Es difuso el momento en que esa alma laicizada, llegó a ser la conciencia. Se tiene la impresión de una transición paulatina que fue llevando desde una entidad sagrada a la que se accedía mediante la revelación encerrada en los libros de origen divino (alma) a una noción profana de algo abordable por la reflexión (conciencia).
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Es difuso el momento en que esa alma laicizada, llegó a ser la conciencia. Se tiene la impresión de una transición paulatina que fue llevando desde una entidad sagrada a la que se accedía mediante la revelación encerrada en los libros de origen divino (alma) a una noción profana de algo abordable por la reflexión (conciencia).
Es difuso el momento en que esa alma laicizada, llegó a ser la conciencia. Se tiene la impresión de una transición paulatina que fue llevando desde una entidad sagrada a la que se accedía mediante la revelación encerrada en los libros de origen divino (alma) a una noción profana de algo abordable por la reflexión (conciencia).
Es difuso el momento en que esa alma laicizada, llegó a ser la conciencia. Se tiene la impresión de una transición paulatina que fue llevando desde una entidad sagrada a la que se accedía mediante la revelación encerrada en los libros de origen divino (alma) a una noción profana de algo abordable por la reflexión (conciencia).
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Anlisis crtico de la conciencia
Es difuso el momento en que esa alma laicizada, lleg a ser la conciencia.
Se tiene la impresin de una transicin paulatina que fue llevando desde una entidad sagrada a la que se acceda mediante la revelacin encerrada en los libros de origen divino (alma) a una nocin profana de algo abordable por la reflexin (conciencia). La conciencia es una evidencia que se alcanza intuitivamente y de la que todos participamos. En otras palabras, todos sabemos cul es esa actividad en permanente movimiento, nuestras sensaciones y pensamientos que se suceden los unos a otros. La conciencia es usada para definir a todo lo dems, real, imaginario, pero ella en s, escapa a toda definicin. Y si buscamos un diccionario del idioma l nos dir algo as como conciencia la propiedad de conocerse a s mismo y a las cosas exteriores. En la psicologa clsica describe y hace un anlisis de los contenidos de la conciencia. La conciencia aparece como una cosa o un recipiente que tiene contenidos. En ella reconocen funciones y estas funciones de la conciencia pasan a ser los temas de la psicologa: sensacin, percepcin, atencin, memoria, pensamiento, juicio, emocin, sentimiento, voluntad, etc. Junto a esta psicologa de la concienciacomo-cosa existen otras tendencias que mantienen a la conciencia como tema central de la psicologa pero la consideran como acto a travs del cual el yo trasciende al exterior, hacia lo que est fuera de s mismo. La psicologa acadmica clsica sigui un proceso ms o menos rectilneo de acumulacin de datos sin encontrar inconvenientes ni impugnaciones serias hasta 1900 primera edicin del libro de Freud La interpretacin de los sueos. La potencia subversiva del psicoanlisis respecto de la psicologa preexistente se desencaden al demostrar que la conciencia no es lo psquico sino que ella es tan slo el aspecto exterior de una realidad infinitamente ms compleja e inabordable para la conciencia misma: el aparato psquico. Se hizo entonces claro que la existencia es, en un principio siempre, existencia corporal. Para el psicoanlisis es el punto de partida, el punto de separacin de dos rdenes de realidad. A partir del nacimiento y apoyndose, apuntalndose en la satisfaccin de las necesidades corporales instintivas se va edificando un nuevo mundo que ya no es del orden biolgico. El beb tiende al alimento pero tambin y al mismo tiempo tiende al placer. El orden de la necesidad se separa del orden del deseo, estudiado por el psicoanlisis. El deseo, la fantasa, la pulsin la novedad introducida por el psicoanlisis consiste en sealar que todos ellos fundantes de la realidad de lo psquico, son inconscientes La conciencia aparece bastante despus, de un modo secundario, y cmo funcin tarda de reconocimiento del mundo exterior.
Su funcin primera es permitir la discriminacin de lo real exterior al ser y
de ciertos procesos corporales para alcanzar nuevas formas de satisfaccin que la pulsin, por ser ciega, es incapaz de alcanzar. Quedan as de un lado, lo primario inconsciente, ligado al principio de placer y, del otro lado, lo secundario consciente ligado al principio de realidad. Entre estos dos rdenes de la realidad psquica el conflicto es vitalicio. Para Descartes y para la psicologa acadmica la conciencia era el punto de partida: porque pienso, existo, era todo Yo. Para Freud, el Yo es una de las partes, una instancia, de ese conjunto estructurado que es el aparato psquico. La conciencia, no conserv, despus de la revolucin psicoanaltica, nada de lo que originalmente tuvo como versin laica del alma. Esta conciencia que se hace cargo de lo inconsciente ya no es la de Descartes ni tampoco la conciencia ingenua de los psiclogos clsicos ni la conciencia que aprehende esencias de la psicologa fenomenolgica. Emerge como nuevo fundamento para la psicologa cuando se comprende conciencia est determinada desde afuera de la persona, desde un sistema que incorpora a los sujetos humanos y los asimila a sus necesidades a travs de una cierta conciencia de las apariencias, de una ideologa de sujeto que ignora las determinaciones esenciales que regulan a tal conciencia.