El documento discute el ser como el acto último de los entes. En menos de 3 oraciones:
El ser se define como el acto que engloba todas las perfecciones de los entes y los hace ser. La esencia y el ser se distinguen realmente, ya que la esencia limita el grado en que los entes participan en el ser. Esta distinción real entre esencia y ser es fundamental para entender la total dependencia de las criaturas respecto a Dios como su Creador y fuente del ser.
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El ser se define como el acto que engloba todas las perfecciones de los entes y los hace ser. La esencia y el ser se distinguen realmente, ya que la esencia limita el grado en que los entes participan en el ser. Esta distinción real entre esencia y ser es fundamental para entender la total dependencia de las criaturas respecto a Dios como su Creador y fuente del ser.
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El ser se define como el acto que engloba todas las perfecciones de los entes y los hace ser. La esencia y el ser se distinguen realmente, ya que la esencia limita el grado en que los entes participan en el ser. Esta distinción real entre esencia y ser es fundamental para entender la total dependencia de las criaturas respecto a Dios como su Creador y fuente del ser.
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EL SER, ACTO LTIMO DE LOS ENTES
1. EL ACTO DE SER, FUNDAMENTO LTIMO
DE LA REALIDAD DE LOS ENTES La multiplicidad de criaturas revela la existencia de perfecciones diversas y, ai mismo tiempo, muestra una perfeccin comn a todos los entes, que es el ser (esse). El ser trasciende cualquier otra perfeccin, porque se encuentra realizado en cada una de ellas, aunque de manera anloga; todo acto presupone el ser y lo manifiesta, si bien de un modo distinto: la vida, un color, una virtud, una accin, participan del ser, aunque, como es obvio, en distinto grado. Esa comunidad en el ser, unida a la diversidad en el modo de poseerlo y manifestarlo, es expresin de que todas las criaturas estn compuestas de un acto (el ser), que encierra de modo eminente todas sus perfecciones, y de una potencia (la esencia), que lo limita a un grado determinado. El ser, acto que engloba todas las perfecciones Del mismo modo que todos los hombres poseen una forma sustancial (acto en el mbito de la esencia) que hace que sean hombres, los entes tienen un acto (el ser), por el que son entes. Si la forma sustancial humana existiese separada de los individuos, contendra unidas y en plenitud todas las perfecciones que los hombres singulares tienen de manera limitada en nmero e intensidad, y si de hecho la encontramos restringida, es debido a la potencia que la recibe y la coarta. Anlogamente, el acto de ser de las criaturas -semejanza del ser divino- se encuentra limitado por una potencia (la esencia) que degrada su plenitud de perfeccin. Sin embargo, existe una diferencia capital entre el acto de ser y los dems actos de los entes (formas sustanciales y accidentales): cualquier otro acto, aunque existiese aislado de toda potencia, slo gozara de la perfeccin propia de ese modo de ser concreto (el hombre separado sera hombre en plenitud, pero no poseera ulteriores perfecciones, exclusivas de otras especies); el acto de ser, en cambio, de por s incluye las perfecciones de todas las especies reales o posibles, y no slo las de un tipo particular u otro. El ser, acto en sentido pleno Se ve, entonces, que el acto de ser es el acto en sentido lleno y propio, porque no incluye en s ninguna limitacin. Los dems actos, al contrario, se constituyen ya como modos de ser particulares, y, por tanto, como potencia con respecto al ser: son, y en ese sentido tienen ser, pero no son sin ms, sino segn una modalidad concreta, y en este sentido limitan al ser como una potencia a su acto.
El ser, por reunir de modo cabal las caractersticas del acto, puede subsistir independientemente de toda potencia. Se comprende as que Dios pueda ser denominado metafsicamente como Acto puro de Ser, que contiene en plenitud y simplicidad toda la perfeccin parcialmente dispersa entre las criaturas, y sobreabunda infinitamente toda la perfeccin del universo entero. En definitiva, el ser puede designarse con propiedad acto ltimo del ente, porque todas las cosas y cada una de sus perfecciones o actos no son ms que modos de ser, formas que poseen limitadamente (por participacin) el acto radical sin el que nada seran. El ser es acto de todos los dems actos del ente, pues actualiza a cualquier otra perfeccin, hacindola ser. Por ejemplo, el obrar, que es acto segundo, se fundamenta en las potencias operativas -acto primero en el orden de los accidentes-; y estas facultades, junto con el resto de las perfecciones accidentales, reciben su propia actualidad de la forma sustancial, que es el acto primero de la esencia; a su vez, toda la perfeccin de la esencia deriva del es se, que es por eso con propiedad acto ltimo y acto de todos los actos del ente. 2. EL SER Y LA ESENCIA SE DISTINGUEN REALMENTE El ser como acto de la esencia implica de modo necesario una distincin real con respecto a ella, ya que entre cualquier potencia y su acto existe una distincin real. Histricamente, esta distincin ha sido muy controvertida por algunos escolsticos formalistas, que incluso pretendan apoyarse en Santo Toms. Sin embargo, en las obras de ste se encuentran numerosas pruebas que abogan en favor de la distincin real, sin la que, por otra parte, resultara imposible entender su doctrina Recogemos ahora tres argumentos, que pueden ayudar a comprender mejor cmo la esencia y el acto de ser se diferencian realmente: 1) Por la limitacin de las criaturas. Cualquier criatura posee la perfeccin de ser de un modo parcial, tanto extensiva como intensivamente. Desde el punto de vista extensivo, es fcil notar que, junto a cualquier ente, hay muchos otros que tambin son, de manera que ninguno de ellos agota la perfeccin de ser. Adems, en cuanto a la intensidad, ninguna criatura posee las perfecciones en el grado mximo en que stas pueden hallarse. Y as, por muy inteligente que sea un hombre, siempre es posible encontrar una inteligencia ms profunda; la bondad de una criatura es siempre inferior a la de otra ms perfecta, la de un vegetal superior a la de un mineral, la de los ngeles mayor que la del hombre, y la de Dios, infinitamente ms alta que la de todas las criaturas: Por tanto, los entes creados no se identifican con su ser: lo tienen limitadamente, es decir, no de manera plena, sino incompleta. Poseer una perfeccin participada implica -como ya vimos- una dualidad real de principios: el participante, o sujeto que recibe la perfeccin y la limita (potencia), y el acto o perfeccin participada. En este caso, el acto es el ser, y la esencia su potencia receptiva. 2) Por la multiplicidad de los entes creados. La existencia de muchas criaturas indica por fuerza que stas se componen de esencia y acto de ser. Si existe alguna cosa cuya esencia sea igual a su ser, necesariamente debe ser una y simple, ya que es imposible que un acto se multiplique si no es por su unin con algo distinto de l; como se multiplica, por ejemplo, la especie en los individuos, al recibirse la forma sustancial en diversas materias. La perfeccin de ser se encuentra realmente multiplicada en muchos individuos, y esto sera imposible si no es por su unin con una potencia -la esencia- realmente distinta del ser. 3) Por la semejanza de los entes entre s. Si dos o ms cosas son semejantes, es preciso que en ellas haya algo por lo que convienen y, a la vez, algo por lo que difieren. Y, como es obvio, el principio de semejanza tiene que ser realmente distinto del principio de diversificacin. Observamos que todas las criaturas convienen en el ser, y en eso se asemejan todas, y difieren por su esencia, que limita de maneras diversas al ser, La esencia y el ser son, pues, realmente distintos. La distincin real, fundamento de la total dependencia de la criatura al Creador Aunque el tema que venimos desarrollando se haya reducido a veces a complejas disputas de escuelas, se trata de una cuestin viva, que pone en juego algo tan importante como la comprensin de las relaciones de la criatura con Dios. En efecto, la distincin real entre esencia y ser, permite entender correctamente cmo la criatura depende del Creador, la naturaleza de esta dependencia, y la presencia ntima de Dios en el ente creado. Solamente Dios es Acto Puro, Perfeccin ilimitada y subsistente por s misma; las criaturas, por el contrario, son limitadas, tienen el "ser recibido de Dios, y estn por eso necesariamente compuestas de potencia y acto. Esto slo es posible si la esencia y el acto de ser -nicos principios constitutivos que afectan a todas las criaturas- son realmente diversos. De otro modo, la finitud de lo creado sera metafsicamente inexplicable, como lo es, en el fondo, la limitacin del acto por s mismo. Si la distincin esencia-ser no fuese real, el acto creador no dejara ninguna huella en la estructura misma de lo creado: ya que la criatura manifiesta su origen de la nada, su indigencia y su finitud, justamente por su composicin real de esencia y acto de ser, por la que el esse no se encuentra contenido de modo necesario en la esencia. Adems, esto explica la naturaleza de la dependencia que une a las criaturas con su Causa: toda la creacin pende de Dios como de su Principio radical, ms total y profundo. El punto de encuentro entre la criatura y su Creador es el ser, cuyas peculiares caractersticas justifican la plena subordinacin de la realidad finita al Ser subsistente. Esa sujecin, como acabamos de mencionar, es: - radical: todos los efectos dependen de su causa en la misma medida en que son producidos por ella. El efecto propio e inmediato de la accin divina creadora y conservadora es el ser de cada ente, que constituye una semejanza del Ser divino. Como el esse es el acto de todos los dems actos de las criaturas, la dependencia de stas con respecto a Dios es radical, ya que sin el ser nada seran; - total y omnicomprehensiva: adems, esa dependencia se extiende a todas y cada una de las perfecciones del compuesto -sustancia, cualidades, facultades y operaciones, etc-, que son slo potencia con respecto al ser; - intimsima: por fin, como el ser es lo ms ntimo de cada cosa, ms ntimo incluso que su misma esencia, la presencia de Dios en las criaturas por medio del acto de ser es ms profunda que la de la criatura a s misma. Por ltimo, el esse, en cuanto acto de la esencia, consiente razonar la diferente necesidad de ser de los entes creados, que unos sean corruptibles y otros inmortales. Si el ser no fuera un principio real de la criatura, sino algo meramente extrnseco -su procedencia de Dios-, todas las cosas seran igualmente contingentes: la misma necesidad de ser tendran los ngeles, el alma humana, los animales, etc., pues todos ellos proceden de Dios del mismo modo y, en cuanto al hecho de ser creados, no se distinguen. Por el contrario, como es acto, el esse se determina por la esencia que lo sustenta, y se ve afectado por las condiciones de sta; hay esencias que, una vez creadas, por la misma naturaleza que Dios les ha concedido, incluyen la permanencia en el ser (los ngeles y el alma humana, que son espirituales e inmortales), mientras otras -todos los seres corruptibles- no exigen esa estabilidad. 3. LA COMPOSICIN ESENCIA-ACTO DE SER, ESTRUCTURA FUNDAMENTAL DE LOS ENTES CREADOS Se suele decir que la composicin esencia-acto de ser es de un orden trascendental, porque acompaa necesariamente a todos los entes creados, materiales y espirituales. Esta composicin define metafsicamente a la criatura, ya que constituye la raz de su finitud. Adems, es la fuente de otras composiciones de las realidades finitas: ser y obrar, sustancia y accidentes, etc. Justamente por tener el ser limitado en la esencia, las criaturas son susceptibles de recibir un perfeccionamiento ulterior, que se realiza a travs de los accidentes, y de modo particular por las operaciones. El ser y la esencia, principios inseparables de los entes La composicin de esencia y acto de ser no debe entenderse como el resultado de la agregacin de dos realidades completas y acabadas. Son ms bien dos principios metafsicos que se unen para constituir un nico ente, y que guardan entre s una ordenacin como la de la potencia y el acto: la esencia es potencia con respecto al ser, y no puede existir separada de l. Se trata, por tanto, de una potencia que no es separable de su acto, sino que siempre va unida a l. La dependencia entre ambos principios es estrechsima. Existen entes compuestos de esencia y ser, y no esencias o actos de ser independientes. La esencia slo existe por el ser, ya que, antes de tener el ser, no es nada, sino slo en el entendimiento del Creador, donde ya no es criatura, sino la misma esencia creadora. Dios, al crear, produce entes de la nada, es decir, un acto de ser limitado por su propia esencia; no dos cosas diversas, que primero hace y despus une, sino una sola cosa, limitada y, por tanto, compuesta de potencia (esencia) y acto (esse).
El ser en los entes materiales El ser de cada ente es acto con respecto a la esencia, de modo anlogo a como la forma lo es de la materia. Los dos actos, ser y forma sustancial, ven restringida su propia plenitud por el sujeto que los recibe. De todos modos, existe una diferencia fundamental: la forma determina a la materia, atrayndola a su propio modo de ser; el ser no determina a la forma, sino que es determinado por ella. La materia prima es completamente indeterminada, porque carece de contenido actual, y por eso la forma la determina a ser materia de esta especie o de aquella otra; el ser, en cambio, no carece de contenido actual, sino que ms bien posee todos los actos de manera eminente. Por eso, la forma determina al ser en un sentido opuesto a como determina a la materia: al ser, limitando su actualidad; a la materia, confirindosela.
4. EL SER COMO ACTO, NCLEO DE LA METAFSICA DE SANTO TOMS La nocin de esse como acto ltimo y la composicin de ser y esencia, caracterstica de toda criatura, constituyen uno de los temas primordiales de la metafsica y de la teologa de Santo Toms. Se halla presente en la resolucin de un sinnmero de cuestiones que resultaran menos inteligibles sin el recurso al ser como acto ltimo del ente. Sealamos, de manera sinttica, algunos de estos temas: 1. Naturaleza metafsica de Dios: Dios se caracteriza metafsicamente como Esse Subsistens, Acto Puro de Ser, que subsiste por s mismo, sin ninguna esencia que lo limite. Su esencia es su mismo Ser. 2. La distincin entre Dios y las criaturas: lo que distingue radicalmente a las criaturas del Creador es la composicin de esencia y ser, que afecta a todo lo creado y que es causa y raz de toda otra diversidad. 3. Semejanza de la criatura con Dios y conocimiento del Creador. Al descubrir que el acto intrnseco y constitutivo de la criatura es el ser - semejanza del ser divino-, comprendemos que las cosas reflejan la perfeccin de Dios, y que a travs de ellas alcanzamos un conocimiento de su Causa. 4. Dependencia absoluta de todos los entes con respecto a Dios. La esencia como potencia de ser entraa en la criatura una constante dependencia con respecto a Dios, que, en cuanto Ser por esencia, es causa creadora y conservadora del ser que la criatura posee por participacin. 5. La distincin entre la criatura espiritual y material: la estructura de esencia y actus essendi permite advertir la finitud de las criaturas espirituales -afectadas por esta composicin- manteniendo su diversidad con respecto a las sustancias corpreas, compuestas, adems, de materia y forma. La nocin de actus essendi es tan capital que su oscurecimiento, tal como se ha verificado a lo largo de la historia, ha determinado numerosos errores metafsicos. En sntesis, el rechazo del ser como acto de la esencia comenz con el formalismo de algunos escolsticos posteriores a Santo Toms. La esencia no se advierte ya como potentia essendi, sino como algo en cierto modo autnomo. Al no considerar el ser como acto intrnseco del ente, sino como algo exterior -un mero estado, resultante de la accin divina, sin ningn reflejo en la contextura de la realidad-, la esencia adquiere un valor desproporcionado: ms que estar en funcin del ser, es ste el que se subordina a la esencia, que pasa as a convertirse en el constitutivo funda-mental de la criatura. La esencia, as desgajada del ser, slo se define por su contenido abstracto o inteligibilidad, y ste constituye un terreno abonado para cualquier metafsica que conceda primaca al pensamiento sobre el ser. Se comprende entonces que a la filosofa de la esencia le sucediera en el tiempo lo que se ha dado en llamar el inmanentismo metafsico. El ser, mantenido hasta ahora como una adherencia extraa en un mundo de esencias, se ve definitivamente sustituido por el acto de la razn que da inteligibilidad a las esencias y les otorga la nica realidad que la inmanencia admite: la realidad pensada.
BIBLIOGRAFA SANTO TOMS DE AQUINO, Summa contra gentiles, I, c.70; II, c.53; Quodlibetum, III, q.l, a.l; VIII, a.l; De spir. creat., a.l; De subst. sep., c.6. C. FABRO, La nozione metafsica de partecipa- zione, S.E.I., Torino 1960. F. INCIARTE, Forma formarum, Alber, Freiburg 1970. H. BECK, El ser como acto, EUNSA, Pamplona 1968. B. LAKEBRINK, Klassische Metaphysik, Rombach, Freiburg 1967. A. L. GONZLEZ, Ser y participacin, EUNSA, Pamplona 1979.