El Popol Vuh
El Popol Vuh
El Popol Vuh
Por otro lado, la palabra oral siempre constituye la modificacin de una situacin
existencial, total, que invariablemente envuelve el cuerpo. En este sentido, puede
afirmarse que la teatralidad es consustancial a las culturas orales.
Adrin Recinos traduce el Popol Vuh, organizndolo en cuatro partes. La primera,
compuesta por nueve captulos, rememora la Creacin y las normas ticas deseables
de la interaccin de los hombres entre s y con sus dioses. La segunda parte,
compuesta por catorce captulos, reitera la importancia de las normas ticas y las cosas
memorables del desafo y acatamiento de stas. La tercera, compuesta por diez
captulos, retoma el relato sobre la creacin del hombre, agregndole una relacin sobre
la organizacin de ste en el territorio quich. La cuarta parte, compuesta por doce
captulos, est dedicada a la historia de la expansin de los descendientes de los
primeros hombres por el territorio mesoamericano.
Primera Parte
CAPITULO I
Esta es la narracin de cmo todo estaba en suspenso, no exista nada, solo
estaba el mar en calma y el cielo en toda su extensin solamente haba
inmovilidad y silencio en la oscuridad de la noche, solo el creador Tepeu,
Gucumatz. Hablaron entre si y meditando se pusieron de acuerdo para hacer
aparecer al hombre, dispusieron la creacin de rboles y bejucos el nacimiento de
la vida y del hombre. Dispusieron separar el agua de la tierra, la noche y el da.
CAPITULO II
Hicieron a los animales pequeos del monte, los guardianes de todos los bosques,
los genios de la montaa, los venados, los pjaros, luego designaron la morada a
los pjaros pequeos y a las aves mayores. Estando terminada la creacin de
todos los cuadrpedos y las aves, les fue dicho por el Creador y el Formador y los
Progenitores que hablaran cada uno segn su especie, que invocaran a sus
dioses. Pero se dieron cuenta que no era posible que los animales invocaran sus
nombres. Por esta razn fueron sacrificadas sus carnes y fueron condenados a
ser comidos y matados los animales que existen sobre la faz de la tierra. Hubo
que hacer un nuevo ensayo de crear y formar al hombre por el Creador, el
Formador y los Progenitores. Hicieron al hombre de tierra y se dieron cuenta que
no podra multiplicarse. Luego lo hicieron de madera y se dieron cuenta que
hablaban pero no tenan sentimientos.
CAPITULO III
Los hombres de madera fueron destrudos por una inundacin, por un gran diluvio.
Esto fue para castigarlos porque no haban pensado en su madre, ni en su padre.
Y por este motivo se obscureci la faz de la tierra y comenz una lluvia negra, una
lluvia de da, una lluvia de noche. Llegaron entonces los animales grandes y
pequeos, los perros, las aves de corral a comrselos porque los hombres les
trataban mal y les hacan mucho dao, as fue la ruina de los hombres que haban
sido creados y formados, de los hombres hechos para ser destrudos y
aniquilados: a todos les fueron destrozadas las bocas y las caras. Y dicen que la
descendencia de aquellos son los monos que existen ahora en los bosques; stos
son la muestra de aquellos, porque slo de palo fue hecha su carne por el Creador
y el Formador. Y por esta razn el mono se parece al hombre, es la muestra de
una generacin de hombres creados, de hombres formados que eran solamente
muecos y hechos solamente de madera.
CAPITULO IV
Haba muy poca claridad en la tierra an no haba sol, solo un ser orgulloso de s
mismo que se llamaba Vucub-Caquix, se crea el sol y la claridad de la luna,
exclamaba que grande era su esplendor y que por el caminarn y vencern los
hombres, pero en realidad, no era el sol solamente se vanagloriaba de sus plumas
y riquezas.
CAPITULO V
Es el principio de la derrota y de la ruina de la gloria de Vucub-Caquix por los dos
muchachos, el primero de los cuales se llamaba Hunahpu y el segundo
Ixbalanque. Estos eran Dioses verdaderamente. Como vean el mal que haca.
Probaremos a tirarles con la cerbatana cuando este comiendo; le tiraremos y le
causaremos una enfermedad y entonces se acabaran sus riquezas sus piedras
verdes sus metales preciosos, sus esmeraldas, sus alhajas de ese que se
enorgullece. Y as lo harn todos los hombres, porque no deben envanecerse por
el poder ni la riqueza. Vucub-Caquix tena dos hijos: el primero se llamaba
Zipacna, el segundo era Cabracan. Proclamaban su orgullo los hijos. Yo soy el
que hizo la tierra, deca Zipacna. Yo soy el que sacudo el cielo y conmuevo toda la
tierra, deca Cabracan. As era como los hijos de Vucub-Caquix le disputaban a su
padre la grandeza. Y esto les pareca muy mal a los muchachos.
CAPITULO VI
Este captulo nos relata cmo fue la destruccin de Vucub-Caquix, tena un rbol
de nance y todos los das se suba a comer, esto fue aprovechado por los dos
hermanos para hacerle un tiro con la cerbatana pegndole en la quijada a VucubCaquix, cuando cay al suelo se le acerco Hun- Hunahpu para apoderarse de l
pero este le arranco el brazo. Llevando el brazo de Hun- Hunahpu se fue VucubCaquix para su casa a donde llego sostenindose la quijada. Los muchachos
fueron a hablar con un viejo y una vieja, para que los acompaara a traer el brazo,
hacindose pasar por limosneros los viejos y a los muchachos por sus nietos
llegaron a la casa de Vucub-Caquix y ofrecindole curar los dientes de la quijada
Vucub-Caquix acepto, y los viejos le sacaron los dientes y en su lugar pusieron
granos de maz y le arrancaron las nias de los ojos, as es como muri VucubCaquix.
CAPITULO VII.
Nos narra que Zipacna se encontraba bandose en la orilla de un ri cuando vio
a cuatrocientos muchachos tratando de cargar un rbol para sostn de su casa, y
l se ofreci a ayudarlos y solo l se ech el rbol en el hombro y se lo llevo, los
cuatrocientos muchachos intentaron matar a Zipacna haciendo cavar un hoyo y
luego dejndole caer un rbol, pero como Zipacna astutamente finge
llena de maz exclam que la joven haba acabado con el maizal y corri a ver.
Pero la nica mazorca de maz que haba en el lugar an estaba ah, entonces dijo
la anciana que era prueba suficiente para creerle que era su nuera.
CAPITULO V
Este captulo nos habla del nacimiento de Hunahp e Ixbalanqu. De cmo
Hunbatz y Hunchoun no los queran y los mandaron a dormir en el hormiguero o
sobre las espinas para que se murieran, no demostraban su sabidura por envidia.
Hunahp e Ixbalanqu solamente se ocupaban de tirar con la cerbatana todos los
das para conseguir pjaros para la comida de los hermanos mayores y la abuela,
estos copian hasta llenarse y luego lo que quedara se lo daban a Hunahp e
Ixbalanqu. Un da regresaron sin ningn pjaro y la abuela le pregunt qu es lo
que haba pasado y estos contestaron que los pjaros que haban matado se
haban quedado en las ramas de los rboles y que no podan bajarlos por lo que
fueron a decirle a sus hermanos mayores que los bajaran, Hunbatz y Hunchoun
fueron con ellos y al subir al rbol donde se encontraban los pjaros el rbol
empez a aumentar de tamao y el tronco se hincho y Hunbatz y Hunchoun no
pudieron bajar y se convirtieron en monos.
CAPITULO VI
Hunahp e Ixbalanqu para darse a conocer empezaron a sembrar la milpa, pero
al llegar al lugar de la siembra ensartaban el azadn en la tierra y el azadn
empezaba a trabajar solo, de la misma manera clavan el hacha en los palos y
estos caan al suelo solo.
Subiendo a un animal que se llamaba Ixmucur, a la sima de un gran tronco para
que les avisara cuando la abuela llegara con los alimentos. Poco despus canto la
paloma llamada Ixmucur, y los hermanos se ensuciaron la cara, las manos y el
pelo como si estuvieran trabajando. Pero en realidad no lo hacan cuando llego la
abuela comieron sin merecer los alimentos que la abuela llevaba. Al da siguiente
se dieron cuenta que todo el trabajo que supuestamente tenan se haba deshecho
todo los rboles, las zarzas las espinas. Y dedujeron que eran los animales quien
les deshizo todo. Volvieron a hacer lo mismo y esta vez decidieron, velar la milpa y
se dieron cuenta que efectivamente eran los animales quienes hacan que
su trabajo se deshiciera, intentaron agarrar al venado y al conejo pero solo
agarraron sus colas y es por eso que los venados y los conejos tienen la cola
corta. Luego agarraron a un ratn y le quemaron la cola por eso los ratones no
tiene pelo en la cola. El ratn les dijo a Hunahp e Ixbalanqu que su trabajo no
era sembrar la milpa, les cont de los instrumentos que haba dejado su padre en
la casa y con engaos hacia su abuela y su madre lograron apoderarse de la
pelota y los guantes, los anillos y los cueros y luego los escondieron en el camino
que conduca al juego de pelota.
CAPITULO VII
Este captulo nos relata la forma en que Hunahp e Ixbalanqu se divertan
jugando pelota, y a los seores de Xibalb no les pareca que jugaran en sus
cabezas y mandaron a sus mensajeros a llamar a Hunahp e Ixbalanqu, pero los
mensajero llegaron a la casa donde solo se encontraba la abuela, y le dejaron a
ella el mensaje que los seores de Xibalb haban mandado, el mensaje era que
los esperaban en siete das en Xibalb para jugar, dicindoles que llevaran sus
aros, sus guantes, sus pelotas y sus cueros. La abuela al recibir este mensaje se
puso a llorar y no encontraba la forma de avisarle a sus nietos hasta que se
encontr con un piojo y l se ofreci a llevar el mensaje a Hunahp e Ixbalanqu,
en el camino se encuentra a un sapo, el sapo se traga al piojo para ir ms deprisa.
Luego se les atraviesa una culebra y se ofreci a tragarse al sapo para ir an ms
rpido. Pero por ltimo un gaviln se comi a la culebra para ir mucho ms rpido.
Al llegar al lugar donde estaban jugando Hunahp e Ixbalanqu, ellos le deparan
con la cerbatana al gaviln hiriendo su ojo, el gaviln les dice que tiene un
mensaje para ellos pero que primero le curen su ojo; y as fue entonces el gaviln
escupe a la culebra, esta escupe al sapo, el sapo saca al piojo y por fin les dan el
mensaje a Hunahp e Ixbalanqu. Estos se van para su casa y les indica a la
abuela y a su madre que irn, y que sembraran una caa, una cada uno en el
patio de la casa y que si esta caa se seca significa que han muerto pero si la
caa retoa significa que estn vivos.
CAPITULO VIII
Bajaron rpidamente a Xibalb, pasando por varios ros, sin que les pasara nada,
luego llegaron a una encrucijada y ellos saban muy bien cul era el camino que
deban agarrar, pero mandaron a un animal llamado Xan, para que fuera a
recoger informacin, este animal era un mosquito que fue y pic a cada uno de los
que estaban sentados en el camino, despus llego el mosquito con toda la
informacin que necesitaban. Los hermanos Hunahp e Ixbalanqu se dirigieron a
los seores de Xibalb, estos le dijeron que saludaran, pero los muchachos saban
que los dos primero eran de palo y fue lo que dijeron luego saludaron a cada uno
de los seores. Quisieron sentarlos en una piedra ardiente pero ellos no aceptaron
y luego los mandaron para una casa obscura y all tampoco los vencieron.
CAPITULO IX
Fueron metidos a la casa obscura y se les dio sus rajas de pino y cigarros con la
condicin que a la maana siguiente las devolvieran dijeron los mensajeros de
Xibalb. Los que hicieron los hermanos Hunahp e Ixbalanqu para no encender
la raja de ocote sacaron una pluma roja de guacamaya y el lugar de encender los
cigarros pusieron lucirnagas en la punta de los mismo, as fue como engaaron
toda esa noche a los seores de Xibalb. Al ver esto fueron interrogados por HunCam y Vucub-Cam, les preguntaron que de donde eran pero ellos solo
respondieron quien sabe de donde venimos!; despus de esto los de Xibalb les
dijeron que fueran a jugar pelota mientras se realizaba el encuentro quisieron
matarlos pero no fue as, y los hermanos ganaran. Para intentar vencerlos les
pusieron una prueba de llevarles cuatro ramos de flores, pero los encerraron en
una casa y mandaron guardianes a cuidar los jardines para que de ninguna
manera las fueran a cortar. Pero Hunahp e Ixbalanqu astutamente hablaron con
las hormigas para que hicieran este trabajo y as fue, a la maana siguiente tenan
los cuatro ramos de flores que los seores de Xibalb. As es como fueron
vencidos Hun-Cam y Vucub-Cam por Hunahp e Ixbalanqu.
CAPITULO X
Los mandaron a la casa del fro pero encendieron una fogata con troncos viejos y
as lograron quitar el fro, y no murieron.
Despus los mandaron a la casa de los tigres pero Hunahp e Ixbalanqu les
hablaron para que no los mordiera y les tiraron unos huesos para que comieran
los tigres y lograron vivir.
Luego entraron en la casa de fuego pero tampoco murieron. Los de Xibalb
desconcertados por lo que estaba pasando dijeron: metmoslos en la casa de los
murcilagos!.
Y as lo hicieron los metieron en la casa de los murcilagos, para sobrevivir se
metieron en sus cerbatanas, y los muclagos revoloteaban por todos lados. Pero
hubo un momento en que los murcilagos se quedaron quietos y Hunahp sac la
cabeza para ver si ya haba amanecido pero al hacer esto un murcilago
le quito la cabeza. Al ver lo sucedido Ixbalanqu se sinti avergonzado y exclam
desgraciados de nosotros! Colgaron la cabeza de Hunahp sobre el aro de juego
por orden de Hun-Cam y Vucub-Cam.
CAPITULO XI
Ixbalanqu llam a los animales grandes y pequeos para que lo ayudaran, y as
fue, por ultimo llego la tortuga y fue quien le ayud a Ixbalanqu a hacer la cabeza
(supuestamente) de Hunahp pero como ya estaba amaneciendo le dijo al zopilote
que obscureciera de nuevo y as lo hizo. Una vez formada la cabeza salieron a
jugar pero Ixbalanqu le dijo a Hunahp que solo hiciera como si jugaba pero que
l lo iba a hacer todo, le dijo al conejo que cuando le llegara la pelota corriera con
ella. Empez el juego y cuando le lleg la pelota al conejo el corri con la misma y
todos los de Xibalb corrieron detrs. En ese momento aprovech Ixbalanqu para
apoderarse de la cabeza de su hermano y quit la cabeza de tortuga y puso la de
Hunahp. Al darse cuenta de esto los de Xibalb quedaron sorprendidos, luego se
pusieron a jugar pelota y nuevamente fueron vencidos los de Xibalb.
CAPITULO XII
Aqu nos cuenta la manera en que murieron Hunahp e Ixbalanqu. Habiendo
sobrevivido a todos los tormento y a los animales furiosos de los de Xibalb, los
hermanos mandaron a llamar a dos adivinos que se llamaban Xul y Pacam.
Hunahp e Ixbalanqu les dijeron que si les preguntaban la forma en que deberan
de morir que respondieran que quemaran sus huesos y que los molieran y los
lanzaran al ro. Luego los mensajeros de Hun-Cam y Vucub-Cam fueron a
llamar a los muchachos dicindoles que los iban a quemar. Y as fue, quemaron a
los dos juntos y los de Xibalb daban gritos de alegra y jbilo por la muerte de los
dos hermanos, enseguida llamaron a Xul y Pacam y les preguntaron que deban
hacer con sus huesos; y estos respondieron que los molieran por separado y que
los arrojaran al ro. Pero los huesos no fueron muy lejos y se asentaron en el ro y
luego se convirtieron en hermosos muchachos y tenan sus misma apariencia.
CAPITULO XIII
Al quinto da aparecieron, fueron visto por la gente, tenan la apariencia de
hombres peces, al da siguiente se presentaron como dos hombres pobres, con la
CAPITULO X
Los corazones de Balam-Qutze, Balam-Acab, Mahucutha e Iqui-Balam lloraban
por haber dejado a Tohil, Avilix, Hacavitz, entre los musgos. Entonces Tohil les
habl a sus sacerdotes y sus sacrificadores y les dio sus consejos.
Cuarta Parte
CAPITULO I.
Nos habla de muchos pueblos que fueron fundndose a un lado del camino que se
haban abierto. Las tribus Balam-Qutz, Balam-Acab, Mahuecutah e Iqui-Balam,
no se saba dnde estaban pero cuando pasaban tribus por el camino se ponan a
gritar como coyotes, gatos de monte e imitando al rugido del len, en la cima de
las montaas. Para engaar a los otros pueblos. Los sacerdotes ofrecan la
sangre de venado a Thoil, Avilix y Hacavitz, tambin la sangre de sus orejas y sus
brazos.
CAPITULO II
Este captulo nos habla de la matanza de las tribus para sacrificarlos ante Thoil y
Avilix y como despus tiraban sus cabezas en el camino para que las tribus
pensaran que eran los tigres que se los coman. Thoil, Avilix y Hacavitz tenan la
apariencia de tres muchachos y caminaban por la virtud de las piedras. Las tribus
planearon la forma de vencer a Thoil, Avilix y Hacavitz, mandando a dos doncellas
que se llamaban Ixtah y Ixpuch, al ro en donde estos se baaban, dndole
instrucciones que los sedujera y que les vieran la cara y que llevaran una prenda
de estos, como prueba de que estuvieron con ellos. Thoil, Avilix y Hacavitz de
prueba les dieron tres capas una con la pintura de un tigre, la otra con la figura de
un guila y la ltima con la de abejorros y avispas. Los seores al ponerse estas
capas fueron vencido.
CAPITULO III
Al ver esto las tribus formaron consejo de nuevo para planear la forma de vencer a
Balam-Qutze, Balam-Acab, Mahucutha e Iqui-Balam, estos ltimos no contaban
con mucha gente pero en la noche cuando los guerreros de las tribus se
durmieron Balam-Qutze, Balam-Acab, Mahucutha aprovecharon para quitarle
las armas, las coronas. Despus construyeron una muralla alrededor de su pueblo
poniendo muecos y maniqus con los escudos y las coronas que les haban
quitado a las tribus, para que estas los viera, tambin colocaron en las cuatro
esquinas calabazas con znganos y avispas.
CAPITULO IV
Balam-Qutze, Balam-Acab, Mahucutha e Iqui-Balam estaban en la montaa,
cuando llegaron las tribus eran incalculable los guerreros de las tribus, dando
gritos llegaron al pie de la ciudad, faltaba poco para que se arrojaran contra la
ciudad, cuando abrieron las calabazas y salieron millares de znganos y avispas
picando a los guerreros de las tribus en los ojos, la nariz, la boca, las piernas. De