Recordando Mi Primera Luna

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Recordando mi primera luna

Durante la menarca, una nia entra en su poder, durante sus aos menstruantes, practica su poder y en la menopausia, se convierte en su poder.

Contenido
Bienvenida Paola Peralta Idueta, Mi Parto Mara Jos M. Valdivia - Sanah, Aflora Mujer Paulina Daz Giadrosich, Mama Luna Claudia Marcela Ferrer Lillo, Mujer en Curso Jimena Chalchi, Yeztli Tania Rosario Mndez, Mujer Cambiante Marcela Morales Magaa, La Carpa Roja Alfonsina Abarza Dvalos, Mama Luna Francisca Massone Moya, Madre Luna Chile Belinda Garcia Reyes, Mi Periodo al Natural Danae, Viva la Menstruacin!

Publicacin gratuita Mi Periodo al Natural Queda prohibida su reproduccin y/o venta Todas las imgenes son de la autoritaria de cada participante Imagen de portada - Blue eyed girl de Trudi Doyle

Bienvenida a nuestra 2da publicacin!


Es un gusto enorme volver a ofrecer una segunda publicacin gratuita. En esta ocasin hablamos de menarqua. Si, as es, nuestra primera luna! . ahhh! Qu lindo suena eso! suena a flores y pjaritos cantando, suena a la primavera de nuestro ciclo y a que ya hace unos cuantos aos de eso!

La menarqua es nuestra primer iniciacin como mujer y es una de la ms importantes en nuestra vida pues este cambio fisiolgico y psicolgico marcar la pauta en nuestros prximos aos menstruantes. La menarqua es un umbral sagrado por el que la joven nia pasar y en el que la proteccin fsica y emocional que tena se romper y empezar a descubrir por si sola su poder y su misin en la vida. Es por esto y mucho ms que celebrar la primera luna de una nia es imporante y entre ms preparadas estemos para afrontar este cambio fsico y emocional, mejor ser nuestra vida de mujeres adultas. Sin embargo cuantas veces hemos escuchado que tal evento se celebra?

En esta segunda publicacin, Mi Periodo al Natural ha recopilado las historias de once mujeres que estn ayudando a ver este tema como algo natural & positivo y te ofrecemos aqu sus historias pues todas ellas tienen el poder de sanar. Espero que despus de leerlas sientas un verdadero deseo por ayudar a una nia a tener la mejor experiencia posible y celebrar su primera luna!

Con mucho amor Belinda x

Paola Peralta Idueta


La tuve a los 12 aos, al ir al bao me di cuenta. Ya saba que iba a pasarme y no fue una sorpresa para m, pero obviamente si marc un cambio en mi vida, porque dejaba de ser slo una nia. Estaba con mam y no me dijo gran cosa, slo que usara una toalla pero como no saba como utilizarla, me la puse al revs. Tal vez por eso, siempre me han molestado.

Rozan, irritan, no me gustan. Varias veces he dejado que fluya la sangre. No me provoca dolor ni he tenido clicos fuertes, de hecho cuando llega mi luna me siento contenta, sin darle gran importancia ms que la de no estar embarazada.

As transcurrieron muchos anos. Hasta ltimos meses, despus de tener a mis dos hijas, comenc a interesarme en mi periodo. Sobre todo cuando mi hija mayor, me pregunto que era ese color que escurra de mi cuerpo mientras nos babamos. Le dije que era un tipo de sangre que se sala o acunaba a un bebe.

Y si me corto y me sale sangre?, pregunt, se es una sangre que sirve para sanar la herida, para regenerar la piel. La sangre es buena.

Estuve acudiendo con un terapeuta y pude detectar que haba ciclos en mis estados emocionales y despus ca en cuenta que tenan que ver con mi ciclo lunar. He puesto ms atencin en esto, en mis estaciones, en mis diferentes lunas. Siento una gran necesidad de saber ms sobre m. Auto

conocimiento. De conexin con la tierra, con la luna, con mi naturaleza femenina y poderosa. Ms ahora, que tengo dos hijas, debo ser transmisora de estos descubrimientos que estaban ah, pero velados por la cotidianidad de la vida, por el da a da. ltimamente tambin me he sorprendido cuando encuentro imgenes parecidas a las que yo hago, que representan a lo femenino, a la fertilidad, lunas, arboles, crculos.

Realizadas antes de tener ms conciencia de mis ciclos, y cuyos simbolismos son universales. Veo que siempre estuve en contacto con ellos, simplemente no los tomaba en cuenta. Se ha hecho evidente que tengo ms conexin con mujeres, ahora que antes (pues mis crculos eran predominantemente masculinos). Algo trascendente nos une, me gustara que la conciencia de la importancia de nuestra luna resonara en mis amigas, mis compaeras, mis hijas; que abriramos todos, hombres y mujeres, los ojos al poder femenino, intuitivo, creador y dador de vida. Estoy en la bsqueda.

Paola Peralta Idueta Creadora de Mi Parto Madre de dos hijas Psicloga de profesin Instructora de parto psicoprofilctico de vocacin Certificada por ANIPP y La Salle Actualmente trabaja como educadora perinatal en Mi Parto y en el hospital Mdica Sur Tlalpan de la Ciudad de Mxico.

Mara Jos M. Valdivia Sanah


Hoy les quiero contar de mi camino inicitico que me llevo a vivir con-siente-mente mi ciclo menstrual. Llevo observando mi ciclo desde que comenc a menstruar hace 13 aos. He pasado desde escribir en mi diario a los 14 aos contando mi primera experiencia a esa mi mejor amiga. Mi diario de vida. Mi madre me aconsejo escribir siempre lo que iba sintiendo y el hito fue marcado por mi menstruacinde ah que no me he olvidado de escribir-me. En el colegio nos mostraban pelculas sobre cmo iba a ser nuestra primera menstruacinNunca me gustaron, no les preste mucha atencin, s que me gustaba eso de usar algo ah que recogiera algo que?? An yo no lo sabala luna an no estaba en mi. Me gustaba investigar y le libros del tero, imgenes, me fascino era un misterio. Pasaba mis recreos en la biblioteca comentando con Maruja UNA SABIA bibliotecariame contaba que hacan las mujeres cuando menstruaban. (Entre otras cosas). Mi energa gua siempre me puso sabias mujeres frente a m y que honestamente y humildemente compartan su sabidura conmi go..

Cuando mi lunita llego corr a contarle a Maruja y ella me dijo hay mujeres que se alejan de sus tribus para vivir su menstruacin Imaginan como quede jajaja. Maruja era la bruja del colegio era sabia por eso le tenan mucho respeto y otros miedo. Desde pequea que me gusta el ser humano me gusta investigar como somos.porque estamos aqu

Y estudiando a mi madre como mi primer arquetipo de

mujer aprend mucho la observe muchoalgo en mi me guiaba a veces ni yo entenda porque yo saba algunas cosas, era por instinto INTUICIN.Le haca preguntas sobre el tero a mi madre y ella deca, ese espacio es sagrado siempre me dijo que mi cuerpo es un templo .y que todo lo que pase en l es un mensaje.

Desde pequea poda ver el aura de las personas, hablar con otros reinos y tanto ms Y cuando vea a una mujer enferma. Su condicin energtica me desconcertaba cuando la vea con su menstruacin. Su energa era diferente a otra mujer que no la tena ya eso me dejaba mucho trabajo, necesitaba investigar por qu esto pasaba as De manera que mi viaje de MUJER cclica comienza con mi primera menstruacin.El despertar y entender Pues Yo esper mi menstruacin, la quera tener . Estaba en Octavo bsico cuando un da mi mejor amiga manch su silla y yo lo vi, y le dije nonono no te levantes has manchado. Ella tuvo mucha vergenza y le pase mi delantal para que lo amarrara en su cadera y pudiramos ir al bao siento que fue ese momento mi primer gesto de hermandad con otra hermana pues no quera que ella sintiera vergenza por esto.... le comente que no estuviera triste nadie la haba visto Cuando eso pasome pregunt por qu tuvo tanta vergenza?. Me preguntaba tambin por qu Algunas compaeras se desmayaban cuando tenan su menstruacinotras se sentan tan grandes y otras la odiaban. Hacan lo posible por ser hombres.Y al fin Hasta que todo comenz en mi Un da jueves, estando en el colegio veo mi calzn manchadodije wouuuuuuuuuuuuu has llegado. Sal brillante del bao, miraba a mis compaeras y deca quin la tendr????.

Ese da me iba sola a mi casa, me gustaba caminar por la arboleda que hay en la plaza de Maip. Antes no era como hoy, era realmente pura naturaleza. Y vea a todas las mujeres y me deca Qu mujer quiero ser yo?... llegue a la conclusin que no quera ser ninguna de ellas que tena que ser yo. En danza tuve dos maestras que me ensearon que mi paso y el de otra nunca eran iguales, por ms prctica que hiciramos, que mi manera de interpretar era nica, que no imitara a nadie, pues si no la danza no fluira por mi cuerpo. Pasaron 5 das desde ese primer momento. Y vino mucha sangre

Mi primera menstruacin fue muy simblica, fui una de las ltimas de mi curso en tenerla. Estaba sintiendo muy fuerte mi bajo vientre recuerdo que me sent con las piernas abiertas en la tierra para bajar esa energa mi madre me deca que cuando en el cuerpo haba exceso de alguna energa la tierra lo armonizaba y me sent sin zapatos en la tierra, en el jardn de mi casa Luego de eso entro a casa y siento algo calentito que baja, voy a ver y era mi menstruacin. Mi madre saltaba de alegra, llor incluso de felicidad me regal flores y me cont muchas cosas en ese momento y entend porque a mi amiga le haba dado vergenza Pues lo primero que le dije a mi madre fue no le digas a nadie(La educacin patriarcal deseaba entrometerse en mi mente, hacindome sentir vergenza de algo tan poderoso) claramente todos se enteraron no fue necesario ni decirles en casa todos me felicitaron. Fue hermoso. Me sent transformada, algo pasaba en mi y quera investigar

Mis abuelas, mis tas, mis primas todas vivan su menstruacin de diferente mane ra. Unas en silencio, otras se informaron por la televisin o por una amiga de que era la menstruacintodas ha ban recibido el mismo mensajeDUELE, QUE LATA, CUIDATE, QUE LE VOY HACER. Y AHORA A TOMAR PASTILLAS.

Gracias a ese croquis que haba comenzado desde mi primera menstruacin....Gracias a mi virtud de investigar-me. De amar al ser humanocomenc a despertar mi espritu de mujer y a recibir mi alma en mi cuerpo de mujer. Y me di cuenta que siempre fui guiada

Una vez a los 15 con mi primera menstruacin ya en marcha yo pinte un dibujo en mi diario de vida con mi sangre, por lo tanto no crea que fuera algo loco lo que me decan ahoraque la sembraraLas toallitas me picaban as tampoco las ocupe mucho, ocupaba algodnDesde ah cada da ha sido un espacio tan sanador como un alma que encarna en una experiencia humana, he pasado de todo.

No piensen que por tener algn don o algo as nuestra vida es simple nonono al comienzo las iniciaciones son cotidianas, una tras otra. Quiero compartir con ustedes estsolo deseo que sean ms nias como yo a los 13 aos que no teman investigar, deseo que sean ms mujeres adultas que reconozcan su ciclo que no por tener tantos aos menstruando se hacen sabias, solo con el autoconocimiento y la auto-observacin, honesta sincera, sin querer modificar nadase logra que el periodo de menstruacin valga la alegra y por ende dejar un legado, a las nuevas generaciones. Si ya llevas 25 aos menstruando y recin lees esto o te informas de lo importante de sentir tu ciclo, EMPIEZA YA nunca es tarde

Mara Jos M.Valdivia - Sanah - Mujer Medicina y Madre Creadora de Aflora Mujer- Chile Despliego mis dones a travs de las terapias holsticas. Me especializo en Sanacin y Empoderamiento Femenino con enfoque psicolgico espiritual y teraputico. Soy una rescatadora de la sabidura ancestral y futura de la medicina femenina www.afloramujer.cl Facebook: Aflora Mujer

Paulina Daz Giadrosich


Tengo imgenes, sensaciones, emociones relacionadas a ese da muy dentro de m, pero tambin he olvidado partes que hoy simplemente no recuerdo. Ya tena yo 13 aos y muchas de mis amigas ya haban menstruado, pero yo an no. A veces me imagino que esto tena directa relacin con mi intenso entrenamiento de gimnasia artstica que llevaba desde los 6 aos, no lo s, la cosa es que yo la esperaba ansiosa, a veces demasiado ansiosa ya quera yo menstruar!

Mis amigas me insistan que era incmodo, muchas veces doloroso y que no me permita hacer las cosas como el resto del mes me decan pero para qu? aprovecha que todava no te enfermas! pero yo slo quera ir al bao y encontrarme con rojo en mis calzones.

Recuerdo un buen tiempo en que cada vez que iba al bao, iba esperanzada de hallarla, pero nada suceda y eso me provocaba una rara angustia, porque pensaba que podra nunca menstruar, que no me desarrollara y que tampoco podra ser madre, y eso, en silencio, me aterraba.

Hasta que un da en el colegio, en clases de castellano a la primera hora de la maana sent mi bajo vientre muy intenso, una sensacin nueva y rara que me anunci lo que por tanto tiempo haba estado esperando. Fui al bao y efectivamente mis calzones estaban manchados, pero no de rojo como yo crea que sera, sino de un caf oscuro y pastoso de igual manera supe que se trataba de mi menstruacin y fue inevitable sentirme inmensamente feliz.

Al volver a la sala de clases le cont a mi profesora, quien recuerdo claramente nada de importancia le dio, y yo que toda emocionada esperaba que me dijera algo, que me diera aunque fuese una cmplice sonrisa pues ya quera yo gritarlo a los 4 vientos! Pero me acuerdo de sus parcas palabras sin sentimiento ni contencin, no saba tampoco que no se trataba de una menstruacin cualquiera, sino de mi primera vez, me dijo: Ya y? Vaya a enfermera entonces qu est esperando? no recuerdo haberme sentido a gredida, pero nunca lo olvid, pues s qued sorprendida de que no le diera el valor que yo senta que ese momento tena.

En la enfermera estaba Istria, una hermosa mujer que me abraz, me orient con el uso de las toallas higinicas y s comprenda el momento por el que estaba pasando, aunque no dej de sorprenderse por mi extraa felicidad por menstruar. No tengo recuerdos de esa maana, ni de si les cont a mis compaeras o no. Yo supongo que s porque siempre he sido abierta a expresar lo que siento, por lo que dudo que lo haya silenciado, ms an si lo haba estado esperando por tanto tiempo pero no logro recordarlo

A la hora de almuerzo yo iba al trabajo de mi mam y almorzbamos juntas, y cuando le cont recuerdo su sonrisa, su abrazo y sus amo rosas palabras: Ay! mi wawa tati ya es una mujercita. Ella s recuerda perfectamente mi tiempo de ansiedad por que me bajara la luna, y si bien no recuerdo me haya contado ms que lo bsico-biolgico acerca de la menstruacin para prepararme, que claramente era lo que ella conoca, tampoco me transmiti miedo, ni dolor ni vergenza slo naturalidad ante este hecho que hoy siento y comprendo como Sagrado y que sin dudas en mi interior de nia tambin lo saba. Y esto se lo agradezco siempre con todo mi tero y Corazn, el que me hubiese permitido esperar mi menstruacin con toda la emocin

que senta y que no me hubiese llenado de prejuicios ante el hecho de sangrar.

Esa tarde en mi casa tomamos t con torta y cositas ricas para comer junto a mi abuela, mi madre, mi hermana chica y mi hermano la Paulina ya era una mujercita

Con Amor y Gratitud por la oportunidad de revivirlo Pau Creadora de Mamaluna

Claudia Marcela Ferrer Lillo


Mi primer encuentro con la Sangre Menstrual fue un da de verano a mis 11 aos de edad. Hasta ese momento nunca haba escuchado del tema. Aquel da estaba jugando con mis amigas y amigos en la calle, y sent la necesidad de ir al bao a orinar. Al momento en que me limpi, vi en el papel higinico una mancha de sangre y pens me limpi muy fuerte y me hice dao, por eso sangr. Volv a limpiarme, pero esta vez con ms suavidad y no apareci ms sangre, lo que me tranquiliz. Al momento de subir mi calzn, me di cuenta que estaba manchado con sangre y me invadi la preocupacin. Empec a repasar todo lo que haba hecho ese da hasta ese momento, y me pregunt a qu haba jugado? Me haba golpeado entre mis piernas y no me di cuenta? Qu haba hecho para sangrar? . Despus de una rpida reflexin, mi respuesta fue NADA, no haba hecho nada y cmo ya no sangraba, aquello haba pasado, eso me tranquiliz. Me saqu el calzn, lo dej en la lavadora, me puse uno limpio y sal nuevamente a jugar con mis amigas y amigos.

Despus de un largo rato, entr a la casa y vi a mi mam al lado de la lavadora llorando. Inmediatamente, me acerqu para saber qu le pasaba. Ella se gir y me dijo: por qu no me dijiste?, en ese momento me asust muchsimo, pens... qu hice yo que hace llorar a mi mam?, y me di cuenta que entre sus manos tena el calzn manchado con sangre. Le ped disculpas, porque no saba cmo me haba manchado el calzn

e intent tranquilizarla al explicarle que yo ya no sangraba ms. Sin embargo, eso no fue suficiente, mi mam segua llorando. No recuerdo que ms ocurri.

Slo s que en la noche de ese da, mi pap, despus de llegar de su trabajo fue a mi dormitorio. Se sent a mi lado en la cama y muy serio me dijo: Claudia, YA ERES MUJER. Recuerdo que le dije: pero???, si yo siempre he sido mujer!!! El sigui hablando y me dijo: AHORA PUEDES SER MADRE y yo le respond, soy una nia, no quiero ser madre!!!. Lo siguiente que me dijo es un poco nebuloso, pero me empez a hablar sobre mi cuerpo y el cuidado que tena que tener con l, especialmente con los hombres No entend mucho, pero lo ms claro que me qued era que tena que tener cuidado, deba protegerme de ellos. Das despus, que me dio mucha vergenza, cuando me di cuenta que mis tas y abuelos saban que yo sangraba. Me enoj muchsimo con mi mam, porque yo le haba pedido que no le digiera a nadie, me sent traicionada.

Ese ao lo viv en silencio, no se lo coment a ninguna amiga, porque me daba vergenza cada vez que las escuchaba hablar de las toallas higinicas que usaban sus mams, se rean de lo gruesas que eran y las criticaban por usarlas. Siempre me preguntaba cmo les contara que yo tambin usaba esas toallas que parecan paales?, esas toalla s que slo usaban las viejas!. Estaba desconcertada y confundida, porque yo no era vieja, era nia igual que ellas y sin embargo las usaba. Haba otra emocin, adems de la vergenza y la confusin, estaba enojada , me daba mucha rabia no poder baarme en la piscina como los otros nios, no me gustaba inventar excusas para explicar porque no entraba al agua cuando me preguntaban. Miraba a mis amigos y deseaba ser hombre en esos das.

Mi Segundo-Primer encuentro con la Sangre Menstrual fue luego de ser mam biolgica. Amamant a mi hija muchos aos, por lo que mi sangre se retras bastante en volver a mi vida de mujer, casi dos aos estuve sin sangrar despus de embarazarme, en total fueron 30 meses y el da en que volvi la Sangre a mi Vida, fue un Da de Celebracin.

En mi camino hacia la Maternidad, encontr la conexin con mi Ser Femenino , empec poco a poco a desarrollar mi intuicin a instruirme en la Sabidura de la Tierra, especialmente de las GEMAS y las PLANTAS y en el Arte de lo Invisible.

Record el Poder de mi Cuerpo y empec a hablar en el Idioma de la Sensualidad. Conoc la Biodanza y el Reiki. Entend los Mensajes que estaba recibiendo de cada clula de mi organismo. A los tres meses de embarazo, viva una danza de armona. Mi alimentacin cambi porque slo ingera lo que mi cuerpo me peda, ni ms ni menos, slo nutricin. Empec a sentir mucho vigor y energa. Primera vez en mi vida que me senta SANA, ESTABA MS VIVA QUE NUNCA!.

Despus de parir a mi hija Rafaela (nombre que significa Diosa de la Sanacin), conoc a un grupo de mujeres-madres que se transformaron en mis amigas, hermanas, compaeras de camino y viejas sabias. Me rodee de su cario, nos apoyamos unas a las otras y nos reflejbamos en cada emocin, conducta y pensamiento que vivencibamos. Juntas empezamos a crear una NUEVA REALIDAD, la Tribu de Madres.

Dentro de esta manada recib nuevamente a MI SANGRE , acompaada por mis nuevas hermanas. Poco a poco la Sangre Menstrual empez a visitar la vida de cada una de nosotras y sin darnos cuenta CELEBRAMOS EN COM-UNIN VOLVER A SER Y SENTIRNOS MUJERES.

Ya no slo ramos aquellas madres que formamos MamaTribu sino que ramos MUJERES DE LA LUNA, MUJERES DE LA TIERRA, UN CLAN DE MUJERES CONSCIENTES. Desde ese da empez a fluir en m, un gran torrente de energa y comenc a sentir la necesidad de rodearme de la Energa Femenina. Me di cuenta que me alegraba muchsimo compartir miradas, conversaciones, experiencias, sueos y sentires cada vez que me rodeaba del CALOR FEMENINO. Y fue as que el Amor de la Matriz, fecund mi corazn y mi alma. Durante algunos meses de danzar con las mujeres en mi camino de vida, sent que en mi vientre-creador creca una nueva hija. Una hija que finalmente par en Febrero del 2011 y a quin nombre Mujer en Curso. Un espacio creado para que mujeres de todas las edades descubran que poseen una Energa Creadora, Nutricia y Alqumica. Una plataforma virtual que fomenta la conciencia y responsabilidad de la Transformacin de Nuestra Vida Femenina. Una oportunidad de entregar recursos y herramientas para que cada mujer se reconecte y despliegue su naturaleza interior.

Asimismo, es una ventana para que la Mujer que desee se Exprese. Muestre y difunda sus trabajos -creaciones, sus ideas, sus sueos-anhelos, sus vivencias, su sentir, sus actividades, proyectos, talleres. En una frase que Saque su Voz-Medicina. Mujer en Curso es una invitacin a re-conocer que Ser Mujer es una bendicin, una alegra y un honor. Y es una hermosa ocasin para que seamos tejedoras de redes de amor y nos reunamos junto a otras mujeres honrando haber nacido hembras.

Claudia Marcela Ferrer Lillo Creadora de Mujer en Curso Mujer, Madre, Pareja, Compaera, Hija, Hermana, Amiga. Diosa en Plenitud. Soadora, Entusiasta, En Movimiento, Bailaora, Creadora, Maga. Amante de las Mujeres. Psicloga Clnica, Terapeuta Sexual y de Parejas de profesin, con conocimientos en Terapia Corporal, Biodanza, Movimiento Autntico y Bioenergtica. Hilandera de Sanacin. Arte-Sana con vocacin de crear una Red de Mujeres que nos permita compartir e intercambiar la medicina que cada una posee, recorriendo juntas el camino de la mujer con-siente.

Jimena Chalchi
Vino a los 12 aos, fue muy curioso pues yo cre que ya saba toda la informacin que necesitaba saber, es decir, mis padres me sper entrenaron en explicar qu sucede y para qu sirve, yo me senta preparadsima para el momento en que llegara... pero nadie me explic exactamente cmo sucede. As que una noche a eso de las 3 am me comenz a doler un poco el vientre, realmente dorm muy incmoda y por la maana me par al bao y vi una mancha caf oscura en mis pantis, yo pens que por el dolor de estmago se me haba salido algo del intestino, y me segua doliendo. Le coment a mi madre del dolor y me dio un te digestivo para el dolor de panza, claro no le dije que me haba manchado porque me daba vergenza.

Ese da tenamos que viajar a otra ciudad a la boda de una prima, y yo iba a estrenar mi primer vestido de seorita, me acuerdo que era lindo, con rosas fiusha estampadas, escote en los hombros, encaje y mis primeros tacones... a mi me dio mucha pena que me doliera un poco la panza y adems la tuviera hinchada porque no iba a poder divertirme tanto en la fiesta, pero ni modo.

En el transcurso del viaje se alivi un poco el dolor, aunque senta pues una actividad rara en mi vientre. Llegamos al hotel, dejamos nuestras cosas en la habitacin y cuando entr en el bao - !Ahhhhhh! Mam, sangre! ja, ja mi madre entr toda consternada al bao y yo estaba asustada y entonces me mir y me dijo: Ya te baj! Y en eso mis 5 tas y 10 primas que oyen el grito y todas en menos de 5 minutos estaban en el bao apelotadas con el asunto, y abrazos y felicitaciones y mi padre y todos, absolutamente todos se enteraron en menos de 15 minutos que yo no slo usara esa noche un vestido de seorita, sino que era formalmente una seorita... y pues la gran fiesta por la noche yo la sent como ma y ni por error se me ocurri

imaginar que esa boda era un poco el futuro de mi ciclo frtil, de alguna manera, mi prima y yo cruzamos esos portales en la misma fiesta.

Al da siguiente entend tambin que las toallas femeninas desechables son horribles y lastiman... que la sangre no es como la sangre normal, que una no se siente igual en esos das, y fue tan importante y significativo que a la conciencia de ese pasaje me dedico en la vida...

Jimena Chalchi Creadora de Yeztli

Tania Rosario Mndez


Tena once aos la primera vez que mi sangre menstrual manch mi ropa interior. Y para ser sincera, casi no recuerdo como fue. Para este escrito trat de hacer memoria, pero la verdad es que de esa poca de mi vida mi memoria es poco precisa. Cursaba yo el sexto grado de escuela elemental, as que algo ya saba o crea saber sobre la menstruacin, ya que a algunas de mis amigas ya les haba llegado y mi madre ya nos haba explicado a mi hermana y a m al menos la parte prctica de como ponerse una toalla sanitaria. Nadie me explic que la menstruacin marcaba el inicio de la ciclicidad en mi vida, ni desde el punto de vista biolgico, ni mucho menos desde el sutil. As que para m, educada en el catolicismo, la sangre menstrual significaba un tipo de casti go a las mujeres o una especie de prueba de nuestra inferioridad fsica. No es que pensara demasiado en esto, pero por ah iba mi lgica a los once aos de edad. Aunque no recuerdo el momento preciso con exactitud, lo que s recuerdo era la angustia que me causaba que alguien (particularmente los varones) se diera cuenta de que estaba menstruando y la presin que senta de estar constantemente pendiente de que mi uniforme no se manchara de sangre. Sufr mucho esos primeros meses. Yo era una nia tmida, estudiosa, perfeccionista y no saba como manejar las situaciones vergonzosas, con lo cual, las evitaba a toda costa. Un da sucedi algo, que al mirarlo desde mi adultez me parece verdaderamente increble. Durante una de mis lunas, tuve un sangrado ms abundante de lo acostumbrado y no pude medir cuando era el momento adecuado para cambiarme la toalla de manera que cuando vine a darme cuenta que era necesario cambiarme se me haba pasado la sangre hacindome una enorme mancha en la falda de mi uniforme escolar. No s ni cmo pude llegar hasta el bao de la escuela, pues la vergenza que senta apenas me dejaba respirar. Una

vez all, me vir la falda y cuando me di cuenta del tamao de la mancha me ech a llorar desconsolada en una esquina del bao, decidida a no salir de ah hasta que mi mam me viniera a buscar. Al poco rato entr una chica de escuela intermedia, no mucho mayor que yo, quizs 2 o 3 aos mayor, que creo recordar se llamaba Marit. Me pregunt por qu lloraba y le expliqu el motivo de mi desdicha. Sin encomendarse a nadie, esa chica que no me conoca me regal un rito de paso improvisado. Primero me consol, me dijo que eso no era nada, que a todas nos pasaba eso al principio y me aclar que deba dej ar de lado mi paranoia mensual ya que aunque yo lo creyera imposible, segn ella, nadie (y sobretodo los varones) se daba cuenta de eso. Mientras me hablaba de manera casi hipntica, me dio instrucciones de quitarme la falda, meterme al bao y cambiarme la toalla y mientras yo me ocupaba de ese menester, Marit con sus manos de quinceaera lav la sangre menstrual de mi falda en el lavamanos del bao de las nias del colegio donde ambas estudibamos. Puede parecer una tontera, pero lavar con tus manos la sangre menstrual de otra mujer (en este caso, nia) es para m un claro signo de humildad y temple que an a mis once aos pude reconocer. Me qued boquiabierta escuchndola hablar mientras lavaba y secaba mi falda en el secador elctrico para las manos. Mi recuerdo es que yo, tmida como era, casi no habl, ms bien me limit a responder sus preguntas y rerme de sus ocurrencias, porque ya para el final haba dejado de llorar y senta mi corazn ms liviano. Jams olvidar ese acto inocente de desapego y tranquilidad con que Marit me inici, sin saberlo, en los misterios de la ciclicidad femenina. Me obsequi, sin proponrselo la capacidad de asumir la menstruacin con normalidad y salud y transform positivamente una situacin que de haber seguido su curso hubiese tenido un desenlace cuando menos confuso y triste para la nia que yo era. Ese es el poder ancestral que invoco, al que tenemos acceso todas las mujeres porque compartimos un origen ancestral: el poder de asumirnos como animales cclicas desde un lugar de salud y entereza espiritual, para poder ser iniciadoras en la vida de otras nias y mujeres. El poder de mudar, crear y transformar.

Tania Rosario Mndez Creadora de Mujer Cambiante Artista transdisciplinaria independiente, Tania combina el teatro, la escritura y los nuevos medios en la realizacin de proyectos comisionados y auto-producidos. Tambin se desempea como Educadora y Consultora de Artes Expresivas diseando e implementando proyectos y programas educativos interdisciplinarios para un amplio espectro de poblaciones. Una articulada y carismtica conferenciante y facilitadora de talleres, Tania es tambin la duea de Mujer Cambiante, un proyecto que promueve l a salud integral de nias y mujeres a travs del arte, la educacin y el activismo. Tania vive en San Juan, Puerto Rico junto a su hijo Iln (7 aos) y su compaero Julio, actualmente embarazada de una beb que nacer en agosto 2012. Tania Rosario Mendez Creadora de Mujer Cambiante www.taniarosariomendez.com www.mujercambiante.com

Marcela Morales Magaa


He menstruado por cerca de 22 aos y en ese tiempo han sucedido muchas cosas; aunque pareciera muy distante la nia de 12 aitos que se enfrent en solitario a su sangre, esta mujer que soy comparte muchas coincidencias con ella. Quiz lo que ms nos une en este momento es la disposicin de conocer, de entender, de indagar, de mirar con curiosidad el cuerpo; lo que definitivamente nos separa es que esta que soy no siente vergenza ni temor por lo que sucede con su cuerpo. Cuando me baj por primera vez estaba sola, pero enterada, as que me sorprend, pero no me asust. Mi mam me haba explicado de manera ms o menos detallada lo relativo a la menstruacin y el embarazo; como muchas otras mujeres feministas de la poca, para ella, el sangrado no supona una limitacin ni ameritaba ninguna consideracin especial. Para mi pap era un tema de estrs, la sangre asociada al embarazo. Como sea, se trataba de un tema de biologa pura. Cmo compartir entonces la desolacin que sent al ver mi sangre por primera vez? A pesar de que saba que era algo normal y natural me sent rebasada y triste, y de los sentimientos nadie me haba hablado, o a la mejor iban incluidos en el cajn denominado cambios hormonales mencionados en el libro de biologa de sexto grado; la cuestin es que en la explicacin biolgica se omitieron algunas emociones y sensaciones que me acompaaron muchos aos. Despus de la menarqua, me cost trabajo habituarme a la sangre. Fue una etapa sin dolor, pero llena de accidentes, as que continuamente caminaba por los pasillos de la escuela con el suter atado a la cintura, cubriendo mi falda mojada. Poco a poco me fui acoplando, las manchas en mi ropa disminuyeron y simplemente logr que la menstruacin no significara un obstculo para mi vida diaria.

Con el paso de los aos y debido a una menstruacin clasificada como irregular, empec a tomar pastillas anticonceptivas y aparentemente mi cuerpo se convirti en un reloj de precisin. Por varios aos la sangre era relevante slo en la medida en que me indicaba que no estaba embarazada. Sin embargo, despus de padecer endometriosis y quistes en los ovarios, acompaados por sangrados que duraban alrededor de un mes, no tuve manera de evadir mis ciclos y el grito del cuerpo. Estuve sometida a muchos tratamientos, algunos me desestabilizaban el nimo, otros implicaron ciruga y medicamentos en exceso. Despus de un embarazo casi milagroso, segn la opinin de algunos mdicos, mis lunas cambiaron y poco a poco disminuyeron los trastornos, aunque menstruar segua siendo slo un indicador de que no haba embarazo. Para compartir con la mayor honestidad el trnsito hacia es ta que soy, debo confesar que pas por un perodo de pnico hacia la sangre. Mi mam muri hace un par de aos de un sangrado vaginal ocasionado por una miomatosis uterina mal atendida; los detalles sobre ese acontecimiento tan doloroso ahora no vienen al caso. Lo que s viene a cuenta es que, despus de su muerte, viv varios sangrados anormales que cambiaron mi vida. As las cosas, como parte de mi duelo por la ausencia de mi madre, la sangre menstrual se convirti en un tema relevante y observarla un ritual peridico. A pesar del miedo que en algn momento represent, poco a poco el miedo dio paso a la curiosidad. La copa lunar reforz ese camino; tambin el apoyo y cercana de muchas mujeres que me contaron sus historias y me ensearon sus aprendizajes sobre las experiencias con su cuerpo, con la medicina hacia las mujeres, entre muchas otras cosas. Adems de observar mi sangre, empec a leer, a buscar, a preguntar. Con el tiempo, despus de escuchar y ver, mi mundo cambi, as como mis ideas sobre lo que significa ser mujer y ser madre (de una hadita). Ahora siento que transito un camino sereno, de descubrimiento y (re)conocimiento. Tuve que dar paso a un proceso de reconciliacin con mi sangre y todo lo que ha surgido es nutritivo y reparador. Observo mi sangre, la huelo, la toco, la siento y dejo que mi cuerpo me diga lo que tiene que decir. He aprendido cmo mi nimo, mis ideas, mis sentimientos, mi libido y mi sensibilidad suben y bajan como la marea, se mueven, bailan y me

hablan de maneras diferentes. Mi luna a veces me sacude, otras me abraza, su potencia me ha enseado la ciclicidad de mi cuerpo y de la naturaleza. La sangre que brota peridicamente me ensea quedito la importancia de aprender a soltar y a dar paso nuevamente a la vida. La recibo cada 25, 26 27 das; con lunas llenas o lunas oscuras, simplemente dejo que fluya con todo lo que traiga de enseanza para m. Escribo y comparto con otras mujeres este proceso a travs de una iniciativa llamada La Carpa Roja porque s que podemos aprender a travs del sufrimiento o de la comprensin, en soledad o apelando a la sororidad; despus de vivir y sentir la cercana de tantas mujeres, eleg la hermandad y el conocimiento, con la seguridad de que juntas podemos aprender que nuestros teros palpitan vida y sabidura.

Marcela Morales Magaa Pertenece al colectivo La Carpa Roja lacarparoja@gmail.com FB: La Carpa Roja

Alfonsina Abarza Dvalos


Era mediados de agosto en Salta, yo tena 12 aos y medio. Festejamos el da del nio en un campito muy hermoso que siempre fuimos de pequea y segu yendo cada vez que pude llamado La Caldera. Ese da me sent muy feliz y gil, trepe rboles, jugu en un bosquecito, corr feliz como una nia. Por ese da olvid todo el malestar que senta emocional en los meses anteriores de querer ser mujer y no serlo, de ver como amigas ya lo eran y yo verme aun nia no me gustaba, quera menstruar y tener mas de los pechos que muy lentamente haban salido a la luz. El da termin, llegue a casa y en el bao descubr una mancha roja en mis bombachas, pens que era algo raro como una herida y no cre que fuera mi luna; lo primero que hice fue contarle a mi mama, en voz bajita por que me daba mucha vergenza que mis tres hermanos que por entonces eran muy burlones lo supieran, y mucho menos mi papa!. Mi mam con quien siempre he tenido una hermosa relacin, con mucha cercana mimos y amistad me dijo que me pusiera una toallita y viera que pasaba, yo no crea aun que era mi luna, pero recuerdo la emocin en los ojos de mi ella que contemplaban lo que me estaba pasando. Con las horas comprob que segua sangrando y que ya era mujer, algo en el aire me dijo que yo ya no era la misma del da anterior, ahora puedo recordarlo como una mezcla de emociones confusas, lo haba esperado tanto y me senta tan rara!. El da siguiente recuerdo, fue uno de los das de peor humor de la historia, estaba furiosa de ir al colegio con esa cosa entre las piernas, sintiendo dolor e incomodidad, sintiendo rabia por tener que actuar

normal, cuando algo tan extraordinario me estaba pasando interiormente, algo que no poda describir, que no lograba descifrar. Al llegar de ese da en el colegio con alivio de al fin poder acostarme y encerrarme hasta que se me pasara me top con mi pap y mi hermana felicitndome y hacindome fiesta!. Le haba pedido a mi mama que no le contara a nadie, pero como! Mi mam siempre ha sido psima para guardar secretos!, as que mi furia ya llego a niveles desbordantes les grit y me fui llorar a mi habitacin. Luego del torbellino de la iniciacin pude ir comprendiendo mi ciclo mes a mes, anotaba los das y cuanto duraba en tablitas que por aos conserv, eso me sirvi para que nunca me agarrara por sorpresa y siempre he vivido en armona con mi lunita, sintiendo sus dolores y vaivenes con naturalidad. Y poco a poco gracias a la complicidad de mis amigas durante la adolescencia fui disfrutando del misterio y de la introspeccin que nos envuelve esos das, y de la belleza de identificarme con ser una mujer. Ya hace 21 aos desde ese da! Alfonsina Abarza Dvalos Co-creadora de Mamaluna Arquitecta Terapeuta Floral y Master Reiki Mam de Juan Sebastian y Lorenzo www.lunamamaluna.blogspot.com http://www.facebook.com/lunamamaluna

Francisca Massone Moya


Me acuerdo que durante gran parte de mi infancia, como desde los 5 aos hasta que sal del colegio, a eso de los 17 aos tuve una mejor amiga. Ella se llama Cristina, y juntas pasamos muchos de los ritos de pasaje que van marcando nuestro crecimiento como mujeres: el primer beso, el primer pololo o novio, la transformacin de nuestros cuerpos y por supuesto, la llegada de la menstruacin. La primera en recibir su luna fue ella. En ese tiempo era usual que los fines de semana los pasramos en la casa de una o de la otra. As haba veces que yo me iba a dormir a su casa y otras en que ella se quedaba en la ma. Recuerdo que estbamos en mi casa cuando lleg su periodo. Tenamos 10 aos. Ahora pienso que fue un poco prematura su luna, ramos tan nias an . Recuerdo que en algn momento en que estbamos jugando a las barbies, ella se par y fue al bao y ah se dio cuenta que tena sangre en sus calzones. Como no sabamos muy bien qu es lo que pasaba, le preguntamos a mi mam, quien confirm que era su periodo el que haba llegado. No recuerdo muy bien qu fue lo que nos dijo. Pero segn recuerdo fue algo que asumimos como natural, aunque an incomprensible. Un ao ms tarde, cuando ya tenamos 11 aos y estando esta vez yo en casa de mi amiga, llego mi lunita. Recuerdo que estbamos de vacaciones de invierno en el colegio, as es que ya llevaba un par de das quedndome en su casa. Recuerdo que ese fin de semana su mam nos llev a arrendar unas pelculas y escogimos unas de terror y otras del tipo qu me est pasando.

Con mi mam en las vacaciones del 97, a mis 12 aos.

No recuerdo si mi luna lleg antes o despus de que viramos la pelcula. S recuerdo que fue en una situacin muy similar a la que vivimos cuando lleg el periodo de mi amiga, pues estbamos jugando a las barbies y de pronto me levant para ir al bao y ah fue cuando vi una mancha oscura en mis calzones. Recuerdo que llam a mi amiga y le mostr las manchas y ella a su vez llam a su madre quien confirm la llegada del periodo. Recuerdo que su mam que me pas una toallita y que me dijo que llamara a mi mam para contarle. Me puse la toalla y se senta muy raro tener ese bulto entre las piernas. No recuerdo que haya tenido dolor en esa ocasin, aunque luego durante mi pubertad y adolescencia si tendra unos cuantos episodios de dolor. Llam a mi mam para contarle y creo que ella me debe haber dicho algo sobre lo de comenzar a ser mujer, pero realmente no recuerdo de que hablamos. Despus de este breve alboroto, seguimos jugando a las barbies como antes, solo que ahora empezaba mi viaje de salida de mi infancia hacia la juventud. Recuerdo que desde que mi amiga ya haba empezado con su menstruacin yo estaba muy pendiente de cuando me llegara la ma. De hecho, en ms de una ocasin recuerdo haber sentido, o tal vez imaginado, que tena dolores como clicos menstruales, pues haba escuchado a algunas compaeras de curso que ya tenan su periodo, que antes de que les llegara haban sentido ese tipo de dolores. Yo quera que llegara, no s muy bien por qu, pero la esperaba con ansias. Ahora pienso que en parte quera menstruar para ser parte de este grupo de nias que ya no eran tan nias. Para sentir que estaba creciendo. Senta que haba algo en esto que nos haca nicas, que nos haca parte de algo especial, desconocido, extrao. Estudi en un colegio solo de mujeres, catlico y de monjas. Pero a pesar de lo que se pudiera pensar, nuestra profesora haba logrado hablarnos de la menstruacin, sin mucha emocin ni ceremonia, as que la mayora de mis compaeras se haba enterado de que esto nos pasara tarde o temprano. Como ramos slo mujeres, la primera menstruacin o regla como le decamos usualmente, se convirti en todo un acontecimiento. Ms adelante en nuestras vidas seran los dolores menstruales y los cambios de humor lo que ocupara gran parte de nuestras conversaciones.

Mi mam haba hablado conmigo antes para explicarme que en determinado momento yo iba a empezar a sangrar igual que ella, una vez al mes, y que eso era algo que nos pasaba a todas las mujeres. Yo saba que mi mam menstruaba, pues la haba visto en el bao cambiando sus toallitas, y cada vez que pregunt ella respondi que eso era normal, que se llamaba menstruacin y que yo tambin algn da iba a comenzar a sangrar como ella. Siempre tuve mucha confianza con mi madre, por lo cual estoy infinitamente agradecida, pues creo que esta cercana y franqueza me ayud a m a recibir mi luna como un proceso natural y a ella para superar los tabes con los que ella haba crecido y recibido su propio periodo. Tampoco hubo mucha ceremonia o ritualidad involucrada en esto. Creo que ms bien se trataba de que ahora ya empezaba a parecerme mucho ms a ella, pues mi menstruacin me haca parte de su club, el de las mujeres grandes, aunque segua siendo una nia. Ahora que escribo esto me doy cuenta de muchas cosas que van imbricadas en la experiencia de mi primera luna. Lo primero es la bella sincrona de haber recibido mi lunita en casa de mi mejor amiga, despus de que ella recibiera la suya en mi casa. Recuerdo que ya en ese entonces esta sincrona llamaba poderosamente mi atencin, y me haca sentir parte de una hermandad. Lo otro es darme cuenta de que ambas lunitas llegaron mientras jugbamos con barbies, un modelo femenino al cual podra hacer muchos reparos, pero si me quedo con el simple hecho del haber estado jugando cuando la lunita lleg, me parece hermoso darme cuenta de que comenzamos a sangrar aun siendo nias. Y es que s, la menstruacin marca nuestro paso de salida de la infancia, pero an transitamos un rato siendo nias junto a nuestra luna, al menos en el caso de las mujeres que la recibimos a edad temprana. Cuando comenc a escribir esto pens que iba a ser poco lo que tendra que decir, pero es increble como los sentimientos y los recuerdos comienzan a concatenarse y a tejerse como historia. He sido afortunada en haber podido vivir mi primera lunita como una experiencia agradable y esperada. No recuerdo haberme sentido asustada, ms bien me sent emocionada de que al fin hubiese llegado. En mi caso esta primera experiencia es

quizs la que deline el camino que ahora transito con mi menstruacin y mi feminidad, celebrando mi naturaleza cclica y orgullosa de mi sangre.

Francisca Massone Moya Certificada como Madre Luna por Miranda Gray Antroploga social, Chilena, 27 aos.

Belinda Garca Reyes


Mi primera luna lleg en el caluroso mes de Agosto, antes de mi cumpleaos, aunque tcnicamente todava tena 14 aos. Creo que fue muchsimo despus que a la mayora de las nias que conoca, aunque nunca lo supe a ciencia cierta pues no recuerdo que se hablara de esos temas en la escuela o al menos no dentro de mi crculo de amigas.

Habamos ido a Cancn a pasar las vacaciones de verano pero nunca me imagin que esas vacaciones marcaran mi vida. En realidad tengo recuerdos poco precisos de cmo fue que ocurrieron las cosas, son ms bien las emociones las que llevo guardadas conmigo. Creo recordar que estbamos en el cuarto del hotel cuando yo empec a sangrar por primera vez pero no recuerdo si mi mam me dijo algo en especial, solo recuerdo que me sent avergonzada y no quera que ella me viera pero estaba conmigo en el bao, me imagino dicindome como ponerme la toalla que me haba dado.

Yo no pude evitar sentir como que algo malo me haba pasado, adems de que pens que mis vacaciones de verano se arruinaran pues no podra meterme ms al mar o a la alberca. Recuerdo que para esa poca los tampones ya existan pero mi mam nunca me haba hablado de ellos y mi idea sobre los tampones es que eran para mujeres ms adultas, ms experimentadas, por lo que en esas vacaciones us solo toallas.

Al salir de la habitacin del hotel, mi pap estaba sentado en una mesa cerca del mar y a mi me pareci que l tambin se haba enterado del evento pero yo no quise hablar ni con l ni con nadie, quera desaparecer, me senta muy triste y muy fea.

Aunque yo estaba de un humor particular, se supone que habamos ido a Cancn a celebrar mi cumpleaos y el de mi hermana y a pasarlo bien pero la realidad fue que el resto de las vacaciones me la pas sintindome fuera de lugar, traa unos enormes shorts a donde quiera que iba encima de mi traje de bao y trataba de ocultar a toda costa mi sangre y la toalla desechable que me pareca enorme, incomoda y muy notoria a la vista de los dems.

Recuerdo que lo nico que me vino a la cabeza fue que de ahora en adelante poda quedar embarazada y que tendra que cuidarme y eso me haca sentir muy extraa. Me imagino que esta idea vendra de que para esta poca mi hermana estaba apunto de tener su primer hijo a sus cortos 17 aos y a mi padre en particular no le haba caido muy bien la idea por lo que haban discusiones en mi casa. Obviamente yo no planeaba quedar embarazada a mi corta edad y aunque la preocupacin pareciera intil pues nisiquiera haba empezado a tener relaciones sexuales, tiene su propia lgica.

Los aos que siguieron jams pens en mi luna como algo natural, era una pesadilla, nunca me haba fascinado la idea de ser mujer y tener mi periodo lo haba empeorado todo. No recuerdo haber tenido clicos fuertes en esa primera luna pero conforme pas el tiempo los clicos aparecieron y se hicieron cada vez ms fuertes hasta que una noche no paraba de revolcarme en la cama de dolor y a la maana siguiente llegu a un hospital de urgencias

Al llegar al hospital, el doctor no poda creer que una joven plida, amarilla, fria, sin fuerzas llegara por un simple clico menstrual. Creo que pens que tena epatitis, an as me pasaron de inmediato a la sala y el doctor ayudaba a mi mam pues yo no poda caminar.

Creo que el doctor me hara un par de preguntas pero como yo haba estado revolcandome de dolor por ms de ocho horas pues ya estaba como alucinando y no poda hablar, as que creo mi mam hablaba por mi. Yo solo me acuerdo que el me dijo que me iba a inyectar y yo lo nico que quera era que el dolor se me fuera. En el momento de ponerme la inyeccin, el doctor me levant las piernas y me las dej as un par de minutos y despes las baj. Me imagino que esto era para que la inyeccin me hiciera efecto ms rpido. La cosa con los doctores es que uno nunca sabe que es lo que le dan y termina uno como borreg uito haciendo lo que le dicen. En esa ocasin no supe que fue lo que me inyectaron, lo nico que se es que me qued dormida profundamente en un instante. Al despertar el dolor se me haba ido como por arte de magia! Era una maravilla, poda respirar, poda caminar, el color me haba vuelto a la cara y era yo otra vez. As que desde esta corta edad estuve medicada por dolores menstruales y fue justamente este mdico el que me recet Vioxx, un medicamento hoy descontinuado por sus ataques al corazn y derrame cerebral, el cual tomara por muchos aos (an estando descontinuado pues todava se venda en Mxico!) lo dems como dicen es historia....

Hace ya veinte aos desde mi primera luna y el recordar mi historia me hace llorar, me da tristeza de mi yo nia, de lo inocente que era aunque hoy pueda abrazarla y protegerla. El leer las historias de otras mujeres me hace ver claramente como cada una hemos pasamos por un proceso de iniciacin nico. Hoy despus de tantos aos s que mi experiencia fue necesaria para poder despertar y ver el poder que llevo dentro. Hoy estoy convencida que el dolor que viv por muchos aos fueron mi propia iniciacin a este trabajo menstrual, al despertar de la consciencia femenina y todo lo Sangrado Femenino que vive dentro de mi.

Belinda Garca Reyes Creadora de Mi Periodo al Natural Madre Luna

Danae
Saba que en cualquier momento llegara , as como las muelas o las canas, y no me despertaba inters alguno. Conoca los aspectos bsicos de mi anatoma y los diagramas de las etapas del embarazo y la menstruacin, pero no saba qu se senta, que productos usar, como evitar los clicos, como sentir mi crvix y muchas otras cosas que an sigo descubriendo. Un da simplemente lleg y aunque me confundi ver pequeas gotas de algo deslavado en lugar de la ola carmes que esperaba y que recibira poco tiempo despus, lo que me tom por sorpresa fueron los clicos menstruales. Nadie me los haba mencionado y esa mezcla de dolor agudo, calambres y ganas de vomitar a la que eventualmente me acostumbrara y despus aprendera a controlar casi por completo, era algo que no esperaba en absoluto y que convirti mi experiencia en algo incmodo.

Meses despus de esa menarqua me invitaron a una fiesta en la playa para celebrar el cumpleaos de una amiga. Sintindome todo un adulto compr una caja de tampones y me encerr en el bao del hotel pensando que ponerlos sera la cosa ms fcil del mundo. Pero no, la verdad es que a esa edad no conoca ms all de mi cltoris y abrir las piernas relajadamente para meter un tampn sin aplicador result ser tan incmodo (no lo met hasta adentro, y creci al tocar el agua de la alberca) que pasaron muchos aos para que volviera a intentarlo. Obviamente cuando por fin logr insertar un tampn correctamente estaba super orgullosa de mi misma al punto que quera salir corriendo y compartir mis logros con el mundo. Ese momento fue especialmente importante porque haba llegado a pensar que si no era capaz de meter algo tan pequeo en mi vagina (no tena problemas con otras cosas), seguramente haba un problema con mi cuerpo, o al menos con mi cabeza. Pero no, result que mi nico problema era mi incapacidad para rela jarme y seguir instrucciones correctamente. Podr parecer algo tonto o simple, pero para m esa insercin representaba el

comienzo de una nueva etapa y a la vez el conocer mi cuerpo, el entender mejor su funcionamiento y, ya que las personas reales que me rodeaban usaban toallas sanitarias desechables, por fin ser como las chicas de los anuncios y las pelculas!

El da que por fin use una copa menstrual? (el Keeper, en ese entonces, y vaya que tambin tom su tiempo) Uff! Poco me falt para organizar una fiesta. Conoc mi cuerpo an mejor, mis clicos prcticamente desaparecieron, y por fin vi la sangre tal como es. Ahora llevo varios aos usando la Mooncup (otro hito en mi vida) y aunque sigue en perfectas condiciones, muero de ganas de comenzar a experimentar con otras marcas. Ya as voy por la vida copangelizando gente, as que me cuesta trabajo pensar lo que sucedera si encuentro algo mejor.

Han pasado ms de veinte aos ya desde aquella primera menstruacin y es extrao como de cierta forma sigo pasando por etapas que me hacen sentir como si estuviera viviendo las cosas por primera vez.

No recuerdo que la menstruacin haya sido un tema tab en si, pero era un tema del que no se hablaba mucho y eso evitaba que compartiera experiencias y consejos con otras mujeres, como ahora lo hago. Fueron mis constantes clicos y mi aversin por los medicamentos, as como la evolucin del internet (en los ochentas no haba fcil acceso a vdeos explicativos) lo que me ayud a interesarme en el tema y a investiga r cosas que probablemente deb haber sabido desde un principio.

Supongo que es por eso que ahora me gusta hablar del tema cada vez que alguien pregunta, y trato de compartir experiencias para que ms personas disfruten y entiendan lo que a mi me tom tanto tiempo hacer. Hace tiempo que mi periodo dejo de ser algo doloroso y complicado que llegaba de sorpresa para convertirse en algo interesante que llega puntualmente, me ayuda a reflexionar sobre el funcionamiento de mi cuerpo y me pone en contacto con personas interesantes de todo el mundo. Por eso es que cada ciclo pienso: Viva

la menstruacin!

Danae Creadora de Viva la Menstruacin

Para ms informacin sobre menarqua y Menstruacin Visita


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