Revista Baruyera #3
Revista Baruyera #3
Revista Baruyera #3
Nmero 3
Verano 2007 - 2008
Si mueren en ti
BARUYERA ES ALGO
PRECIOSO...
MENSAJE PARA POLICAS, SERVICIOS, RELIGIOSOS Y DEMS YERBAS, AS COMO DESPREVENIDAS PERSONAS
BIENINTENCIONADAS:
Las editoras de Baruyera no se responsabilizan por las opiniones de lxs geniales escritorxs expresadas en este nmero. De hecho ningunx nos pidi que
furamos Sus responsables y como habrn ledo o leern, se las arreglan solitxs para hacer lo. La seleccin y uso de ilustraciones, por el contrario, es
nuestra y responderemos por los aciertos y desaciertos cometidos en esta tarea.
NMERO 3 - DICIEMBRE 2007/ VERANO 2008
Propietaria: Sonia Gonorazky - Directora: Vernica Anah Marzano - Tirada: 1.000 ejemplares - Registro de Marca en Trmite - Registro de Propiedad Intelectual N 602.162
TODO EL
BARUYO
CON - TENIDOS
BARUYERA fue impresa en Cooperativa Chilavert, taller recuperado y gestionado por sus trabajadores.
Sonia Gonorazky
baruyera@yahoo.com.ar
Ssifo, fundador de Corinto, a veces es considerado el sucesor de Medea, de quien recibi el poder cuando sta tuvo
que abandonar precipitadamente esa ciudad. Su leyenda comprende varios episodios.
Cuando Zeus rapt a Egina pas por Corinto y fue visto por Ssifo. Ssifo revel el dato al dios padre de Egina, lo que
le vali la clera de Zeus, quien lo fulmin precipitndolo al Hades y condenndolo a empujar eternamente una roca
enorme hasta lo alto de una pendiente. Apenas la roca llegaba a la cumbre, volva a caer y Ssifo tena que empezar
de nuevo.
Otra explicacin del castigo a Ssifo refiere que Zeus, irritado por la denuncia, envi al genio de la muerte, Tnato, a
que lo matase. Pero S sorprendi a T y lo encaden por lo cual durante un tiempo ningn hombre muri. Fue preciso
que Z interviniese y obligase a S a liberar a T, para que ste pudiera seguir cumpliendo su misin. Su primer vctima
fue S. Pero en vez de resignarse a su suerte, antes de morir ste orden a su esposa que no le tributase los honores
fnebres. Cuando, muerto, Hades le pregunt por qu no se presentaba en la forma ordinaria, S se quej de la
impiedad de su mujer y obtuvo del dios permiso para volver a la tierra a castigarla. S se guard de volver al reino de
la muerte y vivi muchos aos ms; pero cuando muri definitivamente, Hades, queriendo impedir una nueva evasin, le impuso una tarea que no le dejaba tiempo ni posibilidad ninguna de huir. (Adaptado de la entrada Ssifo del
Diccionario de Mitologa de Pierre Grimal, Ed. Paids)
(2) En Argentina, ms de la mitad de los embarazos revistan en esta categora.
EL MUNDO, UN
ENORME CLSET...
Sonia Gonorazky
TAEDIUM FEMINAE
Paula Torricella
MINI-REPO
BARUYERO (a Marcela
Rodrguez)
Charo Mrquez Ramos
QUIN PUEDE
PARAR LA VIOLENCIA?
Vernica Marzano
6 a 8 DOSSIER: POLTICAS
UTERINAS
AA.VV.
9
LA MARCHA DE LA
AMNESIA
Josefina Ramn
10
POLAROID DE
LOCURA LSBICA III
Charo Mrquez Ramos
11
TORTINA
11
LA FIESTA
Viviana lvarez
12
POESA Y PINTURA :
CORBALN & ARROYO
Macky Corbaln y
Vanessa Arroyo
13
(...) VISIBILIDAD EN
LAS AULAS DE LA UBA
Sonia Gonorazky
14
15
MI VISIN DEL
MUNDO Y DE LA VIDA ES
FEMINISTA (Entrevista a
Mariela Asensio)
Martn Marcou
16
SOUVENIR
Florkia
en sueos moribundos
TAEDIUM fEMINAE
Paula Torricella
dulcelubet@gmail.com
Antes que nada una revelacin: me cost sentarme frente a la PC a escribir esta nota.
Durante el ltimo tiempo el temita estuvo dando vueltas por mi cabeza: las mujeres y el aburrimiento; o
mejor dicho yo, una mujer, y el aburrimiento. Y no solamente como objeto de reflexin (no soy tan intelectual).
Por qu no decir que tambin dio vueltas y vueltas por mi vida. Frecuent mis escasas incursiones en
el activismo, se inmiscuy en Crdoba, me sigui de regreso a esta ciudad que gusta de llamarse autnoma.
Va conmigo al trabajo, vive con mi sueldo. Intenta seducirme con almohadones, msica triste, frases desalentadoras. A veces me puede.
Todos los manifiestos feministas que le, con la violencia propia de su gnero, comienzan su descargo con un gargajo al tedio, al aburrimiento propio de nuestros modos de vida. Obviamente, no del modo
feminista de la vida. Sino de la monotona del patriarcado, que bajo todas sus mscaras es susceptible de
destruir el alma. (Aunque, por qu no, como feministas, podramos tambin animarnos a hablar de nuestras zonas de sombra).
Estamos, los mortales en general, condenados al aburrimiento cotidiano (y general)? Qu
diferencias hay en los modos de aburrirse? Es literario el spleen? Puede matarnos? Cmo curarlo?
Sobre la melancola escribi hace poco una feminista norteamericana que me da fiaca citar. La
define como la ausencia de historia. Nos ponemos melanclicas si nos sentimos invisibles, porque
no nos podemos nombrar, o porque nuestros deseos o frustraciones no existen para los otros. A
veces eso es invisible hasta para nosotras mismas.
De las clases de hasto que existen -el aburrimiento invita a las clasificaciones- podemos deducir dos grandes grupos. Los que son histricos, y por eso se pueden modificar, y los
que corresponden a nuestra esencia humana. A saber: que somos un cuerpo, nos enfermamos, morimos, que el mundo es
absurdo y el tiempo no se detiene, entre otras condiciones de nuestra existencia.
Las feministas nos proponemos intervenir en las desesperanzas provocadas por modos de la cultura. Es decir, confiamos en que hay tedios evitables.
En la caja de los AFE (Aburrimientos Feministas Evitables) encuentro: las listas de correo que slo se usan para pedir
adhesiones, las charlas donde las histricas nos legan por decimocuarta vez la misma experiencia, el miedo a los debates, los
manifiestos entre convencidas.
De los AENF (Aburrimientos Evitables No Feministas) me embola hablar: reuniones familiares de cumpleaos, amistades huecas, tareas que no me corresponden, deseos compulsivos. Pero debo decir que fueron otras feministas las que me
ayudaron a barrerlos fuera de mi vida. Gracias a ellas, que en parte son las de arriba, me hice feminista.
Para los AI (Aburrimientos Inevitables) fatales como el tiempo y el trabajo, la incompletud de todo ser humano o los
inviernos, apenas tenemos estrategias de rodeo.
Vivir en esta sociedad significa, con suerte, morir de aburrimiento deca Valerie Solanas al comienzo del SCUM, ese
manifiesto delirante.
Ser el delirio el exorcismo que nos queda? Aparte de escribir e inventarnos utopas, por supuesto.
.
MINI-REPO
BARUYERO (por Charo)
Esta vez a: MARCELA RODRIGUEZ
Educacin sexual, focalizada en el placer y la
plenitud de la sexualidad o derechos reproductivos?
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Adems (y quizs por esta falencia) pareciera que todas las respuestas posibles giran en torno a fomentar la
prctica de la denunca judicial .
Por otro lado los grupos activistas feministas han ido abandonando la
lucha autnoma contra la violencia que
se da en las relaciones ntimas, en favor
de un Estado que intenta convertirse en
garante de la resolucin del litigio entre
los gneros. Esto
ha significado la
renuncia a promover
la
autoorganizacin
y la autodefensa
como tcticas
posibles,
virando la intervencin hacia la
mediacin de
instituciones que
se agencien del
problema.
Sin embargo considero
posible encontrar
puntos de negociacin entre la
mediacin estatal y el fortalecimiento de
la autonoma de las mujeres. Se puede
abordar la violencia en el mbito ntimo
sin caer en el reduccionismo de ser consejeras dentro de los circuitos
desgastantes y pasivos que propone el
estado-en los que a las mujeres slo les
cabe el rol de denunciar y esperar, ni desconociendo al Estado como in-
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Artculo 6
La sociedad contra-sexual declara y exige la separacin absoluta de las actividades sexuales y de las actividades de reproduccin. Ningn contrato contra-sexual conducir al acto de reproduccin. La reproduccin
ser libremente elegida por cuerpos susceptibles de embarazo o por cuerpos susceptibles de donar esperma. Ninguno de
esos actos reproductivos establecer un lazo de filiacin parental natural entre los cuerpos reproductores y el cuerpo recin
nacido. ()1.
Pero la creencia en esa maldita ley natural va un poco mas all, y dice algo as como: si para producir un nio/a La
Naturaleza exige la unin de un hombre y una mujer, entonces la salud psquica del nio/a en cuestin depende de la crianza
compartida a cargo ese hombre y esa mujer.
La creencia en la ley natural abona la idea de que hay algo no sabemos bien qu, pero algo- de la fisiologa de la
reproduccin que genera en ese hombre y esa mujer las capacidades necesarias para una buena crianza. Quizs la prctica
6 de la relacin coital, otorga dichas capacidades. O quizs sea el producir las clulas espermatozoide y vulo.
Yo ms bien me inclino a pensar que no hay ABSOLUTAMENTE NADA en todos estos actos naturales (producir las
clulas, la relacin coital, la fecundacin, e incluso el largusimo y tedioso proceso de embarazo y parto) que pueda prepararnos para criar y nutrir a nuestra prole. Tanta paciencia hace falta; tanto tiempo y encierro, los primeros aos Hace falta
tambin saber mirar, saber escuchar, e incluso saber pensar por ese otre que nos demanda constantemente, de muchas
maneras, pero sobre todo, emocionalmente. O sea, la crianza de les nies no es otra cosa que muchsimo trabajo, del que
para colmo de males- hay que hacerse cargo (sola, en una buena cantidad de casos digo, el hombre que puso2 el esperma,
suele desaparecer sin mas ni mas de la crianza, sobre todo, esos cruciales y arrasadores primeros aos) con una sonrisa.
De aquella sonrisa depende la salud psquica de nuestres nies
Lo que quiero decir es que la felicidad de nuestres nies depende de que la persona que
les reciba de este lado del mundo pueda disfrutar al menos un poco- del trabajo de la crianza,
para que exista aquella mirada fascinada que les permita sentirse importantes y amades
Y en este sentido creo que las parejas no reproductivas (naturalmente ja!!) tienen
mejores oportunidades de jugar buenos roles parentales, que las parejas reproductivas. Es estas
ltimas, un embarazo no planificado (que bien puede ser no deseado) puede siempre ocurrir.
sera justo para les nies llegar al mundo por accidente?
Quiero decir que, si para ocupar roles parentales, las parejas no reproductivas necesariamente tienen que pasar por una instancia de decisin insoslayable, tienen que pasar por una
instancia de pensar -y pensarse- en los roles parentales, una instancia de deseo de nie, y de
pensar cmo dar curso a ese deseo... Creo que si les pibes tienen derecho a algo, y que si de algo
depende la salud psquica de elles, es justamente esto: que quienes ocupen los roles parentales,
hayan pasado por alguna instancia de reflexin acerca de lo que significan esos roles, lo que
conllevan, lo que hay que resignar para ocuparlos...
Preciado, Beatriz; Manifiesto contra-sexual; ed. Opera Prima; Madrid; 2002. (Pg. 32).
No digo que dono el esperma aqu, porque en la sociedad actual el hombre no lo dona, sino que lo cambia por la patria potestad de le nie, que le asegura
una serie de derechos sobre elle
ILUSTRACIN: MOTHERS OF THE WORLD (Madres del Mundo) - Eric Drooker www.drooker.com
FOTOGRAFA: bajada de internet, en el portal de Terra (vnculo inhallable)
1
2
(*) Maternidad Lesbiana, extrado de RIMA: http://www.geocities.com/rima_web/arich_intro.html (Traduccin: Gabriela Adelstein de Nacemos de Mujer, Adrianne Rich (1986))
NMERO 3 - DICIEMBRE 2007/ VERANO 2008
T E X T U A L
M I C H A E L
FOUCAULT
En el siglo XVIII
7
700.000. LAS MUJERES DECIDIMOS, LA SOCIEDAD RESpor V.M. y S.G. - Baruyera
PETA Y EL ESTADO GARANTIZA
Cada ao, se realizan 700.000 abortos
en Argentina; uno por cada vez que una mujer
decide sobre su cuerpo y sus deseos. Al menos
700.000 veces al ao las mujeres desobedecemos rdenes explcitas e implcitas de quienes
creen tener soberana
sobre nuestros intereses.
En
nuestro
pas el aborto no es punible cuando la mujer
ha sufrido una violacin
siendo demente o idiota y/o cuando corre peligro su vida o su salud
(art. 86 del Cdigo Penal). Este artculo ha
dado lugar a debates interminables acerca de
sus alcances. Debates
que -lejos de las mujeres- profundizan jueces, jurisconsultos, sacerdotes y mdicos.
Por encima, por debajo, por los costados, por las fisuras y sobre todo- sin importarnos en absoluto tales debates, nosotras seguimos abortando.
Es necesario decir que las mujeres no
perseguimos un permiso para hacer lo que
hemos determinado que es mejor para nuestras
vidas? Es preciso que develemos que lo que
debaten no trata sobre tica sino sobre cmo
desean usufructuar nuestros cuerpos,
moralizndolos segn sus gustos particulares?
El 41% de la poblacin mundial vive
bajo leyes que no restringen el aborto.
El sexo femenino es el
cltoris, el sexo masculino es el pene.
La vagina es la cavidad del
cuerpo femenino que recibe el esperma del varn y lo canaliza hacia
el tero para que se produzca la fecundacin del vulo. A travs de esta
cavidad el cuerpo del hijo sale del
cuerpo de la madre.
El instante en que el pene
del varn expulsa el esperma es el
momento de su orgasmo. La vagina
es, por lo tanto, aquella cavidad del
cuerpo femenino en la que, simultneamente con el orgasmo del varn,
se inicia el proceso de fecundacin.
En el varn el mecanismo
del placer se halla estrechamente ligado al mecanismo reproductor; en
la mujer, sin embargo, los mecanismos de placer y reproduccin estn
comunicados, pero no coinciden.
Haber impuesto a la mujer
una coincidencia que no pertenece
a su fisiologa, ha sido un acto de
violencia cultural que no hallamos en
ningn otro tipo de colonizacin.
(...) La colonizacin ha llegado al colmo cuando a la mujer despojada de la posibilidad de expresar su propia y autnoma sexualidad- se le ha prohibido recurrir a soluciones abortivas. Un proceso de
gestacin no deseado ya es de por
s consecuencia de un acto de opresin.
La complementariedad es
un concepto que atae a la mujer y
al varn en el momento reproductor,
pero no en el ertico sexual.
(...) Desde el punto de vista
patriarcal se considera mujer
vaginal1 a aquella que manifiesta
una sexualidad correcta, mientras
que la clitrica representa a la
inmadura y masculinizada, y para el
psicoanlisis freudiano, adems, la
frgida.
Por el contrario, el feminismo afirma que la verdadera valoracin de estas respuestas a la relacin con el sexo opresor es la siguiente: la mujer vaginal es aquella
Y LA MUJER VAGINAL
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LA MARCHA DE LA AMNESIA
Es noviembre, mes del Orgullo, y se respira en el
ambiente (el nuestro, se entiende, no en la atmsfera del resto de la sociedad que ignora, como siempre, nuestra existencia) una cierta festividad. El sbado 17, unxs cuantxs integrantes de la comunidad GLTTTBIQ se animaron, al amparo
del anonimato de las masas (y de los anteojos oscuros y dems accesorios, en el caso de algunxs) a hacer lo que la mayora nunca hace: estar en la calle como quienes realmente
son.
La Marcha del Orgullo debe significar algo para toda
esta gente. Despus de todo, las horas de libertad encauzada
desde la Plaza de Mayo al Congreso
al son de la msica de los sponsors
son la nica compensacin por los 364
das restantes de closet en que vivimos.
En mi breve tiempo como lesbiana, y como militante, pas por todo
un espectro de apreciaciones sobre
ese algo que pueda representar la
marcha. La primera vez que fui me
encant ver a tantxs gays, lesbianas,
bisexuales, travestis y dems: todava
no se me pasaba la euforia de no sentirme tan sola y distinta, recin asumida ante m misma y algunxs amigxs.
Despus me fue molestando la apata
de la mayora de la gente no heterosexual frente al pisoteo de sus derechos, el vaco de contenidos, lo comercial del asunto, la frivolidad frente a
tanta necesidad insatisfecha. Pens
de todas formas que vala la pena tratar de rescatar lo que al fin y al cabo
es el nico espacio, mal que mal, de
la dispersa y tapada comunidad
GLTTTBIQ, o que de alguna forma se
podra transmitir ese conato de visibilidad a todos los das, para empezar a
cambiar la sociedad.
Pero la Marcha del Orgullo no
est pensada para construir militancia
y crear conciencia, sino para que los
medios vengan a cebarse con la nota
de color de las travestis desnudas. La marcha no denuncia la
violencia que se ejerce cotidianamente sobre nosotrxs, sino
que celebra que existan placebos de derechos, como la Unin
Civil (que apenas se merece las maysculas). En el mejor de
los casos, pide ampliar los derechos de lxs heteros al conglomerado de raritxs, como si eso pudiera funcionar. Unas leyes creadas por un sistema que se basa en la exclusin, inspiradas en costumbres que sustentan nuestra segregacin,
jams pueden incluirnos. Y si pudieran: A qu quieren que
nos asimilemos? A la forma de vida que nos ha convertido
en parias en primer lugar? Se nos critica por promiscuxs pero
tambin se nos niega que tengamos el derecho a ser
mongamxs y formar una familia tradicional. Malditxs en el
hacer y el no hacer, ms claro imposible: simplemente no hay
lugar para nosotrxs en esta sociedad como no sea barridxs
debajo de la alfombra.
Uno de los mximos referentes de la Marcha fue citado una vez en la tapa del diario progre por excelencia diciendo que vivimos en la era de la postdiscriminacin. Todava
me estoy preguntando en qu mundo vive, ya que claramente
no es el mo. Pero por otro lado, desde su punto de vista, algo
de razn tiene. Buenos Aires, la ciudad de la Unin Civil, es la
meca gay de Amrica Latina. Entre las clases media y alta, en
algunos lugares de esta ciudad tan cosmopolita, la discriminacin no es tan brutal como sola serlo. Al menos se derogaron los edictos policiales de la dictadura que penaban la homosexualidad. Ergo, estamos fantstico.
pasamos bien, nos hacemos bien, cuando estamos juntas. Y como una traicin del lenguaje, la ltima aclaracin anulaba el resto de la
frase. No importaba que se hubieran hecho
bien el martes, porque el mircoles, Mariana
poda estar con otra persona. Sin que eso hiciera que el jueves, otra vez, eligiera a Clara.
Pero Clara elega a la cordobesa,
todos los das, frente al resto del mundo. En
esos seis meses no haba dudado de su eleccin. Pensaba que si Mariana elega, aunque
fuera por una noche a otra persona, no la estaba eligiendo a ella, que s lo haca.
El caf se tomaba amargo en esa
casa. Para dulce est la vida. Sonaba Sabina, Esta Boca Es Ma. Ma?
Bonita, qu pasa.
Nada. Necesito azcar. Ya vengo.
No saba si iba a volver. Ya estaba
vestida completamente. Tena su morral. Poda no volver. Irse en busca de una boca que
fuera suya.
Ma no, no quiero ser su duea.
Quiero que me elija como yo a ella. Que no
sienta que se pierde un mundo. Que nuestro
mundo es maravilloso. Ella es tan linda.
Tan Mariana.
Algo ms?
No, es lo nico que
necesito.
Camin la media
cuadra que haba recorrido cinco minutos antes.
Volvi sobre sus pasos.
Toc el timbre. Decidida
a hablar, por primera
vez, en serio con la
cordobesa.
Pero si yo
te elijo, bonita. Todos los das.
No, todos los das
no.
sabelo.
Charo: mediacharo@gmail.com
10
Era sbado, Clara y Mariana trataban de no encandilarse con la luz de sol del
medioda, todava metidas en la cama. Empezaba a hacer fro en Buenos Aires. Clara
pensaba en que iba a usar bufanda por primera vez en el ao.
Desde que estaba con Mariana,
cada accin cotidiana se haba convertido en
una revelacin. No era lo mismo baarse para
ir a la facultad, que baarse para, despus
de cursar, ver a Mariana. Igual con cocinar o
ir a un recital. O coger. O, incluso, lavarse los
dientes antes de que Mariana se despertara,
para poder darle un beso mentolado.
Hicieron caf, seguan en remera y
bombacha. No haba motivos para vestirse
ms. Las ventajas de salir con una chica del
interior: siempre viven solas, en Barrio Norte,
en departamentos hermosos y, encima, tienen el tup de no laburar.
Mariana era cordobesa. Estudiaba
Comunicacin. Era autonomista. Tena la espalda llena de lunares y una tonada que Clara calificara de angelical. Se coma las uas.
Usaba el pelo suelto, ondulado. Tena un aro
en la nariz y una flor de calabaza tatuada en
la cintura. Era, tambin, partidaria de las relaciones abiertas.
Se haban conocido en una toma en
el Buenos Aires el ao anterior. Se haban
hecho amigas. Haban estado juntas una vez.
Dos. Tres. Todo el verano. Mariana haba
acompaado a Clara cuando se
separ de Ella. Cuando decidi
dejar de depilarse. Cuando se
inscribi en las primeras materias de Historia. Cuando se
compr su primer mate. Esas
seales de madurez, como
servirte el primer fernet sin
que nadie te lo ofrezca, deca la cordobesa. Que, para
no faltar a los estereotipos,
tena siempre un Branca en
la casa.
Clara saba que
se estaba enamorando.
Que haban empezado a
estar juntas en un momento muy particular,
como quien no quiere
la cosa, pero haban
pasado ms de
seis meses desde su primera
noche juntas.
Lo
cierto es
que ella
no haba estado
c o n
otra
perso-
mujeres malhabidas
Te amo.
Se abrazaron. Pusieron
Bebe. Sus ojos se centraron en
los de Mariana. Estaban tan cerca que el marco de los anteojos
de Clara se haba transformado
en enemigo. La cordobesa tena
un solo ojo, perfecto, casi simtrico, pestaeaba y sonrea con toda
la cara. Como un cclope.
Clara se senta como
esos personajes de comedia romntica de Hollywood que, al final de la pelcula se dan un beso
en medio de la calle, o en la playa
o en un lugar con mucha gente y
la cmara se aleja y empieza a
girar alrededor de la pareja que
sigue besndose, la gente aplaude y empiezan a bajar, en la pantalla, los ttulos. De fondo, una
cancin pop que, por alguna razn, es importante para quienes
se estn besando.
Solo que en esa cocina
no bajaban ttulos ni haba gente
aplaudiendo. Eran ellas dos, eligindose, mirndose a los ojos,
sintindose en la primera persona del plural.
Aunque pudiera haber
otras personas en sus vidas,
como haba recuerdos de otras
personas, tambin haba un futuro proyectndose en ese beso. En
ese elegirse. En ese convertirse
en cclopes. En ese decirse te
amo y no decrselo a otra persona. En amarse. En dejar de ser
potencialmente personas que se
aman y amarse en acto. Sentir
que sucede, tambin que, sin saber cmo ni cundo, algo te eriza
la piel y te rescata del naufragio.
Ese sbado no salieron
de la casa de Mariana. El mundo
que estaban creando entre las
dos, desde las dos, con la otra,
cada una, era ms hermoso que
el resto del mundo.
Y, adems, ahora hay
azcar para el caf.
Ja, te amo.
11
LA FIESTA
Su refugio en San Antonio de Areco. El diquecito. El ro, tibio en verano, se escurra entre sus pies. El
anfiteatro tapizado de gramilla. Un lugar apacible y tranquilo. Donde slo se escuchaba el caer del
agua y el rumor del viento. Dos o tres sauces que entristecan el paisaje con sus lgrimas inconclusas.
Autos. Lanchas. Y motos de fin de semana. Parte de la gran ciudad se trasladaba hasta el pueblito.
A mediados de noviembre, lloviera o no, se celebra cada ao una gran fiesta. Los habitantes del
pueblo se multiplican por dos, por tres o por cuatro. No queda ni un msero cuarto disponible.
El Museo de Areco festejaba sacando sus mamotretos a la calle. El esbelto galpn que oficiaba de
pinacoteca, hmedo y fro, quedaba vaco.
El cuidador le permita entrar por una discreta puertecita y permanecer all todo lo que duraba la
algaraba.
Tambin ella celebraba su encuentro anual.
Celebraba no pisar la indescifrable escalinata hacia su oficina. Dictaminar cada da el destino de
cientos de personas. Ella... : aplicando castigos y prohibiciones. Trescientas sesenta y tres caretas.
Un fin de semana exultante... slo uno.
Abandonaba el rodete pegado a la nuca y los zapatos de taco cuadrado.
Pareca que el rstico sombrero no resistira otro ao ms... pero s. Anteojos muy grandes. Y pasin.
Alegra. Belleza... y el gento que la ocultaba del resto del mundo.
Escondi su auto entre los matorrales del costado de la ruta. Casta la plaza principal. Entr a la
iglesia con la mirada sujeta al piso... Dios tampoco entendera su pasin.
Se acomod en el confesionario, a la derecha del altar. Acurrucada contra la pared del claustro,
sinti fro. La biblioteca pblica estaba del otro lado. Crey escuchar la respiracin agitada de su
amante. Estara acomodando ansiosamente los ltimos libracos y vendra a su encuentro... despus
al museo cerrado... y a recordar tanto delirio acumulado. Das rojos. Ya casi desteidos desde el
noviembre pasado.
No haba tanta gente como los otros aos. No encontraba algunas caras conocidas. Y no escuchaba
la msica por los altoparlantes. La biblioteca cerrada. El museo abierto: slo para ella.
El cuidador, un viejito que sus dientes perdidos no le impedan sonrer. Hoy no rea. La esperaba en
el portn grande. El que da a la esquina. Su puertita estaba cerrada con candado. Una mano ajada:
apoyada en el corazn. Como sostenindolo. Y mova la cabeza con gesto triste y desorientado.
- Hoy no hay fiesta. No pudimos avisar. - dijo el anciano.
Un coche negro encabezaba la procesin. Seguido por el coche del intendente y un poco ms atrs,
casi todo el pueblo.
Lo ltimo que se le escuch decir fue que quera esperar hasta el lunes, despus del festejo.
Dentro del auto negro: una caja de madera hermticamente cerrada. Dentro de la caja: Damiana, la
bibliotecaria.
BARUYERA... UNA TROMBA LESBIANA FEMINISTA
POESA Y PINTURA...
CORBALN & ARROYO
LA MORDEDURA
CONSIDERS MAL
Si no es el tiempo del amor,
digo: si la boca en inconcebible
apertura, no te mueve
a alimentar, entonces ser que no
es el tiempo del amor.
Anda, en apariencia,
indemne. No advierte
an el rastro de sangre,
la herida ni el sigilo del paso
tras de ella.
Entre morir
o vivir, elijo
callar.
VASCA
desviada
desviada
sigo
por el camino correcto
12
Macky Corbaln soy yo, unas veces ms que otras. Nac muchas veces, la primera en Cutral Co,
un pueblo de Neuqun donde tambin quiero volver cuando sea la hora de devolver la pilcha. Me
gusta creerme poeta, no s qu piensa la Poesa de ello. Publiqu dos libros: La pasajera de
arena, en 1992 e Inferno, en 1999 (ambos en Editorial Tierra Firme). Est por salir el tercero, en
breve, en Hiplita Ediciones; se llama Como mil flores. Soy lesbiana, feminista, vegetariana, activista
por los derechos de los animales no humanos, de Boca, trabajo como periodista y sigue la lista.
provocadora
Adhesin
Diana Maffa
Diputada de la Ciudad Autnoma
de Buenos Aires
(una banca amigable)
despachodiputadamaffia@gmail.com
Adhesin
STAFF
BARUYERA
Editoras
Vernica Marzano
Sonia Gonorazky
Amalia Hidalgo
Redactoras
Charo Mrquez
Ramos
Josefina Ramn
Vernica Marzano
Sonia Gonorazky
Amalia Hidalgo
Florencia de
Angelis
Humor
Tortina
Ilustracin
Cristina Coll
Fotografa y
Diseo de
Imagen
Florkia
Teatro
Martn Marcou
Sonia Gonorazky
INVITADXS
Paula Torricella
Viviana lvarez
Macky Corbaln
Marcela Rodriguez
Mariela Asensio
Vanessa Arroyo
Gabriel Peralta
Gisella Muoz
Ayeln Brunet
Eric Drooker
Escribinos a:
baruyera@
yahoo.com.ar
Visitanos en
www.
baruyoaldia.
.blogspot.com
13
de placeres ambiguos
CARTELERA TEATRAL
14
PARA EMPEZAR EL AO
En este extrao final? de temporada
2007, hay obras que siguen en cartel
hasta prcticamente las vsperas de las
fiestas findeaeras. Es casi un hecho
que las cabezas por estos das viran a
otros tems de sociabilidad
Pero ojo el respiro que da el teatro independiente-alternativo-off , o como
quieran llamarlo, es apenas de algunas
pocos das, ya que la ltima obra del
2007 baja de cartel en fecha 23 de diciembre, y la primera que inaugura el
2008 lo har el 3 de enero.
En su gran mayora rompern el
hielo reposiciones, es por eso que las
Baruyeras deben estar atentas cuando
reaparezcan este puado de ttulos que
enunciaremos ms abajo. El motivo es
que la mayora de las salas alternativas
no cuenta con equipos de aire acondicionado, y no hay nada peor que ver
una obra que no nos guste transpirando, as que all vamos:
La Reina Elfried Jelinek en estado puro
(Teatro Del Abasto)
Pelicano Strindberg bajo la mirada de
Luis Cano (El Portn de Snchez)
Acaso crezca desde el suelo Rosa
Luxemburgo en un delicado juego teatral (DelBorde)
Stefano Discpolo siempre Discpolo
(Del Viejo Palermo)
Guardavidas La vida en las pequeas
cosas (Teatro Del Abasto)
Entre parntesis figuran las salas en
donde se brindaron en la temporada
2007.
No son muchas pero, a mi humilde entender, son imprescindibles para empezar el ao teatral con viento a favor.
Queridsimas y estimadas Baruyeras,
espero que este sea la primera de muchas colaboraciones para este medio,
que empuja y empuja.
A no dejar de ir al teatro, a no dejar de
discutirlo, porque es la nica manera que
crezca y crezcamos.
Buenas fiestas y nos estamos cruzando.
Gabriel Peralta
Crtica Teatral
N. de las E.: Gabriel es un compaero de
andanzas teatrales. En Crtica Teatral encontrars crticas, foros, recomendaciones y ms.
http://www.criticateatral.com
que me conmueve por alguna razn. En general siempre aparecen los mismos temas: el
amor, el deseo y el sexo, la identidad femenina y mis preocupaciones al respecto: la presin, el sometimiento, el miedo y los estereotipos. La fantasa y la realidad sacada de
contexto.
15
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cr. = contactar.... gracias!
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NMERO 3 - DICIEMBRE
EST JULIO
2007/ VERANO
LOPEZ?
2008 EXIGIMOS ESCLARECIMIENTO Y APARICIN CON VIDA