Wenceslao Lavinius de Moravia

Wenceslao Lavinius de Moravia
TRATADO DEL CIELO TERRESTRE.

A la naturaleza la ha creado primeramente un solo espritu corporal, que es
comn Y est oculto, y que es un blsamo precioso de la vida que conserva lo
que es puro y bueno, y destruye lo impuro y maligno. Este espritu es el fin y
principio de toda criatura; triple en sustancia, ya que est hecho de sal, azufre
y mercurio o agua pura. Desde lo alto, coagula, une y riega todos estos lugares
bajos, por medio de un seco untuoso y hmedo. Queda as dispuesto para
recibir cualquier forma y figura. Solamente el Arte, y con ayuda de la
naturaleza, puede hacerlo visible a nuestros ojos. Oculta en su vientre una
fuerza y virtud infinitas, pues es algo que est lleno de las propiedades del
Cielo y la Tierra. Es hermafrodita y hace crecer a todas las cosas, mezclndose
con ellas, porque lleva en s encerradas todas las semillas del globo etreo.
Est lleno de un fuego sutil y poderoso, y al descender del cielo imprime e
insufla la fuerza sobre los cuerpos de la tierra. Su vientre es poroso y est
lleno de ardor. Es el padre de todas las cosas. Este vientre se llena entonces,
con otro fuego vaporoso y recibe sin cesar su alimento del humor radical que,
en este enorme cuerpo, se reviste del cuerpo del agua mineral, cosa que realiza
por la coccin de su fuego clido. Este agua que puede coagularse y que
engendra todas las cosas, se convierte en una tierra pura quien por medio de
una fuerte unin, tiene la virtud de los cielos encerrada en s; y porque en esta
misma tierra queda unida con el Cielo. Por eso se le ha dado el bello nombre
de Cielo terrestre.
De igual manera que al principio, la naturaleza primera se sirvi de la
separacin para ordenar la masa que estaba en desorden y confusin. As, el
Arte que ama la perfeccin, debe imitar a la naturaleza. La naturaleza quita el
excremento sustancial, bien con el limo terrestre que convierte en agua o bien
por adustin.
El arte emplea la locin y la digestin bien por el agua o por el fuego; separa
la basura y la impureza vivificando y limpiando el alma de todo vicio. Aquel
que sepa la manera de usar el agua y el fuego, conoce ya el verdadero camino
que lo conducir a los ms altos secretos de la naturaleza El agua, ese gran
cuerpo, esa primera criatura de Dios. qued desde un principio llena de
espritu, poseyendo toda clase de formas en simiente, y por medio del
movimiento lo anima y vivifica todo. Ella produce todas las cosas a la luz del
cielo y la tierra. El agua es la nutricia de todo lo que vive en esos dos lugares.
En la tierra es un vapor; en el cielo es propiamente fuego, triple en su
sustancia y materia prima, porque de tres proceden y a tres van todas las cosas
de la naturaleza. Contiene un blsamo que tiene por padre al sol y la luna Por
medio del aire germina en los lugares bajos y busca los ms elevados. La
tierra la alimenta en su clido vientre y es causa de toda perfeccin.
El gran Dios que da la vida a todo ha dispuesto dos remedios para los espritus
y para los cuerpos, o sea dos cosas que los purifican y limpian y son la causa
por la que la corrupcin dispone y tiende hacia una nueva vida. Los metales
poseen en s estas dos cosas que son causa de la separacin y participan de la
tierra y del cielo. Por eso esas dos cosas han bajado del cielo a la tierra y
vuelven seguidamente al cielo para que hagan aparecer su fuerza en la tierra.
De la misma manera que el sol disipa las nubes e ilumina la tierra; este
espritu as preparado y separado de sus nubes, ilumina todo lo que est
oscuro. En este espritu hay que considerar dos formas, en su sustancia y en su
veneno. Su sustancia es doble y conserva todos los cuerpos con una sal
amarga. Su veneno que es tambin doble los consume y destruye.
Estas son las facultades encerradas en el Limbo y el Caos y que tiene los
mismos efectos cuando se le saca de la tierra. Pero cuando est preparado,
separando lo bueno de lo malo, manifiesta su fuerza y poder sobre lo perfecto
y lo imperfecto.
Yo vivo en las montaas y en la llanura. Soy padre antes de ser hijo. He
engendrado a mi madre y mi madre y mi padre me han llevado en su seno y
me cran sin necesidad de nodriza. Soy hermafrodita y tengo las dos
naturalezas. Soy el vencedor de los fuertes y el vencido de los dbiles. Nada
hay tan bello bajo el cielo ni de tan perfecta figura.
De m nace un pjaro admirable de cuyos huesos que son mis huesos se hace
un nido pequeo, y volando sin alas, resucita al morir. El arte sobrepasa las
leyes de la naturaleza y por fin queda transformado en un rey que rebasa
infinitamente a los otros en virtud.
FINAL

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