LA ORGANIZACIN SOCIAL DE LA NUEVA ESPAA

La sociedad no es ms el complejo tejido de

grupos, culturas y tradiciones formado a lo largo de
la historia; sino un conglomerado de individuos que
se asumen iguales.
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Antes de la llegada de los espaoles, el territorio mexicano estaba poblado nicamente
por pueblos indgenas descendientes de las grandes civilizaciones que sentaron las bases
de lo que hoy conocemos como Mxico.
A pesar de que existan diferentes grupos, todos compartan una misma historia; tenan
costumbres, tradiciones y una forma de pensar similares. Se podra decir que tenan un
mismo pasado porque provenan del mismo territorio y su sangre no estaba mezclada
con ninguna otra raza.
Sin embargo, con la colonizacin de Mxico llegaron extraos hombres y
mujeres trayendo consigo sus costumbres y tradiciones, y despus de su llegada nada
volvi a ser como antes. La matriz indgena fue dislocada por la invasin de grupos
tnicos europeos, africanos y asiticos. Entonces convivieron por primera vez en la
Nueva Espaa las antiguas tradiciones indgenas con concepciones del pasado que
provenan de regiones tan remotas y cargadas de historia como Europa, el antiguo
Oriente o frica. El mundo americano dej de ser un mundo centrado en los valores
indgenas y se transform en una sociedad multitnica, regida por los valores de la
cultura occidental, pero en la cual sobrevivieron las antiguas tradiciones de los pueblos
nativos.
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Es precisamente la poca colonial el punto en nuestra historia en donde se forja
una nueva clase de pueblo; las races indgenas se mezclan tanto fsica como
culturalmente. La nueva poblacin deja de ser completamente de origen indgena y se
da un intercambio entre conquistadores y conquistados que a partir de ese momento
cambiara el rumbo de la sociedad tal como la conocan.

El proceso de conquista gener una gran transformacin en los territorios
dominados. Adems de los cambios en la forma de gobierno, la economa, la sociedad y
las creencias religiosas, los efectos demogrficos fueron catastrficos pues de los 25

1
Florescano ,Enrique, Memoria Mexicana, p. 542.
2
Florescano ,Enrique, Memoria Mexicana, p. 532,535.
millones de habitantes que se calculaban en 1519, slo quedaban poco menos de un
milln para 1646.
Las causas de la drstica disminucin de la poblacin indgena de Nueva Espaa fueron
las guerras, las malas cosechas, la esclavitud, las enfermedades infecciosas que trajeron
de Europa los colonizadores, los cambios en la alimentacin, la movilizacin de los
indios a regiones con climas a los que no estaban acostumbrados pero, sobre todo, el
trabajo agotador en las minas y en las posesiones de los nuevos gobernantes.
El contacto entre los europeos y los indgenas durante la Conquista y la posterior
llegada de los esclavos negros provoc el surgimiento del mestizaje, tanto biolgico
como cultural. Este fenmeno se increment por la disminucin de la poblacin
indgena y la aparicin de nuevas actividades productivas.
El proceso de mestizaje evolucion con mayor rapidez en el norte y centro de
Nueva Espaa; en las costas centrales del golfo de Mxico y del ocano Pacfico
predominaron los negros y los mulatos. Casi todas las regiones del sur y sureste de
Nueva Espaa estaban pobladas por indgenas sedentarios que conservaron su
composicin tnica tradicional.
La invasin de tierras de las comunidades indgenas con ganado y cultivos
espaoles, as como la ocupacin del Bajo y del norte del virreinato por los
colonizadores, provoc el traslado a distintas regiones de grandes ncleos de la
poblacin nativa. Durante el periodo colonial, la poblacin de origen europeo aument
gradualmente debido a la inmigracin, a una mejor alimentacin y resistencia a las
enfermedades y a un rgimen de trabajo menos agotador que el de los indios.
Sin embargo, la distribucin de la poblacin era irregular, ya que mientras el
83% de la poblacin se concentraba en las intendencias de Mxico, Puebla, Oaxaca,
Yucatn, Guadalajara y Michoacn, el resto (un milln de habitantes aproximadamente)
poblaba las intendencias y gobiernos del norte de la Nueva Espaa, Tlaxcala y
Veracruz. Lo anterior demuestra que los extensos territorios del norte de Nueva Espaa
estaban casi despoblados pues en el centro y sur del pas habitaba 90% de la poblacin.
La propiedad territorial constituy la base del sistema de explotacin colonial, el
cual se reforz y legitim con la discriminacin de los grupos tnicos. Por un lado
estaba la clase compuesta por la burocracia virreinal, la Iglesia, los grandes
comerciantes, los terratenientes, los mineros y los dueos de talleres artesanales los
cuales disfrutaban de los privilegios; y por otra tenemos a los trabajadores del campo y
de la ciudad que carecan de estos privilegios y en su lugar tenan muchas obligaciones.
A pesar del evidente origen multicultural de los habitantes de las colonias, la
Corona estableci un sistema de castas rgido que fue la base de la organizacin social
de la colonia y evidentemente era una divisin racista.

En lo ms alto de esta pirmide de castas tenemos a los espaoles peninsulares. La
poblacin de espaoles peninsulares alcanz la cifra de 15,000 personas en 1810 y
aunque constituan el grupo social ms reducido, acumularon la riqueza colonial,
ocuparon los cargos ms importantes de la administracin novohispana, de la Iglesia y
del ejrcito; posean minas y haciendas y controlaban el comercio con la metrpoli.
Los espaoles fueron legalmente los nicos europeos admitidos en las colonias
hispanoamericanas debido al celo de la metrpoli frente a otras naciones de Europa con
las que Espaa se encontraba en guerra poltica o religiosa. Dentro de la pennsula
Ibrica hubo limitaciones para los catalanes y gentes de reinos que no fueran los de
Castilla y Len. Nueva Espaa fue un lugar concedido nicamente para los espaoles.
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En la Nueva Espaa los espaoles haban llegado a ser una presencia masiva
capaz de ejercer y afirmar desde muchos ngulos su influencia cultural y econmica.
Los espaoles se ubicaron rpidamente como los principales beneficiarios de la
exploracin de recursos naturales y mano de obra, aunque no fueron los nicos
beneficiarios. A pesar de que tuvieron muchos privilegios, no hubo nada que garantizara
a todos ellos una posicin dominante en la estructura econmica. Algunos lo lograron y
otros no.
Pero entre los espaoles existieron algunas diferencias. Primero tenemos a los
espaoles encomenderos, hijos de conquistadores, quienes se sentan superiores a los
pobladores con races nativas y despus, con el tiempo surgi una marcada diferencia
entre los espaoles oriundos de la pennsula y los nacidos en Nueva Espaa u otras
partes de Amrica, es decir, los llamados criollos. Los espaoles siempre tuvieron
presente este punto de nacimiento para establecer ciertas distinciones legales que con el
tiempo se fueron acentuando en beneficio de los nacidos en la pennsula. Era evidente
que los funcionarios ms elevados del gobierno (enviados de Espaa slo por un
tiempo), la mayora de las autoridades eclesisticas y los agentes que manejaban el
comercio trasatlntico tenan sus intereses y relaciones en la pennsula y por lo tanto,
ellos eran los verdaderos peninsulares, mismos que posteriormente seran conocidos

3
Andrs Lira y Luis Muro, Historia General de Mxico, p. 318.
como gachupines.
4
Por otro lado tenemos a aquellos espaoles que hacan su vida en
Nueva Espaa y no tenan deseos de regresar a la pennsula. En este grupo podemos
encontrar a encomenderos que estaban muy arraigados a sus pueblos, a personajes
menores del gobierno o la iglesia, labradores interesados en sus cultivos, etc.
Con el paso del tiempo, observamos que los espaoles no slo llegaron a
cambiar la vida de los indgenas, sino que la realidad de ellos tambin se transform; se
vieron unidos mucho ms a esta tierra desconocida y se asociaron ms a los intereses
que este nuevo mundo les ofreca.

Los criollos ocupan el siguiente escaln en la pirmide. Hacia 1810, este grupo
se compona de casi un milln de personas. Entre ellos se encontraban los hacendados,
mineros medianos, rancheros, comerciantes y empresarios que gozaban de una buena
posicin porque ocupaban cargos menores dentro del gobierno colonial. De este modo
llegaron a compartir el poder con los representantes de la Iglesia y los funcionarios de la
Corona espaola. Los sacerdotes, abogados y militares formaban otro sector de criollos.
Los criollos no podan ocupar altos puestos administrativos, polticos, religiosos ni
militares, a pesar de que muchos de ellos posean mayor cultura que los espaoles
peninsulares. Los miembros de este grupo procuraban informarse de lo que ocurra en
Europa y otras partes del mundo; queran conocer las ideas de los pensadores ilustrados
y los hechos de la independencia de Estados Unidos y la Revolucin Francesa.
Precisamente fueron estas ideas las que penetraron en Nueva Espaa y conformaron en
los criollos una conciencia crtica.
En el siglo XVIII, los criollos eran el nico grupo social de Nueva Espaa unido
por una forma de vida y aspiraciones comunes. Tal como lo dice Florescano: Los
individuos que componan esta masa multiforme de gente mezclada eran un producto
biolgico y social tan nuevo, y estaban tan absorbidos en sobrevivir y hacerse un lugar
en un mundo socialmente polarizado entre blancos e indios, que apenas tuvieron fuerzas
para afirmar su propia identidad, pero de manera individual o grupal.
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Debido a esto, los criollos crearon el nacionalismo y lo utilizaron como arma de
lucha contra los peninsulares. Los nacionalistas criollos criticaron a la Iglesia y al
gobierno absolutista impuesto en Nueva Espaa, abogaron por las libertades de
pensamiento y expresin y se opusieron a la Inquisicin. Adems promovieron el culto

4
Garca Mrquez, Bernardo, Historia General de Mxico, p. 269.
5
Florescano, Enrique, Ensayo Ser Criollo en Nueva Espaa.
a la virgen de Guadalupe. En su afn por identificarse con el territorio donde nacieron,
los criollos elogiaban el pasado indgena y lo consideraban un motivo de orgullo, pero
ignoraban a los indgenas vivos, a quienes despreciaban.
Los criollos participaron en la renovacin de la ciencia y la cultura; adoptaron y
difundieron las ideas de los pensadores ilustrados, fueron reconocidos como lderes
polticos y defendieron la idea de una patria mexicana libre y soberana.
Con el tiempo, las contradicciones y diferencias entre los peninsulares y los criollos se
hicieron ms graves y produjeron una gran rivalidad entre ellos; los criollos queran
arrebatar el dominio poltico a los peninsulares y as empez la lucha poltica entre esos
grupos que ms adelante desembocara en la lucha por la independencia.

Los lugares ms bajos en este sistema de castas eran ocupados por los indgenas,
mestizos y negros. Los indgenas fueron objeto de discriminacin social, estuvieron
sometidos al agobiante sistema de tributos y desempearon agotadores trabajos en las
haciendas, minas y obrajes. El gobierno virreinal les prohiba elegir un lugar para vivir,
vestirse como espaoles, montar caballos y portar armas. Junto con los negros
constituyeron el grupo social ms discriminado y explotado de Nueva Espaa. Slo un
pequeo grupo de caciques indgenas, aliado con los espaoles, disfrutaba de
privilegios.
Durante el Virreinato, aun cuando los indgenas se convirtieron en la fuerza de trabajo
de la nueva sociedad, sus modos de vida fueron respetados. El estado espaol reconoci
los derechos de los pueblos indios, los constituy en repblicas, promovi una
legislacin que protega sus personas y bienes y dispuso la creacin de un Juzgado
General de Indios donde pudieron defender sus derechos y resolver sus conflictos de
manera pacfica. Sin embargo, la proteccin jurdica, poltica y social que disfrutaba el
indgena en el Virreinato se derrumb por completo con el nacimiento de la Repblica y
la propuesta de los liberales de abolir las leyes que beneficiaban a grupos y
corporaciones particulares.
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Las castas (la mezcla de espaoles, indios y negros) tambin eran vctimas de la
discriminacin social y racial; constituan la poblacin trabajadora de las ciudades,
minas y transportes. stos sumaban casi 1,338, 706 personas en 1810, lo cual
representaba 22% de la poblacin. Los miembros de las castas estaban inscritos como

6
Florescano ,Enrique, Memoria Mexicana, p. 537.
gente de color en los padrones de tributo y en los registros parroquiales. Haba leyes que
les prohiban vivir en los pueblos de indios; tampoco podan ejercer cargos pblicos.
Durante la poca colonial, los miembros de las castas intervinieron en decenas de
tumultos, alzamientos y rebeliones violentas y representaron un papel importante en la
preparacin de la guerra de independencia.
En lo que se refiere a la poblacin negra durante el siglo XVIII, no existe mucha
informacin al respecto a pesar de que fue la segunda ms grande del pas, slo
superada por la poblacin indgena. Lo que s se sabe es que los espaoles introdujeron
esclavos negros en Nueva Espaa debido a la disminucin de la mano de obra indgena.
Los esclavos provenientes de frica sustituyeron a los indgenas en las minas, ingenios
azucareros, obrajes, haciendas y servicios urbanos. La poblacin negra lleg a
conformarse con 10,000 personas en 1810; esta cantidad representaba el 1% de los
habitantes de Nueva Espaa. El registro de esclavos se llevaba en las ciudades ms
pobladas de las colonias mediante los libros llamados Arcas de Negros, donde se
anotaba el nombre y el nmero de esclavos.
La poblacin mestiza y negra increment desde mediados del siglo XVI y dio como
resultado que en 1795 la poblacin total de Nueva Espaa alcanzara la cifra de 5,
200,000 habitantes. En 1810, Nueva Espaa ya contaba con aproximadamente 6,
120,000 habitantes.

Hoy en da, todos los descendientes de aquellos grupos sociales de la Nueva
Espaa son considerados mexicanos porque todos integramos y somos parte de lo que
es Mxico. Todos compartimos un pasado comn y aunque no nos guste, llevamos su
herencia en nuestras venas. A muchos les desagrada saber que son parientes de aquellos
mismos espaoles que sometieron al pueblo durante tanto tiempo o tambin existen
otros que se avergenzan por tener un ancestro indgena, pero lo cierto es que no
podemos escapar de lo que somos. Nuestra identidad como mexicanos se compone de
todos esos grupos tan diferentes y variados que una vez poblaron este territorio y de los
cuales somos descendientes.
Los conquistadores trajeron consigo muchos cambios que tuvieron un gran impacto en
la vida de los indgenas. No s si se puede afirmar que trajeron algunos beneficios para
ellos, pero la verdad es que sufrieron mucho y hasta la fecha podemos observar como
son blancos de la discriminacin de la mayora de la poblacin. Dentro de la escala
social, hoy y desde entonces, se encuentran hasta el final porque son considerados como
salvajes y hasta se les desprecia porque no lucen, visten y hablan como el resto de la
poblacin; pero todos se olvidan que ellos fueron el comienzo de nuestro rbol
genealgico, que antes de que entrara la sangre europea, asitica o africana, primero
tuvimos la herencia de aquellos indgenas. Creo que antes de creernos europeos,
debemos sentirnos mexicas porque ellos fueron la verdadera raz de nuestro pas. No
digo que tengamos que negar que tambin tenemos races espaolas, sino que debemos
reconocer todos estos grupos sociales que formaron parte de la historia de esta poca
que represent el inicio de un nuevo pueblo. Por lo tanto, considero que se deberan
hacer ms estudios acerca de cada uno de ellos y contar la versin de su historia. Contar
la de los espaoles como espaoles, la de los indgenas como indgenas, la de criollos
como criollos, no como alguien ms o contarla como se imaginan o se cree que fue.
Creo que hace falta contar la verdadera historia de todos estos pueblos; muchos textos
no son tan exactos sobre lo que ocurri o hasta llegan a ocultar informacin, pero con
qu fin? Sea como sea, lo hecho, hecho est. Lo nico que queda es decir la verdad y
reconocer los hechos que ocurrieron; darle valor a quien valor merece. Considero que es
la nica forma de crear una consciencia sobre nuestro verdadero pasado y concuerdo
con Florescano al decir que los mexicanos no tenemos una identidad nacional nica
basada en una memoria histrica comn
7
porque cada quien cuenta su propia versin
de los hechos y evidentemente no es la misma. A pesar de que somos una nacin, somos
personas con ideas, pensamientos y sentimientos diferentes. Ser mexicano no sabe igual
para todos. Por eso debemos aceptar que Mxico es un pas multifactico con diferentes
versiones del pasado. Un pasado contado por aproximadamente 112,336,538
8
voces.











7
Florescano ,Enrique, Memoria Mexicana, p. 531
8
Poblacin total de Mxico, censo de 2010,INEGI.