Revista Baruyera #3

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BARUYERA

Nmero 3
Verano 2007 - 2008

BARUYERA... UNA TROMBA LESBIANA FEMINISTA

Si mueren en ti

que se la considera una suerte de paso inicitico, que tal vez


se le de una importancia mayor de la que realmente tiene.
Que lo sepan tus amigxs, tus parientes, que vos mismx puedas admitirlo sin peros ni resignaciones qu significa?
Significar, significar qu significado tiene esto para cada
persona involucradx? qu sentido tiene para la sociedad en
la que habitamos?
Pareciera que se hace culto de la salida es una
afirmacin fcil y efectista, de ribetes un poco despreciativos.
Se la atribuyo a la enana fascista que mora dentro de m y
cada tanto se despierta y hace berrinche (esto ocurre cuando
yo estoy remolona y conformista. Sus rezongos inmediatamente me sacan de ese estado. Sin duda y para mi fortuna, ella es
su peor enemiga). Ahora me pregunto si tiene algn sentido
esa especie de nihilismo berreta en el que nada tiene valor, el
pensar que salir del clset no reviste importancia alguna, que
la decisin no merece aplauso o admiracin ni su protagonista, culto; que el proceso, el despus, el antes y el durante
no requieren de todxs o casi todxs consideracin, valoracin y
compromiso. En el fanzine que publicamos en noviembre1,
Jose (compaera de aventuras baruyeras y amiga) escribi
que la mentada salida es, para la mayora, comparable a
hacer bungee jumping... con una cuerda de la que se sospecha que se va a romper cuando lleguemos al final de la cada.
Salir del clset no es poca cosa; los riesgos son reales y hay
que juntar coraje para encarar a nuestros seres queridos cuando es posible que se comporten como si nos hubiramos convertido en asesinxs de ancianxs o cosa parecida. (...) Que te
asuman hetero hasta que demuestres lo contrario no es una
simple confusin; te obliga a dar explicaciones.
El clset es una construccin conceptual ms entre
tantas que sirven para encontrarse adentro o afuera en
este mundo. Como todos los conceptos que la sociedad, la
imaginacin y el lenguaje permiten -y que son por ello felizmente mviles, transitorios, deformables aunque muchas veces se intente anquilosarlos imponiendo la idea de que aluden a entidades firmes y permanentes-, puede servir de
punto de inflexin o de anclaje, puede no servir en absoluto,
puede servir de base, de bisagra o de ventana para otras construcciones, puede tambin servir de techo o de pared opaca o
traslcida, pero impenetrable.
La cuestin no es estar o no todava guardadx en el
ropero de la sexualidad ante una porcin ms o menos grande, ms o menos significativa del mundo social de cada cual.
La cuestin y el problema, EL PROBLEMA (en realidad: una
cuestin, un problema), es cmo estar y transitar cada da
en un mundo discriminatorio, cuntas puertas hay que hacer
astillas para que el mundo (y cada unx como parte del mundo)
en cualquiera de sus pequeos recortes deje de ser tan hostil,
de una hostilidad que afecta posiblemente a la mayora de
sus habitantxs, aunque se deposite con ms facundia y virulencia, sobre quienes estn un tanto alejadxs de la normalidad por decisin propia o por fatalidad (es decir, limitacin)
de los discursos que revisten y encorsetan (a las personas y
a las cosas) tanto como comunican y entorpecen.
Escena 2. Conversando entre nosotras (por chat, donde los intercambios difcilmente tengan la calidad
argumentativa de la que Una se cree Capaz2), Flor (otra amiga y compaera) coment que ella prefiere pensar en una serie
de mamushkas que en el conocido recinto rectangular3 que
da resguardo generoso y protector a las fobias que han precipitado4 sobre nosotrxs, pero que depone su discrecin con
pareja generosidad con un simple batir de puertas. Es cierto,
hay roperos, placares, armarios (clsets al fin) sofisticados y
que ofrecen cajones, puertas corredizas, a veces hasta una

cin o cobijar los temores, no siempre infundados. Pero sea


como sea, la idea del ropero remite a algo simple, o no?, y
este es un punto a cuestionar. El texto de Jose aporta, nuevamente, claves claras: As, resulta que salir del clset es, en
realidad, agrandar el clset. Hacer un poco ms amplio nuestro encierro a fuerza de visibilidad de pequeas acciones cotidianas para reivindicar como derecho lo que lxs dems, en su
autoproclamada condicin de normales, dan por sentado
para s mismxs. Las mamushkas de Flor refuerzan esta idea
y la extienden.
Agrandar el clset hasta el lmite infinito del universo
respirable o abrir muequitas (huecas!, salvo la ltima) hasta
lo infinitsimo (o infinitamente pequeo) parecen dos direcciones opuestas (pero con el mismo sentido) que convergen
en un grueso punto: opresin, malestar La sociedad y la
cultura (matrimonio contra natura?) son psimas anfitrionas
que invitan a sus huspedxs un mundo en el casi nadie se
siente capaz de elegir qu quiere, ni cundo, ni cmo.
La visibilidad es una maquinaria til, pero incompleta, porque el mundo es un enorme clset de cosas que no
vienen al caso en contubernio con unas mamushkas insaciables de presuposiciones y sobreentendidos. Superar un obstculo y encontrarse con otro que prcticamente lo replica internndose as en un universo fractal- no es una fatalidad
diseada para algunas minoras, sino lo propio del lugar que
habitamos. Las categoras de hombre/mujer, hetero/homo, activo/pasivo, amor/sexo y tantas otras -siempre duales, precisas y cartesianas- an dominan el lenguaje y el pensamiento
de la gran mayora de los seres parlantes5 (humanxs) el
enorme, repetido e infinito encierro ontolgico que separa a
los seres deseantes del ejercicio de su libertad.
Sonia Gonoraky
Un mes del orgullo o un da o una marcha no sirven sino a quienes
se empean en mantener todas las disidencias en la marginalidad. La primera
tirada delBeB fanzine fue una iniciativa para divulgar algunas de nuestras
ideas en las fechas noviembrescas del calendario de la diversidad sexual,
pero slo como punto de partida. Ejercemos la visibilidad todos los das.
2
Las maysculas U y C son irnicas.
3
Se sabe: el cuerpo geomtrico al que aludo se llama paraleleppedo; las
caras son rectangulares; la sincdoque aplanadora (del volumen) tambin
aporta un contenido y/o significacin interesante/s a la metfora del armario.
4
En el sentido qumico de producir en una disolucin una materia slida
que se deposita en el fondo de la vasija, como establece el diccionario.
5
Beatriz Preciado propone este concepto para aludir a que las personas no
tienen mucha ms escencia que la capacidad de hablar y comunicar(se).
1

BARUYERA ES ALGO
PRECIOSO...

Esperamos que veas y leas, disfrutes


uses y divulgues todo o parte de lo
que aqu encontraste ... No olvides
citar a lxs autorxs (y a la Revista).
Mil gracias.

MENSAJE PARA POLICAS, SERVICIOS, RELIGIOSOS Y DEMS YERBAS, AS COMO DESPREVENIDAS PERSONAS
BIENINTENCIONADAS:

Las editoras de Baruyera no se responsabilizan por las opiniones de lxs geniales escritorxs expresadas en este nmero. De hecho ningunx nos pidi que
furamos Sus responsables y como habrn ledo o leern, se las arreglan solitxs para hacer lo. La seleccin y uso de ilustraciones, por el contrario, es
nuestra y responderemos por los aciertos y desaciertos cometidos en esta tarea.
NMERO 3 - DICIEMBRE 2007/ VERANO 2008

Propietaria: Sonia Gonorazky - Directora: Vernica Anah Marzano - Tirada: 1.000 ejemplares - Registro de Marca en Trmite - Registro de Propiedad Intelectual N 602.162

EL MUNDO, UN ENORME CLSET DE COSAS QUE NO VIENEN AL CASO


A veces pareciera que se hace culto de la salida, caja fuerte oculta y otros vericuetos para fortalecer la discre-

las mujeres malhabidas

ALgUNAS REfLExIONES SObRE EL ARTE DE TApA

TODO EL
BARUYO
CON - TENIDOS

BARUYERA fue impresa en Cooperativa Chilavert, taller recuperado y gestionado por sus trabajadores.

Sonia Gonorazky
baruyera@yahoo.com.ar

En la tapa de este nmero reproducimos una obra


Eric Drooker, que lleva un doble ttulo Sysiphus - Abortion
Rights (Ssifo Derecho al Aborto).
Sin duda, son infinitamente variadas las interpretaciones que cada persona puede hacer de la misma, entre
ellas la de la enorme y desproporcionada condena que constituyen los embarazos no queridos y la maternidad no deseada (que aparece elpticamente en esta imagen, en la
que su ausencia multiplica su significacin). Ahora bien, en la ilustracin hay
movimiento, y eso conduce a otras lecturas, dinmicas. Drooker se apropia y
recrea un castigo ejemplar de la mitologa griega: Ssifo, el ms astuto y menos
escrupuloso de los mortales fue obligado por los dioses a empujar eternamente
una enorme roca hasta lo alto de una pendiente(1).
Ms all de la audacia de equiparar acertadamente un embarazo no
querido(2) a una piedra monstruosa y gigantesca, y de la inmediata asociacin a
eso de cargar un terrible peso cuesta arriba, la referencia a Ssifo denuncia
una reiteracin interminable y alienante y remite a tantos de los ciclos bajo
los que se pretende naturalizar a las mujeres. La protagonista de esta obra deja
entonces de ser un personaje particular, una historia especfica -cercana o lejana a las experiencias privadas-, una mujer que no pudo tomar la decisin de
abortar (que no es interrumpir un embarazo, sino acabar con l). La pequea
mujer se convierte en estereotipo que encarna una de las tantas historias sin
fin ni sentido positivo, uno de los variados castigos que recibimos de los hombres (justamente, los dioses) para coartar nuestra libertad o nuestra astucia
y an si no furamos astutas- para marcar su pretendida soberana sobre las
herramientas humanas que somos para ellos (porque, portadoras de teros
que salvo contundente evidencia en contra- se presumen frtiles, no somos
otra cosa que herramientas y, para colmo, de bajsima tecnologa). El embarazo
y la maternidad son estigmas inculcados desde siempre (un siempre histrico, por supuesto, pero suficientemente extenso para confundirse con la eternidad heteropatriarcal), conos arquetpicos de todo lo que se nos impone en
cuanto mujeres, lo queramos o no para nosotras.
Yendo un poco ms all (porque el arte tiene vida propia y porque la
polisemia es siempre una fiesta para el pensamiento), tal vez forzando con la
imaginacin lo que quiso decir el artista, pienso que la mujer represemtada es
muy valiente, como tantas otras capaces de ser dueas de su cuerpo y usarlo
para cumplir sus deseos. Valiente y tambin astuta porque, para mostrar la
esclavizacin de las mujeres, ocup el lugar del varn que burl a los dioses de
su cultura, saltando los encasillamientos de sexo/gnero/identidad. Apel a
esta historia tal vez porque supo que suele ser ms sencillo descifrar y leer el
significado libertario en los actos rebeldes masculinos que en los gestos mujeriles
anlogos.
Ssifo fue castigado porque fue capaz de salirse con la suya, de ser
soberano de sus deseos y ponerlos en prctica sin someterse ni hacer concesiones, utilizando sus propios recursos y la debilidad de los dioses (que no es otra
que su propia vanidad). Este mito llega de una tradicin donde las mujeres
estn desaparecidas, borradas. El desplazamiento que propone Drooker permite leerlo en clave feminista. Pero sin por ello equiparar las opresiones universales que se inflingen a las mujeres a las opresiones entre varones de diferentes castas. De otro modo, una volvera a girar la manivela hasta el cero de un
ciclo que se cierra y vuelve a empezar inmediatamente.
(1)

Ssifo, fundador de Corinto, a veces es considerado el sucesor de Medea, de quien recibi el poder cuando sta tuvo
que abandonar precipitadamente esa ciudad. Su leyenda comprende varios episodios.
Cuando Zeus rapt a Egina pas por Corinto y fue visto por Ssifo. Ssifo revel el dato al dios padre de Egina, lo que
le vali la clera de Zeus, quien lo fulmin precipitndolo al Hades y condenndolo a empujar eternamente una roca
enorme hasta lo alto de una pendiente. Apenas la roca llegaba a la cumbre, volva a caer y Ssifo tena que empezar
de nuevo.
Otra explicacin del castigo a Ssifo refiere que Zeus, irritado por la denuncia, envi al genio de la muerte, Tnato, a
que lo matase. Pero S sorprendi a T y lo encaden por lo cual durante un tiempo ningn hombre muri. Fue preciso
que Z interviniese y obligase a S a liberar a T, para que ste pudiera seguir cumpliendo su misin. Su primer vctima
fue S. Pero en vez de resignarse a su suerte, antes de morir ste orden a su esposa que no le tributase los honores
fnebres. Cuando, muerto, Hades le pregunt por qu no se presentaba en la forma ordinaria, S se quej de la
impiedad de su mujer y obtuvo del dios permiso para volver a la tierra a castigarla. S se guard de volver al reino de
la muerte y vivi muchos aos ms; pero cuando muri definitivamente, Hades, queriendo impedir una nueva evasin, le impuso una tarea que no le dejaba tiempo ni posibilidad ninguna de huir. (Adaptado de la entrada Ssifo del
Diccionario de Mitologa de Pierre Grimal, Ed. Paids)
(2) En Argentina, ms de la mitad de los embarazos revistan en esta categora.

EL MUNDO, UN
ENORME CLSET...
Sonia Gonorazky

(...) SOBRE EL ARTE


DE TAPA
Sonia Gonorazky

TAEDIUM FEMINAE
Paula Torricella

MINI-REPO
BARUYERO (a Marcela
Rodrguez)
Charo Mrquez Ramos

QUIN PUEDE
PARAR LA VIOLENCIA?
Vernica Marzano

6 a 8 DOSSIER: POLTICAS
UTERINAS
AA.VV.
9

LA MARCHA DE LA
AMNESIA
Josefina Ramn

10

POLAROID DE
LOCURA LSBICA III
Charo Mrquez Ramos

11

TORTINA

11

LA FIESTA
Viviana lvarez

12

POESA Y PINTURA :
CORBALN & ARROYO
Macky Corbaln y
Vanessa Arroyo

13

(...) VISIBILIDAD EN
LAS AULAS DE LA UBA
Sonia Gonorazky

14

CARTELERA TEATRAL (y ms)

15

MI VISIN DEL
MUNDO Y DE LA VIDA ES
FEMINISTA (Entrevista a
Mariela Asensio)
Martn Marcou

16

SOUVENIR
Florkia

EL CAPITALISMO MATA. BOTNIA ES OTRO EJEMPLO.


BARUYERA... UNA TROMBA LESBIANA FEMINISTA

en sueos moribundos

TAEDIUM fEMINAE

Paula Torricella
dulcelubet@gmail.com

Antes que nada una revelacin: me cost sentarme frente a la PC a escribir esta nota.
Durante el ltimo tiempo el temita estuvo dando vueltas por mi cabeza: las mujeres y el aburrimiento; o
mejor dicho yo, una mujer, y el aburrimiento. Y no solamente como objeto de reflexin (no soy tan intelectual).
Por qu no decir que tambin dio vueltas y vueltas por mi vida. Frecuent mis escasas incursiones en
el activismo, se inmiscuy en Crdoba, me sigui de regreso a esta ciudad que gusta de llamarse autnoma.
Va conmigo al trabajo, vive con mi sueldo. Intenta seducirme con almohadones, msica triste, frases desalentadoras. A veces me puede.
Todos los manifiestos feministas que le, con la violencia propia de su gnero, comienzan su descargo con un gargajo al tedio, al aburrimiento propio de nuestros modos de vida. Obviamente, no del modo
feminista de la vida. Sino de la monotona del patriarcado, que bajo todas sus mscaras es susceptible de
destruir el alma. (Aunque, por qu no, como feministas, podramos tambin animarnos a hablar de nuestras zonas de sombra).
Estamos, los mortales en general, condenados al aburrimiento cotidiano (y general)? Qu
diferencias hay en los modos de aburrirse? Es literario el spleen? Puede matarnos? Cmo curarlo?
Sobre la melancola escribi hace poco una feminista norteamericana que me da fiaca citar. La
define como la ausencia de historia. Nos ponemos melanclicas si nos sentimos invisibles, porque
no nos podemos nombrar, o porque nuestros deseos o frustraciones no existen para los otros. A
veces eso es invisible hasta para nosotras mismas.
De las clases de hasto que existen -el aburrimiento invita a las clasificaciones- podemos deducir dos grandes grupos. Los que son histricos, y por eso se pueden modificar, y los
que corresponden a nuestra esencia humana. A saber: que somos un cuerpo, nos enfermamos, morimos, que el mundo es
absurdo y el tiempo no se detiene, entre otras condiciones de nuestra existencia.
Las feministas nos proponemos intervenir en las desesperanzas provocadas por modos de la cultura. Es decir, confiamos en que hay tedios evitables.
En la caja de los AFE (Aburrimientos Feministas Evitables) encuentro: las listas de correo que slo se usan para pedir
adhesiones, las charlas donde las histricas nos legan por decimocuarta vez la misma experiencia, el miedo a los debates, los
manifiestos entre convencidas.
De los AENF (Aburrimientos Evitables No Feministas) me embola hablar: reuniones familiares de cumpleaos, amistades huecas, tareas que no me corresponden, deseos compulsivos. Pero debo decir que fueron otras feministas las que me
ayudaron a barrerlos fuera de mi vida. Gracias a ellas, que en parte son las de arriba, me hice feminista.
Para los AI (Aburrimientos Inevitables) fatales como el tiempo y el trabajo, la incompletud de todo ser humano o los
inviernos, apenas tenemos estrategias de rodeo.
Vivir en esta sociedad significa, con suerte, morir de aburrimiento deca Valerie Solanas al comienzo del SCUM, ese
manifiesto delirante.
Ser el delirio el exorcismo que nos queda? Aparte de escribir e inventarnos utopas, por supuesto.
.

MINI-REPO
BARUYERO (por Charo)
Esta vez a: MARCELA RODRIGUEZ
Educacin sexual, focalizada en el placer y la
plenitud de la sexualidad o derechos reproductivos?

Dirigida a la libertad de elegir libremente los planes de vida, el goce y potencial de la


sexualidad y la informacin y libre acceso a todo tipo de cuidados, anticonceptivos,
tratamientos, que aseguren el pleno ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos.

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merodeadores de la duermevela

La autodefensa como estrategia.doc E y D


Vernica Marzano
baruyera@gmail.com

ILUSTRACIN: HAMMER WOMAN, DE ERIC DROOKER WWW. DROOKER.COM

QUIN pUEDE pARAR LA VIOLENCIA ?


La norma devenida en ley na- para solventarlas.

tural que asegura que todos los cuerpos


feminizados son ms dbiles que aquellos clasificados como masculinos se
inscribe en cada una de nosotras y se
transmite de generacin en generacin
a fuerza de tecnologas normalizadoras
no slo del cuerpo sino tambin de las
creencias.
Begoa Marugn Pintos y Cristina Vega Solis sostienen que el sujeto
corporeizado no slo padece, asume o reproduce los significados sociales sino que se convierte en
agente que existe su propio cuerpo como una forma personal de
asumir y (re)interpretar las normas
de gnero recibidas. Y Judith Butler
habla de la interpretacin vivida de
la anatoma sexualmente diferenciada remarcando que sta est
menos restringida por la anatoma
que por las instituciones culturales
que convencionalmente han interpretado esa anatoma.
Entonces podemos deducir
fcilmente que la desventaja que vivimos las personas feminizadas
frente a la violencia sexista no se
inscribe en el cuerpo tanto como en
lo que somos capaces de hacer con l.
Como Trabajadora Social especializada en temas de violencia conozco los tratamientos que el Estado pone
al alcance de las mujeres (exclusivamente) y tambin comparto con las mujeres
las estrategias de sobrevivencia que tejen casi siempre en soledad y a veces
en relacin con otros cuerpos (siempre,
o casi siempre, tambin feminizados).
Las personas encargadas de
ejecutar los programas Nacionales y Provinciales que gestionan la violencia domstica o violencia de gnero en muchos casos son profesionales feministas
que en otros tiempos (o an hoy) han
sido activistas autnomas del movimiento de mujeres. Esto explica que intenten
mediar entre una demanda que conocen
al
dedillo
y
la
burocracia,
disciplinamiento, institucionalizacin y
sexismo que tien todos los campos de
intervencin del Estado. Un Estado que
ha desarticulado la movilizacin de las
mujeres y capturado y burocratizado la
demanda y las respuestas en torno a la
violencia.
Consignas como la del afiche de
difusin del Consejo Provincial de las
Mujeres (Pcia. de Buenos aires) para
este 25 de noviembre Cuando maltratan a una, maltratan a todas reafirman
el espritu de autoorganizacin y rebelda que las ahora funcionarias intentan
inyectar en un sistema anquilosado en
prcticas apenas pacificadoras de los
conflictos.
Lo cierto es que las posibilidades de operar dentro del sistema contra la violencia machista son casi nulas.
Los programas en general estn
desfinanciados y resulta impensado sostener territorialmente estrategias como
las que el estado promueve sin dinero

Adems (y quizs por esta falencia) pareciera que todas las respuestas posibles giran en torno a fomentar la
prctica de la denunca judicial .
Por otro lado los grupos activistas feministas han ido abandonando la
lucha autnoma contra la violencia que
se da en las relaciones ntimas, en favor
de un Estado que intenta convertirse en
garante de la resolucin del litigio entre
los gneros. Esto
ha significado la
renuncia a promover
la
autoorganizacin
y la autodefensa
como tcticas
posibles,
virando la intervencin hacia la
mediacin de
instituciones que
se agencien del
problema.
Sin embargo considero
posible encontrar
puntos de negociacin entre la
mediacin estatal y el fortalecimiento de
la autonoma de las mujeres. Se puede
abordar la violencia en el mbito ntimo
sin caer en el reduccionismo de ser consejeras dentro de los circuitos
desgastantes y pasivos que propone el
estado-en los que a las mujeres slo les
cabe el rol de denunciar y esperar, ni desconociendo al Estado como in-

terlocutor valioso en nuestra exigencia


de paz para nuestros cuerpos.
Incentivar la autodefensa, el
autovalimiento, la reeducacin corporal
y el cambio de mirada y actitud frente al
sujeto violento no se contradice con
visibilizar el conflicto. Esperar pasivamente una respuesta institucional
nunca ha sido una salida plausible para
el feminismo aunque hoy, en temas de
gestin de la violencia el estado impulse
la iniciativa en forma contundente.
Las polticas de gestin de la
violencia y de pacificacin del conflicto
tienen para m uno de sus resultados ms
notables en la aparicin de un nuevo fenmeno divulgado desde los centros
acadmicos: la violencia cruzada. Diagnstico aplicado a las mujeres que,
hartas de la violencia, responden en una
clara demostracin de autonoma. Mujeres que luego llegan a los hospitales
pidiendo tratamiento para su propia violencia y se encuentran con un estado
que lejos fortalecerlas en sus certezas
de derecho a la defensa las diagnostica y clasifica como violentas. En realidad, lo que el estado no puede permitir
-y por eso patologiza la respuesta- es la
decisin de las mujeres de poner punto
final a la violencia machista y el BASTA
que ellas gritan al estado y a sus programas paternalistas y patriarcales. Qu
haremos las feministas frente a este escenario? Nos convertiremos en mediadoras de la paz heterosexista o apoyaremos el ninguna agresin sin respuesta que otrora hemos militado?

La autodefensa como estrategia


Entrenar el cuerpo es algo posible y adems saludable. No desestimar la

capacidad anatmica que poseemos como cuerpo feminizado es importante. No


sentir vergenza de tener fuerza nos da tambin autonoma, poder mover muebles
y levantar cosas pesadas nos pone en situacin de autovalimiento.
La postura corporal, la confianza en una misma, la fuerza en la voz y la
mirada directa, muchas veces son suficientes para no recibir agresiones.
Culturalmente hablar en tono bajo y con voz suave es signo de feminidad
pero tambin de debilidad. Eso nos pone en un lugar de desventaja frente a la voz
fuerte y clara asociada a lo masculino, la fuerza y el poder. No tengas miedo de
hablar fuerte, de gritar y de expresar tu bronca cuando te agredan.
Muchas mujeres que han sufrido violaciones o abusos son interpeladas en
comisaras y hospitales por su falta de resistencia. Muchas veces las diferencias
corporales son tan evidentes entre la agredida y el agresor a favor de ella que es
impensable cmo pudo suceder ese episodio. Sucede que el cuerpo (lo que vivimos de l) no deja de ser la situacin de tener que asumir y representar una y otra
vez el conjunto de interpretaciones recibidas sobre el mismo. Es decir nuestro
cuerpo tiene experiencia de sobra en callar, asumir, dejar pasar, soportar, negar,
tapar, justificar
Podemos cambiar eso si cambiamos nuestra manera de estar con los otros
masculinizados.
Algunas voces nos hablan de no generar ms violencia, de no pagar
con la misma moneda, de no hacer lo que no queremos que nos hagan. Apelaciones a que sigamos soportando la agresin que nos deja ausente de nosotras
mismas. Pero nosotras tenemos derecho a defendernos. Usemos todas las herramientas disponibles: las que el Estado nos brinda, denunciando, visibilizando la
violencia, pero tambin auto organicemos nuestra defensa preparando nuestro
cuerpo y procurndonos la autonoma suficiente.
Nuestro cuerpo es muy fuerte y poderoso. Respetmoslo y hagmoslo
respetar.
V.M.
BARUYERA... UNA TROMBA LESBIANA FEMINISTA

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Artculo 6
La sociedad contra-sexual declara y exige la separacin absoluta de las actividades sexuales y de las actividades de reproduccin. Ningn contrato contra-sexual conducir al acto de reproduccin. La reproduccin
ser libremente elegida por cuerpos susceptibles de embarazo o por cuerpos susceptibles de donar esperma. Ninguno de
esos actos reproductivos establecer un lazo de filiacin parental natural entre los cuerpos reproductores y el cuerpo recin
nacido. ()1.
Pero la creencia en esa maldita ley natural va un poco mas all, y dice algo as como: si para producir un nio/a La
Naturaleza exige la unin de un hombre y una mujer, entonces la salud psquica del nio/a en cuestin depende de la crianza
compartida a cargo ese hombre y esa mujer.
La creencia en la ley natural abona la idea de que hay algo no sabemos bien qu, pero algo- de la fisiologa de la
reproduccin que genera en ese hombre y esa mujer las capacidades necesarias para una buena crianza. Quizs la prctica
6 de la relacin coital, otorga dichas capacidades. O quizs sea el producir las clulas espermatozoide y vulo.
Yo ms bien me inclino a pensar que no hay ABSOLUTAMENTE NADA en todos estos actos naturales (producir las
clulas, la relacin coital, la fecundacin, e incluso el largusimo y tedioso proceso de embarazo y parto) que pueda prepararnos para criar y nutrir a nuestra prole. Tanta paciencia hace falta; tanto tiempo y encierro, los primeros aos Hace falta
tambin saber mirar, saber escuchar, e incluso saber pensar por ese otre que nos demanda constantemente, de muchas
maneras, pero sobre todo, emocionalmente. O sea, la crianza de les nies no es otra cosa que muchsimo trabajo, del que
para colmo de males- hay que hacerse cargo (sola, en una buena cantidad de casos digo, el hombre que puso2 el esperma,
suele desaparecer sin mas ni mas de la crianza, sobre todo, esos cruciales y arrasadores primeros aos) con una sonrisa.
De aquella sonrisa depende la salud psquica de nuestres nies
Lo que quiero decir es que la felicidad de nuestres nies depende de que la persona que
les reciba de este lado del mundo pueda disfrutar al menos un poco- del trabajo de la crianza,
para que exista aquella mirada fascinada que les permita sentirse importantes y amades
Y en este sentido creo que las parejas no reproductivas (naturalmente ja!!) tienen
mejores oportunidades de jugar buenos roles parentales, que las parejas reproductivas. Es estas
ltimas, un embarazo no planificado (que bien puede ser no deseado) puede siempre ocurrir.
sera justo para les nies llegar al mundo por accidente?
Quiero decir que, si para ocupar roles parentales, las parejas no reproductivas necesariamente tienen que pasar por una instancia de decisin insoslayable, tienen que pasar por una
instancia de pensar -y pensarse- en los roles parentales, una instancia de deseo de nie, y de
pensar cmo dar curso a ese deseo... Creo que si les pibes tienen derecho a algo, y que si de algo
depende la salud psquica de elles, es justamente esto: que quienes ocupen los roles parentales,
hayan pasado por alguna instancia de reflexin acerca de lo que significan esos roles, lo que
conllevan, lo que hay que resignar para ocuparlos...
Preciado, Beatriz; Manifiesto contra-sexual; ed. Opera Prima; Madrid; 2002. (Pg. 32).
No digo que dono el esperma aqu, porque en la sociedad actual el hombre no lo dona, sino que lo cambia por la patria potestad de le nie, que le asegura
una serie de derechos sobre elle
ILUSTRACIN: MOTHERS OF THE WORLD (Madres del Mundo) - Eric Drooker www.drooker.com
FOTOGRAFA: bajada de internet, en el portal de Terra (vnculo inhallable)
1
2

(*) Maternidad Lesbiana, extrado de RIMA: http://www.geocities.com/rima_web/arich_intro.html (Traduccin: Gabriela Adelstein de Nacemos de Mujer, Adrianne Rich (1986))
NMERO 3 - DICIEMBRE 2007/ VERANO 2008

T E X T U A L
M I C H A E L
FOUCAULT
En el siglo XVIII

una de las grandes novedades en la tcnica del


poder fue el surgimiento,
como problema econmico y poltico, de la poblacin: la poblacin-riqueza, la poblacin-mano de
obra o capacidad de trabajo, la poblacin en equilibrio entre su propio crecimiento y los recursos de
que dispone.
Los gobiernos
advierten que no tienen
que vrselas con individuos simplemente, ni siquiera con un pueblo,
sino con una poblacin
y sus variables propias:
natalidad, morbilidad, duracin de la vida, fecundidad, estado de salud, frecuencia
de
enfermerdades, formas
de alimentacin y de
vivivenda. Todas esas variables se hallan en la encrucijada de los movimientos propios de la vida
y de los efectos particulares de las instituciones.
(.) En el corazn de
este problema econmico
y poltico, el sexo: hay que
analizar la tasa de natalidad, la edad del matrimonio, los nacimientos legtimos e ilegtimos, la precocidad y la frecuencia de
las relaciones sexuales, la
manera de tornarlas fecundas o estriles, el
efecto del celibato o las
prohiciones, la incidencia
de
las
prcticas
anticonceptivas esos famosos secretos funestos.() Tambin aparecen esas campaas sistemticas que, ms all de
los medios tradicionales
exhortaciones morales y
religiosas, medidas fiscales- tratan de convertir el
comportamiento sexual
de las parejas en una conducta econmica y poltica concertada. Los racismos de los siglos XIX y XX
encontrarn all uno de
sus puntos de anclaje. Entre el Estado y el individuo, el sexo ha llegado a
ser el pozo de una apuesta, y un pozo pblico, invadido por una trama de
discursos, saberes, anlisis y conminaciones.

Fragmento del libro: Historia de


la sexualidad Volumen 1

MATERNIDAD LESBIANA * ( ver referencia al pie de pg. 6)


Sandra Pollack seala que gran parte de la investigacin sobre ma-

ternidad lesbiana ha surgido la de lucha por la custodia, y que su nfasis ha


estado puesto en mostrar que las madres lesbianas son idnticas a cualquier
otra madre, o por lo menos a cualquier madre soltera. Cuando los tribunales
intentan establecer la capacidad de crianza [parental fitness], los estereotipos heterosexuales y tradicionales respecto de los roles sexuales son tenidos por norma; la hija de una lesbiana ser considerada sana y estable
si usa vestidos, juega con muecas y no se muestra afectada por las decisiones no tradicionales
de su madre. Pollack se opone a esta perspectiva, sugiriendo que las madres lesbianas son diferentes y que las diferencias son complejas y tienen que ver en parte con la homofobia social y sus
efectos (discriminacin habitacional y laboral, temor a ser descubierta, invisibilidad lsbica), pero
tambin con una ausencia de roles sociales rgidos, con modelos de independencia, auto-suficiencia, confianza en s misma, y con la diversidad cultural e individual que existe en los hogares
lesbianos. Impulsa una investigacin que se aparte de la homogeneizacin de la maternidad
lesbiana dentro de la heterosexualidad convencional, y apunte hacia las verdaderas vidas y necesidades de las lesbianas y sus hijos.
Es precisamente porque la lesbiana es diferente que un sistema de valores que prescribe
un conjunto limitado de posibilidades para las mujeres no puede ni tolerarla ni afirmarla. Es precisamente porque la diferencia es tan poderosa (si bien lo diferente puede socialmente carecer
de poder) que se convierte en blanco de amenazas, acoso, violencia, control social, genocidio El
poder de la diferencia es el poder de la propia plenitud de la creacin, la estimulante variedad de
la naturaleza. Cada nio que nace es testimonio de cun intrincadas y amplias son las posibilidades inherentes a la humanidad. Sin embargo desde el nacimiento, en la mayora de los hogares y
de los grupos sociales, enseamos a los nios que slo algunas de sus posibilidades son vivibles;
les enseamos a or slo ciertas voces dentro de ellos, a sentir slo lo que nosotros creemos que
deben sentir, a reconocer slo a ciertos otros como humanos. Enseamos al nio a odiar y despreciar esos lugares de s mismo en los que se identifica con las mujeres; enseamos a la nia que
hay un solo tipo de femineidad y que las partes incongruentes de s misma deben ser destruidas.
La repeticin o reproduccin de esta restringida versin de humanidad, que una generacin transmite a la siguiente, es un ciclo cuya ruptura constituye nuestra nica esperanza.

7
700.000. LAS MUJERES DECIDIMOS, LA SOCIEDAD RESpor V.M. y S.G. - Baruyera
PETA Y EL ESTADO GARANTIZA
Cada ao, se realizan 700.000 abortos
en Argentina; uno por cada vez que una mujer
decide sobre su cuerpo y sus deseos. Al menos
700.000 veces al ao las mujeres desobedecemos rdenes explcitas e implcitas de quienes
creen tener soberana
sobre nuestros intereses.
En
nuestro
pas el aborto no es punible cuando la mujer
ha sufrido una violacin
siendo demente o idiota y/o cuando corre peligro su vida o su salud
(art. 86 del Cdigo Penal). Este artculo ha
dado lugar a debates interminables acerca de
sus alcances. Debates
que -lejos de las mujeres- profundizan jueces, jurisconsultos, sacerdotes y mdicos.
Por encima, por debajo, por los costados, por las fisuras y sobre todo- sin importarnos en absoluto tales debates, nosotras seguimos abortando.
Es necesario decir que las mujeres no
perseguimos un permiso para hacer lo que
hemos determinado que es mejor para nuestras
vidas? Es preciso que develemos que lo que
debaten no trata sobre tica sino sobre cmo
desean usufructuar nuestros cuerpos,
moralizndolos segn sus gustos particulares?
El 41% de la poblacin mundial vive
bajo leyes que no restringen el aborto.

Argentina todava regula la decisin de


abortar; es decir que en este pas hay quienes
tienen la facultad de decidir en tercera persona.
Cmo es posible que siga sucediendo que las mujeres debamos clandestinizarnos
para ejercer el derecho bsico a
disponer de nuestro cuerpo? El
cuerpo de las mujeres no es, acaso, de las mujeres?
La respuesta es un rotundo s. El cuerpo de las mujeres slo
pertenece a cada una de ellas,
pero resulta ilegal vivirlo y disponer de l. Las mujeres no somos
aptas para deliberar sobre el uso
autnomo de nuestro cuerpo.
Quienes defendemos lo
que los medios se encargan de difundir como a favor del aborto
no exigimos un derecho (el de
abortar) sino que intimamos al Estado a que deje de perseguirnos, castigarnos,
atemorizarnos, amenazarnos apropindose
ilegtimamente de nuestros cuerpos.
No necesitamos que nadie reconozca
la soberana sobre nuestros deseos. 700.000 veces al ao reafirmamos esa conciencia. Somos
expertas en nuestras vidas y sabemos cundo
se transformarn en invivibles. Tanto, que no nos
importa correr el riesgo de morir en abortos clandestinos, con tal de que nuestro cuerpo siga
siendo un lugar habitable para nosotras. Las
mujeres exigimos autonoma.
El afiche de la entonces candidata presidencial cubri las
calles de Buenos Aires y otras ciudades durante octubre.
BARUYERA...
UNA TROMBA
LESBIANA
FEMINISTA
Baruyera intervino
esos letreros
con la consigna
Aborto
libre y legal, en forma gratuita y en el hospital.

CARLA LONZI - ESCUPAMOS SOBRE HEGEL Y OTROS ESCRITOS SOBRE


LIBERACIN FEMENINA Buenos Aires, Editorial La Plyade, 1978
extractos por Paula Torricella y Josefina Ramn
Algunas palabras previas...
Un manifiesto es un acto de violencia verbal: sentencia, dictamina, no entiende de dudas. Es una caracterstica del
gnero. Por este motivo es necesario situar estos textos, temporal y geogrficamente, para encontrarnos tambin con el deseo
que expresan.
Los manifiestos que se reunieron en este libro fueron escritos por los grupos de la Rivolta Femenile, en Italia, entre el
70 y el 72. Los ms extensos, como el que aqu citamos, le pertenecen a Carla Lonzi.
En la introduccin nos avisa la autora: Me sent movida a impugnar algunos de los principios del patriarcado, no slo
del pasado o del presente, sino tambin de los que plantean las ideologas revolucionarias.
A esta generacin de feministas les debemos la conciencia de que la liberacin es hoy y empieza por casa. Es decir,
por nuestros cuerpos, sexuados.

EXTRACTOS DE LA MUJER CLITRICA

El sexo femenino es el
cltoris, el sexo masculino es el pene.
La vagina es la cavidad del
cuerpo femenino que recibe el esperma del varn y lo canaliza hacia
el tero para que se produzca la fecundacin del vulo. A travs de esta
cavidad el cuerpo del hijo sale del
cuerpo de la madre.
El instante en que el pene
del varn expulsa el esperma es el
momento de su orgasmo. La vagina
es, por lo tanto, aquella cavidad del
cuerpo femenino en la que, simultneamente con el orgasmo del varn,
se inicia el proceso de fecundacin.
En el varn el mecanismo
del placer se halla estrechamente ligado al mecanismo reproductor; en
la mujer, sin embargo, los mecanismos de placer y reproduccin estn
comunicados, pero no coinciden.
Haber impuesto a la mujer
una coincidencia que no pertenece
a su fisiologa, ha sido un acto de
violencia cultural que no hallamos en
ningn otro tipo de colonizacin.
(...) La colonizacin ha llegado al colmo cuando a la mujer despojada de la posibilidad de expresar su propia y autnoma sexualidad- se le ha prohibido recurrir a soluciones abortivas. Un proceso de
gestacin no deseado ya es de por
s consecuencia de un acto de opresin.
La complementariedad es
un concepto que atae a la mujer y
al varn en el momento reproductor,
pero no en el ertico sexual.
(...) Desde el punto de vista
patriarcal se considera mujer
vaginal1 a aquella que manifiesta
una sexualidad correcta, mientras
que la clitrica representa a la
inmadura y masculinizada, y para el
psicoanlisis freudiano, adems, la
frgida.
Por el contrario, el feminismo afirma que la verdadera valoracin de estas respuestas a la relacin con el sexo opresor es la siguiente: la mujer vaginal es aquella

Y LA MUJER VAGINAL

que, en cautiverio, ha sido llevada


a una actitud consentidora para el
goce del patriarca; mientras que la
mujer clitrica es la que no ha condescendido a las sugestiones
emotivas de integracin con el otro.
(...) La mujer clitrica, al
afirmar una sexualidad propia cuyo
funcionamiento no coincide con la
estimulacin del pene, abandona el
pene a s mismo. El pene es el sexo
propio del varn y es para l. El varn debe saber que la vagina es
para la mujer una zona moderadamente ergena, y apta para los juegos sexuales, mientras que el
cltoris es el rgano central de su
excitacin y de su orgasmo.
(...) La mujer vaginal -la
que
ha
reaccionado
voluptuosamente a la opresin- es
la mujer doblemente engaada. Ha
puesto a disposicin del varn toda
la creatividad de la que es portador un ser humano, sin encontrar
jams la fuerza de querer para s
la gama entera de la experiencia
creadora, que es ante todo, concentracin sobre uno mismo.
Autonoma para la mujer
no significa aislamiento respecto
del varn, como temen las mujeres vaginales acostumbradas a encontrar la plenitud en la pareja. Autonoma significa disponer para s
de aquella potencia que durante
milenios ha cedido a su amo.
Por ms que se insista sobre los valores biolgico-emocionales de la relacin de pareja y sobre
el abandonarse al otro, hemos comprendido que es fundamental abandonarse tan slo al fenmeno.

1 An reconociendo que el fenmeno


orgsmico es nico para cada mujer y segn los estmulos con los que se verifique,
nosotras llamamos aqu mujer vaginal a la
que obtiene el orgasmo durante el coito y
mujer clitrica a la que lo obtiene durante
las caricias sobre el cltoris. Y llamamos
orgasmo vaginal al obtenido durante el coito y orgasmo clitrico al obtenido durante
las caricias sobre el cltoris.
NMERO 3 - DICIEMBRE 2007/ VERANO 2008

EXTRACTOS DEL MANIFIESTO


RIVOLTA FEMMINILE
Para la mujer liberarse no quiere
decir aceptar idntica vida a la del varn, que
es invivible, sino expresar su sentido de la
existencia.
La mujer en cuanto sujeto no rechaza al varn como sujeto, sino que lo rechaza
como rol absoluto. En la vida social lo rechaza en tanto que rol autoritario.
Hasta ahora el mito de la
complementariedad ha estado utilizado por
el varn para justificar su poder. (...)
El primer elemento del rencor de la
mujer hacia la sociedad es verse obligada a
afrontar la maternindad como disyuntiva excluyente.
Denunciamos la desnaturalizacin
de una maternidad pagada al precio de la
exclusin.
La negociacin del libre aborto debe
ser considerada como parte del veto global
que se ejercita sobre la autonoma de la
mujer.
No queremos continuar pensando
toda la vida en la maternidad y continuar siendo instrumentos inconscientes del poder patriarcal. (...)
El feminismo ha sido el primer momento poltico de crtica histrica a la familia
y a la sociedad.
Unifiquemos las situaciones y episodios de la experiencia histrica feminista:
en ellas la mujer se ha manifestado interrumpiendo por primera vez el monlogo de la
civilizacin patriarcal. (...)
La dialctica amo-esclavo es un
arreglo de cuentas entre colectividades de
varones: no prevea la liberacin de la mujer, la gran oprimida de la civilizacin patriarcal. (...)
Al no reconocerse en la cultura masculina la mujer le quita su ilusin de universalidad.
El varn siempre ha hablado en
nombre del gnero humano, pero ahora la
mitad de la poblacin terrestre le acusa de
haber sublimado una refutacin.
La fuerza del varn reside en su
identificacin con la cultura, la nuestra en su
refutacin.

Nacen en m

Fotografa: Sin Ttulo, de la serie Surcos Vertebrales, de Florencia de Angelis - florkia@gmail.com.

LA MARCHA DE LA AMNESIA
Es noviembre, mes del Orgullo, y se respira en el

ambiente (el nuestro, se entiende, no en la atmsfera del resto de la sociedad que ignora, como siempre, nuestra existencia) una cierta festividad. El sbado 17, unxs cuantxs integrantes de la comunidad GLTTTBIQ se animaron, al amparo
del anonimato de las masas (y de los anteojos oscuros y dems accesorios, en el caso de algunxs) a hacer lo que la mayora nunca hace: estar en la calle como quienes realmente
son.
La Marcha del Orgullo debe significar algo para toda
esta gente. Despus de todo, las horas de libertad encauzada
desde la Plaza de Mayo al Congreso
al son de la msica de los sponsors
son la nica compensacin por los 364
das restantes de closet en que vivimos.
En mi breve tiempo como lesbiana, y como militante, pas por todo
un espectro de apreciaciones sobre
ese algo que pueda representar la
marcha. La primera vez que fui me
encant ver a tantxs gays, lesbianas,
bisexuales, travestis y dems: todava
no se me pasaba la euforia de no sentirme tan sola y distinta, recin asumida ante m misma y algunxs amigxs.
Despus me fue molestando la apata
de la mayora de la gente no heterosexual frente al pisoteo de sus derechos, el vaco de contenidos, lo comercial del asunto, la frivolidad frente a
tanta necesidad insatisfecha. Pens
de todas formas que vala la pena tratar de rescatar lo que al fin y al cabo
es el nico espacio, mal que mal, de
la dispersa y tapada comunidad
GLTTTBIQ, o que de alguna forma se
podra transmitir ese conato de visibilidad a todos los das, para empezar a
cambiar la sociedad.
Pero la Marcha del Orgullo no
est pensada para construir militancia
y crear conciencia, sino para que los
medios vengan a cebarse con la nota
de color de las travestis desnudas. La marcha no denuncia la
violencia que se ejerce cotidianamente sobre nosotrxs, sino
que celebra que existan placebos de derechos, como la Unin
Civil (que apenas se merece las maysculas). En el mejor de
los casos, pide ampliar los derechos de lxs heteros al conglomerado de raritxs, como si eso pudiera funcionar. Unas leyes creadas por un sistema que se basa en la exclusin, inspiradas en costumbres que sustentan nuestra segregacin,
jams pueden incluirnos. Y si pudieran: A qu quieren que
nos asimilemos? A la forma de vida que nos ha convertido
en parias en primer lugar? Se nos critica por promiscuxs pero
tambin se nos niega que tengamos el derecho a ser
mongamxs y formar una familia tradicional. Malditxs en el
hacer y el no hacer, ms claro imposible: simplemente no hay
lugar para nosotrxs en esta sociedad como no sea barridxs
debajo de la alfombra.
Uno de los mximos referentes de la Marcha fue citado una vez en la tapa del diario progre por excelencia diciendo que vivimos en la era de la postdiscriminacin. Todava
me estoy preguntando en qu mundo vive, ya que claramente
no es el mo. Pero por otro lado, desde su punto de vista, algo
de razn tiene. Buenos Aires, la ciudad de la Unin Civil, es la
meca gay de Amrica Latina. Entre las clases media y alta, en
algunos lugares de esta ciudad tan cosmopolita, la discriminacin no es tan brutal como sola serlo. Al menos se derogaron los edictos policiales de la dictadura que penaban la homosexualidad. Ergo, estamos fantstico.

Mara Josefina Ramn


joseramon21@hotmail.com
Antes hubiera dicho que en efecto algo es algo, que
estamos mejor. Hoy en da, tengo mis serias dudas. Porque
con estas tristemente pequeas zanahorias que colgaron frente
a nosotrxs la mayora se dio por satisfechx. Chauchas y palitos (sigo con la metfora hortcola, lo nico que hace justicia
al hecho de que nos han vendido cualquier verdura) para
amansarnos e incorporarnos al paisaje, para que ya ni siquiera protestemos por lo injusto de nuestra situacin. Para que
ya ni siquiera pensemos que es injusta, de hecho.
Bueno, para m lo es. Yo organizara una Marcha del
Orgullo por la memoria: por nuestra memoria. Para que recordemos el ayer histrico, el ayer contemporneo y el pasado del minuto
que acaba de transcurrir. Recuerden
que los edictos antihomosexualidad
se derogaron aos ms tarde que el
resto de los edictos de la dictadura,
no apenas se reinstaur la democracia, y en 10 provincias perduran normas que criminalizan la homosexualidad. Recuerden (sepan) que en las
comisaras se obligaba a firmar confesiones y se revisaba mdicamente
a lxs sospechosxs de sodoma. Recuerden que somos la burla, el insulto, la desgracia familiar, lxs no sujetxs
de derecho. Recuerden que en la mayora de los barrios porteos unx
arriesga su integridad fsica si se atreve a ser consecuente con la vida que
quiere vivir. Recuerden que en el resto del pas (porque lo que queda al
oeste de la General Paz tambin es
Argentina) las cosas estn todava
peor. Miren a las travestis en la marcha, y en vez de sacarles fotos recuerden que en unos pocos aos lo ms
probable es que estn muertas por el
SIDA, la violencia policial o las operaciones mal hechas. Recuerden que
en la provincia de Buenos Aires se las
llevan detenidas por el terrible delito
de usar un vestido, y en Capital lxs
vecinxs se organizan para sacarlas de
las veredas que degradan con su sola presencia. Piensen en
todxs lxs que han vivido reprimidxs toda su existencia y en
todxs lxs que se han suicidado por no poder aguantar la violencia heterosexista. Recuerden los aos de sufrir el sentirse
diferente y enfermx. Piensen en el amigo o amiga (todxs tenemos unx) que tuvo que soportar desde que traten de someterlx
poco menos que a lobotoma o terapia de electroshock hasta
que lx echen de su casa -si es que no les pas a ustedes.
Miren el camin de Amrika y recuerden que en nuestro ghetto
ningn lugar de encuentro o esparcimiento o lo que sea tiene
un cartel en la entrada con el nombre, menos aun que diga de
qu clase de establecimiento se trata: porque est todo bien...
pero que no se note que ac hay rarxs. Recuerden que incluso un boliche para mujeres lleg a poner en su puerta que era
un club privado solo para socios (ntese el masculino, por
cierto).
Recuerden que no est todo bien, al contrario, y que
nadie nos va a dar lo que no tomemos por nuestra cuenta.
Recuerden que lo personal es poltico, siempre, y que parchar
nuestra exclusin con retazos de derechos no va a cambiar el
hecho de que esta sociedad no nos contiene. Necesitamos
construir otra donde realmente entremos todxs, y para eso no
basta con ir a bailar a una especie de carnaval auspiciado por
una marca de lubricante. Por la memoria de quienes somos y
el sueo de la vida que podramos tener: recuerden que nos
merecemos algo mejor que esta libertad con cuentagotas.
Contra la marcha de la amnesia: orgullo todo el ao!
BARUYERA... UNA TROMBA LESBIANA FEMINISTA

POLAROID DE LOCURA LSBICA 3

na. Ni siquiera en Montevideo.


Porque no le interesaba. Porque no lo decida. Porque no le
naca. Por qu iba a estar con
otra persona. Si Mariana era
todo lo que siempre haba querido.
La cordobesa haba
sido clara desde el principio: la
NMERO 3 - DICIEMBRE 2007/ VERANO 2008

pasamos bien, nos hacemos bien, cuando estamos juntas. Y como una traicin del lenguaje, la ltima aclaracin anulaba el resto de la
frase. No importaba que se hubieran hecho
bien el martes, porque el mircoles, Mariana
poda estar con otra persona. Sin que eso hiciera que el jueves, otra vez, eligiera a Clara.
Pero Clara elega a la cordobesa,
todos los das, frente al resto del mundo. En
esos seis meses no haba dudado de su eleccin. Pensaba que si Mariana elega, aunque
fuera por una noche a otra persona, no la estaba eligiendo a ella, que s lo haca.
El caf se tomaba amargo en esa
casa. Para dulce est la vida. Sonaba Sabina, Esta Boca Es Ma. Ma?
Bonita, qu pasa.
Nada. Necesito azcar. Ya vengo.
No saba si iba a volver. Ya estaba
vestida completamente. Tena su morral. Poda no volver. Irse en busca de una boca que
fuera suya.
Ma no, no quiero ser su duea.
Quiero que me elija como yo a ella. Que no
sienta que se pierde un mundo. Que nuestro
mundo es maravilloso. Ella es tan linda.
Tan Mariana.
Algo ms?
No, es lo nico que
necesito.
Camin la media
cuadra que haba recorrido cinco minutos antes.
Volvi sobre sus pasos.
Toc el timbre. Decidida
a hablar, por primera
vez, en serio con la
cordobesa.
Pero si yo
te elijo, bonita. Todos los das.
No, todos los das
no.

sabelo.

Te ests poniendo caprichosa,

Si lo se, lo se. Pero quiero que me


elijas a m, no a m y a veinte personas ms.
Yo te elijo a vos para dormir, para ir
a ver a La Catalina, para tomar mate el domingo a la tarde, para compartir libros, para ir
a una marcha, para hacer el amor. Para otras
cosas el mundo es grande.
Qu otras cosas?
Si ests en Ezeiza y te encontrs
con una persona que siempre te haba gustado y ests con esa persona en el bao. Eso,
conmigo, no lo pods hacer, ni soy esa persona ni significara lo mismo coger conmigo
en el bao de un aeropuerto que hacerlo con
esa persona X.
No, claro.
Y, en ese caso, qu podra decirte.
Lo hecho hecho est, a veces, pese a las partes. Pero ya est. Y si a vos te hiciera feliz
esa situacin tan particular, esa fantasa llevada a la realidad, no podra enojarme. Si te
hace feliz. La idea de estar juntas es hacernos bien. Hacernos felices la una a la otra. A
veces una necesita otras personas para estar feliz un rato.
Ah va, yo con vos soy feliz, no estoy feliz.
No te pongas en lingista, por favor.
No
entiendo qu
es eso que
necesits.
Vos
me
llens totalmente, no
necesito a
alguien ms.
No, bonita,
esto no se trata de necesitar
algo o alguien. Vos a m no me necesits,
me quers. Necesitar se necesita el aire,
la comida
S.
Desde que estamos juntas no
penss en estar con otra persona?
S, pensar s.
La consumacin del hecho es
secundaria, dijo Cortzar en Rayuela.
Una persona no le es infiel a su pareja
por masturbarse pensando en otra persona, no? Pero por un rato, su objeto
de deseo deja de ser la pareja.
Hay fantasas que no tienen porqu ser llevadas a la realidad.
No, la fantasa de la violacin, no.
Pero, un tro s, por qu no? Sino, capaz
nunca hubieras estado con una mujer en primer lugar.
T. Tens razn.
Yo no estoy con otras personas porque te soy infiel o porque no te elijo o porque
me gustan ms otras personas. Sino, porque
con vos hago el amor, con vos, tomo mate
los domingos, voy al cine, de vos le hablo a
mi mam, con vos construyo.
Clara sonri. Si hubiera estado en
la Grecia sofista, Mariana, habra ganado la
discusin. Pero estaba en Barrio Norte, en el
departamento C de un primer piso, viendo a
una cordobesa con una flor de calabaza en
la espalda que la miraba y le deca te amo.
Un silencio. Necesario. Clara necesitaba recordar ese momento para siempre.
Nunca le haban dicho te amo y ella nunca lo
haba sentido.

Charo: mediacharo@gmail.com

10

Era sbado, Clara y Mariana trataban de no encandilarse con la luz de sol del
medioda, todava metidas en la cama. Empezaba a hacer fro en Buenos Aires. Clara
pensaba en que iba a usar bufanda por primera vez en el ao.
Desde que estaba con Mariana,
cada accin cotidiana se haba convertido en
una revelacin. No era lo mismo baarse para
ir a la facultad, que baarse para, despus
de cursar, ver a Mariana. Igual con cocinar o
ir a un recital. O coger. O, incluso, lavarse los
dientes antes de que Mariana se despertara,
para poder darle un beso mentolado.
Hicieron caf, seguan en remera y
bombacha. No haba motivos para vestirse
ms. Las ventajas de salir con una chica del
interior: siempre viven solas, en Barrio Norte,
en departamentos hermosos y, encima, tienen el tup de no laburar.
Mariana era cordobesa. Estudiaba
Comunicacin. Era autonomista. Tena la espalda llena de lunares y una tonada que Clara calificara de angelical. Se coma las uas.
Usaba el pelo suelto, ondulado. Tena un aro
en la nariz y una flor de calabaza tatuada en
la cintura. Era, tambin, partidaria de las relaciones abiertas.
Se haban conocido en una toma en
el Buenos Aires el ao anterior. Se haban
hecho amigas. Haban estado juntas una vez.
Dos. Tres. Todo el verano. Mariana haba
acompaado a Clara cuando se
separ de Ella. Cuando decidi
dejar de depilarse. Cuando se
inscribi en las primeras materias de Historia. Cuando se
compr su primer mate. Esas
seales de madurez, como
servirte el primer fernet sin
que nadie te lo ofrezca, deca la cordobesa. Que, para
no faltar a los estereotipos,
tena siempre un Branca en
la casa.
Clara saba que
se estaba enamorando.
Que haban empezado a
estar juntas en un momento muy particular,
como quien no quiere
la cosa, pero haban
pasado ms de
seis meses desde su primera
noche juntas.
Lo
cierto es
que ella
no haba estado
c o n
otra
perso-

por Charo Mrquez Ramos

mujeres malhabidas

la ilustracin es de Gisella Muoz


gisella1977@hotmail.com

Te amo.
Se abrazaron. Pusieron
Bebe. Sus ojos se centraron en
los de Mariana. Estaban tan cerca que el marco de los anteojos
de Clara se haba transformado
en enemigo. La cordobesa tena
un solo ojo, perfecto, casi simtrico, pestaeaba y sonrea con toda
la cara. Como un cclope.
Clara se senta como
esos personajes de comedia romntica de Hollywood que, al final de la pelcula se dan un beso
en medio de la calle, o en la playa
o en un lugar con mucha gente y
la cmara se aleja y empieza a
girar alrededor de la pareja que
sigue besndose, la gente aplaude y empiezan a bajar, en la pantalla, los ttulos. De fondo, una
cancin pop que, por alguna razn, es importante para quienes
se estn besando.
Solo que en esa cocina
no bajaban ttulos ni haba gente
aplaudiendo. Eran ellas dos, eligindose, mirndose a los ojos,
sintindose en la primera persona del plural.
Aunque pudiera haber
otras personas en sus vidas,
como haba recuerdos de otras
personas, tambin haba un futuro proyectndose en ese beso. En
ese elegirse. En ese convertirse
en cclopes. En ese decirse te
amo y no decrselo a otra persona. En amarse. En dejar de ser
potencialmente personas que se
aman y amarse en acto. Sentir
que sucede, tambin que, sin saber cmo ni cundo, algo te eriza
la piel y te rescata del naufragio.
Ese sbado no salieron
de la casa de Mariana. El mundo
que estaban creando entre las
dos, desde las dos, con la otra,
cada una, era ms hermoso que
el resto del mundo.
Y, adems, ahora hay
azcar para el caf.
Ja, te amo.

11

LA FIESTA

por Viviana lvarez

Su refugio en San Antonio de Areco. El diquecito. El ro, tibio en verano, se escurra entre sus pies. El
anfiteatro tapizado de gramilla. Un lugar apacible y tranquilo. Donde slo se escuchaba el caer del
agua y el rumor del viento. Dos o tres sauces que entristecan el paisaje con sus lgrimas inconclusas.
Autos. Lanchas. Y motos de fin de semana. Parte de la gran ciudad se trasladaba hasta el pueblito.
A mediados de noviembre, lloviera o no, se celebra cada ao una gran fiesta. Los habitantes del
pueblo se multiplican por dos, por tres o por cuatro. No queda ni un msero cuarto disponible.
El Museo de Areco festejaba sacando sus mamotretos a la calle. El esbelto galpn que oficiaba de
pinacoteca, hmedo y fro, quedaba vaco.
El cuidador le permita entrar por una discreta puertecita y permanecer all todo lo que duraba la
algaraba.
Tambin ella celebraba su encuentro anual.
Celebraba no pisar la indescifrable escalinata hacia su oficina. Dictaminar cada da el destino de
cientos de personas. Ella... : aplicando castigos y prohibiciones. Trescientas sesenta y tres caretas.
Un fin de semana exultante... slo uno.
Abandonaba el rodete pegado a la nuca y los zapatos de taco cuadrado.
Pareca que el rstico sombrero no resistira otro ao ms... pero s. Anteojos muy grandes. Y pasin.
Alegra. Belleza... y el gento que la ocultaba del resto del mundo.
Escondi su auto entre los matorrales del costado de la ruta. Casta la plaza principal. Entr a la
iglesia con la mirada sujeta al piso... Dios tampoco entendera su pasin.
Se acomod en el confesionario, a la derecha del altar. Acurrucada contra la pared del claustro,
sinti fro. La biblioteca pblica estaba del otro lado. Crey escuchar la respiracin agitada de su
amante. Estara acomodando ansiosamente los ltimos libracos y vendra a su encuentro... despus
al museo cerrado... y a recordar tanto delirio acumulado. Das rojos. Ya casi desteidos desde el
noviembre pasado.
No haba tanta gente como los otros aos. No encontraba algunas caras conocidas. Y no escuchaba
la msica por los altoparlantes. La biblioteca cerrada. El museo abierto: slo para ella.
El cuidador, un viejito que sus dientes perdidos no le impedan sonrer. Hoy no rea. La esperaba en
el portn grande. El que da a la esquina. Su puertita estaba cerrada con candado. Una mano ajada:
apoyada en el corazn. Como sostenindolo. Y mova la cabeza con gesto triste y desorientado.
- Hoy no hay fiesta. No pudimos avisar. - dijo el anciano.
Un coche negro encabezaba la procesin. Seguido por el coche del intendente y un poco ms atrs,
casi todo el pueblo.
Lo ltimo que se le escuch decir fue que quera esperar hasta el lunes, despus del festejo.
Dentro del auto negro: una caja de madera hermticamente cerrada. Dentro de la caja: Damiana, la
bibliotecaria.
BARUYERA... UNA TROMBA LESBIANA FEMINISTA

frutos plenos de tu piel

POESA Y PINTURA...
CORBALN & ARROYO

LA MORDEDURA

CONSIDERS MAL
Si no es el tiempo del amor,
digo: si la boca en inconcebible
apertura, no te mueve
a alimentar, entonces ser que no
es el tiempo del amor.

Anda, en apariencia,
indemne. No advierte
an el rastro de sangre,
la herida ni el sigilo del paso
tras de ella.

De "Como mil flores" de prxima aparicin en Hiplita Ediciones

Entre morir
o vivir, elijo
callar.

De "Inferno" (Tierra Firme, 1999)

VASCA
desviada
desviada
sigo
por el camino correcto

De "La pasajera de arena"


(Tierra Firme, 1992)

Acaricio su rostro con el pie.


Su piel es fresca,
an cuando afuera
puede orse el alarido del aire
incendindose.
Ahora interpone su cuerpo
entre la lmpara
y esto que la mira,
entonces la luz es una forma,
una delicada ondulacin de la carne,
un eclipse presentido
y esperado por siglos.

Gracias Vanessa Arroyo por la ilustracin

12

Fuera de esta habitacin,


los perros inician su inacabable
perorata nocturna, los gatos se hacen
uno con el muro y crece, en el mundo,
una jerga animal que no me es extraa:
sube por tus ojos antes
de tocar mi cuerpo.

Macky Corbaln soy yo, unas veces ms que otras. Nac muchas veces, la primera en Cutral Co,
un pueblo de Neuqun donde tambin quiero volver cuando sea la hora de devolver la pilcha. Me
gusta creerme poeta, no s qu piensa la Poesa de ello. Publiqu dos libros: La pasajera de
arena, en 1992 e Inferno, en 1999 (ambos en Editorial Tierra Firme). Est por salir el tercero, en
breve, en Hiplita Ediciones; se llama Como mil flores. Soy lesbiana, feminista, vegetariana, activista
por los derechos de los animales no humanos, de Boca, trabajo como periodista y sigue la lista.

NMERO 3 - DICIEMBRE 2007/ VERANO 2008

provocadora

ACADMICAS (O SOCIALES?) - VISIbILIDAD EN LAS AULAS DE


LA UNIVERSIDAD DE bUENOS AIRES...
por Sonia Gonorazky
No hay una forma de visibilidad, sino infinitas, no hay un ejercicio de la visibilidad claro y

distinto, sino mltiples, superpuestos y cambiantes. En esa enorme variedad, yo me comprometo


con toda mi imaginacin y el mayor desenfado posible, lo que no resta compromiso a mis intervenciones.
El proyecto de visibilizar las opciones sexuales y de gnero no hegemnicas en mis aulas
(vale decir, las aulas donde doy clase) es la medida posible de mi idea casi maximalista de utilizar
el alto prestigio que an conserva la institucin universidad, el lugar privilegiado de lxs docentes y
la posibilidad que tenemos de transmitir conocimiento o al menos informacin legtima(da) como una
herramienta ms en la formacin del pensamiento abierto y crtico de nuestrxs alumnxs.
Al plantearles esta inquietud, mis compaeros* de ctedra ni siquiera entendieron su sentido.
Con esta limitacin, inici una campaa solitaria pero continua desde el primer da de clase. Presentarme un buen da en clase luciendo una remera con la inscripcin POTENCIA TORTILLERA (y las
dos afamadas muequitas para disipar cualquier posible duda) no fue un acto aislado, ni una culminacin, aunque ciertamente tuvo un impacto ms alto que otras de mis intervenciones, focalizadas
ms en la oralidad y gestualidad propias de la tarea docente.
Uno de mis objetivos es romper con la idea de una docente como una mera emisora de
informacin especfica y acotada. Desde el rea de las materias exctidas**, es un compromiso
que considero urgente e ineludible, as como plagado de dificultades epistemolgicas, ideolgicas y
prcticas.
Otro objetivo es abrir, en forma implcita, la posibilidad de intercambio y dilogo con mis
alumnxs, que a menudo no encuentran otros espacios que los cibernticos para tratar cuestiones
sobre las identidades, las sexualidades, etc. no slo propias, sino tambin de las personas con quienes se vinculan. En mis clases de Biofsica (para estudiantes de carreras del rea Salud) no puedo
dejar de tener presente a la joven ginecloga que se toc el crucifijo que luca en su pecho cuando le
cont no me cuido para evitar el embarazo porque soy lesbiana y slo emiti un cmo es? que,
por supuesto, cort de cuajo mi necesidad de consultarle acerca de los cuidados que s me interesaba conocer. Espero que nadie de mis alumnxs -cuando en el futuro ejerzan su profesin- cometan
tamaa y dolorosa torpeza.
Se me podra preguntar por qu difundo aqu y en otros lugares mis intervenciones tan individuales y particulares, tan acotadas, como parte de los ejercicios de visibilidad y lucha por todas las
libertades sensuales, identitarias y de las otras. Encuentro muchas respuestas: La existencia de
Baruyera (grupo de militancia crtica que publica una revista) es tambin una respuesta colectiva y de
distinta escala a esta problemtica. Baruyera (la revista) quiere llegar a lugares donde por diferentes
razones- hoy en da no llegan demasiadas publicaciones de sus caractersticas. Siendo una de las
editoras, considero valioso no separar ni siquiera ante mis propixs colegas y alumnxs (con quienes
me encuentro en marchas, en reuniones, en lacalle, en lugares de ambiente, en el colectivo y en
cualquier parte) mi militancia de mi trabajo.
* Escribo compaeros porque me fue impugnado el uso del doble gnero como intil y capcioso, con los conocidos argumentos sobre la universalidad de la o final.
** Fsica, Matemtica, Qumica, y tambin Biologa.

Adhesin

Diana Maffa
Diputada de la Ciudad Autnoma
de Buenos Aires
(una banca amigable)
despachodiputadamaffia@gmail.com

4338 - 3113 / 3112

Adhesin

Dra. Dora Barrancos


Por una sociedad democrtica, por una
sociedad de diversidades.

STAFF
BARUYERA
Editoras
Vernica Marzano
Sonia Gonorazky
Amalia Hidalgo
Redactoras
Charo Mrquez
Ramos
Josefina Ramn
Vernica Marzano
Sonia Gonorazky
Amalia Hidalgo
Florencia de
Angelis
Humor
Tortina
Ilustracin
Cristina Coll
Fotografa y
Diseo de
Imagen
Florkia
Teatro
Martn Marcou
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INVITADXS
Paula Torricella
Viviana lvarez
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Escribinos a:
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Visitanos en

www.
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BARUYERA... UNA TROMBA LESBIANA FEMINISTA

13

de placeres ambiguos

CARTELERA TEATRAL

14

BERNARDA ALBA CANTA (RECOM.)


Creado e interpretado por Gimena Riestra
cuenta con piezas musicales clsicas y originales, que van desde Utopa de J. M. Serrat,
Angelitos Negros, Balada para mi Muerte de
Piazzolla y Ferrer, pasando por Over the
rainbow y Maybe This Time la conocida pierodea a la doble, triple y cuza de Fred Ebb y John Kander. A la Potica
druple vida de la estrella portede Lorca se suman los prrafos de autores esa. Viernes y sbados a las 21
pecialmente escogidos: Andr Malraux, Antonio Porchia, Jacques Prvert y Walt Loc.: $ 15.-Repone vie11/01. Centro CultuWhitman, Centro Cultural de la Cooperacin. ral Caras y Caretas - Venezuela 370 Res.:
Corrientes 1543. Sbados 23:00hs. Loc:$20. 5354-6618
Repone el 2/2. Res.: 5077-8077.
SUCIO
Hay hombres que son como chicos. Hay homMUJERES EN EL BAO
Seis mujeres diferentes exponen sus fantasas, bres que son como chicos ciegos mirando un
cambian de sexo, se transforman en estrellas espectculo de fuegos artificiales. Tres homde rock, recitan reggaton, tiran las siliconas bres solos en un lavadero automtico. Tres
por los aires, cantan, se tocan, se divierten, hombres que a veces hablan, a veces cantan
sufren y bailan. Seis manifiestos desbocados canciones, a veces no saben qu hacer con
acerca de la belleza, el amor, la alimentacin, sus vidas. Viernes y sbados a las 23:30. Rela prdida, la obsesin, el deseo y el sexo. La pone 18/01/08. Loc.: $ 25.- El Cubo, Zelaya
nueva obra de Mariela Asensio. Estrena 10 3053, Res.: 4963-2568
de enero 2008 en el Espacio Callejn.
Humahuaca 3759. sbados 23hs y domingos Artes Visuales / 2008
21hs. Res.: 4862- 1167.
LA OLA: A partir de un recuerdo de la niez como disparador, Nora Cherajovsky cre
CASA (RECOMENDADA)
El cuerpo como arquitectura, la arquitectura La Ola, su nueva muestra. Un dispositivo de
como un manual de instrucciones que defi- juego, la calesita, nos remite hacia un mundo
nen topogrficamente nuestras vivencias. La de ensueo, donde el tiempo y el espacio se
proyeccin de un video realizado a partir de funden para recrear el vrtigo de la niez.
la obra la chica del bosque de Len Ferrari VERNISSAGE: Mircoles 19/12, a las 19hs. CIEy coreografiado por Gabriela Prado, abrir el RRE: Domingo 24 de febrero, a las 19hs. LUjuego al mundo potico que se completara con GAR: Sala 8 del Centro Cultural Recoleta, Junn
la obra performtica. Direccin de Gerardo 1930. Entrada Libre y Gratuita
Litvak y Gabriela Prado. El camarn de las
musas, Mario Bravo 960. Sbados 23:00hs. La informacin sobre la programacin de
estos espectculos est sujeta a posibles camLoc.: $20. Finaliza 29/12. Res.: 4862-0655
bios o modificaciones de da y horarios y es
responsabilidad de los elencos o teatros.
EL DA QUE NIETZSCHE LLOR
El incipiente psicoanlisis se ocupa de la histeria y Friedrich Nietzsche encarna la deses- Para enterarte de ms estrenos teatrales:
peranza de la civilizacin occidental. Un jo- http://www.agendadelasartes.blogspot.com
ven Sigmund Freud observa el encuentro entre su maestro y Nietzsche, aqul filsofo Martn Marcou
maldito precipitado tanto o ms que su mdi- martinmarcou@hotmail.com
co hacia el abismo de sus obsesiones. Esta es
la historia de la milagrosa cura de ambos libro baruyero
mediante el amor y la amistad. RE-ESTRENO: LAS PALABRAS TIENEN SEXO
17/01. Jueves 20.30 hs, Viernes y Sbados introduccin a un periodismo con
21.00 hs, Domingos 20.00 hs. Teatro La Co- perpectiva de gnero
media, Rodrguez Pea 1062, tel. 4815-5665/ Los crmenes siguen siendo
4812-4228. LOC.: dde $35, Desc a Est y Jub.
pasionales y en los diarios el deporte es mascuSEORITA JULIA
lino aunque haya muchas
De August Strindberg (Versin libre). Plany muy buenas mujeres
tea como temas esenciales, tal cual lo esta(...), la economa es (en
blece el autor en su prlogo, el antifeminismo
los medios) cosa de vay los conflictos entre clases sociales. Viernes
rones, aunque La
y sbados a las 22:30. Estreno: 18/01/ Loc.:
Ministra sea una mujer...
dde $ 25.- Teatro Del Nudo Corrientes 1551
y ms. Por todo esto, este
- Res.: 4373-9899
y los libros que seguirn
son imprescindibles.
DOLLY GUZMN NO EST MUERTA!
Liliana Hendel - contratapa
Dolly Guzmn, gloria del espectculo porteo, ha desaparecido. A lo largo del espectCristina Coll
culo, el Detective a cargo de la investigacin,
TALLER DE PLSTICA
intenta develar el misterio. Entre canciones,
Clases de pintura y dibujo
llantos, chismes y tiros comienza a
zona centro - 4932-5677
desentraarse la oscura trama de mentiras que
cristinascoll@yahoo.com.ar
NMERO 3 - DICIEMBRE 2007/ VERANO 2008

LXS AMIGXS TAMBIN


RECOMIENDAN..

PARA EMPEZAR EL AO
En este extrao final? de temporada
2007, hay obras que siguen en cartel
hasta prcticamente las vsperas de las
fiestas findeaeras. Es casi un hecho
que las cabezas por estos das viran a
otros tems de sociabilidad
Pero ojo el respiro que da el teatro independiente-alternativo-off , o como
quieran llamarlo, es apenas de algunas
pocos das, ya que la ltima obra del
2007 baja de cartel en fecha 23 de diciembre, y la primera que inaugura el
2008 lo har el 3 de enero.
En su gran mayora rompern el
hielo reposiciones, es por eso que las
Baruyeras deben estar atentas cuando
reaparezcan este puado de ttulos que
enunciaremos ms abajo. El motivo es
que la mayora de las salas alternativas
no cuenta con equipos de aire acondicionado, y no hay nada peor que ver
una obra que no nos guste transpirando, as que all vamos:
La Reina Elfried Jelinek en estado puro
(Teatro Del Abasto)
Pelicano Strindberg bajo la mirada de
Luis Cano (El Portn de Snchez)
Acaso crezca desde el suelo Rosa
Luxemburgo en un delicado juego teatral (DelBorde)
Stefano Discpolo siempre Discpolo
(Del Viejo Palermo)
Guardavidas La vida en las pequeas
cosas (Teatro Del Abasto)
Entre parntesis figuran las salas en
donde se brindaron en la temporada
2007.
No son muchas pero, a mi humilde entender, son imprescindibles para empezar el ao teatral con viento a favor.
Queridsimas y estimadas Baruyeras,
espero que este sea la primera de muchas colaboraciones para este medio,
que empuja y empuja.
A no dejar de ir al teatro, a no dejar de
discutirlo, porque es la nica manera que
crezca y crezcamos.
Buenas fiestas y nos estamos cruzando.
Gabriel Peralta
Crtica Teatral
N. de las E.: Gabriel es un compaero de
andanzas teatrales. En Crtica Teatral encontrars crticas, foros, recomendaciones y ms.

http://www.criticateatral.com

progenitores de fantasmas. Poesa de Cristina Peri Rossi, en Dispora

MI VISIN DEL MUNDO Y DE LA VIDA ES FEMINISTA


(Entrevista a Mariela Asensio)
Actriz, dramaturga, directora teatral, creadora
de Hotel Melanclico, uno de los xitos ms
destacados y renombrados del teatro
independendiente argentino.

De qu trata Hotel Melanclico? Cules


son los temas que la atraviesan?
La obra cuenta historias fragmentadas en
espacios compartidos; expone la intimidad
de seis personajes que habitan un hotel de
mala muerte, y que constantemente buscan
el sexo y el amor. Deja en evidencia la soledad extrema y la tristeza, los encuentros y
los desencuentros. La asfixia que genera la
intimidad intervenida por otros. Al mismo
tiempo, se re de ciertos estereotipos, y los
denuncia a travs del humor. El espectculo
es atravesado, adems, por un universo musical que los actores ejecutan en vivo.
Cul fue, o cules fueron las razones que
te motivaron a escribirla?
Los disparadores fueron dos viajes que realic en el mismo ao; uno a Paris y el otro a
la ciudad de Asuncin del Paraguay. Cada
ciudad posee una personalidad muy fuerte
que por razones diferentes me conmovieron.
A partir de imgenes concretas que me atravesaron comenc a gestar la idea. Quise contar situaciones de intimidad en espacios compartidos; poetizar la cotidianidad; encontrar
belleza en lo pattico y construir relato a
partir de un universo musical.
Desde tu punto de vista, como hecho artstico, qu es lo mejor de Hotel melanclico y
por qu?
Me cuesta responder esta pregunta; no se qu
es lo mejor; pero quizs puedo destacar la
simpleza; pues a partir de situaciones muy
simples el espectculo despliega poesa y
construye un lenguaje. Creo que esa es una
virtud de Hotel Melanclico. Tambin permite que el espectador complete; cosa que
valoro del teatro cuando lo veo.
Cules fueron los cambios ms notables
que sufri Hotel Melanclico a lo largo de
cuatro temporadas?
No sufri grandes cambios desde la puesta

por Martn Marcou

ni desde la dramaturgia. El cambio ms rotundo fue la impronta de los actores; que a


medida que se fueron apropiando de la propuesta, comenzaron a enriquecer su trabajo;
a llenarlo de detalles y destellos personales
que enriquecieron ampliamente lo que tenan
para hacer en un principio.

que me conmueve por alguna razn. En general siempre aparecen los mismos temas: el
amor, el deseo y el sexo, la identidad femenina y mis preocupaciones al respecto: la presin, el sometimiento, el miedo y los estereotipos. La fantasa y la realidad sacada de
contexto.

En la obra hay un personaje homosexual.


A qu responde la inclusin del personaje
dentro de la historia y qu importancia le
das a la sexualidad en tus montajes?
Hay personajes humanos que buscan constantemente el amor. La inclusin de un personaje homosexual no responde a nada en
particular. Del mismo modo que hay personajes heterosexuales, los hay homosexuales.
Al menos as funciona en mi creacin. El
sexo es muy importante en mis puestas; me
interesa particularmente el plano de la fantasa y el deseo. Ahora mismo estoy trabajando en un nuevo espectculo en el cual la
sexualidad es fundamental como motor dramtico.

Cmo ves el panorama actual dentro del


teatro y cules crees que han sido tus aportes desde tu visin esttica?
Creo que el teatro en Buenos Aires es realmente un fenmeno nico. La actividad teatral de esta ciudad es indita en el mundo.
Eso realmente es un valor que esta bueno registrar. Hay variedad y calidad, impronta
autogestiva, bsqueda, diversidad esttica.
En fin, lo veo ms que bien. Lo que no veo
nada bien es el rol de los organismos estatales con respecto a la actividad teatral independiente. Cada vez dan menos apoyo, cada
vez estn mas ausentes. No se cuales son mis
aportes, creo que es muy pronto para definirlo. Por lo pronto, siento que mi produccin es autntica y personal.

Qu lugar ocupa la mujer dentro de tus


espectculos?
Que lugar ocupa la mujer en mis espectculos? Todo lo que hago, lo hago desde mi
ser mujer; por lo cual ocupa todo el lugar.
Qu opinin tens sobre el feminismo?
Mi visin del mundo y de la vida es feminista; por lo cual no tengo una opinin formada
hacia el feminismo como algo externo a mi
persona. Yo soy feminista, y deseo que el
mundo entero llegue a serlo para alcanzar un
modo ms humano de transitar la existencia.
Lamento profundamente el desinters y la ignorancia de muchos sobre el verdadero significado de la palabra feminismo; que casi
siempre es una excusa perfecta para desestimarlo y desvirtuarlo.
Cules son los temas que te movilizan en
este momento de tu vida y te llevan a escribir historias?
No busco los temas; simplemente los temas
aparecen. Me conecto conmigo y con el mundo y todo el tiempo estoy recreando aquello

Dilogo Prostitucin /Trabajo sexual: las


protagonistas hablan. Lohana Berkins y
Claudia Korol (compiladoras)
Revivir este dilogo permite apreciar cmo el transcurso del debate se pasa de la confrontacin a la solidaridad. Luego de explicitar las diferencias en su forma de definirse, e incluso de hacer reproches vinculaH.Yrigoyen 1536 (subsuelo)
dos a la historia del movimiento de demanda de deretel. (5411) 4381 0832
chos, donde en algunas oportunidades compartieron
caminos y en otras estuvieron en veredas opuestas, www.libreriademujeres.com.ar
quienes discuten van definiendo un enemigo comn.
En parte por efecto del recuerdo de viejas solidaridades de lucha, aprietan filas contra la
indignidad, contra la discriminacin, contra los explotadores, contra la polica corrupta,
contra la falta de oportunidades, contra la ignorancia de los propios derechos. Y conciben la
posibilidad de aceptar y respetar sus diferencias para luchar juntas. Diana Maffa.

Cules son tus prximos proyectos?


Mujeres en el bao, obra que estreno el 5 de
enero en el Espacio cCallejn; y es la primera parte de una triloga que se completa
con las obras Mujeres en el aire que indaga sobre el trabajo y la familia; y Mujeres
en ningn lugar, cuya temtica es la trata
de mujeres. Por otra parte, comienzo a ensayar la obra Crudo que escrib junto a Jos
Maria Muscari, y que l acta yyo dirijo. La
misma se estrenar en mayo.

15

En este nmero de Baruyera disfrutamos de


la obra de fabulosxs artistas, algunas de las
cuales fueron parcialmente retocadas para
su publicacin.
Cristina Coll: ilustraciones varias (pp.
4, 14 y 15)
Florencia de Angelis: Arte contratapa (diseo) y
fotografa (p.9)
Vanessa Arroyo: pintura en p.10
Ayeln Brunet: ilustraciones (p.6 y contratapa)
Eric Drooker: Sysiphus, Abortion Rights (tapa),
Hammer Woman (p.5), Mothers of the World (p.6)
www.drooker.com

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a Matas, a Diana Maffa, a Las
Fugitivas y a Las Mariposas y a tantxs
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BARUYERA... UNA TROMBA LESBIANA FEMINISTA

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Irigoyen 1584; LIBRERA DE MUJERES
Hiplito Irigoyen 1536 subsuelo; OFICINA
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las Mariposas Mirabal (mariposasmirabal@gmail.com), o en Kioscos Cntricos, zona Plaza San Martn (cr. a Alfonsina, telfono 0221 450 0827); en PERGAMINO: C.I.E.P.E.G. San Nicols 90 o al 2477 59 9168; en NEUQUN: cr. a
las Fugitivas del Desierto lesbianasfugitivas@gmail.com,
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Ms lugares: Averigu clikeando en
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DNDE
NMERO 3 - DICIEMBRE
EST JULIO
2007/ VERANO
LOPEZ?
2008 EXIGIMOS ESCLARECIMIENTO Y APARICIN CON VIDA

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