El Espacio Turistico Natural

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En su recorrido por corredores y visita a complejos, centros, etc.

, el turista percibe cosas que


atraen su atención (que pueden ubicarse en el espacio natural o urbano), en función de las
cuales éste se va formando juicios de valor de lo que acaba de ver, que al final son el resultado
del cúmulo de experiencias y recuerdos de los lugares por los que pasó y que a veces son
confusos o difusos y a veces nulos.

Según McLuhan, los mensajes sobre los atractivos naturales deben consistir en preimágenes
de lo que se verá que, sin decirlo todo, ilustren al viajero y lo motiven a observar.

Promover los atractivos y no tanto los servicios.

Factores que deben - Calidad y precio de los servicios.

Integrar la imagen - Programa de actividades (excursiones, etc.)

De un lugar turístico - Calidad del atractivo (natural o urbano).

EL AMBIENTE NATURAL.

El ambiente natural es un sistema formado por componentes orgánicos e inorgánicos que se


influyen recíprocamente y se mantienen en equilibrio dinámico debido a leyes de regulación
interna puesto que todas sus partes están en continua evolución.

Algunos de estos elementos sufren cambios o variaciones y otros surgen, por lo que el resto
deben readaptar su funcionamiento hasta que el conjunto recupere su armonía.

El hombre interviene cada vez más para adaptar a sus necesidades el medio natural,
principalmente tierras fértiles y zonas boscosas, las que ha modificado casi en su totalidad,
convirtiéndolas a veces en desiertos de muy difícil recuperación. Estos errores no son del tipo
esenciales sino culturales, porque el hombre y la naturaleza no son incompatibles sino, dado
que el hombre es un producto natural. Este ambiente natural puede clasificarse, en función del
hombre, como sigue:

EL CONCEPTO DE PAISAJE.

Se denomina así a los atractivos naturales que indican aquellas partes del medio que destacan
por su belleza, (calificación estética).

Patroni y Keningsberg definen los siguientes tipos de paisaje y establecen su diferencia:

Paisaje natural: Conjunto de caracteres físicos visibles de un lugar que no ha sido modificado
por el hombre.

Paisaje cultural: Paisaje modificado por la presencia y actividad del hombre (cultivos, diques,
ciudades, etc.)

Paisaje urbano: Conjunto de elementos plásticos naturales y artificiales que compone la


ciudad: colinas, ríos, calles, plazas, árboles, anuncios, semáforos, etc.
LA CALIDAD DEL PAISAJE.

La belleza del paisaje es algo subjetivo, ya que para expresar un juicio de valor sobre la calidad
del paisaje, los técnicos en turismo se enfrentan con el problema de generalizar su propio
concepto para adecuarlo al de la demanda que se espera visita el lugar, (analizar las cualidades
por las que el turista visita el lugar).

Los juicios sobre la belleza de un atractivo natural están exentas de toda influencia de
publicidad, pero también de toda guía. De modo que, únicamente quedan sujetos a la
capacidad perceptiva de cada turista.

Los atractivos naturales se condicionan con un criterio subjetivo y además también van a
depender del grado de contaminación que presente cada atractivo.

LA VISIÓN DEL PAISAJE.

Para la apreciación estética del paisaje lo que vale es lo que el turista común capta por medio
de sus sentidos influenciados por su estado de ánimo.

Como la gran mayoría de los turistas provienen de las ciudades, su interpretación de la


naturaleza se ve dificultada porque el hombre urbano, aunque conoce los árboles, las plantas,
las flores, las nubes, el cielo, etc., se ha acostumbrado (dentro del marco del ambiente artificial
de la ciudad) a verlos como unidades separadas.

Los elementos naturales dentro de la ciudad están colocados simétricamente, de manera que
cuando los ve todos juntos y creciendo de a cuerdo a sus propias leyes, hace que el turista
tenga dificultad para retener lo que vio; esto también explica porqué tantas veces no pueda
reconocer a qué lugar pertenecen las fotografías que tomó en un viaje.

El cerebro capta a la naturaleza como un todo porque no está acostumbrado a procesar


información tan compleja, de tal modo que las imágenes que recuerda el turista no le
permiten establecer las diferencias ni las semejanzas que le ayuden a identificar lo que vio, ni
aún en las fotografías que sacó el mismo.

PROPIEDADES DEL PAISAJE.

Existen cuatro propiedades que pueden facilitar la descripción y visualización del paisaje:

Diversidad: Depende de la cantidad de componentes visualmente diferenciales desde los


distintos puntos de vista de los que se puede contemplar un paisaje.

Repetición: Indica la presencia reiterada de una forma o motivo natural en un grado tal que
llegue a dominar la escena. Origina 2 tipos de paisaje:

El elemento repetido forma el tema del paisaje , y

Elemento repetido sirve de fondo a otro principal.


Unidad: Equilibrio visual de los componentes de una escena.

Cambio: Hace mención a los matices que adquiere un mismo paisaje según las horas del día y
los días del año.

TIPOS DE PAISAJE.

De acuerdo al número de componentes y a sus combinaciones, los paisajes se pueden dividir


en:

Homogéneo: Son como las llanuras y el mar, están integrados por muy pocos elementos y
presentan la ventaja de que su lectura es simple, pero también el doble inconveniente de que
es muy difícil diferenciarlos, por tanto, el turista termina por aburrirse.

Heterogéneo: Están formados por una gran cantidad de elementos, lo cual, si bien logra
mantener la atención del observador, dificulta su interpretación.

LA DESCRIPCIÓN DEL PAISAJE.

Existen tres factores, además de los mencionados, son los más idóneos para descifrar el
paisaje, a saber:

Estructura: Es la ley de distribución, disposición y organización de las partes que integran la


escena natural que se observa. Queda determinado, generalmente, por el relieve, que puede
ser:

Mesorrelieve: Junto con el clima, determina las condiciones de vida de plantas y


animales y uso del suelo; además, en las visuales panorámicas confiere al paisaje su
característica básica. (Paisaje montañoso, plano y ondulado).

Microrr elieve: Importante en campos visuales de corta distancia, que se tienen cuando
se entra a un paisaje cerrado o se penetra a un macropaisaje para hacer un recorrido
por el mismo, (un bosque, una quebrada, excursión a montaña).

Formas nítidas: Son las partes más visibles o identificables, que por su misma
notoriedad califican el tema del paisaje; depende de lo que se esté viendo y de la
amplitu d del campo visual. Muchas formas nítidas alcanzan esa cualidad por la
repetición, (un volcán, una flor, un lago, etc.).

Diferenciación: Estriba en una relación entre el paisaje y el observador que surge cuando
aumenta la permanencia y la observación se agudiza, lo que permite descubrir las partes
secundarias del mismo, (tipos de vegetación, formas de agruparse, alturas, edades, colores,
espacios, zonas de sombra, etc.).

COMPONENTE SENSORIALES DEL PAISAJE.

El hombre toma contacto con el mundo exterior por medio de los sentidos. Esta experiencia
depende de su capacidad sensorial. Al respecto Howard Bartley dice:

El ser humano posee diez modalidades sensoriales que responden al mundo externo. Son la
visión, la audición, presión y tacto, la temperatura, la kinestesia (el sentido muscular), el dolor,
el gusto, el olfato, el sentido vestibular y el sentido químico común.

Receptores de la distancia:

Vista: Es el más complejo y el más importante, pues capta la imagen del mundo exterior.

Olfato: Completa la imagen con recuerdos más duraderos que los que aporta cualquier otro
sentido.

Oído: Recoge del paisaje todos los sonidos que se producen en la naturaleza.

Los otros sentidos son:

Tacto: Percibe la textura de las cosas que vemos. Puede ser:

Activo: Cuando tocamos cualquier objeto del medio.

Pasivo: Cuando uno es tocado por el viento, hojas, etc.

Kinestésico: Amplían las percepciones del tacto por medio de los movimientos corporales.

Vestibular: Localizado en la parte no auditiva del oído interno, captando la sensación del
equilibrio cuando se experimenta vértigo.

VISUALIZACIÓN DEL PAISAJE.

La facultad de ver desde un punto fijo no es direccional sino semiesférica (pues el ojo y la
cabeza tienen movimientos), por lo que en cada lugar de observación se deben estudiar las
visuales que se pueden dirigir hacia todos los sentidos, todos los planos y hacia todas las
distancias, por medio de los cuales se pueden apreciar los contrastes, las profundidades, los
volúmenes y las transparencias.

La luz ambiental es una de las claves para la captación del paisaje, pues es la que ilumina la
escena.
Según la posición del sol respecto del objeto y del sujeto, se distinguen cuatro situaciones que
producen otras tantas imágenes distintas de un mismo paisaje:

Luz frontal: Ilumina todo el campo visual y permite apreciar la profundidad.

Contraluz: Dibuja los perfiles de las formas que se recortan contra el cielo, destaca los planos
más que las formas y deja ver las transparencias.

Luz vertical: Ilumina cada parte, pero con la pérdida de las sombras arrojadas, por lo que a
veces el paisaje "se aplana".

Luz rasante: Muestra las texturas de los planos y las formas iluminadas de ese modo.

LA IMAGEN DEL PAISAJE.

En el caso del paisaje, sus componentes, impresionan nuestros sentidos y nuestro cerebro, que
finalmente elabora esos datos hasta formar una imagen de esa realidad. Pero como todo
paisaje es complejo, la actitud perceptiva requiere tiempo para recabar todos los datos
necesarios para definir una imagen completa.

En realidad, el conocimiento de un paisaje se vería emprobecido si lo limitáramos a las


unidades visuales que se pueden abarcar desde un punto fijo. Esto requiere que el paisaje
natural no se puede captar de una sola vez, sino que se ve en el tiempo y desplazándose
mediante observaciones sucesivas que aportan, cada una de ellas, fragmentos de la realidad.
Este requisito de la visión, que incluye el concepto de espacio-tiempo o cuarta dimensión, le
llamaremos visión en serie.

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