Biopolítica de Los Cuerpos Jóvenes
Biopolítica de Los Cuerpos Jóvenes
Biopolítica de Los Cuerpos Jóvenes
ISSN 1514-9331
Publicacin de la Universidad Nacional de San Luis. N 14 Octubre 2004
Mariana Chaves
Introduccin
En el marco de la investigacin doctoral en curso Los jvenes y el espacio urbano en
La Plata, se ha construido una lnea de trabajo que problematiza la cuestin del cuerpo, el
cuerpo individual (disciplina) y el cuerpo social (biopoltica), los cuerpos de los jvenes
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platenses . Coloco este texto en discusin para que me ayuden a comprender el fenmeno.
Las culturas juveniles urbanas tienen implcitas una nocin de comportamiento orientado por un
principio de exacerbacin, experimentacin o superacin de normatividades, lmites o
convenciones, en diferentes niveles y en distintos rdenes (Ferreira, 2003). Ellas y ellos estn
poniendo el cuerpo en los enfrentamientos, poniendo el cuerpo en movimiento, exhibindolo o
transformndolo. Este inters por lo corporal surgi del anlisis del trabajo de campo con
diversos grupos juveniles (murgas, hinchadas de ftbol, grupos de esquina, alternativos y
grupos de escuela). Nos interesa aqu conocer a qu regmenes de control corporal se est
adhiriendo?, cules son los conflictos?, cmo se est construyendo la normatividad
corporal?, cules son las resistencias? hay subversin?, en definitiva cul y cmo es la
biopoltica de los cuerpos jvenes?. Develar la poltica en la vida. Para ello recorreremos
primero algunas nociones sobre polticas del cuerpo.
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inters a este trabajo, para lograrlo utilizar la sistematizacin que ha realizado el filsofo
Edgardo Castro.
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Para comprender las polticas del cuerpo, Foucault nos remite a la transformacin del
poder sobre la muerte en el poder sobre la vida, no uno por el otro, sino la acumulacin de las
tecnologas (ya lo veremos),
Creo que una de las transformaciones de ms peso en el derecho poltico del siglo XIX
consisti, no en sustituir el viejo derecho de la soberana hacer morir o dejar vivir- con otro
derecho. El nuevo derecho no cancelar al primero, pero lo penetrar, lo atravesar, lo
modificar. Tal derecho, o ms bien tal poder, ser exactamente el contrario del anterior: ser
el poder de hacer vivir y de dejar morir. Resumiendo: si el viejo derecho de soberana
consista en hacer morir o dejar vivir, el nuevo derecho ser el de hacer vivir o dejar morir. (GR,
172)
El problema es tomar en gestin la vida, los procesos biolgicos del hombre-especie, y
asegurar no tanto su disciplina como su regulacin. (...) Ms ac de ese gran poder absoluto,
dramtico, hosco, que era el poder de la soberana, y que consista en poder hacer morir, he
aqu que aparece, con la tecnologa del biopoder, un poder continuo, cientfico: el de hacer
vivir. La soberana haca morir o dejaba vivir. Ahora en cambio aparece un poder de regulacin,
consistente en hacer vivir y dejar morir. (GR, 177)
Y como poder y resistencia nunca se separan, contra este poder an nuevo en el siglo
XIX, las fuerzas que resisten se apoyaron en lo mismo que aqul invada es decir, en la vida
del hombre en tanto que ser viviente. (VS,175)
individuo no es otra cosa que el cuerpo sujetado . El poder disciplinario es una forma de poder
que tiene por objeto la formacin de los cuerpos individuales, el cuerpo normal. La poltica
moderna del cuerpo es disciplinamiento y medicalizacin.
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Si la psiquiatra se convirti en algo tan importante en el siglo XIX no es simplemente
porque aplicase una nueva racionalidad mdica a los desrdenes de la mente o de la conducta,
sino porque funcionaba como una forma de higiene pblica. El desarrollo, en el siglo XVIII, de
la demografa, de las estructuras urbanas, del problema de la mano de obra industrial, haba
suscitado la cuestin biolgica y mdica de las poblaciones humanas, con sus condiciones
de existencia, de hbitat, de alimentacin, con su natalidad y su mortalidad, con sus fenmenos
patolgicos (epidemias, endemias, mortalidad infantil). El cuerpo social dej de ser una
simple metfora jurdico-poltica (como la que se formula en el Leviathn) para convertirse en
una realidad biolgica y en un terreno de intervencin mdica. El mdico deba de ser pues el
tcnico de ese cuerpo social, y la medicina una higiene pblica. La psiquiatra, en el trnsito del
siglo XVIII al XIX, adquiri su autonoma y se revisti de tanto prestigio porque pudo inscribirse
en el marco de una medicina concebida como reaccin a los peligros inherentes al cuerpo
social. Los alienistas de la poca han podido discutir hasta el infinito acerca del origen orgnico
o psquico de las enfermedades mentales, han podido proponer teraputicas fsicas o
psicolgicas, sin embargo, a travs de sus divergencias, todos eran conscientes de tratar un
peligro social, puesto que la locura estaba ligada, a su juicio, a condiciones malsanas de
existencia (superpoblacin, promiscuidad, vida urbana, alcoholismo, desenfreno), o era
percibida como fuente de peligros (para uno mismo, para los dems, para el entorno y tambin
para la descendencia por mediacin de la herencia). La psiquiatra del siglo XIX fue una
medicina del cuerpo colectivo al menos en la misma medida que una medicina del alma
individual. (LVHI, 240-241)
Muchos de estos argumentos son fciles de encontrar en las formaciones discursivas
sobre jvenes. Qu est pasando?
La sociedad de la normalizacin
Una sociedad normalizadora fue el efecto histrico de una tecnologa de poder
centrada en la vida. (VS, 175)
Algunos sectores juveniles dan batalla explcita contra el cuerpo disciplinado, contra la
normalizacin del cuerpo individual.
La aparicin del incorregible es coetnea de la puesta en prctica de las tcnicas de
disciplina que tienen lugar en Occidente durante los siglos XVII y XVIII en el ejrcito, en los
colegios, en los talleres, y un poco ms tarde en las propias familias-. Los nuevos
procedimientos de adiestramiento del cuerpo, del comportamiento, de las aptitudes, suscitan el
problema de aquellos que escapan a esta normatividad que ya no se corresponde con la
soberana de la ley. (Foucault, LVHI, 85)
En el comportamiento kinsico de la juventud se transparentan tambin luchas
biopolticas. Hay una poltica del cuerpo que ha sido sealada de forma muy interesante
(aunque no en estos trminos) por Daniel Mguez en su trabajo sobre jvenes en conflicto con
la ley. El autor advierte que por cmo ha sido su experiencia del cuerpo, por haber sido
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socializados en un tipo particular de experiencia corporal que se crea y recrea en contextos de
pobreza, sucedeque esta forma de construccin de la identidad se aparta marcadamente del
tipo de disciplinamiento necesario para desempearse en el mercado laboral moderno. De
forma tal que, si ya las condiciones objetivas de desarrollo de estos sectores [pobres] hacen
muy dificultosa su incorporacin al mercado laboral, la construccin identitaria [la corporalidad
de ser duro] se transforma en un nuevo obstculo. (Miguez, 2003)
Otro espacio donde visualizar polticas es el de la pelea intergeneracional por la
construccin de la apariencia, la que les d la gana segn los pibes, tonta y sin sentido segn
muchos padres, pero que toma otro sentido al ser analizada con esta ptica. Esa ruptura
infinitesimal de la normalizacin es la verdadera poltica. Claro que, como si de un virus se
tratara, lo social se alimenta de s mismo y se hace auto inmune: resulta que ser raro ahora es
la norma. La novedad es que en el siglo XXI lo normal, la norma, es ser distinto, diferente,
diverso. Amamos el relativismo cultural, respetamos a todos, exprsense, est permitido. Y
muchos grupos juveniles quedan entrampados, pero algunos van ms all, veamos qu se
puede romper:los vidrios?, las pelotas?
La idea no es presentarlos como hroes de las batallas infinitesimales y cotidianas -no
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El paradigma de la seguridad
El funcionamiento de la medicalizacin es diferente al de la disciplina. La
medicalizacin sigue otro criterio que no es el de la disciplina sino el de la seguridad. Hay que
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incluir en este paradigma la salud, la sanidad, en nombre de la salud de la poblacin uno puede
hacer guerras, todo sea por la seguridad de la poblacin. Las razones de seguridad no son
discutibles, frente a ella perece la discusin ideolgica. Ah vuelven a enfrentarse los cuerpos y
la poltica, el poder soberano y la vida desnuda.
Foucault muestra que en la historia del estado moderno el paradigma de la seguridad
por un lado se contrapone al de la disciplina y por otro lo absorbe. Cules son las diferencias
entre el paradigma disciplinario y el de la seguridad? El paradigma disciplinario asla y funciona
en espacios cerrados, el de la seguridad tiene a abrirse y a globalizarse. Pero la diferencia
fundamental es que lo disciplinario tiende a instaurar un orden, la seguridad quiere gobernar el
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desorden .
El paradigma de la seguridad es el nico que legitima la poltica conduciendo al mismo
tiempo a la deslegitimacin de la poltica. Esto es particularmente claro en las representaciones
que los jvenes tienen de la poltica, entendiendo poltica en sentido restringido, como lo
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cuidarse ; peligro para su familia, traer problemas; peligro para los ciudadanos, molestar,
agredir, ser violento; en fin, peligro para LA sociedad, no produce nada, no respeta las normas.
La similitud de la genealoga de la idea de joven y la idea de locura con relacin al
peligro social no puede ser pura coincidencia. As como el encierro de la locura, sirvi para
hacer visible algo, hoy se nos debe hacer presente que el promedio de edad de la poblacin
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a un grupo de edad . No son inimputables (acordmonos de todas las discusiones para bajar la
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(texto incluido
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construyendo y describe tres etapas. En la primera comienza a forjarse la idea de cmo se
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puede prever a estos individuos que hacen mal a la sociedad (proto-psiquiatra) ; la segunda
etapa la sita a partir del Primer Congreso de Antropologa criminal (Turn 1885) donde se
discute que la pena ms que ser un castigo tiene que ser una forma de prevencin. El tercer
momento en la formacin del individuo peligroso no es del derecho penal sino que viene de
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importar ideas del derecho civil , es un lenguaje de seguros y riesgos, la idea de la culpabilidad
sin daos, por ejemplo por imprevisin, ste es el marco terico de la idea de peligrosidad y lo
ubica a partir de la publicacin por Prins de la Dfense Sociale en 1910.
Esta transformacin del derecho civil se articula alrededor de la nocin de accidente, de
riesgo y de responsabilidad. (...) El problema era por tanto el de dar fundamento jurdico a una
responsabilidad sin culpa. (...) Al eliminar el elemento de culpa en el sistema de la
responsabilidad los civilistas introdujeron en el derecho la nocin de probabilidad causal y de
riesgo e hicieron surgir la idea de una sancin que tendra la funcin de defender, de proteger,
de presionar sobre riesgos inevitables. (...) Pues bien, del mismo modo que se puede
determinar una responsabilidad civil sin establecer culpa, a partir nicamente del riesgo creado
contra el que hay que defenderse sin anularlo, del mismo modo se puede hacer responsable
penalmente a un individuo sin tener que determinar si es libre y si hay culpa, ligando el acto
cometido al riesgo de criminalidad constituido por su propia personalidad. Es responsable
pues por su sola existencia engendra riesgo, incluso si no es culpable puesto que no ha
elegido con completa libertad el mal en lugar del bien. As pues la sancin no tendr por objeto
castigar a un sujeto de derecho que se habra voluntariamente enfrentado a la ley, sino que su
funcin ser ms bien la de hacer disminuir en la medida de lo posible bien por eliminacin,
por exclusin, a travs de restricciones diversas o mediante medidas teraputicas- el riesgo de
criminalidad representado por el individuo en cuestin. (Foucault, LVHI, 257-260)
As, el paradigma de la seguridad funciona como la administracin del riesgo. Pero
como indica Castro lo contradictorio es que las sociedades que han planteado la mayor
seguridad son las que se han puesto en mayor riesgo, pensemos la situacin actual de los
EUA, y ms, recordemos lo que dijo Foucault, cuando explicando la relacin sociedad de
normalizacin y racismo nombra el nazismo y que tambin es aplicable a la situacin actual
del norte-: se hace comprensible cmo y por qu los estados ms homicidas sean tambin los
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ms racistas .
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camino, para hacer por l. Pero no es contradictorio que el peligro est representado por un
ser inseguro? No. Justamente su inseguridad es lo que lo encuadra en el paradigma, y es eso
lo que lo hace peligroso. Enfrentado a un modelo de adulto dueo de s mismo, es decir
seguro, cumplidor de las normas, la sociedad ha encontrado en la juventud el espacio social
donde depositar al enemigo interno
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En prrafos anteriores haba dejado pendiente la categora de gubernamentalidad,
bsicamente se la puede entender como la racionalidad poltica del estado moderno,
profundizando vamos a encontrar en Foucault dos ideas
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de gubernamentalidad relacionadas
con las nociones de gobierno de s y gobierno de los otros que trabaj en sus ltimos cursos
(1980-1984). La primera (y ms importante para nosotros) es la de gubernamentalidad
poltica, que se puede explicar como un dominio de anlisis delimitado por 1) El conjunto
constituido por las instituciones, los procedimientos, anlisis y reflexiones, clculos y tcticas
que permiten ejercer esta forma de poder que tiene por objetivo principal la poblacin, por
forma mayor, la economa poltica, y, por instrumento tcnico esencial, los dispositivos de
seguridad. 2) La tendencia, la lnea de fuerza que en Occidente condujo hacia la preeminencia
de este tipo de poder que es el gobierno sobre todos los otros, y que, por otra parte, permiti el
desarrollo de toda una serie de saberes. 3) El proceso o, mejor, el resultado del proceso por el
cual el estado de justicia de la Edad Media se convirti, durante los siglos XV y XVI, en el
estado administrativo y finalmente en el estado gubernamentalizado. (Castro, 2002b:5)
En segundo lugar encontramos que Foucault llama tambin gubernamentalidad al
encuentro entre las tcnicas de dominacin ejercidas sobre los otros y las tcnicas de s
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formacin histrica del biopoder como produccin poltica de la vida (Castro, Op. cit.:8). Desde
ese punto de vista, hoy estamos en un estado gubernamentalizado. Foucault fundamenta cmo
la razn de estado y el liberalismo son las formas histricas a partir de las que se constituy
este estado. Y repitamos, su objeto no es el territorio sino la poblacin, se gobierna por la
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Agamben, en una breve historia del concepto de estado de excepcin, muestra, por
un lado, cmo en el perodo entre las dos guerras mundiales, las situaciones de excepcin, el
ejercicio, por parte del ejecutivo, de los plenos poderes y el recurso a los decretos de
necesidad y urgencia han sido justificados, cada vez ms, por razones econmicas (la
necesidad de mantener una determinada paridad cambiaria o, al contrario, llevar adelante un
proceso devaluatorio brusco, por ejemplo). Por otro lado, visto que el recurso a los decretos de
urgencia se ha convertido en una praxis ordinaria del ejercicio del gobierno, el principio
democrtico se ha debilitado y el poder ejecutivo ha absorbido, al menos en parte, al poder
legislativo. En un sentido tcnico, la Repblica ya no es ms parlamentario, sino
gubernamental. Aunque esta observacin de Agamben se refiere especficamente a la historia
italiana, no es difcil extrapolarla al desarrollo de otros sistemas democrticos. (Castro,
2002b:11)
Estado de excepcin es la forma legal de lo que no tiene estado legal. Es el dispositivo
original por el cual el derecho se refiere a la vida. La vida est abandonada al poder soberano.
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En el mecanismo del estado de excepcin se enfrenta la vida desnuda y el poder soberano.
Por ejemplo, las formas modernas de totalitarismo son una instauracin civil, legal, del estado
de excepcin. Si es soberano quien tiene la decisin acerca de la aplicabilidad o suspensin
del orden jurdico, la cuestin de la soberana ser, entonces, la cuestin del estado de
excepcin (Castro, 2002b)
Se deduce que las sociedades de normalizacin son estados de excepcin. Porque la
norma es la excepcin. El estado de excepcin se ha convertido en el paradigma de la vida
contempornea, en la praxis de la poltica moderna. El estado de excepcin genera por un lado
suspenso de lo legal y por otro expansin de la vida desnuda. Entonces se descubre que en la
modernidad la violencia soberana subsiste en la violencia social. El poder de la normalizacin
es el poder soberano, independientemente del sistema legal. La verdadera situacin es el
enfrentamiento entre el poder y la vida. La seguridad es hoy el espacio en donde la poltica y el
cuerpo se enfrentan sin ley.
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Cuerpos muertos
Cuerpos muertos es el extremo del poner; ya no hay cuerpo luego de la muerte, no hay
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vida, y por lo tanto no hay poltica. Es la tanatopoltica de la que nos habla Foucault .
Ellos ponen el cuerpo en el enfrentamiento final.
Aproximadamente un tercio de las muertes de jvenes entre 15 y 24 aos (en su
mayora varones) se deben a "accidentes y a violencias. (Mendes Diz, 2002).
El odio a la polica es quizs el ms fuerte lazo de identidad entre los chicos dedicados
al robo. No hay pibe chorro que no tenga un cado bajo la metralla policial en su historia de
prdidas y humillaciones. (Alarcn, 2003:35)
La gran mayora de los desaparecidos o muertos de la dcada del 70 tena menos de
30 aos. Daro Santilln y Maximiliano Kosteki estaban jvenes, tambin Walter Bulacio, Miguel
Bru y Axel Blumberg. Y tambin varios miembros de las fuerzas de seguridad federal y
provinciales.
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manifiesta en la causa principal de muerte: el aborto. Este ocup el primer lugar hasta 1987
para ser superado despus de 1990 por causas obsttricas directas (entre las que se cuentan
las muertes evitables con una adecuada atencin del embarazo y el parto). En 1999 el
porcentaje de muertes adolescentes por causas obsttricas directas fue el 57%, seguido de
embarazo terminado en aborto, con el 35%. (Mendes Diz, 2002)
Cuerpos en el enfrentamiento
Los jvenes aparecen con claridad en el enfrentamiento, en el sentido que ponen
ms el cuerpo en la disputa que la palabra. Hagamos un ejercicio de memoria. Recordemos
imgenes de enfrentamientos, y no slo de imgenes mediticas -claro que la industria se
regodea con la reproduccin de la caricatura del joven=lo=violencia-, sino de todas las
imgenes: las biogrficas, las de amigos, las de nuestros hijos, las histricas. Y preguntemos,
Quines aparecen en el enfrentamiento? Algunas respuestas: hinchadas de ftbol, mayora
de jvenes; puertas del boliche, jvenes; 20 de diciembre de 2001, mayora de jvenes
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hace mucho tiempo, la vestimenta es para cubrirnos frente a los otros. El cuerpo desnudo no es
para los otros. Eso se llama pornografa. La moda comunica. Los dems `leen en mis
pantalones y mis remeras quin soy, o quin quiero que crean que soy, que al fin y al cabo es
lo mismo. Por qu casi todas las remeras con inscripciones de grupos musicales, de lderes
polticos, de frases, las portan cuerpos jvenes?
Me figuro la sensacin de tatuarse, escariarse o perforarse la epidermis como una
auto-penetracin de lo social, al mismo tiempo esa `herida, esa marca, abre el cuerpo al
mundo, pone su carne a la intemperie
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que tengan sentido, o lo encuentra pero lo que no hay es quien escuche. Me retiro de la
palabra hacia los otros, la guardo y la uso solo con mis pares, ah s que hablo, a los otros, slo
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. Todo llega a
Amrica Latina, quizs ms tarde, seguro que distinto. Creo que los ms novedosos hoy no son
ni los rastafaris locales, ni nuestros exclusivos rollingas, ni nuestros eternos hipies, ni nuestros
pocos punk autnticos (ni los ligados al anarquismo ni los ligados al fascismo). Creo que las
novedades son los alternativos y la cumbia villera.
De la cumbia villera no conozco an trabajos que me permitan profundizar. Sobre los
alternativos puedo decir que son los continuadores de los modernos pero ms masivos. Se los
puede encontrar bajo variados nombres: freaks, raros, darks, seguidores del n metal y/o del
new metal, Fun People, El otro yo, after hour, rave, fanzines, indie. No es todo lo mismo, pero
alternativos es un buen trmino contenedor, no slo porque lo usen como autodenominacin y
otros los llamen a ellos as, sino porque el trmino da cuenta de una caracterstica fundamental
de este estilo: ser alternativo a; alternar: combinar cosas distintas, alternar las tradiciones, unir
lo que estaba separado, alternar de sexualidad, bi, homo, hetero, de apariencia. Rpidamente,
o no. El autntico ser como quiero, el autntico?
Toda generacin quiere ser como quiere, y en parte lo logra. La clave es que ese ser
como quiero siempre implica ser distinto a los que me precedieron
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, porque mi tiempo es
otro, porque ellos representan lo quieto y yo soy el movimiento. Si ellos estn quedados,
cmodos, yo ser la incomodidad, el desplazamiento: si ellos son la razn, nosotros somos el
cuerpo. Pienso versus existo (vaya revitalizacin de la dicotoma cartesiana). Si el accionar
juvenil no tiene lgica, es irracional, sin sentido, sin el saber suficiente que lo respalde, sin
experiencia, entonces: bien, la juventud ser todo eso: No molestar dice el cartelito pegado en
la puerta de la pieza
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Cuerpos arriesgados
El riesgo es una categora an no muy trabajada entre los investigadores argentinos, a
pesar de que el ya clsico libro de Ulrich Beck fue traducido en 1997. Merece entonces una
mayor discusin e investigaciones, pero como siempre hay pioneros, van tres ejemplos.
El riesgo,
La asuncin del riesgo, particularmente entre los jvenes, tiene un valor social. (...) la
conducta de los jvenes, es, en buena medida, la expresin simblica y cultural de la sociedad
en que viven, por lo que la comprensin de sus conductas de riesgo rebasa el estudio
psicolgico individual y requiere, necesariamente, la inclusin de las condiciones del contexto y
la trama simblica y social en la que se nutren. (Mendes Diz, 1998)
El robo
Entre los transas, dealers, y lo ladrones, (hay) una antinomia extraa en la que de
fondo se juega el resentimiento del consumidor que pone el cuerpo, arriesgando la vida, para
conseguir la liquidez que requiere comprar la droga, cuya ganancia entonces es slo del transa
y de la polica que lo protege. (Alarcn, 2003:91)
Cuerpos encerrados
El promedio de edad de los ms de tres mil ochocientos internos del penal Olmos es de
veinte aos. (Alarcn, 181)
Durante el primer semestre del 2002 casi 600 menores de 18 aos fueron internados
en Institutos de Capital Federal por problemas con la Justicia. Y en la provincia de Buenos
Aires, durante el mismo perodo terminaron en igual situacin otros 863. De ellos 114 fueron
alojados en comisaras bonaerenses. (Notijoven N 29, Oct. 2002)
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Con la informacin disponible para los aos 1999 y 2000, se puede afirmar que las
sentencias pronunciadas a jvenes de hasta veintin aos de edad (jvenes adultos para la
legislacin) representan aproximadamente un 20% de las sentencias totales pronunciadas en
todo el pas. (Guemureman, 2002: 180)
Hay investigadores que llevan largo tiempo enunciando y denunciando estas
circunstancias. Los cuerpos encerrados, las vidas, son en gran medida vidas jvenes. De
quines y de qu nos estamos protegiendo? Repito, en medio de la discusin legislativa sobre
el descenso en la edad de imputabilidad y empapados de la meditica y civil cruzada Axel, lo
menos que puedo decir es: Cuidado. No perdamos de vista qu estamos ocultando
(encerrando) y qu estamos dejando `libre.
Cuerpos en movimientoxxxiv
Ellas y ellos ponen el cuerpo en movimiento, pasemos revista brevemente: las murgas,
los cuerpos en la calle; los recitales, el pogo y el mosh; bailar, en la fiesta en casa, la bailanta,
la disco o la rave; los break dancer y sus protagonistas los B boys argentos.
Cuerpos en exposicin
Aqu quiero colocar tanto los comportamientos anorxicos (anorexia, bulimia) como los
comportamientos vigorticos (gimnasios, musculacin)
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radicalizacin de un proyecto corporal con referencia normativa y del efecto perverso que
resulta al accionar esta estrategia (Ferreira, 2002, traduccin propia).
xxxvi
afectada por la condicin de pobreza alcanz a finales de la dcada al 47,7%, una cifra
claramente superior al promedio que ronda el 25%. A su vez, la proporcin de nios y jvenes
indigentes se estableci en torno al 16,6%, mientras que en el resto de la poblacin es de algo
ms que el 6%. Otro indicador significativo del impacto diferencial de la pobreza entre los
jvenes es que, si para finales de los noventa los menores de 18 aos eran la tercera parte de
la poblacin urbana, representaban el 49% de los pobres y el 55% de los indigentes. Tambin
el desempleo afect ms a los jvenes que a otros grupos etreos. Otra vez, si observamos
datos referidos al Gran Buenos Aires se percibe que los adolescentes han estado bastante por
arriba del promedio de los desempleados, siendo los ms afectados en la dcada del noventa.
(Miguez, 2003)
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Pobreza y experiencia corporal,
Ser duro, es mencionado al mismo tiempo como resultado de ciertas experiencias
corporales, como un elemento constitutivo del ser y como condicin que le permite desarrollar
mejor su tarea (robar). En la mirada de Rubn, ser duro implica no tener un tipo de sensibilidad
tpica de los cuerpos socializados en las condiciones de las clases medias y altas. La
familiaridad con el sufrimiento fsico y la muerte las hacen una experiencia menos distante (y
por eso menos temible) que para los cuerpos de clase media. Esta falta de sensibilidad le
permite arriesgar el cuerpo en los hechos delictivos sin temor, y le da una ventaja sobre las
vctimas por que estos tienen un miedo que l no tiene. As, ser duro es a la vez parte de la
identidad y un recurso profesional. (Mguez, 2003)
La asociacin (ilcita) entre pobreza y delincuencia, debe ser desarmada, desarticulada,
para poder dar cuenta de estos fenmenos sin la carga moral que la impregna
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Este listado intenta ser, proponer, una agenda. Son temas a los que hay que prestarle
ms que atencin, programar investigaciones, dedicar polticas, encontrar contactos. Seguro
quedan fuera cuestiones que an no he vislumbrado, para eso entonces estn Uds.
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Debemos prestar atencin a la dualidad del cuerpo joven positivo como sinnimo de
belleza, agilidad y salud, y por otro lado el cuerpo joven negativizado, racial, delincuente,
pobre. Una de las caras de la moneda es el modelo de cuerpo joven al que aspiran -y por el
que se sacrifican-, muchsimos hombres y mujeres adultos, ancianos, y tambin nios, es el
cuerpo mimado de la sociedad de consumo (Le Breton, 1995:152). Aqu el cuerpo joven
funciona como adjetivo, es valoracin pura, calificacin. La pregnancia de lo bello en lo joven
se fortalece con la imagen de pureza: la vida se presenta como un camino desde la pureza
absoluta, el nacimiento, hasta la impureza final, la muerte. Nuestras sociedades occidentales
han concebido la vida como un ir ensucindose, quizs hasta pudrindose, y si coloreamos
este camino obtendremos una tpica escala evolucionista, del blanco al negro, como
degenerndose. Dejo librada a la imaginacin todas las asociaciones y re-capitulaciones de
teoras etnocntricas y discriminadoras. Entonces, la otra cara de la moneda es la racializacin
de los cuerpos, el cuerpo feo (?). Lo que cae fuera de la norma. Ya hablamos del sustento
racista en la concepcin biopoltica, hay que profundizar en ello.
Otra dualidad a tener en cuenta, y que ha sido estudiada tambin por David Le Breton,
es la que se construye entre el cuerpo despreciado y destituido por la tecno-ciencia y el cuerpo
mimado de la sociedad de consumo (1995, 1999). En las publicidades de productos o terapias
para modelar o adelgazar, se puede ver con claridad la tensin entre los cuerpos expuestos
como puro valor, y los cuerpos manoseados por la tecno-ciencia -donde el saber biomdico ha
pasado de la concepcin del cuerpo como intocable a la idea del cuerpo como resto (Le Breton,
1995)-: entre con el cuerpo que tiene, salga con el cuerpo que quiere. El cuerpo perfecto es
posible por la intervencin de la tecno-ciencia, la vida es posible ms all del propio cuerpo.
La lectura del tercer captulo del libro de Rossana Reguillo Emergencias de culturas
juveniles. Estrategias del desencanto, fue un estimulo importante para que me detuviera a
pensar la biopoltica. La autora destaca su inters por cuatro grandes reas en relacin con la
biopoltica de los cuerpos jvenes: 1) las dimensiones raciales en sus vnculos con la pobreza,
2) el consumo, 3) la moral pblica y 4) la dimensin de gnero. En este trabajo no se ha
seguido este orden de dimensiones pero las reflexiones presentadas cruzan todas ellas, mucho
ms en torno a la primera que a las otras. Pasemos entonces revista a estas ltimas. Reguillo
propone pensar la biopoltica del consumo como mediacin entre las estructuras y las lgicas
del capital y la interpretacin cultural del valor (2000:85); en relacin a la moral pblica nos
llama a prestar atencin a la persistencia y al fortalecimiento de un discurso que asume que
los cuerpos normales son aquellos que expresan una heterosexualidad controlada e
hiperconsciente que est siempre amenazada por el alcohol, la droga, las prostitutas, los
homosexuales, las lesbianas, los proabortistas y toda una gama de identidades desviadas
que atentan contra un modelo de control (2000:89); y finalmente, alerta sobre la deuda
pendiente que son los enfoques de gnero, pero no como muestras de la diferencia, sino como
transparentar la comunicacin intersexual, no es solo que no estemos hablando de mujeres, es
que tampoco estamos hablando de la especificidad de los hombres, debemos tomar el gnero
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como campo de intersecciones donde lo biolgico despliega con mayor nitidez su uso polticocultural (2000:90).
Las ciencias sociales (y todas las que quieran acompaarnos) debemos dar respuesta
a estas dimensiones. Accionemos para que algunos tomen la posta.
Segundo, el cierre.
Si la sociedad moderna est organizada por la biopoltica, una rebelin en los cuerpos
individuales y poblacionales no es una rebelin en la sociedad? El profesor Castro planteaba
que no se puede hoy pensar la poltica en trminos de revolucin porque el cuerpo no ser
liberado. La poltica hoy no es para liberar el cuerpo.
Y qu pasa con esto?: La liberacin del cuerpo, para muchos jvenes est dada por
el desenfreno, la exacerbacin, la trasgresin o el bardo (Citro, 1997b). Los relatos juveniles
sobre las experiencias sensoriales del cuerpo (con alcohol, con drogas, con adrenalina) o
logradas con el cuerpo (baile, deporte, carreras, golpes, sexo) remiten permanentemente a la
imposibilidad de explicar con la palabra. Como en un pogo. Como en un orgasmo. Como en la
hinchada. Sentir. Algo que no se puede explicar.
Hay en esa corporalidad juvenil, en ese "vivir la vida con el cuerpo (Maluf, 2002), en
esa "cierta resistencia al disciplinamiento (Citro, 2000) algo que llama a pensar. Pensar qu
puede ser posible, qu vida est revolcndose en ese magma sociocultural del cual emerge un
sujeto. Empapado de sudor por los choques, embarrado de pisotones, con la remera hecha
jirones, excitado. Muerto, enfrentndose, distinguido, arriesgado, encerrado, movindose,
expuesto, con hambre, dando vida, amando.
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xiii Lvolution de la notion dindividu dangereux dans la psychiatrie legale. Dviance et societ, vol.5, n 4, 1981, 403-422. Traduccin espaola para la
revista Abaco, nmero monogrfico sobre desviacin social.
xiv Uno de los prrafos donde Foucault explica esta etapa fue citado anteriormente en relacin a la realidad biolgica del cuerpo social, pgina 5 de este
trabajo, pero para seguir mejor el desarrollo de la idea de responsabilidad agrego esta cita: En el momento en que se funda la nueva psiquiatra, y cuando se
aplican ms o menos en toda Europa y Amrica los principios de la reforma penal, el gran asesinato monstruoso, sin razn ni preliminares, la irrupcin repentina
de la contra-naturaleza en la naturaleza, es pues la forma singular y paradjica bajo la que se presenta la locura criminal o el crimen patolgico. Digo paradjica
puesto que lo que se pretende apresar es un tipo de alineacin que nicamente se manifestara de repente y bajo las formas del crimen, es decir, una alienacin que
tendra como nico y exclusivo sntoma el crimen mismo, y que podra desaparecer tras su ejecucin. E inversamente se intentan detectar crmenes que tienen
como razn, como autor y como responsable jurdico en cierto modo algo que en el sujeto est fuera de su responsabilidad, es decir, la locura que se oculta en l
y que no puede controlar puesto que casi nunca es consciente de ella. Lo que la psiquiatra del siglo XIX invent es esa identidad absolutamente ficticia de un
crimen-locura, de un crimen que es todo l locura, de una locura que no es otra cosa que crimen. Tal es en suma lo que durante ms de un siglo ha sido
denominado monomana homicida. (Foucault, LVHI,.239)
xv Y si esta nocin ha podido ser modificada no se debe tanto a sacudidas de presin interiores al sistema penal sino y sobre todo porque en la poca se produjo
una evolucin considerable en el campo del derecho civil. Mi hiptesis pues es que fue el derecho civil, y no la criminologa quien permiti que el pensamiento
penal se modificase en dos o tres puntos capitales; pero fue el pensamiento penal quien hizo posible que lo que haba de esencial en las tesis de la criminologa de
la poca penetrase en el derecho criminal. Se puede pensar que en esta reelaboracin que se hizo en primer lugar en el derecho civil, los juristas no habran
aceptado las propuestas fundamentales de la Antropologa criminal o al menos que no habran contado con los instrumentos necesarios para hacerlas penetrar en el
sistema de derecho. Y as, aunque parezca extrao a primera vista, fue el derecho civil quien hizo posible la articulacin del cdigo y de la ciencia en el derecho
penal. (Foucault, LVHI,. 256-257)
xvi Para los que no conocen el planteo cito El racismo est pues ligado al funcionamiento de un estado que est obligado a valerse de la raza, de la eliminacin de
las razas o de la purificacin de la raza para ejercer su poder soberano. El funcionamiento, a travs del biopoder, del viejo poder soberano del derecho de muerte,
implica el funcionamiento, la instauracin y la activacin del racismo (GR, 185) Pensando en Argentina, dira que la existencia de un racismo de clase (o
racializacin de las relaciones de clase) es lo que posibilita dormir tranquilos a los no-pobres, quizs la frase suene exagerada, pero estoy convencida que ese es el
trasfondo. Aplaudo aqu la decisin de Giorgio Agamben de negarse a ingresar a los EUA con las nuevas reglas de control de migrantes.
xvii Foucault dice acerca del riesgo La idea general de la defensa social*, tal como ha sido formulada por Prins a comienzos del siglo XX, surgi de la
transferencia a la justicia criminal de elaboraciones propias del nuevo derecho civil. (...) Todo indica claramente que en este momento se acababa de encontrar el
comodn que se necesitaba. Este comodn es la fundamental nocin de riesgo que adquiere un lugar en el derecho a travs de la idea de responsabilidad sin culpa
y que puede ser entronizada por la antropologa, la psicologa o la psiquiatra gracias a la idea de una imputabilidad sin libertad. El trmino absolutamente capital
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de ser peligroso, o de terribilidad habra sido introducido por Prins, en la sesin de septiembre de 1905, celebrada por la Unin Internacional de Derecho
Penal. (LVHI, 260)
xviii Rossana Reguillo comenta la idea de enemigo interno en un artculo de 1997.
xix Tomo este desarrollo de Edgardo Castro (2002b)
xx Corresponde a Foucault, Michel (1994) Dits et crits. Pars: Gallimard. Vol. III pg. 655 y Vol. IV, pg.785 respectivamente.
xxi Castro seala que la bsqueda de la categora de gubernamentalidad ha sido para Focucault una manera de evitar la conciliacin entre la represin y la guerra
(superar las falsas paternidades de las hiptesis de Reich y Nietzsche).
xxii Se entiende economa como una economa a nivel del Estado entero, es decir, tener respecto de los habitantes, de las riquezas, de la conducta de todos y de
cada uno, una forma de vigilancia, de control no menos atento que aqul del padre de familia sobre la casa y sus bienes (Foucault, Dits et crits Vol. III pg. 642
citado en Castro, 2002b)
xxiii
.
La expresin estado de excepcin (Ausnahmezustand, Notstand) es comn en la doctrina jurdico-poltica alemana. La tradicin italiana o francesa
hablan, ms bien, de decretos de urgencia o estado de sitio poltico o ficticio (tat de sige). En la terminologa anglosajona, por su parte, se habla de martial
law y de emergency powers. En la expresin estado de excepcin, a diferencia de la restante terminologa, no se expresa ninguna conexin con el estado de
guerra; se trata, ms bien, de un concepto-lmite que, en cuanto tal, da cuenta de la evolucin del concepto de estado de sitio. En efecto, a partir de su creacin
(una creacin de la tradicin revolucionaria, no absolutista; la idea de una suspensin de la constitucin es introducida por primera vez en la constitucin del 22
frimario del ao VIII, art. 92.), la historia del estado de excepcin es la historia de la progresiva emancipacin del estado de sitio respecto de las situaciones de
guerra, y de su recentramiento en la economa, para convertirse en un instrumento extraordinario de la funcin de polica que ejerce el gobierno. (...) Agamben
encuentra una identidad de forma entre las aporas del concepto de soberana y el de estado de excepcin, por un lado, y las aporas del homo sacer, por otro. El
estado de excepcin, en efecto, se encuentra en una relacin de inclusin y, al mismo tiempo, de exclusin respecto del orden jurdico. De exclusin, porque es,
precisamente, excepcin, suspensin del orden jurdico; de inclusin, porque slo en relacin con l puede ser pensado como excepcin. (Castro, 2002b)
xxiv Hace pocos das lleg a mis manos la compilacin de Prez Islas, Valdez Gonzlez, Gauthier y Gravel (2003) realizada en el marco de un proyecto de
cooperacin entre Mxico (Centro de Investigacin y Estudios sobre Juventud, Instituto Mexicano de la Juventud) y Qubec (Observatoire Jeunes et societ), y es
la primera vez que encuentro en un estado del arte una seccin sobre cuerpos juveniles. Bajo ese subttulo se nuclearon trabajos que no tratan al cuerpo como eje
sino que estn relacionados o que clsicamente se consideran ms vinculados a lo corporal (son tres trabajos: droga, salud y sexualidad). Es algo prometedor para
avanzar.
xxv Amplo con referencias explcitas. Foucault ejemplifica con la bomba atmica Lo que hace que para el funcionamiento del poder poltico actual, el poder
atmico sea una paradoja bastante difcil de eliminar, si no totalmente ineliminable, est en que , en el poder de fabricar y utilizar la bomba atmica, est implcita
no slo la puesta en juego del poder soberano que mata, sino de un poder que es el de matar la vida misma. El poder ejercido en el poder atmico es capaz de
suprimir la vida. En consecuencia, de suprimirse a s mismo como poder de asegurar la vida. (...) Si es verdad que el fin es el de potenciar la vida (prolongar su
duracin, multiplicar su probabilidad, evitar los accidentes, compensar los dficit), cmo es posible que un poder poltico mate, reivindique la muerte, exija la
muerte, haga matar, d orden de matar, exponga a la muerte no slo a sus enemigos sino a sus ciudadanos? Un poder que consiste en hacer vivir, cmo puede
dejar morir? en un sistema poltico centrado sobre el biopoder, cmo es posible ejercer el poder de la muerte, cmo ejercer la funcin de la muerte? Aqu
interviene el racismo (GR, 181-182) Los investigadores estamos en deuda, debemos hacer investigaciones sobre este punto y tenemos que intervenir en la
discusin pblica.
xxvi Son muy sugestivas las reflexiones del investigador uruguayo Ral Zibechi (1997, 2003) sobre el acontecimiento del 20 de diciembre, tambin sobre juventud
sindical y movimientos piqueteros en Argentina. Su trabajo de 1997 es sobre sectores contestatarios de la juventud uruguaya.
xxvii Sobre ftbol, hinchadas, aguante se pueden consultar: Alabarces, Pablo (2000), Romero, Amlcar (1994) y Archetti, Eduardo (2001), este autor difundi en
una conferencia que se encuentra trabajando sobre la construccin del cuerpo modelo de los remeros, esto es tambin de inters para el anlisis de los cuerpos
vigorticos que describo en prrafos siguientes.
xxviii Para este ltimo caso hay un excelente anlisis de Peter Mc Laren (1995) y tambin Paul Willis (1988).
xxix Sobre tatuajes y perforaciones vanse los trabajos de Nateras (2001) y Valenzuela Arce (1999).
xxx A propsito algunos, sin saberlo otros, retoman uno de los ejes del punk ingls.
xxxi Estoy haciendo uso del tringulo descriptivo de culturas juveniles: aspecto-drogas-msica. Es esquemtico pero tiene capacidad ilustrativa.
xxxii Un estudio de referencia sobre las relaciones intergeneracionales es Margaret Mead (1997) quien ya en 1970 distingua las diferencias histricas de estas
dinmicas.
xxxiii Del dormitorio de la juventud de clase media y alta. Los jvenes pobres no suelen tener cuarto propio. Toda la casa de una joven pobre a veces es tan grande
como el dormitorio de una joven rica.
xxxiv Recomiendo, entre otros, los trabajos de Silvia Citro (1997b, 2000) sobre el pogo, Chaves sobre murga (2003), Gamella, Juan
F. y Alvarez Roldn, Arturo sobre fiesta, msica dance y xtasis en Espaa (2002)
xxxv Tomo estas nociones de la investigacin del portugus Victor Sergio Ferreira (2002) Muito genericamente, entende-se por
comportamento anortico ou vigortico o comportamento que se pauta por um conjunto recorrente de aces de vigilncia, restrio
e disciplina sobre o corpo, no sentido de manter ou atingir um modelo de corporeidade 'ideal', em termos dos modelos dominantes:
por exemplo, olhar-se ao espelho e ver reflectida uma imagem de si distorcida da realidade; vigiar o peso e as calorias ingeridas em
cada refeio; comparar a sua figura com outras figuras mediticas ou pertencentes aos seus quadros de interaco nucleares; sentir
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a necessidade constante de seguir dietas rigorosas e/ou de fazer exerccio fsico, frequentemente associada ao uso de substncias
qumicas ou 'naturais' que prometam o emagrecimento ou o aumento a massa muscular.
xxxvi Informe de Situacin N3 La Situacin de la Infancia: Anlisis de los ltimos diez aos. Sistema de Informacin, Monitoreo y
Evaluacin de Programas Sociales. Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente.
xxxvii Autores que ya han comenzado este trabajo Daniel Mguez (2003), Reguillo (2000) y otros.
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