Pesca y Piscicultura
Pesca y Piscicultura
Pesca y Piscicultura
AGUA S CO NTINENTALE S
DE A MERICA LA TINA
por
Argentino A . Bonetto
Centro de Ecologia Aplicada del Litoral
Corrientes, AR GENTINA
y
Hugo P.Castello
Divisin Limnologla
Museo Argenti no de Ciencias Naturales
Buenos Aires,ARGENTINA
Secretara General de la
Organizacin de los Estados Americanos
Programa Regional de Desarrollo Clentfflco y Tecnolgico
Washington, o.e. - 1985
Copyrigh t 1985 by
The General Secretar iat of the
Organiza tion of Amer ican
States Washington , D.C.
Derechos Reservados, 1985
Secretaria General de la
Orga nizacin de J os Estados America
nos Washington, D.C.
111
octubre de 1985
PESCA Y PISCICULTUR A EN
A GUA S CONTINE NTALES DE
A MERICA LATINA
por
Argentino A.Bonetto
Centro de Ecologia Aplicada del Litoral
Corrientes, ARGENTI NA
y
Hugo P.Castello
Divisin Limnologia
Museo Argentino de Ciencias Naturales
Buenos Aires, ARGENTINA
Secretaria General de la
Organizacin de los Estados Americanos
Programa Regional de Desarrollo Cientfico y Tecnolgico
Washington, O.C.- 1985
Copyright 1985 by
The General Secretariat of the
Organization of American States
Washington, D.C.
lr 1
octul>re de 1965
IllDlCB
A los Lectores .. .
Pgina
iii
. . 'In troduccin . .. .. . . .
CAPITULO 1.
LA ICTIOPAUN... DE AM.BJUCA
I>.TlNA Y SU
DISTRIBUClON
GEOGRAFICA.
.
CAPITULO 2. LA PROOUCCION EN LAS COMUNIDADES ICTICAS DE LOS
GRANDES SISTEMAS LATINOA!o!ERlCANOS Y SU ECOLOGIA
.
Bl Rio Magda lena . ... . . .....
. . El Ro Or inoco
. El Ro Amazonas . . . . .
. El Polgono de las Sequas de la Re9i6n
Nordeste del Br asil El Rio San Francisco y Otros de la Pend
iente Atlntica
del Sur del Bras il . ... ... ....
.
.
El
Lago
Titicaca
.............................................
El Ro Paran
1
3
ll
14
15
15
21
25
26
28
33
37
41
53
61
61
u ")
76
Otras Especies Consideradas de Inters . .... . .
79
La Piscicultura de Especies Extrar ce9ionales . .
81
Cyprinu, aarpio ( "Ca epa)
82
Tilapia spp. y Saro therodon spp. ( "T ilapias") . 82
HiC'f'OPte:rus sal.moides Y M. dol.omi11u ( "Boca Grande", "Lobina") . 83
sal.Jnnidos . . . . . . . .
84
Pg ina
CAPIT1JLO 8. OTROS PRODUCTOS DE LAS AGUJ\S CONTINENTALES, SU
EXPLOTACION Y CULTIVO ..... 85
Peces Oc namentales........................................................................................85
C rustceos Explotacin y Cultivo de Camarones...............87
Moluscos Explotacin de lss Almejas de J\gua Dulce............89
Ranas Explotacin y Ranicultuca...........................91
Tetrpodos Acuticos.........................................................................................92
Anf ibios....................................................................................................... 93
Rept iles ... ... . ...... ............... .. .......
94
Aves................................................................................................................... 95
Ham feros ........ ...... .. . . . .............. ..
95
CAPITULO 9. LA PESCA Y LA PISCICULTURA Y SU FOMENTO EN
AMERICJ\ LJ\TINA . ,. , ,
97
Bibliograf a...................................................................................101
VI
Tal.es
diferencias
van
ms
all
de
un
conjunto
de
caractersticas o propiedades limnolgicas que ofrecen un vaciado
contraste y que gravi tan en el poblamiento ctico y la produccin
pesquera.
Es, pues, fcil de comprender que la fauna ctica y su
productivi dad dependen en 9ran parte del tipo de ccosiste111a
acutico en que se origine y desarrolle. En l.os alllbientes
estrictamente lenticos slo pueden prosperar los peces sedentarios,
esto es, capaces de efectuar en ellos todas las funciones vitales
necesarias al desarrollo y manteni miento de sus poblaciones . En
cambio, en los ros son frecuentes los peces migratorios tpicos
que, si bien no tienen mayores inconvenientes pera vivir en aguas
l.enticas, incluyendo las de grandes proporciones como un lago, no
alcanzan a reproducirse en ellas y, como se senalar
s adelante, necesitan de las aguas l.ticas paca multiplicarse
despus de recorrer distancias en sus extensas migraciones.
Elnpero, sta no es conclusin cat1196rica ya que dichos peces
pueden desplazarse y reprodu cirse en los afluentes de un lago y
retornar al mismo en busca de ali mentacin apropiada, corno ocurre
en las mltiples represas del do Grande, en el Paran Superior.
Desde luego, la produccin ctica de los lagos resulta ras
fcil
de
!llanejar,
represent.ando
con
frecuencia
unedio
favorable para promo verla y elevarla mediante trabajos de
piscicultura. En cambio, resulta bastante difcil y oneroso adoptar
medidas para estimular dicha produc cin en los ros. En la
prctica, slo pueden adoptarse ciertas normas destinadas, entre
otros objetivos, a metodizar la explOta<:in de los recursos
paoqueros con micas a su proteccin, a efectuar tcabajoa de
ultiplicaci6n y siembra de especies particular ente valiosas, a
resca
tar peces en la<Junas marginales o islenaa sujetas a desecaciones
anua les (son liberados en aguas de rios o se utilizan en trabajos
de pisci cultura), a construir dispositivos que posibiliten el
paso de los peces por las presas, -por eje plo, sin introducir
nuevas especies, que a ve ces resulta muy fcil imponer sin que
reGulte posible prever sus conse cuencias ecolgicas finales.
Por tal motivo, loe ros --por lo menos los de cierta
importan cia-- se siguen explot.ando en condiciones naturales sin
produccin.
En cambio,
la sobrepesca,
la contaminacin, la
construc cin de repreeas y muchas otras actividades humanas tienden
a infl.uir negativamente en el rendimiento de las aguas1 estos
efectos negativos se agravan progresivamente pese a la profusin de
medidas de proteccin adoptadas y, con frecuencia, inoperantes.
Por
las
caractersticas
mencionadas
y
la
situacin
socioeconom1ca en Amrica Latina, la piscicul.tura se realiza
primordialmente en su mo dalidad extensiva, es decir, se favorece
la prol.iferacin de algunas especies mediante siembras, aunque sin
incrementar mayormente los ali mentos disponibles. Hasta el
presente se recurre en grado muy limitado a las prcticas
intensivas, concentrndolas en especies muy valiosas, como las
truchas u otras de gran rendimiento por ser fuente muy impor tante
de protenas de origen animal, cual es el caso de las tilapias" .
Por otra parte, la explotacin y el manejo biolgico de las
aguas interiores no quedan circunscritos a l.os peces y a su
produccin como alimento o al sustento de actividades deportivas. Se
explotan y/ o cul tivan algunos invertebrados como los camarones" y
almejas, adems de numerosos vertebrados tetrpodos aprovechados
por su carne o su piel, lo que, en algunos casos, puede constituir
una actividad econmica de importancia corno la explotacin de la
nutria" o quiy", Myocas1;02' aoypus, en la Argentina.
Diversos animales acuticos, especialmente peces, pueden tambin ser
propagados con mir as al control de distintas especies acuticas
consideradas nocivas, como las "pireas (SerrasaZ mt<B spp.), los
"caracoles" planorbideos del gnero BiomphaZCU'ia que diseminan la
grave parasitosis denominada esquistosomiasis (de impor tante
repercusin en muchos pases latinoamericanos tropicales y sub
tropicales), las malezas" acuticas que, como el aguapey
(Eiahho:rnia
crassipes), pueden ocasionar en grandes concentraciones serios
trastor
nos a la produccin natural, cuando no poner en peligro el
funciona miento y la estabilidad de puentes, espigones, represas,
etc.
1
LA lCTlOJ!'AUR1' DE AMKRJ:CA I..ArlHA Y SU DlS'i'RlBtJClOH GllOGRAPICA
El conjunto de los peces de Amrica Latina, cuyo territorio
coin
cide prcticamente con la
regin zooqeogrfica
llamada
"Amrica Neotr picap, presenta muchas peculiaridades que permiten
diferenciarlo clara
mente del correspondiente a otras regiones
ictiogeogrficas.
Esta fauna ictica lntinoameric.,na est constituida por un
nmero relativamente reducido de grandes agrupaciones o categoras
sistemti
cas de peces, pese a lo cual es notable por
su
extraordinaria
riqueza
eo
especies,
resultando
la
fauna
ms
diversificada de todas las regio nes zoogeogrficas del mundo .
Slo en las aguas del sistema amaznico se ha observado la presencia
de unas 2000 especies (Sioli, 1975). Lowe HcConnell (1975) estima
que, a pesar de las limitadas investigaciones, en muchos ros de
esta cuenca el nmero de especies conocid as llegara a unas 2400.
Una de las caractersticas sobresalientes de la ictiofauna
de Amrica Neotrpica es el evidente predominio de los peces
characiformes y siluriformes,
grupos que
incluyen
formas
muy
primitivas
junto con otras muy especializadas, particularmente
entre l.os primeros1 este as pecto se adviert principalmente en la
evolucin de los dientes y la
conformacin general del cuerpo {Lowe-1'1cConnell, op. cit.).
Estos
pe-
3.
los
"
(1975), su nmero
representados
ascendera
2000
en
ella
estaran
c)
grupos
radiantes
ms
recientes,
como
eirodon,
Ginrn0<.hol'ao1:nus, 1'iematogaws, Oip7,a11ryat;es, Hatoh<l 1ia, etc. Por otra
por
2
LA PRODUCCION EN LAS C<JMOMIDADBS ICTICl\S DB
LOS GRANDES SISTEMAS LATINOl\MERICAMOS Y SU
BCOLOGIA
En general, se estima que la producci6n pesquera de un
ecosistema acutico es la cantidad de peces, expresada comnmente en
peso fresco (es decir sin proceso de secado), que puede obtenerse
en un perodo dado de tiempo, sin determinar fen!nenos de presi6n
excesiva sobre la poblacin o "stock" bsico (sobrepesca)y sin caer
en la subexplotacin de sus posibilidades reales.
El adecuado manejo de los recursos pesqueros debe tender, pues,
a lograr el rendimiento mximo y sostenido de una o varias especies
de peces de una masa de agua, es decic, a extraer el incremento de
carne producida en la unidad de tiempo (con frecuencia, un ciclo
anual), sin comprometer el. capital biol6gico bsico correspondiente
a un "stock permanente , pero renovado, que sustenta tal. produccin.
'En realidad, el. conocimiento y manejo de la produccin debe
basar se en investigaciones que informen no s6lo sobre los valores
estadsti
cos
de
la
captura,
sino
tambin
sobre
la
mejor
identificacin biolgica de l.os peces de que se trate, adems de l.o
relativo a la dinmica de sus poblaciones (fecundidad, natalidad,
mortal.idad, crecimiento, etc.),
sin omitirse las cacacteristicas limnol.6gicas del ambiente que los contiene y su capacidad para mantener la alirnentaci6n de estas especies.
ll
En
condiciones naturales
--es decic
no afectadas
por
las
activida des humanas-- el alimento existente no siempre es alimento
disponible.
12
13
cela-
14
MJ\CDllLBNA
15
Ros de .11.guas Blancas. Son r ios qoe poseen aguas muy turbia s, con
abundantes slido suspendidos (en promedio aproximado de 300 mg/l) ,
relativamente r icas en nutr ientes y pH cercano al punto neut ro, donde
la productividad primar ia del f itopla ncton se reduce en alto grado de
bido a la escasa penetracin de la luz. Tpicos ros de aguas blan
cas son el Solimoes-Anta zonas, el Madeira , purs y el Blanco .
16
17
{1975)
18
19
total de 210.000 t.
Por lo que se refiere a la productividad
potencial, los
problemas que plantea su evaluacin preliminar resultan en extremo
dif.ciles, so bce todo por las importantes diferencias sectoriales
que se dan en una cuenca tan extensa y que, adems, experimenta muy
grandes variaciones territoriales a lo largo de los perodos
anuales de inundacin.
De todos modos, no faltan las estimaciones de diversos autores,
basadas en diferentes criterios, lo que lleva a muy dismiles
opinio nes. Dichas estimaciones oscilan desde los modestos valores
calculados por Varoli (1969), de una produccin cercana a las
100.000 t, hasa los de Azevedo (1970) que, a partir de un
rendimiento estimado en 200 t/ha/ ao, calcula el potencial de
pesca de la re9i6n amaz6nica brasilefta en
633 000 t/ano. En fecha ms reciente, Bayley (op. cit .) , tomando en
cuenta los resultados de varios investigadores locales y la
experiencia de Welcomme respecto a los ros africanos con
planicie de inundacin, estima para la cuenca del Alto y Medio
Amazonas una producci6n que os cilara entre las 125.000 y
217.000 t/ano, considerando el ltimo valoc como ms probable.
El potencial del curso inferior del i>.mazonas equi valdra a la
mitad del de los tramos superiores y medio. En consecuen cia, el
clculo total fluctuara entre las 320.000 y 350.000 t para la
cuenca amaznica en su totalidad.
El grueso de los productos pesquecos obtenidos se consume
como pescado fresco y se conserva en hielo dentro de recip ientes
que progre sivamente van incorporando en su confecci6n mejores
un
21
miras
op.cit.).
Si
bien
la
actividad
pesquera
ha
experimentado
muy
significativos
incremento s
en
el
transcurso
del
tiempo ,
aproximndose a las 20,000 t anuales, tambin ha sido objeto de
considerables oscilaciones debido a diversas causas relacionadas
La pesca
es principalmente artesanal, en armona con las
condicio nes socioecon6micas locales. No hay que olvidar la gran
significacin de la produccin pesquera de estas presas en el
aporte de protenas a las poblaciones interiores de la regin. Si
se fija en 6000 el prome d io de los pescadores en ejercicio en
tales represas en los l.timos afios, se calcula que unas 25.000
personas dependen directamente de las
actividades extractivas (Gurgel , 19791 Silva, op. cit .) .
22
ces amaznicos: pirapit inga " (CoZossoma bid.ens ) y tambaqu i" (C.
macl'Opomum) . En el caso de ambas especies, or iginarias del Alllazonas,
se justif ica plena111ente su cr a, estimulando la reproducci6n
iante
h ipof isaci6n, ya que su carne es muy preoiada1 se alimentan principal
mente de semil.las y f rutos (y , eventualmente , de zooplancton por lo
menos en el caso del. "tambaqui", segn Lovshin, 1980 a y b) ; son de
crecimiento rpido1 resistentes a l.aa manipulaciones y a los bajos te
nores de oxgeno (que con f recuencia se dan en los tanques de cra) y
aceptan una g ran var iedad de f rutos, semillas y dietas balanceadas de
formulaci6n cor r iente.
Conf orme sel\ala Lovsh in (op. cit.), ambas especies, ent re todos
los peces sudamer icanos ensayados hasta la fecha , habr an dernost r1>do
poseer las mejores apt itudes para los t raba jos de piscicul.tur a y han
dado rendimientos super iores a 9000 kg/ha/ano. Por otra parte , se t r a
ta de peces que dan car ne de la 111ejor calidad dentro de la amplia gama
de especies neotropicales son especies muy super iores a las clsicas
que se introducen para estos trabajos, como la "tilapia", la "carpa y
otras adaptables a la piscicultura intensiva tropical o subtropical.
No presentan l.os problemas ecol6gicos implcitos en la d iseminaci6n de
estas especies.
Como realizaciones de gran importancia de la Direcci6n de Pesca y
Piscicultura del DNOCS mencionaremo s tambin el establecimiento de tc
nicas de pisc1oultura para numerosas especies de alta calidad y adapta
das a la regin --la mayor a de est irpe amaz6nica-- como el pirar uc"
o "paiche" (Arapaima gigas), el "tucunar" o pavn" (Ciah'La spp .) , el
"apa iar " (Aett>onotus ooe'L'latue ), la corvina" o "pescada de Pieui"
(Plagioooion aquamaaissimua), que resultan de mucho interb en estos
traba jos, ai bien son de aplicacin ms r estr ingida por su rgimen ali111entario carnvoro (ms adelante se proporciona informacin detallada
sobre las m ismas)
No debemos dejar de mencionar el xito en la adaptacin del llllllla
do "camarn aossego" del Amazonas \!act>obraohium amazoni.cum), cuya pro
ducci6n actual en las represas del ONOCS --adems de su empleo como
elemento terrajero en la alimentacin de los peces mencionados-- viene
ocupando un lugar muy destacado (Gu rgel, 1981) . Por cierto que muchos
otros ens&yos se han efectuado con especies neotrpicas o ajenas a este
mbito zoogeogrf ico y se han obtenido resultados muy diver11oe, los
que , con excepcin de las "tilapias , tueron de escasa aplicabilidad o
f canoamente desalentadores. En lo ref erente a las " tilapias , se ha
impul&11do la produccin de la tilapia del Nilo" (Sa:f'otherodcn ni toti
cics) que actualmente ocupa un luga r prepond erante en las capturas y
que, conforme a Gurgel y Vasconceloa (1981) , alcanzaba en 1980 un total
de 5850 t, lo que representaba el 32 ,2\ del volu.,en producido en las
presas del DNOCS. La "tilapia de Zanzibar (Sarotherodon hornol'W'I),
segn Gurgel (op . cit.) , f ue intto<lucida f undamentalmente con miras
a la produccin de hbr idos , resultantes de su cruzall\iento con la especie
antecior (S. nilcticua ). como es sabido, del cruce de hembr&s de esta
ltima con machos de S. ho:MWrum se obtienen exclusivamente hbr idos
machos1 el mtodo es aplicado en la estaciones de piscicultura
del
DNOCS conforme lo describen Lovshin at al. (1974} y Lovshin (1980) .
este hbcido goza de mucha importancia local y entre sus ventlljas se
cuenta la de evitar o limitar la prolif eracin excesiva , reduciendo la
pcoduccl6n de las til.apias" en los estanques de cra; es de rpido
crecimiento, de f cil manejo, resistente a las enfermedades, muy tole
rante a los bajos niveles de oxgeno d isuelto y de elevada produccin
por cuanto aprovecha subproductos agr {colas de bajo costo. Lovsh in
(op. cit.) relata exper iencias con una producci6n de 400 a 8000 kg/ha
y Bard y Silva (1978) aluden a ensayos de 9000 kg/ha en el Centro de
23
24
especial
a estas
S.llH
F'RANCISCO
Y. OrROS
OBL
BRASIL
El San Francisco constituye un ro de la pendiente atlntica
del. Bcaail que presenta considecable inters pesquero. Su cuenca de
capta cin, de unos 630.000 J<m2 , exhibe grandes variaciones a lo
largo del recorrido de su cauce, de unos 3200 km2. Ello se debe a
condiciones propias (cabeceras con aguas r pidas, fras y 10uy
oxigenadassector cedio con aguas m&s tranquilas , abundantes
lagunas marginales y grandes var iaciones hidromtricas, y tramos
inferiores sometidos en parte a la influencia 111ar ina y que
presentan extensos sect,ores inundables que , unidos a los del traJ!
IO medio, representan las zonas de pesca de mayor illlportancia) y a
las importantes repreaas hidroelctricas establecidas en su cauce
(como las de Tres Maras y Sobrsdinho), sin contar con otras
forft\a s de creciente presin antrpica derivada del crecimiento
demogrfico de la zona. En su curso de oeste a este viene a
drenar zonas de eac11sa precipitacin, lo que determina que una
parte de sus afluentes pued a secarse en los per:odoa manos
lluviosos.
Aunque la cuenca alberga slo un nmero relativamente limitado
de especie s (unas 139 conforme a Travassos, 1960}, muchas de ellas
revis ten gtan inters econmico y su explotacin --al parecer no
evaluada en fecha reciente-- resulta de fundamental importancia
para abaatecer de
valle del rio.
26
Cabe
seT\aJ.ar
que
ya
se
han
iniciado
trabajos
de
piscicultura de variada importancia y se cuenta con algunas
estaciones destinadas a la ampliacin de los mismos. Entre las
es
ies
introducidas
pueden
citarse
un
"curimat"
(Prochi'Lodus oearensis), "pescada de Piaui"
(PZagioeoion squamosiss imi.s ), "tucunar" (CiahZ.a oceZ'l-axois) , "apaiad"
(Astl'onotus ooeZ.Z.atus), adems de diversas especies exticas, como
"tilapias" ( Sarotherodon niLotiouo y TiZapia rendaU i) y varias "car
pas" (Paiva y Gurgel, 19791 Sil.va, op. oit .) .
El mayor volumen de la pesca en el ro San Francisco se
real.izara en sus afluentes permanentes (en particular alli donde
las aguas tienen 111enoc cantidad de s6lidos en suspensin)1 en las
lagunas 111arginales o perifricas, donde al parecer desovan o se
concentran los estadios juveniles de no pocas especies de inters
econmico, y junto a
las correderas (principalmente en las
migraciones reproductivas), o en los
trechos situados aguas abajo de las grandes represas (Silva,
op.
oit.J .
3810 m sobre el nivel. del mar y pertenece por partes casi iguales
a ambos paises.
circunstancias,
sumadas
las particularidades
ictio
faunaTales
autctona
(dominada,
como a fuera
seltalado, por deelsu gnero
Orestiaa
de notable radiacin adaptativa en la regin y que en el lago
tiene unas 16 especies)y a la considerable gravitaci6n de su
produccin pes quera en el aporte de protenas de origen animal a
una poblaci6n donde
el ndice de consumo correspondiente se sita entre 15 y 21
kg/ha/alto (Al.faro et aZ ., 1982) , han motivado diversos estudios
con el fin de
conocer
mejor
el
ecosistema,
estimar
adecuadamente
su
productividad y facilitar la adopcin de medidas para su ms
apropiado manejo en trmi nos de rendimiento pesquero .
LOS recursos pesqueros propios del Titicaca se basan en las
espe cies de Orestias: O . agaa:;ii ("caracbi blanco") de ms de 20
cm de lon gitud y unos 150 g de peso1 O. 1-uteus ("carachi
amarillo"), algo ms pequea, y O. p entZ.andii
("boga"), ms
reducida en tamalto y peso, y
otras an de menor tamano, ms un par de especies de bagres" del gne
ro TrichomiJa&erus (T. rivuiatus, la principal, de poco mAs de 30 cm
de longitud y 450 g de peso) A stas se suman algunas especies
introdu cidas, como el. "pejerrey (Odontesthea bonariensis ) y la
"trucha arco iris" (Salmo gairdner-ii) .
El "pejerrey alcanza
una tall.a de 50 cm
aproximadamente y su peso se acerca a l. l./2 kg, siendo muy
frecuentes los ejemplares cuya longitud vara entre 35 y 40 cm. Al
parecer, la alimentacin del. "pejerrey" al alcanzar ste unos 20 cm
sera princi
palmente ictifaga; especies de Or>ost;ias, de pequel\a talla, y algunos
Tt'ichomijcter>uG (Alfara et at., op. cit .). Los machos maduran al
alcan zar unos 20 cm de longitud y las hembras a los 25 cm. Los
ejemplares
hembras, cuyo tamalto oscila entre los 27 y 31 cm, aportaron ms de
100.000 ovas.
La "trucha arcoiris" Salmo gairdnerii fue introducida en el lago
en 1942se adapt con rapidez, permitiendo captoras superiores a
las 500 t en 1965, aunque su pesca estara actualmente declinando.
Los ma chos resol.tan en el lago mucho ms precoces que las
hembras; la pcopor ci6n de los sexos a favor de stas es de 3 a l.
(Bustamante, 1975). Se- 9n parece, el rgimen alimenticio varia
considerabl.emente de un lugar a otro y en relacin con la edad. En
general, es un pez carnvoro que ejerce diverso grado de presin
sobre los peces aut6ctonos.
Las pesqueras en el lago Titicaca son de tipo artesanal y de
sub sistencia; representan un complemento de las actividades
agropecuarias y tienen una importante gravitacin socioeconmica en
J.os territorios adyacentes. Las artes de pesca conservan muchos
caracteres nativos, si bien su importancia decrece ante el. auge de
las ms modernas , que son de mayor eficacia. La captora anual, a
juzgar por datos de los pesca dores censados en 1976, se
aproximara a las 6500 t, de las cuales ms de 90\ corresponde a
la obtenida con redes agalleras.
La actividad pesquera en el lago Titicaca no est, al parecer,
muy organizada y los embarcos y desembarcos se efectan en los
lugares que en definitiva resultan ms convenientes, de modo que
no se llevan cegistros de captura . El pescado generalmente se
consume en estado fresco y slo una peqoel\a parte es sometida a
procesos de secado, asado o ahumado.
21
PARA!ll'.
28
P(2J"(l:IW
PZat6rnJe que comprende los ros Uruguay, de la Plata y Paran&
Inferior,
Medio y Superioc, as como al Paraguay, hasta Baha Negra otra
provin cia ms septentrional del Parcm Superior, que incluye
este tramo sepa rado del Alto Paran por l.os saltos de Guayr, en
tanto que segrega l.a parte superior del Paraguay en la pcovincia
del Atto Paraguay.
La dicecci6n predominante de l.os ros Paran, Paraguay y
Uruguay es norte-sur, lo que, en buena parte, define un gradiente
trmico que influye en la distribucin y abundancia relativa de las
eapecies. El mayor nmero de stas (unas 550 en total) se
encontrara en el r1o Paraguay (sobre todo en J.a provincia del
Alto Paraguay), que abarca compl.ejos sisteas inundables, como los
del Gran Pantanal, a la ve que establece contactos, mediante sus
afluentes de cabecera, con algunos tributarios del Amazonasesto
facilita el intercambio de peces entre ambas cuencas en per.odoa
de intensas lluvias. La provincia Parano Platense , dada su
extensi6n y la complejidad del valle aluvial del Paian Medio e
Inferior, comprende taAtbin un importante n111ero de es pecies y
la producein ctica es relativamente elevada. Por su parte, el
Paran Superior to sea el Paran aguas arriba de los saltos de
Guayr) presenta una ictiofauna muy particular, de marcada
endemicidad y con un nmero bastante reducido de espeeies .
29
"pejerrey":
Odonteethes bona
rwnsis; "b09a"i Leporinus o'bt;usins; "bagres": Pime1.odi.c el.arias y P .
aZbicans, y "dorado"i Sal.minue maxil1.osue, entre otros). El "sbalo"
30
La
precariedad
y profusin
de
estos
ambientes
que,
con
frecuencia, llegan a desecarse por completo durante el estiaje,
determinan cuantio sas prdidas de peces, generalmente de pequena a
mediana dimens16n, que son aprovechados en gran parte por las aves
acuticas. En diversos en sayos se ha examinado la posibilidad de
promover una opcin, teniendo en cuenta esta situacin: rescatar
loa peces y cultivarlos en lugares apropiados antea de que se
pierdan por desecacin. No obstante, al parecer, poco se ha hecho hasta el presente, por lo menos a un nivel
significativo.
31
UBICACION :
- Ato PARANA AGUAS
ABA.JO Qa EMBALSE DE A
VSINA HIDROElECTRICA 04i
JVPIA, SN
fl ESTADO DE SO PAULO, !. MI
TANDO CON EL ESTADO DE MATO
GROSSO.
CARACTEIUSTIC AS:
-10 TANQUES DE 25 m
-108 TANQUES OE 1,500.SOm.
-13 Tl\NOUES DE l.ABOftATORIO DE tOOl,()Om,
-LABORATOR O CENTRAL Y 2 AUXILIARES
-DEPOSI TOS Y !.OCALES DE PREPARACION
DE RACIOllES.
HUERTO PRODUCTOR
SIMIENTES DIFE
RENCIADO DENTRO DEL AREA CON 112
ESPECIES PARA FORESTACION MARGINAL
f AREA TOTAi., INCLUIDA A FORESTADA DE
2al
CTAFIEAS.
oe
PROOUCCION :
1978
oe
ESCALA 1 '3000
( 31/3/ 1974 )
3
LA MIGRACION DI! LOS Pl!Cl!S Y SO INl'LOENCIA BN LA
PRODOCTIVIDAD PESQUERA DE LOS GRANDES RIOS
En atencin al espacio vital que necesitan los peces y a los
fen menos ecolgicos conexos podra dividrselos en dos grandes
grupos: sedentarios y migratorios.
Los peces sedentarios son aquellos que pueden realizar sus
funcio nes vitales , prosperar y multiplica rse en las aguas
estancadas (leniti cas) de diversa extensin y caractersticas
limnolgicas. Los migrato rios, en cambio, requieren por lo comn
recorrer grandes distancias en los ros en que viven para cumplir d
iversas necesidades fisiolgicas, entre las que se destacan las de
carcter reproductivo y, en general, no pueden multiplicarse en
aguas estancadas o lenticas.
La
biologa,
ecolog.La
y
productividad
de
los
peces
sedentarios suelen ser ms conocidas por las menores dificultades
que presenta su estudio y porque dichos peces a menudo pueden
adaptarse fcilmente a los trabajos de piscicultura. Las especies m
igratorias generalmente son mucho menos conocidas, incluyendo los
movim ientos que realizan
(causas, distancie recorrida, perodos en que se efectan, dependencia
de los ciclos climticos e hidrol6gicos, etc .). Tal circunstancia,
unida al hecho de que en este grupo se encuent ra el grueso de las
espe- cies de mayor inters e importancia pesquera de los grandes
sistemas hidrogrficos regionales, justifica la preocupacin por
ahondar en el estudio de dichos fenmenos. Este estudio resulta
sumamente difcil, entre otros motivos, por la extensin y
complejidad de estos ros, por la cantidad de especies que
intervienen y sus diferentes modalidades
migratorias, como asimismo por la variacin de estos factores en tan
extenso territorio.
La investigacin de los fenmenos migu1torios en estos peces
re viste mucho inters e importancia ya que, entre otros aspectos
prcti cos, los mismos determinan procesos que
regulan
la
actividad de los cardJaenes y, por ende, condicionan en gran
medida el resultado de las actividades extractivas. Por otra parte,
el conocimiento de la migra cin de los peces de los grandes ros,
sobre todo de la migracin con fines reproductivos, constituye un
requisito prcticamente indispensable paca el mejor manejo de los
recursos pesqueros, cuya explotacin debiera reglamentarse, en
buena parte, sobre tal base. Tales desplazamientos tambin tienen
importancia para evaluar el efecto ne9ativo de la cons truccin de
represas en auge creciente en los grandes ros regionales, como
igualmente para estudiar las soluciones posibles (paso de peces,
captura y transplante, trabajos de piscicultura, etc.).
33
34
O O CJ O O CJ O O
ZONA DE CRIANZ A
( la 2 aos )
ZONA DE CRIANZ A
(1a2 oos )
AMBIENTES DEL
VALLE DE
INVNOACION
00000000
ZONA DE CRIANZA
( lo2 aos 1
35
ZO NA DE
A
LIMENTACION
REFERENCIAS
l'llGRACIONES REPAOOUCTIVAS _ _ _ _ -- -- - - -
c::::::::J
Pz>ochilodu8
maI'i.ae en el ro Orinoco.
La proporcin de individuos activos y pasivos de un stock"
de poblac in variara con las distintas especies y, probablemente
, con las zonas o tramos del ro, colllO pare<;en acreditarlo laa
diferencias entre los resultados obtenidos por Godoy en los tramos
superiores del Paran (rhithronJ y Bonetto y colaboradores en el
Paran Medio e Inferior
(potamon).
37
1954, 1957/
1959, 1962,
En
los grandes
Repblica Ar9ent:.ina
Uruguay y el Paca-
embalses
(por su
construidos o proyectados
cuenta o mancomunadamente
en
con
la
el
39
peces son atrados por medio de una apropiada cocriente de agua hacia
una rampa de ascenso, se concentran y seleccionan en una bodega
para aer, luego, transferidos en la 11isma e11barcaci6n al embalse
a trovs de las esclusas de
navegacin
o
en
camiones. Se
consi.Sera conveniente emple&r dos unidades un& que se ocupe de
la captacin y acumulacin
de peces y, la otra, del traslado al lago de la represa (Bonetto, op.
oit.; Poddubny ot aZ ., op. ait.).
Llama la atenci6n el hecho de que pese a tratarse de un m ismo
ro, en tr11111o s poblados por una ictiofauna igual o muy similar,
se proyecten establecer pasos para peces tan diferentes . Desde
luego, esto guarda relaci6n con la escasa exper iencia regional
sobre el particula r.
como quiera que sea, por muy eficaces que resulten estos
mtodos, dificil.Jllente podrn mantener la estructura inicial de la
ictiofauna ptopia del ro. En consecuencia, no se excluyen los
trabajos de m ulti plicaci6n de peces migr:atorios mediante
induccin hormonal, sino que, por el contracio, debern estimularse
por lo menos con el f n de lograr una apropiada densidad de ellos en
los tramos ms afectados.
En otro aspecto, conviene senalar que l& instalacin .Se pasos
para peces y la creacin y adecuado funcionamiento de estaciones de
pisci cultura extensiva no representan estrategias excluyentes, .Se
opcin
obligadaconstituyen
ms
bien
una
excelente
complementaci6n , sobre
aZ.,
Los
de
lleno
i.).
la
4
LA PJ:SCICUL".lVRA DB LOS PJ!CBS MIGRA'l'QIUOS MBDIANl'B BL
EMPLEO DB BSTIMIJLAHTBS DBL DESOVE.MBTODOS GBICBAALES DB
f'IAYOR API.ICACION
La cra y producci6n controlada de peces en Amdca
Neotr6pica tcopieza en su desarrollo --sin contar con las
grandes
restricciones
presupuestarias
y
capacitaci6n
de
personal-- con el difcil escollo de que la gran mayora de las
especies ms significativas no se repro<'lucen en cautiverio,
esto es en los estanques y piletones en que suelen ser
retenidas, ni aun en lagunas y lagos de considerable extensin
e importancia.
Como ya se ha senalado, tales peces son migratorios y, por lo
tanto , deben efectuar comnmente extensos recorridos para
multiplicarse o, por lo menos, que este fenmeno se realice en
aquas l6ticas de corrientes definidas. La cra o mantenimiento de
estos peces en estanques o lagos artificiales, como los que se
utilizan con frecuencia en las estaciones de piscicultura, no
permiten su multiplicacin. Esto tampoco parece haberse logrado
mediante el transplante de estos peces migratorio s a grandes
lagunas!el caso del transplante de Leporinus obtuside718 a la laguna
de Chascoms en la provincia de Buenos Aires, Argentina) o a em
balses de considerable extensin y profundidad (el caso de
salminue
42
43
dor se cambia cada tres meses . Las que van a utilizarse se secan
lige ramente en papel filtro y se trituran en un mortero1 se les
agrega una pequell'a cantidad de suero fisiol.;Jico (dos gotas),
cantidad que puede incrementarse segn la dosis que se desea
preparar .
El material es centrifugado y se aprovecha el
sobrenadante queda as preparado el extracto para su aplicacin.
En la prctica, se constituyen lotes en nmero determinado de
repro ductores seleccionadosen cada lote suele haber el doble de
hembras en comparacin con el de machos .
Los lotes se
transfieren a un acuario de hipofizacin (donde permanecen
separados por sexo) por unas seis horas, debiendo ser adecuadas la
renovacin de agua y la aireacin . De all son retirados para su
tratamiento con algn copo u otro medio apropiado que, adems,
permita inmovilizarlos, de modo que se les pueda aplicar, mediante
inyeccin intramuscular, el extracto de hipfisis en la dosis
calculada {generalmente en la regin caudal o humeral, abajo del
naci miento de la aleta dorsal). El procedimiento se repite hasta
alcanzar las dosis deseadas .
En
las estaciones de piscicultura
del ONOCS, la unidad
hormonal gnado-estimulante corresponde a la cantidad de hormona que
se encuentra en la hipfisis de un pez cuyas gnadas en evolucin
estn en buen esta do de desarrollo. Tal definicin lleva implcita
una gran variabilidad
(segn el tamano del pez, el desarrollo de las gnadas, etc.},
dificul tad que se reduce en la prctica admitiendo que se trata
de la cantidad de hormona gonadotr6pica existente en la hipfisis
de Prochi.'lodus sp.,
que tenga gnadas de regular a buen desarrollo. Para obviar
dificulta des se utilizan por lo general dosis ligeramente
superiores a las calcu ladas. Estas dosis deben manejarse con
prudencia, ya que, como ocurra
44
,u
Fecha: 28.05.1947
3 22
Preparado de Dosis
la. dosis
4
hipfisis
de
4
oc
de
suero
fisiol6gico 2a. dosis 8 hip6fisis de 4 ce de
Ja.dosis
12
hipfisis
en
4 ce
suero fisiol69ico
de suero fisiol6qico 4a. dosis
16 hip6fisis
en 4 ce de suero fisiol69ico
.o...
"u
>"'
Dosis
la.
2a.
Ja.
4a.
Fecha
28/0
28/0
29/0
29/0
Hora
5 14
5 20
5 02
5 08
0,10 ce
O,lO H
0,20 H
0,30 H
0,40
22
0,15cc
0,15 H
0,30 H
0,45 H
0,60
R
S.d.
1:.d .
s.i.
IRe9i6n
H,
hip6fisis;
s.superlor,
I.i.
45
5
LA ACTIVIDAD Y PllODUCCIOH PESQ EN LOS DISTINTOS PAISBS
LATINOAMBR.ICANOS
47
48
importancia ..
est
un
resumen
las aguas
el que se
Pas
Captura Nominal
(1979)
Argentina
Bolivia
Brasil
Colombia
Costa Rica
Chile
Ecuador
El Salvador
Guatemala
Guyana
HOnducas
Mxico
Nicacagua
l'an-
Paraguay
Per
Surinam
Uruguay
Venezuela
lS.615
4.000
146.352
35
48.535
100
Total
277.679
601
615
144
28.653
1.834
2.700
15.217
235
578
12.456
Captura Estimada
(t)
15.000
4.000
146.000
50
63.300
100
1.000
600
800
Captura Potencial
(t)
150
128.000 !Y
1.800
Desconocido
3.000
25.000 +
250
578
37.000 y
86.000
60.000
700.000
4.000
112.000
100 +
l.000 +
3.000
l.600 +
Desconocido
15.000 y
341.000 !Y
60.000
Desconocido
100.000
340.000
3.000
14.000 y
190.000 y
426.628
2.030.700
49
50
. .. .
: :PAT.A!j.>;T 1:CJiS:
::-: f
Rl0EA$
Y LUZ SOLAR
..
51
6
PM:'l'ORBS NATURALES
'i
Muchos son los f actores f sicos, qumicos y biolg icos que inf luyen
negativamente en la vida y produccin de peces y que incluso pueden
determinar mor tandades en g ran escala de los mismos.
En genei:al, los ef ectos negat ivos no son tan espectaculares y los
ecosistemas acuticos se ven prog resivamente af ectados, como es el
caso de procesos de eutrof izacin y
polucin,
aunque
st,os en
circunstancias de suma gravedad pueden provocar una enorme moi:tandad . En
las situa ciones ms f recuentes, los fenmenos mencionados se relacionan
ent re s y dependen de la eliminacin o acumulacin de importantes
cantidades de materia orgnica, lo que determina un consumo de oxgeno
que el ecosis tema acutico no puede reponer o corregir con la velocidad
necesar ia. Otras veces, se trata de compuestos txicos, contenidos en
diversos efluentes, generalmente de naturaleza muy compleja, que pueden
ser le tales en mayor o menor g r:a<lo , o ir mermando la aptitud de un ro o
lago para mantener su capacidad
productiva
real.
Pese
a
lo
impresionante que es la mor tandad
de
innumerables
peces
por
accidentes o diversos f actores concurrentes
asociados de manera
circunstancial,
a
menudo puede constitu ir un
dal'lo menor
que la
prdida g radual del potencial
productivo de las aguas por el incremento paulatino de la eutrof izacin
y polucin.
Como quiera que sea, en el amplio escena r io natural de 1\mrica
Latina estos f en6menos an no han alcanzado --salvo en cursos menores o
a f luentes de escasa importancia-- los niveles de alta pelig rosidad
que caracter ian a los ecosistemas acuticos de los paises ms
desarrolla dos, como los del hemisf erio norte.
Las mortandades de peces se deben tambin a simples f actores natu
rales 'J: son de relativa f recuencia tanto en ambientes lt lcos como
lenticos.
En los ros de la cuenca del Plata, en la 1\rgentina, donde una r ica
ictiofauna de origen ms septentr ional est sometida a un marcado gra
diente trmico, suelen ocurr ir mer idionalmente grandes mortandades de
peces, sobre todo cuando las especies ms sensibles a los cambios tr
lllicos, que han descendido merced a las crecientes de verano, se ven
afectadas por las ba jas temperaturas de otot!o e inv ierno (Bonetto et;
ai., 1967) . En los r os de gran desarrollo del valle aluvial, como
son la mayor pacte de los ros sudamer icanos, es f recuente que los
peces que quedan encer rados en lagunas y madre jones muy superf iciales
mueran drante el estiaje por el recalentamiento de las aguas y la f
uerte r:e duccin del oxgeno d isuelto o por el simple desecamiento de
estos ec
$lstemas acut icos. Bonetto et aZ.. (1969) , extrapolando situaciones
locales , estiman que las prdidas or iginadas por estas causas en el
valle a luvial del Pa ran en la Argentina pueden al.canzar a 40.000 t
anuales .
Oteo f actor sign if icativo que con cierta f recuencia determina im
portantes prd idas de peces en ambientes naturales, al igual que en
cultivos intensivos y extensivos, est representado por las llamadas
53
54
55
vaciado tamano
segn se cree, estimulada por la sangre de alguna
vc tima herida-- no ocucre as sempce y tanto la concentcacin de
los atacantes como su real agresividad son muy diversas. Con
bastb.nte fre cuencia devoran a los peces apresados en las artes de
pesca, a la vez que causan graves destrozos en las redes cuando
stas se echan en aguas frecuentadas por la especie. A menudo, las
playas de bano en lagunas, arroyos y riachOs deben ser clausuradas
por loa ataques de estos pe ces. En las actividades ganadecas que
se llevan a cabo en el valle aluvial del Paran crean problemas,
pues atacan a las vacas que se in ternan en las lagunas para
abrevac o pastorear, tronchndoles general mente los pezones
(Boneto et ai., 19761 Rosenzwaig, 19691 Braga, 1991).
Se ha estado incrementando, segn parece, la densidad de poblacin
de las diversas especies de piratlas" debido principal.mente al
l'layor nmero de represas que se establecen en diversos pases, sobre
todo en
el Bcasil (Bi:anco y Rocha, 1977; Junk ot
a'l,.,
1981) y en Sur
ina
{Ritcher y Nijssen, 1990), y aun en paises ms meridionales cOl'llO
la Argentina (CE OAL, 1977). Aunque
tal
informacin parece
suficientemen te fundada, incluso respecto de aguas len.ticas que no
corresponden a embalses, no se han llevado a cabo investigaciones que
aborden el tema con objetividad y profundidad. Si bien se ha
sugerido
en
cepstidas
ocasiones
que
tal
incremento
podra
relacionarse con la reduccin o extincin en ciertas zonas de
algunas especies de cocodrilos, conoo los
yacars (Caiman lati.:rostris y C. c2ocodrilua) , en el caso de la
Argentina nada hay que permita sustentar tal posibilidad que se
consi dera bastante remota a juzgar por los pocos estudios que se
han reali zado acerca de la ecologa alimentai:ia de tales
crocodrlidos .
La lucha contra estos peces slo parece haber sido encarada con
56
57
58
59
7
LA PISCICULTURA EN AMBlUCA LATINA1 TBNDBHCIAS
Y PRJ:NCIPALBS ESPECIBS UTILIZADAS
La
piscicultura, en
sus
aspectos ms
sencillos, es
una
actividad
que
data
desde
hace
mucho
aflos
en
los
paaes
latinoamericanos, si bien s6lo en poca relativamente reciente se
comienzan
a emplear
procedi mientos apropiados para estimular
correctamente la produccin pesquera.
Los primeros intentos corresponden a la introduccin de peces
for neos, aportados sobre todo por inmigrantes, sin tomar en
cuenta la opi nin de las autoridades respectivas, en la mayor
parte de los casos, y sln contar con informaci6n sobre la viabilidad
de los peces sembrados y las consecuencias que tendran en los
ecosistemas
acuticos
utiliza
dos.
Esta
prctica,
que
la.entablemente an no ha sido del todo eli.mli nada, fue rplazada
paulatinamente por el foroento de la investigacin pertinente y de
los trabajos de piscicultura planeados y efectuaos a base del
mejor conocimiento entonces disponible acerca de loa recursos
icticoe locales y forneos y de los ambientes que convena
emplear.
Ms adelante, la introduccin de peces forneos destinados a
la piscicultura fue mejor controlada, a la vez que se incentivaba
la
in quietud
por
promovec
estas
actividades con especies
locales.La aparen te escasez; de especie a.utctonas quo pudieran
ser utiliza.dae en la
piscicultura convencional, unida al rpido auge de la construccin de
represa (sea las de modeatas di111ensiones en el nordeste del
Brasil, destinadas fundamental111ente al almacenamiento de agua para
ciego, o las de gran tamallo erigidas para la generacin de
hidroelectricidad) y al incremento de la poblaci6n con la
consiguiente mayor demanda de prote- nas, determinaron el variado
desarrollo de una caracterstica piscicul- tura extensiva (Bard,
1976). El prop6eito de estimular tanto esta for- a de produccin
como el de buscar la adecuada solucin para implantar una apropiada
piscicultura intensiva --de mayor aplicaci6n con micas a la
rpida obtencin de las protenas necesarias- ha activado las
investigaciones sobre la conveniencia de vacias especies de peces.
Actualmente la piscicultura intenaiva se practica m&s bien en
forma aislada y a nivel expecimental con especies forneas en
condiciones controladas, pero hay ensayos satisfactorios con las
especias propias (por ejemplo, wpacs", Co"loaBoma spp.), aunque en
este caso haya que recurrir al desove inducido para lograr la
multiplicacin de los peces.
A continuacin inforA\Oremos someramente acerca de las especies
d<> nayor significacin en estos trabajos o sobre las que se estn
reali zando investigaciones y ensayos de mayor importancia.
61
(1953), parece que tiene cierta preferencia por las "viejas del
agua o "cascu-
62
Plg. 7. "Plraruc" o "Paiche " (Arapaima gigas) es el Ttlbs
gran de de los peces reglonales1 su cultivo y dlf uei6n se
ensaya n en d ivecsas cuencas hidrogrf icas (cortesa de J.J.
Studart Curgel) .
dos" ( Lor icariidae) . Otea p;tcticulacidad f isiolgica de este pez es su
hbito de subir de tanto en tanto a la superf icie a f in de aspirar una
cier ta cantidad de aire para complementar la respiracin branquial.
Ta l circunstancia es aprovechada por los pescadores arponeros para
atraparlo.
una de las cacactecist icas ms sobresalientes de esta especie, al
menos desde el punto de vista que nos ocupa , es que no se trata de un
pez mig rator io en el sentido reproductivo, circunstancia por la cual,
un ida a su relativamente fcil mantenoiento y mane jo en tanques apro
piados, lo hace uy adecuado para el cult ivo.
63
En tre las d iversas especies nativas que han sido ensayadas para
sustentar con xito una piscicultura intensiva, algunas del gnero
Coioeaoma han dado muy promisor ios resultados. Entre ellas se destacan
C. maoropomwn (Fi9. 8) y C. bidens , ambas originar ias de la cuenca del
ro Amazonas y el Orinoco. Son bastante comunes en su zona de origen y
constituyen peces de sign if icativa representacin en las act ividades
extr activas y muy apreciados en los mercados de consumo . De los infor
mes correspondientes a los interesantes ensayos realizados por los tc
nicos del DNOCS, del nordeste del Brasil, y en especial por L . t.
Lovsh in (que colabor6 en estos traba jos como investigador del Centro
Internacional de Acuicultura , de Auburn, Alabama, Estados Unidos) ,
se han extra do los siguientes datos que dan una idea acerca de las
exce lentes posibilidades que br indaran estos traba jos.
Las dos especies se nutren f undamentalmente de f rutos y semillas
a unque, en perodos en que stas pueden escasear, se ha senalado que
C. macropomum recu rre a una activa al1mentac16n zooplanct6f aga.
El desove
se efectuara en el cauce del r o y sus tr ibutar ios, en respuesta a la
elevacin de los niveles hidromtr icos durante los per iodos de ms
abundantes lluvias (Lovshin, 1980).
Exper imentos anteriores dados a conocer por el mencionado autor y
colaboradores (Lovsh in et ai., 1974) con ejempla res transportados
desde el Amazonas y colocados en estanques de ensayo en las estaciones
de piscicultura del DNOCS, demostraron que ambas especies poseen caracte
rsticas que f avorecen su cult ivo presentaban s la dif icultad de no
desovar en los estanques, sino que requer an aguas lticas para su
reproduccin.
Tal d if icultad f ue obviada med iante el t ratamiento
de
65
66
67
R.
L6pez,
La
alimentacin del
68
69
los ms vigorosos,
de 2
70
72
op.
oit .J .
Esta "corvina" se encuentra perfectamente aclimatada a las
aguas de las represas del ONOCS, en el nordeste del Brasil ,
donde es objeto de gran demanda y representa una de las especies
que alcan2a los mayo res valores de produccin. La extraccin
media entre 1972 y 1979 super ligeramente las 3500 t (Dourado,
op. oit.).
cultura extensiva que para l.a intensi'1a y que su cultivo deber 1a aso
ciarse con peces f orrajeros de cicl.o alimentar io corto o con camarones.
73
Pero.chtr.ys
76
Fig . 10
Fig.
11.
Apaiad
(Aet;ronotus ocaZ.Z.atus),
eepecie
amaz6nica
que
se
cultiva
en
el
nordeste
del
Brasil
(DNOCS)tiene
amplia
difusi6n en el pas (corteaia de J.J .Studart
Curgel).
La especie en cautiverio alcanza la madurez en un lapso que
vara entre 10 a 12 meses, cuando mide unos 18 cde longitud
(Dourado, 1981). No ae presentan caracteres sexuales secundarios
extragenitalee que per mitan segregar a los progenitoress6lo cabe
observar que los machos alcanzan mayor desarrollo que las hembras.
Durante el periodo de acti vidad reproductiva , la coloraci6n de
sus eaca111as presenta tonalidades
e acentuadas, resaltando
el color
car111ee
de
la base del
oprculo, las fajas verticales oscuras y la ntida orla rojiza que
enmarca la
ancha ocelar oecura en la base de la aleta caudal.
Loe
estanques
de
cria
y
seleccin
de
parejas
son
relativamente
pequeftos: tienen poco ms de 60 1113 y una
prof und idad de 0,8 m. El piso se cubre con una capa de 10 cm de
arena y las franjas de abrigo ee forman colocando plantas
arraigadas de hoja flotante o de Eichhornia o:rtaBsipes, que se
mantienen en su posicin con alambree fijados a las
paredes del estanque. Debajo de estos locales protegidos por la
vege taci6n se colocan ladrillos de cemento armado de 22 x 22
ca, ubicados de manera que puedan ser controlados desde el
exterior, para que en ellos se deposite el desove, ya que la
especie requiere un sustrato
e6lido.
En estos estanques se
introducen unos 30 reproductores, a fin de que estn presentes
ambos sexos, pues , como se indicara, no presen tan caracteres
sexuales secundarios extragenitales que permitan distin guirlos y
seleccionarlos .
Cuando se diferencia una pareja por su conducta precursora
del desove y cuando ste se concreta, se procede al transplante del
ladrillo a una incubadora especial, o se deja que la pareja cuide del
desarrollo natural del desove. Debe tenerse en cuenta que por ser
una especie de desove parcelado,
al advertir
la pareja la
desaparicin del desove, y llevada la hembra por el instinto,
desova nuevamente, dentro de un tiempo bastante corto, con la
consecuencia de que se puede reducir el nmero de ejemplares
derivados de la postura y el vigor de la prole.
La experiencia adquirida en el DNOCS motiv6 la construccin de
es tanques de selecci6n de parejas, los cuales son de tipo cor
riente mi den 11,5 x 7,7 ni y en ellos se construyen ocho refugios
para el desove. Loe ejemplares que no son objeto de mayor
aelecci6n se colocan en el estanque mencionado de modo que, en la
77
medida que se van definiendo las parejas, stas pasan a ocupar los
refugios preparados para tal efecto.
78
Los
huevos,
de
conformacin
ligeramente
ovoidal.miden
generalmente 2,2 x l,9 mm; son de color amarillo claro y
permanecen dispuestos en una sola camada sobre el sustrato, al
que se encuentran firmemente adheridos por una sustancia hialina y
viscosa.
En condiciones natura.les, el cuidado de la cr1a corre a cargo
de ambos progenitores, de modo que, en tanto uno renueva el agua
sobre los huevos con el inoviftliento de las aletas, el otro
permanece al cuidado del desove en actitud de protegerlos de
cualquier enemigo natural, tra bajo en el que se alternan.
En genecal, 24 horas despus del desove (aunque puede
precederlo) , los progenitores empiezan a hacer una peque !Ja
cavidad en el fondo de a ena del tanque, la que estar destinado
a albergac a las larvas.Esta excavaci6n es circular y su
dimensin ser variable y depender en gran parte de la
resistencia que les ofrezca el fondo:oscila entre los 80 mm de
dimetro por 50 mm de altura. Por lo general, los reproductores
excavan una sola de estas cavidades, aunque pueden hacer dos o
tres en la inmediata vecindad del ladr illo del desove1 tambin
se han observado separaciones de ms de 2 m de distancia de
ste.
La eclosi6n de las larvas comienza al tcanscurrir unas
horas
despus de la incubacin, como prOt11edio, cuando
temperatura del agua varia entre 26 y 3l c.
50
la
79
esta
especie.
En
las
repi::esas
del
DNOCS
se
l09ra
una
produccin
considerable que alcanz un poco m&s de 470 t/ano en el periodo
comprendido entre 1972 a 1979, con tendencia creciente a las
capturas (Dourado, 1981). En gene ral, se obtienen ejemplares
de 16 a 2 cm, cuyo peso fluct6a entre 122
y 400 g, si bien se registran ejemplares de ms de 1/2 kq (op. cit;.) .
Machado y Alzuguir (1976)seffalan que se trata de una especie de
rpido crecimiento, que alcan2a a 1,5 kg de poso y que con el
ahumado la exce lencia de su carne puede incrementarse an ms .
Se alimenta principalmente de insectos, camarones y peces
pequenos, destacando Machado y Alzuquir (op. cit .) (citando a Mota,
1975) que la especie puede ser utilizada paca controlar los
gastrpodos que contri
buyen
a
propagar
la
esqulstosomiasis
(planorbideos del gnero Biom phaZariaJ .
Oteas
especies
locales de
peces
han
sido
estudiadas en
diversos trabajos e infor:mes por su posible utilizacin en cultivos
intensivos y/o extensivos. En la FAO (1978) se mencionan a tal
efecto las posibi1idades que ofrecen algunos "bagres del gnero PineLo$o, pero el
conocimiento actual acerca de la factibilidad de estos trabajos os
muy exiguo y , fundamentalmente, especulativo .
Se consideran
tambin las
- 80
Fig. 12.curimat pac (Prochitodue ar>genteue), del ro San
Francisco. Esta especie se cra habitualmente en las estaciones de
piscicultura del nordeste del Brasil (DNOCS) mediante procesos de
hipofizacin. Las especies de este gnero o muy prximas se encuentran
en gcan abundancia
y proporcionan la mayor ictiomasa de los ros de la Subregin
Braslica (cortesa de J. J. Studart Gurgel).
Ms inters y mayores perspectivas parecera ofrecer el cultivo
de varias especies de la subfamilia Bryconinae debido a su alto
valor co mercial y deportivo y al hecho de que la alimentacin en
muchas de ellas (caso de Bryaon Ol"bignianue) parece consistir
esencialmente en vegeta les, frutos, semillas silvestres y restos
orgnicos (Ringuelet et al., 1967). No obstante, muy poco es lo que
se ha realizado al respecto, si es que algo se ha hecho.
Una especie que se menciona por su gran aptitud es la "tararira
grande" (llopZ.iaa i.acerdae ), cuyo cultivo se trata de activar en diver
sas estaciones de piscicultura de Sao Paulo, Brasil. Segn Machado
y Alzuguir (1976), puede alcanzar en crianza hasta 8 kg , posee e
celente carne y muy pocas espinas (a diferencia de la especie ms
comn l/opZiaa ma?.abaricus) y , aunque tiene hbitos carnvoros, no seria
muy depreda dora. Por su parte, H . ma1..abaricuG resulta muy fcil de
multiplicar. Por ejemplo, segn Silva y Dourado (1974), en un
embalse del nordeste del Brasil (Cear), la produccin lleg a 140
t. No obstante, la abun dancia de espinas limitan bastante su
consumo.
un pez que, sin duda , se adaptar al cultivo y en el que
conviene insistit por su extraordinario inters para la pesca
deportiva es el
"dorado" (Satminus maxilZosus). Desde la
monografa de Morais Pilho y
Schubact
(1955)
se
conocen
mtodos
bastante
Se<]uros
y
estandae izables paca multiplicarlo por hipofizaci6n y criarlo en
estanques y otros am biente& (Fig. 13).
Fig. 13.
"Dorado" (Sa'Lminus ma:ciZZosus ) , pez
icti
fago,
de
atractiva
tonal.idad
dorada.
Adems de cons tituir una abundante fuente de
alimento contribuye a la promocin de una intensa
pesca deportiva en el ro Paran, determinando
importantes movimientos tu rsticos (de Mocais
Pil.ho y Schubact, 1955).
LA PISCICULTURA DB ESPBCIBS EXTRARRBGIOMALBS
La amplia y diversificada geografa de Amrica Latina y la
abundan cia de sus recursos hdricos han constituido, desde tiempo
atrs, pode rosos estmulos para realizar trabajos de piscicultura
en la regin. Esta actividad qued<S subordinada al principio a la
introduccin de especies procedentes de otras re<J iones del mundo, donde dicha actividad
haba adquirido ya importante auqe. En la medida en que la regin
era
colonizada por
inmigrantes --sobre todo europeos se fue
intensificando la siembra de peces, en la mayor parte de loa casos
sin muchos conoci mientos tcnicos y con frecuentes fracasos.
No obstante, sea por el empleo de mejores mtodos, o por la
insis tencia en los ensayos, algunas especies, como la "carpa,
consiguieron cierta popularidad en su cra en pequeftos embalses ms
o menos acondi cionados paca estos trabajos, en tanto que otras
lograron un slido afincamiento, COlllO ocurriera con las truchas" de
la Patagonia, a tal punto que parece que estn reemplazando a la
"perca o "trucha criolla", que constituira el mayor exponente de
la ictiofauna original.
Hasta la fecha, casi no hay especie que no haya sido ensayada en
los trabajos de piscicultura en escala de variada magnitud, con el
ob jeto de tratar de adaptarla e incorporarla en las aguas
regionales . Incluso se ha considerado, y en no pocos casos
llevado a la prctica, la introduccin de especies forneas a fin de
corre<]ir algunos aspectos
que gravitan negativamente en la produccin de las aguas, cocno la
car
pa
hervbora (Ctenopha.ryngodon idel.Za)
para
evitar
la
proliferacin del camalote" (E-lchhorni.a craasipes ) ; o la de una
especie carnvora africana como el "pez tigre" (Cynodon Une(!tus)
para el control de "picanas (Trofeu, 1973).
81
2a c.
82
83
slo
LObim
Segn
Lovshin
(1982),
en
Panam
se
emplea
de
preferencia
S.
gairdnerii
("trucha arco
arroyo").
irisw)
Satvet.inus
fontina1-i8
("trucha
de
84
En
consecuencia,
se
da
un
mosaico
de
especies
de
comportamiento
ecolgico
variado,
como
asimismo
con
una
distribuci6n y un predominio
que pueden diferir notablemente en ciertas regiones y aun en los distin
tos ecosistemas acuticos en que fueron introducidas. En la Argentina,
por ejemplo, la "trucha marrn", que prolifera en los cursos medios
e inferiores de los ros de la Patagonia,
se comporta
como
icti6faga y ejerce fuerte presin sobre los peces autctonos, en tanto
que en Europa tiene fama de insectvora. La misma parece competir con
la "trucha arco iris" (muy difundida en los ambientes fluviolacustres de la Patagonia) que, en el ro Limay, resulta insectvora
y secundariamente ictifaga; es la especie dominante o subdominante
en el curso medio y superior de dicho ro. En cambio, en las
nacientes del m ismo ro (arroyos de mon talla) predomina la "trucha
de arroyo" (Castello, 1981). Es de seftalar que el "salmn del
Atlntico , Salmo 13a1-ar aebago, tambin se encuentra presente y
en
el
lago Traful
sostiene
desde
hace
algunas
dcadas
una
ininterrumpida pesqueca comercial.
Como ya se dijo, debido a las caractersticas ecol6gicas de la
re gin, estos peces se han propagado con mayor xito en los pases
meri dionales y zonas montanosas que permitan su desarrollo en un
gradiente trmico adecuado .
En Chile, que cuenta
con
una
ictiofauna aut6ctona escasa y ambientes muy favorables para las
truchas, se ha concedido es
peclal atencin a la posibilidad de introducir estas especies. Tambin
se ha exper imantado con los "salmones del Paof ico" Orn.orohynchu8
spp.) y las perspectivas son promisorias (FAO, 1961).
Resumiendo, los salmnidos se cultivan en forma extensiva,
semiin tensiva e intensiva en una magnitud que se relaciona con las
limitadas posibilidades que ofrece la regin. Posee particular
importancia en la
pesca deportiva, lo que puede constituir una atracci6n turstica de
son
8
OTROS PRODUCTOS DB LAS AGUAS CONTlJCKMTllLl!S, SO EXPLOl!
ACION Y
CULTIVO
85
internacional,
segn
estadsticas
del
at'\o
1978,
slo
seis
especies
86
87
88
89
90
91
se cuente con instalaciones que sat isf agan, en sus componentes y dimen
siones, todos los requisitos operativos conforme al volumen ele pcoduc
cin deseado y un costo razonable . Vizotto (op. c'it.), Longo {1982)y
otros autores proporcionan interesante y detallada infoi:maci6n a este
respecto, por lo que no es necesar io extenderse sobre el. particular,
Baste seftalar, a titulo general, que cada unidad ocupar a unos 650 2,
asignando a las ranas adultas un espacio de 0,125 m2, o sea espado
para siete a ocho ranas por metro cuadrado. oe ello se inf iP.re que cada
unidad bsica puede albergar a 5000 ejemplares adultos destinados al
sacr if icio o reproduccin. Desde luego, el nmero de unidades vara
segn los proyectos del ranicultor, Pero Vh:otto (op. cit .) se inclina
por una operacin inicial con cuatro unidades capaces de albergar a
20.000 ejemplares.
Por otra parte, con tales dimensiones, cada estanque de la unidad
debe contar con unos 6 m3 de agua, suf iciente para mantener 6000 rena
cuajos ("gir inos ) , o sea, en general, un litro por animal hasta que
a lcance el estado f inal de la metamorfosis . Segn Vizotto (1967),
con dos litros de agua por renacuajo se lograr a un crecimiento ms
acele r ado. Conforme a la edad de la hembra, sta podr poner de 3000 a
15.000 huevos; por eso, la un idad deber a estar preparada para
recibir hasta
60.000 renacua jos por perodo reproductivo .
Los establecimientos suelen complementarse con otros estanques des
tinados a la cra de pequeos animales acuticos que servirn de suple
mento a la alimentacin de las ranas, como, por ejemplo, pequenos peces
( Poecili.d.ae) , camarones, etc.
92
93
y I.yeapsua, entre
94
95
9
LA PBSCA Y LA PISC ICULTURA Y SU FOMENTO E.N AMEIUCA LATINA
97
98
99
100
Otra
calificada
institucin
de
adiestraJRiento
es
el
mencionado
"Centro
de
Pesquisas
Ictio16';icas
R.v.Ihering
(dependiente del oNOCS, organi.smo que desde hace tiempo se dedica a
la formacin de personal, Gurgel, 1979), uno de l.os ms destacados
laboratorios de investigaciones en piscicultura en llJllrica Latina.
Entre sus principales funciones se encuentra la de promover cursos
te6ricos y aplicados de pesca y pisci
cultura paca tcnicos
bcasileffos y de todos loe paises de La regin. Se han examinado ya
en esta 1110nografa l.os principales trabajos y logros de este
Centro y otras dependencias del DNOCS, los que acreditan su
innegable capacidad para encargarse de esta forraaci6n. Los cursos
duran
dos meses y se ofrecen dos veces por atlo, de marzo a abril y de
septiem bre a octubre, a lS al.umnos como mximo (Gur9el, op .
oit.J. El centro dista 100 m por ruta pavimentada de Fortaleza,
capital del Estado de Cear 1 dispone de 1200 m2 de instalaciones,
sin contar los servicios de alojamiento para bilogos, cientifioos
visitantes y estudiantes . Complementan tales instalaciones unos
200 estanques de tierra que ocu
parn unas 20 hectAreas de agua. Segn Lovshin (1980), este oentro
de investigacin figura entre los ms destacados en el mundo
tropical para
llevar a cabo estudios sobre piscicultura y
proporcionar capacitacin en el 111anejo de represas, li.Janologa
de embalses y disciplinas acutica o.fines.
Desde luego, existen regionalmente muchas instituciones tcnicas
y cientficas, estaciones de piscicultura y ctedras relacionadas
con esta especialidad que dictan cursos o pueden dar formaci6n a
becarios en el cultivo de determinados especies , el mejor manejo de
los recursos del limnobios o temas conexos. Es probable que la
actualizacin de la lista de instituciones, investigadores y
cientficos que se ocupan de las pesqueras continentales (como las
preparadas por la l'AO, 1981) , al igual que la informacin acerca
de sus facilidades para la preparacin de becarios, sea uno de los
medios ms
prcticos para
dar
a
conocer
el
desarrollo
y
perfeccionamiento de estas actividades en la regin y facilitar
la bsqueda de orientaciones que contribuyan a la mejor fora cin
de recursos humanos.
En general, la mayora de los pases de la re9i6n requieren
colabo racin externa , sea para la formacin de personal
especializado en pesca y piscicultura , sea para promover las
disciplinas bsicas afines, como, por ejemplo, limnologa aplicada
.Otros, necesitan tambin asesoraiento para la inciaci6n de estos
actividades y estudios de preinversin , as como financiamiento
paro. los prograaoas relativos a la produccin. Aun en el supuesto
de que se disponga de financiamiento de diversas fuentes, el apoyo
qua se Logre, por lo menos en su continuidad, depender del xito
de los pcogcamas .Esto indica la necesidad de efectuar estudios de
factibilidad antes de emprender trabajos en amplia escala (FAO, 1976)
A este respecto, la asesora de tcnicos o 9rupos de trabajo
especiali zados, capaces de colaborar a nivel interdisciplinario con
los encarga dos de los proyectos, resulta indispensable.
En lo relativo a los tcnicos y cientficos capaces de contribuir
a la solucin de los problemas locales, se considera de inters que
ellos procedan de la regin, por las obvias ventajas que supone el
dominio de una misma unidad biogeogcfica, el. .-pleo de un di0tna
comn o de fcil comprensin y una ms rpida ddpte&il idsd a las
condiciones socioeco n6micas que imperan en est.oa pases. f :Jf'" otra
parte, no siempre es posible la extrapolaci6n d t conocimiento y
experiencia. generada en otras r:e9iontu1 biogeogrf :i :as del
mundo, o.lS\J. adaptacin, Lo que puede ser motivo de confusi6n y
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Estructuras Al9ebraicas II (Algebra Lineal), por Enzo
N'
12 .
R.
Gentile.
N 13. La Revolucin en las Matemticas Escolares (Segunda Fase),
por Boward P.Fehr, John Camp y Howard Kellog.
N' 14. Estructuras Algebraicas III (Grupos Finitos), por Horacio
11.
O'Brien.
Introduccin a la Teora de Grafos, por Fausto A.
N' 16 Toranzos. Estructuras Algebraicas IV (Algebra
Multili.neall , por Artibano Micali y Orlando E.
.
Villamayor.
Introdu9ao a Anlise Funcional Espat;os de Banach e
N'
Clculo
1'1 .
Diferencial, por Leopoldo Nacbbin.
Introducci6n a la Integral de Lebesgue en la Recta, por
N' 18
Juan Antonio Gatica.
.
Introduccin a los Espacios de Hilbect, por Jos
N' 19. I.Nieto . Elementos de Biomatemtlca, por Alejandro
B.Engel.
N' 20.
N' 21. Introduccin a la Computacin, poc Jaime Michelow.
Estructuras Algebraicas V (Teora de Cuerpo:>), por Hctor
N' 22,
N'
15.
A.
Merklen.
N' 23. Estructuras Algebraicas VI {Forma s Cuadrticas), poc Francisco
M. Piacoya.
N' 24. Estructuras Algebraicas VII (Estructuras de l\lgebras) , por
Artiban o Micali.
N' 25. Aritmtica Elemental, por Enzo R. Gentile.
Scc ie de fsica
N'
s.
115
Exper
iment
o,
Razona
miento
Cernuachl..
Creaoi6n en
Fisice,
por Flix
9.
N"
10.
N"
11.
l).
ROberto E.Caligaris .
Apllcal(oes da Teoria de Grupos na Espectroscopia Ra11an
e do Infra-Vermelho , por Jorge Humberto Nicola y Anildo
Bristoti .
N
14.
Serie da quaica
l. Cintica Qumica Elemental, poc Harold Behrens Le Bas.
2. Bioenergtica, por Isaias Raw y Walter Colli.
3. Macromolculas, por Alejandro Paladini y Moiss Burachik.
N' 4 Mecanismo de las ReaccioneOrgnicas, por Jorge A. Brieux.
N'
N'
N'
12.
N' 13. Polarografa, por Alejandro J. Arva y Jorge A .Bolzan.
"'.N"14lS..
116
16.
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18.
19.
N 20
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21.
11 22.
ti
23.
N'25.
9.
N'30. Introduccin al Estudio de los Productos Naturales, por
Eduardo
G.Gros, Alicia B. Pomilio, Alicia M. Seldes y Gerardo
Bucton.
Ser ie de biologa
N'
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9.
N lO.
N
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12.
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N
14.
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11.
N.
19.
N'1
9.
N 21.
In
tr
od
Armen9ol.
N
Qu es la Diferenciacin Celular?, por Roberto B. Garca y
26.
Susana Pereyra Alfonso.
Limnologa Sanitaria, Estudio de la Polucin de Aguas
N'
Contine>n tales, por Samuel Murgel Branco.
21.
Etologa: El Estudio Biolgico del Comporta111iento Mimal,
N 28. por Ral Vaz-Ferreira.
Fotosntesis, por Carlos S. Andreo y Rubn R .Vallejos.
N' 29.
N'
30.
N 31.
En preparacin
Serie de
matemtica
Geometras Finitas, por Osear Barriga.
Algebra Elemental , por Leopoldo
Nachbin.
Computadoras y Procesamiento de Datos, por Julio Villanueva y
Osear Harasic.
Principios Matemticos da Dinamica dos Fluidos, por Guilherme
M. de la Penha.
Anlisis Multivariado-Mt odo de Componentes Principales, por Laura
Pla.
Serle de foica
117
Serie de quaica
Pisicoquica de Interfases. por Francisco Javier Garfias.
Serie de biologa
cromosomas Humanos y de Primates, por Mximo E.Drets y
Hct:or Seuanez.
Fitomorfologa Funcional y Adaptativa, por Elas R. de la Sota.
Fundamentos de Gentica Biomtrlca y sus Aplicacione s al
Mejoramien to Gentico, por Jorge A , Mariotti .
Origen y Anatoma del Croll'Osoma Eucarionte, por Nestor
o.Bianchi.
Limnologa Bsica, por Jos Galizia Tundisi.
118
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