Algunas Aportaciones de La Psicologia Compleja Jung
Algunas Aportaciones de La Psicologia Compleja Jung
Algunas Aportaciones de La Psicologia Compleja Jung
Probablemente, segn infiero, esta terminologa utilizada por Jung, fue un intento de no cortar los
vnculos con la teora psicoanaltica ortodoxa, si bien un intento desdichado.
Me resulta particularmente curioso, como esta diferenciacin, o mas bien ampliacin del concepto
de libido, por otra parte, adoptada posteriormente por el Psicoanlisis, produjo la expulsin de
Jung del movimiento Psicoanaltico, cuando como es notorio, Melanie Klein, cuya concepcin de
lasprotofantasas se asemeja bastante a la de los arquetipos junguianos, no fue apartada del
Psicoanlisis an a pesar de la famosa controversia mantenida con Anna Freud.
Desgraciadamente, volviendo a la protolibido , esta concepcin de C.G.Jung, en especial
despus de que la expusiera,- sin la venia de Freud -, durante sus conferencias en Estados
Unidos, no fueron vistas con agrado por este, lo cual, como se refiere en este libro, fue uno de los
motivos de su ruptura y la posterior exclusin de Jung del Psicoanlisis, exclusin, repito,
continuada y acentuada por los sucesores de Freud y otros Psicoanalistas, hasta llegar a la figura
de Lacan
3 ) EL DESARROLLO DEL NIO CONTEMPLADO POR LA EVOLUCIN DE LA PROTOLIBIDO
SEXUAL INDIFERENCIADA.
C.G. Jung admite, desde el punto de vista evolutivo, tres fases diferentes en la vida humana.
La primera fase comprendera los primeros aos de vida y recibe la denominacin de fase
presexual . ( Wandlungen und symbole der Libido.Viena. 1912).
Se halla caracterizada, al igual que el estado larvario de las mariposas, por una funcin
exclusivamente nutritiva y formadora.
Se trata de una etapa en la cual, la primera preocupacin existente ser la de subsistir, al par que
el organismo ir incorporando cantidades de substancias alimenticias, que le permitirn alcanzar
la potencialidad necesaria para acceder a otras etapas.
En Jung sera imposible entonces, hablar ya de una precoz sexualidad, o del nio como un
perverso polimorfo, de acuerdo con la terminologa psicoanaltica, dado que, toda la energa del
lactante, estar abocada a esa nica ocupacin: la ingesta asimilatoria.
La segunda fase engloba los aos posteriores de la infancia, extendindose hasta la pubertad,
recibiendo para la Psicologa Compleja el nombre de fase de la prepubertad .
Ser en esta etapa cuando comience a efectuarse la germinacin de la sexualidad.
La tercera fase, por ltimo, consiste en la edad adulta , comprendiendo el perodo que
podramos llamar madurez.
Deliberadamente, Jung no especifica cuantitativamente la duracin de cada fase.
Ello es debido a la imposibilidad de imponer un lmite temporal arbitrario de transicin y la
factibilidad de abandonar una fase, no totalmente.
La evolucin se deber medir cualitativamente siendo sta susceptible de ser involucionada, por
regresiones, para poder, una vez resueltas las contradicciones, seguir avanzando.
No obstante esto, la mayor dificultad del problema consistira en la cuestin de: Cundo
adjudicar el lmite final en la poca del grado presexual ?
De acuerdo con Jung, la frontera lbil deber admitirse entre el tercer y el quinto ao de
vida. ( Versuch Eines Darstellung der Psychoanalyschen thorie ).
Esta edad es, efectivamente significativa. El nio acaba de emanciparse de la dependencia de la
vida del lactante y, toda una serie de importantes funciones psicolgicas ha alcanzado una
seguridad digna de confianza.
Recin en este momento surgirn una serie de actividades de inequvocos signos y caractersticas
sexuales, aunque tengan an el carcter de la candidez infantil inocente e inofensiva.
De lo antes expuesto, se observar que Jung encuentra la libido en la fase presexual, en un
primer momento solo bajo la forma de un impulso de nutricin encargado de la potencializacin
del cuerpo.
Luego, y en la medida en que ste contine desarrollndose, se abrirn sucesivamente nuevas
posibilidades de aplicacin de la libido.
Su sector definitivo y ms importante constituir la sexualidad. Es por ello que Jung prefiere, al
trmino libido , en este primer momento, el deprotolibido sexual indiferenciada,
primordialmente nutritiva y luego s, sexual. Eleccin desacertada como se aclar , por las
confusiones que presenta dada la difusin del concepto a nivel Psicoanaltico.
De acuerdo a esto, encontraremos que el chupete, por su esencia pertenecer aun completamente
al sector de la funcin libidinal nutritiva.
Sin embargo, en otro momento lo rebasar dejando ya de ser una funcin de la nutricin y
pasando a convertirse en una actividad rtmica con el objetivo final de proporcionar placer y
satisfaccin, sin necesidad ya de la recepcin alimentaria.
En esta poca de actividad rtmica transferida, la mano adquirir importancia como rgano
auxiliar.
La bsqueda de placer exceder ya la zona bucal orientndose hacia otros sectores, que sern
generalmente, los dems orificios corporales. Luego ser la piel y puntos determinados de la
misma, los que se desempearn como terminales del placer hasta que, tras una permanencia
ms corta o ms prolongada de la libido en estas estaciones, continuar con su marcha hasta
llegar por fin a la zona genital, pudindose dar incluso los primeros intentos masturbatorios.
La marcha de la libido se realiza durante la fase de la presexualidad, y abandona gradualmente su
carcter exclusivo de impulso ( que debe diferenciarse del trmino original trieb: pulsin )
nutritivo para tomar, en parte por lo menos, carcter sexual.
Esta sexualizacin de la protolibido sexual indiferenciada traera aparejada la conclusin del
perodo.
Por lo antes expuesto, no sera lcito para Jung hablar de una libido sexual propiamente dicha, en
la fase nutritiva ni menos an de una sexualidad perversa polimorfa desde la edad ms tierna.
4 ) LA SEGUNDA FASE - PERIODO DE PREPUBERTAD
Freud observ que los fenmenos sexuales protoinfantiles, es decir antes de los cinco aos de
edad, y que Jung designa como fenmenos de la fase presexual, vuelven a desaparecer otra
vez por cierto tiempo ( perodo de latencia ), para surgir nuevamente mucho ms tarde.
La llamada por Freud masturbacin del lactante , o sea todos aquellos actos semejantes a los
sexuales, como por ejemplo el chupeteo, tendran que volver de acuerdo a la concepcin
psicoanaltica bajo la forma de onanismo autntico ( C.G.Jung Introduccin al Psicoanlisis,
Plaza & Jans, 1969 ).
No obstante lo cual, en Jung, el perodo de latencia freudiano no sera otra cosa que su inversa, es
decir, el verdadero comienzo de la sexualidad normal, puesto que, siendo los antecedentes un
mero grado previo al cual no se le pueden otorgar prerrogativa alguna de carcter sexual, el
denominado perodo de latencia sera un ejemplo magnfico para demostrar que la suposicin
de una sexualidad protoinfantil es una equivocacin grave.
En efecto, el mal llamado perodo de latencia no sera otra cosa que la ejercitacin de las
potencialidades sexuales para su posterior desarrollo madurativo a nivel ya heterosexual.
Surgimiento del Complejo de Electra en el desarrollo evolutivo de la mujer
Se suele creer que el Complejo de Edipo es un problema exclusivo del hijo varn, siendo esto en
la realidad un falso concepto.
Freud mismo afirm la validez del complejo de Edipo en ambos sexos; posteriormente se retract
del mismo en la mujer.
Segn Jung, es frecuente que la libido sexual no alcance su diferenciacin de la protolibido sexual
indiferenciada hasta relativamente bien adentrada la pubertad.
El hecho de la adquisicin de esta diferenciacin correspondera a la determinacin sexual de cada
individuo.
El concepto Junguiano de carcter bisexual sera el resultante del estado anterior a esa
diferenciacin de la libido sexualis , en esta fase primigenia, se tratara de un sexo
indiferenciado. No sera entonces sorprendente que tambin las nias pequeas pudieran acusar
un complejo edpico.
De acuerdo a ello podramos afirmar que el primer amor pertenece siempre a la madre,
indiferentemente de si se tratase de nios de uno u otro sexo. En esta etapa el padre es vivido
como rival.
En Jung, y esta es la diferencia de la concepcin freudiana, la madre no posee an ningn
significado sexual con respecto a su hijo. En efecto, si en esta fase de la vida la madre no tiene
otro papel que el que le cabe como protector y proporcionador de alimentos al nio, todo placer
que esta provoque tendr las caractersticas de nutricin y proteccin.
El balbuceo, por citar un ejemplo del mismo Jung, que significa madre , ya sea en Espaol,
Italiano o Alemn, y que deriva de la voz latina matter/is , ser idntico al designado para
identificar al pecho materno: ma-ma .
En una encuesta infantil realizada por la Dra. B. Hinkle, la madre fue significativamente definida
como la persona que me da la comida..., el chocolate..., etc..
De esta forma, difcilmente se podra afirmar, tratndose de nios de tan corta edad, que el comer
fuese un smbolo sexual. ( Aunque a veces esto ocurra as en personas ms grandes ). S sera
ms coherente afirmar que el amor a la madre obedece a una funcin adaptativa y de
supervivencia.
As, pues, desde esta ptica, los denominados celos sexuales hacia la figura parental
masculina, dejaran ya de serlo, para pasar ya, y como es dable observar en las conductas
animales, a constituir una envidia provocada por la prdida de comida .
Ms adelante recin y, a medida en que se despliegue el erotismo germinativo en el
desdoblamiento de la libido nutritiva a la sexual, s ser dable observar el Edipo en su forma
clsica. Es por esto que la nia tambin tendr que resolver su problema edpico y que Jung
denomina Complejo de Electra , en un afortunado uso de la figura mitolgica griega de la
doncella Electra, hija de Clitemnestra y de Agamenn, y hermana de Ifigenia y Orestes, la cual
salva a su hermano del asesino de su padre y amante de su madre, ayudndole despus a vengar
su muerte inmolando a Clitemnestra y a su amante.
Si bien en una primera instancia, ya fuese nio o nia, debido al carcter bisexual - que debemos
entender en este momento, ms que como una confusin sexual, como una ausencia de sta -,
ambos sexos sentirn celos con respecto a su padre; en el varn el conflicto adquirir una
forma ms viril, mientras que necesariamente en las nias se dar ms tarde, pues se deber
trasladar el contenido catexial de una figura parental a otra, la inclinacin sexual ser especfica y
bien conocida hacia el padre, primer varn que aparece en su futura vida de mujer.
Ambos complejos de fantasa irn formndose cada vez ms con la progresin de la madurez para
llegar a una nueva fase ( postpuberal ), en la cual se rompen ya los lazos libidinales con los
padres merced a la sexualidad adulta normal. Pues como dice Jung:
Para ser padre hay que dejar de ser hijo
Si en el proceso de maduracin evolutivo, fuese ya por factores exgenos tales como los sociales,
religiosos o culturales, o endgenos como la actitud infantil, este rompimiento o superacin de los
complejos de fantasa no se cumpliere o, con grandes dificultades, el individuo en su proceso
diario madurativo no consiguiese el ntimo desasimiento, entonces stos se convertirn en un
conflicto que superar la etapa evolutiva que le corresponde, dando lugar a toda clase de
perturbaciones neurticas, e incluso, psicticas.
Por ltimo, cabe distinguir una diferente apreciacin entre Jung y Freud con respecto al Complejo
de Edipo. Mientras para el mdico viens, el complejo de Edipo es el fons et origo , la base
biolgica de todo lo psquico, un deseo de incesto que nunca puede ser superado por completo,
Jung, junto con otros autores aceptan su autenticidad solamente como un fenmeno psquico en
la sociedad del patriarcado, sin darle un valor completamente biolgico ni universal.
5) LA SEXUALIDAD EN LA FASE DE LA ADOLESCENCIA
... Mientras el nio contempla desde afuera el bosque encantado del sexo..., el adolescente
desea adentrarse en l ...
C.G.Jung
El individuo adolescente ya es potencialmente apto para mantener relaciones heterosexuales.
Una caracterstica del adolescente es la curiosidad activa.
Se ha hablado mucho del miedo sexual del adolescente, siendo esto correcto solo hasta cierto
punto, y en virtud de fuerzas inhibitorias que actan negativamente, esta timidez puberal es
debida mayormente a factores de compleja ndole tales como los morales, los econmicos, o los
religiosos.
De esta lucha interior entre la curiosidad sexual y la fuerza contrapuesta, timidez puberal, surgira
una solucin anormal, determinada a modo de ejemplo por el predominio de esta ltima.
La timidez determinara la aparicin y posterior fijacin de ciertas anomalas sexuales tales como
el voyeurismo, o el autoerotismo patolgico.
En una solucin normal, se producira lo que Jung da en llamar la atraccin del nima por el
animus o viceversa, concepto recuperado de los antiguos mitos platnicos de hombres arcaicos
bisexuados pobladores de la Atlntida o de las escrituras del Popol Vuh, denominada por los
eruditos como la Biblia maya , que comentan que, en tiempos pretritos, la humanidad se
hallaba compuesta por individuos bisexuados, los cuales, al ser castigados por su Dios, se vieron
escindidos por un rayo, buscando desde entonces su otra mitad.
Este mito se encuentra rejuvenecido en las tradiciones judeo-cristianas, en donde Eva es creada
de las entraas de Adn. Esta ltima solucin trae aparejado un enamoramiento estereotipado,
idealizado, ms ficticio que real y propio de la juventud. La atraccin amorosa no se experimenta
hacia una persona sino al estereotipo que esta representa.
El objeto de atraccin sexual revestir caracteres meramente imaginatorios, existiendo dentro del
adolescente en la figura simblica (nima/animus).
Se producen de esta forma las fantasas tpicas de la adolescencia, convirtindose el objeto
amoroso en una figura arquetpica, abstracta y estereotipada, surgiendo una condicin onrica del
amor que desaparecer, en la medida en que la curiosidad sexual se haga cada vez menos pasiva,
de manera tal que en lugar de centrarse en el otro sexo, se polarice en uno de sus
representantes.
La resolucin edpica ser la condicin sine cuanon para la efectivizacin normal de esta
etapa.-
transformacin
- Algunas reflexiones sobre el proceso de senilidad
La crisis de la mitad de la vida, el fin natural y el cultural.
La Ley de Enantiodroma
... Nuestra vida es como el curso del sol. Por la maana va ganando en fuerza y llega radiante y
ardiente al cenit del medioda, para luego ir desapareciendo ...
C.G.Jung Introduccin al Psicoanlisis.
Jung considera y rescata un principio ya enunciado, con distinta acepcin por Aristteles. Esta es
la denominada Ley de la funcin reguladora de los contrarios ( enantiodroma ).
El vocablo Enantiodroma ( del griego: Enantios - dromos ) da en definir la contracorriente
entendiendo que todo marcha hacia su contrario. As el sol naciente concluir por desaparecer,
para surgir luego en un eterno retorno, concepcin compartida tanto por Nietszche como por
C.G.Jung.
Siendo las posiciones evolutivas distintas en el hombre joven y en el adulto, el problema ser
tambin distinto.
En el primero bastar con eliminar todos los obstculos que se hallaban en la dilatacin y
ascensin vital.
En el segundo, " hemos de estimular positivamente todo aquello que sirva al descenso ".
( C.G.Jung Lo Inconsciente ).
El Otoo de la vida humana ser tan rico de sentido como la Primavera, aunque su propsito sea
completamente diferente.
Dice Jung:
... Algn inexperto, acaso, piense que ms vale prescindir de los viejos, los cuales nada pueden
dar de s, puesto que tienen a la espalda su vida y solo sirven de apoyos fsiles del pasado... pero
es un gran error suponer que el Sentido de la vida se agote en la fase joven sexual, que una
mujer, por ejemplo, est agotada con la menopausia...
El hombre tiene un doble fin. El primero podra denominarse natural, comprendiendo
fundamentalmente la generacin de la descendencia, junto con todos los menesteres anexos a la
proteccin de la prole, entre los que se cuentan fines socialmente creados, como la adquisicin de
dinero y la posicin social.
Al cumplirse esta etapa comienza otra denominada la del fin cultural.
Jung insiste en que, para obtener el primer fin somos ayudados por la Naturaleza y la Educacin,
ms, para obtener el segundo fin hay poco o nada que nos ayude.
En muchos individuos dominar la ambicin de ser en el adulto lo mismo que en los jvenes o, por
lo menos, realizar lo mismo que antes efectuaban sin mayores esfuerzos, aun cuando
internamente no puedan tener ya la fe para emprender la tarea.
Para muchos, el trnsito de la fase natural a la cultural ser sumamente difcil y amargo. Algunos
individuos se aferran a la ilusin de la juventud o, por lo menos a sus hijos, creyendo caer en un
vaco sin fondo al tener que abandonarlos.
No es casual que muchas graves neurosis e incluso algunos cuadros ms serios como las Psicosis
manaco-depresivas, por ejemplo, se presenten en esta fase de la vida, aproximadamente entre
los 45/55 aos.
Esta etapa se constituir en ellos en una especie de segunda pubertad o segundo perodo de lucha
que, al decir de Jung:
... Suele venir acompaado por todos los tormentos de la pasin ...
Pero las dificultades que se plantean en esta edad no son susceptibles de ser resueltas de acuerdo
a las antiguas frmulas.
El Amor y algunos de sus diferentes aspectos
... Donde hay amor no hay lugar para el afn de dominio y donde este existe no hay amor .
C.G.Jung. Realidad del Alma
El problema, como todo lo arquetipal y por lo tanto humano, se expresa perfectamente en la
Mitologa griega. Susana Constante describe el nacimiento de Eros de esta forma:
Aunque Afrodita tuvo, como es notorio muchos hijos, sin duda el preferido fue Eros, no se sabe
- es decir - ni ella misma saba con seguridad quien fue su padre, si Ares o Hermes o incluso el
propio Zeus, cuya reconciliacin con la Diosa fue completa y satisfactoria para ambas partes, pero
este es un detalle sin importancia. La capacidad de seduccin del nio era tan enorme que Zeus,
siempre precavido, temi que hiciese estragos entre sus mujeres al crecer y orden a la madre
que lo hiciera desaparecer. Afrodita, sin embargo no estaba dispuesta a cometer semejante
desatino y fingiendo obediencia, lo ocult en lo ms profundo de un bosque. Eros creci
amamantado y educado por bestias diversas, rodeado de las potentes humedades de la floresta y
mecido por el ruido de frescas corrientes cantarinas. Era un nio hermoso y travieso, muy
parecido a su divina madre e inclinado a los placeres del amor, como ella.
De Afrodita, recibi como regalo, adems de esas cualidades esenciales, un carjac lleno de deseos
en forma de flecha, y se pasaba el da oculto entre las frondas, hiriendo con sus dardos a todo
aquel que se le pona a tiro. Ser herido por una de esas flechas era fatal para la vctima, que a
partir de ese instante era asaltada violentamente por el amor, con su cortejo de deseos,
ridiculeces e intensas alegras y nostalgias...( Susana Constante. Polvo de Dioses.Ed.th )
Lamento tener que contradecir a la autora y este bello Mito.
Eros, el Amor, es un Dios primordial, es decir de orgenes irremontables, un arquetipo y
constituye el principio de la vida, concepcin que sostuvo Jung a lo largo de toda su obra y
comparti Freud, hacia las postrimeras de su vida, cuando escribe su famosa dualidad entre Eros
( La vida ) y ( Tnatos, la muerte).
Lo cierto es que donde hay amor, debe haber vida, esperanza, deseos, felicidad, lo opuesto a ello,
es Tnatos, es decir la muerte.
Escribo de una forma demasiado simplista, porque el Amor, en sus ms abnegados aspectos, es
tambin sufrimiento, por el Ser amado, la prdida de este, la entrega ( como si alguien pudiera
entregarse a otro o a otra ). El amor, nos guste o no tiene su lado oscuro, como todo arquetipo,
pero no por ello deja de ser Amor. Tal vez egosta, posesivo, celoso y todos los adjetivos que se
quiera pero al fin y al cabo es amor y la otra cara del mismo que se complementa en una unidad,
en una nica sustancia. Aldo Carotenuto, en su obra Eros y Pathos, matices del Amor y del
Sufrimiento , Editorial Cuatro Vientos, 1994 considera al Amor como:
... el sentimiento que une a dos personas que adems se desean sexualmente .
Tratndose de esta definicin, habra que hacer hincapi en la palabra adems...que Adems
se desean sexualmente.
En el Amor, los parmetros inspirados en el sentido comn no sirven, sencillamente no son
aplicables, adems, prosigue Carotenuto:
Es demasiado difcil negar que las condiciones que el sentido comn se empea en definir como
normales , por ejemplo un amor que dura toda la vida, con dos partcipes que envejecen
juntos y siguen amndose - en la vida real son tan raras que representan una Anomala .
Se debe entender que el Amor, es la gran fuerza de vida, est mas all de las variables
cuantitativas de la normalidad o anormalidad, ni siquiera nosotros mismos podemos saber, qu es
el Amor. Este se demuestra por si mismo, si se lo sabe sentir.
Jung en esto es terminante. Dice lo siguiente:
... Hay que guardarse de interrumpir mediante violencias morales este desenvolvimiento
forzoso, porque procurarse una actitud espiritual mediante la divisin y represin de los impulsos
es una falsificacin. Nada hay ms repugnante que una espiritualidad secretamente sexualizada.
Es algo tan impuro como una sensualidad sobreestimada .( C.G.Jung: Consideraciones sobre el
matrimonio actual )
Y sigue desarrollando este concepto de atraccin de una mujer por un hombre o viceversa. Aade
que:
... " Cada hombre lleva consigo desde siempre la imagen de la mujer, no la imagen de esta mujer
determinada, sino de una mujer determinada ".
Esta imagen es, en el fondo, una herencia inconsciente procedente de los primeros tiempos e
imbricada en el sistema vivo, un tipo o arquetipo de todas las experiencias de los antepasados
de los seres femeninos, una decantacin de todas las impresiones femeninas, un sistema
heredado de adaptacin psquica. Aunque no hubiera mujeres podramos deducir, en todo
momento, partiendo de esta imagen inconsciente, de qu modo tendra que estar constituida
psquicamente una mujer. Lo mismo cabe decir de la mujer, pues tambin ella posee una imagen
congnita del hombre. La experiencia nos ensea que, en realidad, se trata de una imagen de
hombres, mientras que en el hombre es una imagen de la mujer. Como esta imagen es
inconsciente se proyecta tambin inconscientemente en la mujer amada y constituye uno de los
motivos mas esenciales de atraccin pasional o de repulsin....
Para el hombre, la imagen de la mujer es una sola, es la" femme inspiratrice"
Para la mujer, la imagen del hombre est constituida por su propio Animus, como se vio, su propia
parte masculina. De ah que como contina Jung:
Las suposiciones y fantasas asombrosas de las mujeres acerca de los hombres se inspiran en el
Animus, que es inagotable en la produccin de juicios ilgicos y de causalidades falsas.
La relacin del Amor, reposa en los Arquetipos de Anima y Animus y el juego de proyecciones
que de ellos hace la pareja.
Mencionar brevemente otros tipos de Amor, : El Amor Universal, el Amor fraternal, El Amor filial,
la Filantropa, El Amor a la Naturaleza, A Dios, a todos los seres de su creacin, animales,
vegetales, etc.
Muchos de estos amores que he enumerado son en realidad cuestiones semnticas. Es evidente
que el Amor a Dios es un gran Amor, si no est sublimando otro amor ms terreno,
frecuentemente contrariado.
El Amor Universal, en el mejor de los casos, conjuntamente con la Filantropa, se trata de un
sentimiento por el bienestar comn y en otros, encarna nuevamente una sublimacin de carencias
afectivas que hacen a nuestra propia historia de vida, aqu podran incluirse casi todos los amores
que cit anteriormente. Puede haber diferentes tipos de Amor, el trgico, el mal amor, el
desesperanzado, el turbio, el inocente ?
Esto lleva al principio, las dos caras del Arquetipo del Eros.
Sin la menor duda, como ya deca La Rochefoucauld en 1665 :
El Amor, si se le juzga por la mayora de sus efectos, se asemeja mas al odio que a la amistad
Esta ltima mxima, de este conocido pensador francs, nos lleva al problema de la Amistad entre
los dos sexos.
Si se entiende a la amistad como un amor sublimado, descarto totalmente la posibilidad. Pero sin
embargo, creo posible, tal vez como excepcin, la existencia de la amistad entre dos personas de
sexo opuesto, es inclusive saludable.
Sostengo que el amor se manifiesta en el mundo, pero no pertenece a el. Los seres humanos, en
general, le tienen miedo y necesitan de un montn de convencionalismos, que van desde la
definicin de la palabra Amor, hasta la bsqueda frentica de la famosa libreta de casamiento,
como si fuera una garanta de que el Amor no muere.
Tal vez, en algunos casos, no muera nunca, tal vez se transforme en solidaridad, respeto,
comprensin, compaa. Pero esto es distinto de lo pasional.
Rilke dice:
Amar no significa al principio fusin, entrega y unin con otra persona ( porque eso sera una
unin de dos seres confundidos, incompletos y an incoherentes), sino que es un gran acicate
para que el individuo madure , se convierta en algo en el mundo por amor a otra persona, es una
grandiosa y exigente demanda, algo que lo escoge y lo llama a vastas distancias
Cuando nos negamos a amar, cuando no accedemos a este encuentro con el otro, segn Barthes,
estamos renunciando a nuestra vida de fantasa, este factor generador interno que solamente el
amor puede activar.
El Amor es tambin deseo .
Es interesante saber que la raz latina de la palabra (de-sidera) indicaba la situacin de un adivino
que no poda hacer sus predicciones debido a la ausencia de estrellas.
Algo parecido sucede a un amante que se debate en el deseo. Ha perdido su brjula. Estamos
lejos de lo conocido y no nos damos cuenta que ya no se puede volver atrs.
Lo desconocido inspira temor, por eso el temor y el estar enamorado casi siempre van de la
mano. El Amor despierta temor dice James Hillman. Estamos temerosos de amar y
asustados al estarlo, propiciando mgicamente, buscando seales, pidiendo proteccin y
orientacin .
Entonces estar enamorado significa tener miedo ? ...Asustarse?
La respuesta es si. Pero tambin implica involucrarse y ser feliz, y cuanto miedo se le tiene
tambin a la felicidad...
No puede dejar de sorprendernos el descubrir que inflingimos una herida mortal a la misma
persona a la que hemos dedicado nuestra vida y por quien estamos dispuestos a hacer cualquier
cosa.
En la bsqueda de nuestro propio sentido de vida encontramos siempre al amor en el camino y
sea que perdure o muera, el hace de la vida algo significativo que trasciende a la muerte.
...La aguja de este reloj no da vuelta hacia atrs, lo que la juventud encontr y hubo de
encontrar afuera, deber el hombre hallarlo dentro de s, llegado el Otoo...
C.G.Jung Introduccin al Psicoanlisis.
El pasaje de la Primavera de la vida al Otoo , en un nivel enfermo, no ser otra cosa que la
inversin de los antiguos valores, comenzando a evidenciarse el proceso de Enantiodroma.
La necesidad lleva al individuo a revalorizar el valor de lo opuesto a los primeros ideales; a
comprobar el error de las antiguas convicciones y a reconocer la falsedad de las anteriores
verdades. El escepticismo pasar a sustituir al amor.
Esta antinomia enantiodrmica queda evidenciada en el campo prctico mediante toda una vasta
gama de conductas que varan desde: cambios de profesiones, apostasas de toda clase,
conversiones religiosas, falsedad y agnosticismo o idolatras creadas contrafbicamente. Estos son
algunos sntomas enatiodrmicos.
El peligro subyacente de estas radicales conversiones es el de que toda la vida anterior queda
reprimida, producindose con ello un estado de desequilibrio como el que exista cuando los
contrarios de las virtudes y valores conscientes estaban todava reprimidos y eran inconscientes.
La Enantiodroma refleja el momento evolutivo de la preeminencia de la Sombra sobre la Persona.
La inclinacin enantiodrmica a negar todos los valores anteriores en favor de sus contrarios ser
tan enfermiza como la primera parcialidad.
Siguiendo a Jung, lo conveniente ser no rechazar en absoluto los anteriores valores sino
conservarlos, reconociendo al mismo tiempo sus contrarios. En efecto, esta confrontacin
elucidatoria de la Persona con la Sombra ser, no solamente el objeto final de la Psicologa
Compleja, sino tambin la forma de elaborar una madurez normal.
La Alquimia en el Amor. La separacin. Las Crisis y el pasaje a la Mitad de la vida
Si hay algo que al ser humano le resulta difcil de superar son las crisis amorosas, ms an si
stas derivan en separacin. Y lo ms complicado de entender es que esas separaciones
civilizadas, en las que todo es conversado y la ex pareja termina convertida en un par de buenos
amigos, son las peores separaciones. La bronca contenida, y nunca expresada, suele derivar en
problemas fsicos y psquicos, y quienes los padecen no tienen idea de que stos se relacionan con
una separacin mal resuelta. A veces, es necesario que el individuo que se separa, que rompe una
unin importante, pase por un estado de terrible desasosiego que puede compararse con una
suerte de destruccin interior o una triste rutina de vida que ya no lo es.
La Alquimia, es un buen parmetro de comparacin para ver cmo funciona la Psiqu en
momentos de fuertes crisis sentimentales.
En su libro Psicologa y Alquimia C . G. Jung introdujo, por as decirlo, la Alquimia en la
Psicologa, primero publicando una serie de sueos de un estudioso de las ciencias naturales que
contienen gran cantidad de simbolismo alqumico, y despus ofreciendo citas de textos antiguos,
con lo cual esperaba demostrar lo importante y moderno que es este material, y cunto es lo que
tiene para decir al hombre moderno. El propio Jung descubri la Alquimia en forma absolutamente
emprica.
Una vez le cont a Marie Luise Von Franz que en los sueos de sus pacientes aparecan con
frecuencia ciertos motivos que no poda entender, y que un da, observando viejos textos sobre
alquimia, hall la relacin.
Por ejemplo, un paciente so que un guila empezaba a volar hacia el cielo y despus,
sbitamente, giraba hacia atrs la cabeza, empezaba a devorarse las alas y volva a caer a tierra.
Jung capt el simbolismo sin necesidad de comparaciones histricas, como por ejemplo: el espritu
ascendente o el ave pensante. El sueo muestra una Enatiodroma, o sea, lo opuesto a la
situacin psquica. Al mismo estaba impresionado por el motivo que cada vez ms era reconocido
como arquetpico y que deba, casi obligadamente, tener un paralelo, que, aunque no poda
encontrarse en ningn lugar, apareca como tema general. Entonces, un da vio un grabado
alqumico donde un guila con cabeza de rey se vuelve hacia atrs para comerse sus propias alas.
La coincidencia lo impresion muchsimo, y durante aos la tuvo presente, con la sensacin de
que en la Alquimia haba algo ms, y de que deba profundizar en el tema, pero no se decida a
abordar este campo complejsimo porque se daba cuenta del enorme trabajo que significara y de
que le exigira refrescar sus conocimientos de latn y griego, y leer muchsimo. Finalmente, sin
embargo, lleg a la conclusin de que tena que hacerlo, de que era demasiado lo que el tema
ocultaba y de que ese material era importante para que pudiramos entender mejor el material
onrico de las gentes modernas.
Una importante etapa del proceso alqumico es llamada calcinacin ( calcinatio ). Esta no es
ms que el proceso de combustin.
En esta primera fase el alquimista calienta la materia prima en el Atanor, a propsito, A - tanor,
deviene de Tnatos, es decir sin muerte y amor significa a-mort, es decir que el amor, como se
vio, es lo opuesto a la muerte.
Una vez evaporado el lquido, queda reducido a cenizas.
As descrito esto parece un simple proceso de laboratorio casero. Pero es algo mucho ms
profundo que lo que aparece a simple vista.
Desde la perspectiva de los viejos alquimistas, la calcinacin lleva implcita casi siempre la
frustracin del deseo.
El smbolo hermtico de esta problemtica es difcil de entender para nuestra cultura racionalista):
el del animal salvaje que se quema hasta reducirse a su mera esencia.
Haba una vez un hombre santo cuyo aprendiz le serva con gran diligencia. Si el maestro lo
mantena a su lado era slo por la dedicacin de que daba muestras; aparte de eso, el discpulo le
pareca bastante lerdo.
Un da se extendi por toda la regin el rumor de que el aclito haba caminado sobre el agua,
pasando al otro lado del ro tan fcilmente como si estuviera cruzando una calle. El maestro lo
interrog respecto a esta hazaa milagrosa.
-Es cierto lo que se dice de ti? De veras has podido cruzar el ro andando sobre el agua ?
-Qu podra ser ms natural? - respondi el aprendiz- Gracias a ti, OH, Venerable maestro!, he
andado sobre el agua. A cada paso repeta vuestro santo nombre, y era eso lo que me sostena a
flote.
El maestro cavil para sus adentros: Si el humilde discpulo puede caminar sobre las aguas,
qu no podr hacer el maestro ? Puesto que el milagro se produce en mi nombre, debo de
poseer poderes que no sospechaba y una santidad de la que no era consciente. Despus de todo,
nunca he intentado cruzar un ro andando .
Movido por estos pensamientos, el maestro corri hacia la orilla del ro. Sin la menor vacilacin,
apoy el pie en el agua y, con fe inquebrantable, empez a recitar: Yo, yo, yo ....
Pero a pesar de su esfuerzo, termin ahogndose. Sheldon Kopp. Al encuentro de una propia
vida Ediciones Urano. 1992.
Muchas veces sucede como producto de la no integracin de nuestras polaridades, el Ser Humano
se cre autosuficiente desvalorizando al otro a propsito proyectando nuestra materia a
transmutar o buscamos afuera lo que tenemos dentro:
Se cuenta la historia de un joven llamado Eisik, hijo de Yekel, que vivi toda su vida en Cracovia.
Los aos de abyecta pobreza haban sometido su auto confianza a tan dura prueba que Eisik ya no
crea tener un lugar en la comunidad. Las cosas iban de mal en peor, pero por mucho que duraran
estas, nunca llegaban a afectar su fe en Dios.
Una noche, este pobre joven so que el Seor le deca que viajara a Praga y buscara un tesoro
enterrado bajo el puente que conduca al palacio real. Eisik emprendi el largo viaje sin hacer caso
a las burlas de sus vecinos, pero al llegar a Praga descubri que el puente estaba vigilado da y
noche.
No se atreva a excavar ante los guardias, pero tampoco estaba dispuesto a irse sin el tesoro.
Eisik se pasaba los das junto al puente, esperando que se le presentara una ocasin de convertir
el sueo en realidad.
Tras observarlo con suspicacia durante una semana, el capitn de la guardia le pregunt si estaba
buscando algo o si esperaba que saliera alguien. Eisik le cont el sueo que le haba impulsado a
realizar tan largo viaje.
El capitn se ech a rer y respondi Y por eso has gastado los zapatos, deberas ir a Cracovia a
buscar el tesoro que hay enterrado bajo el fogn en la choza de un pobre llamado Eisik, hijo de
Yekel .
La conjuncin o conjunctio, necesita, en especial en el amor de la otra parte, el Anima o el Animus
que no estn mas que dentro de nosotros mismos.
En esta primera etapa, el tu , es decir el analista, asume las caractersticas de escucha, casi a
nivel confesional, pues como dice C.G.Jung:
No hay nada que el paciente no sepa de si de antemano ...
No es casual que esta primera etapa, correspondiente a la catarsis psicoanaltica, se denomine en
la Psicologa Compleja o Analtica junguiana,Confesin.
En un segundo momento, que se concatena con el primero y se va diferenciando de el poco a
poco, comienza la Confrontacin de la Persona, es decir el sujeto con la Sombra, que es el Otro
internalizado, con el fin de llegar a una tercera etapa, que llamaramos de Elucidacin en la cual
el paciente integra sus aspectos en una nueva sntesis homeosttica y dialctica en el mas
completo sentido Hegeliano.
Tal vez, el gran nfasis en la terapia junguiana est puesto en la cuarta y ltima etapa del anlisis,
es decir el Proceso de Individuacin, que no solamente constituye en verse como un individuo,
sano, como en algunas terapias behavioristas o comportamentales y como si pudiera hablarse del
concepto de salud y enfermedad mas que como entelequias, por consiguiente abstractas
y en funcin de lo social de turno.
El Proceso de individuacin Junguiano, tiene que ver con el ms ntimo
Sentido de la Vida, con esas respuestas que la Filosofa an no logr descifrar es decir que
somos?, de donde venimos y hacia donde vamos . Es la mas profunda e inherente reunin con
Dios, o el regreso a las fuentes, no con un Dios ex machina, sino con nuestro propio Arquetipo
del Dios interior, la cuaternidad de la misma divinidad que se halla en cada uno de nosotros, por el
hecho de ser seres humanos y partcipes del Universo en sus dos facetas: material y espiritual.
Con respecto a aquello que por convencin denominamos cura , Jung es muy explcito, el papel
del analista es el de un gua tutelar, un mentor, un personaje como fue tan bellamente escrito por
Dante en su obra cumbre, es el rol que el clebre poeta italiano adjudica a Virgilio, encargado,
como un gua o chamn de elevar al ser humano desde el Infierno de la parlisis de la enfermedad
hasta la contemplacin de Beatriz, el final del proceso de individuacin.
No olvidemos que la palabra terapeuta deviene del Esenio, el lenguaje de Cristo, perteneci a un
grupo sanador hebreo, y traducida literalmente significa curadores del Alma .
De acuerdo con Jung, con respecto a la vieja disputa entre el anlisis terminable e interminable
podra mencionar lo siguiente: Algunos pacientes buscan solo lo superficial y en ellos lo que
denominamos cura, casi se produce espontneamente, inclusive en semanas, en otros, el proceso
de confrontacin elucidacin lleva aos pero la bsqueda del Si mismo, del Grial, del Sentido de la
existencia, lleva toda la vida y lo que es mas arduo an, nunca se sabe cuando la obra est
completa, porque ello escapa de las manos del Ser Humano.
Jung mismo, sola analizar a sus pacientes durante aproximadamente unos seis meses, con
frecuencia de una o dos veces por semana y realizaba al cabo de ello una especie de parntesis
que permita observar cmo el paciente iba asimilando su propia temtica y cumplimentando los
pasos que enumero.
Mediante el denominado Proceso de Individuacin , el sujeto va confrontando lo consciente con
lo no consciente, llegando por ltimo a integrarlo en una nocin totalizadora que recibe el nombre
de Selbst Esto apuntara al conocimiento de la personalidad verdadera y total del ser
humano, con sus aciertos y sus errores.
... Una feliz analoga presenta el dibujo chino taigitu con el sentido de la vida...
( C.G.Jung )
vida real y vencer los problemas que sta plantea: sexualidad, descendencia, matrimonio,
profesin, obligaciones y relaciones.
De aqu que sea de suma importancia crear los instrumentos necesarios para esta adaptacin y
afincamiento en la mxima diferenciacin posible de su funcin superior constitucional...J.
Jacobi, La Psicologa de C.G.Jung
Cmo se elucida el doble problema que ofrece la emancipacin de los hijos, la liberacin de la
custodia parental protectora y opresora a la vez?.
El Ser Humano que envejece se va acercando cada vez ms al estado de deslizamiento psquico
colectivo, del cual de nio, pudo salir con ingentes esfuerzos.
Este vital Eterno Retorno es simbolizado por C.G.Jung en el Euroboros imagen de la serpiente que
muerde su propia cola.
El individuo tendr, como haba tratado precedentemente, dos finalidades a cumplir: la natural,
primera, llevando a cabo la procreacin de los hijos y todos los quehaceres que lleva consigo la
proteccin de la prole -dentro de los cuales son incluidos, desde la adquisicin de dinero hasta la
bsqueda de posicin social-. Cumplida esta finalidad, comienza otra fase: la cultural ( Ueber die
Psychologie des Unbewussten, Pg.135 ).
Si esta misin se ha cumplido exactamente, entonces, la muerte pierde irremisiblemente su horror
y tiene sentido incluirla en la vida total .
No todos los individuos llegan a esta ptima confrontacin con el Selbst. Muchos pretendern
seguir siendo lo que en su juventud fueron, constituyndose en remedos de su propio pasado. La
mayor parte de ellos caern en la enantiodroma, cumpliendo sus nihilistas principios.
El problema de la emancipacin de los hijos hace aflorar, quizs, ms que ningn otro, en el cielo
de la mitad de la vida reacciones encontradas y comportamientos a menudo incoherentes e
injustificables.
La emancipacin del hijo, o la hija, puede ser tomada, como la prdida de un objeto propio y
dominado en la relacin parental, tambin es frecuente que se den estos distintos tipos de
reacciones patolgicas en los padres:
1) Temor a la prdida del hijo en cuanto prolongacin de s mismo.
1 a) Competencia con el hijo, por querer vivir en l / ella la juventud perdida.
1 b) Negacin absoluta o parcial de las potencialidades que ste tenga para desarrollarse en la
vida ( posicin protectora), una forma ms oculta del temor a la prdida del hijo en cuanto este
representa para el padre una prolongacin de s mismo.
1 c) Competencia del padre o la madre con el mundo exterior ( nuera, viajes, trabajos, etc.)
que someten casi inmediatamente al hijo a un conflicto de eleccin entre su vida y su hogar,
generalmente neurotizante.
1 d) Actitud de aparente madurez y apertura, pero que, en el fondo, enmascara nuevamente la
competencia con lo extrao.
1 e) Esta forma es igualmente patolgica, pese a ser diametralmente opuesta a las ya
explicitadas, se trata de la relacin parental ausente, en la cual el hijo, aun antes de lo debido, se
( hijo-familia) se hallan interrelacionadas, evento que incluira como principal eje la denominada
Psicoterapia Sistmica , y a menudo una actitud patolgica de uno de estos dos elementos, no es
sino una respuesta consciente o inconsciente a una forma de actuar o pensar de la otra parte.
Siguiendo a Jung, la solucin ideal de este problema consiste en la verdadera asuncin del Selbst
en el individuo mayor, en la crisis de la mitad de su vida.
La confrontacin de sus yerros y sus logros le dotar de una actitud madura, la cual le permitir
imbuirse de su verdadero papel de padre, no de aqul que entra en competencia con su hijo, ni de
aqul que le considera un poco ms que una mera prolongacin cromosmica de s mismo, sino
que este deber ser un papel de consejero, una verdadera vivencia de amistad amorosa.
La modificacin de un extremo lleva a la misma modificacin en el otro, en lo que podramos
llamar: una homeostasis familiar. Las brechas generacionales existentes podran ser obviadas
o al menos disminuidas, en la medida en que el hombre maduro cumpla con su papel cultural,
encontrndose actualizado, no competitivamente sino espiritualmente.
Por otra parte, deber tener el suficiente criterio para recrear la dinmica familiar, sabindose
poner a tono con las nuevas necesidades que la sociedad actual impone. La institucin de la
familia es indispensable, dado que el hijo se nutrir en ella para sus futuras relaciones
interprojimales.
La familia ser la primera sociedad, el primer objeto social del nio. Y su realizacin exacta solo
ser alcanzada con comprensin, dilogo y aceptacin de los propios errores.
En una primera etapa, su vida no se diferenciar para nada del mundo que lo rodea. A medida
que se va cumpliendo la separacin entre los elementos que integran su persona y los que no, al
par que un mayor desarrollo neurolgico lo permita, se ir desarrollando en el nio un yo
incipiente. En ese estado de indiferenciacin, denominado por H. Wallon de sincretismo
indiferenciado , se ir perfilando lentamente su realidad individual.
La primera etapa denominada Identificacin annima con el medio tiene el valor de marcar,
por ausencia, al yo, a la par que comenzar a individualizarlo.
A manera de ejemplo, Jung menciona que la palabra yo , no solo en cuanto a significante, sino
especialmente en cuanto a significado, se constituye en una adquisicin relativamente tarda del
nio: aproximadamente durante el tercer ao de vida.
Es con el surgimiento del empleo del pronombre de primera persona cuando es dable advertir las
primeras muestras de una personalidad que tomar paulatinamente conciencia de s misma,
diferencindose de su entorno.
Mientras Melanie Klein y el mismo Freud consideran un yo temprano, C.G. Jung entiende que
ste es vlido no en cuanto a su existencia ms o menos cronolgica sino como el germen de un
desarrollo que durar toda la vida.
El hecho de comprender en cuanto a significado al yo , lleva implcitamente a la comprensin
del no yo . En este punto es interesante sealar que, en ciertas lenguas y dialectos primitivos
semitas, tales como el Arameo, no existe palabra que equivalga al pronombre personal de primera
persona.
Una frase tal como yo duermo o yo trabajo , sera literalmente traducida al verbo en
infinitivo precedido por una circunstancia temporal, de lo que resultara: aqu dormir ..., hoy
trabajar ..., etc..
nicamente de forma gradual, y bajo presiones fundamentalmente culturales, se fue incorporando
en estos pueblos y al mismo tiempo difundiendo, el empleo del pronombre personal yo .
El paralelismo histrico resulta significativo con el desarrollo individual descripto
precedentemente.
En la pubertad, indica Jung , la ruptura con ese mundo colectivo. En esta etapa, el sujeto hace su
entrada en una individualidad que le es propia, as pues, mientras la etapa anterior era de un
carcter extrovertido, ya sea jugando, reclamando a la madre, objetos, etc.., esta nueva etapa se
caracterizar por una introversin preparatoria.
La perspectiva ser gradualmente distinta, ya fisiolgicamente comienzan a surgir cambios que
representan para el sujeto vivencias y sensaciones que no pueden dejar de preocuparlo, el
crecimiento de vello en varias zonas, fundamentalmente las pubianas, regin hipogstrica del
abdomen, incremento en la actividad glandular ( hipfisis, gonadas, etc.), cambios humorales,
alteraciones de tono, timbre de voz, etc.. Constituirn algo impuesto y contrario a la voluntad del
nio.
Esto lleva al sujeto a la perspectiva de replegarse en s mismo, ms no como una negacin del
hecho, sino como una preparacin de las potencialidades de la siguiente etapa.
Continuando el desarrollo evolutivo encontramos la Adolescencia. En ella se conjugan pares
opuestos, pero al mismo tiempo, complementarios.
La agresividad, como exceso de seguridad, constituir una expresin necesaria para contrarrestar
el profundo margen de inseguridad y timidez en que vive.
La agresividad encubrir la curiosidad y el temor.
La seguridad pues, obrar de acuerdo a la Psicologa Compleja, como un mecanismo defensivo,
enunciado por Anna Freud como formacin reactiva .
Jung se detiene en este punto, especialmente en los denominados ritos iniciticos de
diferentes culturas aparentemente inconexas, tales como la celebracin de la madurez entre los
Pieles Rojas de Norteamrica, ciertas tribus del S.O. de frica, el rito ceremonial de la Religin
Juda de los trece aos de edad y el sacramento del bautismo de la religin bautista, por
mencionar solamente algunos.
En todos ellos surge un comn denominador: Lograr que el iniciado abandone una postura
meramente individual para integrarse nuevamente en lo colectivo. Y de esta forma alcanzar un
yo , distinto a lo que le rodea, pero de ninguna forma escindido de ello.
La Escuela Junguiana destaca una evolucin considerada como expresin de un desarrollo normal
en todo ser humano. El individuo que cumpla con lo que cada una de estas etapas exige, tender
a la evolucin normal.
En una primera fase- los primeros 10 aos -, el nio se desenvuelve tendiendo a lo que ha de
seguir, la confusin expuesta anteriormente entre el medio y la persona, determinar la necesidad
de ruptura con esa falsa identificacin egocntrica.
Esto no es logrado sin dificultades. Nuevamente juegan dos fuerzas antagnicas contrarias que, al
igual que el Ying y el Yang budista, se atraen y repelen, estas son el impulso hacia adelante ,
hacia la adultez y el impulso retrgrado hacia etapas iniciales, en las cuales el sujeto no se
vea afectado por ningn tipo de compromiso vital.
A su vez, ambos impulsos forman la Unidad, en un anillo vital.
Estos impulsos utilizados por Jung, encuentran su correlacin semntica ms correcta en la
palabra lan , o Elohim ( hlito, aliento divino ) lo que permite hacer un paralelo casi
concordante entre el impulso vital Junguiano ( protolibido sexual no diferenciada ) y el concepto
del filsofo Henry Bergson de lan vitae ( impulso de la vida ).
La gran dificultad de esta primera etapa y que puede impedir la tarea a cumplir que ser la
diferenciacin de lo particular a lo colectivo, estribar en el miedo a no poder responder a las
exigencias que la autonoma supone. El miedo al devenir y al cambio.
Lo desconocido implicar siempre un factor persecutorio, justamente por el hecho de ser
desconocido.
Se teme todo lo que se desconoce y se odia todo lo que se teme.
El Selbst es la conciencia del ser que est viviendo y que ha vivido; el conocer su significado. Ya
se ha remarcado anteriormente la importancia fundamental del denominado Ciclo de la Mitad de
la vida .
La aceptacin de los xitos al mismo tiempo que de los errores cometidos en ese lapso que
culmina aproximadamente en los 50 aos, plantea para Jung, ciertos interrogantes que van ms
all ya sea del trabajo, de la familia, de la pareja, de la separacin ,de los hijos, etc., y llegan a
vincularse con un dilema metafsico existencial.
El mismo Jung seala que:
El problema planteado en la segunda mitad de la vida es siempre, en ltima instancia un
problema religioso .
Debe entenderse como problema religioso en el sentido ms amplio de la palabra.
La idea de Dios es para Jung justamente un arquetipo, es decir una entelequia Ex machina ,
imposible de ser totalmente descifrado, justamente por el hecho de constituirse en un arquetipo,
una representacin externa al individuo, propia del inconsciente colectivo y que solo accede al
Inconsciente individual mediante smbolos, llmense stos: Cristo, Jehov, Dios o Al.
La pregunta final sera: En qu relacin despus de la mitad de la vida, despus de
utilizar las potencialidades humanas se halla uno con Dios?
La respuesta a esto presupone un cdigo moral, una tica y sta se encuentra ya en las grandes
religiones y en el Ser Humano mismo...Nuestro Dios interior!
15 de Julio de 1996
Nota de la Redaccin:
"Cuadernos de Pensamiento Junguiano" es una publicacin semestral de la Fundacin C. G. Jung
de Psicologa Analtica. Los trabajos se encuentran protegidos bajo las leyes de Propiedad
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