La ética utilitarista se basa en las consecuencias de las acciones y sostiene que una acción es moralmente correcta si maximiza la felicidad del mayor número de personas. El utilitarismo clásico sostiene que las acciones deben estar orientadas a maximizar la felicidad general, mientras que existen variantes como el utilitarismo negativo que enfatiza evitar el sufrimiento. Aunque influyente, el utilitarismo también ha recibido críticas como la dificultad de cuantificar la felicidad y compararla entre personas.
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La ética utilitarista se basa en las consecuencias de las acciones y sostiene que una acción es moralmente correcta si maximiza la felicidad del mayor número de personas. El utilitarismo clásico sostiene que las acciones deben estar orientadas a maximizar la felicidad general, mientras que existen variantes como el utilitarismo negativo que enfatiza evitar el sufrimiento. Aunque influyente, el utilitarismo también ha recibido críticas como la dificultad de cuantificar la felicidad y compararla entre personas.
La ética utilitarista se basa en las consecuencias de las acciones y sostiene que una acción es moralmente correcta si maximiza la felicidad del mayor número de personas. El utilitarismo clásico sostiene que las acciones deben estar orientadas a maximizar la felicidad general, mientras que existen variantes como el utilitarismo negativo que enfatiza evitar el sufrimiento. Aunque influyente, el utilitarismo también ha recibido críticas como la dificultad de cuantificar la felicidad y compararla entre personas.
La ética utilitarista se basa en las consecuencias de las acciones y sostiene que una acción es moralmente correcta si maximiza la felicidad del mayor número de personas. El utilitarismo clásico sostiene que las acciones deben estar orientadas a maximizar la felicidad general, mientras que existen variantes como el utilitarismo negativo que enfatiza evitar el sufrimiento. Aunque influyente, el utilitarismo también ha recibido críticas como la dificultad de cuantificar la felicidad y compararla entre personas.
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La tica utilitarista
26 de octubre de 2012 Publicado por Esteban Galisteo Gmez
La tica utilitarista es consecuencialista. Eso quiere decir que, desde el punto de vista de la tica utilitarista, el valor moral de una accin se mide en funcin de sus consecuencias. Desde esta perspectiva, las acciones carecen de un valor moral intrnseco, siendo este extrnseco o relacional. Las ticas consecuencialistas se diferencian entre s en el fin o consecuencia al que deben aspirar las acciones morales. Este es el componente teleolgico que las define como tales. Un ejemplo clsico de tica consecuencialista es la hedonista, segn la cual nuestras acciones deben llevarnos a la consecucin del mximo placer. El utilitarismo exige una gran reflexin sobre las consecuencias de nuestras acciones. Segn la tica utilitarista, a diferencia de la hedonista que hemos puesto como ejemplo, nuestras acciones han de estar orientadas a la consecucin de la mxima felicidad para el mayor nmero de personas. Este fin es, a su vez, un procedimiento decisorio que, a la hora de enfrentarnos a un dilema moral, ha de ayudarnos a decidir el curso de accin ms adecuado con respecto a este objetivo. El primero en proponer esta teora tica fue Jeremy Bentham, a finales del siglo XVIII en su obra Introduccin a los principios de la moral y la legislacin. Su seguidor, John Stuart Mill desarrollara el punto de vista de Bentham. 1. La tica utilitarista y sus variantes La tica utilitarista, al igual que ocurre con otras muchas teoras filosficas, ha experimentado un notable desarrollo a lo largo del tiempo, de tal modo que se pueden distinguir, adems del utilitarismo clsico o utilitarismo de la accin, dos variantes de esta teora. La primera de ellas es el utilitarismo negativo. En esta versin la tesis principal se formula negativamente, en trminos de sufrimiento, en lugar de en trminos de felicidad. Bajo nuestro punto de vista es una variante pesimista del utilitarismo. Segn el utilitarismo negativo, el valor moral de una accin se mide en trminos del sufrimiento que evita para el mximo nmero de personas. Es una versin pesimista en la medida en que los filsofos que defienden esta posicin piensan que, dado que hay ms oportunidades de causar sufrimiento que de causar felicidad, seremos moralmente ms eficientes si evitamos causar sufrimiento. La segunda versin es el utilitarismo de la regla o de la norma. Muchos utilitaristas de la regla tratan de conciliar la teora utilitarista con la tica kantiana, como es el caso del prescriptivismo universal de R. M. Hare. Segn esta versin, el valor de una accin moral se mide en funcin de que siga la regla o norma que mayor utilidad proporcione. Hemos de recordar aqu que Kant defenda, a grandes rasgos, que una accin era moralmente valiosa si, y solo si, queremos que todo el mundo, en las mismas circunstancias, elija ese curso de accin. 2. Crticas a la tica utilitarista Como ya sabr el lector, nada en filosofa est exento de crtica y, en el caso de la tica utilitarista, no se da la excepcin. En efecto, el utilitarismo ha recibido diversas crticas. La ms interesante de todas, que lo convierte en un principio absurdo impracticable, consiste en el ataque a su supuesto bsico, a saber, la capacidad de los agentes morales para medir la cantidad de felicidad que causarn con sus acciones y la cantidad de personas a las que se le causar esa felicidad. Somos capaces de hacer estas mediciones y clculos? Y en el caso de que lo seamos, lo haramos en el tiempo suficiente como para actuar en el momento oportuno? Adems, enlazado a este supuesto existe otro, segn el cual la felicidad es cuantificable, algo demasiado fantstico y digno de toda duda. Otro de sus supuestos bsicos que tambin ha sido criticado consiste en la conmensurabilidad de la felicidad entre personas. En efecto, supongamos que Y es feliz pegando a su hijo, X. Por su parte, el hijo de Y es feliz si su padre no le pega. Ahora bien, la abuela de X es utilitarista y en su mano est dejar que Y pegue a X o impedirlo. La cuestin es que tiene que decidir si la felicidad de Y es equivalente a la de X, adems de saber si Y es ms feliz pegando a X de lo que X lo es cuando Y no le pega o al revs, que Y es menos feliz pegando a X, de lo que lo es X cuando no le pega Y. En este caso vemos que el utilitarismo estara en contra del sentido comn.
La tica utilitarista | La gua de Filosofa http://filosofia.laguia2000.com/los- valores/la-etica-utilitarista#ixzz34gUA5UT6 La tica utilitarista de John Stuart Mill (pgina 2) Enviado por Simn Royo Hernndez
Partes: 1, 2
Esta doctrina tica sostiene que la felicidad de los individuos, de cada uno, depende de la de los dems. En la medida en que logro la felicidad de los dems consigo tambin la propia, de manera que para un individuo resulta til lograr la felicidad del conjunto en el que se encuentra inmerso. Buscar lo til consiste en ser prctico, valorar las cosas de manera distinta segn el uso que se haga de ellas. Un cuchillo en s mismo no es ni bueno ni malo, resultar bueno si le sirve al conjunto de los individuos para cortar pan o tallar madera y malo si lo utilizan para matarse. Por tanto, lo malo es lo intil para conseguir la felicidad y lo bueno es lo til para lograrla. No es correcto decir que un cuchillo puede ser til para matar, ya que el utilitarista, reserva el calificativo de til, tan slo para aquello que, manejado de determinada manera, proporciona bienestar al mayor nmero. El utilitarismo obliga a repetir constantemente los juicios ticos, que seran relativos al uso que se haga de las cosas, es decir, a las prcticas o conductas que se desarrollen con ellas. La religin o la energa atmica no son ni buenas ni malas, no puede establecerse para siempre la bondad o maldad de algo, sino que depende, en cada caso, de los resultados prcticos. Resultar, las ms de las veces, que el utilitaristas calificar a las cosas, vinculadas siempre a conductas, de buenas si resultan beneficiosas y malas si resultan perjudiciales; resultando algunas de ellas buenas y malas a un mismo tiempo, al depender de la utilizacin que se haga de ellas. As, la energa atmica es buena (til, benfica) en la medida en que proporciona iluminacin a las grandes ciudades y mala (perjudicial) en la medida en que permite fabricar bmbas atmicas o desechar residuos radiactivos al mar. Esta consideracin tica perdura en nuestros das con el nombre de pragmatismo el cual se caracteriza por hacer depender el juicio tico de los resultados prcticos y as medir la conducta bajo el criterio de su eficacia social. Lo til, lo bueno y lo placentero se identifican, estando el utilitarismo emparentado con el hedonismo antiguo, pero mientras que el hedonismo clsico busca el placer individual el utilitarismo persigue el bienestar colectivo, bajo la idea de que del bienestar colectivo es del que se puede derivar el individual. El utilitarista piensa que el individuo es fundamentalmente egosta, pero intenta hacerle ver que la mejor direccin que puede tomar su bsqueda de lo que le es til para alcanzar la felicidad, individualmente, pasa por alcanzar el bienestar de los que le rodean; supeditando el bienestar individual al logro del bienestar colectivo. Lo til para el hombre, como ser social, es la mejora de la Sociedad. De ah que la mejora de la Sociedad sea el camino que debe emprender quien sea egosta y busque lo que le resulta ms til y placentero, es decir, lo que le pueda aportar la felicidad. La tesis de fondo es que yo no puedo ser realmente feliz si no lo son tambin todos los que me rodean. De todas formas, como lo bueno o malo no dependen de los motivos de la accin, sino de sus consecuencias, poco importa para los utilitaristas que se obre por egosmo o altrusmo, siempre que el resultado sea socialmente beneficioso para la mayora. Hay que distinguir entre lo que se desea y lo deseable, se desean muchas cosas que reportan dolor o ms dolor que placer, todo lo cual quedara fuera del mbito de lo que Mill considera como esfera de lo deseable. En Mill la visin social no es un atomismo de los individuos sino un organicismo, si el hombre es un ser social para ser feliz tiene que lograr la felicidad de la Sociedad, porque mi brazo no puede ser feliz independientemente de la infelicidad de mis manos o del resto de mi organismo, ni una celula social con independencia de la Sociedad. Para los utilitaristas el Todo es mayor que la suma de las partes, el resultado de las relaciones sociales, que forman la Sociedad, hacen de sta algo superior y distinto a los elementos simples que la constituyen. De ah que un elemento simple no podr lograr sus propsitos con independencia del Todo y si sus propsitos son alcanzar la felicidad a travs de lo til, habr de perseguir lo til social como aquello de lo que puede derivarse su placer individual. Ningn otro sentido encuentra el utilitarismo a la vida en Sociedad que el relativo al beneficio que de ella pueda derivarse para todos sus integrantes. Considera que ese es el motivo por el cual los hombres comenzaron a convivir, la utilidad comn, y que esa es la finalidad de este tipo de vida, sin la cual no tendra sentido mantenerla. Segn los utilitaristas no hay leyes eternas e inmutables, el mundo cambia y las leyes deben cambiar tambin para colaborar en promover la utilidad individual y colectiva. Los derechos derivan del mismo principio de la primaca de la Sociedad: los derechos de los individuos tienen que ser aquellos que contribuyan a la utilidad social. Las ideas utilitaristas han sido malinterpretadas por el neoliberalismo que considera que del egosmo particular se derivar el bienestar colectivo, porque se han olvidado de que slo del egosmo particular orientado hacia el bienestar general y sancionado por los resultados socialmente benficos de sus acciones en la prctica, puede derivarse el bienestar colectivo que postula el utilitarismo. Respecto a la religin en Mill pueden encontrarse a la vez un cierto desmo positivista e ilustrado y tambin un cierto agnosticismo. Frente al dogmatismo de las verdades reveladas ofrece Mill una serie de inferencias acerca de lo deseable, una tica, obtenida mediante la introspeccin y la observacin de hechos relativos a la conducta humana. As, la tica utilitarista puede decirse que engloba a la religin de la humanidadcuyos principios de sentido comn plantea. De acuerdo con S.Mill, la razn est inextricablemente unida con el deseo, de manera que la razn slo se justifica cuando los deseos coinciden con los preceptos. El deseo de ser feliz por encima de todos los dems deseos (eudemonismo) se presenta en todo ser humano, en coherencia con el deseo mayor surge la mxima racional del mximo bienestar para la mayora. Por qu para la mayora? Ya dijimos que debido a que el hombre adems de ser un ser racional y deseante, es un ser social. Razn, Deseo y Sociedad, han de encontrar su equlibrio para que pueda darse la Felicidad. El debe de Mill est ligado al es del hombre. La tica es el arte de vivir y de convivir conjuntamente. Mill rescata de la subjetividad relativista el mundo de los sentimientos, pasiones o deseos al ensartarlos dentro de un entrelazamiento con lo razonable del que se derive la felicidad. Buscar el hedonismo universal es lo mejor que puede hacer un ser dotado de racionalidad, sociabilidad y capacidad de desear, si quiere procurarse la felicidad profunda y duradera, ms all de la mera satisfaccin momentnea de deseos particulares y superficiales; pues la felicidad slo ser duradera en un mundo donde sea mayoritaria. Los lemas de la Ilustracin francesa resuenan contnuamente en la tica de Mill, libertad, igualdad y fraternidad, ninguno de esos conceptos sociales puede realizarse en solitario. Tanto la Ciencia como la Justicia adquieren sentido en la bsqueda de la felicidad general, no seran consideradas como algo imprescindible para la humanidad sin esa finalidad, sin esa respuesta a la pregunta para qu?. La dignidad de las acciones humanas reside en su objetivo ltimo, gozar, disfrutar de la vida, amar, ser libre... En sus Consideraciones sobre el gobierno representativo Mill nos explicar la no utilidad del dictador benvolo, dispuesto a promover la felicidad de la mayora, porque su cometido sera inalcanzable. No puede un hombre lograr la felicidad de los dems ya que la Felicidad es una conquista humana que requiere el concurso de, al menos, una mayora de la humanidad; siendo asimismo un fruto del desarrollo de las capacidades de autogobierno y de participacin en la vida pblica. La Sociedad es tanto ms feliz cuanto mayor es el nmero de individuos involucrados en el gobierno de s mismos y orientados hacia el bienestar general, cuanto mayor es el nmero de sujetos activos que despliegan y desarrollan sus capacidades aportndose satisfacciones mtuamente, y viceversa, el hombre individdual ser tanto ms feliz cuanto mayor bienestar haya en la sociedad en la que vive. Huelga decir que el bienestar del utilitarismo stuartmilleano no se identifica con la cortedad de miras del neoliberalismo actual, que entiende por tal exclusivamente el bienestar material, considerando que los esclavos lobotomizados que produzcan en abundancia sern felices por el mero hecho de estar rodeados de riquezas. La defensa de la libertad individual resulta indispensable para lograr una sociedad libre, no la supuesta ventaja personal o salvacin individual. La libertad no entra aqu en contradiccin con la solidaridad compartida, tambin el grado de la individual depende de la general y viceversa, equilibrndose y limitndose ambas. Los individuos al defender su libertad individual, cosa que no pueden hacer sin defender tambin la de los dems, participan en la creacin de la libertad colectiva. Este utilitarismo es una doctrina intervencionista, no concibe la libertad exclusivamente de manera individual, atomstica, autista, sino de forma organicista. El hombre sin medios, sin cultura, sin sanidad, nunca podr ser libre y feliz, estar abocado a la infelicidad, incapacitado, imposibilitado, esclavizado, el bien social quedar en entredicho por el mero hecho de que se consienta su desgracia y los dems no podrn sentir verdadero goce mientras subsista la miserable condicin de un semejante, que repercutir en el malestar social y ser finalmente experimentada como malestar propio. Rodeado de la peste, la pobreza, la violencia, la supersticin y la intolerancia, del malestar de la mayora, el prncipe de la Edad Media slo poda ser falsamente feliz, tanto ms falsamente feliz cuanto mayor fuese su inhumanidad, su ceguera, su embrutecimienton y su ignorancia. La suerte de los otros no puede sernos indiferente, es ms, en ella nos jugamos tambin la nuestra. Aqul que slo piensa en su felicidad individual tira piedras contra su propio tejado, porque al obstaculizar o no promocionar la felicidad general limita y pervierte su felicidad particular. La obra de John Stuart Mill denuncia que la libertad individualista es un fraude no slo a la comunidad, sino un fraude que comete tambin hacia s mismo el propio individuo, que se condena al aislamiento y la incomunicacin, condenando a la sociedad a la violencia. La tica de Mill depende, desde luego, de su concepcin antimaniquea de la naturaleza humana y de sus ideas respecto al tipo de relaciones que producen bienestar entre los hombres. Si tiene algn fallo quiz sea el de situarse tan slo frente a lo mejor que hay en el ser humano, hablar de ello y de la forma de potenciarlo, omitiendo los rincones ms oscuros de la naturaleza humana, su ansia de esclavitud, de infelicidad, su capacidad de degradacin y de procurar violencia y dao a los dems, su egosmo, pero es que para el filsofo del que hablamos eso no es un Hombre, con maysculas, sino un ser racional degradado y vejado hasta situaciones infrahumanas. Desde luego, la tica de Mill es optimista antropolgicamente, piensa, como Rousseau, que el hombre es por naturaleza bueno, libre y social, que esas son las caractersticas fundamentales e inalienables que le caracterizan como ser humano, pudiendo degenerar estas capacidades humanas, degradndose hasta sus opuestas, o desarrollarse sin lmite. Quienes piensan que la naturaleza humana es monstruosa y elhomicidio, el incesto y el canibalismo son sus instintos bsicos, como Freud, terminan desarrollando una tica de la represin en lugar de una tica del desarrollo vital. Quiz la naturaleza humana no sea tan monstruosa como la concibe Freud ni tan amable a como la concibe Rousseau y halla que ser ms sutil y menos unilateral a la hora de calificar moralmente a la Naturaleza y a la Cultura. Desde una posturaconstructivista habra que corregir a todas estas posturas, el hombre nace como tabula rasa y se hace a s mismo, dentro del amplsimo mrgen de maniobra que permite su constitucin fisiolgica, la naturaleza no es nada acabado, ni la cultura, sino que van siendo lo que nosotros construimos en cada momento. Hay un cierto constructivismo ya en el hedonismo de la antiguedad, como cuando Epicuro deca a Meneceo: "Hay que rememorar que el porvenir ni es nuestro ni totalmente no nuestro para que no aguardemos que lo sea totalmente ni desesperemos de que totalmente no lo sea". Un cierto constructivismo que puede percibirse tambin en Stuart Mill: Las ideas que tengamos acerca del hombre y la cultura incidirn en la constitucin y transformacin constantes de eso que es el ser humano y eso que es la sociedad o la cultura. Sobre las relaciones genticas entre el utilitarismo de S.Mill y el neoliberalismo es necesario matizar: "La crtica del utilitarismo... debe hacerse hoy, no pensando en su formulacin histrico-filosfica sino fieles a su norma, por sus consecuencias, por sus frutos, que hoy tenemos a la vista en la concepcin de la vida, en el ideal individual y colectivo de la llamada sociedad del bienestar. Es evidente que la promocin del bienestar, la elevacin del nivel de vida de todos, la satisfaccin completa de sus necesidades, etc, constituyen el fin primario de toda tica razonable. Pero el fin ltimo prescrito por una tica, por muy intramundana que sea, puede consistir en que cada ciudadano posea en propiedad, aunque adquiridos a plazos, una casa, un automvil, un aparato de televisin, varios de radio, un frigorfico, una lavadora de ropa, otra de platos, etc; y junto a esto todos los derechos de seguridad social, accidentes, jubilacin, vida y todas las plizas de seguros imaginables?... Si los sobrios utilitaristas J.Bentham y J.S.Mill levantasen la cabeza y viesen en qu ha desembocado la prolongacin prctica del utilitarismo, es seguro que denunciaran nuestra sociedad, con razn, como materialista... Si todos ellos, empeados en la lucha poltica para la implantacin de una autntica democracia, viesen cmo nuestros contemporneos, con tal de que se les garantice una confortable vida, aceptan de buen grado la total privacin de su existencia, y se someten a cualquier dictadura, mejor o peor disfrazada de tecnocracia, es seguro que consideraran completamente traicionado su utilitarismo. Sin embargo, la actual moral vivida del bienestar como nico bien intrnseco tiene derecho a considerarse heredera de la doctrina de aquellos austeros utilitaristas...". (Jos Luis Lpez Aranguren: Lo que sabemos de moral). Error!Marcador no definido. Otras obras importantes de J.S.Mill: Sobre la libertad (1859); Consideraciones sobre el gobierno representativo (1861); Comte y el positivismo (1865); La utilidad de la religin (1874). Y, sus Principios de economa-poltica (1848), donde por influencia de los sainsimonianos descubri el muy limitado y pasajero valor de la vieja economa que acepta como hechos inevitables la propiedad privada y la herencia y la libertad deproduccin y cambio como el dernier mot de la mejora social; llegando a la conclusin de que la sustitucin de la propiedad privada por la propiedad en comn habra de ser algo que la experiencia tendra que decidir, pero dejando claro que, en cualquiera de las dos frmulas, se tena que llegar a garantizar fuese el sistema que fuese "la completa participacin de todos los miembros de la sociedad en las ganancias que del mismo se deriven" (FCE, Mxico 1978, p.206). Idea reafirmada en su obra pstuma Captulos sobre el socialismo (1879), cuyo captulo V se titulaba: La idea de propiedad privada no fija, sino variable. Al final de su vida Stuart Mill estuvo cada vez ms cerca del llamado socialismo utpico. Ahora bien, comparado con su padre y con Bentham, con los economistas clsicos y con los modernos defensores del capitalismo S.Mill era un socialista, pero comparado con los socialistas contemporneos suyos, esto es, con los marxistas clsicos, era un capitalista moderado; aunque l mismo termin autocalificndose como socialista cualificado. Ya en su Autobiografa (1873) se pronunci con claridad en este punto, al referirse a los ideales que mantenan l y su esposa, Harriet Taylor, "Nuestro ideal del definitivo progreso iba mucho ms all de la democracia y nos clasificaba decididamente bajo la denominacin general de socialistas... Considerbamos que el problema social del futuro sera como unir la mayor libertad de accin con la propiedad comn de todas las materias primas del globo, y una igual participacin en todos los beneficios producidos por el trabajo conjunto" (Alianza, Madrid 1986, pg.221- 222). [ii] Aunque en captulo primero de El utilitarismo, dira Stuart Mill que fue Scrates el verdadero fundador de la Teora del utilitarismo hace ms de dos mil aos, en su combate dialctico contra el sofista Protgoras (Cfr. Platn Protgoras 351c-360a, y tambin, Menn 87d-e ss).
http://www.monografias.com/trabajos910/etica-utilitarista/etica- utilitarista2.shtml#ixzz34gUa9FId LA ETICA UTILITARISTA El utilitarismo es una doctrina filosfica que determina que la bondad de los actos debe calcularse en razn de la utilidad que representa. Exponentes del utilitarismo seran John Stuart Mill y Johnathan Bennet.
Hay diversos criterios segn el utilitarismo. Uno es que la accin debe reportar el mayor bien al mayor nmero de personas. Por ejemplo, si voy a legislar sobre la velocidad a la que pueden ir los automviles, tengo que calcular si les doy mucho margen a cuntos automovilistas beneficiar, y si en cambio les doy poca posibilidad de velocidad a cuntos peatones beneficiar.
Otro criterio del utilitarismo es simplemente considerar qu es ms costoso: realizar un bien o no realizarlo; realizar un mal o no realizarlo. El ejemplo clsico es el dilema del tranva que plantea que si uno conduce un tranva sin frenos y slo puede girar hacia la derecha o hacia la izquierda. Si vas a la derecha atropellars a una persona; en cambio a la izquierda hay un grupo de ocho nios jugando. Segn el utilitarismo la bondad se calcula viendo en qu accin tienes menos impacto negativo