Perseo y La Medusa
Perseo y La Medusa
Perseo y La Medusa
Texto 2.3
Se trata del dios ms poderoso, que ocupa el trono del Olimpo. Los romanos heredaron de los griegos el culto a Zeus, pero bajo el nombre de Jpiter. 2 Argos es una ciudad griega situada en la pennsula del Peloponeso, a unos 100 km al suroeste de Atenas.
La letra en el espejo. Lectura y composicin de textos en Educacin Secundaria Ttulo del libro
Texto 2.3
eran como diminutos espejos que ahuyentaban a los monstruos. Fue la primera vez que los espejos le ayudaron a sobrevivir. [Cmo lograr Perseo vencer en alguna de sus aventuras posteriores? Obviamente a travs de algn tipo de espejo. Ten en cuenta que en la Antigedad los espejos no eran como los de ahora. Por ejemplo, se utilizaba el latn.] Durante cuarenta das y cuarenta noches, Perseo y su madre vagaron sobre el mar a merced de las olas. Por fin, una maana, las corrientes 3 acercaron el cajn hasta la isla de Srifos , donde lo encontraron unos pescadores. Mirad! exclamaron, muy asombrados . Hay una mujer y un nio en el cajn! Llevmoslos ahora mismo ante el rey! En Srifos mandaba el rey Polidectes, que acogi a los recin llegados en su propio palacio. All, Perseo creci hasta convertirse en un joven alto, apuesto y con fama de valiente que manejaba la espada a la perfeccin. Todo fue bien hasta que Polidectes, casi sin darse cuenta, comenz a desconfiar de Perseo. Un da, mientras lo vea ejercitarse con la espada, empez a decirse: Este muchacho se ha ganado el aprecio de todo el mundo en Srifos, y llegar muy lejos en la vida. Quin sabe si algn da se propondr arrebatarme el trono? Es verdad que no me ha dado ninguna muestra de enemistad, pero los peores enemigos son los que actan con disimulo, los que no nos hacen sospechar de su maldad hasta el momento decisivo.... Polidectes se asust tanto que decidi deshacerse de Perseo. No se atrevi a matarlo con sus propias manos, ni a pedirles a sus soldados que lo hicieran por l, sino que busc una manera ms discreta y maliciosa de enviarlo a la muerte. Un da, llam a Perseo y le dijo: Un joven como t, de sangre real, debe demostrar su valor con una gran hazaa. Har lo que me pidis dijo Perseo, orgulloso. Polidectes guard silencio durante unos instantes, y luego dijo con un tono sereno que intentaba disimular su maldad: Quiero que me traigas la cabeza de Medusa... Se trataba de una misin peligrossima. Medusa viva en una cueva
3
Srifos es una de las numerosas islas que forman el archipilago de las Ccladas, situado en el mar Egeo, al este de la pennsula del Peloponeso.
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Texto 2.3
situada en el lmite occidental del mundo, cerca del pas de los muertos, y pasaba por ser uno de los monstruos ms despiadados de la Tierra. En su juventud, Medusa haba sido una mujer muy hermosa, pero los dioses la haban castigado arrebatndole su belleza. Los sedosos cabellos de Medusa se convirtieron entonces en fieras serpientes, sus ojos se transformaron en negros abismos y sus dientes se volvieron tan grandes y afilados que le desgarraban los labios y las mejillas. Incluso su larga lengua era terrorfica, pues estaba hinchada y rgida como la de un cadver. Pero lo peor de todo era que, por culpa de un malfico hechizo, Medusa converta en piedra todo lo que miraba. Perseo, sin embargo, no dud en aceptar la misin. Por suerte, cont con la ayuda de los dioses para llevarla a cabo. Hermes le proporcion unas sandalias aladas con las que pudo volar rpidamente hasta el lejano pas de Medusa. Una vez all, se col en la guarida del monstruo, mientras se repeta sin descanso unas palabras que le haba dicho la diosa Atenea: Nunca, pase lo que pase, mires a Medusa a la cara, porque, si lo hicieras, te convertiras al instante en piedra. De modo que Perseo se acerc a Medusa sin mirarla directamente. Para verla, se vali de un escudo de bronce que le haba proporcionado Atenea, y cuya superficie brillaba como un espejo. Medusa rugi al ver a Perseo, pero el muchacho se mantuvo firme. Alz el escudo, busc en l el reflejo de Medusa y luego agarr con fuerza la nica arma que llevaba consigo: una hoz con hoja de diamante que le haba facilitado Hermes. Perseo descarg un golpe brutal sobre el cuello de Medusa, y entonces la cabeza del monstruo, con sus miles de serpientes de larga lengua, rod por el suelo hasta el fondo de la cueva. Luego, Perseo la recogi con mucho cuidado, sin mirarla, y la guard en un zurrn que le haba regalado Hermes para que pudiera llevar la cabeza sin peligro hasta Srifos. El viaje de vuelta fue dursimo. La cabeza de Medusa pesaba mucho, y los vientos llevaban a Perseo de un lado a otro. Una tarde, el joven decidi detenerse a descansar en una costa rocosa que distingui en el horizonte. Al acercarse, vio que algo se mova en un acantilado, y enseguida se dio cuenta de que era una muchacha. Estaba casi a ras de agua, y las olas le laman los pies. Qu estara haciendo all? Perseo se acerc un poco ms, y entonces percibi que la joven estaba encadenada a la pared del acantilado. Nada ms verla, sinti en el corazn el fuego del amor, pues aquella muchacha tena un rostro precioso, una piel blanca como la espuma y un cabello dorado como el sol. Perseo vol hasta ella y le pregunt por qu estaba encadenada. Andrmeda, que as se llamaba la joven, le contest que era la hija del rey de aquellas tierras, y explic su desgracia entre sollozos.
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Texto 2.3
Poseidn, el dios del mar dijo, se enfad mucho con mi madre hace algn tiempo y, en castigo, envi un monstruo marino contra nuestro reino, que ha matado a cientos de personas y animales en los ltimos meses. Poseidn dijo que nuestro reino volvera a vivir en paz si mi padre me entregaba al monstruo, de modo que aqu estoy, esperando la muerte... Pero eso es una crueldad! exclam Perseo . Voy a matar a ese monstruo en cuanto aparezca! Ni lo intentes! advirti Andrmeda . Esa fiera tiene la fuerza y el tamao de un dragn...! Y qu importa? No tengo ningn miedo. Tal vez no sea el hombre ms fuerte del mundo, pero adonde no llegue mi fuerza, llegar mi astucia. Perseo, pues, se qued junto a Andrmeda y cuando el monstruo lleg se dispuso a hacerle frente. Era una bestia descomunal, que nadaba muy deprisa gracias a los poderosos msculos de sus aletas. Hambrienta de carne, emergi entre las espumosas olas con la boca abierta de par en par, decidida a destrozar con una dentellada el frgil cuerpo de Andrmeda. La muchacha se asust tanto que solt un grito estremecedor. Perseo, en cambio, se abalanz sobre el monstruo desde el aire, con la hoz en la mano, y trat de herirlo de muerte. Desde aquel instante, el hombre y la bestia libraron una batalla encarnizada. En cierto momento, Perseo lleg a clavarle al monstruo la hoz en la garganta pero las escamas del animal eran tan duras que no logr penetrar la carne. La lucha le exiga tal esfuerzo que, al final, Perseo not que comenzaban a fallarle las fuerzas. [...] Perseo estaba a punto de abandonar la lucha cuando, en el ltimo instante, una idea luminosa brot en su mente. l mismo se lo haba dicho a Andrmeda: la astucia poda ser mucho ms valiosa que 1a fuerza. Acabar con la bestia era, en realidad, la cosa ms sencilla del mundo. Entusiasmado con su idea, Perseo volvi por un momento al acantilado y recogi el zurrn que haba dejado junto a Andrmeda. Lo abri con los ojos cerrados, y luego ech a volar de nuevo hacia el monstruo con la cabeza de Medusa en la mano. Bast con que la bestia la viera para que se convirtiera al instante en una enorme montaa de coral. Luego, Perseo volvi junto a Andrmeda y le dijo: Eres libre, muchacha.
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Texto 2.3
Perseo obtuvo la mejor recompensa a la que poda aspirar: se cas con Andrmeda, con quien habra de tener seis hijos. Por supuesto, volvi a Srifos para entregarle a Polidectes la cabeza de Medusa. Se la ofreci encerrada en el zurrn, pero el rey no pudo resistir la tentacin de mirarla, as que acab convertido en piedra. En cuanto al escudo con el que haba vencido a Medusa, Perseo lo conserv hasta la vejez, y a veces le sacaba brillo durante horas. Algunos das, cuando Andrmeda estaba tan hermosa que casi daba miedo mirarla, Perseo apartaba la vista y contemplaba el reflejo de su esposa en la superficie del escudo. Quin sabe, se deca, a lo mejor tambin la belleza puede convertir a los hombres en piedras.
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Texto 2.3
2. Busca un pasaje, un fragmento, del texto con el que puedas demostrar que Teseo confa mucho en s mismo, es seguro y decidido.
Y qu importa? No tengo ningn miedo. Tal vez no sea el hombre ms fuerte del mundo, pero adonde no llegue mi fuerza, llegar mi astucia.
3. Ahora debes demostrar que el rey Polidectes era desconfiado. Busca el pasaje que lo demuestre.
Quin sabe si algn da se propondr arrebatarme el trono? Es verdad que no me ha dado ninguna muestra de enemistad, pero los peores enemigos son los que actan con disimulo, los que no nos hacen sospechar de su maldad hasta el momento decisivo....
5. Por qu Aquel nio estaba rodeado por una especie de resplandor? Te damos una pista: la explicacin puede estar en la estratagema de Zeus.
Recuerda que Zeus llega hasta Dnae convirtindose en lluvia de oro. El oro resplandece.
8. A lo largo del relato, muchas veces se utiliza formas verbales como dij, exclam, advirti, etc. Fjate, van con habitualmente entre un signo que se repite antes y despus. Cul es ese signo?
El guin largo.
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Texto 2.3
9. Si tienes un mapa, seala Argos y la isla de Srifos. En estos enlaces podras encontrarlos con facilidad.
http://www.grecotour.com/mapa-grecia/ www.kelpienet.net/rea/mapas/mapa500.swf
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