Enfrentarse Al Dragón Extr
Enfrentarse Al Dragón Extr
Enfrentarse Al Dragón Extr
Enfrentarse
al dragn
Acabar con nuestro sufrimiento
adentrndonos en el dolor
Para Diane,
Indice
1 parte:
1
Distinguir entre dolor y sufrimiento
2
Poner nombre a nuestro dolor
3 Enfrentarnos a nuestro dolor
4 Entrar en nuestro dolor
5 Sacar el dolor del dolor
6 Salir de nuestro dolor
2 parte:
12
15
18
22
25
27
3 parte:
13
14
15:
30
35
37
42
44
46
Conclusin
Acerca del autor
49
56
58
Enfrentarse al dragn
Enfrentarse al dragn
Introduccin
Enfrentarnos a nuestro dolor y entrar en l en nuestras
contracturas, nuestro miedo, nuestra angustia, nuestro
atontamiento, nuestra infelicidad nos ayuda a situarnos en el
camino que conduce a la felicidad autntica.
Enfrentarnos a nuestro dolor? Acaso de lo que se trata no es de
eliminar el dolor o, al menos, de huir de l? Es que el dolor no es
ya lo bastante desagradable? Por qu hacerlo an peor acercndonos ms a l, y no digamos ya entrando en l?
Estas preguntas y otras similares son totalmente comprensibles,
sobre todo si tenemos en cuenta la aversin que suele tenerse al
dolor, ya sea fsico, mental o emocional. La nocin misma de
enfrentarnos y, especialmente, de entrar en nuestro dolor puede
parecer contraria a toda lgica, temeraria, ingenua, equivocada e
incluso masoquista.
Sin embargo, realizar semejante movimiento, generalmente
no aumenta el dolor, sino que de hecho, lo disminuye, como
veremos en el primer captulo. Cuanto ms nos acerquemos a
nuestro dolor mayores son las probabilidades de que podamos
relacionarnos con l en lugar de hacerlo desde l.
Enfrentarse al dragn
Enfrentarse al dragn
Enfrentarse al dragn
Enfrentarse al dragn
la punta de los dedos de los pies, una orientacin no problemtica con respecto al dolor.
Esto significa, en parte, hacer frente a los dragones que estn
custodiando el tesoro que buscamos. Y, qu son los dragones
sino la presencia arquetpica de aquello que ms parece asustarnos
o amenazarnos, densamente oscurecido y endurecido, no fuera,
sino dentro de nosotros?
Para llegar hasta el tesoro debemos enfrentarnos de lleno a
cualesquiera dragones que lo estn vigilando. Esto no es solo un
cuento, ni una mera metfora, sino una realidad viva. Al principio puede que veamos a los dragones sea cual sea la forma
que adopten como obstculos, problemas, inconvenientes,
bloqueacaminos de poco cerebro, pero ms adelante llegaremos
a verlos no como algo que nos obstruye el camino, sino ms bien
como parte esencial de ste. El camino a qu? A lo que ms profundamente anhelamos.
Como veremos, la funcin principal de los dragones es la de
asegurarse de que somos verdaderamente capaces de apreciar y
usar con sabidura lo que ellos custodian.
Y para ser capaces de ello, tenemos que liberarnos de nuestro
sufrimiento hasta que entre nosotros y nuestro dolor no haya
nada excepto un espacio sensitivo. Este viaje, este cambio radical,
este vivificante movimiento, solo podemos hacerlo nosotros, y no
13
Enfrentarse al dragn
solo por nosotros, sino por todas las dems personas. Se acab
escaquearse.
Este libro trata de poner fin al sufrimiento, y tambin trata de la
libertad y la felicidad. Espero que verdaderamente os sirva, que os
enfrentis a vuestros dragones y, a travs de estos enfrentamientos,
hallis la sanacin, el despertar y la libertad que os pertenecen por
derecho natural.
14
1 parte
Trabajar
con el dolor
Enfrentarse al dragn
Captulo 1
Distinguir entre dolor y sufrimiento
En el discurso cotidiano los trminos dolor y sufrimiento,
generalmente, se utilizan de forma intercambiable: sufrir es sentir
dolor, y sentir dolor es sufrir. Sufrimiento y dolor tambin
se conceptualizan como sinnimos en gran parte de la literatura
psicolgica y de la prctica espiritual. No obstante, el dolor y el
sufrimiento difieren enormemente el uno del otro. Es cierto que
sufrir es sentir dolor, pero sentir dolor no tiene por qu significar
necesariamente sufrir.
El dolor, fundamentalmente, no es ms que una sensacin
desagradable; en cambio, el sufrimiento es algo que nosotros
hacemos con nuestro dolor.
El dolor va ligado, a menudo ineludiblemente, a la Vida. Es
tambin, en muchas ocasiones, necesario, sobre todo por su
capacidad de alertarnos (y despertarnos). El sufrimiento, sin
embargo, es muchsimo menos necesario de lo que podramos
pensar y constituye, sea cual sea su mecanicidad, una opcin: por
paralizante y absorbente que pueda resultar el sufrimiento y a
veces puede ser aplastante, abrumador, agobiante e irresistible,
18
Enfrentarse al dragn
19
Enfrentarse al dragn
Enfrentarse al dragn
Enfrentarse al dragn
22
Enfrentarse al dragn
23
Enfrentarse al dragn
Captulo 2
Poner nombre a nuestro dolor
Al poner nombre a nuestro dolor comenzamos, aunque sea
ligeramente, a desarrollar una relacin con l. No nos limitamos
a quedarnos con el nombre y arriesgarnos as a distanciarnos
o separarnos excesivamente de nuestro dolor etiquetndolo,
sino que ms bien utilizamos esta accin de ponerle nombre
para acercarnos ms a l, mirarlo directamente a la cara y, en el
momento adecuado, entrar en l. Como veremos, cuando nos
implicamos sinceramente en esta accin de nombrar el dolor no
hay posibilidad de apartarnos de l, ni hay ninguna distraccin
de la abstraccin, ni ninguna evasin intelectual ni espiritual de
nuestro dolor, ni ninguna disociacin.
Empezad por decir, simplemente, para vosotros y en voz baja:
Dolor, o El dolor est aqu, o Est apareciendo el dolor, o
Me duele. Suena casi demasiado sencillo, pero no es tan fcil
hacer solo eso: puede que os sintis tentados a pasar rpidamente
de nombrarlo a inyectar energa y atencin en su argumento.
24
Enfrentarse al dragn
25
Enfrentarse al dragn
Enfrentarse al dragn
27
Enfrentarse al dragn
28
Enfrentarse al dragn
Captulo 3
Enfrentarnos a nuestro dolor
Enfrentarnos a nuestro dolor constituye un acto de afecto
radical, y no solo por nosotros mismos, porque entonces dejamos
de alimentar o apoyar la tendencia a huir del dolor que ha
convertido a tantos de nosotros en adictos a cualquier cosa que
nos mantenga o parezca mantenernos alejados no solo de nuestro
dolor sino tambin del de los dems.
Al tomar en cuenta nuestro dolor tambin estamos, aunque
indirecta o ligeramente, tomando en cuenta el de los dems
(tanto en un contexto personal como colectivo), y una de las
consecuencias de ello es que nuestra compasin por los dems
no solo se hace ms profunda, sino que tambin se ensancha,
con lo que nuestra interconexin y estrecha relacin con todo
cuanto existe se convierte en mucho ms que una simple creencia
o construccin intelectual.
Enfrentarnos a nuestro dolor implica llevar al corazn todo
aquello de nosotros mismos que hemos rechazado, todo cuanto de
nosotros hemos condenado al ostracismo, repudiado, descuidado,
29
Enfrentarse al dragn