Memoria de Trabajo

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PROYECTO SIG DE LA MONTAÑA ORIENTAL

CONSTRUCCIÓN DE UN MODELO DIGITAL DE ELEVACIONES

MEMORIA DE TRABAJO

Fundación Naturaleza y Hombre

Autor
Fernando Gaviria Stewart, biólogo

Año 2003

1
AGRADECIMIENTO

Quiero agradecer muy sinceramente a Enrique Pascual la amabilidad que ha tenido al


facilitarme las Demos de ArcView 8.2, gracias a lo cual he podido hacer mi trabajo sin ningún
problema y sin interrupción. Le estoy doblemente agradecido porque he aprendido y he
disfrutado mucho haciéndolo.

En nombre de la Fundación Naturaleza y Hombre, para la que he trabajado, quiero


agradecerle también que, como Director de la zona norte de la empresa ESRI GEOSISTEMAS,
haya tenido la amabilidad de hacer las gestiones necesarias para que le fuera donada a la
Fundación una licencia de ArcView.

Por último el agradecimiento a ESRI GEOSISTEMAS y a ESRI (USA) por habernos


tramitado y concedido la licencia de ArcView.

Esperamos hacer un buen uso de tan valiosa ayuda.

2
Índice

Pág.

Agradecimiento 2

Presentación 4

Introducción 5

Objetivos 11

Materiales y métodos 11
Cartografía 11
Hardware 12
Software 12
Procedimiento 12
1. Escaneado de la cartografía original en papel 12

2. Georreferenciación de las imágenes raster 13


3. Digitalización manual 14
4. Creación del TIN y el Raster 15

Resultados 16
1. Obtención y tratamiento de las imágenes raster 16
La resolución espacial 17
La georreferenciación 18
El solapamiento de imágenes 20
2. Digitalización manual 20
3. Creación del MDE 22
El TIN 22
El Raster 23

Conclusiones 27

Bibliografía 29

Algunos recursos en Internet 29

Figuras 31

3
Presentación

La finalidad de esta memoria es exponer la metodología que he seguido y los resultados


que he obtenido, pensando sobre todo en la persona o personas que deban seguir adelante con el
proyecto, puesto que no ha quedado terminado aún y presumiblemente yo no podré llevarlo a
término.

He procurado explicar con detalle todo lo que he considerado importante en cada paso
que he dado, intentando dejar lo más claro posible cuál era su propósito y los problemas que han
ido apareciendo. He querido hacer especial énfasis en los errores que sé que he cometido (seguro
que hay más que ignoro), porque creo que la mayoría pueden y deben corregirse. Creo que el
trabajo en general ha estado correctamente planteado y que puede tener una buena continuidad,
pero quizá puedan introducirse cambios si se consideran necesarios.

Para realizar el trabajo me he apoyado en dos fuentes bibliográficas, los capítulos 2 y 3


del curso sobre Modelos Digitales del Terreno de A. M. Felicísimo y el manual de ayuda que
viene incluido con ArcView. Me han sido de mucha ayuda y recomiendo su consulta para
proseguir con el proyecto.

He querido llegar hasta el final y generar el modelo raster, aún dejando cosas a medias
por el camino (fases del proceso sin terminar y errores sin corregir), para poder ver los resultados
de todo el proceso. Los análisis de error y su posterior corrección son una parte importante del
trabajo que queda por hacer y que no he abordado. En esta memoria he incluído algunos
ejemplos de estos errores y algunas sugerencias sobre cómo creo que podrían corregirse. Otras
dos fases que tampoco he tocado son las de validación (estimación de la precisión del modelo) y
la de creación de los metadatos. Ambas son muy importantes y creo que deben hacerse.

He incluido en el CD los archivos creados a lo largo del trabajo y el mapa que se ha


construido con ellos (está en “Arc Map document” y debe ser abierto con ArcView), también lo
he incluido como “Publisher Map”, para que pueda ser leído con ArcReader (por algún error en
la gestión de los archivos algunos de ellos son inaccesibles en este documento, entre los que
lamentablemente está el TIN). La memoria está ilustrada con algunas imágenes tomadas de este
mapa. Se notará que entre algunas de ellas, pese a figurar escrita la misma escala, parecen estar a
una escala distinta; la razón de esto es que algunas imágenes las he copiado usando la pantalla
completa de ArcMap y otras no (al pasar de un tipo de pantalla al oto el tamaño de la imagen
cambia).

Al final de la memoria cito la bibliografía que he utilizado, parte de la cual procede de


Internet y puede ser consultada accediendo a ella mediante el vínculo correspondiente. También
he añadido algunas páginas relacionadas con la aplicación de los SIG en la Conservación, que
igualmente pueden ser consultadas pinchando en el vínculo.

Espero que el esfuerzo haya merecido la pena y se lleve adelante con éxito este ambicioso
e importante proyecto. Suerte.

4
Introducción1

La Naturaleza es un tema que parece atraer y suscitar interés a un número cada vez mayor
de personas y sin embargo, paralelamente, su conservación se está convirtiendo en un problema
cada vez más acuciante y más complicado de abordar, aún contando con la consideración, al
menos sobre el papel, de distintas administraciones. Al margen de las causas específicas para
cada caso particular, el fondo del problema es que la conservación de la Naturaleza se
contrapone en muchos casos a otro tipo de asuntos que suscitan un mayor interés y
consideración, o porque se consideran más importantes, o porque rinden más beneficios
económicos. Si queremos preservar el patrimonio natural, aunque sea una parte de él, es
necesario tomarse el problema de su conservación en serio y otorgarle la importancia y el respeto
que merece antes de emprender cualquier acción que pueda dañarlo. La solución pasa por
adquirir el compromiso de buscar en todo momento el equilibrio entre conservación y desarrollo.

Para garantizar el éxito de cualquier proyecto de conservación o de recuperación que se


afronte, ya sea referido a una especie o población animal o vegetal, a un hábitat, a un paisaje, o a
un territorio entero, es necesario tener un conocimiento previo profundo y detallado de la
realidad del medio natural y humano (entendido medio como el conjunto de todos los elementos
y factores bióticos y abióticos que participan y de las interacciones que se dan entre ellos), así
como de su fragilidad y de los factores de amenaza presentes y futuros. Este conocimiento, que
debería hacerse extensible a todos, implica el manejo de un buen número de datos y de
información procedente de muy diversos campos y referente a muy diferentes temas, unas veces
obtenido a partir de fuentes externas y otras como fruto de estudios propios. Información y datos
que deben ser tratados de un modo integrado para que sea posible tener una visión adecuada de
la realidad del problema que se aborda y se puedan plantear políticas eficaces para resolverlo.

Frecuentemente esta visión global no puede tenerse debido a lo difícil que resulta el
tratamiento y gestión de todos los datos que se recopilan y que muy a menudo quedan finalmente
almacenados en archivos tan grandes como inútiles. Lo más habitual es emprender proyectos
partiendo de una percepción sólo parcial del problema, dejando de lado asuntos importantes, a
veces clave, que están implicados en él (por ejemplo el respaldo de la gente). En auxilio de la
causa, los medios informáticos con los que se cuenta hoy en día proporcionan poderosas
herramientas de gestión y tratamiento de datos que hacen posible enfocar los problemas de
conservación de un modo más holístico y realista y a partir de ahí, diseñar políticas de actuación
más eficaces para resolverlos. Dentro de estas herramientas y dado el componente geográfico y
espacial intrínseco de la información y de los datos que se manejan, los Sistemas de Información
Geográfica (SIG) aparecen como una herramienta idónea. El papel que los SIG pueden
desempeñar en la conservación es, para decirlo de un modo sencillo, impresionante. Para tener
una visión general de ello recomiendo leer el capítulo “The role of GIS in Conservation”, dentro
del documento “ESRI Conservation Program"
"ESRI Conservation Program”, y si se quiere tener un conocimiento más
profundo y detallado, con abundante información y gran cantidad de ejemplos, ir a “GIS
Conservation Unit” (http://149.170.202.120/teaching.htm).
Behavioural
Beh.l Environmental
Env. Biol.\ Ambos
Biology. index
Web-based teaching están
html incluidos teching
\ web-based en el CD.

Dado que los SIG se han popularizado recientemente y todavía pueden dar lugar a una
mala interpretación de su finalidad y aplicación, quiero incluir algunos fragmentos del capítulo 2,
“Los modelos como herramientas de gestión de sistemas complejos”, del libro de F. Javier

1
Con esta introducción he querido situar el objeto del proyecto, la construcción de un MDE, dentro del contexto del
proyecto de creación de un SIG de la Montaña Oriental y dado que el trabajo que presento en esta memoria es el
primer paso que se da para su creación, he creído conveniente hacer una introducción general de todo el proyecto.

5
Moldes “Tecnología de los SIG”, porque expone bastante bien la función principal de los
sistemas de información geográfica en el contexto en el que nos movemos:

Un modelo es una representación simplificada de la realidad. Los


modelos nos permiten una aproximación al conocimiento de la realidad, la cual
está formada por sistemas complejos, no siempre comprensibles en toda su
complejidad. Los modelos simplifican la realidad y nos presentan aquellos
aspectos en los que estamos interesados, mediante objetos e imágenes (por
ejemplo, un mapa de Europa nos permite concebir distintos aspectos de su
geografía, régimen político, etc.). Estos modelos se denominan modelos
instrumentales porque son la base para construir nuestro modelo intelectual de
la realidad. Los modelos instrumentales serán todas aquellas representaciones
que, teniendo un soporte real, tal como un mapa, una ecuación, un histograma,
etc., nos permiten generar modelos conceptuales, es decir, ideas concebidas o
adquiridas por la mente que permiten organizar percepciones y conocimientos.

Cuando se pretende alcanzar un objetivo, tal como reducir el número de


siniestros en la carretera o lograr la protección del águila imperial, planteamos
lo que se llama una política, es decir, un conjunto de acciones encaminadas a
lograr el objetivo propuesto. Este conjunto de acciones se tiene que basar en un
profundo conocimiento de la realidad si queremos alcanzar nuestro objetivo.
Este conocimiento de la realidad sólo es posible a través del uso de un conjunto
adecuado de modelos instrumentales que nos permita generar un modelo
intelectual acertado de la realidad.

En la figura de arriba se recoge un esquema en el que se refleja el proceso


cíclico de la gestión de un sistema complejo, En la parte superior está el
modelo conceptual, que se apoya para su elaboración en los modelos
instrumentales. Abajo está la realidad con toda su complejidad. A la derecha

6
está la política como instrumento de modificación de la realidad a través de un
análisis del modelo, la toma de decisiones y por último un conjunto de normas
e inversiones. Y a la izquierda están los datos que alimentan los modelos.
Nótese que se almacenan datos y no información, ya que ésta se elabora
precisamente a través de los modelos instrumentales. Los sistemas de
información según este esquema lo constituyen las técnicas e instrumentos que
posibilitan la parte izquierda del ciclo.

Es difícil discernir entre información y modelo, sobre todo cuando la


información está elaborada y organizada en un sistema de información. Un
sistema de información es la base para la creación de modelos instrumentales e
incluso el propio sistema de información es un modelo instrumental. En un
sistema de información caben los modelos matemáticos, ecológicos,
estadísticos, etc., constituyendo éstas las partes del modelo instrumental global
que es el sistema de información.

Una información es el contenido de un mensaje que modifica el estado de


conocimiento del receptor; es decir, modifica el modelo conceptual del
receptor sobre el objeto real en cuestión. Un conjunto de datos no constituyen
un modelo, a no ser que se organicen, se elaboren o se interpreten por parte del
receptor. Un conjunto de datos que deja de estar actualizado no permite crear
un modelo de la realidad actual, lo será de la realidad del día en que estaba
actualizado; así pues, un sistema de información no actualizado deja de
constituir un modelo, y por lo tanto deja de ser un instrumento adecuado para
la toma de decisiones

Los SIG deben ser diseñados como modelos de la realidad que se pretende
gestionar. Por lo tanto, deben evitarse aquellos planteamientos en los que el
SIG se conciba como sistema de gestión de cartografía y sistema de emisión de
gráficos y esquemas, ya que para tal propósito hay herramientas más
específicas y baratas, tales como los sistemas de cartografía automática o
sistemas multimedia, que nos permitirán obtener estos productos con más
calidad y menor coste.

La implantación de un SIG supone una nueva metodología de trabajo que


invalida una parte de los métodos tradicionales de la toma de decisiones,
creando una nueva doctrina metodológica que en pocos casos se ha aplicado y
de cuya eficacia no tengo la menor duda.

Dentro de la idea de modelo instrumental podemos hacer una distinción, atendiendo a su


finalidad, en dos tipos principales (según se explica en el manual de ayuda de ArcView):
aquellos que representan o describen los objetos en el paisaje (modelos de representación) y
aquellos que tratan de simular procesos en el paisaje (modelos de procesos).

ƒ Los modelos de representación, o descriptivos, tratan de describir los objetos en el


paisaje, tales como edificios, arroyos o bosques. El modo en que estos modelos son
creados en un SIG es a través de un conjunto de capas temáticas. Estas capas de datos
pueden definir localizaciones (raster), o entidades u objetos (vectoriales). Las capas
raster se representan por una malla rectangular (grid) y cada localización en cada capa es

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representada por una celda que tiene un valor. Las celdas de varias capas se apilan unas
obre otras, describiendo muchos atributos de cada localización. Las capas vectoriales se
representan por puntos, líneas o polígonos que describen la forma y definen la posición
de los objetos. Los modelos de representación tratan de capturar las relaciones espaciales
dentro de un objeto (la forma del edificio, por ejemplo) y entre los otros objetos en el
paisaje (la distribución de edificios). Además el modelo de representación también
modela los atributos de los objetos (a quién pertenece el edificio).

ƒ Los modelos de procesos tratan de describir la interacción de los objetos que son
modelados en el modelo descriptivo. Las relaciones son modeladas usando herramientas
de análisis espacial. Los modelos de procesos pueden ser usados para describir procesos
y también parara predecir acontecimientos en función de determinados factores.

La creación de estos modelos referidos a la Montaña Oriental tendría gran cantidad de


aplicaciones; entre otras cosas nos ayudarían a:

- Identificar, localizar y valorar2 los distintos hábitats (o biotopos) y comunidades vegetales.


Dónde se localizan. Qué hábitat o vegetación hay en determinado sitio. Cómo es el relieve o
el tipo de suelo donde se encuentran. Qué extensión tienen y cómo de fragmentados están.
Qué valor natural o cultural tienen. En qué estado de conservación se encuentran
actualmente. Qué tipo de amenaza pesa sobre ellos.

- Estudiar la biodiversidad y su distribución dentro del territorio. Qué especies hay en un


determinado sitio (qué especies de pícidos podemos encontrar en determinado bosque).
Dónde están localizadas (dónde podemos encontrar nidos de alimoche). Qué características
definen el sitio donde están.

- Analizar las interacciones que se producen entre las poblaciones animales y vegetales, el
medio físico y el medio humano. Qué selección de hábitat hace dentro de su territorio una
determinada población animal (qué vegetación está asociada con el área de campeo de la
población x de rebecos; dentro de qué rango de altitud vive). Qué tipo de relaciones intra o
extraespecíficas se dan entre determinadas especies dentro de las comunidades donde viven
(¿hay ganado dentro de las áreas de campeo de la población de rebecos? Dónde se han
producido ataques de lobos).

- Predecir la distribución potencial de determinadas especies o poblaciones animales y


vegetales. De la información obtenida en los puntos anteriores se puede estimar el patrón de
distribución que caracteriza a una determinada especie o población y cuáles son sus
requerimientos mesológicos. Localizando en qué zonas del territorio se dan éstos, se pueden
por ejemplo diseñar áreas de reintroducción o corredores biológicos para conectar
poblaciones aisladas.

- Estudiar la evolución espacio-temporal de las poblaciones animales y vegetales y de su


medio. Cuánto ha retrocedido un determinado tipo de comunidad vegetal en los últimos años.

2
En la figura
figura 11, tomada de “Metodología y práctica de la Biogeografía”, capítulo 4: “Valoración de la
vegetación”. En este capítulo se expone una metodología para la diagnosis del estado actual de la vegetación y para
su evaluación como recurso y patrimonio natural con fines conservacionistas. El cuadro representa los distintos
parámetros que se usan para la diagnosis y evaluación. Éstos descansan en dos conceptos valorativos diferenciados:
El Interés de conservación (interés natural e interés cultural) y la Prioridad de Conservación (basada en la amenaza).

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Cómo ha variado la distribución de los nidos de alimoche y qué ha cambiado en el paisaje
que pueda explicar esta variación.

- Simular alteraciones en el medio y analizar sus posibles consecuencias. Qué efecto


macroecológico tendría la erradicación de los incendios provocados en los prados montanos
y la consecuente recuperación de la vegetación natural. Qué efecto barrera o efecto borde
produciría sobre un ecosistema una determinada infraestructura humana.

- Presentar la información de un modo claro, detallado y atractivo. Un proyecto de


conservación que se vaya a llevar a cabo puede ser presentado al público y al organismo del
que se busque apoyo, haciendo uso de mapas temáticos interactivos a distintas escalas,
gráficos, fotografías, etc.; mostrando cuál es la finalidad del proyecto, el área donde se
pretende realizar, la situación actual del problema, los factores que intervienen en él, los
objetivos que se pretenden conseguir y los resultados, cuando se obtengan. Una presentación
así ayudaría a que nuestros argumentos fueran mejor entendidos y posiblemente compartidos,
obteniendo con ello el respaldo por parte de todos y garantizando el éxito del proyecto.

La primera etapa en la creación del modelo, una vez que se ha diseñado a grandes rasgos,
sería la obtención de las distintas capas temáticas que formarán parte de él: relieve, vegetación,
suelos, hidrología, red viaria, propiedad y usos del suelo, son algunas de ellas. El relieve (o la
topografía) del terreno es una capa básica dentro del modelo, ya que tiene una gran influencia en
el resto.

El relieve, a través de sus componentes de altitud, pendiente y exposición (orientación),


determina de manera importante las condiciones del medio físico, influyendo directa o
indirectamente en la distribución y en la actividad no sólo de la vegetación y de la fauna, sino
también humana. La altitud y la exposición determinan en gran medida el ambiente climático -
temperatura, humedad, insolación, presencia de nieve, régimen de viento-, que para la mayoría
de las especies marca el límite de distribución: la variación altitudinal de la temperatura y de la
pluviometría, a la que se suma el efecto producido por la orientación, determina la aparición de
los pisos de vegetación y la distribución cliserial de gran parte de la fauna (un ejemplo de esto
puede verse en la Figura 2). La pendiente del terreno condiciona directamente la aparición de
determinadas especies vegetales y animales, como es el caso del buitre común y del alimoche,
que localizan sus nidos en paredes verticales de farallones, o del rebeco, que establece sus áreas
de campeo donde encuentra fuertes pendientes que usa como zonas de escape. Indirectamente, al
estar ligada a procesos de erosión, deslizamientos, retención de agua, propagación de incendios,
etc., la pendiente también ejerce influencia sobre la vegetación y la fauna. El relieve puede
originar la aparición de barreras geográficas que afectan a la distribución de algunas especies
animales, como en el caso de las sierras, que limitan los desplazamientos de la nutria; o la
aparición de corredores utilizados por muchos animales en sus desplazamientos, como los
collados, usados por los rebecos en sus migraciones. Por último el relieve determina también las
actividades humanas de aprovechamiento agrario y ganadero, el uso lúdico y deportivo, la
implantación de infraestructuras, etc.

La representación del relieve en un SIG se obtiene mediante el Modelo Digital de


Elevaciones (MDE), que puede definirse como “una estructura numérica de datos que
representan la distribución espacial de la altitud de la superficie del terreno” (en Felicísimo:
“Modelos
"ModelosDigitales
Digitales del Terreno,tema
del Terreno, tema2"22” se ofrece una descripción clara y detallada sobre lo que
tema
son, los tipos que hay y cómo se construyen los MDE). Un MDE permite obtener información
sobre la altitud, la pendiente y la orientación del terreno, además de ofrecer una visión bastante

9
realista de su relieve. Los dos tipos de modelos más importantes son el TIN (vectorial) y el de
Matrices Regulares (raster).

ƒ El modelo TIN está basado en entidades geométricas, consistentes en triángulos


irregulares adosados, definidas por las coordenadas de sus nodos o vértices. El terreno
queda representado por el conjunto de superficies planas (triángulos) que se ajustan a un
conjunto previo de puntos con atributos de altitud.

ƒ El modelo de Matrices Regulares está basado en localizaciones espaciales (obtenidas al


superponer una retícula sobre el área representada) definidas por su posición en la matriz,
una vez se han definido el origen y el valor del intervalo entre sus filas y columnas. A
cada localización se le asigna el valor medio de altitud para la unidad elemental de
superficie, la celda.

En función del modo en que estructura sus datos, cada modelo tiene unas cualidades
específicas (viene muy bien explicado en el manual de ayuda de ArcView)

El TIN tiene la ventaja de que:

ƒ Representa el relieve con más precisión y detalle que el raster, ya que los vértices que
forman su estructura conservan intactos los valores de altitud reales y se puede
adaptar a la complejidad del terreno incorporando más vértices, así como elementos
estructurales que definen su forma (crestas, fondos de valle, etc.)

ƒ Permite representar entidades lineales y puntuales (ríos, cimas, etc.)

ƒ Permite medir distancias lineales (euclídeas) y superficies planas de forma más


precisa que en el raster

ƒ Permite identificar y tratar cada elemento o entidad individualmente.

El raster tiene la ventaja de que:

ƒ Proporciona unas condiciones mucho mejores para la creación y uso de modelos,


especialmente cuando están involucradas variables continuas

ƒ Permite trabajar con distintos mapas temáticos (superposición de capas) de un modo


más flexible y rápido

ƒ Permite realizar potentes operaciones de análisis espacial a partir de las cuales se


deriva nueva información
ƒ Permite la integración de información procedente de sensores remotos (fotografías
aéreas e imágenes de satélites)

Para nuestro propósito de usar el modelo como instrumento de trabajo, no cabe duda de que
el modelo de datos raster es el idóneo. La capacidad del TIN para representar más fielmente la
topografía del terreno lo hace útil para capturar la información y generar a partir de él el raster y
también para tenerlo de referencia.

10
Objetivos
El objetivo propuesto es la obtención de un Modelo Digital de Elevaciones (MDE) TIN y
otro Raster del área LIC de la Montaña Oriental de Cantabria y su zona de influencia a escala
1:25.000, que represente lo más fielmente posible la topografía del territorio. Su finalidad es
incorporarlos posteriormente en modelos descriptivos (“representation models”) y en modelos de
procesos (“process models”) como herramienta de trabajo para proyectos de conservación en la
Montaña Oriental.

La consecución del objetivo supone obtener un modelo:

9 Georreferenciado correctamente
9 Preciso planimétrica y altimétricamente
9 Validado

El grado de precisión planimétrica, altimétrica y de georreferenciación, requeridas para


los MDE, teniendo en cuenta sus futuras aplicaciones, no se ha determinado exactamente. No se
han establecido por tanto los límites de error que pueden ser aceptados para considerar válidos
los modelos. Se tiene propuesto no establecer límites muy estrechos de error a priori, en función
de consideraciones externas, aunque sí procurar que éstos sean lo más bajos posible. El
planteamiento propuesto es localizar las fuentes de error, cuantificar su valor, estudiar el efecto
que tienen en el resultado final y, en la medida en que sea posible, cuando el error sea importante
tratar de reducirlo. La validación posterior del modelo y de todos los pasos intermedios permitirá
estimar su bondad de ajuste, que será tenido en cuenta en las aplicaciones posteriores.

Materiales y métodos

Cartografía:

• Hojas en papel del Mapa Topográfico Nacional del I.G.N. a escala 1:25.000

Nombre Nº de hoja Año de edición


o Sarón 59-I (1994)
o Arredondo 59-II (1994)
o Selaya 59-III (1994)
o Veguilla 59-IV (1994)
o Ramales de la Victoria 60-I (1997)
o Concha 60-III (1997)
o Vega de Pas 84-I (1997)
o Bárcenas 84-II (1997)
o Bercedo 85-I (1997)

La mayoría de las hojas habían sido adquiridas con anterioridad al inicio del trabajo pero
en apariencia presentaban buenas condiciones. Tan solo se compraron tres hojas nuevas
expresamente para usarlas en este proyecto.

11
• Archivos cartográficos vectoriales procedentes del CD realizado por CETYMA SL con el
título “Red Natura 2000 Cantabria”, que incluye distintas capas de información
geográfica de toda la Comunidad de Cantabria3.

Hardware:

• Escaner Hewlett Packard Scan Jet 3400 C

Software:

• Sistema operativo Microsoft Windows XP Home Edition versión 2002

• ArcView 8.2, con la extensión ArcGIS 3D Analyst

• ArcPublisher, ArcReader, Microsoft Word y Adobe Acrobat (para presentar los


resultados y redactar la memoria).

Procedimiento:
El procedimiento ha consistido en la digitalización manual en pantalla de las curvas de
nivel, los puntos de cota y la red fluvial, utilizando como molde imágenes raster obtenidas por
escaneado de mapas topográficos del IGN en papel, posteriormente georreferenciadas. Los
resultados de la digitalización se han usado como datos de entrada para la construcción del MDE
vectorial con estructura TIN. A partir de éste se ha generado un modelo raster con estructura de
Matrices Regulares. A continuación se detallan los pasos seguidos:

1. Escaneado de la cartografía original en papel

Las hojas del IGN han sido escaneadas con un escáner de formato A4 (Heulett Packard Scan
Jet 3400 C). El tamaño reducido del escaner ha obligado a dividir cada hoja en cuatro partes,
dejando zonas de solapamiento entre ellas. La resolución vertical y horizontal para el escaneado
no se ha prefijado para la mayoría de las hojas (por descuido), tan solo hay cuatro imágenes
raster para las que se ha ajustado a 600 ppp. En cualquier caso se ha considerado que la
resolución era aceptable para realizar el trabajo. Las imágenes obtenidas no han sido
manipuladas y se han guardado directamente como archivos JPEG para ser usadas con ArcView.

2. Alineación y georreferenciación de las imágenes raster

Previamente se habían añadido a ArcMap ficheros vectoriales (shapefile) con


información sobre los límites municipales y provinciales, las áreas LIC (lugares de importancia
comunitaria), los núcleos de población y la red de carreteras de toda la comunidad de Cantabria

3
Este trabajo ha sido publicado por el Gobierno de Cantabria. Consejería de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Dirección General de Montes y Conservación de la Naturaleza. Y fue presentado en la última conferencia nacional
de ESRI en Madrid.

12
Estos ficheros están georreferenciados con respecto al mismo sistema de proyección que los
mapas del IGN de escala 1:25.000 que se iban a utilizar (Datum Europeo 1950 UTM zona 30 T).
La finalidad de incorporarlos era la de partir de un mapa digital con buena calidad para crear con
él una red de referencia de coordenadas en el SIG. A parte de esto, la información que incluyen
es útil para la base de datos del SIG. Estos ficheros se obtuvieron de un CD realizado por la
empresa Cetyma, conteniendo información sobre la red Natura 2000 en Cantabria.

Para realizar la alineación y georreferenciación de las imágenes raster se han construido


dos capas vectoriales, rejilla y malla; la primera contiene los puntos de intersección de los ejes de
coordenadas XY que delimitan las cuadrículas UTM de 1 Km de lado en nuestra proyección; la
segunda, las líneas que definen estas coordenadas. La edición de esta rejilla se ha hecho
incorporando, con ayuda del ratón, uno a uno los puntos en la pantalla, ajustando su posición con
la mayor precisión posible, guiándose por los valores X e Y que aparecen en el monitor. Se ha
trabajando a una escala de 1:2.500, porque a esta escala la resolución espacial en la pantalla está
por debajo de 70 cm (del modelo real), lo que permite obtener errores menores de 1 m en cada
punto, más que aceptables para nuestros propósitos, (al aumentar la escala de trabajo
lógicamente aumenta la resolución espacial en la pantalla y con ello la precisión espacial de los
vértices introducidos). Los puntos de intersección de coordenadas de la rejilla se han usado más
tarde como puntos control de referencia (target) para la alineación de las imágenes raster
(usando los correspondientes puntos de intersección de coordenadas del mapa original como
puntos control homólogos). Las líneas de la malla se han usado para comprobar visualmente en
las cuadrículas el error de georreferenciación cometido. La ventaja de usar los vértices de las
coordenadas UTM como puntos control es que resulta muy sencillo localizarlos y por otro lado
que la alineación se realiza homogéneamente en todo el raster. El único problema se presenta
cuando en los márgenes de la imagen hay un espacio grande más allá de las coordenadas, porque
no hay otros puntos comunes entre la imagen raster y el mapa de referencia para usar como
puntos control.

Cada imagen escaneada ha sido añadida a ArcMap y se ha georreferenciado usando su


herramienta de georreferenciación. La alineación de la imagen se ha realizado enlazando
primeramente los puntos control en las cuatro esquinas, después se han ido creando enlaces
(“links”) en puntos interiores críticos separados entre sí. El número de puntos control enlazados
ha estado en función de que se estimara que la imagen presentaba ya una alineación suficiente
con la rejilla, o que la introducción de más enlaces sólo contribuyera a aumentar el error residual
en los otros. El tipo de transformación (orden del polinomio) usado para la alineación del raster
no ha sido especificado previamente, de manera que el programa (creo) ha recurrido por defecto
a una transformación lineal o de primer orden, que implica una traslación, un giro y un cambio
de escala del raster. No se ha recurrido expresamente a una transformación de orden superior,
que produce una deformación geométrica de la imagen, pese a que quizá habría sido aconsejable
para algunas de ellas. El error cometido en la alineación de cada punto control enlazado -error
residual- y el error total -error cuadrático medio- (quedan registrados automáticamente en una
tabla) no han sido analizados estadísticamente, por lo que no se ha podido cuantificar la
precisión del resultado. Se ha estimado, en cualquier caso que, salvo en algunas imágenes, el
error cometido es despreciable cuando se trabaja a escala 1:25.000 ó 1:10.000. En los resultados
se comenta este punto.

13
3. Digitalización manual

La digitalización de las curvas de nivel y de los otros elementos se ha realizado con las
herramientas de edición de ArcMap. Primeramente se había empezado trabajando a escala
1:10.000, pero después se ha aumentado a 1:2.500 (escala 1:10.000 en el mapa y uso de la lupa
con un aumento del 400%) para tener una mayor precisión en el trazado. Se ha procurado seguir
bien el contorno de las líneas, usando la herramienta de arcos (arc tool) para las líneas curvas e
introduciendo el número de vértices necesario para que la polilínea no rebasara los pixels de la
línea de referencia del raster. Se ha procurando seguir el criterio de que la distancia entre
vértices en una línea sea parecida a la distancia entre líneas contiguas. En cualquier caso, el
número final de vértices en cada línea lo establece el propio programa en función del que
necesite para ajustar los tramos curvos. Los valores de altitud de cada elemento se han registrado
en la correspondiente tabla de atributos.

Primeramente se han digitalizado las curvas de nivel maestras de todo el área de estudio (su
equidistancia es de 50 m). Las curvas secundarias (equidistancia 10 m) se han digitalizado
parcialmente en determinadas zonas y en algunos casos sólo fragmentos de ellas. Se ha escogido
un área de ensayo (comprendida en las imágenes “Concha 1” y “Veguilla 2”) donde se ha
realizado una digitalización exhaustiva de prácticamente todas las curvas secundarias, con la idea
de ver el efecto que tiene incorporar una alta densidad de datos altimétricos a la hora de generar
el MDE y comparar el resultado con el que se obtiene en zonas donde la densidad es menor. En
otras zonas del área de estudio, hasta que el tiempo lo ha permitido, se han digitalizado
fragmentos de curvas secundarias en zonas donde la distancia entre curvas maestras era grande y
en zonas con relieve crítico (collados, fondos de valle, líneas de cresta, etc.).

En ocasiones ha sido necesario recurrir al mapa de papel, lupa en mano, para distinguir líneas
que estaban muy próximas entre sí y que debido a la pequeña resolución de la imagen raster no
podían ser discriminadas en la pantalla. En estos casos se ha procurado seguir su contorno
cometiendo el mínimo error. A cada curva de nivel se le ha asignado su correspondiente valor de
altura en la tabla de atributos. Para diferenciar que una curva representa una depresión en el
terreno, como una hondonada o una dolina, se le ha dado un valor de 1 en el correspondiente
campo de la tabla; las curvas normales tienen un valor 0 en ese campo. Los resultados están
guardados en el archivo “Curvas de nivel”.

De los puntos de cota sólo se han digitalizado unos pocos, que al igual que las curvas de
nivel, tienen registrado su valor de altitud en la tabla de atributos. Tienen además asignado un
código que permite distinguir si el punto corresponde a una cima (1), a un hoyo o dolina (0), o a
un collado (2). Están guardados en el archivo “Mass points” (debería llamare “puntos de cota”,
lo siento).

Los elementos fluviales se han digitalizado como polilíneas sin valores de altura (por error);
están almacenados en el archivo “Hidrografía”. Tienen registrado el atributo del nombre del río o
arrollo si es conocido. Se ha digitalizado tan solo una polilínea, representando un arrollo, a cuyos
vértices se les ha incorporado información altimétrica como coordenada Z. Se encuentra en el
archivo “Ríos”.

14
El inconveniente que tiene incorporar datos altimétricos cuando se digitaliza una
línea como un río o una carretera, cuya altura varía continuamente, es que es
necesario asignar un valor de altitud a todos y cada uno de sus vértices (ya que ésta
no se puede registrar como un atributo, como sí ocurre con las curvas de nivel). El
problema aparece cuando hay vértices importantes que incorporar a la línea (un
recodo en un río, por ejemplo) de los que no se conoce su altura, porque ninguna
curva de nivel o punto de cota se cruza con ellos. Cuando esto ha ocurrido en nuestro
trabajo, o bien se ha optado por omitir el vértice, o bien se le ha asignado una altura
estimada. En el primer caso se comete un error de generalización, que da lugar a un
error posicional (localización imprecisa de la trayectoria de la línea) y en el segundo
se comete un error atributivo (asignación imprecisa de la altitud). La decisión de
elegir una u otra opción se ha tomado ponderando intuitivamente los dos errores
posibles y optando por la opción menos mala. En cualquier caso se estima que el
error cometido es despreciable.

El polígono que delimita el área de estudio se ha fijado de modo que se incluyera dentro de él
todo el área LIC de la Montaña Oriental y una porción del territorio circundante hasta llegar más
o menos a la divisoria de aguas próxima. Este elemento no tiene ningún tipo de atributo y carece
de datos altimétricos.

La falta de tiempo no ha permitido (ni mucho menos) concluir el trabajo de digitalización. El


proceso de digitalización manual es muy laborioso y ha ocupado la mayor parte del tiempo (unos
cuatro meses de trabajo continuado).

4. Creación del MDE

El TIN

Los elementos usados para crear el TIN han sido las “Curvas de nivel” (maestras y
secundarias), los puntos de cota (“Mass points”), que definen cumbres, fondos de dolinas y
collados, la “Hidrografía” y los “Ríos”. Los límites del modelo se han fijado con el polígono del
“Área de estudio”. Estos elementos se han incorporado como cuatro tipos de datos de entrada:

Puntos acotados (Mass Points): los puntos de cota del archivo “Mass points” y los
vértices de las “Curvas de nivel”; estos últimos sin haber pasado por un proceso de
generalización para reducir su número.

Líneas estructurales (Hard Breaklines): el único elemento del archivo “Ríos”.

Líneas de inflexión o rotura (Soft Breaklines): la red fluvial del archivo “Hidrografía”.

Zonas de recorte (Clip Polygons): el polígono que delimita el “Área de estudio”.

El programa procesa automáticamente estos datos para crear la red de triángulos


adosados TIN.

De los cuatro tipos, sólo los dos primeros tienen información altimétrica y participan
activamente en la construcción del TIN. Los puntos acotados (Mass points) y los vértices de las
Curvas de nivel proporcionan la información altimétrica puntual y se convierten en los nodos o

15
vértices de la red de triángulos. Las líneas estructurales (Ríos) representan discontinuidades en la
pendiente del terreno y contribuyen a dar forma a la superficie, definiendo bordes de triángulos.
Las líneas de inflexión o rotura (la Hidrografía) sólo tienen información planimétrica, su efecto
en el TIN se limita a superponerse a la superficie creada sin modificar su forma. Las zonas de
recorte (el Área de estudio) delimitan la frontera más allá de la cual cualquier dato es ignorado
en la interpolación.

El Raster

El modelo raster (de Matrices Regulares) se ha creado a partir del TIN, seleccionado el
atributo elevaciones y ajustando el tamaño de la celda a 25 m (el tamaño que proponía la
aplicación por defecto era mayor). El programa automáticamente procesa los datos y genera el
modelo.

Se ha elegido generar el modelo raster a partir del TIN y no directamente a partir de los
datos digitalizados (vértices de curvas de nivel, puntos de cota, etc.), porque el proceso de
interpolación que se emplea en el primer caso es específico para esta estructura de datos y
permite en teoría aprovechar parcialmente la capacidad del TIN para integrar discontinuidades en
la generación del modelo (los métodos de interpolación usados para tratar datos puntuales no
discriminan las líneas estructurales ni los puntos singulares, como las cimas)4.

Resultados y discusión
Puesto que el trabajo ha quedado interrumpido sin haberse podido terminar, los resultados
que se muestran deben considerarse provisionales.

1. Obtención y tratamiento de las imágenes raster

El resultado final es un mosaico de veintiuna imágenes raster georreferenciadas con


respecto al sistema de coordenadas definido para nuestro trabajo, que cubre todo el área de
estudio. Puede verse en la Figura 3.

Las imágenes, tal y como han sido obtenidas en el escaneado y se han usado como molde
para la posterior digitalización, pueden verse en el fichero imágenes raster incluído en el CD. La
posición que ocupa cada imagen en el mosaico aparece en la figura de abajo.

4
No puedo afirmar con certeza que ArcView realice este tipo de interpolación específica para datos TIN; sólo lo
supongo.

16
Arredondo 4 Arredondo 3 Ramales 3

Sarón 1 Arredondo 1 Arredondo 2 Ramales 1 Ramales 2

Selaya 1 Veguilla 4 Veguilla 2 Concha 1 Concha 2

Selaya 3 Veguilla 1 Veguilla 3 Concha 3

Vega de Pas 2 Bárcenas 1 Bárcenas 2 Bercedo 1

A continuación se comentan los resultados obtenidos en esta etapa del proceso.

La resolución espacial de las imágenes escaneadas

Se pretendía que la calidad de las imágenes escaneadas permitiera seguir bien el trazado
de las líneas, discriminando entre ellas cuando están muy juntas, a una escala de trabajo de
1:2.500. La resolución espacial de cada imagen, medida en puntos por pulgada, puede verse
consultando sus propiedades en la carpeta Imágenes raster.

Como ejemplo la figura 4 muestra un fragmento de una imagen raster obtenida


ajustando la resolución del escaneado a 600 ppp. La figura siguiente muestra un fragmento
de una imagen raster cuya resolución no fue ajustada previamente y quedó determinada por
el propio programa en aproximadamente 100 ppp (la línea que se ve a la derecha de la
coordenada es un doblez de la hoja original). Si se hubiera querido hacer una digitalización
automática, esta última imagen habría dado problemas a la hora de eliminar selectivamente
los elementos no deseados, porque es muy difícil discriminarlos por el color del pixel. Para
una digitalización manual esta resolución permite trabajar bien salvo en las zonas donde
las líneas se aproximan mucho. Según el grado de precisión que se quiera obtener esto
puede ser un problema o no.

La georreferenciación

Cada imagen raster georreferenciada está almacenada en un archivo con la extensión


.aux, que contiene la información de sus coordenadas en el mapa. Este archivo puede
modificarse permanentemente usando el comando de rectificación (Rectify) de la herramienta de
georreferenciación de ArcMap; al hacerlo se le asignan nuevas coordenadas.

17
La georreferenciación de las imágenes raster ha sido el paso más crítico en todo el
proceso de construcción del MDE, debido a lo difícil que es conseguir un resultado preciso y a la
trascendencia que tiene para la fiabilidad del modelo final cometer un error importante. La
calidad de la georreferenciación de una imagen raster en nuestro trabajo depende de dos factores:
la precisión espacial con la que se localizan los puntos control en el mapa de referencia (la
rejilla) y la precisión con la que éstos se alinean con los puntos control homólogos del raster una
vez realizada la transformación en éste. Del grado de fiabilidad de la georreferenciación
depende el grado de fiabilidad del modelo digital de elevaciones que se obtenga al final, ya que
el error cometido en este punto se transmite a lo largo del proceso de digitalización posterior
como un error posicional.

La precisión de los puntos que forman la rejilla está en función de la resolución espacial
que presenta la pantalla a la escala en la que se ha construído (distancia mínima que se puede
registrar entre dos coordenadas X y entre dos coordenadas Y). A la escala 1:2.500 (nuestro caso)
la resolución ha permitido localizar los puntos con un error de posición por debajo de los 70
cm., tanto en la coordenada X como en la coordenada Y (algunos puntos tienen un error de mm).
Hay que decir que, curiosamente, la resolución no es homogénea a lo largo de la pantalla, no sé
porqué. En cualquier caso se ha considerado que la precisión con que está hecha la rejilla es más
que aceptable para un modelo a escala territorial como el que pretendemos crear (1:25.000 –
1:10.000). En las imágenes que se muestran como ejemplo los puntos de la rejilla tienen el
símbolo +.

La alineación de las imágenes raster varía de un caso a otro, dependiendo (es de suponer)
del grado de deformación que presentaba el mapa original de papel a partir del cual se ha
obtenido cada una. Para algunas imágenes no se ha necesitado más que un mínimo de puntos
control (siempre igual o superior a tres) para conseguir un resultado satisfactorio en toda ella
(como en el ejemplo que se muestra en la figura 5). En otros casos, pese a haberse utilizado un
buen número de puntos, la alineación del raster no puede considerarse aceptable, ya que muchos
puntos presentan errores residuales aparentemente importantes, que además afectan al
solapamiento de imágenes contiguas.

El error cometido en la transformación del raster se mide comparando las


coordenadas de los puntos control en la rejilla (target), con las coordenadas de los
puntos homólogos en el raster, resultantes de aplicar la transformación. El error
cometido en cada punto es el error residual; el error global, aplicable a la totalidad
de los puntos utilizados en la transformación, se mide como error cuadrático medio
(raíz cuadrada de la media de los cuadrados de los errores residuales). Estos dos
errores se expresan separadamente para la coordenada X y para la coordenada Y. La
herramienta de georreferenciación de ArcMap registra automáticamente en una tabla
los valores de las coordenadas de los puntos control de la rejilla y de los puntos
transformados del raster a medida que éstos se van enlazando, compara estos dos
valores y proporciona el valor del error residual; también realiza los cálculos para dar
el ECM.

Teniendo en cuenta que los puntos de la rejilla usados para alinear y transformar el raster
tienen un pequeño error de posición (comentado arriba), el error de georreferenciación real
(que es el que nos interesa) debe medirse en relación al sistema de coordenadas reales de nuestra
proyección UTM y no al de la rejilla (usado sólo como referencia aproximativa):

18
ex = Xtransformado –Xreal ; ey = Ytransformado –Yreal

La Figura 6 muestra dos ejemplos de error de alineación (error residual):

El primero de ellos corresponde a un fragmento de la imagen “Selaya 3”. El vértice


de coordenadas UTM (en metros) que aparece es el (XY) 441.000 4.784.000. En la rejilla
creada este vértice (+) tiene los valores 440.999,81 4.784.000,47 (error de posición:
X= -0,19m; Y= 0,47m). El valor que toma este punto en la imagen raster después de
aplicar la transformación es aproximadamente 441.001,91 4.784.008,88 (error residual
X≈2,1m; Y≈8,41m). El error de georreferenciación real es aproximadamente X≈1,91 m;
Y≈8,88 m.

El segundo ejemplo es un fragmento de la imagen “Concha 1”. El vértice de


coordenadas UTM es el 462.000 4.788.000. En la rejilla tiene los valores 461.999,74
4.787.999,96 (error de posición X=-0,26m; Y=-0,04m). Después de aplicar la
transformación el valor de ese punto en el raster es aproximadamente 462.005,44
4.788.003,27 (error residual X≈5,7m; Y≈3,31m). El error de georreferenciación real
X≈5,44m; Y≈3,27m.

Un error de georreferenciación en una imagen raster que va a ser usada como


molde para la digitalización de distintos elementos cartográficos (curvas de nivel,
puntos de cota, ríos, etc.) se propaga como un error posicional (planimétrico) en la
capa vectorial resultante y en todas las capas que se creen a partir de ella. El efecto
de la inexacta localización de elementos con datos de cota se traduce en un error de
altitud en el modelo, que es proporcional a la tangente de la pendiente del terreno
(localizar una cota en el modelo con un error planimétrico de por ejemplo 10 m en un
terreno llano no tiene ningún efecto, pero localizarla en el pico de una montaña
supone desplazar esta cota 10 m y situarla en un punto donde en el peor de los casos
ya no hay montaña). Este tipo de errores puede dar problemas si posteriormente el
modelo se va a ver implicado en un proceso de análisis espacial o va a formar parte
de un mapa temático, casos en los que se van a superponer otras capas de distinta
procedencia (mapa de vegetación, mapa de suelos, etc.).

Corregir los errores graves de georreferenciación es fundamental. Para hacerlo, lo primero


sería examinar todos los puntos control (+) e identificar aquellos que tienen un error de
alineación importante; marcarlos con un color distinguible (rojo, por ejemplo) sería muy práctico
para tenerlos localizados. Si toda la imagen raster estuviera mal georreferenciada (cosa que creo,
no ocurre en ningún caso), habría que rectificarla de nuevo. Si sólo hay algunos puntos control
afectados por errores graves de alineación (como es el caso en alguna imágenes), se podrían
hacer dos cosas:

● como la finalidad de las imágenes raster es sólo servir de molde para la digitalización y
luego se pueden eliminar, no es necesario que cada una de ellas esté bien georreferenciada
en su conjunto (aunque es preferible); basta con que lo esté el fragmento que se está
digitalizando en ese momento. De este modo se podrían respetar los elementos que se han
digitalizado sobre fragmentos de la imagen comprendidos entre puntos control bien
alineados y digitalizar los que falten, luego rectificar los puntos control afectados por un

19
error de alineación (usando el comando de rectificación) y posteriormente digitalizar los
elementos del fragmento de la imagen comprendido entre ellos.

● rectificar toda la imagen aplicando una transformación de orden superior. Con esto quizá se
ganaría en precisión general de la imagen (reducción del ECM), pero podría perderse
precisión en los puntos que originalmente estaban bien alineados.

El solapamiento de imágenes

Cuando dos imágenes raster contiguas están más o menos bien georreferenciadas, al
menos en los bordes que comparten, solapan correctamente entre sí. Esto ha ocurrido en un buen
número de casos como los que se muestran en la Figura 7 y en la Figura 8; en la primera el
solapamiento es entre dos imágenes obtenidas a partir de hojas distintas del mapa topográfico y
en la segunda el solapamiento es entre imágenes procedentes de la misma hoja. En otras
ocasiones, los errores de georreferenciación de al menos una de las dos imágenes vecinas en el
mosaico se evidencian, a veces de un modo dramático, en la zona de solapamiento. Un ejemplo
de solapamiento defectuoso (y no el más grave) se muestra en la figura 9.

El problema del mal solapamiento de imágenes en teoría podría solucionarse de una de


estas maneras:

● rectificando el error de alineación en el borde conflictivo (con el comando de rectificación)


usando los vértices de coordenadas si están cerca del borde, y si no, buscando otros puntos
control que sean comunes en las dos imágenes (un punto de cota, un símbolo del mapa) y
seleccionando como los de referencia (target) los que correspondan a la imagen que esté
mejor georreferenciada.

● rectificando la imagen entera aplicando una transformación de orden superior

● si las dos imágenes comparten una zona de solapamiento más o menos ancha y el problema
se presenta sólo en el borde visible, de manera que más allá las dos se superponen
correctamente (como ocurre en algunos casos), prescindir de la imagen problemática (la
superior) y utilizar la imagen inferior como molde para la digitalización hasta donde el
problema de solapamiento desaparezca.

2. Digitalización manual

Para construir el modelo TIN lo más fielmente ajustado al modelo real posible, es
necesaria la participación de distintas estructuras vectoriales que ayuden a reproducir con el
suficiente detalle y precisión los elementos topográficos que definen el relieve. Estas estructuras
son: curvas de nivel maestras; curvas de nivel secundarias, en zonas donde la distancia entre
las curvas maestras sea demasiado grande5, o donde desempeñan un papel importante para
definir el relieve (cimas, fondos de valle, collados, etc.); puntos de cota; red fluvial (ríos,
arroyos, lagunas); red viaria (carreteras, caminos, sendas, etc.); líneas no representadas
explícitamente en la cartografía, pero que definen implícitamente la forma del relieve, como
líneas de cresta, líneas de fondo de barranco y de valle, aristas de ladearas, etc.

5
Este punto es especialmente importante cuando se quiere generar un modelo raster.

20
De todos estos elementos vectoriales mencionados, hasta ahora tan sólo se han
digitalizado los siguientes: la totalidad de las curvas de nivel maestras, una parte de las curvas de
nivel secundarias (están en el archivo “Curvas de nivel”), un reducido número de puntos de cota
(en el archivo “Mass points”) y casi toda la red fluvial (en los archivos “Hidrografía” y “Ríos”).
El resultado de la digitalización en toda el área de estudio se muestra en la figura 10. A
continuación quiero comentar algunos puntos importantes.

Para crear la estructura del TIN (construir los triángulos) sólo son aprovechables los
elementos que contienen datos de altura: las curvas de nivel, los puntos de cota y un arroyo
(el Barranco del Rosario, en el archivo “Ríos”). El resto de la red hidrográfica (en
“Hidrografía”) no cuenta con información altimétrica y tiene que ser digitalizada de nuevo,
asignando a cada vértice de las polilíneas su correspondiente altura como valor de z
(cuando se creó este shapefile, desde ArcCatalog, no se indicó que las coordenadas
contendrían valores z y por tanto no se pueden incluir hora –un fallo lamentable). Las
polilíneas creadas de nuevo deben incluirse en el archivo “Ríos”, porque en éste sí se
especificó que las coordenadas tendrían valores z.

Queda pendiente también digitalizar los demás elementos estructurales. Al igual que
en el caso de la red fluvial, se deben incorporar los valores de Z en cada vértice de la
polilínea, tomándolos de los datos de altura que aportan las curvas de nivel o los puntos de
cota que se cruzan con ellos. Los tramos entre dos datos de altura conocidos tendrán que
ser rectos y si esto supone cometer un error de generalización importante (línea recta donde
debería ser curva), habrá que optar por introducir un vértice con una altura aproximada.

Los elementos digitalizados pueden estar sujetos a tres tipos de error: errores
derivados de la inexactitud en la georreferenciación de las imágenes raster, errores
cometidos por la imprecisión en el trazado de las líneas al usar una escala de trabajo
pequeña (1:10.000) y errores al asignar una altitud incorrecta a un punto de cota, a una
curva de nivel, o a un vértice de una polilínea.

El primer tipo de error afecta a los puntos y líneas digitalizados a partir de


imágenes mal georreferenciadas. Para corregirlo es necesario rectificar primero estas
imágenes (del modo que se ha comentado en el apartado de “Georreferenciación” en
“Materiales y métodos”) y después, con la imagen ya bien georreferenciada, corregir
el trazado de las líneas y puntos, bien moviendo uno a uno los vértices mal
localizados, o, en el caso de las líneas, también redibujándolas mediante el comando
“Reshape Feature” de la herramienta de edición de ArcMap. La escala de trabajo
sería 1:2.500.

El error cometido por la imprecisión en el trazado afecta sólo a algunas curvas


maestras y a unos pocos puntos de cota que se digitalizaron al principio (un ejemplo
puede verse en la figura 14. Se corrigen moviendo los vértices o redibujando las
líneas, como he indicado arriba.

La asignación errónea de un dato de altura se corrige localizando la curva de


nivel, o el punto de cota afectado y cambiando el valor erróneo por el valor real en la
tabla de atributos. Si el error afecta a un vértice de una polilínea, se selecciona
primero la línea y con el botón derecho del ratón se selecciona el vértice y se
rectifica el valor Z.

21
El número de vértices que se han incluido en cada polilínea es quizá excesivo para
ser usados como datos de entrada de tipo punto acotado (mass point) en la creación del
TIN. En principio cada uno de estos vértices da lugar a un nodo en la red de triángulos, de
modo que si hay demasiados vértices habrá un número excesivo de pequeños triángulos,
muchos de los cuales no aportan información útil y ocupan memoria innecesariamente. No
sé si el programa lleva a cabo automáticamente una generalización de vértices, eliminando
los que no son necesarios en el proceso de interpolación; si no es así, quizá sería
conveniente hacer esta generalización por nuestra cuenta (previamente habría que hacer
una copia del archivo “Curvas de nivel” y trabajar con ella, para no perder los datos del
archivo original).

En la Figura 11 y en la Figura 13 se muestran ejemplos de digitalización de todas las curvas de


nivel, maestras y prácticamente todas las secundarias y los puntos de cota. En la Figura 12 sólo
se han digitalizado las maestras y algunos puntos de cota.

3. El Modelo Digital de Elevaciones

El TIN

El programa ha creado automáticamente el archivo TIN a partir de los datos de entrada


que se le han suministrado. El TIN es una estructura vectorial constituida por una red de
superficies triangulares adosadas entre sí por los vértices o nodos y los bordes que forman cada
triángulo. Los nodos se corresponden con los vértices que se han usado como datos de entrada y
conservan intacto en el TIN su valor de altitud y posición. Cada triángulo de la red contiene
información de altitud, pendiente, orientación, área y perímetro, de modo que a partir de ellos se
puede obtener un mapa de elevaciones, un mapa de pendientes, o un mapa de orientaciones.

El mapa que se presenta en esta memoria es un mapa de elevaciones, en el que las alturas
se han agrupado en 10 clases de 200 m de amplitud distinguibles con una rampa de color (la
clase correspondiente al último intervalo de alturas, 1.800-2.000, no debería figurar, ya que se ha
formado debido a un error en la asignación de la altura de un punto de cota; después fue
corregido). En la Figura 15 se muestra la superficie TIN de casi todo el área de estudio, primero
con los elementos a partir de los cuales se ha creado (curvas de nivel, puntos de cota y red
hidrográfica) superpuestos, y después sin ellos. La Figura 16 muestra un fragmento de la
superficie a una escala mayor.

Una de las características más interesantes que tiene el MDE de estructura TIN es que
puede ajustarse cuanto se desee a la complejidad del relieve, incorporando los vértices y las
líneas estructurales que sean necesarios.

La importancia de las líneas estructurales (hard breaklines) a la hora de modelar un


relieve se pone de manifiesto cuando aparecen “zonas críticas”: valles, barrancos, cauces
fluviales, dolinas, crestas, aristas de laderas, carreteras y en general cualquier elemento que
suponga un cambio abrupto o una discontinuidad en la pendiente de la superficie. En estos casos
la misión de una línea estructural es delimitar esta discontinuidad formando una secuencia de
bordes de triángulos que se interpone entre secuencias de vértices próximos a ambos lados de la
discontinuidad. En ausencia de la línea estructural se formarían triángulos entre estos vértices
próximos, que ocultarían la zona crítica; el resultado sería, por ejemplo, que donde debería

22
figurar una línea de cresta aparecería una meseta, o donde debería haber un fondo de valle, un
cauce de un río o de un barranco, aparecería una terraza o un “peldaño”.

La Figura 17 ilustra un ejemplo de esto. En ella se muestra un tramo del valle de


Soba con un tramo del río Gándara discurriendo por su fondo hacia el Norte y cuatro
arroyos que confluyen en él por sus dos márgenes. Para construir esta superficie TIN se
han usado las curvas de nivel (que aparecen dibujadas en azul) y la red hidrográfica
(también en azul). El arrollo que desciende hacia el río Gándara por la parte superior
izquierda del mapa es el Barranco del Rosario (el único elemento fluvial que contiene
datos de altitud), que se ha incorporado al modelo como línea estructural (hard breakline);
por otro lado, el río Gándara y los otros tres arroyos que se le unen se han añadido como
líneas de inflexión o rotura (shoft breaklines). En la imagen inferior que acompaña a la
figura 15 se muestra el fragmento del mapa topográfico sobre el que se ha realizado la
digitalización de estas líneas (corresponde a la imagen “Concha 1”). Puede verse cómo
incluyendo el río Gándara, los tres arroyos, las carreteras y las líneas de aristas, como
líneas estructurales, el modelo ganaría en realismo. También se mejoraría mucho si se
añadieran algunas curvas de nivel secundarias de la ladera situada en la margen derecha.

La Figura 18 y la Figura 19 muestran el resultado que se obtiene cuando se


incorpora una alta densidad de curvas de nivel y algunos puntos de cota. Puede apreciarse
que el relieve queda bastante bien definido sin necesidad, casi, de añadir otro tipo de líneas
estructurales en las zonas críticas.

Quizá la mejor manera de construir el TIN sea empezar haciendo un modelo sencillo y
posteriormente ir incorporando los elementos estructurales que se vayan requiriendo para
ajustarlo al modelo real con el detalle que se desee. En este sentido los resultados que se
muestran aquí pueden ser útiles para tener una idea de cómo actuar.

El Raster

El modelo raster de Matrices Regulares se ha generado a modo de prueba, para tener una
idea de la precisión y resolución que pueden conseguirse en función de los datos que se aportan y
de las características del relieve.

La estructura de Matrices Regulares consiste básicamente en una matriz de n filas y m


columnas que dan lugar a un conjunto de celdas cuadradas de un tamaño determinado; la matriz
se superpone imaginariamente sobre la superficie del terreno como si fuera una retícula. Cada
celda (unidad se superficie) representa una porción concreta del terreno, georreferenciada, y
describe una cualidad suya determinada mediante un valor que lleva asociado; en nuestro caso
esta cualidad es la altitud. El valor de cada celda se obtiene por estimación a partir de una
muestra de datos conocidos. Para calcularlo primero se definen las localizaciones de los puntos
problema (los puntos para los que se realiza la estimación), que se corresponden con los centros
de cada celda, y después se estima por interpolación el valor en cada uno de ellos en función de
los datos del entorno, proporcionados en nuestro caso por el TIN. Los valores de altitud que se
obtienen no tienen porqué corresponder exactamente con los valores reales en el terreno, porque
los valores estimados están influidos por los valores vecinos. Debido a su estructura de datos, el
modelo raster no puede representar elementos lineales como ríos, carreteras, puntos singulares
(cimas, fondos de dolinas), etc.

23
Nuestro modelo se ha creado a partir del TIN, seleccionando el atributo elevaciones para
su conversión a raster y reduciendo el tamaño de celda que por defecto ofrecía la aplicación, a 25
m (no sé si ello afectó al cálculo de los valores de los puntos problema). No estoy seguro de si la
conversión de TIN a Raster se realizó satisfactoriamente, porque tras seguir los pasos
especificados y pulsar la tecla OK, apareció un mensaje en la pantalla advirtiendo que se había
encontrado un determinado número de puntos (unos 2.000, creo recordar) con el mismo valor (¿o
con un único valor?); no sé si esto puede suponer un inconveniente a la hora de llevar a cabo el
proceso de conversión6. Aceptando el mensaje se mostró un típico raster en escala de grises, que
posteriormente se pasó a rampa de color. Como resultado final se obtuvo la imagen coloreada,
pero sin el sombreado que se esperaba, de un mapa de elevaciones, donde las alturas aparecen
agrupadas (por defecto) en 10 clases, con una amplitud de 163 m. Se muestra en la Figura 20 (el
área que cubre el modelo es más pequeña que la que aparece en otras figuras, porque el raster se
creó antes de terminar la digitalización. Se ha incluido la hidrográfica como referencia para
distinguir fácilmente las zonas bajas de las altas). Se puede tener una idea comparativa del raster
con respecto al TIN con más detalle viendo la Figura 16, por un lado y la Figura 18 y Figura 27,
por otro.

En cuanto a la precisión del modelo, ésta está en función en primer lugar, de la precisión
del TIN (porque ha sido generado directamente a partir de sus datos), de modo que cualquier
error que aparezca en él se transmite al raster. El TIN puede tener errores de precisión altimétrica
en las zonas de la superficie que están comprendidas entre vértices y bordes de triángulos (donde
los valores sí son exactos); este tipo de errores se producen en el proceso de interpolación que se
sigue para establecer los triángulos y son, supongo, inevitables. Otro tipo de errores, evitables al
menos parcialmente, son debidos a la ausencia de elementos estructurales en zonas críticas
(como expliqué en el apartado anterior). Así por ejemplo, si en el TIN aparece un aterrazamiento
o una meseta, donde debería haber un fondo de valle o una cresta, en el modelo raster las celdas
registrarán valores de altitud correspondientes a estas formas erróneas. Ejemplos de esto pueden
verse en las dos siguientes figuras:

La Figura 22 muestra el mismo tramo del valle de Soba que aparecía en la figura
17. En el TIN se podía apreciar un aterrazamiento en las márgenes del río Gándara (sobre
todo en la parte inferior izquierda de la imagen) y en las márgenes de los dos arroyos
inferiores, producido por no haberse incorporado los cauces de estos cursos de agua como
líneas estructurales. En el modelo raster este aterrazamiento no puede verse por la ausencia
de sombreado, pero accediendo (mediante el botón de identificación) a los valores de
altitud de las celdas que comprenden estas zonas aterrazadas, se ve que estos valores
coinciden con los de las curvas de nivel que las rodean (200 m).

La Figura 23 muestra otro ejemplo de aterrazamiento, que aunque sin mucha


importancia en cuanto a la fidelidad del modelo, es bastante ilustrativo. En este caso el
aterrazamiento se produce porque una curva de nivel dibuja un bucle cóncavo en una
ladera, que hace que vértices de la misma curva que están enfrentados formen triángulos
entre sí. En el TIN aparece una especie de peldaño en lugar de la hondonada real (no hay
imagen de esto, pero en la figura 16 se ven ejemplos similares). En el modelo raster este
“peldaño” queda registrado por los valores de altitud de las celdas que están dentro del
bucle, que en este caso concreto se puede apreciar muy bien porque la curva de nivel
responsable (con una cota de 560 m) marca la división entre dos clases de altura en el
mapa: el interior del bucle debería ser de color marrón oscuro y no claro, como aparece.
6
Sería interesante conocer el mecanismo de interpolación a partir de datos TIN (superficies, nodos y bordes de
triángulos)

24
Este tipo de errores se pueden corregir localizando las formas erróneas en el TIN y
añadiendo los elementos estructurales necesarios. Una vez hecho se puede generar un nuevo
raster más ajustado a la realidad.

La precisión del modelo raster está también determinada por factores que intervienen en
el proceso de interpolación y de creación de la matriz. La topografía del terreno por un lado y el
número, altitud y distribución espacial de los nodos, que determinan la estructura TIN por otro,
influyen a la hora de calcular el valor de altitud asignado a cada celda. Para calcular este valor
cada punto problema debe integrar los datos de altitud de su entorno, lo que será tanto más
complejo cuanto mayor sea el número de éstos y más variados sus valores. De este modo si en el
entorno de un punto problema (el centro de una celda) hay un número determinado de nodos (o
triángulos) cuyos valores de altitud varían mucho entre sí, esto afectará mucho al cálculo de su
valor de altitud y el resultado lo reflejará dando un valor más impreciso. El tamaño de celda
asignado a la hora de crear la matriz determina la resolución del modelo; cuanto más pequeña
sea, mayor será su número y por tanto más puntos problema habrá definidos. Más puntos
definidos significa más valores de altitud en el modelo y por tanto, más resolución. La cuestión
está en establecer un tamaño de celda apropiado, teniendo en cuenta la precisión que se quiere
obtener para el modelo y la precisión de los datos de los que se parte para crearlo.

Mediante un correcto análisis del error, realizado sobre una muestra amplia de puntos
control representativos del relieve se puede: calcular el error de cada punto (error local), estimar
el grado de precisión del modelo (validación) y ver si los errores de precisión detectados son
aleatorios, o presentan un patrón de distribución asociado por ejemplo a determinadas formas del
relieve, o a la distribución de los nodos o triángulos del TIN. El análisis del error se haría
tomando los datos de altitud reales (aportados por el mapa topográfico original) en los puntos
control seleccionados y comparándolos con los valores de altitud de esos mismos puntos en el
modelo, de modo similar a como se propuso para analizar el error de georreferenciación. El error
en cada punto sería la diferencia entre la altitud en el modelo y la altitud real. El cálculo del error
medio (EM) permitiría ver si los errores observados son de tipo aleatorio (en cuyo caso el EM
sería próximo a cero) o se deben a algún factor que los determina. Para estimar la precisión del
modelo no se puede usar el EM, porque los errores positivos y los negativos se anulan entre sí;
en su lugar se emplea el error cuadrático medio (ECM). Por último, si los errores obtenidos son
reflejados en una tabla de atributos, pueden ser posteriormente representados como una capa
superpuesta sobre el modelo raster o el TIN, lo que nos permitirá ver su localización en el mapa
y analizar un posible patrón de distribución.

La elección del número de puntos control y su localización es muy importante y hay que
hacerlo con cuidado. La finalidad del análisis del error es, por un lado detectarlo para corregirlo
cuando sea posible y por otro, validar el modelo, proporcionando información sobre el grado de
precisión que presenta (que será necesario conocer para sus posteriores aplicaciones). En ambos
casos es importante distinguir el tipo de error del que se trata, si es aleatorio, o por el contrario
está asociado con algún elemento topográfico, de la estructura de datos del TIN, o con ambos.
Por esta razón los puntos control deben localizarse sobre todos los tipos de estructuras
topográficas existentes en el terreno: picos de montañas, cimas de montes y colinas, crestas,
fondos de dolinas, fondos de valles y barrancos, cursos de agua, laderas empinadas, laderas
suaves, collados, zonas llanas, etc. Como lógicamente el punto elegido debe tener una altitud
conocida, debe situarse sobre un punto de cota o una curva de nivel. Para ver si la distribución de
los datos del TIN tienen un papel en la aparición de errores, estas localizaciones deberán elegirse
en zonas con una alta y una baja densidad de vértices o nodos de triángulos. Por otra parte quizá

25
sería conveniente elegir también algunos puntos control fuera de curvas de nivel y puntos de
cota, o sea fuera de la influencia de los vértices del TIN. La altura exacta no se conoce en estas
zonas, pero se sabe que está dentro de un intervalo de 10 m (la equidistancia de las curvas
secundarias. El valor de altura de un punto en el modelo debe estar también dentro de ese
intervalo de altura.

Por falta de tiempo el análisis del error no se ha llevado a cabo. Para ilustrar un poco
cómo se procedería, quiero poner algunos ejemplos donde se calculan los errores en puntos de
cota.
La Figura 24 muestra un fragmento de la Sierra del Hornijo (“Veguilla 2”) a
escala 1:5.000. En la imagen pueden verse las curvas de nivel y seis puntos de cota;
también puede apreciarse el tamaño de las celdas (25 m) y cómo éstas “tratan” de ajustarse
al contorno de las curvas de nivel (donde están situados los vértices de los triángulos del
TIN que han servido como datos para calcular los valores de altura en los puntos
problema). La imagen que acompaña al raster en la figura 22 muestra el fragmento
correspondiente del mapa topográfico, en el que se pueden ver los datos de altitud de los
puntos de cota y de las curvas de nivel (su equidistancia es de 10 m). En la tabla de abajo
se representan las altitudes reales y las calculadas por el modelo para los seis puntos de
cota de la figura (de izquierda a derecha y de arriba a abajo). Todos los valores están
expresados en metros.

punto i Coord. X Coord. Y Altura en MDE Altura real Error (ei)

1 455.964 4.787.774 1008,8151 1008 0,8151

2 456.228 4.787.862 974,5884 973 1,5884

3 456.055 4.787.298 1.242,3811 1.245 -2,6189

4 456.320 4.787.353 1.253,0746 1.258 -4,9254

5 456.572 4.787.269 1.211,5702 1.212 -0,4298

6 456.873 4.787.432 1.231,0151 1.236 -4,9849

La columna de errores muestra que en los dos primeros puntos el modelo sobreestima
ligeramente la altitud real y en los cuatro de abajo la subestima.
El error medio para estos seis puntos sería: EM = 1/n ∑ ei = -1,7592 m
El error cuadrático medio sería: ECM = √1/n ∑ei = 0.9482 m
2

(la raíz cuadrada afecta a todo el segundo miembro de la igualdad)

En Figura 25 los cuatro puntos de los que se van a calcular los errores locales se
encuentran localizados en una zona muy llana, las curvas de nivel están muy separadas
entre sí y por tanto los vértices de los triángulos del TIN están muy distanciados entre sí
también. La imagen corresponde al pueblo de Arredondo (“Arredondo 2”), donde por
cierto se encuentra situado el Centro Ecológico de la Montaña Oriental, que gestiona la
Fundación Naturaleza y Hombre y donde. Los puntos están ordenados de arriba abajo y de
izquierda a derecha.

26
punto i Coord. X Coord. Y Altura en MDE Altura real Error (ei)

1 451.072 4.792.010 192,9731 192 0,9731

2 450.816 4.791.886 163,3330 162 1,3330

3 451.562 4.791.706 164,7427 164 0,7427

4 451.612 4.791.444 162,9780 162 0,9780

Todos los errores son pequeños y de sobreestimación de la altura. Quizá el hecho de que
los cuatro puntos de cota estén más debajo que las curvas de nivel que los rodean
(representan “depresiones” en el terreno) tenga algo que ver.

EM = 1/n ∑ ei = 1,0067 m
ECM = √1/n ∑ei = 0,0286 m
2

Por último la Figura 26 muestra un ejemplo de digitalización exhaustiva de prácticamente


todas las curvas de nivel y los puntos de cota, donde tan solo faltaría incluir el río que
discurre por el fondo del valle y algunas líneas estructurales definiendo fondos de
barranco. El aporte de datos para construir el TIN es pues máximo y la densidad de curvas
de nivel en algunas zonas es tal que muchas celdas del raster se ven afectadas por más de
una y más de dos. Los valores de altitud de los puntos de cota y los errores son los
siguientes (de izquierda a derecha y de arriba abajo)

punto i Coord. X Coord. Y Altura en MDE Altura real Error (ei)


1 460.290 4.787.540 883,1404 885 -1,8596
2 460.520 4.787.587 803,6638 805 -1,3362
3 460.798 4.787.611 904,4124 909 -4,5876
4 461.018 4.787.574 896,6171 899 -2,3829
5 461.126 4.787.561 868,2658 868 0,2658
6 461.221 4.787.598 894,4811 896 -1,5189
7 462.846 4.786.973 717,8712 719 -1,1288
8 461.047 4.786.190 454,8694 455 -0,1306

Todas las alturas calculadas por el modelo, salvo la quinta, subestiman la altura real.

EM = 1/n ∑ ei = -1,5848 m
ECM = √1/n ∑ei = 2,1086 m
2

27
Conclusiones

El objetivo del proyecto no se ha cumplido, puesto que no se ha obtenido el modelo


digital de elevaciones definitivo y todavía quedan pendientes cosas importantes en los pasos
previos. Posiblemente el objetivo era demasiado pretencioso, pues construir un MDE a partir de
cartografía en papel por el procedimiento seguido es una tarea laboriosa, que requiere mucho
tiempo y además ciertos conocimientos técnicos y teóricos con los que en un principio apenas
contaba. Siendo realistas podría decirse que se ha conseguido hacer la mitad del trabajo.

Visto desde un punto de vista positivo, podría considerarse el trabajo realizado en estos
escasos cinco meses como una primera fase del proyecto, en la que se han conseguido unos
resultados más o menos satisfactorios, que no son definitivos, pero sí útiles. Un aspecto
interesante del trabajo es que se ha pasado por todas las etapas del proceso de construcción del
modelo, desde el escaneado de los mapas hasta la obtención del raster (tan solo faltan las fases
de validación y de creación de los metadatos). Algunas de estas etapas no se han completado del
todo y ofrecen resultados con errores más o menos importantes que deben corregirse, pero a
partir de lo que se ha hecho se puede tener una idea de lo que falta por hacer, de los problemas
que deben abordarse y más o menos del modo de resolverlos. Por otra parte, a partir del análisis
de los resultados obtenidos y de los errores cometidos se puede hacer una estimación del grado
de precisión que se puede conseguir y fijar unos límites de error.

Las tareas pendientes en cada etapa del proceso son las siguientes:

Georreferenciación de las imágenes raster

Corrección de errores. Como he propuesto en el apartado de resultados de la georreferenciación,


o como se considere oportuno.

Validación de cada imagen del el archivo .aux, incluyendo para cada una de ellas una tabla con
los errores residuales de los puntos control enlazados y del ECM de la transformación.

Creación de los Metadatos para cada imagen del archivo aux.

Digitalización.

Corrección de errores de digitalización en las curvas maestras y los puntos de cota afectados.

Corrección de errores debidos a la incorrecta georreferenciación en todos los elementos


afectados.

Digitalización con inclusión de datos de altitud de curvas de nivel secundarias, puntos de cota,
red hidrográfica, red de carreteras y caminos, y de líneas estructurales “implícitas”: líneas de
cresta, de fondo de valle y de barranco, etc.

Generalización de vértices de las curvas de nivel para utilizarlos como datos de entrada de tipo
punto acotado (Mass point) en la generación del TIN. Es una opción que debe estudiarse. En
caso de llevarse a cabo, debe hacerse sobre una copia del fichero “curvas de nivel”.

28
Creación de los Metadatos para cada archivo.

Generación del MDE TIN y RASTER.

Generación del TIN a partir de los datos digitalizados y generación del Ester a partir del TIN.

Validación de los dos modelos incluyendo para cada uno una tabla con los errores locales para
cada punto control, el error medio y el ECM.

Creación de los Metadatos para cada modelo.

Bibliografía consultada
ƒ ArcGIS Desktop Help. Manual de ayuda del programa ArcView.

ƒ Felicísimo, A.M.: Curso de Modelos Digitales del Terreno


http://www.etsimo.uniovi.es/~feli/CursoMDT/CursoMDT.html

ƒ Moldes Teo, F.J.: Tecnología de los Sistemas de Información Geográfica.RA-MA (1995)

ƒ Meaza, G. y col. Metodología y práctica de la Biogeografía. Ediciones del Serbal (2000)

Un libro recomendado

“La diversidad de la vida”, escrito por Edward O. Wilson. Crítica (Grijalbo) 1994.

Algunos recursos en Internet


Bookmarks Ir al índice
ƒ Behavioural Environmental Biology (U. Manchester) index.html
Material on-line del master de Biología de la Conservación que imparte el Departamento de Ciencias
Biológicas de la Universidad Metropolitana de Manchester. Incluye tres interesantes módulos:
Research Methods, Multivariate Statistics y GIS Conservation Unit. El referente a SIG es muy
interesante, con mucha información y muchos enlaces (merece mucho la pena entrar). Los tres módulos
pueden consultarse (para acceder a ellos hay que pinchar en “web based teaching”

ƒ ESRI Conservation Program conservation geography, activism and multicultural social change
Página web del Programa de Conservación de ESRI

ƒ ESRI Conservation Program Resources General Conservation


Documento donde se informa sobre el Programa de Conservación de ESRI. Dentro hay un vínculo a
Un documento donde se detalla claramente todo lo referente a este programa, incluyéndose información
muy interesante sobre la aplicación de un SIG en la conservación de la Naturaleza; está en “ESRI
Conservation Program Charter PDF”

29
ƒ ESRI
Página web de ESRI España. Con mucha información útil y muchos enlaces interesantes.

ƒ Página personal de A.M. Felicísimo


Una página muy interesante. Incluye material extraído de un curso que imparte en distintas
universidades sobre Modelos Digitales del Terreno y que he consultado hasta la saciedad (está en
Cursos”). También incluye distintos trabajos sobre el tema, realizados por otras personas (está en
“Invitados”) y un pequeño glosario.

ƒ Gabriel Ortiz Analista de Cantabria en GIS SIG (Sistemas de Información Geográfica) y cartografía.
Programación en ArcGIS, Ma
Es una página muy interesante (y muy bien diseñada). Con mucha información. Merece la pena
visitarla. Su autor trabaja en el CIMA (Centro de investigaciones Medio Ambientales), en Cantabria y
tiene un amplísimo conocimiento sobre SIG.

ƒ Pagina de presentacion del proyecto Fauna Iberica


Ofrece amplia y detallada información sobre el proyecto Fauna Ibérica que lleva a cabo el Museo
Nacional de Ciencias Naturales. Pinchando en la casilla “organización” aparece el organigrama del
proyecto. Pinchando luego en “Banco de Datos y SIG” y luego en el vínculo “Sistemas de Información
Geográfica (SIG)”, se puede ver una pequeña explicación de cómo aplican el SIG en el proyecto.

ƒ CTSP - The Conservation Technology Support Program


Este programa concede (o concedía) becas para equipamientos, software y prácticas para ayudar a
organizaciones conservacionistas a implantar un SIG. Independientemente de esto, la página tiene
información interesante y enlaces con otras páginas de SIG aplicado a la conservación.

ƒ GIS Lounge - Geographic Information Systems, Remote Sensing, Data, Analysis


En esta página se ofrece información, noticias, recursos, etc. sobre SIG. (Al pinchar en el vínculo
aparece un mensaje diciendo que la página no está disponible sin conexión, no hay que hacer caso;
pinchando 2 ó 3 veces en “seguir desconectados” por fin se abre la página.

ƒ Wildlife Ecology Software


Es un servidor de softwares relacionados con la Ecología.

ƒ Jenness Enterprises - GIS Consultation


Ofrece servicios de consulta personalizados sobre SIG basado en ArcView y muchas aplicaciones
gratuitamente (puede ser interesante).

30
Figuras
Figura 1

Volver

31
Figura 2 Volver

Tomado del capítulo 6 “Métodos y Técnicas en Zoogeografía” del libro “Metodología y Práctica de la
Biogeografía”. Ediciones del Serbal.

32
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Figura 3

33
Figura 4 Escala 1:2.500

Volver

Escala 1:2.500

34
Figura 5 Escala 1:25.000

Volver

Escala 1:10.000

35
Figura 6 Escala 1:2.500

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36
Figura 7 Escala 1:10.000

Volver

37
Figura 8 Escala 1:10.000

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38
Figura 9 Escala 1:10.000

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raster imferior

Selaya 1 Escala 1:10.000

39
Figura 10 Escala 1:150.000

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40
Figura 11 Escala 1:25.000

Volver

Figura 12 Escala 1:25.000

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41
Figura 13 Escala 1:10.000

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42
Figura 14 Escala 1:2.500

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43
Figura 15 Escala 1:100.000

Volver

Escala 1:100.000

44
Figura 16 Escala 1:25.000

Volver

Volver
Imagen del raster mostrando el mismo área Escala 1:25.000

45
Figura 17 Escala 1:10.000

Volver

Escala 1:10.000

46
Figura 18 Escala 1:10.000

Volver

Volver a Raster

Escala 1:10.000

47
Figura 19 Escala 1:10.000

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Escala 1:10.000

48
Figura 20 Escala 1:125.000

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1.537-1.700
1.374-1.537
1.211-1.374
1.048-1.211
885-1.048
722-885
559-722
396-559
233-396
70-233

49
Figura 21 Escala 1:25.000

50
Figura 22 Escala 1:10.000

Volver

51
Figura 23 Escala 1:5.000

Volver

52
Figura 24 Escala 1:5.000

Volver

1.211-1.374
1.048-1.211
885-1.048

53
Figura 25 Escala 1:10.000

Volver

54
Figura 26 Escala 1:10.000

Volver

55
Figura 27 Escala 1:10.000

Volver

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