Responsabilidad Patrimonial Por Daño Ambiental PDF
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Contenido
Resumen ejecutivo
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Introduccin
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Bibliografa ................................................................................................................................................................................................................................................................................
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Siglas y acrnimos
BOE
CC AA
CCi
CE
DOCE
DOUE
Fidac
IPPC
LRJ-PAC
OCDE
Seprona
STS
TCE
TS
resumen ejecutivo
Responsabilidad patrimonial
por dao ambiental:
propuestas de reforma legal
La proteccin del medio ambiente cristaliza en el mundo del Derecho en un conjunto de tcnicas y figuras tanto de carcter preventivo como represivo-retributivo. Destaca con fuerza
especial el instrumentario destinado a restablecer y restituir el equilibrio ecolgico alterado
por la mano del hombre, que en la sociedad compleja y tecnificada de nuestros das alcanza
una potencialidad destructiva sin precedentes. El nudo gordiano de ese sistema consiste en
hacer recaer sobre los hombros del agresor o contaminador las consecuencias de su actuacin. La existencia de una regulacin progresista de la responsabilidad por daos al medio
ambiente es, pues, una pieza esencial de cualquier ordenamiento protector del entorno, y se
proyecta tanto al plano privado-civil, como en el administrativo y penal.
En Espaa, el rgimen legal de la responsabilidad patrimonial por daos ambientales se encuentra en una situacin insatisfactoria. Tradicionalmente, se ha desarrollado en el marco
de la legislacin civil, hasta el punto de que se la designa habitualmente como responsabilidad civil por daos al medio ambiente. Sin embargo, este rgimen no puede satisfacer
plenamente las exigencias modernas de la proteccin ambiental, dado el carcter difuso o
dominial de los valores y bienes tutelados, la etiologa y escala habitual de los daos ambientales, as como el rgimen procesal que inspira la legislacin civil.
Es, por lo tanto, necesario desplazar el centro de gravedad de nuestro rgimen legal de la
responsabilidad por daos al medio ambiente, pasando a caracterizarla como una responsabilidad patrimonial, desvinculada de lo civil, regulada por el derecho pblico, y activada y
gestionada por la Administracin pblica, garante social de la proteccin ambiental. Nuestro ordenamiento ya contempla, en ciertos casos, la posibilidad de que la Administracin
exija a los infractores que lesionen el medio ambiente la obligacin de restituir los daos
que se infieran a elementos concretos del entorno, que no son susceptibles de apropiacin
privada debido a su carcter dominial (aguas, costas, etc.), o incluso de que persiga a aquellos que simplemente alteren el equilibrio ecolgico considerado in abstracto.
La Directiva comunitaria 2004/35, que expresamente excluye de su radio de aplicacin las reclamaciones puramente civiles, suministra la ocasin perfecta para renovar
profundamente nuestro rgimen legal en esta materia, pues debe ser incorporada antes del 30 de abril de 2007. A tal efecto, se proponen las siguientes actuaciones:
Aprobacin de una Ley General de Responsabilidad patrimonial por daos al medio ambiente, cuyo principal objetivo ser la incorporacin de la Directiva
2004/35.
Debe aprovecharse (ex artculo 176 del TCE) para ir ms all de la propia Directiva. En concreto, deben incluirse en el mbito de la futura ley varios tipos de dao
ambiental que en principio quedan fuera de la norma comunitaria.
En lnea con lo anterior, debe establecerse la obligatoriedad de suscripcin de un
seguro, para determinadas instalaciones y actividades potencialmente peligrosas
para el medio ambiente en los casos que se detallan en el trabajo.
Deben refundirse y armonizarse todas las disposiciones administrativas que
actualmente regulan la obligacin de indemnizacin de daos y de restitucin del
ambiente, y debe permitirse su activacin con carcter previo o desligado de la comisin de la infraccin administrativa.
La futura ley debe incluir tambin el supuesto de dao ambiental producido por
instalaciones o actividades directamente gestionadas o explotadas por la Administracin.
El rgimen de responsabilidad civil para daos puramente patrimoniales y que no
son stricto sensu daos al medio ambiente continuar rigindose por las disposiciones actualmente en vigor.
La aprobacin de la Ley debe ir acompaada por un esfuerzo gubernamental de
incremento y mejora de los recursos materiales y humanos dedicados a la inspeccin y vigilancia del cumplimiento de la legislacin ambiental sustantiva, as como a su gestin administrativa.
Introduccin
a) Responsabilidad penal
Frente a la conducta gravemente lesiva para el entorno, el Cdigo Penal de un pas (como
lo hace el espaol, artculos 325 y siguientes) establece la figura del delito ecolgico,
que puede acarrear la imposicin de sanciones privativas de libertad. Este tipo de responsabilidad queda fuera del objeto de este estudio.
c) Responsabilidad patrimonial
La produccin de un menoscabo al medio ambiente hace nacer en el culpable la obligacin de satisfacer, pagar o indemnizar los daos causados al entorno, lo que incluye desde luego los costes inherentes a la reparacin o restitucin de dicha degradacin o deterioro ambiental.
Esta obligacin personal, consistente en la satisfaccin de una cantidad monetaria por el
contaminador, surge de una responsabilidad que por concretarse en el medio ambiente se
llama responsabilidad ambiental. Esta responsabilidad puede a su vez ser de dos tipos:
Responsabilidad patrimonial de naturaleza civil. Es la regulada por el Derecho civil,
especialmente por el Cdigo Civil (CCi). Incluye la obligacin de reparacin o restitucin
del dao producido, as como, en su caso, el pago de las lesiones patrimoniales y perjuicios
econmicos (dao emergente y lucro cesante) inferidos por el contaminador a un sujeto
particular, dueo o poseedor de bienes privados que formen parte, lato sensu, del medio
ambiente: un prado (suelo), una charca (aguas), etc. Slo la puede declarar un juez civil en
una sentencia declarativa, como consecuencia de una demanda civil, que se tramita segn
las disposiciones procesales de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Se desarrolla en el captulo
2 de este trabajo.
Responsabilidad patrimonial de naturaleza administrativa. Es la obligacin del contaminador o agresor ambiental consistente en la satisfaccin del importe de los daos
causados al medio ambiente, establecida en la normativa ambiental administrativa.
Esta responsabilidad incluye dos ingredientes diferentes: por un lado, la indemnizacin
de los daos causados al medio ambiente, que normalmente (aunque no siempre) son
daos inferidos a bienes de dominio pblico; por otro, la obligacin de reponer y restaurar el medio ambiente alterado a su situacin primitiva o anterior al dao sufrido. Se analiza tambin con ms detalle en el captulo 2 de este trabajo.
en cuenta que estos tratados regulan diferentes aspectos o situaciones de dao ambiental,
algunos de las cuales quedan fuera del mbito de este trabajo. A nuestro juicio, es posible
distinguir tres situaciones diferentes de dao ambiental que requieren o activan la presencia del Derecho internacional:
Dao ambiental producido en el marco de relaciones entre Estados
El Estado A produce un dao (que puede considerarse como ambiental) en el territorio
o los intereses del Estado B. El Derecho internacional pblico general o especfico establece las reglas, criterios y procedimientos que deben seguirse para que se declare la responsabilidad del Estado A, vis--vis del Estado B. Ejemplos de este supuesto podran ser
los casos de Nueva Zelanda y Australia c. Francia (asunto ensayos nucleares, 1973-4).
Este es un problema de pura responsabilidad internacional del Estado, disciplinada por el
Derecho internacional pblico. Entre otras disposiciones, se refieren a esta problemtica:
El artculo 235.1 del Convenio sobre el Derecho del Mar de 1982, tratado internacional ratificado por Espaa, y en vigor para nuestro pas (publicacin en el BOE, n 39,
de 14 de febrero de 1997).
El Convenio sobre la responsabilidad internacional por daos causados por objetos espaciales, de 29 de marzo de 1972, ratificado por Espaa (publicacin en el BOE, n
196, de 2 de mayo de 1980).
Este aspecto de la responsabilidad ambiental queda fuera del objeto de estudio de este
trabajo.
Actividad desarrollada por empresas o personas privadas domiciliadas o radicadas
(con sede principal o nica) en el estado A, que provoca un dao ambiental
en el territorio del estado B, y que desencadena una diferencia o procedimiento
entre los dos Estados
Un ejemplo de esta segunda situacin puede encontrarse en el conocido caso de la Fundicin de Trail, que enfrent a Estados Unidos y Canad por los efectos nocivos de una instalacin siderrgica ubicada en Canad (Trail Smelter Arbitration, 1938-41). Tambin
queda fuera de nuestro objeto de estudio por estar disciplinada por el Derecho internacional pblico.
Actividad desarrollada por empresas, personas u organizaciones domiciliadas o
radicadas en el Estado A, que provoca un dao ambiental en el territorio del Estado B
En este supuesto el dao es provocado por una empresa que est radicada en el Estado B,
pero que en realidad es una filial u organizacin subsidiaria de otra mayor o matriz, ubicada en el Estado A. Las personas o instituciones afectadas por el dao exigen satisfac-
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las indemnizaciones procedentes, pero no cubre todos los gastos y daos efectivamente producidos por el vertido de hidrocarburos, sino que lo hace hasta una cuanta mxima, que ha sido elevada en varias ocasiones a lo largo de los ltimos aos, sobre todo a
consecuencia de los ltimos desastres petrolferos registrados en nuestras costas (Aegean Sea, 1992 y Prestige, 2002). En el momento del desastre del Prestige, el lmite
mximo de gastos a los que poda hacer frente el Fidac ascenda a 171 millones de euros, cantidad que fue elevada poco despus a 240 millones de euros. Sin embargo, en
2003 se aprob un nuevo protocolo relativo al establecimiento de un fondo complementario en materia de daos derivados de la contaminacin provocados por hidrocarburos, que ha entrado en vigor el 5 de marzo de 2005. Con esta nueva modificacin, la
cuanta mxima que podr ser pagada en el caso de un accidente petrolfero ascender
a 880 millones de euros.
Actividad desarrollada por empresas, organizaciones o personas domiciliadas o radicadas en un Estado, que provoca un dao ambiental en el territorio de ese mismo Estado
En esta ltima hiptesis, las personas o instituciones afectadas por el dao exigen satisfaccin a la organizacin causante del mismo, en el marco de una reivindicacin o litigio
de carcter interno. Este supuesto es en principio puramente domstico o nacional, al
no haber a simple vista elementos de conexin internacional, puesto que tanto la empresa, organizacin o persona causante del dao, como las actividades daosas, y las personas o bienes afectados se encuentran en el mismo Estado. Sin embargo, incluso en este
caso, el Derecho internacional, a travs de un Tratado internacional especfico, puede establecer principios, criterios, estndares o reglas, tanto materiales como procedimentales,
que sern obligatorios en el Estado que haya firmado y ratificado dicho tratado, y que
tendrn que ser seguidos en el foro interno por los operadores jurdicos, a la hora de resolver los procedimientos o pleitos que se puedan instituir como consecuencia del dao
producido.
Este supuesto s que entra dentro del campo del presente trabajo. En este terreno podemos sealar los siguientes convenios internacionales, uno de mbito mundial y otro de
alcance regional (europeo).
Convenio sobre responsabilidad civil en materia de energa nuclear. El Convenio relativo a la responsabilidad civil en materia de energa nuclear, firmado en Pars por los
pases de la OCDE, el 29 de julio de 1960 y modificado mediante Protocolos adicionales
en 1964 y 1982, ha sido ratificado por Espaa, y est en vigor para nuestro pas desde el
1 de abril de 1968. Este convenio se refiere a los daos provocados como consecuencia
de la explotacin de instalaciones nucleares, basndose en la responsabilidad objetiva y
exclusiva del explotador de la instalacin. Tambin regula la cobertura de un seguro que
garantice a los posibles damnificados recibir sin demora sus indemnizaciones. El mbito
de los daos cubiertos por este convenio se ha restringido tradicionalmente a los daos
sufridos por las personas (muertes, lesiones o daos fsicos, etc.). Sin embargo, un nuevo
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los recursos naturales, tanto biticos como abiticos, tales como el aire, el agua, el
suelo, la fauna, la flora y la interaccin entre dichos elementos;
las propiedades que formen parte del patrimonio cultural;
los aspectos caractersticos del paisaje.
Otro de los aspectos importantes del Convenio de Lugano es que establece la obligacin,
por parte de las organizaciones responsables de las actividades peligrosas afectadas por
su mbito de aplicacin, de contar con un seguro o participar en un mecanismo de aseguramiento, que haga frente a las responsabilidades dimanantes del convenio.
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ta culposa, con sus grados de culpa leve o lata) o como la plena conciencia y conocimiento de la ilicitud de la conducta, en cuyo caso existe dolo. A su vez, la conducta puede ser constitutiva de un ilcito penal (delito o falta) o un mero ilcito civil.
Como regla excepcional, la obligacin de reparar puede nacer aun a pesar de que no haya
habido culpa alguna por nuestra parte, en cuyo caso nos encontramos ante la llamada responsabilidad objetiva. A diferencia del supuesto anterior, no hay aqu una falta en nuestro
proceder, sino que la justificacin para la obligacin de reparar consiste en que es una justa
y necesaria contrapartida al desarrollo de una actividad que genera un lucro (ubi emolumentum, ibi onus), pero tambin un riesgo para las personas y los bienes del entorno. Es el
caso de las instalaciones o actividades peligrosas, como las instalaciones nucleares o aquellas que utilizan explosivos. En este supuesto hay una obligacin de reparar los daos aunque hayamos actuado con la diligencia, previsin y cuidados mximos.
b) Dao
Tiene que producirse un dao, entendido como detrimento o menoscabo a las personas
(muerte, lesin, enfermedad) o destruccin, merma o desmejora de bienes y propiedades
privadas. El concepto lesivo alcanza no slo a los daos evidentes o materiales (dao
emergente) sino tambin a las ganancias o beneficios dejados de obtener como consecuencia del dao (lucro cesante). Con carcter general ha de tratarse de un dao efectivamente producido, no de un dao futuro o en potencia.
c) Relacin de causalidad
Tiene que existir una relacin de causa-efecto entre la conducta y el dao (nexo causal).
El nexo causal puede tener caractersticas muy diferentes. As, puede existir una concurrencia de culpas entre el sujeto causante del dao y la vctima, que puede tener como
consecuencia la minoracin de la compensacin de la obligacin de reparar. En un caso
extremo se excluye la responsabilidad en el supuesto de que el dao haya sobrevenido
por culpa de la exclusiva e imprudente conducta de quien lo experiment (la vctima).
d) Afectado
Tiene que haber un afectado determinado o determinable, que normalmente ser el propietario de la cosa daada, o titular de un derecho real equivalente. En el caso de daos fsicos
(muerte, lesin, enfermedad), el propio lesionado. No se puede accionar en nombre de otro,
ni, en principio, en relacin con daos que afectan a cosas que no tienen dueo conocido.
e) La obligacin de reparar
La reparacin obligada debe permitir una reintegracin efectiva del dao, lo que se obtiene en primer lugar y de manera preferente mediante la reposicin del objeto o bien daa-
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do y, subsidiariamente, por la satisfaccin de una indemnizacin en dinero que constituya el equivalente econmico de los daos. La regla general es que la obligacin de reparar es del sujeto causante del dao. Excepcionalmente la obligacin de reparar es de un
sujeto distinto a aquel al que le es imputable la conducta daosa (responsabilidad in vigilando o in eligendo). En cuanto a la extensin de esta obligacin, cubre tradicionalmente
tanto el lucro cesante como el dao emergente.
Rgimen de la responsabilidad civil por daos al medio ambiente
El marco que se acaba de describir es el que ha servido de contexto para el desarrollo en
Espaa de la responsabilidad civil por daos al medio ambiente (sobre esta responsabilidad, vase en general: Miguel (2003) y Snchez-Friera (1994)). Las notas caractersticas
de esta responsabilidad son las siguientes:
a) Es una responsabilidad que, en principio, nace y se desenvuelve inter privatos, esto es,
entre particulares (personas privadas, empresas, etc.). Excepcionalmente, puede aparecer en escena la Administracin, en el papel de demandante, en tanto que persona que
ha sufrido el dao. No puede, en cambio, darse el escenario procesal inverso, dado que
la responsabilidad de la Administracin, por daos causados a personas u organizaciones privadas en el desenvolvimiento de los servicio pblicos se rige por el Derecho administrativo (Ley 30/1992, de 26 de noviembre).
b) Es una responsabilidad regida por el Derecho civil: en el Derecho espaol, la responsabilidad patrimonial civil por daos al medio ambiente est regulada por un complejo normativo integrado por varios elementos. El marco genrico, extensible y amoldable al dao ambiental, est constituido por las disposiciones del CCi reguladoras de
la responsabilidad extracontractual o aquiliana, y ms especficamente su artculo
1908, que hace responsables a los propietarios por los daos causados por la explosin
de mquinas, inflamacin de sustancias explosivas, humos excesivos, cada de rboles,
o emanaciones de cloacas o depsitos de materias infectantes. Tambin puede citarse
en este terreno otras disposiciones civiles de carcter autonmico, como la Ley catalana 13/1990, de 9 de julio, de accin negatoria (artculo 3.5). Adems, esta responsabilidad est tambin regulada en legislacin especial. Por ejemplo, la responsabilidad
patrimonial derivada de la explotacin de instalaciones nucleares se encuentra regulada por la Ley 25/1964, de 29 de abril, de Energa Nuclear (BOE, nm. 107, de 4 de
mayo de 1964), en especial, por sus artculos 45 y ss.
c) Dao cubierto: en el escenario fctico habitual, una persona o empresa, de naturaleza
jurdico-privada, provoca, a travs de su actuacin personal o a travs de la empresa que
dirige, administra u opera, un dao en la propiedad, salud o integridad fsica de otra persona, empresa u organizacin de naturaleza jurdico-privada. A la luz de la jurisprudencia civil recada en este terreno, especialmente sobre la base del artculo 1908 del CCi,
se aprecia que la tipologa habitual de los daos que desencadenan la responsabilidad
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suele ser la siguiente: incendios; daos por explosiones; daos por ruidos y vibraciones
producidos por instalaciones industriales y fabriles; daos sufridos por emanaciones de
gases txicos o de polvos; muerte de ganado, animales o truchas y otros peces en piscifactora; daos por polvos y humos procedentes de una fbrica de cemento; prdida de
cosechas; daos en finca por piezas de caza; daos a viviendas o inmuebles por actividades mineras o inundaciones, etc. La legislacin especial tambin incide en esta caracterstica del dao. En este sentido, el artculo 2.16 de la Ley 25/1964, antes citada, define los daos nucleares como: la prdida de vidas humanas, las lesiones corporales y
los daos y perjuicios materiales que se produzcan como resultado directo o indirecto
() en una instalacin nuclear o de las sustancias nucleares que procedan, se originen o
se enven a ella; los dems daos y perjuicios que se produzcan u originen de esta manera en cuanto as se declare por el tribunal competente; la prdida de vidas humanas,
las lesiones corporales y los daos y perjuicios materiales.
d) Por otra parte, la parquedad de los preceptos del CCI. exige que deban estudiarse y analizarse junto a la jurisprudencia sentada al aplicarlos e interpretarlos, dictada fundamentalmente por la Sala Primera del Tribunal Supremo (sala de lo civil). En gran medida, el derecho de la responsabilidad patrimonial es, esencialmente, un derecho pretoriano. En este sentido, la jurisprudencia ha sufrido una importante evolucin. En una primera poca,
que los civilistas suelen fechar hasta el ao 1940, rige el principio culpabilstico, es decir,
la responsabilidad slo nace como consecuencia de culpa o negligencia del causante del
dao. Correlativamente, la persona que hubiere sufrido el dao tiene la carga de la prueba, esto es, debe demostrar que el productor del dao actu con culpa o negligencia. Normalmente el origen del dao es una conducta antijurdica o ilegal, que nace generalmente como consecuencia de la infraccin de normas o del ms genrico principio alterum
non laedere. A partir de dicha poca, se produce una sensible evolucin jurisprudencial,
y la institucin de la responsabilidad patrimonial se impregna paulatinamente de otros
elementos inspiradores, conectados con la nocin de socializacin del riesgo. As, se recoge la inversin de la carga de la prueba, que consiste en que el causante del dao debe
demostrar que actu de manera diligente. Por otra parte, se somete a la institucin aquiliana a un progresivo proceso de objetivizacin de la responsabilidad. Esto quiere decir
que lo esencial es el dao, y que la culpabilidad no es el factor determinante.
Se abre paso de ese modo la responsabilidad objetiva, en la que la obligacin de reparar nace como mera consecuencia de la produccin del dao, independientemente del
grado de negligencia o diligencia del culpable del mismo, nota sta que se fundamenta
en el hecho o principio de justicia distributiva de que quien obtiene un beneficio por el
ejercicio de una actividad econmica en sociedad tambin debe hacer frente a los daos que dicha actividad ocasione (ubi emolumentum, ibi ius). Por consiguiente, el hecho de que el causante del dao haya cumplido las disposiciones legales o reglamentarias de aplicacin pertinente no le pone al abrigo de la reclamacin de indemnizacin
del afectado. Este carcter objetivo de la responsabilidad civil por daos al ambiente
no slo est consagrado en la jurisprudencia civil del TS (en interpretacin-aplicacin
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de los artculos 1902-1908 del CCi) sino tambin en la legislacin especial, como la
citada Ley 45/1964, de Energa Nuclear (artculo 45).
e) Al ser una responsabilidad civil surgida y resuelta inter privatos, debe ser gestionada en
un marco en el que los sujetos estn desapoderados de facultades de autocomposicin o
autotutela. En consecuencia, la responsabilidad civil slo puede ser declarada obligatoriamente (salvo reconocimiento voluntario o transaccin extrajudicial) por medio de una
sentencia firme dictada por la jurisdiccin civil, como consecuencia de una demanda civil, que dar lugar al correspondiente proceso regulado por la Ley de Enjuiciamiento Civil. El examen y determinacin del nexo causal corresponde al juzgador.
f) Declarada la existencia de responsabilidad, debe decretarse con carcter prioritario la
reparacin in natura o en especie. Cuando no sea posible esta reparacin, se decretar
la obligacin de indemnizar los daos y perjuicios causados, que engloban desde luego
tanto el dao emergente como el lucro cesante.
g) Con carcter general, la jurisprudencia de la Sala Primera del Tribunal Supremo ha establecido, entre otros, los siguientes principios:
La idoneidad de la jurisdiccin civil para el conocimiento de los daos ambientales,
entendidos stos como daos a propiedades o intereses patrimoniales privados (STS, de
16-1-1989, entre otras muchas).
La obligacin civil de reparar persiste a pesar del cumplimiento de la legislacin correspondiente por el causante del dao: (STS, de 16-1-1989, 31-1-1986 y 17-3-1987;
esta ltima justifica esta directriz en exigencias de justicia conmutativa).
Cuando no hay norma legal que habilite expresamente a la Administracin para emplear la
va de apremio para exigir la responsabilidad patrimonial, esta ltima debe acudir ante la
va civil (STS, de 21-12-1987). Tal y como se ver ms adelante, en la actualidad la existencia de una tupida legislacin administrativa ha reducido al mximo esta posibilidad.
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responde al hecho de que el operador ha daado un bien de dominio pblico (aguas, montes, etc.) y su dominus le impone, adems del castigo de la sancin administrativa, la obligacin de restituir la realidad fsica alterada. Es el caso, por ejemplo de la Ley de Aguas. En
otras ocasiones no hay necesariamente afeccin al dominio pblico y, sin embargo, la Administracin exige tambin tanto la restauracin del medio alterado como la indemnizacin
de los daos y perjuicios (es el caso de la normativa de evaluacin de impacto ambiental).
En esos casos la Administracin no acta propiamente como un dominus, sino ejerciendo
una potestad que puede perfectamente conectarse con su deber constitucional de garantizar
un medio ambiente adecuado (artculo 45 de la Constitucin).
A diferencia de la responsabilidad de naturaleza civil, esta es declarada por la Administracin de modo unilateral tras la instruccin del correspondiente expediente administrativo,
normalmente como consecuencia de la comisin de una infraccin administrativa. No tiene
carcter sancionador, como lo tiene la multa-sancin, por lo que puede imponerse al mismo
tiempo que sta. Esta responsabilidad puede a su vez desagregarse en dos subepgrafes:
a) La indemnizacin de los daos causados en el medio ambiente, normalmente en el
medio natural. Este ltimo est constituido normalmente por elementos como las aguas,
las costas, los montes pblicos, que son bienes de dominio pblico. Consecuentemente,
el abono del importe de estos daos se realiza a favor de la Administracin pblica titular
de esos bienes. Si el contaminador no abona dichas cantidades de manera voluntaria,
puede exigirse la ejecucin forzosa de esa obligacin, a travs del apremio sobre el
patrimonio (artculo 97 de la Ley 30/1992, de Rgimen Jurdico de las Administraciones
Pblicas y del Procedimiento Administrativo Comn, y disposiciones concordantes, como el Reglamento General de Recaudacin).
b) La obligacin de reponer y restaurar el medio ambiente alterado, esto es, de dejar las cosas
como estaban antes de la degradacin o deterioro ambiental (sobre esta obligacin de
restauracin, vase en general Cabanillas (1996) y Conde (2004)). La obligacin primaria
en este caso es la de restituir las cosas. Cuando el dao ambiental se ha manifestado en una
sustraccin o apropiacin ilegal de bienes constitutivos del medio ambiente natural (por
ejemplo, arena de una playa o del cauce de un ro) el responsable tiene que devolver las
cosas y bienes sustrados y dejarlos donde estaban, si permanecen todava en su poder.
Adems, la obligacin de restauracin comporta otra serie de actuaciones, cuya concrecin
determinar la naturaleza del bien afectado y de la actividad lesiva desplegada por el
responsable (por ejemplo, derribar una edificacin construida ilegalmente en zona de
servidumbre del dominio pblico), que representarn un volumen de gastos, a los que debe
hacer frente el contaminador. Si ste no restaura el ambiente en la forma exigida por la
Administracin, ella misma puede proceder por su propio imperio y autoridad (autotutela
ejecutiva) a realizar las tareas de restauracin ambiental (ejecucin subsidiaria), y exigirle
luego al contaminador el abono de los costes inherentes a dichas tareas. Si el contaminador
no abona dichas cantidades de manera voluntaria, puede exigirse la ejecucin forzosa de
esa obligacin, a travs del apremio sobre el patrimonio (artculos 97 y 98 de la Ley
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30/1992, de Rgimen Jurdico de las Administraciones Pblicas y del Procedimiento Administrativo Comn).
Este tipo de responsabilidad est caracterizada por las siguientes notas:
Es una responsabilidad patrimonial, porque el causante del dao es obligado al pago
del importe de los daos y perjuicios causados al medio ambiente, expresado en una
cantidad lquida.
Es una responsabilidad de naturaleza administrativa, porque la declara y persigue la
Administracin pblica y se encuentra establecida y regulada por la legislacin administrativa, no la civil. Carece, no obstante, de una regulacin general, por lo que se encuentra diseminada en numerosas normas ambientales.
Est apoyada por el mandato del artculo 45 de la Constitucin, que obliga a la Administracin a velar por la utilizacin racional de todos los recursos naturales, con el fin
de defender y restaurar el medio ambiente (apartado 2). Adems, el mismo precepto
prev que la legislacin establezca la obligacin de reparar el dao causado.
Est destinada a proteger los elementos integrantes del dominio pblico natural, tales
como las aguas, las costas, los espacios naturales, las especies protegidas de flora y
fauna, etc. Tambin protege el medio ambiente en su conjunto, como bien difuso de titularidad colectiva (normativa sobre evaluacin de impacto ambiental, residuos, etc.).
La declara unilateralmente la Administracin pblica, que es habitualmente (aunque no
siempre ni de modo necesario) el titular del demanio afectado.
Est vinculada a la polica administrativa demanial, pero no tiene carcter sancionador.
Puede proteger intereses, bienes y valores difusos, que no pertenecen a nadie en particular (la biodiversidad, el paisaje, la salud pblica, etc.).
Puede ser interesada o accionada por cualquier persona, aunque no sea propietaria de
los bienes o cosas que han recibido el dao ambiental, mediante la correspondiente denuncia ante la Administracin o la iniciacin de procesos judiciales (accin pblica).
Incluye no solamente el importe del dao intrnsecamente considerado, sino tambin
la restitucin del ambiente a su estado anterior.
Permite no slo la exigencia de las indemnizaciones procedentes cuando ya se ha consumado el dao, sino tambin que la Administracin imponga al particular las medidas
preventivas necesarias, encaminadas a evitar que se produzca el dao o la contaminacin en el futuro (polica administrativa del riesgo).
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ministracin como consecuencia de la comisin de infracciones administrativas, a restituir el medio a su situacin anterior y a indemnizar los daos y perjuicios. Slo por poner
un ejemplo de estas disposiciones, puede citarse la Ley 2/2002, de 19 de junio, de evaluacin ambiental de la Comunidad de Madrid (BOCM, de 1 de julio de 2002). Su artculo 66 dispone que a raz de la violacin de la normativa ambiental pueden llegar a desprenderse las siguientes consecuencias: obligacin de reparar el dao causado, de restaurar el medio ambiente y de reponer los bienes a su estado anterior a la comisin de la infraccin; en caso de no hacerlo as el responsable, se le pueden imponer multas coercitivas sucesivas; cabe tambin la ejecucin subsidiaria por parte de la Administracin autonmica, y la exigencia por va de apremio de dichos costes; finalmente, han de indemnizarse los daos y perjuicios causados.
La normativa referida suele establecer cuatro notas importantes, que difieren del sistema
tradicional de la responsabilidad civil. En primer lugar, establece un rgimen de responsabilidad objetiva. En segundo lugar, en la medida en que el dao recae sobre recursos
naturales que tienen la naturaleza jurdica de bienes de dominio pblico de titularidad administrativa (daos al cauce de un ro, a un hbitat costero, a las dunas de una playa, etc),
la Administracin queda apoderada por norma con rango de ley a utilizar el procedimiento de apremio para la exigencia de la responsabilidad correspondiente, colmando as la
exigencia jurisprudencial a la que antes nos hemos referido. En tercer lugar, la exigencia
de responsabilidad patrimonial por parte de la Administracin puede ejercitarse al mismo
tiempo que se ejerce la potestad sancionadora por la comisin de infracciones administrativas, pero puede tambin ejercitarse de manera desvinculada de aquella potestad sancionadora. En cuarto y ltimo lugar, la jurisprudencia de la Sala Tercera del Tribunal Supremo sostiene que la reclamacin de daos y perjuicios por parte de la Administracin
al causante del dao ambiental no tiene carcter sancionador, por lo que es compatible
con la imposicin simultnea de sanciones administrativas y no quiebra el principio non
bis in idem (vase, por todas, la STS, de 6 de marzo de 1989).
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Por consiguiente, el importe cuantioso de las indemnizaciones a que puede verse condenado el responsable del dao ambiental (y la importancia de asegurar, frente a la posible
insolvencia del causante del dao, su restitucin, por los valores nsitos del ecosistema)
hace que sea conveniente, y hasta obligatorio, que quien explote actividades peligrosas
para el medio ambiente suscriba un contrato de seguro de responsabilidad civil (sobre estos aspectos, vase en general Cabeza, 2003).
Este estado de cosas est recogido en los textos normativos ambientales, tanto en el plano internacional como en el espaol.
En Derecho internacional existen varios tratados que se han hecho eco de la idoneidad de
esta frmula. A modo de ejemplo podemos citar aqu el artculo VII del Convenio internacional sobre responsabilidad civil por daos producidos por la contaminacin por hidrocarburos, de 1969-1992, el Convenio de Lugano, del Consejo de Europa, o el Convenio de Pars sobre accidentes nucleares, instrumentos internacionales todos ellos que han
sido mencionados ms arriba.
En lo que concierne al Derecho espaol, son ya varias las disposiciones que establecen
que el titular de una actividad o instalacin debe tener suscrito un contrato o pliza de seguro que le permita hacer frente a las responsabilidades civiles que pueda originar el desenvolvimiento normal o accidental de su actividad.
En primer lugar, la ya citada Ley 25/1964, sobre Energa Nuclear, dispone en sus artculos
55 y siguientes que todo explotador de una instalacin nuclear debe establecer una cobertura de los riesgos que puedan producirse en relacin con la responsabilidad derivada de los
accidentes nucleares, cobertura que puede consistir en la contratacin de una pliza de seguro o en la constitucin de un depsito en metlico en la Caja General de Depsitos.
En segundo lugar, el Real Decreto 379/2001, de 6 de abril (BOE, del 10 de mayo de
2001), por el que se aprueba el reglamento de almacenamiento de productos qumicos y
sus instrucciones tcnicas complementarias, establece en su artculo 6.2 que el titular de
la instalacin deber tener cubierta, mediante la correspondiente pliza de seguro, la responsabilidad civil que pudiera derivarse del almacenamiento, con una cuanta inicial de
601.000 euros como mnimo, cantidad que se actualiza anualmente.
Por ltimo, el Real Decreto 1892/2004, de 10 de septiembre (BOE, del 18 de septiembre
de 2004), dicta normas para la ejecucin del Convenio sobre responsabilidad civil por
daos por hidrocarburos al que ya se ha hecho referencia en varias ocasiones. En particular, su artculo 1.1 dispone que los propietarios de buques que transporten ms de 2.000
toneladas de hidrocarburos a granel tendrn que suscribir un seguro o una garanta financiera que cubra su responsabilidad por los daos causados por la contaminacin. El lmite de cobertura del seguro o garanta financiera ser en cada momento el que se encuentre vigente, en el marco del Convenio citado de 1992.
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Por su parte, el tejido empresarial espaol va acogiendo progresivamente el aseguramiento de la responsabilidad civil derivada de daos ambientales, aunque es una prctica que
en nuestro pas est menos difundida que en otras latitudes, como en los EE UU o en algunos pases europeos de nuestro entorno. El mecanismo se compone de dos fases: en
primer lugar, la empresa realiza una auditora ambiental, con el fin de evaluar los potenciales focos de responsabilidad civil, prctica que puede anticiparse a la suscripcin del
seguro o a la compraventa de la empresa (es lo que en trminos tcnicos se llama environmental liability audit); en segundo lugar, se suscribe el seguro ambiental acorde con
el riesgo detectado. Merece la pena destacarse que en mayo de 1994 se constituy en
nuestro pas el denominado pool espaol de riesgos medioambientales, que comenz a
operar el 1 de enero de 1995, constituido por varias empresas aseguradoras (sobre esta
experiencia, vase Cabezas, 2003, 319 y ss.).
Aparte de lo que es propiamente el seguro de responsabilidad civil, la legislacin ambiental exige otro tipo de garantas en los casos de actividades peligrosas. Por ejemplo, el
Real Decreto de abril de 2004 condiciona la entrada de un petrolero en peligro a un puerto de refugio a la constitucin, en una entidad bancaria con domicilio en Espaa, de una
fianza de elevada cuanta, que se calcula sobre la base de unos parmetros como el nmero de toneladas de arqueo. En caso de un buque como el Prestige, dicha fianza se habra elevado a 415 millones euros. De dimensiones mucho ms modestas es la fianza que
exige constituir la disposicin adicional novena de la Ley de Residuos (10/1998), en los
casos de autorizaciones para actividades de eliminacin de residuos no peligrosos mediante depsito en vertedero.
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proceso judicial an no ha culminado en el momento de redactar estas lneas, ni se dispone de informacin relativa a la efectiva constitucin de dicha fianza o, alternativamente, a la ejecucin forzosa de la resolucin administrativa.
Al mismo tiempo, la entidad Boliden present en enero de 2004 una demanda por
129,4 millones de euros contra la constructora espaola Dragados, por supuestos defectos de construccin de la balsa.
Por ltimo, la Sala Tercera del TS resolvi el 25 de noviembre de 2004 el recurso interpuesto en su da por Boliden contra el citado acuerdo del Consejo de Ministros de 2 de
agosto de 2002, de una forma muy favorable a la Administracin, dado que confirm
la legalidad del Acuerdo y la procedencia de casi todos los conceptos reclamados, y se
limit a rebajar a 43,7 millones el importe conjunto de las determinaciones administrativas del Acuerdo (sancin+restauracin+indemnizacin de daos), por considerar que
algunas partidas reclamadas no estaban justificadas.
Tanto el acuerdo del Consejo de Ministros como, si as se confirma judicialmente, la
decisin de la Junta son de muy difcil cobro ejecutivo, dado que la empresa ha cerrado sus instalaciones y actividades en Espaa, est sumida en un proceso concursal y su
matriz se encuentra en el extranjero.
En este desastre ambiental pueden apreciarse las siguientes circunstancias: la existencia
de un tortuoso camino procesal; la esterilidad del proceso penal; la inhibicin de la jurisdiccin civil; el adelanto de todo tipo de gastos e indemnizaciones por parte de la Administracin, de corte no solo ambiental sino tambin social; una conducta de evidente elusin procesal por parte de la empresa afectada, que primero se embolsa cientos de millones en subvenciones y luego cierra sus instalaciones en Espaa; la terminacin del asunto en sede administrativa y, posteriormente, contencioso-administrativa; el transcurso de
un gran lapso de tiempo, superior a los seis aos, desde el accidente hasta la declaracin
de firmeza del acuerdo administrativo del Consejo; la empresa solo ha desembolsado
una parte mnima del conjunto de los gastos provocados por el accidente.
Por lo que respecta al caso del accidente del Prestige, la mayor cercana de los hechos
ahorra su recuento cronolgico. Por otra parte, el proceso penal instruido por el juzgado
de Corcubin an est abierto (en diciembre de 2004 el juez orden la detencin del director de la oficina de operaciones de Universe Maritime, armador del petrolero). Tambin hay otros procesos abiertos ante tribunales extranjeros, por lo que es prematuro
aventurar el resultado de las actuaciones judiciales.
Desde una perspectiva ms atenida al terreno de los daos e indemnizaciones, es preciso mencionar que la aseguradora del barco deposit cerca de 28 millones de euros a los
seis meses de la tragedia. Sin embargo, la Administracin afirma haber satisfecho ya
ms de 383 millones de euros. En octubre de 2003, el Gobierno solicit del Fidac el an-
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ticipo de parte de la indemnizacin, y ese organismo adelant 50 millones de euros. Espaa ha cifrado en ms de 800 millones de euros los gastos totales ocasionados por el
Prestige, aunque hay que resear que el Fidac tiene un tope mximo de slo 171 millones de euros. Tal y como se ha indicado en pginas anteriores, se ha suscrito un fondo
adicional en el Fidac que eleva la cifra de la indemnizacin abonable por dicho fondo en
880 millones de euros, pero no se aplica al desastre del Prestige por no tener efecto retroactivo.
Tambin en este caso advertimos similitudes con el caso de Boliden, desde el punto y hora en que es la Administracin la que ha efectuado y adelantado una cantidad ingente de
gastos, que slo sern abonados de manera parcial por el Fidac.
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Energa Nuclear. Tal y como hemos visto anteriormente, esta ley no incluye propiamente
los autnticos daos ambientales, sino los puramente personales y patrimoniales.
Dicho de otro modo, la expresin responsabilidad civil por daos al medio ambiente
encierra una contradiccin lgica o en los trminos. Si una industria perteneciente a la
empresa A provoca unos humos txicos que causan el envenenamiento, asfixia o muerte
del Sr. B, o le impiden trabajar durante 20 das, ese escenario lesivo creemos que no puede ser caracterizado de forma rigurosa como un dao ambiental, sino ms bien como
un dao personal al Sr. B. Si los mismos humos matan a la vaca del Sr. B o le manchan la
colada tendida a secar, eso tampoco puede seriamente caracterizarse como un autntico
dao ambiental, sino como un dao a la propiedad del Sr. B. Los ejemplos se podran
multiplicar. En realidad, prcticamente todos los casos y supuestos que hasta la fecha se
han dado en el terreno de la responsabilidad civil por daos al medio ambiente, y que
estn explicados en los tratados civilistas sobre la materia o se recogen en la casustica y
jurisprudencia civil, comparten la misma caracterstica: no son autnticos daos al medio
ambiente.
El medio ambiente es un concepto holstico que trasciende los diferentes elementos que
lo componen, aunque algunos de stos puedan ser objeto de apropiacin o propiedad privada. Adems, el entorno no est constituido meramente por la suma de propiedades privadas. Antes al contrario, la mayor parte del medio ambiente est constituida por numerosos elementos o ingredientes que no son de propiedad privada. A saber:
Las cosas y seres vivos que tienen la condicin de res nullius, como los especmenes
de especies animales protegidas (lince, oso, guila, etc.), o el aire.
Los elementos integrantes del medio ambiente que tienen la naturaleza jurdica de
bienes de dominio pblico, como las aguas continentales, las aguas interiores y jurisdiccionales, las costas y playas, los yacimientos mineros, los montes pblicos catalogados y, en su caso, los espacios naturales protegidos; ciertos elementos del patrimonio cultural.
Los valores difusos como la biodiversidad, el equilibrio ecolgico, el caudal ecolgico
de las aguas de un ro, el nivel poblacional de una especie, la salud pblica, la seguridad, el paisaje, etc.
En los casos de daos inferidos a todo ese tipo de bienes, el rgimen de la responsabilidad civil fracasa operativamente por varios motivos.
Por un lado, no son autnticos daos civiles, esto es, de carcter privado-patrimonial.
Los daos ambientales a que se refiere la responsabilidad civil tradicional son daos al
curso de aguas de alguien, a los ciervos de alguien o a la salud de alguien. En este sentido, la jurisprudencia de la Sala Civil del Tribunal Supremo ha establecido de modo in-
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equvoco que es necesario tener un inters, una legitimatio ad causam; para activar la
responsabilidad civil, es necesario tener inters en el ejercicio de la accin. La STS, de 7
de febrero de 1969, por ejemplo, exige un inters propio para reclamar. La doctrina civilista se expresa en esos trminos (vase Santos, 1993:1.074). Sin embargo, sobre todo en
el caso de bienes que son res nullius existen evidentes problemas de legitimacin activa,
dado que tiene que ser activada por el afectado. De ese modo, quin tiene legitimacin
procesal para reclamar la restitucin de los daos?
Por otro lado, en otros casos, el afectado es la Administracin pblica, cuyos intereses se vehiculizan y protegen no por el Derecho civil, sino por el administrativo, razn
sta por la que todos los daos ambientales que se materializan sobre daos al dominio
pblico (aguas, costas, etc.) se escapan del rgimen de la responsabilidad civil.
La suma de estos factores permite fatalmente que haya daos ambientales que trascienden los puros daos civiles y se escapan a su regulacin, por ejemplo, el dao al
paisaje.
Aparte de estos argumentos crticos basados en la naturaleza del dao y del afectado, hay
otras razones tcnicas especficas que hacen an ms problemtico el rgimen del dao
ambiental desde la perspectiva de la responsabilidad civil tradicional. Est, por un lado,
la causa eficiente del dao. En numerosos asuntos ambientales, el dao tiene una textura
especfica, que se compadece mal con el rgimen civil de los daos. Es el caso del dao
ambiental cumulativo y progresivo, o de carcter difuso. Por otro, y ya en el terreno de la
indemnizacin-reparacin, el dao ambiental tiene tambin caractersticas especficas,
como la singularidad y el carcter irrepetible de ciertos bienes ambientales. En efecto, en
el caso de, por ejemplo, las especies en peligro de extincin cul es el valor de la ltima
mariposa de una especie amenazada? Indudablemente es un valor que trasciende el del
equivalente econmico del espcimen intrnsecamente considerado, y que conecta con
valores tan ajenos a la dinmica patrimonial privada como la biodiversidad. En otras ocasiones el equilibrio ecolgico disturbado es irrestituible o irrecuperable.
En suma, la confusin legal y dogmtica a la que nos hemos referido anteriormente es,
pues, de carcter grave, puesto que a nuestro juicio la responsabilidad civil de la que se
ha hablado hasta el presente no es en realidad una autntica responsabilidad civil por
daos al medio ambiente.
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jetivo es prevenir y reparar el dao, no establecer mecanismos de resarcimiento de detrimentos econmicos inferidos por la depauperacin del entorno. Estos son sus aspectos
ms importantes:
A) Dao cubierto
Posiblemente, el concepto ms importante de la Directiva sea el de dao ambiental,
pues es la causa eficiente de que se desencadene la responsabilidad del daador, en la
forma que despus se dir. Ese concepto se edifica a su vez sobre el de daos, que se
definen como el cambio adverso mensurable de un recurso natural o el perjuicio mensurable a un servicio de recursos naturales (art. 2, apartado 2). Ahora bien, el dao ambiental que hace nacer la responsabilidad regulada por la Directiva no es cualquier tipo
de dao al medio ambiente, en su generalidad y complejidad. En realidad, la Directiva no
regula el dao al medio ambiente, como bien que trasciende sus partes componentes,
ni siquiera los daos a la biodiversidad. Antes bien, contempla slo tres tipos de daos,
identificados por el medio que los sufre. A saber:
a) Los daos a las especies y hbitats naturales protegidos, entendiendo por stos (solo)
los regulados en las Directivas 79/409 (aves silvestres) y 92/43 (hbitats). En el caso
de las especies de flora y fauna, deben adems estar enumerados en algunos de los
Anexos de las normas citadas: el I de la Directiva de aves y el II y el IV de la Directiva
de hbitats. Adems, ese dao debe suponer efectos adversos significativos en la posibilidad de alcanzar o de mantener el estado favorable de conservacin de esas especies o hbitats. El carcter significativo de ese dao ha de evaluarse con arreglo a una
compleja matriz de variables que se recogen en el Anexo I de la Directiva.
b) Los daos inferidos a las aguas, entendiendo por ellas las cubiertas por la Directiva
2000/60, por la que se aprueba el marco sobre gestin del agua. Esta Directiva afecta a
las aguas continentales (superficiales y subterrneas), a los estuarios y a una masa de
aguas marinas, denominadas aguas costeras por la Directiva, que no coincide con la
delimitacin de zonas marinas establecida por el Derecho del mar ni por la legislacin
de costas espaola. Grosso modo podemos definirla como una franja marina de una
milla de anchura, mar adentro, a lo largo del litoral, que se debe contar desde la lnea
de bajamar escorada, o desde la lnea de base recta. En cualquier caso, se trata de una
masa de agua muy delgada e inmediata a la costa.
La Directiva se refiere slo a daos que afecten al estado ecolgico, qumico o cuantitativo de las aguas, o a su potencial ecolgico. Sin embargo, no aparecen claramente expresados los daos a la florifauna fluvial, por ejemplo.
c) Los causados al suelo, pero en este caso slo si suponen un riesgo significativo de
que se produzcan efectos adversos para la salud humana. Esta redaccin es sin duda
problemtica.
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Como puede apreciarse por la enumeracin anterior, quedan excluidos los daos (esto es, la contaminacin) a la atmsfera, al parecer porque se entiende que toda contaminacin al aire acaba cayendo a tierra o las aguas. A este respecto, el apartado 4 de
la Exposicin de motivos de la Directiva dispone que por dao medioambiental debe entenderse tambin los daos provocados por los elementos transportados por el
aire siempre que causen daos a las aguas, al suelo o a especies y hbitats naturales
protegidos.
Por otra parte, se exige que el dao proceda de una actividad profesional, esto es, productiva (negocio, empresa, etc), sea de la titularidad que sea (pblica, privada, mixta,
etc.), dado que la responsabilidad se hace nacer en la persona del operador, que normalmente ser la empresa (o Administracin) titular de la actividad o instalacin que ha
producido el dao ambiental.
En este punto, sin embargo, hay que tener en cuenta que la Directiva distingue entre dos
tipos de actividades, distincin que afecta tanto al dao cubierto como a la etiologa de la
responsabilidad.
Por un lado, estn las actividades recogidas en el Anexo III de la Directiva, que incluye
hasta doce clases diferentes, y entre las que figuran los vertidos a las aguas, las instalaciones cubiertas por una autorizacin o permiso integrado de contaminacin (IPPC)
las actividades de gestin de residuos, la utilizacin confinada o la liberacin intencional de organismos modificados genticamente. En su mayora, son actividades industriales privadas, pero tambin pueden estar afectados servicios pblicos de titularidad
administrativa (servicio municipal de recogida, almacenamiento o tratamiento de residuos). Cuando el dao ambiental (o la amenaza inminente del mismo) ha sido producido por alguna de estas actividades, la responsabilidad ambiental surge siempre y en todo caso, lo que quiere decir que estamos ante una suerte de responsabilidad de corte
objetivo.
Sin embargo, si la actividad que ha originado la degradacin ambiental no est recogida
en el Anexo III, en ese caso se produce una importante modificacin del rgimen anterior, dado que slo se consideran daos ambientales (o amenaza inminente de los mismos) los que recaigan sobre las especies y hbitats naturales protegidos, y, adems, slo
se aplica la Directiva si ha habido culpa o negligencia por parte del operador.
Sea o no la actividad causante una de las que estn recogidas en el Anexo III de la Directiva, lo cierto es que tiene que tratarse de una actividad profesional. Por lo tanto,
no estn cubiertos los daos ambientales que provoque una persona fsica como consecuencia de actos desligados de una actividad profesional. Por ejemplo, no estarn
cubiertos por la Directiva los daos ocasionados por el incendio de un bosque protegido (hbitat) que haya sido provocado por un excursionista, pirmano o especulador
inmobiliario.
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Cualquier dao, si han transcurrido ms de 30 aos desde que tuvo lugar la emisin,
suceso o incidente que los produjo.
Cualquier dao en el que haya operado el fenmeno de la prescripcin, lo que
acontece si transcurren cinco aos desde su produccin y la iniciacin del expediente
administrativo de imposicin de medidas de carcter reparador.
Si as lo dispone la legislacin interna, cualquier dao ambiental producido por una
emisin o actividad amparada por una autorizacin, permiso o licencia administrativa,
provenga de la actividad que provenga y se centre en cualquier medio receptor.
Si as lo dispone la legislacin interna, cualquier dao ambiental producido por una
emisin o actividad que no se haba considerado como potencialmente perjudicial para
el ambiente, segn los conocimientos existentes en el momento de la emisin o del
desarrollo de la actividad.
Con carcter general, todos los daos ambientales que se hayan producido antes del 30
de abril de 2007.
En razn de su importancia, es necesario hacer una mencin especfica y separada del
hecho de que tampoco estn cubiertos por la Directiva los daos que se materialicen en
detrimentos patrimoniales privados, pues su resarcimiento (esto es, la responsabilidad
patrimonial extra contractual) se debe canalizar a travs de la legislacin nacional pertinente (por ejemplo, el Cdigo Civil). As lo establece de manera muy clara la exposicin
de motivos, que en su apartado 14 establece que la presente Directiva no se aplica a las
lesiones causadas a las personas, a los daos causados a la propiedad privada o a ningn
tipo de prdida econmica ni afecta a ningn derecho relativo a este tipo de daos.
C) Consecuencias de la produccin del dao: medidas preventivas y reparadoras
El punto ms importante (y desilusionante) de la Directiva 2004/35 es que no establece
con carcter universal, general y directo un rgimen de indemnizacin de los daos producidos al medio ambiente. Lo que hace la Directiva es establecer un mecanismo en virtud del cual la Administracin puede exigirle al operador responsable que lleve a cabo las
medidas necesarias para restaurar el medio ambiente a su estado anterior (medidas reparadoras), o para prevenir que se produzcan daos en el caso de riesgo inminente y grave
(medidas preventivas).
Comenzando por el segundo tipo de medidas, la Directiva establece un rgimen encaminado a evitar que, en el caso de que todava no se hayan materializado los daos ambientales, pero en cambio exista una amenaza inminente de que se produzcan, se prevenga dicho riesgo. Supongamos, por ejemplo, que una fbrica de aceites situada en las
cercanas de un ro almacena grandes cantidades de alpechn en una balsa de construc-
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cin precaria, que amenaza fractura o accidente en cualquier momento, lo que liberara
grandes cantidades de sustancias txicas al vecino ro. En rigor, nada ha sucedido todava, pero existen indicios racionales de que puede pasar. Para evitarlo, la Directiva dispone el rgimen siguiente:
Establece en el operador la obligacin positiva de llevar a cabo las medidas preventivas
que sean necesarias.
El rgano administrativo competente, de oficio o a instancia de parte (art. 12) puede
ordenar al operador que:
suministre informacin sobre la amenaza;
adopte las medidas preventivas necesarias, siguiendo sus instrucciones.
Subsidiariamente, y en caso de desobediencia del operador, la Administracin puede
ella misma llevar a cabo las medidas preventivas, cobrndose luego los costes a cargo
del operador (art. 8.2).
Si, a pesar de haber adoptado las medidas de prevencin del riesgo, o por no haberse
adoptado stas a su debido tiempo, se acaba produciendo el dao ambiental, surge en el
operador la obligacin de restauracin ambiental, que aparece configurada como una
obligacin de hacer, de carcter no personalsimo. Esta obligacin se satisface mediante
la adopcin de las correspondientes medidas, denominadas medidas reparadoras por la
Directiva. Por las mismas se entiende toda accin o conjunto de acciones, incluidas las
medidas paliativas o provisionales, que tenga por objeto reparar, rehabilitar o reemplazar
los recursos naturales y servicios daados, o facilitar una alternativa equivalente a los
mismos (art. 2, apdo. 11).
Tratndose de la restauracin del medio a su estado anterior, puede ser necesario adoptar
medidas y actuaciones de la mayor variedad tipolgica posible, en funcin de la emisin,
derrame o vertido que se haya producido, o de las caractersticas singulares del medio receptor, de ah que no se puedan identificar todas nominatim. Entre ellas estarn, por
ejemplo, la realizacin de obras de canalizacin de aguas residuales, la introduccin de
aparatos de filtracin y depuracin del efluente, la remocin y retirada de sustancias txicas y contaminantes, la cesacin de actividades, derribo o desmantelamiento de estructuras o instalaciones perturbadoras de espacios naturales, tapar un pozo realizado ilegalmente, llevar a cabo la descontaminacin del suelo daado, etc.
Con el fin de servir de gua o marco comn a la actuacin administrativa, y posiblemente tambin con el objetivo de limitar en la mayor medida posible la discrecionalidad tcnica de la Administracin en estos casos, el Anexo II de la Directiva establece un marco comn que debe seguir el rgano ambiental a la hora de determinar cules son las
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medidas que deben ser adoptadas por el operador, distinguiendo a esos efectos entre la
reparacin de daos a las aguas o especies y hbitats naturales protegidos y la reparacin
de daos al suelo.
Las medidas reparadoras aparecen diseadas con diferente grado de complejidad para
cada uno de esos supuestos.
En el caso de los daos inferidos al suelo, las medidas que pueden ordenarse son descritas, de manera genrica, como todas aquellas por virtud de las cuales se eliminen, controlen, contengan o reduzcan los contaminantes de que se trate de modo que el suelo contaminado... deje de suponer un riesgo significativo de que se produzcan efectos adversos
para la salud humana.
Sin embargo, en el caso de daos a las aguas, especies o hbitats, la Directiva establece un sofisticado sistema de medidas, que aparecen bien diferenciadas y graduadas en
funcin de sus objetivos inmediatos: la reparacin primaria, la secundaria y la compensatoria.
La primaria, como su nombre evoca, es la ms directa e inmediata, y consiste en restituir
los recursos naturales a su estado anterior, esto es, dejar las cosas como estaban antes de
la inmisin o vertido. Si no se logra restituir por entero el medio alterado, sino que ste
queda peor que antes, entra en juego la reparacin complementaria. Por ejemplo, supongamos que una empresa ha efectuado un vertido en un ro que ha alterado la calidad
qumica de las aguas. La primera y ms urgente medida reparadora, de carcter primario,
consistir en detener el vertido, o introducir rpidamente medios de depuracin adicional, as como, si ello es posible (por ejemplo, vertido de aceite) retirar el aceite de las
aguas del ro mediante las tcnicas disponibles.
La reparacin secundaria aparece cuando es insuficiente la primaria. Siguiendo con el
ejemplo anterior, si slo se trata de un vertido de aceite y la empresa reacciona con rapidez, cortando el flujo contaminante y retirando de las aguas el vertido, se habr completado con xito la reparacin primaria. Pero, si no se trata de una simple mancha de
aceite, sino de sustancias txicas que han producido, por ejemplo, la muerte de varios
especmenes de peces protegidos, a la empresa ya no le bastar con cortar el vertido txico. Por ejemplo, tendr que adquirir otros especmenes de peces y soltarlos en el ro,
es decir, reintroducirlos en su hbitat. Si no puede hacerlo en el mismo lugar por la
eco-persistencia del vertido, tendr que soltarlos en un paraje diferente (aguas arriba,
por ejemplo).
Finalmente est la reparacin compensatoria, que consiste en toda actuacin encaminada
a compensar, de manera transitoria, las prdidas provisionales de recursos naturales en el
periodo comprendido entre la produccin del dao y el momento en que la reparacin
primaria surta todos sus efectos. Debe aportar mejoras adicionales a las especies y hbi-
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tats naturales protegidos o a las aguas. Estas medidas compensatorias son posiblemente
las que aparecen dibujadas de modo ms oscuro en la Directiva, pero sta se preocupa de
aclarar que no consisten en compensar econmicamente al pblico.
D) Competencia y procedimiento para la determinacin de la responsabilidad
Aunque no de manera formalizada y completa, la Directiva establece unos brochazos
procedimentales para la recta canalizacin de las potestades administrativas implicadas
en el rgimen de responsabilidad. En primer lugar, el procedimiento puede iniciarse
bien de oficio, o bien a instancia de parte interesada (el operador). Respecto a la iniciacin de oficio, esta puede desencadenarse bien por propia iniciativa o bien por medio de
peticin de toda persona fsica o jurdica que pueda verse afectada por el dao o que
tenga un inters suficiente, que aparece dibujado de manera bastante generosa (por
ejemplo, un grupo ecologista). Esto es, se configura una autntica accin pblica para
pedir a la Administracin que ordene al operador la adopcin de las medidas oportunas.
En el caso de que el rgano competente no atienda esta peticin, los interesados pueden
recurrir contra esta decisin administrativa, tanto en va administrativa como judicial
(artculo 13).
Una vez iniciado propiamente el procedimiento, la Administracin, con audiencia al operador (art. 11.2), pero de manera unilateral y discrecional, puede ordenarle la adopcin
de las medidas que sean oportunas, utilizando como orientacin el cuadro de variables
establecidas en el Anexo II. Adoptada la resolucin pertinente (que ha de ser motivada,
art. 11.4) se ha de notificar sta al operador, dndole un plazo para que cumpla con ella,
e informndole de los recursos que puede interponer contra la misma, y sus plazos.
Si expirado el tiempo concedido por la Administracin al operador, ste no lleva a cabo
las medidas exigidas, aquella puede utilizar multas coercitivas, posibilidad sta que no
est recogida explcitamente por la Directiva, pero que se entiende implcita (al menos en
Espaa) en la ejecucin forzosa de rdenes administrativas. En ltimo caso, la Administracin podr llevar a cabo las medidas por s misma, pudiendo dirigirse luego contra el
operador (en el plazo de cinco aos) para exigirle, incluso por va de apremio sobre el patrimonio, el importe total de los costes incurridos (art. 8.2). Entre estos costes estn incluidos los de evaluacin de los daos o de la amenaza, as como los administrativos, jurdicos y de ejecucin, y aquellos de seguimiento y supervisin (art. 2, apdo. 16).
Esta obligacin de afrontar los costes de reparacin tiene dos importantes correcciones,
que tienen sin embargo un alcance y gravedad diferentes.
En primer lugar, y segn el artculo 8.3, al operador no se le puede exigir el pago de esos
costes, si el dao ambiental ha sido provocado por un tercero, o se produjo como consecuencia del cumplimiento de una orden o instruccin obligatoria cursada por una autoridad pblica. Se trata de una prevencin razonable y justa.
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En segundo lugar, se establece una excepcin a la obligacin de pago de tal calado que
supone en la prctica la desvirtuacin completa (y por la puerta trasera) de todo el edificio levantado por la Directiva. En efecto, el mismo artculo en el que se establece que el
operador sufragar los costes de las acciones preventivas y reparadoras (el ocho), contiene un apartado, el nmero 4, que establece que la legislacin interna puede dispensar al
operador de satisfacer esos costes si demuestra que no ha habido culpa o negligencia por
su parte y adems el dao ambiental ha sido provocado como consecuencia de alguna de
estas dos circunstancias:
por una emisin o actividad autorizada expresamente, siempre y cuando la emisin haya
cumplido escrupulosamente las condiciones y requisitos impuestos en la autorizacin;
por una emisin o actividad que no se saba que fuera perjudicial para el medio en el
momento en que se llev a cabo.
Este precepto es fundamental en la Directiva, hasta el punto de que, en la prctica,
arrumba el mecanismo que ella misma disea. En efecto, tras la produccin del dao, la
Administracin desembolsar unos gastos, a menudo cuantiosos, para restaurar el medio
ambiente, y luego puede suceder que el operador causante de la contaminacin no se haga cargo de esos costes. Como resulta que, por definicin, se supone que toda instalacin
o actividad econmica o profesional de dimensiones significativas cuenta con una licencia, permiso o autorizacin, en la prctica esto significa que en la mayora de los casos
los costes terminarn siendo satisfechos ntegramente por la Administracin, o lo que es
lo mismo, por el contribuyente, esto es, el contaminado.
Es cierto que la Directiva no establece un rgimen general en este terreno, sino que deja
que sean los Estados miembros los que lo determinen (a travs de la legislacin interna
que dicten para incorporar la Directiva). Esta opcin transaccional final es peor que cualquier sistema que hubiera elegido la Directiva (ya en el sentido de exonerar siempre al
operador autorizado, o no hacerlo nunca).
La razn es que, con el artculo 8.4 de la Directiva en la mano, se podra dar el caso de que,
por ejemplo, en doce Estados miembros se haga responsable al operador que cuente con licencia, en otros diez no se le haga responsable y en otros tres dependa de los casos. Ello
puede conducir a nuestro juicio a una posible distorsin del mercado interior, a la disparidad entre legislaciones nacionales, a la heterogeneidad en el marco competitivo de las empresas y a la tentacin de que algunos Estados miembros quieran hacer dumping ambiental.
Se trata precisamente de los objetivos que la Directiva, sedicentemente, quera evitar y que
justifican la adopcin de esta norma en el nivel comunitario.
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41
4. Propuestas de futuro
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tal, y decimos bien las demandas sociales, porque las demandas y cuitas puramente
privadas y personales estn perfectamente protegidas y salvaguardadas por la genuina
responsabilidad civil.
Otro de los aspectos insatisfactorios de la responsabilidad ambiental civil radica en el hecho de que su finalidad es eminentemente reparadora: se activa como consecuencia de un
dao ya producido, pero no alcanza en principio a las medidas preventivas. En cambio, en
la sociedad hiper-tecnificada, post-industrial en la que vivimos hoy, plena de riesgos difusos y graves, listos para actualizarse en cualquier momento, con graves consecuencias y alto poder destructivo, es absolutamente necesario el establecimiento de medidas preventivas
encaminadas a evitar que se produzca el dao. Y esas medidas slo pueden imponerse unilateral e imperativamente por los poderes pblicos, esto es, por la Administracin, que tiene
un estatuto jurdico singular, constituido por el Derecho administrativo.
En la nueva directriz normativa de los daos ambientales, la Administracin debe tomar
la sartn por el mango, convirtindose en la garante del equilibrio ecolgico desde un
estatuto en el que goce de las potestades y prerrogativas que permitan una restauracin
efectiva del entorno, y con el que pueda exigir, antes de que se produzca el dao, la adopcin de cuantas medidas sean necesarias para evitar la actualizacin del riesgo.
Es necesario proceder a una administrativizacin del sistema, bajo el paraguas de la
Constitucin y del Derecho comunitario (Directiva 2004/35). Esta reorientacin programtico-legal est perfectamente abonada por el artculo 45 de la CE, pues establece
un rol especial para la Administracin, que la hace ser garante del valor medioambiental. El medio ambiente es un concepto moderno, publificado, conectado con los intereses generales y el libre desarrollo de la personalidad. Esto es, protegido y tutelado por
la Administracin, que tiene un estatuto jurdico singular, constituido por el Derecho
administrativo.
Aparte del fracaso operativo del rgimen de la responsabilidad civil para hacer frente
al dao realmente medioambiental, hay otras circunstancias poltico-sociales que abonan
el interesamiento protagonista de la Administracin en la restauracin del dao ambiental y en la persecucin de las responsabilidades correspondientes.
La primera de esas circunstancias consiste en el hecho de que la mayor parte de las actividades (si no todas) que son susceptibles de provocar un dao ambiental (normalmente,
de carcter industrial) est sometida a una tupida malla de licencias, autorizaciones y
otras tcnicas de polica administrativa.
La segunda es que la propia Administracin puede ser la culpable de un dao ambiental,
como consecuencia del desenvolvimiento de algn servicio pblico ambiental, como la
recogida y tratamiento de residuos, o la depuracin de aguas residuales urbanas. En otras
ocasiones, la actividad que provoca el dao ambiental es de carcter privado, pero se des-
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atae a la reduccin excesiva del crculo de bienes daables ambientalmente. La Directiva no se aplica, por ejemplo, a la destruccin de especies o hbitats que no estn protegidos por la Directiva de aves o la de hbitats. Lo mismo cabe decir de la limitacin
de causas del dao, que quedan circunscritas a las actividades profesionales. En este
terreno merece tambin censura la posibilidad de que el operador que cuente con licencia pueda verse eximido del pago de los costes de restauracin, lo que puede constituir
un paso atrs respecto de la situacin imperante en algunos pases. En Espaa, por
ejemplo, la posesin de una licencia no pone al contaminador a salvo de las eventuales
responsabilidades ambientales de corte administrativo. Desde esta perspectiva, la Ley
debera incluir en su campo de aplicacin varios supuestos de daos ambientales que
estn excluidos de la Directiva, tal y como se ha visto ms arriba. Tambin debe aprovechar las remisiones expresas que la Directiva hace al legislador interno para incluir
en su mbito de aplicacin los daos provocados por actividades que cuenten con licencias y autorizaciones administrativas, o hacer obligatorio el aseguramiento de la cobertura financiera de los daos causados. Esta posibilidad de configuracin legal ms
protectora por parte de la legislacin interna est expresamente permitida a los estados
miembros por el artculo 176 del TCE.
Por ltimo, la ley debe acometer una refundicin-armonizacin de toda la legislacin
ambiental que se ha citado en pginas anteriores (Leyes de Aguas, de Costas, de Montes,
etc.), para establecer unas reglas procedimentales y materiales comunes.
Concepto de daos al medio ambiente
Esta es una pieza esencial de la futura ley. En lnea con la consideracin precedente,
la Ley debe suministrar una definicin de daos genuinos al medio ambiente, desligados de los daos puramente patrimoniales sufridos por particulares. Desde esta
perspectiva, se considera vlido el concepto de dao que recoge la Directiva en su
artculo 2.2. En cambio, el concepto de dao ambiental de la Directiva no se considera correcto por ser demasiado restrictivo, en los trminos que se han expuesto en el
epgrafe 2.1.
La Ley debera cubrir los daos al medio ambiente, entendido ste de un modo ms
amplio, por ejemplo en la forma que dispone la Directiva 85/337, sobre evaluacin de
impacto ambiental, y el artculo 6 del Real Decreto 1131/1988, de 30 de septiembre, que
aprueba el reglamento de la Ley de Evaluacin de Impacto Ambiental: daos a la fauna,
a la flora, al suelo, al agua, al aire, a los espacios naturales y hbitats protegidos, a los
ecosistemas y al paisaje. La Ley no debera tratar del resarcimiento de los daos puramente patrimoniales, tales como los daos fsicos, lesiones o muertes, daos a instalaciones productivas, bienes muebles, animales, ganado, enfermedad, etc., que deben seguir
rigindose por el rgimen de la responsabilidad civil extracontractual. La futura Ley debe hacer referencia expresa a esta acotacin material, que est expresamente avalada por
la Directiva comunitaria.
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uno para las medidas preventivas, antes de que se produzca el dao ambiental, y otro relativo a la declaracin y exigencia de adopcin de medidas de restauracin y reparacin,
cuando el dao ya se haya producido.
Por lo que respecta a la imposicin de medidas preventivas, la Ley debe seguir el armazn
dogmtico, operativo y procedimental de la Directiva. A tal efecto, debera establecer, hasta la medida en que fuera posible, un procedimiento formalizado, sin que fuera necesario
un desarrollo reglamentario. La iniciacin del procedimiento ser de oficio, como consecuencia de una denuncia formalizada por funcionarios, inspectores ambientales y dems
agentes de la autoridad con competencias de vigilancia e inspeccin en materia de medio
ambiente (Seprona, inspectores y agentes forestales autonmicos, agentes de la guardera
fluvial, etc.). Tambin podr arrancar a raz de una denuncia formulada por ciudadanos,
colectivos y asociaciones de defensa del medio ambiente. La instruccin del procedimiento debe hacerse con audiencia del interesado, y la resolucin debe ser motivada.
En otro orden de cosas, la Ley puede prever tambin un procedimiento abreviado y sumario, en caso de riesgo inminente, y por supuesto contemplar la adopcin de medidas
cautelares y provisionales por parte de la Administracin, que podrn dictarse antes de
recaer la resolucin definitiva, tales como paralizacin de trabajos, precintado de aparatos, equipos o vehculos, clausura temporal, parcial o total del establecimiento, o suspensin temporal de permisos y autorizaciones administrativas.
Con el fin de restringir al mximo la posibilidad de que el culpable logre eludir o paralizar
la ejecutividad de la decisin administrativa adoptada para la tutela del inters pblico, sera conveniente que la Ley introdujera unas previsiones especficas reafirmando el privilegio de la decisin ejecutoria de las resoluciones administrativas (sobre todo en caso de riesgo inminente grave), y restringiendo por va de configuracin legal expresa la posible suspensin de la ejecucin administrativa; por ejemplo, haciendo descansar en el interesado la
carga de demostrar de forma concluyente que las medidas preventivas impuestas son desproporcionadas o arbitrarias. En el caso de recurso contencioso-administrativo contra dichas medidas debe condicionarse la suspensin cautelar judicial de la resolucin a la constitucin obligatoria de una fianza, caucin o depsito, suficiente para hacer frente a los daos que se pudieran causar como consecuencia de dicha suspensin. Por otro lado, debe disearse legalmente, del modo lo ms amplio y generoso posible, el mbito y extensin de
las medidas a imponer por la Administracin (amplia discrecionalidad tcnica). Estas previsiones podran estar en el lmite del contenido constitucional del derecho a la tutela judicial efectiva del artculo 24 de la CE, pero a nuestro juicio constituyen un acomodo razonable que resuelve de modo satisfactorio la tensin de los intereses en presencia.
Armonizacin y refundicin de disposiciones legales existentes
La Ley debera armonizar, refundir y sistematizar todas las disposiciones sobre responsabilidad y restauracin ambiental que hoy se encuentran dispersas en las diferentes nor-
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mas ambientales que han sido identificadas ms arriba. Quedaran derogadas y sustituidas por las disposiciones de la futura Ley general, que constituira el marco comn y nico para la exigencia de este tipo de responsabilidad.
Pliza de seguro de daos ambientales
Tal y como se indicaba ms arriba, uno de los aspectos insatisfactorios de la Directiva
2004/35 es el relativo a las garantas financieras. El Parlamento Europeo pretenda que se
estableciera con carcter obligatorio que el operador contara con un seguro para afrontar
los costes de reparacin y evitar su insolvencia. Sin embargo, el Consejo (en realidad, los
Estados miembros) se opuso a tal posibilidad. El resultado transaccional entre ambas
posturas es un texto en el que simplemente se obliga a los Estados miembros a adoptar
medidas para fomentar el desarrollo, por parte de los operadores econmicos y financieros correspondientes, de mercados e instrumentos de garanta financiera incluyendo
el riesgo de insolvencia.
La Ley debe precisamente aprovechar esta puerta entreabierta que le brinda la Directiva
para generalizar esta figura, que por otro lado ya est expresamente prevista en algunas
normas de nuestro derecho ambiental, tal y como se ha visto ms arriba. En consecuencia, debe hacerse obligatorio que las personas, empresas y organizaciones titulares de determinados tipos de actividades e instalaciones suscriban el oportuno contrato de seguro
de responsabilidad, que cubra los importes econmicos inherentes a la satisfaccin de las
obligaciones y deberes que entraa el nuevo rgimen marcado por la Ley. El colectivo de
estas instalaciones y actividades podra estar formado por los siguientes grupos: actividades e instalaciones incluidas en el mbito de aplicacin de la Ley de prevencin y control
integrados de la contaminacin; actividades e instalaciones que emplean o almacenan
sustancias peligrosas (instalaciones de tipo Seveso); actividades e instalaciones nucleares; actividades e instalaciones que, no estando incluidas en los prrafos anteriores,
cuenten con una autorizacin de vertido a las aguas continentales o marinas o precisen de
ella; actividades e instalaciones que generen residuos peligrosos; actividades e instalaciones dedicadas a la gestin, tratamiento o eliminacin de residuos peligrosos.
Daos provocados por la Administracin pblica
La Directiva incluye en su mbito de aplicacin las actividades de que sea titular una persona pblica (esto es, los servicios pblicos de titularidad administrativa) como la canalizacin y evacuacin de aguas residuales urbanas (que puede daar las aguas) o la recogida y
gestin de residuos (que puede daar el suelo o las aguas subterrneas). Nos referimos aqu
a la titularidad directa de instalaciones, como los vertederos municipales de residuos, las
estaciones depuradoras de aguas o las incineradoras de residuos, y no a la actividad general
de servicio publico o de polica ambiental de actividades privadas. Sin embargo, no es menos cierto que el rgimen comunitario se topa con la iglesia cuando est implicada la Administracin, pues ella misma es la que debe desencadenar los mecanismos de la Directiva
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(en ese caso contra ella misma). La ley debe ser valiente en este caso y prever un procedimiento especfico para exigir a la Administracin titular directa de la instalacin o actividad o servicio que dae el medio ambiente la adopcin de las medidas preventivas o de restauracin necesarias. Varias son las opciones para materializar esta posibilidad:
Iniciacin a instancia de otra Administracin: por ejemplo, la Confederacin Hidrogrfica competente se dirige al Municipio responsable del vertido de aguas residuales
urbanas contaminantes y le requiere que adopte las medidas oportunas. En caso de no
hacerlo as, lo hace la propia Confederacin y los gastos se cobran por va de compensacin financiera en el marco de los flujos financieros entre la Administracin del Estado y la entidad local (participacin en impuestos estatales, transferencias, etc.).
En otros escenarios de daos causados por una administracin territorial pueden establecerse mecanismos interadministrativos, por ejemplo, entre el Municipio en cuestin y
la Comunidad autnoma en la que est enclavado.
En el caso de daos causados por Organismos y Entidades de la Administracin institucional y/o corporativa, la exigencia de responsabilidad debe ser accionada por la
Administracin territorial de la que dependan o a la que estn adscritas.
Accin pblica: cualquier persona, grupo o asociacin puede dirigirse a la Administracin responsable para solicitar la adopcin de las medidas preventivas o de restauracin necesarias en relacin con sus instalaciones. Debe quedar claro que en este
supuesto el interesado no es un afectado directamente en sus propiedades o intereses
por la actividad de la Administracin, puesto que en ese caso tendra abierta la posibilidad de exigir la responsabilidad patrimonial de aquella, segn el rgimen general
establecido en la LRJ-PAC (vase p.51).
En caso de negativa expresa o silencio ante la peticin del ciudadano, grupo o asociacin, se abren dos posibilidades:
acudir a otra Administracin, con el fin de que desencadene el supuesto del punto
anterior;
tambin puede disearse la posibilidad de que los ciudadanos acudan a los rganos
de la jurisdiccin contencioso-administrativa para que sean stos los que ordenen a
la Administracin la adopcin de las medidas oportunas, por medio de un procedimiento sumario.
Ejecucin y aplicacin de la Ley
Por su vocacin de generalidad y amplio espectro material, todas las Administraciones
pblicas territoriales estn llamadas a aplicar y ejecutar esta Ley. Sin embargo, como
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