Simón Rodríguez
Simón Rodríguez
Simón Rodríguez
Tuvo a su cuidado la educación del niño Simón Bolívar hasta los catorce años, y en 1804,
cuando el maestro se encontraba en Viena, se le presentó el discípulo, que lo acompañó por
Europa. Se dice que desde el Monte Sacro, en Roma, Simón Rodríguez hizo jurar a su
discípulo que dedicaría su vida a luchar por la independencia de su patria. Sea ello cierto o
no, forma parte de la teatralidad ritual que tanto influyó en el alma de Bolívar.
Después del triunfo de El Libertador, Simón Rodríguez fue director e inspector general de
Instrucción Pública y Beneficencia, y organizó escuelas, pero su inquietud y su carácter no
lo dejaron nunca asentar, mal que se agravó tras la muerte de Bolívar, cuando el maestro
fue rodando hasta su avanzada ancianidad por Chile, Ecuador, Colombia y Perú, donde
murió.
La idea es crear comunas universitarias en donde se diseñe un pensum curricular para cada
persona, de acuerdo a sus necesidades, a sus aptitudes, deseos, aspiraciones de vida y
experiencias. Eso supone que el profesor, que denominamos “Magister Robinsoniano” y
que se desempeña como “facilitador” debe estar en capacidad de crear un esquema
curricular de acuerdo al proyecto de vida de cada individuo. Hay que formar un ser con una
visión del colectivo, pero, al mismo tiempo, desarrollando todas sus potencialidades
individuales, inclusive la espiritual, el cambio de valores, la ética, entre otros no solamente
el mero conocimiento científico y académico.
Desde esta novedosa perspectiva social y educativa, se pretende que la Universidad “Simon
Rodríguez” se convierta en una universidad con una profunda visión robinsoniana, que
sirva para guiar y orientar la visión educativa popular, inclusiva, emancipadora y socialista.
Derivado de lo cual el participante, al ingresar a la universidad de inmediato comienza a
interactuar con su contexto y con su profesión, cosa que lo lleva a cumplir con etapas de
aprendizaje que lo acreditarán como técnico medio, superior y finalmente como licenciado.
Es un esquema distinto al de las universidades tradicionales en donde se entra y a los
cuatro, cinco años se gradúa y sólo después comienza su carrera profesional. Imbricado en
las pretensiones anteriormente expuestas, el proyecto “Simón de los Pueblos” no pretende
desarraigar un individuo, llevarlo a una universidad para que aprenda algo que nada tiene
que ver con su realidad diaria, sino que en su propia comunidad se entrena para que
resuelva los problemas de la misma. Por ejemplo, si se trata de una comunidad
eminentemente agrícola, las carreras serán orientadas a resolver los problemas de las
actividades agrícolas y así sucesivamente.
Es una concepción diferente y muy ambiciosa porque eso implica tener a disposición una
gran cantidad de contenidos curriculares y para alcanzar esta meta, la universidad ha creado
el “Proyecto Ciber Robinson”. Aunado a lo cual el ciudadano rector de la UNESR, Dr.
Mariña explica que la idea no es reproducir el modelo de universidad, como un edificio
cerrado donde se administran determinadas carreras, sino hacer algo diferente. En el caso
del programa “Simón de los Pueblos”, un Facilitador Robinsoniano irá a una comunidad y
servirá de guía para conocer las necesidades educativas individuales de quienes allí viven,
acreditará sus experiencias y a partir de eso creará currículos que se adapten a esos
requerimientos para que las personas puedan obtener una licenciatura en su área de interés.
En este orden de consideraciones el Dr. Mariña enfatiza: "nuestra intención es formar
egresados con capacidad de emprender proyectos, que la Universidad apoyaría a los
efectos de que sean exitosos como productores de riqueza dentro de un concepto que
pone la educación y la investigación en base a la demanda que establezcan las
comunidades y los diversos esquemas de desarrollo", planteamiento asumido por la
Universidad sobre todo en aquellas áreas de la producción agropecuaria, donde se tiene una
gran fortaleza de casi cinco mil hectáreas en todo el país, como estaciones experimentales,
con que cuenta la Simón Rodríguez.
Finalmente todo ello permitirá crear empresas de producción social con la participación de
los participantes, facilitadores y miembros de la comunidad dentro del concepto del apoyo
hacia el participante, no sólo de ser formado en una determinada carrera, sino que esa
carrera debe estar vinculada a su actuación como productor de riquezas exitosas, el objetivo
es lograr los mecanismos que permitan poner la gran riqueza nacional al servicio del
desarrollo colectivo enmarcado dentro de la propuesta socialista como hecho histórico en
este País. Tales consideraciones ideológicas del proyecto “Simon de los Pueblos” se
sustentan en los planteamientos del Maestro de América “Don Simon Rodríguez” quien
planteaba una educación humanista que incluya a todos los