APREA - La Memoria Sobre La Dictadura y El Cine Político
APREA - La Memoria Sobre La Dictadura y El Cine Político
APREA - La Memoria Sobre La Dictadura y El Cine Político
Gustavo Aprea
La dictadura 1976 1983 en el cine argentino
Existe una serie de acontecimientos que han sido referidos en numerosas
oportunidades por el cine argentino desde el arribo a la democracia en 1984. Se
trata aquellos que describen los principales sucesos que recuerdan a la dictadura
militar que asol la Argentina entre 1976 y 1983: la desaparicin forzada de
personas, una represin generalizada sobre el conjunto de la sociedad, el exilio de
miles de compatriotas, la concentracin de la riqueza en manos de grandes
grupos econmicos junto con el empobrecimiento de la mayora de la poblacin. El
relato de casos individuales conmovedores que se desarrollan en un contexto en
el que la realidad cotidiana oculta un mundo de terror se constituye en el punto de
partida para un tipo de representacin que juega a develar una realidad
monstruosa y oculta. Esta forma de representar atraviesa autores, gneros y tipos
de cine prolongndose hasta nuestros das.
En realidad este modo de representar una serie de tpicos que construyen nuestra
imagen de la dictadura surge an antes de que la misma acabara. En efecto, a
partir de los filmes de Adolfo Aristarain Tiempo de revancha (1981) y Los ltimos
das de la vctima (1982), realizados y estrenados durante los ltimos aos del
poder militar, se establece un modelo dominante sobre el que decenas de
pelculas reconstruyen nuestra memoria cinematogrfica y, en consecuencia,
buena parte de nuestra memoria social. Basndose en el relato de historias
individuales los filmes que se refieren a la dictadura presentan tanto a los
personajes como a los espectadores una realidad terrible que en principio
permanece oculta para el conjunto de la sociedad. La contraposicin entre el
mundo cotidiano y un universo oculto al que se accede a travs de los avatares de
un drama personal conforman un esquema detectable en una significativa
cantidad filmes1. stos se inscriben en distintos tipos de cine (ficcional,
1
Como ejemplos se pueden citar algunos de la siguiente lista que de ninguna manera pretende ser
exhaustiva: En retirada (Juan Carlos Desanzo, 1984), Los chicos de la guerra (Bebe Kamin, 1984).
El rigor del destino (Gerardo Vallejos, 1984). Contar hasta diez (Oscar Barney Finn. 1985), El exilio
de Gardel (Tangos), (Fernado Solanas, 1985), Hay unos tipos abajo (Emilio Alfaro y Rafael Filipelli,
1985), La historia oficial (Luis Puenzo, 1985), Los das de junio (Alberto Fischerman, 1985), Los
tigres de la memoria (Carlos Galettini, 1985), La noche de los lpices (Hctor Olivera, 1986),
Habeas corpus (Jorge Acha, 1987), Revancha de un amigo (Santiago Oves, 1987), Juan: como si
nada hubiera sucedido (Carlos Echeverra, 1987), Los dueos del silencio (Carlos Lemos, 1987),
Sofa (Alejandro Doria, 1987), Sur (Fernado Solanas, 1987), Bajo otro sol (Francisco D'Intino,
1988), La amiga (Jeanine Meerapfel, 1989), La redada (Rolando Pardo, 1991), Un muro de
Silencio (Lita Stantic, 1993), Amigomo (Jeanine Meerapfel y Alcides Chiesa, 1994), Garage Olimpo
(Marco Bechis, 1999), Botn de guerra (David Blaunstein, 2000), Hijos (Marco Bechis, 2001), Los
pasos perdidos (Manane Rodrguez, 2001), Vidas privadas (Fito Pez, 2001), Kamchatka (Marcelo
Pieyro, 2002), Los rubios (Albertina Carri, 2003). Todas estas pelculas aluden e forma explcita a
la dictadura y sus consecuencias, especialmente, las relacionadas con la desaparicin, tortura y
muerte. El orden de presentacin es cronolgico y no busca establecer ningn tipo de jerarqua o
clasificacin. Slo pretende dar cuenta de ciertas regularidades presentes en filmes a primera vista
bastante diferentes. A mi entender los que resultan ms interesantes son aquellos que de alguna
expandirse, por ejemplo, al cine de gnero. Los filmes que inician esta tendencia
(Tiempo de revancha o Los ltimos das de la vctima) son casos paradigmticos
en ese sentido. A su vez, sera imposible comprender Sur o El exilio de Gardel
fuera de las convenciones de la comedia musical. Se generan as formas de cine
que construyen de distintas maneras las relaciones entre la sociedad retratada y
las historias narradas abriendo un panorama que excede el realismo crtico de
los aos previos centrado en la perspectiva de un director autor. A diferencia de
los perodos anteriores en los que el cine se transform de un espectculo masivo
a una manifestacin artstica, desde la dcada de 1980 el cine parece incluirse
para la visin dominante en el interior del campo del entretenimiento. As,
diferentes formas de encarar el lenguaje cinematogrfico se definen por su
pretensin de incluirse dentro de este campo o su deseo de cuestionarlo. Esto
sucede en la mayor parte de las cinematografas durante este mismo perodo, slo
que en la argentina este universo del entretenimiento se complementa con la
bsqueda de una mirada realista.
De este modo se extiende la bsqueda de realismo a propuestas que pueden
exceder la mirada de un autor privilegiado y pueden aparecer en nuevas versiones
de gneros clsicos (del policial a la comedia o el melodrama pasando por
distintas gradaciones del drama), en pelculas donde se cuestiona la figura del
autor o en filmes que problematizan el carcter de la representacin que estn
construyendo. Gracias a esta ductilidad un momento histrico que marca la vida
argentina es referido bajo mltiples formas durante ms de veinte aos. La
dictadura puede aparecer as en un documental poltico, con intenciones
didcticas, en dramatizaciones de sucesos verdaderos, aludida a travs de
gneros como el policial negro o como mero teln de fondo para historias que
podran haber sucedido en cualquier momento.
La omnipresencia de la dictadura como tema o como excusa parece incluir a la
sociedad Argentina en lo que Paul Ricoeur2 describe como una de las patologas
de la memoria social. Segn este autor resulta viable establecer una analoga
entre la memoria social y la memoria individual. Ambas pueden ser afectadas por
dos tipos de problemas: la imposibilidad de recordar (por ejemplo la sociedad
francesa frente su rol durante la Segunda Guerra Mundial) o la imposibilidad de
dejar de recordar (al sociedad alemana frente al mismo momento histrico).
Evidentemente el cine argentino parece sufrir esta segunda patologa. La
dictadura es convocada una y otra vez. Para referirse a la sociedad argentina
parece necesario convocar permanentemente su recuerdo. Tanto la exageracin
como la negacin de la memoria actan como patologas porque impiden
En el documental Memoria, olvido, historia (Stphane Ginet,1995) el filsofo Paul Ricoeur expone
su meditacin sobre la memoria social y el lugar que debe ocupar la historia frente a ella a partir
del trauma generado por la Segunda Guerra Mundial, preguntndose si es posible hablar de
memoria colectiva, si es posible introducir el psicoanlisis en la historia, cul debe ser la relacin
entre la historia profesional y la memoria social.
En realidad el posicionamiento frente a las formas de lenguaje dominante implica una decisin
que excede el campo de la temtica poltica y se plantea en todo tipo de filmes. As, por ejemplo,
una historia de amor puede ser narrada siguiendo las convenciones de una comedia romntica
como en Tienes un e mail (Nora Ephron, 1998), buscando renovar las formas de la narracin tal
como se hace en Reconstruccin de un amor (Cristoffer Boe, 2003) o cuestionando el modo en
que se puede construir un relato como en Elogio de un amor (Jean Luc Godard, 2001)
El nico caso comparable de propaganda explcita de repercusin masiva relacionada con una
poltica de estado es La fiesta de todos (Sergio Renn, 1979) que glorifica el Mundial de Ftbol de
1978 y desautoriza las campaas antiargentinas, es decir trata de ocultar el genocidio que se
est produciendo. Al mismo tiempo la dictadura produce spots publicitarios y algunos cortometrajes
involucrados bajo el ttulo de informacin de bien pblico que defienden la lucha contra la
subversin.
Como ya plante antes Juan : como si nada hubiera sucedido narra tanto la historia de la
desaparicin de Juan Herman como el descubrimiento de Carlos Etcheverra y Esteban Buch del
horror de la dictadura y la hipocresa de sus conciudadanos. Los rubios expone directamente parte
de la historia personal y el punto de vista de la realizadora. Cazadores de utopas (David
Blaunstein, 1995) plantea explcitamente la posicin de los ex militantes revolucionarios. Estos
filmes se contraponen a los juegos irnicos y la ausencia de una palabra personal del autor en
Montoneros, una historia.
El hecho de que Ana, la protagonista, y su familia sean los nicos personajes que no son
presentados con su apellido le confiere un carcter emblemtico a la biografa: es una que narra la
experiencia de una generacin militante.
Son pocas y muy parcializadas las escenas en las que aparecen manifestaciones masivas. Por lo
general se las asocia con alguna accin que deriva en una situacin violenta o de apoyo a la
dictadura como en Mundial 78.
9
En este sentido se puede relacionar Raymundo con ciertas formas del cine social contemporneo
- por lo menos las ms institucionalizadas - como Matanza (Nicols Batlle, Rubn Delgado,
Sebastin Menndez y Emiliano Penelas, 2001)o Agua de fuego ( Candela Galantini, Sandra
Godoy y Claudio Remedi, 2001) en las que historias particulares sirven para describir fenmenos
colectivos complejos.