El Viajero

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El viajero

(Francisco Snchez)

-Buenos das, es hora de levantarse! Buenos das, es hora de levantarse! Buenos das, es
hora de levantarse!...- La dulce voz de Sharon Stone volvi a repetir su mensaje con una
insistencia irritante.
Al momento, Jimmy alz la mano casi como un sonmbulo y le dio un golpe seco al sombrero
de Sharon, y esta entonces se mantuvo en silencio, pero solo por cinco escasos minutos,
tiempo necesario para que el mecanismo del viejo despertador volviera a conectarse, y la
sensual pero mecnica voz de Sharon volviera a irrumpir en su agradable sueo como un
autntico trueno. De nuevo, como un sonmbulo, intent apagar el despertador pero, en vez de
eso, lo que hizo fue darle un manotazo a este y tirarlo al suelo, fruto ms de un acto reflejo y
espontneo que de un deseo homicida hacia su atractivo despertador que tantas veces le haba
salvado la vida.
Jimmy sigui adormilado en su calentita cama por un buen rato, hasta que algo feroz y cruel
le hizo abrir los ojos con inquietud; era la imagen del seor Farrell llamndolo por su nombre en
ese tono insidioso y spero que tanto le caracterizaba. Jimmy entonces se desperez con
inquietud, cuando de repente cay en la cuenta de la situacin: el despertador con la cabeza de
la pobre Sharon tirada en el suelo, un molesto dolor de cabeza producto de la resaca y el
examen que tena a primera hora.
Entonces se sobresalt. Encendi la luz apresuradamente y ech manos de su reloj de mueca.
Maldita sea!, pens. Se haba dejado dormir, otra vez.
-No deb irme ayer con Scott... No deb irme...- Farfull entre dientes mientras se levantaba de
un salto y se vesta a toda prisa.- Solo una cerveza! Solo una cerveza!- dijo, intentando
imitar la melindrosa voz de este.- Que dolor de cabeza...!- Se lament, pero ni siquiera tena
tiempo para ello.
Se visti con dificultad, orin, se lav las manos, la cara y los dientes, y sali de all como
alma que lleva el diablo. Lleg a las inmediaciones de la universidad justo a tiempo para or el
pitido inicial del comienzo de la jornada. Se apresur, ya apenas haba actividad en los pasillos.
Vio a lo lejos al director. Era todo un cascarrabias. Intent evitarlo, pero tropez con el mismo
escaln que siempre sola tropezar, y esto lo delat.
-Seor Blark!.- Su voz lo detuvo en seco, como un semforo en rojo.
-S, seor Meymos...
-Otra vez corriendo por los pasillos? No le he dicho en ms de una ocasin que no quiero
ver a ningn estudiante correr en los pasillos, y menos en horas de clase?
-Ver seor Meymos... se me ha hecho un poco tarde, porque ver...
-Y qu hace que no est apresurndose hacia su clase? Vamos! Vamos!- Coment con tono
irritado mientras giraba sobre sus talones para proseguir su camino hacia la Biblioteca.
Jimmy dio media vuelta y cruz el pasillo a toda prisa, pero al doblar la esquina se encontr
de frente con la voluptuosa Lisa Anderson. Choc con ella y le desparram todos los cuadernos
y libros que portaba sobre su pecho con su habitual coquetera.
-Maldita sea Jimmy! Ests tonto o qu? A ver si miras por donde vas... joder!- Su reproche
fue sentido y fastidioso.
-Lo... lo siento Lisa. Es que yo...- El pobre Jimmy intentaba disculparse mientras procuraba
recoger sus libros. Ambos intentaban hacerlo, pero el efecto era el contrario; a l tambin se le
cayeron los suyos y todos se mezclaron en una fastidiosa y malintencionada sopa acadmica. El
intentaba recogerlos, ella quera impedirlo, y por un momento aquello fue un autntico cmulo
de despropsitos.
-Estate quieto de una vez!- Grit Lisa casi histrica.- Estate quieto! Yo recoger mis libros...
Eso mismo hizo ella de forma azarosa, mientras Jimmy permaneca en cuclillas intentando
disculparse, pero hasta su propia voz pareca molestarle como el zumbido impenitente de un
mosquito.
Lisa se levant con gesto regaado y se coloc de nuevo los libros a la altura de sus espigados
pechos, y dndose media vuelta con un furor infantil, le dedic un ltimo reproche: -Estpido!

Jimmy agarr entonces los suyos, musitando entre labios una ltima disculpa y se dirigi a su
aula. Antes de penetrar en ella cogi un soplo de aire, a modo de quin intenta coger un poco
de valor. Se asom a la ventana y despus, haciendo acopio de fuerzas, entr intentando hacer
el menor ruido posible. La gente permaneca en sus asientos con cierto aire circunspecto,
concentrados en sus exmenes, evaluando sus posibilidades y calculando alguna valencia de
algn elemento. Todos permanecan en silencio, y el viejo profesor Farrell caminaba en la planta
baja del aula, pues esta era como un anfiteatro romano cortado a la mitad, con sus gradas en
forma elptica, y en la parte central, en vez de gladiadores, estaba ese hombre de pelo cano y
cejas marchitas que tanto pareca disfrutar martirizando a sus alumnos. Pero no logr pasar
desapercibido...
- Llega tarde! Unos minutos tarde, seor Blark!
-El despertador...- Jimmy se par en seco, como si una mano invisible le impidiera continuar.No s lo que pas... Se ve que no son a tiempo y...
-El despertador?- Pregunt el catedrtico con aire insolente.- Nunca haba odo una excusa
tan estpida.- Est bien, seor Blark, vamos, tome asiento y deje de molestar al resto de sus
compaeros...
-S, seor Farrell.- Jimmy dio tres largos pasos y se sent en su pupitre antes de que el viejo
grun se arrepintiera de ello.- Seor Farrell, mi examen...
-Vamos, venga a buscarlo. No querr que yo suba a drselo?
-S, s, claro, perdone.- Jimmy se levant y baj a por su examen. Despus lo coloc sobre el
brazo de madera de su asiento y oje por encima las preguntas; la tabla peridica de
elementos, caractersticas de los elementos de la primera columna, enlace inico, enlace
covalente, qumica orgnica...- Jimmy resopl pesadamente sabiendo lo que se le vena encima.
El profesor Farrell mostr una lacnica sonrisa al notar su reaccin. Entonces puso manos a la
obra.
-Eh Jimmy, cmo sali eso?- Su amigo Dustin estaba alterado; eso era seal de que haba
hecho un buen examen. No en vano, era un autntico empolln, sobre todo para cuestiones
relacionadas con nmeros, como por ejemplo las distintas valencias de los elementos. Sin
embargo Jimmy era la cara contraria de la moneda. Estaba totalmente planchado, se senta
agotado y desanimado.
-T qu crees?- Le contest a regaadientes.
El flacucho Dustin comenz a rerse de forma exasperante.
-Y t de qu te res?- Jimmy le increp irritado. Esa tpica risita que Dustin sola esgrimir con
tanta irona le haba sentado como una patada en el estmago. No es que se lo tomara a mal,
Dustin era un buen tipo, algo pijo y muy fastidioso en ocasiones, y tampoco era que lo hiciera
por maldad, pero a veces, esas risas solapadas hacan estragos en su interior; sobre todo
cuando no estaba de humor.
-No... de nada, perdona, es que, si hubieras visto la cara que pusiste cuando... Olvdalo. No
creo que sea para tanto, hombre... el examen no estaba tan difcil. Ya vers como...
-Olvdame Dustin.
De pronto pas por all la hermosa ngela Trefill, una chica delgada de hermoso pelo rubio y
penetrantes ojos azules, con la sonrisa ms bonita y sensual que l jams haba visto y el
trasero ms respingn que l jams haba contemplado. A su lado caminaba Matt, uno de esos
tipos que lo suele tener todo para encandilar a una chica, incluso la pedantera de crerselo y la
arrogancia de no esconderlo.
-Hola ngela...- Su voz son dbil y huidiza como el arrullo de la brisa en la playa.- Cmo te
sali el...?- Pero apenas pudo terminar la frase; ngela y ese engredo haban pasado de largo
sin apenas percatarse de su presencia.
-Est buena, eh?- El exasperante Dustin volvi a sonrer de forma ridcula. l no pudo hacer
ms que dedicarle una ltima mirada a ngela, que se contoneaba a lo largo del pasillo con
verdadero garbo, y desear ser como Matt, o al menos parecido, pero sin ser tan capullo, claro.Vamos, hombre, esa ta es pura fachada, olvdala. No est a tu alcance. Te invito a un caf o a
lo que te apetezca. Si quieres podemos repasar las preguntas del examen.
-Vamos...- Contest con resignacin.
-Venga, vamos.- Dustin le pas la mano por encima de su hombro y, suspirando, coment en
voz baja: pero que fachada, madre...!- Y volvi a sonrer con su incisiva naturalidad.

Estuvo un buen rato con l en la cafetera de la universidad. Este le fue desgranando poco a
poco el examen como si se tratara de una pelcula de accin; tan afanoso se senta, mientras
que el pobre Jimmy solo asenta ante el abatimiento y la desesperanza que le haca sentir el
estpido perfeccionismo de aquel empolln enterado y fastuoso. Bueno, al menos, se estaba
tomando un caf y un bollo medio duro, que no era mucho pero que tampoco estaba mal.
Menos daba una piedra. Despus de todo, ltimamente no estaba muy bien de fondos. Por una
parte, los trabajos de encuadernacin haban mermado considerablemente, y, por otra, no
haba conseguido nuevas formas de ingresos, aparte de sus ya tpicos trabajos de
mecanografiado e impresin de tesis, trabajos, etc, a los que no sola sacarle demasiado,
excepto un intenso dolor de espaldas. Y los gastos parecan multiplicarse cada vez ms, el
alquiler de la casa, la comida, la ropa... ltimamente haba pensado en plantearle a Flicker el
meter a otro estudiante ms en la casa, para que les ayudara con los gastos. Lo nico que tena
que hacer era desconectarse y asentir a todo lo que Dustin le fuera diciendo, aunque no era
fcil, su voz, despus de un buen rato, pareca un fastidioso sonido que iba introducindose
ms y ms en cada rincn de su mente, como un eco que lo mortificaba sin misericordia.
-Oh Jerry! Cmo fue eso?- Jimmy consigui romper la maldicin que supona esa delirante
voz, cuando el divertido Jerry se acerc a la cafetera. Junto a l vena Katy, con su rostro suave
y su cuello delgado.
-Bueno, ya sabes, ni bien ni mal, ni s ni no... pero no s, creo que sobrevivir...
-Me alegro por ti, to. Por lo que veo, lo mo es ms serio.
-Venga ya, hombre.- Coment Jerry con su voz saltarina.- Tienes que ser fuerte, s que podrs
salir adelante...- Como siempre, estaba intentando hacer una de sus estpidas comedias.
-Hola Jimmy.- La voz de Katy se delat. Era como el reclamo de la flor a la abeja.
-Ah, hola Katy. No me digas que t tambin pasaste la prueba final...
-Bueno, eso espero.
-Entonces yo debo ser el nico "pringao" de por aqu.- Jimmy estaba visiblemente contrariado.
-Tampoco es para tanto, hombre. No te desanimes. De todas formas, si suspendes, todava
tienes el verano para...
-El verano...?- Jimmy casi ardi de clera.- Pero si eso mismo es lo que quiero evitar...- De
repente ngela entr en la cafetera acompaada de ese tipo. Se le vea tan hermosa, tan
sublime, que l no pudo hacer ms que suspirar con su mirada. Matt la dej en una de esas
mesas estrechas y altas, sentada en uno de esos taburetes igualmente elevados y espigados,
mientras l iba a la barra a pedir algo para tomar. El examen tambin haba secado sus
gargantas.
-Nada, to...- Coment Jerry de forma casi cmica, dndole una amistosa palmadita en su
espalda.- Hay que salir al trapo, porque...
-Ahora mismo vuelvo.- Jimmy lo dej con la palabra en la boca y se fue con pasos titubeantes
hacia donde estaba ella.
-Est en celo, ya sabis, es la poca...- Dijo Jerry bajando la voz, mientras que a Katy se le
quedaba una mueca de fastidio.
Jimmy intent hacerse el interesante, caminando por all como hacindose el despistado.
Pas por su lado intentando hacerle creer que no la haba visto. Despus se esforz por
mostrarse sorprendido ante su presencia repentina. Ni que decir tiene que ngela no pic ni un
solo instante.
-Oh ngela! Perdona, no te haba visto. Qu haces, tomando algo?
-S, ya sabes.- Ella sonri torpemente, mostrando su blanca dentadura. Aquel chico enjuto y
simple era para ella un autntico fastidio, pero, en su fuero ms interno, le encantaba que
cualquiera le demostrara que estaba loco por ella, aunque fuera con tanta torpeza.
-Ah, me alegro. Cmo fue eso?
-El qu?- Pregunt ella mirando por encima de su hombro al fondo de la cafetera, buscando
al apuesto y opulento Matt.
-Ya sabes, el examen.
-Ah si, el examen. Bueno, no me puedo quejar, contando con todo lo que me ha ayudado
Matt... creo que el aprobado est a mi alcance.
-Matt?- Pregunt Jimmy sin saber qu decir. Estaba furioso.- Oh, s, Matt! No saba que a l
se le diera bien la qumica. Pens que lo suyo era el basket.
-Hay muchas cosas que a Matt se le dan bien...- Coment ella en tono sugerente, mientras
que no dejaba de mirar por encima de su hombro.

-Muchas cosas...?- Jimmy se qued ahora perplejo.


- Los cordones...
-Los cordones?- Repiti l con un tono exagerado, casi exultante.
-S, a Matt se le han soltado los cordones de uno de los zapatos.
Jimmy se dio la vuelta ante el ademn de ngela, cuando, de repente, Matt pis sus propios
cordones, y, no pudiendo asirse a nada, dio un ligero traspis hacia adelante, lanzndole
encima los dos batidos de chocolate. Jimmy qued empapado; la cara, el pecho, el estmago...
No pudo hacer otra cosa que resoplar como un bfalo, ante la insidiosa mirada de aquel odioso
musculitos y los ocurrentes ojos de ngela. De repente, ambos comenzaron a rer, de forma
escandalosa y exagerada, casi desvergonzada.
-Lo siento, to, es que... vers, te pusiste delante y...- Matt segua riendo. Dio un par de pasos
y ngela reclin su brazo por encima de su hombro.- Mira, parece... parece un mueco de
chocolate.- Ambos continuaron con el festival de risas.
Jimmy dio media vuelta y se fue de all sin hacer ni decir nada. Se sinti estpido, muy
estpido, y a la vez aniquilado, acabado, como un autntico pardillo. Sali del bar sin decir ni
siquiera adis a sus amigos, y Katy hizo intencin de salir tras l, pero Jerry la detuvo.
-No es el momento. Hazme caso- Le coment en tono confidencial, a lo cual ella no replic.
Dustin, esta vez no sonri, aunque se sinti tentado a hacerlo.
Despus de eso Jimmy tuvo que ir a la casa a cambiarse de ropa. Una vez estuvo all, se sinti
tan abatido que no tuvo nimos para volver al campus. Con tal de pedirle los apuntes a Dustin
o a Jerry tena bastante. Se senta tan desalentado que nada ni nadie podran haberlo
empujado a salir de all. Se tendi en el sof y encendi la tele. Pas de una canal a otro
repetidas veces sin mirar siquiera lo que estaban dando, tal era su abstraccin. Se maldijo por
ser tan memo, por ser tan indeciso y por no ser como Matt; tan popular, tan seguro de si
mismo... y, de paso con un padre con pasta, por qu no? Se sinti pusilnime, dbil. En su
fuero interno, una vocecita le dijo que se arreglara y volviera al campus y se enfrentara sin
dudas ni titubeos a todo aquello a lo que deba enfrentarse: ngela, Matt, el seor Farrell...
Pero era una vocecita tan dbil y lastimera que no le fue difcil ignorarla. Despus de todo, l no
deba enfrentarse a nadie sino a s mismo, y hasta eso la resultaba difcil. Era cosa de familia,
pens, qu se le iba a hacer.
A media tarde se prepar un poco de comida precocinada, y la engull en la ms absoluta
soledad. Un poco de tiempo despus estuvo repasando algunas facetas del examen y
estudiando otras materias importantes para el siguiente da. Despus se peg una
reconfortante ducha. Qu bueno era no tener que jugarse a suertes con su compaero Flicker
quin iba a ser el primero en aduearse del bao, sobre todo porque siempre perda. Y, ms
tarde, se dedic a terminar algunos trabajos de plastificacin, encuadernacin y presentacin,
con su ordenador, que lo tena colocado en el stano, donde estaba su pequeo taller particular,
hasta que a eso de las seis, recibi la visita de Jerry. Como siempre, l era el nico que nunca
le fallaba.
-Oye to, la verdad es que no te comprendo.- Dijo mientras se coma una de las galletitas de
avena que tanto le gustaban a Jimmy.- Ests loquito por esa ngela, que aunque est muy
buena, no te hace ni puetero caso. No s por qu te arrastras tanto. Ninguna mujer merece
que uno pierda la dignidad, no crees? No dejes que una gatita as te vuelva loco...- cogi otra
galletita.- Porque si no...
-Venga, djate de rollos, to. Qu sabrs tu? No me ests comiendo el coco y djame los
apuntes de hoy, que pasado maana te los devolver a ms tardar.
-Aunque en el fondo, te entiendo.- Le dio un nuevo bocado a la crujiente galleta.- Por una
chica as uno pierde la cabeza y lo que haga falta, no?
-Venga, no digas tonteras... A m ngela me gusta, no te lo voy a negar, pero nada ms. De
ah a que me deje pisotear por ella...
-S, claro...-Jerry alargo la mano y cogi otra galleta como quien no quiere las cosa.
Jimmy alarg tambin su mano y cogi el paquete de galletas con vehemencia.
-To, te las vas a comer todas.- Refunfu este ante la voracidad de su amigo.
-Vale, vale, mensaje recibido. Por unas galletas de nada!
-Venga, vamos al stano, a ver si termino lo que estoy haciendo y maana puedo entregarlo.
Necesito algo de pasta.
-Pues yo estoy limpio, a m no me mires...

-S, yo se que a ti, en cuestin de dinero...- Jimmy sonri ante la desgarbada estampa de aquel
tipo; su pantaln oscuro de una o dos tallas ms grande, su camisa a cuadros por fuera, su pelo
largo y engominado, sus ojos saltones y su aspecto jocoso y cmico.
-Y el loco de tu compaero?- Pregunt este.
-Yo que s, con la novia estar. El to se fue y no me dijo cuando volva.
-Oye, abajo tienes el aparato ese, no?- Jimmy asinti, mientras bajaban las escaleras de
madera.
Pasaron al pequeo stano, una habitacin hmeda y triste donde Jimmy sola pasar muchas
horas trabajando y a veces escapando de la realidad. Encendi la luz. La lmpara colgante
produca una claridad ocre que apenas iluminaba el techo, y, sin embargo, concentraba su luz
en una especie de alargado crculo que resplandeca como el foco de un teatro o algo as,
creando zonas muertas como el techo y los rincones, y zonas ms iluminadas como el centro
del cono.
Jerry se acerc al viejo tocadiscos y puso la aguja sobre el disco que estaba colocado sobre el
plato. Este comenz a girar produciendo ese peculiar sonido de "huevo frindose". Al instante
comenz a retumbar en sus gastados altavoces una msica sinttica y repetitiva, de acordes
circundantes y sonidos electrnicos, acompaados de ritmos acompasados y dinmicos.
-Eh, to! baja eso. Venga, baja eso un poco. No s cmo te gusta esa msica!
-Esto es lo que mola ahora mismo, to. Vamos, no me digas que no te gustan, son Chemical
Mothers.
-No, no me gustan. Es una msica si alma, no s, no tiene sentido, orientacin, profundidad...
-Venga to, djate de rollos, ya ests hablando como el psicoloco ese.- Por supuesto, Jerry se
refera a Flicker. El resto de la tarde la pasaron all, charlando, oyendo msica, y Jimmy
afanndose para terminar sus ltimos trabajos, mientras que Jerry no haca ms que decir
tonteras, hacer preguntas estpidas o dar consejos y ms consejos, como si fuera su hermano
mayor.
A eso de las diez de la noche Jerry sali de all con su habitual desparpajo. Jimmy se tumb
entonces en el sof y escuch un golpe seco en el stano. Al memento cay en la cuenta de
Pinky, su tmido gato. Casi sin ganas, se levant del sof, con un leve dolor de cabeza, y baj
de nuevo las escaleras en busca de su felino que, quizs por estar tantas horas solo en la casa,
siempre se esconda cuando alguien llegaba, aunque fueran amigos suyos o de Flicker.
El despertador volvi a sonar como cada maana. Al momento, Jimmy alz la mano casi como
un sonmbulo y le dio un golpe seco al sombrero de Sharon, y esta entonces se mantuvo en
silencio, pero solo por cinco escasos minutos, tiempo para que el mecanismo volviera a
conectarse, y la tersa pero mecnica voz de Sharon volviera a irrumpir en su agradable sueo
como un autntico trueno. Alarg de nuevo la mano, intentando apagarlo por segunda vez,
pero lo que hizo fue darle un manotazo que estuvo a punto de lanzarlo al suelo, pero en ltima
instancia, fruto de un acto reflejo, consigui evitar que este cayera sobre el piso y se desarmara
por completo.
Jimmy sigui adormilado en su calentita cama por un buen rato, hasta que algo feroz y cruel
le hizo abrir los ojos con inquietud; era la imagen del seor Farrell llamndolo por su nombre en
ese tono insidioso y spero que tanto le caracterizaba.
De pronto se sobresalt. Encendi la luz apresuradamente y mir la hora que marcaba el
despertador. Maldita sea! Se haba dejado dormir otra vez.
Fue al bao a toda prisa, ponindose los pantalones y tropezando varias veces con todo lo
que encontraba a su paso.
-Maldita sea!- Refunfu como un estpido.- Otra vez me he dejado dormir. Qu dolor de
cabeza, que resaca...- Dijo intentando saber de qu le vena ese malestar. Se encogi de
hombros sin ms.- Y este sigue sin aparecer, por lo visto...- Se dijo a s mismo, refirindose a su
compaero de casa.- Hizo pis, se lav las manos, la cara, la boca y de repente... cay en la
cuenta de que el despertador estaba intacto. Con el cepillo en la boca sali del bao y se dirigi
a su dormitorio intentando recordar lo que le haba pasado ayer, cuando tir el despertador de
un manotazo y el golpe hizo que se rompieran el precioso sombrero y parte de la cara de la
sublime Sharon, destrozndole todo su encanto. Como quin teme encontrar algn monstruo
oculto, abri la puerta con sigilosa precaucin y fij sus ojos en su mesita de noche. All se
encontraba Sharon sin un solo rasguo y con cada pieza en su sitio. El minutero estaba erguido

y el secundero continuaba su particular singladura por el resto de la esfera sin desfallecer. Y


sobre todo, esa preciosa pamela negra que se mantena sobre su cabeza casi con total
naturalidad.
-Pero si...- Jimmy dud un instante de su memoria. Despus hizo un gesto de contradiccin,
como pensando no entiendo nada, y despus dej el asunto para ms tarde, pues la hora ya
se le echaba encima.
Lleg a las inmediaciones del Campus justo a tiempo para or el pitido inicial del comienzo de
la jornada. Se apresur, ya apenas haba actividad en sus pasillos. Vio a lo lejos al director. Era
todo un cascarrabias. Intent evitarlo, pero tropez con el mismo escaln que siempre sola
tropezar, y esto lo delat.
-Seor Blark!.- Su voz lo detuvo en seco como un semforo en rojo.
-S, seor Meymos...
-Otra vez corriendo por los pasillos? No le he dicho en ms de una ocasin que no quiero
ver a ningn estudiante en los pasillos en horas de clase?
-Ver seor Meymos... se me ha hecho un poco tarde, porque ver...
-Y qu hace que no se dirige a toda prisa hacia su clase? Vamos! Vamos!- Coment en tono
casi jocoso mientras giraba sobre sus talones para proseguir su camino hacia la biblioteca.
-Esto me recuerda a algo!- Susurr para s, pensando en el responso que ayer le haba
echado el mismo seor Meymos.- Lo nico que me hara falta ahora es que tropezara con Lisa
al doblar la esqui...
-Maldita sea Jimmy! Ests tonto o qu? A ver si miras por donde vas...- Reproch de forma
airosa la enojada Lisa cuando vio todos sus libros desparramados por el suelo fruto del
inesperado impacto.
-Lo... lo siento Lisa, es que yo...- Jimmy se agach por puro instinto, pero entonces cay en la
cuenta de que aquello sobrepasaba la ms absoluta de las casualidades. Simplemente no era
posible.- Lisa, Lisa, Qu da es hoy? Qu da es hoy?- Jimmy ahora estaba nervioso, excitado.
La obtusa Lisa no comprenda nada, solo saba que aquel tipo simpln y enjuto le haba tirado
los libros al suelo y que estaba muy enfadada por ello.
-Que te den por saco, estpido!- Pronunci con ofuscacin.
Jimmy se levant negndose a creer que aquello pudiera ser posible. Se dirigi a clase a toda
prisa, pensando que all aclarara su mente; despus de todo, lo del examen no podra ser
cuestin de casualidad...
Se acerc a la puerta del aula y tom un soplo de aire fresco como quin intenta tomar un
poco de valor. lntent poner sus ideas en orden antes de sobrepasar aquella puerta, pero fue
incapaz de hacerlo. Con paso firme entr en el aula. Todo estaba muy silencioso. En la parte
baja de esta permaneca el seor Farrell con sus ojos avizores y su expresin conspicua de
siempre.
-Seor Blark!- rugi el profesor Farrell con su voz estridente, como si tuviera ojos en la nuca.
Jimmy se encogi como un ratn de dibujos animados sorprendido por el gato de la casa.Llega tarde, seor Blark!- El viejo Farrell gir sobre sus talones casi como un militar.- Llega
cinco minutos tarde. Hoy tenamos examen, recuerda?
-S, disculpe, seor Farrell, es que ver... hoy... es un da... extrao...- Jimmy se qued perplejo
ante lo que estaba pensando, mientras que el resto de la clase no dejaba de rer ante su
enigmtica y estpida respuesta.
-Extrao? Yo no veo nada extrao... como siempre llega usted tarde a un examen... A no ser
que este usted... indispuesto...
-No, no, slo es que... no, nada, son cosas mas- Jimmy se dirigi a su pupitre, pero no quiso
decir nada ms.
-Aqu tiene su examen, as que venga a recogerlo. No esperar que yo suba a drselo?
-Claro, claro... -Jimmy se levant con lentitud, intentando digerir aquella situacin, pero
aquello pareca demasiado complicado para su mente. Intent imaginar que todo era un sueo,
e intent despertar de l, pero continuaba siendo una realidad absoluta y desconcertante...
Tom su examen y volvi a su sitio sin apenas mirarlo. Cuando se sent en l comprob con
asombro que...
-Son las mismas preguntas... Es el mismo examen...- Musit sin crerselo.- Estoy... estoy
repitiendo el da de ayer...- Su voz son temblorosa.
-Le ocurre algo, seor Black?- El profesor Farrell volvi a hacer gala de su habitual
perspicacia.

-No, no... es que...


-Ya; hoy es un da un poco extrao...- La clase volvi a rer, aunque con menor intensidad. Su
voz quizs no sonase tan cmica como la de Jimmy, o tal vez la gente ya estaba tan enfrascada
en el examen que algunos no tenan nimo para rer, al comprobar lo que se les vena encima.
Jimmy, por su parte, tuvo que volver a leer las preguntas. -Esto ya lo s, ya lo s...- Pens
en su mente.- Me lo dijo ayer Dustin, en el bar.
El seor Farrell mir a Jimmy con aire pretencioso y l solo pudo devolverle una mirada fugaz
e incierta. El profesor mostr entonces una lacnica sonrisa al ver su reaccin, y l se puso
manos a la obra. Fue uno de los diez primeros en terminar el examen, ante su evidente
sorpresa.
-Eh Jimmy, cmo sali eso?- Su amigo Dustin estaba alterado; eso era seal de que haba
hecho un buen examen.
-Pues... t que crees?- Jimmy esgrimi una sonrisa enigmtica, ante lo cual Dustin no supo
cmo reaccionar, encogindose de hombros.- De maravilla, hombre! De maravilla!
-Bueno, pues...- Dustin se qued sin palabras. Ya haba preconcebido en su mente que la
salida tan rpida y sorpresiva de Jimmy en el examen era seal de su aparente agobio, . y de
su personalidad un tanto quebradiza e irregular. Por decirlo de otra forma, como huir de su
propia ineptitud, y aquel Jimmy tan pletrico era ciertamente desconcertante.
-Qu? Me vas a invitar a algo en la cafetera?
-S, claro... pero...- Ahora fue el propio Dustin el que se sinti sorprendido.- Cmo ...? Estaba a
punto de decrtelo.
-Bah... no es nada, pura casualidad. Supongo que se te vea en la cara.- Jimmy se mostraba
demasiado jocoso, enigmtico. De pronto pas por all la hermosa ngela. A su lado caminaba
Matt.- Hola ngela...- su voz son dbil y huidiza como el arrullo de la brisa en la playa.- Cmo
te sali el...?- Pero apenas pudo terminar la frase, ngela y ese engredo haban pasado de
largo sin apenas percatarse de su presencia.
-Est buena, eh!- El exasperante de Dustin sonri tmidamente ante su estupor. l no pudo
hacer ms que dedicarle una ltima mirada a ngela, que se contoneaba a lo largo del pasillo
con verdadero garbo, y desear ser como Matt, o al menos parecido, pero sin llegar a alcanzar
ese grado de estupidez, claro.- Vamos, hombre, esa ta es pura fachada, olvdala. No est a tu
alcance. Venga, te invito a una caf o a lo que te apetezca.
-Anda, vamos.- Y Jimmy se larg de all con una sensacin agridulce en su corazn.
-Venga.- Dustin le pas la mano por encima de su hombro y, suspirando, coment en voz
baja: pero que fachada, madre...!- Y volvi a sonrer con su incisiva naturalidad.
Estuvo un buen rato con Dustin, en la cafetera de la universidad. Este intent desgranarle el
examen con el mismo entusiasmo que si le estuviera contando una pelcula de Indiana Jones,
pero Jimmy no se lo permiti; estaba cansado de tanta qumica. Dustin a veces llegaba a ser
realmente irritante. Bueno, al menos, se estaba tomando un caf y un bollo medio duro, que no
era mucho pero que tampoco estaba mal. Menos daba una piedra.
ltimamente haba pensado en plantearle a Flicker que metieran un nuevo inquilino en la
casa... qu diablos... se dijo, si todo esto lo pens ayer!. No quiso comerse demasiado el
coco con el asunto o estaba seguro de que se volvera loco de verdad, si es que ya no lo
estaba. An tena la sensacin de que estaba viviendo un mal sueo del que tarde o temprano
despertara.
-Jerry! Cmo fue eso?- Jimmy consigui romper la maldicin que supona su irrisoria voz,
cuando el divertido Jerry se acerc a la cafetera. Junto a l vena Katy, con su rostro suave y su
cuello delgado.
-Bueno, ya sabes, ni bien ni mal, ni s ni no... pero no s, creo que sobrevivir...
-Me alegro por ti... Por lo que veo, lo mo es ms serio.
-Venga ya, hombre.- Coment Jerry con su voz saltarina.- Tienes que ser fuerte, s que podrs
salir adelante...- Como siempre, estaba intentando hacer una de sus estpidas comedias.
-Hola Jimmy.- La voz de Katy le delat. Era como el reclamo de la flor a la abeja.
-Ah, hola Katy. No me digas que t tambin pasaste la prueba final...
-Bueno, eso espero.
- Espero no ser el nico torpe de aqu.- Dijo Jimmy con cierto aire jocoso.
.
-Tampoco es para tanto, hombre. No te desanimes. De todas formas, si suspendes, todava
tienes la recuperacin...

-La recuperacin? Eso no es para m... Prefiero pasar el verano cogiendo olas y tomando
"mojitos".
-Quieres decir que... lo has sacado, to? No te ests quedando con nosotros?
-Creo que no.
-Qu fuerte! Eres la pera!- Jerry hizo uno de sus procaces gestos populares que tanto
utilizaba, ms propio de los tpicos "fantasmillas" de la Calle Cuatro que de un futuro
licenciado.- Pero... pero si t mismo me dijiste que lo llevabas crudo...
-Bueno, tampoco es cuestin de ir presumiendo por ah no crees?- de repente ngela entr
en la cafetera acompaada del "musculitos". Matt la dej en uno de esos taburetes altos, junto
al pequeo mostrador de madera, mientras l fue a la barra a pedir algo para tomar. Al parecer,
el examen tambin haba secado sus gargantas.- Ahora mismo vuelvo.- Jimmy los dej con la
palabra en la boca y se fue con pasos titubeantes hacia donde estaba ngela.
-Est en celo, ya sabis, es la poca...- Dijo Jerry bajando la voz, mientras que a Katy se le
quedaba una mueca de fastidio.
Jimmy intent hacerse el interesante, caminando por all como hacindose el despistado.
Qu diablos, ya s lo que pasa si utilizo esta versin de m!- pens- Ir hacia ella con
decisin, con naturalidad. Eso es lo que ms les gusta a las chicas.
-Oh ngela! Qu? Tomando algo?
-S, ya sabes.- Ella sonri torpemente, mostrando su simtrica dentadura.
-Cmo fue eso?
-El qu?- Pregunt ella mirando por encima de su hombro al fondo de la cafetera, buscando
al apuesto y opulento Matt.
-Ya sabes, el examen.
-Ah s, el examen. Bueno, no me puedo quejar, contando con todo lo que me ha ayudado
Matt... creo que el notable est a mi alcance.
-Matt?- Pregunt l imprimindole cierto tono irnico a su pregunta.- Oh s, Matt! No saba
que a l se le diera bien la qumica. Pens que lo suyo era el basket.
-Hay muchas cosas que a Matt se le dan bien...- Coment ella con tono sugerente, mientras
que no dejaba de mirar por encima de su hombro.
-S, claro, me lo imagino.- Contest l condescendientemente, haciendo un gesto de burla hacia
esa ltima afirmacin.
-El qu...?- Pregunt torpemente la sensual ngela sin saber qu haba querido insinuar
aquel estpido y fastidioso chico e intentando al mismo tiempo seguir con la vista a su
amiguito.
-No, nada, nada, tengo que irme.- Jimmy se quit de en medio como si hubiera visto un
fantasma, y ella, sorprendida, volte su cabeza para seguirlo con la mirada. Pero un instante
despus, cuando quiso mirar de nuevo a su apuesto acompaante, este se le vino encima como
un gran rbol talado, balanceando sus vasos de espeso batido en el aire, para terminar
derramndolos sobre su hermoso vestido de flores. Aquel cordn que llevaba desatado le haba
jugado una mala pasada.
Jimmy no pudo hacer otra cosa que sonrer complacido, mientras contemplaba el espectculo,
como casi el resto de la cafetera, mientras que la dulce ngela se haba convertido de repente
en una muchacha agresiva y malhumorada que no dejaba de reprochar de forma recalcitrante
la estpida torpeza de su amiguito al mancharle de aquella forma su precioso modelito, sin
contar que haba sido el hazmerer de todos; algo demasiado duro para su ego. "Despus de
todo", pens Jimmy para sus adentros, "eso de repetir un da no est tan mal".
La afrentada ngela sali de all con pasos rpidos y giles, como alma que lleva el diablo,
indignada y manchada, y aquel tipo la segua como un corderito. Jimmy se sorprendi de verla
as; en realidad casi todos se sorprendieron; pareca una chica tan dulce y agradable... Fue
como si un autntico volcn entrara en erupcin. Jimmy camin hacia el fondo del bar, donde
estaban colocados sus amigos. Dustin lo vio venir como un guerrero que hubiese vencido en
una dura batalla, Jerry lo admir como si hubiese sido el mismo Eddie Murphy el que hubiese
pasado por all, y Katy se sinti tremendamente satisfecha; sinti que no solo le atraa aquel
desgarbado chico, comenzaba a admirarlo. Pero Jimmy no se detuvo junto a ellos. Sigui de
largo, limitndose a guiarles un ojo, y sali al exterior.
-Djame estpido! Mira como me has puesto!- Los reproches de ngela se podan escuchar
desde lejos an.

-Lo siento, no te pongas as. Lo siento, no me di cuenta... ha sido un accidente, joder! de


veras... Espera, adnde vas? Te llevar a casa, espera un momento...- Las splicas de Matt
eran ignoradas por completo.
-Si quieres puedo llevarte yo...- La voz de Jimmy son como la de un tpico galn de cine que
va a salvar a su amada.
ngela y Matt se quedaron parados ante su proposicin, el uno dudando si ella no la aceptara y
la otra pensando que si aceptaba dara una buena leccin a aquel estpido y patoso tipo que no
miraba por donde pisaba.
-No.- Dijo l a la vez que ngela deca que s.
-Vamos ngela, no es para tanto, yo te llevar...
-He dicho que me dejes... Tienes coche?
-No, pero tengo una moto que...
-Est bien. Es lo mismo. A lo mejor hasta me gusta. Venga, vmonos!
Despus de eso, ngela se fue con l, mientras comprobaba como su compaero resoplaba
para sus adentros, y Katy, que les haba seguido disimuladamente, miraba a Jimmy con ojos de
rabia y de celos, aunque la mirada de Matt era ms nociva, irradiaba rencor despiadado...
Jimmy estaba tendido en su cmodo sof. Se le vea cansado, derrotado, casi absorto en
algn punto incierto de la habitacin. Era como si su mente estuviera vagando por otro lugar.
Intentaba desgranar de forma lgica y coherente todo lo que le haba ocurrido durante ese da
que tan extraamente haba transcurrido. Cmo era posible que hubiera ocurrido? Qu
extraa fuerza haba logrado aquello que "era" imposible, o, cuanto menos, inexplicable? A
quin podra contrselo? Es que acaso alguien le creera? O es que tal vez todo aquello era
fruto de una mente delirante y desquiciada? Se sonri ante aquella reflexin. Cuanto ms
vueltas le daba, ms senta esa extraa sensacin de miedo y de impotencia que casi, casi, iba
transformndose en una obsesin delirante. Su mente no estaba preparada para eso, sus ms
profundas convicciones y creencias no soportaban aquella criba; por tanto era mejor no darle
ms vueltas al asunto. Ocurrira maana lo mismo? Y si se vea atrapado por una especie de
bucle espacio-temporal o lo que sea que fuera aquello? Se estremeci tan solo de pensarlo.
Se levant del sof y cogi de la cocina su paquete de galletitas que tanto le gustaban. Se
acord entonces de Jerry. El paquete estaba casi lleno, y ayer... o cuando fuera, tuvo que
quitrselo de sus manos para que no acabara con l. Volvi a estremecerse de pensar que
haba cambiado el futuro; porque supuestamente, Jerry haba venido a su casa y haba pasado
toda la tarde con l. Pero ahora... seguramente le habra tocado y al ver que no estaba... O tal
vez ni siquiera se haba molestado en ir, despus de creerle con ngela... ngela...! Se sonri
de nuevo, pero esta vez con un pice de amargura. Despus de que Matt le tirara el batido
encima, l se haba sentido muy seguro de su victoria, para descubrir luego que solo haba sido
un mero instrumento en manos de aquella hermosa pero prfida chica. Despus de que la
llevara hasta su casa ella no mostr el ms mnimo inters en l, ni siquiera el ms mnimo
agradecimiento, lo cual supuso una especie de bofetada sin manos. Despus de eso estuvo
vagando toda la tarde por ah, yendo de un lugar a otro y sentndose a reflexionar un poco,
para acabar dndose cuenta de que segua siendo el mismo tipo insignificante y pusilnime de
siempre. Tal vez Jerry tuviera razn cuando dijo que ninguna mujer merece que uno pierda su
dignidad. Se haba quedado serio, ceudo, despus de pensar eso, pero un instante despus
no pudo evitar el sonrer tenuemente despus de darse cuenta de lo melodramtico que se
haba puesto.
De repente volvi a la realidad ms absoluta y cotidiana; record todos aquellos trabajos que
haba hecho el da anterior? y que ahora no saba si permaneceran completos o no. La idea
de tener que hacerlos de nuevo no le sedujo en absoluto; estaba cansado, y ya era algo tarde.
Como un resorte se levant de su cmodo sof y fue al stano. Encendi la luz y baj por la
empinada escalera, mientras estas se quejaban de forma exagerada. Dio un vistazo alrededor y
enseguida comprob lo que se tema... Ni trabajos encuadernados, ni tesis impresas, ni nada de
nada...
-Maldita sea!- Resopl como un toro enfurecido- Maldita sea!- Aspir un poco de aquel aire
hmedo y se sent en el borde de la silla, intentando recargar sus bateras para comenzar por
segunda vez aquellos encargos que no le daran otra cosa que algunos pavos y un buen dolor
de espalda.- Bueno...- se dijo con resignacin,- esto de repetir el da tiene sus cosas buenas y
sus cosas malas.- Y se puso manos a la obra.

Despus de un par de horas de arduo trabajo en el ordenador, y ya casi cuando haba


acabado todo lo que le quedaba, se desperez con tanta fuerza que estuvo a punto de caerse
de su silla. Estir su espalda y se qued medio colgando en el asiento por un buen rato,
intentando despejarse un poco. De sbito un ruido como de latas cayndose lo sobresalt.
Enseguida se dio cuenta que haba sido Pinky que, al entrar en el stano por una especie de
trampilla que daba a su vez al aparcamiento subterrneo de un edificio contiguo, haba tirado
unas latas de disolvente y pintura medio vacas que estaban sobre la estantera metlica de la
pared.
Eso le record el extrao ruido que el da anterior? haba odo poco despus que Jerry se
largara. Antes no haba cado en la cuenta, quizs por lo rpido y extrao de los
acontecimientos, pero no recordaba nada de lo que haba ocurrido despus de que bajara al
stano a buscar al gato. Estaba ah, tal vez, todo el quid de la cuestin? Era posible, porque
por ms que se esforz, no pudo reconstruir a plenitud lo ocurrido... Oy el ruido, encendi la
luz, baj los ruidosos peldaos, vio el gato al fondo del recinto, lo cogi en sus brazos... y
despus? Supuso que se lo haba llevado hacia arriba, le haba dado de comer y se haba
acostado, pero realmente no lo recordaba. Todo estaba muy confuso a partir de ah, como
cuando uno tiene un recuerdo lejano de algo y no est seguro de cmo pas. No era como
tener la mente en blanco, era algo ms desconcertante an.
Los ojos del felino brillaron preciosamente en el fondo penumbroso del stano, como dos
diamantes luminosos, y acto seguido, este cay en sus brazos fruto de un salto gil y certero.
-Hombre Pinky! Todo el da por ah no?- Jimmy acarici el suave pelaje grisceo de su gato
y este maull con agradecimiento.
Pero acto seguido el gato pareci estremecerse, sobresaltarse. De nuevo maull, pero esta vez
de forma distinta; pareca querer advertir algo, como si sintiera o presintiera algo que no le
gustaba. El felino se encresp por completo y quiso huir de sus manos. Jimmy sinti que
tambin se le erizaban todos los poros de su piel, y por un acto espontneo hizo lo mismo que
el gato, colocarse sobre el fondo de la habitacin, aunque Pinky ya haba conseguido subir las
escaleras, y l tuvo que conformarse con esconderse bajo el hueco de esta.
De pronto la habitacin pareci contraerse por un instante; no es que se estremeciera como
cuando hay un fuerte terremoto, o que se sacudiera; simplemente fue como si se distorsionara
levemente, para, a continuacin, "encenderse" como por arte de magia, con una luz blancuzca
y cegadora que lo inund la estancia, traspasndolo todo como si de una radiografa se tratara.
Unos segundos despus, la luz desapareci en una especie de fogonazo y todo qued envuelto
en un misterioso halo de bruma espesa.
Jimmy se qued petrificado y ciego, debajo de la escalera, sin poder hacer nada y con los
ojos cerrados, producto de la alucinante experiencia. Temblaba como un nio pequeo y tuvo
que hacer m esfuerzo para no ponerse a gritar como un nio pequeo, del miedo que le
produjo el suceso. Abri los ojos y por un instante se sinti desconcertado, perturbado. La vista
fue, poco a poco, regresando y ajustndose a su entorno, un entorno brumoso y difuso. De
pronto se estremeci de pnico cuando contempl una extraa figura que apareci de forma
espectral desde el centro de la bruma. La figura intent moverse de forma lenta y forzada hacia
l; dio un un par de pasos pero antes de llegar a su lado, cay al suelo como desvanecida...
Qued atnito por unos instantes, pero pronto comprob que aquella figura pareca una
especie de astronauta, solo que su traje no era tan voluminoso, ms bien pareca una especie
de traje de buzo o algo as, y el casco era pequeo y ceido. No haba duda que aquello era un
hombre. Por la ranura del cristal asomaba un incierto rostro que pareca no solo sin
conocimiento, si no, adems, exhausto, fatigado. Un nebuloso humo emanaba de aquella
especie de traje protector, como si hubiese estado sometido a altas temperaturas. A la vez que
la niebla existente iba disipndose, Jimmy senta que le volvan las fuerzas, hasta que tuvo la
suficiente entereza como para dar un paso al frente. Se acerc a la figura con mucha
precaucin, producto de la agitacin que an senta, y se dio cuenta de que su corazn an
palpitaba aceleradamente. Se inclin sobre esta un poco asustado y toc el traje con cuidado,
comprobando que estaba muy fro. Espero un instante y le dio la vuelta al hombre. Este yaca
semi-inconsciente, y pareca balbucear algo dentro de su pequea escafandra. Intent
desprenderla pero no fue capaz. Por lo visto, esta pareca formar parte del traje, como si
estuviera pegada a l, pero Jimmy saba que eso era imposible, de alguna forma tena que
habrsela puesto sobre la cabeza. Intent alzarlo un poco y se dio entonces cuenta de que en
la parte trasera, justo por encima del cuello, haba algo as como un trozo de pegatina de

textura consistente, en contraste con el tacto sinttico y flexible del traje. Lo toc con su dedo
anular y de sbito la parte delantera del casco desapareci y qued toda la cara al descubierto.
El casco entonces disminuy ligeramente de tamao y cay hacia atrs y, despus de dar un
par de botes por el suelo, qued a unos metros de l. Jimmy observ ese rostro detenidamente.
No haba nada de raro en l, aunque s era muy peculiar. Aunque poda pasar por el del agente
de seguros de la esquina, o por el de un polica cualquiera, no poda decirse que fuera vulgar, ni
mucho menos. Era una cara espigada y plida, donde todas sus partes se dibujaban en perfecta
sintona con las dems, y en la cual sobresala su rgido mentn afilado. Se le adivinaba una
dentadura perfectamente alineada y muy blanca, con unas piezas que parecan colocadas a
conciencia por un cuidadoso estilista, por su simtrica apariencia. Una nariz perfectamente
adecuada al entorno, ni grande ni pequea, as como sus orejas, y un corte de pelo algo
vanguardista, a los ojos de Jimmy, muy rapado por los lados, y ms poblado en la parte
superior, de un suave color castao. Por lo dems, pareca medir algo as como un metro
ochenta aproximadamente, y, aunque era difcil de percibir con aquel mono protector, pareca
ser de complexin delgada pero muy fibrosa.
El tipo volvi a balbucear algo sin apenas abrir los ojos, como si tuviera fiebre. Jimmy intent
adivinar qu era, pero no le entendi, as que decidi traer un poco de agua de arriba. Cuando
lleg al stano, el tipo pareca estar despertndose. Haca esfuerzos por incorporarse, pero
estaba mareado, desorientado, como si acabara de salir de un trance profundo y agotador.
-Espera, espera...- Jimmy se acerc a l y le ayud a incorporarse, arrodillndose y
cogindolo con sus brazos. Despus de eso le acerc la botella de agua, y el paladar de este
agradeci el ofrecimiento. Dio un pequeo trago, y despus la agarr casi con vehemencia,
tomndose del tirn todo el resto de la pequea botella.
-Vaya, s, que tenas sed...!- Coment Jimmy.
Cuando el individuo se tom todo el agua, pareci recuperar la nocin de la realidad y con un
espontneo gesto se sorprendi al verle. Ponindose de rodillas, lo mir con unos ojos azules y
agitados y se mostr muy nervioso.
-Cundo es? Cundo?- Su voz son exaltada, casi agresiva.
-Tranquilo, hombre, tranquilo...- Jimmy sinti un poco de miedo ante su repentino cambio de
actitud.
-!No te acerques a m... no te acerques! Dime, cundo estamos?- Pero Jimmy no
comprenda a lo que l se refera.- La fecha... la fecha... Qu poca es, qu ao...
-La fecha?- Repiti como un eco.- Ah, s, la fecha... Pues hoy es quince de Marzo... creo.
-Quince de marzo?- Aquello pareci desconcertar ms al extrao.- Quince de Marzo? De
qu ao? En qu ao estamos?
-Pu...pu... pues...- Jimmy tartamude sin comprender nada, (si es que deba o poda entender
algo)- del dos mil quince....
- Dos mil quince...!- El tipo repiti aquello como si se tratara de algo extraordinario.Supongo que te refieres a la antigua era...
-Mira to, no s quin eres ni lo que te ocurre pero...- Jimmy intent acercarse pero el tipo
an pareca algo nervioso, desconfiaba de l, como si estuviera en guardia.- Tranquilo hombre,
tranquilo... Slo quiero ayudarte...- El tipo alzo la vista al techo y aspir un poco de aire.
-Este aire es... muy bueno, muy puro...
-S, bueno...
-Hace calor...- De pronto fue como si hubiese cado en la cuenta de que no haba nada que
temer. Comenz a quitarse el traje.
-S, vers... este stano es un poco hmedo y el calor... adems, no me extraa, con ese
traje...- A l no se le ocurra nada ms que decir, tambin se senta muy perplejo por todo
aquello.
El extrao se quit el mono poco a poco, y se qued ante l con la ropa que debajo llevaba;
una vestimenta de una sola pieza elstica y amoldable al cuerpo, que haca recordar ms a un
Mono al estilo "Star Trek" que a otra cosa, de un color gris ceniza, y una especie de botines
negros que parecan unas botas militares. El tipo se toc en algn lugar del hombro y las
mangas se ajustaron hasta la zona de los biceps como si de un truco de magia se tratara.
-To, que ropa ms rara llevas...
-Ropa rara?- El tipo enarc las cejas y se dej caer en la silla que estaba junto la mesita
donde estaba el monitor del ordenador. Estaba extenuado- Supongo que eres inofensivo... De
todas formas no tengo fuerzas para nada. Esto es peor de lo que imaginaba.

-No, por mi puedes estar tranquilo. Como dices, soy inofensivo. Solo trataba de ayudarte. Veo
que has hecho un largo viaje y que ests muy cansado... Si quieres puedo traerte algo de
comer. No tardo nada.
-Algo de comer? S, creo que no me vendra mal...
-Espera un momento, traer un poco ms de agua. Puedes estar tranquilo... No hay nada que
temer.
Jimmy subi al piso de arriba de nuevo y a toda prisa abri un par de latas y le prepar un
plato de comida. Despus llen la botellita de agua y se dispuso a bajar, intrigado por saber
toda la explicacin de aquello. Durante un momento tuvo la tentacin de llamar a la polica,
pero algo le indic que no haba nada que temer. Adems, pens, quin iba a creerme? A lo
sumo me tomaran por un bromista malintencionado.
-Toma, aqu te traigo unas salchichas, un poco de bacon y una manzana...- Jimmy alarg su
mano y el extrao hombre cogi el pequeo plato analizando todo lo que en l haba. Palp
todas las cosas, intentando adivinar su textura y despus cogi la fruta, sopesndola varias
veces.
-Fruta? Fruta de verdad?.- Jimmy asinti con la cabeza. Despus de eso, el tipo mir de
nuevo la manzana, como intentando crerselo, y la mordi sin masticarla mucho, solo
evaluando su sabor. Acto seguido, la mordi un par de veces con satisfaccin.- Es la primera vez
que como una fruta pura, sin tratar...- Coment an con trozos de esta en la boca.
-Sin tratar?- Jimmy se mostr algo desorientado.
-S, sin tratar... sin haber sido sintetizada, ya sabes. Y eso?- Seal al plato.- Qu es?
-Bueno, esto es carne...
- Carne?- Pregunt sorprendido y prob tanto la salchicha como el bacon, comentando que
aquello pareca tener demasiada grasa, aunque tuvo que reconocer que le haba gustado.
-Pero lo que ms me gusta es el agua... Esta agua...! Qu buena! Qu pura!- Dijo casi de
forma solemne, tragndosela esta vez parsimoniosamente, como si de un ritual se tratara,
intentando disfrutar de su suave tacto y de su fresco paladar, aunque Jimmy dud al verle
bebiendo de esa forma, si realmente le haba servido agua o un trago de whisky aejo o algo
as.- Espero que esto no suponga una disminucin demasiado grande en tu reserva de agua.
-Oh, no, no... puedes beber toda la que te apetezca.
El extrao ser se acomod en la silla y se relaj por primera vez desde que haba llegado
hasta all. Jimmy cogi una banqueta que tena al fondo del cuarto y se acomod junto a l.
Entonces se percat de que el ordenador estaba apagado.
-Oh, no!...- Exclam temindose lo peor. Se levant y se acerc a l. Para su pesar comprob
que pareca estar estropeado.- Vaya! Con toda la descarga o lo que sea, este maldito aparato
se ha averiado... Espero que solo haya sido la fuente de alimentacin o algo as .
-Qu es eso?
-Eso? Mi ordenador. Lo utiliz para...
-Eso es un ordenador?- Pregunt casi escandalizado. Despus lo mir incrdulamente.Estis ms atrasados de lo que yo crea...
-Ya, me lo imagino. Todava no s quin eres, ni por qu ests aqu... No entiendo nada de
nada... Cmo pudiste hacer eso?
El tipo se qued taciturno por un instante. Fue como si se evadiera por un segundo de all.
Luego volvi a la realidad tomando una bocanada de aire de forma intensa y, a continuacin, se
qued mirndolo muy fijamente, sin decir nada.
-Que aire tan puro!- Susurr casi para s.
-Est bien! Est bien!... Solo me gustara que me contaras algo. La curiosidad es humana,
sabes? Es la misma que supongo tu sientes por todo esto...
-De acuerdo... Solo que todo es tan reciente que... an me parece que de un momento a otro
puedo despertar de esta pesadilla y encontrarme de nuevo en... Est bien... Es un larga
historia... Todo comenz dentro de mucho tiempo, en el futuro, en el ao ciento veinte de la
Tercera Era...

"Como cualquier da, lo primero que hice al levantarme fue colocarme por un periodo de diez
sigmas mis preciadas gafas estroboscpicas y hacer un viaje por mi propio interior, ya sabes...
armona de las actividades de los dos hemisferios cerebrales y todo eso. Una vez terminada la
sesin, mi domo-robot, "Suck", me prepar el bao de gas caliente y me puso algo de comer...
Nada especial, un tazn de cacao sinttico, cereales manipulados genticamente y un par de

compuestos vitamnicos. Despus de eso sal en mi vehculo a mi lugar de trabajo, la I.C.A.P. ,


la misma responsable de crear esas malditas torres regenerativas medioambientales..."
-Oye! para...! para...! para...!- Jimmy lo cort bruscamente.- Qu es eso de las torres...?
-De acuerdo...
"Vers... dentro de algn tiempo desaparecern casi todos los bosques del planeta.

Simplemente se acabarn. Las grandes multinacionales no obedecern los preceptos


internacionales, y cuando intenten cambiar su poltica de explotacin, ya ser demasiado tarde.
Los pocos lugares protegidos morirn debido a la escasez de agua, el aumento de las
temperaturas, la desertizacin y la abundancia de dixido de carbono en la atmsfera. El
Amazonas, ltimo gran pulmn terrestre, menguar tanto que ser insuficiente para liberar a la
atmsfera de los gases contaminantes producidos por la industria petrolfera, reticente a
comercializar nuevos prototipos de motores ecolgicos y, en general, a dejar de utilizar energas
fsiles y contaminantes. Eso sigui a la desestabilizacin del planeta. Fue como si todo se
tambaleara, como si el ser humano perdiera la razn. Las masas se agitaron, afloraron los
viejos fantasmas del nacionalismo... hasta que lleg lo inevitable... el Gran Conflicto... El ser
humano al borde de la auto-aniquilacin. El invierno nuclear fue muy duro... Miles de millones
de muertos, vestigio de una civilizacin que se apagaba poco a poco... Nacieron entonces
nuevas fronteras, nuevas ideas, el ser humano intent sobrevivir... Una nueva mente, un nuevo
propsito... Los cientficos indagaron, investigaron... Demasiadas muertes, demasiada
desolacin, demasiada destruccin... Algo cambi dentro del espritu de los hombres.
Sobrevivieron al caos, pero ahora quedaba la contaminacin. los supervivientes vivieron por un
periodo de tiempo debajo de la superficie... virus, enfermedades, hambre, escasez de medios...
Los supervivientes lo fueron superando poco a poco... El hombre dese volver a la superficie,
reconstruir su pasado, ser libre de nuevo... aprendi la leccin. As mismo hizo, pero los efectos
eran irreversibles, no haba forma de eliminarlos, al menos a medio plazo... Bas su nuevo
mundo en la ciencia y en un nuevo concepto de las cosas, fomentando as la esperanza de
supervivencia. Fabric entonces grandes torres colocadas primero en algunos lugares
estratgicos y privilegiados del planeta, y ms tarde por todas partes; torres inmensas
alimentadas por fusin nuclear que reconvertan el dixido de carbono y la contaminacin
generalizada existente en oxgeno puro. Fue un nuevo comienzo... El ser humano logr
mejorar los mecanismos de purificacin, consiguiendo reconstruir su vida en el exterior con
mucho esfuerzo y mucha dedicacin. De ah surgi un mundo nuevo, una era nueva, La
Tercera Era. Con el paso del tiempo nada hizo pensar que hubiera ocurrido algo tan terrible; el
hombre se super a s mismo, y todo fue cosa del pasado. Pero el egosmo es algo que,
desgraciadamente, est dentro de los hombres, en lo ms profundo, en lo ms recndito.
Empresas privadas que formaban parte, en algunos casos, de sealados estamentos oficiales,
se hicieron con el control de todas las torres por todo el mundo, formando una especie de
Corporacin Mundial, propiedad, sobre todo, de las naciones ms poderosas, cada una con una
sede en su territorio... Ah naci la I.C.A.P. Ni que decir tiene que esta, con el tiempo, se hizo
con un monopolio de poder y de riqueza inconmensurable, impensable, casi ilimitada. Y no era
para menos... Te sitas verdad? Pues bien, una de esas maanas me diriga a la Sede Central
que se hallaba en Deckver, que era mi lugar de trabajo. Una vez que dej mi vehculo en el
aparcamiento inteligente, un sinttico comprob mi I.C.I. y..."
-Espera! Espera! Qu quieres decir con que un sinttico comprob tu ICI o no s qu?
-Un sinttico... un robot con forma humana, ya sabes, un androide pero que est formado de
tejido orgnico, biosensores, inteligencia artificial... Controlando el paso de la gente que entra
all... El I.C.I. es el cdigo de identificacin interno; el ADN y todo eso... ah estn todos
nuestros datos, entiendes ahora?- Jimmy asinti. Estaba estupefacto con todo lo que aquel
hombre le estaba contando.- Pues bien...

"baj en el ascensor hasta el piso sesenta y dos, donde suelo trabajar y, una vez all,
permanec ocupado con mis tareas diarias; reposicin de expedientes, reprogramacin de
tareas, mantenimiento del sistema y ese tipo de cosas. Hasta el momento todo transcurra con
normalidad. Llegada la hora del almuerzo, todos los humanos fuimos a los comedores, como
siempre, despus de pasar nuestras pertinentes medidas de seguridad de nuevo. All solamos
reunirnos todo el personal humano del edificio. Imagnate, cuarenta y cinco personas en un
sitio donde haban doscientos trabajadores... cuarenta y cinco humanos, ciento cinco sintticos
y cincuenta robots... Me refiero a robots de clase tres, lo tpico, realizan sus funciones, eso s,

de forma perfectamente eficaz, pero nada ms. Los sintticos entraban media hora ms tarde
que nosotros. Ellos solo necesitan engullir ya sea de forma oral o intraepidrmica, una especie
de plasma para reconstituir de forma peridica sus tejidos orgnicos. All nos reunamos todos
los trabajadores... cada uno, por supuesto, con los suyos, ms por costumbre que por otra
cosa... Los que posean la autorizacin A2, juntos, los de la B2 y C2 tambin... Excepto los de la
D2, esos eran un grupo aparte... Eran demasiado buenos para mezclarse con nosotros... Son
los que manejan toda la central, el departamento supervisor, los peces gordos, unos cinco o
seis exclusivamente. Malditos cabrones! Ellos eran los nicos que podan acceder al Nivel D,
donde se encontraban los colisionadores de fusin y donde estaban los laboratorios de la
I.C.A.P. Todo el mundo saba que all adentro ocurran cosas que escapaban a la imaginacin de
cualquiera; que se llevaban a cabo experimentos de altsimo secreto, pero nadie comentaba
nunca nada porque era mejor no meterse en los.
-Hombre Derrick... que sorpresa...- Los etreos ojos verdes de Mina centellearon con un brillo
casi hipntico al mirarme.- Te importa que me siente?
-Qu haces t aqu? Quiero decir que...
-S, ya lo s... nosotros los sintticos no entramos hasta las tres... Bueno, ya sabes lo que pasa
... A veces mis tareas me exigen unirme a vosotros... cuestin de profesionalidad.
-Ya...- Mi voz son apagada.
De repente se sent junto a ella una atractiva mujer de ojos verdes y pelo corto, anaranjado
y engominado. Yo no la conoca muy bien. Saba que se llamaba Yeima y que tena autorizacin
de clase C2. De vez en cuando me la haba tropezado por alguno de los corredores del
complejo y haba intercambiado un par de palabras con ella, pero nada ms.
Mina, la sinttica, apoy su plato hondo con su plasma verdoso en la mesa, y sumergi la
pajita dentro de la pastosa papilla. Despus comenz a succionar con delicadeza.
-Espero que no te importe...- trat de excusarse despus de comprobar su falta de educacin,
(los sintticos suelen ser muy educados, a veces, exasperantemente educados). En realidad,
aunque eran asimilados por la Comunidad, en general, haba gente que no los aceptaba.
Mina quiso entablar conversacin conmigo, pero yo me mostr algo reacio, aduciendo que
quera or las noticias que estaban pasando en las pantallas colgantes.
... Uno de los integrantes del grupo terrorista Aire Puro fue apresado por la polica ayer por la
noche en una espectacular redada practicada en el barrio cincuenta, en la parte oeste de la
ciudad.- (Las espectaculares imgenes tridimensionales acompaaban la figura del locutor, que
permaneca en un pequeo cuadro en una de las esquinas de la superficie y que a veces tanto
aumentaba como disminua, a exigencias del guin.)- Por lo visto, solo pudieron apresar a este
joven de veintisiete aos llamado Patrick Warner- (su foto centelle en la pantalla)- aunque se
cree que dos miembros ms escaparon del cerco policial. Los cuerpos de inteligencia de la
polica piensan que est organizacin estaba preparndose para desarrollar alguna operacin
contra alguna de las Torres o tal vez, en la misma Central de Fusin... (algunos de los que
oyeron la noticia se escandalizaron).
-Estn locos, esto est muy...- Protest alguien.
-Cllate. quiero orlo!.- Pidi Yeima, con decisin.
-...Aunque se sabe que han sido incautadas tanto armas como informacin referente al
funcionamiento y a las medidas de seguridad de la Central, la polica no ha querido
corroborarlo, seguramente para no alarmar a la poblacin. Segn nos comunic el capitn
Shubber, se estn haciendo las averiguaciones pertinentes para desactivar este comando. Les
tendremos informados al respecto. En cuanto a poltica internacional...
-Esos tipos estn locos...- Protest Mina.- Qu es lo que pretenden...? Si destruyen las
torres, morirn asfixiados... moriris asfixiados...
-Puede que estn locos, pero... tal vez estn luchando por algo que creen que deben luchar.Susurr en voz baja.
-Vamos Derrick, no digas que...
-No digo nada... solo que no creo que quieran destruir la Central porque s. Puede que tengan
sus razones, aunque sean equivocadas. Cabe la posibilidad, no?- En realidad, no estaba muy
convencido de lo que estaba diciendo. Lo nico que intentaba era desorientar un poco la lgica
de aquella sinttica... por curiosidad nada ms. Saba que no estaba all por casualidad, me
refiero a estar sentada en aquella mesa y en aquel preciso instante. No me gustaban las
mquinas, porque, al fin de al cabo, eso es lo que era; al menos no para relacionarme
socialmente. Aunque decan por ah que no se notaba demasiado la diferencia con una mujer

de carne y hueso, y que, en algunos casos, incluso eran capaces de proporcionar ms placer
que una humana, yo no pretenda comprobarlo.
-Puede ser pero...-sopl de su caita de nuevo,- estaba pensando que a lo mejor... podamos
vernos esta noche... conozco un sitio que abrieron estupendo... Ya sabes, fin de semana y todo
eso. Podramos pasarlo bien y, de camino, podras explicrmelo un poco mejor, qu te parece?
Creo que mir a la sinttica con cierta dosis de incredulidad y sorpresa ante aquella
inesperada propuesta.
-Pues vers... es que ya tengo planes... Si, ya tengo planes...
-Me ests mintiendo...- La sinttica se puso a la defensiva.- Tu tono de voz y tu ritmo cardaco
te delatan...
-No, de verdad que no... Tena planes con... Yeima... S, con ella...
Yeima entonces hizo un ademn de ofuscacin y de sorpresa a la vez. No es que yo no fuera
atractivo, pero creo que a ella le iban otro tipo de hombres. Antes de que pudiera decir nada la
mir con insistencia, suplicndole con mis ojos que me sacara de aquel lo.
-S, es cierto, ya habamos quedado para esta noche.- Creo que mi sorpresa fue mayor que la
de Mina.
-Bueno, otra vez ser.- En los ojos de la sinttica hubo un leve reflejo de humana resignacin.
Termin de sorber su sopa vitamnica, y se fue con toda naturalidad, despidindose
educadamente.
-Lo que ms me fastidia de estos sintticos son sus malditos buenos modales. Oye, gracias
por salvarme el pellejo.
-Nada, hombre. A m tampoco me hacen demasiada gracia. Son fastidiosos de verdad. No s,
quizs no estemos preparados para la vida moderna...
-No es que tenga nada contra ellos, es que...
-No tienes que justificarte conmigo. Si te entiendo perfectamente.- Yeima me lanz una
sonrisa desconcertante. De pronto son el titilante sonido de la sirena de reentrada.- Vaya...
cada da se me hace ms corto.
-S, es cierto...
-Bueno... entonces, a qu hora nos vemos?
-Qu? Qu? Ah... mujer, no quiero que te sientas obligada, ya me has hecho bastante
favor... no...
-Cuando ayudo a alguien, me gusta hacerlo completamente. Seguro que nos divertiremos no
crees?- Yo asent ciertamente encantado. Aquello me atrap por sorpresa, pero, en esta
ocasin, fue una grata sorpresa- lo pasaremos bien... Bueno, te espero a eso de las ocho en mi
casa. Toma mi tarjeta.- Extend mi brazo y recog la tarjeta plstica sin rechistar y sintindome
contento.
Esa misma noche me prepar para mi inesperada cita, e insert su tarjeta en el ordenador
de navegacin de mi vehculo. Despus este se encarg de escoger la ruta ms apropiada para
llegar a su casa. Estaba algo preocupado por ello. La verdad es que no saba que clase de
mujer era Yeima, as que no haba trazado ningn plan especfico, no haba pensado en ningn
lugar que a ella le apeteciera visitar o le gustara conocer, ni saba cules eran sus preferencias
en cuanto a pasar una noche ideal; si le gustaba una buena cena romntica en algn
restaurante oriental, o si por el contrario era de las que le gustaba mover el esqueleto en una
de esas discotecas estereoscpicas, o tal vez le fascinaba ms algn tipo de aventura virtual en
algn lejano rincn del planeta... Entonces me di cuenta que era una persona totalmente ajena
a m, desconocida, y eso fue lo que me asust un poco.
Llegu al portal de su casa. Viva en uno de los edificios piramidales de la avenida Tommer,
en el piso ciento cuarenta y dos. Aparqu el vehculo en la cornisa de entrada, y me dispuse a
entrar en su apartamento. Este se revel como un sitio encantador, pero muy enigmtico. Todo
estaba envuelto de un halo penumbroso y fantasmagrico que lo haca muy extico, con suaves
reflejos rojizos y azulados que acompaaban los brillos fluorescentes de los hologramas y una
hipntica msica ambiental que lo inundaba todo como si se tratara de una suave y arrulladora
nana. Al fondo del largo saln haba una extraordinaria panormica del planeta Tierra visto
desde el espacio; se trataba de una grandiosa fotografa tridimensional que brillaba con un
fulgor embriagador y absorbente.
Un domo-robot dorado sali a mi encuentro y me invit a sentarme. Despus me ofreci algo
de beber y yo acced gustosamente. Me relaj en aquel ambiente tan distendido, mientras

esperaba que mi anfitriona hiciera acto de presencia. Qu casa ms extraa? Pens. Esto no
se parece en nada a mi cubculo... Ser el toque femenino...
Yeima, por fin, apareci al fondo del saln. Pareca una musa salida del infinito, con su
ajustado vestido de polialeacin, sus estiradas y resplandecientes piernas y su pelo brillante y
anaranjado, engominado hacia atrs.
-Hola Derrick...- su voz son ms tersa de lo habitual.- Ests cmodo?
-Oh, s gracias! Tu domo ya se ha encargado acomodarme. Oye, ests... muy guapa.
- Vaya... gracias. T tambin ests muy atractivo...
-S...?- Sonre algo incmodo, dndome cuenta de mi torpeza al haberme vestido tan formal,
con mi traje gris de seda sinttica, en contraste con su vestimenta ms informal y desenfadada.
Ambos nos miramos la ropa.- Bueno, tena ganas de estrenarlo, pero si quieres, puedo ir a
cambiarme...
-No, hombre. No es necesario... Ests muy guapo... Bueno, adnde me vas a llevar?
-Pues... si te soy sincero... no estoy muy seguro an. Depende de lo que te apetezca.
-No s...- coment ella, creo que guardndose un as en la manga- Si me sorprendes con
algo, despus prometo sorprenderte yo tambin a ti... de acuerdo?
Despus de eso, decid llevarla a un restaurante francs que haba en la Sptima Avenida;
bueno, ms bien, en lo alto de la Sptima Avenida, porque se trataba de un elegante
restaurante que se hallaba suspendido a unos novecientos metros del suelo, casi como si se
tratara de una nave discoidal que flotara con la suavidad de una pluma en la suave brisa, y
desde donde uno poda sentirse el rey de la ciudad..."
-Oye, espera un momento...! Creo que me he vuelto a perder... Qu quieres decir con un
"restaurante flotante"? A ver si lo he entendido bien... Una estructura discoidal grande, muy
grande, que se sostiene por s sola, en el aire?- Jimmy estaba perplejo.
-S, se puede decir as...
-Pero... Cmo? Cmo es posible eso?
-Bueno, tiene que ver con escudos gravitatorios de intensidad regulable... Vers, la gravedad
es la fuerza ms evidente de todas, ms que la nuclear o la electromagntica... pero por mucho
tiempo fue la ms desconocida... entiendes? Tiene que ver con la quinta fuerza, los
gravitones y todo eso.
Jimmy estaba fascinado.

-"Bueno, pues pasamos all gran parte de la noche. Comida de calidad, y muy cara, un poco
de vino aejo, viejas canciones... Fue una velada inolvidable. Yo, te lo confieso, pens que
despus de eso ella iba a querer que la llevara a casa. No saba por qu, pero pensaba que
haba aceptado mi invitacin por hacer algo diferente o para rerse de m o algo as aunque
despus me dara cuenta de mi error. Despus de eso, ella cumpli, como haba prometido, al
asegurarme que tambin me sorprendera a m, y me llev a una de esas partes de la ciudad
que uno intenta evitar, y, sobre todo de noche. Al principio me sent algo nervioso. Lo primero
que pens era si no pensaba llevarme a uno de esos centros de placer o algo parecido; no es
que yo sea muy clsico ni muy puritano en mis preferencias, solo que tampoco me iban esas
movidas tan raras que a veces la gente se montaba en crculos virtuales y ese tipo de cosas.
Despus de todo, haban tantas tendencias que uno nunca saba lo que iba a encontrarse. Pero
no, no se trataba de nada de eso. Me llev a Fobos... No, no es que me llevara a una de las
lunas de Marte. Me llev a uno de los centros recreativos ms grandes de la ciudad; un magno
complejo piramidal en donde pululaban los tipos ms extraos y pintorescos de la ciudad, y en
donde estaba lo ltimo del momento; desde mquinas interactivas, pasando por mundos
virtuales, realidad artificial, e incluso un apartado para viejas glorias como deportes fsicos o
mquinas analgicas. Por lo visto, Yeima era aficionada a todo eso. La verdad, me sent un poco
ridculo con mi corbata de plstico reciclado y mis zapatos de piel de polmeros monoclonales".
Pero no puedo quejarme, lo pas mejor de lo que en principio yo hubiera imaginado. Primero
hicimos un recorrido por el mundo submarino, despus atravesamos en blidos espaciales el
Cinturn de Asteroides, y por ltimo participamos en uno de esos juegos Virtuales de Rol.
La experiencia fue apasionante. Nos sumergimos en uno de los mundos virtuales llamado
Ectaryon; en donde sus millares de participante de todo el Sistema Solar podan ir creando
parte de ese universo a medida que iban jugando; eso s, si se consegua una Mquina Origen
y nadie te la arrebataba, cosa muy complicada, segn me coment Yeima despus. Era un
mundo gigantesco y misterioso, lleno de pasadizos secretos y de niveles tridimensionales.
Bueno, en realidad no entend bien de qu se trataba, era algo as como ir buscando pistas y

elementos que poco a poco te iban llevando hasta el centro de Ectaryon, y, una vez all, escapar
por el Ojo de Huracn, hasta tu mundo origen... Bueno, o algo parecido. El caso es que
Yeima, que en el juego se haca llamar Cyberac, me hizo memorizar un mensaje que era este:
el felican ha atrapado a la rata, pero sus roedores han escapado a otro nido, donde el queso es
abundante.. Junto a la tercera estacin el agua sabe mejor y el viento no sopla tan fuerte.
Primero corre el agua y despus viene la tormenta. Qu estupidez! pens, pero ella me
asegur que era una de las claves del juego que deba utilizar cuando me encontrara con el
Hombre rbol. Yo, por supuesto, le segu la corriente y me integr con prontitud a todo aquel
embriagante mundo de colores y sensaciones. No s cmo, pero ella se las ingeni para
desaparecer en uno de esos pasadizos tridimensionales que la llevaran a algn lugar de
Ectaryon, a cientos de kilmetros de m. As que me v solo ante el peligro. Tal como ella me
dijo, me sumerg en una de las burbujas mgicas y cuando esta se rompi, aparec en un lugar
prpura y siniestro, lleno de extraos tallos que nacan del suelo con formas tortuosas y que
parecan tentculos nudosos y entrelazados de alguna gigantesca criatura diablica.
Despus de vagar un rato por all, una especie de enorme hombre de madera cuyos cabellos
parecan ser trozos de vegetales podridos y alargados y que estaba cubierto por una tnica
andrajosa, se acerc a m sin yo advertirlo y, dicho sea de paso, me dio un susto de muerte. Yo
me limit a decirle lo que ella me haba hecho memorizar y l me contest con una lgubre voz
que retumbaba como un eco lejano:El felicanino est cansado. Sin que el sol resplandezca, no
pueden disiparse las nubes. El da se acerca, la muerte viene de visita, y el cielo sabe la verdad.
Pronto se reunirn los roedores y tendrn que robar el queso antes de que este se pudra. Por
supuesto, segua sin entender nada, pero tambin lo memoric, como ella me haba enfatizado.
No dur mucho en el juego. Un poco despus me introduje en tierras pantanosas y me ahogu
en una de sus cinagas.
Despus de la interesante experiencia, me sent un poco mareado, fatigado. Pareca como si
me hubiese montado en una de esas mquinas locas que no paran de dar vueltas y ms
vueltas. Segn me dijo Yeima, era la falta de costumbre, el primer sntoma de la adaptacin a
los mundos virtuales. Pareca muy interesada en lo que el Hombre rbol ese me haba
contestado, as que se lo repet palabra por palabra. Ella se sorprendi extraamente.
-Qu significa?- Le pregunt ante su disimulado gesto de contrariedad.
-No... nada. Significa que tendr que volver un par de fases atrs...-No pareca muy
convencida de lo que deca.- Pensars que estoy loca o algo as no?
-No, por qu? Es una forma de evadirse como otra cualquiera. Hay mucha gente que la
utiliza.
-No disimules... S lo que ests pensando y tengo que decirte que... es cierto...- Yeima sonri
con mucha efusividad, en un alarde de sinceridad. Lo primero que pens era que haba tomado
algo. Muchos cibernautas suelen tomar algo antes de empezar la inmersin, para
sensibilizarse o algo as. Creo que adivin lo que yo estaba pensando y me mir con sus ojos
etreos y luminosos. Despus ambos sonremos hacindonos cmplices del mismo sentimiento.
Despus de eso, volvimos en mi vehculo, aunque an quedaban muchas sorpresas. Una de
ellas fue cuando Yeima sac de su pequeo bolso negro una caja blanca con una tableta con
varias pastillas redondas, pequeas y celestes, y me las ense como quien ofrece algo
prohibido pero muy deseable. Era un poco de Aurora, una especie de desinhibidor qumico. Vamos hombre, no me digas que nunca te has tomado uno...!- Supongo que mi gesto de
contrariedad me delat- Totalmente ilegal, por supuesto.- Agreg antes de que lo hiciera yo.
-Bueno- me mostr dubitativo- no suelo tomarlas, no te voy a engaar.
-Venga, Derrick, son totalmente inocuas. No creo que vayan a afectar demasiado tu armona
interna.- Intent hacer un mal chiste al cual respond con una tenue sonrisa, pero me dej
cautivar por esos ojos tan exageradamente brillantes y transparentes.- "El departamento de
diversin" lo recomienda para regular algunos compuestos qumicos del cerebro y todo eso...
Vamos!
Su invitacin era seductora, muy apetecible.
Cuando me di cuenta, ya haba alargado la mano de forma que tena la tableta casi en la
punta de mi boca. La introduje en mi paladar y la relam con incredulidad. Me di cuenta que
apenas tena un gusto definido, al contrario de lo que yo pensaba.
-Qu pasa? No te gusta?
-No, no es eso... Pens que iba a estar un poco dulce o algo as.

-Vamos Derrick, no es una golosina. Absrbelo lentamente, degstalo...Te sentirs bien, nada
ms... Sers capaz de hacer cosas que de otra forma no te atreveras... te lo digo yo. No ser
nada malo, nada de alucinaciones raras ni malos rollos...
Por un instante, ambos nos miramos con una intensidad inusual en dos personas que hasta el
momento se haban ignorado por completo la una a la otra. De pronto sent que me ahogaba el
deseo y que sus ojos me estaban seduciendo en silencio. Ella lo adivin.
-Por qu no te acercas un poco ms?- Pero antes de que yo pudiera hacer o decir nada, ya
me estaba besando con sus labios embelesadoramente ardientes. Despus de eso, hice que las
lunetas del vehculo se oscurecieran, y dej que el Navegador nos llevara a mi casa, mientras
que Yeima y yo dbamos rienda suelta a nuestra desenfrenada pasin. Del silln del coche
fuimos al sof del saln. Fueron un par de horas intensas, muy intensas.
-Oye, creo que deberamos haber ido a tu casa...- le coment una vez que comenz a
darnos el "bajn".- Esto es una autntica porquera... Tu casa s que es bonita... Tiene un toque
enigmtico, personal... me gusta.
-A m tambin me gusta esto...- A ambos nos duraba el efecto de la Aurora, aunque ya haca
mella en nosotros el cansancio.- Es muy funcional, abstracto, dira yo... S seor. Oye, son las
cuatro y algo...
-An queda un par de horas para que amanezca.- le dije yo visiblemente agotado.
-No te quedes dormido... An no he terminado contigo!- Ella se ech a rer en una explosin
de dinamismo. Yo, por mi parte, me senta bien, aunque era cierto que comenzaba a notar el
agotamiento, pero no entenda como ella poda estar en ese "perpetuo" estado de euforia,
lucidez y de excitacin a la vez.
-Eres insaciable! Lo sabas?
-A que no adivinas el secreto?- Intent concentrarme pero a esas alturas no acertaba a
hacerlo.- Es por...- ech un vistazo a la habitacin hasta que encontr su bolso encima de una
de las sillas. Se dirigi a l y cogi una bolsita, esta vez eran pastillas pequeitas y oscuras. En
mi sano juicio nunca hubiera tomada nada de eso; pero en el estado de embriaguez fsica y
mental que me encontraba, no pude negarme.
-No te preocupes... confa en m.- Coment con voz artera.- Es alucinante, y tampoco te har
dao alguno. Con la otra no te lo has pasado tan mal no? Es nueva. S lo que digo. Aunque
tendrs que traer agua o algo de beber, porque esta no se chupa, esta se traga, a la vieja
usanza....
-Si todava me queda agua en la reserva... Suck!- Llam a mi domo-robot y este se conect
obedientemente. Despus le ped dos vasos de agua, y le volv a ordenar que se colocara al
final del pasillo y que se desconectara nuevamente. Como si fuera un mueble, se coloc en un
rincn de la habitacin y se apag por completo, quedando casi ms como una pieza decorativa
que como una eficiente mquina domstica.
-Qu notas?- Yeima pareca excitada ante el logro que supona haberme atiborrado de
estupefacientes.- Vamos, qu notas?
-No s, espera un momento... Un extenso arcoris de colores, abrindose dentro de m cerebro
y transportndome a un lugar lejano!- Dije jocosamente. An era demasiado pronto para
experimentar nada, as que intent jugar un poco ms con ella- De pronto me transformo en
aire y puedo flotar y flotar, como si... como si... - No s lo que me pas, pero de repente no
pude continuar. Fue como si algo frenara mi lengua, como si alguna parte de mi conciencia me
recriminara por lo que estaba diciendo. Sent entonces un estado de placidez y sosiego casi
total.
-Ya te est haciendo efecto.- Yeima pareca esperar esa reaccin.- Ves, ahora te sientes bien,
tienes una especie de calma en el cuerpo que no sabes explicar. Es como si la realidad se
deformara, pero muy poco a poco... poco a poco... Ahora no puedes mentirme. Saba que te
estabas burlando de m, pero a este compuesto tambin suelen llamarla la pastilla de la
verdad... As que jugaremos a un juego... qu te parece?
-Me da un poco de miedo.- Era cierto, haba algo en mi interior que me impeda mentir,
incluso ocultar algo. Estaba consciente, pero supongo que era inevitable. Aunque intentara no
ser sincero del todo; era como si dentro de m hubiera otra persona e intentara luchar con ella
para imponer mi voluntad, pero sin conseguirlo. Y ese estado de serenidad, era cautivador.
-Qu piensas de mi?- Ella sonri excitada.

-Creo que ests muy buena y que eres un autntico volcn, y me ests haciendo pasar la
mejor noche de toda mi vida... Pero me gustara conocer ms aspectos sobre ti.
Yeima rio como si le hubieran contado lo ms gracioso del mundo. Creo que esperaba una
respuesta como esa. Imagino que no era el primero en decirle algo as. Ni siquiera me sent
incmodo o ridculo, me encontraba demasiado a gusto como para caer en ese tipo de
concesiones.
-Dime, Derrick, qu es lo que ms te gustara hacer en este mundo?
-No s... A veces he tenido ganas de formar una familia, tener hijos y todo eso...
Yeima rio ahora pero de forma distinta; era una risa socarrona, desvergonzada, como quin
escucha algo muy ridculo.
-Qu retrogrado eres...! Nunca me lo hubiera imaginado.
-Aunque a veces tambin he tenido ganas de dejarlo todo y escaparme en una nave a Marte
o alguna de las colonias exteriores... Que el mundo fuera diferente de lo que es. E incluso a
veces, lo que ms he deseado es darle una patada en el culo a Malmoe.
Ambos sonremos como posesos. Todo lo que decamos nos pareca cmico, o cuanto menos
jocoso.
-Y dime... ahora te toca a ti.- Qu es lo que ms te gustara a t?- Fue un cambio de
estrategia tan repentino que yo mismo me sent sorprendido.
Yeima tambin pareci sorprenderse al recibir la pregunta. Y lo ms curioso era que pareca
dispuesta a responderla con total sinceridad, a pesar de no haber tomado esa maldita droga.
-Lo que ms me gustara es... eliminar esas malditas torres de regeneracin y hacer
desaparecer del mapa al I.C.A.P. y a todos sus malditos chupa-sangres...
-Pero... pero Yeima... qu ests diciendo?- Intent alarmarme pero no pude conseguirlo. Lo
nico que hice fue rerme como si de un chiste malo se tratara. Ella, por su parte, volvi a hacer
gala de su estrambtica carcajada.- Entonces moriramos asfixiados en nuestra propia mierda...
-Eso es lo que t crees... Todos lo creen. No es gracioso...?- Volvi a rer como una loca,
mientras intentaba continuar con su comentario, pero la risa se lo impeda. Al parecer, estaba
ansiosa por hablar.- Esas torres no son ms que el precio del poder... El precio del poder...
-A qu te refieres?- Pregunt pero sin estar consciente de lo que estaba haciendo, aunque
saba lo que aquello significaba. En otras circunstancias, seguramente me hubiera escandalizado
o me hubiera ido corriendo o algo as, pero nada me pareca importante, ni siquiera eso.
-Pues que la Sede Mundial de la I.C.A.P. est ocultando informacin. Esas torres estn
colocadas por todo el mundo. Ello tiene un alto coste que deben soportar los gobiernos y, sobre
todo, los contribuyentes como t y como yo. Pero es que, adems de eso, les estamos
eternamente agradecidos...- enfatiz esa palabra intentando darle conviccin a aquella
absurda pero espeluznante idea.- Lo entiendes ahora?
-Creo que no...- ahora ramos ambos los que reamos de un modo un tanto grotesco.
-Qu torpe eres!. Nos tienen bien cogidos, to... no te das cuenta? En el nivel D existe un
prototipo de escaso coste que imita el proceso qumico de la fotosntesis... Aparatos que se
instalaran en las casas particulares o en lugares pblicos y que regeneraran la atmsfera...
Una reconversin completa. Te imaginas? Sera el final del monopolio... Seramos libres... Te
das cuenta de lo que eso significara?
-Creo que no...- Coment en voz baja. Comenzaba a tener mucho sueo.- Eso es muy fuerte...
Te imaginas que fuera verdad?
-Maldita sea, Derrick, es verdad...! Por eso yo estoy luchando por liberar a la raza humana de
estos malditos corruptos... librarlos de la esclavitud ms socavada y sutil que pueda existir...
-Ahora ests hablando como uno de esos locos de Aire Puro.- Le cort con firmeza.
-Se nota mucho?- Yeima volvi a rer.
-T... t... eres... de... de...- balbuce sin dejar de rer.
-S, s, s...- Su voz ahora sonaba como un eco profundo y lejano en mi embotada cabeza.
Haban sido muchas sensaciones en una sola noche.- Formo parte del grupo... parte pasiva,
pero parte, al fin de al cabo..
-Esto si que es gracioso!- coment en tono jocoso.- Sobre todo porque trabajas en la misma
Central.
-Claro, all puedo encontrar mucha informacin. Aunque tengo que andarme con mucho
cuidado, creo que me estn vigilando. Ellos saben como hacerlo sin que te des cuenta.
-Si? Entonces podran haber escuchado nuestra conversacin.

-S, claro, y podran matarnos en menos de cinco minutos...- Ambos nos miramos por un
instante con una sensacin de confusin dentro de nuestras inefables mentes, pero lo nico que
supimos hacer fue volver a rer de nuevo.- No, ellos son ms sofisticados que todo eso...
Adems, siempre llevo un par de nano-rastreadores encima... Creo que tienen controlada mi
entrada a la red. Es la mejor forma de espiar a una persona... no crees?
-Claro! Ya entiendo... Por eso todo el rollo del Hombre rbol y el mensaje secreto... Era un
mensaje en clave no? Me utilizaste para ponerte en contacto con tus amigos y para recibir las
rdenes pertinentes. Me equivoco?
-Veo que te ests espabilando, amigo.
-Por eso accediste a salir conmigo esta noche. Me utilizaste como tapadera... Ca en tu
trampa como un tonto. Conseguiste inmiscuirme en tus turbios asuntos sin darme ni cuenta,
no?
-Casi, casi... La verdad es que cuando te escuch comentarle a la sinttica eso sobre el grupo
pens que quizs eras quin yo necesitaba para que me sacara del apuro. Pero la verdad es
que lo he pasado estupendamente contigo. He disfrutado mucho...- Coment utilizando un tono
seductor y sagaz.- No temas, no creo que eso te haya expuesto a nada. Aunque esto s... si no
te matan los del grupo te matarn ellos... a que es gracioso?
-No, no lo es...- Coment dejndome llevar por su persuasiva risa.
-La culpa es tuya!- Afirm ella con rotundidad.- No pensaba inmiscuirte en esto ms de lo
necesario, pero me has preguntado...
-S, eso, ahora chame la culpa... Si no fuera porque me has hecho tomar la mierda esa, te
matara yo mismo. Adems, quin te dice que no soy un agente secreto que trato de infiltrarme
en tu organizacin o algo as.- Otra vez me re de forma estpida y compulsiva. Pero a ella eso
no le hizo gracia. Se qued seria y tens el rostro como pensando que eso podra ser cierto.
Pero al comprobar que yo me tronchaba de risa, relaj el gesto.
-Todo est en los archivos... T, a veces, andas con los archivos no? A veces tienes que
hacer visitas virtuales a otras instalaciones para subsanar averas o ajustar los niveles. Pues un
da date la vuelta por los profundos patios de la I.C.A.P. y del nivel D. Te vas a llevar una
sorpresa...- Yeima carraspe un poco y luego volvi a mirarme con sus fascinantes ojos. Saba
lo que quera y pareca estar muy segura de s misma.- Anda, por qu no dejamos de hablar
de esto y probamos tu cama? Este sof es un poco pequeo... No te parece?
-Claro...- Y ambos volvimos a navegar entre desenfrenadas caricias en un universo abstracto
y espumoso que pareca el lugar perfecto para olvidarse de todo, incluso de lo ms terrorfico,
aunque solo fuera por un instante.
Cuando despert, al da siguiente, me sent totalmente confuso, desorientado. Intent buscar
a Yeima al otro lado de mi cama, pero ella ya no estaba. Supongo que era de esperar.
Seguramente se habra despertado antes que yo y se haba largado sin hacer ruido. Me cost
un buen rato de concentracin el recordar algunas de las cosas que esa noche haban pasado;
no estaba demasiado acostumbrado a tomar mierda de esa.
Me levant de la cama y me qued por un buen rato intentndolo, y, cuando lo hice, no me
gust en absoluto lo que record, o, al menos, algunas de esas cosas. Dese entonces
olvidarlas pero, cmo poda olvidar que todo eso de que las torres de regeneracin se haba
convertido en una especie de negocio mafioso que chantajeaba al resto de la humanidad?
Cmo olvidar lo de los nuevos prototipos? Cmo olvidar que, si eso era cierto, poda correr
un peligro real? An as, me negu a pensar en ello. Es fruto de toda la mierda que me tome",
me deca, o " estoy delirando, todava, pero, en el fondo, saba que solo eran excusas para
intentar aliviar el shock que aquello haba producido en m; una forma tan estpida como
cualquier otra para hacerme creer a m mismo que todo eso eran estupideces y que eso no iba
conmigo. Pero, entonces qu?... Con esa idea martilleando mi mente, le ped a Suck que me
prepara mi bao especial de gas lquido y algo de comer. El pobre Suck volvi a conectarse una
vez que escuch mi imperiosa voz requirindole con exigencia. Una vez que me ase y que
com algo, decid que lo mejor era ponerme de nuevo en contacto con ella, y hablar del asunto
con total seriedad. Estaba seguro de que mi vida, (y la suya), podan correr un serio peligro.
Aquello, si resultaba ser tan cierto como yo imaginaba, nos colocaba en un lugar muy
comprometido. Y si ella tan solo haba intentado asustarme, divertirse a mi costa, o tan solo
se trataba de una reaccin paranoica que le haba llevado a inventarse toda esa historia? Caba
la posibilidad, despus de todo, se le vea familiarizada con los estupefacientes y adems, el

hecho de haber mezclado distintos compuestos pudo haberle afectado negativamente. Fuese
como fuese, tena que hablar con ella y aclararlo, tanto para bien como para mal.
Pero no estaba en la casa, o, al menos, no coga la llamada. Era extrao, a no ser que an
estuviera durmiendo, o que estuviera ocupada y que le hubiera dado a su ordenador la premisa
de que no le pasara ninguna llamada. Bueno, en tal caso, esperara un par de horas y ms
tarde la llamara.
Por un instante estuve tentado de contactar con la polica y contarles todo. Saba que haba
una direccin abierta para todo aquel que quisiera aportar datos sobre el grupo ecologistaterrorista Aire Puro, sin que ello supusiera ningn compromiso, (al menos tericamente), pero
algo me deca que no deba hacerlo. Presenta que no deba inmiscuirme en este turbio asunto,
que deba andarme con mucha discrecin. Pero por otra parte, si no lo haca, podra
convertirme en cmplice de algo que afectaba a toda la humanidad... Por un lado, si aquello era
cierto y yo no haca nada, sera tan culpable como todos ellos, y aquello era una carga
demasiado pesada como para llevarla sobre mis espaldas el resto de mi vida. Pero si era al
contrario, si todo eso de la regeneracin de la atmsfera y de los prototipos de escaso coste era
falso y ella formaba parte de ese grupo terrorista, y no la delataba, tambin sera culpable de
un grave crimen contra la humanidad...
Despus de intentar localizarla varias veces durante toda la tarde, decid salir a dar una vuelta
por ah, a ver si la encontraba en uno de esos recreativos; sera demasiada casualidad, pero no
saba qu otra cosa poda hacer. Pero no hubo resultado. Ni en Fobos, ni Lands Machines ni
en Cyberyal-World, ni en ninguno de los otros grandes complejos recreativos... Aunque haba
ms de mil pequeos esparcidos por toda la ciudad, pero era imposible buscarla en todos ellos.
As que lo intent penetrando de nuevo en el virtual mundo de Ectaryon; Quizs tuviera
suerte de encontrarla por all, o al Hombre rbol... (ahora saba que ese era un personaje
creado como tapadera para coordinar diferentes operaciones a nivel nacional e incluso
mundial). Pero aquello era ms complicado an que intentar encontrarla en todos los
recreativos de la ciudad, as que despus de un par de horas, y despus de haber muerto un
par de veces, tuve que desistir, ante mi frustracin. Volv entonces a llamar a su casa, pero
continuaba el mismo mensaje... perdona, ahora no puedo atenderte, djame tu mensaje, De
cuerdo? Que lo pases bien... Su tridimensional cara volvi a sonrer y a repetir el mensaje
varias veces, mientras que yo me senta como un animal acorralado. Tal vez ellos usaban un
mtodo diferente cada vez que tenan que pasarse algn tipo de informacin, como por ejemplo
utilizar diferentes mundos virtuales o utilizar diferentes personajes o algo as...
Pronto se hizo de noche. Tuve el impulso de ir a su casa, y no dej que este se esfumara sin
realizarlo. Sal de la va area B-55, y me incorpor a la va de acceso de su distrito. Despus
de dejar el coche en los aparcamientos superiores de su edificio, baj en el ascensor, hasta
llegar a su puerta. Puls el intercomunicador y esper por un instante, pero no hubo respuesta
en la pequea pantalla. Volv a accionar el intercomunicador de nuevo, pero sin resultado. Me
pareci bastante extrao que, si ella no estaba, no me hubiera contestado su ordenador casero,
o, en su defecto, su domo-robot. Pero de pronto, la puerta se licu, as que..."
-Tiempo muerto! Tiempo muerto!- Jimmy necesitaba otra de sus pertinentes aclaracionesHe odo lo que creo que he odo?
-S... No es algo tan... tan... fantstico. Se trata de variar la estructura subatmica de las
partculas, licuar la materia... Es como detener el proceso entre la materia y la energa...
-Claro, claro... Qu tonto soy...!- Coment Jimmy con sarcasmo.
-Como te iba diciendo...

... entr en su casa, y aquello empez a darme malas vibraciones . Todo estaba muy oscuro,
al menos en la entrada, aunque penetrando por el pasillo de entrada, la luz de un gran poster
tridimensional iluminaba parte del extenso saln con preciosos tonos azulados.
-Yeima... Oye Yeima...! Ests ah?- D un par de pasos al interior y ella continu sin
responder. Entonces supe que aquello no poda significar nada bueno. Tuve la intuicin de salir
de all, de alejarme lo mximo posible de la casa, pero no poda marcharme sin saber si a ella le
haba ocurrido algo. Tal vez, solo se tratase de una falsa alarma. Quizs ella haba salido y su
ordenador reconoci mi voz y por eso me haba permitido entrar. No lo saba, y por eso tena
que averiguarlo.
De repente, una masa poderosa cay sobre m y me lanz como a un mueco al suelo. Antes
de que pudiera darme cuenta, me vi aprisionado por un musculoso tipo, que me apretaba
contra el sof o lo que fuera, y me colocaba el can de un arma sobre mi cuello.

-Alto amigo, Adnde cree que va?- Una voz grotesca son justo encima de mi oreja -Se trata
de J. B. Derrick, trabajador de tercer nivel de la Sede Central de la I.C.A.P., aqu en Deckver
Center...- Est limpio.- El tipo ley mi historial cromosmico por medio de su interfaz interno y
me solt.
Me di la vuelta y enseguida comprob que se trataba de dos guardianes. Uno de ellos
permaneca semi oculto en la oscuridad, como no dejndose ver.
-Qu hace aqu, Derrick?- Este ltimo emple un tono de voz ms sutil. Pareca ms sigiloso
que el que me tena agarrado. No tard en darme cuenta que ese no era un simple guardian
metropolitano. Entonces supe que algo gordo se estaba cociendo.
-Bueno... soy amigo de Yeima... Solo estaba buscndola... Le ha ocurrido algo? Ha pasado
algo?
-Por qu haba de ocurrirle algo?.- El guardin de nuevo alz su spera voz contra m.
Seguramente su gentica depredadora le condicionaba para que fuera tan tosco."

-Un momento...!- Inquiri Jimmy con extremada curiosidad- Qu quieres decir con eso de
su gentica depredadora...?
-Bueno... Sabes lo que es la combinacin gentica? Y la aleacin transgnica? En el futuro,
muchas, casi la gran mayora de las especies actuales han desaparecido, a no ser en los
grandes criaderos protegidos, pero han surgido nuevas especies, gracias a la combinacin
gentica de estas. El ser humano no escapa a esa regla, creme. Un 75% de la poblacin
mundial es transgnica... por supuesto, los guardianes no podan ser menos. Aunque nadie
sabe con certeza su aleacin gentica, pero se dice que los guardianes pueden tener genes de
antiguas especies de depredadores mamferos, de roedores en incluso de algn tipo de
insecto...
-T? T eres transgnico?
-Bueno, yo nac de forma biolgica. Quiero decir de una madre, como t, imagino. A los
biolgicos no suelen combinarnos con otro tipo de genes, excepto por deseo expreso de los
padres. Aunque s estoy manipulado genticamente, para potenciar las facultades, evitar
enfermedades y esas cosas...
Jimmy asinti con la cabeza intentando imaginar ese tipo de mundo, pero no pudo, era algo
tan fantstico y a la vez tan aterrador que no consegua hacerlo.
-Sigue, sigue...- Pidi con ansiedad.

... como te iba diciendo, yo le contest: bueno, si no fuera as, imagino que ustedes no
estaran aqu, no?
-Claro.- Contest el tipo, que por primera vez dej de darme la espalda, mientras el otro
continuaba casi oculto.
Comparando a ambos tipos se adivinaba que no eran del mismo Departamento. Si bien el
primero era ms alto y corpulento, el segundo pareca ms fibroso, gil, casi felino. Sus ojos
brillaban en la oscuridad como los ojos de un felicanino, y su fiereza era ms solapada que la
del guardin, que se mostraba ms tosco y directo que este ltimo, y pareca estar
acostumbrado a actuar con ms sigilo y sobriedad.
-Creo que es usted una persona inteligente, seor Derrick. Su amiga ha aparecido muerta en
el bao. Una sobredosis de uno de esos alcaloides ilegales...- El tipo paus unos instantes para
contemplar mi reaccin, que no pudo ser otra que de contrariedad y confusin.
-iNo puede ser ! Me est diciendo que se suicid? Qu se tom una caja de pastillas? Yo la
conoca un poco, y, crame, eso no encaja...
-Quizs lo hizo a propsito o... quizs sin quererlo... Todos sabemos lo peligrosas que pueden
llegar a ser todas esas sustancias clandestinas. Y, dgame, qu clase de relacin tenan
ustedes? Eran solo amigos?
-Bueno, se puede decir que ramos algo ms que amigos pero que no haba nada serio...
Pasamos una noche juntos, nada ms. No s si me entiende.- No quise mentirle, aunque eso
significara inmiscuirme un poco ms, si cabe, en aquel turbio asunto; lo hubiera averiguado
tarde o temprano, y eso no me convena en aquella delicada situacin.
-S, lo supongo. Y, sabe usted si su amiga estaba metida en algn tema extrao...?
-Extrao? A qu se refiere?
-No s... dgamelo usted. Tal vez podamos descubrir qu la llev a esto, no cree?- Su voz era
engaosa y su astucia era taimada. Tena que andarme con pies de plomo.

-Bueno, ella era muy reservada conmigo... Si estaba metida en algo, o tena problemas con la
Comunidad, nunca me lo mencion.- Intent que mi voz no temblara.- Llevbamos poco tiempo
saliendo. Ella tambin tena otros amigos...
-Imagino que s... Y, dgame, saba usted que ella acostumbraba a tomar ese tipo de
sustancias?
-Pues s, en realidad s... bueno, que lo haca muy de vez en cuando... pero yo pens que...
-Sabe quin se las proporcionaba?
-No, nunca me habl de ello. Yo no las tomaba, excepto...- esta vez no pude evitar que mi
voz se quebrara con sutileza,- la noche anterior.
-Ya veo...- musit con suficiencia.- Si saba que las tomaba, por qu no lo denunci a la
Comunidad? Sabe que eso se considera una falta?
-S... s claro...- comenc a ponerme nervioso.- Pero, ya le digo, no pens que fuera algo
tan...
-Serio?- el tipo sonri entre dientes.
-Pero vuelvo a repetirle que me parece imposible que se halla suicidado o que, por error,
hubiera mezclado sustancias incompatibles o se hubiera tomado una cantidad elevada de esa
mierda...
El tipo no dijo nada. Se limit a dar un par de pasos hacia m y a mirarme con esos ojos
celestes y muy profundos, colmados de una hostilidad que, de momento, disimulaba.
-Eso ya lo veremos... Ser mejor que se vaya. Yo que usted no comentara nada con nadie.
Ah! Y otra cosa, le tendremos controlados, por si necesitamos su colaboracin de nuevo... Eso son a amenaza.
Sal de all a toda prisa, sintiendo por primera vez en mi vida un miedo tan atroz, y
presintiendo que aquello no iba a acabar muy bien. Adems, a pesar de todo, me senta
apenado por Yeima, pareca una chica tan llena de vitalidad; consuma la vida como una soplo
de aire puro... pero tal vez sus peligrosos juegos le haban "jugado", una mala pasada. Y ese
mismo final era el que me tema para m mismo.
Sal de all con el extrao presentimiento de que haba algo en todo eso que no encajaba.
Una vez dentro de mi vehculo, puse rumbo a mi casa, pero tuve que dejar que el Ordenador de
Navegacin me llevara, porque un extrao pero intenso dolor de cabeza me castigo con
severidad. Despus de eso fueron calambres y mareos. Sal del coche casi sin fuerzas para
nada. Este se aparc en su lugar de estacionamiento y yo baj por el ascensor interior. Una vez
en casa, me tumb en el sof. Despus de eso, sufr una especie de desorientacin que me
dej aterrorizado y asustado. As estuve por un largo rato, hasta que esa desconcertante
sensacin fue menguando muy poco a poco. Entonces me dorm profundamente.
Cuando abr los ojos tuve que concentrarme un poco para recordar quin era y dnde me
encontraba. Estaba muy confuso y muy asustado. Nunca me haba pasado nada parecido, y no
saba si todo eso tena algo que ver con Yeima y lo de las drogas ilegales o con qu
exactamente. El asunto de las torres...- pens entonces.- Desde que Yeima me cont todo
eso de las torres, supe que aquello no iba a hacer otra cosa que acarrearme problemas. Fue
una estupidez. Pero cmo evitarlo ahora? Cmo salirme del macabro juego? Algo dentro de
m me deca que deba hacer algo, pero qu? Poda intentar mantenerme al margen de todo,
aunque saba muy bien que aquello no iba a ser tan fcil. Si los tipos de la I.C.A.P, o quienes
fueran los que estaban detrs de todo eso, descubran que yo saba algo... aunque solo lo
sospecharan... mejor sera meterme en un transbordador espacial y perderme en Marte, o en
alguna de las bases de Jpiter, de lo contrario, no creo que tuvieran mucha compasin de m.
Y eso fue lo que decid hacer. Largarme de all. Por muy crudo que fuese. Era cuestin de
supervivencia. O ellos o yo. O deba decir o la humanidad o yo? Suspir profusamente
cuando comprob la tremenda lucha que coexista dentro de m. Pero yo nunca haba sido uno
de esos tipos idealistas y valientes. No, ese no era mi estilo. As que no tena tiempo para
actitudes solidarias y heroicas ni para reflexiones profundas. Deba largarme de all lo ms
pronto posible. Era lo ms sensato y lo ms seguro.
Con un poco de esfuerzo quise levantarme del sof, cuando de repente, una especie de
sombra fugaz apareci y desapareci de delante mis ojos. Busqu con insistencia a mi
alrededor pero no haba nada. Todo permaneca semioscuro y silencioso. Pero una especie de
suave siseo me alert. No saba qu era. Saba que haba algo cerca de m pero no lo vea, tan
solo lo intua. De pronto, algo punzante me penetr por el brazo, y sent un dolor agudo y
molesto. Lanc un leve alarido mientras me miraba el lugar de la incisin. Haba un pequeo

rastreador levitando por encima de m, con una fina aguja hipodrmica que me haba inyectado
algo.
-Qu es esto, maldita sea?- dije sin comprender nada.
Hice ademn de golpearlo, pero cuando quise rodearlo con mi mano, sent una leve descarga
que me dej algunos de los dedos paralizados por el momento. Un instante despus, el
rastreador hizo una limpieza de la pequesima herida.
-To, debas tener a la mitad del Departamento de Inteligencia de la I.C.A.P. detrs tuya...Una voz son de algn lugar de la habitacin detrs de m y los tipos dejaron de utilizar sus
camuflajes invisibles.
Aparecieron de lugares insospechados de la casa y se acercaron a m provocando la ms
absoluta sorpresa y un temor justificado e intenso.
Intent levantarme de un salto y huir, pero uno de los tipos, con extraordinaria agilidad, salt
sobre m y me dio tir sobre el sof.
Despus, el tipo que haba hablado, dio un paso al frente y me puso su formidable rifle en mi
barbilla.
-As que t eres el famoso Derrick...
-Quines sois? Qu queris?
-Tranquilo amigo, no hemos venido a matarme, si no todo lo contrario.- El tipo mir a sus dos
compaeros y ambos cruzaron una entrecortada sonrisa. Parecan decepcionados por algo.Puedes respirar con tranquilidad. Necesitas algo? Quieres un poco de oxgeno puro?- Todos
rieron como si todo aquello fuera muy gracioso.- No somos de la I.C.A.P. Puedes estar contento
por ello.
Realmente no tenan pinta de serlo. Mucho menos de ser agentes del Gobierno, o guardianes
metropolitanos, ni asesinos a sueldo de la I.C.A.P. ... Me refiero a que no se parecan en nada a
los tipos que me sorprendieron en casa de Yeima. Estos parecan sencillamente chiflados, algn
tipo de agrupacin de jvenes naturalistas o simplemente algn grupo de msica Intrax. Pero
eso no me tranquilizaba en absoluto. Comenc entonces a comprenderlo todo. Deban ser
amigos de Yeima. Tal vez algn comando activista del grupo Aire Puro, o quizs simplemente
parte de un grupo de apoyo o algo de eso. Pero, si era as, qu diablos queran de m?
-Ya s quines sois...
-Ssss!- el tipo que comandaba el grupo hizo un inequvoco gesto de silencio y yo me call,
obedientemente, ante su apremio.- Arriba, arriba...
-Qu?
-Vamos! Vamos! No tenemos todo el da.
Entonces me di cuenta de que haba perdido por completo mi voluntad. Qu maldita droga
me haban inyectado? Me levant sin oponer resistencia y les acompa como si fuera la cosa
ms natural del mundo.
En ese momento, comenc a sentir de nuevo ese extrao y profuso dolor de cabeza. Era un
dolor agudo, penetrante, casi lacerante. Todo comenz a dar vueltas a mi alrededor, tanto as
que pens que iba a desvanecerme de un momento a otro. Pero no ocurri. Todo mengu de
repente y sent un ligero y sorprendente alivio.
-Vamos! No tenemos mucho tiempo.- Los tres tipos se miraron con aparente complicidad.
Despus de eso, uno de ellos puso en funcionamiento una imagen hologrfica ma y conect
la pantalla tridimensional. Salimos de all con la discrecin de unos ladrones, mientras mi otro
yo se quedaba en mi cmodo sof, disfrutando de una apasionante jornada de Virtual
Gladiators.
-Adnde me llevan?- Una vez en el vehculo, todos se mostraron muy circunspectos y
preocupados.- Maldita sea! Al menos podran decirme algo.- Pero en vez de eso, el tipo sac
una especie de spray del bolsillo de su chaqueta negra y me roci la cara.
-Agg! Qu es esto?
-Vamos! Tranquilo amigo. Vamos a llevarte a un sitio muy... especial. Ser mejor que no lo
conozcas, por tu propio bien... de acuerdo? Solo es un inhibidor... no te producir lesiones ni te
doler. Un rato y habrn pasado los efectos...
Estaba furioso y desconcertado. Pero no era capaz de demostrarlo. Ni siquiera saba si lo
senta o no. Comenc entonces a encontrarme en un estado de extraa placidez.
-Podras informarme al menos de adnde me llevis y de qu queris de m?- Tuve que
realizar un gran esfuerzo de concentracin para decirlo.

-Est bien, est bien. Qu quieres saber concretamente?- El tipo tambin pareca estar algo
ofuscado.
-Pues...! Todo, todo... desde el principio...
Despus de una breve pausa el tipo continu hablando: ests siendo estrechamente vigilado
por el Servicio de Inteligencia Gubernamental... Por eso hemos tenido que tomar tantas
medidas. No sabes lo que nos ha costado descubrir todos los localizadores que tenas a tus
espaldas... Incluso tenas un micrfono subcutneo implantado en la base del tricep. Creen
que no lo sabemos, pero nosotros lo sabemos todo. Intentan tendernos una trampa. T eres el
cebo... entiendes?
-Me lo sacaron del brazo? Aparte de inyectarme esta maldita droga, claro...
-S... No podemos correr ningn riesgo.
-Pero... pero... por qu me buscan ellos? Y por qu me buscis vosotros? No lo entiendo...
-Dolores de cabeza, mareos, desorientacin... confusin... Reconoces esos sntomas?- Me
qued mudo. No pude decir nada porque eso era precisamente lo que ltimamente me haba
estado ocurriendo. Presenta que exista algn tipo de relacin entre ambas cosas, pero an no
consegua adivinar cul poda ser.- Saturacin de informacin... Sobresaturacin dira yo...

-Te refieres en mi Interfaz Auxiliar?- Pregunt sintiendo como mi voz temblaba al


pronunciar esas palabras. Sent que el efecto del estimulante iba desapareciendo
paulatinamente.
-Exacto.- Apostill l.- Sobresaturacin de tu red auxiliar... Creo que sabes lo que eso
significa.
-Pero cmo? Cmo es posible?
-Yeima. Ella meti en tu interfaz auxiliar una cantidad de datos muy importante y extensa. En

realidad, ms que extensa, yo dira que desarrollada. Se trata de datos sobre la situacin de las
torres, su configuracin, sus ajustes, los cdigos de acceso a la red interna de la I.C.A.P., a los
generadores de fusin, a los paneles de control... Ha muerto gente para conseguir esa
informacin. Pero el problema es que est en DWX... Y creo que tu sistema no est preparado
para soportarlo, no?- Yo asent con la cabeza. No poda creer lo que estaba oyendo.- No saba
que tu no... Al principio cremos que eras un simpatizante de la causa... un colaborador.
-Maldita Yeima!
Aunque no poda ver, debido a que el spray haba inhibido mi vista, pude adivinar que le
haba molestado, incluso ofendido, dira yo, al tipo con el cul hablaba. El tipo respir con
fuerza, tal vez tratando de hacer acopio de todas sus fuerzas para contener su furia contra m.
-Lo siento, amigo. No quise decir eso... pero entindeme, Yeima me meti en esto sin... sin
advertrmelo, sin decirme nada. Esta no es mi guerra, no es mi guerra...
-S es tu guerra! Es la guerra de todos. Cuando no podis hacer nada sin depender de la
I.C.A.P., entonces ser tu guerra... Cuando tus hijos mueran poco a poco sin saber por qu,
entonces ser tu guerra... cuando la I.C.A.P. coarte tu libertad individual bajo amenaza de
retirarte tu porcin de aire enrarecido, entonces ser tu guerra...- Sus palabras brotaban no solo
del fondo de su garganta, adems emanaban del centro de su alma, tal era la fuerza que
denotaba su voz.
-Yeima deba ser alguien muy importante para ti. Era tu novia?
-No... ramos clnicos. Pero eso es lo de menos. Ella posea una informacin vital para la
humanidad. Seguramente se vio obligada a utilizarte. Y su muerte no ser en vano... Ella estuvo
dispuesta a morir por lo que tu llevas en tu ordenador interno, algo por lo que cualquiera de
nosotros tambin estara dispuesto a hacerlo... No te imaginas la importancia de lo que llevas
ah...
-Muy bien, pero, por qu yo? No poda haberlo guardado de otra manera, en ella misma o
en uno de vosotros? En ti... por ejemplo.
-Ella solo intentaba proteger la informacin, y, supongo que la mejor forma era introducirla en
alguien totalmente ajeno a la organizacin. Parece que todava no te das cuenta de lo que
tienes en tu unidad... Es la clave para acabar con ese maldito monopolio que nos est privando
de ser libres! No estamos hablando de volar una torre, una sucursal, o hasta una sede.
Estamos hablando de la posibilidad de provocar una especie de reaccin en cadena que
destruira muchas de las torres, daara en un noventa por ciento aproximadamente el sistema
de fusin de las centrales y que, en definitiva, mandara a la mierda todo el monopolio! No te
das cuenta? Ellos se veran obligados a utilizar sus prototipos de auto-alimentacin de bajo
coste... Yeima saba que la estaban controlando, as que le urga guardar esa informacin en

algn lugar relativamente seguro. No poda ponerse en contacto fsico con ninguno de nosotros
por el riesgo que ello conllevaba, y no poda guardarlo tampoco en la red, ni siquiera quiso
arriesgarse a ponerla en ninguna unidad fsica. Pens que t eras la mejor solucin, o la menos
mala; al menos hasta que nosotros pudiramos extrartela...
-Claro, poniendo mi vida en peligro...
-Y la vida de ella qu, eh? La vida de miles de millones de personas qu?
Por unos momentos, hubo un tenso e incmodo silencio. Hasta cierto punto, poda entender
sus idealistas razones, incluso entenda la ira interna que poda albergar su corazn hacia ese
sistema que tan mal pareca haberle tratado, e incluso la frustracin que supona el haber
perdido a su clnica de forma tan misteriosa y solapada, pero yo an continuaba
preguntndome qu tena que ver aquello conmigo.
-Es una estupidez. Estamos perdiendo el tiempo...- Dijo otro de los tipos con una voz trmula
y apagada.- Creo que lo mejor ser intentar sacarle la informacin y esconderle hasta que todo
esto haya pasado.
-S, es lo mejor.- Coment una tercera voz.
-S, eso, me parece bien... Podis sacarme la informacin. Quedrosla vosotros... Haced lo
que creis mejor... Y a m dejadme en paz. Yo no puedo ayudaros, no puedo, lo siento...
-S...- Volvi a hablar el hermano de Yeima.- Intentaremos sacarte la informacin, pero no te
largars as como as...
-Qu vais a hacer? Maldita sea! Qu vais a hacer? Secuestrarme? Ejecutarme en nombre
de la humanidad? Esos son los ideales de libertad que...
-Cllate, maldita sea!
-... tanto predicis... y a la hora de la verdad...
-Cllate de una vez!- El tipo orden con tanto dinamismo, que no pude hacer otra cosa que
cerrar la boca de ipso-facto.
-Si te vas, nos pondras en peligro a nosotros. No te quepa duda... Ellos tienen muchas
formas de sacar informacin. Y, adems, tambin estara tu vida en peligro. Ellos no tendrn el
mismo miramiento que nosotros, te lo aseguro. Si sales de aqu, tu vida corre peligro, creme.
Tienes que ver la situacin tal y como es. Ests dentro... no puedes hacer nada, te lo aseguro.Coment otro.
-Sea de una forma u otra, ests metido en el juego...- El hermano de Yeima volvi a hablar,
recuperando nuevamente ese temple que la tensin le haba hecho perder momentneamente.An tenemos tiempo de actuar. Vers, la Central de Inteligencia Gubernamental, trabaja con el
Departamento de Seguridad de la I.C.A.P., pero, como ellos son los principales responsables de
la prdida de esa informacin, an no se lo han comunicado a sus importantes socios, as que
quieren arreglar la situacin de la forma ms rpida y discreta posible, y cmo? Pus
encontrndote, extrayndote la informacin, y despus presentndose ante sus fieles
colaboradores, de los cuales perciben grandes cantidades de dinero, y presentando un informe
en el cul expliquen paso a paso el posible punto dbil de la Corporacin a la que
supuestamente le debemos nuestra agradable existencia. Te das cuenta? Ellos ni siquiera
saben completamente el alcance de la informacin. Pero s saben que se trata de algo muy
gordo. Te imaginas lo que ocurrira si esto llegara a la opinin pblica? Por una parte, se
pondra en entredicho su capacidad para la defensa de los intereses de la nacin, y, por otra,
puede ocasionar una reaccin de pnico que podra provocar el caos.
-T mismo lo has dicho... Provocarais un efecto de pnico en la poblacin. Podrais invocar al
caos, la aniquilacin, la locura colectiva...
-Nosotros, no, maldita sea! Ellos! Ellos! Por esconder la verdad de la gente, manipular la
informacin, jugar con sus vidas por simples intereses econmicos! Si echamos todo el tinglado
abajo, habr un tiempo de crisis, eso lo s, pero el Organismo de Medio-Ambiente Mundial y el
Organismo Gubernamental se vern obligados a tomar medidas drsticas y a sacar a la luz esos
prototipos lo antes posible... y la gente entonces, se dar cuenta de toda la verdad. Los peces
gordos se vern obligados a replantearse la poltica de regeneracin de reas naturales.
Tendrn que invertir ms dinero en la recuperacin de bosques, parques y mini-selvas...- El
hermano de Yeima volva a esgrimir su voz con verdadera pasin.
-Por eso tenemos poco tiempo. Ellos tambin tienen poco tiempo, y lo saben, como lo
sabemos nosotros. Pero necesitamos que alguien opere desde el interior, antes de que sea
demasiado tarde. Es la nica esperanza.

No pude hacer otra cosa que agachar la cabeza y sentirme muy mal. Creo que mi silencio
delat mi miedo, y, un poco, mi falta de fe ante todo lo que haba escuchado. Ellos, por
supuesto, tambin lo notaron, y, aunque no pude verlos, sent la tremenda frustracin que sus
cansadas almas estaban sintiendo en ese momento. Yo no pude hacer otra cosa que mostrarme
inquieto.
-Maldita sea!- Exclam ofuscado.- Pueden extraerme la informacin y operar desde cualquier
terminal. No creo que sea tan difcil.
-S, podramos hacerlo, sin duda... pero planteara demasiados interrogantes... demasiados
inconvenientes que salvar. No creas que extraerte esa informacin es tan fcil. Es ms delicado
de lo que parece. La informacin tiene un guardin...
-Qu? Qu? Entonces... entonces...
-No te pongas nervioso. Nosotros poseemos la clave, pero aun as, comprndelo, es
arriesgado... tienes que entender que la informacin est preparada para que se borre si hay
algn intento de manipulacin, o es extrada a la fuerza entiendes?
-Claro que entiendo. Entiendo que la nica posibilidad de no quedar con el cerebro
achicharrado es... es... meterle un programa de borrado .
-S... pero eso ni lo pienses. No podemos borrarla, vale ms que tu vida, ya te lo he dicho...
Enseguida comprend lo que eso significaba. Estaba obligado a entenderme con ellos, aunque
no me gustase. De lo contrario, poda acabar con el cerebro lobotomizado, frito; que era
como decir un zombi en vida, a no ser que me implantaran una Unidad Cerebral Artificial, pero
no saba cul de las dos opciones me asustaba ms. Estaba ms acorralado de lo que en un
principio haba imaginado.
-Bueno... hay otra posibilidad...- Uno de ellos coment con cierto aire de precaucin, con una
sinceridad comedida y templada.- Que vayas a la I.C.A.P. si es que todava no te han
descubierto los servicios secretos, introduzcas la informacin en su terminal, y luego,
desaparezcas de all...
-Y, cmo se supone que se hace eso? Entrando por la puerta y dicindole al Sistema de
Seguridad Integral y al Personal Sinttico de Seguridad: od amigos, solo vengo a destruir la
Central, y luego me largar de aqu. No os preocupis por m, no tardar mucho...? Pens que
erais ms inteligentes...
-Sabemos lo arriesgado que es. Pero hemos trazado un plan. Hay formas de entrar, y tambin
hay una forma de salir. Aunque no tenemos esa informacin, lo reconozco, pero todo est
indicado en los datos...
-Bien, maravilloso. Esto es una locura, una autntica locura, no os dais...?- Pero no pude
acabar la frase porque una especie de explosin revent la puerta de tal forma que todo a mi
alrededor pareci vibrar con la fuerza de un trueno.
Entonces, todo se transform en confusin. Los disparos sonaron a mi alrededor con violencia.
Fue un instante corto pero muy intenso. Sent el olor a goma quemada alrededor, y sent como
los proyectiles impactaban cerca de m repetidamente, pero afortunadamente, ninguno me
acert. O gritos a mi alrededor, hasta que de pronto ces, y una de las voces dijo: no
disparen, no disparen... voy a tirar mi arma y voy a salir, de acuerdo? no disparen... Pareca la
voz del tipo que me haba comentado lo de introducir mis datos en la red principal y luego
desaparecer.
-Est bien amigo, sal de ah...- esta vez s cre reconocer esa voz. Era la de uno de los dos
tipos que me haban sorprendido en casa de Yeima, concretamente el que haba permanecido
en la penumbra casi todo el tiempo...- Malditos terroristas! Creais que ibais a engaarnos tan
fcilmente...?- Entonces sonaron un par de detonaciones y el pobre tipo cay hacia atrs como
una masa inerte. Comenc a tener tanto miedo que mis rodillas empezaron a temblar. Tema
que en cualquier momento me dispararan a m tambin. Olvid que yo tena algo que ellos
necesitaban con urgencia.
-Tranquilo, amigo. No voy a matarte... por el momento...- El tipo camin alrededor de mi.
Despus o ms pasos en la habitacin. Dos o tres personas ms.- Un inhibidor verdad? Que
estpidos! Pensar que nos haban despistado... Vamos, tendedle en la mesa...!
Entonces sent como varias manos me cogan con brusquedad y me tendan sobre una fra
mesa de acero que all haba y me mantenan sujeto a ella. Tambin o el sonido de algunos
aparatos pequeos colocados junto a mi cabeza, sobre una silla. Un zumbido casi imperceptible
anunci el comienzo de la tortura mental. Comenc a sentir una especie de sensacin de agobio
en mi cabeza, y, seguidamente, fue como si todo a mi alrededor se nublara. El aparato acababa

de sintonizar con mi mdulo de comunicacin. Por ms que quise cerrar, no pude conseguirlo.
Despus sent una sensacin casi lacerante en mi mente; como si estuvieran taladrando mi
cerebro. Aquello fue realmente desagradable. Despus de eso vinieron las nauseas y los
espasmos. Senta como si intentasen exprimirme el cerebro.
-Maldita sea!- Dijo uno de los tipos contrariado.
-Qu ocurre?- La voz de aquel tipo me result ahora estremecedora, casi de ultratumba.
-Bueno, tiene un Guardin... Sin las claves creo que es mejor no...
-Un Guardin? Vamos, y no podis hacer algo, engaar al sistema o qu se yo. Vosotros
sois los expertos, haced algo...
-No es tan fcil. Si lo hacemos a la fuerza, morir, y, si eso ocurre... se perdern todos los
datos. No creo que eso les guste a los jefes...
-Pues buscad un desencriptador o algo. No me importa lo que hagis, pero haced algo,
malditos estpidos, lo que sea... Tenemos que extraerle toda la informacin.- Su voz son
spera.
-S, aqu est, pero me parece que no...
Creo que los tipos haban logrado destruirlo antes de que ellos los mataran a todos, porque
aquel malvado tipo se mostr profusamente contrariado.
-Parece que no eran tan tontos...
-Qu podemos hacer?- Volvi a preguntar con rabia.- No s, si lo intentis de nuevo, o le
practicis alguna incisin cerebral, o, le arrancamos la cabeza y nos la llevamos... No s, lo que
sea:
-El ms mnimo fallo y la jodimos...
-Est bien... Lo trasladaremos a la Base. All se nos ocurrir algo. Quiero mucha discrecin.
Nadie del Consejo ni de la I.C.A.P. debe enterarse de esto entendido?- Su voz son tan
maliciosa y amenazadora como aquella noche en casa de Yeima.
Me agarraron y me metieron en un vehculo, tendido en una camilla. Estaba totalmente
aterrorizado. Ahora saba que aquellos malditos tipos tenan razn, saba que cuando sacaran
de m toda la informacin me mataran, y tambin saba que la nica forma de liberar mi unidad
interna era depositar los datos en la Memoria Central de la Sede de la I.C.A.P.
Pasado un rato, comenc vislumbrar algo a mi alrededor; era como una especie de luz etrea y
borrosa que poco a poco iba incrementndose y hacindose ms clara. Entonces comprend que
estaba recuperando la visin nuevamente. Era maravilloso. No s por qu, pero eso me hizo
sentir ms fuerte; fue como si me convenciera a m mismo de que todo iba a salir bien. Por
supuesto, no di muestras de nada. Segu con los ojos fijos en un punto inconcreto, intentando
disimular mi nueva situacin. Observ con discrecin todo lo que me rodeaba. Iba en el interior
de un vehculo de peso medio. Frente a m un tipo alto, de ojos negros, pelo castao y mirada
directa. Pareca un transgnico, a juzgar esos ojos azules y difanos. A su lado haba un tipo de
facciones ms marcadas, pmulos salientes y quijada voluminosa; sin duda un biolgico, como
yo, a juzgar por sus caractersticas poco estilizadas y su rudeza innata. Haba dos tipos ms en
la cabina de delante, pero no pude adivinar quines eran. Trat de verlos, pero me fue
imposible. El menor movimiento de mis ojos me hubiera delatado, y ahora me encontraba en
una posicin un tanto ventajosa; al menos no estaba amarrado y tal vez podra valerme del
factor sorpresa.
El vehculo se detuvo momentneamente. Pareca que la va estaba colapsada. Deba hacer
algo, y pronto, pero no se me ocurra nada. Uno de los tipos tena un arma, y la sujetaba casi
sin ganas, como si fuera un estorbo, y el otro, llevaba la suya enfundada.
-Eh, Coler, parece que este tipo todava no sabe lo que le espera. No ha implorado ni una sola
vez... no te parece extrao?
-Estos terroristas son tontos. Fjate que en vez de intentar huir de all, se preocuparon por
destruir el programa desencriptador...- Los tipos sonrieron con estpida parsimonia.- Eh amigo...
Amigo!- No respond.- Ests sordo? O ests mudo?- Ambos rieron con desparpajo.
-Djalo... el to tiene tanto miedo que...
Entonces comenc a sentir convulsiones y espasmos que fueron aumentando
desmesuradamente. Cuando me di cuenta, me encontraba en el suelo, con los ojos en blanco y
la piel erizada. Me enrosqu como un nio pequeo.
-Maldita sea! Qu ocurre?- Pregunt uno de los tipos. Ambos se agacharon sobre m casi al
unsono.

-Qu ocurre?- Esta vez fue el conductor el que habl desde la parte de delante, desde la
cabina.
-No lo s, maldita sea! No lo s!- Parecan realmente apurados.
-Un ataque o algo as. El tipo tiene convulsiones y sacudidas violentas que aumentan y
disminuyen progresivamente.
-Vamos a perderlo.- Me pareci or al que pilotaba el vehculo.- Seguramente, sobresaturacin
del sistema de almacenamiento interno. Si lo perdemos, olvdate...
-Haced algo! Vamos, haced algo... si l muere, vosotros tambin...
-Pero qu podemos...
Con la agilidad que da la desesperacin, le agarr el arma a uno de los tipos, aprovechando
fe estaba descuidado. El factor sorpresa fue determinante; ambos nos vimos forcejeando por
obtener el control del rifle de asalto, mientras que su can oscuro bailaba de un lado para otro
en una especie de juego macabro. Son una detonacin suave y limpia, y el techo del vehculo
vol por los aires. En ese mismo instante, el otro tipo hizo entonces por desenfundar su pistola,
pero la mala suerte o mis ansias de supervivencia hizo que el can del rifle se colocara hacia
l. El tipo abri los ojos con impotencia y trag saliva en un acto espontneo de terror, mientras
trataba de salirse de la trayectoria de este, pero antes de que pudiera darse cuenta, se haba
roto en pedazos y haba salpicado todo el interior del habitculo, al conseguir accionar el
percutor electrnico. Al instante y tal vez aturdido por la situacin, logre empujar al otro tipo
hacia detrs, y, cuando iba dispararle, el vehculo dio una sacudida, y ambos camos rodando
por el interior de este. Yo, por supuesto, perd el arma. Pero esta se dispar, abriendo otro
agujero, aunque esta vez en un lateral. El tipo, cuando ces la sacudida y pudo incorporarse, se
agach a toda prisa para atrapar el arma, en vista de que esta haba cado cerca de sus pies, tal
vez sin caer en la cuenta del agujero que haba tras l, pero cuando quiso incorporarse y
apuntarme con ella, fue demasiado tarde; yo ya lo estaba empujando al vaco. El tipo cay
hacia los vehculos del nivel inferior, unos veinte o treinta metros. Me asom al exterior. La vista
era sobrecogedora. Estbamos en una de las vas superiores, y esta permaneca totalmente
colapsada, mientras que las inferiores circulaban con ms fluidez. Mir hacia atrs, y vi a aquel
tipo, el conductor del vehculo, mirndome a travs de la polialeacin de plstico, esperando la
desmaterializacin de la fibra, para atraparme. Entonces me incorpor de un salto, y, sin
pensarlo demasiado y, por supuesto, sin mirar hacia abajo, salt con todas mis fuerzas hacia el
cap del vehculo que vena detrs de nosotros, en vista de que el arma haba cado tambin y
no tena con qu neutralizarlo.
Fui pasando de vehculo en vehculo, mientras senta una especie de nudo en el estmago
que, en otras circunstancias, me hubiera impedido continuar. Los vehculos zozobraban cada vez
que caa encima de ellos. No recuerdo cuantos traspas as. Saltaba sobre sus caps, caminaba
por el techo ante la incrdula mirada de sus ocupantes, e iniciaba un salto hacia el objetivo
siguiente. En una o dos ocasiones, estuve a punto de resbalar y caer al abismo que bajo mis
pies pareca reclamarme con ansiedad. Tuve suerte o quizs destreza para evitar que esto
ocurriera. Mir hacia detrs y contempl a aquel tipo siguiendo mis pasos. Pareca increble pero
aquel maldito transgnico pasaba los vehculos de dos en dos. Saltaba como un felicn y nunca
tropezaba, se caa o se equivocaba. Se agarraba a sitios inverosmiles y reanudaba de nuevo la
persecucin. De esa forma, iba a darme caza en poco tiempo. No saba qu me asustaba ms,
si el precipicio o aquel tipo
La va comenz a circular tmidamente, y el espacio entre los vehculos se increment
peligrosamente. Gracias a que el piloto del Mustang B-30que me soportaba bajo su techo se
qued inmvil pude salvarme de una cada segura al vaco. Entonces vi como una especie de
vehculo de carga comenzaba a descender por una de las salidas de la va, y no pude hacer otra
cosa que saltar sobre su techo. Al principio rod por la superficie y estuve a punto de caer, pero
tuve suerte y me agarr a algo, no recuerdo bien a que, tal vez un pequeo saliente del
camin. Quise incorporarme, pero el vehculo de carga aceler y me lanz hacia atrs. Si no
hubiera sido por la parrilla de los faros de referencia hubiera cado, pero ah me atrincher con
fuerzas renovadas, evitando lo peor; por el momento. Asom mi cabeza por el filo de la esquina
curva del chasis y vi a aquel tipo justo encima del Mustang B-30, buscndome como un
poseso y maldiciendo como un condenado. En un instante me haba colocado lo
suficientemente lejos de l y sus malditos saltos y creo que, an hoy, estar preguntndose
cmo lo hice. La verdad es que fue uno de esos golpes de suerte inverosmiles y absurdos que
de vez en cuando le ocurren a uno, quiero decir que en prcticamente imposible que lograra

burlarlo, pero as fue. El caso es que el vehculo se larg de all hacia una va de circunvalacin
de la zona oeste, y yo suspir por continuar an con vida.
Me escond en una de esas casas de hospedaje cutre del subsuelo oriental de la ciudad. All
abajo la vida pareca ms gris, ms triste. Me pregunt entonces qu clase de sociedad era
aquella que otorgaba tantos privilegios a unos pocos y tanta desesperanza a otros. Imagino que
siempre ha sido as, me refiero a que en todas las pocas y en todas la culturas a existido un
grupo favorecido que lo ha sido gracias a otro grupo sacrificado quizs por antecedentes
culturales, desventajas sociales o simplemente por desigualdad de oportunidades.
Necesitaba un poco de oxgeno puro. Haba estado respirando por mucho tiempo aquella
mierda que exhalaban las torres y necesitaba inspirar un poco de oxigeno purificado. Menos mal
que all tambin tenan una mquina regeneradora. As que estuve por un largo rato aspirando
un poco del bendito fluido mientras que intentaba sobreponerme a las ltimas impresiones.
De nuevo afloraron los dolores de cabeza, la sensacin de confusin, las nuseas... No me
quedaba mucho tiempo. Intent concentrarme. Ellos haban dicho que todo estaba indicado en
la Informacin, as que intent navegar por ella. Haba una especie de muro que me impeda
entrar. Mi mente no reciba los estmulos necesarios. La Informacin no se procesaba con
fluidez. Era como estar totalmente bloqueado. Descans un instante. La sensacin de malestar
desapareci paulatinamente. Volv a intentarlo. Esta vez algo ocurri; algo que no s explicar.
De repente, una imagen aflor en mi cabeza. Era un lugar en el cual yo nunca haba estado.
Pareca el interior de uno de esos edificios hexagonales, solo que este permaneca semi-oscuro,
como si fuese un lugar muy lejano, casi irreal. No s cmo ni porqu, una direccin empez a
parpadear dentro de mi cabeza. De pronto comprend mi torpeza; tena que salir de all
rpidamente, de lo contrario, estaba seguro de que me encontraran. Deba dirigirme a aquella
direccin; quizs fuese el nico lugar donde poder ocultarme. Pero, qu significaba aquel
nombre? Ni siquiera me par a pensarlo. Ellos deban estar ya de camino. Seguramente la
Central de Datos de la Red haba captado el pago por la habitacin de mi unidad de crdito o
llevaba un chip bio de localizacin o algo. Alguien estara frotndose las manos. Ahora me
tocaba a m hacer mi jugada. Los pondra sobre una pista falsa. Y eso mismo hice. Me largu de
all rpidamente, y me dirig a una especie de tugurio lleno de extraos tipos. En aquel lugar
pude cambiar mi unidad de crdito por una tarjeta magntica pirata; y con ella pude pagar el
transporte hasta aquella direccin: FLAW BRIDGER STREET 123- EDIFICIO ORION- ALA 8,
PISO -12 PUERTA 17. Saba que eso era un lugar situado en alguna parte de la zona siete de
la ciudad, ms bien cado hacia la franja oeste, pero segua sin saber qu significaba el nombre
que parpadeaba en mi interior con insistencia: Raw Sloan (dos), ni lo que all adentro me
encontrara.
En efecto, el lugar era tal y como yo lo haba divisado en mi mente. Se trataba de un magno
edificio de 100 pisos, de los cuales veinte estaban en el subsuelo y los ochenta restantes
escalaban la inmensidad del cielo como el brazo de un coloso que quisiera alcanzar el infinito.
Pero all abajo todo era diferente. Uno tena la sensacin de estar en un lugar indefinido,
perdido o irreal. Las mortecinas luces acompaaban el silbante sonido de algn que otro
vehculo que sobrevolaba el ambiguo espacio del mundo interior. El deprimente color grisceo
que lo envolva todo, era, en ocasiones, conquistado por los fulgores de nen que exhalaban
algunos de los luminosos carteles que hacan acto de presencia como reclamo para las masas,
atrayndolos con su hipntico colorido e intentando hacerles creer que necesitaban cosas
triviales o superfluas. Pero todo era como un espejismo; al instante los colores se esfumaban y
la luminiscencia del lugar recobraba su tosco y lgubre tono ceniciento.
Llegu a la puerta diecisiete y me coloqu ante ella. No saba que deba hacer exactamente.
Esper durante un rato pero no ocurri nada. Puse mi mano sobre el lector de huellas, y
entonces apareci un pequeo panel digital. De pronto mi mente repiti una secuencia de
forma intermitente: 11-36 DEX.C-002.
Tecle la secuencia, y entonces la puerta se licu y pas al interior con mucho cuidado.
Dentro, se respiraba un ambiente hmedo, casi haca fro. Todo permaneca oscuro, silencioso.
Apenas haban muebles en la vivienda. Las luces se conectaron con suaves tonos blanquecinos.
El interior pareca deshabitado e incluso casi abandonado, aunque no haba polvo ni suciedad,
pero pareca que tampoco haba ningn domo-robot que atendiera el lugar. Todo pareca muy
austero. Tan solo, en una de las habitaciones del fondo, haba un brazo robtico inmvil sobre
lo que pareca un silln anatmico. De repente lo comprend todo: Raw Sloan (dos) era la
identidad de alguien que yo deba suplantar; seguramente alguno de los trabajadores de la

Planta de Fusin. Qu habra sido de l? Lo habran eliminado? Tal vez lo haban secuestrado
mientras se llevaba a cabo lo que pareca ser una operacin minuciosamente planificada? O
quizs era algn simpatizante de la causa o hasta un personaje inventado por ellos para
perpetrar el plan? No lo saba ni tenia forma de saberlo, as que trat de no preocuparme
demasiado. Pero ese plan se me antojaba con algunas lagunas... en principio, la entrada al
recinto no era una cuestin fcil; una ciruga ms o menos acertada no engaara a los
sistemas de seguridad; el lector de huellas no era tan fcil de engaar, ni el de iris o el
cromosmico...
Casi llevado por un acto de fe, me sent en el silln y dej caer mi cabeza sobre el cmodo
respaldo. Al instante la silla cay hacia atrs, y antes de que pudiera darme cuenta, ya estaba
casi en posicin horizontal, amordazado por unas correas que aparecieron sorpresivamente del
silln. Primero fueron mis tobillos y mis muecas, luego el pecho, despus mi frente, para
terminar con una especie de sujecin anatmica que aferr mi cabeza con tal firmeza que era
imposible moverla a un lado o a otro. Con impotencia vi como unos focos se encendieron en el
techo y como el brazo mecnico recupero vida como por arte de magia. Intent resistirme pero
fue en vano. Enseguida me di cuenta de que no haba nada que yo pudiera hacer. Intent
ponerme en contacto con quin supuestamente estaba manipulando el brazo mecnico, fuera
quin fuera, e insist en ello, pero era como implorarle al viento. Sent un pinchazo y comenc a
sentir un aletargamiento que fue bajndome de la cabeza a los pies. Era casi como
experimentar una bilocacin del cuerpo, como flotar sobre m mismo. Una sensacin plcida
que iba apoderndose de m irremisiblemente. La incertidumbre fue tornndose en quietud y el
bienestar en prdida de consciencia. El compuesto hizo mella en m y por fin ca en un profundo
sueo. Despus de eso, supongo que uno o varios brazos mecnicos trabajaron en m, o ms
exactamente, sobre mi rostro, reestructurndolo, cortndolo y soldndolo, modificndolo... Todo
era muy confuso, fue casi como un sueo...
Cuando volv a recuperar el control sobre m mismo, estaba de pie, ante una de las paredes
de la habitacin. Fue como salir de un trance, pero de forma ms gradual y suave. Tard un
instante en volver a la realidad, en recuperar la nocin de todo. Me ech mano al rostro. Lo
palp con ansiedad. Saba que haba cambiado, lo notaba, pero no lograba adivinar en qu.
Busqu con insistencia algn espejo o alguna superficie en la cual pudiera verme reflejado. Pero
en la casa no pareca haber nada de eso. Entonces me sent enfurecido y agobiado a la vez.
-Quines sois? Maldita sea Qu vais a hacer conmigo? Por qu yo? Por qu?- Estaba
realmente agitado. Como si repentinamente hubiese tenido un ataque de ira.- Esta no es mi
guerra... no es mi guerra... No pienso seguir vuestro juego, estoy harto...! Harto! Me os?
Me os?
Pero el que oy algo fui yo, porque sent como un mecanismo accionndose en otra
habitacin. Busqu con desesperacin, hasta que contempl una especie de pequeo mueble
que haba en el cuarto ms pequeo, emergiendo de la pared y abrindose poco a poco. Era
una pantalla. Esta de repente se encendi, y me vi reflejado en ella gracias a alguna microcmara colocada frente a m. Me observ por largo rato. Quede mudo. Era como ver a otra
persona... ojos azules, pelo castao, cejas ms finas, pmulos estilizados, nariz ligeramente
retocada, labios enjutos y alargados, mandbula redondeada... Aquello supuso un shock que en
principio me cost asimilar. Tuve que aspirar un poco del viciado aire para recuperarme
levemente. Intent reconsiderar la situacin y pensar si al menos haba salido ms favorecido o
no; pero un segundo despus me sent como un estpido. No me importaba si haba salido ms
favorecido o no, quera ser yo mismo; yo mismo y nadie ms. Pero acaso era otro? No segua
siendo el mismo, solo que con un rostro diferente? Puede que s, o puede que no, el caso es
que ya no haba nada que hacer y deba comenzar a acostumbrarme a mi nueva cara y a mi
nueva identidad. Me dej caer en la esquina de la habitacin sin apenas nimos para nada. Me
senta abatido y confuso. Era angustioso. Pero entonces volv a tener una especie de visin
dentro de m. Sin duda, mi unidad complementaria estaba procesando informacin hacia mi
cerebro. De sbito me vi dentro de lo que pareca un pasadizo virtual. Como formar parte de la
red y perderme en un mar de datos, cdigos y cifras, porque eso fue lo que en definitiva
percib, muchos datos, y no eran muy halageos. Estadsticas de la regeneracin del planeta,
de la repoblacin de las zonas verdes, de la polucin masiva, de las enfermedades derivadas y
la poblacin afectada, del dixido de carbono y el efecto invernadero, del reciclaje del oxgeno y
de la calidad de este, del funcionamiento de las torres, de los gastos suplementarios, de los

defectos del sistema., del nuevo prototipo... (Aquello fue impactante), era mucho ms pequeo
que cualquiera de las torres, de bajo costo y de escaso mantenimiento. Incluso se estaban
utilizando en las bases de extraccin de minerales o en las lejanas colonias de Marte. De
funcionamiento autnomo, de un compuesto qumico llamado Clorofila2, en sustitucin de la
clorofila natural. De la absorcin del dixido de carbono, procesamiento, refinado y reconversin
en oxgeno en tan solo tres horas, con una duracin autnoma de unos tres meses hasta que el
tanque de Clorofila2 hubiera de ser reemplazado. Datos a raudales de la posible supresin de
la central nacional, de la estabilizacin de los niveles de oxgeno; dos aos sin el prototipo,
nueve meses con su utilizacin. Y, como punto culminante, como atacar al sistema y producir
una reaccin en cadena, y provocar un "efecto domin", que, a su vez, provocase la destruccin
del satlite generador...
Cuando sal del trance y de esa increble autopista de la informacin, me sent mareado, pero
seguro de lo que deba hacer. Era una tarea demasiado crucial y trascendental, pero me haba
tocado a m; eso era ya inevitable. No poda ser de otra forma, ni poda eludir la responsabilidad
que eso me haca sentir. Si yo fracasaba, seramos esclavos para siempre, esclavos de un grupo
de gente sin escrpulos que nunca sufriran las consecuencias de su egosmo sin lmites.
Disfrutaran de sus cmodas estancias, de sus lujosas vidas y de sus vicios ms ancestrales en
sus pequeas colonias del placer, ajenos a todo, solo conscientes del aumento de su cuenta y
de su poder, mientras ellos permanecan inalcanzables, infalibles, inexpugnables, a costa de una
vieja tierra que era acechada por un lento cncer que tarde o temprano despertara y devorara
todo lo que se interpusiera en su camino. Saba lo que deba hacer, y estaba dispuesto a
hacerlo... Me hallaba en la puerta n veintids del ala trasera de la Central de la I.C.A.P. Los
trabajadores clase C-2 estaban entrando uno a uno como cualquier da de trabajo. Un par de
tipos me saludaron, y yo me limit a devolverles el saludo, intentando parecer lo ms natural
posible, aunque en el fondo estaba muy, muy nervioso; saba que cualquier pequea estupidez
poda delatar mi verdadera identidad. En fila, los ms de quince trabajadores fuimos
maniobrando a travs de los controles de seguridad. Varios sintticos nos vigilaban. Portaban
sus rifles con amenazante familiaridad. Como un ritual, uno a uno fuimos depositando la palma
de la mano sobre el lector, mientras que la luz verde anunciaba la llegada de la segunda fase.
Puse mi mano, y esper por unos angustiosos instantes a la expectativa del resultado. Contrario
a lo que pensaba que iba a suceder, el piloto verde se ilumin y pas al interior, a la segunda
fase. Me detuve en un punto determinado, igual que el resto de los que me precedieron. Mir al
frente, mientras que un lser casi invisible al ojo, excepto por sus brillos rojizos, ley el interior
de mi retina. De nuevo el piloto verde anunci su aprobacin y pas satisfecho a la tercera fase.
Era la ms difcil pero, no s, despus de haber pasado las dos primeras, comenc a pensar que
iba a conseguirlo, y ya me encontr ms tranquilo, ms relajado. No poda dejar de pensar
cmo haban conseguido aquellos tipos que pasara los controles y suplantara a otra persona.
Me refiero a que lo de la ciruga estaba muy bien, y eso era relativamente fcil, pero, cmo
modificar mis huellas dactilares a semejanza de otro, o el dibujo de mi retina? O era acaso una
forma de engaar al sistema y nada ms? Tambin pudiera ser que hubiesen introducido mis
datos en el sistema de forma clandestina sobre escribiendo los datos de un hipottico y real
Raw Sloan. No lo saba, pero de lo que s estaba seguro era de que esos tipos saban lo que
hacan.
La tercera fase fue, si cabe, ms exhaustiva que las anteriores. El lector laser penetr en el
interior de mi cuerpo, de mis clulas, de mi ADN, e hizo una rpida lectura de su composicin
inicial. No se trataba de desmenuzar todo mi genoma, tan solo de verificar, por mi informacin
gentica, que yo era quin deca ser. La pantalla parpade y comenz a enumerar una serie de
datos desconocidos para m en su mayora, pero que indicaban que la ltima fase estaba
completa. Despus de eso solo tuve que atravesar los vectores infrarrojos de seguridad. Una
especie de radiografa mostr hasta el ltimo rincn de mi intimidad, y pas al interior del
recinto.
-Oye Sloan! Hoy nos toca los cultivos F-W22. Ya sabes, No?- Me coment un tipo de pelo
rubio al pasar por mi lado.
-Ah si! Lo tengo en cuenta... No tardar mucho... No te preocupes...
El procesador interno me indic sorprendentemente todo lo que tena que hacer y adnde
tena que ir. Por medio de mi unidad interna, mi cerebro procesaba toda la informacin y era
como si hubiera tomado prestado algunos de los recuerdos de aquel tipo. No haba tiempo que
perder. Sub a mi zona de trabajo, pero con discrecin logr entrar en zonas prohibidas. Al

principio, los sistemas automticos de seguridad se mostraron reacios a m, pero despus de


verse sometidos a la interaccin de mi interfaz todos cedan con relativa facilidad. En realidad,
lo que mi sistema haba hecho, era complementar la informacin necesaria para burlar al
sistema informtico de seguridad. Ahora comprenda porqu la informacin haba saturado de
tal forma mi sistema interior, tanto as que podra reventar mi cerebro en cualquier momento...
Pronto descubr que nada se interpona en mi camino. Con mucha discrecin y sigilo penetr
en el Bloque D. Nunca haba estado all, ni siquiera haba imaginado cmo era, pero la
informacin segua procesndose en mi cerebro, y era como si conociera el lugar. De pronto el
sistema de alarmas se conect repentinamente. Lo primero que pens fue que la Inteligencia
de Seguridad Interna se haba percatado de mi presencia, o de alguna anomala. Pero si
hubiera sido as, las cmaras se hubieran sellado automticamente; si tan solo el sistema
hubiera sospechado que algn intruso haba penetrado en el interior del bloque aunque fuese
por error, esta circunstancia se habra llevado a cabo con igual efectividad. Pero no fue as. Era
como si los sistemas estuviesen afectados por una especie de... virus o algo as, pero eso era
imposible. Estaban funcionando mal, quizs fruto de algn agente externo, o tal vez, yo lo
haba hecho sin saber cmo, aunque es ms correcto decir que lo que llevaba en mi interfaz
interior lo haba provocado; tal vez introduciendo algn tipo de informacin en la Base Central,
algn tipo de "troyano" nuevo, o quizs desajustando las configuraciones internas... el caso era
que aquello escapaba a m entendimiento. Por un momento todo qued a oscuras, mientras que
la alarma parpadeaba insistentemente en mis odos. Al instante todo se vio envuelto en
tonalidades rojizas y parpadeantes. Las puertas comenzaron abrirse y a cerrarse
indiscriminadamente. Las cerraduras de seguridad se obstruyeron, y las micro-vigilantes
daban vueltas y ms vueltas en los rincones, desorientadas.
Me detuve en un lugar concreto sin saber por qu, y de sbito la pared se licu frente a m.
Penetr a travs de ella sin preocuparme por ver lo que dentro haba. La cabeza comenz a
dolerme de repente; sent nuevamente unas extraas y crueles nauseas que estuvieron a punto
de hacerme vomitar. Me repuse al instante. Me di la vuelta y contempl lo que era una gruesa
pared. Era una forma ideal de mantener oculto un lugar; un lugar que era muy importante. Me
encontraba, ni ms ni menos, que en la habitacin donde residan los principales componentes
del ingenio artificial central de la I.C.A.P. No era ms que una especie de mesa llena de
extraos smbolos digitales y reflejos casi mgicos impregnando la pequea habitacin oscura
de reflejos prpuras. Mal funcionamiento en el sistema, Mal funcionamiento en el sistema,
su etrea voz repeta una y otra vez. Aquello era el centro neurlgico de todo, donde se
procesaba la informacin necesaria para que las torres funcionaran, se mantena la
comunicacin con el satlite, se hacan las pertinentes lecturas de la atmsfera, se regulaban
los niveles de extraccin y expulsin, se controlaba el funcionamiento de los reactores de
fusin... y alguna que otra cosa ms.
De alguna forma imperceptible para m, mi interfaz interno comunic con l, y este, al
momento, comenz a anunciar por sus sistemas exteriores la amenaza de bomba magntica en
el ala sudoeste, y sell todas las entradas. Eso mantendra entretenidos por un buen rato a los
secuaces de la I.C.A.P. Aquello era casi un milagro. En otras circunstancias, el ordenador
hubiera achicharrado mi cerebro casi momentneamente, pero ahora era como si yo dominara
a un gigante, aunque, vuelvo a repetir, realmente no era yo. Pensar en ello me asust. Qu
impeda que una vez hecho el trabajo no sufriera un colapso, una hemorragia cerebral, o una
lobotomizacin? Al fin y al cabo, estaba a merced de mi propia unidad interior. Sent miedo,
pero no pude parar el proceso.
A continuacin sent como si entrara en trance de nuevo. Todo se nubl delante de m, y una
fuerza abstracta e indescriptible "tir" de mi mente. Fue como si sintiera algo que me manejaba
como a un ttere, algo extrao e irreal, alucinatorio, que emanaba de dentro de m, y que me
posea y me causaba leves impulsos interiores que me producan una sensacin intensa y
angustiosa. La conexin existente entre ambos fue dando paso al intercambio de informacin.
Era un proceso lento y arduo. Mis pulsaciones iban aumentando y mi consciencia iba
deteriorndose paulatinamente. Mi cerebro resista el puente entre ambos puntos y mi cuerpo
sufra las consecuencias de dicho conexin. As estuve por un buen rato, aunque no sabra decir
cunto. El caso es que por un momento estuve a punto del colapso, y que, un instante
despus, cuando por fin sal del intenso y profundo trance que me haba llevado al borde del
abismo, me encontr en el suelo, con mi cabeza entre mis rodillas, casi en posicin fetal. Me
cost un rato recuperar la orientacin. Estaba confuso, desconcertado, y sudaba bastante. Me

incorpor comprobando que, pese a todo, me encontraba bien. Al momento o lo que pareca
un grupo de gente detrs de la pared tratando de encontrar la forma de acceder a mi; es decir,
licuar de nuevo la entrada, pero el sistema estaba infectado o tal vez era simplemente que
haban perdido el control sobre el mismo. As que, segn intu, los tipos se estaban preparando
para derribarla o para hacer un agujero o algo as. Pero yo no poda hacer nada. Aquella era
una habitacin cerrada, sellada, de la forma ms absoluta...
Eso mismo pens, pero de repente, la pared que estaba a mi lado, justo delante de m, se
licu de nuevo. Qu ocurra? No lo saba. Me qued perplejo por unos instantes. De pronto,
una gran explosin sacudi de tal forma los cimientos que todo tembl a mis pies y yo estuve a
punto de caer. En principio pens que eran los tipos, pero luego ca en la cuenta de que aquello
no poda ser otra cosa que las torres o quizs la Central de Fusin... Seguramente, afuera haba
un colapso total, un caos, producido por varias explosiones de cierta magnitud. La idea me
asust pero, en el fondo, me alegr. Tal vez la informacin vertida haba saturado la Central,
produciendo una especie de reaccin en cadena con las dems torres, o quizs, la informacin
haba conseguido invertir la orden codificada del satlite o tal vez cambiar algunos de sus
parmetros... No saba cmo haba funcionado el proceso; tampoco necesitaba saberlo, eso lo
dejaba para los locos o quizs debera decir los genios de Aire Puro; lo que s saba era
que lo hecho, hecho estaba, y que, para bien o para mal, yo sera el causante de una nueva era
en la dilatada y maquiavlica historia de la humanidad. Sonre para mis adentros mientras
luchaba por no temblar; me pareca increble. No saba si mi nombre pasara a la historia como
el del salvador de la humanidad, o el del mayor terrorista de todos los tiempos. Tragu un
poco de saliva y decid centrarme en lo que ms urgente. La otra pared estaba comenzando a
licuarse tambin. Sal de all antes de que mi puerta de salida se cerrase. De repente me vi en
una especie de pasillo largo. De nuevo, esa sensacin de familiaridad me embarg. Camin por
l pasillo recordando cada rincn de all, aunque nunca haba pisado aquella zona, ni siquiera
saba que exista. Record lo que me dijo el hermano de Yeima: Sabemos lo arriesgado que
ahora resulta. Pero hemos trazado un plan. Hay muchas formas de entrar, y tambin hay una
forma de salir... Aunque no tenemos esa informacin, todo est indicado en los datos...
Me acerqu a una de las esquinas. Saba que all haba un depsito interior. Acerqu mi mano
y la puerta se difumin como hiciera antes la pared. Saba lo que iba a encontrarme adentro.
Alargu mi mano y saqu una especie de equipo de proteccin. El Kit era tal y como yo
imaginaba. Nunca lo haba visto, nunca me lo haban descrito, pero simplemente lo saba. Me
coloqu las botas, los guantes y el casco, puls en el interruptor digital y en unos segundos,
el resto del traje me recubri, sellndose sobre m por completo, aislndome del exterior de
forma eficaz.
Y ahora qu? No lo saba con certeza. De pronto vi a los tipos al fondo del pasillo; haban
conseguido traspasar el tabique, pero en ese mismo instante, la pared contigua volvi a licuarse
y yo pas al interior. Detrs de m sonaron disparos.
Entonces vi en mi mente una especie de artefacto, como si fuera un dibujo insertado en mi
pensamiento, procedente de mi unidad interna, y supe que deba caminar hasta subir a la
plataforma que haba unos metros por delante de m. All estaba el ingenio. Era una especie de
gigantesca habitacin metlica dividida en dos partes: una era la zona donde me encontraba,
con el panel de control, y la otra estaba compuesta por un largo pasillo metlico anexionado a
una especie de gran habitacin redondeada que haca recordar ms al interior de un generador
de antimateria que a otra cosa. Respir hondo. No saba qu era aquello. A mi lado estaba el
panel. Era como una mesa alargada que contena unos alfanumricos muy extraos y unas
placas alargadas y relucientes. Empujado como por una fuerza externa, camin a lo largo de la
plataforma hasta cruzar el alargado puente metlico hasta penetrar en la redondeada cmara
acorazada. Me coloqu en algo parecido a una plataforma circular que sobresala levemente del
resto del acerado pavimento. Aquello pareca ser el centro de la extraa habitacin. Me di
entonces la vuelta y vi como una especie de cristal polifrmico se cristaliz de sbito,
aislndome por completo del exterior.
De pronto, la pared empez a moverse primero muy lentamente, pero poco a poco se fue
incrementando su velocidad. Sent entonces una especie de magnetismo que produjo una
sensacin escurridiza y perturbadora en todos mis sentidos. A travs del cristal pude ver como
los tipos haban entrado en la habitacin. Me observaron por un instante a travs del cristal, y
uno de ellos levant su arma para dispararme, pero otro le baj el can del rifle y le indic que
no con un gesto. Despus se acerc a l y le dijo algo al odo. Por su forma de hablar, me

pareci que le indicaba algo as como que llegado a ese punto no haba nada que hacer. Trat
de concentrarme en las sensaciones que perciba a travs de mi traje, solo por curiosidad, y me
percat de una especie de zumbido ahogado y lejano que martilleaba mi mente. Para entonces,
la cmara ya estaba rodando a velocidades increbles, tanto as que no poda ver con claridad la
estructura cromada y reluciente de esta, solo vea un reflejo fugaz y distorsionado creado por la
velocidad de la rotacin. Afuera, supongo que los tipos se dedicaron a mirarme con gesto
impotente y frustrado, mientras presenciaban algo totalmente extraordinario que debi
parecerles sobrecogedor, o al menos impresionante. Al parecer, no haba forma de detener el
mecanismo. La cuenta atrs era inminente. Por imposible que aquello pareciese, la cmara
aument la velocidad ms y ms hasta que comenc a tener la angustiosa sensacin de que
una fuerza invisible estaba tirando de m en todas direcciones. Comenc a sentir una sensacin
claustrofbica de ahogo, de ansiedad, y lo primero que se me vino a la cabeza fue quitarme el
traje; me costaba respirar. Pero saba que no poda hacerlo. Intent aguantar como pude. De
repente, todo a mi alrededor empez a ondularse, a estirarse; apareca y desapareca. Era una
sensacin enloquecedora; como si estuviera cayendo al vaco. Mis pulsaciones aumentaron
vertiginosamente. El zumbido se intensific tanto que se hizo tremendamente audible. Una
espesa nube de gas se fue formando a mi alrededor. Mi corazn estaba muy acelerado y yo
muy agotado. De nuevo contempl como la realidad pareca distorsionarse ante mis ojos. Mir
mi mano y vi aterrorizado como esta pareca ondularse tambin, como todo lo que me rodeaba.
Comprob que me costaba moverme, me costaba un esfuerzo casi sobrehumano. Agach mi
cabeza y vi que el nico lugar que se mantena inmvil era esa especie de plataforma sobre la
cual yo permaneca de pie. De sbito la niebla me envolvi con sutileza, casi sin darme cuenta.
Era una niebla un tanto extraa; si me fijaba en un punto especfico de ella pareca quieta,
inerte, pero si intentaba aumentar mi campo de visin, aquella niebla pareca girar velozmente
sobre s misma, como una especie de embudo huracanado, como una espiral que iba
devorndolo todo poco a poco. Aquella sensacin me mareaba. Todo desapareci de mi vista
repentinamente. Sent como si algo se despertara dentro de m, como si me desdoblara. Fue
como si algo, no se bien si fsico o espiritual, saliera y entrara en mi repetidamente y entonces
cre comprender lo que estaba pasando, aunque no sabra explicarlo con exactitud: aquello era
como una especie de pequeo agujero negro; un campo que hubiera formado algo as como
una onda expansiva en la constante espacio-tiempo... Como dar un salto en la historia, pasar
de un plano a otro de la realidad, o traspasar hacia un universo paralelo... Aquello, sin duda,
era una mquina del tiempo... que me trajo hasta aqu... hasta tu poca... hasta tu tiempo..."

Jimmy no pudo decir nada por un buen rato. Simplemente se qued all, meditando,
repasando lo que haba odo y observando a aquel tipo. l, a su vez, se qued en silencio,
mirando hacia el fondo de la habitacin. Todo estaba tan reciente en su cabeza... Aquello
pareca uno de esos recuerdos inducidos que algunos solan implantarse por puro placer o
simplemente por pasar un rato cargado de tensin y misterio, algo que, de otra forma, no iban
a poder experimentar en sus vidas. Ese mundo al que apenas acababa de llegar era un mundo
muy extrao... Sera la gente de aquella poca tan atrasada y primitiva, tan visceral como
siempre le haba odo decir a los historiadores? Se adaptara a l? Sobrevivira? Sobre l se
cernan demasiadas incgnitas, y eso le haca sentirse muy inseguro y vulnerable. No estaba
muy seguro de poder contar con las mismas posibilidades que sus ahora contemporneos para
sobrevivir. Derrick adopt una mueca de desasosiego.
Jimmy estaba perplejo. Aquella historia era tan increble y extraordinaria... Pero, a tenor de lo
visto, y por muy inverosmil que pareciese, no poda negar lo que pareca evidente. Tampoco
estaba seguro de si aquello poda suponerle algunos problemas que no deseaba. Ahora saba
que el futuro no era muy esperanzador, y tema que eso se convirtiera en una especie de
obsesin, de paranoia o algo as. Cmo estar seguro de ello? Quin poda saberlo? Tal vez
aquel futuro "ahora" ya no existira. No entenda nada de relatividad ni de viajes en el tiempo,
pero era una posibilidad. Quizs el mismo Derrick haba cambiado el curso de la historia, no
solo con la destruccin de las torres y todo eso; su hecho era demasiado sobresaliente como
para no traer algn tipo de consecuencia... Se dio cuenta de que estaba pensando sobre algo
que an no haba pasado y que an tardara mucho en pasar y no supo si sentirse estpido o
perturbado. Aquello era un cacao demasiado complicado para l. No pudo hacer otra cosa que
encogerse de hombros.
-Bueno, creo que deberas dormir... ests agotado- Le aconsej Jimmy a Derrick. - Por ahora,
qudate aqu abajo, ser lo ms adecuado. Debes intentar pasar desapercibido, es lo mejor,

creme. Si alguien descubriera esto... No quiero ni pensarlo. Te mantendrs oculto por unos
das, al menos cuando yo no est. Le diremos a mi compaero que eres... un primo lejano.
-Un primo lejano...?
-S, ya sabes, familia y todo eso... No debes caminar solo por ah, hasta que vayas adaptndote
a esto, sera muy peligroso de acuerdo? En un par de semanas parecers tan vulgar como el
carnicero de la esquina. Hazme caso, es por tu bien. Maana, yo tengo que salir temprano,
pero t, no salgas sin m. Si viene alguien y toca, no le abras la puerta, y si oyes algo en la
parte de arriba no subas. Cuando terminen las clases, me reunir contigo, y si quieres,
podemos dar una vuelta por ah, vale? Para que veas todo esto.
-Me parece bien.
-Ah!, si tienes hambre, arriba puedes conseguir algo de comer. Rebusca por ah en la cocina
y, si te quieres dar una ducha o algo...
-Una ducha? Con agua te refieres?
-S, hombre, s, claro. Con que va a ser si no? Aqu no hay reservas de agua ni nada
parecido... por el momento. Debajo guardo un colchn. Yo, a veces, lo uso, cuando estoy muy
cansado para subir y eso. No es gran cosa, pero es cmodo...
-De acuerdo... Oye...
-Jimmy.
-Jimmy... gracias.
-Nada hombre. Imagino que tu hubieras hecho lo mismo por m si yo hubiera viajado hasta tu
tiempo no?- Ambos sonrieron levemente.- Vale, lo dicho, hasta maana...
Jimmy saba lo fatigado que aquel tipo se encontraba, as que prefiri no cansarlo con
preguntas y ms preguntas. Adems... aquello era demasiado fuerte como para asimilarlo de
una sola vez. Ya habra tiempo para lo dems. Estaba convencido de que l senta tanta
curiosidad por Derrick, como Derrick por l y su mundo, un mundo al cual estaba abocado a
entender, o, al menos, a aceptar. Y maana sera otro da.
Jimmy se despert con la resaca de la noche anterior. Habra sido todo un sueo y nada
ms? Ahora no estaba muy seguro de nada, as que lo primero que hizo fue bajar con mucho
sigilo al stano. En efecto, all se encontraba Derrick, durmiendo profundamente en su
improvisada cama. Entonces se fue al campus, despus de asearse un poco y desayunar.
Ese da fue un da extrao. Extrao por muchas razones. Por una parte, intentaba
concentrarse en clase, pero siempre terminaba oyendo la voz de Derrick dentro de su mente,
repitindolo todo una y otra vez. Adems, l mismo se senta raro , al menos, interiormente.
Pareca que, de repente, todo lo que hasta ese momento le haba parecido importante, era
ahora intrascendente, nimio. Tanto as que ngela intent llamar su atencin pasando por su
lado con el desgarbo descarado que ella sola utilizar cuando quera llamar su atencin, pero l
ni lo not; tan inmerso estaba en sus pensamientos. Incluso sus amigos lo notaron diferente.
En especial Dustin, que le pregunt un par de veces si haba visto un fantasma; a lo que l le
respondi: ojal hubiera sido solo un fantasma.
Adems de eso, Jimmy tuvo un casual encuentro con Matt. Este pareca muy furioso. Como
de costumbre, hizo gala de la prepotencia que siempre le caracterizaba. En esta ocasin, tan
solo se limit a agarrarlo por el pecho con violencia y a zarandearlo un par de veces,
advirtindole no muy amigablemente que no se interpusiera entre ngela y l, a lo que a Jimmy
no se le ocurri ms que contestarle: Est bien, pero la prxima vez cmbiate de aftershave.
El fornido tipo se qued totalmente perplejo; ante sus palabras y ante su forma de decirlo.
Pareca la voz de un tipo muy seguro de s mismo, demasiado quizs. Para cuando quiso
reaccionar, ya se le haba escurrido de entre las manos.
Despus de eso, se haba mantenido algo ido en las posteriores horas de clase. Ni siquiera la
habitual verborrea del profesor Farrell haba conseguido que se conectara de nuevo.
-...dado que la energa es equivalente a la masa, el vaco energtico debera ejercer, en
mayor o menor cuanta, alguna fuerza de gravedad. Si la constante cosmolgica es cuantiosa y
negativa, suplira la atraccin gravitacional de la materia ordinaria...- Jimmy no escap a la
suspicacia del profesor-. Seor Blark...!
-Qu?- se vio repentinamente sorprendido.- Ah, s! La materia... Se puede crear un campo
electromagntico capaz de modificar la estructura de las partculas a nivel sub-atmico, licuar la
materia por unos instantes. En otras palabras, detener el proceso entre la materia y la
energa... Acceder a otras dimensiones...- De pronto, l mismo se dio cuenta de que haba

divagado en voz alta. Simplemente, haba relacionado las ltimas palabras de Farrell con
algunas de las explicaciones de Derrick. Su mente estaba demasiado desconcertada.
Nadie dijo nada. El ms absoluto silencio se haba adueado del aula. Eso era algo que muy
pocas veces ocurra. Solo se oyeron un par de alumnos tosiendo y nada ms. Incluso el seor
Farrell pareca haberse quedado mudo. Un instante despus, este se limit a tocar varias veces
las palmas con mueca confusa. Los alumnos no supieron interpretar ese gesto. Haba
expectacin por parte de todos de ver qu ocurra.
-Magnfico!- Exclam el seor Farrell con una voz sublime, casi cmica.- En otro momento
oiremos sus teoras extraas... ahora cntrese en la ciencia verdadera y deje sus noveluchas de
ciencia ficcin... detener el proceso entre la materia y la energa... que estupidez...
Cuando terminaron las clases, cay en la cuenta de que Jerry haba faltado a todas las horas,
y solo porque Katy y Dustin le haban expresado su extraeza ante tal ausencia. Entonces
record que en el primer da de ayer, Jerry haba pasado toda la tarde en su casa, pero que
en la repeticin de este, no. Se dio cuenta de que l tambin haba cambiado el curso de las
cosas, haba modificado el futuro, aunque fuese de forma muy leve y trivial, y eso le hizo sentir
una especie de temor irracional que no supo explicar ni analizar. Fue como si sintiera un mal
presentimiento, ms relacionado con lo absurdo que con la lgica. En realidad qu mas daba
que Jerry hubiera estado con l, que en los billares, estudiando, o haciendo cualquier otra cosa?
Era algo sin importancia. En teora debera ser as, pero...
Cogi su mvil, pero este no tena batera. As que se dirigi entonces a una cabina de
telfonos. Record tambin que haba dejado a Derrick solo y que deba volver lo ms pronto
posible a casa; antes de que Flicker volviera o que l se desesperara y saliera a la calle. Cogi
un par de monedas de sus bolsillos y marc el nmero de su amigo. Eso no le llevara ms que
un par de minutos.
-S, hola seora Stocker, soy Jimmy... Es que, como Jerry no ha venido hoy a clase, quera saber
si le haba ocurrido algo.
-Jerry...?- La voz de la mujer son desencantada, casi ofuscada.- Tu amigo no se ha partido
la cabeza de milagro. Con lo despistado que es... Ayer, con la bicicleta, se dio un golpe con un
camin aparcado... Eso dice l, aunque no creo que haya nadie tan estpido como para darse
un golpe contra un camin aparcado. Pero como los chicos de hoy siempre vais tan
despistados... En fin...
-S, eh...
-Queras hablar con l no?
-Si puede ser...
-S, un momento... Jerry! Jerry!- La escandalosa voz son como un molesto bramido por el
auricular.- Jerry! Coge el telfono de arriba, es tu amigo Jimmy.
-Bueno, a ver si puedes meterle en la cabeza los estudios para que se deje de tonteras...
-S, claro, seora Stocker. Lo intentar...
-En fin, te dejo con l. Jerry! Voy a colgar!- La voz volvi a resonar en el auricular.
-Oye to... qu pasa?
-Eso digo yo. Qu es eso de un accidente con la bicicleta...?
-Eh...! S, vers, me di un golpe... Iba en la bicicleta y... oye Jimmy...- La voz de Jerry tom
ahora un cariz de confidencialidad- bueno to, no digas nada pero ayer me fui al parque e hice
varias apuestas con unos tipos que estaban all para una carrera y eso... ya sabes, lo tpico.
Necesitaba algo de pasta. Mis padres me tienen castigado, y necesitaba algo de pasta para el
fin de semana. Bueno, el caso es que casi al final de la carrera, el tipo me ech de la carretera
y me di un tortazo... Estoy hecho polvo. Tuvieron que ponerme seis puntos en la cabeza, to.
Me he tenido que rapar, colega... Hoy tengo el cuerpo como si me hubieran dado una paliza...
Pas de ir a clase.- Hubo una pequea pausa.- S, as mismo!- Jerry cambi el tono de voz.-Si,
mir un momento para otro lado, y no vi el camin all aparcado...!- Su voz se volvi de nuevo
clandestina.- Perdona to, es que mi hermana pas por aqu y no quiero que se entere. Si se da
cuenta, seguro que me hace chantaje, y si mi padre se entera, seguro que me quita la paga de
por vida o algo peor.
-Entonces ests bien no?
-S, ahora s. Un poco magullado pero nada ms. Y dime, algo interesante en clase? Lo de
siempre supongo. Los apuntes, me los pasars no?
-Oye, Jerry, eso te pas antes o despus de ir a casa?

- Cmo sabes que ayer fui a tu casa? Si no estabas. Seguro que andabas en los brazos de
ngela... Confiesa desgraciado...!
-Oh...! Bueno...!- Haba sido algo estpido. No saba cmo explicarle a su amigo la
situacin. En realidad, tampoco estaba por la labor.- Flicker me lo dijo despus. l te vio irte.
-Flicker? Si no haba nadie. No me dijiste que iba a pasar el fin de semana en la casa de su
novia o no s dnde?
-Bueno, s, s, pero... es una larga historia, ahora no tengo tiempo... Se me acaban las
monedas... Maana nos vemos Vale?
-S, s, claro. Oye, si puedes, psate a dejarme los apuntes.
-De acuerdo. A ver si puedo. Vale, hasta luego.
Jimmy colg el auricular con una extraa sensacin de confusin en su interior. Si le hubiera
ocurrido algo a Jerry... Pero era algo que escapaba a su alcance. Cmo iba a prever l ese tipo
de sucesos? Era imposible, totalmente imposible. Es ms, si alguien, el da anterior, le hubiera
dicho que iba a ocurrirle todo eso, lo habra tomado por loco. Todo haba sido totalmente
impredecible. Le esperaba alguna sorpresa ms? El pensar en eso era algo que le perturbaba.
Qu ms puede ocurrir? Intentaba zanjar el asunto con esa simple y estpida pregunta, pero
dentro de s algo le deca que aquello poda traer consecuencias inimaginables; cosas que
escapaban a su limitada y confusa mente .
Como llevado por un mal presentimiento, volvi a casa apresuradamente. Deseaba llegar all
y ver que todo segua bien. S, saba que sus temores eran un tanto ilgicos, casi estpidos, y si
llegaba y todo estaba como siempre, respirara hondo, se relajara, y guardara aquel secreto
para siempre; que era lo nico que realmente poda hacer.
Lleg a su portal y todo estaba tranquilo. Quizs demasiado tranquilo. A pesar de eso, y sin
ningn tipo de explicacin razonable, "presinti" que haba algo "extrao" en el ambiente. Abri
la puerta con sigilo, y oy voces de fondo. Qu era eso? La piel se le eriz. De repente oy una
tremenda risotada que al momento adivin: se trataba de una de las comedias de Jerry Lewis
que a veces reponan en la tele. Entonces respir tranquilo, y se relaj.
-Hola Jimmy. Esto es genial, en mi vida me haba redo tanto...
-Te gusta?
-Bueno, cuesta adaptarse un poco a este tipo de formato, pero en mi vida nunca haba visto
una filmacin tan absurda... La gente de tu tiempo debe de ser muy divertida no?
Jimmy sonri al comprobar su ingenuidad, o quizs tan solo su ignorancia ante una cultura
que para l se mostraba tan atrasada, tan primitiva.
-Bueno, hay de todo.
-Oye, es estupendo... Disfrutar del agua, tan abundante, tan pura... No sabes cuanto
hubiramos dado en nuestro tiempo por tener esto...
-Veo que te has adaptado enseguida.
-Bueno, no creas, an hay muchas cosas que ni se me ocurren para qu sirve. Por ejemplo,
ese artefacto plateado que hay en el cuarto pequeo donde est la comida. Me refiero a ese
aparato con un cable negro y dos ranuras en la parte superior. Adems, intent calentar la
leche, pero ninguno de los aparatos me hizo caso.
Jimmy no pudo evitar el soltar una tramposa carcajada.
-Oye, Derrick, aqu los electrodomsticos estn sordos. Tienes que manipularlos para que
funcionen, y a veces tienes hasta que maltratarlos.
-Maltratarlos...?
-S, bueno, es una forma de hablar. Espera un momento, voy a pegarme una ducha y voy a
hacer algo de comer. Te parece bien? Despus, si quieres, podemos salir por fin al mundo
exterior...
-S. Lo estoy deseando...
Derrick sali del portal de la casa con una extraa sensacin. Sus ojos brillaban como los ojos
de un nio, pero a la vez se adivinaba un atisbo de pnico en ellos. Tom un sorbo de aire con
impaciencia y lo absorbi casi con placidez, y despus mir fijamente a Jimmy. Este no pudo
hacer otra cosa que sonrer, intentando comprender el cmulo de sensaciones que l ahora
mismo estaba sintiendo. Qu ocurrira si de pronto me diera cuenta que me encontraba, por
ejemplo, en el mil doscientos y que, irremediablemente, iba tener que enfrentarme a su
singular sociedad?- Pens Jimmy, mientras se le haca un nudo en la garganta. Con lentitud,
casi con minuciosidad, Derrick baj los escalones hasta llegar al portal. Una vez ah, se detuvo

por una milsima de segundo y dio esos decisivos pasos que tanto haba temido y esperado
sali al exterior.
-Lo ves? No pasa nada. Reljate.
Pero Derrick apenas oy la voz de Jimmy. Sus ojos lo escrutaron todo con profunda
intensidad. Todo lo que le rodeaba fue, en un momento, estudiado casi escrupulosamente. La
acera estaba atestada de gente, que caminaba, unas apresuradamente y otras casi
plcidamente. Los edificios eran toscos y de colores gastados, viejos, as como el ambiente que
lo impregnaba todo. Un ambiente remoto, primitivo, pero con un encanto especial, extrao. El
aire, el aire era muy puro. Eso fue lo que ms le gust. Penetraba en los pulmones y casi los
destrozaba, los reactivaba, los insuflaba de vida. Era maravilloso. Y ese cielo... azul, profundo...
era como un sueo. Tachonado de nubes de espumoso gas, que danzaban casi mgicamente
por encima de sus cabezas, despreocupadas de todo. Pero el ruido... el ruido fue lo que ms le
cost asimilar... el tremendo ruido de la gente que hablaba, que, casi, gritaba; el ruido de los
neumticos en el pavimento, de los fragorosos motores de combustin, de los claxones de los
arcaicos vehculos que se arrastraban por el suelo como dinmicas hormigas. Al fondo apareci
un perro, y esto llam poderosamente su atencin. Nunca haba visto un canino autntico,
puro, y mucho menos caminando por la calle como si fuera lo ms normal del mundo. El animal
avanz descuidadamente por la acera hasta que lleg a l, y se qued vacilante, casi inmvil,
tan solo agitando su cola y chasqueando su lengua. Derrick, entonces, se agach con
curiosidad.
-Es un... un canino?
-S, claro... un perro. Vamos, tcalo, no muerde. Eso espero...
Pero Derrick no hizo ademn de nada. Por una parte, senta una tremenda curiosidad por l,
pero por otra, an estaba impreso en su mente el acrrimo miedo que se le tena en su
sociedad a las distintas especies debido al continuo temor de infeccin de parsitos o de virus,
sobre todo si no estaban cuidados debidamente, como pareca el caso. Jimmy alarg su mano y
acarici al can un par de veces, mientras que este se limitaba a olisquearlo y a or su voz en un
intento de llamar su atencin. Entonces l se decidi a hacer lo mismo. Sinti su tacto, su
pelaje espeso, y le encant. El perro estuvo all un instante, pero despus se march con su
peculiar movimiento de rabo, tal vez desencantado al no recibir nada de comida.
-Sabes, en mi mundo, los animales no pueden deambular as por la calle. En realidad, son
muy pocos los que disponen de permisos para tener uno. Con frecuencia son portadores de
muchas enfermedades. En lo nico que se parecen a los felicanes es en el movimiento del
rabo y en su forma de oler...
-Te gusta esto o no?
-S, claro que me gusta. Todo me gusta, la gente, el aire, el cielo... pero este ruido...
-A esto lo llamas ruido? Eso es que no conoces a mi amigo Jerry. Por cierto, podramos ir a
visitarle; ms tarde, por supuesto.
Despus de eso, se dedicaron a dar una vuelta por la ciudad. Derrick se sinti sorprendido por
casi todo: por las aglomeraciones de trfico, por el colorido de las calles, por la forma de vestir
de la gente, por lo comunicativa que esta era, por la presencia de seales de trfico y de
semforos, incluso le llam poderosamente la atencin el ver a individuos con exceso de
peso.
-Obesos... gente que sufre de obesidad, o que les gusta demasiado las hamburguesas...
-Pero, no se someten a alguna terapia o lo que sea para estilizar su imagen?
-Para qu? Si ellos son felices as...
-En mi poca la imagen lo es todo...
Entraron en unos grandes almacenes y estuvieron dando un par de vueltas por all. Derrick
preguntaba por casi todo, y a Jimmy, a veces, se le haca difcil explicar para que serva algn
artefacto especfico como una aspiradora, un microondas, un cargador de pilas o explicarle
algunas de las costumbres y comportamientos de sus contemporneos.. Cuando llegaron a la
seccin de los televisores Derrick se mostr tremendamente perplejo. Se coloc ante una
pantalla de plasma de cuarenta y ocho pulgadas y all se qued por un buen rato, boquiabierto,
extasiado, casi como si hubiera tenido una revelacin sagrada.
-Me imagino que en tu mundo, esto es una ridiculez... Me refiero a eso de las televisiones
interactivas, tridimensionales y todo eso no?
-Jimmy... Jimmy... esto es... esto es...
-El qu? La tele?

-Nunca hubiera imaginado que fuese tan bonito... tan... tan sublime...
Entonces Jimmy cay en la cuenta de que Derrick hablaba de las imgenes en alta resolucin
que la pantalla estaba lanzando sin parar. Se trataba de alguna especie de documental o algo
parecido, en el cual se vean las esplendorosas figuras de dos orcas alzndose
majestuosamente sobre el mar impulsadas tan solo por el mpetu de sus cuerpos brillantes,
coronados por el anaranjado disco del sol, que los alumbraba con fugaz intensidad. Ms tarde,
la escena cambi y la cmaras se trasladaron a toda velocidad hacia una isla tropical, de
cristalinas aguas saturadas de hermosos arrecifes de coral, impregnados a su vez de la ms
abundante diversidad de peces de colores. Despus el recorrido continu hacia el interior,
donde se adivinaban inmensas mesetas donde se cultivaba caf, y elevadas cumbres
montaosas que ascendan hasta las nubes. Las palmeras eran mecidas por la suave brisa
tropical, bajo un cielo azul y profundo, tan profundo como el alma de Derrick... que se
desparramaba dentro de s como aquellas estruendosas cascadas que se precipitan en medio de
una naturaleza arrebatadoramente salvaje..
-Quiero ir all... Quiero verlo, verlo de verdad... Oh cielos! Es maravilloso! Es ms bonito de
lo que nunca hubiera imaginado... Por qu acabaron con todo...? Creamos que la tecnologa
nos salvara... Qu estpidos! Malditos! Malditos sean!
-Derrick qu te ocurre? Derrick...- Pero Derrick estaba extasiado con lo que sus ojos estaban
presenciando.- Ests bien? Vamos! Ven, vamos...- Jimmy se lo llev con disimulo a un rincn y
se sent junto a l, mientras l aun sollozaba palabras llenas de resignacin.
-Te das cuenta Jimmy? Te das cuenta? Nunca hubiera imaginado que fuera tan... tan...
Qu hemos hecho...? Qu hemos hecho...?
-Lo s, lo s... pero no est en tu mano ni en la ma... Ya lo s, todo es una mierda... Pero
mientras tanto, tenemos que ocuparnos en vivir.
-S, pero...- Derrick aspir un poco de aire, y este, por primera vez, le pareci que estaba un
poco viciado. Jimmy le invit a tomar una cerveza, y ambos pasaron algo ms de una hora
hablando de sentimientos encontrados, de sensaciones frustradas y de recuerdos perdidos en la
corriente de una vida con un pasado ingrato y un presente confuso.
Despus de eso fueron hacia la casa de Jerry. El pobre presentaba un aspecto deplorable.
Tena un lado de la cara algo raspada, un brazo molido y un intenso dolor en sus costillas, y se
haba rapado! Aparte de eso, pareca el mismo Jerry de siempre; ni siquiera haba perdido el
buen humor. All estuvieron durante un par de horas, hablando de todo lo acontecido
ltimamente. Derrick se mostr algo tmido y retrado, y Jerry intuy que ese tipo no era su
primo lejano, (como Jimmy mismo le haba presentado), y que ni mucho menos era ingls. Pero
bast la palabra de su amigo para que intentara no preguntar demasiado. Aunque al principio
se mostr algo extraado, despus dej de sentirse nervioso y acept a Derrick como uno de
esos primos que todos tenemos en un momento dado. An vestido con sus vulgares pantalones
tejanos, su camiseta blanca y sus deportivos negros, Derrick tena un no s qu anmalo que
lo desconcertaba. Quizs era su expresin ausente y expectante a la vez, tal vez sus ojos tan
azules y profundos, casi penetrantes, o tal vez algunos aspectos de su anatoma que quizs
para otros hubieran pasado desapercibidos, como la perfecta simetra de sus rasgos, lo
profundo que eran sus ojos, lo estilizados que eran sus pabellones auditivos, o lo tersa y
blancuzca que era su piel. Sin duda, era un tipo extrao.
Despus de un rato, ambos volvieron a su casa, mientras que Jerry se qued con una
expresin un tanto ridcula en su rostro, pensando en si quizs aquel tipo no encerraba algn
misterioso secreto o, si, al contrario, otra vez se estaba mostrando algo neurtico y exagerado.
Fuera como fuera, estaba seguro de que tarde o temprano iba a averiguarlo, sobre todo
contando que siempre sola sonsacarle todo a su amigo Jimmy. Despus de un buen rato
regresaron a la casa.
Lleg el momento ms duro. La prueba, como l mismo lo haba denominado. Se trataba de
convencer a Flicker de dos cosas; primero, sobre que Derrick era un primo de Inglaterra, y,
segundo, que iba a quedarse durante unas semanas en el stano de la casa. Al menos, hasta
que l lograra adaptarse a su nuevo entorno y ser absorbido por este, o, al menos, integrarse a
l sin peligro. No saba cul de las dos cosas sera ms difcil. Pero, al llegar a les inmediaciones
de la casa, se tropez con algo totalmente distinto a lo que pensaba encontrar. Esta estaba
rodeada de gente que pareca murmurar sobre algo. Toda la zona estaba acordonada. Las luces
de los coches de polica y de las ambulancias impregnaban todo el ambiente con sus tonos

anaranjados y azulados intermitentes, como preludio de que algo haba ocurrido; algo que an
no acertaba a adivinar y que, en ningn caso, pareca augurar nada bueno.
Se dirigi apurado a unas mujeres de edad madura que estaban apostadas al lmite del
cordn policial. Les pregunt, casi les implor, sobre lo que haba ocurrido. Ninguna le supo
decir nada en concreto. Al parecer, haba muerto alguien pero no saban quin era o qu era lo
que haba pasado. De pronto sacaron lo que se adivinaba era un cadver del portal de la casa y
lo llevaron a la ambulancia. l, superado por su impulso, se escabull por debajo del cordn y
se dirigi hacia la camilla, donde yaca el supuesto cadver, dentro de una bolsa oscura.
-Eh, chico! Qu haces? No puedes estar aqu! No puedes estar aqu!
-Qu ha ocurrido? Qu ha pasado?
-Vamos! No puedes estar aqu!
Uno de los policas que permaneca alrededor para evitar la intromisin de curiosos se percat
de la situacin y, con un par de pasos giles, se coloc junto a l.
-Qu ocurre, chico?
-Ver agente, soy Jimmy Blark... vivo aqu, en esta casa... Al llegar me he encontrado todo
esto. Solo quiero saber qu ha ocurrido... Quin es...? Quin es...?- Jimmy estaba confuso,
perturbado, y la voz le temblaba. Se volvi para sealar a la camilla, pero los tipos de la
ambulancia ya la estaban metiendo dentro de esta. Entonces se zaf de este y corri hacia
ellos, pero estos ya haban cerrado las puertas.
-Abran un momento, por favor, abran un momento... -Implor, pero el polica lo cogi del brazo.
-Vamos, acompame, por favor.- El polica le pidi con paciencia. Derrick se acerc entonces
a ellos.- l viene contigo?
-S, s, viene conmigo...
Entonces el polica los introdujo al interior de la casa.
Dentro pareca desarrollarse una actividad frentica. Haba tipos por todas partes. Unos
mirando las paredes, otros el suelo, por debajo de los muebles, o recogiendo muestras,
revolviendo en los cajones, buscando huellas o cualquier cosa que pudiera aportar alguna pista,
por pequea que fuera. En el suelo de la cocina, haba un dibujo de una figura humana con un
brazo extendido y otro pegado al cuerpo; sin duda era la rplica del cadver tal como haba sido
encontrado. Jimmy, de pronto, sinti una punzada en su corazn; comenz a convencerse de lo
peor..
Un tipo de elevada estatura y medio calvo se dirigi a l con una expresin ceuda, casi
desagradable.
-Quin eres? Blark?- Pregunt torpemente.
-Sintate, muchacho. Usted tambin... por favor- Coment refirindose a Derrick.- En primer
lugar, soy el inspector Seguer, l es Coretti, mi ayudante. T eres... Jimmy Blark?- El asinti.- Y
usted, Qu pinta aqu?
-Bueno... Yo... yo...- Derrick estaba nervioso.
-Es un amigo.- Coment Jimmy.
-Y, cul es su nombre, amigo?
-Me llamo Derrick, Derrick... Lewis.- (Derrick se acord de Jerry Lewis. Saba que hubiera sido
una estupidez decirle: me llamo Derrick 051/Alfa2).
-Bien, comprubalo...- Dijo dirigindose a uno de los policas.- Bueno, Jimmy, vers...- el
polica cogi un poco de aire y se meci la barbilla, mientras que el otro tipo, Coretti,
permaneca silencioso junto a ellos, atento a todo.- Al parecer, alguien entr en tu casa,... y,
despus de mantener algn tipo de conversacin con Walter Flynn, lo asesin. Lo siento mucho,
chico. Era tu compaero no?- Jimmy asinti acongojado. Lo siento chico... Una vecina oy algo
desde su casa...- Cuando llegamos, no pudimos hacer nada, y el tipo haba desaparecido.
-Pero... Qu...? Qu quera? Qu pas? No lo entiendo...
-Bueno, eso es lo que ms confundido nos tiene... Por lo visto, no parece que se llevara nada,
porque alguie se tropez con l cuando sala y dice que no llevaba nada encima. De todas
formas, ahora echars un vistazo a la casa, a ver si echas algo en falta... cualquier cosa puede
ponernos en la pista. Adems de eso, no haba nada forzado en la casa, ninguna puerta ni
ventana, por lo que puede deducirse que quizs era conocido de tu compaero. Tu amigo
estaba metida en algo... turbio? Te lo presunto porque esto, a primera vista, tiene toda la pinta
de un ajuste de cuentas o algo as ...- coment con cierta prudencia.- Aunque parece que no se
llev nada, creo que buscaba algo que no encontr, a juzgar por algunos signos de tortura por
lo que podria haber sido una especie de interrogatorio o algo asi.

-Pero, a qu se refiere?- Jimmy no comprenda nada.


-Por qu no me lo dices t, chico?
-Un mo... momento, un momento...!- Jimmy tartamude levemente. Comenzaba a
irritarse por lo absurdo que pareca todo.- Qu est insinuando? Qu estbamos metido en
algo ilegal? Vamos! iHable claro de una vez!
-Tranquilo, chico!- Su voz son ahora como un torrente.- No quiero insinuar nada! Tan solo
quiero que me cuentes todo lo que sepas Todo! Comprendes? Aqu hay algo muy extrao. Y
quiero averiguarlo.
-Y yo, qu puedo contarle que usted no sepa ya? Tanto Flicker... es decir Walter, como yo,
ramos tan solo simples estudiantes, nada ms. Estudiantes que hacamos todo lo posible para
costearnos los estudios, pero nada ilegal...
En ese momento se acerc un polica y le susurr algo al odo a Seguer. Este escuch con
mucha atencin y luego mir hacia Derrick muy fijamente, como intentando descubrir algo.
-Y usted amigo... qu tiene que decir?
-Yo? No entiendo...
-No entiende? Quin es usted?
-Bueno... ya se lo dije antes, me llamo Derrick Lewis...
-Enseme su identificacin. Y, dgame, cul es su relacin con el muerto y con l?
-Yo...- Derrick comenzaba a presentir que todo aquello iba a complicarse por momentos.- No
s cmo puedo identificarme... Soy amigo de Jimmy...
-Dgame, cmo le conoci?
-No hace mucho... en realidad...
-Nos conocimos ayer por la noche...- Agreg Jimmy un poco angustiado.- Tomamos un par de
cervezas, charlamos un poco, y nos hicimos amigos... Ya sabe...
-S, claro, y lo alojaste en el stano, no? Encontramos tres clases diferentes de huellas por
toda la casa... Las del muerto, las tuyas,- dijo sealando hacia Jimmy- y... las otras no sern
suyas, verdad...? Adems hallamos algunas cosas muy extraas, como, por ejemplo, una
especie detraje de buzo o algo as, de un extrao tejido sinttico...- Derrick se sinti
aprisionado, acorralado.- Es curioso... la nica persona que vio salir al asesino de aqu nos dijo
que lo nico que le llam la atencin del tipo fueron sus intensos ojos azules, muy azules, los
ms azules que nunca haba visto... El inspector no dijo nada ms, se limit a callar por un
instante, forzando una pausa un tanto tensa y violenta, y a mirarle fijamente a sus ojos... Saba
que estaba consiguiendo lo que precisamente buscaba.
-Bueno, me imagino que habr mucha gente con ojos azules... no?
-S, en efecto...- El inspector volvi a pausar de nuevo, esta vez para encender un cigarrillo. Le
dio una calada muy prolongada.- Pero es demasiado extrao que no existan datos sobre la
tercera clase de huellas en los archivos de la polica, ni en los registros gubernamentales... A no
ser que... usted fuese algn asesino profesional con identidad falsa... Si es que comprobamos
que las huellas pertenecen a usted...- El polica se levant, mostrando su corpulencia y su rostro
imperturbable, intentando intimidarlo; causar alguna sensacin de miedo en l. Haba notado lo
asustado que estaba Derrick e intentaba hacerle hablar. Si no lo consegua ahora, era muy
probable que no sacase nunca una confesin de sus labios. Pero lo que no imaginaba era que el
terror que Derrick pareca sufrir no era por esa razn...
-Est bien... s quin lo hizo, lo s...- Derrick intent ponerse de pie. Estaba muy nervioso,
tena miedo, un miedo muy profundo y tortuoso, que le hizo recordar cuando fue capturado por
aquellos extraos tipos... Volvi a la realidad despus de que uno de los policas lo sentara con
un violento empujn. Pero Derrick entonces cay presa de una especie de crisis nerviosa y
comenz a comportarse de forma agresiva, como si hubiera tenido una de esas reacciones de
pnico, e intent ponerse de pie de nuevo. Hicieron falta varios hombres para controlarlo.
-Ha sido l, ha viajado en mi busca... Les digo la verdad! Viene a por m, l viene a por m...
Le han mandado a por m!- Derrick gritaba asustado mientras se debata intilmente contra los
policas.- Tienen que creerme! Tienen que creerme! Deben encontrarle... es una mquina de
matar, no tiene remordimientos... ni conciencia...
Jimmy entonces comprendi lo que pasaba. Quizs, aquellos tipos de la I.C.A.P. haban
mandado a alguien para que encontrara a Derrick, tal vez con la nica misin de matarlo, o tal
vez por toda la informacin que tena en su cerebro o en su unidad auxiliar, como l mismo la
haba denominado, que podra servir para paliar o evitar los efectos devastadores de la reaccin
en cadena que habra provocado en prcticamente casi todo el planeta, all en su poca. Pero,

por qu tomarse tantas molestias? No podan sencillamente viajar en el tiempo hasta, por
ejemplo, el momento en que Derrick entr en la Central o algo as, y evitarse todo lo dems?
Quizs no fuese tan sencillo, o tal vez ni siquiera fuera probable. Era algo que no saba, que
desconoca por completo. Tal vez tena que ver con lo que Derrick le haba comentado de los
Universos Paralelos, la curvatura de la constante Espacio-Tiempo y todas esas cosas. Quizs
tenan un cierto lmite para viajar en el tiempo, o un cierto lmite para influir en l, o tal vez,
solo tal vez, el hecho de hacer eso solo supondra dividir el futuro, de tal forma que ocurrieran
las dos cosas a la vez, solo que en distintos planos de la realidad. Eran conjeturas demasiado
complejas para l. Fuese como fuese, saba que aquel tipo era toda una amenaza para todos en
general... Sera un autntico monstruo, un autntico "supervillano", creado por una tecnologa
demasiado avanzada para ellos...
-Jimmy! Jimmy! Lrgate de aqu! Vete, Rpido! Ya te habl de l Recuerdas? Vendr a
por m, y no se parar ante nada!
-Hacedlo callar de una vez, y llevoslo a la comisara!
De repente, hubo una especie de chispazo, y acto seguido, todas las luces se apagaron, y
adems, todo lo que estaba mantenido por electricidad dej de funcionar. Los agentes de
polica se quedaron perplejos. La oscuridad fue casi total. Tropezaron unos con otros y hubo un
murmullo desordenado por toda la casa.
-Es el! Es l! Vamos, Jimmy, escndete! Rpido!
No dio tiempo a nada. De la pared del fondo de pronto eman un extrao y fugaz flujo
azulado, y esta comenz a ondularse, casi como si fuera a diluirse. Todos se quedaron mudos,
estupefactos.
En un instante ms corto que un segundo, Jimmy record lo que Derrick le haba comentado
sobre licuar la materia; crear un campo electromagntico capaz de modificar la estructura de
las partculas subatmicas; detener el proceso entre la materia y la energa... Entonces
comprendi que iba a ocurrir algo, aunque no saba bien qu era. Se lanz al suelo, por detrs
del sof, donde estaban algunos policas que haban participado en la investigacin. Al instante,
una lluvia de partculas blancuzcas recorri todo el espacio como si se tratara de una lluvia de
estrellas. Podra haber sido un espectculo impresionante por lo hermoso que era, de no ser
que aquellos fugaces destellos no eran ms que veloces proyectiles que avanzaban en todas
direcciones casi con vida propia, doblando esquinas, formando rbitas elpticas, buscando a su
presa. En un abrir y cerrar de ojos aparecan y desaparecan, formando un zumbido casi
inaudible en sus odos. De repente, la lluvia de chispas ces y casi todos parecieron abatidos
por los letales proyectiles de energa. Entonces una figura casi espectral penetr a travs de la
pared, como si fuera un truco de magia, hasta el interior de la casa.
Entr con una majestuosidad maligna, como un engendro del mal. Una vez pas al interior de
la vivienda, la pared volvi a endurecerse. Ech un vistazo a todo, y, pese a la oscuridad
reinante, el ser dio un minucioso vistazo a cada rincn de la habitacin, como si aquello no
fuera impedimento para l. Dio un par de pasos ms, entre sollozos y gemidos. Todos el mundo
estaba tirado por los suelos, la mayora se convirtieron en cadveres antes de que pudieran
darse cuenta qu era lo que ocurra. El tipo levant el brazo. Portaba en l una especie de
pistola pequea con varios caones. De sbito, los destellos infernales volvieron a iluminar
tenebrosamente la habitacin, y las chispas saltaron furiosas, dando un pequeo giro en el aire,
alcanzando a algunos de los hombres que yacan en el suelo, y otras, bajaron con velocidad
hacia el stano. Al instante, resonaron ms gemidos y algunos golpes secos.
El tipo dio un par de pasos ms y se agach sobre un par de cadveres, que retir sin apenas
esfuerzo. Debajo de l apareci un Derrick agonizante, sudoroso y jadeante.
-Vaya, hola Derrick, nos vemos de nuevo...- Su voz son como amplificada por el macabro
silencio de la habitacin. Derrick no dijo nada, tena demasiado miedo.- Creas que ibas a
escapar as como as? No ha sido fcil seguir tu pista...
-Y, para eso tenas que matar a toda esta gente? No eres ms que un maldito asesino.El tipo sonri como sorprendido.
-Exacto. T mismo lo has dicho. Supongo que mis impulsos son demasiado fuertes... Pero
sirvo a la Comunidad... Y ellos no me han impuesto ninguna restriccin... Solo les importaba
que te encontrara... No s por qu te preocupas por ellos... Estn muertos, todos estn
muertos... Son una civilizacin maldita...
-Y nosotros, qu somos? iAnda, dmelo! Qu somos? La esperanza del futuro...? Los
benefactores de la humanidad?

-Puede ser- El tipo volvi a sonrer arrugando apenas en una mueca confusa su rostro.Somos lo que queda de nosotros mismos, lo que necesitamos ser para sobrevivir... no me
importa lo que seamos...Solo importa la Comunidad, Derrick, es algo que ya deberas saber.
-La Comunidad?- Derrick jade levemente. Senta un terrible dolor en uno de sus costados.
Saba que no sangrara ms, porque el proyectil cauterizaba automticamente su herida, pero
senta como un fuego interno que lo torturaba.- Es gracioso... Pero a nadie le import la
Comunidad ni la supervivencia cuando supieron que la atmsfera estaba comenzando el
proceso de regeneracin, ni cuando mantuvieron en secreto lo del prototipo de bajo coste, ni la
necesidad de regenerar las zonas despobladas y de hacer zonas verdes nuevas... Las torres
movan demasiado dinero, demasiado poder... La I.C.A.P. no estaba dispuesta a perder el
monopolio... No somos mejores que ellos... No lo somos...
-Todava no has entendido nada verdad? La pluralidad es muy bonita y todo eso, pero es
perjudicial para los intereses colectivos... Esta sociedad lo prueba. Eso del gobierno del pueblo
para el pueblo, como se dice por aqu, es una estupidez, una utopa... Toda forma de auto
gobernacin lleva al caos, a la anarqua... Eso es lo que les pasar a ellos. En el fondo, lo que la
gente quiere es muy poco, sus inquietudes son primarias... necesidades, placeres y caprichos...
Una vida sin complicaciones... Pero eso tiene su precio. Nunca deben anteponerse los intereses
individuales a los colectivos...
-Sobre todo de los que ejercen el poder de forma tan sutil y autosuficiente no?
-Llmalo como quieras... - el tipo sonri con maldad.
-Maldita sea! No te das cuenta de que eres un simple instrumento en sus manos? Ellos no
pueden erigirse a s mismos como dioses, decidiendo el futuro de cada uno, sin tener en cuenta
las necesidades reales de la gente. Mrate a ti mismo. No eres ms que el resultado de una
sociedad decadente y eglatra... eres un monstruo, una criatura sin conciencia que no obedece
su propia voluntad, sino las propias directrices que otros le marcan; esos tipos que no piensan
ni en ti ni en nadie que no sean ellos mismos, y no dudarn en eliminarte del sistema una vez
seas perjudicial a sus intereses.
-Ests tratando de confundirme, Derrick, pero no lo vas a conseguir... Yo soy lo que soy, y
estoy contento de serlo. Canalizo mi agresividad inherente en pos de la Comunidad y...
-S, ya s... siempre acabas en lo mismo...- Derrick hizo un ademn de dolor. Se senta muy,
muy cansado. Ya ni siquiera tena miedo, estaba resignado a su suerte.- La instruccin
reprogramativa ha logrado cegarte... como a la mayora.
-T lo has dicho... como a la mayora... Es demasiado simple y demasiado complicado a la
vez... La mayora es una masa enorme y sin forma que puede llegar a ser muy peligrosa. Los
miembros del Consejo son los que se encargan de darle lo que necesita y cuando lo necesita a
ese todo que por s solo no es ms que una amenaza para s mismo. De lo contrario, llegara
a aniquilarse. Como en toda sociedad, debe haber de todo; los cabezas pensantes... los
guardianes... la clase diligente... y los que hagan el trabajo sucio... Pero mejor es que todos
tiremos en una direccin, que cada elemento sepa qu lugar ocupa dentro de ese engranaje...
En eso se resume la llamada Ley de la Comunidad... y eso es lo que yo intento proteger; esa
proporcin es la que t has roto... Has amenazado la estabilidad, el equilibrio... A la larga, has
puesto en serio peligro a tu propia raza...
-Al contrario!- Exclam Derrick, dando casi un salto para intentar incorporarse.- Les he
devuelto su libertad, su capacidad para decidir, para luchar y para ser ms humanos...
-La I.C.A.P. tena pensado reemplazar las torres por los nuevos prototipos... Eso es algo que t
no sabas... Solo que a su debido tiempo. No puede realizarse un cambio tan drstico de la
noche a la maana... Eso hubiera sido como un alud. Quin sabe que consecuencias habra
trado? La gente debe ser concienciada... Todo tiene un proceso lgico y lento de asimilacin,
para que el impacto de los cambios sea el menor posible. Los humanos somos costumbristas...
Es algo innato en nuestra naturaleza...
-S, claro... las reemplazaran cuando ya no hubiera ms remedio... Esa historia ya me la s...
Ha ocurrido muchas veces a lo largo de la historia.
-El caso es que... ya es demasiado tarde,- sus palabras sonaron ahora como la sentencia de
un juez.
-Qu vas a hacer? Llevarme de nuevo o matarme? O vas a cortarme la cabeza para
llevrsela a tus superiores, como una vez intentaste hacer?
El tipo ro a carcajadas por primera vez, pero lejos de ser una risa jovial, ufana, era maliciosa,
casi iracunda.

-Llevarte? Eso es imposible, amigo. No se puede volver... Este asqueroso mundo carece de la
tecnologa adecuada para fabricar un Generador de Tiempos Paralelos... No, he venido a
matarte, y a disfrutar de mi estancia aqu...
El tipo entonces levant con parsimonia su pequea pero letal arma, dedicndole una ltima
mirada de despedida, pero de pronto, al fondo de la habitacin, son una especie de chasquido.
l, "medio" segundo despus que se produjera el crujido, levant su arma y dispar al aire,
surgiendo de nuevo las chispas letales, que se incrustaron en un abrir y cerrar de ojos en el
pecho del Inspector Seguer, que era quin, aun estando moribundo, haba producido ese
chasquido, al intentar alzar su pistola y dispararle en un esfuerzo mximo por hacer acopio de
sus ltimas fuerzas. Al momento, el inspector qued yerto, rgido, soportando la ltima
expresin de su rostro, mirando fijamente con sus ojos ya muertos al frente, casi como una
estatua. Fue terrible.
De sbito, el implacable tipo levant su arma alertado por algo ms, cuando de pronto el gato
de Jimmy salt sobre l encrespado, como una autntica exhalacin. Pero el extrao hombre
haba sido ms rpido incluso que Pinky, porque, con una paso atrs, haba conseguido no solo
esquivar su acometida, sino adems lo haba agarrado por la piel del cuello, lanzndolo contra
el cristal de un mueble. Pero ese fue el preciso momento que Jimmy aprovech para levantar la
pistola que permaneca en la mano del polica que yaca muerto sobre l, y que l mismo haba
utilizado como escudo; lo encaon y apret el gatillo varias veces sin piedad. El tipo, como
alertado por un sexto sentido, se gir al instante, y dirigi su mirada hacia l, que haba
escapado de su atencin hasta ese instante. Cuando quiso hacer funcionar su arma de nuevo,
ya los tres proyectiles de calibre medio haban penetrado su trax y un costado, daando
algunos rganos, sobre todo perforando uno de sus pulmones. Aunque todo transcurri con una
rapidez excepcional para Jimmy, sin embargo, para el transgnico aquello ocurri casi como una
secuencia de fotogramas; paso a paso. El tipo cay hacia atrs con una sacudida espasmdica.
-Vamos! Disprale a otra vez! Disprale!- La voz de Derrick golpe en su alma con atroz
violencia.
Pero el tipo, moribundo como estaba en el sof, haba accionado ya su arma, y de nuevo las
furiosas chispas sobrevolaron la habitacin con intensidad. Jimmy no se qued a ver qu
pasaba, se protegi con el cadver del polica que antes le haba servido de escudo, salvndote
la vida. Entonces sinti una especie de fuego en su hombro, como si le hubiesen traspasado
con una fina aguja hirviendo. Jimmy, movido ms por un acto reflejo que por una accin
premeditada, sac la pistola por debajo del costado del hombre, y apret el gatillo una y otra
por segunda vez. Los casquillos de las balas rebotaron una tras otra en el suelo, junto a l.
Despus de unos intensos instantes, relaj su dedo y pudo mirar hacia el tipo. Este permaneca
tendido en el sof, totalmente acribillado, baado en su propia sangre, con una expresin de
asombro y rabia. Incluso as, resultaba aterrador. A duras penas, pudo quitarse el cadver del
polica de encima e incorporarse. Le dola mucho el hombro. Comprob que no tena sangre,
pero apenas poda tocrselo, le arda a rabiar. Dio un vistazo a su alrededor; todo estaba lleno
de cadveres. Pareca ms una coleccin de muecos macabros que otra cosa, sobre todo por
la falta de sangre, a excepcin del tipo del futuro, lo que haca la escena casi irreal,
contradictoria. Dio un par de pasos y se coloc delante de este. Lo observ durante un instante,
sin pensar en nada, salvo en que no pareca distinta a la suya. Entonces vio a su gato,
fulminado sobre el mueble. Se sinti abatido, triste. Entre todo aquel macabro silencio son un
quejido. Se trataba de Derrick, yaca all, asombrado de estar todava con vida. Jimmy se le
acerc y intent ayudarle a incorporarse.
-Jimmy, lo siento, nunca imagin que pudieran seguirme... ni que ocurrira esto...- Su voz
son profunda, afligida.
Jimmy no dijo nada. Se limit a sujetarlo y a observarlo con una profunda tristeza.
-Jimmy... Llvame a ese lugar que vimos en esa pantalla... un lugar donde haya un delicioso
mar, sol, arena, aire puro...
-S, claro que s... Iremos juntos... y sabrs lo que es respirar el aire ms puro que nunca has
imaginado...
Varios policas que, probablemente, haban odo los disparos desde afuera, derribaron la
puerta de la vivienda y penetraron en ella a la vez que Derrick exhalaba su ltimo suspiro.
Jimmy no pudo hacer otra cosa que resignarse y sentir una inmensa tristeza por su amigo
Flicker y una perturbadora pena por aquel viajero, por todo lo que no haba podido
experimentar, conocer, disfrutar, despus de haber hecho un viaje tan increble y extraordinario,

mientras pensaba si vendran ms visitantes sin escrpulos a su poca y si habra algn tipo de
esperanza para ellos, para su sociedad, para la raza humana. Despus de todo, el futuro an no
estaba escrito...

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