Jauja 21 (Septiembre 1968) PDF
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^ ^^ ^ ^ ^ DE PIE
^
BOLETN D E L
SINDICATO DE
ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS
DE SANTA FE
S E U S
Precio ejemplar
50,
Suscripcin ordinaria
280,
Suscripcin de Honor
500,
Cheques o giros :
MANUEL E. GARCA
Casilla de Correo 187
SANTA FE
JAUJA
Revista Mensual de Inters General
N- 21
SEPTIEMBRE 1968
SUMARIO
Registro Nacional de la Propiedad
Intelectual N? 923.068
Pg.
DIRECTORIAL
BALANCE DE 2 AOS
12
CUENTITOS
16
PERISCOPIO
23
31
CINE
44
DIRECCION Y ADMINISTRACION:
CORREO
ARGENTINO
CENTRAL ( B )
Franqueo Pagado
Concesin N? 2668
COLECCIONE S
Inters General
Concesin N 8166
ENCUADERNADAS
de JAUJA 1967
EN CARTONN
En venta en
SUSCRIPCION:
Anual (12 nmeros) $ 2.000.Exterior: 9 dlares
Semestral: $ 1.100 - Exterior: 5 dlares
E j e m p l a r : $ 200.- Exterior 1 dlar
Nmero atrasado: $ 220-
CRUZ Y FIERRO
Avenida de Mayo 560, 5' p., Of. 6
34-1934
PRECIO $ 5.000.-
FONDO
EDITORIAL
IMPERIALISMOS Y MASONERIA
del Pbro. Virgilio Filippo
Algo nuevo, diferente y documentado de la infiltracin masnica en
nuestro pas.
Introduccin: R. P. Leonardo Castellani.
Prlogo: R. P. Julio Meinvielle.
m$n. 2.200
mSn. 800
LOS
DEICIDAS
De prxima aparicin:
ORGANIZACION S A N JOSE
S. R. L. CAPITAL m$n. 300.000.ALSINA 1760 - PISO V - OF. 5
T. E. 46-2107
DIRECTORIAL
El que no escarmienta en cabeza ajena es necio por todas
mentas. La necedad es pecado ;lo dice la Escritura, Santo Toms y hasta el buen pueblo francs en su r e f r n : "La betisse
c'est un pech". Contra qu mandamiento peca un necio; Contra el I o , el 2?, el 3o, el 4, el 5o, el 6, el 7o, el 8?, el 9o y el 10?;
pues un necio tropieza en todo. Necio es el que carece de la
virtud de la prudencia; y todo pecado hiere la prudencia, pues
no hay virtud que sin prudencia lo sea dice San Gregorio el
Magno.
"
y
Hemos de escarmentar" con la guerra civil espaola, si
somos prudentes. Tambin para nosotros se hizo.
Viv la guerra civil espaola desde Italia y desde aqu,
aunque aqu con mala informacin; pues los diarotes porteos
silenciaban las victorias de Franco y hacan el caldo gordo a los
rojos; a los cuales llamaban con antfrasis estupenda "los leaes"; a gente que haba sido desleal a todo lo divino y humano.
1931 primer tramo Ganaron los izquierdas unas elecciones municipales, que hicieron huir a Alfonso XIII. Las
elecciones no se haban hecho como plebiscito para ver si haba
que sacar que sacar la Monarqua o no; ni por sueos. Pero las
izquierdas tuvieron la osada de proclamar a tambor batiente
la Repblica, hacer una nueva Constitucin y levantar como gobernante-rey a Manuel Azaa, de nefasta memoria.
Hubo una gran alegra en la masa espaola, que estaba
harta de los ltimos aos de la Monarqua liberal capitalista.
Pero se apag pronto, porque el nuevo gobierno ni toc siquiera
los grandes problemas apremiantes, la reforma agraria, los
700.000 "parados" (desempleados) que eran 700.000 familias
CON HAMBRE, la limpieza de la administracin, el desquiciamiento econmico. Les dio por desatar una persecucin antireligiosa y antimonrquica (que pusieron en la Constitucin) dar
la "independencia" a Catalonia, destruir el ejrcito, incautarse
de los bienes de los Jesuitas, burlarse del agro y sus miserias,
mimar a los bancos y a los monopolios; y hacer poltica exterior antinacional. En las elecciones legislativas siguientes el pueblo vot por los "catlicos" (?) Este "bienio" fue el de "Espaa
ha dejado de ser catlica", "Tiren a la barriga" y "Abajo
los carcas".
1933, segundo tramo "Salimos del bienio terrible para
entrar en el bienio estpido". (Jos Antonio). Gan las elecciones la C.E.D.A. (Confederacin Espaola de^Derechas Autnomas) que decepcion tambin a todos. Tenan nombre de catlicos, por su jefe Gil Robles, pero su principal aliado eran los
"radicales", partido masnico. Eran una bastarda de "conservaduros". Empeor las cosas porque no hizo nada. Pidi 100
millones de pesetas para remediar el paro y los radicales pidieron mil millones; y los gastaron en burocracia y en labrar
edificios superfluos en Madrid, rindose del agro. Entretanto
los malandras seguan quemando conventos desde el 11 de mayo
de 1931. Hubo una tremenda sublevacin en Asturias aliada con
los separatistas de Catalua: el gobierno se qued alelado; y el
ejrcito "motu propio" la sofoc rudamente. Entonces el gobierno dejando en paz a los culpables principales, fusil a un pobre
minero y a un sargento que haba matado a otro en defensa
propia.
El gobierno se dedic a perseguir a la Falange Espaola,
agrupacin patritica fundada por Jos Antonio Primo de Rivera, cuyos miembros eran asesinados impunemente y no
se defendan ni podan, gravsimamente vedados de tener armas. Tambin vomit el pueblo a estos catlicos "cursillistas"
como si dijramos; cursis por lo menos.
1935, tercer tramo. La C.E.D.A. mandada por Gil Robles y el "tapao" Angel Herrera y Oria (que muri poco ha
fi
Revolucin Argentina19
y*
A dos
aos de gestin del actual gobierno, todos los grupos de opinin
y de intereses del pas, empezando por el mismo Presidente, han hecho
el balance de sus operaciones y pronunciado su juicio. Por supuesto,
estando el pas constitucionalmente dividido, eri una mitad, diremos federal, apasionada de su realidad fatal, que es pero no gobierna, y otra
mitad, que diremos unitaria, apasionada de su ficcin oficial, que no es
pero gobierna, los juicios carecen de objetividad, al provenir de una
posicin tomada de antemanoC 1 )Est el autor de este artculo por encima de las mitades, en la
fabuloso Tercera Posicin de que todos hablan y nadie alcanza? Si lo
estuviera, al fin podra decirse que en la Argentina hay una posibilidad
de evaluacin al fin y definicin incontaminada por la relacin amigoenemigo. Por supuesto, no hay nada de eso. A lo ms a que se puede
llegar en este pas de mitades, ms que inconciliables, incomunicadas,
incapaces de dialogar, y empeadas en una lucha sequiscentenaria sin
reglas de juego ni rbitros, vale decir, en una guerra, a ratos fra y a
ratos caliente, es a una posicin que podra llamarse de beligerancia
esclarecida, como se expresa en los teoremas "ni todos mis amigos son
buenos, ni todos mis enemigos malos" y "el amigo bueno puede no ser
enteramente bueno, as como el enemigo malo puede no ser enteramente
malo". Esto, naturalmente, sin perjuicio de aplicar la regla universal de
la guerra, que manda, en el campo de batalla, eliminar al enemigo y
defender al amigo malo. Querer ir ms all es utpico. Pero la beligerancia esclarecida representa-ya un avance, en el sentido de la madurez
(17 El lector podr objetar que la mitad buena del pas es el 65%, y la mala el 35%, como
demostraron los plebiscitos d e Irigoyen y Pern. Luego, no son mitades. Pero eso es un cmputo
electoral, per cpita. Si se toma en cuenta ei poder poltico que representan la riqueza, la inteligencia, el prestigio social, las FF. AA., la prensa, la burocracia, la escuela, etc., la diferencia numrica
o de votos, quedar compensada.
poltica, sobre el juicio sanmartiniano de que, en la lucha de las mitades argentinas, no hay otra solucin que la destruccin de una de ellas.
Ahora bien: la experiencia de 150 aos ha demostrado, no que este
juicio sea incorrecto en s mismo, sino que el enemigo es aqu inextirpable. Decimos aqu, porque la Revolucin Francesa y la Rusa aniquilaron al enemigo. Rosas no pudo aniquilar al unitarismo; y hasta la
lite nacionalista del Romanticismo Echeverra, Alberdi, Gutirrez
se uni a los unitarios para combatirlo y derrocarlo. Por su parte, tampoco Mitre y Sarmiento otros dos romnticos inconsecuentes, pues
debieron ser nacionalistas y "se escaparon" al limbo del universalismo
pudieron aniquilar a las masas federales, no obstante sus planes
En suma, Patria y, digamos provisionalmente, Antipatria no pueden
aniquilarse. Y cmo se van a aniquilar, si son mitades? Es como querer expulsar de uno la mitad mala, la concupiscente. Quedara uno muerto. Lo probable es que ni la Patria sea toda Patria, ni la Antipatria toda
Antipatria. Podra precisarse ms, y decir que el patriotismo no es meramente sentimiento de independencia; es tambin voluntad de crecer.
Patriotismo sera entonces una voluntad apasionada e inteligente de ser
libre y crecer. Se entiende: ser libre y crecer en cuanto pas, o totalidad
de los afines, no como lo entenda Sarmiento, que postulaba la libertad
para los "mejores" o ilustrados, solamente; y la hinchazn del pas, no
su crecimiento total.
Articular en torno de tareas comunes a la Inteligencia y a la Voluntad de ser uno mismo y no otro parece ser ms complicado que el clsico ponerle el cascabel al gato. Sin embargo, por un tiempo lo lograron
Rosas, Irigoyen y Pern. Pero les falt madurez queran unificar lo
que slo podan articular y les sobr optimismo crean poder extirpar al enemigo con la proscripcin o los plebiscitos. Su sntesis inicial
qued as sectorizada y sectariada. La Inteligencia, que, con la alta clase
media, es la quinta rueda del carro de la Aristocracia y la Riqueza, volvi a expatriarse, y los patriotas quedaron, por as decirlo, crudos, sin
ms conexin entre s que la persona viva del caudillo.
El sueo d una Patria sin Antipatria es deleitoso, pero puede ser
mortal; tan mortal como el sueo de una Modernizacin sin Tradicin,
entendiendo Tradicin en el sentido recto de pasado vivo y operante,
cuya presencia convierte el inarmnico aumento de tamao en un armnico crecimiento. Tener por Tradicin a batallones de soldados-maniques, disfrazados con trajes de las Invasiones Inglesas o de la Guerra
Emancipadora, es confundir la vida, as sea gris, con el teatro, as sea
ameno. En JAUJA, N? 13, un colaborador seal este detalle, e insistimos,
porque es uno de los signos de que el gobierno actual propende a entender la Tradicin en sentido conservador, como culto o resurreccin
de smbolos, gentes, doctrinas y lemas muy adecuados para una visin
esteticista o reaccionaria del pas, pero sin vitalidad alguna.
Desde el actual gobierno han partido tmidas crticas a dichas instituciones. Pero, si no hay un segundo tiempo preparado, como sin pensarlo hubo en la Revolucin de 1943, no es de temer que la voluntad
de cambio pase de las tmidas crticas. La declaracin presidencial de
que las transformaciones deben hacerse "dentro del orden" son muy
sigi: . cativas. Quiere decir que slo se efectuarn los retoques suficientes para asegurar la subsistencia del sistema vigente, que (ya lo hemos
dicho), no es un orden sino un desorden. Hay orden cuando todos los
sectores significativos de la sociedad, todas las energas sociales, confluyen aunque por distintos canales, en las mismas metas. Cuando los
grupos que dirigen tienen sus propias metas, y los dirigidos otras, hay
desorden, por ms que no se produzcan huelgas y disturbios estudiantiles. El pas, con todo, sigue tendido pacientemente en la camilla de la
sala de operaciones. Su aguante no es el que corresponde a un enfermo
grave; no parece estar tan mal. Lo ms probable por eso es que lo den
de alta sin intervenirlo. Si hubiera que amputar un miembro de la nacionalidad, no faltaran cirujanos dispuestos. Pero, extirpar el tumor
liberal, o al menos reducirlo para que deje crecer al pas? No se ve
quin se atreva a hacerlo.
VICENTE ITURBE
9
JAUJA A quienquiera me pregunte cul es la poblacin
ms linda, ms joven, prspera y alegre de cuantas pude ver
(y no son pocas) yo! les respondo: JAUJA.
No la muelle ciudad de aquel fabuloso pas que anda en
historias y leyendas; no la provincia del Per, ni los ranchos de
Mjico ni otro ninguno de los lugares que con este nombre abundan en las dos Espaas; y son pueblos o aldeas de poco fuste,
ruin aderezo y corta vecindad.
Hablo de Jauja la Nueva, Jauja la Rica, Jauja la M a y o r ,
Jauja la Real. . . mi Jauja en la Provincia de Jan.
(RICARDO LEN)
11
no de los v o l m e n e s de Charles
Moeller. Quiero intentar aqu solamente un registro de sus valores puramente literarios.
. . . .
POESIA, HUMOR, TERNURA
Sobrenada en toda ella el elemento lrico nacido de los estados de alma de los seres que circulan por sus
pginas y del propio grande poeta
que es su autor. Hay, en la taracea
del libro, adems de bellas pginas
en prosa, incrustaciones poticas en
verso, a la manera de la novela idealista del siglo XVII. Sonetos y poemas de alguna extensin, de todo
carcter, sorprenden con su gracia lrica al desprevenido lector. Algunos
de ellos son de lo mejor de la obra
potica del P. Castellani.
El inters novelstico del volumen
es tan grande que no puede cerrar el
libro quien lo lee sin darle fin. Este
inters decae solamente en algn captulo que, como el noveno diez
pginas constituye el tejido conjuntivo, necesariamente explicativo y
preparativo del ncleo de la obra. Y,
a medida que sta avanza, se la lee
con mayor fruicin.
Como en todos los libros de Castellani, rezuma ste vapores humorsticos de todo color: hay humor
blanco, humor azul, humor negro:
stiras dulces, puntapis dados a lo
solemne y carcajadas amargas y du-
TOMAS DE LARA
15
Cuersttos
ARITMETICA
ENTRETENIDA
17
. . ."Algunos quisieran corroborar estas teoras de la violencia con razones deducidas del pensamiento cristiano y de sus
exigencias; as resulta posible or hablar de una "teologa de la
violencia" derivada de una "teologa de la Revolucin". . .
Peligrosa y ambigua posicin.
Po VI - Alocucin al
Sacro Colegio 24-VII-68
22
Periscopio
10 de Julio de 1968 "Fue recordado con brillo en toda la Repblica
el 152 aniversario de nuestra emancipacin". Nosotros recordamos sin
brillo los das de nuestra Mancipacin cada vez que tenemos que pagar
facturas; aumentadas cada vez.
Quieren que vaya a ver el "Coriolano" hecho nacional. Yo no voy
a ver ni el "Martn Fierro" hecho por nacionales de ahora. Yo me
cri entre nacionales de antes; que eran como los pesos de antes. Ni
siquiera leo a Hernndez: lo s de memoria.
11 VII 68 "Reaccin en Pars por el alejamiento de Pompid".
El dramita de Francia no ha terminado.
El dramita consiste en que no se puede ser a la vez democacartico
y autoritario. O esto o aquello, o lo uno o lo otro, o al vado o a la puente,
o tmpora o mores, como deca Masferrer.
13 VII 68 "El Estatuto del D o c e n t e . . . " La Nacin.diario discurre
en su "editorial" (no hecho por* el Editor sino por un manyatinta malpagado) acerca dese mamotreto frondizzzzista, sin interno conocimiento.
"Hay que hacer reformas indispensables en lo referente a ascensos ! .
Hay que suprimirle! y hacer si acaso otro. "Para los casos de sumarios,
los Docentes deberan ser juzgados por sus p a r e s . . . " Por sus nones.
Pares o nones, los sumarios actualmente son corruptos en muchos casos.
" Maana sern capaces de suprimir las Juntas y reemplazarlas por un
funcionario que ahorre salarios!". Sera lo mejor ahora. Las "Juntas"
estn minadas por intrigas, rencores y ambiciones.
El sacrosanto "Estatuto del Docente" es inepto y hace ahora agua
por todas partes. Velay.
14 VII 68 "La Argentina aport er^ Junio al FMI (Fondo Monetario Internacional) 29 millones de Dls.". El Fondo Monetario Inicuo
es una trampa; y la Argentina est metida hasta las rodillas.
15.VII 68
el aniversario de
a un hombre que
u n a . . . "viruela",
21 VII 68 "Visita al pas Mr. Covey Oiver" ; A pesar del apellido, es un trucha antinacional.
22 VII 68 El Ch Guevara anda dando trabajo despus de muerto.
Por causa de su "Diario" huyen de Bolivia dos altos funcionarios; uno
de los. cuales parece que es un buen perilln politiquero. Castro exulta,
"Primera Plana" lo brinda al pblico argentino.
Y qu sacamos de eso?
23 VII 68 La moneda : sus nuevos valores tendrn un estupendo
"efecto psicolgico": tendrn "gravitacin impactante", como dira el
otro. Ningn nuevo valor: molestias y gastos intiles. Gran h a z a a . . .
24 VII 68 Cunteme. Dgame algo de la guerra o de lo que dice
la gente.
Ah va:
Cun bienaventurado
Aquel puede llamarse justamente
Que sin tener cuidado
De la malicia y lengua de la gente
A la virtud, contraria
La suya pasa en vida solitaria.
Calintase en Agosto
Alrededor de sus hijitos todos
A un roble hecho regosto
Y all, olvidado con discretos modos
De la extranjera guerra,
Duerme seguro y goza de su tierra.
25 VII 68 Siguen diciendo que el Krieger nos va a arreglar la
moneda de tal modo que 100 pesos sigan valiendo 100 centavos, pero se
llamen de horams "un sanmartino oro" o bien "un duro paraguayo"
para lo cual hay que gastar en nuevas planchas y cuos: un dinerillo
que ira mucho mejor a la Quebrada dej Totorahuasi, por ejemplo.
Los gobiernos nos toman por memos
Por lo que queremos y que no queremos
Es verdad que para- eso
Les damos bastante asa
Cada vez que se propasa
Si no le damos un beso
Medio raspando le pasa.
25
I:
30 VII 68 "Opnese la Iglesiaa al control de la natalidad". No
Opnese la ley natural. La Iglesia no hace sino declararla. "El Papa
contra la pildora!" proclama Primera Tapa en su plana, poniendo una
Cruz que es una flecha. Qu judos locos!
La Encclica "Humanae Vitae" (De la Vida Humana) no hace ms
que repetir la doctrina permanente de la Iglesia contra lo que algunas
esperaban; la ltima vez en la Encclica "Casti Connubii" de Po XI.
La cantidad de flechas que tendra que gastar la revista judaica!
No hay ningn contraceptivo que no sea daino a la salud, dicen
los mdicos ms autorizados. El fin natural del matrimonio es la generacin.
El Papa se ha dignado razonar-largamente el punto. Pero la nuez
de la encclica est en el f 13. Ms sencillo y terminante no puede ser.
31 VII 68 Disturbios negros endmicos en EE. UU. Surgen casi
a diario en una ciudad u otra.
Kiplingg dijo: Qu triste es la vida de los negros en la patria de
los hombres libres! Pero resulta que ahora se estn embromando hasta
los hombres libres.
1 VIII 68 Ayer asesinato del agente Brtora a manos de un de26
Gran sorpresa de los que crean Po VI era un ayornante-dialogante-postconciliar. Han bajado voces, alas y cresta. Menos naturalmente el
gran telogo en verso Alejandro Mayol.
6 VIII 68 El Papa record hoy la bomba atmica que un da
como hoy aniquil Hiroshima; y recalc la responsabilidad inmensa de
los que gobiernan el mundo" o creen gobernarlo. Esto no es muy
popular en USA.
Haba un rumor corriente de que Po VII "buscaba demasiado ser
popular"; y a esto se atribua sus repetidas alocuciones sobre Viet-Nam
y sus viajes, sobre todo a la ONU. Hasta se profiri el ultraje de que
el Pontfice era un "sinarca", e. d. que fomentaba la as llamada "sinarqua" si eso existe, como es probable; o sea el movimiento secreto hacia el fin no secreto de un "Gobierno Mundial" ("one-worlders").
Pues bien, el Pontfice ha comenzado a hacer cosas "impopulares",
como l mismo calific su encclica ltima; y los suspicaces abren la
boca. No es .ella lo nico impopular. Su glosa del Credc> de Nicea soliviant a los llamados "progresistas". Su alocucin de hoy va a obrar lo
mismo en otros. Y ayer el "Observatore Romano" declar que la Encclica sobre la natalidad no va a ser ni retirada ni modificada.
So that's that, angrysaxons.
7 VIJI 68 El Ing. Alvaro Alsogaray ha renunciado amigablemente
a su cargo de Embajador. Ms vale tarde que nunca. Es persona grata
para los EE.UU. pero no tanto para el pueblo argentino.
8 VIII 68 En Montevideo una sociedad secreta poltica (?) llamada
Tupamaros ha secuestrado (no "raptado" como CRONICA dice) a un
alto funcionario, profiriendo amenazas de muerte si fueren perseguidos.
"Conmocin nacional". Realmente, con dos heridos, no parece una
broma.
I'BIDEM Robo con fractura en una fiscala del crimen de donde
los malhechores sustrajeron dos expedientes.
El robo (sin fractura) de expedientes, es cosa conocida en la Justicia (o injusticia) argentina. Conocemos casos; por ejemplo, el de un
contrato de alquiler, robo que habilit al inquilino mal pagador a evitar
durante tres aos su desalojo.
IBIDEM Otro asalto exitoso a un Banco de la localidad de K o m ;
casi 27 millones. La delincuencia organizada y homicida se ha vuelto una
constante amenaza. La comisara 39 apres a una gavilla de asaltantes;
pero despus fallan las sanciones; como se ve del hecho que muchos
de los asaltantes resultan "ex-con", o sea reos que ya han cumplido o
eludido condenas.
28
IBID La OEA ha reprobado por unanimidad al Papa y su novsima Encclica ( !) Son Superpapas o Hiperpapusos.
Esto es bueno, pues muestra la ndole de esa organizacin intil: no
son eficaces en lo que les toca y se meten por gala en lo que no les toca.
El Papa ha hablado de nuevo sobre ella dirigindose a los que alborotan o despotrican; algunos muy imprevisibles (o no?) como Mons.
Juengs, de Suiza, perito del Concilio al nivel del P. Meja, y el alemn
Koenig que han proferido una enormidad. Estos pretendidos "telogos
catlicos" son simples macaneros cismticos.
Los que no son catlicos han hecho tranquilamente sus abortos o
estupros qu tienen que vociferar ahora? Esperaban que la Sede Apostlica los justificara? En cuanto a los que son "catlicos", que se vuelvan lo que son ha dicho en suma el Papa.
Juan Manuel Palacio ha publicado una concisa, slida y excelente
palabra sobre el tema en AZUL Y BLANCO N<? 72 (6 VIII 68). Sabe ms
que Merln y los Padres de la Iglesia, que dijo el andaluz. . . (Los padres de la Iglesia de por aqu, como el Padre (?) Cucquitti).
9 VIII 68 Las Radios oficiales parecen progresar como el cangrejo en mal gusto e ineptitud.
Por lo menos deberan tener el decoro (ya que las pagamos) de poner dos o tres telfonos a disposicin de los oyentes, los cuales podran
comunicarse tempestivamente, por ejemplo: "Prego, dgale al loquitor
parlante ahora no se dice "untas" ni "caritas" sino "nitas" y "critas".
O bien "Advierta al conferenciante que San Toms Moro NO fue ahorcado por orden de la Reina Isabel" O bien: "Dgale a ese profeta que
el budismo Zen no hace falta en la Argentina". "A ese "crtico musical"
del "atonalismo supermeldico" que lo que se necesita es msica buena
y no literatura acerca de la msica mala; que aun cuando es buena literatura no es este el caso ahora no sirve para nada. Hacer grandes disecciones pedantes de una sonata de Beethoven no ayuda para
gustar ms a Beethoven.
10 VIII 68 Nos mandan tres nmeros del peridico CAPITULO
sobre Leopoldo Lugones, Manuel Glvez y Conrado Nal Roxlo, junto con
una carta entre quejosa e indignada. (Son unos cuadernos del Centro
Editor de Amrica Latina nada menos que pretenden ser Historia
de la Literatura y se venden con un librito del autor estudiado, todo
barato sobre todo el estudio).
Y qu quiere Usted., caro A. F. R.? Es literatura y cultura mercachiflil; y para lo que cobra no le pidamos ms. Es necesario que los plebeyos tengan tambin su ideal. Las fotos son muy buenas; y las "His29
30
31
Este manualito va a ser de utilidad para las escuelas; en las cuales no pocas
veces se leen o preleen cosas sin valor, bravamente ineducativas; como los cuitadillos Alfonsina, Garca Lorca o Jimnez.
Luis De Paola ha antepuesto a la muy bien hecha crestomata un excelente
estudio crtico, donde a su propia penetracin aade referencias a los principales
trabajos sobre el poeta. Nada nos cuesta adherir a lo que dijo Lugones a la aparicin deli primer libro de Nal, El Grillo; a saber que estbamos delante de un
buen poeta, ricamente inspirado; ni a lo que han dicho varios (Marco Vitoria,
Garca Caffarena, Jaime Potenze) que se trata del mejor humorista argentino
en el tiempo que corre. Chamico tiene gracia, donosura y pelota por arriba de
la jocosidad.
La antologa "total" abarca todas las obras del poeta, incluso su refinada
"Antologa Apcrifa" que posiblemente es el mejor libro de "pastiche" o parodia
que se ha escrito en el mundo. En esta otra antologa en serio se reproduce el
pastiche excelente de Unamuno, que parece ms unamunesco que el mismo
Unamuno.
El "Prlogo" de De Paola es tambin educativo, pues muestra cmo se ha
de hacer un buen estudio crtico; cosa necesaria que no abunda entre nosotros.
UNIVERSIDAD DE LA PLATA Rubn Daro Facultad de Humanidades.
Publicacin oficiala
Flojo. Excepto dos de las memorias o monografas acadmicas. Casi todo
lo que dicen est ya dicho; y mejor a veces.
Ser quizs el tiempo de decir acerca del vate nicaragense algo ms que
ditirambos ms o menos vacuos. Por ejemplo:
OBRAS COMPLETAS EN VERSO (en colaboracin con Editora Anaconda,
que ha estropeado un verso en cada pgina, hacindolo ms original que antes).
Rubn Daro fue una oropndola tropical que saba cantar como un ruiseor
pero tena una cabezota de pajarito.
Tal como una oropndola que fuera un ruiseor
Mas con una cabeza de chorlito. .
como lo pondra l, aadiendo luego ion verso terminado en "flor" y otro terminado en "infinito".
Tena de nacimiento un calidoscopio en la cabeza y una caja de msica en
lugar de corazn; con un temperamento melanclico y carnal de mestizo a medio
civilizar; y con tal bagaje se abandon a la vida y al viento, queriendo hacer
un remo de su mandolina y una vela de un manteau de seda abigarrada comprado en el "Bon March" de Pars.
No hizo una obra coherente y. slida;- ms simplemente, no hizo OBRA. De
sus "Poesas Completas" se podra espigar una bizarra lista de contradicciones
v de tonteras, hels. Hay en ella unos 10 12 florones poemas logrados, brillantes, mgicos y frivolos; como la. Marcha Triunfal, "Era un aire suave..."
Soneto a Cervantes, Juventud, divino tesoro... piezas de las mas alta origina*
lidad, cromos para adolescentes hijos dei prncipe si se quiere. Qu bien suenan? Pero es porque estn vacos.
Su doctor, dolo, mesas, profeta y fetiche fue Vctor Hugo, al cual llama
impudentemente "emperador", "titn" y "dios", como pudo llamarlo Jess o Parclito, si se le hubiera cruzado. Su filosofa (?) es pues la "filosofa" de Hugo,
atenuada y un poco des-virulenta-da por sus atavismos de criollo espaol vagamente fiel/a Jesucristo; es decir, tiene la filosofa de una ausencia total de filosofa. Sus brillantes y petulantes, 'p'rlogos" y "manifiestos"! El pobre Rubn
33
34.
esa misin de cobijo de aptridas que nos ofrece el efervescente poeta: una patria que es "de la humanidad" deja de ser patria; y se convierte, como dira
Arvalo, en "putria".
,
Pobre Rubn. Todo ese ventarrn de palabrera patriotera se fue, porque era
viento y pompas de jabn irisadas; y si hoy nadie lo recuerda, es porque simplemente le faltaba aquello que dan "los crueles filsofos", que dice l: el contacto
doloroso y sumiso con la realidad.
Por qu hablar de lo que no se ama? Aunque la indignacin puede hacer
un buen poeta, el desprecio hace siempre un pobre crtico para qu estudiar lo
que no se puede alabar? Es que yo amo al nicaragense y lo alabo. No dije
al principio que era una oropndola ebria y un ruiseor ciego? Naci con una msica adentro de esas que no aparecen ni siquiera una por siglo; y en poco tiempo
eclips con sus dones nativos y barri de la poesa espaola el estro aviejado y
tmido de los Nez de Arce, Campoamor, Rueda, Villaespesa, Baralt, sus contemporneos. Traa una voz nueva y un gusto nuevo, una fantasa suntuosa,
un refinamiento de orfice, una originalidad continua e infalible. Traa una especie de magia, un nuevo sentido de la msica de los sones y del color de las
imgenes. Fue el ltimo de los romnticos (Hispano Amrica est siempre retrasada unos 30 aos) y en un sentido el mayor de todos; pero no fue "moderno"
pese a que los bautizaron "modernista". Es del siglo X I X francs y del siglo
XVII espaol a la vez; y es tan poco americano, aun cuando trata temas americanos, como lo sera Vctor Hugo vestido de chirip. Al fin del "Canto a la
Argentina" se acuerda de repente del gaucho y exclama rengamente:
El gaucho tendr su parte
En los jubileos futuros
Pues sus viejos cantares puros
Entrarn al reino del A r t e . . .
No por la puerta que t le abras, ciertamente. Esos "cantares puros" o no
entrarn nunca o haban entrado y a . . . Qu saba l del "trabajo" de este rudo
e informe continente donde nunca t r a b a j ni vivi realmente, el aspirante a sibarita frustrado por la pobreza, fascinado por el brillo lejano de una civilizacin
finisecular? Cuando quiere requebrar a una m u j e r (argentina, guatemalteca o nicaragense) no halla nada mejor que llamarla "francesa":
"Djame saludarte, hija de Nicaragua
Yo querra que fuese en francs mi s a l u d o . . .
Juntar tu amor d < - r a n c i a a nuestro amor de Amrica
S, gentil nia, dig: de la F r a n c i a . . .
dice en unos mediocres pareados "A Luca".
Su obra no dej surco ni secuela ni discpulos. Es el fruto inmaduro y vistoso de un rbol tropical, trasplantado bruscamente a otros suelos ms fibrosos
donde no poda hacer races como una flor del aire suntuosa/ y efmera.
As y todo, es el poeta con ms dof potico que ha habido en toda Amrica
don mal cultivado ,prodigado y desparramado; que se disgrega y disipa en
pequeos abalorios y estatuas inconclusas todas al fin de su carrera, por falta
de una filosofa y un ideal verdadero. As y todo, deberan estudiarlo todos los
adolescentes en, el 7- ao del Bachillerato; debidament eexpurgado y sabiamente
comentado; junto con Jos Hernndez, Zorriila de San Martn y Santos Chocano..."
VOGELMANN. El Zen y la crisis del hombre Paidos, Bs. As., 1967.
Sobre este libraquito que nos mandan, est todo dicho en el nmero onceno de
JAUJA, pues no es ms que el artculo de La Nacin
irio del octubre pasado con
un poco de inflacin; pues el autor se muestra hbiL-cn el patinar en el sitio, que
dice el francs ("pitiner sur place") que en espaol se dice simplemente "piafar".
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A los argentinos que creen que pueden slvar su alma en crisis, con el budismo, se
lo recomendamos.
Total, dentro del Zen caben todas las religiones. Cmo podra ser, dir alguno, que quepan juntas por ejemplo el cristianismo y el judaismo? Pues vean
si quieren lo que de esa ensanchada secta dice el Bonzo Supremo della, Mr. Zuzuki,
que vive en Pars:
"El Zen nada tiene que ver con ningn espritu sectario;
cristianos y no cristianos pueden comulgar en el Zen en la
misma forma que peces grandes y chicos conviven tranquilamente en el mismo ocano... (No tan tranquilamente los
chicos). El Zen es el ocano, el Zen es el aire, el Zen es
la montaa, el Zen es el trueno y el rayo, el Zen 's la flor
de la primavera y la nieve del invierno. No; dije m a l :
el Zen es mucho ms que todo eso: EL ZEN ES EL
HOMBRE".
Por supuesto que esto dado, dentro del Zen caben hasta los infiernos. Pero
tambin caben, segn el Vogelman, todas las filosofas, la de Santo Toms, la de
Kant y la de Nietzsche; y sobre todo, la de Heidegger. Esto nos contenta, porque
el Heidegger:
es el monumento de la oscuridad
y lo peor de todo, sin necesidad
Vease por ejemplo lo que nos cuenta el ms relevante de los heideggerianos actuales, K. Loewith, en su libro Heidegger, Denker in drftiger Zeit, pgina 17, 21:
"Sobre su lenguaje apenas comprensible por sus neologismos y juegos
de palabras podemos preguntarnos si sus espirituales malabarismos
verbales deben ser tomados en sentido directo sin que resultemos ridculos. Por ejemplo: en una conferencia de Heidegger sobre "La Cosa"
se habl del "Remolino de Acontecimientos": "La unidad del cuadrado del cielo y la tierra, mortal e inmortal, encarna el deseable juegoespejo de la ingenua confianza. La cuadratura encarna lo mundanal
del mundo. El Juego-espejo es el remolino de los acontecimientos. Por
eso el remolino abarca tambin lo cuatro o mejor dicho, la Cuatrez
aunque no como un anillo. El remolino es el anillo que anilla en la
medida en que juega a espejear. Resplandeciendo el anillo rene en s
la Cuatrez en el acertijo de su esencia. La entidad reunida del as anillante juego-espejo del mundo mundanal, es lo limitado. En lo limitado
del anillo 'juguetn-espejeante' se doblega Lo cuatro en su nica y
propia entidud; y dctilmente incluye tambin el mundo creciente..."
No les suena a Uds. sto a Zen; y aun a Dozen, enteramente?
WILHEM BITTER. Psicoterapia y experiencia religiosa. Ediciones Sigeme,
Salamanca, 1967.
Es un volumen con 12 estudios o ponencias de un congreso "Psicoterapia y
cura de almas" reunido por el tal Bitter, de diferente y no muy eximio valor, a
nuestro juicio; entre los cuales campea nuestro conocido Victor Frnkl, con un
estudio sobre la escuela logoterpica. Por supuesto que cada uno de los 12 (menos el Papa Po XII, que habla al final en letra chica) ha fundado su propia
escuela diferente.
Todos comienzan sacndole el sombrero a Freud. El libro huele fuertemente
a protestante, con su sentimentalismo, temeridad en el opinar y comezn de mostrar.que la religin es (o debe ser) servicial.
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:37
sus Obras completas, lo cual resulta muy significativo fue fundado al parecer
pura y exclusivamente para apoyar y justificar la campaa pro chilenizacin del
estrecho de Magallanes, como que con el ltimo artculo desapareci el peridico,
cuya publicacin empez con el primer escrito de la serie. .. Esos artculos que
despus de ocho aos Sarmiento reputaba "no del todo estriles" fueron escritos a incitacin de un marino yanqui de nombre Jorge Mebon, que despus integr la expedicin chilena que al ao siguiente tom posesin del estrecho y
tierras adyacentes. De Paoli considera que tal Mebon no debi ser sino un agente
directo del gobierno chileno que ya entonces alentaba pretensiones sobre posesiones indiscutibles y que se vala para sostenerlas del concurso de extranjeros
como el yanqui y nuestro Sarmiento, ste sobre todo inapreciable por su condicin de argentino. Al tomar posesin los chilenos de aquellas tierras labraron un
acta en la que dicen que aquellas tierras pertenecan a Chile. "Si pertenecan a
Chile, repitamos hasta el cansancio dice justamente De Paoli, no haba por
qu labrar el acta de toma de posesin".
Hoy en da tenemos una cuestin de lmites con Chile que como dice el autor
de este libro enciende siempre poderosamente el nimo de los chilenos mientras
que los argentinos parecemos no preocupainos mucho por ella. Esa es una cuestin ms de las tantas suscitadas en el transcurso de ms de un siglo y cuyo
origen primero est indiscutiblemente en aquel acto de 1843 por el cual el gobierno de Rosas que jaqueado por todas partes, no pudo prestarle la atencin
debida ni distraer en una probable guerra con el pas vecino las armas, hombres
y dinero que le demandaban los conflictos creados en el Plata por las naciones
europeas en connivencia con algunos conspicuos prohombres del partido unitario.
La protesta de Rosas se produce, por lo alejado de aquellas regiones y el desconocimiento en quq entonces, y durante mucho tiempo, se tuvo respecto de
ellas, solamente en diciembre de 1847. Se entabla la controversia entre ambos
gobiernos y, esto es increble, Sarmiento interviene en ella tomando partido por
el de allende los Andes. All, en sus nuevos artculos de "La Crnica", se responsabiliza de sus escritos de aos antes, los reconoce como suyos, los cita y acumula supuestos argumentos en su pretensin de justificar las aspiraciones chilenas. De Paoli, en sagaz anlisis, derrumba todas las construcciones de Sarmiento
en este sentido e incluso documenta cmo el procer se contradice, ya que en un
lado afirma que la Patagonia pues ya se pona tambin en juego esta riqusima
parte de nuestro territorio nacional estaba despoblada, pero por otro en su
deseo de sostener los supuestos derechos del pas vecino arguye que la haban
poblado los chilenos...
De Paoli correlaciona esta campaa prochilena de Sarmiento con las que
iniciaron o llevaron a cabo otros prominentes exiliados argentinos en tiempo, de
Rosas y que llevaron por finalidad la desmembracin de partes importantes del
cuerpo de nuestra patria: la de Entre Ros y Corrientes prohijada por Florencio
Varela; la de Cuyo, sugerida por Jos Luis Calle y promovida por un comandante
Rodrguez a quien el gobernador de Mendoza, Segura, mand fusilar; la de Salta,
propuesta por Facundo Zuvira a Bolivia, y la de Salta y Jujuy, que el general
Rudecindo Alvarado quera colocar y poner bajo la proteccin (por as decir) del
mismo p a s . . .
La actuacin de Sarmiento en esos entreveros no fue ignorada ni olvidada
por los argentinos, y muy especialmente por quienes haban residido en Chile,
Ocho das antes de que asumiera la presidencia de la Argentina el autor de
Facundo, el general Mitre le record acusatoriamente: "Ud. ha sostenido en Chile
contra su patria los pretendidos derechos de un pas extranjero para despojarla
de su territorio". Desde "El Nacional", redactado por Vlez Srsfield que no
fue nunca, y en esto disentimos con De Paoli, gran rosista: el propio Rosas explic
ms tarde que el autor del Cdigo Civil, durante su largo gobierno, se haba man-
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tenido firme en sus vistas y opiniones de unitario; desde "El Nacional" le contestaron a Mitre que Sarmiento lo haba h e c h o . . . para atacar a Rosas! El diario mitrista respondi: "El aconsejar a los gobiernos extranjeros que le arrebaten
a la patria sus territorios, es atacar a Rosas o la Repblica Argentina? Son
acaso de Rosas las tierras magallnicas, o dq la Repblica Argentina?" Esto fue
en 1868, pero en 1873 los chilenos reclamaron la Patagonia y Sarmiento que se
vio entre la espada
la pared opt por decir que "El Progreso" lo haban redactado tres personas, que los artculos salieron sin firma y que no poda responsabilizrsele... olvidando que en "La Crnica" se haba jactado de que esos
artculos eran suyos y resultado "no del todo estriles"... La verdad es que en
aquella ocasin don Domingo estuvo a pique de renunciar a la primera magistratura. Habl de ello, por lo menos.
En 1878 y luego en 1879 la cuestin surea es reavivada por Chile, que hasta
el presente no ha cejado, segn es pblico y notorio, en sus pretensiones. Y bien,
Sarmiento hasta lo ltimo se mantuvo en una posicin que benignamente podramos calificar de error. No hemos de seguir a De Paoli en sus exhaustivos r a .
zonamientos y anlisis. Evidentemente el sanjuanino no crea que; la Patagonia y
el estrecho magallnico podan ser tiles a la Argentina. Tal vez lo viese todo
desde un punto de vista netamente positivo y materialista, pragmtico, mejor
fuera decir: no era aquello til, como las Malvinas, entonces qu importaba? No
tuvo la visin de quien fue denodado defensor de nuestros derechos en el lejano
s u r : aquel heroico Piedrabuena a quien no quiso ayudar en su argentina
empresa...
Con este libro De Paoli nos brinda otra de sus calificadas lecciones histricas
a la vez que destruye todas las argumentaciones del profesor Campobassi. Creemos que el tratamiento que hace de la cuestin hace merecedor a Sarmiento y
la usurpacin del estrecho de Magallanes a una atenta lectura. Trabajos como stos deben difundirse, no porque deterioren la imagen de Sarmiento Sarmiento es
aqu ms bien un accidente, sino porque los argentinos tenemos el derecho e
incluso el deber de conocer a fondo nuestra historia. De saber qu polvos pretritos vienen los lodos que ahora siguen empendose en disminuir y retacear
nuestra soberana en esta ya ms que secular cuestin con nuestros hermanos
chilenos.
SOLER CAAS
MARCOS P. RIVAS: "Historia del fuerte de Melinkhu". 2a. edicin.
Santa Fe. 1968.
Marcos P. Rivas es autor de poemas a Rosas, a Facundo, a Estanislao Lpez.
Historiador y maestro, en libros, folletos y conferencias ha dado muestra cabal
de sus conocimientos de la verdadera versin de nuestro pasado. Y con pasin
de argentino que hinca sus races en la tierra patria de ayer ha hurgado sin
fatiga en los archivos para darnos en pequeos trabajos repletos de datos y de
apreciaciones sagaces la historia de algunos lugares de la Argentina, como San
Lorenzo y Guardia de la Esquina. Ahora, en segunda edicin, sta del fuerte de
Melinkhu, que para nosotros representa una novedad, tal vez porque, como suele
ocurrir, estos trabajos impresos en provincias y sin el auspicio de los sellos editoriales fuertes quedan circunscriptos a una circulacin reducida y sin mayores
ecos. Conviene, sin embargo, que se lean y se difundan, sobre todo cuando, como
es el caso de Marcos P. Rivas, nos dan una imagen verdica de la Patria de ayer,
pues el autor no es un mero recopilador o transcriptor de papeles. La Historia
del fuerte de Melinkhu puede servir para que los argentinos tengamos una. idea
ms precisa de lo que era la vida de antao en muy diversos aspectos, pero muy
especialmente la que transcurra entre herosmos y miserias en los fortines y
estancias de avanzada.
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Melinkhu tuvo su origen entre 1777 y 1778. Haba que preservar a estancieros
y tropas de carretas de los asaltos alevosos de los indios y as surgieron en diversas pocas fuertes y postas a tal objeto. Sari Juan Bautista de Melinkhu f u e
uno de esos fortines. Rivas, que conoce mucho la historia de nuestros indgenas,
nos dice cul fue en muchas ocasiones la conducta vituperable que con ellos mantuvieron los blancos y cmo, ms de una vez, las tropelas, malones e invasiones
de los indgenas no fueron sino reacciones ante las actitudes nada dignas ni
honrosas de la "civilizacin". Esto no implica idealizar al indgena, sino poner
las cosas en su lugar, como recientemente las ha puesto un breve pero sustancioso trabajo de Julio Portas sobre la conquista del desierto, titulado Maln contra maln. Tambin pone d e manifiesto Rivas la sagacidad con que actuaban los
indios, que no eran tan salvajes como suele suponerse, pues mantenan un espionaje constante sobre las poblaciones blancas, contando con informadores que los
ponan al corriente de todas las vicisitudes de la poltica de sus enemigos. As
saban cundo stos andaban en dificultades, cundo estaban desguarnecidas sus
fronteras, cuando convena atacar e invadir, cuitdo el botn poda resultar fructuoso. As, al producirse la Revolucin de Mayo recrudecen las invasiones indgenas, pues estaban los "salvajes" perfectamente al tanto de lo muy ocupados
que andaban en Buenos Aires con los los de poltica interna y eF envo- de expediciones militares al interior.
Luego de transcribir prrafos de una comunicacin del comandante del Rosario don Nicols Ros a Estanislao Lpez, subraya Rivas "la subyacente afinidad
entre los caudillos y los indios, adems de la oblicuidad de procedimientos de
la diplomacia ranquelina" y aade: "El fuerte de Melinkhu serva de mercado
libre entre la indiada y la poblacin, sin perjuicio de que entre los emisarios
vinieran "vichadores" a interiorizarse de la importancia de la guarnicin y el
estado de los campos".
Se aprecia a travs de este trabajo que los indios participaron en las guerras
civiles de los argentinos, unas veces a favor de un bando y otras a favor del contrario; Incluso, como lo demuestra la sntesis biogrfico-moral que inserta Rivas
del cacique Baigorria, tambin solan servir de ariete contra sus propios hermanos. Baigorria era cristiano y blanco, pero asimilado totalmente a los indgenas,
que lo reconocieron como uno de los suyos, igual que a Pincheira. Este es Un
aspectt! o muy a menudo destacado de nuestra historia: cmo nuestros prohombres se sirvieron del "salvaje" como instrumento de sus faenas polticas y
civilizadoras. Digna de mencionarse es, en otro plano, la descripcin que hace
el autor de las habilidades, tcticas y costumbres del indgena en relacin con
el caballo y con la guerra, que lo hacan indiscutiblemente superior al blanco.
Todo el libro de Rivas est atravesando por el peligro permanente que el
indio signific para Melinkhu, como para tantos otros fortines. Melinkhu tuvo
que ser reedificado varias veces en el curso de un siglo y fue refundado definitivamente por el general Racedo en 1872. Los, episodios evocados documentalmente
por el autor nos hacen vislumbrar toda una epopeya no escrita, cuyos detalles
no siempre fueron recogidos en la hora oportuna por testigos y cronistas, y.i lo
fueron, no se divulgaron como hubiese sido de desear, o, quizs, fueron "adornados" para que la verdad cruda no lastimase los civilizados odos de la gente de
las ciudades. Extraa por lo dems que lucha de tan picos alcances no diese
material abundante, en aquella misma poca, a una literatura de frontera que
evidentemente nos falta a los argentinos, y esto a nuestro entender prueba antes
que nada que la conquista del desierto y la derrota del indio importaron solamente como paso previo para la implantacin de un sistema de vida en que lo
nativo, de cualquier cariz que fuese, estaba condenado de antemano al destierro.
Epopeya, hemos dicho. Pero la epopeya, con todo su herosmo, tambin tena
su parte de dolor, de miseria y de rapia. Ac se mencionan soldados impagos
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(p. 15); se dice cmo los fortines eran en ocasiones verdaderos campos de concentracin,, a donde se enviaban, para el servicio de fronteras, a "familias perjudiciales" y a los consabidos "vagos y mal entretenidos" (p. 29); se habla de la
miseria en que se debatan los custodios de la civilizacin: "Era tal la miseria
de aquellos hombres que el gobierno, frente a la imposibilidad de pagarles los
escasos sueldos les permita trabajar en las sementeras o el arreo de muas.
Muchos se desertaban o se iban a las tolderas". Los milicos solan servir como
peones, gratuitos por supuesto, en las estancias de los comandantes. Estos, despticos muchas veces, descuidaban en ocasiones los intereses del vecindario o su
proteccin. Pero no sus propios intereses: "En noviembre de 1867 cuenta Rivas
fue sumariado el comandante Carbonell, comprobndose faltas graves, como la
de cobrar personera a los soldados que no queran servir en la frontera y hacerlos
arar en las chacras". Vez hubo en que los comandantes tuvieron que entenderse
con los gobiernos provinciales porque la Nacin se olvidaba de sus' servidores de
fronteras. Cuando sta se lo reproch a uno de ellos, contest con elocuencia:
"Hace 4 meses que los soldados no tienen un cigarro ni cmo tomar un mate".
Y cuando las cosas venan malas hasta se licenciaba a los milicos, vista la imposibilidad de poder mantenerlos...
As se hizo la guerra al indio, as se cuid la frontera, as se escribi la epopeya cuya otra cara revel Jos Hernndez en el Martn Fierro y que ahora Rivas
documenta con el ahinco de su pasin investigadora.
Y haba que ver lo que eran los malones! Un estanciero, Fermn Lapradere,
cuenta en 1867: "Desde el 12 de abril al 8 de mayo me saquearon los indios mi
estancia cerca de Melinkhu. Once peones asesinados; 2 peones y una mujer
heridos gravemente; 16 mujeres y nios cautivos; 10.000 vacas, 200 bueyes, 250
caballos, 900 yeguas, 7.000 ovejas robadas; 5 poblaciones saqueadas y quemadas".
Haba pobladores como Luis Laflor, el constructor
khu, cuya vida de lucha y de progreso tuvo contornos
escribrsela con el detalle de su existencia azarosa pero
funda varona y fuerte voluntad de sobreponerse a las
En otro aspecto cabe hacer notar la referencia que Rivas hace del Acta de
Melinkhu, firmada en adhesin al armisticio del 9 de abril de 1816 por las tropas porteas que haban quedado all en reserva y formaban parte del ejrcito
directorial, destinado a sofocar el levantamiento de Santa Fe, hecho en defensa
de su autonoma. Esa acta, afirma el autor, "tiene profunda significacin histrica:
en ella los soldados de la independencia se negaban a participar en las guerras
civiles. Los gobernantes cegados por la prepotencia no advirtieron el alcance de
esa actitud que en circunstancias anlogas habra de repetirse en Fontezuelas,
Areqrsito y Mendoza. Slo el general San Martn la comprendi".;
Hay referencias en el tilsimo trabajo de Rivas
del general Rosas y a los desvelos que en esa lucha
y honorabilsimo Prudencio Brown Arnold, entonces
y relatos debieran reeditarse y difundirse, pues son
hasta faltan de los repositorios oficiales.
a la expedicin al desierto
de fronteras cupo al bravo
capitn, y cuyas memorias
ignorados de la mayora y
Muchas otras cosas son dignas de mencin o recensin, pero corremos el riesgo
de ser ya demasiado extensos. Mejor es ir directamente a la Historia del fuerte
de Melinkhu, por cuyas pginas corre un hlito de patria y de verdad, y con la
que don Marcos P. Rivas presta otro servicio ms a la edificacin de la autntica
historia argentina.
SOLER CAAS
JUSTO P. SENZ (h.): Pampas, montes, cuchillas y esteros. Buenos Aires, 1967.
Gran entendido en cosas ataadoras a la vida criolla rural, Justo P. Senz (h.)
41
'
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Relato de un mayoral, La carrera, Entrerriano soy, seores!, El regalo, Campeando y La milonga se ha perdido, ya evidencian su temtica, parecida a la del
resto del libro. Dos de estas composiciones, recortadas de antiguas Prensas, guardaba yo en mis archivos y recuerdo que pude acercrselas a Fermn Chvez cuando
andaba buscando material de valor para su antologa de Poesa en estilo gaucho,
que le publicaron las Ediciones Culturales Argentinas, y en la que incluy una
de las composiciones de Justo P. Senz (h). Debo hacer notar aqu que la antologa confeccionada por Fermn es muy rigurosa, la hizo escogiendo cuidadosamente nombres y piezas y de ah que le saliera no solamente una seleccin distinta
a las que habitualmente corren y siguen confeccionndose sin mayores variantes
ni novedades, sino que aport una nueva medida para calibrar lo gauchesco, ampliando el panorama siempre uniforme y repetido cuando no francamente inferiorizante en que se complacen los antologistas y selectores (al revs a veces)
al uso. Que esa til y valiosa compilacin de Chvez sea alguna vez olvidada en
las bibliografas de lo gauchesco que andan por ah no prueba otra cosa sino
que no es fcil oponerse a los patrones y metros establecidos en la estimativa
literaria oficial o tradicional. Algn da se le har justicia. Mientras tanto, el
que quiera pasar un tiempo deleitoso leyendo, puede enderezar su atencin a
este libro de Senz (h.), que vale realmente la pena de ser ledo.
SOLER CAAS
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Cine
INVASION A RUSIA (Operacin Barbarroja)
Film documental en blanco y negro, de origen alemn.
Presentado por Andreal Cinema en Cine Arizona.
Direccin: Fritz Wuttemberg. Duracin: 95 minutos.
Fuimos a verla con Ludwig von Paulus y Deheza. Cuando entrbamos a la
sala, se nos cruz un narign enfurruado diciendo en alta voz: Es una apologa
nazi!
Lo cierto es que INVASION A RUSIA pelcula realizada en base a la seleccin de documentales filmadas por 180 camargrafos del Ejrcito Alemn desentona entre la impresionante cantidad de celuloide que se gasf sobre el tema
desde 1945 hasta nuestros das.
En principio, durante todo el film hay inequvocas seales de sentido de justicia y nocin del buen gusto: pues no se
oye al locutor recitar las resabidas
cantinelas sobre el nacionalsocialismo, la Gestapo, los camarines de gas, los seis
millones; y se demuestra con la claridad de los hechos la demoledora eficacia
de las tropas alemanas y sus aliados lanzadas a la gran aventura del Este. En este
sentido, la pelcula se enmarca en una elogiable manifestacin de objetividad que
el narign enfurruado del comienzo calificaba de apologa nazi, y todos sabemos
porqu.
Y en segundo lugar pero como elemento que estimamos de mayor valor
notamos que INVASION A RUSIA conduce a los espectadores por el terreno de
la memoria y la reflexin actitud que creemos tan necesaria como valiosa.
Valiosa la memoria y la reflexin sobre cosas que ocurrieron hace treinta aos?
|
S, seor.
Porque vale la pena recordar que en la invasin a la URSS (hecho conocido
militarmente como "Operacin Barbarroja") particip toda la Europa nacionalista
-^y no exclusivamente Alemania: pues ese era el objetivo ms importante de
un Occidente que poif entonces haba tomado plena conciencia del significado de
la subversin comunista. Desde la diminuta Finlandia que entr de lleno, heroicamente, en la contienda hasta la memorable Legin Azul espaola, pasando por
Italia, Francia, Blgica, Rumania, Europa toda, la sangre de una nueva y tensa
juventud se entreg sin austeridad, testimonialmente y hasta alegremente, para
hacer posible la hazaa y aniquilar al enemigo cuando an se estaba a tiempo.
S, vale la pena la reflexiona: darse Cuenta que la guerra contra el gigante
sovitico fue el ltimo intento de extirpar el mal, con dur^ ciruja, antes de que
se extendiera con consecuencias irremediables. Podr discutirse la legitimidad de
Adolfo Hitler para encabezar la cruzada; pero no puede negarse que el nico que
estaba en condiciones de hacerlo y que f u e el nico que se anim a hacerlo. Y que
sobre su Alemania recay el peso del sacrificio, de una derrota a la que la historia
y el tiempo darn alas de victoria y de gloria.
En un libro de ttulo homnimo al de la pelcula (que puede leerse en Biblioteca Nacional) el jefe del movimiento rexista belga, Len DegreTIe que se enrol
como soldado raso para combatir contra el bolchevismo y alcanz por mritos en
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batalla 1 girado de coronel de las Waffen SS, nos ha dejado pginas en las que
pinta, con un extraordinario realismo, la Increble epopeya que retrata flmicamente INVASION A RUSIA: los fulgurantes avances del primero y segundo verano, la alucinante lucha contra el fro terrible e implacable del invierno ruso, el
marchar siempre contra fango y nieve y barro recorriendo kilmetros interminables; y un enemigo siempre presente percj siempre impersonal, huidizo, inapresable, rsticamente d r s t i c o . . .
La invasin a Rusia fue en todo el sentido de la frase u n accin con
fuerza de gesta. <Hitler la calific de guerra ideolgica y dict dos rdenes fundamentales: libertad d ejercer la religin en todo el territorio ocupado y fusilamiento inmediato de todo comisario poltico tomado prisionero. Pero si la analizamos a fondo llegaremos a la conclusin por la terrible decisin con que se
combati por ambas partes, por los inauditos actos de herosmo, por el fanatismo
que empuj a los guerreros que no fue sino una guerra religiosa.
Rusia sobrevivi victoriosa. Y ese triunfo sign la muerte del Occidente tradidicional que pareca resurgir con fuerza imperial en la dcada del 30.
Y ya Europa actual desertora de la vieja Fe, enamorada de Sartre y de la
paz con vergenza, representa speramente la tradicin inolvidable a sus mejores
hijos quemados en el intento de hacer innecesario y destruir T comunismo. Nadie
podr olvidar ya las testas sonrientes de Roosevelt, Stalin y Churchill decidiendo
la exterminacin total de la esperanza, el alborozado abrazo en la mitad de una
Alemania criminalmente mutilada, la judaica reparticin de los despojos. Como
tampoco nadie olvidar la generosidad de los convoyes rumbo a Odssa que enviaban los actuales "defensores del occidente cristiano" v que atiborraron de pertrechos blicos al ejrcito ruso.
Regresemos a nuestra pelcula: toda nuestra digresin est retratada all, explcita e implcita puesto que, a Dios gracias, tambin es necesario que trabajen
un poco las cabezas do los que miran.
Si las andanadas de artillera aburren un poco a mediados del fil, el resto, o
sea, casi todos los 95 minutos que dura, merece la gloria y la pena de verse: hay
excelentes escenas de combate filmadas con evidente riesgo de vida, vistas de
Hitler, Franco y Mussolini (que fueron aplaudidos), y algunos magnficos desfiles entre ellos uno de Falange Espaola. Su director, Fritz Wuttemberg, prosigue el excelente camino que habamos previsto en su pelcula anterior, Afrika
Korps.
Es, en su totalidad, un espectculo que no debe pasarse por alto. Pero, sobre
todo, en sus consecuencias; porque despus de verla se piensa: todo este holocausto
no puede haber sido er* vano.
Y debemos hacer que as no sea.
Alejandro Sez Germain.
"Martn Fierro" en el Cine.
Abordar en el cine un simple drama p o l i c i a l desde luego que es muy distinto
a abordar un drama que es trasunto de un problema nacional. El primero es un
hecho puramente circunstancial, comn, reducido a su exclusivo mbito y a aus
solos personajes. El segundo, con muy raras excepciones, involucra u n smbolo,
un hecho colectivo, un problema social o poltico. Los personajes de este drama
tienen un valor y un significado, no por s mismos, sino por lo que representan. Tal
el caso del "Martn Fierro".
45
' ,
46
que observar los cuadros pintados por Pradere, Pueyrredn, Pellegrini, etc., que
tienen el verdadero carcter de documentales. All se ven los gauchos y las chinas
muy bien vestidas, como por lo general vestan. Nada de eso se ve en la toma
que a esa escena se refiere. All tambin todo es sucio y andrajoso. Parecera que
ese propsito presidi la direccin del film.
;
47
IMPERIALISMOS
Documentado!
FILIPPO
MASONERIA
U D.