicado en la parroquia del
mismo nombre, en la provincia de Chimborazo, a unos 50 minutos al sur de Riobamba. Por
su geografa el lugar se presenta impresionantemente desrtico, los arenales. El bosque de
pino, el silbido del viento y el escenario en s son fuentes que llaman a la voz del poeta a
recordar su dolido Ecuador. El yo lrico, desde este sitio o pensando en l, mir la desolacin:
el polvo, el tiempo, spera y difcil soledad, desolado mantel seco [] tierra rota hasta la
harina.52

El yo lrico anuncia el paisaje agreste, al cantar a un rincn desconocido para la mayora de


los ecuatorianos, paradjicamente, porque para muchos latinoamericanos, Ecuador es solo
eso: un rincn que nadie sabe dnde queda, y quien lo busca se entristece de miopa. Por
ello, quiz por ello, es que Adoum inicia el poemario describiendo esta primera amargura,
como calificativo de frustracin, resentimiento o tristeza, justamente porque se ha vivido una
desilusin.

El poeta mira al Ecuador cual erial abandonado, del que no disfrutamos los originarios del
suelo, pero s disfrutan los que ostentan el dominio, los conquistadores, o los hijos de estos.

50

Andrea Michelena, Op. Cit., p. 14.


Ricardo Lamelas Fras. Jorge Enrique Adoum, orgenes, rupturas y convergencias de una voz potica.
Madrid, Mster en Literaturas Hispnicas, UAM, curso 2012-13, p. 18.
52
Jorge Enrique Adoum. Poesa hasta hoy 1949-2008, p. 31.
51

38

La tierra vale ms para los que se apropiaron del suelo, con la fuerza de las armas, mutilando
a la tierra como si fuese un objeto y despojndola de sus riquezas a sus propios dueos.

El yo lrico habla del territorio desde la extraez de un nuevo paisaje, lo pinta gris y oscuro,
arena y polvo que se mueven en la geografa del planeta. Es nuestro territorio, pero a la vez
podra ser cualquier parte del agreste mundo. Luego, desde la primera persona, desde la
metafrica forma de ver su nacimiento, su vida, incluso desde la esperanza, mira la patria
nuevamente, la reconoce resquebrajada, patria que quiere enterrar intilmente porque es
solo lamento y plural dolor del alma.53

La patria no se va, quien parte es el hombre, ah se quedan cada una de sus partes; desde la
fiesta hasta la noticia, desde el polvo hasta el mar o el ro, desde el pramo hasta la memoria.
La patria se queda, el hogar primario que nos acogi en la niez, donde aprendimos de la
madre a nombrarla, del padre a respetarla, del maestro a quererla y defenderla, esa es la
territorialidad de Adoum en su lamento, es la que se halla pegada a su alma, solitaria,
abandonada por la palabra, dejada como un gran cementerio general.

Fernando Balseca, al respecto del primer poema de Ecuador amargo, expresa:


Lamento y madrigal sobre Palmira se instaura, como hito de inauguracin de una obra, en
un territorio desierto que, a la vez, es fundante; es un acto en el que desde la nada se prepara
el espacio para la vida, lo que puede interpretarse como la intencin de abarcar el enigma
csmico sobre la base de un piso terrenal. La reflexin potica no se elabora en el vaco, sino
que, en cuanto perteneciente al ser humano, se encuentra adherida a la tierra. Adoum no
separa artificialmente el cosmos de la patria; antes bien, la patria es el microcosmos donde
los seres sufren el ejercicio diario de la vida.54

La ubicacin que hace el poeta en la historia nos lleva a sabernos herederos de un territorio,
un pas con aos de historia, de habitantes y de guerras, de resistencia por amor y
pertenencia. Tierra que el poeta ama, a pesar de que ella ha sucumbido a los das de la
conquista, a pesar de que no existe la familia maltratada, la multitud azotada por la crueldad

53
54

Jorge Enrique Adoum. Poesa hasta hoy 1949-2008. Quito, Archipilago, 2008. p. 33.
Fernando Balseca. Homenaje a Jorge Enrique Adoum, p. 90.

39

del espaol, ni las habitaciones tan siquiera que eran esplendor en otras pocas. Es ese amor
el que detiene la intencin del poeta de alejarse de su misin de cantar a la ajada patria, e ir
a buscar el esplendor de su tierra que abandon en su niez, que le recuerda sus primeras
lneas de escritor: Yo te amo distancia y resistencia debiendo con los labios ir a tocar la
frutal ternura de mi ciudad, mi escuela y sus tinteros demarrados, ese Ambato que se halla
en el corazn del Ecuador. Esa nostalgia, esa necesidad de refundar con letras el pas perdido,
le lleva a Palmira, a la imagen inconsciente que ha quedado despus de los zarpazos que dio
la historia a esta tierra.

El autor establece la temtica de lo que ser su primera etapa potica, es decir el territorio
ecuatoriano y todas sus facetas vividas en sus aos de historia, llena de crueldad y abuso de
poder. Ecuador amargo surge del retorno permanente del hombre a la tierra. El poeta nos
deja claro el mensaje de que solo conocindonos, podremos rescatar la esencia del hombre
ecuatoriano, valorar su lucha y recuperar su identidad. Cabe notar que la obra posee una
presencia fuerte de la postura poltica del yo lrico, lo que hace notoria su inconformidad con
ciertos modelos y formas establecidas del poder. En este sentido, la patria ser el espacio
ineludible que permita el levantamiento de una voz. As lo sostiene tambin Michelena:

El yo lrico ha pisado la tierra descalzo, se ha desgarrado, ha reclamado y con la fuerza que


el dolor ha generado en l, logra palpar las races en sus propias manos, en su propio lenguaje,
en la poesa. Pero sabe de antemano que esa no es una tarea sencilla, y que poder volver o
retornar a esas races, a ese lenguaje y a la tierra implica gran esfuerzo.55

Posteriormente, la territorialidad se logra tambin a travs de comparaciones, de la


humanizacin de elementos como latidos del corazn de la tierra o el beso hmedo de la
boca que nos busca, o quiz como a la nica mujer con la que he estado, es la imagen que
brinda la voz del poeta para darnos a entender lo difcil de su regreso, que tambin es el de
nuestra nacionalidad.

La poesa refleja las relaciones complejas entre literatura y nacin, la visin que manifiesta
el escritor sobre su realidad, no solo individual, sino social, marca una ideologa, sea o no,
consciente. La voz del poeta muestra un claro deseo de retorno a su origen, a su raz, a fin
55

Andrea Michelena, Op. Cit., p. 15

40

de determinar las cualidades de identidad, la procedencia del hombre ecuatoriano, pues una
de sus preocupaciones fue justamente el que nos identifiquemos con lo que somos, tomar
conciencia del pas en que vivimos. Escribir desde el desierto de Palmira evoca nostalgia de
un sector olvidado, pero, a la par, evoca retorno, necesidad de mantener contacto con la
madre tierra, con quien nos vio nacer y desarrollar.

El yo lrico rememora a la ciudad de su niez, la tierra donde form sus primeros aos de
vida, Ambato: Y aun as, aun debiendo con los labios/ir a tocar la frutal ternura/. Ciudad
frutal a quien el fallecido poeta ambateo Mario Cobo Barona la llamara tierra ternura:
Esta es mi tierra: ternura y trino/trinidad humanizada/ enamorada/ Esta es mi tierra: la de
todos/ la nica/ Pas del Universo/ Esta es mi tierra: a cualquier hora/ en cualquier sitio/ Para
siempre.56 Un Ambato del que Adoum parti, no por voluntad propia, sino por voluntad de
las circunstancias en las que se hallaban sus progenitores. Un terruo que el poeta, a lo lejos,
recuerda.

El yo lrico contina en su bsqueda inmarcesible de regreso a la patria, as lo denota en el


segundo poema, Regreso cuando llova. Al parecer el agua lo ocupa todo. Este poema
constituye una anttesis al primero; si antes se referenciaba una tierra rida y seca, en este,
la tierra es agua. La voz del poeta nos lleva a recorrer humedades, pues el agua todo lo puede,
lo llama, lo seduce, lo invita al regreso. El agua es usada como smbolo de nacimiento; sin
embargo con su eterno flujo y reflujo, con sus tempestades y crecidas tambin ha sido
simblicamente asimilado a las emociones ms destructivas.
Del agua, como de la sangre, y al agua
vengo, entrando a tierra por el agua:
por sus ngeles turbios derramados
de costado, agua y aguacero errante,
porque lluvia tambin cuando volva,
como una miel de piedra en tempestad
sobre el pequeo tambor del corazn. 57

56
57

Mario Cobo Barona. Tierra ternura. Ambato, Minerva, 1970. p. 8.


J. Adoum, Regreso cuando llova, p. 39.

41

Entonces, el agua forma parte de los elementos de identidad; la voz del poeta se identifica
con ella, pues representa una forma de retorno. Este elemento que tambin es parte de la
tierra es el inicio de la patria desde sus costas, y que se derrama de los costados de los
mltiples nevados andinos; es el que escoge la voz del poeta para sellar su retorno. Regresar
del agua como de la sangre es comparar al terruo con nuestro cuerpo, ver sus ros como
venas, las arterias llevando torrentes de lquido para irrigar cada rincn de la patria, llegando
a ser la fuerza que posibilita el continuar en esta vida:
La reaccin conjunta que crea Adoum entre la naturaleza y el aborigen americano frente a la
presencia del invasor, deja entrever, por un lado, la relacin ntima que tena el primigenio
con su entorno natural y las creencias mticas de los aborgenes en cuanto a su origen natural:
el agua. Por tal razn es que el hombre adoumiano casi siempre surge del agua, del agua,
como de la sangre, y al agua / vengo, entrando a tierra por el agua.58

La voz del poeta se cuestiona el no haber regresado a su cita impostergable con su patria,
como un concepto natural del individuo: por qu postergar el regreso? Se rememora,
entonces, la vida dura del campesino andino, mojado, hmedo, dueo de su desesperanza,
y contina el retorno a la tierra, que no es fcil, que es agua, agua de lgrimas que derrama
el viajero al retornar, porque duro como el arroz es el retorno, que ser en invierno, con la
inclemencia del tiempo, con el dolor de la patria perdida en la borrasca, con las lgrimas de
impotencia al ver como su tierra se inunda, y l, como quien hubiese faltado a su deber.
El tercer poema, El pan nuestro nos trae elementos interesantes en torno al tema del
territorio como identidad. Desde el primer verso, el poeta nombra la patria y determina su
pertenencia a ella; luego, toca la historia en evocaciones ancestrales para reconocer el
llamado de su estirpe en elementos hechos de barro como el cntaro, el tiesto, la vasija, el
arado Con estos elementos se elaboraba nuestro pan y son parte importante de nuestra
identidad, identidad amenazada, transgredida por el espaol que traer la harina de trigo y
cebada, para, desde este nuevo pan, imponer tambin su dominio.

Yo he nacido aqu, spera patria, junto


a tu ventisquero de granizo.

58

Jos Guzmn, Op. Cit., p. 140.

42

Averig
tu difcil continente, prpura
de sangrienta geografa, tu cabecera,
el primer hombre que te am llorando.
Te pregunt,
tocando su muerta vestidura: la paz
del tiesto, el cntaro, la vasija
de arena temporal,
quin es
el que me llama, quin ha estado
esperndome para seguir viviendo?59

El territorio est en la voz poeta, en un mensaje subyacente que aparece y resiste en la


cementera de maz con el que se haca chicha, tortillas, choclotandas, tostado, mote y otros
productos que se ven opacados por el pan que impone el conquistador. Recordemos que para
los pueblos indgenas, el maz es smbolo de vida y un elemento primordial de identidad.
Cada generacin en la cultura ha ido cultivando el saber ancestral de la siembra de este
producto.

Nuestro pan era el maz, el grano que acompaaba las caminatas de los originarios, por eso
el ttulo es una contradiccin o ms bien una resistencia al pan impuesto. El maz es lo que
se cultiva en nuestros territorios y marca incluso el origen de la vida, segn algunos mitos
mesoamericanos. Por eso, este elemento, el maz, es smbolo de resistencia patritica, de
memoria ancestral y territorialidad, se corresponde al hombre ecuatoriano y nos lleva a
reconocernos parte del pas que somos y a defenderlo ante los invasores. Defender el maz
es defender la vida y la cosmovisin campesina-indgena.

Pero all estaba contestando con su


sexual arado tu desnudez, desde
el primer conquistador, peinando
la aborigen cabellera del maz americano,
tocando sus pechos en racimo, repartiendo
su baraja de dura nieve seca.
59

J. Adoum, El pan nuestro, p. 45.

43

Era la epopeya
del grano adulto, su resistencia cereal
a la humana avidez de harina: no fue slo
el calendario de la semilla en viaje
a su enterrada prediccin de pan
y de licor enamorado []60

Los versos del poeta siguen adentrndonos en el espacio ecuatoriano, esta vez, a travs de
Litoral, el cuarto poema. En ellos, la voz del poeta nos sumerge en el puerto de Guayaquil.
Con el uso de la metfora nos ubica en la desembocadura del ro grande, en la trenza hecha
de agua que se mira como una mano mulata es la primera vez en la obra hace alusin a la
raza negra, sigue la descripcin con la enumeracin de islas y del golfo. Hay que recordar
que Guayas fue la provincia que acogi al poeta a su regreso de Chile, por eso, estos primeros
versos metafricos nos hacen escuchar junto al yo lrico la inmensidad del paisaje, ver su
espuma y el verde del paisaje que se rompe en agua y sonido frente a las costas. La
inmensidad de la tarde cae sobre el poeta, con su gente, nuevamente con el dolor de la
ausencia y la historia. Una sinestesia auditiva nos lleva al mar, arena y sal de la patria, con
ronca voz le recuerda que ha regresado:

Al oeste el territorio desemboca


con una trenza de ros en la mano, una
palma mulata, un lechuga abierta, y sobre todo
el viento que da vueltas en la costa como un loco.
Oigo el agua del mar, su dentadura suelta
que la ola empuja contra el Muerto, contra
Pun su tiburn de espuma, contra el Golfo
sus verdes calaveras. Y sobre m, sobre
la tibia sabana de la tarde, ojos de buey
y de indio, dientes de los conquistadores
y de los peces que busco paso a paso.61

60
61

dem.
J. Adoum, Litoral, p. 57.

44

Con una serie de enumeraciones que denotan su territorialidad y su composicin tnica,


geogrfica e histrica, el yo lrico anuncia la palma mulata, la costa, el agua del mar, el
Muerto, Pun, tiburn de espuma, el Golfo, peces, una serie de elementos que nos llevan
a una parte del territorio patrio, que tiene claros indicios de nombrar a la provincia del
Guayas, espacio que en la voz del poeta exclama su posicin de habitante de esta tierra y nos
cuenta de la presencia de las primitivas tribus que disputaban esos territorios. Podramos
decir en este punto que la voz del poeta vuelve cclicos los temas de Ecuador amargo,
saltando de la descripcin de la tierra, de su hogar al que regresa, a un encuentro con la
historia, la prehistoria, la conquista, e incluso la modernidad, y nos habla de sus viajes con
nostalgia de la amada patria.

La palabra patria sigue siendo protagonista en la voz del poeta. Se cierra el primer ciclo de
un Ecuador amargo, se cierra por un instante el contemplar un pas diverso. Baraja de la
patria, el quinto poema, lleva a redescubrir los lmites del pas, desde el inicio mismo del
primer verso, calificndolo de golpeado. Esta patria joven apenas tiene algo ms de cien aos
desde su independencia; por eso, el yo lrico se vuelve redentor de su tierra y su gente. Las
imgenes nos llevan a nuestra historia, que es lejana y presente a la vez, aceptando quiz un
mestizaje que tenemos en la sangre y con el cual no hemos an comulgado, como parte de
nuestra identidad.

Patria, golpeada patria, establecida


desde el ocano a las cosas: yo am
tu forma muerta, la estatua errante
de tu polvareda, el cuenco de tu mano
terriblemente joven que nos toca. Y de repente,
del hmedo fondo de donde el campesino
levanta su mercado semanal, yo alzo
para ti la huella descalza de tus hijos,
la sandalia del inca, la pisada
del conquistador sobre el azufre. 62

62

J. Adoum, Baraja de la patria, p. 65.

45

Pero el sentido de territorialidad se desprende tambin de las costumbres y nuevamente de


la alusin al litoral, con manglares, pumas, plantaciones de arroz, petrleo, mar, en donde
apesadumbrado busca el poeta las races, para construir un sentido de identidad entre el
pasado y presente, e interrogarse: cmo no amar tu lmite que saltan la madera mojada, el
mar y el vecindario?, cmo no amar tu pobre pueblo? Ese es el canto de amor a la patria,
en que la misma palabra se repite una y otra vez, para acentuar en la memoria del habitante
la vastedad del territorio que es cclico en sus cosechas, en sus fiestas, en su afn de libertad.

Para que no haya equvoco en este tratamiento universal de la palabra, para que sepamos
claramente a qu territorio se refiere el autor, nombra la lnea que nos divide y que se llama
Ecuador, en donde se asienta el hombre de la costa, de la serrana, donde la voz del poeta
recoge pedazos de difcil geografa, compuesta de volcanes, altas sementeras cuidadas por
indgenas, aldeas con agua original que desciende desde los nevados que se funden en el mar
ecuatorial.

La constancia de la palabra patria nos remota a la tierra, territorio amargo casi siempre, al
Ecuador en formacin y cuyo destino es engrandecerse, pero tambin dulce patria cada da,
dulce recuerdo Para la voz del poeta, incluso la amargura de la patria ser dulce en
comparacin a no estar en ella. Con este poema se cierra la parte del canto a la macro patria,
para posteriormente encerrarnos en lo micro, en pequeas cpsulas de imagen de un poeta
amargo.

2.1. SEGUNDO MOMENTO: El territorio ntimo

Segn Marc Aug, el territorio sera uno de los medios constituyentes de la identidad, puesto
que el espacio es uno de los signos ms visibles, ms establecidos y ms reconocidos del
orden social. Este autor plantea que el territorio es parte crucial de la identidad de una
comunidad y donde sta se reconoce:
El dispositivo espacial es a la vez lo que expresa la identidad del grupo (los orgenes del
grupo son a menudo diversos, pero es la identidad del lugar la que lo funda, lo rene y lo

46

une) y es lo que el grupo debe defender contra las amenazas externas e internas para que el
lenguaje de la identidad conserve su sentido.63

Esta idea se radicaliza cabalmente en la literatura ecuatoriana, para la que el territorio y sus
caractersticas son un componente de identidad en vista de la estrecha relacin que existe
entre los quehaceres humanos y el medio natural, o los modos en que los elementos
determinan la movilidad y el imaginario de los habitantes. Significa esto que el espacio, en
sus dimensiones fsicas y simblicas, constituye un elemento de alta gravitacin, en la
configuracin de los imaginarios y las maneras de expresarlos en los textos.

Adoum es hijo de su tiempo y testigo del estado de cosas. Vivi en una poca de grandes
heroicidades, pero tambin de iniquidades. Su historia se inicia con los impactos de la
Segunda Guerra Mundial. La literatura de 1940 era de fundacin. El pas empezaba a tener
rostro. La denuncia de los males que acosaban a Ecuador era revelada en los primeros
escritos de la poca El joven Adoum, sensible ante lo que ocurre a su alrededor, toma
conciencia de la patria en que nace, y su concepto ser dominante y cada vez ms ntimo en
su voz potica.

Adoum, ms modestamente ciudadano, busca un pas libre, justo, soberano y abierto a todos
los vientos, y busca, sobre todo, al ser humano y un mundo ms generoso que el engendrado
por el capitalismo. Ciudadano crtico y honesto, busca desde el exilio una patria, y llena su
poesa de sus preferencias y aversiones, con referencias a lo correcto, al mundo de la
sociedad. Es como el ejercicio democrtico de votar contra desde un territorio virtualmente
inofensivo: la poesa, tan poco frecuentada en un mundo cada vez ms analfabeto. 64

A partir del sexto poema, La habitacin enferma, la voz del poeta deja al margen la
territorialidad externa para reparar espacios de territorio ms ntimos, como el edificio donde
sucede la vida cotidiana, al que sube por escaleras que crujen cuando regresa, la habitacin
con su madera denigrada donde estn los platos, los pasos permitidos, la cocina, los olores,
las bocas, los huesos, espacios y seres ajenos incluso a la muerte misma.

No por los violentos corredores del vino,


63
64

Marc Auge. Ficciones de fin de siglo. Barcelona, Gedisa, 2001.


Vladimiro Rivas, Op. Cit., p. 18.

47

no por lo olvidado,
sano por lo que va a suceder como una vida
que a lenta escala llega,
camino a esta habitada soledad de viudo nuevo,
siempre por los mismos peldaos, crujiendo
del primero al quinto, del dieciocho al veinte,
al olor animal, a tinta y agua usada, quiero decir a
tiempo,
en esta simple arquitectura
de cscara por sus cuatro costados sin remedio.65

Los versos que tocan el tedio estn llenos de elementos que nos hablan de la cotidianidad y
la resistencia. Las frases existenciales nos hacen recordar lo efmero de la vida y solo se
complementan con la esperanza con que mira el poeta el futuro, en esas ganas de resistir y
seguir viviendo para fundar la patria nueva, la que nos pertenezca a todos y no solo a unos
cuantos que ostentan el dinero y el poder.

La voz del poeta enumera una gran cantidad de objetos que pueblan el espacio pequeo de
su territorio: cucharas, frazadas, sbanas, polvo, cigarro, espejo, camisa, ropa, orina, botones,
candados y ms enseres cotidianos que atan al poeta a este espacio-tiempo. Otra ser la
angustia por los seres perdidos en la lucha por reivindicaciones sociales. Estar latente
tambin el amor hombre-mujer, la resistencia en las calles y el acto de supervivencia y otros.

Para el yo lrico este acercamiento a lo ntimo, a las cosas, a la casa y a la mesa no puede
estar desligado del pasado, del dolor que previamente ha causado la historia en el individuo.
En este sentido, para el yo lrico sera tarea infructuosa procurar entender y aliviar el dolor
del presente sin asumir y cuestionar las cargas del pasado.66

En los espacios ntimos, la voz del poeta no puede fingir dolor. La amargura invade al poeta,
busca, espera, se devela, los recuerdos lo persiguen en un tiempo: la media noche, y lo
despiertan para vestirse, llorar o ver Expresa la angustia, la desesperacin por encontrar
repuestas. El sptimo poema, El desvelo y las noticias, revela el territorio ntimo de la

65
66

J. Adoum, La habitacin enferma, p. 71.


Andrea Michelena, Op. Cit., p. 17.

48

angustia, un terreno sin flores, en busca de esperanza, la voz del poeta expresa que ha perdido
a su compaera, tal vez un ser de carne y hueso? Al autor le pesa el tiempo, el encierro en
soledad, el estado ordinario de la mujer, y le pesa el no saber nada de ella, de su capacidad
de autodestruccin, que la hace ir de piel en piel, de cama en cama, para huir, temer y
olvidarse de s misma y su destino.

En mitad de la noche despierto


y me levanto como para vestirme,
como para llorar o para ver si duermes
lateral y desnuda.
Pero es cierto:
ya no tengo tu voz saliendo
debajo de mi boca; y no tropiezo
con tus tristes zapatos las maanas;
ya slo yo, yo solamente y solitario
en los almuerzos y en el hambre,
visitante extranjero de costumbres
que se me haban ido como una
edad, yo nuevamente familiar y ajeno.67

Sin embargo, la voz del poeta deja tambin la idea de que esa compaera es la patria, y ella
es su amante, quien se le fue de las manos. Al respecto, Guzmn expresa:

Consecuencia de la separacin entre el poeta y su geografa, la dependencia que se crea entre


el sujeto lrico y su lugar de origen deja entrever un trato equiparable a la relacin de una
pareja de enamorados. Y l mismo advierte tener una relacin de amantes con su patria:
Porque parecera que irse es un adulterio, y volver, un arrepentimiento. Pero como a mi
prcticamente me echaron, esas relaciones de amantes se han mantenido, con alejamientos y
retornos. 68

Se puede sentir desde los primeros versos cmo la angustia se apodera del autor, al darse
cuenta de la ausencia de ella, su compaera; esa aceptacin de lo inaceptable y hasta la

67
68

J. Adoum, El desvelo y las noticias, p. 79.


Op. Cit., pp. 116-117.

49

resignacin por la prdida. Solo queda la imagen del poeta y la aoranza del cuarto
compartido en otros das, la soledad de la habitacin que los cobijaba en la patria chica. Para
posteriormente citar a los desaparecidos, a los combatientes que se quedaron fuera, exiliados
de su pas, desaparecidos por las hordas del poder.

El dolor expresado por el poeta se hace preclaro al nombrarla en diminutivo, es un dolor


separado por hondos ocanos, entre la realidad poltica insobornable para los pobres y
enemigos del rgimen, si existen gobiernos cmplices y la imposibilidad de andar libremente
por el mundo. Y es as como Adoum, al cantarle a la patria, a nuestro territorio, le canta a
una Latinoamrica mutilada y sin una total autonoma, quiz vendida al imperio del norte.

Y nuevamente en la cotidianidad, el poeta hace el inventario de sus pensamientos para no


pensar en ella: la compaera desaparecida. Sus pensamientos lo llevan a la tragedia patria, a
los trenes que llevan a los desterrados, a las sombras, el llanto, los torturados, los nombres
de los compaeros de lucha. Este poema nos trae un concepto ampliamente poltico del
Ecuador; nos describe la resistencia de los hombres y mujeres de la patria a los regmenes
de tirana y opresin; nos acerca al dolor de las masas proletarias que perdieron a sus
hermanos, esposas, hijos peleando por un mejor Ecuador; a las formas de protesta; a los
graffitis; a la militancia en los partidos de izquierda de quienes eran parte; al poeta y su
compaera, que van por las madrugadas pintando consignas en las paredes de la patria,
peleando desde la palabra, defendiendo a los ms pobres del pueblo.

La voz del poeta muestra el odio al sistema, que est hecho para la represin, la tortura, la
muerte y la desaparicin, que obliga a los seres al exilio; gobiernos militares en su mayora,
con comandantes analfabetos en sus filas. Nuevamente marca el territorio como su casa,
como el espacio que le pertenece y espera por las noticias, en la habitacin, el mar, el
vecindario; y busca la venganza contra quienes le quitaron a su compaera.
El octavo poema, Historia de soldados es un smbolo de lo que sera una relacin hombremujer, en la que el hombre se somete a los caprichos del destino, y ella, una mujer a quien
la sociedad lleva a compartir su cuerpo por la subsistencia. Las huellas de patria que
encontramos vienen desde la posibilidad de reflejarnos en las angustias de estos amantes, en
permanente batalla por subsistir, en esta historia de soldados que acaricia la miseria del pas.
50

Cuando de ti me desentierra el da
con sus speros oficios, y me repone a los sucesos
como si al final de esa navegacin nocturna
en donde hemos llorado y conversado, llorado y
permanecido,
debiera regresar a recoger mis pasos,
caminando a morir, como el anciano
vencido a lento plazo por s mismo,
slo entonces, framente despegado de tu piel,
gravemente solitario, entro a mi vaco traje
que te sinti a su lado cada vspera,
pregunto por ti, por m, por qu sucede,
por qu as, hablando de las cosas
cuya balanza se rompe sin perdn en tus rodillas.69

Hay un trazo de lnea entre pasado y presente, en que la voz del poeta retorna a la
cotidianidad despus de una aventura en un hotel cualquiera, eso se manifiesta en Majestic
Hotel, es la lnea de la memoria de los espacios de territorialidad del poeta: el hogar y su
familia. Aunque el poeta piensa en lo trivial de la vida de los dems: el empleado, el
vagabundo, la prostituta, el judo, la esposa; todos ellos smbolos de una sociedad que
agobia, que marca la rutina de la muerte.

Y he aqu que como una campana desvestida, como una esponja que
derramara
voces, me conduce otra vez, esta vez a deshora,
con una mujer sin apellido a gruentes hoteles
y subimos y pedimos una cama para dos y
despertaba
solo, como si tuviera tiempo, con nada ms que su
olor estorbndome en los dedos como a un
desenterrado.70

69
70

J. Adoum, Historia de soldados, p. 89.


J. Adoum, Majestic Hotel, p. 99.

51

El autor busca identidad al universalizarse, para ser uno ms de los que pueblan esta tierra,
y desde el recuerdo, nos habla del pasado con enumeraciones simblicas. Nuevamente la
historia viene a la memoria para buscar la identidad ecuatoriana, es el llamado de la tierra,
el existir del poeta en un espacio sentido como propio.
El penltimo poema marca desde el nombre mismo la cruz de los minutos, Retrato con un
horario, que desde lo existencial nos evoca el horario en el que las acciones se suceden
cclicamente y envuelven en la rutina al hombre ecuatoriano. Este retrato con el horario que
se nomina tambin con carcter universal, ese despertarse, salir, fumarse un cigarrillo, vivir
el mismo da de ayer; esa rutina a la que la voz del poeta quisiese conjurar, con trboles o
deseos, donde la pobreza de ms del cincuenta por ciento de la poblacin patria se ha
estacionado, y que se narra desde la simple enumeracin de hechos: contar monedas, recoger
cosas, leer noticias, pagar la renta, etc., actos dolorosos para el poeta por la miseria que
envuelve al ciudadano comn y que es signo fuerte de este Ecuador amargo que Adoum,nos
narra con sentido de denuncia. Esta cotidianidad, que es crcel del poeta, est llena de fe, en
un mejor maana; por eso, el poeta termina sus versos con la certeza de estar y continuar
viviendo en este pas, luchando por su gente y su futuro.

Cuando me sacuden sueo y llanto


de los prpados, me ordena el da: despierta,
ya es hora, y despierto como por primera
vez, como el primer hombre sin mujer
ni destino todava, y comprendo que sobrevienen
las cosas de la luz, las del difcil oficio
y de la vida, y todo sucede entonces
sin autorizacin y sin reclamo, y toco
de cerca la congoja, aliso la huella
persistente que mi cuerpo fue cavando
sobre las sbanas, para que no subsista
amenazndome el fantasma de la noche larga
con sus turbias resoluciones, me digo
espera, todo ha de pasar, no puede
quedar eternamente el cuchillo atravesando

52

tu cama de obstinado guerrero derrotado []71

2.1. TERCER MOMENTO: El retorno


El desenterrado es el ltimo poema que de alguna manera tiende un puente para unir los
cinco primeros poemas con los cinco ltimos, pues en los primeros las extensiones son
largas, enormes y claras en la territorialidad. En los segundos, son mnimas, elementales,
signos de un tono territorial ntimo; la enumeracin de palabras como: retorno, soledad,
amor, habitacin, resistencia, viaje, muerte, tiempo, herencia, entre otras, son una serie de
signos que hablan de la amargura del hombre en esta tierra, del dolor del da y su
permanencia.

Si dijeras, si preguntaras de dnde


viene, quin es, en dnde vive, no podra
hablar sino de muertos, de substancias hace
tiempo descompuestas y de las que slo
quedan los retratos; si preguntas de nuevo,
dira que transcurre el cuarto al fondo
de la casa, que conserva destruyendo labios
como ltigos, rostros, restos de tiles
intiles y de parientes transitorios
en su soltera soledad.72

La voz del poeta regresa a la descripcin rutinaria de la vida, nos habla de generaciones y
costumbres, mas no son elementos positivos de un quehacer cultural que haya que perpetuar,
son elementos nocivos, son encuentros cclicos con la miseria, con una sucesiva identidad
desenterrada. Una voz potica que llega desnuda, sin historia, a descubrir las consecuencias
de su ausencia.

Porque desnudo y de nuevo


sin historia vengo: saludo, grito, golpeo
con el corazn exacto la vivienda

71
72

J. Adoum, Retrato con un horario, p. 109.


J. Adoum, El desenterrado, p. 115

53

del residente, quiero tocar sus manos


convertidas en raz de mujer y de tierra 73

El desenterrado nos da la idea de un resucitar del hombre, de esas ganas de rehacer la patria
deshecha por la historia, este resurgir desde las cenizas sera el destino de este territorio.
Pero para tenerlo claro, hay que reconocernos en nuestros orgenes, saber de dnde venimos,
cul es nuestra identidad. Por eso la voz del poeta insiste en los temas de los primeros versos
del poemario con frases ya dichas como: sin historia vengo, tocar sus manos convertidas en
raz de mujer y de tierra, pregunto si estuve aqu desde antes, volver amando este retorno,
si he destruido el antiguo patrimonio de miedo, herencia del salvaje tiempo, huesos
terrestres y quebrados, nacer o seguir resucitando.

El llamado a la resurreccin marca la ruta del amor patrio, la permanencia y el reclamo del
territorio como parte de nuestra historia y patrimonio, porque somos un puado de hombres
y mujeres que compartimos un espacio comn, una historia y un futuro que esperamos mejor
para otras generaciones. Una crtica a la posicin, que para ese entonces tena el Ecuador -y
que podra ser aun el pensamiento de muchos ecuatorianos- es que, aunque posean esa
tristeza de sentirse lejos de casa, tienen el temor de no saber qu pasara si volvieran a esa
tierra que permiti ser pisada para fortalecer su vida.

73

Ibdem, p. 117.

54

CAPTULO III
EL MANEJO DE LOS NIVELES DE LA LENGUA
EN ECUADOR AMARGO
3.1. Conceptos bsicos

Para entrar en el campo analtico de la obra Ecuador Amargo y corroborar la carga de sentir
territorial que se manifiesta en ella, nos aproximaremos al estudio de la lengua en tres
niveles: pragmtico, semntico y morfolgico; sin embargo, para manejar conceptos bsicos
revisaremos la clasificacin en forma amplia:

1. Nivel fontico-fonolgico que comprende:

Fonologa: estudio de los fonemas de una lengua.

Fontica: estudio de la realizacin alofnica individual de dichos fonemas. Los fonos


son sonidos del habla, realizaciones diferenciadas de un mismo fonema.

Grafmica, la Ortologa y la Ortografa: aunque no son campos estrictamente


lingsticos, ya que intervienen factores culturales e histricos, tambin se suelen
considera dentro de este nivel.

2. Nivel morfosintctico que comprende:

Morfologa: estudio de la mnima unidad con significado (el morfema), la palabra y


los mecanismos de formacin y creacin de palabras.

Sintaxis: estudio de la combinatoria sintagmtica, en dos niveles: el suboracional,


que corresponde al propio de los llamados sintagmas, y el oracional, que estudia las
relaciones especficas sintagmticas de los signos lingsticos que conforman, a su
vez, el signo lingstico gramatical superior del sistema de la lengua.

3. Nivel lxico, que comprende:

Lexicologa: estudio de las palabras de una lengua, su organizacin y sus


significados.

55

Lexicografa: se ocupa de los principios tericos en que se basa la composicin de


diccionarios.

Fraseologa: estudio de las frases de discurso repetido (locuciones, frmulas


rutinarias, colocaciones) de una lengua, su organizacin y sus significados.

Paremiologa: estudio de las paremias (refranes y proverbios) de una lengua, su


organizacin y sus significados.

4. Nivel semntico que, aun no siendo propiamente un nivel, puesto que afecta a todos,
excepto al fontico-fonolgico (en realidad el fonolgico si tiene contenido semntico,
ver pares mnimos) comprende:

Semntica: estudio del significado de los signos lingsticos.

Desde el punto de vista del habla, como accin, se destaca:

Texto: unidad superior de comunicacin.

Pragmtica: estudia la enunciacin y el enunciado, la deixis, las modalidades, los


actos de habla, la presuposicin, la estructura informativa del enunciado, el anlisis
del discurso, el dilogo y la lingstica textual.

3.2. El nivel pragmtico de la lengua

Si tomamos en cuenta que la comunicacin exterior del poema se establece entre un autor
real y un lector real, el anlisis de los actos del habla ser parasitario o devaluado.74 Sin
embargo, dentro del poema, se crea una comunicacin virtual, en la que el lector reconstruye
imaginativamente todos los elementos. Hablaremos entonces de una comunicacin
intratextual, entre un hablante ficticio y un lector ficticio, esto dar como resultado datos
sobre el autor implcito, como instancia delegada del autor real o de su intencin.75 Habr
casos en los que la voz del poeta, expresada en el texto, se identifique casi por completo con
la del autor de carne y hueso, por ello hay que cruzar esa barrera de ficcin, y entender, desde
el lenguaje, como herramienta, un mensaje que se desea comunicar.
74
75

ngel Luis Lujn. Cmo se comenta un poema. Madrid, Editorial Sntesis S.A., 2000, p. 225.
Ibdem, p. 226.

56

3.2.1. Decticos de persona: El yo

El yo lrico es la principal focalizacin de la poesa lrica, y suele ser el centro y origen del
discurso potico. El yo puede explicarse a s mismo, su intimidad (tematizaciones del yo que
plantean el problema de la identidad). Puede colocarse simplemente en una situacin desde
la que habla: describe un sentimiento con el que puede identificarse el oyente, puede aparecer
apelando, acusando, egtico, sintindose ajeno o extrao a esa segunda persona, o bien
permanece implcito.76
A partir del pronombre personal yo puede explicarse la intimidad del poeta y describir un
sinnmero de sentimientos: nostalgia, afliccin, dolor, hasta ira e indignacin. Este sentir en
voz del yo lrico es lo que permite conectarse con el sentimiento de territorialidad.
Lujn, en su texto, comenta que cuando ese yo es el portador de deseos y sentimientos, se
convierte en el yo testigo, pero, al ser testigo, el poema pasa a tercera persona, porque el
yo, en estos casos, sirve simplemente para darnos la visin de una escena exterior que
tiene, de alguna manera, un poder simblico para el hablante. Al instaurarse el yo justifica
las transformaciones metafricas del poema, tomadas de un mundo referencial, valioso e
importante para el yo que habla.

Por lo tanto, en Ecuador amargo, el yo a travs de la voz es un yo polifnico:

1.

La voz del indio en los cantos religiosos incaicos.

2.

La del conquistador.

3.

La del poeta interno que siente el dolor.

4.

La del poeta externo que juzga, sentencia o simplemente reflexiona.

5.

La del poeta narrador que remite los hechos.

Esas voces se valen de la metfora para cubrir sus ms inseparables sentimientos, tanto por
un territorio lleno de amarguras polticas, econmicas, culturales, tnicas, entre otras; como

76

ngel Luis Lujn, Op. Cit.

57

por un territorio de amarguras ntimas de frustracin, ira, decepcin, anhelo de retorno,


propios de quien se siente en exilio.

Yo estuve desde siempre vigilando


la sangre que entra en ti como una aguja
enhebrada de muerte: cuando me acerco
y beso tu cintura enamorada, cuando inauguro
este destino con los descubridores de zapatos
rotos, hay una obediencia a tu sal, a tu luna
arrugada, una puntualidad a tu lejana
geografa, hay un cuento de valientes
cuyo fantasma asoma cada vez que digo patria.77

No existen poemas propiamente egticos, los versos que tocan el yo lo hacen a manera de
testigo, otras como protagonista de la historia, y aunque no siempre se halle explcito el
pronombre personal yo tcitamente se lo expresa: (Yo) oigo el agua del mar, su dentadura
suelta. (Yo) vengo al polvo, (Yo) vengo solo, (Yo) vengo y digo/ mi nombre.78 Yo
recuerdo el asalto: la corona del shyri desplumada/ Yo te pregunto: oyes, oyes el tambor.
Yo entro con la tierra, ella me invita.79 Eso (Yo) escucho.80 Yo estuve desde siempre
vigilando.81 El poeta rememora la vigilancia latente de su espacio, de su cuento de valientes
luchadores, y cuyas imgenes fantasmas llegan a su mente, cada vez que l pronuncia la
palabra patria.
Cada nuevo verso en donde aparece el yo es para dejar la huella de un nuevo sentimiento
como ira o amor:

yo fuera hasta con mis uas


a escarbar la ltima arcilla
que busca mi vasija...82

J. Adoum. Litoral, p. 63.


Ibdem, p. 57.
79
Ibdem p. 59.
80
Ibdem p. 61.
81
Ibdem p. 63.
82
J. Adoum. Lamento y madrigal sobre Palmira, p. 35.
77
78

58

Yo te amo, distancia y resistencia, amo


el cristal vencido de tu oscura
sustancia donde no encuentro golpeada
a la familia83

(Yo) vengo, entrando a tierra por el agua:


por sus ngeles turbios derramados
de costado, agua y aguacero errante 84

Ese yo personaliza el dolor, su inters es encarnar la vivencia indgena. Se presentan tambin


los personales a ella, a m, a nosotros, que demuestran que ese yo se pluraliza cuando
existe un problema que afecta a toda la comunidad.
La utilizacin de los pronombres yo y nuestro revelan la intencin del poeta, no de
encarnarse en la mirada de su amargo territorio, sino de exteriorizar el dolor de todos, de
contar el pasado doloroso del indgena y su familia. Yo he nacido, (Yo) averig, (Yo)
te pregunt.85 Pero all estabas t, ser dolido, all estabas contestndome: peinando la
aborigen cabellera del maz americano.86 Existe entonces una especie de dilogo entre el
yo lrico y el actor en suelo, el campesino.

El yo potico dirige sus poemas como el sujeto que vive y se instaura en el texto, se convierte
en el ciudadano dolido y afectado. Este yo lrico es, al mismo tiempo, plural o universal,
contemporneo y permanente. Por ello, se puede notar tambin un intercambio de frases,
una especie de dilogo, entre el yo y t lricos. El yo en Ecuador amargo se establece
como portavoz de una comunidad, como quien dijese: acaso no lo viste venir, no escuchaste
los tambores, si toda la naturaleza se hallaba en alerta y los caballos trotaban por la piel
del pas Se dirige a un t que a la vez es un ustedes, un nosotros, los lectores.

83

dem.
J. Adoum. Regreso cuando llova. p. 39.
85
J. Adoum. El pan nuestro, p. 45.
86
dem.
84

59

3.2.2. Decticos espacio-temporales

La deixis local y temporal se halla ubicada en la voz del poeta, quien pinta lo agreste y
cambiante de un paisaje rido, as lo declaran los adverbios de lugar aqu: aqu no hubo
nunca el casero, la planta, vengo aqu primero, y aun aqu est la patria.

La voz potica habla de la tierra golpeada, as se nota a travs de imgenes visuales espaciotemporales: tierra rota/ hasta la harina, / paisaje ciego que el viento cambia de lugar, slo
semanas y siglos que bajan/ a Palmira por la delgada/ cintura del aire, solo aire, y traigo
mi alma llena de tu pramo,/ de escombros, de huesos cuyo/ nombre reconozco y debo
enterrar/ intilmente, mi alma llena de tu pramo.
Se presenta tambin una deixis local, a travs de los adverbios de lugar all, aqu, afuera:
testimonios de que la vida estaba/ all noms, al otro lado. y estar aqu, de nuevo, en
mi terreno, sobre la tierra, agua de pronto/ sobre la castigada y flaca duracin, Todo era
salvacin afuera.87 Todo ello para indicar el sitio exacto, era aqu el dolor, era all el
sufrimiento del campesino andino y su nica salvacin era salir, era afuera y no dentro de
este espacio.

Por otro lado, la variedad de imgenes visuales espacio-temporales revelan tambin el sentir
del poeta al recrear el dolorido suelo ecuatoriano: las vidas alimentado al rbol/, los cien
corazones en la recoleccin de la cosecha andina/, asesinado en la mitad exacta de
noviembre/, cada noche un sol pequeo/, debajo de la piedra descubierta.88 Cuando
reflotas con tu nocturno comportamiento de difunto.89 Estas imgenes representan la muerte
del indgena, muerte que hoy se la rememora en el mes de noviembre. Asimismo se nombra
otro tiempo, agosto, mes donde los vientos ms intensos soplan, y con ellos el polvo se
levanta: si agosto me echa viento y polvo de la patria a lado/ y lado, si en medio voy besando
su camisa/ de arena, desgarrada en tus desgarraduras.90

87

Ibdem, p. 41
Ibdem, p. 47
89
Ibdem, p. 49
90
Ibdem, p. 67
88

60

Otras imgenes visuales espacio-temporales nos ubican en el tiempo pasado de guerreros y


mediadores, y en el espacio donde el indgena huye apresuradamente por no ser alcanzado
por los conquistadores, as: la corona del shyri desplumada, /su esmeralda frontal, /los
caranquis buscando su estada,/ yendo de dios en dios.91

3.2.3. Los actos del habla

Para el anlisis de Ecuador amargo se tom como referencia del nivel pragmtico la teora
de los actos del habla de Austin,92 y se aplic a los cinco primeros poemas de la obra, por
ser los que desarrollan el tema del territorio externo.

Para volver ms didctica a la comprensin de los actos del habla en la obra, se elabor la
siguiente tabla:

TTULO DE
LOS
POEMAS

ACTO ILOCUTIVO
QU COMUNICA?

ACTO LOCUTIVO
CMO LO DICE
POTICAMENTE?

Lamento y
madrigal
sobre Palmira

El poema se presenta
con intencin
declarativa de un
recuerdo sobre la
tierra golpeada.

yo vengo aqu primero,


y aun aqu est la patria,
su cuerpo torrencial o el granizo
violento que a veces me golpeaba
el corazn. 93

Regreso
cuando llova

El poeta habla de la
necesidad ineludible
del regreso a la patria

Porque duro como el arroz es el


retorno:
ni casa ni comida ni mujer propia
ni propia solucin la que yo
intento;
no es llovizna de novia
arrepentida,
no es un tango ni una carta
en olvido gradual: es aguacero

ACTO PERLOCUTIVO
QU EFECTO
PRODUCE EN EL
PERCEPTOR?
No separarse del
cosmos de la patria.
Construir y reconstruir
un pas de amargura,
de azotes, de
conquista, un pas
amargo que encarn el
dolor del
conquistador.
El retorno del
exiliado, del
caminante dolido por
la patria.
Un retorno difcil y
duro.
Retornar por el agua.
Recorrer humedades,
pues el agua todo lo
puede, lo llama, lo

91

Ibdem, p. 59.
El filsofo ingls J. L. Austin elabor en los aos sesenta una teora que se conoce como Teora de los actos
de habla; en ella propuso que hablar no es solamente informar sino tambin realizar algo. La propuesta fue
conocida a travs de su libro (publicado por primera vez en 1962) How to do things with words. Su postura iba
en contra de las aproximaciones ms tradicionales que vean al lenguaje en funcin de la mera transmisin de
informacin. Para Austin, el acto de habla tiene tres niveles, o se realiza a travs de tres actos conjuntos: el
acto o fuerza ilocutiva, que consiste en llevar a cabo algo a travs de las palabras (prometer, amenazar, jurar,
declarar); el acto locutivo, que consiste meramente en enunciar la frase en cuestin; y el acto o efecto
perlocutivo, que consiste en provocar un cambio en el estado de cosas o una reaccin en el interlocutor.
93
J. Adoum. Lamento y madrigal sobre Palmira. p. 35
92

61

ecuatorial, a cntaros, territorial: es


ro
y mar y lluvia que para el hombre
y sus vecinos
de soledad, de ruina y de destrozo,
edifica
su propia crcel que mojando lo
agoniza. 94

El pan
nuestro

Revela la intencin
del poeta, no de
encarnarse en la
mirada de su amargo
territorio, sino de
exteriorizar el dolor
de todos.

Pero all estaba contestando con su


sexual arado tu desnudez, desde
el primer conquistador, peinando
la aborigen cabellera del maz
americano,
tocando sus pechos en racimo,
repartiendo
su baraja de dura nieve seca.
Era la epopeya
del grano adulto, su resistencia
cereal
a la humana avidez de harina: no
fue slo
el calendario de la semilla en viaje
a su enterrada prediccin de pan
y de licor enamorado95

Litoral

Baraja de la
patria

seduce, lo invita al
regreso, al parecer el
agua lo ocupa todo.

Emocin esttica en
un canto pico al
mar, a la grandeza de
las aguas y el puerto.
Un canto a la historia
de antiguos
pobladores patrios, al
encuentro con la
conquista y acepta el
mestizaje como un
hecho del destino.

Mar, padre mar, ecuatorial, semilla


de esta poblacin vegetal que te
resguarda:
yo entro con la tierra, ella me
invita96

Oh mar,
terrestre y ocenico, oh
gobernante, minero
taciturno: son tus dedos los que
tejen
la lluvia, quienes esparcen tu
ceniza
de tu cuerpo permanente97

El amor del hombre


hacia la patria, que es
historia y herencia,
sintetizan el
pensamiento del
poeta respecto a su
tierra. Con

Cmo no amar tu lmite que saltan


la madera
mojada, el mar y el vecindario;
cmo no amar
tu pobre pueblo, su hierbabuena
herldica

El pasado doloroso
del indgena y su
familia, la imposicin
del trigo, dejando de
lado el grano sagrado
del indgena: el maz.
El maz era nuestro
pan, regalo de los
dioses para satisfacer
el hambre y fue
cambiado por el trigo.
Una obsesin del
poeta, indagando
sobre su identidad, su
sangrienta geografa.
La muerte del
indgena, muerte que
hoy se la rememora en
el mes de noviembre.
Apreciar la
inmensidad del paisaje
del Litoral, ver el mar,
y el verde panorama
que se rompe en agua
y sonido frente a las
costas
Hacer nfasis en el
retorno, un retorno
que fue por agua.

Exaltar al mximo
lmite la imagen
nueva del pas.
Mediante el uso del
apstrofe, el yo
potico dirige la
palabra a la patria

J. Adoum. Regreso cuando llova. p. 43


J. Adoum. El pan nuestro. p. 45
96
J. Adoum. Litoral. p. 59
97
Ibdem. p. 61
94
95

62

sensaciones ldicas,
se va hilando verso a
verso el territorio
patrio.

que al aire turba; cmo no regresar


a las hilachas
de tu costa, a tus canales con su
baraja
transparente de sal y territorio, si
agosto
me echa viento y polvo de la patria
a lado
y lado, si en medio voy besando su
camisa
de arena, desgarrada en tus
desgarraduras.98

3.3. El nivel semntico de la lengua

Para el anlisis se tomar como referencia a la semntica lxica como estudio de lo que
denotan las palabras de una lengua natural. La semntica lxica incluye teoras y propuestas
de clasificacin y anlisis del significado de las palabras. Las palabras pueden, o bien denotar
entidades fsicas del mundo, o bien denotar conceptos las diferencias y similitudes en la
organizacin del lexicn de los diversos idiomas, y la relacin entre el significado de las
palabras y el significado de las oraciones y la sintaxis.

En Ecuador amargo, para determinar el sentir territorial de la voz potica, se analizar el


lxico del poema y los tropos, estos ltimos como recurso estilstico ms utilizado por
Adoum en la obra.

3.3.1. El lxico del poema


Para Greimas99, los campos semnticos en que se integran las palabras son creadores de
determinadas atmsferas. El lxico expresa el universo potico, la visin del mundo que
despliega y, por lo tanto, tiene una dimensin ideolgica. Greimas plantea las isotopas,
trmino que designa la redundancia de significados que aparecen en un texto, y que a la vez

J. Adoum. Baraja de la patria. p. 67


Algirdas Julius Greimas (1917-1992) fue un lingista e investigador francs de origen lituano, nacido en la
Rusia revolucionaria, que realiz importantes aportes a la teora de la semitica, fundando una semitica
estructural inspirada en Ferdinand de Saussure y Louis Hjelmslev. Empez postulando la existencia de un
universo semntico que defini como suma de todos los posibles significados que puedan ser producidos por
los sistemas de valores de toda la cultura de una comunidad etnolingstica.
98
99

63

que orientan su sentido, hacen posible su lectura como discurso homogneo. En este sentido,
Ecuador amargo presenta:

1. Isotopa del agua como sangre (naturaleza virgen violada) y llanto (dolor), mediante
los sustantivos: agua, aguacero, lluvia, ra, ocano, aguadores, mar, llovizna, cntaros,
hmeda, fluvial, tempestad, mojado.

2. Isotopa de tierra como un estado fsico de desolacin, a travs de los adjetivos: spera,
difcil, sangrienta, muerta, dura, seca, enterrada, agria, amarga, confusa, podrida, opaca,
litrgica, triste, arrepentida, fatal, ciega, empobrecida, rota, deshabitada, ciega, antigua,
agria, delgada, liviana, solitaria, abandonada, terca, incierta, triste, vencida, oscura,
golpeada, balda, solitaria, dejada, mulata, abierta, suelta, verde, tibia, pura, joven,
sangrienta, guerrera, intacta.

3. Isotopa de muerte, la interrupcin de vida del aborigen, mediante la utilizacin de


los sustantivos: cruz, sangre, esqueleto, polvo, difunto, muerto, atad, llanto, catacumba.
4. Isotopa de colonizacin y resistencia indgena, mediante el uso de sustantivos: el
inca, el conquistador, el monje, las armaduras, los caballos, la cruz.

5. Isotopa de paisaje y productos de la tierra en todas sus regiones, a travs de los


sustantivos: vegetales, cabuya, bosques, musgos, litoral, arroz, petrleo, hierbabuena,
costa, cebada, algarrobo, archipilago, duraznos, polvo, piedra, mazorca, maz, lechuga,
palmera, arena.

Este anlisis indica la preponderancia marcada por los vocablos significativos: sustantivos y
adjetivos, frente a los vocablos vacos: pronombres, preposiciones, conjunciones. Se deduce,
pues, que una caracterstica bsica del poema es su rica carga semntica concentrada
esencialmente en sustantivos y verbos, como ejes lxicos del texto, y que en su conjunto
cuentan el territorio y paisaje ecuatoriano, paisaje que es concebido como ente de
explotacin, latifundio y opresin en contra del indio y del campesino.

64

3.3.2. Los tropos del poema


Max Black100 (1909-1988), quien contribuy a la filosofa del lenguaje, plantea que cuando
usamos una metfora tenemos en una sola expresin dos pensamientos de cosas distintas
en actividad simultnea. El significado de la expresin metafrica sera el resultante de la
interaccin de los dos elementos. Los dos elementos vendran a ser uno, el foco de la
metfora el enunciado efectivo y otro, el marco que lo rodea. Este segundo elemento ha
de ser considerado como un sistema ms que como una cosa individual. Cuando decimos
que la sociedad es un mar, estamos poniendo delante de nuestros ojos, proyectando sobre
la sociedad todo un sistema conceptual en el que hay tempestades, puertos seguros, piratas,
tiburones, naufragios y muchas cosas ms.

Quiz la idea ms importante de Black, desde el punto de vista del anlisis cultural y textual,
es la de que muchas metforas pueden agruparse en un alto nivel de abstraccin en familias
o temas, y los diferentes actos lingsticos especficos o las expresiones concretas pueden
ser considerados como variaciones de ese mismo tema metafrico. El enfoque interactivo de
la metfora supone un cambio importante de la atencin: en lugar de atender a las metforas
como productos de la actividad artstica (o desviaciones del sentido literal) han pasado a
ser estudiadas como procesos de construccin de significados.101

Partiendo de estos conceptos, el tropo que se visualiza reiterativamente en Ecuador amargo


es la metfora. Desde el primer poema, Lamento y madrigal sobre Palmira, el conjunto de
metforas construye significados de geografa rida, como una puerta de entrada a recordar
la historia. La voz potica es la de que llega y mira desolado un territorio, es la voz del que
siente, juzga y reflexiona:
-

desolado mantel seco

tierra rota hasta la harina

paisaje ciego que el viento cambia de lugar

vidrios rotos para la pisada antigua del aborigen

100

Max Black. Modelos y metforas. Madrid, Tecnos, 1996.


Jaime Nubiola. El valor cognitivo de las metforas. Cuadernos de Anuario Filosfico, n 103, Pamplona,
Universidad de Navarra, 2000, pp. 73-84.
101

65

La voz del poeta aora la tierra. Solo se necesita mirar desde fuera a la patria para empezar
a extraarla, por eso sus versos refundan la tierra, su origen. El poeta comprende que se
necesita un puado de tierra seca para sentir todo el territorio, mas en ese descubrir, en ese
apropiarse del yermo paisaje, el hombre tambin se descubre a s mismo.

Yo, que sal de mujer como del alba,


que ard, que he muerto pocas veces
todava, y todava espero por las cosas,
hoy vuelvo con la misma camisa
que tocaron los pechos de tantas despedidas,
vuelvo y te encuentro en tu liviana
muerte de materia, y me detengo,
no por duda en los pies, no de paso
a la ciudad: es por destino.102

La tierra es smbolo de vida de indgenas ntegros, candorosos, que habitaban un mundo


virginal en comunidades armonizadas con la naturaleza, profanos y destruidos por la
rapacidad del invasor.

pescaba vida en el amarillo peinado


del ocano; cazaba vida litoral; los aguadores
llevaban una cruz de vida colgando
de sus brazos []103

La visin potica es de una realidad hecha de sombras y gritos, de aconteceres grises,


quedando solamente la cabeza cada al sometimiento y redencin.

102
103

como cada estrella tu esqueleto

con un bocado de agua y de vaco

territorio perdido

nocturno comportamiento de difunto, cuando

J. Adoum. Lamento y madrigal sobre Palmira. p. 35


J. Adoum. Regreso cuando llova. p. 41

66

sales a tomar patria levantando la tapa/de cristal y transparencia

muertos de un solo da

ya se estaban poniendo tristes los maces

Otras metforas hablan del difcil destino en la voz del poeta, y lo hace desde testimonios
mnimos, descripciones simples que hablan de nostalgia por la patria:
tantos pedazos de la tierra
un pauelo de hojas solas, una involuntaria
madera, una cscara, el cadver
de un grillo que asesin la lluvia. 104

Estas metforas ayudan al poeta a regresar al origen, a su desterrada vida, como a los labios
de la amada que espera.

3.4. El nivel morfolgico de la lengua

La morfologa es la rama de la lingstica que estudia la estructura interna de las palabras


para delimitar, definir y clasificar sus unidades, las clases de palabras a las que da lugar
(morfologa flexiva) y la formacin de nuevas palabras (morfologa lxica). La palabra
morfologa fue introducida en el siglo XIX y originalmente trataba simplemente de la
forma de las palabras, aunque en su acepcin ms moderna estudia fenmenos ms
complejos que la forma en s.

3.4.1. El uso de sustantivos

En Ecuador amargo existe un predominio llamativo de sustantivos y adjetivos que se utilizan


para recrear el territorio:

Para nombrar el espacio y lo que se halla en l, se utilizan los sustantivos: tierra, harina,
aborigen, pramo, ro, mar, tribu, vasija, patria, territorio, fruta, agua, tierra, aguacero, lluvia,

104

Ibdem. p. 39

67

piedra, ra, hojas, madera, grillo, ganado, viento, ocano, litoral, aguadores, pez, mujer, mar,
maces, campesino, indio, llovizna, cntaros, hombre, invierno; sustantivos que se presentan
en gnero masculino y femenino para referirse a la condicin en que se hallaba su terruo,
donde el campesino y los lderes indgenas fueron vctimas de la colonizacin, all
justamente donde estaba su ganado, donde el grillo y el pez son parte de una naturaleza
ecuatoriana virgen, que fue violada y ultrajada.

Para referirse al espacio territorial y lo que en l acontece (la conquista), se vale de los
sustantivos: territorio, ros, costa, agua, mar, Golfo, tiburn, buey, indio, conquistadores,
patria, mazorca, flor, maz, lechuga, arrecife, tribu, semilla, poblado, trigo, petrleo,
ocenico, guacamayo, palmera, arena. Cabe notar que la terminologa utilizada para referirse
al territorio va desde referencias de la Sierra ecuatoriana mazorca, maz, lechuga y trigo,
pasando por el Oriente guacamayo y petrleo, hasta la Costa palmera, arena y mar.

3.4.2. El uso de adjetivos

Para calificar a la tierra, se vale de los adjetivos: mulata, abierta, suelta, verde, tibia, pura,
joven, sangrienta, guerrera, intacta. Cada uno desmembra un acierto de la patria ecuatoriana.

Para nombrar la forma en que se halla la tierra, se utilizan los adjetivos: rota, deshabitada,
spera, desolada, ciega, antigua, agria, delgada, liviana, solitaria, abandonada, terca, incierta,
triste, vencida, oscura, golpeada, balda, solitaria, dejada. El sujeto lrico es el protagonista
e inventor de todo aquello que le rodea, por ello se interrogar varias veces sobre los tiempos
pasados y la sabidura que en ellos se encierra.

Precisamente esto es lo que demuestra cmo el poeta mira a su terruo, el dolor que siente
al ver a su amargo Ecuador, a una tierra a la cual le sobran calificativos para determinar
desolacin y destruccin, la sabidura de los tiempos pasados. No cabe duda, se reitera el
canto a la patria, desde el hondo y desgarrado sentir del poeta, desde su visin de una tierra
sombra que grita, que tiene en sus manos la protesta por vivir en opresin; que al grito
unsono de libertad!, va marcando su estado, su raz, su sombra del pas que desea ser.

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3.4.3. El uso del verbo

Los verbos: estaba, buscaba, pescaba, cazaba, llevaban, entraba, conjugados en pretrito
imperfecto, indican claramente una accin pasada mientras esta se desarrolla, lo que
representa que el poeta y su yo lrico rememora un pasado de dolor en suelo ecuatoriano,
como una viva imagen, como si en ese instante lo mirara sentado en una butaca de cine.

Una de las formas en que el poeta expresa su llegada es a travs del verbo venir nombrado
tres veces: vengo al polvo, vengo solo, vengo y digo. 105 Lo que hace es crear la necesidad
de convencimiento, hacer nfasis en el retorno, como para convencerse a s mismo que por
fin lleg a la patria, por eso en el apartado se lee el Aqu estoy106. Pero el poeta lo duda,
como si escuchara de los labios de Neruda: es tan corto el amor y es tan largo el olvido107,
por eso necesita palpar la tierra con los sentidos, con las manos, con los labios, buscar la
huella del viaje o el olvido de la palabra.

Por otro lado, se mira tambin el uso del verbo en tiempo presente, como que si el poeta,
viviera, experimentara y recreara esa sensacin terrenal, en ese instante; as lo indican los
verbos: (Yo) adelanto, oigo, estoy, busco, beso, entro, recuerdo, pregunto, escucho,
inauguro, digo, pongo. Pero por qu en presente? Porque es una forma de vivir nuevamente
la historia.

J. Adoum. Litoral. p. 57
Ibdem
107
Pablo Neruda. Veinte poemas de amor y una cancin desesperada, Madrid, EDAF Ediciones, 2009,
p.107.
105
106

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CONCLUSIONES

La aproximacin al texto de Adoum muestra que la literatura ecuatoriana no es un discurso


ajeno a las condiciones sociales, culturales, geogrficas e histricas en la que es producida,
tampoco es un discurso ajeno al autor y a su pensamiento. La literatura es la ms genuina
forma de expresin territorial. A travs de ella podemos conocer lo ms ntimo del devenir
de los pueblos, de su realidad y caractersticas. El escritor ecuatoriano, al estar consciente
del desconcierto originado despus de alcanzar la independencia, y de sentir la controvertida
y difcil historia de su pas, se halla en una incesante bsqueda de identidad, races de
identidad que no se buscan en la conquistadora Espaa, sino en el propio territorio,
precisamente, en lo arcaico. Los escritores se empean, en sus creaciones, en luchar por
encontrar la verdadera raz ecuatoriana, desean expresar artsticamente la realidad y
transmitirla; lo que puede ser una forma de identificarse con ella. Ecuador amargo, como
obra, no es solamente el resultado del acontecimiento histrico de un pas y de un personaje,
el poeta; sino que representa una bsqueda universal de lo que somos, es un canto a la patria,
a nuestro territorio, a una Latinoamrica mutilada y sin una total autonoma, un pas amargo
para todos los tiempos, por carencia de justicia y equidad.

El sentido de territorialidad, en el corpus seleccionado, se ramifica en tres momentos: uno,


que desarrolla el dolor y la nostalgia de un poeta que reclama por su patria violada,
denominado territorio externo, como la marca de identidad y pertenencia, la bsqueda por
entender qu fue y qu es Ecuador, el relato de un pasado que se recuerda con amargura;
dos, la voz ntima del mismo poeta, que cuenta los recuerdos de su vida y que es producto
de su tiempo y espacio privado, revela los ms ntimos sentimientos de un poeta en el exilio,
sus anhelos, aspiraciones, frustraciones, alegras, miedos y dolores, un mundo hacia adentro,
donde los significados de los hechos cotidianos bastan para sustentarlo; y tres, el retorno al
territorio, para recordar cul es el origen.

El territorio no es solo tratado como dimensin fsica, sino como la visin de un espacio
desolado, deshabitado, spero, golpeado, baldo, pero profundamente propio y nico. Los
recursos de los que se vale la voz del poeta son elementos de la naturaleza, ya que estos
guardan insondable identidad. El poeta logra recoger la angustia existencial propia y
vincularla con el malestar colectivo. El autor se hace eco del sentir popular, lo mezcla con
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el suyo, lo transforma y lo regresa en forma de poema, nos lleva a vivir de otro modo los
fros pramos, la tierra rida, la historia de nuestros aborgenes, hasta sensibilizarnos con
su propia historia, as de diverso es su poemario.

El papel del poeta en Ecuador amargo es utilizar la lengua como va de acceso a una realidad
circundante, y el escritor, consciente de su compromiso con lo real, escribe sobre un tema
vivido, sentido y que atormenta su conciencia como habitante de un territorio que ama. De
ah, el aprovechamiento de la lengua y la fuerza expresiva de las palabras, as los sustantivos,
los reiterados adjetivos y el uso del tiempo verbal, son intencionados y servibles, no como
simple juego esttico, sino como procedimiento riguroso de revelacin, de transmisin de
sentimientos y de persuasin, para penetrar en la conciencia social. El uso del yo potico
es un yo polifnico, de ese modo, el poeta presta su voz para que el lector escuche la voz del
indio, del conquistador, del propio poeta y su dolor, del poeta que juzga y sentencia, y
finalmente una voz narradora que detalla los hechos.

Ecuador amargo, como obra, no es solamente el resultado del acontecimiento histrico de


un pas y de un personaje, el poeta, sino que representa una bsqueda universal de lo que
somos. Y es que Adoum, al cantarle a la patria, a nuestro territorio, le canta a una
latinoamrica mutilada y sin una total autonoma, por ello, el calificativo de amargo ser el
trmino sostenido no solo para los aos 50-60, sino para todos los tiempos debido a la
amargura poltica, la falta de justicia, la inequidad, entre otras.

Como punto y final a este trabajo, considero que este corto estudio puede quedar como
precedente para un nuevo planteamiento futuro, sobre el tema de la territorialidad. El anlisis
realizado es solo un inicio a la bsqueda de otros temas ocultos en Ecuador amargo y en un
Adoum de la primera poca.

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