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Out
u
EN LOS TEXTOS ESPAOLES DE LA EDAD MEDIA
Y EN LOS ROMANCES
by
Juana Roldan Loris
January 1968
Dissertafon Publishing
UMI DP31582
Published by ProQuest LLC (2014). Copyright in the Dissertation held by the Author.
Microform Edition ProQuest LLC.
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Ann Arbor, MI 48106- 1346
90007
T h is d is s e rta tio n , w r it t e n by
........................
Juana-Roldan-l9.*..?......................
D O C T O R OF PHILOSOPHY
Dean
D ISSE R T A T IO N C O M M IT T E E
-Aj2
p
Chairman
.L^.l..
...
Tw,
PREFACIO
picos
son de Roland
Esta Cbanson como un maravilloso Pentecosts
a decir del maestro Menndez Pidal
se extendi por
pondiente versin.
y las cons
CONTENIDO
Pgina
P REFACIO.................. . ....................
PARTE I.
EN LA EDAD MEDIA
I. INTRODUCCION........................
II.
iii
2
6
Historia Silense
Crnica Na.ferense
CrSnica de Alfonso III
III.
20
La Nota Emilianense
El Poema_de Almera
23- odex Calixtlus
IV.
V.
EL CANTAR DE RONCESVALLES...................
43
59
8?
PARTE II.
EN LOS ROMANCES
Pgina
VII.
VIII-
99
103
Romances de Roldan
Romances de Bernardo
IX.
ROMANCES CABALLERESCOS..................
125
X.
163
XI.
1?5
PARTE III
EPILOGO . . . . . . .
..........................
B I B L I O G R A F I A ............................
vii
182
189
PARTE I
EN LA EDAD MEDIA
CAPITULO I
INTRODUCCION
El regreso se
3
franceses pelean con gran denuedo, les infringen una
cruenta derrota donde mueren la mayor parte de los magna
tes ulicos# Los Anales regios hasta el 829 dicen: "El
enemigo bien conocedor del terreno, se disperso en todas
direcciones#"
La
Chanson de 1100 encontrada en Oxford y atribuida a Turoldo, no es sino un jaln ms en la larga sucesin de poemas
que en todas las lenguas y en todas las naciones han ve
nido exaltando la actuacin del hfroe francas Roland
aquel desventurado da, quince de agosto.
En Espaa el tema de Roncesvalles tenia que inte
resar desde los primeros momentos.
Su asunto la concer
inventan la victoria del sol parado y el episodio de Baligant que, ya con el hroe muerto, permitirn al maltre
cho Carlomagno vengar la prdida total de la retaguardia
4.
.
Les legendes epiques: Recherches sur la formation
des chansons~c[e geste
C|
Ade
CAPITULO II
Historia Silense
sagra su historia.
Para Perez de
9
Menndez Pidal opina de manera diferente: para $1
el monje de nuestra crnica alude a relatos poticos fran
ceses.
y ms cuando
10
Ya hemos dicho que por aquellos aos los franceses
abundaban en Espaa.
Es
Si en su reaccin pa
Des
es cuando dice:
El Silense interpola
Iodo
lo que aqullos buscaban era llegar cuanto antes a Aquisgrn para baarse en las deliciosas termas que all ha
ba:
10
Ibid*
12
11
12
representar una debilitacin del vigor guerrero*
Carlomagno se retira, pues, con sus tropas camino
del Pirineo y como se propusiese destruir a Pamplona su
fre la mayor parte de su ejercito fuerte castigo:
"Pars
11
"hasta el da de
Ibid.
13
hoy" ("Quod. factum usque in hodiernum diem insultum permansit.")15
Con ello el Silense no parece dirigir su dardo a
la fuente que sigue, Vita Karoli, sino a otra latente que
no reconoce o identifica pero que se transparente en la
apostilla*
14
recerle demencial*
16
da la retaguardia.
do sin venganza.
Si tenemos en cuenta que la Silense
es la prime
15
Crnica Hat
jerense
Esta crnica fue publicada por Georges Cirot bago
el titulo de Crnica Leonesa . ^ En opinin de Snchez
Alonso la crnica es del siglo doce, de hacia 1160, y el
18
Puentes de la historia espaola e hispano americana (2da. ed.; Madrid: Centro de esEudios histricos, T527X
I, 58.
16 d
20
Efe ser
Habla tambin de
ttFi7~T9?TTr
Historia Silense, p . 65
17
Crnica de Alfonso III
La Crnica de Alfonso III en su cuarta redaccipn
tiene varias interpolaciones que "estn sacadas unas del
cronicn Albeldense, otras del Silense, otras son pecu2i
liares del interpolador. n
Por lo que respecta a Roncesvalles, el cronista
sigue punto por punto al de la crnica anterior:
Sed quoddan castrum in reditu suis, qui ultimi veniebant, expugnare molientibus, multis in ruscidis vallibus corruerunt: egiardus scilicet, mense caroli regi
prepositus, Anselmus sui palatii comes, rotolanus pp
britanicus comes et alii, quos longum est numerare.
Notamos en seguida el nombre Ruscidis vallibus y
la omisin de todos los prrafos antifranceses de la
Silense, excepto el de la corrupcin por el oro:
"Inde
18
En la segunda redaccin interpolada de la crnica
que estamos examinando tal como se contiene en el Cdice
Rotense, entre los reinados de Aurelio (768-774-) y Silo
(774 783)* hay una nota al margen que dice:
"Xn era
No
Pero
?l
Ibid., p. 119 n.
25Ibld.. p. 139.
19
Su francofobia no es tan acusada como la del Silense.
CAPITULO III
La Nota Emilianense
Especial
21
La Nota despert inmediatamente la atencin de D
maso Alonso que public al ao siguiente un detallado es
tudio sobre la misma*^
22
nicas y romances posteriores*
23
te siglo#
Cul podra ser la forma de este primitivo Cantar
de Roldn anterior a todos los conservados?
Indudable
24
pro
tor
tum
bus
salutem hominum exercituum, ut Rodlane, belligerafortis, cum suis posterum ueniret. At ubi exerciportum de Sicera transiret, in Rozaballes a gentisarrazenorum fuit Rodlane occisa
Donde la cancin tradicional establece que el empe
La eleccin
recae de un modo natural en Roldn, ^belligerator fortis,11 y en ello acta el deseo del rey sin que para nada
intervenga el consejo traicionero de Ganeln.
La Nota
La
5
^Lo que motivara el "auro corruptasM de las crp_______________________________ _
nicas espaolas.______ '
25
Por eso
26
Y es
2?
#
7"
quelques temps deja.r
Esa misma opinin haba sostenido casi un siglo
antes Gastn Paris al hablar de la Chanson de Roland:
La preuve de la connaissance qu'on en avait des le
douzime sieele en Espagne se trouve dans un un
poema latin compos h la louange du roi AlfonseoVII
peu de temps apres la mort de ce prince (1157)*
Vemos, pues, que antes de la aparicin de la No
ta Emilianense, el Poema de Almeria ostentaba la prio
ridad de los textos literarios escritos en Espaa que
mencionaban a Roldan*
Pero el poe-
28
ma no muestra los sentimientos antifranceses del monje de
Silos.
Q
^Sin temor a equivocarme, confieso lo cierto: Si
Alvaro hubiera vivido en tiempo de Roldn sera el terce
ro despus de Oliveros: La raza de los agarenos habra
estado bajo el yugo de los francos y los compaeros ama
dos no yaceran vencidos por la muerte. Chronica Adefon
si Imperatoris. ed. Luis Snchez Belda (Madrid: Cons. Sup.
Invest~Ciert7, 1950), p. 198.
29
paneros amados" vencidos por la muerte.
10
10
30
El Codex Qalixtinus
^
manejamos.
Le los cinco libros en que el Codex Calixtinus
est dividido, el que nos interesa para nuestro estudio es
el cuarto donde predominan las acciones picas y donde
aparece Roldan.
de $1:
Es uno de los libros apcrifos ms famosos del mundo,
y sin genero de duda el primer libro de caballeras
en prgsa, aunque no vulgar, sino latina y de clere
ca .
De los veintisis captulos de que consta el li
bro, los veintitrs primeros estn narrados en primera
persona por el arzobispo Turpn;"1^ en el veinticuatro
se relata su muerte, y los dos ltimos insisten en la
necesidad de continuar la cruzada iniciada por Carlomag
no para liberar a Espaa del poder sarraceno.
Moralejo al hablar del libro cuarto, el
Pseudo
Apariciones,
ALl
Todo
32
ello mezclado con tan poca substancia de hecho real his
trico que tuvo que provocar, como provoc, una violenta
reacciqn contra las supuestas campaas de Carlomagno en
Espaa y contra los Pares que en ellas le acompaaban,
especialmente Roldan.
En la Chanson de Roland de 1100 furpn, el arzo
bispo de Reims que acompao a las tropas de Carlos en su
desgraciada expedicin a Espaa, muere en Roncesvalles
junto con Roldan y todos los dems que estaban en la re
taguardia.
Como
17
*
'Luitprando es personaje imaginario. Vase
Ibid., p. 403, n.
33
"el famossimo Carlomagno, liber del poder de los sarra'18
y que
[los] he visto
*18
34
el libro
Ya en los primeros en
por los pases de donde proceden como por los jefes que
los acaudillan.
Se le nombra en se
19
bro.
35
a Oliveros.^
PO
El libro da a Roldan lios ttulos de conde de Le
Mans y seor de Blaye.
2A
36
ce codos de estatura . sus brazos y piernas cuatro
codos, y los dedos tres palmos (p. 44?)
Es contra este desaforado gigante que las hazaas,
asi mismo desaforadas, de Roldan comienzan.
La lucha
En el segundo da tie
te y promete; bautizarse.
23
#
+
-\Le haba sonsacado a lo largo de la conversacin
que tan^slo en el ombligo era vulnerable, y all es don
de Roldn le clava el pual.
Como
Existe igualmente la
Con
muchos se
acarrearon la muerte.**
La designacin de Bollan para mandar la retaguar
dia no se debe, como en la Nota Emilianense, a la con
fianza que en l tena Carlos, sino al consejo traicio
nero de Ganeln. Cuando las tropas emboscadas de los sa
rracenos atacan mueren todos los cristianos excepto Bol4
4
24
dan, Valdovinos, Turpm, Tedrico y Ganeln.
24
38
Roldn con ayuda de su trompa, consigue reunir cien cris
tianos, que andaban perdidos, y ataca a los morosa en reti
rada
Es entonces
Lo hace con
i
!pieron
39
Xas venas y los nervios del cuello1 (p.467).
SI sonido es llevado milagrosamente por los ange
en el Pseudo-Turpn todava
26
Desde el Roland rimado se consideraba que morir
de sed era morir la muerte de Roland. Babelais lo emplea.
Horrent, Op. cit., p. 522.
40
i
1
Be los tres captulos restantes hasta la terminacion del libro, solamente; el veintxtres se consagra de
nuevo a Roldn y en l se narra "un magnfico caso que,
Rolando
de tres das para premiar los ayunos y oraciones del bienaventurado Roldan*
Mucho se ha discutido entre los eruditos la in
fluencia que el Pseudo-lurpn pudo tener entre los letra
dos y juglares espaoles a partir del siglo doce-*
Para
I
I
l
'
Una y
Nos referi
|
t
CAPITULO IV
EL CANTAR LE RONCESVALLES
i
Como es sabido, la literatura fpica espaola s1
1
I
'
44
Por una parte, sin forzar los argumentos, podra
En 1917
En el artculo se insertaban
4-5
Men.n-
Roncesva
lo cree de la se-
|
46
i
gunda mitad' del siglo trece porque tiene el carcter comIpilatorio de las obras de Alfonso X*
Horrent lo com
Mien
7
'Angel Valbuena Prat, Historia de la literatura
espaola (2da. ed. ; Barcelona: Gustavo"~Gili, 1*94677
I, 34.
__
4-7
haba hecho
su aparicin.
Sin embargo la influencia francesa se manifies
ta atenuada en muchos de los caracteres externos e in
ternos del Cantar:i La versificacin, por ejemplo, es
irregular y mucho ms prxima al modelo espaol del Can
tar de Mo Cid que a la versin rimada de la Chanson de
Roland que algunos de los episodios --como el del cami
no de Santiago abierto por Carlomagno
hacen pensar
'10
.
isible. Tal reconstruccin ha sido hecha por Menendez
iPidal y Horrent en sus obras respectivas sobre Ronces-
10
Cfcanson de Turoldo de 1100 nada sabe de es
ta devocin del emperador francs.
48
valles citadas ms arriba.
toda especulacin
Nosotros prescindiremos de
cena recuperada.
Esta* representa el campo de batalla de Boncesvalles despus de la muerte de los Pares
de la llegada de Carlomagno.
en el momento
peligro:
(w. 5-6)
Descubre seguidamente el cadver de Oliveros
como si estuviera vivo comienza a preguntarle por Rol!dn. Parece que la vista de este buen cavallero natui
rale le avivara la urgencia de encontrar a su sobrino.
El, que los hizo compaeros, sabe la amistad que los
una.
todava
de Carlos se desborda.
El dolor
49
Contrariamente a lo
Aqu conviene
En el caso de la ora
"Por esso
mandar la retaguardia.
p.
190.
I
i
to al
direc-
juglar
El
a diezesiete annos de
edade,
a un preqio tan grande.
(w. 68-69)
cosa,
texto
se
apoderan de Roma.
En la relacin de estas fantsticas conquistas, Garlo!magno deja bien claro que el concurso de su sobrino, en
las empresas fue pieza decisiva:
Tam
12
Roncesvalles, pp . 194-9 6 .
Lo uni-
Ad
53
continuacin viene un verso altamente signifi
cativo :
Non conqus a Qaragoqa,
Horrent ve la
ique
la del investigador francs
i
j
^15
l ^
Ibid., p 61.
1 5 -
'
14
El desmayo
Roncesvalles, p. 151
'
[
^nos mas tarde, despus del Roncesvalles de Ho
rrent, aade algunas pruebas suplementarias. Vease su
'Chanson de Rol and, pp . 155-56.
54
contienen la
En ellos
t
ofendida parece apuntar a la evolucin que observaremos
mas adelante, al estudiar los Romances.
En muchos de
Es verdad
ultimo
el
le dirige su to el emperador:
i
;
E*aquestos muertos que aqu tengo conmigo
restos.
Podra adu-
56
'
Qu tena que
No se
i
Antes de pasar al estudio de las crnicas en esi
.paol que empiezan a florecer en este mismo siglo tre
ce y en las que un hroe totalmente espaol, Bernardo
del Carpi, se va afianzando como rival victorioso de
\
As ve
remos que a los tres muertos citados por la Historia Silense siguiendo a Eginhardo, se van alargando con los
nombres de los protagonistas o participantes de otras
canciones de gestas francesas.
El segundo
CAPITULO V
Antes de empezar a examinar la huella rolandiana en las crnicas que se suceden a partir del siglo
trece, tenemos que hacer un inciso para estudiar, si
quiera sea de pasada, una figura que aparece en escena
casi al mismo tiempo que empiezan a difundirse por los
^reinos cristianos de la Pennsula los cantares dedicados
i
a Roldan.
ly Pontanals,
Por lo tanto no
es nuestra intencin volver a repetir los datos y referencias manejados por tan ilustres autores; nos limitai
;remos a hacer un breve resumen del problema- tal como
i
se presenta en el momento actual.
Desde que Gastn Paris en su libro Ilistoire poe
59
Para el investiga
de su hermana
Un paso largo,
en efecto
61
Asi don
El primero, es un oscu
62
I
Este
su ma
calmado el orgullo nacional con la invencin de un Bernardo encargado de la derrota y exterminacin de la re|
Durante varios si
En un prin
lo
1
I
|
64
jdon Lucas,
1
1249.
crticos tan
al castellano; a decir
siglo
^3 0
f
i
!
Crnicas Generales de Espaa, ed. Ramn Menendez \
Pidal^(3ra. ed.; Madrid: Sucesores de Rivadenyra, 1918).
Despus de la publicacin de este trabajo, no es posible
hablar de una Crnica General, sino de una serie de refma
ldiciones que se van sucediendo desde aproximadamente
1289 en que aparece la Primera, hasta 1460 en que se fija,
ms o menos, la aparicioir~de la Cuarta.
^Amador de los Ros, Historia crtica de la Literatura espaola (Madrid: Imprenta J. Ro'^rguez,lBT),
III, 413.
Como el matri
te en 1236.
En cuanto a la fecha de la versin romanceada,
su establecimiento resulta mucho ms incierto y Puyol va
exponiendo las diversas teoras existentes sobre el caso,
as como sobre quien fue el autor de la versin castellaQ
na quealbinos piensan quepudo
ser el mismo don Lucas.
i
'
!
Pero dejando aparte problemas de traductor y fechas de manuscritos que no ataen directamente a nu.esItro estudio, el Tudense nos resulta sumamente interei
Isante porque al adoptar: un estilo en su redaccin mucho
i
imenos seco y lacnico que el
de lascrnicasanteriores ,
!
al mismo tiempo que embellece el gnero literario de
las crnicas, da cabida en sus pginas a una serie de
8 ,
Crnica de Espaa por Lucas .... p v.
9
Ibid., pp.xxiii-xxv.
i
i
i
66
fuentes juglarescas.
10
La longevidad de Bernardo,
1o
B. Snchez Alonso, Historia de la Historiografa espaola (Madrid: Publicacin de la Revista de FiloTogxaEspanla, 194-1), I, 133-13?.
i
jsino Muqa; y otra vez las huestes de: los espaoles, tani
ofrece su amistad
i _____
11
12Ibid..
p.
301.
68
Esta repeticin casi punto por punto de la pri(mera victoria de Bernardo sobre los franceses, aunque la
recoge en su crnica, inquieta el espritu crtico del
obispo de Tuy; por eso, cuando acaba con la exposicin
de los hechos, muestra su perplejidad y nos ofrece su
disculpa en el prrafo ya citado:
aver sido tres Garios ... onde muchas vezes en las esto13
rias na<|e dubda y el fecho de uno se atribuye a otro*11 ^
El captulo 15 de la versin romanceada del Ghronicon Mundi relata la batalla de Roncesvales* Aunque
don Lucas, como hemos indicado en un principio, utiliza
como una de sus fuentes principales la Historia Silense,
no muestra frente a las supuestas o reales victorias
del ejrcito de Carlomagno, la misma hostilidad desple
gada por el monje de Silos.
l
J
69
montes Pireneos. Onde tambin, passando los montes de
Roncesvalles, (y) someti al su seorio los godos y
espaoles que eran.en Catalua y en los montes de Gas
cua y en Navarra.
Impresionado por tales xitos, Alfonso el Casto
le escribe ofrecindosele como vasallo*
lal ofrecimiento
encomistico o derogativo.
14Ibid., p. 287.
70
resistencia peninsular contra una invasipn exterior por
;muy acompaada que venga del signo cristiano.
Pero repetimos que no se transparenta en don Lucas
la fobia francesa que observbamos en el Silense.
Para
1.
16Ibid.. p. 4-88.
Al
Historia Gothica
i
j
Des
d e la victoria de
Estos se limitaron a
I
,
!o adverso ante un
fuy, cuando abre camino, como hemos indicado, a la adopcin de tradiciones juglarescas en las pginas de la
historia, no altera su mtodo de exposicin, si bien
ste quede embellecido por el soplo de vida que aportan
las leyendas literarias a la historia escrita.
Pero el
A decir de su bi
y tam
1 *7
74
t
i
primeros versos de la Chanson de foland segn la ver|sin de Oxford, pero el hecho de que lneas mas abajo
niegue igualmente el "adobamiento de los caminos de San
tiago, de lo que nada saba la Chanson primera, hace pen
sar que don Rodrigo se refiere a la versin rimada del
poema que, al igual que el Cantar de Roncesvalles, alude
ja esta devocin del emperador.
En cuanto a la batalla en s misma, el Toledano
cambia un poco la disposicin tradicional, ya que Rol
dan marcha ahora en la vanguardia.
El Toledano, ms na-
sufrido*
,
no
Algunas
mere
y por tanto antirolandiana, de la -Historia Gothica, heredera directa de la francofobia del monje de Silos,
prevalecer.
i
i
a Roldan en Roncesvalles.
t
Sabemos que la Primera Crnica General se comen
z a redactar en 1270 y
curso.
Modernamente
77
En Xo que se refiere a la historia de Bernardo
del Carpi y a la batalla de Roncesvalles, la Primera
Crnica General sigue la redaccin del Tudense y del To
ledano.
Los
20Ibid.. p. 353.
78
I
I
i
|
I
i
idos cosas:
I
1#
2y|Ibid.. p. 353
79
*
2.
su motivacin histrica
El movimiento
80
;
|
i
!
|
1
I
y mas al
rey que a su sobrino Bernardo, si bien no deja de destajcar el arrojo del joven conde en la batalla: "Bernaldo
(tollio de si aquella hora el temor de Dios.
22Ibid.
23 Ibid.
81
t
j
?al es el
!
1
I
!
En todo esto venie aun Garlos por el ualle que dixiemos, et quando vio venir los suyos fuyendo de la
montanna ayuso, tanxo vna bozina que se el traye. Et j
algunos de los suyos que fuxieran et andauan erradios acogironse a el al son de la bozina, et aun
los que guardauan la caga, por miedo de Bernaldo et
1
de Marssil, can oyeran dezir que venien por el puer
to dAspa et de Secla para ferir en la qaga, acogie- !
ronse otrosi a el. Pero dize el arzobispo don Rodri
go que Bernaldo siempre souo en la delantera o los
franceses venqidos asi como dixiemos. Mas dize don
Lucas de 3?uy que en la Qaga fizieron el et Marsil.
Carlos quando uio su hueste desbaratada, los vnos
muertos, los otros feridos et foydos, et toda su gente desacordada, et que los espannoles le tenien el
puerto, et que no podrie llegar a ellos sin muy
grant danno, con pesar et quebranto de su gente que
perdiera, tornse para Ggrmania pora guisarse otra
vez et venir a E s p a n n a . ^ 5
24Ibld.
En ello
cha onrra.1f
El eronista se pregunta seguidamente cpmo todo
esto pudo ser (lo referente a Bernardo) cuando las his
torias hablan de l de nuevo en tiempo de Alfonso III
26Ibid., p. 354.
el Magno.
nitiva.
27Ibid. . p. 355
:
i
84
(como
si quier de cristianos'
28
Carlos con su hueste fue vencido en Roncesvalles.M
El
cronista le niega incluso que abriera el camino de San
tiago, cosa que en general la tradicin histrica haba
jaceptado de mejor grado:
i
i
28Ibid., p. 356.
29Ibid.
85
Las otras versiones de la crnica son cuatro. M@-
4,
i tarse
30
.
Florin de Ocampo, cronista del emperador, Las
quatro partes enteras de la Crnica de Espaa (Zamora:
15417.
~
~
~
31
*
*
Marquesado Puesanta del Valle (ed.), Coleccin
de documentos inditos para la Historia de Espaa (Madrid:
|J. Perales y Martnez, 1893)*
~
86
Es
alar-
CAPITULO VI
i
i
|
que a nuestro tema se refiere, dando acogida en su pa
ginas a numerosas leyendas literarias espaolas, fran
cesas e italianas.
87
88
Vida de San Milln
Este texto de Gonzalo de Berceo en su estrofa
412, al hablar del rey don Ramiro, dice;
El Rey Don Ramiro, un noble caballero
Que nol venzrien de esfuerzo Roldan nin Olivero,
Quando sopo estas nuevas, el message certero,
Sovo mal espantado en el dia primero. '
l
j
Basa su
|opinin en que en la copla 352 del Poema el monje de Ar'lanza al dar la lista de los doce Pares compaeros de
i
Bernar
I
As pues, el espritu del Fernn . Gonzlez,
por
!
.
lio que respecta a Boldn, es contrario al ofrecido por
Berceo en su alabanza del rey don Ramiro en la Vida de
San Milln*
91
Poema de Alfonso XI
A mediados del siglo catorce aparece un poema
atribuido a Rodrigo Yaez en que se narran los sucesos
del reinado de Alfonso XI, con especial lugar dedicado
!a su campaa al sur de la Pennsula, la batalla del
llado y el sitio de Algeciras.
Sa
i
'
'como Menndez Pidal han estudiado los problemas rela:clonados con la identificacin del posible autor del
mismo que el uso de muchos galleguismos en su redaccin
suscitan.^
92
Para nosotros, es interesante notar que este poe
ma escrito en honor de un rey castellano por un poeta
alejado de la regin propiamente rolandiana, el espri
tu de la tradicin francesa reaparece y*se muestra casi
idntico al manifestado por el poeta riojano Berceo un
siglo antes.
Las circunstancias son muy similares.
El autor
es
Basa su punto
5
^Florencio Janer (ed.), Poetas castellanos ante
riores al siglo XV (Madrid: Rivadeneyra, 1864), p. 529*
no se
c.
En ella el nombre
rreros franceses, la novedad ms notable en ella es Reijnaldo que, desde el Cantar de Roncesvalles, aparece casi
i
siempre al lado de Roldan y que, poco a poco, va robn
dole sus cualidades positivas hasta llegar un momento
-en algunos textos
es la hecha
7
'Citado por Menndez Pidal, Eoncesvalles. pp.
201-203.
95
decide ofrecerle su reino en vasallaje.
i3ro de Garc^a
Pero en el li-
Alfon
!B.M e o
. Bada
d.l oao.
el vencedor de la ba
8Ibid., p. 20 1 .
9Ibid., p. 202 .
10Ibid.
96
El gran vencedor de la batalla es por lo tanto
Bernardo, pero el autor del Libro de las bienandanzas
y fortunas no olvida el papel que Roldan desempea en la
lucha*
No hay ni
11Ibid.. p. 203-
97
i
i
PARTE II
EN LOS ROMANCES
CAPITULO VII
vela, dice:
Despus de los temas nacionales, ningunos ms
divulgados en la vieja literatura espaola que los
del ciclo carolingio, como lo atestiguan los nume
rosos romances, algunos bellsimos, que nos cuentan
las andanzas de sus principales hroes, muy espao
lizados a veces y tratados con tanto amor como si
fueran compatriotas.
El hecho de que escribiese antes de que se hubie
r a descubierto el fragmento del Cantar de Roncesvalles
;(que como se recordar no fue hasta 1917) le hace su
poner que los romances del ciclo carolingio respondan
al estmulo de nuevos fragmentos de libros de caballe
ras y de cantares franceses que haban entrado recien
temente en la Pennsula. Destaquemos que el polgrafo
i
jespaol, con su clara percepcin, no deja de sealar
que los hroes del ciclo carolingio estaban Hmuy espa
olizados.
1p. 128.
99
ioo
Menndez Pidal, el primero que estudi el Gantar
oscuros,11
I
!
^Menndez Pidal, La Chanson de Roland, p. 432.
ioi
xa nov.l. 7 ,1
1,1 SI-
lL
102
dramaturgos.
los vencedores.
i
i
En los romances que veremos ahora, como en las
otras manifestaciones literarias que hemos examinado
anteriormente, observaremos que junto
a los grandes
de
que . u
Con objeto de que nuestro anlisis resulte ms
claro hemos dividido los romances que ataen a Roldn
i
:en cuatro grupos asignando a cada uno de ellos el correspondiente captulo.
!
i
;
CAPITULO VIII
ROMANCES BE RONCESVALLES
Claro es que
1 /
Veanse Horrent, La "Chanson de Roland" ... , pp.
508-517 y Dmaso A l o n s o " L a primitiva pica francesa ,
p. 59, n.
103
104
a la leyenda de Bernardo del Oarpio cuyas fuentes se en
cuentran ante todo en la Crnica General
Tanto Menndez
p* 85.
105
;
valles
50 (pp* 6?~8).
o
<ha Chanson de Roland p. 440.
4
#
Antologa poetas ... , VII, 261.
106
|
;
vmammm
m m i
n ....
Por
otra, Reinaldo, aqu mas que en el fragmento de Roncesvalles, acapara gran parte de la atencin del lector
cuando se alude de un modo brutal a la enemistad que lo
separaba del sobrino de Garlos.
Y no con-
I
;con ms mpetu que nunca:
f ttRetraigan ,
Inclu
Bien es verdad
8
2. Batalla contra Marsin
Esta versin abreviada del romance anterior, sim
Agustn Duran (ed.), Romancero general o_Coleccipn de Romances castellanos anteriores al siglo T 7 T 1 T
X 2 vols.; Madrid: Rivadeneyra, 1851 y 1877)* I ^62-3.
Este romance, como la mayora de los que citamos, es
iannimo.
109
|
i
!
Gomo en el caso anterior se conservan dos romanj
jces con el mismo tema. El primero, es annimo y el segundo, de Lucas Rodrguez.
pe
, I, 264-65.
10Ibid., I, 265.
11 o
ma de Lucas Rodrguez, su punto de vista es muy diferen. 12
te
El primero, bien conocido para cualquier amante
de las letras espaolas desde sus versos iniciales (lfEn
Pars esta doa Alda - la esposa de don Roldan11), tiene
la sencillez y el lirismo de una accin trgica presen
tada con patetismo pero sin insistir en la descripcin
de gestos desordenados y gesticulantes que, como en el
caso del de Lucas Rodrguez, en lugar de aadir signifi
cado, roban expresividad al dolor que tratan de reflejar.
En dicho romance, doa Alda tiene un sueo fat
dico, Mun sueo de gran pesar,n del que sus doncellas
tratan de consolarla interpretndolo de un modo favora
ble.
Ra-
111
Doa Al
j
|
13
|
Menndez Pidal ha probado, sin lugar a dudas, que
nuestro juglar tuvo que inspirarse en las versiones poste
riores rimadas del poema de Oxford, aunque el escenario y
Las circunstancias que rodean la accin no sean exactamen
te iguales. Roncesvalles, pp. 184-88.
3*
'
|
Este romance, lo mismo que el de doa Alda, tieI
ne una segunda versin debida a Lucas Rodrguez.
Pero
en ste, el de Lucas Rodrguez ofrece diferencias toda
va ms grandes con el modelo, ya que en la muerte del
francs tiene una intervencin decisiva el hroe espaol
Bernardo del Carpi.
El romance, que es muy corto, ofrece el acierto
de "renovar de
113
jherido - ni su sangre derramada (como dice el mismo
romance), y envilecer ms su condicin de super-hroe.
Horrent cree que en ninguna otra parte la francofobia francesa llega ms lejos que en esta composicin.^
Primeramente s presenta al emperador en estado de> derro
ta total:
Por muchas partes herido - sale el viejo Garlo-Magno,
huyendo de los de Espaa - porque le han desbaratado*
Esto en s ya es cosa inslita porque ni la tra
dicin literaria ni la histrica sitan a Carlomagno
en la batalla de Roncesvalles.
Pero el ensaamiento del juglar se centra sobre
todo en Roldn.
16
El gran hallaz-
Dichos
romances, son:
|
I
^ ^Durn,
115
,
i
18
18Ibid., I, 265-66.
19
*
'Cervantes la incluyo en el capitulo IX de la
segunda parte del Quijote.
116
Romances de Bernardo
Los romances que vamos a examinar a continuacin
aunque rolandianos, presentan un rasgo que los diferen
cia fundamentalmente de los anteriores; el hecho de que
en ellos el protagonista
i
He aqu los cinco
de este tipo:
20
!
Duran, Op cit.% I , 452.
i
L . _____________________-_________ ___
117
alardes franceses.
Pero el juglar
Uno
119
La escena est tambin ms narrada e insiste en
detalles descriptivos de los que haba prescindido el ju
glar anterior:
Los filos de Burindana - no mellan al castellano,
ni este fuerte y duro acero - pudo resistir su brazo.
Al final del romance, Roldn, como en el otro, al
ver salir huyendo a Carlomagno "solo, triste y sin coro
na," "muerto cayo del caballo.
Pudiramos anotar como final comentario que, a
diferencia de los restantes romances rolandianos a lo
Bernardo, la muerte del paladn francs se le escamotea
al espaol de entre las manos, ya que Roldan muere en
ste tambin de dolor, ante el pattico espectculo de
su emperador "en sangre todo baado.
3* "Bernardo vence y mata a Roldan"
22
se emplee
episo
Empieza el romance
22Ibid.. I, 434-
al hado
caballeresco.
discursivo.
23Ibid.. X, 433.
121
En la lucha partici
122
5. Bernardo resiste la cesin que hizo el rey
a Carlo-Magno; de sus estados, y parte a opo
nerse al ejrcito francs (de Lorenzo de Sepulveda)^
Lorenzo de Seplveda sigue muy de cerca lo que nos
cuentan las crnicas de la cesin hecha por Alfonso el
Gasto a Carlomagno.
Amena
ceses:
Carlos que oyera el mensaje - luego se habia apa
rejado :
mucha gente trae consigo, - Roldan qu*es muy esti
mado ,
y otros muchos caballeros - que los pares han lla
mado.
El choque es inevitable y se produce en Roncesva
lles, aunque sin el concurso de las tropas de Marsilio
como en el romance anterior.
Para sub
razn y clave
24Ibid.. I. 428
el romance diciendo:
Matp Bernardo por s - a Roldan el esforzado
y otros muchos capitanes - de Francia muy esti
mados*
Aparte de estos cinco romances principales de la
tradicin rolandiana a lo Bernardo, podemos citar otros
dos que por sus especiales caractersticas vienen a pro
bar la permanencia del tema en las letras espaolas.
1.
Nuestro roman
CAPITULO IX
ROMANCES CABALLERESCOS
dijo:
Le veritable contingent de l'Espagne, dans l'histoire potique de Charlemagne, ce sont les romances.
Si lies ont souvent bien altere les faits t parfois mme l'esprit des poemes francaises, elles ont
du moins conserv k la lgende caroligienne une vie
qui n'est pas encore teinte; leur poesie sobre et
frappante, leur passion contenue, leur forme minemment chantante, ont maintenu dans le coeur du peuple
les rcits qu*elles ont transformes. ... Et encore
aujourd'hui l'Espagne est le seul pays ou le peuple
chante^avec foi et amour Charlemagne et ses douze
pairs.
Be los doce Pares de que nos habla Paris, noso
tros nos limitaremos a aquellos cuyas acciones vinieron
lo faltarn
|tampoco rasgos maravillosos, lo mismo de lo maravilloso cristiano que de lo meramente fantstico, con flencan-
Y bue
2
*
Menendez Fidal, Epopeya castellana, p. 147
La tradi
3
vOtra es la opinin de Horrent a este respect.
Roncesvalles, p. 149; La "Chanson de Roland ... , pp.
488-89.
128
Bebido a su mayor nmero, los romances en que apa
rece Reinaldo los citaremos en primer lugar.
Los hemos
Llega
El paladn se
Al llegar
Al "pajecico5
130
Roldan.
El
(To
^Supra, p. 125.
131
El romance termina, como era de esperar, con la
derrota de los moros que una vez enterados de la verdade
ra personalidad del que hasta aquel momento han credo
su capitn, vuelven sus armas contra l.
Ello da oca
Todo termina a
Prcticamente se repiten
ambos muestran ser del mismo autor que, sin duda enamo
rado del asunto, despus de la rstica improvisacin
primera, produce el segundo (estudiado por nosotros an-
Pero como
Por
133
de Aymqn Reinaldo.
134-:
guida, y juntos parten vestidos de peregrinos para mejor
engaar a los moros.
Llegan a un lugar donde van a celebrarse unos
famosos torneos y los dos paladines tienen ocasin de
contemplar la belleza de la princesa Celidonia.
La vis
Luchan en el torneo
135
les espera.
El asunto se ma
Despus de los
>ip
11Xbid., I, 240-42.
Recurdese que as se le presenta en algunas novelas, como Espejo de caballeras, condenada al fuego en
el escrutinio del captulo IV de la primera parte del
Quijote.
fuertes amenazas
seor de Montalbn,
altaneras que
137
tan, all esta su fuerte brazo para defender la verdadera
causa de la justicia:
No consienta nadie, no - tan gran tuerto ser pasado,
que juro por Sant Dionis, - y al Eterno soberano,
que en lo tal yo no consienta, - ni tal serf ejecu
tado ,
o todo mundo se guarde - de mi espada y de mi mano.
Finalmente, Carlos algn tanto ya amansado,1 per
dona la vida a Reinaldo con la condicin de que se vaya
de tierras francesas y en hbito de peregrino se dirija
a Jerusaln, de donde no ha de volver sin su permiso.
Todava Roldn no abandona su actitud rebelde,
y cuando ya el peregrino se ha puesto en camino, le sale
al encuentro y le incita a la rebelin.
Reinaldo, que
En auxi
presentes a Carlos.
Mas tal odio le tenia - el ya dicho Carlo-Magno
que se niega a permitir que se le renan otros caballo14
ros cristianos, ni tampoco su mujer, hijos y hermanos.
Da reaccin
del Cid y Alfonso VI
primeroj pero Carlos
antipata a lo largo
138
En comparacin con la actitud cerrada y francamen-
presenta en su personalidad
del siglo
t
i
i
1
139
18
desterrado,
del poema Leandra innamorata.
Como en el
jy en segundo plano.
18Supra, p. 130.
^ Antologa poetas ... , VII, 319.
140
Los dos juntos, una vez robada la infanta, mata
ron tantos de moros, - no tienen cuento ni par."
Vuel
Es, como si di
141
ta del esposo ausente, por largos aos, a quien se
supona perdido o muerto. "
A nosotros nos interesa destacar que en la larga
odisea sufrida por el conde Dirlos y su fiel esposa, la
glorificacin de Reinaldo a consta de Boldn, se inicia
desde los primeros versos.
es a Reinaldo;
*
Este epteto honorfico se repite pra.cticamente
cada vez- que a lo largo de; la composicin se nombra al
seor de Montalbn.
I
^ Roncesvalles p. 149.
142
hacia l se muestran lo elevan a un plano de relieve, so
bre todo comparndolo con el papel desempeado por Rol
dan.
143
que con tales caballeros - yo no me acostumbro a
honrare.
Por l esta aqu Oliveros, - por l esta. Pon Rol
dan,
que son buenos caballeros - y los tengo yo por tales.
Consentir ellos tal carta - Consentir tan gran
maldade i
Aqu ya no se trata como en el tantas veces cita
do caso del fragmento de Roncesvalles, de una ofensa no
especificada que Reinaldo perdona a Roldan, sino de una
concreta y determinada, que el conde Birlos no tiene em
pacho de calificar delante del emperador y de los mismos
a quienes acusa, de, "gran maldade."
El viejo resenti
P4
no
24Ibid., p. 148.
144
cualquier leyenda o tradicin que se le achaque.
Oomo prueba de lo que decimos, ah esta el caso
en este mismo romance en el que existen otros caballeros
tan opustos y contrarios a Roldan como el mismo Reinal
do; y que no se muerden la lengua tampoco.
Don Gayferos
le dice:
-Calledes, dijo Gayferos, - Roldan, no digis vos
tale;
por ser soberbio y descortes - mal vos quieren los
doce Pares.
El largo romance termina con un compromiso en que
las partes
acuerdan
Pero aun
y otras, francamen
te traicionero.
7. "Val devino s " ^
8. "Sentencia dada contra Garloto"
Ambos romances pertenecen al grupo de los Valdovinos que en la coleccin de. Duran suman un total de sie-
145
te.
Roldan no figura ms
que en tres
Marques
deellos, y en uno
deMantua") de
e, remitimos al lector a
las pginas
desu libro.^Pero
En las
I
j
!
I
146
para ver en los romances espaoles una influencia italia
na que Menndez y Pelayo no admite totalmente.
Prcticamente, nestros dos romances en la co
leccin de Duran numerados como "Valdovinos II y "Val
dovinos III"
En
Pero no todos en la
Muchos de los
147
Sin embargo, el
|
i
148
d'ese sumo Emperador - que al Marques haaseguramas al fin quiere la sangre
29
*
*
*
'No olvidemos que segn la tradicin potica, Sol
dn era primo carnal de Carioto.
149
Duran
Ello
no significa que
dos siguientes:
9* f,El moro Calaynos*'^
op
^ Antologa poetas .^
^
, VII, 289.
150
ja
Rol
y se ofrece a pelear en de
fensa del mal parado honor en que a todos han dejado por
igual el desafo del moro y las palabras de Roldn.
Pe
33
*
^ N o mbre que usan a veces los romances, refirin
dose a Zaragoza.
151
moro.
El romance implica
O/L
to que el anterior."^
En
,
el
152
se suprime toda la primera
153
se muestra en este segundo romance ms compasivo y huma
nitario que en el anterior.
Es
154
tambien mucho ms largo que los dems y por su asunto y
carcter, puramente juglaresco.
nos muestra en el divertido capitulo del retablo de Maese Pedro, de la liberacin de la linda Melisendra de tie
rras de infieles; historia "sacada al pie de la letra
de las crnicas francesas y de los romances espaoles
que andan en boca de las gentes y de los muchachos por
Y?
las plazas."^'
Gayferos,
Roldn
155
to a acompaarlo en la empresa*
Por
en
Salen
156
se les opone con tanto denuedo bien puede ser el encan
tado - ese paladin Roldana.11 Cuando Gayferos revela su
personalidad, Almanzor incomprensiblemente abandona la
persecucin y los moros vuelven a la ciudad.
Quiz ha
157
12. Romanee de don Claros de Montalban, el cual
trata de las diferencias que hubo con el em
perador por los amores de la princesa su hija1*^
Este es el tercero y ltimo romance de los dedica
dos al conde Claros en la Antologa de poetas lricos
castellanos de, Menndez Pelayo; Duran no lo incluye en su
coleccin.
Roldan figura en l como defensor de los amores
de Claros y de una hija natural del emperador que haba
sido prometida por ste a otro caballero.
En realidad,
Por ejem
158
*
"Duran, Op. cit.. I, 157-58. Palmero "se llamaba
al que peregrinaEa a*~Ta Tierra Santa, a diferencia del
jque Santiago 6 Compostela, al cual se le deca Romero.
Ibid., I, 158, n.
4 Q0P.
lA
cit.,
,
p . 4-04-..
_____
______
159
La arrogancia la encarna el Palmero que presentn
dose ante la corte del emperador con sus destrozados tra
jes, no quiere humillarse ni ante Reinaldo ni ante Roldan:
Porque un sobrino que tienen - en poder de moros
e stae,
y pudindolo hacer - no lo van rescatare.
Los dos Pares no reaccionan con menos vigor y
echan mano a sus respectivas espadas para castigar al in
solente.
Al pie de la horca,
No
160
En ios dos romances que nos restan del grupo de
los Caballerescos, Roldn no es ms que una mera sombra
que no sirve sino como punto de comparacin o de referen
cia.
161
go que el del anterior, igualmente resume la trama:
15* "Romance de Guiomar y del Emperador Garlos:
que trata de como libr al rey Jafar su padre
y a sus reinos del emperador; y de cmo se
torno cristiana y caso con Montesinos" ^
Si el anterior romance' slo habla de Roldan como
"el encantado*11 ste se limita a mencionar su nombre,
as como el de Oliveros; cuando Guimar se dispone a vi
sitar el campo francs, para calmar los temores de su
padre, le dice:
Que a nadie que fuese de grado - se le oviese de
hacer mal:
cuando mas do est el gran Garlos - y aquellos
doce sin par.
Buena alabanza de las virtudes caballerescas de
los Pares, de; los que Roldn formaba parte.
Aunque no tan demostrativos como los romances de
Roncesvalles por lo que atae al sentimiento de hostili
dad que hacia Roldn se despliega en ellos, los Caballe
rescos nos dan una buena idea del sentimiento de indi
ferencia y desinters con que, en el mejor de los casos,
se seguan en tierras espaolas las andanzas del Par
francs.
Si en alguna
162
ocasipn se salen de esta regla, lo hacen para afilar sus
dardos en contra suya y presentrnoslo como arrogante,
bravucn, insolente y descomedido.
CAPITULO X
En general pre
164
ces caballerescos, donde lo hemos visto desarrollar una
personalidad arrogante, rebelde y poco simptica que le
enajena por igual la simpata de juglares y lectores*
Pero es ahora, en estos ltimos textos que vamos
a examinar, donde el descrdito que se anunciaba ya en
los primeros textos, llega a su cnit.
En los romances
el paladn sir
y ms repul
Pero aparte de
En rea
165
paladn en una accin tan tierna y tan alejada de todo
esfuerzo blico o de toda rivalidad caballeresca.
El ju
j
... cuando los enamorados - regalan a sus amores, ... -
En el romance tradicional
166
za en ste.
No podemos saberlo
El nom
3
Nos recuerda la aventura de don Quijote liberan
do a los galeotes del captulo XXII de la I parte.
^Burn, Op. cit., I, 284-85*
16 7
tan poco domstico como el del marido de doa Alda impar
tiendo consejos caseros.
Tanto el nombre de s
La jocosidad
El nombre de
168
racterizacin del infortunado amador; en ambos se recuer
dan los rasgos mas sobresalientes de sus respectivas per
sonalidades recogidos por la tradicin histrica y lite
raria.
169
ta las andanzas y aventuras de un "forastero" que anduvo
perdido un^ao - desde un abril^a otro abril,
emprendiendo ms hazaas - que Roldan el Paladn.
El nombre de Roldan se usa en l de modo intras
cendente por un qudam cualquiera que al comparar sus
triviales aventuras con las del Par, rebaja las de este
al mismo nivel de intranscendencia y frivolidad.
El que
7Ibid., I, 463-65.
170
Ilustre ciudad famosa, - infiel un tiempo, y
madre
de Cegres y Gmeles - de Musas y Reduanes.
El tono es serio y laudatorio; al citar el sepul
cro de Gonzalo Fernndez, sus palabras son las siguien
tes:
.. - las banderas y estan
dartes,
los yelmos y los escudos, - tablachinas y tur
bantes,
de los Genizaros fieros, - y de los brbaros
Thrazes,
de los segundos Reinaldos, - y de los nuevos
Roldans;
El nombre de los dos paladines franceses tan
unidos en la leyenda espaola como lo fueron en la fran
cesa Olivier y Roland
171
relacin lgica basa el poeta lo cmico de la compara
cin:
En aquel siglo dorado, - cuando floreci Amadis,
y el mes de mayo vivia - pared en medio de abril;
en unas vistas secretas - detras de un zaquizam
de la sabidora Urganda - tuvo un hijo Gandaln,
mas valiente que Macas, - mas derretido que el
Cid,
mas sabidor que Roldan, - mas membrudo que Merln*
Vemos que no es slo el nombre del caballero fran
cs el que le sirve al poeta para hacer mofa del hijo
de Gandaln,11 sino que tambin usa los de Macas, el Cid
y Merln, en franca discrepancia con los rasgos mas sojbresalientes con los que comunmente se les asocia*
7. tfBelerma,r (de Don Luis de Gongora)?
En nota al pie de este romance, dice Duran:
El maligno y mordaz poeta forma en este romance un
cuadro da malas costumbres, que trata de castigar
irnicamente, desenmascarando la hipocresa* Sobra
damente punzante, acaso traspasa los lmites de la
decencia, por alusiones harto claras y equvocos
fciles de descifrar.
El mejor comentario que por nuestra parte pudi
ramos hacer de l es copiar sus versos iniciales y las
palabras que? se ponen en boca de doa Alda, la amiga que
viene a visitar a la viuda'que da el ttulo a la compo
sicin:
Diez aos vivi Belerma - con el corazn difunto
que le dej en testamento - aquel francs boquirubio
9Ibid., I, 283-84.
172
Diez aos vivi con l, - aunque a m me ha dicho
alguno
que viviera mas contenta - con trescientos mil de
juro.
A verla vino^Doa Alda, - viuda del conde Rodulfo,
conde que Tul en Normandia - lo que a Jesucristo
plugo.
-Seis aos, si bien me acuerdo, - el dia de Santo
Nuflo,
que perd aquel malogrado - que hoy entre los vi
vos busco.
Siento su fin; pero mas, - que muriese sin ver
fruto,
sin ver flujo de mi vientre, - porque siempre tu
ve pujo.
Aunque el nombre del paladn esta enmascarado co
mo el del conde Rodulfo, el hecho de que su viuda sea
doa Alda y que en el romance figure Belerma, la viuda
del francs boquirubio** (es decir el Durandarte que la
leyenda espaola haba creado personificando la espada
de Roldan), no deja lugar a dudas sobre a quin se est
refiriendo.
173
8. "Marica en el hospital" (de Don Francisco de
Quevedo)^^
Quevedo lleva la stira ms lejos todava y utili
za a los hroes de las leyendas francesas como encarna
cin de distintos sntomas del mal venreo que aqueja a
"Marica," una prostituta recluida en el hospital de Antn
Martn de Madrid, donde por entonces los hermanos de San
Juan de Dios atendan a ese tipo de enfermos.
Sabido es el nombre de mal francs que la ms te
rrible de las enfermedades venreas reciba en la poca.
jEllo da ocasin al autor para que en frases de doble sen
tido aluda a Montesinos, los doce Pares, Roldn, Galalpn,
"monsiures" y gabachos en una zarabanda de equvocos y
agudezas con las que va describiendo las terribles con
secuencias que tan azarosa vida ocasionaba a sus seguido
res :
'Tomando estaba sudores - Marica en el hospital;
que el tomar era costumbre, - y el remedio es el
sudar
Sus desventuras confiesa, - y los hermanos le dan,
a culpa de Escarramanes, - penitencias de ay, ay,
, ay.
Lo espaol de la muchacha - produce en francs el
mal,
cata Francia, Montesinos, - si te pretendes pe
lar.
Por todas sus coyunturas - anda encantado Roldan;
los doce pares y nones - no la dejan reposar. .
174
La burla del hroe de Roncesvalles e incluso del
Roldan de los romances caballerescos, no puede llegar
mas lejos*
CAPITULO XI
u-
sa del paladn son sus mocedades; todo lo que pudo haber^le ocurrido antes de que su nombre destacara con luz des
lumbrante entre los demas caldos de Roncesvalles. Por el
contrario, la tradicin espaola pudo fantasear con su
figura legendaria y apearlo del puesto supremo en que lo
jhaba situado el ms perfecto de los cantos picos medie
vales, La Chanson de Roland, pero nunca lleg al punto
de forjar un hroe totalmente distinto del que haba re
cibido del pas vecino.
175
176
Ahora bien, cuando los escritores espaoles empie
zan a recibir la influencia italiana, sienten el encanto
novelesco que a los diferentes Orlandos haban sabido
insuflar sus creadores y se dejan arrastrar por la nueva
moda.
La mayo
Orlando es un
272).
3.
(Ibid., I, 272).
4. "De cmo Roldn se torn loco por amores de
Anglica la bella" (Ibid., II, 666-69).
5.
(de Lucas
(Ibid.,I, 282-83).
6.
"Anglica, y
7.
"Anglica y
8.
"Anglica y
"Anglica y
"Anglica
Solamente la consideracin de
178
suras del monje de Silos, haba de mantenerse por tan
largo tiempo.
179
de Carlo-Magno, dnde pide y obtiene el bautismo.
Aun
Ricarte sale de
180
te de Mantible, matando al gigante que lo defendia11 (II
237-39)*
6# Batalla entre las tropas de Balan y las de
Carlo-Magno: aquel es vencido preso y en fin entregado
a la muerte por su propio hijo Fierabrs porque se neg
|l recibir el bautismo" (II, 239-4-1).
7* "Conquistado el reino de Balan, vuelve CarloMagno a Francia, donde estando tranquilo ve en el cielo
un camino de estrellas que atravesaba desde Italia a
Galicia*
So
Y el
PARTE III
EPILOGO
Ello
tras.
Lo mismo que vimos ocurra en los Romances, en
donde Roldan aparece hasta bien entrado el periodo Barro
co, podamos seguir encontrndolo en otras muestras li
terarias que nos llevaran hasta el Romanticismo.
Pero el Roldan que aparece a partir del Siglo de
Oro, resulta un personaje tan alejado del primigenio que
las mas de las veces slo por el nombre lo reconocemos;
y en muchos casos hasta el nombre ha perdido.
Ello naci de la admiracin de los escritores es
paoles por los italianos a partir del siglo quince.
Por lo que a nuestro tema se refiere, el modelo preferi
do para narrar las aventuras del paladn a partir de
esa fecha se basar en el Orlando furioso de Ariosto o
en cualquiera de los otros Orandos que lo precedieron.
182
183
Desde ese momento es prcticamente imposible encontrar
obra alguna sobre Roldn, en que ste no haya cambiado
su personalidad o su nombre por el de Orlando y en la
mayora de los casos, ambos
Tal ocurre en el mejor de los poemas picos del
Siglo de Oro: 1 Bernardo o victoria de Roncesvalles de
Bernardo de Balbuena.
en el prlogo de su obra,
... la poesa ha de ser imitacin de la verdad, pe
ro no la misma verdad, escribiendo las cosas, no co
mo sucedieron, ... sino como pudieron suceder, ...
y as, para mi obra no hace al caso que las tradicio
nes que en ella sigo sean ciertas fabulosas; que
cuando menos tuvieren de historia y mas de invencin
verismil, tanto mas se habr llegado la perfeccin
que le deseo.
Muchsimo hay de invencin en las cinco mil ocp
tavas reales de ,fsu disforme composicin, pero poco
o casi nada de verosmil.
184
valles, a pesar de que el autor asegura en el prlogo de
la misma que haba elegido la muy clebre victoria, como
sujeto ideal para alcanzar la fama a la que como poeta
pico aspiraba.
185
diano de Roncesvalles*
que utilizan
186
Vase la referencia que hace a varios de ellos Menendez
y Pelayo*
Tam
187
en la novela despus del de Amads.
Da misma
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