Deontologia Empresarial PDF
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DEONTOLOGA EMPRESARIAL
Gennn Rey Al leer la primera parte del Diccionario Filos-
fico de Femando Savater, recordaba el discurso de Mian
Kundera en Israel cuando recibi el Premio Jerusaln en
1 985,1 especialmente cuando citaba un proverbio judo que
dice: .C!!.E.ndo~l hombre piensa, Dios' r{e. Invocando al
humor, a las musas del humor --que deben ser muchas, y
traviesas por supuesto-- quisiera introducir de nuevo esta
segunda conversacin con Femando Savater, autor de un
sinnmero de obras apreciadas por los lectores colombia-
nos, como Latarea del hroe, Invitacin a la tica, Panfleto
contra el todo, Poltica para Amador, tica para Amador y
tica como amor propio, por slo mencionar algunas de
ellas; traductor de la obra del filsofo rumano E M Ciarany
autor de la bella novela El jardn de las dudas, en la cual
. Voltaire es el personaje. Su ltima obra publicada es el Dic-
cionario Filosfico. Trataremos de seguir en lo posible con
el tema central de nuestra conversacin anterior, la respon-
sabilidad social de las empresas. Entonces, Femando, esta-
mos en laplaza.
1 MilanKundera, La rjsa de Djos, en: Fabio Giralda Isaza (Ed.),
teratura, sOcjaJjsmoypoder. Bogot, Minotauro Editores, 1 987.
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FERNANDO SAVATER: Gracias Germn. Vaya tratar de ex-
poner algunas pistas, algunos apuntes para que entre
todos, a medida que se desarrolla la conversacin va- ,
yamos discutiendo los temas que les susciten inquietu-
des e inters, haciendo as un ejercicio de aprendizaje
mutuo. Es posible que algunos de ustedes ya hayan es-
cuchado o ledo el contenido' de lo que voy a exponer.
Como podrn observar, mi capacidad para inventar nue-
vas historias en cada sesin es enormemente limitada.
,
me sucede como a los paisajes ms sublimes, pues in-
cluso lapropia naturaleza terrlina por repetirse. Recuer-
dC?la historia de un monje que le pidi permiso a:su
abad para retirarse auna capilla en pleno corazn de la'
naturaleza porque quera dedicarse a ella y alejarse del
ruido. El abad le dijo: "Fjeseusted que esa es una zona
muy apartada, que vivir all solo permanentemente.pue-
de ser una experiencia muy dura inagotable casi insu-
, '.
frible... Aunque, vindolo de otra manera, ese c~ntacto
ntimo con la naturaleza es extraordinariamente bu~no".
El monje parti, y al poco tiempo, cuando el abad fue' a
visitarle, se mostr apremiante en su deseo de volver al
convento. Entonces el abad le replic: ,,No!Cmopue-
de ser, si usted est en una situacin privilegiada? Esto
es maravilloso!,,;"Los, pero... Mireusted atravs de esa
ventana ydgame qu ve". "Puesveo un torrente que se
despea rocas abajo y arrastra las hojas y a los rboles
que se mecen". "y ahora, a travs de esa otra ventana,
qu ve?" "Pues veo la cumbre de una montaa que se
pierde entre las nubes, con las guilas sobrevot'ndola a
su alrededor". ,,Ypor esta otra ventana?", ,<Veoel camino
cubierto de hiedra y los rboles entre los cuales pastan
las ovejas", "y, de nuevo, por laprimera ventana?", ;,Pues
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de nuevo el torrente que se despea rocas abajo y
arrastra las hojas, pero bueno, esto ya lo he visto, no?",
"Precisamente, su seora, yo tambin ya lo he visto va-
rias vetes ...",finaliz diciendo el monje.
Estahistoria es un poco lo que me sucede am, slo
que soy muchsimo ms limitado que la naturaleza aun
vindola a travs de una ventana. Por lo tanto es com-
prensible que tema que algunos de ustedes piensen de
antemano que los vaya llevar a mirar el mismo paisaje
a travs de la misma ventana. Sin embargo, espero po-
der presentarles algn nuevo acercamiento a los temas
deja productividad, la responsabilidad social y los pro-
blemas de tica aplicada que presentan las empresas
privadas.
DEONTOLOGA DELAEMPRESA
En todas las disciplinas y profesiones, en cualquier tra-
bajo u oficio, existe una especie de tica privada o par-
ticular que la pedantera acadmica llama Deontologa
-qu'e no tiene nada que ver con el cuidado de los
dientes- ~e quiere decir lo conveniente, lo apropiado
p,ara una profesin determinad~. No todos los grupos
tienen las mismas normas deontolgicas. Hay compor-
tamientos que son perfectamente permitidos a a~gu~os
grupos y que en otros representan una deficiencia o un
problema tico: por ejemplo, comentar quin nos ha di-
cho una .noticia o revelar las fuentes de informacin
cuando contamos un rumor es algo normal entre .las
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personas corrientes, pero en el caso de un periodista
puede ser una faltadeontolgica.
Enel caso de laempresa privada, laproductividad es V
uno de sus primeros principios deontolgicos. El padre
de este principi es Frederic Taylor, quien plante ladi-
visin del trabajo como forma de aumentar el rendi-
miento, haciendo as cada vez ms microscpica laparte
de responsabilidad de cada trabajador en el proceso
productivo. Desde entonces, este principio se conoce
como taylorismo, y cabe aqu anotar que la costumbre
de hacer que un nombre propio se convierta en un
nombre comn tiene sus problemas, pues siempre son
estos nombres propios los que designan situaciones
alarmantes. Vagamente recuerdo en este momento que
sadismo proviene del marqus de Sade; kafkiano, de
Kafka; masoquista, de Sacher-Masoch;' y taylorista, de
Frederic Taylor. Entonces, con estos precedentes no
puede uno estar muy tranquilo pensando que lo que el
taylorismo contiene sea demasiado bueno: con laatomi-
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~;:L fj.9 ..,I L ~.~~. tr~ba:0'la~111presacomo institucin se f!nte-
P9 ~~a.lapersQna, al individuo, quien entonces qq.eda
supeditado acorrer, detr,sde lo que laempresa ha r~a-
liza9 :?_~? r ? Q , -el camino a seguir. Entonces, lapersona a
travs de la disciplina tiene. que intentar no rezagarse
demasiado respecto alaanticipacin que laempresa ha
hecho de su trabajo. No puede inventarse una forma o
un estilo propios, sino que debe tratar de cumplir con
las expectativas ya establecidas y anticipadas por lains-
titucin..
El taylorismo ~ue. bromas aparte debe haber sido
muy cruel en~us aplicaciones ms estrictas-, seha ido
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dulcificando coh el tiempo, no por labondad extraordi-
naria de los empresarios sino por la conviccin de que
en ocasiones la consideracin de los factores humanos
mejora y hace prosperar los rendimientos, y, tambin,
de que olvidar lamotivacin individual no solamente es
una crueldad con los trabajadores sino que en buena
medida es una faltade conciencia y visin empresarial a
largo plazo. Es por ello que otros promulgadores del
movimiento empresarial' -como Elton Mayo- han ido
remodelando las concepciones tayloristas, preocupddo-
sems por mejorar el nivel de vida de todos los miem-
bros de la empresa, por mantener la educacin perma-
nente de los cargos directivos y otras concepciones,que
hoy ya hacen parte de la vida cotidiana de la empresa
moderna;
L A DECADENCI A DEL CONCEPTO DE EXPERI ENCI A
Uhproblema central contemporneo que sepresenta no
slo en laempresa sino en toda lasociedad es ladeca-
dencia del concepto de experiencia. Durante muchas
dcadas laexperiencia fue un~<caracterstica fundamen-
tal en el desarrollo de las sociedades; incluso de aqu
proviene la prevalencia que tenan los ancianos en la
tribu y en general en los dems grupos humanos, por-
que eran las personas que yahaban aprendido, queya
haban visto muchas cosas, que haban sufrido esa pe-
dagoga que mencionaba Platn, lapedagoga del placer
y del dolor que es laque nos hace, laque nos ensea a
todos a vivir. Nu~strotiempo, en cambio, est. obsesio-
nado con su vI ;;ifljuvenil permanente de lavida: tod
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el que no es joven est enfer!TIo.Hemos convertido la
-. . . - ~ . . . . . -
ca!~gorade juventud en una categora moral; ahor2- te-
nemos la obligacin de ser jvenes permanentemente,
de ah que nadie quiera ser adulto. Nadie, por supuesto,
quiere ocupar los puestos que slo las personas adultas
pueden ejercer - como padre o~adre o cualquiera de
esos puestos serios- porque puede ser mal visto; todo
el mundo quiere ser amigo de sus hijos, las seoras
quieren que las tomen por las hermanas de sus hijas,
etc. Es un permanente rechazo del envejecimiento: es .)
como si no existeran imgenes positivas sobre el enve-
jecimiento, ya que solamente es positivo lo que tiene el.
sellojuvenil.
Laconsecuencia directa de las anteriores percepcio-
nes es que laexperiencia, tan importante yvaliosaen el
pasado, seha convertido en algo mal.visto, en algo que
todo el mundo rechaza. No falta quienes dicen que si-
guen pensando lo mismo que cuando tenan 17 6 18,
aos, que gozan de las mismas ideas polticas y de las
mismas concepciones entusiastas y arrebatadas sobre el
mundo, lo cual naturalmente fomenta en su interlocutor
lassospechas<;ieque ni siquiera alos 17aos pensaban
nada O :deque entraron en las ideas como quien entra
en lareligin, es decir, haciendo profesin de fesobre
ellasynunca,~ehan movido deesasituacin.
Tambin existen otros casos que en cierto s~ntido
sOntotalme,nte.opuestos pero de alguna man~ra guar-
dan cierta'relacin con los anteriores: personas a las
cuales conocirnoscupando cargos de responsabilidad
enorganiz~cio~h P9lticas aguerridas y cbmbativas o en
cargos de responsibilidad gubernamental, a quienes
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aos despus volvemos a encontrar y observamos que
no slo han cambiado sus opiniones sino que nos si-
guen regaando igual pero ahora desdela aceraopuesta
alaque empleaban. Conlamismaindignacin con que
nos acusaban de espontanesmo pequeo burgus, aho-
ra nos acusan, de desviacionismo izquierdista infantil o
decualquier otracosa. Entonces, cuando lesrecordamos
que los conocimos en otras facetas, nos responden que
ya son otros, que cambiaron, variaron, renacieron y ya
,no guardan ninguna relacin con s'usantiguas posicio-
nes. Por supuesto, toda persona que piensa tiene que
cambiar de vez en' cuando suforma de pensar porque
esto demuestra quesupensamiento esten marcha; pe-
ro, cuando menos, debe guardar el recuerdo de que en
el pensamiento hay modificaciones, oscilaciones, que
deben ayudarle a suavizar un poco su intemperancia ,~
lahoradeimponer susideas alosdems.
Enambos casos, en el caso del que sigue pensando
siempre lo mismoy en el que deun dapara otro o de
un ao para otro se convierte en otro hombre que no
guar~aningn lazo oquehaperdido lospuentes con el
anterior, existe una ruptura con el concepto de expe-
riencia. Nillgunodelos dos quiere que laexperiencia le
modlfigu_~,J ~- m~d~i~'y' i~' t~ansforme; ninguno de lbs
d?__.~asos r~~~;;~~'- que la experiencia es un aport- e
esen~i~(~~J ~~ida'y quevi~imospara no'viviren~ano,
. _. ~. . . . . " ~ . ~
que una delas funciones de nuestra vidaes no' vivir en
v;~';'- ;- q~~'- ~ ;- se'" no v~viren vano lo llamamos e~~-
rie~~i~~'y qu~por 'l~tanto, si uno cambiade- ide~s,
ca~bi~;- p'brq~ei~'e~~eriencialehademosr;;d6- q~~~s '
-, ". ' , , - - ;- - - . ,. . . ~
mejo.r.qu~cambie, y que si uno mantiene las rii~ril~s
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ideas lo har- en desmedro de su propia experiencia a
pesar de que sta leha mostrado algunas de sus fallasy
que ,encualquier caso esimportante seguir demostrando
que laexperiencia es algo que tienevalor.
Desde otro ngulo, tiene bastante sentido el hecho
de que la experiencia no cuente con gran aprecio en
nuestra poca: hoy se pretende encontrar a personas
que se adapten a las mquinas o a las herramientas.
Cuanta menor' experiencia tengan ser mejor porque les
ser ms fcil adaptarse a uria cosa nueva. Alguien que
nunca en su vida haya manejado un ordenador o una
mquina de escribir es probable que se adapte con ma-
yor facilidad al ltimo modelo de sistema informtico,
pues como no ha conocido ninguno anteriormente, no
tiene el lastre que le causa haber conocido otras cosas.
'Tampoco tiene que reciclar sus conocimientos, ni iden-
tificar los matices entre los diferentes lenguajes; slo tie-
ne que aprender el conocimiento que leimpone lanue-
va mquina, -la nueva herramienta. Quien no tiene
ninguna experiencia propia tambin es mucho ms obe-
'diente, pl!,eslgicamente no tiene ninguna reserva de
principios o de conocimientos que lepermitan resistir o
por lomenos plantear algunas alternativas alaque sele
diceuordena.' .
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LAEXPEluENCrA Ya MITO DEL HOMBRE NUEVO
El sueo totalitatlo;pr excelencia de nuestro siglo, que
todava de vez 'en cuando se'sigue repitiendo ms o
menos cntii{ibn~_ieligioso como algo positivo, es el
"'", ..
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mito del hombre nuevo, del hombre que no tiene. me-
moria ni voluntad, ni todas las reservas aparentemente
viciosas pr9pias de laexperiencia y latradicin acmmu-
ladas que hacen que las personas no sean fcilmente
manejables.El mito del hombre nuevo en el terreno la-
boral busca guiar y utilizar a personas que no tienen
ningn tipo deexperiencia, como los jvenes graduados
que, no tienen enormes exigencias econmicas porque
apenas estn comenzando y que no presentan mayores
resistencias a la autoridad porque despus de todo no
han conocido otras cosasy creen que todo lo que seles
impone debe ser as porque, siempre ha sido as; no co-
nocen otras situaciones ni otras formas de administra-
cinni deejerciciosdeautoridad.
La..decaden~ia del concepto de experiencia, el miedo
a la experiencia, el deseo de que las personas que. tie-
,nen experiencia en lugar de ser vistas como personas
positivas, como gente valiosa, sean vistas como 'indivi-
duos con resabios de los cuales es necesario liberarse
cuanto antes porque, son fuente' de problemas, es'una /
de las caractersticas ms peligrosas de laindustriay de
lasoiedad modern?-.
Pero, cmo podra evitarse en el terreno de la em-
presa la decadencia del concepto de experiencia? De
manera indireCta, esta pregunta nos lleva a ocuparnos
de la deontologa de la empresa. Pero antes puede
plantearse una posible respuesta: el sueo, el diseo
,imaginario para evitar dicha decadencia, es aunar ala
perspectiva de lainstitucin -perspectiva queefectiva-
mente puede ser taylorista, funcional y atenta a-lasn~e-
vas tecnologas- la perspectiva de la persona, 'que es
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donde se encuentran la experiencia, la memoria enri-
. quecida, lainiciativay lacreatividad, entre otrascaracte-
rsticas. Por supuesto, esta propuesta ya es una primera
aproximacin a los principios deontolgicos de laem-
presa, aaquellos funcionamientos que selepueden e~i-
gir auna empresa para que exista un autntico respeto
laboral entre sus trabajadores.
Entredichos principios seencuentra lacomunicacin'
~~ -_ '~ f"'~ - 'lo'
es de.c!r, la capacidad esencialmente humana de escu-
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ch~r, respetar y fomentar que los dems hablen, de
atender sus proposiciones e intervenciones, de inte'r-
ca~bi~~,opiniones con ellos; L3,J!HJf?!dade.sotro p,rin-
cipio deontolgico que puede pedrsele a las empr~sas.
LapIi!?raautoridad proviene del latn auctoritas; es de-
.?~.~'~Joque. es~irnulao ayuda acrecer. Enestesen~do,
~a.~<: '1l.t~~id<!9 que tiene un padre sobre su hijo no ~ssim-
p!emente suvocacin de mando ni su capacidad degar
.?T.9~ne.s.,sinosu aptitu?para facilitar y potenciar su.de-
-"sarrollo.Lo mismo pede decirse de los directivos de
una empresa: ~~~~torid.ades la capacidad. que ti~nen
1~ .... _s!~~pertar,. aumentar y de hacer crecer lo que <;xiste
~Q,el trabajador.
Tambin seencuentra lamotivaci6n, per~no la1l10-
tivacin que selimitaa alentar lasupervivencia del em-
pleado, a estimularlo con el garrote y la zanahoria, con
laamenaza deladestitUcinenun mercado muy abierto
repleto de personas que estn dispuestas a ocupar su
cargo con o.sin experiencias, ni con el aliciente de ele-
vados salarios. La.motivacin como principio deontol-
g.~~gse.reJief.e_a: la.~EiSad;~d~'~tid~d d~1.. eni.pi~do,
de~e~tir ladim~f1si~r~t!va. en su trabajo. y de,.saber
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que' est aportando algo, que est formando parte de
una empresa no solamente en el ~entido econmico si~
no tambin en el sentido social y de formacin de co-
munidad, Paralaempresa, entonces, lamotivacin debe
propender a la formacin de comunidad ms que a la
potenciacin econmica de su grupo. Dos casos prcti-
cos de este principio motivacional son las empresas ja-
ponesas y alemanas, en las cuales se hace gran nfasis
en los aspectos comunitarios delaempresa y en laidea
de motivar alos trabajadores conuna sensacin de obra
~omn, de proyecto compartido y de lealtad a las per-
sonas o a las ideas. Cabe destacar que ya de por s la
capacidad de formar sociedad es un principio deontol-
gico que hoy comnmente llamamos responsabilidad
social.
Naturalmente es bueno crear bienes, pero es an
. mejor colaborar en la creacin de comunidad, en la
creacin deuna sociedad armnica. Enotras palabras, l~
_ ... _. ,__ -........ ,~""N !'~ 'O>:?, . ".~ ~,,'l>!''''l~. ,.
responsabilidad social deuna emprsa significaque ~ta
asume de maner'a'decidida una posicin a favor de. la
educacin, al lado de la lucha no ya contra los hefhos
puntuales que muestran el doloroso rostro de lamis~ria
.y de lapobr~za, siriotambin contra sus causas, contra
-,.-.... ,. ~- . . - . ~ - ..
las estructuras que de alguna manera. reproducen .eter-
amente los mecanismos de lapobreza. Laasuncin de
estaposicin no significaque laempresa renuncie asus
beneficios o a la potenciacin y creacin de espacios
econmicos. Simplemente es aceptar que si en una so~
ciedad el conjunto de sus empresas no seune en torno
alaresponsabilidad social, en.el corto plazo lasituacin
podr ser favorable, pero a largo plazo sera ignorar la
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catstrofe que seavecina cuando lamayora de lasocie-
dad se debate diariamente en condiciones extremada-
mente difcilesdesubsistencia.
Los principios que he mencionado son lo que po-
dramos llamar ladeontologa hacia el interior y hacia el
exterior de la empresa. Son estas deontologas las que
permiten que laempresa est del lado de laarmona en
lasociedad, evitando acentuar el desgarramiento propio
de la entropa social, de la decadencia de los grupos e
instituciones humanas. Una empresa con responsabili-
dad social est afavor de contrarrestar los aspectos ne-
gativos que propenden por el caos y afavor devolver a
atar los lazos sueltos y de potenciar todas aquellas ten-
dencias positivas en la sociedad que no han sido po-
yadas losuficiente.
EL CONSECUENCIALISMO
Hastaqu punts>las buenas ideas y las buenas intep-
ciones.pue<;:l.erf' ten~r buenas consecuen:cia~l Estaes una
-b ~. :.~~:- . ., ,
de las preguntas centrales que toda empresa debe aten-
der cuando inicia cualquier proyecto. De hecho, existe
una doctrina de reflexin moral que se llama el conse-
cuencialismo, dedicada a estudiar las consecuencias. de
las ideas aparentemente buenas. Uno de los casos ms
estudiados .por esta doctrina es lapoltica de proteccin
afavor delamadre soltera negra del presid~nte Johnson
en los.?stados Unidos. E~.pr}n~ipio, laidE;;1e~excele~te,
yJ.~!i.2:,-~~RL'l?4~pg~.n~ ~~t~n.<:i9~ .iriagn!ic~: ..es,18.,aue
a primera yi,stap,Qqramosllamar algo positivo. Sinem":'
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