La Ética Kantiana
La Ética Kantiana
La Ética Kantiana
KANTIANA
Onora O'Neill
1.
Introduccin
Immanuel Kant (1724-1804) fue uno de los filsofos europeos ms importantes desde la antigedad; muchos diran simplemente que es el ms
importante. Llev una vida extraordinariamente tranquila en la alejada ciudad
prusiana de Knigsberg (hoy Kalingrado en la URSS), y public una serie de
obras importantes en sus ltimos aos. Sus escritos sobre tica se caracterizan
por un incondicional compromiso con la libertad humana, con la dignidad del
hombre y con la concepcin de que la obligacin moral no deriva ni de Dios, ni
de las autoridades y comunidades humanas ni de las preferencias o deseos de
los agentes humanos, sino de la razn.
Sus escritos son difciles y sistemticos; para comprenderlos puede ser de
utilidad distinguir tres cosas. En primer lugar est la tica de Kant, articulada
por sus escritos de las dcadas de 1780 y 1790. En segundo lugar est la
tica de Kant, una presentacin (considerablemente desfavorable) de la tica
de Kant formulada por sus primeros e influyentes crticos y que a menudo
todava se atribuye a Kant. Esta posicin ha tenido una vida propia en los
debates actuales. En tercer lugar est la tica kantiana, un trmino mucho
ms amplio que engloba tanto la tica de Kant como la tica de Kant y que
tambin se utiliza como denominacin (principalmente encomiosa) de una serie
de posiciones ticas contemporneas que reclaman la herencia de la tica de
Kant, pero que se separan de Kant en muchos sentidos.
253
254
2.
de
de
La
su
de
ensayos sobre temas polticos, histricos y religiosos. Sin embargo, las
posiciones fundamentales que determinan la forma de esta obra se examinan a
fondo en la obra maestra de Kant, La crtica de la razn pura (1781), y una
exposicin de su tica ha de situarse en el contexto ms amplio de la filosofa
crtica que all desarrolla.
Esta filosofa es ante todo crtica en sentido negativo. Kant argumenta en
contra de la mayora de las tesis metafsicas de sus precursores racionalistas, y
en particular contra sus supuestas pruebas de la existencia de Dios. De
acuerdo con su concepcin, nuestra reflexin ha de partir de una ptica
humana, y no podemos pretender el conocimiento de ninguna realidad
trascendente a la cual no tenemos acceso. Las pretensiones de conocimiento
que podemos afirmar deben ser por lo tanto acerca de una realidad que satisfaga la condicin de ser objeto de experiencia para nosotros. De aqu que la
indagacin de la estructura de nuestras capacidades cognitivas proporciona
una gua a los aspectos de esa realidad emprica que podemos conocer sin
referirnos a experiencias particulares. Kant argumenta que podemos conocer a
priori que habitamos en un mundo natural de objetos situados en el espacio y el
tiempo que estn causalmente relacionados.
Kant se caracteriza por su insistencia en que este orden causal y nuestras
pretensiones de conocimiento se limitan al mundo natural, pero que no tenemos razn para pensar que el mundo natural cognoscible es todo cuanto
existe. Por el contrario, tenemos y no podemos prescindir de una concepcin
de nosotros mismos como agentes y seres morales, lo cual slo tiene sentido
sobre la suposicin de que tenemos una voluntad libre. Kant afirma que la libre
voluntad y la causalidad natural son compatibles, siempre que no se considere
la libertad humana la capacidad de obrar de forma autnoma como un
aspecto del mundo natural. La causalidad y la libertad se dan en mbitos
independientes; el conocimiento se limita a la primera y la moralidad a la ltima.
La solucin de Kant del problema de la libertad y el determinismo es el rasgo
ms controvertido y fundamental de su filosofa moral, y el que supone la mayor
diferencia entre su pensamiento y el de casi toda la literatura tica del siglo XX,
incluida la mayor parte de la que se considera tica kantiana.
La cuestin central en torno a la cual dispone Kant su doctrina tica es la
de qu debo hacer?. Kant intenta identificar las mximas, o los princi-
La tica kantiana
255
3.
256
La tica kantiana
257
4.
258
La tica kantiana
259
5.
260
La tica kantiana
261
6.
La tica de Kant
Muchas otras crticas de la tica de Kant resurgen tan a menudo que han
cobrado vida independiente como elementos de la tica de Kant. Algunos
afirman que estas crticas no son de aplicacin a la tica de Kant, y otros que
son razones decisivas para rechazar la posicin de Kant.
1) Formalismo. La acusacin ms comn contra la tica de Kant consiste
en decir que el imperativo categrico est vaco, es trivial o puramente formal y
no identifica principios de deber. Esta acusacin la han formulado Hegel, J.S.
Mili y muchos otros autores contemporneos. Segn la concepcin de Kant, la
exigencia de mximas universalizables equivale a la exigencia de que nuestros
principios fundamentales puedan ser adoptados por todos. Esta condicin
puede parecer carente de lugar: acaso no puede prescribirse por un principio
universal cualquier descripcin de acto bien formada? Son universalizables
principios como el de roba cuando puedas o mata cuando puedas hacerlo
sin riesgo? Esta reduccin al absurdo de la universalizabilidad se consigue
sustituyendo el imperativo categrico de Kant por un principio diferente. La
frmula de la ley universal exige no slo que formulemos un principio universal
que incorpore una descripcin
262
del acto vlida para un acto determinado. Exige que la mxima, o principio
fundamental, de un agente sea tal que ste pueda quererla como ley universal. La prueba exige comprometerse con las consecuencias normales y
predictibles de principios a los que se compromete el agente as como a los
estndares normales de la racionalidad instrumental. Cuando las mximas no
son universalizables ello es normalmente porque el compromiso con las
consecuencias de su adopcin universal sera incompatible con el compromiso
con los medios para obrar segn ellas (por ejemplo, no podemos comprometernos tanto a los resultados de la promesa en falso universal y a
mantener los medios para prometer, por lo tanto para prometer en falso). La
concepcin kantiana de la universalizabilidad difiere de principios afines (el
prescriptivismo universal, la Regla de Oro) en dos aspectos importantes. En
primer lugar, no alude a lo que se desea o prefiere, y ni siquiera a lo que se
desea o prefiere que se haga de manera universal. En segundo lugar es un
procedimiento slo para escoger las mximas que deben rechazarse para que
los principios fundamentales de una vida o sociedad sean universalizables.
Identifica los principios no universalizables para descubrir las limitaciones
colaterales a los principios ms especficos que puedan adoptar los agentes.
Estas limitaciones colaterales nos permiten identificar principios de obligacin
ms especficos pero todava indeterminados (para una diferente concepcin de
la universalizabilidad vase el artculo 40, El prescriptivismo universal).
2) Rigorismo. Esta es la crtica de que la tica de Kant, lejos de estar
vaca y ser formalista, conduce a normas rgidamente insensibles, y por ello
no se pueden tener en cuenta las diferencias entre los casos. Sin embargo,
los principios universales no tienen que exigir un trato uniforme; en reali
dad imponen un trato diferenciado. Principios como la imposicin debe
ser proporcional a la capacidad de pagar o el castigo debe ser proporcio
nado al delito tienen un alcance universal pero exigen un trato diferen
ciado. Incluso principios que no impongan especficamente un trato dife
renciado sern indeterminados, por lo que dejan lugar a una aplicacin
diferenciada.
3) Abstraccin. Quienes aceptan que los argumentos de Kant identifi
can algunos principios del deber, pero no imponen una uniformidad rgida,
a menudo presentan una versin adicional de la acusacin de formalismo.
Dicen que Kant identifica los principios ticos, pero que estos principios
son demasiado abstractos para orientar la accin, y por ello que su teora
no sirve como gua de la accin. Los principios del deber de Kant son cier
tamente abstractos, y Kant no proporciona un conjunto de instrucciones
detallado para seguirlo. No ofrece un algoritmo moral del tipo de los que
podra proporcionar el utilitarismo si tuvisemos una informacin sufi
ciente sobre todas las opciones. Kant subraya que la aplicacin de princi-
La tica kantiana
263
pios a casos supone juicio y deliberacin. Tambin afirma que los principios son
y deben ser abstractos: son limitaciones colaterales (no algoritmos) y slo
pueden guiar (no tomar) las decisiones. La vida moral es cuestin de encontrar
formas de actuar que satisfagan todas las obligaciones y no violen las
prohibiciones morales. No existe un procedimiento automtico para identificar
estas acciones, o todas estas acciones. Sin embargo, para la prctica moral
empezamos por asegurarnos de que los actos especficos que tenemos
pensados no son incompatibles con los actos de conformidad con las mximas
del deber.
4) Fundamentos de obligacin contradictorios. Esta crtica seala que
la tica de Kant identifica un conjunto de principios que pueden entrar en
conflicto. Las exigencias de fidelidad y de ayuda, por ejemplo, pueden cho
car. Esta crtica vale tanto para la tica de Kant como para cualquier tica
de principios. Dado que la teora no contempla las negociaciones entre
diferentes obligaciones, carece de un procedimiento de rutina para resolver
los conflictos. Por otra parte, como la teora no es ms que un conjunto de
limitaciones colaterales a la accin, la exigencia central consiste en hallar
una accin que satisfaga todas las limitaciones. Slo cuando no puede ha
llarse semejante accin se plantea el problema de los fundamentos mltiples
de la obligacin. Kant no dice nada muy esclarecedor sobre estos casos; la
acusacin planteada por los defensores de la tica de la virtud (por ejemplo,
Bernard Williams, Martha Nussbaum) de que no dice lo suficiente sobre
los casos en que inevitablemente ha de violarse o abandonarse un compro
miso moral, es pertinente.
5) Lugar de las inclinaciones. En la literatura secundaria se ha presen
tado un grupo de crticas serias de la psicologa moral de Kant. En particu
lar se dice que Kant exige que actuemos motivados por el deber y no por
inclinacin, lo que le lleva a afirmar que la accin que gozamos no puede
ser moralmente valiosa. Esta severa interpretacin, quizs sugerida por vez
primera por Schiller, supone numerosas cuestiones difciles. Por obrar
motivado por el deber, Kant quiere decir slo que obremos de acuerdo
con la mxima del deber y que experimentemos la sensacin de respeto
por la ley. Este respeto es una respuesta y no la fuente del valor moral. Es
compatible con que la accin concuerde con nuestras inclinaciones natura
les y sea objeto de disfrute. De acuerdo con una interpretacin, el conflicto
aparente entre deber e inclinacin slo es de orden epistemolgico; no po
demos saber con seguridad que obramos slo por deber si falta la inclina
cin. Segn otras interpretaciones, la cuestin es ms profunda, y conduce
a la ms grave acusacin de que Kant no puede explicar la mala accin.
6) Falta de explicacin de la mala accin. Esta acusacin es que Kant
slo contempla la accin libre que es totalmente autnoma es decir, que
se hace de acuerdo con un principio que satisface la limitacin de que todos
264
los dems puedan hacer igualmente y la accin que refleja slo deseos
naturales e inclinaciones. De ah que no puede explicar la accin libre e imputable pero mala. Est claro que Kant piensa que puede ofrecer una explicacin de la mala accin, pues con frecuencia ofrece ejemplos de malas acciones imputables. Probablemente esta acusacin refleja una falta de
separacin entre la tesis de que los agentes libres deben ser capaces de actuar
de manera autnoma (en el sentido rousseauniano o kantiano que vincula la
autonoma con la moralidad) con la tesis de que los agentes libres siempre
obran de manera autnoma. La imputabilidad exige la capacidad de obrar
autnomamente, pero esta capacidad puede no ejercitarse siempre. Los malos
actos realmente no son autnomos, pero son elegidos en vez de determinados
de forma mecnica por nuestros deseos o inclinaciones.
7.
La tica kantiana
La tica kantiana
265
8.
El legado kantiano
La tica de Kant sigue siendo el intento paradigmtico y ms influyente por afirmar
Bibliografa
Obras de Kant
Groundwork of the Metaphysic of Moris; trad. H. J. Patn, como The Moral Law (Londres:
Hutchinson, 1953). Trad. esp.: Fundamentacin de la metafsica de las costumbres,
ed. de M. G.a Morente, Madrid, Espasa-Calpe, 1971.
Religin Within the Limits of Reason Alone; trad. T. M. Greene y H. H. Hudson (Nueva
York: Harper and Row, 1960). Trad. esp.: La Religin dentro de los lmites de la mera
razn, Madrid, Alianza Editorial, 1969.
The Metaphysic of Moris. Trad. esp.: La metafsica de las costumbres, Madrid, Tec-nos,
1989.
266
Otras referencias
Nussbaum, M.: The Fragility of Goodness: Luck and Ethics in Greek Tragedy and
Philosophy (Cambridge: Cambridge University Press, 1986). Rawls, J.: A Theory
ofjustice (Cambridge, Mass.: Harvard University Press, 1971).
Trad. esp.: Teora de la Justicia, Mxico, FCE, 1978. : Kantian constructivism and
moral theory, Journal of Philosophy, LXXVII
(1980), 515-72. Williams, B.: Ethics and the Limits of Philosophy (Londres:
Fontana, 1985).
Otras lecturas