Qué Asco de Bichos

QU ASCO DE BICHOS!
ROALD DAHL
EL OSO HORMIGUERO.
Una familia rica, en San Francisco, tena un hijo brbaro y arisco. Su nombre era corriente: Bill-John, y era bajito, feo y tontorrn. El padre, gran magnate poderoso, mimaba y consenta a su mocoso y todo lo que Billy-John peda inmediatamente lo tena. Estaba el chico aquel muy mal criado de puro consentido y regalado. Tena todo aquello que quera y era su casa una juguetera. Tenia cien pelotas, mil balones, tena los muecos a montones, aviones, trenes, coches, construcciones, cinco radios y tres televisiones. Tena saxofones, clarinetes, cien juegos de ping-pong, tres patinetes, ositos de peluche que bailaban y pjaros de trapo que cantaban... Mil millones de chicas y chicos se sentiran con aquello ricos! Pero a cada momento Billy-John mostraba su profunda frustracin:
- Qu me falta, qu ms puedo pedir? La verdad es que hay poco que elegir... Estoy ya ms que harto y aburrido, habr algo que resulte divertido? La nuca se rascaba (cosa fea) por si encontraba alguna buena idea... - Ya s perfectamente lo que quiero! Lo que me falta es un oso hormiguero! Tan pronto como el padre se enter cien cartas de este tipo redact: "Mi muy querido amigo y Director del parque zoolgico. Seor: habr usted de saber que necesito un buen oso hormiguero, el ms bonito que pueda usted mandar sin dilacin en barco, en bicicleta o en avin. No importa lo que cueste, yo soy rico y quiero regalrselo a mi chico." Llegaron las respuestas, ms de ochenta: "No hay osos hormigueros a la venta". Aquel rico magnate enfureci, rabi, grit, jur, patale... y al fin varios mensajes como ste mand de norte a sur y de este a oeste: "Dar lo que me pidan en dinero a cambio de cualquier oso hormiguero" Y al cabo de unos das recibi la epstola que un indio le mand. Viva en Nueva Delhi, en una choza recndita, entre escombros, barro y broza, y el dueo era de un gran oso hormiguero
que siempre fue su amigo y compaero. "Dar de muy buen grado este tesoro a cambio de un milln en rupias-oro." El pobre oso hormiguero fue vendido y a San Francisco en barco transferido. Lleg hasta la mansin de Billy-John a punto de morir de inanicin. Estaba el pobre bicho muy hambriento y dijo con su ms humilde acento: - Nadie cuid de m en la travesa, tengo tanta hambre y sed que llorara. Dadme un poco de leche o pan o queso, o dadme una patata, o dadme un hueso! Le dijo Billy-John:- Ni pan ni migas! Vete, so grandulln, y caza hormigas! El pobre oso hormiguero se arrastr y el parque sin descanso recorri, pero no descubri con qu aplacar el hambre que le haca berrear: - Tengo un hambre feroz, quiero comer! es que me quieres ver desfallecer? El chico se burl:- Ay, no me digas! Si tienes a millones las hormigas! Y justo en ese instante, qu sorpresa! quin entr en el jardn? Doa Vanessa! Una seora anciana y nariguda, huesuda y una pizca bigotuda. El nio salud a doa Vanessa y la invit a comer pastel de fresa. Entonces record al oso hormiguero que estaba bostezando en el sendero. - Levntate, animal, ven y saluda!
- gritle Billy-John con voz aguda-. Levntate y saluda a nuestra amiga! Querrs que ochenta veces te lo diga? - Hormiga has dicho? Dime, has dicho hormiga? - dijo arrastrando el oso la barriga-. Pues si sa es una hormiga estoy contento, ya es hora de que tome yo alimento! Se alz sobre sus patas con trabajo y camin sin ms, sendero abajo. Tena el pobre bicho tanta hambre que en las tripas sufra de calambre. Tena la piel fra, los pies flojos y una nube delante de los ojos. Se acerc a la seora poco a poco y la mir con gusto, un gusto loco! - Es una hormiga enorme! Qu gigante! Qu desayuno tan refocilante! El nene se asust a ver su mirada y grit con su voz ms destemplada: - Que no, bicho, que no, que no es hormiga! He dicho que Vanessa es una a-mi-ga! Mas no sirvi de nada. El oso fiero carg sin vacilar. Vol el sombrero. Pesc a doa Vanessa por el pelo y la alz por los aires en un vuelo. Despus, con ademanes remilgados, se merend a la anciana en dos bocados. Y dijo luego a modo de cumplido: - Es la mayor hormiga que he comido. El chico se qued tan aterrado que pens en refugiarse en el tejado, pero tan cerca estaba el hormiguero
que lleg slo hasta el invernadero. Metise tras la pila de mantillo y all se ech a llorar, pobre chiquillo! - No me meriendes, oso, yo te quiero, eres el hormiguero que prefiero... - Es intil, no quiero ningn trato -dijo el oso-. Sers segundo plato.
COMENTARIO Se trata de un cuento-poema en el que un nio millonario, malcriado y mimado, cruel, acostumbrado a obtener todo cuanto le apeteca, hastiado de la enorme cantidad y variedad de juguetes que posea, le pide a su progenitor nada menos que un oso hormiguero. Su padre, cmo no, lo consigue a travs de sus influencias y dinero; pero la historia termina con el nio a punto de ser engullido por el oso. Son varios los temas que plantea este pequeo relato en verso. Como en otras obras, el autor dispensa un tratamiento especial a los adultos, en este caso, al padre de la criatura: un seor inmaduro, incapaz de negar nada a su hijo, convencido de que con dinero se puede obtener todo, pero que, tal y como sucede a otros personajes similares de Dahl, lo que conseguir ser una tragedia: el final anuncia que el cro va a ser devorado por el oso hormiguero. Por otro lado, parece que Roald Dahl, nos ofrece una crtica irnica y plagada de humor del hecho de arrancar a un animal (que es capaz de pensar, hablar, tomar decisiones, en una preciosa personificacin) de su hbitat natural, hecho que no se quedar sin venganza. Nos pone, pues, en el lugar de los animales ofrecindonos su punto de vista.
A travs de sencillos pareados presenta a los personajes, a los que describe con gran profusin de adjetivos, tanto fsica como psicolgicamente: el nio (brbaro, arisco y tontorrn/ bajito, feo); el padre (poderoso, gran magnate). Otras veces son sus acciones quienes nos muestran la personalidad de los mismos. Pero es por el oso hormiguero por quien siente simpata el autor, tal y como manifiestan los adjetivos que le presentan (pobrecito bicho, hambriento), a pesar de que resulte implacable: Sers segundo plato. El lenguaje es sencillo, no abundan los recursos literarios (alguna hiprbole para destacar determinados aspectos, como la riqueza del nio: vase la enumeracin de sus juguetes, cien, mil, a montones; enumeraciones, la mencionada personificacin del oso hormiguero...) cercano al pblico para el que el escritor destina su relato, con forma dialogada en ocasiones, con mucha accin, y, sobre todo, como hemos dicho, con un enorme sentido del humor.

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