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NÚCLEO DE ANZOÁTEGUI
ESCUELA DE MEDICINA
DEPARTAMENTO DE CIRUGÍA
Integrantes:
Lorena Barreto
Juan Toussaint
Tratamiento
El objetivo principal del tratamiento es eliminar los síntomas y no extirpar las
hemorroides por su sola presencia, salvo que sea imprescindible. Deben
corregirse la constipación y las diarreas frecuentes para llevar al paciente a
la evacuación intestinal sin esfuerzo de heces pastosas. El agregado de la fibra
a la dieta juntamente con el aumento de la ingesta de líquidos.
Las medidas antalgicas en los episodios dolorosos agudos incluyen reposo, baños
de asiento tibios, analgésicos, antiinflamatorios y venoconstrictores.
La aplicación local de cremas con corticoides y analgésicos disminuye también el
dolor y el prurito, aunque el abuso de corticoides puede llevar a una dermatitis
atrófica.
Complicaciones
Tempranas
o Retención urinaria
o Hemorragia
o Impactacion del bolo fecal
o Infección
Tardías
1. Plicomas sintomáticos
2. Fisura anal
3. Recidiva
4. Estenosis
5. Incontinencia
6. Ectropión
7. Fistula anal
Fisura anal
La fisura anal simple o inespecífica es una ulceración lineal superficial del
conducto anal que se extiende longitudinalmente desde la línea pectínea hasta el
margen anal. Las fisuras anales específicas son secundarias a patologías diversas.
Clasificación:
• Según su evolución en el tiempo pueden ser Agudas o crónicas
• Según su mecanismo de producción pueden ser Primarias (inespecificas) y
secundarias (especificas, por diversas patologías como por ejemplo enfermedad de
Crohn, proctitis, leucemia, carcinoma, TBC y sífilis )
La fisura anal suele estar causada por un traumatismo del canal anal producido
durante la defecación forzada de heces duras de gran tamaño; la pérdida de
elasticidad del canal anal consecutiva a diarrea crónica o a fenómenos de
cicatrización (intervenciones quirúrgicas previas o práctica de coito anal) es un
factor contribuyente. En su evolución puede adoptar dos formas: aguda y crónica.
La fisura anal aguda consiste en un desgarro superficial, mientras la fisura anal
crónica es una ulceración isquémica consecutiva a la hipertonía del esfínter anal
interno que determina un déficit de perfusión de la comisura posterior al
comprimir los vasos sanguíneos que lo atraviesan; la hipertonía esfinteriana que
caracteriza a la fisura anal crónica es un fenómeno primario y no secundario al
dolor anal como anteriormente se consideraba.
Tratamiento
El absceso es una supuración aguda cuyo origen son las glándulas anales (glándulas
vestigiales), están sobre las criptas, atraviesan el esfínter interno y se
encuentran en el espacio interesfintérico, estas glándulas se infectan y ocasionan
pequeños abscesos, que crecen en el espacio interesfintérico hacia arriba o hacia
abajo.
Clasificación
Se puede clasificar a estas lesiones según los espacios y trayectos seguidos
por la infección (clasificación de Parks)
Tratamiento:
CLASIFICACIÓN
1. Clasificación fisiopatológica
a.- Funcional
Espasmódico
Paralítico
Peritonítico
No peritonítico
b.- Mecánico
Simple
Estrangulada
2. Clasificación topográfica
a.- Del intestino delgado
Alta (del duodeno o del yeyuno)
Baja (del íleon)
I.-ILEO MECÁNICO
A.-Extraluminal
• Adherencias postquirúrgicas (Causa más frecuente 35-40%)
• Hernias externas (inguinales, crurales, umbilicales, laparotómicas, etc.)
• Hernias internas
• Torsiones
• Vólvulos
• Invaginaciones
• Efecto masa extraluminal (tumoración, masa inflamatoria ó absceso)
B.-Parietal
• Neoplasias
• Alteraciones congénitas (atresias, estenosis, duplicaciones, etc.)
• Procesos inflamatorios (Crohn, postradiación, etc.)
C.-Intraluminal
• Ileo biliar
• Bezoar
• Parasitosis
• Cuerpo extraño
• Impactación fecal
• Tumoraciones
II.-ILEO PARALÍTICO
A.-Adinámico
• Postquirúrgico
• Peritonitis
• Reflejo ( Sd retroperitoneal ó reflejo entero-entérico a la distensión
• prolongada)
• Compromiso medular
• Hiperuricemia
• Hipokaliemia
• Coma diabético
• Mixedema
• Bloqueantes ganglionares
• Isquemia
B.-Espástico
• Intoxicación por metales pesados
• Porfirias
C.-Vascular
• Embolia arterial
• Trombo venoso
CLÍNICA
Siempre que nos enfrentamos a un paciente en el que sospechemos un cuadro
oclusivo,
debemos plantearnos de forma sistemática las siguientes cuestiones:
1) ¿Tiene el paciente una obstrucción intestinal?
2) ¿Dónde está la causa de la obstrucción?
3) ¿Cual es la naturaleza anatómica y patológica de las lesiones que la provocan?
4) ¿Existe estrangulación?
5) ¿Cual es el estado general del paciente?
Desde el punto de vista clínico, los cuatro síntomas cardinales del íleo son:
Dolor, distensión abdominal, vómitos y ausencia de emisión de gases y heces.
DOLOR
Es el síntoma más frecuente en las obstrucciones intestinales.
Es un dolor de comienzo gradual, habitualmente mal localizado y de carácter cólico
en las obstrucciones de etiología mecánica ó continua en el íleo paralítico y la
isquemia. Los “picos” de dolor suelen estar separados por intervalos de 4-5
minutos. Estos intervalos se relacionan con la distancia de la obstrucción. Así,
la frecuencia de picos de dolor será menor en las obstrucciones bajas y mayor en
las altas.
Conviene resaltar, que en los casos tardíos, el dolor desaparece porque la propia
distensión del asa inhibe su propio movimiento.
DISTENSIÓN ABDOMINAL
A la exploración, el abdomen aparece distendido y timpanizado. Es consecuencia de
la distensión de las asas intestinales que se encuentran llenas de aire y líquido,
lo que provoca un aumento en el volumen del contenido de la cavidad abdominal y en
el diámetro de la misma, con las correspondientes repercusiones fisiopatológicas.
VÓMITOS
Los vómitos son de origen reflejo al principio del cuadro, como consecuencia del
dolor y la distensión, pero conforme la obstrucción va evolucionando, son debidos
a la regurgitación del contenido de las asas. En un principio serán alimenticios,
después biliosos ó de contenido intestinal y más tardíamente fecaloideos.
Los vómitos serán tanto más abundantes y frecuentes, cuanta más alta sea la
obstrucción.
AUSENCIA DE EMISIÓN DE GASES Y HECES
Es importante llamar la atención de que éste no es un síntoma constante. Así,
puede haber estreñimiento sin obstrucción de la misma forma que puede haber
obstrucción con emisión de heces como en las altas y en el carcinoma colorrectal.
En el siguiente cuadro se resumen las principales diferencias en la clínica de la
obstrucción según su etiología:
TRATAMIENTO
En la mayoría de los casos, el tratamiento de la obstrucción intestinal es
quirúrgico, la excepción a esta regla la constituyen las oclusiones debidas a
adherencias y las incompletas o suboclusiones.
La pseudoobstrucción intestinal y los íleos de etiología funcional no son, en
principio, subsidiarios de tratamiento quirúrgico, en estos casos, se debe
instaurar un tratamiento médico con especial atención a la hidratación del
paciente y al equilibrio hidroelectrolítico.
Cuando la causa de la obstrucción se debe a adherencias se debe intentar
tratamiento conservador en la sala de cirugía con sonda nasogástrica, dieta
absoluta, control de iones diario y reposición hidroelectrolítica adecuada. El
paciente será valorado a diario prestando atención al grado de distensión, grado
de dolor, presencia o no de ruidos peristálticos, cantidad de aspiración
nasogástrica y estado general, asimismo, se efectuarán controles radiológicos. Si
el cuadro no mejora en un plazo de 24-48 horas, está indicada la intervención
quirúrgica urgente.
En las obstrucciones incompletas de intestino grueso, siempre y cuando el estado
general del paciente lo permita, se puede intentar tratamiento conservador para
evitar cirugía de urgencia y la posterior realización de cirugía electiva.
La hernia incarcerada que consiga ser reducida manualmente, deberá ser observada
en las horas siguientes a la reducción por el potencial riesgo de perforación
intraabdominal.
BIBLIOGRAFÍA
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