Psicología Forense

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Psicologa forense: sobre las causas de la conducta criminal

Psicologa Jurdica - Forense


Publicado: marzo 4, 2004, 18votos , 11 Comentarios

Angie Vzquez Rosado
Universidad Interamericana de Puerto Rico
San Juan, Puerto Rico

Existen muchas causas para la conducta humana en toda su diversidad, y lo mismo aplica
especficamente a la conducta criminal. El incremento de la violencia a nivel global, as
como de los delitos y actos criminales, recibe ya atencin prioritaria. Es as como la
Convencin Anual de Psiquiatra, APA -American Psiquiatric Association-, realizada en
Pensilvania en el 2002, estudi la relacin de los trastornos mentales con la violencia y la
conducta agresiva. Otras profesiones, gobiernos, pases y organizaciones, como la
Organizacin Mundial de la Salud se han visto obligados a atender urgentemente el
fenmeno dado su amenazante y constante incremento. En Puerto Rico, ya desde el 1983 se
haba celebrado el Primer Congreso sobre la Criminalidad en el Colegio de Abogados
auspiciado por el Partido Socialista Puertorriqueo (PSP). En este ensayo quiero resumir
estudios e identificar variables de causa-etiologa desde las perspectivas biolgicas,
sociolgicas y psicolgicas. No pretendo ser exhaustiva proveyendo profundidad de anlisis
sino limitarme a identificar en un solo ensayo algunas de las principales variables asociadas
con la conducta criminal.
Causas biolgicas
Estamos en un momento histrico crucial donde la nueva tecnologa investigativa habr de
ayudar a entender mejor -con evidencia clara y contundente- el verdadero espectro de
posibilidades en variables de ndole biolgica, orgnica, congnitas o heredadas (tome por
ejemplo el Proyecto del Genoma Humano).
No creo que la biologa pueda darnos la explicacin total a la conducta criminal, pero
igualmente creo que es obligatorio que todo profesional del campo de las Ciencias Sociales
se actualice en estos nuevos descubrimientos e hiptesis, por cuanto es objetivo y
competente reconocer aquellas condiciones fisiolgicas, neurolgicas, cromosmicas y
anatmicas que puedan determinar algunos de los muchos casos de conducta criminal.
La gran cantidad de estudios para explicar la criminalidad en la perspectiva biolgica no es
un evento, moda o patrn nuevo. No obstante, hoy da las investigaciones giran explorando
nuevas, o ms especficas, variables que incluyen una variedad enorme de factores fsicos
tales como los niveles alterados de serotonina (perspectiva bioqumica; desbalances
qumicos), alteraciones en el lbulo frontal, ADD (desorden de dficit de atencin), niveles
altos de testosterona combinados con niveles bajos de serotonina, niveles bajos de
colesterol, el efecto en general de los andrgenos, el efecto de diversas drogas auto-
inducidas (ingeridas), los efectos de las dietas (enfoque nutricional), alteraciones por cobre
y zinc, el efecto de traumas y accidentes, el efecto de traumas en guerras o eventos de estrs
en desastres naturales (sndrome post-traumtico), el efecto de la contaminacin ambiental
y las toxinas, hiperactividad, problemas cognitivos, el efecto del tabaquismo en la madre
sobre los hijos (as), efecto del cido rico, la predisposicin gentica, y la relacin entre
estados emocionales alterados (depresin y ansiedad) y la conducta criminal, entre muchos
otros.
A continuacin presento un breve resumen de algunos de los muchos estudios que estn
siendo realizados en esta rea de estudio en la relacin entre factores orgnicos y conducta
criminal.
En cuanto a trastornos bioqumicos: Serotonina (serotonina)
Richard Wurtman (Crime Times, Vol 1, 1995) ha encontrado que dietas de alto
carbohidratos y bajas protenas afectan los niveles normales de la serotonina,
neurotransmisor natural que cuando est en niveles alterados o anormales tiene efectos
cerebrales asociados con tendencias suicidas, agresin y violencia, alcoholismo y conducta
impulsiva. Las funciones normales de la serotonina son la regulacin de la excitacin, los
estados de nimo, la actividad sexual, la agresin y el control de los impulsos. Algunos
estudios asocian niveles bajos de serotonina con la conducta violenta-aberrante. Jeffrey
Halperin (1995, en American Journal of Psychiatry) compar varones agresivos con no
agresivos, ambos con diagnsticos de ADD (dficit de atencin) combinado con
diagnsticos de hiperactividad. Se les administr la droga fenfluramina, que provoca
respuestas en el sistema serotonergnico. Los resultados mostraron cambios positivos en los
nios agresivos al bajarle los niveles de serotonina. Matti Virkkunen (1994) cree haber
identificado variaciones genticas especficas que predisponen algunos individuos hacia la
conducta suicida. Tomando casos de jvenes ofensores violentos, descubri que una
variante del gen THP (tryptophan hydroxylase) cuyos cdigos producen una enzima
necesaria para la biosntesis de la serotonina, estaba asociada fuertemente con los intentos
suicidas irrespectivo a si los jvenes eran, o no, impulsivos. Un segundo estudio, demostr
que bajos niveles del metabolito 5-HIAA (localizado en el lquido cerebro espinal) estn
asociados con pobre control de la conducta impulsiva (sobre todo en alcohlicos). Por
ltimo, estudios en monos consistentemente demuestran altos niveles de agresividad cuando
los niveles de serotonina son bajos (Kyes, 1995).
Condiciones congnitas: Sndrome fetal alcohlico
Estudios realizados por Ann Streissguth (1991) encontraron que el 6.2% de los adolescentes
y adultos que muestran niveles significativos de conducta mal adaptativa nacieron bajo
condiciones de Sndrome Fetal Alcohlico. Esta conducta evidenciada incluye
impulsividad, falta de consideracin con los dems, mentir, engaar, robar, y adiccin al
alcohol o drogas. Tambin mostraron dificultad de vivir independientes a los padres, pobre
juicio social y dificultades en conducta sexual, soledad y depresin. No obstante, aunque
siempre se ha pensado que el alcoholismo de la madre es lo que ms afecta, tambin se han
comenzado estudios sobre el papel del alcoholismo en el padre. Estudios realizados por
Theodore Cicero (1994) encontraron que los hijos de hombres alcohlicos tienden a mostrar
problemas de conducta y problemas en las destrezas intelectuales. Cicero sugiere que esto
est directamente relacionado con el efecto del alcohol sobre los espermatozoides o las
gnadas. Cicero dice que los hijos varones de padres alcohlicos tienden a dar pobres
ejecuciones en los tests de aprendizaje y destrezas espaciales. Tambin demuestran tener
niveles ms bajos de testosterona y beta-endorfinas. Las hijas muestran niveles hormonales
alterados en hormonas relacionadas a tensin reaccionando de forma distinta a situaciones
de estrs a las fminas que no tienen el factor de padres alcohlicos.
El efecto de golpes-traumas y alteraciones del lbulo frontal
Alan Rosembaum (1994) realiz un estudio en los que descubre que los traumas cerebrales
anteceden cambios de conducta predisponiendo hacia un incremento en violencia. Muchas
de estas lesiones fueron adquiridas en la infancia tanto bajo juegos como en accidentes o
producto de maltrato infantil. Su estudio fue realizado con 53 hombres que golpeaban a sus
esposas, 45 hombres no-violentos y felizmente casados, y 32 hombres no-violentos pero
infelizmente casados. 50% de los agresores haban sufrido alguna lesin en la cabeza previa
a sus patrones de violencia domstica.
De otra parte, Antonio Damasio (1995) sugiere que daos al lbulo frontal a nivel de la
corteza cerebral puede evitar que la persona pueda formarse evaluaciones de valor positivo
o negativo al crear imgenes y representaciones sobre los resultados, repercusiones y
consecuencias futuras de acciones al presente creando las bases de ciertas conductas
sociopticas. Estudios de Antoine Bechara (1994) confirman la correlacin entre lesiones de
la corteza en el lbulo frontal y conductas peligrosas tales como hacer dao solo por
divertirse.
Estudios con PET (tomografa de emisiones positrnicas; mide el insumo de glucosa al
cerebro) realizados por Adrian Raine (1994) demuestran que niveles bajo de glucosa a la
corteza pre-frontal son frecuentes en los asesinos (sus estudios son preliminares; la muestra
fue de 22 asesinos confesos con 22 no-asesinos de control). Bajos niveles de glucosa estn
asociados con perdida de auto-control, impulsividad, falta de tacto, incapacidad de
modificar o inhibir conducta, pobre juicio social. Los autores de este estudio plantean que
esta condicin orgnica debe interactuar con condiciones negativas del ambiente para que la
persona entonces cree un estilo de vida y personalidad delincuente y violenta de forma ms
o menos permanente.
Efectos de medicamentos-drogas
Medicamentos, legalmente recetados por mdicos como parte de tratamiento a condiciones
como epilepsia, pueden tener efectos negativos aumentando la irritabilidad, la actividad y el
desajuste emocional. Tal es el caso de medicinas como Mysoline que es recetada como
anticonvulsivo (1994).
Efectos Nutricionales
Katherine y Kenneth Rowe (1994) estudiaron grupos de nios diagnosticados con
hiperactividad. Los padres les daban alimentos con colorantes como parte de sus dietas
regulares. El estudio consisti en una dieta con el colorante Amarillo #5 y placebos para el
grupo control. El reporte de los padres y observadores fue que se manifest un incremento
en conductas de llanto frecuente, rabietas, irritabilidad, inquietud, dificultad de conciliar el
sueo, prdida de control, y expresiones de infelicidad. Muchas de estas conductas son
precisamente las que les crean problemas de ajuste escolar limitando su aprendizaje e
integracin a las reglas del saln de clases.
Trastornos hormonales
Ante el hecho obvio de que el hombre tiende a mostrarse ms agresivo que las mujeres, las
hormonas masculinas -la testosterona- ha sido objeto de estudio en la conducta violenta.
James Dabbs (1995) estudi 4,4462 sujetos masculinos encontrando una alta incidencia y
correlacin entre delincuencia, abuso de drogas tendencias hacia los excesos y riesgos en
aquellos que tenan niveles ms altos de lo normal y aceptable en la testosterona. En las
crceles, encontr que aquellos convictos de crmenes ms violentos fueron los que ms
altos niveles de testosterona reportaron. Tambin encontr en los estudios de saliva de 692
convictos por crmenes sexuales que estos tenan el nivel ms alto entre todos.
Alteraciones en conducta por hiperactividad orgnica
Rachel Gittelman (1995) sostiene que varones hiperactivos muestran una tendencia alta de
riesgo a entrar en conducta antisocial en la adolescencia. Esta tendencia es cuatro veces
mayor a la de jvenes que no son hiperactivos, y parecen tener historiales de ms incidentes
de arrestos, robos en la escuela, expulsin, felonas, etc., 25% de los participantes en el
estudio haban sido institucionalizados por conducta antisocial.
Dao cerebral
Estudios demuestran que daos cerebrales son la regla entre asesinos y no la excepcin.
Pamela Blake (1995) estudi 31 asesinos con ayuda de la tecnologa mdica de los EEGs,
MIRs y CT SCANS y con pruebas psiconeurolgicas. Estos haban sido acusados de ser
miembros de gangas, o violadores, ladrones, asesinos seriales, asesinos en masa, y dos
haban asesinado hijos. En 20 de estos casos se pudo establecer diagnsticos neurolgicos
claros. Cinco casos demostraron efectos de sndrome fetal alcohlico, nueve mostraron
retardo mental, un caso tena perlesa cerebral, uno ms caso tena hipotiroidismo; un caso
tena psicosis leve, otro ms tena nicroadenoma en la pituitaria con acromegalia y retardo
mental fronterizo y otro tena hidrocefalia; tres mostraron epilepsia; tres, lesiones cerebrales
y dos, demencia inducida por alcohol. Algunos mostraron combinaciones. 64.5% mostraron
anormalidades en el lbulo frontal y 29% parecan tener defectos en lbulo temporal. 19
sujetos mostraron atrofia o cambios en la material blanca del cerebro. El 83.8% de los
sujetos mostr abuso en sus infancias, y 32.3% haba sido abusado sexualmente.
Intoxicaciones y contaminacin ambiental
Es de reciente inters el estudio del efecto de diversas fuentes de toxicidad sobre la
humanidad. Un estudio formal sobre el efecto del plomo indica que produce alteraciones en
la conducta hacia la violencia y la conducta antisocial. En este estudio, Herbert Needleman
(1996) 212 varones de escuela pblica en Pittsburgh, entre las edades de 7-11, fueron
evaluados en cuanto a la concentracin de plomo en sus huesos mediante pruebas de rayos
Xs fluorescentes. El plomo es acumulado a travs de los aos por diversas fuentes que
incluyen la exposicin a pinturas, y se observ que con el pasar de los aos, segn
aumentaba la cantidad acumulada de plomo aumentaban los reportes de agresividad,
delincuencia, quejas somticas, depresin, ansiedad, problemas sociales, deficit de atencin
entre otras. Aunque los autores creen que hay factores del ambiente social que contribuyen
a estas conductas, enfatizan en la importancia de prevenir la toxicidad cerebral por plomo.
Condiciones y trastornos mentales
Diversos estudios (Archives of General Psychiatry, Vol. 53, 1996) confirman que la
presencia de trastornos de salud mental incrementa la conducta violenta y antisocial.
Estudios en Dinamarca identificaron en 324,401 personas que aquellos que tenan historial
de hospitalizaciones psiquitricas tenan ms probabilidad de ser convictos por ofensas
criminales (tanto en hombres como en mujeres) en una proporcin de 3-11 veces ms que
aquellos que no tenan historial psiquitrico. La esquizofrenia, especficamente, aumenta la
probabilidad en 8% en hombres y en 6.5 en mujeres. El desorden de personalidad antisocial
aumenta la probabilidad en 10% en hombres y 50 en mujeres de conducta homicida.
Estudios en EU demuestran que el 80% de los convictos cumpliendo carcel tienen historial
psiquitrico, con historial de abuso de sustancias y conducta antisocial dependiente.
Nota Final: Este resumen no agota las posibilidades. Existen muchos otras investigaciones
sobre diversos factores biolgicos adicionales que pueden ser ledos en la pgina de Crime
Time la cual puede hallar en la siguiente direccin: http://www.crime-times.org/
Bases sociolgicas
As como desde la biologa y la gentica podemos explicar las causas de la conducta
criminal como aquella que es causada por factores de herencia, anormalidades, influencias
de toxicidad, anormalidades producidas por golpes, lesiones y traumas craneales, o por
instintos de la especie animal, podemos analizar las causas (etiologa) desde las Ciencias
Sociales: desde la Sociologa y la Psicologa.
La criminalidad legal se define operacionalmente de acuerdo a los estatutos del Cdigo
Penal de Puerto Rico. Esta es la gua de referencia al orden pblico social que ayuda a
identificar cuales conductas son inaceptables por tanto se formula en normas y leyes, donde
la violacin de cualquiera de las reglas conlleva penas y culpas. Todo cdigo, en este caso
el penal, es producto de unos acuerdos histrico-sociales. Son producto humano y
constituyen la solucin propuesta para buscar, perpetuar y garantizar un cierto orden social.
Desde tiempos inmemorables los filsofos llamaron a estos acuerdos el contrato social.
No obstante, en todo grupo social y en toda poca histrica hemos confrontado la realidad
de individuos que han mostrado serias dificultades de ajuste, acatamiento o adaptacin a las
reglas; o sea, que alguna forma de violacin, o crimen, siempre ha estado presente. Algunas
formas de no-acatamiento no son necesariamente crmenes, sino el embrin de cambios
sociales necesarios ante la insuficiencia del sistema prevaleciente en un momento dado. Por
tanto, preferimos enfocar en el crimen cuando representa peligro hacia los dems, y no
persigue como objetivo favorecer o crear condiciones para cambios sociales al colectivo,
sino resolver problemticas, necesidades o intereses individuales. Algunas teoras
sociolgicas establecen las causas de la criminalidad en diversos procesos o factores de la
estructura social:
Dr. Walker
La pobreza, la participacin desigual en los recursos econmicos existentes, contribuye a
alienar y perjudicar a las personas que pertenecen a las clases sociales bajas. Plantea Walker
que la persona pobre est sobre-expuesta a limitaciones y frustraciones que les hacen
reaccionar de tres formas: (a) tratar de lograr las metas y aspiraciones aprendidas
socialmente usando medios desviados e ilegtimos, por ejemplo, con la venta de drogas;
(Halperin, 1994) puede reaccionar agresivamente ante la frustracin de sus metas no
logradas, ejemplo, desahogando su coraje en vandalismo; (Archive of General Psychiatry,
1994) se adaptan a su pobreza con resignacin, fatalismo, pasividad, falta de fe hacia su
futuro, falta de confianza, entre otras cosas; por ejemplo, viendo el delito pero no haciendo
nada por detenerlo.
Dra. Madeline Romn
Plantea que el crimen es un problema de la estructura social. El estado criminaliza los actos
de la poblacin con una lamentable tendencia a hacerlo en mayor proporcin con los
sectores en pobreza. Las definiciones del delito son instrumentos normativos que favorecen
a los controles e intereses de las clases dominantes. Cree que los gobiernos han usado
estrategias de corte mecanicistas en el manejo de la criminalidad, que en vez de prevenir lo
que muchas veces hacen es estereotipar an ms las comunidades pobres (ejemplos: los
proyectos comunales). Denuncia Romn que la nica respuesta ha sido aumentar el sistema
de control represivo (ms crceles, ms delitos, etc.) en vez de bajar y prevenir la conducta
y sus causas. De otra parte, seala que el sistema de justicia criminal ha sido demasiando
complejo, grande, lento, inoperante y hasta injusto en sus sistemas de manejo y aplicacin
de castigos. La Dra. Romn cree que la presencia de un estado asistencial, la
desmoralizacin de la gente, la falta de una distribucin apropiada de los recursos
contribuyen a perpetuar la hostilidad, los conflictos y la desigualdad que en algunos
individuos puede provocar conducta antisocial como la nica va de salida.
Dr. Ryan
Cree que existe una tradicin de culpabilizar a la vctima, que consiste en atribuir
responsabilidades a la pobreza y/o las minoras raciales y nacionales, sin plantearse un
anlisis ni alternativas de cambios sobre las condiciones que crearon las mismas. Cree que
la poltica gubernamental de ofrecer justicia como un favor humanitario (estado benefactor)
y no como un derecho humano ha contribuido a cargar negativamente la justicia social.
Critica que la funcin de los profesionales se ha limitado a la de identificar la vctima como
ofensor y no la de prevenir las situaciones/condiciones que estimulan el conflicto. La culpa
de la vctima tiende a afectar doblemente a los individuos en condiciones de pobreza,
ignorando la violencia institucional y confinndola falsamente a solo ciertos sectores.
Prof. Ruth Silva de Bonilla
Considera que parte del problema de la criminalidad es que muestra una tendencia de dejar
fuera de su definicin los crmenes de los poderosos. La poblacin clase media y pobre ve
como pasan impunes delitos cometidos por gente en clases econmicas altas, como las
medidas punitivas son ms severas con el pobre y demasiado laxas con el rico, y esta
desigualdad en la administracin y aplicacin de las leyes crea descontento y hostilidad. En
estas posturas reseadas hasta aqu existe un elemento comn: los/as autores/as piensan que
el delito ocurre porque la sociedad permite, mantiene o fomenta ciertas condiciones de
desigualdad al acceso o garanta de satisfacciones mnimas bsicas entre los individuos que
componen la sociedad, y permite y legitima, de esta forma, la carencia de recursos,
dejndoles a estos individuos la posibilidad de optar por estrategias ilegales para conseguir
la satisfaccin de sus necesidades. Otras posturas culpabilizan a patrones y actitudes
modernos como el consumismo. El antroplogo social puertorriqueo, Dr. Seda Bonilla,
plantea que los valores han sido sustituidos -de aquellos del bien comn y del crecimiento
del ser por aquellos que tienen que ver con lo que se tiene materialmente. Es su
planteamiento que hemos cambiado la cultura del ser por la cultura del tener. Este cambio
ha hecho que la obtencin de valores materiales se convierta en una meta superior a otras
como la honradez, la sencillez, la humildad, entre otras.
La tendencia hacia el urbanismo, con sus consecuentes variables como hacinamiento,
individualismo, industrializacin no-planificada, el centralismo, ha sido una de las
consecuencias de la transformacin social y econmica del pas. Segn la postura de la
psicloga Victoria Muoz Mendoza, el crecimiento desmedido poblacional en la zona
urbana, particularmente la Zona Metropolitana, cre zonificaciones que dejaron sin ncleos
tradicionales a estas reas (las plazas, los parques, etc.), creando ncleos de urbanizaciones
inconexas, haciendo que se pierda el espacio pblico de compartir social. Los mecanismos
tradicionales de las comunidades rurales o de menor poblacin se pierden en estos centros
de masa. Entre los fenmenos que incrementan urbanamente est la comisin del delito y la
dificultad de identificar a los delincuentes.
Los factores del conflicto social son otra forma de identificar causas de la criminalidad
desde la perspectiva sociolgica. Podemos observar como los elementos estructurales y
funcionales de todo sistema social tienen tendencia a integrarse por consenso social lo que
lleva a la consecucin de un orden social. La dinmica misma de la sociedad y la cultura
provocan tensiones que se expresan en diversos conflictos sociales. La historia de la
humanidad es la historia de la confrontacin de intereses entre los diversos grupos que han
existido creando diversos tipos de conflicto por presin poblacional, por estratificacin
social, por control del poder o por escasez de recursos. Los efectos que provocan los
conflictos como guerras, revoluciones, o anomia social son parte de lo que puede
incrementar violencia y en otros casos crmenes. El conflicto social a veces es manejado
con violencia y actos delictivos como forma de resolver los problemas interpersonales.
Randall Collins desarrolla una teora del conflicto social que se resume como sigue: las
personas son intrnsecamente sociables, pero tambin estn predispuestas al conflicto en sus
relaciones sociales puesto que el conflicto suele producirse a nivel de las relaciones sociales
porque una o muchas personas tienen siempre la posibilidad de utilizar la coercin violenta
en su interaccin. Collins crea que las personas buscan maximizar su estatus subjetivo y
que su capacidad para hacerlo depende de los recursos que tengan. Cree que las personas
persiguen su propio inters; as, los conflictos son posibles por que los conjuntos de
intereses pueden ser radicalmente opuestos.
Tres puntos son importantes en su teora: En (Crime Times, Vol. 1, 1995) primer lugar crea
que la teora del conflicto deba centrarse en la vida real ms que en las formulaciones
abstractas. Collins considera que las personas no son totalmente racionales y reconoce que
son vulnerables a impulsos emocionales en sus esfuerzos por lograr la satisfaccin. En
segundo lugar, crea que una teora de la estratificacin desde la `perspectiva del conflicto
deba examinar los factores materiales que influyen en la interaccin (Halperin, 1994); en
tercer lugar, Collins (1994) afirm que en una situacin de desigualdad, los grupos que
controlan los recursos suelen intentar explotar a los que los que carecen de ese control.
Perspectiva psicolgica
La Psicologa mantiene un cuerpo de teoras y modelos que nos permiten entender y
visualizar la conducta criminal desde varias perspectivas o Modelos que integran la
biolgica, la social y la psicolgica:
Como reaccin orgnica: Desde el modelo psicobiolgico
Plantea que las causas de la conducta estn en la herencia, en la gentica, en daos
congnitos (ocurridos durante el embarazo o en el parto), en exposicin a ambientes de
contaminacin ambiental, por defectos, mutaciones, anormalidades fsicas, accidentes,
traumas fisiolgicos o dao cerebral. Estas variables fueron explicadas en detalle en la
primera parte de este ensayo. Para entender la conducta criminal desde una perspectiva
orgnica debe hacerse una evaluacin clnica mdica que pueda confirmar o descartar la
presencia de alguna de estas condiciones, antes de partir a diagnosticarla como conducta de
causas psicolgicas. Si se confirma la causa orgnica, la persona se considera enferma y no
debera ser tratada como un delincuente comn ya que la raz de su conducta est
determinada por impulsos y condiciones deterministas que nada tendra que ver con sus
capacidades mentales, su raciocinio, o libre voluntad. Estas condiciones orgnicas le haran
no responsable de sus actos, por tanto podra cualificar para defensas tales como GBMI
(Guilty, But Mentally Ill; culpable pero incompetente mental).
Como reaccin emocional: Desde el modelo intrapsquico (Freudiano)
Plantea que las personas son particularmente vulnerables en la primera infancia a traumas,
complejos, conflictos no resueltos que quedan archivados en el inconsciente. Personas que
sufren maltrato infantil, crianzas rgidas o extremadamente laxas (sin estructura ni reglas
parentales), relaciones inadecuadas con los adultos, dificultades en la identificacin sexual
correcta, tienden a desarrollar respuestas emocionales disfuncionales mientras crecen. De
no ser atendidas correctamente estas experiencias negativas y ansigenas permiten el
desarrollo de reacciones neurticas, psicticas en algunos extremos, que habrn de
manifestarse en la vida a partir de la adolescencia. Para muchos freudianos la conducta
antisocial es la base de la conducta criminal, y para que esto ocurra la persona debe haber
desarrollado una personalidad antisocial. Esta a su vez es el resultado de los traumas
inconscientes que dominan la conducta adulta aunque la persona desconozca -o no
reconozca- las causas en su pasado. La persona que comete delitos es una persona con un
problema mdico-psicolgico. Se considera enferma emocionalmente. Este modelo es el
que sirve de base para las defensas legales por locura, ya que no contempla que la persona
sea responsable de sus actos, y de serlo, no concibe que la persona, por su enfermedad,
tenga capacidad de reconocer las implicaciones de la misma.
Como reaccin aprendida: Desde el modelo conductista
Plantea que en principio todo en el ser humano, menos los reflejos, es producto del
aprendizaje, un proceso acumulativo de cambios que ocurren en el organismo de acuerdo a
la experiencia, conductas que buscan un objetivo adaptativo dependiente y relativo a los
estmulos que se reciben del ambiente social externo en el cual est insertada la persona. La
personalidad y la conducta es el conjunto de reacciones aprendidas por premiacin de
acuerdo a las contingencias externas. Por tanto, en este modelo, la conducta criminal es
adquirida mediante aprendizaje si resultara til, adaptativo e instrumental hacia metas (que
tambin son aprendidas). Esta concepcin es mecnica y plantea que el ser humano, cuando
comente delitos, lo hace como reflejo de lo que ha aprendido en su ambiente social. En el
sistema penal, la persona es responsable de su conducta aprendida y debe ser sometida a los
procesos correspondientes de justicia.
Como reaccin a la socializacin: Aprendizaje Social: Desde la perspectiva Psicosocial
En este modelo se combinan dos modelos (cognoscitivo y conductual) planteando que el ser
humano adquiere la conducta mediante un proceso de exposicin, moldeamiento e
internalizacin de valores, actitudes, conductas y normas (socializacin primaria y
secundaria). Se plantea que puede ocurrir por imitacin (Bandura) en donde hay presentes
tres factores: a) un motivo que induzca al cambio, conciente o inconsciente; b) un modelo
que indique la direccin del cambio (quiero comportarme como alguien que he visto); y c)
una recompensa (si me comporto como esa persona, lograr el mismo beneficio que l logr
con esa conducta). Otra forma de aprendizaje social es por aprendizaje vicario, que
consisten en aprender por las experiencias ajenas sin tener que pasar directamente por la
experiencia ( por ejemplo, lo que vemos en la televisin o en el cine) Tambin puede
aprenderse mediante las necesidad por el equilibrio cognoscitivo. De estas tenemos tres
teoras predominantes: (Crime Times, 1995) teora del equilibrio de Frtiz Heider; (Halperin,
1994) teora del equilibrio cognitivo-afectivo de Rosemberg y Abelson; teora de la
disonancia cognoscitiva de Leon Festinger (1995). En la primera, se pierde el equilibrio
cuando alguna necesidad no est satisfecha y las relaciones (condiciones) de vida no son
positivas y en donde pertenecer a algn grupo es importante por tanto el enemigo de mi
amigo es mi enemigo.
En la segunda, debe haber consistencia entre lo que se piensa y lo que se siente tanto a nivel
personal como en la relacin del individuo con los grupos. Si se quiere aquello que no te
permite satisfacer una necesidad, o si lo que te satisface no se quiere, se crean condiciones
de desequilibrio que hacen que la persona caiga frecuentemente en contradicciones e
inconsistencias. En la tercera, la persona advierte que las creencias pueden chocar entre s, y
la tendencia natural es a romper la incongruencia con carcter de urgencia. Por ejemplo:
cualquiera puede llegar a ser gobernador de PR. En los tres casos la perdida de equilibrio,
o consistencia, puede generar reacciones de frustracin e incongruencias que pueden inducir
a la persona inclusive hacia la violencia.
Conclusiones
En cada una de estas perspectivas encontramos que el grado de responsabilidad sobre los
actos humanos vara. En las biolgicas y freudianas, la persona que comete un delito bajo
efectos de una condicin, o en un estado mental disfuncional, est muy enferma y no puede
enfrentar las consecuencias de sus acciones ni un proceso judicial. En cambio, en las
perspectivas conductistas y sociales la persona, aunque reconocida como vctima de una
ambiente en el que puede haber estado expuesto a circunstancias negativas y deformativas,
se considera responsable de sus acciones.
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