Recomendaciones de La SIOP
Recomendaciones de La SIOP
Recomendaciones de La SIOP
Introduccin
La problemtica del nio con cncer involucra mltiples actores: nio enfermo, hermanos
sanos, padres, familia ampliada, personal del equipo de salud (onclogos, pediatras,
enfermeros, psiclogos, asistentes sociales), maestras, voluntarias y comunidad en la que el
nio se encuentra inserto mientras dura el proceso (escuela de origen, amigos, vecinos, etc).
Para lograr la mejor calidad de vida posible en cada momento del proceso es importante
atender entonces a estos mltiples actores y grupos. Es en relacin a sto que las
Recomendaciones aparecen como un instrumento invalorable de informacin, difusin y
material de discusin.
Las Recomendaciones, elaboradas por el Comit de trabajo sobre Aspectos psicosociales de la
Sociedad Internacional de Oncologa Peditrica, constituyen un cuerpo terico formado por
distintos documentos que se elaboran anualmente en las reuniones de dicha organizacin a la
que pertenecen la mayora de los onclogos pediatras del pas y del mundo. Estos documentos
abarcan distintos aspectos de la problemtica del cncer infantil y se proponen como
estndares aprobados por la munidad cientfica internacional acerca del cuidado y la asistencia
hacia la que se debera tender.
Hasta el momento son 11 documentos:
- Aspectos generales.
- La escuela.
- 'Sobrevivientes" a largo plazo.
- Concepto de "Alianza teraputica" entre familias y equipo de salud.
- Comunicacin del diagnstico. .
- Cuidados Paliativos.
- Acompaamiento de los hermanos sanos.
- Sndrome de " Burn Out".
- Rechazo de tratamiento.
- Consentimiento informado y toma de decisiones participativa.
- Terapias complementarias y/o alternativas.
En nuestro pas, y tambin en el resto de Latinoamrica, muchos de los profesionales que
trabajan con estas familias, as como los propios miembros de las familias, tienen dificultades
para la comprensin de textos en ingls siendo indispensable contar con una versin en espaol
para su difusin.
La traduccin de estos documentos fue iniciada durante la realizacin de un fellowship de la
Unin Internacional de lucha contra el Cncer (UICC) en el Ospedale San Gerardo, Monza,
Italia, bajo la tutora del Prof. John Spinetta. El jefe de dicho servicio de Oncohematologa
Peditrica, el Profesor G. Masera, quien es el presidente el Comit de Trabajo sobre Aspectos
Psicosociales de la Siop ha revisado dicha traduccin y alienta la publicacin en castellano. A lo
largo de estos 8 aos he continuado ese trabajo y presentamos ahora la segunda edicin de las
Recomendaciones, actualizada hasta la fecha.
Es nuestra intencin que la difusin amplia de estos documentos sirva para mejorar la atencin
de los nios con cncer y defender la necesidad de contar con un equipo multidisciplinario que
se ocupe de los aspectos psicosociales de los pacientes y sus familias.
Desde hace 5 aos la Fundacin Natal Dafne Flexer, de la Repblica Argentina edita y
distribuye gratuitamente este material eJ1 Espaol entre los profesionales y organizaciones de
ayuda al nio con cncer, de Latinoamrica.
Lic. Gabriela Medn
Psicloga especialista en Psico-oncologfa
Asesora del rea psicosocial de la FNDF
Metas y recomendaciones
Actualmente, para la mayor parte de los nios enfermos de cncer, la cura es posible. Para el
ao 2000, uno de cada mil adultos jvenes habr padecido cncer en la infancia. La mayora
tendr buena salud y una expectativa de vida normal. Los avances en los resultados del
tratamiento han generado la necesidad de un cambio en la atencin de estos pacientes y sus
familias. Se hace cada vez ms necesario un enfoque interdisciplinario de los cuidados, que
incluya acciones de soporte psicosocial desde el momento del diagnstico para asegurar la
mejor calidad de vida posible. El adecuado manejo de la informacin as como el desarrollo de
actividades de soporte permitir a estos nios un crecimiento y desarrollo adecuados para entrar
en la vida adulta y desplegar al mximo sus potencialidades.
Nuestra experiencia colectiva en aos recientes nos ha llevado a formular recomendaciones para
el soporte y la atencin psicolgica y social.
Estructura de los servicios mdicos, estrategia de intervencin
El soporte psicosocial es parte integral del cuidado y asistencia de todos los pacientes. La
responsabilidad respecto del tratamiento y cuidado general del paciente debe estar a cargo de un
mdico tratante. Considerando la importancia de la relacin que se desarrolla entre el mdico y
el paciente, es importante que ste sea el mismo, tanto tiempo como sea posible, asegurando la
continuidad del cuidado.
La atencin del nio con cncer requiere la participacin de un equipo multidisciplinario (el
mdico tratante trabajando junto con especialistas de consulta, un psiquiatra y/o psiclogo,
enfermera, asistente social, docentes, especialistas en recreacin, y miembros de otras
disciplinas de la salud, segn sea necesario). Se recomienda una formacin o entrenamiento
orientado al tratamiento de nios con cncer para todos los miembros del equipo y los
profesionales de salud mental que participen deberan idealmente tener algn tipo de
experiencia en la asistencia de estos pacientes.
Una obligacin extremadamente importante para los miembros del equipo es la de reservar
tiempo y espacio para reunirse a conversar con los padres y los pacientes.
Familia
Las familias de los nios afectados enfrentan una crisis emocional en el momento del
diagnstico. Desde ese momento en adelante, la enfermedad desafa la relacin entre los padres,
la relacin entre los hermanos y el equilibrio de la vida familiar.
Toda la familia (padres, paciente, hermanos, y miembros de la familia extensa) debera ser
ayudada a entender la enfermedad, cada uno segn su propio nivel de desarrollo, y deberan ser
acompaados a aceptar la necesidad de un tratamiento activo y un seguimiento prolongado. Los
padres deben ser ayudados a poder comportarse con el nio enfermo de la misma forma en que
lo hacen respecto de sus hermanos sanos.
El centro de tratamiento debera favorecer la interaccin entre las familias afectadas y estimular
la participacin activa en programas de soporte especficos que incluyan actividades con pares y
con otros nios sanos (ej. hermanos de los pacientes) as como contacto posterior con grupos de
soporte a padres.
El paciente
Teniendo en cuenta su nivel de desarrollo, el nio con cncer debe ser ayudado a entender su
enfermedad as como su respuesta a la misma. Debe ser acompaado a aceptar el necesario, y a
menudo, intenso tratamiento y debe ser reasegurado respecto de que las consecuencias agudas
del tratamiento como dolor, u otros efectos secundarios a largo plazo que pudieran sobrevenir,
podrn ser tratados efectivamente. Se les deben dar fuerzas para mirar el futuro con esperanza y
optimismo.
Llegado este punto el nio debera, siempre que sea posible y teniendo en cuenta su nivel de
desarrollo, participar activamente en programas u otras instancias de interaccin con el
propsito de promover su participacin en las decisiones que ataen a su propia salud. Las
intervenciones mdicas psicolgicas y sociales deben dar soporte al crecimiento educacional y
psicolgico del paciente, basndose en sus propias riquezas y carencias personales y de acuerdo
al estado de su enfermedad.
Escuela, educacin
La integracin del nio a la escuela es parte fundamental del desarrollo psicolgico y social del
mismo. El fin ltimo es que el nio devenga en un adulto que participe activamente en el mundo
que lo rodea, incluyendo el trabajo y la vida familiar.
Los maestros deben ser sensibilizados e informados respecto del cncer infantil. El equipo de
salud, con el permiso de pacientes y padres, debe contactar a los maestros y el nio debe
reintegrarse a su programa escolar normal tan pronto como sea posible. Con el objetivo de
promover su independencia, el personal de la escuela debe evitar dar privilegios especiales o
imponer restricciones, excepto aquellas indicadas por el mdico. Mientras est en el hospital, el
nio debe ser alentado a continuar con su trabajo escolar. Si el nio debe permanecer en casa
por razones mdicas, debe ponerse especial esfuerzo y atencin en mantener la actividad
escolar, por ej. con maestra domiciliaria.
Trabaio
Para facilitar la integracin social de lo nios, todos aquellos involucrados en la atencin
(mdica, psicolgica o educacional) de los nios con cncer deben concentrarse en prepararlos
para el nivel de empleo ms alto segn sus capacidades, antes que propiciar la sobreproteccin,
que lleva a una continua dependencia. Debe poder proporcionarse consejo e informacin acerca
de preparacin laboral y oportunidades de empleo.
Debe alentarse la cooperacin y el contacto entre los educadores y los establecimientos
laborales.
Salud y polticas sociales
Deben desarrollarse polticas que maximicen la integracin a la sociedad de los nios con
cncer y sus familias.
Se debe desalentar el prejuicio sobre la base del diagnstico y asegurar que las evaluaciones
relacionadas con la carrera, el empleo y la seguridad social sean hechas sobre la base del estado
de salud actual de cada individuo.
Recomendacin final
Es responsabilidad de las autoridades sanitarias proveer los recursos adecuados de forma que los
hemato-onclogos pediatras puedan asegurar que los servicios de soporte psicosocial
apropiados estn disponibles para todos los pacientes asistidos por el equipo multidisciplinario.
Introduccin
La integracin a la escuela es parte esencial del desarrollo psicolgico y social normal de
cualquier nio. Los nios afectados por una enfermedad crnica como el cncer no slo tienen
derecho a asistir a la escuela, sino que deben ser estimulados a recuperar su asistencia normal a
la misma.
Con sto en mente, el Comit Psicosocial de la SIOP dedic el encuentro en San Francisco
(Octubre de 1993) a los programas educacionales de los distintos hospitales que participaron en
la redaccin del primer documento oficial del grupo,
En San Francisco, una larga discusin sigui a las 20 presentaciones orales de diferentes centros
del mundo. Se alcanz un consenso general acerca del modo de abordaje de la escolaridad y la
educacin en la comunidad peditrico-oncolgica. Se considera imprescindible tener un
programa hospital/escuela bien definido y plani1icado. El programa para nios con cncer,
basado en la necesidad de una comunicacin abierta adecuada a su proprio nivel de desarrollo
(edad), debera incluir los siguientes tpicos:
Escuela en el hospital
La asistencia al nio con cncer requiere la participacin de un equipo multidisciplinario
(mdico, psiquiatra y/o psiclogo, enfermeras, trabajador social, docentes, especialistas en
recreacin), y la intervencin debe tener como propsito la educacin del nio. Tambin, en
cuanto la condicin clnica lo permita, el nio debe ser alentado a jugar.
Los docentes hospitalarios deben ser escogidos con atencin entre aquellos que sean sensibles a
las necesidades de los nios enfermos, que sean capaces y estn deseosos de seguir programas
educativos individuales de acuerdo a la escuela de origen del nio y quienes deben ser lo
suficientemente flexibles como para realizar un programa de juego sustitutivo cuando el nio no
est suficientemente bien como para estudiar. Los docentes deben .estar entrenados y ser lo ms
estables posibles.
Programa de vuelta a la escuela
Una vez que el nio est en condiciones de retomar la escolaridad normal, el programa, para el
cual es necesaria la autorizacin de los padres, debe incluir los puntos que se discutirn a
continuacin.
Deben abrirse canales de comunicacin entre el personal del hospital y los docentes de la
escuela de origen. El personal de salud debe explicar a los docentes la condicin medica
especfica del nio y deben estar preparados y deseosos de explicarla tambin a los compaeros
de clase (cuando sea posible, uno de los mdicos del centro debera estar presente). Tambin
debe prepararse un manual para docentes incluyendo informacin acerca de la enfermedad y de
cmo manejarse con un nio enfermo. Se debe asegurar a los docentes que su rol es ensear as
como el del hospital tratar la enfermedad. Esto aliviar al docente de preocupaciones
innecesarias o ansiedades respecto de la salud del nio. Deben darse sugerencias al docente
Introduccin
Hemos entrado en una nueva era para los nios y adolescentes enfermos de cncer. Los grandes
avances en el tratamiento han creado una poblacin grande y en aumento, de jvenes que estn
exitosamente fuera de tratamiento de esta enfermedad. En el pasado, la asistencia psicosocial a
los sobrevivientes de cncer infantil estaba focalizada en prevenir los problemas
psicopatolgicos y de adaptacin que eran esperables como efecto de largos perodos de
aislamiento, trauma, asociacin continua con sentimientos e ideas de muerte y tratamientos
experimentales. Actualmente debemos estar ms preocupados por mantener y mejorar la salud
psquica de una poblacin mucho mayor. Se ha estimado que para el ao 2000, uno de cada 900
adultos jvenes ser un sobreviviente de cncer infantil. Este documento de toma de posicin
plantea un conjunto de recomendaciones para el cuidado apropiado de los sobrevivientes a largo
plazo evitando el riesgo de la utilizacin excesiva de los recursos mdicos. El propsito es
promover salud fsica, psquica y socioeconmica y no meramente ausencia de enfermedad o
disfuncin. Se necesita un conjunto de estndares de cuidado, que ofrezca controles regulares y
atencin por posibles problemas clnicos.
En el momento de finalizacin del tratamiento
Los programas orientados a las necesidades de cada sobreviviente a largo plazo de cncer
infantil deben comenzar cuando el nio o adolescente termina el tratamiento. El mdico, en lo
posible con una enfermera, debe tener un encuentro con la familia (y con el paciente, segn la
edad) para revisar el pasado y planear el futuro. Tambin el psiclogo o asistente social, si se
dispone de uno, debera reunirse con la familia. Estos ltimos, dada su experiencia y formacin,
podran detectar algunos desajustes (en el nio o en la familia) que el mdico no est
acostumbrado a detectar. El pediatra del nio o el mdico de familia deberan ser incluidos en
este momento para compartir con l los resultados. Muchos sobrevivientes irn a su pediatra o
mdico de familia para seguimiento. Es esencial que estos profesionales estn totalmente
informados acerca de la naturaleza de la enfermedad, del tratamiento, toxicidad y problemas
futuros para sintonizar la asistencia con las necesidades del paciente. Es importante que los
centros donde se realiz el tratamiento ofrezcan servicio de consulta para problemas mdicos o
psicosociales serios. Por otra parte, se debe proveer, en caso de ser apropiado, al nio y a los
padres de un breve resumen de historia clnica con la terapia recibida y la toxicidad asociada. Es
igualmente muy importante que cada centro preserve cuidadosamente toda la informacin sobre
los sobrevivientes de cncer a travs de un sistema de informacin que permita disponer de los
mismos an luego de mucho tiempo. Estos lineamientos deben ser traducidos en un programa
adaptado a las necesidades individuales y a la cultura local.
Establecimiento de una clnica a largo plazo
Se considera importante el establecimiento de una clnica especficamente orientada a la
asistencia preventiva, tanto mdica como psicolgica, de los sobrevivientes a largo plazo. Sera
preferible que esta clnica estuviera manejada por el onclogo pediatra que trat al nio y
Introduccin
El diagnstico de cncer infantil es un momento dramtico y estresante. La comunicacin del
diagnstico debe ser ms que un evento nico, debera ser el escaln inicial de una relacin y
proceso de comunicacin que involucre a los miembros del equipo de salud as como a la
familia y que se desarrollar y se ir modificando a lo largo del tiempo. Es un proceso que debe
ser repetido: lo que es difcil de hablar una primera vez puede ser fcil ms tarde, y lo que se
puede compartir y escuchar al inicio posiblemente aumente cuando cada uno est listo para
tener informacin ms detallada. Este primer momento sirve como modelo para los futuros
intercambios de informacin entre los profesionales de la salud y las familias y entre los mismos
miembros de la familia, especialmente entre el nio y sus padres. No podemos decirle a la gente
que sea abierta y honesta, debemos demostrrselo y no hay mejor momento para hacerlo que al
principio.
El manejo del proceso de comunicacin tiene una influencia notable en la forma en que todos
los involucrados - padres, otros miembros de la familia, staff sanitario trabajan y cuidan del
nio.
Al momento del diagnstico el nivel de ansiedad del nio y la familia es muy alto, y el nivel de
informacin que posean y su capacidad de entender vara enormemente. La mayora de los
padres quiere saber tanto como sea posible acerca de la enfermedad, los procedimientos
teraputicos, pronstico, .detalles prcticos respecto de cmo manejarse e impacto emocional de
la enfermedad. La comunicacin, por parte del staff, del diagnstico y plan de tratamiento debe
ser hecha de manera tal que responda a estas necesidades, y que desarrolle un vnculo de
confianza entre el staff, el paciente y su familia. Esta reunin, por lo tanto, no debe ser delegada
a profesionales en formacin o rotantes, quienes podrn hacerlo bien o no, pero que ciertamente
dejarn de estar en contacto con el paciente en un corto tiempo.
Con estas cuestiones en mente, el Comit Psicosocial de la SIOP dedic esta reunin en
Montevideo (Octubre 1995) a las distintas modalidades de "comunicacin del diagnostico" en
los diferentes centros. Este tema fue uno de los tpicos considerados en el primer documento
oficial de este grupo. En Montevideo se alcanz consenso, luego de 10 presentaciones orales de
diferentes centros mundiales y de una larga sesin plenaria, respecto de cmo comunicar el
diagnstico a la familia y al nio. Se consider indispensable tener una modalidad planificada y
bien definida de aproximacin a este tema.
El programa debera incluir los siguientes tems:
Lo que cada uno trae a la comunicacin del diagnstico:
l. Independientemente de los sntomas que el nio presente, los padres y miembros de la familia
rara vez estn preparados para el diagnstico de cncer. Por lo tanto es importante para ellos
poder "darse cuenta" de esta nueva realidad, y entender el progreso que la medicina ha hecho
respecto del tratamiento y cura potencial de la enfermedad. Los padres necesitan saber quin
tratar a su hijo, ser reasegurados de la competencia del staff mdico, y no tener dudas acerca de
las capacidades del staff y de las suyas propias para poder ofrecerle el mejor soporte fsico y
emocional a su nio. Dada la naturaleza shockeante y estresante de este primer perodo diagnstico, es comn para los padres olvidar gran cantidad de la informacin compartida con ellos
en el encuentro inicial. De modo que resulta fundamental tener una comunicacin abierta e
informal durante el curso del tratamiento. Los padres deben planear, y ser ayudados a planificar
cmo utilizar mejor sus recursos emocionales, materiales y sus energas para lidiar con la
enfermedad y su tratamiento. Esto habitualmente implica transformar sus miedos y sus
debilidades (ansiedad, miedo a lo desconocido, culpa, desconfianza, falta de informacin y
aprensin respecto de los hermanos, dificultades financieras y laborales) en una mirada positiva
que permita mantener un estilo de vida tan normal como sea posible, de cara a estas demandas
extraordinarias. Al mismo tiempo, los padres deben estar preparados para cambios en los roles
familiares y en las relaciones que ocurren como resultado de la hospitalizacin, de la longitud
del tratamiento y de las nuevas demandas emocionales y sociales. Las fortalezas que los padres
pueden ofrecer incluyen la defensa de los intereses del paciente, la cooperacin y ayuda con el
equipo tratante y la seguridad que puedan brindar al nio enfermo.
2. Los nios diagnosticados con cncer necesitan entender, de manera apropiada a su edad, esta
nueva dimensin en que ha entrado su vida. Deben ser informados acerca de la naturaleza de su
enfermedad y su tratamiento, de los potenciales efectos secundarios as como de la cura, y de la
posibilidad de dolor y discomfort. Esta informacin debe ayudarlos a mantener la confianza en
sus padres y a desarrollarla respecto de los miembros del equipo tratante. La mayora de los
nios desear ser tratado de manera sensible y compasiva por parte del staff, pero tambin con
informacin adecuada y mutuo respeto que ayude a disminuir el "misterio" alrededor de la
enfermedad. Los nios tambin estarn preocupados por mantener una vida relativamente
normal y estar en contacto con otros miembros de la familia, pares y compaeros de escuela.
Sus puntos vulnerables son el miedo, la fatiga, problemas de adaptacin al ambiente
hospitalario, separacin y dolor; y sus fortalezas incluyen la tolerancia, el buen humor y la
confianza.
3. El staff mdico a menudo porta sus ansiedades y dificultades respecto del momento del
diagnstico ya que deben compartir informacin compleja y dolorosa con desconocidos. El
mdico debe rpidamente descubrir algunas caractersticas del nio y la familia para poder
compartir la informacin con ellos de manera completa y adecuada. Mientras que intentan
modelar un proceso de comunicacin abierto y confiable, a menudo deben enfrentarse a
sobrecarga de trabajo y presiones de tiempo, requerimientos de los protocolos de investigacin
y preguntas normales acerca del mejor tratamiento para cada nio en particular (randomizacin,
seleccin adecuada de protocolos, etc.). Las fortalezas del staff mdico son, por supuesto su
experiencia en la asistencia y su habilidad para anteponer las necesidades del paciente por sobre
las propias.
Normas Para un Proceso de comunicacin efectivo
Nuestro punto de vista general es que la comunicacin abierta entre el equipo de salud y la
familia (incluyendo al nio), y dentro de la misma familia es la situacin ideal. Sin embargo no
siempre es posible o preferible, y las normas que siguen deben ser adaptadas para adecuarse a
las necesidades y recursos de cada participante del proceso de comunicacin di agnstica. Esto
tambin debe ser hecho en forma sensible a los distintos estilos culturales y preferencias locales.
Con los Padres
1. Es importante que cada centro y cada equipo diseen un protocolo de "comunicacin del
diagnstico", de manera tal que todos los miembros del staff estn enfrentando este momento de
la misma forma. Este protocolo, que puede ser adaptado para adecuarse a circunstancias
excepcionales, debera ser resultado del consenso de los puntos de vista y experiencias de los
diferentes miembros del equipo de salud (mdicos, psiclogos, asistentes sociales, enfermeras)
as como tambin de los padres que han pasado por la situacin.
2. Inmediatamente en el momento del diagnstico, an cuando falten algunos elementos para
definirlo ms en detalle, debe organizarse un encuentro preliminar con los padres en el que se
compartir informacin bsica respecto del diagnstico y tratamiento y se les dar lugar a
comentar preocupaciones y formular preguntas. Se enfatizar en este momento que en los
prximos das se realizar un encuentro ms relevante en el que se les plantear todo el
"proyecto de cura" y que otros miembros de la familia as como otros profesionales podrn
concurrir al mismo. La comunicacin puede ser acompaada de un texto o un cassette que
contenga informacin esencial acerca de la enfermedad y el pronstico. Ms tarde, otras
reuniones ms informales y menos estructuradas permitirn chequear la relevancia y la utilidad
de la informacin compartida el primer momento y discutir ms detalladamente el plan de
tratamiento, los marcadores diagnsticos y pronsticos, los cambios en el estado del nio,
asuntos de la familia o del medio, etc.
3. El encuentro de comunicacin debe ser hecho en un ambiente privado, cmodo, creando un
ambiente que propicie la discusin de temas dolorosos. Ambos padres as como el jefe o mdico
responsable del protocolo deben estar presentes, as como una enfermera u otro miembro del
equipo de salud. Debe proponerse la concurrencia del pediatra del nio o del mdico de familia
a menos que los padres no estn de acuerdo. Si es solicitado, el nio enfermo (segn su edad),
otros miembros de la familia (ej. abuelos, quienes son significativos y a los que a menudo se les
presta poca atencin!) o amigos muy cercanos pueden estar presentes.
4. La comunicacin debe incluir una revisin general de la enfermedad, los tipos de terapia
relevantes para el tratamiento de la enfermedad del nio y el pronstico general.
5. En los encuentros posteriores puede brindarse informacin (y sugerencias) relacionadas con
las actividades cotidianas como: control de la medicacin, restablecimiento de una cotidianeidad
normal para el nio y la familia, continuidad de contacto del nio con la escuela y los pares,
cmo lidiar con la esperanza, el miedo y la cautela realista, cuestiones de dinmica familiar(ej.
matrimonio, divisin de roles, preocupacin de los hermanos), la relacin del nio con sus pares
(burlas, dificultades de integracin) y problemas prcticos (transporte al hospital, cuestiones de
seguro mdico, finanzas).
6. Es tambin de gran utilidad conectar a los padres con otros padres de nios con cncer o con
grupos de soporte de manera que si lo desean puedan utilizar este recurso de informacin y
soporte.
Con el nio
1. Debe desarrollarse un protocolo similar para los encuentro$ informativos con el nio,
prestando atencin a las diferencias segn edad y etapa de desarrollo.
2. La comunicacin debe abordar las preguntas y preocupaciones del nio con cncer as como
proveer informacin al nio. De esta forma el staff puede mostrar confianza y respeto respecto
de los recursos y necesidades emocionales del nio, alentndolo a enfrentar activamente su
situacin.
3. Un profesional del equipo, con experiencia y habilidad para la comunicacin mdica y el
manejo de entrevistas, debera en forma independiente, hablar directamente con el nio acerca
de estos temas. Sabemos que no todo mdico va a ser el mejor capacitado dentro del equipo para
conducir este encuentro, sin embargo estas recomendaciones no deben ser interpretadas como
relevar al mdico de su responsabilidad en la comunicacin. Un encuentro separado con el nio
permite que sean planteadas preocupaciones que el mismo est renuente a compartir con sus
5. Slavin, L, O'Malley, J, Koocher,G and Foster, D. Communication in the cancer diagnosis to pediatric patients:
Impact on long-term adjustment. Am J Psych, 139 (2), 179-183, 1982.
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8. Jancovic,M, Loiacono,N B, Spinetta,J, Riva,L, Conter,V and Masera, G. Telling young children with leukemia
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Introduccin
El diagnstico de una enfermedad maligna en un nio produce repentinos y pesados cambios en
la familia. Una fase inicial de miedo, shock e incredulidad es comn, seguida a menudo por
reacciones complejas y contradictorias. Actitudes de parlisis y aislamiento pueden darse como
consecuencia de la ansiedad y el estrs. Las estrategias primarias de enfrentamiento de la
situacin conllevan la movilizacin de intensas energas.
Segn los tipos de personalidad y las circunstancias, estas energas pueden expresarse de
distintos modos. Por un lado, puede aparecer negacin, ansiedad y beligerancia; por el otro
pasividad y retraccin. An otras como compulsin a aprender mas acerca de la enfermedad y
su tratamiento, necesidad de intercambiar positivamente con amigos y familia, necesidad de
hacer todo lo posible por el nio y deseo de colaborar activamente en el tratamiento mdico. A
menudo estos estilos coexisten y se alternan a lo largo del tiempo, y son desplegados por
distintos miembros de la familia.
Tambin para los trabajadores de la salud, especialmente mdicos y enfermeras, el trabajo con
nios con cncer involucra una gran inversin emotiva. Sin embargo, a menudo, sta est
dispersa y debilitada por la necesidad de resolver problemas burocrticos, preocuparse por
sostener su lugar de expertos, lidiar con la falta de recursos, y responder a los malos entendidos
con las familias, a sus miedos y desconfianza respecto del tratamiento y pronstico de su nio
enfermo.
El deseo de los padres, el nio, otros miembros de la familia y amigos de luchar contra la
enfermedad, junto con el equipo de salud, se expresa a su manera en cada pas, en cada clase
econmica y en distintos modelos culturales y sociales. En muchos pases y centros
asistenciales se han formado asociaciones de padres, familiares y/o voluntarios para ayudarse
unos a otros y al staff en su trabajo. Estas asociaciones son ejemplos positivos de cuidado,
energa y solidaridad colectivos.
Alianzas teraputicas
El gasto intil de energa negativa por parte de cualquiera de los involucrados, podra ser usado
ms provechosamente, y en cambio movilizar energas nuevas y positivas, para cooperar en la
lucha contra la enfermedad generando una alianza teraputica. Esta alianza puede tomar una o
ambas de las formas que siguen (1) una alianza a ttulo individual entre los miembros de la
familia-padres, nios- y el staff mdico; y (2) una alianza entre las familias como grupo y los
miembros del equipo de salud como grupo. Estas alianzas teraputicas se forman cuando ambas
partes trabajan juntas con el propsito comn de dirigir sus recursos hacia un objetivo comn:
Curar el cncer y minimizar sus efectos secundarios tanto mdicos como psicosociales, y
movilizar las energas de todos los miembros de la sociedad en este sentido. (Fig.)
Introduccin
Estas recomendaciones se refieren a dos perodos de la fase final de la vida del nio muriente de
cncer. El primero es el perodo en que se juzga que el tratamiento ya no es efectivo y debe
tomarse la difcil decisin de pasar de un intento curativo a una fase de tratamiento paliativo. El
segundo es el perodo que va desde el comienzo del cuidado paliativo hasta la muerte del nio.
Cuestiones clave durante estas fases son el tiempo que dure, la calidad de vida y los derechos
del nio a cuidados y acompaamiento. Esto debe incluir el mejor cuidado paliativo que el
equipo pueda proveer.
Debera ser siempre posible que el nio terminal muera sin dolor, miedo o ansiedades que
puedan ser evitadas. Cualquiera sea el estado del nio que entra en la fase terminal de su
enfermedad, es esencial que el o ella reciba adecuado soporte mdico, psicolgico y espiritual; y
que el nio bajo ningn punto de vista se sienta abandonado por el centro de salud o por su
familia.
El objetivo de acompaar a un nio durante la fase terminal de su enfermedad es
extremadamente cansador tanto desde un punto de vista emocional como prctico. Los valores
personales, filosficos y culturales de la familia y de los miembros del equipo del centro de
salud influyen en lo que ocurre. Los miembros del staff deben estar especialmente advertidos de
su propia postura personal respecto de estos valores subyacentes (siendo cuidadosos de no
imponerlos a las familias).
Hasta la pre-adolescencia, los nios en general entienden la muerte de una forma distinta a los
adultos. Sin embargo, los nios con cncer a menudo alcanzan a entender lo que la muerte
significa a una edad bastante anterior que sus pares (1, 2). Como resultado de su experiencia con
la enfermedad y el tratamiento, an los nios de 4 aos de edad pueden ser conscientes de la
amenaza de muerte (3) aunque su manera de entenderla no sea igual a la manera en que la
entienden los adultos. Los nios tienen su propia forma de expresar su conocimiento y sus
emociones respecto de la muerte. Independientemente del nivel cognitivo que el nio tenga, la
respuesta emocional del nio con cncer respecto de la idea de muerte es fuerte y debe
enfrentarse. Un ambiente abierto en el que el nio se sienta libre de expresar sus miedos y
preocupaciones es esencial para el bienestar emocional del nio, la familia y el equipo. (1, 4,5).
Las recomendaciones presentadas aqu son sugerencias. No existen normas perfectas para
alcanzar un ideal. Cada centro, cada mdico y cada familia, debe encontrar los caminos basados
en sus propios recursos culturales y espirituales, sus tradiciones, religin, filosofa y los valores
de la familia en cuestin.
El cuidado paliativo en la fase terminal debe ser efectuado a la medida de las necesidades y
deseos del nio y la familia, con el propsito de proveer la mejor calidad de vida posible durante
el tiempo que reste por vivir. Cuando sea posible y donde sea apropiado, se le debera solicitar
al lder espiritual de la comunidad religiosa de la familia que ofrezca soporte al nio y la familia
en este momento final. Lo verdaderamente esencial es compromiso, amor y entendimiento
respecto de aquello que es posible y deseable; pero sobre todo el toque humano de todos los
participantes de la situacin. Debe recordarse que los padres, los hermanos, los parientes
sobrevivirn, la manera en que se atraviese la muerte del nio afectar profundamente sus vidas.
Las siguientes recomendaciones son hechas teniendo presente todos los propsitos
mencionados.
A. Recomendaciones para asistir al nio enfermo terminal durante el perodo de
transicin de tratamiento curativo a tratamiento Paliativo
Se considera que un nio con cncer debe pasar de tratamiento curativo a tratamiento paliativo
cuando:
1. El nio no puede ser tratado exitosamente con las terapias que hoy estn al alcance.
2. El nio necesita tratamientos especficos considerados paliativos, como causa del distress
fsico o mental.
Puede haber un desfasaje importante entre el momento en que el mdico determina que el nio
no se va a curar y el momento en que todos los involucrados estn de acuerdo en que el nio ha
entrado en la fase ltima o final de su vida.
Durante esta transicin de fase curativa a paliativa se debe proteger al nio. Las expectativas de
la familia deben ser tomadas en consideracin para ayudarlos a evitar sentimientos de culpa por
no haber hecho todo lo posible. Sin embargo, el dilema real para todos aparece si se contina la
terapia agresiva cuando las posibilidades de cura son prcticamente inexistentes.
Con estos conceptos en mente, sugerimos las siguientes recomendaciones para un programa
efectivo de asistencia durante la transicin de tratamiento curativo a paliativo.
3. Cada centro debe desarrollar una filosofa comn sobre los distintos tpicos clave
(comunicacin, soporte, control de sntomas, etc.) para las fases finales de la asistencia al nio
muriente, produciendo recomendaciones locales con relacin al tratamiento y la asistencia
basadas en discusiones de grupo.
4. Junto con el equipo de salud extendido, los padres y el pediatra del nio deben ser incluidos
en el proceso de toma de decisiones desde el comienzo del tratamiento, durante el curso de la
enfermedad, y especialmente en la transicin a la fase terminal. Todos los miembros del equipo
de salud deben continuamente ponerse al da sobre el curso del tratamiento. La decisin de pasar
del intento curativo a la fase paliativa debe ser tomada con los padres y todo el equipo de salud,
incluyendo a las enfermeras. Dependiendo de la edad y nivel de desarrollo, el nio debe ser
incluido en la toma de decisiones, con los ms grandes participando ms activamente. El nio
debe saber tanto como sea posible y apropiado para su nivel de desarrollo, acerca de la seriedad
de su situacin. Sin embargo, si el nio desea permanecer menos informado, este deseo debe ser
respetado y cualquier informacin brindada debe dejar que el nio mantenga un margen de
esperanza.
5. Los deseos parentales no siempre coinciden con aquello que es mejor para el nio. Los padres
pueden querer funcionar como escudo del nio, lo que puede hacer que el paciente se sienta an
peor. Tambin puede surgir un conflicto cuando la familia contina buscando una inexistente
posibilidad de cura, as como cuando desean parar el tratamiento curativo prematuramente.
Cuando los miembros del equipo de salud se toman su tiempo para tratar de entender y discutir
los motivos de los deseos de la familia, los inevitablemente dolorosos conflictos pueden ser
superados.
6. Debe evitarse proseguir el tratamiento curativo mas all del punto en que la cura no es posible
(El llamado "encarnizamiento teraputico")
B. Recomendaciones para la asistencia de nio terminal durante el perodo de cuidados
Referencias biblioerficas:
1. Spinetta, U: The dying child awareness of death: a review. Psychol Bull; 81:841-845,1974.
2. Waechter E H: Children's awareness of fatal iIIness. Am J N urs; 71 : 1168-1172, 1971.
3. Bluebond-Lagner M: "The private worlds of dying children" Princeton, NJ: Princeton University Press, 1978.
4. Spinetta J.1, Maloney: Death anxiety in the outpatient leukemic child. Pediatrics, 56: 1034-1037, 1975.
5. Lauer M E, Mulhern R K, Bohne J B, Camitta B M: Children's perceptions of their sibling's death at home or
hospital: the precursors of differential adjustment. Cancer nursing; 2: 21-27, 1985.
6. Jancovic M, Masera G, Uderzo C, el al: Meetings with parents after the death oftheir child from leukemia. Ped.
Hemat. Oncol; 6:155-160,1989.
Resea breve de las recomendaciones esenciales para la asistencia del Nio Terminal y su
Familia
1. Desarrollar una poltica y un acercamiento uniforme dentro del centro.
2. Alcanzar una decisin grupal con todo el equipo de salud acerca de un plan especfico del
mejor cuidado paliativo para cada nio.
3. Evitar la "Obstinacin sin medida", saber cundo moverse de una terapia orientada a la cura a
una terapia paliativa.
4. Escuchar al nio, mantenerse en contacto con la familia y tratar de desarrollar y mantener una
buena relacin entre todos los que intervienen.
5. Incluir en la toma de decisin final a los padres, a los hermanos y al nio (dependiendo de su
edad y nivel de desarrollo) y al mdico de la familia.
6. Controlar el dolor fsico y psquico as como otros sntomas que disturben al nio.
7. Permitir que el nio muera en casa cuando sea posible y si el nio y la familia as lo quiere.
8. Discutir cuestiones referentes al duelo entre los miembros del equipo de salud.
9. Alentar el desarrollo de entrevistas para padres y hermanos luego de la muerte del nio, para
poder reflexionar sobre la historia mdica del nio y conocer las necesidades actuales de los
padres, hermanos y otros miembros de la familia (abuelos, etc.).
Introduccin
Durante el curso de la enfermedad de su hermano o hermana, los hermanos sanos se sienten
dejados de lado y sufren tambin. Sin ninguna mala intencin por parte de los padres,
preocupados y sobrecargados, los hermanos son frecuentemente olvidados. En el primer
momento del diagnstico, agobiados por sus preocupaciones acerca de la enfermedad los padres
deben prestar atencin al nio que est enfermo y necesitado de ayuda mdica inmediata. El
equipo de salud tambin focaliza su atencin en el nio enfermo.
Durante este tiempo de crisis, cuando los padres dan casi exclusiva atencin al nio enfermo,
cmo es posible incluir las necesidades de los hermanos? Cmo se hace para ayudar a la
familia a retomar cierta rutina familiar tan pronto como sea posible? Hay principios generales
para ayudar a tomar en cuenta las necesidades de los hermanos sanos que pueden aplicarse a
todo el tratamiento, y hay tambin, necesidades especficas para cada fase del mismo.
Recomendaciones Generales
Los principios generales que pueden aplicarse a lo largo de todo el proceso de tratamiento
pueden ser divididos en varias categoras.
1. Sentimientos de soledad y/o abandono: Desde el momento del diagnstico los hermanos se
sienten solos y abandonados porque:
- Los padres estn forzados a permanecer en el hospital y ausentarse de la casa.
- Los hermanos quedan al cuidado de otros adultos alejados de su familia inmediata
- Los padres no tienen mucho tiempo ni mucha energa para pensar en los hermanos
dadas las energas que lleva el cuidado del nio enfermo.
Recomendacin: Es importante que los miembros del equipo de salud hablen con los padres
acerca de la necesidad de dar soporte a los hermanos sanos a pesar de estar ocupados por todos
los requerimientos de cuidados del nio enfermo. Pueden estimular a los padres a compartir
ideas acerca de cmo incluir a los hermanos en el cuidado desde el principio.
2. Necesidad de comunicarse I escuchar a los hermanos sanos: Como todo ser humano, ante la
ausencia de informacin, los hermanos tienden a imaginarse lo peor, incluso respecto de su
propia salud. Cuando los padres y miembros del equipo de salud, intentan con las mejores
intenciones mantenerlos alejados de la informacin respecto de la enfermedad y el tratamiento,
este bienintencionado ocultamiento de la verdad habitualmente lleva a los hermanos a temer las
peores posibilidades y a sentimientos de soledad, culpa y resentimiento.
Recomendacin: Los padres deben ser alentados a:
- Atender al momento particular en que se encuentre cada hermano y a los intereses de
cada uno.
- Incluir a los hermanos en las conversaciones acerca del tratamiento desde el inicio y
mantenerlos informados tanto como corresponda segn su edad, dndoles la posibilidad
de que ellos mismos elijan cunto desean participar.
3. Cuestiones evolutivas. Los nios continan siendo nios. La comunicacin del diagnstico y
del tratamiento debe hacerse teniendo en cuenta las capacidades emocionales, sociales y
cognitivas de los hermanos sanos. A medida que ellos vayan creciendo a lo largo del
tratamiento, su curiosidad acerca de la enfermedad y su capacidad de comprensin crecen a la
par, de manera que los temas relacionados con la enfermedad deben ser conversados una y otra
vez a lo largo del tiempo.
Algunos temas importantes a ser discutidos dependiendo de la edad de los hermanos son:
- Qu esperar tanto de ellos mismos como de sus hermanos ahora y que esperar cuando
vayan ocurriendo cambios fsicos o cambios en la relacin con su hermano/a, y qu
pueden ir haciendo en estas transiciones.
.
- Qu efectos adversos puede causar en su hermano enfermo (ej: dispersar grmenes,
resfras, etc).
Algunos comportamientos frecuentes que presentan los hermanos sanos segn la edad y que se
sugieren como tema de conversacin con los padres son:
- Sentimientos de culpa por estar sanos
- Sentimientos de culpa por haber causado la enfermedad del hermano
- Miedo de enfermarse ellos tambin
- Problemas en la escuela/rechazo a concurrir a clase/cambios en relacin con la escuela y
los maestros
- Quejas de dolores somticos y molestias
- "Actuaciones" para llamar la atencin
- Prdida de la "infancia", actitudes de "adultito"
- Prdida de la relacin normal con sus padres
- Prdida de un compaero de juegos
- Prdida de la cohesin familia
- Prdida de la rutina familiar habitual, salidas, vacaciones, etc.
- Tareas adicionales en la familia como consecuencia de que el nio enfermo no puede
compartir las tareas habituales, discusiones cuando el nio enfermo no quiere compartir
tareas familiares (ordenar, etc)
- Prdidas financieras como consecuencia de los gastos que genera la enfermedad. .
Enojo, tristeza
- Incomodidad ante situaciones en que vecinos y/o amigos hacen preguntas intrusivas y
difciles de responder.
- Incertidumbre acerca del futuro.
4. Ayuda de otros padres - familias.
Una de las grandes lecciones que los profesionales de la salud han aprendido a lo largo de los
ltimos aos es cun verdaderamente tiles pueden ser otros padres y familias. Los grupos de
padres y los grupos de hermanos han demostrado gran efectividad en cuanto a la informacin y
el soporte que brindan.
2. Durante el tratamiento.
- Como se ha dicho anteriormente, los padres deben continuar llevando a los hermanos de
visita al hospital segn sean los deseos de stos, los padres y el nio enfermo.
- Deben explicarse los distintos procedimientos en forma clara y adecuada a la edad y los
hermanos deben ser mantenidos al tanto de los progresos del herrmano/a si manifiestan
deseos de saber.
- Los padres pueden organizarse en turnos para estar uno en el hospital y el otro en casa
con los hermanos sanos. En el caso de familias uniparentales, se les debe brindar o
ayudar a conseguir el soporte necesario para permitirles que continen prestando
atencin a las necesidades de los hermanos sanos.
- Debe haber disponible materiales escritos, videos, etc con informacin para los padres y
los hermanos.
3. En caso de recada.
- Segn cada edad y momento del desarrollo, como se dijo anteriormente, los padres
deben hablar con los hermanos acerca de los cambios que ocurrirn a partir de la
recada, las razones de esos cambios, el hecho de que habr nuevos tratamientos y las
caractersticas de los mismos.
4. Durante un transplante de mdula.
- As como el paciente comienza a prepararse para el transplante de mdula se debe
explicar a los hermanos el motivo de encarar esta nueva fase del tratamiento y la
severidad de lo que se va a enfrentar
- Cuando se estudie a los hermanos que podran ser donantes se les debe explicar las
razones para hacerlo.
- Varios aspectos atinentes a los hermanos deben ser tenidos en cuenta: miedo de ser
elegido como donante, miedo de no ser elegido, culpa si el paciente no sobrevive.
- Se debe permitir a los hermanos entrar en el proceso de tomar la decisin acerca de si
desean o no donar su mdula.
- Se debe compartir con los hermanos informacin completa y honesta a lo largo de todo
el proceso de transplante, tanto cuando sea exitoso como cuando no lo sea.
- La familia debe ser estimulada, especialmente durante esta fase, a hacer la menor
cantidad de 'cambios que sea posible en su estilo de vida y se la debe ayudar y asistir
para que pueda conseguirlo.
- Si el hermano no puede ser donante, es importante que se clarifiquen y se discutan con
l las razones y algunos temas de gentica.
5. Luego de completado el tratamiento/Una vez finalizado el tratamiento.
- Cuando el tratamiento del nio se haya completado, la familia debe intentar volver a
tener una vida tan completa y normal como sea posible, sin las limitaciones que
ocasionaba el tratamiento.
- Los padres deben tomar cuidado extra en no sobreproteger al nio curado, ellos en
cambio deben alentarlo a intentar cosas nuevas.
- As como el nio crece y se vuelve ms curioso acerca de la enfermedad, la
comunicacin dentro de la familia acerca del cncer del que se ha curado debe continuar
y profundizarse.
Se debe mantener informados a los hermanos acerca de cualquier efecto tardo del
tratamiento que el nio que ha estado enfermo pudiera manifestar.
Reconocimiento
Agradecemos por sus valiosas contribuciones acerca de este tema durante la discusin plenaria
a: K.Pekkanen (Gothenburg, Sweden); M Naafs- Wilstra (La Werkovev, The Netherlands);
Sister K Reiley (Ogigaya Kamakura, Japan); S.Cutland (Northcliff, South Africa); I Buckwall
(Givatayem, Israel); P.Hinds (Memphis, Tenesee); M.Samardakie Wicz (Lublin, Poland);
J.Challinor (San Francisco, California); M. Mott (Bristol, UK); M Uchida, K Iwata, Y Ohara, A
Bessho (Tokyo, Japan); A Navik, A Vik ( Trondheim, Norway); M Ben Arush (Haifa, Israel); K
Sirkia ( Helsinki, Finland); B. Saevig, L Holen (Bergen, Norway)
Bibliografa adicional
Barbarin O A, Sargent J R, Sahler OJZ et al. "Sibling adaptation to childhood cancer collaborative study: parental
views of pre and post diagnostic adjustment of siblings of children with cancer". J Psych Oncol 1996; 13: 1-20
Chesler MA, Allswede J, Barbarin OA "Voices from the margin of the family: siblings of children with cancer" J
Psychol Onco11991; 19: 19-42
Dolgin MJ, Blumensohn R, Mulheml RK et al "Sibling adaptation to chilhood cancer collaborative study: crosscultural aspects" J Psychol Onco11997; 15:1-14
Packman WL, Crittenden MR, Rieger-Fisher JB et al "The Kinetic family drawing with donor and nondonor siblings
of pediatric bone marrow transplant patients" Art Ther J Am Assoc 1998; 15: 177 - 184
Sargent JR, Sahler OJZ, Roghmann KJ, et al " Sibling adaptation to childhood cancer collaborative study: siblings'
perception ofthe cancer experience" J Pediatr Psychiatr 1995; 20: 151-164.
Introduccin
Los profesionales del equipo de salud estn cada vez ms advertidos acerca de la existencia del
Sndrome de Burn Out y preocupados por su impacto, tanto en los individuos como en el
equipo. Todos aquellos que trabajan en relacin con problemas y desafos que enfrentan otras
personas son especialmente vulnerables al "Burn Out", los profesionales de la salud estn a la
cabeza de la lista de los susceptibles de padecerlo. El impacto del "burn out" puede ser
profundo: en lo individual, en el equipo y luego en los pacientes y familias que ese ~quipo
atiende. La prdida de energa, idealismo y entusiasmo que conlleva, junto con el sentimiento de
futilidad e insatisfaccin con el trabajo, es disruptivo, produce miedo y conduce a interacciones
complicadas dentro del mbito laboral. Esta inquietud asociada con el "burn out" en el trabajo
puede llevarse a casa y afectar seriamente la vida hogarea. Este grupo de recomendaciones
toma tres ejes fundamentales:
1. Cmo se manifiesta el "burn out" en los profesionales que tratan nios con cncer?
2. Cules son las causas del "burn out" en profesionales que tratan nios y adolescentes con
cncer o serios desrdenes hematolgicos?
3. Cmo puede prevenirse la aparicin del sndrome en los profesionales de este campo y cmo
aliviarlo en caso de que aparezca?
1. Definicin de BURN OUT
El "Burn Out" en profesionales que asisten a nios con cncer se manifiesta a menudo como un
proceso con distintos estadios que se va desarrollando lentamente a lo largo del tiempo. Es ms
factible revertir rpidamente el proceso y prevenir mayor dao personal en el inicio de la
pendiente que el profesional recorre hasta desembocar en el "burn out". A veces puede ocurrir
velozmente, pero en general es un proceso lento e imperceptible que se va dando a lo largo del
tiempo.
A continuacin se presentan estadios conocidos de desarrollo del "burn out". Tanto los
individuos como los equipos pueden verse afectados, en el contexto de este documento, la
palabra individuo puede ser extendida al equipo en algunas circunstancias. Es importante
destacar que tanto un individuo como un equipo no necesariamente pasan de una fase a otra de
manera ordenada
A. Agotamiento mental y fsico.
En este nivel, los individuos se sienten vacos emocional mente, con poca o ninguna energa y/o
deseo de comunicarse con los nios, sus familias o con otros miembros del equipo de salud.
recaen,
Tener que considerar los riesgos emocionales del paciente y de la familia,
Ver morir muchos nios,
Vivir dentro de una cultura profesional donde no est permitido quejarse, tener que estar
siempre "para arriba" con todos los pacientes y familias,
Estar ocupado la mayor parte del tiempo por familias demandantes e insatisfechas, con
poco tiempo restante o ninguno para el resto de las familias.
B. El ambiente de trabajo
La mayor causa de "burn out" es un ambiente de trabajo tenso. Esto ocurre:
- Cuando el modelo de trabajo es muy autoritario, con poca oportunidad para intervenir
en los procesos de decisin, y hay una atmsfera de tensin y hostilidad entre los
miembros del staff,
- Cuando hay poca moral de equipo, con desacuerdos y competencias internas y un
ambiente donde falta el apoyo y soporte de los pares cuando surgen las dificultades y
los problemas,
- Cuando se trabaja en un servicio con muchas demandas y sin tiempo suficiente, con
cortes y dificultades en la comunicacin del staff que se agregan a intensin, (como por
ejemplo que las necesidades de uno no sean escuchadas por aquellos en posicin de
liderazgo).
Estos condicionamientos pueden llevar a ser forzado a elegir entre la posicin tica y mdica de
uno con relacin a continuar o no un tratamiento y las demandas de tipo institucional dirigidas
por aquellos en posicin de liderazgo, dado que los recursos no alcanzan las necesidades o las
expectativas.
C. Caractersticas individuales
Caractersticas individuales como la personalidad del trabajador de la salud, pueden ser factores
de "burn out". Ejemplos de caractersticas nocivas seran:
Poca preparacin para este tipo de trabajo,
- Muchas demandas concentradas en uno,
- Expectativas demasiado grandes respecto del trabajo de uno,
- Dificultad para pedir ayuda,
- Dificultad para pedir o para tomarse tiempo de descanso, especialmente cuando uno
tiene ms experiencia o est en posiciones de autoridad.
- Dificultad para pedir consejo cuando se necesita,
- No compartir ideas
- No hacer uso de los mecanismos de soporte entre pares
- Sentimientos de miedo, culpa y desesperanza cuando no se hizo algo que debera
haberse hecho
- Involucrarse personalmente con determinados pacientes
- Dificultad para compartir con la pareja y con la familia sentimientos relacionados con el
trabajo
- Necesitar soporte de la familia en determinados momentos duros pero no querer
sobrecargarlos
- No descansar lo suficiente cuando se est cansado
- Querer cambiar de trabajo pero encontrarse atrapado financieramente
- No poder decir no ante las demandas del staff o de la familia.
El "burn out" puede darse ms rpidamente cuando uno tiene problemas simultneamente en el
trabajo y en la vida privada o cuando a uno le falta un balance saludable entre la vida privada y
el trabajo.
3. Prevencin v Solucin
Los principios generales para la prevencin del burn out son aplicables a todos los centros de
tratamiento, pero circunstancias particulares tanto institucionales como individuales
determinarn cmo es ms adecuado implementarlos. Dado que la naturaleza del trabajo
contina siendo un desafo, los individuos deben desde el comienzo evaluar su capacidad de
adecuarse a trabajar con este tipo de nios. Nadie debe ser obligado a trabajar con esta
poblacin de pacientes a menos que medien circunstancias extraordinarias.
Esta seccin enumera distintos caminos posibles de mejora y prevencin del "burn out". No es
la intencin sugerir que cada individuo o centro debera aplicar todas o la mayor parte de las
medidas que estn en el listado. Este listado compila sugerencias de miembros de equipos de
oncologa peditrica e ideas que han sido de utilidad en sus propios centros de atencin. Estn
presentadas en forma tal que cada uno pueda tener una lista completa de la cual seleccionar
aquellas medidas que se ajustan a las caractersticas de su centro, atendiendo a las propias
necesidades, recursos y circunstancias. Las sugerencias ms importantes estn dirigidas hacia:
1) modificar los aspectos nocivos del ambiente de trabajo y 2) modificar los aspectos del propio
comportamiento que predisponen al "burn out".
A. Formas de modificar el ambiente de trabajo.
Como principio general, un lder efectivo y cuidadoso con influencia directa en el dispositivo de
atencin puede ser un factor muy poderoso para prevenir el "burn out". Tener una misin
comn, objetivos y metas comunes es crucial para un funcionamiento adecuado del equipo de
salud. Un buen lder de equipo comprometer a los miembros del mismo a definir y redefinir
con cierta regularidad las metas del grupo, en forma tal que cada uno de los miembros se sienta
comprometido personalmente en el proceso de toma de decisin y sienta que su rol es
importante dentro de la misin como un todo. De esta forma un buen lder puede contribuir a la
prevencin del "burn out" por medio de
- Una cuidadosa seleccin inicial del staff y adecuado c;ntrenamiento,
- Ayudando a instalar una atmsfera de calma, apoyo y falta de tensin en el servicio, de
manera que los miembros del equipo se sientan bien de ir a trabajar y sientan respeto
por el trabajo,
- Encontrando mecanismos dentro del hospital para controlar factores de estrs, usando
tanto los sistemas formales como informales,
- Permitiendo con flexibilidad que los miembros del equipo sean quienes definan los
elementos de su trabajo,
- Comprometiendo ms activamente a los miembros del equipo en el proceso de toma de
decisin respecto del cuidado de los pacientes,
- Alentando la comunicacin fluida entre los miembros del equipo en el trabajo para que
se beneficien del soporte social normal entre compaeros,
- Facilitando reuniones de reflexin con los miembros del equipo de salud en las
transiciones difciles (recada, entrada en fase terminal, muerte),
- Ayudando a organizar descansos y das de capacitacin en el equipo,
- Posibilitando que e] personal rote dentro y fuera del Servicio cuando sea factible y
deseado,
- Permitiendo pequeas licencias para prevenir depresin y ausentismo consecuente,
Alentando a que los padres intercedan en beneficio del staff cuando sea apropiado. Los
padres pueden ser un recurso de apoyo y de solidaridad con los profesionales,
recaudando fondos suplementarios para ayudar a avanzar en investigacin o en el
cuidado clnico, especialmente cuando los fondos son limitados.
- Organizar una reunin peridica, establecida de los miembros del equipo, con el jefe
mximo presente y coordinada por un psiclogo o asistente social entrenado puede ser
de considerable ayuda. El propsito es discutir en forma libre y abierta los problemas
que llevan al "burn out": polticas del servicio, dificultades interpersonales, u otros
puntos de conflicto o disenso actual o potencial. Es necesario un coordinador entrenado
para poder desarrollar la discusin en una direccin constructiva de manera que los
participantes tengan la percepcin de que es posible sacar buenos resultados de la
misma. Debe dejarse en claro que se permiten consultas privadas con el psiclogo para
aquellos que deseen trabajar cuestiones ms personales.
B. Factores personales.
Un individuo seleccionado cuidadosamente y adecuadamente entrenado, puede tomar algunas
de las siguientes medidas con relacin al trabajo:
- Aprender a ubicar los lmites personales tanto de tiempo como de energa,
- Evitar sobre-involucramiento,
- Hacer conocer las necesidades a los pares y a los superiores, especialmente cuando la
falta de recursos lleva a un exceso de trabajo,
- Participar en eventos sociales en el trabajo cuando sea posible,
- Mantener canales abiertos de comunicacin con colegas y arreglar las diferencias
menores en cuanto surjan,
- Cuando sea apropiado y no agregue riesgo, participar de funerales o ceremonias
religiosas con padres y hermanos para concluir el trabajo con una familia,
- Asistir a workshops o reuniones especficas para prevenir "burn out".
- Un individuo debera aprender a:
- Hacer confortables las transiciones del trabajo al hogar, manteniendo un balance
saludable entre su vida profesional y su vida personal, dedicando tanto esfuerzo a la
familia, la relajacin, el juego y el ocio como dedica al trabajo.
- Encontrar mecanismos en su casa que le permitan escapar diariamente del estrs
producido por el trabajo, y encontrar una actividad o un hobby que le permita comprometerse en actividades de esparcimiento en forma continua, algo que pueda distraerlo y alejarlo del mbito laboral tanto mental como fsicamente.
Sin embargo, cuando los sntomas relacionados con el estrs aparecen, es importante
reconocerlos en estadios tempranos. Se han desarrollado Programas de Intervencin
Psicoteraputica para prevenir y tratar el "burn out". El objetivo de la intervencin es reducir los
sntomas, facilitar la reinsercin al trabajo y prevenir la reaparicin de problemas relacionados
con el trabajo. Entrenamiento en tcnicas de relajacin, en manejo del estrs, terapias
cognitivas, y reinsercin planificada en etapas han demostrado ser intervenciones
psicoteraputicas efectivas. La meta es la restauracin del sentido global del individuo respecto
a valores y eficacia.
Resumen de los puntos esenciales
El personal del equipo de salud puede: 1) reconocer los distintos estadios de desarrollo del "burn
out", 2) entender las causas del "burn out", 3) adoptar medidas para prevenirlo, y 4) aceptar
mtodos para tratarlo.
Introduccin
Este es el noveno documento oficial del Comit de trabajo sobre Aspectos psicosociales en
Oncologa Peditrica de la SIOP. Trata otro tema importante y especialmente controvertido:
falta de colaboracin o incumplimiento, rechazo y abandono de tratamiento en nios y
adolescentes con cncer. Este documento se le brinda a la Comunidad Oncolgica Peditrica
como un conjunto de recomendaciones. Es en beneficio del mejor inters para los nios que los
miembros del equipo de salud deben hacer lo posible por detectar estos problemas y tratar de
evitar que se desarrollen.
A los fines de este documento definimos rechazo como la decisin de evitar el tratamiento
recomendado, incumplimiento como la actitud de falta de colaboracin con las
recomendaciones del mdico y abandono como la interrupcin de la relacin con el equipo
mdico y el tratamiento. Estas dificultades provienen bsicamente de la falta de entendimiento
mutuo y son motivo de muertes evitables en nios con cncer. Las razones para el
desentendimiento y las fallas en la comunicacin pueden deberse tanto a motivos
predominantemente psicolgicos y personales como a causas financieras, culturales o
institucionales, como veremos ms adelante.
Mejorar el entendimiento mutuo incrementar el nmero de nios que reciban el cuidado
adecuado.
Este documento tratar acerca de: 1) las causas de las tres dificultades mencionadas, 2) su
prevencin y 3) la intervencin judicial cuando las otras medidas fallaron. Los tres problemas:
rechazo, incumplimiento y abandono son distintos y se dan en forma separada, pero los
tomaremos juntos en cada apartado para la discusin. Cuando se habla de la familia como
unidad, debe entenderse que tanto la edad como el nivel de desarrollo del nio o adolescente
con cncer, son variables sumamente importantes. Estas impactan tanto en el nivel de
profundidad de la comunicacin que la familia y el equipo establece con l, como en el nivel de
participacin que el paciente tenga en el proceso de decisin acerca de los procedimientos y
tratamientos mdicos a seguir. Los adolescentes tienden a ser menos colaboradores que los
nios pequeos y necesitar estar ms involucrados en el proceso de consentimiento informado
respecto de su tratamiento. Para obtener su cooperacin, tanto el nio como el adolescente
necesitan ser tratados con un nivel de informacin tan completo e individualizado como su edad
y nivel de desarrollo lo permitan. Estas recomendaciones deben aplicarse teniendo en cuenta
esto ltimo.
Las causas del rechazo, incumplimiento y abandono de tratamiento
Las razones dadas en la literatura para explicar estas dificultades incluyen: discomfort fsico del
paciente, temor de los padres de perder su rol parental, mal entendidos e incertidumbre acerca
de los beneficios de la medicacin, comunicacin pobre respecto del diagnstico y del
tratamiento, informacin inadecuada acerca de la enfermedad en general y acerca de la situacin
del nio y de los efectos secundarios de la enfermedad y el tratamiento en particular. A veces
hay un temor real frente a la amputacin u otros tratamientos mutilantes, frustracin con la
duracin de los tratamientos, miedo a los efectos colaterales y poca comprensin de la gravedad
de la enfermedad. Esta falta de conocimiento puede llevar a que no haya compromiso con
terapias curativas, particularmente en casos que requieren tratamientos agresivos que son vistos,
entonces, como excesivos y que ocasionan sufrimientos injustificados.
El estrs psicolgico de los padres, que puede llegar eventualmente a depresin u otros
trastornos o disturbios psicolgicos, puede ser, tambin, un motivo de incumplimiento que
requiera intervencin profesional y apoyo. Los conflictos entre los adolescentes y sus padres
pueden acrecentarse o intensificarse cuando hay desacuerdos respecto del tratamiento.
Los prejuicios de la sociedad respecto del tema, pueden ser otra causa adicional, por ejemplo, la
condena al aislamiento u ostracismo de los amputados o con otras mutilaciones, o creencias
religiosas de que el dolor y el sufrimiento son aceptables o an ms inevitables si es el deseo del
Ser Supremo. Estas diferencias culturales y religiosas pueden impedir cualquier relacin de
confianza con los mdicos. De hecho, pueden llevar a que los padres o el nio se nieguen a
hacer tratamiento, o a que recurran a terapias alternativas, curanderos o sanadores por la fe. Para
muchas familias el origen del incumplimiento puede ubicarse en conflictos familiares continuos
y pre-existentes. Otras familias pueden no tener fe en la posibilidad de cura o en los
tratamientos mdicos convencionales. La creciente disponibilidad de mltiples medicinas
alternativas hace a estas familias ms vulnerables de abandonar terapias cientficamente
aprobadas y testeadas.
Otra razn para el rechazo, incumplimiento o abandono de tratamiento es la falta de recursos
tanto de la familia como del sistema sanitario local. La disponibilidad de servicios de soporte es
un punto muy importante, especialmente en familias que se encuentran presionadas por
mltiples necesidades como otros nios enfermos o que requieren ayuda. Las necesidades muy
fuertes y con intereses en conflicto que no son reconocidas a tiempo, llevan rpidamente al
fatalismo: los padres sienten que la muerte es inevitable, y por lo tanto, por qu pasar por la
futilidad y los riesgos de tratamientos caros y dolorosos.
Cmo pueden reconocerse estas causas de rechazo, incumplimiento y abandono de tratamiento?
Qu puede hacer el equipo de salud para desactivarlas a tiempo?
Prevencin
Una de las causas ms importantes de incumplimiento es una insuficiente e inadecuada relacin,
dilogo, confianza e informacin mutua entre paciente/familia/mdico. La primera y
fundamental accin a tomar por el equipo de salud es una comunicacin abierta, honesta y
profunda con todos los pacientes, especialmente los adolescentes, y sus familias. Su inclusin
en el proceso de decisin respecto del tratamiento ayuda a establecer una atmsfera de
colaboracin. "Nosotros" (y no "ellos") hemos decidido hacer sto, y as sucesivamente. El
equipo debe establecer modos formales y continuos de contacto por telfono, e-mail o visitas
domiciliarias y ayudar a la familia a realizar todos los trmites sociales en funcin de las facilidades locales y regionales. Los trabajadores de la salud del lugar de residencia de la familia
deben ser incorporados al equipo y deben estar informados de todos los detalles relevantes.
Los integrantes del rea psicosocial del equipo de salud juegan un rol crucial. Cuando est
prevista una ciruga mutilante o que conlleva secuelas visibles, una visita de sobrevivientes
sanos de la misma patologa y tratamiento suele ser extremadamente til. El paciente puede ver
que una vida alegre y til es posible a pesar de cierto grado de secuelas. Esto aumenta la
esperanza, las expectativas y por consiguiente la colaboracin y el cumplimiento del
tratamiento.
La informacin brindada a los padres y a los pacientes es extremadamente importante, y los
detalles referidos a cada nio en particular deben ser compartidos por todo el equipo de salud.
Es importante evitar transmitir informacin diferente y confusa a los padres. Una sola persona
debe ser designada como mdico responsable, encargada de informar a los padres y al paciente
acerca de: la enfermedad, los problemas que pudieran surgir y el tratamiento planificado.
Reuniones conjuntas de los padres y miembros del equipo para discutir en forma sencilla los
protocolos, son importantes para ste propsito.
En segundo lugar, se deben identificar desde el momento del diagnstico los factores
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Tebbi C K, Richards M, Cummings K et al "The role of parent-adolescent concordance in compliance with cancer
chemotherapy". Adolescence 1988,23: 599-611.
El concepto del derecho del paciente adulto a participar en las decisiones concernientes a su
tratamiento ha empezado a tenerse completamente en cuenta en los aos recientes (1-3). Hay
una sensibilidad creciente respecto a que las decisiones de los pacientes se basan en el
conocimiento adecuado y en la explicacin por parte del mdico tratante. Pero que hay acerca
de los nios? Tienen los tambin los nios derecho a participar en las decisiones mdicas
concernientes a sus propios tratamientos? Claramente, la respuesta a esta pregunta depende del
nivel de desarrollo del nio, as como de su punto de vista cultural respecto de los derechos de
los nios (4-6).
Syse distingue entre "consentimiento informado" y "consentimiento vlido informado " (2).
"Consentimiento informado" por s mismo, a menudo significa documentacin legal firmada sin
que implique necesariamente el entendimiento por parte del firmante. "Consentimiento valido
informado" enfatiza el entendimiento por parte del paciente sobre aquello que est siendo
consentido y de los elementos racionales que sustentan su decisin. En el presente documento
entendemos como "consentimiento informado" al conocimiento y comprensin completa del
paciente tal como es descripta en el termino de Syse "consentimiento valido informado".
El objetivo de estas recomendaciones es animar a los mdicos a compartir con el nio
informacin mdica relevante y especfica, referente al estado de salud de ese nio en particular,
en el contexto de su propia cultura, de forma tal que el nio/a pueda participar activamente en el
proceso de toma de decisiones sobre las intervenciones que se refieran a su propia salud.
Las siguientes son pautas dirigidas a dicho objetivo.
1. El nio tiene el derecho a ser tratado con el mejor tratamiento mdico disponible.
2. Los padres son responsables por la salud de sus hijos mientras stos se encuentren por debajo
de la edad legal para dar consentimiento independiente. En muchos pases la libertad de los
adolescentes para tomar sus propias decisiones en lo concerniente a su salud personal llega a los
18 aos. Otros dan a los adolescentes autonoma parcial o total a edades ms tempranas para lo
que se refiere a ciertos temas, mostrando una tendencia creciente respecto de modificar la edad
de consentimiento por debajo de los 18 aos. En cualquier caso, debern seguirse las normas
legales especficas de cada pas.
3. Los nios por debajo de la edad legal, no tienen el derecho a rechazar un tratamiento que
haya sido aprobado por sus padres. Ellos, sin embargo, tienen el derecho moral de recibir una
explicacin exhaustiva y profunda sobre los procedimientos, basada en su capacidad de
comprensin segn su nivel de desarrollo, y tienen derecho a ser escuchados respecto de su
intervenciones mdicas.
Cada centro debiera tomar como responsabilidad formalizar por escrito la forma en que los
procedimientos relacionados con el consentimiento informado deben llevarse a cabo.
Bilbiografa
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Introduccin
Estas pautas delinearn los aspectos claves para distinguir las terapias del cncer infantil que
son inocuas de aquellas que son parcial y/o definitivamente dainas. Resulta inherente a esta
discusin la presuncin de que los padres - y los nios/adolescentes por si mismos, hasta donde
su nivel de desarrollo lo permita - participen activamente en el proceso de toma de decisiones
respecto al uso del tratamiento mdico convencional. Es tambin inherente a la discusin que
los mdicos y otros miembros del equipo de salud animarn el dialogo brindarn consejo y
escucharn las preocupaciones de los pacientes y de sus padres respecto del uso de terapias no
convencionales.
La terapia mdica convencional en el cncer infantil incluye tanto, tratamientos probados
(terapias probadas basadas en la evidencia, que han resultado eficaces) y tratamientos de
investigacin (terapias que estn siendo estudiadas en pruebas clnicas). La terapia convencional
se refiere entonces, a las formas de tratamiento mdico (a) ampliamente practicadas y aceptadas
por los mdicos como las ms eficaces, (b) para las cuales tpicamente existe evidencia
cientfica de su eficacia, y (c) con datos de soporte y conclusiones publicadas en revistas de alta
reputacin cientfica (1). Subrayamos el hecho de que las terapias convencionales estn basadas
en la investigacin clnica.
Las terapias no convencionales en el cncer infantil abarcan dos conceptos que difieren en
significado y en practica medica.: terapias complementarias (aquellas utilizadas conjuntamente
con la medicina convencional) y terapias alternativas (aquellas utilizadas en lugar de la terapia
convencional) {1-4}. Lo que sigue es una elaboracin de la distincin entre el trmino terapia
no convencional y aquellas terapias utilizadas en lugar de la medicina convencional (terapias
alternativas) y todas aquellas terapias que se utilizan junto con la medicina convencional
(terapias complementarias). Aunque estas pautas han sido escritas por onclogos pediatras,
mucho del trabajo anterior sobre el tema ha sido hecho en la medicina para adultos (5- 10) pero
es tambin aplicable a los nios.
Terapias Alternativas
Las terapias alternativas son tratamientos no probados utilizados en lugar de la medicina
convencional (I) Su utilizacin lleva a la discontinuidad de la terapia que ha mostrado ser
mdicamente efectiva. El tratamiento recomendado para ese nio/adolescente, por mdicos
expertos en esa forma de cncer peditrico, es tpicamente sustituido por un tratamiento no
probado, no-convencional, ya sea mdico o no mdico. Dicha sustitucin puede conducir a la
prdida de los derechos del paciente al mejor tratamiento disponible, y por lo tanto a la prdida
del nio/adolescente de la mejor esperanza de supervivencia. La utilizacin de este tipo de
queja de ser perseguido por la comunidad mdica y/o cientfica,(d) cuando el promotor ataca a
la comunidad mdica, o especialmente, (e) cuando el promotor demanda una gran suma de
dinero por adelantado.
El dao puede ser tanto psicolgico como fsico. An cuando no se produjera dao fsico, el dar
falsas esperanzas a los padres puede producir un severo dao psicolgico cuando, luego, la
terapia complementaria no convencional resulta ineficiente. Ms all de esto, cuando se utilizan
terapias no convencionales en la fase paliativa, puede distraer a los padres de la verdadera y
dolorosa tarea de ayudarse mutuamente, tanto como al paciente y sus hermanos y del desafo de
prepararse realmente para los ltimos das.
Orientaciones para la Utilizacin de Terapias no Convencionales
Se recomienda que:
1. Los miembros del equipo de salud deben aceptar que los nios/adolescentes y sus padres usen
cualquier mecanismo de soporte que tengan a disposicin, incluyendo las terapias
complementarias inocuas, aunque sean solamente tiles desde el punto de vista psicolgico.
Especficamente, el equipo de salud no debiera, automticamente y en forma desdeosa
desalentar el uso de terapias no convencionales inocuas.
2. El equipo de salud debiera estar atento a aquellas terapias complementarias no
convencionales que pudieran ser particularmente dainas para los nios/adolescentes y/o sus
padres.
Se debiera animar a todos los miembros de la familia involucrados a discutir abiertamente los
tratamientos dainos con consultores conocedores expertos. A travs de un dilogo abierto, los
nios/adolescentes, segn su capacidad de entendimiento, y sus padres podrn adquirir una clara
comprensin de por qu existe una recomendacin contraria al uso de tratamientos no
convencionales que pueden tener interacciones txicas o efectos adversos.
Conclusiones
Existe una tendencia en algunos mdicos, a hacer declaraciones contra el uso de terapias no
convencionales no probadas, an cuando estas terapias no resulten dainas. Existe al mismo
tiempo, una tendencia opuesta en la mayora de los padres que desean hacer todo lo que les
resulte posible por sus nios, y que, buscando terapias no convencionales, sienten que hacen
algo bueno por su nio.
El equipo de cuidado de la salud deber abrir un dialogo saludable que conduzca a aclarar la
distincin entre terapias no convencionales dainas y las que posiblemente sean de ayuda. La
falla en la .apertura del dialogo impedir que los nios/adolescentes y sus padres hablen acerca
de su inters en las terapias complementarias, y podr eventualmente conducir al abandono de la
terapia tradicional. La discusin completa proteger y promover el mejor inters sobre la salud
de cada nio, y permitir tambin la indagacin sobre la terapia complementaria en cuestin y
una investigacin ms amplia en este campo.
Referencias
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