RiosSilenciados FINAL
RiosSilenciados FINAL
RiosSilenciados FINAL
By Patrick McCully
Published by Zed Books (London), with International Rivers and The Ecologist
2001
www.internationalrivers.org
Glosario
Acre pie: la cantidad de agua necesaria para cubrir un acre, 4.000 m2, con una
profundidad de un pie, 30,48 cm: 1.233 metros cúbicos.
Almacenamiento activo: volumen del embalse que se encuentra entre los niveles
máximos y mínimos de operación.
1
Captación: ver cuenca.
Caudal mínimo: agua que los operadores de embalses dejan en un río aguas
abajo para la pesca, suministro, navegación y recreación.
Cota (del nivel de agua): altura del agua en un embalse con respecto a un plano
arbitario propio de cada país o región, generalmente referido al nivel medio del
mar -p.e. 76 msnm (metros sobre el nivel del mar).
Cuenca: el área total drenada por un río. Sinónimos: cuenca de captación, cuenca
fluvial, cuenca de drenaje. Una gran cuenca incluye muchas cuencas tributarias o
subcuencas de menor tamaño.
2
Degradación (de un río): reducción del lecho debido a la erosión.
Estribo: parte del valle sobre el cual se construye una represa, generalmente los
extremos.
Estanque: un pozo natural o artificial creado para disipar la energía del agua al pie
de un aliviadero.
3
Eutroficación: proceso de saturación de un cuerpo de agua con nutrientes. En
estado avanzado provoca la desoxigenación en el agua por la proliferación de
algas y microorganismos.
Gran represa: generalmente definida por ICOLD como aquella que mide 15
metros o más desde la base; la represa de 10-15 metros puede ser considerada
grande por ICOLD si tiene las siguientes características: altura superior a 500
metros o más, capacidad del embalse de al menos 1 millón de metros cúbicos,
descarga máxima de inundación de al menos 2.000 metros cúbicos por segundo;
“serios problemas en las bases, especialmente”, o “diseños inusuales”.
4
Lecho blindado: lecho del río cubierto de rocas luego de la erosión del material
fácilmente transportable.
Limo: sedimento compuesto por partículas que oscilan entre 0,004 mm y 0,006
mm de diámetro.
Mapa de inundación: mapa que delinea el área que será inundada por una
crecida en particular.
Pequeña represa: definida por ICOLD como una represa que mide menos de 15
metros desde la base hasta la parte superior.
Pez anádromo: pez que nace en agua dulce, que transcurre la mayor parte de su
vida en el océano y migra a los ríos para desovar.
5
Pico-hidro: usualmente definida como una planta hidroeléctrica con una
capacidad de hasta 20 kilovatios.
Planicie de inundación: área del valle que se inunda durante una gran crecida;
también planicie o llanura aluvial.
Represa bóveda: represa de concreto o de material río arriba que es curva para
transmitir la mayor parte del peso del agua hacia el estribo.
Represa de tierra (de relleno): barrera o represa en la que más de la mitad del
volumen total se forma con tierra compacta.
Represa en el curso de un río: la que eleva el nivel de agua río arriba pero crea
solamente un pequeño embalse y no puede regular eficazmente los caudales
aguas abajo.
Represa mayor: según ICOLD, es la represa que tiene al menos una de las
siguientes características: 150 metros de altura como mínimo, un volumen
mínimo de 15 millones de metros cúbicos, capacidad de almacenamiento del
embalse de 25 kilómetros cúbicos cómo mínimo, o una capacidad de generación
de al menos 1 gigavatio.
6
río; también costero.
Riego por bombeo: riego con agua subterránea, aunque puede referirse al que
utiliza agua que se bombea desde canales y embalses. También, riego por
elevación.
Riego por goteo: sistema de riego eficiente que lleva el agua directamente hacia
las raíces de las plantas, por ejemplo mediante tuberías perforadas o porosas.
Río regulado: río cuyo comportamiento natural ha sido alterado por una o más
represas.
Sismo Máximo Creíble (SMC): el terremoto más severo que puede ocurrir en un
sitio determinado sobre la base de evidencia geológica y sismológica.
7
SIGLAS
FAO, Food and Agriculture Organization of the United Nations: Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
MAB, Movimento dos Atingidos por Barragens: Movimiento de Afectados por las
Represas, Brasil.
NAWAPA, North American Water and Power Alliance: Alianza Norteamericana para
el Agua y la Energía.
1
OED, Operations Evaluation Department: Departamento de Evaluación de
Operaciones (DEO), del Banco Mundial.
SSP, Sardar Sarovar Project: Proyecto Sardar Sarovar, río Narmada, India.
2
Introducción
Mucha agua ha corrido por las turbinas y los aliviaderos desde que Ríos
Silenciados se publicó por primera vez en 1996. Se han construido alrededor
de mil nuevas represas en todo el mundo. Se ha derrochado mucha tinta
escribiendo sobre las represas. Es probable que especialmente por el trabajo
de la Comisión Mundial de Represas (CMR) se haya generado más
información sobre el funcionamiento, los impactos y la política de las represas y
sus alternativas en estos cinco años que en los últimos cincuenta. Además del
mega-corpus de los estudios de caso y de los informes producidos por y para la
CMR, hay una creciente cantidad de libros, informes académicos, artículos,
videos y programas radiales sobre las represas y la incesante oposición hacia
ellas.
Los temas centrales de Ríos Silenciados –que las represas han impactado
masiva y negativamente sobre la naturaleza y la sociedad, que sus beneficios
se han exagerado y que podrían haberse alcanzado por otros medios menos
destructivos y más equitativos–, se entienden ahora claramente a la luz de la
nueva información y los análisis disponibles. Sin duda los datos más recientes
y los sucesos de los últimos años demuestran que de algún modo subestimé
los problemas provocados por las represas. Los descubrimientos de la CMR
sobre la economía de estas obras, la cantidad de gente desplazada en todo el
mundo y el rendimiento de los grandes proyectos de represas y canales de
irrigación, hacen que la versión original de Ríos Silenciados parezca
conservadora en cuanto a sus críticas. Los recientes descubrimientos
científicos sobre los gases de efecto invernadero emitidos por las represas y el
alcance de los impactos ecológicos globales de las mismas, también las
opacan cada vez más.
1
represas cae rápidamente en todo el mundo. En Estados Unidos el número de
represas que bloquean los ríos está disminuyendo por primera vez, ya que su
desmantelamiento excede la construcción de otras nuevas. En un creciente
número de países los opositores ya no necesitan ocuparse tanto en detener
proyectos de represas y pueden concentrarse más en el legado de proyectos
existentes, ayudando a las comunidades a exigir compensaciones por las
penurias atravesadas y a luchar por la restauración de los ríos mediante un
cambio en la operación de las represas o con el desmantelamiento de las
mismas.
2
momento de mayor auge. El financiamiento proveniente de otros bancos de
desarrollo multilaterales y de agencias de desarrollo nacionales también está
disminuyendo. Las organismos de ayuda fueron reemplazadas por las agencias
gubernamentales de crédito a la exportación, cuya reserva y confidencialidad
son notorias, pero aún así comienza a resultarles difícil resistir la presión
pública que se opone al financiamiento de estas obras.
3
desviar las inversiones de los grandes proyectos de riego, que anteriormente
absorbían el mayor volumen de gastos agrícolas en todo el mundo, hacia un
área mucho más amplia de tierras de cultivo que dependa de las
precipitaciones y de la irrigación a pequeña escala. Esta situación se ve
acompañada por un creciente reconocimiento de las técnicas relativamente
simples, accesibles y de enorme potencial del cultivo por precipitación, que
recolectan agua de lluvia en pequeñas represas y terraplenes. La gran virtud de
estas técnicas radica en que los niveles de agua subterránea, que disminuyen
rápidamente en muchas partes del mundo, pueden recargarse. Asegurar la
sustentabilidad y la calidad del suministro de agua subterránea a largo plazo,
tal vez represente el mayor desafío que el sector agrícola deba enfrentar en las
próximas décadas.
Las posturas en cuanto al suministro de agua para las áreas urbanas también
están cambiando gradualmente: ahora se busca reducir las pérdidas y
perfeccionar los suministros existentes antes de construir nuevas represas,
tuberías y estaciones de bombeo. Tal como ocurre con la agricultura, los
métodos a pequeña escala para captar agua de lluvia se vuelven a adoptar y
promover para el suministro doméstico. Todavía existe una inmensa demanda
insatisfecha de agua potable; frecuentemente se menciona una cifra que
sobrepasa los mil millones de personas, es decir una de cada seis en todo el
mundo no tiene acceso a este recurso básico. Pero no se trata de construir
nuevas represas para suministrar agua a esta gente, las cantidades necesarias
representan sólo una pequeña porción del agua utilizada por la agricultura y la
industria, se trata más bien de voluntad política, de distribución equitativa y del
desarrollo de estrategias institucionales, económicas y de administración
adecuadas.
Pero el mayor acontecimiento en los cinco últimos años que impactó tanto al
público a favor de las represas como al que se opone a éstas, es el trabajo de
la Comisión Mundial de Represas (CMR). Esta Comisión, presidida por uno de
los ministros del gabinete de Sudáfrica, Kader Asmal, que cuenta con
4
representantes de la industria de las represas y de los movimientos anti-
represas, presentó su Informe Final en noviembre de 2000. A pesar de que
este documento no es un reflejo exacto de la opinión de los críticos de las
represas, en conjunto es una acusación profunda a las prácticas e impactos
de la industria internacional de las represas. Y qué dice la CMR tiene tanta
importancia como quién lo dice. La CMR también recibió el apoyo del Banco
Mundial. Entre los miembros de la comisión se encontraba el director ejecutivo
de ABB y un presidente honorario de la ICOLD, el principal grupo económico
de la industria internacional de grandes represas.
5
compañías de represas, donantes y especialistas2. Al mismo tiempo que la
OED y la UICN organizaban este taller, la IRN redactaba una crítica de una
copia trascendida de la revisión. Esta crítica sostenía que la OED había
exagerado formidablemente los beneficios de las represas analizadas,
subestimado sus impactos y demostrado una profunda ignorancia en cuanto a
las consecuencias sociales y ambientales de las represas.3
La IRN y otros colegas consideramos que este Taller de Gland podría utilizarse
para restarle mérito a la revisión de la OED y demandar que la comisión del
Banco realizara una revisión genuina e independiente de sus represas.4
Momentos antes del taller realizado en la sede de la UICN en Gland, Suiza, en
abril de 1997, el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, recibió la
crítica realizada por la IRN. La carta, refrendada por 44 ONGs y movimientos,
reclamaba la anulación de la revisión del OED y la elaboración de “una revisión
comprensiva, imparcial y autorizada de los pasados otorgamientos de
préstamos del Banco Mundial para grandes represas”. Los críticos de las
represas que asistieron a Gland recibieron un importante respaldo político en el
Primer Encuentro Internacional de Pueblos Afectados por las Represas, que
tuvo lugar en la ciudad brasileña de Curitiba un mes antes del taller OED-UICN.
La Declaración de Curitiba reclama una “comisión internacional independiente
para conducir una amplia revisión” de las grandes represas (ver Anexo 4).
El acuerdo de Gland
Existen varias razones por las que los representantes de la industria de las
represas en el taller adhirieron a la propuesta. La más importante es que para
el año 1997 la industria de las represas estaba muy debilitada. Los opositores y
la situación económica habían frenado la construcción de represas en los
países del norte y estaban haciendo peligrar sus actividades en el hemisferio
sur. Para algunas personas dentro de la industria, en particular para aquellos
ingenieros con una vida entera en el negocio, una revisión reivindicaría la
creencia de que las grandes represas son esenciales para la sociedad y que
han cumplido ampliamente con los beneficios prometidos. Los constructores de
6
las represas emergerían con honor y los críticos serían repudiados. Otros
esperaban que al llegar a un consenso sobre los estándares internacionales
para construir represas, se conocería cuáles represas provocarían oposición y
cuáles ofrecerían oportunidades para ganar dinero sin problemas.
Los partidarios de las represas también esperaban que esta revisión ayude a
sobrellevar sus problemas financieros mediante la justificación de nuevos
subsidios públicos, especialmente para las represas hidroeléctricas. Parte de
esta justificación nacería de otros presuntos beneficios de los proyectos
hidroeléctricos, tales como el suministro de agua, el control de inundaciones y
la recreación que supuestamente posibilita el embalse, por lo que los
operadores de los proyectos deberían recibir fondos estatales para estas obras
públicas. También creyeron que esta revisión recomendaría las
hidrotecnologías como “amigables con el ambiente” y así llenarían los
requisitos para obtener una porción de los mil millones de dólares generados a
partir de créditos de carbono como parte de los mecanismos internacionales
para el comercio de los derechos de emisión.
7
del Grupo de Referencia, a la que acudieron delegados del Gobierno de China,
de la ICOLD y del NBA. En esta ocasión, se llegó a un acuerdo sobre los
miembros de la Comisión. Los cambios principales en cuanto a la lista previa
fueron: la incorporación de Medha Patkar, la activista líder del movimiento
Narmada Bachao Andolan y la confirmación del economista y diplomático de
India L.C. Jain como vicepresidente. El lanzamiento oficial de la CMR se
produjo finalmente el 16 de febrero de 1998 (para la lista de miembros de la
CMR ver Recuadro 1).
Durante los dos años y medio siguientes la Comisión se reunió nueve veces en
diferentes ciudades del mundo, se realizaron cuatro consultas regionales y se
recibieron alrededor de 1.000 entregas de contribuciones. Sin embargo la
mayor parte de la evidencia para las conclusiones del informe final provino de
la enorme investigación que se realizó: ocho estudios exhaustivos y
participativos de proyectos concretos de represas, dos estudios de país de
construcción de represas en China e India, diecisiete “revisiones temáticas” de
temas sociales, ambientales, económicos, técnicos e institucionales, y una
revisión de las auditorías realizadas sobre el rendimiento de 125 represas. Los
diez millones de dólares necesarios para financiar la Comisión provinieron de
más de 50 gobiernos, organismos internacionales, corporaciones privadas -
incluyendo muchas de las principales industrias multinacionales de represas-,
fundaciones y ONGs.5
8
Conspiraciones y consultas
Dadas las profundas divisiones entre los grupos anti y pro-represas y las
reputaciones, las carreras y los medios de vida en juego, no es de sorprender
que la Comisión estuviera constantemente en el centro de la controversia
política. La primera consulta regional planeada en la ciudad de Bhopal, en
India, en septiembre de 1998, se vio envuelta en un remolino de pasiones
políticas desatadas por la represa Sardar Sarovar. Unos días antes de que los
miembros de la Comisión estuvieran a punto de viajar, el gobierno de India,
presionado por el gobierno del Estado de Gujarat, a cargo de la construcción
de Sardar Sarovar, retiró su invitación a la CMR, impidiéndoles entrar al país.
9
repletos para la consulta, la gran mayoría provenientes de quilombos
(comunidades tradicionales descendientes de esclavos furtivos) del Valle
Ribeira, cerca de San Pablo, amenazado por la construcción de una represa.
Los representantes de la industria de las represas, prolijamente acicalados,
envueltos en su ajustada incomodidad, se vieron rodeados por niños negros y
pobres trepados a sus abuelas mientras sus padres aplaudían las
presentaciones de los activistas civiles y vociferaban ‘Terra sim! Barragens
não!’ (¡Tierra sí! ¡Represas no!). La Comisión Brasileña de Grandes Represas
demostró su enojo en un escrito a la CMR, culpándolos por haber permitido
que la consulta fuera usurpada por intereses anti-represas.
10
involucrados en este trabajo eran conscientes de las expectativas de aquellos
tanto a favor como en contra del ámbito de las represas. Asombrosamente y a
pesar de los numerosos autores, editores y censores políticos, Represas y
Desarrollo es un informe coherente y fuertemente redactado. Si bien está
plagado de inclusiones, omisiones y compromisos políticos que pueden ser
criticados por los opositores a las represas, en su conjunto defiende muchos de
sus argumentos y propone un marco de trabajo progresivo de toma de
decisiones para la planificación del agua y la energía a futuro que se hace eco
de muchas de las demandas anti-represas.
Hallazgos
Theo P.C. Van Robbroeck, PrEng, PhD, Eng. hc, BSc, Bing, FICE,
FSAICE, presidente honorario de la Comisión Internacional de Grandes
Represas, septiembre, 1999
11
proyectos de las décadas de los ’50 y ’60, debido a la fiebre china por construir
represas que acompañó al Gran Salto Adelante.11 La crisis regional en la
construcción de represas muestra picos en la década del ‘60 en Europa y
América del Norte, en los ‘70 en Asia y América del Sur y en los ‘80 en África.
Todas estas regiones revelan una caída abrupta después de alcanzar estos
picos, más notoriamente en América del Norte donde el índice de construcción
en los ´90 fue el más bajo del siglo XX.
1 China 22.000
2 EEUU 6.575
3 India 4.291
4 Japón 2.675
5 España 1.196
6 Canadá 793
7 Corea del Sur 765
8 Turquía 625
9 Brasil 594
10 Francia 569
11 Sudáfrica 539
12 Méjico 537
13 Italia 524
14 RU 517
15 Australia 486
16 Noruega 335
17 Alemania 311
18 Albania 306
19 Rumania 246
20 Zimbabwe 213
12
108 % y 138 % respectivamente. A menudo se evidenciaban retrasos en los
plazos de ejecución de los proyectos -de 99 represas de las cuales la CMR
tenía los datos del plazo de ejecución, solamente 50 se culminaron dentro del
año de la fecha proyectada.
6000
Número de represas
5000
4000
3000
2000
1000
0
<1900 1910s 1930s 1950s 1970s 1990s
Gráfico 1: Índice de represas activas por década (datos del World Register of
Dams, ICOLD, Paris, 1998).
13
Control de inundaciones. La CMR no pudo hacer una evaluación cuantitativa
del rendimiento de las represas que controlan inundaciones. Aunque es común
encontrar en los proyectos para la construcción de represas pronósticos acerca
de la capacidad de las mismas para prevenir los daños causados por las
crecidas, casi no existen estadísticas confiables que los corroboren. La
enunciación de los beneficios derivados del control de las inundaciones parece
basarse más en la fe y la esperanza que en la economía o las ciencias. La
Comisión advierte que si bien las represas redujeron los daños provocados por
las inundaciones en algunos casos, en otros se incrementaron. También señaló
que donde las represas habían puesto fin a las inundaciones “normales”, los
agricultores, pescadores y la gente que dependía de los recursos de las
planicies de inundación habían pagado un costo muy alto.
14
Contribución a la producción alimentaria mundial. Es probable que la CMR
haya producido la primera estadística mundial sobre la contribución de las
grandes represas a la producción de alimentos -la CMR estima que la mitad de
las grandes represas del mundo fueron construidas exclusiva u originariamente
para riego. Utilizando una cifra de alrededor de 270 millones de hectáreas de
tierras bajo riego en todo el mundo, se estima que entre un 30 y un 40 por
ciento de esta área recibe agua de represas y que éstas a su vez contribuyen
entre un 12 y un 16 por ciento a la producción mundial de alimentos. Esta
estadística es particularmente significativa en las publicaciones de la industria
de las represas, que una y otra vez afirman que un tercio de la producción
mundial de alimentos proviene de tierras irrigadas, insinuando que las represas
riegan todos estos cultivos.12
Uno de los datos que emerge del proceso de la CMR que más impactó a nivel
político fue hasta qué punto las grandes represas contribuyeron en India al
incremento en la producción de granos alimenticios desde 1950. La mayor
parte del gasto total en agricultura se lo ha llevado la agricultura de regadío y
los grandes proyectos de represas y canales han consumido el 65 % del gasto
en irrigación. Los promotores de las represas en India repetidamente citan que
la producción de alimentos se cuadriplicó desde 1950 como una evidencia más
de los enormes beneficios de estas obras.13
15
ambientales de los grandes proyectos, sin obtener una parte proporcional de
los beneficios económicos”.
16
sobre las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de las
represas, 1995
Hasta hace pocos años los investigadores creían que las emisiones de los
embalses cesaban inmediatamente después del llenado, disminuyendo
rápidamente a niveles insignificantes a medida que la biomasa inundada se
descomponía. Sin embargo, investigaciones recientes demostraron que si bien
existe un pulso de gases inicial -principalmente en los embalses tropicales-, las
emisiones tienden a disminuir en el tiempo pero muy lentamente, si es que
ocurre. Esto se debe, en principio, a que las plantas y las algas
descompuestas que crecen en el embalse o son arrastradas desde la cuenca
no dejan de producir metano y dióxido de carbono.
17
los inventarios nacionales e internacionales de este tipo de emisiones y sobre
las medidas más efectivas para reducir el calentamiento global. Un informe
publicado en el año 2000 por un equipo de investigadores canadienses estima
que las emisiones de los embalses constituyen el 7% del impacto total del
calentamiento global, entre otras emisiones de metano y dióxido de carbono
relacionadas con actividades antrópicas -este informe utiliza un cálculo de área
de la superficie global de embalses grandes y pequeños de 1,5 millones km2, lo
que supera enormemente a los 400.000 km2 estimados de grandes embalses
en Ríos Silenciados:20
• El metano y el dióxido de carbono se emiten desde el agua que pasa por las
turbinas, los aliviaderos y aguas abajo de la represa. Estas emisiones
pueden ser significantes.
Hasta hace poco los investigadores sólo tenían en cuenta las emisiones del
embalse mismo, las cuales se liberan por difusión a la atmósfera desde la
superficie de la represa y las burbujas provenientes de las zonas menos
profundas del embalse. Actualmente se sabe que al descargar el agua de un
embalse también se libera una gran cantidad de gases. Se estima que las
emisiones de metano provenientes de las turbinas y de los aliviaderos de la
represa de Tucuruí, en el Amazonas brasileño, superan hasta ocho veces las
provenientes de las burbujas y de la difusión del embalse.21
• Las emisiones provenientes de la energía hidroeléctrica deberían
evaluarse sobre una base neta, atendiendo la cuenca en cuestión –lo más
relevante es la diferencia en las emisiones de la cuenca antes y después
de la construcción de una represa y no las emisiones brutas de un
embalse.
18
Global en 100 años (PCG, o GWP en inglés) y representa el impacto luego de
100 años de una tonelada de metano liberada de una sola vez –en un solo
“pulso”- hacia la atmósfera, en comparación con una de CO2. Actualmente el
Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas
considera que el PCG a 100 años del metano equivale a 21, lo que significa
que una tonelada de metano en la atmósfera provoca 21 veces más
calentamiento que una tonelada de dióxido de carbono.
19
equivalente/kWh, incluyendo el calentamiento provocado por el metano
proveniente de pérdidas durante la extracción de gas y la transmisión.25
Estas cifras para las emisiones de los embalses se calculan utilizando un PCG
del metano de 21. En el Cuadro 2 se muestran los resultados del cálculo entre
las emisiones brutas de los embalses y una planta de gas natural de ciclo
combinado, utilizando el coeficiente de metano de Gaffin -el metano constituye
una parte muy pequeña del total de las emisiones en la mayoría de las
tecnologías de generación, por lo que el resultado hubiera variado muy
levemente al cambiar el coeficiente de metano. Estos cálculos sugieren que el
impacto de calentamiento de una planta de gas moderna es de cinco a ocho
veces más que el de un embalse boreal de alta emisión, no obstante un
embalse tropical puede tener un impacto de calentamiento 66 veces superior al
de una planta de gas.26
Instalación no Emisiones
hidroeléctrica (gCO2eq/kVh)
Lignito (carbón blando) 1150-1270 4
Carbón (planta moderna) 790-1200 4
Combustible pesado 690-730 4
Diesel 555–880 4
Gas natural de ciclo combinado 550 MW 460-760 5
Cogeneración con gas natural 300 6
Grandes células de combustible (funcionan con gas natural) 290-520 4
Fotovoltaicos 30-210 4
Energía de biomasa 17-120 4
Energía eólica 7-40 4
Nuclear 2-60 4
Fuentes
1. P. Raphals ‘Restructured Rivers: Hydropower in the Era of Competitive Markets’, Helios
Centre-International Rivers Network, Montreal-Berkeley, 2001.
20
2. Emisiones del embalse Balbina calculadas nuevamente a partir de datos de P.M.
Fearnside, ‘Hydroelectric Dams in the Brazilian Amazon as Sources of ‘Greenhouse
Gases’, Environmental Conservation 22(1) 1995.
3. Emisiones de Tucuruí calculadas nuevamente a partir de datos de los P.M. Fearnside,
‘Greenhouse gas emisions from a hydroelectric Brazil’s Tucuruí Dam and the energy
policy implications’, Water, Air and Soil Pollution (en prensa). Producción energética de
Tucuruí (promedio 1984-1998) del Estudio de Caso sobre Tucuruí realizado por la
CMR.
4. IEA Implementing Agreement For Hydropower Technologies, Hydropower And The
Environment: Present Context And Guidelines For Future Action. Main Report, mayo de
2000, p. 126. Las cifras para la energía eólica y la fotovoltaica no incluyen cálculos de
altas emisiones que no fueran comparables con otras aproximaciones disponibles.
5. Fueron calculadas nuevamente a partir de P.L. Spath y M.K. Mann, ‘Life Cycle
Assessment of a Natural Gas Combined-Cycle Power Generation System’, NREL,
Colorado, 2000.
6. M. Rizau et al., Clean Electricity Supply With Low Climate Impact and No Nuclear
Power, Greenpeace, Hamburgo, 1998.
Represas y Desarrollo advierte que todos los embalses que han sido
estudiados emiten gases de efecto invernadero y que “en algunas
circunstancias las emisiones brutas pueden ser importantes e incluso
posiblemente superiores a las alternativas térmicas”. Sin embargo el informe no
especifica, como debería, que la evidencia apunta a que el impacto climático
de las hidroeléctricas tropicales es mucho peor que el de las alternativas
térmicas. En el informe de la CMR, bajo el título “Directrices para una buena
práctica”, se recomienda la inclusión de los cálculos de las emisiones netas de
los embalses en los estudios de factibilidad y la necesidad de realizar más
estudios sobre las emisiones de los embalses, especialmente en regiones
templadas y semiáridas.
21
medidas amigables con el ambiente como la conservación y la restauración de
los bosques.
Del mismo modo en que las represas impactan sobre el funcionamiento del
clima global, también el cambio climático global impacta sobre el
funcionamiento de las represas. El cambio climático está haciendo que se
vuelva obsoleta una de las afirmaciones claves utilizadas en el planeamiento y
en el diseño de las represas, “que el pasado hidrológico constituye una guía
confiable para el futuro hidrológico”. En la evaluación que el Panel
Intergubernamental sobre Cambio Climático hizo en 2001 se pronosticó que el
clima del planeta sufrirá un aumento de temperatura de entre 1,4 y 5,8 grados
centígrados hacia fines de este siglo. Es probable que por cada grado que suba
la temperatura la precipitación mundial aumente entre un 2% y un 4%. Los
cambios resultantes en los patrones del clima regional variarán enormemente
aunque existe un consenso general entre los investigadores de que la
frecuencia y gravedad de las inundaciones y las sequías se incrementarán en
muchas partes del mundo.28
Los impactos del cambio climático sobre los recursos hídricos variarán
considerablemente según la región geográfica y a medida que pase el tiempo y
son extremadamente difíciles de predecir; esta situación seguirá igual en el
futuro inmediato. Sin embargo esta incertidumbre no implica que se deba
ignorar el cambio climático como lo han hecho los constructores de represas
hasta ahora. La revisión temática que la CMR hizo sobre el cambio climático y
las represas establece que la mejor manera de afrontar la incertidumbre será
disminuyendo la vulnerabilidad mediante la reducción de la demanda de agua y
no mediante el incremento en el suministro.
22
El siglo de lo pequeño: alternativas a las represas
...tal vez esto sea lo que nos depara el siglo XXI. El desmantelamiento
de todo lo grande. Grandes bombas, grandes represas, grandes
ideologías, grandes contradicciones, grandes países, grandes guerras,
grandes héroes, grandes errores. Tal vez sea el Siglo de lo Pequeño.
Quizás ahora mismo, en este preciso instante, desde el cielo una diosa
pequeña se esté preparando para nosotros.
Una parte clave del mandato de la CMR fue evaluar las diferentes opciones
disponibles que puedan brindar servicios equivalentes a los provistos por las
grandes represas. Existen pocas cuestiones en el mundo más urgentes que las
referidas al abastecimiento de agua, a la sanidad, a los alimentos, a la energía
y a la protección contra las inundaciones. Según la ONU en el año 2000
aproximadamente 826 millones de personas sufrían de hambre crónica. Más de
mil millones no tenían acceso al agua potable y alrededor de 2,5 mil millones
no gozaban de un saneamiento adecuado. Las enfermedades prevenibles
relacionadas con el agua mataban alrededor de 10.000 a 20.000 niños por día.
Dos mil millones no tenían acceso a la electricidad. Más de la mitad de las
muertes provocadas por catástrofes naturales, excluyendo las sequías, fueron
causadas por inundaciones. Mientras que nuestras instituciones y nuestras
tecnologías no logran cubrir las necesidades básicas de tanta gente en la
actualidad, se estima que para el año 2050 entre 1,3 y 4,7 mil millones de
personas demandarán alimentos, agua y energía. Mientras tanto una gran
cantidad de ecosistemas no pueden sustentar las demandas de la población
mundial existente. El cambio climático exacerbará las presiones sobre los
ecosistemas y la vulnerabilidad de los pobres a las sequías y a las
inundaciones. 29
Si bien estas cifras son indudablemente desoladoras, existe todavía una luz de
esperanza. Se están incrementando las presiones económicas y políticas para
cambiar las prácticas del mal manejo del agua y de la energía. Se están
desarrollando nuevas y mejores tecnologías y maneras de hacer las cosas y a
la vez son cada vez más económica y socialmente viables. También es
fundamental recordar que tanta pobreza no se debe a la falta de comida, de
23
agua o de energía. El problema está relacionado con la distribución y no con la
disponibilidad.
Las conclusiones de la CMR sobre las opciones existentes para el manejo del
agua y de la energía son similares en términos generales a las expresadas en
Ríos Silenciados. Las conclusiones se citan aquí abajo:
24
sencillo. Si se desarrollan tecnologías apropiadas en torno de este
concepto simple, se obtendrán soluciones descentralizadas a nivel local
que pueden cubrir ampliamente las necesidades de agua potable de las
poblaciones rurales y urbanas.
Desde que escribí Ríos Silenciados, es cada vez más evidente que las únicas
propuestas viables para satisfacer las demandas actuales y futuras de agua y
de energía de manera sustentable y equitativa son los sistemas de suministro
descentralizados y de pequeña escala y la reducción del derroche y del
consumo indiscriminado tanto de agua como de energía. En los últimos cinco
años la India ha desarrollado los sistemas de riego y de suministro de agua
más prometedores. En todo el país ha resurgido el interés por la recolección de
agua y se utilizan distintos métodos, como la construcción de pequeñas
represas en corrientes estacionales, desvío del agua hacia los pozos y la
captación del agua que cae sobre los techos.
La recolección de agua tomó mayor fuerza luego de la fuerte sequía que azotó
al noroeste y al centro de la India entre 1999 y 2000. La prensa india difundió
numerosos artículos que describían cómo aquellos lugares que habían
adoptado las medidas de recolección de agua habían sido mucho menos
afectados por la sequía que las demás poblaciones cercanas. En el año 2000
la crisis del agua llevó al gobierno de Gujarat a anunciar un importante
programa de recolección que ayuda a las comunidades y a las ONGs de los
distritos de Kutch y Saurashtra que son propensos a las sequías, para que
proyecten y construyan represas de contención pequeñas de concreto y de
mampostería. Estas pequeñas represas construidas sobre corrientes
estacionales captan la escorrentía durante los meses de los monzones desde
junio a septiembre, recargando así los pozos cercanos para el resto del año.
25
Cuando se lanzó esta iniciativa, luego de que varios disturbios respecto al
desvío del agua desde las áreas rurales a las urbanas habían provocado
algunas muertes, el gobierno se propuso colaborar en la construcción de 2.500
pequeñas represas de contención. En un lapso de pocos meses se habían
recibido 25.000 propuestas y se habían construido 10.500 de estas represas.
En un informe presentado por la CMR sobre las opciones de riego para la India,
Himanshu Thakker se muestra optimista respecto del potencial de la
recolección de agua y señala que el riego constituye una importante
herramienta para desterrar la pobreza de las zonas rurales. También agrega
que el riego con agua subterránea aumenta la producción y a su vez genera
más empleo que cualquier proyecto de canales o de grandes represas.
Además destaca que los fondos provenientes del gobierno para los sistemas
de regadío han sido transferidos a los proyectos de las grandes represas y los
canales concentrados en las áreas de la “Revolución Verde” en el noreste de la
India. Por lo tanto Thakker concluye que “ya que las lluvias, que son la madre
de todas las fuentes de agua, son extensas y considerando que alguna clase
de riego es posible en todas las regiones, llegamos a la evidente conclusión de
que la mejor estrategia para aliviar la pobreza es difundir los recursos para que
se realice el riego en todo el país” mediante los métodos de recolección del
agua.32
Para cubrir una gran parte de la demanda de agua cada vez mayor para el uso
doméstico tanto en el campo como en la ciudad, se puede recurrir a la
captación de agua de lluvia en los lugares donde se dan precipitaciones. En
muchas partes del mundo se promocionan los sistemas de recolección de agua
de los techos y en algunos casos como sucede en Alemania se realiza con
subsidios otorgados por el gobierno. En Chennai, ex Madras, al sur de la India
cualquier casa nueva con más de dos plantas debe poseer sistemas de
recolección de agua de lluvia.33
26
El consumo doméstico de agua es minúsculo comparado con el uso agrícola y
sólo el 12% de las grandes represas del mundo son diseñadas con el propósito
de suministrar agua. La mayor parte del agua proviene de los pozos,
directamente de los lagos y los ríos, y de represas pequeñas o medianas. La
CMR destaca que el consumo doméstico, municipal e industrial representa
menos del 20% del uso mundial de agua y solamente alrededor de un 5% en
África, Asia y América Latina. Los autores de la revisión temática de la CMR
sobre el suministro de agua calcularon que sólo el 1% de las extracciones de
agua actuales suministraría un nivel de servicio básico de 40 litros por persona
por día a todos aquellos que hoy en día carecen de una provisión adecuada y a
las 2 mil millones de personas más que se calcula que habrá en el mundo en
2025.34
Si bien los organismos del sector público en los países en vías de desarrollo
han realizado un trabajo pésimo no se puede asegurar que el sector privado lo
hará mejor, como sugiere el FMI o el Banco Mundial. Mucha gente cree que la
privatización será peor, especialmente porque la gente pobre tendrá menos
27
acceso al agua debido a que no pueden pagar las tarifas necesarias para que
las corporaciones obtengan ganancias. Esta situación es especialmente
preocupante pues se está promocionando la privatización sin ningún
mecanismo regulatorio confiable que garantice la calidad del agua y que
además proteja los derechos de los pobres. Las personas que otorgan los
subsidios han ignorado una y otra vez los intentos de mejorar la administración
del sector público o de establecer modelos de privatización alternativos tales
como las cooperativas, que tienen buenos antecedentes en América Latina, y
las asociaciones entre el sector privado, ONGs y comunidades.37
Tenemos la energía
28
Dinamarca es el epicentro del estampido de la energía eólica. En el año 2000
las turbinas eólicas danesas generaron el 13% del suministro energético del
país. El gobierno de Dinamarca, que ha fomentado la industria de las turbinas
eólicas y actualmente es líder en ventas en el mundo, planea para 2030 cubrir
la mitad del consumo de electricidad del país usando el viento. Existen dos
desventajas que impiden la expansión de la energía eólica, a saber: el impacto
visual en el paisaje y el ruido de los rotores. Dinamarca pretende combatir
estos obstáculos mediante la construcción de sus nuevos parques eólicos
cerca de la costa. El primer parque eólico de gran escala en el mundo se
construyó entre noviembre y diciembre de 2000 en el estrecho de Öresund
entre Dinamarca y Suecia, a casi dos kilómetros de la zona portuaria de
Copenhague. El Reino Unido, Alemania y España también planean comenzar a
la brevedad con la construcción de grandes parques de energía eólica cerca de
la costa.
Mientras tanto en algunos países los subsidios estatales ayudan a que los FV
se consideren más atractivos. En Japón, Alemania y los Países Bajos tanto
como en los EE.UU. se espera la instalación de millones de paneles solares
29
arriba de los techos en la próxima década, debido a los programas de
promoción que se han lanzado. Una de las medidas más importantes y
necesarias para la conexión en red de la energía solar es que quienes posean
paneles FV puedan vender el exceso de energía que producen durante el día a
la red y que a la noche o cuando esté nublado puedan comprarle energía a la
red. Este “medidor en red” compensa los costos de instalación del panel e
implica que no se deberán comprar baterías para suministrar energía de
reserva lo cual representa una parte importante del costo del sistema FV. La
American Solar Energy Society, tal vez optimista durante la administración de
George W. Bush, cree que con el respaldo del gobierno la energía solar podría
suministrar el 10% de la energía en los EE.UU. en el año 2010 y el 20% en
2020.
30
Células de combustible. En los últimos cinco años los empresarios
capitalistas, las corporaciones y los gobiernos han invertido cientos de millones
de dólares en la investigación de la célula de combustible. Estas compañías,
algunas de las cuales son pequeñas y otras son gigantes como Siemens y
General Electric, aseguran que están a un paso de comercializar esta
tecnología. Es muy probable que a fines de esta década las células de
combustible desempeñen un rol fundamental en los sistemas de energía del
mundo.
31
que para el año 2015 las células de combustible alcancen el 10% de la nueva
capacidad total de generación mundial .41
32
de la electricidad incluso para los planificadores de la energía y para los
economistas. 44
Por lo tanto el gas natural puede servir como combustible de transición para
llenar la brecha entre los sistemas energéticos sucios y no sustentables del
presente y el surgimiento de futuros sistemas limpios y sustentables basados
en el hidrógeno. Las gasoductos que atraviesan las ciudades para abastecerlas
de gas, el cual se usa para calefaccionar y cocinar (son las dos funciones para
las que el gas natural resulta muy eficiente y efectivo), pueden servir para
abastecer las microturbinas y las células de combustible. Y una vez
desarrollada la economía del hidrógeno, las tuberías de gas podrían ser
adaptadas para transportar hidrógeno. Esto no quiere decir que se les deba dar
vía libre a las compañías de gas para abrir nuevas áreas de exploración y
extracción. Con medidas referentes al manejo de las demandas adicionales y el
incremento en la eficiencia de los usos finales del gas, es poco probable que
haya algún problema al intentar cubrir la demanda de gas natural con
yacimientos existentes o nuevos, como los que están cerca de la costa que no
tienen demasiados obstáculos ambientales y sociales. Cuando las
comunidades locales o indígenas no quieran compañías de gas, éstas deberán
mantenerse al margen. Los gasoductos deberían evitar pasar por las áreas
ambientalmente sensibles o protegidas y si esto no se puede lograr no
deberían construirse.45
Resulta mucho más sencillo descifrar cómo será el perfil tecnológico del
sistema eléctrico en 10 años que pronosticar de qué manera funcionará y a
quiénes pertenecerá. La privatización y la desregulación están sacudiendo a
los sistemas eléctricos en todo el mundo con consecuencias complejas que
nadie parece poder predecir, excepto los promotores de estos cambios. La
desregulación de la electricidad tiene el potencial de forzar a que las empresas
de servicios moribundas abran sus monopolios a generadores de microenergía,
aunque también puede destruir la capacidad del Estado de promover la
conservación de la energía, de extender redes de electricidad a las áreas
rurales, de reducir el costo del suministro de energía a los consumidores de
33
bajos ingresos y de incorporar criterios ambientales en los procesos de
planificación. Es obvio que se necesitan sistemas de regulación transparentes y
confiables ya sea que estén en manos privadas o estatales. Lo que no resulta
tan obvio es de qué manera lograr la regulación de los sistemas que resultan
altamente complejos y demasiado inestables.
Recomendaciones
34
Las recomendaciones de la CMR se basan en cinco “valores esenciales”:
35
responsables de sus acciones deberían demostrar más preocupación por el
bienestar de la gente al diseñar un proyecto.
Reacciones
36
Las ONGs celebraron el lanzamiento de Represas y Desarrollo con una
declaración que instaba al Banco Mundial, a las agencias de crédito a la
exportación y a otros organismos de financiamiento internacionales a
implementar todas las conclusiones. La declaración, apoyada por 135 grupos
de decenas de países, reclamaba una moratoria para la entrega de subsidios a
las represas hasta que las agencias: 1) adoptaran por completo las
recomendaciones de la CMR en sus políticas; 2) establecieran estudios
independientes de los proyectos planeados y de los que estaban en marcha; 3)
iniciaran procedimientos para otorgar indemnizaciones a las comunidades
perjudicadas. La declaración se dirigió a estas instituciones debido al apoyo
que muchas de ellas habían brindado al proceso de la CMR y al papel
fundamental que tienen, ya que son las que promueven y financian las
represas.
37
hídricos” tratan de impedir el progreso en otros lugares. Yogendra Prasad,
Presidente y Director Administrativo del National Hydroelectric Power
Corporation de la India expresó que “existen serias dudas acerca de las
referencias e idoneidad de algunos muy conocidos [miembros de la Comisión]
por ser polémicos, crueles, indiferentes e inveterados.”49
38
Wolfensohn durante el lanzamiento en Londres no fue tan fervoroso como de
costumbre. En lugar de comprometer al Banco para que actuara en base a las
recomendaciones de la Comisión que él mismo había apoyado, Wolfensohn
evadió el tema diciendo que la “prueba de fuego” para el Banco era si “los
países prestatarios y los que financiaban los proyectos aceptaban estas
recomendaciones” o no. El principal compromiso contraído por Wolfensohn de
actuar a partir de las conclusiones de la CMR fue que “llevaría el informe de
vuelta a Washington” para que el personal del Banco pudiese estudiarlo.
Las grandes represas son para el “desarrollo” de una Nación lo que las
bombas nucleares para su arsenal militar. Ambas son armas de
destrucción masiva. Ambas son armas que los gobiernos utilizan para
controlar a la gente... Ambas son indicadores malignos de la civilización
contra la civilización misma. Representan la división del vínculo y del
entendimiento entre los seres humanos y el planeta en el que viven.
Trastornan la razón que conecta los huevos con la gallina, la leche con
la vaca, el alimento con los bosques, el agua con los ríos, el aire con la
vida y la tierra con la existencia humana. ¿Cómo se puede cambiar todo
esto? Poco a poco, quizá. Bomba por Bomba. Represa por represa. Tal
vez librando batallas específicas, con medios precisos. Podríamos
comenzar en el valle Narmada.
39
habitantes y los activistas reanudaron su compromiso de largos años de
permanecer en sus casas detrás de la represa y afrontar la elevación de las
aguas. El embalse alcanzó sus viviendas tres veces en 1999. Las dos primeras
comenzó a decrecer antes de que el agua llegara a la cintura de los que se
encontraban dentro de las viviendas más bajas. La tercera, Medha Patkar y
otros dos activistas permanecieron tranquilamente de pie y dejaron que el agua
llegara a sus cuellos, cuando fueron rescatados y arrestados por la policía. El
monzón del año 2000 trajo poca lluvia consigo. Los habitantes del Narmada se
salvaron de la inundación a gran escala, pero tuvieron que soportar los
infortunios de una dura sequía.
40
destructivas, pero el deseo del gobierno estatal por mostrar que puede atraer
inversores internacionales y el de S. Kumars por exhibirse como una poderosa
constructora de represas, impiden el desarrollo de estas alternativas.
Un poco más tarde, durante ese mismo año, la comisión especial publicó un
informe en el que recomendaba que sólo se debería continuar con la
construcción si se cumplía con varias condiciones, incluyendo un nuevo estudio
que confirmara si el proyecto era económicamente viable y la incorporación de
un plan exhaustivo de reasentamiento. El gobierno ignoró el informe. Durante
los dos años siguientes se realizaron 7 ocupaciones más, también se
produjeron manifestaciones, palizas policiales y una protesta en la que 7
personas ayunaron durante 21 días. La construcción del proyecto continuó a
empujones entre ocupaciones y crisis financieras.
41
y activistas opinan que el proyecto se ha... convertido en un testimonio de la
corrupción, la incompetencia y la debilidad del sistema”. Pomfret, citando a un
ingeniero chino, decía que “desde cualquier ángulo este proyecto contiene
enormes problemas, pero conociendo el sistema, no parece posible corregir un
error tan masivo. Nuestros líderes creen que si lo hicieran, el régimen de China
podría caer”.52
Hacia fines de 2000, según las autoridades del proyecto, 300.000 personas
habían sido desplazadas del área del embalse de Tres Gargantas. Se cree que
256.000 más iban a ser desplazadas en 2003. El total de desalojos se estima
entre 1,3 y 1,9 millones. Por esto se espera que los disturbios crezcan. En 1999
un artículo en un diario de Beijing anticipó que el desplazamiento provocado
por la represa Tres Gargantas “podría provocar un estallido social y que la
región de la represa se convertiría en un territorio caracterizado por continuos
levantamientos...”.55
42
caído alrededor del 20% desde 1996. Entre las razones principales se
encuentran: las clausuras de las ineficientes empresas estatales, la
construcción de plantas de gas y petróleo de ciclo combinado y las plantas de
cogeneración que suministran energía a las ciudades e industrias. Es probable
que la energía de estas plantas sea más económica que la electricidad
proveniente de la represa Tres Gargantas. Estos cambios implican que la
represa Ertan de 3.300 MW, la planta más grande en China cuando comenzó a
operar en 1999, no pueda vender alrededor del 60% de su energía.56
En los últimos cinco años las campañas contra las represas se han llevado a
cabo en muchos países. A continuación se describen algunas de las victorias
más significativas y las campañas realizadas en los últimos cinco años:
La provincia del noreste argentino, Entre Ríos, aprobó una ley anti-represas en
septiembre de 1997. La ley declara a este Estado provincial libre de cualquier
nueva represa en los ríos Paraná y Uruguay. El impulso para esta ley tuvo su
origen en la importante movilización social contra el proyecto para la gran
represa Paraná Medio, que hubiera transformado 760.000 hectáreas de
humedales, islas y bosques de la planicie aluvial del río Paraná en el segundo
embalse más grande del mundo.58
43
con la construcción de la represa, es poco probable que las autoridades
avancen con otras cuatro represas planificadas para el Bío Bío.
44
Esta represa multimillonaria por mucho tiempo permaneció en el centro de la
controversia política y de las disputas interprovinciales. Desde la década del
‘80, la represa se propuso tres veces, provocando en cada ocasión una amplia
oposición y su posterior postergación. En agosto de 2000 se suspendió por
última vez. Este proyecto se promueve como una necesidad para reemplazar la
acelerada pérdida de almacenamiento debido a la sedimentación de la represa
Tarbela, río arriba.
España
45
En los últimos cinco años el crecimiento del movimiento de desmantelamiento
de represas ha sido uno de los avances más alentadores, principalmente en los
Estados Unidos. Represas y Desarrollo asegura que desde 1998 el número de
represas en EE.UU. ha disminuido, ya que el índice de construcción es inferior
al de desmantelamiento. Aunque para muchos parece una idea innovadora y
radical, el desmantelamiento de las represas no tiene nada de nuevo. Al menos
465 represas han sido desmanteladas en ríos norteamericanos desde 1912. La
mayoría de las represas eran pequeñas, con una altura promedio de siete
metros, pero 27 eran consideradas grandes represas -de 15 metros o más de
altura. Sin embargo el índice de desmantelamiento se acelera: en la década del
‘90 se desmantelaron 177 represas y 29 sólo en el año 1998.
46
Fuera de los Estados Unidos muy pocas represas se han desmantelado, pero
gradualmente el movimiento está ganando terreno internacional. En British
Colombia, Canadá, alrededor de 24 pequeñas represas se han desmantelado y
el apoyo crece con propuestas de desmantelamiento más ambiciosas para
devolver los peces a los ríos. En Francia se demolieron dos represas ubicadas
en los tributarios del Alto Loire en 1998 para proteger al salmón que se
encontraba en disminución. Según se informó las poblaciones de arenque,
lamprea y salmón se incrementaron desde que las represas fueron demolidas.
A medida que las represas del mundo envejecen, sus embalses se llenan de
sedimento y los impactos que provocan resultan cada vez más inaceptables, el
desmantelamiento será cada vez más común. El obstáculo más importante
para el desmantelamiento de las represas será la falta de fondos. Este se
convertirá en un gran problema en pocas décadas, cuando las primeras
represas más grandes construidas en países pobres sean tan viejas que no
puedan seguir considerándose seguras ni tampoco se puedan desmantelar por
falta de fondos. El informe final de la CMR recomienda que el diseño de las
represas debe prever el desmantelamiento y que la autorización de los
proyectos debe determinar “la responsabilidad y los mecanismos para enfrentar
los costos de desmantelamiento”. También advierte que los bonos podrían
reservarse para cubrir estos costos. Estas propuestas se abordan mejor en el
Análisis Financiero, Económico y de Distribución de la revisión temática de la
CMR, donde se propone que:
47
315 metros de alto se convertiría en la represa más alta del mundo. En la
actualidad Nepal tiene una cifra inferior a los 300 MW de capacidad
hidroeléctrica: el “potencial técnicamente viable” se estima en 43.000 MW.
En Brasil, los planificadores todavía sueñan con una serie de grandes represas
en el Amazonas. La más conocida es Belo Monte, una represa de 11.000 MW
sobre el río Xingú en el Estado de Pará. A esta represa se la conoció como
Kararao en la década del ´80 y se hizo tan popular que atrajo la atención
pública internacional: la oposición de los indígenas Kayapó convocó la
presencia de celebridades como Sting en la selva tropical. En la actualidad en
ese mismo sitio la empresa de servicios públicos estatal Eletronorte pretende
construir Belo Monte. La empresa manifiesta que Belo Monte es un proyecto
distinto y que el tamaño del embalse se reducirá de 1.200 a 440 kilómetros
cuadrados. Los opositores creen que Belo Monte no funcionará eficientemente
a menos que se construyan una serie de enormes embalses de
almacenamiento río arriba. Uno de estos embalses, Babaquara, anegaría 6.200
kilómetros cuadrados superando a cualquier represa existente en América del
Sur.
1 “ :
La Experiencia del Banco Mundial con las Grandes Represas Una revisión preliminar
de los impactos”, Departamento de Evaluación de Operaciones del Banco Mundial, agosto
1996. La única versión disponible al público es un resumen de 4 páginas depurada de la
versión de 67 páginas.
2
Seis grupos con antecedentes de fuertes críticas contra las represas y el Banco
Mundial aceptaron la invitación al taller: Declaración de Berna (Suiza), IRN, Movimiento de
Afectados por las Represas (Brasil), Narmada Bachao Andolan, Sobrevivencia (Paraguay) y la
Fundación Sungi (Pakistán). Los representantes de Sobrevivencia y Sungi no pudieron asistir a
Gland.
3
P. McCully, 'A Critique of "The World Bank's Experience With Large Dams: A
Preliminary Review Of Impacts’, Departamento de Evaluación de Operaciones del Banco
48
Mundial, 15 agosto, 1996. International Rivers Network, Berkeley, CA, abril, 1997.
<www.irn.org/programs/finance/critique.shtml>.
4
Los más involucrados en esta estrategia de debates fueron Alex Wilks del Proyecto
Bretton Woods en Londres, Chris Chamberlain del Bank Information Center en Washington DC,
Shripad Dharmadhikary del NBA, Himanshu Thakker, entonces con el Centro para la Ciencia y
el Medio Ambiente en Nueva Delhi, Peter Bosshard de la Declaración Berne y Francesco
Martone de la Campaña por la Reforma del Banco Mundial en Roma.
5
Los estudios encargados por la WCD se encuentran disponibles en www.dams.org
6
P. McCully; ‘World Commission on Dams Forced to Quit India’, World Rivers Review,
octubre, 1998; ‘WCD team may be detained, says CM’, Indian Express, 8 septiembre, 1998;
‘CM warns dam panel members’, Times of India, 8 septiembre, 1998.
7
P. Bannerji et al.; Estudio de País de India, CMR, Ciudad del Cabo, 2000. Ver también
la carta de M. Gopalakrishnan, coordinador de la CMR, Gobierno de India en el Ministerio de
Recursos Hídricos, a Achim Steiner, Secretario General de la CMR, 9 octubre, 2000.
8
Patkar deja en claro que si bien existen muchos aspectos positivos en cuanto al
informe y el proceso, está en desacuerdo con algunas conclusiones importantes. Las más
significativas son: que el informe no aborda adecuadamente “la falla más importante del
modelo de desarrollo injusto, dominante y destructivo”; es demasiado optimista en cuanto a la
factibilidad de mejorar el pobre rendimiento de las represas y mitigar sus impactos; otorga poca
prioridad a las recomendaciones para el proceso de evaluación de opciones para satisfacer “las
necesidades básicas humanas y los recursos de todos antes de mantener los lujos adicionales
de unos pocos”; y carece de una crítica seria en cuanto a la privatización de los sectores
hídricos y de energía. “He firmado el informe para respaldar este proceso y muchos de
nuestros descubrimientos y recomendaciones,” concluye Patkar. “He solicitado anexar esta
nota para rechazar las conjeturas subyacentes de un modelo de desarrollo que evidentemente
ha fracasado y para advertir acerca del enorme abismo entre una declaración con buenas
intenciones y un cambio en la práctica debido a intereses creados”.
9
Dams and Development: A New Framework for Decision-Making, Earthscan, Londres,
2000. También disponible en www.dams.org.
10
La CMR advierte que los datos de la Comisión Internacional de Grandes Represas
(ICOLD) para la década del ‘90 son poco confiables debido al número de represas construidas
que no han sido registradas y a que otras se consideran finalizadas pero que aún están en
construcción.
11
N. del T.: “Gran Salto Adelante”, política lanzada en China por Mao en 1958. Para
impulsar la producción de acero se crearon altos hornos en el campo. Los campesinos,
pagados por el gobierno, trabajaban de 12 a 16 horas por día, incluso jóvenes y niños. Los que
no estaban de acuerdo eran confinados en campos de trabajo. Ocupados en el acero, los
campesinos abandonaron sus cultivos, la agricultura cayó brutalmente y murieron de hambre
entre 15 y 45 millones de personas.
12
Ver ICOLD, ‘Benefits and Concerns About Dams’, París, 1999.
13
Ver C.V.J. Varma, “The Rationale of Dam Projects”, informe presentado en el Taller
Antalya, Benefits and Concerns about Dams, 1999. www.genepi.louis-
jean.com/cigb/blohm.htm#asmal.
14
N. Sengupta, ‘Dams in India: A Brief Review’, en 'WCD India Country Study Final
Draft,' 2000, p. 26; ‘Additional Comments from CWC on MIDS Draft for WCD,’ WCD India,
Anexo 33, p. 428. Ver también Represas y Desarrollo, pp. 100-101.
15
El Estudio de País de India de la estima que el desplazamiento en este país se eleva a
42 millones, extrapolando el desplazamiento promedio y el área sumergida por una muestra de
las represas al total de población de la India de las grandes represas, lo que da como resultado
una cifra de 56,7 millones de desplazados; aunque admite que esto puede sobrestimar la cifra
real, si se reduce 56,7 millones en un 25% se obtienen 42,5 millones. Arundhati Roy estima
que el desplazamiento del pueblo indio es de 33 millones. N.C. Saxena, ex funcionario del
Ministerio de Desarrollo Rural, estima que esta cifra alcanza 40 millones. Ver el Informe Final
de País de India CMR, p. 225.
16
L. Mehta y B. Srinivasan, ‘Balancing Pains and Gains: A Perspective Paper on Gender
and Large Dams’, Anexo B de la Revisión Temática de la CMR “The Social Impact of Large
Dams: Equity and Distributional Issues”, CMR, 2000.
49
17
La revisión temática de la CMR sobre los impactos en el ecosistema nos brinda el
mejor panorama disponible sobre este tema. G. Bergkamp et al., ‘Dams, Ecosystem Functions
and Environmental Restoration’, WCD, 2000.
18
Esta cifra fue calculada por un equipo de la Universidad de Umea en Suecia,
conducido por Christer Nilsson, para C. Ravenga et al. “Pilot Analysis of Global Ecosystems:
Freshwater Systems”, World Resources Institute, Washington DC, 2000.
19
'Dam Reservoirs and Greenhouse Gases', informe realizado durante el Taller realiza el
24-25 febrero de 2000, en Hydro-Québec, Montreal (Minutos Finales)', CMR, Ciudad del Cabo,
2000. Mi mayor agradecimiento a Philip Raphals del Helios Centre, Montreal, por ayudarme a
entender las complejidades de este escrito.
20
V.L. St. Louis et al., ‘Reservoir Surfaces as Sources of Greenhouse Gases to the
Atmosphere: A Global Estimate’, Bioscience 50(9), septiembre 2000.
21
P.M. Fearnside, ‘Greenhouse gas emissions from a hydroelectric reservoir (Brazil’s
Tucuruí Dam) and the energy policy implications’, Water, Air and Soil Pollution (en prensa).
22
Ver St. Louis et al., ‘Reservoir Surfaces’, p. 769.
23
Ver P. Raphals, ‘Restructured Rivers: Hydropower in the Era of Competitive Markets’,
Helios Centre - International Rivers Network, Montreal-Berkeley, 2001, pp. 19-21.
24
E. Duchemin et al., ‘Hydroelectricity and greenhouse gas emissions: Emission
evaluation and identification of the biogeochemical processes responsible for their production,’
disertación de posgrado, UQAM, Montreal, 1999, citado en Raphals ‘Restructured Rivers’, p.
20.
25
P. L. Spath and M. K. Mann, ‘Life Cycle Assessment of a Natural Gas Combined-Cycle
Power Generation System’, NREL, Colorado, 2000.
26
Excluyendo el caso de Tucuruí ninguno de los cálculos de las hidroeléctricas en el
Cuadro 2 tiene en cuenta las emisiones de turbinas y aliviaderos.
27
IEA Implementing Agreement, 'Hydropower And The Environment: Present Context
And Guidelines For Future Action: Main Report', mayo, 2000, p. 41-2.
28
N. Arnell y M. Hulme, ‘Dams and global change: implications of climate change for
large dams and their management’, Revisión Temática de la CMR, 1999.
29
The State of Food Insecurity in the World 2000, FAO, Roma, 2000; P.H. Gleick,
‘Making Every Drop Count’, Scientific American, 26 enero, 2001; W.J. Cosgrove and F.R.
Rijsberman, World Water Vision, Earthscan, Londres, 2000, p.19.
30
D. D’Monte, ‘Let people look after their water needs’, Times of India, mayo 2000; A.
Kothari, ‘Where has all the water gone’, The Hindu Magazine, 14 mayo, 2000.
31
M.D. Kumar et al., ‘Dug Well Recharging in Saurashtra, Gujarat: A Local Response to
Water Scarcity’, in M. Moench et al. (eds.) Rethinking the Mosaic: Investigations Into Local
Water Management, IDS-ISET-MIDS-NWCF-VIKSAT, 1999.
32
H. Thakker, ‘Assessment of Irrigation Options: A Study of Indian Situation’, informe
anterios a la Revisión Temática de la CMR sobre Opciones de Riego, 1999.
33
Dams and Development, pag.58; H. Thakker, ‘Assessment of Water Supply Options
For Urban India’, SANDRP submission to WCD, noviembre, 1999.
34
C.R. Fenn and D.C. Sutherland, ‘Assessment of Water Supply Options’, Revisión
Temática de la CMR, pag.iv.
35
Gleick, ‘Making Every Drop Count’; Thakker, 'Water Supply Options'.
36
S. Grusky, ‘IMF Forces Water Privatisation on Poor Countries’, Globalization Challenge
Initiative, febrero 2001.
37
Fenn and Sutherland, ‘Assessment of Water Supply Options’, p.200.
38
‘Global Wind Energy Market Report’, American Wind Energy Association, 2001; P.
Marsh, ‘Wind power systems poised to triple over next five years’, Financial Times, 23 enero,
2001; www.windpower.dk; ‘Wind Energy Potential in Europe’, presentación de EWEA ante la
CMR.
39
‘An Energy Mission for the Next Century’, presentación de la American Solar Energy
Society ante la CMR; C. Flavin, ‘Energy for the 21st Century’, presentación de la International
Cogeneration Alliance ante la CMR; A. Callus, ‘Solar power seeks a place in the sun’, Reuters,
14 diciembre, 2000.
40
M. Hankins, ‘A case study on private provision of photovoltaic systems in Kenya’, en
Energy Services for the World’s Poor, ESMAP, Banco Mundial, 2000; E. Martinot y O. McDoom,
Promoting Energy Efficiency and Renewable Energy: GEF Climate Change Projects and
Impacts, GEF, Washington, DC, 2000; R.D. Duke et al., ‘Product Quality in the Kenyan Solar
50
Home Systems Market’, entregado a Energy Policy, 2000; S. Dunn y C. Flavin, ‘Sizing up
Micropower’, en L.R. Brown et al El Estado del Mundo 2000, Worldwatch Institute, Washington
DC, 2000.
41
‘The dawn of micropower’, The Economist, 5 agosto, 2000; ‘Fuel Cells Fact Sheet’,
Environmental and Energy Study Institute, Washington DC, febrero 2000; Dunn y Flavin, ‘Sizing
up Micropower’; S. Dunn, ‘Decarbonizing the Energy Economy’, en El Estado del Mundo 2001,
Worldwatch Institute, Washington DC, 2001; ‘Near-Term Hydrogen Implementation Plan 1999-
2005’, presentación de la Asociación Nacional del Hidrógeno a la CMR.
42
Dunn y Flavin, ‘Sizing up Micropower’; ‘The dawn of micropower’, The Economist, 5
agosto, 2000; www.microturbine.com.
43
W. Patterson, Transforming Electricity, Earthscan-Royal Institute for International
Affairs, Londres, 1999; A. Eberhard et al., ‘Electricity Supply and Demand Side Management
Options’, Revisión de la CMR, p.3c.
44
‘The dawn of micropower’, The Economist, 5 agosto, 2000. Ver también Patterson,
Transforming Electricity, y Dunn and Flavin, ‘Sizing up Micropower’.
45
Ver Drilling to the Ends of the Earth, Project Underground-Rainforest Action Network,
Berkeley-San Francisco, 1998.
46
Ver World Rivers Review, Vol. 15, N°6, diciembre, 2000.
47
P. Williams, ‘Poor are sold down the river, The Guardian, 7 diciembre, 2000. Williams
renunció a la presidencia de la IRN poco después de que se completara el informe de la CMR
preocupado por el hecho de que el proceso de la CMR estuviera siendo dominado por
intereses pro-represas y de que las ONGs involucradas fueran elegidas.
48
‘Commission on Dams set to release final report tomorrow’, Probe International News
Release,15 noviembre, 2000.
49
http://genepi.louis-jean.com/cigb.Inde.htm.
50
Las reacciones al informe de la CMR figuran en www.dams.org
51 “
En cuanto a las represas, solicitamos a la Comisión Internacional (e imparcial) sobre
Represas que considere el caso, en pocos meses más nos entregarán un informe en el que se
revelará si nos equivocamos o no con las represas, qué deberíamos y qué no deberíamos
hacer. Me encantaría sentarme con ustedes y sus colegas para tratar de ver si podemos volver
atrás con algunos mecanismos y considerar las realidades de esta industria extractiva... Si lo
desean podemos pedir a Jeffrey Sachs que venga y nos dé su opinión, de mi parte, esa será
.
mi mayor concesión, y eso es porque estuve bebiendo” [¡sic!] Ver:
www.worldbank.org/html/extdr/am00/ts092200a.htm
52
J. Pomfret, ‘China’s Giant Dam Faces Huge Problems’, Washington Post, 7 enero,
2001.
53
J. Becker, ‘Dam official ‘flees with HK$930m’ y ‘Three Gorges dammed’, South China
Morning Post, 3 mayo, 2000.
54
J. Becker, ‘Anger at dam corruption growing’, South China Morning Post, 29
septiembre, 2000.
55
Qi Ren, ‘Discussing Population Resettlement with Li Boning: Is Developmental
Resettlement Possible?’, en Dai Qing (J.G. Thibodeau and P.B. Williams eds.) The River
Dragon Has Come!, M.E. Sharpe, Armonk, 1988; Three Gorges Probe, 31 enero, 2001; E.
Eckholm, ‘Rare Criticism of China Plan for a Big Dam’, New York Times, 18 marzo, 1999.
56
D.G. Fridley, ‘Setting the Record Straight on China: Energy and the Environment’,
Presentación ante la National Association for Business Economics, 11 septiembre, 2000;
‘Doubts Over Chinese Dam’, Financial Times, 10 marzo, 2000; P. Adams and G. Ryder, ‘The
Three Gorges Dam: A Great Leap Backward for China’s Electricity Consumers and Economy’,
Probe International, 16 diciembre, 1999.
57
www.floodwallstreet.org.
58
N. del T.: J. Cappato, Paraná Medio, la Historia Sin Fin, Proteger Ed., Santa Fe,
Argentina, marzo 1996; www.proteger.org.ar. G. Switkes, A River Runs Private – The Paraná
Medio Project and the Coming Latin American Private Dam Craze, Multinational Monitor,
Washington DC, octubre, 1997. D. Knight; Paraná Medio Dam Project - US Dam Builders Move
Ahead in Argentina, Inter Press Service (IPS), Washington DC, 27 enero, 1998. J. Daneri y J.
Cappato, “Participación Ciudadana y Ley Anti-Represas en la Provincia de Entre Ríos,
Argentina”; Presentación INS143 a la CMR, San Pablo, agosto, 1999. J. Cappato, “Represas y
Cambio Climático: nuevos proyectos hidroeléctricos en la Cuenca del Plata, Argentina”;
Presentación ENV072 a la CMR, San Pablo, agosto, 1999, www.dams.org
51
59
N. del T.: En marzo de 2002, una Misión Internacional recorrió el río Sinú y redactó un
informe de los impactos de Urrá I sobre los pueblos indígenas, campesinos y pescadores. La
Misión estuvo integrada entre otros por Monti Aguirre, IRN; Ricardo Navarro, presidente de
Amigos de la Tierra Internacional, FoEI; Cirineu da Rocha, MAB, Brasil; Beatriz Silveiro,
Sobrevivencia, Paraguay y Coalición Ríos Vivos; Cristóbal Vargas, Confederación de
Nacionalidades Indígenas, Ecuador; y Jorge Cappato, PROTEGER-Amigos de la Tierra,
Argentina.
60
American Rivers, Friends of the Earth and Trout Unlimited, Dam Removal Success
Stories, diciembre, 1999; International Rivers Network, ‘Reviving the World’s Rivers: The Global
View of Dam Removal’, febrero, 2001.
61
J. Berkhoff et al. ‘Financial, Economic and Distributional Analysis Part 2: Valuation of
Direct Costs Version 3 – Work in Progress: 7 julio, 2000, Revisión Temática de la CMR.
62
International Journal on Hydropower and Dams, 2000 World Atlas and Industry Guide.
52
Extracto de las prioridades estratégicas y
políticas recomendadas por la CMR
La CMR reconoce que las comunidades afectadas por las represas han sido
sometidas a la coacción y la violencia. Todos los partidarios de los proyectos
–públicos y privados– deben acatar la estricta prohibición de tales actos
intimidatorios en contra de cualquiera de los actores involucrados.
53
Se deben evaluar las necesidades de agua, alimento y energía, y definir
claramente los objetivos. La selección de cualquier represa, proyecto o curso
de acción debe basarse en una evaluación exhaustiva y participativa de toda la
variedad de opciones políticas, institucionales y técnicas. El proceso de
evaluación de opciones continúa en todas las etapas de planificación,
desarrollo y operaciones del proyecto.
Los daños ocasionados por las represas pueden requerir una evaluación que
contemple toda la cuenca, aguas arriba y abajo. La estimación de los daños
debe incluir las pérdidas que no sean monetarias. Las compensaciones deben
identificar y priorizar las necesidades comunitarias e incorporar el desarrollo de
estrategias de compensación y mecanismos para remediarlas.
54
Las funciones y responsabilidades de las partes involucradas en el
planeamiento, financiamiento, construcción y operación de la represa deben
quedar claramente establecidas en el proceso de audiencia y evaluación del
reclamo, por parte de un comité independiente constituido por el gobierno, las
personas afectadas y demás partes interesadas.
55
Las grandes represas deben proporcionar descargas de agua con fines
ambientales que ayuden a mantener la integridad del ecosistema y los medios
de vida aguas abajo, y deben ser diseñadas, modificadas y operadas en
consecuencia.
56
Las prácticas de corrupción se evitan mediante la aplicación de la legislación,
los pactos voluntarios relativos a la integridad, la inhabilitación y otros
instrumentos.
57
Capítulo 1
El Poder y el Agua
“Sin lugar a dudas es una de las maravillas del mundo, el majestuoso acantilado
de hormigón, los impetuosos elevadores, el laberinto de túneles, las enormes
centrales eléctricas. Todo lo relacionado con la represa tiene la marca de la
delicada y eficiente belleza que parece identificar a Norteamérica”.1
1
Grafico 1.1 Índice de construcción de represas, 1950-86
“¡Qué obra estupenda, magnífica, una obra que sólo puede emprender una
nación con fe y coraje!... se ha transformado en el símbolo de la voluntad de
una nación de marchar hacia delante, con fortaleza, determinación y valor...
mientras la recorría, pensaba que en la actualidad el templo, la mezquita o
gurdwara más grande es aquél donde el hombre trabaja para el bien de la
humanidad. ¿Qué otro lugar puede ser más grande que éste, esta Bhakra-
Nangal, donde miles y lakhs (cientos de miles) de hombres han trabajado,
derramado sangre y sudor, e incluso entregado sus vidas? ¿Dónde puede
haber un lugar más grande y sagrado que éste, un lugar al cual podamos
considerar superior?”2
2
Cuadro 1.1: Países con grandes y mayores represas (según definición de
ICOLD)
*La ex URSS declaró a ICOLD solamente las 132 grandes represas hidroeléctricas bajo el control del
Ministerio de Energía. Si las represas construidas por el Ministerio de Agricultura y las autoridades
locales hubieran sido incluidas, según ICOLD, la cifra relativa a grandes represas en URSS (ahora
CEI) hubiera sido entre 2000 y 3000. Ver explicación de definiciones según ICOLD.
Fuente: ICOLD, World Register of Dams, París, 1988; International Power & Dam Construction
Handbook 1995, IWPDC, Sutton, RU, 1995.
Las grandes represas son mucho más que meras máquinas que generan
electricidad y almacenan agua. Son expresiones de hormigón, roca y tierra de la
ideología dominante en la era tecnológica: íconos del desarrollo económico y del
progreso científico, a la altura de las bombas nucleares y los automóviles. Los
constructores de la represa Hoover fueron asesorados por un arquitecto que
aconsejó despojarla de los ornamentos originalmente planeados, para así acentuar
el poder visual de su colosal faz de hormigón. Theodore Steinberg, un historiador de
la Universidad de Michigan, sostiene que la represa Hoover “procuraba simbolizar
grandeza, poder y dominio. Así fue concebida”.3
3
4 Vaiont Italia 1961 B 262
Tehri India u/c T/R 261
5 Chicoasén Méjico 1980 T/R 261
6 Mauvoisin Suiza 1957 B 250
7 Guavio Colombia 1989 T/R 246
8 Sayano-Shushensk Rusia 1989 B/C 245
9 Mica Canadá 1973 T/R 242
Ertan China u/c B 240
10 Chivor Colombia 1957 T/R 237
Kishau India u/c C 236
11 El Cajón Honduras 1985 B 234
12 Chirkey Rusia 1978 B 233
13 Oroville EEUU 1968 T 230
14 Bhakra India 1963 C 226
15 Hoover EEUU 1936 B/C 221
16= Contra Suiza 1965 B 220
16= Mrantinje Yugoslavia 1976 B 220
18 Dworshak EEUU 1973 C 219
19 Glen Canyon EEUU 1966 B 216
20 Toktogul Kirgizistán 1978 C 215
40.000 grandes represas, de las cuales apenas 5.000 fueron construidas antes de
1950. Una “gran represa”, como usualmente la define ICOLD, es aquella que mide
15 metros o más desde la base hasta la cresta –más alta que un edificio de 4 pisos.
China se ha dedicado a la construcción de represas con gran fervor: el país tenía 8
grandes represas al momento de la revolución en 1949; cuarenta años más tarde
contaba con cerca de 19.000. Estados Unidos es el segundo país con mayor
cantidad de grandes represas, 5.500 aproximadamente; le siguen la ex URSS,
Japón e India (ver cuadro 1.1 y gráfico 1.1). Se calcula que sólo en los EE.UU.
existen alrededor de 96.000 pequeñas represas. Si la proporción de represas
grandes y pequeñas es similar en otros países, entonces se estima que existirían
alrededor de 800.000 pequeñas represas en todo el mundo.4
4
9 Krasnoyarsk Rusia 1967 133.000
10 W.A.C. Bennett Canadá 1967 70.309
11 Zeya Rusia 1978 68.400
12 Cabora Bassa Mozambique 1974 63.000
13 La Grande 2 Canadá 1978 61.715
14 La Grande 3 Canadá 1981 60.020
15 Ust-Ilim Rusia 1977 59.300
16 Boguchany Rusia 1989 58.200
17 Kuibyishev Rusia 1955 58.000
18 Serra da Mesa Brasil 1993 54.000
(São Felix)
19 Caniapiscau Canadá 1981 53.800
20 Bukhtarma Kazajtán 1960 49.800
*La mayor parte del volumen del lago (lago Victoria) es natural. La represa de 31 metros de altura
agregó 270 km cúbicos de almacenamiento a la capacidad original del lago
Fuente: International Water Power & Dam Construction Handbook 1995.
5
18 Paulo Afonso IV Brasil 1979 2.460
19 Cabora Bassa Mozambique 1975 2.425
20 W.A.C. Bennet Canadá 1968 2.416
Fuente: International Water Power & Dam Construction Handbook 1995.
La mayoría de las cuencas de los ríos más importantes están hoy cercadas por
represas; muchos grandes ríos son ahora poco más que escaleras de embalses.
Apenas 70 de los 2.000 kilómetros del río Columbia fluyen libres del agua muerta de
las 19 represas que lo detienen. En la porción continental de los EE.UU., entre los
ríos de más de 1.000 kilómetros, sólo el Yellowstone permanece sin represas. En
Francia, la única porción del Ródano que fluía libre fue represada en 1986. En otros
lugares de Europa, ni siquiera el Volga, el Weser, el Ebro o el Tajo tienen tramos de
más de un cuarto de su longitud total que se hayan escapado de convertirse en
embalses.6
En todo el mundo, los embalses tienen una capacidad global de almacenamiento del
orden de los 6.000 kilómetros cúbicos, más del triple del volumen de agua de todos
los ríos del planeta.7 El peso de los grandes embalses es tan grande que puede
desatar sismos –existen casos registrados de los llamados sismos inducidos por
embalses (RIS, en inglés). Desde la geofísica incluso se estima que la redistribución
del peso de la superficie terrestre causada por los embalses, puede tener un muy
sutil pero mesurable impacto sobre la velocidad de rotación de la Tierra, la
inclinación de su eje y la forma de su campo gravitacional.8
6
8.500 kilómetros cuadrados del embalse Volta a espaldas de la represa de
Akosombo, anegó alrededor del 4 por ciento del área terrestre ghanesa. En los
EE.UU. los embalses han inundado un área equivalente a New Hampshire y
Vermont juntas.10 Los tres tercios de la superficie terrestre que han sido sumergidos,
representan una pérdida mucho mayor que la expresada por la árida estadística
–las planicies inundables anegadas por los embalses brindan al mundo los suelos
de cultivo más fértiles, y sus humedales y bosques ofrecen los hábitat silvestres más
diversos.
Las represas son las principales culpables de que la quinta parte de los peces de
agua dulce del planeta hoy se encuentre amenazada o extinguida. El porcentaje es
aún mayor en los países cuyos ríos han sido fuertemente represados –cerca de dos
quintos en los EE.UU., y tres cuartos en Alemania. Los anfibios, moluscos, insectos,
aves acuáticas y otras formas de vida propias de ríos y humedales, sufren la misma
amenaza.12
7
bajas de los valles hoy inundadas por las represas fueron siempre las más
favorables para los asentamientos humanos, así que los embalses han anegado
innumerables sitios de importancia cultural y arqueológica; muchos conocidos, pero
muchos más sin duda que esperaban ser descubiertos al momento de su pérdida.
Las enfermedades propagadas por vectores como los mosquitos, que prosperan en
los canales de irrigación y a orillas de los embalses, han causado una pérdida
humana inestimable. Las represas también pueden ocasionar daños letales al
derrumbarse. Más de 13.500 personas fueron aniquiladas por alrededor de 200
represas, excluyendo China, que rebasaron o colapsaron durante el siglo XX. En
agosto de 1975 una funesta serie de desbordes de represas en la provincia china de
Henan, causó alrededor de 230.000 muertes. Cientos también han perecido por
negarse al desalojo y a hacer lugar a las represas. En 1982, en Guatemala, 369
indios maya, en su mayoría mujeres y niños, fueron torturados, baleados,
apuñalados, ahorcados y golpeados hasta la muerte, como castigo a la demanda de
la comunidad de ser adecuadamente compensada por la pérdida de sus hogares a
causa de la represa Chixoy.
Historiar sin incluir agua en la crónica, es dejar afuera una gran parte del
relato. La experiencia humana nunca ha sido así de árida.
Donald Worster
Rivers of Empire, 1985
Todo territorio es parte de una cuenca y todo está modelado por el agua que fluye
sobre y a través de ella. Es más, los ríos están integrados a la tierra a tal punto que
en muchos sitios tienen predominio absoluto en el paisaje. Un río es mucho más
que agua fluyendo hacia el mar. Además de agua, y tan importante como ella, el río
transporta sedimentos, minerales disueltos y detritos de animales y plantas ricos en
nutrientes. El lecho y las orillas en perpetuo cambio, junto con las aguas
subterráneas, son parte integral del río. Incluso las praderas, selvas, bosques y
humedales de sus planicies inundables pueden considerarse como partes del río –y
al río como parte de ellos.
8
Cuando abandonan las montañas, los ríos aminoran su paso, comienzan a serpear
y su marcha se hace sinuosa, en busca de la senda que menos resistencia oponga,
a través de valles que se ensanchan, sobre suelos aluviales consolidados por el
sedimento de crecientes milenarias. Al fin, el río alcanza un lago o el océano. Donde
el río se torna fangoso y el suelo llano los sedimentos fluviales pueden formar un
delta, dividiendo al río en una “pata de pájaro” de cursos de agua (distributarios) que
descargan en el mar. El estuario, donde el agua dulce se mezcla con la salada del
océano, es una de las porciones biológicamente más productivas tanto del río como
del mar. La mayor parte de la pesca mundial proviene de especies que al menos en
un momento de su ciclo vital dependen del hábitat del estuario y de su riqueza de
nutrientes.
La diversidad del río no sólo depende de los varios tipos de suelo que atraviesa sino
también de las distintas estaciones y las diferencias entre años secos y húmedos.
Las variaciones estacionales y anuales en la cantidad de agua, sedimentos y
nutrientes que escurren por las cuencas, suelen ser enormes, especialmente en
zonas áridas donde la mayor parte de la lluvia anual se descarga en unas pocas
tormentas. En promedio, el 85 por ciento de la descarga anual del Limpopo, en
Sudáfrica, fluye desde enero a marzo, y sólo el uno por ciento, desde agosto hasta
octubre. En la zona septentrional también existen ríos altamente estacionales, con
flujo mínimo durante el invierno helado, seguido por grandes inundaciones en el
deshielo estival.
Los ríos y la rica variedad de plantas y animales que éstos sustentan abastecen a
las sociedades que viven de la caza y la recolección, proporcionan agua para la
ingesta y la higiene, alimentos, drogas y medicinas, pigmentos, fibras y madera. Los
9
agricultores obtienen los mismos beneficios y además el riego para sus cultivos
donde éste es necesario. Para las sociedades rurales, que alimentan su ganado en
amplias zonas generalmente conformadas por planicies y montañas, la vegetación
perenne de las orillas de los ríos se transforma en alimento y forraje durante las
estaciones estivales y de sequía. Pueblos y ciudades usan y abusan de los ríos para
deshacerse de sus desperdicios.
Los ríos de la India son quizá los más cargados de mitos, leyendas épicas y
significado religioso entre todas las naciones. El ambientalista Vijay Paranjpye
menciona un texto sagrado donde se sostiene que “todos los pecados son
purificados con tres baños en el Saraswati, siete en el Yamuna, uno en el Ganges,
¡pero la sola vista del Narmada basta para absolver todos los pecados!”. Otro
antiguo texto describe al río Narmada como “dador de dicha”, “exquisito”, “de
venturosa actitud” y “quien irradia alegría”.15
De las vidas que el río sustenta, quizá la más impregnada de sentido mitológico sea
la del salmón. El “salmón de la sabiduría”, cuenta la leyenda, vivía en un estanque
cercano a la fuente del Boyne, y aquel que probaba su carne adquiría el
entendimiento de todo lo terrenal, pasado, presente y futuro. Los nativos
norteamericanos del noroeste, sobre el Pacífico, creían que los salmones eran seres
superiores, que ascendían por los ríos para beneficio de las personas, morían, y
luego regresaban a la vida en una gran casa bajo el océano, donde bailaban y
10
festejaban con formas humanas. Algunas tribus le daban la bienvenida al primer
salmón de la temporada con una ceremonia digna de la visita de un jefe.
Así como los ríos brindaron vida, también trajeron muerte. Los asentamientos en las
planicies permitían a sus habitantes aprovechar las ventajas de las ricas planicies
inundables utilizando los fértiles suelos aluviales, pero los cultivos y la población
también se exponían al riesgo de catastróficas inundaciones. Gilgamesh, la leyenda
épica más antigua de la que se tiene registro, refiere a una gran inundación
desatada por Dios para castigar a los pecadores de la Mesopotamia. Los mitos y
leyendas sobre grandes inundaciones son comunes a muchas culturas de todo el
mundo, desde los judíos del Antiguo Testamento, a los paganos noruegos y los
nativos de las Américas.
Las represas del planeta han provocado profundos cambios en las cuencas
fluviales. Nada altera tanto al río como una represa. El embalse es la antítesis del
río -la esencia del río es su fluir; la del embalse, su inmovilidad. Un río libre es
dinámico, siempre cambiante -erosionando su lecho, depositando limo, buscando un
nuevo curso, desbordando sus orillas, secándose. La represa es un monumento a la
quietud, su propósito es poner el río bajo control, regular sus patrones estacionales
de crecidas y caudales bajos. La represa atrapa sedimentos y nutrientes, altera la
temperatura y química fluvial, y perturba los procesos geológicos de erosión y
acumulación a través de los cuales el río esculpe la tierra adyacente.
S.H.C. de Silva
Asesor de la Secretaría de Irrigación de Sri Lanka, 1991
11
la agricultura, industrias y viviendas, mitigar las inundaciones y favorecer la
navegación fluvial mediante flujos regulares y la inundación de rápidos. Otros
argumentos para la construcción de grandes represas son la creación de embalses
para la pesca y actividades recreativas como la navegación.
Las represas en el curso del río y las de contención son diferentes tipos de
“represas de río”, esto implica que aunque aumentan el nivel aguas arriba sólo
crean un pequeño embalse (“estanque de cabecera”) que no puede regular
efectivamente el flujo aguas abajo. Por lo general, una represa en el curso del río es
un muro bajo, de piedra, concreto o elementos vegetales. Una represa de
contención puede alcanzar diez o veinte metros de altura y extenderse por cientos
de metros sobre el lecho de un río caudaloso. En todos los casos la generación de
energía de la planta hidroeléctrica de una “represa de río” es proporcional al caudal
del río.
Aunque tienden a causar menos daño que las de almacenamiento, las represas de
río están lejos de ser benignas para el ambiente, y la diferencia entre ellas no
12
siempre es precisa. Los que apoyan la construcción de represas muchas veces
buscan restarle importancia al impacto que éstas causan promocionándolas como
represas de río. Los funcionarios tailandeses, por ejemplo, insisten en describir a la
represa Pak Mun como un proyecto de represa en el curso del río, a pesar de que
sus esclusas permanecen cerradas la mayor parte del tiempo y de que opera como
una represa de almacenamiento. A pesar de las promesas de los constructores y
patrocinadores de la represa acerca de los mínimos impactos que tendría sobre el
río, a Pak Mun le bastaron un par de años para acabar con una de las mayores
fuentes de pesca de agua dulce del país.16
Así como cada río y cuenca son únicos, también lo son cada represa y su
emplazamiento. Sin embargo las represas pueden clasificarse en tres tipos según
su diseño: de relleno, de gravedad u hormigón, y represa bóveda. La elección
depende principalmente de la topografía y de la geología de su emplazamiento. Las
represas de relleno, generalmente las más económicas, constituyen más del 80 por
ciento de las grandes represas. Éstas suelen construirse sobre amplios valles, cerca
de donde se pueden extraer las enormes cantidades de materiales de construcción
que requieren. Las grandes represas de relleno son las mayores estructuras alguna
vez erigidas por la humanidad. La represa más voluminosa del planeta, Tarbela, en
Pakistán, contiene 106 millones de metros cúbicos de tierra y roca, 40 veces más
que el volumen de la Gran Pirámide.
Aparte del muro principal, las represas poseen una serie de características
estructurales que las caracterizan. Los vertederos se utilizan para la descarga de
agua cuando el nivel del embalse es demasiado alto. Las grandes represas
construidas sobre amplias planicies suelen incluir largas extensiones de represas y
diques auxiliares. Los cinco embalses de la primera fase de la planta hidroeléctrica
13
La Grande, en el norte de Quebec, por citar un ejemplo, están contenidos por once
represas y más de 200 diques adicionales dispuestos a lo largo de 14 kilómetros.
Robinson Jeffers
de Summer Holiday, 1925
Se cree que los primeros constructores de represas fueron los agricultores de los
valles de las montañas Zagros, en el extremo este de la Mesopotamia. Allí se han
descubierto canales de irrigación de ocho mil años de antigüedad, y es probable que
se hayan utilizado pequeñas represas de ramas y tierra para derivar el agua de los
ríos hacia los canales. Hace 6.500 años, los sumerios atravesaban las planicies del
bajo Tigris y Éufrates con redes de canales de irrigación. Tampoco aquí se ha
encontrado evidencia física de la existencia de represas, pero es factible que hayan
sido usadas para controlar el flujo del agua de irrigación.
Las primeras represas de las que se han encontrado vestigios fueron erigidas
alrededor del año 3.000 a.C., y eran parte de un elaborado sistema de provisión de
agua para la ciudad de Jawa, en el actual Jordán. Este sistema incluía una represa
en el curso del río, de 200 metros de ancho, que derivaba el agua a través de un
canal hacia diez pequeños embalses contenidos por diques de roca y tierra. La
mayor de las represas tenía más de 4 metros de altura y 80 metros de largo.
Alrededor de 400 años más tarde, en la época de las primeras pirámides, un grupo
de albañiles egipcios construyó la Sadd el-Kafra o “Represa de los Paganos”, a
través de un cauce estacional cerca de El Cairo. Esta pequeña masa de arena,
grava y roca tenía 14 metros de altura y 113 metros de longitud, y estaba
sustentada por 17.000 bloques de roca. Sin embargo, antes de ser finalizada, luego
de quizá una década de trabajo de obra, una creciente arrasó con parte de la
represa, y nunca fue reparada. Se cree que la inconclusa represa iba a suministrar
agua a las excavaciones locales. Gracias al Nilo, que cada año inundaba el suelo
antes de la temporada de siembra, los agricultores del Antiguo Egipto no
necesitaban represas para la irrigación.
14
Hacia el final del primer milenio a.C. se construyeron represas de roca y tierra en los
alrededores del Mediterráneo, en Medio Oriente, China y Centroamérica. Quizá la
mayor evidencia de la creatividad de los ingenieros romanos sean sus represas y
acueductos. Las represas romanas más notables que aún perduran se encuentran
en España. Éstas conservaron su superioridad en el campo de la ingeniería
hidráulica a través del período moro y ya entrada la Edad Moderna. Una represa de
piedra de 46 metros de altura cerca de Alicante, comenzada en 1580 y completada
14 años después, fue la mayor en el mundo durante gran parte de los tres siglos
siguientes.
El sur de Asia también posee una larga historia de construcción de represas. Desde
el siglo IV a.C. ya se erigían grandes represas de tierra para abastecer de agua a
las ciudades de Sri Lanka. Una de estas tempranas estructuras fue construida en el
año 460 d.C., alcanzó los 34 metros de altura y fue la mayor del planeta durante
más de un milenio. El rey Parakrama Babu, un gobernante cingalés del siglo XII
conocido por su tiranía y delirios de grandeza, presumía de haber construido y
restaurado más de 4.000 represas. Éste llegó a transformar a un viejo dique en una
estructura de 15 metros de altura y de una increíble longitud de casi 14 kilómetros.
Ninguna represa igualó su volumen hasta principios del siglo XX.17 Según el
antropólogo Edward Leach, las grandes represas de Parakrama Babu eran poco
utilizadas por los habitantes de Sri Lanka, que acudían a pequeños estanques
artificiales, conocidos como “tanques”, para la irrigación. Las grandes represas,
expresa Leach, “son monumentos, y no estructuras útiles”.
Las tecnologías para convertir el flujo del agua en energía mecánica tienen una
historia casi tan extensa como la de la irrigación. En el Antiguo Egipto y en Sumeria
ya se usaba el tipo de rueda hidráulica conocida como noria, que posee recipientes
en todo su contorno y se utiliza para extraer agua desde un río o canal. En Roma,
hacia el primer siglo a.C., se usaban molinos de agua para la molienda de maíz. El
catastro de 1806 registra 5.624 molinos de agua en Inglaterra, cerca de uno cada
250 personas.
Sin embargo, las ruedas hidráulicas no fueron construidas sólo para extraer agua y
moler maíz. Durante la tardía Edad Media éstas cumplieron numerosas tareas en
los grandes centros industriales de Alemania e Italia del norte, tales como machacar
pulpa para papel, martillar hierro, sobar pieles en las curtiembres, hilar seda, triturar
minerales y bombear agua de las minas. Las extracciones de la famosa “montaña
de plata” en Potosí –Bolivia- eran desmenuzadas a través de cientos de ruedas
15
hidráulicas. A principios del siglo XVII colapsó la represa de uno de los 32 embalses
más importantes que suministraban agua a los molinos y arrasó con la mayoría de
ellos y con 4.000 personas. En los inicios de la revolución industrial cerca de medio
millón de molinos de agua impulsaban las minas y fábricas europeas.
16
perfeccionamiento de la ingeniería de las represas permitió la construcción de los
represamientos con la altura necesaria para crear esta cresta.18
Woody Guthrie
Washington Talkin' Blues, 1941
La conquista y población del árido oeste de los EE.UU., a fines del siglo XIX,
pudieron concretarse gracias a las represas más que a los vaqueros. Los primeros
colonizadores consideraban que la construcción de represas y la derivación de los
cursos de agua del desierto hacia sus tierras era una necesidad económica y un
deber espiritual, la prosecución del trabajo divino mediante la transformación del
desierto en un vergel. Hacia fines del siglo XIX la mayor parte de los sitios más
adecuados para pequeñas represas y sistemas de irrigación financiados por
agricultores o compañías privadas ya habían sido explotados y además muchas
compañías de irrigación estaban en quiebra.
La “Newlands’ Act” fue aprobada en medio de una retórica que expresaba que la
irrigación del oeste sería un imán para aquellos sin hogar ni tierra en el este y que al
mismo tiempo serviría como válvula de escape para el descontento y como refuerzo
de la democracia. La irrigación también permitiría la colonización de la despoblada
mitad oeste de los EE.UU. Sin embargo, pocos años más tarde, se hizo evidente
que las grandes y empobrecidas legiones del este ansiosas por practicar la
agricultura en el desierto no existían, y que la irrigación estatal no era más
17
económica que la privada. Según las palabras de Donald Worster, el programa
federal de irrigación era “irremediablemente utópico, caro, complicado e ingenuo”.
Hacia 1930, expresa Worster, “era un fracaso tan evidente que de no haber sido por
el respaldo de poderosos grupos e imperativos culturales, la irrigación federal
hubiera sufrido una muerte ignominiosa”.19
La electricidad de las grandes represas del oeste de los EE.UU. sirvió de ayuda
para ganar la II Guerra Mundial. En junio de 1942, casi toda la energía proveniente
de Grand Coulee y Bonneville, construida por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército
en Baja Columbia, era destinada a la producción bélica, la mayor parte para la
elaboración de aluminio para aviones. Más tarde, la hidroelectricidad del noroeste
fue destinada para otro uso: la producción de plutonio para hacer bombas
nucleares, con un alto consumo de energía. En 1945, las mayores fuentes de
18
electricidad sobre el planeta eran Grand Coulee y Hoover, con capacidades de
generación de 2.138 y 1.250 megavatios, respectivamente.
19
soviéticos buscaban “curar a los ríos desequilibrados”, según las propias palabras
del escritor Máximo Gorky. La época dorada de las represas en la URSS comenzó
con la construcción de grandes represas de relleno que atravesaban amplios valles,
y por lo tanto se inundaron vastas áreas de rico suelo agrícola y miles de
poblaciones. En los años ´70, los embalses del país cubrían alrededor de 120.000
kilómetros cuadrados –dos veces y media más que el área anegada en los EE.UU.
Hasta el momento de su transferencia al Ministerio de Energía, en 1960, el Instituto
de Proyectos Hidroeléctricos, principal organismo soviético de construcción de
represas, formaba parte de la KGB.
La policía secreta y las represas estaban relacionadas por el hecho de que sólo los
campos de concentración podían brindar la gran cantidad de mano de obra
necesaria para la construcción de las gigantescas represas soviéticas. La primera
represa mayor de la URSS, Dneprostroi, que consistía en un dique de 60 metros de
altura que se extendía a lo largo de tres cuartos de kilómetro sobre el río Dnieper,
fue la planta hidroeléctrica más poderosa del planeta luego de su finalización en
1932. Ésta anegó tanta tierra agrícola de excelencia en Ucrania que los hidrólogos
soviéticos aseveraron que la quema del forraje que se hubiese obtenido del área
sumergida, habría producido tanta energía anual como la generada por la planta
hidroeléctrica.22
Algún día hasta la última gota de agua de todo el valle del Nilo... será dividida
equitativa y amistosamente entre la gente del río... y el propio Nilo se
extinguirá gloriosamente sin jamás alcanzar el mar.
20
Winston Churchill, 1908
[CK con Postel]
A fines del siglo XIX y principios del XX, la Gran Bretaña colonialista era la más
febril constructora de represas fuera de Europa y Norteamérica y su impronta más
perdurable quedó en las cuencas del Indo, Ganges y Nilo. En sus colonias
impulsaban transformar las tierras que el campesinado cultivaba para el consumo
local en tramos irrigados, donde los granjeros con capital invirtiesen en represas y
canales, y cultivasen productos de alto valor como el algodón, la caña de azúcar y el
opio. La mayor parte de los cultivos se exportaba a Gran Bretaña y a otros lugares
del Imperio.
21
Michael Straus, sostuvo que “el concepto estadounidense de desarrollo integral de
una cuenca fluvial... ha cautivado la imaginación mundial”. 25
La Unión Soviética brindó asistencia técnica y financiera para las represas en los
países donde la política de la Guerra Fría hizo que los EE.UU. y sus aliados no
fueran bien recibidos. En este sentido, el proyecto más notable que recibió la ayuda
de la URSS es la Gran Represa de Assuán. En China, luego de la revolución de
1949, los asesores de represas de la BuRec fueron reemplazados por los ingenieros
de la Agencia de Programas Hidrológicos. Los diseñadores de represas soviéticos
fueron a su vez expulsados luego de la ruptura chino-soviética de los años ’60.
22
En la actualidad, el Banco Mundial (BM) es el mayor inversor extranjero de las
grandes represas chinas, como también lo ha sido históricamente en el mundo
entero. El primer préstamo del BM a un país en vías de desarrollo ayudó a pagar
tres represas. Desde entonces ha prestado cerca de 58.000 millones de dólares
(según cotización de 1993) para más de 600 represas en 93 países, incluyendo
muchos de los mayores y más controversiales proyectos sobre el planeta. Distintos
bancos multilaterales de desarrollo, como el Interamericano y otros asiáticos, y
varias agencias especializadas de las Naciones Unidas –en especial la
Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa de
Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) – han tenido un importante
protagonismo en el avance de las grandes represas y los programas de irrigación en
países en vías de desarrollo. Además los organismos bilaterales de “ayuda”, tales
como la Agencia de Desarrollo Internacional de los EE.UU. (USAID) y la
Administración Británica para el Desarrollo Extranjero (ODA), son otros importantes
financistas y planificadores de represas, a menudo en sociedad con el Banco
Mundial y diferentes organismos de la ONU.
Desde la década del ´70 esta asistencia ha sido una enorme ayuda financiera para
el sustento de las compañías constructoras y proyectistas de represas de los países
del norte, donde debieron enfrentar una mengua en la demanda. Las represas más
grandes se encuentran entre los proyectos de infraestructura más costosos. Itaipú,
que fue erigida en el límite brasileño-paraguayo y costó 20.000 millones de dólares,
es actualmente la represa hidroeléctrica más poderosa del planeta, con una
capacidad generadora de 12.600 megavatios. En abril de 1996, según los cálculos
oficiales, la represa Tres Gargantas, en China, de 18.200 megavatios, oscilaba entre
los 30.000 y 50.000 millones.27 En todo el mundo se gastan cerca de 20.000
millones de dólares anuales en la construcción y reforma de represas.
23
El mal del gigantismo
24
proyectos en el ámbito local, nacional e internacional. En el transcurso de los ´80 el
movimiento anti-represas se enfrentó a la denigración y a la intimidación, y forzó la
postergación indefinida o la cancelación de varios grandes y prestigiosos proyectos:
la represa Franklin en Australia, Nam Choan en Tailandia, Nagymaros en Hungría,
“Silent Valley” en India, Babaquara en Brasil, Katun en Rusia, y Serre de la Farre en
Francia, entre los casos más importantes. A fines de los ´80 y ´90 la épica lucha del
Movimiento Salvemos al Narmada, o Narmada Bachao Andolan, que enfrentaba los
poderosos patrocinadores de la gigante represa india Sardar Sarovar, inspiró a los
ambientalistas del mundo entero y humilló al omnipotente Banco Mundial,
forzándolo al abandono del proyecto en 1993. Dos años más tarde el Banco Mundial
tuvo que ceder a la presión y renunciar a la polémica represa Arun III, en Nepal,
aceptando los argumentos de sus detractores. En la actualidad el Banco Mundial
parece dispuesto a financiar grandes represas sólo en países con regímenes
represivos que puedan asegurar la supresión de la resistencia popular.
Sin embargo, aún es demasiado pronto para escribir el epitafio de las grandes
represas. A pesar de la notable disminución de la construcción –desde la década de
los ´50 hasta mediados de los ´70 cerca de 1.000 grandes represas comenzaban a
operar cada año-, a principios de los ´90 todavía se finalizaban anualmente 260
grandes represas. De acuerdo con ICOLD, a principios de 1994 se construían cerca
de 1.200 represas de una altura mínima de 15 metros. Además existe una tendencia
a construir represas aún más altas.32 En China, Brasil, Laos, Vietnam, Turquía,
España, India, Méjico, Burma, Argentina y Malasia, existen obras o diseños de
numerosos proyectos que causarían un impacto masivo en la sociedad y en los
ecosistemas fluviales.
25
Transformación de la Naturaleza” de Stalin en un propósito ambientalmente
amigable. Durante los ´60 se imaginó un proyecto de represa en el Amazonas. El
embalse de 190.000 kilómetros cuadrados, superficie mayor que la República
Oriental del Uruguay, estaría contenido por una represa de 64 kilómetros de longitud
con una potencia aproximada de 80.000 megavatios.32
Hace tiempo ya que la industria hidroeléctrica también está deseando construir una
gran represa en el río Congo –segundo luego del Amazonas en términos de
volumen de descarga. Cerca del centro de la costa oeste de África se encuentran
los saltos Inga, una de las concentraciones con mayor potencial hidroeléctrico en el
mundo. Hasta el momento existen dos grandes proyectos hídricos en el lugar.
Ninguno de ellos supone la construcción de una represa en el río; en lugar de esto
deriva una pequeña proporción del caudal hacia los lados de la cascada, a través de
las turbinas. Los proyectistas anhelan hacer una represa sobre el Zaire, en los
saltos del Inga, para aprovechar a pleno el potencial del sitio, de más de 40.000
megavatios –cifra que duplica la capacidad hidroeléctrica de toda África a mediados
de los ´90. La electricidad proveniente de Inga podría utilizarse en todo el continente
e incluso en Oriente Medio, Turquía y Europa. En 1995 un grupo de funcionarios del
sector de la energía -sudafricanos y egipcios-, inició conversaciones sobre la
construcción de un enlace de alto voltaje entre Ciudad del Cabo y El Cairo, cuya
piedra angular sería el proyecto “Grand Inga”. 34
26
Asia Central o del mar Aral.35 En la India, los tecnócratas del agua propugnan la
construcción de una cadena de embalses y canales para unir los ríos Brahmaputra,
Ganges, Mahanadi, Godavari, Krishna, Pennar, Cauvery, Tapi, Narmada, Ken y
Yamuna, con el objetivo de acarrear el “exceso” de agua desde el este y norte hacia
el oeste y sur. 36
“Una cadena visible desde Marte”, fue la descripción que Wallace Stegner hizo de
NAWAPA –la Alianza Norteamericana para el Agua y la Energía. 37 NAWAPA,
concebida en los ´50, utilizaría represas de hasta 520 metros de alto (dos veces la
talla de Chicoasén en Méjico, en la actualidad la más alta en América) para decantar
el caudal de al menos 19 ríos de Alaska y de Columbia Británica en un gigantesco
embalse de 800 kilómetros de longitud en las Rocosas Canadienses. Una parte del
agua sería canalizada hacia el este hasta los Grandes Lagos y eventualmente hacia
los ríos San Lorenzo, Illinois y Mississippi. Sin embargo, el principal motivo del
sistema sería la derivación de agua hacia el sur a través de una inmensa maraña de
bombas, túneles, embalses y ríos convertidos en grandes canales. California,
Arizona y Tejas recibirían nuevas y masivas cantidades de agua de irrigación. A
Méjico le llegaría lo suficiente para triplicar el área bajo riego. Incluso después de
haber bombeado el agua, aún quedaría una capacidad energética remanente de
50.000 a 80.000 megavatios.
27
lecho del Mediterráneo en tierras cultivables irrigadas con agua dulce trasladada
desde el río Zaire.40
28
Una creciente conciencia de que las necesidades genuinas, supuestamente
satisfechas por las represas pueden ser satisfechas de otras maneras, le brinda a
los opositores un apoyo aún mayor. Se puede suministrar agua a las zonas áridas
mucho más rápida, económica y equitativamente mediante proyectos de pequeña
escala, algunos con técnicas tradicionales, otros con métodos novedosos y a veces
combinando ambos. Una mayor eficiencia en el suministro y consumo de agua
puede aumentar notablemente la disponibilidad del recurso sin necesidad de más
represas. De igual manera todos los países tienen un gran potencial para reducir el
consumo de energía mediante la conservación y eficiencia. En la actualidad los
costos de las fuentes de generación de energía renovable, en especial la eólica y la
solar, se abaratan rápidamente, y para muchas áreas y usos ya son más
económicos que la energía hidroeléctrica.
El principal argumento utilizado contra los que respaldan a las pequeñas represas
como alternativa a los grandes proyectos, es que si el propósito de éstas es la
creación del mismo monto de almacenamiento y capacidad de generación que una
29
gran represa, se deberían erigir tantas pequeñas estructuras que sus efectos serían
aún peores que los de la gran represa que reemplazarían. Usualmente los
pequeños embalses anegan un área de terreno mayor por unidad de agua
almacenada que los embalses más grandes. Sin embargo, ningún promotor de
pequeñas represas con los pies sobre la tierra creería poder alcanzar el mismo nivel
de rendimiento que las represas grandes: obstruir el río Paraná en Sudamérica con
15.700 represas de 1 megavatio, no puede competir nunca con la capacidad
combinada de 15.700 MW de las represas de Itaipú y Yacyretá. De manera similar
ninguna cantidad de pequeñas represas sobre el Colorado podría haber igualado los
68.000 millones de metros cúbicos de almacenamiento de Hoover y Glen Canyon.
Sin embargo, cuando se las compara con sus hermanas mayores, las pequeñas
represas tienen sus ventajas: son más económicas y menos arriesgadas para los
inversores públicos o privados ya que no podrían arrastrar a una nación o compañía
a la bancarrota si experimentasen problemas de construcción o no funcionaran
como se había esperado. Cuanto más pequeña sea la represa mayor es la
probabilidad de que los beneficios de la construcción y operación de la misma
puedan ser captados por las comunidades locales antes que por manos foráneas.
Las pequeñas represas pueden proveer energía a poblaciones remotas, adonde
nunca llegaría la red pública nacional. Pueden llevar agua a los agricultores locales,
en vez de derivarla a ciudades y agricultores de otros lugares. Es más sencillo
compensar a las personas desplazadas, encontrarles tierras sustitutas y conservar
sus vínculos sociales, cuando sólo una parte menor de la comunidad resulta
afectada y la porción de suelo anegado representa un pequeño porcentaje. En los
pequeños embalses el limo puede ser extraído y diseminado en las tierras aledañas,
manteniendo así la capacidad de almacenamiento del embalse y la fertilidad de los
campos. Y lo que no es menos importante, a pesar de que las pequeñas represas
30
están tan sujetas a roturas como las mayores, comprometen mucho menos vidas si
llegaran a colapsar.
En 1987 un asesor del Banco Mundial escribió que “la mayoría de los pronósticos
sobre la evolución de los recursos hídricos concuerdan en que a mediados del siglo
XXI” la totalidad de los afluentes de los mayores ríos del planeta “estará
almacenada mediante embalses u otros métodos”. 41 En la actualidad sólo los
hidrócratas más fundamentalistas apoyarían esta idea. En varios países la oposición
–combinada con la mala situación económica de las empresas constructoras de
represas y la falta de sitios apropiados- parece estar deteniendo la marcha de la
industria de las represas. En la actualidad la mayor parte de los ríos que
permanecen libres en Suecia y Noruega están legalmente protegidos de la
construcción de represas. Gracias a las leyes del National Wild and Scenic Rivers
Act de 1968, alrededor de 16.000 kilómetros de sectores “sobresalientes” de ríos y
otros cauces de los EE.UU. hoy se encuentran preservados en “condiciones de libre
flujo”. Decenas de miles de kilómetros están protegidas por leyes estatales de
conservación de ríos. 42 En EE.UU. el ritmo de construcción de grandes represas es
hoy menor que en cualquier otra época del siglo XX.
La era de las grandes represas tuvo su cuna en EE.UU. Con fortuna el futuro a largo
plazo de las represas y de la resistencia internacional contra los proyectos también
seguirá el rumbo de los EE.UU. Habiendo hecho lo imposible en contra de los
constructores de grandes proyectos los partidarios de los ríos en los EE.UU. ahora
están dedicados a mitigar los impactos de las represas existentes, en especial
forzando a los operadores de las mismas a liberar agua en patrones que se
aproximen al flujo natural y así tratar de recrear los hábitat originales aguas abajo.
Sin embargo y a pesar de poder reducir el daño causado por las represas, los
operadores no pueden imitar a un río libre. Es por esta razón que los partidarios de
la restauración de los ríos van más allá de la mitigación y realizan campañas a favor
de demoler las represas y dejar que los ríos corran sin obstáculos nuevamente.
Apenas se ha logrado la remoción de unas pocas represas de distintos tamaños y
nadie sabe cómo podría lograrse esto en los grandes proyectos o cuánto costaría.
Sin embargo el creciente movimiento para derribar las represas en los EE.UU.
ofrece a largo plazo una esperanza de que los ríos del planeta puedan ser
rescatados del abismo.
31
Notas
1
Citado en Martin, R., A Story that Stands Like a Dam. Henry Holt, Nueva York, p. 42. A pesar
de que la ceremonia inaugural de Hoover se celebró en 1935, la represa no fue culminada hasta
1936.
2
Nehru, J., Speeches, Vol. III. March 1953-August 1957. División de Publicaciones, Gobierno
de la India, Calcuta, 1958, pp. 2-3.
3
Steinberg, T., '"That World's Fair Feeling": Control of Water in 20th-Century America',
Technology and Culture, Vol. 34, No. 2, abril, 1993, p. 402.
4
Según los registros de ICOLD de 1988, en 1986 existían 36.200 grandes represas. Esta cifra
excluye entre 2.000 y 3.000 grandes represas de la URSS. De acuerdo con las instrucciones de
ICOLD, las comisiones nacionales de represas pueden informar acerca de la existencia de represas
de 10-15 metros y considerarlas como grandes si reúnen los siguientes requisitos: longitud de cresta,
500 m; capacidad de almacenamiento, 1 millón de m3; descarga máx., 2.000 m3/s; 'problemas
fundacionales especialmente complicados; o 'diseño anormal' (ICOLD World Register of Dams. Paris,
1988, pp. 9, 21, 62, 109). Desde 1986 se han construido un promedio de 260 grandes represas por
año. USCOLD, 'US and World Dam, Hydropower and Reservoir Statistics', Denver, CO, 1995.
5
Mermel, T.W., 'The World's Major Dams and Hydro Plants', International Water Power and
Dam Construction Handbook 1995. Surrey, Reino Unido, 1995. La lista de Mermel de 1995 incluye
más de 350 represas mayores, pero los datos de 40 como mínimo parecen no seguir este criterio.
6
Bates, S.F. et al., Searching out the Headwaters. Island Press, Washington, DC, 1993, p. 19;
Gore, J.A. and Petts, G.E., 'Preface', en Gore, J.A. & Petts, G.E. (eds.) Alternatives in Regulated
River Management. CRC Press, Boca Raton; Dynesius, M. y Nilsson, C., 'Fragmentation and Flow
Regulation of River Systems in the Northern Third of the World', Science, Vol. 266, 4 noviembre,
1994.
7
B.F. Chao, “Anthropological Impact on Global Geodymanics due to Reservoir Water
Impoundment”, Geophysical Research Letters, Vol. 22, No. 24, 1995 .
8
Ibídem.
9
I.A. Shiklomanov, “World Freshwater Resources”, en P.H. Gleick (Ed), Water in Crisis: A
Guide to the World’s Freshwater Resources, Oxford University Press, Oxford 1993, p. 14.
10
Devine, R.S., 'The Trouble With Dams', Atlantic Monthly, agosto, 1995.
11
Dynesius and Nilsson, op. cit.
12
World Resources Institute, World Resources 1994-95. Oxford University Press, Oxford, 1994,
p.184.
13
En el Reino Unido, 'watershed' significa la línea que separa dos cuencas fluviales, término
conocido como 'divide' en los EE.UU. En el inglés de los EE.UU. y en la mayor parte de la bibliografía
hidrológica, 'watershed' implica la totalidad del área de una cuenca fluvial. En la presente obra se
utiliza en este último sentido.
14
Mumford, L., Technics and Civilization. Harcourt, Brace and World, Nueva York, 1963 (orig.
1934),p. 61.
15
Paranjpye, V., High Dams on the Narmada. INTACH, Nueva Delhi, 1990, p. 3; Deegan, C.,
'The Narmada in Myth and History', en Fisher, W.F. (ed.) Towards Sustainable Development?
Struggling Over India's Narmada River. M.E. Sharpe, Armonk, NY, 1995, p. 65.
16
Ver Roberts, T.R., 'Just Another Dammed River? Negative Impacts of Pak Mun Dam on
Fishes of the Mekong Basin', Natural History Bulletin of the Siam Society, Vol. 41, 1993.
17
Guilaine, J., (ed.) La Préhistoire, d'un Continent à l'Autre. Larousse, París, 1986, pp. 96-97;
Smith, N., A History of Dams. Peter Davies, Londres, 1971, pp. 1, 8, 48, 123-5, 138, 164, 213-217;
Schnitter, N.J., A History of Dams: The Useful Pyramids. Balkema, Rotterdam, 1-4; Leach citado en
SEELD 1, 293; Debeir, J.-C., et al., In the Servitude of Power: Energy and Civilization through the
Ages. Zed Books, Londres, pp. 75, 91; Mumford, op. cit., p. 112; Moreira, J.R. y Poole, A.D.,
'Hydropower and its Constraints', en Johansson, T.B. et al. (eds.) Renewable Energy: Sources for
Fuels and Electricity. Island Press, Washington, DC, 1993, pp. 78-79.
18
Worster, D., Rivers of Empire: Water, Aridity and the Growth of the American West. Oxford
University Press, Oxford, 1985, p. 130.
19
Ibídem, p. 270.
20
Chandler, W., The Myth of TVA. Ballinger, Cambridge, MA, 1984.
21
Komarov, B., The Destruction of Nature in the Soviet Union. Pluto Press, Londres, 1980, p.
57. Boris Komarov es el seudónimo de Zeyev Volfson. El Instituto de Proyectos Hidroeléctricos fue
originalmente llamado Agencia de Planeamiento Hidrológico.
32
22
Nikulin, I.A., 'The Virus of Giganticism', Novy Mir 5. Traducido por Michelle Kellman, Baikal
Watch.
23
Thukral, E.G., 'Introduction', en Thukral, E.G. (ed.) Big Dams, Displaced People: Rivers of
Sorrow, Rivers of Change. Sage Publications, Nueva Delhi, 1992, p. 9.
24
Citado en Worster, D., 'The Hoover Dam: A Study in Domination', en E.Goldsmith y N.
Hildyard (eds.), The Social and Environmental Impacts of Large Dams. Vol.2: Case Studies,
Wadebridge Ecological Centre, Cornwall, 1986, p. 21.
25
Human Rights Watch/Asia, 'The Three Gorges Dam in China: Forced Resettlement,
Suppression of Dissent and Labor Rights Concerns', Human Rights Watch, Nueva York, 1995, p. 41;
Dai, Q., 'An Interview With Li Rui', en Dai, Q. (editado por Adams, P. y Thibodeau, J.) Yangtze!
Yangtze! Probe International, Toronto y Earthscan, Londres, 1994, p. 126.
26
Walker, T., 'Building China: big promise but tough terms', Financial Times, 19 marzo, 1996.
27
Smith, A History of Dams, p.165.
28
Irrigation and Power, Vol. XVI, No. 1, enero, 1959, p. 172.
29
Nikulin, “The Virus of Gigantism”.
30
'Statement of Bureau of Reclamation Commissioner Dan Beard Regarding Bureau
Involvement in Three Gorges Dam Project', comunicado de prensa del Ministerio del Interior, 16
septiembre, 1993.
31
ICOLD, World Register of Dams, op. cit. 11; ICOLD, 'Annual Report', París, 1994.
32
J.G. Mitchell, “The Man Who Would Dam the Amazon & Other Accounts from Afield”,
University of Nebraska, Lincoln 1999, p.12.
33
Vansant C. 'Consider the Possibilities!', Hydro Review Worldwide, invierno, 1994.
34
Pearce, F 'The International Greed' New Scientists, 8 julio, 1995 ; M.M. Abaza, 'Africa-
Europe Electrical Interconnection and Prospects of Worldwide Interconnections', Global Energy
Network International, First Quarter, 1995 ; 'High Voltage Link from Cape to Cairo', Africa Analysis, 7
abril, 1995.
35
'River Diversion Project Resurrected?', OMRI, 28 de septiembre de 1995.
36
Murthy, Y.K.,'Urgent Need for National Plan for Inter-Basin Transfer of Water in India.', sin
datos.
37
Citado en Worster, op. cit., p. 316.
38
Reisner, M., Cadillac Desert: The American West and its Disappearing Water. Secker y
Warburg, Londres, 1986, pp. 505-513.
39
Ibídem, p. 513 ; S. McCutcheon, Electric Rivers : The Story of the James Bay Project, Black
Rose Books, Montreal 1991, p. 136.
40
Cathcart, R.B., 'Mediterranean Basin - Sahara Reclamation', Speculations in Science and
Technology, Vol. 6, No.2, 1983.
41
Mahmood, K., Reservoir Sedimentation: Impact, Extent and Mitigation. Banco Mundial,
Informe Técnico 71, 1987, p. 6.
42
Gleick (ed.), op. cit., Cuadro F.21; Palmer, T., Endangered Rivers and the Conservation
Movement. University of California Press, Berkeley, 1986; Lövgren, L. 'The Dams Debate in Sweden'
in Usher, A.D. (ed.) Nordic Dam-building in the South: Proceedings of an International Conference in
Stockholm' 3-4 August, 1994, SSNC, Estocolmo, 1994.
33
Capítulo 2
No más ríos:
los efectos ambientales de las represas
Leopold nunca volvió al delta por temor a encontrarlo devastado. Pero resulta
imposible que aun en sus pensamientos más tristes hubiera sido capaz de
imaginar el grado de destrucción que eventualmente alcanzaría. Desde aquella
expedición en canoa de Leopold, el Colorado ha sido represado y desviado
tantas veces que el delta ya no es un delta.
Desde 1960 el Colorado ha llegado al mar sólo durante algunos pocos y raros
períodos de inundación. Con más frecuencia desemboca en algún lugar al sur
de la frontera con Estados Unidos en unos piletones de pesticidas y vertidos
agrícolas estancados. La pérdida del agua dulce y de los nutrientes que se
encontraban en el estuario del Colorado provocó no sólo la muerte de las aves y
los mamíferos acuáticos del delta, sino también el inmediato colapso de una
pesquería que fue en alguna oportunidad altamente productiva y la virtual
extinción de la vaquita, la marsopa más pequeña del mundo.
Los pobladores del delta se encuentran tan agotados como el mismo ecosistema
que alguna vez supo sustentarlos. Las comunidades de pescadores sufren una
profunda depresión económica. Los indígenas Cucapá, o “pueblo del río”, que
1
antes pescaba, cultivaba y cazaba del delta, se ha reducido de una población de
1.200 habitantes un siglo atrás a sólo 40 ó 50 familias que apenas subsisten con
una dieta basada en frijoles y comida basura.1
2- Cambios en la morfología del río provocados por los patrones alterados del
caudal.
3- Fluctuaciones en la calidad del agua río abajo provocadas por los patrones
alterados del caudal.
4- Reducción de la diversidad ribereña, costera y de la llanura aluvial,
principalmente debido a la eliminación de las crecidas.
Experimentos ambientales
Mientras que la muerte del delta del Colorado era completamente predecible —si
se represa y desvía todo el flujo de un río es bastante obvio que se secará—, en
la mayoría de los casos es muy difícil y en muchos casi imposible predecir con
certeza cuáles serán los impactos de la ingeniería hídrica. Las teorías existentes
sobre la dinámica ecológica de los ríos se basan principalmente en estudios de
2
corto plazo de cuencas de baja temperatura, por lo que se cuenta con un
conocimiento limitado sobre el comportamiento de los grandes ríos en regiones
templadas –o de ríos de cualquier tamaño en los trópicos. La mayoría de los
grandes ríos de Europa y de los Estados Unidos se han endicado, enderezado,
dragado y represado antes de estudiar con seriedad la ecología o la hidrología
de los mismos. En los trópicos, donde escasean los fondos destinados a la
investigación, por lo general sólo se realizan estudios científicos sobre los
sistemas hídricos con el objeto de represarlos.2
Así como cada río es único en cuanto a la conducta fluvial, los paisajes que
recorre y las especies que sustenta, también lo son el diseño y el modo de
funcionamiento de cada represa y los efectos de ésta sobre el río y el
ecosistema que lo rodea. Si bien muchas de las grandes represas del mundo y
todas las represas mayores se han finalizado en las últimas seis décadas,
algunos de los efectos ambientales de una represa tal vez no se noten sino
hasta cientos de años después de su construcción.3 En consecuencia, una
represa puede considerarse como un experimento enorme, a largo plazo y
mayormente irreversible y sin control.
3
Algunos efectos ambientales producidos por las represas pueden beneficiar a
ciertas especies. Por ejemplo, el estancamiento de un embalse creará el hábitat
para peces de lago, mientras que el agua templada expulsada puede
incrementar la abundancia de especies ictícolas que no sobreviven en ríos de
agua fría. Sin embargo, como consecuencia de la alteración de las condiciones a
las cuales se han adaptado los ecosistemas locales, el impacto total de una
represa será en casi todos los casos la reducción de la diversidad de especies.
Protegeremos todo esto para la posterioridad. Lo cubriremos con agua para que
nadie lo pueda perturbar.
4
tierra perdida, sino también la calidad: el río y los hábitat de las planicies de
inundación son algunos de los ecosistemas más diversos del mundo. Es
probable que tanto las plantas como los animales que están muy adaptados a
los hábitat del valle no logren sobrevivir al borde de un embalse. Existe la
tendencia a construir represas en áreas remotas que son el último refugio para
especies que han sido desplazadas por el desarrollo en otras regiones. Se
ignora cuántas especies de plantas y animales se han extinguido a partir de que
su último hábitat fuera inundado por una represa, pero esta cifra está lejos de
ser insignificante. Además de destruir el hábitat, los embalses también pueden
destruir rutas migratorias a lo largo del valle y del río. Debido a que aísla
colonias de organismos, esta fragmentación del ecosistema también conduce al
riesgo de endogamia de una población más pequeña.
5
El número de especies de peces que subsisten en los hábitat relativamente
uniformes creados por los embalses sólo representa una pequeña fracción del
número que se ha desarrollado en la diversidad de nichos naturales de los ríos.
Debido a que son pocas las áreas con peces de valor comercial que se han
adaptado a las aguas quietas de los lagos artificiales, los departamentos de
pesca en todo el mundo introdujeron algunas especies (principalmente algunos
tipos de tilapia y de carpa en los trópicos, y trucha, lubina y pez gato en regiones
templadas) que pueden reproducirse en cautiverio y sustentar pesquerías de
embalse. Además de competir con las especies nativas que aún subsisten en el
embalse, estas nuevas especies que proliferan río arriba y río abajo de las
represas han magnificado los impactos de las mismas al acelerar la disminución
y la extinción de especies de peces en todo el mundo.8
Descubro que el agua que cae al pie de las represas de los ríos. . .
transporta desde allí todo el material sobre el que golpea cuando cae.
Leonardo da Vinci
Cuaderno de notas, ca. 1510
6
Todos los ríos transportan sedimentos erosionados de los suelos y las rocas
sobre los cuales fluyen. Todas las represas y embalses atrapan un poco de este
sedimento, especialmente la grava y el canto rodado, quitándole al río aguas
abajo su carga normal de sedimento. Las grandes represas y embalses que no
tengan un desagüe de bajo nivel atrapan por lo general más del 90% y a veces
casi el 100% del sedimento que ingresa. Se dice que el agua bajo una represa
está “hambrienta” y tratará de volver a capturar el sedimento erosionando el
lecho y las orillas del río. Es probable que el sedimento recogido por el río
hambriento sea depositado corriente abajo y la erosión (degradación) del lecho
debajo de la represa se reemplace por la elevación del mismo(agradación)
corriente abajo.
7
A largo plazo, el impacto principal sobre el canal de un río aguas abajo será su
transformación en un canal más profundo y angosto, convirtiendo a los ríos
anchos, trenzados y laberínticos con barras de grava, playas y canales múltiples,
en canales relativamente rectos y simples. El represamiento del río Platte, en
Nebraska, por ejemplo, produjo una reducción de tres cuartos en un tramo del
canal, de un ancho de un kilómetro a fines del último siglo a 265 metros durante
la década de 1960. La reducción de la capacidad de un canal es especialmente
probable en lugares donde los tributarios sin represas llevan los sedimentos a un
río represado, el cual ya no tiene los flujos regulares de inundación que
antiguamente le hubiera permitido descargarlos.12 Al transformar un río trenzado
en un canal simple habrá una tremenda disminución la diversidad de las plantas
y de los animales que éste puede sustentar.
Planicies hambrientas
8
de cultivo de Egipto. Los deltas se forman mediante la acumulación de depósitos
de sedimentos del río en decenas de miles de años, contrarrestada en parte por
su establecimiento y compactación y por la erosión del mar. Al remover el
sedimento que ingresa la tierra se hunde y se reduce. El lento acrecentamiento
del delta del Nilo se revirtió con la construcción de la represa Delta Barrage, en
1868. Durante el siglo XX, con la construcción de otras represas en el Nilo, se
redujo aún más la llegada de sedimento al delta, pero fue con la construcción de
la represa Alta Assuán que el Nilo dejó de llevar sedimentos al Mediterráneo.
Actualmente el Nilo no tiene un verdadero delta.
9
desaparición de 10.000 hectáreas en Luisiana cada año. John McPhee describe
a una de las iglesias del delta del Mississippi “haciéndose hilachas como la ropa
vieja y percudida.”16
Planicies hambrientas
Desde la década del ’20 las represas redujeron cuatro quintas partes del
sedimento que llegaba a la costa sur de California. Este proceso tuvo efectos
dramáticos sobre las playas de la región, que actualmente se mantienen a un
alto costo con arena que se drena de mar adentro. En 1922 las playas en la
célula litoral de 90 km de largo al norte de San Diego medían más de 300 metros
de ancho; en la actualidad algunas de ellas han desaparecido por completo.
Estas playas solían proteger a los acantilados de la erosión provocada por las
olas; el hecho de que no existan más provocó el colapso de los acantilados, lo
que a su vez ocasionó la pérdida de millones de dólares por daños a
propiedades y caminos durante la década del ’80.17
Uno de los ejemplos más dramáticos de erosión costera provocada por una
represa es el caso de la costa Bight de Benin, al este de la desembocadura del
río Volta, en Ghana. La represa de Akosombo prácticamente detuvo el aporte de
sedimentos al estuario del Volta y por lo tanto a la corriente costera que se
desplaza hacia el este. La línea costera que bordea al Togo y al Benin está
siendo socavada a razón de 10 a 15 metros por año. En 1984 el mar avanzó
alrededor de 20 metros en algunas zonas debido a una tormenta, llevándose
consigo una porción considerable de la autopista principal Ghana-Togo-Benin.
Un proyecto para el fortalecimiento de la costa del Togo con espigones y canto
1
0
rodado demandó un costo de $3,5 millones de dólares por cada kilómetro
protegido, aun cuando los mismos supervisores del proyecto admitieron que al
impedir el barrido de sedimento en un tramo de la costa se reduciría la cantidad
de material disponible para la construcción más adelante sobre la misma costa,
acelerando de esta forma la erosión en Benin.18
Robert Bourassa
Power from the North, 1983
Los cambios químicos, termales y físicos por los que atraviesa el agua cuando
se estanca pueden contaminar seriamente el embalse y la corriente del río
aguas abajo. El grado de deterioro de la calidad del agua se encuentra
generalmente relacionado con el lapso de retención del embalse —la capacidad
de almacenamiento en relación a la cantidad de agua que fluye en el reservorio.
El agua almacenada en un pequeño embalse de una represa en el curso del río
sufrirá muy poco o ningún deterioro; pero la que esté almacenada en una gran
represa por varios meses o incluso años podría ser letal para la mayoría de los
seres vivos del embalse y para los que viven en el río decenas de kilómetros o
más debajo de la represa.
1
1
En el Glen Canyon las temperaturas anteriores a la represa variaban según las
estaciones desde máximas de 27 grados centígrados a mínimas bajo cero. Sin
embargo, la temperatura del agua que se filtra por las tomas de la represa del
Glen Canyon 70 metros debajo del nivel de llenado del embalse varía sólo un
par de grados en todo año, con un promedio inferior a 8 grados centígrados. En
la actualidad, el Colorado es demasiado frío como para que las especies de
peces nativos se puedan reproducir hasta 400 kilómetros aguas abajo de la
represa —aunque se hayan introducido truchas.21
Así como los embalses retienen el sedimento del río, también atrapan los
nutrientes que transporta. Durante el clima templado, las algas proliferan cerca
de la superficie de un embalse con altas cantidades de nutrientes –embalse
eutrófico. Mediante la fotosíntesis las algas consumen los nutrientes y producen
grandes cantidades de oxígeno. Como consecuencia, las descargas estivales de
la capa superficial o el epilimnio de un embalse serán más bien cálidas, bajas en
nutrientes, elevadas en oxígeno disuelto y probablemente estarán repletas de
algas. Los peces pueden alimentarse de la gran cantidad de algas, pero a su
vez el agua tendrá olor y gusto poco agradable. Las algas obstaculizarán la
toma de suministro de agua, cubrirán los lechos de grava y limitarán la
recreación.24 La excesiva cantidad de algas en los embalses de poca
profundidad y de aguas estancadas en la ex URSS inutilizaron el agua para el
uso doméstico e industrial.25
Cuando las algas del embalse mueren, se depositan en la capa del fondo, o
hipolimnio, donde se descomponen. Durante este proceso consumen el oxígeno
del hipolimnio, que es muy limitado (generalmente no hay suficiente luz para
producir fotosíntesis al fondo de un embalse). La acidez del agua con bajo nivel
1
2
de oxígeno con frecuencia puede disolver sustancias como el hierro o el
manganeso del lecho del lago. Las descargas en clima cálido de una represa
con bajos niveles de desagüe serán en consecuencia pobres en oxígeno, ricas
en nutrientes y ácidos, y es probable que contengan altas y nocivas
concentraciones de minerales. La presencia de un nivel adecuado de oxígeno
disuelto en un río es uno de los principales indicadores de la buena calidad de
agua. El agua pobre en oxígeno puede “asfixiar” organismos acuáticos y hacer
que no sea apta para beber. Además el oxígeno disuelto es vital para permitir
que las bacterias descompongan detritos orgánicos y se impida la
contaminación.
Jóvenes embalses
En América del Sur están los ejemplos más notorios de inundación de bosques a
gran escala. La represa de Brokopondo, en Surinam, inundó 1.500 kilómetros
cuadrados de selva tropical. La descomposición de la materia orgánica en el
embalse de poca profundidad dejó sin oxígeno al agua y provocó emisiones
masivas de sulfuro de hidrógeno, un gas corrosivo y nauseabundo. Los
trabajadores de la represa debieron utilizar máscaras durante dos años después
de que se comenzara con el llenado del embalse en 1964. El costo de las
reparaciones de las turbinas de Brokopondo, que fueron dañadas por el agua
ácida y por la falta de oxígeno, se estimó en 4 millones de dólares en 1977, lo
que representa más del 7% del costo total del proyecto.27 En 1967 se realizó
1
3
una serie de estudios que demostraron que los niveles de oxígeno en el río sólo
comenzaron a recuperarse 110 km aguas abajo de la represa, impidiendo que
muchas comunidades ribereñas tuvieran acceso al agua potable y a la pesca. 28
La planta más temida por los operadores del embalse es el jacinto acuático
(Eichornia crassipes), originaria de Sudamérica y que ahora se puede encontrar
a lo largo de los trópicos. El jacinto acuático puede proliferar a un ritmo
extraordinario en embalses eutróficos a pesar de los innumerables esfuerzos por
erradicarlo mediante la remoción física de las plantas o la utilización de
herbicidas (que trae consigo problemas inevitables). Dos años después de haber
1
4
comenzado con su llenado, el embalse de Brokopondo se encontraba cubierto
hasta un poco más de la mitad por el jacinto acuático. La planta se pudo
controlar en parte mediante un programa a largo plazo que incluía el rociamiento
con herbicida carcinogénico 2,4-D, que a su vez envenenó muchas otras plantas
y animales.34 Los embalses africanos vienen soportando plagas de jacintos
acuáticos y también de otras plantas. En una oportunidad un quinto de la
superficie del embalse de Kariba —de más de 1.000 kilómetros cuadrados— se
encontraba sofocado de plantas acuáticas.35
Hacia fines de la década del ’70, niveles altos de mercurio se hallaron por
primera vez en los peces de un embalse de Carolina del Sur. Desde entonces
se han reportado casos en Illinois, al norte de Canadá, Finlandia y Tailandia. De
hecho es probable que este problema se haya extendido aún más de lo que
sugieren los pocos estudios realizados: científicos canadienses del
Departamento de Pesquerías y Océanos afirman que las concentraciones de
mercurio en los peces “han aumentado en todos los embalses donde se han
recolectado datos antes y después de la construcción de una represa.”36
1
5
Grande 2, los niveles de mercurio en el lucio y en otro pez predatorio llamado
pez de ojos saltones se habían elevado a seis veces desde su nivel previo a la
construcción del embalse y no demostraban signos de disminución. El pescado
ocupa un lugar importante en la dieta tradicional de los indios Cree, es por esto
que los niveles de mercurio en sus cuerpos se ha incrementado peligrosamente.
En 1984, seis años después de que se terminara La Grande 2, el 64% de los
Cree que vivían en el estuario de La Grande presentaba altos niveles de
mercurio en la sangre, que excedían ampliamente el límite de tolerancia indicado
por la Organización Mundial de la Salud.37
Los suelos de las zonas áridas son salinos por naturaleza, como ocurre al oeste
de EE.UU., y se vuelven aún más salinos al irrigarlos. El agua de riego se filtra
en los suelos, recogiendo las sales, y luego vuelve al río. En ríos como el
Colorado se puede reutilizar el agua para irrigación hasta 18 veces. La
evaporación del embalse concentra aún más el nivel de sal en el río. La
1
6
salinidad del agua en la represa Imperial, al norte de la frontera mejicana, se
incrementó de un promedio de 785 partes por millón (ppm) entre 1941 y 1969, a
más de 900 ppm en 1990. Se prevé que esta cifra excederá 1.200 ppm después
del año 2000.41 En EE.UU. el promedio para el agua bebible es de 500 ppm.
Ustedes que son tan habilidosos a la hora de enlatar los peces. ¿No
pueden tener esa misma habilidad a la hora de hacer pasar a estos peces
por la represa?
Se calcula que en el siglo XIX, antes de que arribaran los primeros habitantes no
nativos, el promedio anual de ingreso del salmón adulto y de la trucha arco iris
en la gigantesca cuenca del Columbia —que abarca un área superior a la de
1
7
Francia—, era de entre 10 y 16 millones de peces. En la actualidad, luego de
décadas de disminución como consecuencia de unas 130 represas construidas
en la cuenca, sólo 1,5 millones de salmones y truchas arco iris ingresan al
Columbia cada año y aproximadamente tres cuartos son de criadero y no peces
silvestres que se han reproducido en el río. El Servicio Nacional de Pesquerías
Marítimas estimó que el costo de las pérdidas relacionadas con el salmón como
consecuencia de las represas en la cuenca del Columbia, era de 6,5 billones de
dólares en el período comprendido entre 1960 y 1980.43
El salmón y la trucha arco iris son peces anádromos, lo que significa que nacen
en agua dulce, migran hacia el océano para madurar y luego retornan a los ríos
para desovar, y los salmones en su mayoría mueren. Los salmones siempre
retornan al mismo tramo del río o lecho poco profundo del lago donde nacieron.
Los peces que retornan a diferentes ríos y en distintas épocas del año se
conocen como "stocks”. Estos stocks difieren genéticamente, y generalmente
sólo hay reproducción entre peces del mismo stock. De los aproximadamente
400 stocks de salmones y truchas arco iris en la costa estadounidense del
Pacífico sólo quedan 214, de los cuales 169 se encuentran en alto o moderado
riesgo de extinción.44
Si bien la mayoría de los salmones adultos que nadan aguas arriba pueden
traspasar los elevadores, el agua muerta de los embalses representa una
barrera mucho más importante para sus crías. El tiempo que los salmones
juveniles, o esguines, necesitan para ir con la corriente y nadar por los múltiples
embalses puede retrasar la migración río abajo con consecuencias fatales (si
éstos no llegan al mar aproximadamente 15 días después del desove es
1
8
probable que pierdan su comportamiento de nado río abajo y la capacidad de
cambiar de un ambiente de agua dulce a otro de agua salada). Durante los años
de corrientes relativamente bajas, los esguines del alto Snake, principal afluente
del Columbia, actualmente pueden tardar hasta 39 días para llegar al mar,
mientras que antes de las represas tardaban menos de tres días.46
1
9
del Mississippi-Missouri a niveles tan bajos que no se sabe con certeza si se
están reproduciendo naturalmente.51
Los impactos de las represas sobre los peces migratorios aparte del salmón y de
otras especies son altamente desconocidos, aunque es probable que hayan sido
tan severos como en el caso de los salmónidos. El sábalo de la India, un pez
migratorio de gran importancia comercial en Sudáfrica, perdió el 60% de las
áreas de desove que tenía en el Indo debido a la construcción de la represa
pakistaní Gulam Mohammed; a su vez la represa Stanley lo hizo desaparecer
del río Cauvery, que se encuentra en el sur de la India.52
2
0
Mas el majestuoso Río fluyó,
Desde la oscuridad y el murmullo de esa tierra baja...
Oxus, olvidando su ligereza deslumbrante
Desde su alta cuna montañosa en Pamere,
Un peregrino envuelto en curvas. . .
Matthew Arnold
Sohrab and Rustum, 1853
Los ecosistemas de ribera y las sociedades han evolucionado con los cambios
estacionales en el flujo del río y generalmente dependen de ellos. Todas las
represas de almacenamiento alteran hasta cierto punto estos comportamientos
estacionales y en muchos casos mitigan extremos hidrológicos mediante el
almacenamiento de crecidas y el aumento del caudal en períodos de sequía. No
obstante, el grado exacto de los impactos dependerá del diseño, propósito y
régimen de operación de la represa y del tamaño del embalse.
Las represas y las barreras de contención que se utilizan para desviar agua
especialmente para el riego, reducen a veces en forma adversa el flujo del río
aguas abajo. El mayor desastre ecológico provocado por el desvío de un río fue
indudablemente la disminución del mar Aral, en Asia Central. La evaporación del
mar solía coincidir con la afluencia de agua de los ríos Amu Darya y Syr Darya
(el Oxus y el Jaxartes de la época clásica). Sin embargo, desde la década del
´60 la construcción de una extensiva red de represas y canales para el riego del
algodón eliminó prácticamente el flujo del agua hacia el Aral. En 1995 el área
del mar Aral sólo abarcaba 30.000 kilómetros cuadrados, mientras que en 1960
ocupaba 64.500 kilómetros cuadrados. El volumen ha disminuido más de tres
cuartos. La pesquería comercial del Aral, que en un momento sustentó 60.000
trabajadores, colapsó en 1982 debido a que el lago que era de agua dulce es
ahora más salado que los océanos. A comienzos de la década pasada, 20 de las
24 especies que se pescaban en el mar desaparecieron; el número de especies
de aves que se encontraban en el delta de Amu Darya disminuyó de 319 a 168,
los bosques del delta ya no existen y sólo subsisten 30 de las 70 especies de
mamíferos.55
2
1
El lecho del lago, que está seco y con una costra de sal, se conoce hoy como el
desierto de Akum. En Alaska se detectó un polvo que se desprende y vuela
desde este nuevo desierto, cargado de metales pesados y otros contaminantes
provenientes de fertilizantes y pesticidas utilizados río arriba que, junto con el
suministro de agua altamente contaminada, han producido un efecto catastrófico
en la salud de 3,5 millones de personas que viven cerca del mar. La república de
Karakalpakia, que rodea el límite sur del mar, tiene los índices más altos de
mortalidad infantil y materna en la ex Unión Soviética. La incidencia de la fiebre
tifoidea, la hepatitis, las enfermedades renales y la gastritis crónica es 60 veces
mayor. Según lo afirmado por el centro de estudios médicos de la ciudad de
Muynak, en 1994 cerca del 70% de los 2.000 habitantes que quedaban se
encontraban en “condiciones pre-cancerígenas”. La expectativa de vida en
Muynak era de 64 años en 1987 y se redujo a 57 años en 1991. Más del 80 por
ciento de las mujeres de la zona padecen anemia y se hallaron doce clases
distintas de pesticidas en la leche materna.56
2
2
desembocadura del St. Lawrence. 60 La alteración de las corrientes estuarinas
provocada por las represas, los desvíos y la sobrepesca constituyen las causas
principales del declive abrupto sufrido por muchas pesquerías marítimas.
Las represas y los canales han causado casi tanto daño en las pesquerías
comerciales de agua salina de los mares Negro, Azov y Caspio como el que
provocaron a las pesquerías del mar Aral de agua dulce. El volumen del Volga
en el mar Caspio se redujo alrededor del 70 por ciento, mientras que esta
disminución fue de aproximadamente 50% en el caso del Dniester, del Dnieper y
del Don, que descargan en los mares Negro y Azov. La salinidad en los
estuarios de estos ríos aumentó hasta cuatro veces, y en el caso de los deltas
es diez veces mayor. Las pesquerías comerciales más valiosas en estos mares
disminuyeron entre el 90 y el 98 por ciento. En el mar Caspio la captura de
esturiones se encuentra entre el 1 y 2 por ciento de los niveles históricos, y ha
sido totalmente erradicada al noroeste del mar Negro y del mar Azov -el cual es
un apéndice del mar Negro, al noreste del mismo. Michael Rozengurt,
oceanógrafo ruso que actualmente vive en los EE.UU., considera que las
pérdidas económicas para las industrias pesqueras de los mares Negro, Azov y
Caspio entre 1977 y 1987 alcanzaron los 35 mil millones de dólares. 61
2
3
es proporcional a la cantidad de manglares que cubren la costa adyacente.
Además la gente utiliza estos manglares para la provisión de combustible, de
forraje para los animales y de fibra. El 80% de la disminución en la descarga de
agua en el delta del Indo provocada por las represas y los terraplenes en
Pakistán e India destruyó casi por completo los bosques de manglares del delta,
que alguna vez cubrieron un cuarto de millón de hectáreas (si bien los
manglares pueden soportar la salinidad mucho más que otras especies de
plantas, necesitan cierta cantidad de agua dulce para subsistir). 63
2
4
A los patrones estacionales del río posteriores a la construcción de la represa se
suman las fluctuaciones en los niveles diarios e incluso horarios, que a veces
son de varios metros, a fin de cubrir las demandas pico de energía. Debido a la
relación entre las descargas de agua y la demanda de energía, los niveles de los
ríos aguas abajo no cambian de acuerdo a las precipitaciones en la cuenca del
Colorado sino por ciertos factores como la disminución en el consumo de
energía los días domingo y feriados. Las descargas de la represa Glen Canyon
provocan fluctuaciones diarias de un metro y medio, en comparación con los
cambios diarios naturales de unas pocas decenas de centímetros. El aumento
en la demanda de electricidad de la represa Kariba, en el río Zambezi, puede
hacer que el nivel del río aguas abajo aumente cinco metros en sólo media hora.
66
La variación de las descargas de las represas también afecta los niveles del
embalse. Las fluctuaciones aceleradas pueden impedir el desove de los peces al
exponer y anegar alternadamente las áreas preferidas de reproducción en aguas
poco profundas. Es probable que los nidos de las aves acuáticas se vean
afectados en forma similar. Las fluctuaciones también impiden que la vegetación
ribereña y de los humedales crezcan a lo largo de la costa del embalse, lo que
hace que estas zonas de aguas poco profundas cerca de la costa estén muertas
–siendo que normalmente son las áreas biológicamente más prolíficas de los
lagos y lagunas naturales. 67 Los seis embalses hidroeléctricos del río La
Grande anegaron 83.000 kilómetros de costa natural con sus bosques y
2
5
arbustos. Ahora, en lugar de esta costa, se pueden encontrar grandes e
inanimadas concentraciones de barro, roca y vegetación muerta. 68
2
6
Las planicies de inundación forman parte de los grandes ríos que las atraviesan
al igual que el mismo canal principal. En la cuenca del Amazonas, por ejemplo,
los peces pasan una gran parte de su vida en una zona que se encuentra a lo
largo de los ríos y que abarca decenas de miles de kilómetros cuadrados de
bosques y tierras que se inundan estacionalmente, llamada várzea. Algunos
bosques de la várzea permanecen inundados durante diez meses o más por
año, por lo que es probable que algunos peces u otras especies acuáticas nunca
hagan uso directo del canal principal. Muchos peces amazónicos consumen
frutas de las plantas inundadas y desempeñan un papel importante en la
diseminación de las semillas. La tan conocida biodiversidad de la selva
amazónica se encuentra principalmente en la várzea —mientras que la zona
mucho más extensa de bosque seco es relativamente menos productiva y pobre
en especies. 70
Los biólogos generalmente admiten que las represas y otros proyectos que
pretenden controlar las inundaciones son los más destructivos de los muchos
abusos que están provocando la rápida desaparición de las especies ribereñas.
Cerca del 20 por ciento de las 9.000 especies de peces de agua dulce conocidas
están recientemente extinguidas, amenazadas o en peligro de extinción. 72 De
las 170 especies de peces comunes en el oeste de los Estados Unidos, donde
existen muchas represas, 105 se encuentran en las listas oficiales de especies
amenazadas o en peligro, o bien se está considerando incluirlas en ellas. A lo
largo del siglo XX se han extinguido otras 17 especies de peces en el oeste. 73
La situación para otras especies de agua dulce es aún peor: cerca de dos tercios
de los varios cientos de cangrejos de río y mejillones de agua dulce en América
del Norte se encuentran en peligro. 74 En los poco estudiados ríos tropicales
2
7
seguramente se han extinguido o están por extinguirse muchas especies
desconocidas por la ciencia, debido a la construcción de represas. Hay tres
veces más especies conocidas en el Mekong que en el Mississippi, sin embargo
se han publicado 10.000 veces más artículos científicos sobre la fauna de este
último. 75
La planicie de inundación del río Kafue, en Zambia, que tiene 6.000 kilómetros
cuadrados, conocida como los Llanos del Kafue, fue en su momento uno de los
hábitat silvestres más ricos del mundo. En la década del ´70 se construyó la
represa George en el río Kafue, uno de los principales afluentes del Zambezi.
Esta represa, y luego la Itezhitezi, construida río arriba, anegaron
permanentemente parte de estos llanos y eliminaron las inundaciones
estacionales en el área restante de la planicie. El biólogo Walter A. Sheppe visitó
estos llanos antes y después de la construcción de las represas. Durante su
primera visita, en mayo de 1967, dijo, “las extensas inundaciones anuales se
esconden en gran parte en los densos pastizales emergentes que alcanzan el
horizonte”. Grandes manadas de antílopes pastaban al borde del área inundada,
las cebras y los ñues se alimentaban en las tierras más altas. El agua y la costa
estaban repletas de pájaros. Dieciséis años después Sheppe volvió al mismo
lugar, pero esta vez encontró que la parte más baja de la planicie estaba
cubierta por el embalse Gorge y el resto estaba seco. Además, los pastizales
productivos que dependían de las crecidas estacionales habían sido
reemplazados por plantas acuáticas en aguas abiertas, mientras que la llanura
aluvial estaba cubierta de pastizales y montes bajos. También había una escasa
cantidad de aves, relativamente pocos antílopes y no se vieron cebras ni ñues. 77
2
8
El juego de la mitigación
La medida más común adoptada en los EE.UU. es verter más agua del embalse
de lo que se descargaría si la represa operara sólo para maximizar la energía o
almacenar el agua. Estos “caudales mínimos” se vierten para asegurar que el
flujo que se deja en el río pueda mantener la pesca, la navegación y la calidad
del agua. Pero algunas veces se liberan potentes “flujos de descarga” para lavar
las acumulaciones indeseables de cantos rodados y gravas. Actualmente, la
Comisión Federal de Regulación de la Energía de los EE.UU. solicita a los
operadores de las represas hidroeléctricas privadas en los EE.UU., que
descarguen caudales fluviales como condición para que se les renueven las
licencias federales. Las pérdidas promedio en la generación de energía que
enfrentan las represas a las que se les ha vuelto a otorgar la licencia siempre
que garanticen un caudal mínimo son alrededor del 8%, y en un caso de un
tercio. La disminución de las ganancias provocada por la reducción en la
producción de energía obligó a algunos operadores a cerrar sus plantas
hidroeléctricas y a abandonar planes para nuevos proyectos. 78
Si bien se considera que los caudales mínimos pueden ser beneficiosos, son
sólo un paliativo. En la mayoría de los países estos caudales se definen según
criterios arbitrarios sin tener en cuenta ningún concepto ecológico. En España,
2
9
por ejemplo, se supone que las represas deben descargar un “caudal ecológico”
que representa el 10 por ciento del promedio del caudal anual –cifra que en la
mayoría de los casos sería completamente insuficiente para mantener las
características ecológicas de los ríos represados.79
Generalmente las exigencias de caudales mínimos, ecológicos o ambientales no
tienen mucho en cuenta la importancia de las variaciones naturales del caudal
producidas en cada estación: las descargas desde las represas que elevan los
niveles durante temporadas normalmente secas pueden causar más daños que
beneficios. Además, las exigencias mencionadas anteriormente rara vez
permiten las descargas ocasionales de flujos de inundación excepcionalmente
grandes, que son esenciales para la mayoría de los ecosistemas fluviales. Los
caudales “ecológicos” pueden aliviar los impactos causados por las represas
pero no pueden recrear la variabilidad y el dinamismo esencial de un río natural.
Otra manera de mitigar impactos causados por una represa en la calidad del
agua río abajo es regular la temperatura de las descargas equipando la represa
con tomas de agua que pueden extraer agua de diferentes niveles del embalse.
Alrededor de cien represas federales en los Estados Unidos pueden realizar lo
que se denomina “extracciones selectivas”. En 1995, la BuRec comenzó a
trabajar en una torre de extracción selectiva de acero de 35 pisos en el embalse
de la gran represa Shasta, en California, con un costo proyectado de U$S 80
millones. Shasta fue construida en la década del ´40 con un desagüe que,
cuando el embalse está bajo, descarga agua tan cálida que es mortal para los
pocos salmones que subsisten río abajo. Si bien las extracciones selectivas
pueden mejorar las condiciones termales debajo de una represa, muy pocas
veces pueden replicar las variaciones estacionales originales en las
temperaturas de los ríos, ya que habrá momentos en los que el embalse no
tendrá suficiente agua a la temperatura ideal. 81
3
0
La debacle de los criaderos
3
1
gubernamentales y los consultores ambientales de otros países generalmente
los promueven como una forma de mitigar la destrucción de las pesquerías
naturales causada por las represas. En la represa Pak Mun, en Tailandia, como
forma de mitigación se crían alrededor de dos docenas de especies de peces
autóctonos –aproximadamente el diez por ciento de las especies encontradas en
el río no represado. Walter Rainboth, de la Universidad de California,
especialista en pesquerías del Mekong, opina que los criaderos de la represa
Pak Mun representan una mera “artimaña de relaciones públicas”. 85
Bajo el río...
Ayudar a los salmones jóvenes en su peligroso viaje hacia al mar representa una
piedra angular en el plan de las autoridades, tan costoso como inútil hasta el
momento para recuperar el salmón del río Columbia. Parte de este plan es la
instalación y mejoramiento de sistemas de monitoreo y tubos de paso que evitan
que los juveniles de salmón sean succionados por las turbinas. El Cuerpo de
Ingenieros del Ejército invertirá US$ 345 millones para mejorar las instalaciones
para los peces en sus ocho represas en el Columbia y en la parte baja del
Snake. 87
Sin embargo, los sistemas de transferencia no pueden hacer que los juveniles
de los salmones sobrevivan en los embalses cálidos y llenos de predadores. La
solución técnica es que los salmones jóvenes son atrapados, amontonados en
barcas y transportados por los embalses y las represas, lo que constituye un
claro y sorprendente ejemplo de cómo el Columbia ha pasado de ser un río
natural a uno manipulado. Si bien la tasa de supervivencia de los salmones
transportados es más elevada que la de aquellos que son abandonados y deben
3
2
valerse por sí mismos en el embalse, la mortalidad provocada por el estrés y la
exposición a enfermedades en los barcos es aún alta.
Los defensores del salmón en el Columbia creen que la clave para ayudar a los
stocks de peces a recuperarse es bajar los embalses durante el tiempo de
migración en primavera y verano. Sin embargo los intereses de la energía
hidráulica y la navegación se resisten a la descarga del agua. Por cierto estas
operaciones no implicarían poco dinero: el Cuerpo de Ingenieros estima que el
costo de las modificaciones estructurales necesarias en las ocho represas
importantes sobre los ríos Columbia y Snake sería de casi 5 mil millones de
dólares —y esta cifra no incluye los altos costos que los operadores de las
represas tienen debido a las pérdidas de ganancias causadas por la producción
de energía anterior y el pago de las barcazas para transportar los peces. 88
Si bien el salmón es por lejos el pez migratorio más conocido, existen muchos
cientos de otras especies con diferentes patrones de migración, particularmente
en la planicie aluvial de los ríos en los trópicos. Los peces “catádromos”
permanecen la mayor parte de su vida en los ríos pero desovan en los estuarios
o en el mar, contrariamente al salmón; las especies “anfídromas” desovan y
maduran tanto en agua salada como en agua dulce; y los peces
“potamódromos” migran completamente en las aguas dulces. Debido a que
estos peces no siguen el clásico comportamiento migratorio de los anádromos y
han sido poco estudiados, a veces ni siquiera se los considera como peces
migratorios, y por lo tanto los constructores de represas presumen que no
necesitan preocuparse por construir medios de trasvases para peces en ríos
donde no hay salmones. 89
Sin embargo hay lugares donde se han construido pasajes para peces, pero se
basaron únicamente en los modelos adecuados para el salmón y por lo tanto
muchas especies nativas no han podido pasar. Al sureste de Australia, donde la
mayoría de las represas fueron equipadas con escalas para peces basados en
modelos de los ríos europeos y norteamericanos, la cantidad de percas
plateadas (potamódromas) nativas disminuyó más de un 90% desde la década
del ´40 y ahora forma parte de la lista de especies amenazadas. Las represas
3
3
erradicaron por completo el tímalo y la perca migratorios de algunos ríos
costeros de la región. 90
En los trópicos existen muy pocos casos de elevadores para peces que hayan
sido usados exitosamente por las especies nativas. 91 El biólogo, G.M.
Bernacsek, especialista en peces de la Organización de las Naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación (FAO), explicó que “en África la utilización
de los elevadores para peces fue escasa y con resultados poco satisfactorios”.92
En la represa Yacyretá, en América del Sur, se instalaron elevadores para peces
que costaron 30 millones de dólares, los cuales, según el Banco Mundial, fueron
diseñados “en base al conocimiento y la experiencia que los consultores tenían
sobre las migraciones de peces en el río Columbia”. Entretanto en el Paraná,
donde hay más de 250 especies de peces de las cuales sólo se han estudiado
bien unas pocas, se sabe que algunas de ellas migran aguas arriba y aguas
abajo varias veces a lo largo de su vida. Una evaluación interna del Banco
Mundial sobre los préstamos a Yacyretá reconoció que “esta cuestión no se tuvo
en cuenta”. Es por eso que los elevadores de Yacyretá, basados en los modelos
de migraciones del salmón, solamente transportan los peces río arriba. 93
Durante años, los funcionarios del Banco Mundial y del gobierno de Tailandia se
opusieron a los expertos independientes en pesquerías y a las comunidades
pesqueras locales del Mekong, quienes aseguraban que el elevador para peces
proyectado en la represa Pak Mun, fuertemente cuestionada, no serviría de nada
y que la obra tendría un impacto devastador sobre la pesquería altamente
variada y productiva del río Mun. La empresa tailandesa de energía EGAT,
incluso, realizó un video para la televisión nacional promocionando el elevador
experimental como una herramienta para “la conservación de la biodiversidad”.
Sin embargo, mucho antes de que se finalizara la represa en 1994, la pesca en
el Mun, principal afluente del Mekong, había descendido estrepitosamente. En
1995 el Departamento de Pesca de Tailandia admitió que este elevador para
peces no estaba funcionando y EGAT acordó que los pescadores locales
deberían ser compensados por las pérdidas (aunque el Banco Mundial todavía
afirmaba que “no existe evidencia que sugiriera que la represa afectará en forma
desfavorable a los stocks de peces”). En marzo de 1996 un periodista del Wall
Street Journal durante su visita a Pak Mun expresó: “Dos pequeños peces
muertos [eran] el único signo de vida” en el elevador. 94
3
4
En esta represa, que se encuentra río arriba cerca de la desembocadura del
Mun, además no existen sistemas de paso para permitir que las especies de
peces migratorios desciendan del embalse al río sin correr peligro de muerte
especialmente debido a las turbinas. Plodprasop Suraswadi, director del
Departamento de Pesca de Tailandia, admitió en 1995 ante el diario Bangkok
Nation que de hecho existía un problema para los peces que migraban aguas
abajo del Mun, pero aseguró que en realidad sería algo bueno. “No acarreará
consecuencias graves,” afirmó Plodprasop, “ya que sería beneficioso para
Tailandia no perder este grupo de peces en manos de los otros países río
abajo.” 95
Los planes de rescate sólo logran capturar una pequeña proporción de los
animales afectados, la mayoría es sepultada por las aguas o muere de hambre
después de quedar varada en pequeñas islas o en la cima de árboles
parcialmente inundados. La operación de rescate en la represa Chiew Larn, en
Tailandia, por ejemplo, capturó sólo el cinco por ciento de los animales de la
zona anegada. 97 Por otra parte una vez que se liberan los animales rescatados,
con frecuencia sufren un estrés letal, lesiones y generalmente no poseen un
hábitat de reemplazo donde vivir. En caso de que encuentren un hábitat
apropiado, ya estará ocupado por especies rivales. Rogério Gribel, del Instituto
de Investigación Amazónico (INPA), afirma que “todos los animales, los que se
salvan y los que no, del área inundada deberían considerarse muertos”98
3
5
La industria de los EIA
Nuestra experiencia con los estudios de impacto ambiental nos indica que
al predecir importantes impactos ambientales es probable que acontezcan
importantes impactos ambientales. El único problema es que los impactos
nunca ocurren tal como los esperábamos...
Profesor Frank Grad
Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia, 1992
Desde fines de la década del ’60, cada vez más países y agencias
internacionales de desarrollo han seguido el camino de EE.UU., que insiste en la
realización de un estudio de impacto ambiental (EIA) previo a la construcción de
cualquier obra de infraestructura importante. En realidad, se debería exigir una
evaluación completa de los posibles impactos que podría tener una represa
sobre el ambiente antes de llevar a cabo algún proyecto. Desafortunada e
invariablemente, los gobiernos y los constructores de represas han transformado
el proceso de EIA en una formalidad burocrática, que representa un mero
obstáculo a ser superado antes de que se apruebe el proyecto. Los gobiernos y
las entidades financieras raramente los consideran estudios objetivos que
pueden ser utilizados en un debate abierto acerca de la viabilidad o no de un
proyecto, sino que lo ven más bien como el sello que habilita la construcción de
un proyecto que de antemano se había decidido realizar.
3
6
Incluso cuando las consultoras ambientales son aparentemente independientes
de los constructores de la represa, también existe un fuerte interés personal por
subestimar los impactos ambientales de los proyectos y exacerbar los
beneficios. Si las conclusiones no son favorables para aquellos que financian o
construyen la represa, entonces estos consultores tendrán menor probabilidad
de conseguir contratos con esas agencias o compañías en el futuro. Los
lineamientos del Banco Mundial sobre evaluación ambiental especifican que los
consultores deben ser “aceptados por el Banco Mundial y por las agencias
locales contratistas”. Los consultores, los inversores y los constructores con
frecuencia mantienen lazos cálidos y mutuamente beneficiosos. Por ejemplo, la
consultora británica Environmental Resources Limited obtuvo once contratos de
proyectos de desarrollo del Banco Mundial y ocho subsidiados por la
Administración de Desarrollo Exterior del Reino Unido, entre 1985 y 1992, sólo
en Asia del Sur. 101
Por otro lado, no existen controles de calidad de los informes que realizan los
consultores. Generalmente nadie supervisa estos informes, como se haría si
fueran a ser publicados en una revista científica y, lo que es peor, se los trata
como secreto comercial o de Estado y se los niega al examen del público. La
parcialidad de los consultores que escriben EIA, donde se dice lo que sus
clientes quieren escuchar, posibilita anticipar las conclusiones del EIA para una
gran represa antes de leer el informe. Es decir, los impactos ambientales pueden
predecirse a la perfección: serán relativamente menores, económicos y fáciles
de mitigar. De una forma u otra, éstas parecen ser las conclusiones de casi
todos los EIA para cualquier proyecto de represa. 102
3
7
que “se espera que los impactos ambientales del proyecto en cuestión... no sean
graves”. 103
Uno de los ejemplos más claros de relación corrupta entre una agencia
constructora de represas y una consultora ambiental, se da entre la empresa de
servicios tailandesa EGAT y la Compañía Consultora en Ingeniería TEAM, un
vínculo que se estableció hace tres décadas. En 1978, EGAT encomendó a la
consultora TEAM un EIA sobre la represa Nam Choan. El informe final jamás se
dio a conocer públicamente, aunque EGAT lo utilizó para afirmar que el proyecto
no tendría impactos graves sobre las dos reservas de vida silvestre que serían
parcialmente inundadas. No obstante, Belinda Stewart Cox, una bióloga inglesa
que investigaba la vida de los pájaros en las reservas, obtuvo la sección de
ecología de la vida silvestre del EIA preparado por TEAM.
3
8
El estallido de protestas que Nam Choan provocó entre los ambientalistas y la
gente local obligó a EGAT a suspender el proyecto. Sin embargo, EGAT no
culpó a TEAM por haberlos engañado en cuanto a los posibles impactos de Nam
Choan. En lugar de eso los recompensaron con otro contrato de EIA, esta vez
para la represa Chiew Larn, financiada por el Banco Mundial. En este caso los
“expertos” de TEAM encontraron 122 especies silvestres en el área del embalse
—mientras que la operación de rescate animal del Departamento de Silvicultura
Real, la cual fue en gran parte inútil, halló 338 especies. 105 Sorprendidos por la
ineptitud de TEAM, EGAT luego los contrató para que hicieran una evaluación
ambiental para Pak Mun. TEAM afirmó que existían 80 especies de peces en el
Mun, mientras que los estudios realizados posteriormente encontraron más de
230 especies. 106 El especialista en pesquerías del Mekong, Walter Rainboth,
revisó un trascendido de una copia del EIA de Pak Mun y concluyó: “Debido a la
importancia del proyecto y el potencial de daño irreversible, el informe es
criminal”. “Si algo por el estilo fuera presentado ante el Congreso para solicitar
fondos, merecería una acusación criminal por la naturaleza fraudulenta del
mismo.” 107
3
9
que muchos de los impactos ambientales no pueden ser mitigados luego de la
construcción del proyecto (y otros sólo pueden mitigarse si se rediseña
sustancialmente el proyecto). De hecho es común y a su vez vergonzoso hallar
en los EIAs la premisa de que “monitoreo” es lo mismo que mitigación, y que con
los registros sobre el daño ambiental detendrán de algún modo el problema.
El misterio que rodea a los EIAs es la parte más injustificable de esta industria.
Los impactos ambientales de las represas son extremadamente complejos y
difíciles de anticipar. Ponerle precio a los posibles costos ambientales para luego
compararlos con los supuestos beneficios económicos es un proceso que
presenta muchísimas dificultades, conjeturas y arbitrariedades. Decidir si los
daños ambientales provocados por una represa serán compensados o no por los
beneficios, es eventualmente una decisión política y subjetiva que se deberá
tomar luego de un debate informado entre la gente afectada y el público general.
Decidir si el costo de la extinción de una especie o el desecamiento de un
estuario es más o menos importante que los beneficios suministrados por el
aumento de generación de electricidad, no debería ser responsabilidad exclusiva
de una empresa de consultores con un claro interés de que se planeen y se
construyan más represas.
4
0
Un argumento utilizado con frecuencia por los constructores y los partidarios de
represas en los países en desarrollo para defender los estudios ambientales
incompletos o subjetivos es que la preocupación por el ambiente representa un
“lujo del primer mundo” que ellos no se pueden permitir. En realidad, es todo lo
contrario. La mayoría de los habitantes de los países en desarrollo depende
directamente del ambiente y sus recursos para seguir viviendo. La destrucción
ambiental provocada por las represas en estos países (y en cualquier parte del
mundo, aunque en menor grado) acarrea un costo social muy importante, que
recae con más fuerza sobre los sectores más pobres de la sociedad. De hecho,
la gente de los países en desarrollo es la menos capacitada para afrontar los
impactos ambientales de las grandes represas.
Notas
1
Leopold, A. A Sand County Almanac With Essays on Conservation from Round River.
Ballentine Books, Nueva York, 1989, pp. 150-158. El ensayo Leopold's Colorado Delta se publicó
por primera vez en 1953. Carrier, J., 'The Colorado: A River Drained Dry', National Geographic,
Junio, 1991; Postel, S. 'Where Have All the Rivers Gone', World Watch, mayo/junio 1995;
Fradkin, P.L., 'The River Revisited', Los Angeles Times, 29 Octubre, 1995.
2
Ver Covich, A.P. 'Water and Ecosystems', en Gleick, P.H. (ed.) Water in Crisis: A Guide to the
World's Fresh Water Resources. OUP, 1993, p. 41; Johnson, B.L. et al., 'Past, Present and
Future Concepts in Large River Ecology', BioScience, Vol. 45, No. 3, Marzo, 1995, p. 134.
3
Ver Petts, G.E., Impounded Rivers: Perspectives for Ecological Management. John Wiley,
Chichester, 1984, p. 119.
4
Ver e.g. Wellcome, R.L., Fisheries Ecology of Floodplain Rivers. Longman, Londres, 1979.
5
Dynesius, M. and Nilsson, C. 'Fragmentation and Flow Regulation of River Systems in the
Northern Third of the World', Science, Vol. 266, noviembre, 1994, p. 759.
6
Alexis, L., 'Sri Lanka's Mahaweli Ganga Project: The Damnation of Paradise', en E. Goldsmith y
N. Hildyard (eds.), The Social and Environmental Impacts of Large Dams. Vol. 2: Case Studies,
Wadebridge Ecological Centre, Cornwall, 1986 (ver SEELD 2). Las especies en peligro se
encuentran en riesgo inmediato de extinción si no se toman medidas de conservación; las
especies amenazadas son las que se encuentran en peligro en un futuro cercano.
7
Thiraprasart, V., 'Why the Nam Theun 2 dam won't save wildlife . . . ', Watershed, Vol. 1, Nro. 3,
Bangkok, marzo-junio, 1996.
8
Ver Bayley, P.B. y Li, H.W., 'Riverine Fishes', en Calow, P. and Petts, G.E. (eds.) The Rivers
Handbook: Hydrological and Ecological Principles. Blackwell, Oxford, 1992, p. 251.
9
Bradley, C. et al., Rand McNally Encyclopedia of World Rivers. Rand McNally, Nueva York,
1980, p. 342; Cunninghame Graham, R.B., A Vanished Arcadia. Century, Londres, 1988, pp. 74-
77.
10
Reiser, D.W. et al., 'Flushing Flows' in Gore, J.A. and Petts, G.E. (eds.) Alternatives in
Regulated River Management. CRC Press, Boca Raton, Florida, 1989.
11
Petts, op. cit., p. 141; Dunne, T. 'Geomorphic Contributions to Flood Control Planning', in
Baker, V.R. et al. (eds.) Flood Geomorphology. Wiley, Nueva York, 1988, p. 426; Stamm, G. and
Lundberg, E.A. 'Colorado River Front World and Levee System Arizona-California', Oficina de
Reclamaciones, diciembre, 1993, p. 9.
12
Reiser et al. 'Flushing Flows', op. cit., p. 101.
13
Hillel, D.J., Out of the Earth: Civilization and the Life of the Soil. Free Press, Nueva York, 1991,
p. 89.
4
1
14
Ver Lavergne, M. 'The Seven Deadly Sins of Egypt's Aswan High Dam', en SEELD 2 y Halim,
Y. 'Manipulations of Hydrological Cycles', in UNEP Regional Seas Reports and Studies, Nro.
114/1, Annex VI, 1991, p. 251. Algunos científicos afirman que la pérdida de nutrientes de los
sedimentos del Nilo es “insignificante” (ver Abu Zeid, M. 'Environmental Impacts of the High
Aswan Dam: A Case Study', en Thanh, N.C. and Biswas, A.K. (eds.) Environmentally-Sound
Water Management. OUP, Delhi, 1990).
15
Khafagy, A.A. y Fanos, A.M., 'Impacts of Irrigation Control Works on the Nile Delta Coast', and
Abdel Megeed, A. and Aly Makky, E. (1993) 'Shore Protection of the Nile Delta After the
Construction of High Aswan Dam', ambos en el Comité Nacional Egipcio sobre Grandes
Represas (ENCOLD, en inglés) (ed.) High Aswan Dam Vital Achievement Fully Controlled.
ENCOLD, Cairo, pp. 303, 314, 320; Stanley, D.J. and Warne, G.A. 'Nile Delta: Recent Geological
Evolution and Human Impact', Science, Vol. 260, 30 abril, 1993.
16
Meade, R.H. et al., 'Movement and storage of sediment in rivers of the US and Canada', en
Wolman, M.G. y Riggs, H.C. (eds.) Surface Water Hydrology. Geological Society of America,
Boulder, CO, 1990, p. 367; McPhee, J., The Control of Nature. Pimlico, Londres, 1991, p.150.
17
Jenkins, S.A., Inman, D.L. and Skelly, D.W. 'The Impact of Dam Building on the California
Coastal Zone', California Waterfront Age, septiembre 1988.
18
Bourke, G.,'Subduing the Sea's Onslaught', South, Julio 1988.
19
Walling, D.E. and Webb, B.W. 'Water Quality: I. Physical Characteristics' en Calow and Petts
(eds) op. cit., p. 58.
20
Petts, op. cit., pp. 175-177, 197, 220, 223.
21
Oficina de Reclamaciones, Operation of Glen Canyon Dam: Draft EIS. Salt Lake City, UT,
1994, pp. 12, 36; Petts, G.E.'Perspectives for Ecological Management of Regulated Rivers', en
Gore y Petts (eds.) op. cit., p. 7.
22
Lövgren, L. 'Moratorium in Sweden: A History of the Dams Debate' in Usher, A.D. (ed.) Dams
as Aid: A Political Anatomy of Nordic Development Thinking. Routledge, Londres, próximo a
editarse.
23
Nikulin, I.A.,'The Virus of Giganticism', Novy Mir 5, 1991. Traducido por Michelle Kellman,
Baikal Watch; ICOLD 'Dams and Environment: Water Quality and Climate', Bulletin 96, Paris,
1994, p. 75.
24
Petts, op. cit., pp. 54, 79, 159.
25
Lemeshev, M. Bureaucrats in Power: Ecological Collapse. Progress Publishers, Moscú, 1990,
p. 61.
26
Ploskey, G.R.,'Impacts of Terrestrial Vegetation and Preimpoundment Clearing on Reservoir
Clearing on Reservoir Ecology and Fisheries in the US and Canada'. FAO, Roma, 1985, p. 2.
Petts, op. cit., p. 63; Fearnside, P.M. 'Hydroelectric Dams in the Brazilian Amazon as Sources of
'Greenhouse' Gases', Environmental Conservation, Vol. 22, No. 1, 1995.
27
Caulfield, C.'Brazil, Energy and the Amazon', New Scientist, 28 octubre, 1982.
28
Van der Heide,'Hidrobiology of the Man-made Brokopondo Lake', Brokopondo Research
Report, Suriname – Part II, Natuurwetenschappelijke Studiekring Voor Suriname en de
Nederlandse Antillen (NSVSNA), Utrecht 1976.
29
Fearnside, P.M., 'Brazil’s Balbina Dam: Environment versus the Legacy of the Pharaohs in
Amazonia', Environmental Management, Vol. 13, No. 4, p. 408; Fearnside, op. cit, 1995.
30
Moreira, J.R. and Poole, A.D.,'Hydropower and its Constraints', in Johansson, T.B. et al. (eds.)
Renewable Energy: Sources for Fuels and Electricity. Island Press, Washington DC., 1993, p.
100.
31
Fearnside op. cit.
32
'Yacyretá Killing Fish', World Rivers Review, Second/Third Quarter, 1994.
33
Kassas, M., 'Environmental Aspects of Water Resource Development', en Biswas, A.K. et al.
(eds.) Water Management for Arid Lands in Developing Countries. Pergamon, Oxford, 1980.
34
Van Donselaar, J., The Vegetation in the Brokopondo Lake Basin (Surinam) Before, During,
and After the Inundation, 1964-1972. Brokopondo Research Report, Suriname. Part III. NSVSNA,
Utrecht, 1989, p. 26; Gregoire, A. and Sissakian, C., 'The Environmental Impact of the Petit Saut
Reservoir in French Guiana', Water Power and Dam Construction, septiembre-octubre 1993.
4
2
35
Bernacsek, G.M., Dam design and operation to optimize fish production in impounded river
basins. FAO, Roma, 1984, p. 35.
36
Rosenberg, D.M. et al.,'Environmental and social impacts of large scale hydroelectric
development: who is listening?', Global Environmental Change, Vol. 5, No. 2, 1995.
37
Harper, P.H. 'La Grand Rivière: A Subarctic River and a Hydroelectric Megaproject', in Calow
and Petts (eds.) op. cit., p.442.
38
Shiklomanov, 'World fresh water resources', en Gleick (ed.) op. cit., 19, 20. Afifi, A.K. and
Osman, H.,'Water Losses from Aswan High Dam' and Ezzat, M.N., 'Nile Water Flow, Demand
and Water Development', ambas en ENCOLD (ed.) op. cit. Tanto Afifi como Osman estiman que
el promedio de evaporación anual era del 9,6 Km3 hasta 1990, aunque se calculó desde 1964
cuando se comenzó con el llenado del embalse. Mis cifras se basan en las cifras anuales entre
1970, cuando se llenó el embalse, y 1991.
39
Dynesius and Nilsson, op. cit.
40
Ver Reisner, M. and Bates, S., Overtapped Oasis: Reform or Revolution for Western Water.
Island Press, Washington, DC, 1990, p.128.
41
Reisner, M., Cadillac Desert: The American West and its Disappearing Water. Secker y
Warburg, Londres, 1986, p. 477.
42
Reisner op. cit., pp. 481-2; Van der Werf, M.'Desalting Plants: White Elephant of Desert',
Arizona Republic, 14 noviembre, 1993.
43
Bates, S.F. et al., Searching out the Headwaters. Island Press, Washington, D.C., 98; Netboy,
A. 'The Damming of the Columbia River: The Failure of Bio-Engineering', en SEELD 2, p. 46. Pez
promedio de 1,5m desde 1975-1994, calculado de 'Status Report: Columbia River Fish Runs and
Fisheries 1938-94', Oregon and Washington Departments of Fish And Wildlife, agosto, 1995.
44
Nehlsen, W. et al. 'Pacific salmon at the crossroads: stocks at risk from California, Oregon,
Idaho and Washington', Fisheries, Vol 16, No. 2, 1991.
45
Dick, W.A., 'Dammed Salmon: Economy, Equity, Ecology, and Columbia River Dams in the
1930s', conferencia presentada en 'Power and Place in the North American West', Seattle, WA,
3-5 Noviembre, 1994.
46
White, R.I. (1992) 'Why Wild Fish Matter: Balancing Ecological and Aquacultural Fishery
Management', Trout, Atoño 1992.
47
Ciertos peces predadores tales como el pez de ojos saltones, la perca, el pez gato, el pomosio
han sido introducidas en los embalses en la cuenca del Columbia para la pesca deportiva.
48
White op. cit.
49
Carle, D.N. 'Restore the Endangered Wild Atlantic Salmon', RESTORE: The North Woods,
enero 1994.
50
Billen, G. et al. 'Atlantic River Systems of Europe', in Cushing, C.E. et al. (eds.) River and
Stream Ecosytems. Elsevier, Amsterdam, 1995, p. 409.
51
Harrison, H. 'The Forgotten Fish', Northwest Energy News, verano, 1995; Boyle, R.H. 'The
Cost of Caviar', Amicus Journal, primavera 1994, p. 23.
52
Wellcome, op. cit., p. 249.
53
Morse, Bradford, et al. Sardar Sarovar: The Report of the Independent Review, RFI, Ottawa,
280 and 289; 'Environmental Changes Downstream of Sardar Sarovar Dam', HR Wallingford y
Banco Mundial, Marzo 1993, p. 49.
54
Carpino, E.A., 'River Dolphins: Can They Be Saved?', International Rivers Network, Informe
nro. 4, Mayo 1994; Afum, E., 'Renewed Hope to Conserve Manatee', IPS Feature Service, 16
Mayo, 1994.
55
Kotlyakov, V.M. 'The Aral Sea Basin: A Critical Environmental Zone', Environment, enero-
febrero 1991; Davoren, W.T. 'How the Silk Road Turned into a Cotton Highway', Surviving
Together, otoño-invierno, 1992; Hinrichsen, D. 'Requiem for a dying sea', People & the Planet,
Vol. 4, No. 2, 1995.
56
F. Wilkie, 'Disaster-Struck Sea Has a Chance of Returning', Financial Times, 28 octubre, 1993;
Hinrichsen, 'Requiem for a Dying Sea'.
57
Zelikin, M.I. and Demidov, A.S. (sin fecha) 'The Aral Crisis and Departmental Interests', mimeo.
4
3
58
Rozengurt, M.A., 'Alteration of Freshwater Inflows', en Stroud, R.H. (ed.) Stemming the Tide of
Coastal Fish Habitat Loss. Simposio sobre Conservación de Hábitat de Peces Costeros,
Baltimore, MD, 7-9 marzo, 1991. National Coalition for Marine Conservation, Savannah, p.73.
59
Fritchey, R. 'Healthy estuaries need a delicate balance of fresh and salt water', National
Fisherman, agosto 1993.
60
Neu, H.J.A. 'Man-Made Storage of Water Resources — A Liability to the Ocean Environment?
Part I', Marine Pollution Bulletin, Vol. 13, No. 1, p. 7, 1982.
61
Rozengurt, op. cit.; Rozengurt, M.A., 'Strategy and Ecological and Societal Results of
Extensive Resources Development in the South of the USSR', in Soviet Union in the Year 2000.
Simposio en la Universidad de Georgetown, 26-27 de junio, 1990, US Army Intelligence Agency,
1991, p.132.
62
White, G., 'The Environmental Effects of the High Dam at Aswan', Environment, Vol. 30, No. 7,
1988, p.34; Halim op. cit.
63
Snedaker, S.C.,'Mangroves: A Summary of Knowledge with Emphasis on Pakistan'; y Wells,
J.T. y Coleman, J.M., 'Deltaic Morphology and Sedimentology, with special reference to the Indus
River Delta', ambos en Haq, B.U. and Milliman, J.D. (eds.) Marine Geology and Oceanography of
Arabian Sea and Coastal Pakistan. Van Nostrand Reinhold, Nueva York, 1984, p. 99.
64
Stegner, W., Where the Bluebird Sings to the Lemonade Springs: Living and Writing in the
West. Penguin, Nueva York, p. 90.
65
Harper, op. cit., p. 420.
66
Petos, op. cit. p.51.
67
Ver Moyle, P.B. y Cech, J.J. Jr., Fishes: An Introduction to Ichthyology. Segunda Edición.
Prentice Hall, Nueva Jersey, 1988, p. 377.
68
McCutcheon, S., Electric Rivers: The Story of the James Bay Project. Black Rose Books,
Montreal, 1991, p. 98.
69
Petos, op. cit., p. 37.
70
Goulding, M., Forest Fishes of the Amazon. Pergamon, Oxford, 1985, p. 270; O'Reilly
Sternberg, H., 'Waters and wetlands of Brazilian Amazonia: An uncertain future' en Nishizawa, T.
y Uitto, J.I. (eds.) The Fragile Tropics of Latin America: Sustainable Management of Changing
Environments. UN University Press, Tokio, 1995; Lewis, W.M. et al., p. 249. 'Rivers and Streams
of Northern South America', in Cushing et al., op. cit., p. 249.
71
Bayley, P.B., 'The Flood Pulse Advantage and the Restoration of River-Floodplain Systems',
Regulated Rivers: Research and Management, Vol. 6; 1991, p. 57; Covich, op. cit., p.41; Moyle
and Cech, op. cit., p. 374 .
72
Abramovitz, 'Aquatic Species Disappearing' en L. Starke (ed.), Vital Signs, 1996: The Trends
that are Shapping Our Future., W.W. Norton, Nueva York, 1996, p. 124.
73
Minckley, W.L. and Douglas, M.E. 'Discovery and Extinction of Western Fishes', en Minckley,
W.L. and Deacon, J.E. (eds.) Battle Against Extinction: Native Fish Management in the American
West. University of Arizona Press, Tucson, 1991, pp. 12-15.
74
Abramovitz, 'Aquatic Species Disappearing'.
75
Rainboth, W.'Information About the Mekong Fish Fauna', Apéndice I hasta 'Comments on
IBRD Pak Mun Dam Mid-Term Review Fisheries Section', presentación para el Banco Mundial,
19 noviembre, 1993.
76
Hughes, F.M.R.,'The Influence of Flooding Regimes on Forest Distribution and Composition in
the Tana River Floodplain, Kenya', Journal of Applied Ecology, Vol. 27, 1990.
77
Sheppe, W.A., 'Effects of Human Activities on Zambia's Kafue Flats Ecosystems',
Environmental Conservation, Vol. 12, No. 1, Primavera 1985. La escasez de vida silvestre en
1983 pudo haber sido aumentada por la aguda sequía que afectó a Sudáfrica en ese momento.
78
Hunt, R.H., 'How Does Hydropower Compare?', Independent Energy, noviembre, 1993;
'Tacoma pulls out of Elkhorn hydro project', International Water Power and Dam Construction,
junio 1995.
79
Petos, op. cit., p.14.
80
Sale, M.J. et al., Environmental Mitigation at Hydroelectric Projects. Vol. 1. Current Practices
for Instream Flow Needs, Dissolved Oxygen, and Fish Passage. Idaho Field Office, Departameno
de Energía de EE.UU, 1991.
4
4
81
Cassidy, R.A., 'Water Temperature, Dissolved Oxygen, and Turbidity Control in Reservoir
Releases', en Petts and Gore (eds.) op. cit., pp. 30-38; McHugh, P. (1995) 'Plumbing the Depths',
San Francisco Chronicle, 4 junio, 1995.
82
White, op. cit., p. 22.
83
Barnum, A., 'Hatcheries Catch Blame on Salmon', San Francisco Chronicle, 9 noviembre,
1995.
84
Gillis, A.M., 'What's at stake in the Pacific Northwest salmon debate?', BioScience, Vol. 45, No.
3, marzo 1995, p. 127.
85
Roberts, T.R., 'Just Another Dammed River? Negative Impacts of Pak Mun Dam on Fishes of
the Mekong Basin', Natural History Bulletin of the Siam Society, Vol. 41, 1993, p. 123; Rainboth,
W. 'Information About the Mekong Fish Fauna', p.86.
86
Morse, op. cit. p. 280; HR Wallingford, op. cit. p.48.
87
Northwest Energy News, Noviembre-Diciembre 1993.
88
'Fish Pose a Costly Problem', Engineering News Record, 21 diciembre, 1992.
89
Ver Roberts, op. cit., p.126.
90
Mallen-Cooper, M. 'How high can a fish jump?', New Scientist, 16 abril, 1994.
91
Wellcome, op. cit., p. 250.
92
Bernacsek, op. cit., p.62.
93
Treakle, K. 'Briefing Paper No. 1: Yacyreta Hydroelectric Project II', Bank Information Centre,
Washington DC, agosto 1992. Banco Mundial 'Project Completion Report: Argentina Yacyretá
Hydroelectric Project and Electric Power Sector Project', 14 marzo 1995, pp. 25, 35. N. del T.:
Oldani N., Baigún C., Delfino R. y Rodríguez R., “Evaluación de los sistemas de transferencia
para peces de la represa de Yacyretá”, Natura Neotropicalis, 32(2), pp. 87-101, Santa Fe, 2001.
“Incidencia de factores ambientales en la abundancia y distribución de peces del río Paraná y su
relación con los sistemas de transferencia de la represa Yacyretá”, Oldani N., Minotti P.,
Rodríguez R., Delfino R. y Baigún C., Natura Neotropicalis, Vol. 32(1), pp. 40-48, 2001. Oldani N.
y Baigún C., “Performance of a fishway system in a major south american dam on the Paraná
River (Argentina-Paraguay)”, River Research and Applications, Vol. 18(2), pp. 171-183, 2002.
Según Oldani, “En Yacyretá los peces no pueden encontrar las rutas de aproximación a los
elevadores que los transportarían desde el río hacia el embalse para continuar las migraciones
ascendentes y completar el ciclo reproductivo. La eficiencia de los elevadores es bajísima,
solamente logran llegar al embalse el 1,88% de los peces -menos de 2 de cada 100 peces que
migran aguas arriba-. Pero si consideramos solamente los de mayor valor ecológico, deportivo y
comercial, el porcentaje cae abruptamente: solamente llegan al embalse el 0,62% es decir 62
peces de cada diez mil. (www.proteger.org.ar).
94
Ryder, G.,'Case Study: Pak Mun Dam in Thailand', paper presented at symposium 'Both Sides
of the Dam', Delft University of Technology, Holanda, 22 febrero, 1995; Sherer, P.M. 'Thai
Villagers Wish This Dam Was Never Built', Wall Street Journal, 12 marzo, 1996.
95
Traisawasdichai, M., 'Dam poses uphill battle for fish species', The Nation, Bangkok, 27 enero,
1995.
96
Comentario realizado durante la entrevista para 'The Dammed', un programa producido por la
Canadian Broadcasting Corporation, 17 febrero, 1995.
97
Traisawasdichai, M.,'Lessons of Chiew Larn Dam go unheeded in Laos', The Nation, Bangkok,
15 agosto, 1995.
98
Gribel, R., 'The Balbina Disaster: The Need to Ask Why?', The Ecologist, Vol. 20, No. 4, julio-
agosto, 1990.
99
Taylor, A.,'Consultants win more income overseas', Financial Times, 9 noviembre, 1995.
100
Para una crítica de un EIA en la que estuvo involucrado Lahmeyer ver 'Reappraisal of the
Adquacy of the EIA Report for the Nam Leuk Hydropower Development Project, Conclusions of a
Consultancy Report to the Protected Areas and Watershed Management Division of the Ministry
of Forestry, Lao PDR', mimeo, Vientiane, 16 noviembre, 1994. Para una crítica de un EIA
Norconsult ver Usher, A.D. y Ryder, G. (próximamente) 'Vattenfall Abroad: Damming the Theun
River', en Usher (ed.) op. cit.
101
Ver 'ERL Statement of Experience: Sri Lanka and South Asia', ERL, London, sin fecha.
Algunos contratos fueron entre los proyectos de ODA/Banco Mundial. ERL también obtuvo un
contrato ODA/Banco Mundial para Sardar Sarovar, no se incluye en esta lista.
4
5
102
Ver 1993 informes sobre Sardar Sarovar por ERL y HR Wallingford; 'Privatisation of the
Bakun Hydroelectric Project: EIA. Interim Report', Ekran Berhad, 7 noviembre, 1994; Williams, B.
et al. 'A Review of the EIA (Informe interno) of the Bakun Hydroelectric Project', IRN, Berkeley;
Barber, M and Ryder, G., Damming the Three Gorges: What Dam Builders Don't Want You to
Know. Earthscan, Londres, 1993.
103
'Mekong Mainstream Run-of-River Hydropower: Main Report', CNR, Lyon/Acres International,
Calgary/Mekong Secretariat, Bangkok, diciembre de 1994, p. 18.
104
Stewart Cox, B., Thailand's Nam Choan Dam: A Disaster in the Making', The Ecologist, Vol.
17, No. 6, 1987, p. 215.
105
Traisawasdichai, M., op. cit.
106
Traisawasdichai, M., op. cit.
107
Citado en Rich, B., Mortgaging the Earth: The World Bank, Environmental Impoverishment,
and the Crisis of Development. Beacon Press, Boston, 1994, pp. 11-12. El énfasis es de
Rainboth.
108
Morse et al., op. cit., p. 230.
109
'World Survey on Environmental Management Practice', Water Power & Dam Construction,
Mayo 1991.
4
6
Capítulo 3
Templos de la muerte:
los impactos sociales de las represas
1
Ahora tenemos que vivir aquí, en esta tierra, donde nosotros y
nuestros hijos pasamos hambre, aunque estamos continuamente
trabajando. La promesa de nuevos bienes cegó a nuestros hombres.
Ojalá nunca hubiéramos dejado Manibeli, a la gente y a la tierra que
llamamos nuestra.
En las últimas seis décadas los constructores de represas han expulsado a muchas
decenas de millones de personas de sus hogares y tierras, la mayoría de ellos
pobres y sin poder político, muchos pertenecientes a minorías indígenas o étnicas.
Estas legiones de “desplazados” por las represas, como se los llama en India, han
sido en la mayoría de los casos económica, cultural y emocionalmente devastadas.
En muchas ocasiones la gente tuvo que abandonar sus hogares debido a la
inundación provocada por la represa a cambio de una compensación mínima o sin
recibir nada, y aquellas que alguna vez habían sido familias campesinas
independientes ahora a duras penas subsisten como trabajadores extranjeros o
habitan en barrios marginales.
Los desplazados por las represas son sólo las víctimas más visibles de quienes
diseñan, financian y construyen grandes represas. Millones más perdieron tierras y
hogares debido a los canales, los planes de riego, las rutas, las líneas de energía y
el desarrollo industrial, obras que continúan desde las represas hasta los valles.
Otros no han sido físicamente desplazados de sus hogares pero han perdido el
acceso al agua potable, a la pesca, la recreación, las tierras de pastoreo, la madera,
la leña y los frutos del bosque. Aguas abajo, hay quienes se han quedado sin la
inundación anual que irrigaba y fertilizaba los suelos y recargaba los pozos. Millones
de personas también han sufrido enfermedades que casi inevitablemente provocan
las represas y los grandes proyectos de irrigación en los trópicos.
2
sea en India y en China precisamente, considerando el tamaño, la densidad de
población y el número de represas, donde se haya desalojado y se continúe
desplazando a más personas que en ningún otro país. Los investigadores del
Instituto Social Indio en Nueva Delhi estiman “prudentemente” que después de la
independencia de la India más de 14 millones de personas han sido desplazadas
por embalses y proyectos de irrigación asociados.
i
El Banco Mundial, utilizando las cifras del gobierno chino, estima que 10,2 millones
de personas fueron desplazadas por embalses en China entre 1950 y 1989.ii Esta
cifra incluye los totales de desplazamientos registrados como consecuencia de la
construcción de las cuatro represas más grandes: Sanmenxia con 410.000
desplazados; Danjiangkou con 383.000 (hay planes para elevar la altura de la
represa y con esto se afectaría a 225.000 personas más, muchas de las cuales ya
fueron desplazadas por el embalse original); Xinanjiang con 306.000; y Dongpinghu
con 278.000.iii Resulta muy complicado verificar las estadísticas de reasentamiento
del gobierno chino. Sin embargo, teniendo en cuenta la alta densidad demográfica
de China y el gran número de represas que han sido construidas, es probable que la
cifra real sea más alta que la oficial. El chino Dai Qing, un crítico de las represas,
cree que la cifra real en cuanto a los desplazados se encuentra entre 40 y 60
millones.iv
Los datos reunidos para este libro sumaron 2,2 millones de desplazados por 134
represas terminadas en países para los cuales hay información disponible, sin
contar China e India (ver Apéndice 3). Esta cifra es inferior al 1% de las grandes
represas construidas fuera de China e India, pero incluye la mayoría de aquellas
que han desalojado más gente. Un cálculo muy conservador de los desplazados por
las represas en todo el mundo (tomando la cifra del gobierno chino a valor nominal)
se acercaría a 30 millones. Una cifra más real (utilizando el número más bajo de la
escala de Dai Qing) se acercaría a 60 millones, lo que supera la población entera
del Reino Unido.v
3
familias que pierden parte o la totalidad de sus tierras, pero no sus casas, no se las
considera “desplazadas”, sin importar que para una familia humilde la pérdida de
una pequeña porción de tierra puede significar la diferencia entre subsistencia y
muerte por hambre. La gente que cría y alimenta su ganado en los valles de los ríos
sin derechos legales formales, como en el caso de indígenas y campesinos en
muchas partes del mundo, rara vez recibe compensación por la pérdida de la tierra.
Aquellos que tradicionalmente utilizan el valle para cazar, recolectar frutos silvestres
y vegetales, y obtener forraje, madera y leña tienen aún menos chances de ser
considerados afectados. Es probable que estas familias terminen varadas en islas
recientemente formadas o penínsulas, con los accesos hacia los vecinos, las
escuelas o los mercados inundados por los embalses.
• 800 familias perdieron sus tierras por la nueva ciudad construida para los
trabajadores involucrados en la construcción del SSP. Aunque la adquisición de
tierras comenzó en 1961, después de 35 años las familias continuaban luchando
por una compensación adecuada.
4
“remanso”, provocado por el aumento gradual de los niveles de agua como
consecuencia de la sedimentación en los tramos superiores del embalse.
• aguas abajo, el SSP planea eliminar el flujo del Narmada entre la represa y el
mar durante la mayor parte del año, destruyendo el sustento vital de miles de
familias de pescadores y afectando el suministro de agua de hasta un millón de
personas.
Río abajo
Las comunidades que viven río abajo sufren algunos de los efectos más serios a
largo plazo provocados por las represas. En África, la pérdida de la inundación
anual aguas abajo de las represas ha devastado los cultivos tradicionales de la
llanura aluvial, la pesca y las pasturas. La represa de Kainji en Nigeria, por ejemplo,
desplazó directamente a 50.000 personas, pero a su vez afectó cientos de miles
más quienes previamente alimentaban a su ganado y cultivaban la tierra irrigada por
la inundación anual. La producción de batata en la planicie inundable bajó alrededor
de 100.000 toneladas luego de que la represa fuera completada en 1968, aguas
abajo la captura de peces cayó drásticamente entre el 60 y 70 por ciento.vii
Asombrosamente, uno de los objetivos principales que perseguía la represa de
Kainji, según dijo Salah El-Din El-Zarka de los proyectos PNUD/FAO de
investigación de Kainji, era “controlar las inundaciones del río Níger para disminuir...
la inundaciones estacionales... y permitir de ese modo la expansión de la
agricultura”.viii
5
Bakolori, otra represa nigeriana sobre el Sokoto, un tributario del Níger, redujo el
área de cultivo de arroz aguas abajo a 7.000 hectáreas y a 5.000 hectáreas en el
caso de los cultivos de temporadas secas. William Adams, quien trabajó como
consultor en los proyectos de irrigación en Nigeria en la década del ‘70, afirma que
la represa alteró tanto las épocas de inundación como su intensidad; en
consecuencia, los agricultores “ya no sabían qué esperar de la inundación y no
pudieron predecir más la relación entre crecida, suelo y cultivo”. Durante la
temporada seca el descenso en el nivel de las aguas subterráneas indicaba que se
debían cavar los pozos más profundos, lo que significaba incrementar el tiempo y el
dinero invertido en el riego de los cultivos. En la década del ‘80 una encuesta reveló
que tres cuartos de los campesinos habían abandonado el cultivo de temporada
seca. En general, sólo los agricultores más ricos sobrevivieron.ix
Los diseñadores del Banco Mundial de Brasil financiaron la represa Sobradinho, que
directamente dejó a 70.000 personas sin hogar debido a la inundación a mediados
de la década de 1970. Además los proyectistas se sorprendieron cuando los altos
niveles del río provocados por la represa en temporada seca amenazaron con
inundar miles de hectáreas de plantaciones de arroz, 800 kilómetros aguas abajo
del río São Francisco. Las autoridades lanzaron un plan de emergencia para
proteger la planicie de inundación mediante la construcción de una serie de diques y
estaciones de bombeo, convirtiendo 25.000 hectáreas de suelo anegado
estacionalmente en un terreno con irrigación durante todo el año. Los proyectos
“ejecutados bajo una presión considerable de tiempo y de tensión social”, según el
Departamento de Evaluación de Operaciones del Banco Mundial, desplazaron a
más de 50.000 aparceros y a otra gente humilde de las zonas rurales. Si bien
muchas de estas familias probablemente se encontraban entre las 20.000 a las que
se le otorgó tierra en los nuevos polders irrigados, no hubo ningún intento de
reasentamiento para aquellos que fueron excluidos del programa y no se sabe qué
ocurrió con esta gente. Los campesinos reubicados en las nuevas tierras irrigadas
tuvieron que enfrentar el poco drenaje, el aumento en la salinidad del suelo y la falta
de asesoramiento en cuanto al manejo de técnicas de cultivo de riego. Como
consecuencia de la pobre producción, los ingresos inferiores y el endeudamiento,
muchas familias se vieron obligadas a abandonar estas nuevas tierras.x
Los indígenas, las tribus y otras minorías étnicas marginales conforman una gran
parte del porcentaje de quienes pierden su trabajo debido a la construcción de
represas. Las áreas en donde vive la gente bien vinculada y de buena posición
económica no se consideran buenas para la construcción de un embalse. En India,
según los cálculos gubernamentales, el 40% de las personas que han sido
desplazadas por las represas son adivasis, quienes representan menos del seis por
ciento de la población de este país. Casi todas las grandes represas construidas y
propuestas en las Filipinas se ubican en las tierras de los 4,7 millones de habitantes
indígenas.xii La mayoría de las 58.000 personas que fueron desplazadas para la
construcción de Hoa Binh, la represa más grande de Vietnam, provenían de grupos
étnicos minoritarios y sucedería lo mismo al construirse la represa Ta Bu, aún más
grande que Hoa Binh, proyectada río abajo, ya que se desalojarían 112.000
indígenas.xiii
El impacto de las represas sobre los pueblos indígenas resulta doblemente grave,
ya que la mayoría de las comunidades ya sufrieron siglos de explotación y
desplazamiento, y sus reservas en los valles, en la selva o en el desierto
generalmente son los lugares donde se refugian antes del arrasamiento cultural. Las
comunidades indígenas sufren en forma exacerbada el drama del reasentamiento
por el fuerte lazo espiritual que los une a sus tierras, y porque además muchas de
las prácticas culturales y comunales que definen a sus sociedades son destruidas
7
por el desalojo y por la pérdida de los recursos comunes en los que basan sus
economías.
Aunque los que planifican las represas en una ciudad crean que estas áreas
indígenas son lejanas y poco pobladas, las franjas de cultivo costeras y los bosques
ribereños inundados por las represas son por lo general las mejores tierras de la
región y son mucho más importantes, económica y culturalmente, de lo que parecen
por el tamaño. Para la construcción de la represa hidroeléctrica Kaptai, financiada
por los EE.UU., que se encuentra al sudeste de Bangladesh, en la región
montañosa de Chittagong, se desplazó a más de 100.000 personas pertenecientes
a la minoría étnica Chakma, cifra que representa un sexto del total de esta
población, y se inundaron dos quintos de su tierra cultivable. La consecuente falta
de tierras y el enojo del gobierno desataron un conflicto sangriento entre los
Chakma budistas y los habitantes bengalíes musulmanes, que ha devastado la
región desde que Kaptai se completó en 1962.xv
Una de las consecuencias menos conocidas del desarrollo hídrico en los EE.UU., es
el impacto producido sobre los nativos norteamericanos. Un cuarto de la reserva de
Dakota del norte de las Tres Tribus Agrupadas (los Mandans, los Hidatsas y los
8
Arikas) y casi todas sus tierras productivas se inundaron con la represa Garrison, y
el ochenta por ciento de la población de la reserva fue desplazada. Las tres tribus
exigieron al gobierno una compensación, incluyendo un permiso para que su
ganado pastara en la parte periférica de la reserva y se reconociera su elemental
derecho de recolectar madera de la zona anegada. Sin embargo, estas demandas
modestas fueron rechazadas. Marc Reisner describe la escena en la oficina del
Secretario de Interior Cap Krug, en Washington DC, mientras se firmaba el acuerdo
mediante el cual se autorizaba la expropiación de las tierras de las tres tribus en
mayo de 1948:
“Parado detrás de Krug... estaba George Gillette, líder del consejo tribal de
negocios, elegantemente vestido con un traje a rayas finas. ‘Los miembros
del consejo tribal firmamos este acuerdo con mucho dolor en el alma’, Gillette
alcanzó a decir. ‘En este momento no vemos un buen futuro para nosotros’.
Entonces, mientras Krug alcanzaba un montón de lapiceras conmemorativas
para firmar el acuerdo y los políticos y los burócratas reunidos miraban
avergonzados o pasmados, George Gillette cubrió su rostro con su mano y
comenzó a llorar”.xvi
En la cuenca del Columbia el mayor daño causado a los nativos americanos por los
constructores de las represas no fue el robo de sus tierras y del agua, sino la
destrucción de las pesquerías de salmón en las que basaban tanto su economía
como la mayor parte de su cultura. El 17 de junio de 1940 varias tribus se reunieron
en el sitio de pesca de las cataratas de Kettle, que pronto sería inundado por la
represa Grand Coulee, para llevar a cabo la “ceremonia de las lágrimas” en lugar de
la celebración tradicional de la pesca primaveral del salmón, que representaba la
renovación de vida. El gobierno federal acordó pagar sólo por medio siglo una
indemnización a las Tribus Confederadas de Colville, que perdieron pueblos, tierras,
salmones y cementerios a causa de la construcción de la Grand Coulee. Ninguno de
los miembros del consejo que presentaron una demanda de indemnización en 1951
estaba vivo cuando el Congreso aprobó uno de los pagos más grandes hechos a
una tribu norteamericana, una suma de dinero que alcanzaba los U$S 54 millones y
además pagos anuales de U$S 15,25 millones mientras la Grand Coulee produzca
energía.xviii
9
Esperando la represa
11
Una represa hecha con sangre: las masacres de Chixoy
Una de las más terribles atrocidades relacionada con los desalojos a causa de las
represas fue ciertamente la matanza de 369 indios maya achí del pequeño pueblo
de Río Negro, en la zona anegada de la represa Chixoy, en Guatemala. La pesadilla
de Río Negro comenzó en 1976, cuando un helicóptero lleno de funcionarios de la
empresa de energía guatemalteca INDE descendió en el pueblo para transmitirles a
los habitantes que pronto quedarían sepultados bajo una enorme represa. Durante
Los cuatro años siguientes, el INDE y un comité conformado por los habitantes del
pueblo negociaron los términos del reasentamiento. Sin embargo, cuando la gente
de Río Negro vio las casas pequeñas y la tierra pobre a las que iban a ser
trasladados, se sintieron engañados y se negaron a moverse.
Llegado este punto, las autoridades comenzaron una campaña de terror contra los
habitantes tercos. En marzo de 1980 tres policías militares con base en el sitio de la
represa fueron a Río Negro supuestamente para arrestar a algunos de los
habitantes acusados de robar en los depósitos del proyecto. Cuando la comunidad
se negó a entregarlos, la policía abrió fuego y mató a siete personas. Entonces los
pobladores persiguieron a la policía hasta que se fueron y uno de ellos, según la
gente de Río Negro, se ahogó en el río. No obstante el INDE y el ejército acusaron a
los pobladores de asesinar al policía y quedarse con su arma y de ser promotores
del movimiento guerrillero del país. En julio de 1980 dos representantes de Río
Negro accedieron al pedido del INDE y fueron al sitio de la represa para presentar
los documentos de reasentamiento que habían firmado con la empresa. Una
semana después fueron encontrados los cuerpos mutilados de los dos hombres y
los documentos nunca aparecieron.
Dos años más tarde, en febrero de 1982, el comandante militar local obligó a 73
hombres y mujeres de Río Negro a presentarse en Xococ, una localidad río arriba
de la zona del embalse, que tenía un pasado de conflictos de tierras y hostilidad.
Solamente una mujer de los 73 volvió a Río Negro, el resto fue raptado, torturado y
luego asesinado por la Patrulla de Autodefensa Civil de Xococ o la PAC, una de las
notorias unidades paramilitares utilizadas por el Estado como escuadrones de la
muerte. Luego de que la mujer que logró escapar le contó a la gente de Río Negro
acerca de las masacres, los hombres del pueblo se escondieron en las montañas y
12
las mujeres se quedaron en la casa pensando que las patrullas sólo buscarían a los
hombres.
“Si el Banco (Mundial) sabía acerca de las masacres, entonces, otorgarles más
préstamos para el proyecto era, en el mejor de los casos, una coartada premeditada
y en el peor, un acto de complicidad en la violencia. Si el Banco desconocía la
matanza, entonces era culpable por total negligencia. En cualquiera de los casos el
Banco está involucrado en los horrores perpetrados contra el pueblo de Río Negro
en 1982”.xxvi
Después de la inundación
La gran mayoría de quienes fueron desplazados por las represas han desaparecido
de las estadísticas, absorbidos por barrios pobres o por los campos de trabajadores
extranjeros. En India, alrededor de tres cuartos de los millones de desplazados no
recibieron tierras o viviendas; en el mejor de los casos obtuvieron una pequeña
indemnización, pero generalmente no recibieron nada.xxvii Numerosos estudios
demuestran que incluso aquellos indios desplazados que fueron “reubicados”
invariablemente terminaban empobrecidos, desmoralizados y deprimidos. En las
áreas de reasentamiento la gente desalojada por la represa Rengali, en el estado de
Orissa, se conoce como “inundados destituidos”, según sus propios nuevos
vecinos.xxviii En China, según las estadísticas oficiales, solamente un tercio de los
desplazados han podido “restablecer sus vidas con estándares satisfactorios”. Otro
tercio “logró subsistir” y el resto “se atascó en la pobreza”.xxix
A cada familia adivasi desplazada por la represa Bargi en Madhya Pradesh (la
primera represa construida sobre el Narmada), se le prometió dos hectáreas de
tierra cuando sus campos fueron anegados a fines de la década del ‘80, a pesar de
que la superficie de muchas de sus antiguas propiedades fuera superior. Esta
promesa no se cumplió y a la mayoría de los 114.000 desplazados sólo se les
otorgó parcelas para viviendas y lastimosas indemnizaciones en efectivo. Debido a
los estudios incompetentes, muchas de las áreas de reasentamiento se encontraban
en zonas propensas a ser anegadas por lo que, sin ninguna advertencia previa, los
desplazados fueron desalojados nuevamente por un segundo anegamiento cuando
el embalse se llenó completamente en 1990. El gobierno de Madhya Pradesh
16
estimaba que Bargi inundaría 26.729 hectáreas pero el área real sumergida triplica
esta cifra.
Algunas de las familias desplazadas por segunda vez (quienes ya habían invertido
el dinero de la indemnización en la construcción de viviendas que vieron
desaparecer un tiempo más tarde) fueron trasladadas a lo que el gobierno denominó
la “ciudad ideal” de Gorakhpur. Se construyeron allí casas, una escuela y un
dispensario con medicamentos. Sin embargo, no había maestros ni personal médico
en Gorakhpur, ni había tierra disponible ni zona de pastura para el ganado. Privados
de casi todos sus medios de subsistencia, cinco personas murieron de hambre en la
“ciudad ideal” entre 1990 y 1992.xxxiv Hacia 1993 la mayoría de los desplazados de
Bargi se había mudado a poblaciones vecinas en búsqueda de trabajo. Shailendra
Yashwant, una periodista india, describe la crisis de esta comunidad:
La pérdida de lo público
Nuestra leña, la pastura, las hierbas y las medicinas provienen del bosque,
las flores mahua que recolectamos para el vino de mahua también provienen
del mismo lugar y nuestros peces del río aguas abajo... ¿Qué programa de
17
reasentamiento va a tener en cuenta que todas estas cosas forman parte de
nuestros ingresos a la hora de indemnizarnos?
Reasentamientos mortíferos
Después del reasentamiento y durante los dos meses siguientes, más de las 121
personas desplazadas por la construcción de Kariba, en su mayoría niños, fueron
víctimas de brotes de la enfermedad del sueño (encefalitis letárgica), disentería,
sarampión y varicela. Casi un año más tarde, en septiembre de 1959, se manifestó
una enfermedad inexplicable que al año siguiente se llevó la vida de 56 mujeres y
niños.xli El Instituto Tata observó altos e inusuales índices de mortalidad entre las 60
familias que vivían en el área de reasentamiento de Parveta; durante los primeros
años desde que empezaron a trasladarse allí en 1984, murieron 17 personas, 11 de
las cuales eran niños menores de cuatro años. xlii
19
después del cerramiento de la represa Kedung Ombo, en enero de 1989, se
ahogaron seis personas.xliv
El fin de la alegría
Uno de los problemas más graves y a largo plazo que enfrentan los desplazados es
el endeudamiento. Los afectados pasan de vivir de las economías de subsistencia y
de las tierras públicas a depender del dinero en efectivo y los mercados, lo que
incrementa la vulnerabilidad al endeudamiento y reduce su capacidad de sobrevivir
en los años de escasez. Si bien en el pequeño pueblo costero de Manibeli casi no
se tenía conocimiento sobre deudas, se obligó a cuatro quintos de los grupos
familiares del área de reasentamiento de la represa Sardar Sarovar, en Parveta, a
sacar créditos durante los ocho años subsiguientes al inicio del desalojo.xlvii Las
familias que no puedan pagar los créditos no tendrán otra alternativa más que
20
vender los pocos bienes que les quedan y, como último recurso, el más importante,
su tierra.
En un estudio llevado a cabo por los antropólogos N.K. Behura y P.K. Nayak acerca
de los desplazados por la represa Rengali, en Orissa, se destacaron una serie de
síntomas de la crisis social y cultural. Al empobrecerse, los desplazados no pudieron
cumplir con sus obligaciones tradicionales de ayudar a los miembros de sus familias
y de sus castas, y a la vez sus responsabilidades eran mayores, ya que dependían
de sus familiares que no habían sido desplazados para que los ayudaran a enfrentar
la pesadilla del desalojo. Las disputas relacionadas con la división del dinero de la
indemnización familiar “alimentaron la desconfianza y el sufrimiento en el ámbito
familiar”. Debido a que el prestigio social de las familias desplazadas disminuyó,
luego del desalojo sólo podían casarse entre miembros de otras familias
desplazadas. Los grandes grupos familiares tradicionales se disgregaron y se
transformaron en pequeños grupos para poder recibir la indemnización que sólo se
pagaba a las familias-núcleo. En cuanto a la organización comunal, afirman Behura
y Nayak, “los grupos que coordinaban los temas políticos, económicos y rituales
comenzaron a disolverse”. El entusiasmo, la abundancia y el esplendor que había
en las ocasiones festivas se perdió casi por completo: las fiestas tradicionales “se
caracterizan más por la melancolía que por la alegría”.xlix
De los 192 proyectos financiados por el Banco Mundial que fueron examinados en
esta Revisión de 1994, el 50% carecía de planes de reasentamiento al momento de
ser aprobados por la junta de directores ejecutivos del Banco, lo que representó una
violación directa a la propia política de la institución. Además el 70 por ciento de los
planes que se habían preparado disponían que sólo se efectivizarían
indemnizaciones en efectivo y no en tierra u otro bien productivo, hecho que
también infringía las normas del Banco.lii En conclusión, solamente el 15% obedecía
dos de las políticas básicas de reasentamiento.
22
Banco”.liv Sin embargo, aunque este comportamiento constituya una norma y no la
excepción, las misiones del Banco rara vez cuestionan las cifras recibidas.
23
Cuadro 3.1: Subestimación de número de desplazados
Fuentes:
1. Banco Mundial (1994). 'Resettlement and Development: The Bankwide Review of Projects
Involving Resettlement 1986-1993'.
2. Cernea, M.M. y Guggenheim, S.E. (eds.) (1993) Anthropological Approaches To
Resettlement: Policy, Practice and Theory, Westview Press, Boulder, CO.
3. Banco Mundial(1994) 'Resettlement and Rehabilitation in India: A Status Update of Projects
Involving Involuntary Resettlement'.
4. Narmada Bachao Andolan (1994) 'Supreme Court of India Writ Petition'.
5. Cook, C.C. (1994). Involuntary Resettlement In Africa: Selected Papers from a Conference on
Environment and Settlement. Informe Técnico del Banco Mundial Número 227.
6. Peter Ames, Harza Engineering, com. pers.
7. 'Bakun Hydroelectric Project: Energy Security Via Hydropower', GTZ, Eschborn, 1988;
'Bakun: Green Energy for the Future', Despacho del Primer Ministro, Kuala Lumpur, 1996.
8. National Electric Power Authority, 'Lokoja Hydroelectric Project: Feasibility Study, Appendix
C2. International Resettlement Experience', Lagos, marzo, 1979.
Según el DEO los ingresos promedio, ajustados por la inflación, de las 200 familias
entrevistadas se elevan de US$ 118-235 per cápita en 1979 a US$ 260 en 1989. Sin
embargo, es probable que las cifras de ingreso anteriores a la represa sean falsas.
Las familias desplazadas eran campesinos arroceros y la cifra estimativa de sus
ingresos previos se basa en lo que el DEO considera información inconsistente y
poco creíble acerca del precio del arroz.lx Además, si se basa el ingreso de una
familia solamente en su producción agrícola, no se incluye el valioso aporte que
tienen en su economía los recursos obtenidos del uso de la propiedad pública.
La percepción de que las conclusiones del DEO, en cuanto a una mejoría en los
ingresos, constituye un artefacto estadístico conveniente se encuentra respaldada
por los desplazados mismos. Las cifras que se esconden en los apéndices del
informe del DEO demuestran que cuatro de cada cinco reasentados encuestados en
1989 se veían a sí mismos en peores condiciones que antes de la reubicación.
24
Solamente el 14% consideraba que sus ganancias se habían incrementado
después de la represa. El DEO admite que las comunidades se quejaban de que les
resultaba más caro vivir en los barrios de reasentamiento que en sus pueblos
anteriores y que, cinco años después del desplazamiento, los desalojados
continuaban protestando y organizando manifestaciones pidiendo mejores
indemnizaciones. A pesar de la obvia desilusión de los desplazados de Khao Laem,
el DEO concluye que “sus ingresos se han incrementado”, por lo tanto sus
“estándares de vida han mejorado” y que el “resultado del reasentamiento fue
satisfactorio”.lxi
Las personas desalojadas no son las únicas que se enferman y se mueren como
consecuencia de la construcción de las represas. Éstas alteran radicalmente las
condiciones ecológicas, provocan grandes movimientos de población y son
poderosos agentes en la propagación de enfermedades, en especial en las áreas
tropicales y subtropicales, y particularmente cuando están acompañadas de planes
de riego. Si bien las medidas de salud pública con fondos implementados de
manera correcta pueden reducir aunque no erradicar las enfermedades
relacionadas con las represas, en la mayoría de los casos esta situación representa
una excepción más que la regla.
“Los trabajadores que llegaban junto con sus familias hicieron que la
población de los pueblos cercanos aumentara entre 3 y 7 veces.
Generalmente se asentaban en barrios humildes superpoblados, donde no
tenían atención sanitaria y de la salud adecuados, y además estaban
expuestos a enfermedades infecciosas, particularmente infecciones
respiratorias y diarreicas, a la desnutrición y al poli-parasitismo, lo que fue
perjudicial para el desarrollo de los niños. Las condiciones de vida también
llevaron a la prostitución y a la promiscuidad y, consecuentemente, las
enfermedades de transmisión sexual eran muy comunes”. lxii
Se cree que los obreros que trabajaron en el proyecto de represa y desvío Lesotho
Highlands Water, que costó U$S 8 mil millones, introdujeron el virus HIV en el reino
de Lesotho, que se encuentra en el sur de África. Actualmente el virus del sida está
avanzando en las comunidades locales. En 1992 algunos estudios demostraron que
1 de cada 20 obreros que trabajaban en la construcción de la represa y
aproximadamente 1 de cada 120 personas del mismo grupo de edad de las
localidades vecinas, estaban infectados. “Ahora hay una gran preocupación debido
al rápido aumento en la propagación del sida”, expresó un artículo del Boletín de la
Asociación de Médicos norteamericana en 1995. “Es imprescindible aumentar los
controles, brindar oportunidades para que todos tengan acceso a la educación para
la salud y llevar a cabo actividades preventivas agresivas en el sitio de la
construcción de la represa Katse para detener la transmisión del sida de los obreros
hacia los habitantes de las localidades cercanas”.lxiii
Sin embargo, la razón principal por la que las represas y los sistemas de irrigación
son centros de propagación de enfermedades es que éstas crean hábitat propicios
para el desarrollo de insectos, caracoles y otros animales que actúan como
portadores de los parásitos de enfermedades de origen hídrico. La magnitud de la
incidencia global de la esquistosomiasis (bilharzia), enfermedad hídrica que debilita
a la gente, está directamente vinculada con la construcción de represas y proyectos
de riego. Consecuentemente, la enfermedad no sólo se ha propagado en las áreas
en las que ya se la conocía, sino que también se ha agravado donde ya era un
problema. Una conferencia sobre los problemas ambientales ocasionados por los
programas de irrigación auspiciada por las Naciones Unidas en 1977 concluyó que
“la invasión de esquistosomiasis causada por los planes de riego en las tierras
áridas es tan común que no hay necesidad de dar ejemplos. Son excepcionales las
regiones que cuentan con este tipo de planes y no padecen la enfermedad”.lxvii
Las aguas de las orillas de los embalses y de los canales de riego tropicales tienden
a ser calmas, poco profundas, cálidas, cubiertas de plantas y con buena luz, lo que
constituye un excelente hábitat para los caracoles Bulinus y Biomphalaria. Además,
los embalses y los planes de irrigación incrementan notoriamente el contacto de las
personas con las aguas infectadas por los caracoles y las plantas, ya que los
campesinos y los pescadores trabajan en los canales y los embalses y en sus
alrededores, sus familias lavan la ropa y los niños juegan allí mismo. La gran
cantidad de tiempo que los niños de las zonas cálidas pasan jugando cerca del agua
hace que sean muy propensos a contagiarse. Desde que se desarrollaron planes de
riego permanente la gente está expuesta a la esquistosomiasis durante todo el año,
mientras que anteriormente, cuando la agricultura dependía de las precipitaciones
estacionales o de las crecidas anuales, el único período de contacto entre la gente y
los caracoles era la breve estación lluviosa.lxix
28
Posteriormente, desde la década del ´30 se han reducido gradualmente los índices
de esquistosomiasis urinaria como resultado de mejoras en la salud pública.
En Ghana, los caracoles Bulinus han proliferado en todas las represas -grandes y
pequeñas. En la región donde se encuentra la gran represa Volta, los índices de
esquistosomiasis urinaria aumentaron desde una cifra menor a un 10 por ciento en
las poblaciones costeras en 1966 a alrededor del 90% en los niños que vivían cerca
de la nueva represa en 1969. En algunos pueblos muy cercanos a la represa todas
las personas estaban infectadas. No se detectaron casos de esquistosomiasis
intestinal cerca del embalse, sin embargo en poblaciones río abajo, en el Akosombo,
próximas a una represa más pequeña en Kpong, más de un tercio de los pobladores
estaban infectados con el S. mansoni. lxxi
Los intentos en todo el mundo por controlar la esquistosomiasis han tenido poco
éxito; en general han podido contener pero no erradicar la enfermedad. El
programa patrocinado por la OMS y por el Programa de Desarrollo de las Naciones
Unidas (PNUD) llevado a cabo en el embalse de Volta, que consistió en la
fumigación de moluscos y el tratamiento de gente infectada, redujo a la mitad la
incidencia de esquistosomiasis entre 1975 y 1981, año en que concluyó el
programa. Sin embargo dos quintos de la población que vivía en el área continuó
infectada -y sólo se cubrió un tramo de 60 kilómetros de los 5.000 de la costa del
embalse. Egipto invierte una suma de dinero importante en su programa de control
de la esquistosomiasis -el 8% del presupuesto total del país destinado a la salud en
1984-, y aun así la enfermedad es epidemia.lxxvii En los años ’70, en China se creyó
que se había reducido la cantidad de infectados con esquistosomiasis, ya que se
mejoró la higiene y además se habían destruido los hábitat de los caracoles, a tal
punto que “ya no era de importancia para la salud pública”.lxxviii Sin embargo, en
1994 el Economic Daily de Beijing publicó que
“... desde de la década del ´70 se han descubierto cada vez más casos de
gente que padece la enfermedad... y hasta ahora se han encontrado
1.500.000 de personas infectadas... a lo largo del río Yangtze... el país
enfrenta una situación seria en relación con la prevención de la recurrencia
de la esquistosomiasis”.lxxix
A pesar del enorme esfuerzo mundial realizado para erradicar la malaria, también
conocida como paludismo, sigue siendo una de las enfermedades letales mortales
más difundidas, y es cada vez más grave. En 1990 más de 300 millones de
personas se enfermaron de malaria y probablemente murieron más de un millón. En
África la gran mayoría de los que murieron de malaria eran niños. El Dr. Hiroshi
30
Nakajima, director general de la OMS, advirtió en 1992 que “la situación del
paludismo es preocupante a nivel mundial y se está tornando cada vez más
grave”.lxxx
El mosquito Anófeles gambiae, uno de los portadores más peligrosos del paludismo,
se reproduce prolíficamente en charcos de agua cálida poco profundos y tan
pequeños como la huella de una pezuña llena de agua, tiene un alto índice de
infección con el parásito Plasmodium falciparum y puede causar el paludismo
cerebral, que es la forma más mortal de esta enfermedad. El A. gambiae es atraído
por la luz solar y su densidad de población tiende a aumentar con la degradación
ambiental, especialmente con la deforestación y el anegamiento de bosques o áreas
31
de llanura. Luego de una invasión de A. gambiae proveniente de Sudán, una
epidemia de paludismo azotó el Alto Egipto entre 1942 y 1943 y dejó un saldo de
130.000 víctimas. Según la OMS, la epidemia debe verse como “una consecuencia
del desarrollo hídrico”.lxxxiii
Mientras que los casos de paludismo se elevaban en todo el mundo, en los años ´60
dos tragedias destruyeron las esperanzas de vencer para siempre la enfermedad:
los mosquitos comenzaron a desarrollar una resistencia genética al DDT y los
parásitos Plasmodium a la quinina. La resistencia del mosquito al DDT implicó que
los programas de fumigación tenían que adoptar alternativas y productos mucho
más costosos. Pero con el correr del tiempo los mosquitos desarrollaron resistencia
a las nuevas sustancias con las que se los pretendía combatir.
Actualmente más gente muere de paludismo que hace tres décadas. En Brasil, en
los años ´60 el paludismo fue prácticamente erradicado; sin embargo, en 1990 se
33
registraron 560.000 casos. En 1993 el índice de muertes en África a causa del
paludismo fue el más elevado de la historia.lxxxviii
Otra enfermedad muy grave relacionada con los proyectos de desarrollo hídrico en
Asia es la encefalitis japonesa, que es transmitida por el mosquito Culex
tritaeniorhynchus. Actualmente el virus está disminuyendo en China, Japón y en
Corea del Sur pero se está propagando por Bangladesh, India, Burma, Nepal,
Tailandia y Vietnam, lo que se atribuye a la transformación que hubo en el cultivo
del arroz; antes se regaba con las lluvias y ahora es irrigado continuamente.xcii
34
Los mosquitos transmiten muchas otras enfermedades, entre ellas la fiebre amarilla
y el dengue. Los insectos también pueden causar muchas molestias en la vida de
una persona aun cuando no transmitan ninguna dolencia. El agua estancada y la
vegetación podrida en la represa Tucuruí, en Brasil, provocaron una plaga de
moscas y de una clase de mosquito particularmente agresiva cuya picadura era
dolorosa. Los insectos perturbaron la vida de las 8.000 personas que vivían cerca
de la represa, algunas de las cuales afirmaron que llegaron a sufrir no menos de
700 picaduras en una hora. Una ola de enfermedades, incluyendo paludismo y
leishmaniasis, azotaron al área y como consecuencia mucha gente se vio forzada a
abandonar sus hogares y sus campos. La leishmaniasis, también conocida como
kala-azar o fiebre dumdum, es causada por un protozoo que se transmite por medio
de picaduras de jejenes y puede provocar infecciones localizadas en la piel, fiebre,
anemia, disentería y neumonía y que además es fatal en casos extremos.xciii
Moscas y gusanos
Pero las represas pequeñas generalmente incrementan los índices de ceguera del
río: sus aliviaderos proveen un hábitat excelente para la larva del jején en
temporada húmeda y es probable que no inunden ningún sitio de reproducción. Un
programa de riego para el cultivo de arroz en el valle de Tiao, en Burkinna Faso,
35
condujo a la infección de prácticamente todas las personas en el área para 1972,
siete años después de que comenzara la irrigación. El 50% de las personas
mayores a los 40 años de edad quedaron ciegas. Hasta entonces la ceguera del río
era poco conocida en el valle.xcvi
Los constructores de represas aseguran que si bien existen muchos riesgos para la
salud causados por sus proyectos en los países en vías de desarrollo, éstos pueden
ser reducidos a niveles “aceptables” mediante el “control” adecuado y tomando las
precauciones sanitarias necesarias. La mejora en la atención primaria de la salud,
especialmente una asistencia sanitaria adecuada, pueden hacer que la enfermedad
sea menos común y menos letal, pero muy pocas veces se podrá prevenir el
aumento de las enfermedades hídricas, ya que las condiciones ecológicas están
creadas para que éstas se propaguen. La historia de la “erradicación” del paludismo
nos brinda un ejemplo claro de que confiar en la capacidad humana para burlar a un
microbio ecológico puede ser un error fatal. Además, aunque el cuidado de la salud
se incluya en las propuestas de proyectos, no se garantiza que estas medidas sean
efectivamente financiadas a largo plazo. El “control”, la respuesta casi inevitable de
los consultores del desarrollo a cualquier pregunta, por sí mismo no detendrá un
solo caso de estas enfermedades.
Otro argumento de quienes están a favor de las represas es que estos proyectos
incluyen mejores suministros de agua y que por lo tanto reducirán los índices totales
de enfermedad. Sin embargo es muy raro que las grandes represas se construyan
para el suministro doméstico de agua y, cuando éste es el objetivo, se trata sólo de
una parte menor del proyecto, que podría cubrirse fácilmente con una represa más
pequeña u otras alternativas. Además, los proyectos de suministro de agua sin otras
medidas sanitarias generalmente son insuficientes para reducir la incidencia de las
enfermedades.xcviii
38
xli
Scudder op. cit., 1993. p. 140.
xlii
Morse et al. Sardar Sarovar, p. 156.
xliii
N. del T.: la altura de las olas es más grande cuanto mayor es la superficie de un embalse;
éste es un riesgo no siempre bien conocido.
xliv
Banco Mundial op. cit., pp. 4-13; 'Kedung Ombo', Down to Earth, Jakarta, agosto, 1989.
xlv
Banco Mundial op. cit., pp. 2-9.
xlvi
Thukral op. cit., p. 23.
xlvii
Tata Institute of Social Sciences op. cit., p. 19; ver también Daud, Justice S.M. 'The Fate of
the Gujarat Oustees, Narmada Valley: Dispossessed, Hunted, Humiliated and Cast into Oblivion!',
The Indian People's Tribunal on Environment and Human Rights. Sixth Report. Bombay, 1994.
xlviii
Tata Institute of Social Sciences op. cit., p.19.
xlix
Behura y Nayak, 'Involuntary Displacement', pp. 297-304.
l
Cernea, M. 'Anthropological and Sociological Research for Policy Development on
Population Resettlement', en Cernea y Guggenheim (eds.) op. cit., p. 297; Banco Mundial, op. cit., pp.
1-7.
li
Banco Mundial op. cit., pp. 4-1, 4-2.
lii
Banco Mundial op. cit., pp. 5/13, 5/16.
liii
Banco Mundial op. cit., p. 2/2.
liv
Cernea op. cit. 'Involuntary Resettlement'
lv
Banco Mundial, 'Resettlement in the Kiambere Project', Office Memorandum, 14 abril 1989.
lvi
Banco Mundial, op. cit., pp. 4-3.
lvii
Banco Mundial, 'Early Experience with Involuntary Resettlement: Impact Evaluation on
Thailand Khao Laem Hydroelectric', Operations Evaluation Department, 29 junio, 1993, pp. 8 y 15.
lviii
Hubbel, D., Project for Ecological Recovery, Bangkok, com. pers., 31 Mayo, 1994.
lix
Ver Pongsapich, A., Phutharaporn, K. and Lapthananon, P. 'Social-Environmental Impact
Assessment and Ethnic Minorities: State vs. Local Interest in the Construction of Khao Laem Dam',
Journal of Social Research, Vol. 15, No. 1, Chulalongkorn University. Pongsapich et al. son los
investigadores nombrados por el DEO para realizar la evaluación posterior al reasentamiento de la
represa Khao Laem. Las conclusiones de Pongsapich et al. difieren enormemente de lo que el DEO
definió como un reasentamiento “exitoso”.
lx
Banco Mundial, 'Early Experience', p.v.
lxi
Banco Mundial, pp. iii, iv.
lxii
Hunter, J.M. et al. Parasitic Diseases in Water Resources Development: The Need for
Intersectoral Negotiation. OMS, Ginebra, 1993, p. 10.
lxiii
Kravitz, J.D. et al., 'Human Immunodifficiency Virus Seroprevalence in an Occupational
Cohort in a South African Community', Archives of Internal Medicine, 7 agosto, 1995. Vol. 155, No.
15.
lxiv
Morrow, E.W. and Shangraw, Jr., R.F. Understanding the Costs and Schedules of World
Bank Supported Hydroelectric Projects. Departamento de Industria y Energía del Banco Mundial,
Washington, D.C., Julio, 1990, p. 35.
lxv
Morrell, D. Indictment: Power and Politics in the Construction Industry. Faber & Faber,
Londres, 1987, p.157; Banco Mundial 'Colombia: The Power Sector and the World Bank, 1970-1987.
Volumen II: Technical Report', Operations Evaluation Department, 28 junio, 1990, p. 21.
lxvi
F. Lempérière, 'Cost Effective Improvements in Fill Dam Safety', The International Journal of
Hydropower & Dams, enero, 1995.
lxvii
G. White (ed), 'The Main Effects and Problems of Irrigation', en E.B.Worthington (ed.), Arid
Land Irrigation in Developing Countries: Environmental Problems and Effects, Pergamon, Oxford,
1977, p. 48.
lxviii
Ver Pearce, E.J. 'Schistosomiasis: Proselytizing with Immunity', Nature, Vol. 363, 6 Mayo,
1993; Hunter et al. op. cit., p. 200; OMS, The Work of WHO in the Western Pacific Region 1 July
1985 - 30 June 1987. OMS, Manila, junio 1987.
lxix
Biswas, A.K. 'Health, Environment and Water Development: An Understanding of the
Interrelationships', The Environmental Professional, Vol. 7, 1985.
lxx
White, G. 'The Environmental Effects of the High Dam at Aswan', Environment, Vol. 30, No.
7, 1988, p. 37; Hunter et al. op. cit., pp. 29, 43; 'Egypt's High Aswan Dam: A Bad Reputation
Reexamined', Hydropower and Dams, enero 1994; Sobhy, M. 'Effect of the High Dam on Malaria', en
Comité Nacional de Grandes Represas, Egipto (ed.) High Aswan Dam Vital Achievement Fully
Controlled. (ENCOLD, en inglés) , El Cairo, 1993, pp. 221-2.
lxxi
Hunter et al. op. cit., p. 35; Graham, R. 'Ghana's Volta Resettlement Scheme', en SEELD 2,
1986, p. 137.
lxxii
Hunter et al. op. cit., p. 40.
lxxiii
Environmental Health Project 'Senegal River Basin Health Master Plan Study', Arlington, VA,
Diciembre 1994, p. 38.
39
lxxiv
Hunter et al. op. cit., pp. 50-116.
lxxv
HR Wallingford 'Sardar Sarovar Projects: Command Area Environmental Impact
Assessment. Progress Report', HR Wallingford, Reino Unido y Banco Mundial, Marzo, 1993, pp. 11,
E5.
lxxvi
Un informe preparado por una consultora para el Banco Mundial en 1988 establecía que el
potencial de desarrollo de la esquistosomiasis en el área del SSP “debe considerarse seriamente” y
que si se llegara a desarrollar, entonces las millones de personas en peligro “deberían evitar la
exposición al embalse y al agua de riego permanentemente, hecho que resulta prácticamente
imposible de llevar a cabo, o la mayoría de la gente en estas áreas estaría sujeta a la enfermedad
desde su niñez en adelante”. Morse et al. Sardar Sarovar, op. cit., p. 325.
lxxvii
Hunter et al. op. cit., pp. 69-70, p. 73.
lxxviii
Obeng, L. 'Schistosomiasis — The Environmental Approach' en Worthington (ed.) op. cit., p.
405.
lxxix
Xue, H. 'Effort Must Be Made to Prevent Schistosomiasis in Three Gorges Project', Economic
Daily, Beijing, marzo 13, 1994.
lxxx
Las estadísticas mundiales sobre infecciones y mortalidad asociadas con la malaria deben
ser tratadas con precaución, ya que los datos de muchos países se reportan ante la OMS con poca
frecuencia o casi nunca; ver Gleick, P (ed.) Water in Crisis: A Guide to the World's Fresh Water
Resources. OUP, Cuadro C.20. La mayoría de los cálculos citados se aproximan a “un millón de
muertes”, aunque los índices de mortalidad se elevan a 3,5 millones (Garrett, L. (1994) The Coming
Plague: Newly Emerging Diseases in a World Out of Balance. Farrar, Straus and Giroux, Nueva York,
pp. 441, 447); OMS, 'Malaria Threat Growing Around the World', WHO Features, 1992.
lxxxi
Ver Farid op. cit., pp. 416-7.
lxxxii
Hill, M.N., et al. 'A Comparison of Mosquito Populations in Irrigated and Non-Irrigated Areas
of the Kano Plains, Nyanza Province, Kenya', en Worthington (ed.), op. cit., p. 314; Hunter et al. op.
cit., pp. 36, 37.
lxxxiii
Hunter et al. op. cit., pp. 29, 43.
lxxxiv
Kassas, M. (compilador) 'Discussion and Conclusions' en Worthington (ed.), op. cit., p. 338.
lxxxv
Hunter et al. op. cit., pp. 30, 50.
lxxxvi
Hunter et al. op. cit., p. 47.
lxxxvii
Garrett op. cit., p. 47; Gleick (ed.) op. cit., Cuadro C.20. Se destinaron 1,9 mil millones de
dólares (dólar en 1991) en todo el mundo para la erradicación de la malaria entre 1958 y 1963
solamente.
lxxxviii
Garrett op. cit., pp. 441-443, pp. 451-5. Una consecuencia de la resistencia del P. falciparum
a la droga es que la proporción de falciparum respecto a su familiar menos peligroso, el P. vivax,
está cambiando, incrementando la incidencia de la malaria cerebral fatal. En India, “donde el 90% de
toda la malaria se debía a la especie P. vivax en 1976, hacia 1989 solamente el 65% eran vivax, los
restantes falciparum. En Sri Lanka, donde el falciparum prácticamente no existía, hacia 1990 casi la
mitad de toda la enfermedad era transmitida por el parásito más peligroso.” Garrett The Coming
Plague, p. 450.
lxxxix
Garrett op. cit., pp. 204-5.
xc
Jobin, W.R. 'Rift Valley Fever: a Problem for Dam Builders in Africa', Water Power and Dam
Construction, Agosto; Environmental Health Project, op. cit., pp. 87-92.
xci
Hunter et al., op. cit., pp. 26, 30, 31.
xcii
Hunter et al., op. cit., pp. 4-5.
xciii
Hunter et al., op. cit., p. 48; Comissão Pró-Indio de São Paulo 'Tucuruí Hydroelectric Power
Plant: The Disaster Continues', mimeo, 1991; 'Violência e Conflitos no Projeto de Assentamento Rio
Gelado', Informativo do MAB, San Pablo, enero 1995; Garrett op. cit., p. 254
xciv
Hunter et al., op. cit., pp. 26, 33-34; Wigg, D. And Then Forgot to Tell Us Why . . . A Look at
the Campaign Against River Blindness in West Africa. Banco Mundial, Washington, DC. 1993.
xcv
Environmental Health Project, 'Senegal River Basin' op. cit., p. 91.
xcvi
Hunter et al., op. cit., p.31.
xcvii
Wigg , op. cit., p. 7.
xcviii
Ver Churchill, A. et al. 'Rural Water Supply and Sanitation: Time for a Change', Informe 18,
Debate del Banco Mundial, 1987.
xcix
Goldman, M. '"There's A Snake On Our Chests": State and Development Crisis in India's
Desert'. Ph.D. Thesis, Universidad de California, Santa Cruz, diciembre, 1994 p. 131.
c
Blinkhorn, T.A. & Smith, W.T. 'India's Narmada: River of Hope. A World Bank Perspective',
en Fisher, W.F. (ed.) Towards Sustainable Development? Struggling Over India's Narmada River.
M.E. Sharpe, Armonk, NY, 1995; HR Wallingford op. cit., p.E1; Goldman op. cit., p. 131.
40
Capítulo 4
... el río...
Conservando sus estaciones y su furia, destructor, memorioso
De lo que el hombre elige olvidar. Deshonrado, menospreciado
Por los cultores de la máquina, pero esperando, observando y esperando.
T.S. Eliot
de Four Quartets, 1941
1
Sin base sólida: represas y geología
Para un geólogo preparado resulta tan obvio que el sitio era pésimo,
que uno se pregunta qué le sucede a la sensatez humana dentro de la
burocracia.
2
embargo los ingenieros de la BuRec, que ya estaban atrasados, decidieron
ignorar las advertencias.
3
e incrementó el costo del proyecto en un diez por ciento aproximadamente. En
mayo de 1977, nuevos créditos internacionales mediante, un grupo de
contratistas de ocho países comenzó a erigir la represa Chixoy.
Previsiblemente, LAMI firmó otro lucrativo contrato para brindar asesoría en
ingeniería y supervisar la construcción de la represa por ellos diseñada, y cuya
construcción habían recomendado.
Tan pronto comenzó la construcción se hizo obvio que no sólo los estudios
sismológicos de LAMI eran inapropiados: durante la preparación de los
cimientos de la represa se descubrió que las rocas subyacentes estaban tan
saturadas de fallas y cavidades que se hizo necesario otro gran rediseño de la
obra. Esto hizo que el gasto en el muro de la represa resultase 350 por ciento
superior al proyectado en 1977. Más tarde, el hallazgo de otra falla que había
pasado inadvertida forzó a cambiar el diseño de la central eléctrica de Chixoy,
duplicando el costo. Por último, la excavación del túnel de presión de 26
kilómetros de longitud a cargo de la contratista alemana Hochtief, y que
acarrearía agua desde el embalse hasta la central eléctrica, se derrumbó en
dos ocasiones, lo que retardó 14 meses la finalización de la obra.
4
tiempo estimado y costó un 83 por ciento más del valor inicial de 100 millones.
Un segundo desastre destruyó una de las tres turbinas de Aguacapa, por lo
que a lo sumo puede operar a dos tercios de la capacidad planeada.5
Hidrología política
Paul Back, Director Técnico en Jefe, Sir Alexander Gibb & Partners,
sobre la escasa producción de energía de la represa Victoria, Sri Lanka,
1994
5
conocer las variaciones anuales del caudal sino también los máximos y
mínimos estacionales, mensuales e incluso diarios.
6
existe la tendencia a sobrestimar los caudales anuales y a subestimar las
inundaciones pico.8
El Acuerdo del Río Colorado de 1922 dividió los derechos al agua entre los
Estados de la cuenca superior e inferior y México, y esto estableció la base
legal para el desarrollo de Hoover y muchas otras represas sobre el río.
Tomando en cuenta los datos de 18 años de caudal fluvial, los creadores del
7
Acuerdo estimaron que el caudal anual del río tenía un promedio de 17,5
millones de acres-pies (un acre-pie equivale al monto de agua necesario para
anegar 1 acre bajo un pie – 21,6 km3). Sin embargo hacia los años 50, se hizo
obvio que las dos primeras décadas del siglo habían sido excepcionalmente
húmedas en el sudoeste de Estados Unidos. Desde 1930 a 1952 los
caudales medios del río Colorado solamente fueron de 11,7 millones acre pie
(MAF, en inglés).
Si hubiese aceptado estas bajas cifras, la BuRec habría tenido que detener
sus grandiosos planes. A principios de 1953, la BuRec presionaba al
Congreso para obtener fondos para la represa de fines múltiples Proyecto de
Almacenamiento Río Colorado, que calculaba 17,5 MAF como mínimo. A pesar
de esto, y en lugar de reducir sus ambiciones, la BuRec lisa y llanamente
ignoró los nuevos datos. La BuRec recién admitió el “déficit” del Colorado en
1965, cuando comunicó que era probable que el caudal fuese de 15 millones
de acres-pies.12
8
“Debido a que la actividad de desarrollo de los recursos hídricos no
puede postergarse por la necesidad de datos de calidad y cantidad
adecuados, se debe recurrir a los datos disponibles. En el ámbito de la
hidrología se deben concebir métodos que se ajusten a los datos
disponibles y que proporcionen soluciones. A su vez la aceptación de
una solución requiere un juicio que contemple las situaciones
sociológicas, económicas y políticas”.14
En otras palabras, la presión política para construir más alta la represa obliga
a las autoridades de la India a hacer como que el caudal del Narmada es
mayor que el demostrado por las mediciones.
Aldo Leopold
The Virgin Southwest, 1933
Todos los ríos contienen sedimentos: de hecho, un río puede ser considerado
un cuerpo de sedimentos o de agua que fluyen. Cuando un río es encerrado
detrás de una represa, los sedimentos que éste contiene se depositan en el
lecho del embalse. En muchos proyectos, la proporción de la carga total de
sedimento atrapada por la represa –capacidad de intercepción- se aproxima
al 100 por ciento, en especial aquéllos con grandes embalses. La
acumulación de sedimentos en el embalse reduce gradualmente la
capacidad de la represa para almacenar agua y cumplir con el propósito de su
construcción. Todos los embalses pierden capacidad de almacenamiento a
causa de la sedimentación, pero el ritmo en que esto sucede varía
notablemente. A pesar de más de seis décadas de investigación, la
9
sedimentación quizá aún sea el inconveniente técnico más serio para la
industria de las represas.
Además de la rapidez con que colman los embalses, los ríos con cargas
importantes de sedimentos también representan un trastorno para los
operadores de represas, a causa del desgaste de las turbinas y otros
componentes de la represa. Del mismo modo que un avión depende de las
propiedades aerodinámicas de sus alas, la eficiencia de una turbina se basa
fundamentalmente en las propiedades hidráulicas de sus aspas. La erosión y
la rotura del extremo de las aspas de una turbina causadas por la arena y el
limo del agua reducen considerablemente la eficiencia generadora y exigen
costosas reparaciones.17
Sin lugar a dudas, el río más fangoso del planeta es el Amarillo, que fluye
sobre el fácilmente erosionable y ligero suelo denominado “loess” del centro
de China. La concentración media de sedimento del Amarillo es nueve veces
10
mayor que la de cualquier otro gran río –el edafólogo Daniel J. Hillel lo
describe como una “agitada marea de fango líquido, parecida a una sopa de
lentejas espesa”.18 Los antecedentes de los embalses sobre el Amarillo son,
obviamente, nefastos.
11
habían sido colmadas por el sedimento. Desde 1967 la sedimentación del
embalse se ha estabilizado, debido principalmente a que los sedimentos que
deberían acumularse en él ahora están colmando dos embalses nuevos río
arriba.20
Viaje sedimentario
12
La capacidad de almacenamiento de la represa hidroeléctrica Kulekhani, en
Nepal, mermó cerca de la décima parte a causa del sedimento que se
desprendió de las laderas de las montañas río arriba, durante una tormenta
de 30 horas en julio de 1993. También se pronosticó un gran aumento de la
sedimentación del Kulekhani para los años siguientes, ya que la tormenta
había depositado grandes montos de sedimento al pie de las laderas aguas
arriba, los que serían barridos hacia la represa por futuras inundaciones.
Hacia finales de siglo, la sedimentación dejaría fuera de funcionamiento a
esta represa de 114 metros de altura. Al momento de su finalización, en 1981,
se sostuvo que Kulekhani estaba diseñada para una vida útil de 75 a 100
años.23
13
sedimentación no sólo resultan severas y costosas, sino que aceleran su
ritmo. En la actualidad se hace obvio que los cálculos originales de
sedimentación eran incorrectos y que estaban basados en datos poco
confiables, sobre un lapso de tiempo demasiado breve”.26
Mitigando la geología
14
porque sencillamente no funcionan, porque su costo es prohibitivo, o bien
porque entran en conflicto con la capacidad de la represa para abastecer agua
y energía.
15
Verter, descargar, acaso drenar
16
millones de metros cúbicos de sedimento. De acuerdo con los cálculos de
Mahmood, el costo del dragado del volumen anual de sedimento depositado
en el embalse Tarbela, estaría entre 400 y 600 millones de dólares; el
dragado anual de los sedimentos acumulados en los embalses de todo el
planeta sumaría de 100.000 a 150.000 millones de dólares.31
17
microfracturas y fisuras del fondo de un embalse y sus alrededores. El
aumento de la presión del agua sobre la roca actúa como lubricante de las
fallas que están bajo la tensión tectónica, sin embargo el rozamiento de la
superficie de las rocas impide que resbalen.35
Se sospecha que los sismos inducidos por embalses han contribuido con
uno de los desastres más funestos que involucran a una represa: el desborde
de la represa Vaiont, en el norte de los Alpes, en 1963. El coloso de 261
metros de altura –la cuarta más alta del planeta-, se terminó en 1960 en una
garganta de piedra caliza a los pies del monte Toc. Tan pronto como comenzó
a llenarse, se registraron temblores sísmicos y una masa de rocas se
desprendió de la ladera y cayó hacia el embalse. Luego de haber alcanzado
una profundidad máxima de 130 metros a finales de 1960, el embalse fue
vaciado parcialmente y la actividad sísmica y el movimiento de las laderas
cesaron casi por completo. El embalse volvió al llenarse y en abril de 1962,
cuando alcanzó una profundidad de 155 metros, hubo un nuevo incremento en
18
los temblores. A pesar de todo y según informes posteriores, un grupo de
ingenieros y geólogos decidió que “la masa... seguiría moviéndose tan
lentamente que no habría problemas”.37
19
1. Klaipongpan, S. 'Geological and Seismicity Evaluation of Srinagarind Dam', en
Prakash, S. (ed.) Proceedings of Second International Conference on Recent
Advances in Geotechnical Earthquake Engineering and Soil Dynamics, Universidad
de Missouri-Rolla, 1991.
2. Vladut, T., 'Environmental aspects of reservoir induced seismicity', Water Power &
Dam Construction, mayo, 1993.
3. Hetrakul, N.,'Post Evaluation on Reservoir Triggered Seismicity of Khao Laem Dam',
en Prakash (ed.) op. cit.
Todas las demás: Gupta, H.K., Reservoir-Induced Earthquakes. Elsevier, Ámsterdam, 1992.
20
la Universidad de Texas, percibe un “rechazo generalizado de la comunidad de
ingenieros de todo el mundo para aceptar la importancia o al menos la
existencia del fenómeno de sismos inducidos por embalses”. La acción legal
podría forzar a la industria de las represas a aceptar la importancia de los RIS:
en 1994 un artículo del Journal of Environmental Law and Litigation llegó a la
conclusión de que las personas que sufrían las consecuencias de sismos
inducidos tendrían bases para demandar a los operadores bajo la ley de
Estados Unidos.41
Joseph Ellam
Director de Seguridad de Represas de Pennsylvania, 1987
21
Las represas Banqiao y Shimantan fueron erigidas sobre la cuenca del río
Huai, un tributario del Yangtze inferior, a principios de los ´50. De acuerdo con
Human Rights Watch, Banqiao era considerada “una 'represa de hierro' que
nunca se desplomaría”. Estas represas fueron concebidas para soportar
incluso una crecida milenaria.43 Sin embargo el excepcional tifón que golpeó a
Henan entre el 5 y 7 de agosto de 1975, se calcula que fue un suceso que
ocurre cada 2.000 años.
22
“13 de agosto: dos millones de personas a lo largo de la región están
atrapadas por el agua... En Runan, 100.000 individuos que fueron
anegados pero lograron sobrevivir, todavía están flotando en el agua. En
Shangcai, otros 600.000 se encuentran rodeados por la inundación;
4.000 miembros de la brigada Liudayu en la comunidad Huabo, dejaron
desnudos los árboles y comieron todas las hojas...
Human Rights Watch sostiene que la interpretación más sensata de las pocas
y contradictorias estadísticas disponibles del número de muertos en el
desastre, es que 85.000 perecieron inmediatamente bajo la ola de inundación
proveniente de las represas colapsadas y 145.000 más fallecieron a causa de
las epidemias y la hambruna, que azotaron el área en las semanas
posteriores.44
Sopa de estadísticas
23
“aproximadamente 200 fallas de embalses de importancia” entre 1900 y 1980.
El profesor H. Blind, de la Universidad Técnica de Munich, sostiene que
existen registros de 166 fallas de grandes represas (represas de 15 metros
de altura o más). De acuerdo con las cifras de Blind, el ritmo de falla de
represas pequeñas y grandes tuvo su apogeo en las dos primeras décadas
del siglo pasado, con cerca de 30 fallas probadas en cada década. Desde
entonces, los números han oscilado entre 8 y 25 cada diez años. Los datos
recogidos para este libro indican que al menos 17 represas fallaron entre
1990 y 1995.
24
como “socavamiento”) ocasionada por filtraciones a través de la estructura,
también puede derrumbar y rebasar las represas.
25
previsto el diseño”. El hecho de que aún no hayan sido muchas las represas
puestas a prueba por un sismo de magnitud, es obra al menos de la
casualidad y sólo el azar ha impedido que el impacto de un terremoto sobre
una represa se haya convertido en una catástrofe.
26
Cuadro 4.2: Registro de fallas de represas que desde 1860 han
cobrado más de 10 vidas
27
Banqiao China T late 1950s 1975 Re !230.0004
Shimantan
otras 60
Teton ID, EE.UU. T 90 1976 1976 FE 11-14 $400m-
$1bn
Laurel Run PA, EE.UU. 1977 39 $20-45ma
3
Kelly Barnes GA, EE.UU. T 13 1899 1977 FE 393
(Toccoa
Falls)
Machhu II India T 26 1972 1979 Re >2000 $15m
crops
Gopinatham India 1980 1981 Re 475
Tous España R 77 1980 1982 Re >206
Stava Italia De 1960s 1985 2697
Kantalai Sri Lanka R 15 1952 1986 So !828
Sargazon Tadzhikistán 23 1980 1987 >199
Belci Rumania T 18 1962 1991 Re c.4810
Gouhou China R 71 1987 1993 So 34211 $18m
Tirlyan Rusia T 10 <1917 1994 Re 19-3712 Rbls40bn
Virginia No. Sudáfrica De 47 1994 3913 $15m
15
Proyecto GA, EE.UU. T <15 1994 Re 1514
Lago T <15 Re
Blackshear
Represa
Río Flint
N/A Filipinas N/A N/A N/A 1995 N/A c.3015
* = Imposible distinguir las víctimas del derrumbe de la represa de las causadas por la
inundación 'natural'.
† El Habra falló por primera vez en 1872 sin causar muertes. Luego fue reconstruida y falló
nuevamente en 1881; fue reconstruida por segunda vez y falló nuevamente en 1927 (sin
víctimas), y entonces fue abandonada.
£ = Libras Esterlinas
$ = Dólares norteamericanos
Fuentes:
Donde no se indican referencias, la fuente es Jansen, R.B. (1980) Dams and Public Safety.
Ministerio del Interior EE.UU., Washington, DC.
28
3. Costa, J.E., 'Floods from Dam Failures', en Baker, V.R. et al. (eds.) Flood
Geomorphology. Wiley, Nueva Cork, 1988.
4. Human Rights Watch/Asia, The Three Gorges Dam in China: Forced Resettlement,
Suppression of Dissent and Labor Rights Concerns. Nueva York, febrero, 1995.
5. Centre for Science and Environment, The State of India's Environment --1982: A
Citizen's Report. CSE, Nueva Delhi, 1982.
6. 'Overtopped Spanish dam collapses as spillway gates stay shut', World Water,
noviembre, 1982.
7. 'South African dam breach followed warnings', Construction Today, marzo, 1994.
8. 'Kantalai failure leaves 18,000 homeless', Water Power and Dam Construction, mayo,
1986.
9. 'Burst raises doubts about Soviet hydroelectricity dam', Nature, 26 marzo, 1987.
10. 'Flooding and landslides cause three major failures in Romania', Water Power and
Dam Construction, octubre, 1991.
11. 'China Disciplines 15 for Dam Break', Tibetan Environment & Development News,
Número 16, 1994.
12. 'The Tirlyan breakthrough', Moscow News, 19 de agosto, 1944.
13. 'When the bough breaks... ', Higher Values (Minewatch Bulletin), abril, 1994.
14. 'Georgia flood deaths', International Water Power and Dam Construction, agosto,
1994.
15. Tangbawan, R., 'Angela's toll in Philippines nearing 500', San Francisco Chronicle, 5
de noviembre, 1995.
16. Ellingwood, B. et al., 'Assessing Costs of Dam Failure', Journal of Water Resources
Planning and Management, Vol. 119, No. 1, enero/febrero, 1993.
Todas las demás: R.B. Cansen, Dams and Public Safety, Departamento de Interior de
EE.UU., Washington DC, 1980
Las represas Van Norman, Alta y Baja, en el Valle San Fernando, al sur de
California, culminadas entre 1918 y 1921, eran parte de los embalses más
importantes del sistema de abastecimiento de agua de Los Ángeles. El 9 de
febrero de 1971 un temblor de magnitud 6,5 azotó el Valle San Fernando, con
epicentro a 11 kilómetros de las represas. La cara aguas arriba de la Baja Van
Norman con sus 43 metros de altura, vaciló y cayó dentro del embalse. A
causa del seco invierno anterior, el embalse sólo estaba lleno a medias, 11
metros por debajo de la cresta de la represa de relleno. Pasado el terremoto,
apenas 1,5 metros separaban la superficie del embalse del mutilado borde de
lo que quedaba del cierre frontal.48
29
de la BuRec, “este suceso habría quedado registrado como una de las peores
catástrofes de la historia”.49
Sin importar los ingentes riesgos que las represas representan para la vida
humana y la propiedad, pocos países cuentan con una legislación de
seguridad que cubra aspectos como: normas para las nuevas represas,
inspección y reparación regular de viejas represas y elaboración de planes de
evacuación de emergencia para las personas que viven aguas abajo. Los
aliviadores de muchas viejas represas no fueron construidos con capacidad
suficiente para evacuar lo que en la actualidad los hidrólogos consideran
como la mayor inundación probable en una cuenca (comúnmente
denominada “Máxima Inundación Probable” o PMF, en inglés), o con la
suficiente fortaleza para resistir el mayor sismo probable (comúnmente
denominado “Sismo Máximo Creíble” o MCE, en inglés). A pesar de esto, la
mayoría de los países no obliga a los propietarios de las represas a mejorar
sus estructuras, ni tienen suficientes datos para calcular la PMF o el MCE -ni
siquiera existe consenso entre los diferentes organismos de la construcción
de represas acerca de si la PMF y el MCE son normas de seguridad
confiables.50
30
Desastres que esperan
31
cuatro túneles utilizados para controlar el llenado tuvieron que ser clausurados
debido a los importantes daños sufridos por el revestimiento y los desagües.
Una semana después del cierre uno de los túneles que aún operaba se
derrumbó, arrastrando con él medio millón de metros cúbicos de la estructura
de la represa y el lecho rocoso circundante. Este imprevisto exigió aplicar un
‘inmediato descenso de emergencia’ en el nivel del embalse, a través del
único túnel que permanecía sin desperfectos y de las compuertas menos
dañadas de los túneles antes clausurados.
32
embalse en el sector de los aliviaderos. Fue entonces cuando se emprendió
una operación para estabilizar la roca alrededor de los estanques, lo que
insumió tres años y una inmensa inversión.
Según una circular interna, los ingenieros de la BuRec pensaban que habría
un “escape descontrolado” si el embalse alcanzaba 1.127,35 metros por
encima del nivel del mar. El embalse finalmente alcanzó su pico a los
1.127,33 metros. Menos de dos centímetros evitaron que el Colorado inferior
sufriera quizá la mayor inundación masiva de la historia de la humanidad.56
Banqiao y Shimantan combinadas liberaban 600 millones de metros cúbicos
de agua: en 1983 el embalse Powell soportó más de 33.000 millones de
metros cúbicos.
Envejecimiento y desmantelamiento
33
Contamos con lunáticos de Estocolmo y Tokio que quieren ser torpedos
humanos... Hemos contratado a un destacado grupo de respetables
cristianos que todo el tiempo ruegan por un Acto Divino... Mucho antes
de que se llene de barro, esa represa Glen Canyon ya no existirá.
Edward Abbey
The Hidden Canyon, 1977
34
su último salario. Inguri fue finalizada en los ´80, lo que implica que la
condición de muchas de las represas más viejas de la ex URSS es aún peor.
35
Recursos Naturales de Michigan (MDNR), en los últimos años muchas
pequeñas represas abandonadas han sido barridas por tormentas. Según
sostiene el MDNR, “estas fallas han ocasionado erosión extrema, excesivo
depósito de sedimento, destrucción del hábitat acuático y pérdida de las
pesquerías”. Los contribuyentes de Michigan, a través del MDNR, han tenido
que pagar por la remoción de numerosos proyectos hidroeléctricos “retirados”,
mientras que sus ex propietarios no han sufrido ninguna responsabilidad
económica.61
36
operación, son cuestiones mayormente desconocidas. La Hydropower Reform
Coalition sostiene que el desmantelamiento de una represa hidroeléctrica
puede ser más costoso que su construcción. Lo que es más, el costo se
dispararía en embalses cuyos sedimentos contengan metales pesados y
otros contaminantes.63
37
para financiar la operación. Los estudios de factibilidad rara vez, o nunca,
mencionan qué sucederá cuando el embalse esté colmado de sedimentos o
cuando la compañía ya no encuentre rentable el mantenimiento de una
represa. La industria internacional siempre ha mantenido una gran distancia
del tema. “Sólo una vez he visto un informe acerca del desmantelamiento de
represas”, expuso en 1992 el entonces presidente del ICOLD, Wolfgang
Pircher, en una conferencia en la Sociedad Británica de Represas.66 Sin
embargo es un tema que, mejor temprano que tarde, deberá ser tratado.
Notas
1
Ver como ej. Cernea, M., 'Poverty Risks from Population Displacement in Water
Resources Development', Harvard Institute for International Development, agosto 1990, 10.
2
Morrow, E.W. y Shangraw, Jr., R.F. Understanding the Costs and Schedules of
World Bank Supported Hydroelectric Projects. Banco Mundial, Departamento de Industria y
Energía, julio 1990, pp. 35, 19.
3
Reisner, M. Cadillac Desert: The American West and its Disappearing Water. Secker
y Warburg, Londres 1986, pp. 398-425.
4
Gysel, M. y Lommatzsch, M. 'Guatemala's Chixoy Hydroelectricity Scheme', Water
Power & Dam Construction, junio, 1986; Banco Mundial, 'Project Completion Report on
Guatemala Chixoy Power Project', 31 diciembre, 1991; Banco Mundial 'Project Performance
Audit Report on Guatemala — Aguacapa Power Project and Chixoy Power Project', OED,
junio 1992, p. 2; Witness for Peace A People Dammed: The Impact of the World Bank Chixoy
Hydroelectric Project in Guatemala, 1996. Washington, DC. Chixoy fue identificada por
primera vez en un relevamiento conjunto del Banco Mundial y el Fondo Especial de la ONU
(luego PNUMA).
5
Ver Banco Mundial, 'Project Performance Audit Report' op. cit.; Davidson, M.'Hydro
Frustration in Guatemala', resumen inédito de publicaciones periodísticas de Guatemala y
entrevistas a funcionarios guatemaltecos, 1987; y Yearly, R., 'The Lights Go Out in
Guatemala', Report on Guatemala, Oakland, California, 1992.
6
Adams, W.M. Wasting the Rain: Rivers, People and Planning in Africa. Earthscan,
Londres, 1992, p. 61.
7
A mediados de los ´90, en Laos, las represas hidroeléctricas se planificaban sobre la
base de 2-3 años de datos de flujo fluvial ('Potential and planning priorities in the Lower
Mekong Basin', Hydropower & Dams, marzo, 1995). De acuerdo con informes de la prensa
guatemalteca, INDE sólo tenía dos años de datos hidrológicos, al momento de comenzar las
obras de Chixoy (Davidson, 'Hydro Frustration').
8
Un informe financiado por el Banco Mundial acerca de la seguridad de las represas
en la India calculó que 'más de dos tercios de éstas tienen deficiencias con respecto a su
capacidad de manejo de inundación' (Nota de las oficinas del Banco Mundial de William A.
Price para Shawki Barghouti, febrero, 1995).
9
Burns, T. 'Water gets political in a very dry Spain', Financial Times, 27 julio, 1994;
Alonso Franco, M. y Yagüe Cordova, J. 'The development of dam construction in Spain',
Water Power & Dam Construction, setiembre, 1992.
10
Tuntawiroon, N. y Samootsakorn, P.'Thailand's Dam Building Programme: Past,
Present and Future', en SEELD 2, p. 296; 'Major dams in Thailand and the capacity of their
reservoirs', Thai Development Newsletter 25, 1994; 'Water Supplies to be Cut Again', The
Nation, Bangkok, 14 marzo, 1994.
11
Mason, E.S., y Asher, R.E. The World Bank Since Bretton Woods. Brookings
Institution, Washington, DC, 1973, p. 687. La respuesta de las autoridades tailandesas 'ante
la crisis de las represas es proponer más represas, canales y túneles para desviar aguas
38
desde los ríos Mekong y Salween en el límite norte de Tailandia hacia Bhumibhol y Sirikit (ver
como ej. Hubbel 'Dams and Drought', World Rivers Review, primer cuatrimestre, 1994).
12
Reisner, Cadillac Desert, p. 272.
13
Patil, J. et al.'Report of the Five Member Group Set Up by the Ministry of Water
Resources to Discuss Various Issues Relating to the Sardar Sarovar Project', Nueva Delhi, 21
abril, 1994; ver también Ram, R.N. 'Muddy Waters: A Critical Assessment of the Benefits of
the Sardar Sarovar Project', Kalpavriksh, Nueva Delhi, agosto 1993; Thaker, H.,
comunicación personal, 28 diciembre, 1994.
14
Citado en Patil et al., 'Report of the Five Member Group', p.21.
15
Mahmood, K. Reservoir Sedimentation: Impact, Extent and Mitigation. Banco
Mundial Publicación Técnica 71, 1987, pp. 8-9.
16
Gleick, P.H. (ed.) Water in Crisis: A Guide to the World's Fresh Water Resources.
Prensa de la Universidad de Oxford, 1993, p. 367; Chunhong, H. 'Controlling reservoir
sedimentation in China', Hydropower & Dams, marzo 1995.
17
Según un equipo de ingenieros de la India “la mayor parte de las turbinas de la
zona norte de la India están acosadas por este problema, lo que obliga a apagar las
máquinas con frecuencia para trabajos de reparación... Los costos anuales por la merma de
eficiencia y reparación de daños por desgaste son inmensas” (Swaroop, A. et al. 'A new
design philosophy for the turbine blades at the Chilla hydro project', Water Power & dam
Construction, noviembre, 1993, p. 37).
18
Hillel, D.J. Out of the Earth: Civilization and the Life of the Soil. Free Press, Nueva
York 1991, p. 170.
19
Wu, X. 'Environmental Impact of the Sanmen Gorge Project', Water Power & Dam
Construction, noviembre 1986; Banco Mundial China: Involuntary Resettlement. 8 de junio
1993, p.3; Dai, Q. 'An Interview With Li Rui', en Dai, Q. (editado por Adams, P. y Thibodeau,
J.) Yangtze! Yangtze! Earthscan, Londres, 1994, p. 119; Cheung, X. 'Unleashing
Hydroelectric Potential In a Challenging Environment', Hydro Review Worldwide, invierno
1993; Dai, Q. (por publicar) Yangtze! Yangtze! Vol. II.
20
Cheung, X. 'Reservoir Sedimentation at Chinese Hydro Schemes', Water Power &
Dam Construction, octubre 1992. Es importante remarcar que la utilidad de un embalse se
reduce notablemente mucho antes de estar completamente colmado de sedimentos. Pitt,
J.D. y Thompson, G. 'The impact of sediment on reservoir life', Challenges in African
Hydrology and Water Resources, actas del Simposio de Harare, IAHS Pub. No. 144, 1984,
establece el concepto de 'vida media' de un embalse. Según la clasificación de Pitt y
Thompson, un embalse con una vida media de 20-100 años será afectado por la pérdida de
almacenamiento; para un embalse con una vida media menor que 20 años “la sedimentación
representará un problema grave”.
21
Mahmood Reservoir Sedimentation, pp. 36-37; Bondurant, D.C. y Livesey, R.H.
'Reservoir Sedimentation Studies', en Ackermann, W.C. et al. (eds.) Man-Made Lakes: Their
Problems and Environmental Effects. American Geophysical Union, Washington DC, 1973, p.
364.
22
Mahmood op. cit., pp. 32-7; Williams, P.B. 'Adapting Water Resources Management
to Global Climate Change', Conferencia de Villach acerca de Desarrollo de Políticas para el
Manejo de los Efectos de los Cambios Climáticos, edición especial de Climate Change, 1989.
23
'Flood damage repaired at Kulekhani, but sedimentation shortens its life',
Hydropower & Dams, setiembre, 1994; 'Disastrous Sedimentation', Himal, mayo-junio 1994.
24
Mahmood op. cit., p. 36; 'Study links development, reservoir silting', Hydro Review
Worldwide, Invierno, 1993; 'IDB & Central America: Deforestation Threatens Big Hydro', World
Rivers Review, enero-abril 1988; Gollin, J.D. 'Trees Down, Lights Out in Honduras', Christian
Science Monitor, 15 noviembre, 1994.
25
Singh, S. et al., 'Evaluating Major Irrigation Projects in India', en Thukral, E.G. (ed.)
Big Dams, Displaced People: Rivers of Sorrow, Rivers of Change. Sage Publications, Nueva
Delhi, 1992, p. 9.
26
Citado en Morse, B. et al. Sardar Sarovar: The Report of the Independent Review.
RFI, Ottawa, 1992.
39
27
Mahmood op. cit., pp. 55, 73; Lowe, J. y Fox, I., 'Sediment Management Schemes
for Tarbela Reservoir', publicación presentada en la reunión anual del USCOLD, San
Francisco, 16 mayo, 1995.
28
Mahmood op. cit., p. 78.
29
Mahmood op. cit., p. 105.
30
Otra desventaja de la descarga es que la acción erosiva del paso del agua colmada
de sedimentos puede dañar los desagües y también puede bloquearlos. Aguas abajo, el
repentino torrente de agua cargada de sedimentos puede tener un efecto desastroso sobre
la calidad del agua y puede causar inundación por el bloqueo del canal del río (ibídem, pp.
89-100).
31
Mahmood, Reservoir Sedimentation, p. 107; Lowe y Fox 'Sediment Management
Schemes'.
32
Gupta, H.K. Reservoir-Induced Earthquakes. Elsevier, Amsterdam. En 1986,
USCOLD recopiló más de 2.000 publicaciones técnicas con relación a RIS.
33
Seeber, L., Lamont-Doherty Earth Observatory, pers. com., 18 enero, 1995.
34
Gupta, Reservoir-Induced Earthquakes.
35
Las condiciones geológicas que favorecen a la RIS entorno de los embalses, son
aquellas que facilitan la circulación de agua bajo presión, tales como rocas altamente
fracturadas y fisuradas, o la existencia de rocas de distintos tipos, donde el agua puede
pasar con facilidad de un estrato a otro.
36
Gupta op. cit., p. 33; 'Memories of Koyna Disaster', Indian Express (edición del Reino
Unido), Nueva Delhi, 2 de octubre, 1993.
37
Clark, C. Flood. Time-Life Books, Alexandria, VA, 1982, p. 135.
38
Rothé, 'Summary: Geophysics Report', en Ackermann et al. (eds.) op. cit., p. 445. El
terremoto de magnitud 6,4 que azotó a Killari, Maharashtra, en setiembre de 1993 y causó
10.000 muertos, pudo haber sido provocado por el embalse Tirna, que había comenzado a
llenarse tres años antes. A pesar de ser una represa pequeña –al momento del temblor el
embalse sólo tenía 15 metros de agua- y de que ningún sismógrafo local estaba operando
para mostrar la correlación entre la profundidad del embalse y los temblores, se halló una
grieta aguas abajo de la represa, 'exactamente donde suponíamos encontraríamos un
corrimiento sísmico ocasionado por el embalse' (Seeber, L., 'Killari: The Quake that Shook
the World', New Scientist, 2 de abril, 1994). Sin embargo para el común de la opinión
sismológica, el terremoto fue un evento natural.
39
Seeber, L., Lamont-Doherty Earth Observatory, com. pers., 18 enero, 1995.
40
Gupta Reservoir-Induced Earthquakes, p. 4.
41
Cypser, D.A. and Davis, S.D. 'Liability for Induced Earthquakes', Journal of
Environmental Law and Litigation , Vol. 9, No. 2, 1994.
42
La represa Banqiao tuvo alguna breve alusión en las publicaciones de la industria
de la represa, antes de que se dispusiera de información acerca de la catástrofe en inglés
(ver Lempérière, F. 'Cost effective improvements in fill dam safety', Hydropower & Dams,
enero, 1995; Ding, Z. 'Forest Cover', World Water and Environmental Engineer, octubre,
1992). Se desconoce si algún sector de la industria de la represa internacional, sabía de la
magnitud de la catástrofe antes de febrero de 1995, aunque resulta difícil de creer que los
ingenieros extranjeros que trabajaban en China y tenían contacto con colegas chinos, no
supieran que tamaña calamidad había ocurrido. Si alguno lo sabía, no publicó la
información.
43
N. del T.: en la jerga hidrológica crecida milenaria es una crecida extraordinaria que
se prevé ocurre en promedio cada mil años. Para ciertos cálculos se considera otra mayor, la
crecida decamilenaria cuya probabilidad es de diez mil años; ésta por lo general se considera
la crecida de diseño de las grandes represas.
44
'The Three Gorges Dam in China: Forced Resettlement, Suppression of Dissent and
Labor Rights Concerns', Human Rights Watch/Asia, Vol. 7, No. 2, 1995.
45
Jansen, R.B. Dams and Public Safety. Ministerio del Interior de Estados Unidos,
Washington, DC, 1983, p. 94; Blind, H. 'The safety of dams', Water Power & Dam
Construction, mayo 1983; 'ICOLD reports on dam failures', International Water Power & Dam
Construction, mayo, 1995; Dai, Q. (por publicar) Yangtze! Yangtze! Vol. II; Costa, J.E.
'Floods from Dam Failures', en Baker, V.R. et al. (eds.) Flood Geomorphology. Wiley, Nueva
40
Cork, 1988. Los datos de las fallas de las represas suelen incluir represas de descarga
construidas para contener desechos mineros, cuyo diseño y función son significativamente
diferentes de las represas de río (las represas de descarga tienen pésimos antecedentes de
seguridad y suelen filtrar los tóxicos metales pesados en ríos aledaños).
46
Jansen op. cit., p. 91; 'Dam Safety Recommendations', ICOLD Boletín 59, 1987,
París, p.17.
47
Banco Mundial 'India: Irrigation Sector Review. Volume 1 - Main Report',
Departamento de la India, 1991, p. 38.
48
“Si el embalse hubiese tenido el nivel normal de agua al momento del terremoto, las
70.000 personas que vivían inmediatamente aguas abajo... no habrían sido evacuadas a
tiempo” (Comité de Grandes Represas de los Estados Unidos, 1992, op. cit., p. 62).
49
Jansen, R.B. Dams and Public Safety. p. 222.
50
Las represas están construidas para tolerar la “crecida de diseño”, lo que la mayoría
de las agencias reguladoras definen como Máxima Inundación Probable, o aquella que
estadísticamente es probable ocurra una vez cada cierto número de años (normalmente
entre 1.000 y 10.000) (ver Cassidy, J.J. 'Choice and computation of design floods and the
influence on dam safety', Hydropower & Dams, enero, 1994). Los métodos estadísticos
utilizados por los hidrólogos para calcular inundaciones de baja probabilidad, como las que
ocurren una vez cada 1.000 años están sujetos a suposiciones que suscitan polémicas.
51
Smith, D.I. 'A dam disaster waiting to break', New Scientist, 11 noviembre, 1989;
Nielson, N.M. 'BC Hydro's approach to dam safety', Water Power & Dam Construction, marzo,
1993). En Gran Bretaña las personas que viven aguas abajo de las represas nunca son
advertidas del riesgo, no existen mapas de inundación, no existen planes de emergencia
para una eventual falla de represa y no hay consenso acerca de quién sería responsable de
advertir o evacuar a la población si ocurre una rotura. Connolly, J. 'Fears over Britain's dams',
Sunday Times, Londres, 28 julio, 1985; 'The case of one hundred disappearing reservoirs',
New Scientist, 31 julio, 1993.
52
Sir Alexander Gibb & Partners The Tarbela Experience. A Report to the World Bank.
Presentación, Inglaterra, junio 1980, pp. 26-27.
53
'Report of the 17th ICOLD Congress: Q65: Ageing of dams and remedial measures',
Water Power & Dam Construction, octubre, 1991.
54
La Villa, G. and Golser, J. 'Slopes of the Tarbela Dam Project', Rock Mechanics,
Supl. 12; 1982. Lowe III et al., 'Tarbela Service Spillway Plunge Pool Development', Water
Power & Dam Construction, noviembre 1979.
55
Dixon, J.A., et al. Dams and the Environment: Considerations in World Bank Projects.
Publicación Técnica 110 del Banco Mundial, 1989, p. 35.
56
Ver Martin, R. A Story that Stands Like a Dam. Henry Holt, Nueva York, 1989, pp.
315-317; Fradkin, P.L. 'The Year the Dam (Almost) Broke', Los Angeles Times, 29 octubre,
1995.
57
'Report of the 17th ICOLD Congress', p. 65: Ageing of dams and remedial
measures', Water Power & Dam Construction, octubre, 1991; Shuman, J.R. 'The Importance
of Environmental Assessments for Proposed Dam Removals', River Voices, invierno, 1995.
58
'Alerte sur l'Ingouri', L'actualité, Montreal, agosto 1995; 'Threat of Ukrainian dam
burst recedes' International Water Power & Dam Construction, febrero, 1996. La represa de
las cataratas Owens en Uganda técnicamente posee una mayor capacidad de embalse,
pero no creó un cuerpo de agua totalmente nuevo, en lugar de esto aumentó el volumen de
un lago natural (Lago Victoria).
59
Wiseman, R. 'Many US Dams "Still Unsafe"', World Water, setiembre, 1987; Ingersoll,
B. 'Dams' Safety Worries Officials Who Believe Repairs are Lagging', Wall Street Journal, 19
marzo, 1987; '1994 Update Report on Review of State Non-Federal Dam Safety Programs',
Association of Dam Safety Officials, Washington DC, 1995.
60
Wong, T. 'Determining O&M Costs Over the Life of a Hydro Station', en Hydro in the
'90s. Hydro Review Worldwide, Ciudad de Kansas, 1994. Para las represas multipropósito o
no hidroeléctricas, la pérdida de almacenamiento por sedimento y el costo de mantenimiento
comparados con el ingreso por abastecimiento de agua, navegación o recreación, serán
factores determinantes de la vida económica de la represa.
41
61
Citado en Hydropower Reform Coalition 'Comments by Hydropower Reform Coalition
on Notice of Inquiry Regarding Project Decommissioning at Relicensing', Washington DC,
enero, 1994, p. 14.
62
Bowers, R. y Bowman, M. 'Hydroelectric Relicensing: How relicensing can affect dam
removals', River Voices, Invierno, 1995.
63
Ver Shuman op. cit.; Winter, D. 'A Brief Review of Dam Removal Efforts in
Washington, Oregon, Idaho and California', NOAA Circular Técnica NMFS F/NWR-28, Seattle,
WA, 1990.
64
Sklar, L. 'The Dams Are Coming Down', World Rivers Review, primer cuatrimestre,
1993.
65
Ministerio del Interior The Elwha Report: Restoration of the Elwha River Ecosystem
and the Native Anadromous Fisheries. Department of Interior, Washington, D.C., enero,
1994, p. xviii. Si se retirasen los sedimentos el costo alcanzaría 307 millones de dólares.
Dejar que el sedimento sea simplemente barrido aguas abajo luego de desmanteladas las
represas tiene un grave efecto sobre la calidad del agua y el hábitat de los peces corriente
abajo.
66
Pircher, W. '36,000 Large Dams and Still More Needed', publicación presentada en
la VII Conferencia Bienal de la Sociedad Británica de Represas, Universidad de Stirling, 25
junio, 1992.
42
Capítulo 5
Promesas vacías:
los escurridizos beneficios de las grandes represas
Ante cada una de las virtudes esgrimidas por los partidarios de las
grandes represas, existe una refutación clara, real y fácil de probar.
Elmer T. Peterson
Estupideces de las Grandes Represas, 1954
1
antes que a la energía hidroeléctrica. La facilidad para recaudar ingresos
provenientes de la producción de energía y poder político de los consumidores
llevará cada vez más a los operadores de represas a maximizar el monto del
caudal a través de las turbinas. Como expresa un documento interno del Banco
Mundial, “la operación de una represa y su embalse no está controlada por
reglas de eficiencia sino por las pugnas de los grupos de interés”.ii
2
Japón, los EE.UU. y Canadá han explotado en forma individual cerca del 70%
de su potencial hidroeléctrico "económicamente viable"; Europa
aproximadamente la mitad, mientras que África, China y América Latina apenas
han desarrollado alrededor del diez por ciento del suyo. Sin embargo las cifras
del potencial sin explotar deben tomarse con precaución, aún más si
consideramos que la mayoría de los ríos del planeta tiene escasos datos
hidrológicos confiables. La información sobre el potencial hidroeléctrico
tampoco considera las restricciones geológicas, ni los impactos sociales y
ambientales de las represas, que se provocarían al aprovechar el potencial aún
no explotado. Además, los criterios para definir la "viabilidad económica" son
imprecisos y varían según el país.v
3
la demanda apenas superó el 2 por ciento y por lo tanto, en 1994, cuando con
ocho años de retraso se conectaron las primeras turbinas del colosal proyecto
que costó 11,5 mil millones de dólares, el país ya tenía un notable excedente
de capacidad generadora.viii
4
Árabe, que querían extender su influencia en los Estados africanos
musulmanes y de Francia y Alemania, ya que se otorgaron los contratos de
construcción a firmas de estas nacionalidades. “Se trata de una táctica de los
franceses y alemanes occidentales para revitalizar su industria de la
construcción con dinero árabe”, según expresó un funcionario de los EE.UU. al
New York Times en 1981. Manantali debería tener una capacidad instalada de
200 MW; a pesar de esto la represa, que fue culminada en 1988, ocho años
más tarde aún no tenía turbinas.xi
5
de El Cajón. A mediados de 1994 la represa era capaz de generar a lo sumo la
mitad de su capacidad y los usuarios de electricidad hondureños sufrieron
cortes de hasta 14 horas diarias.xiii
Exagerando la energía
Central 75-81 8
Carbonífera
Típica
Central Nuclear 68 8
Típica
* Proyectado:
6
3. Tuntawiroon, N. y Samootsakorn, P. (1986) 'Thailand's Dam Building Programme: Past,
Present and Future', en SEELD 2, 295
4. Soemarwoto, O. (1990) 'Introduction', in B.A. Costa-Pierce and O Soemarwoto (eds.)
Reservoir Fisheries and Aquaculture Development for Resettlement in Indonesia.
ICLARM, Manila.
5. Liu, Y. (1994) 'The Gezhouba project in operation', International Water Power and Dam
Construction, agosto.
6. Burkhana (1991) 'Ecological-Economic Problems of Constructing Large Mountain
Reservoirs', sin publicar.
7. Paranjape, S. y Joy, K.J. (1994) 'The Alternative Restructuring of the Sardar Sarovar
Project: Not destructive development but sustainable prosperity. A Note for Discussion',
mimeo.
8. Flavin, C. y Lenssen, N. (1994) Power Surge: Guide to the Coming Energy Revolution.
W.W. Norton, Nueva York, 126.
Es complicado establecer qué parte del bajo factor planta se debe a que la
operación de los proyectos está deliberadamente enfocada a la energía pico y
qué parte se debe a las limitaciones inherentes a las represas. Es difícil
encontrar las cifras correspondientes a la producción real de energía a largo
plazo de cada represa; la mayor parte de las que se pudieron averiguar durante
la investigación para este libro se encuentran en el (Cuadro 5.1). Encontrar
comparaciones entre la producción proyectada y la real es aún más
complicado. A pesar de todo, las estadísticas disponibles sugieren que ciertos
asesores y políticos suelen exagerar la producción energética de las represas
7
proyectadas -esta conclusión puede confirmarse con los cortes energéticos
antes mencionados.
3. Ambas cifras de Tsikata, F.S. (ed.) Essays from the Ghana-Valco Renogotiations,
1982-85, Ghana Publishing Corporation, Accra, 1986.
8
irreal.xvi Los ingresos económicos calculados para la represa Nam Theun II, en
Laos, dependen de que la represa, de 681 MW, produzca un promedio de
4.864 GWh/año, un factor planta del 81%. El acceso a documentos reservados
del proyecto permitió establecer que este pronóstico notablemente optimista
está basado en apenas siete años de registros de precipitaciones de la mayor
parte de la cuenca del Nam Theun.xvii Incluso si se tuviese una extensa y
confiable serie de registros del caudal mínimo, se dudaría del pronóstico de un
factor planta tan alto.
9
Las centrales hidroeléctricas pueden contaminar gravemente las aguas de un
río y emiten gases invernadero como consecuencia de la descomposición del
suelo y la vegetación sumergidos. La fragmentación y supresión de los
ecosistemas fluviales también constituyen una forma de contaminación: una de
las definiciones de “contaminar”, según Chambers 20th Century Dictionary, es
“hacer que cualquier característica del ambiente sea ofensiva o dañina para la
vida humana, animal o vegetal”.
10
disiparse cuando se empiezan a tener en cuenta los costos económicos de la
construcción y termina esfumándose por completo cuando dentro de este
cálculo también se incluyen la frecuentemente deficitaria producción operativa y
apenas una pequeña parte de los costos ambientales y sociales. Cada vez más
en los últimos años se ha logrado que se revelaran estos costos de las
represas que antes no se daban a conocer, razón por la cual los grupos
defensores de las represas se han visto obligados a cambiar su discurso para
justificar la hidroelectricidad. La alguna vez popular afirmación que “la
hidroelectricidad era económica”, hoy en día está siendo sustituida por
argumentos que presentan a las centrales hidroeléctricas como la respuesta al
calentamiento global, o según lo expresó Ted Haws, presidente de Comité
Ambiental de la ICOLD, “las centrales hidroeléctricas son un gran beneficio
para el ambiente global”.xxi
11
mediante una ayuda económica para poder construir centrales hidroeléctricas
en los países en vías de desarrollo.xxii
Sin lugar a dudas el calentamiento global representa una amenaza muy real y a
gran escala para la sociedad y para el ambiente, y esto exige comenzar a
utilizar con urgencia tecnologías y modos de organización social y política que
logren minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero, pero de modo
que esto no profundice otros problemas ambientales y sociales. Sin embargo,
la energía hidroeléctrica no sólo es social y ecológicamente nociva, sino que
además está lejos de ser “inocua para el clima”, como sostienen sus adeptos. A
pesar de que aún no se han llevado a cabo muchas investigaciones acerca de
las emisiones de gases invernadero de los embalses, los estudios realizados
indican que los reservorios de las centrales hidroeléctricas, en especial
aquéllas ubicadas en áreas de selva tropical, pueden contribuir notablemente al
calentamiento global y en ciertos casos tanto o aún más que las centrales que
utilizan combustibles fósiles y producen una cantidad equivalente de
electricidad.
12
praderas templadas pueden contener más carbono que la vegetación y el suelo
de las selvas tropicales en conjunto.xxiii
13
metano son bastante constantes y no disminuyen demasiado con el
envejecimiento del embalse.
Fearnside estima que en 1990, seis años después de que Tucuruí comenzó a
llenarse y tres años luego de que las compuertas de Balbina se cerraron, el
embalse Tucuruí emitió 9.450.000 toneladas métricas de dióxido de carbono y
90.000 toneladas de metano; Balbina despidió 23.750.000 toneladas de CO2, y
140.000 de CH4. Teniendo en cuenta el efecto de ambos gases, Fearnside
calculó que el impacto de Tucuruí sobre el calentamiento global alcanzó el 60%
del efecto que tiene una central térmica a carbón con igual generación de
energía, pero superó en 50% al impacto que produce una central eléctrica a
gas. El embalse Balbina, por su parte, tuvo un impacto sobre el calentamiento
global 26 veces mayor al de las emisiones de una central energética
14
alimentada con carbón con la misma generación de energía (ver Cuadro 5.3).
Si bien las emisiones de los embalses disminuirán lentamente con el paso de
los años y la descomposición de la biomasa anegada, el impacto de Balbina
sobre el calentamiento global siempre será mucho mayor que si se hubiese
generado la misma cantidad de energía a partir de combustible fósil. xxiv
15
GWP resulta de 21. Si Fearnside hubiese utilizado un GWP de 21 para el
metano, el impacto de los embalses de la Amazonia para el calentamiento
global hubiese resultado sustancialmente mayor; si Rudd y sus colegas
hubieran usado 21, la incidencia de los embalses canadienses hubiera sido
mucho menor.xxvi
16
El calentamiento global y los inexorables cambios climáticos que se producen
año a año, década tras década, tornarán cada vez más inciertos los cálculos
acerca de la cantidad de agua disponible para accionar las turbinas, la crecida
máxima que los aliviaderos deberán descargar y el ritmo de sedimentación en
los embalses. Las compañías aseguradoras están cada vez más convencidas
de que el cambio climático global es responsable por la creciente frecuencia e
intensidad de los violentos y costosos temporales, inundaciones y sequías
desde finales de los ´80, fenómenos que ya han causado colapso de represas,
incremento de sedimentación y reducción del rendimiento de la energía
hidroeléctrica. Un informe de 1991 del Panel Intergubernamental sobre Cambio
Climático de la ONU (IPCC en inglés), subrayó que “el incremento del
escurrimiento de agua a causa del cambio climático podría constituir una grave
amenaza a la seguridad de las represas existentes con fallas de diseño. Quizá
sea necesaria una revisión de los criterios para el diseño de represas teniendo
en cuenta los efectos del cambio climático”. Es por esta razón que el
calentamiento global no puede considerarse el enviado divino que salvará a
una industria alicaída, como desearían muchos partidarios de la
hidroelectricidad. El cambio climático global sólo puede afectar a las represas
de forma tal que se vuelvan menos seguras y con un rendimiento mucho menor
al que sostienen sus constructores.xxx
17
de las Inundaciones, el costo anual de los daños por inundaciones en los
EE.UU., ajustado según el índice inflacionario, se ha más que duplicado. El
número de personas que muere cada año como consecuencia de las
inundaciones sigue siendo medianamente el mismo. En los EE.UU., los daños
a la propiedad causados por inundaciones durante la primera mitad de los ´90
promediaba los 3.000 millones de dólares anuales. Este patrón de gastos en
aumento para el control de las inundaciones, acompañado por cada vez
mayores daños causados por las crecidas de los ríos, se manifiesta en todo el
planeta. La India gastó cerca de 1.000 millones de dólares en terraplenes y
canalización de ríos ente 1953 y 1980 y muchos miles de millones más en
represas y, a pesar de este esfuerzo, tanto el área de cultivos afectados como
el costo de los daños por las inundaciones crecieron marcadamente en este
lapso.xxxi
18
sino que se llega a un punto en el que el nivel del río supera la altura de las
planicies que lo rodean, lo que genera la posibilidad de desastrosas
inundaciones repentinas ante el colapso de los grandes terraplenes.xxxii
19
de agua de Hirakud habían sido las responsables de gran parte de la
devastación, pero argumentó que si no se hubiese descargado el agua con la
mayor celeridad posible la represa podría haber colapsado.xxxvi
En muchos casos las afirmaciones de que una represa ayudará a reducir las
inundaciones son sólo tácticas para tergiversar los análisis de costo-beneficio.
Por ejemplo, un informe sobre la represa Columbia de la Autoridad del Valle de
Tennessee (TVA, en inglés), divulgado por un subcomité del Congreso en
1980, reveló que 11.130 hectáreas aguas arriba de la represa, en su mayor
parte tierra agrícola de excelencia, serían anegadas o afectadas por el proyecto
para brindar protección de inundaciones a menos de un tercio de esa superficie
corriente abajo. Los documentos del proyecto original discurrían acerca del
beneficio del control de las inundaciones, pero nunca mencionaban la pérdida
multimillonaria de dólares en producción agrícola y negocios relacionados a
20
causa de la inundación permanente que ocasionaría el embalse. Cuando el
subcomité intentó identificar las 43 edificaciones que la TVA aseguraba
estarían protegidas por la represa, hallaron “numerosas estructuras
comerciales tipo chozas precarias y abandonadas”. De los 11 comercios que la
TVA dijo existían a lo largo de una sección del río, sólo cinco figuraban en la
guía telefónica local.xxxix
Proverbio chino
Sólo una ínfima proporción del agua almacenada por las grandes represas es
suministrada para el consumo en viviendas o comercios. De las 3.602 represas
por encima de los 30 metros de altura, listadas por ICOLD según nombre y
función en un registro de 1984 de los cuatro países con más represas –China,
EE.UU., Japón e India-, sólo alrededor del veinte por ciento incluye la provisión
de agua pública como uno de los propósitos del proyecto (ver Cuadro 5.4). Si
una gran represa tiene el suministro de agua entre sus objetivos, por lo general
se trata de uno de los propósitos de menor importancia del proyecto. Si las
21
grandes represas sólo suministraran agua municipal, serían mucho menores
que las colosales edificaciones construidas para proveer electricidad e
irrigación.
En 1990 apenas alrededor del siete por ciento de las extracciones de agua de
todas las fuentes en el mundo estaba destinado a las viviendas y demás
usuarios urbanos. Cerca de un cuarto de las extracciones iba a las industrias.
Del resto, el 65% era para la agricultura y el cuatro por ciento se evaporaba de
los embalses.xlii A pesar de que no se puedan conseguir datos globales que
establezcan las diferentes fuentes de agua urbana, es probable que la mayor
parte del suministro de agua municipal provenga de aguas subterráneas. Por
ejemplo, aun con la sobreabundancia de represas en los EE.UU., más de la
mitad de la población se abastece de aguas subterráneas; en toda Europa, el
65% de los habitantes también dependen del agua subterránea.xliii Gran parte
del suministro urbano proveniente de agua superficial se toma de lagos y ríos
sin regular -el agua puede obtenerse a través de conductos ubicados
directamente en el río o de pozos cavados en su lecho- y de embalses y
estanques detrás de pequeños diques.
De las 1.000 millones de personas que no tienen acceso a una fuente de agua
digna, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 855 millones viven
en áreas rurales. Los altos costos, la sofisticación y exigencia energética que
demandan las redes de caños, acueductos, bombas y plantas de tratamiento
necesarios para llevar agua potable desde los grandes embalses hasta los
dispersos asentamientos rurales significa que las grandes represas, por lo
general, no son una opción que al menos valga la pena considerar para el
suministro de agua rural en los países en vías de desarrollo. La única manera
de proveer agua a bajo costo para estas poblaciones dispersas es mediante
pequeños programas administrados por la comunidad, que dependan de
pozos, manantiales, cauces y ríos locales, embalses muy pequeños y otras
tecnologías a pequeña escala, económicas y fáciles de mantener.xliv
22
contención Farakka, en la India, que desvía agua del Ganges hacia el puerto
de Calcuta y ha reducido la disponibilidad de agua potable para 40 millones de
personas aguas abajo en Bangladesh.xlv
China, India, Japón y EE.UU. son los países con mayor cantidad de grandes represas
(excluyendo CEI, para la que ICOLD no ha publicado toda la información). La suma de los
porcentajes es >100 debido a las represas con multipropósitos.
*ICOLD solamente incluye información de casi el 50% de las represas de más de 30 metros de
altura en China.
Fuente: propósitos de grandes represas según el listado de World Register of Dams, edición
completa, ICOLD, París, 1984.
23
1989, sin ninguna explicación, las autoridades anunciaron que suministraría
agua a 32,5 millones; en 1992, el número creció a 40 millones; y más tarde, al
año siguiente, la cifra cayó a 25 millones. Las estadísticas oficiales acerca del
número de poblaciones que se beneficiarían saltó de 4.719 a principios de los
´80 a 8.215 en 1991. En 1992 se reveló que 236 de estos poblados se
encuentran deshabitados, sin embargo las autoridades siguieron afirmando que
recibirían agua de todos modos.
Los opositores al PSS sostienen que las zonas de Gujarat más pobres y
proclives a la sequía nunca verán el agua del río Narmada, ya que cualquier
suministro de agua potable proveniente del proyecto será absorbido por las
ciudades más grandes del Estado, poderosas políticamente y relativamente
pudientes, donde el problema no es tanto la provisión insuficiente sino la
decrepitud de la infraestructura. Estos temores fueron parcialmente
confirmados en 1995 por un informe del Banco Mundial que sugería que la
crisis financiera del proyecto justificaría el desvío del suministro de agua desde
las dispersas y pobres áreas rurales hacia los consumidores urbanos,
industriales y domésticos.xlix
24
Four Quartets, 1941
25
colosal autopista de transportes fluviales le costó al gobierno federal cerca de
12.000 millones, según la cotización del dólar de 1990. Este impresionante
subsidio benefició principalmente a las 20 grandes compañías que poseen el
80 por ciento del total de las barcazas en los EE.UU. y a algunas
multinacionales del petróleo, del carbón y de los granos, cuyos productos
constituyen la mayoría de los bienes transportados por el río. En la actualidad,
las esclusas y represas están comenzando a deteriorarse y necesitarán
costosos mantenimientos que saldrán del bolsillo de los contribuyentes: a
principios de los ´80, las Esclusas y Represa 26 en Illinois fueron reemplazadas
con un costo cercano a los 1.000 millones de dólares.li
26
instalación de las cinco esclusas con mayor capacidad en el mundo, que
deberán subir barcos a lo largo de 113 metros, más del doble de la altura de
cualquier serie de esclusas existente. A los expertos chinos les preocupa la
espera que deberán sufrir las embarcaciones para pasar a través de las
esclusas, demoras que empeorarían si este prodigio sin precedentes de la
ingeniería experimentase dificultades técnicas. Los navíos también deberán
enfrentar inevitables y largas demoras al atravesar las obras de construcción,
durante las dos décadas que se estima tomará como mínimo la finalización de
la represa. A causa de todas estas inquietudes, aparentemente existe una
fuerte oposición al proyecto por parte de la industria naviera del interior, que se
supone será una de las principales beneficiarias de la represa.liv
Nuestra madre [el río Mun] nos brindaba alimento y vida. Con la
construcción de la represa, maridos y mujeres pelean y los peces
abandonan el río. No nos oponemos a la represa. Nos oponemos a la
desintegración de nuestras comunidades.
27
estuarios, reducirán su producción. En casi todos los casos la diversidad de
especies ícticas disminuirá. Además la gente de la zona tendrá menor acceso a
los peces que antes, ya que la pesca de embalse demanda equipos y
habilidades diferentes, y por otro lado es más costosa que la pesca de río. En
muchas regiones tropicales las pesquerías ribereñas constituyen una de las
principales fuentes de proteína animal para la gente rural, por lo tanto cualquier
alteración que afecte el acceso que estas personas tienen a los peces puede
producir un impacto profundo en sus vidas.
28
por la represa puedan aprovechar sus beneficios. Generalmente sólo los
empresarios independientes y aquellos que tienen experiencia en pesca en
aguas abiertas –la que por lo general exige botes mayores y equipos más
costosos que la pesca de río- son los que poseen el capital y la experiencia
para explotar la pesquería recientemente creada por el embalse y colocar el
pescado en el mercado. En tal caso la gente de la zona pierde su acceso
gratuito a los peces del río y comienza a pagar para consumir pescado –mucho
menos variado- del embalse. Los pescadores que viven muchos kilómetros
aguas abajo de la represa y sufren la reducción de la pesca pueden llegar a no
tener acceso a los beneficios del embalse dada la distancia que los separa de
éste. En muchos Estados indios la población local es deliberadamente
apartada de las ventajas plenas que ofrece la pesquería de un embalse, ya que
los derechos comerciales pesqueros se licitan entre los contratistas, a quienes
la gente de la zona debe vender su pesca, generalmente a muy bajos
precios.lviii
29
procesamiento, la pesca en el embalse disminuyó abruptamente y muchos
pescadores quedaron sin trabajo. Apenas después de un año de que la planta
empezó a funcionar, debió cerrarse. El colapso de la pesca fue atribuido a
diversas causas, entre ellas la contaminación agroquímica, el mal
funcionamiento del elevador de peces y las irregulares fluctuaciones del nivel
del embalse. Aguas abajo también colapsaron las capturas, con un impacto
económico y social para los pescadores.lx
... el placentero, suave, claro, inmóvil embalse del Lago Powell. Más
conocido como Lago Turbio o Cloaca Oficial o Laguna Gangrena, o
Basural Nacional de Recreación Glen Canyon...
Edward Abbey
Down the River, 1982
30
La recreación es el último de los principales beneficios “adicionales” que se les
atribuye a las represas. En especial en los EE.UU los grandes embalses suelen
ser promocionados como refugios para los que practican la pesca deportiva, la
navegación y para otro tipo de turistas. La represa Hoover, que se encuentra
cerca de la tierra de la fantasía y los neones de Las Vegas –un oasis de
derroche en el desierto que existe gracias al agua y la energía de la represa-,
es de hecho una de las atracciones turísticas más populares de los EE.UU.
Para millones de turistas los embalses Mead y Powell, que están detrás de las
represas Hoover y Glen Canyon respectivamente, son lugares para la práctica
de deportes acuáticos creados en un territorio desértico.
Los proyectos de una represa tampoco toman en cuenta el hecho de que los
niveles de agua del embalse –en especial aquellos detrás de una
hidroeléctrica-, pueden tener grandes fluctuaciones, lo que hace que
embarcaderos y rampas para botes queden altos y fuera del agua, y que
además haya grandes extensiones de lodo y vegetación muerta entre el
embalse y los turistas. Las actividades recreativas en un embalse también
pueden perjudicar la recreación aguas abajo, en particular cuando el embalse
es utilizado para desviar agua. Existen numerosos casos en los que el poder
erosivo de una represa ha arrasado con playas muy concurridas aguas abajo y
31
donde las repentinas descargas de un embalse han tomado desprevenidos a
los remeros y demás personas que usan el río.
Los ingenieros pueden tener todo el derecho a creer que las represas y los
embalses realzan la belleza del paisaje, pero eso no les da un derecho
automático a imponer su estética doctrinaria al resto de la sociedad, ya que
privan para siempre a otros de aquello que consideran bello y valioso. El tema
de si una represa “mejorará” la belleza de un río debe ser tratado en un debate
informado y abierto, y no ser dejado en manos de quienes se benefician con la
construcción de represas.
32
ciudades, quienes se apoderaron de grandes extensiones de tierras en las
márgenes del embalse para construir casas de vacaciones y demás
infraestructura turística.lxv
Notas
i
Ver Williams, P.B. 'Sedimentation Analysis', en Barber, M y Ryder, G. Damming the
Three Gorges: What Dam Builders Don't Want You to Know. Earthscan, Londres, 1993, p. 142;
Nordin, C.F., Jr. 'J.C. Stevens and the Silt Problem', International Journal of Sediment
Research, Vol. 6, No. 3, diciembre 1991.
ii
Banco Mundial The World Bank and Irrigation. OED 1995, p. 94.
iii
Menos del 3% de las represas en los EE.UU. tiene como propósito principal la energía
hidroeléctrica. Bowes, D.E. 'Dam and hydropower activities in the US', Water Power & Dam
Construction, agosto 1993. Cerca del 40% de la capacidad energética instalada pertenece a las
represas mayores. Besant-Jones, J. The Future Role of Hydropower in Developing Countries,
Banco Mundial, abril 1989, p. 16.
iv
Water Power & Dam Construction Handbook 1993. WPDC, Sutton, RU, pp. 55-56;
International Water Power & Dam Construction Handbook 1994. IWPDC, Sutton, RU, p. A-57;
Gleick, P.H. 'Water and Energy', en Gleick, P.H. (ed.) Water in Crisis: A Guide to the World's
Fresh Water Resources. Oxford University Press, p.73. Los países cuya energía depende en
33
más del 90% de la hidroelectricidad y no aparecen en el texto son Burundi, Camerún, Malawi,
Namibia, Ruanda, Tanzania, Uganda, Zaire, Costa Rica y Fiji.
v
Ver J.R. Moreira y A.D. Poole, Hydropower and its Constraints, en T.B. Johansson et
al. (eds), Renewable Energy: Sources for Fuels and Electricity, Island Press, Washington DC,
1993, pp. 76-78.
vi
J. Besant-Jones, 'A View of Multilateral Financing from a Financing Agency', en
Financing Hydro Power Projects ’94, avances de la conferencia patrocinada por International
Water Power & Dam Construction, Frankfurt, 22-23 setiembre, 1994.
vii
Besant-Jones op. cit.
viii
Banco Mundial 'PCR: Argentina Yacyretá Hydroelectric Project and Electric Power
Sector Project', 14 marzo, 1995, p. 4; Reynolds, P. 'Powering up privately', International Water
Power & Dam Construction, noviembre, 1994.
ix
Banco Mundial 'Colombia: The Power Sector and the World Bank, 1970-1987. Vol. I:
Overview', OED, 28 junio, 1990, p. 16; Banco Mundial 'Colombia: The Power Sector and the
World Bank, 1970-1987. Vol. II: Technical Report', 28 junio, 1990 p. 71.
x
Banco Mundial, 'Colombia: Vol. I', p. 5.
xi
'Ambitious Senegal River Project to Start Soon', New York Times, 11 octubre, 1981;
Scudder, T. 'River Basin Projects in Africa', Environment, Vol. 31, No. 2, marzo 1989; Gopsill, T.
'Will Senegal Farmers Reap Barrage Benefits?', World Water, abril 1988.
xii
Annan, C.K. 'Was Ghana's Akosombo Dam the Best Option?', World Water, setiembre,
1989; 'Ghana to Power Up With IDA Funding', World Bank News, 23 febrero, 1995; Graham,
Y.'Volta power grows dim', African Agenda, Vol. 1, No. 1, 1995; Barnes, M.J. y Beggs, S.
'Developing Hydro in Africa: Turning the Potential to Reality', Hydro Review Worldwide, otoño,
1994.
xiii
Yearly, R. 'The Lights Go Out in Guatemala', Report on Guatemala, Oakland,
California, 1992; Barry, T. Inside Guatemala. IHERC, Albuquerque 1992, p. 115; Gollin, J.D.
'Trees Down, Lights Out in Honduras', Christian Science Monitor, 15 noviembre, 1994; 'Aún no
se llena El Cajón', Tiempo, Tegucigalpa, 30 setiembre, 1994.
xiv
Besant-Jones op. cit., p. 14; Hunt, R. y Hunt J.M. 'How Does Hydropower Compare?’
Independent Energy, noviembre, 1993.
xv
Rycroft, R. y Szyliowicz, J. 'The Technological Dimension of Decision Making: The
Case of the Aswan High Dam', World Politics: A Quarterly Journal of International Relations,
Vol. 33, No. 1, octubre 1980; El Safty, M.T. y Younes, H.A. 'Hydro Power Generation in Egypt',
en ENCOLD (ed.) High Aswan Dam Vital Achievement Fully Controlled. Cairo, 1993, p. 126;
'Itaipú Binacional: The Biggest Hydroelectricity Undertaking of the XXth Century' (aviso) New
York Times, 30 octubre, 1992; International Water Power & Dam Construction, marzo, 1995, p.
2; Tsikata, F.S. (ed.), Essays from the Ghana-Valco Renegotiations, 1982-85. Ghana
Publishing Corporation, Accra 1986.
xvi
'Bakun Hydroelectric Feasibility Study', SESCO/GTZ/SAMA Consortium, 1983; 'Bakun
Hydroelectric Project: Green Energy for the Future', Gabinete del Primer Ministro, Kuala
Lumpur, febrero, 1986.
xvii
Gobierno de Laos PDR 'Nam Theun 2 Hydroelectric Project: Environmental
Assessment and Management Plan. Report E2. Main Report', Vientiane, abril, 1995.
xviii
Dharmadhikary, S. 'Hydropower at Sardar Sarovar is it Necessary, Justified and
Affordable?', en Fisher, W.F. (ed.) Towards Sustainable Development? Struggling Over India's
Narmada River. M.E. Sharpe, Armonk, N.Y., 1995, p. 141. Las bombas del Proyecto de Agua
Estatal de California son las mayores consumidoras de electricidad del Estado. Si el proyecto
se completa, incluirá 148 centrales de bombeo, 40 centrales hidroeléctricas, 22 embalses y
represas, y 1.000 km de acueductos. Las centrales hidroeléctricas producirían 7.000 GWh/año,
pero las centrales de bombeo consumirían más de 12.400 GWh/año (Gleick op. cit., p. 68).
xix
Veltrop, J.A. 'Water, Dams and Hydropower in the Coming Decades', Water Power &
Dam Construction, junio 1991.
xx
WCED Our Common Future. Oxford University Press, Oxford 1987. Ver también
Russo, T. 'Making hydropower sustainable', Hydropower & Dams, noviembre, 1994.
34
xxi
Ver 'Report of the 17th ICOLD Congress. Q64: Environmental issues in dam projects',
Water Power & Dam Construction, setiembre 1991; Haws, 'How will environmental obligations
affect financing?', en Financing Hydro Power Projects '94, op. cit.
xxii
'A Ten-Year Plan for Southeast Asia', Asahi Shimbun, 7 de setiembre, 1993 traducido
por Japan Tropical Forest Action Network. Ver También Oud, E. 'Global warming: a changing
climate for hydro', Water Power & Dam Construction, mayo, 1993; Jackson, T. 'Joint
Implementation and the Climate Convention', Renewable Energy for Development, Estocolmo,
noviembre 1994, Vol. 7, No. 3.
xxiii
Houghton, J.T., et al. (eds.) Climate Change: The IPCC Scientific Assessment. Prensa
de la Universidad de Cambridge, pp. 20, 300; Kelly, C.A. y Rudd, J.W.M. 'Fluxes of CH4 and
CO2 to the Atmosphere from Hydroelectric Reservoirs', CO2 Climate Report, invierno, 1993;
Kelly, A.C. et al. 'Turning Attention to Reservoir Surfaces, a Neglected Area in Greenhouse
Studies', EOS, Vol. 75, No. 29, 1994.
xxiv
P.M. Fearnside, 'Hydroelectric Dams in the Brazilian Amazon as Sources of
Greenhouse Gases' Rudd, J.W.M. et al. 'Are Hydroelectric Reservoirs Significant Sources of
Greenhouse Gases?’, Ambio, Vol. 22, No. 4, junio, 1993.
xxv
Rudd, J.W.M. et al. 'Are Hydroelectric Reservoirs Significant Sources of Greenhouse
Gases?’, Ambio, Vol. 22, No. 4, junio, 1993.
xxvi
Houghton et al.,op. cit., p. xxi.
xxvii
Para un cuadro de represas según la producción de energía hidroeléctrica generada
por hectárea, ver Goodland, R. Ethical Priorities in Environmentally Sustainable Energy
Systems: The Case of Tropical Hydropower. Departamento Medioambiental del Banco Mundial,
mayo, 1994.
xxviii
Las represas pueden estar afectando el papel que tienen los océanos de absorber el
CO2 atmosférico. De las 26.000 millones de toneladas de CO2 emitidas anualmente durante
los ´80 cerca de 7.000 millones fueron extraídos de la atmósfera y disueltos por los estratos
superficiales del océano debido a cambios en el consumo de combustibles fósiles y en la
utilización del suelo. Watson, R.T., et al. 'Greenhouse Gases and Aerosols', en Houghton et al.
(eds.) op. cit., p.13. El ritmo en que ocurre este fenómeno puede depender principalmente de la
productividad del plancton, que consume carbono durante la fotosíntesis. Se cree que la
productividad del plancton depende a su vez de los nutrientes del agua marina, una de cuyas
principales fuentes son los sedimentos descargados por los ríos. Los sedimentos también
pueden tener una participación en la aceleración del ritmo con que el carbono precipita al fondo
de los océanos, lo que permite a la superficie marina captar más CO2 atmosférico. Las
pequeñas partículas del desecho y esqueleto del plancton ricos en carbono, se adhieren a los
sedimentos que actúan como lastre y esto acelera el descenso de las partículas hacia el lecho
del océano. Cerca del 80% del carbono enterrado en el fondo de los océanos cada año, se
origina en las orillas de los mares en áreas altamente afectadas por la descarga de ríos. Las
represas, mediante la retención de sedimentos y la reducción de la descarga de agua dulce,
pueden por lo tanto afectar la captación oceánica de CO2 atmosférico. (Ver Ramaswamy, V. y
Nair, R. 'Measuring the Monsoon', New Scientist, 20 junio, 1992; Ittekkot, V. y Haake, B. 'The
Terrestrial Link in the Removal of Organic Carbon in the Sea', en Ittekkot, V. et al. (eds.) Facets
of Modern Biogeochemistry. Springer Verlag, Nueva Cork, p. 323). E. Oud de Lahmeyer
International estimó que la construcción de una represa de hormigón de 1.600 MW en
Sudáfrica, ocasionaría emisiones de 650.000 toneladas de CO2. Según Oud esto equivaldría a
menos del 8% del CO2 emitido en sólo un año por una central alimentada con carbón, con una
producción de energía similar. Oud, 1993, op. cit. Los cálculos de Oud no incluyen las
emisiones de unas 250.000 toneladas de CO2 generadas durante la elaboración del cemento
utilizado en la represa. El proceso de fabricación del cemento emite cerca de 0,5 toneladas de
CO2 por cada tonelada de cemento producida. En todo el mundo, la fabricación de cemento es
responsable del 3% del CO2 antropogénico. World Resources Institute, World Resources 1994-
95. Prensa de la Universidad de Oxford, 1994, Cuadro 23.1. Por emisiones de gases
invernadero y cambios en el uso del suelo, ver Ehrlich, A. 'Agricultural Contributions to Global
Warming', en Leggett, J. (ed.) Global Warming: The Greenpeace Report. Oxford University
Press, Oxford, 1990.
xxix
Williams, P. 'Adapting Water Resources Management to Global Climate Change',
Conferencia sobre Desarrollo de Políticas para el Manejo de los Efectos del Cambio Climático
35
en Villach, número especial de Climate Change, 1989; Knox, C. 'Large increase in flood
magnitude in response to modest changes in climate', y, Baker, V. 'Learning from the past',
ambos en Nature, Vol. 361, 4 febrero, 1993.
xxx
Leggett, J. 'Insurance Industry at UN Climate Conference', Greenpeace International,
27 marzo, 1995; Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, Climate Change: The
IPCC Response Strategies. Island Press, Washington DC, 1991, p. 181.
xxxi
Ayres, B.D. 'Flood Revives Debate on $25 Billion in Controls', International Herald
Tribune, 13 julio, 1993; Denning, J. 'When the Levee Breaks', Civil Engineering, enero, 1994, p.
3; Devine, R.S. 'The Trouble With Dams', Atlantic Monthly, agosto, 1995, p. 67; Centre for
Science and Environment The State of India's Environment —1982: A Citizen's Report. CSE,
Nueva Delhi, 1982, p. 62.
xxxii
Ver Interagency Floodplain Management Review Committee, A Blueprint for Change.
Sharing the Challenge: Floodplain Management into the 21st Century. Informe de la IFMRC a la
Administration Floodplain Management Task Force, Washington DC, junio, 1994; Denning op.
cit.; Kusler, J. y Larson, L. 'Beyond the Ark: A New Approach to US Floodplain Management',
River Voices, Vol. 4, No. 4, invierno, 1994; Williams, P.B. 'Flood Control vs. Flood
Management', Civil Engineering, mayo, 1994.
xxxiii
Ver Costa, J.E. 'Floods from Dam Failures', en Baker, V.R. et al. (eds.) Flood
Geomorphology. Wiley, Nueva York, 1988, p. 439.
xxxiv
Bonetto, A.A., et al., 'The Increased Damming of the Paraná Basin and its Effects on
the Lower Reaches', Regulated Rivers: Research & Management, Vol. 4, 1989, p. 341.
xxxv
'Salto Grande no tiene quién le escriba', Tierra Amiga, Montevideo, noviembre, 1993,
p. 35.
xxxvi
Abbasi, S.A. Environmental Impact of Water Resources Projects. Discovery Publishing
House, Nueva Delhi, 1991, pp. 108-9; Dogra, B. 'The Indian Experience with Large Dams', en
SEELD 2; Dogra, B. 'Dams and Floods', Indian Express, 21 octubre, 1988; '"Panic" release
might have worsened Indian flood', Water Power and Dam Construction, noviembre 1980.
xxxvii
Dogra, B. The Debate on Large Dams. Nueva Delhi, 1992, p. 38; Centro para la
Ciencia y el Medioambiente op. cit., p. 63.
xxxviii
'Mismanagement Endangers California Capital', International Dams Newsletter, Vol. 1,
No. 3, junio 1986; Williams, P. 'Flood Control vs. Flood Management: The Battle over Auburn
Dam', World Rivers Review, Vol. 7, No. 1, enero-febrero, 1992.
xxxix
Powledge, F. Water: The Nature, Uses, and Future of Our Most Precious and Abused
Resource. Farrar, Straus, Giroux, Nueva York, 1982, p. 292; Chandler, W. The Myth of TVA:
Conservation and Development in the Tennessee Valley 1933-1983. Ballinger, Cambridge, MA,
1984. Un folleto de 1994 de la TVA dice que la represa Columbia 'está inconclusa pero que no
ha sido cancelada'.
xl
Las inundaciones del Yangtze a mediados de 1995, por ejemplo, que mataron a 1.200
personas y produjeron un gasto de 4.400 millones de dólares por daños fueron originadas
principalmente por lluvias debajo de Tres Gargantas. O'Donnell, L. 'China to Pass Law to Stem
Flood Havoc', Reuter European Business Report, 11 julio, 1995; Farley, M. 'In China's Floods,
Blame Mankind', San Francisco Chronicle, 19 julio, 1995.
xli
Ver Williams, P.B. 'Flood Control Analysis', en Barber, M y Ryder, G. Damming the
Three Gorges: What Dam Builders Don't Want You to Know. Segunda Edición, Earthscan,
Londres, 1993; Fang, Z. 'The Flood Protection Function of the Three Gorges
Project—Disadvantages Outweigh Advantages', en Shiu-Hung, L. y Whitney, J. (eds.)
Megaproject: A Case Study of China's Three Gorges Project. M.E. Sharpe, Armonk, New York,
1993; Chen, K. 'The Limited Benefit of Flood Control. An Interview with Lu Qinkan', en Dai, Q.,
editado por Adams, P. y Thibodeau, J.; Yangtze! Yangtze! Probe International, Toronto y
Earthscan, Londres, 1994.
xlii
La evaporación de los embalses equivale al 7 por ciento del consumo de agua a nivel
mundial, pero el 4 por ciento del agua extraída –en gran parte para otros usos, en especial
municipal e industrial-, retorna a los cuerpos de agua (ver Shiklomanov 'World fresh water
resources', en Gleick (ed.) op. cit., pp. 19, 20).
xliii
'Estimated use of water in the United States in 1990. Domestic Water Use',
Relevamiento Geológico de los EE.UU., World Wide Web 1995 Southey, C. 'European cities
"wasting" water', Financial Times, 13 setiembre, 1995; Gleick (ed.) op. cit., p. 382, Cuadro H.5.
xliv
Ver Kalbermatten, J.M. et al., Appropriate Technology for Water Supply and Sanitation.
Banco Mundial, 1980; Okun, D.A. y Ernst, W.R. Community Piped Water Supply Systems in
36
Developing Countries. Publicación Técnica del Banco Mundial No. 60, 1987; Briscoe, J. y de
Ferranti, D. Water for Rural Communities. Banco Mundial, 1980.
xlv
Rahman, M.G., 'Reducing the flow of the Ganges: The Consequences for Agriculture in
Bangladesh' en SEELD 2, 1986.
xlvi
'Lethal Dam for the Saõ Francisco River', World Rivers Review, julio-agosto, 1988.
xlvii
White, G. 'The Environmental Effects of the High Dam at Aswan', Environment, Vol. 30,
No. 7, 1988, p. 34.
xlviii
Ram, R.N. Muddy Waters: A Critical Assessment of the Benefits of the Sardar Sarovar
Project. Segunda Edición. Kalpavriksh, Nueva Delhi, octubre, 1993.
xlix
Banco Mundial, 'Project Completion Report: India: Narmada River Development —
Gujarat Sardar Sarovar Dam and Power Project ', 29 marzo, 1995, p. 52.
l
Khurshida Begum, Tension over the Farakka Barrage: A Techno-Political Tangle in
South Asia. Prensa de la Universidad, Dakar, 1987, pp. 145-147; Frederiksen, H.D., et al.
Water Resources Management in Asia. Volume I. Main Report. Informe Técnico del Banco
Mundial 212, Washington, D.C., 1993, p. 105.
li
Interagency Floodplain Management Review Committee, op. cit., p. 39; Marlin, J.C.
Locks and Dam 26., Coalition on American Rivers, Champaign, IL, 1977. Según Marlin: 'Es un
error muy frecuente pensar que las barcazas usan menos combustible que el ferrocarril...
distintos estudios que comparan el traslado de cargas similares sobre rutas similares, donde
existe una competencia real entre las barcazas y los trenes, demuestran que el ferrocarril usa
menos combustible'.
lii
Scudder op. cit., 8; Ayeni, J.S.O., et al. 'The Kainji Lake Experience in Africa', en Cook,
C.C. (ed.) Involuntary Resettlement in Africa. Informe Técnico del Banco Mundial 227, p. 119.
liii
Gopsill op. cit., p. 21; Mounier, F. 'The Senegal River Scheme: Development for
Whom?', en SEELD 2.
liv
Ver ensayos en Dai, op. cit., especialmente Fang, X. y Li, W. 'Once the Golden
Waterway is Severed, Can Another Yangtze River Be Dug? A Conversation with Peng De'; Sun,
Y. et al.'Views and Suggestions on the Assessment Report of the Three Gorges Project' y Dai,
Q. 'An Interview with Huang Shunxing'. También Sullivan, L., Universidad Adelphi, com. Pers,
1994.
lv
Wellcome, R.L., Fisheries Ecology of Floodplain Rivers. Longman, Londres, 1979, p.
251.
lvi
Bayley, P.B., 'The Flood Pulse Advantage and the Restoration of River-Floodplain
Systems', Regulated Rivers: Research & Management, Vol. 6, 1991; Bayley, P.B.,
'Understanding Large River-Floodplain Ecosystems', Bioscience, marzo 1995, p. 156.
lvii
Ayeni et al., op. cit., p. 118.
lviii
Ver Vivekanandan, V. 'A damn fine effort', SAMUDRA, Madras, abril, 1995.
lix
Lowe-McConnell op. cit., 1973, p. 646; Scudder op. cit., p. 28; Graham op. cit., p. 138;
Tamakloe, M.A. 'Long-Term Impacts of Resettlement: The Akosombo Dam Experience', en
Cook (ed.) op. cit., p. 105.
lx
'Salto Grande: del festejo a la realidad', Tierra Amiga, Montevideo, julio, 1993, p. 16;
'Salto Grande no tiene quién le escriba', Tierra Amiga, noviembre, 1993, p. 35.
lxi
Banco Mundial, 'Resettlement and Development: The Bankwide Review of Projects
Involving Involuntary Resettlement 1986-1993', 8 abril, pp. 4-3.
lxii
Banco Mundial, op. cit., pp. 4-5; B.A. Costa-Pierce y O Soemarwoto (eds.) op. cit.
También existen otros problemas ambientales causados por la piscicultura a gran escala. Ver
Stickney, R.R. Principles of Aquaculture. John Wiley & Sons, Nueva York, 1994, pp. 31-38.
lxiii
Powledge, op. cit., p. 293.
lxiv
Rao, K.V. y Gosschalk, E.M. 'The case for impounding rivers: an engineer's viewpoint',
Hydropower and Dams, noviembre, 1994, p.122.
lxv
Fau, J.-P. et al. 'Accommodating Environmental, Social Issues in Project Planning',
Hydro Review Worldwide, primavera, 1995.
lxvi
Tickell, O. 'Sarawak set up for the Deluge', BBC Wildlife, junio, 1995.
37
Capítulo 6
La mayoría de las represas se construyen para suministrar agua para riego más
que con otro propósito y la agricultura utiliza mucho más agua que cualquier otro
sector: alrededor de dos tercios de las extracciones globales. En las zonas secas
la proporción es mucho mayor: para la irrigación se utiliza más del 80% del agua
que se consume en California y más del 90% por ciento en la India.1 De acuerdo
con las cifras más aceptadas, aproximadamente un tercio del total de las cosechas
del mundo proviene de la sexta parte de la tierra de cultivo bajo riego del planeta.
Sin embargo las estadísticas sobre el alcance del riego y la producción necesitan
tomarse con sano escepticismo. Los datos mundiales, nacionales, regionales e
incluso de proyectos particulares son a menudo contradictorios y difíciles de
interpretar. Quizá el mayor inconveniente sea la inexistencia de una definición
clara y exacta de riego, lo que hace que muchos tipos de regadío tradicional
queden fuera de las estadísticas.2
1
Sin embargo, desde fines de los ´70, la expansión de la agricultura bajo riego ha
disminuido considerablemente. Según las proyecciones realizadas en 1981 para la
Comisión Internacional de Irrigación y Drenaje, la superficie mundial de regadío
alcanzaría los 310 millones de hectáreas en 1985 y los 420 millones en el año
2000. No obstante, en 1987 la superficie irrigada cubría sólo 227 millones de
hectáreas (equivalente a un cuarto del territorio de los EE.UU.) y es probable que
haya disminuido desde entonces.3
La expansión del riego se ha detenido debido a que la mayor parte de las tierras
más fértiles, de las fuentes de agua más accesibles y de los mejores sitios para la
construcción de represas ya han sido explotados, lo que incrementa notablemente
el costo por hectárea de los nuevos proyectos de irrigación. Los gobiernos ya no
pueden -o no quieren- pagar los grandes subsidios que en el pasado se
destinaron al riego a gran escala ya que, en términos reales, los precios agrícolas
han caído desde principios de los ´70 y muchos de las obras existentes se están
deteriorando y necesitan reparaciones que son costosas.
El riego es una tecnología muy antigua que permite el cultivo en áreas con
precipitaciones escasas o nulas y además asegura que en las zonas donde la
2
lluvia es poco confiable haya agua en momentos de sequía. Donde la temporada
lluviosa es corta, mediante el riego se puede extender el período de cultivo.
Existen varias formas de irrigación, pero la diferencia entre la definición del cultivo
bajo riego y el sustentado por la lluvia no es clara. Si bien los agrónomos definen
convencionalmente al riego como “la aplicación controlada de agua a los cultivos
en el momento oportuno” -la mayoría de las estadísticas y ejemplos usados en
este capítulo están basados en esta definición-, esta palabra puede usarse en un
sentido más amplio e incluir adaptación a las crecidas naturales y a los patrones
de precipitación. Estos métodos incluyen la agricultura en áreas de recesión de
inundación –el cultivo se realiza en las planicies aluviales al final de la temporada
húmeda para aprovechar la humedad que dejan las crecidas al retirarse-, y el
“cultivo por precipitación” –, técnica que utiliza el agua de lluvia recolectándola de
la escurrida en la tierra, las rocas o pequeñas cuencas.6
Los métodos modernos de riego por lo general se dividen en dos tipos: de canal y
por bombeo. Las categorías se superponen, ya que el riego por bombeo, que se
refiere principalmente a la irrigación con agua subterránea, puede incluir agua
bombeada desde canales y embalses, mientras que el agua elevada desde pozos
puede obtenerse mediante filtraciones desde canales o desaguaderos.7 Las
represas construidas para almacenar agua para el riego que se obtiene durante la
estación lluviosa y se utiliza para el resto del año, desvían el agua hacia los
canales y regulan las subidas y bajantes del río corriente abajo para favorecer a
los sistemas de bombeo.
3
embalses conocidos como “tanques”. En Indonesia, una proporción similar de
tierra irrigada es abastecida mediante sistemas pequeños o tradicionales. Dos
tercios de las 18 millones de hectáreas bajo riego en los EE.UU. reciben agua de
pozos o pequeños estanques y embalses dentro de los establecimientos
agrícolas.10
Los sistemas pequeños y tradicionales no sólo riegan más tierra que las grandes
represas y los sistemas de canales, sino que también suelen ser más productivos
y sustentables. En la India, la tierra irrigada con agua de pozos privados es en
promedio dos veces más productiva que aquella regada con el agua proveniente
de los proyectos de canal.11
Las estadísticas acerca de hasta qué punto el riego depende de las grandes
represas generalmente ocultan cuánta tierra ya tenía irrigación antes de las
represas. En algunos casos, el regadío moderno puede aumentar la producción en
comparación con los sistemas tradicionales, ya que permite una estación de
cultivo extra –aunque casi siempre a costa de la fertilidad del suelo a largo plazo-.
En otros casos, el mal manejo y mantenimiento de los proyectos modernos a gran
escala pueden ocasionar una producción menor que la de los sistemas
tradicionales, incluso a corto plazo.
4
de riego de la represa Tabqua y arruinadas por los infructuosos intentos de irrigar
suelos estériles.13
De acuerdo con las cifras que el Banco Mundial maneja sobre la India,
aproximadamente se pierde una superficie de entre el 5 y el 13 por ciento de las
nuevas tierras bajo riego a causa de los embalses, canales e infraestructura de
drenaje.14 Sin embargo, considerando que el área que realmente recibe un riego
adecuado es generalmente mucho menor que la estimada y que grandes
extensiones de suelo a menudo deben ser apartadas de la producción debido a la
degradación que sufren, es obvio que estas cifras han sido subestimadas. Uno de
los mayores fracasos del regadío en la India es la represa Bargi, sobre el
Narmada, que anegó cerca de 81.000 hectáreas de tierras de cultivo y bosques
para irrigar una superficie estimada de 440.000 hectáreas. A pesar de que la
represa fue finalizada en 1986, sólo 12.000 hectáreas (tres por ciento de la
superficie planeada) recibían agua de riego siete años más tarde.15
5
habían sido provistas de canales, caminos, líneas de transmisión energética y
bombas, el geógrafo Gilbert White estima que en 1986 sólo se cultivaba alrededor
del 15% de esta superficie, ya que los suelos eran inadecuados y el planeamiento
y el manejo eran deficientes.17
Toda agua para riego, sea de río o subterránea, contiene sales disueltas
provenientes de la roca y el suelo. La evaporación de los embalses, canales y
campos, incrementa la concentración de sales en el agua de irrigación. Cuando el
agua llega al cultivo, las raíces la absorben, pero dejan en el suelo la mayor parte
de las sales tóxicas. A este problema de la sal en la agricultura bajo riego se suma
la naturaleza altamente salina de los suelos en zonas áridas y semiáridas.
Para evitar que la salinidad de los suelos irrigados impida el crecimiento del
cultivo, los productores descargan más agua para lavar las sales de la zona de la
raíz. Pero este lavado por descarga aumenta la salinidad del agua subterránea y
la carencia de un buen drenaje hace incrementar el nivel freático. Finalmente,
cuando el nivel freático llega a un metro o dos de la superficie del suelo, la acción
capilar produce el ascenso del agua subterránea salina. Tras alcanzar la
superficie, el agua se evapora y abandona su contenido salino, formando una
costra mortal de cristales blancos. Así, al tratar de lavar las sales mediante
descargas, el productor acelera no sólo la salinización sino también el
anegamiento en la zona de la raíz.
Otro problema relacionado con la salinización y la saturación del suelo con agua
es la alcalinidad, también conocida como “sodicidad”, que ocurre en suelos o
aguas de riego con alto contenido de sodio. Las sales de sodio son absorbidas por
6
las partículas arcillosas del suelo que, al dilatarse, lo vuelven impermeable al agua
y al oxígeno y finalmente lo esterilizan. Los suelos altamente alcalinos también
impiden al vegetal consumir los micronutrientes esenciales, como el calcio.18
Uno de los pocos estudios exhaustivos sobre los efectos de la salinidad producida
por el riego en el ámbito agrícola se realizó con el proyecto del canal de irrigación
Sarda Sahayak, financiado por el Banco Mundial, en Uttar Pradesh, al norte de
India. El estudio reveló que la producción de trigo y arroz en suelos salinos y
alcalinos se vio reducida a la mitad y que el ingreso de los agricultores de las
7
áreas afectadas era apenas el 3% respecto de los que cultivaban en suelos sanos.
Distintos estudios del gobierno mejicano sobre 450.000 hectáreas afectadas de
algún modo por la acumulación de sales demuestran que la producción agrícola
de estas tierras cayó entre un 30 y un 50 por ciento durante los ´80.21
Hacia el desagüe
8
es que los drenajes carecen de la alta tecnología y la resplandeciente
exhuberancia de las represas y los grandes nuevos canales, que resultan tan
atractivos para los políticos y los burócratas del desarrollo. “Nunca nadie erigió un
monumento para sí instalando drenajes embaldosados”, resume John Waterbury
en Hydropolitics of the Nile Valley.24 Los distintos gobiernos, agencias de irrigación
y donantes prefieren emprender nuevos proyectos antes que invertir en la
sustentabilidad de los más viejos. A esto se debe que los drenajes existentes
suelen estar mal construidos y deficientemente mantenidos, por lo que se colman
de sedimentos y se deterioran con rapidez. La tercera razón es el costo
exorbitante de la instalación de drenajes, en especial en áreas que ya padecen la
salinización.25 El gigantesco “Canal de Drenaje Noroeste”, propuesto por el Banco
Mundial para mitigar las dificultades de drenaje planteadas por los planes de
canales de riego en el noroeste indio, costaría la impactante suma de 9.000
millones de dólares, de acuerdo con un cálculo de 1991. Más aún, todavía no se
ha resuelto qué hacer con los miles de millones de metros cúbicos de agua de
desecho colmada de sal y agroquímicos que fluiría hasta el gigantesco drenaje.26
El suelo del Valle de San Joaquín, en el sector sur del gran Valle Central de
California, es por naturaleza altamente salino y rico en selenio, elemento que es
biológicamente necesario en pequeñas cantidades, pero que resulta letal en
concentraciones mayores. El agua subterránea y de los canales que se acumuló
tras décadas de riego logró extraer al selenio del suelo y concentrarlo en el agua
subterránea salina en ascenso. A finales de los ´60, la BuRec comenzó la
construcción de un drenaje de hormigón de 250 kilómetros, que descargaría el
agua de desecho de los agricultores de San Joaquín en la bahía de San
Francisco. Sin embargo, la oposición pública a este proyecto detuvo el drenaje
San Luis en Kesterson, a menos de la mitad del camino propuesto en los planes.
Fue entonces cuando la BuRec convenció al Servicio de Pesca y Vida Silvestre de
los EE.UU. de que el agua de desecho salina supliría el agua dulce de Kesterson,
que antes había sustentado un importante hábitat de aves, pero que ahora se
utilizaba para regadío.
9
embriones y polluelos con malformaciones espantosas: “Picos deformes,
estómagos externos, cerebros expuestos, alas torcidas, ojos protuberantes y patas
faltantes”.27 A mediados de los ´80 quince mil aves adultas perecían por año en
Kesterson. A principios de 1985, la Junta Estatal de Control de los Recursos
Hídricos calificó al drenaje que fluía hasta Kesterson como un “desecho peligroso”
y ordenó a la BuRec que lo rellenase. Diez años después, la BuRec estimó en
ochenta millones de dólares el costo total de limpieza de Kesterson.28
En la actualidad, el agua de desecho que hubiese corrido por el drenaje San Luis
es descargada en pequeños estanques de evaporación. Los niveles de selenio en
algunos de estos depósitos han superado 18 veces a los peores registrados en
Kesterson. Cuando los sucesos de Kesterson alcanzaron los medios de
comunicación, la BuRec sostuvo que el selenio era un problema local; años más
tarde, cuando se encontraron aves deformes en los estanques de evaporación a
150 kilómetros de distancia, el organismo insistió con que el problema estaba
limitado al Valle Central. Hoy en día se han detectado crecientes niveles de
selenio en distintos proyectos de riego en 17 Estados del oeste de los EE.UU. Si
se investigase, probablemente se hallarían altos niveles de selenio en los drenajes
de riego de muchos otros lugares, dado que los suelos ricos en selenio están
diseminados por todo el mundo. Es más, este problema afecta no sólo a las
especies silvestres: los altos niveles de selenio son tan nocivos para los humanos
como para las aves.29
10
variedades de arroz y trigo “de alto rendimiento”. Sin embargo, estos híbridos sólo
tienen un buen rendimiento cuando reciben grandes cantidades de fertilizantes y
pesticidas y se los riega regularmente. Por esto los críticos de la estrategia de la
alta tecnología de la revolución verde prefieren llamar a estas semillas “variedades
de alta respuesta”. Éstos sostienen que la política agrícola en lugar de promover
una producción intensiva con grandes aportes de capital y tecnología orientada al
mercado internacional, debería haberse centrado en la reforma agraria, la mejora
de las tecnologías agrícolas tradicionales y sustentables, y en la producción de
alimento para el consumo local antes que para la exportación.30
Los científicos del IRRI aún no conocen con certeza la razón de la disminución en
la producción de arroz, pero creen que el principal motivo es la degradación del
suelo de los arrozales debido al cambio en la forma de cultivo, al pasar de un
11
cultivo de inundación a otro con riego permanente que llega a tener dos o tres
cosechas anuales. Según el IRRI, “es cada vez más evidente que probablemente
el suelo de los arrozales que está continuamente anegado no resiste las
exigencias del cultivo intensivo que hoy en día la producción arrocera requiere”.
Los grandes sistemas de regadío modernos provocan un efecto notable sobre las
poblaciones afectadas por ellos. Del mismo modo en que los sistemas
dependientes de las grandes represas necesitan -por costo, dimensión y
sofisticación tecnológica- estar manejados por la burocracia estatal, la llegada del
riego de canal suele implicar una creciente intrusión del gobierno en la vida de los
poblados agrícolas y el consecuente deterioro de la capacidad de los individuos y
las comunidades para tomar decisiones. Esto ocasiona habitualmente la pérdida
de instituciones con poder de decisión tales como los subaks y la consiguiente
desaparición de los servicios comunitarios, culturales y religiosos que brindan las
organizaciones de este tipo.
12
En los grandes proyectos que tienen un control central, los burócratas del riego
son los que pueden decidir no sólo qué agricultor recibe agua, cuánta y cuándo,
sino también qué se puede cultivar (incluso la variedad), cuándo sembrar y
cosechar, qué pesticidas y fertilizantes utilizar y a quién vender la cosecha.
Muneera Salem-Murdock, del Instituto de Antropología del Desarrollo, revela cómo
la compañía estatal sudanesa que administra el inmenso proyecto de irrigación
New Halfa obliga a los arrendatarios a cultivar algodón a pesar de que los costos
de la producción casi siempre son mayores que las ganancias y por lo tanto se
endeudan. “La compañía toma todas las principales decisiones agrícolas con
respecto al algodón y además provee todos los insumos, excepto la mano de
obra”, expresa Salem-Murdock, “el arrendatario se convierte en un mero prestador
de energía humana”.34
Las directivas dadas por un gobierno central para la operación de los proyectos de
riego quizás tuvieron su mayor expresión en la URSS. A fines de los años ´30, dos
oficiales veteranos del Partido en Uzbekistán se atrevieron a cuestionar la
sensatez de convertir el desierto del Asia Central en una enorme zona de cultivo
algodonero (destruyendo el mar Aral y la agricultura local irrigada mientras se
llevaba a cabo esta transformación) y fueron ejecutados por su “nacionalismo
burgués”.35
Irrigación y acumulación
Se suponía que la represa iraní más alta, Dez, irrigaría 80.000 hectáreas, lo que
beneficiaría a los pequeños agricultores. No obstante, a principios de los ´60, poco
tiempo antes de culminar la represa, el Sha y sus asesores decidieron que el agua
de riego sería mejor utilizada por las compañías agropecuarias extranjeras que
producen para exportar. Entre los “agricultores” beneficiados con las 16.000
13
hectáreas que finalmente recibieron irrigación se encuentran Mitsui, Chase
Manhattan, Bank of America, Shell, John Deere & Co. y la Transworld Agricultural
Development Corporation. Cerca de 17.000 campesinos fueron expulsados de sus
tierras para dar lugar a la represa y a las corporaciones.36
14
de prestamistas a quienes les deben montos que no podrán pagar ni trabajando
toda su vida. Según un grupo de asesores del gobierno, en 1989
aproximadamente el 40% de los pobladores del Indira Gandhi había perdido sus
tierras.37
“... la regla general es que los fuertes, los poderosos, los que tienen buenas
conexiones y los matones locales controlen el uso del agua de riego.
Primero consiguen el agua y generalmente usan la cantidad que les plazca.
Una vez satisfechos le permiten a la masa de campesinos vulgares,
innecesarios e insignificantes, tener acceso al agua”.38
15
subsidios destinados a los intereses más ricos de la industria agropecuaria de los
EE.UU. en contra de la familia agricultora”.41
Riego y cercamiento
Las planicies inundables del río Senegal brindan el suelo de cultivo más rico de la
desértica Mauritania, así como también algunas de las mejores tierras en Senegal
16
e importantes sitios de desove para los peces. Cada año, excepto los más secos,
el Senegal crecía al final de la estación de lluvias, y así recargaba los acuíferos del
valle, revitalizaba el suelo mediante el depósito de limo y fortalecía el crecimiento
de la vegetación ribereña. Luego, cuando la inundación retrocedía, cientos de
miles de agricultores aprovechaban la humedad residual de este suelo para
cultivar. Una vez realizada la cosecha, los pastores nómadas conducían su
ganado hasta el valle para alimentarlo con los rastrojos remanentes, y el abono de
los animales se transformaba en fertilizante gratuito para el suelo de los
agricultores. Las mujeres del valle extraían agua de los pozos recargados para
producir verduras en sus huertas, lo que les daba una relativa independencia
económica de sus cónyuges.44
17
a brutales abusos físicos. Cerca de 600 fueron ejecutados o torturados hasta la
muerte. En 1994, Human Rights Watch-África informó que el sector mauritano del
valle del Senegal se encontraba en un estado de emergencia sin declarar,
“caracterizado por un crónico y cruel patrón de violaciones contra los negros, que
incluye matanzas indiscriminadas, detenciones, violaciones y golpizas por parte de
las fuerzas de seguridad”.47
La expropiación de las tierras a lo largo del valle del Senegal fue inusual debido a
la espantosa violencia con la que se realizó pero, por otra parte, el cercamiento de
las tierras comunitarias es una práctica usual una vez que se introduce el riego. La
privatización de la tierra de labranza comunitaria no es lo único que perjudica a las
comunidades rurales. A menudo se cree que la tierra que ahora se utiliza para el
regadío antes era un “erial” que nunca había sido cultivado, aunque en realidad
era generalmente tierra que brindaba pastura, frutas, combustible y otros
beneficios, y que era especialmente valiosa para los pastores y los nativos pobres
y sin hogar.48
Irrigación y desnutrición
Los partidarios de las grandes represas por lo general asumen que existe un
vínculo directo y proporcional entre el aumento de la producción agrícola y la
reducción de los índices de desnutrición. Pero el tema del hambre es más
complicado de lo que los constructores de represas creen. Lo que permite que la
gente pueda comer es su capacidad adquisitiva, y no sólo la disponibilidad del
alimento. Aun en el pudiente Estado de California, el mayor productor de cultivos
bajo riego en los EE.UU., cinco millones de personas –uno de cada seis
residentes- sufren de “hambre crónica”, según los investigadores de la Universidad
de California.49
18
Cientos de millones pasan hambre diariamente en la India, Pakistán y Sri Lanka, a
pesar de que durante muchos años estos países han sido autosuficientes o han
tenido excedentes de cereales alimenticios. A mediados de 1995, los graneros del
gobierno indio estaban colmados con más de 30 millones de toneladas de granos
sin vender.50 Como dice Robert Chamber, en la actualidad, el hambre en el sur de
Asia no es un problema de producción de alimento, sino “un problema de quién
produce el alimento y de quién tiene el poder para obtenerlo”.51 Cuando los
esquemas de irrigación se utilizan para marginar aún más al pobre, y con el fin de
producir cultivos costosos para venderlos a los más pudientes en ciudades o en el
extranjero, pueden terminar aumentando tanto la producción de cultivos como el
hambre.
Entre 1960 y 1983, dos tercios del área recientemente irrigada en la India se
dedicaban al cultivo de trigo y arroz, y una quinta parte a las oleaginosas, algodón
y caña de azúcar. Mientras tanto, durante estos años, se registró una reducción de
la superficie total dedicada a los cultivos de subsistencia: legumbres, y cereales
como mijo y sorgo.52 A pesar de que los nutricionistas sostienen que la dieta
tradicional en base a legumbres, granos y productos lácteos es superior a una
dieta basada en el trigo; el apoyo oficial al cultivo tradicional de subsistencia en la
India ha sido escaso, si se lo compara con los cientos de miles de millones de
rupias destinadas a la infraestructura para la irrigación y a la promoción del cultivo
de trigo y arroz.
Antes de la construcción del canal Indira Gandhi, 135.000 hectáreas del desierto
Thar eran cultivadas con granos incluyendo el tradicional bajra, utilizado para la
elaboración de pan, y 27.000 con lentejas. Gran parte de esta tierra era manejada
con ancestrales técnicas comunitarias de cultivo bajo riego. Sin embargo, hacia
1990 el cultivo de bajra había desaparecido casi por completo y el desierto, bajo la
perenne irrigación del canal, albergaba 132.000 hectáreas de algodón, 123.000 de
trigo y cientos de miles de mostaza y cacahuetes (maní) para la elaboración de
aceite comestible, garbanzo, caña de azúcar y arroz.
El 70 por ciento de las personas que habitan cerca del canal Indira Gandhi no
tiene los ingresos suficientes para pagar los préstamos agrícolas y satisfacer sus
necesidades alimentarias básicas. De acuerdo con una encuesta sanitaria del
19
gobierno, el consumo diario de calorías y proteínas per cápita de estas personas
es menor que el de los indios que viven en la línea de la pobreza. Los datos
revelan también que la desnutrición es más frecuente entre los niños que habitan
en el canal que entre los niños de los pastores en los distritos más pobres de
Rajastán, que no están afectados por el canal y que se alimentan con una dieta a
base de productos lácteos y bajra.53
“... dejan en claro que su salud se ha visto empeorada en los últimos años,
debido al deterioro de su dieta. Están convencidos de que antes de la
construcción de las represas, con el cultivo tradicional luego del retroceso
de la inundación del río... su alimentación era más variada y por lo tanto
20
más saludable. Ellos sostienen que debido a su actual alimentación, basada
principalmente en arroz, se encuentran más débiles y tienen más
problemas de salud que antes”.55
La irrigación junto con los insumos, tales como las variedades modernas de
semillas y los agroquímicos, pueden incrementar notablemente el rendimiento de
los cultivos. Las estadísticas oficiales indican que el rendimiento promedio por
hectárea de arroz en el suelo irrigado de los mayores Estados de la India entre
1980 y 1983, era entre 27 y 369 por ciento mayor que en las áreas sustentadas
por las precipitaciones; y los rendimientos de trigo eran entre 7 y 391 por ciento
mayores.56 No obstante, los opositores de la revolución verde argumentan que
estas cifras son engañosas, ya que ocultan el impacto del riego intensivo. Muchas
de las áreas irrigadas se encuentran sobre planicies fértiles, que ya con
anterioridad eran más productivas que otras. Los suelos con irrigación moderna
sólo producen un cultivo, por lo que las estadísticas oficiales sólo miden la
producción de este cultivo. Con la agricultura tradicional, sin embargo, se obtiene
una notable variedad de alimentos de los suelos, incluyendo frutas de los árboles
y peces de los arrozales inundados. Los tradicionales sistemas agroforestales
–que combinan cultivos anuales con plantaciones de árboles- suelen incluir más
de 100 variedades vegetales. Además de brindar una alimentación variada y
nutritiva, los agroecosistemas tradicionales también proveen materiales para
construcción, medicinas, combustible, forraje, abono verde y pesticidas naturales.
El menor rendimiento y la degradación del suelo en áreas que promueven la
revolución verde demuestran que se prefiere la mayor producción de un
monocultivo a expensas de la sustentabilidad a largo plazo.57
21
La moderna irrigación mediante canales tiene antecedentes lamentables de
diseño y de construcción deficientes, mal manejo y corrupción. El abastecimiento
de agua a los agricultores suele ser incierto y poco confiable; es por eso que el
rendimiento de los cultivos es mucho mayor si reciben riego con aguas
subterráneas que con aguas de canales. En el proyecto Bakolori, en Nigeria, la
producción de maní alcanzó apenas el 69% de lo estimado por los economistas
agrícolas, el arroz el 56% y el algodón el 17%.58
Cuando el agua de riego comienza a fluir a través del canal, los propietarios de
tierras situadas en la cabecera del canal comienzan a sembrar especies de alta
22
exigencia de agua –y rentables-, como la caña de azúcar y el arroz, y por lo tanto
establecen derechos preferenciales sobre el agua. Los que cultivan el azúcar en
Maharashtra, en la India, apenas ocupan la décima parte de la tierra estatal
irrigada, pero utilizan la mitad del agua de irrigación.64 Las áreas más propensas a
la sequía que, tal como se anunció, recibirán agua de Sardar Sarovar –Saurashtra
y Kutch- se ubican en la cola de la enorme red de canales planificada. Entonces,
aunque el crónico déficit hídrico en estas áreas es uno de los principales motivos
para la construcción de la represa, un cúmulo de evidencia indica que no recibirán
el agua prometida. Una evidencia de esto es que, a pesar de que el gobierno
afirmó que a los agricultores que reciban agua del proyecto no se les permitirá
cultivar azúcar, se están construyendo diez grandes ingenios azucareros cerca de
la cabecera del principal canal de Sardar Sarovar.65
Otra razón por la cual los productores que tienen sus tierras al final del canal no
reciben agua suficiente es que los diseñadores por lo general exageran el caudal
disponible para el sistema y subestiman las pérdidas a causa de filtraciones,
evaporación y exceso de riego. La sedimentación del embalse, al igual que la
construcción de represas y otros proyectos de irrigación río arriba, también reduce
progresivamente el suministro de agua a los canales de riego.66
La eficiencia del riego (medida como la proporción de agua utilizada por el cultivo
en relación con el total proporcionado por el sistema de regadío) apenas alcanza
un promedio de 40% en todo el mundo.67 En la India, observa el Banco Mundial,
los documentos de un proyecto generalmente dan por sentado que la eficiencia
del riego será de un 60%, aunque en realidad la mayor parte de los programas de
la India probablemente tengan una eficiencia de un 20 o un 35%. Como
consecuencia se puede suministrar agua sólo a la mitad o menos de la superficie
que, según los planes, podría ser irrigada.68
En una revisión interna acerca del regadío en la India realizada por el Banco
Mundial en 1991 se expresó una dura crítica al planeamiento, la construcción y el
mantenimiento de los canales de riego (en gran parte financiados por el Banco):
23
Se requiere mayor conciencia acerca de la disponibilidad de agua y una
eficiencia viable del uso del agua. La preocupación por asegurar una
relación costo-beneficio favorable, acentuada por los intereses políticos de
extender la superficie bajo riego planificada, aumenta la presión para
ampliar las áreas de control propuestas y para usar premisas irreales en los
diseños... A pesar de que existen construcciones de buena calidad... son
más comunes las malas obras... Fundamentalmente los factores financieros
y la presión local para acortar el proceso... son los que influyen
negativamente en la construcción... se pueden obtener altas ganancias
ilícitas mediante el uso de materiales de baja calidad, la reducción del
grosor de los revestimientos y un menor tiempo de trabajo para el fraguado
del cemento”.69
Se calcula que hacia fines de los ´80 se habían gastado 250.000 millones (en
dólares de 1986) de fondos públicos en riego, casi la totalidad en proyectos de
superficie, sólo en los países en vías de desarrollo. En las últimas décadas Méjico
ha invertido el 80% del presupuesto destinado a la agricultura en irrigación.
Pakistán invierte el diez por ciento del presupuesto total en regadío. Entre 1950 y
1993 el Banco Mundial otorgó préstamos por una suma cercana a los 20.000
millones de dólares para el riego, lo que constituye el 7% del total de sus
préstamos.70
24
instalaciones para el riego.71 Distintos estudios realizados por el Instituto
Internacional de Manejo de la Irrigación en Indonesia, Corea, Nepal, Tailandia y
las Filipinas demostraron que en 1984, sólo en uno de estos países, las Filipinas,
los pagos de los agricultores por el regadío público fueron mayores que los costos
de manejo y operación de los sistemas.72
25
Debido a que ya se han ocupado los mejores sitios para el riego de superficie, el
costo de los nuevos proyectos para el desarrollo del regadío está subiendo
vertiginosamente. En la India, entre 1950 y 1980, los costos reales de los
programas de grandes canales fueron más del doble que lo previsto. Los costos
del desarrollo de nuevos planes de riego de superficie por hectárea oscilan hoy
entre 3.000 y 5.000 dólares en el este y sur de Asia, cerca de 6.000 en Brasil y
10.000 en Méjico. Los costos en África van desde 10.000 a 20.000 dólares por
hectárea.79 Estas cifras ni siquiera contemplan la mayor parte de los costos de
construcción de la represa, reestablecimiento, ni drenaje, como tampoco tienen en
cuenta los inevitables excesos. Con estas cifras, y considerando el bajo precio
histórico del grano, incluso para los economistas del riego más optimistas son
pocas las inversiones justificables en nuevos planes de riego de superficie.
En casi todos los casos, las únicas inversiones en grandes proyectos de regadío
actualmente sensatas en términos económicos, ambientales y de justicia social,
son aquellas que intentan mejorar los sistemas existentes y evitar que se arruine
más tierra a causa de malos drenajes o saturación.
Notas
1
Van der Leeden, F. et al., The Water Encyclopedia. Second Edition. Lewis Publishers, Chelsea,
MI, 1990, Cuadros 5-3, 5-4, 5-9.
2
Robert Chambers expresa: 'En un borrador de este libro reservé un capítulo para la clasificación
de las definiciones de riego y las estadísticas. Como es obvio, hubiese necesitado una paciencia
heroica y muchas vidas... Si yo no hubiera desistido este libro no se hubiera escrito. A lo largo de la
obra utilizaré distintas estadísticas pero se le pide al lector que las tome con sensata y moderada
reserva'. Chambers, R. Managing Canal Irrigation: Practical Analysis from South Asia. Cambridge
University Press, Cambridge, 1988, p. 17.
3
Ghassemi, F., et al., Salinisation of Land and Water Resources: Human causes, extent,
management and case studies. CAB International, Wallingford, RU, 1995, pp. 12-13. China, India,
la ex URSS, los EE.UU. y Pakistán juntos acumulan el 62% de la tierra bajo riego en el mundo.
4
Umali, D.L. Irrigation-Induced Salinity: A Growing Problem for Development and the Environment.
Informe técnico 215 del Banco Mundial, 3 agosto, 1993, p.3.
5
Svendsen, M. and Rosegrant, M.W. 'Irrigation Development in Southeast Asia Beyond 2000: Will
the Future Be Like the Past?', Water International, Vol. 19, No. 1, 1994, p. 28.
6
Ver Adams, W.M., Wasting the Rain: Rivers, People and Planning in Africa. Earthscan, Londres,
1992, p. 70.
7
Chambers comenta que “dada la mayor conveniencia y control que ofrece el agua subterránea,
muchos productores [de zonas irrigadas por canales] hacen pozos o instalan pozos tubulares. A
menudo resultan beneficiados por el aumento del nivel freático causado por las filtraciones del
canal y otras que brindan un excelente acuífero recargado con regularidad, cercano a la superficie
de sus tierras”. op. cit., p. 215. La recarga de las aguas subterráneas podría lograrse con planes
mucho más económicos y menos destructivos que los proyectos de almacenamiento de grandes
superficies (ver Shah, A. Water for Gujarat: An Alternative. Technical Overview of the Flawed
26
Sardar Sarovar Project and a Proposal for a Sustainable Alternative. Jan Vikas Andolan et al.,
Vishakhapatnam, setiembre, 1993
8
Por ej.: “Las grandes poblaciones de las ciudades...serán completamente dependientes de la
producción de energía y alimento a gran escala y ésta sólo puede provenir de los grandes
proyectos, incluyendo la hidroelectricidad e irrigación de las grandes represas”, Haws, E.T. 'Large
Dams' Part in Flood Control', carta en The Times, Londres, 15 setiembre, 1988. Ver también
Pircher, W. '36,000 Dams and Still More Needed', Water Power and Dam Construction, mayo 1993.
9
Postel, S. Last Oasis: Facing Water Scarcity. Norton, Nueva Cork, 1992, p. 121; Adams op. cit., p.
74. Las cifras de la FAO aún excluyen ciertos tipos de riego tradicional.
10
Banco Mundial 'India: Irrigation Sector Review. Volume 1 - Main Report', Washington DC, 1991,
p. 2; Sutawan, N. et al., 'Community-Based Irrigation System in Bali, Indonesia', en Gooneratne, W.
y Hirashima, S. (eds.) Irrigation and Water Management in Asia. Sterling Publishers, Nueva Delhi,
1990, p. 82; van der Leeden et al. op. cit., cuadros 5-73.
11
Banco Mundial, op. cit., p. 7.
12
Adams, op. cit., p. 132. Este cálculo también considera el hecho de que el riego debe permitir
dos cultivos anuales, a través de la duplicación del área irrigada actualmente.
13
Kolars, J.F. y Mitchell, W.A., The Euphrates River and the Southeast Anatolia Development
Project. Imprenta de la Universidad del Sur de Illinois, 1991, pp. 144-166-275; Scheumann, W.,
'New Irrigation Schemes in Southeast Anatolia and in Northern Syria: More Competition and
Conflict over the Euphrates?', Quarterly Journal of International Agriculture, julio-setiembre, 1993.
Se creía que Tabqua (también conocida como represa Thawra) irrigaría 640.000 hectáreas.
14
Banco Mundial op. cit., Vol. I, p.41.
15
Raman, S. 'Bargi oustees plough lonely furrow', Economic Times, Ahmedabad, 6 marzo, 1993.
16
Shalaby, A.M. 'The Role of High Aswan Dam in Horizontal and Vertical Land Expansion and Yield
Promotion', en ENCOLD (ed.), High Aswan Dam Vital Achievement Fully Controlled, ENCOLD,
Cairo, 1993, p. 153.
17
White, G., 'The Environmental Effects of the High Dam at Aswan', Environment, Vol. 30, No. 7,
1988, pp. 11, 34; 'Irrigated area by region and country', en Gleick, P.H. (ed.) Water in Crisis: A
Guide to the World's Fresh Water Resources. Prensa de la Universidad de Oxford, Cuadro E.4;
Ramez, M.R.H. 'HAD and Substitutes of Nile-Silt in Building Brick Industry', en ENCOLD (ed.) op.
cit., p. 352.
18
Umali, op. cit., p. 8. La alcalinización es un problema grave en distintos lugares del norte de
India, Pakistán, Afganistán, Irán y la región del Sahel al oeste de África; E. Goldsmith and N.
Hildyard, The Social and Environmental Impacts of Large Dams, Vol. 1, Wadebridge Ecological
Centre, Cornwall, 1984, p. 136; J. Madeley, J. 'Will rice turn the Sahel to salt', New Scientist, 9
octubre, 1993.
19
Citado en Whitcombe, E., Agrarian Conditions in Northern India. Volume 1: The United Provinces
under British Rule, 1860-1900. Prensa de la Universidad de California, Berkeley, 1972, p. 72.
20
Ghassemi et al., op. cit., pp. 13, 48; HR Wallingford; 'ODU Studies: Soil Salinization, Land
Reclamation and Drainage', Proyecto Sheet, Wallingford, RU, 1990, p. 1. Según un informe de la
FAO de 1990, 'Entre 20 y 30 millones hectáreas están severamente afectadas por la salinidad y
otras 60 u 80 están afectadas en algún grado'; FAO, An International Action Programme on Water
and Sustainable Agricultural Development. Roma, 1990, p. 15.
21
Umali, op. cit., pp. 13-14.
22
Nahal, I. 'Environmental and Socio-Economic Effects of Irrigation Schemes in the Arab Near
East', Desertification Bulletin, No. 24; Kolars y Mitchell, 1991, op. cit., pp. 258.
23
Ver Repetto, R. Skimming the Water: Rent-seeking and the Performance of Public Irrigation
Systems. WRI, Washington DC, diciembre, 1986, pp. 21-22; Morse, B. et al. Sardar Sarovar: The
Report of the Independent Review. RFI, Ottawa, 1992, pp. 305-317; Umali, op. cit., p.15, 1992.
24
Waterbury, J. Hydropolitics of the Nile Valley. Syracuse University Press, Nueva York, 1979, p.
153.
25
Umali op. cit., p. 43, 1993.
26
Goldman op. cit., p. 213. El drenaje para descargar en el mar las aguas salinas de la cuenca del
Murria, Australia, costaría entre 1,6 y 4,8 mil millones de dólares, según los precios de 1990.
Ghassemi et al., op. cit., p. xv, 1995.
27
27
Williams, T. 'Death in a Black Desert', Audobon, enero-febrero, 1994.
28
Harris, T. Death in the Marsh. Island Press, Washington DC, 1991, p. 33, 194-196; 'Farmers may
be left holding Kesterson bag', US Water News, julio, 1995.
29
Harris op. cit., p. 210.
30
Ver Shiva, V. 'The Green Revolution in the Punjab', The Ecologist, Vol. 21, No. 2, marzo-abril
1991.
31
'Green Revolution Blues', International Agricultural Development, mayo-junio, 1994; Instituto de
Recursos Mundiales, World Resources 1994-95. OUP, Oxford, 1994, p. 108.
32
'Green Revolution Blues', International Agricultural Development, mayo-junio, 1994; Khor, M.
(1993) 'FAO Asian Chief Calls for Move Away from Green Revolution', Third World Network
Biodiversity Convention Briefings, No. 2, Penang, Malasia; Shiva, op. cit., pp. 59-60, 1991; Wilken,
E. 'Assault on the Earth', WorldWatch, marzo-abril, 1955.
33
Ver Sutawan et al., op. cit.
34
Salem-Murdock, M. Arabs and Nubians in New Halfa: A Study of Settlement and Irrigation.
Imprenta de la Universidad de Utah, Salt Lake City, 1989, pp. 31, 47. Dentro de los arrendatarios
del nuevo Programa de Producción Agrícola Halfa hay 50.000 sudaneses nubienses desalojados
por la Gran Represa de Assuán. El programa está amenazado por la rápida sedimentación de la
represa Khashm el-Girba, construida a fines de los años ´50 para suministrar agua de riego al
proyecto.
35
Pearce, F., The Dammed: Rivers, Dams and the Coming World Water Crisis. Bodley Head,
Londres, 1992, p. 109; Micklin, P.P. 'Desiccation of the Aral Sea: A Water Management Disaster in
the Soviet Union', Science, Vol. 241, 2 setiembre, 1988. En los lugares donde la tierra que recibe el
agua del canal es propiedad privada, los burócratas del riego no tienen el mismo grado de control
sobre la vida de los agricultores que sobre los grandes proyectos de arrendamiento. Sin embargo,
con la aparición del agua de canal los agricultores se vuelven más dependientes de las agencias y
los ingenieros cuyo trabajo es distribuir el agua y construir, mantener y operar los sistemas de los
canales. Ver Goldman, M. "There's A Snake", p. 145; Chambers, op. cit., pp. 87ff.
36
Lappé, F.M. y Collins, J., Food First. Abacus, Londres, 1982, pp. 217-218.
37
Goldman, op. cit., pp. 116-129, 148, 173.
38
Thorner, D. y A., 'The Weak and the Strong on the Sarda Canal', in Land and Labour in India.
Asia Publishing House, Bombay, 1962, citado en Repetto, op. cit., p. 24.
39
Repetto, op. cit., p. 24. El Banco Mundial eufemísticamente se refiere a estas prácticas como
'presiones políticas con fines lucrativos y generalmente perjudiciales', 1991, op. cit., Vol. I, p. iv.
40
Ramamurthy, P., 'Rural Women and Irrigation: Patriarchy, Class and the Modernizing State in
South India', Society and Natural Resources, Vol. 4, No. 4, 1991.
41
Worster, D., Rivers of Empire: Water, Aridity and the Growth of the American West. OUP, Oxford,
1985, pp. 299-302.
42
Worster, op. cit., pp. 291-2; Reisner, M., Cadillac Desert: The American West and its
Disappearing Water. Secker y Warburg, Londres, 1986, p. 385.
43
Citado en Gottlieb, R., A Life of its Own: The Politics and Power of Water. HBJ, San Diego, 1988,
p. 89.
44
Institute for Development Anthropology, Large Dams and Small People: Management of an
African River. Binghampton, NY, 1992, video.
45
El rendimiento de la irrigación moderna en el valle del Senegal ha sido extremadamente
deficiente. Ver Adams op. cit., p. 203; Niasse, M. 'Village Irrigated Perimeters at Doumga Rindiaw,
Senegal', Development Anthropology Network, Vol. 8, No. 1, Primavera, 1990.
46
Horowitz, M., 'Victims of Development', Development Anthropology Network, Vol. 7, No. 2, Otoño,
1989; Human Rights Watch - Africa Mauritania's Campaign of Terror: State-Sponsored Repression
of Black Africans. Human Rights Watch, Nueva York, 1994. Ver también Mounier, F. 'The Senegal
River Scheme: Development for Whom?’, en SEELD 2; Ba, B. 'Uneven Development in Mauritania',
en Bennett, O. (ed.) Greenwar: Environment and Conflict. Panos Institute, Londres, 1991.
47
Human Rights Watch-África op. cit., P.5.
48
Ver Goldman op. cit., p. 200; Darkoh, M.B.K.'The Deterioration of the Environment in Africa's
Drylands and River Basins', Deforestation Bulletin, No. 24, 1994; Adams op. cit.
28
49
Estadísticas mundiales de la FAO citadas por el Instituto de Recursos Mundiales, p. 108; Wilson,
Y. 'One in Six Californians Goes Hungry, Report Says', San Francisco Chronicle, 7 abril, 1995.
50
'How to sit on a useless pile', The Economist, 3 junio, 1995.
51
Chambersm, op. cit., p. 7.
52
Banco Mundial, 'India: Irrigation Sector Review. Volume II - Supplementary Analysis, 1991, p. 10.
La tendencia establecida por el riego con canales de favorecer la producción de granos para la
comercialización y la exportación a expensas del cultivo de alimentos, se hizo evidente con el
enorme programa de construcción de canales en la India, llevado a cabo por los colonizadores
ingleses; ver Whitcombe op. cit., p. 75. Ian Stone, Canal Irrigation in British India: Perspectives on
Technological Change in a Peasant Economy. Cambridge University University, Cambridge, 1984,
polemiza con la tesis de Whitcombe de que el riego de canal no alivió la hambruna en la India.
Para una discusión de los argumentos, ver Goldman op. cit., p. 86.
53
Goldman, op. cit., pp. 50-54, 66, 159-160, 193, 197.
54
Adams, op. cit., pp. 74, 108; World Resources Institute, WRI op. cit., p. 272. Barnett, T. The
Gezira Scheme: An Illusion of Development. Frank Cass, Londres, 1977; Pollard, N. 'The Sudan's
Gezira Scheme: A Study in Failure', en SEELD 2.
55
Environmental Health Project 'Senegal River Basin Health Master Plan Study', Arlington, VA,
diciembre, 1994, pp. 78-79.
56
Banco Mundial, op. cit., Vol. II, p. 6. La notable variación del incremento se debe principalmente
a las diferentes condiciones climáticas, topográficas y del suelo de los distintos Estados, así como
a la eficiencia del manejo de los distintos planes de riego. Por estadísticas que demuestren la alta
producción en la agricultura tradicional de la India, y una encendida crítica a la agricultura
'científica'; ver Pereira, W., Tending the Earth: Traditional, Sustainable Agriculture in India.
Earthcare Books, Bombay, 1993, p. 109.
57
Altieri, M.A., 'Traditional Farming in Latin America', The Ecologist, Vol. 21, No. 2, marzo-abril;
número especial sobre la FAO, ver también Pereira, 1993, op. cit., pp. 146-154.
58
Adams op. cit., p. 170.
59
Ver Singh et al., op. cit., pp. 173-174.
60
Chambers, op. cit., p. 20.
61
Adams, op. cit., p. 164.
62
Chambers, op. cit., p. 24.
63
Chambers, p., op. cit., p. 23. Ver también Banco Mundial, op. cit. Vol. II, p. 15.
64
Banco Mundial, op. cit., Vol. I, p. 16.
65
Ram, R., 'Benefits of the Sardar Sarovar Project: Are the Claims Reliable?', en Fisher, W.F. (ed.)
Towards Sustainable Development? Struggling Over India's Narmada River. M.E. Sharpe, Armonk,
NY, pp. 124, 128. Ver también Thakker, H., carta al director general, Banco Mundial OED et al., 13
junio, 1995.
66
Chambers, op. cit., p. 112.
67
Postel, S., 'Water and Agriculture' en Gleick (ed.) op. cit., p. 60.
68
Banco Mundial, op. cit., Vol. I, p. 16; Repetto op. cit., p. 17. Los diseñadores de Sardar Sarovar
han asumido, con el sello de aprobación del Banco Mundial, una eficiencia del 60%; ver Ram, op.
cit., p. 122.
69
Banco Mundial, op. cit., Vol. I, 37.
70
Repetto, op. cit., 3; Banco Mundial, 'Lending for Irrigation', OED Précis 85, 1985.
71
Banco Mundial, 'Sri Lanka: Mahaweli Ganga Development', OED Précis 86.
72
Repetto, op. cit., 4. En las Filipinas, los ingresos de US$ 17/ha eran mayores que los costos de
manejo y operación de US$ 14/ha, pero aún mucho menores que los costos anuales de la
devolución del capital invertido en la construcción del proyecto de US$ 75/ha.
73
Ibid.
74
R.S. Devine, 'The Trouble With Dams', Atlantic Monthly, agosto 1995, p. 68.
75
Repetto, 'Skimming the Water', p. 18.
76
Ibid. En 1981 más de un tercio del área irrigada estaba dedicado al heno, la alfalfa y otras
pasturas.
77
Horta, K. 'Troubled Waters: World Bank Disasters Along Kenya's Tana River', Multinational
Monitor, julio-agosto, 1994, p. 15.
29
78
Horta, K. 'Troubled Waters: World Bank Disasters Along Kenya's Tana River', Multinational
Monitor, p. 14. Ver también Adams, Wasting the Rain, pp. 168-178; 'Doubts Remain about Bura
Economics', World Water, junio 1992 .
79
Postel, op. cit.; Frederiksen, H.D. et al. Water Resources Management in Asia. Volume I. Main
Report. Informe técnico 212 Banco Mundial, Washington DC, 1993.
30
Capítulo 7
Vikram Seth
de The Elephant and the Tragopan, 1991
1
pregunta exige una respuesta sencilla, como por ejemplo las pequeñas
represas, pero esto no haría justicia a las objeciones de los opositores a las
represas. Muchos críticos rechazan tanto a los medios como a los fines que
persiguen los constructores de represas y, por lo tanto, tampoco están
interesados en los métodos alternativos para abastecer de agua a los grandes
planes de irrigación que desplazan a los pequeños campesinos en beneficio de
las empresas agrícolas, ni en fuentes de energía alternativa para abastecer el
gasto excesivo de las grandes ciudades o industrias, u otros medios para
terminar con las inundaciones -que son tan importantes para los campesinos y
para los ecosistemas.
Una característica común a todas las tecnologías abajo descriptas es que son
a pequeña escala. Sin embargo, el solo hecho de que una tecnología sea de
menor escala no garantiza la ausencia de consecuencias sociales y
ambientales indeseables, ni el funcionamiento. Ian Smillie, ex director de la
agencia de asistencia voluntaria canadiense CUSO, explica que en la década
del ’70, la tendencia de los donantes a proveer tecnología apropiada “dejó al
Tercer Mundo con molinos de viento que no giraban, calentadores de agua
solares que no calentaban y experimentos de biogás que rebosaban de aire
caliente antes de comenzar a funcionar.”1
2
“apropiadas” logren su potencial de cubrir las necesidades humanas de manera
equitativa e inocua, lo ideal es que sean promovidas por quienes se
beneficiarán de ellas. Donde esto no ocurre, los supuestos beneficiarios deben
comprender cuál es la tecnología, cómo funciona y quién pierde y gana con la
misma. Pero, lo que es aún más importante, la gente para quien se instala la
tecnología debería aceptarla voluntariamente y participar en su
implementación.
...la creencia de que los dilemas sociales creados por una máquina
pueden resolverse inventando más máquinas es hoy el símbolo de un
pensamiento absurdo que se aproxima a la curandería.
Lewis Mumford,
Technics and Civilization, 1934
Cualquier estrategia razonable de manejo del agua dulce debe tener como
objetivo un río saludable que esté lo menos contaminado posible, que sustente
una amplia diversidad de formas de vida y que pueda inundar de acuerdo a su
comportamiento natural. Pero para que un río sea saludable necesita una
cuenca saludable: son conceptos inseparables. Cuando las cuencas se
degradan como consecuencia de la deforestación, las prácticas de cultivo no
sustentables y la urbanización, lo mismo ocurrirá con los ríos. El mantenimiento
o la restauración de cuencas con bosques, humedales y suelos sanos no sólo
reducen la cantidad de inundaciones repentinas perjudiciales y el riesgo de
sequías, sino también la erosión del suelo. Por lo tanto disminuye además el
barrido de sedimentos al lecho del río, y aumenta la capacidad del sistema
hídrico de filtrar los contaminantes y proporcionar hábitat para distintas
especies.
3
de lluvia que cae en una cuenca corre hacia los ríos. En las regiones
semiáridas, donde la totalidad de las precipitaciones anuales puede darse en
unas pocas tormentas fuertes, la deforestación de las cuencas puede aumentar
enormemente la estacionalidad de los ríos, lo que provoca crecidas
desastrosas en la temporada húmeda y largas sequías en la temporada seca.
El ejemplo más notable es el de Cheerapunji, al noreste de India, uno de los
lugares más húmedos del mundo, cuya precipitación promedio supera los
nueve metros. La tala ilegal y la expansión de las tierras de cultivo despojaron
a las laderas de la vegetación exuberante que tenían y actualmente se
soportan crecidas que se prolongan de tres a cuatro meses y una severa
escasez de agua durante el resto del año.2
4
hidrológicos han provocado la escasez de agua en el canal durante la
temporada seca.5
Proteger y restaurar
5
en los lugares donde todavía existen y restaurar las cuencas fluviales que han
sido degradadas. Si no se hace, no habrá represas ni tecnologías que puedan
prevenir las sequías y las inundaciones y el rendimiento de las represas
existentes seguirá empeorando.
6
La protección de los humedales de las planicies de inundación será posible si
se detiene la construcción de represas y otros proyectos de ingeniería hídrica y
se revierten las políticas agrícolas y de desarrollo urbano que impulsan el
drenaje y la pavimentación de las zonas húmedas. Donde se protejan los
derechos de los campesinos, pescadores, cazadores, recolectores, pastores y
ganaderos tradicionales de los humedales, también se protegerán estos sitios.
Un conocimiento más profundo de la importancia de los humedales y el
reconocimiento del valor que éstos tienen para la recreación, también ayudarán
a que se detenga su destrucción.12
Los ríos [dijo el ingeniero taoísta Chia Jang, siglo VI a.C.] eran como las
bocas de los niños, si uno intentaba contenerlas sólo daban más
alaridos o se sofocaban.
Joseph Needham,
Science and Civilization in China, 1971
La discusión entre los que “controlan” y los que “manejan” las crecidas es
antigua; se remonta a las discusiones entre los “contraccionistas” de Confucio y
los “expansionistas” taoístas acerca de que si los ríos indisciplinados de China
deberían estar encerrados entre altos terraplenes o si se les debería permitir
que fluyan por sus planicies de inundación naturales. 14 En los Estados Unidos
la discusión se remonta cuanto menos a la década de 1850, cuando se le
7
aconsejó al Congreso que las grandes áreas de las planicies de inundación del
Mississippi se usaran para almacenar crecidas y como áreas de desborde. Sin
embargo se dejó de lado la visión expansionista y se apoyó lo propuesto por el
Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los EE.UU., que recomendó el
represamiento del Mississippi en un solo canal aislado de su planicie de
inundación. Este enfoque “estructural” fue el que dominó en los Estados Unidos
por más de un siglo, aunque en las últimas décadas ha perdido credibilidad
científica y pública.
8
de las tierras de cultivo más propensas a inundarse con el propósito de
convertirlas en
reservas de humedales como refugio para la vida silvestre.16
9
Isaías 35:1,7
10
considerado al sistema de producción pastoril como una tecnología primitiva e
ineficiente, que conduce al sobrepastoreo, a la desertificación y a la baja
producción ganadera. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por “desarrollar”
la economía pastoril, especialmente mediante la excavación de pozos, el
cercamiento y la privatización de las tierras comunes, han logrado lo opuesto a
lo que pretenden: las tierras se encuentran más degradadas que nunca.21
Recolectando la lluvia…
Se cree que los nabateos comenzaron con la técnica del cultivo por
precipitación construyendo terraplenes en el lecho de pequeños arroyos
estacionales. Las paredes del terraplén disminuían la velocidad del arroyo
cuando llovía, de esta manera el agua se extendía sobre los pequeños campos
y cubría los suelos erosionados. A medida que el sistema se desarrollaba, se
fueron construyendo lomos de piedra y tierra cruzando en diagonal las laderas
11
sobre los arroyos, canalizando así el agua a parcelas individuales. Para
aumentar la probabilidad de recibir la cantidad de agua adecuada, los nabateos
limpiaban las pendientes en donde se recolectaba el agua, quitando las
piedras, grava y cualquier vegetación que pudiera crecer. Investigaciones
recientes demostraron que al despejar el suelo de esta manera se puede
aumentar alrededor de un cincuenta por ciento la escorrentía de las
captaciones de agua en el Néguev.24
Hace dos mil años, al sudoeste de lo que es hoy EE.UU., los anasazi -los
antiguos en el idioma del pueblo navajo-, desarrollaron una serie de
tecnologías de cultivo por precipitación semejantes a las de los nabateos. Los
anasazi recolectaban agua de lluvia de las cimas rasas y planas de
gigantescas acumulaciones rocosas conocidas como mesetas. El agua que se
escurría de las mesetas en arroyos estacionales era atrapada por pequeñas
represas de tierra y luego canalizada hacia los campos y las huertas mediante
zanjas y esclusas de piedra.25
12
cavar pozos para cultivos individuales que colectan agua y hojas del terreno.
Éstas últimas se utilizan también como abono y formando una cubierta húmeda
con estiércol y paja, que conserva el suelo.27
… y recolectando la creciente
13
incluya dentro de las estadísticas oficiales sobre el riego en la India, los
expertos creen que aproximadamente 300.000 hectáreas son regadas por los
khadins y otros métodos primitivos similares usados para incrementar la
humedad del suelo y atrapar el limo30
14
Aunque siglos de experiencia demostraron que los estanques son una técnica
social, económica y ecológicamente apropiadas para el control del agua y de la
tierra, en las últimas décadas se evidenció una declinación en su uso y muchos
se encuentran hoy abandonados. La principal razón parece ser la promoción
gubernamental de los manantiales tubulares (profundos pozos perforados) que
se encuentran en manos privadas, lo que a su vez incrementa el control de
este sector sobre el agua, que anteriormente era un recurso público. El
resultado, opina un trabajador de la ONG K.A.S. Mani, al sur de India, es que
los campos con sus propios manantiales son “pequeñas áreas de prosperidad
en medio de la degradación ecológica y de la pobreza generalizada”.36
15
los planes de riego empeoraron la difícil situación de los campesinos, ya que
promovieron más aún el cultivo de la caña de azúcar entre los grandes
terratenientes.
16
de la sociedad sin importar su casta, sexo o creencia, y que un sistema
eficiente y factible es posible si la comunidad se compromete en la
realización del mismo... Lo que no quiere decir que las pequeñas
represas como la de Baliraja siempre sean la solución. Las respuestas
deben ajustarse a cada localidad y situación. Lo importante es que la
solución se base en las necesidades de la gente y cuente con su
participación”.37
17
aproximadamente la mitad de esta cifra se encontraba aún en funcionamiento a
comienzos de 1970. Una década antes, tres cuartos del total del
abastecimiento de agua en Irán provenían de los qanats. Más recientemente
resulta más accesible la extracción por bombeo que el mantenimiento de los
túneles para la gente de campo y de las ciudades. A diferencia de los qanats,
que solamente sacan agua de los acuíferos al mismo ritmo en que son
llenados, el bombeo ha conducido al agotamiento de los acuíferos, y como
consecuencia los niveles de agua están disminuyendo en los qanats que aún
subsisten.
En todo el mundo el nivel del agua subterránea disminuye, los pozos deben ser
más profundos y se requiere mayor cantidad de energía humana, animal o
eléctrica para traer el agua hacia la superficie. Resulta costoso perforar pozos y
bombear, es por esto que cuando el agua subterránea desciende, el agua se
aleja cada vez más del alcance de los pobres. Jayanta Bandyopadhyay, de la
Academia Internacional del Medio Ambiente en Ginebra, afirma que la
creciente escasez de agua en la zona rural de India se debe en gran parte al
“desecamiento artificial del agua subterránea” y no tanto a la reducción de las
precipitaciones.39 Solamente en el Estado de Gujarat la merma de agua
subterránea implica que 12.000 comunidades no tengan ahora una fuente de
agua “permanente y segura” —hecho que es uno de los principales
argumentos para justificar el Proyecto Sardar Sarovar.40
Al reducir el nivel del agua freática en la zona costera, el agua salina puede
filtrarse en los acuíferos y eventualmente éstos no servirán para el riego ni
tendrán utilidad como agua potable. En 1986 se informó que casi el 50% de las
bombas manuales de la zona costera de Gujarat producía agua salina. El agua
potable suministrada por reservas subterráneas bajo algunas ciudades y
pueblos en las costas del este y sur de EE.UU. se encuentra contaminada por
entradas salinas. El agotamiento y descenso de los acuíferos también puede
provocar que el suelo se hunda, con serias consecuencias para la estabilidad
de los edificios: Beijing se hunde a un índice promedio anual de 10 centímetros
y el nivel del agua freática cae hasta 2 metros por año; algunos barrios de la
ciudad de Méjico se hunden hasta 30 centímetros por año. El suelo de
Houston, Texas, sucumbió más de dos metros en las cuatro últimas décadas.41
En áreas rurales de la India en donde la mayor parte del agua de consumo
proviene del bombeo manual del agua subterránea, es probable que la
18
reducción y la salinización de los acuíferos conduzca al abandono forzoso de
poblaciones enteras.
Revertir la extracción del agua subterránea es una tarea muy difícil. Los
proyectos de desarrollo y los subsidios que promueven la rápida extracción del
agua del subsuelo tienen poderosos beneficiarios agrícolas e industriales. La
naturaleza misma del agua subterránea -está oculta, es muy difícil de medir y
no puede separarse del flujo de agua superficial, por el contrario se encuentra
relacionada al mismo-, hace muy difícil saber qué nivel de bombeo es
sustentable. Además, al estar la extracción del agua subterránea generalmente
en manos privadas, es también difícil de controlar. No obstante, es imperativo
limitar el bombeo de agua subterránea si el mundo quiere avanzar hacia el uso
equitativo y sustentable del agua dulce. En 1980, el Estado de Arizona,
EE.UU., inició los controles legales sobre la extracción de aguas subterráneas
mediante una ley que exige un balance para el año 2025 entre el bombeo y la
recarga de las reservas de aguas subterráneas que están siendo explotadas.
Ambientalistas estadounidenses exigieron la implementación de un “impuesto a
la explotación de agua subterránea” sobre cualquier extracción que exceda la
recarga natural. Una ley similar se encuentra vigente desde 1991 en el área
cercana a la ciudad de Phoenix, en Arizona.42
19
colectoras y diques, y mediante la restauración de la vegetación de la cuenca
fluvial.44 Ashvin Shah, que es de origen Gujarati y que trabaja para la Sociedad
Americana de Ingenieros Civiles, estima que si se implementaran esquemas de
captación de agua a pequeña escala en forma masiva en Gujarat podría
recogerse fácilmente un quinto de las precipitaciones del Estado, cifra que
supera en un 50% a la cantidad de agua que supuestamente enviarán los
canales del Proyecto Sardar Sarovar. Shah cree que la recarga del agua
subterránea, su captación y el uso de agua de los embalses existentes podrían
ayudar a resolver la crisis hídrica de Gujarat en un período relativamente corto
y, a diferencia del SSP, podría revertir la creciente brecha existente en el
Estado entre los campesinos ricos y los pobres. El plan de Shah, al igual que
otras alternativas sugeridas para el SSP, hace hincapié en la necesidad de
reducir la demanda de agua, principalmente mediante el reemplazo de cultivos
como la caña de azúcar por otros que no necesiten tanta agua y aumentando
la eficiencia en el riego.45
Sistemas tradicionales
Aunque no existe una clara distinción entre las diferentes categorías del riego
primitivo, se evidencia una tendencia generalizada hacia una mayor
complejidad en el diseño y el manejo de los sistemas en las áreas más
húmedas, donde es necesario desviar y descargar la cantidad necesaria de
agua en los campos correctos y en el momento indicado, y donde el control del
agua excedente puede ser tan importante como el abastecimiento. Existen
características comunes a la mayoría de los métodos de riego tradicionales:
una es el pequeño tamaño de los sistemas y de sus componentes individuales
tales como diques y canales; la segunda es que son los mismos usuarios
quienes los construyen y los administran y no los funcionarios estatales; y
además han demostrado que son eficientes, que promueven la distribución
equitativa del agua y que a la larga son ecológicamente sustentables.
20
Generalmente estos sistemas abastecen a localidades individuales, aunque en
ocasiones se cubren varios pueblos con un solo esquema. En Asia, donde se
concentra la mayor parte del riego mundial, los primitivos planes de regadío por
lo general cubren entre 10 y 100 hectáreas, si bien algunos pueden suministrar
agua a varios miles de hectáreas. Usualmente los sistemas más grandes
suelen ser divididos en sub-unidades pequeñas por cuestiones de manejo.
Aunque la mayoría de los sistemas individuales son pequeños, en conjunto
cubren una superficie inmensa. A pesar de la falta casi total de apoyo oficial,
este tipo de emprendimientos todavía aportan tres cuartos de la tierra bajo
riego en Nepal y cerca de la mitad en las Filipinas.46
Uno de los pocos planes de irrigación que ha resistido el paso del tiempo es el
extraordinario sistema de Kuanhsien, construido sobre el río Min, al sudoeste
de China, aproximadamente en el año 230 a.C. Cientos de miles de hectáreas
cerca de la ciudad de Chengdu todavía se riegan con el agua desviada en
Kuanhsien -que significa “Ciudad del riego”. Si bien el sistema en conjunto es
enorme, las partes individuales son relativamente pequeñas, simples y
económicas para reparar. El desvío se logra con una estructura de piedras
apiladas en el medio del lecho del río, conocida como “Trompa de Pez”, que
vuelca el agua en una ensenada de rocas de 40 metros de profundidad,
conocida como el “Canal de Cornucopia”, y luego finalmente en miles de
canales distributarios. Todos los años se realizan reparaciones en la Trompa
21
de Pez durante la temporada de sequía y se sacan los sedimentos del fondo de
los canales.49
Una de las claves del éxito de estos sistemas autóctonos es que están
manejados por los mismos campesinos o funcionarios designados por ellos
mismos, los cuales son directamente responsables ante ellos.50 La descripción
del manejo del muang faai realizada por Larry Lohmann y Chatchewan
Tongdeelert es apropiada para los sistemas de regadío tradicionales del Asia
húmeda:
22
al extremo final” del sistema durante la temporada seca, mientras que esta cifra
descendía a uno cada cuatro en los sistemas administrados por los propios
campesinos. La productividad agrícola total fue más alta en muchos de los
sistemas administrados por los propios pobladores.53
Es muy difícil que los integrantes de los sistemas tradicionales no cumplan con
las normas por varias razones; primero, porque toda la comunidad está muy
involucrada en el manejo y control del riego, además porque para ellos el
regadío tiene una importancia ritual (por su poder purificador) y porque en el
último caso se aplican multas y castigos. En este sentido existe un gran
23
contraste con los planes de riego estatales, donde la corrupción y el
incumplimiento de las normas son habituales. Si las normas no se cumplen se
reduce la eficiencia del sistema en su conjunto y entonces aquellos
campesinos que no están preparados para sobornar o robar agua tendrán
menos probabilidades de conseguir la provisión necesaria, creando un círculo
vicioso en el que la corrupción genera ineficiencia y ésta a su vez genera
corrupción. En los sistemas primitivos ocurre lo opuesto: un método eficiente y
justo motiva a sus miembros a cumplir con las normas y esto es lo que hace
que el sistema siga siendo justo y eficiente.
24
ciudades y las industrias, indican que la producción agrícola deberá provenir de
sistemas de cultivo con agua de lluvia, del riego a pequeña escala y del
mejoramiento en la administración y en la infraestructura de los grandes
programas existentes.59 En 1995, una evaluación interna del Banco Mundial
acerca de los 50 años de apoyo que este organismo le brindó al regadío, reveló
que: “Considerando la disminución de los recursos hídricos y los decadentes
resultados de los nuevos sistemas de riego, el Banco debería reconsiderar sus
prioridades y en vez de financiar nuevos sistemas se deberían mejorar los que
ya existen”. Finalmente concluyó que era necesario que los entes
administradores del riego sean más responsables económica y ecológicamente
ante los usuarios; que los grandes proyectos deben ser subdivididos en
pequeñas unidades manejadas por grupos de usuarios del agua; que estos
grupos deben estar libres de la interferencia del gobierno y que se les debería
permitir crear sus propias sanciones para quienes rompan las reglas; y que
además el Banco debería “promover la participación de la comunidad en todos
los aspectos relacionados al riego”.60 Las medidas recomendadas en la
evaluación son básicamente aquellas desarrolladas por técnicas indígenas
hace muchos siglos.
25
ambiental de todo el mundo. Si la “nueva tendencia” sobre riego promueve la
privatización de los sistemas tradicionales, eventualmente conducirá a su
destrucción, de la misma forma en que estos sistemas pueden verse
arruinados al continuar reemplazándolos por proyectos conducidos por el
gobierno.61
Dado que el riego utiliza una gran proporción del total del agua extraída, con
sólo una pequeña reducción del porcentaje utilizado para la agricultura podría
disponerse de una mayor cantidad de agua para beber y para otros usos -como
también para los ríos y los humedales. Según Sandra Postel, del Worldwatch
Institute, de Washington DC, al disminuir las necesidades de riego alrededor de
un décimo, se podrá disponer de aproximadamente el doble de agua para uso
doméstico en todo el mundo.62 Mediante un mejor manejo de los canales de
riego se podrían lograr enormes incrementos en la productividad de los cultivos
por unidad de agua: Robert Chambers estima que al incrementar la
confiabilidad en los abastecimientos de agua entre los campesinos se podría
triplicar la producción de granos de los sistemas de canales en India. En
Pakistán, un mejor manejo y perfeccionamiento de las modestas
infraestructuras, agrega Chambers, podrían liberar una cantidad de agua
equivalente a la suministrada por tres represas Tarbela.63
26
El método más eficiente de distribuir agua a los cultivos es el “riego por goteo”,
por el cual el agua se vierte lo más cerca posible de la raíz de cada planta
mediante el uso de tuberías perforadas o porosas. Con esta técnica, las
pérdidas por evaporación y filtración son extremadamente bajas. Aunque
fueron agrónomos israelíes quienes por primera vez comercializaron este tipo
de riego en la década del ‘60, se han utilizado técnicas ancestrales por goteo
durante siglos. Al noreste de India, los campesinos utilizan tuberías de bambú
para el goteo de agua de manantial en sus campos. Otro método indígena
altamente eficiente, descripto en los tratados agrícolas chinos de 2.000 años de
antigüedad y utilizado en varios países, incluyendo Brasil e India, es el riego
con vasijas de barro porosas, que utiliza el agua que se filtra lentamente del
recipiente enterrado al lado de cada planta.66
27
Creando ciertas confusiones, el término “micro-riego” también se aplica al uso
del riego a muy pequeña escala por parte de los granjeros que cultivan para
sus propias familias o para los mercados locales. Esta técnica tiene un gran
potencial para garantizar la provisión de alimentos en regiones pobres. Un
ejemplo notable son las huertas que se encuentran en los pequeños valles de
Zimbawe, conocidas como dambos. Por lo general se las riega utilizando
baldes con agua que se cargan en los pozos cercanos. Las huertas
individuales no ocupan más de la mitad de una hectárea, pero colectivamente
cubren alrededor de 20.000 ha en Zimbawe, alrededor del 10% del área
“oficial” irrigada. Durante la sequía de 1986-87, los dambos fueron las únicas
tierras en ciertas zonas que produjeron maíz. Los dambos pueden proporcionar
una amplia variedad de productos -una investigación de una sola parcela de
dambo reveló la existencia de 23 clases diferentes de granos y 26 especies de
árboles, como así también abejas, peces, cañas y forraje.69
Otra fuente de agua para riego y recarga de agua subterránea que en general
se encuentra sin explotar es el agua cloacal municipal. La reutilización de los
líquidos cloacales para el riego es doblemente beneficiosa, ya que los
nutrientes del mismo se utilizan para sustentar el cultivo en lugar de contaminar
las cuencas. En muchos países industrializados era común utilizar las aguas
cloacales de las ciudades para las tierras del campo, hasta la primera parte del
siglo pasado, cuando cayeron en desuso, en parte debido al temor de la
transmisión de enfermedades. En Israel, la técnica de reutilización del agua se
encuentra más avanzada que en el resto del mundo: allí se trata el 70% de los
líquidos cloacales para luego utilizarlo en 19.000 hectáreas de tierras de
cultivo. Los especialistas israelíes pronostican que para el año 2010, esta
técnica suministrará una quinta parte del total del abastecimiento de agua en el
país y una tercera parte para el riego.70
Cada vez que se hace correr el agua del sanitario en una casa de la
zona urbana de India, todo el consumo diario de un habitante de la zona
árida se va por la alcantarilla.
Ravi Chopra y Debashish Sen,
People's Science Institute, Nueva Delhi, 1991
28
Abastecer de agua potable a más de mil millones de personas que actualmente
no tienen acceso a la misma y satisfacer la demanda de agua de las
poblaciones, las ciudades y las industrias en expansión es una tarea
desalentadora. Sin embargo, esta situación se puede solucionar con voluntad
política y abandonando la creencia de que la única respuesta a los problemas
hídricos es construir proyectos más grandes para la provisión de agua. La
construcción de sistemas de abastecimiento a menor escala acompañados por
un mejor funcionamiento de los sistemas actuales, la reducción del desperdicio
de agua y el aprovechamiento del agua de otros usos, especialmente el riego,
constituyen una alternativa mucho más sustentable, equitativa y siempre más
económica. Además es fundamental revertir el agotamiento de las aguas
subterráneas y proteger todas las fuentes de agua dulce de la contaminación.
Construir nuevos proyectos para suministrar agua es cada vez más costoso, ya
que a medida que las ciudades se expanden se debe traer agua cada vez
desde más lejos: según el Banco Mundial, el costo de los nuevos proyectos
superará dos o tres veces el de los suministros actuales.71 Considerando estos
cálculos, e incluso sin tener en cuenta los costos sociales y ambientales de las
nuevas represas, probablemente será más conveniente reducir la demanda de
agua que incrementar los suministros. El uso de una menor cantidad de agua
significa también usar menos energía para bombearla, tratarla y calentarla. Por
ejemplo, en los EE.UU. se ahorrarían 3.000 millones de litros diarios de agua si
se instalaran cabezales de duchas eficientes en el 80 por ciento de los baños y
se ahorraría una cantidad de electricidad equivalente a la producción de tres
grandes centrales eléctricas.72 Al aumentar la eficiencia en el uso del agua
también se reduce la cantidad de agua contaminada que se descarga en los
ríos y en otros cuerpos de agua.
29
Los sistemas rurales tienen problemas similares a los de las ciudades. Los
gobiernos y las agencias de ayuda en las últimas décadas han invertido más
de 10 mil millones de dólares para el abastecimiento de agua en las áreas
rurales de los países en vías de desarrollo, aunque casi todo ese dinero se
utilizó para construir nuevos proyectos y se destinó muy poco al mantenimiento
de los mismos una vez construidos. Anthony A. Churchill, del Banco Mundial,
opina que el resultado de estas prioridades equivocadas es que “cada vez en
más países estos sistemas dejan de funcionar a medida que se los va
construyendo.”74 Los cientos de proyectos de abastecimiento de agua que se
construyeron en Nepal durante la década del ´80 supuestamente abastecen un
tercio de la población rural del país. Sin embargo, la mayoría ha caído en
desuso antes de llegar a la mitad de su vida útil de 20 años.75
30
paquete de medidas ayudó a reducir el consumo per cápita de agua en
Tucson, Arizona, de 760 litros por persona por día a mediados de la década del
´70 a 590 litros en 1992.77 La ONG Pacific Institute de California, que se dedica
a la investigación del agua, estima que usando sólo la tecnología existente se
podría reducir a la mitad el uso de agua en el Estado entre el año 1995 y el
2020.78
Una de las razones más importantes por las que los ambientalistas ganaron la
batalla de una década de duración para detener la construcción de la represa
Two Forks, proyectada para suministrar agua a Denver, Colorado, fue que
pudieron demostrar que con la instalación de medidores y el uso de
dispositivos para economizar agua en las viviendas de Denver se podía ahorrar
más agua de la que la represa suministraría, y con tan sólo una quinta parte del
billón de dólares que costaría la represa. Luego de que la Agencia de
Protección Ambiental de EE.UU. vetara Two Forks en 1990, el Departamento
de Asuntos Hídricos de esa localidad promovió activamente la eficiencia en el
uso del agua, lo que ayudó a disminuir el promedio de consumo doméstico a
alrededor del 9% en sólo dos años.79
En las regiones más secas de los países en desarrollo, aún los inodoros más
eficientes pueden resultar una tecnología altamente inapropiada. Los inodoros
usan el agua dulce de las regiones cercanas para descargar los excrementos y
la orina en los arroyos y ríos que proveen de agua potable a habitantes pobres
locales. Contrariamente a la opinión convencional, tecnologías más baratas y
eficientes, como las letrinas, sanitarios que se limpian arrojando agua
manualmente, o sanitarios ecológicos, representan alternativas más viables y
saludables. “Podría decirse que defecar en cinco galones (casi 19 litros) de
agua potable por vez, como se promociona en todo el mundo, es el mayor
impedimento para la sustentabilidad urbana actual”, opina el asesor ambiental
del Banco Mundial, Robert Goodland. Los desagües cloacales que utilizan
agua también resultan altamente costosos. Los costos de inversión para este
sistema van desde 150 a 600 dólares por persona, y son inaccesibles en
regiones donde los ingresos promedio sólo alcanzan algunos cientos de
dólares anuales.80
31
por las represas. Los hoteles, las piscinas y las canchas de golf incrementan
rápidamente la escasez de agua para las poblaciones locales con actividad
turística, como ocurre en Tailandia, Kenia y Goa, y justifican la construcción de
nuevas represas.81 Los estilos de vida de alto consumo requieren una
abundante cantidad de agua. La fabricación de un automotor promedio en
EE.UU. utiliza 140.000 litros de agua, lo que cubriría las necesidades
domésticas de un ciudadano tipo de un país en desarrollo durante dos años.82
Así como las personas que viven en las regiones áridas desarrollaron métodos
ingeniosos de provisión de agua para sus cultivos, también inventaron
tecnologías para captarla y almacenarla para su propio consumo y el de sus
animales. Estas tecnologías proporcionan maneras apropiadas de
abastecimiento de agua que pueden ser manejadas y mantenidas por la gente
local y no dependen de expertos o piezas costosas e importadas. Los nabateos
y sus antepasados en el desierto de Néguev recolectaban agua para ellos y su
ganado, desviando el agua de escurrimiento de las laderas de los montes a
cisternas excavadas en la roca y selladas con yeso. En la actualidad todavía se
pueden ver cientos de estas cisternas en el desierto del Néguev y los pastores
beduinos continúan limpiándolas y utilizándolas.83
32
áreas costeras ricas en energía y pobres en agua dulce, como los Estados del
Golfo Árabe. En 1994 la capacidad mundial de desalinización promediaba los
19 millones de metros cúbicos por día, alrededor del 60% en el Oriente Medio.
Las necesidades sustanciales de energía demandadas por la desalinización
significan un impacto ambiental muy duro. Sin embargo, los avances en la
energía renovable y la tecnología de la desalinización abrieron la posibilidad de
que en las próximas décadas las plantas solares o eólicas desalinizadoras
puedan ser económica y ambientalmente sustentables para algunas regiones
áridas.85
Notas
1
Smillie, I. Mastering the Machine: Poverty, Aid and Technology. Intermediate Technology,
Londres, 1991, p. 133. Ver también Burch, D. 'Appropriate Technology for the Third World: Why
the Will is Lacking', The Ecologist, Vol. 12, 1982, No. 2 y Adams, W.M., Wasting the Rain:
Rivers, People and Planning in Africa. Earthscan, Londres, pp. 192, 194.
2
Rao, R., 'Water Scarcity Haunts World's Wettest Place', Ambio, Vol 18, No. 5, 1989, p. 300;
'Deforestation creates drought in wettest spot of the world', US Water News, enero, 1995.
3
Goudie, A., The Human Impact on the Natural Environment. Second Edition. MIT Press,
Cambridge, MA, 1987, pp.158-162.
4
Bandyopadhyay, J., 'Riskful Confusion of Drought and Man-Induced Water Scarcity', Ambio,
Vol. 18, No. 5., 1989, p. 285.
5
Simons, P., 'Nobody loves a canal with no water', New Scientist, 7 octubre, 1989. Para una
discusión breve acerca de la relción entre las precipitaciones y los bosques ver Goudie, op. cit.,
pp. 259-260. Ver también Molion, L.C.B., 'The Amazonian Forests and Climatic Stability', The
Ecologist, 1989, Vol. 19, No. 6.
6
National Research Council, Soil and Water Quality: An Agenda for Agriculture. National
Academy Press, Washington DC, 1993, p. 337. A nivel mundial la erosión hace que la
producción agrícola se torne imposible o no redituable a un ritmo de unos 20 millones ha/año.
7
Faber, S. 'Acquisition and Restoration of Flooded Agricultural Land', River Voices, invierno,
1994.
8
Maltby, E., Waterlogged Wealth: Why Waste the World's Wet Places? Earthscan, Londres,
1986; Gore, J.A. and Shields, F.D., Jr., 'Can Large Rivers Be Restored?, Bioscience, Vol. 45,
No. 3, 1995; Dugan, P.J. Wetland Conservation: A Review of Current Issues and Required
Action. UICN, Gland, Suiza, 1990, p. 33.
9
N. del T: en Brasil, cauchero, trabajador del caucho elaborado a partir del látex de los árboles
llamados heveas.
10
Boonkrob, P., 'Community Protection of a Watershed', Watershed, Bangkok, Vol. 1, No. 1,
julio, 1995. También ver artículos en 'Save the Forests: Save the Planet. A Plan for Action',
edición especial de The Ecologist, Vol. 17, No. 4/5, 1987; and 'Amazonia: The Future in the
Balance', edición especial de The Ecologist, Vol. 19, No. 6, 1989; también ver Colchester, M.
and Lohmann, L. The Struggle for Land and the Fate of the Forests. Zed Books, Londres, 1992.
11
Ver Laflen, J.M., et al. 'Soil Erosion and a Sustainable Agriculture', en Edwards, C.A. et al.
(eds.) Sustainable Agricultural Systems. SWCS, Ankeny, Iowa, 1990, p. 353; National Research
Council; op. cit., p. 355.
12
Se estima que el valor de la recreación en los humedales canadienses, incluyendo pesca,
caza, observación de aves, turismo, navegación, natación, etc., excedió los 3,9 mil millones de
dólares en 1981; op. cit. Dugan, 1990, p. 20. N. del T.: El valor del patrimonio cultural e
histórico de los humedales, vinculado también a estos aspectos, fue reconocido oficialmente
por la Convención de Ramsar sobre los Humedales, en su COP8, Valencia, España, noviembre
2002. Ver "Declaración de San José de Costa Rica sobre Represas y Humedales", de las
33
ONGs en la COP7 de la Convención de Ramsar, mayo 1999.
(www.global500.org/feature_1.html).
13
Paul, B.K. 'Perception of and Agricultural Adjustment to Floods in Jamuna Floodplain',
Human Ecology, Vol. 12, No. 1, 1984. p. 10, citado en J.K. Boyce, 'Birth of a Megaproject:
Political Economy of Flood Control in Bangladesh', Environmental Management, Vol. 14, No. 4,
1990, pp. 419-20.
14
Needham, J., Science and Civilization in China. Vol. 4. Part III. Cambridge University Press,
Cambridge, 1971, p. 235.
15
Interagency Floodplain Management Review Committee, A Blueprint for Change. Sharing the
Challenge: Floodplain Management into the 21st Century. Informe del IFMRC a la
Administración de la Agrupación Especial para el manejo de las planicies de inundación,
Washington DC, junio, 1994; Denning, J. 'When the Levee Breaks', Civil Engineering, enero,
1994.
16
Williams, P.B., 'Flood Control vs. Flood Management', Civil Engineering, Mayo, 1994; Faber,
op. cit.
17
'Germans rethink river management after recent floods', US Water News, marzo 1994;
Simonian, H., 'Floods of tears on the Rhine', Financial Times, 8 febrero, 1995.
18
'SOS Loire Vivante: Actions and Strategies', SOS Loire Vivante, Le Puy, mayo, 1995; SOS
Loire Vivante Infos, No. 24, marzo, 1995.
19
Ghassemi, F. et al., Salinisation of Land and Water Resources: Human causes, extent,
management and case studies. CAB Internacional, Wallingford, Reino Unido, 1995, p. 11.
20
Brokensha, D. et al. 'Antipastoralism, Ethnic Cleansing and Wearing the Green: An Editorial',
Development Anthropology Network, Vol. 10, No. 2, 1992, p.2.
21
Ver Franke, R. and Chasin, B. 'Peasants, Peanuts, Profits and Pastoralists', The Ecologist,
Vol. 11, No. 4, 1981; Adams, op. cit., pp. 42-46; Monbiot, G. No Man's Land: An Investigative
Journey through Kenya and Tanzania. Macmillan, Londres, 1994; Pearce, F. 'Shepherds and
wise men', New Scientist, pp. 23-30, diciembre, 1995.
22
Ver IFAD, Soil and Water Conservation in Sub-Saharan Africa: Towards sustainable
production by the rural poor. Un studio preparado para IFAD por CDCS, Free University,
Amsterdam, 1992, p. 23.
23
Pearce, F., The Dammed: Rivers, Dams and the Coming World Water Crisis. Bodley Head,
Londres, 1992, pp. 52-55.
24
Hillel, D.J., Out of the Earth: Civilization and the Life of the Soil. Free Press, Nueva York,
1991, pp. 111-116; Clarke, R., Water: The International Crisis. Earthscan, Londres, 1991, pp.
132-134.
25
Hillel, op. cit., pp. 117-119. Ver también Pearce op. cit., pp. 50-52.
26
Frazier, G., 'Technical, Economic and Social Considerations of Water Harvesting and Runoff
Farming', en Whitehead, E.E. et al. (eds.) Arid Lands: Today and Tomorrow. Documentos de la
Conferencia sobre Investigación y Desarrollo Internacional, Tucson, Arizona, Westview Press,
Boulder, CO, 1985.
27
IFAD, op. cit., pp. 81-82.
28
Adams, op. cit., pp. 76-89; Porto, E.R. and Silva, A.S., 'Small-Scale Water Management in
Farming Systems in the Brazilian Arid Zones', en Whitehead et al. (eds.) op. cit., pp. 951-952.
29
Shankari, U. and Shah, E., Water Management Traditions in India. PPST Foundation,
Madras, 1993, p. 107.
30
Goldman, M., '"There's A Snake On Our Chests": State and Development Crisis in India's
Desert'. Ph.D. Thesis, Universidad de California, Santa Cruz, Diciembre, 1994, pp. 51-52;
Rosin, R.T. 'The Tradition of Groundwater Irrigation in Northwestern India', Human Ecology, Vol.
21, No. 1, 1993; Shankari and Shah, op. cit., pp. 14, 47.
31
N. del T.: en India, lugar sagrado en donde vive una comunidad.
32
Nicholson-Lord, D., 'Water-Harvesters of Rajasthan', Independent on Sunday, Londres, 27
marzo, 1994.
33
Pereira, W., Tending the Earth: Traditional Sustainable Agriculture in India. Earthcare,
Bombay, 1993, p. 174.
34
O.H.K. Incremento citado en Goudie, The Human Impact, p. 150.
34
35
Gooneratne, W. y Madduma Bandara, C.M., 'Management of Village Irrigation in the Dry
Zone of Sri Lanka',en Gooneratne, W. e Hirashima, S. (eds.) Irrigation and Water Management
in Asia. Sterling Publishers, Nueva Delhi, 1990, pp. 152, 153; Banco Mundial, 'India: Irrigation
Sector Review. Volume 1 - Main Report', Washington DC, 1991, p.2.
36
Reddy, D.N., et al., 'Decline in Traditional Water Harvesting Systems in Drought Prone Areas
of Andhra Pradesh' and Mani, K.A.S. 'Traditional Water Harvesting — Tanks Effective Drought
Proofing Mechanism', ambos trabajos presentados en el Seminario “Sistemas Tradicionales de
Captación de Agua en India”, CSE, Centro Internacional de India, Nueva Delhi, 9-11 octubre,
1990.
37
Thukral, E.G., and Sakate, M.D., 'Baliraja: A People's Alternative', en Thukral, E.G. (ed.) Big
Dams, Displaced People: Rivers of Sorrow, Rivers of Change. Sage Publications, Nueva Delhi,
1992, pp. 152-4.
38
Shah, A. Water for Gujarat: An Alternative. Technical Overview of the Flawed Sardar Sarovar
Project and a Proposal for a Sustainable Alternative. Jan Vikas Andolan et al., Vishakhapatnam,
24 septiembre, 1993, p. 24.
39
Bandyopadhyay, op. cit., p. 287.
40
Shah, Water for Gujarat, p. 23. El agotamiento de los acuíferos por el riego, se ha utilizado
para justificar la construcción de represas y canales, para que el agua superficial pueda
compensar la falta de agua subterránea. Lo que sucede en la práctica es que el agua
superficial se usa para incrementar el área bajo riego y la cantidad de agua para los cultivos,
por lo que el desvío de agua culmina complementando en vez de reemplazando el agua
subterránea, y eventualmente el nivel del agua freática comienza a caer nuevamente.
41
Postel, S., Last Oasis: Facing Water Scarcity. Norton, Nueva York, 1992, pp. 31-37; Hillel,
op. cit., pp. 233-34; Nusser, N., 'As Water Crisis Worsens, Mexico City Becomes a Sinkhole',
San Francisco Chronicle, 27 enero, 1996.
42
Postel, op. cit., p. 176.
43
Shankari and Shah, op. cit., p. 99; 'Artificial Recharge' en van der Leeden, F. et al., The
Water Encyclopedia. Segunda Edición. Lewis Publishers, Chelsea, MI, 1990, p. 294.
44
Ver Moench, M. and Kumar, M.D., Local Water Management Initiatives: NGO Activities in
Gujarat. VIKSAT-Pacific Institute, Collaborative Groundwater Project, Ahmedabad, 1993.
45
Shah, op. cit. Ver también Paranjape, S. and Joy, K.J. 'The Alternative Restructuring of the
Sardar Sarovar Project: Not destructive development but sustainable prosperity. A Note for
Discussion'; 'Restructuring of Sardar Sarovar Project', resolución tomada en una reunión
organizada por All India People's Science Network y Nehru Memorial Museum, Delhi, 19 y 20
agosto, 1994.
46
Groenfeldt, D. (1991) 'Building on Tradition: Indigenous Irrigation Knowledge and Sustainable
Development in Asia', Agriculture and Human Values, Vol. 7, Nos. 1&2. En la práctica no existe
una línea divisoria clara entre los sistemas indígenas y los modernos ya que los tradicionales
han sido ampliados o modificados con materiales modernos y actualmente se encuentran bajo
el control de los departamentos de riego estatales.
47
Adams, op. cit., p. 190.
48
'Water management by local communities', Thai Development Newsletter, No. 23, 1994;
Lohmann and Tongdeelert, op. cit.
49
Needham, op. cit., pp. 288-295.
50
Ver e.g.Coward, Jr., E.W. 'Irrigation Management Alternatives: Themes from Indigenous
Irrigation Systems', documento para el taller sobre Alternativas en el Manejo de la irrigación,
ODI, Canterbury, RU, 1976.
51
R.Y. Siy, Jr., 'Local Resource Mobilisation and Management: A Study of Indigenous Irrigation
in Northern Philippines', en Gooneratne y Hirashima (eds), Irrigation and Water Management in
Asia, pp. 28-30.
52
Siy Jr., R.Y. 'Local Resource Mobilisation and Management: A Study of Indigenous Irrigation
in Northern Philippines', en Gooneratne and Hirashima (eds.) op. cit., pp. 28-30.
53
“Las propiedades comunes manejadas por los usuarios son más sustentables y productivas,
dice Ostrom en un informe del Instituto Internacional de Investigación sobre la política
Alimentaria”, IFPRI, en inglés, junio 1994.
54
Siy Jr., op. cit., p. 35.
35
55
Groenfeldt, op. cit.
56
Sutawan, N. et al., 'Community-Based Irrigation System in Bali, Indonesia', en Gooneratne
and Hirashima (eds.) op. cit., p. 135.
57
Lansing, J.S. and Kremer, J.N. 'Emergent Properties of Balinese Water Temple Networks:
Coadaptation on a Rugged Fitness Landscape', American Anthropologist, Vol. 95, No 1, 1993,
p. 100. Los subaks manejan el agua y la tierra para maximizar la estabilidad y productividad del
sistema en lugar de buscar la productividad de un sólo campesino o de un subak. Las
intervenciones modernas que buscan aumentar la productividad de campesinos individuales
tienden a reducir la productividad total de la agricultura Balinesa.
58
Groenfeldt, op. cit., p. 116. Ver también Adams, op. cit., pp. 190-196.
59
Ver Svendsen, M. y Rosegrant, M.W., 'Irrigation Development in Southeast Asia Beyond
2000: Will the Future Be Like the Past?', Water International, Vol. 19, No. 1, 1994, p. 28;
Serageldin, I. 'Water Resources Management: A New Policy for a Sustainable Future', Water
International, Vol. 20, No. 1; Barghouti, S. and Le Moigne, G. 'Irrigation and the Environmental
Challenge', Finance and Development, junio 1991; 'Water Management in the Next Century',
Hydropower and Dams, enero 1994.
60
Banco Mundial, 'Lending for Irrigation', Operations Evaluation Department Précis 85, 1995.
61
Ver The Ecologist, Whose Common Future?, Earthscan, Londres, 1992.
62
Postel, S., op. cit., p. 99.
63
Chambers, R., Managing Canal Irrigation: Practical Analysis from South Asia. CUP,
Cambridge, 1988, p. 1.
64
US Geological Survey, Estimated Use of Water in the US in 1990. World Wide Web site,
1995.
65
'While preserving groundwater supply High Plains irrigators profit from switch to organic
farming', US Water News, abril, 1994.
66
Needham, op. cit., p. 246; Porto and Silva, op. cit.; Shankari y Shah, op. cit., p. 102.
67
Postel S., op. cit., p. 105.
68
Ver Adams, op. cit., pp. 184-8; Thrupp, L.A. 'New Harvests, Old Problems: Feeding the
Global Supermarket', Global Pesticide Campaigner, septiembre, 1995.
69
Postel, op. cit., 122-3.
70
Postel, op. cit.; Watzman, H. 'Sewage slakes Israel's thirst for water', New Scientist, 23-30
diciembre, 1995. Las aguas cloacales son muy utilizadas en los cultivos de los países en
desarrollo, generalmente porque la alternativa sería utilizar el agua de ríos y drenajes
contaminados. El uso de estos líquidos sobre cultivos que serán consumidos crudos implica un
alto riesgo para la salud. Los líquidos cloacales contaminados con metales pesados y otros
contaminantes son inapropiados para la reutilización. Al oeste de EE.UU. la reutilización del
agua es cada vez más común, en particular para la recarga de aguas subterráneas, el riego de
cultivos, las canchas de golf y para el paisaje urbanístico; Asano, T. 'Reusing Urban
Wastewater — An Alternative and a Reliable Water Resource', Water International, Vol. 19, No.
1; 1994, Gleick, P.H. 'Water and Energy', en Gleick, P.H. (ed.) Water in Crisis: A Guide to the
World's Fresh Water Resources. OUP, Oxford, 1993, p. 69.
71
Serageldin, I., Toward Sustainable Management of Water Resources. Banco Mundial, 1995,
p.12.
72
Jones, A. and Dyer, J. 'The Water Efficiency Revolution', River Voices, primavera, 1993.
73
Banco Mundial, 'Managing Urban Water Supply and Sanitation', Operations Evaluation
Department, 1995; Southey, C. 'European cities "wasting" water', Financial Times, 13
septiembre, 1995; Luce, E., 'Ramos approves plan to sell off water utility', Financial Times, 31
agosto, 1995. Es probable que el “agua perdida” debido a las conexiones ilegales o los
medidores rotos pueda ser utilizada por el sector pobre de la ciudad. Que la gente pague por
esta agua no aumentará la cantidad de agua disponible y puede causar penurias económicas.
74
Churchill, A.A., Rural Water Supply and Sanitation: Time for a Change. Banco Mundial
Discussion Paper 18, 1987, p. 3.
75
Dixit, A. and Crippen, J.N., 'Issues in Maintenance Management of Community Water Supply
Schemes in Nepal', Water Nepal, Vol. 3, No. 2-3, 1993.
36
76
Postel, op. cit., p. 137; Bhatia, R., et al. 'Policies for Water Conservation and Reallocation
"Good Practice" Cases in Improving Efficiency and Equity', un estudio conjunto del Banco
Mundial y ODI, 1992.
77
Bhatia et al., op. cit., p. 5. El potencial impacto negativo sobre las viviendas más humildes
derivado de la instalación de medidores y del incremento en el precio, puede ser mitigado
mediante una tarifa progresiva equivalente a la estructura bajo la cual, quienes consumieran
más deberían pagar a un índice superior y además las viviendas pobres recibirían apoyo.
78
Gleick, P.H., et al., California Water 2020: A Sustainable Vision. Pacific Institute, Oakland,
CA, 1995 .
79
Haberman, R., 'Water Efficiency: An Alternative to Water Supply Dams', River Voices,
primavera 1993.
80
Goodland, R. and Tillmann, G. 'Strategic Environmental Assessment', 1995 Group
Environmental Assessment, Shell International, The Hague, 1995. See also e.g. Kalbermatten,
J.M. Appropriate Technology for Water Supply and Sanitation: A Summary of Technical and
Economic Options. Banco Mundial, 1980.
81
Ver 'Public water sources siphoned off by golf courses', Thai Development Newsletter, No.
24, 1994; Monbiot, op. cit.; Alvares, C. (ed.) Fish Curry and Rice: A Citizens' Report on the
State of the Goan Environment. ECOFORUM, Mapusa, Goa, 1994.
82
Las estadísticas de automotores son de van der Leeden et al. The Water Encyclopedia, p.
357; las necesidades domésticas de Bhatia et al. Policies for Water Conservation
83
Hillel, op. cit., p. 114; Pearce, op. cit., p. 54.
84
Shankari y Shah, op. cit., pp. 89-95.
85
Postel, op. cit., pp. 45-47; 'Is the Cost too High? Seawater to Freshwater' Aqueduct 2000,
mayo-junio 1995; Gleick, op. cit., pp.69-70. Actualmente las plantas más eficientes de
desalinización consumen alrededor de 84.000 julios para extraer la sal de cada litro de agua de
mar.
37
Capítulo 8
Incluso dentro del escenario con “orientación ecológica” del WEC, un aumento del
7% de las emisiones de carbono llevaría al desastre climático. En el escenario de
“negocios normales”, la concentración atmosférica de Co2 aumentaría de 355
partes por millón en 1990, a una pavorosa cifra de 600 ppm hacia el año 2100.
Según diferentes pronósticos científicos actuales, este incremento a su vez
aumentaría las temperaturas del planeta en tres o cuatro grados centígrados, una
media de calentamiento muchas veces mayor que cualquier otra que haya
experimentado antes la humanidad.2
Afortunadamente, la única certeza respecto de estas proyecciones del WEC es
que serán erróneas. Como Christopher Flavin y Nicholas Lenssen, analistas del
Worldwatch Institute, escribieron en 1994: “Los antecedentes de las dos últimas
décadas indican que los pronosticadores de la energía se han equivocado casi sin
excepción. A principios de los ´70, distintos informes de organismos líderes
sobrestimaron la utilización actual de energía nuclear en el mundo por un factor de
6; de igual manera, varios estudios de 1980 indicaban que a principios de los ´90
el barril de petróleo costaría 100 dólares”, pero a mediados de esa década el
costo de un barril de petróleo era menos de 20 dólares.
Fuente: Flavin, C. y Lenssen, N. (1994) Power Surge: Guide to the Coming Energy Revolution.
Norton, Nueva York. Cifras de hidroelectricidad provenientes de datos recogidos por el autor.
Fuentes: PV Cells in 2000: Johansson, T.B. et al. (eds.) Renewable Energy: Sources for Fuels and
Electricity. Island Press, Washington, DC, 1993. Los demás: Flavin, C. y Lenssen, N., Power
Surge: Guide to the Coming Energy Revolution. Norton, Nueva Cork, 1994.
Existen dos técnicas principales para aprovechar la energía solar a fin de generar
electricidad: los sistemas “solares térmicos”, que utilizan espejos para concentrar
la luz solar hasta alcanzar una temperatura capaz de convertir el agua en vapor,
que luego se utiliza para generar electricidad; y las células fotovoltaicas, que
directamente convierten la luz solar en electricidad. Los principales tipos de
colectores para las centrales de energía solar térmica son tres: un disco parabólico
que concentra la luz en un punto; canales parabólicos que irradian un caño que
contiene un líquido; y una superficie cubierta de espejos planos que reflejan la luz
hacia una alta “torre energética” central. En el sur de California y otros lugares se
han construido muchas estaciones solares térmicas, pero hasta ahora han
resultado ser relativamente costosas y poco confiables. A pesar de esto, la
tecnología avanza con rapidez y los defensores de la energía solar térmica
aseguran que el costo de la misma competirá con la generación a gas. Dos de las
principales corporaciones de la energía en los EE.UU., Nerón y Amoco, pensaban
poner en funcionamiento una planta de energía solar térmica de 100 MW en el
desierto de Nevada hacia fines de los ´90. Las desventajas inherentes a la energía
solar térmica son que sólo es apta para climas muy soleados, que los días
nublados requieren otra forma de generación auxiliar y que no tiene la
adaptabilidad ni el tamaño de los molinos de viento y las células fotovoltaicas.21
Las células fotovoltaicas fueron desarrolladas por primera vez en los ´50, pero su
utilización fue restringida a causa de las bajas eficiencias. Sin embargo, los
avances recientes les permiten generar electricidad aun en los días nublados y
han reducido notablemente su precio. El costo de las células fotovoltaicas de un
kilovatio de capacidad ha caído de 3 millones de dólares en los ´50 a 4.000
dólares en 1994 (según el dólar de 1993). Un grupo de investigadores de la
Universidad de Nueva Gales del Sur sostiene que sus trabajos para mejorar el
rendimiento de las células fotovoltaicas podrían hacer bajar los precios otro 80%
dentro de una década, lo que haría a la electricidad solar más económica que la
energía proveniente de los combustibles fósiles.22 Las ventas de fotovoltaicas
subieron más del 17% en 1995, lo que llevó a la capacidad global instalada a más
de 600 MW. 23 Christopher Flavin y Nicholas Lenssen sostienen que las células
fotovoltaicas “podrían convertirse en una de las mayores industrias mundiales y en
una de las fuentes de energía más difundidas”.24
Las pequeñas hidroeléctricas tienen una diversidad de formas. Las que orillan el
límite máximo de la definición suelen ser versiones a menor escala de las grandes
centrales hidroeléctricas, que acumulan agua detrás de una represa de concreto,
de relleno o de roca. Las microcentrales, por su parte, rara vez necesitan una
represa: en su lugar desvían parte del río atrás de un pequeño dique que
mantiene el agua de la toma a una profundidad constante. Las microcentrales
aprovechan la alta “cresta” -longitud de caída vertical de agua- de los cauces de
montaña y desvían el agua hacia un canal que sigue el contorno de la elevación,
luego el agua baja por una compuerta empinada tipo esclusa hasta llegar a la
central eléctrica y finalmente pasa a través de un canal de descarga corto para
volver al río, por lo general a una distancia considerable del dique. En áreas más
llanas, donde el mayor caudal compensa la carencia de una cresta, el agua
desviada fluye casi directamente desde el dique hasta la central y luego retorna al
río.
Una de las principales ventajas de las micro y mini centrales para los países
menos industrializados es que la mayor parte, si no la totalidad, de sus
componentes puede construirse utilizando técnicos, materiales y capital locales o
regionales. En Nepal, Perú, India, Costa Rica, Chile, Brasil, y particularmente en
China, existen numerosas empresas de indígenas dedicadas a la producción de
turbinas para minicentrales. El bajo costo y la naturaleza descentralizada de las
minicentrales hidroeléctricas permiten que sean de propiedad comunitaria, incluso
en regiones paupérrimas, y que cualquier beneficio sea dividido entre los
pobladores locales, en lugar de ir a organismos o compañías extranjeras.35
América del Norte (52%) 4300 4300 4860 6830 6150 12,900
América Latina (47%) 1110 1110 2000 2125 5750 6560
Europa Occidental (48%) 7230 7230 8825 11480 12590 21700
Europa del Este y CEI (47%) 2300 2300 2800 3645 4000 6900
Medio Oriente y Norte de África (30%) 45 45 80 85 230 270
África Sub-Sahariana (30%) 180 180 325 345 930 1070
Pacífico (46%) 100 100 125 160 180 300
China (45%) 3890 3890 6970 7430 20100 22900
Asia (45%) 345 345 615 655 1770 2000
La exitosa campaña en contra de la represa Arun III (201 MW), de mil millones de
dólares, en Nepal, a principios de los ´90, fue iniciada por un grupo de ingenieros
nepaleses de pequeñas centrales hidroeléctricas preocupados porque Arun III
arrasase con la creciente industria nacional de las pequeñas centrales. Arun III
hubiera sido construida casi exclusivamente por contratistas extranjeros, e
insumido la totalidad de la inversión nepalesa en el sector de la energía para la
próxima década, y aún más. Los opositores al proyecto argumentaban que
pequeñas y medianas represas podían proveer una nueva capacidad de
generación equivalente, en forma más económica y rápida que Arun III: los
esquemas de mini y micro centrales nepaleses suelen valer entre 1.200 y 2.000
dólares por kilovatio instalado, mucho menos que el costo proyectado para Arun
III, de 5.000 dólares por kW. Las pequeñas centrales hidroeléctricas pueden
concluirse en dos o tres años, la construcción de Arun III hubiera tomado más de
una década. En agosto de 1995, el anuncio del Banco Mundial de que no
financiaría el proyecto y que ayudaría a buscar fuentes energéticas alternativas
constituyó una gran victoria para los defensores de las pequeñas centrales en
Nepal y en otras partes del mundo.38
Si bien un proyecto de una pequeña hidroeléctrica tendrá menos impactos
ambientales y sociales que uno grande construido en el mismo sitio, esto no
significa que estas centrales no causen daños. Las pequeñas represas pueden
tener el mismo impacto negativo sobre los patrones del caudal, la química y la
temperatura de los arroyos y los ríos pequeños que el que tienen las grandes
represas sobre los ríos más grandes. Las pequeñas represas pueden reducir
considerablemente la cantidad de peces migratorios, especialmente cuando se
construyen varias sobre el mismo río. La construcción de diques y microcentrales
hidroeléctricas también pueden perjudicar a las especies acuáticas mediante el
secado del río entre los canales de carga y de descarga.39
Hay quienes creen que la energía de las mareas es una forma de tecnología
hidroeléctrica que tiene un gran porvenir como fuente de energía amigable con el
ambiente. Las centrales mareomotrices están compuestas de líneas de turbinas
montadas en represas de contención construidas en la desembocadura de las
bahías o los estuarios, y pueden generar electricidad con el flujo y reflujo. La
planta mareomotriz de 240 MW construida en los años ´60 en La Rance, al norte
de Francia, aún hoy produce energía. Algunos sitios tienen el potencial de generar
grandes cantidades de electricidad: existen planes para la construcción de una
represa de contención de 8.640 MW en el estuario de Severn, en Gran Bretaña, y
de una central de 20.000 MW sobre la bahía Penzhina, en el lejano este de
Siberia. Sin embargo, las economías en crisis y las preocupaciones ecológicas
hacen casi imposible la construcción de éstos y otros inmensos proyectos
mareomotrices en un futuro cercano.
El anegamiento permanente de extensas áreas antes sólo inundadas por la marea
alta –principal hábitat de muchas aves marinas- es seguramente lo que suscitará
mayor oposición a las grandes centrales mareomotrices. Una forma menos
destructiva de obtener energía de las mareas es la utilización de turbinas de
“chorro libre”, pero esto aún no resulta económicamente viable.49
Notas
1
Houghton, J.T., et al. (eds.) Climate Change: The IPCC Scientific Assessment, CUP,
Cambridge, 1990.
2
Ver Ager-Hanssen, H., 'The Energy Situation in Developing Countries, Constraints and
Solutions', en Proceedings of Conference on Hydropower and Environment: Differences in Policies
and Priorities. Norad, Oslo, 1994; Durante al menos 160.000 años antes de la Revolución
Industrial, la concentración atmosférica de Co2 nunca excedió las 300 ppm.
3
Flavin, C. y Lenssen, N., Power Surge: Guide to the Coming Energy Revolution. Norton,
Nueva York, 1994, p. 279.
4
Flavin y Lenssen, op. cit., p. 278.
5
Lazarus, M. et al. Towards a Fossil Free Energy Future: The Next Energy Transition,
Stockholm Environment Institute, Boston 1993. Los escenarios descriptos por Worldwatch y
Greenpeace no consideran impactos de las represas para el calentamiento global y prevén un
crecimiento del 50% en la producción de las grandes centrales hidroeléctricas hacia 2020-2030.
6
Greenpeace International, Fossil Fuels in a Changing Climate: How to Protect the World's
Climate by ending the use of coal, oil and gas. Amsterdam, 1993, p. 21.
7
Flavin y Lenssen, op. cit., p. 77; 'Asia delivers an electric shock', The Economist, 28
octubre, 1995.
8
Flavin y Lenssen, op. cit., p. 255.
9
Ver EDF y NRDC, Power Failure: A Review of the World Bank's Implementation of its New
Energy Policy. Washington DC, 1994. Los servicios de electricidad en los países en vías de
desarrollo podrían aumentar notablemente el suministro disponible mediante la reducción de las
pérdidas en la distribución. Si bien el promedio de las pérdidas de electricidad en la transmisión y
la distribución en los EE.UU. es de sólo un 8%, en Tailandia es de un 14%; en India un 29% y en
Bangladesh un 39%; Burr, M.T. 'Institutional Restructuring', Independent Energy, julio-agosto, 1995.
10
Flavio C., 'Natural Gas Production Edges Up', en L. Starke (ed.), Vital Signs 1996: The
Trends That Are Shaping Our Future, W.W. Norton, Nueva York, 1996, p. 50.
11
En una central de ciclo combinado, el calor excedente de las turbinas a gas (una
adaptación del motor de un avión) acciona una turbina de vapor. Las centrales comerciales de ciclo
combinado alcanzaron rendimientos de 50% en 1993 en comparación con el 30-35% de las
centrales a carbón y petróleo. Flavin y Lenssen, op. cit., pp. 99, 243. Las turbinas en desarrollo
pueden alcanzar un 60% de rendimiento. 'Breaking the Barrier', Independent Energy, julio-agosto,
1995, p. 8.
12
Las cifras de la capacidad instalada de las centrales hidroeléctricas están basadas en una
revisión de datos de represas de reciente construcción y planeamiento. La comparación de los
costos de las diferentes tecnologías de generación es complicada ya que tienen factores planta
muy diferentes y distintas combinaciones de gastos iniciales y de funcionamiento. Las centrales de
combustibles fósiles, por ejemplo, tienen un costo de capital relativamente bajo, pero altos, y
difíciles de predecir, costos de combustible y las centrales hidroeléctricas, solares y eólicas tienen
cero costo de combustible pero costos de capital relativamente altos.
13
Flavin y Lenssen, op. cit., pp. 91-114; Lloyd Williams, P. 'The Small Turbine Revolution',
Independent Energy, julio-agosto, 1995.
14
N. del T.: Comunidad de Estados Independientes (CIS en inglés), creada en 1991, está
integrada por doce de las quince repúblicas que formaban parte de la antigua Unión Soviética.
15
Flavin y Lenssen, op. cit., pp. 99, 243.
16
Flavin and Lenssen, Power Surge, pp. 99, 243.
17
Flavin C., “Wind Power Growth Accelerates”, en Starke (ed.), Vital Signs 1996, p. 56.
18
Flavin y Lenssen, Power Surge, p. 123; Collette, C. 'Wind Thrift', Northwest Energy News,
verano, 1994; Hoagland, W. 'Solar Energy', Scientific American, setiembre, 1995.
19
Flavin y Lenssen, op. cit., pp. 115-131.
20
Fairlie, S. 'White Satanic Mills?', The Ecologist, Vol. 24, No. 3, 1994, p. 86.
21
Flavin y Lenssen, op. cit., pp. 132-151; 'A New Chance for Solar Energy', Scientific
American, setiembre, 1995.
22
Houlder, V. 'A place in the sun', Financial Times, 10 julio, 1995.
23
Tunali O., Solar Cell Shipments Jump, en Starke (ed.), Vital Signs 1996, p. 58.
24
Flavin y Lenssen, op. cit., p. 173.
25
Van der Plas, R.,'Solar energy answer to rural power in Africa', FDP Note 6, Banco
Mundial, abril, 1994; Webb, J. 'By the light of the sun', New Scientist, 7 octubre, 1995.
26
Flavin y Lenssen, op. cit., pp. 152-173.
27
Johansson, T.B. et al., 'Renewable Fuels and Electricity for a Growing World Economy' en
Johansson, T.B. et al. (eds.) op. cit.
28
Ver Lohmann, L., 'Commercial Tree Plantations in Thailand: Deforestation by Any Other
Name', The Ecologist, Vol. 20, No. 1, 1990; y numerosos artículos en The Ecologist, Vol. 17, No. 4-
5, 1987.
29
Tibet Support Group UK, 'Death of a Sacred Lake: The Yamdrok Tso Hydro-Electric
Generation Project of Tibet', Londres, marzo, 1996.
30
Cookson, C., 'Fuel cells in power clean-up', Financial Times, 4-5 de noviembre, 1995.
31
Flavin y Lenssen, op. cit., pp. 287-296.
32
Fraenkel, P. et al., Micro-Hydro Power: A Guide for Development Workers. Intermediate
Technology Publications, Londres, 1991.
33
Ver 'World Atlas of Hydropower & Dams', Hydropower & Dams, enero, 1995.
34
Tung, T.P. et al. 'Small Hydro Development: Opportunities, Constraints and Technology
Outlook', artículo presentado en la Conferencia Internacional sobre Hidroelectricidad, Energía y
Medioambiente, Estocolmo, 14-16 junio, 1993.
35
Ver 'Introducing a new forum for the mini hydro debate' Hydropower & Dams, marzo 1994;
Pandey, B., 'Micro hydro development in Nepal based on local manufacture', Hydropower & Dams,
marzo, 1994. Para un debate acerca del impacto socioeconómico local de las microcentrales ver
East Consult 'Socio-Economic Evaluation of the Impact of Micro-Hydro Schemes on Rural
Communities of Nepal'. Kathmandu; Gore, J.S., 'When is Small Beautiful? Approaches to
Decentralized Hydropower Projects in Nepal'. Proyecto de Maestría, UC Berkeley, mayo, 1994.
36
Inversin, A.R. 'Micro-Hydropower in Developing Countries', Alternative Sources of Energy,
junio-julio, 1986. Los muros inflables de goma son una respuesta de alta tecnología a la
sedimentación: cuando los flujos son altos el dique puede desinflarse y quitarse, lo que permite el
barrido de los sedimentos; ver p.e. Tung et al., op. cit., p. 10.
37
Taylor, R.P. Rural Energy Development in China. Recursos para el Futuro, Washington,
DC, 1981; Cheng, X. 'Recent trends in small hydro power in China', International Water Power and
Dam Construction, setiembre, 1994.
38
Ver Bell, J., 'Hydrodollars in the Himalaya', The Ecologist, Vol. 24, No. 3, 1994; 'Victory!
Arun III Cancelled: Alternatives to be Considered', World Rivers Review, agosto, 1995. El proyecto
de 5 MW Andhi Kola fue completado en 1991 con un costo de apenas 700 dólares por kilovatio;
Pandey, 1994, op. cit. Hacia 1993 los constructores nepaleses habían instalado 924 turbinas
construidas localmente en pequeñas centrales; Byers, W., 'Small Hydro: What Will Trigger the
Development Explosion?', Hydro Review, febrero, 1995.
39
Ver Olson, F.W., et al. (eds.) Proceedings of the Symposium on Small Hydropower and
Fisheries. Sociedad Americana de Pesquerías, Bethesda, MD, 1985; Brower, M. Cool Energy:
Renewable Solutions to Environmental Problems. MIT Press, Cambridge, MA, 1993, p. 116.
40
'Resettlement associated with hydro projects in China', Water Power and Dam
Construction, febrero, 1993.
41
Tung et al., op. cit., p. 11.
42
Las turbinas de chorro libre podrían ser económicamente viables dentro de poco tiempo
para sitios remotos sin red pública; Francfort, J.E.; 'Free-Flow Hydroelectric River Turbines:
Preliminary Market Analysis', Idaho National Engineering Laboratory, Idaho Falls, enero, 1995.
43
'Reclamation Updating Program Nears Completion; Adds 1.600 MW of Capacity to
System', Hydro Review, agosto, 1994.
44
Broker, op. cit., p. 113.
45
N. del T.: E. Díaz Peña y E. Stancich, “No Más Daños en Yacyretá – Historia, proceso y
documentos relevantes del seguimiento de la sociedad civil a la represa hidroeléctrica Yacyretá”,
Paraguay y Argentina, octubre, 2000, www.taller.org.ar; “Yacyretá: protesta en la OEA”,
Buenos Aires, noviembre 2000, nota de prensa, www.taller.org.ar; E. Stancich, “Cuando los
Ríos se Modifican, pierden los pueblos y la biodiversidad”, Grain y Ríos Vivos, Argentina, enero
2003,
www.biodiversidadla.org.
46
Los partidarios de la hidroelectricidad fundamentan el gran potencial para la nueva
capacidad generadora en las represas sin propósitos hidroeléctricos citando el hecho de que sólo
el 5% de las 76.000 represas de los EE.UU. están equipadas con turbinas. Sin embargo la gran
mayoría de las represas son demasiado pequeñas o están lejos de ser viables para la generación y
muchas otras tienen poco agua para liberar a través de las turbinas. Railsback, S.F. et al.;
Environmental Impacts of Increased Hydroelectric Development at Existing Dams, Laboratorio
Nacional de Oak Ridge, Oak Ridge, TN, 1991, p. 4.
47
Ver Broker, op. cit., p. 114. El factor planta de las represas renovadas suele ser
relativamente bajo ya que la utilización de agua para la producción de energía no figura entre las
prioridades de las represas construidas con otros propósitos; ver Railsback et al; 1991, op. cit.
48
Ver Brower, op. cit., pp. 117-118.
49
Cavanagh, J.E. et al.; 'Ocean Energy Systems', en Johansson et al. (eds.) op. cit., 1993.
50
'Removal of Subsidies', ECO, Ginebra, 30 octubre, 1995.
51
Ver p.e. EDF and NRDC, Power Failure.
Capítulo 9
La ciencia descubre,
La industria impone,
El hombre se conforma.
1
registro de datos reales con lo que se había proyectado. A veces las agencias
de ayuda realizan evaluaciones internas de las represas terminadas, aunque
normalmente éstas son confidenciales y sólo evalúan la construcción del
proyecto y no el funcionamiento.1 Esta falta de evaluaciones independientes
del rendimiento de las represas reduce considerablemente las posibilidades
de que los constructores aprendan o se vean forzados a aprender de sus
errores. No obstante, a comienzos de los años ´90, el velo de los subsidios ha
comenzado a levantarse a medida que los gobiernos intentan atraer
inversores privados para pagar sus represas. Los inversionistas privados
necesitan tener la convicción de que las grandes represas son negocios
seguros y beneficiosos -y la industria de las represas se ve forzada a revelar
que las mismas carecen en gran medida de estas características.
2
de los constructores nacionales y de los déspotas. Cuando una represa
desempeña un papel tan poderoso y simbólico, los fundamentos económicos
y técnicos y los impactos negativos que pueden causar se vuelven
insignificantes al momento de tomar decisiones.
3
era regular el gran ciclo de inundaciones y sequías anuales, expandir el riego
y producir electricidad. Sin embargo, lo que parecía aún más relevante era el
significado político que tendría para el joven gobierno revolucionario llevar a
cabo tan gigantesco emprendimiento. El historiador John Waterbury opina
que:
4
aguas abajo fueron anticipados, ninguno fue incluido en el análisis
económico.3
5
suministraría electricidad para convertir la bauxita local en aluminio, y de ese
modo proveería al Imperio con su propia fuente principal de metal, que
resultaba estratégicamente importante. También le daría energía a las
fábricas que encabezarían la industrialización de la colonia y permitirían la
conversión de cientos de miles de hectáreas de tierras secas de cultivo a una
agricultura moderna basada en el riego intensivo. La represa también
catalizaría la creciente industria naviera interna en un embalse del tamaño del
Líbano.
6
Ghana y exigía también que la represa se construyera y funcionase para
maximizar la generación de energía y se abandonasen los planes de riego. De
esta manera, el fundamento original para la construcción de la represa se
desintegró. Lejos de atraer riqueza y prestigio, Akosombo dejó al país
profundamente empeñado, arrasado por una ola de corrupción atraída y
alimentada por el dinero para construir la represa. Nkrumah inauguró la
represa en enero de 1966 y fue derrocado por un golpe de Estado sólo un
mes más tarde.5
7
C.S. Lewis
The Abolition of Man, 1943
Algunos escritores, entre los que se destacan Karl Wittfogel y Max Horkheimer,
filósofos de la conocida Escuela de Frankfurt, sostuvieron que “la dominación
de la naturaleza lleva inexorablemente a la dominación de unos sobre otros”,
como lo resume elegantemente el historiador ambiental Donald Worster.9 El
dominio de los ríos es uno de los ejemplos más claros de la relación entre el
control de la naturaleza y el control de la gente. Las grandes represas no son
construidas ni administradas por toda la sociedad, sino por una elite con
poder burocrático, político y económico. Las represas brindan a esta elite la
capacidad de controlar el agua para su propio beneficio, privando a los
anteriores usuarios del acceso parcial o total a los recursos del río.
Uno de los ejemplos más claros de este tipo de proceso que hoy se
encuentra en vigencia es el programa Mahaweli, de Sri Lanka. Durante la
década del ’70, las propuestas afirmaban que las 60.000 hectáreas a ser
irrigadas en la cuenca del río Mahaweli se distribuirían entre los habitantes
pertenecientes a los tres grupos étnicos principales de Sri Lanka —los
budistas cingaleses, los hindúes tamiles11 y los musulmanes—, de acuerdo
con su proporción en la población nacional. Quienes pertenecían a la
población local y aquellos desplazados por las cinco represas y demás
infraestructura del proyecto serían priorizados al recibir la tierra.
8
El modelo real de distribución de la tierra ha sido muy diferente. En 1983, una
camarilla de altos funcionarios a cargo del proyecto comenzó a ejecutar
exitosamente un plan para establecer tantos campesinos cingaleses como
fuera posible en el área del proyecto. Llevaron una “cuña” de cingaleses a la
zona dominada por los tamiles. Unos de los funcionarios de Mahaweli
escribió en ese momento que la localización del área del proyecto, “le brinda
al gobierno una forma clara y extremadamente efectiva para destruir la base
misma” del Estado independiente buscado por la minoría tamil.12 El gobierno
también buscaba minimizar la influencia de los tamiles en el área de
Mahaweli, y por eso los forzó a abandonarla. Cientos de jóvenes tamiles
fueron rodeados por las fuerzas de seguridad en 1985 y encarcelados por dos
años. Los militantes tamiles respondieron masacrando cientos de
cingaleses.13 Mientras todas estas atrocidades y maniobras políticas se
llevaban a cabo, los donantes extranjeros —particularmente el Banco Mundial
y los gobiernos de EE.UU., Gran Bretaña, Suecia y Alemania Occidental— se
hicieron los desentendidos y continuaron girando fondos para el proyecto
Mahaweli.
9
Represas y corrupción
Desde fines de la década del ‘70 en adelante, fue cada vez más difícil para los
políticos de EE.UU. conseguir un buen proyecto “pork” de represa debido a las
restricciones presupuestarias, la oposición ambiental y la creciente
concienciación pública acerca de que la mayoría de los proyectos hídricos
eran un desperdicio económico. Cuando Bill Clinton nombró a Daniel Beard
—un firme opositor a la construcción de grandes represas— como miembro
de la Comisión de la Oficina de Reclamaciones (BuRec), el sistema corrupto
parecía haber acabado por completo. Sin embargo en 1995 reapareció como
traído de la tumba, cuando John Doolittle, un poderoso congresista
republicano de Sacramento, California -descripto por el San Francisco
Chronicle como un “legislador 'títere' dominado por un pequeño grupo con
poderosos intereses agrícolas”- introdujo una propuesta en el Congreso para
construir una represa multipropósito de 2 mil millones de dólares cerca de
Sacramento, que ya había sido rechazada en varias oportunidades durante las
dos últimas décadas. En octubre de 1995 un editorial del San Francisco
10
Chronicle describía irónicamente la represa de Auburn, de 233 metros de
altura, propuesta por Doolittle, como una “monstruosidad de concreto que
gruñe como un cerdo”.16
La política del “pork barrel” adopta diferentes formas en todo el mundo. Philip
Fearnside, del Instituto Nacional de Investigación en Amazonia, cree que la
represa Balbina fue básicamente un soborno electoral del presidente de
Brasil para el Estado de Amazonas. Antes de las elecciones de 1982, el
partido político-militar tenía el poder tanto en Amazonas como a nivel nacional.
Balbina fue presentada a la gente de Amazonas, agrega Fearnside, “como un
ejemplo de la capacidad del gobernador estatal de obtener beneficios de
Brasilia”. La factibilidad técnica de la represa fue irrelevante. Fearnside
comenta que esta clase de proyectos se conocen en Brasil como “obras
faraónicas”.
En 1995, una comisión del Senado de Brasil descubrió que casi 4.000
proyectos de infraestructura, entre los cuales muchos de los más importantes
eran represas, habían sido abandonados por falta de fondos.18
11
Ésta es la dependencia más autocrática e irresponsable de
nuestro gobierno... aquí nadie debe rendir cuentas a nadie.
12
La necesidad imperiosa de encontrar nuevos proyectos de construcción
impulsa al uso de tácticas cada vez más desesperadas y deshonestas. En
1974, el entonces gobernador de Georgia, Jimmy Carter, explicó públicamente
en Los Ángeles los métodos de corrupción utilizados por el Cuerpo de
Ingenieros del Ejército para ganar la aprobación de sus proyectos:
“Un reciente estudio del proyecto de represa Sprewell Bluff, sobre el río
Flint, en Georgia, llevado a cabo por la Oficina General de Contaduría,
demostró las mentiras existentes en la forma de los análisis realizados
por el Cuerpo de Ingenieros. Se rebajaron los valores de la
construcción, se calcularon tasas de interés extremadamente bajas, se
ignoraron los lagos cercanos, se exageraron las proyecciones
demográficas, se ocultaron los daños ambientales, se basaron los
cálculos de la producción de energía en índices de generación
exagerados, no se incluyeron las pérdidas arqueológicas y se afirmó la
existencia de grandes beneficios recreativos a pesar de la oposición
oficial de las agencias de recreación federales y estatales”.19
La gran rivalidad que se creó entre las dos principales agencias constructoras
de represas en los EE.UU. (el Cuerpo de Ingenieros y la Oficina de
Reclamaciones) demuestra hasta qué punto los objetivos originales de
ambas se perdieron por el instinto burocrático de autoperpetuación. Marc
Reisner explica cómo, a medida que se hizo más difícil encontrar sitios
propicios para las represas, las agencias persuadían al Congreso a
desembolsar fondos para construir represas que sabían que eran
innecesarias porque temían que si una no construía la otra lo hiciera
primero.20
13
creada durante la Gran Depresión por el presidente Franklin D. Roosevelt. Las
áreas principalmente agrícolas a lo largo del río Tennessee, afluente del
Mississippi, eran las más pobres de los Estados Unidos. La producción
agrícola era baja, mientras que la erosión del suelo y la deforestación eran
altas. Se suponía que la TVA cambiaría esta situación haciendo que el control
del valle no estuviera más en manos de los corruptos funcionarios electos de
la zona y que en su lugar la conducción estuviera a cargo de un grupo de
burócratas subsidiado por el Estado, conformado por tecnócratas sumamente
cultos supervisados por tres directores designados por el presidente de los
EE.UU.
En 1933, el proyecto de ley que creó la TVA le encomendó “la amplia tarea del
planeamiento para el uso apropiado, la conservación y el desarrollo de los
recursos naturales de la cuenca de captación del Río Tennessee...”. Esta
visión del desarrollo de la planificación central consideró que las represas que
suministran energía, controlan inundaciones y mejoran la navegación tenían
una importancia clave. Pocos meses después de su creación, la TVA comenzó
a trabajar en la represa Norris. Para 1939, año en que las últimas represas de
la TVA se completaron, 38 grandes represas formaban parte del sistema.21
La TVA asumió este rol totémico sin que nadie supiera demasiado sobre lo
que realmente había logrado ni tampoco considerara si un modelo que se
puede aplicar al sur de los EE.UU. podría implantarse con idénticos
14
resultados en cualquier otra parte del mundo. Se suponía que la TVA era el
mejor ejemplo de “planeamiento de desarrollo integrado”, pero en realidad se
convirtió rápidamente en una empresa de servicios de electricidad que invertía
únicamente un pequeño porcentaje de su presupuesto en otros programas
como la capacitación agrícola y la reforestación. La TVA era vista como
sinómino de represas, pero después de 1945 construyó muy pocas de estas
grandes obras: en 1955 la quema de carbón por parte de la TVA sobrepasó su
capacidad de generación hidroeléctrica y en 1967 comenzó a trabajar en la
planta de energía nuclear más grande del mundo. En 1993 solamente cerca
de un 15 % de la energía generada por la TVA era producida en sus represas.
Hasta los ´80 muy pocos estudios sobre los impactos de la TVA habían sido
realizados por entes independientes de la Autoridad. Las investigaciones
llevadas a cabo desde entonces no han sido muy útiles para probar la
reputación internacional brillante de la Autoridad, ya que demuestran que la
TVA brindó una asistencia a largo plazo mínima a las más de 50.000
personas que perdieron sus tierras y sus medios de vida a causa de sus
represas. La descripción que la socióloga Nancy Grant hace de los impactos
de los desalojos causados por la TVA refleja el fracaso de los modernos
planes de reasentamiento en los países en vías de desarrollo:
15
Una cantidad desmedida de las familias desplazadas más pobres era negra
y, según Grant, el prejuicio racial de la gente local y de los planificadores hizo
que su reubicación fuera particularmente difícil.23
“La TVA llegó a creer que los proyectos significaban progreso y que las
represas, incluso sobre los afluentes, traerían prosperidad. Si la
participación ciudadana era necesaria, TVA la crearía y si se exigían
justificaciones detalladas, es decir un análisis de la relación costo-
beneficio, la TVA también las crearía”.25
16
fue denominado por Wheeler y McDonald como una “muestra evidente de
engaño político”.
Wheeler y McDonald creen que Tellico fue una gran victoria pírrica para la TVA.
Sus tácticas engañosas ganaron tantos enemigos que nunca más se le
permitiría construir otra represa y existiría muy poco apoyo político para tomar
medidas que eximan a la agencia de las deudas agobiantes contraídas con el
gobierno federal (26 mil millones de dólares en 1995) principalmente para
llevar a cabo el desastroso programa de energía nuclear.26
17
Theo P. C. Van Robbroek, presidente de
ICOLD, 1994
Existe una tercera forma de presionar en favor de las represas, que se hace
de manera indirecta y que resulta mucho más difícil de descubrir. Se realiza en
partidos de golf y en fiestas nocturnas, convocando a contratistas, burócratas
de organismos de ayuda, funcionarios vinculados con las represas y políticos,
o directamente se presiona mediante sobornos. La industria de la
construcción fue el centro de los escándalos que estallaron a comienzos de
los ´90 debido a los pagos ilícitos a políticos a cambio de contratos,
principalmente en Japón, Tailandia, Brasil, Italia, España, Francia y Portugal.
29
Esta industria no es la única que es corrupta, pero es inusualmente
susceptible de serlo, simplemente porque la suma de dinero que se maneja
es mayor que en cualquier otro proyecto de construcción.
18
Muchos sostienen que la represa construida en el estuario del río Nagara, en
Japón, que se terminó en 1994 con un costo de 6 mil millones de dólares, no
tenía ningún propósito útil. Esta represa se ha convertido hoy en un símbolo
de lo que se denomina el “triángulo de hierro”, constituido por los burócratas
del Ministerio de Obras, los políticos y las compañías constructoras. Los
burócratas brindan información interna a las compañías acerca de las ofertas
y en recompensa se les otorga trabajos rentables en el sector privado cuando
se retiran del servicio público (práctica conocida como amakudari, o
“descenso del cielo”). Las compañías también ofrecen grandes sobornos a
aquellos políticos que promueven los proyectos de obras públicas. Los
periodistas japoneses estiman que el pago promedio es aproximadamente el
10% del costo total de los proyectos.30
19
GEC Alsthom [Neyrpic] (eq) Francia/ Balbina, Berke, Cabora Bassa, Churchill Falls, Diama, Eastmain
Reino 1 (James Bay), Guatape, Itaipú, Laforge 1 (James Bay), La
Unido Grande 1 & 2 (James Bay), Pergau, Petit Saut, Rio Grande,
Samanalawewa, Sir, Três Irmãos, Tucuruí, Turkwell
Sir Alexander Gibb & Partners (a) Reino Aswan, Kariba, Katse and Mohale (Lesotho Highlands), Kiri,
Unido Victoria (Mahaweli), Owen Falls, Pergau, Roseires,
Samanalawewa
Harza Engineering Company (a) EE.UU. Ambuklao, Bakun, Brokopondo, Caruachi, Cerron Grande
(Silencio), Corpus Christi, Ertan, Ghazi Barotha, Guri,
Kalabagh, Mohale (Lesotho Highlands), Macagua II, Mangla,
Tarbela, Three Gorges, Yacyretá
Hitachi (eq) Japón Akosombo, Guri, Macagua II, Shuikou, Sir, Srinakharin,
Tarbela, Temengor
Hochtief AG (c) Alemania Aswan, Cabora Bassa, Chixoy, Ertan, Ghazi Barotha, Katse
(Lesotho Highlands), Nangbeto, Rantembe (Mahaweli), Tarbela,
Xiaolangdi
Impregilo/Cogefar/Impresit/ Italia Akosombo, Bakolori, Chivor, Chixoy, Daniel Palacios
Girola/Lodigiani (c)* (Amaluza/Paute), Dez, El Cajón, Ertan, Fortuna, Ghazi
Barotha, Itezhitezhi, Kainji, Kariba, Katse (Lesotho Highlands),
Keban, Koussou, Kpong, Piedra del Águila, Roseires, Tarbela,
Xiaolangdi, Yacyretá, Zimapán
Knight Piésold & Partners Reino Batoka, Corpus Christi, Katse and Mohale (Lesotho Highlands),
[Watermeyer Piésold Legge Unido Kiambere, Masinga, Nam Theun 2, Pergau, Turkwell
Uhlmann (WPLU)] (a)
Kvaerner (eq) Noruega Aswan, Bhumibol, Caruachi, Curua-Una, Damodar Valley
(Panchet Hill), Furnas, Idukki, Kafue Gorge, Kaptai (Karnafuli),
Kariba, Kotmale (Mahaweli), Kpong, Lubuge, Muela (Lesotho
Highlands), Nagarjunasagar, Owen Falls, Pangue, Pergau,
Roseires, Uri, Victoria (Mahaweli), Xeset, Zimapán
Lahmeyer International GmbH (a) Alemania Agus, Arun III, Bakun, Batoka, Chico River, Corpus Christi,
Chixoy, Lang Suan, Lesotho Highlands, Mohale y Muela
(Lesotho Highlands), Nam Leuk, Selingué, Yacyretá
Lösinger (c/a) Suiza Manantali, El Cajón, Khao Laem, Victoria (Mahaweli)
Mitsubishi (eq) Japón Chicoasén, Chixoy, Guri, Macagua II, Magat, Mangla, Piedra
del Águila, Saguling, Samanalawewa, Srinakharin, Temengor,
Yacyretá
Mitsui Construction Co. (c/eq) Japón Guavio, Nam Ngum, Samanalawewa, Temengor, Xeset
Morrison-Knudsen Corporation EE.UU. Hoover [Chixoy, Daniel Palacios (Amaluza/Paute), Itaipú,
[International Engineering Kaptai (Karnafuli), Shuikou]
Company (IECO)] (a)
Motor Colombus Consulting Suiza Bakun, Chixoy, El Cajón, Mahaweli, Nam Theun 2
Engineers Inc. (a)
Nippon Koei (a) Japón Asahan, Kulekhani, Mohale (Lesotho Highlands), Nam Ngum,
Samanalawewa
Norconsult/ Noruega Epupa, Ertan, Karnali (Chisapani), Lubuge, Paulo Afonso,
Norpower (a) Theun-Hinboun, Turkwell, Yantan, Xeset
Siemens (eq) Alemania Cabora Bassa, Daniel Palacios (Amaluza/Paute), Gabcikovo,
Guavio, Guri, Itaipú, Itaparica, Macagua II, Nam Ngum 2, Nova
Ponte, Tarbela, Xingó
Skanska (c) Suecia Gitaru, Kotmale (Mahaweli), Pergau, Serra da Mesa, Uri,
Urrá I
SNC-Lavalin Inc. (a) Canadá Dai Ninh, Idukki, Brisay (James Bay), Karnali (Chisapani),
Kpong, Laforge 1 (James Bay), La Grande 1 y 2 (James Bay),
Magat, Manantali, Temengor, Three Gorges, Xiaolangdi
Snowy Mountains Engineering Australia Batang Ai, Kedung Ombo, Khao Laem, Lubuge, Mohale
Company (SMEC) (a) (Lesotho Highlands), Nam Theun 2, Pergau, Sardar Sarovar,
Southern Okavango Project (2 represas)
Sogreah (a) Francia Cabora Bassa, Dai Ninh, Diama, Katse (Lesotho Highlands),
Khashm El Girba, Madura Oya (Mahaweli), Nam Leuk,
Nangbeto, Pak Mun, Selingué, Turkwell
Spie Batignolles (c) Francia Muela (Lesotho Highlands), Saguling, Tarbela, Turkwell
20
Sulzer Hydro Ltd./Sulzer-Escher Suiza Atatürk, Chixoy, Guavio, Karakaya, Kemano, Macagua II,
Wyss (eq) Nangbeto, Rantembe (Mahaweli), Sir, Tarbela
Sumitomo (eq) Japón Guavio, Piedra del Águila, Samanalawewa, Sardar Sarovar, Sir
Toshiba (eq) Japón Guavio, Guri, Macagua II, Saguling, Sir, Yacyretá
Vianini (c) Italia Guavio, Nam Theun-Hinboun, Pak Mun, Sirikit, Srinakharin,
Xeset
Vöest Alpine (eq) Austria Agus, Atatürk, Cerron Grande (Silencio), Chixoy, Dadin Kowa,
Daniel Palacios (Amaluza/Paute), Guavio, Jari, Kainji, Kariba,
Magat, Mangla, Mosul, Piedra del Águila, Playas, Rihand,
Roseires, Salvajina, Tarbela, Yamdrok Tso, Yantan
Voith (eq) Alemania Awash, Cabora Bassa, Itaipú, Itaparica, Itumbiara, Kompienga,
Mosul, Paulo Afonso IV, Xingó, Yacyretá
Ed. Züblin AG (c) Alemania Clyde, El Cajón, Ghazi Barotha, Kamburu, Manantali, Muela
(Lesotho Highlands), Rantembe (Mahaweli), Tarbela, Xiaolangdi
Notas
Los corchetes indican una compañía que ha sido adquirida o se ha fusionado con la citada
anteriormente, o el nombre anterior de la compañía..
a = asesor de ingeniería/ medioambiental
eq = provisión de equipos
c = compañía constructora
* Cogefar-Impresit SpA e Impresit-Lodigiani-Girola (Impregilo) SpA se fusionaron en 1994 y
formaron Impregilo SpA.
Fuentes: Lista compilada de varias fuentes. La lista no es exhaustiva: las compañías y
represas son seleccionadas según datos disponibles. 'Participación ' significa intervenir en
las asesorías de preconstrucción y/ o obras de construcción y/ o provisión de equipos para
las represas y/ o infraestructura directamente asociada. No se incluyen trabajos de
reparación ni rehabilitación posconstrucción.
21
profesional de los individuos que realizan estos estudios, quienes por lo
general son ingenieros a los que se les enseña que las represas son
necesarias y no se les brinda un conocimiento profundo acerca de los temas
ecológicos, sociales y económicos. A esto se agrega el gran interés propio de
las compañías consultoras para que se construyan represas: los contratos
ligados a su construcción son generalmente adjudicados a la misma
compañía, a la casa matriz o a una firma asociada, que realizó los estudios
iniciales del proyecto. Aunque la compañía que realiza el estudio de
factibilidad no se ofrezca para futuros contratos dentro del mismo proyecto, los
consultores saben que si criticaran los proyectos de sus clientes
normalmente se quedarían sin fuente de trabajo en poco tiempo.
Además, los consultores tienen muy poco incentivo para recomendar el cese
de una represa. Si ésta resulta ser costosa y sin ninguna utilidad y además
causa desastres ambientales, es la gente de la zona la que se perjudica. Para
cuando esto ocurra, los expertos que aconsejaron la construcción ya habrán
recibido su cheque y estarán trabajando en otro proyecto. Los secretos que los
estudios de factibilidad encierran y la falta de evaluaciones posteriores a la
construcción también implican que nadie va a comparar lo que pronosticaron
los consultores con lo que en realidad sucedió.
22
En un acto sin precedentes, el gobierno de Botswana aceptó suspender el
proyecto e invitó a la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) a realizar una
revisión en forma independiente. La UICN reunió a un equipo interdisciplinario
de 13 miembros conformado por científicos sociales, hidrólogos,
economistas, biólogos e ingenieros.
23
Vaclav Smil, profesor de geografía de la Universidad de Manitoba y autor de
varios libros sobre energía y ambiente en China, describió al estudio como
“poco técnico y científico, más bien una especie de prostitución profesional
pagada por los contribuyentes canadienses”.
Los intereses comerciales que lucran a partir de los servicios provistos por
las represas también colaboran con el lobby a favor de la construcción de las
mismas. La industria agropecuaria -con sus intereses particulares-, las
empresas de servicios hídricos, los propietarios de barcazas y las ciudades
que desean lograr el control de las inundaciones se han asociado con las
compañías de construcción para formar un lado del “triángulo de hierro” de los
EE.UU., los otros dos lados están constituidos por los políticos y los
burócratas del sector hídrico. Es probable que el primer grupo lobista de
desarrollo hídrico en los Estados Unidos se haya establecido en 1901 para
impulsar los proyectos del Cuerpo de Ingenieros. De este Congreso Nacional
sobre Puertos y Ríos participaron “figuras empresariales locales y políticas,
contratistas, entidades comerciales e industriales, miembros clave del
Congreso -quienes eran socios honorarios del grupo- y funcionarios del
Cuerpo que eran miembros ex oficio”.36
24
Las industrias que usan intensivamente la electricidad, en particular la
industria del aluminio, han tenido un rol destacado en la promoción de la
construcción de represas. A diferencia de otras clases de fundición que
dependen del calor, la producción de aluminio requiere del paso de una
poderosa corriente eléctrica por la alúmina -extraída del mineral, la bauxita. La
electricidad constituye el segundo factor más costoso en la producción de
aluminio después de la materia prima. Cuando el pequeño número de
multinacionales que controlan la mayor parte de la industria del aluminio
deciden adónde construir las fundiciones, una de las principales
consideraciones es el suministro ininterrumpido de energía a precios
competitivos. Los constructores de grandes represas, especialmente
aquellos en áreas remotas, tienen interés en atraer a las plantas de aluminio,
ya que éstas representan un consumidor de electricidad garantizado y a largo
plazo.
Las fundiciones de aluminio son los clientes más grandes de muchas de las
represas más poderosas del mundo: un 20% del total de la electricidad
producida por Guri -la segunda represa más poderosa del mundo-, se utiliza
para producir aluminio; como sucede con alrededor de un 35% de la
producción de Grand Coulee, la cuarta más poderosa; y el 75% de Tucuruí, la
décima. El 15% de la electricidad producida por la represa Alta Assuán se
destina a una fundición de aluminio.38
25
Las corporaciones del aluminio consideran que la energía hidroeléctrica es
una fuente “barata” de energía, sólo porque pueden beneficiarse de subsidios
considerables, accediendo a la electricidad a un precio muy inferior en
comparación con el que pagan otros usuarios. En la Unión Soviética, el
segundo productor de aluminio más importante del mundo, y en Egipto, tanto
las represas como las fundiciones de aluminio son estatales. El precio que
pagan estas últimas por la energía es establecido por el gobierno para que su
aluminio tenga precios competitivos y no refleja el valor real de la producción
eléctrica. Si las fundiciones se encuentran en manos privadas, los gobiernos
se encargan de garantizarles hidroelectricidad fuertemente subsidiada por
varias razones: en primer lugar, porque el gobierno desea construir la represa
por razones políticas y considera que es mejor que una fundición compre la
energía a bajo precio a no venderla; en segundo lugar, por la creencia de que
un complejo de represa-fundición favorecerá una rápida industrialización de la
región -una presunción con muy pocos fundamentos empíricos- y finalmente
debido a la importancia estratégica y militar del aluminio, que resulta vital para
las industrias aeronáuticas y electrónicas. 39
26
El pilar final que sostiene a la moderna industria de las represas está
constituido por las agencias internacionales de ayuda. En los países del norte
la mayoría de las grandes represas han sido construidas con dinero del
Estado nacional. En los países del sur, los fondos generados internamente
para la construcción de las represas han sido complementados con miles de
millones de dólares de préstamos a bajo interés de bancos de desarrollo y
agencias de ayuda. Las grandes represas constituyen un destino
particularmente atractivo para los fondos de ayuda. Durante la Guerra Fría,
éstas atrajeron fondos, en parte porque las grandes potencias querían signos
visibles de la dependencia de sus Estados clientes y publicidad de las
maravillas tecnológicas que se lograron como consecuencia del capitalismo y
del comunismo. La macroeconomía también era importante: las represas
ofrecían la posibilidad de una rápida inserción de áreas remotas
“subdesarrollas” en la economía internacional. Actualmente, las razones
comerciales son con seguridad las principales para que las agencias de
ayuda apoyen la industria de las represas: debido a que la construcción de
grandes represas en los países del norte se ha detenido casi por completo,
los gobiernos que alguna vez pagaron a las compañías de construcción y de
ingeniería para construir represas en sus propios países, ahora ayudan a
mantener estas compañías funcionando mediante la financiación de
proyectos en otros países.
27
Cuadro 9.2 Principales Organismos Financieros de Industria Internacional
de la Represa
Agencias de la ONU
UN Development Programme Bakalori, [Chixoy], Diama, [Estreito], Ghazi Barotha, [Kainji], Kalabagh,
(UNDP) [anteriormente UN Kulekhani, Lesotho Highlands, Lubuge, Mahaweli, Manantali, Mekong
Special Fund] Represas de 'Flujo Libre', Nam Theun 2, Nangbeto, Paute (Daniel
Palacio/Amaluza), Sardar Sarovar, Upper Mazaruni, Xeset
Organización de las NU para la Bakalori, Kadana, Mahaweli
Agricultura y la Alimentación
(FAO)
Agencias Bilaterales de
Asistencia y Crédito para la
Exportación
Australia (ADAB/AusAid) Batang Ai, Lubuge, Mangla, Monasavu-Wailoa, Tarbela
Canadá (CIDA, EDC) Caruachi, Dai Ninh, Diama, El Cajón, Guavio, Guri, Idikki, Itaipú, Kainji,
Kiambere, Koussou, Kpong, Lubuge, Mahaweli, Mangla, Nangbeto, Pangue,
Salto Santiago, Selingué, Tarbela, Temengor, Three Gorges, Urrá I, Warsak,
Yacyretá
Francia (CCCE, FAC) Balbina, Diama, Keban, Kompienga, Lesotho Highlands, Manantali, M'bali
(Boali 3), Nangbeto, Ruzizi II, Tarbela, Turkwell
28
Alemania (GTZ, Hermès, KfW) Arun III, Bakun, Ghazi Barotha, Keban, Kompienga, Lesotho Highlands,
Mahaweli, Manantali, Mangla, Marsyangdi, Nam Pong, Nangbeto,
Pancheswar, Sidi Salem, Tarbela, Ubolratana
Italia (SACE) Chixoy, Dai Ninh, Kainji, Karakaya, Keban, Lesotho Highlands, Ruzizi II,
Tarbela, Three Gorges
Japón (Jexim, JICA, OECF) Akosombo, Arun III, Asahan, Batang Ai, Chiew Larn, El Cajón, Ghazi
Barotha, Itaipú, Kaptai (Karnafuli), Kedung Ombo, Kulekhani, Lang Suan,
Mahaweli, Mosul, Nam Choan, Nam Ngum, Samanalawewa, Saguling,
Salvajina, Sardar Sarovar, Srinagarind, Srisailam, Tarbela, Temengor
Kuwait (KFD) Chiew Larn, Diama, Kpong, Kulekhani, Lang Suan, Manantali, M'bali (Boali
3), Nangbeto
Noruega (NORAD) Caruachi, Epupa, Ertan, Kihansi, Lubuge, Nam Theun-Hinboun, Pangani,
Pangue, Xeset, Yantan
Arabia Saudita (SFD) Diama, Kompienga, Kpong, Kiambere, Mahaweli, Manantali
Suecia (BITS, SIDA) Arun III, Caruachi, Epupa, Kamburu, Kihansi, Kotmale (Mahaweli), Lesotho
Highlands, Pangani, Pangue, Uri, Urrá I, Xeset
Suiza (BAWI, ERG) Atatürk, Cabora Bassa, Chixoy, El Cajón, Guavio, Guri, Itaipú, Karakaya,
Manantali, Mosul, Nangbeto, Sobradinho, Tarbela, Yacyretá
Reino Unido (CDC, ECGD, ODA) Akosombo, Cirata, El Cajón, Kainji, Kariba, Lesotho Highlands, Mangla,
Monasavu-Wailoa, Pergau, Samanalawewa, Sardar Sarovar, Tarbela,
Temengor, Victoria (Mahaweli)
EE.UU. (USAID, Exim) Agus, Akosombo, Ambuklao, Bhakra, Chico River, Ertan, Itaipú, Itumbiara,
Kainji, Kaptai (Karnafuli), Keban, Kossou, Magat, Mahaweli, Manantali,
Mangla, Marimbondo, Pong, Rihand, Salto Santiago, São Simão, Tarbela,
Three Gorges
EE.UU. Aswan, Hoa Binh, Kapanda, Thawra (Thaqra)
Lista compilada de varias fuentes. La lista no es exhaustiva: las compañías y represas son
seleccionadas según datos disponibles. Proyectos listados en que los organismos
financieros han sustentado asesorías de preconstrucción y/ o obras de construcción y/ o
provisión de equipos para las represas y/ o infraestructura directamente asociada. No se
incluyen trabajos de reparación ni rehabilitación posconstrucción.
Hacia fines de los años ‘70 y comienzos de los ‘80, se registraron los niveles
más altos de créditos del BM para represas, con un promedio que superó los
dos mil millones de dólares al año (cotización de 1993). Desde entonces, los
créditos del BM disminuyeron a un nivel anual que representa la mitad de esta
cifra debido a la fuerte oposición que provocaron las represas financiadas por
esta institución. Sin embargo, los créditos de esta entidad continúan
estableciendo récords: en abril de 1994 el financiamiento de 670 millones de
dólares para la represa china Xiaolangdi se convirtió en el paquete crediticio
más elevado que se haya aprobado para un solo proyecto. Sólo un año
después se superó este récord con el segundo préstamo del Banco, de 400
millones de dólares, para Ertan, otra represa en China, y comenzó el proceso
de evaluación para otros 430 millones de dólares para Xiaolangdi. No es
casual que el Banco concentre actualmente su financiamiento para represas
en un país donde la oposición abierta a proyectos gubernamentales implica el
riesgo de prisión o algo peor.42
29
El Banco Mundial está regido por una junta de 24 directores ejecutivos que
representan a los gobiernos de los países miembro, en la actualidad la
mayoría de las naciones. Los directores ejecutivos de los países del norte
(que tienen la mayoría del poder de voto) están muy interesados en aprobar
subsidios para esta clase de obras, ya que representan contratos importantes
para sus propias compañías; mientras que los del sur están muy interesados
en recibirlos, ya que representan grandes préstamos obtenidos a bajo interés
y que están dirigidos a ellos. Una razón importante que explica el interés del
personal del BM en las represas es que el ascenso dentro de la institución se
ha basado históricamente en el volumen de dinero que el empleado pueda
colocar fuera del Banco, y las represas permiten mover mucho dinero.43
30
grupos protestaban porque los informes acerca del progreso de Sardar
Sarovar que los directores ejecutivos de Washington DC recibían del grupo del
Departamento de Operaciones de India, perteneciente al Banco, eran
altamente positivos y no reflejaban lo que ocurría en el Valle del Narmada.45
31
“Importantes supuestos sobre los cuales se basan los proyectos
resultan cuestionables o no tienen fundamentos en la actualidad... se
tiende a exagerar los beneficios, mientras que con frecuencia se
subestiman los costos sociales y ambientales. Ahora las afirmaciones
han sido sustituidas por el análisis...”46.
Esta carta, junto con una presión insistente de las ONGs, obligó al Banco a
imponer una serie de “parámetros” relativamente estrictos sobre los estudios
ambientales y el reasentamiento que las autoridades del proyecto debían
cumplir para el 31 de marzo de 1993. A medida que marzo se acercaba a su
fin, era evidente para todos los involucrados que estas condiciones no se
cumplirían. El día anterior a la fecha límite, en lo que suele interpretarse como
un movimiento negociado con anterioridad y realizado para guardar las
apariencias, el gobierno de India formalmente solicitó al Banco cancelar la
suma pendiente de U$D 170 millones de los préstamos que sumaban U$D
450 millones para Sardar Sarovar.47
32
ninguna manera los únicos entre los proyectos financiados por el Banco. La
Revisión Independiente concluyó que “las dificultades que rodean a Sardar
Sarovar constituyen la regla más que la excepción entre los operativos de
reasentamiento apoyados por el Banco en India”.
Una de las formas en las que los gobiernos obtienen beneficios para sus
compañías de la asistencia no condicionada es otorgando préstamos para los
sectores en los que estas compañías son más fuertes: países como Suecia,
Noruega y Austria, que tienen algunas de las empresas constructoras de
33
represas y proveedoras de equipos líderes en el mundo, son más propensos
a otorgar préstamos para proyectos hidroeléctricos que países como Bélgica
o Dinamarca, que tienen muy poca experiencia en el rubro de la construcción
de represas. La Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el
Desarrollo (SIDA, en inglés) —que a comienzos de los ‘90 subsidiaba
represas en Chile, Colombia, Nicaragua, India, Lesoto, Tanzania y Laos—
estima que hasta un 75% del dinero que presta para proyectos hidroeléctricos
regresa a las compañías suecas.
34
Finanzas de la empresa sueca constructora de represas Vattenfall, que a su
vez es una importante accionista de la agencia consultora Swedpower.
Además el director general y el vicedirector general de la Agencia Noruega de
Cooperación para el Desarrollo (NORAD, en inglés), trabajaban con
anterioridad en Norconsult, un grupo noruego de consultoras que recibe
fondos de NORAD para evaluar la viabilidad de represas en el exterior.53
35
A fines de 1993 una historia similar sobre valores excesivos, asistencia y
corrupción explotó en la prensa británica, luego de un informe de la Oficina de
Auditoría de la Nación (NAO, en inglés), el ente que controla los gastos del
gobierno sobre los fondos destinados a la represa Pergau, en Malasia. El
informe de la NAO reveló que Gran Bretaña apoyaba al proyecto hidroeléctrico
Pergau con 234 millones de libras esterlinas en préstamos subsidiados, a
pesar de las conclusiones de la Administración de Desarrollo Exterior (ODA,
en inglés) del gobierno, que aseguraban que la represa sería una “mala
inversión” para Malasia, ya que después de 35 años le costaría a los
consumidores 100 millones de libras esterlinas más que si la electricidad
hubiese provenido de generación a gas. Tres años después de que en 1991
se aprobara el préstamo, el ex presidente de la ODA manifestó ante el Comité
Parlamentario que Pergau era un “abuso del sistema de asistencia”, pero
habia sido desautorizado por el gabinete de Thatcher.56
Los préstamos para Pergau significaron la suma más grande de dinero para
un sólo proyecto bajo el programa denominado Aid and Trade Provision (ATP),
parte del presupuesto de asistencia británica que The Economist describe
como “un subsidio de exportación ligeramente disfrazado para las firmas de
armas y compañías constructoras más grandes de Gran Bretaña”. Tanto
Cementation como Balfour Beatty, las compañías británicas a las cuales se
les otorgó los dos contratos más grandes en Pergau -sin pasar por el proceso
normal de licitación-, apoyan fuertemente al Partido Conservador. Acusaciones
de irregularidades también rodearon al proyecto de Malasia, cuando en el
Parlamento un miembro de la oposición denunció “lucros ilegales colosales” y
“corrupción al máximo nivel” en la adjudicación de los contratos. La
escandalosa corrupción que rondaba a Pergau empeoró cuando se supo que
se le había ofrecido a Malasia el paquete ATP para alentar la firma de un
protocolo que estipulaba la venta de armas británicas por un valor de 1,3 mil
millones de libras esterlinas.57
Incomprensión e intimidación:
la respuesta de los constructores
36
Existe un fervor desconcertante en torno de los constructores de
represas, especialmente cuando se reúnen en masa en los encuentros
de la Comisión Internacional de Grandes Represas... Sugerir que sus
obras... hacen tanto mal como bien es inducirlos a rever sus motivos.
Cuestionar sus propios motivos es invitarlos a una incomprensión ciega.
Fred Pearce,
The Dammed, 1992
37
“Desde el estrado Haws planteaba con enojo, ‘No creo que sea
necesario objetar la ética de las consultoras’. Haws se negó a
presentar en la conferencia una ponencia realizada por Razvan...”.60
Esta cultura de la negación llevó a la ICOLD a creer que la clave para mejorar
la mala imagen pública, especialmente en relación con los temas
ambientales, radica en mejorar las relaciones públicas y no en cambiar
substancialmente la forma de llevar a cabo sus negocios. De hecho, en
ciertas declaraciones hechas por la Comisión, relaciones públicas y ambiente
son utilizados casi como si fueran sinónimos. El saliente Secretario General
de la ICOLD, J. M. Cotillion, dijo ante Hydro Review en 1994, “En la actualidad
los ingenieros de las represas deben interesarse tanto por el ambiente y las
relaciones públicas como por los asuntos técnicos.”61 Un año más tarde, en
The International Journal of Hydropower and Dams, afirmó que, “Durante la
presidencia de J. Veltrop, a la luz de la atención cada vez mayor sobre los
temas ambientales, se formó un Comité de Relaciones Públicas para trabajar
en esta área”.62
La ICOLD desea ser vista como una organización profesional que trabaja para
mejorar la práctica de la ingeniería en represas y, tal como lo expresó en 1991
Jan Veltrop, ex presidente de ICOLD y ex vicepresidente de Harza Engineering,
“no se se dedica a la promoción de las represas”. 63 Sin embargo, en ese
mismo año se creó el Comité de Relaciones Públicas de ICOLD para brindar
“información objetiva en un lenguaje que le permita al público en general
apreciar la realidad estableciendo un equilibrio entre los beneficios de las
represas por un lado y las desventajas y los peligros por el otro”. 64 No es difícil
imaginar de qué lado de la balanza el Comité de Relaciones Públicas de
ICOLD cree que se encuentra la “realidad”, y tampoco es necesario ser un
teórico en conspiración para deducir que el papel principal de este comité es
el de promocionar las represas.
38
contraposición a los hombres “equilibrados”, “racionales” y objetivos -casi
todos son hombres- que se ganan la vida construyéndolas.65 Los intentos de
denigrar a quienes se oponen a las represas son relativamente inofensivos,
pero esta actitud arrogante y despectiva también puede ser más siniestra
cuando quienes proponen las represas intentan intimidar a quienes se
oponen a las mismas calificándolos de agentes “anti-desarrollo”,
“antipatrióticos” o con “intereses extranjeros”.
Se han dado a conocer una serie de casos en los que aquellos que proponen
las represas han intentado silenciar a los que se oponen poniendo en juego
su reputación profesional y los fondos que reciben. Los profesores de la
prestigiosa Universidad de Baroda, en Gujarat, India, que intentaron investigar
algunos de los impactos negativos de las represas en ese Estado, donde
Sardar Sarovar ha sido el centro del debate político durante varias décadas,
fueron advertidos por los miembros con más antigüedad de la facultad de que
si continuaban con su investigación el gobierno suspendería los fondos
destinados a mantener sus puestos.69 Cuando el Dr. Weiluo Wang, diseñador
regional de la Universidad de Dortmund, en Alemania, comenzó a escribir
informes criticando las estimaciones propuestas en el estudio de factibilidad
para la represa Bakun en Malasia, Lahmeyer International, la firma alemana
que realizó el estudio, se negó a participar en un debate abierto para defender
el proyecto. En lugar de eso, dos directores de Lahmeyer escribieron al jefe
del departamento de Wang acusándolo de hacer declaraciones “falsas y sin
fundamentos”, “incorrectas e incompetentes” y agregaron que, “no sólo
39
empañan la reputación de nuestra compañía sino que también le han hecho
mala fama a la ingeniería alemana y a su Universidad”.70
Proyecto País Costo Costo real Costo Finalización Finalizaci Tiempo Ref.
estimado (último adicional estimada ón real Adicional
[año del cálculo) ajustado original (último
cálculo] [año del según la [años cálculo)
(año de la último inflación estimados [años
unidad cálculo] [sin para reales
monetaria) ajustar] finalizar] para
finalizar]
Aguacapa Guatemala $100m $183m 55% [1,15] [2,4] 107% 1
[1977] [1981]
Balbina Brasil $383m $750m [96%] 2
[1976] [1989]
Bargi India Rs.640m Rs.5.7bn [784%] 3
[1968] [1991]
Chixoy Guatemala $400m $944m 136% [6] [9] 50% 4
(1987$)
Clyde Nueva $325m $900m [177%] 5
Zelanda [1981] [1992]
El Cajón Honduras $350m $850m [143%] 6
[1987]
Estreito Brasil [5] [11] 120% 4
Fortuna Panamá $255m $424m 66% [5,4] [6,8] 26% 4
(1987$)
Gezhouba China Y1.35bn Y5bn 270% [5] [19] 280% 7
(1970)
Guavio Colombia $1bn >$2bn [>100%] 8
40
Itaipú Brasil/ $3.4bn $20bn [480%] [15] [18] 20% 9
Paraguay [1973] [1991]
Karakaya Turquía $1.1bn $1.5bn 38% [10,4] [11,9] 14% 4
(1987$)
Kariba Zambia $124m $366m 195% 4
North (1987$)
Kulekhani Nepal $128m $198m 55% 4
(1987$)
Lupohlo Swazilandia $50m c.$100m 100% [3,75] [4,75] 27% 4
(1987$)
Mahaweli Sri Lanka UK£700m (UK£2bn) [186%] 1
(5-represas) [1984] 0
Manasavu- Fiji $63m $114m 81% [3,9] [4,6] 18% 4
Wailoa (1987$)
Nagarjuna- India Rs.910m Rs.6.8bn [652%] 1
Sagar [1954] [1989] 1
Pieman Australia A$135m (A$530) 200% 1985 (1986-7) 1
River [early [1983] 2
1970s]
Ruzizi II Zaire/ $73m $95m 30% [4,25] [5,25] 23% 4
Ruanda (1987$)
Sardar India Rs.42bn (Rs.342b [714%] 1
Sarovar [1983] n) 3
[1994]
Selaulim India Rs.96m Rs.730m [660%] 1
[1972] [1985] 4
Srirama- India Rs.640m Rs.5bn [694%] 1
sagar [1964] [1987] 5
Srisailam India Rs.385m (Rs.2.6bn [575%] 1
) 6
[1979]
Tarbela Pakistán $800m $1.5bn 87% 1
(1989$) 7
Tawa India Rs.139m (Rs.914m [557%] 1968 1975 1
[1956] ) [1972] 8
Tehri India Rs.2bn (Rs.60bn) [2,900%] 1
[1969] [1994] 9
Three China $10.7bn $30bn- [180- 2
Gorges [1990] 50bn 370%] 0
[1996]
Xeset Laos $40 $50.3 26% 1991 2
1
Xingó Brasil $1.6bn $3.2bn [100%] 2
[1995] 2
Yacyretá Argentina/ $2.3bn ($11.5bn) 17% 12 (21) 75% 2
Paraguay [1977] [1995] 3
41
6. 'Inauguration of El Cajón hydroelectric', Central America Report, 6 julio, 1984;
Hudson, S.J., 'Natural Resource Issues and IDB Hydroelectric Projects in Central
America'. Artículo de trabajo, National Wildlife Federation, Washington, D.C., 23 abril,
1987.
7. Dai, Q., 'An Interview With Li Rui', en Qing, D. (Adams, P. y Thibodeau, J. (ed.))
Yangtze! Yangtze! Probe International, Toronto y Earthscan, Londres, 1994, p. 127.
8. Adams, P., Odious Debts. Earthscan, Londres, 1991.
9. Schilling, P.R y Canese, R., Itaipú: Geopolítica e Corrupção. CEDI, São Paulo; Banco
Mundial, Paraguay: Country Economic Memorandum. Agosto, 1992.
10. Madeley, J., 'Dam Costly Place to be Poor', The Guardian, Londres, 5 abril, 1984.
11. Singh, M. y Samantray, R.K., 'Whatever Happened to Muddavat Chenna? The Tale
of Nagarjunasagar', en Thukral, E.G. (ed.) Big Dams, Displaced People: Rivers of
Sorrow, Rivers of Change. Sage Publications, Nueva Delhi, p. 57.
12. Crabb, P. 'Hydroelectric Power in Newfoundland, Tasmania and the South Island of
New Zealand', en SEELD 2, 1986, p. 61.
13. McCully, P. 'Saradar Sarovar Project: An Overview', IRN, Berkeley, CA, 1994. Cálculo
de costos de las autoridades de la represa y el Banco Mundial.
14. Billorey, R., 'Selaulim Dam', in Alvares, C. (ed.) Fish Curry and Rice: A Citizens' Report
on the State of the Goan Environment. ECOFORUM, Mapusa, 1993.
15. Abbasi, S.A., Environmental Impact of Water Resources Projects. Discovery
Publishing House, Nueva Delhi, 1991.
16. Fact-Finding Committee acerca del Proyecto Srisailam, 'The Srisailam Resettlement
Experience: The Untold Story', en SEELD 2, 1986, p. 259.
17. Dixon, J.A. et al. Dams and the Environment: Considerations in World Bank Projects.
Banco Mundial, 1989, p. 35.
18. Mishra, A.,'The Tawa Dam: An Irrigation Project that has Reduced Farm Production',
en SEELD 2, 1986, p. 214.
19. The Ecologist, 'Indian Cabinet Approves Tehri Dam', Action Alert, The Ecologist,
Sturminster Newton, Inglaterra, 17 marzo, 1994.
20. Barber, M y Ryder, G., Damming the Three Gorges: What Dam Builders Don't Want
You to Know. Segunda Edición, Earthscan, Londres, 1993 p. 33; Walker, T. 'Building
China: big promise but tough terms', Financial Times, Londres, 19 marzo, 1996.
21. 'Xeset nears completion in Laos', International Water Power and Dam Construction,
marzo 1991.
22. 'Brazil's Xingo power scheme is inaugurated', International Water Power and Dam
Construction, febrero 1995.
23. Banco Mundial, 'Project Completion Report: Argentina Yacyretá Hydroelectric Project
and Electric Power Sector Project', 14 marzo, 1995.
El periodista y profesor chino Dai Qing pasó diez meses solo en una prisión
por haber cometido el “crimen” de editar el libro “Yangtze! Yangtze!”, que
contenía artículos criticando a la represa Tres Gargantas. El libro fue publicado
en febrero de 1989, en un período de relativa apertura política en China. No
obstante, cuatro meses más tarde los tanques irrumpieron en la plaza
Tiananmen y Dai Qing fue arrestado poco tiempo después. En septiembre dos
miembros del principal grupo de planeamiento de Tres Gargantas acusaron a
“Yangtze! Yangtze!” de incitar a la “liberación burguesa” y de dar opiniones
que causaban “caos y disturbios”. Un mes más tarde, el libro fue prohibido
formalmente y se le ordenó al editor que recuperara y destruyera todas las
copias que no habían sido vendidas.72
42
Las protestas de aquellos que se verían directamente afectados por Tres
Gargantas provocaron una respuesta aún más dura. Según un informe
confidencial de la policía, al que accedió Human Rights Watch-Asia, 179
miembros del “Partido Juventud Democrática”, que eran una “pandilla
contrarrevolucionaria” con base en uno de los condados que iba a ser
anegado, fueron arrestados en 1992 acusados de “interrumpir el progreso
normal del Proyecto Tres Gargantas”. A pesar de la extensa búsqueda, Human
Rights Watch-Asia no pudo encontrar otros informes acerca de los arrestos o
sobre el destino del grupo, pero creen que probablemente este “Partido
Juventud Democrática” era “solamente un grupo de presión local no oficial
conformado por habitantes de la zona preocupados por su inminente
reasentamiento a la fuerza. Si el grupo hubiera estado involucrado en
cualquier actividad violenta, el informe policial confidencial seguramente lo
hubiese mencionado”.73 Los empresarios y los ingenieros estadounidenses
que presionaron al Congreso con el objetivo de conseguir el apoyo de los
EE.UU. para el proyecto Tres Gargantas a fines de 1995 no hicieron mención
alguna de la represión que sufrieron los opositores de la represa; en su lugar
alabaron a los chinos por el empeño puesto en hacer que el reasentamiento
fuese un “éxito”. John A. Scoville, presidente de Harza, incluso afirmó que el
pueblo chino estaba “invitando al mundo a ver sus esfuerzos puestos en el
reasentamiento para que luego hicieran una crítica constructiva”.74
43
sido ocupados por estas obras se combinan y tienen un efecto devastador en
la economía de las grandes represas. Aunque nunca se ha hecho una
evaluación exhaustiva de la relación costo-beneficio después de la
construcción de una gran represa, es obvio que muchas de ellas no se
hubieran construido si se hubiesen evaluado los costos reales y se hubieran
dado a conocer antes de comenzar con la construcción. Ahora que los
gobiernos de todo el mundo están recortando los gastos públicos y la
financiación de los proyectos de infraestructura por parte del sector privado
está en boga, las agencias constructoras se ven obligadas a revelar sus
balances a los inversores privados, a quienes por lo general no les gusta lo
que ven, especialmente cuando otros promotores de construcciones buscan
fondos para centrales eléctricas a gas, que son mucho más económicas y
menos riesgosas. Los grandes proyectos de desarrollo hídrico, que son muy
riegosos y tienen elevadísimos costos de construcción y largos períodos para
recibir los reintegros, sólo se construirán en el futuro si siguen recibiendo
grandes subsidios públicos.
Las represas siempre son más costosas y llevan más tiempo de construcción
que lo planeado (ver cuadro 9.3). Una investigación llevada a cabo por el
Banco Mundial en 1994 reveló que los costos excesivos de construcción
actualizados según la inflación en 70 represas hidroeléctricas financiadas por
esta entidad desde la década del ´60 fueron de aproximadamente un 30%,
casi tres veces más que los valores promedio en una cantidad similar de
centrales de energía térmica también financiadas por el Banco. El estudio
descubrió que en general cuanto más grande es el proyecto hídrico más altos
son los sobrecostos en términos de porcentaje.75 En el oeste de los Estados
Unidos, tal como lo expresó Dan Beard, el jefe de la BuRec, en el Congreso de
ICOLD en 1994, “los costos totales reales de un proyecto (hídrico) finalizado
sobrepasan los estimados originalmente en un 50 por ciento, incluyendo la
inflación”. Además, agregó Beard, “generalmente, los beneficios del proyecto
nunca se logran”.76
44
representan aproximadamente el 80% del valor total de vida útil de las
represas hidroeléctricas, sin incluir los costos de desmantelamiento, como
habitualmente ocurre en todos los cálculos de los proyectos. En comparación,
los costos de capital representan cerca de la mitad de los costos de la vida útil
de las centrales a carbón.77 Un treinta por ciento de los costos excesivos de la
construcción de una represa es, por lo tanto, mucho más elevado que un
porcentaje equivalente de los costos excesivos de una central a carbón. Los
altos costos de capital y la necesidad frecuente de préstamos extranjeros
también hacen que la viabilidad económica de las represas sea
extremadamente vulnerable a los incrementos en las tasas de interés y a las
devaluaciones monetarias.
45
fueron construidos en un promedio de cinco años y ocho meses, lo que
equivale a un promedio de 14 meses más de lo estimado antes de la
construcción.80
Los grandes proyectos de riego parecen ser aún más propensos a sufrir
largos retrasos que las centrales hidroeléctricas. En 1984, el Departamento
de Agricultura de los EE.UU. analizó nueve proyectos de irrigación en Asia,
África y América Latina que se habían demorado aproximadamente cinco
años, y los costos superaron cuatro veces por hectárea lo que se había
anticipado. Otros nueve proyectos de riego financiados por el Banco de
Desarrollo Asiático y finalizados en 1980 llevaron en promedio un 72% más
del tiempo estimado y sufrieron un exceso de costo promedio del 66%.82 De
hecho existen muchos grandes proyectos de regadío que nunca se terminan:
se construye la represa, se progresa en cuanto a la construcción de la red de
canales y los sistemas necesarios para enviar agua a los campesinos y
desechar el exceso, pero luego el interés político en el proyecto decae, el
dinero se termina y los consultores y los ingenieros pasan a su próximo
trabajo.
Represas y deudas
46
por ciento del total de la deuda externa de Guatemala en el año 1988.83 La
Entidad Binacional Itaipú (EBI), organismo brasileño-paraguayo que construyó
y maneja actualmente la represa de Itaipú, sobre el Paraná, sacó créditos de
bancos privados extranjeros para pagar prácticamente todo el proyecto, y el
garante fue el gobierno de Brasil. En 1990 la deuda de la EBI alcanzó los 16,6
mil millones de dólares y el servicio de la deuda se llevaba el 80% de las
ganancias obtenidas de las ventas de electricidad. En comparación, el total de
la deuda externa de Brasil era de 121 mil millones de dólares en 1992,
mientras que el total de la de Paraguay era de 1,7 millones. El enorme ingreso
de capital para el proyecto no sólo llevó la corrupción a una escala sin
precedentes sino que también alimentó la hiperinflación, que ha azotado a
Brasil desde mediados de los ´80. Entre las consecuencias de la represa en
la economía de Paraguay, que es mucho más pequeña, se puede mencionar
una explosión inflacionaria que condujo a una recesión después de concluida
la mayor parte del proyecto y a un marcado aumento en la concentración de
las propiedades de tierras y bienes, especialmente en la zona del país más
cercana a la represa.84
¿Optimistas inocentes?
47
reasentamiento. Los costos de los reasentamientos a causa de los proyectos
de energía hidroeléctrica del Banco Mundial han sido un 54% más altos de lo
que originalmente se estimó. Estos grandes incrementos pueden tener un
efecto importante sobre los costos totales del proyecto: el reasentamiento
usualmente representa la décima parte de los importes totales (sin considerar
el exceso de costo) y puede superar un tercio del total de lo que sale la
construcción de las represas que desplazan una enorme cantidad de
personas o que implica el pago de indemnizaciones relativamente altas. 86
48
que eliminara la cifra por completo. La agencia temía que si se conociese la
escala real del desalojo no tendrían garantizados el apoyo político interno y/o
la financiación externa del proyecto”.90
La oportunidad llama
49
Un aspecto importante a tener en cuenta cuando se toman decisiones acerca
de inversiones tan grandes y riesgosas como las represas es el costo de la
oportunidad de las inversiones, que es el costo de no utilizar el dinero para
otras inversiones que pueden ser más eficientes y más útiles para la
sociedad. Dan Beard, de la Oficina de Reclamaciones, explicó en el Congreso
de la ICOLD de 1994 que “el aporte real de los proyectos hídricos a gran
escala a la economía de los EE.UU. es escaso si se lo compara con los usos
alternativos que se le podía haber dado a los fondos públicos”. La supresión
de los recursos públicos para otros sectores de la economía es
especialmente grave en los países pobres. Martin Karcher, ex directivo de la
división del Banco Mundial encargada de Nepal, renunció a mediados de 1994
debido a las discrepancias con el manejo del Banco en cuanto a la
preparación del proyecto Arun III y en particular por los fundamentos
económicos que daban para que se construyera la represa. En una carta
dirigida al presidente del Banco, Lewis Preston, Karcher señaló que los
propios estudios de la entidad demostraban que “las inversiones en sectores
tales como la educación, la salud, la capacitación, el transporte y las
comunicaciones generan un crecimiento económico más alto que las
inversiones correspondientes en energía”.95
50
están ocupados. A medida que los costos de la energía hidroeléctrica
aumentan constantemente, los de sus competidores, como la energía solar, a
gas y la eólica, están bajando. Entre 1965 y 1990, según un estudio del Banco
Mundial, el valor promedio de la construcción de una represa aumentó en un
índice ajustado a la inflación del casi 4% anual.97 Si bien alrededor del 75%
del incremento de estos precios se debió a que los costos de la construcción
aumentaron más rápido que la inflación, se estimó que el resto del aumento
fue causado por el problema que tienen las centrales hidroeléctricas para
conseguir sitios adecuados.98
Los proyectos de regadío han sufrido una tendencia similar. En India, los
valores por hectárea de los nuevos proyectos de riego se elevaron en
alrededor de un 60% en términos reales entre 1979 y 1985. El Banco Mundial
piensa que esto se debe, en parte, a que las áreas más apropiadas ya han
sido provistas de una infraestructura de riego.99 El US Geological Survey
(USGS) ha notado otro indicio de los efectos causados por la falta de sitios.
Según el autor Robert S. Devine, el USGS descubrió que “la capacidad del
embalse por cada pie cúbico de la represa disminuyó de 10,4 acre pie en las
represas construidas antes de 1930 a 2,1 acre pie en las que fueron erigidas
durante la década del ´30 y a 0,29 acre pie en aquellas que se hicieron
durante los años ´60”.100
Pesimistas privados
51
que financian las represas son los “riesgos ambientales”, los retrasos
causados por la oposición al reasentamiento, por las campañas en contra de
las represas y la nueva legislación ambiental, que regula el modo en que se
construyen y deben operar.
Aquellos que promueven las represas se han vanagloriado por mucho tiempo
de los beneficios de la “energía hidroeléctrica económica”. Esta frase parece
haberse caído del discurso de los constructores de represas en el encuentro
realizado en Frankfurt en setiembre de 1994. La expresión “energía
hidroeléctrica económica” pasará a formar parte de la afirmación pública de
los defensores de la energía nuclear, que sostienen que este tipo de energía
podría producir electricidad “demasiado barata para ser medida”, expresión
irónica y bastante singular de la fantasía tecnológica de la década del´50.
52
Notas
1
En 1995 el Banco Mundial finalmente comenzó una evaluación del rendimiento de
49 grandes represas que habían sido financiadas por la entidad. En 1996 el informe todavía
no había sido completado.
2
Waterbury, J. Hydropolitics of the Nile Valley. Syracuse University Press, Nueva York,
1979.
3
Rycroft, R. and Szyliowicz, J. 'The Technological Dimension of Decision Making: The
Case of the Aswan High Dam', World Politics, Vol. 33, No. 1, October; White, G., 'The
Environmental Effects of the High Dam at Aswan', Environment, Vol. 30, No. 7, 1988.
4
Waterbury op. Cit, p. 116.
5
Ver Pearce, F., The Dammed: Rivers, Dams and the Coming World Water Crisis.
Bodley Head, Londres, 1992, pp. 123-128; Gyan-Apenteng, K.. 'Happenings on the Dam',
West Africa, julio 1983, pp. 20-26; Graham, R. 'Ghana's Volta Resettlement Scheme', in
SEELD 2; Barnes, L., Africa in Eclipse. Gollancz, Londres, 1971, pp. 76-87.
6
Rassweiler, A.D. The Generation of Power: The History of Dneprostroi. OUP, Oxford,
1988, p. 3.
7
Tempest, R., 'Deng's Failing Health Gives Boost to Huge Dam Project', Los Angeles
Times, 6 febrero, 1995.
8
Human Rights Watch/Asia, 'The Three Gorges Dam in China: Forced Resettlement,
Suppression of Dissent and Labor Rights Concerns', Human Rights Watch, Nueva York,
1995, p. 3.
9
Worster, D., 'Water and the Flow of Power', The Ecologist, Vol. 13, No. 5, 1983, p.
169.
10
Scudder, T., 'Victims of Development Revisited: The Political Costs of River Basin
Development', Development Anthropology Network, Vol. 8, No. 1, 1990, p. 1.
11
N. del T.: etnia originaria del sur de la India, descendiente de los drávidas.
12
Gunaratne, M.H., For a Sovereign State. Sarvodaya Publishing, Ratmalana, 1988, p.
32.
13
Scudder, op. cit.; Meyer, E. 'Renoveau démocratique au Sri Lanka', Le Monde
Diplomatique, marzo, 1995.
14
Kaplan, R., 'The Coming Anarchy', Atlantic Monthly, febrero; Braun, A. 'The
Megaproject of Mesopotamia', Ceres, marzo-abril; Barham, J., 'Demirel raises stakes in tense
regional game', Financial Times, 10 noviembre. Uno de los primeros patrocinadores del GAP
desde la década del ‘60 ha sido el presidente de Turquía, Süleyman Demirel, ingeniero
hidráulico conocido como el “rey de las represas”, quien frecuentemente se refirió al proyecto
como la reafirmación del orgullo nacional.
15
Reisner, M., Cadillac Desert: The American West and its Disappearing Water. Secker
and Warburg, Londres, 1986, p. 174.
16
'Unravelling the Peace in State Water Wars', San Francisco Chronicle, 21 July, 1995;
'Doolittle's Dam: A Monument to Pork', San Francisco Chronicle, 17 octubre, 1995.
17
Fearnside, P.M., 'Brazil's Balbina Dam: Environment versus the Legacy of the
Pharaohs in Amazonia', Environmental Management, Vol. 13, No. 4.
18
Osava, M. 'Sigue el desorden, pese al control de la inflación', Inter-Press Service, 21
octubre, 1995.
19
Citado en Palmer, T. Stanislaus: The Struggle for a River. UC Press, Berkeley, 1982,
p. 102.
20
Reisner, op. cit., p. 178.
21
A History of the Tennessee Valley Authority. Oficina de Información de la TVA, 1986;
'Dams and Power Plants', Folleto de la TVA, setiembre, 1994.
22
Hirschman, A.O., Development Projects Observed. Brookings Institution, Washington
DC, 1967, p. 21.
23
Grant, N.L., TVA and Black Americans: Planning for the Status Quo. Temple
University Press, Philadelphia, 1990, pp. 75-83; McDonald, M.J. and Muldowney, J., TVA and
the Dispossessed. University of Tennessee Press, Knoxville, 1982.
24
Chandler, W., The Myth of TVA. Ballinger, Cambridge, MA, 1984, p. 7.
25
Wheeler, W.B. and McDonald, M.J., TVA and the Tellico Dam, 1936-1979: A
Bureaucratic Crisis in Post-Industrial America. University of Tennessee Press, Knoxville, 1982.
53
26
Droitsch, D. and Daigle, D. 'FDR's baby becomes a problem child', Amicus Journal,
Summer; Graham, G. 'Work to stop on last nuclear power plants', Financial Times, 13
diciembre, 1994.
27
Beard, D. 'Remarks before the International Commission on Large Dams', Durban,
Sudáfrica, 9 noviembre, 1994.
28
Los cálculos se sacan de los datos de los contratos en las publicaciones de la
industria de las represas; investigación realizada por Davor Orsic. Esta estimación concuerda
con la cifra de la Asociación Nacional de Energía Hidroeléctrica de los EE.UU. de 1995: un
mercado de 500 mil millones de dólares para esta industria dentro de los próximos 20 años.
'US Hydropower Export Initiative', NHA, Washington DC. El PNUD estima que el total de la
inversión mundial en energía es alrededor de 200 mil millones de dólares; Silveira, S.; 'The
Climate Convention and Renewable Energy', Renewable Energy for Development, Stockholm
Environment Institute, agosto 1995.
29
Ver Nakamoto, M., 'Japanese builders fined for collusion', Financial Times, 18 abril ;
'"Irregularities found in dam bidding', The Nation, Bangkok, abril 20, 1995; 'Brazil's
Odebrecht: Pimp or Prince?', The Economist, 29 enero, 1994; 'New police raids in Italian aid
scandal', Africa Analysis, 12 noviembre, 1993; Hooper, J., 'The drain on Spain', Guardian,
Londres, 24 junio, 1995; Ridding, J., 'French utility halts political payments in ethics
campaign', Financial Times, 11 noviembre, 1995; Wise, P. 'Portugal tackles corruption',
Financial Times, 13 junio, 1995.
30
Wilkinson, J.'Lords of Corruption: The Construction Industry Scandal', AMPO Japan-
Asia Quarterly Review, Vol. 24, No. 4, 1993; 'The Nagara Estuary Dam and Kanemaru Shin',
Japan Environment Monitor, septiembre, 1993; Suzuki, M. 'Yoshino River Symposium', Japan
Environment Monitor, julio-agosto 1994.
31
Schilling, P.R y Canese, R. Itaipú: Geopolítica e Corrupção. CEDI, São Paulo, 1991,
p. 8; 'Aquí están las pruebas de la estafa del presidente del Paraguay', La República,
Montevideo, 13 febrero, 1996.
32
Christian, S. 'Billions Flow to Dam (and Billions Down Drain?)', New York Times, 4
mayo, 1990.
33
Scudder, T. et al., The IUCN Review of the Southern Okavango Integrated Water
Development Project. UICN, Gland, Suiza, 1993, p. 12 ; Scudder, T. 'Environmental Politics:
Botswana's Southern Okavango Integrated Water Development Project', Development
Anthropology Network, Vol. 10, No. 2, Fall; Scudder, T. 'Social Impacts', en Biswas, A.K. (ed.)
Handbook of Water Resources and Environment. McGraw Hill, Nueva York, próximo a
publicarse.
34
Ver Sklar, L.,'Professional Ethics: The Dam Dilemma', World Rivers Review; mayo-
junio, 1991; Sklar, L., 'The Ethical Responsibilities of Engineers and Other Professionals
Involved in Large Dam Projects', en Usher, A.D. (ed.) Nordic Dam-building in the South:
Proceedings of an International Conference in Stockholm 3-4 agosto, 1994. SSNC,
Estocolmo.
35
Ryder, G. and Barber, M., Damming the Three Gorges: What Dam Builders Don't
Want You to Know. Earthscan, Londres, 1993, Apéndice B.
36
Gottlieb, R., A Life Of Its Own: The Politics and Power of Water. Harcourt Brace
Jovanovich, San Diego, 1988, p. 7.
37
Smith, N., A History of Dams. Peter Davies, Londres, 1971, p. 230.
38
Gitlitz, J., 'The Relationship Between Primary Aluminium Production and the
Damming of World Rivers', IRN Working Paper 2, Berkeley, CA, 1993. Las eficientes
fundidoras modernas consumen alrededor de 13.500 kWh/t de aluminio producido.
39
Ver Gitlitz, op. cit.
40
Gitlitz op. cit.; Banco Mundial; 'Early Experience with Involuntary Resettlement:
Impact Evaluation on Ghana — Kpong Hydroelectric Project', OED, 30 junio, 1993.
41
Sklar, L. y McCully; 'Damming the Rivers: The World Bank's Lending for Large Dams',
Working Paper 5, IRN, Berkeley, CA, noviembre, 1994.
42
Op. cit. Sklar and McCully, 1994.
43
Ver Wapenhans, W.A. et. al. 'Report of the Portfolio Management Task Force',
Banco Mundial, 1 julio, 1992.
54
44
Rich, B. Mortgaging the Earth: The World Bank, Environmental Impoverishment, and
the Crisis of Development. Beacon Press, Boston, p. 256, 1994.
45
Ver Udall, L.;'The International Narmada Campaign: A Case Study of Sustained
Advocacy', en Fisher, W.F. (ed.) Towards Sustainable Development? Struggling Over India's
Narmada River. M.E. Sharpe, Armonk, N.Y., 1995.
46
Morse, B. et al., Sardar Sarovar: The Report of the Independent Review. RFI,
Ottawa, 1992. Los proyectos Sardar Sarovar en plural se refiere a la represa y los canales de
irrigación asociados.
47
Ver Udall, op. cit.; McCully, P.; 'Cracks in the Dam: The World Bank in India',
Multinational Monitor, diciembre, 1992.
48
Blinkhorn, T.A. and Smith, W.T.; 'India's Narmada: River of Hope. A World Bank
Perspective', en Fisher (ed.) op. cit., 1995.
49
Randel, J. and German, T. (eds.) The Reality of Aid 94: An Independent Review of
International Aid. ICVA/EUROSTEP/ACTIONAID, Londres, 1994.
50
'The kindness of strangers', The Economist, 7 mayo, 1994.
51
Forrest, R., Japanese Aid and the Environment, The Ecologist, Vol. 21, No. 1, 1991.
52
Usher, A. 'Dam Building in the South: The Nordic Connection', Sveriges Natur, junio,
1994. Ver también 'Aid-financed hydropower projects in the developing world — a huge
market for Swedish companies', Development Today, Vol. 14, 1994.
53
Usher, 'Dam Building in the South'.
54
'Confidential note' de A. Kaatz, Delegación de la CE en Kenia a J.F. Boddens-
Hosang, Embajador de los Países Bajos, Nairobi, 5 febrero, 1986; Ozanne, J., 'How Moi's
right-hand man made his wealth', Financial Times, Londres, 27 noviembre, 1991; 'A Story of
Wealth and Power', Weekly Review, Nairobi, 22 noviembre, 1991.
55
Ver McCully, P., 'The Dam Builders' Web: A Story of Corruption, Contracts and
Corruption', World Rivers Review, Fourth Quarter. Agradezco a George Monbiot por conseguir
los documentos sobre los cuales se basa esta estimación de la Embajada de Francia en
Nairobi y por facilitárselos a IRN. Un funcionario público del Ministerio del Exterior de Francia
le comentó al autor Pierre Péan que Spie-Batignolles es “uno de los grandes administradores
de las ‘comisiones’ ”; Kleemeier, E., 1990. 'La France et l'argent noir au Kenya', Politique
Africaine, No. 40, diciembre 1990.
56
National Audit Office, Pergau Hydro-Electric Project. HMSO, Londres, 1993; Randel
and German, op. cit., p. 120.
57
'The curse of Pergau', The Economist, 5 marzo, 1994; Vidal, J. y Cumming-Bruce, N.
'Dam price jumped £81m days after deal', The Guardian, Londres, 19 enero, 1994; 'Whitehall
must not escape Scott-free', The Guardian, Londres, 12 febrero, 1994.
58
Pircher, W. '36,000 Large Dams and Still More Needed', informe presentado durante
la Séptima Conferencia Bienal de la Asociación Británica de Represas, Universidad de
Stirling, 25 junio, 1992.
59
Pircher op. cit.
60
Pearce, F., op. cit., p. 141.
61
'ICOLD: Meeting New Challenges in Building, Maintaining Dams', Hydro Review,
otoño, 1994, p. 17.
62
'ICOLD's achievements in an era of progress and change', Hydropower & Dams,
septiembre, 1995, p. 39 .
63
Veltrop J., 'A Response to IRN’s Letter to ICOLD', World Rivers Review, setiembre-
octubre, 1991, p. 11.
64
'ICOLD’s New President Looks to the Future, International Water Power and Dam
Construction', Agosto, 1991, p. 12.
65
Ver Razvan, op. cit.; Pircher op. cit.; 'A breath of fresh air', International Water Power
and Dam Construction, octubre 1992; Vansant, C., 'Our Friends: The Facts', Hydro Review,
julio, 1995, p. 39.
66
Human Rights Watch – Asia, op. cit.
67
Waterbury, op. cit.
68
Switkes, G.'Governor of Ceará Accuses NGOs For Delay In Northeastern Brazil River
Diversion Project', presentado en una conferencia por Internet env.dams@igc.apc.org, 30
octubre, 1995.
55
69
Com. pers. con un profesor de la Universidad de Baroda.
70
Carta del Dr. J. Zimmerman y R. Wigand al profesor Schoof, Facultad de
Planeamiento Espacial, Departamento de Planeamiento Urbano y Regional, Universidad de
Dortmund, 21 agosto, 1995. Traducido al inglés por Petra Yee.
71
Asia Watch, 'Before the Deluge: Human Rights Abuses at India's Narmada Dam',
Asia Watch, Washington DC, 1992, p. 1.
72
Human Rights Watch/Asia, 'The Three Gorges Dam in China', p. 7.
73
Human Rights Watch/Asia, op. cit.
74
“Declaraciones de John A. Scoville de la compañía Harza Engineering ante una
sesión informativa del Subcommittee on Procurement, Exports, and Business Opportunities
del House Small Business Committee, The Subcommittee on International Economic Policy,
el Trade of the House International Relations Committee, y el Subcommittee on Asia and the
Pacific of the House International Relations Committee”, 30 noviembre, 1995.
75
. Besant-Jones, J., ‘A View of Multilateral Financing from a Funding Agency’, in
Financing Hydro Power Projects '94. La conferencia fue auspiciada por International Water
Power and Dam Construction, Frankfurt, 22 y 23 septiembre, 1994; John Besant-Jones,
entrevista con el autor, 23 septiembre, 1994.
76
Beard, op. cit.
77
Op. cit. Besant-Jones. La mayor parte del 50 por ciento restante de los costos en la
vida útil de una central a carbón es para el combustible.
78
Moreira, J.R. and Poole, A.D. 'Hydropower and its Constraints', in Johansson, T.B. et
al. (eds.) Renewable Energy: Sources for Fuels and Electricity. Island Press, Washington DC,
1993, p. 112. Se han considerado tasas de descuento increíblemente bajas en los análisis
de la relación costo-beneficio de los proyectos hídricos de los EE.UU.; ver Parry, B.T. and
Norgaard, R.B. 'Wasting a River', Environment, Vol. 17, No. 1, 1978.
79
Banco Mundial, Resettlement and Development: The Bankwide Review of Projects
Involving Involuntary Resettlement. 8 abril, 1994, p. 5-22. Las consecuencias económicas de
los beneficios demorados normalmente no son consideradas en los cálculos de costos
excesivos.
80
Morrow, E.W. y Shangraw, R.F. Understanding the Costs and Schedules of World
Bank Supported Hydroelectric Projects. Departamento de Industria y Energía del Banco
Mundial, 1990, pp. 11, 41.
81
Banco Mundial. 'PCR: Argentina: Yacyreta Hydroelectric Project and Electric Power
Sector Project', 1995.
82
Repetto, R., Skimming the Water: Rent-Seeking and the Performance of Public
Irrigation Systems. WRI, Washington DC, 1986, p. 4.
83
Morrow and Shangraw, op.cit; Banco Mundial, 1990.
84
Banco Mundial, Paraguay: Country Economic Memorandum, agosto, 1992; Schilling
and Canese, op. cit., p. 9; Miranda, A., Paraguay y las Obras Hidroeléctricas Binacionales. El
Lector, Asunción, 1988; Altvater, E. 'Brazil: The Giant's Debts', en Altvater, E. et al. (eds.)
The Poverty of Nations: A Guide to the Debt Crisis from Argentina to Zaire. Zed Books,
Londres, 1991; Banco Mundial, World Development Indicators. La primera turbina comenzó a
generar electricidad en 1985. El 98% de la electricidad generada por Itaipú es vendida a
Brasil. Los intereses representan el 40% del costo total del proyecto. Las principales
agencias constructoras de represas en América del Norte también contrajeron deudas
importantes. Hacia fines de 1994 la deuda total de Hydro-Quebec era de US$ 26,25 mil
millones. 'Hydro-Quebec on long-term debt credit watch', International Water Power and Dam
Construction, diciembre, 1994.
85
Rademan, C. 'Three Gorges befuddles financiers', Institutional Investor, junio, 1995;
Carta de Lawrence R. Sullivan, Profesor Adjunto, Universidad de Adelphi a Kenneth Brody,
Presidente y Jefe del Banco Export-Import, 6 diciembre, 1995.
86
Op .cit. Banco Mundial, pp. 5-16, 5-19, 1994.
87
Op. cit., Morrow and Shangraw, p. 21, 1990.
88
Banco Mundial 'India Irrigation Sector Review', p. 22. Sorprendentemente, cada vez
que el grupo del Banco hace mal sus cálculos se lo atribuye al “optimismo”, sin embargo
cuando los funcionarios de la India cometen los mismos errores el BM afirma que se debe
culpar a la deshonestidad.
56
89
Banco Mundial, Op. cit., p. 5-16.
90
Cernea, M.M., 'Involuntary Resettlement in Bank-Assisted Projects: A Review of the
Applications of Bank Policies and Procedures in FY79-85 Projects', Banco Mundial, 1986, p.
14.
91
Cernea, M., 'Poverty Risks from Population Displacement in Water Resources
Development', Instituto de Harvard para el Desarrollo Internacional, 1990, p. 4. Gazdar
estima que Kalabagh desalojaría 124.000 personas. Gazdar, M.N. As Assessment of the
Kalabagh Dam Project on the River Indus Pakistan. EMS, Karachi, 1990.
92
Para ACB erróneos en los EE.UU., ver Goldsmith and N. Hildyard, The Social and
Environmental Impacts of Large Dams, Vol I, Wadebridge Ecological Centre, Cornwall 1984,
pp. 257-276; Berkman, R.L. and Viscusi, W.K. Damming the West: Ralph Nader's Study
Group Report on the Bureau of Reclamation. Grossman, Nueva York, 1973.
93
Ver Adams, J. 'Cost-Benefit Analysis: The Problem, Not the Solution', The Ecologist,
Vol. 26, No. 1, 1996.
94
Mark, R.K. y Stuart-Alexander, D.E. 'Disasters as a Necessary Part of Benefit-Cost
Analyses: Water-project costs should include the possibility of events such as dam failures',
Science, Vol. 197, 16 septiembre, 1977.
95
Carta de Martin Karcher dirigida a Lewis Preston, 12 diciembre, 1994.
96
Athukorala, P. y Jayasuriya, S. 'Macroeconomic Policies, Crises, and Growth in Sri
Lanka 1960 to 1990', mimeo, 1991, citado en Frederiksen, H.D., et al. Water Resources
Management in Asia. Volume I. Main Report. Informe técnico del Banco Mundial 212,
Washington DC, 1993, p. 53.
97
Morrow and Shangraw, op. cit., pp. 10, 22. Los 56 proyectos costaron alrededor de
US$ 317 millones, según el dólar en 1987 y tenían un promedio de capacidad instalada de
388 MW.
98
Op. cit., p. 22, C-1.
99
Banco Mundial, 'India', Vol. I, p. 24.
100
Devine, R.S. 'The Trouble With Dams', Atlantic Monthly, agosto, 1995.
101
Besant-Jones, 'A View of Multilateral Financing'.
102
Warnock, J.G. 'A developers point of view: Not for the faint hearted!', in Financing
Hydro Power Projects '94, p. 142.
57
Capítulo 10
No nos moveremos:
el movimiento internacional contra las represas
Las primeras campañas contra represas que tuvieron éxito fueron dirigidas en
su mayoría por conservacionistas que intentaban preservar áreas silvestres.
Hasta hace poco, la resistencia de los que resultaban directamente afectados
por las represas solía ser frustrada. No obstante, desde la década de los ´70, la
capacidad de las personas directamente perjudicadas para detener las
represas se ha visto fortalecida, principalmente gracias a la formación de
alianzas que apelan a la inquietud de terceros: ecologistas, grupos de derechos
humanos y por la democracia, organizaciones de campesinos e indígenas,
pescadores y amantes de la naturaleza. El desarrollo del ambientalismo ha sido
de gran ayuda para los opositores a las represas, y a su vez en muchos países
las campañas en contra de las represas han desempeñado una labor
preponderante en el desarrollo de movimientos ambientalistas nacionales.
1
Otros factores que contribuyeron al surgimiento del movimiento internacional
han sido la caída de regímenes autoritarios y la difusión de la tecnología de las
comunicaciones modernas.
Los opositores a las represas no están sólo “en contra”, ellos luchan a favor de
tecnologías y prácticas de administración que creen son más sustentables,
justas y eficientes. Los cambios políticos más convenientes para la
preservación o adopción de estas tecnologías y prácticas han constituido el
centro de las demandas de muchas campañas en contra de las represas. Las
disputas con el propósito de mejorar los términos de los reasentamientos o
para detener una represa en particular han dado lugar a movimientos que
reclaman un modelo de desarrollo político y económico totalmente diferente. En
la actualidad, los opositores a las represas sostienen que la toma de decisiones
en forma transparente y democrática es tan importante como las decisiones
mismas. El ejemplo más claro de la importancia política de los movimientos en
contra de las represas es el protagonismo que éstos tuvieron dentro de los
grupos que luchaban por la democracia en la década del ´80, en el este de
Europa y en Sudamérica.
2
´80 y principios de los ´90 de SOS Loire Vivante, en Francia; la incesante
campaña en contra de las represas planificadas para el espectacular río chileno
Bío-Bío; la campaña en contra de la represa Katun, en Rusia, que ha forzado
su suspensión; las fuertes protestas de la minoría étnica igorot, en las Filipinas,
que detuvieron la construcción de las represas sobre el río Chico; y las luchas
de pobladores locales y sus aliados en contra de las represas en Indonesia y
Malasia.2
“¿También deberíamos inundar la Capilla Sixtina para que los turistas puedan
estar más cerca de la bóveda?”, preguntaba el aviso de una página entera
colocado por los conservacionistas en los principales diarios de los EE.UU. en
agosto de 1966. La pregunta, cargada de indignación, en realidad respondía a
un comentario del ministro del Interior Stewart Udall respecto de que los dos
embalses hidroeléctricos planeados para el Gran Cañón ayudarían a que los
turistas a bordo de las lanchas contemplaran el panorama. La campaña en
oposición a las represas Grand Canyon marcó el final de más de una década
de luchas en contra de la Oficina de Reclamaciones (BuRec) sobre la cuenca
del Colorado, que terminaron con los años dorados de los constructores de
represas en los EE.UU. y constituyeron una fuerza vital para la organización del
movimiento ambientalista moderno en el país.
La represa Echo Park, planificada sobre el mayor tributario del Colorado, el río
Green, fue la primera en provocar una dura oposición en la cuenca. Los
conservacionistas se indignaron ante el proyecto de la represa de 175 metros,
no tanto por el impacto que tendría sobre el río, o incluso por el valor
paisajístico de las tierras que inundaría, sino por una cuestión de principios. La
Echo Park hubiera inundado muchos de los cañones del Dinosaur National
Monument; un monumento nacional goza de la misma protección que un
parque nacional, la única diferencia es que mientras los parques son
3
designados por el Congreso, la designación de un monumento es facultad
presidencial. Los conservacionistas creían que si se permitía la construcción de
la represa, esto causaría una avalancha de proyectos de desarrollo en otras
áreas protegidas.
Echo Park alcanzó por primera vez notoriedad pública en 1950, cuando la
popular revista nacional Saturday Evening Post publicó un furioso ataque
contra la represa realizado por el reconocido escritor del oeste de los EE.UU.,
Bernard DeVoto. El artículo fue reimpreso en la revista conservadora y de
circulación masiva Readers' Digest. “Poco después”, expresa el escritor Russell
Martin, “millones de estadounidenses supieron de la existencia de un pequeño
monumento del que nunca antes habían oído y se sentían indignados con lo
que este grupo conocido como la BuRec planeaba construir allí”. Mientras
tanto, Howard Zahniser, secretario ejecutivo de la Wilderness Society,
conformaba rápidamente una coalición de grupos conservacionistas y de
actividades al aire libre que ayudarían a encender la inquietud pública y a
presionar al Congreso en contra de la represa.
Poco después de hacerse cargo del Sierra Club, Brower comenzó a dirigir
excursiones en bote a través del Dinosaur National Monument para mostrar a
los miembros del club la belleza silvestre de los cañones que la represa
inundaría. Un documental rodado durante estos paseos fue difundido a nivel
nacional en apoyo a la causa de los conservacionistas. En 1954, en ocasión de
prestar testimonio ante el Congreso y realizando simples cálculos en una
pizarra, Brower demostró que los ingenieros de la BuRec habían subestimado
groseramente la cantidad de agua que se evaporaría del embalse Echo Park y
sobreestimado la evaporación de los embalses alternativos. El Congreso
4
“cometería un gran error si confiase en las cifras presentadas por la BuRec ya
que éstos no saben sumar, restar, multiplicar ni dividir”, advirtió Brower
sardónicamente. El siguiente golpe para apelar a la opinión pública llegó en
forma de un libro de ensayos editado por Wallace Stegner e ilustrado con
impactantes fotografías del Dinosaur National Monument. Los libros se
enviaron a todos los miembros del Congreso, a todos los empleados
jerárquicos del Ministerio del Interior y a los editores de cada uno de los diarios
que podían interesarse en la represa.
Los políticos y diarios del oeste se horrorizaron por la fuerte oposición a lo que
ellos durante mucho tiempo habían percibido como su derecho inmutable a
utilizar los recursos federales para la construcción de represas y ridiculizaron a
los conservacionistas tratándolos de “bandidos de cabello largo” y
“abominables amantes de la naturaleza”, que declamaban “sinsentidos
románticos”. A pesar de esto, los argumentos técnicos de Brower eran difíciles
de rebatir y aún más embarazosos eran los argumentos económicos, que
explotaban el resentimiento de los legisladores del este por el uso de su dinero
para construir represas en el oeste. En el oeste comenzaron a darse cuenta de
que si continuaban luchando por Echo Park terminarían por perder no sólo ésta
represa sino muchas otras también. Hacia 1956 se había logrado influenciar a
suficientes legisladores del oeste y el Congreso votó en contra de la represa.
Echo Park, sostiene el historiador Roderick Nash, “fue el mejor momento vivido
por el movimiento ambientalista estadounidense hasta entonces”.3
Sin embargo, Echo Park distaba de ser una victoria total. Los conservacionistas
no querían ser percibidos como detractores radicales de cualquier clase de
desarrollo hídrico; su objetivo no era detener la construcción de represas en la
cuenca superior del Colorado, sino mantener las represas fuera de las áreas
protegidas. Como resultado de la estrechez de este objetivo, la alternativa a
Echo Park causó mucho más daño en términos de destrucción de la belleza
natural.
5
Edward Abbey,
Down the River, 1982
6
constituían una nueva táctica que llenaba sacos y sacos de cartas para el
Congreso y ayudó a duplicar la cantidad de miembros de la organización. Los
opositores a la represa también esgrimieron argumentos económicos y
desafiaron las cifras hidrológicas y de sedimentación de los ingenieros. Como
con Echo Park, los conservacionistas tomaron partido por ciertas alternativas -
de lo que más tarde muchos se arrepentirían- y adujeron que la energía que
generarían las represas podría ser producida más económicamente por
centrales nucleares o de carbón.
En su mayoría, las numerosas luchas de los años ’70 en contra de las represas
se disputaban en el ámbito local o regional, sin ideas que lograsen captar la
atención nacional como lo lograron las represas del Colorado en los ´50 y ´60.
En 1973, en apoyo a los diferentes grupos opositores a las represas a lo ancho
y largo del país y para volcar al Congreso a su favor, un grupo de navegadores
de rápidos y conservacionistas crearon el American Rivers Conservation
7
Council (ARCC), con sede en Washington DC. El año anterior, un doctor en
filosofía llamado Brent Blackwelder había colaborado en la fundación del
Environmental Policy Center (EPC) -más tarde rebautizado Environmental
Policy Institute- y se había transformado en el primer opositor de tiempo
completo en contra de los proyectos hidráulicos. Entre 1972 y 1983,
Blackwelder ayudó a detener más de 140 represas, canales y proyectos de
canalización. En 1976 el ARCC y el EPC patrocinaron la primera Dam
Fighters'Conference –la conferencia de opositores a las represas-, reunión que
se convertiría en un evento anual muy difundido entre los activistas de los ríos.5
Resulta irónico que el presidente que más hizo para desmantelar la corruptela
que rodea a los proyectos hidráulicos no fuera el amante de los ríos Jimmy
Carter, sino el objeto de burla y de temor ambientalista, Ronald Reagan. Su
administración comenzó en 1981 con la promesa de más proyectos hidráulicos
y menos gastos públicos, dos objetivos claramente contradictorios. Pero
Reagan no cumplió con su promesa sobre las represas. En 1981 firmó el
primer proyecto de ley que invalidó un grupo de proyectos hidráulicos y canceló
la financiación de siete represas que hubieran costado más de 2 mil millones
de dólares. Las reformas legislativas de la presidencia de Reagan exigían que
los Estados y las comunidades pagasen una mayor proporción del costo de los
proyectos hidráulicos con el objetivo de achicar el gasto gubernamental. Estos
cambios disminuyeron enormemente el atractivo de estos oscuros proyectos y
selló el destino de muchas represas.
8
Cuando Bill Clinton llegó a la presidencia en 1991, el recorte presupuestario y
mejores leyes ambientales se habían combinado para acabar con la
construcción de represas en los EE.UU. En lugar de dedicarse a pelear contra
las propuestas de proyectos, los opositores a las represas podían concentrar la
mayor parte de su energía y tiempo en las campañas para desmantelar las
represas más pequeñas y rediseñar el régimen operativo de las grandes
represas con el fin de minimizar el daño ecológico. “La era de la construcción
de represas en los EE.UU. ha terminado”, sostuvo el comisionado de la BuRec,
Dan Beard, en 1994. “La posibilidad de cualquier proyecto futuro es
extremadamente remota, si no inexistente”.7
9
Esa batalla se libró contra una propuesta de represa sobre la misma cuenca,
aguas abajo. La represa de 180 MW Gordon-under-Franklin, así denominada
por su ubicación sobre el río Gordon, debajo de su confluencia con el Franklin,
hubiera anegado una de las últimas grandes selvas templadas del hemisferio
sur. Hubiera inundado una exótica selva, una de las gargantas más
espectaculares de Australia y cuevas de enorme valor arqueológico con signos
de haber sido habitadas hace 20.000 años.
10
tres semanas. Mientras permanecía bajo arresto, un diario nacional lo nombró
el “Australiano del Año”. El día después de su liberación resultó electo para el
parlamento de Tasmania. El mayor efecto publicitario se logró a mediados de
enero, cuando el botánico inglés y celebridad televisiva Dr. David Bellamy se
unió al bloqueo. Las imágenes de su llegada y posterior arresto recorrieron 32
países.
11
La actitud en Tasmania es muy diferente a la de dos décadas atrás. El gobierno
y la HEC se oponen a drenar al Pedder, pero con mucho menos vehemencia
que cuando impulsaban la construcción de la represa. En lo que respecta al
futuro próximo, la HEC reconoce que sus días de constructora de represas han
finalizado, al menos en Tasmania –en 1994 una subsidiaria comenzó estudios
de factibilidad para la construcción de represas en Laos. La desconexión de
Pedder sólo reduciría en 60 MW la capacidad del sistema energético tasmanio,
mientras que el Estado ya tiene una capacidad excedente de 130 MW. Como
los “verdes” habían señalado en aquel momento, la energía del río Franklin
aparentaba ser necesaria sólo porque la HEC y otros intereses comerciales
decidieron que así fuera.9
Las obras de Nagymaros y de otra represa asociada, 200 kilómetros río arriba
en Gabcikovo, comenzaron en 1978. Si bien a la altura de Nagymaros ambas
márgenes del río se encuentran sobre territorio húngaro, en Gabcikovo la costa
norte pertenecía a lo que por entonces era territorio eslovaco de la república de
12
Checoslovaquia. Durante los primeros años ´80, los checoslovacos tomaron la
delantera con su parte del proyecto Gabcikovo. Por su parte, la crisis
económica húngara de 1981 forzó la suspensión de las obras en Nagymaros y
sobre la orilla sur, en Gabcikovo.
13
A pesar de las intimidaciones, un pequeño grupo de opositores a las represas,
encabezado por el biólogo y periodista Janos Vargha, no guardó silencio. Tres
meses después de la supresión, ilegalmente constituyeron el Duna Kor -Círculo
del Danubio- uno de los pocos grupos de ciudadanos independientes en el
bloque del este. Los ambientalistas tenían la certeza de que las represas
secarían la hermosa región de Szigetkoz –literalmente “región isleña”-, lugar en
donde el Danubio se encuentra con las planicies húngaras y se ramifica
creando un vergel silvestre con innumerables cauces, pantanos, lagunas e islas
boscosas. También temían que el agua del mayor acuífero de Europa central,
que yace bajo Szigetkoz, resultara contaminada por los desechos de las
ciudades aledañas si se perdía el filtro purificador constituido por los
humedales.
El objetivo inicial del Duna Kor era romper el manto de misterio que envolvía a
Gabcikovo-Nagymaros. La primera actividad de campaña fue hacer circular una
petición para que el Parlamento húngaro debatiese el proyecto. Los petitorios
debían ser pasados en secreto entre conocidos; muchos fueron confiscados
por la policía secreta y la gente sentía una comprensible renuencia a declarar
su oposición por escrito. A pesar de las dificultades, se recolectaron más de
6.000 firmas.
14
del levantamiento de 1956, regresó al país en 1987. “Volví a mi tierra porque vi
que las cosas estaban cambiando”, le expresó al periodista británico Fred
Pearce en 1989. Duna Kor era el signo visible de ese cambio. “Lo que Janos
[Vargha] hizo fue extraordinario. [Duna Kor] desafió al gobierno. Atenuaron el
temor del pueblo”.
15
contra de los proyectos hidroeléctricos sobre los ríos Stuma y Mesta. La
marcha fue la mayor manifestación no oficial en Bulgaria desde la Segunda
Guerra Mundial. Un disidente le expresó a un periodista: “En Bulgaria ya no
será posible mantener las opiniones alternativas en silencio. Hemos cruzado la
línea divisoria de aguas”. En cuestión de días, Todor Zhivkov, presidente de
Bulgaria por casi dos décadas, fue expulsado del poder. La nueva
administración acordó suspender los proyectos hidroeléctricos.11
El artículo desató un debate sin precedentes en las columnas del diario. A los
lectores se los instaba a escribir a los funcionarios y hacer circular petitorios en
favor de un debate abierto respecto de la represa, según el espíritu de la nueva
política de glasnost. En respuesta a la inquietud pública, las autoridades
soviéticas iniciaron una revisión del proyecto, que concluyó que éste no era
“viable desde el punto de vista económico” y “que causaría pérdidas ecológicas
irrecuperables”. En noviembre de 1987, y luego de recibir 30.000 cartas de
protesta según los informes, el Consejo Soviético de Ministros descartó el
proyecto. De acuerdo con el Club de Protección Ambiental de Latvia, “este
triunfo del pueblo sobre las fuerzas del centralismo burocrático encendió el
movimiento democrático de independencia latvio e impulsó al novel periodista
Ivans a la presidencia de los 200.000 miembros del Frente Popular, y luego a la
vicepresidencia del nuevo Parlamento de Latvia”. El mismo Ivans alguna vez
denominó a la campaña contra la Daugavpils como “el ensayo final para el
Frente Popular”.12
16
de huelga de hambre de los activistas forzaron a las autoridades soviéticas a
detener la construcción de la represa muy cerca de su finalización.13
17
causa de la represa Tucuruí. “Ellos dijeron que nos recompensarían”, recordó
el jefe ante los kayapó, “pero Eletronorte nos impidió seguir con nuestro
reclamo en la Justicia. No se puede confiar en ellos, dicen que están sólo
realizando estudios y eso nos dijeron a nosotros. Pero con cada estudio
decidían nuestro destino. Poco a poco se fueron instalando y luego se
construyó la represa”.
Un año antes, durante una visita a los EE.UU., Posey, Paiakan y otro jefe
kayapó Kube-i habían captado la atención de la comunidad ambiental
internacional. Con la colaboración de ambientalistas de Washington DC, los
tres se habían entrevistado con funcionarios del gobierno estadounidense y del
Banco Mundial, que estaban analizando si prestarían su colaboración para
financiar las represas. Enfurecidos por el accionar de la delegación, el gobierno
brasileño los acusó de violar una ley que está en contra de la intromisión de los
extranjeros en las políticas nacionales. Pero estas acusaciones en contra de
los indios tuvieron efectos inesperados y provocaron el reclamo de todo el país.
Un conductor televisivo preguntó sarcásticamente: “Si ellos son extranjeros,
¿qué somos nosotros?”. Fuera de Brasil, las acusaciones sirvieron para
provocar oposición al proyecto Xingú y a la probable participación del Banco
Mundial. En Europa, los ecologistas y los grupos defensores de los derechos
indígenas manifestaron ante bancos y embajadas brasileñas, escribieron cartas
al Banco Mundial e invitaron a Paiakan a realizar giras para conseguir apoyo.
La reacción de Eletronorte ante las fuertes protestas fue anunciar que estaba
“reconsiderando” la construcción de Babaquara, que era la mayor represa del
proyecto, un monstruo de 11.000 MW que, junto con el segundo mayor
embalse del mundo, anegaría alrededor de 7.200 kilómetros cuadrados de
selva tropical. A pesar de esta declaración, los kayapó y sus seguidores
dudaron de que Babaquara fuera realmente postergada indefinidamente y
siguieron con la presión sobre el Banco Mundial y el gobierno brasileño. A
principios de 1989 las autoridades brasileñas levantaron las acusaciones en
contra de Paiakan, Kube-i y Posey. En marzo, sólo un mes después de la
reunión en Altamira, el Banco Mundial confirmó que había retirado la propuesta
de prestar 500 mil millones de dólares para la construcción de las represas
sobre el Xingú.14
18
Tierra Sí, Represas No
19
luego luchar por una indemnización justa. Gracias a la perspicacia política de
sus líderes y a las alianzas con otros movimientos sociales, la CRAB obligó a
Electrosul a abrir una mesa de negociaciones. Las exigencias del grupo fueron
apoyadas por manifestaciones callejeras y por otras acciones pacíficas
directas: los topógrafos y otros representantes de la compañía fueron
expulsados de las tierras de propiedad privada, los mojones de medición fueron
arrancados, los sitios destinados a las obras fueron bloqueados y las oficinas
fueron tomadas.
20
Brasil organizaran sus propios comités. En 1989 los grupos realizaron el
“Primer Encuentro Nacional de Afectados por las Represas”, que culminó con
un llamado a detener la construcción de cualquier represa nueva hasta
encontrar soluciones a los problemas causados por los proyectos
hidroeléctricos ya existentes.
21
El vertiginoso crecimiento económico tailandés de las últimas décadas ha
llevado prosperidad a muchos de sus ciudadanos. Pero este desarrollo se
consiguió a expensas de la riqueza natural del país y de sus habitantes más
humildes, en especial los campesinos y los pescadores, cuya subsistencia
depende directamente de la integridad de las selvas, las tierras de cultivo y los
ríos.
22
y el buey salvaje. El bosque ribereño que se anegaría constituye el hábitat más
diverso y raro de la reserva. Además los caminos construidos para llegar a la
represa atraerían a leñadores, cazadores y habitantes ilegales. Según los
opositores a la represa, los agricultores karen habían vivido en esa zona
durante siglos y no habían destruido una gran cantidad del bosque. Sin
embargo, tras ser desplazados, los karen se verían forzados a desmontar
nuevos bosques para establecer sus nuevas granjas. El grupo opositor también
sostuvo que el embalse podría desencadenar terremotos en dos fallas
geológicas activas cercanas.
23
ámbito local y nacional, sino que también formaron fuertes vínculos con el
movimiento ambientalista internacional. La conciencia a nivel internacional
ayudó a que el Banco Mundial y otros organismos extranjeros desistieran de
otorgar fondos para la represa. Hasta la nobleza extranjera tomó partido en el
debate; el príncipe Philip de Gran Bretaña, como presidente del World Wildlife
Fund, WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza), su hijo, el príncipe Charles y
el príncipe Berhardt de Holanda hicieron declaraciones enfatizando la
necesidad de preservar la reserva de Thung Yai.
24
La represa Pak Mun, que causó la lucha más triste desde Nam Choan, fue
construida. Pero los seis años de altercados provocados por la gente afectada
que peleaba por obtener lo que consideraban una compensación adecuada y la
propaganda negativa que se le hizo a EGAT a nivel nacional e internacional
hicieron que la empresa no construyera más represas.21 A principios de 1995,
desde el despacho del primer ministro se declaró que Tailandia no construiría
más “represas para la producción de energía, con el fin de proteger el
ambiente”.22 No obstante en la actualidad aún se llevan adelante muchos
proyectos de control de las inundaciones y de desvío de aguas.
Priya Kurian
Land and Water Review, 1988
25
“Nos aferraremos a la tierra, como un bebé se aferra a su madre”, aseguró
Medha Patkar, del Narmada Bachao Andolan, al London Guardian en abril de
1993. “Cuando las aguas [del embalse] se eleven, las enfrentaremos como
siempre hemos prometido hacerlo. No es suicida y no queremos morir, pero el
compromiso de enfrentar las aguas ha sido la base de nuestro movimiento”24.
El movimiento Narmada Bachao Andolan (Movimiento Salvemos al Narmada)
ha ganado respeto a nivel internacional y también popularidad en el ámbito de
las represas por el valor y la determinación que mostraron en su campaña en
contra de la represa Sardar Sarovar. Según las palabras de The Washington
Post, Sardar Sarovar se ha transformado en un “símbolo mundial de la
catástrofe ambiental, política y cultural”.25 Sin embargo la lucha por el Narmada
sólo constituye una parte en la larga lista de ejemplos de resistencia a las
grandes represas en India.
26
entonces la resistencia al proyecto ha recrudecido en forma discontinua y ha
logrado que la implementación del proyecto fuera retrasada por mucho tiempo.
Sin embargo no se ha podido detenerlo o mejorar considerablemente las
condiciones del reasentamiento.28
Otra campaña que comenzó a mediados de los ´70 y que aún continuaba
veinte años después es la que se opone a la represa Tehri, en los Himalayas
occidentales. En un principio la demanda del Comité de Lucha contra la
Represa Tehri para que el proyecto fuera cancelado contó con el apoyo de
todos los partidos políticos locales. Sin embargo, a medida que pasaba el
tiempo y la construcción de la represa progresaba lentamente, la oposición se
disolvió. El cese de las inversiones gubernamentales y comerciales en la vieja
localidad de Tehri a causa de su inminente anegamiento y los años de
incertidumbre finalmente llevaron a muchos residentes de la zona a abandonar
su oposición activa.
El primer triunfo importante del movimiento contra las represas en India fue la
campaña en oposición al proyecto hídrico de 120 metros en el Valle Silencioso,
al sudoeste del país, en el Estado de Kerala. A diferencia de la mayoría de las
represas indias, pocas personas serían desplazadas por este proyecto. La
oposición surgió principalmente debido a la indignación de los ambientalistas
por la posible destrucción de una de las pocas áreas de selva tropical
relativamente intactas del país. En un principio los residentes de la zona
apoyaron a la represa del Valle Silencioso creyendo que ésta generaría
empleo, pero luego muchos fueron alertados por los activistas de que la
represa y la posterior deforestación dañarían su forma de subsistencia y de
vida. La participación de los miembros nacionales de la World Wildlife Fund,
WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) y de la Unión Mundial para la
27
Naturaleza (UICN) concitaron la atención internacional y la presión sobre el
gobierno indio. La primera ministra Indira Gandhi ordenó la suspensión del
proyecto en 1983.30
La larga lucha
28
al futuro y los indujo a que se organizaran para obligar al gobierno a respetar
sus derechos.
Patkar pasó la mayor parte del tiempo entre los adivasis, en los remotos y
escarpados cerros de Maharashtra. Con el correr de los años su capacidad de
persuasión y de organización hicieron que se ganara la confianza de muchos
habitantes de la zona y también que un grupo de jóvenes comprometidos
viniera al valle. Este grupo, conformado por ingenieros, asistentes sociales y
periodistas, desempeñaría una función fundamental en el movimiento
Narmada.32 A principios de 1986 los activistas y los habitantes de Maharashtra
crearon el Narmada Dharangrast Samiti, NDS -Comité para las Personas
Afectadas por la Represa Narmada. Los habitantes pertenecientes al NDS se
rehusaron a moverse de sus viviendas, como así también a cooperar de
cualquier forma con los funcionarios de la represa hasta que sus demandas
con respecto al reasentamiento fueran satisfechas.
29
activistas tuvieron más apoyo de las organizaciones ambientales, defensoras
de de los derechos humanos, religiosas, de la gente sin tierra y de los adivasis
en todo el país. Dentro del valle los activistas formaron alianzas sin distinción
de clases ni castas, e incluso entre las áreas de adivasi y de “castas hindúes”.
Los habitantes que fueron desplazados en los años ´60 con el fin de construir
una ciudad para los obreros de la represa y los agricultores que perdían sus
tierras por la extensa red de canales también se unieron a los grupos
opositores. En 1989 este movimiento cada vez más grande se fusionó en una
alianza entre los habitantes directamente afectados y sus adeptos locales y
nacionales y conformaron el Narmada Bachao Andolan (NBA).
El frente internacional
30
parte de la prensa nacional. Luego los activistas se reunieron con funcionarios
del gobierno japonés. Un mes después del simposio los japoneses retiraron
toda la financiación adicional para la represa. Ésta fue la primera vez que
Japón canceló un préstamo de ayuda por razones ambientales y humanitarias.
En marzo de 1990, el NBA, que había mantenido una cerrada posición de “no a
la represa”, buscó romper el estancamiento entre las fuerzas pro y anti-represa
proponiendo la suspensión del proyecto hasta que no se realizara una revisión
abierta y exhaustiva. En su intento por hacer que el gobierno aceptara llevar a
cabo la revisión, el NBA organizó el evento más espectacular de su campaña.
El día de Navidad de 1990 unas 3.000 personas desplazadas y partidarios del
NBA marcharon rumbo al sitio de la represa desde la ciudad de Rajghat, en
Madhya Pradesh, en lo que se denominaría la Larga Marcha. Ocho días más
tarde los manifestantes llegaron a la población de Ferkuwa, en el límite con
Gujarat, y se encontraron con que el camino estaba bloqueado por la policía y
por una contramanifestación organizada por el gobierno de Gujarat, por lo que
continuó un largo e improductivo mes de encono.
31
fin era salvarse o perecer bajo las aguas, se sentaría a esperar la inundación.
La respuesta del gobierno fue prohibir la entrada de Patkar y de otros activistas
a estas poblaciones durante el monzón y las protestas en contra de la represa
por parte de los habitantes.
Sin los fondos del Banco Mundial las obras del sistema de canales pronto se
detendrían. Los recursos financieros disponibles se destinaron a levantar la
32
pared de la represa, el símbolo más visible del proyecto y el más intimidante
para las personas que se resistían al reasentamiento. La inundación a gran
escala comenzó durante el monzón de 1993; en ese momento la pared de la
represa tenía 44 metros de altura. Las tierras de cientos de pobladores se
inundaron y las casas y las pertenencias de 40 familias fueron arrastradas por
el agua. La policía arrestó a los ocupantes de las casas que estaban en la parte
más baja y los arrastraron tierra arriba para evitar que cumplieran su promesa
de ahogarse. Durante los monzones de 1994 y 1995 se repitieron escenas
similares. En 1995 algunos pobladores desafiaron a las aguas, que les llegaron
al pecho.
Cada vez más frustrados con la falsedad del gobierno, los arrestos y las
golpizas incesantes a los activistas y la inundación de las casas en el valle, el
NBA decidió utilizar nuevamente su arma más poderosa: sus propias vidas. En
julio de 1993 el NBA anunció que si el proceso de revisión no comenzaba el 6
de agosto, siete activistas se arrojarían en el Narmada, entonces desbordado a
causa del monzón. Unas horas antes de que venciera el plazo impuesto por el
NBA el gobierno central le dijo a una delegación del movimiento que formaría
un grupo constituido por cinco personas para “examinar todos los aspectos del
Proyecto Sardar Sarovar”. El jal samarpan, “autosacrificio por ahogo”, fue
suspendido.
33
En mayo de 1994 el NBA abrió otro frente en su campaña cuando presentó
argumentos fuertes en contra del proyecto ante la Suprema Corte en Nueva
Delhi. El caso siguió adelante, pero lamentablemente con mucha lentitud y
numerosas postergaciones, retrasos y cancelaciones.
Tres días antes de finalizar las medidas de fuerza la Suprema Corte ordenó
que se hiciese pública la revisión a cargo del comité gubernamental. El informe
cuestionó los datos fundamentales utilizados para el diseño del proyecto y
criticó las tentativas de reasentamiento. La Corte encargó al equipo de revisión
una investigación adicional respecto de la factibilidad del proyecto.
En enero de 1995 el NBA recibió un estímulo importante por parte del gobierno
de Nueva Delhi que obligó a Gujarat a no levantar el muro de la represa más
allá de su punto inferior -a 63 metros por encima del lecho del río-, es decir
poco menos de la mitad de la altura final planeada. La orden de suspensión se
dio porque el proyecto estaba violando un fallo de la Corte que disponía que los
desplazados debían ser reubicados seis meses antes de que sus tierras fueran
anegadas.34
34
en el Banco Mundial y en la industria india e internacional de las represas. Es
muy difícil que el Banco financie algún otro proyecto de desarrollo hídrico de
semejante escala en un país democrático. Tampoco será sencillo que en un
futuro cercano los grupos defensores de las represas indios logren concluir
algún proyecto que implique el desplazamiento de tantas personas. “Ya no nos
interesan las grandes represas”, dijo el ministro de la energía indio N.K.P.
Salve al International Water Power and Dam Construction a fines de 1993. ”De
ser necesario, preferimos proyectos en el cauce de un río y represas más
pequeñas que no ocasionen ningún trastorno a las cuestiones ambientales”.35
El NBA siente que su función va más allá del desafío a una represa en
particular o incluso a la construcción de las represas en general. Patkar y otros
líderes del NBA han recorrido toda India apoyando otras luchas en contra de
proyectos de desarrollo estatales y privados destructivos que dejan a los
humildes sin su derecho a la subsistencia. Junto a otros grupos/destacados
defensores del ambiente, de mujeres, de castas inferiores y también
agrupaciones seguidoras de Gandhi, el NBA ha ayudado a formar la National
Alliance of People's Movements, NAPM -Alianza Nacional de Movimientos
Populares. En marzo de 1996, luego de una gira nacional de seis semanas, los
representantes pertenecientes a aproximadamente cien organizaciones
emitieron la “Resolución Popular”, una plataforma ideológica común para la
NAPM a la cual adhirieron numerosas organizaciones de India con la idea de
lograr una “poderosa fuerza social y política”. 36
35
El libro de Edward Goldsmith y Nicholas Hildyard, The Social and
Environmental Effects of Large Dams (Los impactos sociales y ambientales de
las grandes represas), publicado en 1984, ayudó a extender el conocimiento
acerca del movimiento internacional contra las represas. Fue la primera obra
que reunió los principales argumentos contra las grandes represas y que
insistió en que los problemas ocasionados por las mismas no eran exclusividad
de un proyecto o de regiones específicos, sino que eran en gran parte
inherentes a esta tecnología. Mientras Goldsmith y Hildyard, editores del diario
inglés The Ecologist, estaban investigando y escribiendo su obra Philip
Williams, hidrólogo inglés residente en San Francisco que trabajaba en forma
independiente, llegó a muchas de las mismas conclusiones. Williams llevaba
años colaborando con los ambientalistas para tratar de detener los proyectos
hídricos en California. Su investigación lo condujo al estudio de los
antecedentes acerca de la seguridad de las represas en todo el mundo, lo que
a su vez lo llevó a observar detenidamente las actividades de la industria
internacional de las represas.
Mientras los grupos que estaban en Washington presionaban cada vez más al
Banco Mundial, a fines de 1985 Philip Williams convenció a un equipo de
ambientalistas californianos para que comenzaran a publicar bimestralmente el
boletín International Dams Newsletter. El primer número incluyó críticas a los
proyectos Tres Gargantas, Bakun y Narmada, los cuales aún después de una
década siguen siendo el foco de atención de las campañas internacionales. A
mediados de 1987 el grupo adquirió el nombre oficial de International Rivers
36
Network, IRN (Red Internacional de los Ríos) y al boletín se le cambió el
nombre y se lo llamó World Rivers Review.
La publicación resultó ser un foro valioso para los activistas contra las represas,
que eran cada vez más en todo el mundo. Sesenta de estos activistas se
encontraron en junio de 1988 en una conferencia organizada por la IRN en San
Francisco. Los asistentes aprobaron la Declaración de San Francisco, que
demandó una moratoria de todos los nuevos proyectos de grandes represas
que no cumplieran con una lista de requisitos con respecto a la participación de
las personas afectadas en el proceso de planeamiento, al acceso a la
información sobre el proyecto, al impacto ambiental, al reasentamiento, a la
seguridad, a los impactos sobre la salud y a la economía. También aprobaron
una Declaración sobre el Manejo de las Cuencas, que recomendaba algunas
alternativas para evitar las grandes represas. Los puntos establecidos en
ambas declaraciones sintetizaron mejor aún las demandas fundamentales del
movimiento internacional. (ver Apéndice 1).
37
El apoyo a la Declaración de Manibeli es la mejor demostración del alcance de
la oposición internacional a las grandes represas a mediados de los años ´90
(ver Apéndice 2). El documento, preparado por la IRN junto con colegas de
India y otros lugares, fue entregado al presidente del Banco Mundial, Lewis
Preston, en setiembre de 1994 durante los actos del 50º aniversario de la
institución. La declaración demanda una moratoria del apoyo económico del
Banco Mundial a las grandes represas hasta que se cumpla con ciertos
requisitos, entre los cuales figuran la concesión de fondos para compensar a la
gente que fue desplazada a la fuerza y no recibió indemnizaciones adecuadas,
el perfeccionamiento de las prácticas de acceso a la información y de
evaluación de los proyectos y una revisión independiente del rendimiento de
todas las represas construidas con el apoyo del Banco Mundial. La Declaración
de Manibeli fue aprobada por 326 grupos y coaliciones de 44 países. Si se
cuentan los grupos miembro de las coaliciones y de las redes en forma
individual, las adhesiones superan las 2.000. A pesar de que el Banco nunca
respondió formalmente a la Declaración de Manibeli, cuatro meses después de
recibirla el Departamento de Evaluación de Operaciones del Banco comenzó a
estudiar por primera vez a un grupo de represas financiadas por la institución.
Notas
1
Pircher, W. '36.000 Large Dams and Still More Needed', trabajo presentado en la Séptima
Conferencia Bienal de la British Dam Society (BDS), Universidad de Stirling, 25 junio, 1992.
2
Ver Palmer, T., Stanislaus: The Struggle for a River. Prensa de la UC, Berkeley, 1982:
McCutcheon, S., Electric Rivers: The Story of the James Bay Project. Black Rose Books,
Montreal, 1991: Dalland, Ø. (próximo a editarse) 'The Last Dam in Norway: Whose Victory' en
Usher, A.D. (ed.) Dams as Aid: A Political Anatomy of Nordic Development Thinking. Routledge,
38
Londres: Lövgren, L. (próximo a editarse) 'Moratorium in Sweden: A History of the Dams
Debate' en Usher (ed.) op. cit.: Wallace, A., 'A river runs through her', Amicus Journal, invierno,
1994; 'SOS Loire Vivante: Actions and Strategies', SOS Loire Vivante, Le Puy, mayo, 1995:
Orrego, J.P. (próximo a editarse) 'In Defense of the Biobío River', en Usher (ed.) op. cit.:
'International Opposition to Katun Dam', World Rivers Review, marzo-abril, 1990; Caufield, C.,
'"Ban the Dam" Protests Stall Siberian Project', Emerging Markets, 12 abril, 1992: Drucker, C.,
'Dam the Chico: Hydro Development and Tribal Resistance in the Philippines', en SEELD 2:
Aditjondro, G. y Kowaleski, D. 'Damning the Dams in Indonesia: A Test of Competing
Perspectives', Asian Survey, Vol. XXXIV, No. 4, abril, 1994.
3
Por relatos acerca 'Dinosaur Battle' ver Palmer, T. Endangered Rivers and the Conservation
Movement. Prensa de la Universidad de California Press, Berkeley, 1986, pp. 68-74 ; Reisner,
M. Cadillac Desert: The American West and its Disappearing Water. Secker y Warburg,
Londres, 1986, pp. 294-5; Martin, R. A Story that Stands Like a Dam. Henry Holt, Nueva York,
1989, p. 53; y Gottlieb, R. Forcing the Spring: The Transformation of the American
Environmental Movement. Island Press, Washington DC, 1993, pp. 41-46.
4
Palmer, Endangered Rivers, pp. 78-86.
5
Palmer, op. cit., p. 132.
6
Ver Palmer, op. cit; Reisner, op. cit., pp. 324-43; Powledge, Water: The Nature, Uses, and
Future of Our Most Precious and Abused Resource. Farrar, Straus, Giroux, Nueva York, 1986,
pp. 306-10.
7
Beard, Daniel; 'Remarks before the International Commission on Irrigation and Drainage',
Varna, Bulgaria, 18 de mayo, 1994.
8
Thompson, P., 'Saving Tasmania's Franklin and Gordon Wild Rivers', en SEELD 2, pp. 69-77;
The Blockaders, Franklin Blockade. The Wilderness Society, Hobart, 1983; Steffen, W., 'Furor
Over the Franklin', Sierra, setiembre/octubre, 1984; Lambert, G. y Colem, G. 'The face of things
to come', Wilderness News; mayo, junio, julio, 1993.
9
'Pedder Unplugged', Wilderness News, mayo, junio, julio, 1994; Montgomery, B. 'Voices in the
wilderness get their say on Pedder', The Australian, 22 febrero, 1995. La HEC sostuvo que la
demanda de electricidad en Tasmania crecería más de la mitad entre 1983 y 1995. La
demanda real de 1995 era sólo 12% mayor que la de 1983, cercana a la proyección de los
ambientalistas; Gee, H. 'Pulling the Plug on Pedder', Habitat Australia, mayo, 1994.
10
Principales fuentes para la sección del Danubio: Caufield, C., 'The Last Tale of the Vienna
Woods', Not Man Apart, enero, 1985; Thorpe, N.F., 'The Danube Dam and the Hungarian
Greens', en SEELD 2, pp. 78-81; Pearce, F. (1991) Green Warriors: The People and the Politics
Behind the Environmental Revolution. Bodley Head, Londres, 1991, pp. 107-116; Pearce, F.,
The Dammed: Rivers, Dams and the Coming World Water Crisis. Bodley Head, Londres, 1992,
pp. 256-262; Sibl, J. (ed.) Damming the Danube: What Dam Builders Don't Want You to Know.
A Critique of the Gabcikovo Dam Project. SZOPK/SRN, Bratislava, 1993; entrevista con Janos
Vargha, 26 octubre, 1994.
11
Pearce, op. cit., pp. 117-118; Searle, P. y Power, M., 'Sofia cracks down on demonstrators',
The Guardian, Londres, 27 octubre, 1994; 'Bulgaria puts hydro schemes on ice', New Scientist,
2 diciembre, 1989.
12
'The Daugavpils HES: Environmentalism Sparks Revolution', en 'Latvia: Environmental
Crisis/Environmental Activism', resumen elaborado por la filial estadounidense del
Environmental Protection Club de Latvia, 1990.
13
Entrevista con el autor, 22 septiembre 1995. A principios de 1996 la autoridad eléctrica de
Georgia aún pedía la finalización de Khudoni. 'World Atlas of Hydropower & Dams', Hydropower
& Dams, enero, 1996, p. 129.
14
Para leer un relato de la historia de la represa Xingú ver: Hildyard, N. '¿Adiós Amazonia? A
Report from the Altamira Gathering', The Ecologist, Vol. 19, No. 2, 1989; Pearce, op. cit., pp.
132-139; Cummings, B.J., Dam the Rivers, Damn the People. Earthscan, Londres, 1990, pp.
63-88; y también artículos en las publicaciones de 1988 y 1989 de World Rivers Review.
15
Morais, M.S. 'Energy and Development: Victims of Hydroelectric Dams Say No!', en Acselrad,
H. (ed.) Environment and Democracy. IBASE, Rio de Janeiro, 1992.
16
'Atingidos por Barragens', en portugués significa literalmente 'golpeados' por las represas. Se
lo ha traducido al inglés como 'víctimas', 'perjudicados', 'impactados', o 'refugiados de las
represas'. Los activistas brasileños prefieren la traducción 'afectados por las represas'.
39
17
Bermann, C. 'Self-Managed Resettlement — A Case Study: The Itá Dam in Southern Brazil',
artículo presentado en la conferencia 'Hydropower Into the Next Century', Barcelona, junio,
1995; Oliver-Smith, A., 'Fighting for a Place: The Policy Implications of Resistance to
Development-Induced Resettlement', presentado en la conferencia 'Development Induced
Displacement and Impoverishment', Oxford, enero, 1995; Morais op. cit.
18
CUT-CRAB, 'Terra Sim, Barragens Não', 1989; CABA, MS sin título, Altimira, 1991; Serra,
M.T.F., 'Resettlement Planning in the Brazilian Power Sector: Recent Changes in Approach' en
Cernea, M.M. y Guggenheim, S.E. (eds.) Anthropological Approaches To Resettlement: Policy,
Practice and Theory, Prensa de Westview, Boulder, CO, 1993.
19
Hirsch, P., Political Economy of Environment in Thailand. Diario de Editores Contemporáneos
Asiáticos, Manila, 1993; Tuntawiroon, N. y Samootsakorn, P., 'Thailand's Dam Building
Programme: Past, Present and Future', en SEELD 2; Rigg, J., 'Thailand's Nam Choan Dam
project: a case study in the 'greening' of South-East Asia', Global Ecology and Biogeography
Letters, Vol. 1, 1991; The Ecologist, Vol. 17, No. 6, 1987.
20
Usher, A.D., 'Villagers still stranded from first WB hydro dam', The Nation, Bangkok, 9
octubre, 1991.
21
Ver 'Ongoing protests over Pak Moon', Thai Development Newsletter, Bangkok, No. 24,
1994; Ryder, G., 'Case Study: Pak Mun Dam in Thailand', trabajo presentado en el simposio
'Both Sides of the Dam', Delft University of Technology, 22 febrero, 1995; Hubbel, D. 'Thailand's
Pak Mun Dam: A Case Study', World Rivers Review, Cuarto Trimestre; 'EGAT set to pay up on
Pak Mool Dam', The Nation, Bangkok, 24 marzo, 1995.
22
'Savit: Dams will not be built for power production', Bangkok Post, 24 febrero, 1995. A pesar
de que la protección ambiental es la razón para detener la construcción de la represa, es de
esperar que lo económico tenga al menos igual importancia.
23
Ver 'Special Mekong Issue', World Rivers Review, Cuarto Trimestre, 1994.
24
McCully, P., 'Why I Will Drown', The Guardian, Londres, 16 abril, 1993.
25
Moore, M., 'India's Lifeline or Man-Made Disaster?', The Washington Post, 24 agosto, 1993.
26
Pattanak, S.K. et al., 'Hirakud Dam Project: Expectations and Realities', en Chaudhary A. y
Singh, K., compiladores; People and Dams, PRIA, Nueva Delhi, 1990, pp. 52-53; Viegas,
P.,'The Hirakud Dam Oustees: Thirty Years After', en Thukral, E.G. (ed.) Big Dams, Displaced
People: Rivers of Sorrow, Rivers of Change. Sage Publications, Nueva Delhi, 1992, pp. 45-47.
27
Bhanot, R. y Singh, M., 'The Oustees of Pong Dam: Their Search for a Home', en Thukral
(ed.) op. cit., p. 101.
28
Areeparampil, M., 'The Impact of Subarnarekha Multipurpose Project on the Indigenous
People of Singhbhum', en Chaudhary y Singh, compiladores; op. cit., p. 101. La construcción
del proyecto Subarnarekha continuó lentamente con fondos del Banco Mundial durante los
años ´80. En 1988, cuando se cerraron las compuertas de la represa Candil, el Banco Mundial
suspendió sus préstamos a causa de la terrible situación de los reasentamientos, pero dos
años después comenzaron los desembolsos nuevamente. En 1993 el Banco Mundial decidió
retirar su propuesta de otorgar nuevos préstamos para completar el proyecto. Rich, B.
Mortgaging the Earth: The World Bank, Environmental Impoverishment, and the Crisis of
Development. Beacon Press, Boston, 43-46, 1994.
29
Pearce op. cit., pp. 144-158; Tehri Action Group, 'Prime Minister Betrays Bahuguna Again on
Tehri Dam Review', Nueva Delhi, 29 agosto, 1995; A. Brown, 'Tehri Stalled by Powerful Fast',
World Rivers Review, Vol. 11, Nº 3, julio, 1996.
30
Centre for Science and Environment, The State of India's Environment — 1982: A Citizen's
Report. CSE, Nueva Delhi, 1982, p. 64; Palat, R.K. (1985) 'A Tropical Rainforest: Development
or Conservation', Land Use Policy, julio, 1996.
31
La represa Bodhghat fue suspendida cuando el Banco Mundial retiró su oferta de
financiación en 1988. Finalmente fue cancelada por el gobierno de Madhya Pradesh en 1995;
'Bank Halts Bodhghat Funding', World Rivers Review, setiembre-octubre, 1988; 'India province
cancels project', Hydro Review Worldwide, verano, 1995.
32
Entre los numerosos activistas externos que trabajaron en la campaña Narmada, Alok
Agarwal, Shripad Dharmadhikary, Arundhati Dhuru, Nandini Oza, Sanjay Sangvay y Himanshu
Thakker han desempeñado un papel de especial importancia.
40
33
Bruce Rich del EDF y Marcus Colchester de Survival International del Reino Unido visitaron
el Narmada antes del primer viaje de Patkar a los EE.UU. y fueron los primeros en enfrentarse
activamente al Banco Mundial.
34
Para esta crónica se utilizaron numerosos diarios y otras fuentes. En especial las
publicaciones de World Rivers Review; Asia Watch 'Before the Deluge: Human Rights Abuses
at India's Narmada Dam', Asia Watch, Vol. 4, Número 15, 1992; Lawyers Committee for Human
Rights 'Unacceptable Means: India's Sardar Sarovar Project and Violations of Human Rights.
October 1992 through February 1993', LCHR, Nueva York, 1993; Patkar, M., en diálogo con
Smitu Kothari. 'The Struggle for Participation and Justice: An Historical Narrative', Fisher, W.F.
'Development and Resistance in the Narmada Valley', Udall, L. 'The International Narmada
Campaign: A Case of Sustained Advocacy', todo en Fisher, W.F. (ed.) Towards Sustainable
Development? Struggling Over India's Narmada River. M.E. Sharpe, Armonk, N.Y., 1995;
Caulfield, C. The Illusion of Plenty: The World Bank and the Poverty of Nations. Henry Holt,
Nueva Cork, 1997. Ver también A Valley Rises, un film de Ali Kazimi, 1994; y Narmada Diary,
video de Anand Padwardhan, 1995. También comunicación personal con Medha Patkar,
Shripad Dharmadhikary y Himanshu Thakker.
35
O'Neil, P., 'India: Eternal snows versus finite fuels', International Water Power and Dam
Construction, enero, 1995.
36
'National Allience of People’s Movements', NAPM, Bombay, 1996, p. 2.
41
Epílogo
De la represa a la cuenca
La clave para proteger y restaurar los ríos radica en tratar a las cuencas en su
integridad, con cuidado y respeto. Pensar a nivel de cuenca significa concebir a los
ríos como parte integral de un complejo y dinámico sistema de tierra, agua y
biodiversidad. La alteración de una parte del sistema finalmente afectará a todas las
demás. En consecuencia, cuidar a los ríos significa cuidar el agua, el suelo, el
ecosistema y el aire: gran parte de la contaminación que ingresa a los sistemas
acuáticos es arrojada a la atmósfera y luego llega a la tierra.
Se deben alentar aquellos modos de vida que permitan satisfacer las necesidades
económicas, culturales y espirituales, y mantener sanas a las cuencas; y las fuerzas
que las destruyen, que destruyen el mundo natural en general, deben ser detenidas.
En el largo plazo no pueden existir sociedades sanas sin cuencas sanas.
1
APÉNDICE 1
• Todas las personas que pierdan sus hogares, tierras o formas de vida
deben ser plenamente indemnizadas por las agencias contables.
1
• Se debe investigar el riesgo de la seguridad pública debido al potencial
colapso de la represa y el análisis deberá libre disponibilidad para
cualquier persona que habite el área potencial de inundación.
2
• Los valores económicos proyectados deben contemplar todos los
costos económicos del daño ambiental, y todos los costos asociados
con la construcción, la preparación, el mantenimiento y el
desmantelamiento.
3
APÉNDICE 2
DECLARACIÓN DE MANIBELI*
Llamado a una Moratoria del Financiamiento del Banco
Mundial a las Grandes Represas
Junio, 1994
CONSIDERANDO QUE:
1
amenazadas y en peligro de extinción, y aumentando la propagación
de enfermedades originadas o transmitidas por el agua;
2
aun cuando existían alternativas menos costosas y destructivas,
como en Nepal, donde el caso puede repetirse con Arun III;
3
15 El Banco Mundial jamás ha mencionado en sus políticas,
investigaciones o diseños de represas, el desmantelamiento de las
grandes represas, una vez cumplida su vida útil a causa de la
sedimentación en los embalses y el deterioro físico;
4
deberán tener participación en la identificación, diseño,
implementación y control de los proyectos, y dar su consentimiento
antes de que el proyecto pueda ser implementado;
5
Desarrollo (IDA), financiamiento se opone al acuerdo de los 10
donantes de IDA.
6
Represas que involucran reasentamiento forzado
Represa/Proyecto Río Estado/Provincia País Desplazados Área del embalse (ha Altura de la represa (mt) Capacidad Instalada (MV) Año de finalización Propósito Ref.
El Chocón Limay Neuquén Argentina 700 83000 86 1200 1973 P 1
Piedra del Aguila Limay Neuquén/Rio Negro Argentina 400 29200 173 1400 1991 P 2
Salto Grande Uruguay Argentina/Uruguay 20000 78300 65 1890 1979 P 2
Yacyretá Paraná Argentina/Paraguay 68000 172000 43 3100 1998 P 2
Mingechaur Kura Azerbaijan 4600 63500 80 360 1955 P 3
Kaptai (Karnafuli) Karnafuli Chittagong Hill Tracts Bangladesh 100000 65600 46 230 1962 P 4
Avila Avila Rondônia Brasil 100 38 28 1990 P 5
Balbina Uatumã Amazonas Brasil 1100 314700 33 250 1989 P 6
Cana Brava Cana Brava Minas Gerais Brasil 500 25 480 1983 P 5
Furnas Grande Minas Gerais Brasil 8500 144000 127 1216 1963 P 7
Itá Uruguay Rio Grande do Sul/Santa Catarina Brasil 12000 10300 125 1620 1999 P 8
Itaparica São Francisco Bahia/Pernambuco Brasil 40100 83400 105 2500 1988 P 9
Itumbiara Paranaiba Goiás/Minas Gerais Brasil 3700 76000 106 960 1982 P 1
Moxotó São Francisco Alagõas/Bahia/Pernambuco Brasil 1000 8800 34 2440 1977 P 10
Nova Ponte Araguari Minas Gerais Brasil 5000 44300 142 510 1994 P 11
Pedra do Cavalo Paruaguaçu Bahia Brasil 4400 142 600 1985 P 5
Porto Primavera (Eugenheiro Sergio Motta) Paraná Mato Grosso do Sul/ São Paulo Brasil 10500 225000 38 1815 1998 P 12
Salto Caxias Iguaçu Paraná Brasil 5000 13200 67 1240 1999 P
Salto Santiago Iguaçu Paraná Brasil 1500 22500 39 2000 1980 P 7
Samuel Jamari Rondonia Brasil 1800 57900 60 216 1989 P 5
São Simão Paranáiba Minas Gerais/Goiás Brasil 14000 67400 128 1635 1978 P 1
Segredo Iguaçu Paraná Brasil 2700 8200 140 1260 1993 P 7
Serra da Mesa Tocantins Goiás Brasil 6800 144 1200 1998 P 5
Sobradinho São Francisco Bahia/Pernambuco Brasil 70000 4124000 33 1050 1982 P 1
Taquaruçu Paranapanema Paraná Brasil 200 58 500 1985 P 5
Três Irmãos Tietê São Paulo/Mato Grosso do Sul Brasil 1600 82000 62 1292 1990 P 5
Tucuruí (Raul G. Lhano) Tocantins Pará Brasil 30000 243000 93 4200 1984 P 13
Xingó São Francisco Alagõas/Sergipe Brasil 150 6000 140 3000 1996 P 5
Itaipú Paraná Paraná Brasil/Paraguay 42400 135000 196 12600 1982 P 14
Proyecto La Grande (4 represas) La Grande Quebec Canadá 1900 1590000 15719 1996 P 7
M'bali (Boali 3) M'bali Rep.de África Central 700 30 1991 M 15
Bapanxia Yellow Gansu China 2250 1975 P 16
Daguangba Changhua Hainan China 23800 9900 56 240 1995 P 7
Danjiangkou Hanjiang Hubei China 383000 97 900 1974 M 17
Dongjiang Laishui Hunan China 53000 16000 157 500 1989 P 7
Dongpinghu Yellow Shandong China 278000 1958 F 17
Ertan Yalong Sichuan China 42000 10100 245 3300 1999 P 86
Geheyan Qingjiang Hubei China 26700 7200 151 1200 1995 P 18
Gezhouba Yangtze Hubei China 26000 47 2715 1988 P 19
Jiangya Lishui Hunan China 12000 3580 128 300 1999 M 20
Jinzhai/Tuanshan Jianghe Anhui China 100000 41 16
Lubuge I Huangni Yunnan China 2320 400 100 600 1984 P 1
Liujiaxia/Yanguoxia Yellow Gansu China 41600 P 21
Sanmenxia Yellow Henan China 410000 106 250 1960 21
Shuikou Minjiang Fujian China 84000 9300 101 1400 1996 P 20
Tianshengqiao 1 Nanpanjiang Guangxi China 48800 178 1200 1999 18
Wuqiangxi Yuanshui Hunan China 84800 17000 87 1200 1995 P 7
Xijin Yu Jiang Guangxi China 89300 41 234 1964 18
Xinanjiang Xinanjiang Zhejiang China 280000 105 663 1960 M 21
Xinfeng Xinfeng Guangdong China 293000 105 292 1961 I 16
Yantan Hongshui Guangxi China 62400 10800 110 1210 1995 P 1
Zhaxi (Zhexi) Zishui Hunan China 141000 104 447 1962 M 17
Chivor (La Esmeralda) Batá Boyaca Colombia 1500 1200 237 1008 1982 P 1
Guavio Guavio Cundinamarca Colombia 5500 1440 243 1600 1990 P 7
Playas Guatape Boyaca Colombia 1000 1100 65 204 1986 P 1
Rio Grande Rio Grande Boyaca Colombia 1200 1000 324 1993 M 7
Salvajina Cauca Cauca Colombia 10000 2200 160 1985 P 22
San Carlos Antioquia Colombia 520 300 77 1145 1987 P 1
Santa Rita (Guatape II) Nare Antioquia Colombia 3000 60 1978 23
Urrá I Sinú Córdoba Colombia 7300 7000 74 340 2000 P 24
Arenal San Carlos Costa Rica 2500 8300 70 157 1980 M 7
Kossou Bandama Côte d'Ivoire 85000 178000 58 174 1972 P 7
Alta Assuán Nile Assuán Egypt/Sudan 113000 400000 111 2100 1970 M 25
Cerron Grande (Silencio) Lempa El Salvador 10000 13500 80 135 1978 P 26
Proyecto Awash (3 represas) Awash Ethiopia 20000 1960s M 27
Inguri Inguri Georgia 200 2100 272 1980 M 3
Akosombo Volta Ghana 80000 848200 134 793 1965 P 1
Kpong Volta Ghana 7000 3500 20 160 1982 P 7
Weija Densu Ghana 2000 16 1978 26
Chixoy (Pueblo Viejo) Chixoy Guatemala 3400 1400 108 300 1985 P 1
El Cajón (Francisco Morazan) Humuya Honduras 3600 9400 238 300 1985 P 1
1
Aamaya Karnataka India 4500 600 I 28
Aji III Aji Gujarat India 3500 1440 25 1980s I 26
Amarja Amarja Karnataka India 1560 600 640 I 29
Amli (Ver II) Ver Gujarat India 2300 600 29 1984 I 26
Anjunem Gululeli Goa India 1800 300 45 I 28
Arunavati Maharashtra India 12900 3900 I 28
ASI-3 Gujarat India 6600 2000 I 28
Bagh (Sirpur) Bagh Maharashtra India 1400 3900 29
Balimela Sileru Orissa India 60000 16900 70 360 1977 M 29
Bargi Narmada Madhya Pradesh India 113600 80900 69 105 1990 M 30
Bariarpur Ken Madhya Pradesh India 3000 3100 I 29
Barna Barna Madhya Pradesh India 15300 7700 48 1976 I 28
Belpara Maharashtra India 3000 28
Bennithora Bennithora Karnataka India 3000 2100 31 I 29
Bhakra Sutlej Punjab India 36000 16600 226 1204 1963 M 22
Bhima (Ujjani) Bhima Maharashtra India 35100 33700 56 12 1980 I 29
Chakra Chakra Karnataka India 1400 1150 84 1985 I 28
Chandil Subarnarekha Bihar India 48500 17400 56 1995 I 29
Chandoli (Warna) Warna Maharastra India 49000 91 1990s I 26
Damanganga Damanganga Gujarat India 11800 4368 59 1989 I 29
Deorajan Maharashtra India 1100 400 28
Dham Wardha Maharashtra India 19700 2400 32 I 28
Dhom (Dhon) Krishna Maharashtra India 39000 2500 51 1978 I 31
Dimbhe Ghod Maharashtra India 18000 2300 70 M 29
Dudhganga Dudhganga Maharashtra India 7800 4500 74 28
Gandhi Sagar Chambal Madhya Pradesh India 51500 72300 64 115 1960 M 29
Gohira Brahmani Orissa India 42000 35300 69 60 M 28
Gosl Khurd Wainganga Maharashtra India 65200 28
Guhai Guhai Gujarat India 6200 1500 36 I 28
Halali Halali Madhya Pradesh India 5300 6200 30 1976 I 28
Hemavathy Hemavathy Karnataka India 11600 8500 59 1983 I 29
Hidkal Ghataprabha Karnataka India 31100 7100 62 28 1979 I 29
Hirakud Mahanadi Orissa/Madhya Pradesh India 110000 72700 59 270 1957 M 28
Ibadoh/Itiadoh Gargi Maharashtra India 2300 6000 34 1977 I 29
Isapur (Upper Penganga) Penganga Maharashtra India 16900 9800 57 I 29
Jamrani Gola Uttar Pradesh India 1500 500 140 1990 M 29
Jhuj Kaveri Gujarat India 1100 272 97 1980s R 26
Kabini Kabini Karnataka India 11300 6100 58 32 1974 M 29
Kadana Mahi Gujarat India 45200 16600 65 240 1978 M 26
Kalinadi I Kalinadi Karnataka India 8500 15500 1997 P 28
Kamthi Kheri Pench Maharashtra India 28500 2300 44 1977 R 28
Kangsabati-Kumari Kangsabati West Bengal India 125000 13500 41 1965 R 28
Kanher (Krishna Irrigation Scheme) Venna Maharashtra India 12900 2400 49 R 28
Karanjwan (Proyecto Upper Godavari) Kadwa Maharashtra India 1600 1800 43 1975 R 29
Karjan (Lower) Karjan Gujarat India 11600 4000 100 R 28
Kayadhu India 8900 7500 29
Kelo Madhya Pradesh India 7300 3100 R 29
Kodar Madhya Pradesh India 1400 3800 28
Konar (Proyecto Damodar Valley) Konar Bihar India 5700 2800 58 1955 M 29
Koyna Koyna Maharashtra India 30000 11500 103 540 1964 P 29
Krishnaraja Sagar Cauvery Karnataka India 15000 12900 43 1932 M 29
Lower Bhavani Bhavani Tamil Nadu India 5300 7900 62 1955 R 28
Lower Manair (Proyecto Pochampad) Manair Andhra Pradesh India 78000 8100 42 1980s R 32
Lower Mullamari Mullamari Karnataka India 5700 900 28
Lower Pus Pus Maharashtra India 4800 1600 43 1972 R 28
Lower Terna Terna Maharashtra India 8500 3200 28
Lower Wunna Wunna Maharashtra India 12700 6300 30 1968 R 29
Machhanala Machhan Gujarat India 2100 800 32 1982 R 26
Machkunda Duduma Orissa India 16200 6500 28,33
Mahi Mahi Madhya Pradesh India 3300 2900 S 28
Mahi Bajaj Sagar Mahi Rajasthan India 34900 13300 68 M 29
Maithon (Proyecto Damodar Valley) Barakar Bihar India 28000 10700 56 60 1957 M 29
Majalgaon (Jayakwadi Stage II) Sidhphona Maharashtra India 65300 8100 32 R 29
Majam Gujarat India 2900 1300 28
Malaprabha Malaprabha Karnataka India 41000 13600 56 1973 R 28
Manas Bihar India 3700 33
Manchanabele Arkavati Karnataka India 1400 400 34 R 28
Manimuthar Manimuthar Tamil Nadu India 4300 900 R 28
Masan Masan Bihar India 20000 29
Matatila Betwa Uttar Pradesh India 7500 14200 46 30 1958 M 29
Middle Vaitarna Vaitarna Maharashtra India 72000 700 82 1955 S 29
Nagarjunasagar Krishna Andhra Pradesh India 24400 28500 125 810 1974 M 29
Narayanpur (Proyecto Upper Krishna) Krishna Karnataka India 80000 13200 30 1982 R 15
Nizamsagar Manjira Andhra Pradesh India 67400 13000 48 1931 M 29
2
Ozarkhed (Proyecto Upper Godavari) Unanda Maharashtra India 1400 700 36 R 29
Palkhed Maharashtra India 1700 600 29
Panam Panam Gujarat India 16600 9200 56 1977 R 28
Panchet Hill (Proyecto Damodar Valley) Damodar Bihar India 41500 15300 49 40 1959 M 29
Parapar (Kallada Irrigation Scheme) Kallada Kerala India 2000 2300 85 M 28
Pong Beas HP/Rajasthan/Punjab/Harayana India 150000 29000 133 360 1974 M 34
Rajghat Betwa Madhya Pradesh/Uttar Pradesh India 19000 22400 44 1980s R 35
Rana Pratap Sagar Chambal Rajasthan India 12500 19800 58 1967 M 29
Rengali Brahmani Orissa India 80000 41400 69 60 1985 M 36
Rihand (Singrauli) Rihand Uttar Pradesh India 55000 46600 93 300 1962 M 29
Salandi Salandi Orissa India 2900 1200 52 1976 R 28
Samal Brahmani Orissa India 4100 2900 28
Saravathi (Sharavathy) Talakalale Karnataka India 12500 5900 62 510 1964 M 37
Shetrunji Shetrunji Gujarat India 8200 6700 36 1964 R 29
Sindhani Gujarat India 2700 500 R 28
Sipu Sipu Gujarat India 10400 2900 40 1968 R 26
Sohira India 42000 42000 29
Somasila Pennar Andhra Pradesh India 100000 22500 54 R 28
Sondur Sondur Madhya Pradesh India 1500 2400 38 1989 R 29
Sri Rama Sagar (Proyecto Pochampad) Godavari Andhra Pradesh India 75100 56000 43 36 1985 M 29
Srisailam Krishna Andhra Pradesh India 100000 60600 143 440 1984 M 7
Sukhbhadar Sukhbhadar India 24000 20 1980s R 26,28
Sukhi (Suki) Sukhi Gujarat India 11200 2900 38 1980s R 26
Tawa Tawa Madhya Pradesh India 3100 20200 58 1975 R 29
Tilaiya (Proyecto Damodar Valley) Barakar Bihar India 13500 7500 4 1953 M 29
Tuttuli Maharashtra India 13600 29
Tungabhadra Tungabhadra Karnataka India 54500 37800 126 1953 M 29
Uben Uben Gujarat India 1400 500 19 1982 R 26
Ukai Tapi Gujarat India 80000 60100 81 300 1972 M 29
Und Und Gujarat India 6500 2500 25 1990s R 26,28
Upper Indravati Indravati Orissa India 26500 12865 65 600 2000 M 28
Upper Jonk Jonk Orissa India 15500 1100 28
Upper Kolab Kolab Orissa India 15000 12400 95 1986 M 38
Upper Mullamari Mullamari Karnataka India 80000 60100 33 R 28
Upper Tapi Tapi Maharashtra India 30500 4800 28
Upper Wainganga Wainganga Madhya Pradesh India 6400 5600 43 1990 R 29
Upper Wardha Wardha Maharashtra India 11800 11400 52 R 29
Uri Jhelum Jammu & Kashmir India 1000 300 480 1998 P 29
Vartu II Gujarat India 3100 700 R 28
Venu II Venu Gujarat India 3300 625 13 1990s R 26
Vir Nira Maharashtra India 6000 400 36 1965 M 29
Waghur Kolwan Maharashtra India 1200 3100 29
Warna Warna Maharashtra India 29300 2900 89 1994 M 28
Watrak Watrak Gujarat India 16000 43 1990s R 26
Yelleru Andhra Pradesh India 10100 6000 28
Zankhari Zankhari Gujarat India 2900 30 1980s R 26
Cirata Citarum Western Java Indonesia 34800 6100 125 500 1991 P 1
Kedung Ombo Serang Java Indonesia 27000 4600 66 30 1993 M 1
Saguling Citarum Western Java Indonesia 16700 5600 99 700 1986 P 1
Dez Dez Irán 17000 6500 203 520 1978 M 1,39
Miyagase Sagami Kanagawa Japón 1140 156 26 1999 M 89
Bukhtarma Irtysh Kazakhstan 27000 549000 90 675 1960 P 3
Chardarin Syr Darya Kazakhstan 2000 90000 1970 P 3
Iriklin Ural Kazakhstan 3000 26000 35 1960 P 3
Kiambere Tana Kenia 7500 2500 112 150 1988 P 1
Thika Thika Kenia 500 500 2 1990s M 7
Toktogul Naryn Kyrghyzstan 4000 28400 215 1975 M 3
Houay Ho Houay Ho Champassak Laos 4000 80 150 1998 P 40
Nam Ngum Nam Ngum Laos 3200 37000 75 150 1972 P 1
Katse (Proyecto Hídrico Lesotho Highlands 1A) Malibamatso Lesotho 21.700* 3600 185 1996 W 41
Muela (Proyecto Hídrico Lesotho Highlands 1A) Ngoe Lesotho 2.700* 55 72 2003 P 41
Batang Ai Batang Ai Sarawak Malasia 3000 8500 85 92 1985 P 7
Temengor Perak Perak Malasia 1500 15000 115 348 1977 P 42
Manantali Bafing Mali 11000 48000 70 200x 1988 M 15
Selingué Sankarani Mali 12500 40900 35 44 1980 M 43
Foum-Gleita Gorgol Mauritania 3000 1980s R 15
Aguamilpa Santiago Nayarit Méjico 1000 13000 187 960 1995 P 44
La Angostura (Belisario Domínguez) Grijalva Chiapas Méjico 15500 64400 146 900 1973 P 44
Bajo Candelaria Méjico 5800 1982 44
Caracol (Carlos Ramirez Ulloa) Balsas Guerrero Méjico 7000 126 600 1986 P 44
Cerro de Oro Santo Domingo Oaxaca Méjico 18000 17000 56 1989 M 44
Chicoasén (Manuel M. Torres) Grijalva Chiapas Méjico 300 2700 261 1500 1980 P 45
Chilatan (Apatzingán) Apatzingán Méjico 400 3000 106 0 1995 M 1
Colorado (El Tapiro) Cerro Colorado Méjico 13300 300 38 1982 R 44
3
Culiacán Sinaloa Méjico 25200 1967 44
Bacurato ( Pdte. Gustavo Diaz Ordaz) Sinaloa Sinaloa Méjico 2900 7600 116 0 1982 R 1
Falcon Bravo Tamaulipas/Texas Méjico/EE.UU. 4000 31200 50 1953 M 45
Huites (Luis Donaldo Colosio) Fuerte Sinaloa Méjico 325 10300 152 1994 P 45
Netzahualcoyotl Grijalva Chiapas Méjico 1500 29200 138 1080 1964 P 46
El Novillo (Plutarco Elías Calles) El Yaqui Sonora Méjico 10000 10000 133 135 1961 P 45
Peñitas Grijalva Chiapas Méjico 1700 46 420 1986 P 45
Pujal-Coy I Méjico 23400 1982 44
Pujal-Coy II Méjico 10800 1982 44
Solis Lerma Guanajuato Méjico 5000 84800 57 1949 R 45
Temascal (Pdte Miguel Aleman) Tonto Oaxaca Méjico 22000 31500 76 354 1957 M 45
Zimapán Tula/Moctezuma Hidalgo Méjico 2500 2300 207 292 1994 P 44
Al Massira (Sidi Cheho) Oum Er R'bia Settat Morocco 5500 13700 83 1979 M 26
Cahora Bassa (Cabora Bassa) Zambesi Mozambique 25000 380000 171 2250 1974 P 7
Kulekhani Kulekhani Nepal 2500 200 114 60 1982 P 1
Marsayangdi Marsayangdi Nepal 3000 60 24 69 1989 P 7
Clyde Clutha Otago Nueva Zelandia 280 20000 75 430 1979 P 7
Bakolori Sokoto Sokoto Nigeria 13000 8000 48 1978 R 47
Dadin Kowa Gongola Bauchi Nigeria 26000 53000 1980s R 15
Kainji Niger Kwara/Niger Nigeria 44000 140000 68 760 1964 P 1
Kiri Gongola Gongola Nigeria 19000 13000 20 1982 R 15
Mangla Jhelum Punjab Pakistan 82000 25900 138 1000 1967 M 1
Tarbela Indus NWFP Pakistan 96000 26000 143 3478 1976 M 1
Bayano Bayano Panama 4100 35000 75 150 1976 P 1
Fortuna Chiriqui Chiriqui Panama 600 1000 110 300 1982 P 1
Ambuklao Agno Benguet Filipinas 1000 68600 129 75 1956 P 48
Binga Agno Benguet Filipinas 500 79000 107 100 1960 P 48
Magat Magat Luzon Filipinas 1500 4500 105 360 1986 M 1
Pantabangan Papanga Nueva Ecjia Filipinas 13000 8900 107 1977 M 1
Portile de Fier I (Puerta de Hierro) Danube Rumania/Serbia 23000 5200 60 2100 1972 P 7
Boguchany Angara Krasnoyarsk Rusia 12200 232600 79 4000 1989 M 3
Bratsk Angara Irkutsk Rusia 67400 547000 125 1965 M 3
Cheboksary Volga Chuvashiya Rusia 42000 105500 42 815 1980 M 3
Gorky Volga Novgorod Rusia 48000 157000 17 1955 M 3
Irkutsk Angara Irkutsk Rusia 18000 146600 44 1960 P 3
Ivan'kov Volga Rusia 30000 32700 28 1940 P 3
Kamaskaya Kama Perm Rusia 48000 191500 37 1955 M 3
Kolymaskaya Kolyma Magadan Rusia 300 44100 130 1990 P 3
Krasnoyarskaya Enisei Krasnoyarsk Rusia 56100 200000 124 1970 M 3
Kuibyshev Volga Samara Rusia 150000 644800 45 1960 M 3
Kuma Kuma Rusia 1000 191000 33 1965 P 3
Nizhne-kamskaya Kama Tatarstan Rusia 44000 155000 36 1980 M 3
Novosibrisk Ob Rusia 37000 107000 20 1960 P 3
Onezhsk Svir Rusia 6200 99300 17 1955 P 3
Pavlovskaya Ufa Bashkirtostan Rusia 2800 12000 53 1960 M 3
Rybinsk Volga Yaroslavi Rusia 117000 455000 30 1950 M 3
Saratovskaya Volga Saratov Rusia 25000 183100 40 1360 1970 M 3
Sayano-Shushenskaya Enisei Khakassiya Rusia 9700 62100 245 1980 M 3
Serebrianka - 1 Voroniya Murmansk Rusia 200 55600 65 1970 P 3
Sheksna Sheksna Yaroslavl Rusia 16300 167000 15 1965 M 3
Uglich Volga Rusia 25000 24900 1940 3
Ust'Ilim Angara Irkutsk Rusia 14200 187300 102 1975 M 3
Verkhne Tulomskaya Tuloma Murmansk Rusia 500 74500 63 1965 P 3
Vilyui Vilyui Sakha-Yakutia Rusia 400 217000 64 1970 P 3
Volzhkaya Volga Rusia 111000 311700 47 2541 1965 P 3
Votkinsk Kama Udmurtia Rusia 61000 112000 44 1965 M 3
Zeya Zeia Amur Rusia 4500 241900 115 1975 M 3
Diama Senegal Senegal/Mauritania 3400 18 1986 R 49
Gariep Orange Free State Sudáfrica 1150 35965 88 360 1971 R 50
Vanderkloof Orange Free State Sudáfrica 230 13340 108 240 1977 R 50
Chung Ju Namhan Corea del Sur 38700 9500 98 412 1984 M 1
Riaño Esla León España 3100 2000 98 1987 R 51
Kotmale Kotmale Oya Sri Lanka 13000 950 87 200 1988 M 7
Victoria Mahaweli Sri Lanka 45000 2300 122 210 1984 P 7
Roseires Blue Nile Sudan 19000 60 130 1965 M 1
Brokopondo Surinam Surinam 5000 150000 66 130 1965 P 22
Lupohlo Lusutshwana Swazilandia 300 120 45 20 1984 P 7
Tabqua (Thawra/Assad) Éufrates Siria 60000 60000 60 800 1976 M 15
Nurek Vakhsh Tadjikistan 1800 9800 300 2700 1975 M 3
Techi Tachia Taiwan 200 400 180 234 1975 P 1
Mtera Great Ruaha Tanzania 3000 65000 45 280 1988 P 7
Bang Lang (Pattani) Pattani Tailandia 3300 5100 85 1981 M 26
Bhumibol Ping Tailandia 20000 30000 154 710 1964 M 52
Chiew Larn Khlong Saeng Tailandia 2110 18500 94 240 1987 P 1
4
Khao Laem Kwae Tailandia 7700 38800 92 300 1985 M 1
Lam Pao Lam Pao Tailandia 30000 40000 33 1970 M 53
Lam Takhong Lam Takhong Nakhon Ratchasima Tailandia 225 4500 250 2000 M 7
Lang Suan Tailandia 9800 91 135 1980s P 54
Nam Pong Nam Pong Tailandia 30000 2000 40 1965 M 55
Pak Mun Mun Ratchathani Tailandia 8500 6000 17 136 1994 P 56
Rasi Salai Mun Sri Sa Ket Tailandia 3000 10000 9 1994 R 57
Sirikit Nan Uttaradit Tailandia 1650 26000 114 500 1972 M 1
Srinakharin (Srinagarind/Ban Chao Nen) Kwae Yai Kanchanaburi Tailandia 5300 41900 140 720 1980 M 1
Ubolratana Nam Pong Tailandia 30000 41000 32 25 1965 M 58
Nangbeto Mono Togo/Benin 12000 18000 44 63 1987 P 15
Sidi Salem Medjerda Tunisia 1400 4300 70 36 1984 M 1
Aslantas Ceyhan Turquía 5000 4900 78 138 1984 M 1
Atatürk Éufrates Turquía 60000 81700 184 2400 1992 M 59
Karakaya Éufrates Turquía 45000 29800 178 1800 1989 P 1
Keban Éufrates Turquía 30000 67500 207 1330 1974 M 7
Sir Ceyhan Turquía 4950 4100 120 315 1991 P 1
Dneprodzerzhyns'k Dnepr Ucrania 45000 56700 34 1965 P 3
Kahov Dnepr Ucrania 45000 225500 37 1955 P 3
Kievsk Dnepr Ucrania 40000 92200 68 1965 P 3
Kremenchug Dnepr Ucrania 132000 225200 33 1960 P 3
Big Bend Missouri S. Dakota EE.UU. 445 5900 29 1950s M 60
Conemaugh Conemaugh Pennsylvania EE.UU. 2500 12140 52 1952 M 61
Fort Randall Missouri S. Dakota EE.UU. 680 38500 50 1952 M 60
Garrison Missouri N. Dakota EE.UU. 1800 149000 64 1953 M 62
Grand Coulee Columbia Washington EE.UU. 5700 33300 168 6809 1942 P 63
Kinzua Allegheny Pensilvania EE.UU. 700 4900 70 1996 F 93
Navajo San Juan Nueva Méjico EE.UU. 1250 3000 123 1963 M 64
Norris Clinch/Powell Tennessee EE.UU. 17500 55400 81 1937 M 65
Oahe Missouri S. Dakota EE.UU. 900 145300 75 1958 M 60
Tuttle Creek Big Blue Kansas EE.UU. 4000 6400 41 1962 M 61
Youghiogheny Youghiogheny Pennsylvania EE.UU. 300 1150 57 1948 M 61
Charvak Chirchik Uzbekistan 2000 4000 168 1970 M 3
Guri Caroní Bolivar Venezuela 3600 425000 162 8935 1986 P 1
Dau Tieng Saigon Vietnam 500 27 1980s 26
Hoa Binh Song Da Vietnam 58000 517000 128 1192 1993 P 7
Thac Mo Song Be Vietnam 1600 42 150 1995 P 66
Yali Falls Se San Vietnam 7400 65 720 P 66
Gazivode Ibar Serbia/Kosovo 230 1000 108 34 1984 M 1
Ruzizi II Ruzizi Zaire/Rwanda/Burundi 15000 40 1980s P 15
Kariba Zambesi Zambia/Zimbabwe 57000 558000 128 1266 1959 P 1
En construcción
Machadinho Uruguay Rio Grande do Sul/Santa Catarina Brasil 15700 25200 1200 P 14
Ralco Biobio Chile 700 3400 155 570 P 67
Tres Gargantas Yangtze Hubei China 1300000 110000 175 18200 2009 M 68
Xiaolangdi Yellow Henan China 181600 27200 154 1800 2001 M 7
Garafiri Konkowe Guinea 1500 8800 75 P 7
Almatti (Proyecto Upper Krishna) Krishna Karnataka India 200000 79000 48 150 R 29
Bansagar Sone Madhya Pradesh India 142000 51600 63 M 28,33
Bisalpur Banas Rajasthan India 66000 21800 S 29
Chulkinala Karnataka India 2900 700 28
Ghataprabha (III) Ghataprabha Karnataka India 18500 7900 R 28
Hippargi (Proyecto Upper Krishna) Krishna Karnataka India 62500 3000 26 R 28
Hasdeo-Bango Hasdeo Madhya Pradesh India 13600 21300 88 1992 R 29
Icha (Proyecto Subarnarekha) Kharkai Bihar/Orissa India 30000 12700 M 69
Karanja Godavari Karnataka India 7200 5700 R 28
Kishau Tons Uttar Pradesh India 4000 3000 236 M 28
Maheshwar Narmada Madhya Pradesh India 40000 5510 23 400 2002 P 70
Narmada Sagar (Indira Sagar) Narmada Madhya Pradesh India 200000 90800 84 M 28
North Koel North Koel Bihar India 3400 7100 68 M 28
Priyadarshini Jurala Krishna Andhra Pradesh India 8600 4700 221 M 28
Sardar Sarovar Narmada Gujarat India 320.000# 37600 163 1450 M 71
Selaulim Selaulim Goa India 3200 42 R 72
Teesta Sikkim India 1000 70 P 29
Tehri Bhagirathi Uttar Pradesh India 105000 4200 261 2000 M 28
Thoubal Thoubal Manipur India 1300 66 2003 M 28
Tillari Tillari Maharashtra/Goa India 50000 1700 71 2002 R 28,72
Pasak Pasak Lop Buri Tailandia 23000 R 73
Berke Ceyhan Turquía 140 780 200 510 P 7
Kayraktepe Goksu Turquía 10000 13300 199 420 P 74
5
Caruachi Caroní Bolivar Venezuela 1000 23800 55 2076 2003 P 75
SUSPENDIDAS/DETENIDAS
PLANIFICADAS
Notas
Nota: 2,5 millones de personas fueron desplazadas por 193 represas finalizadas, existen datos disponibles de los países, excluyendo a India y China (6,2 millones de desplazados por 334 represas incluyendo India y China)
Fuentes
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3. L.K. Malik et al., 'Briefing Paper on Development of Dams in the Russian Federation and other NIS Countries', CMR, Ciudad del Cabo, 2000.
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6
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7
DECLARACIÓN DE CURITIBA
AFIRMANDO EL DERECHO A LA VIDA Y A LA CULTURA DE LAS POBLACIONES
AFECTADAS POR LAS REPRESAS1
Nuestra lucha es la misma porque en todas partes las represas expulsan a la gente
de sus hogares, inundan tierras fértiles, bosques y lugares sagrados, destruyen la
pesca y el abastecimiento de agua limpia y provocan la desintegración cultural y el
empobrecimiento económico de nuestras comunidades.
Nuestra lucha es una y la misma porque en todas partes existe un enorme abismo
entre los beneficios económicos y sociales prometidos por los constructores de
represas y lo que muestra la realidad una vez terminada la construcción. Las
represas siempre han costado más de lo que originalmente se proyectó, aun sin
considerar los costos sociales y ambientales. Las represas produjeron menos
electricidad e irrigaron menos tierra de lo que se prometió. Provocaron que las
inundaciones se vuelvan todavía más destructivas. Las represas beneficiaron a los
grandes propietarios, a las corporaciones y a los especuladores del negocio
agrícola. Desalojaron a los pequeños campesinos, a los trabajadores rurales, a los
pescadores, a las tribus, a las comunidades indígenas y tradicionales.
1
N. del T.: Traducción, Orrego J.P., Grupo de Acción por el BIO-BIO, Chile y Cappato J.,
PROTEGER, Argentina. La Declaración de Curitiba lleva la firma de representantes de poblaciones
afectadas por represas provenientes de 20 países, entre ellos Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia,
Chile, México, Estados Unidos, India, China, Taiwán, Tailandia, Lesotho, Rusia, Suiza, Francia y
España.
1
Nuestras luchas en común nos convencen de que es posible y necesario poner fin a
la era de las represas destructivas. También es posible y necesario implementar
formas alternativas de producción de energía y de manejar los recursos del agua de
manera equitativa y sustentable.
Para que esto ocurra exigimos democracia genuina, que implica participación
pública y transparencia en el desarrollo y la implementación de las políticas
energéticas y de recursos hídricos, junto con la descentralización del poder político y
el fortalecimiento de las comunidades locales.
Debemos avanzar hacia una sociedad en la que los seres humanos y la naturaleza
no se reduzcan a la lógica del mercado, en la que el único valor es el de las
conveniencias y el único objetivo es la ganancia.
Debemos avanzar hacia una sociedad que respete la diversidad, y que se base en
relaciones equitativas y justas entre la gente, las regiones y las naciones.
2
agencias internacionales de ayuda y crédito, y que las políticas derivadas de sus
conclusiones se implementen. Los procedimientos de la revisión deben estar sujetos
a la aprobación y el control de los representantes del movimiento internacional de
las poblaciones afectadas por las represas.
f) Sea encomendada una revisión independiente y amplia de todos los proyectos de
las agencias nacionales y regionales que financiaron o respaldaron la construcción
de las represas de grandes impactos, y que se implementen las políticas derivadas
de las conclusiones de este trabajo. Estas revisiones deben llevarse a cabo con la
participación de los representantes de las organizaciones de las poblaciones y
personas afectadas.
g) Se implementen políticas energéticas y de recursos hídricos que promuevan el
uso de tecnologías y prácticas de manejo sustentable y apropiado, utilizando la
contribución de la ciencia moderna y del conocimiento tradicional. Es necesario
también que estas políticas desalienten el derroche y el consumo excesivo, y que
garanticen la satisfacción equitativa de las necesidades básicas.
Somos fuertes, diversos, estamos unidos y nuestra causa es justa. Hemos detenido
represas de grandes impactos y obligamos a los constructores a respetar nuestros
derechos. Hemos detenido represas en el pasado, y detendremos más en el futuro.
Nos comprometemos a intensificar la lucha contra las represas destructivas. Desde
los pueblos de India, Brasil y Lesotho hasta las oficinas en Washington, Tokio y
Londres, haremos que los constructores de represas acepten nuestras demandas.
3
Apéndice 5
Antecedentes
2
Cerca de dos billones de personas en los países en vías de desarrollo,
mayormente en áreas rurales, no tienen acceso a los servicios de energía
modernos. El ochenta por ciento de los africanos sub-saharianos no tienen
electricidad. El acceso a los servicios de energía básicos y limpios – incluyendo a
las tecnologías no eléctricas, tales como biogás, estufas y cocinas mejoradas y
pequeñas plantas hidroeléctricas destinadas al uso de fuerza mecánica-, es
esencial para la erradicación de la pobreza. Estos servicios también pueden traer
grandes beneficios en las áreas de salud y educación. Al mismo tiempo el mundo
se enfrentará con una catástrofe climática si la tendencia de consumo actual de
combustibles fósiles continúa como hasta hoy.
Nuevas Renovables
3
grandes hidroeléctricas están usando ahora esta frase con el fin de presionar para
que las grandes hidroeléctricas se beneficien de las iniciativas renovables.3
4
Nota sobre las estadísticas globales de represas
DOCE RAZONES
Entre los beneficios más importantes que producen las energías renovables, como
la eólica, solar, biogás y las plantas hidroeléctricas pequeñas, está el hecho de
que pueden ser construidas como ”energía eléctrica descentralizada” –unidades
pequeñas geográficamente dispersas construidas cerca del usuario. Esto minimiza
los costos de transmisión y la dependencia de la red de distribución, y despliega
los beneficios del desarrollo económico en el ámbito local por la construcción del
5
proyecto y el acceso a la energía. La energía eléctrica descentralizada permite
incrementar nueva capacidad de acuerdo a la demanda, consta de requisitos más
bajos para la inversión de capital y su construcción es mucho más rápida que en
el caso de los proyectos centralizados.
Los beneficios distribuidos de estos proyectos, así como el poder usar los
recursos locales, significa que a menudo estas iniciativas son la mejor opción para
abastecer de energía a las poblaciones de bajos ingresos, dispersas en áreas
rurales en los países en vías de desarrollo. Cuatro quintos de los dos billones de
personas sin acceso a electricidad y otros servicios modernos de energía eléctrica
viven en esas áreas.
6
Las grandes plantas hidroeléctricas se encuentran entre las obras de
infraestructura más caras del planeta; los proyectos más grandes llegan a costar
mil millones y hasta decenas de mil millones de dólares. Incluir subsidios para
grandes proyectos de hidroeléctricas en las iniciativas renovables, podría agotar
los fondos disponibles para promover las energías renovables.
Una investigación del Banco Mundial publicada en 1996 reveló que el sobrecosto
ajustado a la inflación de 66 hidroproyectos financiados por el Banco desde los
años sesenta en promedio es el 27%. El sobrecosto promedio de los proyectos de
energía térmica resultó un 6%; y de una muestra de más de 2.000 proyectos de
desarrollo de todo tipo, el 11%.5
7
Los proyectos multipropósito, muchos de los cuales incluyen componentes
hidroeléctricos, parecen acarrear aun más sobrecostos que los proyectos
hidroeléctricos con un propósito único: la CMR obtuvo como resultado de un
estudio de 45 grandes represas multipropósito un promedio de 63% de
sobrecostos. Nada indica que la industria esté mejorando su habilidad de estimar
los costos –la represa estudiada más recientemente en detalle por la CMR, el gran
proyecto hidroeléctrico de Pak Mun terminado en 1994, tenía un 68% de
sobrecostos.
Una revisión sobre los reasentamientos realizada por el Banco Mundial en 1994 y
los hallazgos de la Comisión Mundial de Represas demuestran la existencia de un
patrón consistente de exclusión de grupos importantes de personas en los costos
sociales estimados de los proyectos. Los números de estos grupos afectados y no
compensados pueden llegar a ser mayores de los que oficialmente se denomina
“afectados”. La CMR concluye que muchos de los complejos impactos sociales
negativos de las represas “son frecuentemente –aun hoy en día– no reconocidos o
considerados en el proceso de planeamiento y algunos permanecen ignorados
durante la operación del proyecto”.
Aunque los costos de todo tipo son usualmente mucho más altos de lo que se
predice, los beneficios demuestran haber sido bajos. De las 63 represas grandes
con un componente de hidroenergía revisadas por la CMR, 35 generaron menos
energía de lo que habían anunciado. De las represas que cumplieron sus objetivos
de generación, un cuarto pudo cumplir este propósito al costo de aumentar la
capacidad instalada originalmente planeada. Los números de la CMR
posiblemente dan resultados conservadores sobre el bajo nivel de operación de
las represas, puesto que la mayoría de los datos usados en este análisis
provienen de los operadores de represas y no fueron verificados
independientemente.
8
Las evaluaciones de los bancos de desarrollo se hacen después de finalizar la
construcción del proyecto o sólo unos años después. Así, incorporan los efectos
de los sobrecostos y los resultados iniciales de la operación, pero no incluyen el
funcionamiento a largo plazo; algo que ha sido señalado por la CMR. También es
posible que estos estudios reflejen su predisposición a conducir sus propias
evaluaciones. Aun más, las argumentaciones ignoran muchos de los impactos
sociales y ambientales negativos de los proyectos.
Los promotores de las grandes hidroeléctricas afirman que los proyectos que ellos
realizan lucirían más atractivos para los accionistas y la sociedad en general si las
funciones de los embalses que no tienen que ver con la hidroeléctrica fuesen
incluidas en las evaluaciones de los proyectos. Sin embargo, como lo ha hecho
ver la CMR, los proyectos multipropósito demuestran aun peor rendimiento que los
proyectos construidos únicamente para hidroenergía. Una de las razones es el
conflicto entre los diversos propósitos del proyecto, por ejemplo entre la necesidad
de almacenar agua para el riego y la necesidad de soltar agua para la generación
de energía. Otra razón es el rendimiento extremadamente pobre en términos
técnicos y económicos de los proyectos de grandes represas para el regadío y el
abastecimiento de agua.7
9
sequías y las dificultades que éstas traen consigo, y se espera que esta situación
empeore aún más en el futuro.
10
El aumento de grandes hidroeléctricas perjudicará a las personas y a los
ecosistemas.
• “Los pueblos indígenas, las tribus y las minorías étnicas vulnerables han
sufrido niveles desproporcionados de desplazamientos e impactos
negativos en sus modos de vida, cultura y existencia espiritual”, destaca la
CMR. Las mujeres han “soportado frecuentemente de forma
desproporcionada los costos sociales y han sido a menudo discriminadas a
la hora de compartir los beneficios”.
11
que son fundamentales para mantener el carácter de los ecosistemas
acuáticos; bloquean la migración de las especies y reducen la producción
en las áreas ribereñas río abajo, planicies de inundación y delta de los ríos”.
De acuerdo con la CMR, aun cuando los promotores de represas reconocen los
impactos y éstos se consideran en los planes de mitigación, estos planes
“habitualmente no pueden resolver los problemas causados por la decisión de
construir una gran represa”. La CMR señala que incluso cuando se otorga
compensación, ésta es a menudo inadecuada y que aun cuando se reconoce que
la gente necesita ser reasentada, muy raras veces estas personas consiguen que
sus modos de vida sean restaurados. La CMR también encontró que:
12
Hasta que la CMR hizo público su informe en noviembre del 2000, las únicas
normas internacionales existentes en lo que se refiere a los aspectos sociales y
ambientales de la construcción de represas fueron aquellas contenidas en las
“políticas preventivas” del Banco Mundial. Los esfuerzos para presionar al BM de
modo que implemente esas normas han reducido el número de grandes proyectos
hidroeléctricos financiados por esa entidad en años recientes. Aun así, las
políticas preventivas, como lo advierte la CMR, son insuficientes en su contenido y
aplicación para prevenir los principales problemas de los proyectos del Banco
Mundial. Sin embargo, el Banco no sólo se está rehusando a usar las
recomendaciones de la CMR de reforzar las políticas preventivas, sino que está
buscando debilitar el contenido y la aplicación de estas políticas.
El deseo del Banco de diluir sus propias políticas está siendo promovido por la
industria de grandes hidroeléctricas. Recientemente el Consejo de Energía
Hidroeléctrica para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos ha intentado
debilitar las políticas preventivas a fin de que los constructores de hidroeléctricas
no necesiten emprender “largos y caros estudios ecosistémicos y de mitigación”.8
Las emisiones brutas de las hidroeléctricas son las que surgen directamente de la
superficie del embalse y de la represa. Pero el impacto real de una represa sobre
el clima global depende de las emisiones netas. Éstas son calculadas
considerando las fuentes preexistentes y los sumideros de gases de invernadero
en la cuenca.
13
La ciencia que cuantifica las emisiones en los embalses es aún joven y tema de
mucho debate. Las controversias incluyen discusiones sobre cuáles son los
mejores métodos para medir las emisiones del embalse, cómo calcular el impacto
de las represas en las fuentes de carbón y los sumideros en toda la cuenca, y
cómo comparar las emisiones de las hidroeléctricas con las de los combustibles
fósiles.9
14
Los estudios del Banco Mundial muestran que el aumento de la demanda es
habitualmente sobreestimado por los planificadores de energía, especialmente
debido a los grandes períodos de tiempo que toma construir un gran proyecto
hidroeléctrico. De este modo, las grandes hidroeléctricas han producido
frecuentemente excesos de capacidad en las redes. Es preferible, en términos
económicos y de planeamiento energético, aumentar la capacidad con
pequeños incrementos para compensar la demanda creciente.
Las grandes hidroeléctricas también padecen del problema de “falta de sitios” –los
mejores sitios para represas por lo general ya han sido ocupados en el siglo
pasado, cuando hubo un gran auge de la construcción hidroeléctrica. En contraste
con las nuevas renovables, cuyos costos por unidad están bajando, las grandes
hidroeléctricas parecen aumentar en costo. Un estudio del Banco Mundial
realizado en 1990 sobre la economía de la hidroenergía encontró que el costo
constante en dólares de las edificaciones de hidroeléctricas está aumentando en
un 3,5 a 4 % al año.10 El estudio concluye que la escasez de sitios fue la principal
razón para causar esta tendencia inflacionaria.
Los países que han sufrido apagones provocados por las sequías y racionamiento
de energía en años recientes incluyen a Albania, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador,
Ghana, Guatemala, India, Kenia, Perú, Sri Lanka, Tayikistán, Vietnam, Zambia y
Zimbawe. Noruega y parte de los EE.UU. también han experimentado problemas
en el suministro de energía debido a los bajos niveles de agua en las represas.
15
El llamado que se hizo en la Cumbre Mundial para el Desarrollo Sostenible en
Johannesburgo a las naciones del mundo para que se aumentara la diversificación
y seguridad energética, podría cumplirse mejor a través del manejo de la demanda
y aumentando rápidamente el uso de las nuevas energías renovables.
16
Copublicado por: International Rivers Network (IRN), Amigos de la Tierra
Internacional (FoEI), Coalición Ríos Vivos, Grupo de Trabajo Energía del Foro
Brasileño de ONGs, CDM Watch, CEE Bankwatch Network, Rivers Watch East
and Southeast Asia (RWESA) y South Asia Network on Dams, Rivers and People
(SANDRP).
1
Ver www.developmentgoals.org.
2
Para 19 (e): “Diversify energy supply by developing advanced, cleaner, more efficient, affordable
and cost-effective energy technologies, including fossil fuel technologies and renewable energy
technologies, hydro included . . .”
3
Ver Banco Mundial, Water Resources Sector Strategy, 2003, pp. 4, 17, 22.
4
Ver CDM Investment Newsletter, No. 1-2, 2003, p. 9.
5
Bacon, R.W., et al. ,“Estimating Construction Costs and Schedules,”
World Bank Technical Paper No. 325, 1996, p. 29. Average overruns would have exceeded 27% if
four “outlier” dam projects with exceptionally large overruns had been included. Ver tambien, Dams
and Development: A New
Framework for Decision-Making, 2000, p. 41.
6
Banco Mundial, Resettlement and Development: The Bankwide Review of
Projects Involving Involuntary Resettlement 1986-1993, 1994, p. 2.
7
Ver CMR, 2000, pp. 42-49, 56-58
8
Stone, D. “Untapped Resources,” Electric Perspectives., 2002
9
Investigadores canadienses estiman que las emisiones brutas de las hidroeléctricas (sin
considerar las turbinas y los aliviaderos) promedian 10-200 g de CO2-equivalente por
kilovatio/hora generado en Canadá; y 200-3,000 gCO2-eq/kWh en los trópicos. En comparación
una planta moderna a carbón emite aproximadamente 1.000 gCO2-eq/kWh. Ver Duchemin, E. et
al. (2002) “Hydroelectric Reservoirs as an Anthropogenic Source of Greenhouse Gases,”
WorldResource Review, Vol. 14, No. 3, p. 334. Ver también CMR, “Dam
Reservoirs and Greenhouse Gases: Report on the Workshop held on February
24 & 25. Hydro-Quebec, Montreal. Final Minutes”, 2000.
10
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17
Direcciones y Contactos
1
NY 10017 Tel. 03 5218 3100
EE.UU. www.jbic.go.jp
Tel. +1 212 906 5000
Fax +1 212 906 5001 Norwegian Agency for Development
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Oslo
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200 Promedane du Portage postmottak@norad.no
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5, rue Rodland Barthes Fax +46 8 20 88 64
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Fax +33 (0)1 44 87 99 39 Swiss Agency fro Development and
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CH 3003 Bern
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