El Complemento Agente
El Complemento Agente
El Complemento Agente
Alumnas: Rosa Rodrigo Magraner Paula Mez Masi Profesor: Antonio Hidalgo Navarro Asignatura: Sintaxis espaola (grupo A) Grado: Estudios Hispnicos
NDICE
1. INTRODUCCIN 2. LAS RELACIONES SINTCTICAS ORACIONALES 2.1. EL SIGNO LINGSTICO 2.2. LA CATEGORA DE FUNCIN Y LA CLASE DE FUNCIN 2.3. LA PROBLEMTICA DEL COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL 3. EL COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL 3.1. CONCEPTO Y TIPOS 3.2. LA MARGINALIDAD 3.3. CIRCUNSTANCIAL FRENTE A SUPLEMENTO 3.4. EL COMPLEMENTO AGENTE Y EL CIRCUNSTANCIAL DE CAUSA 4. LAS CONSTRUCCIONES DE PARTICIPIO 5. LAS PASIVAS EN ESPAOL 5.1. VERBOS TRANSITIVOS QUE NO ADMITEN LA VOZ PASIVA 5.2. VERBOS INTRANSITIVOS QUE ADMITEN LA VOZ PASIVA 5.3. LA PASIVA REFLEJA Y EL COMPLEMENTO AGENTE 6. EL COMPLEMENTO AGENTE 6.1. ARGUMENTOS EN CONTRA DEL COMPLEMENTO 6.2. ARGUMENTOS A FAVOR DEL COMPLEMENTO 6.3. LIMITACIONES EN LA APARICIN DEL COMPLEMENTO 6.4. ELEMENTOS QUE ACOMPAAN O NO ADMITEN EL COMPLEMENTO 6.5. LA ALTERNANCIA DE PREPOSICIONES 7. CONCLUSIN 8. BIBLIOGRAFA 3 3 3 6 7 8 8 9 10 11 12 14 14 15 15 16 16 18 20 20 21 22 23
1. Introduccin
Este trabajo va a estar centrado en el Complemento Agente pero antes de llegar a l se va a describir las relaciones sintcticas en la oracin donde aparecer la categora y la clase de funcin junto con el signo lingstico, adems se introducir el Complemento Circunstancial. Tras esto se comentarn las caractersticas principales de dicho complemento y se lo relacionar con otros elementos marginales del verbo, finalmente ser comparado con el complemento agente y en ese mismo apartado se explicar la confusin existente entre dicho complemento y el circunstancial. Antes de llegar a la problemtica central del complemento agente, habr una explicacin de las construcciones de participio y, posteriormente, las pasivas en espaol. La finalidad de esta estructura es ir introduciendo poco a poco los inconvenientes a los que se enfrenta la sintaxis con respecto al complemento agente. Por ello cada punto tendr un apartado que lo relacione con el complemento, lo principal ser analizar primero las causas de esos inconvenientes y despus ya desarrollar el complemento es si mismo.
extralingsticamente (el referente). De acuerdo con la descripcin de Hjelmslev (1974), de lengua como sistema de unidades de la expresin relacionadas con un contenido que poseen forma y sustancia, es posible determinar que en todo signo se manifiesta una forma entre dos sustancias , es decir, la asociacin entre la Forma de la Expresin y la Forma del Contenido . PLANO DE LA EXPRESIN Sustancia Forma Forma Sustancia
La estructura del signo lingstico puede ser esquematizada como el trapecio de Heger (1974) que se adapta a la propuesta de Hjelmlev (1974). Con esta estructura se concibe la relacin signo-cosa a travs de abstracciones conceptuales que constituyen sustancias del significado en tanto remiten a una forma de significado que marca
lmites distintivos. De esta manera los aspectos exclusiva o primariamente lingstico sgnicos en el plano del contenido son los relacionados con los planos d e la forma y sustancia del significado. forma sigdo sustancia sdo concepto
forma sgte
sustancia
sgte. Figura 2
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cosa
Es necesario considerar todos los elementos conectados con el plano del contenido sgnico: concepto , sustancia y forma del significado . Para ello hay que centrarse en las categoras casuales, las denominadas agente , instrumento y fuerza . Estas relaciones casuales definen la estructura argumental de cada verbo gracias a ciertas reglas que establecen oracionales. El caso instrumento se concibe bajo los trminos formulados por Fillmore (1968) el relativo a la fuerza u objeto involucrado causalmente en un estado de accin; relacin que presupone o se combina sintagmticamente con la de agente. a) Como si pudiramos tocarlas con la mano. b) Parece que le cortan la hierba con las tijeras . Se han destacado como caractersticas distintivas del caso agente el que denota al controlador de la accin (Dik 1980, 8, C. Hernndez 1989, 112) y cmo son caractersticas inherentes a tal relacin las de volicin, intenc in y responsabilidad (Lyons 1977, 491, Lakoff 1977, C. Hernndez 1989, 112): dos cuervos cruzan aleteando blandamente . La de fuerza es una categora casual no incluida en el modelo fillmoriano, en cuya estructura las peculiaridades semntico -funcionales correspondientes se consideran idnticas a las de los instrumentos (Fillmore 1971), pero relativamente comn a partir de su formulacin por Huddleston (1970), para quien la mencionada relacin correspondera a un conjunto distintivo de caractersticas como causalidad, no control, relacionado con fenmenos del entorno . Segn Dik (1980) se diferenciara de la de instrumento por su condicin de instigador no controlador de proceso. Al principio los casos parecan ajustados a un modelo especfico, pero tales categoras se han incorporado a distintos modelos con lo que se ha podido trabajar
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Figura extrada de Vera, A. (1994): Sobre el estatuto lingstico -funcional de los casos semnticos: agente, fuerza e instrumento, en LEA X V I /2, pp. 139.
dentro del plano de la descripcin de la oracin en el que ha de tenerse en cuenta los significados propiamente oracionales. Por el lado de la semntica sintctica , la Lingstica perceptiva se encarga de la semntica actancial (ngel Lpez, 1989, 146) que estudia los significados actanciales, o significados acogidos bajo denominaciones convencionales de los casos o papeles temticos. Segn el modelo de la Gramtica funcional de S. Dik (1980) se concibe la estructura oracional como la forma de los predicados, la categora sintctica, el nmero de argumentos y sus restricciones de seleccin, por las funciones semnticas de tales argumentos. Adems, los modelos estructuralis tas europeo consideran la explicacin para la caracterizacin de las funciones sintcticas oracionales como signos . En los estudios de E. Alarcos (1977), G. Rojo (1979) y S. Gutirrez (1983) se caracterizan las funciones sintcticas oracionales como esquemas sgnicos, es decir, que las funciones sintcticas oracionales estn condicionadas por los dos planos del signo lingstico: el significado que poseen todas las funciones y el significante que se encarga de transmitirlo. Esto explica que algunos enunciad os se interpreten de forma diferente, a pesar de tener el mismo material lxico.
(1) Alarcos Sustancia expresin Forma expresin Forma contenido Sustancia contenido (2) G. Rojo Sustancia expresin Forma expresin Forma contenido Sustancia contenido (3) S. Gutirrez a. Funcin abstracta Sustancia expresin Forma expresin Forma contenido Sustancia contenido b. Funcin concreta Forma expresin Concordancia Sujeto Agente
SN concomitante en n y pna con SV SN concordante en n y pna con SV sujeto /Juan, la llave , el viento, los ancianos/
Forma contenido
Figura 3 2
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Cuadro extrado de Vera, A. y Masi, M L. (1991): La categora de funcin complemento circunstancial en espaol, Voz y Letra , I I , 1, pp. 52.
En cada estudio se ha propuesto una serie diferente de elementos que se adscriban a los dos planos usando como ejemplo el caso de la funcin sujeto . En esta estructura los casos o papeles temticos se postulan co mo componentes de diferente naturaleza: como sustancias del contenido (Alarcos 1977, 13 -15), formas del contenido (Rojo 1979, 137) o formas del contenido de las denominadas funciones concretas (S. Gutirrez, 1983, 50). De este modo se pueden incorporar l a perspectiva explicativa de la Gramtica de casos fillmoriana en un modelo estructural que cuente con el de la condicin sgnica de las funciones sintcticas oracionales, para establecer la validez de los criterios lingsticos sobre los que descansa la c onceptuacin misma de la significacin causal , la validez de los criterios habituales de definicin de los distintos casos particulares y, finalmente, la utilidad misma de las tipologas casuales de uso.
funcin sujeto (perspectiva desde la que lo pertinente ser el papel de dicha relacin funcin respecto de la totalidad oracional de que puede formar parte) y/o como clase de funcin (punto de vista desde el cual lo que habr de tomarse en consideracin ser el conjunto de relaciones de compatibilidad/incompatibilidad que afectan a dicha funcin). Los conceptos de categora y clase de funcin estaran relativamente cerca de la funcin abstracta y concreta propuesta por Gutirrez. Esta proximidad no resultara, sin embargo, de la supuesta condicin abstracta de lo que denominamos categora de funcin , frente a la concreta de las clases de funciones . En este sentido, categoras y clases pueden ser consideradas abstractas, puesto que se trata de tipos de relaciones. Dentro de este marco general, se tratar en el siguiente punto la caracterizacin de la funcin sintctica oracional habitualmente denominada complemento circunstancial, se comenzar con su problemtica y finalizar con su relacin con el complemento agente. 6
Son muchas las construcciones sintcticas que pueden ejercer esta funcin gramatical, no siempre conmutables por un adverbio (como por ejemplo las llamadas oraciones subordinadas adverbiales impropias).
de circunstancias del verbo no es la clasificacin ideal, como muchas otras definiciones y clasificaciones de la gramtica, crea problemas. No se puede delimitar de manera exacta y perfecta esta clasificacin. Muchos tipos son confundibles con otros tipos de oraciones. Por ejemplo, para Alarcos y los funcionalistas las oraciones finales no son adverbiales (de circunstancial), sino oraciones sustantivas ya que consideran el para qu como una preposicin ms un QUE1 (es as como denominan a la conjuncin que, que posee la funcin de traspositor a la funcin sustantiva. Hay otros complementos que no son circunstanciales que son capaces de expresar cantidad, lugar Alberto reside en Murcia. Jos duerme mucho. En el primer ejemplo hay un complemento de rgimen y en la segunda oracin hay un complemento directo. Estos ejemplos demuestran que se trata de una categora meramente semntica que no sirve de forma nica y definitiva para explicar los rasgos del complemento circunstancial. Relacionando este complemento con el ya antes nombrado signo lingstico y con la funcionalidad, cabe decir que una de las caractersticas que ms interesan de este complemento es que se trata de un elemento ajeno a la estructura esencial de la oracin. Adems se trata de un complemento que el verbo no rige de ninguna manera.
3. El complemento circunstancial
3.1. Concepto y tipos
Segn la estructura de la oracin y de qu modo afecte el complemento circunstancial a ella, podemos clasificarlo en tres tipos: los que afectan al verbo, los que afectan al conjunto del sintagma verbal (es decir, al predicado), y los que afectan al conjunto de toda la oracin. La gramtica tradicional (de algn modo el resto de tendencias de anlisis sintctico tambin se deben acoger a esta clasificacin, ya que a veces es un criterio necesario para su distincin) utiliza el criterio semntico para delimitar el complemento circunstancial o aditamento. De esta forma los circunstanciales se clasifican segn su significado: lugar, tiempo, modo, instrumento, causa, finalidad, consecuencia, etc. Muchos de ellos pueden llegar a ser lo bastante ambiguos para ocasionar problemas en su clasificacin. La NGLAE clasifica los complementos circunstanciales, a los que cataloga dentro de los denominados adjuntos, segn tres criterios: la categora a la que pertenecen, la unidad sobre la que inciden y la posicin sintctica que ocupan y la clase semntica a la que se adscriben. Desde el punto de vista categorial el CC puede manifestarse en forma de sintagmas adverbiales, sintagmas preposicionales, sintagmas nominales y oraciones subordinadas (cabe decir, que no todos los gramticos estn de acuerdo con esta denominacin, ya que aqu se incluyen las tan problemticas subordinadas impropias, que algunos como G. Rojo prefieren considerarlas oraciones con relacin de interdependencia).
Los adverbios pueden ser circunstanciales pero esto no se da siempre. Pueden tambin, simplemente, acompaar y complementar a un adjetivo. La mayora de adjuntos se manifiestan mediante sintagmas preposicionales. Existen complementos con sentidos muy diversos: de manera, de compaa, de tiempo, de lugar, de medio (segn la NGLE). Pueden incidir sobre un ncleo verbal pero tambin sobre otros complementos. Segn la posicin que ocupen en la oracin, la Real Academia los divide en nucleares o centrales y perifricos. Los complementos nucleares son los que se encuentran ms cerca del verbo, mientras que los perifricos, como la propia denominacin indica, estn ms alejados del verbo y suelen ser oracionales. Los nucleares son los de tiempo, lugar, cantidad, compaa e instrumento. Otros como los circunstanciales de causa y finalidad tienen un carcter perifrico, al igual que los condicionales. Finalmente los llamados por la RAE adjuntos temticos, situados en posicin de tpico o libres modifican al ncleo verbal, pero no estn colocados en la periferia. Este grupo es compatible con los complementos de rgimen. El cambio de posicin de un complemento circunstancial puede indicar un cambio de sentido en la estructura oracional. Un mismo circunstancial puede modificar a la oracin entera o al verbo con solo cambiar su posicin. Sinceramente, Mara dice la verdad: modificador oracional Mara dice la verdad sinceramente: modificador verbal Por lo tanto, los circunstanciales se suelen clasificar semnticamente. Los hay de modo, de instrumento, de medio, de materia, de compaa, de cantidad o grado, de lugar, de tiempo, de causa, de finalidad y de provecho o beneficio. Tradicionalmente a este grupo se les suele aadir el complemento agente, que se suele manifestar en la voz pasiva. Alarcos propone el concepto de aditamento, que elimina toda distincin semntica.
3.2. La marginalidad
El complemento circunstancial suele ser definido como un complemento marginal con respecto a la estructura de la oracin. La presencia o ausencia de estos no suele afectar a los elementos esenciales de esta. Hay complementos marginales que se pueden confundir con los circunstanciales, como los marcadores discursivos o los que establecen una relacin con el contexto. Son expresiones como primeramente, en primer lugar, por otro lado, sin embargo, tambin, tampoco, adems, por ltimo, as pues, por tanto, consiguientemente, de todos modos, en fin, no obstante, ahora bien Es necesario mencionar que estos elementos nombrados en la lnea anterior pueden formar parte de locuciones prepositivas y encabezar as verdaderos circunstanciales. Algunos pueden desempear al mismo tiempo la funcin de circunstancial y la de marginalidad. El CC puede afectar al verbo o ser un complemento oracional. La estructura de la oracin y el posicionamiento del CC determinarn si modifica a uno o a otro. Varios gramticos coinciden en que 9
se trata de elementos secundarios y accidentales que no tienen repercusin alguna en la estructura esencial de la oracin, solamente aaden una idea circunstancial. Este es un rasgo sintctico muy significativo de los circunstanciales aunque, al igual que su clasificacin, conlleva muchos problemas. Es un rasgo que, como ya se ha explicado en el apartado anterior, no abarca a todos los circunstanciales de la misma manera: algunos no son prescindibles en determinados contextos, por lo que no pueden ser considerados marginales. C Hernndez distingue dos clases de circunstanciales: los adjuntos, caracterizados por ser opcionales y accidentales y los circunstanciales de carcter obligatorio y necesario. Segn G. Rojo estos ltimos son elementos actanciales y los primeros son elementos satlites. Los actanciales seran excluidos de los complementos circunstanciales y formaran una nueva clase de palabras: complementos adverbiales. El suplemento indirecto, segn la terminologa de Alarcos, entrara dentro de esta caracterizacin, se trata de complementos de condicin adverbial, no marginal (es ms, muchas veces son menos eliminables que el mismo complemento directo) y presuponer un implemento a travs del cual se relacionan con el verbo. Por otra parte, los complementos circunstanciales no son los nicos prescindibles de la estructura de la oracin. A veces el complemento directo y el complemento indirecto, por ejemplo, tienen un carcter obligatorio, son exigidos por el verbo, pero otras son perfectamente eliminables. La marginalidad tambin se puede elevar al nivel de sujeto y predicado. El predicado sera el elemento obligatorio, mientras que el sujeto sera el elemento marginal y prescindible. El predicado, a su vez, tiene niveles inferiores en los que se reproducen las relaciones de obligacin y marginalidad. Todos los elementos del predicado son marginales respecto del verbo, que es en realidad el nico elemento imprescindible. Hay incluso veces en las que el semantismo del verbo ya incluye el complemento. Sube las escaleras.4 Para Vera Lujn y Masi Canuto, pertenecientes a la Universidad de Murcia, los complementos circunstanciales marginales y los no marginales funcionaran de la misma forma. El complemento circunstancial estara, por lo tanto, vinculado a la estructura del predicado pero en menor grado que el resto de los complementos. Sera, por lo tanto, un complemento perifrico respecto al centro predicativo, que formaran el resto de los complementos. La periferia es el significado del signo, que es, a su vez, el plano del contenido del signo metalingstico denominado complemento circunstancial.
Ejemplo sacado de VERA, A. y MASI, M L. (1991): La categora de funcin complemento circunstancial en espaol, Voz y Letra, II, 1, pp. 61.
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llamados complementos circunstanciales estn ms cerca de los complementos directos que los adverbiales de modo, tiempo o lugar. A estos circunstanciales que se acercan al complemento directo se les llama suplemento, segn la terminologa de Alarcos, o complemento de rgimen verbal, si se prefiere usar la terminologa de la gramtica tradicional. De acuerdo con la propuesta de Alarcos en 1968, el suplemento se caracteriza por la imposibilidad de ser sustituido por un adverbio. solamente puede sustituirse mediante el pronombre que le corresponda precedido de la preposicin. Otro caso es la obligatoriedad, ya que se trata de u complemento regido por el verbo. Aunque muchas veces su eliminacin no sea agramatical, puede ocasionar un cambio de significado en la oracin. Por otra parte no es compatible con un complemento directo o un complemento indirecto, es decir, no pueden aparecer en la misma oracin. Todos estos rasgos dichos no los comparte con el aditamento o complemento circunstancial. Sin embargo el propio Alarcos ha ido variando su propuesta: algunas veces los suplementos no cumplen todas las condiciones anteriores, algunas veces se acercan ms a los complementos directos y otras a los circunstanciales/aditamentos. Este es el caso de algunos complementos que son regidos por el verbo pero tambin son conmutables por un adverbio, lo que Alarcos denomina suplemento inherente. Hay ocasiones que el complemento con preposicin admite un complemento directo. Cuando esto ocurre Alarcos habla del suplemento indirecto. A los suplementos que cumplen las condiciones expuestas en primer lugar Alarcos las llama suplementos propios. Puede haber algunos suplementos meramente opcionales. Llen el vaso [de agua]. Pero estos problemas, como indica Porto Dapena en Complementos argumentales del verbo (El suplemento y el complemento agente) desaparecen si se considera el suplemento como igual al complemento directo e indirecto, con sentido argumental o actancial y no integrable, es decir, no puede sustituirse por un pronombre tono. Las preposiciones del suplemento tienen un carcter diacrnico que ha ido evolucionando a lo largo de los siglos.
introduce por porque. Esta es una de las razones por las que Alarcos defiende la posibilidad de considerar el CC de causa y el C. Agente de las oraciones pasivas y atributivas como estructuras idnticas, argumento que se explicar ms detalladamente en 6.1 (argumentos a favor y en contra del complemento agente y la existencia de la estructura pasiva en espaol). En realidad, lo que distingue ambas estructuras es el significado, el sentido. El agente es animado o lleva a cabo la accin, ya que es el sujeto de la oracin activa. Las causales sin embargo no admiten el paso a estructuras activas. Las nubes son arrastradas por el viento. Su nimo fue invadido por la tristeza. Frente a oraciones que no admiten el paso a activas: La fiesta fue suspendida por el mal tiempo ~ * el mal tiempo suspendi la fiesta. Roberto es admirado por su buena estrella ~ * su buena estrella admira a Roberto. 5 Aunque para los gramticos es preferible la interpretacin como complemento circunstancial de causa, hay estructuras en las que se pueden dar interpretaciones ambiguas, ya que el complemento introducido por la preposicin por puede ser de la misma forma convertido en sujeto que introducido por la locucin a causa de . Cervantes fue inmortalizado por su obra. El nufrago fue salvado por su destreza. El rbitro fue obligado por la lluvia a suspender el partido. 6 Tambin puede haber confusiones entre ambos complementos cuando a los entes inanimados se les atribuye cierta capacidad de decisin y actuacin. 7
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- No son frecuentes en las pasivas los sujetos formados por nombres comunes sin artculo u otro determinante en posicin preverbal . - Con los verbos de estado la formacin de la pasiva resulta forzada dado que carecen de verdadero agente. Segn la RAE los participios conservan, tcito o expreso, el agente que corresponde al sujeto de la forma activa, aun cuando no est presente el verbo ser : mi to, empujado por Zenaida y Lucero, entr en la recmara. Gracias a ello pueden combinarse con adverbios que apuntan a la existencia de un agente, como
laboriosamente en un pacto laboriosamente logrado , y tambin con oraciones finales: impuestos recaudados abusivamente para engordar las arcas del Estado . Las oraciones pasivas muestran algunos puntos de contacto con las copulativas, entre ellos el hecho de admitir la sustitucin del participio por el pronombre tono lo , como se ve en El regalo fue guardado en un cajn > lo fue . 8 Por otro lado el adjetivo presenta algunas semejanzas con el participio: primero, coinciden con la flexin de gnero y nmero; segundo, muchos participios tienen unas estructuras sintcticas semejantes a la de los adjetivos a causa de que ambos son elementos predicativos; y tercero, c omo formas verbales que son, los participio s adquieren con mayor regularidad que los adjetivos los complementos preposicionales de los verbos ( una cantidad entre los cuatro ), aunque esos complementos tambin se transmiten en ocasiones a los adjetivos ( una cantidad divisible entre cuatro ). Algunos de los terminados en ble introducen complementos preposicionales paralelos a los complementos indirectos que pueden incidir sobre el participio: Esto es admisible para el profesor . Por esto mismo algunos adjetivos terminados en ble no rechazan tampoco el complemento agente, en lo que coinciden con los participios. Los participios expresan resultados de los procesos, propiedad que comparten con algunos adjetivos. Los adjetivos no se refieren, en cambio, al proceso mismo, lo que explica su resistencia a los complementos agentes, que solo admiten algunos terminados en ble : una alberca {limpiada ~ *limpia} por el encargado . Los participios, como parte de la construccin pasiva, pueden ir acompaados de un complemento agente, ya sea en construcciones con carcte r de nexus (1) ya aparezca el participio como modificador del sustantivo (2). En este ltimo contexto tiene mayor presencia el complemento agente, por lo que este complemento no servira para
distinguir la voz pasiva de las construcciones atributivas en q ue, segn Alarcos, aparece un participio con valor adjetivo.
R E A L A C A D E M I A E S P A O LA Y A S O C I AC I N D E A C A D E M I A S D E LA L EN G U A E S P A O LA (2010): Nueva gramtica de la lengua espaola (Manual) . Madrid. Espasa Libros. 27.5 .3
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(1) Derrotado por los enemigos, tuvo que replegarse a posiciones defensivas. (2) Es un pas asolado por los incendios forestales. 9 Con estos casos se demuestra que el complemento agente no siempre es modificador de la perfrasis verbal, ya que puede modificar al participio.
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Ejemplos extrados de H E R R ER O R U I Z D E L O I Z A G A , F. Javier (Universidad Complutense): Algunas consideraciones en torno al complemento agente.
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pasivas reflejas contienen un sujeto paciente, mientras que las impersonales carecen de ese grupo nominal. Por otro lado es evidente que la pasiva refleja lleva complemento agente con mucha menor frecuencia que la pasiva con e l auxiliar ser ; e incluso hay quien niega que esta construccin sea gramatical 11. Estas pasivas no suelen aceptar el complemento, ofrecen una mayor resistencia cuando se construyen con expresiones definidas que designan individuos (1). Aun as son admitidos ms frecuentemente al expresar alguna instruccin, estamento o grupo de individuos (2), estas ltimas son ms habituales en el mbito religioso y jurdico: (1) El problema econmico se solucion (por el ministro). 12 (2) El problema econmico se solucion por las a utoridades. Aun as en los casos en que lleva complemento agente, ste s que modifica a un verbo en forma personal. Tambin es muy habitual encontrar esta construccin en el lenguaje periodstico y en los escritos de carcter administrativo. A pesar de es to se critica la anteposicin del complemento agente al resto de la oracin, aunque no se discute el uso de dicho complemento: Por el presidente de esta cmara se ha dictado una circular. 13 Aparte de los usos periodsticos la pasiva refleja tambin se pue de encontrar en autores como Unamuno, Prez Galds, Baroja, Ortega y Gasset y Azorn. No se trata de un fenmeno reciente, al menos desde el siglo XVI se han registrado usos de esta construccin (como se ver en 6.6).
6. El complemento agente
6.1. Argumentos en contra del complemento
Autores funcionalistas como Alarcos han dado cantidad de argumentos en contra de la existencia de la construccin pasiva propiamente dicha en la lengua espaola, aunque no niegan la existencia de tal valor y sentido semntico. Sin embargo otros autores critican esta posicin tan radical. Alarcos explica que existen ciertas experiencias que conllevan tres elementos: dos agonistas que tienen como sustancia lxica a un verbo. El primero acta como agente de la accin y el segundo como paciente. Corresponden a los dos tipos de oracin conocidos tradicionalmente como activas y pasivas respectivamente. Es decir, tradicionalmente la gramtica del espaol se ha fijado en el sujeto y
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Entre los que niegan esta construccin se encuentra Ant onio Llorente Maldonado de Guevara, Jan Schroten y Jos A. Martnez. 12 Manual de la Nueva gramtica de la lengua espaola: La pasiva refleja (41.6) 13 Artculo de Jos F. Beaumont titulado Guerra al lenguaje de los polticos (publicado en El Pas del 8 de julio de 1991, pg. 22).
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de qu manera le afecta el verbo a ste. Se trata de caracterizaciones semnticas. Alarcos lo que intenta en su teorizacin es precisamente huir de estos argumentos semnticos e intentar definir los conceptos mediante la estructura sintctica y las funciones. El sujeto activo no siempre acta como el agente de la accin del verbo, no siempre coincide con el sujeto lgico, el sujeto predeterminado de la voz activa. A veces la interpretacin del sujeto de una estructura activa puede ser pasiva. El cuadro colgaba de un clavo. Un clavo sostena el cuadro.14 La primera oracin tiene un sujeto activo, mientras que la segunda posee un significado ms bien pasivo, aunque tampoco es del todo correcto definir el sujeto del primer ejemplo como agente de la accin, ya que es un objeto inanimado, no un ser humano. Por lo tanto, defiende Alarcos, estos argumentos no son vlidos para diferenciar las tradicionalmente llamadas voces activas y pasivas. El sujeto debe ser analizado mediante las relaciones gramaticales y lingsticas con el verbo, y no por sus relaciones semnticas (de significado), esto es, atendiendo a la concordancia y a la funcionalidad oracional. La pasiva es un sentido al que no todos los gramticos le atribuyen una determinada construccin sintctica que la represente. Estructura activa: Csar venci a Pompeyo. Estructura pasiva: Pompeyo fue vencido por Csar. La distincin de ambas estructuras nos la dan los elementos del predicado, no la caracterizacin agente-paciente del sujeto. Para Alarcos la segunda oracin se equipara a las estructuras atributivas. Estructura atributiva: Csar fue vencedor. Alarcos solamente diferencia en estas estructuras el participio, a lo que l mismo llama trminos adyacentes del predicado. Siguiendo esta teora, el valor pasivo se debera al carcter lxico del participio. Por lo tanto las oraciones La noticia es falsa y La noticia es divulgada no tendran diferencia estructural alguna (la primera es atributiva, mientras que la segunda pasiva). La sustitucin por el pronombre neutro lo de ambas construcciones defiende esta hiptesis funcionalista. Ambas construcciones son substituibles por el pronombre lo. La noticia es falsa~ La noticia lo es. La noticia es divulgada~ La noticia lo es. Los atributos tambin pueden delimitar su alcance mediante la preposicin por. Esta preposicin ayuda a diferenciar las pasivas de las atributivas con el significado que otorga a cada una de ellas (en las pasivas se da el complemento agente y en las atributivas suele tratarse de un
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Estos ejemplos estn sacados de Alarcos, E. (1973n): Pasividad y atribucin en espaol en Estudios de Gramtica Funcional. Madrid. Gredos.
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complemento circunstancial de causa). Aun as, las diferencias entre ambos complementos no son gramaticales sino semnticas. Por lo tanto, la aparicin de estos complementos solamente se debe al alcance semntico que se le quiera dar al atributo, al participio, no a la estructura oracional. Los sintagmas que funcionan como atributos (y como complementos agentes) pueden tener perfectamente otra funcin gramatical en otra estructura diferente. Los generativistas estn de acuerdo con las opiniones funcionalistas, ya que defienden que el constituyente pasivo no existe. Estas construcciones surgen directamente de la base. Grupo verbal: Cpula + Sintagma Adjetivo S Adjetival: (Adverbio de grado)+ Adjetivo+ (Sintagma preposicional). Este ltimo elemento (Sintagma preposicional) sera obligatorio en las pasivas aunque no est explcito en el texto. De este modo tanto los participios como los adjetivos se clasifican dentro de la categora de adjetivo. Para que esto pueda ser aceptado los adjetivos se deberan dividir segn si son ms participio pasivo o menos participio pasivo, ms atributivo o menos atributivo. El significado pasivo se producira cuando los rasgos ms participio pasivo y ms atributivo afectaran al adjetivo. Esta agrupacin de participios y adjetivos en una misma categora de adjetivo resolvera, segn los funcionalistas y los generativistas, uno de los problemas ms grandes a los que se enfrenta actualmente la gramtica. Lzaro Carreter califica a esta hiptesis de artificiosa, argumenta que la subdivisin que establecen en cuanto a la categora de adjetivo coincide con las divisiones tradicionales entre participio y adverbio que estos gramticos han intentado eliminar. Hay ocasiones en las que la pasiva es de dudosa aceptabilidad, sin embargo estas frases son perfectamente aceptables en la voz activa correspondiente. Lzaro Carreter afirma que por el simple hecho de que el participio lleve necesariamente el rasgo ms participio pasivo, es decir, un rasgo que obliga a seleccionar un complemento preposicional con por, de significado agente, cosa vedada al adjetivo, establece por s mismo una clara diferencia distribucional entre ambas clases de palabras, sin echar mano de caracteres morfolgicos tan evidentes como su origen verbal o su nocin genrica, regular y sin excepciones.
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complementos. Por ejemplo, los complementos de causa (ya explicados anteriormente) se pueden presentar en la oracin mediante estructuras muy variadas. En la voz pasiva y en la oracin atributiva el hablante no ve el atributo-complemento agente de la misma manera. La tirada fue reducida por el editor. (Oracin pasiva) La tirada fue reducida por el carcter minoritario de la edicin. (Oracin atributiva) En el primer caso el hablante interpreta reducida con el sentido de participio, en el segundo, el hablante interpreta reducida con el sentido de adjetivo. Por lo tanto, es tambin el carcter pragmtico lo que diferencia ambas estructuras. En estos mismos ejemplos se puede observar que en la pasiva, reducida forma parte del ncleo verbal. No ocurre as en la atributiva, donde el adjetivo es un complemento externo al verbo. Esto es el fenmeno de la verbalizacin, en el que tanto la gramtica tradicional como la generativista coinciden. El verbo ser debe ser tratado no como ncleo verbal, sino como el auxiliar de un ncleo verbal compuesto en el que se introduce tambin al participio. En las oraciones pasivas el cuantificador puede presentar las dos formas sin ningn inconveniente, solamente cambiando su posicin en la oracin. El cuantificador se puede presentar en dos variantes: muy y mucho. La forma mucho incide en el ncleo verbal, en el que se incluye el participio. Sin embargo esta forma no se puede presentar junto a participios que se han lexicalizado en forma de adjetivo. El adjetivo solo puede ir acompaado de la forma muy, que adems tiene una posicin fija delante del adjetivo. *La tirada fue mucho reducida por el carcter minoritario de la edicin. La tirada fue reducida mucho por el editor. La tirada fue muy reducida por el carcter minoritario de la edicin. La tirada fue muy reducida por el editor. Los adverbios en -mente tampoco pueden acompaar a los participios lexicalizados que funcionan como atributo a no ser que tengan un carcter extraoracional y afecten a toda la oracin. La tirada fue reducida imprudentemente. *La tirada fue escasa imprudentemente. La tirada fue escasa, imprudentemente. La colocacin de los adverbios en -mente en la oracin pasiva puede llegar a crear ambigedad en la interpretacin. Al recibir la negacin, ambas construcciones se comportan de distinta manera, cosa que no se puede entender si se consideran iguales. En espaol se pueden unir copulativamente dos complementos de la misma categora y esto se puede hacer con el complemento agente y con el atributo. *La noticia es divulgada por los peridicos y por su inters. Por lo tanto, ambas construcciones son heterogneas semntica y sintcticamente.
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puedan llevar complemento agente explicara el por qu en las pasivas reflejas es menos comn el uso del complemento agente. Las construcciones de carcter impersonal tampoco admiten el complemento agente. Los sustantivos que admiten el complemento agente son deverbales y derivan de verbos transitivos (destruir>destruccin, como en el ejemplo anterior).
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En las pasivas reflejas el uso de por es algo anterior que en la pasiva perifrstica, concretamente del siglo XVII. En el siglo XVI ya se observan casos dudosos sobre el dominio de de sobre por. En obras literarias como Amads de Gaula, los ejemplos con de son escasos, aunque cabe decir que el uso de por en las pasivas reflejas tal vez es el detonante para su uso en las perifrsticas. Por otra parte existe la locucin por parte de para introducir agentes que complementen a un sustantivo y, rara vez, a un infinitivo .
7. Conclusin
Con todo lo expuesto anteriormente, se podra llegar a la conclusin de que el complemento agente no es exclusivo de las construcciones pasivas, puede tambin estar presente junta a adjetivos, participios, infinitivos, sustantivos e, incluso, con algunos gerundios. Por otro lado se aprecia la confusin que dicho complemento puede crear con algunos circunstanciales, tal es el caso del de causa y el suplemento. Este ltimo, como ya se ha visto, no es considerado un circunstancial porque es un complemento exigido por el verbo. En cambio los circunstanciales son elementos marginales, por lo tanto, son prescindibles: pueden ser excluidos de la oracin sin afectar en modo alguno a su significado. El complemento agente, al igual que el circunstancial, es un elemento marginal que puede o no estar presente en la oracin, aunque se diferencia del circunstancial de causa en la parte semntica, en el sentido de que el agente se refiere a una persona o a un grupo mientras que el CC de causa suele referirse al causante material. Por otro lado se ha visto que el complemento agente est limitado, es decir, depende de si los verbos tienen la capacidad de la pasividad ya que algunos como el verbo tener , dar o pesar no pueden formar oraciones pasivas. Lo mismo sucede con la pasiva refleja, la cual slo admite el complemento agente cuando el sujeto en la oracin activa est formado por un grupo de personas (adems este complemento se concentra en el mbito jurdico y administrativo). De este modo, con todo lo dicho anteriormente, se aprecia que no hay una sola definicin sobre los circunstanciales y la relacin que tienen con el complemento agente: se produce una ambigedad en las limitaciones de cada uno de los complementos y los mbitos que abarcan, por lo que, no se llega a establecer con exactitud una norma que resuelva la problemtica.
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