Enfermedades Neurodegenerativas
Enfermedades Neurodegenerativas
Enfermedades Neurodegenerativas
NEURODEGENERATIVAS
ENFERMEDADES
NEURODEGENERATIVAS
Coordinadores
Serie Cientfica
Madrid, 2002
NDICE
Prlogo
Prof. Jos Mara Segovia de Arana y Prof. Francisco Mora Teruel
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Envejecimiento cerebral
Prof. Francisco Mora Teruel
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47
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Enfermedad de Alzheimer
Prof. Jos Manuel Martnez Lage y Dr. Miguel ngel Moya Molina
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Encefalopatas espongiformes
Dr. J. M. Asensi lvarez
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ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
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PRLOGO
El conocimiento de las enfermedades neurodegerativas ha estado circunscrito durante muchos aos a sus aspectos clnicos y, en algunos casos, a diferentes intentos teraputicos. Hace 25 aos, poco se conoca sobre las causas
de estas enfermedades, que permitieran una actuacin ms eficaz sobre las
mismas o, al menos, un mejor conocimiento de sus mecanismos de produccin. Los avances logrados en los ltimos aos han sido muy positivos, de
tal modo que se estn abriendo nuevas vas de investigacin en un conjunto
de procesos que representan un gran desafo y graves problemas mdicos,
asistenciales, sociales y econmicos a los que se enfrentan los principales
pases desarrollados, con un aumento masivo de las expectativas de vida.
Hoy sabemos que las enfermedades neurodegenerativas son la consecuencia de anormalidades en el proceso de ciertas protenas que intervienen
en el ciclo celular, lo que da lugar al acmulo de las mismas en las neuronas
o en sus proximidades, disminuyendo o anulando sus funciones. Las enfermedades neurodegenerativas por proteopatas constituyen de esta manera
un excelente ejemplo de los avances que se estn produciendo en la reciente
medicina nuclear.
Un avance extraordinario y en cierto modo imprevisto dentro de este
campo se ha producido gracias a los estudios que han llevado al descubrimiento de los priones, un tipo de protenas que actan como agentes patgenos infecciosos que no contienen cidos nucleicos y causan degeneracin del
sistema nervioso central. Este hecho, que a su descubridor, B. Prusiner, le
cost trabajo que fuera aceptado por la comunidad cientfica, ha representado
un paso importante en el conocimiento de la enfermedades neurodegenerativas, ya que algunas de ellas, producidas por priones, han mostrado vas nuevas de investigacin en enfermedades que pueden ser infecciosas o genticas.
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Los captulos del presente libro son expresin de esta nueva visin de las
enfermedades neurodegenerativas. En l se recogen las conferencias que con
el mismo ttulo se desarrollaron en el curso celebrado en la Escuela Asturiana de Estudios Hispnicos de La Granda en el verano del ao 2001, con el
patrocinio de la Fundacin Ramn Areces y de Farmaindustria. Creemos
que el inters y calidad de las presentaciones justifican esta nueva publicacin que, como en aos anteriores, ha sido realizada con los auspicios de
Farmaindustria, a la que agradecemos una vez ms su inters y apoyo por
los cursos de La Granda, dirigidos por los profesores Teodoro Lpez Cuesta
y Juan Velarde Fuertes.
CAPTULO 1
ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS POR PROTEOPATAS
Introduccin
Los avances en gentica molecular han abierto grandes esperanzas en el
estudio de las enfermedades neurodegenerativas (EN). Entre los 35.000
genes de genoma humano, muchos de ellos van a codificar protenas expresadas solamente en el sistema nervioso. Tambin, muchos genes van a codificar protenas que se expresan, con diferentes grados, en distintos tipos de
neuronas. De esta manera, ciertas poblaciones neuronales van a ser especialmente vulnerables a los cambios originados por variaciones genticas por
factores ambientales o por la combinacin de ambos. En clulas de larga
vida, como las neuronas, una pequea perturbacin puede eventualmente
ser importante y tener consecuencias considerables.
El estudio gentico de casos familiares de EN ha permitido conocer las
bases genticas de estos procesos, tanto familiares como espordicos, y abrigar
la esperanza de encontrar medicamentos selectivos para corregir o contrarrestar el trastorno responsable, lo que constituye la moderna farmacogentica.
Hace 25 aos, poco se conoca de las causas de las EN. Hoy est claro que
son consecuencia de anormalidades en el proceso de ciertas protenas, de
aqu el nombre de proteopatas, que al acumularse en el tejido nervioso,
dentro y fuera de las neuronas, produce manifestaciones clnicas, principalmente demencia.
A esta mayor actualidad contribuyen varios factores o circunstancias:
En primer trmino, el envejecimiento masivo y progresivo de la poblacin
no slo en los pases desarrollados, sino tambin en los que estn en vas de
desarrollo, factor de riesgo muy importante para procesos como la enfermedad de Alzheimer y la de Parkinson.
Igualmente, los grandes avances de la biologa molecular estn profundizando de forma decisiva en la explicacin patognica de muchos procesos,
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fibrilares son agregaciones de la protena microtubular TAU, que se encuentra hiperfosforilada. Al microscopio electrnico, las neurofibrillas de los ovillos aparecen como filamentos helicoidales pareados. Las placas seniles
resultan del acmulo de varias protenas en una reaccin inflamatoria alrededor de los depsitos de la sustancia denominada -amiloide. En algunas
placas neurticas degeneradas se encuentran segmentos de protena TAU. A
medida que las lesiones progresan se pierden neuronas en el hipocampo, en
el crtex enthorrinal y en las reas asociadas del neocrtex.
En la patogenia de la enfermedad de Alzheimer se discute si los primeros
cambios corresponden a los ovillos neurofibrilares o a las placas seniles, aunque la mayora se inclina por estas ltimas.
Estudios efectuados en pacientes mayores con el sndrome de Down
revelaron la presencia de ovillos neurofibrilares y placas seniles como en la
enfermedad de Alzheimer, lo que sugiri que copias extras de genes en el
cromosoma 21 eran capaces de inducir el espectro patognico de esta
ltima enfermedad neurodegenerativa. El estudio de los depsitos de amiloide en las placas seniles y en pequeos vasos de la corteza cerebral
demostr que contenan un fragmento proteico, la -amiloide, cuya
secuencia en aminocidos suministr las bases para la clonacin del gen amiloide. Este gen codifica una protena de larga cadena polipeptdica de
695-770 aminocidos, denominada protena precursora amiloide, de la que
se origina la -amiloide, fragmento compuesto de 40 42 aminocidos. La
protena precursora amiloide es una protena transmembrana en la que la
porcin -amiloide se extiende desde el exterior hasta la mitad de su
camino en el interior de la membrana. Se han descrito hasta siete diferentes
mutaciones en el gen de la protena precursora amiloide, todas las cuales
aumentan la produccin de -amiloide de 1-41 aminocidos que conducen
a las agregaciones fibrilares txicas.
Normalmente, la protena precursora amiloide es escindida por la -secretasa y por la -secretasa, desprendiendo un fragmento inocuo de 40 aminocidos que son fcilmente eliminados del cerebro. Cuando se produce una
mutacin en el gen de la protena precursora se origina una escisin diferente de la misma por la -secretasa, que da lugar a una produccin excesiva
de -amiloide 1-42 que se deposita en las lminas aplastadas de los depsitos caractersticos de -amiloide en las placas seniles.
Las presenilinas son unas protenas especiales que, como puntadas de una
aguja enhebrada, perforan la membrana celular hasta ocho veces con los terminales COOH y NH2 en el citoplasma. No se sabe su funcin, aunque algunos creen que es un cofactor de la -secretasa o que es est misma. Sus
mutaciones son la causa de un 50% de los casos de la enfermedad de Alzhei-
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mer. Existe otra variedad, denominada presenilina 2, cuyo gen est situado
en el cromosoma 1 en las familias con comienzo precoz de la enfermedad de
Alzheimer.
Otro locus gentico importante en la enfermedad de Alzheimer se encuentra en el cromosoma q19 en pacientes con comienzo tardo de la enfermedad.
Un gen candidato en esta regin codifica la apolipoprotena E, conocida primero por su papel transportador del colesterol en la sangre. No se han
encontrado mutaciones en esta alipoprotena, pero una de sus tres variantes
genticas, la e-4, aumenta el riesgo de la enfermedad de Alzheimer hasta 10
a 20 veces de aparicin ms precoz en personas que son homocigotos para
dicha apolipoprotena.
Se han descrito otras mutaciones en otros locus del cromosoma 12 relacionadas con el comienzo tardo de la enfermedad y que afectan a genes que
codifican la alfa2-macroglobulina.
Todas estas observaciones han llevado a la construccin de la llamada
hiptesis amiloide, fundada en que las mutaciones en los genes de la protena precursora de amiloide y en los de la presenilinas aumentan la produccin celular de -amiloide que es txica para las neuronas.
Como la -amiloide es degradada por la -secretasa, se investiga la posibilidad teraputica de encontrar pequeas molculas que inhiban dicha secretasa, con lo que disminuira la produccin de -amiloide, retardndose as la
progresin de la enfermedad de Alzheimer.
Los ovillos neurofibrilares son agregados de la protena microtubular
TAU, que se encuentra hiperfosforilada. Las neurofibrillas en los ovillos aparecen en el microscopio electrnico como filamentos helicoidales apareados.
Las neurofibrillas se asocian con la tubulina, protena que forma los microtbulos que, como las vigas y columnas de los edificios, sirven de sostn y dan
formas a las clulas. Son tambin vas por donde circulan las molculas
nutrientes y los componentes celulares. Los ovillos de TAU no son exclusivos de la enfermedad de Alzheimer, por los que algunos autores no les conceden la importancia patognica que se atribuye a las placas seniles.
La demencia frontotemporal o enfermedad de Pick es un proceso caracterizado por conducta anormal, sin prdida de memoria, seguida de una
demencia progresiva que en algunos enfermos se acompaa de sntomas
parkinsonianos, especialmente bradiquinesia y rigidez. Se encuentra una
atrofia selectiva de neuronas en los lbulos frontal y temporal y, en grado
menor, en el hipocampo. Se encuentran inclusiones de protena TAU en las
neuronas y en las clulas gliales, pero no placas seniles. Se han descrito tambin otras formas de demencia frontotemporal asociadas con enfermedad de
Parkinson con polimorfismo en la regin TAU del cromosoma 17q.
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cerebral (pero no en el tronco, tlamo o mdula espinal), marcando estrechamente los lugares de prdidas neuronales en la enfermedad.
La degradacin intracelular de muchas protenas se produce por su conjugacin con ubiquitina (un enzima de escisin en el proteasoma, que es una
cmara cilndrica que contiene peptidasas). Las inclusiones intranucleares de
la enfermedad de Huntington son la consecuencia de un proceso aberrante
de transporte de protenas (huntingtina, ubiquitina y otros componentes
proteasmicos) hacia el ncleo, donde se encuentran estos depsitos nicamente en las clulas que van a ser afectadas. Las neuronas parecen que mueren por poptosis y son eliminadas rpidamente.
Ataxias espinocerebelosas.
Se han descrito diferentes subtipos de estos procesos que presentan diversas manifestaciones (ataxia cerebelosa, oftalmoplejia, nistagmus, signos parkinsonianos, prdida de visin, hiperreflexia y espasticidad).
Se sealan cinco genotipos que reflejan un aumento en el nmero de repeticiones de CAG. Las protenas codificadas por estos genes tienen todas un
aumento notable de residuos de glutamina. Las protenas resultantes se
denominan ataxinas y el mecanismo de la enfermedad depende del acmulo
intranuclear de componentes de ubiquitina que contienen fragmentos de la
respectiva protena.
En la ataxia de Friedreich, un trastorno autosmico recesivo, la causa es
un aumento del nmero de nucletidos GAA en el primer intron del gen
FRDA en el cromosoma 9, que codifica la protena frataxina.
Enfermedad de Parkinson.
Es la segunda enfermedad neurodegenerativa ms frecuente, despus de
la enfermedad de Alzheimer, con una prevalencia del 2% en personas mayores de 65 aos. Los sntomas caractersticos de rigidez, bradiquinesia y temblor se asocian con prdidas de neuronas en la sustancia nigra y depleccin
de dopamina en el striatum. Existen grandes inclusiones citoplsmicas, llamadas cuerpos de Lewy, ue son la marca anatomapatolgica de la enfermedad y que aparecen predominantemente en las neuronas que contienen
melanina de la sustancia nigra.
Estudios genticos en un subgrupo de familias con enfermedad de Parkinson con herencia autosmica dominante encontraron un locus en el cromosoma 4q-21-23 y mutacin en el gen que codifica una protena sinptica, la
-synucleina.
En enfermos de Parkinson, tanto hereditarios como espordicos, los cuerpos de Lewy contienen -synucleina, ubiquitina y subunidades proteasmi-
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cas. Se han descrito tambin mutaciones en otra protena, la ubiquitin-carboxy-terminal- hidrolasa, que origina Parkinson familiar. Se supone que
estas mutaciones dan lugar a aberraciones en la va proteoltica y a la formacin de cuerpos de Lewy.
En otro proceso, de aparicin espordica, llamado demencia de cuerpos
de Lewy, aparecen estas estructuras patolgicas en las neuronas corticales,
que son idnticas bioqumicamente a los cuerpos de Lewy que se encuentran
en la enfermedad de Parkinson, tanto hereditaria como espordica.
Se ha descrito una forma infantil de la enfermedad de Parkinson debida a
la mutacin en el gen de la ubiquitin-proten-ligasa (parkina), que es un proceso recesivo. La parkina promueve la degradacin de ciertas protenas neuronales, especialmente la -synucleina.
La enfermedad de Parkinson en personas de edad avanzada est asociada
en un 20-30% con demencia. El cerebro de estos pacientes contiene cuerpos
de Lewy, placas seniles y ovillos neurofibrilares. En las placas seniles se
encuentra una protena precursora amiloide que constituye aproximadamente un 10% de las protenas de la placa. La asociacin de demencia y Parkinson es la segunda forma ms frecuente de enfermedad
neurodegenerativa en personas mayores de 60 aos.
Esclerosis lateral amiotrfica.
Es el proceso neuromotor ms frecuente, que comienza generalmente en
la quinta a sexta dcada de la vida. En un enfermo tpico, los msculos inervados por la va motora se atrofian cuando mueren las segundas neuronas
(espinales), conservndose el movimiento de los ojos, del intestino y de la
vejiga. La enfermedad es habitualmente espordica, pero en un 1-10% es de
presentacin familiar de tipo autosmico dominante. El cuadro clnico de
ambas formas es similar. El pronstico es grave, muriendo el 95% de los
enfermos a los tres a cinco ao del comienzo del proceso.
La causa de la prdida de neuronas motoras en la esclerosis lateral amiotrfica es desconocida, pero un subgrupo de enfermos de la forma familiar
(menos del 20%) presentan mutaciones en un gen del cromosoma 21, el
superxido dismutasa tipo 1 (SOD1) que codifica una protena que interviene en la regulacin de radicales libres intracelulares. No obstante, hay
controversias sobre el papel de estas mutaciones, ya que hay enfermos que
no tienen reduccin de la concentracin de SOD1.
El reluzol, un inhibidor de la liberacin de glutamato que tiene algn
efecto beneficioso en estos enfermos, no afecta a la concentracin de SOD1.
De todos modos, depsitos de SOD1 se han encontrado en el sistema nervioso central, tanto en casos espordicos como familiares. Algunos creen que
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la mutacin en este gen conduce a un aumento de funcin que es letal selectivamente para las neuronas motoras.
Enfermedades neurodegenerativas por priones.
Este conjunto de procesos completa el espectro de enfermedades neurodegenerativas por proteopatas de una manera singular y sorprendente.
Prusiner introdujo la idea revolucionaria de que los priones son protenas
infecciosas que sin poseer en su estructura cidos nucleicos podran desencadenar reacciones inflamatorias con ciertas peculiaridades. La protena denominada prin se encuentra en todos los mamferos estudiados. La forma
normal, denominada PrP, est originada en el mismo gen y tiene la misma
secuencia de aminocidos que el prin patolgico (PrPsc) descrito en el scrabie de la oveja (tembladera). La diferencia entre el prin normal y el patolgico consiste en el plegamiento de los aminocidos en su conformacin
tridimensional. La forma normal tiene ms ndices que hojas plegadas,
las cuales, por el contrario, son ms abundantes en la variante patolgica del
prin (PrPsc). Esto es debido a que en la biologa estructural, una protena
determinada adopta slo la conformacin que corresponde a su estado ms
estable termodinmicamente. En este sentido, la transicin estructural del
prin normal, con ms a-hlices que hojas -plegadas al prin patolgico, en
que estas ltimas son ms abundantes, es un aspecto fundamental de las
enfermedades por priones, que estn dando lugar a numerosas investigaciones para aclarar su mecanismo.
Aunque con exactitud no se conocen las funciones normales de los priones, se ha sugerido que intervienen en los fenmenos de adaptacin de la
especies a diferentes medios, interviniendo tambin en los mecanismos del
sueo, en el control del envejecimiento celular y en la proteccin a largo
plazo de las neuronas.
Segn Prusiner, los cuatro aspectos fundamentales de las enfermedades
por priones son los siguientes.
1. Representan el nico ejemplo de agentes patgenos que no contienen
cidos nucleicos.
2. Las enfermedades por priones pueden manifestarse como infecciones,
procesos genticos hereditarios o espordicos.
3. Las enfermedades por priones son consecuencia de un acmulo de
PrPsc, que tiene sustancialmente una conformacin diferente a la de su
precursor normal.
4. El prin PrPsc tiene variables conformaciones, cada una de las cuales
parece estar asociada a una enfermedad especfica.
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ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Las enfermedades por priones tienen un amplio espectro de manifestaciones clnicas, que incluyen demencia, ataxia, insomnio, paraplejias, parestesias y conductas anormales. Anatomopatolgicamente, hay tambin una
gran variedad de manifestaciones, desde ausencia de atrofia a gran de extensin de atrofias, de mnimas a grandes prdidas neuronales, de escasos a
grandes cambios de vacuolacin, es decir trastornos espongiformes, de
pocas a grandes reacciones de astrocitos (gliosis) y desde ausencia de placas
de PrP a una gran abundancia de las mismas.
El 85% de todos los casos de las enfermedades humanas por priones est
constituido por la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob espordica. Las enfermedades infecciosas y hereditarias constituyen el resto, sealndose las
siguientes entre las hereditarias: forma familiar de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, enfermedad de Gerstmann-Straussler-Scheinler y el insomnio
fatal familiar. La forma infecciosa est constituida por la variedad joven de
la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
En las formas espordicas de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, el proceso se inicia por una mutacin somtica del gen que codifica el prin normal, de forma similar a lo que ocurre en las mutaciones germ-line. El prin
mutado es capaz de reclutar formas silvestres (PrP), lo que ocurre con algunos tipos de priones mutados, aunque no en todos. La barrera de activacin
que separa al PrP del PrPsc slo es cruzada en raras ocasiones en el conjunto
de una gran poblacin.
Aunque las enfermedades infecciosas por priones son escasas (menos del
1% de todos los casos), las circunstancias en que se producen son a veces
dramticas y han provocado actualmente gran preocupacin social, econmica y sanitaria. Desde hace tiempo se conocan algunos casos de enfermedad de C-J originados por el implante de productos humanos, como crnea,
hormona del crecimiento en extractos hipofisarios, etc., pero el problema
actual est determinado por la ingestin de carne de bovinos afectos de la
llamada encefalopata espongiforme o mal de las vacas locas, que ha dado
lugar a la aparicin en el Reino Unido, a partir de 1970, de varios casos de
enfermedad de C-J en adultos jvenes.
El comienzo de este proceso coincide con el canibalismo industrial
impuesto a herbvoros, generalmente rumiantes, a los que se oblig a comer
productos animales de su especie que, aunque no estuvieran infectados,
pudieron forzar biolgicamente a estos animales herbvoros, que se haran carnvoros, forzamiento que pudiera haber influido en la mutacin del prin normal, que se convertira por este motivo en patolgico. La posibilidad
directamente infecciosa, es decir la que con los alimentos se transmitiera el
prin patolgico, ha sido la ms admitida, aunque hay aspectos que deben ser
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aclarados. Se admite que para que la infeccin prenda tiene que haber similitud, lo ms estrecha posible, entre el prin infectante y el receptor, junto con
factores genticos de distintos tipos, que el perodo de incubacin sea muy
variable, desde corto, juvenil, hasta perodos de treinta aos, como ya se ha
descrito alguno. Esta informacin ha sido obtenida por investigaciones hechas
en ratones transgnicos, lo que da lugar al temor de la posible aparicin de
casos tardos en el Reino Unido y en otros pases de Europa por haber ingerido
carne de vacas locas antes de las medidas restrictivas impuestas en la actualidad. Estos aspectos se amplan en los correspondientes captulos del curso.
Conclusiones generales.
Las enfermedades neurodegenerativas descritas son un buen ejemplo de
la naciente proteinmica que comprende el estudio de protenas fundamentales en el ciclo celular y en determinadas funciones extracelulares. Apenas
se ha comenzado a conocer un pequeo nmero de las cerca de 50.000 protenas que las clulas pueden elaborar selectivamente, que son indispensables
para marcar caminos o circuitos especficos de funcin interaccionando con
otros circuitos en una complejsima urdimbre estructural y funcional. Las
anomalas y alteraciones pueden tener consecuencias patolgicas, aunque no
necesariamente siempre esto es as, pues existen polimorfismos sin trascendencia en el mecanismo de la enfermedad.
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ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
CAPTULO 2
ENVEJECIMIENTO CEREBRAL: PERSPECTIVAS ACTUALES
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Slo el ser humano y muy pocos otros animales tienen el privilegio de
envejecer. Y ello, que representa un triunfo biolgico de la especie humana,
tiene su contrapartida en los problemas mdicos y asistenciales que esta
poblacin de ancianos requiere. Claramente, el envejecimiento constituye
hoy un motivo de preocupacin central en el mundo occidental.
2
La tendencia demogrfica de los pases occidentales es alarmante. Hay
un aumento de la edad media y una prolongacin de la vida media de sus
individuos. Las predicciones estadsticas predicen un aumento del nmero
de personas mayores de 65 aos gracias, en buena medida, a la medicina
preventiva. Para Espaa en concreto y para el ao 2026 se predice que ms
del 22% de su poblacin ser mayor de 65 aos (Geriatra XXI, 2000).
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La esperanza de vida media del individuo humano en los pases occidentales se prolonga. Recientes estadsticas nos hablan que para el ao
2050 la esperanza de vida media en Francia ser de 83,5 aos y en EE.UU.
de 80,5 aos. Junto a ello se estima tambin que para los nacidos en el ao
2050 la esperanza de vida ser de 90,9 aos en el Japn y de 82,9 en Estados Unidos (Tuijapurkar et al., 2000).
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ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
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Claramente, y desde hace algunos aos, estamos asistiendo a un fenmeno social nuevo que impondr cambios importantes en la relacin de los
individuos de cualquier pas occidental, ya que son cambios que traspasarn todas las fronteras. Sin duda que los problemas mdicos de los individuos envejecidos afectarn a todos los aparatos y sistemas del organismo,
pero es el cerebro y su envejecimiento el que debe preocupar sobremanera.
No debemos olvidar que en el cerebro del ser humano asienta todo lo que
de humano y social tiene el hombre.
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Qu perspectivas actuales tenemos acerca de los cambios que se producen en el proceso de envejecimiento del cerebro? Por de pronto, hay
que decir que el proceso de envejecimiento es un producto de la carga
gentica del individuo y su desarrollo en un medio ambiente determinado. Hoy empezamos a saber que en el individuo adulto joven las neuronas no mueren de un modo generalizado en la corteza cerebral, aun
cuando s en algunas otros reas del cerebro, y que, junto a ello, hay
generacin de nuevas neuronas en diferentes reas del cerebro. Estudios
en animales de experimentacin indican que estos fenmenos son modulados por el medio ambiente en el que vive el individuo. Esto ya nos
indica una nueva perspectiva que puede empezar a considerarse como
revolucionaria en nuestra visin sobre el futuro del proceso de envejecimiento (Mora, 2001).
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Las neuronas de la corteza cerebral no mueren de un modo generalizado
durante el proceso normal de envejecimiento, aun cuando s sufren una
hipotrofia y prdida de ramificaciones en su rbol dendrtico. Frente a ello,
otras neuronas localizadas en el tronco del encfalo mueren normalmente
durante este proceso. Los sistemas neuronales ms afectados por muerte
neuronal son los localizados en los ncleos basales de Meynert, que proveen de acetilcolina extrnseca a la corteza cerebral. Las neuronas del locus
coeruleus, que dan lugar a los sistemas noradrenrgicos de proyeccin cortical y los sistemas dopaminrgicos (Mora y Porras, 1998).
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Durante mucho tiempo se pens que durante el proceso de envejecimiento cerebral normal haba una importante prdida de neuronas en diferentes reas de la corteza cerebral, lo que incluye las reas de asociacin,
corteza prefrontal y corteza temporal. Tales prdidas llegaron a estimarse
en un 40% para edades avanzadas (Brody, 1955). Estudios posteriores ya
cuestionaron estos hallazgos, aun cuando s aceptaron que haba una prdida del rbol dendrtico de neuronas en algunas reas de la corteza cerebral, pero no en todas. Junto a ello, ya se puso de manifiesto que en algunas
reas del cerebro, como el hipocampo, hay un aumento del rbol dendrtico
de las neuronas que permanecen vivas, quiz como mecanismo de compensacin paralelo a la muerte neuronal (Coleman y Flood, 1987).
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Estudios recientes con nuevas tcnicas histolgicas y estimacin ms real
del nmero de neuronas han llegado a la conclusin de que durante el proceso de envejecimiento normal no hay prdida neuronal en reas como el
hipocampo ni tampoco en reas corticales, como son la corteza prefrontal,
temporal o entorrinal del ser humano (Wickelgren, 1996; Morrison, 1997).
En contraste a ello, sin embargo, se ha sealado que durante este proceso s
parece haber una degeneracin de las vainas de mielina neuronales y alteracin de sus clulas, los oligodendrocitos, e incluso cambios en la composicin normal de la mielina (Peter, 1996; Malone y Szoke, 1982).
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Nuevas neuronas crecen en el cerebro de los animales y del hombre adulto.
Efectivamente, nuevas neuronas se producen en la zona subgranular del hipocampo y aparecen como clulas granulosas en el giro dentado todos los das.
Se estima que pueden crecer entre 20.000 y 30.000 neuronas diarias. Esta produccin de nuevas neuronas est relacionada con el aprendizaje y la riqueza
sensorial y motora con que el individuo interacciona con su medio ambiente,
as como, de modo importante, con el ejercicio fsico aerobio (Gould et al.,
1999; Praag et al., 1999). Recientemente se ha podido demostrar que este tipo
de neurognesis es importante y participa de forma esencial en ciertos tipos de
memoria codificados en el hipocampo, lo que muestra, por primera vez, la
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ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
funcionalidad de estas neuronas nuevas (Shors et al., 2001). Junto al hipocampo tambin se ha podido demostrar que en zonas subventriculares (paredes laterales de los ventrculos laterales) se producen nuevas neuronas que
emigran despus a diferentes reas de la corteza cerebral, como son las cortezas prefrontal, inferotemporal y parietal posterior (Gould, 1999). Aun cuando
esto ltimo ha sido cuestionado recientemente (Kornack y Rakic, 2001).
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La produccin de neuronas nuevas en el hipocampo decrece durante el
proceso de envejecimiento. Esta reduccin del nmero de neuronas nuevas
est estrechamente relacionada, al menos en la rata, con los niveles de corticosteroides (Cameron y McKay, 1999). Es interesante que si se reducen estos
niveles de corticoides circulantes en ratas viejas se puede incrementar a niveles de adulto joven la produccin de neuronas nuevas, lo que indica que esta
produccin de neuronas precursoras en el giro dentado del hipocampo permanece estable durante el envejecimiento y que son determinantes externos,
hormonales u otros, los que limitan la produccin de estas neuronas durante
el proceso de envejecimiento. Esto ltimo ofrece unas nuevas perspectivas
para instaurar futuros tratamientos del cerebro envejecido.
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No hay cambios en los estilos o hbitos de vida, procedimientos quirrgicos, vitaminas, antioxidantes, hormonas o tcnicas de ingeniera gentica
hoy disponibles que tengan capacidad siquiera de reproducir la esperanza
de vida alcanzada durante el siglo XX (Olshansky et al., 2001). Sin embargo,
dos tratamientos o cambios en los hbitos de vida parecen influir, de modo
importante, en el proceso de envejecimiento, tanto en la salud como en la
misma esperanza de vida. El primero es la restriccin calrica; el segundo, el
ejercicio fsico aerbico moderado.
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La reduccin del consumo total de alimentos, pero en dieta equilibrada
de grasas, protenas, carbohidratos, vitaminas y minerales, es el tratamiento ms claro y reproducible que existe para conseguir enlentecer el
25
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El centro de las muchas teoras que tratan de explicar los efectos beneficiosos de la restriccin calrica est en la reduccin de la produccin del estrs
oxidativo. Parece que este tratamiento es capaz de reducir la generacin de
radicales libres por la mitocondria, as como reducir el dao que estos radicales producen sobre protenas, lpidos y DNA (Sohal y Weindruch, 1996;
Lee et al., 2000). En ratones se ha podido comprobar que la restriccin calrica previene la expresin de muchos genes y factores de transcripcin que
acontecen en el envejecimiento, dando lugar a fenmenos inflamatorios y
que promueven la actividad de la microglia, migracin de macrfagos, interleukinas, protenas heat-shock, interferones, etc. (Lee et al., 2000).
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Es esta manipulacin de la restriccin de alimentos efectiva en seres
humanos? No hay datos fiables. Algunas evidencias indirectas sugieren que
tal puede ser el caso. Tal parece ser la conclusin que se obtiene de los habitantes de la isla japonesa de Okinawa, quienes, al parecer, consumen muchas
menos caloras diarias (alrededor del 30%) que el resto de la poblacin japonesa. La isla de Okinawa tiene el mayor nmero de centenarios de todo el
Japn, adems de tener una menor tasa de mortalidad por cncer y enfermedades cardiovasculares (Kagawa, 1978).
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Estudios recientes sobre restriccin calrica en primates han permitido
sacar algunas conclusiones preliminares que, de modo cauteloso, bien
pudieran ser extrapoladas al propio hombre. Efectivamente, en un grupo de
monos rhesus mantenidos con una dieta equilibrada pero con una reduccin
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ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
de la ingesta calrica del 30% con respecto a un grupo control de sus propios
congneres alimentados ad libitum, es que los primeros tienen menos
enfermedades cardiovasculares o tumorales y, consecuentemente, una
menor tasa de mortalidad. Estos datos sugieren que la restriccin calrica en
primates es eficaz y que provee de efectos beneficiosos sobre el proceso de
envejecimiento y sus patologas (Roth et al., 1999).
16
Siempre se ha credo que el ejercicio fsico moderado era beneficioso
para el mantenimiento funcional de todos los aparatos y sistemas del organismo, tanto durante la juventud como en el perodo adulto del individuo
e incluso en el envejecimiento (Lamb, 1995). Recientes trabajos han mostrado, tanto en animales de experimentacin como en seres humanos, que
el ejercicio fsico moderado mejora funciones cognitivas (corteza prefrontal) y aumenta los niveles de neurotrofinas, lo que sera indicativo de un
mantenimiento funcional y plstico del cerebro. Junto a ello, el ejercicio
fsico aumenta el nmero de neuronas en el hipocampo y es beneficioso en
procesos tanto psiquitricos como en enfermedades neurodegenerativas,
como es la enfermedad de Parkinson (Kramer, 1999; Neeper et al., 1995;
Szabadi, 1988; Kuroda et al., 1992).
17
Los nuevos conocimientos aportados de modo reciente por la neurociencia nos permiten atisbar nuevas perspectivas, hasta ahora insospechadas, en
el proceso normal de envejecimiento. Tambin se atisba a ver que manipulaciones como son la reduccin de la ingesta calrica e incluso el propio ejercicio aerbico puedan contribuir a enlentecer este proceso, hacindolo menos
susceptible a las enfermedades y alargando, en consecuencia, la longevidad
de los individuos. Todo ello nos permite creer que estamos asistiendo a un
cambio en las perspectivas que actualmente tenemos sobre el proceso normal de envejecimiento.
27
Agradecimientos
Agradezco a la Dra. Ana Mara Sanguinetti, del Hospital Carlos III de
Madrid, la lectura y crtica de este manuscrito. Los trabajos del autor han
sido financiados en parte por CM2000-08.5/0035 y CM2000-08-5/007.1/2000
y DGINU-SAF 2000/0112.
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CAPTULO 3
SOCIOPATOLOGA DEL ENVEJECIMIENTO
1. El envejecimiento en cifras
El envejecimiento de la poblacin mundial es un hecho que se ha acelerado, sobre todo, en la segunda mitad del siglo XX, de manera que la ganancia en aos en la esperanza de vida en el siglo pasado, llamado el siglo del
envejecimiento, ha sido igual a la que consigui la Humanidad en el resto
de sus 5.000 aos de historia. No hay que olvidar que es un xito del ser
humano o, como se ha dicho, un artefacto de la civilizacin (1).
El ltimo informe demogrfico de la ONU presentaba en febrero de este
ao los siguientes datos:
En el ao 2050, la edad media mundial ser de 36,2 aos (1950 era 23,6,
y 26,5 actualmente).
El segmento de poblacin que ms crece es el de los mayores de 80
aos.
Espaa perder el 22% de su poblacin en los prximos 50 aos. El
nmero de habitantes se reducir a 31,2 millones y la media de edad se
situar en 55,2 aos, la ms alta del mundo (en el ao 2000, Japn, con
41,2 aos, era el pas con la edad media ms alta del planeta).
En el mundo, en los prximos 50 aos, de los 606 millones de mayores de
60 aos sobre un total de 6.000 millones de habitantes (aproximadamente un
30
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
10%), se pasar a 2.000 millones, esto es, el 21% (Espaa, el 44,1%) sobre la
poblacin total que pronostican las estimaciones de crecimiento medio (9.322
millones de habitantes). Y, adems, los ancianos sern ms ancianos: 69
millones de personas de esa edad en el ao 2000 (1% de la poblacin del planeta), frente a 379 millones en el 2050 (el 4%). Los nonagenarios se multiplicarn por 8, llegando a 61 millones en todo el mundo, y los centenarios, por
18 (Japn tendr un 0,88%).
En la tabla 1 se puede ver cmo ser el incremento de la esperanza de
vida en el mundo respecto a la actualidad, segn el informe de la ONU.
Tabla 1
Esperanza de vida al nacer (en aos)
2000
2050
Media mundo
65,0
76,0
Africa
51,4
69,5
Asia
65,8
77,1
69,3
77,8
Europa
73,2
80,8
76,7
82,7
Oceana
73,5
80,6
31
32
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
%
18
16
16
13,8
14
11,2
12
9,7
10
8,2
8
5,2
5,3
5,5
6,5
6,1
7,2
4
2
0
1900 1910 1920 1930
1991 1998
Figura 1
Porcentaje de la poblacin espaola de 65 y ms aos. Fuente: INE.
Aos
80
1990
70
1960
60
1930
50
1900
40
$
30
0
5.000
10.000
15.000
20.000
25.000
Figura 2
Esperanza de vida y renta per cpita ($). Tomado de B.R. Bloom (7), que es adaptada de dos
referencias previas.
33
34
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Edad a
muerte/
discapac.
Calidad envejecimiento
Feliz-bien
62
26
Mixtos
75
32
Triste-enfermo
40
17
Muertos prematuros
60
25
media
Edad a
muerte/
discapac.
N
media
>80
95
29
>70
77,6
114
34
65,6
71,4
48
14
62,3
62,3
75
23
55,0
35
Tabla 3
The century club: una muestra de los estudios sobre personas centenarias
Pas
N personas
centenarias
China
4.900
Dinamarca
275
Francia
900
35
Italia
2.000
EE.UU.
650
140
Tomado de Science New Focus, por R. Koening. Science, 291; 2076. 2001.
36
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Miles de millones
600
500
400
300
200
100
0
Gasto
Pblico
Privado
Total
Figura 3
El gasto pblico y privado de proteccin a la dependencia (en miles de millones, 1995)
37
ejemplo, residencias geritricas, centros de da, ayuda a domicilio, teleasistencia, etc.), que cada vez ms son llevados por los ayuntamientos, aunque
tambin juegan un papel no despreciable el sector privado y las entidades
voluntarias y desgravaciones fiscales. Por otro lado, Espaa es el pas de
Europa con mayor porcentaje de personas que cuidan a sus mayores en su
hogar. Las plazas de residencias geritricas se han duplicado en la dcada
que va de 1988 a 1998. As, entre el 3 y el 5% de los ancianos estn ingresados en una residencia.
Otro serio problema ser el de las pensiones, ya que en Espaa, por ejemplo, se habr pasado de tres trabajadores activos por cada pensionista en los
aos setenta a 1/1 en el 2030. Ello significa que hoy el sistema es suficiente
financieramente, pero el gasto en pensiones puede llegar a ser el 18% del PIB
en el 2050, con un 6% del PIB de dficit, segn Fedea (14).
En cuanto a los problemas sanitarios:
Es bien conocido que las personas mayores producen un mayor gasto
sanitario relativo, superior al del resto de la poblacin, ya que utilizan ms
los servicios sanitarios. Segn Xavier Gmez-Batiste (15), jefe de servicio de
cuidados paliativos del Instituto Cataln de Oncologa, actualmente en
Espaa la atencin a las personas mayores de 65 aos origina el 50% del
gasto en farmacia, ms del 60% de las visitas a los equipos de atencin primaria y el 44% de las estancias hospitalarias.
Adems, parece que, en el corto plazo, estas tendencias se seguirn
dando: segn el Instituto Nacional de Estadstica (INE), de 1997 a 1998, las
estancias hospitalarias crecieron hasta 42,2 millones, incrementndose en un
milln respecto al ao anterior debido fundamentalmente a la atencin de
personas mayores de 65 aos. Las estancias de pacientes de 65 a 74 aos
aumentaron en un 12%, las de los mayores de 75 en un 10,3%, mientras las
de los pacientes entre 15 a 24 aos fueron un 8% menos que en 1996. Diversos estudios apuntan a que, globalmente, entre el 55 y el 91% de los ancianos
consumen frmacos: 58%, segn la encuesta Edis (1986); 69%, segn la
Encuesta Nacional de Salud (1987), y 91%, segn el estudio Nuestros mayores, de la Comunidad de Madrid (1994).
Sin embargo, si lo que queremos ver es cunto ms gastan las personas
mayores respecto a las menores de 65 aos, hay que decir que, segn D.
Casado Marn (6), en Espaa slo hay un trabajo (16) que compare el gasto
sanitario por edades. Sus resultados son: tomando como referencia el gasto
de la cohorte entre 35 y 44 aos, para el ao 1996, las personas entre 65 y 74
aos gastan cuatro veces ms y las de 75 y ms aos seis veces ms. Son, no
38
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
39
40
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
41
42
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
43
Por tanto, es necesario empezar por el principio: una evidencia bien conocida es que el envejecimiento empeora la CVRS en la poblacin general,
pero mientras hay un claro declive en las puntuaciones del funcionamiento
fsico, las puntuaciones de salud mental experimentan pequeos o ningn
cambio con el progreso de la edad. Este patrn sugiere que existe un proceso de ajuste psicolgico que ocurre con el envejecimiento.
Por ejemplo, se puede ver en la tabla 4, los dominios del funcionamiento
fsico y de la salud mental en el instrumento SF-36 (actualmente el ms utilizado en el mundo, con un milln de personas al ao de muy diversos pases,
lenguas y culturas, a las que les es administrado para medir la CVRS) de la
poblacin general en EE.UU. (33), pero tambin en otras poblaciones generales, como la espaola, por ejemplo (33).
Tabla 4
Dominios (puntuaciones) poblacin general
Edad
Dominio
35-44
45-54
55-64
65-74
75+
Poblacin EE.UU.
89,7
84,6
76,2
69,4
53,2
Poblacin espaola
94,5
90,3
81,7
68,9
60,0
Poblacin EE.UU.
75,1
75,3
75,0
76,9
74,0
Poblacin espaola
77,7
77,9
75,4
75,3
70,3
FF (funcionamiento fsico)
MH (mental health)
Por otra parte, dos estudios recientes, el MacArthur Study of Aging (23) y
el Berlin Aging Study (22), revelan que, aunque los pacientes mayores puedan estar tomando de tres a ocho tipos de medicaciones y ser enfermos crnicos en opinin de sus mdicos, ellos no se consideran tan enfermos.
As, se sabe que tambin se produce un proceso de adaptacin psicolgico
en los pacientes que padecen algunas enfermedades crnicas, como prtesis
de cadera, esclerosis mltiple, incontinencia urinaria, EPOC, SIDA, fibromialgia, artrosis, diabetes mellitus, cncer, enfermedades dermatolgicas e
insuficiencia renal terminal en TSR. Y la adaptacin y la aceptacin de la
enfermedad son factores fundamentales que influyen sobre la CVRS de los
enfermos crnicos, pero los pacientes que padecen estas condiciones
mrbidas crnicas son capaces de mantener ese ajuste psicolgico a pesar de
que su funcionamiento fsico est cada vez ms limitado como resultado del
44
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
envejecimiento?. La respuesta es s. En la figura 4 puede verse que, mientras las puntuaciones de funcionamiento fsico disminuyen con el envejecimiento en la poblacin normal en varias enfermedades crnicas, como el
trasplante renal, la dilisis, la prtesis de cadera, la esclerosis mltiple, las
puntuaciones de salud mental permanecen estables (34).
Fsica
100
100
90
90
80
80
70
70
60
60
50
50
40
40
30
30
20
20
10
10
Mental
0
35-44 45-54 55-64 65-74
Poblacin general
Trasplantes
75+
Dilisis
75+
Esclerosis mltiple
Figura 5
Fuente: MA Singer. Quality of Life Res 8: 687-691, 1999.
En los estudios de CVRS, para eliminar la influencia de la edad se estandarizan las puntuaciones de los tests, lo que significa compararlas con los
resultados obtenidos en la poblacin general. Uno de los tests en el que es
posible la comparacin, ya que existen valores normales en muchos pases y
est validado en muchos lenguajes y adaptado a mltiples culturas, es el
SF-36 Health Survey, de Ware.
Usando este mtodo encontramos que las puntuaciones estandarizadas de
SF-36 Health Survey para enfermos en hemodilisis crnica y pacientes
con un trasplante renal, respectivamente, en las que se comparaban las puntuaciones de pacientes de 65 y ms aos con las de enfermos menores de 65
aos (35), mostraban diferencias estadsticamente significativas. De manera
resumida, encontramos que la prdida de CVRS de los pacientes en TSR (en
45
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CAPTULO 4
ASPECTOS PSIQUITRICOS DE
LAS ALTERACIONES VASCULARES CEREBRALES
48
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
49
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ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
51
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ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
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CAPTULO 5
ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
Introduccin
El discurso histrico no puede reducirse a la narracin de unos hechos.
Germn Berrios, el psiquiatra que con ms penetrancia, documentacin y
criterio ha escrito la historia de la demencia, advierte que es preciso distinguir los trminos de los conceptos para no proyectar en el pasado perspectivas que pertenecen al presente (1).
La historia real del concepto de demencia en general y de enfermedad de
Alzheimer en particular, dejando aparte ya antecedentes recnditos a veces
ms literarios que mdicos que pueden consultarse en otros textos (2,3),
comenz en las dcadas de 1800 y culmin a mediados de los aos de 1920.
Esquirol, el gran noslogo francs del siglo XIX, tena un enfoque puramente descriptivo de la demencia, del estado o situacin demencial. Cuando
Bayle demostr en 1822 que la demencia de la parlisis general progresiva
estaba causada por una aracnoiditis sifiltica crnica (si bien el Treponema
pallidum no se aisl en las lesiones cerebrales hasta 1913), Esquirol hubo de
cambiar su concepto de demencia, pasando de lo meramente semiolgico a
un plano etiolgico (2).
Como todo especialista en neuropsiquiatra geritrica bien sabe, Alzheimer
present en 1906 y public en 1907 su primera observacin anatomoclnica de
una mujer que muri gravemente demenciada a los 56 aos a causa de una
enfermedad singular y grave de la corteza cerebral, ttulo de su publicacin
princeps, lo que, como tambin es sobradamente conocido, condujo a Kraepe-
54
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Tabla 1
Perspectiva histrica de la enfermedad de Alzheimer
ETAPA CLASICA (1907-1920)
ETAPA OSCURA (1920-1950)
ETAPA MODERNA: EL REDESCUBRIMIENTO (1960-1985)
ETAPA MOLECULAR (desde 1984)
ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
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Rosental, de Polonia; Achcarro, de Espaa; Creutzfeldt y Jakob, de Alemania; Donikow, Farworsky y Omorokow, de Rusia, etc. Todos tenan como
principal propsito el estudio de la anatoma patolgica de la psicosis (7).
En 1911, Fuller hizo una revisin (10) de los casos publicados sobre enfermedad de Alzheimer por parte del propio Alzheimer, Perusini, Bonfligio,
Sarteschi, Barret, Bielchowsky, Lafora, Betts, Schnitzler y Jansen. Eran 13
pacientes con una edad media de 50 aos y una duracin media de la enfermedad de siete aos. Haban de pasar muchos aos hasta que la misma
patologa de la demencia presenil de Alzheimer pasara a ser reconocida la
causa ms frecuente de demencia senil (demencia senil tipo Alzheimer) y
que, definitivamente, la enfermedad se dicotomizara en formas de inicio precoz (antes de los 60 aos) y formas de inicio tardo (despus de los 60 aos).
Hay que restituir a la neurociencia clnica germana lo que la historia anglosajona, en cierto modo, le ha hurtado (8). Despus de la descripcin inicial
de Kraepelin, la enfermedad de Alzheimer se hizo rpidamente familiar y
fue encontrando su lugar en diversos textos del conocimiento neuropsiquitrico. Los puntos de vista de los colegas de Alzheimer y Kraepelin ante la
nueva enfermedad no fueron unnimes, ni mucho menos (1). Es curioso que
el propio Alzheimer nunca defendi que lo que l descubri fuera una enfermedad con derecho propio, siendo muy consciente de sus similitudes con la
demencia senil. Pero el trmino de demencia senil resultaba una denominacin con poca lgica. Se necesitaba otra terminologa. La de enfermedad de
Alzheimer pareca imponerse, aunque con dificultades. La decisin de los
neurocientficos alemanes de ampliar el concepto de enfermedad de Alzheimer desde la demencia presenil hasta la demencia senil fue muy inteligente
y signific la semilla que fructific en la revolucin que la enfermedad tuvo
en la segunda mitad del siglo XX (8).
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ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Tabla 2
Hechos, fechas y autores de la etapa moderna de la historia de la enfermedad de Alzheimer
Neuropatologa/neuropsicologa: Roth, Blessed y Tolimson (1965-1970).
Microscopio electrnico: Kidd y Terry (1969). Wisniewsky (1979).
Denervacin colinrgica: Drachman (1974). Davies y Bowen (1976). Perry (1977). Whitehouse (1982).
Epidemiologa: National Institute of Aging (1974). Katzman (1976). Khachaturian (1985).
Asociacionismo: Katzman (1974).
ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
59
nas mayores junto con los datos de Tomlinson, anunci que entre el 48 y
58% de los ancianos con demencia tienen enfermedad de Alzheimer, y
estim que el nmero de enfermos con tal diagnstico en EE.UU. variaba
entre 880.000 y 1.200.000.
Una vez que la enfermedad pudo ser estudiada ultraestructuralemente
mediante el microscopio electrnico, Kidd, en el Reino Unido, y Terry, en
EE.UU., dieron a conocer en sendas publicaciones (18,19) la ultraestructura
de las placas neurticas y de los ovillos neurofibrilares. Ambos investigadores descubrieron los filamentos helicoidales emparejados de los ovillos neurofibrilares.
Sealan Katzman y Bick (11) que Terry fue, sin duda alguna, el primero que
aclar que el ncleo de las placas neurticas estaba constituido por material
fibrilar amiloide. Treinta aos despus de los descubrimientos de Kidd y Terry,
la biologa molecular permiti conocer que los ovillos neurofibrilares estaban
constituidos por protena tau hiperfosforilada y que el ncleo de las placas
neurticas estaba formado por un pptido A de 40-42 aminocidos (12).
En 1976 se puso de manifiesto el intenso y precoz dficit colinrgico que
existe en la enfermedad de Alzheimer. Peter Davies encontr que en los
cerebros de enfermos con Alzheimer haba una disminucin importante de
colinacetiltransferasa y acetilcolinesterasa, enzimas sintetizador el primero y
metabolizador el segundo de la acetilcolina (20). Elaine Perry (21), trabajando con los cerebros de la cohorte de Tomlinson, corrobor tal hallazgo, lo
mismo que David Bowen (22). Un poco antes, David Drachman haba comprobado que la escopolamina, un antagonista de la acetilcolina, produca
dficit de memoria en sujetos normales adultos (23). Pronto se descubri que
el origen de la inervacin cortical colinrgica en las ratas estaba en una zona
situada ventralmente al globus pallidus, conocida como sustancia innominada, donde radica el ncleo basal de Meynert (24). Aos ms tarde, Peter
Whitehouse y cols. (25) encontraron que en este ncleo, en los pacientes con
enfermedad de Alzheimer, haba una prdida neuronal selectiva superior al
75%. Esta degeneracin del sistema de proyeccin cortical colinrgico es tan
acusada que constituye en s misma el sustrato patolgico de la deficiencia
colinrgica en los cerebros con esta enfermedad.
Enseguida surgi la idea de sustituir el dficit colinrgico que causa la
enfermedad de Alzheimer a travs de una manipulacin farmacolgica conveniente, al igual que desde 1968 se haba realizado con xito en la enfermedad de Parkinson para corregir la deficiencia dopaminrgica. As se abri el
camino para investigar los frmacos inhibidores de la acetilcolinesterasa
cerebral, que representan hoy el primer gran paso que se ha dado en el tratamiento de la enfermedad.
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ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Tabla 3
Nmero de publicaciones sobre enfermedad de Alzheimer y otras demencias
Enfermedad de Alzheimer
Otras demencias (vascular, ECJ, frontotemporales)
Perodo 1966-75
Perodo 1986-95
1.897
11.539
882
2.951
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61
El inters social, psicolgico, sanitario, econmico y poltico de la enfermedad de Alzheimer en los pases industrializados se refleja da a da en los
medios de comunicacin de masas y en abundantsimas publicaciones. En
Espaa tuvo lugar la I Conferencia Nacional de Alzheimer en 1997 (Pamplona) y la II Conferencia de este tipo en 1999 (Bilbao). La Confederacin
Espaola de Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzheimer
(CEAFA) prepara la III Conferencia para 2002 (Barcelona), que se celebrar
conjuntamente con la 18th Annual Meeting of Alzheimer Disease International, organizacin que abarca muchas decenas de pases. En julio de 2000, el
Congreso Mundial de Alzheimer (Washington D.C.) reuni a varios miles de
cientficos, mdicos, familiares de enfemos, psiclogos, enfermos, agentes
sociales, etc., con el mismo afn: combatir la enfermedad, mejorar los cuidados sociosanitarios y ayudar a las familias de los pacientes.
La razn principal de este febril esfuerzo para conquistar esta enfermedad radica en su prevalencia e incidencia en todo el mundo. Dentro de
pocos aos habr 24 millones de afectados. La epidemia se explica por el
pavoroso envejecimeinto de la poblacin durante la segunda mitad del
siglo XX. El incremento de la expectativa de vida seguir aumentando en
este siglo XXI y, bien se sabe, esto elevar el nmero de enfermos de Alzheimer, con las cargas de todo tipo que originan. Todos estos aspectos pueden consultarse en los captulos correspondientes de un libro publicado
recientemente (33).
Desde 1984 se ha producido ininterrupidamente un avance prodigioso en
el conocimiento de la patologa qumica, es decir en la composicin subunitaria de las placas y los ovillos, y sobre todo de la gentica molecular de la
enfermedad de Alzheimer, que ha validado el papel crtico de cada protena
en los mecanismos fundamentales del proceso (34). El esclarecimiento de las
relaciones genotipo a fenotipo para cada anomala gentica causal de Alzheimer familiar autosnomico dominante (menos del 1% de todos los casos de
enfermos [35]) ha conducido a lograr un consenso sobre la cascada patogentica que en tiempo y espacio produce la enfermedad. En la tabla 4 se sealan las principales aportaciones dentro de esta nueva ciencia Alzheimer,
trmino que apareca en la portada de la revista Time en un nmero de julio
de 2000. Las referencias bibliogrficas respectivas de los autores citados en
esta tabla pueden encontrarse en la formidable revisin hecha por Selkoe en
abril de 2001 (34). Este autor describe los estudios seminales, las semillas que
han crecido dando el fruto de descubrimientos neuropatolgicos, bioqumicos, genticos, biolgicos celulares y de modelos animales de la enfemedad,
los famosos ratones transgnicos que van perfeccionndose para reproducir
todas las lesiones de la enfermedad humana (35).
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ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Tabla 4
Hechos, fechas y autores de la etapa molecular de la historia de la enfermedad de Alzheimer
Purificacin A en placas: Glenner y Wong (1984)
Caracterizacin de APP, clonaje gen y mapeado 21q.21.1.: Kang et al. (1987)
Mutacin gen APP: Goate et al. (1991)
Relacin ovillos/tau: Goedert et al. (1991)
Ligamiento al cromosoma 19: Perikac-Vance et al. (1991)
APOE e4, factor gentico de susceptibilidad: Strittmater et al. (1993)
Ratn Tg APP V717F: Games et al. (1995)
Mutacin PS1: Sherrington et al. (1995)
Mutacin PS2: Levy-lahad et al. (1995)
Teora Amiloide
Henry Wisniewski y Robert Terry, a principio de los aos setenta (44),
usando el microscopio electrnico, fueron capaces de informar sobre la apariencia del depsito de A en el cerebro de pacientes con enfermedad de
Alzheimer. Estos hallazgos se recogen en un artculo de revisin publicado
en 1973 (45). Con este artculo se trazaba la lnea divisoria entre el conocimiento morfolgico clsico, que comenz con Blocq y Marinesco en 1892, y
la actual era de biologa molecular. Comenz, por tanto, a gestarse el paradigma dominante para la etiologa de la enfermedad de Alzheimer, que no
es otro que la teora amiloide. Este artculo plante algunas paradojas sobre
el depsito de A que todava estn por aclarar. Basta conocer lo que Wisniewski analiz para darse cuenta.
Comenz su anlisis con la observacin de que el conocimiento morfolgico
clsico admita tres tipos de placas segn la morfologa del ncleo central y de la
periferia: las placas tpicas, las primitivas y las compactas. Previamente, con el
uso del microscopio ptico, no se haba podido determinar el origen de las clu-
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las que rodeaban al ncleo de amiloide. El microscopio electrnico no slo permiti una definicin precisa de la morfologa, sino que permiti a Wisniewski y
Terry sugerir cmo era la secuencia de formacin de la placa: degeneracin de
las terminales neurticas, atraccin de clulas reactivas y el subsecuente depsito
de amiloide. Para enfatizar esta secuencia temporal propusieron cambiar el
nombre de placas seniles por el de placas neurticas, y se hicieron eco de la sugerencia de McMenemey de que no se poda aceptar que las placas fueran un
fenmeno del envejecimiento, sino la manifestacin de una enfermedad. Junto a
la descripcin de la estructura de las placas neurticas, la reaccin celular circundante y el depsito de A, Wisniewski prest atencin a los cambios neurticos
en el neuropilo, en ausencia de depsitos de amiloide en su proximidad. Los
cambios neurticos iban acompaados de depsito de amiloide extracelular.
La cuestin central para los morfologistas en 1973 era saber cul de los
tres componentes entraba primero en escena y era el origen de la formacin.
Pareca asumido que los macrfagos y los astrocitos eran secundarios. Quedaba la duda, por tanto, de saber si aconteca primero la degeneracin de las
neuritas o el amiloide. Wisniewski y Terry se inclinaban por la idea de que
los cambios en las neuritas provocaban el depsito amiloideo. Crean que la
agregacin de neuritas degeneradas inducan el depsito local de ABeta y,
por tanto, las neuritas eran el nido de la formacin de placas, en contraposicin con lo que postulaban Divry y Schwartz. Estos afirmaban que el depsito de A era el que provocaba la neurodegeneracin.
Los aos setenta marcaron el comienzo del entendimiento del significado
del amiloide, empezando con los estudios de Nikaido y Austin, Glenner, Allsop, Masters y Beyreuther. La purificacin, secuenciacin y clonacin de la
protena precursora del amiloide (APP) ha permitido que la teora amiloide de
la enfermedad de Alzheimer se desarrolle con rapidez, implicando al amiloide
A como mecanismo central en la patognesis de esta enfermedad. La herencia autosmica dominante de ciertas mutaciones del gen de la APP o de sus
mecanismos de procesamiento (presenilinas) ha permitido observar cmo la
hiperproduccin de A causa enfermedad de Alzheimer. Los ratones transgnicos en los que se produce depsito de A, aunque no presentan degeneracin neurofibrilar, sirven para enfatizar esta teora amiloidognica central.
Wisniewski continuamente defendi el papel del amiloide en la patognesis de la enfermedad de Alzheimer, y debata siempre sobre su influencia
primaria o secundaria. Nunca atribuy un papel principal al sistema vascular o la microgla activada. Respecto a la idea de que la degeneracin de neuritas induce el depsito de A, parece indicar lo contrario en ratones
transgnicos con mutaciones en el gen de la APP. Las observaciones del propio Wisniewski sobre la presencia de agregados de esos neurofilamentos
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coz, las placas difusas que contienen A 42, clsicamente ya se conoca como
una anormalidad morfolgica del SNC visible mediante microscopa ptica.
Gracias a esta hiptesis disponemos de evidencia para desarrollar estrategias teraputicas para combatir la enfermedad, bien tratando pacientes en
estadios incipientes de la enfermedad con agentes que disminuyan la produccin de A (inhibidores de la gamma secretasa) o que impidan su acumulacin en SNC (inmunizacin con amiloide A), o detectando individuos
presintomticos entre aquellos de mayor riesgo para prevenir el inicio de la
clnica. Si los ensayos clnicos basados en esta teora son eficaces, se tendrn
ms argumentos para defenderla.
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ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
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Tabla 5
Sntomas y lesiones caractersticos de la enfermedad de Alzheimer
Sntomas tpicos
I.
Dificultad progresiva para recordar hechos recientes y para adquirir datos nuevos .
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CAPTULO 6
ENFERMEDAD DE PARKINSON. PERSPECTIVAS
JOS A. OBESO
M.C. RODRGUEZ-OROZ
I. ZAMARBIDE
Area de Neurociencias
Clnica Universitaria y Facultad de Medicina
Universidad de Navarra
I. Introduccin
El tratamiento con levodopa no slo ha aumentado la esperanza de vida de
los pacientes con EP, asimilndola a la de la poblacin normal, sino que tambin ha cambiado por completo su expresin semiolgica (1). Actualmente
resulta excepcional encontrar pacientes completamente invalidados (por ejemplo, en silla de ruedas o encamados), como ocurra hasta los aos setenta,
cuando los tratamientos resultaban poco eficaces. En contrapartida, cada vez
es ms frecuente asistir al desarrollo de otros signos clnicos no considerados
previamente habituales en la EP, como el deterioro cognitivo, la alteracin del
equilibrio y la marcha, etc. El notable impacto causado por la levodopaterapia
en la EP ha servido de estmulo durante cuatro dcadas a un intenso trabajo
investigador en el extenso campo de los ganglios basales, tanto desde el punto
de vista bsico como clnico. Esta profusa y extraordinariamente alta calidad
de la investigacin realizada alrededor de la EP ha provocado una gran expectativa en la comunidad neurocientfica y en la poblacin general en cuanto a la
posibilidad de alcanzar una curacin del proceso neurodegenerativo subyacente. Sin embargo, es preciso reconocer las inmensas limitaciones que todava
existen sobre el origen de las enfermedades neurodegenerativas.
El carcter progresivo de la EP es actualmente el mayor reto teraputico
de esta enfermedad. Entre los aspectos de mayor relevancia actual pueden
concretarse en: 1) Definir si el origen focal de la neurodegeneracin es un
proceso nico y determinante de la evolucin ulterior [one hit hypothesis
(2)] o, si por el contrario, el proceso patolgico est predeterminado a gene-
72
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
II. Etiopatogenia
a) Datos clnicos
La EP se caracteriza clnicamente por su inicio focal, afectando principalmente una extremidad, con formas de presentacin diversas. Entre stas destacan el temblor de reposo, la lentitud en la realizacin de actividades manuales,
tales como escribir, batir huevos, coser, tocar instrumentos, etc.; arrastrar una
pierna al andar y, con menor frecuencia, disminucin de la expresin facial,
hipofona, disartria, espasmos distnicos de una extremidad, sntomas sensitivos como dolor o parestesias en un miembro o trastornos del estado de nimo.
El proceso neurodegenerativo que caracteriza a la enfermedad de Parkinson
progresa lentamente. Se ha calculado un empeoramiento en unos cinco puntos
de por ao en la Escala Unificada de valoracin clnica de esta enfermedad
(UPDRS=Unified Parkinson Disease Rating Scale). Por ello, con independencia
de la forma de comienzo, la inmensa mayora de los pacientes presentan caractersticas clnicas muy similares, si se les examina completamente deprivados
73
74
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
hemicuerpo al otro es ms rpida, por lo que la asimetra de los signos motores es menor al cabo de pocos aos. La incidencia de deterioro cognitivo es
menor y la demencia slo se observa en etapas tardas de la enfermedad. Por
otra parte, el desarrollo de fluctuaciones motoras y disquinesias es ms frecuente y precoz tras el inicio del tratamiento con levodopa. En los ltimos
aos se ha reconocido que una alta proporcin de pacientes con EP de inicio
joven (<30 aos) tienen la mutacin del gen parkina (6), y recientemente se ha
encontrado un nuevo locus en el cromosoma 1p35-36 (7), conocido como parkina-6, en familias con EP de comienzo tambin joven (edad media, 38 aos).
En ambos casos, el patrn hereditario es autosmico recesivo, pero el fenotipo clnico es muy similar al de pacientes sin componente hereditario. El
mismo planteamiento se puede hacer para la forma dominante asociada al
gen de la alfasinuclena (7), cuya edad media de comienzo (46 aos) est tambin claramente por debajo de la media de EP espordica. Por tanto, la edad
de comienzo de la enfermedad de Parkinson se convierte as en una variable
de capital importancia en la aparicin y evolucin del proceso degenerativo.
b) Sustrato anatomopatolgico
La EP puede definirse a nivel estructural por la prdida neuronal de la
SNc y la presencia de cuerpos de Lewy en las neuronas todava presentes. A
nivel macroscpico, el cerebro parkinsoniano muestra principalmente depigmentacin de la SNc y del locus ceruleus. No existen anormalidades llamativas a nivel cortical de la sustancia blanca ni de los ganglios basales. A nivel
microscpico, la prdida en la SNc es de al menos un 50% con respecto al
cerebro normal (8). Aunque la EP tiene un inicio focal y conserva cierta asimetra clnica a lo largo de la evolucin, el recuento celular no suele mostrar
asimetra significativa en el nmero de neuronas entre ambas sustancias
negras. La prdida neuronal es preponderante a nivel de la regin lateral y
ventral de la SNc. Este patrn relativamente selectivo es diferente al observado durante el envejecimiento, donde se aprecia una prdida preferente de
la poblacin de neuronas situadas en la zona medial. Por tanto, el proceso de
muerte neuronal en la EP no puede considerarse simplemente una acentuacin de la prdida neuronal asociada al envejecimiento normal (8).
Los cuerpos de Lewy constituyen el principal marcador histopatolgico de
la EP, aunque, en realidad, es caracterstico de otras tres entidades, cuales son
la demencia con cuerpos de Lewy, la enfermedad de Shy-Drager y la disfagia
por cuerpos de Lewy, relacionados respectivamente con la presencia de estas
inclusiones neuronales a nivel de la corteza, neuronas simpticas de la
75
mdula espinal y ncleo dorsal del vago. Concretamente en la EP, los cuerpos de Lewy aparecen diseminados en muchas estructuras del sistema nervioso, tales como los ncleos catecolaminrgicos del tronco enceflico (locus
ceruleus y rafe), ncleo basal de Meynert (colinrgicos), ncleo pednculo
pontino, hipotlamo, ncleo intermedio lateral de la mdula espinal, etc. Los
cuerpos de Lewy estn compuestos por un elevado nmero de protenas,
entre las que destaca en la actualidad la -sinuclena debido a la reciente
constatacin de familias con EP con mutacin en el gen que codifica esta protena. El hecho de que la mayor parte de las protenas que forman los cuerpos
de Lewy se encuentren fosforiladas y que la enzima superxido dismutasa se
encuentre presente dentro de los cuerpos sugiere la implicacin de mecanismos oxidativos en su formacin. La ausencia de la protena tau en los cuerpos
de Lewy aumenta la especificidad de estas inclusiones en relacin con el origen de la EP, dada la importancia de la protena tau en otras enfermedades
neurodegenerativas, tales como la enfermedad de Alzheimer, demencia frontotemporal o degeneracin corticobasal. Sin embargo, al igual que ocurre con
el resto de inclusiones intraneuronales en las enfermedades neurodegenerativas, la importancia etiopatognica de los cuerpos de Lewy no est aclarada.
En concreto, no se ha definido si representa neuronas en proceso de degeneracin o se trata de una respuesta reactiva a un proceso txico, siendo por
tanto un mecanismo de defensa intracelular.
76
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
dismutasa, as como un aumento en la concentracin de hierro y de la peroxidacin lipdica. Estos hallazgos pueden tener mayor importancia en el contexto de la probable existencia de un dficit mitocondrial en la EP (10). As, se
ha constatado una reduccin media del 37% en la actividad del complejo I de
la cadena respiratoria mitocondrial en la SNc, alteracin relativamente especfica y no presente en otros procesos neurodegenerativos frecuentes (10).
Una de las alteraciones principales en la puesta en marcha de la apoptosis
durante la fase efectora es la reduccin del potencial de membrana mitocondrial, fenmeno que ocurre unas 3-6 horas antes de la fragmentacin de DNA
nuclear y en paralelo con un aumento en la concentracin de calcio intramitocondrial. El potencial de membrana mitocondrial (150 mV) se mantiene dentro del rango normal gracias a la actividad de los complejos I, III y IV de la
cadena mitocondrial que activan la bomba de protones hacia el citoplasma
generando un gradiente inico. Un defecto en la produccin energtica conduce secundariamente a una cada del potencial de membrana que, cuando
alcanza valores de aproximadamente 60 mV, provoca la apertura del poro
de permeabilidad transicional (PTP) y, en consecuencia, la liberacin hacia
el citoplasma de un alto nmero de molculas de pequeo tamao que
actan como seales proapoptticas. Paralelamente, dicho aumento en la permeabilidad de la membrana o apertura del poro mitocondrial da lugar a la
salida al citoplasma de agentes oxidativos (ROS), que aceleran la generacin
de radicales libres y la perioxidacin lipdica, provocando finalmente la condensacin cromatnica y el arrugamiento celular
El problema principal con la apoptosis y el proceso neurodegenerativo de
la EP es que no parece probable que este sea el principal mecanismo de
muerte neuronal, por lo que su papel sera secundario.
77
demostrando la existencia de aumento en la actividad mitocondrial y enzimtica del ncleo subtalmico, registro de la actividad neuronal y mejora muy significativa en los sntomas motores en monos con parkinsonismo inducido por
MPTP tras lesin del ncleo subtalmico. Sin embargo, los mecanismos intermedios que median el aumento en la actividad neuronal del ncleo subtalmico
como consecuencia del dficit dopaminrgico no estn del todo aclarados (12).
El modelo original de la organizacin funcional y fisiopatologa de los ganglios
basales (13) sugiri que la prdida del tono dopaminrgico sobre el estriado provocaba un estado de hipoactividad del globo plido externo que, a su vez, conllevaba a la desinhibicin del ncleo subtalmico. Recientemente, sin embargo,
se ha mostrado que la hiperactividad del ncleo subtalmico precede la prdida
de terminales dopaminrgicas en el estriado y, sobre todo, los cambios en la actividad neuronal del globo plido externo. Por ello, est cobrando creciente inters el estudio del control dopaminrgico directo del globo plido y del ncleo
subtalmico, as como otras fuentes de excitacin al ncleo subtalmico, tales
como el complejo parafascicular-centro mediano del tlamo o el ncleo pednculo pontino del tronco enceflico (14).
La importancia del estado de hiperactividad del ncleo subtalmico
radica principalmente en la presencia de una proyeccin glutamatrgica a la
SNc, as como al rea ventrotegmental que podra contribuir o de hecho
jugar un importante papel en el proceso neurodegenerativo de la EP. A diferencia de otras enfermedades neurodegenerativas, tales como la enfermedad
de Alzheimer o la esclerosis lateral amiotrfica, en las que tambin se ha
sugerido la participacin del cido glutmico en el origen del proceso neurodegenerativo a travs de un mecanismo de excitotoxicidad, la EP es la nica
entidad en la cual existe de hecho una hiperactividad glutamatrgica y una
base anatomofuncional que sustenta la alta posibilidad de un papel etiopatognico de este mecanismo (15). Si as fuese, sera posible reducir la evolucin
progresiva de la EP bloqueando el exceso de actividad glutamatrgica del
NST, bien por mtodos farmacolgicos o quirrgicos.
78
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
79
Tabla 1
Mutaciones genticas especficas en parkinsonismos
Denominacin
Locus
Gen
Herencia
Fenotipo
Cuerpos
de Lewy
PARK1
4q21-q23
EP tpica
Comienzo joven
Progresin rpida
PARK2
6q25.2-q27
Comienzo juvenil
Progresin lenta
Distona/benef. sueo
No
PARK3
2p13
EP tpica
Comienzo variable
Progresin lenta
PARK4
4p15
PARK5
4p14-15.1
EP/TE/demencia
PARK6
1p35-36
Desconocido
Autosmica recesiva
EP tpica
Comienzo joven
Progresin lenta/benigna
PARK7
1p35-36
Desconocido
Autosmica recesiva
Comienzo joven
Progresin lenta
Distonaparkinsonismo
Xq13.1
Desconocido
Ligada al X
Comienzo joven
Progresin lenta
Distona
No
Demencia FTparkinsonismo
17q21-22
Tau
Autosmica dominante
Demencia FT
Progresin rpida
parkinsonismo/distona
Signos piramidales
No
SCA2
12q23-q24.1
SCA2
Autosmica dominante
EP tpica/ataxia
(aparente)
parlisis supranuclear
mirada
SCA3
14q32.1
SCA3
Autosmica dominante
(aparente)
Parkin
Autosmica recesiva
EP tpica
EP: enfermedad de Parkinson, TE: temblor esencial, FT: frontotemporal, SCA: ataxia espinocerebelosa.
80
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
81
Conclusiones
Los datos disponibles indican claramente que las neuronas de la SN pars
compacta tienen una especial vulnerabilidad a diferentes agentes patgenos,
tanto externos como endgenos. Debe admitirse que cualquier hiptesis unicista para explicar el origen de la EP est probablemente condenada al fracaso. Toda la evidencia acumulada hasta la actualidad sugiere la existencia
de mltiples mecanismos patolgicos y numerosos factores etiopatognicos
en el origen de la EP. Es probable que el cuadro clnico que actualmente se
reconoce como caracterstico de la EP consista en realidad en la expresin de
un conjunto de procesos y situaciones causales diferentes. Estas podran
abarcar un espectro tan amplio como una simple mutacin (por ejemplo, sinuclena) hasta factores puramente txico-ambientales (por ejemplo,
MPTP), pasando por el amplsimo y mayoritario nmero de pacientes en los
que, sobre una base hereditaria, aparecen factores precipitantes tan variados
como infecciones, metabolopatas, txicos, lesiones vasculares, etc.
82
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
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CAPTULO 7
PROGRESOS EN LA ENFERMEDAD DE HUNTINGTON
1. Resumen histrico
En 1872, George Huntington, procedente de Nueva York, se instal en
Ohio y fue invitado por sus nuevos compaeros de colegio de mdicos a dar
una conferencia sobre algn tema de su especial inters. Huntington cont las
historias de algunos pacientes que haba visto durante su infancia, cuando
acompaaba a su padre a las visitas a domicilio de pacientes en Long Island.
Segn su propia descripcin, la enfermedad que describa era Not of any
great practical importance but merely as a medical curiosity (1).
Huntington no fue el primero en describir la enfermedad que lleva su nombre, pero tuvo el mrito de dar a conocer de manera sencilla y poco pretenciosa los aspectos caractersticos de la enfermedad. La sintomatologa clnica,
que consiste en diversos tipos de trastornos del movimiento, el ms frecuente,
pero no el nico, corea, en deterioro intelectual y trastornos de conducta, y en
el patrn de transmisin hereditaria como enfermedad autosmica dominante. En lo que se equivoc George Huntington, en su modestia, fue en atribuir una escasa importancia a la enfermedad que entonces describa.
Por qu tiene importancia la enfermedad de Huntington? Sobre todo por
dos razones. La primera, porque es una enfermedad de pronstico terrible,
hereditaria y cuya prevalencia es baja pero no tanto, 10 pacientes por cada
100.000 habitantes, en muchos pases occidentales ms frecuente que otras
enfermedades superpopulares como el SIDA. La segunda razn, es porque
la enfermedad de Huntington es el prototipo de enfermedades por expan-
86
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
2. Manifestaciones clnicas
Los signos clnicos son muy variables y pueden incluir los siguientes:
Trastornos motores: corea, distona, tics, impersistencia motora, mioclonias, parkinsonismo, ataxia.
Trastornos cognitivos: amnesia, apata, apraxia.
Trastornos de conducta: irritabilidad, hipersexualidad, desinhibicin,
agresividad, conductas adictivas.
En general, los cuadros clnicos son muy variables (2). Los sndrome clnicos ms caractersticos son los siguientes:
Variante clsica. Inicio entre los 30 y 50 aos. Cuadro tpico de trastorno
motor, cognitivo y de conducta. Progresin a la muerte en 20 aos.
Variante senil. Inicio despus de los 55 aos. Trastorno motor con predominio de corea sin deterioro intelectual ni acortamiento de la vida.
Variante juvenil. Inicio antes de los 20 aos. Sndrome acintico rgido,
con grave deterioro mental y muerte en menos de 15 aos.
Miles
250
200
150
100
50
0
CONTROL
Figura 1
Cuantificacin del movimiento en 24 horas
EP
EH
87
3. Neuropatologa
Los hallazgos anatmicos de la enfermedad de Huntington son variables y dependen del grado de severidad y de evolucin de la enfermedad.
Los cambios ms prominentes, los encontrados en el estriado, han servido
de base para la clasificacin de la enfermedad en cinco estadios anatomopatolgicos (7), de 0 (no evidencia de lesin histolgica) a 4 (mxima severidad, con ncleo caudado atrfico y cncavo y atrofia de putamen y
cpsula interna).
Las lesiones histolgicas, sin embargo, no se limitan al estriado. Existe
una leve atrofia cerebral global, con disminucin del peso medio del cerebro de unos 150 a 200 gramos con respecto a la media de controles sanos
(8). El gradiente lesional de mayor a menor severidad es el siguiente:
estriado>crtex frontal>cerebelo>tronco. Existe un gradiente regional en el
ncleo caudado de atrofia cola>cuerpo>cabeza, y una gran selectividad
celular caracterizada por mayor afectacin de clulas medianas espinosas
con ms severa lesin de clulas ricas en encefalinas que proyectan al
Globo Plido Externo (GPE) que de las que producen sustancia P y proyectan al Globo Plido Interno (GPI) y con preservacin de interneuronas
grandes no espinossas NADPH+.
88
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Es poco frecuente que en la enfermedad de Huntington aparezcan lesiones extracerebrales. En algunos casos, sin embargo, se han visto lesiones en
msculo con aspecto de enfermedad mitocondrial. Esto puede ocurrir en
casos de mutaciones muy grandes (9), como ya veremos luego.
4. Gentica
La enfermedad de Huntington se debe a una mutacin de un gen localizado en el cromosoma 4 (10), que codifica una protena (huntingtina) en
cuya porcin aminoterminal existe una secuencia repetida de tripletes CAG,
que se corresponden con una cadena de poliglutaminas de longitud variable,
en la poblacin normal, entre 12 y 36. En la enfermedad de Huntington
existe un aumento del nmero de tripletes CAG, y en consecuencia de poliglutaminas, mayor de 39 (10). Esta expansin es variable e inestable, y la
severidad de la enfermedad y la edad de inicio se correlacionan de manera
directa e inversa, respectivamente, con el nmero de tripletes.
El nmero de tripletes permanece relativamente estable, con variaciones
pequeas de 1 triplete en las transmisiones materno-filiales y en 2/3 de las
paterno-filiales. En 1/3 de estas ltimas, sin embargo, se produce un aumento
del nmero de tripletes que pueden ser de unos pocos o varias decenas. Esto
40
35
30
25
20
15
10
5
0
CONTROL
EP
Figura 2
Niveles de cido homovanlico en LCR (ng/ml)
EH
DISTONIA
89
explica que mientras que los hijos de una paciente con enfermedad de Huntington suelen padecer un cuadro clnico muy parecido al de su madre, en el
caso de transmisin por progenitor afecto masculino puede haber un agravamiento de la severidad de la enfermedad del padre a los hijos (11).
El tamao de la expansin de tripletes CAG no es el nico elemento de
factor pronstico sobre la enfermedad de Huntington. Algunos otros elementos de origen gentico son los polimorfismos de los receptores de glutamato (12). Es posible, pero por el momento desconocido, que otros factores
de carcter gentico o ambiental, biolgicos o farmacolgicos, desempeen
efectos moduladores de la rapidez de la progresin.
5. Etiopatogenia
Los dos problemas ms importantes que quedan por explicar en la enfermedad de Huntington son: a) cul es el mecanismo de muerte celular en las
neuronas afectas, y b) por qu se lesionan unas neuronas y no otras en distintas regiones cerebrales e incluso en la misma regin cerebral. Para explicar estos dos aspectos es fundamental revisar cules son las funciones e
interacciones de la huntingtina natural y de la mutada y cules son las caractersticas bioqumicas y farmacolgicas de las clulas lesionadas.
90
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Tabla 1
Propiedades morfolgicas y farmacolgicas de las neuronas estriatales
Propiedades morfolgicas
Propiedades farmacolgicas
Grandes
Acetilcolina.
GABA (cido gamma amino butrico), NADPH (nicotiramida adenina dinucletido fosfatoreducido), NOS (sintetasa del xido ntrico), NPY (neuropptido Y), CCK (colecistokinina).
91
6
5
PATERNAL
4
3
2
1
0
MATERNAL
-1
S1
Figura 3
Inestabilidad gentica
animales desarrollen sntomas clnicos, por lo que se ha pensado que podran desempear un papel de mecanismo productor de la degeneracin
neuronal, y no slo un epifenmeno de la muerte de las neuronas.
Puesto que la mutacin responsable de la enfermedad de Huntington no
altera la transcripcin del mRNA o la traduccin de la protena y puesto
que la enfermedad no presenta un fenotipo ms severo en homozigotos que
en heterozigotos, se ha pensado que el mecanismo etiopatognico podra
estar relacionado con una ganancia de funcin. Cuando se vieron los acmulos perinucleares, tanto en pacientes como en ratones transgnicos, se
pens que quizs la enfermedad pudiera deberse a un aumento de transcripcin de un gen letal, aunque otras posibilidades no han sido descartadas. Por ejemplo, que la huntingtina mutada forme agregados anormales.
De esto tambin existen evidencias. Los fragmentos de poliglutaminas de la
huntingtina mutada tienen la propiedad de formar agregados parecidos a
los depsitos de amiloide que ocurren en la enfermedad de Alzheimer o en
las encefalopatas por priones (15), y en el cerebro de lo ratones transgnicos con mutaciones expandidas en el rango de 115 a 156 poliglutaminas
aparecen estructuras fibrilares similares a las del amiloide. Puesto que el
tamao de las expansiones observadas en pacientes con enfermedad de
Huntington es mucho menor, es posible que las propiedades amiloidognicas de las poliglutaminas no tengan una importancia definitiva en humanos
y s en animales de investigacin.
92
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Varias protenas interaccionan con la huntingtina. Una de ellas es la gliceraldehdo-fosfato-deshidrogenasa (GADPH), enzima clave en el metabolismo
energtico (16). Si la huntingtina mutada inhibe la GADPH podra producir
un trastorno del metabolismo energtico, mecanismo plausible pero no
demostrado, de muerte neuronal en la enfermedad de Huntington. Otras protenas asociadas incluyen a la protena asociada a la huntingtina (HAP1) y a
las protenas que interaccionan con la huntingtina (HIP), hasta ahora dos protenas, conocidas como HIP1 y HIP2 (17-20). La protena HAP1 es una protena rara, con escasa homologa a cualquier protena conocida y cuya funcin
es desconocida. Hace poco se ha sabido que la HAP1 interacciona con otra
protena llamada DUO, que tiene un dominio con un factor de intercambio
de nucletidos de guanina, estructura comn a protenas como la espectrina
(21). De esto se deduce que a travs de estas interacciones la huntingtina
puede ejercer una funcin reguladora de la actividad vesicular. La protena
HIP2 desempea una funcin de conjugacin con la ubiquitina y, por tanto,
juega un papel en el procesamiento de residuos de protenas.
La funcin de la protena HIP1 acaba de ser descubierta (22). Es una protena proapopttica a travs de un mecanismo que incluye la activacin de la
caspasa 3. La huntingtina normal se une a la HIP1 e inhibe su efecto apopttico. Nuevos datos que apoyan el papel proapopttico de la huntingtina
mutada se han obtenido con estudios de colocalizacin, en las inclusiones nucleares, de esta protena con elementos que juegan un papel regulador de la
transcripcin, como el p53 y la protena reguladora del elemento que responde al AMP cclico (CBP), as como el factor de transcripcin mSin3a.
Segn estos trabajos (23), el fragmento de huntingtina mutada correspondiente al exon 1 del gen, una regin que incluye las poliglutaminas y una
regin adyacente rica en prolinas, reguladora de la transcripcin de genes,
interacta con los elementos mencionados p53, CBP y mSin3a in vitro y
forma los agregados intranucleares. El p53 es un factor decisivo para la replicacin, diferenciacin o apoptosis de las clulas, y los otros elementos juegan
papeles fundamentales en la expresin de genes. La CBP desaparece de su
localizacin nuclear tpica y se deposita en los agregados de poliglutamina no
slo en la enfermedad de Huntington, sino en la atrofia dentato plido luysiana (DRPLA), de modo que ese mecanismo patognico puede ser comn a
huntingtina y atrofina (24). La huntingtina activa tambin a otros factores de
transcripcin, como el CA150, un pptido que contiene una repeticin (glutamina-alanina)38, pptido que se encuentra muy aumentado en el cerebro de
los pacientes con enfermedad de Huntington (25). De modo que el papel
txico de la huntingtina mutada parece que puede deberse a dos mecanismos
fundamentales: la alteracin del funcionamiento de algunas protenas antia-
93
Tabla 2
Aferencias dopaminrgicas y glutamatrgicas a las neuronas estriatales
Dopamina. Sistema nigroestriatal.
94
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
95
6. Tratamiento
No existe curacin para la enfermedad de Huntington, pero esto no significa que no haya tratamiento. El tratamiento debe subdividirse en los
siguientes tipos:
96
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Tabla 3
Tratamiento sintomtico de la enfermedad de Huntington
Sntomas
Tratamiento
Insomnio
Benzodiacepinas
Melatonina en fase de investigacin
Depresin
Agitacin-agresividad
Abuso sexual
Conductas psicticas
Desnutricin
Corea
Distona focal
Toxina botulnica
Acinesia espontnea
Agonistas dopaminrgicos
Existen dudas sobre si los pacientes con enfermedad de Huntington mejoran desde el punto de vista cognitivo con tratamiento con inhibidores de las
colinesterasas. Los estudios que existen son demasiado preliminares. La ataxia no responde a tratamiento farmacolgico. Sobre todo hay que evitar dos
errores muy frecuentes que se cometen con estos pacientes: el tratamiento
injustificado con neurolpticos tpicos, que tiene el riesgo de producir sn-
97
6.d) Neurorrecuperacin
Factores trficos y trasplantes. Existen algunos datos prometedores sobre
el uso de factores trficos en modelos experimentales de enfermedad de Huntington. El factor neurotrfico derivado de la gla (GNDF) y las neurotrofinas
4/5 (NT4/5) mejoran las lesiones inducidas por cido quinolnico (49, 50), y
el factor neurotrfico derivado del cerebro (BDNF) mejora las lesiones de las
clulas ngricas producidas por lesiones excitotxicas estriopalidales (51) en
ratas. El trasplante estriatal con clulas de rin modificadas genticamente para que produzcan factor neurotrfico ciliar (CNTF) previene las
lesiones inducidas por el cido quinolnico en el cerebro de los monos (52).
98
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Paciente 1
250.000
Paciente 2
225.000
200.000
224.500
150.000
224.000
100.000
223.500
50.000
223.000
SIN NICAR CON NICAR
Figura 4
Cuantificacin de movimiento en 24 horas en dos pacientes con EH antes y despus de
tratamiento con nicardipina
99
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CAPTULO 8
ENCEFALOPATAS ESPONGIFORMES
104
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
En 1920, Creutzfeldt (20) y, posteriormente, Jakob (43) describen una encefalopata con demencia progresiva y, desde entonces, este padecimiento lleva el nombre de estos dos mdicos alemanes. Como curiosidad, cabe decir
que ni el paciente descrito por Creutzfeldt ni dos de los cinco descritos por
Jakob cumpliran, a da de hoy, los criterios diagnsticos de la enfermedad;
es decir, se trataba muy probablemente de otras encefalopatas diferentes a
la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ).
En 1934, Cuille y Chelle (21) consiguen transmitir la enfermedad de una
oveja enferma a una sana mediante la inyeccin de un homogeneizado de
mdula espinal en el ojo. A partir de entonces, comenzamos a saber que las
encefalopatas espongiformes son transmisibles. En 1954, Sigurdsson (73)
emite la primera hiptesis para explicar la transmisibilidad y, dado que el
perodo de incubacin resulta muy prolongado, habla de virus lentos
como causantes del problema.
En 1956, Zigas (91) estudia y describe una encefalitis que la padece la tribu fore de Papua y Nueva Guinea y le da el nombre de kuru, que en la lengua fore quiere decir temblor. Posteriormente, se comprob que la enfermedad era debida a los ritos funerarios de la tribu, en la que se practicaba la antropofagia. En 1957, Katzo, en una carta dirigida a Gajdusek, apunta la
posibilidad de que el kuru sea una enfermedad relacionada con la ECJ, dada
de su similitud neuropatolgica (27).
En 1959, Hadlow (35), partiendo de que el scrapie se poda contagiar de
oveja a oveja, se plantea la posibilidad de transmitir el kuru a los animales
de experimentacin. Basndose en esta suposicin, Gajdusek y colaboradores (30) consiguen transmitir la enfermedad a un chimpanc, mediante inoculacin intracerebral de un homogeneizado de cerebro de un paciente con
kuru. Quedaba as probado, por primera vez, la capacidad de contagio de las
encefalopatas espongiformes humanas. Posteriormente, se comprob la posibilidad de transmisin de otras enfermedades prinicas humanas, como la
ECJ (32), la enfermedad de Gerstmann-Strussler-Scheinker (GSS) (53) y el
insomnio familiar fatal (IFF) (55). La comprobacin definitiva del paso de las
enfermedades prinicas de persona a persona se produjo accidentalmente al
desarrollar este padecimiento una mujer que haba recibido dos aos antes
un trasplante de crnea procedente de un donante que, posteriormente, sufri la ECJ (25).
Llegados a este punto, en el que se saba que las encefalopatas espongiformes posean capacidad de contagio, la siguiente pregunta era: cul es el
agente infeccioso? Inicialmente, se postul la teora de los virus lentos de
muy pequeo tamao, pero los repetidos estudios con microscopa convencional y electrnica nunca llegaron a visualizar el virus. Posteriormente, sur-
ENCEFALOPATIAS ESPONGIFORMES
105
Los Priones
Como ya hemos dicho, los priones son partculas proteicas que tienen capacidad de infeccin. Esta teora, que hoy creemos que ya es una certeza
cientfica, supuso una autntica conmocin, pues tener capacidad infectiva
sin poseer cido nucleico tiraba por tierra los principios de la microbiologa
hasta entonces vigentes. Pero, adems, el 10-15% de las ECJ son familiares, y
stas tambin tienen capacidad de infeccin. Por lo tanto, son enfermedades
contagiosas y hereditarias al mismo tiempo.
La protena prinica (PrP) infecciosa es resistente a la accin de las proteasas por lo que se la conoce como PrPres o PrPsc por su relacin con el scrapie.
Esta protena infecciosa (PrPres) no deja de ser una isoforma de una protena
existente en la membrana celular de las neuronas, las clulas gliales y, tambin, en las clulas del sistema reticuloendotelial de los individuos sanos, llamada PrPsen o PrPcel, es decir, protena prinica sensible a proteasas o protena celular. La diferencia entre la PrPsen y la PrPres es su configuracin en el espacio, de manera que en la PrPsen hay un predominio por el plegamiento en
alfa-hlice, mientras que en la PrPres el predominio es por la forma beta-sbana. Sin saberse muy bien el mecanismo, las PrPres tienen la capacidad de convertir a la PrPsen en PrPres. Algunos autores (66) consideran que el paso de
PrPsen a PrPres precisa de la intervencin de alguna enzima o protena del individuo, que podra, ser las protenas del choque de calor o chaperonas.
Estas protenas seran las encargadas de reponer a su estructura normal a
aquellas protenas que habran sido desnaturalizadas por la accin de la
temperatura. Por lo tanto, las chaperonas equivocaran su misin y convertiran a las PrPsen en PrPres, lo que conducira a una reaccin en cadena ha-
106
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
cia la PrPres. Entonces, las PrPres se acumularan en el soma de las clulas neurales, alterando su funcin y conduciendo a vacuolizacin, astrogliosis reactiva y muerte celular.
Uno de los estudios ms concluyentes de que la teora de los priones es la
cierta es que, mediante ingeniera gentica, se ha conseguido un ratn que
no tiene el gen de la PrPcel (ratones knock-out), este ratn es totalmente resistente a las enfermedades prinicas; por lo tanto, la existencia de una PrPcel es
imprescindible para contraer la enfermedad (63). Por el contrario, los ratones
transgnicos que poseen la PrPcel humana tienen una mayor facilidad para
contraer la ECJ.
Por no existir diferencias de composicin entre la PrPres y la PrPsen, no se
produce ningn tipo de reaccin inflamatoria ni inmunolgica en las enfermedades prinicas.
Otra situacin a destacar es la existencia de cepas prinicas con un
tiempo de incubacin, una distribucin de las lesiones cerebrales y unos
perfiles clnicos diferentes (12). Las caractersticas de las cepas se mantienen constantes aunque se hagan sucesivos pasos por contagio de un animal de experimentacin a otro (45, 64). Estas diferencias entre las cepas se
cree que son debidas a que la PrPres posee ms de una forma diferente de
plegarse (75, 17).
Dentro de la estructura de la PrPcel existen dos lugares diferentes de
glicosidacin, y en el C-terminal hay glicosilfosfatidil inositol, que facilita
la unin a la cara externa de la membrana celular. Tras un tratamiento
con proteasa K y mediante Western blot se han observado cuatro formas
diferentes de movilidad en la PrPres culpable de la patologa humana, y
que se corresponden con la ECJ espordica tipo 1 y tipo 2, con la ECJ yatrognica (tipo 3) y, por ltimo, con la variante de la ECJ (vECJ) (tipo 4)
(4). Como la forma de migrar de la vECJ es idntica a la de la encefalopata espongiforme bovina (EEB), esta prueba fue una de las que se esgrimieron para postular que la vECJ es debida al paso de la EEB desde el ganado al hombre.
Con estos antecedentes, algunos autores (68, 24, 15) plantean la posibilidad de que enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, la demencia de Pick, el Parkinson, el Huntington e incluso la ELA pueden tener un
mecanismo fisiopatolgico similar al de las enfermedades prinicas; es decir,
se deberan a la produccin postraduccionalmente de unas protenas anmalas que conduciran a la muerte neuronal por acumulacin o por accin neurotxica. Estas enfermedades comparten con las enfermedades prinicas el
hecho de que pueden ser espordicas o hereditarias, pero, sin embargo, no
poseen capacidad infectiva.
ENCEFALOPATIAS ESPONGIFORMES
107
108
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Contagio
Se deben al uso de injertos de pacientes que haban sufrido la ECJ. El primer caso ocurri en 1974 por un trasplante de crnea (25), y en la actualidad
hay 3 casos recogidos por este motivo, pero despus se han ido publicando
114 casos debidos a injertos de duramadre, 2 casos por uso de electrodos estereotcticos de EEG, 5 casos por contaminacin de material neuroquirrgico, 139 casos por uso de hormona de crecimiento de cadver y 4 casos por el
uso de gonadotropina de cadver. En total, 267 casos (7, 8). Se calcula que el
50% de los pacientes que recibieron hormona del crecimiento contaminada
con la ECJ contrajeron la enfermedad. Se han publicado 3 casos de pacientes
que haban recibido un injerto perifrico (pericardio, hgado y hueso) y posteriormente desarrollaron una ECJ, pero no se tuvo constancia de que el donante hubiese presentado la enfermedad y, por lo tanto, podra tratarse de
algo puramente casual.
Afortunadamente, los casos yatrgenos han disminuido drsticamente
debido a que las hormonas utilizadas en la actualidad son de origen recombinante y que se han tomado cuidadosas medidas neuroquirrgicas para
evitar los contagios.
Una curiosidad que tienen las formas yatrgenas es que la clnica es diferente dependiendo de si el contagio es por va central, es decir implantes en
el cerebro, o si es por va perifrica por inyecciones hormonales. Las formas
centrales, independientemente de si el injerto es supra o infratentorial (7),
tienen una clnica muy similar a las ECJ espordicas, con un cuadro de demencia al que se puede unir un cuadro cerebeloso; por el contrario, la infeccin va perifrica tiene una clnica parecida al kuru, predominando la clnica cerebelosa.
El perodo de incubacin vara dependiendo del lugar de contagio, y como
media los infectados por tcnicas neuroquirrgicas tardan 1,5 aos en presentar la enfermedad, injertos de duramadre 6 aos y hormonas por va perifrica 12 aos. En estos ltimos se han producido latencias de hasta 30 aos.
El kuru se contrae por antropofagia y con unas latencias de incubacin
que oscilan entre 4 y 30 aos. Con la desaparicin de estas costumbres, la enfermedad se encuentra prcticamente erradicada.
Por ltimo, la variante de la ECJ se debe, muy probablemente, a la ingesta
de materiales especficos de riesgo de ganado vacuno infectado con la EEB.
Al ser un contagio por va oral, lo primero en infectarse son las formaciones
linfticas del tubo digestivo, y desde aqu, a travs de los filetes nerviosos, se
alcanza la mdula espinal con el nivel metamrico del tubo digestivo, para
invadir, posteriormente, el encfalo. Cuando la infeccin es va i.v. son las
ENCEFALOPATIAS ESPONGIFORMES
109
clulas mononucleares sanguneas el primer lugar de replicacin de los priones. La toma de inmunosupresores dificulta la incubacin de los priones. El
perodo de incubacin de la EEB es desconocido, y se cree que puede oscilar
entre 5 y 15 aos. El conocimiento de la latencia de este perodo podra facilitar, en gran medida, el determinar la magnitud que puede tomar el problema en los aos sucesivos.
Espordicos
Representan, aproximadamente, el 85% de los casos. El origen del problema no est muy claro. Se ha invocado la posibilidad de que se deba a la ingesta de ovejas infectadas con el scrapie, pero en pases como Australia,
Nueva Zelanda o Argentina, en los que no existe el scrapie, la incidencia de
la enfermedad es similar a Inglaterra, en la que el scrapie es endmico.
No parece existir un mayor riesgo de contraer la enfermedad entre carniceros, empleados de mataderos, mdicos o anatomopatlogos. Los hbitos
alimenticios tampoco cambian su incidencia, que es la misma entre los comedores de cerebros y vsceras de animales y los individuos vegetarianos (36,
81). Sin embargo, hay algn estudio que ha encontrado una mayor incidencia
de la ECJ entre los granjeros (18, 19). No hay evidencias de infeccin trasplacentaria, y tan slo se ha publicado un caso de ECJ afectando a los dos miembros de un matrimonio. Sin embargo, hay estudios que encuentran una asociacin significativa entre la enfermedad y los antecedentes de haber sufrido
algn tipo de ciruga, no importa el tipo, y adems, a mayor nmero de operaciones, mayor riesgo (18, 46, 22). Esta asociacin con la ciruga no se ha encontrado en otros estudios (77). No existe asociacin con los trasplantes de rganos, dilisis o transfusiones de sangre. Los hemoflicos no tienen una mayor incidencia de la enfermedad; esto quiere decir que, muy probablemente,
no existe capacidad de contagio va transfusiones i.v. Por ahora, no podemos
hablar con la misma rotundidad para la vECJ. Algunos estudios han encontrado una agregacin familiar entre la ECJ y otras demencias (77, 81).
Dado que todos estos estudios epidemiolgicos han resultado negativos,
la hiptesis ms aceptada es que los casos espordicos son debidos a una
mutacin espontnea.
La capacidad de contagio
Viene determinada por cuatro factores: va de inoculacin, material inoculado, barrera de especie y predisposicin gentica.
110
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Va de inoculacin
La va ms infectiva es la intracraneal, seguida de la intravenosa, la intraperitoneal, la subcutnea y, por ltimo, la oral. Esta ltima se calcula que es
unas 40.000-100.000 veces menos infectiva que la intracraneal.
Material inoculado
El material con mayor riesgo de transmitir la enfermedad es el SNC y, en
menor medida, el sistema linftico (amgdalas, bazo, timo y placas de Peyer
intestinales). El msculo, el rin y la leche no parece que tengan capacidad
infectiva. La sangre es muy poco infectiva y, salvo en un trabajo que consigui transmitir la enfermedad va i.v. en ovejas (41) (trabajo criticado por
Brown) (10), slo es infectiva si se inocula va intracraneal.
Pero no slo influye el tipo de material inoculado, sino tambin la cantidad de material inoculado. Se sabe, por los estudios en animales de experimentacin, que se precisa un mnimo de material infectivo para el contagio
de la enfermedad, y que se estima en unas 100.000 molculas (67).
Barrera de especie
Desde el siglo XVIII se saba que las ovejas con scrapie podan ser ingeridas sin que el hombre contrajese la enfermedad. De hecho, gracias a esta barrera de especie, nunca se ha podido demostrar el paso del scrapie al hombre. Esta defensa se cree que es debido a las diferencias en la configuracin
de la PrPcel entre las diferentes especies, de manera que, cuanto mayor sea la
diferencia, mayor ser la dificultad para infectar. La PrPcel de la vaca y de la
oveja se diferencian, tan slo, en 7 aminocidos, mientras que entre la vaca y
el hombre hay 30 aminocidos de diferencia. Por este motivo, parecera altamente improbable el paso de la EEB al hombre; pero puede ocurrir que la
parte crtica para el contagio sea slo una porcin de la PrPcel, y stas podran
ser similares (69).
Una curiosidad es que animales que son resistentes, por barrera de especie, a una determinada enfermedad o cepa prinica, si se les pasa previamente por otra especie pueden hacerse susceptibles a contraerla. As, el kuru o la
ECJ no se transmiten al hurn o a la cabra, a no ser que se les pase previamente a travs de un primate o del gato (32), y la EEB no afecta al hmster
hasta que no pasa primero por el ratn (29). Esta circunstancia podra traer
consecuencias imprevisibles, ya que especies hasta ahora resistentes a las encefalopatas espongiformes, como son el cerdo y el pollo, por el paso a travs
ENCEFALOPATIAS ESPONGIFORMES
111
de otra especie podran dejar de serlo y, adems, no sabemos si estos animales tendran una barrera fuerte o dbil para el hombre. A raz de la EEB ha
aparecido una encefalopata espongiforme, no descrita previamente, en gatos
y en ungulados exticos que se piensa que es debida al consumo de piensos
infectados.
Nosotros consideramos que existe una fuerte barrera de especie entre el
hombre y la vaca, dado el relativamente pequeo nmero de enfermos despus
de la importantsima epidemia existente en animales (se calcula que entraron
en la cadena alimentaria inglesa unas 450.000 vacas infectadas) y por la diferencia importante en aminocidos entre la PrPcel del hombre y la de la vaca.
Para reducir los problemas de la barrera de especie, en animales de experimentacin, se han conseguido animales transgnicos a los que se les ha introducido dentro de su DNA el gen de la PrPcel humana.
Predisposicin gentica
Es evidente que existe una predisposicin gentica para contraer la enfermedad no slo en las formas familiares, sino tambin en las formas yatrgenas y espordicas.
El factor gentico mejor conocido en la actualidad es el codn 129 de la
PrPcel. En la poblacin general sana existe un polimorfismo en este codn, de
manera que aproximadamente el 51% es heterocigoto (Met/Val), el 38% es
homocigoto para la metionina (Met/Met) y el 11% es homocigoto para la valina (Val/Val) (62, 56). Sin embargo, entre los pacientes que sufren la ECJ la
proporcin es del 55 al 70% Met/Met, del 15 al 30% Val/Val y del 8 al 20%
para Met/Val (37, 84, 2). En Espaa, el 82% es Met/Met y el 18% Met/Val.
Por lo tanto, ser homocigoto predispone claramente a contraer la enfermedad. Pero, adems, el polimorfismo puede hacer variar la clnica, ya que los
Val/Val tienen un inicio al ms precoz de la enfermedad y una duracin de
la misma ms larga, mientras que los Met/Met tienen una duracin claramente ms corta (37). En lo que respecta a la anatoma patolgica, los
Val/Val tienen un predominio por la afectacin de la sustancia blanca subcortical y los Met/Met por afectacin de la corteza, sobre todo la occipital.
Las placas amiloideas suelen verse en las formas heterocigotas (37).
En las formas yatrgenas, los homocigotos tienen una mayor facilidad
para contraer la enfermedad. Las proporciones en el polimorfismo son muy
similares a las observadas en las formas espordicas, es decir, claro predominio de los homocigotos (7).
En el kuru, los homocigotos para la metionina sufren primero la enfermedad y, adems, es de evolucin ms rpida que los heterocigotos.
112
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Clnica de la ECJ
La ECJ es una enfermedad relativamente infrecuente. Se calcula que salvo
en las zonas endmicas, de las que ya hemos hablado, la incidencia de la enfermedad es aproximadamente de un caso por milln de habitantes y ao.
Esto quiere decir que a una poblacin como la asturiana le corresponde un
caso al ao. Segn las estadsticas que disponemos, se cumple con bastante
aproximacin.
Tiene su pico de incidencia entre las edades de 50 y 70 aos, si bien hay
casos descritos en adolescentes y en personas mayores de 85 aos (5, 90).
No existe predominio por ninguno de los dos sexos.
El 25% de los pacientes tienen unos prdromos los meses previos, que
consisten en ansiedad, depresin, sndrome general y trastornos del sueo.
El debut de la enfermedad es en 1/3 de los casos como un trastorno de las
funciones superiores (prdida de memoria, alteracin de funciones corticales, alteraciones en el comportamiento), 1/3 como alteracin fsica (los ms
frecuentes son alteraciones cerebelosas o visuales) y 1/3 como trastorno de
funciones superiores asociado a trastornos fsicos (6, 5).
La instauracin ocurre con un curso gradual y progresivo en el 80% de los
caos, pero en el 20% restante ocurre de manera aguda o incluso sbita (5).
Una vez que la clnica est instaurada, la afectacin ms frecuente es una
demencia con mioclonias, alteraciones cerebelosas y rigidez extrapiramidal
(5) (ver tabla 1). Se ha llamado la trada diagnstica a la presencia de demencia, mioclonias y complejos peridicos en el EEG.
Con la enfermedad evolucionada, el paciente llega frecuentemente a una
situacin de mutismo aquintico. La muerte aparece en un plazo de seis a
ocho meses.
En los ltimos aos se ha individualizado la clnica basndose en las
dos cepas prinicas de la ECJ espordica y en el polimorfismo del codn
129. De esta manera, saldran seis subtipos, con su respectiva frecuencia
de aparicin, entre las ECJ: MM1 (67%), MV1 (3%), VV1 (1%), MM2 (4%),
MV2 (9%), VV2 (15%) (61). Como mayores distintivos en la clnica se ha
ENCEFALOPATIAS ESPONGIFORMES
113
encontrado que los pacientes con la clnica tpica de la ECJ o con la variante de la afectacin visual (variedad de Heidenhain) se corresponden
con la variedad MM1 (por otra parte, con mucho, la ms frecuente), que
adems tiene una evolucin ms rpida. La cepa 2 tiene un claro predominio por la afectacin cerebelosa y su curso clnico es ms prolongado.
Los VV1 (variedad muy infrecuente) tienen una edad de aparicin ms
precoz y un curso clnico ms prolongado. En la forma MM2 existe la variedad talmica, que se corresponde con el insomnio fatal espordico
(muy similar al IFF).
Tabla 1 (5)
Clnica de
presentacin
(%)
Durante la
enfermedad
(%)
Deterioro mental
Demencia
Trastornos del comportamiento
Alteraciones de funciones corticales
64
100
Cerebelo
34
Visual
Oculo motor
Otras
17
Vrtigo
10
Cefalea
14
Trastornos sensoriales
11
Alteraciones vegetativas
Alteraciones piramidales
43
Alteraciones extrapiramidales
Rigidez muscular
Otras
Sntoma/signo
31
29
15
96
49
47
61
42
6
14
16
31
67
0
2
51
16
0,4
11
Prdida de conocimiento
0,4
0,4
91
0
0,4
Nervios craneales
88
26
80
0
0
56
32
0,4
114
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Diagnstico
El diagnstico de la enfermedad se hace sobre la base de una sospecha clnica, frecuentemente una demencia rpidamente progresiva, a la que se van
asociando otros sntomas, como trastornos cerebelosos, mioclonias, alteraciones visuales y signos piramidales o extrapiramidales. Las principales ayudas
diagnsticas en la clnica son el EEG, el estudio de LCR, la radiologa, el anlisis gentico y la anatoma patolgica.
EEG
Los cambios electroencefalogrficos, aun siendo tpicos, no son patognomnicos de la enfermedad. En los primeros estadios de la enfermedad se produce
una lentificacin del trazado de base, con aparicin de ondas theta y delta.
Cuando la enfermedad est ms evolucionada aparecen los complejos peridicos, que pueden ser generalizados o lateralizados, pero no localizados o asncronos. La aparicin de los complejos peridicos tiene una variabilidad menor
de 500 mseg. La actividad peridica se mantiene ininterrumpida durante perodos de, al menos, 10 segundos. Los complejos tienen una morfologa bi o trifsica y su duracin oscila entre 100 y 600 mseg (74). Los complejos peridicos
son cclicos, de manera que obligan a repetir el EEG varias veces a lo largo de
la enfermedad hasta detectarlos (59). Cuando avanza la enfermedad, la tendencia es a ir aplanndose el trazado, y en las fases terminales los complejos
peridicos llegan a desaparecer, lo que anuncia una muerte prxima (76).
El diagnstico diferencial electroencefalogrfico debe de hacerse fundamentalmente con la encefalopata heptica, con la encefalopata anxica y
con la encefalopata hipercalcmica. Pero tambin puede verse en las intoxicaciones por antidepresivos, como el litio y la mianserina, o en el status generalizado no convulsivo.
La sensibilidad del EEG para esta enfermedad oscila entre el 66 y el 90%
(74, 16, 89) y tiene una especificidad del 74% (89).
En la vECJ, las alteraciones son inespecficas, no observndose complejos
peridicos (83).
LCR
La bioqumica del LCR de la ECJ es normal, y tan slo puede existir un
discreto aumento de las protenas. La celularidad y la presin son normales.
ENCEFALOPATIAS ESPONGIFORMES
115
Radiologa
La TAC craneal no suele aportar ninguna ayuda diagnstica y tan slo se
puede ver, en los casos avanzados, cierto grado de atrofia cerebral.
La RNM muestra, en el 80% de los casos, reas hiperlucentes en T2 y en
densidad protnica, en el ncleo caudado y en putamen, de forma simtrica
(28). Tambin pueden verse, en menor medida, en la porcin posterior y medial del tlamo, crtex cerebral (sobre todo occipital), crtex cerebeloso, plido y en las estructuras mesiales temporales (72). La secuencia FLAIR es la
ms indicada para visualizar alteraciones corticales (78).
En la vECJ la RNM es aun ms caracterstica y aparecen, en aproximadamente el 80% de los casos, reas hiperlucentes en T2 localizadas simtricamente en ambos pulvinares. Se pueden encontrar, aunque menos frecuentes
y caractersticas, otras lesiones localizadas en rea medial del tlamo y sustancia gris periacueductal (86)(58).
116
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Anlisis gentico
Consiste en la identificacin de las mutaciones y los polimorfismos del
gen de la PrP. El polimorfismo del codn 129 puede modificar la clnica y
dar lugar a casos atpicos (61). Por este motivo, creemos que el determinar el
polimorfismo es de ayuda en el diagnstico y debe de ser solicitado, especialmente, cuando la clnica no es la habitual.
Dado que la penetrancia de algunas mutaciones en el gen de la PrP es baja
(hasta del 50%), a pesar de no existir antecedente familiar, podra ser de inters, con vistas al consejo gentico, solicitar un estudio gentico a todos los
pacientes con la ECJ.
Biopsia
No est indicada la biopsia cerebral en pacientes con sospecha de ECJ, salvo que, dentro de los diagnsticos diferenciales, haya alguno que sea susceptible de ser tratado.
En la anatoma patolgica se observa una afectacin de la sustancia gris
con prdida neuronal, gliosis y cambios espongiformes. En el 10% de los casos se observan placas amiloideas. La deteccin de la PrPres en la biopsia se
realiza mediante Western blot, histoblot o inmunohistoqumica. Muy recientemente se han practicado modificaciones en la tcnica de Western blot, consistentes en realizar la precipitacin con cido fosfotungstnico sdico y,
posteriormente, visualizacin con quimioluminiscencia (79). Estas modificaciones han aumentado mucho la sensibilidad de la prueba. Con microscopa
electrnica se pueden observar las fibrillas asociadas al scrapie.
Subtipos
En las formas MM1 y MV1, el EEG y la protena 14-3-3 tienen una altsima
sensibilidad. Sin embargo, en la variedad MV2, el EEG no es tpico para la
enfermedad y la protena 14-3-3 tiene una baja sensibilidad; a cambio de
esto, la RNM muestra con mucha frecuencia alteraciones y, por la tanto, este
ENCEFALOPATIAS ESPONGIFORMES
117
Tabla 2 (89)
ENFERMEDAD DE CREUTZFELDT-JAKOB ESPORADICA
Posible:
Demencia progresiva con, al menos, dos de las cuatro caractersticas siguientes:
1. Mioclonias.
2. Signos de afeccin visual o cerebelosa.
3. Signos piramidales o extrapiramidales.
4. Mutismo acintico.
El EEG no es el tpico o no se ha realizado.
La protena 14-3-3 es negativa o no se ha realizado.
Una duracin de la enfermedad superior a dos aos descarta el diagnstico.
Probable:
Es la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob posible en la que el EEG es tpico y/o la protena
14-3-3 es positiva en el LCR.
Confirmado:
Confirmacin neuropatolgica.
Deteccin mediante inmunohistoqumica de isoformas anmalas de la protena prinica.
Degeneracin fibrilar tipo scrapie.
ENFERMEDAD DE CREUTZFELDT-JAKOB YATROGENICA
Sndrome cerebeloso progresivo en paciente que ha recibido hormona hipofisaria de
cadver.
Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en paciente con un factor de riesgo yatrgeno conocido (p.e. implante de duramadre de cadver).
118
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Tabla 2 (continuacin)
ENFERMEDAD DE CREUTZFELDT-JAKOB FAMILIAR
Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob confirmada o probable en un paciente con un familiar de primer grado con enfermedad de Creutzfeldt-Jakob confirmada o probable.
Cuadro neuropsiquitrico en un paciente con una mutacin en el gen de la protena
prinica especfica para la enfermedad.
ENCEFALOPATIAS ESPONGIFORMES
119
Enfermedad de Gerstmann-Strussler-Scheinker
Se trata de una encefalopata espongiforme transmisible descrita por primera vez en 1936 (31). Es familiar con herencia autosmica dominante y se
diferencia de la ECJ en que la edad de inicio es ms precoz (45 aos) y una
evolucin de la enfermedad mucho mas prolongada, 5 aos como media, y
pueden llegar a durar ms de 10 aos. La clnica es predominantemente cerebelosa, a la que se asocian signos piramidales y demencia. En la anatoma
patolgica se observan placas amiloideas multicntricas y difusas (3, 47).
Las alteraciones genticas encontradas hasta ahora han sido muy variadas, se han encontrado alteraciones en los codones 102, 105, 117, 198, 202,
212, 217, e inserciones entre los codones 51 y 91.
El diagnstico se hace basndose en la clnica, en la historia familiar y en
el estudio gentico. El EEG no muestra ninguna alteracin tpica y la protena 14-3-3 es positiva en el 50% de los pacientes.
120
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
En la necropsia se observa una degeneracin selectiva de los ncleos talmicos ventrales anteriores y de los dorsomediales. Slo ocasionalmente hay
alteraciones espongiformes en la corteza cerebral. El EEG no es tpico, aunque pueden ser de gran ayuda diagnstica los estudios polisomnogrficos.
La protena 14-3-3 acostumbra a ser negativa. En la PET se observa hipometabolismo del tlamo y del putamen.
El Kuru
Es una enfermedad que hoy en da tiene un inters puramente histrico.
Fue la primera encefalopata espongiforme humana en la que se consigui
demostrar su capacidad de contagio. La enfermedad era propia de la tribu
fore de Papua-Nueva Guinea debido a su costumbre funeraria de comerse
los cerebros de sus familiares muertos. Estos ritos han desaparecido en la dcada de los cincuenta, y con ellos la enfermedad.
La clnica consista en una ataxia cerebelosa progresiva con imposibilidad
para la marcha, temblor (kuru quiere decir temblor en lenguaje fore), estado
pseudobulbar con labilidad afectiva. La enfermedad lleva a la muerte en un
ao. La anatoma patolgica muestra placas floridas, similares a las de la
vECJ, localizadas en el cerebelo.
ENCEFALOPATIAS ESPONGIFORMES
121
Encontraron, adems, algunas peculiaridades en la anatoma patolgica, consistentes en severa astrocitosis talmica, espongiosis en los ganglios de la base
y el tlamo y placas floridas, compuestas por un ncleo denso amiloide rodeado por un halo espongiforme, distribuidas por la corteza cerebral y cerebelo.
Tras unos primeros momentos de dudas y desconciertos, se lleg al convencimiento de que la vECJ y la EEB estaban relacionadas entre s por los siguientes datos:
Coincidencia en el tiempo de ambas epidemias (82).
Se consigui transmitir la EEB a primates y se observ que la anatoma
patolgica era muy similar a la de la vECJ (48).
Mediante Western blot, en muestras tratadas previamente con proteasa
K, se ha podido comprobar que el patrn de glicosidacin de la EEB y
de la vECJ es el mismo, y a su vez diferente al de otras encefalopatas
espongiformes (17).
Se ha podido comprobar que animales inoculados con la EEB y con la
vECJ presentaban idnticos patrones de glicosidacin en el Western
blot (40).
Desde entonces, hasta el da de hoy, se han diagnosticado un total de 102
casos, entre los definidos y los probables, con la siguiente distribucin: 3 casos en 1995, 10 casos en 1996, 10 casos en 1997, 18 casos en 1998, 15 casos en
1999, 27 casos en 2000 y, hasta el 1 de julio de 2001, 11 casos probables y 7 casos confirmados. Por lo tanto, aunque el nmero de afectados va sufriendo
un ligero aumento de ao en ao, la progresin no ha sido exponencial,
como inicialmente se tema.
Una cuestin de extrema importancia es: cul es el perodo de incubacin
de la enfermedad? Las cifras que se barajan estn entre los 5 y los 15 aos
(26, 9, 52). Si eso es as, y pensamos que el pico de la epidemia bovina fue en
1992, en teora, estaramos en el ao 2001 en zonas de mxima incidencia.
Clnica
La primera diferencia importante entre la vECJ y la ECJ espordica es la
edad de aparicin; mientras que en la espordica la edad de inicio es, por
trmino medio, 60 aos, en la vECJ es de 29 aos (83). Hasta el ao pasado,
el paciente de mayor edad tena 54 aos, pero se ha diagnosticado un caso
de 74 aos. El motivo por el que hay esta predileccin por gente joven es
desconocido; se han invocado hbitos alimentarios diferentes, pero esta hi-
122
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Tabla 3 (83)
Clnica de
presentacin
Durante la
enfermedad
Sntomas psiquitricos
31 (66%)
46 (98%)
Sntomas sensitivos
Dolor de miembros
9 (20%)
6/9
33 (70%)
18/33
Ataxia
4 (8,5%)
46 (98%)
Olvidos
8 (17%)
40 (85%)
Movimientos involuntarios
Distona
Corea
Mioclonas
2 (4%)
2 (4%)
0
0
44 (93,5%)
14 (30%)
26 (55%)
33 (70%)
16 (34%)
Demencia
47 (100%)
Mutismo acintico
23 (49%)
Diagnstico
El diagnstico se hace a partir de la sospecha clnica de un cuadro psiquitrico en un paciente joven y, posteriormente, se le asocian otros trastor-
ENCEFALOPATIAS ESPONGIFORMES
123
Tabla 4 (83)
Criterios diagnsticos de la vECJ
I. Condiciones generales:
II. Clnica:
1. Sntomas psiquitricos tempranos (depresin, ansiedad, retraimiento, ideas delirantes, apata).
2. Demencia.
3. Trastornos sensoriales persistentes (dolor y/o disestesias molestas).
4. Ataxia.
5. Mioclonias, corea o distona.
III. Exmenes complementarios:
A) EEG sin las alteraciones tpicas de la ECJ espordica o no se realiz EEG.
B) RNM con hiperseal bilateral en los pulvinares.
124
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Tabla 4 (continuacin)
IV. Biopsia de amgdalas.
V. Necropsia. Anatoma patolgica cerebral.
Enfermedad posible:
I + IIIA + 4/5 de II.
Enfermedad probable:
I + IIIA + IIIB + 4/5 de II.
I + IV.
Enfermedad cierta:
I + V.
ENCEFALOPATIAS ESPONGIFORMES
125
126
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Tan slo hay un paciente mayor de 55 aos entre los que contrajeron la
enfermedad. Cul es el motivo? Tendrn los pacientes aosos un mayor perodo de incubacin y aparecern pacientes de ms edad ms
adelante?
Sabemos que la capacidad de infeccin de la sangre en la forma espordica es muy baja y no hay descrito ningn caso de infeccin por transfusin; adems, no existe aumento de la infeccin entre los hemoflicos.
Pero la vECJ tiene una mayor afinidad por el sistema linforreticular que
la ECJ espordica. Tiene capacidad de infectar a travs de productos
hemticos la vECJ? Debe de hacerse leucorreduccin en todas las
transfusiones? Disminuye el riesgo de contraer la enfermedad?
ENCEFALOPATIAS ESPONGIFORMES
127
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CAPTULO 9
GENETICA DE LAS ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS
SANTIAGO GRISOLA
Catedrtico de Bioqumica
Presidente del Consejo Valenciano de Cultura
Introduccin
Agradezco al Dr. Segovia de Arana su infinita fe en m, puesto que me ha
asignado esta conferencia de la que yo desconozco mucho, y lo ms extrao
es que l lo sabe, y lo sorprendente es que, despus de protestar, he aceptado.
Afortunadamente, las ms importantes enfermedades neurodegenerativas
ya se han cubierto o se cubrirn estos das. Adems, escuch recientemente
en Valencia a varios investigadores, participantes en este simposio. Al repasar algunas de las recientes publicaciones en el rea, record un trabajo que
publiqu hace muchos aos en Physiological Reviews (1), que es quiz
bastante relacionado con el tema. Ms tarde, y con motivo del centenario de
la entrada de D. Santiago Ramn y Cajal como catedrtico en la Facultad de
Medicina de Valencia, extend los conceptos de este artculo a ciertos aspectos del sistema nervioso central (2).
Ambos artculos se refieren a la incidencia del medio ambiente en la estabilidad de las protenas y especialmente de enzimas, lo que me llev a estudiar en detalle el recambio de protenas. Hay evidencia cada vez mayor de la
relacin entre la conformacin proteica, la estabilidad y su incidencia en las
enfermedades neurodegenerativas.
Un exceso de sntesis de protena es necesario para reemplazar la cantidad
que se degrada y mantener el steady state. Protenas que no encuentran un
medio propicio para su estabilidad se destruirn rpidamente (Fig. 1). Sin
embargo, las protenas estabilizadas pueden estar expuestas a sistemas proteolticos, incluyendo proteosomas y lisosomas. La vida media de una pro-
132
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Protenas estabilizadas
Estabilizacin:
1 Principal: plegamiento de
las protenas e integracin
en complejos funcionales,
estabilizacin morfolgica:
ej: Incorporacin a mitocondrias, etc.
2 Temporal y menor: ej.
Sustratos, otros compuestos
ambientales, etc.
Sntesis de Proteina
Protenas anormales
o daadas, protenas
recien sintetizadas
(de vida corta)
Protenas desestabilizadoras
Desestabilizacin:
Por ej., condiciones inadecuadas,
modificaciones covalentes e (ubicuitina, etc), ATP y otros compuestos
ambientales desestabilizantes, etc.
Protenas de vida media corta y larga
Presecuencias y otras
secuencias de seal
(protenas de vida corta)
Degradacin de protenas
Al azar: ej. Autofagia.
Selectiva: ej. Microautofagia,
Proteasomas, etc.
Es importante verificar las caractersticas estructurales in vivo que determinan la velocidad de degradacin de las protenas y la importancia relativa de los varios sistemas proteolticos bajo condiciones normales y patolgicas. Recientemente han aparecido ejemplos de sustancias tales como la ubiquitina, que tiene que ver normalmente con la degradacin de protenas, al
conjugarse con stas para degradarlas en los proteosomas y con su presencia en inclusiones intraneuronales, por ejemplo en la demencia frontotemporal, la tercera demencia degenerativa ms corriente despus del
Alzheimer. Santiago Ramn y Cajal y Sigmud Freud, en 1894, postularon
independientemente que el aprendizaje puede producir cambios prolongados en la efectividad de las conexiones sinpticas entre neuronas, lo que podra servir como mecanismo de la memoria. Es llamativo que en el mismo
ao, Fisher sugiriera el modelo de la llave y la cerradura, concepto que explica la especificidad enzimtica.
133
Unos 60 aos despus, se sugiri que los sustratos pueden producir cambios conformacionales en las enzimas, un fenmeno referido como acople
inducido, y Caravaca y Grisola descubrieron el paradjico fenmeno de
inactivacin inducida por sustratos, lo cual dio lugar a la hiptesis de la
plasticidad enzimtica y a la propuesta de su amplia significacin biolgica,
particularmente, y en el contexto de este artculo, con las enfermedades neurodegenerativas. Es generalmente aceptado que la actividad y la conformacin de las protenas estn relacionadas y que las propiedades elastoplsticas
de las protenas controlan o modulan su actividad (Fig. 2). Para los interesados se incluye al final un adendum ms detallado de estos conceptos.
Figura 2
CONFMEROS DE ALTA ENERGA
DESESTABILIZACIN
AMBIENTAL
ENZ
ESTABILIZACIN AMBIENTAL
n
S
ENZ
ENZ
n
H2O
P
ENZ
IONS
ENZ
S
n
DEGRADACIN DE PROTENAS
Escape
de la estabilizacin
ambiental
ENZ
AL AZAR
ENZ
E
ENZIMAS
DESNATURALIZADAS
SELECTIVA
PROTELISIS
Teora de la elastoplstica. Las encimas son elsticas y deben volver a su conformacin original (A)
tras completar su funcin cataltica (E). La estabilizacin ambiental es alcanzada por los sustratos,
los efectos conformacionales a la localizacin y/o interaccin de protenas, etc. La desestabilizacin
de las protenas es el resultado de la elastoplasticidad y las modificaciones covalentes. Algunas molculas de protena eluden la reaccin con sus substratos y son rpidamente inactivadas.
Advertimos al lector que no identifique estas molculas con aquellas que tienen una aparentemente
muy corta vida-media, las cuales probablemente representen un pequeo porcentaje, =1% de las
protenas totales detectadas en una clula en cualquier momento; aunque en relacin con la vida
entera de la clula, puedan haber contribuido colectivamente en gran manera a la cantidad total de
proteina sintetizada. Los principales cambios degenerativos() tendrn lugar en el rea sombreada.
En definitiva, me concentrar en relacionar proteolisis y factores implicados en ciertas enfermedades neurodegerativas, y especialmente en aquellas
debidas a la presencia de muchas repeticiones de tripletes que derivan en la
produccin de glutamina.
134
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Despus abordar la enfermedad de Alzheimer, y debido a las limitaciones de tiempo y mi poca preparacin, no hablar de otras enfermedades
neurodegenerativas.
Pens que en vez de repetir material de la literatura, expondra algunas
ideas que, aunque especulativas, quiz sirvan para abrir nuevos caminos.
As pues, recordando a William Withering, el descubridor de la Digitalis,
que creo dijo algo as como: Lo que presento con toda humildad es una
mezcla de hechos y de opiniones; los primeros, sern permanentes; los segundos, cambiarn con los avances cientficos.
Generalidades
Es sorprendente que todas las enfermedades debidas a la formacin de
poliglutaminas, y posiblemente otras enfermedades neurodegenerativas, tales como Alzheimer, la esclerosis lateral amiotrfica y la enfermedad de
Parkinson, conllevan la acumulacin gradual de protenas mutantes en el
ncleo, citoplasma o en el espacio extracelular
Una protena anormalmente plegada o un cambio en conformacin debido a una mutacin puede inducir que estas protenas puedan interaccionar
con otras de una manera aberrante, lo que resultara en su progresin.
Est claro que es necesario conocer mejor los efectos de mutaciones en la interaccin de las protenas y en el recambio proteico, as como estudios orientados a conseguir que el plegamiento adecuado de la protena y su degradacin
puedan disminuir o mejorar la enfermedad y quiz retrasar su inicio.
Los tipos de protenas que produce una clula dependen de los genes que
se hallen activos en cualquier momento. Estos determinan la secuencia en que
deben unirse los aminocidos. Las cadenas se pliegan en hlices y bucles compactos para conseguir diferentes clases de protenas, dotada cada una de una
funcin especfica que le viene impuesta por su forma y su composicin qumica y tambin por la presencia de otros factores, como son los chaperones.
135
As ocurre por ejemplo en la enfermedad de Huntington (HD). Con la excepcin de la atrofia espinobulbar, estas enfermedades se heredan de forma
dominante. Todos estos desrdenes son progresivos y aparecen a mitad de
la vida y causan un aumento de disfuncin neuronal y eventual prdida de
neuronas 10 a 20 aos despus del inicio de los sntomas.
En este grupo de enfermedades, cuanto ms repeticiones haya la edad de
inicio es ms temprana y la enfermedad ms severa (Fig. 3).
Figura 3
Las cadenas de mayor longitud
de repeticiones CAG causan
enfermedades de manifestaciones ms precoces en los desrdenes por poliglutamina. SCA
(ataxia espinocerebelosa); HD
(enfermedad de Huntington),
DRPLA (atrofia dentado rubro
plido luysiana enfermedad
de los cuerpos de Lewy).
70
60
50
40
30
20
10
SCA2
70
60
50
40
30
20
10
SCA1
70
60
50
40
30
20
10
HD
70
60
50
40
30
20
10
DRPLA
70
60
50
40
30
20
10
SCA3
40
60
80
100
120
136
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Figura 3a
A
(A,B) La distribucin subcelular de ataxina-1 en las neuronas del ncleo pontocentral en un paciente con ataxia espinopontocerebelosa. Inclusiones nucleares (NI) aumentadas (bajo a la derecha) y con ubicuitina (B). Redistribucin del proteasoma 19S en agregados en el tejido del paciente; (D) control mostrado para comparar. (E) Chaperona nuclear (HDJ-2/HSDJ se localiza
principalemente en el citoplasma excepto por las NI; (F) control mostrado para comparar.
En generaciones sucesivas de familias afectadas aparece antes la enfermedad y es ms rpida la progresin, esto es especialmente cierto en la transmisin paternal.
137
Proteosomas
Durante aos se dio por supuesto que la parte del len de la degradacin
de las protenas se la llevaban los lisosomas. A finales de los aos setenta se
descubrieron unos grandes complejos multienzimticos, los proteosomas,
que son estructuras gigantes. Mientras que una protena de tamao medio
tiene entre 40.000 a 80.000 daltons, la mayora de los proteosomas de los organismo superiores pasan de dos millones de daltons. Un proteosoma est
constituido por una porcin central con aspecto de tnel a la que acompaan una o dos partculas reguladoras, menores, situadas en un extremo o en
ambos.
El proteosoma no elige protenas al azar para destruirlas. La clula seala
las protenas destinadas a ese fin. En su inmensa mayora, esas protenas se
etiquetan primero con ubiquitina, que es una protena bastante pequea (76
aminocidos).
138
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
139
140
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Chaperones
El doblaje inadecuado y la alterada solubilidad de protena es un defecto
fundamental debido a la expansin de poliglutamina. No es por tanto inesperado que el sistema chapern est involucrado en la respuesta celular a
esta patologa. Los chaperones son enzimas cuyos papeles incluyen el facilitar el plegamiento de protenas in vivo. La actividad del chapern es especialmente importante bajo condiciones de estrs celular.
Los chaperones colocalizan con agregados de poliglutamina en tejidos de
pacientes. Por ejemplo, la protena HSP40 se asocia en cultivos celulares con
agregados de ataxin-1 y de ataxina-3. Chaperones sobreexpresados suprimen la agregacin de poliglutamina en cultivos celulares de modelos de drosofila. Aunque parece haber relacin entre la actividad del chapern y la
agregacin de poliglutamina y la toxicidad, queda an mucho por aprender
sobre el efecto que ste puede tener en el contexto de la enfermedad.
La capacidad de los chaperones de facilitar plegacin de protenas, unida
con la habilidad de la clula para degradar mutantes de protenas poliglutaminadas, probablemente tiene gran importancia en el mantenimiento de la
funcin neuronal.
De una forma breve comentaremos sobre estas enfermedades neurodegenerativas individualmente.
141
Atrofia Espinobulbar
La atrofia espinobulbar o enfermedad de Kennedy es nica entre estas enfermedades, ya que tiene una herencia recesiva. Los hombres afectados pueden tener contracciones musculares por muchos aos antes de tener debilidad
muscular, que aparece en la cuarta o quinta dcada. Los reflejos tendonales estn generalmente ausentes, hay debilidad, prdida de tejidos que se extienden
para afectar la cara, musculatura distal y la progresiva prdida de la libido, incluso dificultad de mantener una ereccin y esterilidad tarda.
La repeticin de CAG en estos pacientes ocurre en la regin codificadora
del gen del receptor andrgeno. Repeticiones de 9 a 36 se pueden tolerar,
pero cuando los alelos se afectan y tienden de 38 a 62 repeticiones aparece la
enfermedad.
Enfermedad de Huntington
Esta enfermedad es la ms corriente de las enfermedades debidas a repeticiones de CAG con sntomas motores en adultos y movimientos involuntarios. Algunas veces existen tambin signos de parkinsonismo y distona.
En las formas juveniles de la enfermedad aparecen alelos con ms de
70 repeticiones, el ms largo descrito hasta la fecha contiene 121. El 80%
de pacientes juveniles heredan la mutacin del padre. La explicacin
puede ser debida al gran nmero de divisiones celulares durante la espermatognesis.
La enfermedad se expresa extensivamente en el cerebro, la huntingtina es
una protena citoplasmtica que est asociada con microtbulos en dendritas
y con vesculas sinpticas en axones terminales. No est asociada con mitocondria. La huntingtina puede reaccionar con la ubiquitina, y esta interaccin no depende de la longitud de la poliglutamina.
Hay una interaccin intrigante entre huntingtina y la gliceraldehdo 3 fosfato de hidrogenasa, de la que hablaremos tambin en la enfermedad de
Alzheimer.
A pesar de los enormes progresos para elucidar la patologa molecular de
la enfermedad de Huntington (HD), el pronstico ha mejorado poco desde la
primera descripcin de la enfermedad en 1872. Tampoco se han desarrollado
tratamientos efectivos para otras enfermedades causadas por repeticiones de
glutamina. No obstante, en la ltima dcada, primates no humanos, ratas,
etc., han proporcionado una nueva percepcin de los mecanismos patgenos
de estas enfermedades.
142
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Ataxias espinocelulares
Estas son un heterogneo grupo de enfermedades neurolgicas con aspectos clnicos comunes, caracterizadas por variables grados de degeneraciones
del cerebro.
La degeneracin cereberal resulta en ataxia y disartria en todas estas enfermedades, pero hay aspectos variables.
Ataxia de tipo 1
En la ataxia de tipo 1 hay atrofia cereberal con una prdida severa de clulas Purkinje, en neuronas del ncleo dentado y neuronas de la oliva inferior
y en los nervios craneales III, IV, IX, X y XII.
El producto del gen de SCA-1, ataxina-1, es una protena nueva que no
tiene homlogo con otras protenas. Al parecer, tiene que ver con la plasticidad sinptica y funciones neuronales de aprendizaje.
La ataxina-1 se expresa en el sistema nervioso central de dos a cuatro
veces los niveles que se encuentran en los tejidos perifricos. En pacientes, la ataxina-1 mutante aparece como una inclusin nuclear muy grande en las neuronas del cerebro. Estas inclusiones contienen ubiquitina
proteosoma y los chaperones moleculares, HDJ2 y HSDJ, como indica la
figura 3.
143
Atrofia Dentatorubropallidoluisiana
El CDNA de la DRPLA codifica el producto del gen la atrofina-1 de 1.185
aminocidos. La protena no tiene homologa con otras conocidas. Est distribuida en el citoplasma, neuronas y tejidos perifricos, tanto de afectados
como de individuos normales. Hay una inversa relacin entre la apariencia
clnica y el nmero de repeticiones.
Una cuestin de gran importancia es si las poliglutaminas inducen la enfermedad. Los datos, tanto en cultivos celulares como en estudios animales,
demuestran claramente que la presencia de poliglutamina es txica tanto a
neuronas como a otras clulas perifricas.
144
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
145
146
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
En el modelo de cultivo celular, la proteolisis de la huntingtina por la caspasa-3 puede contribuir a la progresin de la HD; en otro modelo, la caspasa-8 se requiere para la toxicidad de la poliglutamina.
Estos datos indican una asociacin compleja entre las protenas que contienen poliglutamina y las caspasas como agentes de disfuncin celular y la
muerte. Por tanto, las caspasas pueden representar una diana para la intervencin teraputica. El inhibidor de la caspasa minociclina produce una mejora modesta en ratones, pero no se sabe si es debido a la inhibicin per se de
la caspasa o a efectos antiinflamatorios ligados al secuestro del calcio.
147
mil fosfato, uno relacionado con la sntesis de la urea, que es masivo en el hgado pero deficiente en muchos otros tejidos, incluyendo el cerebro, en el
cual la sntesis de carbamil fosfato utiliza glutamina y est dirigida a la formacin de cidos nucleicos. No olvidemos que la sntesis de algunos de
ellos, especialmente los mensajeros, tiene una vida corta. Una cuestin intrigante es si hay relacin entre la utilizacin de la glutamina para la sntesis
del carbamil fosfato y/o la modificacin de protenas por ste, y especialmente por glutamina en el cerebro.
En este sentido, es tambin importante saber por qu el nivel, es decir el
nmero crtico de repeticiones de glutamina, produce la enfermedad.
Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es un desorden neurodegenerativo que afecta a un nmero creciente de vctimas en correspondencia al envejecimiento
de la poblacin (7).
La enfermedad es cruel, ya que priva a los humanos de su habilidad para
recordar, pensar y para entender todas las cosas que son cruciales.
Desde hace ya muchos aos, cuando Alzheimer descubri el primer caso,
hasta prcticamente los tiempos actuales, muy poco se ha adelantado acerca
de sus causas, excepto que termina con una gran prdida de neuronas y un
nmero de aspectos neuropatolgicos distintivos.
La enfermedad de Alzheimer (AD) es el tipo de demencia ms comn en la
vejez. Las caractersticas de la neuropatologa de la enfermedad son grandes
prdidas neuronales, placas neurticas y nudos neurofibrilados, preferentemente localizados en las reas lmbicas y corticales del cerebro. La gran prdida
de sinapsis ocurre en las mismas regiones del cerebro, con alteraciones concomitantes de los sistemas neurotransmisores. Las placas neurticas son lesiones
multicelulares esfricas, contienen depsitos extracelulares de protena -amiloide, la cual est mayormente en una forma fibrilar. Las placas neurticas estn
rodeadas de axones degenerativos y dendritas microgla activada (oligodendrocitos activados?), y astrocitos reactivos. Los nudos neurofibrilares son
manojos citoplsmicos intraneuronales de filamentos helicoidales aparejados, estn compuestos de formas hiperfosforiladas insolubles de protena asociada a microtbulos, protena tau, a menudo conjugada con ubiquitina.
El gen APP est localizado en el cromosoma 21, que est tambin involucrado
en el sndrome de Down, cuyos enfermos desarrollan AD hacia los 30 aos. Se
expresa en neuronas y en la gla. Existen tres isoformas principales derivadas
del splicing (unin) alternativo de un solo gen. La funcin normal del APP es
148
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Tau
-amiloide
tringulos
neurofibrilares
Tau
Muerte de
la clula
nerviosa
Placas amiloides
Tringulos
neurofibrilares
Muerte de
la clula
nerviosa
Demencia
enlace causal
proteina
precursora
amiloide
-amiloide
placas de
amiloide
Demencia
Prediccin de enlace con la
enfermedad de Alzheimer
-secretasa
Fragmento soluble
APP, -APPs
pptido C83
-secretasa
Pptido p3
Fuente: Drug Discovery & Development
-secretasa
Fragmento soluble
APP, -APPs
pptido C99
-secretasa
Pptido
-amiloide
149
Figura 6
(a)
(b)
AAP
~
~
~
~
~
~
~
~
~
~~
~
-secretasa -secretasa
p3
A
AAPs-
Procesado APP en Alzheimer
(dominado por y secretasas)
AAPs-
C83
A(40,42)
C99
Presenilina 1
150
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
lculas de protena -amiloide de 40 a 42 residuos de aminocidos. La protena42 -amiloide es altamente amiloidognica y su deposicin desencadena
una cascada de eventos, provocando muerte neuronal y la formacin de
placas neurticas.
La importancia de factores genticos en la enfermedad de Alzheimer procede
de datos epidemiolgicos. Una historia familiar de la enfermedad de Alzheimer
ocurre en aproximadamente el 30% de pacientes. Hermanos tienen dos veces
ms riesgo que controles de desarrollar la enfermedad durante su vida, y la concordancia de la enfermedad en gemelos monozigticos es ms alta que en dizigticos. En menos del 10% de los casos, la enfermedad es transmitida como un
riesgo autosmico dominante con elevada penetracin, dependiendo de la
edad. Alrededor de la mitad de formas autosmicas dominantes heredadas en
un temprano comienzo de la enfermedad son identificables por la mutacin del
precursor de la protena amiloide, presenilina-1 (PS-1), o del gen de la presenilina-2 (PS-2). Como hemos dicho, el gen del precursor de la protena amiloide se
localiza en el cromosoma 21q21.2, y son conocidas al menos siete mutaciones diferentes, missense localizadas a nivel de sitios de rotura es , o -secretasa, alterando la proteolisis normal del precursor de la protena amiloide.
El gen PS-1 est localizado en el cromosoma 14q24.3, y las mutaciones en
este gen son responsables de la mayora de los casos de enfermedad autosmica dominante. El gen PS-1 codifica una protena de 467 aminocidos, que
es una protena integral de membrana con ocho dominios transmembrana.
La funcin del PS-1 no es enteramente conocida, pero puede estar involucrada en el trfico de protena de membrana y en la regulacin de seales de
transduccin intercelular. Ms de 60 mutaciones del gen PS-1 han sido asociadas con el comienzo familiar temprano de la enfermedad. La mayora son
mutaciones missense.
El gen PS-2 codifica una protena con 448 aminocidos, que comparte el
67% de secuencia homloga con la protena PS-1. El alto grado de homologa
en la secuencia entre las protenas PS-1 y PS-2 implica funciones similares y
evidencia indirecta sugiere que pueden actuar como tal o cooperar con -secretasa en el procesamiento del precursor de la protena amiloide. Hay gran
consenso en la hiptesis de que las mutaciones missense de protena de precursor amiloide, de los genes PS-1 y PS-2 pueden compartir un comn mecanismo patognico, llevando a la acumulacin de la protena -amiloide como
un subproducto del metabolismo anormal de su precursor.
El papel fundamental de los genes preseniln en la patognesis del comienzo temprano de la enfermedad de Alzheimer est siendo investigado.
El polimorfismo homozigtico a nivel del intrn 8 del gen PS-1 fue descrito
como indicador del riesgo de un comienzo tardo de la enfermedad. Datos
151
experimentales con ratones transgnicos que sobreexpresan mutantes humanos del precursor de protenas amiloides desarrollan la patologa; con ello,
se demostr que la inmunizacin con la protena -amiloide puede prevenir
formacin de placas neurticas y que la administracin de anticuerpos de
protenas anti--amiloide reduce la carga de placas neurticas. Ensayos similares en humanos se estn llevando a cabo, y ojal se compruebe que la inmunizacin con la protena -amiloide es segura.
152
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Otros factores
Una cuestin importante es si hay otros factores, incluyendo la mitocondria, la inflamacin o destruccin de ciertas protenas. As, se ha propuesto
por investigadores espaoles que el metabolismo mitocondrial puede estar
afectado y que las anormalidades de la mitocondria pueden contribuir al
progreso de la enfermedad. Efectivamente, estos investigadores han demostrado en las autopsias de enfermos una disminucin significativa en el DNA
mitocondrial del crtex frontal, que, como es sabido, est afectado severamente en la enfermedad de Alzheimer. En los tejidos del hipocampo no hay
problemas.
La inflamacin es una caracterstica patolgica de la enfermedad asociada
con la deposicin de -protena, aunque se crea que la respuesta inflamatoria
contribuye a la degeneracin neuronal, algunos estudios recientes indican
que ciertos aspectos pueden ser beneficiosos; as, investigadores han demostrado que el aumento de la citoquina TGF-1 disminuye el aumento de la
placa de A va activacin de la microgla. Esta contribuye al proceso de
153
neurodegeneracin va la elaboracin de citoquinas tales como la interleuquina-1, IL-6, el factor de necrosis tumoral- y otros factors neurotxicos.
No obstante, recientes estudios indican que la microgla activada sirve para
limpiar depsitos de A, lo que se ha demostrado con vacunas en animales
experimentales. Es decir, es un rea que puede ser de gran inters (Fig. 7).
Figura 7
TTGF-beta 1
Vaacuna beta amiloide
Depsitos beta miloide
Activacin
de la microgla
Citoquinas
(TNF-alfa, IL-1beta, Il-6)
Neuroproteccin
Neurotoxicidad
La activacin de la microgla puede tener tantos efectos deletreos como beneficiosos. El beta
amiloide fibrilar puede estimular a la microgla para que libere citoquinas, las cuales contribuyen a la neurodegeneracin. Sin embargo, la activacin de la microgla por la vacuna Bamiloide
o port TGF-beta 1, puede ser neuroprtector al promover el aclaramiento del beta amiloide. Si estos tratamientos tambin tienen como resultado la liberacin de citoquinas neurotxicas, es algo
que permanece sin ser determinado.
En este sentido, se ha indicado una reduccin de la gliceraldehdo-3-fosfato dehidrogenasa no slo en la enfermedad de Alzheimer, sino tambin,
como hemos dicho, en la de Huntington. La gliceraldehdo-3-fosfato dehidrogenasa, que es muy abundante en algunas especies, por ejemplo en la levadura, si no recuerdo mal, llega a formar el 20% de la protena y tiene muchas
funciones, tales como el transporte de la membrana, unin de los microtbu-
154
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Nota aadida
Despus de completar este artculo ha aparecido un trabajo (8) que sugiere que la enzima de degradacin de la insulina es responsable de la eliminacin de protenas con potencial amiloidognico.
Por ltimo, a finales de mayo de 2001 tuvo lugar, en la sede de la Universidad Menndez y Pelayo en Valencia, un curso titulado Actuacin en enfermedades neurodegenerativas: de las bases moleculares y genticas al tratamiento, organizado por J.S. Grisola y J.S. Mora Pardina. El resumen de
los cursos, en que participaron, como ya indiqu al principio, varios de los
155
Bibliografa
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
ADENDUM
Plasticidad enzimtica y recambio de protenas
Investigaciones pioneras de hace ms de 30 aos demostraron inactivacin de protenas y tambin proteccin inducida por sustratos y cofactores.
Una pltora de recientes publicaciones inciden en la relacin entre cambio
conformacional inducido y actividad y estabilidad enzimtica. Algunos aspectos de la teora de la elastoplasticidad estn indicados en la Fig. 1, la cual
resalta el hecho frecuentemente soslayado de que las enzimas son elsticas y
deben volver a su conformacin original tras cada ciclo cataltico; de otro
modo, la enzima en su conformidad final, tras la liberacin de productos, no
podra reaccionar con otra molcula de sustrato.
Respuestas conformacionales a sustratos y cofactores pueden ocurrir,
en diferentes circunstancias, de forma rpida o lenta. Se ha demostrado
que la estabilidad conformacional de las protenas en sus formas globulares es slo marginalmente mayor, por unas 5-15 Kcal/mol, que en sus for-
156
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Plasticidad neuronal
Al nacimiento, el cerebro contiene un nmero de conexiones preinstaladas genticamente determinadas. Slo una fraccin de todas las jvenes
neuritas sobrevive y se transforma en vas establecidas. La informacin que
empuja a algunas neuronas a desarrollar conexiones slo con ciertas otras
neuronas puede estar codificada en la estructura de molculas de membrana
especficas, presumiblemente protenas. Se piensa que muchas conexiones sinpticas no estn pretrazadas, sino que se producen como consecuencia de
estmulos ambientales.
El trmino plasticidad se usa en el lenguaje corriente para implicar una estructura ms suave o ms flexible, y posiblemente fue usada inicialmente
con este significado por Cajal para diferenciar entre estructuras ms rgidas
y aquellas que parecan ms plegables en respuestas a condiciones ambientales. Aunque el uso fsico y qumico del trmino plasticidad refleja un menor
grado de libertad un polietileno plstico tiene un menor grado de libertad
que las molculas de etileno de las que est hecho, es aparentemente imposible y quizs inconsecuente mantener en la era del plstico definiciones
del diccionario para uso cotidiano.
Las condiciones ambientales influencian fenmenos tan aparentemente inconexos como la sustitucin o el reemplazo de nuevas conexiones sinpticas,
aprendizaje, habituacin y recuperacin tras lesiones cerebrales. El trmino
plasticidad ha adquirido en fisiologa una connotacin primaria funcional y
ha perdido su identificacin espacial y morfolgica.
157
Significado
1. General, no cientfico
Flexible, plegable.
3. Fluido fsico
4. Qumica
5. Fisiologa y Farmacologa
Adaptabilidad, habilidad para ser modificado o cambiado como resultado de una experiencia o como consecuencia de la prdida de alguna de sus partes.
6. Bioqumica
Cambio de macromolculas nativas inducido por condiciones ambientales con incremento y/o disminucin en
la estabilidad a agentes biolgicos y fsicos.
CAPTULO 10
ESCLEROSIS LATERAL AMIOTRFICA
Definicin de la enfermedad
ELA tiene dos significados. En un sentido, se refiere a varias condiciones
de inicio en el adulto caracterizadas por la degeneracin progresiva de neuronas motoras; en el Reino Unido, el trmino enfermedad de motoneurona
se usa para estos desrdenes. En segundo trmino, ELA se refiere a una
forma especfica de enfermedad de motoneurona en la cual hay signos de
afectacin de ambas motoneuronas, la superior y la inferior.
Esclerosis lateral se refiere al endurecimiento de las columnas laterales
de la mdula espinal, palpable en autopsia, en donde la gliosis sigue a la
degeneracin de los trayectos corticoespinales. Los resultados clnicos son
los signos de motoneurona superior: reflejos tendinosos hiperactivos, signos
de Hoffmann y de Babinski, y clonus. Amiotrfica se refiere a la atrofia
muscular por afectacin de las neuronas motoras inferiores, que se acompaa de debilidad y fasciculaciones.
Si slo los signos de motoneurona inferior son clnicamente evidentes, la
condicin se llama atrofia muscular espinal progresiva. En la esclerosis lateral primaria slo se ven signos de motoneurona superior. Estos sndromes
son considerados variantes de ELA, ya que en la autopsia hay probable-
160
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Diagnstico
El diagnstico clnico de la ELA es probablemente correcto en ms del
95% de los casos (1). Sin embargo, no hay un test diagnstico especfico, por
lo que a veces es difcil separar la ELA de otras enfermedades de la motoneurona (especficamente, de la enfermedad de Kennedy o atrofia muscular
espinobulbar ligada al cromosoma x), de la mielopata espondiltica cervical
o de la mistenia gravis. Criterios formales son usados para ensayos clnicos,
pero pueden ser demasiado restrictivos; algunos pacientes mueren de ELA
sin cualificar para un ensayo teraputico (2).
Quizs el desorden ms importante en el diagnstico diferencial es la neuropata motora multifocal (NMM), la cual est dominada por signos de
motoneurona inferior y caracterizada por bloqueos mltiples en la conduccin motora en pruebas electrodiagnsticas. Ocurre aproximadamente en el
2% de los pacientes vistos en centros de ELA. Anticuerpos contra el ganglisido GM1 se encuentran en el 22 al 84% de los pacientes con NMM (3, 4). A
diferencia de la ELA, la NMM responde al tratamiento con ciclofosfamida
(3) o inmunoglobulina intravenosa (5). La terapia con esta ltima puede
resultar en la mejora de pacientes con el sndrome clnico de NMM que tienen o no enlentecimiento o bloqueos de conduccin (6, 7). Aunque la NMM
es una neuropata perifrica, muchos pacientes tienen reflejos tendinosos
activos con msculos atrficos y fasciculantes, un patrn incongruente consistente con el diagnstico de ELA. En los sndromes de motoneurona inferior, los reflejos tendinosos deberan desaparecer, por lo que la preservacin
de estas respuestas puede ser vista como evidencia de afectacin de motoneurona superior. Hallazgos en autopsias en cuatro pacientes con NMM
describieron la prdida de motoneuronas; algunos mostraron inclusiones
intraneuronales de cuerpos de Bunina, que pueden ser patognomnicos de
enfermedad de motoneurona (1, 8).
La demostracin electromiogrfica de denervacin en al menos tres extremidades confirma los hallazgos de anormalidades de la motoneurona infe-
161
162
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
A4V, los trayectos corticoespinales estn poco afectados (18). Las inclusiones
neuronales no estn presentes siempre; por ejemplo, pueden estar presentes
en algunos miembros familiares y ausentes en otros.
Otra forma autosmica dominante de ELA progresa lentamente y
empieza antes de los 25 aos (20); el gen ha sido mapeado en el cromosoma
9q34 (21). El gen para la ELA con demencia frontotemporal ha sido mapeado
en el 9q21-22 (22). La forma autosmica recesiva de inicio juvenil ha sido
ligada a los cromosomas 2q33 (23) y 15q15-22 (24).
Susceptibilidad gentica
La ELA y otros desrdenes neurodegenerativos aparecen a veces en la
misma familia. Majoor-Krakauer y cols. (25) encontraron demencia significativamente ms frecuente en familiares de primer grado de pacientes con
ELA que en los de los sujetos control, y encontraron una tendencia hacia una
asociacin entre ELA y parkinsonismo. Cruz y cols. (26) no encontraron tales
asociaciones, pero algunas personas y familias tienen ambos, ELA y parkinsonismo (27, 28). La ocurrencia de los dos desrdenes juntos podra ser
debida a coincidencia o a enfermedades multisistema. Se encuentra amiotrofia con demencia y parkinsonismo en pacientes con enfermedad ligada al
cromosoma 17 con mutaciones en el gen para tau, un filamento intermedio
importante en la citoestructura de neuronas (29). ELA y demencia tambin
ocurren juntas en la enfermedad cuya alteracin cromosmica est mapeada
en el 9q21-22 (22).
La edad e historia familiar de ELA son los nicos factores de riesgo establecidos para la ELA. Agrupaciones aparentes de enfermedad son atribuidas
a coincidencia, pero un efecto iniciador puede ser responsable en algunas
reas con agrupaciones de ELA familiar autosmica dominante (30).
Causas ambientales
Hallazgos epidemiolgicos
La incidencia y prevalencia de la ELA vara poco en todo el mundo, con
pequeas zonas de ms alta prevalencia, especialmente en Guam. Durante la
Segunda Guerra Mundial, el neuropatlogo Harry Zimmerman not una frecuencia aumentada de ELA, parkinsonismo y demencia en Guam. Estudios
epidemiolgicos indicaron que la prevalencia de ELA en Guam era de 50
163
veces la de cualquier otro lugar (31). El complejo parkinsonismo-demenciaELA y la ELA sola permanecen prevalentes en Guam. Su causa es desconocida. La herencia fue descartada, ya que cnyuges de muchos pacientes fueron
tambin afectados, y no se ha encontrado una causa ambiental o vrica (32).
164
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Teoras alternativas
La autoinmunidad puede tener un papel en la patognesis de la ELA (39).
Microgla activada y clulas T han sido encontradas en mdula espinal de
pacientes con ELA que tienen anticuerpos IgG contra neuronas motoras (40).
En pacientes con ELA espordica, anticuerpos contra canales de calcio abiertos por voltaje pueden interferir con la regulacin de calcio intracelular, conduciendo a la degeneracin de la motoneurona (40). Este proceso ha sido
verificado por microscopa electrnica (41).
Sin embargo, la inmunoterapia no ha sido efectiva en pacientes con ELA.
Corticosteroides, plasmafresis, inmunoglobulina intravenosa, ciclofosfamida y radiacin de todo el cuerpo han fracasado. La teora de una causa
autoinmune de la ELA es controvertida (42).
La enfermedad de motoneurona paraneoplsica podra ser un desorden
autoinmune. Estudios epidemiolgicos no han mostrado un inesperado alto
nmero de tumores malignos entre pacientes con ELA, pero el sndrome
neurolgico en estos pacientes desaparece a veces despus de extirpar un
tumor de pulmn o rin. A algunos pacientes con cncer y ELA se les
encontr anticuerpos antineuronales (43-46).
La incidencia de enfermedades linfoproliferativas entre pacientes con
enfermedades de motoneurona puede ser ms alta de lo esperado (47-49).
De los 65 casos reportados de ELA con enfermedad linfoproliferativa, la
mitad tena signos de ambas motoneuronas, superior e inferior, 80% tena
linfoma, de Hodgkin o no, y el otro 20% tena mieloma o macroglobulinemia. Entre esos pacientes, pocos tuvieron una respuesta a inmunoterapia y la
mayora murieron de la enfermedad neuronal. Muchos pacientes con ELA
tienen una gammopata monoclonal, con o sin enfermedad linfoproliferativa, pero la naturaleza de la asociacin se desconoce. Ambas, la enfermedad
de motoneurona y la enfermedad linfoproliferativa, podran surgir de una
persistente infeccin viral, como es el caso del ratn silvestre con infeccin
retroviral espontnea que causa leucemia y enfermedad de motoneurona
juntas.
Caractersticas histopatolgicas
Las caractersticas patolgicas distintivas de la ELA son la degeneracin y
prdida de motoneuronas con gliosis astroctica. Se encuentran inclusiones
intraneuronales en neuronas degeneradas y en gla (50, 51). El hallazgo de
cuerpos de inclusin similares en pacientes con ELA y en aquellos con ELA
165
Patognesis
Aunque los trayectos moleculares precisos que causan la muerte de motoneuronas permanecen desconocidos (58, 59), posibles mecanismos primarios
incluyen efectos txicos del SOD1 mutante, entre ellos la agregacin anormal
de protenas, desorganizacin de filamentos intermedios, y excitotoxicidad
mediada por glutamato y otras anormalidades de la regulacin del calcio
intracelular, en un proceso complejo que puede involucrar anormalidades
mitocondriales y apoptosis.
166
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
haba sido inactivada o destruida (knocked-out) (63). Por lo tanto, las mutaciones SOD1 deben causar enfermedad por una ganancia de funcin txica, no
por la prdida de la actividad antioxidante de la SOD1.
Peroxinitrito y zinc
De acuerdo con una teora de ganancia de funcin, una mutacin en la
SOD1 altera la enzima en un modo que aumenta su reactividad con sustratos anormales. Por ejemplo, si el radical peroxinitrito es usado como sustrato
de SOD1, la anitracin anormal de tirosina podra daar a protenas (64). Los
niveles de nitrotirosina libre en mdula espinal de pacientes con ELA espordica y familiar estn elevados (65), as como en el ratn transgnico con el
gen SOD1 destruido (66), pero las dianas especficas de la nitracin no han
sido identificadas.
Mutaciones de la SOD1 pueden causar dao oxidativo al alterar la habilidad de la enzima para unirse al zinc (67). Sin zinc, tanto el SOD1 normal
como el mutante son menos eficientes bloqueando superxido y la nitracin
de tirosina aumenta (68). Mutaciones en la SOD1 disminuyen la afinidad de
la enzima por el zinc (68), as que la protena mutante es ms probable que
asuma un estado deficiente en zinc, ms txico. Se ha teorizado que en
pacientes con ELA espordica, la SOD1 normal podra tambin, de alguna
manera, estar deprivada de zinc y llegar a ser txica.
167
168
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Periferina
La periferina, otro filamento intermedio, se encuentra junto con neurofilamentos en inclusiones neuronales en pacientes con ELA espordica (89) y en
ratones con mutaciones SOD1 (90). La periferina es expresada normalmente en
motoneuronas (91, 92), pero los niveles de periferina aumentan en respuesta al
dao celular (91) o a citoquinas inflamatorias (93). La hiperexpresin de periferina en ratones indujo la degeneracin selectiva de axones motores (94). Los
niveles del ARN mensajero de la subunidad ligera de neurofilamentos son
anormalmente bajos en las neuronas de pacientes con ELA espordica (95). En
ratones a los que les faltan estas subunidades ligeras y sobreexpresan periferina, la muerte selectiva de motoneuronas es una caracterstica prominente.
Por lo tanto, una expresin aumentada de periferina despus de un dao
neuronal o inflamacin podra causar enfermedad de motoneurona a travs
de una interaccin con las subunidades media y pesada de los neurofilamentos en ausencia de subunidades ligeras (96), conduciendo a la formacin de
agregados txicos. Esto podra explicar por qu la sobreexpresin de periferina mata slo motoneuronas, que contienen niveles altos de neurofilamentos, y no neuronas sensitivas (94), que no expresan neurofilamentos.
169
170
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Apoptosis
Los muchos activadores posibles de ELA podran perturbar diversas funciones celulares esenciales para la supervivencia de motoneuronas. En la ELA
mediada por SOD1, las motoneuronas mueren probablemente como resultado de apoptosis (117), aunque este punto est disputado (118). La apoptosis
involucra la activacin de las proteasas caspasa (119) en respuesta a seales
integradas por protenas Bcl-2 (120). En ratones con la mutacin SOD1 G93A,
la expresin de la protena antiapopttica Bcl-2 retras el inicio de enfermedad de motoneurona y prolong la supervivencia (121). Un inhibidor de la
caspasa, la enzima convertidora de interleuquina 1beta, tambin enlenteci la
progresin y aument la supervivencia (122), como hizo la administracin
intracerebroventricular de zVAD-fmk, un amplio inhibidor de caspasa (123).
Aunque la apoptosis es un evento tardo en la degeneracin motoneuronal, la
inhibicin de la muerte celular programada podra mejorar la ELA.
Mltiples teoras han sido propuestas para explicar la patognesis molecular de la ELA. Es probable que ms de uno de estos mecanismos contribuya a la ELA humana. Cmo esas vas interactan est pendiente de
explicacin.
Terapia
Farmacoterapia
Riluzol, un antagonista del glutamato, es el nico frmaco aprobado por
las autoridades sanitarias americanas y europeas para el tratamiento de la
ELA. En dos ensayos teraputicos, el riluzol prolong la supervivencia de
171
tres a seis meses en el tiempo de duracin del ensayo (124, 125). En uno de
esos ensayos (124), el tratamiento enlenteci ligeramente el declinar en la
fuerza muscular de extremidades; no hubo beneficio significativo en otras
medidas de funcin en ambos ensayos. En un anlisis retrospectivo (126), los
pacientes que recibieron riluzol permanecieron en un estadio intermedio de
la enfermedad ms tiempo que los controles. Para los pacientes, los efectos
no son visibles. La eficacia del riluzol ha sido tomada como evidencia en
apoyo de la teora excitotxica del glutamato en la patognesis de la ELA.
Pero otros antagonistas del glutamato, incluyendo aminocidos de cadena
ramificada, lamotrigina y dextrometorfano, no han mostrado beneficio en
ensayos clnicos (127, 128).
Cuando fue probada en ratones transgnicos con SOD1 mutante, la gabapentina, como el riluzol, aument la supervivencia, pero no afect significativamente al tiempo de inicio clnico de la enfermedad (129). En contraste, la
vitamina E retras el inicio y la progresin de la enfermedad, pero fall en
aumentar la supervivencia. A pesar de los moderados efectos de estos agentes en el ratn, la gabapentina y la vitamina E no mostraron beneficios en
ensayos con pacientes con ELA (130, 131).
Hace ms de 60 aos, Wechsler sugiri los beneficios de la vitamina E en
una serie de pacientes con ELA (132). Aunque Wechsler report una mejora
en la condicin del paciente 4, identificado en base a sus iniciales como Lou
Gehrig, el famoso jugador de bisbol que da nombre a la enfermedad en los
EE.UU., sin embargo Gehrig muri en un ao. Otros tratamientos tambin
han fallado en ensayos clnicos (Tabla 1, pg. 170). Agentes que estn siendo
actualmente evaluados incluyen xaliproden (el cual puede estimular la liberacin de factores neurotrficos), creatina (133), coenzima Q10, factor neurotrfico derivado de cerebro administrado por va oral (134) y topiramato.
Inhibidores de la ciclooxigenasa-2 (135) e inhibidores de caspasa estn
siendo considerados, y nuevos frmacos, vas y formas de administracin
estn siendo desarrollados (136). Ensayos fiables con clulas in vitro o en
otros medios son necesarios para acelerar el proceso de identificar terapias
potenciales.
172
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Antioxidantes
Selenio
Vitamina E*
Acetilcistena*
Selegilina*
Creatina***
Coenzima Q10***
Factores neurotrficos
Inmunomodulacin
Ganglisidos*
Interferon*
Ciclofosfamida*
Plasmafresis
Inmunoglobulina i.v.
Levamisole*
Factor de transferencia*
Agentes antivirales
Amantadina*
Tilorona*
Otros agentes
Veneno de serpiente*
173
En dos estudios con 100 pacientes con ELA, depresin clnica slo fue encontrada en el 11% (137, 138). Consideraciones psicolgicas y espirituales (139,
140) y el tratamiento ms activo de los sntomas fsicos (141) son tambin
determinantes en la calidad de vida.
Tratamientos propuestos
Los ensayos teraputicos han llegado a ser cada vez mejor organizados, y
la mayora estn siendo financiados por compaas farmacuticas. La falta
de un tratamiento efectivo ha causado que muchos pacientes y sus familias
lleguen a ser activistas recaudando dinero para investigacin, adelantndose
a los organismos que tradicionalmente la financian (142). Esta forma de
ciencia de guerrilla ha conducido a propuestas de terapia gnica, que
deben ser primero intentadas en animales para evaluar su seguridad y eficacia. Una propuesta es usar un vector viral para depositar el gen de EAAT2
dentro de la mdula espinal a travs de una inyeccin intraparenquimal en
un intento de disminuir los niveles de glutamato (143). El objetivo de otro
proyecto es restaurar la funcin motora por medio de la introduccin de
clulas madre humanas en la mdula espinal que reemplacen a las motoneuronas degeneradas. La terapia de la ELA con clulas madre fue propulsada
por cuatro artculos en 1999 que describieron cmo clulas madre encontraron su camino hacia el sitio adecuado, se asentaron y reemplazaron a las
clulas disfuncionales (144). En el caso de la ELA, esta propuesta puede ser
particularmente difcil por la complejidad de las vas involucradas en la funcin motora. Conexiones precisas entre motoneuronas, diana muscular y sistemas motores descendentes deben ser restauradas. Sin embargo, la terapia
con clulas madre puede tener valor protector, enlenteciendo o impidiendo
la continuacin de la degeneracin neuronal.
174
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
cuando las manos ya no funcionan. Si las manos estn paralizadas, otra persona debe estar involucrada, y el acto llega a ser eutanasia (145).
Pocos pacientes con ELA piden el suicido asistido, y pocos optan por recibir ventilacin mecnica permanente (146, 147). En un estudio (148), slo un
paciente con ELA expres inters en cometer suicido, aunque el 20% de los
pacientes quisieron tener un frmaco sedante disponible. Entre los pocos que
eligen recibir ventilacin mecnica permanente, menos incluso requieren
que el tratamiento sea terminado. Esos bajos nmeros pueden ser atribuidos
a la mejora en los cuidados paliativos, que son una alternativa al suicidio. El
uso de opiceos orales no es suficiente a veces, y la sedacin terminal (145)
llega a ser entonces una opcin; es legal y tico aliviar el sufrimiento de un
paciente incluso si ese esfuerzo no prolonga la vida.
Conclusiones
La ELA es todava una enfermedad terminal. Se ha progresado mucho en
investigacin durante la pasada dcada, pero sta no ha producido todava
una terapia efectiva. Sin embargo, hay razn para la esperanza. El anlisis
gentico ha identificado una causa primaria de ELA. Mutaciones en un simple gen pueden iniciar un proceso que conduce a la degeneracin selectiva
de neuronas motoras. Las similaridades clnicas y patolgicas de la ELA
familiar y la espordica sugieren una patognesis comn. El reto ahora es
entender cmo esas mutaciones causan enfermedad y usar ese entendimiento en desarrollar un tratamiento, quizs una cura. La cascada de acontecimientos que conducen a la muerte de neuronas motoras es complejo. El
aislamiento de genes responsables de otras formas familiares de ELA debera revelar otros puntos en la va degenerativa, en los cuales la intervencin
teraputica puede ser posible.
175
Bibliografa
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CAPTULO 11
PERSPECTIVAS FARMACOLGICAS EN LOS PROCESOS
NEURODEGENERATIVOS
JESS FLREZ
Catedrtico de Farmacologa
Facultad de Medicina
Universidad de Cantabria, Santander
Introduccin
Sera muy cmodo para m iniciar esta exposicin copiando las palabras
que Stanley B. Prusiner pronunci el pasado ao en la 110 Shattuck Lecture
de Boston: A excepcin de la levodopa, que mejora los sntomas de la enfermedad de Parkinson pero no interrumpe la degeneracin subyacente, no
hay ninguna terapia eficaz para las enfermedades neurodegenerativas (14).
Porque con ello habra terminado mi cometido. Y esta visin pesimista se me
acaba de reforzar conforme iba escuchando al conferenciante que me ha precedido, que ha expuesto tan brillante y exhaustivamente todos los mltiples,
sucesivos y fracasados intentos por aliviar una de estas enfermedades, la esclerosis lateral amiotrfica. No ha dejado de abordar un solo frmaco o compuesto, natural o sinttico, con posibilidades tericas de mostrar una cierta
eficacia; pero el resultado prctico ha sido sistemticamente negativo.
No es lgico, por tanto, que intente gastar el tiempo en repetirles ahora una
lista de pretendidos remedios cuyo fracaso conocemos. Y menos tratar de extender estos intiles listados a todas las enfermedades neurodegenerativas.
Seamos ms prcticos. Y vamos a analizar juntos pequeas muestras del
ingenio humano cuando afronta el reto de una enfermedad neurodegenerativa de tanto impacto social como es la enfermedad de Alzheimer. Ya s que el
Prof. Martnez Lage les actualiz, con su experiencia de primera mano una
serie de esperanzadores recursos. A ms abundamiento, los pueden leer en
su magnfica y reciente revisin, que se la recomiendo vivamente (12). Yo
voy a tratar de aportar y completar algunos aspectos que l dej simplemente enunciados, desde una aproximacin ms especficamente farmacolgica.
184
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Posibilidades teraputicas
De acuerdo con nuestros actuales conocimientos sobre la patogenia de la
enfermedad de Alzheimer, podemos plantear las siguientes posibles dianas
teraputicas:
1. Impedir la formacin del depsito de la protena -amiloide (A), o
facilitar su aclaramiento.
2. Anular la hiperfosforilacin anormal de protena tau.
3. Combatir la neuroinflamacin.
4. Corregir el desequilibrio de neurotrofinas.
5. Modificar el ambiente de la neurotransmisin qumica.
6. Contrarrestar las consecuencias del estrs oxidativo.
7. Terapia gnica.
8. Otros recursos: estatinas, Ginkgo biloba, etc.
Pero, como ya he anunciado, no voy a caer en la trampa del recurso erudito pero intil, y voy a centrarme en aspectos concretos y prcticos. Hablaremos de la patogenia molecular, por supuesto, pero empecemos por algo
que, aunque puede parecer trasnochado, es lo que de verdad tenemos actualmente y hemos de saber aprovecharlo. Me refiero al punto 5: la modificacin de la neurotransmisin qumica en la enfermedad de Alzheimer, que,
segn los datos de que dispongo, podra resumirse en las siguientes posibilidades:
1. Sustitucin del dficit colinrgico.
2. Modificacin de la actividad glutamatrgica.
3. Facilitacin de la actividad estrognica.
La terapia glutamatrgica no puede resultar ms decepcionante en cuantas
circunstancias se ha hecho recurso a ella. Si alguien desea conocer listados de
frmacos que pueden bloquear los distintos tipos de receptores, puede consultar otros textos (5). No le dedicar ms atencin.
La sustitucin del dficit colinrgico es en la actualidad el nico recurso
farmacolgico que demuestra poseer una cierta eficacia en las fases iniciales
de la enfermedad. Pese a sus limitaciones, es preciso conocerlo bien para extraer de l lo mejor de las posibilidades que ofrece.
La facilitacin de la actividad estrognica puede resultar un fracaso, pero
ofrece unas novedades conceptuales que no me resisto a exponer.
185
186
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Tabla 1
Anlisis comparado de los inhibidores de la acetilcolinesterasa actualmente empleados en el
tratamiento de la enfermedad de Alzheimer
Variable
Tacrina
Donepezilo
Rivastigmina
Galantamina
Clase
Acridina
Piperidina
Carbamato
Alcaloide
fenantrnico
Inhibicin ACE
Reversible
Sitio inico
Reversible
Sitio inico
Pseudorreversible
Sitio estertico
Forma monom. G1
Reversible
RelacinBuChE/
AchE in vitro
0,06
30
1,9
4,8
Dosis diarias
Elimin/Metabol.
CYP1A2, CYP2D6
CYP2D6
Renal
CYP2D6
Cambio ADAS-cog
2,20, 2,80
3,10, 2,88
4,94, 2,58
1,7 a 3,1
Terminan ensayo
42%, 74%
68%, 82%
65%, 67%
80%
Efectos conducta
Variable
Hepatotoxicidad
Nuseas
++
++
++
++
Vmitos
++
+++
+++
++
Diarrea
++
++
Dolor abdominal
++
Rinitis
+
++
Efectos adversos
Anorexia
+++
Astenia
++
+++
Cal. Musculares
+++
Prdida peso
+++
++
++
Bradicardia <50
Mareos
Fracturas
Agitacin
Insomnio
Los datos de esta tabla han sido recogidos de Lamb y Goa (9) y Schneider (15).
187
Evaluacin de su eficacia
Como se aprecia en la tabla 1, en conjunto los IACE muestran una eficacia
bastante constante sobre los aspectos cognitivos, medidos por una batera de
pruebas bien validadas. Esta mejora cognitiva puede ser de 3 puntos en seis
meses comparada con la del placebo, lo que puede parecer pequea pero es
clnicamente apreciable. Se aprecia mejora (o menor deterioro; no olvidemos
que, sin tratamiento, el declive suele ser constante y progresivo) en la memoria, la atencin, la participacin social, y un menor deterioro en las actividades de la vida diaria.
La impresin global de los clnicos es la de que un 25% de los pacientes tratados con IACE mejoran clnicamente de manera significativa, frente a la mitad
de quienes lo hacen con placebo. Esta diferencia del 12-15% implica que habrn
de ser tratados aproximadamente siete u ocho pacientes para que veamos beneficio en uno. Puede parecer poco pero no lo es; que uno de cada siete pacientes mejore significativamente no es una trivialidad en una enfermedad como
sta. Sobre todo, si a eso se suma que parte de la ineficacia puede estar debida a
los efectos adversos que provocan, que obliga a reducir o suspender el tratamiento, y a la falta de cumplimiento teraputico por diversas circunstancias.
La mayora de los adversos, como se aprecia en la tabla 1, se deben al exceso de actividad colinrgica. En general, son de moderada intensidad y duran pocos das, pero no por ello dejan de ser molestos en pacientes difciles
de manejar en su conjunto. Los efectos algo ms serios se ven en hasta un
15% de pacientes, con dosis generalmente altas. Es importante empezar con
dosis pequeas y subirlas paulatinamente, porque puede crearse tolerancia a
los efectos adversos gastrointestinales. Se tendr especial cuidado en enfermos con asma, enfermedad pulmonar obstructiva crnica o con problemas
de conduccin cardaca o bradicardia.
Algunos otros efectos adversos que han de ser particularmente vigilados
son: a) la hepatotoxicidad de la tacrina, b) un cuadro de miastenia o de fatiga
que, aunque inicialmente descrito para el metrifonato (ya retirado), puede
aparecer tambin con los dems frmacos, y exige conocer si aparecen calambres musculares y mialgia por activacin mioneural, c) anorexia y prdida de peso, ms frecuente con las dosis altas [v. revisin de Schneider (5)].
Nuevos compuestos
Siguen producindose nuevos IACE en un intento de mejorar las propiedades de los actuales. Por ser de origen espaol, slo mencionar los nuevos
188
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
derivados de tacrina llamados huprinas, que son hbridos de tacrina-huperzina A. Algunas de ellas muestran una mayor actividad IACE que los actuales
frmacos, una alta selectividad por la ACE frente a las butirilcolinestersasas
y una marcada afinidad por la enzima que hace que la unin con ella sea
fuerte, aunque reversible (3).
Genmicos
indirectos
No genmicos
ER
Gs/Gp
regulacin 2 mensajeros
ER
E2/Neurotrofinas
Ras/Raf
Dao
oxidativo
189
Trks
ER
CRE
SRE
ER
Efectos de transcripcin
Genmicos
directos
Neuroproteccin/supervivencia celular
crecimiento celular/plasticidad
Figura 1
Posibles mecanismos de accin de los estrgenos. Mecanismo genmico directo: la forma nuclear
del receptor estrognico ER o ER se asocia al ERE (elemento de respuesta al estrgeno) o a
heterodmeros fos/jun que, a su vez, se unirn a sitios AP-1. Mecanismos genmicos indirectos: activacin de un ER asociado a sistemas de sealizacin de segundos mensajeros, como son
AC/PKC, cAMP/PKA y MAPK/ERK, los cuales convergen con la va genmica. En una de estas vas, Ras activa Raf, con la consiguiente fosforilacin y activacin de MAPK/ERK. La ERK
activada se traslada al ncleo en donde interacta directamente con factores nucleares de transcripcin (p.ej. CREB, cfos/cjun), e indirectamente a travs de la activacin de protenas intermediarias de sealizacin (p.ej. Rsk, p38, JNK), hasta unirse con las regiones reguladoras de ADN:
CRE (elemento de respuesta del cAMP) y SER (elemento de respuesta del suero). Las neurotrofinas y los estrgenos pueden influirse en sus acciones mutuamente mediante la regulacin de
la disponibilidad de receptores o de ligandos. Los efectos estrognicos no genmicos se alcanzan
con altas concentraciones e implican mecanismos antioxidantes que no estn mediados por ERs.
, estriol; , 17-estradiol; , 17-estradiol. (Tomada de Lee y McEwen, 2001)
rea tegmental ventral, cerebelo (clulas de Purkinje), glndula pineal y varias lminas de la mdula espinal; y el RE est en el ncleo ventromedial
del hipotlamo y en el rgano subfornical. De forma mixta, ambos tipos de
receptores se encuentran en otras reas y ncleos cerebrales: amgdala,
rea preptica, sustancia gris periacueductal, habnula lateral, ncleo parabraquial, locus coeruleus, ncleo del tracto solitario, ncleo espinal del
trigmino, lminas superficiales de la mdula espinal, hipocampo y corteza
cerebral, si bien en estas dos ltimas localizaciones son mucho ms abundantes los RE que los RE. Esta diferencia tan sustancial en la localizacin
cerebral de los dos tipos de RE indica que median funciones diferentes, lo
que se confirma por los estudios en ratones knockout.
190
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Ambas formas de RE han sido tambin detectadas en membranas neuronales de diversa localizacin, incluidos terminales axnicos y espinas dendrticas.
Como consecuencia de todo ello, Lee y McEwin (10) distinguen los siguientes mecanismos de accin de los estrgenos (Fig. 1):
a) Genmico directo. El complejo formado por el estrgeno con los receptores nucleares acta como factor de transcripcin y se une a elementos del ADN (ERE) o a heterodmeros fos-jun que, a su vez, se
unen a AP-1.
b) Genmico indirecto. La activacin de un receptor, que puede estar localizado en la membrana, estimula sistemas de segundos mensajeros
(adenilil ciclasa, PKA, PKB, PKC, MAPK/ERK) con fosforilaciones
posteriores de diversas protenas, de CREB (por la PKA) o del complejo (SRF)-Elk-1 (por la MAPK). Algunas de estas protenas fosforiladas
actuarn despus en el ncleo sobre sitios especficos del ADN. La activacin de estas mltiples vas de sealizacin, que a su vez pueden
ser activadas por otros ligandos, origina influencias cruzadas entre
diversos sistemas. El hecho de que algunos RE implicados estn localizados en membranas indica que las respuestas pueden ser relativamente inmediatas, y que estas respuestas pueden facilitar o perturbar
las inducidas por otros ligandos.
c) Efectos no genmicos producidos por altas concentraciones de estrgenos: efectos antioxidantes. Requieren otro tipo de RE porque la actividad se consigue tanto con el estradiol-17 como el estradiol 17-. Se
ha demostrado en determinados modelos celulares con concentraciones micromolares, y las consecuencias son de carcter neuroprotector.
Los efectos neurotrficos de los estrgenos han sido estudiados preferentemente en modelos celulares, y muestran una accin similar a, o sinrgica
con, diversas neurotrofinas. De hecho, con frecuencia se aprecia en la misma
clula una coexpresin de receptores estrognicos y de receptores de factores
neurotrficos, de modo que estradiol y neurotrofinas parecen ejercer una regulacin recproca sobre la accin de cada uno de ellos a nivel de la transcripcin gnica.
Los efectos neuroprotectores de los estrgenos pueden ser demostrados por
la recuperacin que consiguen frente a los fenmenos neurodegenerativos
que se aprecian cuando: a) las neuronas son privadas del ambiente estrognico en que se encontraban, o b) la accin neurodegenerativa es ocasionada por
diversos mecanismos. Podra hablarse de una accin antioxidante, antiexcito-
191
192
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
193
los efectos teraputicos observados con los anticuerpos A. Cul ser la mejor diana para una ptima vacuna en la EA?
Proteasas y formacin de A
En la actualidad, el principal objetivo teraputico est siendo reducir la
produccin de A, quiz porque se intuya que eso ha de ser lo ms ventajoso y lo que produzca ms xito. De acuerdo con esto, las principales dianas
para desarrollar productos teraputicos en la EA son las proteasas que seccionan la A a partir de la protena preamiloide (APP) (Fig. 2). El primer corte es realizado por la -secretasa, que ha sido identificada recientemente
como una aspartil proteasa unida a membrana. Esta proteolisis tiene lugar
justo fuera de la membrana, liberando APP soluble (-APPs), y dejando detrs un fragmento C-terminal asociado a membrana con 99 residuos, el C99.
CITOSOL
p3
C83
C99
LUZ/EXTRACELULAR
Figura 2
Procesamiento proteoltico de la protena precursora de -amiloide (APP) mediante la actuacin
de las secretasas , y
194
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
195
Existe una -secretasa homloga, la BACE 2, que se localiza en el cromosoma 21, lo que sugiere la posibilidad de que esta proteasa contribuya al desarrollo de EA en las personas con sndrome de Down, ya que sobreexpresan
el gen. BACE 1 y BACE 2 muestran un 52% de identidad y un 68% de semejanza. BACE 2 rompe la APP de modo similar a BACE 1; tambin, la actividad en Asp 1 es incrementada por la doble mutacin sueca. Pero BACE 2 no
se expresa bien en cerebro, lo que sugiere que la contribucin a la EA ser
pequea o ninguna para la formacin de placas neurticas. Acta tambin en
otros sitios (Glu 11, Phe 20-A, Ala 21-A), con la consecuencia de que
BACE 2 pueda limitar la produccin de formas patgenas de A. Si esto fuera as, un inhibidor ideal de -secretasa debera bloquear selectivamente
BACE 1 y dejar activa la BACE 2.
Inhibidores de la -secretasa
Wolfe (17) ha publicado una exhaustiva revisin sobre inhibidores de secretasas que pueden ser tiles en el tratamiento de la EA, cuya lectura recomiendo vivamente. Resumo de ella los principales datos.
A pesar del marcado inters por inhibir la -secretasa, se han descrito pocos inhibidores. Primero, se basaron en la estructura del sustrato: residuos
P10-P4 del mutante sueco de APP, sustituyendo la leucina por una estatina.
El anlogo peptdico inhiba la actividad -secretasa, aunque pobremente
(IC50 = 40 M en extractos solubilizados de membranas de cerebro humano).
La sustitucin de aspartato P1 por valina incrementaba la potencia a una Ic50
de 30 nM, dando un producto adecuado. Pero dado su tamao y la presencia
de residuos hidroflicos, este compuesto no inhibe la produccin de A en
clulas intactas.
Peptidomimticos basados en la secuencia VNL*AAEF. El pptido contiene la
preferida doble mutacin sueca en P2-P1, pero contiene tambin alanina en
P1 en lugar de aspartato. El enlace Leu-Ala fue sustituido por un anlogo
hidroxietileno, una estrategia clsica para inhibir aspartil proteasas. Nuevos
compuestos (Fig. 3):
(compuesto 2) OM99-1, Ki = 68 nM frente a -secretasa
(compuesto 3) OM99-2, Ki = 10 nM frente a -secretasa
Pero la selectividad de estos inhibidores prototipo es pobre, porque la Ki de
OM99-2 por la catepsina D fue slo cinco veces superior a la de la -secretasa.
Quiz se pueda reducir el tamao a una medida ms adecuada para un frmaco, y se pueda mejorar la selectividad incorporando otros residuos en P4.
196
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
O
H2N-Val-Asn-NH
Ala-Glu-Phe-OH
OH CH3
O
H2N-Asp-Val-Asn-NH
Ala-Glu-Phe-OH
OH CH3
Figura 3
Inhibidores de -secretasas. Los nmeros corresponden al trabajo de Wolfe (2001)
Se ha conseguido la estructura cristalina de la -secretasa asociada al compuesto 3. La porcin hidroxietilo est coordinada con los dos sitios activos
de aspartato (Asp 32 y Asp 228). Se aprecian ciertas diferencias estructurales
en relacin con otras aspartil proteasas (pepsina, gastrisina, pepstatina D y
E), lo que sugiere que estas diferencias podran ser aprovechadas para disear inhibidores ms selectivos.
Conclusin
La -secretasa parece ser una buena diana teraputica para prevenir y tratar la EA. Adems, transferir la APP a la va de la -secretasa podra resultar
tambin beneficioso, ya que se cree que las -APPs son neuroprotectoras,
mejoran la memoria y previenen los defectos de memoria. Parece que insistir
en la -secretasa vale tambin la pena, dada la abundante experiencia e informacin sobre la inhibicin de aspartil proteasas, especialmente la catepsina D, la renina, la proteasa HIV. Adems, la determinacin de la estructura
cristalina de la -secretasa con el compuesto 3 hace ahora posible el diseo
basado en la estructura.
A pesar de todo esto, existen todava muchos enigmas en este punto como
para afirmar con confianza que se pueden desarrollar con facilidad inhibidores eficaces de la -secretasa, o que la -secretasa sea necesariamente una
buena diana. Para que un agente pueda actuar eficazmente in vivo, los compuestos no slo han de cruzar la barrera hematoenceflica, sino que han de
penetrar en las neuronas. Puesto que han de trabajar intracelularmente, que
197
es donde se genera la A, es importantsimo conseguir agentes muy selectivos que no interfieran a otras proteasas intracelulares ni a otras vas crticas
de sealizacin.
Procesa la -secretasa a otros sustratos, adems de la APP?
Considerando que otras secretasas de membrana poseen sustratos mltiples
(p.ej. la enzima convertidora del TNF- o TACE), la -secretasa podra romper otras protenas, adems de la APP. Pronto se dar respuesta a esta pregunta gracias al desarrollo de ratones knock-out para la -secretasa, que no
muestran un fenotipo especial excepto una dramtica reduccin de los niveles de A.
Por otra parte, incluso si la -secretasa juega un papel importante en la fisiologa humana normal, puede que baste slo una inhibicin parcial para
conseguir el efecto teraputico (es decir, la reduccin de A y no su total supresin).
Cul es el papel normal de BACE 2? Esta enzima se expresa marcadamente en el corazn, rin, placenta, lo que sugiere que puede desempear
una importante funcin en tejidos ampliamente vascularizados. Si esto es
as, podra ser crtico desarrollar compuestos que bloquearan selectivamente
BACE 1 y no BACE 2. De nuevo, los knock-out darn respuesta a este tema.
Cmo se procesa y regula esta enzima? La identificacin de la proteasa
activadora que convierte pro-BACE en BACE puede revelar otra diana valiosa, como lo hara tambin el dilucidar los sucesos sealizadores que inducen
a BACE a procesar la APP.
La -secretasa
Se ha considerado a esta enzima el elemento central para comprender la
etiologa de la EA porque determina la proporcin del pptido altamente fibrilognico A42. Una vez que la secretasa o la liberan su respectivo ectodominio, los remanentes C 83 y C 99 son rotos en medio de la membrana por
la -secretasa (Fig. 2). Normalmente, la proteolisis tiene lugar entre Val 40 e
Ile 41 para dar A40, y 10% entre Ala 42 y Thr 43 para producir A42. Ruptura
A42: VIA*TVI.
La accin de la -secretasa presenta, adems, otro problema bioqumico
intrigante: cmo esta enzima cataliza la hidrlisis en un sitio aparentemente
situado en la membrana?
La -secretasa muestra el perfil farmacolgico de una aspartil proteasa,
parece catalizar una proteolisis intramembrana, y requiere las presenilinas
para mostrar su actividad.
198
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Presenilinas
Las presenilinas 1 y 2 (PS1 y PS2, respectivamente) fueron identificadas en
1995, en una bsqueda por encontrar los genes causantes de EA familiares
ligadas a los cromosomas 14 y 1. Pronto se comprob la extraordinaria asociacin entre PS y EA, ya que numerosos casos de EA familiar se deban a
mutaciones originadas en los genes de dichas protenas. Las dos protenas
son protenas de membrana que poseen ocho segmentos transmembrana
(TM) y presentan una homologa entre ellas del 65%.
El gen de la PS1 se encuentra en el cromosoma 14. Se han descrito 64 mutaciones que inducen EA familiar. El gen de la PS2 se encuentra en el cromosoma 1. Se han descrito seis mutaciones que inducen EA familiar. Alguna de
estas mutaciones origina EA a los 25 aos. Todas las mutaciones originan aumentos especficos de A42, demostrables en clulas transfectadas, en ratones
transgnicos, en plasma sanguneo, en medios de cultivos de fibroblastos.
Las presenilinas modulan la actividad de la -secretasa para incrementar
la ruptura del enlace Ala 42-Thr 43. Podran ser las presenilinas las -secretasas?
Los dos aspartatos (el TM6 y TM7) son crticos para la actividad de la -secretasa. Las presenilinas podran ser el componente cataltico de la -secretasa: al interactuar con factores limitantes celulares an no identificados, las
presenilinas sufren autoproteolisis va los dos aspartatos, pero las dos subunidades permanecen juntas, cada una contribuyendo con su aspartato al sitio
activo de la -secretasa.
A la hora de investigar sobre frmacos inhibidores, es importante considerar que el knock-out de PS1 en ratn es letal in tero por su accin durante el
desarrollo. Si se toman fibroblastos de estos embriones, se cultivan y se
transfectan con APP, se observa una disminucin en la actividad de la -secretasa. No se altera la produccin de -APPs y -APPs, pero aumentan notablemente los sustratos de la -secretasa C 83 y C99, y disminuye la produccin de A, tanto la total como la A42. Esto significa que PS1 interviene en la
produccin de ambas. Queda algo de actividad dependiente de PS2. En el
doble knock-out (PS1 y PS2) la supresin de actividad -secretasa es completa.
Pero las presenilinas no slo se encuentran implicadas en el procesamiento proteoltico de la APP, sino que son tambin crticas para procesar el receptor Notch, que es una molcula de sealizacin absolutamente crucial
para la determinacin del destino que ha de seguir una clula durante la embriognesis.
El paralelismo entre el procesamiento de APP y Notch es muy grande. No
slo ambas son escindidas por TACE, sino que tambin las regiones trans-
199
membrana de ambas protenas son procesadas por una -secretasa que requiere presenilinas. Como se ha dicho, la deleccin de PS1 en embriones es
letal con un fenotipo similar al observado en el knock-out Notch, y ms similar
todava si produce doble knock-out de PS1 y PS2. La deficiencia en PS1 reduce la formacin del dominio intracelular Notch (NICD). El tratamiento de las
clulas con inhibidores de -secretasa diseados a partir del sitio de ruptura
en la APP (compuesto 8, ver ms adelante) bloquea tambin la produccin
de NICD, su translocacin nuclear, y reduce la sealizacin propia de Notch.
Tambin son necesarios los dos aspartatos TM para romper el dominio
transmembrana de Notch. Por consiguiente, es probable que si las presenilinas son el sitio cataltico de la -secretasa que procesa APP, tambin lo sean
en las proteasas relacionadas que rompen la regin transmembrana de
Notch.
Inhibidores de la -secretasa
Pptidos de aldehdos hidrfobos, inhibidores de la calpana, bloquean la
produccin de A en el nivel de la -secretasa en clulas transfectadas con
APP, con una IC50 entre 5-200 M. Pero bloquean A40 ms que A42, lo que
sugiere que puede haber dos -secretasas con distinto perfil farmacolgico.
El compuesto (7) tiene mayor potencia, pero sigue inhibiendo A40 ms que
A42. La ruptura es VIA*TVI.
La sustitucin del sitio de ruptura Ala-Thr por un radical difluoro cetona
origina el compuesto 8 MW 167: su IC es 13 M, eleva niveles de C 83 y C
99 sin inhibir niveles de -APPs y -APPs. Pero sigue teniendo mayor actividad para inhibir A40 ms que A42, incluso aument a concentraciones pequeas la produccin de A42.
Importantes inhibidores de -secretasa que se fijan a las presenilinas y bloquean A y Notch pueden ser (Fig. 4):
Pptido aldehdos.
Difluoro cetonas.
Difluoro alcoholes.
Hidroxi etilos.
2,3 dialquilo succinamida (compuesto 16), con una IC50 de 40 nM.
Adicin de benzodiacepina (compuesto 17).
Benzodiacepina + difluorofenil acetilamina (compuesto 18), IC50 subnanomolar.
Compuesto 19 es til en clulas enteras.
200
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
El dipptido DAPT (compuesto 20) es un potente inhibidor de -secretasa, capaz de descender los niveles de A en ratones transgnicos APP.
H
N
BocHN
Me
N
H
F F H
N
OMe
N
H
H
N
H2N
N
O
Me
H2N
NH
N
Ph
H
N
F
O
Me
N
NH
N
Me
Ph
F
Me O
Me
S
N
HO
Me
H
N
F
O
Me
Ph
N
H
CO2-t-Bu
Figura 4
Inhibidores de -secretasas. Los nmeros corresponden al trabajo de Wolfe (2001)
201
ter (DAPT) a ratones transgnicos PDAPP, que se caracterizan por sobreexpresar la forma mutante de la protena precursora de amiloide APPV717F y
muestran muchos rasgos neuropatolgicos de EA, produciendo niveles altos
de A de una manera regionalmente especfica. El compuesto DAPT atraviesa la barrera hematoenceflica y alcanza concentraciones cerebrales suficientes como para producir en pocas horas, tras la administracin, una sustancial
reduccin de los niveles cerebrales de A y de A42. No inhibi los niveles de
-APPs y -APPs, pero no se sabe si este compuesto tambin puede afectar a
Notch, aunque no se apreciaron signos de toxicidad celular en los estudios in
vitro (4).
Conclusin
Es la -secretasa una buena diana para tratar la EA? Lo que primero
preocupa es el correspondiente aumento de los terminales C 83 y C 99, y la
inhibicin de la sealizacin de Notch. De hecho, transgnicos para C 99
muestran problemas de aprendizajes (aunque quiz se deban a acumulacin
de A).
Ser posible inhibir el procesamiento de APP y no el de Notch? Quiz
mediante efectos alostricos y no por interaccin con el sitio activo. Los resultados obtenidos con el compuesto DAPT resultan esperanzadores por
cuanto demuestran su capacidad para alcanzar niveles activos en cerebro y
su eficacia in vivo en un modelo murino altamente representativo de EA.
202
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
se formen las fibrillas. Si, como hemos comentado al inicio de esta exposicin, son las formas ms elementales de A las que son consideradas ms
incisivas en la iniciacin de la patologa funcional de la EA, su neutralizacin inmunolgica desde las primeras etapas puede resultar particularmente
beneficiosa.
Son varios los modelos de ratones transgnicos que se utilizan para conseguir una patologa tipo EA; en todos ellos, lo que predomina es la acumulacin diversa en intensidad segn la edad del ratn de A, pero no aparecen
necesariamente otros rasgos que observamos en la patologa humana ms
avanzada, como son la prdida abundante de neuronas o los acmulos neurofibrilares. Morgan et al. (13) estudiaron la evolucin de los tests de memoria y aprendizaje en los ratones llamados APP+PS1 (se obtienen mediante
cruzamiento de un ratn mutante de APP695 con ratn mutante de PS1). A los
11,5 meses del nacimiento, tanto los ratones inmunizados con A42 como los
controles obtuvieron buenas y similares puntuaciones en los tests de aprendizaje. Pero a los 15,5 meses, tanto los controles como los inmunizados con
una vacuna inespecfica bajaron en su puntuacin de memoria y aprendizaje, mientras que los vacunados con A42 obtuvieron las mismas buenas puntuaciones que al comienzo. Janus et al. (7) usaron otro modelo, el transgnico, para el mutante del gen APP695. Estos ratones muestran problemas de
orientacin espacial ya a los 3 meses de edad, acompaados de aumento en
los niveles de A y en las placas amiloides cerebrales que contienen A. La
inmunizacin con A42 redujo el grado de deterioro del aprendizaje a los 11 y
a los 23 meses, comparado con el provocado en los ratones control.
Ambos trabajos ofrecen datos de que la inmunizacin A mejora los dficits de memoria y aprendizaje en dos modelos distintos, lo cual est indicando que el trastorno de memoria que sufren los ratones es consecuencia de la
alteracin en el metabolismo de A. Pero hay que hacer notar que la inmunizacin no mejor estos trastornos de memoria por la simple reduccin de los
niveles de A; de hecho, no hubo correlacin entre el grado de reduccin y
la mejora conductual. Ms an, en los cerebros de los transgnicos
APP+PS1 inmunizados con A42 haba mucha mayor acumulacin de A que
en los ratones APP no inmunizados, y sin embargo, los APP+PS1 inmunizados obtuvieron mejor puntuacin en los tests que los APP no inmunizados.
Este resultado, como indica Younkin (19), sugiere que la inmunizacin puede mejorar el funcionamiento conductual no por el simple hecho de disminuir la cantidad de depsito de A, sino por afectar un aspecto particular del
metabolismo de A. Janus et al. (7) sugieren que la inmunizacin puede interferir la formacin de las protofibrillas de A soluble, cuya toxicidad fue
comentada al comienzo de este artculo. La cuestin central consiste en saber
203
204
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
205
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CAPTULO 12
PERSPECTIVAS DE LA INVESTIGACIN FARMACUTICA A NIVEL
NACIONAL
208
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
209
210
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
CAPTULO 13
I+D EN ENFERMEDAD DE ALZHEIMER. ESQUEMAS
JUAN BIGORRA
Novartis-Farmacutica S.A.
Enfermedad de Alzheimer
- Afecta al 4,3% de la poblacin mayor de 65 aos en Espaa (Lobo et al.
Arch Gen Psychiatry 1995; 52: 497-506)
- El coste en trminos de impacto sobre la calidad de vida del paciente y
sus familiares es incalculable.
- El coste econmico se puede estimar:
- Coste anual medio por paciente: 3,2 millones ESP
- Prevalencia estimada: 440.000 pacientes
(M. Boada et al. Med Clin 1999; 113: 690-695)
212
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
GTS 21
Univ. Florida
Terapia gnica
Nerve Growth Factor
Transduccin de
clulas autologas
con NGF
Univ. California
Cell Genesys
Betabloc
Elan
Am.Home.Prod.
Inhibidores de la toxicidad
de las fibrillas de amiloide
NC 531
Neurochem
Lundbec
P 58
Phytopharm (UK)
Agonistas estrognicas
ABP 124
Moduladores
del gen
Nymox (Canada)
Inhibidores de ADAP
(Alzheimer diseases
associated proteins)
Varios
Molecular
Geriatrics (USA)
Modulacin de genes
presenilinas
Varios
Toronto Univ.
Schering Plough
Nicastrin
Impharmatica
(UK)
Pptidos inhibidores
del amiloide
Rompedores
de lminas beta
Axonys (USA)
Serono
213
Varios
Hybridon (USA)
Inhibidores de la
polimerizacin del
beta amiloide
Apan
Praexis (USA)
Inhibidores de la expresin
del gen asp 2
Varios
Pharmacia
Upjohn
Antagonistas de
aminocidos excitatorios
Varios
Merck
Novartis
GT 5011
Gliatech (USA)
Moduladores GABA
L 792 782
Merck
Colostrinin
Roger
Therapeutics (UK)
NGD 971
Neurogen
Pfizer
214
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Pacientes con
Sntomas de
Deterioro
Congnitivo
798.000
Listas de Espera
de hasta 3 meses
Detectados
por la
familia
478.000
No Consultan
MF
143.640
Consultan
MF
335.160
No
detectados
319.200
Remitidos al
Especialista
134.000
Tratados
por MF
201.096
60.300 diagnsticos
de EA, 42.000 ligeros
/moderados (de estos
32.300 reciben
inhibidores AchASA)
90% (181.000): terapia
sintomtica con
antipsicticos
(Ziprexa, Rispardal,
Haloperidol...)
vasodil, cerebrales.
215
1000
610
500
500
19
15
15%
16
12
10%
340
5%
190
0
0%
1982 1987 1990 1996 1999E
8000
6000
4000
mnimo
2000
0
Nmero acumulado
de dianas conocidas
Nmero de dianas
previsibles a partir del
Proyecto Genoma Humano
Fuente: Proyecto Genoma Humano
216
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
Pronstico
Guas y Formularios
Terapia Dirigida
(Uniformidad de enfermedades)
(Heterogeneidad de enfermedades)
Cuidados estndar
Cuidados individualizados
(Uniformidad de pacientes)
Blockbusters
Minibusters
(Universal)
(Farmacogenmica)
- Italia:
3,2%
- Suecia:
- Espaa:
0,6%
Fuente: Comisin Europea
217
218
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
219
220
ENFERMEDADES NEUODEGENERATIVAS
FARMAINDUSTRIA 2002
Realizacin: Equipo de Diseo La Luna de Madrid, S.A.
Queda prohibida la reproduccin total o parcial de la presente obra
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