Ensayo Latinoamericano
Ensayo Latinoamericano
Ensayo Latinoamericano
El ensayo latinoamericano:
tradicin y
transgresin
Cmo dar cuenta de la gran tradicin de ensayistas latinoamericanos? Qu papel juega el ensayo en la historia del pensamiento y la
literatura de Amrica Latina? Cmo explicar en nuestras letras la
vitalidad y vigencia de un gnero por muchos considerado menor? Cul
es su funcionamiento y su motivacin secreta frente a otros discursos
(acadmicos, periodsticos, institucionales) con lgicas distintas y
muchas veces antagnicas? Deseo esbozar algunas aproximaciones en
torno a la escritura ensaystica del subcontinente que aborden, aunque sea de manera tangencial, estas preguntas.
* Ponencia presentada en las Jornadas del Colegio de Filosofa, Letras y Humanidades: Filosofa y Literatura: Lmites y puntos de encuentro, llevadas
a cabo en la Universidad del Claustro de Sor Juana, del 11 al 14 de mayo de 2005, en la Ciudad de Mxico.
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ANATOMA DE LA CRTICA
decirse que el ensayo busca aprehender lo eterno desde lo transitorio, lo inmutable a travs de la contingencia, la sntesis artstica que Baudelaire fund y propuso para el escritor moderno.
Esta dependencia y cercana respecto de la historia
inmediata le otorga al ensayo un carcter fundamental: ser un discurso provisional, inconcluso, an en
movimiento. Los ensayos son textos que estn realizndose en la palabra, que no pueden concebirse como
obras concluidas y cerradas. De ah que estn escritos
en tiempo presente y no en pasado, como algo terminado. Se trata de una escritura en devenir, abierta a un
debate todava no finiquitado. Eso explica el tono ms
que subjetivo personal del ensayo; ese discurso que
ostenta orgullosamente su parcialidad, que exhibe sus
limitaciones no por falsa modestia sino por un fuerte
sentido de responsabilidad frente a la verdad. Michel
de Montaigne, el padre fundador del gnero, afirma que
el juicio sobre la realidad circundante debe ser sometido continuamente a prueba: quienquiera que me
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el hecho de que se desenvuelva con tal libertad en estos mbitos dismiles hace suponer que es infrtil tratar de encapsularlo en slo uno de ellos. Por ello la polmica sobre si el ensayo es arte o no, si es filosofa o
no, me parece infructuosa y rebasada. Ms interesante
es rastrear los modos en que el ensayo adquiere una
funcin transgresora.
De qu manera logra incidir el ensayista en la apertura y reconfiguracin del espacio del debate pblico? Ms
all de su contenido temtico, el ensayista trabaja sus textos a travs de cdigos literarios que es necesario descifrar. Toda escritura supone estrategias, posicionamientos,
ejercicios de sentido en relacin con un espacio social y
frente a otros discursos. Por ello, la forma exterior de un
discurso posee importancia en la medida en que constituye ya una organizacin que puede ser interpretada como
compromiso esttico y poltico. Segn Fredric Jameson
la forma siempre se capta como contenido. En el caso del
ensayo, su condicin escurridiza tiene que ver con ese
carcter hbrido que le permite abrir sus fronteras e insertar en su interior otras formas de narrar la realidad. El
hecho de ser un gnero intermedio, como lo denomina
John Kraniauskas, provee el sentido poltico del ensayo.
Su carcter anticannico proviene de esa voluntad por
infringir o violentar las reglas, los lmites establecidos por
las convenciones genricas. Si los gneros representan
normas literarias que establecen el contrato entre un escritor y un pblico especfico, la escritura ensaystica,
guiada por una voluntad de conciliar discursos dismiles,
transgrede las normas y rompe con tales sistemas tradicionales de regulacin. Al ser un gnero transdiscursivo,
el ensayo resulta ser un relato que desafa de manera constante la estabilidad del canon recibido, as como los usos
apropiados de los artefactos culturales tradicionales.
Adems, al situarse fuera del centro, el ensayo logra hacer de la marginalidad un elemento de impugnacin. Eso le permite transgredir las pautas autorizadas y romper el contexto de subordinacin en que
se halla tanto el sujeto de su discurso (lo marginal, lo
otro) como su propio discurso, que funciona fundamentalmente por su posicin respecto al canon. La hibridacin (o transdiscursividad) funciona as como
mtodo de transgresin pero tambin como bsqueda
de nueva identidad. Su inherente voluntad
transgresora es el origen de su ambivalencia. Si se trata de una escritura genricamente ambigua, no es tal
desde el punto de vista poltico. Podra decirse que en
el ensayo hay un traslado de las preocupaciones tem47