Historia Del Sida
Historia Del Sida
Historia Del Sida
Teorías disidentes
Artículo principal: Científicos disidentes sobre la hipótesis que
correlaciona VIH con sida
Existe un grupo minoritario de científicos y activistas surgido
en la década del 80 que cuestiona la conexión entre el VIH y
el sida, e incluso la misma existencia del virus. También
ponen en tela de juicio la validez de los métodos de prueba
actuales. Estos disidentes alegan que no son invitados a las
conferencias sobre la enfermedad y que no reciben apoyo
monetario para sus investigaciones.
Miembros significados de este movimiento son el Profesor de
Biología molecular y celular Peter Duesberg, el matemático
Serge Lang, la Física médica Eleni Papadopulos-Eleopulos, el
biólogo molecular Harvey Bialy, el químico experto en
inhibidores de la proteasa David Rasnick y los Premios Nobel
Kary Mullis (Química en 1993) y Walter Gilbert (Química
1980).
Parte de estos científicos disidentes acusan a los científicos
del sida ortodoxos de incompetencia científica y fraude
deliberado. Según estos disidentes, los tratamientos
aceptados oficialmente provocarían el sida ([2]). Según ellos,
esta afirmación se ve respaldada por la farmacocinética de los
medicamentos, y puede ser comprobada con una lectura
cuidadosa de los prospectos.
Posición con mayor consenso en la comunidad
científica
Dentro de la comunidad científica existe un gran consenso
sobre VIH/Sida. Y aunque todavía existen varios aspectos de
la enfermedad que se desconocen, se considera que la
información que establece la relación causal entre el VIH y el
sida es contundente.
Las teorías disidentes son calificadas de pseudocientíficas por
la mayoría de la comunidad científica[8] [9] al negar la
existencia de lo que se considera gran cantidad de evidencia
empírica que refuta sus hipótesis. Consideran además que las
hipótesis no cumplen requisitos científicos básicos: no
cumplen la estrategia científica de la navaja de Occam, no
aportan evidencia empírica que demuestre anomalías en las
teorías consolidadas, eligen la evidencia de manera selectiva
para validar las hipótesis y se basan en conocimientos
obsoletos sobre virología.
Gran parte de la comunidad científica cree que la posición de
aquellos que niegan la existencia del VIH o su relación con la
enfermedad va en desmedro de la adopción de medidas
preventivas y terapéuticas adecuadas, un ejemplo de ello fue
la crisis humanitaria que sufrió Sudáfrica, tras el apoyo de
estas teorías. En respuesta a las hipótesis de los disidentes
del sida, en julio del 2000, más de 5000 científicos firmaron
una declaración, conocida como la declaración de Durban, que
tuvo como objetivo difundir en lenguaje comprensible los
datos considerados como más probados sobre la enfermedad.
[10]
Estado actual
En los países occidentales el índice de infección con VIH ha
disminuido ligeramente debido a la adopción de prácticas de
sexo seguro por los varones homosexuales y (en menor
grado) a la existencia de distribución gratuita de jeringas y
campañas para educar a los usuarios de drogas inyectables
acerca del peligro de compartir las jeringas. La difusión de la
infección en los heterosexuales ha sido un poco más lenta de
lo que originalmente se temía, posiblemente porque el VIH es
ligeramente menos transmisible por las relaciones sexuales
vaginales —cuando no hay otras enfermedades de
transmisión sexual presentes— que lo que se creía antes.
Sin embargo, desde fines de los años 1990, en algunos grupos
humanos del Primer Mundo los índices de infección han
empezado a mostrar signos de incremento otra vez. En el
Reino Unido el número de personas diagnosticadas con VIH se
incrementó un 26% desde 2000 a 2001. Las mismas
tendencias se notan en EE.UU. y Australia. Esto se atribuye a
que las generaciones más jóvenes no recuerdan la peor fase
de la epidemia en los ochenta y se han cansado del uso del
condón. El sida continúa siendo un problema entre las
prostitutas y los usuarios de drogas inyectables. Por otro lado
el índice de muertes debidas a enfermedades relacionadas
con el sida ha disminuido en los países occidentales debido a
la aparición de nuevas terapias de contención efectivas
(aunque más costosas) que aplazan el desarrollo del sida.
Prevención
Preservativo femenino
La única causa de la transmisión es el intercambio de fluidos
corporales, en particular la sangre y las secreciones genitales.
El virus VIH no se puede transmitir por la respiración, la
saliva, el contacto casual por el tacto, dar la mano, abrazar,
besar en la mejilla, masturbarse mutuamente con otra
persona o compartir utensilios como vasos, tazas o cucharas.
En cambio es teóricamente posible que el virus se transmita
entre personas a través del beso boca a boca, si ambas
personas tienen llagas sangrantes o encías llagadas, pero ese
caso no ha sido documentado y además es considerado muy
improbable, ya que la saliva contiene concentraciones mucho
más bajas que por ejemplo el semen, y también porque la
saliva tiene propiedades antivirales que hacen que destruya
al VIH.
Penetración
La infección por VIH por las relaciones sexuales ha sido
comprobado de hombre a mujer, de mujer a hombre, de mujer
a mujer y de hombre a hombre. El uso de condones de látex
se recomienda para todo tipo de actividad sexual que incluya
penetración. Es importante enfatizar que se debe usar el
condón hecho del material látex, pues otro condón (de
carnero) que existe en el mercado, hecho a base de material
orgánico, no es efectivo para la prevención. Los condones
tienen una tasa estimada del 90-95% de efectividad para
evitar el embarazo o el contagio de enfermedades, y usado
correctamente, esto es, bien conservado, abierto con cuidado
y correctamente colocado, es el mejor medio de protección
contra la transmisión del VIH. Se ha demostrado
repetidamente que el VIH no pasa efectivamente a través de
los condones de látex intactos.
El sexo anal, debido a la delicadeza de los tejidos del ano y la
facilidad con la que se llagan, se considera la actividad sexual
de más riesgo. Por eso los condones se recomiendan también
para el sexo anal. El condón se debe usar una sola vez,
tirándolo a la basura y usando otro condón cada vez. Debido
al riesgo de rasgar (tanto el condón como la piel y la mucosa
de la paredes vaginales y anales) se recomienda el uso de
lubricantes con base acuosa. La vaselina y los lubricantes
basados en aceite o petróleo no deben usarse con los
condones porque debilitan el látex y lo vuelven propenso a
rasgarse.
Sexo oral
En términos de trasmisión del VIH, se considera que el sexo
oral tiene menos riesgos que el vaginal o el anal. Sin
embargo, la relativa falta de investigación definitiva sobre el
tema, sumada a información pública de dudosa veracidad e
influencias culturales, han llevado a que muchos crean, de
manera incorrecta, que el sexo oral es seguro. Aunque el
factor real de trasmisión oral del VIH no se conoce aún con
precisión, hay casos documentados de transmisión a través
de sexo oral por inserción y por recepción (en hombres). Un
estudio[cita requerida] concluyó que el 7,8% de hombres
recientemente infectados en San Francisco probablemente
recibieron el virus a través del sexo oral. Sin embargo, un
estudio[cita requerida] de hombres españoles que tuvieron sexo
oral con compañeros VIH+ a sabiendas de ello no identificó
ningún caso de trasmisión oral. Parte de la razón por la cual
esa evidencia es conflictiva es porque identificar los casos de
transmisión oral es problemático. La mayoría de las personas
VIH+ tuvieron otros tipos de actividad sexual antes de la
infección, por lo cual se hace difícil o imposible aislar la
transmisión oral como factor. Factores como las úlceras
bucales, etc., también son difíciles de aislar en la transmisión
entre personas "sanas". Se recomienda usualmente no
permitir el ingreso de semen o fluido pre-seminal en la boca.
El uso de condones para el sexo oral (o protector dental para
el cunnilingus) reduce aún más el riesgo potencial. El condón
que haya sido utilizado ya para la práctica del sexo oral, debe
desecharse. En caso de que exista coito posterior, se utilizará
un nuevo profiláctico; ya que las microlesiones que se
producen en el látex por el roce con las piezas dentarias,
permiten el paso del virus.
Vía parenteral
Se sabe que el VIH se transmite cuando se comparten agujas
entre usuarios de drogas inyectables, y éste es uno de las
maneras más comunes de transmisión. Todas las
organizaciones de prevención del sida advierten a los
usuarios de drogas que no compartan agujas, y que usen una
aguja nueva o debidamente esterilizada para cada inyección.
Los centros y profesionales del cuidado de la salud y de las
adicciones disponen de información sobre la limpieza de
agujas con lejía. En los Estados Unidos y en otros países
occidentales están disponibles agujas gratis en algunas
ciudades, en lugares de intercambio de agujas, donde se
reciben nuevas a cambio de las usadas, o en sitios de
inyecciones seguras.
Los trabajadores médicos pueden prevenir la extensión del
VIH desde pacientes a trabajadores y de paciente a paciente,
siguiendo normas universales de asepsia o aislamiento contra
sustancias corporales, tales como el uso de guantes de látex
cuando se ponen inyecciones o se manejan desechos o fluidos
corporales, y lavándose las manos frecuentemente.
El riesgo de infectarse con el virus VIH a causa de un pinchazo
con una aguja que ha sido usada en una persona infectada es
menor de 1 entre 200[cita requerida]. Una apropiada profilaxis pos-
exposición (con medicamentos anti-VIH) logra contrarrestar
ese pequeño riesgo, reduciendo al mínimo la probabilidad de
seroconversión.
Circuncisión
Un estudio de 2005[13] informaba que el estar circuncidado
podría reducir significativamente la probabilidad de que un
hombre se infecte de una mujer seropositiva por penetración
vaginal. Los rumores en este sentido, producidos a partir de
trabajos anteriores no concluyentes, han aumentado ya la
popularidad de la circuncisión en algunas partes de África. Un
trabajo relacionado[14] estima que la circuncisión podría
convertirse en un factor significativo en la lucha contra la
extensión de la epidemia.
Resistencia natural
Investigaciones recientes[cita requerida] confirmaron que de hecho
existen personas más inmunes al Virus, debido a una
mutación en el genoma llamada "CCR5-delta 32". Según se
cree, habría aparecido hace 700 años, cuando la peste
bubónica diezmó a Europa. La teoría dice que los organismos
con ese gen impiden que el virus ingrese en el glóbulo blanco.
Este mecanismo es análogo al de la peste negra. El VIH se
desarrolla en estas personas de manera más lenta, y han sido
bautizados como "no progresores a largo plazo".
Saliva
Después de la sangre, la saliva fue el segundo fluido del
cuerpo donde el VIH se aisló. El origen del VIH salivar son los
linfocitos infectados de las encías (gingiva). Estas células
emigran dentro de la saliva en una tasa de un millón por
minuto. Esta migración puede aumentar hasta 10 veces (diez
millones de células por minuto) en enfermedades de la
mucosa oral, las cuales son frecuentes en un huésped
inmunodeficiente (tal como un individuo con infección por
VIH). Estudios inmunocitoquímicos recientes muestran que en
los pacientes con sida hay una concentración más alta de VIH
en los linfocitos salivares que en los linfocitos de la sangre
periférica. Esto sugiere que los linfocitos infectados reciben
una estimulación antigénica por la flora oral (bacterias en la
boca) lo que da lugar a una mayor expresión del virus" (A.
Lisec, "Za zivot", izdanje "U pravi trenutak", Dakovo 1994.
s.27O-271.)
Abstinencia
Según algunos estudios, los programas que preconizan la
abstinencia sexual como método preventivo exclusivo no han
demostrado su utilidad para disminuir el riesgo de contagio
del virus.[15] Edward Green, director del Aids Prevention
Research Project de Harvard, asegura que "El preservativo no
detiene el Sida. Sólo un comportamiento sexual responsable
puede hacer frente a la pandemia"[16]
Monogamia
En el África subsahariana,y otros países subdesarrollados, se
ha mostrado eficaz en la lucha contra el SIDA el fomento de la
monogamia y el retraso de la actividad sexual entre los
jóvenes.[17] [18]
Tratamiento
Actualmente existen medicamentos, llamados
antirretrovirales, que inhiben enzimas esenciales, la
transcriptasa reversa, retrotranscriptasa o la proteasa, con lo
que reducen la replicación del VIH. De esta manera se frena el
progreso de la enfermedad y la aparición de infecciones
oportunistas, así que aunque el sida no puede propiamente
curarse, sí puede convertirse con el uso continuado de esos
fármacos en una enfermedad crónica compatible con una vida
larga y casi normal. La enzima del VIH, la retrotranscriptasa,
es una enzima que convierte el ARN a ADN, por lo que se ha
convertido en una de las principales dianas en los
tratamientos antirretrovirales.[19]
En el año 2007 la Agencia Europea del Medicamento (EMEA)
autoriza el fármaco Atripla que combina tres de los
antirretrovirales más usuales en una única pastilla. Los
principios activos son el efavirenz, la emtricitabina y el
disoproxilo de tenofovir. El medicamento está indicado para
el tratamiento del virus-1 en adultos. [20]
El común denominador de los tratamientos aplicados en la
actualidad es la combinación de distintas drogas
antiretrovilares, comúnmente llamada "cóctel". Estos
"cócteles" reemplazaron a las terapias tradicionales de una
sola droga que sólo se mantienen en el caso de las
embarazadas VIH positivas. Las diferentes drogas tienden a
impedir la multiplicación del virus y, hacen más lento el
proceso de deterioro del sistema inmunitario. El "cóctel" se
compone de dos drogas inhibidoras de la transcriptasa
reversa (las drogas) AZT, DDI, DDC, 3TC y D4T) y un inhibidor
de otras enzimas las proteasas.
Al inhibir diferentes enzimas, las drogas intervienen en
diferentes momentos del proceso de multiplicación del virus,
impidiendo que dicho proceso llegue a término. La ventaja de
la combinación reside, justamente, en que no se ataca al virus
en un solo lugar, sino que se le dan "simultáneos y diferentes
golpes". Los inhibidores de la transcriptasa inversa
introducen una información genética equivocada" o
"incompleta" que hace imposible la multiplicación del virus y
determina su muerte Los inhibidores de las proteasas actúan
en las células ya infectadas impidiendo el «ensamblaje» de las
proteínas necesarias para la formación de nuevas partículas
virales.
La proteína SEVI
Según un trabajo elaborado en el año 2007 por científicos de
las universidades de Ulm y Hannover, en conjunto con
científicos españoles, se ha descubierto una proteína en el
semen humano, que facilita la transmisión del virusVIH.
Con frecuencia la cantidad de virus existente en el semen no
alcanza los niveles mínimos esperables para que pueda
generarse contagio. Sin embargo esta proteína llamada SEVI,
desempeña un rol de facilitador para la propagación de la
infección, con concentraciones de VIH en semen que de otro
modo jamás hubieran producido contagio.
Esta proteína se manifiesta en dos formatos o arquitecturas
diferentes. Es la SEVI de estructura amiloidea, la que cuenta
con capacidad de convertirse en patógena o mutar sus
propiedades biológicas [3]. Esta proteína favorece
considerablemente el contagio por semen, facilitando la
infección y distribución del virus.
El SEVI actúa concentrando el virus en la superficie de la
célula, que luego va a ingresar en forma masiva hacia el
citoplasma.