Tsunamis
Tsunamis
Tsunamis
- Mecanismos generadores
Los principales mecanismos generadores de tsunamis son:
Dado su origen, los tsunamis son muy frecuentes en el océano Pacífico; en el período
considerado entre 1900 y 1986 fueron observados 247 tsunamis en el Pacífico de los
cuales 29% se generaron cerca de Japón.
Es preciso señalar que los terremotos de foco poco profundo constituyen un 75 % del
total de la energía sísmica liberada anualmente, y también presentan la mayor
frecuencia relativa de ocurrencia en el mundo, alcanzando más de un 72%.
Dado su origen, los tsunamis son muy frecuentes en el océano Pacífico; en el período
considerado entre 1900 y 1986 fueron observados 247 tsunamis en el Pacífico de los
cuales 29% se generaron cerca de Japón.
Debido a la gran longitud de onda estas olas siempre "sienten" el fondo (son
refractadas), ya que la profundidad siempre es inferior a la mitad de la longitud de onda
(valor crítico que separa las olas de agua profunda de las olas de aguas someras). En
consecuencia, en todo punto del océano, la velocidad de propagación del tsunami
depende de la profundidad oceánica y puede ser calculado en función de ella.
En donde V es la velocidad de propagación, g la aceleración de gravedad (9.81 m /seg2)
y d la profundidad del fondo marino. Para el Océano Pacífico la profundidad media es
de 4.000 m, lo que da una velocidad de propagación promedio de 198 m/s ó 713 km/h.
De este modo, si la profundidad de las aguas disminuye, la velocidad del tsunami
decrece.
Cuando las profundidades son muy grandes, la onda de tsunami puede alcanzar gran
velocidad, por ejemplo el tsunami del 4 de Noviembre de 1952 originado por un
terremoto ocurrido en Petropavlosk (Kamchatka), demoró 20 horas y 40 minutos en
llegar a Valparaíso en el otro extremo del Pacífico, a una distancia de 8348 millas,
avanzando a una velocidad media de 404 nudos. La altura de la ola al llegar a la costa es
variable, en el caso señalado en Talcahuano se registraron olas de 3.6 metros; en Sitka
(Alaska) de 0.30 metros y en California de 1 metro.
Al aproximarse a las aguas bajas, las olas sufren fenómenos de refracción y disminuyen
su velocidad y longitud de onda, aumentando su altura. En mares profundos éstas ondas
pueden pasar inadvertidas ya que sólo tiene amplitudes que bordean el metro; sin
embargo al llegar a la costa pueden excepcionalmente alcanzar hasta 20 metros de
altura.
Es posible trazar cartas de propagación de tsunamis, como se hace con las cartas de
olas; la diferencia es que los tsunamis son refractados en todas partes por las variaciones
de profundidad; mientras que con las olas ocurre sólo cerca de la costa.
Carta de propagación de la onda del tsunami de Papua Nueva Guinea, ocurrido en Julio
de 1998. Las isocronas muestran a intervalos de 30 minutos el tiempo de avance del
frente de onda
Sus características difieren notablemente de las olas generadas por el viento. Toda onda
tiene un efecto orbital que alcanza una profundidad igual a la mitad de su longitud de
onda; así una ola generada por el viento sólo en grandes tormentas puede alcanzar unos
300 metros de longitud de onda, lo cual indica que ejercerá efecto hasta 150 metros de
profundidad.
Los tsunamis tienen normalmente longitudes de onda que superan los 50 kilómetros y
pueden alcanzar hasta 1000 kilómetros, en tal caso el efecto orbital es constante y
vigoroso en cualquier parte del fondo marino, ya que no existen profundidades
semejantes en los océanos.
L=VxT
La altura de la ola H corresponde a la diferencia de nivel entre cresta y valle. Por otra
parte, la cota máxima de inundación R, corresponde al lugar de la costa donde los
efectos del tsunami son máximos.
Gráfico que ilustra las cotas máximas de inundación (runup), ocurridas durante el
tsunami que afecto la costa occidental de Papua Nueva Guinea, 17/07/1998. Fuente:
International Tsunami Survey Team (ITST).
Poder destructor de un tsunami
•Magnitud del fenómeno que lo induce. En el caso de ser un sismo submarino se debe
considerar la magnitud y profundidad de su foco. •Influencia de la topografía submarina
en la propagación del tsunami.
•Distancia a la costa desde el punto donde ocurrió el fenómeno (epicentro).
•Configuración de la línea de costa.
•Influencia de la orientación del eje de una bahía respecto al epicentro (características
direccionales).
•Presencia o ausencia de corales o rompeolas, y el estado de la marea al tiempo de la
llegada del tsunami.
•Influencia de la topografía en superficie, incluye pendientes y grado de rugosidad
derivado de construcciones, arboles y otros obstáculos en tierra.
Efectos en la costa.
nivel de las aguas, cuya altura puede variar entre uno y cuatro metros; sin embargo, se
han registrado casos puntuales en que las olas alcanzaron alturas superiores a los
La ola de un tsunami acumula gran cantidad de energía; cuando llega a la línea costera,
esta ola avanza sobre la tierra alcanzando alturas importantes sobre el nivel medio del
mar. La ola y el flujo que le sigue, cuando encuentran un obstáculo descargan su energía
impactando con gran fuerza. La dinámica de un tsunami en tierra es bastante compleja y
normalmente no predecible; esto se debe a que influyen factores muy diversos como
son: el período, la altura de la ola, la topografía submarina y terrestre determinando
daños de diversa intensidad.
Los efectos de un tsunami son diferentes dependiendo de la duración del período. Con
corto período, la ola llega a tierra con una fuerte corriente, y con período largo, se
produce una inundación lenta con poca corriente. Por otra parte, mientras mayor sea la
altura de la ola, mayor es la energía acumulada; por lo tanto, y dependiendo de la
pendiente y morfología del terreno, mayor será la extensión de las áreas inundadas. Al
respecto, estudios japoneses han determinado que mientras menor es la pendiente de la
ola (razón entre la altura y la longitud de onda) mayor será la altura máxima de
inundación.
Por otra parte, las variaciones en las formas y las pendientes de la batimetría submarina
cercana a la línea de costa influye directamente en el potencial de energía del tsunami,
ocurriendo amplificación o atenuación de las ondas.
Así, una costa en peldaños que tenga una plataforma continental escalonada con bruscos
cambios de pendiente, hará que la onda de tsunami pierda gradualmente su energía
cinética y por tanto potencial, lo anterior debido a los choques sucesivos de la masa de
agua con el fondo marino. Las olas van disipando su energía en las paredes con los
cambios bruscos de profundidad.
En tanto, una costa con topografía de pendientes suaves en forma de rampas en que la
plataforma continental penetra suavemente en el mar, permitirá que la energía del
tsunami sea transmitida en su totalidad, y por lo tanto, se incrementa el poder
destructivo del mismo. Estas son costas de alto riesgo con olas de gran altura que
producen inundación. En este caso la pérdida de energía es sólo por roce.
En las bahías puede haber reflexión en los bordes de las costas; en este caso si el
período es igual (o múltiplo entero) al tiempo que demora en recorrer la bahía, al llegar
la segunda ola puede verse reforzada con un remanente de la primera y aumentar la
energía al interior de la bahía, este es el fenómeno de resonancia. Esta condición puede
producir la amplificación de las alturas del tsunami al interior de una bahía como ocurre
en la bahía de Concepción (SHOA, 1995).
Los daños típicos producidos por tsunami pueden agruparse de acuerdo a los siguientes
grupos:
Cuando la masa de agua fluye de vuelta al mar, los escombros arrastrados fortalecen la
fuerza del empuje del flujo que irrumpe, causando de este modo un efecto destructivo
de las estructuras debilitadas por la primera embestida. En algunas ocasiones la
magnitud del momento del flujo es tan alta, que es capaz de arrastrar tierra adentro a
barcos de elevado tonelaje. Se debe señalar que los daños originados por esta causa son
más severos en las bahías en forma de V, cuando son azotadas por tsunamis de períodos
cortos.
Si el flujo no es de gran magnitud, la inundación hace que flote todo tipo de material
que no esté fuertemente ligado a su base en el terreno, como ocurre con casas de madera
que no tienen sólidos cimientos. En el caso de una gran extensión de terreno plano, la
masa de agua puede encontrar un pasaje hacia el interior y, por diferencias de pendiente,
el flujo de agua es acelerado en ese pasaje originando el barrido de los elementos que se
presenten a su paso, como construcciones, estructuras, etc.
Los daños originados por socavamiento han sido observados a menudo en las
infraestructuras portuarias. Cerca de la costa la corriente del tsunami, remueve el fango
y arena del fondo del mar, socavando a veces las fundaciones de las estructuras de
muelles y puertos. Si esto ocurre, dichas estructuras caen hacia el mar; como ha
ocurrido con algunos muelles sobre pilotes. El colapso de las estructuras puede
producirse también cuando el reflujo socava las fundaciones. La inundación que
produce el tsunami puede socavar también los cimientos de líneas de ferrocarril o
carreteras, originando bloqueos de tráfico y una prolongada demora en el rescate y
trabajos de reconstrucción.
Secuencia de imágenes que muestran la llegada del tsunami de Japón del 26 de Mayo de 1983.
DEFINICION DE TSUNAMI
Un TSUNAMI (del japonés TSU: puerto o bahía, NAMI: ola) es una ola o serie de
olas que se producen en una masa de agua al ser empujada violentamente por una fuerza
que la desplaza verticalmente. Este término fue adoptado en un congreso de 1963.
Un tsunami generalmente no es sentido por las naves en alta mar (las olas en alta mar
son pequeñas) ni puede visualizarse desde la altura de un avión volando sobre el mar.
Como puede suponerse, los tsunamis pueden ser ocasionados por terremotos locales
o por terremotos ocurridos a distancia. De ambos, los primeros son los que producen
daños más devastadores debido a que no se alcanza a contar con tiempo suficiente para
evacuar la zona (generalmente se producen entre 10 y 20 minutos después del
terremoto) y a que el terremoto por sí mismo genera terror y caos que hacen muy difícil
organizar una evacuación ordenada.
CAUSAS DE TSUNAMIS
Las marejadas se producen habitualmente por la acción del viento sobre la superficie
del agua y sus olas tienen una ritmicidad que usualmente es de 20 segundos y como
máximo suelen propagarse unos 150 metros tierra adentro, como observamos en los
temporales o huracanes. De hecho la propagación es limitada por la distancia, de modo
que va perdiendo intensidad al alejarnos del lugar donde el viento la está generando.
Japón, por su ubicación geográfica, es el país más golpeado, por los TSUNAMIS.
El mayor tsunami del que se tiene noticias fue el provocado entre las islas de Java y
Sumatra por la erupción del volcán Krakatoa, en Mayo de 1883, donde la ola producida
alcanzó una altura media de 42 metros.
La mitad de los tsunamis se presentan, primero, como un recogimiento del mar que deja
en seco grandes extensiones del fondo marino. Corra, no se detenga, aléjese a una zona
elevada, el tsunami llegará con una velocidad de más de 100 Km/h.
Tenga siempre presente que un tsunami puede penetrar por ríos, quebradas o marismas,
varios kilómetros tierra adentro, por lo tanto hay que alejarse de éstos.
Un tsunami puede tener diez o más olas destructivas en 12 horas; procure tener a mano
ropa de abrigo, especialmente para los niños.
Procure tener aparato de radio portátil, o un teléfono móvil que le permita estar
informado y localizado.