Noche - de - Ronda Ana Lidia Vega
Noche - de - Ronda Ana Lidia Vega
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NOCHE DE RONDA
ANA LIDIA VEGA SEROVA
Edicin: Ena Luca Portela
Diseo de cubierta: Francisco Masvidal
Ilustracin de cubierta: Carlos Rafael Vega
Diseo interior: Vivian Lechuga
Correccin: Lourdes Daz Castro
Diagramacin: Onelia Silva Martnez
Anna Lidia Vega Serova, 2003
Sobre la presente edicin:
Ediciones UNIN, 2003
ISBN: 959-209-524-8
Ediciones UNIN
Unin de Escritores y Artistas de Cuba
17 no. 354 e/ G y H, El Vedado,
Ciudad de La Habana
E-mail: editora@uneac.co.cu
A mis padres
A Mann y sus padres
A Cristian y los suyos
No me creo que he visto
las cosas que he visto.
RAYMOND CARVER
Captulo I
Bunny Banana habita en un cuarto pintado de
gris. La mayor parte del espacio est ocupada
por una cama que Bunny comparte con su hijo.
Cuando el nio se duerme, ella enciende la luz,
se acuesta en su mitad de la cama y escribe
poemas de amor.
Bunny Banana tiene amores secretos. Su co-
razn con que vive parece un edificio de aparta-
mentos como en el que vive y en cada aparta-
mento tras una puerta bien cerrada hay un amor
secreto.
Bunny recuesta la libreta sobre una pared y
extiende el pie derecho hasta chocar con la pa-
red opuesta. No tengo claro si es que Bunny es
una giganta o el mundo es muy chico.
Debajo de la cama se oye un sonido perma-
nente. Eso son las cucarachas que se divierten
jugando a los escondidos entre bultos de ropa
sucia y zapatos. Bunny les teme a las cucara-
chas. Bunny odia a las cucarachas. Cuando ve
alguna, se manda a correr o salta encima de los
muebles, llevada por el pnico.
Una vez dio un brinco tan grande al divisar
CaptuloII
Me acerco al fin a la parada y decido coger una guagua para
el centro. Me siento en el banco a esperar. Me aburro y saco
la pistola de hacer pompas de jabn. Hago muchas pompas
que llenan las desoladas calles y suben mezclndose con las
estrellas.
Llega una guagua que no va al centro, que va a otra parte
(donde est la vida) y me monto. Hago pompas adentro, pero
nadie me hace pompas. No me importa mucho. Lo nico que
me importa es llegar para equilibrar las cosas.
Tras las ventanillas se desliza el paisaje a una velocidad
aproximada de 60 km/h Es tan extrao! A veces uno trota-
trota-trota a toda velocidad y el paisaje sigue siendo el mis-
mo, pero otras veces uno est SENTADO, casi no se mueve, y
el paisaje se desliza a su alrededor. Eso debe tener algo que
ver con el equilibrio y esas cosas. No recuerdo bien cmo lo
llamaba mi profesora de Fsica, en fin: lo que disminuye en
un lado, aumenta en otro, y viceversa. O sea, mientras ms
cerca, ms lejos, qu es? la cerca! No-o-o-o, es Bunny
tratando de llegar.
Llega la guagua que no va al centro, va a otra parte (donde
est la vida) y me monto. Hay algunas personas dentro que
CaptuloIII
Pobre Bunny! Mujer de carnes rancias, nia envejecida con
sueos envejecidos de nia, frgil criatura de las cloacas (Cat:
Rata comuna; Nombre Cientfico: Ratus Norvgicus; Fam:
Mridos).
Quin sabe la dimensin de tu tristeza ratuna? A quin
le has contado tus secretos rateros? Contra quin ha sido
descargada tu rabia ratil? Slo t, Bunny, slo t misma, ama
y seora de tu cuerpo, mente y corazn (y yo un poco, pero
yo, por supuesto, no cuento).
Qu tiempo puede andar uno por las calles desoladas?
Durante cuntas noches y noches puede estar tocando en
puertas cerradas, en corazones intransigentes, buscando un
simple nidito?
Ah ests, haciendo pompas con la pistola naranja-verde-
morada que en la oscuridad parece una pistola gris cualquie-
ra. Te aburres de sufrir y decides ponerte a pensar en cmo
sern los penes de los extraterrestres. Tal vez no tienen pe-
nes ningunos, tal vez hacen el amor con las antenitas, o son
hermafroditas, o tiemplan por medio de la realidad virtual. La
verdad es que me gustara hacerlo con un extraterrestre.
Bunny Banana camina, camina, camina; el paisaje cambia de
vez en vez, pero no hay equilibrio. La ciudad con todos sus
nada.
Pero si no me dejaste explicar!... protest el barbu-
do.
Por aqu no ha pasado NADA.
Y t, por casualidad, no eres escritora?
No interrumpi Bunny y dio la conversacin por...
Y no te gustara serlo?
No interrumpi Bunny y dio la con...
Djame ver tus pies el barbudo se inclin mucho y
mir con atencin los pies de Bunny que eran la terminacin
de las piernas de Bunny, abiertas de par en par.
Bunny observ impasible al hombre que observaba impa-
ciente los pies de Bunny.
Qu clase de pies! exclamaba el barbudo. Qu
belleza de pies!
Mire, ciudadano dijo Bunny despacio como a tientas
, tengo dos pies iguales a los de todo el mundo y no veo por
qu rayos tiene nadie que ponerse a mirrmelos desvi la
vista hacia su cltoris, aceler los movimientos febriles y exci-
tados infinitamente de ambas manos y dio la conversacin
por terminada.
Disculpa que te interrumpa dijo alguien.
Bunny levant la cabeza y vio a un joven de barbas.
Slo quiero hacerte una pregunta...
S? dijo Bunny.
Hace mucho que ests aqu?
Por qu? dijo Bunny.
Porque te veo sola. Yo tambin estoy solo. Podra echarte
un cuento de dos horas y enamorarte hablando de la belleza
de tus pies, por ejemplo, pero me parece insensato para dos
personas adultas perder el tiempo...
CaptuloIV
Me gustara que ahora Bunny Banana vea una luz en medio
de la noche, vaya hacia la luz y encuentre ah el equilibrio.
Que se case con el prncipe entregue su alma a Dios to-
mando a cambio los hbitos, muera y reencarne en koala
publique sus poesas y sea un bestseller, acabe de templar-
se al violador, al perro, al extraterrestre, al polica, hasta que
la destroce un caballo muy gordo en el momento del xtasis
orgsmico.
Pero la verdad es triste y gris, como el cuarto en el que
habita Bunny Banana (con algunos elementos que se desta-
can ms que otros, pero que en la oscuridad parecen todos
algunos elementos ms grises que otros). Como la vida mis-
ma de Bunny Banana (montona e inodora), como Bunny en
cuestin: rata, cucaracha, perro callejero o planta (por
qu no?). Planta, campanita del antojo, flor nocturna en la
quinta avenida, cubierta de polvo y desechos y esta cancin
no es slo para el que pueda escucharla, pero Bunny canta,
canta, porque no tiene unicornio (criatura flica, segn la
mitologa) y cunto no dara por templarse aunque sea a un
caballo, pero no hay caballos, en toda esta jodida ciudad no
hay ni un jodido...
A la orden dijo el caballo frenando en sus cuatro pa-
tas delante de Bunny, que abri los ojos de par en par. Esta-
dosamente en el lecho.
Buenos das, Bunny Banana. Todava ests aqu?
Ya me iba. Slo esperaba la recompensa por la grata
noche que te he proporcionado respond vistindome.
No comprendo me dijo, yo te di de comer, te di de
beber, te ofrec mi casa que es la habitacin del hotel cinco
estrellas. Qu ms deseas de una persona honesta?
Amor respond angustiada.
Se lo dije mentalmente, por supuesto. Sonri y me man-
d pal carajo, tambin mentalmente, por supuesto.
Discutimos un rato sin escatimar ofensas ni acusaciones,
todo mentalmente, por supuesto. Al final nos rendimos los
dos. Camos sobre el campo de batalla, desangrados, y cuer-
vos malolientes nos picotearon los ojos.
Pretendes casarte conmigo? pregunt Mariluz siguiendo
con la vista los movimientos de Bunny, que frente al espejo
cubra de sencillos atuendos su esplndido cuerpo.
Para nada contest sta sinceramente.
Todas ustedes buscan lo mismo: un hogar, un hombre
que las mantenga, hijos, nietos, una vejez encantadora...
Te equivocas insisti Bunny.
No se conforman con que mis brazos te ofrezcan el
discreto instante de una aventura...
Mariluz interrumpi Bunny, alguna vez en tu vida
has escrito poesas? Poesas de amor?
Mariluz mir a Bunny sin comprender, como si de repente
esta le hablara en un autntico ingls.
Quieres que te diga alguna? Bunny sac de la mochi-
la su libreta de poemas.
No, gracias reaccion el extranjero muy viejo.
Bunny le regal una sonrisa casi estrafalaria y cerr la
puerta al salir. Bunny Banana camina por las calles desoladas
pisando los copos de nieve. Acaba de matar a un extranjero
CaptuloV
No, no te rindas ante las oscuridades perniciosas, ante los
ojos intransigentes de la noche. Lucha por tu condicin de
mujer en flor, sigue en las calles desoladas hasta encontrar
aunque sea un amor verdadero o dos, no hace falta ms, y
hazle todas las cosas que te gustara hacerle, todas las cosas
que te gustara que te hicieran, todas las cosas que le guste
que le hagan.
Bunny Banana escucha hondamente los consejos que yo le
susurro por el odo derecho, mientras capta con el odo iz-
quierdo los sonidos reveladores de una presencia menos in-
material que la ma. Va guindose por el sonido (como tras el
flautista de Hmelin) hasta dar de frente con un seor mayor
con cara de trastornado y olor nauseabundo que interpreta el
Cisne de Cent-Sans enuninstrumento improvisado de unpei-
ne deshecho y una tira de papel sanitario usado.
Queda maravillada.
Hola dice el seor mayor interrumpiendo su concier-
to, bienvenida a mi casa. Acomdate donde te parezca. Qu
deseas de beber?
Hola dice Bunny mirando el paisaje comprendido por
una esquina de dos calles desoladas, edificios y latones de
basura. Cul es tu casa?
Cctel Medianoche:
1 gotica de esperma de perro
1 lnea de leche de rata recin parida
2 lneas de agua de fosa
goticas de limn.
Cctel Secreto...
No interrumpi Bunny e intent sonrer, gracias, yo
estoy bien. No deseo beber nada. Tampoco comer nada.
El seor mayor con cara de trastornado y olor nausea-
bundo le respondi a Bunny con una mezcla de lstima y
desilusin:
Como t quieras. Pero no puedes rechazar mi sincera
amistad que te ofrezco de todo corazn.
No sonri Bunny, acepto tu sincera amistad y te
ofrezco en cambio la ma de todo corazn.
Sellaron el intercambio con un prolongado abrazo muy
amistoso, mientras sus rganos reproductores se buscaban
ansiosos, se encontraban y se unan en un coito muy excitan-
te y brutal.
Mir incrdula al seor mayor con cara de trastornado y olor
nauseabundo que prosigui:
Toda la ciudad es tu casa, todo el pas es tu casa, el
mundo entero es tu casa; lmpiala de inmundicias, decrala
con esmero. Entonces invita a los amigos para que compar-
tan contigo el nacimiento de los deseos lquidos.
Dej caer algunas lgrimas de humildad y por si acaso me
rasqu la canilla derecha. l volvi a interpretar la tristsima
meloda del Cisne de Cent-Sans desde donde la haba inte-
rrumpido.
CaptuloVI
Din-don, suena el cascabel amarrado al tobillo de Bunny.
Din, don, avisa que va a pasar un leproso, un infectado, un
intocable.
Din-don, se apartan de su camino los escasos transen-
tes, los perros abandonados, los miserables gatos y todo tipo
de insectos. Din un paso incierto por las calles desola-
das, don otro paso incierto hacia ningn lugar.
Quin te ha marcado con un cascabel en el tobillo? (din-
don).
Quin te ha apresado en el vulo del vaco? (din-don).
Quin te ha condenado al desequilibrio eterno (din-don).
Camina, Bunny, camina (din), busca, Bunny, busca (don), no,
no te rindas ante las oscuridades perniciosas (din), ante los
ojos intransigentes de la noche (don), no, no renuncies a la
esperanza (din), recuerda que la desesperanza es uno de los
nombres del demonio (don).
Papato querido que vive en el cielo, aydame a encontrar
aunque sea un poquito de equilibrio, o dos, no hace falta
ms, mndame un techo en cualquiera de sus proyecciones,
comidita en cualquiera de sus proyecciones y amor en cual-
quiera de sus proyecciones.
Hola-hola-hola...
Estamos encantados.
Yo tambin escribo poesas.
Y yo.
Y yo.
Aqu todos escribimos poesas.
De amor!
Quieren que les lea alguna? Bunny saca la libreta de
la mochila y la abre.
Oh, no-no-no-no-no...
Oh, no-no-no...
Tenemos un trato.
De no leernos las poesas.
De no escucharlas.
Nunca.
Por qu? se sorprende Bunny.
Ella est loca.
Le falta un tornillo.
Estn seguros de que es un vivo?
No lo parece mucho.
Qu lstima que el nio se durmi!
Este maldito calor...
Le hubiera gustado hablar con un vivo...
No ests tan segura...
S que le hubiera gustado!
... de que es un vivo.
Bunny, mejor cuntanos cmo andan las cosas por all...
La Tierra sigue dando vueltas? Y el hueco en la capa
de ozono? Y los hielos del Polo Norte? El abominable hom-
bre de las nieves?
Y el SIDA? Todava no tiene cara?
Cura, idiota, no cara!
El SIDA no es lo peor que le puede ocurrir a uno.
lidas.
Pues adelante, Bunny, ve a su encuentro!
Qu clase de calor hace esta noche! Dan ganas de darse
un buen chapuzn en el ro...
No me hables del ro, que la ltima vez que me met,
por poco muero ahogado...
Si han pasado tres aos ya!
Yo lo comprendo: cuando hablan del fuego me siento
arder de nuevo...
T te lo buscaste. Para qu te echaste la botella de
alcohol y prendiste el fsforo?
S, mam, para qu, para qu, para qu?
Cllense! Alguien est merodeando por aqu.
Un muerto?
La polica?
S-s-s-sh... Lo oyen?
Din-don, din-don, din-don...
Uno nuevo?
Qu lstima que el nio se durmi! Le gusta tanto co-
nocer a los nuevos...
Acrcate, no temas, no te haremos dao...
No parece estar muerta.
Quin eres?
Hola saluda Bunny, soy Bunny. Escribo poesas de
amor.
Hola-hola-hola...
Estamos encantados.
Yo tambin escribo poesas.
Y yo.
Y yo.
Aqu todos escribimos poesas.
T no eres un muerto, eh?
Yo, no. Y ustedes?
Qu graciosa! Ja-ja-j...
Esto est lleno de muertos.
A veces salen.
Son espantosos! U-u-u-u-u-u!
Quieres medicina?
Medicina?
S, pastillas, coca, caballo, yerba, segn tus hbitos y
males.
Yo escribo poesas de amor. Es eso un mal?
Ella est loca.
Le falta un tornillo.
Prueba un poco de cannabis, creo que te asentar.
Ay, mam, ay, mam ay, mam...
Hagan callar al chiquillo ese de una vez! Con el calor
que hace...
Qu le pasa al nio?
Es un nio autista.
Trastornado.
La madre se peg candela junto con l.
Apenas lo salvaron.
Demencia temporal.
Pobrecito! Cuchi-cuchi-cuchi...
Toma, mcelo un rato.
Durmete, mi nio, durmete, mi amor...
chale el humo del cigarro en la cara, vers cmo se
tranquiliza en seguida.
Durmete pedazo... Siento como un mareo...
Es que te est haciendo efecto.
Mariluz, ests dormida?
Estoy en el Astral.
Slo quera preguntarte...
No me jodas.
Sabas que el SIDA no es lo peor que le puede ocurrir a
uno?
Qu es lo peor?
Lo peor es morirse.
A veces es lo mejor...
Durmete mi... El SIDA?
Todava no te has infectado? Mira a ver el cigarro que
tienes en la boca!
No le hagas caso, eso no se pega con la yerba.
Ni con los besos. Quieres besarme?
No, gracias. Durmete mi nio...
Y a Mariluz? Quieres besar a Mariluz? Oye, Mariluz!
No jodas ms, chico; estoy en el Astral...
No quiero besar a nadie. Durmete mi amor...
chale bien el humo en la cara. Tiene hbito.
Qu perro calor!
Creo que s me ha hecho efecto. Lo oigo todo en estreo.
Nunca antes habas fumado?
Nunca. Estoy en el aire. Miren: estoy volando!
Cuidado con el nio.
Qu les parece si jugamos?
A los escondidos!
A la botella!
Al tren!
No-o-o-o, mejor es contarnos historias.
Quin empieza?
Yo. Voy a leerles una poesa de amor.
Oh, no-no-no-no-no!
Ay, mam, ay, mam...
Devulveme al nio, ya lo tuviste bastante.
Toma. Yo tengo uno en la casa. Se llama Rocamadour.
Roca... qu?
Rocamadour. Beb Rocamadour. Ay, beb, ay, beb...
Y sa por qu llora?
Es la yerba.
Ay, beb, ay, beb!...
CaptuloVII
Bunny Banana nunca antes haba imaginado que una ciudad
de calles desoladas poda ser el desierto del Sahara. Siem-
pre pens que tras la puerta de su cuarto, apartamento, edi-
ficio comenzaban los senderos de la vida real, llena de luces,
msica y personas alegres; los mismsimos senderos de la
Felicidad. Cun equivocada estaba! pens Bunny cami-
nando sobre las dunas del desierto.
Se cansa de caminar y se sienta sobre una duna. Saca la
pistola de hacer pompas de jabn para no aburrirse. Hace
muchas pompas, cuando la sorprende la voz de su hijo
Rocamadour.
Por favor... dibjame una oveja!
Eh?
Dibjame una oveja...
Bunny deja de hacer pompas, mira al hijo que se entretie-
ne explotndolas con el dedo y le hace la nica pregunta
posible dado el lugar y momento:
Qu coo haces aqu?
Hu de casa responde Rocamadour con toda la flema
de un nio autista, te he seguido tras la puerta del cuarto,
apartamento, edificio y te seguir hasta el fin del mundo.
nita?
Bunny Banana mir al minusvlido que la miraba desde la
ausencia de ambas piernas. Nunca lo he hecho con...
Tampoco apareci el tipo de edad media en un silln de
ruedas. No apareci nadie. Nadie de nadie.
Tengo sed. Tengo hambre. Tengo sueo lloriquea
Rocamadour.
Puedes dormir aqu en el banco le sugiere Bunnyy si
duermes, dejars de sentir sed y hambre.
Rocamadour se acuesta en el banco e intenta hacerle caso
a la madre.
Mam, por favor, cuntame un cuento...
Bunny Banana le hace el cuento.
Y la abuelita no poda gritar en la barriga del lobo?
Rocamadour tiene un ojo despierto y otro dormido.
Con el ojo despierto mira a la madre. Con el ojo dormido
mira al lobo.
S responde Bunny, pero no se le oa.
No salan sus gritos por la garganta del lobo? el ojo
dormido de Rocamadour ve al lobo abierto (algo as como
una boa abierta) con la abuela adentro.
No-o-o dice Bunny, porque la abuelita se desmay.
Y cuando yo viva en tu barriga, estaba desmayado?
el ojo dormido de Rocamadour observa una oscuridad uterina.
Durmete ya! ordena Bunny y le da un beso en el
hombro como una buena mam cualquiera.
Mam, ests dormida?
S.
Slo quera preguntarte...
S?
Casi.
Slo quera preguntarte...
S?
Cmo se llama mi abuelita que es tu mam?
Mariluz. Se llama Mariluz, pero mi padre a veces le
deca Hamlet por su carcter indeciso..
Rocamadour, ya te has ido?
Casi.
Slo quera preguntarte...
S?
T le tienes miedo a tu abuelita?
No, mam. Yo te tengo miedo a ti.
Tienes que elegir insisti Bunny, sintindose morir.
Lo siento dijo Rocamadour, abrazando al padre. Me
quedar con mi mam. No la puedo dejar en el abandono.
Quin la cuidara?
Hijo murmur Yoswasleydis, sintindose morir, eres
libre en tu decisin. Espero que la hayas analizado bien y
sopesado los detalles y las consecuencias.
S, padre contest este con la flema de un nio autista
y se acerc a Bunny.
Bunny Banana, sintindose morir, hizo lo nico posible para
el lugar y momento, dados su sensatez innata y un desarro-
llado don de justicia: estrech por un instante el cuerpecito
dbil e indefenso del hijo, luego lo separ de s bruscamente
y le peg dos sonoras bofetadas, una en cada mejilla.
Yoswasleydis Puales le arrebat a Rocamadour, que llo-
raba desconsoladamente, abrazndolo.
Bunny! Me llevo a nuestro hijo a casa! Eres un mons-
truo vil y peligroso que es preciso mantener alejado del al-
CaptuloVIII
Bunny Banana camina por las calles desoladas. Lo que ms le
gustara en ese momento es explotar como un huevo relleno
con confeti, de esos que se usan en los cumpleaos
guatemaltecos. Se rompe la cscara que forma el esplndido
cuerpo de Bunny y vuelan hacia todas partes sus sueos de
colores, sus fantasas erticas, la serpentina de recuerdos,
sus amigos y amantes inventados, sus animales secretos, su
coleccin de estampillas, de aviones y barcos de papel, sus
flores nunca germinadas, canciones no cantadas y todas las
poesas de amor.
Por unos instantes las calles desoladas se convierten en
una fiesta arrolladora, carnaval estridente, luego vuelven a
sumirse en la oscuridad y silencio. Slo el viento arrastra un
montn de hojas secas, algunos peridicos viejos sobre los
escupitajos de la acera, las cagadas de los perros y dems
basura pequea que se destaca en la noche.
Se acerca finalmente a una parada y descubre a una vieja
muy estrafalaria sentada en el banco junto a un perro muy
viejo.
Quin es el ltimo? pregunta Bunny.
La vieja mira a Bunny sin comprender, largamente.
sea.
El negro muy viejo en su presente reencarnacin aplac
con palabras dulces y caricias consoladoras los latidos
compulsivos de Bunny por su costado derecho, mientras el
perro viejo Mariluz lo hizo por el costado izquierdo. No fue
excitante ni brutal, fue refrescante y Bunny logr dominar la
crisis del manzano mutilado.
Te amo le asegur a Hamlet. Como nunca a nadie.
Como nunca nadie a nadie. Quiero compartir contigo alma,
corazn y vida. Alma para conquistarte, corazn para que-
rerte y vida para vivirla junto a ti.
Hamlet le respondi con otro juramento de amor eterno.
Mariluz intent imitarlas, pero sufra de incomunicacin cani-
na; se limit a sacudir la colita. Sellaron el juramento con un
ritual antiguo y banal, mezclando algunas gotas de sangre de
cada uno con algunas gotas de orina de cada uno y escribien-
do con esa mezcla los tres nombres sobre el colchn de agua.
Bunny Banana se despert con dolor en los huesos. No se
despert llorando, a pesar de las inmensas ganas de llorar
que senta. A su lado se meca durmiendo una vieja estrafa-
laria, no recuerdo su nombre. A su lado dorma mecindose
un perro viejo no tiene sentido recordar su nombre. Sobre su
cabeza se meca el cuadro redondo, desequilibrado y obsceno.
Qu coo hago aqu? se hizo Bunny la nica pregun-
ta posible para el lugar y momento.
Se levant, intentando por sobre todas las cosas no llorar
no llorar no llorar, pero tambin un poco intentando no des-
pertar a los otros.
Los otros se despiertan.
Hola-hola-hola. Qu tal? Te encuentras en plenitud
de facultades?
Disculpe, pero no creo conocerlos. Nos hemos visto
con anterioridad?
No recuerdas la noche de anoche?
No.
Ni recuerdas cmo juramos amor eterno en un ritual
antiguo?
No.
Ni recuerdas todo el sexo, violencia y lenguaje de adul-
tos que intercambiamos?
No. No. No.
Logr levantarse sin que nadie se despertara. Logr vestir-
se, lavarse la cara con el jabn de lavar que traa en la mo-
chila (los de bao haca dos meses que no venan al merca-
do), lavarse los dientes con el cepillo que traa en la mochila,
peinarse, pintarse la boca con creyn labial color terracota
perlado (regalo de bodas de Yoswasleydis) que traa en la
mochila sin que nadie se despertara. Logr cantar sus mantras
matutinos (papato querido que no s dnde vives espero que
todava te acuerdes de m, aunque sea de vez en vez) sin que
nadie se despertara.
A lo mejor no estaban dormidos nada, a lo mejor estaban
muertos. O a lo mejor eran maniques muertos.
Bunny Banana hizo un gesto de despedida en direccin de
los quien sean que estaban en la cama, sali con una firme
decisin y entonces s que no pudo aguantar el llanto. Llor y
tuvo dos o cuanto ms tres orgasmos, dadas las cualidades
afrodisacas ya saben.
Bunny Banana se despert con dolor en los huesos y el re-
cuerdo de un sueo angustiante tras las pupilas. Busc con la
vista a alguien con quien compartir el recuerdo del sueo,
pero su vista slo tropez con el negro muy viejo sentado en
el quicio de su casa delante de la plantacin de algodn. Bunny
CaptuloIX
Qu puedo decirte de Bunny Banana que no sepas, que no
hayas sabido desde siempre, que no hayas vivido ya en tu
piel, que no sientas cada vez que sales de tu cuarto, edificio,
apartamento a las calles desoladas?
Cmo explicarte su soledad, tu soledad, a nadie le im-
porta, su soledad, mi soledad, cada cual en su hueco, como
contar lo incontable, cada cual en su Sahara, escribir lo in-
descriptible, la soledad?
Yo invent a Bunny Banana a mi imagen y semejanza una
de esas noches en que la luna se quiebra y la puse a rondar
y le dije: dame tu mano y danzaremos, pero Bunny no acept
mi mano franca y se fue hacia all como en sueos dormida
y quiso vestirse de mar y no hay quin la detenga.
Din-don, suena el cascabel amarrado a su tobillo.
Din-don, se pierde entre las olas.
Din... Don...
Pero NO se hunde.
Bunny llora de rabia, impotencia y soledad.
Yo le invent un nombre casi humano y le invent una vida
casi humana, pero el cuerpo que le regal, su esplndido
cuerpo, es MS que humano y NO se hunde.
T puedes pegarle el SIDA, envolverla en una frazada,
rocearla con alcohol y prender el fsforo, fulminarla infinita-
emocin, pero Nuby pens que era del fro y se acost sobre
ella para brindarle el calor de su cuerpo clido. La abraz y
ambas subieron convertidas en ngeles ms y ms alto (o
ms y ms bajo (depende de cmo lo mires, porque, si la
altura se mide a partir de la posicin de la cabeza
Nunca lo he hecho con mi hermana menor. Debe ser infinita-
mente excitante y brutal. Pero ya es tarde para eso, al menos
en esta reencarnacin.
Papato querido que vive donde sea, espero que te encuen-
tres en plenitud de facultades; aqu te mando la lista de mis
sueos incumplidos (o los de Bunny, si lo prefieres) para que
los tengas en cuenta en mi prxima reencarnacin:
Viajar toda Europa en autostop (partiendo desde Pa-
rs)
Aprender a hablar chino
Tirarme en paracadas
Ser bajita y flaquita (no es que yo sea una giganta...)
Dar la vuelta al mundo montada en un barquito, un
barquito, un barquito...
Tener una casa a orillas del mar con rboles frutales,
rosas, un perro lanudo, un caballo y un koala
Bucear
Vivir en Australia (al menos por un tiempo)
Conocer a J. D. Salinger en su prxima reencarnacin
y al menos a un extraterrestre o dos, no hace falta ms...
Encontrar aunque sea un verdadero Amor Amor Amor
Bunny Banana saca la pistola de la mochila y se pone a hacer
pompas de jabn para matar el aburrimiento. El aburrimiento
ataca por el flanco derecho, luego por el izquierdo y redobla
b) placer
c) indiferencia
2.- El dolor te es
a) insoportable
b) agradable
c) resistible, aunque molesto
3.- Matar un insecto o animal pequeo (rana, rata, etc.)
te provoca
a) pnico
b) alegra
c) nada
4.- Sentir hambre para ti es
a) irresistible
b) espiritualmente purificante
c) ligeramente desagradable
5.-Has practicado el sadomasoquismo o la autoflagelacin
a) jams
b) a menudo
c) una vez, por curiosidad
6.-Cuando te has quemado una superficie pequea
a) corriste al hospital ms cercano
b) lo ocultaste de todos para disfrutarlo a solas.
c) te curaste con remedios caseros.
7.- Los muertos en funerarias o entierros
a) te aterran
b) te fascinan
c) no te provocan emociones especiales
8.-Tus fantasas erticas se caracterizan por su
a) ternura
b) violencia
c) contencin
Clave
En el caso de que seales ms de 5 aes, eres una perso-
na con bajsimos instintos suicidas y para realizar exito-
samente tu plan debers contratar a un asesino a sueldo.
Como la mayora de ellos tienen corazones tiernos tras una
piel curtida, este de seguro se enamorar de ti, se casarn
luego, tendrn muchos hijos, nietos, etc.
Si sealaste ms de 5 bes, debes ser una persona tempe-
ramental y apasionada. Cualquier forma de suicidio est a tu
alcance, aunque es mejor que consultes el tema con un es-
pecialista. Este descubrir que el origen de tus males es el
fuego uterino, se enamorar perdidamente de ti, se casarn
luego, tendrn muchos hijos, nietos, etc.
Y, finalmente, si has sealado ms de 5 ces, sin dudas
eres una persona estable, tal vez humanoide. En ese caso no
tienes nada que temer. Ninguna accin autodestructiva podr
afectarte demasiado. El cientfico que te program reparar
los daos ardiendo de amor por ti, se casarn luego, tendrn
muchos hijos, nietos, etc.
Por dnde me qued?
Detente, Bunny! grita alguien a su lado.
Bunny abre los ojos y ve a Yoswasleydis Puales. En rea-
lidad, pudo haber sido el violador. Pudo haber sido Mariluz en
cualquiera de sus proyecciones, Hamlet en cualquiera de sus
proyecciones, Cira o Rocamadour, Nuby, Mara o Jos, el po-
lica, el perro, el caballo, CUALQUIERA. Pero era Yoswasleydis.
CaptuloX
Amanece. Los rayos del sol que entran por las persianas
semiabiertas (o semicerradas, si lo prefieren) iluminan el
cuarto gris donde habita Bunny Banana, llenndolo de suaves
tonos pastel. Iluminan los objetos que se destacan ms que
otros; sobre todo el cuadro de Botero que est frente por
frente a la ventana. El gordo picador se expone a los rayos
del sol como un negro muy viejo sentado en el quicio de su
casa delante de la plantacin de algodn. Tambin se ilumina
el pie de Bunny (el extendido hacia la pared opuesta a la
ventana, el derecho). El izquierdo sigue mecindose, espan-
tando mosquitos y otros insectos despreciables que deseen
posarse sobre su esplndido cuerpo para beberse su precio-
sa sangre. El nio, que duerme con la boca abierta (producto
de adenoiditis crnica aguda) se mueve inquieto en su lado
de la cama. Bunny le arregla las sbanas y le da un beso en el
hombro como una buena mam cualquiera. Luego aparta la
libreta de poemas y se levanta con una firme decisin. Tira
sus creaciones literarias al montn que se destaca encima de
la mesa y estas caen justo sobre la pistola de hacer pompas
de jabn del hijo. Se mira en el espejo, cierra defini-
tivamente las persianas, se acuesta en su lado de la cama
compartida, se tapa, se acomoda largamente, reza un
Padrenuestro a su manera, baja los prpados y se sumerge
en un profundo sueo.
Sabe todo lo que la espera con lujo de detalles.
Sorpresa!
Pensaste que ya se haba acabado?
Bueno, casi-casi-casi.
Esto, ms bien, es un regalo de despedida, un ltimo adis.
Deseo que lo disfrutes a plenitud de facultades y saques tus
propias conclusiones.
LIBRETA DE POEMAS DE BUNNY BANANA
A cualquiera que quiera leer
poesas de amor
En mi opinin, la vida es
un presente griego.
J. D. Salinger
1
De noche despiertan
mis amores lunticos
formando su ronda alucinante
La ciudad me pone mala cara
cara de tranca
y yo busco su boca
busco su boca
busco su boca
2
Esta ciudad
me traga y me escupe impasible
tiene los intestinos estriles
Me siento deshidratada
de tantos deseos
tantos pequeos abortos
Esta ciudad
con las manos manchadas de sangre
3
Entre sus ventanas
no hay ninguna diferente
ninguna domesticada
que me recuerde
a algn hombre que aguarda
o alguna mujer
Por qu entonces
paso revista con los ojos volcados?
4
Dnde meto la ternura?
clulas enloquecidas
Brota de los hoyos blandos
se expande tumefacta
Me asfixio en un charco de excrementos
sin destino definido
5
Reventar
como un globo de colores
dejando restos en paredes y muros
nombres de amantes nunca vistos
pjaros
si queda alguno
6
Luego vendrn los basureros
barrenderos sanitarios
los enterradores
los curas
Alguien dir: siempre la misma mierda
han perdido la vergenza
Alguien se dar un trago
Alguien se soplar la nariz
con los dedos
limpiando las calles
de mis desechos
7
Quin dijo que todo est perdido?
Vengo a ofrecerme
a vsceras, si lo desean, al menudeo
al por mayor
a la fuerza
a cualquiera que tema convertirse en pasado
al que no tema nada
aqu estoy rodando la noche
mientras la luna se quiebra.