18 Lemonnier
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18 Lemonnier
En cuanto al fondo
OBSERVACIONES
La comuna de Roquecourbe (situada en el departamento del Tarn) celebraba el 9 de octubre de
1910 su fiesta anual. Como haba ocurrido anteriormente, una de sus atracciones ms buscadas
era un tiro al blanco con blancos flotantes sobre el pequeo ro del Agout, pero desde el ao
anterior se haba abierto un sendero plantado rboles sobre la orilla opuesta. Ya durante el
medioda algunos paseantes se haban quejado de haber odo silbar balas sobre sus orejas.
Advertido, el alcalde de la comuna - el seor Laur - simplemente haba hecho modificar las
condiciones del tiro al blanco, pero de manera insuficiente, ya que la seora Lemonnier que
paseaba con su marido recibi en la mejilla una bala que vino a alojarse entre la columna
vertebral y la faringe. Entonces el alcalde hizo interrumpir el tiro al blanco.
Los esposos Lemonnier, que ignoraban que desde un fallo Feutry de 1908 la responsabilidad de
una colectividad distinta del Estado igualmente deba perseguirse ante la jurisdiccin
administrativa, se dirigieron al Tribunal [civil] de Castres, el cual se declar incompetente (por
motivos inexactos, por otra parte) el 9 de noviembre de 1911.
El 4 de mayo de 1912 los esposos Lemonnier demandaron daos y perjuicios al consejo
municipal de la comuna y, tras haberse rechazado su peticin, recurrieron ante el Consejo de
Estado.
Pero, al mismo tiempo, la apelacin de la sentencia del Tribunal de Castres llegaba ante la Corte
de Toulouse y, aunque sta iba a confirmar la sentencia en cuanto a la incompetencia respecto de
que es, simultneamente, agente del servicio pblico, no obsta para nada -a nuestro juicio- a que
la autoridad administrativa investigue y declare por los mismos hechos la falta y la
responsabilidad del servicio.
En favor de esta tesis, el Comisario del Gobierno invoc la autonoma de la decisin judicial, ya
que segn la jurisprudencia misma del Tribunal de Conflictos, la investigacin judicial [civil] de
la imputabilidad de una falta a un funcionario no debe conllevar un examen crtico de las
condiciones de funcionamiento del servicio. En lo que concierne a la falta de servicio, no ha
podido haber decisin judicial porque o si no el conflicto [contienda de competencia] hubiese
debido elevarse: en consecuencia, no puede invocarse la autoridad de cosa juzgada [de lo resuelto
en sede civil].
Hay que admitir entonces la coexistencia posible de una falta que la autoridad judicial podr
considerar como personal al agente, que compromete su responsabilidad propia, con una falta
administrativa, que la autoridad administrativa deber considerar como falta del servicio, que
compromete la responsabilidad de la administracin. Desde que existe esta falta de servicio -y a
menudo la falta del agente la har presumir- la posibilidad de deducir acciones en contra del
agente no debe permitir al Estado eludir su responsabilidad propia.
Como lo dijo el Comisario del Gobierno, si la falta personal ha sido cometida en el servicio o
con ocasin del servicio, si los medios y los instrumentos de la falta han sido puestos a
disposicin del culpable por el servicio, si la vctima slo ha sido puesta en presencia del culpable
por efecto del juego del servicio, si, en una palabra, el servicio ha condicionado la comisin de la
falta o la produccin de sus consecuencias daosas frente a un individuo determinado, el juez
administrativo entonces podr y deber decir: la falta tal vez se separa del servicio - corresponde
a los tribunales judiciales decidir - pero el servicio no se separa de la falta. Incluso si el ciudadano
lesionado poseyera una accin contra el agente culpable, incluso si hubiera ejercido esa accin,
posee y puede hacer valer una accin contra el servicio, sin que ninguna excepcin de
inadmisibilidad pueda oponerse contra esta segunda accin a raz de la posibilidad o de la
existencia de la primera.
El Consejo, que se haba ya orientado en esa direccin, mediante un fallo Thvenet de 23 de junio
de 1916, sigui a su Comisario del Gobierno al admitir que, en la especie, el establecimiento del
tiro al blanco en condiciones de inseguridad constitua una falta de la que la comuna deba
ntegramente reparacin a la vctima. El Consejo adopt al mismo tiempo el principio correlativo
de no cmulo de indemnizaciones, ya que el perjuicio debe ser reparado en su integridad, pero no
ms all, y la administracin debe as subrogarse en su caso en los derechos de la vctima contra
el autor del hecho daoso.
II.
La jurisprudencia ulterior, recogiendo las posiciones sostenidas por Lon Blum en 1918, deba
extender el campo de aplicacin de la teora del cmulo de responsabilidades, no slo por la falta
personal en el servicio (A), sino tambin por la falta personal fuera del servicio (B).
A.
Hasta 1949 la comisin de la falta personal en el servicio continuar siendo exigida. Un fallo
Librairie Hachette de 28 de enero de 1949 todava se pronuncia en ese sentido. Esta exigencia se
justifica, al parecer, por la idea de culpa in vigilando del servicio con respecto al funcionario
personalmente culpable y por la preocupacin de no llegar a admitir la responsabilidad por
riesgo, reconocida para el empresario por el hecho de su dependiente en el derecho privado
contemporneo.
Era la prolongacin del fallo Anguet de 3 de febrero de 1911, relativa al cmulo de faltas. Ha sido
atenuada cuando el Consejo de Estado ha estimado que el hecho daoso, aunque constituya una
falta personal, revela el funcionamiento defectuoso del servicio pblico (CE, 19 de mayo de
1948, Souchon).
La referencia a la falta de servicio ha terminado por ser apenas implcita. De la redaccin de
numerosos fallos resulta que la sola circunstancia de que la falta personal se haya cometido en el
servicio basta para que la responsabilidad de la administracin se vea comprometida. Tal es el
caso de un robo cometido por una receptora de correos en ejercicio de sus funciones (1937, Dlle
Quesnel).
Otros fallos consideran tambin la falta personal cometida con ocasin del servicio como
suficiente para comprometer la responsabilidad de ste (Dame Veuve Paumier, 1955: brutalidades
cometidas por agentes de polica; y Tilhaud, 1960: pillaje cometido por militares).
La idea de falta de servicio, incluso implcita, desaparece: la falta de personal excluye la falta de
servicio, pero su ejecucin en el servicio o con ocasin del servicio basta para obligar al servicio
a responder por ella.
B.
Se ha dado un paso ms cuando, en 1949 por primera vez, el Consejo de Estado ha reconocido la
responsabilidad de la administracin por una falta personal cometida fuera del servicio.
El verdadero abandono de la exigencia de la comisin de la falta personal en el servicio, o con
ocasin del servicio, ha sido realizado por los fallos Mimeur, Defaux y Besthelsemer de 18 de
noviembre de 1949, los tres pronunciados en materia de accidentes causados por automviles de
la administracin utilizados por sus conductores fuera de su afectacin normal. Indiscutiblemente
la falta ha sido cometida fuera del servicio. El Comisario del Gobierno, seor Gazier, habra
podido sostener que hay, por cierto, una falta personal, causa inmediata del dao, pero tambin,
anteriormente una falta del servicio (negligencia, falta de vigilancia), que ha hecho posible la
falta personal. Tal sistema, sin embargo, habra desconocido las necesidades de la accin
administrativa: no se puede imponer a cada chofer un controlador, que requerira, a su vez,
tambin de un guardin La aplicacin de la jurisprudencia anterior, en semejante caso deba
derivar en el rechazo de la demanda, pero ese rechazo, segn haba declarado el Comisario del
Gobierno, aunque satisface la lgica choca gravemente con la equidad; la generalizacin cada
vez ms obligatoria del seguro y la jurisprudencia judicial, que admite casi siempre la
responsabilidad del empresario, en caso de abuso de funciones del dependiente, han expulsado
esta iniquidad del sector privado; es demasiado chocante que subsista en el sector pblico. En
definitiva, las acciones de las vctimas fueron acogidas porque los accidentes, aun cuando no
haban ocurrido en el servicio, no estaban desprovistos de todo vnculo con el servicio.