Civilizatie
Civilizatie
Civilizatie
Toda la vida de los mayas está inspirada en las creencias religiosas, de allí que hasta la
organización del estado sea teocrática.
Los mayas rindieron culto a las fuerzas de la naturaleza, sus principales dioses fueron:
Hunab Ku
Hunab Ku, es el principal dios de la mitología maya, considerado el centro
de la galaxia, y a su vez, el corazón y la mente del creador. Si bien existían
"esencias" menores, (Chaac, Dios de la lluvia por ejemplo) Hunab Ku era el
centro de todo, y hacia allí y a través del sol, dirigían su mirada al estudiar las
estrellas. Casi mil años antes que las civilizaciones contemporáneas de su
época, los mayas dominaban un sistema numérico binario exponencial, (el
mismo que utiliza la naturaleza, en la división de las células) con base en el
número 2, contando de a 20.
Los mayas nos dicen que desde el centro de la galaxia (Hunab Ku), cada
5.125 años, surge un "rayo sincronizador", que justamente sincroniza al sol y a
todos los planetas, con una poderosa emanación de energía. En la rotación
completa del sistema solar en la galaxia, ellos hacían una división de dicha elipse en dos, con una
fracción cada una de 12.812 años, llamando a la fracción más cercana al centro de la galaxia, Día, y a la
parte más alejada de Hunab Ku; Noche, tal cual se divide en día y noche en la Tierra. A su vez, dicha
elipse era partida en cinco períodos de 5.125 años: los cuales eran: Mañana, Mediodía, Tarde, Atardecer
y Noche. Según los mayas, justamente en nuestro nuevo milenio, estaremos ingresando en la mañana
galáctica, y es marcada por el rayo sincronizador desde Hunab Ku.
Los mayas nos dicen que el período intermedio al traspaso, dura 20 años, y ellos lo llaman "El
tiempo del No-Tiempo", en donde ocurren grandes cambios. Es allí cuando debemos ser capaces de
transformarnos, puesto que será nuestra decisión seguir como humanidad o perecer en nuestra
autodestrucción.
Itzamná
También llamado Zamná. Señor principal para los mayas. Hijo de Hunab Kú y
esposo de Ixchel.
Itzamná e Ixchel forman la primera dualidad, característica que rige la
cosmovisión mesoamericana. Comúnmente se le representó como un dios viejo
que poseía el conocimiento del calendario, las matemáticas y la escritura. Según
los mitos yucatecos fundó la ciudad de Izamal (en el estado de Yucatán, México)
donde mandó a construir tres templos que representaban su cabeza y sus manos.
1/5
En el Chilam Balam se le atribuye el gobierno total del universo maya, siendo su morada el
decimotercer cielo, en las alturas del árbol sagrado Yaxché (ceiba). Durante el clásico se le consideró
padre de los gemelos sagrados del Popol Vuh y en algunos casos su abuelo. Algunos reyes mayas
adoptaban su nombre para agregar divinidad a su reinado. Entre los mayas actuales Itzamná tiene igual
importancia que Chaac.
Chaac
Dios maya de la lluvia y fertilidad de la agricultura (Chaac), esta deidad fue
importante debido a la ausencia de grandes fuentes fluviales en la península de
Yucatán. Según los relatos, este dios moraba en las cuevas o cenotes las cuales
también eran la entrada al inframundo. En ocasiones se le representa como
cuatro dioses según los puntos cardinales: "Chac Xib Chaac", el Chaac Rojo del
Este; "Sac Xib Chaac", el Chaac blanco del Norte; "Ek Xib Chaac" el Chaac
negro del Oeste", y "Kan Xib Chaac", el Chaac amarillo del Sur. Su equivalente
centromexicano es Tláloc, y Pitao Cocijo, para los zapotecas.
Representado comúnmente como un hombre viejo con una apariencia que
Mascara de Chaac asimila a un anfibio o reptil, su característica nariz larga y curva, cargando un
hacha que representa el trueno o rayo. Ha sido asociado con la rana o sapo.
Hoy día se le sigue rindiendo culto ente los agricultores tal como los estudios antropológicos dejan
entrever, sin embargo es bajo el nombre de Santo Tomás, esto gracias al sincretismo entre las culturas
mayas y española. En ocasiones los reyes mayas de vestían como Chaac y también adoptaron su
nombre como titulo nobiliario.
Ah Puch
En la mitología maya es el Dios y rey de Xibalbá, el inframundo. Descrito
como un esqueleto o cadáver con un rostro de jaguar (o búho) adornado con
campanas; tiene por cabeza una calavera, muestra las costillas desnudas y
proyecciones de la columna vertebral; si su cuerpo está cubierto de carne, ésta
se ve hinchada y cubierta de círculos negros que sugieren la descomposición.
Ah Puch es una deidad malévola. Su figura está asociada frecuentemente con el
dios de la guerra y de los sacrificios humanos, y sus constantes compañeros son
el perro, el ave Moán y la lechuza, considerados como criaturas de mal agüero
y de muerte. En ocasiones se le denomina "Señor del noveno Infierno" o "El
destructor de mundos". Ah Puch es la antítesis de Itzamná.
Esto nos muestra que la cultura maya era "Politeísta". Todas las creaciones
mayas están fundamentadas por una concepción religiosa del mundo, ya que este se concibe de origen
divino y perneado por energías sagradas que determinan todo acontecer. Estas energías son los dioses,
que encarnan en las fuerzas de la naturaleza, como los astros y la lluvia (Chaac); y también son
energías de muerte, como los dioses que producen enfermedades y la misma muerte. Pero esas deidades
también tienen aspectos animales: el Sol se manifiesta a veces como una guacamaya o un jaguar; la
Lluvia, como una serpiente; la Muerte como un murciélago o un búho, etc.
El universo está constituido por tres grandes planos horizontales: el cielo, la tierra y el inframundo.
En el cielo, dividido en trece estratos o niveles, reciben los astros, que son dioses, como la luna (Ixchel)
y Venus (Nohok Ek). El espacio celeste está representado por una deidad llamada Itzamná, "el dragón",
que se representa como una serpiente emplumada de dos cabezas o un dragón (mezcla de serpiente,
ave, lagarto y venado). Este dios, que es el supremo de la religión maya simboliza la energía
fecundante del cosmos, que infunde vida a todo el universo.
2/5
La tierra, es una plancha plana que flota sobre el agua; pero también se concibe como un gran
cocodrilo o lagarto, en cuyo dorso crece la vegetación. Los mayas yucatecos la llamaron Chaac Mumul
Aín, "gran cocodrilo lodoso".
Los Aztecas
Gran parte de la vida y la cultura Aztecas se hallaba determinada por las creencias religiosas. Una
poderosa casta sacerdotal se encargaba de organizar las ceremonias rituales, de dirigir los centros de
educación y de realizar predicciones sobre los diversos aspectos de la sociedad y la política del
imperio.
Los Aztecas adoptaron las creencias religiosas de los pueblos vecinos y sometidos. Su religión era
politeísta, aunque predominaban unas pocas divinidades principales. Los dioses aztecas más
importantes estaban relacionados con el cielo solar y agrícola.
"Como dios que es, desdeña los alimentos groseros de los hombres y solo
puede mantenerse con la vida misma, la substancia mágica que se encuentra en
la sangre del hombre. Así, la guerra, la conquista y el sometimiento de otros
pueblos, tenían motivos económicos y políticos, pero también razones
religiosas de búsqueda de prisioneros para su Inmolación".
En otras ocasiones, durante la fiesta en honor a Xiutecuchtlil, dios del Fuego, la víctima era
arrojada con intervalos sobre un montón de brasas.
Otras formas de sacrificio consistían en tener al prisionero atado en un sitio para después lanzarle
flechas hasta que este muriese, y la sangre que caía a la tierra se suponía la hacia fértil. En honor de la
tierra y de Xipe, a la víctima se le desollaba después de matarla y el sacerdote se vestía con la piel de
aquella. Y no dejaba de haber, para algún valiente Guerrero enemigo, antes de aplicársele la muerte
común, sobre todo en la fiesta del "Tlacaxipehualiztli" que era el simulacro de un combate contra
varios guerreros Aztecas mejor armados. Este sacrificio fue después llamado: Gladiatorio.
3/5
Había meses consagrados al sacrificio de niños que eran llevados a las cumbres de los montes,
adornados con plumajes y guirnaldas; sus sacrificadores los acompañaban tañendo instrumentos
musicales, cantando y bailando.
La ceremonia de inmolación tenia como objeto el pedir lluvias, y si los niños lloraban era un buen
Signo. El corazón les era arrancado como parte final del acto.
En la fiesta del Toxcatl se sacrificaba a un mancebo (imagen de Tezcatlipoca), a quien durante todo
un año se le agasajaba con fiestas y regalos, preparándosele para la muerte. Los ritos exigían que
hubiese también ofrendas y oraciones, sahumerios con copal y otros actos.
Ellos creían en que las fuerzas de la naturaleza obraban para el bien o para el mal, y por eso,
personificaban los elementos naturales como dioses y diosas y les rendían culto. La divinidad más
importante era Quetzalcoatl, que era el dios del viento, de la vida, de la fertilidad, inventor del maíz y
de la agricultura, creador del calendario solar y organizador de los ritos religiosos.
Los Incas
La religión incaica nació del respeto por las fuerzas de la naturaleza. Los antiguos peruanos
adoraron a los espíritus de la naturaleza y criaturas tales como jaguares, serpientes, y cóndores.
También usaron su religión para unificar a las gran población de su imperio.
El principal dios de los Incas fue el Inti, el Sol. La mayoría de las regiones
agrícolas adoraban habitualmente tanto al sol como a la lluvia, ya que ambos
eran esenciales para conseguir buenas cosechas. El sol era la deidad más
importante de la dinastía real Inca. Los reyes Incas creían que eran
descendientes del Inti. El fue el Proveedor de Vida y el protector de la gente
Inca. El Inti les trajo calidez y luz. Cuando caía en el océano cada tarde en la
puesta de sol, los pobladores estaban asustados que el sol no pueda nadar bajo la
Tierra para reaparecer la mañana siguiente en el Este.
Todas las deidades estaban asociadas con el término huaca, palabra quechua que indica todo lo
sagrado. El Inca era reconocido por la gente andina como huaca viviente, que tenía el poder de
comunicarse con el universo sagrado y era el encargado de, a través de los rituales, mantener el
equilibrio entre los hombres y los dioses.
Los Incas también veneraron lugares o cosas sagrados o extraños, llamados huacas. Podían ser
rocas, montañas, ríos, y árboles de forma inusual que los Incas pensaban que tenían especiales poderes.
Se hacían ofrendas a las huacas para pedir ayuda. Se ofrecían niños en sacrificio y llamas que eran
matadas y enterradas junto a ellos a las huacas más importantes.
4/5
Así, los incas tuvieron como dioses a cuerpos celestes, accidentes geográficos, fenómenos
atmosféricos e, incluso, a sus propios ancestros. El respeto por los ancestros fue otra parte importante
de la religión Inca. Los cuerpos de los muertos eran frecuentemente secados y preservados como
momias y fueron o enterrados con algunas de sus pertenencias o guardados en las casas de sus
descendientes y les hacían ofrendas regulares de comida y bebida.
De la misma manera que otras sociedades andinas, los incas tuvieron una peculiar visión del
tiempo y del espacio. El tiempo fue concebido de manera sagrada y cíclica. Así, se pensaba que existían
ciclos de destrucción y renovación del mundo, al igual que en el calendario maya.
El universo estaba dividido en tres partes:
• hanan pacha, la morada de los dioses y de los objetos celestiales,
• kai pacha, el mundo presente y tangible,
• ucu pacha, el mundo de abajo o de las cosas que todavía no
germinan.
Dentro de las deidades, el más popular fue el dios Inti, el Sol, también conocido como Punchao.
Era considerado el padre de los incas y la divinidad tutelar del Tahuantinsuyo. Las crónicas indican que
el Inti o el Sol fue representado mediante una estatuilla pequeña esculpida en oro que se guardaba en el
Coricancha, o templo del Sol, en la ciudad de Cuzco, la capital del imperio.
5/5