Departamentalización
Departamentalización
Departamentalización
Este principio constituye las pautas fundamentales seguidas por la organización como
respuesta a la menor o mayor división del trabajo y a la especialización funcional y de las
tareas realizadas en la organización. La teoría administrativa tradicional divide el trabajo en
tareas especializadas y las organiza en distintos departamentos. Por tanto, la división del
trabajo consiste en el reparto o división de las tareas en que se puede descomponer una
actividad o función entre quienes la integran, con el objetivo de reducir los esfuerzos que
realizan y mejorar los resultados tanto en cantidad como en calidad.
La teoría clásica considera que la división del trabajo puede darse tanto vertical como
horizontalmente. De la división vertical surgen los diferentes niveles de la organización, con
las relaciones jerárquicas de autoridad y responsabilidad ya explicadas. La división horizontal
aparece como consecuencia de las diferentes actividades realizadas por la organización,
surgiendo los departamentos.
* Al ser más reducidas y concretas las tareas que los empleados llevan a cabo, el trabajo
les resulta más fácil.
* Adquieren experiencia con mayor rapidez puesto que las tareas son repetitivas.
* Facilita la selección de los empleados para un puesto determinado.
Importancia de la Departamentalización
• Es un medio a través del cual se establece la mayor manera de lograr los objetivos de
un grupo social.
• Concebir por medio de estas que se logre una acción efectiva y eficiente.
Tipos de Departamentalización
Ventajas: la responsabilidad queda establecida por los resultados mediante los productos
elaborados o los servicios prestados, lo que facilita la evaluación de los resultados; ayuda a
la coordinación departamental; facilita la innovación.
Desventajas: el acentuado énfasis puesto sobre los clientes hace que pasen a un segundo
plano el resto de áreas organizativas, pudiendo incluso quedar olvidados otros objetivos de la
organización (eficiencia, productividad, etc.)
Entre sus ventajas están la adecuación física y asignación racional de los recursos, haciendo
un uso racional de los bienes de equipo que se convierten en el punto de referencia para
realizar la agrupación. Esto, a su vez, conlleva un ahorro económico al efectuarse de una
forma más apropiada el proceso.
Entre sus ventajas está la orientación hacia unos resultados concretos (el producto con las
especificaciones concretadas); la determinación exacta de plazos y fechas de ejecución de
cada fase del proyecto; la adaptación a la tecnología.
Los inconvenientes son la incertidumbre de efectuar nuevos proyectos al término de los que
están en curso, por lo que la alta concentración de recursos adquiere un carácter de
provisionalidad, lo que provoca en los recursos humanos incertidumbre ante su futuro.