Gotas de Sangre en La Nieve
Gotas de Sangre en La Nieve
Gotas de Sangre en La Nieve
41-57
El pasaje de las tres gotas de sangre en la nieve marca un punto culminante de la narracin
de Perceval y es un episodio, tras el del Grial, que viene a cerrar la primera parte consagrada a
nuestro protagonista. Aqu, se facilita el encuentro con Arturo y su corte; se resuelve el castigo pendiente al senescal Keu; Perceval se manifiesta como el mejor de los caballeros; el pasaje seala una nueva concepcin ideolgica de la narracin, es decir, la aparicin de un nuevo
sen en el roman; sin olvidar el lirismo y la belleza de este momento narrativo que no deja de
atraer a lectores y a estudiosos.
El lirismo de este pasaje parece cerrar una narracin que se inicia con el exordio primaveral
del comienzo de la obra1. El adolescente ingenuo y en estado salvaje del principio, que al llegar
la primavera se dedica a cazar, se convertir, en el pasaje final de las gotas de sangre, tambin
primaveral, en el caballero que, transcendiendo el erotismo corts, es capaz de transformarlo en
contemplacin. Por tanto, el caballero ms capacitado para llevar a cabo la aventura del Grial.
Perceval no regresa a la corte artrica con la dama ms bella para contraer matrimonio como
otros caballeros en narraciones anteriores sino con su imagen contemplada en las gotas de
sangre sobre la nieve.
La segunda parte del roman no est consagrado, como los precedentes romans, a restablecer el equilibrio entre amor y caballera, sino a llevar a cabo una aventura extraordinaria que le
1 Chrtien inicia su narracin con unos versos propios del tpico exordio primaveral de la poesa amorosa trovadoresca: Ce fu au tans qu'arbre florissent.1 fueillent boschaige, pr verdissent,l et cil oisel an lor
latinl dolcemant chantent au matinl et tote riens de joie anflamel que li filz a la veve dame (....)D.D. POIRION,
(ed.), Pars, 1994, VV.69-74 (se cita en adelante por esta edicin).
hace reparar sus faltas personales2. Su culpa fundamental ha sido ver sin comprender: ha visto
a su madre caer, al despedirse de ella, pero no ha comprendido su afliccin que, como sabr
despus, le ha causado la muerte; o ver el grial del que se le escapa su significacin al no
hacer las preguntas salvadoras.
La aventura de nuestro hroe es el recomdo que lleva del ver al saber, de la imagen al
conocimiento. Al principio de la narracin ve ngeles, pero despus sabr que son caballeros
cuyas armaduras refulgen al sol; confunde la tienda de campaa de un caballero con una iglesia; entra en la corte de Arturo como un ignorante que desconoce el comportamiento corts;
vence al caballero Rojo sin comprender la trascendencia de su acto, etc. En este sentido, Perceval
es un relato de aprendizaje que trascurre entre la percepcin de la imagen y el conocimiento de
su significacin. As, el ttulo que le da Chrtien de Troyes, Cuento del Grial, es emblemtico
al referirse a un objeto que oculta su significacin tanto a los personajes novelescos como al
lector; es, pues, representativo del protagonismo de la imagen en la narracin3.
De aqu, la importancia de la escena de las gotas de sangre en la nieve que vamos a considerar. Por primera vez en el relato, tiene lugar el encuentro entre la imagen y su significacin.
Perceval sabe ver en las gotas de sangre en la nieve a su amada; es decir, pasar de la visin a
la comprensin y la contemplacin. A partir de este momento, nuestro caballero se ajusta al
nuevo modelo caballeresco de Chrtien y ser capaz de llevar a cabo la bsqueda del Grial.
El pasaje encuentra curiosas modificaciones en el Parzival de Wolfram von Eschenbach y
desaparecer del libreto de la pera de Wagner. El anlisis comparativo de los textos francs y
alemn puede revelamos peculiaridades, formas de discurso y concepciones narrativas propias
de cada autor.
Antes de presentar la escena, facilitaremos al lector la ubicacin del pasaje en el contexto
narrativo de ambas obras:
El rey Arturo, sorprendido y lleno de admiracin por las victorias del joven que de forma
torpe e ingenua se present un da en la corte y que no cesa de enviarle temibles enemigos ven2 Perceval, como las novelas anteriores ms representativas de Chrtien de Troyes, Erec et Ettide e
Ivain, est construida en forma de dptico, en cuya primera tabla, o primera parte, nuestro hroe se realiza
como caballero venciendo a los enemigos que ponen en peligro la pax arrrica y regresa triunfador y merecedor de su dama -Enide o Laudine, en correspondencia con los relatos sealados. La segunda parte, o segunda
tabla del dptico, arranca de una crisis de la pareja en la que el caballero se deja llevar por el amor conyugal
olvidando la caballera (Erec); o, a la inversa, olvida volver con su amada finalizado el plazo convenido (Ivain).
En Perceval, la crisis amor/caballera est ausente. Con la derrota que propina a Keu quedan resueltas las
crisis abiertas anteriormente (M. de RIQUER,1968: 140-142) y preparado para la bsqueda del Grial. No es
extrao, por tanto, que la segunda parte est casi toda consagrada a otro caballero, Gauvain.
3 Se ha caracterizado como novela-espejo* y como ((objeto hermenutico~a interpretar (F. DUBOST,
1998: 18). Las escenas tienen una composicin a modo especular. Cuando la madre del joven ve que su hijo
se aleja, se desvanece y el muchacho mir y vio cada1 a su madre a la entrada del puente (VV.623-4). En
Beaurepaire, los caballeros miran a Perceval que mira a Blancaflor callado y todos admiran a la pareja (VV.
1855-1874). En el Castillo del Grial, los asistentes miran a Perceval que. a su vez, ve pasar el cortejo (VV.
3196, 3202. 3243, 3300). La escena se desarrolla en la alternancia de mirada y de luz. En la escena de las
gotas de sangre en la nieve, toda la corte lo observa, mientras l se sumerge en la contemplacin. F. Dubost,
que hace estas observaciones, seala que el texto habla por imgenes en el sentido visual del trmino (1998:
95).
cidos que le rinden homenaje, decide salir en su busca. Al llegar la noche, Arturo y su corte
acampan en una pradera junto a una floresta. Por la noche, cae la nieve y toda la floresta aparece
nevada. Perceval se levanta como todas las maanas en busca de aventuras y se dirige por la
blanca pradera en direccin al campamento de Arturo. Pero le acaece la siguiente aventura: contempla la escena de una bandada de ocas que huyen veloces de un halcn que las persigue. ste
ataca a una que queda rezagada abatidndola sobre la nieve pero, a continuacin, levanta el vuelo
y abandona su presa. Perceval espolea su caballo hacia el lugar del ave herida que tambin echa
a volar a la llegada del caballero dejando tres gotas de sangre sobre la nieve. La huella del cuerpo
en la nieve y las gotas de sangre recuerdan a Perceval el fresco color que haba en el rostro de
su amiga de manera que se apoya en su lanza para contemplar aquella visin quedando ensimismado y pasando as parte de la maana. Los escuderos de la hueste de Arturo que acampan
cerca observan su presencia (Perc. 4160-4215 y Parz. 28 1, 9-283, 26) 4.
Los trescientos noventa y tres versos de esta segunda parte del pasaje de Perceval, Wolfram
los ha convertido en ochocientos sesenta y seis; y los cincuenta y cinco de la sealada primera
parte se han convertido en el texto alemn en setenta y siete. El siguiente cuadro de ambos textos
puede facilitamos el anlisis comparativo de esta primera parte del pasaje. Las palabras en negrita
muestran el campo semntico acorde con el proceso contemplativo de Perceval y Parzival:
Perceval (VV.
4 160-4215)
4 En cuanto a la edicin de Parzival, utilizamos y citaremos a continuacin la de K. Lachmann revisada por D. KUhn (1994).
Si el relato sobre nuestro hroe arrancaba con un paisaje primaveral en el que nuestro joven
ignorante descubre la caballera, ahora parece cerrarse con un paisaje nevado en tiempo de
primavera que no deja de sorprender al autor alemn. Pero ambos paisajes y pasajes se complementan. El primaveral del comienzo representa, en la poesa lrica, el despertar del sentimiento
amoroso5;el segundo, en nuestro relato, su plena realizacin yendo ms all de la fin 'amors6.
La aventura caballeresca, por primera vez, es la interiorizacin de algo visto por nuestro
hroe; el paso de la visin a la contemplacin. La mstica especulativa desarrolla su actividad
hacia la mitad del siglo XII. Bernardo de Claraval traza un itinerario de conducta que va de la
humildad, a la caridad y la justicia para desembocar en la contemplacin que es un acto de
amor. La vida del nuevo caballero cristiano que representa Perceval es, frente a las artes
amatorias ovidianas enseadas en las escuelas profanas, un arte de amar a lo divino que
reconduce el amor del hombre a su Creador, segn afirma Guillermo de Saint Thierry, amigo de
Bernardo. Isaac Stella -abad del monasterio de este nombre de 1147 a 1169- organiza un recorrido metafsico que va de la razn (capaz de percibir las formas incorpreas de las cosas corporales) al intellectus (facultad de percibir las formas de las cosas incorpreas) y, finalmente, a
la intelligentia (capaz de recibir la iluminacin divina y elevarse hasta la misma fuente de la
luz).
Junto al foco cisterciense que representan los nombres referidos, los agustinos de San Vctor
se orientan tambin a la contemplacin de Dios por el amor sin olvidar que el conocimiento
mstico es inseparable del filosfico. Para Hugo (1096-1141), la mstica corona la filosofa y traza
un itinerario intelectual que arranca del conocimientodel trivium y del quadrivium. Los Victorinos
sealan tres formas de conocimiento gradual: cogitatio, cuando la imagen de un objeto se presenta a la conciencia surgiendo de la experiencia sensible o de la memoria; meditatio, bsqueda y discernimiento que distingue lo verdadero de lo falso; y contemplatio, percepcin de la
verdad en visin intuitiva y sinttica. E. de Bruyne resume as: El pensamiento pasa de una
nocin a otra, la meditacin se dirige hacia un objeto nico, la contemplacin posee la multiplicidad con una sola mirada (11, 1959: 243). Al conocimiento contemplativo, se une la dicha de
su posesin (Propium est contemplationi iucunditatis);iucunditas no exenta de erotismo que
1955:48). Ricardo de San Vctor (m. 1 173)
se ha relacionado con el joi trovadoresco (A. PULEGA,
seala que la contemplacin no es exclusiva de la vida religiosa y puede extenderse al mundo
visible. Hugo su maestro, se refera a la contemplacin de las cosas sensibles en s mismas
5 En la amplificacin que hace Wolfram de los versos iniciales de ChrCtien, la madre sospecha del
canto de los pjaros cuya dulzura penetraba en su corazn)) (1 18, 14-16) y poda desarrollar su espritu corts
y caballeresco; lo que hace que ordene matar todas las aves.
6 La primera parte de la narracin que corresponde a la primera mitad de versos ( 4.61 1 de un total
de 9.234) hasta la llegada de la Doncella de la Mula, que tiene lugar tras el pasaje que comentamos, sera el
verdadero roman de Perceval. La consagracin del resto del relato a Gauvain se hace inevitable ya que Perceval
situado en un plano espiritual, ms all de la crisis sentimental y social que reabra una segunda parte en la
narracin de las novelas anteriores, slo puede dar paso a una crisis espiritual que es a la que nos refiere el
nico pasaje referido a nuestro caballero en esta segunda parte, el encuentro con los penitentes y el ermitao
en un Viernes Santo (VV.6217-6518). La narracin corts pasa. pues, de sociolgica a teolgica. La aventura
corts mundana ha quedado superada tras el paso por el castillo del Grial y, sobre todo, tras la escena que nos
ocupa.
Chrtien utiliza elementos descriptivos de la mujer como el contraste del blanco y el rojo
empleado desde su primer romana dentro de una tradicin literaria tpica e idealizadora en la
que los cabellos rubios como el oro, cuellos y tez blancos como el marfl y el lirio y mejillas
sonrosadas como las ms bellas rosas9. Sin embargo, estos elementos descriptivos buscan una
nueva significacin en el texto de Chrtienl0.
El pasaje reproducido en el cuadro anterior lo hemos organizado en tres movimientos sucesivos: presentacin, narracin y contemplacin. En el primero (VV.4160-70), se presenta el paisaje en el que se encuentra Perceval. Los trminos referidos a la pradera y a la nieve protagonizan estos versos por su repeticin y por su ubicacin al final del octoslabo (4160 y 4168;
4.162 y 4170); en contraposicin, los referidos a la noche inician el primero y tercer versos (4160
y 4162). El contraste entre la blancura de la nieve y la oscuridad de la noche, esbozado en los
versos iniciales, se resuelve con la llegada del amanecer, momento de inicio de la aventura y
caballera de Perceval(4.167).
En el verso 417 1, se inicia la parte narrativa del pasaje: la blancura de la nieve con la Ilegada de la luz del da provoca un resplandor que va a tener un doble efecto: deslumbrar a una
7 1. CREIXELL,
(ed.), 1985: 54. Al final de este primer captulo sobre Quid sit amor, al que corresponde
la cita. Andrea aade: Est igitur illa pasio innata ex visione et cogitatione~(d.: 56)
8 Enide, en Erec, es descrita combinando el color blanco y rojo (427-30) y Soredamor, en Cliges, con
un rostro que combina la rosa y el lirio (VV.817-20). Sobre esta combinacin de colores en la descripcin
femenina en la lrica provenzal, cf. M. de RIQUER,1968: 164-7.
9 Sobre la tradicin literaria latina medieval, cf. La belleza femenina en E. de BRUYNE,
11, 1959: 182213.
1 0 Desde las primeras aventuras de nuestro hroe, el color rojo es una forma de expresar su identidad:
vence al Caballero Rojo, viste las armas de ste y toma su nombre y es designado por este color. Blancaflor.
como indica su nombre, representa el blanco y su rostro es la sntesis de ambos colores. Ambos protagonizan
tambin la escena del Grial y sealan el proceso de espiritualizacin del hroe. Sobre la recurrencia de los
colores en el relato, cf. M. SZKILNIK,
1998: 51-55; S. POITERS,1977 y D. POIRION,
1977: 152-158. J. Frappier
seala el origen de la asociacin de la nieve, la sangre, el pjaro y la persona amada en una saga irlandesa de
probable origen cltico. En ella se cuenta que una joven ve a un cuervo beber sangre de un ternero sobre la
nieve; y dice que slo amar al hombre adornado por los tres colores: cabellos negros como el cuervo, mejillas
rojas como la sangre y cuerpo blanco como la nieve (1972: 134). La presencia de los tres colores y del cuervo
en el pasaje correspondiente de Peredur confirma a Frappier la importancia, como fuente, del relato irlands
(1972: 135).
ocas que vuelan y, a continuacin, originar la visin de Perceval, de aqu la importancia que
tiene a partir de este momento el verbo ver (4174,4185,4194,4209,4214) o sinnimos (parut,
4196 y aparurent, 4206; esgarder, 4198 y 4206; resenble, 4200,); y los trminos relacionados
con el sentido de la vista, (sanblance, 4198; color, 41 189 y 4200; sanc, 4187, en contraste con
blanc, 4188; contraste armonizado en el 4200: que li sans et le nois ensanble).
La parte narrativa prepara la contemplativa. El deslumbramiento de las ocas (esbloies, 4173)
anticipa el xtasis causado por las imgenes visuales de Perceval que tiene lugar a partir del
verso 4194 que inicia el tercero de los movimientos sealados, el contemplativo; y en donde el
lxico referido se concentra para producir un efecto de luz y color (4194-4215).
La parte narrativa es dinmica y se caracteriza por el movimiento. Se alude al galope de
Perceval dirigindose a las tiendas que se encuentran en la lejana (4171), a la bandada de ocas
que se alejan fugitivas (aaloient fuiant, 4175) ante la irrupcin ruidosa del halcn (qui vint
bruiant, 4176) y su acometida descrita con las expresiones propias de la violencia de un ataque caballeresco armado (si l'a ferue et si hurteel qu'ancontre terre l'abati, 4180-1). A continuacin, el halcn deja a la oca en el suelo y prosigue su vuelo (4182-3), lo que hace tambin
la oca al acercarse el trote del caballo de Perceval (ele s'an fu encois volee, 4193). Esta parte
se abre, pues, con el movimiento de Perceval y el vuelo de las aves (4171-2) y se cierra, de
forma semejante, con la llegada de aqul y el vuelo de la oca herida, en unos versos que son
una rplica de aquellos (4 192-3).
Frente a esta escena de movimiento en donde predominan verbos que lo expresan (incluso
las gotas de sangre del ave se presentan esparcindose en la nieve, 4188), se inicia a continuacin a una escena esttica que da lugar a la contemplacin de las gotas. Perceval queda inmovilizado, apoyado en su lanza (4197), reducido a su mirada. En los veintin versos que componen esta escena (4194-4215), predominan los verbos que hacen referencia a la visin y contemplacin del caballero. El primer verso se abre con veoir (ver) y el tercero acaba con paroir (parecer) (4194 y 4196). Ambos verbos hacen referencia a la percepcin sensorial inmediata, a lo
que se ve y parece directamente. Cuando Perceval se inmoviliza contemplando la nieve y la
sangre, aquellos verbos son reemplazados por esgarder y aparoir (4198 y 4206). Aparoir (aparecer), en correspondencia con paroir, que cierra tambin el verso y el periodo oracional(4205).
El paso de veoir-paroir a regarder-aparoir representa el trnsito de la percepcin sensorial a
la contemplativa por medio del conocimiento analgico al que hacen referencia los trminos
sanblance y resanble (4198 y 4200) lo que permite que la sangre y la nieve se conviertan en el
rojo y el blanco; y ambos colores le lleven al rostro de su amada. Diramos que es el paso de la
cogitatio a la meditatio, de la imagen a la razn, de la dilatio a la sublevatio.
El verso 4202 (et panse tant que il s'oblie) seala el paso de la meditatio (panse) a la
contemplatio (s'oblie) como tal; es decir, de la razn a la inteligencia, de la sublevatio a la
alienatio. El verbo s'oblier tiene una significacin semejante al s'oblidar provenzal que en la
forma reflexiva significa quedar alienado o enajenado" .
1 1 Tiene la acepcin de perder el conocimiento, quedar fuera de s, no poseerse ms, cf. E. LEVI,
Heidelberg, 1973: 264.
50
El enajenamiento de nuestro caballero le lleva a una nueva visin. El verbo veoir reaparece
(qu'il veist la color, 4209) para sealar el paso de la percepcin de la nieve y la sangre a la
visin del color; es decir, los elementos naturales se han convertido en blanco y rojo. Hemos
pasado de la comparacin o analoga que parece evocar el verso 4200 (la fresche color li
resanble) a su visin directa. Ahora ve el color directamente ms all de su expresin material
de nieve o sangre. Y nuestro caballero es llevado al rostro de su amada en el que se armonizan
a la perfeccin ambos colores; y, tras ellos, tambin a la visin de la divinidad que los armoniza
ya que Dios es Blancura, Inteligencia y Luz, y a la vez es Rojo que se manifiesta en Amor y
Calor. Toms Gallo, abad de Verceil (m. 1246), continuar y resumir el pensamiento mstico de
los Victorinos afirmando esta armona: indicibiliterse candidum et rubicundum ostendit (Deus)
[...] ita ut nihil aliud sit sua luciditas quam sua igneitas, nec minus igneitas quam luciditaw
[(Dios) se presenta indeciblemente blanco y rojo ... de tal manera que su luz no es otra cosa que
su calor y no es menos su calor que su luz] (E. de Bruyne, 111, 1959: 76)12.
La unin armnica de amor y conocimiento, del Bien y lo Bello, que caracteriza la esttica
mstica, permite la espiritualizacin del sentimiento amoroso de Perceval. En este pasaje, el conocimiento se convierte en amor, y viceversa. Nicols de Cusa celebrar el semblante de la mujer
como espejo de Dios: Mulier pulchra ad admirationem pulchritudinis infinitae incitat~(E. de
BRUYNE,
11: 21 1). La mujer hermosa llevada a la admiracin de la belleza infinita parece trazar el
itinerario de nuestro caballeroI3.
Si pasamos a considerar el texto de Wolfram, observamos que recurre a una amplificatio de
tipo explicativo. En los primeros versos reproducidos de Chrtien (4160-4), en una especie de
fundido encadenado cinematogrfico, la pradera nevada a la que llega Arturo con su hueste se
convierte en la misma en la que se presenta nuestro hroe. El juego de imgenes visuales sealadas en el texto francs desaparece para escuchar en el relato alemn la voz del narrador con
una llamada al pblico: welt ir nu haem wie ArtOs / von Kandael Oz sime hOs / und ouch von
sime lande schiet, / als im din messenie riet? (280, 1-2)14.El libro sexto al que corresponde este
pasaje arranca con una llamada al pblico para, a continuacin, en una veintena de versos,
1 2 J. Frappier, en un fino anlisis que hace del pasaje, apunta su espiritualizacin partiendo del gozo
trovadoresco (Perceval. pasado el xtasis le dir a Gauvain que los anteriores -Saigremor y Keu- lo queran
privar de aquello: Fet Percevax, qui me toloientt ma joie et mener m'an voloientn. VV. 4443-4). y dice este
estudioso: Perceval dpasse pour la premiere fois le monde des apparences sensibles -ce dont il tait incapable
en voyant le cortege du Graal-. 11 accede maintenant h une certain degr de contemplation, exactement au
degr que prtendait atteindre la chevalerie courtoise griice h l'amour de loin, h la pensCe de la dame absente
et prsente, prsente parce qu'absente. Etape sans doute indispensable, dans les intentions de Chrtien, h la
rencontre d'une perfection plus haute et d'ordre religieux~(1972, 140).
1 3 En Parzival. tanto la mujer como Dios remiten a la luminosidad: Herzeloyde ((resplandeca tanto /
que, si se hubiesen apagado todas las velas, 1 hubiera habido bastante luz (2, 84, 13-15). Parzival identifica
a los caballeros como ngeles por la luminosidad de sus armaduras porque su madre le haba definido a Dios
como ms luminoso que el da. (1 19, 19)
1 4 Estas llamadas al pblico muy del gusto de Wolfram las encontramos repetidamente en este mismo
pasaje cerrndolo tal como lo inicia. (282, 26-7 y 283, 23-6).
resumir las principales hazaas de Perceval conocidas por Arturo, su cabalgada de ocho das
en su bsqueda y la promesa arrancada a los barones de su corte (280, 1-281, 9)15.
La fluidez y encanto potico que consigue Chrtien con su estilo narrativo elptico, se
desvanece en Wolfram por su preocupacin de precisar, explicar y racionalizar: alarga a ocho
das el desplazamiento de Arturo (280,7), se sorprende de la aparicin de la nieve en mayo y a
continuacin da explicaciones sobre la aparicin del halcn aquella maana en la pradera. Nos
dice que el da anterior los halconeros del rey perdieron su mejor halcn que pas la noche en
el bosque junto a Parzival (281,23-30). Aade, en este intento ilustrativo, un rbol cado al que
se dirige Parzival y en el que busca refugio el ganso atacado por el ave de presa (282, 10-11 y
18). El texto francs se limitaba a presentamos al halcn que irrumpe de pronto tras la bandada
de gansos y la cabalgada del caballero en la misma direccin. Chrtien se concentraba en la
accin. Veamos lo que haca Perceval y sabamos a travs de sus ojos. Con Wolfram, ms que
ver, escuchamos. Omos al narrador explicando y aclarando; y a Parzival en sus soliloquios16.
Wolfram, en este pasaje, no hace una excepcin al esfuerzo que despliega en toda su narracin en la utilizacin del recurso que hemos llamado amplificatio explicativa. En su afn de
damos a conocer su linaje, ha consagrado los dos primeros libros a la vida de su padre. As, la
narracin de Perceval y Gauvain pasa, en el autor alemn, a convertirse en la de Parzival, Gawan
y Gahmuret. Siguiendo el Cliges de Chrtien y el Tristn de Thomas, inicia su narracin con la
historia paterna. La literatura caballeresca posterior har este comienzo casi obligado, como en
los casos del Amads y del Tirant lo Blanc; pero Wolfram parece responder a su propsito de
completar la historia y resolver el final inconcluso. Mediante multitud de aclaraciones quedan
resueltas las elipsis y los enigmas del relato francs. Wolfram ampla tambin el relieve psicolgico a otros personajes, como la madre de Parzival, Herzeloyde; su to eremita, Trevrizent, y
su prima, Sigune; y crea tambin una verdadera genealoga de los reyes y herederos del Grial.
1 5 El recurso al don contraignant solicitado por Arturo como don preferente (280, 16-281, 8) recuerda
1995: 515).
la escena del Amads en la que es solicitado un don similar por Briolanja y Grovenesa (F. CARMONA.
El juramento que hace el rey en la novela de Chrtien de no descansar hasta encontrar al desconocido Perceval,
Wolfram lo convierte en una promesa que arranca a sus caballeros dando preferencia a esta bsqueda sobre
cualquier aventura que pueda surgir. En la narracin de Chrtien, basta solamente el juramento personal de
Arturo para iniciar la bsqueda de nuestro hroe. En Alemania, alejados del centralismo capeto, la utilizacin
del don contraignant por el monarca, que necesita someter a la aceptacin de los barones de su corte. remite
a una sociedad en la que predominan las relaciones feudales.
1 6 La amplificaai se acenta en la segunda parte del pasaje cuando tienen lugar las interrupciones al
estado de contemplacin de nuestro caballero: Los 53 versos que Chrtien consagra a Saigremor se convierten
en 132 en el texto alemn (VV.285, 1-289,12). Wolfram seala que se incumple la promesa hecha al rey (VV.
280.1-281,9) por el carcter impulsivo de Saigremor. Los pocos versos de Perceval en los que se nos cuenta
que Saigremor irrumpe en la tienda de Arturo, lo despierta y obtiene permiso para traer al desconocido caballero (4230-6), se convierten en una descripcin pormenorizada de la entrada en la tienda real, en la que
Saigremor arroja al suelo las mantas bajo las que duermen los monarcas e interpela a su ta Ginebra, para que
le ayude a obtener el permiso del rey para desafiar al desconocido caballero. Se sucede el parlamento del rey
que expone las dificultades para concederle lo solicitado, y el requerimiento de la reina Ginebra para que se lo
conceda, acabando con la cabalgada precipitada y cmica de Saigremor. Wolfram comenta que, mientras tanto, Parzival est abstrado pensando en su amada como le ocurre a veces a l mismo (VV.287.8-20). Los actos
del bruto Saigremor ponen de relieve, entre otros hechos de esta escena, el humorismo e irona de Wolfram.
El relato alemn amplifica el sentido de pecado y culpa que culmina con la funcin redentora del Grial". De ah que el Parzival intensifique el carcter educativo, hasta tal punto que
muchos creen ver rasgos propios de un Bildungs- o Ent~icklungsroman'~.
Perceval ofrece el
proceso a seguir en la transformacin educativa: llegar al amor tras la caballera, para poder
convertirse en el caballero ideal y espiritual. A. Micha lo resume as: ~Percevaln'est apte ?i
s'enrichir d'experience amoureuse qu'apres avoir recu un suffisant vemis chevaleresque, et il
ne pourrait accder ?i une plus haute spiritualit, si ses sentiments ne s'etaient d'abord affins
par I'amour (195 1 : 129). La tarea de Wolfram es enriquecer el proceso iniciado por Chrtien.
As, Parzival, tras la educacin caballeresca recibida por Gumemanz y la sentimental de su idilio
con Condwiramurs, completa su formacin como caballero de la Tabla Redonda. Pero estas etapas son insuficientes para resolver el misterio de Munsalvaesche, como muestra el fracaso de
un caballero artrico por excelencia, Gawan. Es necesario que un nuevo prototipo de caballero
represente lo mundano y lo espiritual a la vez. El paso a la nueva caballera celestial se manifiesta tras confesar Parzival sus pecados a su to Trevrizent (libro IX). Es cuando logra saber, gracias al ermitao, que el Grial no se encuentra exclusivamente con la fuerza de las armas sino con
la humildad de uno mismo.
Do sprach aber Parzivil
>mac riterschaft des libes pris
unt doch der sele pardis
bejagen mit schilt und ouch mit sper,
so was ie riterschaft min ger.
ich streit ie swi ich striten vant,
so daz min werlichiu hant
sich nxhert dem prise.
1st got an strite wise,
der sol mich dar benennen,
daz si mich d i bekennen:
min hant d i strites niht verbirt.<
do sprach aber sin kiuscher wirt
>irmest aldi vor hochvart
mit senften willen sin bewart.
Iuch verleit liht iwer jugent
daz ir der kiusche brxchet tugent
hochvart ie seic unde viel< (471, 30-472, 17)
1 7 Al abandonar a su madre, muere sta; al matar al caballero rojo, consigue ser ordenado caballero de iure.
pero comete casi un fatricidio, pues ste es Ither, su primo. Es Trevrizent quien le muestra a Parzival la gravedad
de este hecho, quien le releva el parentesco: do sprach er >lieber swester suon. / waz rites moht ich dir nu tuon?
/ du hist din eigen verch erslagn. / wiltu fUr got die schulde tragn, / sit daz ir bede wart ein bluot. / ob got d i reht
gerihte tuot, / so giltet im din eigen leben. (475. 19-25). [Y continu diciendo: Querido sobrino, / qu te podra
aconsejar? / Has dado muerte a tu propia carne y sangre. / Si quieres llevar tu culpa ante Dios, / y Dios celebra un
juicio justo, / tienes que pagarlo con tu vida, / pues los dos erais de la misma sangre.]
1 8 A. MICHA
la caracteriz como roman educatif en actionn (1951: 130) Sobre esta tesis comentan A.
Herbert y E. FRENZEL:
(~Parzivalist nicht Individuum im Sinne des modemen Entwicklungsroman, sondem ist jeweils
Reprasentant einer Entwicklungsstufe der Menschheit. wird nach theologischem Plan bewegt (1999: 42).
[Entonces habl de nuevo Parzival: / Si puede la caballera / conquistar con el escudo y con la lanza 1 la
gloria terrenal y tambin el paraso del alma, / siempre he ansiado ser caballero. / He luchado siempre
donde he encontrado lucha. 1 As mi poderosa mano / a la gloria se ha acercado. / Si Dios entiende algo de
combates, / me tiene que designar. / Sin duda me valorarn all. / No rehusar ninguna lucha. 1 Su piadoso
anfitrin le dijo: 1 De vuestra soberbia tendris / all que protegeros con humildad. / Vuestra juventud os
lleva demasiado fcilmente 1 a perder vuestra serenidad. / La soberbia hace siempre caer y hundirse.]
Wolfram considera que hay tres tipos de hombres: los bondadosos, los malvados y los del
color de la urraca20,animal de plumas blancas y negras, que representa con ello el bien y el mal.
A este ltimo grupo pertenecera Parziva12'. Nuestro hroe, desconocedor de la existencia de
Dios, necio e ignorante ante los sucesos que le acontecen, no puede ms que renegar y abjurar
de ste. Cuando se desvela ms tarde su fracaso en el castillo del Grial, ante todos y lleno de
despecho, dice:
1 9 P. Haidu ha sealado el carcter de oxmoron del ttulo del Caballero de la Carreta por el carcter
antittico de chevalier (cortesa) y charrette (villana) y lo observa tambin en el Caballero del Len (1972: 5360). El nombre de Perceval le Gallois. en cuanto que gals significa en el relato ignorante. atribuyndose el
calificativo a nuestro protagonista, parece extender al personaje el carcter antittico de los ttulos anteriores.
2 0 Mientras que en Occidente la urraca representa la charlatanera, la envidia y la presuncin, se le
tiene en la China (hsi) como smbolo de buena suerte. [...] Adems, la urraca representaba el principio primario yang (yin y yang). H . BIEDERMANN
(1993: 469).
2 1 Parzival representa esa idea en su interior: hermoso pero necio, valiente pero soberbio. No es por ello
casualidad que sea invitado a Munsalvaesche -la corte en la que reside el Rey Pescador- justo cuando es derrotado
por su hermano Feirefeiz, caballero pagano venido de Oriente que es mitad negro y mitad blanco. Parzival se ha
enfrentado a s mismo y realiza una confesin inaudita hasta entonces no acaecida durante sus justas y luchas:
maldice y lamenta su espritu blico, ante la posibilidad de haber podido matar otra vez a alguien de su sangre.
En ese momento, Parzival puede ya -y por designacin divina- resolver el misterio del Grial.
vuelve su atencin a las tres gotas de sangre y averiguamos, a travs del narrador que las dos
cargas del hroe son sas.
Parzivil der valscheitswant,
sin triwe in lerte daz er vant
snewec bluotes zaher dri,
die in vor witzen machten vri.
sin pensieren umben gril
unt der kngin glichiu mal,
iewederz was ein strengiu n6t:
an im wac fr der minnen 16t (296, 1-8)
[Al probo Parzival / le llev de nuevo su fidelidad amorosa 1 a las tres gotas de sangre en la nieve, / que
le volvieron a poner en trance. / Su pensamiento en el Grial / y el recuerdo de la reina / le apesadumbraban
sobremanera, / aunque predominaba el peso del amor]
La visin del rostro de la amada tambin se ha interpretado como una despedida del amor
, 423). Parzival, como Perceval,
al que no se va a poder ver en mucho tiempo (E. K ~ H L E R1959:
abandona a su esposa con la promesa de volver pronto, despus de haber visitado a su madre.
No lo podr cumplir, ya que la bsqueda del Grial ser una meta prioritaria, que le obligar a no
ver a su amada durante ms de cuatro aos y medio. Por esa razn, el mismo lugar de las tres
gotas de sangre ser en el libro XVI el del reencuentro, y no casual, entre Parzival y
Condwiramurs. La obra de Wolfram, al estar concluida, proporciona -mediante multitud de guios
2001: 9 y s.).
y conexiones- una especial carga simblica a esta escena (J. BUMKE,
La comparacin del pasaje entre un autor y otro nos pone de relieve no slo unas diferencias sino tambin una nueva concepcin de la narrativa. Chrtien, trouvire y autor de composiciones poticas, escribe ligado a la tradicin literaria trovadoresca que explica el lirismo, la
evocacin potica, el juego de imgenes y la musicalidad de su escritura. Wolfram, en cambio,
en su versin de la novela francesa, aadiendo llamadas al pblico, descripciones de armas,
precisiones y comentarios, soliloquios e imprecaciones y poniendo en juego variados recursos
retricas, tiende a crear un tipo de narracin que mira al gnero pico y al dramtico. Busca, en
fin, el verismo propio de la prosa narrativa que se impondr en el siglo XIII.
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