V Congre Naci Dere Proc Consti PDF
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V Congre Naci Dere Proc Consti PDF
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Ponencias del
V CONGRESO NACIONAL DE
DERECHO PROCESAL
CONSTITUCIONAL
AREQUIPA - 2014
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-3Indice
Ponencias del
V CONGRESO NACIONAL DE
DERECHO PROCESAL
CONSTITUCIONAL
AREQUIPA - 2014
editores
adrus
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-5Indice
Comit editorial
Jorge Luis Cceres Arce (Coordinador)
scar Quintanilla Ponce de Len
Jhony Tupayachi Sotomayor
Marco Bustinza Siu
Csar Belan Alvarado
Presidentes Honorarios
Domingo Garca Belande
Ernesto Blume Fortini
Presidente Ejecutivo
Adrus D&L Editores S.A.C.
Av. Tacna 535 Of. 704-B
Lima - Per
Telf. 01-4016451
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Jos Luis Vizcarra Ojeda
Diseo de cartula:
Omar Suri
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Secretario Acadmico
Marco Bustinza Siu
Correccin ortogrfica:
Adrus D&L Editores S.A.C.
Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse
o transferirse por ningn procedimiento electrnico ni mecnico, incluyendo fotocopia,
grabacin magntica o cualquier almacenamiento de informacin y sistema de
recuperacin, sin permiso expreso del editor.
Impreso en Per
Secretario Administrativo
2014
Printed in Per
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-7Indice
VICEPRESIDENTE:
Integrantes
Vctor Garca Toma
INTEGRANTES:
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-9Indice
Contenido
Presentacin........................................................................................ 15
Prlogo................................................................................................. 19
Introduccin........................................................................................ 21
Entre la Constitucin y la Ley. Una delgada lnea divisoria que
rara vez se aprecia.............................................................................. 25
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ndice
Constitucionalizacin del Derecho Civil a travs de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional Peruano................................. 113
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PRESENTACIN
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Desde entonces hasta la fecha, han pasado diez aos, los suficientes
como para efectuar un balance de lo que dicho instrumento normativo
nos ha dado y tambin por cierto, de lo que an se espera del mismo.
Ha sido esa la razn por la que diversas Instituciones hemos convenido
en la necesidad de realizar una quinta versin del Congreso Nacional de
Derecho Procesal Constitucional, en la que se ha convocado a un selecto
grupo de ponentes a fin de analizar diversos tpicos concernientes con
dicho cuerpo adjetivo constitucional y con el desarrollo jurisprudencial
que se le ha dispensado.
El tema de la interpretacin de la Constitucin y de su importancia en la labor de tutela de derechos tampoco se encuentra ausente. All
aparecen los aportes de nuestro colega Jhonny Tupayachi Sotomayor (La
Interpretacin Constitucional y el reconocimiento de las restricciones de
Derechos Fundamentales. A propsito de la renuncia del mandato parlamentario), del profesor Boris Espeza Salmn (Constitucin y Cultura.
Legitimidad e Interpretacin), del actual Magistrado Constitucional Manuel
Miranda Canales (Constitucionalizacin del Derecho Civil a travs de la
Jurisprudencia del Tribunal Constitucional Peruano) y del joven jurista Jos
Vctor Garca Yzaguirre (Las relaciones internas de las Iglesia: Rgidas o
exceptuadas a los efectos de los Derechos Fundamentales?).
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pRLOGO
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INTRODUCCIN
Por ser una compilacin de ponencias, se podrn encontrar analizados con profundidad los problemas de los que se ocupa, y sobre todo,
las soluciones que se propone a los mismos. Ello unido al renombre de los
ponentes: Domingo Garca Belande, Ernesto Blume Fortini, scar Urviola
Hani, Vctor Garca Toma, Nstor Pedro Sags, Ramiro De Valdivia Cano,
Eloy Espinoza-Saldaa Barrera, Manuel Jess Miranda Canales, Gerardo Eto
Cruz, Samuel B. Abad Yupanqui, Anbal Quiroga Len, Jorge Luis Cceres
Arce, Nelson Ramrez Jimnez, Susana Ins Castaeda Otsu, Jos Palomino Manchego, Luis Senz Dvalos, Edgar Carpio Marcos, Miguel Pedro
Vilcapoma Ignacio, Edwin Figueroa Gutarra, Ramiro Antonio Bustamante
Zegarra, Boris Espeza Salmn, Jhonny Tupayachi Sotomayor, Eduardo J.
Meza Flores, Jos Vctor Garca Yzaguirre y Luis Valdivia Salazar; cuyas
disertaciones han sido seleccionadas para el presente texto.
El evento cultural es organizado por la Facultad de Ciencias Jurdicas y Polticas de la Universidad Catlica de Santa Mara, y cuenta con el
auspicio del Tribunal Constitucional, de la Academia de la Magistratura,
de la Asociacin Peruana de Derecho Constitucional, de las Universidades
locales, como de empresas arequipeas prestigiosas.
En la presente edicin, contamos con el aporte jurdico de autores
del Cdigo Procesal Constitucional, del calibre intelectual del maestro
Domingo Garca Belande y del prestigioso docente universitario Samuel
Abad Yupanqui; de los seores Magistrados del rgano de Control de la
Constitucionalidad: Dr. scar Urviola Hani, actual Presidente; Dr. Manuel
Miranda Canales, Vicepresidente; del letrado Ernesto Blume Fortini, Presidente de la Asociacin Peruana de Derecho Constitucional; y del profesor
Eloy Espinosa SaldaaBarrera. Todos ellos reconocidos especialistas en
la defensa del Estado Constitucional.
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Sinceramente,
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Doctor en Derecho. Profesor de la Pontificia Universidad Catlica del Per. Presidente honorario de la Asociacin Peruana de Derecho Constitucional.
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De ah la necesidad de distinguir el aspecto legal del aspecto constitucional, que es factible con un mnimo de esfuerzo. Veamos dos situaciones,
que adems han sido resueltas por nuestro Tribunal Constitucional de
manera sorprendente, si bien aqu nos limitamos a sealarlos escuetamente.
Ambas transitaron por la va del amparo.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que las leyes pueden tener como
referencia a la Constitucin de manera directa o de manera indirecta. Si es
de manera directa, es obvio que la violacin puede ser ms clara y sobre
todo ms apreciada y quiz evidente. Pero si lo es de manera indirecta, el
asunto se puede complicar. Veamos un ejemplo: el impuesto a las ventas
(IGV o IVA en otros pases) puede variar de 10% a 15%, a 20% y quiz
ms Es inconstitucional la existencia de una tasa alta? No necesariamente. Hay normas que no son del todo razonables y quiz absurdas, y
sin embargo son constitucionales. Aun ms, en este punto, como en otros,
existen las polticas pblicas, que se ven, por ejemplo, en otros mbitos
del Derecho, como el penal, en donde las penas varan de acuerdo a los
tiempos y a las corrientes doctrinarias. Igual puede decirse de las multas
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Es cierto que contra de todo esto se puede sealar que existe jurisprudencia muy clara y reiterada en el sentido de que las causas que resuelve
el mximo colegiado son solo cuando tenemos una clara, directa y manifiesta violacin de un derecho constitucional y no otra cosa (STC 040282012-PA/TC). Pero esto se queda en el marco de las buenas intenciones,
pues no siempre se cumplen, pese a que desde hace aos estos criterios
constituyen precedente vinculante (STC 02877-2005-AA). Pero sobre esto
volveremos ms adelante.
Lo importante es que lo estrictamente constitucional, de afectacin
directa y sobre todo cuando no hay otra va, da pie a que se abre el proceso
constitucional, teniendo en cuenta que el Cdigo Procesal Constitucional,
a diferencia de su predecesora la ley 23506, opt por el carcter residual
del amparo. Este aspecto, sin embargo, merece un estudio aparte.
a)
b)
c)
Por cierto que hay excepciones y algunas notables, pero son pocas y
adems no modifican las lneas tendenciales existentes. Aqu tenemos en
realidad dos problemas, que en cierto sentido pueden separarse. Por un
lado, el Estado no tiene ningn aprecio por el sistema de justicia y le exige
mucho dndole muy poco o nada. Por otro, el juez por lo general hace
muy poco esfuerzo o quiz ninguno, para aliviar este enorme problema
que le plantea la jurisdiccin constitucional.
**********
Otro cuestionamiento serio que mereci nuestra atencin hace algunos aos, es lo que la doctrina conoce como guerra de las cortes. Y que
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LA SENTENCIA INTERLOCUTORIA
DENEGATORIA
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INTRODUCCIN
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Ratificando tal lnea habilitadora del acceso al Tribunal Constitucional, el mismo cdigo adjetivo constitucional recogi en su artculo 19 el
recurso de queja por denegatoria de recurso de agravio constitucional, que
permite al demandante cuestionar ante el propio Tribunal Constitucional
aquella resolucin de segundo grado dictada por el Poder Judicial que haya
denegado o rechazado (por improcedencia, inadmisibilidad u otra razn) el
medio impugnatorio en mencin, a los efectos que el Tribunal Constitucional
haga una revisin de la denegatoria cuestionada, en la lnea de brindar una
mayor garanta al justiciable, y rectificar la decisin a favor del demandante,
si se detecta que la denegatoria careci de fundamento.
Cuesta mucho, y lo conocen ciertamente quienes han tenido experiencia en la defensa y el patrocinio, llegar al Tribunal Constitucional. Es
realmente un va crucis. Hay que recorrer un largo y tedioso camino, lleno
de obstculos y sinsabores, atravesando las esferas de un sistema, como lo
es el judicial, caracterizado por la lentitud, el formalismo desmedido, la
indiferencia frente al litigante, el simplismo, la cosificacin y la ineptitud
de muchos de los que intervienen en la administracin de justicia, salvo
honrosas excepciones; que, como pattico corolario adopta con frecuencia
decisiones injustas y equvocas. Solo quien tiene la desgracia de verse
obligado a recurrir al sistema y su abogado, puede entender a cabalidad
esta cruda realidad, porque solo vivindola se tiene una idea exacta de ella.
Por tanto, dentro de la lgica de la justicia finalista, amparista y antiformalista que informa el acceso al Tribunal Constitucional, as como las
instituciones procesales reguladas por el Cdigo Procesal Constitucional,
no cabe establecer requisitos de procedencia adicionales a los dos sealados y, menos an, sostener que al Tribunal Constitucional le compete
determinar la procedencia del recurso de agravio constitucional, salvo el
caso de su intervencin residual va queja por denegatoria del mismo para
procurar su concesin.
Es decir, la determinacin de la concesin y, por tanto, de la procedencia del recurso de agravio constitucional es una competencia del Poder
Judicial, ejercida a travs de las Salas de sus Cortes Superiores encargadas
de conocer en segundo grado los procesos que nos ocupan, cuando hayan
dictado resoluciones denegatorias a la pretensin del demandante, sea
por ser improcedente la demanda o por ser esta infundada, que permite
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d)
Ergo, una vez abierta la puerta de acceso al Tribunal Constitucional va la concesin del recurso de agravio constitucional y teniendo en
cuenta que ello significa acceder a una instancia de grado, que, adems,
es ltima y definitiva, no cabe que dicho colegiado se pronuncie por la
procedencia o improcedencia del citado recurso, por cuanto este ya fue
concedido en segunda instancia judicial, carece de competencia para entrar
a dicha calificacin y, si lo hiciera, estara volviendo a calificar un recurso
ya concedido, en perjuicio del justiciable, a contracorriente de la lgica
finalista, amparista y antiformalista antes referida, y violando su derecho
de acceso a la ltima y definitiva instancia de la justicia constitucional.
b)
c)
a)
b)
c)
d)
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trmites aquellos casos que encuadran en los cuatro supuestos que prev:
carencia de fundamentacin, ausencia de trascendencia constitucional,
contradiccin a un precedente vinculante y desestimacin en casos
sustancialmente iguales.
Ntese que la sentencia interlocutoria denegatoria, en el marco de la
finalidad para la cual ha sido concebida por el Tribunal Constitucional, se
convierte en un instrumento de descarga procesal aplicable exclusivamente
a aquellos casos manifiestamente improcedentes o infundados, en los cuales
dada su orfandad procesal o sustantiva, resulta inoficioso dar pie a mayores
trmites, por lo que es conveniente resolverlos sin ms trmite, en aras de
centrar la atencin y los esfuerzos del mximo colegiado constitucional
en aquellos casos en los que efectivamente existen indicios y elementos
que induzcan a un mayor anlisis, en procura de lograr una mejor y ms
pronta guardiana de la vigencia efectiva de los derechos fundamentales
y, en su caso, su rescate y garanta de respeto y ejercicio.
Respecto a este novsimo precedente, es menester hacer algunas precisiones para evitar que sea desnaturalizado, mal utilizado o tergiversado:
SU FINALIDAD:
Como se expresa en el fundamento 48 de la STC N 00987-2014PA/TC, su finalidad es optimizar adecuadamente el derecho a la tutela
procesal efectiva., entendiendo el vocablo optimizar en su ms puro
sentido o significado, como lo es Buscar la mejor manera de realizar
una realidad. (emla.rae.es/drae/?val=optimizar), y conceptuando
la tutela procesal efectiva en su sentido amplio, en cuanto derecho de
obtener respuesta pronta, justa y eficaz de los rganos encargados de
la administracin de la justicia constitucional, a la pretensin contenida
en la demanda, consistente en la alegacin de amenaza o violacin de
un derecho fundamental o de incumplimiento de un mandato legal o
administrativo firme, segn el caso, y, como no puede ser de otra manera,
tambin en su sentido procesal, en los trminos del tercer prrafo del
artculo 4 del Cdigo Procesal Constitucional, que a la letra precepta:
Se entiende por tutela procesal efectiva aquella situacin jurdica de una
persona en la que se respetan, de modo enunciativo, sus derechos de libre
acceso al rgano jurisdiccional, a probar, de defensa, al contradictorio
e igualdad sustancial en el proceso, a no ser desviado de la jurisdiccin
predeterminada ni sometido a procedimientos distintos de los previstos por la ley, a la obtencin de una resolucin fundada en derecho, a
acceder a los medios impugnatorios regulados, a la imposibilidad de
revivir procesos fenecidos, a la actuacin adecuada y temporalmente
oportuna de las resoluciones judiciales y a la observancia del principio
de legalidad procesal penal.
El precedente persigue entonces descargar sin desamparar, desguarnecer ni abdicar, resolviendo en el menor tiempo posible y sin ms
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b)
Como lo hemos referido lneas arriba, la carencia de fundamentacin, la ausencia de trascendencia constitucional, la contradiccin a
un precedente vinculante y la desestimacin en casos sustancialmente
iguales son, en sntesis, los cuatro supuestos para la expedicin de una
sentencia interlocutoria denegatoria. Detengmonos brevemente en
cada uno de ellos:
a)
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c)
d)
Introduccin
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Presidente del Tribunal Constitucional del Per. El presente artculo est basado
en la jurisprudencia de dicho Tribunal.
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b)
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c)
Actos invlidos son aquellos que se realizan incumpliendo los requisitos y condiciones que la ley prev, dando lugar, a su vez, a la afectacin
de derechos o principios constitucionales, pero que, sin embargo, pueden
ser subsanados o reparados por s mismos, o eventualmente por medio
de la intervencin del juez. Finalmente, actos nulos son los que al haber
comprometido derechos o principios constitucionales, no pueden ser
reparados26.
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GARANTA DE EFICACIA
DE LAS SENTENCIAS CONSTITUCIONALES
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Los requisitos exigibles de la denominada cosa juzgada constitucional son que exista un fallo de un rgano jurisdiccional; que haya operado
el principio de preclusin sobre la capacidad de impugnar; que exista
un pronunciamiento sobre la forma y el fondo cuando tenga efecto de
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Sobre este punto, cabe sealar que una sentencia debe ser entendida
como acto procesal, como actividad dirigida a la interpretacin e integracin creadora del Derecho, y como decisin poltica, respondiendo a
los principios de congruencia, motivacin, decisin colegial y eficacia4.
a)
Son las razones y motivos por las cuales se sustenta un fallo, en breve, resultan
ser los anlisis doctrinarios propios del fuero constitucional. La ratio que es vinculante, es expresamente declarada en sentencia.
STC N 0048-2004-PI.
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Garantizar que la respuesta del rgano jurisdiccional resuelva realmente el problema planteado.
c)
d)
El derecho a la ejecucin de sentencias est regulado constitucionalmente en el artculo139 inciso 2, el cual seala lo siguiente:
Artculo 139.- Son principios y derechos de la funcin jurisdiccional:
2.- La independencia en el ejercicio de la funcin jurisdiccional. Ninguna
autoridad puede avocarse a causas pendientes ante el rgano jurisdiccional
ni interferir en el ejercicio de sus funciones. Tampoco puede dejar sin efecto
resoluciones que han pasado en autoridad de cosa juzgada, ni cortar procedimientos en trmite, ni modificar sentencias ni retardar su ejecucin.
Estas disposiciones no afectan el derecho de gracia ni la facultad de investigacin del Congreso, cuyo ejercicio no debe, sin embargo, interferir en el
procedimiento jurisdiccional ni surte efecto jurisdiccional alguno.
Sobre este punto cabe indicar que el artculo 148 del Reglamento
Normativo del Tribunal Constitucional, aprobado mediante Resolucin
Administrativa N. 095-2004-P-TC, seala que los efectos jurdicos de una
sentencia constitucional comienzan al da siguiente de su notificacin, o en
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STC N 04909-2007-HC
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Por ltimo, de persistir la inejecucin generada por su irresponsabilidad funcional el responsable puede ser destituido como sancin por
la afectacin perpetrada.
El referido artculo 22 debe ser ledo conjuntamente con el artculo
59. Este ltimo regula los plazos de ejecucin y dispone que en caso de
que el obligado no haya cumplido con lo sentenciado, el juez lo requerir a
travs del superior jerrquico a que lo haga cumplir y en caso sea necesario
habr el correspondiente proceso administrativo contra el remiso. Y en el
caso de que sea un funcionario pblico quien debe cumplir, el juez est
facultado para expedir una sentencia ampliatoria que sustituya la omisin
del funcionario y regule la situacin conforme al sentido de la decisin.
Por otra parte, como accin activa destinada a solucionar esta problemtica, el Tribunal Constitucional en el caso Banco Continental (Expediente
N 00168-2007-Q/TC) ha creado jurisdiccionalmente el Recurso de Agravio
Constitucional a favor del cumplimiento de sus sentencias.
Este mecanismo ha tenido que ser implementado, en tanto, el
artculo 18 del Cdigo adjetivo no lo prev explcitamente.
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Art. 48.- La sentencia expedida por el Pleno se convierte en tal al ser firmada por el nmero
mnimo de Magistrados exigido por la ley. En el caso de la expedida por las Salas, debe
contar con tres votos conformes. Sus efectos empiezan a regir desde el da siguiente a su
notificacin y, en su caso, publicacin en el diario oficial El Peruano. La parte resolutiva
de las sentencias en los procesos que declaran fundada total o parcialmente, la demanda de
inconstitucionalidad de una ley, debe ser difundida, adems, en dos diarios de circulacin
nacional.
a)
b)
c)
Incumplimiento del juez. Esto, en tanto, sea el obligado a dar cumplimiento de la sentencia en su condicin de parte vencida; y cuando
no es parte, omite exigir al perdedor el cumplimiento de lo resuelto.
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b)
Solicitar el apoyo de la fuerza pblica para personalmente constituirse en el lugar donde se encuentra el agraviado en el proceso de
hbeas corpus, con el objeto de proceder a ejecutar lo ordenado en la
sentencia. (Se sustenta en los artculos 118.9 y 166 de la Constitucin
Poltica del Per, debido a que existe la obligacin del Presidente de
la Repblica de cumplir y hacer cumplir las leyes, de donde se deriva
que aquel debe prestar y disponer los recursos necesarios cuando
sean requeridos por las autoridades jurisdiccionales; amn de que la
norma supra prev como finalidad fundamental de la Polica Nacional del Per la de mantener y restablecer el orden interno, as como
la de prestar proteccin y ayuda a las personas y a la comunidad,
garantizando el cumplimiento de las leyes y la seguridad del patrimonio, por lo que le corresponde prevenir, investigar y combatir la
delincuencia).
c)
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STC N. 4119-2005-AA
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1.
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En rigor de verdad, el control de convencionalidad no se limita a asegurar la primaca del Pacto de San Jos de Costa Rica, sino de todos los tratados sobre derechos
humanos ratificados por un Estado, los que conforman, para el mismo, una especie
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Derivamos tambin al lector a SAGS, Nstor Pedro, Derechos constitucionales y derechos humanos. De la constitucin nacional a la constitucin convencionalizada, en Nogueira Alcal Humberto (Coord.), La proteccin de los derechos
humanos y fundamentales de acuerdo a la Constitucin y el derecho internacional de los
derechos humanos, Santiago de Chile, 2014, Librotecnia Centro de Estudios Constitucionales de Chile, pg. 15 y ss. Empalmes entre el control de constitucionalidad y
el de convencionalidad. La constitucin convencionalizada, en VON BOGDANDY,
Armin; PIOVESAN, Flavia y MORALES ANTONIAZZI, Mariela, Estudos avanados de direitos humanos, Ro de Janeiro, 2013, Elsevier, p. 617 y ss.; La interpretacin
judicial de la Constitucin. De la Constitucin nacional a la Constitucin convencionalizada, Mxico, 2013, Porra, pg. 356.
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En la sentencia del 20 de marzo de 2013, sobre supervisin del cumplimiento del fallo Gelman vs. Uruguay del 24 de febrero de 2011, y que a los
fines didcticos llamaremos el fallo Gelman 2, la Corte Interamericana va
a subrayar el papel del control de convencionalidad tanto en la emisin
y aplicacin de normas (prrafo 69, la bastardilla es nuestra), con lo que
est alertando que dicho control asume nuevas poses jurdicas:
a)
b)
Algunas veces, ciertos cdigos procesales han habilitado a algunos tribunales, por
ejemplo de segunda instancia, a dictar acuerdos plenos o plenarios, que sientan
doctrina judicial obligatoria para los jueces inferiores a ellos. Tales acuerdos generan asimismo normas, bien que con aplicacin limitada. Esa aptitud legisferante
ha provocado discusiones sobre su constitucionalidad, por entender, sus objetores, que afecta el principio de divisin de los poderes.
En segundo lugar, es un control de tipo mixto, por un lado preventivo, en el sentido que debe realizarse antes de emitir la norma,
redactndola conforme con la convencin americana sobre derechos humanos y la jurisprudencia de la Corte Interamericana; y
por otro, reparador, a fin de auto abolir las normas que el rgano
materialmente legisferante ha pronunciado y despus constata que
son incompatibles con las referidas convencin y doctrina judicial
interamericanas. En el caso argentino, la derogacin congresional de
las leyes de obediencia debida y de punto final, que de hecho
importaban una suerte de amnista respecto de delitos castigados
por el derecho internacional de los derechos humanos perpetrados durante el rgimen militar de 1976/83, es una muestra de tal
escrutinio de convencionalidad reparador.
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mismo tendr que hacer el legislador comn. Tal actitud de abstinencia normativa comienza felizmente- a hacerse carne en diversos escenarios latinoamericanos.
c)
La ley argentina 26.854 alude varias veces al concepto de vida digna como
elemento generador de un trato ms favorable en la provisin de ciertas medidas
cautelares contra el Estado nacional.
a)
una singular vigorizacin temporal para tales medidas, algo que puede ser
decisivo para el xito de una demanda.
d)
El art. 10, inciso 2, permite expedir medidas cautelares relativas a los casos
del art. 2 inc. 2, con una mera caucin juratoria (las otras cautelares, debern cubrir caucin real o personal).
e)
b)
A su turno, el art. 4 inc. 3 de la misma ley, expone que las medidas cautelares que tengan por finalidad la tutela de los supuestos enumerados en el
artculo 2, inciso 2, podrn tramitar y decidirse sin informe previo de la
demandada. Aqu la norma confiere al valor vida digna (y a los otros
bienes mencionados en el art. 2 inc. 2), una situacin privilegiada: exime
potencialmente de la tramitacin y resolucin de la medida cautelar, un
informe previo a la autoridad pblica demandada.
El art. 13 inc. 3, prrafo segundo, establece que las apelaciones contra las
medidas cautelares dispuestas en primera instancia ordenando la suspensin de los efectos de una ley o de un reglamento, tendr efecto suspensivo, salvo que se encontrare comprometida la tutela de los supuestos
enumerados en el art. 2, inciso 2. Tambin aqu la ley 26.854 trata con
mayor benignidad a las medidas precautorias ordenadas a amparar la
vida digna, cuando suspendieren la aplicacin de leyes o reglamentos
del mismo rango que ley, las que, cuando son concedidas inicialmente, se
ejecutan lo mismo aunque fueren apeladas (el recurso ser entonces con
efecto devolutivo).
c)
La suma de estas normas de trato favorable para las medidas cautelares adoptadas en defensa de la vida digna, es por cierto significativa: alivia recaudos de
competencia, de un requerimiento de informe al demandado, de determinacin
de plazo de validez, flexibiliza la contracautela y da vigor ejecutivo a lo resuelto,
pese a que la resolucin admisoria se encontrase recurrida.
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-67Indice
196, 203, 208, 211), Ximenes Lopes vs. Brasil (prrafos 127 a 132, 138 a 140),
Zambrano Lpez vs. Ecuador (prrafo 81), etc.
3.
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-69Indice
4.
El lector podr advertir que la doctrina del control de convencionalidad diseada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, no tiene
un desarrollo lineal ni absolutamente coherente. Abundan los zigzagueos,
los avances y los despliegues no siempre armnicos. Su formulacin es
tipo aluvional: va creciendo con la sedimentacin de diferentes casos
donde el referido tribunal formula explicitaciones y avances. Como tpica
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-71Indice
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RUBIO CORREA, Marcial. Para conocer la Constitucin Poltica del Per de 1993.
Fondo Editorial PUCP, pg. 54.
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INTRODUCCIN
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RUBIO CORREA, Marcial. Para conocer la Constitucin Poltica del Per de 1993.
Fondo Editorial PUCP, pg. 313.
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La propia enseanza: Corresponde a cada uno, varn y mujer, reconocer y aceptar su identidad sexual. La diferencia y la complementariedad
fsicas, morales y espirituales, estn orientadas a los bienes del matrimonio
y al desarrollo de la vida familiar. La armona de la pareja humana y de la
sociedad depende en parte de la manera en que son vividas entre los sexos
la complementariedad, la necesidad y el apoyo mutuos. Esta perspectiva
lleva a considerar necesaria la adecuacin del Derecho Positivo a la Ley
Natural, segn la cual la identidad sexual es indiscutible, porque es la
condicin objetiva para formar la pareja matrimonial.
2.
3.
4.
5.
La ley debe reconocer iguales derechos tanto a los hijos nacidos fuera
de matrimonio como a los nacidos dentro del mismo.3
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-77Indice
la sexualidad humana que es un don, que no est al lado del ser persona,
sino que le pertenece, forma parte de la sustancia del ser humano.
Cuando la comunidad poltica banaliza las relaciones familiares deja
de lado que la totalidad del hombre incluye la dimensin del tiempo; que
el s matrimonial significa s, para siempre, y es irrevocable ya que
est destinado al don de nuevas vidas. La libertad del s es la libertad
capaz de asumir lo que es definitivo; no se limita a la bsqueda del placer
circunstancial legtimo o no.
Adoptado y abierto a la firma, ratificacin y adhesin por la Asamblea General en su resolucin 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1966
Artculo 10
Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen que:
1.
Se debe conceder a la familia, que es el elemento natural y fundamental de la sociedad, la ms amplia proteccin y asistencia posibles,
especialmente para su constitucin y mientras sea responsable del
cuidado y la educacin de los hijos a su cargo. El matrimonio debe
contraerse con el libre consentimiento de los futuros cnyuges.
2.
3.
Ver Ley N 27495 de 7 de julio de 2001, denominada Ley que incorpora la separacin de hecho como causal de separacin de cuerpos y posterior divorcio.
Tambin la ley N 29227, denominada Ley que regula el procedimiento no
contencioso de la separacin convencional y divorcio ulterior en las municipalidades y notaras de 16 de mayo de 2008.
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-79Indice
II
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10
-81Indice
La carga laboral nueva, la retrasada y la pendiente en el Poder Judicial son reales y gigantescas. Un solo ejemplo al paso: Con los incentivos
legislativos al divorcio se ha logrado un embalse de ms de 3 millones y
medio de demandas pendientes de solucin. Para el congresista menos
alerta, el proyecto del Divorcio al Paso supuso una posible cosecha de 17
millones de votos para la reeleccin sin contar con los votos de los terceros que estn a la espera del respectivo divorcio!11 Necesidad de control
de la convencionalidad.
II
Este tipo de leyes electoreras (divorcio al paso, divorcio delivery)
es negativo para los fines de instaurar una relacin correcta y constructiva
entre la familia, el Estado y la sociedad cuyo punto de partida es el reconocimiento de la subjetividad y de la prioridad social de la familia.
Hay un barniz cultural e histrico ligado a las formas de las relaciones sociales que se desprenden de un dato natural. Las relaciones sociales
siguen fundndose en la naturaleza.
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-83Indice
III
Finalmente, teniendo en cuenta las fuentes humansticas y jusnaturalistas de los arts. 1, 2 y 4 y Cuarta Disposicin Final y Transitoria de
la Constitucin Poltica del Per; y las concordantes normas contenidas
en la Convencin Interamericana sobre Derechos Humanos y el Pacto
Internacional de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales es necesario
hacer una advertencia: Los jueces que estn llamados a activar el control
de la convencionalidad en el rea del Derecho Familiar, debern tener en
cuenta que se puede sostener que competira al Estado social y democrtico
de Derecho regular los efectos civiles del matrimonio. Pero, ni el Estado ni
la sociedad deben soslayar su dignidad en sus caractersticas especficas,
que exigen ser salvaguardadas frente a cualquier intento de alteracin de
su naturaleza. La sociedad no puede disponer del vnculo matrimonial,
con el cual los dos esposos se prometen fidelidad, asistencia recproca y
apertura a los hijos.
La totalidad, en razn de la cual los cnyuges se entregan recprocamente en todos los aspectos de la persona, fsicos y espirituales;
La unidad que los hace una sola carne (Gn 2,24);
La indisolubilidad;
La fidelidad que exige la donacin recproca y definitiva;
-84-
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-88-
-89Indice
Como ya hemos sealado en otros trabajos, los alcances del concepto Constitucin han ido cambiando con los aos. En un primer momento, la comprensin del
mismo se circunscribe a un carcter ms bien descriptivo del escenario poltico
existente en una sociedad determinada. Luego, se le consider como un acuerdo
poltico fundamental en el cual se sustentaba la labor de elaboracin de lo jurdico,
confiada en principio a los parlamentos o congresos (segn el sistema jurdico
del cual se proviene) a travs de las leyes (la otra normativa sera desarrollo de lo
previsto a nivel legislativo).
Despus de ello, ya sea por influjo de fallos como Marbury versus Madison (1803)
en los Estados Unidos y el pensamiento kelseniano en la Europa Continental
de la primera mitad del siglo veinte, la Constitucin pasa a ser entendida como
una norma jurdica (o un conjunto normativo, de acuerdo con lo sealado por
Eduardo Garca de Enterra). Sin embargo, all todava el nfasis de estos textos se
encontraba en asegurar la limitacin del poder, insistiendo ms bien en la determinacin de procedimientos y competencias. Ahora bien, luego, y por una serie
de acontecimientos, las cosas cambiaran.
-90-
-91Indice
no para inquirir cmo el Poder Ejecutivo o los funcionarios del Poder Ejecutivo
desempean deberes en los cuales tienen completa discrecin. Cuestiones en su
naturaleza poltica, o las que, por la Constitucin o a las leyes, estn sometidas al
Poder Ejecutivo, nunca pueden ser decididas por este Tribunal [].
Como bien sealaba Sagus [] Esta teora convena a la Corte Suprema, pues
tranquilizaba al Congreso y al Gobierno, ponindose una autorestriccin luego de
haberse otorgado el control difuso sin una cobertura constitucional especfica para
ello. Convena al Presidente y al Capitolio, que reciban una suerte de inmunidad de
cuestionamiento va jurisdiccional en temas privativos de dichos rganos, y que casi
siempre eran los de mayor relevancia poltica. Finalmente, beneficiaba a los ciudadanos, pues as garantizaban una cuota de cuestionamiento a las decisiones de las
autoridades aceptada por las mismas autoridades (aquella destinada a defender sus
derechos) []. Ver en este sentido, SAGUS, Nstor. Reflexiones sobre las cuestiones polticas no justiciables a propsito de la coalicin contra Irak. En: Revista
Iberoamericana de Derecho Procesal Constitucional. Mxico, Porra, 2005, pp. 295-296.
Estar ante materias confiadas constitucionalmente a reparticiones polticas dentro de cada gobierno.
b.
Estar ante asuntos donde no existe una normativa judicialmente distinguible y aplicable.
c.
Estar ante problemas donde debe darse una decisin poltica en materias
reducidas a una discrecionalidad gubernativa (no judicial).
d.
Eventualmente, estar ante temas en los que es imposible que una decisin
independientemente de un tribunal falte el respeto a otras ramas del
Gobierno.
e.
f.
-92-
-93Indice
racionalizadora9, preserva que las polticas ya dictadas o por dictarse respondan a los cnones que puedan justificarse en aquello que se desprende de
lo planteado por el constituyente.
En mrito a lo sucedido, conviene preguntarse si la labor del Tribunal Constitucional se limita solo a interpretar la Lex (texto normativo) de la Constitucin. En otras
palabras, si la interpretacin constitucional puede ser considerada como una actividad meramente tcnica (Lucas Verd). Al respecto, en cualquier caso, parece
claro que desentraar el significado del texto de la Constitucin exige siempre
tener en cuenta el contexto (v. gr. Scalia, Mller), que da o ayuda a darle sentido a
las disposiciones normativas.
6
Hoy se seala que los Tribunales ayudan al proceso de integracin social y poltica,
mxime si vivimos en tiempos de dispersin y pluralismo (Sosa Sacio). En tal sentido,
los tribunales tendran una funcin republicana, al menos en dos sentidos: a travs
de su actitud afirmativa de los valores constitucionales y las virtudes cvicas (incluso, a veces,
contra impulsos mayoritarios y la poltica cotidiana); y mediante la consolidacin de una
identidad en la Constitucin (es decir, fomentando la integracin en el sentimiento constitucional (Lucas Verd) o el patriotismo de la Constitucin (Sternberg, Habermas)).
anotar que el ejercicio de esta funcin de moderacin entre poderes, con la finalidad de restablecer la armona poltica no obstante las diferencias y el pluralismo,
excede en puridad al mbito de sus competencias jurdicas. Y es que en la lnea
de lo planteado desde Hesse, los casos no se resuelven nicamente atendiendo al
reparto constitucional de competencias o la titularidad de bienes constitucionales,
sino que la interpretacin de las disposiciones, la argumentacin de los casos y el
contenido de las sentencias de principio debera estar orientada a la integracin y
la pacificacin de los conflictos entre poderes; a la unidad poltica del Estado.
-94-
-95Indice
los criterios generales que nos permiten establecer cundo estamos ante
una va igualmente satisfactoria en los trminos planteados en el artculo 5.2 del Cdigo Procesal Constitucional, destinados a consagrar el
amparo subsidiario o residual (no entrar aqu a discutir la diferencia
entre ambos conceptos) recogido en el ordenamiento jurdico peruano.
10
-96-
Como es de conocimiento general, en la sentencia Apolonia Ccollcca (STC 031792004-AA/TC) se plantea la realizacin de tres pasos o exmenes para determinar
si cabe el amparo o el hbeas corpus contra una resolucin judicial, los de razonabilidad, coherencia y suficiencia. Estos tres pasos se sintetizan en rigor en el
tercero de los mismos, el llamado test de suficiencia, el cual implica que es responsabilidad del juez o jueza de la causa evaluar si estamos ante una vulneracin
de derechos cuya intensidad amerita abrir las puertas de su debate en sede de la
judicatura constitucional.
-97Indice
Lo recientemente expuesto explica cmo en la actualidad la resolucin de casos en los cuales no se ejerce un control en abstracto de
normas, sino que aquellos donde se evalan afectaciones especficas
a derechos fundamentales12 sean los que involucran el grueso de la
carga procesal de todos los tribunales constitucionales. La atencin
de muchos de los casos descritos en el prrafo anterior de este mismo
texto, lamentablemente no colabora precisamente con la cabal tutela
de los derechos, la cual debiera ser hoy la labor central del grueso de
los tribunales constitucionales existentes. Pasemos entonces a explicar
los alcances de esta aseveracin.
De otro lado, nadie discute las enormes ventajas con las que en
trminos garantistas cuenta la proteccin de derechos en sede jurisdiccional, pero la misma naturaleza de esta funcin hace que su tratamiento
no resulten tan expeditivo como muchas veces se quisiera. Debe adems
Una revisin del Cdigo Procesal Constitucional demuestra cmo su texto no solamente se decanta por una tesis admisoria moderada en lo referente a los procesos
constitucionales de la libertad contra resoluciones judiciales, sino tambin expresamente descarta la posibilidad de amparos contra amparos. Muy a despecho de
ello, y sin una declaracin de inconstitucionalidad de los artculos 4 y 5 inciso 6 del
Cdigo recientemente mencionado, se ha procedido, mediante pronunciamientos
con carcter de precedente, a habilitar una tesis admisoria amplia, as como al
ejercicio del amparo contra amparo. Esta ltima posibilidad, la del amparo contra
amparo, ha abierto a su vez la puerta para otras alternativas, como la del amparo
contra hbeas corpus, hbeas corpus contra amparo, etctera. Sin duda alguna,
este es un tema que en su momento deber ser debidamente abordado.
12
-98-
-99Indice
Todo ello, claro est, no implica perder de vista que nuestro Tribunal
Constitucional es sobre todo un tribunal de casos (mxime en el Per, de
acuerdo con lo planteado en el artculo 202 de la Carta de 1993). Ahora
bien, solamente debe estar en capacidad de conocer aquellos procesos en
los cuales se considera que la judicatura ordinaria no ha podido otorgar
eficiente tutela a los derechos, por una equivocada comprensin de sus
competencias o por una errnea percepcin de los temas sometidos a ellas.
A ello debe apuntar su mejor posicionamiento institucional: no por ver
muchos casos cumple en forma ms eficaz con su labor. Lo hace cuando
conoce mejor, analiza con mayor detalle y resuelve con mayor rigurosidad
los casos sometidos a su conocimiento. Lo expuesto lleva a aquello que,
como bien se ha anotado13, ya se hace en muchos pases: que jueces que ven
procesos constitucionales de la libertad dentro de la judicatura ordinaria
pueden incluso rechazar in limine requerimientos de tutela de derechos
por haberse incurrido manifiestamente en causales de improcedencia
previamente establecidas.
Coincidimos entonces con lo planteado, entre otros, con SOSA SACIO, Juan
Manuel. El primer precedente del nuevo Tribunal Constitucional. Repblica y
Constitucin. Recuperado el 30 de agosto de 2014 de http://www.republicayconstitucion.blogspot.com
-100-
-101Indice
14
A continuacin, en el fundamento 28 de este fallo, ya se establecen como elementos para la declaracin de improcedencia de un Recurso de Agravio, antes de
ingresar al fondo del debate, a supuestos de vulneracin manifiesta del contenido
constitucionalmente protegido de un derecho fundamental; a casos de demandas manifiestamente infundadas; a situaciones en las cuales se haya reconocido
la tutela del derecho cuya proteccin fue solicitada en la demanda, respecto de
los cuales se haya declarado improcedente o infundado el pedido de reparacin o
restablecimiento del agraviado en el pleno goce de sus derechos fundamentales; y,
como no, a la existencia de casos sustancialmente idnticos a los aqu ya mencionados. Tngase finalmente que all textualmente se seala lo siguiente:
Sin embargo, es justo reconocer que estos criterios fueron muchas veces incumplidos por culpa del quehacer del mismo Tribunal, que tramit mltiples causas
sin acoger los criterios que ese mismo colegiado ya haba establecido. Una buena
demostracin es la de la admisin para el conocimiento por el Tribunal Constitucional peruano de casos como el de Francisca Lilia Vsquez Romero. Corresponda entonces tomar acciones al respecto, mxime si la actual composicin del
tribunal se ha encontrado con ms de seis mil causas pendientes de resolucin, y
que en promedio, hoy casi el ochenta por ciento de los requerimientos puestos en
su conocimiento son declarados improcedentes por este organismo de interpretacin vinculante y control de constitucionalidad, sustentndose el grueso de estas
improcedencias en factores que, ya desde el Reglamento Normativo de la institucin, as como desde su jurisprudencia, justificaban su rechazo liminar.
[] Debe tenerse cuidado de no declarar manifiestamente improcedentes cuestiones que, en realidad, deban requerir un anlisis ms profundo pues cuando
exista duda razonable al respecto, debe ser declarada la improcedencia [].
La relacin entre la actuacin a asumir por el tribunal en estos casos y aquello
que ya justificaba la posibilidad de rechazar in limine aquello que es puesto en su
conocimiento es evidente, por encontrarse ante temas sin especial trascendencia
constitucional. Como fcilmente puede apreciarse, lo all previsto va en la lnea de
lo que hemos comentado como habitual en el Derecho Comparado y, adelantando
lo que se viene, solamente sera sistematizado luego en la misma jurisprudencia
de nuestro Tribunal Constitucional.
-102-
-103Indice
replantear la controversia debidamente resuelta por los rganos jurisdiccionales emplazados, y porque ha vencido el plazo de prescripcin para
interponer la demanda. Bsicamente en funcin a este argumento es que
la Sala Revisora confirma la resolucin apelada.
Los argumentos de la demandante son, por decir lo menos, curiosos. Luego de sustentar cmo en su opinin no se le haba notificado la
ejecutoria suprema que resolvi el recurso de casacin que interpuso en
el proceso de ejecucin de garantas seguido en su contra, aade que la
Sala Civil Suprema actu all en forma ilegal, pues habra transformado
un proceso de naturaleza civil (una tercera preferente de pago) en uno
constitucional y, cambiando de jurisdiccin, remiti la controversia
a la Sala Constitucional Suprema emplazada. Este razonamiento viene
acompaado de afirmaciones como las siguientes:
[] los jueces del cuarto juzgado civil de la Corte Superior de Justicia del
Santa Chimbote en posta jurisdiccional indebida e ilegal, en complicidad
con los auxiliares juridiciales y evidentemente de acuerdo con los vocales
supremos y los vocales de la Sala Civil de Chimbote tramitan con fraude el
Expediente nmero 1460-2006 (fojas 70, el subrayado es nuestro).
A.
B.
C.
D.
-104-
-105-
Indice
Y es que, tomando en cuenta la especial naturaleza de las competencias de un Tribunal Constitucional, debe tenerse presente que hay
causas que, independientemente de la relevancia que para cada quien
tiene su propio proceso, no corresponde en rigor que sean vistas por este
organismo. En algunos casos, aquello sucede en mrito a que lo puesto en
su conocimiento carece de mayor fundamento. En otros, lo que se pone
en sus manos no cuenta con lo que doctrinaria y jurisprudencialmente se
denomina especial relevancia constitucional.
-106-
La comprobacin de que la afectacin del derecho del demandante pudiese derivar en la formulacin de un criterio de
alcance general.
-107-
Indice
C.
D.
E.
Se constate que la postura manejada por el Tribunal constitucional sobre el derecho fundamental alegado sea incumplida
en forma general y reiterada por la judicatura ordinaria.
G.
B.
F.
-108-
-109Indice
y planteamientos, mxime si se est hablando de una cabal tutela de derechos fundamentales. Ojal todos los actores involucrados se encuentren
a la altura de estos retos.
Se apuesta entonces por proteger a los(as) justiciables que realmente demandan la tutela urgente de sus derechos. Ello va a exigir,
por parte del Tribunal, un redimensionamiento de su funcionamiento
administrativo, de la mano con lo previsto no solamente en esta sentencia
o en el reglamento interno de la institucin, sino tambin de una serie
de decisiones de organizacin del trabajo interno que seguramente se
darn a conocer prximamente.
Va tambin a demandar de la judicatura ordinaria y de los(as) abogados(as) de los(as) justiciables a ser ms rigurosos(as) en sus evaluaciones
16
En este caso, e incluso en la alegacin de una especial trascendencia constitucional, no se deja abierta una incontrolable discrecionalidad que bien podra
abanderar ese plano discrecional para devenir en algo absolutamente arbitrario. As, por ejemplo, y ante las pretensiones carentes de fundamentacin (que
pueden llegar al Tribunal Constitucional peruano incluso como consecuencia de
una doble improcedencia liminar), ya hay posiciones fijadas en el caso peruano
sobre estndares mnimos de motivacin en casos como el de Giuliana Llamoja
(STC 00728-2008-HC/TC) para el escenario jurisdiccional; o el reciente Mateo
Castaeda Segovia (ATC 00791-2014-PA/TC) con algunos necesarios matices a
nivel administrativo.
De otro lado, conviene destacar que para la evaluacin de si estamos ante causas
sustancialmente iguales, debe tenerse en claro cules son los reales alcances de
una motivacin por remisin (repeticin justificada de considerandos ya utilizados en otras resoluciones), pues pueden traerse reflexiones de otros pronunciamientos aunque para aplicarlas a situaciones diferentes que demanden respuestas distintas. Los alcances sobre cmo entender los temas en los cuales ya hay
una lnea jurisprudencial establecida por el Tribunal, o las ideas que dentro de la
jurisprudencia de este colegiado y la de otros tribunales constitucionales, se han
entendido como parte de lo que debe comprenderse como de especial trascendencia constitucional, ya han sido desarrollados a lo largo de este mismo texto,
y a ellas nos remitimos.
-110-
-111Indice
I. INTRODUCCIN
-112-
Vicepresidente del Tribunal Constitucional del Per. Doctor en Derecho. Exconsejero del Consejo Nacional de la Magistratura. Exjuez de la Corte Suprema de la
Repblica.
-113Indice
Adems, considero esencial destacar cmo el Tribunal Constitucional, en su rol de mximo intrprete de la Constitucin y garante de los
derechos fundamentales, debido a su jurisprudencia, ha ido dilucidando
los conceptos de familia y matrimonio, dotndoles de nuevos contenidos
que se ajustan a las nuevas exigencias de nuestra sociedad.
En ese sentido, el objeto del presente artculo no es otro que poner
en evidencia que el Derecho Constitucional, hoy por hoy, transciende
a todo el Ordenamiento jurdico y lo sujeta a sus disposiciones. Esta
labor de constitucionalizacin es fuertemente acentuada por el Tribunal
Constitucional que, mediante su jurisprudencia, logra complementar y
fortalecer las instituciones jurdicas del Derecho Civil, especficamente,
del Derecho de Familia.
II.
Desde los albores del siglo XIX, el orden jurdico tuvo la Ley como
eje central y esencial que condicion el comportamiento de la sociedad de
aquel entonces. En ese sentido, el Derecho estableca sus cimientos en el
principio de legalidad, lo cual significaba que la Constitucin, concebida
como tal, no era otra cosa que una norma poltica, desprovista de contenido jurdico vinculante1.
1
-114-
-115Indice
La Rigidez Constitucional
La rigidez Constitucional supone que cualquier reforma de la
Constitucin solo ser posible si se cumple algn procedimiento previamente dispuesto para su aprobacin, modificacin o derogacin. De este
modo, al definir y cualificar al poder competente para la reforma de la
Constitucin, frente a otros poderes constituidos, se pretende garantizar
la primaca constitucional. Las constituciones rgidas y solamente ellas
gozan de un rgimen jurdico especial, diverso del que tienen las leyes,
en el sentido de que el procedimiento de reforma de la Constitucin es
distinto al procedimiento de formacin de las leyes5.
As, podemos evidenciar que la Constitucin, a travs de los elementos que la conforman, tanto en el reconocimiento de derechos, como en
-116-
Ib. 1. p. 13.
Ib. 1. p. 16.
-117Indice
Constitucin sustantiva
En el Estado Constitucional, la Constitucin se convierte en una
norma con gran carga axiolgica. Siguiendo a Aguil, podemos afirmar
que as como la Constitucin estatuye una serie de instituciones y les
otorga competencias (por ejemplo: Poder Ejecutivo, Congreso de la Repblica, Poder Judicial, Tribunal Constitucional, etc.) tambin prescribe una
dimensin valorativa. Esto es, que aparte de los preceptos estrictamente
normativos que tangiblemente los impone, tambin reconoce situaciones
y valores igualmente importantes, tales como la soberana popular, la
dignidad y seguridad de las personas, la diversidad cultural, la educacin,
la salud pblica10. La rematerializacin de la Constitucin implica que
esta no solo determina cmo debe organizarse el poder para tomar sus
decisiones sino qu es lo que puede o debe decidir11.
10
11
Ib. 2. p. 48.
12
-118-
-119Indice
los derechos de la ley15 ocasiona severos conflictos para los Jueces civiles,
toda vez que estos, al verse ms vinculados a la Constitucin que a la ley,
podran en su potestad de intrpretes sobrepasar los lmites al inaplicar
irrestrictamente preceptos legales so pretexto de una propia exgesis de
la Constitucin, haciendo tambalear los principios de seguridad jurdica
y certeza del Derecho, que constituyen hoy los pilares esenciales de un
Estado democrtico de Derecho16.
Sin perjuicio de lo expuesto, debemos resaltar que la reinterpretacin de las normas civiles a la luz de la Constitucin, ciertamente podra
irrogar dificultades y excesos por parte de los operadores del Derecho,
pues un enfoque que extrema el principialismo constitucional y desliga
13
14
Ib. 6. p. 22.
-120-
15
16
-121Indice
sino tambin en otros, que aunque no encontraron eco alguno en los medios
de comunicacin, dejan de ser trascendentales para el perfeccionamiento
de la tutela que el Derecho persigue dispensar a todas las personas.17
18
CRDOVA, lvaro. La perspectiva constitucional de la familia en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional. Gaceta del Tribunal Constitucional, 2008. p. 4.
19
20
-122-
-123Indice
-124-
-125Indice
V. CONCLUSIONES
VI. BIBLIOGRAFA
Recapitulando lo sealado a lo largo del presente artculo, podemos concluir que la constitucionalizacin del derecho es un fenmeno
cuyas caractersticas permiten garantizar la permanencia y eficacia de la
Constitucin en el Ordenamiento jurdico.
En esa lnea, el abandono de un modelo estrictamente legalista ha
facilitado que el legislador entienda el derecho como una unidad sujeta
a los parmetros establecidos en la Constitucin, ya que, solo a partir de
esta, los dispositivos normativos con que cuenta cada rea del Derecho,
cobran un sentido cabal.
Dicho esto, debemos asumir que tambin el Derecho Civil est inmerso
en el marco de los contenidos constitucionales y su actuacin se rige bajo
principios de constitucionalidad recogidos en la Carta fundamental. Empero,
no solo se encuentra nicamente subordinado a estos mandatos supremos,
sino que tambin est permanentemente dotado con el contenido constitucional que la jurisprudencia, por intermedio del Tribunal Constitucional,
desarrolla y que permite que el Derecho civil pueda ir transformndose
acorde al dinamismo por el que atraviesa nuestra sociedad.
El Derecho de Familia es un claro ejemplo de lo expuesto, pues,
la evolucin de la Familia en la legislacin nacional no ha sido siempre
la misma, sino que ha ido de la mano con el desarrollo de los derechos
fundamentales. Esto, ha permitido que sus alcances y preceptos lleguen
a ocupar un espacio ms amplio, con mayor proyeccin cuando hace
referencia al pasado.
2.
ARAGN, Manuel. El Juez ordinario entre legalidad y constitucionalidad. UAM, Madrid. pp. 185, 186.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
21
1.
Ib 17. p. 7.
-126-
-127Indice
16.
1.
l mundo del derecho aparte de su innegable manifestacin tridimensional expresada en norma-realidad-valor1 en el plano del discurso jurdico;
esto es, en la elaboracin de la teora jurdica; oscila en una permanente
lnea dual: a la presencia de un fenmeno, del griego phaenomenum (lo que
-128-
**
-129Indice
Los nombres que se ponen a las cosas (res) recurdese tambin que el
trmino fenmeno deriva del latn res, rei ha sido fruto de una compleja
evolucin en el lenguaje jurdico7. Y los nombres o trminos jurdicos, o
bien son creaciones de los rganos jurisdiccionales, del legislador, de la
costumbre o de la doctrina, o de complejas fuentes, de orden metajurdico
y muchos que vienen secularizado del viejo imperio romano.
Por otro lado, a diferencia de lo que ocurre con los cientficos en las
reas de las ciencias naturales, los acadmicos en el mundo del derecho,
la actividad cognitiva no est exenta de un criterio axiolgico. En efecto,
el derecho en su expresin normativa se presenta como una categora
de regular una realidad, por lo que permite al operador del derecho un
conocimiento a priori del du sein (ser ah) fenmeno jurdico. Empero,
la actividad cognitiva del cientfico del derecho no deja de lado el so sein
(ser as)8.
En la evolucin del pensamiento jurdico, no cabe duda que el
lenguaje ha jugado un papel imprescindible y vital cuando se trata de
expresar enunciados, conceptos, categoras, principios.
-130-
FOUCAULT, Michel. Las palabras y las cosas: una arqueologa de las ciencias humanas,
traduccin de Elsa Cecilia Frost, 22. edicin revisada y corregida, Mxico D.F.,
Siglo XXI, 2010, vid. pp. 48-62.
Los conceptos jurdicos tienen un fundamento, en general histrico, y se mantienen en la tradicin jurdica, lo que es de la mayor importancia para la interpretacin (filolgica), y para su empleo en la dogmtica jurdica [BIELSA, Rafael: Los
conceptos jurdicos y su terminologa, 3. edicin, Depalma, Buenos Aires, 1961].
-131Indice
2.
10
11
-132-
12
MARINONI, Luis Guilherme y Valerio DE OLIVEIRA MAZZUOLI (coordinadores). Controle de Convencionalidade. Un panorama latino-americano, Gazeta Jurdica,
Brasilia, 2013, p. XIII.
13
-133Indice
Como se podr concluir, el concepto o nocin de control de convencionalidad fue esbozado implcitamente por el Consejo Constitucional
francs ya en 1975; sin embargo, fuera de esta posicin jurisdiccional,
su desarrollo habra de ser delineado explcitamente y desarrollado por
la Corte Interamericana de Derechos Humanos, derrotero que an no
termina, por cuanto en el contexto de este concepto, surge como una figura
singular la problemtica de la inconvencionalidad por omisin que veremos
ms adelante, y que, desde luego, reclama un tratamiento y reflexin por
parte de la doctrina y la jurisprudencia.
14
15
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-135Indice
la Corte Interamericana de Derechos Humanos precisa y afina los contornos del control de convencionalidad, estableciendo explcitamente en
el considerando 128 que:
Cuando un Estado ha ratificado un tratado internacional como la Convencin Americana, sus jueces tambin estn sometidos a ella, lo que les obliga
a velar porque el efecto til de la Convencin no se vea mermado o anulado
por la aplicacin de leyes contrarias a sus disposiciones, objeto y fin. En
otras palabras, los rganos del Poder Judicial deben ejercer no solo un
control de constitucionalidad, sino tambin de convencionalidad ex officio entre las normas internas y la Convencin Americana, evidentemente
en el marco de sus respectivas competencias y de las regulaciones procesales
correspondientes. Esta funcin no debe quedar limitada exclusivamente por
las manifestaciones o actos de los accionantes en cada caso concreto, aunque
tampoco implica que ese control deba ejercerse siempre, sin considerar otros
presupuestos formales y materiales de admisibilidad y procedencia de ese
tipo de acciones
Explicitado y descrito as, bien cabe sealar que el control de convencionalidad es la potestad jurisdiccional que tiene un rgano de jurisdiccin
supranacional para resolver controversias que derivan de normas, hechos,
actos contrarios a la Convencin y a los dems tratados de la regin. El
control de convencionalidad tendr como eje, cotejar y comparar si en un
determinado ordenamiento interno se adeca y acata a la Convencin o no.
4.
Si bien la gran batalla por afirmar la vigencia efectiva de los derechos fundamentales de las personas corresponder siempre, en su etapa
de ejecucin, en el mbito interno a travs de los jueces nacionales, esta
proteccin puede venir precedida heternomamente por la CIDH. Y es
que, as como en la guerra convencional; aire, mar y tierra definen diversos
teatros de operaciones blicas; los jueces nacionales son los que definitivamente definen la batalla que el escenario internacional coadyuva, como
ocurre con la Corte y su control de convencionalidad.
Si existe esa conexin clara y rotunda -o al menos suficiente, inteligible, que no naufrague en la duda o la diversidad de interpretaciones-,
y en tal virtud los instrumentos internacionales son inmediatamente
aplicables en el mbito interno, los tribunales nacionales pueden y deben
llevar a cabo su propio control de convencionalidad. As lo han hecho
diversos rganos de la justicia interna, despejando el horizonte que se
hallaba ensombrecido, inaugurando una nueva etapa de mejor proteccin
de los seres humanos y acreditando la idea -que he reiterado- de que la
gran batalla por los derechos humanos se ganar en el mbito interno, del
que es coadyuvante o complemento, pero no sustituto, el internacional
(Voto razonado del juez Sergio Garca Ramrez a la sentencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en el caso Trabajadores cesados
del Congreso vs. Per, de 24 de noviembre de 2006, FJ. 11).
-136-
-137Indice
6.
-138-
-139Indice
2.
b)
Omisiones de actos administrativos: igualmente se puede homologar la figura de la inconvencionalidad por omisin cuando
aqu, ya no se trata de la falta de una ley o de un reglamento,
sino de la omisin de algn acto de la Administracin Pblica.
Este silencio administrativo puede afectar alguna manifestacin
de las constelaciones normativas del bloque de convencionalidad o de los tratados internacionales de derechos humanos
de la ONU.
c)
Omisiones de la funcin jurisdiccional: se trata aqu de una inconvencionalidad indirecta cuando el rgano jurisdiccional, bien
sea del Poder Judicial, del Tribunal Constitucional, del Jurado
Nacional de Elecciones, al impartir justicia, sus fallos afectan
por omisin el no desarrollo de alguna clusula especfica de
una norma proveniente de los tratados de derechos humanos
a nivel regional o internacional.
Estas tres figuras, pueden delinear una manifestacin de inconvencionalidad por omisin en trminos genricos. Veamos ahora la inconvencionalidad por omisin strictu sensu.
17
-140-
-141Indice
Que el no cumplimiento o acatamiento de una norma internacional en materia de derechos humanos derive de la violacin
de una clusula especfica y directa. Esto supone que tiene que
surgir de una verificacin especfica, y no de una constatacin
abstracta.
b)
c)
Este planteo que aqu esgrimimos probablemente podr tener resistencia en algunos sectores acadmicos. Pero una cosa es que a nivel de la
dogmtica los tratados segn el Convenio de Viena se cumplen s o s por
cada pas que lo ha suscrito, y otra cosa es que, en los hechos y la realidad,
se infringe por omisin.
18
a)
HITTERS, Juan Carlos y scar F. Fappiano. Op. cit., Tomo I, Volumen 2, Ediar,
Buenos Aires, 2012, p. 648.
-142-
a)
b)
Indice
d)
19
A la fecha, y en lo que existe a nivel de la jurisdiccin supranacional, el control que se viene ejerciendo es por la inconvencionalidad por accin; y el fenmeno omisivo de inconvencionalidad
es una patologa silenciosa, pero que genera mayores daos
al no cumplirse la vigencia interna de los derechos humanos
en cada pas.
Por razones pedaggicas, hablamos aqu de inconvencionalidad; siendo que este concepto solo comprende a los tratados
regionales de derechos humanos y cuyo rgano jurisdiccional es
la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Pero no existe
un trmino similar para aludir a los tratados internacionales en
materia de derechos humanos a nivel internacional de la ONU;
de all que bien puede hablarse de una inconvencionalidad
regional y un bloque internacional de derechos humanos de
la ONU, en ambos sectores igual el fenmeno es el mismo:
tratados que regulan materia de derechos humanos sea en
sede regional (convencional) o internacional (ONU) que no
se cumplen por los supuestos ya aludidos19.
En el 51 Perodo de Sesiones en 1997 del Comit para la Eliminacin de la Discriminacin Racial, relativa a los derechos de los pueblos
indgenas, en su Recomendacin General 23 exhort a los Estados parte a
que reconozcan y protejan los derechos de los pueblos indgenas a poseer,
explotar, controlar y utilizar sus tierras, territorios y recursos comunales, y
en los casos en que se les ha privado de sus tierras y territorios, de los que
tradicionalmente eran dueos, o se han ocupado o utilizado esas tierras
y territorios sin el consentimiento libre e informado de esos pueblos, que
adopten medidas para que les sean devueltos. nicamente cuando, por
razones concretas, ello no sea posible, se sustituir el derecho a la restitucin
por el derecho a una justa y pronta indemnizacin, la cual, en la medida
de lo posible, deber ser en forma de tierras y territorios.
En este contexto, de la jurisprudencia constitucional relativa a
este asunto, resalta la STC N. 05427-2009-PA/TC (caso AIDESEP).
En agosto de 2007, la Asociacin Intertnica de Desarrollo de la Selva
(AIDESEP) interpuso un proceso constitucional de cumplimiento
exigindole al Ministerio de Energa y Minas que d cumplimiento
al Convenio 169 de la OIT y que adece sus normas reglamentarias y
directrices al texto internacional.
-144-
-145Indice
Creemos que, en la prctica, tanto la CIDH como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos han venido ejerciendo su control de inconvencionalidad por omisin24, pero que requiere un tratamiento distinto
al tpico control de convencionalidad. En realidad, este control habr de
irse decantando conforme se vaya perfilando y modulando los fallos que
no necesariamente tienen que venir de la CIDH, sino de un control difuso
que lo detentan los Tribunales, Salas o Cortes Constitucionales o del
propio Poder Judicial. Estamos firmemente convencidos que una forma
de ir controlando una verdadera vigencia de los derechos fundamentales
en la regin latinoamericana, ser a travs de fallos bien construidos por
la jurisdiccin constitucional de cada pas que lleve a declarar un control
de inconvencionalidad por omisin.
9.
Marco bibliogrfico
La presencia de un Derecho Procesal Constitucional Transnacional que lleva a estudiar la jurisdiccin supranacional o el control de
convencionalidad est tomando un auge hoy imparable. A continuacin, suministramos un breve marco de referencia bibliogrfica para
el lector en esta materia:
8. Eplogo
No cabe duda, al estar por el dilogo jurisprudencial y judicial trasnacional que se observa a nivel planetario, como el ocurrido recientemente en
el Tercer Encuentro de la Conferencia Mundial de Justicia Constitucional en
Korea (setiembre de 2014) que la expansin de conceptos que hoy alimental al Derecho Pblico21 se viene revitalizando22. Y, en este marco terico,
el concepto control de convencionalidad est tomando una inusitada
presencia que obligar ahora ms que nunca, a que los Tribunales, Salas
o Cortes constitucionales se nutran de la jurisprudencia, doctrina y cosa
juzgada convencional23.
20
Este extremo fue cuestionado por el TC, en la STC N. 0022-2009-PI/TC, fundamentos 11 y 12.
21
22
23
24
-146-
-147Indice
15. BUSTOS GISBERT, Rafael. Pluralismo constitucional y dilogo jurisprudencial. Porra e Instituto Mexicano de Derecho Procesal Constitucional, Biblioteca Porra de Derecho Procesal Constitucional N
52, Mxico, 2012.
6. AA.VV. El control difuso de convencionalidad. Eduardo Ferrer Mac-Gregor (Coordinador), FUNDAP, Quertaro, 2012.
7. AA.VV. Controle de Convencionalidade. Um panorama Latino-Americano: Brasil, Argentina, Chile, Mxico, Peru, Uruguai. Luiz Guilherme
Marinoni y Valerio De Oliveira Mazzuoli (Coordinadores), Gazeta
Jurdica, Brasilia, 2013.
8.
9.
10.
11.
AYALA CORAO, Carlos M. Del amparo constitucional al amparo interamericano como institutos para la proteccin de los derechos humanos.
Instituto Interamericano de Derechos Humanos Editorial Jurdica
Venezolana, Caracas San Jos, 1998.
AYALA CORAO, Carlos M. La jerarqua constitucional de los tratados
relativos a derechos humanos y sus consecuencias. Prlogo de Hctor
Fix-Zamudio, Fundap-Colegio de Secretarios de la Suprema Corte
de Justicia de la Nacin y Comisin Estatal de Derechos Humanos,
Quertaro, 2003.
12.
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BOU FRANC, Valentn y CASTILLO DAUD, Mireya. Curso de Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Tirant lo Blanch, Valencia,
2008.
14.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
-148-
-149Indice
27.
30.
31.
35.
36.
40.
SALADO OSUNA, Ana. Los casos peruanos ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Prlogo de Carlos Fernndez Sessarego
y Presentacin de Francisco Eguiguren Praeli, Normas Legales,
Trujillo, 2004.
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VENTURA ROBLES, Manuel E. y otros. Sistematizacin de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Presentacin
de Hctor Fix-Zamudio, Secretara de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, San Jos, 1996.
44.
45.
VILLN DURN, Carlos. Curso de Derecho Internacional de los Derechos Humanos, Trotta, Madrid, 2006.
Lima, 8 de octubre de 2014
Da del Combate de Angamos
-150-
-151Indice
-152-
-153Indice
As, la libertad creadora y la legitimidad democrtica que identifican a la ley la hacen la mxima expresin normativa de los poderes
constituidos1 aunque siempre subordinada a la Constitucin. Ello no
sucede cuando nos referimos a la potestad reglamentaria, la cual no solo
se encuentra subordinada a la ley sino que, adems, carece obviamente
de la funcin constitucional que corresponde al Legislativo2. En algunos
pases como Espaa no se admite el amparo contra leyes, pero s procede
frente a reglamentos autoaplicativos. En el Per, el Cdigo Procesal
Constitucional dispone que la sentencia estimatoria recada en un proceso
de accin popular determina la nulidad, con efecto retroactivo, de la norma
reglamentaria impugnada, lo cual no ocurre con la sentencia que declare
la inconstitucionalidad de una ley.
1.
BORRAJO INIESTA, Ignacio. Amparo frente a leyes (en torno a la sentencia del
Tribunal Constitucional de 18 de diciembre de 1981), Revista de Administracin
Pblica, Madrid: CEC, N 98, 1982, pp. 167-168.
-154-
FIX ZAMUDIO, Hctor. Ensayos sobre el derecho de amparo, 2. ed., Mxico: Porra
- UNAM, 1999, p.201.
-155Indice
1) LEY AUTOAPLICATIVA. Si una ley o norma general es directamente operativa, en el sentido que no precisa de ninguna otra norma
reglamentaria para su aplicacin, y produce ya, con su sola promulgacin, efectos jurdicos concretos (v.gr., si restringe o produce la
prdida de una facultad o derecho constitucional), la norma en cuestin causa un dao e importa acto lesivo a los fines de una accin
de amparo. Hay prima facie, lesin cuestionable por el amparo.
-156-
10
11
-157Indice
proceden contra normas, sino contra actos (accin u omisin). As, como
hemos visto, trat de plasmarlo en el artculo 3 de la Ley y as lo ratific
el artculo 5 de la Ley 25398.
Entendemos que la norma cuenta con vida propia e independiente
del sentido que los autores le hayan querido dar. De ah que se haya podido
efectuar una interpretacin conforme a la Constitucin que habilite el
amparo frente a normas autoaplicativas sobre la base de las razones antes
mencionadas. Por lo dems, la jurisprudencia como veremos acogi
favorablemente diversas demandas de amparo contra este tipo de normas.
1.3. La jurisprudencia
Que, (...), la ordenanza cuestionada constituye amenaza concreta de afectacin de derechos constitucionales de los demandantes, tales como a la
igualdad ante la ley, al respeto de los mandatos judiciales y a los principios
de jerarqua normativa y reserva de la ley, por tanto, susceptibles de ser
-158-
-159Indice
-160-
-161Indice
a) Heteroaplicativa: aquella cuya aplicabilidad no es dependiente de su sola vigencia, sino de la verificacin de un posterior
evento, sin cuya existencia, la norma carecer, indefectiblemente,
de eficacia (F.J. 3).
b) Autoaplicativas: aquellas cuya aplicabilidad, una vez que han
entrado en vigencia, resulta inmediata e incondicionada. (), cabe
distinguir entre aquellas normas cuyo supuesto normativo en s
mismo genera una incidencia directa sobre la esfera subjetiva de los
individuos (), y aquellas otras que determinan que dicha incidencia se producir como consecuencia de su aplicacin obligatoria e
incondicionada. (). En el primer caso, el amparo contra la norma
proceder por constituir ella misma un acto (normativo) contrario
a los derechos fundamentales. En el segundo, la procedencia del
amparo es consecuencia de la amenaza cierta e inminente a los derechos fundamentales que representa el contenido dispositivo inconstitucional de una norma inmediatamente aplicable (F. J. 4).
Posteriormente, la Ley 28946 modific el artculo 3 del Cdigo sealando que Son normas autoaplicativas, aquellas cuya aplicabilidad, una
vez que han entrado en vigencia, resulta inmediata e incondicionada. Se
acogi as una definicin que ya haba sido adoptada por la jurisprudencia
del Tribunal Constitucional, tal como lo indicamos en el punto anterior.
La citada Ley tuvo como base cinco proyectos que pretendan
modificar diversos artculos del Cdigo, uno de los cuales fue el proyecto
00747/2006-PE presentado por el Poder Ejecutivo el 30 de noviembre de
2006. En su respectiva exposicin de motivos se haca expresa mencin a
la proliferacin de demandas de amparo y medidas cautelares contra
normas, as como los excesos judiciales cometidos, por ejemplo, tratndose
de los casinos y tragamonedas donde incluso no se haba respetado el
CASTILLO CRDOVA, Luis. Hbeas corpus, amparo y hbeas data. Lima: Ara
Editores, Universidad de Piura, p. 252.
-162-
13
14
-163Indice
La respuesta es negativa. Tratndose de la accin de inconstitucionalidad la solucin es muy simple pues cuenta con una legitimacin
especial y una finalidad distinta a la del amparo, es decir, eliminar a la ley
del ordenamiento jurdico. Tampoco la accin popular constituira una va
paralela, pese a que con la vigencia del Cdigo la sentencia estimatoria
anular la norma reglamentaria impugnada con efectos retroactivos y
contar incluso con medidas cautelares. Y es que en tales casos la finalidad
de dicho proceso de control abstracto de normas es determinar la nulidad,
con efecto retroactivo, de las normas impugnadas16. Es decir, tiene efectos
generales; mientras que en el amparo es un proceso de control concreto
-164-
-165Indice
En estos casos, la autoridad emplazada ser el rgano o los rganos que expidieron la norma. Un problema adicional, anotado por
Borrajo Iniesta, radica en la forma de determinar la responsabilidad
del agresor, en este caso, el legislador17, cuando se verifica la lesin a
un derecho fundamental.
-166-
18
19
-167Indice
Todo cobro que se haya establecido al interior de un procedimiento administrativo, como condicin o requisito previo a la impugnacin de un acto
de la propia administracin pblica, es contrario a los derechos constitucionales al debido proceso, de peticin y de acceso a la tutela jurisdiccional
y, por tanto, las normas que lo autorizan son nulas y no pueden exigirse a
partir de la publicacin de la presente sentencia (F.J. 50, B).
De esta manera, utilizando la tcnica del precedente dio eficacia
general a una sentencia de amparo, pues a partir de su publicacin no
solo la Municipalidad de Surquillo sino que todas las restantes entidades
pblicas deban abstenerse de efectuar tales cobros. Por nuestra parte,
discrepamos del Tribunal cuando afirma que las normas que autorizan
estos cobros son nulas. Y es que nuestro ordenamiento constitucional
no recoge la categora de leyes nulas la ordenanza cuestionada tiene
rango de ley, las cuales solo pueden quedar sin efecto por sentencia del
Tribunal Constitucional en un proceso de inconstitucionalidad, tal como lo
seala el artculo 103 de la Constitucin. En consecuencia, no entendemos
que trat de decir el Tribunal cuando seal que las normas que autorizan dichos cobros son nulas. Asumimos que pretendi indicar que las
mismas no deberan ser aplicadas por los poderes pblicos.
-168-
-169-
20
Indice
INTERPRETACIN VINCULANTE
DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Y SUS EFECTOS EN LA JURISPRUDENCIA
DEL PODER JUDICIAL
-170-
Profesor Principal y Exdirector General de la Revista Derecho PUC de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Catlica del Per; Exvocal Suplente
de la Corte Superior de Justicia de Lima; Miembro: de la Asociacin Internacional de Derecho Procesal, del Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal, de la
Asociacin Peruana de Derecho Constitucional, del Instituto Iberoamericano de
Derecho Procesal Constitucional, de la Asociacin Colombiana de Derecho Procesal
Constitucional y Honorario del Instituto Mexicano de Derecho Procesal Constitucional. Exbecario Investigador del Instituto Internacional para la Unificacin del Derecho Privado (UNIDROIT), Roma, 2002; Exdirector de la Revista Iberoamericana de
Derecho Procesal Constitucional; Exsecretario Ejecutivo del Captulo Peruano del
Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal Constitucional; Secretario Ejecutivo
del Centro de Investigacin de Derecho Procesal y Comparado del Per (CEDEPRO); Expresidente y Vocal del Tribunal Superior de Responsabilidades Administrativas de la Contralora General de la Repblica. Abogado en ejercicio.
-171Indice
comprende, que la Constitucin es una norma jurdica, y no cualquiera, sino la primera de todas, lex superior, aquella que sienta los
valores supremos de un ordenamiento y que desde esa supremaca
es capaz de exigir cuentas, de erigirse en el parmetro de validez de
todas las dems normas jurdicas del sistema.
I. INTRODUCCIN
-172-
Sancionado por Ley N 28237, con calidad de Ley Orgnica, de 31 de mayo de 2004
y vigente desde el 1 de diciembre del mismo ao, en cumplimiento de lo dispuesto
en el stimo apartado del artculo 200 de la Constitucin de 1993.
-173Indice
Entindase por ello como el que todos los procesos constitucionales de control y
garanta previstos en el Art. 200 de la Constitucin de 1993, ms la contienda de
competencia (Art. 203) y el control difuso o revisin judicial de las leyes (Art. 138,
2.a parte) deban ser sistematizadas en una ley orgnica como lo ordena desarrollar la Constitucin en el art. 200 in fine de su propio texto.
Asimismo, para el adecuado ejercicio de la jurisdiccin de la libertad o de garanta constitucional se han puesto tantos requisitos para su
admisibilidad (ms que en el Cdigo Procesal Civil) sobre todo en el caso
de amparo constitucional (a tal efecto basta una lectura del Art. 42 del
Cdigo) que se facilitar su rechazo liminar no solo cuando carezca de
sentido, sino cuando tenindolo y mucho, al implicar una lucha contra el
poder poltico de turno, el juez provisional, timorato o taimado, decida
deshacerse de un proceso incmodo o polticamente caliente. Esta previsin parece colisionar con lo previsto en el Art. 25 del Pacto de San Jos,
del cual Per es signatario, y que seala lo siguiente: Art. 25.- Proteccin
Judicial. 1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rpido o
-174-
-175Indice
2.
3.
-176-
-177Indice
desde que el propio Cdigo Procesal Civil seala que los actos solo surten
efectos desde que son notificados a las partes.
B)
Contra la resolucin de segundo grado que declara infundada o improcedente la demanda, procede recurso de agravio constitucional ante el Tribunal
Constitucional, dentro del plazo de diez das contados desde el da siguiente de
notificada la resolucin. Concedido el recurso, el Presidente de la Sala remite al
Tribunal Constitucional el expediente dentro del plazo mximo de tres das, ms el
trmino de la distancia, bajo responsabilidad. Una presentacin de este tipo se ve
complementada por el artculo 20 del mismo Cdigo, cuando expresa con claridad
los plazos para su actuacin (veinte das para los procesos de hbeas corpus, y
treinta para el resto). Entonces, es pertinente que este Colegiado revise algunas de
las caractersticas que adquiere el RAC, en tanto se presenta como un recurso de los
procesos constitucionales. El fundamento de la existencia de los recursos parte de la
premisa de que, en la delicada misin de administrar justicia, no debe descartarse
a priori la existencia del error judicial. La base constitucional de esta aseveracin
se halla en el artculo 139, inciso 6) de la Constitucin, que garantiza el acceso
de los justiciables a la pluralidad de grados como garanta de justicia. Asimismo,
la Convencin Americana sobre derechos Humanos enumera, en su artculo 8,
las garantas judiciales a las que tiene derecho toda persona, estableciendo, en el
inciso h), el derecho de recurrir del fallo ante el juez o tribunal superior.
-178-
-179Indice
ii)
10
Dentro de la tarea interpretativa de la Constitucin, y como consecuencia de la misma, le corresponde la facultad de disear y definir
los alcances de los dems rganos del Estado, sean constitucionales,
sean de orden legal, de modo tal que se logre una sistematicidad
y unidad constitucional que determine el slido cimiento de la
institucionalidad constitucional de la Nacin, teniendo en cuenta
que, como ya lo ha sostenido la antigua doctrina del derecho constitucional, lo fundamentalmente nuevo del Estado constitucional
frente a todo el mundo del autoritarismo, es la fuerza vinculante
bilateral de la norma constitucional; esto es, la vinculacin o sujecin
a la Constitucin de todas las autoridades (absolutamente todas)
a)
b)
c)
11
12
-180-
-181Indice
(...)
Los jueces interpretan y aplican las leyes o toda norma con rango de
ley y los reglamentos segn los preceptos y principios constitucionales, conforme a la interpretacin de los mismos que resulte de las
resoluciones dictadas por el Tribunal Constitucional.
La facultad del control concentrado de la constitucionalidad de las
leyes, bajo el modelo europeo o kelseniano, nacido bajo la inspiracin de
Hans Kelsen a partir de 1920 con la Constitucin de Austria y perfeccionado
con la Constitucin de 192913, implica que el control se habr de dirigir
bsicamente hacia el Parlamento. En efecto, si la tarea primera del Tribunal Constitucional es la de ser el intrprete de la constitucin, intrprete
vinculante u obligatorio, esta tarea debe estar dirigida a interpretar, en
primer lugar, los alcances, la recreacin y la determinacin de los verdaderos lmites constitucionales de sus propias facultades, para luego poder
determinar los alcances de las potestades de los dems rganos del Estado,
o del parlamento en particular cuando del control de la constitucionalidad
de las leyes se trate.
La interpretacin constitucional, de suyo fascinante14, ser entonces
la tarea esencial del Tribunal Constitucional, su ratio se fundamenta en
la existencia constitucional, la que tambin debe hacerse conforme a los
postulados de la propia Constitucin de la que emerge y que le da su razn
de ser. En efecto, es del caso mencionar que la interpretacin constitucional supone un ejercicio intelectual bastante diferente de la interpretacin
jurdica ordinaria (hermenutica), debido fundamentalmente a la diferente
naturaleza normativa de las normas constitucionales de las normas jurdicas
ordinarias. Como ya se ha visto, mientras que las primeras son esencialmente polticas (sean autoaplicables, programticas o estructurales), las
segundas son de bsico contenido subjetivo o material, de modo tal que
siendo diferentes, no se les puede aplicar vlidamente un mismo mtodo
de interpretacin pues el resultado resultara errneo.
13
14
QUIROGA LEN, Anbal. La interpretacin constitucional, ponencia presentada en el I Congreso Mexicano de Derecho Procesal Constitucional, Facultad de
Derecho y Criminologa, Universidad Autnoma de Nuevo Len - Instituto de
Investigaciones Jurdicas de la UNAM - Instituto Mexicano de Derecho Procesal
Constitucional, Monterrey, Nueva Len, Mxico, septiembre de 2005.
-182-
15
El calificativo de legislador negativo que diera Kelsen a la jurisdiccin constitucional no pretende desjurisdiccionalizar ni el rgano ni la funcin. No debe olvidarse que Kelsen parte de su intento de superacin de la tradicional triloga, que
arrancando de Montesquieu, distingue entre la funcin ejecutiva, funcin legislativa y funcin judicial. Kelsen reduce (...) las funciones a dos: legislacin y creacin
(por un lado), y creacin y aplicacin del Derecho. Desde ese punto de vista, la
justicia constitucional no hace sino ejecutar, aplicar el Derecho contenido en la
norma fundamental. (...) Kelsen crea un tribunal precisamente por las garantas
que un rgano de tal naturaleza supone, y, especialmente, por su independencia
(...); cuando habla de legislador en sentido negativo lo hace, adems, tanto para
el caso americano como para el supuesto austriaco. Escribi Kelsen: un tribunal
facultado para anular leyes en forma individual o de manera general funciona
como un legislador en sentido negativo. (cit. por PREZ TREMPS, Pablo. Tribunal Constitucional y Poder Judicial. CEC, Madrid, 1981, pp. 6 y ss. (resaltado agregado). La cita de Kelsen est en: KELSEN, Hans. Teora general del derecho y del
Estado. Trad. de Garca Mynez, UNAM, Mxico, 1979, pp. 303 a 334.
16
-183Indice
v.
La derogacin de la ley por el Tribunal Constitucional, si bien jurdicamente equivalente al acto derogatorio que puede disponer el Congreso,
es un suceso bastante ms grave, que extirpa por va quirrgica del sistema
jurdico (a decir de Fix-Zamudio) la ley dubitada, de innegables y previsibles consecuencias polticas que no deben intimidar, pero s hacer meditar
con conciencia objetiva y prudente discernimiento, una tarea quirrgica
que tiende a corregir los excesos patolgicos que se pudieran haber desarrollado en los diversos rganos del Estado en contra de la Constitucin,
y que habr de crear necesariamente un vaco constitucional que generar
inevitable inseguridad jurdica, ya que el legislador no tiene la agilidad
suficiente para cubrir de inmediato el vaco que deja la norma derogada
y que puede dar lugar a no pocas confusiones en la ciudadana y en los
poderes pblicos. Como toda derogacin, no implicar jams el restablecimiento de la norma que hubiere sido derogada, ni tendr carcter o efecto
retroactivo, y la laguna que se crea puede producir, como lo ha sealado
alguna vez el Tribunal Constitucional italiano, constituye en puridad una
situacin de mayor inconstitucionalidaden la solucin prctica de los
problemas que la ley derogada regulaba.
17
Civil, ttulo preliminar: Artculo I. La ley se deroga solo por otra ley. La derogacin se produce por declaracin expresa, por incompatibilidad entre la nueva ley
y la anterior o cuando la materia de esta es ntegramente regulada por aquella. Por
la derogacin de una ley no recobran vigencia las que ella hubiere derogado.
18
AJA, Eliseo (editor). Las tensiones entre el Tribunal Constitucional y la Europa actual.
Ariel, Barcelona, 1998, p. 271.
-184-
19
20
El laboralista Manuel Alonso Olea ha sealado que: Entonces el Tribunal Constitucional es un tribunal poltico, como la indica la fuente de sus poderes, aunque
se dice que eligen a juristas de prestigio, los mritos de quienes van a formar y
forman parte del Tribunal, pues es una eleccin poltica [sic]. Por consiguiente, es
un rgano de control poltico en la vida del pas en cuanto a sus libertades fundamentales de derechos bsicos que no forman parte de la estructura judicial ordinaria (ALONSO OLEA, Manuel, El recurso de amparo en materia social, exposicin
en el Frum Internacional El proceso laboral, en http://www.congreso.gob.pe/
comisiones/1995/trabajo/347.htm [visto el 2 de febrero de 2009]).
21
-185Indice
22
FERNNDEZ SEGADO, Francisco. El control normativo de la constitucionalidad en el Per: crnica de un fracaso anunciado. Anuario de Derecho Constitucional
Latinoamericano 1999, Konrad Adenauer Stiftung - Ciedla, Buenos Aires, 1999, p.
373.
-186-
23
24
25
-187Indice
Antecedentes
En el curso del siglo XX, el Art. XXII del Ttulo Preliminar del Cdigo
Civil de 1936(D) fue la primera norma positiva en el Per que estableci:
Art. XXII.- Cuando hay incompatibilidad entre una disposicin constitucional y una legal se prefiere la primera.
Esta disposicin fue poco entendida y mal estudiada, tuvo como
antecedente el Art. 148 del Proyecto de Constitucin de 1925, de la llamada
Comisin Villarn, casi no tuvo aplicacin judicial, ni gener una jurisprudencia o ejecutoria sostenible ni destacable. No fue entendida por los
civilistas y ni estudiada por los constitucionalistas de entonces.
Con posterioridad a ello, el Art. 8 de la Ley Orgnica del Poder Judicial de 1963(D) reiter este mismo principio, establecindose para ello un
trmite procesal vigente para todo tipo de procesos y ante toda instancia
judicial sin distincin, sealando a la letra: Art. 8.- Cuando los Jueces
o Tribunales, al conocer cualquiera clase de juicios, encuentren que hay
incompatibilidad entre una disposicin constitucional y una legal, preferirn la primera. Si no fueran apeladas las sentencias de Primera Instancia
En la segunda parte del Art. VII del Ttulo Preliminar del Cdigo
Procesal Constitucional, se seala expresamente la posibilidad de que
el Tribunal Constitucional modifique su propio precedente vinculante,
prescribiendo que: () cuando el Tribunal Constitucional resuelva
apartndose del precedente, debe expresar los fundamentos de hecho
y de derecho que sustentan la sentencia y las razones por las cuales se
aparta del precedente. En efecto, creado el precedente, este no tiene por
qu durar para siempre. El Tribunal Constitucional puede apartarse de
su precedente, pero la ley exige que se razone el cambio, expresando los
fundamentos de hecho y de derecho que sustentan la sentencia y las razones
que justifican el cambio. Obviamente, el precedente que est vigente en la
-188-
26
27
-189Indice
VIII, Poder Judicial, y que a la letra dice: Art. 138.- () En todo proceso,
de existir incompatibilidad entre una norma constitucional y una norma
legal, los jueces prefieren la primera. ().
Finalmente, y del mismo modo, ya en el siglo XXI, el Cdigo Procesal
Constitucional, que dej vigente el Art. 14 del TUO de la Ley Orgnica
del Poder Judicial, regula la institucin en dos de sus numerales, el Art.
VI de su Ttulo preliminar y el Art. 3 de su texto29, los cuales sealan a la
letra: Art. VI.- Control difuso e Interpretacin Constitucional.- Cuando
exista incompatibilidad entre una norma constitucional y otra de inferior
jerarqua, el Juez 30 debe preferir la primera, siempre que ello sea relevante
para resolver la controversia y no sea posible obtener una interpretacin
conforme a la Constitucin () Art. 3.- Procedencia frente a actos basados
en normas.- Cuando se invoque la amenaza o violacin de actos que tienen
como sustento la aplicacin de una norma autoaplicativa incompatible con
la Constitucin, la sentencia que declare fundada la demanda dispondr,
adems, la inaplicabilidad de la citada norma. Son normas autoaplicativas,
aquellas cuya aplicabilidad, una vez que ha entrado en vigencia, resulta
inmediata e incondicionada. Las decisiones jurisdiccionales que se adopten
en aplicacin del control difuso de la constitucionalidad de las normas,
sern elevadas en consulta a la Sala Constitucional y Social de la Corte
Suprema de Justicia de la Repblica, si no fueren impugnadas. Lo son
igualmente las resoluciones judiciales en segunda instancia en las que se
aplique este mismo precepto, aun cuando contra stas no proceda medio
impugnatorio alguno. En todos estos casos, los Jueces se limitan a declarar
la inaplicacin de la norma por incompatibilidad inconstitucional, para el
caso concreto, sin afectar su vigencia, realizando interpretacin constitucional, conforme a la forma y modo que la Constitucin establece ().
Actualmente, la Constitucin de 1993, en vigencia, mantiene la previsin constitucional del control difuso de la constitucionalidad de las leyes
en sede judicial, en la segunda parte del Art. 138, el primero del Captulo
28
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29
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-191Indice
y Tribunales Administrativos, sealando que en su concepto e interpretacin, tal facultad-potestad tambin se extendera a dichos rganos de
la administracin pblica dado que si bien el Art. 138 de la Constitucin
reconoce a los jueces la potestad para realizar el control difuso, de ah no
se deriva que dicha potestad les corresponda nicamente a los jueces, ni
tampoco que el control difuso se realice nicamente dentro del marco
de un proceso judicial (Sic)31. Esta sentencia mereci una Sentencia Aclaratoria que la complemente, dictada en Resolucin de 13 de octubre de
2006, recada en el mismo proceso antes citado, siendo que en la misma se
precisa que los tribunales administrativos y los rganos colegiados de la
administracin pblica a los que ha hecho referencia solo son aquellos que
imparten justicia administrativa con carcter nacional32 (Sic), adscritos
al Poder Ejecutivo y que tengan por finalidad la declaracin de derechos
fundamentales de los administrados33.
32
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-195Indice
En consecuencia, saludamos positivamente este cambio jurisprudencial del mal llamado control difuso en sede administrativa, por las razones
ya expuestas y porque su aplicacin, reiteramos, constituye en nuestro
criterio una evidente y flagrante vulneracin constitucional. Tngase en
cuenta, adems, que la normatividad vigente que desarrolla este postulado
constitucional (el del control difuso), contenida tanto en el TUO de la Ley
Orgnica del Poder Judicial, cuando en el Cdigo Procesal Constitucional,
remiten la definitoriedad del control difuso a la Corte Suprema de Justicia de
Constitucional, de conformidad con lo dispuesto en la Constitucin, en sus respectivas leyes orgnicas y en el presente Cdigo.
36
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-196-
-197Indice
39
40
Los principios procesales son todas aquellas directrices que debern animar el desarrollo de todos los procesos constitucionales y que el
juzgador deber tomar en consideracin en la actuacin procesal. Segn
Castillo Crdova41:sirven para describir y sustentar la esencia del proceso,
y adems poner de manifiesto el sistema procesal por el que el legislador ha
optado. Y qu duda cabe, que la esencia de todo proceso como el proceso
constitucional es intentar llegar a la solucin justa de las controversias.
(i)
41
-198-
-199Indice
(ii)
43
42
-200-
-201Indice
X.
44
45
46
b.
-202-
Indice
47
48
-204-
d.
e.
f.
g.
h.
La interpretacin sistemtica.- la interpretacin de las disposiciones constitucionales nunca se puede realizar de manera aislada o
separada en tanto que la Constitucin en su conjunto es un sistema
normativo. En tal sentido, Rubio Correa49 afirma que la interpretacin sistemtica: () trata de mirar ntegramente la Constitucin
y de dar respuestas normativas constitucionales, no desde un texto
49
-205Indice
j.
k.
-206-
-207Indice
Esta capacidad que tienen las fuentes, que formalmente no son constitucionales, es lo que se ha denominado bloque de constitucionalidad, y, por ello, La interpretacin que efecta el Tribunal Constitucional no solo abarca las normas constitucionales propiamente
dichas, sino que se extiende a todas las dems comprendidas en el
denominado bloque de constitucionalidad.
Por ello, debe precisarse que la Constitucin y las normas que conforman el bloque de constitucionalidad establecen tanto la competencia material as como la competencia territorial, entre otros aspectos
vinculados al tema, siendo la nota condicionante de la competencia
estatal, la de ser indelegable, taxativa, razonable y proporcional.
Segn la Corte colombiana50: la nocin de bloque de constitucionalidad proviene del derecho francs; y en la historia del derecho constitucional resulta de una data relativamente reciente pues se afirma
que esta nocin ha surgido a partir de la segunda mitad del siglo XX,
especficamente a partir de 1971. No obstante, cabe precisar que la
nocin de bloque de constitucionalidad tiene su origen en la jurisprudencia constitucional francesa.
En conclusin, la Constitucin es el parmetro para la interpretacin de la ley, por tal, cuando hay ms de una interpretacin posible
para un dispositivo legal, se debe dar preferencia a aquella que sea
conforme a la Constitucin.
l.
-208-
PRADO HERRERA, Juan Carlos. El contenido y desarrollo jurisprudencial del Tribunal Constitucional peruano sobre el bloque de constitucionalidad. RAE Jurisprudencia,
Lima, setiembre 2008, p. 175.
-209Indice
-210-
-211Indice
Dworkin, citado por Bernal Pulido51, seala que los principios estn
dotados de una propiedad que las reglas no conocen: el peso. Al
ponderarse, se establece cul principio pesa ms en el caso concreto.
El principio que tenga un mayor peso ser el que triunfe en la ponderacin y aquel que determine la solucin para el caso concreto: ()
La ponderacin es entonces la actividad consistente en sopesar dos
principios que entran en colisin en un caso concreto para determinar cul de ellos tiene un peso mayor en las circunstancias especficas. La estructura de la ponderacin queda as integrada por la
ley de ponderacin, la frmula del peso y las cargas de argumentacin. En ese sentido, la tcnica normalmente usada por los jueces
constitucionales para resolver un conflicto entre principios constitucionales es aquella que se suele llamar ponderacin o balance.
51
52
-212-
-213Indice
El Derecho procesal podr ser definido como el conjunto de normas referentes a los requisitos, contenido y efectos del proceso; luego el Derecho Procesal
Constitucional ser el conjunto de normas referentes a los requisitos, contenido y efectos del proceso constitucional.
Por su parte, Garca Belande54 postula que la disciplina es una rama
del Derecho Procesal, que participa de su carcter como Derecho Pblico
donde el proceso, como garanta, es uno solo y, por lo tanto, es como el
tronco de un rbol del que salen varias ramas con singularidades propias.
54
GARCA BELANDE, Domingo. El Derecho Procesal Constitucional y su configuracin jurdica. Revista Iberoamericana de Derecho Procesal Constitucional Proceso y
Constitucin, N 2, julio/diciembre 2004, Editorial Porra, Mxico, p. 48.
55
56
-214-
-215Indice
() imprecisin que se advierte en esta materia se debe a la estrecha vinculacin entre el Derecho Constitucional por una parte, y el Procesal por la otra,
y aun cuando los autores antes sealados niegan expresa e implcitamente que
existan dos disciplinas, una del campo procesal y otra del constitucional, aun
cuando se encuentren en una situacin de confluencia, lo cierto es que la nica
forma de delimitar ambas materias, es la consideracin de que puedan configurarse dos materias en estudio, una que podemos calificar como Derecho
Procesal Constitucional en sentido estricto, y la otra Derecho Constitucional
Procesal (). El primero tiene como objeto esencial el anlisis de las garantas
constitucionales en sentido actual, es decir, los instrumentos predominantemente procesales que estn dirigidos a la reintegracin del orden constitucional cuando el mismo ha sido desconocido o violado por los rganos del poder.
De distinta manera el que se puede calificar como Derecho Constitucional
Procesal, examina las instituciones procesales desde el ngulo y las perspectivas del Derecho Constitucional, debido a que las constituciones contemporneas, especialmente las surgidas en esta segunda posguerra, han elevado a la
jerarqua de normas fundamentales a varias instituciones de carcter procesal,
y si bien es verdad que con anterioridad, algunas de ellas ya figuraban en las
cartas constitucionales clsicas, lo eran en forma aislada, en tanto que en la
actualidad existe la conciencia de otorgar rango constitucional a las categoras
procesales de mayor importancia.
-216-
-217Indice
Las determinaciones o concretizaciones de las normas constitucionales deben ser el resultado de un previo proceso argumentativo, de una
adecuada fundamentacin interpretativa que debe exhibir el Tribunal
Constitucional como su principal actividad. Al ser la Constitucin un
orden abierto a los valores, es necesario definir y ordenar la interpretacin
constitucional que debe prevalecer.
De este modo, los procesos constitucionales no solo tienen como finalidad la resolucin a concreta de petitorios constitucionales de las partes,
sino tambin la tutela del orden jurdico constitucional cuya interpretacin
definitiva corresponde al Tribunal Constitucional.
58
-218-
CASTILLO CORDOVA, Luis. El Tribunal Constitucional y su dinmica jurisprudencial. Palestra Eds., Lima, 2008. Ver tambin; CASTILLOS CORDOVA, Luis y
CASTILLO ALVA, Jos Luis. El precedente judicial y el precedente Constitucional.
ARA EDS., Lima, 2008.
-219Indice
El Tribunal Constitucional cuenta, sin duda alguna, con una posicin preferente respecto de la interpretacin constitucional. Esto genera la
necesaria vinculacin de todos los poderes pblicos y de los particulares
en el sistema jurdico general a la jurisprudencia preferente del Tribunal
Constitucional que deviene as en precedente vinculante.
Castillo Crdova59, conforme el Art. VII del Ttulo Preliminar del
Cdigo Procesal Constitucional, seala que el precedente en los procesos constitucionales significa que ante una sentencia con fundamentos o
argumentos jurdicos y con un fallo en un sentido determinado, obliga a
resolver los futuros casos semejantes segn los trminos de esa primera
sentencia. El precedente que pueda configurar las sentencias del Tribunal
Constitucional vincula tanto a los jueces y magistrados del Poder Judicial, como as mismo en los casos semejantes que en el futuro tengan que
resolver, salvo se trate de un apartamiento de su lnea jurisprudencial.
En primer lugar, debe tratarse de una decisin del Tribunal Constitucional que tenga pronunciamiento sobre el fondo, es decir, que la
demanda constitucional no haya sido declarada improcedente por
una simple cuestin formal o de admisibilidad; y,
En segundo lugar, as deber expresarlo la sentencia misma; ella
deber expresar que se est creando un precedente de obligatorio
cumplimiento.
59
-220-
-221Indice
La estructura de una sentencia del Tribunal Constitucional se encuentra constituida por los siguientes elementos: a) razn declarativa-teolgica,
60
FERNNDEZ RODRGUEZ, Jos Julio. El precedente vinculante en la justicia constitucional peruana. A propsito de la Sentencia del Exp. N 3362-2004AA/TC. Comentarios a los Precedentes Vinculantes del Tribunal Constitucional. Ed.
Grijley, 2010, p. 172-174.
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-223Indice
La competencia del Pleno Casatorio para expedir sentencia casatoria, con carcter vinculante, est predeterminada por la ley. Adems,
persigue varias finalidades de relevancia constitucional como la aplicacin e interpretacin correcta del derecho objetivo, la uniformidad de la
jurisprudencia, hacer efectivo el derecho de igualdad en los justiciables,
optimizar el principio de seguridad y certeza, as como hacer predecible
la imparticin de justicia en nuestro pas.
-225Indice
La correcta interpretacin del Art. 950 del Cdigo Civil debe hacerse en
el sentido de que nada obsta para que dos o ms coposeedores homogneos
puedan usucapir, puesto que de ser amparada su pretensin devendran en
copropietarios, figura jurdica que est prevista en nuestra legislacin.
-226-
-227Indice
El Juez Superior integrar la resolucin impugnada de primera instancia cuando se haya omitido pronunciamiento expreso sobre la existencia
o inexistencia del cnyuge ms perjudicado, siempre que la fundamentacin respectiva aparezca de alguna forma en la parte considerativa de la
sentencia apelada, de conformidad con lo dispuesto en el artculo 370 del
Cdigo Procesal Civil.
-228-
-229Indice
Este criterio elimina la posibilidad de que los jueces declaren improcedente el desalojo cuando el demando alegaba haber adquirido por
prescripcin adquisitiva de dominio el bien al haberlo posedo por ms
de diez aos; de tal manera se habilita al juez para que a travs de las
pruebas aportadas pueda determinar a quin le corresponde el mejor
derecho a poseer.
As lo dispuso el Cuarto Pleno Casatorio Civil publicado por la Corte
Suprema de Justicia el 14 de agosto de 2013, en separata especial de El
Diario Oficial El Peruano. Constituyndose as como precedente judicial
vinculante las siguientes reglas:
5.3. Si el trmite de un proceso de desalojo, el Juez advierte la invalidez absoluta y evidente del ttulo posesorio, conforme lo prev el artculo
220 del Cdigo Civil, solo analizar dicha situacin en la parte considerativa de la sentencia sobre la nulidad manifiesta del negocio jurdico-, y
declarar fundada o infundada la demanda nicamente sobre el desalojo,
dependiendo de cul de los ttulos presentados por las partes es el que
adolece de nulidad manifiesta.
-230-
-231Indice
5.6. La mera alegacin del demandado, en el sentido de haber adquirido el bien por usurpacin, no basta para desestimar la pretensin de
desalojo ni declarar la improcedencia de la demanda, correspondiendo al
Juez del desalojo valorar las pruebas en las cuales sustenta el demandado
su derecho invocado, sin que ello implique que est facultado para decidir
sobre la usurpacin. Siendo as, se limitar a establecer si ha surgido en l
la conviccin de declarar el derecho de poseer a favor del demandante. De
declararse fundada la demanda de desalojo por precario, en nada afecta
lo que se vaya a decidir en otro proceso donde se tramite la pretensin de
usucapin, puesto que el usucapiente tendr expedito su derecho para
solicitar la inejecucin del mandato de desalojo o en todo caso para solicitar
la devolucin del inmueble.
Esta importante actividad se realiz en el marco de la poltica institucional del Poder Judicial de promover la funcin integradora y predecible
de la Corte Suprema de Justicia de la Repblica, a travs de los Plenos
Jurisdiccionales y lograr la predictibilidad de las resoluciones judiciales
y mejorar la calidad del servicio de imparticin de justicia, mediante la
unificacin de criterios jurisprudenciales; se establece as como como
doctrina jurisprudencial vinculante, en relacin a la institucin civil de
la impugnacin de acuerdos y la interpretacin del Art. 92 del Cdigo
Civil lo siguiente:
-232-
-233Indice
EL CONTROL CONSTITUCIONAL
EN EL SISTEMA JURDICO PERUANO
-234-
-235Indice
Les aplicaron una desmedida destitucin, pretendieron los acusadores parlamentarios, hacer valer el derecho como principio jurdico, la
causal de acusacin no fue demostrada jurdicamente.
Durante los 40 meses, que funcion el Tribunal, sin qurum para
resolver los procesos de inconstitucionalidad, este rgano solo conoci la
resolucin del llamado recurso extraordinario (en procesos de amparo,
hbeas corpus, hbeas data y a cumplimiento) con la dacin del Cdigo
Procesal Constitucional, el recurso extraordinario, hoy se denomina de
agravio constitucional (R.A.C.). La norma procesal entr en vigencia
en diciembre de 2004, cuya comisin de redaccin la presidi el jurista
Domingo Garca Belande y lo acompaaron los talentosos letrados
Alberto Borea Odra, Francisco Eguiruren Praeli, Juan Monrroy Glvez y
Arsenio Or Guardia.
Retomando las tareas de la labor que ha venido cumpliendo nuestra corte constitucional en los ltimos nueve aos (2005 a la fecha 2014)
podemos resaltar que hemos contado con un rgano intrprete proactivo,
creativo, innovador, que ha venido generando precedentes vinculantes.
Motivados en la doctrina constitucional, y que se les denomina los precedentes ilustrados, basados en preceptos y principios constitucionales y los
ordinarios que se sustentan en norma constitucional y jurdica, precisando
que los mismos se complementan entre s y que estn relacionados a la
autonoma procesal de las cortes intrpretes, cuya fuente la encontramos
en la doctrina alemana.
-236-
-237Indice
Una vez que esta corte evala el contenido de legalidad, de legitimidad y de razonabilidad de la norma jurdica, y de declararse fundada
la demanda de inconstitucionalidad, la norma sometida a control, es
declarada inconstitucional por el fondo, de forma, en todo, en parte o en
materia orgnica, la ley es expulsada del ordenamiento jurdico y pierde
vigencia, carece de validez, es decir, ya no cuenta con fuerza normativa,
en este escenario los Tribunales actan como legisladores negativos. Es
necesario resaltar que la constitucionalidad de una ley se presume, empero
la inconstitucional se tiene que declarar, por el rgano controlador (T.C).
-238-
-239Indice
El Pleno del Tribunal el 8 de noviembre del ao 2011, emiti sentencia en el expediente N 01939-2011-PA/TC, donde los magistrados por
unanimidad hicieron prevalecer el respeto a los sagrados principios constitucionales del debido proceso, de la separacin de poderes, de estabilidad
estadual y concordancia prctica.
Aqu prevaleci la llamada doctrina constitucional vinculante, ejercida desde la interpretacin actuante (de Contexto) donde la solucin a
este conflicto regional de desarrollo tcnico y de inversin mixta (Pblica
y Privada) predomin la ponderacin, la equidad y la razonabilidad, el
Tribunal reconoci a cada espacio regional lo que le corresponde constitucionalmente. A Cusco el derecho al agua de los vecinos de la Provincia
de Espinar, a contar y asegurar el recurso hdrico con calidad, y frente a
ello dispso la realizacin de un nuevo y definitivo estudio tcnico de
balance hdrico integral3.
Hemos explicado que en este emblemtico caso el pleno del Tribunal, resolvi con fundamentos doctrinarios, efectuando una adecuada
interpretacin desde el visor de la realidad, del contexto social y poltico
(intereses difusos), se han respetado principios y preceptos constitucionales (debido proceso, estabilidad estadual, separacin de poderes y
concordancia prctica).
El pleno del rgano de control, en estricto cumplimiento del principio del debido proceso declar nula la resolucin N 197, de fecha 25 de
febrero de 2011 (a Fojas 3,059) emitida en etapa de ejecucin de sentencia
por la Sala nica de Vacaciones de la Corte Superior del Cusco4.
-240-
-241Indice
constitucionales se vulneraran con la construccin de la represa de Angostura y la ejecucin del Proyecto Majes Siguas II.
La demanda fue contestada por los procuradores del Gobierno Regional de Arequipa y de Proinversin y plantean una serie de excepciones de
falta de legitimidad para obrar, de oscuridad y ambigedad en el modo
de proponer la demanda.
Como es de pblico conocimiento, las instancias judiciales del Distrito
Judicial del Cusco ampararon la demanda y hasta violentaron la garanta
de la cosa juzgada en la etapa de ejecucin de sentencia, aclarando que el
Tribunal ha sostenido que el derecho a que se respete una resolucin que ha
adquirido la autoridad de cosa juzgada garantiza el derecho constitucional
de todo justiciable. Aquellas resoluciones que hayan puesto fin al proceso
no pueden ni deben ser recurridas a travs de medios impugnatorios por
razones de vencimientos de plazos para impugnar o por estar agotados y;
en segundo lugar aquellas resoluciones que hayan adquirido la condicin
garantizadora, no pueden ser modificadas por las decisiones que adopten
otros poderes estaduales, de terceros (Expediente N 04587-2004-AA/TC,
fundamento N 38).
Los tribunales o cortes constitucionales tienen como deber primordial, encargarse de la defensa, mediante el ejercicio del control concentrado (Proceso de inconstitucionalidad). Empero, tambin se cautela su
contenido a travs del Control Difuso, tarea compartida con los jueces
ordinarios, constitucionales, electorales y administrativos (a travs de
Tribunales u rganos Colegiados de la Administracin Pblica) y como
lo norma el Art. 138 de la Constitucin Poltica y estando al Expediente
N 3741-2004-AA/TC, para el control difuso Administrativo, Caso Ramn
Salazar Yarlenque5.
La justicia constitucional se encarga de garantizar la regularidad de
la legislacin como acto de creacin de derecho, esta como lo desarrolla el
Jurista austriaco Hans Kelsen, impone una relacin de correspondencia
entre un grado inferior (ley) y un grado superior (Constitucin) y aqu
aplicamos el principios de jerarqua normativa, va el control difuso, que
inaplica las leyes inferiores, frente a la de superior jerarqua, no declaran
los jueces la inconstitucionalidad.
Las partes demandadas (Gobierno Regional de Arequipa y Proinversin ) interpusieron el recurso de agravio constitucional y luego el de
Queja (Legal y formalmente el R.A.C. procede a favor del demandante
como dispone el artculo 18 del Cdigo Procesal Constitucional y el de
Queja, que se interpone ante el Tribunal, cuando se deniega el de agravio,
estando al artculo 19 del C.P.C). Ambos recursos fueron planteados y el
pleno del Tribunal los acogi, en aplicacin de la doctrina constitucional,
en respeto de los principios constitucionales y como expresin de la autonoma procesal de los rganos controladores, que les permite ir ms all
de su norma procesal, para defender a la Constitucin y a los fines de los
Procesos Constitucionales (Artculo II del Ttulo Preliminar del CPC) que
reposa en sus preceptos y principios, empero sin incurrir en abusos institucionales y degeneradores de normas constitucionales. Esta autonoma
procesal de los tribunales les ha permitido desplazar las formalidades del
Cdigo Procesal para cumplir con los fines de los procesos constitucionales
que aparecen estipulados en el artculo II del Ttulo Preliminar de la norma
sustantiva. La autonoma procesal cuenta con lmites formales y materiales
y a su vez con lmites institucionales que reposan en los distintos roles
o status que cumple todo Tribunal, como rgano constitucional, como
rgano jurisdiccional y como rgano poltico.
-242-
QUIROGA LEN, Anbal y CHIABRA VALERA, Cristina. Compendio Constitucional y Procesal Civil. Ed. Caballero Bustamante, Lima. 2012, pg. 205.
-243Indice
y se caracteriza por ser un control preventivo, se genera cuando se interviene antes de que la ley sea promulgada, a ello se denomina tambin
control a priori o previo y el control consultivo, es un mero parecer sobre
la constitucionalidad de la ley, que puede vincular o no.
El control poltico previo, es obligatorio, cuando se trata de proyectos
de leyes orgnicas, y es facultativo, cuando se trata de leyes ordinarias y
tratados en materia de derechos humanos.
El control americano, se caracteriza por ser difuso, es cuando cualquier juez est facultado para pronunciarse sobre la constitucionalidad
de las leyes. El incidental, se aplica solo en casos concretos y este control
expresa una eficacia declarativa.
El control austriaco, es un control concentrado, que est confiado a
un rgano especializado llamado Tribunal Constitucional (Austria, Italia,
Espaa, Alemania, Per, Chile, Bolivia, Colombia, Guatemala, entre otros).
Aqu es directo, para su aplicacin, no se requiere de un caso concreto de
conflicto de intereses, sino que el conflicto es abstracto (Ley vs. Constitucin). La eficacia en esta clase control es de carcter constitutivo.
Contamos con factores que nos permite una clasificacin de los
modelos de jurisdiccin y se orientan por las fases en que opera el control
y estas son: el previo, ya comentado (Chile, Bolivia, Espaa), el sucesivo o
represivo, que se genera despus de que la ley es promulgada y publicada
(caso peruano).
-244-
-245Indice
El modelo peruano, es concentrado, a cargo del Tribunal Constitucional como rgano especializado; es a su vez concentrado y abstracto, es
cuando el control de la legitimidad de la ley se propone como cuestin
principal y nica y; por ltimo, es concentrado y general, la declaracin
de inconstitucionalidad conduce a la invalidacin de la ley erga omnes,
generando la ineficacia de la Ley general (La norma sometida a control
pierde vigencia, fuerza normativa, no es vlida). Por ende excluida
del ordenamiento jurdico, una vez publicada la sentencia en el diario
oficial El Peruano.
La otra clase, es el iniciado por la persona afectada, lesionada, agraviada (Es el caso peruano: Amparo contra normas autoaplicativas).
Los controles cuentan con un momento de verificacin que es sucesivo o represivo.
Como seala el maestro Peter Hberle el Derecho Procesal Constitucional, tiene un doble sentido relacionado a la concretizacin de la
Constitucin. Por un lado, es por s mismo un Derecho Constitucional
concretizado y a su vez le sirve a los Tribunales Constitucionales a concretizar la Constitucin Poltica del Estado8.
Los efectos de las sentencias son de dos clases, cuando nos referimos
a las estimatorias. Los efectos son interpartes, efectos para las partes y
erga omnnes, efecto de carcter general.
Considerando lo desarrollado podremos establecer que el modelo
peruano rene las siguientes caractersticas. Es un control dual, es decir,
difuso y concreto. Es difuso e interpartes y declarativo, desde la dacin
de la Constitucin de 1979 y vigente con la carta del 93.
6
Constitucin Poltica de Portugal. Edicin Oficial Editorial Presto. Lisboa 2011. pg. 81.
-246-
HBERLE, Peter. En el Control del Poder. Ed. Fondo Editorial Universidad Inca
Garcilazo de la Vega, Tomo I, Lima, 2012, pg. 20.
-247Indice
Esta rama jurdica adjetiva, tiene etapas de evolucin histrica, doctrinaria, jurdica e institucional, y que encontramos a su fuerte histrica como
la comentamos en la Carta Inglesa de 1215 y posterior a ella, el hbeas corpus
amendment de 1679; el caso histrico norteamericano de 1803 (Marbury
vs. Madison) resuelto por el clebre juez John Marshall, y la Constitucin
austriaca de 1920; y con la creacin del Tribunal Constitucional, Decano
de los rganos de control constitucional, luego del Tribunal checoslovaco
(febrero 1920) hoy inexistente. El Tribunal austriaco se instal en mayo de
1920, lo presidi por ms de una dcada el jurista Hans Kelsen.
Este Derecho adjetivo requiere de una serie de fuentes directas e
indirectas como son los tratados internacionales en materia de derechos
humanos, la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, la Constitucin y el bloque de constitucionalidad, la doctrina
constitucional, los precedentes vinculantes del Tribunal y su Jurisprudencia
ordinaria, el Cdigo Adjetivo Constitucional (que data de diciembre de
2004) y los Cdigos de Normatividad Ordinaria. En Amrica Latina, dos
pases contamos con Cdigo, Bolivia (2012) y el Per (2004), y en noviembre
cumple una dcada de su vigencia (2014).
La interpretacin como tal, surge producto de dos procesos sucesivos. El primer referido a la nocin de Constitucin y el desarrollo de los
derechos fundamentales y constitucionales.
Su contextualizacin est reservada al proceso de evolucin del
Estado de Derecho, el Estado Constitucional y el de considerar, sin dudas,
a la Constitucin como norma jurdica suprema, vinculante e interpretable.
FIX ZAMUDIO, Hctor. Aspectos del Derecho Procesal Constitucional. Ed. Idensa,
Lima, 2009, pg. 90.
-248-
-249Indice
Sin dudas, la naturaleza de la autonoma de nacionalidades y regiones queda manifestada, por la definicin de los lmites de ella misma.
Estos lmites son de dos tipos. El propio texto desarrolla las competencias
que le corresponden a los poderes centrales del Estado y, por tanto estas
competencias exclusivas no pueden ser asumidas por las comunidades
autnomas (numeral 149 C.E.).
La Constitucin establece el marco y, por ende, los lmites de las
competencias que las comunidades autnomas pueden asumir, va sus
estatutos, estas competencias no pueden, ni deben invadir el fuero de las
competencias reservadas al gobierno de Madrid (Artculo 148 C.E.).
El otro lmite o barrera impuesta por la norma constitucional o fundamental, se deriva de la idea de unidad y est blindada por los principios
generales que articulan la unidad del Estado y la autonoma de las nacionalidades y regiones. Estos principios, como lo seala el maestro Pablo
Prez, limitan la accin de las comunidades autnomas, sino tambin de
los poderes centrales del Estado. Estos principios son: solidaridad, igualdad de las comunidades autnomas, igualdad de derechos y obligaciones
de los ciudadanos y unidad econmica. Lo antes precisado se encuentra
preceptuado en los numerales 2, 138.1, 138.2, 139.1, 139.2 de la Constitucin
Espaola del 27 de diciembre de 1978 (36 aos de vigencia).
Las consecuencias de las providencias apoyadas por los doce magistrados (resolucin del 29 de setiembre 2014) nos conlleva a que el pleno
del Tribunal ha resuelto la suspensin de la ley y del decreto de la consulta
y sus anexos; como todos los actos posteriores, para la convocatoria de la
sealada consulta separatista.
11
-250-
PREZ TREMPS, Pablo. Derecho Constitucional. Ed. Tirant lo Blanch. Volumen II.
Valencia, 2013.
-251Indice
-252-
12
13
-253Indice
cuenta, de modo, que su ejecucin cumplan exactamente con las intenciones del legislador. Era el escenario de aquellas constituciones escritas,
inflexibles, no cambiables, es decir, no interpretables.
al Estado Constitucional de derecho como son la interpretacin hermenetica que considera a la Constitucin como una norma jurdica ms.
Luego contamos con la interpretacin tpica, que es til para encontrar
el significado al caso concreto, considerando el contenido normativo y el
sistema dogmtico constitucional.
Las posturas comentadas responden a escuelas distantes respectivamente (Europa Continental y la Anglosajona). Estas escuelas gracias a
la existencia de los Tribunales, se aproximan entre s.
-254-
-255-
Indice
El Tribunal Peruano empez a desarrollar esta poltica jurisdiccional a partir del ao 2002, a pesar de que la instancia autnoma funcion
desde mayo de 1996, esta no emiti fallos significativos que resaltar. No
olvidemos que en la dcada de los noventa la mayora de los poderes
pblicos se encontraban secuestrados por el rgimen fuji-montesinista
y las fuerzas armadas y policiales se convirtieron en los Comits Partidarios en cada regin.
No olvidemos que, el Control Poltico se origin en Francia (Constitucin de 1958), va el Consejo Constitucional y se caracteriza por un
Control Preventivo que permite efectuar la tarea controladora antes que
la ley sea promulgada, es decir, se controlan los proyectos de ley, empero
en materia orgnica.
Luego, este rgano practica el control consultivo que permite efectuar un examen de constitucionalidad de la ley, que puede o no vincular.
-256-
-257Indice
-259Indice
Nuestro rgano de control ha incorporado, a travs de su jurisprudencia y reglamento normativo, como principio o postulado a la autonoma
procesal, como lo seala el profesor Csar Landa, este postulado ha
15
-260-
-261Indice
Los fallos constitucionales, deben ser el reflejo del espritu del constituyente, es decir, apostar por la descentralizacin, la transparencia, la
democracia social, el pluralismo econmico y poltico y el respeto a nuestros
derechos y alentar la prctica de las libertades y garantas constitucionales.
Todo ente de control acta en tres dimensiones, como rgano jurisdiccional, rgano constitucional y rgano poltico.
El precepto III del titular preliminar del Cdigo Adjetivo, precisa que
es obligacin del Juez constitucional y su rgano intrprete adecuar las
exigencias de las formalidades previstas en el Cdigo al logro de los fines
de los procesos constitucionales. Estos fines son dos: garantizar la primaca
de la Constitucin y la vigencia efectiva de los derechos constitucionales,
como lo norma el artculo II del ttulo preliminar de la norma procesal.
-262-
-263Indice
Sealaremos que ambas decisiones generaron, va desarrollo constitucional, normas constituidas en la Carta, como bien lo apunta el
profesor Luis Castillo Crdova.
Las resoluciones que generaron precedente vinculante, nos condujeron a sentidos contrarios entre las normas adscritas. Recordemos
que el caso relevante Salazar Yarlaque (Expediente 03741-2004-PA/
TC) admiti el control difuso en sede administrativa, y la sentencia
emitida en abril de 2014 (Expediente 04293-2012-PA/TC) prohbe
que esta clase de control sea ejercida en sede administrativa.
La tercera objecin est vinculada a que el precedente revocado afectaba al principio de separacin de poderes.
Casos relevantes
a)
Expediente 3741-2004-AA/TC
b)
Expediente N 10087-2005-AA
Este proceso de amparo est referido a la solicitud de pensin vitalicia, de invalidez y de enfermedades profesionales. Es necesario aclarar que todos los contenidos fundamentales se encuentran desarrollados en el Decreto Ley 18846 y la Ley 26790.
Comentario:
El Tribunal resolvi en el caso Salazar Yarleque que los Tribunales
Administrativos ejercan control difuso.
-264-
-265Indice
c)
El presente caso est conectado al origen del conflicto entre el Tribunal Constitucional (TC) y el Consejo Nacional de la Magistratura
(CNM), sobre la designacin de jueces y fiscales, a su vez aborda los
alcances del control constitucional sobre las actuaciones del Consejo
Nacional de la Magistratura y, por ltimo, los excesos en que incurri el Tribunal Constitucional, de pretender sustituir en sus funciones constitucionales de seleccionar y nombrar a magistrados al CNM
(Artculos 150 y 154 de la Constitucin Poltica).
Anul el nombramiento de dos seoras fiscales supremas, las letradas Zoraida valos y Nora Miraval.
El Tribunal design directamente como fiscal supremo al demandante Mateo Castaeda, esta decisin fue abusiva e irracional.
-266-
-267Indice
Son lmites del ejercicio del control de Constitucionalidad, las denominadas Clusulas Ptreas.
El pasado 15 de julio, el nuevo pleno del Tribunal emiti el denominado Auto del rgano de control Constitucional. Resolvi por
unanimidad el pleno declarar fundado el recurso de reposicin
(nulidad) interpuesta por el Procurador Pblico del CNM, cuyo
argumento central, fue respetar la autoridad de cosa juzgada, establecida en la sentencia definitiva del 16 de enero de 2012 y de respetar las competencias exclusivas del CNM (art. 154, inciso 1, de la
Constitucin). A su vez declar infundado el recurso de apelacin
por salto, interpuesto por el vecino Mateo Castaeda y, finalmente,
declar mediante acta que el CNM cumpli con motivar de modo
suficiente la decisin sobre la postulacin de Mateo Castaeda al
cargo de Fiscal Supremo.
Contamos con lmites formales y materiales, los primeros los encontramos en la Constitucin y las leyes, en los tratados internacionales en
materia de los derechos fundamentales, la vigencia efectiva de los derechos
constitucionales y, por ende, la primaca de la Carta poltica, el cumplimiento de los fines de los procesos constitucionales y el reconocimiento
de las prcticas procesales vinculadas a los principios especializados y a
los principios ad-hoc.
Los lmites implcitos los relacionamos con los principios fundamentales materiales, supremos o esenciales.
16
-268-
-269Indice
HBERLE, Peter. En el Control del Poder. Ed. Fondo Editorial Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Tomo I. Lima 2012.
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FIX ZAMUDIO, Hctor. En Manual Constitucional. En Quiroga Len
Anbal. Ed. Caballero Bustamante, Lima, 2012.
-270-
-271Indice
Reflexiones a Propsito
de la denominada
Autonoma Procesal
del Tribunal Constitucional
I. LA EXPERIENCIA NACIONAL: Uno de los temas controvertidos del actuar jurisdiccional del Tribunal Constitucional (en adelante TC)
es el ejercicio de esta autonoma. Si bien es cierto que los procesos constitucionales tienen ms de jus constitutionis que de jus litigatoris, en
el sentido que la materia discutida est referida a la tutela de los derechos
fundamentales, es ms de inters publico que del mero inters particular,
ello no debe autorizar al TC a actuar libremente en este sensible campo
que toca a las garantas del debido proceso. Si esa autonoma le permite
conseguir los fines de los procesos constitucionales, bienvenida sea; sin
embargo, son varios los casos en que ha sido desnaturalizada.
Hay que admitir que la enorme tarea de dar contenido especfico a
los valores y principios que integran la carta constitucional, amerita actuar
con flexibilidad en el campo procedimental, ya que la tutela urgente y
-272-
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Este camino escogido por el TC peruano ha sido objeto de especial atencin, especialmente cuando con ello pretende lograr superar el
inmovilismo impuesto por un sistema procesal estructurado pensando
en la tutela de derechos subjetivos, antes que en un proceso de inters
de la sociedad. Bien dice Sandra Serrano1 al respecto que Los derechos
humanos contemporneos estn lejos de poder ser comprendidos bajo la
clsica categora de derecho subjetivo. Si bien se exigen prestaciones del
Estado, ms bien se trata de la exigencia de conductas en distintos planos,
en las que intervienen distintas autoridades e, incluso, los particulares. Las
relaciones unidireccionales de los derechos los privan de su impacto en
el actuar cotidiano de las autoridades en la medida que se les ven como
ya realizados y estticos. En cambio, las relaciones multidireccionales
planteadas por las obligaciones y los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, nos hablan de derechos
dinmicos, en constante cambios, que exigen conductas diversas de las
autoridades y, por tanto, en accin. Esta diferencia justifica el ejercicio
dinmico que la autonoma procedimental puede acompaar bien, y
por tanto, amerita su reconocimiento.
-274-
-275Indice
Los procesos constitucionales se desarrollan con arreglo a los principios de direccin judicial del proceso, gratuidad en la actuacin del
demandante, economa, inmediacin y socializacin procesales.
En efecto, mediante su autonoma procesal el Tribunal Constitucional puede establecer reglas que tengan una pretensin de generalidad y
que puedan aplicarse posteriormente a casos similares, siempre que stas
reglas tengan como finalidad perfeccionar el proceso constitucional, y
se encuentren limitadas por el principio de separacin de poderes, la ya
mencionada vigencia efectiva de los derechos fundamentales y los principios de razonabilidad y proporcionalidad.
ETO CRUZ, Gerardo. Tratado del Proceso Constitucional de Amparo. Tomo I, pg. 630,
Edit. Gaceta Jurdica, Lima, 2013.
-276-
-277Indice
-278-
1.
2.
Se constata la presencia de interpretaciones errneas de una disposicin constitucional o integrante del bloque de constitucionalidad,
lo que a su vez genera una indebida aplicacin de la misma;
3.
4.
5.
6.
Garca Belande, criticando esta actuacin, seala que la falsa idea de ser comisionado del poder constituyente ha hecho que hayan usado extensamente el
concepto precedente vinculante, con lo cual han querido imponer prcticamente una dictadura virtual sobre el resto de los operadores jurdicos
-279Indice
Junto con estas ideas se hace necesario resaltar la tarea de la interpretacin constitucional. Nuestro texto constitucional es poroso por una serie
de razones que van desde el uso de conceptos indeterminados, multvocos,
o por la aparicin de nuevas circunstancias de tiempo y lugar, o porque
los textos representaron en su oportunidad frmulas de transaccin entre
las fuerzas polticas que, desde la Asamblea Constituyente, actuaron en
su diseo. Sea como fuere, es necesario que la Constitucin se mantenga
vigente durante un periodo razonable para que, entre otras consecuencias,
permita fortalecer el crecimiento del bloque de constitucionalidad que
crece a su sombra. Por ello, cabe aceptar la filosofa que existe detrs de
la idea de que la buena vida de las constituciones est dada por su desarrollo, en la continuidad. La interpretacin plasmada en la jurisprudencia,
permite que ese desarrollo se logre sin la necesidad de reformas totales o
parciales. En todo caso, la jurisprudencia debe ser el instrumento natural
para ese desarrollo; la reforma, la excepcin.
-280-
-281Indice
jurdica sobre los rganos inferiores, sin que se le pueda negar esa eficacia
bajo el argumento de que los jueces no son legisladores y, por ende, no
pueden generar normas de alcance general. Tampoco se le puede oponer
a ese valor el fcil argumento de que los jueces solo deben sustentar sus
decisiones en la ley y no en la jurisprudencia, llegndose a desconocer a
esta el valor de fuente de derecho. Comanducci8, con una brillante justificacin, expresa la legitimidad del efecto vinculante. Desde un punto
de vista terico dira que es de sentido comn constatar que la discrecionalidad judicial es, en alguna medida, inevitable y que eso depende,
a la vez, de factores objetivos y subjetivos. Factores que estn fuera del
alcance del juez y factores que, en cambio, podran ser modificados por
los mismos jueces. Los factores objetivos son aquellos bien conocidos
de tipo semntico, es decir, que dependen de la open texture, de la textura
abierta del lenguaje natural, que no permite al legislador formular normas
tan precisas que puedan siempre ser interpretadas de una nica forma.
Los factores subjetivos son igualmente conocidos: estn constituidos por
la interaccin de ideologas e intereses en la decisin... Es compatible sta
constatacin, segn la cual los jueces producen normas jurdicas bastante
compartida a nivel terico, con el valor de la separacin de poderes, al
que todos parecen tener mucho aprecio? Yo dira que s, si nos damos
cuenta que aquel concepto de la separacin de poderes segn el cual el
juez se limita a aplicar, mientras que el legislador es el nico productor
de normas, es fruto de las ideologas jurdicas del inicio del siglo XIX, y
poco tiene que ver con la ideologa de la separacin de los poderes de
Montesquieu, que -sta s- se encuentra en la base de la idea liberal del
Estado limitado. La separacin de poderes de Montesquieu solo significa
que los poderes no deben estar todos en las manos de un nico sujeto.
Deben estar divididos. No significa, sin embargo, que un poder deba ser
ejercido exclusiva y necesariamente por un solo rgano, y otro poder por
otro rgano. La constatacin que puede hacerse en el nivel terico es que
el poder normativo es decir, el poder de producir normas que vinculan
a la colectividad , que es el poder ms importante y peligroso, en los
pases modernos est dividido o fraccionado. No lo ejerce solo el legislador, sino que lo ejercen tambin otros rganos: el tribunal constitucional
(si existe), los jueces en alguna medida y, en parte tambin, el gobierno y
la administracin pblica Se trata entonces de encontrar formas para
asegurar la coherencia en el tiempo de las decisiones interpretativas de
los jueces, porque solo as ellas sern de alguna forma previsibles y previsible tambin resultar, en alguna medida, la decisin final del caso. La
coherencia reclamada es base suficiente para entender el efecto normativo.
-282-
-283Indice
11
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-285Indice
excepcional? Ya asume competencia extraordinaria en temas de narcotrfico y lavado de activos, de tal manera que el camino ya est iniciado.
CONCLUSIN:
Alentamos la autonoma procedimental, ejercida seria, reflexiva
y mesuradamente, sin que en ningn caso, se justifique afectaciones al
debido proceso. Creemos que su radio de accin debiera ampliarse al
control tico de los procedimientos cuando se aprecie actos de corrupcin
que agravian los fines de la justicia.
Este catlogo es simplemente ejemplificativo como podr suponerse. Mencin especial me merece una opcin procedimental de enorme
importancia que ameritara ser considerada por el colegiado de justicia
constitucional concentrada: adoptar una especie de certiorari axiolgico
positivo, para que el TC, excepcionalmente, se pueda avocar a aquellos
casos que sean ticamente emblemticos para la Nacin. En efecto, reflexionemos atendiendo a estos presupuestos: La Constitucin gira en torno,
principalmente, a valores. Su visin axiolgica para la sociedad peruana
debiera ser considerada por el TC para abrir sus compuertas de competencia excepcional, y en mrito de ello, avocarse ex officio, al conocimiento
de procesos en los que, de manera manifiesta, se aprecie violacin de un
derecho fundamental basado en actos de corrupcin. Con esta variable, en
vez de haber pretendido controlar graves afectaciones va proceso competencial, debiera hacerlo va recurso extraordinario de control tico. Nos
parece una actitud concorde con los valores y principios constitucionales,
sin necesidad de recurrir a un proceso competencial marcadamente ajeno
a la materia que se discuti en l. Es claro que la corrupcin es un cncer
que afecta los altos intereses nacionales. Si el TC tiene ante s un caso en
que se aprecia que la decisin adoptada no tiene otro fundamento que
no sea la venalidad, por qu no avocarse a su conocimiento de manera
-286-
-287Indice
Introduccin
-288-
Caso Almonacid Arellano y otros vs. Chile. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de septiembre de 2006.
-289Indice
La ponencia tiene como finalidad efectuar un anlisis de la evolucin de la doctrina jurisprudencial del control de convencionalidad y sus
implicancias en relaciones a los rganos internos encargados de cumplirla,
en especial de los jueces, que deben aplicarla en los casos concretos, y a
quienes la CIDH encarga el control difuso de convencionalidad.
2.
Todas las sentencias que emite la Corte IDH vinculan a los rganos jurisdiccionales de los ordenamientos internos, porque contienen
las interpretaciones que realiza la Corte IDH acerca de la Convencin
Americana y de los tratados del Sistema Interamericano. Adems, una vez
emitidas gozan de la fuerza de la cosa juzgada de las decisiones y deben
ser cumplidas en el Estado Parte declarado responsable, sin perjuicio de
que los criterios interpretativos que fija en cada pronunciamiento, deben
ser cumplidos en los ordenamientos internos de cada Estado Parte de la
Convencin Americana.
El 22 de mayo de 1979 fueron electos los primeros siete jueces de la Corte IDH. Su
sede es la ciudad de San Jos de Costa Rica, donde se instal desde el 3 de septiembre de 1979.
3.
-290-
Caso Myrna Mack Chang vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
del 25 de noviembre de 2003. Prr. 27 del voto concurrente razonado.
-291Indice
Posteriormente, en el ao 2004 desarroll sus ideas en el voto concurrente razonado en el Caso Tibi vs. Ecuador, en el cual expres que la tarea
de la Corte IDH se asemeja a la que realizan los tribunales constitucionales.
Estos examinan los actos impugnados disposiciones de alcance general a
la luz de las normas, los principios y los valores de las leyes fundamentales,
controlan la constitucionalidad de esos actos; en cambio, la Corte IDH
resuelve acerca de la convencionalidad de esos actos en relacin con
normas, principios y valores contenidos en los tratados en los que funda
su competencia contenciosa. A travs del control de constitucionalidad,
los rganos internos procuran conformar la actividad del poder pblico
al orden que entraa el Estado de Derecho en una sociedad democrtica,
mientras que el Tribunal Interamericano pretende conformar esa actividad
al rgano internacional acogido en la Convencin Americana, fundadora
de la jurisdiccin interamericana, cuya competencia ha sido aceptada por
los Estados partes en ejercicio de su soberana7.
Caso Lpez lvarez vs. Honduras. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del 01
de febrero de 2006. Prrafo 30 del voto razonado, en relacin a los criterios para
evaluar el plazo razonable. Para Garca Ramrez, al llevarse a cabo el anlisis de la
complejidad del asunto, la Corte que verifica la compatibilidad entre la conducta
del Estado y las disposiciones de la Convencin es decir, el rgano que practica el
control de convencionalidad debe explorar las circunstancias de jure y de facto
del caso.
-292-
-293Indice
4.
A partir del anlisis de las sentencias de la Corte IDH que dan cuenta
del desarrollo de la doctrina jurisprudencial del control de convencionalidad, consignamos como aspectos relevantes los siguientes:
Caso Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros) vs. Per. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de
2006, prr. 128.
La Corte IDH encarga a todos los rganos del Estado, incluido sus
Jueces y rganos vinculados a la administracin de justicia, el control
de convencionalidad en sede interna. Se sustenta en que forman parte
15
A partir del Caso Cabrera Garca y Montiel Flores vs. Mxico, prr. 225.
-294-
-295Indice
En sus sentencias, la Corte IDH ha sealado que la facultad ex officio de los jueces debe tener en cuenta el marco de sus respectivas
competencias y de las regulaciones procesales correspondientes.
Lnea interpretativa que mantiene tratndose de los dems rganos
del Estado Parte.
De este modo el canon interpretativo de los jueces y de los rganos vinculados a la administracin de justicia se incrementa con la
normativa internacional16. Lo que implica que al bloque de constitucionalidad se agrega el bloque de convencionalidad; y en tal sentido,
los jueces y rganos vinculados a la administracin de justicia, en
los casos que conocen deben tener en cuenta no solo la Convencin
Americana, sino tambin la interpretacin de sus disposiciones
por parte de la Corte IDH, como su supremo intrprete. Bloque de
convencionalidad al que se integran los otros tratados del Sistema
Interamericano que le otorguen competencia.
-
Un ejemplo lo constituye la alegacin efectuada por los representantes de las vctimas del Caso Barrios Altos vs. Per, quienes alegaron
la violacin del deber de control de convencionalidad, por parte
de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de la Repblica,
al emitir la Ejecutoria Suprema de fecha 20 de julio de 2012 (RN
N 4104-2010), desconociendo la validez jurdica de aquellos hechos
que haban sido propuestos, analizados y probados ante la Corte
Interamericana en el citado caso17.
5.
El Tribunal Constitucional ha ido delineando una lnea jurisprudencial en la cual la Declaracin Universal de Derechos Humanos y los
tratados de derechos humanos y sentencias de la Corte IDH constituyen
el parmetro de interpretacin. Esto ha sido posible por la Cuarta Disposicin Final y Transitoria de la Constitucin, desarrollada por el artculo
V del Ttulo Preliminar del Cdigo Procesal Constitucional (en adelante
CPConst.) que incluye a las sentencias de la Corte IDH como parmetro
de interpretacin.
El control de convencionalidad viene siendo utilizado por los Estados Partes o los representantes de las vctimas, alegando que en el
orden interno se ha ejercido el control de convencionalidad o se ha
violado el deber de control de convencionalidad.
Lo que no excluye, en el caso de Per, al Tribunal Constitucional y Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia, que llevan a cabo el control
concentrado.
17
-296-
-297Indice
19
20
21
-298-
-299Indice
Tercera. Por el rango constitucional de los tratados de derechos humanos y su eficacia directa introducidos jurisprudencialmente por el Tribunal
Constitucional. En efecto, el Tribunal Constitucional ha establecido que los
tratados sobre derechos humanos ratificados por el Estado peruano, por
pertenecer al ordenamiento jurdico interno, son derecho vlido, eficaz y,
en consecuencia, inmediatamente aplicable al interior del Estado
por los tribunales internacionales sobre derechos humanos a travs de sus decisiones. Exp. N. 5854-2005-Pa/TC, sentencia de 8 de noviembre de 2005. Parmetro
de interpretacin que jurisprudencialmente incluye las decisiones de los Comits
de Naciones Unidas e informes de la Comisin Interamericana, no obstante que el
CPConst. lo limita a las sentencias de la Corte IDH.
23
Tercera: Caso Chocrn Chocrn vs. Venezuela. Excepcin Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de Julio de 2011.
24 Primera: Caso Apitz Barbera y otros (Corte Primera de lo Contencioso Administrativo) vs. Venezuela. Excepcin preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de agosto de 2008. Segunda: Caso Revern Trujillo vs. Venezuela. Excepcin Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de Junio de 2009.
25
-300-
-301Indice
jueces y fiscales adecuadamente seleccionados, independientes e imparciales y con garanta de inamovilidad en sus cargos. Jueces que al asumir
el nuevo rol que la Corte IDH les ha encomendado, deben profundizar
sus conocimientos en relacin al Derecho Internacional de los Derechos
Humanos, incluyendo el control de convencionalidad.
Sexta. Como el control difuso de constitucionalidad es un poder-deber conferido constitucionalmente a los jueces de todas las instancias, sin
importar jerarquas ni especialidades y opera de parte o de oficio, esta
regulacin determina que pueda aplicarse un control difuso de convencionalidad pleno en los procesos ordinarios, con efectos inter partes.
6.
Reflexiones finales
-303Indice
I.
-304-
Director Acadmico de la Facultad de Derecho y Ciencia Poltica de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Miembro del Comit Directivo del Instituto
Iberoamericano de Derecho Constitucional.
-305Indice
Para lo cual, mucho tiene que ver el trnsito poltico que desemboca en la Revolucin inglesa (Glorius Revolution) entre 1642 a 1689, y en
donde la presencia de los documentos histricos ayud a cuajar el sistema
poltico del Common Law, por definicin, entendido como costumbre
inveterada y Jus non scriptum, al margen de las leyes (statutes), tal como
lo recuerda Pocock.
Entre los ms representativos, tenemos:
a) La Magna Charta Libertatum, que fue concedida por el Rey Juan sin
Tierra (1167-1216) a sus barones (1215);
b) La Confirmatio Chartarum de Eduardo I (1297);
c) La Petition of Rights (1628);
d) La Habeas Corpus Act (1679);
1
-306-
Cfr. POCOCK, J.G.A.: La Ancient Constitution y el derecho feudal, op. cit., pg. 65.
-307Indice
Aqu seguimos los datos suministrados por Gallego Garca, Alio A. Common Law.
El pensamiento poltico y jurdico de Sir Edward Coke, Ediciones Encuentro, Madrid,
2011, pgs. 16 y ss. Tambin, resulta til, la voz: Coke, Sir Edward, en The New
-308-
-309Indice
Cfr. REY MARTNEZ, Fernando. Una relectura del Dr. Bonhams Case y de la
aportacin de Sir Edward Coke a la creacin de la Judicial Review, en Revista
Peruana de Derecho Pblico, Ao 8, N 14, enero-junio, Lima, 2007, pgs. 51-52.
-310-
a)
b)
10
-311Indice
d)
e)
sera objeto de una multa de 100 chelines, fijada por el estatuto, una
vez que hubiera practicado la medicina durante un mes, pero tambin
debera ser castigado al mismo tiempo por la previsin de la segunda
clusula. Pero de ello se seguiran dos absurdos (two absurdities). El
primero de ellos sera que una persona debera ser castigada no solo
dos veces, sino muchas veces por una nica falta. Y aade Coke,
the Divine saith, Quod Deus non agit bis in idipsum; and the Law saith,
Nemo debet bis puniri pro uno delicto (el telogo dice, que Dios no
procede dos veces contra la misma persona, y el Derecho dice,
nadie debe ser castigado dos veces por un delito). Sera absurdo
asimismo castigar por la primera clusula la prctica de la medicina
por un mes y no por un tiempo menor, y por la segunda castigar la
prctica no solamente por un mes sino por cualquier tiempo, incluso
por un solo da, pues si as fuera, el ejerciente de la prctica mdica
ser castigado por la primera clusula con una confiscacin (multa)
y por la segunda con multa y prisin, sin limitacin11.
11
-312-
-313Indice
Auctoritates philosophorum, medicorum et poetarum sunt in causis allegandae et tenendae (I Inst., 264).
Boni judicis est judicium sine dilation mandare executioni (I Inst., 289 b).
Judex habere debet duos sales, salem sapientiae; ne sit insipidus, et salem
conscientiae, ne sit diabolus (3 Inst., 147).
El juez debe tener dos sales, la de la sabidura para no ser inspido, y
la de la conciencia para no ser malvado.
Gravius est divinam quam temporalem laedere majestatem (II Report, 29).
Es ms grave daar la majestad divina que la humana.
Las autoridades de los filsofos, mdicos y poetas pueden ser admitidas y alegadas en las causas.
-315Indice
-316-
**
-317Indice
El objeto del presente trabajo es replantearse algunos lugares comunes en torno del precedente constitucional, tomando como base lo que del
mismo se dice a nivel de nuestro derecho positivo, as como los aspectos
que ante el silencio o la omisin legislativa, se han ido perfilando por va
de la jurisprudencia. Como algunos de tales tpicos no han sido desarrollados suficientemente o lo que se ha dicho de los mismos, sin dejar de ser
interesante, no nos ha convencido del todo, es que nos hemos decidido
redactar estas breves lneas a fin de ofrecer nuestra propia versin en torno
del tema. Con la misma, vale la pena aclararlo, no pretendemos dar por
zanjado absolutamente nada, sino contribuir a un debate que por diversas
razones an creemos inacabado.
2
Naturalmente y an cuando pueda hablarse de un precedente originario, propio de aquellos pases donde se le ha venido desarrollando de
una manera constante o consolidada, ello no significa que dicha figura no
pueda ser adaptada a otro tipo de modelos jurdicos. Es lo que ocurre con
el Per, que a pesar de pertenecer a una familia jurdica distinta (civil law)
hemos optado por importarlo en la lgica de utilizarlo para propsitos en
provecho de la Justicia, en particular, la de carcter constitucional.
En ese proceso de adaptacin, ciertamente, es posible apreciar aspectos positivos, pero tambin aspectos de suyo polmicos, que es preciso
reconocer. Puede que nuestro ordenamiento jurdico haya hecho bien en
recoger el precedente como instrumento, pero puede que en el proceso de
desarrollo que le ha otorgado, no siempre haya tenido todas a su favor. Se
hace necesario bajo tales circunstancias, adentrarnos en una descripcin
del precedente en la manera como lo hemos venido concibiendo. Solo
as es que podremos extraer conclusiones ms o menos certeras sobre la
utilidad de dicho instituto.
Cfr. CARPIO MARCOS, Edgar y GRNDEZ CASTRO, Pedro P. (Coordinadores). El Precedente Constitucional (2005-2006) Sentencias, Sumillas e ndices; Palestra
Editores; Primera Edicin; Lima 2007; VELEZMORO PINTO, Fernando. Precedentes vinculantes del Tribunal Constitucional; Editora Jurdica Grijley; Lima 2007;
CASTAEDA OTSU, Susana (Directora). Comentarios a los Precedentes Vinculantes
del Tribunal Constitucional; Editora Jurdica Grijley; Lima 2010; PEA GONZALES, scar (Coordinador). Los Precedentes Vinculantes del Tribunal Constitucional; APECC; Primera Edicin; Lima 2012; TUPAYACHI SOTOMAYOR, Jhonny
(Compilador). El Precedente Constitucional Vinculante en el Per (Anlisis y Doctrina
Comparada); Adrus Editores; 2.a Edicin; Lima 2014.
As lo corroboran los constantes enfrentamientos entre el Tribunal Constitucional y el Poder Judicial en torno a los alcances de determinados precedentes.
Cfr. GARCA BELANDE, Domingo (Coordinador). Guerra de las Cortes?
A propsito del proceso competencial entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial,
Cuadernos de Anlisis y Crtica a la Jurisprudencia Constitucional. N 4; Palestra
Editores; Lima 2008.
-318-
-319Indice
c)
a)
El precedente es una tcnica, que al igual como ocurre con la legislacin, deriva de una tpica funcin creadora. Esta ltima, sin embargo, se
encuentra vinculada no al rgano tradicionalmente revestido de competencias legislativas (Congreso, Asamblea legislativa, etc.), sino a un rgano
jurisdiccional especialmente dotado para cumplir con dicho cometido.
Delimitar el grado de obligatoriedad o vinculacin de los precedentes es, sin embargo, un aspecto que aunque depende de la concepcin de
precedente que se maneje al interior de cada ordenamiento jurdico, debe
ser tomado con particular cautela.
En efecto, aunque nadie puede poner en tela de juicio que el precedente est hecho para ser cumplido, la manera cmo opera dicho cumplimiento, debe encontrarse en relacin directa con el diseo de los rganos
jurisdiccionales existentes en un Estado y con la propia legitimidad para
merituar su pertinencia o no en la solucin de los casos.
-320-
-321Indice
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-323Indice
Estos principios deben ser invocados por los Magistrados de todas las
instancias judiciales, cualquiera que sea su especialidad, como precedente
de obligatorio cumplimiento. En caso que por excepcin decidan apartarse
de dicho criterio, estn obligados a motivar adecuadamente su resolucin
dejando constancia del precedente obligatorio que desestiman y de los fundamentos que invocan.
La decisin que se tome en mayora absoluta de los asistentes al pleno casatorio constituye precedente judicial y vincula a los rganos jurisdiccionales
de la Repblica, hasta que sea modificada por otro precedente.
Los abogados podrn informar oralmente en la vista de la causa, ante el
pleno casatorio.
Los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Repblica pueden excepcionalmente apartarse en sus resoluciones jurisdiccionales, de su propio criterio jurisprudencial, motivando debidamente su resolucin, lo que debe hacer
conocer mediante nuevas publicaciones, tambin en el Diario Oficial El
Peruano, en cuyo caso debe hacer mencin expresa del precedente que deja
de ser obligatorio por el nuevo y de los fundamentos que invocan.
nistrativo General; Pgina Blanca Editores; 1.a Edicin; Lima 2004; pgs. 151 y ss.
-324-
-325Indice
Pareciera obvio decirlo, pero es necesario enfatizarlo por determinadas razones. En el modelo de justicia constitucional adoptado por nuestro
ordenamiento jurdico es el Tribunal Constitucional (y solo l mismo) el
nico rgano con capacidad para crear o establecer el llamado precedente
constitucional vinculante, por lo menos si nos atenemos estrictamente a
los alcances del referido trmino.
en materia penal; Editorial Reforma S.AC.; Lima 2010; PEA GONZALES, scar
(Coordinador). Los Precedentes Vinculantes de la Corte Suprema; APECC; 2.a Edicin;
Lima 2011.
8
A su turno dicha norma estableca La Facultad que tienen los jueces de apartarse de la
Jurisprudencia obligatoria al fallar en nuevos casos en materia de acciones de garanta que
establece el artculo 9 de la Ley, los obliga necesaria e inexcusablemente a fundamentar las
razones de hecho y de derecho que sustentan su pronunciamiento, bajo responsabilidad.
10
-326-
-327Indice
d)
b)
El precedente judicial solo podra pronunciarse sobre materia constitucional no desarrollada directamente por un precedente constitucional vinculante emanado del Tribunal Constitucional;
b)
c)
El precedente judicial solo sera vinculante para los jueces y Tribunales integrantes de la estructura orgnica del Poder Judicial, ms
no as para el resto de poderes pblicos (entre los que se encontrara
por supuesto, el Tribunal Constitucional);
El precedente judicial podra ser cuestionado va procesos constitucionales de tutela (hbeas corpus o amparo) supuesto en el cual
sera controlado en su constitucionalidad por parte del Tribunal
Constitucional;
En este contexto es por dems evidente que una eventual incorporacin implcita del precedente que fuerce o imponga una bsqueda
interpretativa, resultara a todas luces discutible, pues es la propia fuente
normativa la que impone explicitud sin admitir excepcin alguna. O el
precedente existe como tal, porque el Tribunal Constitucional as lo seala
textualmente o simplemente se da por no creado.
Ahora bien, aun cuando es la regla de la objetividad la que impone
la pauta en torno a la existencia del precedente y la prctica que se verifica as lo pone de manifiesto, es bueno saber que no siempre la misma
ha sido asumida por nuestro Tribunal de la forma descrita. En efecto, por
sorprendente que parezca nuestra jurisprudencia registra casos de precedentes que no nacieron a la manera como lo seala el Cdigo Procesal en
materia Constitucional.
Notorio ejemplo de lo descrito lo constituye el criterio establecido en
el Expediente N 3179-2004-AA/TC (Caso: Apolonia Ccollcca Ponce) de
acuerdo con el cual, la procedencia de procesos de amparo contra resoluciones judiciales no solo se encuentra habilitada para tutelar los derechos
fundamentales de naturaleza estrictamente procesal (debido proceso, tutela
jurisdiccional efectiva), sino toda clase de derechos fundamentales, opcin
-328-
-329Indice
As las cosas, no deja de sorprender que a pesar de la previsin establecida en el Cdigo, no siempre el Colegiado haya sido tan escrupuloso a
la hora de crear sus precedentes. Aunque es cierto que en los ltimos aos
el Tribunal ha sido mucho ms ortodoxo a la hora de crear o establecer un
precedente, no deja de ser menos cierto que en el pasado no siempre las
cosas hayan sido de la forma antes descrita.
c)
11
12
En efecto, al igual como sucede con las normas ordinarias, que son
obligatorias desde su puesta en vigencia y cuya eventual retroactividad
puede ser aceptada excepcionalmente a condicin expresa de que favorezca
(como ocurre en materia penal y tributaria), con igual razn creemos que
lo mismo acontece respecto del precedente constitucional. Ambas (tanto
la ley como el precedente) son reglas obligatorias con independencia de
su origen.
En efecto, durante prcticamente cinco lustros (que comprende todos los aos que
rigi la Ley N 23506 y los iniciales de nuestro actual Cdigo Procesal Constitucional) nuestra jurisprudencia se decant por una tpica opcin permisiva moderada
(solo se tutelaba va amparo contra resoluciones judiciales derechos constitucionales de naturaleza procesal). Ello cambiara con el pronunciamiento aqu sealado, en que se aceptara la opcin permisiva amplia (amparo como mecanismo
para tutelar cualquier derecho fundamental, incluyendo como es obvio, los derechos sustantivos). Las incidencias de este cambio, evidentemente notorio, ya se
han venido vislumbrando con nitidez en los ltimos tiempos. El anlisis de este
cambio, lo dejamos sin embargo, para otro momento.
-330-
-331Indice
Otro sector de opinin, entiende que aunque la aplicacin retroactiva del precedente es perfectamente posible, ella solo se hace legtima, en
tanto no perjudique. Dicho en otros trminos, el precedente retroactivo
solo sera para favorecer, nunca para perjudicar.
15
De acuerdo con la citada norma Las normas procesales son de aplicacin inmediata,
incluso al proceso en trmite. Sin embargo continuaran rigindose por la norma anterior:
las reglas de competencia, los medios impugnatorios interpuestos, los actos procesales con
principio de ejecucin y los plazos que hubieran empezado.
La razn del procedimiento preestablecido por la ley estriba precisamente en eso. En el hecho de garantizar que los elementos procesales
de suyo esenciales con los que se inicia un proceso (cualquiera que sea su
16
Esta otra norma por su parte establece que Las normas procesales previstas por
el presente Cdigo son de aplicacin inmediata, incluso a los procesos en trmite. Sin
embargo, continuaran rigindose por la norma anterior: las reglas de competencia, los
medios impugnatorios interpuestos, los actos procesales con principio de ejecucin y los
plazos que hubieran empezado.
-332-
-333Indice
No estamos diciendo, por cierto, que estos precedentes hayan resultado cuestionables desde la perspectiva de su contenido mismo, respetable
desde todo punto de vista, y en algunos casos (por lo menos en dos de
ellos) hasta necesarios. En lo que estamos reparando es en la forma en que
han sido aplicados. Pretender que los procesos que se venan tramitando
bajo unos determinados criterios jurisprudenciales de pronto lo sean bajo
parmetros distintos, sin tomar en cuenta el perjuicio a generarse sobre
sus destinatarios, dista radicalmente de la finalidad de certeza innata a
todo precedente. Es lo que en su da y a modo de ejemplo sucedi con
los amparos previsionales tramitados bajo criterios de tutela extensiva y
que tras la creacin del precedente recado en el Exp. N 1417-2005-PA/
TC (Caso: Manuel Anicama Hernndez) y su aplicacin inmediata fueron
desestimados de plano, sin interesar los aos de litigio que tuvieron que
padecer los litigantes hasta su llegada al Tribunal Constitucional y por
En esta lnea hay decenas de sentencias emitidas por nuestro Colegiado. Cfr. Por
ejemplo, el Exp. N 3771-2004-HC/TC (Caso: Miguel Cornelio Snchez Caldern).
Sustentacin terica en pro de dichas opciones, la tenemos en Senz Dvalos, Luis;
La aplicacin en el tiempo del Cdigo Procesal Constitucional. Algunas notas
sobre un problema de interpretacin recientemente planteado; Hechos y Derechos;
Suplemento Mensual de Editora Normas Legales S.A.C.; Ao 4; N 28; enero de 2005;
pgs. 14-15. En sentido similar, CARPIO MARCOS, Edgar. Aplicacin inmediata del Cdigo Procesal Constitucional?; Actualidad Jurdica; Tomo 136; Gaceta
Jurdica; Lima, marzo de 2005; pgs. 152 y ss.
-334-
-335Indice
Ahora bien, el hecho de que el precedente constitucional, sea vinculante para todos, no supone que dicha caracterstica opere de manera
radical para el Tribunal Constitucional. Aunque este ltimo prima facie,
se encuentra vinculado por lo que en su momento estableci y evidentemente debe observar sus precedentes mientras no decida expresamente lo
contrario, tiene, a diferenci a del resto de poderes pblicos, la condicin
de rgano creador y esta a su vez, se sustenta en su condicin de Supremo
Intrprete de la Constitucin. Siendo esto, as se explica, que llegado el
momento pueda decidir que el precedente no va ms o que simplemente
merece ser sustituido.
d)
19
Al respecto se pueden ver, por ejemplo, las ejecutorias recadas en los Exps.
N 3940-2010-PA/TC (Caso: Gobierno Regional del Callao), N 3941-2010-PA/TC
(Caso: Gobierno Regional del Callao), entre otras.
En el escenario descrito, capital importancia reviste entonces el conocer a qu tipo de motivacin nos estamos refiriendo cuando hablamos de
la capacidad que ostenta el Tribunal Constitucional.
Al respecto, creemos no equivocarnos en sealar que cuando se
establece como requisito de un eventual cambio de precedente, el factor
motivacin, no es porque simplemente se le est imponiendo al rgano
creador, la idea de una formal argumentacin basada en su propia
auctoritas o en la posicin institucional que ocupa en el esquema constitucional. En realidad, se trata de algo mucho ms importante que una simple
-336-
-337Indice
acadmicas, se observ un cierto mayor consenso alrededor de su necesidad, sino por el lado del recurso de agravio constitucional y la utilizacin
que en su momento se le pretendi otorgar20. Sobre este ltimo extremo
se detect desde un inicio una fuerte polmica, pues a juicio de diversos
doctrinarios, no pareca una frmula tan escrupulosamente consecuente
con el texto constitucional, si nos atenemos a lo previsto por el Artculo
202 inciso 2) de la norma fundamental cuyo texto habla de resoluciones
denegatorias y no de estimatorias tal y cual lo pretenda el citado precedente. Nosotros mismos, en aquella poca, abogamos por una tcnica de
defensa del precedente por conducto del amparo contra amparo antes
que por va del recurso de agravio constitucional. Pensamos entonces (al
igual que ahora) que no nos equivocbamos en este especfico aspecto21.
Motivacin definitivamente s, pero ciertamente no cualquier motivacin. Para que el cambio o apartamiento sea una opcin no reprochable en
trminos jurdicos, tendra que ser una tipo cualificado, en otras palabras,
una donde impere una alta dosis de calidad argumental traducida en un
elenco bastante selecto de razones poderosas a la par que persuasivas que
conduzcan a demostrar el porqu de la inutilidad o desfase del precedente
que se pretende sustituir.
Siendo este el mensaje central con el que asumimos los alcances de
un eventual cambio en los precedentes, convendra contrastar nuevamente,
la forma como es que el Tribunal lo ha venido interpretando.
Decir que un precedente ha sido fruto de una imposicin doctrinaria, proveniente de un grupo de magistrados, no parece muy elegante
que digamos y antes bien, constituye ms una descalificacin acadmica
o personal que un verdadero e indiscutible alegato en pro de un cambio
que se entienda como necesario.
Entendemos que, si el Tribunal Constitucional integrado por un
determinado grupo de Magistrados, disiente de la posicin asumida por
quienes fueron sus predecesores, no tiene nada de extrao ni menos discu-
-338-
20
21
Cfr. SENZ DVALOS, Luis. Los nuevos derroteros del amparo contra amparo
en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional (Cambios y perspectivas a la
luz de una reciente ejecutoria); en Senz Dvalos, Luis (Coordinador); El Amparo
contra Amparo y el recurso de agravio a favor del precedente; pgs. 120-122.
-339Indice
tible, que opte por darle un giro diferente a algunas de sus perspectivas
jurisprudenciales. Pero para hacerlo no necesita minimizar acadmicamente
a nadie. Es suficiente con exponer las razones por las que el precedente
que se pretende cambiar resulta cuestionable y a su turno, argumentar
en pro de las nuevas reglas que se pretenden crear. La descalificacin
acadmica, en otras palabras, no es ningn argumento ni mucho menos
razn cualificada para este tipo de decisiones, pues nadie tiene la varita
mgica como para decidir que tal o cual posicin en Derecho es la nica
posible. Con la lgica que maneja el Tribunal, va la sentencia comentada,
tambin podra ser descalificado por magistrados distintos, so pretexto de
una nueva composicin del Colegiado.
23
-340-
-341Indice
Introduccin
-342-
-343Indice
Segn cul sea el lmite infringido, los vicios de la ley pueden ser
materiales, formales y competenciales. Sin embargo, en el derecho y la
jurisprudencia constitucionales comparados se discute si, adems de
dichos vicios o motivos impugnatorios de la ley, es posible comprender
tambin al denominado exceso de poder legislativo. En este trabajo se
da cuenta de su problemtica y se analiza su tratamiento, an embrionario,
en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional peruano.
1.
Cfr. GUASTINI, Riccardo. Teoria e dogmatica delle fonti, Giuffr editore, Milano
1998, pg. 133-134.
GUASTINI, Ricardo. Distinguiendo. Estudios de teora y metateora del Derecho, Editorial Gedisa, Barcelona 1999, pg. 333.
-344-
STC 0004-96-I/TC (Fund. Jur. 2 g), publicado en el Diario Oficial El Peruano del
25 de enero de 1997.
-345Indice
2.
Con carcter general, una ley o norma con rango de ley es inconstitucional por vicios materiales cuando afecta una norma sustantiva de la
Constitucin. Verbigracia, clusulas relativas a derechos fundamentales,
garantas institucionales, principios constitucionales, prohibiciones al
legislador, etc. Este vicio es calificado por el inciso 4) del artculo 200 de
la Constitucin como un supuesto de inconstitucionalidad por el fondo.
Las normas materiales de la Constitucin si bien no encausan el
procedimiento de produccin de las normas jurdicas, sin embargo, s
tienen por objeto limitar el contenido normativo que puedan albergar los
actos legislativos, de tal forma que cualquier transgresin de estos genera
a comienzos del siglo XXI. Estudios en homenaje a Allan R. Brewer Carias, Thomson-Civitas, Madrid 2003, t. 1, pg. 1075 y sgtes. Cf., CHELI, Enzo. Giustizia Costituzionale e sfera parlamentare, en Quaderni Costituzionali, N 2, Il Mulino, 1993, pg.
264-265.
7
Cf. GROPPI, Tania. I poteri istruttori della Corte Costituzionale nel giudizio sulle leggi,
Giuffre Editore, Milano 1995.
-346-
10
Cfr. CARPIO MARCOS, Edgar. Normas interpuestas en la accin de inconstitucionalidad (el caso peruano), en Domingo Garca Belande (Coordinador), Constitucionalismo y derechos humanos, Editorial Grigley, Lima 2002, pg. 29 y sgtes.
11
-347Indice
son normas que ordenan que algo sea realizado en la mayor medida de
lo posible. Ese mbito de las posibilidades jurdicas de su aplicacin no
se determina en abstracto, sino en cada ocasin que se le opongan otros
principios o reglas del mismo rango14.
13
Cf. GARCA DE ENTERRA, Eduardo. La Constitucin como norma y el Tribunal Constitucional, Civitas, Madrid 1988, pg. 68 y sgtes. En igual sentido se ha
pronunciado el Tribunal Constitucional, ya sea a propsito del derecho a la seguridad social [STC 1417-2005-PA/TC, Fund. Jur. 12], ya en relacin al derecho a la
pluralidad de la instancia [STC 4235-2010-PHC/TC, Fund. Jur. 12].
-348-
14
ALEXY, Robert. Teora General de los Derechos Fundamentales, CEPC, Madrid 2007,
pg. 67-68.
15
16
-349Indice
que sobre la ley puede recaer. Y es que, como ha expresado Mara Luisa
Balaguer, tratndose de una inconstitucionalidad material, hay que tener
en cuenta cul es el margen en el que el legislador puede moverse en su
mbito de competencia para legislar en el marco de la Constitucin, dado
que entre la Constitucin y la ley opera un crculo concntrico, donde el
legislador puede moverse libremente. Rebasado ese crculo, el legislador
se ha excedido del marco establecido, y esa ley es inconstitucional17.
3.
Vicios competenciales
17
20
18
Cf. DE OTTO, Ignacio. Derecho Constitucional. Sistema de fuentes, Edit. Ariel, Barcelona 1997, pg. 90-91.
21
19
Cfr. el clsico trabajo de Carlo Esposito. La validit delle leggi, Giuffr editore,
Milano 1964, pg. 233 y sgtes. RUGGERI, Antonio. y SPADARO, Antonino. Lineamenti di giustizia costituzionale, Giappichelli editore, Torino 2001, pg. 136-138.
22
-350-
-351Indice
4.
Fuera de estos clsicos motivos impugnatorios, cabe interrogarse si la irracionalidad, incoherencia interna, irrazonabilidad o la
arbitrariedad del acto legislativo podra considerarse como un vicio
cuya constatacin permita declarar su inconstitucionalidad. Algunos
tribunales, entre ellos la Corte Costituzionale italiana, lo han admitido.
Otros, en cambio, lo han negado.
En Italia, a este motivo impugnatorio, cierto sector de la doctrina
la ha denominado ecceso di potere del legislador, evocando as la formulacin de la teora del exceso de poder del Consejo de Estado francs,
de primera mitad del siglo XIX24. Sin embargo, como pone de relieve
23
24
-352-
25
26
27
Cf. una postura crtica sobre la utilizacin de la figura del exceso de poder en el
mbito del control de constitucionalidad de las leyes, en MIGNEMI, Giuseppina.
Sullinesistenza delleccesso di potere legislativo, en Rivista Trimestrale di Diritto
Pubblico, N 1, Giuffr editore, 1995, pg. 167 y sigtes.
-353Indice
a)
b)
La inexistencia de elementos objetivos y razonables en un tratamiento diferenciado realizado por el acto legislativo.
c)
d)
Cfr. el clsico trabajo de Carlo Lavagna, Ragionevolezza e leggitimit costituzionale, en AA.VV. Scritti sulla Corte Costituzionale, Morano editore, Napoli 1966 (?),
pg. 85 y sgtes. SCACCIA, Gino. Gli strumenti della ragionevolezza nel giudizio costituzionale, Giuffr editore, Milano 2000, Cap. IV (Ragionevolezza ed ecceso di potere
legislativo).
29
-354-
30
Cfr., por ejemplo, las sentencias 187 de 1981, 195 de 1988, 313 de 1995 o la 146 de
1996. Al efecto, puede verse Stefano CICCONETTI, Maria. Lezioni di giustizia costituzionale, Giappichelli editore, Torino 2001, pg. 20. MORRONE, Andrea Il custode
della ragionevolezza, Giuffr editore, Milano 2001, pg. 145-276.
31
Tal vez por ello cierto sector de la doctrina italiana ha podido decir que la ragionevolezza es una nocin difcil de precisar, polimorfa y ambigua sobre el plano
terico general, e irreductible a una unidad de referencia conceptual y lgica
[SCACCIA, Gino Motivi teorici e significati pratici della generalizzazione del
canone di ragionevolezza nella giurisprudenza costituzionale, in Massimo La
Torre y Antonino Spadaro, La ragionevolezza nel diritto, Torino, 2002, pg. 393].
Cfr. tambin MODUGNO, Franco. Ragione e ragionevolezza, Editoriale Scientifica,
Napoli 2009, pg. 61 y sgtes.
32
Cf. MARTINES, Temistocles. Diritto Costituzionale, (Riveduta da Gaetano Silvestri), Giuffr Editore, Milano 2000, pg. 459-460.
-355Indice
Han sido muchos los pronunciamientos donde el Tribunal Constitucional ha abordado el asunto de la arbitrariedad del legislador,
como da cuenta Toms Ramn Fernndez. As, por ejemplo, en una
de sus primeras sentencias, la del 20 de julio de 1981, el Alto Tribunal
expresara:
33
34
35
-356-
-357Indice
En primer lugar, no es materia de control, los criterios de oportunidad o de conveniencia plasmados en la decisin poltica del
legislador al expedir la ley. No obstante, tal lmite cede cada vez
que el acto legislativo se encuentre en contradiccin con disposiciones de la Constitucin de cuyo contenido pueda evidenciarse
una finalidad.
Por otra parte, tampoco puede decirse que esta doctrina haya
pasado por desapercibida en Amrica Latina. La Corte Constitucional
colombiana, por ejemplo, ha sido una de los primeros rganos ad hoc de
control de constitucionalidad que ha admitido la figura de la desviacin
de poder como un motivo impugnatorio de la ley, si bien se ha cuidado
mucho en sealar que este vicio,
b)
Tampoco se extiende el control a los intereses, perjuicios y motivaciones que puedan darse en la actividad de iniciativa legislativa.
An as, tampoco puede descartarse la posibilidad de que los
mviles que dieron origen a su expedicin puedan ser idneos
para inferir desviacin de poder, siempre que resulte ilegtimo
el fin perseguido a la luz de los preceptos de la Constitucin.
no es, como en el derecho administrativo, una causal que pueda invocarse en forma autnoma para pretender la declaracin de inconstitucionalidad de una norma; se requiere, por consiguiente, que se alegue
y se demuestre por el demandante, en cada caso, que la finalidad perseguida por el legislador es contraria a las normas que en concreto recogen los valores, los principios, los derechos, los deberes y los fines constitucionales.
c)
37
36
-358-
-359Indice
travs del principio mayoritario, sin que ello excluya que, con base
en el expediente legislativo, se pueda establecer la ilegitimidad
del fin frente a la Constitucin.
d)
e)
38
As, por ejemplo, la ley de amnista dictada para evitar que purguen condena militares que cometieron delitos de lesa humanidad, cuando de conformidad con el
art. 44 de la Constitucin, el Estado tiene como uno de sus deberes primordiales
el de garantizar la plena vigencia de los derechos humanos; la ley de interpretacin
autntica por virtud del cual se pretendi evitar que los jueces pudieran efectuar
el control de constitucionalidad y, por tanto, inaplicar la referida ley de amnista;
las leyes que permitieron funcionar a diversos rganos constitucionales, bien de
manera disminuida o bien con recortes de sus competencias; e inclusive, la polmica ley de interpretacin autntica del art. 112 de la Constitucin, relativo a la
reeleccin presidencial, y un largo etctera. A propsito, Alessandro Pizzorusso
da cuenta que en Italia, la Corte Costituzionale ha considerado inconstitucional una
ley por ecceso di potere cuyo propsito, so pretexto de constituir una interpretacin
autntica, era corregir un precedente judicial (Cf. Lecciones de Derecho Constitucional, CEC, Madrid 1984, T. II, pg. 18.)
-360-
-361Indice
39
40
-362-
-363Indice
ya como una expresin de desviacin de poder [lo que vara segn los
ordenamientos jurdicos nacionales que losrecepcionan], el Tribunal
est en la necesidad de recordar que las contradicciones internas de la
ley, que entre otras razones se originen en la desvinculacin del contenido material de una disposicin con las dems que la integran, no autoriza, por s sola, a que podamos declarar su inconstitucionalidad.Ello
es consecuencia del tipo de control de validez que en el seno de este
proceso este Tribunal est autorizado a realizar () Tal escrutinio de
constitucionalidad no comprende un examen interno del acto legislativo, en el que se evale si las disposiciones de una ley son coherentes
(o no) consigo mismas, o acaso si stas resultan conformes (o no) con
los fines que otras de su misma clase y rango promuevan.Un control
semejante est excluido en esta sede porque cualquiera sea la situacin
que resulte, de elloprimafacieno se deriva una infraccin al principio
de jerarqua normativa y, en particular, al principio de supremaca de
la Constitucin. De manera que para que en el seno de este proceso
pueda analizarse un problema relacionado con lailogicidadinterna de
una ley, es preciso que sta se presente vinculada a la afectacin de
algn derecho, principio o bien constitucionalmente tutelado ().
Cf. CORASANITI, Aldo. La ragionevolezza come parametro del giudizio di legittimit costituzionale, en Diritto e Societ, N 1, 1995, pg. 1 y sgtes.
42
43
Los precedentes destacando la prohibicin de arbitrariedad en el acto de aplicacin de la ley, especialmente a cargo de los rganos de la administracin pblica,
son muchos, aunque solo se utilice como una tcnica argumental, y no se haya
-364-
-365Indice
Mientras que Vctor Julio Ortecho Villena, nos indica que la accin
popular tiene dos tipos de antecedentes, uno de tipo jurdico penal y
otro de control constitucional. El primer tipo de antecedentes, ha estado
destinado a formular denuncias contra autoridades que cometan delitos
-366-
Doctor en Derecho. Profesor de la Universidad Los Andes - Huancayo. Expresidente de la Asociacin Peruana de Derecho Constitucional
LANDA ARROYO, Csar. Teora del Derecho Procesal Constitucional, Palestra Editores, Lima 2003, pg. 147.
-367Indice
contra los deberes de funcin, a fin de que se les emprendieran los procesos
correspondientes, y en su oportunidad fueran debidamente sancionados.
Nos seala que este antecedente, en el siglo que ha terminado, lo encontramos en la Constitucin de 1920, artculo 157, que puntualiza lo siguiente:
Producen accin contra magistrados y jueces, la prevaricacin, el cohecho, la abreviacin o suspensin de la formas judiciales, el procedimiento
ilegal contra las garantas individuales y la prolongacin indebida de los
procesos sumarios2.
II.
a)
b)
c)
d)
Por otro lado, es necesario sealar que esta ley, permita ejercer accin
popular contra las normas formalmente aprobadas que an no han sido
publicadas oficialmente, siempre que del conocimiento extraoficial de las
-368-
-369Indice
mismas se prevea que lesionan o amenazan con lesionar el orden constitucional y/o legal o contravenir el principio de jerarqua normativa (artculo
5). Este mismo dispositivo seala que la subsanacin del contenido de
la norma, efectuada antes de su publicacin, deja sin efecto la demanda.
b)
b)
a)
b)
c)
d)
e)
a)
Si la norma objeto de accin popular ha sido expedido con participacin de ms de un rgano emisor, se le notifica al de mayor jerarqua.
Si se trata de rganos de igual nivel jerrquico, la notificacin se dirige al
primero que suscribe el texto normativo.
-370-
-371Indice
Sentencia de vista
Vista de la causa
Una vez practicada las diligencias pertinentes del caso y recibido el
dictamen fiscal, la Sala sealaba da y hora para la vista de la causa dentro
de los cinco das posteriores a la recepcin del dictamen.
Si al momento de sentenciar la norma impugnada ya no se encontraba en vigor la resolucin dictada deba ser de inhibitoria por sustraccin de la materia, debiendo publicarse en el medio de comunicacin
correspondiente.
Sentencia y apelacin
La Sala deba de pronunciar sentencia dentro de los diez das de
producida la vista de la causa. La sentencia es apelable dentro del plazo
de tres das, ante la Sala de la Corte Suprema que conoce de los asuntos
contencioso-administrativos. Si no se interpona recurso de apelacin
contra las sentencias que amparan las demandas, exista la obligacin que
los autos se eleven en consulta obligatoria a la Corte Suprema; esta debera
de absolverla dentro del plazo de cinco das posteriores a la recepcin del
expediente.
-372-
-373Indice
a) Finalidad
El Cdigo Procesal Constitucional (art. 27) ha establecido que la
finalidad de la accin popular es la defensa de la Constitucin frente
a infracciones contra su jerarqua normativa. Seala, adems, que la
infraccin puede ser directa o indirecta, de carcter total o parcial,
por la forma o por el fondo.
b) Legitimacin
El Cdigo (artculo 84) seala que la demanda de accin popular puede ser interpuesta por cualquier persona. Esto significa que
puede ser nacional o extranjera residente en el Per, la ley no hace
ninguna diferencia.
c)
-374-
-375Indice
d)
g)
Requisitos de la demanda
La demanda contendr los siguientes datos y anexos con la finalidad
de su admisin:
e)
Su publicacin
h)
El plazo de interposicin
El plazo para interponer la demanda de accin de popular prescribe
a los cinco aos contados desde el da siguiente de publicacin de la
norma.
f)
i)
Contestacin de la demanda
La contestacin de la demanda deber cumplir con los mismos requisitos de la demanda, en lo que corresponda. El plazo para contestar
la demanda, es de diez das.
Admisibilidad e improcedencia
Una vez interpuesta la demanda, la Sala resuelve su admisin dentro
de un plazo no mayor de cinco das desde su presentacin. Si declara
la inadmisibilidad, precisar el requisito incumplido y el plazo para
j)
Vista de la causa
Practicados los actos procesales sealados en los artculos anteriores, la Sala fijar da y hora para la vista de la causa, que ocurrir
-376-
-377Indice
k)
Apelacin y trmite
Contra la sentencia procede recurso de apelacin el cual contendr
la fundamentacin del error, dentro de los cinco das siguientes a su
notificacin. Recibidos los autos, la Sala Constitucional y Social de
la Corte Suprema dar traslado del recurso concediendo cinco das
para su absolucin y fijando da y hora para vista de la causa, en la
misma resolucin. Dentro de los tres das siguientes de recibida la
notificacin las partes podrn solicitar que sus abogados informen
oralmente a la vista de la causa.
l)
p)
Apelacin y trmite
Contra la sentencia dictada por la Sala procede recurso de apelacin
el cual contendr la fundamentacin del error, dentro de los cinco
das siguientes a su notificacin. Recibidos los autos, la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema dar traslado del recurso
concediendo cinco das para su absolucin y fijando da y hora para
la vista de la causa, en la misma resolucin. Dentro de los tres das
siguientes de recibida la notificacin las partes podrn solicitar que
sus abogados informen oralmente a la vista de la causa.
Medida cautelar
Procede solicitar medida cautelar una expedida sentencia estimatoria de primer grado. El contenido cautelar est limitado a la suspensin de la eficacia de la norma considerada vulneratoria por el referido pronunciamiento.
n)
V. CONCLUSIONES
La sentencia
La sentencia expedida dentro de los diez das posteriores a la
vista de la causa ser publicada en el mismo medio de comunicacin en el que se public el auto admisorio. Dicha publicacin no
sustituye la notificacin de las partes. En ningn caso procede el
recurso de casacin.
-378-
a)
b)
-379Indice
Este proceso naci teniendo como rgano competente de su conocimiento al Poder Judicial, habindose mantenido esta tendencia en las
leyes especiales que establecieron el procedimiento y, actualmente,
en el Cdigo Procesal Constitucional.
Huancayo, 30 de setiembre de 2014
Introduccin
-380-
**
-381Indice
Sin embargo, es necesario, desde la perspectiva de una real consolidacin de los derechos fundamentales, as como su efectiva vigencia,
poner de relieve la propuesta de fortalecimiento de esta institucin, de
discurrir por su evolucin jurisprudencial y de destacar su vala como
una herramienta que requiere algunos ajustes procedimentales para una
mejor eficacia de sus contenidos.
1.
La actuacin inmediata de sentencia ha sido delimitada por el artculo 221 del Cdigo Procesal Constitucional y sus caracteres principales
se orientan por una efectividad clere de la decisin de primera instancia
1
-382-
-383Indice
El Tribunal Constitucional aporta una definicin de actuacin inmediata de sentencia recurriendo a Caballol3, concepto del cual extraemos
una similitud manifiesta con la figura de ejecucin provisoria4 que aporta
la doctrina del Derecho Procesal Civil5, o como el mismo Tribunal seala,
se tratara de una tcnica de aceleracin del proceso o de tutela urgente6.
A nivel de Derecho Comparado, ha sido Eto Cruz10 quien ha desarrollado una importante referencia de esta institucin procesal en pases
como Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Uruguay, Costa Rica y
Venezuela, destacando como rasgo distintivo en estos ordenamientos
que los recursos no suspenden la ejecucin de sentencia si esta acoge la
pretensin del amparado.
10
11
-384-
-385Indice
2.
A propsito de estos desencuentros entre derechos fundamentales cabe la interrogante: Podemos hablar de desfases entre el Derecho
Constitucional y el Derecho Procesal Constitucional, como sugiere Garca
Belande?16 Por cierto que s, ambas disciplinas construyen materialmente
la defensa de los derechos fundamentales mas no siempre advertimos una
marcha al mismo ritmo. El Derecho Procesal Constitucional tiende a ser
ms activista cuando los tribunales se comprometen en la defensa frrea
de los derechos fundamentales y delimitan incesantemente nuevas reglas
aplicables a los procesos constitucionales, lo cual se traduce en un activismo
judicial necesario. El Derecho Constitucional si bien presenta avances,
esboza lenta pero progresivamente esquemas conceptuales, abstractos por
naturaleza en fase de construccin, respecto a los derechos a tutelar por
parte de la Constitucin. Su aporte es valioso, ciertamente, pero su mbito
exige la delimitacin abstracta de las instituciones sustantivas relacionadas
con derechos fundamentales.
14
12
13
-386-
15
16
-387Indice
19
iii. Forma de otorgamiento: si bien como regla general la actuacin inmediata proceder
a pedido de parte; ello no impide que el juez pueda ordenarla de oficio cuando exista el
riesgo de un perjuicio irreparable para el demandante, ello, en virtud de la obligacin del
juez constitucional de proteger de modo efectivo los derechos constitucionales, conforme a
lo dispuesto por el artculo II del Ttulo Preliminar del C.P.Const.
20
18
21
ii. Juez competente: ser competente para resolver la solicitud de actuacin inmediata y,
de ser el caso, para llevarla a cabo, el juez que dict la sentencia de primer grado.
-388-
-389Indice
En cuanto a la apelacin26, es de observarse una condicin de inimpugnabilidad tanto de la actuacin de la sentencia como de su denegatoria. En
posicin crtica de este aserto, reviste mayor razonabilidad la viabilidad
de la funcin correctora y nomofilctica de las instancias correctoras, dado
el margen de falibilidad que puede tener lugar respecto de la decisin del
juez A quo.
22
viii.Presupuestos procesales:
2. Proporcionalidad: no obstante que, por regla general, el juez debe conceder la actuacin
inmediata; al momento de evaluar la solicitud, ste deber tener en cuenta tambin el dao
o perjuicio que puede causarse a la parte demandada, ponderando en todo caso, el derecho
de ste a no sufrir una afectacin grave en sus derechos fundamentales y el derecho de la
parte demandante a no ser afectada por la dilacin del proceso; de manera que la actuacin
inmediata no aparezca en ningn caso como una medida arbitraria, irracional o desproporcionada.
24
27
-390-
-391Indice
Finalmente, en la relacin con la medida cautelar29, aspecto que desarrollamos a continuacin, esta institucin fija un carcter de exclusin una
vez emitida la sentencia de primera instancia: o se acta inmediatamente
la sentencia o se ejercita la medida cautelar, resultando en exclusin la
utilizacin de una respecto de la otra. Creemos que aqu la estructuracin
del concepto no ha sido integral pues una vez emitida la sentencia de
primera instancia, no es propio solicitar una medida cautelar.
4.
Distinto es el caso, podemos apreciar entonces, de la institucin procesal asumida como actuacin inmediata de sentencia, pues exige todava un
pronunciamiento que se categoriza como definitivo al referirnos al fallo
de primera instancia. No puede ocurrir antes de la sentencia misma y en
este aspecto, la defensa de una pretensin constitucional no puede verse
desligada de las etapas procesales respectivas, las cuales informan que
la sentencia como tal, solo puede tener lugar despus de un iter procesal
regular que implica la demanda y la absolucin de la misma por parte de
la emplazada.
1. Si la sentencia de segundo grado confirma la decisin del jueza quoque se vena ejecutando provisionalmente, dicha ejecucin se convertir en definitiva.
2. Si la sentencia de segundo grado revoca la decisin del jueza quoque se vena ejecutando
provisionalmente, dicha ejecucin provisional podr seguir surtiendo efectos en tanto se
mantengan los presupuestos en atencin a los cuales fue inicialmente otorgada; lo que
se justifica en la finalidad esencial de los procesos constitucionales que, de acuerdo a lo
previsto en el artculo II del Ttulo Preliminar del C.P.Const., es la vigencia efectiva de los
derechos fundamentales.
28
29
30
-392-
-393Indice
Ideas finales
Un balance a modo de conclusin nos refiere el importante desarrollo material de la institucin de la actuacin inmediata de sentencia.
El Tribunal Constitucional ha cumplido una responsabilidad pedaggica
de importancia en el desarrollo de esta figura procesal. Desde el proceso
STC 0607-2009-PA/TC, caso John Lojas, advertimos una estructuracin
de relevancia pues los elementos conceptuales de esta nocin procesal
aparecen delimitados en rangos, vala y alcances.
Y sin embargo, cmo camina la utilizacin de esta figura en la
prctica profesional de los abogados en la defensa de los derechos fundamentales de los ciudadanos? Las cifras expresadas supra nos dicen, con
objetividad, que el uso de la medida cautelar, por diversas razones, es una
alternativa procesal mucho ms utilizada, en tanto se permite su pedido
desde el propio inicio del proceso, a diferencia de la actuacin inmediata
de sentencia, la cual debe an esperar hasta la dacin del fallo de primera
instancia para que tenga lugar el pedido de su formulacin.
Y en esa perspectiva de urgencia, es determinante que, mientras
la tutela sea ms urgente, ms debe optarse en la defensa de los derechos fundamentales por el uso de los medios que mejor satisfagan las
31
-394-
-395Indice
LA SUPREMACA CONSTITUCIONAL
EN LA FILIACIN
-396-
Juez Superior de la corte Superior de Justicia de Arequipa, Docente de las Universidades Nacional de San Agustn y Catlica de Santa Mara. Doctor y Magister en
Derecho Constitucional.
-397Indice
-398-
-399Indice
2.-
Pero tambin han provocado una gran cantidad de procesos constitucionales y judiciales en los cuales se impugna la filiacin, ya sea
matrimonial o extramatrimonial, contenida tanto en un reconocimiento
voluntario ante el Registro Civil o por Escritura Pblica ante un notario,
as como la reconocida en una sentencia judicial.
-400-
-401Indice
550-2008-PHC/TC, respecto a la cosa Juzgada: El inciso 2) del artculo 139. de la Constitucin reconoce el derecho de toda persona
sometida a un proceso judicial a que no se deje sin efecto resoluciones que han adquirido la autoridad de cosa juzgada, sea por actos
de otros poderes pblicos, de terceros o, incluso, de los mismos
rganos jurisdiccionales que resolvieron el caso. Sin embargo, el
fallo dictado en dicho caso, si bien finaliza el conflicto de intereses
de los progenitores, no resuelve en modo alguno el problema del
menor, que por su condicin de persona humana, constituye el fin
supremo de la sociedad y del Estado y a quien, por tanto, le asiste
el derecho a la identidad.
-402-
-403Indice
CONSTITUCIN Y CULTURA
(legitimidad e interpretacin)
Resumen:
-404-
-405Indice
Constitucion y Cultura
Introduccin:
1.
-406-
-407Indice
Constitucion y Cultura
-408-
-409Indice
Constitucion y Cultura
-410-
-411Indice
Constitucion y Cultura
3.- Conclusiones
Bibliografa
DAZ REVORIO, Francisco Javier. La Constitucin abierta y su interpretacin. Lima, Palestra, 2004.
HBERLE, Peter. La sociedad abierta de los intrpretes constitucionales. Una contribucin
- Para la interpretacin pluralista y procesal de la Constitucin, en:
HBERLE, Peter,
- Retos actuales del Estado constitucional, Oati, Instituto Vasco
de Administracin Pblica, 1996.
-412-
-413Indice
LA INTERPRETACIN CONSTITUCIONAL Y EL
RECONOCIMIENTO DE LAS RESTRICCIONES
DE DERECHOS FUNDAMENTALES
a propsito de la renuncia
del mandato parlamentario
-414-
-415Indice
A MANERA DE INTRODUCCIN
II.
Artculo 95.
El mandato legislativo es irrenunciable.
**
-416-
-417Indice
en caso de postular a otro cargo, con lo cual podemos afirmar que existen
antecedentes de dicha figura parlamentaria.
Comisin convocada y reconocida por el Ministerio de Justicia mediante Resolucin Ministerial N 0201-2009-JUS, cuyo trabajo final termin en el texto coordinado por el Dr. Domingo Garca Belande y Jhonny Tupayachi Sotomayor, Editorial Adrus, Arequipa, 2011.
Comisin Principal de Constitucin de Asamblea Constituyente 1978-1979, Diario
de Debates, Tomo V, Edicin Oficial, Lima, 1980, p. 103.
6 dem.
-418-
-419Indice
que el texto constrie dentro de s, la misma que no puede ser desconocida, dado que pasar por encima del texto sera una sobreinterpretacin.
Como bien resalta Eco, debe existir siempre una relacin entre el
autor y la interpretacin del lector, la misma que se subsume en la intencionalidad del texto. Dicha intentio operis no puede ser reducida a una
intencin pretextual del autor. Ello no media que podamos considerar
una suerte de independencia entre el texto y su autor, debe mantenerse
siempre la restriccin a la intencin del intrprete, la misma que se basa
en el texto a interpretar. Como bien lo resume Trazegnies, tenemos que
respetar el texto, no al autor del texto; lo que equivale en Derecho a decir
subversivamente: tenemos que respetar la ley, no al legislador10.
En ese entender, encontramos en el contenido del artculo 95 la
intencin del legislador de la proteccin del mandato parlamentario, la
cual, brinda al parlamentario la posibilidad de ejercer su funcin con la
reserva del resguardo constitucional que la misma Constitucin garantiza
(intentio auctoris), de evitar que cualquier externalidad presentada restringa
dicha funcin y que la misma sea ejercida con libertad e independencia
(intentio operis); evitando de esta forma que la funcin parlamentaria no
pueda ser desnaturalizada o restringida, dado que el mandato de la irrenunciabilidad es preciso (intentio lectoris). En ese sentido, indistintamente
de la intencin del constituyente que otorg la carta poltica de 1979 y de
1993, se desprende del propio texto constitucional que el mandato parlamentario es irrenunciable, contenido literal que pudiera ser interpretado,
pero en condiciones propias del contenido exegtico de la norma como
lmite a su interpretacin.
DE TRAZEGNIES, Fernando. La muerte del legislador, en Pensando Insolentemente, Fondo Editorial de la PUCP, Lima, 2001, p. 32.
Ibdem, p. 43.
-420-
10
11
DE TRAZEGNIES, Fernando, La muerte del legislador, en Pensando Insolentemente, Ob. cit. p. 45.
-421Indice
Para el demandante el contenido del artculo 95 de la Constitucin, contraviene el contenido de diversos artculos; el 1 que reconoce
que la persona es el fin supremo de la sociedad y del Estado, el inciso 15)
del artculo 2 y el ltimo prrafo del artculo 23 de la Constitucin, los
mismos que reconocen como una manifestacin del derecho al trabajo,
el derecho a la libertad de trabajo, el mismo que supone el derecho a
trabajar libremente, elegir una profesin u oficio y de decidir libremente
realizar o no una determinada actividad remunerada o cambiarla por
otra, recogiendo para tal caso tambin, lo establecido en el tercer prrafo
del referido artculo 23 que precisa que ninguna relacin laboral puede
limitar el ejercicio de los derechos constitucionales ni desconocer o rebajar
la dignidad del trabajador.
Sobre lo sealado, el juez constitucional resuelve haciendo una interpretacin del artculo 95 de la Constitucin; en el considerando sptimo
de la sentencia, seala que el contenido literal del artculo en comentario
reconoce que el cargo de congresista es irrenunciable, pero ello, haciendo
referencia a una prohibicin de renuncia sin alegar causa alguna o incausada y
que no basta la sola decisin del congresista de renunciar al cargo para que opere
la misma. Del mismo modo, se entiende contrario sensu, que s es posible
renunciar al cargo de congresista cuando exista una causa que justifique
dicha decisin, siempre y cuando dicha renuncia sea aceptada por el
Congreso de la Repblica.
Indistintamente que dicha interpretacin mereci un fallo favorable al demandante en primera instancia, ordenndose al Presidente del
Congreso someter a consideracin del Pleno del Congreso, como primer
punto en el Orden del Da la renuncia presentada por el demandante, que
la misma haya sido confirmada ante superior jerrquico con la emisin de
diversos votos singulares sobre el segundo punto resuelto en el fallo, considerando adems, que la materia ha sido resuelta en ltima instancia con
fecha posterior al ejercicio del mandato parlamentario, lo cual, devendra
12
13
-422-
Si bien en el petitorio de la demanda hace referencia a dos pretensiones: una principal y otra subordinada, lo cierto es que del texto de las mismas no se advierte tal
situacin, sino que ms bien las mismas tendran por objeto una sola pretensin, a
saber que se deje sin efecto la denegatoria ficta de la renuncia al cargo de congresista, se ordene que se acepte la misma sin ms trmite y se declare la vacancia
del cargo; y, en ese sentido, lo que si se advierte es que esta nica pretensin se
sustentara o tendra como fundamentos dos argumentos o posibles soluciones
jurdicas que el actor invoca de manera subordinada, es decir, en caso se desestime
una tesis jurdica se opte por acoger otra.
-423Indice
del autor del texto ha sido excluir de la regulacin legal toda hiptesis no
expresamente mencionada14.
En ese orden de ideas podemos establecer tentativamente parmetros
para la interpretacin a contrario sensu, los mismos que son:
a)
b)
El argumento a contrario sensu que sirve para motivar o proponer la denominada interpretacin restrictiva. Es la suma de la
interpretacin literal, restrictiva y argumento a contrario sensu los
mismos que se encuentran estrechamente relacionados. Mediante
dicha interpretacin se limita los significados posibles de un texto
de tal forma que no todos los efectos sugeridos por la literalidad del
texto o por otros datos extratextuales son adoptados.
c)
d)
Bajo las premisas anteriores, cabe analizar qu tipo de interpretacin a contrario sensu es la utilizada al interpretar el artculo 95
dndoles los alcances sealados en la sentencia del excongresista
Valle-Riestra, la misma que seala:
14
-424-
Dicho razonamiento puede apreciarse del ltimo prrafo del fundamento 2.1, de
la Resolucin N 01-2014 del Exp. 03646-2014, tramitando ante el Sptimo Juzgado
Especializado en lo Civil de Arequipa, la misma que admite la Medida Cautelar
presentada por el Congresista Marco Falcon.
-425Indice
A nuestro entender y bajo una interpretacin a contrario sensu lingstica, los alcances del artculo 95 son claros; al sealar la irrenunciabilidad del cargo de congresista como mandato expreso al ser
una formula in stricto sensu, entendiendo en ese sentido, que se
busca proteger el ejercicio continuo e ininterrumpido de la funcin
parlamentaria, pero frente a ello, en una interpretacin a contrario
sensu, el mismo texto normativo permite la aplicacin de sanciones
disciplinarias que conlleve a suspensin de funciones, pero que stas no
sean mayores a 120 das.
Al tenor de una interpretacin a contrario sensu restrictiva podramos sealar que el cargo de congresista es irrenunciable pero si cabe
licencias o suspensiones menores a 120 das, por otro lado, tambin
podramos entender que no son permisibles cualquier otro tipo de
sancin excepto la disciplinaria que suspenda la funcin parlamentaria,
pero menores a 120 das.
-426-
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20
Art. 30: Las restricciones permitidas, de acuerdo con esta Convencin, al goce y
ejercicio de los derechos reconocidos en la misma, no pueden ser aplicadas sino
conforme a leyes que se dictaren por razones de inters general y con el propsito
para el cual han sido establecidas. Por otra parte, el art. 32.2, relativo a la correlacin entre deberes y derechos, expresa que los derechos de cada persona estn
limitados por los derechos de los dems, por la seguridad de todos y por las justas
exigencias del bien comn, en una sociedad democrtica.
Art. 18: Las restricciones que, en los trminos del presente Convenio, se impongan a los citados derechos y libertades, no podrn ser aplicadas ms que con la
finalidad para lo cual han sido previstas.
Art. 27.2: The rights and freedoms of each individual shall be exercised with due
regard to the rights of others, collective security, morality and common interest.
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24
-429Indice
Conforme al cual la interpretacin de la Constitucin debe estar orientada a considerarla como un todo armnico y sistemtico, a partir del cual se organiza el
sistema jurdico en su conjunto. Exp. N 5854-2005-PA/TC, Fj. 12.A.
26
En virtud del cual toda aparente tensin entre las propias disposiciones constitucionales debe ser resuelta optimizando su interpretacin, es decir, sin sacrificar ninguno de los valores, derechos o principios concernidos, y teniendo
presente que, en ltima instancia, todo precepto constitucional, incluso aquellos
pertenecientes a la denominada Constitucin orgnica se encuentran reconducidos a la proteccin de los derechos fundamentales, como manifestaciones del
principio-derecho de dignidad humana, cuya defensa y respeto es el fin supremo
de la sociedad y el Estado (artculo 1 de la Constitucin). Exp. N 5854-2005-PA/
TC, Fj. 12.B.
-430-
27
Este principio exige al juez constitucional que, al realizar su labor de interpretacin, no desvirte las funciones y competencias que el Constituyente ha asignado a cada uno de los rganos constitucionales, de modo tal que, el equilibrio
inherente al Estado Constitucional, como presupuesto del respeto de los derechos fundamentales, se encuentre plenamente garantizado. Exp. N 5854-2005PA/TC, Fj. 12.C.
28
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-432-
-433Indice
en el artculo 30 de la Convencin Americana, como sinnimo de cualquier norma jurdica y que la (...) expresin leyes (...) no puede tener
otro sentido que el de ley formal, es decir, norma jurdica adoptada por el
rgano legislativo y promulgada por el Poder Ejecutivo, segn el procedimiento requerido por el derecho interno de cada Estado30. Al amparo de
la normativa convencional, cabe la restriccin de un derecho fundamental,
si la misma es reconocida por ley y bajo el cumplimiento de los cnones
legales respectivos.
El Tribunal Constitucional, en diversas oportunidades, se ha pronunciado sobre la base del principio general de libertad, que el ser humano
en principio es libre para realizar todo aquello que no est prohibido en
virtud de una ley, ni obligado de hacer aquello que la ley no manda. En ese
sentido, si bien las limitaciones a los derechos fundamentales solo pueden
establecerse respetando el principio de legalidad, la interpretacin de una
limitacin legalmente impuesta, deber adems, realizarse en trminos
necesariamente restrictivos, encontrndose vedada la interpretacin analgica, in malam partem, de las normas que restrinjan derechos.
Puede darse el caso, donde el legislador no haya afirmado expresamente una restriccin a un derecho fundamental, no siendo ello obligatorio
al momento de legislar, opinin que comparte y desarrolla el Tribunal
Constitucional en el caso acotado, cuando valida la misma al constatar
que detrs de la disposicin limitativa del derecho a ejercer libremente la
profesin de quienes tienen la condicin de Ejecutores Coactivos se encuentra el principio constitucional de buena administracin, implcitamente
constitucionalizado en el Captulo IV del Ttulo I de la Constitucin31.
Si bien es aceptable la restriccin de derechos fundamentales como
medio para lograr la buena marcha de la administracin pblica, podemos
entender tambin, que dicha restriccin opera tambin para los congresistas,
para quienes, de acuerdo con el tercer prrafo del artculo 92 de la Constitucin, su cargo es incompatible con la condicin de gerente, apoderado,
representante, mandatario, abogado, accionista mayoritario o miembro
del directorio de empresas que tienen con el Estado contratos de obras,
de suministro o de aprovisionamiento o que administran rentas pblicas
o prestan servicios pblicos. A ello se suma el caso de los jueces, quienes
tampoco pueden actuar como abogados, salvo casos muy excepcionales
contemplados en la Ley Orgnica del Poder Judicial.
30
Para mayor informacin, vase: MARTNEZ-PUGALDE, Antonio Luis. La Garanta del contenido esencial de los derechos fundamentales. Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1997, p. 22.
31
-434-
-435Indice
V.
LA RESTRICCIN CONSTITUCIONAL
a)
Dichas restricciones son de rango constitucional. Para tal caso, la clusula restrictiva consta en la propia Constitucin, sin existir delegacin a
otra autoridad o persona para imponer tales limitaciones.
Identificar dichas restricciones directamente constitucionales son
bastante evidentes, por ejemplo, podemos avizorar de nuestra carta constitucional que la libertad de conciencia y religin (Art. 2 Inc. 3) reconoce
como limitacin el respeto a la moral y el orden pblico, el derecho a
solicitar sin causa informacin que requiera () (Art. 2 Inc. 5) que reconoce como limitacin que dicha informacin no atente contra la intimidad
o la seguridad nacional. Por su parte, el derecho a la inviolabilidad de
domicilio tiene como limitacin el flagrante delito o muy grave peligro de
cometerse delito, mientras que la libertad de asociacin se ve restringida,
al prohibirse las asociaciones contrarias a la moral, al orden pblico y a la
seguridad nacional por nombrar algunos casos. Todas estas restricciones
tienen un reconocimiento constitucional directo.
Robert Alexy indica que de darse restricciones a los derechos fundamentales en concordancia con la Constitucin, no siendo estas vlidas, por
normas que no son elemento constitutivo del orden constitucional, es decir, que
no son formal y materialmente acordes con la Constitucin33. En ese sentido,
agrega ms adelante el mismo autor:
una norma puede ser una restriccin de derecho fundamental solo si es
constitucional. Si no lo es, su imposicin puede, por cierto, tener el carcter de una
intervencin pero no de una restriccin. Con esto, puede fijarse ya una primera
32
33
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34
35
dem. p. 272
36
ALEXY, Robert. Teora de los Derechos Fundamentales. Ob. cit., pp. 276-286.
-437Indice
Dichas restricciones son impuestas y autorizadas por la Constitucin, es decir, no se trata de restricciones expresamente establecidas en
la Constitucin, sino que es la que genera competencia en favor de la ley
u otro tipo de norma, para que sean ellas las que impongan la limitacin
respectiva.
Es entendible que las restricciones puedan provenir en la necesidad de dar proteccin a otros derechos38 o bien a intereses y valores
comunes a la sociedad. La necesidad de justificar las limitaciones a los
derechos emana como consecuencia de la circunstancia que ellas son por
39
37
38
-438-
-439Indice
Por otro lado, si por algn caso diramos por vlida la interpretacin
acotada por el juez constitucional citado, entenderamos que el mismo debera tener un criterio integrador al momento de interpretar la Constitucin,
ello podra materializarse al considerar en su argumentacin que si bien
para efectos normativos en algunos casos se ha equiparado la jerarqua de
los ministros con el de los parlamentarios, cabe tambin, que se equiparen
las restricciones en relacin con el marco normativo electoral, pese a que la
norma no contempla tal situacin, pero por ningn caso podramos considerar un trato desigual o diferenciador, cuando por prctica normativa se
ha homogenizado ambas funciones. En ese sentido, el congresista acotado
en el caso descrito, debera sujetarse a la normatividad electoral, con las
restricciones de funcin contempladas y con las incompatibilidades que
se desprendan de darse resultado electoral favorable, siendo utpica tal
situacin podramos afirmar que estamos frente a una posible infraccin
constitucional.
I.
INTRODUCCIN
-440-
-441Indice
desconcierto entre los operadores jurdicos principalmente en la Administracin pblica respecto a su aplicacin en el tiempo. Es decir, este
nuevo criterio debe aplicarse a partir de la nueva doctrina o precedente
vinculante o desde que se produjo la inadecuada aplicacin de la disposicin legal? Cules seran los probables efectos?
debe resaltarse que conforme lo establece la propia Constitucin y la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, la Administracin pblica no tiene
la atribucin de aplicar control difuso, la que corresponde a quienes ejercen
realmente jurisdiccin en sentido estricto conforme a la Constitucin, tales
como, por ejemplo, el Poder Judicial y el Tribunal Constitucional3.
En este sentido el artculo IV del T.P. de la Ley N 27444 seala que por el principio
de legalidad las autoridades administrativas deben actuar con respeto a la
Constitucin, la ley y al derecho, dentro de las facultades que le estn atribuidas y
de acuerdo con los fines para los que les fueron conferidas.
FJ N 6 STC N 3744-2004-AA/TC.
-442-
-443-
-444-
c.
-445-
T
ratndose de sentencias expedidas en procesos de inconstitucionalidad, cumplimiento y conflictos competenciales, en inicio, se aplican
con efectos irretroactivos; es decir, tienen alcances ex nunc.
P
or otro lado, en el caso de sentencias recadas en procesos de hbeas
corpus, amparo y hbeas data se aplican con efectos retroactivos; por
cuanto su objeto es reponer las cosas al estado anterior a la violacin
de un derecho constitucional, teniendo alcances ex tunc.
S
i se trata de sentencias expedidas en los procesos de inconstitucionalidad, cuando se refieran a la existencia de violacin de los
principios constitucionales tributarios contenidos en el artculo
74 de la Constitucin Poltica del Per de 1993, deben contener la
determinacin sobre sus efectos en el tiempo; lo que tambin deber
efectuarse respecto de las situaciones judiciales durante la vigencia
de la norma declarada inconstitucional. Por ende, es probable que
se establezca la aplicacin del principio de retroactividad, pudiendo
tener efectos ex tunc (Ej. STC N. 009-2001-AI/TC). Igual efecto
tendr en materia penal cuando favorece al reo en concordancia con
el artculo 103 de la Constitucin.
En el caso especfico del precedente vinculante, de acuerdo al Tribunal
Constitucional este tiene efectos similares al de una ley.
Es decir, la regla general externalizada como precedente a partir de un
caso concreto se convierte en una regla preceptiva comn que alcanza a
todos los justiciables y que es oponible frente a los poderes pblicos ()
En puridad, la fijacin de un precedente constitucional significa que ante
la existencia de una sentencia con unos especficos fundamentos o argumentos y una decisin en un determinado sentido, ser obligatorio resolver los futuros casos semejantes segn los trminos de dicha sentencia
(STC. N 0024-2003-AI/TC).
Desde tal perspectiva, si el precedente tiene efectos similares de
una ley y de acuerdo al artculo 103 de la Constitucin Poltica del Per
la ley, desde su entrada en vigencia, se aplica a las consecuencias de las
relaciones y situaciones jurdicas existentes y no tiene fuerza ni efectos
retroactivos; salvo, en ambos supuestos, en materia penal cuando favorece
-446-
-449-
En razn de lo anteriormente expuesto, apreciamos que si el Tribunal Constitucional hasta antes de la vigencia de la STC N 2616-2004AC/TC consider con su jurisprudencia que el inciso d) del artculo
-450-
-451-
III. CONCLUSIONES
Como podr observarse, tratndose de bonificaciones para servidores
en actividad y pensionistas del sector pblico es importante que se
analice debidamente en cada caso en concreto los efectos que en el
tiempo han de tener las sentencias a pronunciarse en los procesos
constitucionales en general y en particular las expedidas por el Tribunal Constitucional, al comprender usualmente a un gran nmero de
personas; debiendo observarse tambin las consecuencias en el erario
nacional as como la conformidad con los principios presupuestales.
BIBLIOGRAFA
GUZMN NAPUR, Christian. Manual del procedimiento administrativo general. Pacfico ediciones, Lima, Per; 2013.
PUNSET, Ramn. Doctrina Constitucional y rganos judiciales, en
Revista espaola de derecho constitucional. Ao 16, N 46, enero abril
de 1996.
TUPAYACHI SOTOMAYOR, Jhonny. (compilador). El precedente
constitucional vinculante en el Per, 2.a Edicin, Adrus Editores,
Per; 2014.
www.tc.gob.pe
Arequipa, septiembre de 2014
E
s importante distinguir si la afectacin de un derecho constitucional deviene por el incumplimiento manifiesto o la transgresin de
la Administracin pblica de una disposicin legal que otorga una
bonificacin a los servidores y pensionistas estatales; o si la Administracin aplic el texto expreso de la disposicin legal vigente
en el momento, de conformidad con el propio criterio del Tribunal Constitucional, quien posteriormente cambia de criterio y da
una interpretacin diferente a la disposicin legal generando una
nueva norma y una nueva situacin jurdica. En este ltimo caso,
-452-
-453-
Introduccin
l diseo actual de la forma de gobierno y de Estado est condicionada necesariamente en la forma en que estos se vincularn o no con
entidades religiosas, pues de ellas se nutrir o no para la definicin
de finalidades pblicas y de medios para conseguirlas.
El constitucionalismo actual est caracterizado por haber asumido
el discurso de los derechos y por tener vocacin de garantizarles en todo
aspecto pblico y privado. Ello como fruto de una gesta de siglos que
ha cobrado una aceleracin indita en los ltimos tiempos. Tal dinmica
de humanizar la sociedad y por crear un Derecho de los derechos ha
encontrado en las relaciones Estado-iglesias un punto controvertido: el
-454-
-455Indice
contenido protegido de los derechos fundamentales es eficaz en las relaciones internas de las congregaciones religiosas?
Las frmulas ms recurrentes para disear las relaciones Estadoiglesias son las figuras de la laicidad y el de la aconfesionalidad. Definiendo
estos conceptos podremos entender mejor cmo se condiciona la eficacia
de los derechos fundamentales dentro de las organizaciones religiosas.
El modelo de laicidad del Estado fue creada en Francia a partir de
la Ley de 1905 de Separacin del Estado y las Iglesias, mediante la cual
se estableci que el Estado no reconoce ni reconocera ninguna confesin y que se prohiba todo tipo de subvencin a los cleros y al ejercicio
de cultos religiosos. Este mandato es recogido en el artculo 2 de su
Constitucin vigente. En efecto, la laicidad evoca la no pertenencia a
una estructura religiosa, en tanto prohbe toda relacin de cooperacin
entre Iglesias y Estado.
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En Europa, son Estados laicos Francia y Turqua. Son aconfesionales Alemania, Espaa, Portugal, Irlanda Italia, Estonia, Letonia, Lituania,
Polonia, Repblica Checa, Eslovaquia, Hungra, Croacia y Eslovenia. Son
confesionales Reino Unido (iglesia Anglicana), Dinamarca (Iglesia Evanglica Luterana), Finlandia (el presidente tiene potestad de nombrar al
arzobispo y a los obispos) y en parte Grecia (declara constitucionalmente
dominante a la Iglesia Ortodoxa Oriental de Cristo)4.
El caso espaol guarda una especial caracterstica que se evidencia en
la evolucin de trminos y trato jurdico. Con el regreso de la democracia y
el recientemente instalado Tribunal Constitucional se tuvo que dar respuesta
a cual era el mandato constitucional en relacin a las interacciones del
nuevo Estado con la Iglesia Catlica. Jurisprudencialmente se desarroll
inicialmente el principio de neutralidad del Estado o de aconfesionalidad
pblica5. En la sentencia 24/1982 de 13 de mayo de 1982, se dio vista al
caso en el que se evalu la constitucionalidad de los Cuerpos Eclesisticos
en las Fuerzas Armadas (entidad creada en virtud a un Acuerdo entre el
Estado y la Santa Sede para crear oficiales sujetos a la carrera militar y
al fuero del derecho cannico catlico con el propsito de dar asistencia
religiosa a las tropas) la cual implica que se encuentra vedado cualquier
tipo de confusin entre funciones religiosas y estatales6. En efecto, se
GMEZ MARTINEZ, Carlos. Aconfesionalidad y laicidad: dos nociones coincidentes ,sucesivas o contrapuestas?. En: AGUIAR DE LUQUE, Luis y REQUERO
IBAEZ, Jos (directores). Estado Aconfesional y Laicidad. Madrid: Consejo General
del Poder Judicial, 2009, p. 22.
1)
2)
3)
4)
5)
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A la vista de estos puntos el modelo de aconfesionalidad y cooperacin espaol ha sido caracterizado, segn atenta doctrina, por los
siguientes rasgos8:
1)
2)
3)
4)
2)
3)
Gozan de mximo rango: son creacin de jurisprudencia constitucional que posee un grado de vinculatoridad pleno o estn regulados
en textos con rango constitucional o superior, por lo que rigen como
normas generales y superiores sobre el resto de disposiciones.
2)
3)
Poseen grado de mxima importancia del objeto: los derechos fundamentales no regulan cuestiones especficas e intrascendentes, todo
lo contrario, rigen para los elementos estructurales de la sociedad y
el hombre (vida, libertad, propiedad, etc.).
4)
10
CASTILLO CRDOVA, Luis. Los derechos constitucionales, elementos para una teora
general. Lima: Palestra, 2007, p. 111.
11
ALEXY, Robert. Los derechos fundamentales en el Estado Constitucional Democrtico. En: CARBONELL, Miguel (copilador). Neoconstitucionalismo(s). Madrid:
Trotta, 2003, p. 33-37.
1)
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12
13
-462-
1)
6)
7)
Perich desarroll un cuadro de narcolepsia que le impidi el desarrollar sus funciones profesionales. Al inicio del ao siguiente, le
comunic al director del colegio que ella se encontraba lista para
reanudar sus labores. Sucede que su comunicacin es respondida
informndole que su plaza no se encuentra disponible debido a
que haban contratado a un lay para que cubra su puesto por el
resto del ao, por lo que sus servicios no eran requeridos. De igual
forma se le inform que la entidad estara dispuesta a pagar parte
de su seguro de salud siempre que presentar su renuncia como
profesora called.
14
Dict los cursos de matemtica, lenguaje, estudios sociales, ciencia, gimnasio, arte
y msica.
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9)
Ante tal escenario, ella se present en el mes de febrero en las aulas del
colegio y se neg a retirarse hasta que se le entregue un documento
en el que se haga constar que se report al centro de trabajo. Frente a
tal suceso, el director le comunic que esa conducta le podra costar
el despido, ante lo cual ella respondi que se encontraba dispuesta
a iniciar las medidas legales pertinentes para preservar su plaza.
En una siguiente comunicacin oficial, se le inform que haba sido
despedida por insubordinacin y conducta inapropiada.
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15
16
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1)
2)
3)
En este contexto al regular la libertad religiosa y las relaciones Estado-iglesias en un uno puede adoptar tres posiciones. En primer lugar,
puede exigir la separacin total de lo pblico y lo religioso, implicando
que no exista vinculacin alguna tolerada entre entidades pblicas y eclesisticas de cualquier credo. Puede que se opte por una postura de trato
no preferencial, es decir, que el Estado regule la religin, siempre que
mediante ello no se genere una preferencia por determinado colectivo o
se cree situaciones discriminatorias. Por ltimo, se puede elegir tener una
conducta neutral, es decir, que la regulacin de las instituciones religiosas
sea la misma que se aplica a sus equivalentes seculares18.
CELADOR ANGN, scar. Estatuto jurdico de las confesiones religiosas en el Ordenamiento Jurdico estadounidense. Madrid: Dykinson, 1998, p.51.
18
CELADOR ANGN, scar. Estatuto jurdico de las confesiones religiosas en el Ordenamiento Jurdico estadounidense. Ob. cit., p. 116.
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1)
19
Corte Suprema de los Estados Unidos. Fallo Kedroff vs. Saint Nicholas Cathedral of
Russian Orthodox Church in North America. Texto original: radiates a spirit of freedom for religious organizations, an independence from secular control or manipulation
in short, power to decide for themselves, free from state interference, matters of church
government as well as those of faith and doctrine.
20
Una lista completa de la jurisprudencia americana en materia de ministerial exception puede ser encontrada en la siguiente pgina web: http://www.churchstatelaw.com/casesbytopic.asp?topic=Ministerial%20Exception
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3)
Serbian Eastern Orthodox Diocese for United States and Canada vs.
Miliovejevich: La iglesia ortodoxa serbia removi a Dionisije Milivojevich como obispo por desafiar a la jerarqua eclesistica. Ante
tal suceso, fue interpuesta una demanda con el propsito de que
se le reincorpore en el puesto en funcin a que su destitucin no
obedeci la reglamentacin interna. Ante tal pretensin, la Corte
seal que cada iglesia estaba en libertad de crear la regulacin
disciplinaria que estime pertinente, as como sus fueros contenciosos para librar este tipo de disputas. En tal sentido, le compete y
corresponde a ese tipo de organismos dilucidar la pretensin y no
al fuero civil, dado que ello quebrantara el contenido protegido
por la Primera Enmienda.
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supuestos han diseado una distincin terica til para entender la lgica
jurdica de los mandatos legislativos y constitucionales23:
1)
2)
Justificaciones subyacentes: Las disposiciones prescriptivas representan un determinado estado de cosas deseado, el desaliento de otros,
el amparo de valores, la condena de cierto tipo de valoraciones, etc.
Cada acto legislativo, administrativo y particular est fundado en
la materializacin de una determinada finalidad u objetivo.
El caso fue elegido por la Corte Suprema para su resolucin declarando que el fuero ordinario no posea ningn rol en la determinacin
de respuestas eclesisticas o religiosas en los casos de disputas de
propiedad, dado que ello vulneraba la Primera Enmienda al constituir
una forma de intervencin pblica en la forma en que los particulares
viven y practican su fe.
RODENAS, ngeles. En la penumbra: indeterminacin, derrotabilidad y aplicacin judicial de normas. En: Doxa N 24. Alicante: Centro de Estudios Constitucionales de la Universidad de Alicante. 2001, pp. 63-83.
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24
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25
26
1)
2)
Las decisiones fundadas en este derecho no pueden generar afectaciones desmesuradas o insoportables a sobre otros principios
constitucionales. En breve, este tipo de actos eclesisticos, a pesar de
protegidos, son ponderables dentro de la jurisdiccin constitucional.
Ello fue comprobado rpidamente con los casos de doa Resurreccin Galera Navarro y Jos Antonio Fernndez Martnez con resultados
dismiles.
27
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Sobre esta caso consideracin que lo relevante en cuanto a intervencin de derechos radica en que la evaluacin de la idoneidad para ensear
religin pasa por juzgar la vida personal de las personas, es decir, cmo
conducen su intimidad. Afortunadamente, el Tribunal consider que tal
acto constitua una vulneracin desproporcionada ordenando su reincorporacin al puesto de trabajo.
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29
30
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Desde el 1 de octubre de 1991, a propuesta del Obispo de Cartagena, inici la prestacin de servicios como profesor de religin y moral
catlicas en el Instituto de Formacin Profesional de Caravaca (Murcia),
continuando en los cursos sucesivos en los centros de dicha ciudad hasta
el ao 1995. En el curso 1996-1997 pas a prestar servicio como profesor de
religin y moral catlicas en el Instituto de Mula. Sucedi en noviembre
de 1996 que esta persona aparece en un reportaje grfico para el diario La
Verdad sobre las actividades del MOCEOP, en una foto grupal junto a su
familia. Un ao despus, el 29 de noviembre de 1997, el Obispo notific su
no renovacin como profesor de religin por el hecho de haber publicitado
su pertenencia a la referida organizacin.
Este caso fue elevado a la jurisdiccin del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (caso Fernndez Martnez vs. Spain) sustentando que fue
vulnerado su derecho a la vida privada. Dicho fuero plante la problemtica
de forma precisa: la cuestin principal que se plantea en este caso es, por
tanto, saber si el Estado estaba obligado, en el marco de sus obligaciones
positivas derivadas del artculo 8 (derecho a disfrutar una vida privada), de
hacer prevalecer el derecho del demandante al respecto a su vida privada
sobre el derecho de la Iglesia catlica a rechazar la renovacin del contrato
del demandante32.
La no renovacin se justific por el haber hecho pblica su participacin en el MOCEOP, lo cual supona un peligro de escndalo.
31
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Bibliografa
Conclusiones
La forma en que los casos relacionados con el Estado y las iglesias
se resuelven (o no) en la jurisdiccin, son una consecuencia inmediata
del modelo constitucional laico o aconfesional. Las divergencias entre
la ministerial exception y las sentencias del Tribunal Constitucional
espaol sin efectos de tradiciones histricas distintas en relacin con
las congregaciones.
ALEXY, Robert. Los derechos fundamentales en el Estado Constitucional Democrtico. En: CARBONELL, Miguel (copilador).
Neoconstitucionalismo(s). Madrid: Trotta. 2003
BOROWSKY, Martn. La estructura de los Derechos Fundamentales.
Bogot: Universidad Externado de Colombia. 2003.
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2.
Por otro lado, la Defensora del Pueblo5 infiere que los grupos minoritarios LGBTI en el Per no tienen un marco normativo para el ejercicio,
salvaguarda y concrecin eficaz de sus derechos relativos a su identidad,
salubridad, seguridad social, sucesin, patrimonio, pensin, gananciales, alimentos, violencia familiar, por ende, se justifica que el precitado
proyecto UCNM Bruce con algunas modificaciones tienda a su regulacin
normativa. En esa lnea abona favorable la opinin vertida por el Ministerio de Justicia en su Informe s/n-2014-JUS/DGDH propugnando su
concrecin normativa, por lo que desde mi modesta ptica dicho proyecto
no deviene en inconstitucional y tampoco se requiere reforma constitucional explcita para su aprobacin por el Congreso de la Repblica toda
vez que los artculos 1, 2 numerales 1) y 2), artculo 3 y, 4.a Disposicin
Final y Transitoria de la Carta Fundamental se constituyen en preceptos
constitucionales habilitadores que viabilizan el proyecto UCNM Bruce,
pues inmersos en un Estado Constitucional Democrtico la vigencia efectiva de los derechos fundamentales cobran relieve y garanta referente a
los derechos fundamentales de dignidad, libre desarrollo de la personalidad, igualdad ante y en la ley, ha motivado el despliegue jurisprudencial
3.
El Tribunal Constitucional Peruano, ha pregonado que la Constitucin no es solo norma jurdica suprema formal y esttica, sino tambin
material y dinmica8. En ese sentido, no solo cabe reconocrsele su previsibilidad y sostenibilidad en el tiempo, sino tambin su carcter dinmico,
flexible, pluralista, inclusivo y optimizado capaz de adecuarse a nuevos
escenarios y problemas sociales, por ello tiene razn Hesse cuando alude
que las constituciones son textos ambiguos e inacabados.
bidem. p. 14.
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En esa lnea argumentativa, la doctrina constitucional ha sido coherente en sostener que el freno de los derechos constitucionales son las leyes
(reglas) que en tanto y en cuanto sean satisfactoriamente ponderadas con
las normas constitucionales, puede delimitarse el ejercicio de un derecho,
pero sin vaciarlo en su contenido.
10
11
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externos y que se conocen como el principio del efecto directo12 primaca del Tratado o Sentencia supranacional sobre el derecho interno y
el principio de subsidiaridad13. Por ello, existen un mnimo catlogo de
derechos irreductibles -identidad, sucesin, patrimonio, alimentos, seguridad social, pensin, gananciales, violencia familiar- que prev el Proyecto
UCNM Bruce que tiendan a su positivizacin normativa, y en tanto y en
cuanto an no se concrete, perfectamente previo proceso constitucional de
amparo puede propenderse a su exigibilidad progresiva; b). El despliegue
de la jurisprudencia que desarrollan dichos tribunales extraterritoriales,
cuyos fallos amplifican y extienden la gama de derechos sexuales de las
minoras, en ese sentido, la Corte Interamericana de Derechos Humanos
en el Caso Atala Riffo y Nias vs. Chile14 y la Comisin Interamericana
Caso Martha Luca lvarez Giraldo vs. Colombia N 11.65615, Caso Homero
12 Caso Van Gees & Loos, Simenthal. Lpez Ostra. Ver Los Tribunales Europeos u
Organismos Anlogos en la encrucijada: LA SUPREMACA DEL DERECHO
SUPRANACIONAL. PERALTA FRANZIS, Saulo. Revista Epsteme 2008.
Universidad Nacional de San Marcos, pp. 127 y ss.
13
14 Caso Atala Riffio y nias vs. Chile, Fondo Reparaciones y Costas, Sentencia,
Inter-Am. Ct.H.R. (ser. C) N239 (24 de febrero 2012). El 29 de marzo de 1999,
la seora Karen Atala contrajo matrimonio con Ricardo Jaime Lpez Allendes,
producto del cual nacieron las nias M, V y R [1994, 1998, 1999]. En marzo de 2002,
ambos decidieron separarse de hecho, acordando que la Sra. Atala mantendra
la tuicin y cuidado de las nias con un rgimen de visita semanal a la casa
de su padre. En noviembre de 2002, la seora Emma de Ramn, pareja de la
seora Atala, empez a vivir con ella y sus cuatro hijos [el mayor de un primer
matrimonio y las tres nias concebidas con el seor Lpez]. El seor Lpez
enterado de esa relacin lsbica, interpone demanda de tuicin y que en ltima
instancia la Corte Suprema de Justicia de Chile, dispone la tuicin definitiva
de sus tres hijas, excluyendo a la seora Atala. Recurre a la CIDH y en su fallo
sienta por primera vez jurisprudencia en un caso tpico de discriminacin por
orientacin sexual favorable a la seora Atala.
15
4.
A modo de conclusin
a.
b.
El Proyecto Bruce UCNM, no requiere reforma previa de la Constitucin, sino que es suficiente su explicitacin mediante ley.
c.
d.
La aplicacin del principio de interpretacin evolutiva se constituye en un remedio que va el amparo puede promoverse de parte
travs del Informe N71/99 la Comisin admiti el anlisis de fondo del artculo
11.2 de la Convencin Americana de Derechos Humanos. Gaceta Constitucional,
Tomo 71, noviembre 2013, pp. 286.
16
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En el caso de Homero Flor Freire contra Ecuador, a dicho seor Flor Freire,
oficial de la polica militar, se le inici un procedimiento administrativo de
investigacin por la presunta comisin de la falta disciplinaria de mala conducta
profesional, basado en testimonio de varias personas que alegaron haberlo
visto en conducta homosexual en los dormitorios de una habitacin militar,
hechos negados por el afectado. Se denunci que durante el procedimiento el
seor Flor no habra contado con oportunidad de presenciar las declaraciones
de los testigos en su contra ni de interrogarlos; la vulneracin a la igualdad
se deba a la sancin y el tratamiento distinto dado a las relaciones sexuales
heterosexuales y homosexuales al interior de un establecimiento militar. La
Comisin declar admisible la violacin a los derechos a las garantas judiciales
[art. 8.1], igualdad ante la ley [art. 24] y proteccin judicial [art. 25] consagrados
en la Convencin Americana.
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Ponencias del
V CONGRESO NACIONAL
DE DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
Se termin de imprimir en los Talleres Grficos de:
J C Impresin y Color S.A.C.
Jorge Chvez 1685-Brea
Cel. 9754-63407
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