Larrazabal, Ideario Politico y Economico 1840-70

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FELIPE LARRAZABAL

IDEARIO POLITICO
Y ECONOMICO
[1844. 1872]

"NUESTRO SIGLO XIX"


Dirige esta Coleccion el doctor RAMON J. VELASQUEZ
Secretario General de la Presidencia de la Republica

,,'UOL1CP'C1UN

DE LAPRESIDENCIA DE LA REPUBLICA
COLECCION NUESTRO SIGLD XIX

Compilacion, prologo

PEDRO GRASES

notas de

CARACAS / 1963

AUTORES QUE COMPONEN ESTA

OLOGO

iI,s.27
1
JUAN VICENTE GONZALEZ

2
JUAN VICENTE GONZALEZ

3
TOMAS LANDER

4
LUIS LOPEZ MENDEZ

5
LA CANDIDATURA DE A. L. GUZMAN

6
FELIPE LARRAZABAL

7
PEDRO JOSE ROJAS

8
BLAS BRUZUAL

donde primero se lanzo el grito


formidable de independencia, no pueden adoptarse principios ni. sostenerse doctrinas que maten la libertad". Con esta declaracion sentimental se define de hecho la personalidad romantica
de Felipe Larrazabal (1816-1873), hombre de
excelente preparacion, de gran lectura, poseedor
de varios idiomas vivos y buen conocedor de las
lenguas clasicas, cuyas actividades van desarrollandose en los mas diversos campos: en periodismo, en miisica, como jurista, economista, politico, historiador.
"EN CARACAS,

Si bien es recordado hoy principalmente por


ser el autor de la "V ida del Libertador Simon
Bolivar", publicada en 1865, y como colector
de los documentos bolivarianos, lamentablemente perdidos en el naufragio del "Ville du
Havre", en 1873, donde perdio la vida, no obstante, sobresalio en itlgunas de las otras facetas
a que dedico su tiempo. Por ejemplo, en la
composicion musical, como lo acredita el juicio
reciente de un critico tan riguroso y entendido
como Jose Antonio Calcano, quien escribe en
"La Ciudad y su Miisica": "Felipe Larrazabal
es figura harto conocida entre nuestros escritores, pero se le conoce entre ellos como politico,
periodista, historiador y literato, y muy pocos
sospechan que por sobre todas estas cosas fue
[ 7]

don Felipe un muswo, y sobre todo, el


ilustre, el mas sabio y el mas talentoso
nuestros compositores del siglo XIX'.
No interesa en esta presentaeion el
artistico-literario 0 musical de nuestro autor,
el primer romantico, tanto en calidad como por
su momento historico, como asevera Calcano.
Ni debemos ocuparnos de su aventura biografica, bien sencilla por otra parte. Basta a nuestro proposito subrayar algunos rasgos del pensador politico, del patriota preocupado por los
grandes temas economicos y sociales, y. por la
orientacion juridico-social de la Republzca a la
que sirvio desde cargos de cierta responsabili.
dad: Senador de Provincia, Diputado al Con
greso y Ministro de la Alta Corte Federal.

para el conocimiento de la ciencia


cosa publica. No es don Felipe Larrazaescritor improvisado que desciende a la
del comb ate politico, desprovisto de argumentos. Al contrario, funda sus opiniones en
solida maduraeion de estudios y meditaciones.
loven, comienza a intervenir en los periodicos
caraquenos en las luchas politicas. Vemos su
firma en "El Venezolano" con articulos elaborados por su bien cortada pluma. Fundara
luego, en 1845, su propio periodico, "EI Patriota", de tendencia liberal, en cuyas columnas
definira su ideario, que puede resumirse en
esta frase de su Prospecto: "La probidad politica repugna tanto el vandalaje como la oligarquia y el despotismo". Sus principios politicos fundamentales son la divisa de la revolucion francesa, a la que dedica un apasionado
canto en la dedicatoria de su libro "Derecho
Politico 0 Elementos de la Ciencia Constitucional" (1864): libertad, igualdad y fraternidad, cuyas raices encuentra en el cristianismo,
del mismo modo que halla en el Evangelio la
base de ciertas novedosas doctrinas econOmicas.

En la seleccion de sus escritos que ahora se


publica se desprende una amplia base de cultura, pues cita con perfecto dominio un b~en
repertorio de autores, tanto griegos y latznos
como de clasicos de la economia politica, asi
como de contemporaneos del siglo XIX. Al lado
de Montesquieu, Montaigne, Adam Smith, Malthus, Fourier, Rousseau, Say, Ricardo, Saavedra, Bernardino de St. Pierre, lovellanos, Filangieri, cita con conocimiento a Tocqueville,
Kent Sismondi, Flores Estrada, Canga ArgilelIes, 'Chaptal, Cancelada, Turgot, lose loaq~in
deMora, Necker, Dupont de Nemours, Samlh,
De laucourt, Courcelle-Seneuil, y tantos mas
que .permiten deducir un caracter de hondas

Hombre de formaeion teoTica, procura Felipe


LCfTTazabal aplicar sus ideas al turbulento periodo del siglo XIX en que Ie toco aetuar. Algunas expresiones traslucen la inquietud del escritor ante los sucesos publicos, como cuando dice
en frase apasionada, que bienjJodia habeT firmOOo luan Vicente Gonzalez: "A veces conviene

[8 ]

[9 ]

sonar las cadenas bajo cuyo peso el pueblo


lacerado gime, 0 mostrarle los harafos #r:t0s
en su propia sangre". 0 cuando qu~ere s~n~e.
tizar en breve teoria la aparicion de un peno.
dico, "EI Patriota", colocado en la oposicion al
Gobierno, y al referirse a los Estados, eS,cri~e:
"0 marchar hacia adelante en la esplend~da
carrera de la gloria y del engrandecimiento; 0
retroceder necesariamente y con un movimiento
de penetracion, por la del oprobio y de la
muerte".
Adicto entusiasta a la idea del progreso, cree
en las virtudes transformadoras de los avances
tiknicos del siglo XIX. Glosa las aplicaciones
industriales en la sociedad coetanea de los
grandes inventos: el vapor, los sistemas hidraulicos, el telegrafo, los ferrocarriles, el gas, la
electricidad, la fotografia, las maquinas cons
tructoras, los maradllosos telares, la fabrica.
cion del papel, etc., para terminar en estas frases
que anuncian al cooperador de la ley de liber
tad de los escZavos: "Tenemos en el aire, en el
agua, en el fuego, en el hierro, servidores mas
activos que los escZavos de otro tiempo y ser
vidores a quienes podemos hacer trabajar sin
descanso veinticuatro horas por dia, sin ternar
de que se nos acuse de barbarie y de crueldad".
"Ya no se emplean como fuerza motriz, la vida,
la sangre, los musculos, el sudor. Ya no se
conmueve uno con el espectaculo horrible del
hombre convertido en bestia, ni con el de la
[10 ]

bestia misma amarrada a un palo, expirando


desmayada bajo el foete del jornalero".
Con todos estos adelantos, ya en paz la conciencia, podra dedicarse el ser humano a las especu
laciones de la razon y a los goces que brinda la
existencia. Asi procZama: "EI hombre del si
glo XIX es, pues, el que merece con justicia, el
titulo de Rey de la creacion". Ensalza este
perfeccionamiento y estas ventajas del progreso
por encima de los hechos de cultura: "iNo vale
mas para la humanidad y para la civilizacion
que la armonia y la cadencia buscada de unos
cuantos versos?"
Con este sentido de filantropia liberal, inter.
viene Felipe Larrazabal en la agitada vida polio
tica venezolana, casi como se cumple un deber,
en tanto' que brilla en el arte de la musica, 0
pone su ilusion en la biografia de Simon Boli
var, y' en la edicion de la correspondencia del
Libertador, "el mas bello monumento que se
eleve a la gloria de Colombia", en homenaje al
"mayor genio que el mundo ha conocido".

***
La conviccion en los beneficios sociales que el
progreso ha de proporcionar a los pueblos, Ie
lleva a pensar en el grandioso porvenir que el
trabajo ha de proporcionar a los paises ameri
canos y en particular a Venezuela. Invita a los
paises necesitados a que vengan a poblar la
[11 ]

vasta geografia americana, "que aqui hay 'Lugar


para todos en el banquete de la vidrl'. La ri
queza latente que existe en la naturaleza vene
zolana Ie hace vislumbrar un futuro de mara
villosa transformacion, si sus habitadores dedi
can a ello su esfuerzo razonado. EI escrito mas
expresivode estas ideas es la "Memoria sobre
las verdaderas causas del atraso de nuestra
agricultura y los medios mas convenientes para
restablecerla" (1869). Es del mayor interes la
historia de la agricultura y su regulacion en el
Continente, en especial en Venezuela, para ex
plicar la falta de desenvolvimiento. Estudia las
disposiciones nocivas que tanto en la colonia
como despues de la emancipacion, han impedido
su desarrollo. De modo particular se refiere a
la ley de lOde abril de 1834, que ya habia
merecido en 1845 sus mas fuertes diatribas:
"Ley inmoral y de acerbos resultados, que alar
mo contra ella todas las plumas patriotas y
de ~scritores independientes", puesto que con
sagraba "el pacto de usuras libres y el remate
de propiedades por lo que se ofrezca". "Muy
carD nos ha costado el ensayo de una teo ria
descabellada; y despues de diez afios de liisti
mas e infortunios, despues de diez afios en que
Venezuela, como Troya, ha sufrido el mas es
pantoso ,asedio de La falange usurera, parece
llegado el tiempo de reparar y corregir".

R"lrl1tlltzc:a habian sido promulgadas por gobier.


su(;eSl:VO,S, y expone luego su plan de mejo
ras para la agricultura, entre las que destaca
la necesidad de proteccion y como debe hacerse.
Es notable el razonamiento para la creacion de
un Banco Agricola. En la exaltacion d~ los
resultados previstos, suefia Larrazabal que se
halla ya en el siglo xx, para el cual considera
que se habran alcanzado los frutos de su pro
grama.
Es posible que don Felipe Larrazabal hubiese
aspirado a aplicar desde el poder sus ideas de
gobiemo. Dos de los documentos recogidos en
este volumen contienen sus consejos y admoni
ciones: las cartas a Antonio Guzman Blanco
(1863), y a Antonio Leocadio Guzman (1870).
La primera, escrita al finalizar la Guerra Fede
ral y publicada en el numero 2 de "EI Federa
lista", el gran periodico de Larrazabal, y la
segunda, a Antonio Leocadio Guzman, cuando
el hijo llega al poder. En ambas esta la exposi.
cion de sus convicciones de gobernante y los
puntos principales que, a su juicio, deben aco
meterse para lograr la paz fecunda, por la que
formula vehementes votos.

De la legislacion nacional destaca, sin embargo,


las buenasdisposiciones oficiales que desde la

En la primera aboga por los siguientes puntos:


libertad de imprenta; abolici6n de la pena de
muerte; proteccion por el Estado para educar
a los hijos de los ciudadanos muertos en cam
pana; proteccion a la agricultura y a la gana
deria.
'

[12 ]

[13 ]

En la segunda, despues de analizar la historia


poUtica de Venezuela en el siglo XIX, aconseja
al Ministro de Relaciones Exteriores, padre del
poderoso Guzman Blanco, en los siguientes temas de gobierno: educaci6n; agricultura y ganaderia; libertad de prensa; servicio militar;
elecciones; regimen de concejo abierto; moralidad publica; derecho internacional; uniOn de
los venezolanos; cultura superior; y, por fin,
en la paz.
Hay cierta nota de amargura por no participar
en las funciones de gobierno, para las cuales
estaba sin duda preparado. EI mensaje de Larrazabal hay que buscarlo en los escritos, no en
la obra de gobernante. Y, por fin, en el folleto
"Guzman Blanco, restaurador del cadalso", que
con razon se Ie atribuye, probablemente publicado en Curazao, escribe Larrazabal su mas
sentida lamentaci6n por el doloroso fin de Ma.
tias Salazar. Lo edit6 en 1872.
Despues vendra su viaje al Norte y el naufragio, en 1873.

***

OJEADA HlSTORICOPOLITICA SOBRE VENE


ZUELA EN LOS CATORCE ANUS DE SU ADMI
NISTRACION CONSTITUCIONAL
(A veces conviene sonar las cadenas bajo cuyo
peso el pueblo lacerado gime, 0 mostrarle sus
harapos tintos en Sll pro pia sangre).

VENEZUELA COMENZO A EXISTIR el 22 de septiembre


de 18~O. Faus~o dia y de gran recordacion en que
a traves de paslOnes tempestuosas y con una experiencia incierta por la inestabilidad y confusion a los
pasado~ a.contecimientos, los primeros delegados de
la Repubhca decretaron y sancionaron con uniinime
celebracion, el gran codigo de nuestras libertades
que e.ncierra cuanto puede contribuir a establecer ;
dar flrmeza a nuestra tranquilidad j bienestar. Entonces se miro ese codigo como la salvaguardia que
protegia a los venezolanos; como el arca santa que
debia salvarnos del riesgo inminente de la completa
destrucci~n ?ue nos amagaba. Entonces se proclamo
con un ImaJe de verdad que nadie 050 desconocer
que por la primera brecha que le abriesen los abuso;
se colocarian el despotismo y la tirania, siendo consiguientes todo genero de turbulencias, zozobras, despojo~ y espa~tosa servidumbre: Entonces, por fin, se
lanzo un terrible anatema contra el execrable traidor
que temerariamente intentase derrocarlo.l

Venezuela se colocaba entre las naciones del mundo

La lectura en nuestros dias de los escritos de civilizado; y los venezolanos nos apresuriibamos a
tema politico, social y econOmico de Felipe gust~r los exquis.itos e inestimables bienes que inmedlatame~te der~van, en todo tiempo, de las ventajas
Larrazabal resulta, sin vacilaci6n, del mayor de un goblerno hbre y constitucional.
interes y siempre provechosa.
PEDRO CRASES.

Enero de 1963.

1. Alocucion del Congreso Constituyente a los pueblos. Octubre


de 1830. Firmada por el Presidente de aquel cuerpo, general
Carlos Soublette.

Terminaronse la insurreccion de Oriente y los mo


tines de Orituco, Rio Chico y Alto Dano. El primer
ano de la ley se marco con actos de clemencia.
Indultaronse los desertores del ejercito, los faccionarios
que erraban por los bosques, los contrabandistas de
tabaco; conmutaronse las penas capitales aunque es
tuviesen ej ecutoriadas; abolieronse las confiscaciones;
integrose en sus derechos a los perseguidos por. ?piniones politicas; promulgose la ley de manumlSlon,
y planteose el Gobierno con auspicios harto felices y
precursores de una dicha duradera.
Subsistia, aun, viva la memoria del gran Bolivar.
Su sombra velaba sobre los destinos de Venezuela.
Su douma elocuentemente proclamado de la soberanfa
popul~r, se respetaba entonces con mayoridad de
razon. El pueblo habia demostrado una vez mas su
omnipotencia. "El Ejecutivo, por su parte, sin distraer
un punto su atencion del establecimiento d~ l~s le~~s,
de la mejora de los pueblos y de la admlnIstraclOn
de todos los ramos del gobierno, sustentaba el espi.
ritu publico, despertaba las virtudes militares, man
tenia el orden en las provincias y engendraba en
todos los corazones un sentimiento profundo e inalte
rable de amor y respeto a las instituciones""
Venezuela marchaba rapidamente por el sendero de
suo felicidad: Ann no habian, con mano corruptora,
los intereses de partido, viciado a los pueblos susten
tados en la representacion nacional. Las leyes de los
primeros anos, aunque sobradamente imperfectas, teo
nian por mira el bien comun, si se excepciona la
malhadada del 10 de abril de 1834 sobre libertad
de contratos; ley Hamada con propiedad "extranjera",
porque hecha a la suerte de la extranjeria, un grado
2.

Memoria' de~ Interior, de 1831, presentada al primer Congreso


Constitueional por el encargado de aquel ramo, senor Antonio
L. Guzman.

[ 16 ]

inmenso de utili dad y beneficio roba inicua. a los


nacionales. Ley inmoral y de acerb os resultados, que
alarmo contra ella todas las plumas patriotas y de
escritores independientes 3 y que a despecho de la
nacion y de los principios mas justos y equitativos,
se sostiene todavia por periodistas adocenados, a
quienes nada 0 casi nada une ni obliga en esta tierra.
Pidio con instancia el Secretario de Hacienda entonces el senor Santos Michelena; 4 hombre rep~tado
ent~e .nosotros como bue~ ec~nomista, y empleado
caSl slempre en los negoclOs flscales. Reitero la solicitud su sucesor interino, el senor Pedro Pablo Diaz 5
y a la vez,. el.Secretario . del Interior, licenciado Diego
B. UrbaneJa. CualesqUlera que sean las capacidades
de estos individuos y el concepto de que gocen, creemos que un Congreso de mas inteligencia debia haberles contestado como Jesucristo a aquellos estupidos
apostoles que Ie pedian hiciese bajar fuego sobre el
pueblo de Samaria: iNecios!, no sabeis lo que pedis.
EI pacto de usuras lib res, y el remate de las propiedades por 10 que se ofrezca, es un medio sencillo pero
altamente e/icaz r poderoso para hacer trasladar nuestras posesiones a manos de los ingleses y alemanes.
Y esto, por una razon muy obvia, que no nos detendremos a explanar. Venezuela la conoce con una
dolorosa y lamentable experiencia.
Elmovimiento de julio en el ano 1835 y las victorias
obtenidas sobre los militares que pedian "reformas"
3. Vease el fo11eto que publico el doctor Jose Alberto Espinoza
titulado HBreve analisis de algunas leyes dadas en 1834'"
Et Nacional en 1838, EI Agricultor en 1844, etc. etc.
'
4. Vease In exposicion que dirige al Congreso en i833 el Secre~
tario d~ Hacienda. sobre negocios de su cargo, Nos. 21 y 22.
5. M;mona de HaCIenda en 1834, recapitulaciones.
6. Vease la Memoria que presenta el Secretario del Interior de
lo~ negocios de su departamento al Congreso de 1834, articulo
L~bertad de contratos.

[17]

en la Constitucion y las leyes, dio a los vencedores


ocasion para elevarse hasta un grado dificil de des.
cribir. Por un circulo de circunstancias y, mejor di.
cho, por una de aquellas contradicciones que en vano
se intentan explicar, aque11as mismas armas que de.
bieran haber solidado el edificio constitucional; aque.
110s vencedores que combatian y triunfaban en nom
bre de la Constitucion y de las leyes, fueron los que
con las riendas del poder en las manos, dieron mas
profundas heridas a esa misma Constitucion; y faltos
de verdadero patriotismo, fundaron una insoportable
oligarquia.
Todo habia mudado de aspecto... Ya era pasada la
epoca feliz de la regeneracion social. Aquel tiempo .
dichoso en que se trabajaban los fundamentos de un
gobierno libre, habia desaparecido, tan fugaz como
una sombra.

driguez, los Quinteros, los Diaz. De entonces aca


Francisco Diaz no ha cesado de estar en el Congreso;
Francisco Diaz no ha cesado de ser juez y diputado
a codigos. Pedro Pablo Diaz no ha dejado de ser
director de la instruccion publica. Fernando Diaz ha
sido juez Y conjuez de comercio mucho tiempo. Ramon
Diaz, diputado provincial; Ramon Diaz, jefe politico;
Ramon Diaz, concejal. Y hasta los afines y consan.
guineos de los Diaz, como "Espino", "Rivero", "Re
quena", siempre han estado empleados en la Gober
nacion locaL De entonces aca se han visto practica.
mente la verdad y exactitud de las doctrinas del can
ciller Kent, celebrado publicista americano. "Al for.
marse una sociedad politica -dice-, rara vez estiin
deslindados los intereses, por la confusion que pro.
duce la reunion de dos principios opuestos: los de la
sociedad que nace y los de la que sucurnbe; y, en.
tonces, hay un peligro de que muchas han sido victi.
Get heureux temps n'est plus. Tout a change de face.: mas, e~pecialmente cuando preceden cornbates y tur.
(Racine, Phedre, act. 1.) . bulenClas, es a saber: que nunca faltan individuos que
sin antecedentes, sin capacidad, sin virtudes, pero
El ano 1836, es el primero de ese gobierno adultero: mostrandose celosos por la consolidacion del principio
reinante, procuran someter, y someten, al fin, a su
que Venezuela no ha establecid.~ ni jura?o. Gobi~rno .
cuidado
y direccion, la suerte de todos los negocios
cuya esencia es, segun la expreslOn del mas av~ntaJado.
pliblicos"!
politico de la antigiiedad, la mas perfecta des~gualdad
entre los ciudadanos!
En tal estado de cosas, Venezuela vino a ser una
De entonces aca datan esas leyes que gradualmente;, Republica escrita en su Constitucion; y los principios
han idq meilOscabando las libertades del pueblo, leyes. democraticos, una letra palida en .el Acta de nuestra
que 10 van conduciendo a la mas ferre~ servi~~mbre, ind~pendencia. Nada de gobierno alternativo, nada
atado proditoriamente al carro de la 19nomlma. De '. de 19ualdad, nada de responsabilidad.
entonces aca todo 10 han sido los Romeros,' los Ro . EI ano de 1836 se dio la ley creadora de Tribunales
7.
8.

Aristoteles. De republica, lib. 5, c. It p. 385.


Juan Jose Romero ha side dos veces consejero de
dos veces diputado, miembIa de 18 direccion de tres colegi~9,,)
plenipotenciario tres veces, jurado de imprenta, Gobernador. FIS' ;
cal de la Suprema Corte de Justicia, diputado a c6digos,'

Especial~s M ercantiles, que exenciona una gran parte


de los clUdadanos de la j usticia ordinaria. En e110s
se juzgan a los comerciantes y tarnbien a los agri.
9.

etc., etc.

[18 ]

Kent, Sabre los gobiernos.

[19 ]

. d
A ellos estan sometidos no solo
cultores y cna ores.
,
.
tamhien los de los
.
I
.
de su canton, smo
os vecmos, d' tantes En el de Caracas se han )UZ.
;:~~n:d::;uo~s avec~dados en los confines de San
Fernando.
. .
'ul 195 de la Constitucion dice que mngzun
EI artlC 0
,
d' t ido de sus jueces natura es,
venezolano podra ~ber tIS raespeciaZes. Pero los legisla.
.,
d por tn una es
ul
creyeron
o contranar los canones con de los que solo pedian
' 'n Los vence dores
ConstI' t
UCIO .
.
ente el acta de nuestras
re/ormas, destrozan lmpunem
libertades.
.
e dio la ley de elecciones, tan vaga
. ' 1'0 Por ella los
Ese mlsmo ano s
.
d f
mo antlconstItuClona.
,
I Asamhleas Parroquiales,
y e ectuosa c.o'
S Por
a~os Conce)' os Municipales,
sufragios admltI dt d
C:onsti1tUClilD
asan a ser escru a os a
p.
dio el poder de anularlos. La
a qUlenes se
ite esto' antes al contrario
(articulo 47)
per;:: la det~nninacion de aquellas.
dena que ,sea. m~uta e sin especie de escandalo, la
Y se esta vlen 0, no
I A amhleas admi.
monstruosidad estupenda de que tas . d:d de la Cons.
t
nomhre y por au on
tan un vo 0 enC
. I anulen atrincherados en
titucion y los once) os 0
,
una ley de partidos.
P
d'
' I Cd'go de roce t
EI ano de 1836 se promuI go e 0 t
mientos J udiciaZes ...
;ngens, cui lumen ademptum.
M onstrum horre ndum,.
(Virg., Eneida.)

~~::sz~~n~tituidos ~e

s:i~!;:~:~~sl:~~i:e ~:

;10

sistia acaso la prosperidad de su vida "futura, la ley


Ie impone la contrihucion escandalosa de doce por
ciento sohre la cantidad liquida 0 liquidahle que ha
sido materia del j uicio. Afiadese asi la afliccion a la
afJiccion; Y en vez de enjugar las lagrimas del infeliz, en vez de derramar un haIsamo sohre su herida,
la ley arma al magistrado de una espada de dos filos,
para que de nuevo profundice aquella y ocasione
otras consiguientemente mas letales 0 mortiferas.
El alio de 1836 se dio la ley de registros; y la de
hurtos, de pena cruel y degradante, contra el articulo
206 de la Constitucion, segun que en particular tratado 10 averiguamos. l l
Ampliose el circulo de la potencia judicial; privose
a los ciudadanos de derechos consagrados por la
mas sacrosanta j usticia; se les menoscaho su lihertad,
y dandose el mas estupendo ejemplo de desprecio a
los recihidos heneficios, se hizo y se hace todavia
azotar como viles esclavos, como a los ilotas entre los
espartanos, a aquellos mismos que vencieron en
EI Juncal, en Carabobo, en Bocachica, 0 a los que
se enorgullecen con tener en su venas la sangre de
los valientes a quienes la patria es deudora de 3U
vida.
lQue era, entonces, del anatema lanzado en 1830?
l Que era de Venezuela? . .. De hecho no existia gobierno repuhlicano; y aun las mediocres capacidades
conocian las tendencias de pocas a echar sin limitacion
en los medios, los fundamentos de su perpetuidad.

El puehlo estaha ahismado, como aquellos a quienes

d'
to para gas
Y la impia y depredadora ley e tlmpues r d d de los desorienta el huracan en los desiertos arenosos de
de usticia. AI que la suerte 0 a ~ena I a
;::ces ha arrancado un derecho preCloso en que
10.

Veanse las observaciones


Agricultor, n 9 33.

Libia. En esta manera de estupor paso el ano de


1837, felizmente; sin que se viese agravada su suerte

que sobre esta ley hicimos en EI


n.

[20 ]

Veanse Los Venezolanos. n 9 255 y siguientes.

[21 ]

ya de suyo triste y lamentable. Mas no fue asi en


des trabajos y peligros, hasta que perd" I
porque, a Ias veces, donde se cue t 10 aI corona'' 14
1838. Apenas se reline el Congreso, cuando se dio
la ley de papel sellado, derogatoria de la de Colombia,
y la humildad en la violencia, se
y por la cual se duplico el valor de aquel. (. Que cirque no sufre la muerte de la lib t d
enuedo
er a .
cunstancias pudieron concurrir a justificar esa exencion
gravosa?; entendemos
que
Vino
1839, y vinieron tamIen
b"' nuevos y
.
. d
bl no las hubo.. Las na
' eld anot de
1 uClOn.
os que h b'

Clones se yen preClsa as a esta ecer nuevos Impuestos


mas ru os
a aques
a la Consft .. L
b
I
h d
h
ec 0 e go lerno un mon
I" I
a Ian
o acrecer los ya establecidos, cuando se les prepara
una contingencia desgraciada, verbigracia, una guerra
lIamaban gobierno, y
os
que se
como sucedio en Holanda, corriendo el ano de 1624,
una franca libertad de
pod
que
A iva de la que n 0 saI'lesenna
0 saliese
epoca, l' ustamente, de la imposicion del papel sellado.
guerra .ofens
acer es una
Mas entre nosotros, nada de guerra, nada de aprestos,
no serVlr. quel don precioso d I
. n para
0 194
'
nada de escasez en el erario. Ninguna contingencia
la Constitucion
consagro en sue artlCu
os ,rePlubhcanos
que
fatal nos hacia temer. Los ingresos eran cada vez
gIamentoy por
una de
ley aquell
que h a :sta bl'
' se reespiritu
la letra
ecldo, contra
el
a0 mlsma
Con
ft
mayores. os pequenos ramos de la ad ministracion. .
0
a ., d' I
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e
a
ey
3
maritima Ldieron un exceso sobre los anteriores, de
preVIa censura. En el articul 2 d I lSI uClon, a
I
3.319 pesos Y centavoS. Las salinas, el de 33.433 pesos,
que e Impresor esta sujeto a la r
: . se Ice,
que es mas de la mitad del producto de los anos
autor, cuando requerido
esponsablhdad del
en quie el original
d
asados "12 "y las cal' as nacionales -decia el Minis. hresultare firmado por persona
para presentar
Smith-,
han
llegado
a
desahog
acerse
efectiva
la
responsabilidad
.
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pue
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tro
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Hacienda
arse
P
de sus principales angustias', se aumenta el credito la impresion ni al de la acusaClOn.
. . ' m al tIempo de

e:c~::~aeelvdasallaje,

nacion,OPOt~~o P?C~s
impre~ta ~re~ntIe;on

~o

I: e;ta~

Coartose al ciudadano I I"b


pensamientos. Establecios:
de publicar sus
sura del impresor A 'as
P eVla censura, la cencion no prescribe' sin: ,
el derecho de acusaimpresor tiene que
0 men os, por un ano, el
este
Ulrse
f largo tiempo',y len
se carcelero
dejan del editor por
Despues de esto nos vemos compelidos a confesar que e ectos de esta disposicion. . Y
conocer ya los
habia un proposito caprichoso de imponer al pueblo puesto al mas privilegiado d (.
trabas se han
mayores gravamenes. i
si los legisladores
no podemos decir ue s h erec 0 el hombre? lY
Como i Como si los
biesen de ser sus enemigos!
la soberania del pu;blo? e. a socavado el dogma de
principios republicanos?
.se han subvertido los
debiesen sufrir pesos inconsiderados
ciendoles, humillen sus animos! Una
que aunque
a un politico
necesidad puso al rey Don Alfonso el Magno en gran ni despues del ano de i83;
en ,Venezue.la,
Tocqueville-- que reinan aque
. IIosn prmClplOs,
l~s ~a~ses la-dICe
cen-

del Estado, se ha reducido el interes de los empres.


titos del tres por ciento, al uno y un cuarto por
ciento mensual, y los particulares seallanan gustosa
mente a facilitar recursos al erario sin mas garantias
que la confianza que inspira la marcha actual de los
negocios fiscales".13

c~mo
cons~~a~
b~

~al~

emmohre.~,

12. Memoria de Hacienda de 1838.


13. Memoria del mismo ramo en 1839.

[ 22]

S~ue
democratic~ ~' Olga~?,S

~~~nblO

14.

Mariana, Historia de Espana lib " 9 cap. 8.

[23 ]

sura es un absurdo sin dej ar de ser un peligro ...


La soberania del pueblo y la absoluta libertad de
imprenta, son dos cosas enteramente correlativas; la
censura y el voto universal son, al contrario, dos
cosas opuestas que no se pueden amalgamar en las
instituciones politicas de un mismo pueblo".15

sido los del'echos imprescriptibles del pueblo; su sistema, eL sostenimiento de la ley fundamental; sus
conatos, la difusion de los conocimientos necesarios
en una democracia; su fin, traer a los mandatarios
al circulo estrecho de sus deberes y hacerlos suceder
por hombres patriotas y de integridad a toda prueba.
En los cuatro afios que la oposicion constitucional
Restringida asi la libertad de la imprenta y colocada
tiene de vida, ha conquistado grandes y bien mereVenezuela en una posicion anomala; sin majestad ni
cidos triunfos. A traves de una larga y encarnizada
fuerza en la Constitucion, sin responsabilidad efectiva
lucha; afrontando mil dificultades gigantescas, el
en los magistrados, sin alternacion en los cargos
partido liberal se ha extendido, y formado la mayoria
publicos, con caprichos por doctrinas, con sobornos
de la nacion en todos los sentidos. Con independencia
por discusion, solo faltaba para aniquilar hasta la
marchO a la liza eleccionaria en 1844; Y firme, y con
idea de la dignidad republicana, reconcentrar en una
integridad de animo, y dejando muy atras las virtudes
sola mano el oro corruptor, y asegurar en 10 ade.
civicas y el heroismo de los atenienses y espartanos;
larite, por medio de reprobos y vergonzosos manejos,
despreciando el oro infame y los intereses materiales
la conquista de los colegios y asambleas.
que nada valen en contrapeso de las altas prerrogaCreose el Banco Nacional en 1841. ..
tivas de la ciudadania, vencio de una manera esplenPero antes de pasar mas alla en el recitado crono:' dorosa, y por doquier cantaban los pueblos, embrialogico de las iniquidades; antes de continuar con el ' gados de placer, los triunfos opimos de la libertad.
Banco, con la ley de espera, con el codigo de ins, Las elecciones primarias de 1844, son la voluntad
truccion publica debemos dar un solaz al alma, fati. ' naeional; las de octubre, la de aquella fraccion digada con el recuerdo de tamafias desventuras; fi., minuta que nacio y comenzo a crecer en 1836, para
j ando la epoca en que descollo la valerosa y cons
apoderarse de todo, y arrebatarnos la libertad politante oposicion. EI dia 21 de agosto de 1840 apareci6, tiea, la libertad civil, la libertad individual.
el primer niimero de El Venezolano, periodico
Y este es lugar de continuar hablando del Banco
pueblo, redactado por el senor Antonio Leocadio
como una de las potencias que obran con mas energia
man, y cuyos principios son los mismos que
y eficacia contra la resistencia de las masas, para
su elocuencia arrebatadora proclamo animoso el
radicar y perpetuar la oligarquia.
dor romano: "Malo periculosam libertatem,
Se establecio, dijimos, en 1841, compuesto su mayor
quietum servitium". Conforme a la ley 111'"U1IU'"
parte de extranjeros, y hasta su direccion esta a
las reacciones, la oposicion ha sido tan
cargo, en mengua de nacionales, de William Smith,
denodada, tan republicana, como abusivo,
ciudadano ingles. El Banco ha cumplido su mision.
degenerado el sistema' de gobierno. Sus derechos
En vano 5e ha declamado contra su inconveniencia y
pravedad. Nada vale que se hayan aducido las doc15. Tocqueville, De La democracia en La America del Norte, t.
trinas de los economistas que presentan los bancos
cap. 3.

[24 ]

[25 ]

privilegiados como un presagio de ruinas para el


comercio, los accionistas y el pais en general. N ada
vale que se haya dicho con la historia en.la mano,
"que no hay un solo banco de esta especle que no
haya hecho bancarrota y arruinado .a los e.mpresari~s
y a los acreedores, paralizando la m?ustna. ~el pals
por las oscilaciones que un ?umeran,o factIclO oca.
siona en el precio de la medlda comun de los valo.
res".'6 Nada; el Banco es una potencia oligarca y
debe subsistir. A despecho de toda la nacion, burlan
dose al inmenso numero de industriales que cumplen,
sumisos con los deberes de la asociacion, aiiadiendose
al oprobio el descaro, se liberta al Banco que ejerce
la mayor y mas pingiie industria, de! pa.~o de pat~nte,
y se viola, otra vez mas, la ConstItuclOn, con mso
lencia.
EI Banco, por si solo; el Banc? dominado P?r el go
bierno; 0 bien, el Banco dommando al goblerno, es
y sera siempre un antagonista y, mej~r ~ich?, un
enemigo formidable del pueblo y de sus mstItu~lOnes.
EI Banco tiende a los privilegios, a la excluslva, a
la aristocraeia. EI Banco trabaja, como ya 10 hemos
visto por llevar sus adeptos a las Camaras para do
min;rlo todo, y para que no haya oposicion a sus
proyectos ambieiosos. Asi comenzo el Banco de In
glaterra, y llego hasta conseguir por .la ley, que sus
cedulas tuviesen un curso forzado, slendo, entonces,
el despota soberano del pais.

centavos puede oponerse a ciento, cuyos creditos sean


de millares de pesos. Ninguna atencion se haee al
numero de individuos que concedan la espera, ni a la
cuantia, naturaleza y privilegio de sus ereditos. 5e
abrogo el gran principio de las mayorias; se abolieron
los fundamentos constitutivos de toda sociedad y de
todo orden. Del juicio de muchos; de la probabilidad
del acierto que racionalmente esta vinculado en las
mayorias; de la verdad y equid ad que se encuentran
siempre en la razon y la conciencia del gran numero,
se permite discutir y aun oponerse, robandose de
este modo a los individuos, hostigados por la desgracia, un beneficio que les concedian las leyes espaiiolas,
a cuyos soberanos, no nos eansamos de llamarlos
despotas, crueles y tiranos.
No bastaba el ciidigo; no el Tribunal de Comercio.
No estaba aun llena la medida de la injusticia y de
la iniquidad con la ley de impuesto, con la ley de
lOde abril, con la de registros; era menester santiHcar un absurdo y decir 10 que no han dicho los
principes idiotas del Congo, ni los leni, casi salvajes
de los tahiti an os.

Mas ihasta diinde no ha ido la desorganizacion incoada en 1836? iNo se ha dado un golpe funesto a
la instruccion general? iN 0 se han dificultado los
estudios por cuantos medios son imaginables? iNo
se ha separado la gran masa de los venezolanos de
Pero la institueion del Banco, no es la unica aberra- las puertas de las Academias? iNo se pretende asi
cion que se encuentra en 1841; tambien se dio la. ley barbarizar nuestros pueblos, hoy precisamente cuando
de espera y quita, analoga a ese desorden d~ doetrmas se proclama que la inteligencia es el poder; que la
y a ese imperio maquiavelieo de las fracclOnes. ~or inteligencia es el derecho; que la inteligencia es la
ella, no es la minoria la que se consagra ya en ~rm vida? i Y por que? Porque asi cumple a Ia estabilidad
cipio, es la unUad misma. Un solo acreedor de cmco de esa fraceiiin man dante que no tiene ciencia para
gobernar hombres ilustrados; que neeesita de Ia
estupidez en los ciudadanos para especular con las
16. Vease a Flores Estrada, Economia pou'tica. parte tercera, cap. 12.
jeyes que les hace recibir y, semejante a los despotas

[26 ]

[27 ]

del Bosforo, se asusta de que los ciudadanos lleguen


a conocer sus imprescriptibles derechos.
He aqui un bosquej 0 de la historia politico.legislativa
de Venezuela, trazado bien a la ligera; en el que de
proposito hemos pretermitido mil rasgos que concu
rren a caracterizar mas las ideas liberticidas de los
que se han apoderado del Gobierno de esta tierra.
Sirvan de ejemplo, las leyes de empleados en comision,
depresiva de la independencia de aquellos, la moneda,
el voto de confianza acordado al Ejecutivo, el 25 de
enero, etc. No podiamos tampoco decirlo todo, y 10
dicho basta para j uzgar si en tal estado de cosas
existen las condiciones de un gobierno legitimo. Si el
poder ha recaido en manos de los mas capaces; si se
han buscado las superioridades que hay esparcidas en
la sociedad; si el poder ha respetado la libertad de
los ciudadanos; si se ha organizado aquel y garan
tizado esta, porque en tales principios es que se Ie
vanta la bondad y perfeccion de un gobierno.
Ninguno hay que no palpe el malestar comiin, la
iniquidad de las leyes, la ignavia de los comisarios
piiblicos. Ninguno que no se vuelva entristecido a1
contemplar los trabaj os y miserias de la patria, cuya
esperanza de alivio no se col umbra en los medios
presentes, sino en los del porvenir. Algunos dias nos
restan de opresion y servidumbre; algunos dias de
ansiedad y tormentos. Todavia esas leyes abortadas
del averno para convertir las frondosas campiiias de
Venezuela en habitaciones pavorosas del tartaro, toda
via, decimos, duraran estables... pero ellas caeran.
Al fin, la voluntad del pueblo es incontrastable;
como la fuerza de un torrente que se desborda
impetuoso desde la cumbre de los montes.
Quizas alguno nos pregunte, ;,y para que se escribe?
En tal estado de cosas, ;, por que se agita la prensa?
Nosotros respondemos, ;,y por que no hemos de pa

[28 ]

tentizar los males que aquej an al pueblo? Si no inilalIIara Bruto a los romanos con la enumeracion de sus
calamidades y sufrimientos, no hubieran dado muerte
. al despotismo. insoportable. de Tarquino. Y en tiempo
a nosotros mas cercano, SI el conde de Richmond no
hubiera excitado el odio general de los ingleses contra
Ricardo III, nunca habria sido castigado este tirano.
En medio de los mas grandes crimenes que a cada
paso cometia, la nacion, dice un historiador 10 sabia
r no hacia mas que murmurar en secreto. '
A veces conviene ~onar las cadenas bajo cuyo peso el
pueblo lace:ado gIme, 0 mostrarle sus harapos tintos
en su propla sangre.
P~/.~lir.ado en EL VENEZOLANO. nC} 264. Caracas, 10 de
dlclembre d~ 1844. Firmado con las iniciales uF. L.", que
i:;r:;a:~l.n. 271 se precisaba que
ian a FeUpe

correspond

PROSPECTO DE "EL PATRIOTA"

LOS ESTADOS. N~CI.ENTES, c~alesquiera que sean las


formas ~ prmClplOs. constItutivos de su gobierno,
llegan mas tarde 0 mas temprano en su vida politica,
a un punto en que. no pueden absolutamente permanecer por mucho tIempo. 0 marchan hacia adelante
e~ l~ esplendida carrera de la gloria y del engrandec~m~ento; 0 retroceden necesariamente y con un moVlmlento de precipitacion, por la del oprobio y de
fa muerte.

Esa crisis terrible de grandiosos

funestos resultados'

e~~ moment? angustioso de donde se parte, sin remi~


81On, a la vIda 0 a la muerte, 10 han experimentado
todas las naciones antiguas y modernas; y no hay,
por tanto, un hecho a cuya comprobacion se preste,

[29 ]

con mas facilidad y profusion la historia. Por no


difundirnos demasiado, solo recordaremos dos ejem.
plos: Espana y Rusia, que si bien en sentido opuesto,
patentizan aquella verdad.
Espana llego a esa crisis, a ese estado transitorio y
violento en que los instantes de la existencia politic a
se llevan por cuenta; y si facil Ie fuera partir de este
punto al de su mayor auge y prosperidad constante;
al rigor de unas malas leyes administrativas y eco
nomicas de cuya fuerza compulsiva no pudo preca
verse, decayo; fue a menos con el hijo de Carlos V,
siguio en su ruina visible y espantosamente con los
Felipes III y IV, Y completo su nulidad en el reinado
del debil e ignorante Carlos II. Desorientada y en
la imposibilidad de vivir estacionaria, se despeno por
el sendero opuesto al que hubiera de conducir al
ultimo grado de su fortuna y poderio. Noventa mil
familias salieron de la Peninsula; la industria qued6
sin vigor ni fuerzas; el comercio se extenuo; desapa.
recieron los capitales; mermose la sociedad; secaronse
las fuentes de la dicha publica y cerraronse hasta las
puertas mismas del saber. i Que cuadro tan horroroso!
i A que infeliz estado no conduce una mala legislacion!
Rusia (en contraposicion con Espana) que tuvo aque
lla inevitable crisis a' la muerte de su emperador
Alexis; ruda y grosera, debil y desconocida a pesar
de su extension, partio de aquel punto dificil y, con
ducida por Pedro el Grande, fundo en la embocadura
del Neva y del Ladoga su rica y esplendida capital,
la primera de Europa en magnificencia y esplendor;
organizo su ejercito y marina; vencio en Pultava a
Carlos XII, el mas grande capitan de aquellos tiempos;
extendio a 10 increible su comercio; conocio las artes
de la paz y la civilizacion, y se coloco, por su poder
y sus leyes, al frente de las mas antiguas e ilustradas
potencias del mundo. i Tal es la fuerza de la buena
[30 ]

legislacion, Y de las utiles reformas! Partio Rusia a


su gloria con el zar Pedro; extendiendose con mas
brillo. las tr:s emperatrices,. y llego a su apogeo en
el remado Ilustre de Catalma II, la Semiramis del
Norte.
lY que prueban estos ejemplos? No otra cosa, sino
que es imposible a las naciones llegar a ese punto
critico, a ese grado de apretada dificultad y perma
necer inmutables y sin riesgo en e1. Decaen como
Espana 0 se engrandecen como Rusia. Las leyes las
abisman 0 elevan; las entregan a la miseria y a la
degradacion, 0 al poder y a la magnificencia.
Venezuela ha IIegado en nuestro juicio, a esa crisis
de empeno, y ocasion de vida 0 muerte; y creemos
que de hoy mas 0 desciende a morir con vergiienza, 0
se encumbra a vivir con ventura. Esa multitud de
malas leyes, de leyes inicuas y opresoras, dictadas a
la conveniencia de los enemigos de la patria, son los
r~cios temporales. que la agitan y la haran sumergir,
SI duran, en el Cleno del oprobio. zAcaso no son el
mayor azote de los pueblos las leyes malas? ZNo es
inmenso e incontrastable su poder? zPuede haber
moral cuando las leyes son inicuas? zRiqueza cuando
son depresoras? ZJ usticia cuando conculcan el dere
c~o ~e la naturaleza? zHonor cuando vilipendian la
dlgmdad del hombre? ZSociedad, en fin, cuando las
garantias individuales dejan de ser un canon inviola
ble, un fundamento eterno que ninguno ose contrastar? Si hasta ahora el Estado ha podido subsistir, a
pesar de tantos elementos de muerte y corrupcion
como se han desarrollado a porfia, es porque estos
han estado en lucha perenne con la fuerza vital de una
nacion jove?; pero hemos IIegado ya al punto en que
vencen aqueIIos, y se consuma nuestra ruina 0 son
vencidos y se decreta nuestra gloria.
'
Constituida Venezuela en tal estado de cosas, toea a

[31 ]

los buenos patriotas reunir su poder de inte~ig~ricia,


su poder de probidad, su poder de conOClml?ntos
pnicticos, para encaminarla por la senda de la ~cha;
y toca a la prensa periodica, a esa columna y fHm~.
mento de los gobiernos justos, a esa antorcha luml.
nosa que no puede apagar el viento tempestuoso del
despotismo; toca a la prensa, decimos, ilustrar. a la
opinion publica, empeiiarse en las graves cuestlOnes
de interes vital, seiialar los bienes que han de hacerse,
y reclamar, con gritos no interrumpidos, c_ontra los
males que se han hecho; a ella toca ensenar a los
hombres sus derechos, y decirles hasta donde alcanzan
sus deberes; a ella toea unir su inmenso poder. con
el de los ciudadanos probos, inteligentes y desmte
resados y ayudar con toda la fuerza de su naturaleza
gigante~ca a la grande y necesaria obra de la salva
cion de la patria.
Es por tales razones, y con este. objeto: ~ue se crea
El Patriota. Sus redactores, enemlgos acernmos de las
personalidades que solo provocan la nau~ea y el
hastio, entraran unicamente en el tratamlento de
cuestiones publicas. Desde luego, protestan que sus
principios son liberales; porque en Venezu~la no d~.
ben los ciudadanos profesar otros. La probldad poll.
tica repurrna tanto el vandalaje como la oligarquia y
el despoti'smo. Todo 10 que no sea constitucional es
inicuo; to do 10 que tienda a menoscabar la libertad
y la igualdad; a eludir la responsabilidad; a contra
riar el principio alternativo; a hacer efimera la segu
ridad personal 0 real; a disminuir el 'po~er sobera.no
del pueblo, es nefario r de una alta lmpledad socwl;
Por otra parte, en Caracas, donde primero se lanzo
el grito formidable de independencia.' no pueden adop
tarse principios, ni sostenerse doctrmas que maten la
libertad. Esto seria tan absurdo, como sostener el
Alconin en Roma.

[32 ]

El Patriota, sin embargo, no se reducira solo a la


politica del pais, dado que sera siempre objeto de su
preferencia, indagara tambien la del extranjero, y el
periodico saldra tan variado y ameno, cuanto es de
esperarse del proposito de sus redactores.
Como ningunas miras de especulacion 0 interes pecu.
niario mueven el animo de estos al emprender la
penosa tarea de la publicacion de El Patriota, el precio
de la suscripcion sera el que baste a sufragar los gas.
tos de su impresion. Diez reales por cada trimestre
de dace numeros es, sin duda alguna, un precio bara.
tisimo; y no se publica periodico en Venezuela del
porte y trabajo de El Patriota por un valor tan mo.
dico. Su marca sera exactamente igual a la del papel
de este prospecto, teniendo el periodico un pliego
entero.
Los redactores que tienen la oficina en su casa de
esta capital, calle de las Leyes Patrias, nlimero 44, no
recibiran comunicaciones, avisos, etc., que no vengan
francos de porte.

El Patriota saldra puntualmente los domingos; y se


enviara al interior, con eficacia, par el primer correo.
Los numeros sueltos se venderan a un real cada uno.
Se publico en hoja suelta, /irmado uFelipe Larrazabal".
el 19 de marzo de 1845.

INDICACION

CIRCULADO OPORTUNA Y numerosamente nuestro pros.


pecto, y publicado despues en El Venezolano, numero
272, por la espontanea oficiosidad de su redactor,
nos creemos relevados del deber de insertarlo en el
primer Patriota, consultando, por otra parte, el inte.

[ 33 ]

res de los suscriptores en la colocacion de nuevos y


variados articulos. Sin embargo, como puede suceder
que muchos individuos no hayan visto nuestra profe.
sion de fe politica, no habiendo llegado a sus manos
la hoja suelta en que circulo el prospecto, ni El Venezolano citado, a pesar de que nuestros principios son
harto conocidos por los diferentes articulos publicados
en los periodicos liberales de esta capital y que siempre hemos autorizado con las iniciales de nuestro
nombre, repetiremos aqui que El Patriota sostendra
las doctrinas liberales, en toda la extension republicana y decorosa que corre esta palabra; que sus redactores detestan en igual grado, el desenfreno del
vandalismo, como la artera y proterva mafia de la
oligarquia y el insoportable despotismo; que no miran
en la Republica prosperidades que celebrar, sino inicuas y ominosas leyes que vituperar, arbitrariedades
que denunciar, y una administracion misteriosa y
solapada, que huyendo de la publicidad, hace engendrar sospechas de sus alcances y de su conformidad
con la mayoria de los gobernados; que, por tanto,
pisando en el terreno firme de una justa y legal
oposicion, llamanin "inicuo" todo acto que emanado
de los poderes nacionales, no sea constitucional; y
"nefario y altamente impio", 10 que tienda a menoscabar la libertad, a destruir la igualdad, a hacer
quimerica la responsabilidad, a contrariar el dogma
alternativo, a socavar la seguridad individual 0 real,
a menguar, en fin, aunque sea en un apice el poder
soberano del pueblo.
No desconocemos tampoco el riesgo que corre el
escritor publico que con la pluma en su mano para
defender los derechos del pueblo cuya soberania descubre en todas partes, se mide con los poderosos,
prop ala sus maquiriaciones y ensefia a los ciudadanos
las cadenas con que se trama esclavizarlos, y reducirlos

[34 ]

a la mas h.onda y ultrajante abyeccion. Pero 'que


1
..
(,
va1e ese pe Igro por mmmente que sea? ,;,Habriamos
de callar? ,;,Habriamos, por temor, de dejar perecer
los derechos del.pueblo? No; el ejemplo de Bruto en
Roma, el de GUIllermo Tell en Suiza, el de los Principes de Orange en la~ Provincias Unidas, y el de
tantos otros que en medIO de la tirania mas sistematica
y fundamental han os ado levantar las banderas de la
liberta~ y colocarlas en los chapiteles del Harem del
despotIsm.o; esos ejemplos, decimos, nos arrebatan,
nos e~t~sIas~an; y cuando consider amos la grandeza
del mIlllsteno de quien defiende al subdito oprimido
contra el mandatario poderoso, desaparecen los peligros ~e la oposicion, 0 mas bien dicho, se convierten
en estJmulos que hacen al alma mas fuerte y vio-orosa
, ?apaz d e a f rontar los designios perversos " de los,
mas
que mtenten y presuman traicionar la patria.
Los redactor~s de EI Patriota que no viven de empleo;
que no l~ ,qUIeren absolutamente; que en sus habitos de
moderacIOn y frugalidad tienen un rico patrimonio
que les hace independientes a pesar de la escasez de
su fo~tuna; que son republicanos por patriotismo, y
enemIgos de los sultanes por patriotismo y temperamento, no pueden menos que ser liberales, viendo con
ho~ror y desagrado esos sistemas de cerrada oligar.
quw;, que en la practica, y contra el querer de la
Nacwn, se han entronizado en Venezuela.
Baste de indicacion.
Caracas, 23 de marzo de 1845.
EL PATRIOTA.

n9 1. Caracas 23 de maTZO de 1845. Firmado.

[35 ]

REFORMA DE LA LEY DE 10 DE ABRIL


[De 1834]
en reformar la ley que marca
la epoca de las desgracias y decaimiento de nuestra
patria. i Utiles tareas acaso, si dan por resultado la
proscripcion de la usura y el aprecio del trabajo!
La mayor calamidad de un pueblo es una ley en que,
lejos de reprobarse y condenarse la usura, se admite
y autoriza... Adios moral; adios los documentos
beneicos del Evangelio y de la caridad; adios los
sentimientos nobles y generosos; adios las aspiracio.
nes que no sean metalicas, el contento de la mediania,
el pundonor, la decencia misma. Todo se reduce en
tonces al calculo; a sacar ciegamente un fuerte, si es
posible, de un centavo, sin curarse el usurero del
modo ni de las condiciones; de la suerte del infeliz
deudor, ni de la calami dad instante que Ie fuerza
a suscribir un pacto que repugna su probidad y que
detestan las leyes que han regido al mundo en todos
tiempos. La sabiduria que prohibio la usura a los
hebreos entre si, la permitio para con los extranos,
tomandola como un poderoso agente de disociacion,
como una de aquellas artes cuyo ej ercicio ocasiona
precisamente la inquietud y desazon entre los hom
bres, y la pobreza y abatimiento de las republicas que,
imprudentes, la ejercitan.

SE OCUPA EL SENADO

prurit~, y.mejor dicho, u~a picazon de afrontar y


dest~U1r: 51 les fu~ra pO~lble, las maximas que el

crisuaDlsmo, en la lllmensldad de sus beneficios ado


rabies habra hecho sancionar a las potestades civiles.
Este deseo, profundamente sensible, los aguij onaba;
y des~WlS de al~unos paralogi,smos, de algunas conse
c?e~c~as mal hIladas; despues de algunos ejemplos
hlstoncos falsos 0 acomodados al antoj 0, con que
deslu~braban a sus lectores y querian dar peso y
aut~r~dad a sus conceptos, concluran diciendo: que
fa /!c!tud de la usura era un axioma de la economia
poUtica; que la ignorancia de esta ciencia, era el ori
ge~ de. las l~~es represivas del interes del dinero, y que
la mvwlab!hdad del derecho de propiedad no permi
till qne se tasase el premio de la moneda en los con
tratos de mutuo, etc.
.

Los defensores de la usura y de la ley de lOde abril,


acuden siempre a buscar armas prestadas en el arsenal
gastado de los economistas y enciclopedistas del si
glo XVIII, para venirnos a sostener con teorias que
"la tasa del interes es una descarada violacion de la
propiedad". En este punto como en muchos otros, los
ilosofos del siglo pasado mas bien que convicciones y
fundamentos doctrinarios de la ciencia, tenian un

Para contestar y confundirles una vez por todas, no


echaremos ~ano de Platon y Aristoteles, los dos mas
gra~des gem?s que el mundo ha conocido; ni de Caton
y S~neca; m de Plutarco, el preceptor admirable de
TraJano; y mucho menos de la universalidad de los
Padres d~ la ~glesia, griegos y latin os; porque todas
estas e~lllenclas como condenan la usura, como la
c~ractenza~ de torpe y nefaria, como la juzgan por el
smtoma mas apurado y perfecto de inmoralidad
d
t " 'SOCIa,
1 son repro b ados, imputandoselesy
. es rucCl?n
IgnoranCIa y falta de buenos principios. Para con
testa:, noso~ro~ usaremos de otros argumentos que
~o benen. replIca; de otras autoridades a quienes la
ImpudenCIa no puede culpar de ignorancia. lPor que
es, que desp~es de tantos esuerzos para sostener la
~s?ra; despues de tantos volumenes escritos sobre su
hCltud, sobre su inocencia, sobre sus fundamentos
natural:s, sobre la ineicacia de las leyes absurdas que
la, repnmen; por que es, decimos, que las naciones
mas Ilu~tradas de los tiempos modern os, aquellas que
5e conslderan como el tipo de los progresos morales

[36 ]

[37 ]

l\,~~~

_ _........._ _ _ __

y materiales y que a su caheza tie~en los maestros de


la ciencia economica, han tasado slempre y tasan hoy
mismo el interes del dinero, prohihiendo la usura y
castigando los contraventores severamente? lPor que
no han dicho como Venezuela, el pacto de toda USura
es licito y la justicia 10 han! cumplir? En Francia se
ve fij ado el interes legal al 5 por cie~to en las tran
sacci ones civiles y al 6 en las comerCIales. En Ingla.
terra, durante el reinado de Enrique VIII, se fij 0 a\
10 por ciento; posteriormen~e se redujo al 8, desp~es
al 6 y por Ultimo al 5 por CIento. En !rlanda. suhslste
siempre al 6 por ciento y ~ara ~as Indlas Occldental~
se taso al 8. En el Indostan mlsmo no se puede esh
pular mayor interes que el10 po: ciento al a~o,.maxi.
mo que permite la ley. lPor que estas restncclOnes?
. Por que este cuidado de contener al logrero en los
~ontratos? EI j uicio y la solidez de los sahios que
presiden los destinos de tantas nacion:s e.n extremo
civilizadas se ha hurlado de las teonas mconsultas
de los ec~nomistas de la usura. Y lpor que? lNo
sera seguramente porque estas son enganosas, y des
arrollan en su practica el germen fatal que pone en
esqueleto la sociedad mas poderosa y comercial?
Si volvemos la vista atras para examinar las serias
legislaciones de los grandes imperios que nos han
precedido en la vida politica, no encontraremos p~r
cierto nada que se parezca a nuestra ley de 10 de abnl.
Tacito nos dice, que las leyes de las doce tahlas entre
los romanos prescrihian el uno por ciento al mes;
interes que se redujo despues al medio, y que, final
mente, se prohihio del todo, en vista de que era
ocasion /unesta de discordias y sediciones. En Alema.
nia las leyes de los emperadores Maximiliano I y II,
Rodulfo y otros, han procedido de acuerdo con las
de Lotario y Carlomagno para reprimir la usura.
En Espana vemos esta condenada desde el tiempo de
los visigodos. Las leyes de Partida y las del Ordena

[38 ]

miento de Alcala, reproharon tamhien la usura y


pen aron a los logreros. Es notahle el principio de la
ley 4~, tit. 69 , lih. 89 de la Recop.: La codicia --se
lee alli-, que es raiz de todos los males, en tal mao
lIBra ciega los corazones de los avaros, que no temiendo
aDios ni habiendo vergiienza de los hombres, desvergonzadamente dan a usuras en muy gran dano de
nUl!stroS pueblos.
Ahora hien, l que se deduce de este consentimiento
universal? l Que consecuencia podemos inferir de no
haber podido hallar en la inmensidad de las leyes de
las naciones antiguas y modernas una siquiera (ex
cepto la nuestra del 10 de abril) que se preste a per
mitir ahsolutamente la lihertad de contratar? lSera
que aquellas no han tenido ni tienen la ilustracion
que nosotros? lSera que su comercio ha sido mas
ratero que el nuestro y su credito menos valioso?
lSera que los legisladores han querido conducir sus
imperios a la ruina por medio de estas prohihiciones
que los idealistas modernos impugnan y maldicen?
-No. Digamos de una vez 10 que hay en realidad; es
que los autores de las leyes represivas de la usura se
propusieron la paz y la armonia necesarias entre ciudadanos de una misma Repuhlica; no quisieron ahrir
la puerta a un contagio que hahia de costar necesariamente la vida a muchos individuos; ni ver con ojos
indiferentes que la astucia manera y criminal de un
usurero se aprovechase de la conducta ligera e imprevisiva de los j ovenes, de la fragil dehilidad de las
mujeres, y de la suerte calamitosa de un padre de
familia a quien sus conflictos del momento 10 apre
mian a suscrihir un pacto, que mejorando transitoriamente su posicion, la empeora despues para siempre, contrihuyendo a hartar la insaciahle voracidad
del cruel logrero. La necesidad es ciega, como 10 es
tamhien la avaricia; pero si aquella se presta a un
mal futuro y puede ser disimulada, esta que en una

[39 ]

confianza impia solo desea una contingencia ruinosa,


no merece mas que la execracion y el anatema. Las
leyes trabajadas con prudencia y buen seso p.ar~ el
bien de la sociedad, no pueden menos que repnm!r y
condenar los pactos de usura y logro; las que COlllo
la de 10 de abrillegalizan todos los contratos, y ponel!
a los ministros de la j usticia santa a cumplir los
convenios de la iniquidad, son para el infeliz Estado
el azoe mortifero que al respirarlo concluye con la
vida. Ellas son la causa radical de todo atraso; ellas
apagan los sentimientos morales del pueblo; ellas Ie
conducen a sacrificarlo todo en ellibidinoso altar de la
avaricia, y forman de los ciudadanos nacidos acaso
con estimables dotes, otros Tantalos que desconocen
la compasion; que no aman a nadie porque sus rique.
zas y el modo de adquirirlas absorben todos. sus
afectos y pensamientos; que rehusan 10 necesano a
sus familias, porque 10 necesario les parece super~uo;
que viven inquietos, que son capaces ~e las acclOnes
mas bajas, y entregados a una pasIOn excluyente,
odian la sociedad y yen su fortuna en la ruma y
miseria de los demas.
Estas son unas de las miles funestas consecuencias de
las leyes que despiertan en el hombre la pasion de la
avaricia. Mediten nuestros senadores y representantes;
convenzanse; y no den al logro y la usura en Vene
zuela, la proteccion que no tienen, ni deben tener en
ningun pueblo del mundo.
Muy caro nos ha costado el ensayo de una teoria
descabellada; y despues de diez anos de lagrimas e
infortunios, despues de diez anos en que Venezuela,
como Troya, ha sufrido el mas espantoso asedio de
la falange usurera, parece llegado el tiempo de reparar
y corregir.
Un rasgo de pluma puede volverla a la vida.

* * *
[40 ]

Encnur/stro numero 49 empezamos a tratar esta cues!ion que, en importancia, se ostenta como la primera
para nosotros. Entramos a discurrir, y de dos partes
que contiene la ley, la primera de estas, la funesta
lihertad omnimoda de contratar, nos ocupo de tal
modo, que fue preciso dej ar para despues la segunda,
esto es, el remate de las propiedades.
AI entrar en prensa aquel numero, supimos de una
manera autentica y dimos cuenta a nuestros lectores:
que las fuerzas de los logreros habian vencido, en el
Senado, a las de la razon y la j usticia; y que despues
de tantos clamores, y cuando se anunciaba a la Republica la reforma de la ley de 10 de abril, y se esperaban en el porvenir temporales menos recios de los
que han hecho zozobrar nuestra existencia pasada, la
abominable usura quedaba viva y enhiesta, levantada
la mano asoladora con que en un momento, destruye
las mas pingiies regiones del universo. c
Esta engafiifa 0 decepcion no era digna de la ma j estad
de un Senado. Publicar en altas voces que se va a
hacer la reforma que el pueblo pide, y despues dejar
a oscuras, delusoriamente, las esperanzas de este, no
es ni puede ser j amas propio de la circunspecta categoria de los senadores de una nacion libre e ilustrada.
Pero i que hemos de hacer! l Como hemos de dar
circunspeccion a quien no la tiene, a quien no quiere
tenerla, a quien no qui ere ni fingirla?
Paso a la Camara de Representantes el proyecto, y
sin tocar otra vez la cuestion de la ilicitud y desventajas de la usura, entraremos hoy a examinar la segunda parte de la ley, en el estado de imperfeccion en
que la ha dejado el Senado.
Veamos como dice el articulo del remate.

Art. 39 Abierto el remate par el tiempo que se fije,


5e dara la buena pro al mejor pastor, siempre que su

[41 ]

o/erta no baje de la mitad del precio dado a la COi>a.-_~!II


Si ninguna postura alcanzase a esta mitad, habra
segundo remate al decimosexto dia despues del
tuvo lugar el primero, y en el se adjudicara al
postor, si su o/erta no bajase de los dos quintos
mismo precio; pero si ni aun este se o/reqiese,
ad judicara la cosa al acreedor 0 acreedores, si
pidieren, por dichos dos quintos, debiendo devolverjB
a su deudor el sobrante si 10 hubiere, deducidos los
costos del remate.
De este articulo al 1Q de la ley de 34 que legitima
remate por 10 que se ofrez~a en publica almoned~,
sin duda, alguna diferencla; pero no por eso duemos
que se ha dado un paso muy adelantado, ni que .a las
propiedades se ha restituido el valor que en si henen
y que realmente merecen.
Desentendiimonos del primer concepto del articulo,
o sea de la oferta por la mitad del precio dado a la
cosa; porque diciendo la ley, que si no hay postura
por esta cantidad se adjudique la cosa rematable al
que ofrezca los dos quintos del mismo precio, claro
estii que no extenderiin los licitadores un apice mas
aHii de estos sus propuestas, por razones que, como
todos saben, nos parece fastidioso repetir. Discurra
mos, pues, sobre las desventajas de la venta forzada
por los dos quintos del precio dado a la finca 0
propiedad.
Investi aando los principios relativos a los cambios y
leyes q~e regulan los valores, es sabido: que el valor
de una cosa cualquiera (articulo de riqueza) se
considera, ya respecto del trabajo y capital empleados
en producirla, ya respecto a la cantidad de otros ar
ticulos de riqueza 0 trabajo que con eHa se pueden
comprar. De donde los economistas asientan que el
valor real, 0 como dice Smith, "el precio natural y
necesario es el que regula precisamente el valor venal

[42 ]

o valor) en cambio de las cosas", disminuyendo 0


aurnentando este cuando disminuye 0 aumenta aquel,
dado que la tendencia de estos dos valores es al
equilibrio cuando la industria es libre 0 de manera
alguna esta entrabada la concurrencia de los postores.
De estos principios inferimos nosotros, que un remate
por los dos quintos del precio dado a la cosa remata
ble, no se ajusta con la teoria de la ciencia economica,
porque este valor venal no sera constantemente regulado por el real 0 necesario de la cosa ofrecida; sucediendo, en este caso, que el comprador y vendedor 0
rematador y deudor propietario no se dan reciprocamente el verdadero equivalente de 10 que cada cual
recibe.
Ademas de oponerse a los principios de la economia
la ve?ta j u?icial p~r los dos quintos del precio dado,
desahenta mdefectlblemente al propietario' uno de
los males mas incalculables de la ley de 10' de abril.
S,abe aqu~l q~e en un remate de esta especie, habra
slemp:e meshmada una porcion de riqueza que
pasa~a, mtegra; a manos del rematador, sin que por
tal Clrcunstancla venga al productor mayor ventaja.
Est~ ~dea que siempre es desesperante, hace desmayar
el an~mo del prod~ctor; y cuando considera que sus
trabaJos y afanes mdecibles, sus privaciones, sus economias, su industria, su capital empleado, que todo
concurre a h.acer valero su propiedad veinte mil pesos;
cua~do consldera, deClmos, que estos veinte mil pesos
s~ran rematados por ocho mil, desapareciendo sin
nmguna esperanza de adquisicion doce mil 0 sea los
tres quintos del valor de su finca, que 'representa
tant?s valores, se aparta de sus empresas, descuida el
CUltlVO .?e su campo, abjura las ideas de mejora y
perfecclon de la fmca, y retira su amor (imal imponderable!) .de aquella ~osa misma, que con leyes
menos depreslvas formarIa, no solo la base de su
existencia sino tambien el encanto de su vida.

[43 ]

Continuar trabajando espontaneamente, .decia un es


critor moderno, a pesar de estar c~nvenCldo que otros
se han de aprovechar 0 han de dIsponer de los pro. _
ductos de sus esfuerzos y desvelos, .es ~a locur~ 0
fatuidad, y un fenomeno moral que lamas se ha v~to
en ninguna nacion del mundo. (F. Estrada, Economza).
Por otra parte, los poseedores de propiedades raizales
han debido contar, y contaran en efecto: antes de los
pesimos ensayos de depravada economla que hemos
hecho, que sus fincas compradas en el curso del ca;n'
por 1a s dos terceras partes de su. valor,
. tendnan
'
.
b10
n todos tiempos y circunstancias el mIsmo JustIprec:o.
~oseen con buena fe, con titulos justos, con pr?pIe.
dad legal, con dominio pleno; y la ley que au~onzase
para que se vendiesen forzosamente por dos qumtos de
su valor, aquellas mismas propiedad~s que se obt~.
vieron por las dos terceras partes. de este, arreba~ana
con manifiesta injusticia la propledad ~e ~os clUda
que
d anos, Y destrozando el canon constItuclOnal
h' d
garantiza la inviolabilidad de aquella, ana esapare
r uno de los medios indispensables para aumentar
~:s facultades productivas de la industria. i Grave mal
y de espantosos resultados! La falta .de respe~o a la
propiedad escribe el reciente economIsta espanol
hemos cit~do, es la mayor calamidad que se
imaginar: los desastres de una guerra, de. una
y del hambre, pueden _repararse en poco tIemp?;
ue provienen de la mortifera influencia de un SIstema
:Ie violacion y de dilapidaciones, no se puede repa~ar ...
En Turquia, que las leyes no respetan la p:opledad,
se ha extinguido en el individuo tod~ estImu~o de
industria y de actividad, y ha desaparecIdo no solo Ja
facultad, sino hasta el deseo mismo de salir de Ja
barbarie.
Aiiadase a esta serie de razones otra no menos importante; y es, que como el capitalista ve arriesgado

[44 ]

eJ ernpl~o de su dinero en la adquisicion de propiedades, 10 destina a logros y usuras, 0 a cualquiera


otra ocupacion donde corra menos azares, sustrayendolo de aquel genero de industria donde su accion,
como en la agricola, es indisputablemente mas provechosa para la sociedad en general.
Despues de estas consideraciones universales de justicia y economicas, consideraciones tan obvias que
saltan a la vista misma del mas ciego, no queremos
terminar el articulo sin que antes patenticemos la
extraiieza que nos causo y debio causar al ver que
se fijaban en el Senado los dos quintos del valor en
los remates 0 ventas judiciales tratandose de contratos particulares, en el tiempo mismo que la Camara
de Representantes sancionaba el articulo 19 del proyecto de ley sobre movilizacion del credito territorial,
en que dispone "que la venta judicial de las fincas
hipotecadas se haga por las dos terceras parte de su
valor calculado por peritos, etc."
No nos acostumbramos jamas, a pesar de los multiplicados ej emplos que nos ofrecen los actos legislativos de Venezuela; no nos acostumbramos aver
can indiferencia contradicciones de bulto tan monstruoso. Sancionar el Sen ado tal disposicion, y en el
misrno dia y en identic a materia otra la Camara de
Representantes, es una anomalia que para explicarse
es menester ocurrir primero a convencer que en
muchos de nuestros legisladores no reinan doctrinas,
no prevalecen principios, no hay sistema, ni teorias,
ni ciencia, ni desinteres, ni patriotismo; y que la
mayor parte de las leyes las confeccionan los partidos,
alia en sus poridades, sin atencion a las necesidades
del pueblo, ni a la moral, ni a las costumbres, y
muchas veces, ni a la decencia publica.

La Camara de Representantes al debatir el proyecto


de ley que Ie ha pas ado el Sen ado, tendra presente

[45 ]

------algunas de las razones, que entre much as, .


apuntado y prudentemente fijani los dos terClOS
valor pa:a los remates 0 ventas judiciales. Es
imposible que esta Camar~ no. sea consecuente
sigo misma; y si 10 es, y S1 olVlda ~us acuerd?s, y
deja arrastrar por el Leviatan que ,1~{unde m1edo
el Senado y que firme en sus propos1tos ora
al mal, ora se opone al bien, ya sostiene la
cion de los ciudadanos, ya vota porque suene
tra patria el crujido horrible de.l~ cade~a
.
si se rinde, deb ii, a las permclOsas 1nfiuenclas
quien no tiene amor a esta tierra, P?rque en ella
tiene hijos, ni esposa, ni una c~sa, nl una ternera,
una mata; aiiadiremos las refiexlOnes de este l""UU.iiUl)1l
a las que antes de Mora nos ha hecho {ormar
triste cuanto vergonzoso colegio de octubre, en ~onde
la corrupcion, el sordido interes y la ausen~la de
todas las virtudes civicas, engendraron fenomenos
incapaces de rectitud y de firmeza.
No quiera Dios que podamos echar en cara a nuestros
representantes una debilidad 0 {alta de entereza, qu~
seria, a todas luces, indisculpable; que podamo~. cn
ticar con la causticidad de Persio, una versabhdad
demente que rebajaria nuestros diputados.hasta un
grado indefinible; antes mej or, 1plegne al c1elo!, que
se cierre el Congreso y desaparezcan nuestros apo
derados, aunque no podamos mas recoger los poderes
que les dimos.

*
EI Liberal del sabado 3 del corriente dice en el prin.
cipio de su articulo que sirve de Editorial, que "Ia
libertad del pacto de la venta de las propie~ad~s pOI
10 que ofrezca el mejor postor en subasta, ~ubhca,. e.s
una derivacion natural de la libertad pohhca y cml
por virtud de las cuales todo asociado mayor de

[46 ]

dad Y h:ibilpara contratar, no puede ni debe ser

~ artado en el usa de su derecho". El Liberal dista ya

~
de nosotros d'lez anos;
lpara que, contestar aI que esta'
, ?
Ian atras.

vO

nu-

Se publico en la seccion editorial de EL PATRlOTA,


meros 4 r 8, de 13 de abra r II de mayo de 1845,
respectivamente.

EL PORVENIR
EN MEDIO DE LA OBSTINADA LueHA que ha habido
entre los gobiernos y las ideas, entre los tronos y los
pueblos, el siglo XIX ha visto ensanchar considerablemente los !imites de las ciencias, y nuevos y portentosos descubrimientos han venido en auxilio de
la idea social, de la civilizacion.

jEl vapor! ... He aqui la palabra magna de nuestro


siglo ; he aqui la palabra que envuelve el porvenir del
mundo.
Los destinos futuros de las naciones no dependen ya
de una victoria ni de un tratado.- Pasaron los dias
de Lepanto y de Tilsit. Un Congreso de soberanos, un arreglo comercial, una batalla como las de
Farsalia, de Fontenoy y de Austerlitz, son cosas
suhalternas que no . preocupan muy fuertemente la
alencion del estadista ni del politico.- El vapor ....
el vapor 10 absorbe todo, 10 llena todo. Es la fe de
nuestro siglo; la esperanza de la posteridad.'
1. Aqui 5e tratn solamente del vapor de agua producido por un
calor de mas de 100 grados, y cuyo vapor es especificamente
mas ligero que e1 aire.- EI vapor desempefia un papel tan im~
portante en la naturaleza, y los hombres 10 han apropiado a sus
ncccsidades de tantos modos diversos, que era imposible que no
Harnase la atencian de todos aquellos que se interesan en el
progreso de las ciencias fisicas.- Los estudios y experiencias sobre
eJ vapor. remontan a una grande antigiiedad; pues haee dos mil

[47 ]

i
I

Por mas que digan los espiritus pesimistas y de


tradicci6n, nuestra epoca es grande y bella.
maravillosas se preparan; y nuestros hijos
mirados, magnificos y brillantes
otros valemos mas que los nombres de
y de Luis XIV.

Ninglin siglo puede compararse con el siglo XIX


Los portentosos descubrimientos de nuestra epoca y,
sobre to do, la invenci6n de las maquinas de vapor,
que ejercen una influencia inmensa sobre el desarrollo
industrial, han caracterizado magnificamente nuestra
edad, y encumbrandola sobre los siglos mismos que
se lIamaron siglos de oro.
lHasta d6nde no ha llegado la generaci6n presente?
-Digamoslo con gusto:
anas que Heron, filosoio de Alejandria (e1 Vaucanson de aque.
1105 tiempos), pretendi6 emplear e1 vapor como una fuerza motril.
Empero, esa idea qued6 sin resultado; y hasta ahora, en nuestros
dias, no ha venido a realizarse extensamente.- Invadido e1 espi.
ritu humano, subyugado por las disputas teo16gicas, por la alqui.
mia, por la astrologfa judiciaria, pOI e1 estudio inmenso de las
leyes romanag y de los c6digos bar baros, no penso en seguir las
trazas de las experiencias y de las investigaciones del filosoio de
Alejandria. Al principio d"el siglo XVII, Salomon de Caux, que st
decia ingeniero y arquitecto de Su Alteza Palatina, publico en
Francfortsur.le-Mein, una obra titulada: Razones de las /uerzal
movientes~ en cuyo libro, escrito sin pretensi6n, se halla la descripcion de un aparato para haeer subir el agua con la ayum
del fuego.- EI libro de Salomon de Caux se dio a la estampa
en 1615.- De entonces aea. datan las tcntativas reiteradas para
obtener el resultado definitivo del empleo uti! del vapor.- Fulton,
americano, fue el primero que lanz6 al agua en Nueva York, el
primer buque de vapor. La potencia y la utilidad de este poderoso agente 5e dcsplegaron lentamente en el oceano; pero, en
compen5aeion, tomaron, desde 1810, un prodigioso vuelo en
los campos del comercio y de la industria.- El vapor estn lla
mado a obrar en e1 mundo una revoluci6n mas completa, mas
radical que la que han producido los descubrimientos de la pol
vora, de Ia imprenta y aun del mismo Nuevo Continente.

[48 J

A. juzgar por la extension, por el valor,

y por las
ecuencias trascendentales de las conquistas
veri.
.
jicadas hasta hoy por los hombres del sLglo XIX, debe
esperarse, con fundamento, un porvenir mas lisonjero
para la especie humana, que tantas tribulaciones y
amarguras ha pasado en la larga peregrinacion de
mil ochocientos arios.
~Tls

Las distancias han desaparecido.


Los navios no tienen necesidad de viento para atravesar el oceano, que es el gran camino del comercio
de las naciones.
El paquebote que parte para el polo austral, para la
tierra de Van Diemen, atravesando dos veces los
lropicos y recorriendo el diametro de la tierra en los
extremos del universo, estara de vuelta dentro de
poco tiempo, habiendo ofrecido al pasajero una
camara tapizada de anacardo, ornada de seda, de
espejos, de flores, de bibliotecas, de instrumentos
musicos, y provista de todas las delicadezas de una
mesa esplendida.
Los sistemas de canalizaci6n y de riego se han in.
troducido hasta en las naciones mas pobres y atra.
sadas.
Los sistemas hidraulicos de Manchester, de Londres,
de Liverpool, de Birmingham y otros paises, atesti.
guan las magnificas concepciones del genio moderno.
EI de Filadelfia es un prodigio.

AI favor del telegrafo de dia se transmitian antes


con dificultad y mucho costo algunas ideas a los
lugares apartados. Para veneer los accidentes atrnos.
fericos se invent6 y perfeccion6 el telegrafo de noche.
Hoy no existen mas que telegrafos electricos.- Por
medio de ellos se habla de un polo al otro, como si
los interlocutores estuvieran sentados, uno frente a
otro, en una misma sala.
[49

4
Los caminos de hierro de Inglaterra, de Alemania,
Francia, de Belgica, de Rusia, de Austria, unen
la Europa en una sola y vasta confederacion.
El gas alumbra de noche las ciudades con una
clara y refulgente. En vano se esconde el sol y
dej amos sumidos en las espesas tinieblas de la
La pila de Volta reemplaza al astro del dfa.
Dios creo la luz, y Taylor descubrio el Iuido lucfferJ:
La electricidad sirve a nuestro provecho y a la Vez
a nuestro recreo.
El suelo perorado hasta en sus mas reconditas pr().
fundidades, se ha visto obligado a brotar duIces rna.
nantiales y regar valles extensos, que se creian con:
denados al oprobio de la esterilidad.
La luz ha contado sus secretos al ingenioso Daguerre.
De un dia a otro, y no muy distante, se hallara tatn.
bien el medio de dirigir los globos aerostaticos, y la
conquista de la atmosfera cambiara, sin duda, la faz
de la tierra.
BruneI, el Arquimides del tunel, ha unido dos pueblos
por un camino subterraneo abierto bajo el Tamesis.
Donde no pudo construirse un puente por la exten
sion y profundidad del rio, se trazo un camino de
ruedas, que pone en comunicacion millares de
hombres.
Ruolz, el socio de Elkington para el dorado de los
metales sin mercurio, lleva en su camisa un diamante
que el mismo ha fabricado.
Applegath, ingeniero ingles, ha pedeccionado la pren
sa de vapor, adelantando su invencion hasta el grado
de dejar atras el consumo de Europa y del mundo
entero. - j Doce millones de hojas de papel, pueden
imprimirse por dfa, empleando solo cien maquinas de
las que llevan su nombre!
[50 ]

W It ha aplicado el vapor a las maquinas de fabrica


.~n de telas de algodon, y hoy en solo cinco conda
~!O de Inglaterra hay mil setecientas maquinas que
osresentan la fuerza de sesenta mil caballos y que
rep
en cada una dos mil piezas de algodon por dia,
haC
de cineuenta y cuatro varas pleza.
Robert ha inventado una maquina para haeer papel
de grandes dimensiones que, mejorada gradualmente,
lreee ya en pocos minutos resultados que no se
~btenian antes en muchas semanas. En solo el Reino
Unido de la Gran Bretafia se fabrica hoy una enorme
sUJ1la de papel que produce al tesoro un millon de
libras esterlinas.

Tenemos en el aire, en el agua, en el fuego, en el


hierro servidores mas activos que los esclavos de otro
tiempo, y servidores a quienes podemos hacer trabajar
sin descanso veinticuatro horas por dia, sin temor
de que se nos acuse de barbarie y de crueldad.El hierro y el vapor trabajan solos. La materia in
sensible hace hoy todas las gran des obras de la
tierra. Esas ruedas dentadas de acero, esos tubos
contorneados en espirales, esos homillos de alimenta
cion pro pia, esos engarces, todas esas maquinas misteriosas y complicadas, relucientes de acero y cobre,
en el seno de las cuales se oyen los ruidos formidables
del contrapeso y de las palancas, parecen dotadas de
inteligencia y de vida. ElIas estan encargadas, como
heroos dicho, de todas las grandes obras que roban
nuestra admiracion. Ya no se emplean como fuerza
motriz, la vida, la sangre, los musculos, el sudor.Ya no se conmueve uno con el espectaculo horrible
del hombre convertido en bestia, ni con el de la
bestia amarrada a un palo, expirando desmayada baj 0
el foete del jornalero.- Salomon de Caux ha sido
el Cristo que ha redimido a los brutos del pecado que
los oprimfa.-Ha mucho tiempo -dijo- que los

[ 51]

minerales reposan en el seno de su madre; saquemos.


los; es preciso que trabajen a su vez: elias que 1!0
sienten cansancio ni fatiga.- Dijo, y el bruto des.
canso, y descanso tambien el infeliz obrero.
El hombre, libre ya de los cuidados viles, puede
cultivar en paz su razon, consagrar sus filerzas a la
mejoracion de si mismo, en vez de consumirlas en
traba j os penosos e innobles, y guardar toda la viva.
cidad de su espiritu para las especulaciones de la
inteligencia.- La perfeccion de los medios locomo.
tivos hara de los viajes, tiempo de reposo. Ellabrador
encorvado hasta hoy en el surco que ha abierto
penosamente su arado, descansara manana viendo
trabajar al arado de vapor, y levantara su cabeza para
mirar las estatuas y los cuadros y oir los cantos de
los poetas y de los musicos. Todas las deformidades
causadas por el trabajo desapareceran; los miembros
del cuerpo humano no ejercitados desigualmente por
una funcion continua, conservaran su belleza y su
primitiva forma de proporcion. La higiene publica
hara inmensos progresos que prolongaran la vida
humana. La quimica se aplicara a descubrir las sofis
ticaciones del comercio; y los medios de compro
bar el fraude seran tan obvios que 10 haran casi
imposible.
<

El hombre del siglo XIX es, pues, el que merece, con


justicia, el titulo augusta de Rey de la creacion.Nuestra epoca es grande. Nosotros valemos mas que
los nornbres de Augusto y de Luis XIV. Vanaglorien
algunos, enhorabuena, a Virgilio y a Racine; alaben
otros a Homero, a SOfocles, a Dante, al Tasso, a
Corneille. .. Nosotros tenemos tambien que alabar,
y con que enorgullecernos; y los titulos de nuestra
vanagloria son, sin duda, mas evidentes y mas
humanitarios. Esas maquinas sencillas de movimiento
suave, que con millares de delgados husos, tuercen

[52 ]

JIlas hilo en un minuto, que el que pueden torcer todas


las hilanderas de la tierra en ocho dias, lno tienen
por ventura tanta yoesia como l~ que hay en todos
los libros de la Iltada? - Esas grgantescas cucharas,
esas barrenas colosales, por cuyo medio se agujerea la
tierra Y se busca el agua hasta increibles profundidades, lno tienen por ventura tanta poesia como las
odas de Horacio y los versos de Virgilio? - Con esos
instrnmentos que taladran las rocas eternas, que pasan
como pas a una aguj a por un lienzo, la toba, el pedern al , el hierro mismo, no hay esterilidad posible;
el desierto se convierte en un jardin, y la vegetacion
se desenvuelve alli donde antes no habia mas que
arena y piedra.- Con la ayuda de los pozos artesianos,
de los caminos de hierro y de los barcos de vapor,
el gran desierto de Sahara sera el Saint Cloud del
Paris del porvenir.- Y bien, ltodo esto no es tan
risueno y tan sublimemente poetico como la mas graciosa poesia? lTodo esto no vale mas para la humanidad y para la civilizacion que la armonia y la
cadencia buscada de unos cuantos versos?
5i nos fuera dado a nosotros, debiles mortales, seguir
al genero humano en la acelerada carrera de sus
adelantos materiales e industriales, tomando por punto
de partida la primera mitad de esta centuria en que
vivimos, l cuantas maravillas, cuantos portentos no
veriamos preparados para mejorar nuestra existencia,
para amenizar los cortos dias de nuestra vida, para
halagar nuestros sentidos, para embellecer nuestra
estancia sobre la tierra? Todo progreso conduce a
otro. Los barcos de vapor prepararon los caminos
de hierro. Los caminos de hierro que no pueden
menos que traer grandes cambios en las relaciones
de los pueblos, son, a su vez, los precursores de
las locomotivas aereas. Cada descubrimiento llega
en su oportunidad. No podemos alcanzar todo a la
vez. Los hombres, semej antes a aquellos infelices a

[53 ]

pe~itido ,ceder a un sentimiento p~trio, y preguntar:

quienes el hahil cirujano ha batido la catarata


sus ojos, no pueden ver la luz sino por grados.
verdad nos cegaria como el sol.
Por ejemplo, el mundo no esta preparado todavia
los via j es en ballon que suprimirian las
los lazaretos, las aduanas, los cordones sanitarios,
fortificaciones, etc.; pero veinte allOS, cuando
la quimera de los hombres volando sera una
y entonces tendremos que establecer otros
de politic a y de moral.- Todo 10 que la imagiinaci,
concibe hoy de atrevido y temerario, puede
dad manana; y 10 que nos parece paradoja,
se establecera como una idea sencilla y Hn;','P~'O~ l,mpn.i.
practicada.- lNo sostenian los antiguos que no ha{
bia otro mundo? lNo declaro el Papa Zacarias hereje
e indigno del nombre cristiano a Virgilio, obispo de
Salzburgo, porque sostenia que habia antipodas? Y en
epoca misma mas cercana a nosotros, lno fue con
denado Galileo porque ensenaba el movimiento de
la tierra y la inmovilidad del sol? Sin embargo,
dio un paso el tiempo, y la paradoja de los antipodas,
y la quimera del movimiento de la tierra, tomaron el
puesto de verdades inconcusas, que los hombres una
nimemente reconocen.- l Quien podra, pues, negar
los maravillosos portentos del mundo en 1851? I
l Quien podra dudar siquiera del nUmero, de la be,
lleza, de la diversidad y del interes hnmanitario de
los magnificos descubrimientos que llenaran de asom,
bro aquella epoca remota?
,

., , ,

.0'

.0'

.0.

En medio de la consideracion gratisima de ese rico


desenvolvimiento del espiritu hnmano; en medio del
arrobamiento que nos causa la contemplacion de tan
asombroso progreso intelectual y material, no nos sera
1.

Este articulo fue escrito en 1851.

[54 ]

'Que sera entonces nuestra AmerIca? lQue papel


~ara en los destinos del Universo esta parte del mundo
que empieza ,su carrera provista de todos los conocimientos reumdos por el hombre durante seis mil anos
de trabajos?

La A~e~ica -diremos ,con el elocuente Regnault-,


fa A~en~a ~e encargara de los destinos del porvenir,
La znfenoridad ~~ nuestra /uerza no nos permite
calcular los prod~g~os que reservados estrin al Nuevo
Mundo; pero d que no preverri la imaginaci6n trattindose de pueblos donde la industria empieza con
el VAPOR, Y la politica con la DEMOCRACIA?
Cuando nos figuramos las colosales ciudades situadas
~n las ?rillas del Amazonas, recibiendo los productos

mdustnales de las nnmerosas ciudades que pueblan


los vall~s de ,dos mil rios, que llevan a aquel sus
aguas tnbutarIas, y entre los cuales hay algunos iguales a los mayores de Europa; cuando nos representamos nuestra inmensidad hidraulica surcada en todas
direcciones por buques de vapor; y vemos al gigant
Misisipi, conduciendo desde el Norte hasta el Golf:
de MexICo los produ~tos septentrionales, y llevando
a los lagos, del Canada los frutos lascivos y generosos
de las regI?neS del E,cuador, parecenos que los dos
polos cambian entre SI las maravillas del arte y de I
imagi~acion, Son muy colosales las formas que
~ater~a ostenta en nuestra America, para que la inteIIgen,cIa llamada a explotarlas deje de elevarse propo!clOnalmente cuando contemple y mire esas mont~nas a c.uyo lado son colinas las de Europa; esos
nos semeJantes en su extension a mares; esos lagos
o m.a~ bien mediterraneos; esos bosques en los que
~l VIaJero c;ee ver otros tantos mundos; esos golfos
Iguales a ocean os ; esas llanuras que son inmensidades'
el Atlantico, en fin, y el Pacifico, que limitan nues~

I:

[55 ]

tras rib eras y nos traen los pensamientos de los


otros continentes.
5i, la America se encargara de los destinos del mundo
y del porvenir. Ella sera la potencia directora de la
asociacion universal. Los frutos de la antigua expe.
riencia compondran los tesoros preciosos de su saber
y de su especulacion; y cuando las viej as potencias
del orbe antiguo hayan perdido la mision gloriosa de
ayudar al progreso de los principios y de la hurna.
nidad; cuando la Europa, gastada ya, no pueda ofre.
cer los beneficios inestimables de las artes y de la
civilizacion, la America, j oven ann, inspirada por el
genio sublime de la libertad, se constituira gustosa
en potente iniciadora de una nueva era. 5u bandera
sera la paz; su moral y su politica estaran encerradas
en estas dos palabras: el cristianismo y la democracia.
5u elemento sera la libertad; su dogma, el dogma de
la asociacion comnn, el de la /raternidad de 10$
hombres.

i Que felices dias seran esos en que se ostenten, reo


animados por una nueva vida, todos los sentimientos,
todos los tesoros del corazon, todas las esperanzas
del alma, todas las inspiraciones del genio! - i Di
chosos nuestros nietos que tendran la posesion tran
quila de esos dias! - Nosotros envidiamos su dicha;
nosotros, que hemos atravesado los tiempos dificiles
y calamitosos; y en medio de nuestra santa envidia,
queremos exclamar con el poeta:

dQuis mi tribuat ut viderem terram desiderabilem?


(, Quien nos diera que viesemos los grandes anos de
nuestra patria, y gozaramos en su opulencia y en Sil
blason divino?
Articulo escrito en 1851. Larrazabal 10 recogiO en SU$
OBRAS LlTERARIAS, vol. I. pags. 121-131. Caracas, 1862,

[56 ]

RESOLUCION DE UN PROBLEMA

llIAY LUGAR PARA TODOS

en el banquete de la vida?

No; no 10 hay en Europa; pero si 10 hay, y holgado,


en America.
Una ley fatal lanza en el Viejo Mundo las poblaciones
enteras a la miseria y a la muerte.- Muchos vienen
a la amable festividad de la vida, pero no todos
pueden hallar puesto en la sala del festin.
lPor que, p.ues , esas crecidas poblaciones gimen y
rnueren, al fm, luchando contra las fuerzas extermi.
nadoras de una miseria permanente? (,Por que no
se extienden sobre la tierra; por que no van ~a otros
lugares en ronde la fertilidad y la abundancia les
aseguren .una vida mas feliz? (,Por que no completan
la conqmsta del globo: esa conquista de la cual la
humanidad entera reportaria ventajas tan precio.
sas? ...
Los cuadros estadisticos que se han publicado en
Europa, de sesenta anos a esta parte, demuestran
todos esta espantosa verdad:

La miseria ejerce crueles venganzas en el seno de


las mas grandes poblaciones.
Y esta otra no menos terrible:

EI hambre, las privaciones de todo genero... la


muerte, en una palabra, es la que establece el equilibrio entre el numero de habitantes y la masa de
$ubsistencias.
i Horribles verda des ; tanto mas horribles cuanto mas
exactas son!
i La necesidad, diezmando incesantemente la especie
humana! . .. i Que cuadro tan espantoso!

[57 ]

El defecto de alimento bueno y suficiente debilita el


cuerpo y prepara las enfermedades.. ~a miseria im
pide que pueda recurrirse a los auxIhos del arte; el
mal empeora por falta de cuidado .. La enfer.medad
exige reposo ... , pero, ab, i es preciso tr~baJ~r, es
preciso sucumbir en la fatiga para no monr dnecta.
mente de hambre! ...
El nino reclama los cuidados de su madre; pero la
madre tiene que trabajar di~cis~is h.oras para no
perecer en la mas desastrosa mdigencla.

i El nino muere del desamparo inevitable!


Las dolencias de toda especie que atormentan la
humanidad, crecen Y se vigorizan por la imposibilidad
de cambiar el hombre sus vestidos, 0 por la desnu
dez, casi total, en que vive, 0 por lahumedad de
la habitacion en que de noche se sepulta... Y la
miseria desenvuelve con rapidez los germenes multi
plicados de la mortalidad.- i Las privaciones, el ham
bre matan un ser racional por cada dos de los que
vie~en al mundo en Inglaterra y en Francia!

i La miseria es el triste lote de los proletarios


europeos!
Ante el horrible cuadro de la indigencia, de esa
indigencia espantosa que tiene su asiento en Londres,
en Paris, en Viena, en Dublin, en Edimburgo, toda
filantropia, to do sistema economicopolitico, no es
sino una miserable utopia. La tierra se ostenta a los
ojos de las poblaciones proletarias europea~, como
un teatro de suplicios crueles, en que la multlt~d ex
pira bajo el pe~o del dolor y de las ~ngustlas de
toda suerte; la tierra no es para etlas smo un lugar
de desolacion y de abominacion, en que la vida y la
muerte se disputan eternamente el imperio; el estad?
social es como un campo de batalla en que la um'

[58 ]

versalidad de las leyes se reasume en este horrible


grito: i S(dve~e quien p~eda! - Malthus, Sismondi, y
otroS economistas de pnmer orden, herido de espanto
a vista de esas gran des masas de poblacion que pere
cen en un abismo de miserias, no han encontrado
otro medio capaz para salvarlo, que interdecir el
himeneo al infeliz hombre del pueblo. Otros, como
Fourrier y San Simon, han indicado la promiscuidad
de los sex os, como un medio pro pia para contener el
arranque de la poblacion.
j Santo Dios! j La ciencia social abdicando su mision,
mostrando a la humanidad el modo de contrariar el
primer precepto que Dios mismo impuso al hombre
en el Paraiso: Crescite et multiplicamini! ...

Pero lque hacer? -nos preguntaran los enciclopedistas y economistas de Inglaterra y Francia-. No
hay lugar para todos en el banquete de la vida.
Los pobres mueren de hambre en nuestras calles.
A !a vista de n~e~~ras esposas y de nuestros hijos, a
qUlenes la repetlClOn de los hechos va haciendo perder p~co a poco la sensibilidad, cae de sus pies el
operano, que muere pidiendo con voz lastimosa pan.
El pauperismo. es una llaga mortal contra la que
no hay remedlO. Las salas de asilo, las sociedades
filan.tropicas, las cajas de aborro, los seguros sobre
la VIda, las ~ociedades de emprestitos gratuitos, los
m,ontes de pledad, .las .iu?tas benefactoras que en
numero de trece mil selSClentas existen en Francia
la limosneria de San. Marcos, las casas de trabajo:
to dos, todos los medlOs de evitar la indigencia se
apuran en Europa; pero, jah! ... , en vano. No hay
Zugar para todos en eZ banquete de la vida; y es inevitable ~ue. muera el hombre a manos del hambre y
de la misena. Por todas partes la caridad ha sido
ingeniosa y bienhechora; pero inliti!. . La desastrosa
indigencia vela de pie al lado del proletario y todo

[59 ]

su porvenir esta en la tumba.- iNo hay Lugar para


todos en el banquete de la vida! . ..
A esa declamacion sentida, a esa real.idad eur,o~ea,
nuestra respuesta seria breve y expreslva:.,-Sl hay
lugar para todos, y lugar holgado. Y volvlen~~nos a
los desgraciados proletarios, nosotr?s .les d~nam?s:
Venid a America. Dejad vuestra patna mhospltalana;
y no creais hallar un cementerio ,e~ los valles, .amenos
del Nuevo Mundo. Venid a AmerLca. l Querels saber
como os recibe, que ofrece a vuestr~ talento y a vues
tra actividad? Bien, echemos una oJeada a~ora. sobre
Venezuela, sobre esta nueva Venecia'"m~s nca ~n
esperanzas que la patria de Canova. i TIerra feliz,
donde hizo Dios suaves y apacibles los vientos y las
aguas puro y sereno el cielo, fecundo el campo, dul.
,
b 1"
ces y hospitalarias las costum res.
Analicemos.
La dilatada extension de nuestras trescientas leguas
de costas, en que abundan puertos seguros Y espa
ciosos acaso de los primeros del mundo, se halla
provi;ta con largueza de ricas salinas y de abundante
y variada pesca.
Los bosques cercanos al mar es~~n poblados d~ mao
deras preciosas y de constru~clOn, que se brmdan
libremente al industrioso ebamsta y al modesto car
pintero de ribera.
La zona agricultora no puede comp:u arse con. ninguna
otra del mundo en fertilidad, vanedad y nqueza.:L frescura de la vida vegetal electriza.- A cualqUler
p:rte que se vuelva la vista, admira. el observador el
luj 0 esplendido de una naturaleza vlgorosa.
De todas las alturas baj an rios acaudalados, que. ~ajo
la sombra de frondosos arboles, llevan la f~rtlhdad
por los humildes valles. En las soledades mcultas,

[60 ]

alli donde jamas el hombre ha descargado el golpe


retumbante del hacha, alii se encuentran olorosisimas
resinas, balsamos de aromas y virtu des especiales,
maderas preciosas: la caoba, el caobano, el cedro de
todas especies, el gateado, el guayacan, el anacardo,
el pinavete, el morado, etc. Las tierras desmontadas
y cultivadas, son insignificantes en comparacion de
aquellas que estan cubiertas aun con su ropaje primitivo. Una sola de las provincias de Venezuela, la
provincia de Caracas, tiene tantas tierras susceptibles
de cultivar, cuantas hay actualmente labradas en toda
la Republica, y aun nueve veces mas. Los variados
dimas, las diversas temperaturas de los lugares, hacen
desarrollar el trigo y las semillas europeas con la
misma fuerza y abundancia que el maiz y el arroz.
EI hombre puede vivir en el clima que mejor Ie
agrade, porque aqui se tienen todas las expresiones
atmosfericas que comporta la existencia humana. Los
abundantes rios prestan comoda facilidad para embarcar los frutos de todas nuestras provincias; y la
produccion es tan cuantiosa, que excede al grado
racional de la comun creencia. La zona agricultora de
Venezuela, dice un acreditado geografo extranjero,
consta hoy, apenas, de cincuenta leguas cuadradas de
cultivo permanente, al paso que faltan por rozar y
cultivar, cuatro mil quinientas leguas cuadradas de
montafias virgenes, en climas san os, que darian un
producto noventa veces mayor que el actual. Esta
zona bastaria para mantener, con mucha comodidad,
mas de siete millones de habitantes, cuando apenas
tiene en el dia poco mas de medio mill6n de individuos regados sobre una extension de nueve mil leguas
cuadradas. Las selvas de Guayana, reducidas a cultivo,
pueden mantener la Gran Bretafia; y los pingiies y
feracisimos terrenos que Venezuela posee, pueden
alimentar con descanso la Francia, parte de la Alemania y la Inglaterra entera.

[61 ]

Hay, pues, lugar para todos en el banquete de la


vida; 10 hay en America, en la America del Sur, y 10
hay holgado, fresco y lleno de comodidades y Venta
jas. Aqui no falta tierra, ni trabajo para el hombre._,
El proletario no tiene que luchar contra la fecundidad
de su especie, porque la masa de subsistencias e:;
mayor que el total de los consumidores. El limite
fatal de la vida no 10 constituyen el hambre ni la
miseria. El alimento, al contrario, es abundante, sano,
igual para todos los individuos, que se visten comoda.
mente. Aqui, los viej os, las viudas, los huerfanos,
tienen socorros constantes, que les dulcifican la des.
gracia irremediable de su suerte. Aqui, el hombre se
casa por eleccion, sin interes; y la multitud de hijos,
lejos de ser un peso que Ie abrume, es un consuel.
que llena su existencia de delicias. Aqui, la industria
es libre, el comercio es comun, el trabajo comodo,la
riqueza asequible. Nada hay que contrarie los pro
positos de la razon; las costumbres son humanitarias,
y la vindicta publica, por un raro accidente, se ve
en la triste necesidad de condenar un criminal a
lUuerte, 0 a la ignominia de las penas degradantes y
aflictivas.- Hay, pues, lugar para todos en el ban
quete de la vida. Si; la America es la sala del festin,
en donde el huesped que llega Ultimo, encuentra una
estancia tan holgada como el que llego primero.
Venid a America; abandonad vuestra Europa inhospi.
talaria; dej ad vuestra tierra, que guarda los huesos
de vuestros padres, muertos de miseria y desnudez,
y venid al Nuevo Mundo, donde os espera la tierra
prometida, la tierra de bendicion: esta tierra que
puede mirarse como el mas rico presente que la
Providencia ha ofrecido a la triste humanidad.
Venid, que aqui hay lugar para todos en el banquete
de la vida.
Recogido en. OBRA.S LITERARIAS, vol. I, pags. 167173.
Caracas. 1862.

[62 ]

EL EVANGELlO Y LOS ECONOMISTAS


se atrevera a negar,
que somos deudores al cristianismo de las gran des
ideas de libertad, de igualdad, de fraternidad; de la
dignidad del hombre; de las nociones verdaderas
sobre el origen del poder 0 de la autoridad suprema;
de los principios constitutivos de la sociedad, etc.

NINGUN HOMBRE DE SANA BAZON

Desconocer este hecho, seria hacer una prueba plena


de ignorancia 0 de insigne mala fe.
Todo 10 que se ha publicado hasta hoy de mas sabio
sobre el estado social, el derecho de gentes, la religion
y la politica, sale del Evangelio como de una fuente
pura, fecunda, inagotable. Los mas bellos tratados de
politica, no son sino comentarios mas 0 menos elo
cuentes de algunos textos de la Biblia. l Que codigo
puede compararse con el codigo cristiano? lDonde
se hallaran leyes que Ie sean semejantes? - No rue el
liempo, no, quien elaboro penosamente ese codigo
inmortal. Perfecto salio de las manos de su autor, y
conserva hoy, despues de tantos siglos y de tantas
vicisitudes, al cabo de tantas generaciones que han
pasado sucesivamente con sus gnerras, con sus con
quistas, con sus creencias, con su civilizacion; con
serva hoy, decimos, y conservara siempre su poder,
su autoridad divina.

Es sabre ~o~o baj 0 ~l punto. de vista moral y religioso,


que la Blbha ha sldo el ILbro por excelencia.- Los
moralistas de todos tiempos y los escritores asceticos
han encontrado en las parabolas del Evangelio y en
los hechos de Jesus, un tesoro de doctrina, una [uente
abundante de ideas verdaderas y consoladoras, un
com~endio ~n~stimable de ejemplos de piedad y de
e~senanza dlvma. La pequefia parabola del Hijo pro.
dlgo, que San Lucas refiere en cuatro versiculos, ha
[63 ]

dado origen no solo al elocuente y tierno ~e:m:on de


Masillon, que es una de las obras maestras mImI~ahles
de este genio de la elocuencia sagrada; no solo al
poema del academico Ca~peon, en que el texto, sen'
cillo y sublime de la Escntura se muestra a traves de
las galas de una hermosa poesia, sino tamhien. a
muchos centenares de voliimenes escritos en todas las
lenguas, con todos los estilo.s, ~or ~uyo medio el
genio del Cristianismo ha sabldo mspIr~r en el cora
zon del hombre los mas nobles y los mas santos sen
timientos. Rousseau mismo sintio en su alma la
belleza de la doctrina evangelica, cuando, en un mo
mento de buena fe y de sinceridad, escribio estas
palabras: "Confieso que la sant~dad de~ Evangeli~ ~s
un argumento que habla a mI corazon, y s~ntma
tener alguna cos a que oponer a ese argumento .
Nadie, empero, hasta hoy, si nuestros con~cimi~ntos
no nos engafian, ha considerado al Evangeho ?a]o el
punto de vista economico; nadie ha. pre!endIdo en
contrar alli 10$ principios de esa cIe~Cla de boga
que se ocupa solo de investigar los medlOs ?e. aumen
tar la fortuna de las naciones y de multIphcar los
goces materiales de los asociados; y sentado. el suo
puesto de que es una ciencia. nueva, cuyos sIstemas
y relaciones fueron desco:lOcId~s a los hombr~s ?e
un siglo atras, se ha creIdo, sm duda, que m~gnn
punto de semejanza podia haber entre los evangehstas
y los economistas. No; ese es un error. N osotros
vamos a emprender la tarea de demostrar que los
principios de la economia politica se encuentran esta
blecidos y sancionados por vari~s hechos del ~alvador,
y que la Biblia debe ser consIderada no solo como
el gran libro de la moral y del derecho, sino tambi~n
como el catecismo de la politica y de la economla.

Smith, Say, Ricardo, Stewart, Ganilh,. Sismondi, no


pensaron, ciertamente, en San Mateo m en San Juan

[64 ]

cuando al escribir sus obras, fruto de su estudio y


de sus observaciones, establecieron los fundamentos
de la ciencia de la riqueza; y se habrian maravillado
mucho, en verdad, si alguno les hubiera dicho, que
su teoria de las contribuciones, por ej emplo, la tomahan del Evangelio. Pero, hubieranse 0 no maravillado, es un hecho inconcuso que alli se encuentra
dicha teo ria; y sinceramente debe confesarse que la
Biblia encierra los preceptos generales de todas las
ciencias sociales y que su estudio importa tanto al
ignorante~ como al sabio, al que aprende como a los
que ensenan.
Curiosa es por demas explotar una mina intacta en
el siglo XIX Pero, vengamos al trabajo; saquemos
el oro precioso de la oculta vena, y dejemos al porvenir recoger el fruto de esta explotacion.
Hemos citado por ejemplo, y sin pensarlo, la teoria
de las contribuciones; pues bien, sin salir del primer
ejemplo, que se ofrecio a la pluma, vamos a probar
nuestra asercion.

l Que dice sobre este punto la ciencia economica?


Veamos.

Las contribuciones, dice Smith, a quien se considera


como al creador de la ciencia: Las contribuciones
deben ser generales, deben pesar sobre todos los subdilos, porque todos deben contribuir en proporcion
para los gastos publicos.
Un Cobierno ilustrado no impondra nunca contribuciones que no alcancen igualmente a todos los miembros de la sociedad. (Florez Estrada).

EI impuesto es un peso: uno de los medios de que


pese 10 menos posible, es que todos 10 soporten proparcionalmente. (Say).
Tada contribucion debe cobrarse en tiempo oportuno,

[65 ]

y recaudarse del modo menos incomodo para el


las paga. (Smith).
Los tributos deben ser muy moderados, y solo
imponerse sobre los productos de los bienes,
10 super/luo de los contribuyentes; de otro
seca la /uente de las contribuciones, y
individuo en la imposibilidad de tributar.
de la Mata).
La justicia del principe consiste en pedir subsidiOi
justos, absolutamente necesarios; y la felicidad ilt!
pueblo en no pagarlos de otra especie. (De Jaucourt).
El derecho del magistrado en la percepcion de los
impuestos esta fundado en la necesidad del Estado'
por tanto, no debe exigir mas contribuciones que ~
que sean bastantes para satisfacer aquellas necesida.
des. (Ricardo).
No se deben establecer contribuciones sino sobre aque
llas cosas que con facilidad puedan soportarlas. El
impuesto excesivo 0 el incomodo, destruye la repro
dq,ccion y es semejante al diezmo que se cobrara sobre
la semilla, en vez de cobrarlo sobre la cosecha.
(Sismondi) .
Lo que, mas que ninguna otra cosa, hace a las cantribuciones /unestas, es que no sean proporcionadru
a los medios de los contribuyentes, que no sean gene
rales 0 que se repartan con desigualdad, y que pidan,
en fin, no solo las utilidades sino tambien el capital.
(Ganilh) .
Tales son los axiomas fundamentales que los econo
mistas han formulado, y que componen, en resumen,
la teoria de las contribuciones. Materia dificH y en
extremo delicada, a cuyo conocimiento no se ha lie
gada sino despues de mucho estudio, de mucho tiempo
de observacion y de un debate franco e ilustrado.
Ahora bien; veamos como todas esas reglas se en

[66 ]

cuentran detalladas en el Evangelio; veamos como


las meditaciones de los sabios para establecer las
verdaderas leyes economicas relativas a los tributos
pUblico s, han sido precedidas de la ensefianza divina.
51; el que mandaba dar al Cesar 10 que es del Cesar
conocia muy bien antes que los economistas del si:
glo XVIII, la naturaleza de los gobiernos, el arte de
IIIantenerlo~, Y los verdaderos fundamentos de la legis.
laci6n. DeJemos a las ciencias ensanchar el limite
de sus dominios; dejemos a los filosofos inventar
sistemas Y oponer razones a razones y argumentos a
argumentos. Cuando to do este dicho; cuando se haya
escrito todo 10 que pueda escribirse sobre la sociedad
y sobre las instituciones de los hombres; cuando la
vanidad de los que se llaman sabios haya llegado a
confun~ir todas las cosas y sembrar por todas partes
la semIlla del error y la mentira, entonces sera me
nester .recurrir al Evangelio, como al codigo de la
humllll;Idad, para hallar pura alli de toda liga esa
ley um~ersal, perfecta y divina, que es el fundamento
necesano de todas las demas leyes. Solo en ese libro
adIllirable es que los legisladores encontraran el an
cora ca~az de asegurar la nave cuya direccion se les
ha conflado, contra las recias y frecuentes tempesta
des de las pasiones humanas ...
"Viniendo Jesus a Cafarnaum, refiere San Mateo, que
llegaron los que cobraban el didracma y preguntaron
a Pedro:
"-lVuestro Maestro paga el didracma?
"Respondio:
"-S1.

''Y previnole Jesus diciendo a Pedro:


"-Ve al mar y echa el anzuelo; el pez que primero
suha cogele y abriendole la boca hallaras alii un stater
(una moneda); tomala y dala por ti y por mi".
[67 ]

Este texto declara toda la materia dificil de las


tribuciones. Analicemosle.

Primero: Jesus manda buscar caudal para el


previniendo a su ministro que 10 busque en el
no en un pobre arroyuelo, no en un charco, n'
una fuentecilla.- Y bien, lno esta aqui harto
fiesta la primer regIa de todos los
es, la generalwad del tributo?
Segundo: Cuando ordena buscar el tributo en
grandeza inmensa del mar, donde los peces son
contables, no manda pescar con red que despueble
y acabe, cogiendo 10 grande y 10 pequeno, 10 utii y
10 inutil, 10 necesario y 10 superfluo; sino que manda
echar un solo anzuelo.
Tercero: Cuando mando sacar el primer pescado
que subiera, dispuso que abriendole la boca, se Ie
extrajese de ella una moneda; esto es, mando que
se tomase del pescado algo solo de 10 que tenia.
Cuarto: Ordenando extraer del pescado el stater 0
la moneda, no solo manda sacar un algo pequeno de
10 que tenia, sino un algo que no habia menester para
su existencia; porque al pescado no Ie era de pr(}o
vecho el dinero, y en su boca era una sustancia evi
dentemente superflua.
Digasenos ahora: lNo es esta una instruccion com
pleta, un compendio precioso de la materia de las
contribuciones? l Noes cierto que estan aqui deta
llados, y sancionados ademas con el ejemplo, todos
los axiomas que han formulado sobre este punto,
mas 0 menos bien, los economistas? - Desafiamos a
Smith que establecio la regIa de que la recaudaci6n
debia hacerse del modo menos incomodo para el
que paga; desafiamos a Say que enseno ser los impuestos menos malos, aquellos que perjudicaban me
nos a Ia reproduccion; los desafiamos, si, a que en

[68 ]

U. sabiduria hubiesen imaginado algo ma"s


d . 'f"
s
I'
gran e
mente sIgm I~atlvo (ue a Idea del anzuelo en el mar,
y de la mone a en a b oca de un pescado.

T6JIlese. cada un~ ~e las reglas establecidas por los


economlstas; estudI~nse esos preceptos de la ciencia
dictados ~or la eqmd~d y la justicia, y se vera que
todos estan comprendldos en la instruccion del Salvador.- Despues aca, la ciencia no ha po dido adelan~ar un solo paso. El entendimiento humano tan
ansIOSO por saber, tan ufano en el hallar n h
podido adelantar
una linea en el conocimien;o dOe~
1a
.
H
con~ib uClOne~. . anse simplificado los preceptos,
varlado los termmos, comparado los resultados p . d lb'
' re
C15~ 0 d as.do servhaclones... pero en el fondo, todo
esta re UC! 0 a ec ar un anzuelo en el oceano y tomar
de la boca
. d' del pescado una sustancia superflua que
no perJu Iq~e ~ su reproduccion. iY ojala que los
goblernos sIgmesen ajustadamente la d t'
d
"' O' I"
oc nna e
Jesus. i Ja a que ~chasen solo al mar de los contribuyentes un anzuehto
. y no una red b arre d era, que
to.o
d 10 atrapa, secando la fuente de los impuestos y
pnvando a los pueblos del poder y de 1 f Td d
de tributar! . . .
a aCI I a
No se crea, empero, que esta ensenanza del Salvador,
tuvo" alguna
cosa de casual . Ni menos se Juzgue
.
.
que
es
umca
en
su
propia
especie.
El
conocia
m uy b'len
I .
. d
.
a ImpOl'tancla e la materia y multipl'c"
divina instruccion.
I 0 pOI eso su
Vamos con otro ejemplo:
"Fatigad? del camino -dice San Juan-, estaba Jesus
sent~do Junto a una fuente. Vino una mujer de Samana a sacar agua, y Jesus la dijo: -Dame de
beber ... Yo te dare agua de vida eterna".
Ahora bien, descubramos 10 que encierran estas breves lineas:

[69 ]

Primero: Jesus cansaoo oel camino pioio agua,


pioio con necesioao. La necesidad es la ilnica razon
que justifica la oemanoa.
Segundo: Pioio agua sentaoo junto a una fuente
esto es, piOio 10 que habia y oonoe 10 habia e~
sobraoa abunoancia.
Tercero: Pioio agua a quien traia con que oarla'
ensenanoo con esto que solo oebe peoirse a quie~
pueoe comooamente contribuir.
Guarto: Pioio una cosa pequena y ofrecio oar otra
preciosa. De este mooo oeben exigirse los tributos,
para oar en cambio paz, segurioao y oefensa en cuyo
estaoo puedan los contribuyentes multiplicar con au
mento 10 que oieron y aun aventajarle en precio.
iQue oocumentos tan preciosos! iCuanta sabiduria
envuelven esos cortos conceptos oel Evangelio! Vease,
pues, como en el codigo sublime oe la moral, en ese
libro unico, siempre seguro, que contiene las grandes
veroades del porvenir, se hallan tambien los principios
economicos mas j ustos sobre las contribuciones; vease
como la doctrina de Jesus enseno a los grandes y
pooerosos oe la tierra, que no oebian gravar a los
pueblos con altos impuestos; que era de 10 superfluo
y no oe 10 necesario, que estos debian salir, y que
habian oe regularse constantemente por las necesi
daoes oel Estaoo, sin que puoieran crecer en un
gobierno justo, por el arbitrio 0 la malicia del rna
gistrado, sino por la necesioao inexcusable oe los
acontecimientos, queoanoo entonces tan justificado
el aumento como el tributo ...
Despues oe 10 que hemos escrito, se comprenoera bien
cuanta veroao, cuanta j usticia encierran aquellas pala'
bras oe Bolingbroke, que por cierto no es naoa 50S'
pechoso en materia oe religion: "Cuanoo se estudia
con oetencion el Evangelio --d.ice--, se encuentra no
solo un sistema completo oe moral que llena todo el
[ 70]

obje!o que se propone,. sino tambien una instruccion


eontnIua
de caridad,de
t I
.
. .' de benevolenCla,
.
I"
0 eranCla y
de JuStICla umversa . -' Hubo un tiempo, desgraClada.
mente, .d
en que
os esplritus ' arrastradosporaco
I
l ' Id
r~ente e . ~ mclrle ulidad y del desprecio del senti:
]IIlento relIglOSO
. , y desvano
'
. h egaron en su exalt aClon
a darod'un gnto
. 'd a d , contra
C" orrendo contra la D'Ivml
el C0 19o nstlano, contra las instl'tUClones
.
mor ales
. d d h ala
b'
.V aun contra
d EI os nombres mismos que I aplea
eonsagra o. n esos dias de oprobl'o para I a razon
' y
I uto' para la sociedad,os
de. verdaero
I h omb res mas
'
d
h
clreunspectos aClan gala y ostentac" d d
'
el Evangelio.Por fortuna esos d~on e espreClar
'
, EI
las pasaron para
no vo,Iverd Jamas,
hombre estremec'd
1 0 d e h orror
conoClen' 0 que el ateismo 10 arrastra b a aI sepulcro '
proeI amo otra vez la existencia del S S
'
la inmortalidad del
" alma' y el EvangeI~r
10 hupremo
a vuelto ya
ser Ia Iectura contmua y provechos
t d I
de la sociedad,
a en 0 as as clases
iOjala
que los gobiernos, como los hombres, se ms'
.
plren con sus santas maximas de can'd a d y amor y la
paz sea el gran fruto de su constante meditacion!
Publicado
en
Caracas, 1862.

OBRAS

LlTERARIAS, vol. T, pags. 301310.

CARTA AL GENERAL ANTONIO


GUZMAN BLANCO
Caracas, 22 de mayo de 1863,
SENOR GENE RAL ANTONIO GUZMAN BLANCO,
ANTO NIO: Despues
' de cinco alios de
ill
.uI"MUY ESTIMADO
d
. rnme~tos, e combates, de luto y sangre' cuando
ya parecla que nuestra hermosa patria, af!'19I'd'a d e tan-

[71 ]

tos males iba a desaparecer entre sus propias ruinas 1


paz ha venido de improviso a iluminar el cielo de n~es~
tras esperanzas; y eres tu, querido amigo, a quien toe
la dicha de hacer permanente esa nueva y dulce luz.. ~
i Que grata mision! i Que noble y alto encargo! La pSI;
es el ultimo fin de la guerra; el mayor bien de los
mortales; la paz durable y honrosa, la que esta sen.
tada sobre la base de 10 justo y de 10 honesto.
Y esa es la paz que Venezuela ha conseguido.
La guerra, considerada en absoluto, por mas que sea
justificada, es de suyo, uno de los mayores Y miis
rigurosos castigos que emplea la Providencia; pero
no por eso dej a de tener maravillosos efectos, cuand~
la necesidad saca a plaza su ejercicio; pues por la
guerra, se resisten y doman los tiranos, soberbios e
injustos, y se consigue el culto de la justicia, na.
ciendo de ella, la salud y estabilidad de las republicas.
i Dios quiera que el ilustre guerrero llamado a gober.
nar, en el bien comun, a nuestra patria, no de jamas
ocasion a que los pueblos recurran al extremo de las
armas, para vindicar sus derechos y asegurar su
libertad; y que nosotros podamos ponernos, a nos
otros mismos, la condicion que los romanos hicieron
con Porsena, de no usar el hierro sino en la labor y
cultivo de la tierra! Mucho hay que esperar de los
sanos principios y del patriotismo del general Falcon.
El que no aspira a imponerse a los demas; eI que no
busca elevarse con la humillacion de otros, sabra
mandaI' bien. El secreto de gobernar es no oprimir;
y esto, para un alma bien puesta, no debe ser dificil.
Es ley de to do gobierno opresor engendrar la reaccion
que Ie ha de sepultar en el abismo. Hay gobiernos
imbeciles; estos son, pOl' 10 regular, los injustos, que
dejan en pos de SI una huella de lodo, y sobre su losa
funeraria se deposita el desprecio de todas las gene
raciones que pasan.

[72 ]

antigiiedad en ofrecer pOl' alegorias los


mas positivos de la vida social, represento
.hral,a~la con la justicia; yel rey profeta, dijo:
et pax osculatoe sunt"; la justicia y la paz
para darnos a entender que sin justicia no
y que aquella es el fundamento y como el
de esta. A la verdad, cuando con rectitud
_~;n'nh1IerJaa. y se pes a en una misma balanza el derede todos los ciudadanos, no hay lugar a disturbiOS ni contenciones. Leamos en nuestra pro pia historia la confirmacion de esta verdad. i euan caras nos
hin costado las violencias e iniquidades de 1846!
i~,uanto no hemos pagado aquellas atroces persecuclones; aquellos registros violados; aquella fuerza
qUe se hizo a la nacion imponiendole un magistrado!
Desde esa epoca de errores y de crimenes, en que
tantas malas pasiones plagaron el pais, los pueblos
perdieron la flen las practicas eleccionarias y republicanas, y en vez de acercarse a las urnas a depositar su voto, se han llegado a las armas para declarar
;u~ derechos y garantizar su libertad. La guerra no
aa cesado de afligirnos desde entonces; y hemos caminado por entre una hilera de sepulcros, destruyendo
gobiernos y perdiendo hombres y riquezas, hasta
venir a enterrarnos en la dictadura que ahogo la
lihertad.
El ejercito federal, lleno de valor y de virtudes, ha
triunfado de sus enemigos. Esto no era para dudarse;
porque tarde 0 temprano, la opinion, que es la reina
del mundo, debia obtener la superioridad que necesitaha entre nosotros. Y cuanto mas se detractaba y
mas se oprimia, mas cerca estaba la victoria final y
decisiva; que es la consecuencia de la in j usticia acelerar la reaccion. No puede calcularse 10 que perdio
general Paez, Jefe Supremo, con la violenta muerte
dada a Herrera y a Paredes; y se diria que una mano
invisible, la mana de la Justicia Eterna escribio con

[73 ]

la sangre de aquellos infelices el terrible Mane, Thecel,


Phares. .. Desde ese dia de doloroso recuerdo, el
gobierno del dictador se hundio en el abismo del
horror y de la execracion. iNo ha podido vivir
mas! ...
Una era nueva y brillante de luz y de esperanza
comienza hoy. Falcon, que es el deseado de los pue.
bIos, debe aparecer en el primer puesto del Estado,
grande, noble, patriota, superior a las debilidades
que asaltan y enferman a los que pis an el Palacio
de Gobierno; mayor que todas las dificultades que
Ie han creado, de intento y sin intento, y que van
a presentarsele reunidas, para atormentarle. 5u regia
de conducta la escribio el filosofo cuando dij 0 a
Alejandro en ocasion de ocupar el solio: "Sed benigna
para todos y blando para ninguno; familiar con pocas,
justo con todos; tardo en la ira, pronto en la cleo
mencia; constante en 10 adverso, moderado en Ia
prospero; benefico a todos, nocivo a ninguno". Yo no
quiero ocuparme de esto; que no me atane y, ademas,
el general Falcon es bien ilustrado para saber como
deba gobernarse en la adrninistracion de los pueblos
que tanto y tanto esperan de el.

trariedad que amenazaba al escritor; las trabas impuestas al ejercicio del primero y mas precioso derecho del hombre libre, dieron, pOl' necesario resuItado,
el silencio de los oprimidos. La libertad estaba encadenada.
29 Que se decrete inmediatamente la abolicion de la
pena de muerte. La inviolabilidad de la vida humana
es un articulo de nuestro programa liberal. Tu ilustre
padre y yo hemos defendido con entusiasmo este
sublime principio. Que se eleve a ley como otra vez
10 fue. No mas sangre; no mas cadaveres; no mas
luto en el corazon. Que sea Dios, el autor de la vida,
el que quite la vida cuando Ie plazca. Nosotros, criaturas de un dia, que pasamos arrastrados por la co
rriente de los siglos, .;, aprovecharemos el instante que
Uaman vida para levantar cadalsos y ver morir en
eUos a nuestros hermanos? No; nada de crueldad,
nada de venganza. Que no se manche la victoria; que
no quede salpicada de sangre tan noble y generosa
causa. La sociedad es una religion; pero sus altares
no son cadalsos.

1Q Que se devuelva a la imprenta su libertad. La


prensa es la primera garantia, el gran derecho del
pueblo. Los decretos que la destruyen no han sida
otra cosa, a mis ojos, que el manifiesto de una vasta
tirania, conteniendo, en principio, todas las opresiones
y justificiindolas todas. El edificio de la dictadura
que acaba de venirse abajo, ha reposado sobre la
escIavitud del pensamiento. Toda Venezuela sabe que,
durante casi dos afios, no ha habido mas voz que la
del dictador, ni mas prensa que la del 5ustituto.
La responsabilidad ilimitada del impresor; la arhi

39 Que se adopten por el Estado los hijos de los


ciudadanos muertos en la campana. La educacion de
estos desgraciados compensa, en parte, los sacrificios
de sus padres. Y luego, .;,no somos nosotros todos
los que ganamos en la educacion del pueblo? tiNo nos
importa a todos que se generalicen las nociones del
deber y de la verdadera libertad? La educacion es
la formacion del hombre. Montaigne dice: "La instilUcian moral del hombre". Y a la verdad, es la religion la que nos educa a todos; porque es ella la que
tiene autoridad de corregir los vicios y reformar los
habitos; es ella la que hace de la benevolencia una
virtud bajo el nombre de caridad; y la benevolencia
es la cortesia, el agrado, el comedimiento, la urbanidad. 5i queremos, pues, cuidar de la inocencia y

[74 ]

[75 ]

En 10 que si quiero mezclarme, es en pedirte a ti,


cuya influencia debe ser valiosa, que te esfuerces:

salvar las buenas costumbres, debemos pensar en I


educacion. El hombre corrompido es ineducado. a
Que por todos los medios posibles se trate de
proteger la agricultura y la ganaderia. Estas son las
grandes e inagotables fuentes de nuestras riquezas.
La tierra de Venezuela, aunque dotada por el Creador
de una fecundidad incomparable, y que ha premiado
con abundantes y regalados frutos al laborioso cuI.
tivador, ahora, quizas, no dara sino espinas y abrojos.
Todo esta arruinado por la crueldad incesante de la
guerra, que impedia la limpia de los sembrados, y
quemaba a veces las habitaciones, destruyendo las
maquinas, etc. Ahora, pues, es que se necesita el favor
de las leyes para contrapesar los desastres de la revo.
lucion. Ese favor se ejercita, bien protegiendo el in.
teres de los agentes agricolas, bien separando los
obstaculos que puedan obstruir 0 entorpecer su acci6n
y movimiento. Todo 10 que se haga en provecho de
la agricultura y de la cria, redundara en provecho de
los Estados; y recuerdo el pasaje de Columela en que
dice: "Y redundani con usura". La disminucion de
los derechos aduaneros, y de los demas fiscales; la
facilidad de la exportacion; la apertura y mej ora de
las comunicaciones interiores; la adquisicion de bra.
zos para el cultivo y otras medidas de esta importan.
cia son de todo punto necesarias. Todo se espera del
general Falcon, y yo pido a Dios que 10 ilumine para
que acierte en todo, y para que se lIeve la dicha de
darla a nuestra patria.

49

_.y a que va usted al Norte? -me preguntaras.

_A dar a la estampa, con mas comodidad y pronti.


Iud la correspondencia general del Libertador Simon
Bolivar. Esta obra sera el mas bello monumento que
e eleve a la gloria de Colombia y de su autor. Arne
~ica la leera con entusiasmo, y Europa envidiara la
dicha de haber producido un genio como el de Bolivar:
el mayor que el mundo ha conocido.
Adios, mi querido Antonio. Aseguren ustedes las
libertades public as en Venezuela; levanten este pais
agobiado por todo 10 que hay de mas horrible en el
IIlundo: la guerra y la dictadura; traten de curar,
con un gobierno paternal, las heridas de la patria,
y cuenta que, desde el rincon donde me halle, mis
~otos seran por ella, y porque ustedes tengan, como
TiII101eon, la fortuna de acabar con las disensiones,
y de establecer la seguridad y los otros bienes y
comodidades de la vida, conservandose siempre puros
y justos en la administracion de los negocios; ya que
no han tenido otra ambicion en su empresa que la
de destruir la tirania.
Es tuyo, con mucho afecto, como siempre, tu atento
servidor y amigo,
q.b.t.m.
Felipe Larrazabal
Publicada en EL FEDERALISTA, n9 2. Caracas, 31 de julio
de 1863. Alios mas tarde, la recogio en un /olleto.

Queria el'tenderme algo mas; pero ya es muy tarde,


y mi amanuense se duerme sobre la pluma. Excusa
mi confianza. Debo partir manana para los Estados
Unidos, y no me resolvia a marchar sin dejar por
escrito mis ruegos para esta patria querida. Ellos son
tan puros y fervorosos, como tu indulgente.

[76 ]

[77 ]

PRINCIPIOS DE DERECHO POLITICO, 0 ELEMENTOS DE LA CIENCIA CONSTITUCIONAL


(DEDICATORIA Y PRELIMINARES)

AL SENOR DOCTOR JOSE MANUEL GARCIA

Rector de la Universidad de Caracas, Catedratico


jubilado en la misma, ex Consejero de Estado y Presidente de la Alta Corte, etc., etc., etc.
En este libro que dedico a usted, para
quien tengo tantas obligaciones, y como prenda de
nuestra amistad reciproca (mutuae inter nos charitatis
pignore), me he propuesto recopilar los principios del
Derecho Politico, esparcidos en varias obras modernas
que no son chisicas ni por el estilo, ni por el metoda,
ni por el designio 0 la intencion de sus auto res.
SENOR Y AMIGO:

Hasta ahora, en nuestras Universidades y Colegios


de Venezuela se ha ensefiado, como usted sabe, la
importante materia del derecho politico por la obra
de Benjamin Constant, que en realidad, deja mucho
que desear, aun para aquellos pueblos mismos que
han adoptado el regimen monarquico-constitucional.
Habria sido un proposito plausible y digno de los
estudios profesionales, que alguno de los aventajados
catedraticos que han desempefiado la clase en la Vni
versidad Central, hubiera elaborado un texto para
sustituir al Curso de politica de Constant, mal seguido,
desde luego, como curso, y peor vertido a nuestro
idioma en la edicion de Marcial Antonio Lopez, que
es la que conocemos.
Constant no se propuso tampoco formar una obra
ensefianza clasica; y cada uno de los capitulos
aquella, 0 bien fueron discursos pronunciados en
tribuna, con todo el arranque y los deslices de

[ 78]

de
de
la
la

iJnprovisacion, 0 bien articulos publicados en ios


eriodicos de la epoca, con ocasion de las cuestiones
~oHticas que se suscitaron en el reinado de Luis XVIII,
y naturalmente tienen todo el sabor de Ia RestauradonNin!Juno, empero, ha pens ado en dotar a la Academia
de ~n texto propio, nacional; y Constant ha sido,
desde luego, el maestro de nuestra j uventud, no obstante que todos conocieran el inconveniente de enseiiarse en un Estado de forma esencialmente republicana, las prerrogativas del poder real, la c.onstitucion
de la Camara de los Pares, el derecho de hacer gracia
que pertenece a la corona, etc., etc.

Sin pretenderlo, como a usted Ie consta, y sin pensar


siquiera en ella, me he visto llamado a regentar Ia
c1ase de Derecho Publico en la Universidad de Caracas; y desde el primer dia de mi asistencia, forme Ia
resolucion decidida de escribir una obra de Derecho
Politico que poner en manos de mis estudiantes_
Harto versado en la materia constitucionaI, me era
fncil escribir con cierto genero de aptitud y consecuencia; pero he preferido dej ar Ia palabra a otros,
y mi solicitud se ha reducido a ordenar las materias;
a preferir las opiniones, armonizandolas; a dar un
cuerpo lleno de sustancia en la teoria hilando no solo
los raciocinios, sino aun los tratados, y a presentar,
en fin, emanados de las tres fuentes de libertad, igualdad y fraternidad, dogma fundamental de la politica,
todos los principios de Ia ciencia constitucional moderna.
Estas palabras ciencia constitucional, derecho politico,
aunque representan una cosa de todos los paises y de
todos los tiempos, son, en verdad, de muy reciente
fecha. Me explicare: Derecho constitucional es el
que regIa la organizacion interior y el ejercicio de
los poderes de la soberania en cada Estado. Que esa

[ 79]

organizacion este fundada en un acto escrito 0 de


cualquier otro modo, 0 solamente sobre la costumbre
y las tradiciones seculares, el hecho es que ha existido
siempre, dondequiera que ha habido hombres cons.
tituyendo sociedad. Sin embargo, debemos convenir
en que el derecho constitucional nacio en la revolu.
cion francesa de 1789, cuando, entre sangre y gloria,
guerra y exterminio se hizo reconocer el gran princi.
pio de la "igualdad ante la ley" y quedaron con esto
separados y distantes los tiempos de la feudalidad.
De la revolucion francesa data, pues, la era moderna,
que se distingue por el establecimiento pnictico de
los principios politicos.
En el sentido etimologico, politic a es el arte social;
en el sentido propio, es la reunion de leyes que deben
dirigir a aquellos a quienes esta con/iado el mando
de la nacion.- Los autores de politica anteriores a
la revolucion (sin hablar de Aristoteles, que reconoci6
en el hombre dos naturalezas: la libre y la esclava,
la noble y la villana, la inteligente y la estupida, la
del senor que habia nacido para man dar y la del
paria que recibia la vida para obedecer y para servir),
no han escrito nada que pueda leerse con provecho
sobre autoridad, derecho de elegir, representacion, etc.
Es inutil buscar la division de poderes en Bobadilla,
que titulo P olitica una obra que nada tiene que hacer
con los derechos del hombre ni con la soberania nacio
nal' ni en el padre Juan de Mariana, que si bien
tra;o del Rey y de la institucion del Rey' (De Rege
et Regis institutione), fue para ensenar el derecho
divino de los principes, asombrandome que haya
podido autorizar el tiranicidio; ni en Bodino, publi.
cista frances, que lIamo su libro Republica; pero que
de todo quiso ocuparse menos de la positiva. ~,ver.
dadera republica, que en 1530, cuando escnblO en
aquella plenitud del poder autocratico de los Monar
[80 ]

cas de Europa, no pudo ni siquiera imaginar.Bossuet, Saavedra, el Marques de S. Felipe, tienen


alguna que otra maxima politica moderna, de aquella
parte que emana de la fuente de la /raternidad, por
su contacto con el cristianismo, pero nada de las que
oe derivan de las dos otras que son la suma de los
derechos del hombre y del ciudadano: libertad e
igualdad.
La revolucion francesa es el faro que Dios ha encen
dido en medio del oceano en que se agita la sociedad
Dloderna, el cual con luz radiante y pura ensena de
los derechos y de los deberes de los pueblos.Mirabeau, Barnave, Lafayette, Barrere, Pethion, Verg.
niaud y sus generosos companeros, defensores ardien
tes y puros de la libertad. Danton, Robespierre y los
demas que sostuvieron el imperio brillante de la trio
buna, inventaron el idioma politico y el derecho
constitucional.- Los actos de la Asamblea Constituyente, los de la legislativa y de la Convencion; los
discursos de aquellos tribunos que daban, sin saberlo,
un curso de materia politica, son los elementos preciosos con que se han formado luego varias obras de
derecho publico, y de ellos he tornado yo 10 mas
interesante para formar la mia.- Todas las cuestiones
se han ventilado por hombres muy competentes, a los
que debe seguirse, escogiendo entre ellos a los mas
16gicos y de diccion mas clara:

... et cujus vestigia semper adora.

No pienso con esto, senor doctor y amigo, que este


muy en sazon mi obra, habiendo empleado en com
ponerla poco menos de tres meses, embarazado en
varias ocupaciones que todos conocen; pero me propongo retocarla a menudo y mej orarla, hasta hacer
de ella un manual indispensable, en el que todos
midan la importancia del trabajo, no solo por la

[ 81 ]

sinceridad del prop6sito que en el ha dominado, sino


tambien por los altos respetos y la dignidad de la
persona a la que se consagra.
Recibala usted, pues, con indulgencia, y recibala la
juventud con amor. Leala, meditela; en ella hall ara
los principios politicos republicanos enlazados con
los de la moral cristiana, que son los de la moral
universal; los deberes del hombre en todos sus estado s
y situaciones; principios que no pueden quedar
abandonados en ninguna materia, ni desechados jamas,
mucho menos en politica, cuyos fundamentos son
las obligaciones sagradas de la fraternidad, de la
tolerancia y del amor. 5i la organizaci6n nos hace
viciosos; si las malas leyes corrompen nuestro espiritu,
la moral sola nos hace honrados, y bajo este punto de
vista, la politica no puede prescindir d~ la moral.
EI fin de la sociedad, el alma de las vutudes y el
compendio de todos los derechos politicos activus y
pasivos, es el bien comlin, la eficaz, la ardiente, la
benefactora concordia, la ley moral que enseiia la
caridad cristiana.- Hay, mi querido doctor y amigo,
hay mas estrecha relaci6n de la que se cree general.
mente, entre la politica y la moral, entre los deberes
del ciudadano y los del cristiano, entre la ley social
y el Evangelio. jDichoso yo si he sabido entenderme
con ese tesoro de ideas y de pensamientos sublimes,
que puedo califica~ asi, porque mas p~~tene.cen. ,ai
estudio y a la habihdad de otros que a ml msplraClOn
propia!

PRINCIPI05 DE DERECHO POLITICO

PRELIMINARES

LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD:

He aqui el

d~gma, la mas alta expresi6n de las leyes soberanas

destinadas a regir la humanidad.


La libertad, la igualdad son el
dad, es el DEBER.

DERECHO:

la fraterni-

El derecho y el deber son las condiciones rad~cales,


rimeras, las eternas condiciones del orden, sm las
~uales ninguna sociedad puede existir. El derecho
protege al individuo, 10 conserva, Ie asegur~ el pleno
goce de si mismo; el deber Ie subordma a la
sociedad, y une, por tanto, con provecho de todos,
a todos los individuos.
2. Todo pueblo tiene por principio la familia, base
de las sociedades que ella engendra por su desenvolvimiento natural.
La familia es el tipo de toda organizaci6n y la condicion de toda existencia social. Destruir la familia,
herir los lazos naturales que unen al padre, a la madre
y a los hijos, y que hacen de todos ellos un solo ser,
el hombre completo, es atentar contra la vida misma
del genero humano.

Como quiera, mi obra esta bajo su protecci6n, y esto


Ie asegura aceptaci6n y aplauso. En cuanto ami,
usted sabe que Ie pertenezco por los lazos de una
gratitud que sera eterna.

3. EI estado domestico es necesario para reproducir


al hombre; pero no basta para conservarle. Es. imprescindible el estado publico q~e: dando .seg~:ldad
a las familias, conserve y multlphque el mdlvlduo.

Caracas, 10 de mayo de 1864.

4. Un hombre escogi6, al principio, un terreno inculto, y 10 descuaj6: su mujer y sus hijos Ie ayudaron,

Felipe Larraz6bal

[82 ]

[83 ]

y t?ma~~n por su trabajo posesion de aquella tierra.


ASI naclO el derecho de propiedad. '
A cierta distancia, otra familia, y mas luego ot
famITlas, h"ICIeron I0 mismo, y adquirieron los mismos
ras
derechos.
Ninguna de estas familias debia nada a las otras, sino
~qu.el~os afectos de humanidad con que se unen los
mdlvlduos de una misma especie.
~l ca.bo de algiin. ~iempo, las fieras

0 los salvajes
mvadleron la poseslOn de una familia, destruyeron su
labor, Ie arrebataron su subsistencia y mataron a
algunos de sus miembros.

Este accidente, acaecido a una familia, amenazo a


todas, y comprendieron la necesidad de reunirse par
d .
'
a
q~e to os Juntos protegiesen la seguridad y la pro.
pledad de cada uno.
Tal fue, tal es alIn, y sera siempre el

PACTO SOCIAL.

S~ dirige a proteger la seguridad y la propiedad indio


vIdual: derechos anteriores a la constitucion de la
sociedad.

5. La sociedad publica, cualquiera que fuese su ex


tension, no destruyo, ni altero las relaciones de la
sociedad domestica.
6.

En la familia, sociedad de individuos, el poder


en el individuo; en el Estado, sociedad de
famlhas, el poder existio en la voluntad de las fami
lias.
exis~i~

7. La ~ociedad, constituida asi, del modo que la


hemos VIStO formarse, existio todavia en un estado
imperfecto; y era imperfecto, porque solo proveia a
1.

Celui qui ayant enclos un terrain s' avisa de dire ceci est
moi
fut Ie vrai fandateur de la societe civile. Rousseau, De Z'inegalitk
parmi les hommes.

[84 ]

seguridad y conservacion, tendiendo a otro estado


mejor y mas fuerte, 0 mas perfecto. Como la planta
se avanz a a la madurez y el nino a la virilidad y a
la razon, la sociedad, desde que existe, tiende a la
civilizacion. Este es el estado perfecto para ella.
sU

8. El hombre, individuo, tiene para proveer a su


conservacion individual, que es su fin, una voluntad
y organos fisicos, ministros de su querer en la eje.
cucion de sus acciones individuales.
La sociedad tiene para alcanzar su fin, que es su con
servacion, leyes que son su voluntad; y personas,
medios 0 ministros de las leyes en la ej ecucion de la
aedon social.
9. Una sociedad no puede permanecer en el estado
imperfecto, asi como el hombre no puede permanecer
nUio. Uno y otro avanzan inevitablemente hacia la
consumaci6n.
10. La razon concibe que un pueblo 0 reunion de
familias pase del estado imperfecto al perfecto; es
la ley de la naturaleza, que tiende al bien, y la marcha
de los seres. Ese paso es practicable, pues que ya se
ha practicado, y es natural al hombre, porque los
pueblos del Norte de quienes descienden los pueblos
modern os, han pas ado todos del estado grosero de
su religion natural, y de su sociedad poligama y des
potica, al cristianismo, a la monogamia y a las ins
tituciones representativas.
11. Toda sociedad camina a la perfeccion; porque
toda sociedad camina a la felicidad. Esta es para ella,
como para el hombre, la tranquilidad del orden.
En el desorden hay incomodidad, inquietud, peligro.
La conformidad de voluntades y de fin 0 de proposito,
es la esencia del orden. EI orden une, y la misma
sociedad, en su nocion primitiva, no es otra cosa que
la union de individuos iguales entre S1.

[85 ]

Para que haya unidad 0 conformidad social , es preClSo


.
~ue. c.ada parte este ordenada con respecto al todo: el
mdlvlduo con respecto a la familia, la familia Con
respec.to adla so~ieuldad particular de que es miembro;
l a SOCle d a partlC ar con respecto a la gran socied d
del genero humano, y ann este mismo genero huma a
con respecto a la sociedad general de las inteligenci no
de la cual Dios es el Supremo Jefe.
as,

12. La idea de orden en sociedad envuelve la d


autoridad, y la de subditos, que es relativa: el de~
recho de mandar y el deber de obedecer. Autoridad
y subditos son seres necesarios. La expresiiin de las
relaciones que los ligan entre si, se llama constitu..
cion.
La constituciiin es perfecta, si expresa perfectamente
los verdaderos respectos 0 las verdaderas relaciones
naturales de los ciudadanos y de la auto rid ad qu
los gobierna.
e
13. Entre las diversas sociedades, independientes
unas de otras, hay tambien relaciones necesarias
cuyo conjunto forma 10 que llamamos derecho d;
gentes., Las naciones .viven mas 0 menos tranquilas,
son mas 0 men os. fehces, en proporciiin a la mayor
o menor conformldad que este derecho tiene con el
orden inmutable 0 la naturaleza de los seres de que
se componen las sociedades.
14. Las relaciones necesarias entre los miembros de
una ~isma sociedad, y entre estos y la autoridad,
constItuyen el derecho civil r politico. Las leyes son
la expresiiin de esas relaciones.
15. La autoridad, hemos dicho, es el derecho de
mandar. Del derecho de mandar resulta la obligaciiin
de obedecer. Media una distancia infinita entre auto
ridad . y fu:rza. La fuerza es el poder de compeler
por vlOlenCla; de ese poder resulta la necesidad de

[86 ]

ceder 0 de sufrir. Son terminos divers os : obligaciiin


de obedecer y necesidad de ceder. La conciencia
persuade en el primer caso; resiste en el segundo.

La fuerza, que es potencia fisica, desordena el mun


do moral, y jamas puede ser base del orden social.
16. Las ideas de autoridad, de derecho, de orden,
de justicia van a confundirse y perderse en la idea
del consentimiento, ley general y unica raziin de la
sociedad. La autoridad no es la fuerza, ni la obedie!1cia es la debilidad: aquella es el ejecicio de un
derecho; esta, la practica saludable de un deber.
17. La nociiin de la autoridad esta intimamente
unida con la nociiin de la ley. La autoridad reside
en el todo: la ley es la expresion de la voluntad de
lodos. Y como siempre es recta la voluntad general,
porque el error no puede ser de to do un pueblo, se
sigue que las leyes, cuando son legitimamente la
expresiiin de una voluntad general, son siempre
justas.
18. Otro motivo hay tambien para considerarlas
justas; y es que toda ley nace, 0 de un abuso que
corrige, 0 de un mal que teme. EI juramento naciii
de la perfidia, dice Raynal; y es observaciiin hecha
por Tacito: que, a proporciiin de que en el Estado
hay mas corrupciiin, las leyes son mas multiplicadas.
. COTTuptissima Republica, plurimae leges! La salud
de los individuos, la conservaci6n y la salvaguardia
del Estado son las causas origin arias de las leyes."

2. Tacit. Annal., III, 27.


3. Constat profecto ad salutem CIVlUm, Clvltatumque incolumitaten,
vitamque hominum quietam. & beatam, inventas esse leges.
Cicero De legib., lib. 2, p~rrafo 5.

[87 ]

necesarias, respectos que m~difican nuestra existencia y hasta nuestro pensamlento.

II
No hay palabra, dice Montesquieu, de que mas se
haya abusado, que de la palabra libertad; ni la hay
que haya producido tan grandes crimenes ni tan
excelsas virtudes. Esto consiste en que nunca se ha
fi j ado bien el sentido y la aplicacion de ella, y pro.
bablemente sucedera siempre 10 mismo, porque los
gobemantes y los gobemados no estaran j amas de
acuerdo en este punto:'
He aqui algunas nociones sobre esta materia.
19. La libertad psicologica es la madre, el origen de'
todas las libertades. En psicologia, se llama libertad
la facultad de obrar. Sobre esta libertad primitiva,
natural, originaria, reposan, no solo todas las demas
libertades, sino que se funda tambien la verdadera
potencia del hombre: la voluntad. Sin libertad, no
hay voluntad. Nuestra libertad es de tal modo real,
que es nuestra misma dignidad, puesto que somas
hechos lib res, para ser morales. Sin libertad no hay
responsabilidad, ni tampoco moralidad. Por la Ii
bertad adquiere la vida humana su importancia ver
dadera, su mision moral: nuestros pensamientos y
nuestras acciones tienen un valor imperecedero, y
entramos, en fin, en ese orden religioso del mundo
que es etemo e inviolable como Dios mismo.

20. Sin embargo, no vivimos solos en este mundo:


nuestra existencia mbordinada a un solo ser, esla
coordenada con los demas seres. De aqui nacen cier
tas modificaciones para la libertad. No vivimos en
un lugar cualquiera; en un mundo ideal; reconoce
mos una condicion determinada; nos hallamos roo
dead os de millares de seres iguales a nosotros y que
tienen con nosotros un destino comun, relaciones
4.

De

r Esprit

des lois, 1. 2, c. 2.

[88 ]

Sas relaciones se llaman la vida social.


21. La vida social es nuestro estado natural y pide
itnperiosamente el sacrificio de muchas de nuestras
libertades naturales.
.
22. Hay libertades inalienables, esto es, derechos
cuyo mantenimienlo exige la ley suprema de nuestro
ser; pues que el hombre, cualquiera que sea la condicion en que se halle, tiene necesidad de ellos para
sus fines morales.
Esos derechos primordiales, que tambien se llaman
derechos de la naturaleza, son la libertad individual;
la igualdad; la libertad del pensamiento, de la palabra y de la conciencia; la inviolabilidad de nuestro
honor y de nuestra propiedad; la seguridad personal
y la santidad de las convenciones.
23. Mas, si en principio ninguna de las libertades
naturales puede ser alienada sin peligro de la dignidad human a, todas se modifican desde que entramos en el estado social. La inviolabilidad de nuestro
honor, V. g., modifica la libertad de la palabra de
que gozan todos nuestros semej antes respecto de nosotros; y a su vez, esa libertad modifica la inviolabilidad de nuestro honor.
24. El estado social no es otra cosa que una transaccion entre los sacrificios posibles y los sacrificios
imposibles; entre las libertades alien abies y las libertades inalienables."
5. Todo 10 que puede pedir el partidario mas entusiasta de ]n
libertad, es que, entre las libertacles que da In naturaleza y los
sacrificios que reclama la sociedad, se haga una transacci6n que
de al Estado bastante pader para que alcance a conseguir sus
fines, y al ciudadano bastante independencia para que pueda
obtener los suyos. Este es el problema de las ciencias politicas.

[89 ]

Cuando se realiza esa transaccion se constituye el


derecho social.
25. El derecho social es un hecho: el derech o na.
tural una teo ria.
26. Establecido el derecho social, la libertad natu.
ral cede su puesto a la libertad social. La libertad
social se divide en libertad civil y libertad politica.
La libertad civil, reglada por la ley civil, es la parte
de libertad que corresponde a un ciudadano en SUs
relaciones con sus conciudadanos; la libertad polio
tica, reglada por la constitucion del Estado, asegura
desde luego la independencia del Estado respecto de
las demas naciones, y da luego a los ciudadanos la
parte de libertad publica y los derechos de eleccion
activos y pasivos que puede conceder el Estado.
27. La verdadera medida de la libertad individual
civil y politica, es el interes legitimo de la sociedad:
Ante ese interes desaparece el del individuo.

undo, ni puede eXIstIr. El hombre sano y lleno de


erza no esta en las mismas condiciones que el
h~mbre enfermo 0 valetudinario. El hombre joven
o es el viejo; el inteligente no es el estupido. Esos
n res , desiguales por la naturaleza, desiguales en el
~cho, tienen, sin embargo, iguales derechos; y esta
es la unica igualdad posible: la igualdad ante la
ley la igualdad de la justicia y del derecho. Los
anrl/!uo s llamaron con razon cequitas (equidad), a
la igualdad.
30. La igualdad social no es, pues, un desarrollo
i!!Ual dte cada personalidad. El hombre se mueve en
s~ ~sfera de accion particular, y con tal que, grande
o pequeno, pueda dar a su ser toda expansion, sin
quedar comprimido por la esfera de accion de los
demas hombres, la igualdad social esta satisfecha.

29. Si por igualdad social quiere entenderse que


los hombres sean iguales de alma y cuerpo, se enun
cia un error de los mas palpables y evidentes. La
igualdad de hecho no existe en ninguna parte del

31. Los hombres son individualmente desiguales, sin


que esta desigualdad individual cause la desigualdad
social; lej os de eso, la ley moral quiere la igualdad
social, que consiste en el derecho igual para todos;
y esta igualdad de derechos repugna la exorbitante
pretension de los que tratan, de hacer prevalecer una
o mas tendencias sobre otras, dandoles tal desenvol
vimiento que oprime las facultades expansivas del
individuo.
32. En el lenguaje ordinario hay diferencia entre
libertad e igualdad. Estas dos palabras son, en la
ciencia, la misma cosa. La libertad es el derecho
de dar cada uno a su ser toda la expansion posible;
y ese derecho no puede ej ercerse sino en tanto que
se respeta el derecho igual de todos los hombres
a una expansion semejante. Los hombres viven bajo
el regimen de la igualdad, cuando todos pueden dar
a su vez su desenvolvimiento regular. Si algo estorba
ese desenvolvimiento ya no hay libertad. Asi, libertad,
igualdad, son sinonimos en la lengua social.

[90 ]

[91 ]

III
28. Si todos los hombres pudieran ser colocados
exactamente en las mismas condiciones, se descubri.
ria luego entre ellos notable desigualdad de cuerpo
y de espiritu. Habria grandes y pequenos, fuertes y
debiles, sanos y enfermos, activos y perezosos, habi.
les e inhabiles, buenos y mal os, virtuosos y deprava.
dos. Notemos, sin embargo, que estas desigualdades
solo existen de hombre a hombre. Pero aun asi, po
dria preguntarse: (, que se ha hecho entonces el fa
moso dogma de la igualdad social?

33. El principio de la igualdad social es una llla.


xima fecunda. Cuando se dice que "el fundamento
de la autoridad descansa sobre las decisiones de la
mayoria", se reconoce implicitamente el principio
de igualdad. Todos los hombres son iguales en el
derecho; que si no 10 fuesen, no habria mayoria,
pues no podrian sumarse cantidades heterogeneas.
Sin autoridad no hay sociedad; sin mayoria no hay
autoridad; sin igualdad no hay mayoria, ni esta
palabra tiene sentido ni valor moral.

iI decia un filosofo," a los. dedos I de, la Imano,


mia,
forma dos de diversas . proporclOnes, os cua es se
Sl fueran en fuerza y en tamaYudan mas que
entrea
.
'
Id a d que
uuales. Cualqmera
que sea la d
eSlgua
J~ aI"entre los talentos y Ias con d'IClones
.
de Ios h erhay s, no debe inspirarseles mas que una sola cosa:
mano
obrar de conIa Concordia, a fin de que puedan
"
derlo como los dedos de la mano .
36. Lo que se dice de la familia se aplica racionalnte a la sociedad. Los hombres son herman os. Su

m:dre es comiin. Su fin es identico. Entre elIos, ~odos,

~eben

reinar el amor y el respeto; la armoma, la


paz y la j usticia.

IV
34. De esa intima solidaridad que existe entre la
libertad y la igualdad, y que constituye la vida so.
cial, nace necesariamente como su consecuencia in.
mediata, la fraternidad; nace la concordia, la paz
y la obligacion de prestarse todos los hombres, to.
dos los pueblos, un socorro mutuo, cada vez que
su independencia 0 su soberania sean atacadas.
35. La fraternidad es el lazo comiin que une a los
hijos de unos mismos padres; virtud privada que
honra a los hombres y que sobrevive, sin altera.
cion, a los estragos del interes y de la corrupcion de
las costumbres. La fraternidad filantropica es la hurna.
nidad, es la igualdad, y la compaiiera inseparable de la
libertad. Es aquel sentimiento, movil de los grandes
deberes del hombre, que pone en accion la sublime
moral del Evangelio: haz a otro 10 que quieras que
a ti te hiciesen; no hagas a otro 10 que no quisieras
tli que a ti te hiciesen. Si este tierno precepto fuera
observado con mas rigor, la mitad de los males
desaparecerian de la tierra; y los hombres, hechos
mejores por solo el ejercicio de esa pura afecci6n,
serian tambien mas felices. "Semej ante es una fa

[92 ]

La libertad y la igualdad son el derecho, hemos dicho


alnis. La fraternidad, es el deber. Vea~o~ .ahora
que se deriva de esos tres grandes prmclplOs.
Constituido el, simbolo de la nueva fe politica de
la humanidad, estudiemos sus consecuencias.

VI
De la libertad, se derivan:
EI derecho de reunion 0 de asociacion;
EI derecho de manifestar y enseiiar su pensamiento
por la palabra, por la prensa y por cualquier me.
dio de expresar la idea humana;
EI derecho de eleccion activo y pasivo;
EI derecho de peticion;
El derecho de libertad y seguridad personal;
EI derecho de ej ercer su culto;
EI derecho de industria 0 de trabaj 0;
6. Bernardino de St. Pierrp.

[93 ]

La inviolabilidad de la propiedad;
La inviolabilidad del hogar domestico.
De la igualdad nacen:
El sufragio universal; la ley de la mayoria;
La aplicaci6n mas extensa posible de la elecci6n:
.
El concurso para las funciones publicas;
La repartici6n equitativa del impuesto y del servi.
cio militar;
El juicio pOI' jurados.
De la jraternidad emanan:
La solidaridad de todos los ciudadanos;
La asociaci6n libre del trabajo para la producci6n;
La educaci6n gratuita;
El credito y las instituciones de asistencia y de mu.
tualidad;
La armonia y la paz poria abundancia y la jus.
ticia.
De La obTa de ese titulo, publicada en. Caracas, 1864, se
han seleccionado La Dedicatoria y los PreZiminares, que
contienen La parte esencial de las doctrinas de Larrazabal.

MEMORIA SOBRE LAS VERDADERAS CAUSAS


DEL ATRASO DE NUESTRA AGRICULTURA Y
LOS MEDIOS MAS CONVENIENTES PARA
RESTABLECERLA
Chez toutes les Nations, i'agriculture est La source
La plus pure de la prosperite publique.
CHAPTAL

A LOS SENORES DOCTOR JOSE ARNAL, PRESIDENTE DE


LA

SOCIEDAD

DE

AGRICULTURA

DE

CARACAS,

JOSE

ANTONIO MOSQUERA, ETC.


SENORES: Siempl'e fue mi opmIOn, sin duda alguna,
favorable a la protecci6n de la industria agraria; POl"
que yeo en esta el fundamento y mas firme apoyo de la
sociedad. Si las artes y el comercio son la gloria de

[94 ]

pueblos civilizados; la agl'icultura, fuente de la

~s uez a : ocupaci6n digna y la mas noble del hombre


J1q

. pmas
. 'h
rbre, cuya lmportancla
se a puesto en du da,
: cuya perfecci6n. ha servid~ de base a los imp.erios;

i . agricultura,

dlgo, remedla todas las necesldades


: que la . natUl:aleza nos ha dejado sujetos para
uuestra eXlstenCla.

'Cuanto no pudiera decir aqui con relaci6n a las


:entajas que la agricultura produce! jCUanto con
relacion a la suerte del cultivo, mas 0 menos prospero, y depen~iendo si,empre, e~ todas partes, de
las leyes agranas! j Cuanto, en fm, de los estorbos
que con ofens a de los intereses comunes, se oponen
a la accion libre y benefica de los cultivadores! Pero, he perdido una parte considerable de mis apuntarnientos Y de mis libros, y a mas de esto, comienzo ya a desconfiar de mi memoria, que fue buena
y fiel allti en un tiempo, cuando Dios queria; pero
ahara, esa facultad maravillosa del ser humano: ese
libro en el cual he escrito, momenta pOI' momento,
todas las impresiones, todas las ideas, todas las
sensaciones de la vida; ese tesoro, objeto exquisito,
el mas uti! y el peor tratado de todos, que guarda
los materiales necesarios para el edificio de la razon, va desapareciendo cada dia.
Y no se crea que sienta yo, ni forme queja de tal
cosa; pOI' el contrario, como Temistocles, prefiriera que alguno acabara de ensefiarme el arte de 01vidal'; y de ningun modo quiero acordarme de todo,
como sucedia al emperador Adriano. jOh! jQue
gran felicidad borrarse de la memoria los agravios,
y solo recordar en el seno de la gratitud, los beneficios, los afectos, las temuras!
Vengamos ya a la substancia de la carta con que
ustedes me honran; y a la que, no obstante mi insuficiencia, emprendere responder_

[95 ]

Con el fin de dej ar mas satisfecho el nohle interes


que ustedes manifiestan, dividire esa respuesta en
seis consideraciones, que tratare de compendiar en
10 posihle, consultando 10 lisonjero de la brevedad
con la extension que por fuerza ha de darse a rna.
teria tan importante y complicada.

barioso cultivador. Mas, se ocuparon solo en dos


casas, con todo ahinco y sin omitir solicitud al
guna:
primera : en convertir los indios al cristianismo.
Se-nnda : en explotar las minas de oro y plata, donde
o
las habia, en provecho de Espana.

F' Los males de nuestra agricultura tienen origen


en epocas lej anas; la legislacion y la politica se
obstinaron al principio en aumentarlos;

Grandes esfuerzos hicieron para la conversion; rna


yores .~un, unanimes y mas vigorosos para la ex
plotacLOn.
En medio de todo, los indios, deslumbrados al as
pecto de aquellos hombres que representaban a un
Monarca omnipotente y que se decian propagadores
de la unica religion verdadera, revelada por el Dios
del Universe., desfallecian y se entregahan, a poca
costa, al dominio de tan poderosos senores. Algunos
(pOCOS a la verdad), habitadores de valles ardientes,
resistieron y forcejearon contra los usurpadores; y
estos, en vez de aplaudir resistencia tan magnanima,
digna de elogios en la posteridad, la castigaron, declarando a los american os inca paces de llegar a ser
sociales, y que eran como una especie de hombres
marcados por la naturaleza con el sella de la estupi.
dez y de la esclavitud. '

2(l. Utiles mej oras alcanzadas despues de la lnde.


pendencia; mejoras que han hecho la propiedad teo
rritorial mas comerciable y favorecido previsoramen.
te la industria agricola;
3"

Estado de la cuestion en la actualidad.

4(l.

Necesidad imperiosa de proteccion.

5(l. En que deba cifrarse la proteccion de la agri.


cultura.
6(l.

Esperanzas del porvenir.

Los males de nuestra agricultura tienen origen en


epocas lejanas; la legislacion y la politica se obstinaron
al principio en aumentarlos
El suelo venezolano, virgen en gran parte de todo
cultivo, es de una fecundidad maravillosa. Los con
quistadores, pasmados en la contemplacion de ese
poder de creacion asomhroso de nuestra naturaleza,
no se saciaban de admirar y ponderar el verdor de
nuestros campos; la fuerza y gala de nuestra vege
tacion; la belleza pintoresca de nuestros sitios; la
frescura de la vida vegetal; nuestro cielo siempre
puro; los rios abundantes; la calidad excelente de
nuestra tierra, que no da espinas y abrojos, sino
regalados y sabrosos frutos con que premia alia

[96 ]

Este Nuevo Mundo no era solo infinitamente hermoso,


virginal y poetico. Aparte de estos rasgos generales
de aspecto, sus condiciones fisicas se resumian en
majestad, grandeza, novedad, exuberancia prodigiosa,
riqueza inagotable y mUltiple, pompa infinita de
formas, de vegetacion, de vitali dad animal y de pujanza. Espana, con todo su poder, era un atomo en
presencia del Nuevo Mundo. Ella no tenia luz, ni
fuerza, ni arte, ni pohlacion necesaria para emprender una colonizacion que exigia inmensos recursos,
1. Robertson, History

0/ America.

VIII.

[97 ]

continuos y vigorosos esfuerzos. Le era preciso, pues


optar entre dos cosas: una, 0 reducirse a un circul~
relativamente estrecho, arriesgando perder inmensas
regiones que Inglaterra, Francia y Portugal apetecian;
o diseminar su accion en todo un continente, hacitin.
dola asi esteril, empirica, impotente y viciosa. Que.
riendo abarcarlo todo, la potencia colonizadora se
ahogo, se anonado en la grandeza misma del mu~do
colonizable, y en vez de producir una civilizaci6n
vigorosa, engendro un feto de semibarbarie extrava.
gante.2
La noticia, que yolo en Espana, del oro que hahia
en America, hizo desbordar sobre este Nuevo Mundo
a millares de aventureros, en quienes predominaha
la idea de reunir riquezas considerables, a poca costa.
Y ni el Gobierno, ni los emigrantes hicieron nada' por
la agricultura; dej aron sin explotar la riqueza que
ofrecia el cultivo: riqueza superior a to do calculo,
atendidas las ventajas que brinda el suelo americano.
Esos aventureros sin familia por su mayor parte, sin
profesion, avidos de fortuna y enemigos del trahajo,
no tenian inteligencia, ni gusto por los ej ercicios ru
rales. Apetecian, si, extensas posesiones, para llamarse
alla, en su tierra, senores y grandes propietarios;
mas, ni visitaban sus campos ni los labraban. Si, por
fortuna, al espiritu de conquista se hubiera asociado
la actividad inteligente y el trabaj 0, las buenas leyes
y el cui dado eficaz del magistrado, nuestra condici6n
por cierto seria hoy muy diferente. Pero no fue asi.
Caracas, por ejemplo (y contrayendome muy particu
larmente a Venezuela), Caracas fue fundada por
Losada en 1566; Barquisimeto por Villegas, en 1552;
Coro por Ampues, en 1529; Cumana por Ocampo,
en 1520; Merida por Rodriguez Suarez, en 1558;
Barinas, a la orilla del Santo Domingo, por Valera,
2.

Samper, Ensayo sabre las revoluciones politicas.

[98 ]

en 1576. .. Pues bien, hasta mediado del siglo XVIII,


esto es, doscientos cincuenta anos despues de aquella
epoca de fundacion, cuando los .holandeses de Curazao emprendieron hacer un gran contrabando de
cacao, hasta entonces no fue que se alento este ramo
de la industria agraria, en que somos tan favorecidos.
i Y notese bien, ese aliento fue privado!
Antes de 1728, tiempo en que se establecio el monopolio lIamado Compania Guipuzcoana, no se extraia
el cacao, Y mej or dicho, ni se tenia noticia de su producto.
Desde 1690 habia transportado el holandes Van Horn
desde Moka a Batavia, y de alli a Amsterdam, el
arbol del cafe. En Venezuela, sin embargo, no se
cultivo formalmente sino en 1784, y esto, debido a
los esfuerzos de un particular, el ilustre senor Mohedano.
Otros particulares introdujeron tambien por el Oriente,
la cana de azucar de Otahiti, que Cook y Bongainville trajeron a las Antillas en 1792.
Arvide y D. Manuel Clemente hicieron venir de
Guatemala la semilla del anil.
Y, bien lejos de favorecer el Gobierno la cultura del
tabaco, planta americana, a la cual el capricho da
un valor considerable, las Cortes celebradas en 1636
hicieron exclusiva de la Real Hacienda su venta, aplicando a tesoreria los rendimientos del estanco.
Asi, la Metropoli no puso por obra nada, no hizo
esfuerzo alguno, ni el mas pequeno, para desarrollar
nuestra industria agricola; no estimo en nada el cultivo, no 10 protegio, no Ie dio ensanche.
La sociedad naciente carecia de recursos; el Gobierno
no se los presto.
Las tierras brindaban su potencia productora; pero el
Gobierno que no queria fun dar haciendas, ni levan-

[99 ]

tar ingenios; el Gohierno que repugnaha los inmensns


cultivos y las crecidas producciones, que hacian necesarios puentes, vehiculos, caminos, canales, hos pe_
derias, centros de pohlacion, policia, etc_ ; el Gohierno, que no amaha sino el oro y que se entregaba
exclusivamente al culto del oro y de las piedras preciosas, agentes de la vanidad, del lujo y de la corrupcion, solo huscaha minas y solo vivia en el
ahismo de ellas. 3
Y i cosa admirahle! En el tiempo en que" los decretos
parlamentarios de Inglaterra favorecian los progresos
de la agricultura, alentahan el cultivo de las tierras
eriales y premiahan las mejoras de las ya lahradas;'
en ese tiempo mismo en que una nacion maritima e
industrial, que extiende la influencia de su poder
manufacturero sohre las cuatro partes del mundo y
civiliza la quinta, reconocia que "la agricultura es
el manantial perenne de la opulencia de las naciones";
en ese mismo tiempo el Gohierno de Espana avigo.
raha el espiritu funesto de las vinculaciones, estahle.
cia los diezmos: contrihucion onerosa, exorhitante,
3.

4.

Las exigencias de los Reyes Cat61icos, que ansiaban ver repletos


su cofres de oro, se manifiestan. desde Illega, en la carta que
dirigi6 Colon a In Reina Isabel. Hablandola desde Veragua, que
61 ereia ser el Chersoneso de oro, de dande Salomon habia extraido sus riquezas, y ponderiindoselas, decia: "-Yo no creo con.
veniente despojJ.r 81 jefe .de cste pais, por via de robo; pero
arreglare las cosas de tal suerte que, evitando el escandalo y mala
fama, todo elora que aqui hay, pase a Ia caja de Vuestras
Altezas, a punto de no que dar un solo grana al Principe de
Veragua".
Los progresos de la agricultura inglesa no pueden sorprendernos.
desde que recordemos los decretos expedidos por el Parlamento
en favor de la industria agricola. Durante las sesiones, en el
reinado de Jorge III, se expidieron 452 bills para construir 0 me
jorar caminos y 19 para abrir nuevas canales. Los bills relativos al
favor de In agricultura, en diversos ramos, Hegaron a 509 en los
anos inmediatos a la revolucion francesa, y a 1.018 los expedidos
durante In guerra del Contincnte. AHa, los descuajos se aumentan
cada dia, In agricultura recibe constantemente beneficios. y Ia

[100 ]

que grava el capital, el trahajo y la renta; imponia


derechos de consumo, que gravahan la vida en sus
necesidades mas imperiosas; decretaha aduanas, alca
bala y cientos, tributo personal, primicias, peajes,
T/tonopolio de sal, estancos de tabaco y aguardiente,
sisas . . , Y esto, sohre otras imposiciones que se llamahan almotacen, quintos, registros y anotaciones,
proventos, naipes, mostrencos, baldios, propios, impuesto directo, pasaportes, licencias, transito, arbitrios
extraordinarios, apropiaci6n de caudales. particulares,
renta de millones, contribuci6n sobre criados, alquileres de casas, subsidio, armada de barlovento,
contribuci6n sobre rentas, vales reales, bulas de la
cruzada, l<tnzas, medias anatas. .. i Santo Dios!
Aiiadanse las prohihiciones del traIico extranjero, las
trahas del comercio propio, los registros, las inves
tigaciones y ritualidades para asegurar la Real Ha
cienda contra fraudes; y digase desputls i como podria
haher comercio! i Y cual no seria el tristisimo estado
de la agricultura!
inclinacion a la labor de Ia tierra crece por consecuencia. EI
Gobierno ingles que, en materias econ6micas, tiene el primer
rango entre los gobiernos del mundo, apoya can todo su empeno la agricultura, porque esta es el fulcrum, decia Palmerston,
de Ia grandeza del Estado.
Muchos ricos propietarios de Norfolk (el mejor Condado culti
vado de Inglaterra); muchos tambien de Essex, de Suffolk y Kent
donde siempre hay descuajos y laboreo, fueron invitados por
el Gobierno para introducir los mthodos flamencos y extender el
espfritu de mejora, en los trabajos del campo. El Gobierno ingIes
se encargo de importar Ia mejor semilla de granos para distri.
buirla entre los Iabradores, y coopero al cruzamiento de las
castas del ganado Ianar, vacuno, etc. Por este artificio, M.
Backwell logro criar carneros, cuya carne mas delicada y su
lana mas fina, engordaban en Ia mitad menos del ticmpo que
los otros. EI peso de los ganados vendidos en el mercndo de
Londres se ha doblado en menos de un siglo: fenomcno que
solo puede atribuirse a los pastos, y a los cuidados de los due
nos, estimulados estos por un Gobierno sabio y liberal.

[101 ]

En solo dos anos que corrieron de 1793 a 1795 s


enviaron, segUn datos oficiales, de America a Espaii e
476.209.843 reales vellon, 0 10 que es igual, 23.810.49:
pesos fuertes, producto de las minas; y l cuiinto podria
calcularse en ese propio tiempo el valor de nuestras
cosechas? jAh! Sin embargo, nuestro algodon, par
su preciosidad como por su abundancia; nuestro cafe
por su excelencia; nuestra grana tan fina como la d~
Misteca; nuestro cacao, que no sufre rival; nuestro
tabaco, nuestro anil, nuestra vainilla miis fragante
que la de 50conuzco; nuestra zarzaparrilla, nuestros
brasiletes, caobas, guayacanes, granadillos, gateados
de colores diversos, dividives, cedros, copaibas, in.
ciensos, robles, curtidores, laureles, copeyes, pinave.
tes, mangles, tamarind os, tantos y tan variados pro.
duetos de nuestro's campos son mil veces miis pre.
ciosos que el oro. jRiqueza miis permanente; e1emen.
tos miis poderosos de civilizacion, de sociabilidad, de
progreso y de verdadera democracia!
Cuando en 1777 regreso a Espana el Gobernador don
Carlos de Agiiero, hombre de mediana instrucci6n
pero de buen sentido, y que habfa servido al rey en
la campana de ItaIia, presento a S. M. una Memoria
sobre Venezuela, cuya Capitania General acababa de
desempenar. EI senor Agiiero hablaba fervorosamente
de nuestra tierra, y quiso ofrecer al rey un bosquejo
de la dulzura de nuestro cIima y de la feracidad de
nuestro suelo. EI rey (a la sazon Carlos III, que
estaba en EI Pardo), tomo la Memoria y la dio al
ministro don Jose Portugues, seguramente para que
Ie informase. EI Ministro puso al margen estos con
ceptos: Caracas (Venezuela quiso decir), pais sin
minas de oro ni plata; es pobre, y no merece gastos.
La Memoria de Agiiero no tuvo resultado, y se guarda
en el archivo del antiguo Despacho de Indias. (5. V.
In/ormes c. n. 1l.233).

lW2

sistema, fue siempre el mismo, desde el primer


la conquista hasta el ultimo en que se vio ter
la guerra de independencia. Espana no tuvo
pensamiento, ni otra aspiracion que eI oro y no
sino de buscarlo en las minas y de sacarlo a
trance, dondequiera que 10 habia.s Cuando nom
virreyes para Mexico y el Peru, arrendaba a
y la daba a Ambrosio Aifinger y otros ale
para que se pagasen de unos cuantos pesos
haMan antieipado. Las reyes mas meditadas, la
de Intendentes, de Ejercito y Provincia,
para la Nueva Espana. Las miradas del Go
no caian sino sobre el Potosi y Zacatecas.
no teniamos minas: no valiamos nada. Bue
sido decir al oido del Monarca: "Senor;
anciano que, al morir, manifesto a sus hijos
en el campo que cultivaban, dejaba escondido
tesoro, y que por este medio los excito a remover
, tierra una y mil veees, les hizo conoeer el verdadero
tesoro, la rica inagotable mina de las naeionef;
tesoro que solo puede haIlar la agricultura, en cuya
comparacion los otros son pequenos e imaginarios.
5. Encontraron los espanoles en el Peru 18 naticia de que en las
huaca.s 0 tum bas antiguas habia mucho oro, y trata~do el Gobierno de conciliar los preceptos de respeto a los muertos con ]a
fe1icidad de haHar una fortuna en cada huaca, consult6 al Santo
Padre. para tranquilizar 18 conciencia de los soldados conquistadores, si seria 0 no pecado desenterrar los muertos para aprovecharse de sus riquezas. (Vease SolOrzano, Politica Indiana).
La medida fue excelente, porque se comenzaron las excavaci04
nes por el interes de las preciosidades de cantaros, vasos,
tazas. figurando el sol, hombres y animales: ingentes riquezas
que contenian las huacas de Chiche en Trujillo, Pativilca y
otras. Lastima grande fue que el interes se aprovechara 5610
de 1o rico y precioso, y diera al desprecio una multitud de
cadliveres admirables por la sanidad, posicion y adorn os, dignos
de conservarse como testimonio autentico de la cuItura de aqueI
pueblo que tanto habia llegado a ilustrar su entendimiento.
Los cadliveres eran verdaderas momias, preparadas por el arte
y conservadas por embalsamamiento.

[103 ]

tabilidad y fomento predominan de tal suerte que


forman como el sentimiento publico, y se hallan es
ritas en los codigos, se Yen ensenadas en las escuelas,
; practicadas hasta en las alegrias e inocentes di
versiones del horuelo!
.

El oro y la plata se acabanin; pero el cafe, el azucar


y el algodon quedaran; y el solo hallazgo de la patata
es mas grande y vale mas para la humanidad, que
los tejos de oro que se extraen de Mexic~ y del Peru".
Vienese a mi memoria, en este punto, Clerta frase de
Plinio, el naturalista, que he de repetir aqui. Hablando
este sabio ilustre acerca de los romanos y del estimulo
que para cultivar sus heredades tenian, dice: Agrum
male colere, censorium probrum judicabatur. (El que
labraba mal sus campos, se atraia por eso la animad.
version y el castigo de los Cens?res). G .i 9ue gran
politica! i Cuan provec~lO~a ~ eflcaz sohcltud! i Y
cuanto no distaba la practIca Ilustrada de los buenos
roman os, de las absurdas ideas de nuestra Metropoli!
Aca se desalendia el cultivo; se abandollaba alia.
brador, y quisiera decir, aun se Ie castigaba con esos
mil linajes de tributos y gabelas que sobre sus hom.
bros se cargaban; dej abasele vivir, sin noticia siquiera
de la perfeccion de los instrumentos aratorios ni de
los metodos de cultura, deseando en vano un impulso
y una prosperidad que no veia; en tanto que alia,
donde todo era al contrario, donde la ley favorecia el
traba joy recompesaba los esfuerzos, donde Caton,
Varron, Columela y cien geoponicos mas ensenaban el
arte de sembrar, la teoria de la vegetacion, de los
abonos y de sus aplicaciones, y el metodo de conser.
var y de multiplicar las producciones utiles, compa.
neras de las labores de la agriccltura; alia donde el
hombre debia consagrarse gustoso a las faenas del
campo, porque un doble y poderoso aliciente Ie im
pelia a ello; alla caia en l.a desg~acia del. Censor. Y
merecia los tremendos castIgos, SL no cultwaba bLen
sus prados. i Felices las naciones donde llega a ser
la ley tan previsiva; donde los encargados del mando
son tan celosos, y donde las ideas de justicia, las de
6.

De todo 10 que dej 0 expuesto se infiere claramente,


que el origen de los males que afligen nuestra indus.
tria agricola esta en epocas remotas: en las condiciones
mismas de la conquista. Las laminas de oro, los bra.
zaletes de oro, las pepitas de oro que llevo a Espana
Colon, sublime aventurero, de vuelta de su primer
viaje de descubrimiento, hicieron mayor impresion en
el animo de los reyes y de los pueblos, que las pacas
de algodon que de Santo Domingo conduj o. l Quien
hablo mas de arar la tierra ni de mcltiplicar los
beneficios de la sementera? Cortes y Pizarro no .bus
caron sino oro en sus empresas, que tanta sangre y
lagrimas costaron. Fue el amor del oro quien condujo
a Alvarado, a Olid, a Benalcazar, a Quesada, a Obando,
a Almagro, a Ampudia, a Nicuesa y a tantos otros
filibusteros a esta parte aca del mundo. Apenas lle.
gaban, doquier ponian el pie, pedian noticias de oro
y volaban a cogerio. La codicia de los espanoles que
permanecian en la Peninsula se excitaba cada vez
mas por las relaciones que enviaban los que venian:
relaciones fabulosas, increibles, pero a las cuales da
ban cierto aire de verdad los tesoros y barras de
oro que veian llegar de esta tierra prometida. 7 Poco
7. Se calcula que el dcscubrimiento de America ha pueato en
circulacion doce veccs mas de metales preciosos de los que
antes habia. Por los registros oficiales sabemos, que In sola
mina del Potosi, aunque muy imperfectamente explotada, dio
cn cuarenta anos 300 milloncs de pesos, y que de 1556 a 1801,
el quinto del Rey manto a 823.950.508 pesos fuertes. (Nunez,
Notieia, historicas r estadistica3 de las provincias del Plata).
Estan discordes los eeonomistas aeerca de Ia masa de metales
preciosos que de Ia America espanola ha rcfluido en la
PCllinsula.

Lib. XVIII, c. 3.

[104 ]

[105 ]

a poco, Espana entera se hizo a. la idea de aUegar


fortuna sacando el oro de las mmas; y desdefio no
solo las ocupaciones agricolas y el comercio en Aroe.
rica, sino que las descuido tambien en Europa, lao
brandose para si una decadencia de la cual aun no
ha salido, ni por largos anos Ie sera dado salir.
En vez de estimular la industria y de premiar los
afanes del labrador, menosprecio el cultivo y envileci6
el trabajo. No solo constituyo como exclusivas de los
esclavos las tareas del campo, sino que habiendol as
impuesto como pena, obtuvieron un concepto de 0pro.
bio y degradacion que alej aba de practicarlas a todos
los que aspiraban a una condicion decente. "La ser.
vidumbre, dice Schoelcher, hablando de la agricultura
en America; la servidumbre impuso el sella de infa.
mia a la tierra. El que la cultivaba era viI, y ese trabajo
era tarea del esclavo, y del esclavo de infima condi.
cion. Los propietarios, en su mayor parte europeos,
Segun
Segun
Segun
Segt'in
Segiin

Uztariz,
desde 1492 a 1724 fueron
SolOrzano, desde 1492 a 1628" fueron
Moncada, desde 1492 a 1595 Iueron
Navarrete,
de 1519 a 1617 fueron
RaynaI,
de 1492 a 1775 fueron

Segun Robertson,

3.536
1.500
2.000
1.536
5.154

contribuido a degradar la agricultura, porque


amenaza trivial a un criado resabioso e inobediente,
-~era enviarle a trabajar al campo".8

:En vez de facilitar los medios de adelantar _en la caJrera de la industria legitima, realzando los senti"inientos morales del alma; en vez de alentar el
:"comercio y de abrir trato con los pueblos amigos y
~eutrales, el Gobierno de Espana establecio monopo.
lios odiosos y decreto restricciones y prohibiciones
absurdas que destruyeron hasta en su raiz la libertad
natural de los cambios. j Un ministro declaro solem.
nemente, que, solo de este modo, podia gobernarse
imperio tan grande como el Ibero! ... 9

En vez de multiplicar los agentes de riqueza y de


hacer facil y rapida la comunicadon entre los productores y los consurnidores, entre el mundo y Venezuela, y viceversa, vedaba como crimen el trato con
De particulares en diversos ingrcsos metali~
cos, desde 1620 a 1814 ................ .
En 1814 ................................. .
Ell 1816 ................................. .
En 1818 ................................. .
Valuando en solo una decima parte del total
de los caudales provenientes de Mexico,
Peru, etc .............................. .
Ingresos de contrabando ................. .

millones de fncrtes.
rnillones de fuertes.
roilloncs de fncrtes.
miIlones de fnertes.
roilloncs de fuertes.

de 1492 a 1777 fueron 8.800 mi1lones de Iuertes.

EI autor Des Recherches sur le commerce, que parece bien


informado, establece que de 1492 a 1775 {ueron a Espana 5.072
millones de duras. Humboldt haee el calenlo siguiente:

Total ...... Pesos 4.85l.l56.000


Canga Arguelles (Diccion. de Hacienda) forma este cuadro con
datos que pueden considerarse bien exactos.

8.
9.

Tenemos, pues, que entraron en Espana un ano con otro desde


1492. epoca de Ia conquista, hasta 1818, en que la revolucion de
Independencia se extendio desde San BIas, en Mexico, hasta Val.
divia y Talcahuano. en Chile. entraron, digo, 25 miIlones de pes~s
en metalico y barras de oro par ana. Suma enorme, que dehio
encender el deseo de las riquezas en el corazon de los espanoles,
habituados, como estaban, a permutar, no a vender, las especies,
porque tal era la pohreza de numerario que ten ian, como observa
Coz Gayon, Rist. de La adman. publica, cap. 16.
Schoelcher, Des Colonies /rancaises, p. 277.
Uztariz, en 1740. Vease su ohra titulada Teoria y practica del
Comercio.

[106 ]

l.l94.600.000
42.500.000

Total ingreso ......... Pesos 8.720.221.972

Dc 1492 1803: Rcgistrado ............... Pesos 4.035.156.000


Contra ban do .............
816.000.000

En los 120 anos corridos del descubrimiento


de ColOn hasta 1619 entraron (dato oficial)
en la Peninsula ........................ Pesos 1.100.000.000
Cancelada, en su opusculo Libre Comercio
afiade que desde 1620 a 1808 lueroll ....
767.000.000
Dcsde 1808 a 1814 ........................
30.000.000

5.579.000.000
4.539.275
100.000
2.472.697

[107 ]

isinlos valles, aqui donde un moderado trabajo pue

las potencias extranjeras, y la Real Cedula de 1692


ordeno que se tuviese como enemigas todas las ell!.
barcaciones extranjeras que surcasen los mares de
America, sin licencia de la Corte.

~e dar alimento a diez naciones, habia muchos padres


de familia cercados de necesidades y miserias, pocos
in estas, y raros, muy raros, con comodidad y abun
~ancia.. En la tierra del platano y la yuca, en esta
tierra de promision, l.. cuantas veces se extendieron
los brazos, que no hallaban trabajo, para pedir de
/iJIlosna el pan?

Y cuando hubo un Ministro Universal de Indias, el


senor Galvez, que se prestase a abrir nuestros puertos,
ya no al comercio extranjero, sino al de la misll!a
Espana, destruyendo el monopolio mercantil de los
galeones y Iotas, declaro que estos puertos eran, en
Venezuela, Maracaibo y Margarita.' i Que ignorancia!
i Que ceguedad!

{,evanto ya la pluma, para continuar despues. Yo


espero que mis lectores estaran de acuerdo conmigo
en que desde muy lejos vienen las causas de nuestros
quebrantos. Me prometo tambien que estaran de acuer
do en que ha de ser eficaz y heroico el remedio que
ha de curar tan antiguas y profundas dolencias.

En vez de procurar la baratura, hija de la abun.


dancia, el aumento de poblacion y los medios de
mantener en prosperidad y creciente cultura a los
indigenas, los mataron, reduciendo a los que por dicha
sobrevivieron, al estado mas desgraciado. "No puede
pensarse en esto -decia Ulloa-, sin 1I0rar con his
tima la infeliz suerte de estos hombres que, sin otro
delito que el de la simplicidad, ni mas motivo que el
de la ignorancia, han venido a ser esclavos, y de una
esclavitud tan opresiva que, comparadamente, pue
den lIamarse dichosos los african os a quienes la fuerza
y la razon de colonias han condenado a la opresi6n
servil".ll
N uestra agricultura, pues, debe resentirse de todos
estos males, de monta y gravedad que la oprimieron
en su origen y que estorbaron su desarrollo. Entonces,
que fue ocasion propia de infundirla aliento, se la
abandono; y pudiendo vivir ricos con los frutos de
nuestra tierra, recibiamos un situado de Mexico, faltos
de rentas para remunerar a los servidores del Estado.
Una buena parte de los habitantes de Venezuela
carecia de 10 preciso para una decente pasadia; y con
asombro he de decirlo: en medio de nuestros fera
10.
II.

En todas materias, la extension del remedio y de los


arbitrios debe corresponder a la del mal y del objeto.
Utiles mejoras alcanzadas despues de la Independencia:
mejoras que han hecho la propiedad territorial mas
comerciable y favorecido previsoramente la industria
agricola
Entre los prodigiosos extraordinarios hechos de
Napoleon I, emperador de los franceses, hechos que
variaron los gobiernos europeos y destruyeron los
limites imtiguos de muchas naciones del otro conti
nente, ninguno tuvo consecuencias mas importantes,
que el de la ocupacion de las ciudades y plazas fuer
les de la Peninsula espanola, por numerosos ej ercitos
imperiales, habiendo sacado de Madrid a los reyes
Carlos IV y Fernando VII y retenidolos en Francia
prisioneros. Dio margen este hecho al levantamiento
de la nacion castellana contra Napoleon. Establecie
ronse Juntas Supremas, representantes de los derechos
de los soberanos destronados, y se ocuparon en reo
conquistar la independencia. A ejemplo de elias, cons-

Decreto de 12 de octubre de 1778.


Noticias secrettlS, t. 2, cap. I.

[108 ]

[109 ]

tituyeronse del mismo modo en America, y comenza_


~o~dentonces a ~ener gobierno, propI' 0; precario y
Iml 0 en su ongen, pero, mas tar de, establecid
sobre bases solid as, a saber: las de la independen/
y leyes bienhechoras. La jornada de Bayona fue ;:
aurora de nuestra emancipacion politica; y el Empe_
rador frances, dejando en Valengay a Fernando de
Borbon y ocupando el trono de Espana, abrio, sin
pensarlo, el camino para que la segunda mitad del
Nuevo Mundo se hiciese senora de si misma.
Veamos ahora (aunque someramente) como supieron
nuestros gobiernos propios aprovechar la oportunidad
desde el momenta mismo de su inauguracion en el
poder, para dedicarse con solicitud esmerada al fomento de la industria agricola y a remover los obstaculos que se oponian a su progreso y retardaban
su engrandecimiento.
Inmediatamente despues del 19 de abril de 1810, dia
en que principiamos con buen suceso a desatar el
law de independencia que nos ligaba a Espana, la
Junta de Caracas expidio un decreto aboliendo el
impuesto de alcabala sobre los comestibles, subsisten.
cias y objetos de mero consumo; otro, suprimiendo
para siempre el tributo a que estaban sujetos los
indios, y un tercero, en fin, ordenando la soltura de
los presos 0 destinados a obras publicas por vagos.
Esta postrer medida, observa un autor contemporaneo,
devolvio a la agricultura una multitud de brazos
utiles que, ba joel pretexto de una policia suspicaz y
de una seguridad insidiosa, se hallaban sumergidos
en las carceles con el caracter de "vagos".

cuanto pudiese ser objeto de un honrado y bien enlendido patriotismo; prohibi6 la introducci6n de esc!avos; declar6. el comercio libre con todas las na
done s y concedi6, a favor de Inglaterra, la rebaja de
una cuarta parte de los derechos de importaci6n y
t~portaci6n, exigiendo la reciprocidad en las colonias
inglesas.
No habria razon, en realidad, para exigir mas de la
Junta Suprema de Caracas, la que muy luego se vio
envuelta en las dificultades y peligros que traian, de
una parte, el conato de los patriotas por la independencia, y de otra, la resistencia que ahincadamente
hacian los peninsulares por desvanecer esta idea.
[,os sucesos del 5 de julio de 1811 acabaron de decidir
a los espanoles y al Gobierno de Espana por la
guerra contra los americanos. Empezo la lucha, que
fue a muerte; y asi y todo, en medio de los anos mas
crudos, el Libertador Simon Bolivar expidio un de
creto invitando a los extranjeros a venir a establecerse
en Venezuela, donde la feracidad del suelo -decia-,
sus varias y ricas producciones, la benignidad del
clima y un regimen prudente de administraciOn que
garantiza la seguridad individual y el sagrado derecho de propiedad, debian proporcionarles ventajas y
utilidades que acaso no tendrian en su pais. (Decreto
de 16 de agosto de 1813).

Hizo mas la Junta: Mand6 formar una Sociedad pa


tri6tica de agricultura y economia, que teniendo por
principal objeto de su instituto el adelantamiento de
los ramos de industria rural de que es susceptible el
clima venezolano, extendiese sus investigaciones a

Reunido el Congreso Constituyente de Colombia en


el Rosario de Cucuta (marzo de 1821), las medidas
legislativas favorables a la agricultura, con un designio
directo, que se expidieron entonces y que continuaron
apareciendo cada ano, son muchas y muy importan.
les. No me lisonjeo de alcanzar a recordarlas todas;
pero, el cuadro siguiente ofrece la prueba mas incontestable de la diligencia y cuidadosa solicitud de nuestros Congresos por el fomento de la industria madre,
y del abatimiento y graviimenes que esta padecia.

[110 ]

[111 ]

En 1821:

5e dispuso exceptuar del servicio de L:is armas a los


labradores, a menos de causa urgente. (Decreto de
25 de agosto).

5e declaro abolido el derecho de sisa y el impuesto de


5 por ciento Uamado de exportacion interior. (Decreta
de 25 de septiembre).
Este impuesto era onerosisimo y se cobraba de todo s
los frutos que se conducian de provincia a provincia
de territorio a territorio, y de pueblo a pueblo, au~
siendo de una misma provincia.

5e liberto de todo derecho de entrada por los puertos


de Colombia las herramientas de agricultura, las pian.
tas y semillas, maquinas y utensilios que conduje.
ran a mejorar el cultivo de las tierras y a preparar
y elaborar sus /rutos. (Ley de 27 de septiembre).
5e prohibio absolutamente la introduccion de cacao,
cafe, anil, azucares y melazas. (Idem).
5e concedio exencion de derechos de exportacion, par
diez anos, al algodon, cafe, azucar, mieles, aguardien.
te y maderas de construccion. (Ley de 27 de sep
tiembre) .

5e extinguio el impuesto de alcabala en el comercia


de las producciones del pais, y se redujo a 2,50 por
ciento en el de los bienes raices y mercaderias ex
tranjeras. (Ley de 3 de octubre).
5e extinguio el tributo de los indigenas y se concedio
a estos resguardos de tierras exentas de contribucicm.
(Ley de 4. de octubre).

5e declaro libre la destilacion de los aguardientes y


libre tambien su tra/ico. (Ley de 4 de octubre).
5e dispuso la enajenacion de los baldios, a precios
comodos, para contribuir asi a la extension del cultivo.
(Ley de 11 de diciembre).

[112 ]

En 1823:
5e autorizo al Poder Ejecutivo para promover e/icazmente la inmigracion de extranjeros europeos y norteOfTIericanos. (Decreto de 11 de j unio) .
5e prohibio la introduccion de tabacos extranjeros en
haja, en cigarros, polvo 0 rape. (Ley de 7 de julio).
En 1824:
5e declararon lib res del diezmo eclesiristico a todas las
nuevas plantaciones de cacao, cafe y anil. (Ley de
19 de mayo).
5e extinguieron los mayorazgos y vinculaciones. (Ley
de 10 de julio).
por esta ley vinieron a la libre circulacion los bienes
que no podian enajenarse por las leyes espanolas
relativas a vinculos y sustituciones, las cuales leyes
quitaban a la propiedad la comunicabilidad y la transmisibilidad que son sus mas preciosos dotes; y Iibrando la conservacion de las familias sobre la dotacion de un individuo, que se llamaba en cada generadon senor del vinculo, y atribuyendo esta dotacion
a la casualidad del nacimiento, dejaban a los demas
en la pobreza y en el olvido. La institucion de mayorazgos ha sido la mas repugnante a los principios
de una sabia y justa legislacion.
Se mando auxiliar a las tribus indigenas que quisieran abandonar su vida errante. (Ley de 3 de agosto).
Se mandaron reducir los censos. (Ley de 11 de
agosto) .
En 1825:
Se abolieron las exacciones conocidas con los nombres
de mesada eclesiastica, medias annatas y anualidades.
(Decreto de 28 de marzo).
Se autorizo al Poder Ejecutivo para que destinase un
mill6n de pesos al /omento de la agricultura. (Decreto
de 28 de abril).

* * *
[113 ]

Separada Venezuela de Nueva Granada y Ecu2dor,


cuya union politic a formaba la Republica de Colombia,
y constituida independientemente desde 1830, se han
dado en sus Congresos las leyes y decretos siguientes,
con relacion a la agricultura.
En 1830:
Se aboli6 la alcabala de los frutos y producciones del
pais. (Decreto de 19 de octubre).
En 1831:
Se autoriz6 al Poder Ejecutivo para promover La in.
troducci6n de canarios. (Decreto de 13 de junio).
En 1832:
Se eximi6 de todo derecho por diez arios el trigo de
Venezuela. (Decreto de 10 de abril).
En 1833:
Se declar6 libre el cultivo del tabaco y se extinguieron
todos los estancos. (Decreto de 22 de marzo).

Se decLar6 abolido el derecho de diezmos. (Ley de 6


de abril).
En 1834:
Se concediO La libertad de cultos. (Ley de 18 de
febrero) .
Se destinaron londos a La inmigraci6n de canarios.
(Decreto de 7 de marzo).
En 1836:
Se mand6 solicitar La reducci6n de dias festivos. (De
creto de 15 de mayo).
En 1841:
Se estableci6 un Banco Nacional. (Ley de 17 -:!:;
mayo).
En 1842:
Se crearon fondos y se destinaron a La apertura de
caminos. (Ley de 2 de mayo).

[114 ]

En 1844:
Se mand6 auxiliar una escuela de agricultura y veterinaria en Caracas. (Decreto de 16 de agosto).
En 1845:
Se lavoreci6 la conclusi6n del camino de Caracas a
La Guaira. (Decreto de 19 de mayo).
En 1848:
Se mandaron deslindar, mensurar y vender los baldios.
(Ley de lOde abril).
Semand6 que no se hiciesen remates de. bienes sino
por la mitad del valor de estos, cuando menos. (Ley de
28 de abril).
En 1849:
Se concedi6 el beneficio de espera a los deudores atrasados. (Ley de 9 de abril).
En 1851:
Se concedi6 exenci6n de todo derecho nacional y municipal, por seis arios, a los establecimientos de teneria.
(Ley de 16 de abril).
En 1853:
Se concedi6 una recompensa en tierras baldias a los
herederos de sargentos, cabos y soldados. (Decreto de
23 de marzo).
Se ordena ia construcci6n del lerrocarril entre Puerto
Cabello y San Felipe. (Decreto de 18 de abril) .
Se concedieron varias exenciones importantes a la industria pecuaria. (Ley de 28 de abril).
En 1854.:
Se libert6 de todo derecho los alambres de hierro para
corrales y dehesas. (Decreto de 4 de marzo).
Se declar6 abolida para siempre La esclavitud. (Ley
de 24 de marzo).
Se decret6 el c6digo de policia nacional. (Leyes de
20 de mayo).
[115 ]

En 1861:
Se derogaron las leyes que establecian impuestos sobre
la renta y el cultivo de cana. (Ley de 18 de junio).
Se autorizo el establecimiento de sociedades de credito
territorial. (Ley de 22 de j unio ) .
En 1869:
Se declaro libre la navegacion fluvial. (Ley de 14 de
mayo).
Se mando que se comprasen y repartiesen quinientas
toneladas de semilla de cana de Salangore. (Decreto
de 17 de mayo).
Se suprimieron los derechos de exportacion. (Ley de
18 de mayo).
Estas disposiciones, j ustas y utiles, han dado aliento y
merecido favor a la industria agricola, descollando en.
tre elias, la ley que extinguio los mayorazgos y vincu.
laciones, y la que abolio el impuesto del diezmo tan
vej atorio en su percepcion como opresivo en sus
efectos. El resultado de estas medidas legislativas se
sintio inmediatamente y fue de grande consecuencia.
5i la ciencia economica hubiera sido mas estudiada
entre nosotros; si los hombres de Estado que cono
cian las necesidades de nuestra industria agricola
hubieran tenido, por el estudio, mas medios de reme
diarlas y prevenirlas, de seguro que las habrian reo
mediado y. prevenido. El deseo esta patente. Pero,
sucede con las enfermedades del cuerpo social como
con las dolencias del cuerpo fisico; el medico anhela,
procura la curacion radical; mas, si no sabe aplicar
el verdadero remedio, no curara jamas. El mal con
tinua con apariencia mas 0 menos alarmante; el
cuerpo se enflaquece y debilita; hay intermitencias,
dias de mejoria; pero la salud no vuelve sino cuando
se auxilia a la naturaleza con medicamentos propios,
activos, eficaces y generosos, que destruyan la causa
del mal, 0 avigoren el sistema para que entre de lleno

[116 ]

en las condiciones favorables del restablecimiento


apetecido.
Esa porcion de leyes ben Micas que sucesivamente se
han expedido desde 1810 hasta hoy, han fomentado
sin dud a nuestra agricultura y, debido a elias, es que
hacemos en la actualidad alguna exportacion. Nuestros
productos se han multiplicado; y no obstante la guerra que, por desgracia, parece haberse hecho interminable, tenemos hoy mas goces, mas comodidad,
mas frutos, mas vida que la que teniamos en los
mejores alios de la Colonia. Nuestras propiedades no
estan vinculadas; nuestras cosechas no se merman
par el gravoso diezmo; nuestro maiz, los granos de
nuestras semen teras pasan de un lugar a otro sin
pagar alcabala, ni mas impuesto que el de caminos;
nuestros frutos exportables no temen la concurrencia
del extranjero; las maquinas y herramientas necesarias a la agricultura entran en el pais sin impuesto
alguno; pero esto no basta. Y al punto a que hemos
venido, persuadidos de que esas medidas utiles no
son, sin embargo, las unicas que la prosperidad de
la agricultura exige, hemos de examinar cuales otras
puedan ser convenientes e imprescindibles. Necesario
es aprovechar los instantes y vivificar el pais (digo
vivificar en el sentido de confortar, robustecer), por
grandes medidas economicas, de caracter general y
permanente, las cuales, colocando la industria al abrigo de todo evento, ofrezcan a los honrados labradores una perspectiva de consuela en sus empresas y a
la nacion, en general, una esperanza de dicha en sus
dias de tranquilidad y de progreso.

Estado de la cuestion en la actualidad


Las precedentes paginas comprueban de un modo
incontestable que hemos introducido en nuestra legislacion gran des y utiles mej oras, las cuales han

[117 ]

ten dido a hacer, y han hecho en efecto, la propiedad


territorial mas comerciable y el traba j 0 mas libre y
seguro. ;, Quien se negara a concurrir en el dictamen
que reconoce el empeno de nuestros Congresos por
dar vida a la agricultura, segun esas medidas que
vienen individualizadas, y que muchos estimaron po.
derosas para sacar a aquella industria del triste estado
en que se hallaba? "En general -observa muy jus.
tamente CourcelleSeneuil, profesor de economia po.
litica en el Instituto N acional de Chile--, los paises
hispanoamericanos mejor gobernados han hecho pro.
gresos que son inmensos relativamente a su punto
de partida y al poco tiempo transcurrido de su in
dependencia; aunque no han tornado todavia asiento
fijo, ni encontrado su camino. Turbados por las
excitaciones de Europa en materia de combinaciones
sociales; inciertos sobre la via industrial porque de
ben llevar adelante sus progresos; retardados en su
marcha por antiguas preocupaciones heredadas de
Espana, esperan una direccion mas firme, mas de
cidida, y luces que vacilen menos. Pero, deben corn
prender que el tiempo urge, y que el progreso eco
nomico no es solo negocio de gusto 0 bienestar, sino
tambien cuestion de existencia, no solo para la socie
dad politic a, sino aun para las familias mismas que
la componen" .'2
Tales palabras escritas habilmente, con esa compren
sion que es hija de un juicio claro y de una vista
luminosa, serviran como de epigrafe a las considera
ciones que me prometo desenvolver en este articulo.
A medida que avanzamos, parece que se manifiesta
y descubre mas el mal. Reconocido de atras, y no
habiendo podido vencerlo las diferentes aplicaciones
provechosas que se han hecho, es imprescindible bus
12.

II

Ii

Iii;
i.i

ill

Traite theorique el pr~ctique d'Economie politique.

car re~~ro y. favor en otra fuente. Entremos: haga.


mOS dlhgencla por hallarlo, y 10 hallaremos. ;, Que
se nego nunca al noble esfuerzo, a la investigacion
tranquila e imparcial, al deseo plausible de encontrar
el bien y de seguirlo? jY que! ;,Habremos de sentir
la pena Y no solicitar el alivio? ;,No buscar el remedio? ;,Poseeremos los elementos de la felicidad comUn y no nos dariamos prisa a activarlos y desenvolverlos en nuestro provecho? Ninguna cuestion importa tanto a Venezuela, como la cuestion agricola;
ninguna llama con mas fuerza la atencion de sus
hombres pensadores, desde que puede asegurarse,
sin temor de errar, que las revueltas periodicas, las
disensiones civiles, la guerra que estalla y nos arruina;
ese cumulo de males que pesa gravemente sobre
nuestra cabeza, nace, en gran parte y se estimula,
de la situacion funesta en que la agricultura se halla.
lC6mo podria explicarse, de otro modo, quehabiendonos d~do la alta politica Constitucion y leyes, que,
por la hbertad, elevan el alma del ciudadano y la
ennoblecen y, por la educacion, forman el corazon
para la virtud y abren el espiritu a la luz, nos veamos de continuo empenados en desavenencias ruidosas
y en guerras civiles sin intermision ni tregua? ;, Como
se explicara de otra suerte que, con tantos adelantamie~tos en la legislacion y en el derecho publico;
abohdas la tortura y la esclavitud, la pena capital, la
censu~a, .l~ prision por deudas, y consagrados todos
los pnnclplOs tutelares de la sociedad, tengamos a cada
paso inquietudes y alteraciones del orden que encuentran _voluntades cooperadoras; conmociones que
se orgamzan, que crecen como por encanto, que in~aden y que triunfan, para desaparecer luego, deJando lugar a otras tentativas, y a otras, y cien mas,
que semej antes a las olas del mar se suceden sin descanso e indefectiblemente? Es que los pueblos no
viven solo de libertad y de buenas instituciones, bene-

[119 ]

[118 ]

,If
i

luego a luego ~onlalcahusab ~ue l~dproduce. ~uy b~e.


. 'consideraCIones e a nan Sl 0 necesanas.- n
:~ ezuela, la opinion no estii dividida entre dos 0
,en. sistemas teoncos
., de orgamzaclOn
. . . SOCIa.
. I N0 h ay
~astrinas politicas opuestas, ni sistemas incompati.
b~ ni rivalidad de dogmas. Ninguno piensa aqui
e::ariar la forma republicana. Los partidos .son cons~tucionales; todos proclaman la igualdad de derechos,
~ garantias personales, la libertad. La guerra no se
:ce por personas. La piedra del esciindalo no es un
ambre propio como 10 ha sido en Francia, y como
no es en Italia. Nuestros gob'.1ernos, es Cle~o:
.
10
car~~en
de estabilidad; caen muchos Jefes de la admlmstraCIon,
sin completar el corto periodo que la Constitucion
les fija; mas, notese bien, ni el odio personal, ni el
proposito de mudar la forma gubernamental entran
par nada en la .ruina de nuestros mandatarios. Contra
los Presidentes de Venezuela no se ha alzado el puna! de Louvel, ni se ha movido la miiquina de Fieschi,
ni se han arrojado los fulminantes de Orsini. Nues
tros disturbios conocen otra fuente. ;, Y cuiil puede
seresa? ;,De donde nace el mal? Es evidente, que de la
situacion economica industrial. La ruina de la agricul.
tura y de la cria, he aqui el fermento incesante que
agita nuestros pueblos dociles y laboriosos. Es el quien
enciende las pasiones. Por el se mueven y acaloran
los partidos; y sin el, las reformas se cumplirian
oportunamente, con acierto, con aquella moderacion
que es prenda de su conveniencia, y aquella fuerza y
virtud que aseguran su cumplimiento.

[120 ]

[121 ]

Y bien, conocido el mal, ;,cuiindo tendrii remedio?


Cuando se atienda eficazmente a proteger la industria,
que, hija y companera de la paz, es madre de la riqueza publica.
iDe donde esperaremos el alivio? De los poderes que,
eleviindose sobre el nivel comnn y comprendiendo

''1 '.',

ji

~i

ficios imponderables, sin duda; sino que necesitan


tambien del auxiliar de la fortuna y de la conve.
niencia: beneficios tambien de alto quilate, que man.
tienen la vida por el descanso, que conservan la salud
por el sosiego de los afectos del iinimo, y que dan
participacion a todos en las dulzuras de la existencia.
Mientras una clase numerosa de la Republica sufra'
mientras este abatida, sin porvenir, sin esperanza, y
no duerma por la inquietud del dia siguiente, 0 par.
que no pueda procurarse, por el trabajo honesto, 10
necesario para que la duracion sobre la tierra no Ie
sea una pena y la familia un fardo; mientras esto
pase entre nosotros, y haya dolores, y estrecheces, y
deseos frustrados, y la actividad del alma no tenga
recompensa, y las empresas decaigan, faltas de fa.
vor ... , habrii guerra. No basta que el orden social
escrito sea perfecto. 5i necesaria es la libertad, no es
menos imprescindible que los gobiernos, secundado.
res de la obra de la Providencia, fomenten el des.
arrollo de la industria, y preservando las riquezas
cuiden con solicitud del bienestar de todos los ciuda.
danos.
No ha mucho que, escribiendo el senor don J. Joaquin
de Mora, en la Revista Espanola de Ambos Mundos
(1853), decia, pintando la situacion de las Republi.
cas Sudamericanas: "Las republicas americanas ofre.
cen hoy la imagen del caos. Los gobiernos no tienen
estabilidad; las leyes no tienen vigor; los tesoros
publicos estiin vados; los hombres sensatos y since
ramente amantes del pais, huyen del mando y viven
en la obscuridad; y no es fiicil encontrar, al examinar
el estado moral de aquellas poblaciones, cuiindo, ni
de donde, ha de venir el remedio de tantos i'nfortu
. "
mos.
EI senor Mora no profundizo, ni fue su intento pro
fundizar, con relacion a nosotros, el origen del mal
que padecemos. 5i 10 hubiera ensayado, habria dado

:i

la vasta extension de su nohilisimo encargo, quieran


dar a la agricultura todo el favor que ha ruenester
y que pide con instancia. A la verdad, si es la tierra
la ahundosa fuente de la riqueza, porque produce todo
aquello que sirve a nuestras necesidades, a nuestros
goces, a nuestros placeres y a nuestros caprichos.
porque produce siempre una cantidad superior a l~
que consumimos en la operacion de la reproducci6n
lpor que no ha de alentarse ese trahajo de la tierra'
y favoreciendo sus mejoras, aumentar la suma de I~
riqueza general? Si el exceso de reproduccion es un
heneficio gratuito de la Providencia por medio de la
tierra y su lahor, lpor que no ha de excitarse y darse
calor a este ejercicio sohre el cual sahemos que des.
cienden con certeza las hendiciones del cielo?
Cuando en Roma, el nomhre de buen cultivador me.
recia los elogios y el respeto de los ciudadanos,13
y se recompensaha la agricultura haciendo el labra.
dor florecer este arte a la somhra de las leyes que
la fomentahan, Roma fue la Senora del mundo.
Cuando ahandono los campos y prefirio el empleo
de la fuerza al de la industria; cuando las lahores
de la tierra no tuvieron proteccion ni estima, la de.
cadencia fue rapida y lIego al fin la ruina de aquel
puehlo que fundara el mas vasto y poderoso imperio
del universo.
No quiero decir por esto (hahlando en terminos de
economia) que la facultad productiva de la riqueza
este exclusivamente reservada a un solo genero de
trahajo, aunque sea este el cultivo del suelo, que
tan privilegiado es. No creo que la fecundidad del
trahajo pertenezca a una sola industria y que no
puedan las otras procurar tamhien la dicha del rna
13.

Cum virum bonum colonum dixissent, ampHssime


existimabant. (Plinio, Hist. Natur. I. 18, c. III).

[122 ]

laudare

'of numero de los hahitantes de una nacion; pero


que hay trahajos mas productivos unos que
trOS, mas favorahles al progreso de la riqueza; y,
~tre nosotros, la agricultura y la cria son las indus
trias que reclaman la preferencia de todos los esfuefZOS Y de todas las facultades; porque elIas son
las que prometen mas, al paso que, por des gracia,
son, asimismo, las que mas decadentes y arruinadas
se ballan.

~pienso

Todos los economistas ingleses, excepto el vener~hle


Adam Smith, padre y fundador de la ciencia economica, colocan en el primer rango los trahajos del
comercio y de la industria manufacturera. La escuela
fr~ncesa, por el contrario, no acuerda la preeminencia sino a los trahajos agricolas. En esta lucha de
opiniones encontradas 0 diferentes sohre materia tan
iJIIportante, es licito pensar que, el mas productivo de
los trahajos, es el trahajo preferido en el pais; toda
vez que esa preferencia revela la inclinacion y la
decidida aptitl;ld de los homhres por aquel genero de.
ocupacion 0 de ej ercicio, la constitucion de las cosas
en el pais, la facilidad de ohtener el lucro 0 ventaja
que se apetece, etc. De donde se desprende, que
siendo nuestro pais esencialmente agricola, y no pudiendo ser otra cosa, deheriamos fomentar los trabajos del campo, proteger las sementeras y dar en
toda oportunidad al lahrador aliento, mas ensanche
y vigor en sus empresas. La America Septentrional
debe a su agricultura el crecimiento rapido de su
poblacion y el grado asomhroso de su riqueza; y este
testimonio (aunque Ganilh se esfuerce en contrariarlo), no es testimonio sospechoso ni equivoco del
poder del trahajo agricola y del acierto de las medidas que 10 fomentan.
Aplaudo cordialmente que se estimen los trahajos
de la industria manufacturera y del comercio como

[123 ]

ventajosos. Y 10 son realmente, por su capacidad de


~ay~r y mas comoda ~ivision, por el impulso que

lmpnmen a las ocupaclOnes en general, y ultima.


mente, por el favor inmediato que prestan a la acu.
mulacion; pero si se citan Tiro, Sidon, Corinto, Sira.
cusa, Cartago en la antigiiedad, e lnglaterra en los
tiempos modern os, para j ustificar la superioridad del
comercio sobre la agricultura, yo citare tambien esa
misma lnglaterra, en la epoca critica de la gran lucha
que sostuvo con Francia: epoca en que las necesidades
del Estado fueron infinitas, y la agricultura sola
salvo a aquel pais, situandole en estado de asegurar
para siempre la dignidad de su gobierno y los inte.
reses de su triifico. La historia del mundo no pre.
senta otro ejemplo comparable con el que dio enton.
ces la Gran Bretana. Millones y millones de libras se
distribuian. El gasto era incalculable; y esto no obs.
tante, centenares de millares de hombres vivian, y
prosperaban, y consumian, y alimentaban todos los
manantiales de la riqueza nacional; proviniendo ese
feliz estado de la condicion favorable de la agricul.
tura, cuya virtud sola ponia en movimiento tantos
brazos, tanta riqueza, tanta actividad. '4
Por 10 demas, a aquellos que ligeramente deprimen
los trabajos agricolas para ensaIzar los ejercicios
fabriles y comerciales, seria j usto preguntarles: l Que
14.

Despues de Ia guerra contra las calonins americanas del Norte'


guerra que gravD a Inglaterra con una deuda cnorme, que 1~
despoj6 de In mayor parte de sus vastas posesiones en este con.
tincnte. y que, disminuycndo sus recursos, aument6 el numero
y In fuerza de sus enemigos, nada era mas natural que suponer
In ruina 0 al menos In decadencia de la Gran Bretaon, In perdida de su influcncia y de 5U consideraci6n en Europa. Pero,
con asombro del mundo entero, Inglaterra se ostent6 como si
nada hubiera sufrido; ningun signa presento de maIestat y
con servo su prosperidad en toda su esplendor. Tal fenomeno
que Ganilh seoala justamente como una materia eternamente
digna de las meditaciones de todos los politicos y r estadistas
(Essai politiq. sur Ie revenu. t. 2), se ha atribuido a diferentes

[124 ]

suerte correrian los telares de Manchester sin el algodon que les envia America? l Que medias fabricarian los aparatos de Lee Nottinghamshire, sin el
hilo que S6 hace del lino que se cultiva en Egipto y
en toda Europa? lDe que cables, de que cuerdas
estarian provistas las ernbarcaciones que se construyen en los arsenales; que velas se colocarian en sus
mastiles sin el ciifiamo que se cultiva en los paises
del Norte? lComo se trabajaria el pano, desde la
estamena y el mas basto que se llama catoTceno,
hasta los tapices de corte que adornan los sal ones de
los reyes, sin las lanas de Rusia, de Espana y de
Alemania? l Con que se alimentarian los hombres
empleados en mover las maquinas, los que sirven en
los buques de transporte, y ese numero considerable
de oficinistas, de j ueces, de clerigos, de militares, de
literatos, de artistas, de viajeros, de traficantes ... , sin
el trigo, sin las papas, sin los guisantes, sin las legumbres y verduras, sin el maiz, sin el cafe, sin el
azucar, sin el te, sin la tapioca, sin la cebada, sin
el arroz, etc., etc.? l De que vivirian millares y
millares de animales utiles en la economia domestica
y en los servicios del transporte 0 acarreo, de la
guerra y de la locomocion humana, sin la avena, sin
el trebol, sin el heno y la cebada?
causas. No pretendo menoscabar en un aplce los derechos que
pueden alegar con verdadero titulo Ia justicia y la lealtad de Ia
administracion publica y Ia 5abiduria de las medidas que se
tomaron para moderar los estragos de Ia deuda y consolidar el
credito de la nacion; pero 51 dire que el origen fontal de
aquella buena ine5perada situaci6n se haUaba en la agricultura.
Cuando el comercio y Ia industria fabril se resintieron de las
consecuencias de Ia guerra de America y luchaban con las difieultades que surgieron en el eontinente por ocasi6n de la
revolueion franee5a, la agricltltura sola vlno a o/recer al Estado
su salvacion. Fue ella la que dio vida, fuerza y poderoso aseendiente a Inglaterra en los dias de aquel conflicto, el mas serio
que registra Ia historia de todos los tiempos.

[125 ]

Si; necesario es reconocerlo: la agricultura es la


madre de la especie humana, y la primordial fuente
de las maravillas del espiritu del hombre, de su in.
dustria y de las artes que ha creado. Es tambien el
auxiliar de su inteligencia y la base de los conoci.
mientos que ha adquirido: conocimientos que, com.
pendiados en formulas cientificas, transmite, de gene.
racion en generacion y de raza en raza, a la
remota posteridad. Somos deudores a la agricultura
de la existencia y de la propagacion de la sociedad,
de las leyes que conservan esta, de la fuerza que la
protege, del culto que purifica nuestro espiritu, y de
la autoridad, en fin, que por la paz conduce los
ciudadanos a la dicha comnn. "Todas las ciencias,
todas las artes, escribe Demeunier, derivan su origen
de la agricultura; y las artes y las ciencias, y todo
10 que les concierne 0 se les relaciona, sus obras
maestras y sus hombres eminentes que las trabajan,
no tienen derecho al aprecio de la sociedad, sino en
tanto que sirven a la defensa, al fomento y a la actio
vidad de la agricultura".15

mas

Concordante con tan j ustas apreciaciones, decia el


senor Arias y Costa en el discurso que precede a sus
buenas Lecciones de Agricultura: "La labranza y la
cria de animales ntiles son el manantial mas fecundo
de la riqueza publica, y el mas firme apoyo de los
Estados. Sin ellas es imposible que se sostenga un
Gobierno, cualquiera que sea su naturaleza, ni que
el comercio subsista, ni que dejen de arruinarse al
fin todos los ramos que abraza la industria fabril
en su extension inmensa"}6 "La importancia de la
agricultura, anade el inteligente Loudon, es de suyo
15.
16.

Enciclopedie Meth6dique. "Ecom. polit." Art. Agriculture.

Discurso pronunciado en la Catedra de Agricultura al abrir el


curso en 1815. Se hal1a en las Lecciones del mismo autor, t. l Q,
edici6n de Madrid, 1816.

[126 ]

incontestable, no solo por aquello que llena las nece.


sidades mas imperiosas del hombre, sino porque es
la causa y el elemento primero de la manufactura y
del comercio. jQue! lPiensa alguno que, sin agri.
cuItura, pudiera haber ni poblacion ni civilizacion?
por eso, no solo es este arte el mas universal y con.
sider ado de todos, sino que es tambien el que mayor
numero tiene de adeptos y de sacerdotes. En todos
los paises una considerable porcion de ciudadanos
respetables, honrados, pacificos, inteligentes, se consa.
gra a la cultura de los campos; y los mas poderosos,
en casi todos los pueblos del universo, derivan su
riqueza y su importancia de sus propiedades territo.
riales; la derivan de la agricultura"Y

Y, siendo esto asi, como en efecto es, l no parece


cosa increible, y la mas digna de censura, que se
descuide y tenga en abandono el cultivo de los cam.
pos en Venezuela? l Como seremos felices, si con.
sentimos en perder nuestras heredades? l De '1ue
servira la feracidad del terreno, rindiendo frutos
abundantes, ni la benignidad del clima, siempre el
mismo, si no vencemos los males que han obrado
la decadencia de la industria nodriza de las naciones?
jY que grado de opulencia y de poder no podria alcanzar nuestra patria, si, reanimada la agricultura,
se decuplasen nuestros productos exportables, y una
poblacion veinte veces mayor de la que hoy tiene
convirtiese en labrantios toda la zona susceptible de
cultivo! j Oh fenomeno inexplicable, conocer la importancia preeminente de la agricultura y tenerla,
sin embargo, en olvido y desamparo! j Saber que
es fuente perenne de felicidad, y no tender la mano
nadie para ayudarla y darla aliento! Asi, todo languidece ... jAh!, todo muere lentamente. Echase de
17.

Loudon, An Encyclopaedia of agriculture comprising the theory


and practice a/ landed property_ Londres, 1831.

[127 ]

ver en nuestras pobres plantaciones la falta de acci6n.


Apenas si se reconocen movimientos aislados, peque.
nos y convulsivos. Nuestros honrados labradores quie.
ren ensayar sus fuerzas, y con esto no hacen sino
sentir mas su debilidad. Una larga decadencia les
anuncia su ruina positiva. Sin dinero, sin avances,
sin brazos, sin vias de comunicaci6n, cargados de
familia y tambien, por 10 general, de deudas; pagando
intereses usurarios que se capitalizan, y consumidas
todas las economias ... , su desgracia es inevitable.
Mucho han querido hacer las leyes, y mucho han
hecho realmente, en su favor; pero no han hecho todo
10 que debian. Falta algo muy principal, toda vez que
los bienes impartidos, la protecci6n prestada, no han
dado a la industria la fuerza y vigor que necesita.
Pero no hemos de desesperar por eso. Aun es tiempo
para el remedio. Los males sociales no son incurables
como los del individuo. La medicina no tiene medi.
camentos para volver la vida a los pulmones devorados
por la Ulcera y que se han hecho inuti!es para las
funciones de la respiraci6n; pero la politica puede
crear 6rganos para la sociedad, si Ie faltan, 0 res
taurar los cansados y lesos; la politic a tiene estatu
tos saludables, de energia trascendente, que reparen
en breve la postraci6n de fuerzas de los gremios so
ciales, asegurandoles una larga y prospera existencia.
Advertidos, por la experiencia, y mejor dire por la
desgracia que sentimos, de la falta de eficaces y
oportunas leyes, nada puede sernos mas faci! que
tenerlas. A fuerza de sufrir, a fuerza de esperar, llega.
remos por Ultimo a dominar el sufrimiento. El tiempo
acerca la felicidad. Le temps amene tout, decia un
filosofo del siglo XVIII.

l Y que legislador querra oponerse hoy al torrente de


la opinion publica, que exige proteccion para la
agricultura? l Quien sera tan ajeno de cordura, que

[128 ]

prefiera la continuaci6n de los males terriblemente


gravoSOS pa:a la Re'p~blica, a cons~ntir con sinceridad
en el remedlO? l DIslparemos el tJempo en cosas que
adroiten diferimiento, para seguir oyendo las j ustas
quejas y los resentimientos de tantos y tantos ciuda
danos enganados en sus mas vivas esperanzas; para
seguir extenuados con la fiebre que produce el veneno
que altera y vicia las entranas de nuestra sociedad; y
ver siempre la clase agricola, la que asegura el bien
estar del pais" siendo la clase esteril, y vendiendo el
labrador, para enterrar sus muertos, su arado, sus
camisas y los zarcillos de sus hijos?

Necesidad de protecci6n
Con gran sagacidad compararon los geopomcos anti
guos la industria agraria: ese agente de la riqueza
pUblica, que emplea el trabajo en el cultivo de la
tierra y en la cria de las razas de animales que la
utili dad y la costumbre hicieron companeros de las
faenas del campo; compararon, digo, la agricultura
a un arbol de abundantes y gustosos frutos, al cual
no basta cuidarlo, despojandole de las ramas secas;
limpiarlo, destruyendole las parasitas que se alimen
tan'y crecen con el juga y sustancia suya, y ahuyen.
tarle los paj arillos que vienen a hacer nido entre sus
hojas; no Ie basta que una mano amiga arranque la
hierba danosa que Ie avecina, ni las enredaderas que
Ie aprisionan, sino que es preciso reg arlo con fre
cuencia y proteger su raiz; que todo no es quitarle
obstaculos, sino que importa mas darle elementos de
vida, riego abundante y frescura. '8
18.

Vennse Caton, Paladio. Columela. Don Gabriel Alonso de


Herrera. etc. Las obms de los geoponicos antiguos estan reeopiladas en una edicion hecha por Gessner, bajo este titulo:
Scriptores rei rusticae. veteres Latini. Bisponti, 1787.- C'est
done a La racine qu'il faut arroser Z'arbre. decia el autor del
articulo "Agricultura" de In Enciclopedia Met6dlca: Economia
politica r diplomiitica.

[129 ]

Algunos economistas de extensa y merecida fama han


enseiiado, que el mayor fomento de la industria y las
mas utiles medidas de proteccion, consisten en dej ar
libre aquella, en no ofenderla, en no vej arla, en no
contrariar sus fines. "A poco que se medhe sobre
esta materia -decia 10vellanos en su celebrado In.
jorme en el Expediente de Ley Agraria-, se conocera
que la agricultura se halla siempre en una natural
tendencia hacia su perfeccion; que las leyes solo pue.
den favorecerla, animando esta tendencia; que este
favor no tanto estriba en presentarle estimulos, como
en remover ios estorbos que retarden su progreso; en
una palabra, que el unico fin de las leyes respecto de
la aaricultura, debe ser proteger el interes de sus
agell~es, separando todos los obstaculos que pueden
obstruir 0 entorpecer su accion y movimiento"."Es visto -aiiade en otro lugar del mismo Injorme-,
que el oficio de las leyes respecto de la agricultura no
debe ser excitar ni dirigir, sino solamente proteger
el interes de sus agentes naturalmente activo y bien
dirigido a su objeto. Esta proteccion no puede con
sistir en otra cosa, que en remover los estorbos que
se opongan a la accion y al movimiento de este in
teres. Sin la intervencion de las leyes, puede llegar,
y efectivamente ha llegado en algunos pueblos, a la
mayor perfeccion el arte de cultivar la tierra, y donde
quiera que las leyes protejan la propiedad de la
tierra y del trabajo se lograra infaliblemente esa
perfeccion y todos los bienes dependientes de ella".19
19.

La teorin de la escuela de Quesnay, sostenida por Cournar.


Turgot, Necker y Dupont de Nemours en Francia, y por Jovellanos y sus partidarios en Espana; esa doctrina del laissez faire
laissez passer, envuelve una consideracion de justicia incontestable. Aquellos economistns, el primero sobre toda, que puso
las bases de In ciencia, y los que siguicron sus principios, pretendieron restablecer 1a comunicacion general y ofrecer a los
consumidores todos los productos del mundo a precios los mas
comodos posibles, removiendo los estorbos; alejando 18 mano del

[130 ]

A la verdad, esta doctrina parece excelente; y 10 es,


en efecto, para los casos en que deba probarse la
necesidad de que los codigos rurales, plagados de leyes
que producen estorbos y males al cultivo, se limiten
a no hacer; a derogar, mas bien que a establecer;
a dej ar expedito el interes individual, primer instru
mento de la prosperidad de la agricultura, mas bien
que a dirigirlo ni oprimirlo. Pero, la doctrina de
Jovellanos y de los economistas franceses no es apli.
cable a todos casos, ni en todos tiempos; y, para circunstancias dadas, puede ofrecerse otra doctrina mas
acomodada y provechosa. Los sistemas, creaciones del
espiritu, y muchas veces del interes, no son siempre
la realidad incontestable de las cosas ni su confor
midad con la razon; y por 10 mismo estan sujetos a
graves consecuencias en la practica. La prueba severa
de la experiencia es la unica que los acredita y legitima. Y cuando la experiencia los excluye total
o parcialmente; cuando pronuncia su fallo califican
dolos de inadecuados, de erroneos 0 dejicientes, en
Gobierno que queria dirigir, reglamentar y doctrinar a los
productores en Ia obrn de su producci6n; venciendo los obstaeulas que Ia ley misma habia crcado, etc. Reclamando Ia
libertad del comercio, y estimulando Ia industria por Ia COlleurrencia, favorecian el cultivo de Ia tierra por Ia abolici6n de
todos los reglamentos y de tadas las trabas, y el laissez /aire
fue un grito justa contra los privilegios, contra las corporaciones, contra las Jeyes absurdas que oprimian queriendo favoreeer. EI opusculo de Quesnay, titulado Maximes generales du
gouvernement economique d'un royaume agricole, ha sido utilisimo a In ciencia y a Ia producci6n. Pero, "dejeme listed haecr,
dejeme usted libertad en mi obra" no quiere decir que el
Gobierno no ayude, no aliente, no proteja, sino al contrario,
que no entrabe, que no ofend a, que no estorbe. Seria un error
inconcebible querer confundir aquel grito contra los monopoliost
contra los privilegios, contra los gravamenes, contra los obstaculos erigidos en principios, con una ley de inacci6n para que
los gobiernos rehusen el favor que deben dar a la industria,
que 10 reclama. No queria eso Quesnay, ni tampoco Turgot
que Ie era superior en talentos y en virtud, ni mucho menos
Adam Smith, cuyo anhelo fue libertar la industria, restaurar
la agricultura y preparar la libertad del comercio.

[131 ]

tonces, por mas que el ingenio se aguce para Soste.


nerlos, no granjeara nada; porque contra la persua.
sion de los hechos no hay talento, no hay elocuencia,
no hay esfuerzo que valga. l Que cosa podra argiiirse
contra el caso del arbol que, para prosperar, demanda
riego? No tiene estorbos ... , iY no crece! Nada 10
oprime ... , iY no se viste, no florece, no da frutos!
Pide agua en la raiz; lhabra quien se la niegue?
Los pueblos que buscan su adelantamiento y per.
feccion, no deben seguir, a cierra oj os, este sistema 0
el otro, de tal 0 cual escuela economica y politica,
aunque dichos sistemas se califiquen de muy buenos
en su naturaleza particular. No deben adoptar sino
aquel sistema que mejor juzguen convenir practica.
mente a su estado y situacion. Porque es absurda la
creencia de que los procedimientos que ej ercite In.
glaterra y los que convengan a Prusia, a Francia, etc.,
sean, por 10 mismo, provechosos para Venezuela, por
ejemplo. No cabe en estas materias, como en las
ciencias exactas, verdades ineluctables; principios abo
solutos que rechacen toda modificacion; axiomas de
general e imprescindible asentimiento. Los sistemas
economicos agricola, comercial, colonial, prohibitivo,
restrictivo; los salarios, la renta, los impuestos, los
proventos del capital, los intereses del dinero, todo
esto, y cien asuntos mas, materia de controversia,
util por cierto y favorable en extremo al progreso
de la ciencia, se modifican segun los dimas, segun
la poblacion, segUn las luces del pais, segUn la na
turaleza de la tierra, la abundancia 0 escasez de los
capitales, la facilidad 0 dificultad del credito, la di
reccion de los trabajos, la circulacion de los productos,
su consumo, etc. Asi, bien es posible que se lleve en
la Gran Bretafia el sistema de que 10 mas provechoso
para la industria es que el Gobierno la abandone; en
Venezuela, hemos de decir que 10 mejor y mas conve

[132 ]

niente es asociar la libertad con el favor. En aquellos


paises se anhela porque el Gobierno deje vivir la in
dllS tria ; entre nosotros, es diverso el caso: anhelamos
porque el Gobierno haga vivir la agricultura. No basta
aIarbol que se Ie despoje de las hierbas que Ie ofenden,
sino que pide, ademas, riego para florecer y prosperar.
5i la agricultura con verdad ha de restablecerse, si
Jeseamos que sanen sus heridas, debe recibir aliento
jnInediato de parte de la ley. No bastara (y tomo
aqui las palabras del principe de los agr6nomos, Colu
IIlela) , no bastara remover los obstaculos que la
naturaleza 0 las costumbres opongan a los adelanta
IIlientos del cultivo; ni bastara dej ar en justa libertad
el interes del labrador, sino que sera indispensable
fO)1lentarie con una proteccion eficaz, perfecta, pues
de otro modo no se obtendra el restablecimiento que
se. apetece.
lQue adelantariamos nosotros, por ejemplo, con una
ley como la deConstantino, que buscando los mejores
arbitrios para remediar la decadencia de la agricultura, exceptuara de los sacrificios los bueyes aradores?
lQue ganariamos con una ley como la de Don Alonso
en sus Partidas, que queriendo animar a los labradores para que sus empresas fuesen mas utiles al Estado,
les concediera el derecho de repetir 10 que pagaran
indebidamente, bastando alegar error? 20
lQue ganariamos con leyes como las que se hallan
entre las recopiladas, que, teniendo en mira los caminos de favorecer la agricultura, salvandola de su
ruina, exceptuaran los pertrechos de la labranza de
prenda, embargo y ejecucion? 21
t. 14, Part. 3~
17, lib. 5. Recap. et ibi Regnic. leg. Executores y
La pragmatica de Madrid de 1694.- La ley de Recopilaci6n de

20. Ley
21. Ley

6~,

5~, t.

Indias prohibe Ia ejecuci6n en los hueyes, trapiches, etc.

[133 ]

;, Que valdria en la pnictica y para el presente


de cos as, el consej 0 de Virgilio: Exiguum colito
de los enciclopedistas relativo al
catedras y escuelas agronomicas; el de
sobre cerrar 0 acotar las heredades; el ejemplo
los legisladores de Sicilia que prohibian la venta
las materias primas baj 0 penas severisimas 22;
de los chinos, cuyo emperador toma el rnismo
arado y trabaja la tierra 23 ; el aviso de 10vellanos
de distribuir cartillas rusticas; el de Ward, Campo.
manes y otros estadistas espafioles, de emplear los
soldados, durante la paz, en abrir eaminos, levantar
eiudades, haeer puentes, etc.? Estos consej os, pro.
vechosos sin duda; aquellas leyes, buenas sin contra.
dieeion, praeticados aisladamente, serian inutiles, 0
poco menos; y en conjunto, debiles aun para resta.
blecer la agricultura; porque elIos no. son sino planes
subsidiarios, fragmentos de un gran todo, que forma
el codigo rural, en cuyo primer articulo esta escrito
la proteccion directa e inmediata de la clase agri.
cultora.
La ley de Colombia que declaro extinguidas las
vinculaciones, la alcabala interior y ese cumulo de
obstaculos que como hi j os naturales del errado sis.
tema economico espanol, se apoyaban reciprocamente
para abortar absurd os; y la ley de Venezuela que
abolio el oneroso impuesto de diezmos, valen mas
22.

Palmieri [Nicolo], Saggio sulle cause ed i remedi delle angustie

23.

dell'economia agraria di Sicilia. 1826.


Du Halde, Hist. de La China, t. 2.- Los reyes de la India hacen
10 mismo, segun Laubere en su Relaci6n del Reino de Siam,
p. 69; y entre los persas era costumbre que abandonase el
soberano Sll fausto y su grandeza para comer un din en el aiio
con los labradores. Vease, Hyde, Relig. des Perses.- "Estas
instituciones son admirables -escribe Montesquieu-, para alen
tar las industrias".- Con perd6n del sabio publicista, hoy
necesitariamos de otros alientos. El de los persas nO serta hastante, en mi concepto.

[134 ]

ara el fomento de la industria agraria, que todos los


tuenos consej os de los economistas. Y por que, se
prerontara con cierto tono de j usticia: ;, por que no
56 ha restablecido, sin embargo de esas leyes, la
a"aricultura en Venezuela? ;,Porque esta profesion
inocente, fundamento de la riqueza nacional, mirada
con tanto aprecio por nuestros legisladores, no ha
progresado, antes bien se halla hoy en lastimosa decadencia? La razon es ohvia. Aunque muy estimahles,
loS benefieios recibidos han sido indireetos; han consistido en remover estorbos, como queria Iovellanos,
y necesitam?s ?tros mas directos e inmediatos. El vacio de las perdldas pasadas no se ha reemplazado aun.
La guerra ha menguado la poblacion, ha agotado
nuestra riqueza, ha consumido los ganados, producido falta de numerario, alza de los salarios y carestia
de los generos. Los propietarios se ven empohrecidos.
Carecen de medios para salir de la postracion que les
consume. No hay bancos que suministren, con moderado interes y la;go plazo, los fondos indispensables.
No hay prestamlstas que den dinero racionalmente,
esto es, ba j 0 condiciones aceptables; y la industria no
Ira po~ido .levantarse. Pobre el labrador, y agobiado
de obhgaclOnes, no tiene ni posibilidad ni valor para
emprender trabajos que demandan considerables gaslos. Su alma maltratada por la escasez, no piensa sino
e~ los apuros del d~a. No arbitra; consume 10 que
tiene, se va desprendlendo de todo y corre a la miseria. Muchas haciendas no rinden hoy sino el cuarto
de 10 que rendian diez alios ha; la octava parte de
10 que podian rendir; otras, rinden todavia men os;
olras, nada. Los campos estan abandonados. Faltan
capitales, que son el principal instrumento, como decia
Say, el mas necesario a las industrias. 2 .' Falta el agua
aI pie del arbol.
2t "Carta de Say al Principe Real de Dinamarca". Esta en la
obra Melange d'Economie politique, del mismo autor.

[135 ]

Siguese de todo 10 que viene expuesto, que ni las


leyes que han favorecido el cultivo indirectamente,
ni la templanza y dulzura del clima, ni la excelenci
del suelo, ni la ventaj osa posicion geografica qua
tenemos, ni otros dones con que nos ha regalado
Providencia, han sido bastantes para levantar la agn.
cultura del profundo desaliento en que se halla; Y si
queremos su aumento, si deseamos que haya ahun.
dantes producciones que entretengan el comercio ac.
tivo y provechoso, debemos proteger la industria
agraria, no solo removiendo los estorbos que se opon.
gan a la libre accion del interes de sus agentes dentro
de la esfera senalada por la j usticia, sino alentando,
estimulando, protegiendo ese mismo interes individual,
primer elemento de la prosperidad agricola. La ahun.
dancia de frutos se obtiene por suministros (presu.
puestos siempre la regularidad y el trabajo); el Can.
sumo y la exportacion sostienen el valor venal de las
producciones; el valor venal es la medida de las
riquezas de la nacion; las riquezas son la base del
impuesto; luego, en el fomento de la agricultura estan
interesados logicamente los labradores, el comercio,
las artes manufactureras, la Administracion, los em.
pleados publicos y todos los ciudadanos.
No quiero terminar este capitulo, sin hacer aqui
especial recuerdo de una ley antigua castellana que
trata de como el Soberano (el Gobierno) dehe amar
la tierra cuyos intereses administra; y el contexto de
la cual ley cuadra bien a mi proposito y Ie favorece,
tanto mas, cuanto que ensena practicarilente el modo
de cumplir la obligacion que liga y mueve a los
gohiernos de hacer el bien a sus gobernados. Decia el
sabio rey Don Alonso: "EI jefe de la nacion esta
obligado, no solo a amar, sino tambien a homar y
guardar su pueblo, y mas aun a la tierra misma de
que es senor; pues que el y su gente viven de las
cosas que en ella son, y tienen de ella todo 10 que

I:

[136 ]

haIl de menester. Y ese amor debe ser trabajando


parque la tierra sea bien poblada y labrada, para
ue hayan los hombres los frutos mas abundante~ente, y queriendo que no quede un palmo yermo ni
par labrar. De 10 cual viene muy gran pro a todos
cOJl\unalmente".25 Ahora bien, preguntare yo: lY
cOJl\O trabajara el Soberano e insistira con teson porque la tierra sea labrada, si no favorece al labrador?
.Como hara porque no quede siquiera un palmo
;erJl\o ni por labrar, sino alentando el cultivo, estiDlulando las empresas agricolas, protegiendo la propiedad y el trabajo para que no sea incierta ni precaria aquella, inutil 0 esteril este? Si del campo viene
todo 10 que el mandatario y los mandados necesitan;
~ de la proteccion concedida al cultivo proviene la
abundancia que es amiga de la paz y fuente de la
Jicha comun, lno habra equidad y justicia en derraDlar can tino y diestramente esa proteccion? l Acertaria a ver Don Alonso en las tinieblas del siglo XIII, mas
c1aramente que nosotros en plena luz del siglo XIX?

En que deba cifrarse la protecci6n


Je la agricultura
Para que nuestra agricultura adquiera el grado de
perfeccion de que es susceptible y pueda llegar al
punta de prosperidad que apetecemos, tres circunstancias han de concurrir en los cultivadores: Dispo5icion, facultades y ciencia.

La disposicion la da la naturaleza. El hombre nace


con aptitudes e inclinaciones diversas; y el agricultor
ha de tener el afecto, la propension del campo. Esa
propension Ie dara la idoneidad para el ejercicio del
arte a que se ha consagrado.
25. Ley 11}, tit. 11, Part. 2~

[137 ]

Las facultades y la ciencia las da el Gobierno al que


no las tiene y las exige: ensenanza, para que el pro.
pietario sepa sacar de su heredad el mayor partido
posible y los frutos mas ventajosos; tomento, /acul.
tades, para que pueda emprender sus trabajos, Con
descanso, sin empenar sus cosechas antes de sembrar
la semilla, y sin el recelo de perder su heredad, si
el rendimiento no basta para satisfacer al acreedor
que no espera ni transige.
'
i Que diferencia entre un agricultor ignorante, y otro
que conozca los principios generales de la ciencia: la
distribucion y aprovechamiento de las agnas bajo el
punto de vista agricola; la alimentacion vegetal; los
abonos; los cultivos y rotaciones; las enfermedades
de las plantas y las utilidades que rinden a la agri.
cultura las especies y variedades cultivadas!
Y por el mismo caso, i que diferencia entre un labra.
dor pobre, sin relaciones y sin credito, y otro rico 0
que pueda ocurrir al banco y sacar de alH dinero
para comprar instrumentos, pagar sus salarios y Yen
der su cosecha, despues de bien beneficiada, al precio
que Ie convenga!
El deber de difundir la instruccion y conOClmlentos
practicos, que tienen mas influencia en el cultivo, se
cumplimentara multiplicando los institutos de ense
nanza util.
La obligacion de alentar al labrador, dandole facul
tades para que lleve a buen termino sus empresas,
se cumplira instituyendo bancos agricolas que presten
dinero a los agricultores a largos plazas y can un
minima de interes.
i Yo no alcanzo la razon por que se han fundado cate
dras de diversas ciencias, y se ensenan hasta las artes
mas frivolas, y solo la agricultura no tiene maestros
ni discipulos! Este dano, mal pecado, viene de muy
lejos. Columela se quejaba en Roma, y lovellanos

[138 ]

repitio sus lamentos dos mil anos despues en Madrid,


de que habiendose multiplicado los institutos de enseiianza para doctrinar los profesores de todas las
artes, solo la agricultura careciese de estudio. "Sin
aquellas artes -decia el geoponico romano-, sin
procuradores, ni abogados, sin comicos ni danzantes,
fuimos felices en otro tiempo y 10 pueden ser todavia
muchos pueblos; pero es claro que no 10 seran j amas,
ni podra existir alguno, sin labradores"."6

Es la agricultura arte tan complej 0, que casi parece


iJIlposible conocerlo a fondo sin estudio particular.
lmaginanse muchos ser agricultores porque tienen
hacienda, 0 porque estan colocados al frente de una
empresa rural, cuyos trabajos dirigen, y cuyas con
secuencias de mala 0 buena administracion soportan.
Pero no es asi. Ademas de las operaciones mecanicas
y manuales, el verdadero agricultor ha de tener no
dones sobre una infinidad de cosas extranas a la
educacion ordinaria de los labradores. Familiarizado
can la ciencia veterinaria para la higiene y curacion
de los animales, con la fisica, la quimica, la historia
natural, la botanica, la astronomia, y sobre to do con
el arte de cambiar 0 de alternar las cosechas,27 no
26. Sine ludicris artibus. sine causidicis oUm satis /elices /uere.
/utaraeque sunt urbes; at sine agricultoribus, nee consistere
mortales nee ali posse, mani/estum est. (IN PRlEFAT).- Lucio
Junio Moderato Columela, natural de Cadiz, y filosafa romano,
escribi6 en tiempo del emperador Claudio dace libros "de
agricultura". Todas las naciones de Europa han hecho el mayor aprecio de ests obra. Los alemanes tienen cinco traduccionesj los italianos una, otra los ingleses y dos los franceses,
que yo conozca. No he logrado ver ninguna version castellana,
y he Ieido en eI Curso de Agricultura practica, de don Agustin
Quinto, que se carece de una traducci6n de Columela en nuestra
lengua.
27. Hablo aqui precisamente de aquellas cosechas que admiten
alternativa. La tierra descansa con las siembras diversas, y se
esquiIma con una sola siembra repetida constantemente. En las
labranzas ha de tenerse cuidado de alternar las gramineas con
las Ieguminosas, y estas con las raices nabosas, turmosas y

[139 ]

pierde un momenta de vista estas principales fuentes


de instruccion, se aprovecha de su progreso y Con.
tinuos descubrimientos y los hace servir a la utilidad
de su noble profesion, madre y nodriza de las demas.
Dickson investigo con sagacidad los motivos que pa.
redan haber influido en varios pueblos, en la deca.
dencia de la agricultura, y hallo que una de esas
causas primordiales era la falta de conocimientos de
los cultivadores en los diversos ramos de la ciencia
que tienen conexi6n intima con la profesi6n que
ejercen?8
Convencidos los gobiernos de Europa y de la America
del Norte de esta verdad, han establecido Escuelas de
Agricultura, que sostienen y fomentan con todo es.
fuerzo. Igual cosa deberiamos hacer nosotros. Y cuan.
do hayamos cambiado el empirismo y la rutina por
la ciencia, habremos dado, sin duda, un gran paso
para levantar la agricultura. lPor que no habria de
proponerse el Gobierno establecer catedras de agri.
cultura a semejanza de la que se creo en Hofwil
(Suiza), y que desempeno con tanto provecho el
venerable senor Fellember? Este hombre verdadera.
mente ilustre fue el primero que intento en Europa
"fundar la educacion del pobre sobre el trabajo y
hacer servir la agricultura a la regeneraci6n del
hombre". Despues de el, sus disdpulos se dispersa.
ron por Alemania y los Estados del Norte difundiendo
las buenas ideas del maestro, y hoy se yen dotadas y
concurridas las Escuelas de Agricultura para nilios;

28.

tuberosas. Ese arte de variar las cosechas en el mismo terreno,


10 recomiendan todos los maestros, y In experiencia comprueha
su utilidad. Chaptal, dice: Les assolements bien raisonnes
economisent les labours, les Jumiers, les transports, et augmen
tent les produits d'anc exploitation. Un bon systeme d'assolement
donne seal La garantie d'unc prosperite durable en agriculture.
Dickson, Practical Agriculture, or a complete systeme 0/ modern
husbandry, p. 8, introd. 2, vol. 4. London, 1805.

[140 ]

las Escuelas de Agricultura para los habitantes del


campo; los lnstitutos Agricolas profesionales, etc., y
se encuentra a muchos honrados labradores trabajando en su campo, con sus hijos, explicando a los mas
pequenos de estos, como deben manejarse para obtener mas abundantes frutos, y haciendoles amar el
cultivo, respetar la propiedad y conservar los arboles,
que crecen tan lentamente. EI agricultor trabaja con
inteJigencia, Y el Gobierno Ie anima siempre y viene
en su auxilio. j Wurtemberg da cada ano ochocientos
mil francos a su agricultura; Prusia recompensa a
Thaer con magnificencia, y Fellemberg recibe en
Suiza un acto legislativo por el cual se Ie asegura la
eXistencia comoda, al frente de su clase! ...
por 10 que mira al otro punto cardinal que dejo
indicado arriba, esto es, a los medios 0 facultades
que deben darse francamente a los agricultores, no
alcanzo tampoco la razon por que siendo nuestra nacion esencialmente agricola y criadora, y susceptible,
por 10 mismo, de la mejor administracion agraria,
no se haya pensado nunca en el establecimiento de
Institutos y Bancos Agricolas que, favoreciendo el
desarrollo de las empresas rurales y alentando a los
trabajadores, procuraran mayores productos y mas
riqueza en el pais.
Desde 1830 hasta 1841 existio un impuesto subsidiario sobre la exportaci6n. En esos once anos en que
se percibio el gravamen que, por burla quizas, se dijo
entonces pesaba sobre los frutos exportables "para
{omentar la agricultura y sacarla del abatimiento en
que se hallaba"; 29 en esos once anos entraron cuan.
tiosos fondos en las arcas nacionales, pues que el
rendimiento fue:
29. Ley de 1833.

[141 ]

Pesos

De 1829 a 1830
De 1830 a 1831
De 1831 a 1832
De 1832 a 1833
De 1833 a 1834
De 1834 a 1835
De 1835 a 1836
De 1836 a 1837
De 1837 a 1838
De 1838 a 1839
De 1839 a 1840
De 1840 a 1841

...........
...........
...........
...........
...........
...........
...........
...........
...........

...........
...........
...........
Total

222.262,15
150.159,65
198.578,53
201.935,67
117.699,82
121.766,60
142.221,96
167.596,19
158.605,21
178.059,46
325.837,77
192.762,27
2.177.485,28

;, Y que beneficio tuvo el gremio agricultor, en ese


largo periodo, por consecuencia de la contribucion
sobre los frutos exportables?
-Ninguno.
No bien se abolio en 1841 el impuesto sobre la expor.
tacion, cuando, arrepentidos los legisladores, volvie.
ron a imponerlo en afios posteriores. EI rendimiento
de la contribucion fue entonces mas considerable,
puesto que se recaudaron:

Si el producido de los derechos de exportacion en


tantos afios, se hubiera aplicado a fundar un Banco
Agricola, ;,por ventura no hubiera recibido aliento
la industria madre? ;,No hubieran aumentado los
productos y, por consiguiente, el impuesto? ;,No ha
brla vuelto j ustamente a la tierra 10 que salla de la
tierra, beneficiando, en la transformacion necesaria,
la sociedad, multiplicando sus comodidades y ase
!1lIrando la paz que es la condicion primera de su

~stencia?

Filangieri consagro todo un capitulo de su obra


Ciencia de la Legislaci6n para ponderar las funestas
consecuencias de un error en legislacion; yo pienso
que muy faci! seria escribir otro para encarecer, por
el mismo caso, los bienes sin cuento que, de una sola
disposicion oportuna y positivamente justa, se deri
van. Pero, no debemos quej amos mucho si los errores
de la epoca pasada pueden servir para hacer mas
seguro el acierto de la presente; y quizas hasta haya
convenido haber errado, para abrir los ojos y no errar
despues mas gravemente. jTan flaca es nuestra capa
cidad, observa con razon Saavedra, que tenemos por
maestros a nuestros errores mismos! De ellos apren
demos a acertar, ya que primero damos en los incon
venientes que en las buenas leyes.

Pesos

De
De
De
De
De
De

1852
1853
1858
1864
1865
1868

a
a
a
a
a
a

1853
1854
1859
1865
1866
1869

204.296,46
209.822,92
327.793,64
1.031.888,00
1.364.055,00
920.000,00

;, Y que beneficio retiro la agricultura de ese irn


puesto que ella sola soportaba?
-Ninguno.

[142 ]

Nuestros legisladores parecen no haber creido que,


procurando aumentar los productos exportables, tra.
bajaban, al mismo tiempo, por aumentar en propor.
cion igual las importaciones y por consecuencia los
derechos aduanales. Nuestros legisladores parecen
haber olvidado aquel dicho del venerable Sully, tan
lleno de ciencia experimental: Labourage et paturage
sont les mamelles de l'Etat. jNuestros legisladores han
olvidado! ... Ha mucho tiempo que se dijo: El hom
bre que puede sacar de la tierra dos espigas en vez de
una, es acreedor a la gratitud de sus semejantes, y

[143 ]

hace un servicio mas importante a su patria que todo


los politicos juntos. l Y cwil no seria el beneficio d:
una ley que hubiera creado I nstitutos Agricolas, Ban.
cos Rurales, Cajas de avance para la agricultura sobre
credito territorial, etc., y que alentando a los propie.
tarios en sus empresas los hubiera puesto en situacion
de producir el triple 0 cwidruplo de 10 que hoy pro.
ducen? l Que servicio a la patria pudiera compararse
en su importancia y trascendencia dichosa con esle
servicio? l Que desarrollo incalculable no habrian al.
canzado a tener el comercio y todas las artes y oficios?
l Curu mina del Potosi hubiera podido compararse
con la mina de nuestros campos? l Que lugar no
ocuparia hoy la agricultura en la escala del credito? ...
j Beneficios incalculables, asombrosos, que habrian
emanado de una sola disposici6n legal!
La tierra, sin el capital, es infecunda.
Lo que propiamente Ie da fecundidad y valor, es el
trabajo.
EI trabajo hurnano, este capital elemental, no existe
sino cuando Ie da acci6n y movimiento la gran pa
lanca que se llama capital monetario.
La tierra necesita ser dividida, cercada, defendida,
abonada; pide canales de irrigaci6n, instrumentos
aratorios y de labranza, fuerzas animales, brazos ... ;
y todo esto se tiene con el dinero; con el dinero, que
no es riqueza, sino el evaluador comun, el alma de
la industria r del comercio. 80
30.

Le numeraire n'est pas une richesse ajoutee Ii Ia masse des


autres richesses, toute son utiIite consiste dans son caractere
d'evaluateur commun et de signe repressentatij. (Dufresne de
Saint Leon, Etudes du credit public, p. 202).- En un discurso
coronado por la Academia de Ciencias de Pari's a fines del siglo
pasado, deeta Mengotti tratando aeerea del comercio de los
romanos: I1 denaTO non e ricchezza. rna Z' anima della industria
e del commercio.

[144 ]

COIllO elemento productor, la tierra es un libro cuya


postrer pagina ninguno ha leido todavia. Pero ese
eleIllento productor necesita del capital circulante.

El progreso de la industria agricola es el progreso de


Is 50ciedad misma. Ninguna otra marca mejor que

esta los pasos de la sociedad en la

carrera de la civi/iZacion. La tierra cultivada es la prenda de los adelanlos intelectuales. Pero ese cultivo requiere fondos.
Se hace con dinero.
.por que no se Ie facilita, pues, al labrador? lPor
~e 5e ve con indiferencia su ruin a, que envuelve la
ruina del Estado, cuando pudiera darsele aliento,
medias para prosperar y engrandecer a su turno la
aacion?
5e Ille dira, acaso, que pido con instancia, con fervor;
pero que fuera mas uti! presentar el modo como
pudiera darse a la agricultura la protecci6n que reclama: esa protecci6n monetaria.
Bien esta. No creo que el proyecto que sucintamente
paso a exponer, sea el mejor entre muchos que pueden presentarse. Asi y todo, pienso que llevado a la
practica, no dej aria de producir saludables resultados.
5i la agricultura de Venezuela ha soportado antes el
gravamen de la contribuci6n de exportaci6n, sin que
de ella Ie redundara provecho alguno en especial,
claro es que podria muy bien soportar hoy el mismo
impuesto por un numero de anos dado, veinte por
ejemplo, con aplicaci6n senalada de los fondos a la
Instituci6n de un Banco Agricola, que prestara dinero
a los agricultores y criadores a largos plazos y con
mny m6dico interes. Pongamos que el rendimiento
del impuesto fuese en los primeros tiempos 600.000
pesos por ano; suposicion que peca por defecto, pues
en 1866 se percibi6 la surna de 1.364.055 pesos, y tendremos, al cabo, una surna de 12.000.000 millones de
pesos, por 10 men os; suma que se habra obtenido

[145 ]

facilmente y que debera cobrarse como fondo Y pr .


piedad del gremio agricola, sin que Ie sea permiti;O
al Gobierno tocarla, ni en to do, ni en parte, ni e
calidad misma de ~evolucion, por apuros de guerr:
u otros casos semel antes.

fun de un Banco Agricola, el cual, no necesitando de


reeJllbolsos festinadamente, preste sobre hipoteca a
largo plazo, verbigracia, cinco, siete y nueve afios,
con un interes de 2 por ciento al ano, debiendo
~ecibir por partes la cantidad que haya prestado.

Demos, asimismo, que la ley conceda el 10 por ciento


de los derechos de importacion, tamhien por veinte
anos, en resarcimiento 0 justa y natural retribuci6n
de 10 que el Estado en general ha tomado de los gre.
mios agricola y criador. Ese 10 por ciento puede
fijarse como minimum en 328.600 pesos al ano; yen
los veinte an os habran formado 6.560.000 pesos, por
10 menos. En to do, pues, tendremos 10 siguiente:

.Se argiiira que el beneficio se obtiene lentamente?


:Es asi, respondere yo, como son solid os y durables
los beneficios. Lentos y progresivos son los pasos de
la industria agricola. Asi forman los labradores sus
capitales, y asi conviene que sea para que el apetito
insaciable de riqueza no los lleve al peligro de em
presas extravagantes y ruinosas.

Pesos

Exportacion ............... .
10 por ciento de importacion ..

12.000.000
6.560.000

Total ..... .

18.560.000

He escrito por lo menos, porque favorecida la indus.


tria, aumentaria irremisiblemente sus productos, y
sedan mayores los derechos que causase la exporta.
cion, como asimismo seria mayor la importacion y
mas considerable el 10 por ciento que se tomase de
esta contribucion aduanera.
Ahora bien, derramada sobre las empresas agricolas
de Venezuela, esa suma de 18 a 20 millones de pesos,
l se cree que no se les comunicaria un poderoso
aliento?

Como la contribucion es segura y continuada, el


pnlstamo a los agricultores y criadores esta fuera de
toda contingencia. Y como no faltan valores ni pro
piedades territoriales, sino capital, y esa necesidad
de capital puede satisfacerse a plazos 0 en porciones,
es claro que las entradas constantes a la caja del
lnstituto podran ir saciando los deseos y dando des
pacho a todos los pedidos.
AI cabo de cierto tiempo, y cuando la extension de
las tierras cultivadas haga mayores las necesidades
del auxilio, entonces, sobre ser mayores las entradas
naturales, comenzaran tambien a percibirse las can
tidades prestadas, dando aptitud al Banco los reem
bolsos para que sean mayores y mas provechosos sus
favores.

Prefijadas seriamente las bases de este asunto, no


seria dWcil de hallar en la Bolsa de Londres 0 de
Amsterdam un emprestito. Yo prefiero, sin embargo,
que ni se busque siquiera; que no se intente solici
tarlo; y que, con los mismos fondos sefialados, se

EI Banco Agricola, constituido del modo que digo,


no se parece a los demas establecimientos bancarios,
) y es por eso mismo que sera utilisimo a la industria
agraria. El largo plazo que, por 10 comun, demanda
el agricultor en sus contratos de prestamo: plazo in
dispensable, atenta la indole de su propia industria,
que no devuelve sino muy lentamente las anticipa.
ciones pecunarias que se Ie hacen, no conviene de

[146 ]

[147 ]

modo alguno a los Bancos de emisi6n y de descuento


que viven y prosperan por el movimiento de su~
fondos y para los cuales no es negocio cambiar di.
nero en oro por una escritura hipotecaria. El Banco
Agricola, que no necesita de movilizar sus fondos; que
Ie llegan estos diariamente de las aduanas; que si
no ve hoy su caja llena, la vera manana, y no por
eso quiebra; que presta a largos plazos, y no por eso
se arruina ni entra en a puros; el I nstituto Agricola
es cuanto puede apetecer la industria. Recibiendo los
agricultores y criadores dinero para fomentar sus em.
presas, pagando un minimo interes,31 y quedando

31.

He insistido varias veces en la idea del m6dico interes, porque,


en mi opinion, In agricultura no puede pagar el excesivo redho
de 12, 18 Y 24 por ciento al ano que aqui se estipula pagar.
Tan crecidos intcrescs, exigidos por ]8 usura, han cooperado a
la ruina de ]a industria j sin considerar los adinerados que,
con garantia de hipoteca, en In forma mas saneada, debian pactar

por eso mismo intereses moderados, para no arruinar a sus


deudores y no verse eUos envueltos en la perdida que cansan.
Sin embargo, los ciega siempre el deseo de ganar, y cunndo han

debido mostrarse los primeros favorecedores del cultivo, han


tornado Ia via diferente siendo sus perseguidores. No es este
proceder s6lo de los eapitalistas de Venezuela. sino el proceder
de los de todo eI mundo. En Francia, en AIemania, en Chile,
en Buenos Aires, pasa 10 mismo que aqui ha pasado, y en todas
partes ha hahido logreros, usureros, etc. Mr. H. Dussard,
hablando del estrago que haee In usura en la industria agricola
de Francia, dice: "La agricultura no pide mas que eapitalcs
para su fomento y prosperidad; pero, jah!, hoy se ve devorada
por una pluga infame. contra Ia cual no ha podido hallarse
remedio nun. Esa plaga es la usura, los intereses de los pre.ita
mistas. La agricultura no tiene eredito. Se trabaja porque no
Begue a tenerlo. Ella debe pagar a1 contado sus jornaleros, al
contado a los que reeogen y benefician Ia cosecha, al contado
a sus arrieros; y en esa precision que nada alivia, se ve ohligado
a tomar dinero de los que 10 ofreecn a interes, raza infame, la
mas infame que haya manchado ]a tierra (race la plus in/arne
qui ait jamais sOltille la terre). No es raro que el prestamo sc
haga a mas del 100 por ciento al ano. La usura aeabant por
redueir a Ia miseria a toda la honrada poblacion de los campos;
aeahara por devorar al suelo y a sus cultivadores". Vease,
Guillaumin, Diet. del Commerce et des marchandises. Paris,
1839. Art. "Agriculture".

[148 ]

a redimir su deuda, no por via de can


(i;hlaci6n, sino de amortizaci6n, y esto mismo en plazos
flu'gos, se habra realizado el gran punto de protecci6n
que deben las leyes al trabajo honrado y a la indus
jija madre.
De este modo vendra a derramar sobre la tierra una
rte del beneficio q,ue ~e ella se ~etira. Creara sobre
Ji'uestros campos algun nego. Daran las sementeras, y
recibiran; semejantes al mar, que da en vapores el
agua que recogen las nubes, y vuelve a recibirla por
los rios que corren a morir en el.

fa

Para salir adelante en esta empresa (todos 10 alcan


zan bien), no se necesita mas que fuerza de voluntad.
Una medida semejante que puede llamarse de salvaciOn, es la que de pobres y turbulentos nos ha de
transformar en ricos y pacificos. Ella nos dara caminos, que faciliten el transporte a poco costa y en
corto tiempo; ella nos dara inmigraci6n, paz y pros
peridad.
&No se prestaran las Camaras a sancionarla?
Esperanzas del porvenir

Esperemos que s1. Figuremonos ya en poseslOn de


esta u otra medida que protej a la industria agraria,
dlindole instrucci6n y medios; y contemplemos .a
Venezuela al abrirse el siglo xx, esto es, habiendo
vivido ya los cortos anos que restan al presente.
Para pintar bien el cuadro de nuestro futuro, permitaseme establecer antes ciertas consideraciones que
son necesarias:
EI dinero no crece espontaneamente como la yerba
en la pradera, ni desciende como la lluvia, abundan
te, y cuando menos se aguarda. Para tener dinero,
es preciso comprarlo; y despues de esta compra,

[149 ]

no somos por eso mas ricos que antes, pues no h _


mos hecho otra cosa que recibir en oro 10 que dUn:
en cacao, algodon, cafe, etc. Una nacion agricol:
es muy rica, porque posee los valores con que COll!.
pra dinero, que no es sino una riqueza secundaria
y representativa de otra riqueza primaria, a la que
se ha sustituido.
La riqueza de las naciones no consiste, pues, en las
riquezas no consumibles, como el oro, sino, al con_
trario, en los frutos consumibles producidos por la
tierra y reproducidos por el trabajo incesante del
hombre.
Las riquezas que provienen de la tierra son las ll!as
necesarias, pues que de la tierra nace la subsisten_
cia del hombre; porque la tierra da la materia para
todos los demas trabajos industriales, y porque ell!plea, en fin, en su cultura, la mitad 0 las dos terce.
ras partes de la poblacion. Esa parte del pueblo que
trabaj a la tierra es recomendable, en especial, por
las cualidades del cuerpo, y del alma, propios para
nacer de estos hombres buenos ciudadanos.
Cuando la riqueza es hastante considerahle para fo.
mentar facilmente el trabajo (presupuesto el orden
social que asegure al agricultor su propiedad), los
descuajos y desmontes se emprenden cada dia y
cambian en corto tiempo el aspecto y fisonomia del
pais. Entonces se fundan haciendas, se hacen plan.
taciones, se abren canales que derraman fertilidad
por todas partes, se cierran las heredades, y una rota.
cion rapida de cosechas de naturaleza diferente reo
anima las fuerzas de la tierra en vez de disminuirlas,
y una poblacion cada vez mayor vive y se mueve
siendo el testimonio mas relevante de felicidad ad.
quirida por el trabajo y protegido por la ley.
Despues de estas consideraciones, preguntare, l que
sera Venezuela cuando todos sus valles mas 0 me
[150 ]

inclinados, mas 0 menos espaciosos, pero todos


para el cultivo; cuando sus hermosas llanadas
veStidas con to do el luj 0 de una naturaleza virgen
por extremo vigorosa, y su~ hosqu~s. tupidos de
Jiialezas, y sus mesetas de chma dehcIOso en las
serranias cuyas faldas estan cubiertas con su ropaje
primitivo; cuando todas sus tierras cultivables, en
fin, esten desmontadas y reciban el beneficio del
arado? Cuando en lugar de trabajar cincuenta Iegoas, que es 10 que hoy escasamente se cultiva,
cultivemos ocho 0 nueve mil leguas cuadradas de
que consta nuestras tierras labrantias; cuando todos los lugares propios desde el golfo de Paria
hasta Maracaiho: las selvas del Guarapiche, los valles de Caripe y Coicuar, las montanas de Tamanaco
y de Guanape, las feracisimas tierras de Uchire, los
montes de Caucagua, las montanas incultas de Caracas hasta Puerto Cabello, las del Yaracuy, San
Felipe y las Tucacas, las selvas de Moroturo y de
Umuria, las cordilleras de Merida y Trujillo, la gran
montana de San Camilo, la inmensa de. Ticoporo,
los bosques incultos de las serranias de Barquisimeto. .. cuando todo esto, digo, este librado al cultivo,
y una poblacion activa e inteligente desmonte esos
terrenos en que el hombre no ha puesto ann su
planta, y se funden ciudades a las orillas de los
caudalosos rios, y los vapores remonten las grandes
arterias y vengan a fondear al pie de la serrania
de Merida y en medio de los llanos del Apure, para
transportar cuarenta, ochenta, cien veces los productos que hoy damos al consumo exterior; cuando
esta inmensa riqueza convide la inmigracion, y no
se den tregua los buques de todas las naciones para
traernos los generosos vinos, y las finas telas de
Europa, en cambio de nuestro cafe, de nuestro algodon y nuestro cacao; l cual no sera el poder y la
grandeza de Venezuela? l Cual no sera nuestra ri-

[151 ]

queza? El capital nacional habra crecido extraordi.


nariamente, y ese mismo movimiento ascendente ha.
bran tenido las ciencias, las artes, todas las profe.
siones sociales. La guerra se habra hecho imposible.
Toda la actividad de nuestros compatriotas vendra
a impulsar los trabajos durables y a enriquecer su
pais. Ninguno querra poner la mano pretendiendo
detener la rueda de la felicidad general, y en vez de
tomar un fusil y salir a campana contra los hombres,
tomara cada uno un instrumento propio y saldra a
prestar su contingente para abrir canales y rutas,
para explotar minas de carbon, para canalizar rios,
etc.; y esto que facilitara el crecimiento de los be.
neficios en las diversas clases sociales, merecera mas
y tendra mas derechos a la estimacion publica, que
las promesas, rara vez cumplidas, de los ardientes
novadores. Entonces si, entonces sabremos 10 que
vale la desembocadura del Orinoco. Entonces asisti.
remos a la lucha gigante entre los dos que cruzan
nuestro suelo, y los caminos de hierro: lucha que
sera la expresion final del progreso industrial. No
habra pobres entre nosotros; y si los hay, la civiliza.
cion cubrira, como el sol, con su proteccion saluda.
ble, a los pobres y a los ricos, a los debiles y a los
fuerles, a los habitantes del campo y a los de las
ciudades opulentas ...

i Que porvenir! i Que grande, que consoladora es


peranza!
i Oh felices dias!. ..
i Quien me diera que pudiese yo ver esos dlas felices
de la patria: esos dlas de su exaltacion y verdadera
grandeza, ya que he visto por desgracia, los de sus
luchas sangrientas, los de su dolor y triste decai
miento!
i Quien me diera que viviese yo hasta ver llegar el
momento deseado, en que, sentando la razon en Sll

[152 ]

trOno a la j usticia, y repudiando las remlDlscencias


del pasado, proclamara el pensarniento filosOfico y
la fe catolica fuerzas de conservacion, y bajo la
sombra protectora de las ciencias, que impelen a la
perfeccion, entrase Venezuela con firmeza en los ca
minos de una regeneracion completa!

La fe no me abandona. Yo espero el porvenir.


Publicada en. /olleto. Caracas, 1869.

CARTA AL SENOR ANTONIO L. GUZMAN


Caracas, 6 de mayo de 1870.
SENOR ANTONIO

LEOCADIO

GUZMAN

MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES


MI DISTlNGUIDO AMIGO: Si en otra ocasion tuve mucho
que luchar entre ml mismo, para desembarazarme de la
pena que me causaba escribir a Antonio, ministro en
tonces del general Juan Crisostomo Falcon, porque
erela robarle instantes que consagraba a la organiza.
cion del Gobierno federal; hoy, mirada a ciertas IDees
la misma empresa, se presenta duplicado el motivo del
recelo, porque es a usted a quien escribo, y porque a
los miramientos debidos al magistrado, vienen a ana
dirse las prerrogativas del maestro y las atenciones
delicadas del amigo. Reflexionando, empero, sobre este
asunto con mas calma, he hallado en esos mismos
miramientos, que me imponen, titulos bastantes que
me alientan. lNo es usted patriota? lNo ama usted
la libertad y el progreso? Pues bien, yo voy a escri
hirle sobre asuntos de la patria y de la libertad. No
formo asiento 0 nota de 10 que pienso decir. Ello ira
saliendo naturalmente; y quedare muy satisfecho,
si al cabo preponderan en mi escrito el abono de mi

[153 ]

diligencia y la buena fe de mis intenciones, al desali.


no y pobreza de mis conceptos. En to do hay conVe.
nientes e inconvenientes: la destreza esta en saber
hallar la senda de la razon y de la verdad. i OJ ala
y pueda yo encontrarla facilmente!

Entre el desembarco de nuestro querido Antonio en


Curamichate y su entrada victoriosa en Caracas, me.
dian apenas setenta y dos dias. i Que campana, ami
go! i Que rapidez! i Que acierto en las operaciones
de la guerra! Pisar las ardientes playas. de Coro,
solo; abrir trabajos sobre el Centro, y vemr hasta la
capital de la Republica con un ejercito de seis mil
hombres, con elementos de guerra, parque abundan.
tisimo, subsistencias, equipo, etc., y dej ando resuelto
el problema de la paz en Occi~ente, t~do en brev~s
dias, eso es admirable. Flanqueo Guzman a ValencIa
y La Victoria para no derramar. sa~gre, agua:d~ndo
a que la rendicion de Caracas mchnara los am~os
de los jefes de Carabobo y otros puntos, a rendme
ellos tambien. Procedio con gran cordura. Lauros
son esos preciados en extremo, porque el General en
Jefe no ha de perder de vista que la palma mas
dulce y la mas bella, es la que se alcanza sin polvo
y sangre.
Dulcis sine pulvere palma.
(Horat.)
Yo contemplo como una dicha para este pueblo li
beral (la mayor que el cielo pudiera acaso conce
derle) , el triunfo de las armas liberales; pero un
triunfo cuyos trofeos sean sabias y adecuadas leyes,
practicas regulares, paz, libertad, luz, progreso, fe
licidad com un.
Ese triunfo tiene un largo pasado en que ha venido
el mismo lentamente elaborandose; y tiene tambien

[154 ]

un futuro lleno de promesas que es imprescindible


realizar. No es el triunfo de Gengis Kan ni de los
conquistadores de los valles inmensos del Volga y
del Ural: el triunfo de la fuerza, que somete un teo
rritorio y 10 esclaviza; sino el triunfo de la idea, de
la ley general de la humanidad, que es la libertad,
desenvolvimiento de las facultades activas del hombre, su principal elemento de vida y el fundamento
de todos sus derechos.
En la calma del abatimiento, ahora treinta anos
(permitame usted esta mirada de un valor puramente retrospectivo), cuando la vida publica no
existia y la organizaci6n social estaba reducida a
que un hombre, que concentraba en si toda la autoridad, mandara solo y los demas obedecieran; cuando eramos independientes del poder espanol, sin gozar de libertad ni poseer la igualdad de derechos,
que es la esencia de la Republica; usted, mi ilustre
amigo, y yo, sembramos perseverantemente la semilla de la soberania popular, de las elecciones libres,
del poder de las mayorias, de la division efectiva de
los poderes publicos, de la limitaciOn del tiempo de
los funcionarios en el ejercicio de sus funciones, del
derecho de resistencia a la apresion ... , etc. Y esa
semilla echo tan fuerte raigambre en esta buena tierra de Venezuela, que ninguno ha logrado extinguirIa mas. Fue nuestro intento reintegrar las leyes de
la conciencia humana, ajadas por el mando continuado de un hombre solo; impedir la abdicacion del
albedrio; alcanzar la conciliacion de la libertad y de
Ia autoridad y con todo esto, el cambio en las costumbres publicas, dado que las reformas que surgieran de ese cambio confiabamos que habrian de
ser pacificas y provechosas; conquistas de la opinion, presididas por la j usticia e iluminadas por el
faro clarisimo de la verdad. Queriamos la buena or-

[155 ]

ganizaclOn politica, que moraliza; queriamos la Re.


publica de buena fe; pretendiamos que todos los de.
rechos, todos los intereses, todas las esperanzas Ie.
gitimas, entraran como elementos en la creacion de
la ley, y nos prometiamos curar los males del pais
y establecer solidamente el reinado de la libertad,
i oh dulces ilusiones! rectificando la opinion, comba.
tiendo la indolencia, hija de la servidumbre, los
errores y preocupaciones, y haciendo conocer a to.
dos el alto precio de la dignidad y del ej ercicio Iibre
de los derechos. Impugnamos las tradiciones de la
colonia y el poder fundado sobre un individuo; y
sostuvimos los grandes principios sociales, desde que
sostuvimos la igualdad, que los comprende todos.
"Las mej oras fundamentales, deciamos, no pueden
obtenerse, ni obtenidas estas mej oras pueden consi.
derarse como una dicha comun, si no se alcanzan
por la voluntad de todos". "Reconocida la necesidad
de someter la suerte de todos a la voluntad de todos,
en el interes de to dos, es incontestable, que la mej or
organizacion politica es aquella que mas clara y
seguramente haga prevalecer la voluntad de todos".
"EI derecho de gobernar, repetiamos otras veces, de
be ser delegado por tiempo, y este tiempo limitado;
porque, despues de cierto lapso, los gobernantes no
representan la voluntad de los gobernados, efecto
inevitable de las leyes de la naturaleza". "EI derecho
de gobernar debe ser delegado con amplia libertad,
y el secreto es la condicion absoluta de esa liber
tad ... "
De esta suerte, amigo, con tales ideas, con tales me
dios de consecuencia y de concomitancia, pensaba.
mos llegar a la perfeccion posible por la senda unica
de la discusion y de la verdad. Nosotros no impro.
visabamos nada, ningiin pensamiento nuevo; resu
miamos en formas claras los dogmas de la escuela

[156 ]

liberal. EI pueblo sentia; nosotros formulabamos sus


sentimientos.
. Que utili dad particular podria halagarnos en esa
iaboriosa empresa? Ninguna. Las grandes ideas no
tienen por objeto la conveniencia, sino la gloria y
eI bien comun, unico fin que satisface los animos
generosos .
El pueblo, en tanto, desde temprano nos favorecio
liberalmente y eso basto para que nosotros tomara
mos a empeno servir con mas fervor a su ensenan
za y su provecho. N uestros escritos volaban por to
das partes, y eran leidos con avidez. Como el volu
men volans del Profeta, que corria en las veloces alas
de su credito, asi nuestras hoj as se difundian por
doquiera y llegaban a confortar el alma de los aman
tes de la verdad y de la ley.
Empero, los hombres de la influencia y del poder,
embriagados de su pasion de mando, no consintieron
que prosiguiesemos tranquilos en nuestros planes reo
formadores. El corto numero de ciudadanos que ejer.
cia los derechos politicos, y que explotaba, en su
provecho y nuestro dano, ese ejercicio; los hombres,
cuya voluntad era ley y sus preferencias se tenian
por elecciones, se irritaron. i Que destemplanza enton
ces, que sana en los escritos de nuestros contrarios!
ElIos, para quienes toda vejez era axioma y toda
novedad mentira y corrupcion, cerebros amasados
con el error, montaronse en colera y nos trataron de
insolentes, de perturbadores del orden, de anarquis
las, de jacciosos, de corruptores del pueblo, de am
biciosos, de BANDIDOS

lls n' ont eu que la calomnie;


Le serpent n' a que son venin.
(Victor Hugo)

[157 ]

Cubrieronnos de afrenta, y levantaron patibulos, don.


de debiamos expiar, ante Moloch, Idola de la sangre
que no cabia en si mismo, el delito de ser patriota~
y de haber amado la libertad.
i Politica rabiosa, desesperada, si politica puede lla.
marse alguna vez la sin razon y el delirio sanguina.
rio!

Prendio entonces la guerra, que, como usted sabe,


ha sido activa y pertinaz.
Crecio en el pueblo y se ostento mas y mas vigorosa
la conciencia de sus derechos, y al par crecio tam.
bien y se mostro mas insolente en sus tiranos, la
fatua pretension de someter la voluntad de todos a
la voluntad de ellos, desplegando una accion sin con.
trapeso para extinguir intereses, y mas aun, caras
esperanzas, destituidas ya de garantias.

i Que crimen! i Que error!


i Como habra pesado ese crimen sobre la conciencia
de los oligarcas que 10 consumaron!
EI recuerdo que acabo de hacer, amigo mio, ha lie.
nado mi corazon de amargura y de un tedio inexo.
rable.

1846 ...

fueron a parar las urnas y los registros publicos que


contenian los sufragios populares? Todo desaparecio
en manos del poder, que se lanzo, de pecho, en el
camino de la arbitrariedad, prefiriendo el crimen
a los mandamientos del derecho.
Desde entonces se militarizo el pais. Desde entonces
se perdio la fe en las elecciones; se perdio el respeto
a la opinion de la mayoria, el habito de formar so
ciedades politicas para discutir entre todos los temas
de interes publico; se perdio la organizacion repu
blicana; el dogma de la tolerancia. .. y ya no quedo
mas medio de triunfo que el de las armas. Entonces
fue cuando se hundio la Republica, plegadas las ban
deras de la libertad, y ahogado el sentimiento de la
nacion, bajo el peso de un hombre solo. Nosotros
pudimos exclamar.

La liberte n' est rien: la force a tout detruit.


Escribimos, y se nos injurio cruelmente. Asistimos
a las Asambleas a depositar nuestros votos, y se nos
encarcelo. Vitoreamos la ley, la soberania del pueblo, la Constitucion, el derecho escrito, y se nos
impusieron sacrificios, se levantaron patibulos para
derramar sangre inocente. i Que furia! i Que barbaras sentencias salidas del Sanedrin de nuestros enewigos! i Que afrenta para la razon, para la inteligencia y para la j usticia!

i Ah! Aquel ano aciago se ha presentado a mi me


moria tal cual yo 10 vi, cual 10 pase, henchido de
violencias y zozobras: i ano de persecuciones, de in
j usticias irritantes, ano de muerte! Yo no intento
describirio. Seria necesario la pluma de Tacito, tra
zando la ferocidad de los crimenes, para pintar bien
los cuadros de 1846... Las venganzas no se vela
ron mas con apariencias legales, y el reinado de la
fuerza tuvo su Autocrata y tuvo sus Seides. l Que
fue entonces de la Constitucion y de las leyes escri
tas? l Que se hizo del derecho eleccionario? l Adonde

He tenido necesidad de reunir todas mis fuerzas


para poder escribir estas dos lineas, que ya abandono por seguir en otra atmosfera, que no sea de
muerte.
iEI recuerdo del 1846 asfixia!

[158 ]

[159 ]

Se quiso matar la libertad con nuestra vida, y nosotros nos decidimos a salvar la 'Republica con nuesIra muerte ...

La lucha ha sido la inevitable necesidad de nuestr


pasado: lucha ardiente entre las existencias que te~
nian derecho a elevarse y crecer, y las que comba.
tian impidiendo el crecimiento; lucha entre las Yo.
luntades anhelosas por manifestarse y hacer el hien
y las que tenian por consign a comprimir, oscurece;
y hacer el mal; lucha entre los fuertes que eramos
los mas, los sacerdotes de la nueva ley, abrasados
por el celo de la doctrina, y los debiles y fariseos
que se ponian a cubierto tras el escudo del pode;
para ejercitar su menguada tirania; lucha entre los
privilegiados y los amigos de la igualdad; lucha en.
tre dos clases de la sociedad eternamente acampadas,
como enemigas, una frente de otra, aquella bajo la
sombra de la libertad; esta, empuiiando la bandera
de la opresion; ambas, disputandose el mando, para
desarrollar elementos diametralmente opuestos.

. salido al campo para arroj arnos no pruebas, no


no verdades, sino lodo y basura al rostro;
coJllO los arabes, que vomitan su encono por agra~os ... ; mas, las leyes estan escritas, las instituciones
sli conocidas y la historia tendra que hacer j usticia.
Jlll8 dira 10 que valen los grandes monumentos de
civilizacion, y las injurias por agradecida correspondencia.

;,'

y~debo hacer en este lugar una observacion impor-

No se crea por esto que se haya contado en nuestro


favor tan buenas intenciones y tan titiles trabajos.
No; toda vez que el partido antagonista ha podido,

rante. Es a nosotros, a la influencia de nuestro partido, a nuestra perseverante inflexibilidad, a quienes


s8 deben los beneficios de legislacion y de alta poUtica que dejo enumerados; y eso sin haber tenido,
hasta ahora, el lleno del poder en nuestras manos.
Durante lao Administracion "Monagas", de 1848 a
1858, alcanzamos un poco de poder, es cierto; pero debil y precariamente, subiendo siempre como Sisifo, la
cuesta arriba de Ministerios antipaticos, mal formados, sospechosos de enemistad y, sobre todo, desligados de compromisos politicos. Por un Ministro
nuestro como Sanavria, por ejemplo, tuvimos otros
que ni conociamos, como Gellineau. Por un Planas,
que fue liberal, por un Blanco, tuvimos a Olavarria,
que no participaba de nuestras ideas; a J. M. Heres,
sin relacion alguna con nuestros circulos; a Castelli,
que solo abordaba cuestiones de su ramo; a Rojas
(Jose Isidoro), que trillaba un camino imposible (la
contemporizacion con todos los partidos), y se quedo, por eso, en el claroscuro de una expectativa sin
resultado; a Lecuna, renuente a tomar parte en la
politica; a Parejo, a Quintero (M.), a Revenga y
otros, que no tuvieron tiempo de imprimir bien el
sella de sus principios. Asi, con la remora de Congresos debiles e inexpertos, con el amago de reacciones frecuentes, con Ministerios sin prestigio unos,
remisos por caIculo 0 temperamento, otros; transito-

[160 ]

[161 ]

En medio de esa lucha de treinta afios, en que el


robusto sentimiento de amor patrio ha sido el punto
de partida de todas las producciones de nuestro es.
piritu, el fin de todos nuestros esfuerzos inteligentes
y de nuestros sacrificios generosos; en esa persis.
ten cia de tantos afios, en que una generacion entera
ha desaparecido, llevandose al sepulcro, no al olvido,
los martirios, las virtudes civicas, y tambien el con.
suelo de haber visto derribados los idolos y los
tiranos; grandes cosas hemos cumplido en bien de
nuestra patria. H emos abolido la esclavitud y derri
bado los cadalsos. H emos proclamado todos los de
rechos y consagrado todos los principios; y i oh for
tuna incomparable! nos ha sido dado reflej ar, sohre
la frente de nuestros adversarios mismos, la luz dul
ce y abundante de nuestros benevolos principios.

rios todos; asi, digo, pudimos mej orar en parte nues.


tra legislacion, difundiendo constantemente la luz del
programa liberal, que no ha de extinguirse mas.
En tanto, nuestros adversarios, representando la doc.
trina desesperante del pas ado, han visto reducir sus
filas. Muchos de entre elios corrieron hacia nosotros,
a formar en nuestro bando; prueba de que en elias
no esta el verdadero sentimiento, la verdadera formu.
la del porvenir. EI error solo pierde terreno. La
verdad no se muda, no retrocede.
Sin embargo, esa minoria reducida cada vez mas,
ha sido incansable en su aspiracion a gobernar. iNa
encierra en si la coleccion de los elementos sociales,
y se desvive pOl' mandar! iSu bandera no es la
ensena del sentimiento nacional, en su nias alta ex.
presion, y pretende dar la ley! Por arte y mana ha
llegado al poder, para no durar alii sino corto tiem.
po, y lcomo ha administrado? jSanto Dios! Su
gobierno ha sido la vida del cuartel; la introducci6n
de polvora y armas para matar venezolanos; el reo
clutamiento forzoso; la paralizacion de toda indus.
tria, de todo progreso; los alianamientos nocturnos,
carceles, latigo, castigos inauditos, comisiones mili
tares, prensa desenfrenada, la rabia piinica, el rencor
implacable contra los libres, bandos de ley marcial,
soldados por las calles, escandalos, tropelias, asesi
natos. .. Crimenes que deshonran tanto la causa
del poder como la de la humanidad. Por dos veces,
despuc3s de 1848, ha escalado el poder esa. minoria,
proponiendo union al partido lib~r.al,. ,olmdo de 10
pasado, sincera y completa reconcdzacwn. (Palabras
blandas que debian convertirse luego en .agudos dar
dos). Tuvo astucia para alcanzar su fm deseado;
i y de cuantas violencias no hemos sido testigos!
i Que de atropellos, que de iniquidades no s~ han
consumado! i Cuan car~ no pagaron nuestros mcau

[162 ]

toS companeros, y todos no hemos pagado tambien,


la mentida diab6lica reconciliacion!
Tales excesos, tantas y tales arbitrariedades preme.
ditadas, que la j usticia y la razon condenan, dieron
causa a revoluciones, confirmandose aquel dicho de
Loke y Sidney, celebres publicistas: Las revoluciones
son inevitables, cuando la autoridad abusa del poder
emplea este contra los principios eternos de la justicia. Las revoluciones son, en ese caso, el mas justo,
el mas noble ejercicio de un derecho imprescriptible;
porque los poderes superiores no se han establecido
para el mal, sino para el bien de los asociados.

En esas dos ocasiones en que el partido oligarca 0


la minoria del pasado ha ejercido el poder piiblico,
la prensa ha servido sus intereses sin oposicion, sin
contrariedad alguna; y j cosa digna de reparo! en
ana y otra epoca ha mostrado la misma impetuosidad; la misma pasion enemiga de la justicia; la
misma tendencia a la calumnia, a la injuria, a la
tergiversacion de los hechos; la misma superabundancia incoherente; la misma impavidez y desenfado
para sostener y negar a conveniencia, para contradecirse y desdecirse, para volver a afirmar 10 ya negado, para inventar especies absurdas e increibles,
malignas expresiones... Son leyes de las minorias,
el engano, el egoismo, la intolerancia. En vano se
buscara en elias las cualidades iitiles y gallardas que
decoran las mayorias; a saber: la franqueza, la buena fe, la calma del espiritu, los nobles y gran des
pensamientos. Por eso, aunque en diversos tiempos,
y servida la prensa oligarca por hombres distintos,
bien que de una semejanza sorprendente, Juan Vicente Gonzalez y Ricardo Becerra, las publicaciones
han seguido el mismo sistema, han tenido la misma
propension y ofrecido el mismo sab~r. jInjurias siempre, detraccion, ofens a ! Yo me decia a mi mismo:
[163 ]

l seni esta aquella generacion que pintaba el sabio


cuando decia: "Tienen cuchillos par dientes y su len:
goo es espada aguda?" Otras veces me aeordaba de
aquel precepto de la ley antigua: No comais sangre
humana: hoc solum cave, ne sanguineam comedas
y me preguntaba: lno es sangre human a la que co'.
men estos detractores? l Que es la vida sin el honor?
l Cual es el mayor de los bienes, sino el respeto y la
buena reputacion? Y adonde nos conduce esta
prensa infamadora que nos pinta siempre como los
mas estiipidos y los mas maIos de los hombres? '"
...........................

'"

'"

Las j ornadas del 25 y 26 de abril, la victoria final


del 27 y la entrada en Caracas del ej ercito liberal
bajo las ordenes del joven general Antonio Guzman
Blanco, han puesto termino a la epoca fatigante de
combates, de reveses y de triunfos. Es un hecho que
han vencido irrevocablemente nuestras ideas. Usted,
mi respetado amigo, se halla al frente de la Admi.
nistracion como Primer Ministro. Todo va a ser
instaurado sobre la base de nuestro programa liberal.
Es tiempo de cumplir lealmente las promesas que
hicimos. Yo fuera indigno de la amistad con que
usted me favorece, si no me adelantara a recordarle
esa deuda sagrada que pesa sobre 10 mas caro de
nuestra honra. i Cuan grande y preciosa no es nuestra
obligacion respecto del pueblo venezolano! l Ra visto
usted un carino mas noble que su cariiio, ni un
amor mas constante que'su amor? Race treinta aDOS
que viene ese pueblo acompaiiandonos con muestras
inequivocas de fidelidad; y nosotros cargamos con
un deber que, si cabe en nuestro conocimiento, la
pluma no halla palabras para expresarlo.
Lleguemos, pues, a realizar nuestras promesas, a
pagar nuestras deudas.

[164 ]

lMe permite usted, mi querido y digno amigo, que


apunte algunos de los beneficios que debemos al
pue~lo . de Ve~ezuela? Usted no necesita de ajenas
indlcaclOnes, clertamente; usted, que en sus propios
talentos tiene sobra de caudal, y como otro Atlas
puede llevar solo, sobre sus hombros, el grave peso
de la esfera. Pero yo no hare mas que devolver a
usted 10 que de usted he tornado. Mi riqueza (si este
nombre puede darse a tan pobres conocimientos) es
de usted. Usted ha sido mi guia, mi maestro. Y como
las aguas de los rios salen del mar y vuelven al mar
asi yo devuelvo a usted 10 que es de usted, siend~
este tributo satisfaccion para mi amistad, no recom.
pensa para mi agradecimiento.

EI mayor de los beneficios que debemos procurar al


pueblo venezolano, es la instruccion saludable. N ada
hay que deba, cultivarse tanto como el entendimiento
del hombre, Ilen~ndole ~~ buenas, maximas, de juicios
rectos y de nOClOnes utlles. l Como podremos tener
p.rog.reso, .ni buenas leyes, ni gobierno republicano,
sm mstrUlr las masas y enseiiarlas sus derechos y
deberes? El medio iinico de marchar con paso se.
guro. y firme e,n .el camino verdadero del honor y de
la vlftud, el umco que conduce a la felicidad, es
el de la instruccion. "Los conocimientos --dice Mon.
tesquieu- hacen a los hombres dulces. La razon
ilustrada es amiga de la humanidad". Trabajemos,
pues, por difundir la enseiianza, por alimentar el
espiritu de nuestros conciudadanos, y habremos al.
canzado un grande obj eto. Este es el contrapeso de
la guerra que barbariza, y del despotismo que co.
rrompe y enviJece.
[165 ]

II
Por todos los medios imaginables debemos proteger
la agricultura y la ganaderia, grandes e inagotables
fuentes de nuestra riqueza. No bastan, en mi opinion,
medios indirectos y de pequeno esfuerzo, porque el
mal que sufren es mortal. Nuestros campos eSt/in
devastados; nuestros propietarios se yen arruinados
y no tienen posibilidad de fomentar sus heredades.
Esas industrias, que en to do el mundo son nodrizas
de las naciones, veneros fecund os de riqueza publica
y el mas firme apoyo de los gobiernos, entre nosotros
languidecen, mueren lentamente. Fuerza es salvarlas;
y este ha sido uno de los mas sostenidos articulos de
nuestro programa desde 1840.
No ha mucho, mi amigo, que se dio a la estampa un
corto traba j 0 dispuesto por mi, cuando estudiaba las
verdaderas causas del atraso de nuestra agricultura y
los medios mas convenientes para restablecerla, y de
cuya obra tengo el placer de acompanarle un ejem.
plar para que usted la yea y enmiende. Mi trabajo
no es otra cosa que un lamento y una esperanza:
un lamento que arranco de mi pecho la historia del
infortunio de nuestras industrias; una esperanza, un
consuela que da la fe de que, con todo esfuerzo y a
toda costa, hemos de salvarlas.
Una serie de males inauditos, encadenados en su
accion, han pesado sobre la desventurada Venezuela.
Va para un cuarto de siglo que el angel de la guerra,
de pie, con su espada ensangrentada, la blande sin
descanso de uno a otro extremo de la Republica.
l Que quedara ya de nuestros campos? l Que de
nuestra riqueza pecuaria? Y en medio de esos cru
dos anos de guerra y sangre, leyes opresivas, malas
leyes, favorecedoras del agio y enemigas de la pro
piedad y del trabajo, han ejercido su influjo pode

[166 ]

roso contribuyendo a sepultar la agricultura bajo


los escombros que dej aban las contiendas fratricidas.
A. ser el suelo de esta zona tan fresco y ferti!, debemos
el prodigio de exportar todavia algtin cafe y algUn
cacao; que con campos de labor menos feraces, nada
podriamos ofrecer a los mercados extranjeros.
Los quebrantos de la industria madre han empobre.
cido el pais. Esa pobreza general ha privado a las
familias de comodidad; a la j uventud, de ensenanza;
al espiritu, de cultivo. Venezuela en 1870, no es
la Venezuela de 1846. Y si es incontestable que en
teorias politicas hemos avanzado muchos pasos, en
jntereses permanentes y generales, en prosperi dad y
dicha hemos perdido 10 que acaso no podremos
reparar sino con gran trabajo, buenas leyes y muy
perseverante accion. l Que piensa usted que son los
valles de Aragua, ese j ardin precioso cuya fama trascendio el oceano y convidaba al europeo a venir a
admirar el lujo y lozania de nuestra vegetacion?
lQue piensa usted que son los valles que fecunda
el Tuy, y que antes eran tesoros inagotables de riqueza? l Que piensa usted que es la agricultura del
occidente y esas tierras labrantias de las riberas del
Tocuyo, del Yaracuy, del Unare, del Escalante, etc? ..
jPobreza, desiertos, soledades! Maracay no existe.
Aquella hermosa villa cuyos pies besaba el lago, casi
ha desaparecido. Paez hirio de muerte su prosperidad,
introduciendo ganado en los barbechos. Luego, la
guerra; la usura de los logreros; la falta de brazos
y capitales ... , todo ha concurrido para arruinarla.
jEsta es la historia de otros cien pueblos! l Y que
se han hecho, me preguntara usted, nuestros Llanos? jAh! Esa gran zona, oceano de verdura, esta
vacia. Fueron innecesarios los desvelos del hombre
para poblarla, y ha sido necesario mucho empeiio
para agotar la inmensa cria de ganado, caballos y

[167 ]

mulas que con facilidad sorprendente se multiplica.


ban en su seno. jYa no hay llaneros que muevan sus
rebanos para sacarlos de los ba j os que el Apure
inunda, cuando los monos aulladores hacen resonar sus
ecos lamentosos y el trueno anuncia la cercania de las
lluvias! ... jYa no hay rebanos! El ganado ha des.
aparecido sirviendo de alimento a la guerra, 0 se ha
hecho eI mismo montaraz y fiero. No crea usted que
Ie exagero. Fuerza es, pues, que excogite el Gobierno
los medios mas aparentes para levantar las industrias,
que son el principio y fundamento de nuestra existen.
cia y de nuestra felicidad. Persuadase usted, senor
Guzman; nada habremos hecho, aun habiendo hecho
todo, si no levantamos la agricultura de su postracion.
La paz no se asienta sino sobre la prosperidad de
los campos. El Gobierno no sera estable, si las here.
dades siguen en ruina y los propietarios desesperados.
Venga, pues, el remedio de los males economicos,
pero un remedio pronto, eficaz y poderoso, y des.
canse usted entonces, que la tranquilidad no sera
perturbada. El fomes de toda revolucion aqui es el
malestar en que vivimos. Esto es 10 que aqueja, 10
que insta, 10 que acalora y persuade. Dese a las siem.
bras fomento; abrase una puerta de esperanza a los
trabajadores y a los duenos de fincas rurales, y yo
a/irmo que todo trastorno seda imposible.

III
Devolvamos a la prensa su cultura, su sacerdocio y
su importancia. Extraviaronla las malas pasiones;
pero, en nuestras manos, ella debe ser un medio de
civi!izacion y de progreso, por 10 mismo que en las
de nuestros contrarios ha sido un instrumento de
desorganizacion y de mentira. La necesidad de la
prensa libre no es hoy tema controvertible. La prensa

[168 ]

sexto sentido de los pueblos modemos, deda


y ese sexto sentido, es la opinion, el juicio
hombres sensatos, el que "diariamente" influye
el Gobierno, auxiliandolo y modificandolo en
lliIJrOipos;ito del bien publico.
t.ienen por la ley la libertad de escribir, pero
tIenen por la naturaleza la facultad. Hoy, es
lilaispem;ab,je ciencia, erudicion y elegancia para des.
en el mundo el encargo de publicista. j Que
"
son: entre nos?tros, los que caminan por
senda agna del contmuo estudio para llegar al
ameno de la variedad de los conocimientos!
mismo, es fuerza que usted procure dar su
a este ramo en que tanto hemos degenerado.
los d1as en que competia el lustre de la
con la belleza del decir y con la incontrastable
del argumento, y se conci!iaba 10 uti! con 10
10 serio con 10 dulce y provechoso.

~ag~os efic~z y positivo el precepto que declara


abohdo para slempre el reclutamiento forzoso. No hay
derecho para obligar a servir a nadie, contra su
voluntad, en las contiendas domesticas. Dire mas:
es inmoral esa exigencia, porque puede poner al
hombre en contradiccion con sus principos. jY que!
zHaremos nosotros alguna vez como nuestros adver.
que practicaron aquello mismo que reproEn su inestabilidad, se lanzaron sucesivaen caminos diferentes, y reclutaban con calor
antes hablan condenado el reclutamiento.
es, necesario. tener principios ciertos de j usticia,
razon y de VIrtud; y 10 que es pernicioso en SI
no ha de practicarse nunca, aunque de su
derivemos bienes positivos.

[169 ]

rania del pueblo, que es el principio cardinal de nuestra existencia politica.

Ocurramos cuanto antes sea posible, al ejerclclo del


derecha eleccionaria. El sufragio es la soberania del
pueblo puesta en practica; y es preciso que la obe.
diencia de los ciudadanos no parezca un acto de SUo
mision, sino que realmente sea la consecuencia nece.
saria de su libertad, cuyo fin se alcanza con las elec.
ciones. Los danos todos que hemos padecido traen
su origen, como atras he dicho, de los "crimenes
cometidos en 1846 por el poder publico contra la
libertad eleccionaria". De entonces aca no ha habido
mas que simulacros de asambleas, farsas, mentido s
registros. .. Y como consecuencia de esto, 10 dire
otra vez, i el angel de la guerra siempre de pie, can
su espada ensangrentada, blandiendala de un extrema
a atra de nuestra desgraciada patria! . ..
Los paises en que la democracia es el principio, y
donde el pueblo es la fuente de to do poder legitimo,
las elecciones, que son su medio de accion mas pronto
y eficaz, no deben retardarse. La Asamhlea de Va.
lencia fijara una epoca no muy lejana, habida consi
deracion a que la Republica debe constituirse defini.
tivamente. Los rios que salen de madre y se desbordan,
no tienen sus aguas claras y sabrosas hasta que entran
en su cauce y se deslizan tranquilamente, sin mas
ruido que el de la corriente reveladora de fuerza,
de abundancia y de progreso, para arrojarse en los
infinitos del oceano. Por 10 mismo que el principia
sobre el cual reposan todos los sistemas federativos
es el fraccionamiento de la soberania'; por 10 mismo
nos conviene reconstruir pronto el edificio, para que
el pueblo sienta la fuerza y Yea la forma de un
Gobierno nacional elegido por el, confundiendose asi
la saberania de la Union, que es obra del pacto, can
la soberania de los Estados, que es natural, y la sobe
[170 ]

VI
Tratemos de que se introduzca entre nosotros la saludable practica de ventilar las cuestiones de importancia y trascendencia en numerosas reuniones populares, para que la prensa las ventile luego con mas
ilustracion, y el Gobierno pueda seguir la opinion
del pais, que debe ser su guia. En Inglaterra, en los
Estados de la Confederacion del Norte, los meetings son
frecuentes, como usted sabe. Alli se inician las ideas
de reforma legal y administrativa; y el pueblo no
vota, ni decide, ni resuelve, sino habla y forma su
conviccion. La discusion en estas grandes reuniones
populares, es siempre calmada; porque el interes no
es otro que ilustrar los entendimientos. En Inglaterra
se celebran en las plazas, en las calles, al aire libre,
porque es un hecho inocente que las autoridades no
pueden prohibir. Los gobiernos fundados sobre la
tirania, temen, con j usticia, las juntas y asambleas
populares; pero el gobierno del pueblo, el que tiene
par base el amor y respeto de la nacion, no debe
temer nada. Es ahora que puede introducirse esa
practica de los pueblos lib res ; porque es ahora que
el Jefe del Estado no temera al pueblo que gobierna.
iNi como podria temerlo siendo su obra mas querida!

VII
Influya usted sin descanso porque se expida una resolucion severa, inexarable, contra la inmoralidad de
los empleados que trafiquen con su oficio, prostituyendo sus deberes a la insaciable sed del oro. Que se
arme el Gobierno de todo rigor, y castigue sin duelo

[171 ]

al que se muestre corrompido. El emperador Septilllio


Severo no dejo nunca sin pena la codicia de los jueces
fiscales y funcionarios piiblicos; y Neron mislll~
(escribe T acito), no permitio ese genero de inmora.
lidad, que hubiera dado al traste con el imperio romano. l De donde ha salido esa ruin pasion del dinero
que podriamos !lamar madre de todos los males; es~
desenfreno de hacer barato de toda providencia, de
toda ley, de todo privilegio, de toda resolucion? ..
Yo se quien trajo al pais esa ensefianza funesta.
Pero 10 que importa ahora es cortar de raiz el mal,
y sentar en su trono la pureza, al frente del patrio.
tismo y allado del honor y la virtud. Nada hani usted,
no haran nada mas grande los que vienen coronado s
con la victoria, que acabar con esa peste de la codicia,
con ese azote que nos ha lastimado. Pongamos en
ella el intento y experimentaremos ventajas inmediatas
y positivas.

VIII
Como la direccion permanente de los intereses exte.
riores de la nacion esta confiada al encargado del
Poder Ejecutivo, parece favorable el momenta para
que el Gobierno, de que usted hace parte, impri.
ma a estos asuntos otro movimiento, por una senda
mas llana y menos peligrosa de la que hasta ahora
hemos trillado. "Nuestra verdadera politica -decia
Washington en su admirable carta a sus conciuda
danos-, la politica de las nacionalidades americanas
debe ser, no ligarse perpetuamente con poder alguno
europeo". Nosotros no estamos ligados, en verdad;
pero nuestra diplomacia (preciso es confesarlo), ha
sido debil, pusilanime; y por desgracia, ha condes
cendido mucho y establecido practicas que son des
ventajosas. Como somos pequefios y sin importancia
en el mundo, no tenemos asuntos exteriores que debao

[172 ]

tit ni resolver, y nuestra politica exterior se reduce


aver Y saber 10 que pasa; pero, admitiendo en nuestrO suelo a millares de extranjeros, que conservan
sU caracter de tales, en medio de nuestros vaivenes
politicos, ocurren quej as y reclamaciones, exigencias
JJlaS 0 menos fundadas, algunas veces tambien injustas,
que se resuelven rutinariamente por la via diplomatica.
Los principios de derecho internacional, 0 sea el
JJlismo Derecho de Gentes positivo, que forma la ley
COIllUn de los pueblos cultos y presenta el conjunto
de reglas admitidas, reconocidas y consagradas que
fijan los derechos y deberes de los Estados, en paz
y guerra; esos principios, digo, han prescripto las
maximas siguientes: Primera, las leyes de cada nacion
tienen fuerza entre los limites de la nacion, y obligan
a todos los ciudadanos del Estado; segunda, toda per
sona que resida dentro de los limites del Estado,
se considera ciudadano sometido a la ley, cual
quiera que sea su residencia, permanente 0 temporal.
(Ruberus, Praelect, t. 2. I. 1, tit. 3, de Conflictu
Legum.- Wheaton, Elements of International Law, y
olros publicistas). Segiin esto, 10 mas natural, 10 mas
consecuente a la razon, sera que cada extranjero que
se creyese agraviado 0 a quien se Ie negase algiin
derecho, ocurriera a ventilar ante el tribunal competente sus razones, como 10 hacen todos los ciudadanos;
y s610 se dirigiera al Ministerio de Relaciones Exteriores, por medio del representante de su nacion, en los
casos de denegaci6n de justicia, 0 de una injusticia
evidente y manifiesta, 0 de una violaci6n de las formas 0, finalmente, de una distinciOn odiosa hecha
en su perjuicio, como extranjero. Estos son los casos
reconocidos en el Derecho de Gentes, en los cuales
el soberano de una nacion protege a sus siibditos,
examinando la j usticia de los actos que Ie conciernen
y reclamandola del Gobierno cuyos agentes han faltado a las leyes. (Vattel, Derecho de Gentes, t. 29 ).
. [173]

La Corte de Inglaterra, la de Francia, todos los pue.


bIos de Europa, han establecido esa maxima con llIu.
cha evidencia. Yea usted, si gusta, el Injorme presen.
tado al Rey de la Gran Bretaiia por: Lee, Rider y
Murray, que es, en sentir de los entendidos, un exee.
lente trozo del Derecho de Gentes.

Toca a usted, senor don Antonio, que ha de tener


tanta mano y poder en los asuntos; toca a todos
predicar la union, y hacer que se conserve entre los
liberales de un modo el mas perfecto. Yo no repetire

en este lugar aquello tan sabido: la union es la juerza;


pero si dire que tenemos graves deberes que cumplir
y que divididos, no los cumpliremos. Pudimos en
otra ocasion, desasistidos de la experiencia, dej ar
entibiar nuestro entusiasmo y debilitar nuestra fuerza;
was, hoy, imperdonable seria, y funesto en sus con
secuencias, el encastillarnos y aislarnos en nuestras
propias ideas y sentimientos. Nunca necesitan tanto
los partidos de la mas estrecha alianza que cuando
vencen, pasando de la lucha al mando y del campo de
batalla al Gabinete. Nuestros amigos son admirables
en la desgracia. lNo los ha visto usted cuando hemos
perdido el poder? Son unidos entonces; son abne
gados; son generosos; son superiores a la desgracia.
Todos tienen una sola idea, obedecen a un mismo
impulso, se ostentan como los cristianos de la Iglesia
primitiva, "con un solo corazon en la union del mis
roo espiritu": unanimiter. Pero es imprescindible
que conserven tambien esa union en la fortuna, tanto
was cuanto que la responsabilidad severa no comienza
sino en el dia despues de la victoria. Debemos ase
gurar el triunfo; hacer este fecundo; dar prosperidad
al pais; dictar buenas leyes, protectoras del trabaj 0
y de la libertad; debemos justificar nuestras prome
sas, decir a los pueblos: Para esto mandamos, para
sentar la dicha en nuestro suelo; y solo unidos po
dremos realizar tamanos comprornisos. Si en la senda
del progreso, pues, se interponen pequeneces, fuerza
es desecharlas. Si se suscitan rivalidades, es preciso
terminarlas. Si hay motivos de justas quejas, que
venga luego la reconciliacion y renazca la amistad y
la concordia del alma. Dividido el rio y sangradas
sus corrientes, pierde necesariamente su fuerza y su
grandeza. Pensemos en esto, pues; sepamos conservar
la union, haciendo a este proposito todos los sacri
ficios. EI que romp a la union, odia la causa liberal
y la expone a riesgos indecibles.

[174 ]

[175 ]

Tomando, pues, este camino, el Ministerio de Rela.


ciones Exteriores descansaria de tanta reclamaei6n
miserable, y se darla a estas cos as un curso natural
tendrian su debate judicial, el fiscal las perseguiria'
la Corte pesaria maduramente los hechos, juzgari~
de la aseveracion de los reclamantes y del testimonio
de los testigos y peritos, etc., etc. Es inaudito que
un Ministro publico se ocupe, y ocupe el Ministerio
de Relaciones Exteriores, tratando de un asunto que
serla pequeno para la consideracion de un j uez de
menor cuantia. Cuando se han violado las leyes, en.
tonces, cualquiera que sea la importancia del nego.
ciado, y por minima que parezca, debe el Ministro
intervenir. Se trata de un derecho y todos los derechos
son preciosos. Mas, en los otros casos, 10 mej or es cor.
tar el abuso, y que vayan los querellosos a deducir en
j uicio contradictorio sus razones y fundamentos. Estoy
seguro de que se hara justicia, y con esta providencia,
el Ministro de Relaciones Exteriores se ocupara de
asuntos graves, como debe, saliendo del abismo de
las reclamaciones, donde es victima de las pequeneees
que Ie ocupan el tiempo y Ie roban consideracion y
respeto.

IX

XI

Ragase usted, amigo (como debe ser), el amigo y


protector del talento. Usted ha recibido mucha luz
en su inteligencia, para ignorar que todo Gobierno
debe favor, honra y beneficio al espiritu cultivado
y a la capacidad natural. Nuestra juventud es pri.
vilegiada por las dotes del espiritu. Es preciso abrirle
paso, pues; es preciso alentarla con el honor y enalte_
cerla con la confianza. Raga usted suyos los talentos.
Como el talento no es j amas neutral, esfuercese en
que Ie sirva, porque de otro modo, Ie combatira. Si
usted olvida un hombre de merito positivo, como el
no se olvida a si mismo por mas modesto que sea,
se hara notar. Los hombres de talento son una potencia provista de todos los atributos del poder; y
frecuentemente han hecho pagar, por largos dolores,
la insensatez de haberlos despreciado 0 alejado. jCwintos han puesto en huida, y aun en el ostracismo, a los
poderosos que no supieron respetarlos! No faltan
ejemplos en nuestra historia y abundan en los an ales
de los otros pueblos.

Con esto y otras medidas de sabia y providente administracion vendra la paz, y en sus alas, por consecuencia, la /elicidad comun. El interes de la paz es
tan elevado y propio del hombre, por mas que diga
Hobbes, que todos la deseamos y la necesitamos.
Pero la paz no se establecera solida y durable, sino
cuando la mayoria viva satisfecha de la direccion de
los negocios public os. Es entonces que nace el espiritu
nacional; es entonces que obedecen todos voluntariamente, persuadidos de que los que mandan, dirigen
y gobiernan, para provecho, dicha y bienestar comun
gobiernan. Error capital y de funestos resultados ha
sido creer, que la minoria puede gobernar; porque
rechazando la intervencion activa de la mayoria y
queriendo dominarla, exigiendola el contingente de sus
recursos y el sacrificio de su obediencia, no hace
mas que pervertir las creencias y trastornar el orden
que la naturaleza inspira y la razon consagra. Error
capital ha sido pensar que la minoria pueda man dar ;
porque ese pensamiento se resuelve en guerra y contiendas desastrosas, desesperados los hombres de alcanzar de otro modo el reconocimiento de sus derechos. En las republicas, donde la soberania del pueblo es dogma, la mayoria es ley; y solo compete a
la minoria el deber de acatar las resoluciones de la
mayoria, aceptar los hechos consumados, y trabajar
dentro del circulo legal, por conquistar opiniones que
Ie sean favorables. Asi concurren todos a la paz. Asi
es racional el sistema; y tan eficaz el Gobierno en
sus medidas de administracion para el desenvolvimiento de la riqueza nacional, como el pais mismo
inagotable en sus propios recursos materiales.

La vida intelectual es la mitad de la existencia de


las sociedades cultas. Nosotros nos ocupamos mucho
de la politica, porque esa es nuestra atencion particular. La frivolidad se ha alejado de los espiritus, y
por nuestras leyes, los gobiernos estan en juicio permanente ante la sociedad. Yea usted, pues, cuanto
importa que los hombres de inteligencia y la juventud bien dispuesta acompafien a usted y al Gobierno,
no obligados, sino cautivados; no por fuerza, sino
seducidos por la novedad y grandeza de los objetos,
por la j usticia de las resoluciones y por la sabiduria
y equidad de todos los actos de la administracion.

[176 ]

Yo he tenido lastima cada vez que veia recomendar,


exigir, reclamar la paz, alej ada como estaba la mayoria de toda intervencion en los negocios publicos.

[177 ]

.i,De que paz se hablaba? .i,Por ventura se habia


convertido la Republica en una morada de hubrfanos
y pupilos donde el tutor dispone y los ninos obe.
decen? .i, Y podria haber paz sin elecciones verda.
deras, sin registros legitimos, con diputados por pue.
bIos que no conocian, con mandatarios sin opinion, y
10 que es peor, tocados de la insanable llaga del
desprecio; con leyes sin autoridad y con autoridades
desnudas de respeto? .i,Podria haber paz, subvertidas
las ideas y estando condenados los mas al servicio de
los menos?
La tranquilidad que se pedia, era la abdicacion de
todo sentimiento. La paz era la humillacion. Tal exi.
gencia era imposible. Por eso se resolvio el pro.
blema de la revolucion, tan breve y completamente.
EI general Guzman ha marchado a paso de carga,
no encontrando sino debi!es resistencias en su camino.
La gloria Ie esperaba en Caracas; allamindole difi.
cultades de to do genero, su noble proposito de reo
integrar el partido liberal, de cumplir los gran des
articulos de nuestro programa, y de constituir la
Republica sobre los cimientos permanentes del dere
cho, de la razon y de la libertad.
La paz debe afianzarse hoy, satisfecho ya el deseo de
los pueblos y cumplida la ley de la Republica. La mi
noria ha perdido el poder. La nacion sera convocada a
elecciones. Los Congresos, compuestos de verdaderos
representantes del pueblo, no seran instrumentos. Vere
mos efectiva la division de los poderes. Las leyes
seran la expresion, el mandamiento del soberano, sea
que derramen derechos, sea que impidan danos y
monopolios; ora apliquen remedio a los males causa
dos, ora descubran nuevos caminos al trabajo honesto
y uti!. l Quien habra que intente, pues, perturbar el
orden cuando el pueblo es el encargado de conser
varlo? l Con quien pensaran contar los agitadores, si

[178 ]

en el pueblo no hallan apoyo, sino rechazo; si no


ballan favor, sino castigo? Nosotros no tendremos que
e:dgir, que recomendar, que reclamar la paz. La paz
sera un hecho indefectible. Y como el labrador de
buen terreno no tiene que pedir que nazca eI fruto;
como el navegante que atraviesa el mar, no tiene
que reclamar que el sol alumbre despues de las tinie
bias de la noche, asi nosotros no tendremos que pedir
paz; porque mandando la mayoria e imperando la
Iibertad, la paz es natural, es necesaria, consiguiente,
indefectible. La paz y la justicia se besan, dice la Es
critura, para ponderar cuan estrecha alianza hay entre
elias. .i, Y como ha de faltar paz donde reine la mao
yoria que es la j usticia del sufragio; donde reine la
libertad, que es la justicia de la naturaleza; donde
reine la igualdad, que es la j usticia de la ley politica;
clonde reine la razon, que es la jnsticia del talento
y de la virtud? No haya miedo que la paz se turbe.
Sepamos gobernar como los ingleses, por el pueblo y
para el pueblo, y la tranquilidad sera el dote de nues
tro Estado.
Ahora bien; l podremos tener nosotros dificultad al
guna de gobernar para el pueblo y por el pueblo,
cuando venimos predicando tal doctrina treinta anos
ba? l Cuando ese ha sido nuestro lema, porque era
nuestra creencia? l Cuando nuestros esfuerzos se han
dirigido a inspirar esa fe en el animo de to dos, y
establecerla como punto de cuyo rigor no podria pres
cindirse nunca?
Ya concluyo, mi buen amigo, que escrupulizo sobre
esta carta tan larga, pues tiene mas de libro que de
carta. Son tantos y tan eficaces los respetos que me
han conducido a escribir a usted, en los primeros
momentos del triunfo liberal, que siendo inevitable
la condescendencia al impulso, no me da espacio para
que me Iisonjee del acierto en las materias que he

[179 ]

tocado. Como quiera, usted disimulara las faltas si la


hay, y me disculpara, asimismo, porque antes de solta:
la pluma Ie haga un encarecimiento personal. Hablan_
do el rey Antigono con su hijo sobre la administracion
y gobierno del reino, admirado el joven de tantas
obligaciones y cargos, refiere Eliano que Ie dij 0 el
padre: "An non novisti, lili mi, regnum esse nobilen
servituten? lPor ventura no sabias, hijo mio, que
el mando no es otra cosa que una honrada servidum_
bre?" Homada dijo, y con razon, porque la de los
siervos es sin honra; pero es servidumbre siempre.
Dsted amigo, que ha sido apostol, pasa a ser ahora
siervo; siervo honrado. Complazca usted, pues, a su
senor. Corresponda a la expectacion y ann exceda
a su esperanza. Dsted ha predicado la Republica;
dej ela ahora establecida. Hagase acreedor legitimo
a aquel titulo que lisonjeo la soberania de Augusto
mas que la celebridad de sus victorias, el de Padre
de la Patria; y si los romanos coronaron catorce veces a Siccio Dentato por haber hecho grandes servicios
al Estado, que nosotros impongamos millares de veces, sobre las sienes de usted, la corona civica, por
haber sido el mejor servidor del pueblo, el mejor
amigo de Venezuela, el mas virtuoso de los magistrados de la Republica_ Haga usted bienes; promueva
medidas de utilidad y de progreso; y cuente usted,
que desde el retiro de mi pobre casa, apartado de
toda ingerencia politica, vere su gloria con placer,
como he visto siempre su amistad con respeto y su
carino con orgullo.

Felipe Larrazabal
Publicada en /olleto, en Caracas, 1870, junto con la que
dirigi6 en 1863 a Antonio Guzman Blanco, que tombien
figara en esta compilaci6n.

[180 ]

GUZMAN BLANCO, RESTADRADOR


DEL CADALSO

caRTA DE UN PATRIOTA VENEZOLANO

Caracas, 24 de junio de 1872.


III ESTIMADO COMPATRIOTA Y AMIGO: Pideme usted,
en su apreciable carta de fecha 11 de los corrientes,
furtivamente llegada a mis manos (tales son los tiempas), que Ie exprese la opinion que yo haya form~do
sabre el acontecimiento que se consumo en Tinaquillo
el 17 del proximo pasado mayo, y Ie diga cuales han
sido los efectos que eI ha producido en el animo de
la generalidad de nuestros conciudadanos.

Voy a satisfacer, no dire que con gusto, sino, por el


contrario, con muy dolorosa repugnancia, a una y
otra pregunta; y si me tomo la pena de verificarlo
es porque las reputo en j usticia y atentos el caracter
personal y los antecedentes de usted, como fruto Iegitimo de un verdadero sentimiento patriotico y como
expresion de la hondisima desconfianza que, abr~ga
usted respecto al presente, y con mayor razon aun,
al porvenir de esta desventurada tierra.
Permitame usted que invierta en mi contestacion el
orden de sus pregnntas, y que principie por satisfacer
a la segunda de las dos que su carta contiene.
Dias hace que no tengo otra ocupacion que la de la
lectura de la historia, y particularmente la de la antigua Roma. Los que hemos sufrido la inmensa desgracia de sobrevivir a la patria, y de pasar a ser testigos impotentes de la ruina de nuestros propios
derechos y hasta de la mengua de nuestra personal
dignidad, hallamos un consuelo, aunque triste, en la

[181 ]

contemplacion de los cuadros parecidos 0 identicos


que contiene la galeria de la historia, y en el estudio
de la sorprendente identidad de las causas que asi en
los tiempos antiguos como en los modernos, han pro.
ducido la perdida de la libertad, el encumbramiento
de tiranias vulgares y el oprobioso regocijo y sumi.
sion de los ciudadanos convertidos en esclavos. Preci.
samente el dia en que recibi la carta de usted, leia yo
una de las mas elocuentes paginas del Socrates Cris.
tiano, obra escrita en el siglo XVI por el frances
Balzac, quien pinta en los terminos siguientes la situa.
cion moral de los roman os, ya encorvados del todo
bajo el yugo que les impusiera un Tiberio.
"Termino al fin (Tiberio) por humillar todas las
ahnas; por debilitar la fuerza de los caracteres que
aun se hacian sentir varonilmente; por poner bajo
su planta la cerviz de todos los ciudadanos. Su figura
innoble aparecio entonces mas alta que todo, inclusive
la razon, las leyes y la j usticia. Arrebato a Roma no
solo el derecho de la palabra, sino hasta el de la
respiracion; de manera que los pobres romanos 0
permanecian como mudos, 0 si desplegaban sus labios,
era para envilecerse aun mas, mintiendose a si mismos
por la adulacion al tirano, que en el fondo de sus
conciencias detestaban unos y despreciaban, con ma.
yor razon, los mas. Algunas, muy pocas almas hon
radas, se limitaban a preguntarse silenciosamente:
lGustara este hombre, sin contradiccion alguna, del
fruto de su inhumana victoria, obtenida contra su
patria misma y sobre la persona de sus mejores con
ciudadanos? lGozara en paz de las ventajas de su
cruel dad cobarde; del miedo y del silencio de sus
subditos; de la ba j eza y el engaiio de sus aduladores?
lLa verdad que el mantiene cautiva, no lograra esca
par en algun dia, por lejano que sea, para alumbrar
al pueblo, y deslumbrar y precipitar a su tirano?"

[182 ]

Stas vigorosas pinceladas parecen trazadas para

~in.

fiehnente nuestra situacion moral y aun matenal,


ial' ues de consumado el hecho de Tinaquillo. Nadie
desp
.
I
h sido osado a someter ese suceso a un ImparCla
':icio, y por sobre el silencio pavoroso de .tantas conI. cias individuales, 0 indiferentes 0 mledosas, no
~ensonado otra voz que la del sombrio monologo de
perpetradores del crimen., P?r muy terri~le ~?e
. semejante estado moral, el bene una exphcaclOn
~e cuya verdad inexorable debemos inclinarnos
anrnadamente.
Es esta: la virtud es bandera muy
resl "
.
flieil de enarbolar cuando a s~ ~omb.ra ~o se ben~
hacer frente sino a una debIl mmona; pero Sl
que
I . d'f
.
para servirla hay que chocar con a m I erenCla
I 0 con
.
el xtravio de la sociedad en medio de la cua se Vlve,
:n;onces se vuelve penosa y es hasta aborrecible;
nadie se atreve a ostentarla y se echa un velo sobre
Sll imagen importuna, a la manera como e~ sa:erdote
ubre con eI la Divinidad en presencia del ImplO. Las
ereligiones humanas, como las d'Ivmas,
.
.
qUIeren
~ac~rdotes decididos que tengan el valor de sus conVlCClOnes. Si este valor falta, todo esta perdido. Y. hace
muchos aiios, amigo mio, que Venezuela es, baJo tan
importante respecto, un pueblo de cobardes. Asi, no
hay por que extraiiar este horrible silencio q~e se
ha guardado, despues de la cobarde cuanto san~ne~ta
farsa de Tinaquillo. En el fondo de las conCl~nClas
de casi todos los venezolanos se lee esta fulmmante
palabra impresa alli con caracteres de fuego; por
el recto sentido moral que aun nos queda: Asesmato;
, pero nuestros labios no osan ~ronunciarl~ e~ alta voz,
y si la murmuran es e~ medlO del .abatlmlento y de
los envilecedores paroxlsmos del mledo.
Unos po cos, mas audaces para capitular con su propia conciencia y servir a intereses corruptores ! corro1Ilpidos, osan disfrazar la verdad con atavlOS a
eual mas ridiculos y absurdos.

I;

[183 ]

Ray quienes disculpan el restablecimient~ del cadals o


politico y el sacrificio cobarde de un behgerante Ven.
cido, porque ese doble crimen, consolida, segUn elios,
la paz de Venezuela. iLa paz restaurada por la restau.
racion del verdugo! i El concierto de todos los dere.
chos, surgido de una pufialada! i La j usticia en accion
(esta es la unica paz digna de un pueblo altivo)
reintegrada en el instante mismo en que mas se escar.
nece, vilipendia y conculca aquel santo principio!
De todos los cobardes que mienten a su propia concien.
cia, ningunos son tan absurdos como los que saludan
en el restaurador del asesinato politico, al restaurador
de la paz de Venezuela.
Race veintitres afios que rota la cuchilla del verdugo,
habia sido arrojado tan lejos su fu~esto ~ango, que
la mano de ninglin gobernante habra pOdldo encon
trarlo, ni se habia atrevido a recogerlo.
El Presidente provisional de Venezuela hace entram.
bas cosas en un dia, que por cierto sera el mas ver.
gonzoso de su impura historia, y es en tal oportunidad
que hay quienes aparentan ver en las manos de ese
hombre, asi manchadas con sangre, las llaves del ya
cerrado templo de J ano.
i Que no nos sea licito exclamar: Perdonalos Senor,
que no saben 10 que dicen! iPorque harto que 10
saben, los insensatos que saludan la suspirada paz
de Venezuela, haciendola aparecer sentada sobre la
tumba de un vencido, tan cobarde como escandalosa
mente asesinado!
Otros se limitan a acusar el caracter y las tendencias
del hombre sacrificado, tratando de hallar asi menos
criminales y menos cobardes a sus sacrificadores.
Pero la cuestion no es de saber si Salazar fue un
ban dido, 0 simplemente un heroe de guerra civil con
todos los borrones y todos los peligrosos atractivos
y cualidades de tan desdichado tipo. Lo que se debe

[184 ]

averiguar es si hay 0 no derecho para matar a un


vencido; si ese sacrificio puede consumarse en nom
bre de los principios liberales y para la pretendida
consolidacion de sus victorias; si 10 de Tinaquillo fue
on juicio formal, 0 una simple cobardisima venganza;
si los que sentaron a Salazar en el patibulo fueron
sus jueces 0 simplemente sus verdugos; si se castigo
a un criminal convicto, 0 se asesino a un rival ene
D1igo, ya desarmado y sin defensa. Tal es la base
fuJica sobre que debe apoyarse cualquier juicio que
pretenda ser honrado e imparcial. EI caracter personal
de la victima nada tiene que hacer en este proceso;
son los augustos principios que amparaban su vida,
una vez vencido y desarmado, los que debemos con.
siderar preferenlemente. Porque las balas que destro.
zaron el pecho y rostro de Matias Salazar, no se de.
tuvieron sobre el cuerpo de la victima; ellas fueron
a parar mas lejos e hirieron hondamente una gran
causa, un gran principio, un indispensable progreso.
La causa de la civilizacion en nuestro pais, que hacia
ya algunos afios habia logrado ahorrarse la afrenta
y la cruel dad del patibulo levantado en nombre de la
sociedad. El principio de la inviolabilidad de la vida
humana, y especiahnente de la de los llamados reos
por delitos politicos. El progreso por nosotros alcan
zado, en virtud del cual ya no vertiamos nuestra san
gre fuera de los campos de batalla 0 de la pavorosa
vecindad que les formaran nuestras pasiones. Es a
cada una de esas tres nobles banderas a donde han
ido a perderse las balas de la descarga homicida; y
nuestra sociedad, si es que en ella no se ha extinguido
del todo el sentido moral, debe contemplar, antes que
los agujeros hechos por el plomo en el cuerpo de un
vencido a quien algunos reputan de criminal, los que,
producidos por ese mismo plomo, exhiben hoy sus
mas caros intereses, de justicia, de honra, de civili
zacion en fin.

[185 ]

Naturalmente, al ocuparme en explicar a usted el


silencio que el pais ha guardado despues del drallia
de Tinaquillo, y en juzgar la hipocrita y absurda
manera con que algunos han roto ese silencio, he
expresado categoricamente mi opinion sobre el hecho
mismo.
Ya esta dicho: reputo el acontecimiento del 17 de
mayo, no solo como un gran crimen, lleno de cobar.
dia y de bajeza, sino que tambien como la muestra
mas elocuente que Guzman ha podido darnos de la
flaqueza de su inteligencia y de la ruin mezquindad
de su caracter como conductor de un bando y COIliO
j efe de una situacion politic a que eI aspira a hacer
menos inestable que la de todos sus predecesores en
el mando de la Republica.

la debilidad de su intelecto, convirtio su poder en


opresion, y sefialo por principal obj eto a su ej ercicio
el inutil cuanto barbaro exterminio de unas tantas
reliquias 0 ruinas politicas que aun flotaban en el
pais, sin rumbo ni concierto, y a las que otro sistema
cualquiera hubiera transformado con beneficio para
todos los intereses patrios. La guerra se hizo entonces
inevitable, y Guzman pudo desplegar durante ella
todas aquellas habilidades que en nuestro pais de
apasionada demagogia y de j uicio tan superficial
como voltario, se consideran como propias de un
hombre de Estado.
lHa leido usted el admirable juicio critico de Macau
lay sobre el convencional Barere? Sin duda que si,
pero ha de permitirme que traduzca y copie en se
guida la pintura que el ilustre lord hace del tipo de
los hombres de Estado por el estilo de nuestro don
Antonio.

Al comienzo no mas de este ultimo periodo de nues


tras esteriles agitaciones, constale a usted que yo con
dene a Guzman -una vez vencedor en Caracasa las rigurosas responsabilidades de la paz publica
prontamente restaurada y generalmente consentida.
Pero la debilidad moral de sus enemigos en armas,
y mas luego los desafueros e inutiles provocaciones
de su propia politica 10 redimieron de esa condena
cion, constituyendolo en plena dictadura militar. EI
camino que asi hallo abierto a su paso, no podia ser
mas ancho y transitable, y Guzman se lanzo por eI
con todo el impetu y todo el aturdimiento propios
de su grosera organizacion. Su ideal como caudillo
victorioso y creador de una nueva situacion, fue desde
un principio, el terror. Mas, cual acontece siempre
en todo despota vulgar, olvido que el verdadero genio
politico consiste precisamente no en emplear a todas
manos la arbitrariedad y sus violencias, sino abste
nerse de ellas, y eI hizo todo 10 contrario. Mitad por
la bajeza de sus pasiones, entre las que figura en
primer termino la de una ciega venganza, mitad por

Hablando de los personajes del terror, a cuyo numero


pertenecio Barere, dice el critico ingles: "Segun la
opinion popular los terroristas fueron crueles; pero
esa cruel dad quedo suficientemente balanceada por su
grandeza. Por mi parte, yo no Yeo en ellos nada
grande, excepto sus furores y violencias, y reputo un
error la creencia de que la politica que ellos observa
ron fue atrevidamente original. Por el contrario, es
tan vieja como las mas remotas tradiciones de un
mal gobierno; y si ella ha parecido nueva en Francia
y en el siglo XVIII, es unicamente porque las gentes
sensatas han renunciado hace tiempo a su practica,
apoyandose para ello en excelentes razones. Por desgracia, el sistema ha prevalecido y aun prevalece en
las naciones salvajes 0 poco menos, sirviendo de principal obstaculo a su civilizacion. Multitud de deyes,
de beyes, de ba j aes, de rabaes, etc., se ostentan maestros tan consumados en el arte de la politica como los

[186 ]

[187 ]

miembros del comite de salud publica, y aun me atrevo


a sostener que Djezzar ha sobrepasado a estos Ulti.
mos. Asi en Asia como en Africa, no hay tiranuelo,
por grande que sea su iguorancia y miserable su ca.
nlcter, que no comprenda y practique perfectamente
el sistema politico y de hacienda de los terroristas.
Inmolar gentes a millares, sin parar atencion en la
culpabilidad 0 inocencia de las victimas; arrancar
el dinero a los ricos, con auxilios de carceleros y
verdugos; despoj ar a los acreedores publicos amena.
zandolos, si se quejan, con la prision 0 con la muerte;
tomar el pan en las panaderias, las tel as en los alma.
cenes, los caballos en los campos y las monturas en
los talleres, para formar asi ejercitos y abastecerlos,
sin cuidarse de pagar nada a nadie; todo esto consti
tuye el mas comodo y el mas simple sistema de go
bierno entre todos los que ha conocido el mundo,
Omito ocuparme de su acendrada moralidad, para
observar simplemente que su practica no exige una
habilidad superior a la de cualquier barbaro, 0 de un
simple heroe de camino.,. Mas el arte de gobernar
a los hombres, no consiste en imponerles la sumision
por medio de carnicerias, y en arrancarles su dinero
a fuerza de expoliaciones, El verdadero hombre de
Estado es aquel que en tiempos de turbacion, sabe,
sin lastimar a los bien dispuestos, contener a los tur
bulentos, sin oprimirlos; el que apremiado por la
necesidad de recursos pecuniarios, acierta a satisfa
cerla, sin talar la propiedad privada ni agotar las
fuentes de la riqueza publica, Desgraciadamente Fran
cia estaba entonces en manos de hombres que no eran
sino puros demagogos, de ninguna manera hombres
de Estado; gentes que sabian perorar en los clubes,
y sublevar en los campos las malas pasiones popula
res; pero que iguoraban al mismo tiempo la mediana
conduccion de los negocios de un pais, , , "

[188 ]

esgraciadamente
tambien ' dire yo a mI. t urno, este
"
. t~mo peno~o de nuestras desastrosas disensiones
vIles, ha' sIdo conducido por un tI'p o IenlCOa
'd' t'
1
e d escnbe Lord Macaulay con la notable d'f
.
I erenCla
1 b
'"
que a a n~gaclOn y el desinteres de los terroristas
anceses, estan reemplazados en nuestro fatal cau.
110, por d
una
' avidez de venganza y de oro, por un
Olsmo : Impuro~ intereses, tan monstruoso; por
a ,~a:encla de asplraciones publicas y de moralidad
notlCa, tan absoluta, que 10 que hay que extraiiar
su penodo de mando, todo el ejercido en su pro.
ho y e,n el de su familia, no es el episodio de Sala.
";' qu~ el pretende encubrir bajo el nombre de trai.
Elon , smo ~ue ese episodio no se hubiera repetido
no s~ replt.a ~antas veces cuantos son los caudillos
pe alg~m vahmlento a quienes eI ha atado al carro
~e su msolente fortuna,

fero ven?amos ya al concreto juicio del acontecimiento


que motIva esta carta,

i Con _que

derecho se alzo Salazar contra Guzman?


Extrana pregunta es esta, en boca de un venezolano
ue conoce la historia de su pais, y siendo diri ida
otro, que la conoce tambien tanto 0 mas u~ el
terroga.dor, Pues Salazar se alzo contra G!man,
n el mIS~? derecho con que Guzman se alzo contra
~n~gas hIJo, y Monagas padre, contra Falcon, y
a con contra Castro, y Castro contra Monagas Tao; con
derecho de la fuerza ' mas 0 menos aSISIO
. t'd
' el.
r Clerta dosIs, de opinion, si usted me permite la
. En un palS en donde la violencia ha venido a
de mucho tiempo atras, la fuente ilnica del poder
mu! ra:~s cas os, la de la autoridad, lcomo atre:
, a mqmr~ por el derecho moral con que estos 0
uellos empunan las armas? lPues no es cierto que
dos ~ue~tro~ gobi:rno~ han sido la vispera facciones,
al dla sIgmente tIramas, mas 0 menos embozadas?

[189 ]

Concluyo, pues, asentando que el poder que ha ejer.


cido y que hoy ejerce el senor Guzman, no tiene
absolutamente ningun derecho a la obediencia moral
de los ciudadanos, y mucho menos a la de los que
habiendo ayudado a su fundacion, se creyeron, como
se creyo Salazar, enganados y aun verdaderamente
traicionados. Hijo legitimo de la fuerza afortunada,

ese poder no existira, ni se ejercera tranquilamente


un solo dia, ni se hara obedecer un solo instante,
sino por la eficacia unica del elemento a que debe
su origen, por la fuerza. De manera que si una vez
roto, vencido y aprisionado Salazar, sus vencedores
se hubieran limitado a asesinarlo sobre el campo
mismo 0 en la prision, 10 estrictamente logico del
hecho habria impuesto silencio a todo el mundo, y
cuando mas, algunos espiritus descontentos se habrian limitado a deplorar el destino que les obligaba
a vivir bajo un Gobierno que ejerce su poder a
. estilo de los de la Nueva Zelandia 0 los de las tierras
del Bambii.
Pero los auto res, 0 por mejor decir, el autor del
asesinato del 17 de mayo, no se ha contentado con
aparecer como uno de tantos vulgares sacrificadores
de sus enemigos. Por esta vez, el alcance de su inte
ligencia ha ido hasta donde siempre llega el de sus
pasiones: su aspiracion en el drama de Tinaquillo,
es mas alta y por tanto mas inmoral y abominable.
Quiere convertir el asesinato en un juicio y en jueces
a los vetdugos; y el, el supremo director de la farsa,
se empina 10 mas que puede para aparecer ante los
ojos de la Republica y de los pueblos hermanos que
se dignan fijarse en nuestros escandalos, como el
augusto representante de la j usticia social, que purifica por la expiacion del crimen y redime por la
sangre del culpable. Es en tan monstruosa pretension
y en los medios empleados para realizarla en 10 que
principalmente consiste la mayor gravedad del ultraje inferido a la honra de nuestro pais; a sus principios de civilizacion humanitaria; a nuestra politica
ya dulcificada por la tolerancia. Todo el mundo presentia, con mas 0 menos seguridad, el as('sinato de
Salazar una vez que el fuese vencido y prisionero;
pero cuando se organizo la farsa de su juicio y ella
se consumo y se dio a la prensa el sornbrio proceso,

[190 ]

[191 ]

l Que derecho moral positivo, y que implique el deber


de obediencia, puede alegar Guzman en apoyo de
10 que el llama su autoridad y que yo con menos in
disciplina respecto del Diccionario de la lengua, lla.
mare simplemente su poder? lEI de la opinion?
Tambien 10 tienen sus contrarios, puesto que, aun
desprovistos de aptitudes y de elementos materiales,
han po dido sostener la lucha y aun enseriarla en mas
de una vez, durante el largo periodo de treinta y seis
meses. lEI de los principios a que alude en su lite
ratura cuartelera? Los otros tambien se titulan libe
rales, como Guzman y los de su circulo, y el caso es
que el pueblo venezolano hace cuatro anos que sufre
y se debate bajo estos dos martirios a cual mas
crueles: el de un concierto de voces que Ie promete
to do genero de felicidad, y un desconcierto de hechos
que lacera sus entranas. i Los principios! Violar en
masa todas las libertades, so pretexto de rescatarlas
y conservarlas, l que es sino dirigir el efecto contra
la causa, y hacer sonar la palabra, sacrificando la
idea? lEI de la victoria? Pero la victoria no es sino
la legitimidad de un momento, legitimidad que puede
durar tanto como una nueva campana, 0 por el
tiempo que es menester para decidir un cornbate.
Asi, a no haberse malogrado la sorpresa de Tina
quillo, ese derecho de la victoria perteneceria hoy,
no al victimario sino a la victima; y estoy seguro
de que Salazar, por valiente, no habria abusado de
el de la manera que 10 hizo Guzman, por cobarde.

pocas fueron las almas honradas que no se estreme.


cieron en 10 mas intimo, y que no retrocedieron es.
pantadas ante tanto cinismo, en presencia de tanto
y tan insigne desprecio por los fueros de la razon
publica. Con la formacion y publicidad subsiguiente
del proceso de Salazar, Guzman Blanco nos ha dicho
hasta que punto cree el que se ha agotado en Vene.
zuela to do sentido moral. Desgraciadamente, amigo
mio, el acto no tiene ni el merito de una grande
audacia, porque es poco 0 es ninguno el poder que
ha sido desafiado, pruebanlo asi el silencio pavoroso
guardado por los mas y las disculpas 0 atenuaciones
cobardes de algunos.
Los vencedores de Salazar han tenido que obrar res.
pecto del vencido de Tinaquillo, con uno de estos
dos caracteres: 0 como simples revolucionarios a
quienes acababa de favorecer la victoria, 0 como
bando beligerante en guerra civil de tiempo atras
existente, y como tal sometido a reglas ineludibles.

Ningun gobierno se ha consolidado por los cadalsos,

y no hay ejemplo de un solo despota que al saltar


por encima del cadaver de su victima, no haya ido
a estrellarse al otro lado.
Es inutil acentuar el absurdo resultante de una vic
toria liberal, celebrada con un fusilamiento. Con el
absurdo, basta que el razonador 10 exhiba y prosiga
su tarea.
En su caracter de beligerantes, Guzman y los com
plices suyos en el asesinato de Tinaquillo, estan so
metidos tambien a una responsabilidad no menos
abrumadora.
Es verdad que el primero, en su calidad de Presi
dente provisional de los Estados Unidos de Vene
zuela, ha dado al articulo 120 de nuestra vilipendia.
da constitucion una interpretacion tan comoda para
el apetito de su genial violencia, como nociva a los
intereses de humanidad que el legislador quiso ase
gurar. Sancionose el articulo, para templar los furo
res de la guerra y poner freno a las pasiones, y nues
tro Presidente ha hecho de el un uso amplio en sen
tido enteramente contrario. Esta especie de herme
neutica sin duda hara parte de sus especiales dotes
de hombre de Estado a 10 ... Djezzar.

Al obrar como revolucionarios, su deber de vence.


dores surge logicamente de la naturaleza de los prin.
cipios por elIos proclamados. Ahora bien; la ban.
dera liberal, desde 1846 desplegada en Venezuela,
lno dice en gruesos caracteres abajo la pena de
muerte; abajo, sobre todo, el cadalso politico? lQue
significa, pues, la ley de 1849, sino el primer paso
para la consagracion de ese gran principio, y que el
canon de garantias de 1863, sino su esplendido coro
namiento? lNi como se concibe el triunfo de una
revolucion de ideas, por la sangrienta repudiacion
de la mas noble de entre elias? Y aun puesto
aparte el horror de la inconsecuencia, l se triunfa
acaso por el sacrificio de un vencido? El asesinato,
y sobre todo el asesinato politico, no ha sido, ni es,
otra cos a que un desafio a la moral eterna, y esta,
para castigarlo, 10 ha condenado a la impotencia.

"La guerra (esto se ha escrito en un importante do


cumento de fecha muy reciente) tiene por funda
mento la justicia de cuyas fuentes deriva sus leyes.
Todos los hombres, en todos los tiempos, han reco
nocido la existencia de un derecho que la regula,
r que ha estado siempre en armonia con el grado
de civilizacion de cada pueblo. El perfeccionamiento
de ese derecho para a j ustarlo a los preceptos de la
moral, ha sido una obra secular de la civilizacion,
que se esfuerza por investir a la guerra de las formu
las y caracteres de la j usticia civil.

[192 ]

[193 ]

"Tanto por interes propio, como por el bien de la


especie humana, los pueblos cristianos se han sometido
a ese derecho, cuya estricta observancia es indis.
pensable para que una nacion pueda contar en el
rango de los paises civilizados. Y si la observancia
de las leyes de la guerra es obligatoria en lides en.
tre naciones, es absolutamente imprescindible en lu.
chas intestinas. Los publicistas estan acordes en que
la necesidad de someterse a las leyes de la guerra
es tanto mas imperiosa en las contiendas civiles, CUan.
to que por alimentar ellas mas odios y resentimientos
que las extranjeras, requieren mas el correctivo del
derecho internacional para moderar sus estragos.
"Pero la observancia del derecho de gentes no es,
como algunos pretenden, la investidura de faculta.
des discrecionales en los bandos beligerantes. Las
leyes de la guerra son esencialmente restrictivas y
sirven para regular los procedimientos de ella, pero
en ningiin caso confieren a los beligerantes mas auto.
ridad de la que legitimamente puede concederles el
Estado 0 la parte de la sociedad en cuyo nombre
obran. Asi, aim que el derecho de gentes permite en
ciertos casos dar muerte a los enemigos y confiscar
su propiedad, los beligerantes de un Estado no po
drian hacerlo porque la Constituci6n federal prohibe
absolutamente el ejercicio de tan terribles facultades.
De ellas solo es permitido hacer uso en guerras ex
teriores, pues el enemigo extranjero que invade nues
tro territorio, no esta baj 0 la proteccion de las ins
tituciones.

necesaria para obtener la reparaclOn que se busca.


La guerra es el empleo de la fuerza por quien tiene
el derecho de hacer uso de ella; las leyes que la regu
Ian son el correctivo que la civilizacion ha puesto
contra sus injusticias. En suma, el derecho de gen
tes, en sus aplicaciones intern as, no tiene por obj eto
aumentar los medios de violencia, sino reprimirlos
dando a las luchas domesticas los caracteres de las
guerras regulares".
La anterior exposicion de doctrina, que condensa la
de los mas ilustres publicistas modern os en el asun
to, ha sido hecha por el Ministro de Relaciones Ex
teriores del Gobierno granadino, y me basta al objeto
que ha motivado su trascripcion en esta carta. Racio
c.inemos, tomandola por base.
Nuestro derecho de guerra debe estar en armonia
con el grado de civilizacion que Venezuela ha al
canzado; y ya esta dicho que desde 1849, la ley, en
esa vez expresion fiel del espiritu publico, borro de
la lista de nuestras penas, la de la muerte por delitos
politicos. Vino luego la constitucion' federal, e hizo
extensiva esa humanitaria abolicion a todos los reos
que antes 10 eran de muerte, por la consumacion de
crimenes comunes, Luego, nuestro derecho de gue
rra ha debido hermanarse constantemente con ese
progreso, so pena, en caso contrario, de dej ar de
tener su fuente en la j usticia, para tomarla en la
crudeza de las mas asoladoras pasiones.

"El poder de hacer la guerra nace de la defensa


legitima y de la reivindicacion del derecho; las leyes
de guerra tienen su fuente en los intereses protecto
res de la humanidad y en los principios eternos de
justicia, los cuales imperiosamente exigen que no
se ejerza mas violencia de la que sea estrictamente

Por otra parte, nuestra Constitucion, al reconocer el


estado de guerra civil en ciertas emergencias y hacer
potestativo su mas pronto termino, por la practica
del derecho de gentes y la celebracion de tratados y
convenios, no pudo autorizar excesos como el de la
muerte dada a los vencidos; porque en ese caso sur
giria el mayor de todos los absurd os; esto es, el de
una ley fundamental que se deroga ella misma. Las

[194 ]

[195 ]

constituciones republicanas no son 0 no deben ser


otra cosa que la garantia mas 0 menos perfecta de
los derechos de los asociados, entre los cuales el pri.
mero y el mas sagrado de todos es el derecho de la
vida; y no se concibe como el legislador sancionara
con su voto un articulo cuyos efectos pudieran, ni
aun en el mas remoto caso, anular el objeto princi.
pal sino unico de la ley constitutiva, que es el de
asegurar los derechos individuales.
Concluyo, pues:
Revolucionarios sin mas trabas que las de su propio
programa, 0 beligerantes en uso del derecho de la
guerra modificado por la civilizacion de nuestro pais
y por el espiritu y la letra de las instituciones que
hacen de ese derecho una de sus partes integrantes;
los vencedores de Salazar no tuvieron ni sombra de
autoridad legitima para juzgarlo y para conducirlo
seguidamente al cadalso.
Son, pues, los asesinos de su enemigo. iDe ninguna
manera, en ningun caso y por ningun motivo sus
jueces!

que supo arrancar a la pusilanimidad, por el terror,


o a la corrupcion por su premio.
Lea usted esa solicitud con que eJ principia, en la
eual los firmantes aparecen fingiendo el anheloso'
asesido de una sed. .. de sangre. Salazar, no es, en
el concepto de sus antiguos conmilitones y subalter
nos, "sino una liera con apariencias de hombre".
iA tales insultos y a otros no menos cobardes sus
eriben los mismos que ayer no mas saludaban in
victo a su General, pregonaban sus hazaiias y 10
eolmaban de honores, subiendolo hasta la tercera
grada del solio presidencia!! i Una rota en Tinaqui.
110, y dos pares de grillos a sus pies, han bastado
para convertir al heroe en ban dido y al Designado
en un reo de muerte!
iDios Santo! Cuando a los que a tales bajezas han
dado su responsabilidad y su firma, se les acabe el
dinero que hoy tienen en sus bolsillos, y el vertigo
que trastorna sus cabezas, l que haran con el hombre
que tan cruelmente asi los ha infamado y manchado
por toda su vida y la de muchas de sus generacio.
nes descendientes?
iProvidencial estupidez de la ~irania! Por librarse
Guzman de un enemigo ante quien temblaba, se ha
ganado otros tantos cuantos han sido sus complices
en el asesinato del primero. Porque la alianza de
las conciencias serviles es efimera, y su enemistad
tan temible como inexorable.

Y luego, amigo mio, que fisonomia tan espantable,


que pormenores tan atroces los que presenta aquella
lugubre farsa de proceso. Fijese usted un tanto en
el fondo y en la forma de sus principales documen
tos, y descubrira facilmente que ellos son obra de un
solo hombre. De aquella literatura, en veinticinco pa.
ginas, enfatica de odio y de fingida severidad austera;
rica solo en cobarde crueldad y en la ba j eza de los in
sultos prodigados a un soldado a quien se privo de
todo recurso de defensa; de ese folleto, cuyos ejem.
pia res, caidos en nuestras manos, debemos conservar
cuidadosamente, antes de que los recojan la reaccion
del miedo, su terror y su vergiienza; todo Ie perte
nece a Guzman, todo es obra suya, salvo las firmas

Citado ante sus verdugos, estos Ie trataron como tao


les, no como jueces. Y asi tenia que suceder, pues
si la victoria de Tinaquillo hubiera sido por el reo
y no por sus sacrificadores, i cuantos de entre ellos
habrian cambiado su pape!!

[196 ]

[197 ]

iSalazar no tuvo un defensor! Que juicio tan regular,


lno es cierto?

---

-------..

-----------

~---------------------------

Salazar, dicen, ha sido juzgado y condenado por


traiJor.

l Pero traidor a quien?


lTraidor a la patria? Hoy no hay patria en Vene.
zuela: ni siquiera hay partidos que aspiren de veras
a restaurar sus altares sacratisimos. Lo que existe,
a falta de toda nocion civica y de derecho, es nada
mas que la fortuna insolente de un caudillo, corte
j ada mientras ella dure y en tanto que no se hag a
demasiado avara, por un grupo de militares avidos
de botin y por masas ilusas a las que se ha arras
trado mitad por la fuerza, mitad por el engano.
Si Guzman ha tenido algun derecho para crear se.
mej ante situacion, ese derecho no ha po dido faltarle
a Salazar para tentar una obra igual 0 semej ante,
tal vez menos opresiva y odiosa que la de su enemigo.
Y dire a usted de paso, que obligado yo, que jamas
he estado por caudillos, a optar entre Guzman y
Salazar, no vacilaria un instante en la eleccion y me
quedaria con el ultimo; porque entre un Catilina que
desciende y un Mario que se levanta, los pueblos
tienen que esperar menos oprobio y servidumbre de
este que de aquel.

l Traidor a quien?

lA una causa politica, a un orden de principios?


lPero Guzman los representa por ventura? Su die
tadura de treinta y seis meses, durante los cuales ha
podido y no ha querido resolver con la verdadera
politica liberal, los problemas de sangre y de con
vulsion agostadora que surgian de su politica des
potica, combinada con la terquedad de las bandas
contrarias, l acaso no significa la mas explicita
protesta, la conculcacion y el vilipendio mas termi
nantes de los principios liberales? l Que idea se
han propuesto realizar en esta, como en las demas

[198 ]

republic as sudamericanas, sus respectivos partidos


liberales? La idea del derecho, lno es cierto? Dere
eho de vivir, de hablar, de escribir, de votar, de
viajar, de trabajar, etc., etc. lY cuando, mas que en
este ominoso periodo dictatorial, 0 siquiera tanto
eomo en eI, habia sufrido ese derecho de tan multi
pie manifestacion, at.aques mas brutales, mas siste
maticos y peligrosos? i Y se llama traidor al soldado
que siquiera tuvo el merito de gritar en voz alta
que el terror de las pasiones y el peculado con los
caudales podrian constituir un regimen de despotis.
mo, pero no un regimen liberal!

I
I
I
I

I" Como prueba de la pretendida traicion de Salazar,


I senalanse en las filas que improviso su heroismo, a
algunos jefes y soldados de la lIamada reaccion goda.
Pues si es por la persona de sus agentes que se ca
racteriza una empresa politica, ninguna mas traidora
a la causa liberal que la empresa coronada por
Guzman, puesto que desde Gutierrez y Sanabria, por
una parte, hasta Canuto Garcia, por otra, de renega
dos sin conciencia politic a de ningiin genero es que
5e compone la plana mayor y con los que se lIenan
los puestos de su gobierno. i Por Dios que habria
sido curioso que hasta Jacinto Lara hubiera juzgado
a Salazar como traidor a sus antiguas banderas!
La composicion misma de la que se lIamo "Gran
Jurado" es la menos aparente (0 tal vez la mas
intencional en el directivo proposito de un general
escarnecimiento) para convertir en juicio por trai
cion, el simple asesinato de un prisionero. Porque
todos 0 casi todos los hombres que se sentaron en
los bancos de ese j urado (si fue que los dej 0 sentar
el apremiante miedo del principal victimario) cuen
tan en su triste historia inconsecuencias culpables,
por cientos; y algunos de ellos, como Castro y Pul
gar, aquellas traiciones cuya escandalosa y sucesiva

[199 ]

consumaclOn infirio las heridas mas graves a la mo.


ral politica y aun a la privada de nuestro desven.
turado pais. Sob role, pues, razon a la victima, para
decir a la faz de sus verdugos "que extranaba ver
reivindicada la causa del partido liberal por un pu.
nado de jefes traidores a esa misma causa".
Pero, amigo mio, debo confesar a usted que me
siento ya. fatigado ??n la redaccion de esta larga
carta: fatlgado, entlendalo usted bien, no con su
tarea material, ni mucho menos por la sostenida hila.
cion de raciocinio que requiere el asunto en ella
tratado. Fatigame solo el indispensable pero repug.
nantisimo examen de tanta bajeza, porque las almas
honradas no tienen todo el valor que es menester
para contemplar la naturaleza humana envilecida
hasta el extremo que senalan los increibles episodios
~el. drama del 17 de mayo .. ~are, pues, un solo y
ultimo esfuerzo para transmltlr a usted ciertos por
menores del hecho, que creo se ignoren aun en esa
parte .de la Republica; y con ello pondre punto final
a esta carta.
Habra notado usted que en las almas verdaderamente
gran des, el odio 0 el miedo inspirados por un ene
migo, se extinguen del todo 0 se moderan a la
muerte de este; y que 10 contrario sucede cuando
son viles y menguados los que tales sentimientos
abrigan. La muerte de sus enemigos lejos de calmar,
ens ana . y alborota a estos ultimos, y asi se explica
el horrible clamor de maldiciones e innecesarias ca
lumnias con que las multitudes imbeciles coronan
siempre el derrumbamiento de dominadores pode.
rosos.
Esa falta de dignidad hasta en el crimen, se ha os
tentado abundosamente en el sacrificio del general
Salazar, sobre todo de parte de quien debio repor
tarse mas en presencia de un enemigo a quien tanto
[200 ]

lemia, antes de vencerlo, y a quien tan cruelmente


Irato, despues de prisionero y aherrojado.
En los primeros instantes de su vencimiento, Salazar
parece que perdio un poco de su habitual sangre
/ria y que hasta llego a pensar en implorar por su
vida y en disculpar sus actos hostiles, al mismo ene
'JIIigo que 10 tenia entre sus manos. Pero esas debi
Iidades fueron muy pasajeras; y una vez que el
. valiente soldado pudo comprender que su brio, tan
lPavorosamente temido, era quien principalmente 10
lempujaba hacia el cadalso; cuando se persuadio que
I disputaba su cabeza no a la bravura de enemigos
Ileales, sino a la cobarde crueldad del unico poderoso
I de entre ellos y a la servil sumision de los demas; en
lonces recobrose prontamente y con facilidad, y se
preparo a morir como habia vivido, como hombre
de guerra. Llevado a la presencia de verdaderos jue
ces, tal vez habria temblado; pero puesto frente a
{rente de unos tantos sicarios sin voluntad pro pia
y armados de punal, se acordo de que el cenia una
espada y los desprecio a todos ... Nada se excuso,
sin embargo, en el sentido de quebrantar su entereza
y hacerle mas duro su destino.
El irrisorio "Gran j urado" actuo en la propia cas a
de habitacion de la victima y de su familia; y en
ese mismo sitio, que debia despertar en el corazon
del soldado tantos recuerdos, en aquellos instantes
amarguisimos, se constituyo su capilla de reo a
muerte.
A nadie se permitio que Ie viera ini aun a su
senora madre!, no obstante que el y ella 10 solici
taron asi de gracia y con empeno.
Quiso hacer su testamento: ni el permiso Ie fue
concedido para verificarlo.
Permitiosele que escribiera a su senora madre, para
despedirse de ella y del resto de su familia; y a
[201 ]

tiempo en que en tal cosa se ocupaha, un sayo d


los muchos que 10 vigilahan, Ie comunico mal~ e
mente la falsa noticia de la muerte de su espos;~a.
Adrede se prolongo la distancia de la capill
lugar del suplicio, seguramente para prolongar a al
ella la terrihle prueha.
con
Ya al frente del peloton ejecutor, pidio que no se
l~, vendaran los ojos, y Ie fue rehusada la satisfac.
clO~ de esa arrogancia, muy digna de su valor
Qmso hahlar, y los tamhores ahogaron su voz .
Suplico, por ultimo, una gallarda direccion a '1"
hal as que dehian dade la muerte y tamhien e
as
f~nehre sdoldicitud fue hudado su 'postrer anhel: ~!:
tl1'OS ver a eramente homicidas fueron aquello
recihio en el rostro...
s que

cupa; y siu emhargo, esas vergiienzas pasaron, sus


utores permanecen fijos en la picota, y el puehlo,
1 nohle puehlo que las devorara, ha vuelto esplen
didamente por su honra y ha recohrado su lihertad.
Consolemonos con el espectaculo de esas expiaciones
al fin felices. No, no 10 crea usted: iVenezuela no
JIlorira, ni Guzman, este Octavio de cieno, triunfara
para siempre y mucho menos para la gratitud del
puehlo y las palmas de la Historia!
ISuyo. ***
IAdicion. No quiero cerrar esta carta y enviada a
~su destino, sin dade por compaiieros dos documen
~tos a cual mas curiosos y cuya lectura dehe com
Ipletar e1 juicio de usted, ohjeto del presente trahajo.

Adios, amigo mio. Lea, si tiene a mano la ohra


alg~nas paginas de la Historia de las Repuhlicas d~
Itaha en la Edad Media. Alii hay cuadros de hajeza
y de coharde cruel dad por el estilo del que nos

Es el primero de ellos, la sexta, septima, octava (i que


se yo cua!!) edicion de la homhastica circular con
que el Secretario de nuestras relaciones exteriores
regala periodicamente a los consules venezolanos
residentes en los paises amigos. No contiene ella
mas novedad, sino la de dar su autor por huena
y aun consumada por deher la inicua muerte de un
vencido en lides politicas; y precisamente quien tal
cosa asienta ahora, hajo la forma mas solemne entre
las que estan al alcance de un homhre puhlico, es
aquel mismo que como redactor del Venezolano acuso
de harharas las instituciones patrias y de tiranos
a sus ej ecutores, porque aquellas castigahan con
muerte a los reheldes, y los segundos dejaran al
guna vez, una sola, de ejercer el suhsiguiente derecho
de conmutacion de la terrihle pena. El mismo que,
despues de su periodo trihunicio de aquella epoca,
no ha desperdiciado ocasion alguna de las que se
Ie han presentado en las suhsiguientes, para en
rostrar a los gohernantes de 1846, el patihulo de
Flores, alias Calvareiio; no ohstante que, como consta
por evidencia puhlica, antes de ese patihulo ( que

[202 ]

[203 ]

Hay quienes aseguren, que ora en el mismo d'


a por I
h
la, 0
Y.
a, noc e, nuestro ilustre Presidente provi.
szon~l,. oso contemplar el desfigurado cadaver de
su vICtlma y que como Enrique III de Valois a quie
ta~to se asemej a, fisica y moralmente, todavia tuv~
mwdo ante e~ muerto, como 10 hahia tenido durante
dos. largos ~nos ante el vivo. Fue solo despues de
la mhumaC!on, que dirigio a Caracas aquel tele.
grama que principia con estas palahras: "El tre.
,;"endo deber esta cumplido". Frase tan impudente
esta, com~ aquella otra anterior de su parte sohre
la campana de San Fernando, en el que a la faz
~e Venezuela .y con instintos tan carniceros como
la .d~ la especle a que se refiere, hahla de mas de
qmmentos venezolanos "ahogados en el caimanoso
Arauca".

yo execro por inutil y por barbaro, en toda epoca


y para cualquier crimen) se siguio contra el reo
un juicio tan regular en sus formas, tan indepen.
diente por parte de los j ueces y tan protector respecto
del acusado, como la generalidad de los que en
aque!los tiempos honraban nuestra administraci6n
de justicia. La inmoral inconsecuencia no puede
aparecer mas patente: la pena de muerte regular.
mente aplicada a un reo politico, en 1846, fue un
asesinato; y esa misma pena, impuesta ahora a un
vencido, por el simple derecho de la fuerza y como
formula manifiesta del miedo y la venganza, es un
acto de salud y aun de deber. Ya se ve, la polvora
y el patibulo del fusilamiento de 1846, fueron oli.
garcas; en tanto que los elementos empleados el 17
de mayo, son liberales. jY trate usted de levantar la
moral politica en un pais, en donde son los mas
notables de sus hombres publicos los que de tamafias
inconsecuencias dan ejemplo!

'que esperanza puede quedar e.n pie, cu~ndo las


oronas que se of rend an a los tnanos, estan entre
jidas con las flores que brotan en la edad de las
tivas y generosas creencias?

De uno de sus amigos, dijo el poeta Leop.ardi,

'.'
I
R

Aunque publicada sin firma, ha sido atribuida con Jun~


damento a Larrazabal. Publicada en und /odlletoJ con :~
siguiente pie de imprenta: "Impreso en on e no man
Guzman". Tal vez Curazao.

El segundo de los documentos a que me refiero es


todavia mas oprobioso que el primero. Es un fo!leto
de no se que tantas paginas, borrajeado sobre la
sepultura de la victima, con el especial objeto de
completar por su asesinato moral, el asesinato fisico
ya consumado. Dicen que 10 ha escrito un joven
valenciano, de apellido Gonzalez, quien ha recibido
como salario de su infamia ochocientos pesos pagados
con los dineros publicos. Que fueran ocho millones, y
todavia, puestos en una de las platillas de cualquier
balanza, pesarian menos que la bajeza del que se
ha prestado a desempefiar, respecto de un enemigo
ya sacrificado, el papel de chacal que profana los
sepulcros para alimentarse con los despoj os que
ellos encierran. Ha dicho madama de Stael, que el
mayor 'crimen del despotismo, consiste en corromper
el talento. Prostituir la juventud es, de todas sus
obras, la que me parece a mi mas execrable; porque
[204 ]

~ue

ia la edad en que se !lora con los venCldos, solo


~n
.
,
V
I
: r ser vencidos. jAy!, amIgo mlO, jen enezue a
a no se tiene otra edad que la que imp one. la. t~an.
~ccion con 10 que surja, siempre que slgmfIque
IhI.erza y victoria!

[205 ]

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