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La proposicin de la boa es tan irracional que seduce inmediatamente al conejo, antes de que pueda dar su consentimiento. Apenas si hace falta un masaje previo y una lubricacin de saliva superficial. La absorcin se inicia fcilmente y el conejo se entrega en una asfixia sin pataleo. Desaparecen la cabeza y las patas delanteras. Pero a medio bocado sobrevienen las angustias de un taponamiento definitivo. En ayuda de la boa transcurren los ltimos instantes de vida del conejo, que avanza y desaparece propulsado en el tnel costillar por cada vez ms tenues estertores.
Al darse cuenta de que haba puesto demasiado altos los frutos de un rbol predilecto, Dios no tuvo ms remedio que alargar el cuello de la jirafa. Cuadrpedos de cabeza voltil, las jirafas quisieron ir por encima de su realidad corporal y entraron resueltamente al reino de las desproporciones. Hubo que resolver para ellas algunos problemas biolgicos que ms parecen de ingeniera y de mecnica: un circuito nervioso de doce metros de largo; una sangre que se eleva contra la ley de la gravedad mediante un corazn que funciona como bomba de pozo profundo.
Ah, si la msica pudiera tener esa facultad, el instinto de supervivencia de ciertos insectos y otros animales! Cmo cambiaran las cosas si la msica se pudiera transformar en seres vivos, animales con garras y dientes! Entonces podra sobrevivir. Si slo se pudiera inventar una Mquina, una Mquina que procesara las partituras musicales, convirtindolas en cosas vivas. (el Doc Labyrinth) se prepar para la primera transformacin. Haba seleccionado una partitura maravillosa para comenzar, la del Quinteto en sol menor, de Mozart. Durante un rato estuvo hojendola, absorto en sus pensamientos. Luego se dirigi a la Mquina y la ech dentro. Pas el tiempo. - Dios mo! - fue su exclamacin - Esto es verdaderamente extrao! De la mquina sali un pjaro, no un animal. El pjaro mozart era pequeo, bello y esbelto, con el magnfico plumaje de un pavo real.
PLINIO (VIII, 32) cuenta que en los confines de Etiopa, no lejos de las fuentes del Nilo, habita el catoblepas, "fiera de tamao mediano y de andar perezoso. La cabeza es notablemente pesada y al animal le da mucho trabajo llevarla; siempre se inclina hacia la tierra. Si no fuera por esta circunstancia, el catoblepas acabara con el gnero humano, porque todo hombre que le ve los ojos, cae muerto". El catoblepas (bfalo negro, con una cabeza de cerdo que cae hasta el suelo, unida a las espaldas por un cuello delgado, largo y flojo como un intestino vaciado.
NADA sabemos de la estructura del ciervo celestial (acaso porque nadie lo ha podido ver claramente), pero s que estos trgicos animales andan bajo tierra y no tienen otra ansia que salir a la luz del da. Saben hablar y ruegan a los mineros que los ayuden a salir. Al principio, quieren sobornarlos con la promesa de metales preciosos; cuando falla este ardid, los ciervos hostigan a los hombres, y stos los emparedan firmemente en las galeras de la mina. Se habla asimismo de hombres a quienes han torturado los ciervos... La tradicin aade que si los ciervos emergen a la luz, se convierten en un lquido pestilente que puede asolar el pas.
TROLLS
http://tolkien.chez.com/enciclopedia/troll.html
Se cree que durante la Primera Edad de las Estrellas, en los profundos pozos de Angband, Melkor el Enemigo cri una raza de canbales gigantes que eran feroces y fuertes, pero sin inteligencia. Estos gigantes de negra sangre fueron llamados trolls, y durante cinco Edades de las Estrellas y cuatro Edades del Sol cometieron todos los actos malvados que su escasa inteligencia les permiti. Se dice que los trolls fueron criados por Melkor porque deseaba tener una raza tan poderosa como la de los gigantes Ents, los Pastores de rboles. Los trolls doblaban en estatura y corpulencia a los hombres ms grandes y tenan una piel verde y escamosa que era como una armadura. Eran duros y resistentes como la roca, pero en la brujera que les dio origen hubo un fallo fatal: teman a la luz. El sortilegio de su creacin se realiz en la oscuridad y, si la luz caa sobre ellos, era como si el sortilegio se rompiera y la coraza de su piel creca hacia adentro. Sus entidades malignas y sin alma eran aplastadas y se convertan en piedra muerta.
Las dos hijas del mar [...] eran dos maravillosas criaturas de largos cabellos ondulados como las olas, de cara de luna y de senos admirables y redondos y duros cual guijarros marinos; pero desde el ombligo carecan de las suntuosidades carnales que generalmente son patrimonio de las hijas de los hombres, y las sustituan con un cuerpo de pez que se mova a derecha y a izquierda, de la propia manera que las mujeres cuando advierten que a su paso llaman la atencin. Tenan la voz muy dulce, y su sonrisa resultaba encantadora; pero no comprendan ni hablaban ninguno de los idiomas conocidos, y contentbanse con responder nicamente con la sonrisa de sus ojos a todas las preguntas que se les dirigan.
Cuando surcan los cielos, son liberados de la fuerza de gravedad que los ata a la tierra; no necesitan alimento alguno, ya que son completamente autosuficientes. Nunca aterrizan en la tierra, habitan exclusivamente en las ms elevadas regiones del aire, tambin duermen en el aire libre de las alturas; se aman bajo cielo abierto y no parecen necesitar otra cosa que altura y amplitud, como si tuviesen la capacidad de autoabastecerse a travs del cordn umbilical de su propia bienaventuranza. El nico momento en la vida de estos pjaros divinos en el que esta existencia libre de todo lazo corre peligro de ser perturbada existe slo en el comienzo. Pues al ser criaturas libres de los lazos terrenales los pjaros divinos depositan sus huevos en el aire.
TENGO un animal curioso, mitad gatito, mitad cordero. Es una herencia de mi padre. En mi poder se ha desarrollado del todo; antes era ms cordero que gato. Ahora es mitad y mitad. Del gato tiene la cabeza y las uas, del cordero el tamao y la forma; de ambos los ojos, que son huraos y chispeantes, la piel suave y ajustada al cuerpo, los movimientos a la par saltarines y furtivos. Echado al sol, en el hueco de la ventana, se hace un ovillo y ronronea; en el campo corre como loco y nadie lo alcanza. Dispara de los gatos y quiere atacar a los corderos. En las noches de luna su paseo favorito es la canaleta del tejado. No sabe maullar y abomina de los ratones. Horas y horas pasa en acecho ante el gallinero, pero jams ha cometido un asesinato. Lo alimento con leche; es lo que le sienta mejor. A grandes tragos sorbe la leche entre sus dientes de animal de presa. Naturalmente es un gran espectculo para los nios.
UNA GRUESA y alta serpiente con garras y alas es quiz la descripcin ms fiel del dragn. Puede ser negro, pero conviene que tambin sea resplandeciente; asimismo suele exigirse que exhale bocanadas de fuego y de humo. Lo anterior se refiere, naturalmente, a su imagen actual; los griegos parecen haber aplicado su nombre a cualquier serpiente considerable. Plinio refiere que en el verano el dragn apetece la sangre del elefante, que es notablemente fra. Bruscamente lo ataca, se le enrosca y le clava los dientes. El elefante exange rueda por tierra y muere; tambin muere el dragn, aplastado por el peso de su adversario. Tambin leemos que los dragones de Etiopa, en busca de mejores pastos, suelen atravesar el mar Rojo y emigrar a Arabia. Para ejecutar esa hazaa, cuatro o cinco dragones se abrazan y forman una especie de embarcacin, con las cabezas fuera del agua. Otro captulo hay dedicado a los remedios que se derivan del dragn. Ah se lee que sus ojos, secados y batidos con miel, forman un linimento eficaz contra las pesadillas.
ANTES de ser un monstruo y un remolino, Escila era una ninfa, de quien se enamor el dios Glauco. Este busc el socorro de Circe, cuyo conocimiento de hierbas y de magias era famoso. Circe se prend de l, pero como Glauco no olvidaba a Escila, envenen las aguas de la fuente en que aqulla sola baarse. Al primer contacto del agua, la parte inferior del cuerpo de Escila se convirti en perros que ladraban. Doce pies la sostenan y se hall provista de seis cabezas, cada una con tres filas de dientes. Esta metamorfosis la aterr y se arroj al estrecho que separa Italia de Sicilia. los dioses la convirtieron en roca. Durante las tempestades, los navegantes oyen an el rugido de las olas contra la roca.
LICOFRONTE, Claudiano y el gramtico bizantino Juan Tzetzes han mencionado alguna vez los ictiocentauros; otra referencia a ellos no hay en los textos clsicos. Podemos traducir ictiocentatauros por centauro-peces; la palabra se aplic a seres que los mitlogos han llamado tambin centauro-tritones. Su representacin abunda en la escultura romana y he. lenstica. De la cintura arriba son hombres, de la cintura abajo son peces, y tienen patas delanteras de caballo o de len. Su lugar est en el cortejo de las divinidades marinas, junto a los hipocampos
En la casa de un rico mercader de la ciudad de Mxico, rodeado de comodidades y de toda clase de mquinas, viva no hace mucho tiempo un Perro al que se le haba metido en la cabeza convertirse en un ser humano, y trabajaba con ahnco en esto. Al cabo de varios aos, y despus de persistentes esfuerzos sobre s mismo, caminaba con facilidad en dos patas y a veces senta que estaba ya a punto de ser un hombre, excepto por el hecho de que no morda, mova la cola cuando encontraba a algn conocido, daba tres vueltas antes de acostarse, salivaba cuando oa las campanas de la iglesia, y por las noches se suba a una barda a gemir viendo largamente la luna.
Lleva un rato sentada en el patio en su silla de enea bajo la higuera, desde que cantaron los gallos en todas las casas y los perros se desperezaron, se rascaron las garrapatas, bostezaron antes de salir a buscar comida por los tarros de basura. Con una paoleta rosa que ella misma ha tejido se protege los hombros de los restos del frescor de la noche. no ha dormido bien y sus ojos estn enrojecidos, pero no por el llanto, pues hace aos que dej de llorar y lamentarse.
Sobre la naturaleza de una F Me llamo F y como todo F soy un insecto. Mucho ms pequeo y limpio que una mosca, y como una mosca tengo alas pero no volar a ninguna parte. Hace unos segundos llegu al mundo y dentro de unos instantes morir. No tengo conciencia exacta de mi forma, supongo que si existo es porque hay miles, quizs millones de efes en el mundo. Sin embargo no he tenido contacto todava con otro insecto, ni siquiero con uno de mi especie.
[] Koala poda pasar tiempo incalculable durmiendo. Coma, dorma, mascaba su palito. No haca nada ms. Nunca se le conocieron hijos, nunca tuvo una amante asidua, ni siquiera una infrecuente. Nunca le dio por acostarse con ex convictos, aquellos que salan de la crcel con esa nueva necesidad instalada en el cuerpo despus de pasarse unos aos encerrados entre hombres.
Diversas teoras giran en torno a la poqusima cantidad de animales que llevan por letra inicial la . Resulta extraa que siendo una de las consonantes ms poderosas y sonoras est un tanto relegada. As como arquelogo del pasado y de las cosas perdidas, me di a investigar en los anales de la historia, que son as, o ms, el origen de tal escasez. Rastr la posible causa, muy prxima a la verdad o muy lejana, segn se aprecie, en un relato olvidado que se encontr en una vasija de barro, escrito en papiro y cuya autora adjudican a No.
Este quirptero no puede dormir en la maana. Las incertidumbres lo agobian de da desde hace ya un buen tiempo, pobre quirptero, y en las alboradas se dedica a desvariar en vez de ponerse a soar con las morcillas babosas que aquella nia, la maltratada Amalia que sufre del corazn pero de nada se queja, le permite robarse de uno de esos puestos de fritanga que abren los mircoles en la noche a unas cuadras del estadio. Pobre quirptero: no deja de darles vueltas a los hechos. Por qu no soy como los otros? por qu las cosas no pueden quedarse quietas?
Un poderoso cuerno acstico. Armadura blindada al cuerpo. Ojos hechos para mirar las llanuras sobrenaturales del frica. Este es el animal que todos hemos conocido por medio de alguna estampa escolar, el zoolgico o la televisin. Sin embargo, nunca he odo a nadie hablar del que mi padre me contaba en las noches de tormenta: el rinocertonte blanco.
Yo nac para ser serpiente. El cabello, mi voz, el filo de mis ojos. Todo lo indicaba. Y entonces me deform. Sali un cuerpo femenino que en nada me agradaba, que en todo me estorbaba, que no daba ms que problemas. El cabello qued. El cabello. Y tal fue la fuerza de mis pensamientos, tan cerca de mi alma, de mi cerebro, que los cabellos fueron lo que yo no puede. Fueron serpientes.
De entre los ofidios, la vbora es la que ms mala fama arrastra con el paso de los siglos. El en el Libro de libros es la portadora de la tentacin y muchos pueblos la asocian al diablo mismo: su boca esconde los secretos de la dilatacin; tiene lengua viperina y veneno en los colmillos; su mirada detiene el tiempo de sus presas; posee un cuerpo sin extremidades, sangre fra y piel escamosa y cambiante.
Tengo un animal singular, mitad gatito, mitad cordero. Lo hered con una de las propiedades de mi padre. Sin embargo, slo se desarroll en mi tiempo, pues antes tena ms de cordero que de gatito. Ahora participa de ambas naturalezas por igual. Del gato, la cabeza y las uas; del cordero, el tamao y la figura; de ambos, los ojos, salvajes y encendidos; el pelo, suave y bien asentado; los movimientos ora saltarines, ora lnguidos. Al sol sobre el antepecho de la ventana, se hace una bola y ronronea. En el prado corre como enloquecido y apenas es posible alcanzarlo. Huye de los gatos y pretende atacar a los corderos. En noches de luna son las tejas su mejor camino predilecto. No puede maullar y le repugnan las ratas. Es capaz de pasar horas enteras al acecho ante el gallinero, pero hasta ahora no ha aprovechado jams la ocasin de matar.
Erase un buitre que me picoteaba los pies. Ya haba desgarrado los zapatos y las medias y ahora me picoteaba los pies. Siempre tiraba un picotazo, volaba en crculos inquietos alrededor y luego prosegua la obra. Pas un seor, nos mir un rato y me pregunt por qu no toleraba yo al buitre. Estoy indefenso le dije -, vino y empez a picotearme, yo lo quise espantar y hasta pens torcerle el pescuezo, pero estos animales son muy fuertes y quera saltarme a la cara. Prefer sacrificar los pies; ahora estn casi hechos pedazos. No se dej atormentar dijo el seor- un tiro y el buitre se acab. Le parece? pregunt quiere encargarse usted del asunto?
Salta de vez en cuando, slo para comprobar su radical esttico. El salto tiene algo de latido: vindolo bien, el sapo es todo corazn. Prensado en un bloque de lodo fro, el sapo se sumerge en el invierno como una lamentable crislida. Se despierta en primavera, consciente de que ninguna metamorfosis se ha operado en l. Es ms sapo que nunca, en su profunda desecacin. Aguarda en silencio las primeras lluvias.
Por fin, segn el cable, la semana pasada la Tortuga lleg a la meta. En rueda de prensa declar modestamente que siempre temi perder, pues su contrincante le pis todo el tiempo los talones. En efecto, una diezmiltrillonsima de segundo despus, como una flecha y maldiciendo a Zenn de Elea, lleg Aquiles.